Mi?rcoles, 30 de junio de 2010

Homil?a de monse?or Luis H?ctor Villalba, arzobispo de Tucum?n, en la misa de clausura del A?o Sacerdotal (10 de junio de 2010). (AICA)

CLAUSURA DEL A?O SACERDOTAL??????

?Queridos sacerdotes:

????????? 1. Con esta Misa clausuramos el A?o Sacerdotal que dispuso el Papa Benedicto XVI con ocasi?n de cumplirse los 150 a?os de la muerte del Santo Cura de Ars. En este a?o de gracia los sacerdotes recogimos el testimonio de San Juan Mar?a Vianney, modelo de Pastor.?

????????? Quiero agradecerles la fidelidad de ustedes en el ejercicio del ministerio sacerdotal y animarlos a seguir respondiendo con alegr?a y generosidad al llamado del Se?or.

Comparto con ustedes las dificultades que estamos viviendo. Nos duelen las incoherencias en las que tantas veces incurrimos. Reconocemos que la mies es mucha y los trabajadores pocos.?

????????? 2. ?Hermanos, tengan en cuenta qui?nes son los que han sido llamados? (1 Cor. 1,26).?

????????? Con estas palabras de San Pablo los invito a meditar sobre el don que cada uno de ustedes ha recibido al ser llamado por Dios, a fin de que reconozcan cada vez m?s la grandeza de la vocaci?n sacerdotal y den gracias al Se?or que hizo grandes cosas en ustedes (cf. Lc. 1,49).?

????????? ??No hay entre ustedes muchos sabios, hablando humanamente, ni son muchos los poderosos ni los nobles. Al contrario, Dios eligi? lo que el mundo tiene por necio, para confundir a los sabios; lo que el mundo tiene por d?bil, para confundir a los fuertes; lo que es vil y despreciable y lo que no vale nada, para aniquilar a lo que vale? (1 Cor. 1,26-27).?

????????? S?, Dios nos eligi? no por nuestros m?ritos, sino en virtud de su misericordia.?

????????? El don sobrenatural que hemos recibido debe llevarnos a gloriarnos solamente en Cristo. Quien tiene conciencia de no ser nada, puede descubrir que Cristo lo es todo para ?l.?

????????? La respuesta que corresponde a este don no puede ser otra que la entrega total al Se?or. La aceptaci?n de la llamada divina al sacerdocio fue un acto de amor. La perseverancia y la fidelidad consiste no s?lo en impedir que ese amor se debilite o apague (cf. Ap. 2,4), sino en avivarlo, en hacerlo que crezca cada d?a m?s.?

????????? 3. Hoy es absolutamente necesario que los Pastores de la Iglesia sobresalgamos por el testimonio de la santidad.?

????????? Precisamente el Santo Padre afirm? que convoc? el A?o Sacerdotal para favorecer a que los sacerdotes busquen la santidad de la cual depende toda la eficacia de su ministerio.?

????????? Nuestra vocaci?n es una marcha progresiva hacia la santidad.?

????????? Todos los cristianos, lo sabemos, est?n llamados a la santidad, a la plenitud de la vida cristiana, a la perfecci?n de la caridad. Pero ?cuanto m?s vale esto ?para el sacerdote!?

????????? La santidad para nosotros, los sacerdotes -nos recuerda el Concilio Vaticano II- es doblemente obligatoria: por la perfecci?n a la que nos llama el estado sacerdotal, y por la eficacia que, de la santidad del ministro se deriva para su ministerio (cf. PO 12).?

????????? Volvamos a meditar la oraci?n final de Cristo en el cap?tulo 17 de San Juan: ?Padre?santif?calos (cons?gralos) en la verdad? (Jn. 17.17)?

????????? Somos hombres consagrados. El compromiso contra?do est? esculpido en nuestras almas con el bautismo, la confirmaci?n y el orden sagrado.?

????????? Consagrar es separar para Dios, santificar (en el sentido original de este t?rmino).?

????????? El Maestro pide esta separaci?n de santificaci?n para aquellos que ?l env?a, como a ?l lo envi? el Padre. Los sacerdotes ser?n los mediadores de santificaci?n. Y por eso prosigue: ?Por ellos me consagro, para que tambi?n ellos sean consagrados en la verdad? (Jn. 17,19). Jes?s se ofrece en sacrificio por los suyos a fin de que tambi?n ellos sean santificados o consagrados a Dios. Esta es la primera intenci?n apost?lica de Cristo: la santificaci?n de sus sacerdotes.?

????????? El car?cter de nuestra ordenaci?n cre? en el fondo de nuestra alma una semejanza ontol?gica con Cristo. Esta semejanza ontol?gica reclama, de nuestra parte, identificarnos cada d?a m?s con Cristo. As? esta configuraci?n por la ordenaci?n con Cristo, nos obliga a una santidad subjetiva.?

????????? Si en virtud de nuestra ordenaci?n Cristo puede decir ?yo? por nuestros labios: ?Esto es mi Cuerpo?,? ?Yo te absuelvo?,? debe tambi?n poder decir ?yo? por toda nuestra vida de sacerdotes.?

????????? El sacerdote debe poder aplicarse la palabra de San Pablo: ?Ya no vivo yo, sino que Cristo vive en m? (G?l. 2,20).?

????????? La gracia recibida el d?a de nuestra ordenaci?n es una llamada constante a la santidad. Es una gracia para una vida de amistad con Cristo: ?Ya no los llamo siervos, sino amigos? (Jn. 15,15).?

????????? Tambi?n a los sacerdotes, Jes?s les pregunta: ??Me amas m?s que estos?? (Jn. 21,15). Y es necesario que en todo momento le podamos responder: ?Se?or tu lo sabes todo, t? sabes que te amo? (Jn. 21,17).?

????????? Para los fieles el sacerdote es el hombre que vive de Dios y con Dios. El sacerdote debe mostrar a Dios. Debe ser para los fieles una epifan?a de Dios y de Cristo.?

????????? Nuestros feligreses nos dicen, como aquellos griegos que se acercaron a Felipe y a Andr?s: ?Queremos ver a Jes?s?.?

????????? 4. Al llamar a los Ap?stoles, Cristo dec?a a cada uno: ?S?gueme?. Desde hace m?s de dos mil a?os el Se?or contin?a dirigiendo la misma invitaci?n a muchos j?venes.??

????????? No quiero concluir sin a?adir unas palabras sobre la responsabilidad en fomentar las vocaciones sacerdotales. ?sta debe ser una preocupaci?n prioritaria que tiene que manifestarse en nuestra oraci?n y en nuestro apostolado.?

????????? Hablemos a los ni?os y a los j?venes de la llamada de Jes?s al sacerdocio. Trasmitamos el entusiasmo de ser sacerdotes para que no falten continuadores de nuestro ministerio. Sean maestros de oraci?n y no descuiden el precioso servicio de la direcci?n espiritual para ayudar a los llamados a discernir la voluntad de Dios. No olviden que el mejor fruto del apostolado de ustedes? debe ser el florecer de las vocaciones al sacerdocio.?

????????? Ruego para que, con la oraci?n y el celo de ustedes, sean muchos los j?venes que se entreguen a Cristo en el sacerdocio. La Iglesia los necesita para continuar, en esta nueva etapa, la inmensa tarea de la evangelizaci?n.?

????????? Recemos siempre los unos por los otros y todos por todos. Pidamos a Jes?s que el recuerdo del Cura de Ars nos ayude a reavivar el fervor de nuestro sacerdocio.?

????????? Confiemos nuestro sacerdocio a la Virgen Mar?a, Madre de los sacerdotes, a quien San Juan Mar?a Vianney recurr?a con total confianza.?

Mons. Luis H?ctor Villalba, arzobispo de Tucum?n?


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El Card. Hummes a los sacerdotes: ?Debemos ser muy conscientes de la urgencia misionera actual. Hace falta que nos levantemos y vayamos de misiones por todas partes

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) ? ?El gran objetivo del a?o sacerdotal ha sido el de renovar en cada uno de los presb?teros la conciencia y la aplicaci?n concreta de su verdadera identidad sacerdotal y de su espiritualidad espec?fica, para retomar la misi?n de forma renovada? ha dicho el Cardenal Cl?udio Hummes, Prefecto de la Congregaci?n para el Clero, en la homil?a de la Santa Misa que ha presidido en la Basilica de San Pablo el 9 de junio, dentro del contexto de las celebraciones de clausura del A?o Sacerdotal.


A los cientos de sacerdotes reunidos en la tumba del Ap?stol de las gentes, ?el gran e insuperable misionero de Jes?s resucitado?, el Cardenal Hummes ha dicho: ?La misi?n ad gentes y la nueva evangelizaci?n misionera en las tierras ya evangelizadas son cada vez m?s urgentes en todas partes y es necesario actuarlas ?con nuevo ardor misionero, nuevos m?todos y expresiones nuevas?. Nuestro amado Papa Benedicto XVI, hablando de la urgencia misionera, ha dicho justamente que ?no es suficiente conservar las comunidades que ya existen, aunque esto es importante?. Esto significa que es urgente levantarse e ir de misi?n. Esto es lo que el Esp?ritu Santo en este encuentro internacional, quiere renovar en todos nosotros?.


Recordando el encuentro de Saulo con Jes?s resucitado, el Cardenal Hummes, ha dicho que ?el Se?or lo llama y lo env?a de misi?n entre las gentes. Esta es la ruta a seguir, que se nos propone hoy tambi?n a nosotros, sacerdotes de Cristo?. Luego a proseguido: ?Debemos ser, por tanto, muy conscientes de la actual urgencia misionera. Sint?monos una vez m?s llamados y enviados por el Se?or. Hace falta que nos alcemos y vayamos de misiones a todas partes. Por un lado, la des-cristianizaci?n de los pa?ses ya evangelizados por otro, la nueva evangelizaci?n, que a menudo tendr? que ser una aut?ntica primera evangelizaci?n, adem?s del primer anuncio de Jesucristo en pa?ses y en ?mbitos estrictamente llamados tierras de misi?n ad Gentes, mostrando la inmensidad de la obra misionera que queda por hacer. El env?o de Cristo resuena tambi?n hoy para nosotros, ?Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura? (Mc 16, 15)?.


Los primeros destinatarios de la misi?n son los pobres de modo particular. ?Hoy todav?a hay cientos de millones de seres humanos que se ven obligados a vivir en extrema pobreza e incluso en la miseria y el hambre - ha destacado el Cardenal -. Son marginados y excluidos de la mesa de los bienes materiales, sociales, culturales y, a menudo de la mesa de los bienes espirituales. Son ellos los primeros que tienen derecho a recibir la buena noticia de que Dios es un Padre que los ama incondicionalmente y que ?l no aprueba las condiciones inhumanas en que se encuentran los pobres, sino que requiere que sus derechos humanos sean reconocidos, respetados y se apliquen plenamente en la pr?ctica. La evangelizaci?n y el verdadero desarrollo humano no se puede separar... Los pobres que viven en los suburbios o en el campo necesitan sentir la cercan?a de la Iglesia, sea en la ayuda a las necesidades m?s urgentes, como en la defensa de sus derechos y en la promoci?n com?n de una sociedad basada en la justicia y la paz?.


En la parte final de su homil?a, el Cardenal ha subrayado que el sacerdote encuentra en la Palabra de Dios, en la Eucarist?a y en la oraci?n los medios para vivir y actuar su vocaci?n y su misi?n. ?Todo el ministerio del presb?tero est? ordenado a la Eucarist?a para desde la Eucarist?a repartir para la misi?n. La misi?n busca traer nuevos disc?pulos a la mesa del Se?or y de la mesa de la Eucarist?a, los disc?pulos parten de nuevo para la misi?n?. (SL) (Agencia Fides 10/6/2010)

Links:
El texto integro de la homil?a del Cardenal, en italiano
http://www.fides.org/ita/documents/Omelia_Hummes_09062010.doc


Publicado por verdenaranja @ 23:04  | Hablan los obispos
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Mensaje de los sacerdotes de la Arquidi?cesis de C?rdoba a la comunidad cordobesa (Solemnidad del Sant?simo Cuerpo y Sangre del Se?or, 6 de junio de 2010). (AICA)

"QUEREMOS SER DISC?PULOS Y HERMANOS, TESTIGOS Y SERVIDORES"??????????

1. Disc?pulos entre los disc?pulos

????????? En esta celebraci?n del "Corpus Christi", al t?rmino del A?o Sacerdotal y en el marco de la celebraci?n de los Bicentenarios de la Patria (2010-2016),? los sacerdotes de C?rdoba, junto con nuestro Arzobispo, Carlos Jos? ???ez, queremos compartir una palabra fraterna al Pueblo de Dios y a la ciudadan?a.?

????????? Deseamos involucrarnos y comprometernos con las personas que nos rodean, con el tiempo que nos toca protagonizar y con la realidad en la que estamos inmersos. No podemos, ni sabemos todo. Nos sentimos llamados a hacer caminos con otros y junto a otros: somos parte, compartimos los anhelos y sufrimientos de nuestro pueblo. Nos sentimos hermanos de todos. Felices al sabernos hijos de Dios junto con todos. Nos reconocemos disc?pulos y servidores, peregrinos con las mismas dudas y temores, las mismas preguntas y errores, esperanzas y sue?os de tantos otros.??

????????? Como muchos, estamos en b?squeda y no tenemos todas las respuestas ni las soluciones. Estamos empe?ados en descubrir c?mo Dios nos quiere sacerdotes hoy, en los actuales y desafiantes escenarios. Intentamos ser fieles y felices; vivir la fraternidad; aceptar la diversidad? eclesial y sacerdotal, fortaleciendo la comuni?n por sobre las diferencias, el afecto por sobre la competencia, el reconocimiento por sobre la descalificaci?n. Todos necesitamos de todos: tambi?n nosotros. Somos hermanos y ciudadanos, inmersos en una historia que nos convoca a todos.?

????????? A pesar de la intemperie que golpea, sentimos el impulso de caminar juntos. En medio de des?nimos y tentaciones, profesamos la alegr?a de ser creyentes y sacerdotes.? El Dios que una vez nos llam?, contin?a llam?ndonos para el servicio de todos. En la mesa del altar, el Pan de Dios, de la Iglesia y de los hombres nos ense?a a tomar la propia vida entre las manos, compartirla y entregarla como Jes?s (cf. Mt 26,26). Deseamos seguir sirviendo a esta mesa que sacia el coraz?n, que nos iguala y nos hermana. Ella nos invita a hacer memoria agradecida y esperanzada; memoria arrepentida y reconciliada; memoria comprometida y constructiva.?

2. Memoria agradecida y esperanzada

????????? Con memoria agradecida y esperanzada recordamos que nuestra Patria Argentina se forj? con el aporte de muchos sacerdotes, religiosos, religiosas, hombres y mujeres cristianos comprometidos con la causa de la independencia nacional. En tiempos dif?ciles, el pueblo cristiano supo mantener y transmitir la fe, como valioso tesoro de nuestro patrimonio. Recordamos con gratitud a quienes nos precedieron en el camino: Esqui?, Brochero, Angelelli, Pironio y una inmensa "muchedumbre de testigos" (Hb 12,1). El testimonio de sus vidas nos compromete y nos alienta en la esperanza.?

????????? Damos gracias al Se?or por la Iglesia particular en la que vivimos; por el Arzobispo Carlos Jos?, que es nuestro padre, hermano y amigo; y por el camino pastoral que transitamos. Agradecemos a tantos hermanos y hermanas que nos manifiestan su sincero e incondicional cari?o, y por la mirada de fe que tienen para con los sacerdotes. Agradecemos, especialmente, a quienes rezan por nosotros, nos alientan, nos sostienen, nos acompa?an, nos comprenden, nos perdonan y nos ayudan. Nos alegramos por trabajar junto con ellos. Bendecimos la vida de cada uno y de nuestras comunidades, sus logros, los caminos del di?logo y la construcci?n entre todos de una Iglesia que integra, en comuni?n y participaci?n la riqueza de su diversidad. Agradecemos los dones de los dem?s, como regalos de Dios para todos. Valoramos la capacidad de superaci?n de los? problemas y la esperanza realista de nuestra gente, que sostiene los esfuerzos en medio de las dificultades y desazones.??

????????? Admiramos, especialmente, la presencia silenciosa y fecunda de tantos hermanos sufrientes y vulnerables, olvidados y desprotegidos, que conf?an en la paternidad de Dios. De ellos recibimos una fuerza y un aliento reconfortante, para no desanimarnos a?n en medio de las tribulaciones (cf 2Cor 4,8-9). Nos enriquecen con su pobreza y nos ense?an con sus vidas que la fecundidad es s?lo de Dios (cf. 1Co 3,7-10). Aprendiendo de ellos, queremos vivir el ministerio sacerdotal como colaboradores de Dios, servidores de los hermanos. Queremos bendecir y no maldecir; alegrarnos con los que est?n alegres y llorar con los que lloran; poni?ndonos a la altura de los m?s humildes; procurando hacer el bien; tratando de vivir en paz con todos (cf. Rm 12,14-18), siguiendo el camino de los disc?pulos de Jes?s.?

????????? Como argentinos y cordobeses, tenemos tambi?n parte en el camino de la Patria, con sus luces y sus sombras. Hacemos memoria agradecida por el pa?s que somos y por el que estamos llamados a construir. Reconocemos con agradecimiento la honestidad silenciosa y trabajadora de la mayor?a de nuestro pueblo, sus valores, su solidaridad, su empe?o esforzado por salir adelante en medio de las crisis, a pesar de todo, buscando un futuro m?s digno.?

3. Memoria arrepentida y reconciliada

????????? Nuestra memoria, adem?s, quiere ser arrepentida y reconciliada. Queremos sabernos y sentirnos perdonados. Queremos pedir perd?n por nuestra falta de di?logo y comuni?n; por nuestra actitud distante, aislada e indiferente; por querer tener la "?ltima palabra" y por nuestro modo de vivir acelerados, "sin tiempo" para los dem?s; por hacer sentir a los dem?s que les hacemos un favor. Muchas veces somos duros, estructurados, intolerantes, impacientes. Nos hacemos cargo tambi?n de nuestra falta de testimonio y de oraci?n, de afecto c?lido y desinteresado, de genuina amistad y gratuidad. Nos averg?enzan nuestras incoherencias que no podemos defender, ni justificar; y nos duelen las tensiones, divisiones, conflictos, situaciones dolorosas y esc?ndalos que los sacerdotes protagonizamos. No queremos ser c?mplices, ni mirar "para otro lado".??

????????? Nos ha tentado, muchas veces, el poder, que es una especie de idolatr?a y esclavitud, de vanidad y pretensi?n desmedida. Queremos servir con humildad. Nuestro ministerio es "lavar los pies a los hermanos" como hizo el Se?or Jes?s (cf. Jn 13,35). Queremos ayudar a construir una Iglesia cada vez m?s fiel a su Maestro, cre?ble, samaritana y cordial, con la autoridad de la cercan?a, la simplicidad y la entrega de un amor sincero.??

????????? Reconocemos nuestros l?mites y errores porque no siempre hemos velado por los derechos de los m?s fr?giles y excluidos, los desamparados, pobres, d?biles y sufrientes. Jes?s est? en ellos y no lo hemos contemplado ni servido. Pedimos misericordia por las ofensas cometidas y por? las faltas de caridad como pastores. Reconocemos nuestras tibiezas ante las exigencias de la justicia y la falta de valent?a para la denuncia, nuestras mediocridades y mezquindades.??

????????? Deseamos, humildemente, que nos perdone el Se?or y su Iglesia, y tambi?n ustedes, nuestros hermanos y hermanas del camino, ustedes que conocen nuestras fortalezas y flaquezas y que, a pesar de conocerlas, nos comprenden, nos ayudan y nos quieren. Ustedes saben que nosotros somos "barro" y que el "tesoro" s?lo es de Dios (cf. 2Co 4,7). Ustedes nos ayudan siempre a descubrir que Dios es amor (cf. 1Jn 4,8). Confiamos en que nos ayuden a vivir la din?mica de una constante conversi?n al Evangelio.?

4. Memoria comprometida y constructiva

????????? Nuestra memoria tambi?n quiere ser comprometida y constructiva. Nuestra condici?n de argentinos y ciudadanos nos hace sentirnos implicados y part?cipes de la suerte de nuestro pueblo. Somos hijos de este suelo y de este cielo. Somos corresponsables de los ?xitos y fracasos de nuestra Patria. Estamos convencidos de que podemos imaginar una Argentina distinta y contribuir a ella, cada uno, desde su lugar. La celebraci?n de los? Bicentenarios es una oportunidad para mirar con lucidez el pasado, discernir el presente y, superando irresponsabilidades, rivalidades y antinomias, construir el futuro que esperamos. Nos animan a ello, las destacadas figuras que hicieron posible la libertad que tenemos en la Argentina.??

????????? Deseamos sumar desde lo que somos para la construcci?n de nuestra Patria en el Bien Com?n, la tolerancia, el di?logo y el respeto, aportando en el campo de la educaci?n, la familia, la juventud, la justicia, la cuesti?n social, la institucionalidad democr?tica y la cultura del trabajo.??

????????? Queremos comprometernos como sacerdotes y ciudadanos desde lo concreto y cotidiano, a acortar las distancias, acerc?ndonos a los que est?n al borde del camino y a los que est?n "afuera", a los que se han quedado parados, a los que permanecen lejos, a los que nos miran desde los umbrales. Queremos desentra?ar el potencial humanizante del Evangelio, animando un camino de inclusi?n social, trabajando por la diversidad y la participaci?n ciudadana para todos los argentinos. Tenemos hoy la oportunidad de crecer y de afianzarnos en el aprendizaje de las responsabilidades c?vicas, aprendiendo de la historia, incluso la m?s reciente.??

????????? Deseamos comprometernos como cristianos y sacerdotes en la edificaci?n de una Iglesia para todos, respetuosa de las diversidades, en una comuni?n sin fronteras. Ansiamos compartir con los dem?s nuestro ser y nuestra vida, nuestro tiempo y trabajo, anunciarles a Jes?s y su Evangelio de libertad, de amor y de vida plena para todos.??

????????? Anhelamos vivir una fraternidad sacerdotal que sea est?mulo vocacional para otros. Los j?venes que hoy se deciden a seguir el llamado de Jes?s nos recuerdan que tambi?n nosotros fuimos un d?a seducidos por el Se?or (cf. Jr 20,7) y nos hacen ver que, a pesar del tiempo y del cansancio del camino, esa gracia contin?a ardiendo en nuestro interior.??

????????? En esta hora de C?rdoba y de la Patria, en este tiempo del mundo y de la Iglesia, entregamos nuestra memoria agradecida, arrepentida y comprometida a Dios y a todos ustedes, poni?ndonos en las manos de Mar?a, la Madre que siempre acompa?a los sue?os y desvelos, logros y fracasos, gozos y l?grimas de los disc?pulos de su Hijo:?

????????? Madre de Dios y Madre nuestra, abriga con tu manto nuestra intemperie, alivia con tu caricia nuestros cansancios. Tu mirada nos ayuda y nos alumbra, nos sostiene en la esperanza. Creemos que a partir de la Resurrecci?n de Jes?s, definitivamente, la vida y el tiempo tienen una ?nica direcci?n: hacia delante, hacia el amanecer de un futuro mejor para todos. "?Hay que seguir andando nom?s!". Mar?a, acompa?a y alienta el caminar de nuestro pueblo. Am?n.-?

Los sacerdotes de la arquidi?cesis de C?rdoba?


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ZENIT nos ofrece la intervenci?n del Papa Benedicto XVI,?el mi?rcoles 9 de Junio de 2010?durante la Audiencia General, en la que habl? sobre su viaje a Chipre ante los miles de fieles reunidos en la Plaza de San Pedro.

Queridos hermanos y hermanas

Hoy deseo detenerme sobre mi viaje apost?lico a Chipre, que por muchos aspectos se pone en continuidad con los precedentes de Tierra Santa y Malta. Gracias a Dios, esta visita pastoral ha ido muy bien, porque ha conseguido felizmente sus objetivos. Ya de por s? constitu?a un acontecimiento hist?rico; de hecho, nunca antes el Obispo de Roma se hab?a dirigido a esa tierra bendecida por el trabajo apost?lico de san Pablo y san Bernab?, y tradicionalmente considerada parte de Tierra Santa. Tras las huellas del Ap?stol de los gentiles me he hecho peregrino del Evangelio, ante todo para reafirmar la fe de las comunidades cat?licas, minor?a peque?a pero vivaz en la Isla, anim?ndolas tambi?n a proseguir el camino hacia la unidad plena entre los cristianos, especialmente con los hermanos ortodoxos. Al mismo tiempo, he querido abrazar idealmente a todas las poblaciones medioorientales y bendecirlas en el nombre del Se?or, invocando de Dios el don de la paz. Experiment? una cordial acogida, que se me reserv? en todas partes, y aprovecho con agrado esta ocasi?n para expresar nuevamente mi viva gratitud en primer lugar al arzobispo de Chipre de los maronitas, monse?or Joseph Soueif, y a Su Beatitud monse?or Fouad Twal, en uni?n con sus colaboradores, renovando a cada uno mi aprecio por su acci?n apost?lica. Mi sentido reconocimiento va tambi?n al Santo S?nodo de la Iglesia ortodoxa de Chipre, especialmente a Su Beatitud Cris?stomo II, arzobispo de Nueva Justiniana y de toda Chipre, a quien tuve la alegr?a de abrazar con afecto fraterno, como tambi?n al Presidente de la Rep?blica, a todas sus Autoridades civiles y a cuantos de varias formas se han prodigado laudablemente para el ?xito de esta visita pastoral m?a.

?sta comenz? el 4 de junio en la antigua ciudad de Paphos, donde me sent? envuelto en una atm?sfera que parec?a casi la s?ntesis perceptible de dos mil a?os de historia cristiana. Los hallazgos arqueol?gicos all? presentes son el signo de una antigua y gloriosa herencia espiritual, que a?n hoy mantiene un fuerte impacto sobre la vida del pa?s. Ante la iglesia de Santa Ciriaca Chrysopolitissa, lugar de culto ortodoxo abierto tambi?n a los cat?licos y a los anglicanos, ubicado dentro del sitio arqueol?gico, tuvo lugar una conmovedora celebraci?n ecum?nica. Con el arzobispo ortodoxo Cris?stomo II y los representantes de las comunidades armenia, luterana y anglicana, hemos renovado fraternalmente el rec?proco e irreversible compromiso ecum?nico. Estos sentimientos manifest? sucesivamente a Su Beatitud Cris?stomo II en el cordial encuentro en su residencia, durante el cual he constatado cu?nto la Iglesia ortodoxa de Chipre est? ligada a la suerte de ese pueblo, conservando devota y agradecida memoria del arzobispo Macario III, com?nmente considerado padre y benefactor de la naci?n, al cual quise yo tambi?n rendir homenaje deteni?ndome brevemente ante el monumento que lo representa. Este arraigo en la tradici?n no impide a la comunidad ortodoxa estar comprometida con decisi?n en el di?logo ecum?nico en uni?n con la comunidad cat?lica, animadas ambas por el sincero deseo de recomponer la comuni?n plena y visible entre las Iglesias de Oriente y de Occidente.

El 5 de junio, en Nicosia, capital de la Isla, comenc? la segunda etapa del viaje dirigi?ndome en visita al Presidente de la Rep?blica, que me acogi? con gran cortes?a. Al encontrar a las Autoridades civiles y el Cuerpo diplom?tico, reafirm? la importancia de fundar la ley positiva sobre los principios ?ticos de la ley natural, con el fin de promover la verdad moral en la vida p?blica. Ha sido un llamamiento a la raz?n, basado en los principios ?ticos y lleno de implicaciones exigentes para la sociedad de hoy, que a menudo ya no reconoce la tradici?n cultural sobre la que est? fundada.

La Liturgia de la Palabra, celebrada en la escuela primaria ?San Mar?n?, represent? uno de los momentos m?s sugestivos del encuentro con la comunidad cat?lica de Chipre, en sus componentes maronita y latina, y me ha permitido conocer de cerca el fervor apost?lico de los cat?licos chipriotas. ?ste se expresa tambi?n mediante la actividad educativa y asistencial con decenas de estructuras, que se ponen al servicio de la colectividad y son apreciadas por las autoridades gubernamentales, como tambi?n por toda la poblaci?n. Fue un momento alegre y de fiesta, animado por el entusiasmo de numerosos ni?os, chicos y j?venes. No falt? el aspecto de la memoria, que hizo perceptible de forma conmovedora el alma de la Iglesia maronita, la cual celebra precisamente este a?o los 1600 a?os de la muerte de su Fundador san Mar?n. Al respecto, fue particularmente significativa la presencia de algunos cat?licos maronitas originarios de cuatro pueblos de la Isla donde los cristianos son un pueblo que sufre y espera; a ellos quise manifestar mi comprensi?n paterna por sus aspiraciones y dificultades.

En esa misma celebraci?n pude admirar el compromiso apost?lico de la comunidad latina, guiada por la solicitud del Patriarca latino de Jerusal?n y por el celo pastoral de los Frailes Menores de Tierra Santa, que se ponen al servicio de la gente con generosidad perseverante. Los cat?licos de rito latino, muy activos en el ?mbito caritativo, reservan una atenci?n especial hacia los trabajadores y los m?s necesitados. A todos, latinos y maronitas asegur? mi recuerdo en la oraci?n, anim?ndoles a dar testimonio del Evangelio tambi?n mediante un paciente trabajo de confianza legitima entre cristianos y no cristianos, para construir una paz duradera y una armon?a entre los pueblos.

Quise repetir la invitaci?n a la confianza y a la esperanza en el transcurso de la Santa Misa, celebrada en la parroquia de la Santa Cruz en presencia de los sacerdotes, de las personas consagradas, de los di?conos, de los catequistas y de los exponentes de asociaciones y movimientos laicales de la Isla. Partiendo de la reflexi?n sobre el misterio de la Cruz, dirig? un llamamiento apremiante a todos los cat?licos de Oriente Medio para que, a pesar de las grandes pruebas y las bien conocidas dificultades, no cedan a la desilusi?n y a la tentaci?n de emigrar, en cuanto que su presencia en la regi?n constituye un signo insustituible de esperanza. Les garantic?, y especialmente a los sacerdotes y a los religiosos, la afectuosa e intensa solidaridad de toda la Iglesia, como tambi?n la incesante oraci?n para que el Se?or les ayude a ser siempre presencia viva y pacificadora.

Seguramente el momento culminante del viaje apost?lico fue la entrega del Instrumentum Laboris de la Asamblea Especial para Oriente Medio del S?nodo de los Obispos. Este acto tuvo lugar el domingo 6 de junio, en el Palacio de Deportes de Nicosia, al t?rmino de la solemne Celebraci?n eucar?stica, en la que tomaron parte los patriarcas y obispos de las diversas comunidades eclesiales de Oriente Medio. La participaci?n del Pueblo de Dios fue nutrida, ?entre cantos de j?bilo y alabanza de una muchedumbre en fiesta?, como dice el Salmo (42,5). Hicimos experiencia concreta de ello, tambi?n gracias a la presencia de muchos inmigrantes, que forman un grupo significativo en la poblaci?n cat?lica de la Isla, donde se han integrado sin dificultad. Juntos rezamos por el alma del llorado obispo monse?or Luigi Padovese, presidente de la Conferencia Episcopal Turca, cuya muerte improvisa y tr?gica nos ha dejado doloridos y consternados.

El tema de la Asamblea sinodal para Oriente Medio, que tendr? lugar en Roma el pr?ximo mes de octubre, habla de comuni?n y de apertura a la esperanza: "La Iglesia cat?lica en Oriente Medio: comuni?n y testimonio". El importante acontecimiento se configura de hecho como una reuni?n de la cristiandad cat?lica en ese ?rea, en sus diversos rito, pero al mismo tiempo como b?squeda renovada de di?logo y de valor para el futuro. Por tanto, estar? acompa?ado por el afecto orante de toda la Iglesia, en cuyo coraz?n Oriente Medio ocupa un lugar especial, en cuanto que es precisamente all? donde Dios se ha dado a conocer a nuestros padres en la fe. No faltar?, con todo, la atenci?n de otros sujetos de la sociedad mundial, especialmente de los protagonistas de la vida p?blica, llamados a operar con constante empe?o para que esa regi?n pueda superar las situaciones de sufrimiento y de conflicto que a?n la afligen y de volver a encontrar finalmente la paz en la justicia.

Antes de despedirme de Chipre pude visitar la catedral maronita de Nicosia ? donde estaba presente tambi?n el cardenal Pierre Nasrallah Sfeir, patriarca de Antioqu?a de los maronitas. Renov? mi sincera cercan?a y mi ferviente comprensi?n a cada comunidad de la antigua Iglesia maronita dispersa en la Isla, a cuyas orillas los maronitas llegaron en varios periodos y fueron a menudo duramente probados para permanecer fieles a su espec?fica herencia cristiana, cuyas memorias hist?ricas y art?sticas constituyen un patrimonio cultural para toda la humanidad.

Queridos hermanos y hermanas, he vuelto al Vaticano con el alma llena de gratitud hacia Dios y con sentimientos de sincero afecto y estima por los habitantes de Chipre, de los cuales me he sentido escuchado y comprendido. En la noble tierra chipriota he podido ver la obra apost?lica de las diversas tradiciones de la ?nica Iglesia de Cristo y he podido casi escuchar tantos corazones latir al un?sono. Precisamente como afirmaba el tema del viaje: ?Un coraz?n, un alma". La comunidad cat?lica chipriota, en sus expresiones maronita, armenia y latina, se esfuerza incesantemente en ser un solo coraz?n y una sola alma, tanto dentro de s? como en las relaciones cordiales y constructivas con los hermanos ortodoxos y con las dem?s expresiones cristianas. Que el pueblo chipriota y las dem?s naciones de Oriente Medio, con sus gobernantes y los representantes de las distintas religiones, puedan construir juntos un futuro de paz, de amistad y de fraterna colaboraci?n. Y oramos para que, por intercesi?n de Mar?a Sant?sima, el Esp?ritu Santo haga fecundo este viaje apost?lico, y anime en el mundo entero la misi?n de la Iglesia, instituida por Cristo para anunciar a todos los pueblos el Evangelio de la verdad, del amor y de la paz.

[Traducci?n del original italiano por Inma ?lvarez
?Libreria Editrice Vaticana]


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Para que los cristianos se comprometan a ofrecer en todas partes, especialmente en los grandes centros urbanos, una contribuci?n v?lida a la promoci?n de la cultura, de la justicia, de la solidaridad y de la paz” - Comentario a la Intenci?n Misionera de julio 2010

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) – El mundo actual vive en constante cambio. Los fen?menos econ?micos, la industrializaci?n, la revoluci?n tecnol?gica han producido una transformaci?n considerable en las estructuras sociales, tanto a nivel individual como a nivel familiar. Se producen grandes migraciones que concentran millones de seres humanos en torno a grandes centros urbanos, cuyas zonas perif?ricas suelen estar marcadas por la pobreza y la carencia de los medios m?s b?sicos. Curiosamente, incluso en las zonas urbanas con una econom?a fuerte, se constata con frecuencia el individualismo y la soledad m?s dolorosa. Las relaciones interpersonales se deshumanizan, se hacen fr?as e impersonales.


Toda esta realidad necesita ser evangelizada. Las grandes ciudades son cada vez m?s cosmopolitas, y se convierten en un agregado de razas diversas, de culturas diversas. En muchas ciudades tradicionalmente cristianas, no existe actualmente una situaci?n social de cristiandad, de valores basados en el Evangelio. De alguna manera, a trav?s de la globalizaci?n, cada ciudad y cada pueblo se han convertido en una imagen del mundo donde est?n presentes las realidades m?s diversas, las culturas m?s diversas, y tambi?n una gran diversidad de credos religiosos.


Los disc?pulos de Cristo debemos sentir el dulce deber de hacer presente el Evangelio en la realidad social de todos los ambientes y de todos los lugares. Donde las ra?ces cristianas est?n desapareciendo, es necesario presentar de nuevo, con convicci?n y vigor, la verdad del Evangelio de Cristo. Nuestros contempor?neos son especialmente sensibles a ciertos valores, como la solidaridad y la paz. El Evangelio ha sido siempre creador de estos valores pues en definitiva nacen de amor de Dios que se nos ha dado en Cristo. Cristo, se ha despojado de su rango y se ha hecho solidario con nosotros por la Encarnaci?n, ha asumido nuestra pobreza para hacernos “solidarios” de su vida divina. ?l es nuestra paz.


Ante los retos que presenta la situaci?n actual, el Santo Padre nos llama a contribuir a crear cultura, a dar testimonio de la justicia. La cultura se manifiesta en el pensamiento, las costumbres, el arte, la m?sica, las fiestas. Nace de los valores que fundamentan la sociedad. El Evangelio debe contribuir a hacer presentes en la sociedad esos valores que caracterizan la verdadera humanidad, que elevan al hombre en s? mismo haci?ndole capaz del don de s?.


Para que haya una comuni?n verdadera entre los hombres no basta una cercan?a f?sica. Es necesaria una fuerza aglutinante, creadora de comuni?n. Como subrayaba el Papa Benedicto XVI, “las grandes ciudades europeas y americanas son cada vez m?s cosmopolitas, pero con frecuencia les falta esta savia capaz de hacer que las diferencias no sean motivo de divisi?n o de conflicto, sino m?s bien de enriquecimiento rec?proco. La civilizaci?n del amor es convivencia respetuosa, pac?fica y gozosa de las diferencias en nombre de un proyecto com?n, que el beato Papa Juan XXIII apoyaba sobre los cuatro pilares del amor, la verdad, la libertad y la justicia” (Discurso al final del Santo Rosario con los universitarios, 1 de marzo de 2008). Nuestra misi?n consiste en construir esos pilares con la fuerza del Evangelio para


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Martes, 29 de junio de 2010

Homil?a de monse?or Jos? Luis Mollaghan, arzobispo de Rosario, en la solemnidad del Corpus Christi (5 de junio de 2010). (AICA)

CORPUS CHRISTI????

?Queridos hermanos:

????????? Hoy celebramos la fiesta de Corpus Christi, del Cuerpo y la Sangre del Se?or; y lo hacemos en el marco del a?o sacerdotal, convocado por el Papa Benedicto XVI, ?y que pronto ?va a? culminar.?

El don de la eucarist?a y del sacerdocio

????????? A la luz de las lecturas que escuchamos, podemos decir, que la Eucarist?a est? ?ntimamente unida al sacerdocio de Jesucristo; y agradecemos a Dios por estos dones recibidos el Jueves Santo, por los que Jes?s sacerdote eterno, da su vida por nosotros,? y tambi?n ?la Eucarist?a, que renueva su presencia y su ofrecimiento de amor, que alimenta nuestra vida.?

????????? Justamente, la primera lectura y el salmo responsorial que escuchamos nos hablan de esta ?ntima uni?n del sacerdote y la Eucarist?a. El ?pasaje del Libro del G?nesis (cfr 14,18-20) que le?mos, hace referencia al Rey Melquisedec, que ?era "sacerdote del Dios alt?simo", ?y por esto "ofreci? pan y vino" (Gen.14,19). (cfr. Benedicto XVI, 3.VI.2010).?

????????? El salmo, a su vez, contiene el juramento de Dios al Rey: ?T? eres sacerdote para siempre?" (Sal 110,4). Vislumbramos con esta afirmaci?n ?un anticipo de la figura de Cristo, el Mes?as, que es tambi?n Sacerdote de la Nueva Alianza.??

????????? Pero su sacerdocio es a?n superior. Es un sacerdocio nuevo, que culmina con su entrega en la cruz; y por su donaci?n redentora, ofreciendo su vida por nosotros, y se transforma en mediador ?entre Dios y los hombres.?

La Eucarist?a es la fuente de la unidad y la comuni?n

????????? As? como en? la ?ltima Cena, Jes?s dej? a sus disc?pulos el gran regalo de la Eucarist?a, memorial de la entrega de su vida,? alianza nueva y definitiva de amor; hoy junto a ustedes, queridos sacerdotes, vamos a ?renovar por la acci?n de Cristo sacerdote, su presencia eucar?stica entre nosotros, el sacramento de la unidad; fuente? de nuestra comuni?n con Dios y con nuestros hermanos.?

????????? Por la Eucarist?a, somos llamados a ser uno en Cristo, y esta unidad es esencial en nuestra vida de cristianos; no porque seamos de una misma raza, ni por tener? una misma cultura,? ni las mismas profesiones,? ni las mismas opciones. ?Porque aun siendo muchos, somos un solo pan y un solo cuerpo, pues todos participamos de un solo pan ? (1 Co 10, 16-17).?

????????? Y como escuchamos en el Evangelio, a trav?s de la multiplicaci?n de los panes, Jes?s nos alimenta con el pan que se reparte generosamente, y es signo del Pan de vida. Por la Eucarist?a, Jes?s nos une; por la gracia? nos fortalece, ?y nos sostiene en la misma comuni?n, para ser su ?Iglesia.?

????????? Nos une el? haber sido atra?dos por Cristo, de recibir un solo bautismo, y de tener una misma fe; de compartir una misma verdad, ?una misma vocaci?n de ser disc?pulos y misioneros; nos une el ser Iglesia, fruto de la Eucarist?a, porque Dios hace de nosotros una comuni?n, y ?una verdadera familia; nos une, finalmente, el llamado a ?transformar el mundo, y? ser testigos de su amor, viviendo la justicia, y la solidaridad.?

La Eucarist?a es el centro vital de nuestra vida

????????? De este modo, la Eucarist?a debe ser el centro vital de nuestra vida, capaz de saciar el hambre de felicidad:? Quien me come vivir? por mi? (Juan 6,57). En este banquete, participamos de la vida eterna, y as?, nuestra existencia cotidiana se convierte en una celebraci?n, y en una misa prolongada? (cfr. DA 354).?????????

????????? Por ello, ?la adoraci?n de este misterio no nos aleja de nuestra existencia, sino que nos acerca a ella. Precisamente cuanto m?s adoramos este misterio de la presencia del Se?or, encontramos mejor el sentido de la vida, y ?nos acercamos m?s ?a la realidad.?

????????? Es ?l quien nos hace conocer a Dios,? y nos permite tambi?n conocer la vida. Sin ?l, la realidad ser?a indescifrable, y la vida, ser?a un enigma inexplicable.?

????????? Y esto, ?queridos hermanos, porque hablamos del verdadero Dios, que es la realidad fundante, y no de un? Dios hipot?tico; de Dios encarnado, de Jesucristo vivo, ?el Dios con nosotros, y no de un Dios alejado; de ?Dios con rostro sufriente, el Dios del amor hasta la cruz ( cfr. Benedicto XVI, Discurso, n? 3, 13.V.2007).?

????????? En una sociedad tan fraccionada, en la que predomina la divisi?n, y los enfrentamientos, y la inseguridad nos hace hasta desconfiados entre nosotros; queremos ser signo de unidad; llamados a vivir fraternalmente,? a respetarnos y querernos? como hermanos, privilegiando a los m?s necesitados.??

????????? La Eucarist?a, presencia salvadora de Jes?s en la comunidad de los fieles y alimento espiritual, ?es de lo m?s precioso que la Iglesia puede tener en su caminar por la historia ?(Ecc. De Euch., n ? 9). De aqu? que Cristo en la Eucarist?a, el tesoro m?s grande de la Iglesia, debe estar en el centro de nuestra vida.??

Los dones de Dios? requieren una disposici?n adecuada??

????????? Para ello, siempre? necesitamos en nuestro coraz?n, un cambio, y una transformaci?n personal. Podemos decir que la Eucarist?a es el eje central de nuestra transformaci?n, capaz de renovar nuestra vida y la vida social: para que ?la violencia se transforme en amor y,? ?la muerte se transforme en vida.?

????????? De este modo, la Eucarist?a a la vez que nos redime,? puede suscitar esta transformaci?n interior y exterior que debe contar con nuestra respuesta personal.??

????????? Para que el amor se imponga al odio, y la vida triunfe sobre la muerte, es necesaria nuestra cooperaci?n. Porque todos los dones de Dios? requieren una disposici?n interior para producir sus frutos.?

Adorarlo profundamente, y abrir los ojos para reconocerlo

????????? La Eucarist?a es nuestra? alegr?a de hoy, la alegr?a de la Iglesia, ya que al adorar al Sant?simo Sacramento, reconocemos? la presencia real y permanente de Jes?s, sumo y eterno Sacerdote.?

????????? Su presencia viva nos invita a vivir como Iglesia, a adorarlo profundamente como comunidad de salvaci?n, ya que ?tiene cotidianamente una importancia destacada y se convierte en fuente inagotable de santidad? (Ecc. De Euc. N? 10); y tambi?n? nos pide abrir los ojos para reconocerlo en los m?s d?biles, en los m?s pobres, y en los enfermos, como siempre hicieron los santos, ya que tambi?n en el m?s peque?o y humilde encontramos a Jes?s mismo.??

????????? Por eso, como nos ense?an los Padres de la Iglesia, as? como hoy celebramos y adoramos a Jes?s en el altar; no consintamos? despu?s verlo sufriente, o? enfermo; con hambre o desnudo; necesitado o d?bil en nuestros hermanos (cfr. DA 354).?

????????? Quisiera que esta adoraci?n de hoy, llena de alegr?a por su inmenso amor, ?sea para esta Iglesia diocesana y para todos sus miembros un motivo de alabanza, de gozo ?verdadero, de aprendizaje humilde, y una ?proclamaci?n misionera de su redenci?n; ?una sencilla confesi?n de fe y adoraci?n humilde del misterio que celebramos; ya que adorarlo es el acto supremo de nuestro amor.?

????????? El nos asoci? a todos en la unidad de su Cuerpo,? por eso agradecemos a Dios por nuestros sacerdotes, que El? ha querido llamarlos ?y elegirlos para continuar la misi?n que le encomend? a los ap?stoles, misi?n de misericordia y? perd?n, de amor hasta la cruz.?

????????? Mar?a, que intercede por nosotros, nos gu?e por el camino? de la adoraci?n de su Hijo Jesucristo, y transforme nuestra vida? y nos haga vivir con esperanza.?

Mons. Jos? Luis Mollaghan, arzobispo de Rosario

?


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Homil?a de monse?or H?ctor Aguer, arzobispo de La Plata en la Solemnidad de Corpus Christi (Iglesia Catedral, 5 de junio de 2010). (AICA)

LA OFRENDA DE MELQUISEDEC Y LA EUCARIST?A: PASCUA, LA ENCARNACI?N, LA TRINIDAD???????????

?????????? El pasaje del libro del G?nesis que hemos escuchado como primera lectura presenta la figura misteriosa de Melquisedec. En el contexto de esos pocos vers?culos se relata una batalla entre reyezuelos del Medio Oriente a comienzos del segundo milenio antes de Cristo, en la cual se ve mezclado Abraham, que resulta vencedor. Melquisedec le sale al encuentro para homenajearlo y lo bendice en nombre de El-Ely?n, el Dios Alt?simo; ofrece en acci?n de gracias un sacrificio de pan y vino del cual participan los vencedores y recibe del patriarca, como reconocimiento, el diezmo del bot?n. Se nos dice que Melquisedec era rey y sacerdote en la Jerusal?n de aquella ?poca, dominada por los jebuseos; podemos pensar que representaba la religi?n natural, la alianza c?smica entre Dios, conocido a trav?s de la creaci?n, y los hombres, que reconocen su soberano dominio sobre todas las cosas. Dani?lou lo enumera entre los santos paganos del Antiguo Testamento. Su nombre aparece solamente en el pasaje le?do del G?nesis y en el salmo que hemos cantado respondiendo a esa lectura (G?n. 14, 18; Sal. 109 (110), 4).??

????????? El salmo alude al enigm?tico episodio narrado en el primer libro de la Biblia y atribuye al rey de Israel, ungido del Se?or, la funci?n sacerdotal; lo presenta como un sucesor de Melquisedec. La Iglesia, desde sus or?genes, interpret? este salmo como mesi?nico, es decir, como referido a Nuestro Se?or Jesucristo, sacerdote y rey. La Carta a los Hebreos aplica al sacerdocio de Jes?s el vers?culo que dice T? eres sacerdote para siempre a la manera de Melquisedec. Se manifiesta as?, en el Nuevo Testamento, la exaltaci?n triunfal de Cristo en su resurrecci?n y ascensi?n al cielo, su dignidad suprema como mediador universal, su sacerdocio de validez perpetua, que no proviene de la instituci?n sacerdotal jud?a sino de la decisi?n de Dios que establece la alianza nueva y eterna en su Hijo ?nico, en su sacrificio redentor. La grandeza mayor de Melquisedec reside en ser imagen prof?tica de Cristo; su ofrenda de pan y vino es figura de la Eucarist?a. Por eso al celebrar en la misa el memorial de la muerte y resurrecci?n del Se?or ofrecemos a Dios ese sacrificio y le pedimos, seg?n el Canon Romano, que lo acepte como acept? la oblaci?n pura del sumo sacerdote Melquisedec.?

????????? Tal como hemos escuchado en la segunda lectura (1 Cor. 11, 23-26), San Pablo les recuerda a los corintios la tradici?n eucar?stica de la Iglesia, recibida del Se?or, que reproduce lo ocurrido en la Ultima Cena, la noche en que fue entregado: el contenido de esa tradici?n consiste en la orden de celebrar los misterios del culto divino como memorial de la muerte redentora. La intenci?n del Ap?stol no es inculcarles de nuevo a aquellos cristianos una verdad de la fe que conoc?an cabalmente, sino moverlos a obrar de una manera conforme a ella; por eso ha reprobado los abusos que se comet?an en aquella comunidad y enseguida impondr? las condiciones espirituales que corresponden a una digna celebraci?n de tan grande misterio. Dos veces se repite el mandato: hagan esto en memoria m?a y adem?s se destaca que el memorial no es un simple recuerdo, una evocaci?n simb?lica, sino el anuncio de la muerte del Se?or, como si ella se produjera en el momento de la celebraci?n. Las expresiones que emplea el Ap?stol valen para afirmar el car?cter sacrificial de la Eucarist?a; en el rito de la Cena del Se?or, de la fracci?n del pan, se torna presente, se actualiza ante los ojos de los fieles, bajo los velos del sacramento, el ?nico sacrificio de la cruz y su eficacia redentora. San Juan Cris?stomo, comentando la primera Carta a los Corintios, subraya esa identificaci?n: Pablo une las cosas presentes a las de entonces (se refiere a la ?ltima Cena) para que suceda ahora como si, en aquella tarde y sentados a la misma mesa, recibi?semos del propio Cristo aquella v?ctima sacrificial. En otra ocasi?n el Cris?stomo escribe: Mira c?mo el Se?or inmolado yace (sobre el altar) y c?mo el sacerdote ora de pie junto a la v?ctima y c?mo todos son incorporados por aquella sangre preciosa? La mesa m?stica est? preparada y el Cordero de Dios es degollado por ti. Lo que el Ap?stol deseaba suscitar en los cristianos de Corinto ?y en nosotros que recibimos su ense?anza? son las actitudes que corresponden a la participaci?n en el sacrificio del Se?or, sobre todo la ofrenda de nuestro coraz?n, seg?n el modelo de la inmensa caridad de Cristo que se entreg? por nosotros con tanto fuego de amor. En la participaci?n eucar?stica el amor con amor se paga, un amor sostenido por sentimientos de profunda humildad, de arrepentimiento sincero, de temor reverente y a la vez de una desbordante alegr?a por el don que somos llamados a recibir, que compartimos fraternalmente para la edificaci?n de la comunidad cristiana. La Eucarist?a nos religa a Cristo y nos exige permanecer fijos en ?l con una intenci?n pura, haci?ndolo centro de nuestros pensamientos, deseos y proyectos. Hagan esto en memoria m?a, ha dicho el Se?or; San Basilio, refiri?ndose a esa memoria eucar?stica, indica: debemos estar continuamente suspendidos de la memoria de ?l, como los ni?os est?n aferrados a sus madres.?

????????? El sacramento del Cuerpo y la Sangre del Se?or hace presente de continuo en la Iglesia el misterio pascual; son el Cuerpo y la Sangre de la v?ctima entregada en el sacrificio de la Pascua. Cito nuevamente a San Juan Cris?stomo: la Pascua se celebra tres veces cada semana, en alg?n caso hasta cuatro; es m?s, siempre que queremos. Pascua, en efecto, es la ofrenda y el sacrificio que se realiza en cada asamblea lit?rgica. Pero adem?s, la Eucarist?a se refiere igualmente al misterio de la Encarnaci?n del Verbo; es la misma Encarnaci?n perpetuada, su reliquia. Podemos pensar que es el sacramento de la condescendencia divina, por el cual nos unimos a la humanidad sant?sima de nuestro Salvador, que se abaj? hasta nosotros para hacernos compartir su divinidad. En el contacto eucar?stico se alimenta y despliega nuestra relaci?n personal con Jes?s, nuestro amor a ?l. El desarrollo del culto eucar?stico, a lo largo de los siglos, est? estrechamente vinculado al acento puesto por la teolog?a y por la devoci?n del pueblo cristiano en los misterios de la vida del Se?or y en la adoraci?n dirigida a su humanidad, sustancialmente unida a la persona divina del Verbo. En tal contexto naci?, precisamente, la fiesta de Corpus Christi. Ese acento puesto en la humanidad del Se?or se registra no s?lo en la piedad y en la m?stica, sino en bell?simas expresiones de la literatura, el teatro religioso y otras formas art?sticas. El trato personal con Jes?s en la Eucarist?a busca experimentar su bondad, para que ?l, como lo hac?a con la multitud que lo segu?a y a la que aliment? multiplicando el pan, nos hable ?ntimamente del Reino de Dios y nos devuelva la salud a los que tenemos necesidad de ser sanados (cf. Lc. 9, 11 b). El himno Jesu dulcis memoria, durante mucho tiempo atribuido a San Bernardo, es un modelo notable de esa ?devoci?n a Jes?s? ?si puede llamarse as? marcada por las caracter?sticas de la espiritualidad medieval pero que habla con elocuencia a los hombres de hoy, necesitados de una nueva comprensi?n afectiva de la relaci?n con Dios. El himno dice as?, seg?n la inspirada traducci?n de un poeta argentino y cat?lico, Francisco Luis Bern?rdez:??

Oh Jes?s de dulc?sima memoria,
Que nos das la alegr?a verdadera:
M?s dulce que la miel y toda cosa
Es para nuestras almas tu presencia.
Nada tan suave para ser cantado,
Nada tan grato para ser o?do,
Nada tan dulce para ser pensado,
Como Jes?s, el Hijo del Alt?simo.
T? que eres esperanza del que sufre,
T? que eres tierno con el que te ruega,
T? que eres bueno con el que te busca:
?Qu? no ser?s con el que al fin te encuentra?
No hay lengua que en verdad pueda decirlo
Ni letra que en verdad pueda expresarlo:
Tan s?lo quien su amor experimenta
Es capaz de saber lo que es amarlo.
S? nuestro regocijo en este d?a,
T? que ser?s nuestro futuro premio,
Y haz que s?lo se cifre nuestra gloria
En la tuya sin l?mite y sin tiempo.

?

????????? Desde este ?ngulo es inevitable asociar a la Sant?sima Virgen con la Eucarist?a, ya que cuando comulgamos nos nutrimos de la Carne y la Sangre del Hijo de Dios, formadas de la carne y la sangre de su Madre. Entramos tambi?n, por tanto, en una misteriosa relaci?n con ella. A prop?sito, Raimundo Jord?n ha usado, habl?ndole a Mar?a, estas sugestivas comparaciones: T? eres la nave que de lejanas tierras trajo el Pan de la vida, porque del cielo vino ese pan, siendo amasado con la harina de tus entra?as y cocido y abrazado en el horno de tu amor con el fuego del Esp?ritu divino. Tal es el pan propio de los navegantes humanos. Desde la misma perspectiva, hay que asociar a la Eucarist?a con la Iglesia, puesto que existe una relaci?n esencial entre el Cuerpo f?sico y el Cuerpo m?stico del Se?or. Por la Eucarist?a y por la gracia de la caridad que el sacramento difunde, crece Cristo y su Cuerpo eclesial se consolida en la unidad.?

????????? La Eucarist?a no s?lo nos remite al misterio pascual y a la Encarnaci?n del Verbo. La fuente de la realidad eucar?stica se encuentra en la Sant?sima Trinidad. La revelaci?n suprema de Dios en el Nuevo Testamento, que se resume en la expresi?n jo?nica Dios es Amor (1 Jn. 4, 8) se comprende plenamente cuando se contempla la comuni?n de las tres personas divinas. En el amor trinitario tiene su origen la Eucarist?a porque el amor de Dios, el ag?pe que es Dios, es eucar?stico: el Padre, el Hijo y el Esp?ritu Santo, cada uno se entrega a los otros dos en la generosidad total de un c?rculo silencioso y eterno. El c?rculo se abre en la creaci?n y en la redenci?n, en el env?o del Hijo por el Padre y del Esp?ritu Santo por el Padre y el Hijo. Estamos dichosamente destinados hacia Dios, ya que participamos de su misma vida; nuestra meta es contemplar el rostro del Padre gracias a las misiones del Hijo y del Esp?ritu, porque hemos sido hechos hijos en el Hijo y porque por el don del Esp?ritu reconocemos a Cristo como Se?or y nos atrevemos a llamar Padre al Padre de nuestro Se?or Jesucristo. Este destino se cumple anticipadamente en la comuni?n eucar?stica. En la ?ltima Cena, al prometerles el env?o del Par?clito, Jes?s dijo a sus disc?pulos: aquel d?a comprender?n que yo estoy en mi Padre, y que ustedes est?n en m? y yo en ustedes (Jn. 14, 20). Aquel d?a all? mencionado se refiere a la gloria de la resurrecci?n y a la efusi?n del Esp?ritu que desde Pentecost?s permanece en la Iglesia. Jes?s est? en el Padre por su divinidad, porque es uno con ?l; nosotros estamos en Cristo porque ?l ha asumido nuestra humanidad en su encarnaci?n y nos ha comprado al precio de su Sangre, haci?ndonos as? miembros de su Cuerpo; y ?l est? en nosotros por el misterio de la Eucarist?a, mesa y copa que rebosan de su Esp?ritu. Por la comuni?n eucar?stica nos iniciamos en la comuni?n de la Trinidad y eso es un anticipo del cielo. Nuestra patria est? en la belleza del Esp?ritu para la alegr?a del Padre por la Eucarist?a del Hijo bienamado. Hacia este misterio m?ltiple y alt?simo apuntaba como figura prof?tica la ofrenda de Melquisedec, el sacerdote de El-Ely?n.?

????????? Esta tarde, providencialmente primaveral, hemos acompa?ado a Cristo por las calles de nuestra ciudad. El himno compuesto para el Congreso Eucar?stico Internacional de 1934 rezaba: Pasearon el Corpus por nuestros solares los hombres que luego fundaban ciudades? El que ha paseado por las calles de La Plata es el Se?or, inmolado y viviente, triunfador del pecado y de la muerte, el que aniquila el reinado injusto, tir?nico, del pr?ncipe de este mundo y de sus secuaces. Ha sido el de hoy, como el de cada fiesta de Corpus Christi, un signo cuyo alcance eficaz nos resulta incognoscible. Confiamos, sin embargo, en el poder de su gracia para convertir los corazones, para insinuar en ellos las disposiciones que los abran a la fe, la esperanza y la caridad. Nosotros paseamos el Corpus por una ciudad indiferente, ajena, t?citamente hostil. Nuestro compromiso, como herederos de aquellos que luego fundaban ciudades, es refundar espiritualmente la nuestra con el aporte de la Verdad cristiana profesada y vivida mediante el testimonio de un amor laborioso y sacrificado capaz de renovar a fondo la sociedad. El objetivo irrenunciable es el rescate de una cultura que se encuentra en trance de acelerada deshumanizaci?n, que de salvaje debe tornarse??

Mons. ?H?ctor Aguer, arzobispo de La Plata?


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04 de julio de 2010

Primer Domingo de mes

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Uno de los vicios m?s extendidos (y en el que casi todos caemos de una forma u otra), es el juzgar incluso por simples apariencias, o peor a?n, haciendo caer todo el peso de la condena sobre nuestros pr?jimos.

Pertenecemos a una cultura muy dada a la cr?tica y al cotilleo, juzgar es exponernos a ser juzgados de la misma manera.

La misericordia no casa bien con esta aptitud negativa ?C?mo puedes decirle a tu hermano: d?jame que te saque la mota del ojo, teniendo una viga en el tuyo?

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?????????? INFORMACION

01-15/07/2010??? Escuela de formaci?n social de C?ritas Espa?ola.

22-25/07/2010??? Encuentro de J?venes de C?ritas.

??????????????????????????? Campamento Cruz Roja ? La Monta?eta, Garachico.

27/07/2010?????????????????? VII Reuni?n de la permanente en la sede arciprestal.

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ESTAD?STICAS????? 1? SEMESTRE 2010

Usuarios atendidos: 821

Personas beneficiarias: 2.754

RECURSOS ECON?MICOS

Ingresos: 24.955,64 ?

Pagos:???? 26.461,76 ?????????????

NUESTRO AGRADECIMIENTO POR SU APOYO Y COLABORACI?N


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DOMINGO 14 DEL TIEMPO ORDINARIO / C??
4 de julio de 2010

El Dios del amor y de la paz est? con todos vosotros.

Jes?s envi? a sus disc?pulos con esta misi?n: "Id y decid a la gente: Est? cerca de vosotros el Reino de Dios". Lo escucharemos hoy en el evangelio. Y senti?remos que nos lo dice tambi?n a nosotros. El Reino de Dios, la vida de Dios, el amor que Dios quiere para todos, est? ah?, muy cerca de nosotros. Si queremos, si estamos dispuestos a llenarnos de este amor, si tenemos ganas de transmitirlo a los dem?s, seremos m?s felices nosotros, y ser?n m?s felices los que nos rodean.Y ayudaremos a que este mundo nuestro, tan lleno de dolor y tan marcado por el pecado, sea m?s humano y m?s digno para todos.

A. penitencial: Al empezar esta Eucarist?a, pong?monos ante Dios y pid?mosle su perd?n y su gracia. (Silencio).

T?, que nos traes la verdad y la vida. SE?OR, TEN PIEDAD.
T?, que nos traes la santidad y la gracia. CRISTO, TEN PIEDAD.
T?, que nos traes la justicia, el amor y la paz. SE?OR, TEN PIEDAD.

1.lectura (lsa?as66,10-14c): Despu?s del exilio de Babilonia, el pueblo de Israel emprende la tarea de reconstruir su pa?s abandonado y devastado. Es una tarea nada f?cil. Pero los profetas, en nombre de Dios, les anuncian un futuro lleno de esperanza. Es lo que Jes?s nos anuncia tambi?n a nosotros en el evangelio: un futuro lleno de esperanza, fundamentado en el amor de Dios.

2. lectura (G?latas 6,14-18): En la segunda lectura, escu?chamos c?mo san Pablo nos ofrece el testimonio de lo que da sentido a su vida, de lo ?nico que para ?l es importante.

Oraci?n universal: Presentemos al Padre nuestras plega?rias diciendo: ESC?CHANOS, PADRE.

Por los cristianos de nuestro pa?s. Que demos un buen testimonio de la fe y la esperanza que nos mueven. OREMOS:

Por los misioneros y misioneras. Que la fortaleza y la gracia de Dios les acompa?e en su misi?n de anunciar el Evangelio. OREMOS:

Por los inmigrantes que han venido a vivir entre noso?tros buscando una vida mejor. Que puedan encontrar un trabajo digno, y sean acogidos como toda persona merece. OREMOS:

Por nuestros familiares y amigos difuntos. Que Dios los acoja para siempre en la plenitud de su Reino. OREMOS:

Por nosotros y por nuestra parroquia. Que nos amemos y nos ayudemos mutuamente, cada d?a m?s. OREMOS:

Escucha, Padre, nuestra oraci?n, y ll?nanos con tu bondad. Por Jesucristo, nuestro Se?or.

Padrenuestro: Unidos en la oraci?n, pid?mosle a Dios nuestro Padre que venga su Reino. Como Jesucristo nos ense??, nos atrevemos a decir:

CPL


Publicado por verdenaranja @ 16:49  | Liturgia
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Reflexi?n de Jos? Antonio Pagola para el evangelio?del domingo?catorce del Tiempo Ordinario - C, ofrecida por la Delegaci?n de Ense?anza de la Di?cesis de Tenerife.

PORTADORES DEL EVANGELIO?

???????? Lucas recoge en su evangelio un importante discurso de Jes?s, dirigido no a los Doce sino a otro grupo numeroso de disc?pulos a los que env?a para que colaboren con ?l en su proyecto del reino de Dios. Las palabras de Jes?s constituyen una especie de carta fundacional donde sus seguidores han de alimentar su tarea evangelizadora. Subrayo algunas l?neas maestras.

???????? ?Poneos en camino?. Aunque lo olvidamos una y otra vez, la Iglesia est? marcada por el env?o de Jes?s. Por eso es peligroso concebirla como una instituci?n fundada para cuidar y desarrollar su propia religi?n. Responde mejor al deseo original de Jes?s la imagen de un movimiento prof?tico que camina por la historia seg?n la l?gica del env?o: saliendo de s? misma, pensando en los dem?s, sirviendo al mundo la Buena Noticia de Dios. "La Iglesia no est? ah? para ella misma, sino para la humanidad" (Benedicto XVI).

???????? Por eso es hoy tan peligrosa la tentaci?n de replegarnos sobre nuestros propios intereses, nuestro pasado, nuestras adquisiciones doctrinales, nuestras pr?cticas y costumbres. M?s todav?a, si lo hacemos endureciendo nuestra relaci?n con el mundo. ?Qu? es una Iglesia r?gida, anquilosada, encerrada en s? misma, sin profetas de Jes?s ni portadores del Evangelio.

???????? ?Cuando entr?is en un pueblo... curad a los enfermos y decid: est? cerca de vosotros el reino de Dios?. ?sta es la gran noticia: Dios est? cerca de nosotros anim?ndonos a hacer m?s humana la vida. Pero no basta afirmar una verdad para que sea atractiva y deseable. Es necesario? revisar nuestra actuaci?n: ?qu? es lo que puede

llevar hoy a las personas hacia el Evangelio? ?c?mo pueden captar a Dios como algo nuevo y bueno?

???????? Seguramente, nos falta amor al mundo actual y no sabemos llegar al coraz?n del hombre y la mujer de hoy. No basta predicar sermones desde el altar. Hemos de aprender a escuchar m?s, acoger, curar la vida de los que sufren... S?lo as? encontraremos palabras humildes y buenas que acerquen a ese Jes?s cuya ternura insondable nos pone en contacto con Dios, el Padre Bueno de todos,

???????? ?Cuando entr?is en una casa, decid primero: Paz a esta casa?. La Buena Noticia de Jes?s se comunica con respeto total, desde una actitud amistosa y fraterna, contagiando paz. Es un error pretender imponerla desde la superioridad, la amenaza o el resentimiento. Es antievang?lico tratar sin amor a las personas s?lo porque no aceptan nuestro mensaje. Pero, ?c?mo lo aceptar?n si no se sienten comprendidos por quienes nos presentamos en nombre de Jes?s??

Jos? Antonio Pagola?

Red evangelizadora BUENAS NOTICIAS
4 de julio de 2010
14 Tiempo ordinario (C)

Lucas 10, 1-12.17-20

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Lunes, 28 de junio de 2010

Mensaje de monse?or Oscar Sarlinga en la clausura del A?o Sacerdotal (Monasterio de la Visitaci?n, Pilar, 6 de junio de 2010, solemnidad del Corpus Christi). (AICA)

CLAUSURA DEL A?O SACERDOTAL??????????

Queridos sacerdotes:

????????? Cu?nta paz nos da el saber que no somos nosotros los que nos hemos puesto a elegir a Jes?s; no somos nosotros los que ?conseguimos? este ministerio; es ?l, nuestro Buen Pastor quien nos eligi? y consagr?. Los invito a exclamar, con el coraz?n lleno de alegr?a: ?Bendito sea Dios, Padre de nuestro Se?or Jesucristo que en Cristo nos ha elegido antes de la constituci?n del mundo par ser santos y consagrados en su presencia por el amor! (Cfr Ef 1,3ss). M?s que extenderme en este mensaje, y dado que la carta de Pentecost?s ten?a una especial referencia a ustedes, quiero hablarles como hermano y como obispo. S? que saben, como dijo san Pablo, que el obispo, todo obispo, lleva a los sacerdotes en el coraz?n, part?cipes todos de la gracia del Se?or (cf Fl 1, 7).??

????????? Respecto de este A?o Sacerdotal, convocado por S.S. Benedicto XVI con ocasi?n del 150mo. aniversario de la muerte del Santo Cura de Ars, podemos decir que hemos recibido una infinitud de gracias, como por ejemplo la del env?o de vocaciones sacerdotales a nuestra Iglesia particular, y especiales dones de reafirmaci?n de su elecci?n para los sacerdotes, y de los carismas recibidos. Ya una gracia muy grande es que los sacerdotes reaprecien el promover en los j?venes la valoraci?n del llamado al sacerdocio. Este es un gran tesoro. San Juan Mar?a Vianney, a quien el Papa proclama patrono de todos los sacerdotes, pon?a de manifiesto el ser indispensable de ?stos, al decir: ?Un buen pastor, un pastor seg?n el coraz?n de Dios, este es el mayor tesoro que el buen Dios puede conceder a una parroquia, y uno de los m?s precioso dones de la misericordia divina? (1). Nuestro ser, por el sacramento del orden, ha sido configurado por la eternidad con Cristo Sacerdote, quien nos ?santificado en la verdad? (Jn 17, 19).?

????????? ?Para qu??. Para ninguna tristeza o amargura. Esta santificaci?n nos es dada para ser sembradores de confianza y de esperanza. Pese a todas las dificultades, pese a las infidelidades o defecciones de algunos de nuestros hermanos en nuestro mundo contempor?neo, ?c?mo olvidar que el Papa nos ha llamado a percibir en el A?o sacerdotal ?una nueva primavera?, cuando nos dijo: ?(?) me complace invitar particularmente a los sacerdotes, en este A?o dedicado a ellos, a percibir la nueva primavera que el Esp?ritu est? suscitando en nuestros d?as en la Iglesia Una nueva primavera para la Iglesia? (2).

?????????? Habr? una nueva primavera si somos fieles al Se?or Jes?s, que nos ha elegido, si nos abrimos a su Esp?ritu, si somos fieles a la Iglesia, que verdaderamente es el Cuerpo de Cristo y el Pueblo de Dios, si estamos unidos, en la oraci?n, en el afecto fraterno, dentro de la multiformidad de los dones que hemos recibido, en el ?nico Don del sacerdocio ministerial (3), si nos confiamos enteramente a la intercesi?n materna de la Virgen y si nos ponemos enteramente al servicio de aqu?llos que nos han sido encomendados, con nuestra predicaci?n, para que ?sta que suscite la fe, a ejemplo de San Pablo (Cf. Hch 18,1-8), sabiendo que quienes son de verdad evangelizados se tornan a su vez evangelizadores, como nos ense?aba el Papa Pablo VI: ?(?) es impensable que un hombre haya acogido la palabra y se haya entregado al Reino sin convertirse en alguien que a su vez da testimonio y anuncia? (4). Pidamos la gracia de renovar nuestra alegr?a apost?lica, para hacer como los Ap?stoles, quienes ?salieron a predicar por todas partes, colaborando el Se?or con todos ellos y confirmando la Palabra con las se?ales que la acompa?aban? (Mc 16,20).?

????????? Necesitamos la alegr?a, que es elemento esencial en la vida del sacerdote, debe un principio y una fuerza vital, fruto de la vida del Esp?ritu Santo en ?l. En la alegr?a, especialmente la alegr?a compartida, la del espacio de verdadera fraternidad, hacen su ingreso la fe, la esperanza y la caridad; las tres virtudes teologales, para vivir y experimentar siempre y en todo momento, para transmitir en el apacentar al pueblo que nos ha sido confiado. Es signo de salud del alma; pid?mosle al Se?or que arranque de nosotros toda tristeza, que es fruto de la acedia y nos impulsa a la duda, a la amargura, a la impaciencia y al enojo. Tambi?n nos lo ha dicho el Papa, mencion?ndonos que este tema es ?uno de los mayores desaf?os de nuestro tiempo?, pues ?(?) el sacerdote, hombre de la Palabra divina y de las cosas sagradas, debe ser hoy m?s que nunca un hombre de alegr?a y de esperanza? (5).??

????????? Como hombres de la Eucarist?a, de la Reconciliaci?n, como hombres de Iglesia, el A?o sacerdotal nos lega el don de ?redescubrir la pastoral vocacional. Tambi?n lo hemos pedido en el A?o Paulino Jubilar, que nos trajo muchos frutos de gracia y bendici?n, y en especial ?sa, que fue mencionada tambi?n por Benedicto XVI: ?Este es el mensaje que nos deja el A?o paulino reci?n concluido. San Pablo, conquistado por Cristo, fue un promotor y formador de vocaciones (?) Este es tambi?n el mensaje del A?o sacerdotal reci?n iniciado: el santo cura de Ars, Juan Mar?a Vianney -que constituye el "faro" de este nuevo itinerario espiritual (?) Por tanto, el A?o sacerdotal brinda una magn?fica oportunidad para volver a encontrar el sentido profundo de la pastoral vocacional, as? como sus opciones fundamentales de m?todo: el testimonio, sencillo y cre?ble; la comuni?n, con itinerarios concertados y compartidos en la Iglesia particular (?)? (6). ?Nos dispondremos a ponernos a trabajar en ello?. As? lo creo.?

????????? Profundicemos, entonces, en la comprensi?n del sacerdocio ministerial, el cual, tal como lo expresa el Concilio Vaticano II (7) es esencialmente distinto del sacerdocio de los fieles, y no con diferencia s?lo de grado (aunque, como es l?gico, todo el Pueblo Sacerdotal, que es la Iglesia, recibe su condici?n de tal del ?nico sacerdocio de Cristo). Hemos sido llamados y consagrados para servir al Pueblo de Dios, lo cual incluye promover la misi?n y los carismas de los laicos. Pedimos al Se?or Jes?s, Sumo y Eterno Sacerdote, que todos los fieles tengan un alma en la que vibre el esp?ritu del Sacerdocio com?n, y que aprecien y valoren las vocaciones sacerdotales, para lo cual insto a las parroquias a reinaugurar las ?Obras de las vocaciones sacerdotales y religiosas? all? donde todav?a no estuvieren en vigor.?

????????? La Virgen Mar?a, que es Madre de Dios y Madre de la Iglesia, nos gu?e y acompa?e como Reina de los Ap?stoles y Estrella de la Evangelizaci?n.?

Mons. Oscar Sarlinga, obispo de Z?rate-Campana
En la Solemnidad del Corpus Christi, 6 de junio de 2010?

Notas:

(1)? "Le Sacerdoce, c'est l'amour du coeur de J?sus", ?El Sacerdocio es el amor del Coraz?n de Jes?s? (in B. NODET, Le cur? d'Ars. Sa pens?e - Son Coeur. Pr?sent?s par l'Abb? Bernard Nodet, ?d. Xavier Mappus, Foi Vivante 1966, p. 98). La expresi?n aparece citada tambi?n en el Catecismo de la Iglesia cat?lica, n. 1589.

(2)? BENEDICTO XVI, Carta del Papa a los sacerdotes con motivo del A?o Sacerdotal, Ciudad del Vaticano, jueves, 18 junio 2009

(3)? Cf Id., Homil?a en la celebraci?n de las primeras v?speras en la vigilia de Pentecost?s, 3 de junio de 2006 ("El Esp?ritu es multiforme en sus dones... ?l sopla donde quiere. Lo hace de modo inesperado, en lugares inesperados y en formas nunca antes imaginadas... ?l quiere vuestra multiformidad y os quiere para el ?nico Cuerpo?)

(4)? PABLO VI, Exh. apost. Evangelii nuntiandi, 24.

(5)? BENEDICTO XVI, Videomensaje del Papa al Retiro Internacional Sacerdotal en Ars, Ciudad del Vaticano, martes 29 de septiembre de 2009.

(6)? Id., Discurso del Santo Padre a los participantes en el congreso europeo de pastoral vocacional:"Quien siembra en el coraz?n del hombre es siempre y s?lo el Se?or", Ciudad del Vaticano, 4 de julio de 2009

(7)? CONC. ECUM. VAT. II, Const. Lumen gentium, 10.

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Homil?a de mose?or Carmelo Juan Giaquinta, arzobispo em?rito de Resistencia, en la solemnidad del Corpus Cristi (6 de junio de 2010). (AICA)

PALABRA DE DIOS Y CUERPO DE CRISTO????????

Lc 9,11-17?

I. JES?S ENSE?A EL REINO DE DIOS Y CELEBRA SU BANQUETE?

????????? 1. El pasaje evang?lico de esta solemnidad del Corpus Christi muestra a Jes?s que ense?a al pueblo el Reino de Dios y le da de comer multiplicando los panes: ?Jes?s habl? a la multitud acerca del Reino de Dios? Tom? los cinco panes y los dos pescados y, levantando los ojos al cielo, pronunci? sobre ellos la bendici?n, los parti? y los fue entregando a sus disc?pulos para que los sirvieran a la multitud. Todos comieron hasta saciarse? (Lc 9,11.16-17).??

????????? 2. A simple vista, parecen dos escenas yuxtapuestas, sin mayor conexi?n, motivadas por la bondad de Jes?s que sale al encuentro de la ignorancia y del hambre de la gente. Si observamos su contexto, descubriremos que la escena contiene un mensaje muy profundo. Est? antecedida por la pregunta que se hace el rey Herodes sobre Jes?s: ??Qui?n es ?ste del que oigo decir semejantes cosas?? (Lc 9,9). Est? seguida por la escena en la que Jes?s mismo pregunta a sus disc?pulos: ?Ustedes, ?qui?n dicen que soy yo?? (Lc 9,20). Y ?sta, a su vez, se contin?a en la escena de la transfiguraci?n de Jes?s, cuando se oye la voz del Padre, que da la respuesta cabal a tales preguntas: ?Este es mi Hijo, el elegido, esc?chenlo? (Lc 9,35).??

????????? De este modo, la escena de la multiplicaci?n de los panes es una respuesta a la pregunta ??Qui?n dice la gente que soy yo? (9,18), pero formulada en forma de drama, en el que Jes?s, a la vez que ense?a el Reino de Dios, comienza a celebrar el banquete definitivo, del que es el anfitri?n, junto con el Padre (cf Lc 22,29-30).?

????????? 3. San Lucas es rico en descripciones de dos movimientos. Por ejemplo, la de los disc?pulos de Ema?s. Jes?s primero explica las Escrituras que se cumplen en ?l, y luego, ?estando a la mesa, tom? el pan y pronunci? la bendici?n; luego lo parti? y se lo dio? (Lc 24,30). Lo mismo hace cuando narra la celebraci?n eucar?stica del ap?stol Pablo en Tr?ade el primer d?a de la semana (cf Hch 20,7-11).?

II. LAS DOS MESAS: DE LA PALABRA Y DE LA EUCARIST?A?

????????? 4. El Concilio Vaticano II habl? de dos mesas inseparables: la de la Palabra de Dios y la del Pan de la Eucarist?a: ?La Iglesia ha venerado siempre las Sagradas Escrituras al igual que el Cuerpo del Se?or, sobre todo en la sagrada Liturgia, cuando toma el pan de vida de la mesa de la palabra de Dios y de la mesa del Cuerpo de Cristo, y lo distribuye a los fieles? (Dei Verbum 21; cf PO 18). Mesa de la palabra y mesa del Cuerpo de Cristo son dos momentos necesarios de toda la acci?n pastoral de la Iglesia.??

III. ?PRIMERO PROMOCI?N SOCIAL Y DESPU?S EVANGELIZAR??

????????? 5. Hace unos a?os se dec?a que no se puede evangelizar a est?magos hambrientos. Y raz?n hay en ello. Ante la necesidad perentoria del hambre, el cristiano debe atender a Cristo hambriento. Pero como no hay nada perfecto en este mundo, a?n las mejores intenciones pueden deformarse. Apareci? as? una corriente pastoral que enfatizaba la promoci?n social como etapa previa a la evangelizaci?n, en vez de concebirla como parte integrante de la misma. Y no apreciaba suficientemente la capacidad del pobre para ser evangelizado. El resultado fue que muchas veces la evangelizaci?n expl?cita nunca llegaba, y con no poca frecuencia los pobres tomaban otros rumbos religiosos. Se dijo con iron?a, pero con un dejo de verdad: ?La Iglesia cat?lica descubri? a los pobres y se dedic? a la promoci?n social. Pero los pobres descubrieron a Jesucristo y se fueron hacia el pentecostalismo?.??

IV. POR UNA PASTORAL POPULAR EVANGELIZADORA: UNIR PROMOCI?N SOCIAL Y PALABRA DE DIOS??

????????? 6. De all? que los Obispos argentinos, en las L?neas Pastorales para la Nueva Evangelizaci?n, al hablar de la evangelizaci?n a los pobres, hemos advertido sobre su marginaci?n religiosa como un grave problema pastoral a enfrentar: ?La marginaci?n religiosa del pobre es la m?s grave en orden a su dignidad y a su salvaci?n; mucho m?s grave que la marginaci?n econ?mica, pol?tica o social. Es misi?n espec?fica de la Iglesia atenderlos espiritualmente, y predicar la palabra de Dios a todos, reconociendo que quienes experimentan peculiares situaciones de carencia, debilidad o sufrimiento, est?n m?s necesitados de Dios y, muchas veces, se hallan m?s abiertos, como Mar?a, para recibir la Buena Nueva en su coraz?n (cf. LPNE n? 32).?

????????? 7. Por su parte, los obispos latinoamericanos reunidos en Aparecida, han comenzado a analizar el fen?meno de la atracci?n de las sectas (cf DA 225-226). Y lo han sacado del pantano de prejuicios que imped?an entenderlo. Uno, muy grave, era que el avance de las sectas se deb?a sobre todo al imperialismo norteamericano, que por medio de ellas procuraba debilitar al catolicismo de Am?rica Latina, para dominarla m?s f?cilmente. Con lo cual valor?bamos m?s la fuerza del imperialismo que la del Evangelio. Y nos pon?amos en el papel de v?ctimas, y no en el de pastores que cuidan del Reba?o del Pastor de los pastores.?

????????? 8. En este Corpus, pidamos con fe la gracia de unir siempre la promoci?n social del pobre con la palabra de Dios.?

Mons. Juan Carmelo Giaquinta, arzobispo em?rito de Resistencia?


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Homil?a de monse?or Rub?n Oscar Frassia, obispo de Avellaneda-Lan?s, en la solemnidad del Corpus Christi (Parroquia San Jos? - Colegio Vicente Sauras; Parroquia Nuestra Se?ora de Loreto, 5 de junio 2010). (AICA)

SOLEMNIDAD DEL CORPUS CHRISTI????????

Queridos sacerdotes, di?conos, di?conos permanentes, seminaristas, religiosas, religiosos, querido pueblo fiel:

????????? En este d?a del Corpus, un d?a hermoso que Dios nos ha regalado, tenemos una ocasi?n muy especial para acercarnos al misterio m?s grande que Dios nos ha querido regalar: la Eucarist?a; y tenemos que recordar -como bien lo sabemos- que no hay dos misterios, hay un solo misterio manifestado de diversas maneras. El misterio de Cristo, el misterio del nacimiento de la Iglesia, c?mo Cristo, enviado por el Padre, viene a hacer la voluntad del Padre y c?mo Cristo se entrega en sacrificio. Un sacrificio ?nico, irrepetible.?

????????? El misterio de Dios, donde ?l con su vida, con su divinidad y con su humanidad, nos redime a todos, nos salva en la cruz. Ese sacrifico, que estuvo expresado antes, en la ?ltima cena, es el mismo y ?nico misterio redentor realizado de una vez y para siempre. Hemos sido rescatados, purificados, lavados por la sangre divina del Cordero inmaculado. No hay cuatro, ni tres, ni dos corderos; es uno solo. Es uno solo el misterio y de ese misterio vivimos para recibir gratuitamente la salvaci?n. Por lo tanto la Eucarist?a nos habla del sacrifico redentor de Cristo.??

????????? Cristo se ofreci? y cuantas veces nosotros celebramos la Eucarist?a, o cuantas veces ustedes participan de la Eucarist?a como pueblo fiel, estamos recibiendo del mismo y ?nico sacrificio redentor.?

????????? El amor de Dios: para que no nos queden dudas, para que ninguno ignore, para que ninguno sea superficial, para que ninguno crea que podr? ser la salvaci?n de otro modo; hay un ?nico modo no hay dos: el sacrificio redentor de Cristo. ?l nos llama a repetir el misterio, pero vivimos de ese ?nico misterio y ?l se nos queda en la Eucarist?a. Ya no es pan, ya no es vino, es el Cuerpo y la Sangre divina del Se?or donde nosotros, al recibir su presencia, contamos con su fuerza que es fuente de toda nuestra vida apost?lica, de toda nuestra vida de misi?n y de toda nuestra vida de testimonio.?

????????? La Eucarist?a es fuente de gracia y all? recibimos la fuerza del Esp?ritu. Comemos su Cuerpo, bebemos su Sangre, nos alimentamos de ?l; entra la vida y se va alejando todo vestigio de muerte, toda sombra de pecado.?

????????? ?La presencia de Cristo es victoriosa!
????????? ?La presencia de Cristo es redentora!
????????? ?La presencia de Cristo es motivadora!
????????? ?La presencia de Cristo es transformadora!
????????? ?Nos transforma, nos cambia, nos purifica, nos reviste, nos invita a alimentarnos de ?l!
????????? ?Esa presencia, cuando nos toca, nos cambia!?

????????? Es cierto, las cosas no son m?gicas y muchas veces podemos caer en la tentaci?n de creer que si comulgamos muchas veces ya nos santificamos, que si celebramos muchas misas ya somos m?s santos; ?cuidado y atenci?n! Uno puede recibir a Cristo muchas veces, miles de veces dice San Juan Cris?stomo, pero si uno no lo recibe con el coraz?n abierto y con fidelidad a ?l, est? recibiendo su propia condenaci?n. Las cosas no son m?gicas y reclaman de nosotros nuestra participaci?n.?

????????? ?l est? con su presencia, pero nuestra presencia ante ?l no es indiferencia. Dice muy bien San Efr?n que el bautismo en nuestro ser es Su tesoro, tenemos el tesoro al ser bautizados en Cristo y el tesoro est? escondido en nuestro propio ser, ?pero ese tesoro crece en la medida que recibamos el sacramento de la Eucarist?a bien! Por lo tanto, estamos bautizados, somos cristianos, pero el ser cristiano no basta ?hay que alimentarlo!, ?hay que nutrirlo!, ?hay que ser consecuente con aquello que celebramos y recibimos!?

????????? El sacramento de la Eucarist?a no nos deja igual ?nos cambia!, ?nos transforma!, ?nos exige!, ?nos da su amistad! Siempre es motivador su amor; siempre nos va a exigir, cada vez m?s, porque cada vez m?s su amor va a estar en nosotros.??

????????? Tambi?n la Eucarist?a no s?lo es sacrificio y presencia; dice el Papa Juan Pablo II ?es banquete, es comuni?n?; comuni?n con ?l, participando de una comida sagrada; comuni?n con la Iglesia, en todas partes, cat?lica, aunque uno est? solo, aunque sean pocos, entramos en ese misterio m?stico, invisible pero real en toda la Iglesia. Y no s?lo de los vivos, tambi?n de los difuntos; por eso en la Misa rezamos por los vivos y por los difuntos.?

????????? Ese banquete, esa comuni?n, tambi?n nos lleva a vivir fraternalmente; a dar testimonio; a ser verdaderos disc?pulos. La Eucarist?a se celebra en torno a la Palabra. La Palabra de Dios nos ilumina y la Eucarist?a nos nutre; vivimos de las dos cosas: la Palabra que nos ilumina y la Eucarist?a que nos robustece para que seamos verdaderos disc?pulos y aut?nticos testigos de su presencia.?

????????? Esta tarde, como Iglesia diocesana, que ninguno ose dividirla, que ninguno ose opacarla, que todos nosotros obremos coherentemente y en consecuencia; tenemos Alguien que siempre da la vida por nosotros: Jesucristo en la Eucarist?a. y nosotros vivimos, nos nutrimos y tomamos fuerza de esa Eucarist?a para ser testigos e incidir en la vida personal, en la vida familiar, en la vida social, en la cultura, en este mundo; y sobre todo para vivir en la esperanza, en el amor y en la fidelidad.?

????????? Yo pensaba en estos d?as: es f?cil empezar pero m?s dif?cil es perseverar. Si Dios est?, si nosotros lo recibimos y contamos con ?l, no s?lo empezamos sino que perseveramos hasta el final. En la Iglesia no se dura, ?la Iglesia se vive!, ?se vive del Esp?ritu que tiene fuerza y que es capaz de superar obst?culos, adversidades, fragilidades y limitaciones! Porque la Eucarist?a tiene un valor incalculable, inconmensurable, extraordinariamente fuerte.?

????????? Pid?mosle al Se?or que los celebremos con mucho amor pero que tambi?n lo adoremos con mucho silencio. Que adoremos a Jes?s en la Eucarist?a, all? ?l nos transmite todo lo que tenemos que recibir; all? El nos fortalece y nos consuela.?

????????? Ustedes saben que quien quiere ser disc?pulo del Se?or, quien quiere vivir en serio una vida cristiana, tendr? que pasar por la prueba de la purificaci?n y cada uno de nosotros tendr? que pasar por esa prueba si quiere ser disc?pulo del Se?or.?

????????? Que la adoraci?n personal, la adoraci?n comunitaria, el silencio que Dios nos habla, nos de fuerzas para que nadie, nadie, nos separe de Jesucristo.?

????????? Que nada ni nadie quebrante nuestra identidad, nuestras ra?ces
????????? Que tengamos una cultura de vida y no consumamos una cultura de muerte.
????????? Que la Eucarist?a nos alimente.
????????? Que este Pan Sagrado siga viniendo a nosotros y se vaya alejando de nosotros toda sombra, toda mezquindad, toda cobard?a y toda traici?n.
????????? Porque no recibir a Cristo en la Eucarist?a, es separarse del amor fiel del Se?or.?

????????? Que as? sea.?

Mons. Rub?n Frassia, obispo de Avellaneda-Lan?s?


Publicado por verdenaranja @ 22:54  | Homil?as
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ZENIT nos?ofrece las Conclusiones Ejecutivas adoptadas por el Congreso de Pastoral de la Salud ??Effat?! La persona sorda, heraldo y testigo del anuncio del Evangelio?, que concluy?el 6 de junio de 2010?en el Vaticano.

Consejo Pontificio
Para los Operadores Sanitarios
Congreso de Pastoral de la Salud ??Effat?! La persona sorda,
heraldo y testigo del anuncio del Evangelio?
Ciudad del Vaticano, 4 - 6 junio 2010?

CONCLUSIONES EJECUTIVAS

Al t?rmino de este Congreso de Pastoral, titulado ??Effat?! La persona sorda, heraldo y testigo del anuncio evang?lico? y organizado por el Consejo Pontificio para los Operadores Sanitarios, ha llegado a definir los instrumentos para la realizaci?n de algunas prioridades en el ?mbito de la integraci?n de los no oyentes en la vida eclesial y m?s en general en la sociedad. En esta segunda etapa del compromiso del Dicasterio en favor de los afectados por sordera, se han acogido y ha comenzado la realizaci?n de las recomendaciones surgidas al t?rmino de la Conferencia Internacional ??Effat?! La persona sorda en la vida de la Iglesia?, celebrada el pasado noviembre siempre en el Vaticano. Este resultado se ha conseguido gracias a la participaci?n activa o a la adhesi?n de exponentes del mismo Consejo Pontificio y de otras oficinas vaticanas, de la Conferencia Episcopal Italiana y de las di?cesis de Roma, Bari, Brescia, Foggia, Chieti, Crotone, Padua, Patti, Vicenza, Bolonia, Palermo, Sulmona, Aquila, Imperia, Agrigento, Teramo, As?s, Florencia, Foligno, Frosinone, Salerno, Mil?n, Trani, M?dena, Tursi-Lagonegro, Venecia, Messina, Perusa, Terni, R?mini, y Pordenone. A ellos se han sumado el personal religioso, los especialistas y los voluntarios. Una gran aportaci?n ha sido tambi?n proporcionada por los representantes de la Iglesia estadounidense, espa?ola, irlandesa y alemana, venidos a prop?sito a Roma para el Congreso.

Estas son en s?ntesis las prioridades y los instrumentos delineados en estos tres d?as de trabajo:

1. Ofrecer a las Iglesias locales y particulares los instrumentos para comenzar a trabajar ?por y con? las personas sordas, a partir tanto de elementos espec?ficos para la programaci?n pastoral como por subsidios multimedia. Entre estos los DVD visuales, que contengan la traducci?n en la lengua de los signos, que se emplear?n como auxilio al camino de formaci?n y a la participaci?n en la vida de la comunidad eclesial.

2. Cuidar y difundir con particular empe?o la ?formaci?n de los formadores?, en primero lugar de los futuros presb?teros, del personal religioso y de todos los agentes de pastoral.

3. Como ha surgido en este congreso, se considera de fundamental importancia que, por ejemplo en los seminarios, sea posible acercarse a la realidad de los no oyentes aprendiendo: las bases de la lengua de los signos, su vivencia hist?rica y personal, es decir, las dificultades que encuentran en la sociedad y en la escuela, as? como en la Iglesia. Un esquema de formaci?n as?, con las debidas adaptaciones, podr? ser usado en todas las latitudes.

4. Convertir en permanente, ante el Consejo Pontificio para los Operadores Sanitarios, el Grupo de Estudio anunciado durante la Conferencia Internacional. Este organismo permitir? las necesarias cualidades e uniformidades del trabajo llevado a cabo en este ?mbito.

5. Crear un espacio Internet de referencia, ?til para la difusi?n de las iniciativas, as? como a la comunicaci?n y al intercambio entre quienes trabajan en la Pastoral de las personas sordas.

6. Promover la instituci?n de una certificaci?n Ad hoc para quien traduce en la lengua de signos en el ?mbito eclesial. Se considera de hecho fundamental que se efect?e una distinci?n entre el ?traductor? y el ?facilitador?. Este ?ltimo deber? tener las competencias religiosas suficientes para permitirle hacer seguir correctamente, por ejemplo en el transcurso de una liturgia eucar?stica, el proceder de la funci?n religiosa.

Todos los participantes en el Congreso, finalmente, se han comprometido y se comprometen para que dichas conclusiones operativas sean pronto concretadas, en respuesta a cuanto se ha solicitado por m?rito de Su Santidad el Papa Benedicto XVI y recordado durante la apertura de los trabajos de este Congreso por el presidente del Dicasterio, arzobispo Zygmunt Zimowski.

Ciudad del Vaticano, 6 de junio de 2010?

[Traducci?n del original italiano por Inma ?lvarez
?Consejo Pontificio para la Pastoral de Operadores Sanitarios]


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(ZENIT)?nos??ofrece?la s?ntesis de trabajo, no oficial, del Instrumentum Laboris, que distribuy? la Santa Sede a la prensa el? s?bado, 5 de junio de 2010, y que refleja los puntos m?s importantes que trata el documento completo.

S?ntesis del Instrumentum Laboris
de la Asamblea Especial para Oriente Medio
del S?nodo de los obispos??

