Contexto ecuménico de Escocia publicado en folleto de Materiales para Octavario 2010 de Oraciones por la Unidad de los Cristianos elaborado por una comisión mixta entre el Pontificio Consejo para la promoción de la unidad de los cristianos y la Comisión Fe y Constitución del Consejo Mundial de Iglesias y traducido por la Comisión para las relaciones interconfesionales de la Conferencia Episcopal Española. Este año tiene como lema: “Vosotros sois testigos de todas estas cosas “ (Lc 24, 48)
El contexto ecuménico de Escocia
De 1910 a 2010
El movimiento ecuménico moderno nació en la Conferencia de Edimburgo en 1910. ¿Por qué precisamente Edimburgo? Escocia, desde un punto de vista intelectual y cultural, tenía una fuerte tradición internacional remontándose a las misiones célticas. Grandes teólogos y responsables de la Iglesia escocesa fomentaron esta apertura al mundo. A eso vino a asociarse en el siglo XIX una preocupación misionera importante del protestantismo escocés que, además del aspecto evangelizador, contemplaba una reforma de la expansión económica del Imperio británico. Este compromiso en la misión incitó a las Iglesias a aportar directamente su apoyo a una Conferencia misionera mundial, más que dejar el cuidado a los organismos misioneros. Por fin, la Iglesia y la sociedad escocesa cruzaban un tiempo de rápidos cambios que fomentaban las Iglesias a una mayor apertura.
En 2000, John Pobee (Ghana) viajó a Escocia donde incitó a los responsables cristianos a celebrar el centenario de 1910. Los años siguientes, un círculo cada vez más extenso de pensadores y de protagonistas de la misión han reconocido el inmenso potencial de 2010; una colaboración en la acción era pues necesaria. En 2005, un encuentro internacional que se celebró en Edimburgo, permitió definir temas claves para la misión del siglo XXI. Entre éstos: los fundamentos de la misión; la misión en un contexto interreligioso; la misión y sus relaciones con el postmodernismo y el poder; las formas de compromiso misionero; la formación teológica; las comunidades cristianas contemporáneas; la misión y la unidad y la espiritualidad de la misión.
Las manifestaciones se celebrarán del 2 al 6 de junio de 2010 en Edimburgo, lugar de convergencia elegido para la celebración de este aniversario. La coordinación de Edimburgo 2010 está garantizada a través del sitio internet www.edinburgh2010.org.
Los años intermedios
Desde 1940 hasta hoy, la situación ecuménica de Escocia se ha desarrollado alrededor de tres hilos directores distintos.
La investigación teológica
Basta con mencionar el informe anglicano/presbiteriano de 1956 (habitualmente llamado Informe de los obispos), los 30 años aproximadamente de Conversaciones multilaterales (1967-1994) en los cuales seis Iglesias de Escocia se comprometieron, o también la Iniciativa de las Iglesias escocesas para la unidad de los cristianos (SCIFU - 1996-2003) para darse cuenta que se abordó un gran número de temas doctrinales. Eso nos condujo a una mejor comprensión de nuestras distintas tradiciones y al descubrimiento creciente que entre nuestras Iglesias existe un extenso acuerdo teológico. El hecho de que esto no haya conducido a un proceso de unión al cual todos se podrían adherir, no depende tanto de cualquier antagonismo entre las Iglesias sino de la toma de conciencia que la unidad va más allá de la creación de un gran proyecto. Nos hizo reconocer que la unidad es posible en la diferencia.
