DOMINDO CUARTO DEL TIEMPO ORDINARIO
31 de Enero
La paz y el amor de Dios, nuestro Padre, que se ha manifestado en Cristo, estén con vosotros.
Hermanas y hermanos. Sed bienvenidos, un domingo más, a vuestra casa, al lugar donde Cristo nos sale al encuentro a través de su palabra proclamada, a través de su cuerpo y de su sangre; al lugar donde Cristo viene a encontrarnos a través de nosotros mismos. Domingo tras domingo nos acercamos a la Pascua definitiva, en la que él se nos mostrará revestido de gloria. Pero en cada momento de nuestra vida y en cada persona, ya viene a nuestro encuentro para que lo recibamos en la fe y demos testimonio de su amor.
Es quizá esta presencia del Señor, la que más nos cuesta de reconocer. Porque la gente que cotidianamente nos rodea, los que son como de casa, a esos, ¡los conocemos tanto! Y de los que no conocemos, no acabamos fiarnos. Difícilmente acogeremos a Jesús que se nos manifiesta a través de estos hermanos y hermanas nuestros, si no nos disponemos a reconocerlo).
A. penitencial: Porque cada vez que hemos rechazado, conscientemente o no, acoger a un hermano nuestro, hemos dejado de acoger a Jesucristo, somos pecadores. Y es justo que lo reconozcamos en los primeros momentos de esta celebración:
Defensor de los pobres: SEÑOR, TEN PIEDAD.
Refugio de los débiles: CRISTO, TEN PIEDAD.
Esperanza de los pecadores: SEÑOR, TEN PIEDAD.
1. lectura (Jeremías 1,4-5.17-19): Los profetas han sido hombres y mujeres que, a lo largo de la historia, han anunciado la conversión y la salvación de parte de Dios a sus hermanos y hermanas.Y casi nunca han sido bien recibidos. Hoy escucharemos la llamada que Dios hace a Jeremías. Desde buen principio el Señor anuncia al profeta las dificultades por las que pasará. Pero también le hace ser consciente de que él es su roca de refugio, el Dios que inclina hacia él su oído y lo salva.
2, lectura (1 Corintios 12,31-13,13): Dispongámonos a escuchar un fragmento largo de la carta a los Corintios que empezamos a leer hace un par de domingos. Es largo, pero conocido. Se trata de un canto al amor por encima de todos los dones. Escuhémoslo como un buen contrapunto a la lectura del evangelio de hoy: toda la vida de Jesús es amor, aunque no lo sepamos ver.
Oración universal: Alabemos e invoquemos a Dios, esperando su bendición para todos. Unámonos a cada petición diciendo: ESCÚCHANOS, SEÑOR.
Por la Iglesia: que manifieste a todos el verdadero rostro de Jesucristo. OREMOS.
Por los países que viven bajo el peso de la violencia: que llegue a imponerse la paz y el respeto por la dignidad de las personas. OREMOS.
Por los que no tienen trabajo, por los que viven en la miseria, por los marginados por causas sociales y económicas: que nuestra ayuda les manifieste el amor de Dios. OREMOS.
Por quienes trabajan para hacer de nuestro mundo un lugar más justo y habitable: que sean signos de la esperanza que nos viene de Dios. OREMOS.
Por los que han muerto: que encuentren el reposo en el reino de Dios. OREMOS.
Por todos nosotros: que Cristo, al que hemos acogid en su Palabra y que nos alimentará con su Cuerpo, nc ayude a vencer todo egoísmo. OREMOS.
Dios, fortaleza de quienes esperan en ti, concédeno tu ayuda para que podamos complacerte siempre en todo lugar. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Padrenuestro: Nosotros deseamos que Dios nos libre de todos los males y nos conceda la paz en nuestros días. Por eso, ahora, confiados, nos atrevemos a decir:
CPL