[S?ntesis de trabajo ? no oficial ? para uso period?stico]

El Instrumentum Laboris del S?nodo para Oriente Medio, es decir, el documento para el trabajo de la reuni?n sinodal, se ha publicado en 4 idiomas: ?rabe, franc?s, ingl?s e italiano. Benedicto XVI lo ha entregado a los representantes del episcopado de Oriente Medio en el transcurso de su visita apost?lica a Chipre. La asamblea especial tendr? lugar del 10 al 24 de octubre sobre el tema: "La Iglesia cat?lica en Oriente Medio: comuni?n y testimonio. ?La multitud de los creyentes ten?an un solo coraz?n y una sola alma? (Hch 4, 32)". El documento, de unas cuarenta p?ginas, ha sido realizado a partir de las numerosas respuestas al Cuestionario de los Lineamenta, entregados por los S?nodos de los Obispos de las Iglesias Orientales sui iuris, por las Conferencias Episcopales, por los Dicasterios de la Curia Romana, por la Uni?n de los Superiores Generales, como tambi?n por muchas personas individuales y grupos eclesiales.?

En el Prefacio, el secretario general del S?nodo de los Obispos, el arzobispo Nikola Eterović, subraya que ?la situaci?n actual de Oriente Medio es en no pocos aspectos similar a la vivida por la primitiva comunidad cristiana en Tierra Santa" en medio de dificultades y persecuciones. ?Los primeros cristianos actuaban en situaciones muy adversas. Encontraban oposici?n y enemistad de los poderes religiosos del propio pueblo... su patria estaba ocupada, inserta dentro del potente imperio romano". A pesar de ello "proclamaban ?ntegra la Palabra de Dios", incluyendo el amor a los enemigos, llegando a testimoniar ?con el martirio la fidelidad al Se?or de la vida?.?

En la Introducci?n se recuerda que Benedicto XVI quiso personalmente anunciar este acontecimiento el 19 de septiembre de 2009, acogiendo as? ?la petici?n de numerosos hermanos en el episcopado, que frente a la delicada situaci?n eclesial y social actual? hab?an propuesto la convocatoria de una asamblea sinodal (1). Dos son los objetivos principales del S?nodo: ante todo, el de ?confirmar y reforzar a los cristianos en su identidad mediante la Palabra de Dios y los Sacramentos?; en segundo lugar, el de ?reavivar la comuni?n eclesial entre las Iglesias sui iuris, para que puedan ofrecer un testimonio de vida cristiana aut?ntica, gozosa y atrayente" (3). Se subrayan tambi?n con fuerza el compromiso ecum?nico y el di?logo con jud?os y musulmanes "por el bien de toda la sociedad" y para que "la religi?n, sobre todo la de cuantos profesan a un ?nico Dios? se convierta ?cada vez m?s en motivo de paz? (4). El S?nodo pretende "proporcionar a los cristianos las razones de su presencia en una sociedad predominantemente musulmana, sea ?sta ?rabe, turca, iran?, o jud?a en el Estado de Israel" (6). La reflexi?n est? guiada por las Sagradas Escrituras (7-12).?

El Primer cap?tulo trata sobre la Iglesia cat?lica el Oriente Medio recordando que todas las Iglesias del mundo ?se remontan a la Iglesia de Jerusal?n? (14). Se afirma que las divisiones entre los cristianos (Concilios de ?feso y Calcedonia, en el siglo quinto, y separaci?n de Roma y Constantinopla, en el siglo und?cimo) se debieron sobre todo a ?motivos pol?tico-culturales?. Con todo, ?el Esp?ritu opera en todas las Iglesias para acercarlas y hacer caer los obst?culos a la unidad visible querida por Cristo". En Oriente Medio, la ?nica Iglesia cat?lica est? presente en varias Tradiciones, en diversas Iglesias orientales cat?licas sui iuris. Adem?s de la Iglesia de tradici?n latina, hay 6 Iglesias patriarcales, cada una con su rico patrimonio espiritual, teol?gico, lit?rgico. "Estas tradiciones son, al mismo tiempo, una riqueza para la Iglesia universal" (15-18). Se recuerda que las Iglesias de Oriente Medio son de origen apost?lico y que ?ser?a una p?rdida para la Iglesia universal si el Cristianismo se debilitase o desapareciese precisamente all? donde naci?. Existe por tanto la ?grave responsabilidad? de ?mantener la fe cristiana en estas tierras santas" (19).

Por desgracia se debe constatar que hoy el ?empuje evang?lico parece a menudo frenado y la llama del Esp?ritu parece haberse debilitado" (20). "Si la Iglesia no trabaja por las vocaciones, est? destinada a desaparecer" (21). La crisis de las vocaciones se debe a varias causas: emigraci?n de las familias, disminuci?n de los nacimientos, un ambiente cada vez m?s contrario a los valores evang?licos. Adem?s ?la falta de unidad entre los miembros del clero" constituye "un anti testimonio" mientras que "la formaci?n humana y espiritual de sacerdotes, religiosos y religiosas quiz?s deja bastante que desear" (22). Tambi?n "la vida contemplativa, pilar de toda consagraci?n verdadera ... est? ausente en la mayor parte de las congregaciones" (23).

Se afirma por tanto que los cristianos, a pesar de su "n?mero exiguo", "pertenecen a t?tulo pleno al tejido social y a la propia identidad" de estos pa?ses. Su desaparici?n representar?a una p?rdida para el pluralismo de Oriente Medio (24). Los cat?licos est?n llamados a promover el concepto de ?laicidad positiva" del Estado para ?aliviar el car?cter teocr?tico del gobierno" y permitir ?m?s igualdad entre los ciudadanos de religiones diferentes, favoreciendo as? la promoci?n de una democracia sana, positivamente laica, que reconozca plenamente el papel de la religi?n, tambi?n en la vida p?blica, en el pleno respeto de la distinci?n entre los ?rdenes religioso y temporal" (25).

Los cristianos deben ser minor?a activa, sin replegarse sobre s? mismos ?en una actitud guetizante" (28). La Iglesia anima a formar familias numerosas y promueve la educaci?n, "que sigue siendo la mayor inversi?n" (29): las escuelas y universidades cat?licas acogen a miles de personas de todas las religiones, as? como los centros hospitalarios y los servicios sociales (40). Con todo, las Iglesias y las escuelas cat?licas "podr?an ayudar m?s a los menos afortunados" (29). Es de hecho ?sobre todo gracias a las actividades caritativas dirigidas no s?lo a los cristianos, sino tambi?n a los musulmanes y a los jud?os, que la acci?n de las ... Iglesias a favor del bien com?n es particularmente tangible" (30). Hay tambi?n una ?llamada a la transparencia en la gesti?n del dinero de la Iglesia, sobre todo por parte de los sacerdotes y de los obispos, para distinguir lo que se da para uso personal de lo que pertenece a la Iglesia (31).

El documento subraya por tanto que los conflictos regionales hacen a?n m?s fr?gil la situaci?n de los cristianos. ?La ocupaci?n israel? de los territorios palestinos hace dif?cil la vida cotidiana para la libertad de movimiento, la econom?a y la vida social y religiosa (acceso a los Santos Lugares, condicionado por permisos militares concedidos a unos y rechazados a otros, por razones de seguridad). Adem?s, algunos grupos fundamentalistas cristianos justifican, bas?ndose en las Sagradas Escrituras, la injusticia pol?tica impuesta a los palestinos, lo que hace a?n m?s delicada la posici?n de los cristianos ?rabes" (32).

Los cristianos est?n entre las principales v?ctimas de la guerra en Iraq. "A?n hoy, la pol?tica mundial no los tiene suficientemente en cuenta" (33). "En el L?bano, los cristianos est?n divididos en el plano pol?tico y confesional". "En Egipto, el crecimiento del Islam pol?tico, por una parte, y la falta de compromiso, en parte forzoso, de los cristianos hacia la sociedad civil, hacen que su vida est? expuesta a serias dificultades?. ?En otros pa?ses, el autoritarismo, es decir, la dictadura, empuja a la poblaci?n, incluidos los cristianos, a soportar todo en silencio para salvar lo esencial. En Turqu?a, el concepto actual de laicidad planeta a?n problemas a la plena libertad religiosa del pa?s" (34).

Los cristianos son exhortados a no desentenderse de su compromiso en la sociedad a pesar de las tentaciones al des?nimo (35). "En Oriente ? se explica ? libertad de religi?n quiere decir s?lo libertad de culto", por tanto, no "libertad de conciencia, es decir, de la libertad de creer o no creer, de practicar una religi?n solos o en p?blico sin ning?n impedimento, y por tanto la libertad de cambiar de religi?n. En Oriente, la religi?n es, en general, una elecci?n social e incluso nacional, no individual. Cambiar de religi?n se considera una traici?n hacia la sociedad, la cultura y la naci?n construida principalmente sobre una tradici?n religiosa" (37). Por esto "la conversi?n a la fe cristiana es vista como el fruto de un proselitismo interesado, no de una convicci?n religiosa aut?ntica. Para el musulm?n, ?sta est? a menudo prohibida por las leyes del Estado".

Por otra parte, en lo que respecta a los cristianos, ?en algunos casos, la conversi?n al Islam no sucede por convicci?n religiosa, sino por intereses personales ? A veces esta puede producirse tambi?n bajo la presi?n del proselitismo musulm?n". Algunas respuestas a los Lineamenta "afirman el firme rechazo del proselitismo cristiano, si bien se?alando que ?ste es abiertamente practicado por algunas comunidades ?evang?licas?. De hecho, la cuesti?n del anuncio necesita una reflexi?n m?s profunda" para llegar a afirmar ?el derecho de toda persona y su completa libertad de conciencia" (38).

El extremismo isl?mico, al mismo tiempo, sigue creciendo en toda el ?rea, constituyendo ?una amenaza para todos, cristianos, jud?os y musulmanes" (41-42). En este contexto de conflictividad, dificultades econ?micas y limitaciones pol?ticas y religiosas, los cristianos siguen emigrando: ?en el juego de las pol?ticas internacionales ? se subraya ? se ignora a menudo la existencia de los cristianos, los cuales son las primeras v?ctimas; esta es una de las causas principales de la emigraci?n (43-44). Se invita a las Iglesias en Occidente a sensibilizar a los gobiernos de sus pa?ses sobre esta situaci?n (45). Por otra parte se advierte la creciente inmigraci?n en Oriente Medio de trabajadores africanos y asi?ticos, entre ellos muchos cristianos, ?a menudo objeto de injusticias sociales ... explotaci?n y abusos sexuales" (49). En este contexto los cat?licos est?n llamados a ser ?cada vez m?s testigos aut?nticos de la Resurrecci?n en la sociedad" (52).?

El Segundo cap?tulo est? dedicado a la comuni?n eclesial. El documento constata que los fieles de Oriente Medio "son conscientes del hecho que la comuni?n cristiana tiene como fundamento el modelo de la vida divina en el misterio de la Sant?sima Trinidad. Dios es amor (cf. 1 Jn 4, 8), y las relaciones entre las personas divinas son relaciones de amor". As? es necesario que, en el seno de cada Iglesia, cada miembro viva "la comuni?n misma de la Sant?sima Trinidad. La vida de la Iglesia y de las Iglesias de Oriente debe ser comuni?n de vida en el amor, sobre el modelo de la uni?n del Hijo con el Padre y el Esp?ritu. Cada uno es miembro del Cuerpo cuya cabeza es Cristo" (54). "Esta comuni?n en el seno de la Iglesia cat?lica ? leemos en el texto - se manifiesta mediante dos signos principales: el bautismo y la Eucarist?a en la comuni?n con el Obispo de Roma, Sucesor de Pedro, corifeo de los ap?stoles (h?mat ar-Rusul), ?principio y fundamento perpetuo y visible de la unidad de fe y de comuni?n?" (55).

"Para promover la unidad en la diversidad, es necesario superar el confesionalismo en lo que puede tener de limitado o exagerado, animar el esp?ritu de cooperaci?n entre las diversas comunidades, coordinar la actividad pastoral y estimular la emulaci?n espiritual y no la rivalidad" (56). "La comuni?n entre los distintos miembros de una misma Iglesia o Patriarcado ? se lee en el Instrumentum Laboris ? sucede seg?n el modelo de la comuni?n con la Iglesia universal y con el Sucesor de Pedro, el Obispo de Roma. A nivel de la Iglesia Patriarcal, la comuni?n se expresa mediante el s?nodo que re?ne a los obispos de toda una comunidad en torno al Patriarca, Padre y cabeza de su Iglesia. A nivel de la eparqu?a/di?cesis, es en torno al obispo donde se da la comuni?n del clero, de los religiosos y de las religiosas, como tambi?n de los laicos" (57).

Los cristianos son invitados a sentirse "miembros de la Iglesia cat?lica en Oriente Medio, y no solo miembros de una Iglesia particular". Los ministros de Cristo y los consagrados est?n llamados a ?ser modelo y ejemplo para los dem?s ? muchos fieles auguran, por su parte, una mayor sencillez de vida, un desapego real en relaci?n con el dinero y las comodidades del mundo, una pr?ctica edificante de la castidad y una pureza de costumbres transparente" (58). "El S?nodo debe animar a los fieles a asumir mayormente su papel de bautizados promoviendo iniciativas pastorales, especialmente en lo que respecta al compromiso social, en comuni?n con los pastores de la Iglesia" (60).?

El Tercer cap?tulo afronta el tema del testimonio cristiano. Se reafirma ante todo ?la importancia de la catequesis para conocer y transmitir la fe?, eliminando ?el desapego a la verdad cre?da y a la vida vivida": se enumeran algunos m?todos de catequesis (62-69). En lo que respecta a la liturgia el documento recoge el deseo de muchos por ?un esfuerzo de renovaci?n, que, aun permaneciendo firmemente arraigado en la tradici?n, tenga en cuenta la sensibilidad moderna y las necesidades espirituales y pastorales actuales". "El aspecto m?s relevante de la renovaci?n lit?rgico llevado a cabo hasta ahora, consiste en la traducci?n en lengua vern?cula, principalmente en ?rabe, de los textos lit?rgicos" (70-75).

Se reafirma la urgencia del ecumenismo, superando prejuicios y desconfianzas a trav?s del di?logo y la colaboraci?n: a prop?sito de esto "contribuir?, tambi?n, la celebraci?n de los sacramentos de la confesi?n, de la Eucarist?a, de la unci?n de los enfermos en una Iglesia distinta de la propia, en los casos previstos por los ordenamientos can?nicos?. ?Dos signos son de particular importancia: la unificaci?n de las fiestas cristianas (Navidad y Pascua) y la gesti?n com?n de los lugares de Tierra Santa ? en el amor y en el respeto mutuo". Se condena "decididamente el proselitismo que usa medios no conformes al Evangelio" (76-84).

Se pasa revista tambi?n a las relaciones con el juda?smo, que encuentran ?en el Concilio Vaticano II un punto de referencia fundamental". El di?logo con los jud?os se define ?esencial, aunque no f?cil?, resinti?ndose por el conflicto palestino-israel?. La Iglesia augura que ?ambos pueblos puedan vivir en paz en una patria que sea la suya, dentro de fronteras seguras e internacionalmente reconocidas". Se reafirma la firme condena del antisemitismo, subrayando que ?las actuales actitudes negativas entre los pueblos ?rabe y jud?o parecen m?s bien de car?cter pol?tico" y por tanto extra?os a todo discurso eclesial.

Los cristianos son llamados a ?llevar un esp?ritu de reconciliaci?n basado en la justicia y la equidad por las dos partes. Por una parte, las Iglesias de Oriente Medio invitan a mantener la distinci?n entre la realidad religiosa y la pol?tica" (85-94). Tambi?n las relaciones de la Iglesia cat?lica con los musulmanes tienen fundamento en el Concilio Vaticano II. Se reafirman las palabras de Benedicto XVI: "El di?logo interreligioso e intercultural entre cristianos y musulmanes no puede reducirse a una decisi?n temporal. ?ste es de hecho una necesidad vital, de la que depende en gran parte nuestro futuro". Se muestra que ?es importante por una parte tener di?logos bilaterales ? con los jud?os y con el islam ? y despu?s tambi?n un di?logo trilateral".

"Las relaciones entre cristianos y musulmanes son, m?s o menos frecuentemente, dif?ciles ? se lee en el documento ? sobre todo por el hecho de que los musulmanes no hacen distinci?n entre religi?n y pol?tica, lo que pone a los cristianos en la delicada situaci?n de no ciudadanos, mientras que ?stos son ciudadanos de estos pa?ses ya desde bien antes de la llegada del Islam. La clave del ?xito de la coexistencia entre cristianos y musulmanes depende del reconocimiento de la libertad religiosa y de los derechos del hombre". "Los cristianos son llamados ... a no aislarse en guetos, en actitudes defensivas y de replegamiento sobre s? mismos t?picos de las minor?as. Muchos fieles insisten en el hecho de que cristianos y musulmanes est?n llamados a trabajar juntos para promover la justicia social, la paz y la libertad, y defender los derechos humanos y los valores de la vida y de la familia". Se sugiere "la revisi?n de los libros escolares y sobre todo de la ense?anza religiosa, y sobre todo de ense?anza religiosa, para que sean libres de todo prejuicio y estereotipo sobre el otro? y se invita al di?logo de la "verdad en la caridad" (95-99).

En la conflictiva situaci?n de la regi?n los cristianos son exhortados a promover "la pedagog?a de la paz": se trata de una v?a "realista, aunque corre el riesgo de ser rechazada por la mayor?a; tambi?n tiene m?s posibilidades de ser acogida, dado que la violencia, tanto de los fuertes como de los d?biles, ha llevado, en la regi?n del Oriente Medio, ?nicamente a fracasos y a un bloqueo genera". Se trata de una situaci?n ?aprovechada por el terrorismo mundial m?s radical". La contribuci?n de los cristianos, ?que exige mucho valor, es indispensable" aunque ?demasiado a menudo? los pa?ses de Oriente Medio ?identifican Occidente con el Cristianismo" provocando gran da?o a las Iglesias cristianas (100-102).

El documento analiza tambi?n el fuerte impacto de la modernidad que se presenta al musulm?n creyente ?con un rostro ateo e inmoral. ?l la vive como una invasi?n cultural que le amenaza, turbando su sistema de valores". "La modernidad, por lo dem?s, es tambi?n lucha por la justicia y la igualdad, defensa de los derechos". Las escuelas cat?licas intentan "formar personas capaces de discernir lo positivo de lo negativo, para tomar solo lo mejor". Pero "la modernidad es tambi?n un riesgo para los cristianos": las sociedades de la regi?n est?n tambi?n ellas amenazadas por la ausencia de Dios, por el ate?smo y por el materialismo, y m?s a?n por el relativismo y el indiferentismo ? Tales riesgos, a la par que el extremismo, pueden f?cilmente destruir ... familias, sociedades e Iglesias (103-105). "Desde este punto de vista, musulmanes y cristianos deben recorrer un camino com?n".

Los cristianos, por su parte, deben ser conscientes de pertenecer a Oriente Medio y de ser en ?l "un componente esencial como ciudadanos": al contrario, "han sido los pioneros del renacimiento de la Naci?n ?rabe" y "su papel es reconocido en la sociedad" (106-108) aunque ?con el crecimiento del integrismo isl?mico, aumentan un poco por todas partes los ataques contra los cristianos" (110). "El cristiano tiene una contribuci?n especial que aportar en el ?mbito de la justicia y de la paz?; tiene el deber de "denunciar con valor la violencia, venga ?sta de donde venga, y sugerir una soluci?n, que s?lo puede pasar por el di?logo", la reconciliaci?n y el perd?n. Con todo los cristianos deben ?exigir con medios pac?ficos" que tambi?n sus derechos ?sean reconocidos por las autoridades civiles" (111-114).

El documento afronta tambi?n el tema de la evangelizaci?n en una sociedad musulmana, que puede venir s?lo a trav?s del testimonio: pero ?se pide que ?ste venga garantizado tambi?n por oportunas intervenciones extranjeras". En todo caso, la actividad caritativa de las comunidades cat?licas "hacia los m?s pobres y excluidos, sin discriminaci?n, representa el modo m?s evidente de la difusi?n de la ense?anza cristiana". Estos servicios a menudo son asegurados s?lo por las instituciones eclesiales (115-116).?

En la Conclusi?n, el documento muestra "la preocupaci?n por las dificultades del momento presente, pero, al mismo tiempo, la esperanza, fundada sobre la fe cristiana". "La historia ? se lee ? ha hecho que nos convirti?semos en un peque?o reba?o. Pero nosotros, con nuestra conducta, podemos volver a ser una presencia que cuenta. Desde hace d?cadas, la falta de resoluci?n del conflicto palestino-israel?, la falta de respeto del derecho internacional y de los derechos humanos, y el ego?smo de las grandes potencias han desestabilizado el equilibrio de la regi?n e impuesto a las poblaciones una violencia que corre el riesgo de abocarlas a la desesperaci?n. La consecuencia de todo esto es la emigraci?n, especialmente de los cristianos.

Frente a este desaf?o y apoyado por la comunidad cristiana universal, el cristiano de Oriente Medio est? llamado a aceptar su propia vocaci?n, al servicio de la sociedad". La invitaci?n a los creyentes es que ?sean testigos, conscientes de que dar testimonio de la verdad puede llevar a ser perseguidos?. ?A los cristianos del Oriente Medio ? concluye el Instrumentum Laboris ? se puede repetir a?n hoy: ?No temas, peque?o reba?o? (Lc 12, 32), tienes una misi?n, de ti depender? el crecimiento de tu pa?s y la vitalidad de tu Iglesia, y esto suceder? s?lo con la paz, la justicia y la igualdad de todos sus ciudadanos" (118-123).

[Traducci?n del original italiano por Inma ?lvarez
?Copyright 2010 - Libreria Editrice Vaticana]


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Domingo, 27 de junio de 2010

Alocuci?n televisiva de monse?or H?ctor Aguer, arzobispo de La Plata en el programa ?Claves para un mundo mejor? (5 de mayo de 2010). (AICA)

LA ALEGRIA DE LA FIESTA DEL CORPUS CHRISTI???????

????????? Ma?ana, domingo, se celebra la Solemnidad del Sant?simo Cuerpo y Sangre de Cristo y, en muchos lugares, esta tarde, se realiza la tradicional Procesi?n de Corpus Christi.?

????????? ?Reflexionemos un momento sobre el significado de esta manifestaci?n de fe que es la tradicional Procesi?n de Corpus Christi. Cuando digo tradicional me estoy refiriendo a siglos de vigencia, porque esto naci? en el Siglo XIII, en los pa?ses germ?nicos. Luego, tambi?n para nosotros es tradicional, ya que aqu?, desde el per?odo hisp?nico, se ha observado esta celebraci?n y se mantiene a?n hoy d?a.?

????????? ??Qu? significa este hecho de que nosotros paseemos el Corpus por nuestras ciudades, como dice un bello canto que se enton? por primera vez en el Congreso Eucar?stico Internacional de 1934?.?

????????? ?Ante todo hay que decir que ese ?paseo? del Se?or por la ciudad, el paseo de Cristo presente en el Sant?simo Sacramento, es una manifestaci?n de su soberan?a, de su autoridad. ?l es el Se?or del mundo y nosotros que lo acompa?amos lo hacemos reconoci?ndolo como el triunfador del pecado y de la muerte, como el Resucitado, el Viviente. Cristo no es un recuerdo del pasado sino es alguien que est? vivo y presente en su Iglesia y que obra en el mundo.?

????????? ??Pensemos qu? significa esto en el mundo de hoy, en nuestras ciudades fuertemente secularizadas, donde hay tanta indiferencia religiosa y donde sobreviven tantos dramas que afectan a much?simas personas; tiene un significado providencial que Cristo pase a trav?s de nuestras calles y que nosotros vayamos con ?l. Nosotros profesando nuestra fe en ?l, adhiriendo a ?l con fe y manifestando la alegr?a de nuestra fe, porque esta es, en efecto, una procesi?n de alegr?a.?

????????? ??Es todo lo contrario de una marcha temerosa, de una marcha de ?nimo encogido; es y tiene que ser una manifestaci?n exterior de alegr?a.?

????????? ??Santo Tom?s de Aquino, en uno de los himnos que compuso para la Festividad del Corpus Christi, que comenz? a extenderse en la Iglesia universal en su ?poca, dice ?atr?vete cuanto puedas en alabar a Cristo?.?

????????? ??Me parece que eso es lo que debi?ramos intentar hacer en esta Procesi?n de Corpus. Atrevernos cuanto podemos con todo el entusiasmo de nuestra fe, con nuestra gratitud, con nuestro gozo y manifestando ante los dem?s que creemos efectivamente en que Cristo vive y que adhiriendo a ?l nosotros podemos hacer algo para extender su Reino.?

????????? ??El que ha triunfado del pecado y de la muerte lo ha hecho por su amor. Y el mundo de hoy tiene necesidad del amor de Dios.?

????????? ?Estos son los sentimientos con los cuales nosotros tenemos que participar de la procesi?n. Por eso quiero invitarlos a ustedes a participar si en sus di?cesis, en sus ciudades, el s?bado a la tarde o sino ma?ana, domingo, de esta manifestaci?n p?blica de nuestra fe.?

????????? ?Por cierto que esta ?poca del a?o no es la m?s adecuada. Esta fiesta naci? en el hemisferio norte y es una fiesta de primavera, cuando empieza ya all? el calorcito a hacerse sentir y da gusto salir al aire libre. En cambio, aqu?, muchas veces tenemos que luchar con el fr?o o soportar lloviznas inoportunas. Pero lo que importa es la fe, vivida en su profundidad y en su manifestaci?n exterior.?

????????? ??Y, entonces, pid?mosle a Cristo que al pasar por nuestras ciudades las bendiga y que ?l suscite en los corazones, especialmente en aquellos m?s endurecidos, en aquellos m?s indiferentes, el deseo de dirigir el coraz?n a Dios, porque efectivamente, aunque muchos no se den cuenta, el mundo de hoy tiene necesidad de Dios.?

Mons. H?ctor Aguer, arzobispo de Rosario?


Publicado por verdenaranja @ 19:23  | Hablan los obispos
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?Homil?a de monse?or Luis H. Villalba, arzobispo de Tucum?n, en la solemnidad del Corpus Christi (6 de junio de 2010). (AICA)

MISA DEL SANT?SIMO CUERPO Y SANGRE DE CRISTO????????

?Queridos Hermanos y Hermanas:

????????? Saludo a los sacerdotes, a los di?conos, a los seminaristas, a los consagrados, a las consagradas y a todos los fieles laicos.?

????????? 1. Hoy nos re?ne la fiesta de la Eucarist?a: la solemnidad del Sant?simo Cuerpo y Sangre de Cristo. Queremos tributar a Cristo, presente y escondido en el Sacramento, nuestra alabanza y nuestro agradecimiento.?

?Gracias, Se?or, por tu amor!?

????????? La Eucarist?a es el coraz?n de la Iglesia. La Eucarist?a es el tesoro m?s grande de la Iglesia. Como dice el Concilio Vaticano II, en ella se contiene todo el bien espiritual de la Iglesia, el mismo Cristo, Pan Vivo que da la vida a los hombres (Cf. PO, 5).?

????????? ?Por qu? hoy la Iglesia convoca a todos sus hijos alrededor del altar? Invita a los sacerdotes, a todos los sacerdotes, invita a los fieles, a todos los fieles. Que no falten los ni?os, que los j?venes ocupen los primeros lugares, que las familias est?n presentes. Que nos acompa?en las religiosas, los enfermos, los ancianos. Que nadie est? ausente. Que nadie se sienta forastero, sino hermano. La Iglesia hoy quiere ser Iglesia, es decir, Asamblea, Pueblo de Dios. ?Por qu???

????????? ?sta es la respuesta: porque la Eucarist?a es el sacramento de la comunidad cristiana.?

????????? No es posible fundar una comunidad cristiana sin la Eucarist?a: ?Ninguna comunidad cristiana se funda o se edifica si no tiene su ra?z y su quicio en la celebraci?n de la Eucarist?a, de donde hay que comenzar toda educaci?n del esp?ritu comunitario?. (Concilio Vaticano II, Decreto sobre el ministerio y la vida de los presb?teros, Presbyterorum Ordinis, 6).?

????????? Por eso, la Eucarist?a debe ser el centro vital, el momento culminante, la forma unificante de la vida de la arquidi?cesis.?

????????? 2. La Eucarist?a es el sacramento que hace la unidad y acrecienta la caridad de la Di?cesis.?

????????? La Eucarist?a es un misterio de unificaci?n.?

????????? La Eucarist?a no s?lo est? dirigida a la uni?n de cada fiel con Cristo, sino que ha sido instituida igualmente para la uni?n de todos los fieles entre ellos. La gracia espec?fica de este sacramento es, precisamente, la unidad de la Iglesia, es decir nuestra unidad diocesana.?

????????? Con esta fiesta de la Eucarist?a, la Iglesia quiere formar en nosotros esta conciencia de unidad, de fraternidad, de solidaridad, de amistad, de caridad, en la que todav?a somos tan imperfectos. Por eso, si podemos desear y esperar un fruto de esta celebraci?n, es crecer en la unidad? entre nosotros ya que, alimentados con un mismo pan y un mismo c?liz, formamos un solo Cuerpo, como dice San Pablo: ??todos nosotros, aunque somos muchos, formamos un solo Cuerpo, porque participamos de ese ?nico pan? (1 Cor. 10,17).?

????????? ?Y pidamos a Cristo que quiera conceder esta gracia de la unidad a nuestra Iglesia arquidiocesana!?

????????? La unidad est? en el v?rtice de la voluntad del Se?or. Su deseo m?s ?ntimo es que es ?que todos sean uno: como t?, Padre, est?s en m? y yo en ti? (Jn. 17,21). ?Padre santo, cuida en tu Nombre a aquellos que me diste, para que sean uno, como nosotros? (Jn. 17,11).?

????????? Y esta unidad es la fuente de la fecundidad apost?lica: ?que sean uno para que el mundo crea? (Jn. 17, 21).?

????????? As?, la Eucarist?a es la fuerza que plasma a la comunidad cristiana. En la Eucarist?a est? la ra?z de la unidad y de la fraternidad de la arquidi?cesis.?

?Gracias, Se?or, por tu amor!?

????????? 3. El Documento de Aparecida nos recuerda que la Di?cesis, en todas sus comunidades y estructuras, est? llamada a ser una ?comunidad misionera? y agrega: ?Cada di?cesis necesita robustecer su conciencia misionera? (n? 168).?

????????? Necesitamos comunidades, parroquias, capillas, colegios en permanente estado de misi?n.?

????????? La misi?n no es fruto de la buena voluntad o de un poco de coraje o de entusiasmo.?

????????? La misi?n es fruto de la centralidad de la Eucarist?a.?

????????? Estamos celebrando un A?o Eucar?stico Arquidiocesano. La Eucarist?a nos permitir? vivir una fuerte experiencia de comuni?n eclesial: la Eucarist?a es la que plasma la comunidad eclesial y, a la vez, impulsar? el camino misionero de nuestra Iglesia diocesana. La misi?n nace de la Eucarist?a.?

????????? Por eso la Eucarist?a debe ser el clima espiritual para relanzar la nueva etapa de nuestro Plan Arquidiocesano de Pastoral. De la dimensi?n contemplativa, del silencio delante del Sant?simo, debe surgir la fuerza interior que nos lance a la misi?n.?

????????? La Eucarist?a es la fuerza para la misi?n. La misi?n encuentra en la Eucarist?a su fuente de vitalidad. ?Eucarist?a y misi?n? forman un binomio inseparable. Sin la Eucarist?a la misi?n multiplica actividades est?riles, sin la misi?n la Eucarist?a se reduce a mero intimismo.?

????????? El compromiso misionero de nuestra Iglesia diocesana nace de este encuentro con el Se?or en la Eucarist?a.?

????????? Ante el inminente debate en el Senado sobre el denominado ?matrimonio homosexual?, con media sanci?n en Diputados, es necesario que los ciudadanos cat?licos expresen su pensamiento como un bien para nuestra sociedad.?

????????? Expresar lo que pensamos con rectitud no es discriminar ni ofender, es simplemente comunicar con caridad aquello que creemos. Nosotros estamos a favor de la vida y de la familia.?

????????? Por otro lado, los legisladores, elegidos por el pueblo, no pueden sancionar una ley sin haber consultado a los que los votaron.?

????????? Es responsabilidad de todos proteger este ?bien de la humanidad?, como llamaba Juan Pablo II a la familia.?

4. La Iglesia procura que los fieles se acerquen con frecuencia a recibir la Sagrada Comuni?n para acrecentar en ellos la uni?n con Cristo.?

????????? Dada la numerosa participaci?n de los fieles en las celebraciones eucar?sticas y los muchos enfermos y ancianos en sus casas, en hospitales y geri?tricos, se requiere una mayor cantidad de ministros para distribuir la Sagrada Comuni?n. En raz?n de esta necesidad, la Iglesia permite la instituci?n de Ministros Extraordinarios de la Comuni?n.?

????????? La designaci?n de un ministro no es para distinguir a una persona, sino para prestar un servicio. La persona escogida como ministro extraordinario de la Comuni?n debe destacarse por su vida cristiana, por su fe y sus buenas costumbres y deber? estar suficientemente instruida para cumplir este oficio.?

????????? Hoy ser?n instituidos alrededor de 800 Ministros Extraordinarios de la Comuni?n.?

????????? Les agradezco el servicio que ustedes prestan en nuestras comunidades: parroquias, capillas, colegios, hogares, colaborando en la distribuci?n de la Sagrada Comuni?n a los fieles, como as? tambi?n llevando el Pan Eucar?stico a los enfermos y ancianos.?

????????? Que la Eucarist?a est? siempre en el centro de la vida de ustedes.?

????????? Recuerden que al distribuir la comuni?n a sus hermanos deben procurar acrecentar su caridad fraterna de acuerdo al mandamiento del Se?or que dijo: ?As? como yo los he amado, ?mense tambi?n ustedes los unos a los otros? (Jn. 13,34).?

????????? Jes?s Eucarist?a,
????????? Fortalece nuestra fe, profundiza nuestra caridad, anima nuestra esperanza.
????????? Conc?denos la unidad, fortal?cenos en ella y aumenta en nosotros el fuego de la caridad fraterna.
????????? Se?or Jes?s, que te entregas a nosotros en la Eucarist?a, haz de nuestra Iglesia arquidiocesana una Iglesia misionera.
????????????Qu?date con nosotros, Se?or, porque ya es tarde y el d?a se acaba? (Lc. 24,29).
????????? Qu?date con nuestras familias, con los j?venes, con los obreros, con los enfermos.
????????? Qu?date con nuestra querida arquidi?cesis de Tucum?n.?

?Gracias, Se?or, por tu amor!?

Mons. Luis H. Villalba, arzobispo de Tucum?n

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Homil?a del cardenal Jorge Mario Bergoglio, arzobispo de Buenos Aires, en la Solemnidad de Corpus Christi (5 de junio de 2010). (AICA)

SOLEMNIDAD DE CORPUS CHRISTI??????

?????????? 1. Acabamos de escuchar el evangelio: nos dice que en aquel tiempo Jes?s se puso a hablar a la gente acerca del Reino de Dios y cur? a los que lo necesitaban. Ca?a ya la tarde y los disc?pulos se le acercaron para pedirle que despidiera a la gente como diciendo: ya se termin? el trabajo, es hora de irse a casa. Pero Jes?s sent?a otra cosa. Jes?s se daba cuenta de que la gente lo segu?a porque quer?a estar con ?l.

????????? A todos nos conmueve cuando alguien quiere estar con nosotros simplemente porque nos quiere. A Jes?s tambi?n le conmueve que la gente se quiera quedar con ?l. El pueblo sencillo intuye que esto es lo m?s profundo del coraz?n de Dios: Jes?s es el Dios con nosotros, el Dios que vino para quedarse en nuestra historia: ?todos los d?as estoy con ustedes, hasta el fin del mundo?. Jes?s se alegra de que la gente tenga ganas de estar con ?l porque siente que es el Padre el que alimenta este deseo en el coraz?n de los hombres: ?Nadie viene a m? si mi Padre no lo atrae. Y yo no rechazo a ninguno de los que ?l me da?.

????????? Es verdad que la gente le ped?a que sanara a los enfermos y que a todos les gustaba que les contara par?bolas y les hablara del Reino, pero m?s que nada a la gente le gustaba estar cerca de Jes?s, quedarse ratos largos con ?l. La gente intu?a con su Fe que ?l ya entonces era el Pan Vivo, el Pan del Cielo que el Padre nos da; y estar cerca de ese Pan da Vida, Vida Plena. Como dice el Buen Pastor: ?Mis ovejas escuchan mi voz; yo las conozco y ellas me siguen. Y Yo les doy Vida eterna? (Jn. 10, 27-28).?

????????? 2. Esto acontece tambi?n hoy. La gente sigue a Jes?s. Aunque no siempre venga a las ceremonias a las que invita la Iglesia, porque la cultura pagana que nos invade tiende a desvalorizar nuestras tradiciones y busca reemplazarlas, pero el pueblo fiel de Dios contin?a escuchando la voz de su Buen Pastor y lo sigue. Me gusta pensar que las peticiones del pan, del trabajo, de la salud? y las promesas con que nuestro pueblo acude al Se?or adem?s de constituir necesidades verdaderas, son como excusas lindas que tiene nuestra gente para estar cerca de Jes?s. El pueblo fiel de Dios sigue deseando con hambre verdadera a Aquel que es su Pan de vida. Lo vemos porque cuando alguien habla con el pan de la verdad, como Jes?s, dando testimonio con su vida, nuestro pueblo le cree.

????????? Cuando alguien obra al estilo de Jes?s, con el pan de la mansedumbre y la santidad, nuestro pueblo se le arrima con devoci?n, como vemos que pasa con nuestros santos: Ceferino, el cura Brochero, don Zatti, la Mam? Antula?

????????? Cuando alguien pone en pr?ctica los gestos de Jes?s y comparte el pan de la misericordia y el pan de la solidaridad, nuestro pueblo lo reconoce y le ofrece su colaboraci?n, como vemos que sucede en torno a la gente buena que ayuda a los dem?s.

????????? Y donde est?n los signos del Pan ? la Casa y la Madre-, los signos de que Dios quiso quedarse con nosotros, como en Lujan, nuestro pueblo acude masiva y mansamente. Como dec?amos el d?a de la Virgen: en Luj?n Mar?a se qued? con nosotros, para que sintamos que nuestra Patria tiene una Madre y que el Santuario es la Casa de los argentinos.??

????????? 3. Seguimos a Jes?s all? donde es m?s Pan, all? donde nos muestra que quiere ?estar con nosotros?. La Eucarist?a es el Signo mayor de ese deseo ardiente del Se?or de alimentarnos, de darnos Vida, de entrar en comuni?n con los hombres. Por eso es el Sacramento de nuestra fe, la prueba de su amor. Nosotros, que tenemos la gracia de vivir en esta tierra bendita y que sabemos discernir lo que es un buen pan, no podemos reemplazar esa hambre del Pan verdadero. Como pueblo Argentino, que sabe lo que es el verdadero pan,

????????? le decimos s? al Pan de Vida ?Jesucristo- y le decimos que no las sustancias de la muerte;

????????? le decimos s? al Pan de la Verdad, y le decimos que no al palabrer?o de los discursos huecos y banales;

????????? le decimos s? al Pan del Bien com?n, y le decimos que no a toda exclusi?n y a toda inequidad;

????????? le decimos s? al Pan de la Gloria que parte para nosotros Jes?s resucitado y le decimos que no a la chabacaner?a pagana que deja vac?o el coraz?n.?

????????? 4. Nosotros sabemos que s?lo Jes?s es el Pan de Vida. El Padre nos lo ha dado. Hay un solo Pan vivo y verdadero que naci? en Bel?n, creci? en Nazareth, muri? en el Calvario y resucit? el domingo: Jesucristo, nuestro Se?or.

????????? Y queremos hacernos cargo de que ese pan, as? como es un regalo de Dios es tambi?n un trabajo para nosotros.

????????? El Se?or nos pide que lo ayudemos a repartirse como Pan, quiere estar cerca de la gente que lo necesita a trav?s de nuestras manos.

????????? Jesucristo, Pan de vida quiere que lo ayudemos a darse, a partirse para estar, a ser pan para alimentar y a repartirse para unir, para unirnos a todos en torno a s?: a nuestras familias y a nuestro pueblo argentino.

????????? El Se?or no s?lo tiene el amor de darse sino la delicadeza de hacernos participar en la dulce tarea de repartirlo. Y al repartirlo nos hacemos Comunidad. Porque el Pan crea v?nculos, hace que nos quedemos, que trabajemos juntos para prepararlo y luego hagamos sobremesa para agradecerlo. Es tan especial la comuni?n que el Se?or gesta con la Eucarist?a, que quiso dejar en su Iglesia a personas que consagran su vida entera al servicio del Pan. Los sacerdotes hacemos que el Pan de Vida est? siempre al alcance del Pueblo de Dios. Rezamos hoy especialmente por ellos, por nuestros curas, en este fin del a?o sacerdotal. Les damos las gracias por hacer presente a Jes?s en medio de nuestra vida cotidiana, en cada perd?n, en cada unci?n, en cada Eucarist?a.??

????????? 5. ?Alabado sea el sant?simo Pan del Cielo, que nuestro Padre nos da!

????????? Acerqu?monos a recibir el Pan de vida, rogu?mosle al Se?or que se quede con nosotros. Pid?mosle de coraz?n: Se?or, danos siempre de este Pan.

????????? Recibamos y compartamos con todo nuestro amor el Pan de Vida en esta fiesta del Corpus. Pan recibido, Pan compartido. Que el Cuerpo y la Sangre de Cristo nos guarden para la vida eterna.?

Card. Jorge Mario Bergoglio SJ, arzobispo de Buenos Aires

Buenos Aires, 5 de junio de 2010

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Comentario al evangelio del domingo trece del tiempo ordinario ? C, publicado en Diario de Avisos bajo el ep?grafe ?DOMINGO CRISTIANO?.

Cuadros para una exposici?n

Daniel Padilla

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Ahora que, cada verano, nuestros ciclistas, nos han convertido a todos en licenciados en ciclismo, quiz? entendamos mejor qu? es eso del seguimiento de un l?der, esa experiencia de ir a rueda de un gran jefe. Porque la vida cristiana, en defini?tiva, en eso consiste: en optar por Jes?s, y ponernos a su rueda. Estamos corriendo una dura carrera en la que, para conseguir ser campe?n, hay que enfrentarse a etapas de alta monta?a, de contra reloj y de agobiantes llanuras. Y cuando hablamos de vocaci?n cris?tiana, queremos decir que se nos invita a entrar en ese singular equipo liderado por Jes?s, Dios y hombre verdadero. Pero vean. El evangelio de hoy nos pre?senta una aleccionadora galer?a de retratos, reflejo sin duda de las actitu?des humanas en este tema del segui?miento de Jes?s. Son, por tanto, cua?dros para una exposici?n. Cuadro pri?mero. "Los mensajeros que envi? Jes?s por delante entraron en una aldea de Samaria para prepararle alojamiento. Pero no le recibieron, porque se dirig?a a Jerusal?n". He ah? una primera raz?n, sinraz?n, del no seguimiento a Jes?s. Los celos entre samaritanos y jud?os. ?Que pena! No solemos mirar al sol, que es lo que se?ala el dedo, sino al dedo que se?ala el sol. Y, seg?n sea ese dedo, solemos aceptar o no al sol. Nuestros capillismos, bander?as y pol?ticas impi?den muchas veces nuestro seguimiento al l?der. Vemos el sol seg?n el cristal por el que miramos. Cuadro segundo. "Otro, a quien dijo Jes?s 's?gueme', res?pondi?: 'd?jame primero enterrar a mi padre"'. Es otro rasgo de nuestra condi?ci?n: nuestra ancestral pereza e indeci?si?n. Dejamos para ma?ana lo que podemos hacer hoy, sabiendo que es verdad lo que lamentaba Lope de Vega: "Ma?ana le abriremos, para lo mismo responder ma?ana". Nuestros peque?os intereses suelen prevalecer sobre el inter?s de Dios. Dilatamos peligrosamente nuestra conversi?n y entega. Exponi?ndonos a tener que reconocer como Machado: "La primavera pas? por tu puerta. Dos veces no pasa". Cuadro tercero. "Jes?s le dijo a otro: 'el que pone su mano en el arado y echa la vista para atr?s, no vale para el Reino de Dios"'. As? somos: ambiguos. Peligrosamente confusos. Amigos del color gris. Cultivadores del s?, pero... En el Apocalipsis se nos dice: "?Ojal? fueras fr?o o caliente; pero como eres tibio, te arrojar? de mi coraz?n". Criaturas de la niebla y de lo borroso, no decimos ni s?, ni no; decimos "seg?n", "depende. El caso es ir tirando. Vivimos en pleno paisaje londinense. Y mire usted que Jes?s, lo dijo bien claro!: "El que no est? conmigo, est? contra m?. Pero no hay lugar al pesimismo. Gracias a Dios y a ti, dentro de nuestra Iglesia pecadora, hay tambi?n material muy noble, seres de musculatura espiritual recia, curtidos a lo campe?n en el entrenamiento diario. Llanean, escalan y contrarrelojean. ?Conv?ncete", ?Se?or!:- "Te, seguir?n a donde quiera que vayas".


Publicado por verdenaranja @ 9:55  | Espiritualidad
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S?bado, 26 de junio de 2010

Lectio divina para el domingo trece del tiempo ordinario - C, ofrecida por la Delegaci?on e Liturgia de la Di?ocesis de Tenerife.

LECTURA:?????????? ?Lucas 9, 51‑62?

Cuando se iba cumpliendo el tiempo de ser llevado al cielo, Jes?s tom? la decisi?n de ir a Jerusal?n. Y envi? mensajeros por delante.?

De camino, entraron en una aldea de Samaria para prepararle alojamiento. Pero no lo recibieron, porque se dirig?a a Jerusal?n.?

Al ver esto, Santiago y Juan, disc?pulos suyos, le preguntaron: ?Se?or, ?quieres que mandemos bajar fuego del cielo que acabe con ellos?? ?l se volvi? y les rega??. Y se marcharon a otra aldea.?

Mientras iban de camino, le dijo uno: ?Te seguir? adonde vayas.? Jes?s le respondi?: ?Las zorras tienen madriguera, y los p?jaros nido, pero el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza.??

A otro le dijo: ?S?gueme.?? ?1 respondi?: ?D?jame primero ir a enterrar a mi padre.?? Le contest?: ?Deja que los muertos entierren a sus muertos; t? vete a anunciar el reino de Dios.??

Otro le dijo: ?Te seguir?, Se?or. Pero d?jame primero despedirme de mi familia.? Jes?s le contest?: ?El que echa mano al arado y sigue mirando atr?s no vale para el reino de Dios.??

MEDITACI?N:????????????? ?S?gueme?????????

??????????? Si en algo hab?as insistido a lo largo de tu vida era en la llamada a esa primac?a tuya. S?lo lo que sentimos como primordial, por encima de todo y todos, que no significa desprecio o indiferencia hacia ellos, puede mover con fuerza nuestra vida, puede lanzarnos de lleno a algo que, precisamente desde ti, desde la inmersi?n en la din?mica de tu Reino, va a llevar indefectiblemente a un amor y a una entrega m?s intensa, m?s fuerte, m?s aut?ntica, hacia todos, los de cerca y los de lejos.

??????????? Y, esto, no entendido s?lo desde un posible seguimiento a alguna forma concreta de vida consagrada, que supone una radicalidad de entrega para vivir su intensidad contigo y como donaci?n a todos, sino desde cualquier forma de vida. La vocaci?n, la llamada que haces es a todos, a algunos m?s espec?ficamente, es cierto, pero a todos desde el lugar que ocupan en la sociedad, para ser en ella veh?culos y constructores de un mundo diferente, humano y humanizador.

??????????? As? me invitas una vez m?s a dejarme seducir por ti y por tu causa, la causa de la vida, la causa del amor. Tal vez no sea f?cil, no dijiste que lo fuese, pero s? que es vital. Hay muchas cosas, demasiadas, que hoy nos impiden hacerte el primero. Tal vez lo deseamos, pero preferimos que sigas siendo lo segundo, ni siquiera ?el? segundo. Por eso nos invitas con urgencia a cambiar los lugares, las primac?as, porque en ello nos jugamos mucho todos.

ORACI?N:????????????? ?M?s humano?

??????????? Ay?dame, Se?or. He sentido y sigo sintiendo tu llamada. He querido y quiero hacerte el primero, pero siempre se interfieren quienes quieren ocupar ese puesto y, a veces, al lucha no es f?cil, y no me resulta complicado deslizarte de lugar, casi imperceptiblemente, pero que lo termino notando con facilidad, yo y quienes se mueven en el ?mbito de mi vida.

??????????? Dame la ilusi?n y la fuerza necesaria para que siga vibrando desde ti. Que me empe?e con todas mis fuerzas en la aventura de llevar adelante tu Reino de amor en este mundo m?o sufriente de tantas maneras. Hazme sentirte el primero, el punto de arranque y de apoyo de mi existencia, desde lo m?s ?ntimo de m? donde t? habitas. Perm?teme ser cada d?a m?s humano y humanizador.?

CONTEMPLACI?N:????????????? ?Saciado de ti?

Quieres entrar en el aposento
de mi alma,
pero mi puerta
se mantiene cerrada.

Tengo miedo de que allanes
mi morada,
de que la encuentres
desordenada y fr?a,
y de que tu fuego
queme lo m?s fr?gil de m?,
y me haga ver lo que no deseo.

Pero t? me llamas
con la fuerza y firmeza
de tu palabra.
Me sabes capaz
de romper cautelas
y quereres que esconden
mis eternas indecisiones.

Y as? me ofreces
un mundo que me espera,
que busca a ciegas
saciar su hambre m?s profunda.
Por eso me quieres saciado de ti,
para repartir contigo
jirones de vida y de esperanza.

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Publicado por verdenaranja @ 23:06  | Liturgia
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ZENIT? nos ofrece la homil?a pronunciada?el domingo 6 de Junio de 2010?por el Papa Benedicto XVI durante la Misa celebrada en el Palacio de los Deportes Eleftheria de Nicosia, junto con los patriarcas y obispos cat?licos de Oriente Medio, y con la participaci?n del arzobispo ortodoxo de Chipre, Cris?stomo II.

[En ingl?s]

Queridos hermanos y hermanas en Cristo,

Saludo con alegr?a a los Patriarcas y obispos de las diversas comunidades eclesiales de Oriente Medio que han venido a Chipre para esta ocasi?n, y doy las gracias especialmente al Muy Reverendo Youssef Soueif, arzobispo maronita de Chipre, por las palabras que me dirigi? al principio de la Misa. Tambi?n ofrezco un caluroso saludo a Su Beatitud Cris?stomo II.

Permitidme decir tambi?n cu?nto me alegro de tener esta oportunidad de celebrar la Eucarist?a en compa??a de muchos de los fieles de Chipre, una tierra bendecida por la labor apost?lica de san Pablo y san Bernab?. Os saludo a todos muy cordialmente y os doy las gracias por vuestra hospitalidad y por la generosa acogida que me hab?is dado. Dirijo un saludo particular a los procedentes de Filipinas, Sri Lanka y otras comunidades inmigrantes, que forman una agrupaci?n significativa dentro de la poblaci?n cat?lica de la isla. Rezo para que vuestra presencia enriquezca la vida y el culto de las parroquias a las que pertenec?is, y que a su vez recib?is mucho sustento espiritual de la antigua herencia cristiana de la tierra que hab?is hecho vuestro hogar.

Hoy celebramos la Solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo. Corpus Christi, el nombre dado a esta fiesta en Occidente, se utiliza en la tradici?n de la Iglesia para designar tres realidades distintas: el cuerpo f?sico de Jes?s, nacido de la Virgen Mar?a; su cuerpo eucar?stico, el pan del cielo que nos alimenta en este gran sacramento; y su cuerpo eclesial, la Iglesia. Al reflexionar sobre estos aspectos diferentes del Corpus Christi, llegamos a una comprensi?n m?s profunda del misterio de comuni?n que une a los que pertenecen a la Iglesia. Todos los que se alimentan con el cuerpo y la sangre de Cristo en la Eucarist?a est?n "congregados en la unidad por el Esp?ritu Santo" (Plegaria Eucar?stica II) para formar el ?nico pueblo santo de Dios. As? como el Esp?ritu Santo descendi? sobre los Ap?stoles en el Cen?culo de Jerusal?n, as? tambi?n el mismo Esp?ritu Santo obra en cada celebraci?n de la Misa con un doble prop?sito: para santificar los dones del pan y el vino, para que puedan convertirse en el Cuerpo y Sangre de Cristo, y para llenar a todos los que se alimentan de estos dones sagrados, para que puedan llegar a ser un solo cuerpo y un solo esp?ritu en Cristo.

[En franc?s]

San Agust?n explica de forma magn?fica este proceso (cfr Serm?n 272). Nos recuerda que el pan no se prepara a partir de un solo grano de trigo, sino de muchos. Antes de que estos granos se conviertan en pan deben ser molidos. ?l hace alusi?n aqu? al exorcismo al que los catec?menos deb?an someterse antes de su bautismo. Cada uno de nosotros, que formamos parte de la Iglesia, necesitamos salir del mundo cerrado de nuestra propia individualidad y aceptar la compa??a de aquellos que comparten el pan con nosotros. Ya no debo pensar a partir de ?mi mismo?, sino de ?nosotros?. Es por ello que todos los d?as rezamos a ?nuestro? Padre por ?nuestro? pan de cada d?a. Abatir las barreras entre nosotros y nuestros vecinos es la primera premisa para entrar en la vida divina a la que estamos llamados. Necesitamos ser liberados de todo aquello que nos bloquea y nos a?sla: del temor y la desconfianza de unos hacia otros, de la codicia y el ego?smo, de la falta de voluntad de aceptar el riesgo de la vulnerabilidad a la que nos exponemos cuando nos abrimos al amor.

Los granos de trigo, una vez molidos, se mezclan en una pasta y se cuecen. Aqu? san Agust?n hace referencia a la inmersi?n en las aguas bautismales seguida del don sacramental del Esp?ritu Santo, que inflama el coraz?n de los fieles con el fuego del amor de Dios. Este proceso que une y transforma los granos aislados en un solo pan nos presenta una sugestiva imagen de la acci?n unificadora del Esp?ritu Santo sobre los miembros de la Iglesia, realizada de forma eminente a trav?s de la celebraci?n de la Eucarist?a. Aquellos que toman parte en este gran sacramento se convierten en el Cuerpo eclesial de Cristo cuando se nutren de su Cuerpo eucar?stico. "S? lo que puedes ver ? dice san Agust?n anim?ndoles ? y recibe lo que eres?.

Estas fuertes palabras nos invitan a responder generosamente a la invitaci?n de ?ser Cristo? para aquellos que nos rodean. Nosotros somos ahora su cuerpo en la tierra. Para parafrasear una c?lebre frase atribuida a santa Teresa de ?vila, nosotros somos los ojos con los que su compasi?n mira a aquellos que est?n en necesidad, somos las manos que ?l extiende para bendecir y para curar, somos los pies de los que ?l se sirve para ir a hacer el bien, y somos los labios con los que su Evangelio es proclamado. Es por tanto importante saber que cuando nosotros participamos as? en su obra de salvaci?n, no hacemos memoria de un h?roe muerto prolongando lo que ?l hizo: al contrario, Cristo est? vivo en nosotros, su cuerpo, la Iglesia, su pueblo sacerdotal. Aliment?ndonos de ?l en la Eucarist?a y acogiendo el Esp?ritu Santo en nuestros corazones, nos convertimos verdaderamente en el cuerpo de Cristo que hemos recibido, estamos verdaderamente en comuni?n con ?l y los unos con los otros, y nos convertimos aut?nticamente en sus instrumentos, dando testimonio de ?l ante el mundo.

[En ingl?s]

"La multitud de los creyentes no ten?a sino un solo coraz?n y una sola alma" (Hch 4,32). En la primera comunidad cristiana, alimentada en la Mesa del Se?or, vemos los efectos de la acci?n unificadora del Esp?ritu Santo. Ellos pon?an sus bienes en com?n, todo apego material estaba superado por el amor a los hermanos. Encontraban soluciones equitativas a sus diferencias, como vemos por ejemplo en la resoluci?n de la controversia entre helenistas y hebreos por la distribuci?n diaria (cf. Hch 6,1-6). Como un observador coment? en una fecha posterior: "Ved c?mo estos cristianos se aman unos a otros, y c?mo est?n dispuestos a morir unos por otros? (Tertuliano, Apolog?a, 39). Sin embargo, su amor no estaba en absoluto limitado a sus correligionarios. Ellos nunca se ve?an a s? mismos como los beneficiarios exclusivos y privilegiados del favor divino, sino como mensajeros, enviados para llevar la buena nueva de la salvaci?n en Cristo hasta los confines de la tierra. Y as? fue c?mo el mensaje confiado a los Ap?stoles por el Se?or resucitado se extendi? por todo el Oriente Medio, y desde all? hacia el exterior, a lo largo del mundo entero.

[En griego]

Queridos hermanos y hermanas en Cristo, hoy somos llamados, como ellos lo fueron, a tener un solo coraz?n y una sola alma, a profundizar nuestra comuni?n con el Se?or y unos con otros, y de llevar su testimonio ante el mundo.

[En ingl?s]

Estamos llamados a superar nuestras diferencias, para llevar la paz y la reconciliaci?n all? donde hay conflicto, para ofrecer al mundo un mensaje de esperanza. Estamos llamados a llegar a los necesitados, compartiendo generosamente nuestros bienes terrenales con los menos afortunados que nosotros. Y estamos llamados a anunciar sin cesar la muerte y resurrecci?n del Se?or, hasta que ?l venga. Por Cristo, con ?l y en ?l, en la unidad que es don del Esp?ritu Santo a la Iglesia, demos honor y gloria a Dios, nuestro Padre celestial, en compa??a de todos los ?ngeles y los santos que cantan sus alabanzas por siempre. Am?n.

[Traducci?n del original en ingl?s y franc?s por Inma ?lvarez
?Libreria Editrice Vaticana]


Publicado por verdenaranja @ 23:00  | Habla el Papa
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ZENIT ?nos ofrece el discurso que el Papa dirigi?el domingo 6 de Junio de 2010?a los patriarcas y obispos cat?licos de Oriente Medio, al entregarles el Instrumentum Laboris de la pr?xima Asamblea Especial del S?nodo, en el Palacio de los Deportes Eleftheria de Nicosia.

[En ingl?s]

Queridos hermanos y hermanas en Cristo,

Doy las gracias al arzobispo Eterović por sus amables palabras, y renuevo mi saludo a todos vosotros que hab?is venido aqu? en relaci?n con el lanzamiento de la pr?xima Asamblea Especial para Oriente Medio del S?nodo de los Obispos. Os doy las gracias por todo el trabajo que se ha logrado ya en previsi?n de la Asamblea sinodal, y yo os prometo la ayuda de mis oraciones al entrar en esta fase final de preparaci?n.

Antes de comenzar, es de lo m?s oportuno recordar al difunto obispo Luigi Padovese, quien, como presidente de los obispos cat?licos de Turqu?a, contribuy? a la preparaci?n del Instrumentum Laboris que hoy os entrego. La noticia de su muerte imprevista y tr?gica el jueves nos sorprendi? y conmocion? a todos nosotros. Conf?o su alma a la misericordia de Dios todopoderoso, consciente cu?n comprometido estaba, sobre todo como obispo, en el entendimiento entre religiones y culturas, y en el di?logo entre las Iglesias. Su muerte es un recuerdo aleccionador de la vocaci?n que compartimos todos los cristianos, de ser valientes testigos, en toda circunstancia, de lo que es bueno, noble y justo.

El lema elegido para la Asamblea nos habla de comuni?n y testimonio, y nos recuerda c?mo los miembros de la comunidad cristiana primitiva "ten?an un solo coraz?n y alma". En el centro de unidad de la Iglesia est? la Eucarist?a, don inestimable de Cristo a su pueblo y centro de nuestra celebraci?n lit?rgica de hoy en esta Solemnidad del Cuerpo y de la Sangre del Se?or. As? que no deja de ser significativa que la fecha elegida para entregar el Instrumentum laboris de la Asamblea especial haya sido hoy.

El Oriente Medio tiene un lugar especial en los corazones de todos los cristianos, ya que fue all? donde en primer lugar Dios se dio a conocer a nuestros padres en la fe. Desde el momento en que Abraham sali? de Ur de los caldeos en obediencia a la llamada del Se?or, hasta la muerte y resurrecci?n de Jes?s, la obra salvadora de Dios se ha cumplido a trav?s de determinadas personas y pueblos en vuestra tierra natal. Desde entonces, el mensaje del Evangelio se ha extendido por todo el mundo, pero los cristianos en todas partes contin?an mirando a Oriente Medio con especial reverencia, a causa de los profetas y patriarcas, ap?stoles y m?rtires a quienes tanto debemos, los hombres y las mujeres que escucharon la palabra de Dios, dieron testimonio de ella, y nos la entregaron a nosotros que pertenecemos a la gran familia de la Iglesia.

[En franc?s]

La Asamblea Especial del S?nodo de los obispos, convocada a petici?n vuestra, intentar? profundizar en los lazos de comuni?n entre los miembros de vuestras Iglesias locales, como tambi?n en la comuni?n de estas mismas Iglesias entre s? y con la Iglesia universal. Esta Asamblea desea tambi?n animaros en el testimonio de vuestra fe en Cristo, que vosotros dais en los pa?ses donde esta fe naci? y creci?. Es adem?s conocido que algunos entre vosotros sufren grandes pruebas debidas a la situaci?n actual de la regi?n. La Asamblea Especial es una ocasi?n para los cristianos del resto del mundo de ofrecer un apoyo espiritual y una solidaridad por sus hermanos y hermanas de Oriente Medio. Es una ocasi?n para poner de relieve el valor importante de la presencia y del testimonio cristianos en los pa?ses de la Biblia, no s?lo para la comunidad cristiana a nivel mundial, sino igualmente para vuestros vecinos y conciudadanos. Vosotros contribuis de innumerables formas al bien com?n, por ejemplo a trav?s de la educaci?n, el cuidado de los enfermos y la asistencia social, y trabaj?is por la construcci?n de la sociedad. Dese?is vivir en paz y armon?a con vuestros vecinos jud?os y musulmanes. A menudo actu?is como artesanos de la paz en el dif?cil proceso de reconciliaci?n. Merec?is reconocimiento por el papel inestimable que desempe??is. Es mi firme esperanza que vuestros derechos sean siempre respetados, incluido el derecho a la libertad de culto y la libertad religiosa, y que no sufr?is nunca m?s discriminaciones de ning?n tipo.

[En ingl?s]

Rezo para que la labor de la Asamblea especial ayude a centrar la atenci?n de la comunidad internacional sobre la dif?cil situaci?n de los cristianos en el Oriente Medio, que sufren por sus creencias, de modo que se puedan encontrar soluciones justas y duraderas a los conflictos que causan tantas penalidades. En este grave asunto, reitero mi llamamiento personal a un esfuerzo internacional urgente y concertado para resolver las tensiones actuales en el Oriente Medio, especialmente en Tierra Santa, antes de que estos conflictos conduzcan a un mayor derramamiento de sangre.

Con estos pensamientos, os presento ahora el texto del Instrumentum laboris de la Asamblea Especial para Oriente Medio del S?nodo de los Obispos. ?Que Dios bendiga abundantemente vuestro trabajo! ?Que Dios bendiga a todos los pueblos del Oriente Medio!

[Traducci?n del original ingl?s y franc?s por Inma ?lvarez
? Copyright 2010 - Libreria Editrice Vaticana]


Publicado por verdenaranja @ 22:57  | Habla el Papa
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ZENIT nos ofrece el discurso que el Papa Benedicto XVI pronunci? hoy en la catedral maronita de Nuestra Se?ora de las Gracias de Nicosia, ante la comunidad maronita de Chipre y el Comit? organizador de la visita.

Queridos hermanos y hermanas en Cristo,

Estoy muy contento de hacer esta visita a la catedral de Nuestra Se?ora de las Gracias. Agradezco a Monse?or Youssef Soueif por las amables palabras de bienvenida en nombre de la comunidad maronita de Chipre, y saludo os cordialmente a todos vosotros con las palabras del Ap?stol: ?"Gracia a vosotros y paz de parte de Dios nuestro Padre y del Se?or Jesucristo" (1 Co 1,3)!

Al visitar este edificio, en mi coraz?n hago una peregrinaci?n espiritual a cada iglesia maronita de la isla. Estad seguros de que, movido por la solicitud de un padre, estoy cerca de todos los fieles de estas antiguas comunidades.

Esta iglesia catedral, de alguna manera, representa la muy larga y rica ? y a veces turbulenta ? historia de la comunidad maronita en Chipre. Los maronitas llegaron a estas costas en distintos momentos a lo largo de los siglos, y con frecuencia han tenido dificultades para permanecer fieles a su herencia cristiana particular. Sin embargo, a pesar de que su fe se est? probando como el oro en el fuego (cf. 1 P 1,7), se han mantenido constantes en la fe de sus padres, una fe que ahora ha pasado a vosotros, los chipriotas maronitas de hoy. Os insto a que atesoreis esta herencia, este precioso regalo.

Este edificio de la catedral tambi?n nos recuerda una verdad espiritual importante. San Pedro nos dice que los cristianos somos las piedras vivas que se est?n "siendo edificadas como casa espiritual, para un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por Jesucristo" (1 Pe 2,4-5). Junto con los cristianos de todo el mundo, somos parte de ese gran templo que es el Cuerpo M?stico de Cristo. Nuestra adoraci?n espiritual, ofrecida en muchas lenguas, en muchos lugares y en una hermosa variedad de liturgias, es una expresi?n de la ?nica voz del pueblo de Dios, unido en alabanza y acci?n de gracias a ?l y en permanente comuni?n con los dem?s. Esta comuni?n, que nos es tan querida, nos impulsa a llevar la Buena Nueva de nuestra vida nueva en Cristo a toda la humanidad.

[En griego]

Este es el encargo que os dejo hoy: rezo para que vuestra Iglesia, en uni?n con todos sus pastores y con el obispo de Roma, pueda crecer en santidad, en fidelidad al Evangelio y en el amor por el Se?or y por el otro.

[En ingl?s]

Encomend?ndoos a vosotros y a vuestras familias, y especialmente a vuestros queridos hijos a la intercesi?n de san Mar?n, os imparto a todos de buen grado mi bendici?n apost?lica.

[Traducci?n del original el ingl?s por Inma ?lvarez
? Copyright 2010 - Libreria Editrice Vaticana]


Publicado por verdenaranja @ 22:53  | Habla el Papa
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ZENIT?publica el discurso que pronunci? Benedicto XVI el domingo, 6 de Junio de 2010,?en la ceremonia de despedida de Chipre, que tuvo lugar en? el Aeropuerto Internacional de Larnaca.

?

[En ingl?s:]

Se?or presidente,
autoridades,
se?oras y se?ores:


Ha llegado el momento de dejaros, despu?s de mi breve pero fecundo viaje apost?lico a Chipre.

Se?or presidente, le doy gracias por las gentiles palabras que me ha dirigido y le expreso con gusto mi gratitud por todo lo que usted ha hecho, as? como a su gobierno y a las autoridades civiles y militares, que han permitido que mi visita sea un memorable ?xito.

Al dejar vuestra tierra, al igual que hicieron muchos peregrinos antes, vuelvo a recordar que el Mediterr?neo est? conformado por un rico mosaico de pueblos con sus propias culturas y belleza, con su calidez y humanidad. A pesar de esta realidad, el Mediterr?neo oriental, al mismo tiempo, conoce el conflicto y el derramamiento de sangre, como hemos visto tr?gicamente en los ?ltimos d?as. Redoblemos nuestros esfuerzos para construir una paz real y duradera para todos los pueblos de la regi?n.

Junto a este objetivo general, Chipre puede desempe?ar un papel particular en la promoci?n del di?logo y la cooperaci?n. Si os compromet?is con paciencia a favor de la paz de vuestros hogares y a favor de la prosperidad de vuestros vecinos, os preparar?is para escuchar y comprender todos los aspectos de muchas cuestiones complejas, y para ayudar a los pueblos a llegar a una mayor comprensi?n mutua. El camino que est?is recorriendo es visto con gran inter?s y esperanza por la comunidad internacional y constato con satisfacci?n todos los esfuerzos realizados para favorecer la paz en vuestro pueblo y en toda la isla de Chipre.

Al dar gracias a Dios por estos d?as que han sido testigos del primer encuentro de la comunidad cat?lica de Chipre con el sucesor de Pedro en vuestra tierra, recuerdo con gratitud mis encuentros con las dem?s autoridades cristianas, en particular a Su Beatitud Cris?stomos II, a quienes doy las gracias por su acogida fraternal. Espero que mi visita pueda ser un paso m?s en el largo camino que fue abierto con el abrazo en Jerusal?n del entonces patriarca Aten?goras y mi venerable predecesor el papa Pablo VI. Sus primeros pasos prof?ticos nos indicaron el camino que tambi?n nosotros tenemos que recorrer. Hemos recibido un llamamiento divino a ser hermanos, a caminar uno al lado del otro en la fe, con humildad, ante Dios omnipotente, y con inseparables lazos de afecto mutuo. Al invitar a los fieles a cristianos a seguir por este camino, deseo asegurarles que la Iglesia cat?lica, con la gracia de Dios, se comprometer? para alcanzar el objetivo de la perfecta unidad en la caridad, a trav?s de una estima m?s profunda por lo m?s querido para cat?licos y ortodoxos

Dejad que exprese una vez m?s mi sincera esperanza y oraci?n para que juntos, cristianos y musulmanes, se conviertan en levadura de paz y reconciliaci?n entre los chipriotas, lo que se convertir? en ejemplo para los dem?s pa?ses.

Por ?ltimo, se?or presidente, perm?tame alentarle a usted y a su gobierno en vuestra elevada responsabilidad. Como bien sab?is, entre vuestras tareas m?s importantes se encuentra la de asegurar la paz y la seguridad a todos los chipriotas. Al haberme alojado en estos ?ltimos d?as en la nunciatura apost?lica, que se encuentra en la zona de separaci?n bajo el control de las Naciones Unidas, he podido ver personalmente algo de la triste divisi?n de la isla, as? como darme cuenta de la p?rdida de una parte significativa de una herencia cultural que pertenece a toda la humanidad. He podido tambi?n escuchar a los chipriotas del norte que querr?an regresar en paz a sus casas y a sus lugares de culto, y he quedado profundamente impresionado por sus peticiones. Ciertamente, la verdad y la reconciliaci?n, junto al mutuo respeto, son el fundamento m?s s?lido para un futuro de unidad y de paz para esta isla y para la estabilidad y prosperidad de todos sus habitantes. En los a?os pasados, se ha logrado algo muy positivo a trav?s de un di?logo concreto, si bien falta todav?a mucho por hacer para superar las divisiones. Perm?tame que le aliente a usted y a sus compatriotas a trabajar con paciencia y constancia con vuestros vecinos para construir un futuro mejor y m?s seguro para vuestros hijos. En este compromiso, puede estar seguro de mis oraciones por la paz de todo Chipre.

[En griego:]?
Se?or presidente, queridos amigos, con estas breves palabras me despido de vosotros. Gracias y que la Sant?sima Trinidad y la Virgen Santa os bendigan siempre. ?Adi?s! ?Que la paz est? con vosotros!?

[Traducci?n realizada por Jes?s Colina
?Libreria Editrice Vaticana]


Publicado por verdenaranja @ 22:50  | Habla el Papa
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Viernes, 25 de junio de 2010

ZENIT nos ofrece el breve discurso que el Papa Benedicto XVI pronunci? al introducir el rezo del ?ngelus,?el domingo 6 de Junio de 2010?con la multitud reunida en el Palacio de los Deportes Eleftheria de Nicosia.

Queridos hermanos y hermanas en Cristo,

A la hora del mediod?a es tradici?n de la Iglesia dirigirse en oraci?n a la Sant?sima Virgen, recordando con alegr?a su pronta aceptaci?n de la invitaci?n del Se?or a ser la madre de Dios. Era una invitaci?n que la llen? de temor, que uno apenas pod?a siquiera comprender. Era una se?al de que Dios la hab?a elegido, su humilde esclava, a cooperar con ?l en su obra de salvaci?n. ?C?mo nos alegramos de la generosidad de su respuesta! A trav?s de su "s?", la esperanza de milenios se convirti? en realidad, Aquel a quien Israel hab?a esperado vino al mundo, en nuestra historia. De ?l el ?ngel prometi? que su reino no tendr? fin (cf. Lc 1,33).

Unos treinta a?os m?s tarde, cuando Mar?a estaba llorando a los pies de la cruz, debe haber sido duro mantener esa esperanza viva. Las fuerzas de la oscuridad parec?an haber ganado la partida. Y, sin embargo, en el fondo, ella habr?a recordado las palabras del ?ngel. Incluso en medio de la desolaci?n del S?bado Santo, la certeza de la esperanza la llev? adelante hacia el gozo de la ma?ana de Pascua. Y as? nosotros, sus hijos, vivimos en la misma esperanza confiada en que el Verbo hecho carne en el seno de Mar?a nunca nos abandonar?. ?l, el Hijo de Dios e Hijo de Mar?a, fortalece la comuni?n que nos une, de manera que podamos dar testimonio de ?l y del poder de su amor curativo y reconciliador. Imploremos ahora a Mar?a nuestra Madre que interceda por todos nosotros, por el pueblo de Chipre, y por la Iglesia en todo el Oriente Medio, con Cristo, su Hijo, el Pr?ncipe de la Paz.

Quisiera ahora decir unas pocas palabras en polaco en la feliz ocasi?n de la beatificaci?n hoy de Jerzy Popiełuszko, sacerdote y m?rtir.

[En polaco]

Env?o un cordial saludo a la Iglesia en Polonia que se regocija hoy por la elevaci?n a los altares del padre Jerzy Popieluszko. Su celoso servicio y su martirio son un signo especial de la victoria del bien sobre el mal. Que su ejemplo y su intercesi?n nutran el celo de los sacerdotes e inflame a los fieles con el amor.

[Traducci?n del original en ingl?s por Inma ?lvarez
? Copyright 2010 - Libreria Editrice Vaticana]


Publicado por verdenaranja @ 23:53  | Habla el Papa
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Lectio divina para el domingo duod?cimo del tiempo ordinario - C, ofrecida por la Delegaci?n Diocesana de Liturgie de la Di?cesis de Tenerife.

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LECTURA:???????????? ?Lucas 9, 18‑24?

Una vez que Jes?s estaba orando solo, en presencia de sus disc?pulos, les pregunt?:?? ??Qui?n dice la gente que soy yo??

Ellos contestaron: ?Unos que Juan el Bautista, otros que El?as, otros dicen que ha vuelto a la vida uno de los antiguos profetas.??

?l les pregunt?: ?Y vosotros, ?qui?n dec?s que soy yo???

Pedro tom? la palabra y dijo: ?El Mes?as de Dios.??

?l les prohibi? terminantemente dec?rselo a nadie. Y a?adi?:? ?El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, ser desechado por los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, ser ejecutado y resucitar al tercer d?a.??

Y, dirigi?ndose a todos, dijo: ?El que quiera seguirme, que se niegue a s? mismo, cargue con su cruz cada d?a y se venga conmigo. Pues el que quiera salvar su vida la perder?; pero el que pierda su vida por mi causa la salvar?.??

MEDITACI?N:??????????? ?El que quiera salvar?

??????????? Tu lenguaje nos puede resultar a veces un poco chocante, responde a una historia y tenemos que ser capaces de pasar por encima de la literalidad para captar el contenido. ?Perder la vida por tu causa?, he ah? tu llamada. Un ?perder? que lleva el sello del ?ganar?. S? que son varias las lecturas que se pueden hacer de esa frase, pero sea la que sea no est? dicha para que miremos a un futuro lejano, sino a nuestro hoy, a mi ahora.

??????????? La salvaci?n no es un t?rmino con el que nos invitas a apuntar s?lo a un futuro lejano, y del m?s all?, la salvaci?n se cuaja y se experimenta aqu?, t? mismo afirmaste que ven?as ?a salvar? lo que estaba perdido. Salvar, liberar, sanar, colmar, dar sentido... ser?an palabras que podr?amos utilizar y que nos hablan antes que nada de nuestro aqu?, que desde ti siempre se proyecta hasta la infinitud, porque es as? como has querido hablarnos de la grandeza humana y su dignidad eterna, s? eterna. Ante lo caduco, ante el mundo que hemos creado del ?usar y tirar? puede parecer palabra cada vez m?s extra?a, pero es una suerte, una tremenda suerte, poder escuchar de tus labios, que el hombre, el ser humano, creado a imagen y semejanza de Dios, no es una mercanc?a m?s de ?usar y tirar? ser?a f?cil, aunque triste. Pero no, somos ?energ?a renovable? siempre y para siempre.

??????????? ?Perder? la vida por tu causa, es poner en juego, optar positiva y gozosamente, por ti y por tu proyecto ?salvador?, que no es otra cosa que el amor. Tu causa, tu empe?o, tu mensaje, tu vida y tu muerte, s?lo nos habla de amor. Y el amor, el amor con may?sculas, es y ser?. Queramos o no, lo veamos o no, lo queramos reconocer o no, nos sobrepase o no, lo aplastemos, neguemos, o no, es lo ?nico que nos puede traer y terminar? trayendo la paz, la vida, el sentido, de nuestro hoy y de nuestra eternidad, porque nuestra existencia es un ?continuo?, no est? cortada por un salto que nos transforma en lo que no somos o no hemos trabajado y deseado, sino que termina meti?ndonos de lleno en lo que hemos anhelado e intentado trabajar, vivir, ser.

??????????? ?Perder mi vida? es aprender a decir que no a lo que me encierra en las cuatro paredes estrechas, ego?stas y c?modas de mi yo, a lo que me impide ver m?s all? y m?s adentro. Aprender a romper las cadenas que me atan a tantos enga?os sutiles o burdos que me creo y forjo, para abrirme con coraz?n humano a todo lo que me rodea y que pide, como lo pido yo, una respuesta de amor por mi parte. Como me ense?aste a vivirla y a darla t?.

ORACI?N:???????????? ?Llevar mi cruz?

??????????? Tu respuesta hacia m? s? que siempre es de amor, indefectiblemente, sin subidas ni bajadas. La m?a condicionada por la realidad de mi camino, desde ah? siempre limitada y pobre, a veces emocionada; en otras, dispersa, distorsionada, confusa. Cuando parece que se hunde en tus brazos me encuentro en los de otros. Y me hacer sentir la debilidad, por no decir la inautenticidad de mi amor. Ens??ame la ilusi?n de la coherencia.

??????????? Siento que es tu fuerza la que me mantiene, la que me sostiene firme, la que me permite seguir esperando el milagro de mi respuesta de amor. Gracias, por estar siempre ah?, Se?or. Esper?ndome, caminando conmigo aun sin saberlo, ayud?ndome a llevar mi ?cruz?? de cada d?a.?

CONTEMPLACI?N:???????????? ?Eres?

Eres t? la sombra
que camina conmigo,
y eres la luz
que ilumina mi camino.

Eres mi pregunta
y mi respuesta.

Eres mi debilidad
y?mi fuerza.

Eres mi presencia
y mi ausencia,
mi inquietud
y mi sosiego.

Eres mi amor ansiado
y no abrazado,
eres el sue?o de mi vida
no alcanzado.

Eres continuamente
mano tendida,
abrazo que espera
para apretarme a tu pecho,
y fundirse conmigo.


Publicado por verdenaranja @ 23:34  | Liturgia
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Comunicado hecho p?blico?el 24 de junio de 2010?por la CCXVI Comisi?n Permanente de Conferencia Episcopal Espa?ola, en relaci?n a la sentencia sobre el crucifijo de la Corte Europea, prevista para el pr?ximo 30 de junio.

DECLARACI?N SOBRE LA EXPOSICI?N DE S?MBOLOS RELIGIOSOS CRISTIANOS EN EUROPA?

Junto con otras conferencias episcopales y diversas instancias tanto estatales como sociales de todo el Continente, la Comisi?n Permanente de la Conferencia Episcopal Espa?ola, reunida cuando se espera una pr?xima resoluci?n de la Corte europea sobre la exposici?n de s?mbolos religiosos en las escuelas estatales, desea subrayar la importancia de la cuesti?n para las convicciones religiosas de los pueblos y para las tradiciones culturales de Europa.

Gracias precisamente al cristianismo, Europa ha sabido afirmar la autonom?a de los campos espiritual y temporal y abrirse al principio de la libertad religiosa, respetando tanto los derechos de los creyentes como de los no creyentes. Esto se ve m?s claro en nuestros d?as, cuando otras religiones se difunden entre nosotros al amparo de esa realidad.

La presencia de s?mbolos religiosos cristianos en los ?mbitos p?blicos, en particular la presencia de la cruz, refleja el sentimiento religioso de los cristianos de todas las confesiones y no pretende excluir a nadie. Al contrario, es expresi?n de una tradici?n a la que todos reconocen un gran valor y un gran papel catalizador en el di?logo entre personas de buena voluntad y como sost?n para los que sufren y los necesitados, sin distinci?n de fe, raza o naci?n.

En la cultura y en la tradici?n religiosa cristianas, la cruz representa la salvaci?n y la libertad de la humanidad. De la cruz surgen el altruismo y la generosidad m?s acendrados, as? como una sincera solidaridad ofrecida a todos, sin imponer nada a nadie.

En consecuencia, las sociedades de tradici?n cristiana no deber?an oponerse a la exposici?n p?blica de sus s?mbolos religiosos, en particular, en los lugares en los que se educa a los ni?os. De lo contrario, estas sociedades dif?cilmente podr?n llegar a transmitir a las generaciones futuras su propia identidad y sus valores. Se convertir?an en sociedades contradictorias que rechazan la herencia espiritual y cultural en la que hunden sus ra?ces y se cierran el camino del futuro. Ponerse en contra de los s?mbolos de los valores que modelan la historia y la cultura de un pueblo es dejarle indefenso ante otras ofertas culturales, no siempre ben?ficas, y cegar las fuentes b?sicas de la ?tica y del derecho que se han mostrado fecundas en el reconocimiento, la promoci?n y la tutela de la dignidad de la persona.

El derecho a la libertad religiosa existe y se afirma cada vez m?s en los pa?ses de Europa. En algunos de ellos se permiten expl?citamente otros s?mbolos religiosos, sea por ley o por su aceptaci?n espont?nea. Las iglesias y las comunidades cristianas favorecen el di?logo entre ellas y con otras religiones y act?an como parte integrante de sus respectivas realidades nacionales. En cuanto a los s?mbolos, existe en Europa una variedad de leyes y una diversa evoluci?n social y jur?dica positiva que debe ser respetada en el marco de una justa relaci?n entre los Estados y las Instituciones europeas.

S?lo en una Europa en la que sean respetadas a la vez la libertad religiosa de cada uno y las tradiciones de cada pueblo y naci?n, podr?n desarrollarse relaciones adecuadas entre las religiones y los pueblos, en justicia y en libertad.?

?Conferencia Episcopal Espa?ola


Publicado por verdenaranja @ 19:28  | Hablan los obispos
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ZENIT nos ofrece el discurso que el Papa Benedicto XVI pronunci? hoy durante su visita al Centro Don Orione de Roma, en la cima del Monte Mario, para bendecir la gran estatua de Mar?a Salus populi romani, recientemente restaurada.

Queridos hermanos y hermanas,

quisiera en primer lugar saludaros cordialmente a todos vosotros, reunidos aqu? para el significativo acontecimiento de hoy. Sobre esta colina ha vuelto a velar sobre nuestra Ciudad la majestuosa estatua de la Virgen, abatida hace algunos meses por la furia del viento. Saludo ante todo al cardenal vicario Agostino Vallini y a los obispos presentes. Un pensamiento especial dirijo a don Flavio Peloso, reelegido a la gu?a de la Opera don Orione, y le doy las gracias por las gentiles palabras que ha querido dirigirme. Extiendo este saludo a los religiosos participantes en el 13? Cap?tulo General, a quienes trabajan en esta Instituci?n al servicio de los j?venes y de los que sufren y de toda la familia espiritual orionina. Dirijo mi deferente pensamiento al se?or alcalde de Roma, hon. Gianni Alemanno: deseo manifestarle anticipadamente mi aprecio por el Concierto que el Campidoglio me ofrecer? la tarde del 29 de junio; es un gesto que atestigua el afecto por el Papa de toda la ciudad de Roma. Saludo tambi?n a las dem?s autoridades civiles y militares. No puedo finalmente no agradecer de coraz?n a cuantos de diversas formas han contribuido a restituir a la estatua de Nuestra Se?ora su original esplendor.

Acog? de buen grado la invitaci?n de unirme a vosotros en rendir homenaje a Mar?a Salus populi romani, representada en esta maravillosa estatua tan querida al pueblo romano. Estatua que es memoria de acontecimientos dram?ticos y providenciales, escritos en la historia y en la conciencia de la Ciudad. De hecho, fue colocada sobre la cima del Monte Mario en 1953, en cumplimiento de un voto popular pronunciado durante la segunda guerra mundial, cuando las hostilidades y las armas hac?an temer por la suerte de Roma. De las obras romanas de Don Orione parti? entonces la iniciativa de una recogida de firmas para un voto, a la que se adhirieron m?s de un mill?n de ciudadanos. El Venerable P?o XII recogi? la devota iniciativa del pueblo que se confiaba a Mar?a y el voto fue pronunciado el 4 de junio de 1944, ante la imagen de Nuestra Se?ora del Divino Amor. Precisamente ese d?a, tuvo lugar la liberaci?n pac?fica de Roma. ?C?mo no renovar tambi?n hoy, queridos amigos de Roma, ese gesto de devoci?n a Mar?a "Salus populi romani" bendiciendo esta bella estatua?

Los Orioninos la quisieron grande y colocada en alto, por encima de la ciudad, para rendir homenaje a la santidad excelsa de la Madre de Dios, la cual, humilde en tierra, ?fue exaltada por encima de los coros ang?licos en los reinos celestiales? (Gregorio VII, Ad Adelaide di Ungheria), y para tener, al mismo tiempo, un signo de presencia familiar suya en la vida cotidiana. Que Mar?a, Madre de Dios y nuestra, est? siempre en la cima de vuestros pensamientos y afectos, amable consuelo de vuestras almas, gu?a segura de vuestras voluntades y apoyo de vuestros pasos, persuasiva inspiradora de la imitaci?n de Jesucristo. Que la Madonnina ? como les gusta llamarla a los romanos ? en el gesto de mirar desde lo alto los lugares de la vida familiar, civil y religiosa de Roma, proteja a las familias, suscite prop?sitos de bien, sugiera a todos deseos del cielo. ?Mirar al cielo, rezar, y despu?s adelante con valor y trabajar. ?Ave Mar?a y adelante!" ? exhortaba san Luis Orione.

En su voto a la Virgen, los romanos, adem?s de prometer oraci?n y devoci?n, se comprometieron tambi?n en obras de caridad. Por su parte, los Orioninos realizaron en este Centro de Monte Mario, a?n antes de la estatua, la acogida de peque?os mutilados y hu?rfanos. El programa de san Luis Orione ? S?lo la caridad salvar? al mundo ? tuvo aqu? una concreci?n significativa y se convirti? en un signo de esperanza para Roma, en uni?n a la Madonnina puesta sobre la cima. ?Queridos hermanos y hermanas, herederos espirituales del Santo de la Caridad, Luis Orione! El Cap?tulo General que acaba de concluirse tuvo como tema propio esta expresi?n querida por vuestro Fundador, S?lo la caridad salvar? al mundo. Bendigo el prop?sito y las decisiones que se han adoptado para relanzar ese dinamismo espiritual y apost?lico que debe siempre distinguiros.

Don Orione vivi? de modo l?cido y apasionado la tarea de la Iglesia de vivir el amor para hacer entrar en el mundo la luz de Dios (cfr. Deus Caritas est, n. 39). Dej? esta misi?n a sus disc?pulos como v?a espiritual y apost?lica, convencido de que "la caridad abre los ojos a la fe y hace arder a los corazones de amor hacia Dios". Continuad, queridos Hijos de la Divina Providencia, sobre esta estela carism?tica iniciada por ?l, porque, como ?l dec?a, ?la caridad es la mejor apolog?a de la fe cat?lica?, ?la caridad arrastra, la caridad mueve, lleva a la fe y a la esperanza" (Verbali, 26.11.1930, p.95). Las obras de caridad, tanto como actos personales que como servicios a las personas d?biles ofrecidos en grandes instituciones, no pueden nunca reducirse a un gesto filantr?pico, sino que deben permanecer siempre como expresi?n tangible del amor providente de Dios. Para hacer esto ? recuerda don Orione ? es necesario ser ?mezclados con al caridad suav?sima de Nuestro Se?or? (Scritti 70, 231) mediante una vida espiritual aut?ntica y santa. Solo as? es posible pasar de las obras de la caridad a la caridad de las obras, porque ? a?ade vuestro Fundador ? ?incluso las obras sin la caridad de Dios, que las valore ante ?l, no valen nada" (Alle PSMC, 19.6.1920, p.141).

Queridos hermanos y hermanas, gracias una vez m?s por vuestra invitaci?n y por vuestra acogida. Que os acompa?e cada d?a la protecci?n maternal de Mar?a, que juntos invocamos por cuantos trabajan en este Centro y por toda la poblaci?n romana y, mientras aseguro a cada uno mi recuerdo en la oraci?n, os bendigo a todos con afecto.

[Traducci?n del original italiano por Inma ?lvarez
?Libreria Editrice Vaticana]


Publicado por verdenaranja @ 19:24  | Habla el Papa
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ZENIT nos ofrece la homil?a pronunciada?el jueves 24 de Junio de 2010?por el Papa durante su visita al monasterio de dominicas de clausura de Santa Mar?a del Rosario en el Monte Mario, durante la celebraci?n de la Hora Media.

Queridas hermanas,

dirijo a cada una de vosotras las palabras del Salmo 124 (125), que acabamos de rezar: ?Colma de bienes, Se?or, a los buenos y a los rectos de coraz?n" (v. 4). Os saludo sobre todo con este augurio: est? sobre vosotras la bondad del Se?or. En particular, saludo a vuestra Madre Priora, y le agradezco de coraz?n las amables expresiones que me ha dirigido en nombre de la comunidad. Con gran alegr?a acog? la invitaci?n a visitar este Monasterio, para poder detenerme con vosotras a los pies de la imagen de la Virgen acheropita de san Sixto, ya protectora de los monasterios romanos de Santa Mar?a in Tempulo y de San Sixto.

Hemos rezado juntos la Hora Media, una peque?a parte de esta Oraci?n Lit?rgica que, como claustrales, marca los ritmos de vuestras jornadas y os hace int?rpretes de la Iglesia-Esposa, que se une, de forma especial, con su Se?or. Para esta oraci?n coral, que encuentra su culmen en la participaci?n cotidiana en el Sacrificio Eucar?stico, vuestra consagraci?n al Se?or en el silencio y en el ocultamiento se hace fecunda y llena de frutos, no s?lo en orden al camino de santificaci?n y de purificaci?n, sino tambi?n respecto a ese apostolado de intercesi?n que llev?is a cabo por toda la Iglesia, para que pueda aparecer pura y santa en presencia del Se?or. Vosotros, que conoc?is bien la eficacia de la oraci?n, experiment?is cada d?a cu?ntas gracias de santificaci?n esta puede obtener en la Iglesia.

Queridas hermanas, la comunidad que form?is es un lugar en el que poder morar en el Se?or; esta es para vosotros la Nueva Jerusal?n, a la que suben las tribus del Se?or para alabar el nombre del Se?or (cfr Sal 121,4). Sed agradecidas a la divina Providencia por el don sublime y gratuito de la vocaci?n mon?stica, a la que el Se?or os ha llamado sin m?rito alguno vuestro. Con Isa?as pod?is afirmar ?el Se?or me plasm? desde el seno materno" (Is 49,5). Antes a?n de que nacieseis, el Se?or hab?a reservado para S? vuestro coraz?n para poderlo llenar de su amor. A trav?s del sacramento del Bautismo hab?is recibido en vosotros la Gracia divina e, inmersas en su muerte y resurrecci?n, hab?is sido consagradas a Jes?s, para pertenecerle exclusivamente. La forma de vida contemplativa, que de las manos de santo Domingo hab?is recibido en la modalidad de la clausura, os coloca, como miembros vivos y vitales, en el coraz?n del cuerpo m?stico del Se?or, que es la Iglesia; y como el coraz?n hace circular la sangre y mantiene con vida al cuerpo entero, as? vuestra existencia escondida con Cristo, entretejida de trabajo y de oraci?n, contribuye a sostener a la Iglesia, instrumento de salvaci?n para cada hombre al que el Se?or redimi? con su Sangre.

Es a esta fuente inagotable a la que vosotros os acerc?is con la oraci?n, presentando en presencia del Alt?simo las necesidades espirituales y materiales de tantos hermanos en dificultad, la vida descarriada de cuantos se alejan del Se?or. ?C?mo no moverse a compasi?n por aquellos que parecen vagar sin meta? ?C?mo no desear que en su vida suceda el encuentro con Jes?s, el ?nico que da sentido a la existencia? El santo deseo de que el Reino de Dios se instaure en el coraz?n del cada hombre, se identifica con la oraci?n misma, como nos ense?a san Agust?n: Ipsum desiderium tuum, oratio tua est; et si continuum desiderium, continua oratio (cfr Ep. 130, 18-20); por ello, como fuego que arde y nunca se apaga, el coraz?n permanece pie, no deja nunca de desear y eleva siempre a Dios el himno de alabanza.

Reconoced por ello, queridas hermanas, que en todo lo que hac?is, m?s all? de los momentos personales de oraci?n, vuestro coraz?n sigue siendo guiado por el deseo de amar a Dios. Con el obispo de Hipona, reconoced que el Se?or es quien ha puesto en vuestros corazones su amor, deseo que dilata el coraz?n, hasta hacerlo capaz de acoger al mismo Dios (cfr In O. Ev. tr. 40, 10). ?Este es el horizonte de la peregrinaci?n terrena! ?Esta es vuestra meta! Por esto hab?is elegido vivir en el ocultamiento y en la renuncia a los bienes terrenos: para desear por encima de todo ese bien que no tiene igual, esa perla preciosa que merece la renuncia a cualquier otro bien para entrar en posesi?n suya.

Que pod?is pronunciar cada d?a vuestro "s?" a los designios de Dios, con la misma humildad con que dijo su ?si? la Virgen Santa. Ella, que en el silencio acogi? la Palabra de Dios, os gu?e en vuestra consagraci?n virginal diaria, para que pod?is experimentar en el ocultamiento la profunda intimidad vivida por Ella con Jes?s. Invocando su protecci?n maternal, junto con la de santo Domingo, santa Catalina de Siena y de los tantos santos y santas de la Orden Dominica, os imparto a todas una especial Bendici?n Apost?lica, que extiendo de buen grado a las personas que se conf?an a vuestras oraciones.

[Traducci?n del original italiano por Inma ?lvarez
?Libreria Editrice Vaticana]


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Jueves, 24 de junio de 2010

?

ZENIT publica el comentario al Evangelio del pr?ximo domingo, XIII del tiempo ordinario, 27 de junio (Lucas?9, 51-62), redactado por monse?or Jes?s Sanz Montes, ofm, arzobispo de Oviedo, administrador apost?lico de Huesca y de Jaca.

?Evangelio del domingo: El esc?ndalo hip?crita

En el Evangelio de este domingo se agrupan varias escenas de Jes?s con sus disc?pulos, mientras van dirigi?ndose camino de Jerusal?n. Un camino que conduc?a a una meta dif?cil pero insalvable porque era el final de la vida humana del Se?or. Como estribillo en este final de trayecto, aparece lo que en realidad ha sido la constante de toda la existencia de Jes?s: ser anunciador e inaugurador del Reino de Dios.

