JUEVES SANTO
1 de Abril de 2010
Nosotros hemos de gloriarnos en la cruz de nuestro Señor Jesucristo: en él está nuestra salvación, vida y resurrección; él nos ha salvado y liberado. Que su gracia, su amor, su paz estén con todos vosotros.
Hoy entramos en la celebración de los días santos de la muerte y resurrección del Señor: el Triduo Pascual. Después de toda la preparación de la Cuaresma, esta tarde estamos aquí, como los apóstoles, dispuestos a acompañar a Jesús en este momento intenso, en esta cena de despedida. Él nos deja en el pan y el vino de la Eucaristía el signo y la presencia de su entrega por nosotros. Abramos nuestro corazón a su amor, para revivir con él los días centrales de nuestra fe.
A. penitencial: En silencio, reconozcamos que él es nuestro Señor, que nos ha liberado del pecado, y pidámosle que tenga piedad de nosotros (Silencio).
Tú, pan vivo bajado del cielo. SEÑOR, TEN PIEDAD.
Tú, alimento de vida eterna. CRISTO,TEN PIEDAD.
Tú, camino, verdad y vida. SEÑOR,TEN PIEDAD.
1. lectura (Éxodo 12,1-8.11-14): La cena de Jesús con los discípulos evoca la cena de la Pascua de los judíos, la celebración que cada año recordaba la liberación de Egipto. Escuchemos en esta lectura, del libro del Éxodo, cómo era esa cena pascual.
2. lectura (1 Corintios 11,23-26): La cena de Jesús es el signo de la nueva Pascua que nos libera. Escuchemos esta tradición que viene desde el principio, como nos dirá ahora san Pablo.
Hoy no se dice la profesión de fe. Después de la homilía tiene lugar el lavatorio de los pies, que se puede introducir con la monición siguiente.
Lavatorio: Hemos escuchado en el evangelio cómo Jesús, aquella tarde de la última cena, hizo ese gesto sorprendente y significativo: se puso a lavar los pies a los discípulos. Un signo de su amor y de su entrega. Al repetir ahora aquel gesto el que preside la celebración, recordamos que eso es lo que tenemos que hacer cada día también nosotros si de verdad queremos seguir el camino de Jesús.
Oración universal: Antes de compartir la mesa de Jesús, oremos ahora al Padre del cielo para que su amor llegue a todos. Oremos diciendo: ESCÚCHANOS, PADRE.
Por la Iglesia, por todos los cristianos. Que con nuestra vida sepamos expresar y transmitir el amor y la entrega de Jesús. OREMOS:
Por los pastores de la Iglesia. Que con su ministerio de servicio hagan expresiva la presencia del Señor en medio de la comunidad. OREMOS:
Por los pobres y necesitados. Que el ejemplo de Jesús nos estimule a ser de verdad generosos y solidarios con ellos. OREMOS:
Por nosotros, reunidos esta tarde alrededor de la mesa de Jesús. Que la Eucaristía sea siempre alimento para nuestra vida cristiana. OREMOS:
Escucha, Padre, la oración confiada que te dirigimos como discípulos de Jesús, tu Hijo, que vive ...
Padrenuestro: Antes de participar de la mesa del Señor, y como él mismo nos enseñó, nos dirigimos al Dios del cielo diciendo:
Antes de la reserva: Acabamos nuestra celebración con un gesto de reconocimiemto solemne de Jesús presente en la Eucaristía. La reserva del Cuerpo de Cristo para la comunión de mañana nos da ocasión de hacer este acto de fe y de adoración. Si podemos, hagamos también esta noche un rato de oración ante el Santísimo Sacramento. Mañana nos volveremos a reunir [se puede decir la hora) para celebrar la Pasión y Muerte de nuestro Señor Jesucristo, en espera de la gran celebración de la resurrección la noche de Pascua.
CPL