JESUCRISTO, REY DEL UNIVERSO – B
22 DE Noviembre de 2009
La paz, la gracia y el amor de Jesucristo, nuestro Señor, estén con todos vosotros.
Hoy celebramos el último domingo del año litúrgico. El año litúrgico es esto: revivir, domingo tras domingo, día tras día, la historia de nuestra salvación, el camino de Jesús que pasa entre nosotros con su vida entera, y que nos la hace vivir paso a paso, momento a momento, por medio de la Palabra y de la Eucaristía.
Hoy acabamos este repaso fijando nuevamente nuestra mirada en él, en Jesús, que va delante de nosotros hacia el Reino de Dios. Él es el camino y la verdad, él es quien da sentido a nuestra vida y a la vida de la humanidad entera.
A. penitencial: En silencio, preparémonos para celebrar esta Eucaristía. (Silencio).
Tú, que nos conduces hacia un Reino de verdad y de vida. SEÑOR, TEN PIEDAD.
Tú, que nos conduces hacia un Reino de santidad y de gracia. CRISTO, TEN PIEDAD.
Tú, que nos conduces hacia un Reino de justicia, de amor y de paz. SEÑOR, TEN PIEDAD.
1. lectura (Daniel 7,13-14): Una visión misteriosa nos introduce en la fiesta que hoy celebramos. Escuchémosla y reconozcamos en ella un anuncio de la figura de Jesucristo.
2. lectura (Apocalipsis 1,5-6): La segunda lectura nos manifiesta quién era aquel hombre que venía entre las nubes del cielo. No se trata de ningún personaje de ensueño, ni es el protagonista de ningún relato fantástico. El camino de ese hombre ha sido muy próximo a nuestro camino.
Oración universal: Con la mirada puesta en Jesús, unidos a él, oremos a Dios nuestro Padre diciendo: PADRE, ESCÚCHANOS.
Para que los cristianos llevemos el amor, la misericordia, la paz, la esperanza a todo el mundo, como lo hacía Jesús. OREMOS:
Para que los que no conocen a Jesucristo puedan descubrir el camino de vida que él nos ofrece. OREMOS:
Para que el Señor suscite en su Iglesia las vocaciones sacerdotales y religiosas que necesita. OREMOS:
Para que los que trabajan al servicio de la paz y la justicia sientan la fuerza de Dios que les acompaña. OREMOS:
Para que los moribundos se acerquen al momento definitivo con la esperanza en la vida nueva que Jesús les ofrece en su Reino. OREMOS:
Para que los que hoy nos hemos reunido para celebrar la Eucaristía sigamos a Jesús con todo el convencimiento y con mucha alegría. OREMOS:
Padre, escucha nuestras oraciones, y conduce a todo el mundo hacia el Reino de tu Hijo amado, Jesucristo. Él que es el camino, la verdad y la vida, y vive y reina contigo por los siglos de los siglos.
Padrenuestro: Como Jesucristo nos enseñó, pidamos a nuestro Padre que venga su Reino, y que su voluntad de amor, de justicia, de fraternidad, se haga en la tierra como en el cielo. Con fe, nos atrevemos a decir:
CPL