La vida de todo disc?pulo de Jes?s siempre ser? un camino, un subir a Jerusal?n, en cuya andanza lo determinante y lo decisivo ser? el seguimiento de Alguien, la pertenencia a ?l, la adhesi?n a su Persona, la escucha de su Palabra, la vivencia de su misma Vida. La vida cristiana, no es, por tanto, una organizaci?n, una estrategia, una programaci?n moralista, ni un marketing religioso. La vida cristiana ha sido y es una pertenencia a Jesucristo, vivida como peregrinos y caminantes, mientras vamos subiendo a la Jerusal?n eterna. Por esta raz?n era improcedente por parte de los disc?pulos, mandar al fuego a los que no acogieron a Jes?s, cuando ellos a su vez tambi?n le rechazaban al? estar aplazando su seguimiento cuando les invit? a seguirle.

Nosotros, disc?pulos al fin, acaso podamos caer igualmente en una vivencia cristiana intolerante de los otros, cuando tantas veces tenemos demasiadas excusas para vivir un seguimiento de Jes?s que se haga pertenencia real de nuestro coraz?n al Suyo. Ojal? que no permanezcamos indiferentes ante tantos rechazos del Se?or (los que a ?l mismo le hacen y los que puedan hacer a los que ha vinculado a su destino: los pobres, los marginales, los enfermos, los ancianos, cualquier persona nacida o no nacida), pero la mejor manera de mostrar nuestro dolor por esos rechazos no es la venganza en cualquiera de sus formas -como les sucedi? a los acompa?antes de Jes?s en este evangelio-, sino nuestra acogida cordial y grande del Se?or y de cuantos ?l ama. Ser?a hip?crita escandalizarnos e indignarnos por tantos desmanes como pueden suceder en nuestro mundo, si a nuestra medida y en nuestra proporci?n nos sucede a nosotros tambi?n.

La actitud justa de quien ve en otros la fuga y el desprecio hacia el Se?or, no es pedir fuego sobre ellos, sino seguirle a donde ?l diga "s?gueme", pertenecerle cada vez m?s desde nuestro lugar en la Iglesia y en el mundo.


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ZENIT nos ofrece la catequesis pronunciada?el mi?rcoles 23 de Junio de?2010?por el Papa Benedicto XVI en la Plaza de San Pedro, ante los miles de peregrinos presentes para la Audiencia General.

Queridos hermanos y hermanas,

quisiera hoy completar, con una tercera parte, mis catequesis sobre santo Tom?s de Aquino. A?n a m?s de setecientos a?os de distancia de su muerte, podemos aprender mucho de ?l. Lo recordaba tambi?n mi predecesor, el papa Pablo VI, quien, en un discurso pronunciado en Fossanova el 14 de septiembre de 1974, con ocasi?n del s?ptimo centenario de la muerte de santo Tom?s, se preguntaba: ?Maestro Tom?s, ?qu? lecci?n nos puedes dar??. Y respond?a as?: ?la confianza en la verdad del pensamiento religioso cat?lico, como ?l lo defendi?, expuso, abri? a la capacidad cognoscitiva de la mente humana" (Ense?anzas de Pablo VI, XII[1974], pp. 833-834). Y, en el mismo d?a, en Aquino, refiri?ndose siempre a santo Tom?s, afirmaba: ?todos, cuantos somos hijos fieles de la Iglesia, podemos y debemos, al menos en alguna medida, ser sus disc?pulos" (Ibid., p. 836).

Pong?monos tambi?n nosotros en la escuela de santo Tom?s y de su obra maestra, la Summa Theologiae. ?sta qued? incompleta, y con todo es una obra monumental: contiene 512 cuestiones y 2669 art?culos. Se trata de un razonamiento compacto, en el que la aplicaci?n de la inteligencia humana a los misterios de la fe procede con claridad y profundidad, entretejiendo preguntas y respuestas, en las que santo Tom?s profundiza la ense?anza que viene de la Sagrada Escritura y de los Padre de la Iglesia, sobre todo de san Agust?n. En esta reflexi?n, en el encuentro con verdaderas preguntas de su tiempo, que son a menudo tambi?n preguntas nuestras, santo Tom?s, utilizando tambi?n el m?todo y el pensamiento de los fil?sofos antiguos, en particular Arist?teles, llega as? a formulaciones precisas, l?cidas y pertinentes de las verdades de fe, donde la verdad es don de la fe, resplandece y se nos hace accesible a nosotros, a nuestra reflexi?n. Este esfuerzo, sin embargo, de la mente humana ? recuerda el Aquinate con su propia vida ? est? siempre iluminado por la oraci?n, por la luz que viene de lo Alto. S?lo quien vive con Dios y con los misterios puede tambi?n comprender lo que dicen.

En la Summa de Teolog?a, santo Tom?s parte del hecho de que hay tres formas diversas del ser y de la esencia de Dios: Dios existe en s? mismo, es el principio y el fin de todas las cosas, por lo que todas las criaturas proceden y dependen de ?l; despu?s Dios est? presente a trav?s de su Gracia en la vida y en la actividad del cristiano, de los santos; finalmente, Dios est? presente de modo totalmente especial en la Persona de Cristo, unido aqu? realmente con el hombre Jes?s, y operante en los sacramentos, que brotan de su obra redentora. Por eso, la estructura de esta monumental obra (cfr. Jean-Pierre Torrell, La ?Summa? di San Tommaso, Milano 2003, pp. 29-75), una b?squeda con ?mirada teol?gica? de la plenitud de Dios (cfr. Summa Theologiae, Ia, q. 1, a. 7), est? articulada en tres partes, e ilustrada por el mismo Doctor Communis ? santo Tom?s ? con estas palabras: ?El fin principal de la sagrada doctrina es el de hacer conocer a Dios, y no s?lo en s? mismo, sino tambi?n en cuanto que es principio y fin de las cosas, y especialmente de la criatura racional. En el intento de exponer esta doctrina, trataremos en primer lugar de Dios; en segundo lugar, del movimiento de la criatura hacia Dios; y en tercer lugar, de Cristo, el cual, en cuanto hombre, es para nosotros camino para ir a Dios" (Ibid., I, q. 2). Es un c?rculo: Dios en s? mismo, que sale de s? mismo y nos toma de la mano, de modo que con Cristo volvemos a Dios, estamos unidos a Dios, y Dios ser? todo en todos.

La primera parte de la Summa Theologiae indaga por tanto sobre Dios en s? mismo, sobre el misterio de la Trinidad y sobre la actividad creadora de Dios. En esta parte encontramos tambi?n una profunda reflexi?n sobre la realidad aut?ntica del ser humano en cuanto que salido de las manos creadoras de Dios, fruto de su amor. Por una parte somos un ser creado, dependiente, no venimos de nosotros mismos; por la otra, tenemos una verdadera autonom?a, de modo que somos no solo algo aparente ? como dicen algunos fil?sofos plat?nicos ? sino una realidad querida por Dios como tal, y con valor en s? misma.

En la segunda parte santo Tom?s considera al hombre, empujado por la Gracia, en su aspiraci?n a conocer y a amar a Dios para ser feliz en el tiempo y en la eternidad. En primer lugar, el Autor presenta los principios teol?gicos del actuar moral, estudiando c?mo, en la libre elecci?n del hombre de realizar actos buenos, se integran la raz?n, la voluntad y las pasiones, a las que se a?ade la fuerza que da la Gracia de Dios a trav?s de las virtudes y los dones del Esp?ritu Santo, como tambi?n la ayuda que es ofrecida tambi?n por la ley moral. Por tanto el ser humano es un ser din?mico que se busca a s? mismo, intenta ser ?l mismo y busca, en este sentido, realizar actos que le construyen, le hacen verdaderamente hombre; y aqu? entra la ley moral, entra la Gracia y la propia raz?n, la voluntad y las pasiones. Sobre este fundamento santo Tom?s delinea la fisionom?a del hombre que vive seg?n el Esp?ritu y que se convierte, as?, en un icono de Dios. Aqu? el Aquinate se detiene a estudiar las tres virtudes teologales ? fe, esperanza y caridad ? seguidas del agudo examen de m?s de cincuenta virtudes morales, organizadas en torno a las cuatro virtudes cardinales ? la prudencia, la justicia, la templanza y la fortaleza. Termina despu?s con la reflexi?n sobre las diversas vocaciones en la Iglesia.

En la tercera parte de la Summa, santo Tom?s estudia el Misterio de Cristo ? el camino y la verdad ? por medio del cual podemos volver a unirnos a Dios Padre. En esta secci?n escribe p?ginas hasta ahora no superadas sobre el Misterio de la Encarnaci?n y de la Pasi?n de Jes?s, a?adiendo despu?s un amplio tratado sobre los siete Sacramentos, porque en ellos el Verbo divino encarnado extiende los beneficios de la Encarnaci?n para nuestra salvaci?n, para nuestro camino de fe hacia Dios y la vida eterna, permanece materialmente casi presente con las realidades de la creaci?n, nos toca as? en lo m?s ?ntimo.

Hablando de los Sacramentos, santo Tom?s se detiene de modo particular en el Misterio de la Eucarist?a, por el que tuvo una grand?sima devoci?n, hasta el punto de que, seg?n sus antiguos bi?grafos, acostumbraba a acercar su cabeza al Tabern?culo, como para o?r palpitar el Coraz?n divino y humano de Jes?s. En una obra suya de comentario a la Escritura, santo Tom?s nos ayuda a entender la excelencia del Sacramento de la Eucarist?a, cuando escribe: "Siendo la Eucarist?a el sacramento de la Pasi?n de nuestro Se?or, contiene en s? a Jesucristo que sufri? por nosotros. Por tanto, todo lo que es efecto de la Pasi?n de nuestro Se?or, es tambi?n efecto de este sacramento, no siendo este otra cosa que la aplicaci?n en nosotros de la Pasi?n del Se?or" (In Ioannem, c.6, lect. 6, n. 963). Comprendemos bien por qu? santo Tom?s y otros santos celebraban la Santa Misa derramando l?grimas de compasi?n por el Se?or, que se ofrece en sacrificio por nosotros, l?grimas de alegr?a y gratitud.

Queridos hermanos y hermanas, en la escuela de los santos, ?enamor?monos de este Sacramento! ?Participemos en la Santa Misa con recogimiento, para obtener sus frutos espirituales, aliment?monos del Cuerpo y la Sangre del Se?or, para ser incesantemente alimentados por la Gracia divina! ?Entreteng?monos de buen grado y con frecuencia, de tu a tu, en compa??a del Sant?simo Sacramento!

Lo que santo Tom?s ilustr? con rigor cient?fico en sus obras teol?gicas mayores, como en la Summa Theologiae, tambi?n la Summa contra Gentiles, lo expuso tambi?n en su predicaci?n, dirigida a los estudiantes y a los fieles. En 1273, un a?o antes de su muerte, durante toda la Cuaresma, predic? en la iglesia de Santo Domingo el Mayor en N?poles. El contenido de esos sermones fue recogido y conservado: son los Op?sculos en los que explica el S?mbolo de los Ap?stoles, interpreta la oraci?n del Padre Nuestro, ilustra el Dec?logo y comenta el Ave Mar?a. El contenido de la predicaci?n del Doctor Angelicus corresponde casi del todo a la estructura del Catecismo de la Iglesia Cat?lica. De hecho, en la catequesis y en la predicaci?n, en un tiempo como el nuestro de renovado compromiso por la evangelizaci?n, no deber?an faltar nunca estos argumentos fundamentales: lo que nosotros creemos, y ah? est? el S?mbolo de la fe; lo que nosotros rezamos, y ah? est? el Padre Nuestro y el Ave Mar?a; y lo que nosotros vivimos como nos ense?a la Revelaci?n b?blica, y ah? est? la ley del amor de Dios y del pr?jimo y los Diez Mandamientos, como explicaci?n de este mandato del amor.

Quisiera proponer alg?n ejemplo del contenido, sencillo, esencial y convincente, de la ense?anza de santo Tom?s. En su Op?sculo sobre el S?mbolo de los Ap?stoles explica el valor de la fe. Por medio de ella, dice, el alma se une a Dios, y se produce como un germen de vida eterna; la vida recibe una orientaci?n segura, y nosotros superamos ?gilmente las tentaciones. A quien objeta que la fe es una necedad, porque hace caer en algo que no cae bajo la experiencia de los sentidos, santo Tom?s ofrece una respuesta muy articulada, y recuerda que esta es una duda inconsistente, porque la inteligencia humana es limitada y no puede conocer todo. S?lo en el caso en que pudi?semos conocer perfectamente todas las cosas visibles e invisibles, entonces ser?a una aut?ntica necedad aceptar las verdades por pura fe. Por lo dem?s, es imposible vivir, observa santo Tom?s, sin confiar en la experiencia de los dem?s, all? donde no llega el conocimiento personal. Es razonable por tanto tener a Dios que se revela y en el testimonio de los Ap?stoles: estos eran pocos, sencillos y pobres, afligidos con motivo de la Crucifixi?n de su Maestro; y sin embargo muchas personas sabias, nobles y ricas se convirtieron a la escucha de su predicaci?n. Se trata, en efecto, de un fen?meno hist?ricamente prodigioso, al que dif?cilmente se puede dar otra respuesta razonable, si no la del encuentro de los Ap?stoles con el Se?or Resucitado.

Comentando el art?culo del S?mbolo sobre la encarnaci?n del Verbo divino, santo Tom?s hace algunas consideraciones. Afirma que la fe cristiana, considerando el misterio de la Encarnaci?n, llega a reforzarse; la esperanza se eleva m?s confiada, al pensamiento de que el Hijo de Dios vino entre nosotros, como uno de nosotros, para comunicar a los hombres su propia divinidad; la caridad se reaviva, porque no hay signo m?s evidente del amor de Dios por nosotros, como ver al Creador del universo hacerse ?l mismo criatura, uno de nosotros. Finalmente, considerando el misterio de la Encarnaci?n de Dios, sentimos inflamarse nuestro deseo de alcanzar a Cristo en la gloria. Poniendo un sencillo pero eficaz ejemplo, santo Tom?s observa: ?Si el hermano de un rey estuviese lejos, ciertamente ansiar?a poder vivir cerca de ?l. Y bien, Cristo es nuestro hermano: debemos por tanto desear su compa??a, ser un solo coraz?n con ?l" (Op?sculos teol?gico-espirituales, Roma 1976, p. 64).

Presentando la oraci?n del Padre Nuestro, santo Tom?s muestra que esta es en s? perfecta, teniendo las cinco caracter?sticas que una oraci?n bien hecha deber?a tener: abandono confiado y tranquilo; conveniencia de su contenido, porque ? observa santo Tom?s ? ?es muy dif?cil saber exactamente lo que es oportuno pedir o no, desde el momento en que tenemos dificultad frente a la selecci?n de los deseos" (Ibid., p. 120); y despu?s orden apropiado de las peticiones, fervor de caridad y sinceridad de la humildad.

Santo Tom?s fue, como todos los santos, un gran devoto de la Virgen. La defini? con un apelativo estupendo: Triclinium totius Trinitatis, triclinio, es decir, lugar donde la Trinidad encuentra su reposo, porque, con motivo de la Encarnaci?n, en ninguna criatura, como en Ella, las tres divinas Personas inhabitan y encuentran delicia y alegr?a en vivir en su alma llena de Gracia. Por su intercesi?n podemos obtener toda ayuda.

Con una oraci?n, que tradicionalmente se atribuye a santo Tom?s y que, en todo caso, refleja los elementos de su profunda devoci?n mariana, tambi?n nosotros decimos: "Oh beat?sima y dulc?sima Virgen Mar?a, Madre de Dios..., yo conf?o a ti coraz?n misericordioso toda mi vida... Obtenme, o Dulc?sima Se?ora m?a, caridad verdadera, con la que pueda amar con todo el coraz?n a tu sant?simo Hijo y a t?, despu?s de ?l, sobre todas las cosas, y al pr?jimo en Dios y por Dios?.

[En espa?ol dijo]

Saludo a los grupos de lengua espa?ola, en particular a los miembros de la Asociaci?n p?blica de Fieles "Hogar de la Madre", as? como a los dem?s fieles provenientes de Espa?a, M?xico y otros pa?ses latinoamericanos. Os invito a todos, a imitaci?n de Santo Tom?s de Aquino, a profundizar, mediante el estudio y la oraci?n, en los grandes misterios de la fe.

Muchas gracias.

[Traducci?n del italiano por Inma ?lvarez
?Libreria Editrice Vaticana]


Publicado por verdenaranja @ 18:41  | Habla el Papa
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Comunicado de la Presidencia de la CEV: Fortalecer el clima de convivencia y entendimiento?

Preocupados por el fortalecimiento del clima de convivencia y entendimiento entre los venezolanos, y deseosos, como pastores de la Iglesia, de contribuir, desde nuestro ministerio propio, en el incremento de la paz y a la armon?a entre todos, como exigencia humana y cristiana, les invitamos a reflexionar sobre las siguientes situaciones:

1.- Los alimentos y medicamentos descompuestos: Es un pecado que clama al cielo, y pone en evidencia el deterioro moral de de los organismos encargados. Solicitamos que se proceda a una averiguaci?n profunda y diligente de lo ocurrido, se act?e con firmeza y transparencia, tanto en las denuncias como en las investigaciones, y se tomen las medidas necesarias para que hechos como ?ste no vuelvan a ocurrir.

2.- La libertad de expresi?n e informaci?n y el derecho a la denuncia son valores sociales imprescindibles para el equilibrio de los poderes, una mayor equidad comunicacional, el fomento de la pluralidad de ideas as? como al respeto a la disidencia. Los que ejercen responsabilidades p?blicas deben evitar el uso del poder y de la promulgaci?n de leyes como instrumentos de amedrentamiento y de castigo. Una democracia sin libertad, sin poderes aut?nomos y justos, se deteriora y abre paso al abuso y la impunidad.

3.- Los venezolanos estamos necesitados en estos momentos de un clima social y pol?tico que favorezca la serenidad espiritual, nos permita formarnos un juicio completo sobre la realidad y reflexionar sobre la importancia de nuestra participaci?n libre y consciente en las elecciones del pr?ximo 26 de septiembre. Le corresponde a las diversas instancias del Estado ofrecernos las condiciones m?nimas de seguridad y convivencia para que podamos asomarnos al futuro con tranquilidad y esperanza

Que el Se?or y la Virgen den a todos los venezolanos luz, sabidur?a y fortaleza para superar los conflictos y construir juntos un solo pa?s.?

Caracas, 21 de Junio de 2010

Ubaldo Ram?n Santana Sequera
Arzobispo de Maracaibo
Presidente de la CEV

Baltazar E. Porras Cardozo
Arzobispo de M?rida
1? Vicepresidente de la CEV

Roberto L?ckert Le?n
Arzobispo de Coro
2? Vicepresidente de la CEV

Jes?s Gonz?lez de Z?rate
Obispo de Caracas
Secretario General de la CEV


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REDACCI?N DE "IGLESIA NIVARIENSE"
C. San Agust?n, n? 28
38201. La Laguna. Tenerife.
Tfno. 922-25 86 40 / Extensi?n 8
e-mail: [email protected]

Bolet?n 391?

LAS NOTICIAS AMPLIADAS PUEDEN VERLAS ENTRANDO EN NUESTRO NUEVO BLOG. Textos, sonidos, e im?genes los tienen en: http://www.comunicacionobispadodetenerife.blogspot.com/??

El Obispo ordenar? presb?teros a Federico Armas D?az ?y Gregorio Ramos Dom?nguez el pr?ximo d?a 3 de julio, a las 11: 00 horas, en la parroquia de La Concepci?n, en La Laguna. Asimismo, en el mismo lugar y a la misma hora, el s?bado diez de julio ser?n ordenados di?conos: Juan Francisco Lugo Carre?o, de la parroquia de S. Juan en La Laguna; Honorio Campos Guti?rrez, de la parroquia de S. Pedro de G??mar y Carmelo Gonz?lez Gonz?lez, de la parroquia realejera de La Concepci?n.

?La Parroquia de La Concepci?n con tal motivo, ha organizado distintos actos pastorales. As?, por ejemplo, el 30 de junio, a las 20:00 horas, tendr? lugar una mesa redonda con sacerdotes j?venes bajo el t?tulo: ?Presente y futuro del sacerdote?. Dicha mesa redonda estar? coordinada por el periodista, Mayer Trujillo. Adem?s, el d?a primero de julio a las 20, 30 habr? una Vigilia-Concierto titulada ?gracias por ser sacerdote? con la participaci?n de Alejandro Abrante y otros grupos de j?venes. El d?a siguiente de 10 a 19 horas, en la capilla de plata habr? oraci?n ante el Sant?simo orando por las vocaciones.?

El lunes comienza el primer curso de la Escuela de Verano del ISTIC. El mismo se desarrolla en colaboraci?n con la Delegaci?n de Catequesis y versar? sobre la ?iniciaci?n cristiana y el catecumenado?. Por cierto, este s?bado hay claustro del Instituto de Teolog?a de las Islas Canarias.??

?Ya se ha comenzado a distribuir el programa de actos religiosos de la sesenta y siete edici?n de la Bajada de la Virgen de Las Nieves, editado por la Vicar?a de la isla de La Palma. El mismo contiene una amplia rese?a hist?rica sobre la imagen, el santuario y el origen? de la Bajada. Adem?s,?incluye la carta pastoral del obispo, una misiva de los sacerdotes de servicio en la isla y, c?mo no, los actos religiosos de esta Bajada. Del programa se han editado 20.000 ejemplares que, a trav?s de los agentes de pastoral, se quiere hacer llegar a todos los hogares de la isla.?

Por otro lado, La prestigiosa fil?loga palmera Carmen D?az Alay?n pronunciar? este jueves, d?a 24, desde el balc?n de la Casa Monteverde de la Plaza de Espa?a el preg?n anunciador? de la Bajada de la Virgen 2010. El acto comenzar? a las 19:00 horas.?

El 31 de Julio de 2010, el cantautor Mart?n Valverte va a dar un concierto en el recinto principal de la Bajada de La Virgen, en Santa Cruz de La Palma. Durante la tarde, en el mismo recinto, se llevar?n a cabo diferentes talleres l?dicos para j?venes, entre ellos, un taller de multiaventura organizado por Ekalis. Esta iniciativa tiene un sugerente pr?logo, porque la entrada tanto para el concierto como para los talleres, es una pulsera azul con el lema KDMS 31 julio y tiene un coste de 2 euros.??

La pel?cula-documental ?La ?ltima cima? se estrenar? en Tenerife el pr?ximo 25 de junio en los cines Yelmo Cineplex de La Orotava. La pel?cula aborda la vida del sacerdote Pablo Dom?nguez,? un monta?ero que antes de perder la vida, coron? todas las cimas espa?olas con m?s de 2.000 metros, las de Los Alpes con m?s de 4.000 metros y otras mayores en Am?rica y Asia.??

?Bajo el lema: ?Haciendo camino juntos?, C?ritas Diocesana ha previsto varios encuentros con el obispo de Mauritania, Martin Happe. El viernes 25 de junio, a las 19:30 horas estar? en la parroquia de San Bartolom? Ap?stol en Tejina, un d?a m?s tarde, a las 18:30 horas se reunir? con la parroquia de El Salvador, en Santa Cruz de La Palma y el lunes, 28 de junio, estar? con la parroquia de Nuestra Se?ora de la Merced, en El M?dano.?

La formaci?n contin?a para el Clero de este final de curso, as? como un cursillo para los seminaristas mayores, tuvo como tema central, la dimension afectivo-sexual en la vida de los sacerdotes. Las jornanas estuvieron guiadas por el jesuita Jos? Mar?a Fern?ndez Martos, profesor de la universidad de Comillas.

Juan Alejandro Sierra, realiz? la profesi?n soleCisterciense este jueves, 24 de junio. En la celbraci?nmne como Monje , adem?s, de su comunidad y la familia, estuvo presente el Obispo y algunos sacerdotes de la di?cesis. Fray Juan indic? que "el 24 de Junio, Solemnidad de la Natividad de San Juan Bautista, es una concentraci?n de d?as en que celebro muchas cosas: cumplea?os, onom?stica, Ordenaci?n Sacerdotal; ahora a?ado la Profesi?n Solemne como Monje Cisterciense.?

?Radio ECCA ha organizado un retiro veraniego para dedicar un rato a la semana a la oraci?n con una gu?a y con posibilidad de compartirlo con el que acompa?a el retiro o con las dem?s personas que lo hacen. Las bases para la matr?cula las pueden encontrar en radioecca.net.?

Dos comunidades parroquiales celebran estos d?as su aniversario. As?, este jueves, la parroquia de S. Juan, en Ch?o, celebra la festividad de su santo patr?n, su ochenta aniversario como parroquia, y el cincuenta de la dedicaci?n de su actual templo parroquial. La Eucarist?a ser? presidida por el Vicario General, Antonio P?rez. El Obispo les ha enviado una misiva en la que recuerda que la parroquia es cosa de todos y casa de todos.

?Otro tanto ocurrir? a mediados de julio en la parroquia del Carmen en Llanito Perera, Icod. En este caso, se celebra el veinticinco aniversario.?

Pr?ximamente, estar? disponible en los puntos de distribuci?n habituales, un nuevo n?mero de la revista Iglesia Nivariense. En esta ocasi?n el tema central de dicha publicaci?n es la Bajada de la Virgen de las Nieves.?

El Encuentro de Fin de Curso Arciprestal se celebrar? este a?o 2010 en la Parroquia del Dulce Nombre de Jes?s en La Guancha.? Ser? el viernes, 25 de Junio de 19 a 21:00 horas.??

Otro tanto ocurrir? en la isla de El Hierro. Ser? este domingo en la zona recreativa de El Morcillo: All? el Obispo presidir? la Eucarist?a a mediod?a. Se trata de compartir la fe y la alegr?a de creer, y hacerlo en comunidad, reuni?ndose todas las parroquias herre?as en torno a su pastor.?

Carlos Gonz?lez Quintero ser? el ?pr?ximo Rector del Santuario del Sant?simo Cristo de La Laguna. El Obispo comunic? este nombramiento a los responsables de la Esclavitud del Cristo y a la comunidad franciscana.??

La profesora, Nereida Fern?ndez Le?n, fue la encargada de impartir el Preg?n Oficial de la XII edici?n de las Fiestas Lustrales de Vallehermoso, que durante m?s de un mes, ser? el centro de atenci?n religioso, cultural y popular de La Gomera, en honor a la patronal local, Nuestra Se?ora la Virgen del Carmen.?

El Instituto Superior de Teolog?a de las Islas Canarias clausurar? el curso acad?mico del Aula Teol?gica ?Padre Torres Padilla? el s?bado, 26 de junio a las 19:00 horas. Para ello, se celebrar? la Eucarist?a en el templo de La Asunci?n y, posteriormente, tendr? lugar la conferencia: "De la pasarela a la b?scula: el mundo de la moda y la publicidad como patr?n de imagen y comportamiento? a cargo de Juan Jes?s Rodr?guez Garc?a, Lcdo. en Geograf?a e Historia, profesor de ERE y delegado episcopal de Familia y Vida.?

Popular Mar?a Visi?n de Canarias emite, este fin de semana, el reportaje ?Gomerita de Puntallana?. Centrado en la devoci?n a la patrona gomera y en las obras de su santuario.??

Un hombre de 37 a?os ha sido detenido como presunto autor de dos robos cometidos en la Bas?lica de Candelaria, y la Guardia Civil considera que podr?a ser el autor de otros dos robos que se produjeron en la Casa Parroquial de ese municipio, inform? el instituto armado.?

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Publicado por verdenaranja @ 18:33
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DOMINGO 13 DEL TIEMPO ORDINARIO / C
27 de junio de 2010

La paz, la caridad y la fe, de parte de Dios Padre, y de Jesucristo, el Se?or, est?n con todos vosotros.

Hermanos y hermanas. Seguro que, la mayor?a de quienes nos encontramos aqu?, hemos dejado listas unas cuantas cosas antes de salir de casa, o hemos dejado algunas por hacer, dispuestos a dedicar un buen rato a alimentarnos con la palabra que Dios nos dirigir? y con el pan consagrado que partiremos. Es Cristo mismo quien nos convoca cada domingo a los cristianos de todo el mundo.

Pero Cristo no s?lo nos llama a celebrar la Eucarist?a, o a acudir a las dem?s celebraciones de la Iglesia. Sobre todo nos llama a seguirle; a amarnos los unos a los otros.Y esta exigencia, al vivirla con total radicalidad, nos puede conducir por caminos que ni hab?amos imaginado. Pensemos en la vida de los ap?stoles Pedro y Pablo, que son un buen ejemplo de ello.

A. penitencial: Porque somos d?biles, nuestro coraz?n no hace caso de la Palabra de Dios, ni nos atrevemos a amar como Jes?s nos pide. Por eso, al inicio de esta celebraci?n, pedimos perd?n por nuestros peca?dos.

T?, que eres el camino que conduce al Padre: SE?OR,TEN PIEDAD.

T?, que eres la verdad que ilumina los pueblos: CRISTO, TEN PIEDAD.

T?, que eres la vida que renueva el mundo: SE?OR, TEN PIEDAD.

1. lectura (1Reyes19,16b.79-21): Escuchemos el relato de la llamada del profeta Eliseo, cuando El?as le echa encima su manto de profeta. D?monos cuenta de que, con naturalidad, Eliseo lo deja todo, se despide de su casa, y se va con El?as. Como dice el salmo 15, que cantaremos, el Se?or es su bien; por eso se pone en manos de Dios, el sendero que conduce a la vida.

2. lectura (G?latas 5,7.73-18): a trav?s de las palabras que escribe a los g?latas, nos recuerda que estamos llamados a ser libres. Y qu? la respuesta a esta llamada es amarnos los unos a los otros. Escuch?mosle con atenci?n.

Oraci?n universal: Unidos a todos aquellos que, en todo el mundo, comparten nuestra fe, oremos al Padre por Jesucristo, en el Esp?ritu. Un?monos a cada petici?n, diciendo: ESC?CHANOS, SE?OR.

Por el papa Benedicto, sucesor del ap?stol Pedro: que Dios le bendiga con su bondad, OREMOS AL SE?OR.

Por todos los pa?ses del niundo: que Dios inspire a sus habitantes para que haOan progresar la justicia y la libertad, OREMOS AL SE?OR.

Por quienes sufren discriminaci?n, violencia o injusticia: que encuentren en Dios su fortaleza, OREMOS AL SE?OR.

Por todos nosotros: que seamos fieles al servicio de Dios, OREMOS AL SE?OR.

Oh Dios, t? conoces todo cuanto necesitamos. Escu?cha nuestras oraciones y acoge los deseos de quienes creen en ti. Por Jesucristo, nuestro Se?or.

Padrenuestro: Por Jesucristo somos hijos de la luz y s?lo Dios es nuestro bien. Por eso, agradecidos y llenos de confianza, nos atrevemos a decir:

Despedida: El pr?ximo martes celebramos la solemnidad de los ap?stoles Pedro y Pablo. Al escuchar la llamada de Cristo, ambos dejaron todo cuanto ten?an y, con dificultades, siguieron al Se?or, hasta dar sus vidas. Como ellos, tambi?n nosotros estamos llamados a dejar atr?s todas las anclas que nos impiden amar plenamente a quienes nos rodean. Hermanos y her?manas, pod?is ir en paz.

CPL


Publicado por verdenaranja @ 18:22  | Liturgia
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Mi?rcoles, 23 de junio de 2010

ZENIT publica el discurso pronunciado?el s?bado, 5 de Junio de 2010,?por Benedicto XVI en el jard?n del Palacio presidencial de Nicosia frente a las Autoridades civiles y al Cuerpo diplom?tico de Chipre.

Se?or Presidente,
Excelencias,
Se?oras y Se?ores,

Estoy agradecido, como parte de mi viaje apost?lico a Chipre, de tener esta oportunidad de reunirme con las autoridades pol?ticas y civiles de la Rep?blica, as? como con los miembros de la comunidad diplom?tica. Doy las gracias al Presidente Christofias por las amables palabras de saludo que expres? en vuestro nombre, y yo correspondo de buen grado con mis propios respetuosos buenos deseos para vuestra importante labor, recordando en particular la feliz ocasi?n del 50 aniversario de la Constituci?n de la Rep?blica.

Acabo de depositar una ofrenda floral en el monumento en memoria del difunto arzobispo Makarios, primer Presidente de la Rep?blica de Chipre. Como ?l, cada uno de vosotros en vuestra vida de servicio p?blico deb?is estar comprometidos en servir al bien de los dem?s en la sociedad, ya sea a nivel local, nacional o internacional. Esta es una noble vocaci?n que la Iglesia estima. Cuando se lleva a cabo fielmente, el servicio p?blico nos permite crecer en sabidur?a, integridad y realizaci?n personal. Plat?n, Arist?teles y los estoicos daba mucha importancia a dicho cumplimiento ? eudemonia ? como objetivo para todo ser humano, y vieron en el car?cter moral la forma de alcanzar ese objetivo. Para ellos, y para los grandes fil?sofos isl?micos y cristianos que siguieron sus pasos, la pr?ctica de la virtud consiste en actuar de conformidad con la recta raz?n, en la b?squeda de todo lo que es verdadero, bueno y hermoso.

Desde una perspectiva religiosa, somos miembros de una misma familia humana creada por Dios y estamos llamados a promover la unidad y a construir un mundo m?s justo y fraterno basado en valores perdurables. En la medida en que cumplimos con nuestro deber, servimos a los dem?s y nos adherimos a lo que es correcto, nuestras mentes se vuelven m?s abiertas a las verdades m?s profundas y nuestra libertad crece fuerte en la fidelidad a lo que es bueno. Mi predecesor, el Papa Juan Pablo II escribi? una vez que la obligaci?n moral no debe ser vista como una ley que se impone desde fuera y exigiendo la obediencia, sino m?s bien como una expresi?n de la sabidur?a de Dios a la que la libertad humana se somete f?cilmente (cf. Veritatis splendor, 41) . Como seres humanos encontramos nuestra realizaci?n ?ltima en referencia a esa Realidad Absoluta cuyo reflejo es se encuentra tan frecuentemente en nuestra conciencia como una apremiante invitaci?n a servir a la verdad, la justicia y el amor.

A nivel personal, como servidores p?blicos, vosotros conoc?is la importancia de la verdad, la integridad y el respeto en vuestras relaciones con los dem?s. Las relaciones personales son a menudo los primeros pasos hacia la construcci?n de la confianza y ? a su debido tiempo ? de s?lidos lazos de amistad entre individuos, pueblos y naciones. Esta es una parte esencial de vuestra funci?n, tanto como pol?ticos que como diplom?ticos. En los pa?ses con delicadas situaciones pol?ticas, estas relaciones personales honradas y abiertas puede ser el comienzo de un bien mucho mayor para sociedades y pueblos enteros. Permitidme que os anime a todos vosotros, presentes aqu? hoy, para que aprovecheis las oportunidades que se os ofrezcan, tanto personal como institucionalmente, para construir estas relaciones y, al hacerlo, para promover el mayor bien del acuerdo entre las naciones y del verdadero bien de aquellos a quienes represent?is.

Los antiguos fil?sofos griegos tambi?n nos ense?an que el bien com?n se sirve precisamente por la influencia de personas dotadas de una clara visi?n moral y coraje. De esta manera, las pol?ticas se purifican de los intereses ego?stas o presiones partidistas y se colocan sobre una base m?s s?lida. Por otra parte, las aspiraciones leg?timas de aquellos a los que representamos se protegen y fomentan. La rectitud moral y el respeto imparcial a los dem?s y a su bienestar son esenciales para el bien de toda sociedad, ya que establecen un clima de confianza en la que todas las interacciones humanas, sean religiosas o econ?micas, sociales y culturales, o civiles y pol?ticas, adquieren fuerza y sustancia. Pero ?qu? significa en t?rminos pr?cticos respetar y promover la verdad moral en el mundo de la pol?tica y la diplomacia, en los planos nacional e internacional? ?C?mo puede la b?squeda de la verdad lograr una mayor armon?a en las regiones atribuladas de la Tierra? Yo sugerir?a que se puede hacer de tres maneras.

En primer lugar, la promoci?n de la verdad moral significa actuar con responsabilidad sobre la base del conocimiento de los hechos. Como diplom?ticos, sab?is por experiencia que ese conocimiento os ayuda a identificar las injusticias y agravios, a fin de examinar desapasionadamente las preocupaciones de todos los involucrados en un conflicto determinado. Cuando los partidos se elevan encima de su propia visi?n particular de los acontecimientos, adquieren una visi?n objetiva y completa. Aquellos que son llamados a resolver estas disputas son capaces de tomar decisiones justas y promover la reconciliaci?n genuina cuando captan y reconocen la plena verdad de una cuesti?n espec?fica.

Una segunda manera de promover la verdad moral consiste en la deconstrucci?n de las ideolog?as pol?ticas que quieren suplantar a la verdad. Las tr?gicas experiencias del siglo XX han puesto al descubierto la falta de humanidad que se deriva de la supresi?n de la verdad y la dignidad humana. En nuestros d?as, estamos siendo testigos de los intentos de promover supuestos valores con el pretexto de la paz, del desarrollo y de los derechos humanos. En este sentido, hablando ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, llam? la atenci?n sobre los intentos de algunos sectores de reinterpretar la Declaraci?n Universal de los Derechos Humanos para dar satisfacci?n a intereses particulares que podr?an comprometer la unidad interna de la Declaraci?n y alejarla de su prop?sito original (v?ase Discurso a la Asamblea General de Naciones Unidas, 18 de abril de 2008).

En tercer lugar, la promoci?n de la verdad moral en la vida p?blica exige un esfuerzo constante en basar el derecho positivo en los principios ?ticos de la ley natural. El recurso a esta ?ltima fue una vez considerado evidente, pero la marea del positivismo en la teor?a jur?dica contempor?nea requiere la actualizaci?n de este axioma importante. Los individuos, las comunidades y los Estados, sin la gu?a de verdades objetivamente morales, se convertir?an en ego?stas y sin escr?pulos y el mundo ser?a un lugar m?s peligroso para vivir. Por otra parte, respetando los derechos las personas y pueblos, se protege y promueve la dignidad humana. Cuando las pol?ticas que apoyamos se promulgan en armon?a con la ley natural propia de nuestra humanidad com?n, a continuaci?n, nuestras acciones se vuelven m?s s?lidas y conducen a un ambiente de comprensi?n, justicia y paz.

Se?or Presidente, distinguidos amigos, con estas consideraciones reafirmo mi estima y la de la Iglesia por vuestro importante servicio a la sociedad ya la construcci?n de un futuro seguro para nuestro mundo. Invoco sobre todos vosotros las bendiciones divinas de sabidur?a, fuerza y perseverancia en el cumplimiento de vuestras funciones. Gracias.

[Traducci?n del original en ingl?s por Inma ?lvarez
? Copyright 2010 - Libreria Editrice Vaticana]


Publicado por verdenaranja @ 22:54  | Habla el Papa
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ZENIT publica el discurso pronunciado?el s?bado, 5 de Junio de 2010,?por Benedicto XVI, durante el encuentro con la comunidad cat?lica de Chipre en la Escuela Primaria St. Maron de Nicosia.

Queridos hermanos y hermanas en Cristo,

[En griego]

Me da gran alegr?a estar con vosotros, los representantes de la comunidad cat?lica de Chipre.

[En ingl?s]

Agradezco al arzobispo Soueif por sus amables palabras de bienvenida en vuestro nombre y agradezco de forma especial a los ni?os por su bonita representaci?n. Tambi?n saludo a Su Beatitud el Patriarca Fouad Twal, y saludo el grande y paciente trabajo de la Custodia Franciscana de Tierra Santa en la persona del padre Pizzaballa, hoy aqu? con nosotros.

En esta ocasi?n hist?rica de la primera visita del Obispo de Roma a Chipre, vengo a confirmaros en vuestra fe en Jes?s Cristo y a animaros a seguir siendo un solo coraz?n y una sola alma en fidelidad a la tradici?n apost?lica (cf. Hch 4, 32). Como Sucesor de Pedro, estoy entre vosotros hoy para ofreceros el testimonio de mi apoyo, mi afectuosas oraciones y mi aliento.

Acabamos de escuchar en el Evangelio de Juan c?mo algunos griegos, que hab?an sabido de las grandes obras que Jes?s hac?a, se acercaron al ap?stol Felipe y le dijeron: "Queremos ver a Jes?s" (cf. Jn 12,21). Estas frases nos tocan a todos nosotros profundamente. Al igual que los hombres y mujeres en el Evangelio, queremos ver a Jes?s, conocerle, amarle y servirle, con "un solo coraz?n y alma".

Por otra parte, como la voz del cielo en el Evangelio de hoy declar? a la gloria del nombre de Dios, la Iglesia proclama su nombre no s?lo por su propio bien, sino por el bien de la humanidad en su conjunto (cf. Jn 12,30). Tambi?n vosotros, los seguidores de Cristo de hoy, est?is llamados a vivir vuestra fe en el mundo a?adiendo vuestras voces y acciones para la promoci?n de los valores del Evangelio transmitidos a vosotros por generaciones de cristianos chipriotas. Estos valores, profundamente arraigados en vuestra propia cultura, as? como en el patrimonio de la Iglesia universal, debe continuar inspirando vuestros esfuerzos para promover la paz, la justicia y el respeto de la vida humana y la dignidad de vuestros conciudadanos. De esta manera, vuestra fidelidad al Evangelio sin duda beneficiar? a toda la sociedad chipriota.

Queridos hermanos y hermanas, teniendo en cuenta vuestras circunstancias ?nicas, tambi?n me gustar?a llamar vuestra atenci?n sobre una parte esencial de la vida y misi?n de nuestra Iglesia, a saber, la b?squeda de una mayor unidad en la caridad con los dem?s cristianos y el di?logo con quienes no son cristianos. Especialmente desde el Concilio Vaticano II, la Iglesia se ha comprometido a avanzar por el camino de un mejor entendimiento con nuestros hermanos cristianos con el fin de unir cada vez m?s fuertemente en el amor y la amistad a todos los bautizados. Teniendo en cuenta vuestras circunstancias, sois capaces de realizar vuestra contribuci?n personal al objetivo de una mayor unidad entre los cristianos en vuestra vida cotidiana. Permitidme animaros a hacerlo, confiando en que el Esp?ritu del Se?or, que or? para que sus disc?pulos fuesen uno (cf. Jn 17,21), os acompa?ar? en esta importante tarea.

En cuanto al di?logo interreligioso, todav?a queda mucho por hacer en todo el mundo. Esta es otra ?rea donde los cat?licos en Chipre a menudo viven en circunstancias que se les brindan oportunidades para una acci?n correcta y prudente. S?lo a trav?s del trabajo paciente puede construirse la confianza mutua, superarse el peso de la historia, y las diferencias pol?ticas y culturales entre los pueblos sean un motivo para trabajar en una mayor comprensi?n. Os insto a que ayud?is a crear esa confianza mutua entre cristianos y no cristianos como base para la consolidaci?n de la paz duradera y la armon?a entre los pueblos de diferentes religiones, regiones pol?ticas y bagajes culturales.

Queridos amigos, os invito a mirar a la profunda comuni?n que ya compart?s entre vosotros y con la Iglesia cat?lica en todo el mundo. Con respecto a las necesidades inmediatas de la Iglesia, os animo a orar y a promover las vocaciones al sacerdocio y a la vida religiosa. En este A?o Sacerdotal que llega a su fin, la Iglesia ha adquirido una renovada conciencia de la necesidad de buenos sacerdotes, santos y bien formados. Ella necesita hombres y mujeres religiosos totalmente comprometidos con Cristo y con la difusi?n del reino de Dios en la tierra. Nuestro Se?or prometi? que quienes den la vida a imitaci?n suya les llevar? a la vida eterna (cf. Jn 12,25). Pido a los padres que reflexionen sobre esta promesa y que alienten a sus hijos a responder generosamente a la llamada del Se?or. Insto a los pastores a que asistan a los j?venes, a sus necesidades y aspiraciones, y que les formen en la plenitud de la fe.

Aqu?, en esta escuela cat?lica, tambi?n quisiera dirigir una palabra a quienes trabajan en las escuelas cat?licas de la isla, especialmente a los profesores. Su trabajo es parte de una larga tradici?n y estima de la Iglesia cat?lica en Chipre. Seguid sirviendo pacientemente al bien de toda la comunidad mediante la consecuci?n de la excelencia educativa. Que el Se?or os bendiga abundantemente en la sagrada tarea que es la formaci?n del don m?s precioso de Dios Todopoderoso a nosotros - nuestros ni?os.

Os dirijo ahora a una palabra especial a vosotros, mis queridos j?venes cat?licos de Chipre.

[En griego]

?Sed fuertes en la fe, alegres en el servicio de Dios y generosos con vuestro tiempo y talento! Ayudad a construir un futuro mejor para la Iglesia y para vuestro pa?s poniendo del bien de los dem?s antes que el vuestro propio.

[En ingl?s]

Queridos cat?licos de Chipre, fomentad vuestra propia armon?a, en comuni?n con la Iglesia universal y con el Sucesor de Pedro, y construir lazos fraternales con los dem?s en la fe, esperanza y amor. De manera especial, deseo consignar este mensaje a los presentes que vienen de Korm?kiti, As?matos, Karp?sha y A?da Marina. Conozco vuestros deseos y sufrimientos, y por ello os pido que llev?is mi bendici?n, mi cercan?a y mi afecto a todos los que vienen de vuestros pueblos. Nosotros, los cristianos somos un pueblo de esperanza. Por mi parte, espero fervientemente y rezo para que, con el compromiso y la buena voluntad de los interesados, se asegure r?pidamente una vida mejor para todos los habitantes de la isla.

Con estas breves palabras, os conf?o a todos a la protecci?n de la Beata Virgen Mar?a y a la intercesi?n de los santos Pablo y Bernab?.

[En griego]

?Que Dios os bendiga a todos!

[Traducci?n del original en ingl?s por Inma ?lvarez
? Copyright 2010 - Libreria Editrice Vaticana]


Publicado por verdenaranja @ 22:51  | Habla el Papa
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ZENIT publica el discurso pronunciado?el s?bado 5 de Junio de 2010 por Benedicto XVI dentro de la catedral ortodoxa de san Juan, en Nicosia, tras la visita de cortes?a a Su Beatitud Cris?stomo II, arzobispo de Nueva Justiniana y de todo Chipre.

Su Beatitud,

[En griego]

Le saludo con afecto fraterno en el Se?or resucitado y le doy las gracias por su atenta bienvenida.

[En ingl?s]

Recuerdo con gratitud su visita a Roma hace tres a?os, y me llena de alegr?a que hoy nos encontremos otra vez en su querida tierra natal. A trav?s de usted, saludo al Santo S?nodo, y a todos los sacerdotes, di?conos, monjes, monjas y fieles laicos de la Iglesia de Chipre.

Ante todo, deseo expresar mi gratitud por la hospitalidad que la Iglesia de Chipre tan generosamente ofreci? a la Comisi?n Mixta Internacional para el Di?logo Teol?gico con motivo de su reuni?n el a?o pasado en Paphos. Estoy igualmente agradecido por el apoyo que la Iglesia de Chipre, a trav?s de la claridad y la apertura de sus aportaciones, siempre ha dado a la labor del di?logo. Que el Esp?ritu Santo gu?e y confirme esta gran empresa eclesial, que tiene por objeto restablecer la comuni?n plena y visible entre las Iglesias de Oriente y Occidente, una comuni?n que debe vivirse en la fidelidad al Evangelio ya la tradici?n apost?lica, en la estima por las tradiciones leg?timas de Oriente y Occidente, y la apertura a la diversidad de dones por los que el Esp?ritu edifica a la Iglesia en la unidad, la santidad y la paz.

Este esp?ritu de fraternidad y comuni?n tambi?n se expresa en la generosa contribuci?n que Su Beatitud envi? en nombre de la Iglesia de Chipre a los que sufren desde el a?o pasado por el terremoto en l'Aquila, cerca de Roma, cuyas necesidades llevo en mi coraz?n. Con ese mismo esp?ritu, ahora me uno a usted en la oraci?n para que todos los habitantes de Chipre, con la ayuda de Dios, encuentren la sabidur?a y la fuerza necesaria para trabajar juntos por una soluci?n justa de las cuestiones que quedan por resolver, para procurar la paz y la reconciliaci?n, y construir para las generaciones futuras una sociedad que se distinga por el respeto de los derechos de todos, incluidos los derechos inalienables a la libertad de conciencia y la libertad de culto.

Chipre se considera tradicionalmente parte de Tierra Santa, y la situaci?n de conflicto permanente en Oriente Medio debe ser un motivo de preocupaci?n para todos los seguidores de Cristo. Nadie puede permanecer indiferente ante la necesidad de apoyar en todo lo posible a los cristianos de esa regi?n en conflicto, de modo que sus antiguas iglesias puedan vivir en paz y prosperar. Las comunidades cristianas de Chipre pueden encontrar un ?rea m?s fruct?fera para la cooperaci?n ecum?nica en la oraci?n y en trabajar juntos por la paz, la reconciliaci?n y la estabilidad en las tierras bendecidas por la presencia terrenal del Pr?ncipe de la Paz.

Con estos sentimientos, Su Beatitud, le agradezco una vez m?s por su fraternal acogida y le aseguro mis oraciones por usted y por todo el clero y los fieles de la Iglesia de Chipre.

[En griego]

?Que la alegr?a de Cristo Resucitado est? siempre con vosotros!?

[Traducci?n del original en ingl?s por Inma ?lvarez
? Copyright 2010 - Libreria Editrice Vaticana]


Publicado por verdenaranja @ 22:47  | Habla el Papa
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ZENIT?? publica la homil?a que pronunci? Benedicto XVI al celebrar en la tarde del s?bado, 5 de Junio de 2010,??la santa misa con los sacerdotes, religiosos, di?conos, catequistas y movimientos eclesiales de Chipre en la iglesia de la Santa Cruz de Nicosia.


Queridos hermanos y hermanas en Cristo:

El Hijo del Hombre debe ser elevado, para que todo aquel que crea en ?l tenga vida eterna (cf.?Jn?3,14-15). En esta Misa votiva adoramos y alabamos a nuestro Se?or Jesucristo, porque con su Santa Cruz redimi? al mundo.?A trav?s de su muerte y resurrecci?n ha abierto las puertas del cielo y ha preparado un lugar para nosotros, para que nosotros, sus seguidores, podamos obtener una participaci?n en su gloria.

En la alegr?a de la victoria salvadora de Cristo, os saludo a todos los que est?is aqu? en la Iglesia de la Santa Cruz y os agradezco por vuestra presencia.?Estoy muy agradecido por la calidez de la acogida que me hab?is dado.?Estoy especialmente agradecido a Su Beatitud el Patriarca Latino de Jerusal?n por sus palabras de bienvenida en el comienzo de la misa, y por la presencia del Padre Custodio de Tierra Santa. Aqu?, en Chipre, una tierra que fue el primer puerto de escala en los viajes misioneros de san Pablo a trav?s del Mediterr?neo, vengo entre vosotros hoy, siguiendo los pasos del gran Ap?stol, para fortaleceros en vuestra fe cristiana y para predicar el Evangelio que ofrece la vida y la esperanza al mundo.

La atenci?n de nuestra celebraci?n hoy es la Cruz de Cristo. Muchos podr?an estar tentados de preguntar por qu? nosotros los cristianos celebramos un instrumento de tortura, un signo de sufrimiento, de derrota y de fracaso. Es cierto que la Cruz expresa todas estas cosas.?Y, sin embargo, a causa del que fue levantado en la Cruz por nuestra salvaci?n, tambi?n representa el triunfo definitivo del amor de Dios sobre todo el mal en el mundo.

Existe una antigua tradici?n de que la madera de la Cruz fue tomada de un ?rbol plantado por el hijo de Ad?n, Set, sobre el lugar donde fue enterrado Ad?n.?En ese mismo lugar, conocido como el G?lgota, el lugar de la calavera, Set plant? una semilla del ?rbol del conocimiento del bien y del mal, el ?rbol que estaba en medio del Jard?n del Ed?n. A trav?s de la providencia de Dios, la obra del Maligno, se deshace volviendo sus propias armas contra ?l.

Seducido por la serpiente, Ad?n hab?a abandonado su confianza filial en Dios y pec? comiendo del fruto del ?rbol del jard?n que estaba prohibido para ?l. Como consecuencia de ese pecado, el sufrimiento y la muerte vinieron al mundo. Los tr?gicos efectos del pecado, el sufrimiento y la muerte eran demasiado evidentes en la historia de los descendientes de Ad?n.?Vemos esto en nuestra primera lectura de hoy, con sus ecos de la Ca?da y su prefiguraci?n de la redenci?n de Cristo.

Como castigo por su pecado, los israelitas, languideciendo en el desierto, fueron mordidos por serpientes y s?lo podr?an ser salvados de la muerte dirigiendo la mirada al emblema que Mois?s levant?, prefigurando la Cruz que pondr?a fin al pecado y la muerte de una vez por todas.?Vemos claramente que el hombre no puede salvarse de las consecuencias de su pecado. ?l no puede salvarse de la muerte. S?lo Dios puede liberarlo de su esclavitud moral y f?sica.?Y porque amaba tanto al mundo, envi? a su Hijo unig?nito, no para condenar al mundo - como la justicia parec?a exigir - sino para que a trav?s de ?l el mundo se salve. El?Hijo unig?nito de Dios ten?a que ser levantado como Mois?s levant? la serpiente en el desierto, para que todos los que le miraran con fe tuviesen vida.

La madera de la Cruz se convirti? en el veh?culo para nuestra redenci?n, as? como el ?rbol del que estaba formado hab?a ocasionado la ca?da de nuestros primeros padres.?El sufrimiento y la muerte, que hab?an sido una consecuencia del pecado, se convirtieron en el mismo medio por el cual el pecado fue vencido.?El inocente Cordero fue inmolado en el altar de la cruz, y sin embargo, de la inmolaci?n de la v?ctima surgi? adelante una nueva vida: el poder del mal fue destruido por el poder del amor que se sacrifica a s? mismo.

La Cruz, por tanto, es algo mucho m?s grande y m?s misterioso de lo que parece a primera vista. De hecho, es un instrumento de tortura, de sufrimiento y de derrota, pero al mismo tiempo expresa la transformaci?n completa, la reversi?n definitiva de estos males: esto es lo que la convierte en el s?mbolo m?s elocuente de la esperanza que el mundo haya visto jam?s. ?sta?habla a todos los que sufren - los oprimidos, los enfermos, los pobres, los marginados, las v?ctimas de la violencia - y les ofrece la esperanza de que Dios puede transformar su sufrimiento en alegr?a, su aislamiento en comuni?n, su muerte en vida.?Ofrece esperanza ilimitada a nuestro mundo ca?do.

Por eso, el mundo necesita la Cruz. La cruz no es s?lo un s?mbolo privado de devoci?n, no es s?lo un s?mbolo de pertenencia a un determinado grupo dentro de la sociedad, y, en su sentido m?s profundo, no tiene nada que ver con la imposici?n de un credo o una filosof?a por la fuerza. Ella habla de la esperanza, habla de amor, habla de la victoria de la no violencia sobre la opresi?n, habla de que Dios eleva a los humildes, da fuerza a los d?biles, vence la divisi?n, y supera el odio con el amor. Un mundo sin la Cruz ser?a un mundo sin esperanza, un mundo en el que la tortura y la brutalidad estar?an fuera de control, donde el d?bil ser?a explotado y la codicia tendria la ?ltima palabra. La inhumanidad del hombre hacia el hombre se manifiestar?a en formas cada vez m?s espantosas, y no habr?a fin al c?rculo vicioso de la violencia. S?lo la Cruz pone fin a la misma. Si bien ning?n poder terrenal puede salvarnos de las consecuencias de nuestros pecados, y ning?n poder terrenal puede derrotar a la injusticia en su origen, sin embargo, la intervenci?n salvadora del Dios del amor ha transformado la realidad del pecado y la muerte en su contrario. Eso es lo que celebramos cuando nos gloriamos en la cruz de nuestro Redentor. Con raz?n san Andr?s de Creta describ?a la Cruz como "lo m?s noble, m?s precioso que cualquier cosa en la tierra [...] pues en ella, a trav?s de ella y por ella, todas las riquezas de nuestra salvaci?n fueron guardadas y restauradas para nosotros" (Oratio X;?PG 97, 1018-1019).

Queridos hermanos sacerdotes, queridos religiosos, queridos catequistas, se nos ha confiado el mensaje de la cruz para que podamos ofrecer esperanza al mundo. Cuando proclamamos a Cristo crucificado, no nos anunciamos a nosotros mismos, sino a ?l. No ofrecemos nuestra propia sabidur?a al mundo, no proclamamos ninguno de nuestros m?ritos, sino que actuamos como instrumentos de su sabidur?a, de su amor y de m?ritos redentores. Sabemos que somos simplemente vasijas de barro y, sin embargo, hemos sido sorprendentemente elegidos para ser mensajeros de la verdad redentora que el mundo necesita escuchar. Jam?s nos cansemos de admirarnos ante la gracia extraordinaria que se nos ha dado, nunca dejemos de reconocer nuestra indignidad, pero, al mismo tiempo, esforc?monos siempre para ser menos indignos de nuestra noble llamada, de manera que no pongamos en entredicho la credibilidad de nuestro testimonio con nuestros errores y ca?das.

En este A?o Sacerdotal, permitidme que me dirija de modo especial a los presb?teros aqu? presentes, y a quienes se preparan para la ordenaci?n. Meditad las palabras que el Obispo dirige al ordenando cuando le hace entrega del c?liz y la patena: "Considera lo que realizas e imita lo que conmemoras, y conforma tu vida con el misterio de la cruz del Se?or". A la vez que proclamamos la cruz de Cristo, esforc?monos siempre por imitar el amor gratuito de quien se ofreci? a s? mismo por nosotros en el altar de la cruz, de quien es al mismo tiempo sacerdote y v?ctima, de aquel en cuyo nombre hablamos y actuamos cuando ejercemos el ministerio que hemos recibido. Mientras pensamos en nuestras faltas, tanto individual como comunitariamente, reconozcamos humildemente que hemos merecido el castigo que ?l, Cordero inocente, ha sufrido por nosotros. Y si, en consonancia con cuanto nos merecemos, participamos en el sufrimiento de Cristo, alegr?monos porque tendremos una felicidad mucho m?s grande cuando se revele su gloria.

En mi pensamiento y oraci?n, me acuerdo particularmente de muchos sacerdotes y religiosos de Oriente Medio que est?n sintiendo en estos momentos una llamada especial a configurar su vida con el misterio de la cruz del Se?or. Donde los cristianos son minor?a, donde sufren dificultades por tensiones religiosas y ?tnicas, muchas familias toman la decisi?n de huir, y tambi?n los pastores tienen la tentaci?n de hacer lo mismo. En situaciones de este tipo, sin embargo, un sacerdote, una comunidad religiosa, una parroquia que se mantiene firme y contin?a dando testimonio de Cristo es un signo extraordinario de esperanza, no s?lo para los cristianos sino tambi?n para todos los que viven en la regi?n. Su presencia es ya de por s? una manifestaci?n elocuente del Evangelio de la paz, de la voluntad del Buen Pastor de cuidar de todas las ovejas, del inquebrantable compromiso de la Iglesia en favor del di?logo, la reconciliaci?n y la aceptaci?n amorosa del pr?jimo. Abrazando la cruz que se les presenta, los sacerdotes y religiosos de Oriente Medio pueden irradiar realmente la esperanza que est? en el centro del misterio que celebramos en la liturgia de hoy.


Que nos consuelen las palabras de la segunda lectura de hoy, que expresan magn?ficamente el triunfo reservado a Cristo despu?s de su muerte en cruz, triunfo que estamos invitados a compartir: "Por eso Dios lo levant? sobre todo, y le concedi? el 'Nombre-sobre-todo- nombre'; de modo que al nombre de Jes?s toda rodilla se doble, en el cielo, en la tierra, en el abismo" (Flp 2,9-10).


[En griego]

S?, queridos hermanos y hermanas en Cristo, lejos de nosotros gloriarnos si no es en la cruz de Nuestro Se?or Jesucristo (cf. Gal 6,14). ?l es nuestra vida, nuestra salvaci?n y nuestra resurrecci?n; a trav?s de ?l somos salvados y liberados.

[Traducci?n del original en ingl?s por Inma ?lvarez
? Copyright 2010 - Libreria Editrice Vaticana]


Publicado por verdenaranja @ 22:44  | Habla el Papa
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Homil?a de monse?or Mons. Luis T. St?ckler, obispo de Quilmes, en la fiesta de la Sant?sima Trinidad (30 de mayo de 2010). (AICA)

AMOR TRINITARIO?

????????? M?s que nunca, en esta fiesta de la Sant?sima Trinidad, nuestra predicaci?n debe partir de lo que Dios nos ha comunicado de s? mismo. Es la palabra de Cristo la que nos revela el misterio del Dios ?nico, que es Padre e Hijo y Esp?ritu Santo. Este misterio central de nuestra fe nos identifica y da a nuestra vida una profundidad que no encontramos en otras religiones y filosof?as. Que Dios sea una uni?n de tres personas que se aman, y que la creaci?n sea un reflejo de este Dios, da al hombre la oportunidad de descubrir en todo una declaraci?n de este amor. Desde la revelaci?n del misterio trinitario comprendemos, sobre todo, el misterio del hombre al que Dios cre? seg?n su propia imagen y semejanza, como var?n y mujer, con el mandato de ser fecundos y llenar la tierra.

????????? El amor trinitario es la impronta de toda convivencia social.? ?El existir con otros y vivir juntos?, dec?amos los obispos en el documento ?Navega mar adentro?, ?no es el fruto de una desgracia a la que haya que resignarse, ni un hecho accidental que se deba soportar; ni siquiera se trata de una mera estrategia para poder sobrevivir. Toda la vida en sociedad tiene para las personas un fundamento m?s hondo: Dios mismo. La Sant?sima Trinidad es fuente, modelo y fin de toda forma de comuni?n humana. A partir de la comuni?n trinitaria hemos de recrear los v?nculos de toda comunidad? (NMA 65), comenzando por la familia, donde en el afecto de nuestros padres, hermanos y hermanas hacemos la primera experiencia de este Dios que es amor; ?siguiendo en los ?mbitos vecinal, provincial, nacional e internacional. En el di?logo y en el intercambio libre de dones, animados por el amor, se construye el ?nosotros? de la comuni?n solidaria.

????????? La Iglesia ha de ser protagonista de esta misi?n. El gran desaf?o consiste en hacerse ella misma ?casa y escuela de comuni?n?, al decir del inolvidable Juan Pablo II. ?Esto significa, en concreto, recrear los espacios habituales para hacerlos atrayentes y aglutinantes: familias, comunidades parroquiales, instituciones educativas, comunidades de consagrados y consagradas, asociaciones, peque?as comunidades y movimientos. El punto de partida es una actitud del coraz?n que es capaz de sentir al hermano en la fe en la unidad profunda del Cuerpo m?stico como alguien que le pertenece. Una aut?ntica espiritualidad de comuni?n nace de la Eucarist?a. No es casual que el t?rmino comuni?n se haya convertido en uno de los nombres espec?ficos de este sublime sacramento? (cf. NMA 83- 85).

????????? En la celebraci?n de Corpus Christi, el pr?ximo s?bado, tendremos la oportunidad de reafirmarlo, cuando nos reunamos como di?cesis para manifestar p?blicamente nuestra comuni?n con ?Jes?s Eucarist?a, Pan de Vida y Salvaci?n para su Pueblo?. Asimismo reafirmamos nuestra comuni?n tambi?n, cuando respondamos a la invitaci?n, dentro de quince d?as, de contribuir generosamente a la colecta? de C?ritas para que ?construyamos juntos una Patria sin excluidos?. ?Cada d?a pidamos a Dios que nos haga crecer en la comuni?n, cuando nos persignamos en el nombre del Padre y del Hijo y del Esp?ritu Santo.?

Mons. Luis T. St?ckler,obispo de

?


Publicado por verdenaranja @ 22:33  | Homil?as
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Martes, 22 de junio de 2010

Discurso de apertura de la Consulta Regional de las Conferencias Episcopales de las Am?ricas sobre la Emigraci?n, pronunciado por?el hoy Presidente del Pontificio Consejo para los Migrantes, el Arzobispo Antonio Mar?a Vegli?,que se realiza en Washington (Estados Unidos), del 2 al 4 de junio de 2010, sobre el tema: ?Renewing Hope, Seeking Justice".

?

Consulta Regional de Conferencias Episcopales sobre Emigraci?n
(Washington DC, 2 - 4 Junio, 2010)?

Pero, ?qu? puedo hacer por usted?

?

?S.E. Mons. Antonio Maria Vegli?
Presidente del Pontificio Consejo
para la Pastoral de los Emigrantes e Itinerantes?

Agradezco la oportunidad de poder hablar durante esta Conferencia. Ser? con un acento diferente, italiano y, m?s probablemente, con una entonaci?n vaticana. Sin embargo, los EE.UU. est?n habituados a escuchar diferentes acentos. Forma parte de sus caracter?sticas en cuanto fusi?n de culturas.

Acompa?ar a las personas que se vieron obligadas a desplazarse y que ahora est?n lejos de casa es una tarea muy exigente. Exige permanecer sensibles y atentos a su situaci?n. Muchos sacerdotes, religiosos y laicos est?n dedicados a este desafiante apostolado. Desear?a agradecer su trabajo y expresar mi gratitud por su compromiso, dedicaci?n y profesionalidad.?

1. Introducci?n: Todo el mundo tiene un rostro?

La migraci?n existe desde siempre. Las causas son diferentes y pueden ser socio-econ?micas, los conflictos o la persecuci?n y violaci?n de los derechos humanos. Se traduce en una migraci?n voluntaria o forzada. Migrantes y refugiados. Adem?s, nos encontramos con el desplazamiento provocado por el clima y con la gente que sufre la trata. El resultado es que las personas abandonan sus hogares, y terminan en otro lugar. Puede ser en su propio pa?s o en el extranjero. Esto tambi?n les conduce a sufrimientos personales.

Esto ya fue descrito en 1939 por Erich Maria Remarque. Escribi? sobre el destino de los refugiados procedentes de Alemania, que no eran bienvenidos en los pa?ses vecinos. Kern, el protagonista de un libro,1 es arrestado y termina en un tribunal suizo.

?A la ma?ana siguiente Kern fue llevado ante el Tribunal de Distrito. El juez era un hombre robusto de mediana edad con cara redonda y roja. Fue humano, pero no pod?a ayudar a Kern. La ley era clara [...]. "Es mi deber condenarle. La pena m?nima es de catorce d?as de prisi?n. Esa es la ley. Tenemos que proteger a nuestro pa?s de ser inundado de refugiados" [...].

Kern le respondi?: "?Qu? podemos hacer m?s que violar la ley?" El juez permaneci? en silencio durante un instante [...]. "?La Sociedad de Naciones a?n no ha hecho nada por ustedes? Pero tendr? que conseguir papeles de alg?n tipo", dijo finalmente. "Despu?s de todo hay muchos miles como usted, y deber?an tener alg?n medio para poder vivir" [...]. Kern le respondi?: "Cada pa?s est? tratando de descargarnos en alg?n otro pa?s. Y esto se prolongar?, con toda probabilidad, durante muchos a?os" [...].

"Pero, ?Dios m?o!", dijo el juez bruscamente y sin poder contenerse en su suave y abierto acento suizo. "Eso es un problema terrible. ?Qu? ser? de todos ustedes?"

"No lo s?. Lo m?s importante es qu? me va ha suceder ahora".

El juez se pas? la mano por la cara y mir? a Kern. "Tengo un hijo", dijo, "que es casi de su misma edad. Si me lo tuviese que imaginar siendo perseguido de un lugar a otro sin haber cometido otra culpa que el haber nacido..."

"Tengo un padre", respondi? Kern. "Si usted fuera a verlo...". Mir? por la ventana. El sol oto?al brillaba con luz tenue entre un manzano lleno de frutos. Fuera de all? estaba la libertad. Fuera de all? estaba Ruth.

"Me gustar?a hacerle una pregunta", dijo el juez unos momentos despu?s. "No tiene nada que ver con su caso. Pero me gustar?a pregunt?rselo no obstante. ?Todav?a cree en algo?"

"?Oh, s?!, ?creo en el bendito ego?smo! ?En la crueldad! ?En la mentira! ?En la dureza de coraz?n!"

"Eso es lo que me tem?a. Pero, ?qu? otra cosa se puede esperar?"

"Eso no es todo", respondi? Kern con calma. "Tambi?n creo en la bondad y la amistad, en el amor y la solidaridad. Me he encontrado con ellos quiz? m?s a menudo que muchos de los que han tenido una vida f?cil".

El juez se levant? y rode? con paso pesado su silla para acercarse a Kern. "Es bueno escuchar eso", murmur?. "Si supiera qu? puedo hacer por usted"?.

Han pasado setenta a?os. Pero esa misma pregunta sigue siendo v?lida. Si supiera lo que puedo hacer por usted. Esta tambi?n deber?a ser nuestra cuesti?n fundamental.

?Qu? puedo hacer por usted? Y adem?s, ?c?mo hacerlo? ?Cu?l deber? ser mi conducta? ?A partir de qu? inspiraci?n voy a actuar? ?Cu?l es nuestro mensaje de esperanza?

Los migrantes, los refugiados y las personas objeto de trata son personas como usted y como yo, seres humanos, gente corriente. Personas conocidas por sus nombres por sus seres queridos, cuyos rostros son familiares en sus barrios. Personas con sue?os y expectativas, con miedos y decepciones. Hay una diferencia... sus circunstancias son diferentes. Tienen que huir de sus hogares a causa de la persecuci?n, la mera supervivencia o tratando de ganarse la vida para ellos y sus familiares. Ahora se enfrentan a ciertos problemas que deber?an ser abordados.

El punto de partida para atender a los migrantes, refugiados, v?ctimas de la trata es entender su situaci?n y todas sus facetas, personal, social, econ?mica, pol?tica, a la luz de la Palabra de Dios, as? como reconocer la responsabilidad de estar implicados. Naturalmente, tambi?n se han de abordar los factores que causan su desarraigo. En este compromiso la Iglesia se gu?a por los "principios permanentes" de su "doctrina social [que] constituyen los verdaderos y propios puntos de apoyo de la ense?anza social cat?lica: se trata del principio de la dignidad de la persona humana [...] en el que cualquier otro principio y contenido de la doctrina social encuentra fundamento, del bien com?n, de la subsidiaridad y de la solidaridad".2

Se nos invita a ser testigos de su Mensaje, un mensaje de esperanza para la persona, cuerpo y alma, la Buena Noticia en todas las situaciones y para toda la vida. Esto tambi?n significa reestructurar nuevamente nuestros esfuerzos para responder adecuadamente a los nuevos desaf?os.

Como el Papa Juan Pablo II subray?: "Nunca est? de m?s reiterar aqu? que ser? oportuno hacer una revisi?n de los m?todos pastorales empleados, de modo que cada Iglesia particular ofrezca a los fieles una atenci?n religiosa m?s personalizada, consolide las estructuras de comuni?n y misi?n".3 La atenci?n pastoral a los migrantes forzados significa acogida, respeto, protecci?n, promoci?n y amor genuino a cada persona en sus expresiones religiosas y culturales.?

2. Migrantes?

Un golpe en la puerta y... hay personas buscando empleo. El resultado es que 38 millones de inmigrantes viven en los EE.UU. De hecho, los EE.UU. se han configurado por los esfuerzos de los migrantes, antiguamente pero tambi?n en la actualidad. Muchos inmigrantes llegan a los EE.UU. con objetivos econ?micos, expectativas, pero tambi?n con su contribuci?n. Los migrantes se han convertido en esenciales para la econom?a de los EE.UU. Constituyen una parte importante de la mano de obra nacional.

Las cifras ya indican que la sociedad como tal ha cambiado. El empleo de las personas extranjeras se encuentra en uno de los niveles m?s altos de los ?ltimos cien a?os.4 Los cambios son visibles por todas partes, desde un r?pido aumento del espa?ol en las iglesias, el trabajo pastoral dependiendo de forma creciente de sacerdotes extranjeros, hasta una concentraci?n de restaurantes ?tnicos en el barrio perif?rico.

Pero esto son s?lo los signos externos de una sociedad cambiante. Sin embargo, parece que estos cambios no reflejan una mayor aceptaci?n de la "alteridad" y la buena disposici?n a un cambio mutuo y rec?proco. Un cambio en la persona que llega, pero tambi?n una modificaci?n en la sociedad receptora. El proceso de integraci?n va a influir en ambas partes. Sin embargo, los s?ntomas que aparecen son diferentes. Existen estudios que describen la sociedad de EE.UU. como "desigualitaria y racista" con "una tensi?n fundamental entre las identidades americana y latina".5 La integraci?n se ha visto obstaculizado "por un creciente sentimiento anti-inmigrante, por legislaciones inmigratorias represivas y por la catalogaci?n negativa de los latinos como amenazantes e indeseables".6 Indicadores que exigen una seria reflexi?n sobre lo que est? sucediendo en la sociedad.

El influjo de la migraci?n en el pa?s de origen tambi?n es visible y considerable. Las remesas, aunque han disminuido durante la crisis econ?mica, son recibidas por las familias en el hogar, y combaten la pobreza. Se emplean para la vivienda, la alimentaci?n, la atenci?n sanitaria, la educaci?n, pero tambi?n para comprar bienes de consumo. Impulsan la econom?a local. El monto de las remesas sigue siendo enorme, el doble del importe de la ayuda oficial al desarrollo.7

Sin embargo, tambi?n podr?a plantear la cuesti?n de c?mo las remesas afectan la vida de los que se quedan. ?Va a generar una especie de s?ndrome de dependencia o, a?n m?s preocupante, va a afectar a las relaciones en la comunidad por el incremento de las diferencias? Esas personas tendr?n acceso a determinados bienes y servicios, ya que cuentan con el apoyo, mientras que otras tienen que seguir viviendo de los recursos locales.

Otra observaci?n es que podr?a llevar a promover una migraci?n en cadena, por la que el pa?s de origen estar?a a?n m?s afectado por la partida que se lleva a cabo por una parte de su poblaci?n.??

3. Migrantes indocumentados?

Un golpe en la puerta y... los agentes de inmigraci?n est?n registrando una casa. Quien est? sin los documentos adecuados ser? arrestado. ?C?mo afectar? a los ni?os que en este momento no est?n en casa?

Algunos de estos indocumentados ya han superado su permiso de turista. Otros pasaron de contrabando, con el gran riesgo que entra?a, a veces atravesando m?s de un pa?s. Muchos han estado viviendo en el pa?s durante a?os. Trabajando y contribuyendo a la econom?a y al sistema de seguridad social.8 Su deportaci?n puede suponer una ruptura familiar, ya que algunos otros miembros de la familia quiz? sean residentes legales. Las deportaciones se suceden a diario. Las estad?sticas muestran que las cifras superaron las 350.000 personas en 2008.9 En Am?rica Central, uno de los resultados no previstos ha sido el aumento de la violencia de las pandillas juveniles.10

Todos somos conscientes de la multitud de problemas a los que se enfrentan. Ya sea por la incertidumbre sobre su futuro con la tensi?n que conlleva, la dependencia de puestos de trabajo mal pagados e inseguros - con el riesgo de ser explotados -, o los problemas relativos a los permisos de conducir. Sin embargo, no debemos olvidar que "la condici?n de irregularidad legal no permite menoscabar la dignidad del emigrante, el cual tiene derechos inalienables, que no pueden violarse ni desconocerse".11

Un problema espec?fico est? afectando a sus hijos. J?venes originarios de EE.UU., el ?nico pa?s que realmente conocen. Ellos ven su futuro amenazado, no pudiendo continuar sus estudios. Por supuesto, soy consciente de los esfuerzos de la Iglesia en apoyo de la ley DREAM (Desarrollo, ayuda y educaci?n para menores extranjeros), que les proporcione la ayuda econ?mica para sus estudios y una posibilidad de obtener en el futuro la ciudadan?a.

Adem?s, sigo con gran inter?s y admiraci?n los esfuerzos de valiente defensa de la Iglesia norteamericana a favor de la regularizaci?n de los aproximadamente 12 millones de migrantes indocumentados. Su existencia debe ser, pues, reconocida. Sin embargo, ?no se deber?a vincular esto a una reforma migratoria que tome en cuenta las demandas del mercado laboral, y especialmente la continua necesidad de trabajadores poco cualificados? Se ha de reconocer que quienes llegan no son simples trabajadores, sino personas humanas, con todo lo que eso implica, como el vivir con sus familias.

Para lograr esto, es necesaria una pol?tica que aborde humanitariamente la migraci?n ilegal.?

4. Refugiados?

Un golpe en la puerta y... existe la posibilidad de comenzar una nueva vida.

Los EE.UU. han acogido generosamente a numerosos refugiados. En los ?ltimos treinta a?os, se ha permitido asentarse a m?s de 2 millones de refugiados, de forma espont?nea o en un proceso de reasentamiento.12 Se les ofreci? protecci?n y la promesa de una nueva vida. Cada a?o se determinar? un l?mite m?ximo de admisi?n de refugiados. En los a?os fiscales 2008 y 2009 se situ? en 80.000.13 El n?mero de refugiados que llegaron fue realmente de 60.107 y 74.602, respectivamente.

Con todo, hay que darse cuenta que sus or?genes son muy diferentes. Algunos estaban ayudando a compa??as estadounidenses, ofreciendo servicios de traducci?n, otros eran graduados universitarios. Pero tambi?n hab?a personas que eran casi analfabetas y apenas pod?an hablar el idioma. Bastantes llegan directamente de los campos de refugiados donde han permanecido durante a?os y donde han nacido sus hijos. Ni siquiera conocen ning?n otro mundo que no sea el campamento, y dif?cilmente tienen experiencia previa de trabajo en un mundo competitivo. Otros eran de zonas rurales y terminaron en entornos urbanos.

Adem?s, bastantes hab?an sufrido experiencias de violencia y est?n traumatizados o deprimidos. No deber?a sorprender que para ellos sea dif?cil acostumbrarse a su nueva vida, y que encontrar un trabajo en el presente les siga resultando dif?cil.

Los Programas de recepci?n y acomodaci?n del Departamento de Estado los apoya durante un tiempo relativamente corto, con un subsidio ?nico. Se debe remarcar que el nivel se congel? en los a?os ochenta, lo que implica una p?rdida de poder adquisitivo. Adem?s, reciben apoyo de hasta ocho meses, cuya cuant?a recientemente se increment?. Despu?s de este per?odo se considera que se han integrado lo suficiente como para cuidar de s? mismos y ser autosuficientes.14 Es m?s que evidente que esto no funciona. Carecen del apoyo necesario. Muchos terminan sin apenas dinero despu?s de pagar el alquiler, uni?ndose a la Am?rica pobre y acabando en la misma situaci?n. Probablemente depender?n de la caridad y de las iglesias para sobrevivir, e incluso terminando en centros para personas sin hogar. Esto no est? exactamente en l?nea con la sostenibilidad de soluciones duraderas (repatriaci?n voluntaria, integraci?n local o reasentamiento) del ACNUR.15

Hay que se?alar que el proceso de reasentamiento no puede ser el mismo para todo individuo o para toda comunidad. Para ser realistas, hay que tener en cuenta las necesidades y experiencias ?nicas de la persona, que se traducir?n en diferentes programas, tambi?n con la solicitud de un per?odo de apoyo diferente y, muy probablemente, m?s largo. Esto debe llevar a la autosuficiencia, al empleo y a la integraci?n final en el pa?s para que participen en la sociedad.

Se han llevado a cabo muchos esfuerzos para aumentar las admisiones en los EE.UU., especialmente despu?s del 11 de septiembre de 2001, cuando el n?mero cay? a 28.000 ingresos al a?o. Pero, ?nos hemos dado suficiente cuenta de lo que sucede a la gente una vez que han entrado en el pa?s?16?

5. Tr?fico de seres humanos?

Un golpe en la puerta y... el empresario ha de hacer frente a su conducta abusiva en relaci?n a su empleados.

Esto es resultado de la Ley de protecci?n de v?ctimas de trata que se introdujo en el a?o 2000. Esta ley prev? imponer sanciones econ?micas a los pa?ses que no toman medidas eficaces para combatir la trata, de acuerdo con el informe anual del Departamento de Estado.17 Hay que destacar que casi todos los pa?ses se enfrentan a problemas de trata, ya sea explotaci?n sexual, trabajo forzoso o servidumbre por deudas, ni?os soldados, o formas abusivas de adopci?n. Estas personas han sido enga?adas acerca de los objetivos de sus actividades futuras y ya no son libres para decidir sobre sus vidas. Acaban en situaciones an?logas a la esclavitud o la servidumbre de las que es muy dif?cil escapar. Para conseguirlo se emplean las amenazas y la violencia. Las causas profundas de la trata no son s?lo la pobreza y el desempleo en los pa?ses en desarrollo. La demanda de mano de obra barata, de productos de bajo precio o de "sexo ex?tico o ins?lito" son tambi?n causa fundamental de la trata que han de ser abordadas.

Las diversas formas de trata constituyen una violaci?n de los derechos humanos, que exigen distintos enfoques y medidas para restablecer la dignidad de las v?ctimas.

La Santa Sede ha declarado que todos los esfuerzos para hacer frente a las actividades criminales y proteger a las v?ctimas de la trata deben incluir "tanto a los hombres como a las mujeres y colocar los derechos humanos en el centro de toda estrategia",18 mientras que "la trata de seres humanos con fines de explotaci?n laboral debe ser claramente diferenciada de la migraci?n irregular. Debemos asegurarnos de que las v?ctimas tengan acceso a la justicia, a la asistencia social y jur?dica y a la indemnizaci?n por los da?os que han sufrido".19

Las v?ctimas de la trata en los EE.UU. est?n protegidas. La ley tambi?n prev? la posibilidad de que la v?ctima obtenga un permiso de permanencia, la llamada ?visa T?, con la que regularizar su estatus. Los estudios indican que la mayor?a de los casos en los EE.UU. est?n relacionados con el trabajo forzoso. Las f?bricas donde se explotan los trabajadores ("sweatshop")20 han retornado. Se vuelven a producir situaciones de explotaci?n laboral en los pa?ses desarrollados, que utilizan "pr?cticas de trabajo que sean contrarias a los principios m?s elementales de respeto de los derechos humanos en el trabajo".21 De acuerdo con estimaciones de la OIT, "Am?rica Latina ocupa, despu?s de Asia, el segundo lugar en el mundo entre las regiones con mayor n?mero de trabajadores forzosos", mientras que "en Am?rica Latina el trabajo forzoso est? estrechamente vinculado a patrones de desigualdad y discriminaci?n, particularmente en contra de los pueblos ind?genas".22

Las medidas preventivas son complementarias a la implementaci?n de leyes contra la trata, a la adopci?n de leyes laborales y a la regulaci?n de las condiciones de empleo, y consecuentemente a su ejecuci?n. Por otra parte, los gobiernos deben desarrollar programas para afrontar los ?sin tierra? y la dependencia extrema, mientras que los sindicatos y las organizaciones no gubernamentales deben colaborar para garantizar los derechos y normas laborales, y para obtener el apoyo de la opini?n p?blica.

Una responsabilidad particular recae en el consumidor. Debe ser consciente de las condiciones bajo las cuales se cultivan o se fabrican los productos. La introducci?n de las etiquetas comerciales y de los c?digos de conducta podr?a fortalecer las condiciones de trabajo dignas. En este sentido, no se debe olvidar la responsabilidad de las cadenas de supermercados. Como resultado, esto supondr? que algunos productos sean m?s caros.

Reconozco lo que ya se ha hecho por organizaciones eclesiales. Iniciativas como la Catholic Coalition against human trafficking en los EE.UU., la Red Internacional de Religiosas contra la trata de personas, la red brasile?a de congregaciones religiosas femeninas "Un grido por la Vida", la Carta Pastoral de los Obispos de Canad?,23 y probablemente muchas otras iniciativas que desconozco. Debemos darnos cuenta de que el trabajo ya realizado tiene que ser integrado en las actividades de la di?cesis y que cada Iglesia local debe asumir la responsabilidad de implicarse.?

6. El desplazamiento inducido por el cambio clim?tico?

Un golpe en la puerta y... gente est? pidiendo un lugar de protecci?n.

Una nueva forma de desplazamiento est? en camino, de hecho ya est? sucediendo a nuestro alrededor.

Las personas se est?n marchando, pues no pueden ganarse ya la vida por culpa de la desertificaci?n y de la creciente escasez de agua, aumentando el nivel del mar y la salinizaci?n de las tierras agr?colas. El cambio clim?tico est? tambi?n provocando cada vez m?s desastres naturales, como inundaciones y tormentas. Como resultado aumentan los conflictos a causa de los recursos.

Esta nueva forma de desplazamiento tendr? enormes consecuencias en las pr?ximas d?cadas. Las estimaciones frecuentemente mencionadas y aceptadas de 200 millones24 de personas desplazadas en el a?o 2050 por efecto del cambio clim?tico indican la gigantesca dimensi?n del problema. La migraci?n humana, sin duda, ser? una de las consecuencias m?s significativas del cambio clim?tico.

En la actualidad, el mundo apenas est? preparado para lo que esto significar? para quienes se vean forzados a moverse, ni d?nde est?n las responsabilidades. Algunos ser?n amparados por la Convenci?n sobre los Refugiados, otros podr?an ser tratados en el marco de los convenios sobre ap?tridas, mientras que para otros se podr?a aplicar los Principios Rectores de los Desplazamientos Internos. Sin embargo, actualmente no existe ninguna disposici?n legal que aborde este nuevo reto.

Como declar? la Santa Sede en la reuni?n del Comit? Ejecutivo del ACNUR en el a?o 2008: "Muchos de ellos no se ajustan a la tipolog?a de refugiados o de trabajadores migrantes, pero la comunidad internacional no puede ignorar su situaci?n ni tampoco puede negar la obligaci?n ?tica de extender a ellos la protecci?n [...]. Es necesario afrontar el problema de c?mo iniciar el proceso para formalizar los modos y los medios para proteger los millones de personas en el centro del continuo: la responsabilidad de protegerlos; ofrecer una ayuda para la supervivencia inmediata; criterios para su acogida en otros lugares; estructuras de coordinaci?n".25

Mientras tanto el Secretario General ha hecho del cambio clim?tico y de sus consecuencias una prioridad de todo el sistema, ya que es evidente que las Naciones Unidas tienen ciertamente un papel que desempe?ar.?

7. La Iglesia y las organizaciones eclesiales?

Un golpe en mi puerta y... est?n esperando mi respuesta.

Todos nosotros ya estamos comprometidos. Como Iglesia y como di?cesis promovemos programas de apoyo a la integraci?n y al pleno acceso a la igualdad de derechos en la vida civil, dirigimos programas de viviendas, de educaci?n, de acceso al mercado de trabajo, hemos puesto en marcha servicios de asesoramiento, programas de asistencia jur?dica, adaptado estructuras pastorales, apoyamos la formaci?n de liderazgo leadership training y a asociaciones de inmigrantes. Existen intercambios entre los pa?ses de origen y de destino, como esta misma conferencia. ?A?n tenemos que hacer m?s?

Existe el riesgo de que tengamos tan asumida nuestra participaci?n que acabemos percibiendo a quienes est?n implicados en la inmigraci?n como un trabajo, un caso o una ocupaci?n.

La hospitalidad puede protegernos de esa actitud. La hospitalidad no es tanto una tarea cuanto una manera de vivir nuestras vidas y de compartir. Ofrecer hospitalidad brota de nuestro esfuerzo por ser fieles a Dios, al escuchar la voz de Dios en las Escrituras y en la gente que nos rodea. Es uno de los temas centrales en el cristianismo desde los tiempos de la Iglesia primitiva. La acogida, la compasi?n y la igualdad de trato son parte de una respuesta cristiana apropiada, que rompe las barreras sociales. Es una respuesta a las necesidades de las personas, pero tambi?n un reconocimiento de su valor y de la humanidad compartida.

En la hospitalidad, el extranjero es acogido en un lugar seguro, personal y confortable, un lugar de respeto, aceptaci?n y amistad. Incluso aunque sea brevemente, el desconocido es incorporado en una red de relaciones en la que se da y se apoya la vida. Se requiere una apertura de coraz?n, la voluntad de hacer la propia vida visible para los dem?s, y una generosidad de tiempo y recursos. La cercan?a forjada en la hospitalidad contradice mensajes contempor?neos referidos a qui?n es valioso y "bueno para estar con", qui?n puede "dar vida a otros". Esto har? de ambos, hu?sped y anfitri?n, personas m?s ricas, m?s humanas. No estoy diciendo que acoger sea f?cil, de hecho es dif?cil y exigente, y a veces incluso inc?modo.

Sin embargo, nos mantendr? conectados al individuo, y con mente abierta para los nuevos retos que siempre aparecer?n en nuestro camino. Quiero hacer hincapi? en uno de ellos: pol?ticas coherentes.

Las distintas formas de migraci?n y sus aspectos multidimensionales est?n directamente relacionadas con otras pol?ticas e influenciadas por ellas, como las de comercio y finanzas, de seguridad, de relaciones exteriores y de agricultura. Sin embargo, sus efectos y consecuencias a menudo no se tuvieron suficientemente en cuenta al formular dichas pol?ticas. Es evidente que estas pol?ticas se contradicen entre s?, y contribuyen al desarraigo de la gente. A las pol?ticas de migraci?n, a los individuos involucrados y a los pa?ses del Sur les gustar?a ver pol?ticas coherentes, que analizase las propuestas pol?ticas junto con sus efectos sobre los pastores que empujan y atraen la migraci?n. Se deben reconciliar los objetivos de la migraci?n con estos otros objetivos, mediante los cuales se promuevan pol?ticas centradas en la persona.

Puntos similares han sido subrayados por el Papa Benedicto XVI en una carta a la Canciller Merkel, en la que ped?a "condiciones comerciales favorables a los pa?ses pobres", la "cancelaci?n completa e incondicional de la deuda externa de los pa?ses pobres fuertemente endeudados y de los pa?ses menos desarrollados", que "adem?s, los pa?ses industrializados deben ser conscientes de los compromisos que han asumido con respecto a las ayudas al desarrollo y cumplirlos plenamente", y "seguir esforz?ndose por lograr una reducci?n significativa del comercio de armas, tanto legal como ilegal, del tr?fico ilegal de materias primas preciosas y de la fuga de capitales de los pa?ses pobres".26 Aunque est? escrita hace tres a?os, son meritorias de una reflexi?n m?s profunda. Nos presenta un pensamiento serio y una agenda sobre la que trabajar. En un discurso hace unas semanas, afirm?: "M?s que una espiral de producci?n y consumo en funci?n de unas necesidades humanas definidas de un modo limitado, la vida econ?mica deber?a ser un ejercicio de responsabilidad humana, intr?nsecamente orientada hacia la promoci?n de la dignidad de la persona, la b?squeda del bien com?n y el desarrollo integral - pol?tico, cultural y espiritual - de individuos, familias y sociedades".27?

8. Concluyendo?

Lo m?s importante es el coraje de mirar a los pobres a la cara, para permitirles que nos toquen el coraz?n y cuestionen nuestro mundo. Dejarles compartir con nosotros el miedo y el sufrimiento que sus hijos experimentan por los actos de violencia, lo que se siente al vivir durante a?os en un campo de refugiados saturado, bajo una tienda de pl?stico, sin esperanza alguna de una vida digna, y cu?nto se sufre por esta deshumanizaci?n y por no ser considerado un ser humano, sino un n?mero o un ser vulnerable. ?Qu? es necesario para ofrecerles una perspectiva de futuro? De modo concreto la Iglesia en muchos pa?ses est? tratando de responderla. Los esfuerzos y actividades que ustedes desarrollan son ejemplo de ello. El Papa Benedicto XVI nos inspira, motiva e interpela cuando dijo: "Quien con fe se alimenta de Cristo en la mesa eucar?stica asimila su mismo estilo de vida, que es el estilo del servicio atento especialmente a las personas m?s d?biles y menos favorecidas. En efecto, la caridad operante es un criterio que comprueba la autenticidad de nuestras celebraciones lit?rgicas".28???


1 Erich Maria Remarque, Flotsam, Little, Brown and Co, Boston 1941, reeditado por Simon Publications, Safety Harbor, 2001, p. 282-284 [traducido al espa?ol con el t?tulo N?ufragos].

2 Pontificio Consejo ?Justicia y Paz?, Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, 160; cfr. Pontificio Consejo para la Pastoral de los Emigrantes e Itinerantes, Instrucci?n Erga migrantes caritas Christi (EMCC), 3 mayo 2004, 28-30 y nota 7; Concilio Vaticano II, Constituci?n pastoral Gaudium et spes sobre la Iglesia en el mundo actual, 7 diciembre 1965, Proemio, 22, 30-32; Concilio Vaticano II, Constituci?n dogm?tica Lumen gentium sobre la Iglesia, 21 noviembre 1964, 1, 7 y 13; Concilio Vaticano II, Decreto Apostolicam actuositatem sobre el apostolado de los laicos, 18 noviembre 1965, 14; Juan XXIII, Enc?clica Pacem in terris, 11 abril 1963, Parte I; Pontificio Consejo ?Cor Unum? y Pontificio Consejo para la Pastoral de los Emigrantes e Itinerantes, Los refugiados: un desaf?o a la solidaridad, 1992.

3?Juan Pablo II, Discurso al primer grupo de Obispos de Brasil en visita "ad Limina", 31 agosto 2002; cfr. Juan Pablo II, Exhortaci?n Apost?lica postsinodal Ecclesia in America, 22 enero 1999, 73; EMCC, 39 y 100.

4 Cfr. Ruth Ellen Wasem, Immigration Reform Issues in the 111th Congress: Congressional Research Service, 2010/2, p. 3: http://assets.opencrs.com/rpts/R40501_20100202.pdf

5 Douglas Massey and Magaly S?nchez R., Restrictive Immigration Policies and Latino Immigrant Identity in the United States: PNUD, Human Development Reports, Research Paper 2009/43, p. 15.

6 Ibid., p. 16.

7 Cfr. OIT, International labour migration. A rights-based approach, International Labour Office, Ginebra 2010, p. 41-43.

8 Se ha estimado que los trabajadores en situaci?n irregular en los EE.UU. contribuyen con cerca de 6-7 billones de d?lares al sistema de seguridad social, sin recibir beneficio alguno. Una estimaci?n indica que alrededor de 3,8 millones de hogares cuyo cabeza de familia es un trabajador en situaci?n irregular generaron 6,4 billones de d?lares en impuestos de seguridad social en el a?o 2002 (cfr. Ibid., p. 110).

9 Cfr. PNUD, Informe sobre Desarrollo Humano 2009. Superando barreras: Movilidad y desarrollo humanos, Mundi-Prensa Libros, Madrid 2009, p. 111.

10 Cfr. Ibid., p. 89.

11 Juan Pablo II, Mensaje para la Jornada Mundial del Emigrante 1996, 25 julio 1995, n. 2.

12 ?El reasentamiento implica la selecci?n y transferencia de refugiados desde un Estado en el cual ellos han buscado protecci?n a un tercer Estado que ha aceptado admitirles -como refugiados- con estatuto de residencia permanente. Este estatuto deber? garantizar su protecci?n contra el refoulement y ofrecer al refugiado reasentado y su familia o dependientes el acceso a los derechos civiles, pol?ticos, econ?micos, sociales y culturales similares a aquellos disfrutados por los nacionales. Tambi?n deber? ofrecer la oportunidad de convertirse eventualmente en un ciudadano naturalizado del pa?s de reasentamiento? (ACNUR, Departamento de Protecci?n Internacional, Manual de Reasentamiento, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, Ginebra 2004, p. 10).

