Subsidio litúrgico para la celebración con niños del quinto domingo de la Cuaresma - c - 2010, ofrecido por el Área de Pastoral Social de la diócesis de Tenerife.
CELEBRACIÓN DEL 5º DOMINGO DE CUARESMA Ciclo C
21 de marzo de 2010
CON NIÑOS
MONICIÓN DE ENTRADA
Hermanos y hermanas:
Bienvenidos todos a nuestra celebración. Nos queda muy poco para la Semana Santa. Hoy celebración el quinto y último domingo de Cuaresma.
Domingo tras domingo, hemos ido conociendo cuanto nos ama el Señor, cómo nos acoge, la misericordia que tiene de nosotros y cómo nos perdona. Él nos invita a cambiar nuestra relación con Él y con todas las personas.
La Palabra de Dios hoy nos muestra, de modo especial, lo importante que es conocer al Señor y experimentar nuestro encuentro con Él para que nuestra vida vaya cambiando, como le pasó a San Pablo. En el Evangelio nos enseña que tenemos que conocernos a nosotros mismos, nuestros pecados y maldades, en lugar acusar y condenar a los demás y cómo tenemos que acoger y comportarnos con todas las personas. El encuentro de Jesús con la mujer pecadora es una buena lección para ello.
Renovemos nuestra fe y nuestro amor a los demás. Aprendamos de Jesús a ser, cada día, mejores hijos de Dios y hermanos de todas las personas.
Nos ponemos de pie para recibir, cantando, al sacerdote que va a presidir la celebración.
ACTO PENITENCIAL
Ante el Señor todos somos pecadores e imperfectos, reconocerlo es recobrar nuestra dignidad de hijos suyos. Él nos ofrece un perdón ilimitado. Con esta confianza acudimos a Él arrepentidos.
Tú, Jesús, que quieres cambiar nuestro corazón de piedra, por un corazón sensible. ¡Señor, ten piedad!
Tú, que quieres levantar nuestra dignidad caída. ¡Cristo, ten piedad!
Tú, que no quieres que juzguemos ni condenemos a los demás. ¡Señor, ten piedad!
El Señor, que nos alegra con su comprensión y su perdón, nos lleve a la vida eterna.
ORACIÓN DE LOS FIELES
Oremos al Señor, nuestro Dios, que no quiere juzgarnos sino liberarnos y hacernos felices. A cada petición, respondemos: Escúchanos, Padre.
1.- Jesús nos dice: “Yo tampoco te condeno”
Para que la Iglesia y cada uno de los que formamos parte de ella, seamos a los ojos del mundo signo de esperanza, acogiendo a todos, animando y consolando. Roguemos al Señor.
2.- Los judíos dicen: "La ley de Moisés nos manda apedrear a la adúltera".
Para que nuestra sociedad, injusta e hipócrita, que busca lo que escandaliza y fomenta lo que luego condena, asuma su culpa que tiene y procure el remedio. Roguemos al Señor.
3.- La gente dice: "Esta mujer ha sido sorprendida en claro adulterio".
Para que denunciemos toda injusticia o hipocresía contra las mujeres que se sienten despreciadas, maltratadas, amenazadas, discriminadas, asesinadas, y defendamos siempre la dignidad e igualdad propia de los hijos de Dios. Roguemos al Señor.
4.- Jesús dice: "E1 que esté sin pecado, que tire la primera piedra".
Para que no nos creamos mejores que otros, ni nos convirtamos en jueces de los demás, sino que aprendamos de Jesús a ser comprensivos con todas las personas. Roguemos al Señor.
Para que en esta Cuaresma, todos nosotros pasemos del simple lamento ante los problemas que vivimos a preguntarnos qué podemos hacer por los demás. Roguemos al Señor.
5.- Hoy celebramos el día del Seminario en nuestra Diócesis:
Para que nuestros seminaristas, tengan experiencia de encuentro con Jesucristo que transforme sus vidas, sin mirar hacia atrás, igual que hizo San Pablo. Roguemos al Señor.
Para que todos ellos tengan el apoyo generoso de toda la comunidad y el acompañamiento lúcido de sus formadores. Roguemos al Señor.
Señor, Dios nuestro, ábrenos a la esperanza. Por Jesucristo, nuestro Señor.
OFRENDAS
Piedras y flores:
Presentamos estas piedras y estas flores, que el Señor nos ayude a transformar “nuestras piedras de agresividad y condena” en flores de acogida, perdón y misericordia con todas las personas.
Estola morada
La estola es signo del sacramento del perdón. Con ella presentamos hoy nuestra disposición para recibir el perdón del Señor y para no juzgar a nadie y perdonar siempre.
Pan y vino
Como este pan y vino pronto se transformarán y serán el Cuerpo y Sangre de Jesucristo, nosotros nos queremos dejar transformar por Él, cambiando nuestra relación con los demás, perdonando siempre, nunca condenando a nadie.
ACCIÓN DE GRACIAS
Te bendecimos, Padre, porque en Jesús de Nazaret dejaste al descubierto la hipocresía que nos corroe por dentro.
Te damos gracias, Jesús, por la lección que nos has dado con tu gesto de perdonar y devolver la dignidad a la mujer en el Evangelio de hoy.
Gracias, Espíritu Santo, porque nos acompañas siempre para experimentar el amor generoso y misericordioso del Padre y para hacerlo vida en nosotros cada día, dejando de ser fiscales aficionados y baratos de los demás.