La colaboración concreta
A nivel nacional, los años cincuenta vieron nacer dos organizaciones que fueron una poderosa fuente de dinamismo y proyectos. A principios de los años sesenta, este impulso se concretó en la creación del Scottish Churches House (Casa de las Iglesias escocesas) en Dunblane, un centro de conferencias y de retiros, “un lugar administrado conjuntamente por las Iglesias, donde comenzaron a crecer juntas al servicio de Escocia”. En 1962 se ha creado el Scottish Churches Council (Consejo de las Iglesias escocesas), constituido en su mayoría de Iglesias no católicas y de una serie de grupos y organizaciones ecuménicas. Se realizaron un gran número de actividades a nivel nacional -por ejemplo los cursos de Cuaresma, la acción para los jóvenes, el trabajo misionero en la sociedad- que nació un poco por todas partes en Escocia la aparición rápida de consejos de Iglesias locales que colaborarron en la oración y la acción comunes. En 1986, un curso de Cuaresma organizado en todo Reino Unido fue el catalizador que hizo nacer de nuevos “instrumentos de unidad” entre los cuales figuraba por primera vez la Iglesia Católica. Así nació la Action for Churches Together in Scotland (Compromiso común de las Iglesias en Escocia) (en inglés ACTS), que se creó en 1990.
La voz profética
El tercer hilo conductor es el que las Iglesias tienen como más difícil de integrar en su vida. Con todo, sin él, el ecumenismo perdería su carácter incisivo. Mientras que las Iglesias se acercaban unas a otras, el ecumenismo tuvo una dimensión profética. En el trabajo de Christian Aid se reflejaban la expresión concreta de la compasión por los muertos de hambre de este mundo, y también las palabras proféticas de protesta en favor de la justicia en el mundo. La Comunidad de Iona, siempre muy empeñada en el ecumenismo, no ha dudado en desafiar abiertamente a las Iglesias y al mundo con respecto a su desunión y la injusticia. Se consideraron algunos momentos como proféticos, por ejemplo en 1982 donde, en su visita a Escocia, el Papa Juan Pablo II declaraba: “Hagamos juntos este peregrinaje, mano a mano”.
En estos últimos años, el ecumenismo ha ampliado su campo de acción al contexto interreligioso y al testimonio cristiano en una sociedad cada vez más secularizada y más multicultural. La experiencia ecuménica en Escocia nos mostró que para responder a este reto, estos tres hilos conductores deben mantenerse juntos. No podemos hacer una elección entre ellos ya que sólo cuando obran recíprocamente el uno con el otro entonces podemos hablar de teología, de colaboración y de la voz profética que está en el corazón del proyecto ecuménico.
Los tartanes son uno de los tesoros de Escocia. El hábito quiere que cada modelo corresponda a un “clan” o a una familia particular pero los tartanes se benefician de una tradición viva, y numerosos modelos siguen dibujándose según los distintos objetivos y organizaciones. Poseen un color básico sobre el cual se aplican algunas líneas horizontales y verticales. Nuestro color básico es el texto citado que ofrece un panorama general de la situación ecuménica en Escocia. En los apartados que siguen, presentamos una serie de líneas horizontales y verticales que permiten hacerse una idea ciertamente no exhaustiva del modo por el cual las Iglesias se comprometen unas y otras, y más generalmente con la sociedad.
Líneas horizontales: la búsqueda de la unidad entre las Iglesias
Comisión doctrinal mixta de la Iglesia de Escocia y de la Iglesia Católica
Este diálogo bilateral resultó rico en bendiciones. El más reciente documento que publicó, “Bautismo: católico y reformado”, ofrece una síntesis de los progresos realizados en la comprensión del bautismo común pero invita igualmente a proseguir la reflexión sobre las implicaciones para la misión de la Iglesia hoy. La Comisión Mixta es un ejemplo positivo de diálogo teológico ecuménico y muestra a la vez personas e instituciones verdaderamente dispuestas a escucharse mutuamente. Esta Comisión Mixta estudia actualmente la cuestión de la purificación de las memorias así como la doctrina de la justificación.
La raya EMU
Con la Iniciativa de las Iglesias escocesas para la Unión, tres confesiones se comprometieron a buscar métodos que les permitían trabajar, servir y dar testimonio juntas. Así comenzaron las conversaciones del EMU. Dos veces al año, los representantes de la Iglesia Episcopal Escocesa, de la Iglesia Metodista y de la Iglesia Reformada Unida se reúnen para encontrar maneras de realizar juntas a nivel nacional y local las acciones que no es necesario emprender separadamente. Se alegran cuando sus responsables se preguntan y encuentran medios que hacen crecer la cooperación, por ejemplo en el ámbito de la educación y de la formación. El EMU constituye una reciente red de relaciones y posee un fuerte potencial dinámico.