13 Cfr. U.S. Deparment of Homeland Security, Office of Immigration Statistics, Annual Flow Report. Refugees and Asylees 2009, 2010: www.dhs.gov/xlibrary/assets/statistics/publications/ois_rfa_fr_2009.pdf

14 ?La autosuficiencia es la capacidad social y econ?mica de un individuo, un hogar o una comunidad para satisfacer las necesidades esenciales (incluida la protecci?n, alimentos, agua, vivienda, seguridad personal, salud y educaci?n) de una manera sostenible y con dignidad. La autosuficiencia, como enfoque program?tico, se refiere al desarrollo y fortalecimiento de medios de vida de las personas atendidas, y a la reducci?n de su vulnerabilidad y su dependencia a largo plazo de la asistencia humanitaria/exterior? (ACNUR, Reintegration and Local Settlement Section, Division of Operational Support, Handbook for self-reliance, UNHCR Ginebra 2005, p. 1).

15 ?Se debe recordar que el ACNUR promueve la autosuficiencia en todo momento, pues representa la base para cualquiera de las tres soluciones duraderas? (ACNUR, Departamento de Protecci?n Internacional, Manual de Reasentamiento, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, Ginebra 2004, p. 111).

16 Para profundizar: Shani Adess and others, Refugee crisis in America: Iraqis and their resettlement experience, Human Rights Institute, Georgetown University Law Center, 2009.

17 Cfr. U.S. Department of State, Trafficking in Persons Report, 2009.

18 Pontificio Consejo para la Pastoral de los Emigrantes e Itinerantes, Orientaciones para la pastoral de la carretera-calle, 24 mayo 2007, 102.

19 Intervenci?n de la Santa Sede en el XV Consejo Ministerial de la OSCE, 29 noviembre 2007: L?Osservatore Romano, n. 278 (44.721), 5 diciembre 2007, p. 1.

20 "Una empresa que regularmente viola tanto los salarios o el trabajo infantil y las leyes de seguridad o de salud". "A escala mundial, en lo que respecta a las remuneraciones, un sweatshop es un lugar donde los trabajadores se les paga por debajo del salario m?nimo local, o cuando, con ese salario, no son capaces de satisfacer sus necesidades b?sicas" (Robert J.S. Ross, Slaves to fashion. Poverty and abuse in the new sweatshops, The University of Michigan Press, Ann Arbor, 2004, p. 26 y 41).

21 OIT, International labour migration. A rights-based approach, International Labour Office, Ginebra 2010, p. 90-91.

22 OIT, El costo de la coacci?n. Informe global con arreglo al seguimiento de la Declaraci?n de la OIT relativa a los principios y derechos fundamentales en el trabajo, Conferencia Internacional del Trabajo, 98? Reuni?n, 2009, Informe I(B), Oficina Internacional del Trabajo, Ginebra 2009, p. 22.

23 Cfr. Comisi?n Episcopal de Justicia y Paz. Conferencia de Obispos Cat?licos de Canad?, Pastoral Letter on Human Trafficking, 27 enero 2010: www.cccb.ca/site/content/view/2752/lang,eng/

24 Cfr. Norman Myers, ?Environmental Refugees: An emergent security issue?, 13th Economic Forum, Praga, 23-27 mayo 2005: www.osce.org/documents/eea/2005/05/14488_en.pdf

25 Intervenci?n de la Santa Sede en la 59? Sesi?n general del Comit? Ejecutivo del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, 7 octubre 2008:

www.vatican.va/roman_curia/secretariat_state/2008/documents/rc_seg-st_20081007_unhcr_en.html?

26 Benedicto XVI, Carta a la Se?ora Angela Merkel, Canciller de la Rep?blica Federal de Alemania, con ocasi?n del inicio de la presidencia alemana de la Uni?n Europea y del G-8, 16 diciembre 2006.

?La Santa Sede ha puesto de relieve en repetidas ocasiones que, a la vez que los Gobiernos de los pa?ses m?s pobres tienen la responsabilidad de gobernar bien y de eliminar la pobreza, es indispensable una activa colaboraci?n internacional. Aqu? no se trata de una tarea extraordinaria o de concesiones que podr?an posponerse a causa de urgentes intereses nacionales. M?s bien, se trata de un deber moral grave e incondicional, basado en la pertenencia com?n a la familia humana, as? como en la dignidad y el destino comunes de los pa?ses pobres y de los pa?ses ricos que, por el proceso de globalizaci?n, se desarrollan cada vez con mayor interdependencia.

Para los pa?ses pobres ser?a preciso crear y garantizar, de modo seguro y duradero, condiciones comerciales favorables que incluyan sobre todo un acceso amplio y sin reservas a los mercados.

Tambi?n resulta necesario hacer todo lo posible para proveer a una r?pida cancelaci?n completa e incondicional de la deuda externa de los pa?ses pobres fuertemente endeudados y de los pa?ses menos desarrollados. Asimismo, hay que tomar medidas para que estos pa?ses no acaben de nuevo en una situaci?n de deuda insostenible.

Adem?s, los pa?ses industrializados deben ser conscientes de los compromisos que han asumido con respecto a las ayudas al desarrollo y cumplirlos plenamente.

Hacen falta tambi?n amplias inversiones en el campo de la investigaci?n y del desarrollo de medicinas para el tratamiento del sida, la tuberculosis, la malaria y otras enfermedades tropicales. A este respecto, los pa?ses industrializados deben afrontar la urgente tarea cient?fica de crear por fin una vacuna contra la malaria. Del mismo modo, es necesario poner a disposici?n tecnolog?as m?dicas y farmac?uticas, as? como conocimientos derivados de la experiencia en el campo de la salud, sin imponer en cambio exigencias jur?dicas o econ?micas.

Por ?ltimo, la comunidad internacional debe seguir esforz?ndose por lograr una reducci?n significativa del comercio de armas, tanto legal como ilegal, del tr?fico ilegal de materias primas preciosas y de la fuga de capitales de los pa?ses pobres, y por eliminar las pr?cticas de lavado de dinero sucio y la corrupci?n de los funcionarios en los pa?ses pobres?.

27 Benedicto XVI, Discurso a los participantes en la XVI Sesi?n Plenaria de la Pontificia Academia de Ciencias Sociales, 30 abril 2010.

28 Benedicto XVI, ?ngelus, 19 junio 2005.


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ZENIT ?nos ofrece la homil?a que el Papa Benedicto XVI pronunci? hoy durante la celebraci?n de la Solemnidad del Sant?simo Cuerpo y Sangre de Cristo, en el atrio de la Bas?lica de san Juan de Letr?n. Despu?s presidi? la Procesi?n Eucar?stica que, recorriendo la v?a Merulana, lleg? a la Bas?lica de santa Mar?a la Mayor.

Queridos hermanos y hermanas

El sacerdocio del Nuevo Testamento est? estrechamente ligado a la Eucarist?a. Por esto hoy, en la solemnidad del Corpus Domini y casi al t?rmino del A?o Sacerdotal, somos invitados a meditar sobre la relaci?n entre la Eucarist?a y el Sacerdocio de Cristo. En esta direcci?n nos orientan tambi?n la primera lectura y el salmo responsorial, que presentan la figura de Melquisedec. El breve pasaje del Libro del G?nesis (cfr 14,18-20) afirma que Melquisedec, rey de Salem, era "sacerdote del Dios alt?simo", y por esto "ofreci? pan y vino" y "bendijo a Abraham", que volv?a de una victoria en la batalla; Abraham mismo le dio el diezmo de todo. El salmo, a su vez, contiene en la ?ltima estrofa una expresi?n solemne, un juramento de Dios mismo, que declara al Rey Mes?as: ?T? eres sacerdote para siempre / a semejanza de Melquisedec" (Sal 110,4); as? el Mes?as es proclamado no s?lo Rey, sino tambi?n Sacerdote. De este pasaje parte el autor de la Carta a los Hebreos para su amplia y articulada exposici?n. Y nosotros lo hemos recogido en el estribillo: "Tu eres sacerdote para siempre, Cristo Se?or": casi una profesi?n de fe, que adquiere un particular significado en la fiesta de hoy. Es la alegr?a de la comunidad, la alegr?a de la Iglesia entera, que contemplando y adorando al Sant?simo Sacramento, reconoce en ?l la presencia real y permanente de Jes?s sumo y eterno Sacerdote.

La segunda lectura y el Evangelio llevan en cambio la atenci?n al misterio eucar?stico. De la Primera Carta a los Corintios (cfr 11,23-26) se ha tomado el pasaje fundamental en el que san Pablo recuerda a esa comunidad el significado y el valor de la "Cena del Se?or", que el Ap?stol hab?a transmitido y ense?ado, pero que corr?a el riesgo de perderse. El Evangelio en cambio es el relato del milagro de los panes y de los peces, en la redacci?n de san Lucas: un signo atestiguado por todos los evangelistas y que preanuncia el don que Cristo har? de s? mismo, para dar a la humanidad la vida eterna. Ambos textos ponen de relieve la oraci?n de Cristo, en el momento de partir el pan. Naturalmente, hay una diferencia clara entre los dos momentos; cuando reparte los panes y los peces a la multitud, Jes?s da gracias al Padre celestial por su providencia, confiando en que ?l no har? faltar el alimento a toda aquella gente. En la ?ltima Cena, en cambio, Jes?s transforma el pan y el vino en su propio Cuerpo y Sangre, para que los disc?pulos puedan nutrirse de ?l y vivir en comuni?n ?ntima y real con ?l.

La primera cosa que hay que recordar siempre es que Jes?s no era un sacerdote seg?n la tradici?n judaica. La suya no era una familia sacerdotal. No pertenec?a a la descendencia de Aar?n, sino a la de Jud?, y por tanto legalmente le estaba excluida la v?a del sacerdocio. La persona y la actividad de Jes?s de Nazaret no se colocan en la estela de los sacerdotes antiguos, sino m?s bien en la de los profetas. Y en esta l?nea, Jes?s tom? distancia con una concepci?n ritual de la religi?n, criticando la postura que daba mayor valor a los preceptos humanos ligados a la pureza ritual m?s que a la observancia de los mandamientos de Dios, es decir, al amor de Dios y al pr?jimo, que como dice el Evangelio, ?vale m?s que todos los holocaustos y sacrificios? (Mc 12,33). Incluso dentro del Templo de Jerusal?n, lugar sagrado por excelencia, Jes?s lleva a cabo un gesto exquisitamente prof?tico, cuando expulsa a los cambistas y a los vendedores de animales, cosas todas que serv?an para la ofrenda de los sacrificios tradicionales. Por tanto, Jes?s no es reconocido como un Mes?as sacerdotal, sino prof?tico y real. Tambi?n su muerte, que nosotros los cristianos llamamos justamente "sacrificio", no ten?a nada de los sacrificios antiguos, al contrario, era totalmente lo opuesto: la ejecuci?n de una condena a muerte, por crucifixi?n, la m?s infamante, sucedida fuera de los muros de Jerusal?n.

Entonces, ?en qu? sentido Jes?s es sacerdote? Nos lo dice precisamente la Eucarist?a. Podemos volver a partir de esas sencillas palabras que describen a Melquisedec: ?ofreci? pan y vino? (Gn 14,18). Y esto es lo que hizo Jes?s en la ?ltima Cena: ofreci? pan y vino, y en ese gesto se resumi? totalmente a s? mismo y a su propia misi?n. En ese acto, en la oraci?n que lo precede y en las palabras que lo acompa?an est? todo el sentido del misterio de Cristo, tal y como lo expresa la Carta a los Hebreos en un pasaje decisivo, que es necesario citar: "Habiendo ofrecido en los d?as de su vida mortal ? escribe el autor, refiri?ndose a Jes?s ? ruegos y s?plicas con poderoso clamor y l?grimas al que pod?a salvarle de la muerte, fue escuchado por su actitud reverente, y aun siendo Hijo, con lo que padeci? experiment? la obediencia; y llegado a la perfecci?n, se convirti? en causa de salvaci?n eterna para todos los que le obedecen, proclamado por Dios Sumo Sacerdote a semejanza de Melquisedec" (5,8-10). En este texto, que claramente alude a la agon?a espiritual del Getseman?, la pasi?n de Cristo se presenta como una oraci?n y como una ofrenda. Jes?s afronta su ?hora?, que lo conduce a la muerte de cruz, inmerso en una profunda oraci?n, que consiste en la uni?n de su propia voluntad con la del Padre. Esta doble y ?nica voluntad es una voluntad de amor. Vivida en esta oraci?n, la tr?gica prueba que Jes?s afronta es transformada en ofrenda, en sacrificio viviente.

Dice la Carta que Jes?s "fue escuchado". ?En qu? sentido? En el sentido de que Dios Padre lo liber? de la muerte y lo resucit?. Fue escuchado precisamente por su pleno abandono a la voluntad del Padre: el designio de amor de Dios ha podido realizarse perfectamente en Jes?s, que, habiendo obedecido hasta el extremo de la muerte en cruz, se ha convertido en ?causa de salvaci?n? para todos aquellos que Le obedecen. Se ha convertido en Sumo Sacerdote por haber tomado ?l mismo sobre s? todo el pecado del mundo, como ?Cordero de Dios?. Es el Padre el que le confiere este sacerdocio en el momento mismo en que Jes?s atraviesa el paso de su muerte y resurrecci?n. No es un sacerdocio seg?n el ordenamiento de la ley mosaica (cfr Lv 8-9), sino "seg?n el orden de Melquisedec", seg?n un orden prof?tico, dependiente s?lo de su relaci?n singular con Dios.

Volvamos a la expresi?n de la Carta a los Hebreros que dice: ?aun siendo Hijo, con lo que padeci? experiment? la obediencia?. El sacerdocio de Cristo comporta el sufrimiento. Jes?s ha sufrido verdaderamente, y lo ha hecho por nosotros. ?l era el Hijo y no ten?a necesidad de aprender la obediencia, pero nosotros s?, ten?amos y tenemos necesidad siempre de ella. Por ello el Hijo asumi? nuestra humanidad y se dej? ?educar? por nosotros en el crisol del sufrimiento, se dej? transformar por ?l, como el grano de trigo que para dar fruto debe morir en la tierra. A trav?s de este proceso Jes?s ha sido ?perfeccionado? , en griego teleiotheis. Debemos detenernos en este t?rmino, porque es muy significativo. ?ste indica el cumplimiento de un camino, es decir, precisamente el camino de educaci?n y transformaci?n del Hijo de Dios mediante el sufrimiento, mediante la pasi?n dolorosa. Es gracias a esta transformaci?n que Jesucristo se ha convertido en "sumo sacerdote" y puede salvar a todos aquellos que se conf?an a ?l. El t?rmino teleiotheis, traducida justamente como ?hecho perfecto?, pertenece a una ra?z verbal que, en la versi?n griega del Pentateuco, es decir, los primeros cinco libros de la Biblia, se usa siempre para indicar la consagraci?n de los antiguos sacerdotes. Este descubrimiento es muy precioso, porque nos dice que la pasi?n fue para Jes?s como una consagraci?n sacerdotal. ?l no era sacerdote seg?n la Ley, pero lo ha llegado a ser de forma existencial en su Pascua de pasi?n, muerte y resurrecci?n: se ofreci? a s? mismo en expiaci?n y el Padre, exhalt?ndolo por encima de toda criatura, lo ha constituido Mediador universal de salvaci?n.

Volvamos, en nuestra meditaci?n, a la Eucarist?a, que dentro de poco estar? en el centro de nuestra asamblea lit?rgica. En ella Jes?s anticip? su Sacrificio, un Sacrificio no ritual, sino personal. En la ?ltima Cena ?l act?a movido por ese "esp?ritu eterno" con el que se ofrecer? despu?s sobre la Cruz (cfr Hb 9,14). Dando las gracias y bendiciendo, Jes?s transforma el pan y el vino. Es el amor divino que transforma: el amor con que Jes?s acepta por anticipado darse completamente a s? mismo por nosotros. Este amor no es otro que el Esp?ritu Santo, el Esp?ritu del Padre y del Hijo, que consagra el pan y el vino y cambia su sustancia en el Cuerpo y en la Sangre del Se?or, haciendo presente en el Sacramento el mismo Sacrificio que se realiza despu?s de forma cruenta en la Cruz. Podemos por tanto concluir que Cristo fue sacerdote verdadero y eficaz porque estaba lleno de la fuerza del Esp?ritu Santo, estaba lleno de toda la plenitud del amor de Dios, y esto precisamente ?en la noche en que fue traicionado?, precisamente en la ?hora de las tinieblas? (cfr Lc 22,53). Es esta fuerza divina, la misma que realiz? la Encarnaci?n del Verbo, la que transforma la extrema violencia y la extrema injusticia en un acto supremo de amor y de justicia. Esta es la obra del sacerdocio de Cristo, que la Iglesia ha heredado y prolonga en la historia, en la doble forma del sacerdocio com?n de los bautizados y del ordenado de los ministros, para transformar el mundo con el amor de Dios. Todos, sacerdotes y fieles, nos nutrimos de la misma Eucarist?a, todos nos postramos a adorarLa, porque en ella est? presente nuestro Maestro y Se?or, est? presente el verdadero Cuerpo de Jes?s, V?ctima y Sacerdote, salvaci?n del mundo. ?Venid, exultemos con cantos de alegr?a! ?Venid, adoremos! Am?n.

[Traducci?n del original italiano por Inma ?lvarez
?Libreria Editrice Vaticana]


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Homil?a de monse?or Miguel Esteban Hesayne, obispo em?rito de Viedma, domingo de la Sant?sima Trinidad (30 de mayo de 2010). (AICA)

DIOS Y EL BICENTENARIO??????????????

????????? El hombre es un animal pol?tico, ense?? Arist?teles. La recta raz?n humana concluye que Dios cre? al Hombre. En consecuencia el hombre no puede hacer pol?tica al margen de Dios, su Creador.Hecho a imagen y semejanza de Dios? su quehacer pol?tico ha de llevar el sello de Dios. De lo contrario, ?har? pol?tica? contraria a su propia naturaleza humana. Por eso, con profunda sabidur?a los autores de la Constituci?n Argentina la fundamentan en Dios al declarar a ?Dios fuente de toda raz?n y justicia?.

????????? La Festividad de este Domingo en que la liturgia cat?lica llama a centrar nuestra reflexi?n orante en la naturaleza de Dios y al mismo tiempo estamos festejando el Bicentenario de nuestra Patria, es momento oportuno para sincerarnos sobre nuestra coherencia de Fe en el Dios de los cristianos y la Patria que pretendemos construir.

????????? Nuestra Fe en Jes?s y su Evangelio, profesa en Dios que es comunidad de Personas. Tres personas son un solo Dios. Hay distinci?n pero no divisi?n. Por el contrario la unidad es desde la diversidad. Lo diverso de una persona divina no es contraria a las otras, sino que sirve para el logro de las otras dos. Dios as? es comuni?n de personas. Por eso, que el ser humano, siendo creado a imagen y semejanza de Dios, uno y trino, es creado persona-comunitaria. Es un ?yo? necesitado de los dem?s ?yo?

????????? Por eso, se crea o no se crea en Dios, el ser humano lleva el sello de su Creador.

????????? En consecuencia inexorable, en toda actividad humana se proyecta la realidad de Dios-comunidad de personas: el misterio de la Sant?sima Trinidad.Y cuando no es as? -es decir- cuando la actividad de un hombre o de una mujer no lleva el sello trinitario es una actividad deshumanizante. Esa persona act?a contra la misma naturaleza humana, crea o no en Dios, Uno y Trino. A la luz de la Fe Cristiana es un pecado y a la luz de la raz?n es un mal, es un desorden civil: jur?dico, social, econ?mico, pol?tico y hasta puede llegar a ser una degradaci?n deshumanizante.

????????? Nada de lo creado por Dios queda fuera de su misteriosa realidad trinitaria.

????????? Los cristianos no podemos pasar el Bicentenario de la Patria, simplemente entretenidos en los festejos ? dejando que Nuestra Naci?n Argentina se pretenda construir al margen de Dios viviente y verdadero. Lamentablemente tenemos la triste experiencia de lo negativo que resulta para la sociedad, gobernantes ideologizados a?n cuando asistan a ceremonias religiosas o invoquen a Dios en los discursos.

????????? Por otra parte, para que nuestra Fe en el misterio de Dios anunciado por Jesucristo, no resulte una alienaci?n o una hipocres?a tiene que llegar a crear un estilo de vida trinitario en todas las dimensiones de la vida humana. Aunque parezca una ilusi?n piadosa se ha de comenzar por un proyecto pol?tico con sello trinitario. La pol?tica no es lo ?ltimo en programar. As? nos va. La base de la sociedad humana es la pol?tica Si se ha dicho que se ha desarrollado una pol?tica sin Dios es porque los que dicen que tienen a Dios viven pretendiendo encontrarse con Dios encerrados en sus rezos y ceremonias.

????????? Urge que los cat?licos argentinos relean a Paulo VI en E.N. n? 70: ?Los seglares, cuya vocaci?n espec?fica los coloca en el coraz?n del mundo y a la gu?a de las m?s variadas tareas temporales, deben ejercer por lo mismo una forma singular de evangelizaci?n. Su tarea primera e inmediata no es la instituci?n y el desarrollo de la comunidad eclesial -esa es la funci?n espec?fica de los Pastores- sino poner en pr?ctica todas las posibilidades cristianas y evang?licas, escondidas pero a su vez presentes y activas en las cosas del mundo. El campo propio de su actividad evangelizadora, es el mundo vasto y complejo de la Pol?tica, de lo Social, de la Econom?a??

????????? No es extra?o, entonces, que se entienda el compromiso pol?tico programado, en clave de la Fe en el Dios revelado por Jes?s en su Evangelio, transitando los caminos de la pol?tica a?n partidaria en direcci?n trinitaria. Tampoco puede ser ajena a nuestra Fe Cristiana, una evaluaci?n evang?lica del Bicentenario, tal cual lo iremos desarrollando.?

Miguel Esteban Hesayne,obispo em?rito de Viedma

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Reflexi?n de Jos? Antonio Pagola sobre el evangelio del domingo d?cimotercero del Tiempo Ordinario, ofrecida por la Delegaci?n Diocesana de Ense?anza de la di?cesis de Tenerife.

SIN INSTALARSE NI MIRAR ATRAS????????

???????? Seguir a Jes?s es el coraz?n de la vida cristiana. Lo esencial. Nada hay m?s importante o decisivo. Precisamente por eso, Lucas describe tres peque?as escenas para que las comunidades que lean su evangelio, tomen conciencia de que, a los ojos de Jes?s, nada puede haber m?s urgente e inaplazable.

???????? Jes?s emplea im?genes duras y escandalosas. Se ve que quiere sacudir las conciencias. No busca m?s seguidores, sino seguidores m?s comprometidos, que le sigan sin reservas, renunciando a falsas seguridades y asumiendo las rupturas necesarias. Sus palabras plantean en el fondo una sola cuesti?n: ?qu? relaci?n queremos establecer con ?l quienes nos decimos seguidores suyos?

???????? Primera escena. Uno de los que le acompa?an se siente tan atra?do por Jes?s que, antes de que lo llame, ?l mismo toma la iniciativa: ?Te seguir? adonde vayas?. Jes?s le hace tomar conciencia de lo que est? diciendo: ?Las zorras tienen madrigueras, y los p?jaros nido?, pero ?l ?no tiene d?nde reclinar su cabeza?.

???????? Seguir a Jes?s es toda una aventura. ?l no ofrece a los suyos seguridad o bienestar. No ayuda a ganar dinero o adquirir poder. Seguir a Jes?s es "vivir de camino", sin instalarnos en el bienestar y sin buscar un falso refugio en la religi?n. Una Iglesia menos poderosa y m?s vulnerable no es una desgracia. Es lo mejor que nos puede suceder para purificar nuestra fe y confiar m?s en Jes?s.

???????? Segunda escena. Otro est? dispuesto a seguirle, pero le pide cumplir primero con la obligaci?n sagrada de ?enterrar a su padre?. A ning?n jud?o puede extra?ar, pues se trata de una de las obligaciones religiosas m?s importantes. La respuesta de Jes?s es desconcertante: ?Deja que los muertos entierren a sus muertos: t? vete a anunciar el reino de Dios?.

???????? Abrir caminos al reino de Dios trabajando por una vida m?s humana es siempre la tarea m?s urgente. Nada ha de retrasar nuestra decisi?n. Nadie nos ha de retener o frenar. Los "muertos", que no viven al servicio del reino de la vida, ya se dedicar?n a otras obligaciones religiosas menos apremiantes que el reino de Dios y su justicia.

???????? Tercera escena. A un tercero que quiere despedir a su familia antes de seguirlo, Jes?s le dice: ?El que echa mano al arado y sigue mirando atr?s no vale para el reino de Dios?. No es posible seguir a Jes?s mirando hacia atr?s. No es posible abrir caminos al reino de Dios qued?ndonos en el pasado. Trabajar en el proyecto del Padre pide dedicaci?n total, confianza en el futuro de Dios y audacia para caminar tras los pasos de Jes?s.

Jos? Antonio Pagola?

Red evangelizadora BUENAS NOTICIAS
27 de junio de 2010
13 Tiempo ordinario (C)
Lucas, 9, 51-62


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Lunes, 21 de junio de 2010

Exposici?n de monse?or Domingo S. Castagna, arzobispo em?rito de Corrientes, en el marco del A?o Sacerdotal (Junio de 2010). (AICA)

SANTO TORIBIO MOGROVEJO ???????

?????????? Improvisado y formidable Pastor. Hemos llegado a la conclusi?n del A?o Sacerdotal. Para los pueblos de Latinoam?rica el Arzobispo de Lima, Santo Toribio de Mogrovejo, encarna la aut?ntica imagen de la Iglesia Cat?lica: misionera, cercana al pueblo humilde, particularmente representado por los ind?genas, afroamericanos y mestizos. Laico virtuoso, abogado y profesor de leyes en la Universidad de Salamanca, atrae la mirada del Emperador Felipe II que lo propone al Papa Gregorio XIII para ser Arzobispo de Lima. Nombrado en marzo de 1579, recibe todas las ?rdenes sagradas en Granada y, de inmediato, la Ordenaci?n episcopal en Sevilla. Ya instalado en su sede de Lima comienza su ardua y excepcional tarea pastoral. La jurisdicci?n que le corresponde abarca todo el dominio colonial espa?ol, desde la poblaci?n de Lambayeque hasta la ciudad de Quito. Apenas llegado, comprueba un gran debilitamiento de la vida cristiana en la poblaci?n; su antecesor hab?a muerto seis a?os antes y, mientras tanto, algunos abusos se hab?an instalado en la sociedad sin una autoridad moral que los detuviera. A las excusas de los poderosos, que argumentan: ?es la costumbre?, el santo responde: ?Cristo es verdad y no costumbre?. En lo sucesivo es ?sa la base normativa de su extraordinaria actividad pastoral y misionera.

????????? Ministerio y heroicidad de las virtudes. Es muy dif?cil lograr la s?ntesis de una vida como la de este formidable Pastor de la Iglesia. En mi ?nimo est? se?alar su fisonom?a de santidad, como lo he intentado en las semblanzas anteriores. La magnitud de su ministerio pastoral se identifica con la heroicidad de sus virtudes. El hombre, buen cristiano, concluye en el Santo Pastor que resulta ser. Es elegido con un m?todo inapropiado, hoy afortunadamente desechado, me refiero al ?derecho de patronato?, que ejercen entonces algunos privilegiados monarcas, y que pretenden conservar los gobiernos ya emancipados del poder colonial. Toribio Alfonso de Mogrovejo y Robledo, exitoso profesor de la Universidad de Salamanca y cristiano muy virtuoso, despu?s de su Ordenaci?n, viaja al lejano Per? donde lo aguarda su sede. Asume como Arzobispo el 12 de mayo de 1581. Se dedica inmediatamente a restablecer la vida religiosa de sus fieles. Para ello recorre, durante 25 a?os, el enorme territorio de su jurisdicci?n, ausent?ndose de la sede por espacio de hasta seis a?os. Emprende a pie y, a veces solo, caminos geogr?ficamente a?n no se?alados, con el riesgo de ser atacado por bandidos e ind?genas poco amistosos.

????????? Activo Pastor. Su personalidad se manifiesta en la firmeza con que conduce su extensa Jurisdicci?n eclesi?stica. El equilibrio, manifestado en las circunstancias hist?ricas que enfrenta como Pastor, no dispone de otra explicaci?n que su gran espiritualidad. Aquel hombre vigoroso, formado para hacer de la ley el instrumento v?lido del orden social, sabe hacer predominar la misericordia como expresi?n cabal de la verdad. El prestigio de la investidura recibida favorece su acci?n en bien de su pueblo, pero, no neutraliza los sinsabores provenientes de las intrigas pol?ticas de entonces. Delante de Dios, y en servicio de su enorme grey, dise?a un plan de acci?n pastoral que lo convierte en un santo andariego. Recorre la extens?sima geograf?a colonial en penosos viajes, bautiza y confirma cerca de quinientas mil personas, entre ellas a Santa Rosa de Lima, San Martin de Porres y San Juan Mac?as. Se revela como intr?pido defensor de la dignidad de los ind?genas, frecuentemente maltratados por los colonizadores, y reclama con valent?a que sean respetados sus derechos. Convoca y preside el tercer Concilio Limense (1582-1583) al que asisten prelados de toda Hispanoam?rica y en el que tratan asuntos relativos a la evangelizaci?n de los ind?genas. Su andar misionero produce adelantos viales de gran necesidad, construye escuelas, capillas, hospitales, conventos y funda el primer Seminario Americano en Lima (1591) que en la actualidad lleva su nombre.

????????? Al encuentro del pueblo. El Arzobispo Toribio de Mogrovejo extrae su extraordinaria vitalidad misionera de la santidad de su vida. De otra manera no hubiera sido lo que fue. Los testimonios de quienes lo conocieron dan cuenta de su extraordinaria vida de oraci?n, de sus mortificaciones, de su dedicaci?n a la grav?sima tarea de Pastor que la Iglesia le encomienda. Deseo subrayar sus Visitas Pastorales de estilo netamente misionero. Su prop?sito de estar cerca del pueblo, principalmente de los ind?genas y pobres, inaugura una forma pastoral que marca, en adelante, la acci?n evangelizadora de los principales agentes latinoamericanos: Obispos, sacerdotes, religiosos y laicos. Muy posteriormente a su tr?nsito, los ya numerosos Obispos de Latinoam?rica celebran cuatro Conferencias episcopales que recogen fielmente el esp?ritu, el pensamiento y la pr?ctica del Santo Arzobispo: Medell?n, Puebla, Santo Domingo y Aparecida. Por ser qui?n fue, el Venerable Siervo de Dios Juan Pablo II lo proclama Patrono del Episcopado Latinoamericano (1983). Ese celestial patronazgo indica, y lo indicar? en lo sucesivo, un estilo pastoral de la Iglesia Latinoamericana animado por obispos misioneros, cercanos a los m?s pobres, testigos incorruptibles del Evangelio. Entre ellos se destacan algunos santos y m?rtires, hist?ricamente muy cercanos a nosotros.

????????? Reivindicador de la santidad en la acci?n pastoral. En esta gesta apost?lica, acreditada por la santidad de Toribio, junto a los obispos est?n los presb?teros, los di?conos y los misioneros laicos. La estabilidad y permanencia en ministerios de diverso orden contribuyen a la extensi?n y eficacia de la acci?n evangelizadora. Debemos agradecer al Concilio Vaticano II la recuperaci?n de esta olvidada disciplina apost?lica. Santo Toribio, como todos los sacerdotes santos, reivindica la necesidad de la santidad en el ejercicio del ministerio sagrado y en el de la misi?n universal de toda la Iglesia: la evangelizaci?n. Pero es el ?estilo?, inaugurado por el Santo, el que recobra su necesidad hoy. Incluye la formaci?n inicial y permanente de los candidatos a las ?rdenes sagradas y, de manera particular, de quienes son convocados a suceder a los Ap?stoles mediante el servicio episcopal. La intenci?n del Papa, al proponer a Santo Toribio como Patrono del episcopado latinoamericano, es presentar un modelo de vida apost?lica a los obispos del joven Continente. Como aquel santo Pastor, los obispos de la actual Latinoam?rica est?n desafiados por un territorio geogr?ficamente enorme, a medio poblar, por el fen?meno de una pobreza escandalosa y de un subdesarrollo cultural, econ?mico y pol?tico de dif?cil superaci?n inmediata. Santo Toribio responde, en su tiempo, a esos desaf?os, llevando el Evangelio a los m?s remotos lugares y presentando, con particular osad?a pastoral, todas las exigencias emanadas de su anuncio y celebraci?n. El buen Pastor no vacila en acompa?ar la vida del pueblo ?en desarrollo?, acosado por los conflictos causados por la injusticia, y dar cauce evang?lico a su leg?timo anhelo de libertad. Los incomodados, por la presencia din?mica del santo Obispo - eficaz formador de conciencias - procurar?n acallarlo y desalentar sus extensas Visitas Pastorales, acudiendo a sus superiores de Roma y de Espa?a, con el fin de reducir y aguachentar su incansable acci?n misionera.

????????? El fin humilde de un grande. Cambian las circunstancias, pero, el hombre reedita la lucha por construir su historia y resolver los enigmas innegables de su vocaci?n al amor y a la eternidad. La multisecular historia de la Iglesia registra el protagonismo de algunos santos que han orientado evang?licamente su marcha. Santo Toribio de Mogrovejo ha recogido las angustias y esperanzas del Continente Latinoamericano, confirmando prof?ticamente su identidad cristiana, nacido de la pobreza de Nazaret y envuelto en un prodigio mariano ?nico y constante. No hay mucho m?s que decir en estas breves p?ginas. Prefiero concluir con el relato de su muerte, cerrando su ?ltima Visita Pastoral, como consta en los anales de la ?poca: ?A los sesenta y ocho a?os, Toribio de Mogrovejo cay? enfermo en la poblaci?n de Pacasmayo, al norte de Lima, pero a?n as? continu? trabajando hasta el final, llegando a la ciudad de Sa?a en condici?n agonizante. All? hizo su testamento en el que dej? a sus criados sus efectos personales y a los pobres el resto de sus propiedades. Muri? a las tres y media de la tarde del Jueves Santo, el 23 de marzo de 1606, en el Convento de San Agust?n?. Fue canonizado el 10 de diciembre de 1726 por el Papa Benedicto XIII.

????????? Que el Santo Arzobispo de Lima interceda para que la gracia, que lo promovi? a la santidad, logre una verdadera renovaci?n en quienes debemos recoger su herencia y hacer del ?Continente de la esperanza? una realizaci?n ejemplar de la caridad cristiana.?

Mons. Domingo Salvador Castagna,arzobispo em?rito de Corrientes?


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ZENIT nos ofrece el texto de la catequesis que el Papa Benedicto XVI pronunci?el mi?rcoles 2 de Junio de 2010?durante la Audiencia General, con los peregrinos congregados de todo el mundo en la Plaza de San Pedro.

Queridos hermanos y hermanas,

tras algunas catequesis sobre el sacerdocio y mis ?ltimos viajes, volvemos hoy a nuestro tema principal, es decir, a la meditaci?n sobre algunos grandes pensadores de la Edad Media. Hab?amos visto ?ltimamente la gran figura de san Buenaventura, franciscano, y hoy quisiera hablar de aquel que la Iglesia llama el Doctor communis: es decir santo Tom?s de Aquino. Mi venerado Predecesor, el Papa Juan Pablo II, en su enc?clica Fides et ratio record? que santo Tom?s ?ha sido siempre propuesto por la Iglesia como maestro de pensamiento y modelo del modo recto de hacer teolog?a? (n. 43). No sorprende que, despu?s de san Agust?n, entre los escritores eclesi?sticos mencionados en el Catecismo de la Iglesia Cat?lica, santo Tom?s sea citado m?s que ning?n otro, ?hasta sesenta y una veces! Fue llamado tambi?n Doctor Angelicus, quiz?s por sus virtudes, en particular la sublimidad de su pensamiento y la pureza de su vida.

Tom?s naci? entre 1224 y 1225 en el castillo que su familia, noble y rica, pose?a en Roccasecca, en las cercan?as de Aquino, cerca de la c?lebre abad?a de Montecassino, adonde fue enviado por sus padres para recibir los primeros elementos de su instrucci?n. Alg?n a?o despu?s se traslad? a la capital del Reino de Sicilia, N?poles, donde Federico II hab?a fundado una prestigiosa Universidad. En ella se ense?aba, sin las limitaciones vigentes en otros lugares, el pensamiento del fil?sofo griego Arist?teles, al cual el joven Tom?s fue introducido, y cuyo gran valor intuy? en seguida. Pero sobre todo, en aquellos a?os transcurridos en N?poles, naci? su vocaci?n dominica. Tom?s fue de hecho atra?do por el ideal de la orden fundada no muchos a?os antes por santo Domingo. Con todo, cuando se revisti? el h?bito dominico, su familia se opuso a esta elecci?n, y fue obligado a dejar en convento y a transcurrir alg?n tiempo en familia.

En 1245, ya mayor de edad, pudo retomar su camino de respuesta a la llamada de Dios. Fue enviado a Par?s para estudiar teolog?a bajo la gu?a de otro santo, Alberto Magno, sobre el que habl? recientemente. Alberto y Tom?s estrecharon una verdadera y profunda amistad y aprendieron a estimarse y a apreciarse, hasta el punto que Alberto quiso que su disc?pulo le siguiera tambi?n a Colonia, donde ?l hab?a sido enviado por los superiores de la orden a fundar un estudio teol?gico. Tom?s mantuvo entonces contacto con todas las obras de Arist?teles y de sus comentaristas ?rabes, que Alberto ilustraba y explicaba.

En aquel periodo, la cultura del mundo latino estaba profundamente estimulada por el encuentro con las obras de Arist?teles, que hab?an estado ignoradas por mucho tiempo. Se trataba de escritos sobre la naturaleza del conocimiento, sobre ciencias naturales, sobre metaf?sica, sobre el alma y sobre la ?tica, ricas de informaciones y de intuiciones que parec?an v?lidas y convincentes. Era toda una visi?n completa del mundo llevada a cabo sin y antes de Cristo, con la pura raz?n, y parec?a imponerse a la raz?n como "la" visi?n misma; era, por tanto, una fascinaci?n incre?ble para los j?venes ver y conocer esta filosof?a. Muchos acogieron con entusiasmo, incluso con entusiasmo acr?tico, este enorme bagaje del saber antiguo, que parec?a poder renovar ventajosamente la cultura, abrir totalmente nuevos horizontes. Otros, sin embargo, tem?an que el pensamiento pagano de Arist?teles estuviese en oposici?n a la fe cristiana, y rechazaban estudiarlo. Se encontraron dos culturas: la cultura pre-cristiana de Arist?teles, con su racionalidad radical, y la cultura cl?sica cristiana. Ciertos ambientes eran llevados al rechazo de Arist?teles tambi?n por la presentaci?n que de este fil?sofo hac?an los comentaristas ?rabes Avicena y Averroes. De hecho, fueron ?stos los que transmitieron al mundo latino la filosof?a aristot?lica. Por ejemplo, estos comentaristas hab?an ense?ado que los hombres no disponen de una inteligencia personal, sino que hay un ?nico intelecto universal, una sustancia espiritual com?n a todos, que opera en todos como "?nica": por tanto, una despersonalizaci?n del hombre. Otro punto discutible transmitido por los comentaristas ?rabes era aquel seg?n el cual el mundo es eterno como Dios. Se desencadenaron comprensiblemente disputas sin fin en el mundo universitario y en el eclesi?stico. La filosof?a aristot?lica se iba difundiendo incluso entre la gente sencilla.

Tom?s de Aquino, en la escuela de Alberto Magno, llev? a cabo una operaci?n de fundamental importancia para la historia de la filosof?a y de la teolog?a, dir?a que para la historia de la cultura: estudi? a fondo a Arist?teles y a sus int?rpretes, procur?ndose nuevas traducciones latinas de los textos originales en griego. As? no se apoyaba ya solo en los comentaristas ?rabes, sino que pod?a leer personalmente los textos originales, y coment? gran parte de las obras aristot?licas, distinguiendo en ellas lo que era v?lido de lo que era dudoso o rechazable del todo, mostrando la concordancia con los datos de la Revelaci?n cristiana y utilizando amplia y agudamente el pensamiento aristot?lico en la exposici?n de los escritos teol?gicos que compuso. En definitiva, Tom?s de Aquino mostr? que entre la fe cristiana y la raz?n subsiste una armon?a natural. Y esta es la gran obra de Tom?s, que en aquel momento de enfrentamiento entre dos culturas ? ese momento en que parec?a que la fe tuviese que rendirse ante la raz?n ? mostr? que ambas van juntas, que cuando aparec?a la raz?n incompatible con la fe, no era raz?n, y cuanto parec?a fe no era fe, si se opon?a a la verdadera racionalidad; as? ?l cre? una nueva s?ntesis, que form? la cultura de los siglos sucesivos.

Por sus excelentes dotes intelectuales, Tom?s fue llamado a Par?s como profesor de teolog?a en la c?tedra dominica. Aqu? comenz? tambi?n su producci?n literaria, que prosigui? hasta su muerte, y que tiene algo de prodigioso: comentarios a la Sagrada Escritura, porque el profesor de teolog?a era sobre todo int?rprete de la Escritura, comentarios a los escritos de Arist?teles, obras sistem?ticas poderosas, entre las que sobresale la Summa Theologiae, tratados y discursos sobre diversos argumentos. Para la composici?n de sus escritos, era ayudado por algunos secretarios, entre ellos su hermano Reginaldo de Piperno, que le sigui? fielmente y al que estuvo ligado por una amistad sincera y fraterna, caracterizada por una gran confianza. Esta es una caracter?stica de los santos: cultivaban la amistad, porque ?sta es una de las manifestaciones m?s nobles del coraz?n humano y tiene en s? algo de divino, como Tom?s mismo explic? en algunas quaestiones de la Summa Theologiae, en la que escribe: ?La caridad es la amistad del hombre con Dios principalmente, y con los seres que Le pertenecen" (II, q. 23, a.1).

No permaneci? durante mucho tiempo y de forma estable en Par?s. En 1259 particip? en el Cap?tulo General de los Dominicos a Valenciennes, donde fue miembro de una comisi?n que estableci? el programa de estudios en la orden. De 1261 a 1265, despu?s, Tom?s estuvo en Orvieto. El Pont?fice Urbano IV, que sent?a por ?l una gran estima, le encarg? la composici?n de los textos lit?rgicos para la fiesta del Corpus Domini, que celebramos ma?ana, instituida despu?s del milagro eucar?stico de Bolsena. Tom?s tuvo un alma exquisitamente eucar?stica. Los bell?simos himnos que la liturgia de la Iglesia canta para celebrar el misterio de la presencia real del Cuerpo y de la Sangre del Se?or en la Eucarist?a se atribuyen a su fe y a su sabidur?a teol?gica. Entre 1265 y 1268 Tom?s residi? en Roma, donde, probablemente, dirig?a un Studium, es decir, una Casa de Estudios de la Orden, y donde comenz? a escribir su Summa Theologiae (cfr Jean-Pierre Torrell, Tommaso d?Aquino. L?uomo e il teologo, Casale Monf., 1994, pp. 118-184).

En 1269 fue llamado de nuevo a Par?s para un segundo ciclo de ense?anzas. Los estudiantes ? se comprende ? estaban entusiasmados con sus lecciones. Un ex-alumno suyo declar? que una grand?sima multitud de estudiantes segu?a los cursos de Tom?s, tanto que las aulas no consegu?an contenerles, y a?ad?a, con una anotaci?n personal, que "escucharle era para ?l una felicidad profunda". La interpretaci?n de Arist?teles dada por Tom?s no era aceptada por todos, pero incluso sus adversarios en el campo acad?mico, como Godofredo de Fontaines, por ejemplo, admit?an que la doctrina de fray Tom?s era superior a otras por su utilidad y valor y serv?a de correcci?n a las de todos los dem?s doctores. Quiz?s tambi?n para sustraerle de las vivaces discusiones en curso, los superiores lo enviaron una vez m?s a N?poles, para ponerse a disposici?n del rey Carlos I, que quer?a organizar los estudios universitarios.

Adem?s del estudio y la ense?anza, Tom?s se dedic? tambi?n a la predicaci?n al pueblo. Y tambi?n el pueblo iba de buen grado a escucharle. Dir?a que es verdaderamente una gracia grande cuando los te?logos saben hablar con sencillez y fervor a los fieles. El ministerio de la predicaci?n, por otra parte, ayuda a los mismos expertos en teolog?a a un sano realismo pastoral, y enriquece de est?mulos vivaces su investigaci?n.

Los ?ltimos meses de la vida terrena de Tom?s permanecen rodeados de una atm?sfera particular, dir?a misteriosa. En diciembre de 1273 llam? a su amigo y secretario Reginaldo para comunicarle su decisi?n de interrumpir todo trabajo, porque durante la celebraci?n de la Misa hab?a comprendido, a ra?z de una revelaci?n sobrenatural, que cuanto hab?a escrito hasta entonces era solo ?un mont?n de paja". Es un episodio misterioso, que nos ayuda a comprender no s?lo la humildad personal de Tom?s, sino tambi?n el hecho de que todo aquello que llegamos a pensar y a decir sobre la fe, por elevado y puro que sea, es infinitamente superado por la grandeza y por la belleza de Dios, que nos ser? revelada en plenitud en el Para?so. Alg?n mes despu?s, cada vez m?s absorto en una meditaci?n pensativa, Tom?s muri? mientras estaba de viaje hacia Lyon, donde se dirig?a para tomar parte en el Concilio Ecum?nico proclamado por el Papa Gregorio X. Se apag? en la Abad?a cisterciense de Fossanova, tras haber recibido el Vi?tico con sentimientos de gran piedad.

La vida y la ense?anza de santo Tom?s de Aquino se podr?a resumir en un episodio recogido por los antiguos bi?grafos. Mientras el santo, como era su costumbre, estaba en oraci?n ante el crucifijo, por la ma?ana temprano en la Capilla de san Nicol?s en N?poles, Domingo de Caserta, el sacrist?n de la iglesia, sinti? desarrollarse un di?logo. Tom?s preguntaba, preocupado, si cuanto hab?a escrito sobre los misterios de la fe cristiana era correcto. Y el Crucifijo respondi?: ?Tu has hablado bien de m?, Tom?s. ?Cu?l ser? tu recompensa?". Y la respuesta que Tom?s dio es la que tambi?n nosotros, amigos y disc?pulos de Jes?s, quisieramos decir siempre: ??Nada m?s que a Ti, Se?or!" (Ibid., p. 320).

[En espa?ol dijo]

Saludo a los grupos de lengua espa?ola, en particular a las Hijas de la Inmaculada Concepci?n de Buenos Aires y a los peregrinos venidos para la Beatificaci?n de Mar?a Pierina de Micheli, as? como a los dem?s fieles provenientes de Espa?a, M?xico y otros pa?ses latinoamericanos. A todos os invito a participar con profunda piedad y veneraci?n en la pr?xima Solemnidad del Corpus Christi, para experimentar as? constantemente en nosotros los frutos de la Redenci?n. Muchas gracias.

[Llamamiento final]

Con profunda inquietud sigo los tr?gicos acontecimientos sucedidos en la proximidad de la Franja de Gaza. Siento la necesidad de expresar mi sentidas condolencias por las v?ctimas de estos doloros?simos acontecimientos, que preocupan a cuantos importa la paz en esa regi?n. Una vez m?s repito con ?nimo oprimido que la violencia no resuelve las controversias, sino que acrecienta sus dram?ticas consecuencias y genera otra violencia. Hago un llamamiento a cuantos tienen responsabilidades pol?ticas a nivel local e internacional para que busquen incesantemente soluciones justas a trav?s del di?logo, de forma que se garantice a las poblaciones de la zona mejores condiciones de vida, en concordia y serenidad. Os invito a uniros a m? en la oraci?n por las v?ctimas, por sus familiares y por cuantos sufren. Que el Se?or sostenga los esfuerzos de aquellos que no se cansan de trabajar por la reconciliaci?n y la paz.

[Traducci?n del original italiano por Inma ?lvarez
?Libreria Editrice Vaticana]


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Texto del micro radial de monse?or Jos? Mar?a Arancedo, arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz, emitido por LT 9 (30 de mayo de 2010). (AICA)

FIESTA DE LA SANT?SIMA TRINIDAD

????????? El domingo siguiente a Pentecost?s la Iglesia celebra la Fiesta de la Sant?sima Trinidad. En ella celebramos la vida ?ntima de Dios, a la cual s?lo podemos acceder porque Jesucristo, el Hijo de Dios, nos la ha revelado. Es decir, podemos hablar de la existencia de Dios a partir de una reflexi?n del hombre como ser espiritual, o como una criatura que necesita de la presencia de un Creador. Esto es posible y a esta conclusi?n han llegado muchos fil?sofos, que han descubierto la existencia de Dios por el camino de la raz?n. Pero este camino tiene un l?mite, por ?l no podr?amos conocer la intimidad de Dios, necesitamos, para ello, que sea ?l qui?n nos hable de si mismo. Por ello utilizamos la palabra misterio, porque s?lo accedemos a este conocimiento cuando el mismo Dios nos lo da a conocer. Cu?l es el camino para este conocimiento de Dios?, la respuesta es Jesucristo, que ha venido para revelarnos la intimidad de Dios. Nadie conoce al Padre, nos dir? Jesucristo, ?sino el Hijo y aquel a qui?n el Hijo se lo quiera revelar? (Lc. 10, 21). La Biblia no es un libro de historia, sino de conocimiento de Dios y, por lo mismo, de nosotros mismos.

????????? La fe cristiana no tiene otra fuente para el conocimiento de Dios que no sea la Palabra del mismo Jesucristo. Pero es importante comprender c?mo la fe, que nos llega por la Palabra de Dios, no se opone a la raz?n sino que ampl?a el alcance de su conocimiento. La fe y la raz?n, dec?a Juan Pablo II: ?son como las dos alas con las cuales el esp?ritu humano se eleva hacia la contemplaci?n de la verdad. Dios ha puesto en el coraz?n del hombre, contin?a, el deseo de conocer la verdad y, en definitiva, de conocerlo a ?l para que, conoci?ndolo y am?ndolo, pueda alcanzar tambi?n la plena verdad sobre s? mismo? (Fides et Ratio, 1). A este conocimiento de Dios, que para nosotros es un ?misterio?, s?lo llegamos por el camino de la Revelaci?n, que nos llega por medio de la Palabra del mismo Dios. Como vemos el misterio no se opone a la raz?n, el hombre no tiene que renunciar a su inteligencia, pero s? debe estar abierto, en cuanto ser espiritual, a un conocimiento que trasciende los l?mites de la inteligencia humana. La fe, dir?a, eleva y perfecciona la inteligencia del hombre, para conocer la realidad con los ojos de Dios.

????????? Qu? significa el Misterio de la Sant?sima Trinidad? Jesucristo nos dice que ?l ha sido enviado por su Padre, para comunicarnos la vida de Dios y, luego, cuando vuelve junto a su Padre, nos dice que nos va a enviar al Esp?ritu Santo. Como vemos hay tres realidades en Dios: el Padre, el Hijo Jesucristo y el Esp?ritu Santo, pero hay un solo Dios. Este era el problema que se planteaban los primeros cristianos, y que ocup? los dos primeros Concilios donde se defini? la fe trinitaria de la Iglesia, y que qued? expresado en el Credo que hoy rezamos: Creo en un solo Dios, decimos, que es Padre, Hijo y Esp?ritu Santo. Toda la obra pertenece a Dios, pero de acuerdo a lo que Jesucristo nos revela en el Evangelio, cada una de las tres divinas personas cumple una tarea dentro del mismo plan de Dios. Al Padre se lo ve como Creador, al Hijo como Redentor y al Esp?ritu Santo como Santificador. Por ello en nuestras oraciones nos referimos a ellos en cuanto Dios, pero viendo su propia misi?n. Esto tambi?n nos habla de que Dios no es una soledad en si, sino una comuni?n de personas. Dios es Amor, nos dir? san Juan. Esta imagen de la comuni?n de Dios es la fuente y el modelo de lo que debe ser la Iglesia. Jesucristo nos lo dice en su oraci?n: ?Padre, como t? est?s en m? y yo en ti, que tambi?n ellos sean uno? (Jn. 17, 21).

????????? Reciban de su Obispo, junto a mi afecto y oraciones, mi bendici?n en el Se?or que es Padre, Hijo y Esp?ritu Santo.?

Mons. Jos? Mar?a Arancedo, arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz

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Publicado por verdenaranja @ 23:32  | Hablan los obispos
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Homil?a de monse?or Juan Rub?n Mart?nez, obispo de Posadas, para el domingo de la Sant?sima Trinidad (30 de mayo de 2010). (AICA)

?LOS ARGENTINOS Y EL DI?LOGO?????????

????????? En este domingo celebramos a la Sant?sima Trinidad. Si hay algo esencial de nuestra fe como cristianos es creer que Dios es Padre, Hijo y Esp?ritu Santo. Creemos en la Trinidad por la revelaci?n que Jesucristo, el Se?or, realiz? y que leemos en los textos de la Palabra de Dios. El texto b?blico de este domingo (Jn. 16, 12-15), nos ayuda a profundizar la revelaci?n Trinitaria hecha por Jesucristo del padre y del Esp?ritu Santo: ?Cuando venga el Esp?ritu de la Verdad, ?l los introducir? en toda la verdad, porque no hablar? por s? mismo, sino que dir? lo que ha o?do y les anunciar? lo que ir? sucediendo. ?l me glorificar? porque recibir? de lo m?o y se lo anunciar? a ustedes?. Es importante que comprendamos la significaci?n que tiene para nuestra vida esta verdad que confesamos los cristianos. Nuestra ?poca va relativizando todo y a veces hasta lo revelado por Jesucristo. Algunos dir?n que reflexionar sobre esto de la Trinidad no tiene ninguna importancia e implicancia en la realidad, y sin embargo la confesi?n en el Dios Uno y Trino no es accidental a la fe y tiene consecuencias espirituales, y hasta en la manera de vivir, de concebir el mundo y a nuestra Patria.

????????? En el contexto de la celebraci?n del bicentenario que hemos dado inicio esta semana celebrando especialmente el 25 de mayo, quiero retomar algunas expresiones en este domingo de la Trinidad que se?alaba el documento del episcopado argentino ?Navega mar adentro? sobre ?la comuni?n de la Trinidad, fundamento de nuestra convivencia social?.

????????? La celebraci?n del bicentenario que va desde este 2010 hasta el 2016, ser? una oportunidad para mejorar la calidad de vida ciudadana e institucional, o transcurrir? ?solo? con algunos fogoneos y chispasos de fiesta, sin significaci?n para este deseo de los argentinos que ?queremos ser Naci?n?. El Di?logo y la convivencia social y pol?tica es una clave para que seriamente desde la necesaria diversidad de pensamiento, tengamos la capacidad de sentarnos a plantear temas que para los unos y los otros hacen al bien com?n, por encima de las pujas de poder. Da?ar?a la participaci?n y a la misma organizaci?n republicana equivocarnos y creer que la convivencia debe ?uniformar?, o creer que solo se puede progresar con un ?pensamiento ?nico?. Esto ser?a ?achatarnos? e implicar?a una tremenda pobreza cultural. Pero la diversidad que enriquece, no puede ser una lucha irracional, desinteresada de la b?squeda de la verdad y alimentada solo por la ambici?n y el ego?smo. Seguramente estos seis a?os pueden ser una oportunidad para ganar en magnanimidad y grandeza para acordar en temas ?ejes?, que hagan al bien com?n. ?Navega mar adentro? nos se?ala al respecto: ?El existir con otros y el vivir juntos, no es el fruto de una desgracia a la que haya que resignarse, ni un hecho accidental que se deba soportar; ni siquiera se trata de una mera estrategia para sobrevivir. Toda la vida en sociedad tiene para las personas un fundamento m?s hondo. Dios mismo. La Sant?sima Trinidad es fuente, modelo y fin de toda forma de comunicaci?n humana. A partir de la comuni?n trinitaria hemos de recrear los v?nculos de toda comunidad: a nivel familiar, vecinal, provincial, nacional e internacional. En el di?logo y en el intercambio libre de dones, animado por el amor, se construye el nosotros ?de la comuni?n solidaria? (65).

????????? Resulta asombroso ver como por un lado crece la b?squeda de la valoraci?n de los derechos humanos. Instituciones, organismos, medios de comunicaci?n, acent?an los derechos de las personas y en la realidad muchas veces nos encontramos con actitudes individuales o sectoriales que se desinteresan gravemente por la situaci?n de las personas, de la familia, de su dignidad, de la misma valoraci?n de ?la vida humana?, de la vida por nacer? y por supuesto por el bien com?n. Hasta parece ut?pico hablar de ?recrear v?nculos de convivencia social?, y ni hablar de considerarlo desde ?la dimensi?n trinitaria?, a?n cuando casi todos los actores sociales se denominan cristianos. En realidad es importante advertir que ?lo ut?pico? es creer que podemos mejorar y progresar fundamentados ?solamente? en estrategias sectoriales, omitiendo la cuesti?n ?tica y el bien com?n.

????????? Al celebrar este domingo a la Trinidad, la comuni?n del Padre, del Hijo y del Esp?ritu Santo, le pedimos por nuestra Patria, para que podamos ser Naci?n.

????????? ?Les env?o un saludo cercano y hasta el pr?ximo domingo!?

Mons. Juan Rub?n Mart?nez,obispo de Posadas

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Domingo, 20 de junio de 2010

ZENIT ? nos ofrece el discurso que el Papa pronunci?el lunes?por la noche, 31 de mayo, durante el rezo del Rosario, como conclusi?n del mes de mayo, en los Jardines Vaticanos.

Queridos hermanos y hermanas

Con gran alegr?a me uno a vosotros, al t?rmino de este tradicional encuentro de oraci?n, que concluye el mes de mayo en el Vaticano. En referencia a la liturgia de hoy, queremos contemplar a Mar?a Sant?sima en el misterio de su Visitaci?n. En la Virgen Mar?a que va a visitar a su pariente Isabel reconocemos el ejemplo m?s l?mpido y el significado m?s verdadero de nuestro camino de creyentes y del camino de la Iglesia misma. La Iglesia es por naturaleza misionera, est? llamada a anunciar el Evangelio por todas partes y siempre, a transmitir la fe a cada hombre y mujer, y a cada cultura.

?En aquellos d?as ? escribe el evangelista san Lucas ? se levant? Mar?a y se fue con prontitud a la regi?n monta?osa, a una ciudad de Jud? (Lc 1,39). El de Mar?a es un aut?ntico viaje misionero. Es un viaje que la lleva lejos de casa, la empuja al mundo, a lugares extra?os a sus costumbres cotidianas, la hace llegar, en un cierto sentido, hasta los l?mites de lo que ella pod?a llegar. Est? precisamente aqu?, tambi?n para todos nosotros, el secreto de nuestra vida de hombres y de cristianos. La nuestra, como individuos y como Iglesia, es una existencia proyectada fuera de nosotros. Como ya hab?a sucedido a Abraham, se nos pide que salgamos de nosotros mismos, de los lugares de nuestras seguridades, para ir hacia los dem?s, a lugares y ?mbitos distintos. Es el Se?or el que nos lo pide: ?Recibir?is la fuerza del Esp?ritu Santo que descender? sobre vosotros, y ser?is mis testigos... hasta los confines de la tierra (Hch 1,8). Y es siempre el Se?or el que, en este camino, nos pone junto a Mar?a como compa?era de viaje y madre sol?cita. Ella nos da seguridad, porque nos recuerda que con nosotros est? siempre su Hijo Jes?s, seg?n lo que prometi?: ?yo estoy con vosotros todos los d?as hasta el fin del mundo" (Mt 28,20).

El evangelista relata que ?Mar?a permaneci? con ella (con su pariente Isabel) unos tres meses? (Lc 1,56). Estas sencillas palabras explican el objetivo m?s inmediato del viaje de Mar?a. Hab?a sabido por el ?ngel que Isabel esperaba un hijo y que estaba ya en el sexto mes (cfr Lc 1,36). Pero Isabel era anciana y la cercan?a de Mar?a, a?n muy joven, pod?a serle ?til. Por esto Mar?a llega hasta ella y permanece a su lado durante casi tres meses, para ofrecerle esa cercan?a afectuosa, esa ayuda concreta y todos esos servicios cotidianos de los que ten?a necesidad. Isabel se convierte as? en el s?mbolo de tantas personas ancianas y enfermas, m?s a?n, de todas las personas necesitadas de ayuda y de amor. ?Y cu?ntas son tambi?n hoy, en nuestras familias, en nuestras comunidades y en nuestras ciudades! Y Mar?a ? que se hab?a definido como ?la sierva del Se?or? (Lc 1,38) ? se hace sierva de los hombres. M?s precisamente, sirve al Se?or a quien encuentra en los hermanos.

La caridad de Mar?a, sin embargo, no se detiene en la ayuda concreta, sino que alcanza su culmen en el dar al mismo Jes?s, en ?hacerle encontrar?. Es una vez m?s san Lucas quien lo subraya: ?en cuanto oy? Isabel el saludo de Mar?a, salt? de gozo el ni?o en su seno? (Lc 1,41). Estamos as? en el coraz?n y en el culmen de la misi?n evangelizadora. Estamos en el significado m?s verdadero y en el objetivo m?s genuino de todo camino misionero: dar a los hombres el Evangelio vivo y personal, que es el mismo Se?or Jes?s. Y la de Jes?s es una comunicaci?n y una donaci?n que ? como atestigua Isabel ? llena el coraz?n de alegr?a: ?apenas lleg? a mis o?dos la voz de tu saludo, salt? de gozo el ni?o en mi seno? (Lc 1,44). Jes?s es el verdadero y ?nico tesoro que nosotros tenemos que dar a la humanidad. Es de ?l de quien los hombres y mujeres de nuestro tiempo tienen profunda nostalgia, aun cuando parecen ignorarlo o rechazarlo. Es de ?l de quien tiene gran necesidad la sociedad en que vivimos, Europa, el mundo entero.

A nosotros se nos ha confiado esta extraordinaria responsabilidad. Viv?mosla con alegr?a y con compromiso, para que la nuestra sea verdaderamente una civilizaci?n en la que reinen la verdad, la justicia, la libertad y el amor, pilares fundamentales e insustituibles de una verdadera convivencia ordenada y pac?fica. Vivamos esta responsabilidad permaneciendo asiduos en la escucha de la Palabra de Dios, en la uni?n fraterna, en la fracci?n del pan y en las oraciones (cfr Hch 2,42). Que esta sea la gracia que pedimos juntos a la Virgen Sant?sima esta noche. A todos vosotros mi bendici?n.

[Traducci?n del italiano por Inma ?lvarez
?Libreria Editrice Vaticana]


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Carta pastoral de monse?or Santiago Olivera, obispo de Cruz del Eje (28 de mayo de 2010). (AICA)

CLAUSURA DEL A?O SACERDOTAL Y NUEVA CATEDRAL??????

?Queridos amigos:

???????? Vuelvo a comunicarme con ustedes con mucha alegr?a. Les escribo con el gozo de saber que desde el 26 de mayo en la Di?cesis estamos en Adoraci?n Perpetua prepar?ndonos para la fiesta del Corpus en Brochero. Hay muchos motivos para darle gracias a Dios y muchos motivos para que hagamos el esfuerzo de compartirlos juntos.

????????? El Papa Benedicto XVI, nos invit? desde el a?o pasado y hasta el 11 de junio pr?ximo, a vivir un a?o sacerdotal. Este a?o esta dedicado para agradecer al Se?or por este don, para alentar, valorar, acompa?ar a nuestros sacerdotes y sobretodo a darle gracias a Jes?s por haberlos llamado, ellos generosamente entregaron sus vidas por Amor, es justo agradecer a los que est?n y ser agradecidos y rezar por los que han partido y nos esperan en el cielo.

????????? Fue llamativo a la vez constatar que junto a esta feliz iniciativa de nuestro Santo Padre, donde estoy seguro, hubo mucha gracia y fecundidad, tambi?n hemos conocido dolorosas historias e infidelidades de hijos de la Iglesia y que algunos han querido utilizar para opacar la gracia y los frutos de este a?o como la fidelidad de tantos.

????????? El sacerdote es el Hombre de Dios, aun con sus l?mites es el que hace presente a Jes?s Buen Pastor, lleva en si un misterio en vasijas de barro. A ?l, a cada uno, el Se?or llama con una mirada de amor y lo consagra, lo asiste y lo env?a a hacer de sus vidas, vida aut?nticamente eucar?stica, esto es ofrecida y entregada por todos.

????????? Nosotros queremos renovar la gratitud por estas respuestas generosas, por eso nos pareci? oportuno y significativo, reunirnos en el Santuario de Nuestra Madre, en Brochero, ?coraz?n sacerdotal de nuestra di?cesis?, donde descansan los restos del venerable sacerdote Jos? Gabriel, para hacer aqu? la clausura del ?A?o Sacerdotal? en la Solemnidad del Corpus Christi. Manifestaremos juntos nuestra Fe en la Presencia Real de Jes?s en la Eucarist?a. Para este encuentro y manifestaci?n de fe, nos estamos preparando durante 9 d?as las 24 horas de esos d?as, rezando y Adorando al Se?or Eucarist?a, porque ?La Eucarist?a nos manifiesta la infinita misericordia y la ternura de Dios?, porque en ?la Eucarist?a es donde se realiza de modo m?s perfecto el encuentro con Cristo. Ese encuentro con el Se?or, - nos recordaba el Santo Padre - suscita el compromiso de la Evangelizaci?n y el impulso a la solidaridad, despierta en el cristiano el fuerte deseo de anunciar el Evangelio y testimoniarlo en la sociedad para que sea m?s justa y m?s humana? De la Eucarist?a ha brotado a lo largo de los siglos un inmenso caudal de caridad, de participaci?n en las dificultades de los dem?s, de amor y de justicia?Solo de la Eucarist?a brotar? la civilizaci?n del amor que transformar? Latinoam?rica?? (Discurso Inaugural de Aparecida, del Papa 13 de mayo de 2007).

????????? S?lo de la Eucarist?a cada uno de nosotros nos renovaremos, como cada parroquia, cada comunidad y toda la Di?cesis. El modelo de la renovaci?n comunitaria lo encontramos en las primitivas comunidades cristianas (Hechos 2,42-47), que supieron ir buscando nuevas formas para evangelizar de acuerdo con las culturas y las circunstancias (DA 369).El domingo es el momento privilegiado del encuentro de las comunidades con el Se?or resucitado y la participaci?n en familia es uno de los caminos para comunicar y consolidar la fe. Los grupos fraternos deben ser un camino para que todos lleguemos a celebrar la fiesta de cada Eucarist?a. Por esto la valorizaci?n de la Misa y en especial de la Misa dominical es una prioridad diocesana, por ello muchos de ustedes rezan y esperan a los sacerdotes.

????????? Les dec?a que hay muchos motivos para dar gracias, y lo damos por la Iglesia diocesana, es en ella donde se encuentra y opera verdaderamente la Iglesia de Cristo, una, santa, cat?lica y apost?lica. La parroquia no alcanza a realizar la Iglesia y por lo tanto una pastoral s?lo parroquial, sin visi?n e inserci?n diocesana no termina de ser eclesial. Esto se ha entendido aqu? en Cruz del Eje porque hace m?s de 15 a?os se trabaja en un proyecto pastoral diocesano, guiado por el obispo de entonces y que ahora continuamos, este proyecto que se encarna en cada parroquia de modo propio, gracias a la tarea de los sacerdotes, di?cono, religiosas/os y el pueblo de Dios, ha sido y es sin duda una gracia que debemos conservar como un gran regalo de Dios alcanzado por el esfuerzo de muchos.

????????? En esta pastoral org?nica (que se expresa en el plan pastoral diocesano) es muy importante potenciar las estructuras de participaci?n ?de abajo hacia arriba?. Por eso es clave que en todas las parroquias funcione el consejo de pastoral, ?rgano presidido por el p?rroco e integrado por las distintas ?reas de pastoral parroquial, animado por un clima de di?logo, comuni?n y participaci?n. Animo a los que lo tienen y animo a conformarlos o consolidarlos a los que a?n est?n en camino o b?squeda.

????????? Toda Iglesia Diocesana, tiene un lugar que expresa la unidad de los creyentes, este lugar es la iglesia catedral. El ceremonial de los obispos dice: ?Inc?lquese en el ?nimo de los fieles, por los medios m?s oportunos, el amor y la veneraci?n hacia la iglesia catedral, signo tambi?n del magisterio y potestad del pastor. Como muchos saben el 25 de julio a las 16hs. El Se?or Nuncio Apost?lico, Monse?or Adriano Bernardini vendr? a nuestra Di?cesis y bendecir? la nueva c?tedra, dando as? inicio a la Iglesia Catedral en la Parroquia Nuestra Se?ora del Carmen que celebra este a?o los 150 a?os de existencia y es el lugar donde se venera nuestra Patrona Diocesana.

????????? La historia y el tiempo han hecho que la Iglesia Parroquial de Nuestra Se?ora del Valle fuera la Catedral desde el inicio de la Di?cesis, 47 a?os despu?s, habiendo consultado y considerado la conveniencia de esta solicitud, es que el Santo Padre Benedicto XVI, ha autorizado su traslado. Este cambio, con la madurez de casi 50 a?os de Di?cesis y sintiendo verdaderamente la comuni?n con toda la Iglesia diocesana debe encontrarnos m?s hermanos y m?s unidos. Esta ser? como era antes el Valle, ?signo de aquel templo espiritual, que se edifica en las almas? Adem?s debe ser manifestaci?n de la imagen expresa y visible de la Iglesia de Cristo que predica, canta y adora en toda la extensi?n de la tierra? ?(Ceremonial n? 43).

????????? S? que significa para muchos un esfuerzo grande, pero como padre, hermano y amigo, los invito con mucha fuerza y mucho afecto a las Misas del 5 de junio en Brochero y 25 de julio en Cruz del Eje. Las comunidades parroquiales buscar?n los mejores medios para facilitar la presencia. En toda la Di?cesis las tardes del s?bado de Corpus y el domingo del inicio de la Nueva Catedral no habr? celebraciones ni actividades.

????????? Con la esperanza y el gozo de verlos y la seguridad de mi oraci?n por ustedes, les env?o una muy fraternal bendici?n,

Santiago Olivera,obispo de Cruz del Eje

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ZENIT ?nos ofrece el discurso que el Papa Benedicto XVI dirigi? el s?bado, 29 de Mayo de 2010,?a los participantes en la peregrinaci?n promovida por la di?cesis de Macerata-Tolentino-Recanati-Cingoli-Treia y por las di?cesis de las Marcas (Centro de Italia), con ocasi?n del IV centenario de la muerte de Matteo Ricci, el ap?stol de China.

Se?or cardenal,
venerados hermanos en el Episcopado y en el Sacerdocio,
distinguidas autoridades,
queridos hermanos y hermanas,

estoy contento de encontraros para recordar el IV Centenario de la muerte del Padre Matteo Ricci, s.j. Saludo fraternalmente al obispo de Macerata-Tolentino-Recanati-Cingoli-Treia, monse?or Claudio Giuliodori, que gu?a esta numerosa peregrinaci?n. Con ?l saludo a los hermanos de la Conferencia Episcopal de las Marcas y a sus respectivas di?cesis, a las Autoridades civiles, militares y acad?micas; a los sacerdotes, los seminaristas y los estudiantes, y tambi?n a los Pueri Cantores. ?Macerata est? orgullosa de un ciudadano, un religioso y un sacerdote tan ilustre! Saludo a los miembros de la Compa??a de Jes?s, de la que form? parte del padre Ricci, en particular al prep?sito general, padre Adolfo Nicol?s, a sus amigos y colaboradores y a las instituciones educativas vinculadas a ellas. Un pensamiento tambi?n a todos los chinos. 你 們 好! [?Saludos!]

El 11 de mayo de 1610, en Pek?n, terminaba la vida terrena de este gran misionero, verdadero protagonista del anuncio del Evangelio el China en la era moderna tras la primera evangelizaci?n del arzobispo Giovanni da Montecorvino. De cu?nta estima fue rodeado en la capital china y en la misma corte imperial, es signo el privilegio extraordinario que le fue concedido, impensable para un extranjero, de ser sepultado en tierra china. Tambi?n hoy es posible venerar su tumba en Pek?n, oportunamente restaurada por las autoridades locales. Las m?ltiples iniciativas promovidas en Europa y en China para honrar al padre Ricci, muestran el vivo inter?s que su obra sigue recabando en la Iglesia y en ambientes culturales diversos.

La historia de las misiones cat?licas comprende figuras de gran estatura por el celo y el valor de llevar a Cristo a tierras nuevas y lejanas, pero el padre Ricci es un caso singular de feliz s?ntesis entre el anuncio del Evangelio y el di?logo con la cultura y el pueblo al que se lleva, un ejemplo de equilibrio entre claridad doctrinal y prudente acci?n pastoral. No s?lo el aprendizaje profundo de la lengua, sino tambi?n la asunci?n del estilo de vida y de las costumbres de las clases cultas chinas, fruto de estudio y de ejercicio paciente y amplio de miras, hicieron que el padre Ricci fuese aceptado por los chinos con respeto y estima, ya no como un extranjero, sino como el ?Maestro del gran Occidente". En el "Museo del Milenio" de Pek?n s?lo se recuerdan dos extranjeros entre los grandes de la historia de China: Marco Polo y el padre Matteo Ricci.

La obra de este gran misionero presenta dos aspectos que no deben separarse: la inculturaci?n china del anuncio del evangelio y la presentaci?n a China de la cultura y de la ciencia occidentales. A menudo los aspectos cient?ficos obtuvieron mayor inter?s, pero no hay que olvidar la perspectiva con la que el padre Ricci entr? en relaci?n con el mundo y la cultura chinos: un humanismo que considera a la persona inserta en su contexto, cultiva sus valores morales y espirituales, tomando todo lo que encuentra de positivo en la tradici?n china y ofreciendo enriquecerla con la contribuci?n de la cultura occidental pero, sobre todo, con la sabidur?a y la verdad de Cristo. El padre Ricci no va a China para llevarles la sabidur?a y la cultura de Occidente, sino para llevarles el Evangelio, para dar a conocer a Dios. Escribe: ?Durante m?s de veinte a?os cada ma?ana y cada noche he rezado con l?grimas al Cielo. S? que el Se?or del Cielo tiene piedad de las criaturas vivientes y las perdona (?) La verdad sobre el Se?or del Cielo est? ya en los corazones de los hombres. Pero los seres humanos no la comprenden inmediatamente y, adem?s, no se inclinan a reflexionar sobre una cuesti?n semejante" (Il vero significato del "Signore del Cielo", Roma 2006, pp.69-70). Y es precisamente mientras lleva el Evangelio, cuando el padre Ricci encuentra en sus interlocutores la demanda de una confrontaci?n m?s amplia, de modo que el encuentro motivado por la fe se convierte tambi?n en di?logo entre las culturas: un di?logo desinteresado, libre de objetivos de poder econ?mico o pol?tico, vivido en la amistad, que hace de la obra del padre Ricci y de sus disc?pulos uno de los puntos m?s altos y felices en la relaci?n entre China y Occidente. Al respecto, el ?Tratado de la amistad" (1595), una de sus primeras y m?s conocidas obras en chino, es elocuente. En el pensamiento y en la ense?anza del padre Ricci la ciencia, la raz?n y la fe encuentran una s?ntesis natural: ?Quien conoce el cielo y la tierra ? escribe en el prefacio a la tercera edici?n del mapamundi ? puede encontrar que Aquel que gobierna el cielo y la tierra es absolutamente bueno, absolutamente grande y absolutamente uno. Los ignorantes rechazan el Cielo, pero la ciencia que no llega al Emperador del Cielo como a la causa primera, no es para nada una ciencia".

La admiraci?n hacia el padre Ricci no debe, sin embargo, hacer olvidar el papel y la influencia de sus interlocutores chinos. Las decisiones tomadas por ?l no depend?an de una estrategia abstracta de inculturaci?n de la fe, sino del conjunto de los acontecimientos, de los encuentros y de las experiencias que iba teniendo, por lo que lo que pudo llevar a cabo fue gracias tambi?n al encuentro con los chinos: un encuentro vivido de muchas formas, pero profundizado a trav?s de la relaci?n con algunos amigos y disc?pulos, especialmente de cuatro c?lebres conversos, ?pilares de la Iglesia china?. De ellos el primero y m?s famoso fue Xu Guangqi, nativo de Shanghai, literato y cient?fico, matem?tico, astr?nomo, experto en agricultura, que lleg? a los m?s altos grados de la burocracia imperial, hombre ?ntegro, de gran fe y vida cristiana, dedicado al servicio de su pa?s, y que ocupa un puesto relevante en la historia y en la cultura chinas. Fue ?l, por ejemplo, quien convenci? y ayud? al padre Ricci a traducir al chino los ?Elementos? de Euclides, obra fundamental de la geometr?a, o quien obtuvo que el emperador confiase a los astr?nomos jesuitas la reforma del calendario chino. Como fue otro de los sabios chinos convertidos al cristianismo ? Li Zhizao ? quien ayud? al padre Ricci en la realizaci?n de las ?ltimas y m?s desarrolladas ediciones del mapamundi, que habr?a dado a los chinos una nueva imagen del mundo. ? describ?a al padre Ricci con estas palabras: "Yo le cre? un hombre singular porque vive en el celibato, no busca los altos cargos, habla poco, tiene una conducta regulada y esto todos los d?as, cultiva la virtud a escondidas y sirve a Dios continuamente". Es justo por tanto asociar al padre Matteo Ricci tambi?n sus grandes amigos chinos, que compartieron con ?l la experiencia de fe.

Queridos hermanos y hermanas, que el recuerdo de estos hombres de Dios dedicados al Evangelio y a la Iglesia, su ejemplo de fidelidad a Cristo, el profundo amor hacia el pueblo chino, el compromiso de inteligencia y de estudio, su vida virtuosa, sean ocasi?n de oraci?n para la Iglesia en China y para todo el pueblo chino, como hacemos cada a?o, el 24 de mayo, dirigi?ndonos a Mar?a Sant?sima, venerada en el c?lebre santuario de Sheshan en Shanghai; y que sean tambi?n de est?mulo y ?nimo para vivir con intensidad la fe cristiana, en el dialogo con las distintas culturas, pero con la certeza de que en Cristo se realiza el verdadero humanismo, abierto a Dios, rico en valores morales y espirituales y capaz de responder a los deseos m?s profundos del alma humana. Tambi?n yo, como el padre Matteo Ricci, expreso hoy mi profunda estima por el noble pueblo chino y su cultura milenaria, convencido de que un renovado encuentro con el Cristianismo aportar? frutos abundantes de bien, como entonces favoreci? una convivencia pac?fica entre los pueblos. Gracias.

[Traducci?n del original italiano por Inma ?lvarez
?Libreria Editrice Vaticana]


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Homil?a de monse?or Carmelo Juan Giaquinta, arzobispo em?rito de Resistencia, para la homil?a de la Sant?sima Trinidad. (AICA)

UNIDAD, DISTINCI?N, COMUNI?N, FELICIDAD?????????

Jn 16,12-15

I. NECESIDAD DEL ESP?RITU PARA COMPRENDER EL EVANGELIO

????????? 1. Escuchamos reci?n a Jes?s que dice a los disc?pulos: ?Todav?a tengo muchas cosas que decirles, pero ustedes no las pueden comprender ahora. Cuando venga el Esp?ritu de la Verdad, ?l los introducir? en toda la verdad?, y les anunciar? lo que ir? sucediendo? (Jn 16,12-13).

????????? No se trata de que Jes?s, el Maestro, no hubiese tenido tiempo para explicar el ?ltimo tema de un programa previsto para desarrollar en clase. O que los disc?pulos no estuviesen preparados para rendir examen de lo ense?ado por ?l. Se trata de la comprensi?n siempre nueva del Evangelio que los disc?pulos de Jes?s necesitamos adquirir a trav?s de la historia, hasta que ?l vuelva, para responder al momento presente que nos toca vivir y dar testimonio de ?l. Pues, si bien el hombre es fundamentalmente el mismo, no son las mismas las circunstancias que viv?a en la Galilea de Jes?s, o en Corinto cuando evangelizaba el ap?stol Pablo, o en la ?poca del renacimiento, o las que vivimos en el siglo XXI. Hoy necesitamos de un conocimiento profundizado del Evangelio, y no s?lo con la mente, sino con el coraz?n. Cosa que s?lo podemos adquirir por el Esp?ritu de Jes?s, que ?l nos env?a desde el Padre. Por ello, agrega:??l recibir? de lo m?o y se lo anunciar? a ustedes. Todo lo que es del Padre es m?o. Por eso les digo: recibir? de lo m?o y se lo mostrar? a ustedes? (v.14).?

II. JES?S REVELA QUE EN DIOS, EL ?NICO,
HAY DISTINCI?N DE PERSONAS Y COMUNI?N ENTRE ELLAS

????????? 2. Jes?s, al se?alarse junto con el Esp?ritu y con el Padre, nos introduce en el misterio de un Dios desconocido hasta entonces, apenas vislumbrado en el Antiguo Testamento.

????????? El descubrimiento del Dios ?nico, que el pueblo jud?o hizo en los inicios de su liberaci?n de la esclavitud de Egipto, abri? una perspectiva totalmente nueva en las relaciones del hombre con la divinidad. El Dios de Israel no es como los otros dioses que tienen nombre como las dem?s cosas. Su nombre es ?nico: ?Yo soy? (Ex 3,14). Los otros dioses son s?lo una ficci?n: ?Tienen boca, pero no hablan, tienen ojos, pero no ven? (Sal 115,5). Dios es uno solo, pero no como lo es un art?culo ?nico que queda en el negocio para la venta: ?Tengo uno solo?. Ni es ?nico como puede serlo una piedra preciosa, que se halla en el tesoro de alg?n reino. Dios es uno solo, porque todo Dios est? en ?l. Y fuera de ?l no existe nada, salvo que ?l lo cree para su gloria y felicidad de la criatura.

????????? 3. A partir de este descubrimiento, Jes?s da un paso m?s: revela que Dios, el ?nico, no est? s?lo. ?l es vida y comuni?n de pensamiento y de amor. Y, por tanto, en ?l hay distinci?n de personas, que se comunican entra?ablemente. Dios es el origen de todo: el Padre. ?l se piensa a s? mismo: el L?gos, la Palabra o Verbo, totalmente semejante a ?l, por lo cual con raz?n se lo llama el Hijo Unig?nito. ?l tambi?n ama a su Hijo ?nico con amor infinito: el Esp?ritu de amor. Y con ?l ama a todas las cosas hechas por ?ste, y las anima para alcanzar su plenitud.?

III. LA CREACI?N, UNA Y M?LTIPLE, HABLA DE DIOS UNO Y TRINO

????????? 4. En la revelaci?n de Jesucristo: la unicidad de Dios no se opone a la distinci?n de las personas divinas y a la comuni?n de las mismas. De all? que, la mente humana, iluminada por la fe, descubre un vestigio del Dios uno y trino en el cosmos, no importa las infinitas galaxias que lo compongan, ni cu?n diferentes sean las creaturas que lo habiten. La distinci?n y multiplicidad de los seres, en vez de contraponerlos unos a otros, reafirman la armon?a de la creaci?n, hecha simult?neamente de unidad y de diversidad. Ninguna criatura se siente discriminada por no ser como las otras. Al contrario, es feliz de ser lo que es, y se une a ellas, y con ellas entona un solo canto de alabanza al Creador: ?Todas las obras del Se?or, bendigan al Se?or, al?benlo y ens?lcenlo por los siglos?? (Daniel 3,37).

????????? 5. Donde la unidad, la diversidad y la comuni?n de las creaturas visibles alcanzan su m?xima expresi?n es en el var?n y en la mujer, que provocan el mutuo ?xtasis y la mutua uni?n. El autor del G?nesis lo expres? con lenguaje po?tico inigualable: ?Luego con la costilla que hab?a sacado del hombre, el Se?or Dios form? una mujer y se la present? al hombre. El hombre exclam?: ?Esta s? que es hueso de mis huesos y carne de mi carne!?. Y el autor comenta:?Por eso el hombre deja a su padre y a su madre y se une a su mujer, y los dos llegan a ser una sola carne? (Gen 2,22-24).?

IV. EL CUCO DE LA PALABRA ?DISCRIMINACI?N?

????????? 6. En el curso de pocos a?os, en la Argentina se ha formado un cuco con la palabra ?discriminaci?n?. Y se la blande como una espada en defensa de supuestos derechos. Los medios, que act?an muchas veces emotivamente sin capacidad de cr?tica, fomentan tal cuco. Y la gente se asusta. Usar mal la palabra ?discriminaci?n? es un acto irracional. Y esto, de parte de los que la emplean mal, de quienes fomentan su uso equivocado o se dejan amedrentar por ella.

????????? 7. ?Discriminaci?n? viene del lat?n ?discernere?, que significa: separar, discernir, distinguir. De all?, el pasivo: ?discretum?, ?lo discernido?, como tambi?n ?decretum?, ?lo decretado?. Indica un acto de la inteligencia. De all? viene ?discrimen?, ?discriminare?. En su traslado al espa?ol y en su evoluci?n posterior, la palabra, adem?s de los significados antedichos, vino a significar tambi?n ?dar trato de inferioridad a una persona o colectividad por motivos raciales, religiosos, pol?ticos, etc?. De all? que se puede hablar de ?discriminar el trigo de la paja? Y esa ser?a una discriminaci?n conforme al sentido com?n. Y se puede discriminar mal a las personas por no atender debidamente a su condici?n. Un m?dico, que lo sea en serio, prodiga un trato igual y a la vez diferenciado a la mujer y al var?n. Igual, pues reconoce en ellos la com?n dignidad humana. Trato diferenciado, pues reconoce su diversidad psicol?gica y som?tica. A la mujer la trata como mujer, y al var?n como var?n. Esta no es ninguna discriminaci?n negativa. En cambio, s? lo ser?a, y el m?dico cometer?a un grave atropello, si teniendo en cuenta s?lo la com?n dignidad, no tuviese en cuenta tambi?n la diversidad de ambos. Una dama es siempre una dama. Un caballero es siempre un caballero. Del reconocimiento de la com?n dignidad y de la peculiar diversidad, surge el trato distinguido, respetuoso, que cada paciente merece.?

V. LA DISCRIMINACI?N DE LA FAMILIA: ?A PUNTO DE SER LEY?

????????? 8. Pero hoy, con frecuencia, se confunde aserr?n con pan rayado. Por reaccionar, quiz? con raz?n, contra un tipo de discriminaci?n, se comete otra no menos grave. Reaccionando contra la discriminaci?n que los gays han sufrido en nuestra sociedad, en vez de defender la dignidad que tienen como seres humanos, y asegurar los derechos que les correspondan, se pretende discriminar a todas las familias formadas desde los or?genes de la humanidad por un var?n y una mujer, y arrebatarles el derecho que es propio y exclusivo de ellos de unirse en familia.

????????? 9. Es llamativo que gente inteligente, en especial de los medios y de la pol?tica, e incluso algunos cl?rigos, sea tan poco reflexiva. Se deje impresionar por el cuco de la discriminaci?n. Y no adviertan el grave da?o que infligir?an a la Naci?n si despojasen a la familia de un derecho que le es propio y exclusivo. ?Ser? el despojo de ?ste derecho a la familia argentina, el homenaje que los legisladores argentinos dar?n a la Naci?n en el Bicentenario??

VI. EL NUEVO CUCO DEL ?DETERMINISMO BIOL?GICO?

????????? 10. Durante la reciente discusi?n en el Congreso de la Naci?n ha asomado un nuevo cuco. Se ha escuchado a Diputados reaccionar contra ?el determinismo biol?gico?, y aplaudir fervorosamente un proyecto de ley que suprima el derecho propio y exclusivo del matrimonio formado por el var?n y la mujer. No cabe duda que arengar contra el ?determinismo biol?gico? suena bien, y es capaz de arrancar aplausos. Pero no por ello deja de ser insensato, as? los que aplauden sea gente culta. ?Acaso es una fatalidad ser mujer? ?O ser var?n? ?No es acaso un don maravilloso de la naturaleza para que podamos entrar en profunda comuni?n, formar familia, y as? dar consistencia a la sociedad humana?

????????? ?Por qu? no arengar tambi?n contra el determinismo matem?tico? ?Ser?a tan horroroso que dos m?s dos sean siempre cuatro? ?O acaso pronto votaremos contra el determinismo geom?trico, por ejemplo en favor de la cuadratura del c?rculo? ?Ser?a tan horroroso que el c?rculo fuese siempre un c?rculo y el cuadrado un cuadrado??

VII. A LOS LEGISLADORES ARGENTINOS

????????? 11. ?Legisladores argentinos! Pongan un poco de inteligencia en las discusiones que hacen. En especial cuando tratan de un bien fundamental?simo como es el matrimonio formado por una mujer y un var?n. El pueblo los vot? a Ustedes y financia sus dietas en la esperanza de que lo respetar?n y procurar?n de veras el bien com?n.?

VIII. A LOS FIELES LAICOS CAT?LICOS

????????? 12. He recibido una clarificaci?n, con ocasi?n de mi mensaje del domingo 6? de Pascua, donde hablaba del mutismo del laicado cat?lico. Y la acepto gustoso, en la medida en que algunas entidades de prestigio se han pronunciado con claridad. No obstante, insisto, ?las entidades laicales de base no tienen nada que decir sobre este asunto? Me refiero especialmente a las uniones de padres de colegios cat?licos, a los consejos provinciales de educaci?n cat?lica, a las universidades cat?licas que no se hubiesen pronunciado todav?a.

????????? 13. Y como yo me encuentro con Ustedes, queridos feligreses de la parroquia San Juan Mar?a Vianney, me gustar?a conocer c?mo se han pronunciado en cuanto laicos y ciudadanos de la Argentina. El silencio puede ser un pronunciamiento. El comentario a tal silencio lo hace Jes?s: ?Lo que yo les digo en la oscuridad, rep?tanlo en pleno d?a? Al que me reconozca abiertamente ante los hombres, yo lo reconocer? ante mi Padre que est? en el cielo. Pero yo renegar? ante mi Padre que est? en el cielo de aquel que reniegue de m? ante los hombres? (Mt 10,27.32-33).?

Mons. Carmelo Juan Giaquinta,obispo em?rito de Resistencia?


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S?bado, 19 de junio de 2010

ZENIT publica el mensaje que ha escrito monse?or Josep ?ngel Saiz Meneses, obispo de Terrassa, con motivo de la Jornada pro Orantibus (por quienes dedican su vida a la contemplaci?n), que celebra la Iglesia en Espa?a este domingo, 30 de mayo.?

Adoradores desde el silencio?

??????Recientemente, una religiosa contemplativa, es decir, una persona que vive la vida mon?stica o claustral, pronunci? una conferencia con este sugestivo t?tulo:"El silencio, un camino de libertad". No pude escuchar la disertaci?n, porque las ocupaciones de un obispo le piden a veces tener que renunciar a asistir a actos que alimentan la inteligencia y el coraz?n. Pero confieso que el t?tulo me gust? mucho y? me invit? reflexionar.

?????El silencio es sin duda un camino de libertad. Y no s?lo para los monjes y las monjas, para las personas que viven en el claustro, en una vida dedicada a la plegaria de adoraci?n y de intercesi?n por las necesidades de la Iglesia y del mundo. El silencio, que es invitaci?n a la interioridad, a la reflexi?n y a la vivencia religiosa es un valor universal, para todos los cristianos. Y aun me atrever?a a decir para todos los creyentes y para todos, aunque no sean creyentes.

?????He pensado estas cosas con motivo de que la Iglesia celebra entre nosotros, en este domingo de la Sant?sima Trinidad, la jornada bautizada con una expresi?n latina:?Pro Orantibus, es decir, por los -y las- que oran, dedicada al recuerdo de las comunidades religiosas de clausura.

?????Lo dec?a el Papa en una de sus alocuciones dominicales, precisamente al comentar esta jornada. "Algunos se preguntan -dec?a- qu? sentido y qu? valor puede tener su presencia en nuestro tiempo, en el que hay numerosas y urgentes situaciones de pobreza y de necesidad que se deben afrontar. ?Por qu? "encerrarse" para siempre entre las paredes de un monasterio y privar as? a los dem?s de la contribuci?n de las propias capacidades y experiencias? ?Qu? eficacia puede tener su oraci?n para la soluci?n? de los numerosos problemas concretos que siguen afligiendo a la humanidad?"

?????Hay que decir que, incluso entre nosotros, en el clima de nuestros monasterios han nacido y nacen iniciativas de verdadera solidaridad con los m?s necesitados, efectuadas bajo la inspiraci?n de comunidades mon?sticas, en ayuda de los m?s necesitados tanto de aqu? como de diversos pa?ses con necesidades m?s fuertes que en el nuestro. Quienes conozcan algo la realidad de nuestros monasterios saben que esto es un hecho. Los contemplativos y las contemplativas, adem?s de ganarse el pan con su modesto trabajo, tambi?n comparten este pan y estos recursos con quienes pasan necesidad.

?????Pero hay una funci?n social mayor en la vida de estos hermanos y hermanas nuestros. Lo dir? de nuevo con las mismas palabras de Benedicto XVI: "son testigos silenciosos de que en medio de los acontecimientos diarios, a veces bastante turbulentos, el ?nico apoyo que no vacila jam?s es Dios, roca inquebrantable de fidelidad y de amor".

?????"Todo se pasa, Dios no se muda", escribi? la gran maestra espiritual de ?vila, Santa Teresa de Jes?s. Nuestros monasterios son verdaderos oasis espirituales en los que el hombre de hoy puede encontrar silencio, reflexi?n, valores humanos y espirituales. El lema de la jornada de este a?o nos lleva al centro de la vida de estos hermanos y hermanas: "?Venid adoradores! La vida contemplativa, cen?culo eucar?stico". Es la adoraci?n a Dios, vivida como un? servicio a los hermanos y hermanas del mundo.

?????Por esto, como ha escrito el Santo Padre, "estos lugares, aparentemente in?tiles, son en realidad indispensables, como lo son los "pulmones verdes" de una ciudad: hacen bien a todos, incluso a quienes no los frecuentan y tal vez ignoran su existencia".??


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ZENIT publica la carta que ha escrito monse?or Jes?s Sanz Montes, ofm, arzobispo de Oviedo, administrador apost?lico de Huesca y Jaca.

Queridos hermanos y amigos: paz y bien.

Sus calles se llenan de tomillo la v?spera de la fiesta de Corpus. Toda la ciudad se engalana al paso de Jes?s en la Eucarist?a, y queda en el aire un rumor que huele a campo cuando el chasquido de los pies al pisar el tomillo suelta su mejor aroma para el Se?or. Es Toledo, en donde la Iglesia en Espa?a est? celebrando un acontecimiento singular: el Congreso Eucar?stico Nacional. All? acudimos cristianos del resto de las di?cesis espa?olas para postrarnos ante Jes?s en esa Presencia como Se?or resucitado que nos prometi? cumplida en el momento de decirnos adi?s. Sin duda una paradoja: quien regresa al Padre se queda entre nosotros, march?ndose y qued?ndose a la vez

Este gesto del Se?or ha encontrado un precioso eco no s?lo en estos congresos eucar?sticos, o en festividades lit?rgicas, o en la religiosidad popular, sino que tambi?n va tomando forma y cuerpo en tantas di?cesis lo que llamamos la adoraci?n perpetua del Se?or.

Nos recomendaba ardientemente el Papa Benedicto ?la pr?ctica de la adoraci?n eucar?stica, tanto personal como comunitaria. A este respecto, ser? de gran ayuda una catequesis adecuada en la que se explique a los fieles la importancia de este acto de culto que permite vivir m?s profundamente y con mayor fruto la celebraci?n lit?rgica. Adem?s, cuando sea posible, sobre todo en los lugares m?s poblados, ser? conveniente indicar las iglesias u oratorios que se pueden dedicar a la adoraci?n perpetua. Recomiendo tambi?n que en la formaci?n catequ?tica, sobre todo en el ciclo de preparaci?n para la Primera Comuni?n, se inicie a los ni?os en el significado y belleza de estar con Jes?s, fomentando el asombro por su presencia en la Eucarist?a. Adem?s, quisiera expresar admiraci?n y apoyo a los Institutos de vida consagrada cuyos miembros dedican una parte importante de su tiempo a la adoraci?n eucar?stica. De este modo ofrecen a todos el ejemplo de personas que se dejan plasmar por la presencia real del Se?or. Al mismo tiempo, deseo animar a las asociaciones de fieles, as? como a las Cofrad?as, que tienen esta pr?ctica como un compromiso especial, siendo as? fermento de contemplaci?n para toda la Iglesia y llamada a la centralidad de Cristo para la vida de los individuos y de las comunidades? (Sacramentum caritatis, 67).

Efectivamente, si la presencia de Jes?s en medio de nosotros es una certeza que ha llenado de consuelo y ha infundido fortaleza a tantas generaciones cristianas, es justo y necesario que esa compa??a sea correspondida por un deseo nuestro de salir a su encuentro. As?, en nuestras Di?cesis se tom? no hace tanto tiempo una iniciativa muy hermosa: fijar un lugar en donde Jes?s Eucarist?a pudiese ser adorado de un modo continuo, una Iglesia de adoraci?n perpetua. En Oviedo, en la iglesia de las Esclavas del Sagrado Coraz?n, y en Huesca, en la iglesia de las Hermanas Clarisas, es ya una realidad. Ojal? que tambi?n en Jaca se pueda dar ese paso importante para expresar nuestra respuesta al Se?or dici?ndole que estamos contentos de su presencia, de su espera incondicional.

Cuando tenemos una iglesia (parroquia, templo no parroquial, convento o monasterio) en la que est? expuesto el Se?or unas horas, o todo un d?a, incluso las veinticuatro horas del d?a, estamos viviendo esa preciosa relaci?n con el Se?or correspondiendo al deseo de su compa??a: siempre habr? una luz que encender en ?l, un llanto que enjugar a su lado, una debilidad que junto a ?l sea perdonada y luego fortalecida, un motivo para dar gracias o mil razones para pedir gracia. Venid adoradores, vengamos al encuentro de quien no cesa de esperarnos. Est? ah? el Se?or.


Publicado por verdenaranja @ 23:29  | Hablan los obispos
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ZENIT nos ofrece el discurso que el Papa Benedicto XVI dirigi?el viernes 28 de Mayo de 2010?a los participantes en la Asamblea Plenaria del Consejo Pontificio para la Pastoral con Migrantes e Itinerantes, que lleva por tema ?Pastoral de la movilidad humana hoy, en el contexto de la corresponsabilidad de los Estados y de los Organismos Internacionales?.

Se?ores cardenales,
venerados hermanos en el Episcopado y en el Sacerdocio,
queridos hermanos y hermanas

Con gran alegr?a os acojo con ocasi?n de la Sesi?n Plenaria del Consejo Pontificio para la Pastoral para los Migrantes e Itinerantes. Saludo al presidente del Dicasterio, monse?or Antonio Maria Vegli?, a quien agradezco las palabras de alegre cordialidad, al secretario, a los miembros, los consultores y los oficiales. A todos dirijo mi augurio de un trabajo provechoso.

Hab?is elegido como tema para esta Sesi?n el de la ?Pastoral de la movilidad humana hoy, en el contexto de la corresponsabilidad de los Estados y de los Organismos Internacionales?. La circulaci?n de las personas es desde hace tiempo objeto de convenciones internacionales, dirigidas a garantizar la protecci?n de los derechos humanos fundamentales y a combatir la discriminaci?n, la xenofobia y la intolerancia. Se trata de documentos que proporcionan principios y t?cnicas de tutela supranacionales.

Es apreciable el esfuerzo de construir un sistema de normas compartidas que contemplen los derechos y los deberes del extranjero, como tambi?n los de la comunidad de acogida, teniendo en cuenta, en primer lugar, la dignidad de cada persona humana, creada por Dios a su imagen y semejanza (cfr Gn 1,26). Obviamente, la adquisici?n de derechos va al mismo tiempo que la aceptaci?n de deberes. Todos, de hecho, gozan de derechos y deberes no arbitrarios, porque brotan de su misma naturaleza humana, como afirma la Enc?clica Pacem in terris del beato Papa Juan XXIII: "todo ser humano es persona, es decir, una naturaleza dotada de inteligencia y de voluntad libre; es por tanto sujeto de derechos y de deberes que brotan inmediata y simult?neamente de su misma naturaleza: derechos y deberes que son por ello universales, inviolables, inalienables" (n. 5). La responsabilidad de los Estados y de los Organismos Internacionales, por tanto, se desarrolla especialmente en el compromiso de incidir en cuestiones que, salvando las competencias del legislador nacional, implican a toda la familia de los pueblos, y exigen una concertaci?n entre los Gobiernos y los Organismos m?s directamente interesados. Pienso en problem?ticas como la entrada o el alejamiento forzado del extranjero, el disfrute de los bienes de la naturaleza, de la cultura y del arte, de la ciencia y de la t?cnica, que debe ser accesible a todos. No se debe tampoco olvidar el importante papel de mediaci?n para que las resoluciones nacionales e internacionales, que promueven el bien com?n universal, encuentren acogida en las instancias locales y tengan repercusi?n en la vida cotidiana.

En este contexto, los ordenamientos a nivel nacional e internacional que promueven el bien com?n y el respeto de la persona animan la esperanza y los esfuerzos para alcanzar un orden social mundial basado en la paz, en la fraternidad y en la cooperaci?n de todos, a pesar de la fase cr?tica que las instituciones internacionales est?n atravesando, empe?adas en resolver las cuestiones cruciales de la seguridad y del desarrollo, en beneficio de todos. Es verdad que, por desgracia, asistimos al resurgimiento de instancias particularistas en algunas ?reas del mundo, pero es tambi?n verdad que hay resistencias a asumir responsabilidades que deber?an ser compartidas. Adem?s, a?n no se ha apagado el anhelo de muchos de abatir los muros que dividen y a establecer amplios entendimientos, tambi?n mediante disposiciones legislativas y praxis administrativas que favorezcan la integraci?n, el intercambio mutuo y el enriquecimiento rec?proco. En efecto, se pueden ofrecer perspectivas de convivencia entre los pueblos a trav?s de l?neas prudentes y concertadas para la acogida y la integraci?n, permitiendo ocasiones de entrada en la legalidad, favoreciendo el justo derecho a la reagrupaci?n familiar, al asilo y al refugio, compensando las necesarias medidas restrictivas y persiguiendo el despreciable tr?fico de personas. Precisamente aqu? las distintas organizaciones con car?cter internacional, en cooperaci?n entre ellas y con los Estados, pueden proporcionar su peculiar aportaci?n a la hora de conciliar, de diversas formas, el reconocimiento de los derechos de la persona y el principio de soberan?a nacional, con referencia espec?fica a las exigencias de la seguridad, del orden p?blico y del control de las fronteras.

Los derechos fundamentales de la persona pueden ser el punto focal del compromiso de la corresponsabilidad de las instituciones nacionales e internacionales. Este, adem?s, est? estrechamente ligado a la ?apertura a la vida, que est? en el centro del verdadero desarrollo", como reafirm? en la Enc?clica Caritas in veritate (cfr n. 28), donde tambi?n hac?a un llamamiento a los Estados para que promuevan pol?ticas a favor de la centralidad y la integridad de la familia (cfr ibid., n. 44). Por otro lado, es evidente que la apertura a la vida y los derechos de la familia deben ser reafirmados en los diversos contextos, pues ?en una sociedad en v?as de globalizaci?n, el bien com?n y el compromiso por ?ste no pueden dejar de asumir las dimensiones de toda la familia humana, es decir, de la comunidad de los pueblos y de las naciones?(ibid., n. 7). El futuro de nuestras sociedades depende del encuentro entre los pueblos, del di?logo entre las culturas en el respeto de las identidades y de las diferencias leg?timas. En este escenario la familia mantiene su papel fundamental. Por ello la Iglesia, con el anuncio del Evangelio de Cristo en cada sector de la existencia, lleva adelante ?el compromiso... a favor no s?lo del individuo migrante, sino tambi?n de su familia, lugar y recurso de la cultura de la vida y factor de integraci?n de valores?, como reafirm? en el Mensaje de la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado del a?o 2006.

Queridos hermanos y hermanas, toca tambi?n a vosotros sensibilizar, a las organizaciones que se dedican al mundo de los migrantes e itinerantes, hacia formas de corresponsabilidad. Este sector pastoral est? ligado a un fen?meno en continua expansi?n y, por tanto, vuestro papel deber? traducirse en respuestas concretas de cercan?a y de acompa?amiento pastoral de las personas, teniendo en cuenta las diversas situaciones locales. Sobre cada uno de vosotros invoco la luz del Esp?ritu Santo y la protecci?n maternal de la Virgen, renovando mi agradecimiento por el servicio que hac?is a la Iglesia y a la sociedad. La inspiraci?n del Beato Giovanni Battista Scalabrini, definido "Padre de los migrantes" por el Venerable Juan Pablo II y de quien recordaremos los 105 a?os de su nacimiento al cielo el pr?ximo 1 de junio, ilumine vuestra acci?n a favor de los migrantes y de los itinerantes y os empuje a una caridad cada vez m?s atenta, que les de testimonio del amor indefectible de Dios. Por mi parte os aseguro la oraci?n, mientras de coraz?n os bendigo.

[Traducci?n del original italiano por Inma ?lvarez
?Libreria Editrice Vaticana]


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ZENIT ?nos ofrece el discurso que Benedicto XVI ofreci?, el viernes 28 de mayo de 2010 en el Vaticano, al nuevo embajador de Ben?n ante la Santa Sede, Comlanvi Th?odore Loko, con motivo de la presentaci?n de sus cartas credenciales.

Se?or Embajador,

Complacido le acojo al inicio de su misi?n ante la Santa Sede y le agradezco las palabras amables que me acaba de dirigir. Le agradecer?a que a cambio tenga la amabilidad de transmitir a Su Excelencia el Se?or Thomas Boni Yayi, cuya visita no olvido, mis buenos deseos para su persona y para el cumplimiento de su alta misi?n al servicio del pueblo benin?s. Agrad?zcale tambi?n haber querido que Ben?n tenga un Embajador ante la Santa Sede residente en Roma. Aprecio este gesto que destaca la excelencia de las relaciones que existen entre la Rep?blica de Ben?n y la Santa Sede y la gran consideraci?n que el pueblo de Ben?n tiene por la Iglesia cat?lica. Mis deseos se dirigen igualmente al Gobierno y a las dem?s Autoridades de su pa?s y a todos los benineses.

En su discurso, ha mencionado al fallecido Cardenal Bernardin Gantin. Fallecido hace ya dos a?os, este destacado hombre de Iglesia, no ha sido ?nicamente un noble hijo de su naci?n, sino tambi?n un aut?ntico constructor de puentes entre culturas y continentes. Estoy seguro de que su figura ser? un ejemplo para numerosos beninenses, en particular para los m?s j?venes. Su ministerio eclesial, por su parte, estimular? a los hombres y a las mujeres de Iglesia a realizar un servicio generoso y cada vez m?s competente para el mayor bien de su querido pa?s, que celebrar? el a?o que viene el 150? aniversario de su evangelizaci?n.

Hace veinte a?os, en febrero de 1990, se reuni? la Conferencia de las Fuerzas vivas de la Naci?n. Este gran acontecimiento -que no era s?lo pol?tico sino que testimoniaba tambi?n la relaci?n ?ntima entre la fe y su expresi?n en la vida p?blica de Ben?n- ha determinado su futuro y contin?a inspirando su presente. Pido a Dios que bendiga los esfuerzos de todos los que trabajan en la edificaci?n de una sociedad erigida sobre la justicia y la paz, en el reconocimiento de los derechos de todos los componentes de la naci?n. La realizaci?n de un ideal as? necesita la uni?n fraterna, el amor a la justicia y la valoraci?n del trabajo.

Protagonistas de su propio destino, los benineses est?n invitados a promover una aut?ntica fraternidad. ?sta es una condici?n primordial para la paz social y un factor de promoci?n humana integral. Es una perla preciosa que hay que saber conservar y cultivar desterrando las divisiones que pueden llevar a socavar la unidad de la naci?n y la armon?a en el seno mismo de las familias. Frente a posibles desestabilizaciones como esas, los valores tomados de su patrimonio cultural ser?n una ayuda preciosa para reafirmar su identidad y su vocaci?n propia. Entre estos valores, querr?a destacar especialmente el respecto al car?cter sagrado de la vida, del que es necesario sacar las consecuencias frente a todo lo que atenta contra ella, en particular en el marco de las legislaciones. Expresi?n concreta de la igual dignidad de todos los ciudadanos, la fraternidad es un principio fundamental y una virtud basilar para realizar una sociedad verdaderamente floreciente, ya que permite valorar todos los potenciales humanos y espirituales. La fraternidad debe tambi?n conducir a la b?squeda de la justicia cuya ausencia es siempre causa de tensiones sociales y da lugar a numerosas consecuencias nefastas. ?La paz est? en peligro cuando el hombre ve c?mo se le niega lo que se le debe por ser hombre, cuando su dignidad no es respetada y cuando la coexistencia no est? orientada al bien com?n? Compendio de Doctrina Social de la Iglesia, n. 494).

La b?squeda del inter?s personal en detrimento del bien com?n es un mal que carcome lentamente las instituciones p?blicas, frenando tambi?n el desarrollo integral del ser humano. Los actores pol?ticos, econ?micos y sociales de una naci?n son como su ?conciencia vigilante? que garantiza la transparencia en sus estructuras y la ?tica que anima la vida de toda la sociedad. Deben ser justos. La justicia acompa?a siempre a la fraternidad. Constituye un factor de eficacia y de equilibrio social que permite a los beninenses participar en los recursos humanos y naturales, vivir dignamente y garantizar el futuro de sus hijos.

En el desarrollo de una sociedad, el trabajo ocupa un lugar de primer orden. En efecto, es co-existencial a la condici?n humana (cf. idem, n. 256), ya que el ser humano se realiza plenamente por su trabajo. El amor al trabajo lo ennoblece y crea una verdadera simbiosis entre las personas, as? como entre el ser humano y los dem?s elementos de la creaci?n. Valorando el trabajo, el hombre puede satisfacer sus necesidades vitales y puede contribuir a la construcci?n de una sociedad pr?spera, justa y fraterna. La divisa de Ben?n, Fraternidad ? Justicia ? Trabajo, es entonces como un verdadero compendio de la carta de una naci?n con altos ideales humanos. Su realizaci?n contribuye tambi?n a ampliar la solidaridad con otras naciones. En este sentido, deseo dirigir mi agradecimiento a todos los beninense por la fraternidad activa que demostraron con el pueblo haitiano en el reciente terremoto.

Deseo saludar c?lidamente, a trav?s suyo, a la comunidad cat?lica de Ben?n y a sus pastores. Les aliento a ser cada vez m?s aut?nticos testigos de la fe y del amor fraterno que Cristo nos ense?a. Querr?a apreciar tambi?n los esfuerzos de todos, especialmente de las Autoridades, para consolidar las relaciones de respeto y de estima rec?procas entre las confesiones religiosas de su pa?s. La libertad religiosa no puede m?s que contribuir a enriquecer la democracia y favorecer el desarrollo.

En el momento en que comienza su misi?n de primer Jefe de Misi?n beninense, residente en Roma, acreditado ante la Santa Sede, le ofrezco, Se?or Embajador, mis mejores deseos, garantiz?ndole la plena disponibilidad de mis colaboradores para aportarle toda la ayuda que pueda necesitar en la realizaci?n de sus funciones. Pido a Dios que sostenga al pueblo benin?s y, con mucho gusto, le doy la Bendici?n apost?lica, as? como a sus colaboradores y a su familia.

?

[Traducci?n del original franc?s por Patricia Navas
?Libreria Editrice Vaticana]


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Viernes, 18 de junio de 2010

Homil?a de monse?or Juan Rub?n Mart?nez, obispo de Posadas para el domingo de la Ascensi?n del Se?or (23 de mayo de 2010). (AICA)

EL ESP?RITU SANTO Y LA IGLESIA??????????

?????????? En este domingo estamos celebrando la gran Solemnidad de Pentecost?s. El Evangelio de San Juan (20,19-23), nos muestra a Jesucristo Resucitado, enviando a sus Ap?stoles, a aquellos que fueron elegidos entre los disc?pulos: ?Como el Padre me envi? a m?, yo tambi?n los env?o a ustedes? (Jn. 20,21). Y les otorga el poder para ejercer el ministerio de perdonar y retener los pecados, que los sacerdotes ejercen en el Sacramento de la confesi?n: ?Al decirles esto sopl? sobre ellos y a?adi?: reciban el Esp?ritu Santo. Los pecados ser?n perdonados a los que ustedes se los perdonen y ser?n retenidos a los que ustedes se los retengan? (Jn. 20,22-23).

Es bueno recordar que estos hombres eran como nosotros. Los relatos que nos narran los textos b?blicos no los muestran como un grupo de perfectos. Pedro cuando es elegido se reconoce como pecador y en el contexto de la Pasi?n de Jes?s lo niega tres veces. Juan y Santiago pretend?an los mejores lugares, provocando los celos de los otros disc?pulos. Estos hombres y algunos otros disc?pulos, ?junto a Mar?a?, estaban orando en el ?cen?culo?, en la ma?ana de Pentecost?s, cuando el Par?clito prometido, el Esp?ritu Santo descendi? sobre ellos (Hechos 2). En esa ma?ana, de hace casi 2000 a?os naci? la Iglesia. El Esp?ritu Santo prometido va acompa??ndola y lo har? hasta el final de los tiempos.

En esta reflexi?n de Pentecost?s quiero especialmente tener presente a la Iglesia. Los cristianos por el bautismo somos parte de la Iglesia. Nuestra fe en Jesucristo, el Se?or, por un lado tiene una dimensi?n de compromiso personal y por otro necesariamente tiene una dimensi?n comunitaria, ?eclesial?.

???????? Es importante decir esto porque en nuestro tiempo el individualismo es muy fuerte. No faltan aquellos que se manifiestan ?cat?licos? y sus criterios, opciones y modo de vida no son compatibles, ni est?n en comuni?n con la Iglesia. Sin la referencia comunitaria-eclesial, terminamos acomodando la Palabra de Dios, a nuestra medida, gustos o propias ideolog?as. El documento de los Obispos argentinos ?Navega mar adentro?, subraya este tema de la fe vivida en la comuni?n de la Iglesia. Nos dice: ?Todos los cristianos estamos llamados a vivir nuestra fe en comunidad, en la Iglesia. Porque Dios no nos llama a una santidad individualista, aislados de los dem?s. La Trinidad nos invita a una santidad comunitaria y a una misi?n compartida?. Es en la comunidad de la Iglesia donde formamos nuestra fe, nos animamos entre los cristianos en las dificultades, recibimos el perd?n de los pecados y sobre todo nos alimentamos con la Eucarist?a, el Cuerpo y la Sangre del Se?or. La fe sencilla y profunda de nuestra gente llama a este momento ?la comuni?n?. Sin esta dimensi?n comunitaria de la fe, dif?cilmente podremos asumir una espiritualidad y compromiso cristiano en nuestras maneras de pensar, criterios de juicio y normas de acci?n.

???????? El Ap?stol San Pablo nos ense?a que debemos amar a la Iglesia: ?El poder de Dios lo constituy? a Cristo, por encima de todo, cabeza de la Iglesia (Ef. 1,22). A ella que es el cuerpo, le comunic? abundantemente los dones del Esp?ritu Santo (1 Cor. 12,4-11) y a ella le toca llevar a su plenitud la obra salvadora del Se?or, haciendo cada vez m?s efectiva la reconciliaci?n de los hombres con Dios y entre s?. El mismo Ap?stol, al referirse al matrimonio manifiesta la necesidad que los esposos se amen como ?Cristo am? a la Iglesia y se entreg? por ella, para santificarla? (Ef. 5,25).

???????? Hace casi 2000 a?os desde aquel Pentecost?s que la Iglesia sigue anunciando a Jesucristo por la fuerza del Esp?ritu Santo que la anima. Nosotros estamos llamados a ser los testigos en este inicio de milenio. Sabemos que esto no es f?cil por la complejidad de nuestro tiempo, pero no es poco contar con la certeza que el Esp?ritu nos acompa?a y seguir? acompa??ndonos hasta el final de los tiempos.

???????? Hasta el pr?ximo domingo y ?Feliz Pentecost?s!?

Mons. Juan Rub?n Mart?nez, obispo de Posadas

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Texto del micro radial de monse?or Jos? Mar?a Arancedo, arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz, emitido por LT 9 (22 de mayo de 2010). (AICA)

PENTECOST?S ???????????

????????? Celebramos este domingo la Fiesta de Pentecost?s. El significado de este d?a s?lo lo comprendemos desde y la misi?n de Jesucristo. El Esp?ritu Santo enviado a los ap?stoles en Pentecost?s es el mismo Esp?ritu de Jesucristo Resucitado, que una vez vuelto al Padre, como lo celebramos en su Ascensi?n, cumple con la promesa de enviarnos al Esp?ritu Santo para comunicarnos como gracia la obra que ?l hab?a realizado. Esto significa que el Esp?ritu Santo hace realidad en nosotros la obra de Jesucristo. ?l act?a interiormente como gracia, es decir, como una fuerza interior que transforma nuestra vida seg?n el Evangelio. No se puede comprender la obra del Esp?ritu Santo sin Jesucristo, y no se puede vivir la obra de Jesucristo sin la presencia del Esp?ritu Santo. En Pentecost?s alcanza su plenitud la obra de Jesucristo.

????????? La misi?n del Esp?ritu Santo tiene como una doble tarea a cumplir, una a nivel personal y otra, dir?a, a nivel comunitario. Siempre debemos tener presenta que la obra de Dios se realiza contando con nuestra libertad. No se trata de algo autom?tico sino de un don, de una gracia, que, se ofrece a nuestra libertad. Esta es la grandeza de la dignidad humana: ?Dios nos ha creado sin nosotros, dice san Agust?n, pero no ha querido salvarnos sin nosotros? (C.I.C. n? 1847). A nivel personal el Esp?ritu Santo ha sido enviado para interiorizar en nosotros el Evangelio de Jesucristo. Podemos decir que el Esp?ritu Santo convierte en fuerza interior, en gracia, lo que Jesucristo ha hecho por nosotros. Por ello, el mismo san Agust?n, que ha comprendido esta misi?n del Esp?ritu Santo, va a decir, Se?or, no me des s?lo como mandamiento lo que me ense?as, sino d?melo primero como gracia y luego, concluir?, p?deme lo que quieras. Si me pides, Se?or, que ame, que sepa perdonar, que tenga un coraz?n limpio, el dir?a, dame esto, Se?or, como gracia y no como un mandamiento, porque no tengo fuerzas para cumplirlo. Esto nos permite comprender la frase de Jesucristo cuando nos dice: ?separados de m?, nada pueden hacer? (Jn. 15, 5). En esta intimidad de vida con Jes?s obra el Esp?ritu Santo.

????????? A nivel comunitario la misi?n del Esp?ritu Santo es formar la Iglesia. Ella no nace de un acuerdo entre los hombres sino que se la recibe como un don, para hacer realidad la obra y la misi?n de Jesucristo. Estamos acostumbrados a verla como una Instituci?n y lo es, pero no es lo esencial. Tiene un ropaje humano porque vive en el tiempo y est? formada por hombres y mujeres, pero su verdad profunda es continuar en la historia, la vida y la misi?n de Jesucristo. As? como Jesucristo siendo Dios se encarn? en un cuerpo, de un modo semejante pero no igual, la Iglesia es la continuaci?n en el tiempo de la presencia de la humanidad de Jesucristo. Esta conciencia la expresaba san Pablo, cuando dec?a: ?Pero nosotros llevamos ese tesoro (Jesucristo) en recipientes de barro? (2 Cor. 4, 7). Como vemos lo humano no es ajeno al plan de Dios, pero no es lo esencial. La Iglesia en un sentido pertenece a este mundo porque est? construida con materiales humanos, pero en otro sentido proviene de Dios, porque es Jesucristo qui?n la ha creado y la sostiene con la fuerza del Esp?ritu Santo. Esto significa una gran responsabilidad para el hombre de Iglesia. Cuando se pierde de vista esta dimensi?n de santidad, de presencia de Dios, la Iglesia se debilita. El mayor peligro de la Iglesia no est? fuera de ella, sino dentro de ella misma. Cuando la Iglesia m?s se identifica al Esp?ritu de Jes?s es m?s coherente y fecunda en su misi?n.

????????? Deseando que este domingo de Pentecost?s sea, tanto a nivel personal como comunitario, un momento de renovaci?n, de crecimiento espiritual y de compromiso con el Evangelio de Jesucristo, les hago llegar junto a mi afecto y oraciones, mi bendici?n en Cristo Nuestro Se?or.?

Mons. Jos? Mar?a Arancedo,arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz

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Publicado por verdenaranja @ 23:16  | Hablan los obispos
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Homil?a de monse?or H?ctor S. Cardelli, obispo de San Nicol?s, en la misa central? del 25 de mayo en el Santuario de Mar?a del Rosario de San Nicol?s, en el a?o de la Coronaci?n de la Virgen y en el comienzo de los festejos por el Bicentenario (25 de mayo de 2010). (AICA)

BICENTENARIO DE LA PATRIA?????

?Mc. 10.28-31

????????? ??Nosotros lo hemos dejado todo para seguirte?. Sabemos que tu reino no es de aqu?! Nos habla de un mundo venidero en el que se nos dar? una Vida Eterna!

????????? La fe en Cristo nos habla de un mundo futuro que para alcanzarlo debemos dejar casa, hermanos, hermanas, madre, hijos o campos por amor a ?l y a la Buena Nueva y no quedaremos sin recompensa.

????????? Es una noticia por dem?s de novedosa y que hasta nos parece ut?pica, irreal, pero que s?lo la fe nos posibilitar? alcanzar lo que promete.

????????? ?Cu?l ser? la sabidur?a que debemos alcanzar para poder gozar de esa Patria Celeste que nos invita a no esclavizarnos en la patria terrestre, sin vivir ajenos al compromiso que debemos asumir como pertenecientes a esta vida, que ?l mismo asumi? con su Encarnaci?n?

????????? No somos distintos a los dem?s ni por el lugar en que vivimos ni por el lenguaje ni por las costumbres. Los cristianos que creemos en esta promesa del Se?or no tenemos ciudades propias, ni utilizamos un hablar ins?lito, ni llevamos un g?nero de vida distinto. Esta doctrina y esta ense?anza que nos anima no es producto del talento de hombres estudiosos ni est? basada en autoridad de hombres. Es por eso que a?n viviendo como los dem?s, damos muestra de un tenor de vida admirable y a juicio de muchos, incre?ble.

????????? Porque el cristiano vive en su propia patria, pero como forastero; toma parte en todo como ciudadano, pero lo soporta todo como extranjero; toda tierra extra?a es patria para ellos, pero estamos en toda patria como en tierra extra?a. Al igual que todos, los cristianos engendran hijos, pero no se deshacen de los que conciben, porque viven en la carne, pero no seg?n la carne, porque viven en la tierra, pero su ciudadan?a est? en el cielo. Deben obedecer las leyes, pero superarlas con su modo de vida; deben amar a todos, aunque los persigan; su confianza en la providencia de Dios los hace pobres para enriquecer a muchos; carentes de todo, para abundar en todo.

????????? La sabidur?a est? en las ant?podas, la vida no est? aqu?, sino all?; la felicidad no es esta, sino la otra; la patria no la poseemos aqu?, sino que la adelantamos.

????????? Cuando queremos poseer a la Patria la aprisionamos en nuestro ego?smo y perdemos la visi?n de la futura, cuando no le damos proyecci?n a nuestra vida la reducimos a los pocos minutos de este tiempo; cuando nos encontramos en el dolor, el sufrimiento y la muerte, la detestamos como algo inservible y que no sacia nuestras expectativas. Si seguimos enumerando nuestras contingencias, concluimos en una defraudaci?n tan radical que no nos permite valorarla.

????????? Nos pasa todo lo contrario cuando esta realidad transitoria es iluminada por la promesa de Jes?s: No te arraigues aqu?, que hay algo mejor! Comienza a vivir aqu? lo que est?s llamado a gozar plenamente en la otra patria, habr?s comenzado a descubrir que la luz de la patria definitiva te har? ver el sentido que tiene la presente y orientar?s con esta sabidur?a el rumbo que como ciudadano debes dar a tu pa?s.

????????? Es aqu? donde comienza el proceso de transformaci?n de la historia; es en tu coraz?n donde germina la Patria futura que deben hacer presente en esta tierra para lo cual te fue dada.

????????? As? lo entendieron los creyentes del pueblo de Dios preanunciando el Nuevo Pueblo, figura de la Iglesia, anticipo de la Patria Celestial.

????????? As? lo promete Jes?s al hablarnos de la otra Vida, que no nos evade de la presente, sino m?s bien nos compromete a orientarla para que tenga pleno sentido!

????????? Si queremos, los cristianos, ser verdaderos y buenos ciudadanos, no podemos elegir otro camino que este: cerciorarnos que el reino de Cristo no es de este mundo, sino del otro, que transforma el presente.

????????? Cuando todos elijamos este camino, la Patria ser? la alegr?a y el gozo de los ciudadanos que viven la justicia, el Bien Com?n, el respeto por los dem?s y la alegr?a de la comuni?n, fruto del amor de los unos por los otros.

????????? Este segundo centenario es una nueva oportunidad para renovarnos en este compromiso; la Patria hoy necesita de esta dimensi?n que s?lo los creyentes podemos darles; no es el dinero, no es el poder, no es la mayor?a, sin el aporte de cada uno que tiene en su coraz?n la chispa de la fe que instaura el orden querido por Dios y nos hace conocer esta verdad para encausar nuestra conducta ciudadana!

????????? Mar?a eligi? muchas veces a la Argentina para que la sintamos Madre: acompa?? las grandes y sanas intenciones de nuestros pr?ceres, la fe de este pueblo, desde Salta, Itat?, Catamarca, Luj?n, San Nicol?s, para que no olvidemos que debemos vivir en santidad y justicia, libres de temor y arrancados de la mano de nuestro enemigo, guiando nuestros pasos por el camino de la paz.

????????? Madre Coronada, Reina de nuestro suelo elegido por vos para que no olvidemos de construir nuestra Patria Celeste, desde este lugar donde hoy somos nosotros los protagonistas!?

Mons. H?ctor S. Cardelli,obispo de San Nicol?s

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ZENIT??publica el comentario al Evangelio del pr?ximo domingo, XII del tiempo ordinario, 20 de junio (Lucas 9,18-24), redactado por monse?or Jes?s Sanz Montes, ofm, arzobispo de Oviedo, administrador apost?lico de Huesca y de Jaca.??

Evangelio del domingo: Pruebas de junio?

Estamos casi acabando junio, mes de ex?menes en tantos centros escolares. El Evangelio de este domingo, es precisamente un sorprendente escrutinio por el que Jes?s pone a prueba a sus disc?pulos. El Se?or, tras las ?ltimas correr?as apost?licas con los suyos, se retira como tantas veces a un lugar apartado para orar con ellos. Verdadero ejemplo para todo disc?pulo, sea cual sea nuestra vocaci?n cristiana: acci?n y contemplaci?n, hablar a los hombres sobre Dios y a Dios sobre los hombres. Jes?s Se encuentra con los suyos y entonces les hace una especie de encuesta: "?qui?n dice la gente que soy yo?".

Suponemos el asombro escurridizo o acaso la pasi?n en responder entre aquellos hombres que conviv?an con el Maestro. Entonces sali? el abanico acostumbrado: un profeta, un personaje extra?o, una especie de o.v.n.i. religioso, el Bautista, El?as... Ya, ya. Y vosotros, ?qui?n dec?s que soy yo? T?, concretamente t?, ?qui?n dices que soy yo?

Esta es la gran pregunta que alguna vez en la vida, un verdadero cristiano debe saber contestar o debe empezar a saber contestar. Porque el riesgo consiste en tener ideas sobre Cristo, en conocer de ?l lo que dicen los manuales de historia de la religiones, o lo que dicen las encuestas, o los medios de comunicaci?n, o cualquier poder dominante. Y entonces, nos hacemos repetidores de una idea sobre Jes?s completamente prestada, del todo ajena a esos centros de nuestra vida: el amor amable, el dolor sorpresivo, el recuerdo inmenso, el camino cotidiano, la muerte hermana, la espera cierta. Porque decir con mi vida y desde mi vida qui?n es Jes?s para m?, supone decirlo desde todas estas realidades, con todas estas situaciones que son las que construyen y edifican mi existencia.

La mejor respuesta a la pregunta de Jes?s, es la que se dice y se narra sigui?ndole cada d?a, perdiendo la vida por ?l y por los hermanos, que es la mejor manera de ganar esa vida... m?s a?n es la ?nica manera: quien quiera ganar su propia vida (es decir, quien se apropie de sus pocas cosas y sus pocos d?as), la perder?, mientras que quien pierda su vida por ?l (es decir, quien se entregue a Jes?s con todo el coraz?n y con todas las fuerzas) la salvar?. Esto lo sabe, quien alguna vez lo ha hecho, dcreyeno del todo la Palabra del Se?or.


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Jueves, 17 de junio de 2010

ZENIT ? nos ofrece el discurso que el Papa Benedicto XVI dirigi? el jueves 27 de Mayo de 2010 por la ma?ana a los miembros de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI), que se encuentran reunidos en Asamblea General.

Venerados y queridos hermanos,

en el Evangelio proclamado el pasado domingo, Solemnidad de Pentecost?s, Jes?s nos prometi?: ?El Par?clito, el Esp?ritu Santo, que el Padre enviar? en mi nombre, os lo ense?ar? todo y os recordar? todo lo que yo os he dicho? (Jn 14, 26). El Esp?ritu Santo gu?a a la Iglesia en el mundo y en la historia. Gracias a este don del Resucitado, el Se?or permanece presente en el transcurso de los acontecimientos; en el Esp?ritu Santo podemos reconocer en Cristo el sentido de las vicisitudes humanas. El Esp?ritu Santo nos hace Iglesia, comuni?n y comunidad incesantemente convocada, renovada y relanzada hacia la realizaci?n del Reino de Dios. En la comuni?n eclesial est? la ra?z y la raz?n fundamental de vuestra reuni?n y de mi estar una vez m?s con vosotros, con alegr?a, con ocasi?n de esta cita anual; es la perspectiva con la que os exhorto a afrontar los temas de vuestro trabajo, en el que est?is llamados a reflexionar sobre la vida y sobre la renovaci?n de la acci?n pastoral de la Iglesia en Italia. Agradezco al cardenal Angelo Bagnasco las corteses e intensas palabras que me ha dirigido, haci?ndose int?rprete de vuestros sentimientos: el Papa sabe que puede contar siempre con los obispos italianos. En vosotros saludo a las comunidades diocesanas confiadas a vuestros cuidados, y extiendo mi pensamiento y mi cercan?a espiritual a todo el pueblo italiano.

Confirmados por el Esp?ritu, en continuidad con el camino indicado por el Concilio Vaticano II, y en particular con las orientaciones pastorales de la d?cada apenas concluida, hab?is elegido asumir la educaci?n como tema principal para los pr?ximos diez a?os. Este horizonte temporal est? proporcionado por la radicalidad y la amplitud de la demanda educativa. Y me parece necesario ir hasta las ra?ces profundas de esta emergencia para encontrar tambi?n las respuestas adecuadas a este desaf?o. Yo veo en ?l sobre todo dos. Una ra?z esencial consiste ? me parece ? en un falso concepto de autonom?a del hombre: el hombre deber?a desarrollarse solo por s? mismo, sin imposiciones por parte de los dem?s, los cuales podr?an asistir a su autodesarrollo, pero no entrar en este proceso. En realidad, es esencial para la persona humana el hecho de que llega a ser ella misma s?lo desde el otro, el ?yo? se convierte en s? mismo s?lo desde el ?tu? y desde el ?vosotros?, est? creado para el di?logo, para la comuni?n sincr?nica y diacr?nica. Y s?lo el encuentro con el ?tu? y con el ?nosotros? abre el ?yo? a s? mismo. Por ello la llamada educaci?n antiautoritaria no es educaci?n, sino renuncia a la educaci?n: as? no nos es dado lo que nosotros debemos dar a los dem?s, es decir, este "tu" y "nosotros" en el que el ?yo? se abre a s? mismo. Por tanto un primer punto me parece este: superar esta falsa idea de autonom?a del hombre, como un ?yo? completo en s? mismo, mientras que llega a ser ?yo? tambi?n en el encuentro colectivo con el ?tu? y con el ?nosotros?.

La otra ra?z de la emergencia educativa yo la veo en el escepticismo y en el relativismo o, con palabras m?s sencillas y claras, en la exclusi?n de las dos fuentes que orientan el camino humano. La primera fuente deber?a ser la naturaleza seg?n la Revelaci?n. Pero la naturaleza es considerada hoy como algo puramente mec?nico, y que por ello de su ser no procede orientaci?n alguna. La Revelaci?n se considera o como un momento del desarrollo hist?rico, y por tanto relativo, como todo el desarrollo hist?rico y cultural, o ? se dice ? quiz?s hubo revelaci?n, pero no abarca contenidos, s?lo motivaciones. Y si callan estas dos fuentes, la naturaleza y la Revelaci?n, tambi?n la tercera fuente, la historia, deja de hablar, porque tambi?n la historia se convierte s?lo en un aglomerado de decisiones culturales, ocasionales, arbitrarias, que no valen para el presente y para el futuro. Es fundamental por tanto volver a encontrar un concepto verdadero de la naturaleza como creaci?n de Dios que nos habla; el Creador, a trav?s del libro de la creaci?n, nos habla y nos muestra los verdaderos valores. Y despu?s tambi?n volver a encontrar la Revelaci?n: reconocer que el libro de la creaci?n, en el que Dios nos da las orientaciones fundamentales, est? descifrado en la Revelaci?n, est? aplicado y hecho propio en la historia cultural y religiosa, no sin errores, pero de una manera sustancialmente v?lida, que cada vez hay que desarrollar y purificar. As?, en este ?concierto? ? por as? decirlo ? entre creaci?n descifrada en la Revelaci?n, concretada en la historia cultural que siempre va adelante y en la que volvemos a encontrar siempre el lenguaje de Dios, se abren tambi?n las indicaciones para una educaci?n que no es imposici?n, sino realmente apertura del "yo" al "tu", al "nosotros" y al "Tu" de Dios.

Por tanto las dificultades son grandes: volver a encontrar las fuentes, el lenguaje de las fuentes, pero siempre conscientes del peso de estas dificultades, no podemos ceder a la desconfianza y a la resignaci?n. Educar no ha sido nunca f?cil, pero no debemos rendirnos: minusvalorar?amos el mandato que el Se?or mismo nos ha confiado, llam?ndonos a apacentar con amor a su reba?o. Despertemos m?s bien en nuestras comunidades esa pasi?n educativa, que es una pasi?n del ?yo? por el "tu", por el "nosotros", por Dios, y que no se resuelve en una did?ctica, en un conjunto de t?cnicas ni tampoco en la transmisi?n de principios ?ridos. Educar es formar a las nuevas generaciones, para que sepan entrar en relaci?n con el mundo, fuertes en una memoria significativa que no es s?lo ocasional, sino acrecentada por el lenguaje de Dios que encontramos en la naturaleza y en la Revelaci?n, por un patrimonio interior compartido, por la verdadera sabidur?a que, mientras reconoce el fin trascendental de la vida, orienta el pensamiento, los afectos y el juicio.

Los j?venes tienen una sed en el coraz?n, y esta sed es una demanda de significado y de aut?nticas relaciones humanas, que ayuden a no sentirse solos ante los desaf?os de la vida. El deseo de un futuro, hecho menos incierto por una compa??a segura y afidable, que se acerca a cada uno con delicadeza y respeto, proponiendo valores firmes a partir de los cuales crecer hacia metas altas pero alcanzables. Nuestra respuesta es el anuncio del Dios amigo del hombre, que en Jes?s se hizo cercano a cada uno. La transmisi?n de la fe es parte irrenunciable de la formaci?n integral de la persona, porque en Jesucristo se realiza el proyecto de una vida lograda; como ense?a el Concilio Vaticano II, "quien sigue a Cristo, el hombre perfecto, se convierte tambi?n ?l en hombre" (Gaudium et spes, 41). El encuentro personal con Jes?s es la clave para intuir la relevancia de Dios en la existencia cotidiana, el secreto para empe?arla en la caridad fraterna, la condici?n para levantarse siempre de las ca?das y moverse constantemente a la conversi?n.

La tarea educativa, que hab?is asumido como prioritaria, valora signos y tradiciones, de los que Italia es tan rica. Necesita lugares cre?bles: ante todo la familia, con su papel peculiar e irrenunciable; la escuela, horizonte com?n m?s all? de las opiniones ideol?gicas; la parroquia, ?fuente del pueblo?, lugar de experiencia que inicia a la fe en el tejido de las relaciones cotidianas. En cada uno de estos ?mbitos es decisiva la calidad del testimonio, v?a privilegiada de la misi?n eclesial. La acogida de la propuesta cristiana pasa, de hecho, a trav?s de relaciones de cercan?a, lealtad y confianza. En un tiempo en el que la gran tradici?n del pasado corre el riesgo de quedarse en letra muerta, somos llamados a acercarnos a cada uno con disponibilidad siempre nueva, acompa??ndolo en el camino de descubrimiento y asimilaci?n personal de la verdad. Y haciendo esto tambi?n nosotros podemos redescubrir de forma nueva las realidades fundamentales.

La voluntad de promover una renovada etapa de evangelizaci?n no esconde las heridas por las que la comunidad eclesial est? marcada, por la debilidad y el pecado de algunos de sus miembros. Esta humilde y dolorosa admisi?n no debe, sin embargo, hacer olvidar el servicio gratuito y apasionado de tantos creyentes, a partir de los sacerdotes. El a?o especial dedicado a ellos ha querido constituir una oportunidad para promover su renovaci?n interior, como condici?n para un m?s incisivo empe?o evang?lico y ministerial. Al mismo tiempo, nos ayuda tambi?n a reconocer el testimonio de santidad de cuantos ? a ejemplo del Cura de Ars ? se consumen sin reservas para educar en la esperanza, en la fe y en la caridad. A la luz de esto, lo que es motivo de esc?ndalo, debe traducirse para nosotros en una llamada a una ?profunda necesidad de volver a aprender la penitencia, de aceptar la purificaci?n, de aprender por una parte el perd?n, pero tambi?n la necesidad de la justicia" (Benedicto XVI, Entrevista con los periodistas durante el vuelo a Portugal, 11 de mayo d 2010).

Queridos hermanos, os animo a recorrer sin dudar el camino del compromiso educativo. Que el Esp?ritu Santo os ayude a no perder nunca la confianza en los j?venes, os empuje a salir a su encuentro, os lleve a frecuentar sus ambientes de vida, incluyendo el constituido por las nuevas tecnolog?as de comunicaci?n, que ya permean la cultura en todas sus expresiones. No se trata de adecuar el Evangelio al mundo, sino de sacar del Evangelio esa perenne novedad, que permite en cada tiempo encontrar las formas adecuadas para anunciar la Palabra que no pasa, fecundando y sirviendo a la existencia humana. Volvamos, por tanto, a proponer a los j?venes la medida alta y trascendente de la vida, entendida como vocaci?n: llamados a la vida consagrada, al sacerdocio, al matrimonio, sepan responder con generosidad a la llamada del Se?or, porque s?lo as? podr?n coger lo que es esencial para cada uno. La frontera educativa constituye el lugar de una amplia convergencia de intenciones: la formaci?n de las nuevas generaciones no puede, de hecho, no importar a todos los hombres de buena voluntad, interpelando la capacidad de la sociedad entera de asegurar referencias afidables para el desarrollo arm?nico de las personas.

Tambi?n en Italia la ?poca actual est? marcada por una incertidumbre sobre los valores, evidente en la dificultad de tantos adultos de mantener los compromisos asumidos: esto indica una crisis cultural y espiritual, tan seria como la econ?mica. Ser?a ilusorio ? esto quisiera subrayarlo ? pensar en responder a una ignorando a la otra. Por esta raz?n, mientras renuevo la apelaci?n a los responsables de los asuntos p?blicos y a los empresarios a hacer todo lo que est? en sus posibilidades para amortiguar los efectos de la crisis ocupacional, exhorto a todos a reflexionar sobre los presupuestos de una vida buena y significativa, que fundan esta autoridad que por s? sola educa y vuelve a las verdaderas fuentes de los valores. A la Iglesia, de hecho, le preocupa el bien com?n, que nos compromete a compartir recursos econ?micos e intelectuales, morales y espirituales, aprendiendo a afrontar juntos, en un contexto de reciprocidad, los problemas y los desaf?os del pa?s. Esta perspectiva, ampliamente desarrollada en vuestro reciente documento sobre Chiesa e Mezzogiorno (La Iglesia y el Sur de Italia, n.d.t.), encontrar? una profundizaci?n posterior en la pr?xima Semana Social de los cat?licos italianos, prevista en octubre en Reggio Calabria, donde, junto a las mejores fuerzas del laicado cat?lico, os empe?ar?is en marcar una agenda de esperanza para Italia, para que "las exigencias de la justicia sean comprensibles y pol?ticamente realizables" (Enc. Deus caritas est, 28). Vuestro ministerio, queridos hermanos, y la vivacidad de las comunidades diocesanas a cuya gu?a hab?is sido puestos, son la mayor seguridad de que la Iglesia seguir? ofreciendo responsablemente su contribuci?n al crecimiento social y moral de Italia.

Llamado por gracia a ser Pastor de la Iglesia universal y de la espl?ndida Ciudad de Roma, llevo constantemente conmigo vuestras preocupaciones y vuestras esperanzas, que en los d?as pasados deposit? ? con las de la humanidad entera ? a los pies de la Virgen de F?tima. A ella va nuestra oraci?n: "Virgen Madre de Dios y nuestra querid?sima Madre, que tu presencia haga volver a florecer el desierto de nuestras soledades y brillar el sol sobre nuestras oscuridades, haga volver la calma despu?s de la tempestad, para que todo hombre vea la salvaci?n del Se?or, que tiene el nombre y el rostro de Jes?s, reflejado en nuestros corazones, por siempre unidos al suyo. Am?n? (F?tima, 12 de mayo de 2010). Os doy las gracias y os bendigo de coraz?n.

[Traducci?n del original italiano por Inma ?lvarez
?Libreria Editrice Vaticana]

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Homil?a de monse?or Carmelo Juan Giaquinta, arzobispo em?rito de Resistencia, para la homil?a de Pentecost?s (23 mayo 2010). (AICA)

PENTECOST?S Y EL BICENTENARIO????????

?Jn 20,19-23

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I. ?SE CONGREG? LA MULTITUD Y SE LLEN? DE ASOMBRO?

????????? 1. El Esp?ritu de Dios es inefable. No hay imagen que pueda expresarlo cabalmente. Por ello en la Biblia se utilizan diversas im?genes para hablar de ?l. En la lectura de los Hechos, que hacemos en esta solemnidad, se manifiesta con el viento y el fuego. Hoy contemplemos, especialmente, la primera:?De pronto, vino del cielo un ruido, semejante a una fuerte r?faga de viento, que reson? en toda la casa donde se encontraban? (Hch. 2,2-3).

????????? 2.?El efecto de tal r?faga fue todo lo contrario de lo que produce un tornado. En vez de destruir y dispersar: ?se congreg? la multitud y se llen? de asombro? (v.6). Y en vez de quedar confundidos, los que hab?an recibido el Esp?ritu se volvieron comprensibles: ?Todos quedaron llenos del Esp?ritu Santo, y comenzaron a hablar en distintas lenguas, seg?n el Esp?ritu les permit?a expresarse? (v. 4). De igual manera, sucedi? con los provenientes de muy diversas naciones: ?Partos, medos y elamitas,? los o?mos proclamar en nuestras lenguas las maravillas de Dios? (v.11).

II. EL PUEBLO DE DIOS SE CONGREGA POR EL ESP?RITU SANTO

????????? 3.?Tambi?n el ap?stol Pablo pone de relieve la unidad que produce el Esp?ritu. Lo hace, en la carta a los corintios, que leemos hoy, con la imagen del cuerpo que tiene muchos miembros. En ?ste, en vez de prevalecer la multiplicidad de los miembros, que lo condenar?an a la disgregaci?n y putrefacci?n, prevalece la unidad y la vida, gracias al ?nico principio vital que los anima. Con mayor raz?n y profundidad acontece esto en el Cuerpo de Cristo, gracias al Esp?ritu que recibimos en el bautismo: ?As? como el cuerpo tiene muchos miembros, y sin embargo es uno, y estos miembros, a pesar de ser muchos, no forman sino un solo cuerpo, as? tambi?n sucede con Cristo. Porque todos hemos sido bautizados en un solo Esp?ritu para formar un solo Cuerpo ?jud?os y griegos, esclavos y hombres libres- y todos hemos bebido de un mismo Esp?ritu? (1 Co 12,12-13).

III. EL 25 DE MAYO 2010 A LA LUZ DE PENTECOST?S

????????? 4.?Este a?o la solemnidad de Pentecost?s coincide, pr?cticamente, con la celebraci?n civil del Bicentenario del 25 de mayo. Y aunque son de niveles diversos, ambas celebraciones alegran al Pueblo de Dios.

Pentecost?s nos alegra porque nos hace ?Pueblo de Dios?
?? ? ? ? ?5. En Pentecost?s el Pueblo de Dios se alegra por ser tal, gracias al Esp?ritu Santo que habita en ?l. No importa que sus miembros pertenezcan a las diversas naciones del mundo. Hoy todos los cristianos, no importa la nacionalidad, partos, medos, elamitas, japoneses, ingleses y argentinos, nos reconocemos miembros del nuevo Pueblo de Dios, que habita en todo el mundo. Y si bien cada uno alaba a Dios en su propia lengua, todos lo hacemos con un solo coraz?n y prestamos obediencia al mismo Evangelio de Jesucristo, nuestro ?nico Se?or. Es por este Esp?ritu que el Pueblo de Dios existe. Como dice el Concilio: ?La Iglesiase manifiesta como un pueblo congregado por la unidad del Padre, del Hijo y del esp?ritu Santo (Lumen Gentium 4). Sin el Esp?ritu Santo, no existir?a el pueblo de Dios. La existencia de este Pueblo es tanto m?s viva cuanto m?s se deja conducir por este Esp?ritu.

????????? 6.?El ap?stol Pedro escribe a los cristianos que viven en diversos pueblos: ?en el Ponto, en Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia, que han sido elegidos? y santificados por el Esp?ritu para obedecer a Jesucristo y recibir la aspersi?n de su sangre? (1 Pe 1,1-2). Y les recuerda un dato fundamental: ?antes no eran un pueblo, (pero) ahora son el Pueblo de Dios? (1 Pe 2,10), aplic?ndoles las palabras que el profeta Oseas pronunci? de Israel(cf Os 1,9; 2,3.25).

25 de mayo nos alegra como ciudadanos de la Argentina
?? ? ? ? ??7. Los cristianos argentinos nos alegramos tambi?n por el 25 de mayo de 2010. Y ello porque, si bien formamos parte de un pueblo universal, que no conoce fronteras, todos somos parte de una patria terrena. Y s?lo viviendo en ella en justicia, verdad, libertad y solidaridad, podemos peregrinar hacia la Patria definitiva del Cielo. Como dijimos los Obispos, ?los cristianos somos peregrinos del cielo, pero no fugitivos de la tierra?.

IV. ?TE DEUM LAUDAMUS??

????????? 8.?Es por ello que el 25 de mayo, como es tradici?n, cantamos ?Te Deum laudamus??, ?A ti, Dios, te alabamos?, un hermoso himno cristiano. En ?l, primero profesamos nuestra fe en Dios, que se manifiesta en la creaci?n, y que se revela por Jesucristo como Padre, Hijo y Esp?ritu Santo. En segundo lugar, recordamos y agradecemos las maravillas que Dios ha obrado en favor nuestro: en especial, porque su Hijo se hizo hermano nuestro, y muri? para redimirnos de la esclavitud del pecado, el cual nos enemista con Dios y con los hombres. En tercer lugar, pedimos la protecci?n divina: ?Salva a tu pueblo, Se?or, y bendice a tu heredad? D?gnate, Se?or, guardarnos de todo pecado en este d?a?.

V. DISPOSICIONES ESPIRITUALES PARA EL ?TE DEUM?

No es un formalismo social
?? ? ? ? ?9.?Todo acto religioso exige disposiciones espirituales. La primera es reconocer la naturaleza del acto religioso. Dios, por los profetas, fustiga cuando se lo convierte en un mero formalismo social. Por Jerem?as, dice: ?Enmienden su conducta y sus acciones? No se f?en de estas palabras ilusorias: ?Aqu? est? el Templo del Se?or, el Templo del Se?or, el Templo del Se?or?? (Jer 7,3-4). La Iglesia, si bien tiene consideraci?n de la ignorancia religiosa de la gente ? debida muchas veces a una catequesis y predicaci?n deficientes-, debe iluminar la mente y el coraz?n sobre la naturaleza del acto religioso. No se contenta con que el templo se llene de gente importante. Desea que todos, aun los que no creen en Jesucristo, se asocien a su Acci?n de Gracias desde una actitud de verdadera adoraci?n a Dios, Padre de todos los hombres.

Es necesario un coraz?n reconciliado y reconciliador
?? ? ? ? ?10. ?Jes?s, en el Serm?n del Monte, nos ense?a que, para ofrecer nuestra alabanza a Dios, es preciso tener un coraz?n reconciliado y reconciliador: ?Si al presentar tu ofrenda en el altar, te acuerdas de que tu hermano tiene alguna queja contra ti, deja tu ofrenda ante el altar, ve a reconciliarte con tu hermano, y s?lo entonces vuelve a presentar tu ofrenda? (Mt 5,23-24). Y en otra parte nos ense?a: ?Cuando ustedes se pongan de pie para orar, si alguien tiene algo en contra de alguien, perd?nelo, y el Padre que est? en el cielo les perdonar? tambi?n sus faltas? (Mc 11,25).

????????? 11.?Por lo mismo, ser?a incomprensible que, quienesquiera que sean, ciudadanos o autoridades, individuos o grupos, pretendiesen celebrar el Te Deum en un templo cat?lico con actitud no cristiana, sea confrontando, sea excluyendo a alguna persona, sector o autoridad. Cuando un pol?tico viene a un templo cat?lico, la Iglesia interpreta que, aunque no crea en Jesucristo: ?ste admite que la pol?tica partidaria est? sometida a una instancia superior, que no es la eclesi?stica, sino la de Dios; es capaz de admitir ante ?l los propios yerros; y cree que en ?l puede encontrar la luz y las fuerzas para realizar una pol?tica de concordia y reconciliaci?n nacional junto con todos los argentinos. De lo contrario, ?para qu? ir al Templo a celebrar el Te Deum? Es preferible un agn?stico sincero que un creyente falso.

VI. UNA ADVERTENCIA DEL ARZOBISPADO DE BUENOS AIRES

????????? 12.?Las sugerencias anteriores valen para todo Te Deum, donde quiera se celebre: en las distintas Parroquias del Pa?s, en las catedrales de las diferentes Di?cesis o en la Bas?lica Nacional de Luj?n. Habi?ndose detectado una situaci?n peculiar en la ciudad de Buenos Aires, el arzobispado crey? oportuno emitir un comunicado, que vale la pena recordar: ?En la conmemoraci?n del Bicentenario de la Patria, el Arzobispado de Buenos Aires comunica que el Te Deum Arquidiocesano se celebrar? el pr?ximo martes 25 a las 11 en la Catedral Metropolitana, del cual se invita a participar al Pueblo de Dios. // Ser? un acto lit?rgico de adoraci?n a Dios y de oraci?n de acci?n de gracias y petici?n por la Patria. // Ante la difusi?n de correos electr?nicos que exhortan a participar desde una postura pol?tica o de protesta, este Arzobispado recuerda que se trata de un acto estrictamente religioso y ruega a quienes asistan situarse dentro de este esp?ritu?.

VII. ORACI?N POR LA PATRIA

????????? 13.?Quiera Dios bendecir a nuestra Patria, que comenz? a emerger como estado independiente en el concierto de las naciones hace 200 a?os: ?Dios nuestro, que con admirable providencia gobiernas todas las cosas, recibe con bondad las oraciones que te dirigimos por nuestra Patria, para que por la prudencia de los gobernantes y la honestidad de los ciudadanos, se afiancen la concordia y la justicia, y podamos gozar de prosperidad y de paz? (Misal romano).?

Mons. Carmelo Juan Giaquinta, arzobispo em?rito de Resistencia?


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Alocuci?n de monse?or H?ctor Aguer, arzobispo de La Plata, en la celebraci?n de acci?n de gracias por el Bicentenario patrio (Iglesia catedral, 25 de mayo de 2010). (AICA)

PATRIOTISMO, GRATITUD, ESPERANZA?????????

???????????En la proclama emitida el 26 de mayo, la Primera Junta ?nosotros la llamamos as? aunque fue, en realidad, la segunda- expon?a por orden de dignidad sus compromisos. Encabezaba la serie de prop?sitos una declaraci?n que en aquellos d?as no podr?a sorprender a nadie; manifestaba un deseo eficaz, un celo activo y una contracci?n viva y asidua a proveer por todos los medios posibles la conservaci?n de nuestra Religi?n Santa. El mi?rcoles 30 se celebr? en la catedral la instalaci?n del nuevo gobierno. Como es sabido, todo aquello sucedi? en Buenos Aires; la conmemoraci?n religiosa tuvo lugar, por lo tanto, en la catedral de Buenos Aires, inici?ndose as? una costumbre oficial localizada all? que se observ? invariablemente hasta hace pocos a?os. En aquella primera oportunidad hubo misa solemne y ted?um, con un elocuente serm?n del de?n del cabildo eclesi?stico, Diego Estanislao de Zabaleta.

???????? ?El ted?um ha sido siempre la oraci?n por excelencia empleada en nuestras fiestas patrias para dar gracias a Dios. El origen de este himno lit?rgico se sit?a en los primeros a?os del siglo V; en sus 29 versos se suceden una alabanza a la Sant?sima Trinidad, la glorificaci?n de Cristo y de su obra redentora y la s?plica que resulta de la compilaci?n de varios salmos b?blicos. Es un poema compuesto para ser cantado, que atrajo la atenci?n de compositores de todos los tiempos. Disponemos desde los varios tonos del canto llano, apt?simos para el uso lit?rgico, hasta las obras m?s complejas y espectaculares de diversos estilos, que se escuchan muchas veces en salas de concierto. Mozart, Berlioz, Haydn, Liszt, Verdi y Bruckner ?para citar s?lo algunos nombres- nos legaron versiones admirables del ted?um y numerosos m?sicos argentinos aportaron tambi?n a esta tradici?n, entre ellos Pablo Beruti, Gilardo Gilardi, Enrique Albano, Elsa Calcagno, Angel Lasala, Julio Perceval y Roberto Caama?o. Nosotros tambi?n, en el centro de esta celebraci?n de hoy, nos uniremos silenciosamente al canto de una versi?n breve de este himno que ser? proclamado en nombre de todos, en representaci?n de la comunidad platense.

???????? ??Qu? sentimientos, qu? actitudes deben inspirar la recordaci?n bicentenaria de aquellos acontecimientos que iniciaron el proceso de nuestra emancipaci?n? Una mirada dirigida hacia el pasado, abarcadora y objetiva, debe movernos a la acci?n de gracias; si intentamos, en cambio, avizorar el futuro, la posible cautela tiene que ceder su lugar a la esperanza. Dos disposiciones de ?nimo, la gratitud y la esperanza, que se fundan en otra, raigal, imprescindible: el amor a la patria. Las tres implican la memoria del don, de los dones recibidos de Dios y de las generaciones que nos precedieron, pero tambi?n el reconocimiento de nuestras deficiencias y del estado actual de la sociedad argentina.

???????? ?El amor a la patria se llama patriotismo. Pero esta palabra parece haber ca?do en desuso; un manto de sospecha la desprestigia, como si el sentimiento que designa pudiera confundirse f?cilmente con el alarde excesivo e inoportuno del patriotero. Creo que se conserva todav?a en el juramento de los funcionarios p?blicos, que se comprometen a desempe?ar su cargo con lealtad y patriotismo. Amar a la patria significa para sus hijos querer efectivamente su bien y estar dispuestos al sacrificio por ella. ?Parece demasiado para los tiempos que corren! Los antiguos romanos hab?an acu?ado un t?rmino que pas? a la tradici?n cristiana: pietas, piedad; as? se llama el v?nculo que religa a los hijos con sus padres y con la tierra de sus padres y que se expresa en el respeto, la veneraci?n, el amor entra?able, sentimientos y actitudes que intentan saldar una deuda estrictamente impagable. Es ?sta un ?rea espiritual problem?tica para nosotros, argentinos. En el car?cter nacional se insin?a una tendencia a prescindir de la referencia fundante a las ra?ces, como si fu?ramos seres sin herencia; existe, por consiguiente, una falla, una carencia del sentido de lo comunitario. El sentido de pertenencia a una comunidad es algo m?s profundo y permanente que el entusiasmo futbol?stico por el triunfo en ?el mundial? y que la ocasional masificaci?n inducida por consignas ideol?gicas o el clientelismo pol?tico. La referencia a las ra?ces ?habr?a que decir a la tradici?n, en su significado m?s noble y esencial? hace posible cultivar el sentimiento y afianzar la conciencia de un destino com?n. Entre nosotros predomina el individualismo de personas o de grupos, la conciencia y el apetito del bien propio sobre la b?squeda del bien com?n. De all? la fractura, la estratificaci?n de la sociedad argentina con sus secuelas de injusticia y nuestra inclinaci?n at?vica a la discordia. Tenemos que recuperar la pietas para con nuestra patria, el amor a ella: patria, no ?este pa?s?, como dicen muchos. S?lo as? podremos reconocer gozosamente su belleza, porque el amor nos abre los ojos y nos pone en contacto directo con la realidad, alimenta el coraje y si es preciso el sacrificio, o el llanto.

???????? ?La exhortaci?n del Ap?stol: vivan en la acci?n de gracias (Col. 3, 15) se?ala el clima espiritual apropiado a esta celebraci?n. Hoy damos gracias a Dios por los doscientos a?os transcurridos desde aquellos d?as de mayo y por el tiempo anterior, que no podemos sustraer a nuestra historia, pero sobre todo por el don que es la patria misma. El agradecimiento es siempre la respuesta que corresponde a un regalo, a una d?diva de suyo inmerecida. Otros han sido los instrumentos de la Providencia para darnos una patria, una naci?n independiente; nosotros asumimos esa herencia para transmitirla si es posible enriquecida a las generaciones venideras. La gratitud por el pasado no es un sentimiento indefinido, supone un discernimiento operado con objetividad y realismo. Existe un drama secular en la Argentina, que es la tergiversaci?n de la historia, en la que se han filtrado imposturas manifiestas canonizadas como dogmas. As? ha ocurrido con sucesos clave del siglo XIX, y ocurre nuevamente con hechos m?s o menos recientes, observados con mirada tuerta, cuya interpretaci?n sesgada mantiene abiertas heridas dolorosas, incentiva la divisi?n, perturba los ?nimos y extrav?a el juicio de los j?venes y de los desprevenidos. La memoria debe ser integral, la verdad completa; las medias verdades ofrecen mordiente al resentimiento, atizan los rencores, perpet?an el desencuentro. La aspiraci?n ardiente a la justicia no debe servir de disfraz al odio y a la sed de venganza. Todos tenemos que empe?arnos, seg?n la funci?n de cada uno y los medios de que dispone, en procurar la reconciliaci?n y en favorecer la unidad nacional; pero este es un deber sagrado para quienes presiden la comunidad: de su prudencia y magnanimidad depende, ciertamente, la armon?a del todo social y la promoci?n de la paz interior.

???????? ?La memoria agradecida del pasado supone que nos hacemos cargo de los males que se han acumulado en nuestra historia y que pedimos perd?n por ellos para quedar efectivamente liberados y ser capaces de perdonar. Podemos asumir, en nombre de nuestros antepasados, los acentos conmovedores de la oraci?n de Daniel: ?A ti, Se?or, la Justicia!; a nosotros, en cambio, la verg?enza reflejada en el rostro. Hemos pecado, hemos faltado, hemos hecho el mal, nos hemos rebelado y nos hemos apartado de tus mandamientos y tus preceptos (Dan. 9, 7.5). Entonces la acci?n de gracias se prolongar? en un canto de esperanza.

???????? ?Una actitud de esperanza es, precisamente, la que corresponde esbozar en una ocasi?n solemne como ?sta de nuestro bicentenario. El objeto de la esperanza es un bien futuro y posible, aunque arduo de alcanzar; en nuestro caso es la plena realizaci?n de la naci?n argentina. La esperanza de personas de fe, de un pueblo mayoritariamente religioso como ?ste al cual pertenecemos, se apoya en Dios, que en los salmos b?blicos y en los escritos de los profetas aparece designado como roca, escudo, baluarte inexpugnable, pe?asco que sirve al creyente de refugio. En el pre?mbulo de nuestra Constituci?n se lo invoca como fuente de toda raz?n y justicia y se apela a su protecci?n. Contamos, por tanto, con la ayuda de Dios; sin embargo, la esperanza requiere nuestra fortaleza, el esfuerzo de realizaci?n, la grandeza del alma de quienes se arriesgan en el cumplimiento de un destino apetecible, de quienes asumen la vida como una vocaci?n. La esperanza es un valor ?ntimamente personal, pero se verifica tambi?n en un sujeto colectivo en la medida en que ?ste constituye una aut?ntica comunidad, cohesionada por la amistad social.

???????? ?El horizonte de la esperanza ha sido trazado en la primera p?gina de la Tor?, cuando el Creador bendijo al hombre y a la mujer, plasmados a su imagen, y les encomend? llenen la tierra y som?tanla (G?n. 1, 28). Este mandato vale singularmente para el pueblo argentino, que ha recibido el don de una tierra ancha y espaciosa, que mana leche y miel (Ex. 3, 8). La meta de poblar armoniosamente con hijos de esta patria nuestro territorio casi deshabitado es, probablemente, una condici?n para afrontar la cuesti?n inaplazable de un desarrollo integral de la naci?n. El bien com?n es la perfecta realizaci?n de la Argentina, de tal modo que cada uno de los habitantes de esta tierra bendita del pan pueda procurarse todo lo que le baste para vivir y para vivir bien; la totalidad incluye los bienes superiores del esp?ritu, la educaci?n, la cultura, la libertad. No debe haber hijos y entenados, sino ciudadanos que gocen de plenos derechos y cumplan los correspondientes deberes, no meros habitantes ni clientes del poder de turno. El bien precioso de un recto ordenamiento jur?dico de la sociedad es una condici?n principal de esa totalidad de realizaci?n; debe ser tutelado por los tres poderes del Estado y no deturpado por leyes inicuas que alteren la esencia natural del matrimonio, que minen la solidez de la familia y entreguen al estrago la vida de los ni?os por nacer. No son ?stas utop?as. El bien que es objeto de la esperanza no se encuentra al alcance de la mano, pero puede ser conquistado si no cedemos a la comodidad y al facilismo; sobre todo si no se ofusca en nuestro esp?ritu la contemplaci?n de la verdad, si no se apaga en nuestro coraz?n el amor a la vez racional y apasionado del bien.

???????? ??Qu? podemos aportar los cristianos al futuro de la Argentina? Ante todo, el esp?ritu de las bienaventuranzas del Evangelio, y un compromiso coherente y activo por el bien de nuestra patria temporal. El Santo Padre Benedicto XVI ha recordado hace pocos d?as que corresponde a los fieles laicos mostrar concretamente en la vida personal y familiar, en la vida social, cultural y pol?tica, que la fe permite leer de modo nuevo y profundo la realidad y transformarla. Indicaba tambi?n el Papa que es preciso buscar, en la dial?ctica democr?tica un amplio consenso con todos aquellos que se toman a pecho la defensa de la vida y de la libertad, la custodia de la verdad y del bien de la familia, la solidaridad con los necesitados y la necesaria b?squeda del bien com?n. Estos bienes han de ser objetos privilegiados de nuestra esperanza y nuestra lucha; son irrenunciables, como es irrenunciable el futuro de otra Argentina posible, de una Argentina mejor.

???????? ?Un fino poeta nuestro, Jos? Mar?a Casti?eira de Dios, en su Discurso sobre la Patria se encaraba afectuosamente con ella y le dec?a:

?Yo te incito a romper las cadenas ocultas
y a exorcizar el maleficio
y a soltar las maneas,
para que sean eternos los laureles de gloria
que otros hombres mejores
nos legaron un d?a!

???????? ?Incitaci?n y a la vez noble presagio, contenido leg?timo, alt?simo, oportuno, para nuestra esperanza y nuestra oraci?n.?

Mons. H?ctor Aguer, arzobispo de la Plata

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Reflexi?n de Jos? Antonio Pagola al Evangelio del domingo duod?cimo del Tiempo Ordinario, ofrecida por la Delegaci?n de Ense?anza de la Di?cesis de Tenerife.

?CREEMOS EN JES?S??

???????? Las primeras generaciones cristianas conservaron el recuerdo de este episodio evang?lico como un relato de importancia vital para los seguidores de Jes?s. Su intuici?n era certera. Sab?an que la Iglesia de Jes?s deber?a escuchar una y otra vez la pregunta que un d?a hizo Jes?s a sus disc?pulos en las cercan?as de Cesarea de Filipo: ?Vosotros, qui?n dec?s que soy yo??

??????? Si en las comunidades cristianas dejamos apagar nuestra fe en Jes?s, perderemos nuestra identidad. No acertaremos a vivir con audacia creadora?? la misi?n que Jes?s nos confi?; no nos atreveremos a enfrentarnos al momento actual, abiertos a la novedad de su Esp?ritu; nos asfixiaremos en nuestra mediocridad.

??????? No son tiempos f?ciles los nuestros. Si no volvemos a Jes?s con m?s verdad y fidelidad, la desorientaci?n nos ir? paralizando; nuestras grandes palabras seguir?n perdiendo credibilidad. Jes?s es la clave, el fundamento y la fuente de todo lo que somos, decimos y hacemos. ?Qui?n es hoy Jes?s para los cristianos?

??????? Nosotros confesamos, como Pedro, que Jes?s es el "Mes?as de Dios", el Enviado del Padre. Es cierto: Dios ha amado tanto al mundo que nos ha regalado a Jes?s. ?Sabemos los cristianos acoger, cuidar, disfrutar y celebrar este gran regalo de Dios? ?Es Jes?s el centro de nuestras celebraciones, encuentros y reuniones?

??????? Lo confesamos tambi?n "Hijo de Dios". ?l nos puede ense?ar a conocer mejor a Dios, a confiar m?s en su bondad de Padre, a escuchar con m?s fe su llamada a construir un mundo m?s fraterno y justo para todos. ?Estamos descubriendo en nuestras comunidades el verdadero rostro de Dios encarnado en Jes?s? ?Sabemos anunciarlo y comunicarlo como una gran noticia para todos?

??????? Llamamos a Jes?s "Salvador" porque tiene fuerza para humanizar nuestras vidas, liberar nuestras personas y encaminar la historia humana hacia su verdadera y definitiva salvaci?n. ?Es ?sta la esperanza que se respira entre nosotros? ?Es ?sta la paz que se contagia desde nuestras comunidades?

??????? Confesamos a Jes?s como nuestro ?nico "Se?or". No queremos tener otros se?ores ni someternos a ?dolos falsos. Pero, ?ocupa Jes?s realmente el centro de nuestras vidas? ?le damos primac?a absoluta en nuestras comunidades? ?lo ponemos por encima de todo y de todos? ?Somos de Jes?s? ?Es ?l quien nos anima y hace vivir?

???????? La gran tarea de los cristianos es hoy aunar fuerzas y abrir caminos para reafirmar mucho m?s la centralidad de Jes?s en su Iglesia. Todo lo dem?s viene despu?s.????

Jos? Antonio Pagola?

Red evangelizadora BUENAS NOTICIAS
?20 de junio de 2010
12 Tiempo ordinario (C)
Lucas, 9, 18-24


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REDACCI?N DE "IGLESIA NIVARIENSE"
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Bolet?n 391

LAS NOTICIAS AMPLIADAS PUEDEN VERLAS ENTRANDO EN NUESTRO NUEVO BLOG. Textos, sonidos, e im?genes los tienen en:
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Este s?bado 19 de junio, en el seminario se realizar? la constituci?n del nuevo Consejo Diocesano de Pastoral. Despu?s de la eucarist?a que preside el obispo se realizar? la sesi?n de constituci?n del consejo, la elecci?n de su comisi?n permanente, y se propondr?n los temas de reflexi?n de cara al futuro.?

Las pr?ximas jornadas de formaci?n continua del clero ser?n los d?as 21, 22 y 23 de junio en el seminario y en horario de 10 a 13.30. Estar?n guiadas por el jesuita Jos? Mar?a Fern?ndez Martos, profesor de la universidad de Comillas. Su tem?tica ser? la ?cuesti?n afectiva y sexual en la vida de los sacerdotes?.?

La Escuela de Verano del Instituto Superior de Teolog?a de Tenerife se llevar? a cabo este a?o del 28 de junio al 17 de julio. Los t?tulos de dichos cursos son: ?Iniciaci?n Cristiana y Catecumenado?, ??Tiene sentido la muerte? La muerte de los otros y la propia muerte: De la desesperaci?n al significado?, ?Fe, Oraci?n y Palabra de Dios?, ?Saber hablar en p?blico y hacerlo bien?, ?Aprendiendo a dialogar: matrimonio, familia y felicidad? y ?Los j?venes y la Eucarist?a?.?

La Secretar?a de Pastoral est? pidiendo a todos los departamento un adelanto de las acciones a realizar el venidero curso pastoral, cuyo objetivo preferente, dentro del Plan Diocesano vigente, ser? los adultos, teniendo en cuenta, igualmente, a la familia.??

Por otro lado, el equipo de formadores del Seminario ha enviado una misiva a todo el clero informando del pr?ximo cursillo de discernimiento vocacional para ni?os j?venes y adultos a celebrar entre el 4 y el 10 de julio.??

Por otro lado, el ISTIC organiza un curso para preparar la prueba de mayores de 25 a?os dirigido a aquellas personas que, en su d?a, no pudieron estudiar y ahora quieren formarse para adquirir unos estudios en ciencias religiosas o teolog?a.?

La Vicar?a de la isla de La Palma comenzar? a distribuir, en pocos d?as, un cuidadoso y amplio programa de actos religiosos de la "Bajada de la Virgen de Las Nieves". En el mismo, se pueden encontrar unos apuntes sobre la imagen de la patrona palmera, su santuario y la propia Bajada. Adem?s, incluye la Carta Pastoral que escribi? el obispo ante este acontecimiento lustral. La misma se titula: 'Mar?a, causa de nuestra alegr?a'. Por ?ltimo, evidentemente, se encuentran en el programa los actos religiosos programados para esta sesenta y siete edici?n de la Bajada de la Virgen de Las Nieves.?

Siguiendo en la cita lustral en La Palma, ya el pr?ximo jueves se leer? el preg?n de esta Bajada. Adem?s, Popular TV-Canarias emite el reportaje titulado: ?Bajada de la Virgen de Las Nieves, donde la fe se hace cultura?.?

La evoluci?n de la audiencia media acumulada de la televisi?n de las di?cesis canarias en los ?ltimos meses est? siendo altamente positiva. Las cifras en lo que va de a?o no dejan lugar a dudas. As?, Popular TV Canarias comenz? 2010 con 18.000 espectadores diarios, en marzo eran 21.000, en abril, coincidiendo con el apag?n anal?gico, se alcanzaron los 64.000 y, en mayo, quienes ven diariamente Popular Mar?a Visi?n de Canarias han seguido creciendo hasta alcanzar los 158.000 de media de audiencia acumulada.?

El viernes, d?a 18 de junio, la Comunidad Parroquial de San Juan Bautista celebra un d?a importante. Despu?s de casi seis a?os de obras y dos d?cadas en restauraci?n, el templo parroquial queda totalmente remozado, tras la restauraci?n del exterior y plaza.? En el acto se prev? la participaci?n de todas las instituciones implicadas en la firma del convenio de restauraci?n en el a?o 2004.??

Como cada lustro, en el marco de los actos previos a la Bajada de la Virgen del Carmen, en Vallehermoso, se realiz? la bajada del fuego de S. Juan. Tras la ?Misa de Campa?a? hubo varios actos l?dicos y una tendida de manteles en fraternidad. Posteriormente, a primera hora de la tarde, despu?s de la celebraci?n de la Palabra, se tom? el testigo de fuego en el mismo lugar en el que en el siglo XV llegara la fe cristiana a La Gomera. Tras tomar el fuego, se sali? de Tazo portando esta antorcha por la carretera hasta Vallehermoso. A la llegada al pueblo la llama fue depositada en la Parroquia de San Juan Bautista, donde permanece ardiendo.?

Los trabajos de restauraci?n de la ermita de la patrona de La Gomera, la Virgen de Guadalupe, van a buen ritmo y se espera que durante el verano puedan estar concluidos lo que permitir?a devolver la imagen de la Patrona a su morada en Puntallana.

Este es un tiempo para la evaluaci?n pastoral. En este sentido se van reuniendo distintos departamentos diocesanos. As? lo han hecho el claustro del ISTIC o el consejo del Centro de Orientaci?n Familiar (COF2000)?

Del 22 al 25 de julio, el municipio de Santiago del Teide llevar?n a cabo la XIII edici?n de la Ruta Jacobea Tinerfe?a 2010. La salida se har? desde Santa Cruz de Tenerife y culminar? en? Puerto de Santiago.??

La iglesia de Las Claras, en La Laguna ya ha emprendido las obras de prevenci?n de incendios. Los trabajos incluyen renovar el sistema el?ctrico y restaurar el pavimento.?

El 26 de junio a las 18.30, habr? una Charla-Coloquio del Obispo de Mauritania en la parroquia palmera de El Salvador. Tratar? en general sobre la Iglesia en Mauritania, sus dificultades y su trabajo all?. Especialmente tambi?n se compartir? la labor desarrollada por los los proyectos apoyados por C?ritas desde Canarias.?

El pasado 4 de junio se celebr? en C?ritas Arciprestal de Ofra, una jornada de sensibilizaci?n y postulaci?n. En el punto informativo ubicado en la Avenida de los Pr?ncipes se colocaron paneles de los proyectos del arciprestazgo: C.E.D. Hassidim y Atacaite as? como de los servicios de la C?ritas Arciprestal.??

Asimismo, el? pasado d?a 8 de junio y con motivo de la celebraci?n del Corpus Christi y del D?a Nacional de Caridad, se celebr? en el proyecto Caf? y Calor que C?ritas Diocesana de Tenerife tiene en Santa Cruz de Tenerife, una liturgia de la Palabra. El objetivo de esta celebraci?n era el de concienciar a la comunidad acogida y al voluntariado del centro sobre la importancia de la solidaridad.??

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Mi?rcoles, 16 de junio de 2010

ZENIT ? nos ofrece el contenido de la intervenci?n del Papa Benedicto XVI el mi?rcoles 26 de Mayo de 2020, durante la Audiencia General concedida en la Plaza de San Pedro, a miles peregrinos de varios pa?ses.??

Queridos hermanos y hermanas,

El A?o Sacerdotal llega a su fin; por eso he empezado en la ?ltimas catequesis a hablar sobre tareas esenciales del sacerdote, es decir: ense?ar, santificar y gobernar. Ya he dado dos catequesis: una sobre el ministerio de la santificaci?n, sobre todo los Sacramentos, y otra sobre la ense?anza. Por tanto, me queda hoy hablar sobre la misi?n del sacerdote de gobernar, de guiar, con la autoridad de Cristo, no con la propia, la porci?n del Pueblo que Dios le ha confiado.

?C?mo comprender en la cultura contempor?nea una dimensi?n as?, que implica el concepto de autoridad y tiene su origen en el mismo mandato del Se?or de apacentar su grey? ?Qu? es realmente, para nosotros los cristianos, la autoridad? Las experiencias culturales, pol?ticas e hist?ricas del pasado reciente, sobre todo las dictaduras en la Europa del Este y del Oeste en el siglo XX, han hecho al hombre contempor?neo sospechar de este concepto. Una sospecha que, a menudo, se traduce en considerar necesario el abandono de toda autoridad, que no venga exclusivamente de los hombres y est? ante ellos, controlada por ellos. Pero precisamente la mirada a los reg?menes que, en el siglo pasado, sembraron terror y muerte, recuerda con fuerza que la autoridad, en todo ?mbito, cuando se ejercita sin una referencia a lo Trascendente, si prescinde de la Autoridad suprema, que es Dios, acaba inevitablemente volvi?ndose contra el hombre. Es importante entonces reconocer que la autoridad humana nunca es un fin, sino siempre y s?lo un medio y que, necesariamente y en toda ?poca, el fin es siempre la persona, creada por Dios con su propia dignidad intangible y llamada a relacionarse con su propio Creador, en el camino terreno de la existencia y en la vida eterna; es una autoridad ejercitada en la responsabilidad ante Dios, el Creador. Una autoridad entendida as?, que tiene como ?nico objetivo servir al verdadero bien de la persona y ser transparencia del ?nico Sumo Bien que es Dios, no s?lo no es extra?a a los hombres, sino, al contrario, es una preciosa ayuda en el camino hacia la plena realizaci?n en Cristo, hacia la salvaci?n.

La Iglesia est? llamada y se compromete a ejercitar este tipo de autoridad que es servicio, y la ejercita no a t?tulo propio, sino en el nombre de Jesucristo, que ha recibido del Padre todo poder en el Cielo y en la tierra (cf Mt 28,18). A trav?s de los Pastores de la Iglesia, de hecho, Cristo apacienta a su grey: es ?l quien la gu?a, la protege, la corrige, porque la ama profundamente. Pero el Se?or Jes?s, Pastor supremo de nuestras almas, ha querido que el Colegio Apost?lico, hoy los Obispos, en comuni?n con el Sucesor de Pedro, y los sacerdotes, sus m?s preciosos colaboradores, participaran en esta misi?n suya de cuidar del Pueblo de Dios, de ser educadores en la fe, orientando, animando y sosteniendo a la comunidad cristiana, o, como dice el Concilio, ?cuidando, sobre todo, de que cada uno de los fieles sea guiado en el Esp?ritu Santo a vivir seg?n el Evangelio su propia vocaci?n, a practicar una caridad sincera y de obras y a ejercitar esa libertad con la que Cristo nos ha liberado (Presbyterorum Ordinis, 6). Todo Pastor, por tanto, es el medio a trav?s del cual Cristo mismo ama a los hombres: mediante su ministerio -queridos sacerdotes- a trav?s de nosotros el Se?or re?ne las almas, las instruye, las custodia, las gu?a. San Agust?n, en su Comentario al Evangelio de san Juan, dice: ?Sea por tanto compromiso de amor apacentar la grey del Se?or? (123,5); ?sta es la norma suprema de conducta de los ministros de Dios, un amor incondicional, como el del Buen Pastor, lleno de alegr?a, abierto a todos, atento a los cercanos y a los alejados (cf S. Agust?n, Discurso 340, 1; Discurso 46, 15), delicado con los m?s d?biles, los peque?os, los sencillos, los pecadores, para manifestar la infinita misericordia de Dios con las palabras tranquilizadoras de la esperanza (cf Id., Carta 95,1).

Aunque esa tarea pastoral est? basada en el Sacramento, su eficacia no es independiente de la existencia personal del presb?tero. Para ser Pastor seg?n el coraz?n de Dios (cf Jr 3,15) es necesario un profundo arraigo en la viva amistad con Cristo, no s?lo de la inteligencia, sino tambi?n de la libertad y de la voluntad, una clara conciencia de la identidad recibida en la Ordenaci?n Sacerdotal, una disponibilidad incondicional a conducir a la grey confiada all? donde el Se?or quiere y no en la direcci?n que, aparentemente, para m?s conveniente o m?s f?cil. Esto requiere, en primer lugar, la continua y progresiva disponibilidad para dejar que Cristo mismo gobierne la existencia sacerdotal de los presb?teros. De hecho, nadie es capaz de apacentar la grey de Cristo, si no vive una profunda y real obediencia a Cristo y a la Iglesia, y la misma docilidad del Pueblo a sus sacerdotes depende de la docilidad de los sacerdotes a Cristo; por eso, en la base del ministerio pastoral est? siempre el encuentro personal y constante con el Se?or, el conocimiento profundo de ?l, el conformar la propia voluntad a la voluntad de Cristo.

En las ?ltimas d?cadas, se ha utilizado a menudo el adjetivo ?pastoral? casi en oposici?n al concepto de ?jer?rquico?, as? como, en la misma contraposici?n, se ha interpretado tambi?n la idea de ?comuni?n?. Y quiz?s en este punto puede ser ?til una breve observaci?n sobre la palabra ?jerarqu?a?, que es la designaci?n tradicional de la estructura de autoridad sacramental en la Iglesia, ordenada seg?n los tres niveles del Sacramento del orden, episcopado, presbiterado, diaconado. En la opini?n p?blica prevalece, en esta realidad ?jerarqu?a?, el elemento de subordinaci?n y el elemento jur?dico: por eso a muchos la idea de jerarqu?a les parece en contraste con la flexibilidad y la vitalidad del sentido pastoral y tambi?n contraria a la humildad del Evangelio. Pero ?ste es un sentido mal entendido de la jerarqu?a, hist?ricamente tambi?n causado por abusos de autoridad y de hacer carrera, que son precisamente abusos y no derivan del ser mismo de la realidad ?jerarqu?a?. La opini?n com?n es que ?jerarqu?a? es siempre algo ligado al dominio y as? no correspondiente al verdadero sentido de la Iglesia, de la unidad en el amor de Cristo. Pero, como he dicho, ?sta es una interpretaci?n err?nea, que tiene su origen en abusos de la historia, pero no responde al verdadero significado de lo que es la jerarqu?a. Empecemos por la palabra. Generalmente, se dice que el significado de la palabra jerarqu?a ser?a ?sagrado dominio?, pero el verdadero significado no es ?ste, es ?sagrado origen?, es decir: esta autoridad no viene del hombre mismo, sino que tiene su origen en lo sagrado, en el Sacramento; somete por tanto la persona a la vocaci?n, al misterio de Cristo, hace del individuo un servidor de Cristo y s?lo en cuanto siervo de Cristo ?ste puede gobernar, guiar por Cristo y con Cristo. Por eso quien entra en el sagrado Orden del Sacramento, la ?jerarqu?a?, no es un aut?crata, sino que entra en un lazo nuevo de obediencia a Cristo: est? ligado a ?l en comuni?n con los dem?s miembros del Orden sagrado, del Sacerdocio. Y tampoco el Papa -punto de referencia de todos los dem?s Pastores y de la comuni?n de la Iglesia- puede hacer lo que quiera; al contrario, el Papa es custodio de la obediencia a Cristo, a su palabra resumida en la regula fidei, en el Credo de la Iglesia, y debe preceder en la obediencia a Cristo y a su Iglesia. Jerarqu?a implica por tanto un triple lazo: primero de todo el que le une con Cristo y con el orden dado por el Se?or a su Iglesia; despu?s el lazo con los dem?s Pastores en la ?nica comuni?n de la Iglesia; y, finalmente, el lazo con los fieles confiados al individuo, en el orden de la Iglesia.

Por tanto, se entiende que comuni?n y jerarqu?a no son contrarias una de la otra, sino que se condicionan. Son juntas una sola cosa (comuni?n jer?rquica). El Pastor es por tanto propiamente tal guiando y custodiando a la grey, y a veces impidiendo que se disperse. Sin una visi?n claramente y expl?citamente sobrenatural, no es comprensible la tarea de gobernar propia de los sacerdotes. ?sta, en cambio, sostenida por el verdadero amor por la salvaci?n de cada uno de los fieles, es particularmente preciosa y necesaria tambi?n en nuestro tiempo. Si el fin es llevar el anuncio de Cristo y conducir a los hombres al encuentro salv?fico con ?l para que tengan la vida, la tarea de guiar se configura como un servicio vivido en una donaci?n total para la edificaci?n de la grey en la verdad y en la santidad, a menudo yendo a contracorriente y recordando que el m?s grande debe hacerse como el m?s peque?o, y el que gobierna, como el que sirve (cf Lumen gentium, 27).

?D?nde puede encontrar hoy un sacerdote la fuerza para tal ejercicio del propio ministerio, en la plena fidelidad a Cristo y a la Iglesia, con una dedicaci?n total a la grey? La respuesta es s?lo una: en Cristo Se?or. La manera de gobernar de Jes?s no es la del dominio, sino es el humilde y amoroso servicio del Lavatorio de los pies, y la realeza de Cristo sobre el universo no es un triunfo terreno, sino que encuentra su culmen en el le?o de la Cruz, que se convierte en juicio para el mundo y punto de referencia para el ejercicio de una autoridad que sea verdadera expresi?n de la caridad pastoral. Los santos, y entre ellos san Juan Mar?a Vianney, han ejercitado con amor y dedicaci?n la tarea de cuidar la porci?n del Pueblo de Dios a ellos confiada, mostrando tambi?n ser hombres fuertes y determinados, con el ?nico objetivo de promover el verdadero bien de las almas, capaces de pagar en persona, hasta el martirio, para permanecer fieles a la verdad y a la justicia del Evangelio.

Queridos sacerdotes, ?apacentad la grey de Dios que os est? encomendada, vigilando, no forzados sino voluntariamente (???), siendo modelos de la grey (1 P 5,2). Por tanto, no teng?is miedo de guiar a Cristo a cada uno de los hermanos que ?l os ha confiado, seguros de que cada palabra y cada actitud, si descienden de la obediencia a la voluntad de Dios, traer?n fruto; sabed vivir apreciando los m?ritos y reconociendo los l?mites de la cultura en la que estamos insertos, con la firme certeza de que el anuncio del Evangelio es el mayor servicio que se puede hacer al hombre. No hay, de hecho, bien m?s grande, en esta vida terrena, que conducir a los hombres a Dios, avivar la fe, levantar al hombre de la inercia y de la desesperaci?n, dar la esperanza de que Dios est? cerca y gu?a la historia personal y del mundo: ?ste, en definitiva, es el sentido profundo y ?ltimo de la tarea de gobernar que el Se?or nos ha confiado. Se trata de formar a Cristo en los creyentes, a trav?s de ese proceso de santificaci?n que es conversi?n de los criterios, de la escala de valores, de las actitudes, para dejar que Cristo viva en cada fiel. San Pablo resume as? su acci?n pastoral: ?hijos m?os, por quienes sufro de nuevo dolores de parte hasta ver a Cristo formado en vosotros? (Gal 4, 19).

Queridos hermanos y hermanas, querr?a invitaros a rezar por m?, Sucesor de Pedro, que tengo una tarea espec?fica en el gobierno de la Iglesia de Cristo, as? como por todos vuestros Obispos y sacerdotes. Rezad para que sepamos cuidar de todas las ovejas, tambi?n las perdidas, de la grey confiada a nosotros. A vosotros, queridos sacerdotes, dirijo una cordial invitaci?n a las Celebraciones conclusivas del A?o Sacerdotal, los pr?ximos 9, 10 y 11 de junio, aqu? en Roma: meditaremos sobre la conversi?n y sobre la misi?n, sobre el don del Esp?ritu Santo y sobre la relaci?n con Mar?a Sant?sima, y renovaremos nuestras promesas sacerdotales, apoyados por todo el Pueblo de Dios. ?Gracias!?

[Traducci?n del original italiano por Patricia Navas

?Libreria Editrice Vaticana]


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Carta pastoral de monse?or Jos? Mar?a Arancibia, arzobispo de Mendoza (23 de mayo de 2010, Domingo de Pentecost?s). (AICA)

EL VERDADERO MATRIMONIO, UN VALOR NO NEGOCIABLE??????

A todos los fieles cat?licos
de la Arquidi?cesis de Mendoza, especialmente a los esposos y padres cristianos.
Queridos hermanos y hermanas:

????????? Hay momentos en los que parece que las verdades m?s luminosas y b?sicas se desvanecen. Como cuando un espeso manto de nubes oculta nuestras monta?as o el smog de la agitada ciudad enrarece el aire que respiramos.

????????? Algo as? ocurre hoy con la percepci?n de lo que es el matrimonio. Al parecer, el Congreso nacional se apresta a reformar el C?digo civil, alterando sustancialmente la noci?n misma de matrimonio. El Estado se atribuye una competencia que no tiene: ser, por s? mismo, fuente de verdad y de moral. Incluso algunas voces dentro de la Iglesia han sumado lo suyo a la confusi?n general.

????????? En estos d?as, y por diversos caminos, he recogido la inquietud de muchos de ustedes, fieles laicos y pastores, que me han hecho llegar su dolor, su incertidumbre y hasta su enojo.

????????? La doctrina cat?lica sobre el matrimonio y la familia es ampliamente conocida, expuesta adem?s en toda su luminosa verdad y belleza. No voy a repetirla aqu?. El que quiera conocerla o profundizarla puede acudir a la palabra autorizada del Catecismo de la Iglesia Cat?lica. Lo mismo se diga de la cuesti?n del reconocimiento legal de las uniones de personas del mismo sexo. El Papa y los obispos se han explayado con suficiente amplitud. Los obispos argentinos lo hemos hecho recientemente en un texto que puede ser retomado con fruto (Cf. Declaraci?n: ?Sobre el bien inalterable del Matrimonio y la Familia?, 20 de abril de 2010).

????????? De mi parte, y como pastor de la Iglesia, quisiera llamar la atenci?n sobre algunos puntos:

????????? 1. La naturaleza del verdadero matrimonio entre un var?n y una mujer es, para los cat?licos, un valor no negociable. Solo en ?l se realizan plenamente la complementariedad de los sexos y la transmisi?n responsable de la vida. No tiene punto de comparaci?n con las uniones de personas del mismo sexo.

????????? 2. Cualquier forma de reconocimiento legal de estas uniones, o una lisa y llana equiparaci?n con el matrimonio, constituir?a una grave lesi?n de la justicia y la ley natural, fundamento objetivo del orden jur?dico.

????????? 3. El derecho a contraer libremente matrimonio no es indeterminado ni absoluto. Est? regulado por la naturaleza del matrimonio entre un var?n y una mujer. A dos personas del mismo sexo no les asiste el derecho de contraer matrimonio entre ellas.

????????? 4. A los legisladores que profesan la fe cat?lica, la Iglesia les recuerda el grave deber moral de oponerse decididamente a este tipo de proyectos, tan nocivos para el bien com?n de la sociedad. Estas leyes oscurecen la percepci?n de valores morales fundamentales y contribuyen a la desvalorizaci?n de la instituci?n matrimonial.