Desarrollar las relaciones con minorías étnicas cristianas
En 2007 las Iglesias de Escocia celebraron el Bicentenario de la abolición de la esclavitud. Este acontecimiento ha servido de catalizador en el desarrollo de relaciones más estrechas entre las Iglesias tradicionales y las minorías étnicas cristianas hoy en gran número creciente en Escocia. El Scottish Churches Racial Justice Group (Grupo de las Iglesias escocesas para la justicia racial) cuenta ahora con representantes de Iglesias de África y de Comunidades cristianas de Asia. Las propias minorías étnicas cristianas formaron un organismo destinado a desarrollar las relaciones entre ellas, con las Iglesias tradicionales y con ACTS.
Rayas verticales: Las Iglesias se comprometen en la sociedad escocesa
Las Iglesias y el Parlamento
La Mesa parlamentaria de las Iglesias escocesas (en inglés SCPO) es el fruto del compromiso de las Iglesias en el proceso que condujo a la creación del Parlamento escocés. Aunque podían trabajar juntas sobre este tema, las Iglesias constituyeron el SCPO para poder comprometerse lo más eficazmente posible con el Parlamento y el Gobierno escoceses, no para establecer una línea de partido sino para garantizar que un intercambio tiene lugar y que se oyera la voz de las Iglesias. Es claro que ganamos en eficacia cuando podemos hablar por unanimidad de nuestra visión del bien común en Escocia pero allá donde nuestras voces son diferentes, nosotros somos honestos y nos expresamos abiertamente.
Las Iglesias y la “Conversación nacional”
Líderes/representantes de doce Iglesias de Escocia aceptaron la invitación del Gobierno escocés de participar en una “conversación nacional” sobre las elecciones pendientes para el futuro de Escocia. El grupo publicó la siguiente declaración:
“Reconocemos que la Iglesia está en camino, como lo está nuestra nación; todos haremos lo posible para llegar a la fase que sentimos deber alcanzar. Sin embargo deseamos que nuestra vida común en Escocia, tanto como Iglesia y también como nación y comunidades, tenga lugar en el respeto a ciertos valores cristianos. Aspiramos a:
— una nación modelada por los principios del amor de Dios y de todos los seres humanos;
— una nación promotora de la dignidad y la justicia para todos;
— una nación que fomenta la fidelidad en las relaciones personales y comunitarias;
— una nación solidaria, que tenga la preocupación por los más débiles y abandonados;
— una sociedad en la cual la voz de cada uno puede oírse;
— un pueblo menos interesado en su propio bienestar cuanto por el de los otros;
— una nación esforzándose en buscar la excelencia y en la cual cada uno puede conocer la vida en toda su plenitud;
— una nación alegrándose de la notable contribución de los que están construyendo la nueva Escocia;
— un estado que se haga promotor del bienestar de todos sus ciudadanos sin menosprecio de los límites de su autoridad.
Para nosotros, estos valores se arraigan en Jesucristo y han señalado claramente Escocia a lo largo de su historia; allá donde se viven estos valores y son practicados, observamos que encuentran una resonancia en los fieles de otras religiones y en las personas sin religión.
Pastores de calle
La misión de los Pastores de calle es una iniciativa que existe ahora en toda Escocia. Equipos de Pastores de calle de las Iglesias locales, benévolas y especialmente formadas al efecto, están disponibles desde la tarde hasta la noche en los centros-ciudad para aconsejar y ofrecer un apoyo concreto a todos los que pasan. “Queremos ir al encuentro de las personas, hablar con ellas y comprometernos frente a ellas a través de una escucha, un apoyo y una ayuda concreta. Eso puede significar acompañar a una muchacha hasta parar un taxi de noche, tranquilizar a alguien que se siente amenazado o escuchar a los que necesitan saber que alguien se interesa por ellos”, declara James Duce del City Church d’Aberdeen, primera ciudad escocesa que ha puesto en marcha el programa de los Pastores de calle.