????????? Los fieles cat?licos, en cuanto ciudadanos, tenemos el derecho y el deber de ofrecer nuestra visi?n de la persona y del bien com?n al resto de la sociedad. Apelando incluso a nuestras convicciones religiosas. No se trata de imponer sino de proponer, de un modo razonable y respetuoso, una visi?n del hombre que consideramos verdadera, buena y justa. La cosmovisi?n cristiana, adem?s, est? hondamente arraigada en la cultura de nuestro pueblo, a la que ha ayudado a configurarse.

????????? Esta comprensi?n del matrimonio y la familia se alimenta en las fuentes mismas de la fe: la Biblia y la gran tradici?n cat?lica. Se inspira tambi?n en una sabia percepci?n de la condici?n humana que puede ser reconocida como verdadera por la raz?n. Con una secular tradici?n filos?fica y jur?dica, hablamos de la ley natural inscrita por el Creador en el mismo ser del hombre, var?n y mujer.

????????? La Iglesia no discrimina a las personas con tendencia homosexual. Al contrario, reconoce su dignidad de personas, creadas a imagen y semejanza de Dios, y las recibe como el mismo Cristo lo hizo. Repudia a quienes las ofenden o humillan por su condici?n. Es m?s, siguiendo a Jesucristo, las invita a la fe en la Buena Noticia del amor de Dios y a la conversi?n del coraz?n. Las acompa?a en el camino de la vida con los mismos medios que ofrece a todos: la Palabra de Dios, los sacramentos y una intensa vida de fe, esperanza y caridad. El Reino de los cielos es para todo el que se arrepiente de sus pecados, conf?a en Dios y quiere vivir santamente.

????????? Si la Iglesia de Cristo dice ?no? a equiparar u homologar las uniones de personas del mismo sexo al matrimonio, es por la dignidad y santidad del mismo matrimonio, cuyo lugar es ?nico en el entramado social. Es mucho m?s que una relaci?n afectiva privada. Anterior al ordenamiento jur?dico, al Estado y a?n a la misma Iglesia, estos deben ponerse a su servicio, para tutelarlo y promover-lo en su verdadero significado. El matrimonio y la familia son patrimonio de la humanidad.

????????? La cultura individualista y el relativismo parecen generar esa niebla que oscurece esta percepci?n del bien y la verdad. Sin embargo, estos constituyen la vocaci?n misma del hombre, creado por Dios para conocer la verdad y realizar el bien en la propia vida.

????????? Recordemos aqu? las palabras del Se?or: ?Si ustedes permanecen fieles a mi palabra, ser?n verdaderamente mis disc?pulos: conocer?n la verdad y la verdad los har? libres? (Jn 8,31-32).

????????? Aliento a los esposos y padres cristianos a buscar en Cristo el fundamento s?lido sobre el que edificar el futuro de sus familias. Queremos proponer a todos la buena noticia del amor huma-no, del matrimonio y la familia, como respuesta al anhelo de vida plena que todos llevamos dentro. As? lo hemos expresado en nuestro Plan de Pastoral, y lo queremos proclamar especialmente en este a?o, centrado en revitalizar la pastoral familiar. ?No se desanimen frente a las adversidades del camino! Los cristianos somos disc?pulos del Cordero humilde y manso que venci? todo mal, amando hasta el fin en la cruz.

????????? A los pastores del pueblo de Dios los invito a renovar los compromisos sagrados asumidos en nuestra ordenaci?n. Somos testigos y anunciadores de una Palabra que no es nuestra. Al servir a los esposos y padres cristianos, al orientar a los j?venes, o al exponer la doctrina cristiana, no ante-pongamos nuestras opiniones personales a la ense?anza autorizada de la Iglesia de Cristo.

????????? Invito finalmente a todos los fieles cat?licos a hacer lo que est? a su alcance, por los medios leg?timos que la democracia pone en manos de los ciudadanos, para que las leyes de nuestra patria defiendan y promuevan el bien insustituible del verdadero matrimonio sobre el que se funda la familia.

????????? Con mi afecto y bendici?n para todos, en estos d?as tan pr?ximos al Bicentenario de la Patria.?

Mons. Jos? Mar?a Arancibia, arzobispo de Mendoza
23 de mayo de 2010, Domingo de Pentecost?s

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Homil?a de monse?or Rub?n Frassia, obispo de Avellaneda-Lan?s en el Te Deum del 25 de mayo de 2010. (AICA)?

Queridos hermanos y hermanas:

????????? En este d?a tan especial que celebramos, nos unimos a este festejo del bicentenario del nacimiento de nuestra Patria para dar gracias a Dios por nuestra historia y por nuestra memoria.

????????? Nos damos cuenta que nuestra naci?n Argentina ha nacido cat?lica, ha nacido cristiana, ha nacido con respeto, con una historia y con la experiencia del Evangelio y de la Iglesia. As? se fue gestando, luego se consolida y sigue avanzando hasta el a?o 1816 donde el 9 de julio definitivamente declara su independencia, all? en Tucum?n.

????????? Treinta y un congresales participaron de los cuales trece eran presb?teros, sacerdotes. Es decir, se fue acu?ando y amasando algo importante que es reconocer la presencia de Dios, la presencia de lo eterno. Esto es algo muy importante porque este TE DEUM es la reuni?n de todos nosotros.

????????? La presencia de nuestros dos intendentes, de Avellaneda y Lan?s con sus Consejos Deliberantes, todas las autoridades y todo el querido pueblo fiel: sacerdotes, religiosas y laicos todos reunidos para agradecer a Dios por el nacimiento de nuestra Naci?n. ?Dios no molesta!, al contrario, Dios nos re?ne, nos da consistencia, nos da fuerzas para vivir como pueblo y como Pueblo de Dios.

????????? Por eso el reconocimiento de su cercan?a y de su bendici?n, y hoy por lo tanto de nuestra gratitud, es la garant?a del respeto de los hombres. ?Dios es el garante, que nos respeta a todos y a cada uno de nosotros en nuestra relaci?n! Relaci?n que a veces se hace dificultosa porque no nos tratamos ni como hijos de Dios, ni como hermanos entre nosotros.

????????? En este festejo de darle gratitud a Dios por estos doscientos a?os, pedimos tambi?n el reconocimiento de nuestra identidad. La identidad no significa unificaci?n. La identidad son nuestras ra?ces ya que venimos de pueblos originarios, de pueblos migrantes, donde todos nosotros formamos y consolidamos una Naci?n.

????????? La identidad es fundamental y ella es la seguridad de nuestras ra?ces: ?sin ra?ces no hay vinculaciones! Por lo tanto es importante reconocer la cultura; la cultura nacional y nuestra cultura cristiana; nuestra cultura de valores; nuestra cultura de los criterios del Evangelio que debe transformar actitudes, costumbres, posturas y relaciones entre nosotros. ?La identidad no nos cierra a la comunicaci?n ni al di?logo! Pero si no tenemos identidad, ciertamente el di?logo tambi?n se debilita.

????????? Le pedimos hoy al Se?or que nos ayude a darnos cuenta que nuestra Naci?n naci? con conflictos, con muchos problemas. La independencia del Reino de Espa?a, con todo lo que significa el reconocimiento de aqu?l Virrey y todo lo dem?s, que fue siendo elaborado, desarrollado, sufrido, tensionado, con tantas luchas internas, no podemos vivir anacr?nicamente.

????????? Ese anacronismo significa si nos quedamos cada uno en nuestras posturas. Y hoy m?s que nunca creo que tenemos que recurrir a una grandeza de esp?ritu y de alma. Y la grandeza de esp?ritu y de alma es un esp?ritu de reconciliaci?n.

????????? La Argentina la formamos todos. Nuestra misi?n es pasar de habitantes a ciudadanos ya que todos estamos llamados a este concierto de nuestra querida naci?n, de un modo participativo y no de un modo confrontativo.

????????? Ciertamente, es necesaria la reconciliaci?n.

????????? Reconciliarnos para que ninguna inquina, ninguna sospecha, ning?n prejuicio, ning?n odio, ninguna rivalidad, nos vaya denostando unos a otros.

????????? ?Todos formamos nuestro pueblo y tenemos que estar interesados en la promoci?n y consecuci?n del bien com?n! El bien com?n que, por supuesto, entiende a las personas pero que es superior a las interpretaciones arbitrarias, superior a los intereses particulares.

????????? Creo que la reconciliaci?n es un paso que tenemos que seguir dando. ?No tengamos miedo a los problemas! Llamemos a las cosas por su nombre para abrirnos y tener una actitud de apertura, de realismo y tambi?n, por qu? no decirlo, de sanaci?n entre todos nosotros. La objetividad, la verdad, para todos y entre todos.

????????? Hay tremendos desaf?os. A m? me gusta ser realista y ser positivo. Creo que tenemos muchas cosas importantes, muchos logros que se nos han dado, muchos logros que hemos conseguido, pero tambi?n es cierto que tenemos que advertir los inmensos y tremendos desaf?os que atravesamos como pa?s, como naci?n, como sociedad, como Iglesia, como familia.

????????? Es muy importante asumir los desaf?os para responder con valent?a, con objetividad, con audacia, con verdad, con justicia y con respeto. Por eso son muy importantes las leyes, la autonom?a de las leyes, la objetividad de las leyes, ?tantas cosas que tenemos que volver? a transitar para instalar y hacer presente en nuestra sociedad!

????????? Otro desaf?o que veo con mucho dolor: a veces vivimos como falt?ndonos en la esperanza una actitud de cierto derrotismo. Aqu?l que dice ?bueno, nada va a cambiar, todo sigue igual, todo est? mal, todo es imposible, el mal est? instalado?, y tantas otras cosas. ?No hay que vivir como derrotados!

????????? Tenemos que tener la grandeza de esp?ritu que tuvieron nuestros mayores, los pioneros, que amaron a Dios, que amaron a la patria y que dieron la vida por ella; que no se sirvieron de la patria para sus intereses particulares, tuvieron grandeza de alma.

????????? Nosotros tenemos que suscitar en los adultos, en los j?venes, en los ni?os, un amor a Dios, un amor a la patria, un amor al bien com?n, en los que la educaci?n y el trabajo digno son la garant?a de una participaci?n. Por eso es importante pedirle al Se?or que nos lleguen a tocar estos desaf?os y a dar respuesta para la generaci?n del presente y para la del futuro que ha de venir.

????????? Tenemos que acu?ar valores, vivir de los valores. Que los valores no sean meras utop?as, que no sean meras ilusiones, sino que sean parte integrante de nuestra cultura; de nuestra cultura humana y cristiana, para aquellos que son cristianos. Pero los valores son universales, no son privativos de una confesi?n religiosa. La honestidad, el bien, el amor, el servicio, la solidaridad, son elementos comunes a todos ?y todos debemos sentirnos identificados y comprometidos a vivir de ellos!

????????? Queridos hermanos, hoy es un d?a muy especial, es un d?a grande para dar gracias a Dios. Pidamos que el Se?or nos ayude a dar gracias, pero ?a poner el hombro?, a trabajar juntos, a que nuestra memoria, nuestra identidad, la reconciliaci?n y los desaf?os sean asumidos por nosotros.

????????? Como dec?an muy bien los obispos el 10 de marzo pasado: la patria es un don y la naci?n es un trabajo y una conquista. Hemos recibido la patria como don, tenemos trabajarla, cada uno, con coherencia, con responsabilidad, con amor, con verdad y con justicia.

????????? Queridos hermanos, estamos celebrando el bicentenario pero tambi?n nos estamos comprometiendo a dejar algo mejor para sus hijos y para las generaciones futuras. Que seamos generosos y pidamos a Dios, fuente de nuestra esperanza y garant?a de todos los hombres, que siga estando presente en nuestra sociedad. Pues si Dios se eclipsa de nuestra vida se compromete gravemente la sociedad, las vinculaciones y el comportamiento con la naturaleza, como dec?a recientemente el querido Papa Benedicto XVI.

????????? Que este TE DEUM, esta uni?n en Dios, nos bendiga a todos, bendiga a nuestra querida Argentina, a este querido pueblo, a esta naci?n, a este crisol de razas y a todos los habitantes que viven en nuestro suelo argentino para que nos tratemos como hijos de Dios y nos respetemos en serio como hermanos.

Que as? sea.

Mons. Rub?n Frassia,obispo de Avellaneda-Lan?s


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Homil?a de monse?or Andr?s Stanovnik, arzobispo de Corrientes en el Te Deum del 25 de mayo de 2010. (AICA)

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I. RECORDAMOS AGRADECIDOS?

????????? 1. Nos hemos reunido en esta Catedral para agradecer a Dios el don de la patria. Queremos hacerlo delante de Dios, porque creemos firmemente que la patria es un don de su providencia. ?A qui?n si no a Dios ?el Autor de la Vida y Se?or de la Historia? podr?amos agradecerla? Vamos a expresar nuestros sentimientos de gratitud con las palabras del Te Deum, las mismas que utilizaron los hombres de mayo, para agradecer la nueva aurora de libertad para nuestro pueblo: Te Deum laudamus: ?A Ti, oh Dios, te alabamos?.?

????????? 2. A Ti, oh Dios, te alabamos, porque hace doscientos a?os, en un d?a como hoy, ?el 25 de mayo de 1810, el Cabildo abierto de Buenos Aires dio el primer grito de libertad para nuestra patria. El 9 de julio de 1816, los representantes de las Provincias Unidas en Sud Am?rica se reunieron en la ciudad de San Miguel de Tucum?n y declararon la independencia nacional.? La libertad es uno de los cuatro valores inherentes a la dignidad de la persona humana y de los pueblos, junto con la verdad, la justicia y el amor. ?Ustedes, hermanos, han sido llamados para vivir en libertad? ?les recordaba san Pablo a los primeros cristianos?, pero les advert?a tambi?n: ?mant?nganse firmes para no caer de nuevo bajo el yugo de la esclavitud.??

????????? 3. Los llamados ?sucesos de mayo? pusieron en movimiento un providencial proceso de emancipaci?n, que luego culmin? en la declaraci?n de la Independencia. Fue un proceso din?mico de fidelidad a las propias ra?ces y de apertura a las nuevas oportunidades que presentaba ese momento hist?rico. ?Es necesario respetar y honrar esos or?genes, no para quedarnos anclados en el pasado, sino para valorar el presente y construir el futuro. No se puede mirar hacia delante sin tener en cuenta el camino recorrido y honrar lo bueno de la propia historia.??

????????? 4. En el documento Hacia un Bicentenario reconocemos con gratitud la herencia cultural que hemos recibido, donde ?prevalecen valores fundamentales como la fe, la amistad, el amor por la vida, la b?squeda del respeto a la dignidad del var?n y la mujer, el esp?ritu de libertad, la solidaridad, el inter?s por los pertinentes reclamos ante la justicia, la educaci?n de los hijos, el aprecio por la familia, el amor a la tierra, la sensibilidad hacia el medio ambiente, y ese ingenio popular que no baja los brazos para resolver solidariamente las situaciones duras de la vida cotidiana. Estos valores tienen su origen en Dios y son fundamentos s?lidos y verdaderos sobre los cuales podemos avanzar hacia un nuevo proyecto de Naci?n, que haga posible un justo y solidario desarrollo de la Argentina .?

????????? 5. Tenemos muchos motivos para dar gracias a Dios. Hemos recibido ese maravilloso espacio geogr?fico y espiritual que llamamos patria. En particular, por el regalo de esta hermosa porci?n de tierra abrazada por magn?ficos r?os y ba?ada por inmensos esteros en el coraz?n mismo de su extensa geograf?a. Estamos agradecidos por nuestro pa?s y por las personas que lo forjaron , pero tambi?n por las que lo siguen forjando: tantos hombres y mujeres, j?venes y ni?os, obreros y campesinos y profesionales, gobernantes y ciudadanos comunes, que sienten un amor profundo por la patria y lo expresan d?a a d?a con su trabajo honesto y perseverante. Agradecer a Dios el don de la patria nos ense?a a tener una mirada inclusiva y un coraz?n abierto a todos.?

????????? 6. Ser agradecidos no nos exime de reconocer que muchas veces hemos tratado mal y descuidado nuestra patria. No hemos ?cultivado la tierra?, cuid?ndola y haci?ndola producir frutos, ni nos hemos ocupado suficientemente de nuestro hermano, al punto de excluirlo de los bienes que deber?amos compartir en justicia y solidaridad. En el Bicentenario de la patria, la gran deuda que tenemos que saldar los argentinos es la deuda social. Tambi?n nosotros debemos responder a la pregunta que Dios le hizo a Ca?n: ?D?nde est? tu hermano? ?Cu?ntas veces respondimos como Ca?n!: ?No lo s?, ?acaso soy yo el guardi?n de mi hermano?? Si como pueblo recordamos excluyendo, es muy probable que como naci?n nos proyectemos enfrentando. Tomemos en serio el aviso de San Pablo: ?Si ustedes se est?n mordiendo y devorando mutuamente, tengan cuidado porque terminar?n destruy?ndose los unos a los otros? ?No es acaso ?se el mal que padecemos los argentinos y al que volvemos compulsivamente? Seguimos contando nuestra historia a partir de amigos y enemigos, para reducirla a un relato de buenos y malos, que no conduce a ninguna parte.?

????????? 7. Mientras nos escudemos en la convicci?n de que los culpables de lo que nos pasa son los otros, jam?s llegaremos a ?constituir la uni?n nacional, afianzar la justicia, consolidar la paz interior??. Porque, ?los aut?nticos cambios sociales son efectivos y duraderos solo si est?n fundados sobre un cambio decidido de la conducta personal, (?) que de ninguna manera se puede esperar de otros o delegar en las instituciones? . Necesitamos convertir nuestra mirada sobre nosotros mismos y aprender a interpretarnos como un sujeto ?nico, pueblo en doloroso proceso de gestaci?n y con profundos anhelos de sanar las heridas abiertas en nuestra historia, de las cuales tambi?n nos sentimos responsables.?

II. TODOS ESTAMOS CONVOCADOS?

????????? 9. El proceso que culmin? con la declaraci?n de la independencia comenz? en Buenos Aires. A partir del 25 de mayo de 1810 se inici? un camino de integraci?n en vista de lograr que el grito de libertad fuera compartido por las dem?s Provincias Unidas de Sud Am?rica. Nos har? mucho bien rescatar ese proceso incipiente de integraci?n y federalismo ?que supone la necesaria y justa autonom?a de las Provincias y Municipios con relaci?n al poder central.? No habr? patria para todos si no la construimos entre todos. ?Creemos que estamos ante una oportunidad ?nica. Pero esta decisi?n exige una clara opci?n por reconciliarnos con nuestra historia y abrazarla desde sus inicios, que se remontan al siglo XVI, pasando por la gesta de mayo, la declaraci?n de la independencia y los dolorosos e interminables desencuentros que marcaron los per?odos siguientes.?

????????? 10. Todos estamos convocados a la tarea de cuidar y perfeccionar la patria que recibimos como un regalo de Dios, confiado a nuestra libertad. Podemos aprovecharla, privilegiando la construcci?n del bien com?n, o malgastarla con nuestros intereses ego?stas y posturas intransigentes que nos fragmentan y dividen.? Es muy oportuna la advertencia sobre la avaricia que escuchamos en el Evangelio. La avaricia es a la riqueza lo que la ambici?n es al poder. Insensato el hombre que se deja seducir por ellas, porque no las disfruta ?l ni deja que otros puedan vivir dignamente. Por eso Jes?s advierte a la multitud: ?cu?dense de toda avaricia, porque a?n en medio de la abundancia, la vida de un hombre no est? asegurada por sus riquezas?.?

????????? 11. La tarea de cuidar y perfeccionar la patria es una tarea de todos los d?as. Es una tarea que no puede hacerse movidos por intereses individuales o sectoriales. La ?nica motivaci?n v?lida para realizar esa tarea es hacerla por y con amor. Y el amor es esencialmente inclusivo, por eso busca el bienestar de todos. El que verdaderamente ama la patria, la cuida y colabora en embellecerla. Deseo destacar la feliz iniciativa que se promovi? el 8 de mayo pasado con la firma del compromiso del bicentenario. All? se propon?an diez puntos, sumamente pr?cticos y al alcance de todos, para colaborar en la tarea de hacer la patria, como por ejemplo: hablar bien de ella, festejar las fechas patrias, rezar por ella y por los gobernantes, cumplir las leyes, respetar las normas de tr?nsito, colaborar en la limpieza, ser solidario, etc.?

????????? 12. Por otra parte, hay una opini?n generalizada sobre la necesidad de establecer pol?ticas p?blicas para un desarrollo federal, sano y arm?nico de la Argentina. Pensamos que ?no hay democracia posible sin una leal convergencia de aspiraciones e intereses entre todos los sectores de la vida pol?tica con miras a armonizar el bien com?n, el bien sectorial y el bien personal? . Instalar esas pol?ticas requiere la participaci?n y el compromiso de los ciudadanos mediante el di?logo sincero, respetuoso y abierto, condici?n esencial en la vida de toda familia y de cualquier construcci?n comunitaria. Nadie puede pensar que el engrandecimiento del pa?s sea fruto de un solo sector aislado del resto.?

????????? 13. Con ocasi?n del Bicentenario de la Naci?n, estimamos prioritarias algunas metas ?a la luz del principio de la dignidad inviolable de cada ser humano y de una concepci?n integral de la persona?. Ante todo, recuperar el respeto por la familia y por la vida en todas sus formas; avanzar en la reconciliaci?n entre sectores y en la capacidad de di?logo; alentar el paso de habitantes a ciudadanos responsables; fortalecer las instituciones republicanas, el Estado y las organizaciones de la sociedad; mejorar el sistema pol?tico y la calidad de la democracia; afianzar la educaci?n y el trabajo como claves del desarrollo y de la justa distribuci?n de los bienes. Esto es posible si asumimos las tareas con la esperanza que proviene de nuestra fe en Dios y la buena voluntad de muchos hombres y mujeres que viven con pasi?n su identidad correntina y est?n generosamente dispuestos a construir la patria terrenal, con la mirada siempre puesta en la patria del Cielo, hacia donde el amor de Dios nos atrae irresistiblemente.?

III. CON LA ESPERANZA PUESTA EN DIOS?

????????? 14. Por eso, al iniciar este per?odo jubilar de nuestra patria, recordemos que no tenemos aqu? morada permanente y que nuestro destino es Dios. ?l es el verdadero fundamento de nuestra fraternidad: ?Jesucristo, Se?or de la historia, te necesitamos?. Hoy volvemos a repetir la s?plica que te hacemos ante la Cruz de los Milagros: ?Recu?rdanos siempre que el amor todo lo puede; que compartir con los m?s pobres nos hace misioneros de tu misericordia, y nos muestra el camino que nos lleva al Cielo.? El Ap?stol Pablo nos anima a dejarnos conducir por el Esp?ritu de Dios, para que conozcamos m?s a Jesucristo y comprendamos mejor que no podemos peregrinar hacia la patria del Cielo, si no nos preocupamos responsablemente de incluir a todos los hermanos y hermanas en esa peregrinaci?n.?

????????? 15. En el Evangelio que escuchamos hoy, hay mucha sabidur?a. El relato muestra la insensatez del que pone su coraz?n en tesoros perecederos. De esa manera se a?sla y destruye sus v?nculos con los otros y con Dios. Tambi?n un pueblo puede caer en esa trampa y marginarse de los dem?s pueblos. En la carta pastoral, con ocasi?n de cumplirse el Centenario de la creaci?n de la di?cesis de Corrientes, destacaba el valor religioso de la peregrinaci?n, tan arraigado en nuestra gente: ?el peregrino se siente miembro de un pueblo que camina, inmerso en medio de tantos hermanos, caminando juntos hacia Dios que los espera. Peregrinar arraiga a los miembros de la familia m?s en Dios y los reconcilia entre ellos; renueva los v?nculos entre los parientes y favorece la amistad con los vecinos y los amigos. Peregrinar juntos tambi?n ayuda al encuentro entre los diversos sectores y hace sentir que somos un pueblo que camina en esperanza y con una meta com?n (?) Peregrinar nos recuerda que la vida es pasajera, que los bienes materiales sirven s?lo en cuanto nos ayudan a ser m?s personas y m?s amigos con todos; y que el medio ambiente es un lugar que debemos cuidar y cultivar, de modo que sirva y sea apto para el desarrollo integral de las personas y de la comunidad.??

????????? 16. El Pre?mbulo de la Constituci?n de la Provincia de Corrientes, constituido por un solo p?rrafo, finaliza colocando bajo la protecci?n de Dios el peregrinar del pueblo correntino con palabras escogidas y precisas: ?Nos, los representantes del pueblo de la Provincia de Corrientes, reunidos en Convenci?n Constituyente para la reforma de la Constituci?n de 1993, con el objeto de consolidar el sistema representativo, republicano y democr?tico de gobierno, promover el bienestar general, afianzar la justicia, perpetuar la libertad, fortalecer las instituciones, conservar el orden p?blico, garantizar la educaci?n y la cultura, impulsar el desarrollo sostenido, preservar el ambiente sano, afirmar la vigencia del federalismo y asegurar la autonom?a municipal, sancionamos y ordenamos, bajo la protecci?n de Dios, esta Constituci?n?. La reforma de esta Ley vio la luz luego del Pacto de Gobernabilidad, acontecimiento que marc? un hito ineludible en la historia de Corrientes y que est? pr?ximo a cumplir una d?cada de su realizaci?n. Dios mediante, tendremos ocasi?n de celebrarlo y de retomar los acuerdos firmados y el compromiso ?como se dijo entonces? de ?establecer el di?logo y la mediaci?n? como la metodolog?a irrenunciable para la convivencia social y pol?tica en nuestra Provincia.?

????????? 17. Antes de finalizar, quisiera destacar a?n m?s ese ponernos bajo la protecci?n de Dios. Es la frase que da una cabal significaci?n a la totalidad de nuestra Ley provincial. La protecci?n de Dios est? encima, como el techo de una casa, para el amparo y la defensa de sus moradores. Dios es como un techo que resguarda, una manta que cubre, una mano que protege y cuida. Dios nos protege y cuida cuando respetamos y cumplimos la ley. ?Cu?nto bien nos har?a recordar con m?s frecuencia el Pre?mbulo de nuestra Constituci?n Provincial! Y que en letra bien legible, se lo expusiera al p?blico para darle visibilidad, junto a los signos de nuestra primera evangelizaci?n: La Sant?sima Cruz de los Milagros y la Pura y Limpia Concepci?n de Nuestra Se?ora de Itat?, porque ?podremos crecer sanamente como Naci?n si reafirmamos nuestra identidad com?n.??

????????? 18. Para concluir, nos dirigimos a Ella, Tiern?sima Madre de Dios y de los hombres, para decirle que nos sentimos felices de tenerla como Madre y recordarla junto a la Cruz de su Hijo, acompa?ando nuestra historia desde sus inicios. Con Ella queremos seguir construyendo nuestra Provincia de Corrientes y nuestra Patria Argentina, firmemente decididos a hacerlo entre todos y para todos. Confiados le pedimos que atienda las necesidades de su pueblo que ella mejor que nosotros las conoce; y que proteja a nuestros gobernantes, los ilumine y sostenga, para que siempre est?n al servicio del desarrollo y bienestar de todos los ciudadanos. As? sea.?

Mons. Andr?s Stanovnik OFMCap., arzobispo de Corrientes


Publicado por verdenaranja @ 21:27
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Martes, 15 de junio de 2010

ZENIT nos ofrece la transcripci?n del coloquio que el Papa Benedicto XVI mantuvo con cinco sacerdotes de los cinco continentes, en representaci?n de los miles de presb?teros presentes el? jueves 10 de junio de 2010 en la Vigilia de Clausura del A?o Sacerdotal, en la Plaza de San Pedro.

Am?rica:

P. ? Beat?simo Padre, soy don Jos? Eduardo Oliveira y Silva y vengo desde Am?rica, precisamente desde Brasil. La mayor parte de nosotros aqu? presentes estamos comprometidos en la pastoral directa, en la parroquia, y no solo con una comunidad, sino que a veces somos p?rrocos de muchas parroquias, o de comunidades particularmente extensas. Con toda la buena voluntad intentamos hacer frente a las necesidades de una sociedad muy cambiada, ya no m?s enteramente cristiana, pero nos damos cuenta de que nuestro ?hacer? no basta. ?A d?nde ir, Santidad? ?En qu? direcci?n?

R. ? Queridos amigos, ante todo quisiera expresar mi gran alegr?a porque aqu? est?n reunidos sacerdotes de todas partes del mundo, en la alegr?a de nuestra vocaci?n y en la disponibilidad de servir con todas nuestras fuerzas al Se?or, en este nuestro tiempo. Respecto a la pregunta: soy bien consciente de que hoy es muy dif?cil ser p?rroco, tambi?n y sobre todo en los pa?ses de antigua cristiandad; las parroquias son cada vez m?s extensas, unidades pastorales... es imposible conocer a todos, es imposible hacer todos los trabajos que se esperan de un p?rroco. Y as?, realmente, nos preguntamos a d?nde ir, como usted ha dicho. Pero quisiera decir, ante todo: s? que hay muchos p?rrocos en el mundo que dan realmente todas sus fuerzas por la evangelizaci?n, por la presencia del Se?or y de sus Sacramentos, y a estos p?rrocos fieles, que trabajan con todas las fuerzas de su vida, de nuestro ser apasionados por Cristo, quisiera decir un gran ?gracias?, en este momento.

Dije que no es posible hacer todo lo que se desea, que se deber?a hacer, porque nuestras fuerzas son limitadas y las situaciones son dif?ciles en una sociedad cada vez m?s diversificada, m?s complicada. Yo creo que, sobre todo, es importante que los fieles puedan ver que este sacerdote no hace solo un ?oficio?, horas de trabajo, y que despu?s est? libre y vive s?lo para s? mismo, sino que es un hombre apasionado por Cristo. Si los fieles ven que est? lleno de la alegr?a del Se?or, comprenden tambi?n que no lo puede hacer todo, aceptan sus l?mites, y ayudan al p?rroco. Este me parece el punto m?s importante: que se pueda ver y sentir que el p?rroco realmente se siente un llamado por el Se?or; que est? lleno de amor por el Se?or y por los suyos. Si esto existe, se entiende y se puede tambi?n ver la imposibilidad de hacer todo.

Por tanto, estar llenos de la alegr?a del Evangelio con todo nuestro ser es la primera condici?n. Despu?s se deben tomar decisiones, tener prioridades, ver lo que es posible y lo que es imposible. Dir?a que las tres prioridades fundamentales las conocemos: son las tres columnas de nuestro ser sacerdotes. Primero, la Eucarist?a, los Sacramentos: hacer posible y presente la Eucarist?a, sobre todo dominical, en cuanto sea posible, para todos, y celebrarla de forma que se convierta en realmente en visible el acto de amor del Se?or por nosotros. Despu?s, el anuncio de la Palabra en todas las dimensiones: desde el di?logo personal hasta la homil?a. El tercer punto es la "caritas", el amor de Cristo: estar presentes para los que sufren, para los peque?os, para los ni?os, para las personas con dificultad, para los marginados; hacer realmente presente el amor del Buen Pastor. Y despu?s, una prioridad muy importante es tambi?n la relaci?n personal con Cristo. En el Breviario, el 4 de noviembre, leemos un hermoso texto de san Carlos Borromeo, gran pastor, que se dio verdaderamente a s? mismo, y que nos dice, a todos los sacerdotes: ?No descuides tu propia alma: si la propia alma est? descuidada, tampoco puedes dar a los dem?s lo que deber?as dar. Por tanto, tambi?n debes tener tiempo para ti mismo, ara tu alma", o, en otras palabras, la relaci?n con Cristo, el coloquio personal con Cristo es una prioridad pastoral fundamental, ?es condici?n para nuestro trabajo por los dem?s! Y la oraci?n no es algo marginal: es precisamente rezar la ?profesi?n? del p?rroco, tambi?n en representaci?n d ella gente que no sabe rezar o no encuentra el tiempo de rezar. La oraci?n personal, sobre todo la liturgia de las Horas, es el alimento fundamental para nuestra alma, para todas nuestras acciones. Y, finalmente, reconocer nuestros l?mites, abrirnos tambi?n a esta humildad. Recordemos una escena de Marcos, cap?tulo 6, donde los disc?pulos estaban ?estresados?, quer?an hacer todo, y el Se?or dice: ?Venid tambi?n vosotros aparte, a un lugar solitario, para descansar un poco" (cfr Mc 6,31). Tambi?n ?ste es trabajo ? dir?a ? pastoral: encontrar y tener la humildad, el valor de descansar. Por tanto, pienso que la pasi?n por el Se?or, el amor por el Se?or, nos muestra las prioridades, las decisiones, nos ayuda a encontrar el amino. El Se?or nos ayudar?. ?Gracias a todos vosotros!

?frica:

P. ? Santidad, soy Mathias Agnero y vengo desde ?frica, precisamente desde Costa de Marfil. Usted es un Papa-te?logo, mientras que nosotros, cuando podemos, leemos apenas alg?n libro de teolog?a para la formaci?n. Nos parece, con todo, que se ha creado una fractura entre teolog?a y doctrina y, a?n m?s, entre teolog?a y espiritualidad. Se siente la necesidad de que el estudio no sea tan acad?mico sino que alimente nuestra espiritualidad. Sentimos necesidad de esto en nuestro propio ministerio pastoral. Quiz?s la teo-log?a no parezca tener a Dios en el centro y a Jesucristo como primer ?lugar teol?gico?, sino que tenga en cambio los gustos y las tendencias difuminadas; y la consecuencia es la proliferaci?n de opiniones subjetivas que permiten la introducci?n, tambi?n en la Iglesia, de un pensamiento no cat?lico. ?C?mo no desorientarnos en nuestra vida y en nuestro ministerio, cuando es el mundo el que juzga a la fe y no al rev?s? ?Nos sentimos ?descentrados?!

R. ? Gracias. Usted toca un problema muy dif?cil y doloroso. Existe realmente una teolog?a que quiere sobre todo ser acad?mica, parecer cient?fica, y olvida la realidad vital, la presencia de Dios, su presencia entre nosotros, su hablar hoy, no s?lo en el pasado. Ya san Buenaventura distingui? dos formas de teolog?a, en su tiempo; dijo: ?hay una teolog?a que viene de la arrogancia de la raz?n, que quiere dominar todo, hace pasar a Dios de sujeto a objeto que estudiamos, mientras deber?a ser sujeto que nos habla y nos gu?a?. Existe realmente este abuso de la teolog?a, que es arrogancia de la raz?n y no nutre la fe, sino que oscurece la presencia de Dios en el mundo. Despu?s hay una teolog?a que quiere conocer m?s por amor al amado, est? estimulada por el amor y guiada por el amor, quiere conocer m?s al amado. Y esta es la verdadera teolog?a, que viene del amor de Dios, de Cristo, y quiere entrar m?s profundamente en comuni?n con Cristo.

En realidad, las tentaciones hoy son grandes; sobre todo se impone la llamada ?visi?n moderna del mundo? (Bultmann, modernes Weltbild), que se convierte en el criterio de cuanto ser?a posible o imposible. Y as?, precisamente con este criterio de que todo es como siempre, que todos los acontecimientos hist?ricos son del mismo tipo, se excluye precisamente la novedad del Evangelio, se excluye la irrupci?n de Dios, la verdadera novedad que es la alegr?a de nuestra fe. ?Qu? hacer? Yo dir?a ante todo a los te?logos: tened valor. Y quisiera decir un gran ?gracias? tambi?n a muchos te?logos que hacen un buen trabajo. Hay abusos, lo sabemos, pero en todas partes del mundo hay muchos te?logos que viven verdaderamente de la Palabra de Dios, se nutren de la meditaci?n, viven la fe de la Iglesia y quieren ayudar para que la fe est? presente hoy d?a. A estos te?logos quisiera decir un gran ?gracias?. Y dir?a a los te?logos en general: "?no teng?is miedo de este fantasma de la cientificidad!". Yo sigo la teolog?a desde 46; comenc? a estudiar teolog?a en enero de 1946, y he visto por tanto a tres generaciones de te?logos, y puedo decir: las hip?tesis que en aquel tiempo, y despu?s en los a?os 60 y 80 eran las m?s nuevas, absolutamente cient?ficas, absolutamente casi dogm?ticas, ?con el tiempo han envejecido y ya no valen! Muchas de ellas parecen casi rid?culas. Por tanto, tener el valor de resistir a la aparente cientificidad, de no someterse a todas las hip?tesis del momento, sino de pensar realmente a partir de la gran fe de la Iglesia, que est? presente en todos los tiempos y que nos abre el acceso a la verdad. Sobre todo, tambi?n, ?no pensar que la raz?n positivista, que excluye lo trascendente ? que no puede ser accesible ? sea la raz?n verdadera! Esta raz?n d?bil, que presenta s?lo las cosas experimentables, es realmente una raz?n insuficiente. Nosotros te?logos debemos usar la raz?n grande, que est? abierta a la grandeza de Dios. Debemos tener el valor de ir m?s all? del positivismo a la cuesti?n de las ra?ces del ser. Esto me parece de gran importancia.

Por tanto, es necesario tener el valor de la raz?n amplia, grande, tener la humildad de no someterse a todas las hip?tesis del momento, vivir de la gran fe de la Iglesia de todos los tiempos. No existe una mayor?a contra la mayor?a de los Santos: ?la verdadera mayor?a con los Santos de la Iglesia, y a los Santos debemos orientarnos! Despu?s, a los seminaristas y sacerdotes digo lo mismo: pensad que la Sagrada Escritura no es un libro aislado: est? vivo en la comunidad viva de la Iglesia, que es el mismo sujeto en todos los siglos y que garantiza la presencia de la Palabra de Dios. El Se?or nos ha dado a la Iglesia como sujeto vivo, con la estructura de los obispos en comuni?n con el Papa, y esta gran realidad de los obispos del mundo en comuni?n con el Papa nos garantiza el testimonio de la verdad permanente. Tengamos confianza en este Magisterio permanente de la comuni?n de los obispos con el Papa, que nos representa la presencia de la Palabra. Y tengamos tambi?n confianza en la vida de la Iglesia y, sobre todo, debemos ser cr?ticos.

Ciertamente la formaci?n teol?gica ? esto quisiera decir a los seminaristas ? es muy importante. En nuestro tiempo debemos conocer bien la Sagrada Escritura, tambi?n precisamente contra los ataques de las sectas; debemos ser realmente amigos de la Palabra. Debemos conocer tambi?n las corrientes de nuestro tiempo para poder responder razonablemente, para poder dar ? como dice san Pedro - ?raz?n de nuestra fe?. La formaci?n es muy importante. Pero debemos ser tambi?n cr?ticos: el criterio de la fe es el criterio con el que ver tambi?n a los te?logos y las teolog?as. El Papa Juan Pablo II nos dio un criterio absolutamente seguro en el Catecismo de la Iglesia Cat?lica: aqu? vemos la s?ntesis de nuestra fe, y este Catecismo es verdaderamente el criterio para ver donde va una teolog?a aceptable o no aceptable. Por tanto, recomendamos la lectura, el estudio de este texto, y as? podremos seguir adelante con una teolog?a cr?tica en el sentido positivo, es decir, cr?tica contra las tendencias de la moda y abiertas a las verdaderas novedades, a la profundidad inagotable de la Palabra de Dios, que se revela nueva en todos los tiempos, tambi?n en nuestro tiempo.?

Europa:

P. ? Padre Santo, soy don Karol Miklosko y vengo desde Europa, precisamente desde Eslovaquia, y soy misionero en Rusia. Cuando celebro la Santa Misa me encuentro a mi mismo y comprendo que all? encuentro mi identidad y la ra?z y energ?a de mi ministerio. El sacrificio de la Cruz me revela al Buen Pastor, que lo da todo por el reba?o, por cada oveja, y cuando digo: ??ste es mi cuerpo ? esta es mi sangre" dada y derramada en sacrificio por vosotros, entonces comprendo la belleza del celibato y de la obediencia, que promet? libremente en el momento de la ordenaci?n. A?n con las naturales dificultades, el celibato me parece obvio, mirando a Cristo, pero me siento trastornado al leer tantas cr?ticas mundanas a este don. Le pido humildemente, Padre Santo, que nos ilumine sobre la profundidad y sobre el sentido aut?ntico del celibato eclesi?stico.

R. ? Gracias por las dos partes de su pregunta. La primera, en la que muestra el fundamento permanente y vital de nuestro celibato; la segunda que muestra todas las dificultades en las que nos encontramos en nuestro tiempo. Es importante la primera parte, es decir: el centro de nuestra vida debe ser realmente la celebraci?n cotidiana de la Santa Eucarist?a; y aqu? son centrales las palabras de la consagraci?n: ?Esto es mi cuerpo, esta es mi Sangre?; es decir, hablamos in persona Christi. Cristo nos permite usar su ?yo?, hablamos en el ?yo? de Cristo, Cristo nos ?atrae hacia s? y nos permite unirnos, nos une con su ?yo?. Y as?, a trav?s de esta acci?n, este hecho de que ?l nos ?atrae? a s? mismo, de forma que nuestro ?yo? queda unido al suyo, realiza la permanencia, la unicidad de su Sacerdocio; as? ?l es realmente siempre el ?nico Sacerdote, y a?n muy presente en el mundo, porque nos ?atrae? en s? mismo y as? hace presente su misi?n sacerdotal. Esto quiere decir que somos atra?dos al Dios de Cristo: es esta uni?n con su ?yo? que se realiza en las palabras de la consagraci?n. Tambi?n en el ?yo te absuelvo? ? porque ninguno de nosotros podr?a absolver de los pecados ? es el ?yo? de Cristo, de Dio, el ?nico que puede absolver.

Esta unificaci?n de su ?yo? con el nuestro implica que somos ?atra?dos? tambi?n a su realidad de Resucitado, que seguimos adelante hacia la vida plena de la resurrecci?n, de la que Je?sus habla a los saduceos en Mateo, cap?tulo 22: es una vida ?nueva?, en la que ya estamos m?s all? del matrimonio (cfr Mt 22,23-32). Es importante que nos dejemos penetrar siempre de nuevo por esta identificaci?n del ?yo? de Cristo con nosotros, de este ser ?sacados? hacia el mundo de la resurrecci?n. En este sentido, el celibato es una anticipaci?n. Trascendamos este tiempo y sigamos adelante, y as? nos ?atraemos? a nosotros mismos y a nuestro tiempo hacia el mundo de la resurrecci?n, hacia la novedad de Cristo, hacia la vida buena y verdadera.

Por tanto, el celibato es una anticipaci?n hecha posible por la gracia del Se?or, que nos ?atrae? a si hacia el mundo de la resurrecci?n; nos invita siempre de nuevo a trascendernos a nosotros mismos, este presente, hacia el verdadero presente del futuro, que se convierte en presente hoy. Y aqu? estaos en un punto muy importante. Un gran problema de la cristiandad en el mundo de hoy es que no se piensa ya en el futuro de Dios: parece suficiente solo el presente de este mundo. Queremos tener solo este mundo, vivir solo en este mundo. As? cerramos las puertas a la verdadera grandeza de nuestra existencia. El sentido del celibato como anticipaci?n del futuro es precisamente abrir estas puertas, hacer m?s grande el mundo, mostrar la realidad del futuro que es vivido por nosotros ya como presente. Vivir, por tanto, as? como en un testimonio de la fe: creemos realmente que Dios existe, que Dios tiene que ver con mi vida, que puedo fundar mi vida sobre Cristo, sobre la vida futura.

Y conozcamos ahora las cr?ticas mundanas de las que usted ha hablado. Es verdad que para el mundo agn?stico, el mundo en el que Dios no tiene nada que ver, el celibato es un gran esc?ndalo, porque muestra precisamente que Dios es considerado y vivido como realidad. Con la vida escatol?gica del celibato, el mundo futuro de Dios entra en las realidades de nuestro tiempo. ?Y esto deber?a desaparecer! En un cierto sentido, puede sorprender esta cr?tica permanente contra el celibato, en un tiempo en el que est? cada vez m?s de moda no casarse. Pero este no casarse es algo totalmente, fundamentalmente distinto del celibato, porque el no casarse se basa en la voluntad de vivir solo para s? mismos, de no aceptar ning?n v?nculo definitivo, de tener la vida en todo momento en una autonom?a plena, decidir en cada momento qu? hacer, qu? tomar de la vida; es por tanto un "no" al v?nculo, un "no" a la definitividad, un tener la vida solo para s? mismo. Mientras que el celibato es precisamente lo contrario: es un "s?" definitivo, es un dejarse tomar de la mano por Dios, entregarse en las manos del Se?or, en su ?yo?, y es por tanto un acto de fidelidad y de confianza, un acto que supone tambi?n la fidelidad del matrimonio; es precisamente lo contrario de este "no", de esta autonom?a que no quiere obligarse, que no quiere entrar en un v?nculo; es precisamente el "s?" definitivo que supone, confirma el "s?" definitivo del matrimonio. Y este matrimonio es la forma b?blica, la forma natural del ser hombre y mujer, fundamento de la gran cultura cristiana, de las grandes culturas del mundo. Y si desaparece esto, se destruir? tambi?n la ra?z de nuestra cultura. Por ello el celibato confirma el "s?" del matrimonio con su "s?" al mundo futuro, y as? queremos seguir y hacer presente este esc?ndalo de una fe que pone toda su existencia en Dios. Sabemos que junto a este gran esc?ndalo, que el mundo no quiere ver, est?n tambi?n los esc?ndalos secundarios de nuestras insuficiencias, de nuestros pecados, que oscurecen el verdadero y gran esc?ndalo, y hacen pensar: ??Pero no viven realmente fundados en Dios!?. ?Pero hay mucha fidelidad! El celibato, precisamente las cr?ticas lo muestran, es un gran signo de la fe, de la presencia de Dios en el mundo. Oremos al Se?or para que nos ayude a hacernos libres de los esc?ndalos secundarios, para que se haga presente el gran esc?ndalo de nuestra fe: ?la confianza, la fuerza de nuestra vida, que se funda en Dios y en Jesucristo!?

Asia

P. ? Santo Padre, soy don Atsushi Yamashita y vengo desde Asia, precisamente desde Jap?n. El modelo de sacerdote que Su Santidad nos ha propuesto este A?o, el Cura de Ars, ve en el centro de la existencia y del ministerio la Eucarist?a, la Penitencia sacramental y personal y el amor al culto, dignamente celebrado. He visto los signos de la austera pobreza de san Juan Mar?a Vianney y tambi?n de su pasi?n por las cosas preciosas para el culto. ?C?mo vivir estas dimensiones fundamentales de nuestra existencia sacerdotal, sin caer en el clericalismo o en una alienaci?n de la realidad, que el mundo de hoy no permite?

R. ? Gracias. Por tanto, la pregunta es c?mo vivir la centralidad de la Eucarist?a sin perderse en una vida puramente cultual, ajenos a la vida de cada d?a de las dem?s personas. Sabemos que el clericalismo es una tentaci?n de los sacerdotes en todos los siglos, tambi?n hoy; tanto m?s importante es encontrar la forma verdadera de vivir la Eucarist?a, que no es cerrarse al mundo, sino precisamente la apertura a las necesidades del mundo. Debemos tener presente que en la Eucarist?a se realiza este gran drama de Dios que sale de s? mismo, deja ? como dice la Carta a los Filipenses ? su propia gloria, sale y desciende hasta ser uno de nosotros, y desciende hasta la muerte en la Cruz (cfr Fil 2). La aventura del amor de Dios, que deja, se abandona a s? mismo para estar con nosotros ? esto se hace presente en la Eucarist?a; el gran acto, la gran aventura del amor de Dios y la humildad de Dios que se dona a nosotros. En este sentido la Eucarist?a debe considerarse como el entrar en este camino de Dios. San Agust?n dice, en el De Civitate Dei, libro X: "Hoc est sacrificium Christianorum: multi unum corpus in Christo", es decir: el sacrificio de los cristianos es el estar unidos por el amor de Cristo en la unidad del ?nico cuerpo de Cristo.

El sacrificio consiste precisamente en salir de nosotros, en dejarnos atraer a la comuni?n del ?nico pan, del ?nico Cuerpo, y as? entrar en la gran aventura del amor de Dios. As? debemos intentar celebrar, vivir, meditar siempre la Eucarist?a, como esta escuela de liberaci?n de mi ?yo?: entrar en el ?nico pan, que es pan de todos, que nos une en el ?nico Cuerpo de Cristo. Y por tanto, la Eucarist?a es, de por s?, un acto de amor, nos obliga a esta realidad del amor por los dem?s: que el sacrificio de Cristo es la comuni?n de todos en su Cuerpo. Y por tanto, de esta forma, debemos aprender la Eucarist?a, que es adem?s lo contrario del clericalismo, de cerrarse en s? mismos. Pensemos tambi?n en la Madre Teresa, verdaderamente el ejemplo m?s grande de este siglo, en este tiempo, de un amor que se deja a s? mismo, que deja todo tipo de clericalismo, de alejamiento del mundo, que va a los m?s marginados, a los m?s pobres, a las personas a punto de morir, y que se da totalmente al amor por los pobres, por los marginados. Pero Madre Teresa que nos dio este ejemplo, la comunidad que sigue sus huellas supon?a siempre como primera condici?n de una fundaci?n suya la presencia de un tabern?culo. Sin la presencia del amor de Dios que se da no ser?a posible realizar ese apostolado, no habr?a sido posible vivir en ese abandono de s? mismos; s?lo insert?ndose en este abandono de s? en Dios, en esta aventura de Dios, en esta humildad de Dios, pod?an y pueden llevar a cabo este gran acto de amor, esta apertura a todos. En este sentido, dir?a: vivir la Eucarist?a en su sentido original, en su verdadera profundidad, es una escuela de vida, es la protecci?n m?s segura contra toda forma de clericalismo.

Ocean?a

P. ? Beat?simo Padre, soy don Anthony Denton y vengo desde Ocean?a, desde Australia. Esta noche aqu? estamos much?simos sacerdotes. Sin embargo, sabemos que nuestros seminarios no est?n llenos y que, en el futuro, en varios lugares del mundo nos espera una bajada, incluso brusca. ?Qu? hacer de verdaderamente eficaz por las vocaciones? ?C?mo proponer nuestra vida, en lo que hay en ella de grande y de bello, a un joven de nuestro tiempo?

R. ? Gracias. Realmente usted toca de nuevo un problema grande y doloroso de nuestro tiempo: la falta de vocaciones, a causa de la cual Iglesias locales est?n en peligro de volverse ?ridas, porque falta la Palabra de vida, falta la presencia del sacramento de la Eucarist?a y de los dem?s Sacramentos. ?Qu? hacer? La tentaci?n es grande: de tomar nosotros mismos en mano la cuesti?n, de transformar el sacerdocio ? el sacramento de Cristo, el ser elegidos por ?l ? en una profesi?n normal, en un empleo que tiene sus horas, y que por lo dem?s uno se pertenece solo a s? mismo; y hacerlo as? como cualquier otra vocaci?n: hacerlo accesible y f?cil. Pero es una tentaci?n, esta, que no resuelve el problema. Me hace pensar en la historia de Sa?l, el rey de Israel, que antes de la batalla contra los filisteos espera a Samuel para el necesario sacrificio a Dios. Y cuando Samuel, en el momento esperado, no viene, ?l mismo realiza el sacrificio, aun no siendo sacerdote (cfr 1Sam 13); piensa resolver as? el problema, que naturalmente no se resuelve, porque toma en mano por s? mismo lo que no puede hacer, se hace ?l mismo Dios, o casi, y no puede esperarse que las cosas vayan realmente a la manera de Dios. As?, tambi?n nosotros, si ejerci?semos solo una profesi?n como las dem?s, renunciando a la sacralidad, a la novedad, a la diversidad del sacramento que solo Dios da, que puede venir solo de su vocaci?n y no de nuestro ?hacer? no resolveremos nada. Tanto m?s debemos ? como nos invita el Se?or ? rezar a Dios, llamar a la puerta, al coraz?n de Dios, para que nos de vocaciones; rezar con gran insistencia, con gran determinaci?n, con gran convicci?n tambi?n, para que Dios no se cierre ante una oraci?n insistente, permanente, confiada, aunque deje hacer, esperar, como a Sa?l, m?s all? de los tiempos que nosotros hemos previsto. Este me parece el primer punto: animar a los fieles a tener esta humildad, esta confianza, este valor de rezar con insistencia por las vocaciones, de llamar al coraz?n de Dios para que nos de sacerdotes.

Adem?s de esto dir?a quiz?s tres puntos. El primero: cada uno de nosotros deber?a hacer lo posible para vivir su propio sacerdocio de tal manera que resultase convincente, de tal manera que los j?venes puedan decir: esta es una verdadera vocaci?n, as? se puede vivir, as? se hace algo esencial para el mundo. Creo que ninguno de nosotros habr?a llegado a ser sacerdote si no hubiese conocido sacerdotes convincentes en los que ard?a el fuego del amor de Cristo. Por tanto, este es el primer punto: intentemos ser nosotros mismos sacerdotes convincentes. El segundo punto es que debemos invitar, como ya he dicho, a la iniciativa de la oraci?n, a tener esta humildad, esta confianza de hablar con Dios con fuerza, con decisi?n. El tercer punto: tener el valor de hablar con los j?venes si pueden pensar que Dios les llama, porque a menudo una palabra humana es necesaria para abrir la escucha de la vocaci?n divina; hablar con los j?venes y sobre todo ayudarles a encontrar un contexto vital en el que puedan vivir. El mundo de hoy es tal que casi parece excluida la maduraci?n d una vocaci?n sacerdotal; los j?venes necesitan ambientes en los que se viva la fe, en los que aparezca la belleza de la fe, en los que aparezca que ?ste es un modelo de vida, ?el? modelo de vida, y por tanto ayudarles a encontrar movimientos, o la parroquia ? la comunidad en parroquia ? u otros contextos en los que realmente est?n rodeados por la fe, por el amor de Dios, y puedan estar abiertos para que la vocaci?n de Dios llegue y les ayude. Por lo dem?s, damos gracias a Dios por todos los seminaristas de nuestro tiempo, por los j?venes sacerdotes, y oramos. ?El Se?or nos ayudar?! ?Gracias a todos vosotros!

[Traducci?n del original italiano por Inma ?lvarez
?Libreria Editrice Vaticana]


Publicado por verdenaranja @ 23:16  | Habla el Papa
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ZENIT nos ofrece los saludos en distintos idiomas que el Papa dirigi? a los sacerdotes presentes, al concluir la Santa Misa concelebrada?el viernes 11 de Junio de 2010?en la Plaza de San Pedro como conclusi?n del A?o Santo Sacerdotal.

Al t?rmino de esta extraordinaria concelebraci?n, deseo expresar mi viva gratitud a la Congregaci?n para el Clero, por la obra llevada a cabo durante el A?o Sacerdotal y por haber organizado estas jornadas conclusivas. Un pensamiento de especial reconocimiento va a los se?ores cardenales y a los obispos que han querido estar presentes, en particular a cuantos han venido desde lejos.

Queridos sacerdotes franc?fonos, vosotros ten?is una proximidad particular con san Juan Mar?a Vianney. Espero que se convierta en una verdadera complicidad espiritual. ?Que su ejemplo firme os inspire para que el don que hab?is hecho de vosotros mismos al Se?or lleve fruto bueno! Os renuevo mi confianza y os animo a progresar en los caminos de la santidad. ?Que el Se?or os guarde a todos en su amant?simo coraz?n!

?Saludo ahora a todos los sacerdotes de habla inglesa presentes en la celebraci?n de hoy! Mis queridos hermanos, mientras os agradezco por vuestro amor por Cristo y por su esposa la Iglesia, os pido de nuevo solemnemente ser fiel a vuestras promesas. Servid a Dios y a vuestro pueblo con santidad y valent?a, ajustando siempre vuestra vida al misterio de la cruz del Se?or. ?Que Dios bendiga abundantemente vuestra labor apost?lica!

Saludo con todo mi coraz?n a los obispos, sacerdotes y religiosos, as? como todos los peregrinos procedentes de las di?cesis de habla alemana que celebran el final del a?o sacerdotal en Roma, para mostrar su unidad con el Sucesor de Pedro. Queridos hermanos, donde no hay unidad, no hay progreso. Si nos mantenemos unidos unos a otros cuando estamos en Cristo, la vid verdadera, entonces podemos permanecer fuertes y ser testigos vivientes del amor y de la verdad, de modo que los vientos del momento nos doblen o rompan. Cristo es la ra?z que nos sostiene y nos da vida. Demos gracias al Se?or por el don del sacerdocio, por tener cada d?a una oportunidad para ser sus sucesores como buen pastor. ?Que el Esp?ritu Santo os fortalezca en vuestro trabajo!

Saludo cordialmente a los presb?teros de lengua espa?ola, y pido a Dios que esta celebraci?n se convierta en un vigoroso impulso para seguir viviendo con gozo, humildad y esperanza su sacerdocio, siendo mensajeros audaces del Evangelio, ministros fieles de los Sacramentos y testigos elocuentes de la caridad. Con los sentimientos de Cristo, Buen Pastor, os invito a continuar aspirando cada d?a a la santidad, sabiendo que no hay mayor felicidad en este mundo que gastar la vida por la gloria de Dios y el bien de las almas.

Queridos sacerdotes de los pa?ses de lengua oficial portuguesa, doy gracias a Dios por lo que sois y por lo que hac?is, recordando a todos que nada sustituir? jam?s el ministerio de los sacerdotes en la vida de la Iglesia. A ejemplo y bajo el patrocinio del Santo Cura de Ars, perseverad en la amistad con Dios y dejad que vuestras manos y vuestros labios sigan siendo las manos y los labios de Cristo, ?nico Redentor de la humanidad. ?Muchas gracias!

?S?, dicha y gracia me acompa?ar?n todos los d?as de mi vida? (Salmo 23(22), 6). Con estas palabras del salmo saludo a los sacerdotes polacos. Queridos Hermanos, Cristo os ha elegido, os ha llamado, os ha colmado de bondad y de fidelidad. Acoged este don con coraz?n sincero cada d?a y llevadlo con amor a aquellos a quienes hab?is sido enviados. Sed santos y llevad a los dem?s a la santidad de Cristo. ?Que Dios os bendiga!]

Dirijo finalmente mi cordial saludo a los sacerdotes de Roma y de Italia; como tambi?n a los prelados, a los sacerdotes y a los seminaristas de todos los ritos de las Iglesias Orientales cat?licas. S?, finalmente, que en todas las partes del mundo se han mantenido much?simos encuentros celebrativos y espirituales con participaci?n grande y fruct?fera. Por ello, deseo agradecer a los obispos, sacerdotes y organizadores y auguro a todos que prosig?is con renovado empuje el camino de santificaci?n en este sagrado misterio que el Se?or os ha confiado. ?Os bendigo de coraz?n!

[Traducci?n del original en varios idiomas por Inma ?lvarez]


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ZENIT nos ofrece la homil?a que el Papa pronunci?el viernes 11 de Junio de 2010?en la Plaza de San Pedro, durante la solemne Concelebraci?n Eucar?stica con sacerdotes de todo el mundo (entre los que se encontraba nuestro p?rroco), con la que se clausura el A?o Sacerdotal.

Queridos hermanos en el ministerio sacerdotal,
Queridos hermanos y hermanas

El A?o Sacerdotal que hemos celebrado, 150 a?os despu?s de la muerte del santo Cura de Ars, modelo del ministerio sacerdotal en nuestros d?as, llega a su fin. Nos hemos dejado guiar por el Cura de Ars para comprender de nuevo la grandeza y la belleza del ministerio sacerdotal. El sacerdote no es simplemente alguien que detenta un oficio, como aquellos que toda sociedad necesita para que puedan cumplirse en ella ciertas funciones. Por el contrario, el sacerdote hace lo que ning?n ser humano puede hacer por s? mismo: pronunciar en nombre de Cristo la palabra de absoluci?n de nuestros pecados, cambiando as?, a partir de Dios, la situaci?n de nuestra vida. Pronuncia sobre las ofrendas del pan y el vino las palabras de acci?n de gracias de Cristo, que son palabras de transustanciaci?n, palabras que lo hacen presente a ?l mismo, el Resucitado, su Cuerpo y su Sangre, transformando as? los elementos del mundo; son palabras que abren el mundo a Dios y lo unen a ?l. Por tanto, el sacerdocio no es un simple ?oficio?, sino un sacramento: Dios se vale de un hombre con sus limitaciones para estar, a trav?s de ?l, presente entre los hombres y actuar en su favor. Esta audacia de Dios, que se abandona en las manos de seres humanos; que, aun conociendo nuestras debilidades, considera a los hombres capaces de actuar y presentarse en su lugar, esta audacia de Dios es realmente la mayor grandeza que se oculta en la palabra ?sacerdocio?. Que Dios nos considere capaces de esto; que por eso llame a su servicio a hombres y, as?, se una a ellos desde dentro, esto es lo que en este a?o hemos querido de nuevo considerar y comprender. Quer?amos despertar la alegr?a de que Dios est? tan cerca de nosotros, y la gratitud por el hecho de que ?l se conf?e a nuestra debilidad; que ?l nos gu?e y nos ayude d?a tras d?a. Quer?amos tambi?n, as?, ense?ar de nuevo a los j?venes que esta vocaci?n, esta comuni?n de servicio por Dios y con Dios, existe; m?s a?n, que Dios est? esperando nuestro ?s??. Junto con la Iglesia, hemos querido destacar de nuevo que tenemos que pedir a Dios esta vocaci?n. Pedimos trabajadores para la mies de Dios, y esta plegaria a Dios es, al mismo tiempo, una llamada de Dios al coraz?n de j?venes que se consideren capaces de eso mismo para lo que Dios los cree capaces. Era de esperar que al ?enemigo? no le gustara que el sacerdocio brillara de nuevo; ?l hubiera preferido verlo desaparecer, para que al fin Dios fuera arrojado del mundo. Y as? ha ocurrido que, precisamente en este a?o de alegr?a por el sacramento del sacerdocio, han salido a la luz los pecados de los sacerdotes, sobre todo el abuso a los peque?os, en el cual el sacerdocio, que lleva a cabo la solicitud de Dios por el bien del hombre, se convierte en lo contrario. Tambi?n nosotros pedimos perd?n insistentemente a Dios y a las personas afectadas, mientras prometemos que queremos hacer todo lo posible para que semejante abuso no vuelva a suceder jam?s; que en la admisi?n al ministerio sacerdotal y en la formaci?n que prepara al mismo haremos todo lo posible para examinar la autenticidad de la vocaci?n; y que queremos acompa?ar a?n m?s a los sacerdotes en su camino, para que el Se?or los proteja y los custodie en las situaciones dolorosas y en los peligros de la vida. Si el A?o Sacerdotal hubiera sido una glorificaci?n de nuestros logros humanos personales, habr?a sido destruido por estos hechos. Pero, para nosotros, se trataba precisamente de lo contrario, de sentirnos agradecidos por el don de Dios, un don que se lleva en ?vasijas de barro?, y que una y otra vez, a trav?s de toda la debilidad humana, hace visible su amor en el mundo. As?, consideramos lo ocurrido como una tarea de purificaci?n, un quehacer que nos acompa?a hacia el futuro y que nos hace reconocer y amar m?s a?n el gran don de Dios. De este modo, el don se convierte en el compromiso de responder al valor y la humildad de Dios con nuestro valor y nuestra humildad. La palabra de Cristo, que hemos entonado como canto de entrada en la liturgia de hoy, puede decirnos en este momento lo que significa hacerse y ser sacerdote: ?Cargad con mi yugo y aprended de m?, que soy manso y humilde de coraz?n? (Mt 11,29).

Celebramos la fiesta del Sagrado Coraz?n de Jes?s y con la liturgia echamos una mirada, por as? decirlo, dentro del coraz?n de Jes?s, que al morir fue traspasado por la lanza del soldado romano. S?, su coraz?n est? abierto por nosotros y ante nosotros; y con esto nos ha abierto el coraz?n de Dios mismo. La liturgia interpreta para nosotros el lenguaje del coraz?n de Jes?s, que habla sobre todo de Dios como pastor de los hombres, y as? nos manifiesta el sacerdocio de Jes?s, que est? arraigado en lo ?ntimo de su coraz?n; de este modo, nos indica el perenne fundamento, as? como el criterio v?lido de todo ministerio sacerdotal, que debe estar siempre anclado en el coraz?n de Jes?s y ser vivido a partir de ?l. Quisiera meditar hoy, sobre todo, los textos con los que la Iglesia orante responde a la Palabra de Dios proclamada en las lecturas. En esos cantos, palabra y respuesta se compenetran. Por una parte, est?n tomados de la Palabra de Dios, pero, por otra, son ya al mismo tiempo la respuesta del hombre a dicha Palabra, respuesta en la que la Palabra misma se comunica y entra en nuestra vida. El m?s importante de estos textos en la liturgia de hoy es el Salmo 23 [22] ? ?El Se?or es mi pastor? ?, en el que el Israel orante acoge la autorevelaci?n de Dios como pastor, haciendo de esto la orientaci?n para su propia vida. ?El Se?or es mi pastor, nada me falta?. En este primer vers?culo se expresan alegr?a y gratitud porque Dios est? presente y cuida del hombre. La lectura tomada del Libro de Ezequiel empieza con el mismo tema: ?Yo mismo en persona buscar? a mis ovejas, siguiendo su rastro? (Ez 34,11). Dios cuida personalmente de m?, de nosotros, de la humanidad. No me ha dejado solo, extraviado en el universo y en una sociedad ante la cual uno se siente cada vez m?s desorientado. ?l cuida de m?. No es un Dios lejano, para quien mi vida no cuenta casi nada. Las religiones del mundo, por lo que podemos ver, han sabido siempre que, en ?ltimo an?lisis, s?lo hay un Dios. Pero este Dios era lejano. Abandonaba aparentemente el mundo a otras potencias y fuerzas, a otras divinidades. Hab?a que llegar a un acuerdo con ?stas. El Dios ?nico era bueno, pero lejano. No constitu?a un peligro, pero tampoco ofrec?a ayuda. Por tanto, no era necesario ocuparse de ?l. ?l no dominaba. Extra?amente, esta idea ha resurgido en la Ilustraci?n. Se aceptaba no obstante que el mundo presupone un Creador. Este Dios, sin embargo, habr?a construido el mundo, para despu?s retirarse de ?l. Ahora el mundo tiene un conjunto de leyes propias seg?n las cuales se desarrolla, y en las cuales Dios no interviene, no puede intervenir. Dios es s?lo un origen remoto. Muchos, quiz?s, tampoco deseaban que Dios se preocupara de ellos. No quer?an que Dios los molestara. Pero all? donde la cercan?a del amor de Dios se percibe como molestia, el ser humano se siente mal. Es bello y consolador saber que hay una persona que me quiere y cuida de m?. Pero es mucho m?s decisivo que exista ese Dios que me conoce, me quiere y se preocupa por m?. ?Yo conozco mis ovejas y ellas me conocen? (Jn 10,14), dice la Iglesia antes del Evangelio con una palabra del Se?or. Dios me conoce, se preocupa de m?. Este pensamiento deber?a proporcionarnos realmente alegr?a. Dejemos que penetre intensamente en nuestro interior. En ese momento comprendemos tambi?n qu? significa: Dios quiere que nosotros como sacerdotes, en un peque?o punto de la historia, compartamos sus preocupaciones por los hombres. Como sacerdotes, queremos ser personas que, en comuni?n con su amor por los hombres, cuidemos de ellos, les hagamos experimentar en lo concreto esta atenci?n de Dios. Y, por lo que se refiere al ?mbito que se le conf?a, el sacerdote, junto con el Se?or, deber?a poder decir: ?Yo conozco mis ovejas y ellas me conocen?. ?Conocer?, en el sentido de la Sagrada Escritura, nunca es solamente un saber exterior, igual que se conoce el n?mero telef?nico de una persona. ?Conocer? significa estar interiormente cerca del otro. Quererle. Nosotros deber?amos tratar de ?conocer? a los hombres de parte de Dios y con vistas a Dios; deber?amos tratar de caminar con ellos en la v?a de la amistad con Dios.

Volvamos al Salmo. All? se dice: ?Me gu?a por el sendero justo, por el honor de su nombre. Aunque camine por ca?adas oscuras, nada temo, porque t? vas conmigo: tu vara y tu cayado me sosiegan? (23 [22], 3s). El pastor muestra el camino correcto a quienes le est?n confiados. Los precede y gu?a. Dig?moslo de otro modo: el Se?or nos muestra c?mo se realiza en modo justo nuestro ser hombres. Nos ense?a el arte de ser persona. ?Qu? debo hacer para no arruinarme, para no desperdiciar mi vida con la falta de sentido? En efecto, ?sta es la pregunta que todo hombre debe plantearse y que sirve para cualquier per?odo de la vida. ?Cu?nta oscuridad hay alrededor de esta pregunta en nuestro tiempo! Siempre vuelve a nuestra mente la palabra de Jes?s, que ten?a compasi?n por los hombres, porque estaban como ovejas sin pastor. Se?or, ten piedad tambi?n de nosotros. Mu?stranos el camino. Sabemos por el Evangelio que ?l es el camino. Vivir con Cristo, seguirlo, esto significa encontrar el sendero justo, para que nuestra vida tenga sentido y para que un d?a podamos decir: "S?, vivir ha sido algo bueno". El pueblo de Israel estaba y est? agradecido a Dios, porque ha mostrado en los mandamientos el camino de la vida. El gran salmo 119 (118) es una expresi?n de alegr?a por este hecho: nosotros no andamos a tientas en la oscuridad. Dios nos ha mostrado cu?l es el camino, c?mo podemos caminar de manera justa. La vida de Jes?s es una s?ntesis y un modelo vivo de lo que afirman los mandamientos. As? comprendemos que estas normas de Dios no son cadenas, sino el camino que ?l nos indica. Podemos estar alegres por ellas y porque en Cristo est?n ante nosotros como una realidad vivida. ?l mismo nos hace felices. Caminando junto a Cristo tenemos la experiencia de la alegr?a de la Revelaci?n, y como sacerdotes debemos comunicar a la gente la alegr?a de que nos haya mostrado el camino justo.

Despu?s viene una palabra referida a la "ca?ada oscura", a trav?s de la cual el Se?or gu?a al hombre. El camino de cada uno de nosotros nos llevar? un d?a a la ca?ada oscura de la muerte, a la que ninguno nos puede acompa?ar. Y ?l estar? all?. Cristo mismo ha descendido a la noche oscura de la muerte. Tampoco all? nos abandona. Tambi?n all? nos gu?a. "Si me acuesto en el abismo, all? te encuentro", dice el salmo 139 (138). S?, t? est?s presente tambi?n en la ?ltima fatiga, y as? el salmo responsorial puede decir: tambi?n all?, en la ca?ada oscura, nada temo. Sin embargo, hablando de la ca?ada oscura, podemos pensar tambi?n en las ca?adas oscuras de las tentaciones, del desaliento, de la prueba, que toda persona humana debe atravesar. Tambi?n en estas ca?adas tenebrosas de la vida ?l est? all?. Se?or, en la oscuridad de la tentaci?n, en las horas de la oscuridad, en que todas las luces parecen apagarse, mu?strame que t? est?s all?. Ay?danos a nosotros, sacerdotes, para que podamos estar junto a las personas que en esas noches oscuras nos han sido confiadas, para que podamos mostrarles tu luz.

?Tu vara y tu cayado me sosiegan?: el pastor necesita la vara contra las bestias salvajes que quieren atacar el reba?o; contra los salteadores que buscan su bot?n. Junto a la vara est? el cayado, que sostiene y ayuda a atravesar los lugares dif?ciles. Las dos cosas entran dentro del ministerio de la Iglesia, del ministerio del sacerdote. Tambi?n la Iglesia debe usar la vara del pastor, la vara con la que protege la fe contra los farsantes, contra las orientaciones que son, en realidad, desorientaciones. En efecto, el uso de la vara puede ser un servicio de amor. Hoy vemos que no se trata de amor, cuando se toleran comportamientos indignos de la vida sacerdotal. Como tampoco se trata de amor si se deja proliferar la herej?a, la tergiversaci?n y la destrucci?n de la fe, como si nosotros invent?ramos la fe aut?nomamente. Como si ya no fuese un don de Dios, la perla preciosa que no dejamos que nos arranquen. Al mismo tiempo, sin embargo, la vara continuamente debe transformarse en el cayado del pastor, cayado que ayude a los hombres a poder caminar por senderos dif?ciles y seguir a Cristo.

Al final del salmo, se habla de la mesa preparada, del perfume con que se unge la cabeza, de la copa que rebosa, del habitar en la casa del Se?or. En el salmo, esto muestra sobre todo la perspectiva del gozo por la fiesta de estar con Dios en el templo, de ser hospedados y servidos por ?l mismo, de poder habitar en su casa. Para nosotros, que rezamos este salmo con Cristo y con su Cuerpo que es la Iglesia, esta perspectiva de esperanza ha adquirido una amplitud y profundidad todav?a m?s grande. Vemos en estas palabras, por as? decir, una anticipaci?n prof?tica del misterio de la Eucarist?a, en la que Dios mismo nos invita y se nos ofrece como alimento, como aquel pan y aquel vino exquisito que son la ?nica respuesta ?ltima al hambre y a la sed interior del hombre. ?C?mo no alegrarnos de estar invitados cada d?a a la misma mesa de Dios y habitar en su casa? ?C?mo no estar alegres por haber recibido de ?l este mandato: "Haced esto en memoria m?a"? Alegres porque ?l nos ha permitido preparar la mesa de Dios para los hombres, de ofrecerles su Cuerpo y su Sangre, de ofrecerles el don precioso de su misma presencia. S?, podemos rezar juntos con todo el coraz?n las palabras del salmo: ?Tu bondad y tu misericordia me acompa?an todos los d?as de mi vida? (23 [22], 6).

Por ?ltimo, veamos brevemente los dos cantos de comuni?n sugeridos hoy por la Iglesia en su liturgia. Ante todo, est? la palabra con la que san Juan concluye el relato de la crucifixi?n de Jes?s: ?uno de los soldados con la lanza le traspas? el costado, y al punto sali? sangre y agua? (Jn 19,34). El coraz?n de Jes?s es traspasado por la lanza. Se abre, y se convierte en una fuente: el agua y la sangre que manan aluden a los dos sacramentos fundamentales de los que vive la Iglesia: el Bautismo y la Eucarist?a. Del costado traspasado del Se?or, de su coraz?n abierto, brota la fuente viva que mana a trav?s de los siglos y edifica la Iglesia. El coraz?n abierto es fuente de un nuevo r?o de vida; en este contexto, Juan ciertamente ha pensado tambi?n en la profec?a de Ezequiel, que ve manar del nuevo templo un r?o que proporciona fecundidad y vida (Ez 47): Jes?s mismo es el nuevo templo, y su coraz?n abierto es la fuente de la que brota un r?o de vida nueva, que se nos comunica en el Bautismo y la Eucarist?a.

La liturgia de la solemnidad del Sagrado Coraz?n de Jes?s, sin embargo, prev? como canto de comuni?n otra palabra, af?n a ?sta, extra?da del evangelio de Juan: ?El que tenga sed, que venga a m?; el que cree en m? que beba. Como dice la Escritura: De sus entra?as manar?n torrentes de agua viva? (cfr. Jn 7,37s). En la fe bebemos, por as? decir, del agua viva de la Palabra de Dios. As?, el creyente se convierte ?l mismo en una fuente, que da agua viva a la tierra reseca de la historia. Lo vemos en los santos. Lo vemos en Mar?a que, como gran mujer de fe y de amor, se ha convertido a lo largo de los siglos en fuente de fe, amor y vida. Cada cristiano y cada sacerdote deber?an transformarse, a partir de Cristo, en fuente que comunica vida a los dem?s. Deber?amos dar el agua de la vida a un mundo sediento. Se?or, te damos gracias porque nos has abierto tu coraz?n; porque en tu muerte y resurrecci?n te has convertido en fuente de vida. Haz que seamos personas vivas, vivas por tu fuente, y danos ser tambi?n nosotros fuente, de manera que podamos dar agua viva a nuestro tiempo. Te agradecemos la gracia del ministerio sacerdotal. Se?or, bend?cenos y bendice a todos los hombres de este tiempo que est?n sedientos y buscando. Am?n.

[?Copyright 2010 - Libreria Editrice Vaticana]


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DOMINGO 12 DEL TIEMPO ORDINARIO / C

20 de Junio de 2010

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La gracia y la paz de Dios, nuestro Padre, y de Jesucristo, el Se?or, est? con todos vosotros.

Estamos ya a fin de curso en las escuelas, estamos a punto de empezar el verano, yJes?s nos convoca una vez m?s, como todos los domingos. Lo hace porque nos conoce a cada uno de nosotros y nos ama, y porque quiere que nosotros, tambi?n, lo conozcamos y lo amemos cada vez m?s.

Por eso, hoy, en el evangelio, nos volver? a recordar que, si realmente queremos seguirle, debemos ir por su mismo camino, y no por otro. Y su camino es un camino de entrega, de amor total, de fidelidad hasta la muerte).

A. penitencial: Ahora, en estos momentos de silencio, pong?monos ante Dios y pid?mosle su gracia y su perd?n por nuestras infidelidades. (Silencio).

T?, Siervo fiel de Dios. SE?OR, TEN PIEDAD.
T?, Mes?as muerto y resucitado. CRISTO, TEN PIEDAD.
T?, nuestro camino y nuestra vida. SE?OR, TEN PIEDAD.

1. lectura (Zacar?as 12,10-11): En el evangelio Jes?s nos anunciar? su entrega hasta la muerte, y nos invitar? a seguirle. Ahora, en esta primera lectura, escucharemos un anuncio prof?tico que nos habla de una muerte que causa un gran dolor, pero que da vida a todo el pueblo.

Salmo (62): Lo hemos escuchado en la lectura: por la muerte del Hijo de Dios, ha brotado en el mundo un manantial de agua abundante que nos purifica y nos salva. Cantemos ahora, en el salmo, nuestra sed de la salvaci?n de Dios.

2. lectura (G?latas 3,26-29): Escuchemos ahora una gran afirmaci?n de san Pablo que deber?amos tener siempre muy presente.

Oraci?n universal: Oremos unidos en la fe y en la espe?ranza, por nosotros, por la Iglesia y por el mundo entero. Oremos diciendo: ESC?CHANOS, PADRE.

Para que los cristianos sepamos comunicar a los dem?s la alegr?a que compartimos viviendo y celebrando nuestra fe. OREMOS:

Para que todas las iglesias y comunidades cristianas busquemos sinceramente la unidad que Jes?s quiere. OREMOS:

Para que los chicos y chicas que ahora terminan el curso escolar crezcan llenos de salud y de vida, y puedan descubrir la felicidad de seguir a Jesucristo. OREMOS:

Para que los que en los ?ltimos tiempos han sido v?cti?mas de desgracias naturales como los terremotos o los tsunamis, no queden olvidados y reciban el apoyo que necesitan para rehacer sus vidas. OREMOS:

Para que todos nosotros amemos cada d?a m?s a Jesucristo. OREMOS:

Escucha, Padre, nuestra oraci?n, y llena el mundo entero de tu amor. Por Jesucristo, nuestro Se?or.

Padrenuestro: Gracias a Jes?s, muerto y resucitado por nosotros, podemos acercarnos confiadamente a Dios. Por eso nos atrevemos a decir:

?

CPL


Publicado por verdenaranja @ 16:38  | Liturgia
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Comentario al evangelio del domingo duod?cimo del Tiempo Ordinario ? C, publicado en Diario de Avisos el domingo 13 de Junio de 2010 bajo el ep?grafe DOMINGO CRISTIANO.

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Lluvia de encuestas

Daniel Padilla

Unade las caracter?sticas de nuestro vivir actual es la invasi?n de las encuestas. De la misma manera que ha llegado la poluci?n atmos?f?rica, o los productos congelados, o la m?sica delirantemente r?tmica y ruidosa, del mismo modo han proliferado las encuestas. Todo se somete hoy a encuesta: el pasado, el presente y el futuro. Hasta lo futurible: ?ganar?a la Liga tal equipo con otro entrenador que no fuera el actual? Decididamente, no sabr??amos ya vivir sin encuestas. Yo no s? si las encuestas ayudan -o al rev?s- para que formemos opini?n y sepan tomar decisio?nes los dirigentes. No s? siquiera si sirven para que los encuestados progresen como seres pensantes, razonadores, despiertos.

Tampoco s? -aunque a veces lo pienso-, si las encuestas tendr?n como finalidad divertir al personal, tanto a encuestado?res como a encuestados. Lo que s? s? es que, cuando menos lo piense uno, le asalta alguien en la calle -bol?grafo o micr?fono en mano-, y ?zas!, comienza el interrogatorio: ?qu? opina usted sobre los incendios forestales, el SIDA, la corrupci?n? Pues bien. He aqu? que Jes?s tambi?n, un d?a, se lanz? a la calle, en Cesarea de Filipo, y comenz? su personal interrogatorio: ?qui?n dice la gente que es el Hijo del Hombre? No pretendo ana?lizar, ni mucho menos, las contestaciones dadas. Simplemente me planteo unos interrogantes y reflexiones al ritmo del suceso. ?Qu? pretend?a Jes?s? ?Conocer a los encuestados a trav?s de sus contes?taciones, o quiz? conocerse a s? mismo deduciendo, de las opiniones de los dem?s, si estaba acertado o no, en los caminos de la implantaci?n del Reino? ?O quiz? lo que pretend?a Jes?s era que los encuestados se conocieran entre s?? De tal manera que el mutuo conoci?miento les llevara a la comprensi?n, y la comprensi?n al amor. ?Y el amor entre lo hombres -ya lo saben- es lo que se convertir?a en verdadero camino hacia Dios! Jes?s, aunque s?lo consta que en esta ocasi?n se dirigiera en un interrogatorio directo a las gentes, en realidad toda su vida estuvo sometida al variopinto resul?tado de las encuestas. Unos le llamaban Samaritano, cosa mala y reprochable. Otros cre?an que estaba endemoniado. Algunos le ten?an por comil?n y bebedor, porque no ten?a reparo en sentarse a la mesa entre pecadores y publicanos. Otros se debat?an entre el asombro y la incerti?dumbre porque no entend?an c?mo pod?a perdonar los pecados. Es decir, opi?naban todo sobre ?l. Hasta en el momento de morir se bifurcaban sus opi?niones. Mientras los jud?os lo entregaban porque era un malhechor, el centuri?n aseguraba: "Este hombre es el Hijo de Dios". ?ltima y principal reflexi?n: ?qu? despiste tan monumental el de los huma?nos! ?Entonces y ahora! Ya el libro de los salmos hab?a sentencia de nosotros: "?Tienen ojos y no ven. Tienen o?dos y no oyen!". Es claro que as? sucede. Ocurri? entonces: "Vino a los suyos y los suyos no le recibieron", se lamentaba Juan, a?a?diendo: "?Era la luz, pero los hombres prefirieron, las tinieblas a la Luz!".


Publicado por verdenaranja @ 16:28  | Espiritualidad
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Lunes, 14 de junio de 2010

Homil?a de monse?or Luis H. Villalba, arzobispo de Tucum?n, en el Te Deum? (Iglesia catedral, 25 de mayo de 2010). (AICA)


TE DEUM????

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?? ? ? ? ?1. Hoy, al cumplirse 200 a?os de la Revoluci?n de Mayo, nos hemos reunido en nuestra Catedral? para orar por nuestra Patria, cumpliendo as? una tradici?n, que se remonta desde el nacimiento de la misma.??

????????? Por eso cultivamos esta tradici?n: comenzando el d?a de la Patria orando y agradeciendo a Dios por la Argentina.?

????????? Rezamos para ello el solemne Te Deum, que es un antiguo himno de la Iglesia, un himno de Acci?n de Gracias que acompa?? a nuestra Patria desde el comienzo de su independencia.

????????? En nuestra historia, fueron memorables los entonados la tarde del 14 de agosto de 1806, dando gracias a Dios por la Reconquista de Buenos Aires, y el proclamado el 19 de julio de 1807 luego de la exitosa defensa contra la invasi?n extranjera.?

????????? La Junta de Mayo, que asumi? la soberan?a del pueblo ante la invasi?n napole?nica, orden? el Te Deum con la mayor solemnidad posible que se celebr? en la Catedral de Buenos Aires el 30 de mayo de 1810 y fue predicado por el sacerdote Doctor Diego Estanislao Zabaleta.?

????????? En mayo de 1816, en v?speras de la apertura de las sesiones del Congreso de Tucum?n, el Presb?tero Manuel Acevedo pronunci? el Te Deum. Y, despu?s de declarar la Independencia, lo primero que hicieron los Congresales de Tucum?n, fue ir a la Iglesia de San Francisco para dar gracias a Dios y en esa ocasi?n tuvo la oraci?n patri?tica el insigne sacerdote Pedro Ignacio de Castro Barros, diputado por La Rioja.?

????????? De este modo, este ?c?ntico de alabanza y de acci?n de gracias que se eleva (?) a Aquel que siendo eterno, nos acompa?a en el tiempo sin abandonarnos nunca y que siempre vela por la humanidad con la fidelidad de su amor misericordioso? (Cfr. S.S. Benedicto XVI, Te Deum, 31/XII/2005), ha marcado los hitos fundamentales de nuestra historia como Naci?n y ha expresado el sentir com?n de los argentinos en momentos claves de nuestra vida pol?tica.?

????????? El Te Deum expresa la actitud m?s noble que el hombre puede tener ante Dios: ?A Ti, oh Dios,? te alabamos, a Ti, Se?or, te reconocemos?.?

2. El 25 de mayo de 1810 es el comienzo de nuestra Patria

????????? La Primera Junta presidida por Saavedra y aclamada por el pueblo, constituye el primer gobierno criollo.?

????????? La Revoluci?n de Mayo puso en marcha un proceso que culminar?a con la Independencia Nacional en el Congreso de Tucum?n de 1816.?

????????? Podemos decir que lo que aconteci? el 25 de Mayo de 1810 fue el comienzo de una revoluci?n por la independencia del pa?s, que culminar? con el nacimiento de la Naci?n Argentina, cuando a?os m?s tarde, en 1816, se integren las provincias a la Naci?n naciente.??

????????? Hace poco los Obispos argentinos dijimos ?La Patria es un don, la Naci?n una tarea?? (Declaraci?n de la Comisi?n Permanente del Episcopado Argentino, 10 de marzo de 2010).??

????????? Hoy damos gracias a Dios por el don de nuestra Patria.

????????? ?Qu? es la Patria?

????????? La Patria no es lo mismo que la Naci?n o el pa?s.

????????? La Patria no es s?lo el territorio, tampoco la sangre o el idioma. Pues pueden convivir individuos y familias de diversa razas y constituir una misma patria.?

????????? ?Es acaso la bandera? Tampoco. La bandera es la ense?a, el s?mbolo de la patria, pero no es la patria?

????????? La Patria es algo todav?a m?s profundo y m?s sublime.??

????????? Patria viene de padre. Patria es paternidad, y toda paternidad es amable, es venerable. Cuando hablamos de patria asumimos la herencia de los padres.?

????????? La Patria es el acerbo moral que se ha venido acumulando desde sus or?genes, es la convivencia compartida en las mismas modalidades y en el estilo de vida. Es el tesoro de las mismas tradiciones. Es la comuni?n en las mismas creencias.???

????????? La Patria es la cultura y los ideales de convivencia que nos dieron singularidad a lo largo de estos dos siglos de existencia.??

????????? La Patria significa la herencia recibida de los antepasados, se trata de la herencia cultural, de las tradiciones, de las costumbres. Nuestra? Patria desde sus or?genes estuvo impregnada, de principios y sentimientos cristianos, dando lugar a un estilo de vida inspirados en ideales de justicia, de fraternidad y de amor.??

????????? La Patria es el alma com?n que es nuestro mayor patrimonio. Y el alma de nuestra patria es cristiana. Tan cristiana como argentina. Y esa alma es la que debemos conservar.?

3. ?La Patria es un don, la Naci?n una tarea?

????????? Edificar la Naci?n: esa es nuestra tarea.?

????????? Por eso venimos tambi?n a orar por el porvenir de la Argentina.?

????????? En este d?a de la Patria renovemos nuestro compromiso de ser constructores de una sociedad m?s solidaria, m?s justa, de ser art?fices de la paz verdadera.

?????????? Esta tarea hace renacer en nosotros una gran esperanza. Pero, tambi?n, una gran responsabilidad hacia esa inmensa multitud de hermanos nuestros que necesitan vivienda, alimento,? trabajo, educaci?n, salud, seguridad. Queremos ser para ellos constructores de un mundo m?s solidario, m?s justo, m?s humano, el que anhela el coraz?n del hombre.?

????????? La conmemoraci?n del Bicentenario del nacimiento de nuestro pa?s es la ocasi?n propicia para fijar los objetivos que como sociedad debemos compartir y esforzarnos por lograr. Afrontar la erradicaci?n de la pobreza debe ser una emergencia nacional.????

????????? Los Obispos Argentinos dijimos: ?La gran deuda de los argentinos es la deuda social. Podemos preguntarnos si estamos dispuestos a cambiar y a comprometernos para saldarla. ?No deber?amos acordar entre todos que esa deuda social, que no admite postergaci?n, sea la prioridad fundamental de nuestro quehacer?? (Hacia un Bicentenario en justicia y solidaridad, 14/11/2008).?

?? ???????Hoy, al conmemorar el Bicentenario: ?Nos sentimos heridos y agobiados?pero queremos ser Naci?n, una Naci?n cuya identidad sea la pasi?n por la verdad y el compromiso por el bien com?n? (Conferencia Episcopal Argentina, Oraci?n por la Patria, 2001).??

????????? Ponemos nuestra esperanza en manos de la Sant?sima Virgen para que todos los argentinos sin exclusi?n alguna podamos vivir nuestra dignidad de hijos de Dios en una convivencia fraterna y solidaria.?

Mons. Luis H. Villalba, arzobispo de Tucum?n?

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Homil?a de monse?or Jos? Mar?a Arancibia, arzobispo de Mendoza, en la celebraci?n por el Bicentenario de la patria (Bas?lica de San Francisco, 25 de mayo de 2010). (AICA)


CELEBRACI?N RELIGIOSA EN EL BICENTENARIO DE LA PATRIA????????

?1. Celebremos el Bicentenario de la Patria con un coraz?n grande

????????? Hemos llegado a un d?a muy esperado. Celebramos dos siglos del primer gobierno patrio, y en cierta manera, del origen de la Naci?n. Muchos actos se han preparado en torno a este singular aniversario. De mi parte, quiero invitar a todos -en primer lugar- a mirar y vivir esta conmemoraci?n con un coraz?n grande. Quiz?s algunas preocupaciones importantes sobre la familia y sobre el pa?s, impiden disponer el esp?ritu para compartir la fiesta. No obstante, cuando dejamos que se nos dilate el coraz?n, se renuevan los motivos de esperanza.?

????????? La grandeza de ?nimo permite celebrar el Bicentenario durante un tiempo prolongado. En realidad, fue importante la fecha de 1810, y m?s todav?a la de 1816. De all? que, una celebraci?n que se prolongue desde ahora hasta el 2016, permite el repaso meditado de una historia, que siempre es maestra de vida. En ella se aprende de los hechos gloriosos como de los errores y fracasos. Nuestra historia nacional no es por entero una grandiosa epopeya, pero tampoco carece de personas, hechos y de resultados, que podamos ignorar. Muy por el contrario. Pienso entonces que una celebraci?n serena y prolongada, puede dar oportunidades de b?squeda y de dialogo compartido, que resulten para todos una verdadera ense?anza.?

????????? Un coraz?n grande, adem?s, mira con amplitud el pasado y el futuro. Celebrar dos siglos de patria significa reconocer toda la historia precedente en Am?rica. Muchos pueblos originarios que poblaron el actual territorio argentino, necesitan ser nombrados y valorados, por el aporte de su experiencia y cultura. M?s a?n, su encuentro con los colonizadores, sigue siendo objeto de revisi?n, con sus aciertos y errores, de manera que es todav?a una lecci?n de vida y una deuda por saldar. Algo semejante se debe decir de la ?poca hisp?nica, que nadie debe ignorar, ni mucho menos detestar, por considerarse patriota. Respecto al futuro es una responsabilidad grande preverlo y prepararlo. Pensar y vivir el bicentenario, compromete a ciudadanos y gobernantes en la b?squeda -precisamente desde una supuesta madurez centenaria- del bienestar integral de todo el pueblo, edificado sobre las s?lidas bases de la verdad, la justicia y la equidad, la reconciliaci?n, la solidaridad, que son imprescindibles para una aut?ntica convivencia en paz y amor.??????????

2. Estamos invitados a celebrar desde la fe religiosa

????????? Los or?genes de la Patria fueron preparados por gente de sincera fe cristiana. La proclama inicial del 26 de mayo de 1810, firmada por la primera Junta, explicaba al pueblo con plena seguridad y convicci?n los prop?sitos revolucionarios: ?Fijad, pues, vuestra confianza y aseguraos de nuestras intenciones. Un deseo eficaz, un celo activo y una contracci?n viva y asidua a promover por todos los medios posibles la conservaci?n de nuestra Religi?n Santa, la observancia de las leyes que nos rigen, la com?n prosperidad y el sost?n de estas posesiones ...?. Un testigo cuenta adem?s, que pocos d?as despu?s: ?Se hizo una solemne funci?n en la catedral, y se cant? el Te Deum en acci?n de gracias por la instalaci?n de la Junta; la que asisti? a ella con todos los tribunales; y pontific? el Se?or Obispo?.?

????????? Desde entonces existe esta costumbre, que mantenemos con la apertura y el respeto que exigen los nuevos tiempos y el sano pluralismo. El Te Deum (A t?, Dios te alabamos), lleva como nombre las primeras palabras de un antiguo himno cristiano del siglo V. Es una alabanza a Dios Padre, Hijo y Esp?ritu Santo, que eleva toda la creaci?n, junto con los profetas, ap?stoles y m?rtires. Canta con gozo y esperanza la resurrecci?n de Cristo, que triunf? de la muerte y vive para siempre. Las frases finales son una plegaria llena de confianza: Mu?strate amigo y defensor de los hombres que salvaste - Salva a tu pueblo y bendice tu heredad - S? su pastor y gu?alos siempre - A ti Se?or me acojo, no quede yo nunca defraudo. Hoy entonaremos este himno con m?sica compuesta en Mendoza y para esta ocasi?n. Tengo la plena seguridad de que puede inspirar sanos sentimientos de acci?n de gracias y de serena confianza, como el compromiso de conducta frente a Dios y al pueblo.?

3. La Palabra de Dios echa luz sobre el deseo de libertad y de riqueza

????????? El himno Te Deum tiene muchas referencias b?blicas que ayudan a rezar. Quienes reconocen en la Biblia la Palabra de Dios, encuentran siempre luz abundante para caminar en la vida, sea pr?spera o adversa el situaci?n que pasan. En la primera lectura de hoy, san Pablo anuncia el verdadero sentido de la libertad (Gal 5,13-25). No somos libres para satisfacer cualquier deseo. La antigua ley mosaica confirmada por el Evangelio, marca el sentido y el objetivo de ser libre como persona humana: el amor al pr?jimo. Amor que para los cristianos es adem?s infundido por el Esp?ritu, como fruto de la Pascua de Jes?s, junto con los dones maravillosos de la alegr?a, la paz, la bondad, la serenidad y la confianza. La vocaci?n a la libertad, por tanto, no deber?a dar lugar al ego?smo, mucho menos al rencor, o a la indiferencia o falta de solidaridad. Si nos hemos liberado de potencias extranjeras, es para ser entusiastas promotores del desarrollo humano integral de nuestro pueblo, superando toda exclusi?n social, injusticia, miseria o corrupci?n, que est?n re?idas de plano con el amor verdadero. Seg?n la Palabra de Jes?s en el Evangelio (Lc 12,15-21), las riquezas adquiridas pierden sentido, si son? acumuladas en beneficio de uno solo, o de unos pocos. La vida humana es el primer don de Dios; maravilloso pero limitado; a ?l daremos cuenta de todo lo que recibimos y de c?mo lo utilizamos.?

????????? Esta ense?anza ilumina y cuestiona la vida. ?Qu? hicimos en dos siglos con la riqueza del nuestro suelo, de nuestra gente, de su trabajo y de su cultura? La condici?n de patria libre y soberana, ?redunda en beneficio y crecimiento de todos los argentinos? ?de todas sus necesidades, materiales y espirituales? Son preguntas que interpelan a cada habitante, si entiende que su condici?n de ciudadano, no es s?lo vivir y gozar de esta tierra, sino amarla de veras y trabajar con responsabilidad por el bien com?n. As? se comprende el mensaje de los obispos argentinos, que hace poco presentaban la Patria como un don recibido, pero a? la vez como una tarea, porque la Naci?n convoca y compromete el esfuerzo de todos (10 de marzo 2010).?

4. El Bicentenario se convierte en ruego y compromiso

????????? No hemos esperado hasta esta ocasi?n para rezar por la Patria. Hace tiempo que venimos rogando a Dios por esta intenci?n; confiando siempre que ?l afianzar? el prop?sito responsable de trabajar por el bienestar de todos. Desde hace m?s de un a?o, la Iglesia invita a dar al Bicentenario el sentido de un b?squeda comprometedora de justicia y solidaridad. En muchas fiestas de pueblos, barrios y ciudades, vamos pidiendo estos valores que son deseados y a?orados, pero puestas en pr?ctica con dificultad. En un tiempo de fuertes confrontaciones, no hace bien fomentarlas, sino impulsar el inter?s compartido por luchar juntos por esos valores. El Papa Benedicto ense?a en su carta que la verdad y el amor se necesitan y complementan para lograr el aut?ntico desarrollo. En este camino se integran tambi?n la raz?n y la fe: ?La raz?n necesita siempre ser purificada por la fe, y esto vale tambi?n para la raz?n pol?tica, que no debe creerse omnipotente. A su vez, la religi?n tiene siempre necesidad de ser purificada por la raz?n para mostrar su aut?ntico rostro humano. La ruptura de este di?logo comporta un coste muy gravoso para el desarrollo de la humanidad? (CV 56).?

????????? En esta celebraci?n religiosa, seguiremos elevando nuestra acci?n de gracias e insistentes s?plicas por el pueblo argentino. Confiamos que Dios escucha a sus hijos porque los ama, y orienta hacia ?l sus corazones para llevarlos por el buen camino. Para terminar, perm?tanme repetir la breve s?plica que elev? al cielo en la Bendici?n de los Frutos, al comenzar la Vendimia de este a?o, fiesta siempre muy querida por los mendocinos. Rezaba as? en aquella noche a la Virgen de la Carrodilla:?

????????? Mar?a Sant?sima atiende de nuevo esta s?plica filial y llena de esperanza:

????????? - te hemos confiado la Patria, ay?danos a edificarla como buenos ciudadanos y gobernantes
????????? - necesitamos l?deres capaces, honestos y con esp?ritu de servicio??
????????? - no podemos olvidarnos de los pobres y de quienes sufren en su cuerpo y en su ?nimo
????????? - muchas familias y muchos j?venes precisan ser alentados, educados, y sostenidos
????????? - cons?guenos de Dios los valores representados en la tierra buena y la roca s?lida, sobre los cuales edificar nuestra amada Naci?n.?

Mons. Jos? Mar?a Arancibia,?arzobispo de Mendoza

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Homil?a de monse?or Juan Mar?a Arancedo, arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz, en la celebraci?n de acci?n de Gracias por el Bicententario (25 de mayo de 2010). (AICA)


TE DEUM POR EL BICENTENARIO?
?????????

????????? Nos hemos reunido en la Iglesia Catedral de Santa Fe de la Vera Cruz, para celebrar la liturgia de Acci?n de Gracias por un nuevo aniversario de nuestra Patria, su Bicentenario, en el tradicional Te Deum. Este hecho, en que autoridades y pueblo se re?nen para elevar juntos una oraci?n, hace a la vida de una comunidad que ha nacido y crecido con su mirada y esperanza puesta en Dios: ?Feliz el pueblo cuyo Dios es el Se?or? (Sal. 32, 12). La fe en Dios ha sido un principio de uni?n y de sabidur?a en nuestra Patria, que la ha hecho un lugar de encuentro para ?todos los hombres del mundo?. Por ello, la primera certeza social de la fe en Dios, es decirnos ?todo hombre es mi hermano?. Dios no desplaza ni ocupa el lugar de nadie, pero s? ilumina y defiende el lugar de todos. La gloria de Dios es la dignidad del hombre. Cuando el hombre pierde conciencia de su trascendencia y de su relaci?n con Dios, empobrece su horizonte porque se aparta de la fuente de la verdad.?

????????? Si bien vivimos con alegr?a y esperanza este comienzo del Bicentenario, no podemos dejar de pensar que hay muchas cosas que a?n reclaman de todos una actitud nueva, que nos permita volver a mirarnos como hermanos para construir juntos una Patria en la que reine la verdad y la justicia, el amor y la solidaridad. Esta tarea que hoy nos desaf?a como Naci?n, debe traducirse en un compromiso que haga fecundo el don recibido de la Patria. La esperanza con la que debemos mirar el futuro, para no caer en una mera utop?a sin ra?ces, tiene que alimentarse de valores y testimonios que vayan generando una sociedad cre?ble y confiable. Hemos perdido la confianza entre nosotros. La confianza necesita apoyarse en la presencia y testimonio del otro. Qu? bueno que yo sea confiable para ustedes; que el dirigente pol?tico o social lo sea para los ciudadanos; que el funcionario lo sea para la comunidad.?

????????? Cuando buscamos el bien del hombre y queremos construir una sociedad justa, es necesario volver a aquello simple y profundo que es el mundo de los valores y la moral. El orden moral hace a la calidad de vida de una comunidad. Puede haber diversidad de opiniones entre nosotros, pero no diversidad de principios morales. Cuando el relativismo invade una cultura, quita certeza a los principios, justifica actitudes y nos hace extra?os hablando el mismo idioma. Por ello, no fue un acto piadoso el de nuestros mayores el invocar ?la protecci?n de Dios fuente de toda raz?n y justicia?, sino de una profunda y sabia reflexi?n sobre el fundamento de la vida, m?s all? de la pertenencia a un credo religioso determinado.?

????????? Junto a la riqueza y potencialidades de nuestra Patria que debemos agradecer, marcar?a dos realidades que muestran nuestra fragilidad como Naci?n. Me refiero al tema de la pobreza y al tema de la calidad institucional. Una mira a lo social, la otra a la pol?tica, ambas deben estar presentes en el camino del Bicentenario como una deuda que debemos asumir. En un mundo marcado por la rapidez y actualizaci?n del conocimiento, la pobreza lleva fatalmente a la marginalidad. Al que no se lo integra y participa de los bienes de la sociedad se lo margina, aunque no haya sido la intenci?n. Cierto individualismo ego?sta nos encierra y nos hace ajenos, no pr?ximos a nuestro hermano. La marginalidad puede presentarse como un efecto no deseado, pero es una realidad que crece y engendra orfandad social. Frente a ello existen iniciativas solidarias de la comunidad, que tienen un alto valor testimonial y nos debe enorgullecer, pero no alcanzan. Es necesaria una acci?n del Estado a nivel de escala con pol?ticas sostenidas que fortalezcan la familia, la educaci?n, la salud y el trabajo. En esta tarea debe aparecer el testimonio de una clase dirigente capaz de plantear objetivos y prioridades comunes. Esto debe estar ajeno a todo r?dito mezquino, y requiere grandes inversiones para revertir una realidad con caracter?sticas dif?ciles de manejar.????

????????? En segundo lugar la calidad institucional adquiere, en una sociedad organizada, el valor de una dimensi?n que hace tanto al nivel de vida de las personas, como al desarrollo de la Naci?n. Lacalidad institucional es el camino m?s seguro para lograr la amistad ciudadana y la inclusi?n social. Aqu? ocupa un lugar destacado la pol?tica, como parte de la ?tica y al servicio del bien com?n. Ella es la mediaci?n necesaria entre las ideas y la realidad. La falta de pol?tica, y de di?logo nos ha dejado heridas de tiempos de subversi?n y de represi?n, que a?n debilitan y comprometen la uni?n nacional. No alcanza una justicia sin horizontes de reconciliaci?n entre los argentinos. Esto es parte de nuestro d?ficit pol?tico. Se deben fortalecer, adem?s, las instituciones de la Rep?blica en su justa y necesaria independencia. La calidad institucional sabe promover un s?lido federalismo, que nace de la justa autonom?a de las Provincias y sus Municipios, y reclama la necesaria coparticipaci?n de los recursos.?

????????? Pertenece a la calidad institucional mejorar el sistema pol?tico y la calidad de la democracia, para que no sea s?lo formal, sino real y participativa. Es calidad institucional promover el paso de habitantes a ciudadanos. El habitante hace uso de la Naci?n, busca beneficios y s?lo exige derechos. El ciudadano construye la Naci?n cumpliendo sus deberes. Un signo de calidad institucional es cuando la ejemplaridad de la pol?tica, y de los pol?ticos, despierta en los j?venes el inter?s por la cosa p?blica y el deseo de participar al servicio del bien com?n. La calidad institucional se manifiesta, tambi?n, cuando la justa ambici?n de poder reconoce en los l?mites constitucionales, la sabidur?a de un esp?ritu republicano que nos hace libres en la obediencia a la ley.?

????????? Se?or, al celebrar aqu? en Santa Fe, cuna de nuestra Constituci?n Nacional el inicio del camino del Bicentenario de nuestra Patria, queremos renovar aquellos prop?sitos de: ?constituir la uni?n nacional, afianzar la justicia, consolidar la paz interior, proveer la defensa com?n, promover el bienestar general, y asegurar los beneficios de la libertad, para nosotros, para nuestra posteridad, y para todos los hombres del mundo que quieran habitar en el suelo argentino: invocando la protecci?n de Dios, fuente de toda raz?n y justicia?. Te pedimos, Se?or, que juntos como argentinos, podamos hacer de esta bendita tierra una Naci?n justa y solidaria, para que todos los hombres y mujeres encuentren en ella un hogar de amor, de fraternidad y de paz. Am?n.??????

Mons. Jos? Mar?a Arancedo,?arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz

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Mensaje de monse?or Agust?n Radrizzani, arzobispo de Mercedes-Luj?n en el Te Deum por el Bicentenario (25 de mayo de 2010). (AICA)


TE DEUM 25 DE MAYO DE 2010??????????

Se?ora Presidenta de la Naci?n Dra. Cristina Fern?ndez de Kirchner,
Excelent?simos Se?ores Presidentes de pa?ses amigos,
Su Excelencia Reverend?sima Se?or Nuncio Apost?lico, Enviado Extraordinario de Su Santidad Benedicto XVI en Misi?n Especial para participar en los Actos Centrales de la Conmemoraci?n de la Revoluci?n de Mayo,
Queridos hermanos en el Se?or.

????????? Al comenzar esta reflexi?n con ocasi?n del acontecimiento hist?rico para nuestra patria que conmemora los 200 a?os de su nacimiento, entre este 25 de mayo de 2010 y el 9 de julio de 2016, quiero dar un saludo especial a todos los presentes y a aquellos que nos siguen por cadena nacional, de parte de mis hermanos obispos, que desde todas las catedrales de la Argentina, dan gracias a Dios por este aniversario.

????????? Llegamos con gratitud y emoci?n a este templo, cobijo maternal de todos los argentinos para celebrar el solemne Te Deum.

????????? Queremos ver nuestra historia desde la fe, con sus luces y sus sombras, sus angustias y esperanzas. Mientras sufrimos y nos alegramos, permanecemos en el amor de Cristo, mirando nuestro mundo?(1)

?? ???????El magno aniversario que nos convoca no nos impide estar preocupados por algunos signos de deterioro de nuestro acervo cultural, heredado de los padres de la Patria, que han hecho de nuestro pueblo ciudadanos convencidos de aquellos valores que dignifican la persona humana. Toda legislaci?n, presente o futura, deber? promover la defensa de la vida, la familia y el bien com?n. No son estos aspectos conflictivos los que nos ocupan y hoy reclaman nuestra atenci?n, sino aportar desde nuestra identidad y, ante los desaf?os de este nuevo siglo, algunas l?neas para proyectar el futuro con dignidad.

????????? Buscando iluminar la celebraci?n del Bicentenario como oportunidad de crecimiento, plantear? cuatro dimensiones: memoria, identidad, reconciliaci?n y desaf?os.

1. Memoria?
????????? Hoy llegamos para rezar, para unirnos en esta oraci?n privilegiada de alabanza que ha acompa?ado la vida de la iglesia y de los pueblos cristianos desde hace mas de 1600 a?os - esta es la antig?edad que tiene la oraci?n del Te Deum- . Nuestra Patria tambi?n ha recurrido a ella aqu?l 25 de mayo de 1810, donde los cabildantes profirieron el primer grito de libertad, que llegar?a a su formalizaci?n y federalizaci?n cuando las Provincias Unidas de la Am?rica del Sud se reunieran en San Miguel de Tucum?n para proclamar la Independencia el 9 de julio de 1816.

????????? Un dato que quiero destacar es que a los pocos d?as de constituida la Junta de mayo, la cual asumiera la soberan?a correspondiente al pueblo por la ausencia del rey de Espa?a, tomado prisionero por las tropas napole?nicas, tambi?n el cabildo de Luj?n, precisamente el 17 de junio, mand? oficiar un Te Deum, ante esta misma imagen de Nuestra Se?ora, por la instalaci?n del primer gobierno patrio (2) y hoy aqu?,? dos siglos despu?s, a Ella nos volvemos a confiar.

????????? Miramos la historia desde la Providencia, desde el plan de Dios, a pesar de nuestras mezquindades y, bajo este punto de vista decimos que El ha conducido la historia. Nuestro Dios, ?fuente de toda raz?n y justicia?, como expresa el pre?mbulo de nuestra constituci?n, nos ha ayudado paternalmente a caminar, a progresar, a organizarnos, a superar conflictos, a abrazar los ideales democr?ticos, a recibir en nuestro suelo a todos los ?hombres de buena voluntad?, a cultivar el esp?ritu de tolerancia, a promover los amplios y variados caminos de la promoci?n humana.

????????? Por tanto, damos gracias a Dios por la vida de todos nuestros hermanos que habitan este bendito suelo. Riquezas humanas en las diversas razas, desde los abor?genes hasta las diferentes corrientes migratorias. Y gracias tambi?n por las riquezas naturales con que hemos sido beneficiados por el Creador en nuestro vasto territorio.

2. Identidad
????????? Los obispos argentinos dec?amos en 2008 ?Desde los inicios de nuestra comunidad nacional, aun antes de la emancipaci?n, los valores cristianos impregnaron la vida p?blica. Esos valores se unieron a la sabidur?a de los pueblos originarios y se enriquecieron con las sucesivas inmigraciones. As? se form? la compleja cultura que nos caracteriza.(?) En nuestra cultura prevalecen valores fundamentales como la fe, la amistad, el amor por la vida, la b?squeda del respeto a la dignidad del var?n y la mujer, el esp?ritu de libertad, la solidaridad, el inter?s por los pertinentes reclamos ante la justicia, la educaci?n de los hijos, el aprecio por la familia, el amor a la tierra, la sensibilidad hacia el medio ambiente, y ese ingenio popular que no baja los brazos para resolver solidariamente las situaciones duras de la vida cotidiana. Estos valores tienen su origen en Dios y son fundamentos s?lidos y verdaderos sobre los cuales podemos avanzar hacia un nuevo proyecto de Naci?n, que haga posible un justo y solidario desarrollo de la Argentina. (3)

??????? ??Los mencionados valores, que cimientan nuestra identidad han sido heroicamente vividos por quienes nos dieron independencia y libertad y trazaron sendas para hacer grande y noble nuestra naci?n. Como ejemplo baste mencionar a dos de nuestros mayores pr?ceres como lo son el General Manuel Belgrano, de profundas convicciones cristianas, el cual pasara en septiembre de 1810 por este santuario y mandase celebrar una misa solemne en honor de la Virgen pidiendo la protecci?n del Se?or ante las campa?as emprendidas. Tambi?n el libertador don Jos? de San Mart?n, desde el a?o 1813 fue acompa?ado hasta el final de sus batallas en 1823, por un relicario de Nuestra Se?ora de Luj?n.

????????? La posibilidad de convivir en paz abor?genes, mestizos, e inmigrantes que habitan nuestro querido suelo y, hoy conforman la rica amalgama que nos identifica, tambi?n la hemos de colocar entre los agradecimientos. Se logr? as? una cultura, entendiendo por ella el modo de vida de un pueblo, abarcando todos los aspectos: los valores que lo animan y los desvalores que lo debilitan (4).

3. Reconciliaci?n
????????? En este momento crucial debemos estar empe?ados por defender a cualquier costo el bien com?n y la unidad nacional.

????????? Si somos humildes, hemos de hacer nuestra s?plica de perd?n al Padre de todos por los errores cometidos, por tantos ego?smos que nos llevaron a tremendas luchas fratricidas, desde los inicios de nuestra nacionalidad. Convencidos de la fragilidad de la condici?n humana, no nos excluimos, como Iglesia de las miserias, aunque la fe en Cristo nos anima y nos hace misericordiosos, ya que el perd?n que ofrecemos al pr?jimo nos obtiene el perd?n de Dios (5).

????????? Esa misma fe en Cristo, Se?or del mundo y de la historia, nos anima en la esperanza de lograr ac?, en este mundo, una mayor transparencia de su luz: suplicamos por una justicia m?s efectiva, por una mejor y m?s equitativa distribuci?n de la riqueza, por una mayor independencia de los poderes republicanos. Es una tarea que hacemos todos, contando con la imprescindible ayuda del Se?or. Dec?amos los obispos en marzo de este a?o: ?La Patria es un don que hemos recibido, la Naci?n una tarea que nos convoca y compromete nuestro esfuerzo. Asumir esta misi?n con esp?ritu fraterno y solidario es el mejor modo de celebrar el Bicentenario de nuestra Patria? (6).

4. Desaf?os
????????? La historia es maestra de la vida dec?a Cicer?n. Aprendamos de nuestras crisis, hagamos de nuestros desencuentros una oportunidad de crecimiento. De nada sirve llorar sobre las cenizas. Nunca ha ayudado la falta de esperanza. Solo se puede crecer en la comuni?n y el amor rec?proco.

????????? Debemos afirmar, que el bicentenario es un desaf?o insoslayable para la democracia argentina. El bicentenario, interpela, interroga, reclama soluciones, estimula a elaborar proyectos pol?ticos, a presentar propuestas sociales y culturales, a mejorar la calidad de nuestras instituciones. Ac? se pone en juego nuestra capacidad de ser Naci?n, que como rezamos en la conocida oraci?n por la Patria, ?una Naci?n cuya identidad sea la pasi?n por la verdad y el compromiso por el bien com?n.?

????????? Estamos ante una oportunidad ?nica, ya sea a nivel mundial, donde la llamada globalizaci?n nos desaf?a a no perder nuestra identidad ni replegarnos sobre nosotros mismos. Se trata de? enriquecernos d?ndonos. Tambi?n es una ocasi?n propicia y hasta necesaria para una? mayor integraci?n al continente, a la Am?rica latina que conforman nuestros hermanos m?s cercanos: la patria grande so?ada por San Mart?n y por Bol?var.

????????? Como argentinos y argentinas nos debemos un mayor desarrollo federal, sano y arm?nico. Llevamos transitados el mayor per?odo en r?gimen democr?tico de nuestra historia y son apenas 27 a?os. Hemos de promover, como dice el papa Benedicto ?una mayor fidelidad a la democracia, ya que es la ?nica que puede garantizar la igualdad y los derechos de todos? (7). Se trata, explica m?s adelante en el mismo discurso, de una democracia con valores, es decir que busque la verdad y se pruebe en la justicia.

????????? El desaf?o de una educaci?n para todos y que, como dec?a el gran educador de la juventud San Juan Bosco tenga por finalidad lograr ?honestos ciudadanos y buenos cristianos?. Otro desaf?o impostergable ser? saldar nuestra deuda con los pueblos originarios. Ambas tareas nos permitir?n construir nuestro futuro en paz y prosperidad.

????????? Nos debemos un dialogo magn?nimo y sereno, que significa abrirnos camino a trav?s de la palabra y para eso debemos escucharnos con respeto y fortalecer el consenso sobre referencias comunes y constantes, m?s all? de partidismos e intereses personales.

????????? No ser? tarea f?cil incluir a todos, promover la igualdad y el desarrollo social, sin ?sobrantes? como dice el documento de Aparecida, aunque tambi?n sabemos que sin la presencia y ayuda divina esto es imposible, ya que la mayor pobreza es la de no reconocer la presencia del Misterio de Dios y de su amor en la vida del hombre (8).

????????? Al concluir, queridos hermanos, perm?tanme dirigir mi oraci?n al Se?or por intercesi?n de su Sant?sima Madre:

????????? En el bicentenario que comenzamos a celebrar nos ponemos una vez en tus manos Mar?a de Luj?n, para que nos alcances de tu Hijo Jes?s la fortaleza y la sabidur?a que nos encaminen decididamente hacia la Patria de hermanos que so?amos.

????????? Por eso te pedimos nos concedas Se?or:

????????? Humildad para poder servirte en los pobres.
????????? Esperanza para superar las dificultades.
????????? Paciencia para saber construir con generosidad y alegr?a.
????????? Hambre y sed de justicia para trabajar por un mundo nuevo.
????????? Misericordia para sabernos perdonados.
????????? Un coraz?n puro para descubrirte en todos.
????????? Ser artesanos de la paz en cada d?a de nuestra vida.
??? ????? En una palabra, no avergonzarnos nunca de creer en Ti y vivir con coherencia el Evangelio.
????????? Jesucristo Se?or de la historia, te necesitamos. S? nuestro Pastor y gu?anos siempre. Am?n.

Notas:
???? (1) V Conferencia Episcopal Latinoamericana, Documento de Aparecida, Buenos Aires, 2007, n? 22
???? (2) Vicente Sierra, Historia de la Argentina, Buenos Aires, 1962, tomo V, pg. 61.
???? (3) Conferencia Episcopal Argentina, Hacia un bicentenario en justicia y solidaridad, 96? Asamblea Plenaria, noviembre de 2008, n?? 9 - 10.
???? (4) III Conferencia Episcopal Latinoamericana, Documento de Puebla, Buenos Aires, 1979, n?? 387
???? (5) Cfr. Padre Nuestro.
???? (6) Conferencia Episcopal Argentina, 155? Reuni?n Comisi?n Permanente, 10 de marzo de 2010, n? 4
???? (7) Cfr. Benedicto XVI, Discurso a las asociaciones cristianas de trabajadores italianos, 27 de enero de 2006.
???? (8) V Conferencia Episcopal Latinoamericana, Documento de Aparecida, Buenos Aires, 2007, n? 405.

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Homil?a de monse?or Marcelo Ra?l Martorell, obispo de Puerto Iguaz? para el domingo de?Pentecost?s (23 de mayo de 2010). (AICA)


SOLEMNIDAD DE PENTECOST?S??????????

?Oh Esp?ritu Santo, haz que la Iglesia, unida en tu amor,
tenga un solo coraz?n y una sola alma? (Hech.4,32)?

???????? ?La Iglesia fundada por Cristo para que prolongue a trav?s de los siglos su obra de salvaci?n, est? animada por su mismo Esp?ritu. En efecto, corroborada por el Esp?ritu, ella emprendi? el d?a de Pentecost?s su carrera en el mundo anunciando el Evangelio. El Concilio nos ense?a que fue en Pentecost?s cuando empezaron los ?Hechos de los Ap?stoles?. Del mismo modo que Cristo fue concebido cuando el Esp?ritu Santo vino sobre la Virgen Mar?a y Cristo fue impulsado a la obra de su ministerio cuando el mismo Esp?ritu Santo descendi? sobre ?l ?mientras oraba (AG 4).

???????? ?La Iglesia vive, crece y obra en el mundo bajo el influjo y gu?a del Esp?ritu Santo, al que Cristo envi? de parte del Padre para que llevara a cabo interiormente su obra salv?fica e impulsara a la Iglesia a extenderse a s? misma. Todo lo que la Iglesia ha realizado en estos milenios ha sido por obra del Esp?ritu Santo que nunca ha cesado de asistirla e infundirle el necesario vigor para el cumplimiento de su misi?n.

???????? ?Sin embargo el Esp?ritu Santo no lleva a la Iglesia por un camino f?cil, exento de dificultades y de luchas, sino que m?s bien la sostiene para que avance a trav?s de ?stas con constancia y serenidad y alegre de sufrir por Cristo. De esto daban testimonio los primeros Ap?stoles que se gozaban ?porque hab?an sido dignos de padecer ultrajes en nombre de Jes?s? (Hech. 5,41). San Pablo, camino a Jerusal?n, dec?a: ?ahora encadenado por el Esp?ritu voy a Jerusal?n, sin saber lo que all? me suceder?, sino que en todas las ciudades el Esp?ritu me advierte, diciendo que me esperan cadenas y tribulaciones (Hech. 20, 22-23). Los ap?stoles ten?an conciencia de arriesgar la vida, pero no retroced?an con tal ?de anunciar el evangelio de la gracia de Dios? (Ib. 24)

???????? ?La fuerza de la Iglesia actual, como lo fue para la primitiva Iglesia, est? en dejarse guiar por el Esp?ritu Santo, sacando de ?l la fuerza para dar testimonio de Cristo y difundir el Evangelio, no obstante las contradicciones y las persecuciones que pueda sufrir. Tambi?n en este caso debe cumplirse la Palabra de Jes?s: ?Cuando venga el Par?clito que yo os enviar? de parte del Padre, ?l dar? testimonio de m?, y vosotros dar?is tambi?n testimonio? (Jn.15, 26)

???????? ?El testimonio que Jes?s pide a su Iglesia es justamente testimonio de fe y de amor. En su oraci?n sacerdotal Jes?s pide al Padre por los suyos: ?cons?gralos en la verdad (Jn. 17,17). Es decir que se consagren a la difusi?n del Evangelio, que est?n dispuestos a dar su vida y sacrificarla por ?l. Al mismo tiempo y en la misma oraci?n a?adi?: ?sean perfectos en la unidad para que el mundo conozca que T? me enviaste?. El amor mutuo de los disc?pulos y la perfecta uni?n que de ?l se deriva, dar? testimonio al mundo que el Hijo de Dios se ha hecho hombre y ha venido para traer el amor divino a los hombres. As? los disc?pulos dar?n testimonio de la veracidad y del valor del cristianismo.

???????? ?El Esp?ritu Santo, que es Esp?ritu de verdad y de amor, va amalgamando a la Iglesia para hacerla perfecta en la unidad ?para que el mundo crea?. El Esp?ritu Santo -si los hombres no ponen obst?culos a su acci?n- promueve siempre la unidad de los corazones y de las mentes, despierta el verdadero sentido de fraternidad y continuamente produce y urge la caridad entre los hombres. La acci?n del Esp?ritu Santo es por dem?s poderosa y eficaz. Pero sin embargo, al ser Esp?ritu de amor, no quiere violentar la libertad humana, sino que espera a que el hombre acepte libremente sus impulsos y le entregue por amor la propia voluntad. Cuando el Esp?ritu encuentra en el hombre resistencia, retira de ?l sus gracias y lo deja en la mediocridad. Por eso San Pablo exhorta a vivir no ?seg?n la carne? que llevan al hombre a afirmar su propia independencia con respecto a Dios sino ?seg?n el Esp?ritu? (Rom. 8,4), porque ?el apetito de la carne es muerte, pero el del Esp?ritu es vida y paz? (Rom. 8, 6). Esta es la paz y la vida de los hijos de Dios: dejarse guiar por el Esp?ritu Santo. Es adem?s la l?gica de quien desea vivir su propio bautismo: si vivimos del Esp?ritu, andamos siempre seg?n el Esp?ritu cuyos frutos son la alegr?a, la paz, la fraternidad, el cuidado de uno mismo y del pr?jimo, la construcci?n de una sociedad m?s justa y equitativa. Este es el mundo nuevo y mejor que desea el Esp?ritu para todos los hombres de buena voluntad.

?Mons. Marcelo Ra?l Martorell,obispo de Puerto Iguaz?

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Publicado por verdenaranja @ 22:25  | Homil?as
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Domingo, 13 de junio de 2010

ZENIT? nos ofrece el discurso que el Papa Benedicto XVI dirigi? el s?bado, 22 de Mayo de 2010,?en la Sala Clementina del Palacio Apost?lico, a los participantes en el Congreso de la Fundaci?n Centesimus Annus-Pro Pontifice.

Se?or cardenal,
venerados Hermanos en el Episcopado y Sacerdocio,
ilustres y queridos amigos,

estoy contento de saludaros con ocasi?n del Congreso de estudio promovido por la Fundaci?n Centesimus Annus ? Pro Pontifice. Saludo al cardenal Attilio Nicora, a monse?or Claudio Maria Celli y a los dem?s prelados y sacerdotes presentes. Un particular pensamiento al presidente, doctor Domingo Sugranyes Bickel, a quien agradezco por las corteses palabras y a vosotros, queridos Consejeros y Socios de la Fundaci?n, que hab?is querido visitarme con vuestros familiares.

He apreciado que vuestro encuentro ponga en el centro de la reflexi?n la relaci?n entre ?desarrollo, progreso, bien com?n?. En efecto, hoy m?s que nunca, la familia humana puede crecer como sociedad libre de pueblos libres cuando la globalizaci?n es guiada por la solidaridad y por el bien com?n, como tambi?n por la respectiva justicia social, que encuentran en el mensaje de Cristo y de la Iglesia una fuente preciosa. La crisis y las dificultades que en el presente sufren las relaciones internacionales, los Estados, la sociedad y la econom?a, de hecho, son en gran medida debidas a la falta de confianza y de una adecuada inspiraci?n solidaria, creativa y din?mica, orientada al bien com?n, que lleve a relaciones autenticamente humanas de amistad, de solidaridad y de reciprocidad tambi?n ?dentro? de la actividad econ?mica. El bien com?n y la finalidad que da sentido al progreso y al desarrollo, los cuales de otra forma se limitar?an solo a la producci?n de bienes materiales; ?stos son necesarios, pero sin la orientaci?n al bien com?n terminan por prevalecer el consumismo, el despilfarro, la pobreza y los desequilibrios; factores negativos para el progreso y el desarrollo.

Como se?alaba en la enc?clica Caritas in veritate, uno de los mayores riesgos en el mundo actual es el de que ?a la interdependencia de hecho entre los hombres y los pueblos no corresponda la interacci?n ?tica de las conciencias y de las inteligencias, de la cual pueda surgir como resultado un desarrollo verdaderamente humano" (n. 9). Semejante interacci?n, por ejemplo, parece ser demasiado d?bil en esos gobernantes que, frente a renovados episodios de especulaciones irresponsables hacia los pa?ses m?s d?biles, no reaccionan con adecuadas decisiones de gobierno financiero. La pol?tica debe tener la primac?a sobre las finanzas, y la ?tica debe orientar cada actividad.

Sin el punto de referencia representado por el bien com?n universal no se puede decir que exista un verdadero ethos mundial y la correspondiente voluntad de vivirlo, con instituciones adecuadas. Es entonces decisivo que se identifiquen esos bienes a los que todos los pueblos deben acceder de cara a su realizaci?n humano. Y esto no de cualquier manera, sino de una manera ordenada y arm?nica. De hecho, el bien com?n est? compuesto por muchos bienes: de bienes materiales, cognitivos, institucionales y por bienes morales y espirituales, estos ?ltimos superiores a los que los primeros deben subordinarse. El compromiso por el bien com?n de la familia de los pueblos, como para toda sociedad, comporta, por tanto, poner atenci?n y valerse de un conjunto de instituciones que estructuran jur?dica, civil, pol?tica y culturalmente la vida social mundial, de modo que tome forma de p?lis, de ciudad del hombre (cfr ibid., 7). Por tanto, se debe asegurar que el orden econ?mico-productivo sea socialmente responsable y a medida de hombre, con una acci?n conjunta y unitaria sobre muchos planos, tambi?n el internacional (cfr ibid., 57.67). Al mismo tiempo, se deber? apoyar la consolidaci?n de sistemas constitucionales, jur?dicos y administrativos en los pa?ses que no gozan a?n de ellos de forma plena. Junto a las ayudas econ?micas, deben estar, por tanto, las dirigidas a reforzar las garant?as propias del Estado de derecho, un sistema de orden p?blico justo y eficaz, en el pleno respeto de los derechos humanos, como tambi?n instituciones verdaderamente democr?ticas y participativas (cfr ibid., 41).

Pero lo que es, sin embargo, fundamental y prioritario, de cara al desarrollo de la entera familia de los pueblos, es el trabajar para reconocer la verdadera escala de bienes-valores. S?lo gracias a una correcta jerarqu?a de los bienes humanos es posible comprender qu? tipo de desarrollo debe ser promovido. El desarrollo integral de los pueblos, objetivo central del bien com?n universal, no se produce s?lo con la difusi?n de la empresa (cfr ibidem), de los bienes materiales y cognitivos como la casa y la instrucci?n, de las elecciones disponibles. Este es dado especialmente por el aumento de esas buenas decisiones que son posibles cuando exista la noci?n de un bien humano integral, cuando haya un telos, un fin, a cuya luz es pensado y querido el desarrollo. La noci?n de desarrollo humano integral presupone coordinadas precisas, como la subsidiariedad y la solidaridad, as? como la interdependencia entre Estado, sociedad y mercado. En una sociedad mundial, compuesta por muchos pueblos y por religiones distintas, el bien com?n y el desarrollo integral deben conseguirse con la contribuci?n de todos. En esto, las religiones son decisivas, especialmente cuando ense?an la fraternidad y la paz, porque educan a dar espacio a Dios y a estar abiertos a lo trascendente, en nuestras sociedades marcadas por la secularizaci?n. La exclusi?n de las religiones del ?mbito p?blico, como, por otro lado, el fundamentalismo religioso, impiden el encuentro entre las personas y su colaboraci?n para el progreso de la humanidad; la vida de la sociedad se empobrece en motivaciones y la pol?tica asume un rostro oprimente y agresivo (cfr ibid. 56).

Queridos amigos, la visi?n cristiana del desarrollo, del progreso y del bien com?n, como surge de la Doctrina Social de la Iglesia, responde a las expectativas m?s profundas del hombre y vuestro compromiso en profundizarla y difundirla es una v?lida aportaci?n para edificar la ?civilizaci?n del amor?. Por esto os expreso mi reconocimiento y mis felicitaciones, y os bendigo a todos de coraz?n.

[Traducci?n del original italiano por Inma ?lvarez
?Libreria Editrice Vaticana]


Publicado por verdenaranja @ 23:54  | Habla el Papa
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ZENIT nos ofrece los textos de los dos discursos que el Papa Benedicto XVI pronunci? el s?bado, 22?de Mayo de 2010, ?por la ma?ana, al recibir separadamente a dos delegaciones procedentes de Bulgaria y de la ex-Rep?blica Yugoslava de Macedonia, presentes en Roma con motivo del la fiesta de San Cirilo y San Metodio.

[A la delegaci?n de la Rep?blica de Bulgaria]

Se?or Primer Ministro,
Honorables Miembros del Gobierno y distinguidas Autoridades,
Venerados hermanos de la Iglesia ortodoxa y de la Iglesia cat?lica,

Estoy contento de poder dar una cordial bienvenida a cada uno de vosotros, honorables Miembros de la Delegaci?n Oficial, venidos a Roma en la feliz celebraci?n de la memoria lit?rgica de los santos Cirilo y Metodio. Vuestra presencia, que atestigua las ra?ces cristianas del pueblo b?lgaro, ofrece la ocasi?n propicia para confirmar mi estima hacia esta querida Naci?n y nos permite reforzar nuestra amistad, valorada por la decisi?n por los dos santos Hermanos de Tesal?nica.

A trav?s de una incansable obra de evangelizaci?n, llevada a cabo con verdadero ardor apost?lico, los santos Cirilo y Metodio arraigaron providencialmente el cristianismo en el ?nimo del pueblo b?lgaro, de modo que ?ste est? anclado en esos valores evang?licos, que siempre refuerzan la identidad y enriquecen la cultura de una naci?n. El Evangelio, de hecho, no debilita cuanto hay de aut?ntico en las diversas tradiciones culturales; al contrario, precisamente porque la fe en Jes?s nos muestra el esplendor de la Verdad, ?sta da al hombre la capacidad de reconocer el verdadero bien y le ayuda a realizarlo en la propia vida y en el contexto social. Por ello, con raz?n se puede sostener que los santos Cirilo y Metodio han contribuido significativamente a modelar la humanidad y la fisionom?a espiritual del pueblo b?lgaro, insert?ndolo en la com?n tradici?n cultural cristiana.

En el camino de integraci?n plena con las dem?s naciones europeas, Bulgaria est? por tanto llamada a promover y dar testimonio de esas ra?ces cristianas que descienden de las ense?anzas de los santos Cirilo y Metodio, hoy a?n m?s actuales y necesarias que nunca; est? llamada, por tanto, a mantenerse fiel y a custodiar el precioso patrimonio que une entre s? a cuantos, tanto ortodoxos como cat?licos, profesan la misma fe de los Ap?stoles y est?n unidos por el bautismo com?n. Como cristianos, tenemos el deber de conservar y reforzar el v?nculo intr?nseco que existe entre el Evangelio y nuestras respectivas identidades culturales; como disc?pulos del Se?or, en el respeto rec?proco d las diversas tradiciones eclesiales, estamos llamados al testimonio com?n de nuestra fe en Jes?s, en el nombre del cual obtenemos la salvaci?n.

Auguro de coraz?n que este encuentro pueda ser para todos vosotros, aqu? presentes, y para las realidades eclesiales y civiles que represent?is, motivo de relaciones fraternas y solidarias cada vez m?s intensas. Con estos sentimientos, animo al pueblo b?lgaro a perseverar en el prop?sito de edificar una sociedad fundada en la justicia y en la paz; para ello aseguro mi oraci?n y mi cercan?a espiritual. Le renuevo, se?or Primer Ministro, y a cada uno de vosotros, mi bendiciente saludo, con el que quiero llegar a todos los ciudadanos de vuestro amado pa?s.

[A la delegaci?n de la ex-Rep?blica Yugoslava de Macedonia]

Se?or Presidente del Parlamento,
Honorables Miembros del Gobierno y distinguidas Autoridades,
Venerados Hermanos de la Iglesia ortodoxa y de la Iglesia cat?lica,

Estoy contento de acogeros y de expresar al Se?or, dador de todas las gracias, la alegr?a y el reconocimiento por este momento que os ve unidos al invocarle por intercesi?n de los santos Cirilo y Metodio, patronos celestiales de vuestro pueblo y de toda Europa, en la peregrinaci?n anual que realiz?is a Roma para venerar las reliquias de san Cirilo.

Mi amado predecesor, el venerable Juan Pablo II, en la enc?clica Slavorum Apostoli, quiso recordar a todos que, gracias a la ense?anza y a los frutos del Concilio Vaticano II, nosotros podemos hoy mirar de modo nuevo la obra de los dos santos Hermanos de Tesal?nica, ?de los cuales nos separan ya once siglos, y leer, asimismo, en su vida y actividad apost?lica los contenidos que la sabia Providencia divina inscribi? en ellos, para que se revelasen en una nueva plenitud en nuestra ?poca y trajesen nuevos frutos" (n. 3). Verdaderamente abundantes fueron, en su tiempo, los frutos de la evangelizaci?n de Cirilo y Metodio. ?stos conocieron sufrimientos, privaciones y hostilidades, pero soportaron todo con fe inquebrantable y esperanza invencible en Dios. Con esta fuerza se consumieron por los pueblos a ellos confiados, custodiando los textos de la Escritura, indispensables en la celebraci?n de la sagrada Liturgia, traducidos por ellos a la lengua paleoeslava, escritos en un nuevo alfabeto y sucesivamente aprobados por la autoridad de la Iglesia. En las pruebas y en las alegr?as, ?stos se sintieron siempre acompa?ados por Dios y experimentaron cotidianamente su amor y el de los hermanos. Tambi?n nosotros comprendemos cada vez m?s que cuando nos sentimos amados por el Se?or y sabemos corresponder a este amor, somos envueltos y guiados por su gracia en cada actividad y acci?n nuestra. Seg?n la efusi?n de los m?ltiples dones del Esp?ritu Santo, cuanto m?s sabemos amar y nos donamos a los dem?s, tanto m?s el Esp?ritu puede venir en ayuda de nuestra debilidad, indic?ndonos nuevas v?as para nuestra actuaci?n.

Seg?n la tradici?n, Metodio permaneci? hasta el final fiel a las palabras que su hermano Cirilo le hab?a dicho antes de morir: ?Hermano, compart?amos la misma suerte, empujando el arado en el mismo surco; yo ahora caigo en el campo al concluir mi jornada. Tu... no abandones tu acci?n de ense?anza?" (ibid., n. 6). Queridos hermanos y hermanos, pongamos la mano en el arado y sigamos trabajando sobre el mismo surco que Dios en su providencia indic? a los santos Cirilo y Metodio. Que el Se?or bendiga vuestro trabajo al servicio del bien com?n y de toda vuestra naci?n, e infunda con abundancia sobre ella los dones de su Esp?ritu de unidad y de paz.

[Traducci?n del original italiano por Inma ?lvarez
?Libreria Editrice Vaticana]


Publicado por verdenaranja @ 23:49  | Habla el Papa
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ZENIT ? nos ofrece la homil?a pronunciada hoy por el Papa Benedicto XVI durante la Santa Misa de la solemnidad de Pentecost?s, que presidi? en la Bas?lica Vaticana.

Queridos hermanos y hermanas,

en la celebraci?n solemne de Pentecost?s estamos invitados a profesar nuestra fe en la presencia y en la acci?n del Esp?ritu Santo y a invocar su efusi?n sobre nosotros, sobre la Iglesia y sobre todo el mundo. Hagamos nuestra, por tanto, y con particular intensidad, la invocaci?n de la Iglesia misma: Veni, Sancte Spiritus! Una invocaci?n tan simple e inmediata, pero tambi?n extraordinariamente profunda, que brota ante todo del coraz?n de Cristo. El Esp?ritu, de hecho, es el don que Jes?s ha pedido y continuamente pide al Padre para sus amigos; el primero y principal don que nos ha obtenido con su Resurrecci?n y Ascensi?n al Cielo.

De esta oraci?n de Cristo nos habla el fragmento evang?lico de hoy, que tiene como contexto la ?ltima Cena. El Se?or Jes?s dice a sus disc?pulos: ?Si me am?is, guardar?is mis mandamientos; y yo pedir? al Padre y os dar? otro Par?clito, para que est? con vosotros para siempre? (Jn 14,15-16). Aqu? se revela el coraz?n orante de Jes?s, su coraz?n filial y fraterno. Esta oraci?n llega a su cenit y a su cumplimiento en la cruz, donde la invocaci?n de Cristo es una unidad con el don total que ?l hace de s? mismo, y as? su orar se convierte, por as? decirlo, en el sello mismo de su darse en plenitud por amor del Padre y de la humanidad: invocaci?n y donaci?n del Esp?ritu se encuentran, se compenetran, se convierten en una ?nica realidad. ?Y yo pedir? al Padre y os dar? otro Par?clito, para que est? con vosotros para siempre?. En realidad, la oraci?n de Jes?s -la de la ?ltima Cena y la de la cruz- es una oraci?n que contin?a tambi?n en el Cielo, donde Cristo est? sentado a la derecha del Padre. Jes?s, de hecho, vive siempre su sacerdocio de intercesi?n a favor del pueblo de Dios y de la humanidad y por tanto reza por todos nosotros pidiendo al Padre el don del Esp?ritu Santo.

El relato de Pentecost?s en el libro de los Hechos de los Ap?stoles -lo hemos escuchado en la primera lectura (cf Hch 2,1-11)- presenta el ?nuevo rumbo? de la obra de Dios iniciada con la resurrecci?n de Cristo, obra que implica al hombre, a la historia y al cosmos. Del Hijo de Dios muerto y resucitado y vuelto al Padre espira ahora sobre la humanidad, con in?dita energ?a, el soplo divino, el Esp?ritu Santo. ?Y qu? produce esta nueva y potente auto-comunicaci?n de Dios? Donde hay laceraciones y alienaci?n, crea unidad y comprensi?n. Se desencadena un proceso de reunificaci?n entre las partes de la familia humana, dividida y dispersa; las personas, a menudo reducidas a individuos en competici?n o en conflicto entre ellos, alcanzadas por el Esp?ritu de Cristo, se abren a la experiencia de la comuni?n, que puede implicarlas hasta el punto de hacer de ellas un nuevo organismo, un nuevo sujeto: la Iglesia. ?ste es el efecto de la obra de Dios: la unidad; por eso la unidad es la se?al de reconocimiento, el ?tarjeta de visita? de la Iglesia a lo largo de su historia universal. Desde el principio, desde el d?a de Pentecost?s, habla todas las lenguas. La Iglesia universal precede a las Iglesias particulares, y ?stas deben siempre conformarse a ella, seg?n un criterio de unidad y universalidad. La Iglesia ya no es prisionera de fronteras pol?ticas, raciales ni culturales; no se puede confundir con los Estados ni con las Federaciones de Estados, porque su unidad es de otro tipo y aspira a atravesar todas las fronteras humanas.

De esto, queridos hermanos, deriva un criterio pr?ctico de discernimiento para la vida cristiana: cuando una persona, o una comunidad, se cierra en su propio modo de pensar y de actuar, es signo de que se est? alejando del Esp?ritu Santo. El camino de los cristianos y de las Iglesias particulares debe confrontarse siempre con el de la Iglesia una y cat?lica, y armonizarse con ?l. Esto no significa que la unidad creada por el Esp?ritu Santo sea una especie de igualitarismo. Al contrario, ?ste es m?s el modelo de Babel, es decir, la imposici?n de una cultura de la unidad que podemos definir como ?t?cnica?. La Biblia, de hecho, nos dice (cf Gen 11,1-9) que en Babel todos hablaban una sola lengua. En Pentecost?s, en cambio, los Ap?stoles hablan lenguas diversas para que cada uno entienda el mensaje en su propio idioma. La unidad del Esp?ritu se manifiesta en la pluralidad de la comprensi?n. La Iglesia es por su naturaleza una y m?ltiple, destinada como est? a vivir en todas las naciones, en todos los pueblos, y en los m?s diversos contextos sociales. Responde a su vocaci?n, de ser signo e instrumento de unidad de todo el g?nero humano (cf Lumen gentium, 1), s?lo si permanece aut?noma de todo Estado y de toda cultura particular. Siempre y en todo lugar la Iglesia debe ser verdaderamente, cat?lica y universal, la casa de todos en la que cada uno se puede volver a encontrar.

El relato de los Hechos de los Ap?stoles nos ofrece tambi?n otro principio muy concreto. La universalidad de la Iglesia se expresa en el elenco de los pueblos, seg?n la antigua tradici?n: ?Somos Partos, Medos, Elamitas...?, etc?tera. Se puede observar que san Lucas va m?s all? del n?mero 12, que ya expresa siempre una universalidad. ?l mira m?s all? de los horizontes de Asia y del noroeste de ?frica, y a?ade otros tres elementos: los ?Romanos?, es decir el mundo occidental; los ?Jud?os y pros?litos?, comprendiendo de una nueva manera la unidad entre Israel y el mundo; y finalmente ?Cretenses y ?rabes?, que representan Occidente y Oriente, islas y tierra firme. Esta apertura de horizontes confirma a?n m?s la novedad de Cristo en la dimensi?n del espacio humano, de la historia de las gentes: el Esp?ritu Santo implica a hombres y pueblos y, a trav?s de ellos, supera muros y barreras.

En Pentecost?s el Esp?ritu Santo se manifiesta como fuego. Su llama ha descendido sobre los disc?pulos reunidos, se ha encendido en ellos y les ha dado el nuevo ardor de Dios. Se realiza as? lo que hab?a predicho el Se?or Jes?s: ?He venido a arrojar un fuego sobre la tierra y ?cu?nto desear?a que ya estuviera encendido!? (Lc 12,49). Los Ap?stoles, junto a los fieles de las diversas comunidades, han llevado esta llama divina hasta los ?ltimos confines de la Tierra; han abierto as? un camino para la humanidad, un camino luminoso, y han colaborado con Dios que con su fuego quiere renovar la faz de la tierra. ?Qu? distinto es este fuego al de las guerras y las bombas! Qu? distinto es el incendio de Cristo, propagado por la Iglesia, al encendido por los dictadores de toda ?poca, tambi?n del siglo pasado, que dejan tras de s? tierra arrasada. El fuego de Dios, el fuego del Esp?ritu Santo, es el de la zarza que arde sin consumirse (cf Ex 3,2). Es una llama que arde, pero no destruye; que, as?, inflamando hace emerger la parte mejor y m?s verdadera del hombre, como en una fusi?n hace emerger su forma interior, su vocaci?n a la verdad y al amor.

Un Padre de la Iglesia, Or?genes, en una de sus Homil?as sobre Jerem?as, informa de un hecho atribuido a Jes?s, no contenido en las Sagradas Escrituras pero quiz?s aut?ntico, que dice as?: ?Quien est? cerca m?o est? cerca del fuego? (Homil?a sobre Jerem?as L. I [III]). En Cristo, de hecho, habita la plenitud de Dios, a quien en la Biblia se compara con el fuego. Hemos observado anteriormente que la llama del Esp?ritu Santo arde pero no quema. Y sin embargo obra una transformaci?n, y por eso debe consumir algo en el hombre, las escorias que lo corrompen y le obstaculizan en sus relaciones con Dios y con el pr?jimo. Este efecto del fuego divino sin embargo nos asusta, tenemos miedo de ?quemarnos?, preferimos quedarnos como estamos. Esto es porque muchas veces nuestra vida est? configurada seg?n la l?gica del tener, del poseer y no del darse. Muchas personas creen en Dios y admiran la figura de Jesucristo, pero cuando se les pide perder algo de s? mismos, entonces se echan atr?s, tienen miedo de las exigencias de la fe. Es el miedo a tener que renunciar a algo bueno, en el que somos atacados, el miedo a que seguir a Cristo nos prive de la libertad, de ciertas experiencias, de una parte de nosotros mismos. Por una parte queremos estar con Jes?s, seguirlo de cerca, y por otra tenemos miedo de las consecuencias que eso comporta.

Queridos hermanos y hermanas, siempre necesitamos o?r decir del Se?or Jes?s lo que a menudo les repet?a a sus amigos: ?No teng?is miedo?. Como Sim?n Pedro y los dem?s, debemos dejar que su presencia y su gracia transformen nuestro coraz?n, siempre sujeto a la debilidad humana. Debemos saber reconocer que perder algo, incluso a uno mismo por el verdadero Dios, el Dios del amor y de la vida, es en realidad ganar, reencontrarse m?s plenamente. Quien se conf?a a Jes?s experimenta ya en esta vida la paz y la alegr?a del coraz?n, que el mundo no puede dar, y no se pueden quitar una vez que Dios las ha dado. ?Vale por tanto la pena dejarse tocar por el fuego del Esp?ritu Santo! El dolor que nos causa es necesario para nuestra transformaci?n. Es la realidad de la cruz: por eso en el lenguaje de Jes?s el ?fuego? es sobre todo una representaci?n del misterio de la cruz, sin el cual no existe el cristianismo. Por eso, iluminados y confortados por estas palabras de vida, elevemos nuestra invocaci?n: ?Ven, Esp?ritu Santo! ?Enciende en nosotros el fuego de tu amor! Sabemos que ?sta es una oraci?n audaz, con la que pedimos ser tocados por la llama de Dios; pero sabemos sobre todo que esta llama -y s?lo ?sa- tiene el poder de salvarnos. No queramos, por defender nuestra vida, perder la eterna que Dios nos quiere dar. Necesitamos el fuego del Esp?ritu Santo, porque s?lo el Amor redime. Am?n.
?

[Traducci?n del original italiano por Patricia Navas
?2010 Libreria Editrice Vaticana]


Publicado por verdenaranja @ 23:44  | Habla el Papa
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S?bado, 12 de junio de 2010

ZENIT??publica esta meditaci?n del obispo de Tehuac?n (M?xico), monse?or Rodrigo Aguilar Mart?nez sobre la fiesta del Esp?ritu Santo, la solemnidad de Pentecost?s, que se celebra el domingo.?

El Don del Esp?ritu Santo

El pr?ximo domingo culminaremos el tiempo pascual con la fiesta solemne de Pentecost?s.

Seg?n nos dice san Lucas en los Hechos de los Ap?stoles, el Esp?ritu Santo que recibieron los disc?pulos de Jes?s provoc? diversas manifestaciones: Una primera, muy llamativa, fue que lo que ellos hablaban, cada uno de los oyentes lo entend?a en su propio idioma, como signo de la unidad en la diversidad; pero quiero fijarme m?s en la actitud de valent?a con que los disc?pulos, sostenidos por el Esp?ritu Santo, dan testimonio de Jes?s muerto y resucitado, e incluso la enorme alegr?a que experimentan al sufrir c?rceles o persecuci?n por causa de este anuncio de Jes?s.

El Esp?ritu Santo se derrama generosamente en nosotros en la medida de nuestra fe, o sea de nuestra disponibilidad a dejarnos conducir por el mismo Esp?ritu y dar frutos como disc?pulos y testigos de Jesucristo. Con nuestras solas fuerzas somos fr?giles e inconstantes, pero Cristo Jes?s nos concede su Esp?ritu para dar testimonio valiente de nuestra fe. Me vienen a la mente algunas de las palabras que el Papa Benedicto XVI pronunciaba la semana pasada en Portugal y que ahora cito: "cuando seg?n la opini?n de muchos -dice el Papa- la fe cat?lica ha dejado de ser patrimonio com?n de la sociedad, y se la ve a menudo como una semilla acechada y ofuscada por "divinidades" y por los se?ores de este mundo, ser? muy dif?cil que la fe llegue a los corazones mediante simples disquisiciones o moralismos, y menos a?n a trav?s de gen?ricas referencias a los valores cristianos.

El llamamiento valiente a los principios en su integridad es esencial e indispensable; no obstante, el mero enunciado del mensaje no llega al fondo del coraz?n de la persona, no toca su libertad, no cambia la vida. Lo que fascina es sobre todo el encuentro con personas creyentes que, por su fe, atraen hacia la gracia de Cristo, dando testimonio de ?l."

Cristo Jes?s no deja de estar presente con la acci?n de su Esp?ritu en la vida de la Iglesia; pero hay muchos bautizados que no reconocen esta presencia de Jes?s, ni la acci?n eficaz de su Esp?ritu.

El Esp?ritu Santo nos renueve y fortalezca con sus dones: Nos haga salir del miedo, de la poquedad, de la flojera para que, siendo fieles a Jesucristo, demos un testimonio valiente como disc?pulos suyos en nuestro ambiente, con obras de verdad, de bondad, de justicia, de solidaridad.


Publicado por verdenaranja @ 23:21  | Hablan los obispos
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ZENIT publica la homil?a que pronunci? el cardenal secretario de Estado, Tarcisio Bertone, durante la misa que presidi?, en nombre del Papa, la v?spera de la solemnidad de la Virgen de F?tima en el atrio de la bas?lica mariana. Instantes antes, Benedicto XVI hab?a dirigido, desde la capilla de las apariciones, la oraci?n del rosario acompa?ado de medio mill?n de peregrinos.

Venerados?hermanos en el episcopado y en el sacerdocio,
amados hermanos y hermanas en el Se?or,
queridos peregrinos de F?tima

Dice Jes?s: "Si no volv?is a ser como ni?os, no entrar?is en el Reino de los cielos" (Mt 18, 3). Para entrar en el Reino, hemos de hacernos humildes, cada vez m?s humildes y peque?os, lo m?s peque?os posible: ?ste es el secreto de la vida m?stica. La verdadera vida espiritual comienza con un aut?ntico acto de humildad, renunciando a la dif?cil posici?n de sentirse siempre el centro del universo y abandon?ndose en los brazos del misterio de Dios, con alma de ni?o.

En los brazos del misterio de Dios. En ?l no hay s?lo potencia, ciencia, majestad; hay tambi?n infancia, inocencia, ternura infinita, porque ?l es Padre, infinitamente Padre. No lo sab?amos antes, ni pod?amos saberlo; ha sido necesario que enviase a su Hijo para que lo descubri?semos. El Hijo se ha hecho ni?o y, de esta manera, ha podido decirnos que nos hici?ramos ni?os para entrar en su Reino. Siendo Dios de infinita grandeza, se ha hecho tan peque?o y humilde ante nosotros, que solamente los ojos de la fe y de los sencillos lo pueden reconocer (cf. Mt 11, 25). As?, ha puesto en cuesti?n el instinto natural de protagonismo que reina en nosotros: "Ser como Dios" (cf. Gn 3, 5). Pues bien, Dios ha aparecido en la tierra como ni?o. Ahora sabemos c?mo es Dios: es un ni?o. Ten?amos que verlo para creerlo. Ha aprovechado nuestra imperiosa necesidad de sobresalir, pero ha cambiado su objetivo, proponi?ndonos ponerla al servicio del amor; sobresalir s?, pero como el m?s pac?fico, indulgente, generoso y servicial de todos: el siervo y el ?ltimo de todos.

Hermanos y hermanas, ?sta es "la sabidur?a que viene de arriba" (cf. St 3, 17). En cambio, la "sabidur?a" del mundo alaba el ?xito personal y lo busca a toda costa, quitando de en medio sin miramientos a quien obstaculiza la propia superioridad. A esto llaman vida, pero el rastro de muerte que deja, lo contradice. "El que odia a su hermano -lo hemos o?do en la segunda lectura- es un homicida. Y sab?is que ning?n homicida lleva en s? la vida eterna" (1 Jn 3, 15). Solamente quien ama al hermano posee en s? la vida eterna, es decir, la presencia de Dios, el cual, por medio del Esp?ritu, comunica al creyente su amor y lo hace part?cipe del misterio de la vida trinitaria. En efecto, as? como un emigrante en un pa?s extranjero, aunque se adapte a la nueva situaci?n, conserva -al menos en el coraz?n- las leyes y las costumbres de su pueblo, as? tambi?n, cuando Jes?s vino a la tierra, trajo consigo, como peregrino de la Trinidad, el modo de vivir de su patria celeste, que "expresa humanamente las costumbres divinas de la Trinidad" (Catecismo de la Iglesia Cat?lica, n. 470). En el Bautismo, cada uno de nosotros ha renunciado a la "sabidur?a" del mundo y se ha convertido a la "sabidur?a de arriba", manifestada en Cristo Jes?s, Maestro incomparable en el arte de amar (cf. 1 Jn 3, 16). Jes?s ha dicho que dar la vida por el hermano es el culmen del amor (cf. Jn 15, 13); lo ha dicho y lo ha hecho, mand?ndonos amar como ?l (cf. Jn 15, 12). El gran desaf?o es pasar de considerar la vida como posesi?n a verla como don, y aqu? se nos revela -a nosotros mismos y a los dem?s- qui?nes somos y qui?nes queremos ser.

El amor fraterno y gratuito es el mandamiento y la misi?n que el divino Maestro nos ha dejado, capaz de convencer a nuestros hermanos y hermanas en humanidad: "La se?al por la que conocer?n que sois disc?pulos m?os ser? que os am?is unos a otros" (Jn 13, 35). A veces, nos quejamos de la marginaci?n del cristianismo en la sociedad actual, de la dificultad para trasmitir la fe a los j?venes, de la disminuci?n de las vocaciones sacerdotales y religiosas... y se podr?an a?adir otros motivos de preocupaci?n; de hecho, no es extra?o que nos sintamos perdedores a los ojos del mundo. Sin embargo, la aventura de la esperanza va m?s all?. Nos dice que el mundo es de quien m?s lo ama y mejor se lo demuestra. En el coraz?n de toda persona hay una sed infinita de amor; y nosotros, con el amor que Dios derrama en nuestros corazones (cf. Rm 5, 5), podemos saciarla. Naturalmente, nuestro amor debe expresarse no "de palabra y de boca, sino de verdad y con obras", respondiendo con alegr?a y generosidad con nuestros bienes a las necesidades de los necesitados (cf. 1 Jn 3, 16-18).

Queridos peregrinos y cuantos me escuch?is, "compartid con alegr?a, como Jacinta". As? reza el lema que este Santuario ha querido recalcar en el centenario del nacimiento de la vidente privilegiada de F?tima. En este mismo lugar, hace diez a?os, el Venerable Siervo de Dios Juan Pablo II la elev? a la gloria de los altares junto con su hermano Francisco; han recorrido, en poco tiempo, la larga marcha hacia la santidad, guiados y sostenidos por las manos de la Virgen Mar?a.?Son dos frutos maduros del ?rbol de la Cruz?del Salvador. Al verlos, nos damos cuenta de que ?sta es la estaci?n de los frutos... frutos de santidad. Viejo tronco lusitano de savia cristiana, con las ramas extendidas hacia otros mundos y all? enterradas como brotes de nuevos pueblos cristianos, la Reina del Cielo ha plantado en ti su pie -pie victorioso que aplasta la cabeza de la serpiente embaucadora (cf. Gn 3, 15)- para buscar a los peque?os del Reino de los cielos. Fortalecidos con la vigilia de esta noche y con los ojos atentos a la gloria de los beatos Francisco y Jacinta, aceptad el reto de Jes?s: "Si no volv?is a ser como ni?os, no entrar?is en el Reino de los cielos" (Mt 18, 3). Para personas carcomidas por el orgullo como nosotros, no es f?cil hacerse ni?os. Por eso, Jes?s nos advierte duramente: "No entrar?is". No hay alternativa. Portugal, no te resignes a formas de pensar y de vivir que no tengan futuro, porque no se apoyen sobre la certeza firme de la Palabra de Dios, del Evangelio. "?No temas! El Evangelio no est? contra ti, sino en tu favor... En el Evangelio, que es Jes?s, encontrar?s la esperanza firme y duradera a la que aspiras. Es una esperanza fundada en la victoria de Cristo sobre el pecado y sobre la muerte. ?l ha querido que esta victoria sea para tu salvaci?n y tu gozo" (Juan Pablo II, Exhort. Ap. Ecclesia in Europa, 121).

La primera lectura nos muestra c?mo Samuel ha encontrado un gu?a en el Sacerdote El?. ?ste demuestra, en su relaci?n con el muchacho, toda la prudencia que se requiere para la tarea del verdadero educador, pues es capaz de intuir el tipo de experiencia profunda que Samuel est? viviendo. Nadie puede decidir sobre la vocaci?n de otro; por eso, El? orienta a Samuel a la escucha d?cil de la palabra de Dios: "Habla, Se?or, que tu siervo escucha" (1 S 3, 10). En cierto modo, podemos leer desde esta misma perspectiva la Visita?del Santo Padre, que se desarrolla bajo el lema: "?Papa Benedicto XVI, contigo caminamos en la Esperanza!". Son palabras que expresan tanto una com?n confesi?n de fe y manifestaci?n de adhesi?n a la Iglesia?a trav?s de su fundamento visible que es Pedro, como un aprendizaje personal de confianza y de lealtad con relaci?n a la gu?a paterna y sabia de aquel que el Cielo ha elegido para indicar a la humanidad de este tiempo el camino seguro para alcanzarlo.

Santo Padre, "contigo caminamos en la Esperanza". Contigo aprendemos a distinguir entre la gran Esperanza y las esperanzas peque?as y siempre limitadas como nosotros. Cuando, rodeados de la decepci?n general de quienes se quedan en las peque?as esperanzas, sintamos la alternativa de Jes?s, la gran Esperanza: "?Tambi?n vosotros quer?is marcharos?", fortal?cenos t?, Pedro, con tu palabra de siempre: "Se?or, ?a qui?n vamos a acudir? T? tienes palabras de vida eterna; nosotros creemos. Y sabemos que t? eres el Santo, consagrado por Dios" (Jn 6, 68-69). Verdaderamente -nos recuerda el Pedro de hoy, el Papa Benedicto XVI-, "quien no conoce a Dios, aunque tenga m?ltiples esperanzas, en el fondo est? sin esperanza, sin la gran esperanza que sostiene toda la vida (cf. Ef 2,12). La verdadera, la gran esperanza del hombre que resiste a pesar de todas las desilusiones, s?lo puede ser Dios, el Dios que nos ha amado y que nos sigue amando ?hasta el extremo', ?hasta el total cumplimiento' (cf. Jn 13,1; 19,30)" (Enc. Spe salvi, 27).

Queridos peregrinos de F?tima, que el Cielo sea siempre el horizonte de vuestra vida. Si os dicen que el Cielo puede esperar, os enga?an... La voz que viene del cielo no es como estas voces, semejantes a la legendaria sirena embaucadora, que dorm?a a sus v?ctimas antes de echarlas al abismo. Desde hace dos mil a?os, comenzando por Galilea y hasta los confines de la tierra, resuena la voz del Hijo de Dios que dice: "Se ha cumplido el plazo, est? cerca el Reino de Dios" (Mc 1, 15). F?tima nos recuerda que el cielo no puede esperar. Por eso, pidamos con confianza filial a Nuestra Se?ora que nos ense?e a traer el Cielo a la tierra: ?Oh, Virgen Mar?a, ens??anos a creer, adorar, esperar y amar contigo! Ind?canos el camino hacia el Reino de Jes?s, la v?a de la infancia espiritual. T?, Estrella de la Esperanza, que anhelante nos esperas en la Luz sin ocaso de la Patria?celeste, brilla sobre nosotros y gu?anos en las vicisitudes de cada d?a, ahora y en la hora de nuestra muerte. Am?n.


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Lectio divina para?el domingo once del Tiempo Ordinario - C, ofrecida por la Delegaci?n Diocesana de Liturgia de la di?cesis de Tenerife.

LECTURA:?
???????Lucas 7,36-8,3?

En aqu?l tiempo, un fariseo rogaba a Jes?s que fuera a comer con ?l. Jes?s, entrando en casa del fariseo se recost? a la mesa. Y una mujer de la ciudad, una pecadora, al enterarse de que estaba comiendo en casa del fariseo, vino con un frasco de perfume, y, coloc?ndose detr?s junto a sus pies, llorando, se puso a regarle los pies con sus l?grimas, se los enjugaba con sus cabellos, los cubr?a de besos y se los ung?a con perfume.

Al ver esto, el fariseo que lo hab?a invitado, se dijo: Si ?ste fuera profeta, sabr?a qui?n es esta mujer que lo est? tocando y lo que es: una pecadora.

Jes?s tom? la palabra y le dijo: Sim?n, tengo algo que decirte. ?l respondi?: D?melo, maestro.

Jes?s le dijo: Un prestamista ten?a dos deudores: uno le deb?a quinientos denarios y el otro cincuenta. Como no ten?an con qu? pagar, los perdon? a los dos. ??Cu?l de los dos le amar? m?s? Sim?n contest?: Supongo que aqu?l a quien le perdon? m?s.

Jes?s le dijo: Has juzgado rectamente. Y, volvi?ndose a la mujer, dijo a Sim?n: ?Ves a esta mujer? Cuando yo entr? en tu casa, no me pusiste agua para los pies; ella, en cambio, me ha lavado los pies con sus l?grimas y me los ha enjugado con su pelo. T? no me besaste; ella, en cambio, desde que entr?, no ha dejado de besarme los pies. T? no me ungiste la cabeza con ung?ento; ella, en cambio, me ha ungido los pies con perfume. Por eso te digo, sus muchos pecados est?n perdonados, porque tiene mucho amor: pero al que poco se le perdona, poco ama. Y a ella le dijo: Tus pecados est?n perdonados.

Los dem?s convidados empezaron a decir entre s?: ?Qui?n es este que hasta perdona pecados?. Pero Jes?s dijo a la mujer: Tu fe te ha salvado, vete en paz.

MEDITACI?N:?????????? ?Llorando?

Pocos textos est?n marcados con el peso de tanta ternura como el que me ofreces hoy, Se?or. Aquella mujer no pod?a poner palabras a sus sentimientos y en aqu?l gesto lo estaba diciendo todo, y t?, s?lo t?, le pudiste entender. En sus l?grimas pod?a haber dolor, arrepentimiento, un reconocer el pozo en el que estaba metida y del que no pod?a salir, por mucho que quisiera, desde ella misma o desde el ambiente que la hab?a etiquetado y colocado en un ?mbito de la sociedad.

Y, por tu parte, no hubo reproches, ni recomendaciones, ni avisos, ni condenas, ni petici?n de explicaciones, ya hab?a demasiado dolor para a?adir m?s dolor. Aquella mujer necesitaba un simple gesto de acogida, de humanidad, y lo hall? plenamente en ti. Donde los hombres vemos pecadores incorregibles, t? sigues viendo seres humanos, hijos, hermanos dolientes, que necesitan no reproches, sino amor. Y as? nos lo quisiste ense?ar de mil maneras, y lo aprendimos en la teor?a, pero no lo terminamos de pasar a la vida.

Necesitamos aprender de esa mujer, s?, aprender a llorar. Llorar nuestras miserias, nuestras incapacidades, nuestras imposibilidades, nuestros errores queridos o no deseados, nuestros vicios adquiridos, nuestros ego?smos, nuestros orgullos, nuestras indolencias e insolidaridades. Llorar tambi?n el dolor in?til de tantos inocentes, tantas violencias absurdas; llorar el horror de nuestras verdades y seguridades que tan f?ciles nos hacen a la condena, al rechazo, a la superioridad sobre los otros. S?, ojal? fu?semos capaces de llorar todo eso, porque a pesar de que no pudi?semos superar todas nuestras limitaciones, estar?amos poniendo de manifiesto que todav?a queda una chispa de amor en nuestro coraz?n y, por lo tanto, la esperanza seguir?a abierta.

De momento lo recibimos de ti. T? sigues empe?ado en descubrirnos que es posible. Que t? nos lo ofreces y que nosotros lo podemos ofrecer. Lo he sentido con claridad en muchos momentos, reconozco que me cuesta aprender, pero sigo empe?ado en ello

ORACI?N:????????? ?Dar lo mejor?

Se?or, ay?dame para que en el medida de lo posible no se me manche el coraz?n. Que m?s all? y por encima de mis limitaciones no se me apague la esperanza y los deseos de dar lo mejor. Que mi coraz?n siga siendo sensible al dolor y al amor, Que no se me olvide llorar, de tristeza y de alegr?a, porque el llanto mantiene viva la ternura hacia uno mismo y a los dem?s. Cuando el coraz?n se endurece y la fuente de las l?grimas se secan se pierde lo que tenemos de m?s humano.

Que no me asuste de las l?grimas, que no me hablar?n nunca de debilidad sino de mi capacidad y de mi necesidad de amar y de saberme amado.

CONTEMPLACI?N:??????????? ?Como cascadas?

Como gotas de lluvia
que lavan y retienen
el polvo del camino.

Como olas que modelan
las rocas con su fuerza
o las aguas cantarinas
que redondean las piedras
del lecho de los r?os,
deber?an brotar,
como cascadas de agua viva
las lagrimas de mis ojos,
en se?al de que sigue
manando vida
en la fuente profunda
de mi coraz?n.

De que todav?a est?s t?,
pronunciando una palabra
de amor,
y de que su eco
hace vibrar las entra?as
m?s profundas de mi ser.

Ser?a se?al de que todav?a
estoy vivo,
y al sentirlo,
una l?grima brota serena
y se desliza suave y firme,
palabra callada de amor,
por mi mejilla,
y se estremecen mis entra?as.


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REDACCI?N DE "IGLESIA NIVARIENSE"
C. San Agust?n, n? 28
38201. La Laguna. Tenerife.
Tfno. 922-25 86 40 / Extensi?n 8
e-mail: [email protected]

Bolet?n 390

LAS NOTICIAS AMPLIADAS PUEDEN VERLAS ENTRANDO EN NUESTRO NUEVO BLOG. Textos, sonidos, e im?genes los tienen en: http://www.comunicacionobispadodetenerife.blogspot.com/

???

El s?bado se celebra una nueva Jornada Diocesana de Catequesis de Adultos en el Seminario. Dos ponencias sobre la catequesis de adultos al servicio de la iniciaci?n cristiana, momentos para compartir, una peque?a obra de teatro, etc. son algunas de las actividades prevista para esta acci?n pastoral que se inicia a las diez de la ma?ana.?

C?ritas Diocesana? invita a su Encuentro Festivo a celebrar en la Plaza de la Patrona de Canarias en Candelaria, a celebrar este s?bado entre las 11 y las 20 horas.? Habr? muchas actividades: castillos hinchables, gigantes y cabezudos, teatro, cuentacuentos, talleres, actuaciones musicales, humor, batucadas, una gran paellada gratis para almorzar, reposter?a, stand de comercio justo, etc.??

El palmero Francisco Jos? Ru?z ser?, a partir de septiembre, el nuevo provincial de los jesuitas en Espa?a, tras el nombramiento realizado por el General de la Orden. Natural de la capital palmera, pertenece a la parroquia de S. Francisco. Fue ordenado presb?tero por nuestro obispo Felipe Fern?ndez. En nuestro blog pueden escuchar la entrevista que le realizaron en la COPE.?

Estamos a punto de clausurar el "A?o Sacerdotal". El Papa lo puso bajo la protecci?n del Santo Cura de Ars. Para concluir el a?o, el Papa lo nombrar? patr?n de todos los presb?teros del mundo. Ser? durante el Encuentro Mundial de Sacerdotes que tendr? lugar del 9 al 11 de junio. En el mismo participa nuestro Obispo, Bernardo ?lvarez.?

El viernes, 11 de junio, solemnidad del Sagrado Coraz?n de Jes?s, terminar? el "A?o Sacerdotal". ?En la Di?cesis, el encuentro de S. Juan de ?vila sirvi? para realizar un acto conjunto. Ahora en cada parroquia se nos invita a tener una celebraci?n, bien el citado viernes o el domingo. Para ello, las delegaciones de pastoral vocacional, de liturgia y para el clero, han colgado en la web: obispadodetenerife.es, una hora santa, materiales para la eucarist?a de clausura, etc.?

El Obispo Em?rito Dami?n Iguacen, preside este a?o los actos de la Infraoctava del Corpus de La Orotava.??

La Secretar?a de Pastoral est? pidiendo a todos los departamento un adelanto de las acciones a realizar el venidero curso, cuyo objetivo preferente, dentro del Plan Pastoral, ser? los adultos, teniendo en cuenta, igualmente, a la familia.??

Por otro lado, el equipo de formadores del Seminario ha enviado una misiva a todo el clero informando del pr?ximo cursillo de discernimiento vocacional para ni?os j?venes y adultos a celebrar entre el 4 y el?10 de julio.??

Ya se acercan las jornadas de formaci?n continua del clero. En esta ocasi?n ser?n los d?as 21, 22 y 23 de junio en el seminario y en horario de 10?a 13.30. Estar?n guiadas por el jesuita Jos? Mar?a Fern?ndez Martos, profesor de la universidad de Comillas. Su tem?tica ser? la ?cuesti?n afectiva y sexual en la vida de los sacerdotes?.?

El domingo 13 de junio a las 18.30 en la parroquia de Santa Ana de Garachico,? el obispo preside la Consagraci?n de un grupo de miembros de la Fraternidad de Servidores del Coraz?n Sacerdotal de Jes?s.

Los trabajos de restauraci?n de la ermita de la patrona de La Gomera, la Virgen de Guadalupe, van a buen ritmo y se espera que durante el verano puedan estar concluidos lo que permitir?a devolver la imagen de la patrona gomera a su morada en Puntallana.

La evoluci?n de la audiencia media acumulada de la televisi?n de las di?cesis canarias en los ?ltimos meses est? siendo altamente positiva. Las cifras en lo que va de a?o no dejan lugar a dudas. As?, Popular TV Canarias comenz? 2010 con 18.000 espectadores diarios, en marzo eran 21.000, en abril, coincidiendo con el apag?n anal?gico, se alcanzaron los 64.000 y, en mayo, quienes ven diariamente Popular Mar?a Visi?n de Canarias han seguido creciendo hasta alcanzar los 158.000 de media de audiencia acumulada.?

Este mi?rcoles hicimos memoria del Beato Jos? de Anchieta. Ese d?a se realiz?, a mediod?a, la tradicional ofrenda floral en su casa natal, la que hasta hace poco fue sede provisional del obispado.
Adem?s, a las siete de la tarde se celebr? una Eucarist?a en la parroquia lagunera de La Concepci?n, seguida por una peque?a procesi?n con la imagen de Anchieta.?

El peri?dico La Opini?n ha publicado un reportaje sobre la presencia de los franciscanos en la capital tinerfe?a, donde comenzaron a tener presencia a partir del siglo XVIII y crearon la capilla de la Orden Tercera.?

El mismo rotativo entrevist? a Mar?a del Mar Cabrera, la presidenta de la Junta de Hermandades y Cofrad?as de La Laguna.


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ZENIT? publica el comentario al Evangelio del? domingo XI del tiempo ordinario, 13 de junio (Lucas 7,36-8,3 ), redactado por monse?or Jes?s Sanz Montes, ofm, arzobispo de Oviedo, administrador apost?lico de Huesca y de Jaca.??

Evangelio del domingo: La misericordia invitada?

Invitar a comer es uno de los signos de amistad m?s comunes en todas las culturas. El Evangelio de hoy nos narra un episodio de un fariseo que rogaba a Jes?s que fuera a su casa porque le quer?a invitar a comer. As? fue. Pero se col? una mujer conocida en la ciudad por sus pecados, y discretamente comenz? a llorar a los pies de Jes?s, a bes?rselos y enjugarlos con los cabellos, a perfumarlos con el frasco de perfume que hab?a tra?do. El fariseo viendo aquello, se puso a murmurar contra el maestro. Es decir, invit? a Jes?s a comer como quien invita a una persona famosa, acaso para pavonearse de haber sido anfitri?n del afamado maestro que estaba en la boca de todos.

Es tremendo eso de esperar a Dios en los caminos que ?l no frecuenta o empe?arse en enmendarle la plana cuando le vemos llegar por donde ni nos imaginamos. En esta entra?able escena, no obstante, lo m?s importante no era la desilusi?n defraudada del fariseo, sino la ense?anza de Jes?s ante el comportamiento de aquella pobre mujer. Ella hizo lo que le falt? al fariseo en la m?s elemental cortes?a oriental: acoger lavando los pies, secarlos y perfumarlos. Ella no lo hizo como gesto de educaci?n refinada, pues no estaba en su casa ni era ella quien hab?a invitado a Jes?s, sino como gesto de conversi?n, como petici?n de perd?n y como espera de misericordia. Ciertamente el Se?or responder?a con creces: no banalizar?a el pecado de la mujer, pero valorar?a infinitamente m?s el perd?n que con aquel gesto ella suplicaba. El fariseo s?lo vio en ella el error, mientras que Jes?s acert? a ver sobre todo el amor: a quien mucho ama, mucho se le perdona.

El fariseo y aquella mujer hab?an pecado, cada cual a su modo. El primero no lo reconoci? mientras que ella supo pedir perd?n, que es una forma de amor. La vida es como un banquete. En ?l podemos estar murmurando in?tilmente los errores ajenos como el fariseo, o ser perdonados amorosamente como la mujer. Adem?s de evitar los errores hemos de aprender a amar, creyendo que m?s grande que nuestra torpeza es la misericordia del Se?or.


Publicado por verdenaranja @ 11:29  | Espiritualidad
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11 DEL TIEMPO ORDINARIO
13 de junio de 2010

La paz, el amor y el perd?n de Dios est?n con todos vosotros.

Hoy es un domingo normal. No nos encontramos en ning?n tiempo lit?rgico destacado, no celebramos ninguna fiesta, sino que nos reunimos precisamente para lo que da m?s sentido a nuestra vida cristiana: encontrarnos sencillamente con Jes?s, que nos gu?a, que nos acompa?a, que nos alimenta y nos da vida. Y eso mismo haremos durante una larga serie de domingos, desde hoy hasta que reiniciemos el tiempo de Adviento a finales de noviembre.

Tambi?n hoy podemos tener presente una intenci?n especial. Este pasado viernes, fiesta del Sagrado Coraz?n de Jes?s, se ha clausurado el a?o sacerdotal convocado per el papa Benedicto XVI. Es, por tanto, una invitaci?n a orar por aquellos a quienes la Iglesia nos ha encomendado presidir la comunidad, para que demos un buen testimonio de Jesucristo.

A. penitencial: En silencio, prepar?monos para celebrar la Eucarist?a pidiendo perd?n por nuestros pecados. (Silencio).

T?, que has sido enviado a sanar los corazones afligidos. SE?OR, TEN PIEDAD.
T?, que has venido a llamar a los pecadores. CRISTO, TEN PIEDAD.
T?, que est?s sentado a la derecha del Padre para inter?ceder por nosotros. SE?OR, TEN PIEDAD.

1. lectura (2 Samuel 12,7-10.13): Durante esta serie de domingos que hoy empezamos, el evangelio que iremos escuchando ser? el de Lucas, que es el evangelista que m?s habla del perd?n de Dios. Ahora, para prepararnos a la lectura evang?lica, escuchemos una historia del Antiguo Testamento, del rey David.

2. lectura (G?latas 2,16.19-21): Escuchemos ahora a san Pablo, que nos habla de su vida, de su fe, de lo que significa Jesucristo para ?l.

Oraci?n universal: Presentemos al Padre nuestras plega?rias, por la Iglesia, por el mundo entero, y por nosotros mismos. Oremos diciendo: ESC?CHANOS, PADRE.

Al terminar el a?o sacerdotal, oremos especialmente por los sacerdotes. Para que realicen su labor con alegr?a y con mucha fe, para el bien de todo el pueblo cristiano. OREMOS:

Por los que se preparan para el sacerdocio. Para que vivan llenos del esp?ritu de amor y de servicio de Jesu?cristo. OREMOS:

Por los enfermos. Para que el Se?or los acompa?e en su dolor y puedan recuperar la salud. OREMOS:

Por nuestro pa?s. Para que haya prosperidad y bienestar para todos, y especialmente para los que m?s sufren a causa de la crisis econ?mica. OREMOS:

Por nosotros. Para que siempre actuemos siguiendo los criterios y las ense?anzas de Jes?s. OREMOS:

Escucha, Padre, nuestra oraci?n, y derrama sobre nosotros tu amor. Por Jesucristo, nuestro Se?or.

Prefacio del Sagrado Coraz?n, p?g. 402.

Padrenuestro: Fieles a la ense?anza de Jesucristo, ahora, antes de participar de su mesa, nos atrevemos a decir:


CPL


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Lunes, 07 de junio de 2010

ZENIT publica la "Carta abierta a un niño de primera comunión" que ha enviado monseñor Jesús Sanz Montes, ofm, arzobispo de Oviedo, administrador apostólico de Huesca y Jaca.

 
Queridos hermanos y amigos: paz y bien.

Me gustaría abrir esta carta, por así decir, y que lean todos lo que de buen grado escribo a un niño o niña que en estos días están haciendo su primera comunión. Me dirijo a ellos fundamentalmente, pero para que lo que les digo puedan también llegar a sus padres, a sus familiares, a sus catequistas, a sus profesores, a todos cuantos intervienen en el crecimiento cristiano de ese pequeño. 

Querido niño o niña que en estas semanas vais a recibir por primera vez a Jesús en la Eucaristía, dejadme que os ponga estas letras escritas con cariño y gratitud.

Yo hice mi primera comunión cuando tenía ocho años. Me acompañaba mi hermana un año menor que yo y recuerdo cuando salimos temprano de casa camino de la iglesia vestidos de un modo especial, como se pedía para una fiesta grande. Días antes habíamos vestido también nuestro corazón cuando nos acercamos, también por primera vez, a recibir el perdón del Señor en el sacramento de la confesión. Éramos pequeños, pero también había cosas de las que pedir perdón a Dios. En esto nos ayudaron mucho los sacerdotes y los catequistas: no podíamos ir de cualquier modo a recibir a Jesús si hacíamos o decíamos cosas que le ofendían. Pero ¿se puede ofender a Dios? ¿Cómo? ¿En qué consiste el pecado?

Hace poco tiempo tuve que confesar a un niño que se preparaba para hacer su primera comunión. Era también su primera confesión. Yo pensaba que no sabría confesarse, o que le parecería rara la confesión y que resultaba difícil explicárselo. Pero me sorprendió. A un cierto punto de nuestro encuentro, mientras hablábamos para que hiciera bien la confesión, me dijo que él a veces no obedecía a sus padres, que se portaba mal en el colegio, y que hacía rabiar a su hermano pequeño.

Yo le dije que eso no eran pecados "contra" Dios, sino en todo caso "contra" sus padres, profesores y su hermano. Y entonces le pregunté, ¿crees que esas cosas ofenden al Señor?

Él me respondió muy digno: mira, Dios quiere a mis papás, a mis profes, incluso a mi hermano pequeño, y lo que yo hago mal con ellos, también le duele a Dios.

Entonces yo le insistí que esas cosas eran sólo "pecados" contra ellos, pero no contra Dios. Y aquel niño, como tenía interés en decirme que estaba equivocado, me puso él mismo con sus nueve años este ejemplo: si a mi hermano algún chico le pega, como yo quiero a mi hermano, aunque a mí no me peguen me duele, porque es como si me pegaran a mí.

(Debo reconocer que eso me impresionó y que veía en un niño con claridad madura eso que los adultos a veces nos cuesta reconocer como cristiana solidaridad mirando precisamente a un Dios que se hizo solidario con nosotros por amor).

Si hermosa fue la preparación para recibir a Jesús con el alma limpia, lo más guapo fue comulgar el Cuerpo del Señor. Quien más nos quiere como nuestra madre, nos dio de pequeños su leche materna y nos permitió crecer y hacernos grandes. Dios nos da como alimento ese Pan especial, Pan bendito, que es su mismo Cuerpo bajo las especies del Pan Consagrado, para que nuestra vida cristiana crezca. Tenemos que comulgar a Jesús y comulgar todo lo que Jesús ama mirando las cosas como Él las ve.

El día de la primera Comunión es un día precioso que debemos anotar y cada año festejarlo, como cuando recordamos nuestro cumpleaños. Y sobre todo no quedarnos en ese día especial, con traje especial, con regalos y felicitaciones de los que nos quieren bien. Cada domingo nos espera Jesús para celebrar con Él su día, y acercarnos al altar para volver a recibirle debidamente preparados. Ese es el mejor regalo. Que la Virgen María os ayude a comulgar a Jesús.

Recibid mi afecto y mi bendición.


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(De Fuente de La Guancha)


VISITA AL SEMINARIO

1 de Mayo

Los organizadores de la Peregrinación al Santuario de  Candelaria quisieron darle un aspecto vocacional al haberse celebrado el anterior domingo la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones Sacerdotales y Religiosas. Por eso programaron una visita al Seminario, al “corazón de la Diócesis”, como dijo el seminarista que los recibió y saludó. Aparte de exponer sus experiencias vocacionales proyectaron en reportaje vocacional y contemplaron la Exposición de Arte Sacro que por estos días se realiza en las dependencias del Seminario Diocesano.   

PEREGRINACIÓN A CANDELARIA

1 de Mayo

Un año más se realizó la peregrinación a Candelaria de nuestras parroquias de San José y La Guancha. Participaron ciento veinte personas, que al llegar a la Basílica se unieron a otras cuatrocientas personas venidas de las parroquias de Icod de los Vinos: Santa Bárbara, Llanito Perera, Cruz del Tronco, La Centinela, La Candelaria, San Felipe, El Amparo, La Vega, Buen Paso, San Isidro y Hoya Ana Díaz. Los cinco sacerdotes que presiden estas comunidades concelebraron la Santa Misa. Al final el padre Jesús Mendoza saludó a los peregrinos y se cantó el himno a la Virgen de Candelaria “Salve, salve, Virgen morenita”. Todos tuvieron la oportunidad de subir al camarín para contemplar de cerca la venerada imagen.

Después visitamos la iglesia de San Juan Degollado en Arafo y almorzamos en Las Caletillas. Por la tarde hicimos parada en la Feria de las Flores en el Parque García Sanabria de Santa Cruz y terminamos en el Seminario Diocesano donde unos seminaristas pusieron un reportaje vocacional y visitamos la exposición de Arte Sacro en las dependencias del Seminario. 

LA CRUZ DE LOS JÓVENES LLEGA A TENERIFE

2 de Mayo

Con gran emoción asistimos a la bienvenida oficial a la diócesis de Tenerife de la Cruz de los Jóvenes en La Orotava frente a la Iglesia de San Agustín. Cruz,  bendecida y entregada a los jóvenes por el Papa Juan Pablo II en el año 1984. Portada por varios jóvenes y precedida del icono de la Virgen se hizo paso por la multitud que la esperaba para quedar erguida delante de la misma puerta de la iglesia. Un joven hizo un pequeño esbozo de su historia y el obispo diocesano Don Bernardo Álvarez Afonso pronunció el discurso de bienvenida. "Esta Cruz, sostuvo el prelado, inscrita en el corazón de todo ser humano, es el gran símbolo del amor de Dios, el gran signo de la salvación". La Cruz- prosiguió Álvarez- “nos actualiza el amor fiel de Dios": El no nos deja solos nunca, ni en la adversidad ni en el gozo. "Sin Dios la Cruz nos aplasta. Con Dios nos salva”. Un emocionado Álvarez concluyó, “Jóvenes, aquí tienen la Cruz y el Icono de María, aprovechemos esta oportunidad, honrémoslos con la vida”.

Un vía Lucis con la Cruz y el Icono llevadas por jóvenes, algunos de los cuales portaba antorchas que daban luz con la noche ya presente, fue conduciendo, en una emocionante jornada, estos símbolos hasta el templo de La Concepción, el cual los acogió con el júbilo de los participantes. 

PRIMERAS COMUNIONES EN LA GUANCHA

9 de Mayo

Veinte niños de nuestra parroquia de La Guancha se acercaron a recibir la primera Comunión. Constituyen el primer grupo de un número de cuarenta. Dado la cantidad de personas que acompañan a las familias de los neocomulgantes, y como el templo no es muy grande, los catequistas y los padres decidieron hacer dos turnos dejando el resto para el día 23 de Mayo con la finalidad de un mayor silencio y participación de los asistentes.  Y así aconteció. A pesar de estar el templo totalmente lleno con padres, padrinos, familiares, amigos y los fieles habituales de la misa dominical, se logró una participación activa y piadosa durante toda la celebración.  

GRUPO DE NUESTRAS PARROQUIAS PARTICIPA EN PEREGRINACIÓN A FÁTIMA EN LA VISITA DEL PAPA

11 al 14 de Mayo

Un grupo de personas de las parroquias de San José y La Guancha se unió a la peregrinación a Fátima (Portugal) organizada por Viajes Ramalugo coincidiendo con la visita del Papa.

Durante la tarde-noche del día 12 llevando, totalmente emocionados, la vela en medio de un mar de luces pudieron vivir el momento más esperado para los peregrinos – ver al Papa pisar el suelo mariano-  y escuchar con un profundo silencio religioso su saludo en el que dijo que “la luz la recibimos de Cristo siendo nosotros zarza en la que se ha posado la gloria de Dios” y la oración a la virgen en la que evocó a Juan Pablo II e hizo el ofrecimiento de una rosa de oro. Después del rezo del rosario dirigido por el mismo Papa asistieron en la explanada del santuario a la procesión de las antorchas.

El día 13 desde temprano ya estábamos en ese “lugar bendito”, en la capilla de las Apariciones, para participar junto a millares de peregrinos  en la Santa Misa presidida por el Papa, que en su homilía  comenzó diciendo “he venido como peregrino a Fátima, a esta “casa” que María ha elegido para hablarnos en los tiempos modernos. He venido a Fátima para alegrarme de la presencia de María y de su protección maternal. He venido a Fátima, porque hacia este lugar converge hoy la Iglesia peregrina, querida por su Hijo como instrumento suyo de evangelización y sacramento de salvación. He venido a Fátima para rezar, con María y con tantos peregrinos, por nuestra humanidad afligida por miserias y sufrimientos”.  Más adelante añadió “Se engañaría quien pensase que la misión profética de Fátima haya concluido”. Al terminar la Misa dirigió a los enfermos unas palabras de aliento y de esperanza  bendiciendo a ellos y a la multitud con la Eucaristía, para terminar saludando en diversas lenguas.

Los días en Fátima fueron un regalo de Dios y una vivencia inolvidable. 

SEGUNDO GRUPO DE PRIMERAS COMUNIONES EN LA GUANCHA

23 de Mayo

Diecisiete niños fueron admitidos en la Solemnidad de Pentecostés a recibir la Primera Comunión como segundo grupo en nuestra parroquia de La Guancha. El templo se volvió a llenar con los padres, padrinos, familiares, invitados y fieles habituales. El rito, el mismo que el primer grupo en intervención de los niños, catequistas y padres, en medio de un silencio sobrecogedor. Al terminar el párroco agradeció a los padres, catequistas y maestros su labor, felicitó a los niños y los invitó a participar en la misa del Corpus Christi y en la procesión con el Santísimo Sacramento. 

IV JORNADAS DIOCESANAS DE CATEQUESIS DE ADULTOS

25 de Mayo

Las IV jornadas Diocesanas de Catequesis de Adultos tendrán lugar el próximo Sábado 12 de Junio, en el Seminario Diocesano, en horario de 10 a 15 horas. Están dirigidas a todas las parroquias que han emprendido un proceso catecumenal de formación de adultos en la fe y para todas aquellas personas que estén interesados en esta realidad.

En la Diócesis, actualmente hay unas 35 parroquias trabajando en este proceso catequético con personas adultas. Por eso, esta jornada sirve de encuentro de estos grupos y de personas adultas que, en las comunidades cristianas, quieran comenzar este proceso, o personas adultas que les pueda ayudar a un planteamiento de profundización y renovación de su Fe.El cartel quiere provocar en nosotros la necesidad de consumir responsablemente esta realidad de la catequesis de y con adultos.  

CARITAS. ENCUENTRO FESTIVO

25 de Mayo

Caritas Diocesana de Tenerife ha organizado un ENCUENTRO FESTIVO  en la Plaza de la Patrona de Canarias (Candelaria) el 12 de Junio de 11 a 20 horas. La entrada será gratuita. A lo largo del día habrá teatro, cuenta cuentos, bazucadas, música, talleres, castillos hinchables, paellada, actuaciones de Ragelio Botanz, D2n2, Eclipse, Calero Joroperos, etc. 

TARDE DE ORACIÓN EN EL CONVENTO DE MONJAS CONCEPCIONISTAS DE GARACHICO

25 de Mayo

Con motivo del Día de los Contemplativos, Jornada Pro Orantibus, las monjas concepcionistas franciscanas del convento de Garachico, el único convento en nuestro arciprestazgo, hacen una invitación a agradecer al Señor el don de la vida contemplativa. Bajo el lema “¡Venid, adoradores!”  han organizado una tarde de oración el día 30 de Mayo con el siguiente horario:

6 de la tarde ADORACIÓN del Santísimo

7 de la tarde VÍSPERAS SOLEMNES Y REFLEXIÓN. 

JORNADA PRO ORANTIBUS 2010

25 de Mayo

En el marco litúrgico de la solemnidad de la Santísima Trinidad, 30 de Mayo de 2010, nos disponemos a celebrar la Jornada Pro Orantibus donde se nos invitará a tener un recuerdo por quienes en la Iglesia han sido llamados a la vida consagrada contemplativa. Los monjes, las monjas y la vida eremítica ofrecen a la comunidad cristina y al mundo de hoy un anuncio silencioso y un testimonio humilde del misterio trinitario. Ellos sirven al reino por medio de la alabanza, la adoración, la súplica, la intercesión y el amor.

Esta jornada nos invita a reconocer el valor de la oración y de la adoración eucarística. 

FIESTAS EN HONOR DE NTRA. SRA. DE COROMOTO EN LA GUANCHA DE ABAJO

30 de Mayo

Fieles a la tradición los vecinos de la Guancha de Abajo y los venidos de otros lugares se congregaron en la plaza y Ermita de Ntra. Sra. de Coromoto para participar la Eucaristía y procesión del mediodía y en el rezo del Rosario y procesión de la noche. Como nos decía el párroco en el programa de las fiestas: “Todo empezó porque alguien, un vecino emigrante en Venezuela, creyó que en ese lugar se podía ubicar y extender el culto a la Madre de Dios, la Virgen María, bajo la advocación de Nuestra Señora de Coromoto. Y así ha sido por más de cincuenta años desde su inauguración en 1957. Los vecinos pueden repetir con el Libro de Judit que la Madre de Dios ha establecido su morada en medio de su pueblo. Y en su ermita la invocan como madre todos los domingos y de una manera festiva el 8 de Septiembre y el último Domingo de Mayo”.

 


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Domingo, 06 de junio de 2010

ZENIT nos ofrece el discurso pronunciado el viernes 21 de Mayo de 2010 por el Papa Benedicto VI, al recibir en audiencia a los miembros del Consejo Superior de las Obras Misioneras Pontificias. 

Señor cardenal,
venerados Hermanos en el Episcopado y en el Sacerdocio,
queridos hermanos y hermanas

¡Sed bienvenidos! Dirijo mi cordial saludo al cardenal Ivan Dias, Prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, a quien agradezco por sus cordiales palabras, al secretario, monseñor Robert Sarah, al secretario adjunto monseñor Piergiuseppe Vacchelli, presidente de las Obras Misioneras Pontificias, a todos los colaboradores del Dicasterio, y de modo particular a los directores nacionales de las Obras Misioneras Pontificias, llegados a Roma desde todas las Iglesias para la Asamblea Ordinaria anual del Consejo Superior.

Estoy particularmente agradecido a esta Congregación, a la que el Concilio Ecuménico Vaticano II, en línea con el acto constitutivo con el que fue fundada en 1622, confirmó su tarea de “regular y coordinar, en todo el mundo, tanto la obra misionera como la cooperación misionera" (Decr. Ad gentes, 29). Es una misión inmensa, la de la evangelización, especialmente en este nuestro tiempo, en que la humanidad sufre de una cierta falta de pensamiento reflexivo y sapiencial (cfr Caritas in veritate, 19. 31) y se difunde un humanismo que excluye a Dios (cfr ibid. 78). Por esto es aún más urgente y necesario iluminar los nuevos problemas que surgen con la luz del Evangelio que no cambia. Estamos convencidos, de hecho, de que el Señor Jesucristo, testigo fiel del amor del Padre, “con su muerte y su resurrección, es la principal fuerza propulsora para el verdadero desarrollo de toda persona humana y de la humanidad entera” (ibid. 1). Al inicio de mi ministerio como Sucesor del Apóstol Pedro afirmé con fuerza: “nosotros existimos para mostrar a Dios a los hombres. Y sólo allí donde se ve a Dios, comienza verdaderamente la vida. Sólo cuando encontramos en Cristo al Dios vivo, conocemos qué es la vida… No existe nada más bello que ser alcanzados, sorprendidos por el Evangelio, por Cristo. No hay nada más bello que conocerle y comunicar a los demás la amistad con Él (Homilía al comienzo del ministerio petrino, 24 de abril de 2005). La predicación del Evangelio es un inestimable servicio que la Iglesia puede ofrecer a la humanidad entera que camina en la historia. Procedentes de las diócesis de todo el mundo, vosotros sois un signo elocuente y vivo de la catolicidad de la Iglesia, que se concreta en la respiración universal de la misión apostólica, “hasta los últimos confines de la tierra" (Hch 1,8), "hasta el fin del mundo" (Mt 28,20), para que ningún pueblo o ambiente sea privado de la luz y de la gracia de Cristo. Este es el sentido, la trayectoria histórica, la misión y la esperanza de la Iglesia.

La misión de anunciar el Evangelio a todas las gentes es juicio crítico sobre las transformaciones planetarias que están cambiando sustancialmente la cultura de la humanidad. La Iglesia, presente y operante en las fronteras geográficas y antropológicas, es portadora de un mensaje que penetra en la historia, donde proclama los valores inalienables de la persona, con el anuncio y el testimonio del plan salvífico de Dios, hecho visible y operante en Cristo. La predicación del Evangelio es la llamada a la libertad de los hijos de Dios, también para la construcción de una sociedad más justa y solidaria para prepararnos a la vida eterna. Quien participa en la misión de Cristo debe inevitablemente afrontar tribulaciones, rechazos y sufrimientos, porque se enfrenta con las resistencias y los poderes de este mundo. Y nosotros, como el apóstol Pablo, no tenemos otras armas que la palabra de Cristo y de su Cruz (cfr 1 Cor 1,22-25). La misión ad gentes reclama a la Iglesia y a los misioneros que acepten las consecuencias de su ministerio: la pobreza evangélica, que les confiere la libertad de predicar el Evangelio con valor y franqueza; la no violencia, por la que responden al mal con el bien (cfr Mt 5,38-42; Rm 12,17-21); la disponibilidad a dar la propia vida por el nombre de Cristo y por amor a los hombres.

Como el apóstol Pablo demostraba la autenticidad de su apostolado con las persecuciones, las heridas y los tormentos sufridos (cfr 2 Cor 6-7), así a persecución es prueba también e la autenticidad de nuestra misión apostólica. Pero es importante recordar que el Evangelio “toa cuerpo en las conciencias y en los corazones humanos y se expande en la historia solo en el poder del Espíritu Santo" (Juan Pablo II, Enc. Dominum et vivificantem, 64) y la Iglesia y los misioneros han sido hechos idóneos por Él para cumplir la misión a ellos confiada (cfr ibid. 25). Es el Espíritu Santo (cfr 1 Cor 14) el que une y preserva a la Iglesia, dándole la fuerza de expandirse, colmando a los discípulos de Cristo con una riqueza desbordante de carismas. Es del Espíritu Santo de donde la Iglesia recibe la autoridad del anuncio y del ministerio apostólico. Por ello deseo reafirmar con fuerza lo que ya he dicho a propósito del desarrollo (cfr Caritas in veritate, 79), es decir, que la evangelización necesita cristianos con los brazos levantados hacia Dios en el gesto de la oración, cristianos movidos por la conciencia de que la conversión del mundo a Cristo no la producimos nosotros, sino que nos es dada. La celebración del Año Sacerdotal, en verdad, nos ha ayudado a tomar mayor conciencia de que la obra misionera requiere una unión cada vez más profunda con Aquel que es el Enviado de Dios Padre para la salvación de todos; requiere compartir ese “nuevo estilo de vida” que ha sido inaugurado por el Señor Jesús y que ha sido hecho propio por los Apóstoles (cfr Discurso a los participantes en la Plenaria de la Congregación para el Clero, 16 de marzo de 2009).

Queridos amigos, de nuevo mi agradecimiento para todos vosotros de las Obras Misioneras Pontificias, que de diversos modos estáis comprometidos en tener alta la conciencia misionera de las Iglesias particulares, empujándolas a una participación más activa en la missio ad gentes, con la formación y el envío de misioneros y misioneras y la ayuda solidaria a las Iglesias jóvenes. Un vivo agradecimiento también por la acogida y la formación de presbíteros, de religiosas, de seminaristas y de laicos en los Colegios Pontificios de la Congregación. Mientras confío vuestro servicio eclesial a la protección de María Santísima, Madre de la Iglesia y Reina de los Apóstoles, de corazón os bendigo a todos.

[Traducción del original italiano por Inma Álvarez
©Libreria Editrice Vaticana]


Publicado por verdenaranja @ 16:25  | Habla el Papa
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ZENIT nos ofrece el discurso que el Papa Benedicto XVI dirigió hoy a los miembros del Consejo Pontificio para los Laicos, a quienes recibió con motivo de la celebración de su XXIV Asamblea Plenaria, con el tema “Testigos de Cristo en la comunidad política”.

Señores cardenales,
Venerados Hermanos en el Episcopado y en el Sacerdocio,
queridos hermanos y hermanas.

Os acojo con alegría a todos vosotros, Miembros y Consultores, participantes en la XXIV Asamblea plenaria del Consejo Pontificio para los Laicos. Dirijo un cordial saludo al presidente, cardenal Stanisław Ryłko, agradeciéndole por las corteses palabras que me ha dirigido, al Secretario, monseñor Josef Clemens, y a todos los presentes. La composición misma de vuestro dicasterio, donde, junto a los Pastores, trabaja una mayoría de fieles laicos procedentes del mundo entero y de las más diferentes situaciones y experiencias, ofrece una imagen significativa de la comunidad orgánica que es la Iglesia, cuyo sacerdocio común, propio de los fieles bautizados, y el sacerdocio ordenado, hunden sus raíces en el único sacerdocio de Cristo, según modalidades esencialmente diversas, pero ordenadas la una a la otra. Llegados casi a la conclusión del Año Sacerdotal, nos sentimos aún más testimonios agradecidos de la sorprendente y generosa donación y dedicación de tantos hombres “conquistados” por Cristo y configurados a Él en el sacerdocio ordenado. Día tras día, éstos acompañan el camino de los christifideles laici, proclamando la Palabra de Dios, comunicando su perdón y la reconciliación con Él, llamando a la oración y ofreciendo como alimento el Cuerpo y la Sangre del Señor. Es desde este misterio de comunión de donde los fieles sacan la energía profunda para ser testigos de Cristo en toda la concreción y el espesor de sus vidas, en todas sus actividades y ambientes.

El tema de esta Asamblea vuestra: “Testigos de Cristo en la comunidad política", reviste una particular importancia. Ciertamente, no entra dentro de la misión de la Iglesia la formación técnica de los políticos. Hay, de hecho, varias instituciones con este objetivo. Su misión es, sin embargo, “dar su juicio moral también sobre cosas que atañen al orden político, cuando esto sea requerido por los derechos fundamentales de la persona y por la salvación de las almas… utilizando todos y solo esos medios que son conformes al Evangelio y al bien de todos, según la diversidad de los tiempos y de las situaciones" (Gaudium et spes, 76). La Iglesia se concentra particularmente en educar a los discípulos de Cristo, para que sean cada vez más testigos de su Presencia, en todas partes. Toda a los fieles laicos mostrar concretamente en la vida personal y familiar, en la vida social, cultural y política, que la fe permite leer de una forma nueva y profunda la realidad y transformarla; que la esperanza cristiana alarga el horizonte limitado del hombre y le proyecta hacia la verdadera altitud de su ser, hacia Dios; que la caridad en la verdad es la fuerza más eficaz capaz de cambiar el mundo; que el Evangelio es garantía de libertad y mensaje de liberación; que los principios fundamentales de la Doctrina Social de la Iglesia – como la dignidad de la persona humana, la subsidiariedad y la solidaridad – son de gran actualidad y valor para la promoción de nuevas vías de desarrollo al servicio de todo el hombre y de todos los hombres. Compete también a los fieles laicos participar activamente en la vida política, de modo siempre coherente con las enseñanzas de la Iglesia, compartiendo razones bien fundadas y grandes ideales en la dialéctica democrática y en la búsqueda de un amplio consenso con todos aquellos a quienes importa la defensa de la vida y de la libertad, la custodia de la verdad y del bien de la familia, la solidaridad con los necesitados y la búsqueda necesaria del bien común. Los cristianos no buscan la hegemonía política o cultural, sino, allí donde se comprometen, son movidos por a certeza de que Cristo es la piedra angular de toda construcción humana (cfr Congr. para la Doctrina de la Fe, Nota Doctrinal sobre algunas cuestiones relativas al compromiso y al comportamiento de los católicos en la vida política, 24 nov. 2002).

Retomando la expresión de mis Predecesores, puedo afirmar yo también que la política es un ámbito muy importante del ejercicio de la caridad. Esta pide a los cristianos un fuerte compromiso para la ciudadanía, para la construcción de una vida buena en las naciones, como también para una presencia eficaz en las sedes y en los programas de la comunidad internacional. Se necesitan políticos auténticamente cristianos, pero aún más fieles laicos que san testigos de Cristo y del Evangelio en la comunidad civil y política. Esta exigencia debe estar bien presente en los itinerarios educativos de las comunidades eclesiales y requiere nuevas formas de acompañamiento y de apoyo por parte de los Pastores. La pertenencia de los cristianos a las asociaciones de los fieles, a los movimientos eclesiales y a las nuevas comunidades puede ser una buena escuela para estos discípulos y testigos, apoyados por la riqueza carismática, comunitaria, educativa y misionera propia de estas realidades.

Se trata de un desafío exigente. Los tiempos que estamos viviendo nos ponen ante problemas grandes y complejos, y la cuestión social se ha convertido, al mismo tiempo, en cuestión antropológica. Se han derrumbado los paradigmas ideológicos que pretendían, en un pasado reciente, ser la respuesta “científica” a esta cuestión. La difusión de un confuso relativismo cultural y de un individualismo utilitarista y hedonista debilita la democracia y favorece el dominio de los poderes fuertes. Hay que recuperar y revigorizar una auténtica sabiduría política; ser exigentes en lo que se refiere a la propia competencia; servirse críticamente de las investigaciones de las ciencias humanas; afrontar la realidad en todos sus aspectos, yendo más allá de todo reduccionismo ideológico o pretensión utópica; mostrarse abiertos a todo verdadero diálogo y colaboración, teniendo presente que la política es también un complejo arte de equilibrio entre ideales e intereses, pero sin olvidar nunca que la contribución de los cristianos es decisiva sólo si la inteligencia de la fe se convierte en inteligencia de la realidad, clave de juicio y de transformación. Es necesaria una verdadera “revolución del amor”. Las nuevas generaciones tienen delante de sí grandes exigencias y desafíos en su vida personal y social. Vuestro Dicasterio las sigue con particular atención, sobre todo a través de las Jornadas Mundiales de la Juventud, que desde hace 25 años producen ricos frutos apostólicos entre los jóvenes. Entre estos está también el del compromiso social y político, un compromiso fundado no sobre ideologías o intereses de parte, sino sobre la elección de servir al hombre y al bien común, a la luz del Evangelio.

Queridos amigos, mientras invoco del Señor abundantes frutos por los trabajos de esta Asamblea vuestra y por vuestra actividad cotidiana, confío a cada uno de vosotros, a vuestras familias y comunidades a la intercesión de la Beata Virgen María, Estrella de la nueva evangelización, y de corazón os imparto la Bendición Apostólica.

[Traducción del original italiano por Inma Álvarez
©Libreria Editrice Vaticana]


Publicado por verdenaranja @ 16:08  | Habla el Papa
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ZENIT nos ofrece el discurso que el Papa pronunció hoy a su llegada al aeropuerto internacional de Paphos, donde fue recibido por el Presidente de la República de Chipre, Demetris Christofias, por el Patriarca ortodoxo de Chipre, Crisóstomo II, y por los patriarcas y obispos católicos de Oriente Medio.

Señor Presidente,
Vuestra Beatitud Crisóstomo,
Vuestras Beatitudes,
Excelencias,
Distinguidas Autoridades,
Señores y Señoras,

[¡Saludos! ¡La Paz sea con vosotros! Es un gran placer para mí estar con vosotros hoy].

Señor Presidente, Le estoy vivamente agradecido por la cortés invitación a visitar la República de Chipre. Le dirijo mis cordiales saludos a usted, al Gobierno y al pueblo de esta nación, y le agradezco por las amables palabras de bienvenida. Recuerdo aún con gratitud su reciente visita al Vaticano y espero con alegría nuestro encuentro de mañana en Nicosia.

Chipre se encuentra en la encrucijada de culturas y religiones, junto con historias gloriosas y antiguas, pero que aún mantienen un impacto fuerte y visible en la vida de vuestro país. Habiendo entrado recientemente en la Unión Europea, la República de Chipre ha comenzado a notar el beneficio de intercambios económicos y políticos con los demás países europeos. Esta pertenencia ha dado a vuestro país también acceso a los mercados, a la tecnología y a conocimientos prácticos. Es mayormente auspiciable que esta pertenencia traiga prosperidad a vuestro país y que los demás países europeos, a su vez, se enriquezcan con vuestra herencia espiritual y cultural, que refleja vuestro papel histórico, al encontraros entre Europa, Asia y África. Que el amor por vuestra patria y vuestras familias y el deseo de vivir en armonía con vuestros vecinos bajo la protección misericordiosa de Dios omnipotente, os inspire para resolver pacientemente los problemas que aún compartís con la comunidad internacional para el futuro de vuestra isla.

Siguiendo las huellas de nuestros comunes en la fe, los santos Pablo y Bernabé, he venido entre vosotros como peregrino y siervo de los siervos de Dios. Desde cuando los Apóstoles trajeron el mensaje cristiano a estas orillas, Chipre ha sido bendecida por una fuerte herencia cristiana. Saludo como un hermano en la fe a Su Beatitud Crisóstomo II, arzobispo de Nueva Justiniana y de toda Chipre, y espero intensamente poder encontrar pronto a muchos otros miembros de la Iglesia ortodoxa de Chipre.

Espero también con alegría poder saludar a los demás responsables religiosos chipriotas. Espero reforzar nuestros vínculos comunes y reafirmar la necesidad de consolidar la confianza recíproca y la amistad duradera con todos aquellos que adoran al único Dios.

Como sucesor de Pedro vengo de forma especial a saludar a los católicos de Chipre para confirmarles en la fe (cfr Lc 22,32) y animarles a ser ejemplares tanto como cristianos que como ciudadanos, y a vivir plenamente su papel en la sociedad en beneficio sea de la Iglesia, sea del Estado. Durante mi permanencia entre vosotros entregaré también el Instrumentum Laboris, un documento de trabajo de cara a la Asamblea Especial para Oriente Medio del Sínodo de los Obispos, que se celebrará pronto, en Roma, este año. Esta Asamblea examinará muchos aspectos de la presencia de la Iglesia en la región y los desafíos que los católicos deben afrontar, a veces en circunstancias difíciles, viviendo la comunión con la Iglesia católica y ofreciendo su testimonio al servicio de la sociedad y del mundo. Chipre es por ello un lugar apropiado desde el que lanzar la reflexión de nuestra Iglesia sobre el lugar de la comunidad seglar católica en Oriente Medio, nuestra solidaridad con todos los cristianos de la región y nuestra convicción de que éstos tienen un papel insustituible que mantener en la paz y en la reconciliación entre sus pueblos.

Señor Presidente, queridos amigos, con estos pensamientos confío mi peregrinación a María, la Madre de Dios, y a la intercesión de los santos Pablo y Bernabé.

[Que Dios bendiga al pueblo de Chipre. ¡Que la Toda Santa os proteja siempre!]

[Traducción del texto italiano distribuido por la Santa Sede, por Inma Álvarez
©Libreria Editrice Vaticana]


Publicado por verdenaranja @ 16:02  | Habla el Papa
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ZENIT publica el discurso que pronunció Benedicto XVI en el encuentro ecuménico que mantuvo con Su Beatitud Crisóstomos II, arzobispo de Chipre, y representantes de otras confesiones cristianas, en la tarde del viernes 4 de Junio de 2010 en la iglesia de Agia Kiriaki Chrysopolitissa (conocida también como la Iglesia de la Columna de San Pablo), lugar de culto ortodoxo abierto a los católicos y a los anglicanos para la celebración eucarística.

 

Queridos hermanos y hermanas en Cristo: 

[En griego:] 

 "A vosotros gracia y paz en abundancia" ( 1 Pedro 1,2). Con gran alegría os saludo a vosotros que representáis a las comunidades cristianas presentes en Chipre. 

[En inglés:] 

Doy las gracias a Su Beatitud Crisóstomos II por las amables palabras de bienvenida, a su eminencia Jorge, metropolita de Pafos, que nos acoge, y a quienes se han comprometido para hacer posible este encuentro. Con gusto saludo cordialmente a los cristianos de otras confesiones aquí presentes, incluidos quienes pertenecen a las comunidades armenia, luterana y anglicana.  

En verdad, es una gracia extraordinaria para nosotros estar reunidos en oración en esta iglesia de Agia Kiriaki Chrysopolitissa (Iglesia de la Santísima Señora recubierta de Oro). Acabamos de escuchar la lectura de los Hechos de los Apóstoles, que nos ha recordado cómo Chipre fue la primera etapa de los viajes misioneros del apóstol Pablo (Cf.Hechos 13, 1-4). Separados por el Espíritu Santo, Pablo, junto a Bernabé, originario de Chipre, y a Marcos, el futuro evangelista, primero llegaron a Salamina, donde comenzaron a proclamar la Palabra de Dios en las sinagogas. Atravesando la isla, llegaron a Pafos, donde cerca de ese lugar predicaron en presencia del procónsul romano Sergio Paulo. Por tanto, desde este lugar, el mensaje del Evangelio comenzó a difundirse en todo el imperio y la Iglesia, fundada sobre la predicación apostólica, fue capaz de echar raíces en todo el mundo entonces conocido. 

Con razón, la Iglesia en Chipre puede sentirse orgullosa de sus lazos directos con la predicación de Pablo, Bernabé y Marcos y de la comunión en la fe apostólica, que la une a todas las iglesias que tienen la misma regla de fe. Esta es la comunión real, aunque imperfecta, que ya nos une y nos impulsa a superar nuestras divisiones y luchar para restaurar la plena unidad visible que el Señor desea para todos sus seguidores. Porque, en palabras de Pablo, hay "un solo cuerpo y un solo Espíritu, como una sola es la esperanza de la vocación a la que habéis sido convocados. Un Señor, una fe, un bautismo" (Efesios 4, 4-5).

La comunión eclesial en la fe apostólica es tanto un don y a la vez un llamamiento a la misión. En el pasaje de los Hechos de los Apóstoles que acabamos de escuchar, nos presenta una imagen de la unidad de la Iglesia en la oración, en la apertura a los impulsos del Espíritu a la misión. Como Pablo y Bernabé, cada cristiano, a través del bautismo, es "separado" para que testimonie proféticamente al Señor resucitado y a su evangelio de reconciliación, de misericordia y de paz. En este contexto, la asamblea especial para Oriente Medio del Sínodo de los Obispos, que se reunirá en Roma en el mes de octubre, reflexionará sobre el papel vital de los cristianos en la región, les alentará en su testimonio del Evangelio y les ayudará a promover un mayor diálogo y cooperación entre entre los cristianos de toda la zona. De manera significativa, las sesiones del Sínodo serán enriquecidas por la presencia de delegados fraternos de otras Iglesias y comunidades cristianas de la zona, como signo de compromiso común al servicio de la Palabra de Dios y de nuestra apertura a la potencia de su Gracia que reconcilia.

La unidad de todos los discípulos de Cristo es un don que hay que implorar del Padre, con la esperanza de que refuerce el testimonio del Evangelio en el mundo de hoy. El Señor rezó por la santidad y la unidad de sus discípulos precisamente para que el mundo crea (Cf. Juan17, 21). Hace exactamente cien años, en la Conferencia Misionera de Edimburgo, la aguda conciencia de que las divisiones entre los cristianos eran un obstáculo a la difusión del Evangelio dio origen al movimiento ecuménico moderno. Hoy tenemos que dar gracias al Señor, quien a través de su Espíritu, nos ha llevado --especialmente en las últimas décadas-- a redescubrir la rica herencia apostólica compartida por Oriente y Occidente y, a través de un diálogo paciente y sincero, a encontrar los caminos para volver a acercarnos el uno al otro, superando las controversias del pasado y mirando hacia un futuro mejor.

La Iglesia en Chipre, que hace de puente entre Oriente y Occidente, ha contribuido mucho a este proceso de reconciliación. El camino hacia la plena comunión no estará libre de dificultades, pero la Iglesia Católica y la Iglesia Ortodoxa de Chipre están decididas a avanzar en el diálogo y la colaboración fraterna. ¡Que el Espíritu Santo ilumine nuestras mentes y robustezca nuestra determinación para que juntos podamos llevar el mensaje de la salvación a los hombres y a las mujeres de nuestro tiempo, que tienen sed de esa verdad que ofrece libertad auténtica y salvación (Cf. Juan 8, 32), la verdad cuyo nombre es Jesucristo!

Queridos hermanos y hermanas: no puedo concluir sin evocar la memoria de los santos que han embellecido a la Iglesia en Chipre, en particular, san Epifanio, obispo de Salamina. La santidad es el signo de la plenitud de la vida cristiana, de una profunda docilidad interior al Espíritu Santo que nos llama a una conversión y a una renovación constantes, mientras nos esforzamos por conformarnos cada vez más con Cristo, nuestro Salvador. Conversión y santidad son también los medios privilegiados para abrir la mente y el corazón a la voluntad del Señor que quiere la unidad de su Iglesia. Al dar gracias por este encuentro y por el fraterno afecto que nos une, pidamos a los santos Bernabé y Epifanio, a los santos Pedro y Pablo, y a todos los santos de Dios, que bendigan nuestras comunidades, que nos conserven en la fe de los apóstoles, y que guíen nuestros pasos por el camino de la unidad, de la caridad y de la paz.

[Traducción del original inglés realizada por Jesús Colina
©Libreria Editrice Vaticana] 


Publicado por verdenaranja @ 15:59  | Habla el Papa
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Comentario al evangelio del domingo de la solemnidad del Corpus Christi, publicado en Diario de Avisos el domingo 6 de Junio de 2010 bajo el epígrafe DOMINGO CRISTIANO.

El amor de los amores

Daniel Padilla

Cantemos al amor de los amores: Dios está aquí". Este es uno de los cantos más cantados el Día del Corpus Christi. Lo cantan los antiguos y los modernos. Y quienes andan metidos en el mundo de la música, reconocenen él unos valores, que quisiéramos ver refle­jados en toda canción religioso-popular. Pero no nos distraigamos, vayamos al grano. Este himno eucarístico expresa, sin duda, una de las ideas clave del Cor­pus Christi: la presencia de Dios en el pan: "Dios está aquí". Lo proclamamos hoy en la iglesia y en la calle. Porque un hecho tan grande no podemos silenciarlo: "No podemos menos que contar lo que hemos visto y oído". Pero, ¡cuidado! Que la fiesta del Cuerpo y de la Sangre de Cristo no debe ser solamente proclamación y ado­ración de Cristo-Eucaristía. Sería achicar el horizonte. Cristo es, sí, pan vivo que da vida. Pero, también, pan que se reparte a todos los grupos que están sentados sobre la hierba del mundo y que han caminado como ovejas sin pastor. No olvidemos que la multiplicación de los panes y los peces ocurrió en el contexto del anuncio del Reino. La comida que Jesús repartió significaba la vida. Pero la vida que traía para todos. Por eso su euca­ristía lo abarca todo: es palabra orienta­dora en nuestro caminar, es alimento nutritivo para nuestro diario desgaste, es clave liberadora de todas nuestras escla­vitudes y es, claro que sí, derecho inalie­nable de todos los pobres del mundo para reclamar: "El pan nuestro de cada día dánosle hoy". Por eso Cáritas hace coinci­dir su día en el día del Corpus Christi. Dándonos a entender que no podemos amar a Cristo, si no lo amamos al com­pleto: a él y a los hermanos. Caritas viene a hacer con nosotros lo que ya hizo San Pablo con los de Corinto. Les advirtió seriamente que no podían recibir el Cuerpo del Señor como lo venían haciendo. Parece ser que, cuando se reunían para celebrar la eucaristía, cayeron en lamentables indignidades. Y en el ágape que solía preceder a la fracción del pan, mientras unos banqueteaban comiendo con sibaritismo y abundancia, otros pasaban hambre, y a otros ni se les esperaba siquiera. No se andaba Pablo con chiquitas: "El que come y bebe sin apreciar el Cuerpo del Señor, se come y bebe su propia condenación". Eso viene a decirnos Cáritas hoy. El pan y el vino que adoramos -"Dios está aquí"-, son el "cuerpo y la sangre" de Jesús, sí. Pero de un Jesús que se entrega por todos. Desco­nocerlo es adorar a un Cristo incompleto. Sería no darnos cuenta de que todo los que hizo Cristo, todo, lo hizo por todos: la Encarnación, la proclamación de su men­saje, la transustanciación, la muerte y la Resurrección. Por eso Caritas, en su cons­tante comunicación al Pueblo de Dios, declara constantemente: nuestro obje­tivo son los pobres. Y por si aún no acaba­mos de saber dónde están, nos especifica: "Son las personas sin esperanza ni futuro. Familias sin casa. Padres y madres sin tra­bajo. Niños y jóvenes sin oportunidades. Marginados, ancianos y enfermos termi­nales, etcétera".


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S?bado, 05 de junio de 2010

 Lectio divina para la solemnidad del Corpus Christi - c, ofrecida por la Delegación de Liturgia de la Diócesis de Tenerife.

LECTURA:           “Lucas 9,  11b‑17”

En aquel tiempo, Jesús se puso a hablar al gentío del reino de Dios y curó a los que lo necesitaban. 

Caía la tarde, y los Doce se le acercaron a decirle: «Despide a la gente; que vayan a las aldeas y cortijos de alrededor a buscar alojamiento y comida, porque aquí estamos en descampado.» 

Él les contestó: «Dadles vosotros de comer.» Ellos replicaron: «No tenemos más que cinco panes y dos peces; a no ser que vayamos a comprar de comer para todo este gentío.»  Porque eran unos cinco mil hombres. 

Jesús dijo a sus discípulos: «Decidles que se echen en grupos de unos cincuenta.» 

Lo hicieron así, y todos se echaron. 

Él, tomando los cinco panes y los dos peces, alzó la mirada al cielo, pronunció la bendición sobre ellos, los partió y se los dio a los discípulos para que se los sirvieran a la gente. Comieron todos y se saciaron, y cogieron las sobras: doce cestos. 

MEDITACIÓN:           “Comieron todos y se saciaron”

            Celebramos tu gran misterio de amor: que te has querido hacer pan en nuestra eucaristía. Pan en el que depositas toda la fuerza de tu presencia, de tu vida, de tu palabra, de tu ser. Pan para fortalecer nuestros pasos, para reorientar nuestro camino, para vislumbrar las cosas, las personas, la historia, a nosotros mismos, con ojos y mirada nueva. Para sanar las heridas de nuestras torpezas y nuestras desesperanzas y sueños rotos.

            Pan que nos permite ahondar en lo más bello y profundo que late en nuestra realidad más auténtica. Pan compartido que nos permite mirarnos unos a otros, en ese compartir, para extender nuestras manos y nuestro corazón al mundo que abarcamos y poder ofrecerle lo más valioso de nuestra existencia, porque todos, por distintos que seamos formamos parte de una misma familia, la familia de los hijos de Dios. Y el sentarnos a esta mesa común nos lo recuerda y lo hace verdad.

            Y lo más hermoso es, que en este abrirnos para recibirte y compartir, llegamos a experimentar que sacias, sacias nuestras hambres más profundas, y siempre sobra. Porque comerte a ti, dejarte entrar en nosotros y dejarnos entrar en ti, desde nuestra verdad más auténtica, nos permite abrirnos incansablemente al amor, al bien, a la verdad, a la paz. Nos lleva a vivir en esa búsqueda constante, y jamás terminada, de nosotros mismos, de los otros y de ti. A colaborar en el empeño, gozoso y doloroso, de construir un mundo que podamos definir auténticamente como humano. Y tú te haces pan, día tras día, para potenciar nuestro amor desde las entrañas más profundas de nuestro ser, para hacerte nuestro compañero de camino, haciendo de mis pasos, tus pasos, de mis alegrías y tristezas, las tuyas, de mi amor, el tuyo. De tu cuerpo y de tu sangre, los míos, mi propia vida.

ORACIÓN:             “Nos necesitamos”

            Gracias, Señor. Nadie podía imaginar que algo así pudiese suceder nunca. Nadie podía imaginar que tú, Dios, quieras entrar en nuestro corazón para alentarlo, sanarlo, y potenciarlo, desde dentro, y hacerte amor de nuestro amor, sueño de nuestros sueños.

            Gracias; Señor, por el pan de la eucaristía que nos regalas, o mejor, en el que te nos regalas, y nos abres la mirada y el corazón, para vislumbrarnos en nuestro maravilloso, y también confuso, mundo, hermanos que nos necesitamos. Que tu eucaristía recibida repetidamente vaya transformando mi       

CONTEMPLACIÓN:         “Te haces pan”

Te haces pan
en mi camino
para fortalecer
mis pies cansados,
para levantar
mi ánimo caído,
y mantener viva
le esperanza de mis sueños.

Es tu amor que viene
en ayuda del mío,
para que no se diluya
en el transcurrir del tiempo,
apagado  por los mil
avatares de la vida,
y que sin saber por qué
se muere de hambre.

Y así te haces pan,
y te haces vino.

Y así entras en mí
y me haces tuyo.

Me descubres
tu presencia viva
y me ofreces tu fuerza
para hacerla mía.


Publicado por verdenaranja @ 23:31  | Liturgia
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ZENIT nos ofrece el discurso que Benedicto XVI ofreció el jueves 20 de Mayo e 2010 en el Vaticano al recibir al nuevo embajador de Mongolia ante la Santa Sede, Luvsantersen Orgil, con motivo de la presentación de sus cartas credenciales.

Su Excelencia,

Me complace darle la bienvenida al Vaticano y aceptar las Cartas que le acreditan como Embajador Extraordinario y Plenipotenciario de Mongolia ante la Santa Sede. Estoy muy agradecido por el saludo que me ha dado del Presidente Tsakhia Elbegdorj, y le pido que le transmita mis propios buenos deseos en oración para él y para todos sus conciudadanos. Ya que su nación celebra el vigésimo aniversario de su paso a la democracia, expreso mi confianza en que los grandes progresos realizados en estos años continúen dando fruto en la consolidación de un orden social que promueve el bien común de sus ciudadanos, al tiempo que promueve sus legítimas aspiraciones para el futuro.

También aprovecho esta ocasión, Sr. Embajador, para expresar mi solidaridad y preocupación por las numerosas personas y familias que sufrieron como consecuencia del duro invierno y los efectos de las lluvias torrenciales y las inundaciones del año pasado. Como usted bien señaló, las cuestiones medioambientales, particularmente las relacionadas con el cambio climático, son cuestiones globales y deben abordarse en el ámbito global.

Como Su Excelencia ha indicado, el establecimiento de relaciones diplomáticas entre Mongolia y la Santa Sede, que tuvo lugar tras los grandes cambios sociales y políticos de hace dos décadas, son un signo del compromiso de su nación con un enriquecedor intercambio en la más amplia comunidad internacional. La religión y la cultura, como expresiones interrelacionadas de las aspiraciones más profundas de nuestra humanidad común, naturalmente sirven como incentivos para el diálogo y la cooperación entre poblaciones en el servicio a la paz y al genuino desarrollo. El auténtico desarrollo humano, en efecto, debe en cuenta toda dimensión de la persona, y así aspirar a esos bienes más altos que respetan la naturaleza espiritual del hombre y su destino último (cf. Caritas in Veritate, 11). Por esta razón, deseo expresar mi aprecio por el constante apoyo del Gobierno para garantizar la libertad religiosa. El establecimiento de una comisión, encargada de la aplicación justa de la ley y de la protección de los derechos de conciencia y el libre ejercicio de la religión, se erige como un reconocimiento de la importancia de los grupos religiosos en la estructura social y de su potencial para promocionar un futuro de armonía y prosperidad.

Señor Embajador, aprovecho esta ocasión para garantizarse el deseo de los ciudadanos católicos de Mongolia de contribuir al bien común participando plenamente en la vida de la nación. La principal misión de la Iglesia es predicar el Evangelio de Jesucristo. En fidelidad al mensaje liberador del Evangelio, busca también contribuir al progreso de toda la comunidad. Esto es lo que inspira los esfuerzos de la comunidad católica para cooperar con el Gobierno y con personas de buena voluntad por trabajar para superar todo tipo de problemas sociales. La Iglesia también está preocupada por desempeñar su función en el trabajo de la formación intelectual y humana, sobre todo educando a los jóvenes en los valores del respeto, la solidaridad y la preocupación por los menos afortunados. De esta manera, se esfuerza por servir a su Señor mostrando la preocupación caritativa por los necesitados y por el bien de toda la familia humana.

Señor Embajador, le ofrezco mis buenos deseos en oración para su misión y le garantizo la disposición de las oficinas de la Santa Sede para asistirle en el cumplimiento de sus altas responsabilidades. Confío en que su representación ayudará a consolidar las buenas relaciones existentes entre la Santa Sede y Mongolia. Sobre usted y su familia, y sobre toda la población de su nación, invoco cordialmente abundantes bendiciones divinas. 

[Traducción del original inglés por Patricia Navas
© Libreria Editrice Vaticana]


Publicado por verdenaranja @ 23:22  | Habla el Papa
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ZENIT  publica el discurso que dirigió Benedicto XVI el jueves 20 de Mayo de 2010 en la tarde durante el concierto en su honor que le ofreció Su Santidad Kirill I, patriarca de Moscú y de todas las Rusias.

Alabad el nombre del Señor, alabadlo, siervos del Señor. Alabad al Señor: el Señor es bueno; cantad himnos a su nombre, porque es grande. Señor, tu nombre es eterno; Señor, tu recuerdo de edad en edad. Aleluya.

Venerables hermanos, ilustres señores y señoras, queridos hermanos y hermanas:

Acabamos de escuchar, en una sublime melodía, las palabras del Salmo 135, que interpretan nuestros sentimientos de alabanza y de gratitud al Señor, así como nuestra intensa alegría interior por este momento de encuentro y de amistad con los queridos hermanos del Patriarcado de Moscú. Con motivo de mi cumpleaños y del quinto aniversario de mi elección como sucesor de Pedro, Su Santidad Kiril I, patriarca de Moscú y de todas las Rusias, ha querido ofrecerme, junto a las apreciadísimas palabras de su mensaje, este extraordinario momento musical, presentado por el metropolita Hilarion de Volokolamsk, presidente del Departamento para las Relaciones Exteriores del Patriarcado de Moscú, y autor de la Sinfonía que se acaba de interpretar.

Mi profunda gratitud, por ello, se dirige ante todo Su Santidad el patriarca Kiril. Le dirijo mi fraterno y cordial saludo, deseando profundamente que la alabanza al Señor y el compromiso por el progreso de la paz y de la concordia entre los pueblos nos unan cada vez más y nos hagan crecer en la sintonía de intenciones y en la armonía de las acciones. Doy las gracias, por tanto, de todo corazón al metropolita Hilarion, por el saludo que ha querido dirigirme, felicitándole por su creatividad artística, que hemos podido apreciar. Con él saludo con profunda simpatía a la Delegación del Patriarcado de Moscú y a los ilustres representantes del gobierno de la Federación Rusa. Dirijo mi cordial saludo a los señores cardenales y a los obispos aquí presentes, en particular al señor cardenal Walter Kasper, presidente del Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, y al arzobispo Gianfranco Ravasi, presidente del Consejo Pontificio de la Cultura, que han organizado con sus dicasterios y en cercana colaboración con los representantes del patriarcado las "Jornadas de cultura y espiritualidad rusa en el Vaticano". Saludo, además a los ilustres embajadores, a las distinguidas autoridades y a todos vosotros, queridos amigos, hermanos y hermanas, de manera particular a las comunidades rusas presentes en Roma y en Italia, que participan en este momento de alegría y de fiesta.

Sella en esta ocasión de manera verdaderamente excepcional y sugerente la música, la música de la Rusia de ayer y de hoy, que nos ha propuesto con gran maestría la Orquesta Nacional Rusa, dirigida por el maestro Carlo Ponti, por el Coro Sinodal de Moscú, por la Capilla de Cuernos de Petersburgo. Doy gracias profundamente a todos los artistas por el talento, el empeño y la pasión con la que presentan al mundo entero las obras maestras de la tradición musical rusa. En estas obras, de las que hoy hemos escuchado significativos pasajes, está presente de manera profunda el alma del pueblo ruso y con ella la fe cristiana, que encuentran una extraordinaria expresión precisamente en la liturgia divina y en el canto litúrgico que siempre la acompaña. Se da, de hecho, un íntimo lazo, originario, entre la música rusa y el canto litúrgico: en la liturgia y de la liturgia se desencadena y comienza en buena parte la creatividad artística de los músicos rusos para crear obras maestras que merecerían un mayor conocimiento en el mundo occidental. Hoy hemos tenido la alegría de escuchar pasajes de grandes artistas rusos de los siglos XIX y XX, como Mussorgsky y Rimski-Kórsakov, Chaikovski y Rajmáninov. Estos compositores, en particular el último, han sabido recurrir al rico patrimonio musical-litúrgico de la tradición rusa, volviéndolo a elaborar y armonizándolo con motivos y experiencias musicales de Occidente y más cercanos a la modernidad. En esta estela creo que debe situarse también la obra del metropolita Hliarion.

En la música, por tanto, ya se anticipa y en cierto sentido se realiza la confrontación, el diálogo, la sinergia entre Oriente y Occidente, así como entre tradición y modernidad. El venerable Juan Pablo II pensaba precisamente en una análoga visión unitaria y armoniosa de Europa cuando, al volver a presentar la imagen sugerida por Vyacheslav Ivanovich Ivanov de los "dos pulmones" con los que hay que volver a respirar, auspiciaba tomar de nuevo conciencia de las profundas y comunes raíces culturales y religiosas del continente europeo, sin las cuales la Europa de hoy quedaría como privada de un alma y marcada por una visión reductora y parcial. Precisamente para reflejar mejor estos problemas se celebró ayer el Simposio, organizado por el Patriarcado de Moscú, por el dicasterio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos y por el de la Cultura, sobre el tema "Ortodoxos y católicos en Europa de hoy. Las raíces cristianas y el patrimonio común cultural de Oriente y Occidente".

Como he afirmado en varias ocasiones, la cultura contemporánea y particularmente la europea, corre el riesgo de la amnesia, del olvido y, por tanto, del abandono del extraordinario patrimonio suscitado e inspirado por la fe cristiana, que constituye la columna vertebral esencial de la cultura europea, y no sólo de la europea. Las raíces cristianas de Europa, de hecho, quedan constituidas no sólo por la vida religiosa y el testimonio de tantas generaciones de creyentes, sino también por el inestimable patrimonio cultural y artístico, orgullo y recurso precioso de los pueblos y de los países en los que la fe cristiana, en sus diferentes manifestaciones, ha dialogado con las culturas y el arte, las ha animado e inspirado, favoreciendo y promoviendo como nunca la creatividad del genio humano. También hoy estas raíces son vivas y fecundas, en Oriente y en Occidente, y pueden, es más, deben inspirar un nuevo humanismo, una nueva estación de auténtico progreso humano, para responder eficazmente a los numerosos y en ocasiones cruciales desafíos que nuestras comunidades cristianas y nuestras sociedades tienen que afrontar, comenzando por la secularización, que no sólo lleva a prescindir de Dios y de su proyecto, sino que acaba por negar la misma dignidad humana, en una sociedad regulada únicamente por intereses egoístas.

¡Volvamos a hacer que Europa respire con sus dos pulmones, volvamos a dar un alma no sólo a los creyentes sino a todos los pueblos del continente, volvamos a promover la confianza y la esperanza, arraigándolas en la milenaria de experiencia de fe cristiana! En este momento, no puede faltar el testimonio coherente, generoso y valiente de los creyentes para que podamos mirar juntos al futuro común, un futuro en el que la libertad y la dignidad de cada hombre y de cada muer sean reconocidas como un valor fundamental y se valore la apertura al Trascendente, la experiencia de fe como dimensión constitutiva de la persona.

En el pasaje de Mussorgsky, titulado "El ángel proclamó", hemos escuchado las palabras dirigidas por el ángel a María y, por tanto, dirigidas también a nosotros: "¡Alegraos!". El motivo de la alegría es claro: Cristo ha resucitado del sepulcro "y ha resucitado de los muertos". Queridos hermanos y hermanas, la alegría de Cristo resucitado nos anima y alienta y nos apoya en nuestro camino de fe y de testimonio cristiano para ofrecer auténtica alegría y sólida esperanza al mundo, para ofrecer válidos motivos de confianza a la humanidad, a los pueblos de Europa, a quienes encomiendo a la maternal y poderosa intercesión de la Virgen María.

[Hablando en ruso, dijo:]

Renuevo mi agradecimiento al patriarca Kiril, al metropolita Hilarion, a los representantes rusos, a la orquesta, a los coros, a los organizadores y a todos los presentes.

[En italiano, concluyó:]

Que desciendan abundantes bendiciones del Señor sobre todos vosotros y sobre vuestros seres queridos.

[Traducción del original italiano realizada por Jesús Colina
©Libreria Editrice Vaticana]


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Carta pastoral de monseñor Jorge Eduardo Lozano, obispo de Gualeguaychú, con motivo de la Asamblea Diocesana (25 de abril de 2010). (AICA) 

I INTRODUCCIÓN 

Queridos hermanos:

          ¡Feliz Pascua! y ¡Feliz Pentecostés! 

          Estamos transitando estos días tan importantes para nuestra vida. ¡Qué sería de nosotros sin la Pascua! San Pablo nos decía que “si Cristo no Resucitó es vana nuestra predicación y vana también la fe de ustedes… seríamos los hombres más dignos de lástima” (I Cor. 15, 14 ss). Es Él quien da sentido a nuestra vida y a toda nuestra tarea pastoral. 

          En casi todas las comunidades han participado en la primera etapa para “ver la realidad” que vivimos. En el Anexo está la síntesis de esos aportes que fueron acercados en la Misa Crismal del Miércoles Santo. Es notable cómo hubo tantas coincidencias en las propuestas. Teniendo en cuenta esos Aportes escribo esta Carta Pastoral.  

¿Qué es una Carta Pastoral?

          Es una carta que escribo como Pastor a las comunidades que el Señor me confía. Es un texto que escribo como obispo diocesano. 

          En esta Carta no están todos los planteos ni menos aún todas las respuestas. Quiere ayudar a la reflexión desde la fe en las comunidades, para buscar juntos algunos principios iluminadores. 

¿Cómo trabajar esta Carta Pastoral?

          Presentamos algunas preguntas orientadoras que ayudan a pensar, y que hay que contestar para recoger los aportes en cada comunidad que nos permitan seguir avanzando en este camino de Asamblea Diocesana. 

          Pero empecemos por el principio. Lo primero, primero. Vamos a rezar. 

          El Papa Juan Pablo II nos enseñó que “antes de programar las iniciativas concretas hace falta promover una espiritualidad de comunión” (Nmi 43) para que nuestra tarea brote de la contemplación del Rostro de Cristo. (cfr. id 28 – 29). 

          Por eso, compartimos un momento de oración con la Palabra de Dios. 

          Te invito a tomar el Evangelio. Vamos a leer y meditar la hermosa alegoría que nos enseña acerca de “Jesús, la verdadera vid” (Jn. 15, 1-11). Invocá al Espíritu Santo, y leé pausadamente este pasaje del Evangelio y rezalo junto con otros. Pedile al Espíritu (Maestro interior) te ayude a saborear cada renglón cada enseñanza. Algunas palabras que son clave en el relato: Padre, vid, sarmientos, fruto, vida, permanecer, amor, gozo…

           Terminando este primer momento de oración, te comparto algunas reflexiones sobre los aportes de la primera etapa del VER. Debajo de cada título está expresada la Debilidad o Fortaleza consignada en la síntesis Diocesana.

II REFLEXIONAMOS A PARTIR DE LA SITUACIÓN ECLESIAL 

1) Todos somos parte de la Vid. Todos somos Iglesia (falta de compromiso de los laicos en tareas pastorales)

          Como fruto de la Pascua Jesús derramó la fuerza del Espíritu Santo sobre los discípulos, y los envió a bautizar y predicar. (Mt. 28, 19 – 20) 

          Bautizar: para que todos los hombres lleguen a ser hijos de Dios. 

          Predicar: para que todos sepamos cómo vivir de acuerdo a lo que Jesús enseñó. Y esto para ser felices. La fe no nos limita la vida. Al contrario, nos muestra el camino para vivir en plenitud, para que nuestro gozo sea perfecto nos decía recién Jesús. (Jn 15,11) 

          Por el Bautismo somos incorporados al Cuerpo de Cristo, la “verdadera vid” que es la Iglesia. Todos somos llamados a la santidad. Todos a participar de la vida de la comunidad cristiana. Todos a ser discípulos misioneros. En el Libro de los Hechos de los Apóstoles vemos cómo vivían los primeros cristianos. Ellos compartían la oración, escuchaban las enseñanzas de los Apóstoles sobre la vida de Jesús y el modo propio de vivir la fe cristiana, atendían a los pobres, salían a misionar, preparaban a quienes se iban a bautizar (cfr. Hch 4, 32-37; 5, 12 – 16). Ni en los Evangelios, ni en las cartas de San Pablo vamos a encontrar que hay cristianos de primera y otros de segunda. No, no. Todos hemos bebido de un mismo Espíritu. Todos somos las ramas y los frutos de la misma vid que es Cristo. 

          La fe es un regalo de Dios para compartirlo. Los dones de Dios son para el bien común de la Iglesia. No son adornos para lucir cada uno, sino bienes que Dios da para hacer crecer y embellecer a su familia. 

          “La falta de compromiso de los laicos en tareas pastorales” que a veces percibimos manifiesta una fe vivida débilmente, y una pertenencia floja a la comunidad. Es como si algunos dijeran: “Como no me siento parte no me comprometo”. 

          Pareciera que ven a la Parroquia o la Capilla como si fuera un club. “Yo pago la cuota y vengo cuando tengo ganas”. Pero sin la “pasión por la camiseta”. No todo es así, lo sabemos. Hay gran cantidad de catequistas, voluntarios de Caritas, ministros de la comunión, miembros de Comisiones diversas… gran cantidad de cristianos que entregan su tiempo, sus talentos, su aporte económico. Pero no alcanza. Tenemos que cuidarnos de no sobrecargar siempre a los mismos con exceso de actividades. 

          También es bueno pensar por qué la gente no se acerca más; si nosotros tenemos algo que modificar. Yo les propongo en estas páginas algunas causas posibles: 

          La predicación o la catequesis no es sólo decir verdades o comentar el Evangelio. Es hacer que la Palabra llegue al corazón para que “Jesucristo sea encontrado, seguido, amado, adorado, anunciado, y comunicado a todos” (DA 14). Si hablamos de Èl como contando proezas de alguien del pasado (como de San Martín que cruzó los Andes) no movemos el corazón de nadie. Anunciamos a Jesucristo que está VIVO y camina junto a nosotros. Tal vez debamos renovarnos en la fe. Los próximos puntos tienen que ver con eso: formación – espiritualidad, y conversión pastoral.           

2) Necesidad de un camino de formación – espiritualidad (falta de formación de agentes pastorales y laicos en general)

          El discipulado y la misión no terminan nunca. Siempre somos discípulos necesitados de aprender a los pies del Maestro. Y esta necesidad la tenemos todos: fieles laicos, religiosos, consagrados, sacerdotes, obispos; todos somos discípulos, y nunca dejamos de serlo. 

          Formarse es más que tratar un tema, por más importante que sea. Es encontrarnos con Jesús para que Él modele nuestro corazón de discípulo. 

          ¿Dónde encontramos a Jesús? En muchos “lugares”. Te comento de algunos que son muy importantes: 

          - En la Sagrada Escritura es Dios mismo quien nos habla. Es importante conocer la Biblia y aprender a orar con ella (Lectio divina) 

          En la Eucaristía celebramos la presencia viva de Jesús Resucitado que se nos da como alimento. Es la oración de la familia de Dios. También en los otros sacramentos. 

          - En la oración personal y comunitaria Él está con nosotros. Así nos lo enseñó: “Porque donde hay dos o tres reunidos en mi Nombre, yo estoy presente en medio de ellos” (Mt 18, 20) 

          - En la comunidad cristiana y en la tarea misionera. 

          - En los pobres, los afligidos, los enfermos, los presos (cfr. Mt 25, 37 – 40).“La misma adhesión a Jesucristo es la que nos hace amigos de los pobres y solidarios con su destino” (DA 257) 

          - En el Magisterio de la Iglesia. El Papa, los Obispos, nos muestran a Jesús y nos enseñan cómo seguirlo. 

          En todos estos “lugares” y en algunos más, Jesús se deja encontrar para ayudarnos a crecer en amistad con Él. 

          Te decía que la formación no es sólo tratar un tema. Tiene una dimensión espiritual que lleva a la experiencia de Encuentro con Jesús que ilumina nuestra vida y nos conduce por su Espíritu. Tiene también una dimensión intelectual que “se expresa en una reflexión seria, puesta constantemente al día a través del estudio que abre la inteligencia, con la luz de la fe, a la verdad” (DA 280). Nos capacita para el diálogo, el discernimiento, el juicio crítico de la cultura. 

          Hay problemáticas nuevas y viejas que requieren ser reflexionadas desde la fe. 

          Vivimos en un tiempo en que se ha instalado lo que el Papa llama la “dictadura del relativismo”. Como si por el simple hecho que alguien dice “yo lo pienso así” o “yo lo siento así”, eso ya fuera suficiente para que no se pueda cuestionar nada. Se va deteriorando la existencia de la Verdad misma. 

          Hay miradas reduccionistas acerca del ser humano, y se absolutizan cuestiones que son ciertas parcialmente. Así, por ejemplo, se afirma: “el hombre es agua”, “el hombre es impulso sexual”, “el hombre es su cuerpo”… 

          ¿De estos temas opinamos según lo que leemos en revistas de moda o programas de TV? ¿O tenemos un juicio crítico bien fundamentado? 

          Después diré algo también acerca de la necesidad de la Doctrina Social de la Iglesia. 

3) Necesidad de conversión pastoral (falta de comunión entre grupos: comunicación e integración)

          Otro de los factores que puede desalentar el compromiso es que algunos están aferrados en sus puestos, y no permiten que haya renovación. Cuanto mucho invitamos a otros a hacer “lo que siempre se hizo y como siempre se hizo”, pero estamos poco abiertos a recibir aportes nuevos. 

          Cuando en una comunidad entran los celos, los chismes, las ganas de figurar, y otras mediocridades, esa comunidad pierde belleza y atractivo. Es un grupo que se mira a sí mismo y no al vasto campo que hay que cosechar. 

          Necesitamos ahorrar esfuerzos, conocernos más, comunicarnos y comunicar bien las cosas que hace cada grupo. Necesitamos una espiritualidad de comunión, que nos ayude a rezar juntos para trabajar juntos. Crecer en conciencia de pertenecer a la misma vid. Es imperioso fortalecer los vínculos comunitarios, en un tiempo en que la fe se vive muy aisladamente y sin una clara conciencia de familia. Muchos buscan una especie de cristianismo sin Iglesia, y hasta una religión a su medida. “La vocación a la comunión del pueblo de Dios es un llamado a la santidad comunitaria y a la misión compartida, que sólo son posibles por la acción del Espíritu. Toda la Iglesia y todos en la Iglesia estamos llamados a formar comunidades santas y misioneras”. (Nma 62) 

          La santidad es una vocación de cada uno y de todos. Por eso en el credo rezamos nuestra fe en la Iglesia Santa. Tan importante es la comunión que el Lema que tomamos para este tiempo de Asamblea es “sean uno para que el mundo crea” (Jn. 17) 

          Es importante un proceso de renovación y conversión de nuestras parroquias, capillas, comunidades educativas… (cfr. Nma 72 y DA 365) 

          La “conversión pastoral” busca hacernos crecer en actitudes de apertura, de diálogo y disponibilidad para impulsar la participación efectiva de todos los fieles. Nos lleva también a mirar a la Iglesia como madre que sale al encuentro de sus hijos y ofrece en cada comunidad una casa acogedora y cordial. 

          “La conversión pastoral de nuestras comunidades exige que se pase de una pastoral de mera conservación a una pastoral decididamente misionera”. (DA 370).  

4) “La Iglesia existe para evangelizar” (falta espíritu misionero)

          Cuando la fe queda reducida a algunas normas o prohibiciones, o una práctica esporádica o salteada no nos toca el corazón. 

          “Nuestra mayor amenaza “es el gris pragmatismo de la vida cotidiana de la Iglesia en el cual aparentemente todo procede con normalidad, pero en realidad la fe se va desgastando y degenerando en mezquindad”. A todos nos toca recomenzar desde Cristo, reconociendo que “no se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orientación decisiva”. (DA 12) 

          Por eso la misión no es una actividad más o algún proyecto a desarrollar cada tanto. Forma parte de nuestra vida cristiana. La misión es permanente. 

          La conversión pastoral acerca de la cual reflexionábamos recién nos lleva a dar una impronta misionera a la pastoral ordinaria, a lo que hacemos todos los días. Desde cómo atendemos en la Secretaría a quienes vienen a anotar una intención para la misa, o averiguar por un bautismo o casamiento, o pedir un certificado. También en cómo recibimos a quienes vienen a la misa, o a la catequesis o a Caritas. ¿Ellos se van con la experiencia de haber sido bien recibidos y bien tratados? ¿o tienen la sensación que nos molesta que vengan? 

          Parte de la misión es hacer las cosas de todos los días con el “estilo evangélico de Jesús”. Esto nos exige disponernos para acoger cordialmente, ser amables y bondadosos, dar tiempo al hermano. 

          La misión también es ir casa por casa llevando el testimonio y la alegría de la fe a los vecinos. En este sentido hablamos de una “dimensión geográfica” de la misión. 

          Pero hay también otra “dimensión ambiental o sectorial”. Por ejemplo: la escuela, el hospital, las cárceles, las diversas organizaciones de la sociedad… A todos y a todo el mundo hemos de comunicar el mensaje del Señor. 

5) La familia es un tesoro (falta de participación de la familia y de una pastoral familiar)

          La familia se involucra poco en la educación de los hijos. Es común escuchar a los docentes decir que los papás vienen poco a la escuela, y cuando vienen en general es para quejarse. La familia es la célula básica de la sociedad, lo sabemos y lo repetimos permanentemente. Pero cada vez los papás participan menos de la catequesis de sus hijos y de los sacramentos. Qué importante es ayudar a las familias para la oración en común. Debemos promover el diálogo entre los esposos, y entre ellos y los hijos. 

          Hay dos factores que golpean duro a las familias: el hedonismo e individualismo cultural, y la pobreza y exclusión social. Esta última lleva muchas veces a convivir hacinados, sin trabajo digno, y es fuente de desintegración o violencia familiar. 

          En tiempos de hedonismo e individualismo, es muy importante fortalecer los vínculos que unen a los miembros de una familia. Cuando hay individualismo crece el desentenderse de los demás, y los que más sufren son los más débiles y frágiles. La familia es el ámbito en el cual crecemos y nos desarrollamos como personas. Aprendemos a decir la verdad, cuidar al que está enfermo, escuchar al que necesita contar lo que le está pasando. 

          La familia es una pequeña Iglesia. Por eso decimos que la Iglesia es la familia de Dios. En varios cantos de la Misa rezamos diciendo que “somos la Familia de Jesús”. En la Iglesia tenemos muchos vínculos con las familias. Cuando vienen a pedir el Bautismo del hijo, a anotarlo para la primera Comunión. O en la vida cotidiana en nuestras Escuelas Católicas. También a las familias que acompañamos desde Caritas… 

          Hay una buena noticia de la familia; ella es uno de los tesoros más importantes de nuestros pueblos, y es patrimonio de la humanidad entera (cfr.DA 432). 

          El amor humano es bello y hace que la persona crezca y se desarrolle en valores, cualidades y felicidad. 

          Es desde este amor que entendemos la necesidad de los límites. Dejar que los niños “hagan lo que quieran” o que “elijan cuando sean grandes”, no es darles libertad, sino privarles la necesidad que tienen de ser guiados y orientados. 

          Es cierto que hoy cuesta mucho ser papá y ser mamá. Desde nuestras comunidades parroquiales, educativas, tenemos una hermosa misión que desplegar. 

          Cómo no tener el corazón puesto en aquellos hermanos y hermanas que se han separado y ahora viven en una nueva unión, de la cual han tenido otros hijos. 

          “En muchos casos las personas que viven estas situaciones cargan con profundos dolores por las experiencias vividas, culpas por el daño ocasionado, dudas sobre su pertenencia a la Iglesia y su situación ante Dios, y, por eso, sienten la necesidad de acogida y comprensión” (Aportes para la Pastoral Familiar, CEA 2009, Nº 129). 

          Recordemos las enseñanzas de Juan Pablo II: “Exhorto vivamente a los pastores y a toda la comunidad de los fieles para que ayuden a los divorciados, procurando con solícita caridad que no se consideren separados de la Iglesia, pudiendo y aun debiendo, en cuanto bautizados, participar en su vida”. (FC 84)  

          También hoy hay una exigencia acerca del lugar que ocupa el varón y la mujer en casa y en la sociedad. Son desafíos que se van presentando cotidianamente. De manera particular incide en los jóvenes que van dejando el sacramento del matrimonio y optan por convivir. A veces dan el paso al matrimonio con ocasión del primer hijo. 

          Un contraste que se da es que mientras algunos lugares mujeres optan por un embarazo cada vez más tardío, en otros se producen embarazos adolescentes. Ante el crecimiento de algunas posturas abortistas es importante promover la cultura del cuidado de la vida desde la concepción hasta la muerte natural. La vida es un don de Dios.

6.  Las Fortalezas

          Hemos reconocido también varias FORTALEZAS, que nos pueden ayudar de mucho.
 
          Nuestras comunidades son solidarias y fraternas. Ante alguna necesidad social (inundaciones, desastres naturales) o situaciones particulares de alguna familia hay una reacción espontánea. Pero nos falta crecer en perseverar en los buenos propósitos una vez que el acontecimiento deja de ser noticia. 

          Se pondera de modo positivo la presencia y acompañamiento de los sacerdotes. Nuestra Diócesis es bendecida en vocaciones. Todas las Parroquias tienen sacerdote, aunque no en todas viviendo a tiempo completo. Es muy importante rezar por los sacerdotes y por las vocaciones sacerdotales, religiosas, consagradas. Tener un espíritu y corazón agradecido a Dios. 

          Nos alegramos también de laparticipación activa en la Liturgia y los Sacramentos, así también como de una espiritualidad orante que sostiene en la experiencia de encuentro con Dios. Así mismo, muchos han coincidido en que se percibe una Acción Pastoral organizada a través de catequesis, movimientos e instituciones. 

          Todas estas fortalezas son motivo de alegría, y no debemos descuidarlas, ya que nos sostienen en nuestro peregrinar en la Fe. 

III REFLEXIONAMOS A PARTIR DE LA SITUACIÓN SOCIAL Y CULTURAL 

1) Valores vs. Relativismo

          Vivimos en un tiempo complejo. Casi todos los aportes recogidos coincidieron en señalar que estamos ante una profunda crisis de valores. 

          Hace poco una Señora me decía: “Padre, todo parece estar patas para arriba”. Así expresaba que “las cosas no están en su lugar”. Esto provoca desorientación, incertidumbre. Muchas veces podemos también dejarnos invadir por el desaliento o caer en la tentación de la impotencia. 

          Aunque la realidad sea muy dura, nunca hemos de olvidar que Jesucristo es el Señor de la Historia. 

          El relativismo nos hace caer en la trampa de que la única medida es el propio yo y la propia voluntad. Así se llega hasta justificar la corrupción (pública o privada) que se roba los dineros del pueblo aparentemente anónimos, favorecida por laimpunidad. 

          Hace falta reafirmar la necesidad de una ética del bien como valor estable, concreto. Cualquier cosa no da lo mismo. Hay diferencia entre la verdad y la mentira, el bien y el mal, el amor y el odio… 

          Hay valores que son absolutos y no son negociables. 

          La verdad no es fruto del consenso pasajero. La dignidad humana se fundamenta en que fuimos creados a imagen y semejanza de Dios. Los Derechos Humanos no son fruto del consenso de un Parlamento, de uno o muchos Estados. 

2) Fraternidad vs. Egoísmo

          Otro de los rasgos característicos de la cultura actual es el hedonismo e individualismo. Se promueven estilos de vida consumistas, materialistas, con la ilusoria fantasía de tener más para ser más. Los anhelos más nobles y profundos son reemplazados por la pretensión del éxito fácil y sin esfuerzos. Centrado en la búsqueda de placer individual como único objetivo, el hombre de hoy se vuelve egoísta e indolente ante el sufrimiento de los demás. Al perderse el sentido de fraternidad se desgasta la solidaridad y se pasa de largo ante quienes sufren. 

          Los pobres ya no son explotados u oprimidos sino que han llegado a ser considerados como “sobrantes y desechables”. (DA 65) 

          Lo que antes era pobreza, ha ido derivando en miseria y exclusión social (cfr. Nma 36). 

          Mucho se ha hablado de los pobres en estos años. El Papa Benedicto nos decía hace poco que “una de las pobrezas más hondas que el hombre puede experimentar es la soledad” (CIV 53). 

          Por eso el Documento de Aparecida nos enseña que hay que dedicar tiempo a los pobres, ser sus amigos, prestarles amable atención (cfr. DA 397 – 398) 

          La Iglesia nos enseña que no sólo hemos de asistir a las necesidades más urgentes, sino que también debemos comprometernos en el cambio de aquellas estructuras que son generadoras de pobreza y exclusión (cfr. DA 384 – 385 – DCE) Esta es parte de la vocación laical. 

          Los Obispos de Argentina hemos propuesto para este tiempo de Bicentenario del 2010 al 2016 erradicar la pobreza y promover el desarrollo integral de todos (HB 5) 

3) Sentido de la vida vs. adicciones  

          La sociedad, nuestras comunidades, las familias están profundamente afectadas por el fenómeno de diversas adicciones. La droga, el alcohol, el juego… se ha vuelto un verdadero flagelo que lleva muchas veces a situaciones de angustia, de disolución familiar, de gran desorientación. 

          ¿Por qué ha ido creciendo el consumo de alcohol a edades cada vez más tempranas? ¿por qué la expansión de la droga? El Papa Juan Pablo II enseñó que “La drogadicción es síntoma de un malestar existencial en un mundo sin esperanza”. 

          La puerta de entrada a la droga es diversa: para mitigar el hambre o el frío, para evadirse de la realidad, para desinhibirse ante el grupo, para “probar”… Y luego se pasa al tobogán de la dependencia de la sustancia. Pero el centro del problema de la adicción no es la sustancia, sino la persona. 

          La droga afecta especialmente a “los jóvenes que se sienten sin raíces, obligados a afrontar un presente fugaz y un futuro incierto” (La droga, sinónimo de muerte. CEA 2007, Nº 2). Ese documento de la Conferencia Episcopal nos propone caminar en tres direcciones: 

          - Promover la cultura de la vida, mostrando que todos somos llamados a la libertad, a la felicidad. Fomentar políticas públicas en educación y prevención. Exigir que se cumpla la ley. 

          - Despejar la falsa ilusión de que de la adicción se entra y se sale fácilmente. Acompañar a los adictos y sus familias. 

           - Denunciar que detrás de todo esto hay un gran negociado que enriquece a los mercaderes de la muerte. 

          Mucho podemos hacer desde nuestras comunidades parroquiales, comunidades educativas. Que bueno si logramos comunicar este mensaje a nuestros chicos: “vivir es hermoso y muy bueno”. Y a los familiares y amigos de los adictos: “estamos con vos para ayudarte”. 

4) La Doctrina Social de la Iglesia

          En la Oración por la Patria que se reza en muchas de nuestras comunidades, decimos: “Queremos ser Nación, una Nación cuya identidad sea la pasión por la verdad, y el compromiso por el Bien Común”. Ese bien común necesita el compromiso de todos. Debemos pasar de ser “habitantes” a ciudadanos responsables”. Los habitantes hacen uso de la Nación, buscan el propio beneficio y sólo se interesan por sus propios derechos. Los ciudadanos, además de exigir derechos se comprometen con sus deberes. 

          El Evangelio tiene consecuencias sociales. La Doctrina Social de la Iglesia nos enseña desde la fe, acerca de la dignidad humana, los derechos, el trabajo, la justicia, la paz, el ambiente, la familia… 

          “Todo camino integral de santificación implica un compromiso por el bien común social (…) Nunca hemos de disociar la santificación del cumplimiento de los compromisos sociales. Estamos llamados a una felicidad que no se alcanza en esta vida. Pero no podemos ser peregrinos al cielo si vivimos como fugitivos de la ciudad terrena” (Nma 74) 

CONCLUSION 

Queridos hermanos:

          Les pido dejarnos conducir por el Espíritu Santo en este tiempo de Asamblea. 

          Él nos alienta a trabajar con entrega generosa. Él nos renueva en la esperanza. Él es nuestro Buen Pastor Resucitado. La Virgen María nos reúna y acompañe como discípulos misioneros de Jesucristo. Con mi cariño y bendición. 

Mons. Jorge Lozano,obispo de Gualeguaychú

25 de abril de 2010 - Domingo del Buen Pastor


Publicado por verdenaranja @ 22:49  | Hablan los obispos
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Viernes, 04 de junio de 2010

ZENIT nos ofrece el contenido de la intervención del Papa Benedicto XVI el miércoles 19 de Mayo de 2010, durante la Audiencia General concedida en la Plaza de San Pedro, a los cerca de 13.000 peregrinos presentes, procedentes de todo el mundo.

Queridos hermanos y hermanas

hoy deseo recorrer junto a vosotros las diversas etapas del Viaje apostólico que realicé en estos días pasados a Portugal, movido especialmente por un sentimiento de reconocimiento hacia la Virgen María, que en Fátima transmitió a sus videntes y a los peregrinos un intenso amor por el Sucesor de Pedro. Doy gracias a Dios que me ha dado la posibilidad de rendir homenaje a ese pueblo, a su larga y gloriosa historia de fe y de testimonio cristiano. Por tanto, como os había pedido que acompañaseis esta visita pastoral mía con la oración, ahora os pido que os unáis a mí al dar gracias a Dios por su feliz desarrollo y conclusión. A Él confío los frutos que ha traído y traerá a la comunidad eclesial portuguesa y a toda la población. Renuevo la expresión de mi vivo reconocimiento al Presidente de la República, señor Anibal Cavaco Silva y a las demás Autoridades del Estado, que me han acogido con tanta cortesía y han predispuesto cada cosa para que todo pudiese llevarse a cabo de la mejor manera posible. Con intenso afecto, recuerdo a los hermanos obispos de las diócesis portuguesas, a quienes he tenido la alegría de abrazar en su tierra, y les agradezco fraternalmente por cuanto han hecho para la preparación espiritual y organizativa de mi visita, y por el notable empeño dedicado en su realización. Dirijo un pensamiento particular al Patriarca de Lisboa, cardenal José da Cruz Policarpo, a los obispos de Leiría-Fátima, monseñor Antonio Augusto dos Santos Marto, y de Oporto, monseñor Manuel Macario do Nascimento Clemente, y a sus respectivos colaboradores, como también a los diversos organismos de la Conferencia Episcopal guiada por el obispo monseñor Jorge Ortiga.

A lo largo de todo el viaje, realizado con ocasión del décimo aniversario de la beatificación de los pastorcillos Jacinta y Francisco, me he sentido espiritualmente apoyado por mi amado predecesor, el venerable Juan Pablo II, que estuvo tres veces en Fátima, agradeciendo esa “mano invisibile” que le libró de la muerte en el atentado del trece de mayo, aquí en esta Plaza de San Pedro. La tarde de mi llegada celebré la Santa Misa en Lisboa, en el encantador escenario del Terreiro do Paço, que se asoma sobre el río Tajo. Fue una asamblea litúrgica de fiesta y de esperanza, animada por la participación gozosa de numerosísimos fieles. En la Capital, de donde partieron en el transcurso de los siglos tantos misioneros para llevar el Evangelio a muchos continentes, animé a los diversos componentes de la Iglesia local a una vigorosa acción evangelizadora en los diversos ámbitos de la sociedad, para ser sembradores de esperanza en un mundo a menudo marcado por la desconfianza. En particular, exhorté a los creyentes a hacerse anunciadores de la muerte y resurrección d Cristo, corazón del cristianismo, centro y fundamento de nuestra fe y motivo de nuestra alegría. Pude manifestar estos sentimientos también durante el encuentro con los representantes del mundo de la cultura, que se celebró en el Centro Cultural de Belém. En esta ocasión puse de manifiesto el patrimonio de valores con los que el cristianismo ha enriquecido la cultura, el arte y la tradición del Pueblo portugués. En esta noble Tierra, como en todo otro país marcado profundamente por el cristianismo, es posible construir un futuro de comprensión fraterna y de colaboración con las demás instancias culturales, abriéndose recíprocamente a un diálogo sincero y respetuoso.

Me dirigí después a Fátima, pequeña ciudad caracterizada por una atmósfera de auténtico misticismo, en la que se advierte de manera casi palpable la presencia de la Virgen. Me hice peregrino con los peregrinos en ese admirable Santuario, corazón espiritual de Portugal y meta de una multitud de personas procedentes de los lugares más diversos de la tierra. Tras haber permanecido en recogimiento orante y conmovido en la Capillita de las Apariciones en Cova da Iria, presentando al Corazón de la Virgen Santa las alegrías y las esperanzas además de los problemas y los sufrimientos del mundo entero, en la iglesia de la Santísima Trinidad tuve la alegría de presidir la celebración de las Vísperas de la Beata Virgen María. Dentro de este templo grande y moderno, manifesté mi vivo aprecio a los sacerdotes, a los religiosos, a las religiosas, a los diáconos y a los seminaristas venidos de todas partes de Portugal, agradeciéndoles por su testimonio a menudo silencioso y no siempre fácil y por su fidelidad al Evangelio y a la Iglesia. En este Año Sacerdotal, que llega a su fin, animé a los sacerdotes a dar prioridad a la escucha religiosa de la Palabra de Dios, al conocimiento íntimo de Cristo, a la intensa celebración de la Eucaristía, mirando al luminoso ejemplo del Santo Cura de Ars. No dejé de confiar y consagrar al Corazón Inmaculado de María, verdadero modelo de discípula del Señor, a los sacerdotes de todo el mundo.

Por la noche, con miles de personas que se habían dado cita en la gran explanada ante el Santuario, participé en la sugestiva procesión de las velas. Fue una estupenda manifestación de fe en Dios y de devoción a la Madre suya, expresadas con el rezo del Santo Rosario. Esta oración tan querida al pueblo cristiano encontró en Fátima un centro propulsor para toda la Iglesia y el mundo. La “Blanca Señora”, en la aparición del 13 de junio, dijo a los tres Pastorcitos: “Quiero que recéis el Rosario todos los días”. Podríamos decir que Fátima y el Rosario son casi un sinónimo.

Mi visita a ese lugar tan especial tuvo su culmen en la Celebración eucarística del 13 de mayo, aniversario de la primera aparición de la Virgen a Francisco, Jacinta y Lucía. Recordando las palabras del profeta Isaías, invité a esta inmensa asamblea reunida, con gran amor y devoción, a los pies de la Virgen a alegrarse plenamente en el Señor (cfr Is 61, 10), porque su amor misericordioso, que acompaña nuestra peregrinación sobre esta tierra, es la fuente de nuestra gran esperanza. Y precisamente de esperanza está lleno el mensaje comprometido y al mismo tiempo consolador que la Virgen dejó en Fátima. Es un mensaje centrado en la oración, en la penitencia y en la conversión, que se proyecta más allá de las amenazas, los peligros y los horrores de la historia, para invitar al hombre a tener confianza en la acción de Dios, a cultivar la gran Esperanza, a hacer experiencia de la gracia del Señor para enamorarse de Él, fuente del amor y de la paz.

En esta perspectiva, fue significativo la apasionante cita con las organizaciones de la pastoral social, a las que indiqué el estilo del buen samaritano para salir al encuentro de las necesidades de los hermanos más menesterosos y para servir a Cristo, promoviendo el bien común. Muchos jóvenes aprenden la importancia de la gratuidad precisamente en Fátima, que es una escuela de fe y de esperanza, porque es también escuela de caridad y de servicio a los hermanos. En este contexto de fe y de oración, se celebró el importante y fraternal encuentro con el Episcopado portugués, como conclusión de mi visita en Fátima: fue un momento de intensa comunión espiritual, en el que dimos juntos gracias al Señor por la fidelidad de la Iglesia que está en Portugal, y confiamos a la Virgen las esperanzas y preocupaciones pastorales comunes. Estas esperanzas y perspectivas pastorales las mencioné también en el transcurso de la Santa Misa, celebrada en la histórica y simbólica ciudad de Oporto, la “Ciudad de la Virgen”, última etapa de mi peregrinación en tierra lusa. A la gran muchedumbre de fieles reunida en la Avenida dos Aliados recordé el compromiso de testimoniar el Evangelio en todo ambiente, ofreciendo al mundo a Cristo resucitado para que cada situación de dificultad, de sufrimiento, de miedo se transforme, mediante el Espíritu Santo, en ocasión de crecimiento y de vida.

Queridos hermanos y hermanas, la peregrinación a Portugal ha sido para mí una experiencia conmovedora y rica de muchos dones espirituales. Mientras permanecen fijas en mi mente y en mi corazón las imágenes de este viaje inolvidable, la acogida calurosa y espontánea, el entusiasmo de la gente, alabo al Señor porque María, apareciéndose a los tres Pastorcillos, abrió en el mundo un espacio privilegiado para encontrar la misericordia divina que cura y salva. En Fátima, la Virgen Santa invita a todos a considerar la tierra como el lugar de nuestra peregrinación hacia la patria definitiva, que es el Cielo. En realidad todos somos peregrinos, necesitamos de la Madre que nos guía. “Contigo caminamos en la esperanza, sabiduría y misión”, es el lema de mi Viaje Apostólico a Portugal, y en Fátima la beata Virgen María nos invita a caminar con gran esperanza, dejándonos guiar por la “sabiduría de lo alto” que se ha manifestado en Jesús, la sabiduría del amor, para llevar al mundo la luz y la alegría de Cristo. Os invito, por tanto, a uniros a mi oración, pidiendo al Señor que bendiga los esfuerzos de cuantos, en esa amada Nación, se dedican al servicio del Evangelio y a la búsqueda del verdadero bien del hombre, de cada hombre. Oremos también para que, por intercesión de María Santísima, el Espíritu Santo haga fecundo este Viaje apostólico, y anime en todo el mundo la misión de la Iglesia, instituida por Cristo para anunciar a todos los pueblos el Evangelio de la verdad, de la paz y del amor.

[Traducción del original italiano por Inma Álvarez
©Libreria Editrice Vaticana]


Publicado por verdenaranja @ 23:00  | Habla el Papa
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ZENIT publica el documento final del quinto Encuentro Continental Europeo-Mediterráneo del Foro Internacional de la Acción Católica (FIAC) celebrado con el lema "Pan, vida, paz, libertad" en Cracovia y Chezstochowa del 6 al 9 de mayo de 2010.                          

Documento final
Cracovia, 9 de mayo 2010 

     El 9 de mayo, día de Europa y el 60° aniversario de la Declaración de Schuman, en Cracovia, en la fiesta litúrgica de San Estanislao, patrono de Polonia, se concluyeron los trabajos del 5° Encuentro Continental Europeo Mediterráneo del FIAC, que comenzó el 6 de mayo con la Celebración Eucarística  presidida por el Cardenal Stanislaw Dziwisz. 

     Han participado, junto a los representantes de la Acción Católica de Polonia a nivel nacional y diocesano, representantes de España, Francia, Malta, Italia, Bosnia Herzegovina, Rumanía, Eslovaquia, Ucrania, Bielorrusia, Lituania, República Checa, Israel junto con Argentina y Burundi, países miembros del Secretariado del FIAC. 

          El encuentro de Polonia, en Cracovia-Lagiewniki, en el Centro Pastoral del Santuario de la Divina Misericordia, ha dado a todos la posibilidad de conocer mejor la Iglesia y la AC de este país, después que los anteriores encuentros se habían realizado en Cirkewwa-Malta en 1996, en Iasi -Rumanía en 1998, Sarajevo en Bosnia Herzegovina en 2003 y Madrid en España en 2007, un itinerario que continúa, con el deseo de caminar juntos en Europa, respirando con dos pulmones, como requiere la vocación espiritual de nuestro continente, desde el Atlántico hasta los Urales, siguiendo la escuela de Juan Pablo II. 

            El tema se ha centrado en cuatro palabras que se han identificado para todos los encuentros continentales, vida pan paz libertad, entre ellos en estrecha relación. Las palabras se han tomado del último mensaje de Juan Pablo II al Cuerpo Diplomático, en enero de 2005, como los desafíos para acoger a la luz del tema de la Jornada Mundial de la Paz 2005 "Vencer el mal con el bien". El FIAC los propone como una grilla para mirar la realidad de cada continente con los ojos de la fé, con humildad y confianza, sin prejuicios y sin miedo.

             Los aportes  han profundizado y evidenciado algunos aspectos: la responsabilidad de Europa en el mundo, la dimensión irrenunciable - también política y legislativa - de la defensa de la vida, la prioridad de la evangelización en un contexto que hace que Europa sea  aún hoy un laboratorio del encuentro entre el cristianismo y las culturas, la realidad plural del continente, el deber de crecer en una ciudadanía europea y global, el aporte de la AC.  

Se han identificado algunos campos fundamentales para privilegiar y así continuar construyendo un continente fraterno, abierto, acogedor, solidario y en paz:

              • cultivar la pasión educativa, que está en el ADN de la Acción Católica, que pone la atención en la persona y a las personas, con una especial referencia a la familia,

              •   asumir el diálogo como una actitud humana y espiritual: el diálogo  ecuménico, interreligioso y con las culturas en el espíritu del Concilio EcuménicoVaticano II, de la Ecclesiam Suam,

              •   compartir las tantas formas de pobreza - evidentes y no tan evidentes, en solidaridad, información y búsqueda de las causas y de las soluciones,

              •  profundizar en el conocimiento y en las potencialidades de los medios de comunicación de masa, afrontando el tema de la comunicación,

              •   promover la decisión de ser miembro de AC como opción significativa, en un contexto como el actual donde la atención de las relaciones humanas requiere enegías y tiempos no sólo virtuales . 

Son ámbitos que requieren una adquisición global de la Doctrina los Social de la Iglesia, al estudio y a la construcción  del bien común, en todos los niveles, con los hombres y las mujeres de buena voluntad.

               Se señala como prioridad de carácter horizontal: la transmisión de la Fé a las generaciones más jóvenes y a su plena participación en la vida de la asociación, de la Iglesia y de la sociedad.

                Se recomienda una siempre más profunda y motivada conciencia de la reciprocidad que debe caracterizar al continente europeo y que nos pertenece como expresión de nuestra catolicidad : somos laicos que viven en las Iglesias locales en Europa y en la Iglesia universal, nos comprometemos a  intercambiar dones y  experiencias, sobretodo entre Europa y Mediterráneo, Medio Oriente, África, reforzando el vínculo con Tierra Santa. 

Han sido adoptados algunos compromisos concretos

                 - enviar un mensaje de solidaridad a la Conferencia Episcopal de Grecia

                 - promover una mayor atención y colaboración con el Consejo de las Conferencias Episcopales de Europa (CCEE) y la Comisión de Conferencias Episcopales de la Unión Europea (COMECE)

                 - caminar con las Iglesias del Medio Oriente hacia el Sínodo de octubre 

"Europa es más que un continente. ¡Es una casa! Y la libertad encuentra su significado más profundo propio en ser una patria espiritual. Respetando plenamente la distinción entre la esfera política y la religiosa - distinción que garantiza la libertad de los ciudadanos de expresar el propio credo religioso y de vivir en sintonía con éste - deseo remarcar el rol insustituible  del cristianismo en la formación de la conciencia de cada generación y para la promoción de un consenso ético fundamental, al servicio de cada persona que llama a este continente "casa" 

Benedicto XVI  Praga, 26 de septiembre 2009          


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Homilía de monseñor Francisco Polti, obispo de Santiago del Estero en la Fiesta grande de Nuestro Señor de los Milagros de Mailín (16 de mayo de 2010). (AICA) 

Queridos hermanos y hermanas peregrinos en las tierras del Señor de Mailín

          Venimos a esta fiesta de Nuestro Señor de Mailín convocados por El, con el convencimiento de la necesidad que tenemos del Hijo de Dios, y repitiendo una y otra vez aquella primera línea de la oración por la patria: “Jesucristo, Señor de la historia, te necesitamos”. 

          El reunirnos en Mailín, junto al Altar del Señor, en el domingo en que Cristo ha vencido al pecado y a la muerte por medio de la Cruz y su Resurrección, y asciende al Cielo –se va junto al padre-,a prepararnos un lugar para nosotros y a interceder por nuestras necesidades espirituales y materiales, es una manifestación clara de que en lo  personal y como comunidad tenemos una gran necesidad, una gran sed de Dios: “como busca la cierva corrientes de agua -dice el salmo- así mi alma te busca, tiene sed de Dios, del Dios vivo”. 

          Jesucristo -como Sumo Sacerdote de la Nueva Alianza- ha ofrecido su vida día tras día sobre el altar de la cotidianeidad, hasta consumar su ofrenda en la Cruz. Con la Ascensión, nuestro Sumo Sacerdote, ha partido de este mundo. Nosotros, los cristianos, pueblo sacerdotal, asumimos su misma tarea de consagrar el mundo a Dios en el altar de la historia. 

          No hay ninguna actividad honesta de nuestras vidas que no pueda convertirse en hostia santa y agradable a Dios. El Concilio Vaticano II nos recuerda que todos los discípulos de Cristo, en oración continua y en alabanza a Dios, han de ofrecerse a sí mismos como sacrificio vivo, santo, y agradable a Dios (1). 

          En estos días de la novena, iluminados por el lema “Señor de Mailín ayúdanos a construir una nación con justicia y solidaridad” han estado reflexionando sobre el documento que los obispos argentinos escribimos con motivo del Bicentenario de nuestra Patria (2010-2016). Quería aprovechar esta ocasión para que meditemos juntos, desde este documento, sobre la realidad del trabajo humano de cada uno de nosotros como medio para “hacer” nuestra Nación. 

          Los Obispos al enumerar las nuevas angustias que desafían a nuestra Patria reconocíamos “una recuperación en la reducción de los niveles de pobreza e indigencia después de la crisis de 2001-2002, y que no se había logrado reducir sustancialmente el grado de la inequidad social. Asimismo asegurábamos que junto a una mejora en los índices de desempleo, el flagelo del trabajo informal sigue siendo un escollo agobiante para la real promoción de millones de argentinos” (2). 

          Del mismo modo, poníamos como meta para alcanzar a la luz del Bicentenario: elafianzar la educación y el trabajo como claves del desarrollo y de la justa distribución de los bienes.Decíamos:“Urge otorgar capital importancia a la educación como bien público prioritario, que genere inclusión social y promueva el cuidado de la vida, el amor, la solidaridad, la participación, la convivencia, el desarrollo integral y la paz. Una tenaz educación en valores y una formación para el trabajo, unidas a claras políticas activas, generadoras de trabajos dignos, será capaz de superar el asistencialismo desordenado, que termina generando dependencias dañinas y desigualdad” (3). 

          No podemos negar que nos cuesta mantener una cultura del trabajo y proyectarla con coherencia hacia el futuro. Por el contrario, los argentinos nos dejamos tentar por el éxito fácil y rápido, lo que fomenta acciones corruptas en todos los niveles, particularmente en los dirigentes. Debemos -a nivel personal- luchar contra la pereza, la mediocridad, y eliminar los celos, suspicacias, envidias, la tendencia a disminuir la importancia del trabajo de los demás, la desconfianza, la minusvaloración de los subordinados, para que nuestro trabajo vaya adquiriendo perfección humana y apueste al Bien Común de toda la sociedad. 

          Por tanto, el primer paso será redescubrir aquella verdad que el Papa Juan Pablo escribió sobre el trabajo: “es un bien del hombre -es un bien de la humanidad- porque mediante el trabajo el hombre no sólo transforma la naturaleza adaptándola a las propias necesidades, sino que se realiza a sí mismo como hombre, es mas, en cierto sentido se hace más hombre” (4). 

          Un segundo paso será actuar de cara a Dios, por razones de amor y de servicio,  y así toda la acción del hombre cobra un genuino sentido sobrenatural, que mantiene unida nuestra vida a la fuente de la gracia. 

          Más aún, creemos que, si ofrecen su trabajo a Dios, los hombres pueden colaborar a la obra redentora de Jesucristo, quien dio al trabajo una dignidad eminente, trabajando con sus propias manos en Nazaret (5). 

          Que el trabajador, al santificar el trabajo y santificarse en el trabajo, procure santificar a los demás con ese mismo trabajo, señalando a todos los hombres el camino mediante el cual se pueden hacer santos. 

          Hoy los invito -como cada año- a dejar a los pies del Señor de Mailín, no solamente nuestra acción de gracias y las necesidades propias y de los demás hermanos, sino también el de pedir, para todos, un trabajo digno, y el propósito firme de realizar, cada jornada, una tarea mejor acabada y con un remate de amor, que lo transforma todo. Que así sea. 

Mons. Francisco Polti,obispo de Santiago del Estero 

Notas:

     (1) CONCILIO VATICANO II, Lumen Gentium, 10.
     (2) CEA, Hacia un Bicentenario en justicia y solidaridad (2010-2016), 26.
     (3) CEA, Hacia un Bicentenario en justicia y solidaridad (2010-2016), 37.
     (4) JUAN PABLO II, Laborem exercens, 9.
     (5) CONCILIO VATICANO II, Gaudium et Spes, 67.


Publicado por verdenaranja @ 22:44  | Homil?as
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Subsidio litúrgico para la Misa de Clausura del Año Sacerdotal en el día del Sagrado Corazón de Jesús o domingo siguiente, ofrecido por el Servicio de Liturgia y Delegación de Vocaciones de la Diócesis de Tenerife. 

MISA DE CLAUSURA DEL AÑO SACERDOTAL
(Para el día del Sagrado Corazón o domingo siguiente) 

MONICIÓN DE ENTRADA 

Hermanos y hermanas: Reunidos en torno a la Eucaristía, en comunión con la Iglesia Universal y a miles de sacerdotes que con sus obispos, convocado por el papa Benedicto XVI en Roma, clausuran, en este día del Sagrado Corazón de Jesús, el Año Sacerdotal (o en este domingo siguiente a la Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús).

Hoy queremos dar gracias a Dios por este Año Jubilar, por el don del ministerio ordenado, por el don del sacerdocio que prolonga en el tiempo al Buen Pastor Jesucristo, que sigue guiando, alimentando y cuidando a su Iglesia. El siervo de Dios, Juan Pablo II, ha instituido la Jornada Mundial de Oración por la Santificación de los Sacerdotes precisamente en la solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús.

Que el Señor siga sosteniendo la entrega de nuestros sacerdotes como fue la entrega en santidad del Santo Cura de Ars, San Juan María Vianney, modelo para todos los sacerdotes del mundo, y de tantos sacerdotes anónimos que vivieron y viven su entrega generosa cada día. Que la Virgen María, Madre de los sacerdotes guarde a nuestros pastores junto al Corazón de Cristo.

Con gozo y gratitud, iniciemos nuestra celebración. 

Oración universal 

Por el Papa Benedicto, nuestro Obispo Bernardo y todos los sacerdotes que forman nuestro Presbiterio Diocesano. Para que en este Año Sacerdotal hayan sido fortalecidos por nuestras oraciones, animados por nuestra generosa disponibilidad y renovados en la gracia del ministerio recibido. Roguemos al Señor.

Por los sacerdotes enfermos, por los que se encuentran en dificultades o desanimados. Para que el testimonio de San Juan María Vianney y otros santos sacerdotes les avive la esperanza y la confianza en Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote. Roguemos al Señor.

Por los sacerdotes que desde nuestra Diócesis han sido enviados a otras iglesias de misiones. Para que en esas porciones del Pueblo de Dios sean anunciadores y testigos fieles de la Buena Noticia que Jesús ha traído para todas las naciones. Roguemos al Señor.

Por nuestro Seminario y por el aumento de las vocaciones al sacerdocio. Para que en este Año Sacerdotal, los jóvenes de nuestras comunidades hayan escuchado, con más intensidad, la llamada de Dios al servicio de su pueblo. Roguemos al Señor.

Por los religiosos, consagrados y seglares que colaboran en las tareas pastorales y evangelizadoras de nuestra Iglesia. Para que teniendo en la Eucaristía la fuente de la comunión fraterna, vivan sus acciones y carismas testimoniando la unidad querida por el Señor. Roguemos al Señor.

Por los más pobres, por los que se están en paro o se encuentran en situaciones difíciles ante la crisis actual. Para que nos les falte el cuidado del Buen Pastor y la solicitud pastoral de los presbíteros haga cercano su amor. Roguemos al Señor.

Oremos por los sacerdotes que han desempeñado su ministerio pastoral entre nosotros. Que el Señor premie sus esfuerzos, desvelos y entrega por el bien de esta porción del Pueblo de Dios. Roguemos al Señor

Oremos, también, por los sacerdotes fallecidos. Que por la misericordia de Dios sean llamados a participar del banquete eterno como servidores fieles al ministerio  recibido. Roguemos al Señor.

 


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Hora Santa para la clausura del Año Sacerdotal, ofrecida por el Servicio de las Delegaciones Diocesanas de Liturgia y de Pastoral Vocacional-Diócesis Nivariense-Junio 2010l. 

Clausura del “AÑO SACERDOTOTAL”
“Siete testigos del Corazón Sacerdotal de Jesús”
 

NOTAS-ORIENTATIVAS 

1.-Objetivo: 

a) Convocar a la comunidad para orar por la santificación y ministerio de los sacerdotes.
b) Acercar a la comunidad testimonios de ayer y hoy de santidad sacerdotal y compromiso orante por los sacerdotes. 

2.-Materiales 

-Guión para la Hora Santa
-Guión para los fieles que se puede realizar seleccionando las partes que más convengan.
-Powerpoints oración por los Sacerdotes del Cardenal Pironio que se encuentra en la página web del Obispado.

3.-Preparar

- Lo necesario para le Exposición del Santísimo
- Lo necesario para la proyección en caso que se haga
- 7 velas, o faroles para colocar junto al Santísimo.
Uno de ellas/os diferente que representa a la Virgen María.

- Guión para los fieles si se cree conveniente
- Varios lectores que proclamen bien.
- Cantos que sean apropiados. 

4.-Orientaciones para el desarrollo: 

Para encender las velas o faroles, o llevarlas junto al Santísimo: buscar 7 personas distintas si las hubiera: un niño, un joven, un/a consagrada, un mayor…la vela que representa a la Virgen se colocará al pie de la Custodia, en el centro. Las demás a los lados.  

Monición ambiental: 

Hermanos y hermanas: Nos disponemos a Clausurar el Año Sacerdotal convocado por el papa Benedicto XVI. Nos hemos reunido para dar gracias a Dios por el don del ministerio ordenado, por el don del sacerdocio que prolonga en el tiempo al Buen Pastor Jesucristo, que sigue guiando, alimentando, cuidando a su Iglesia. Que mejor que reunirnos junto a Jesús Eucaristía. ¡Ahí está el Corazón Sacerdotal de Jesús!, que continuamente se sigue ofreciendo y amándonos a todos.

Contamos con innumerables luces, testigos de santidad sacerdotal y testigos de oración y ofrenda de vida por los ministros ordenados. El siervo de Dios, Juan Pablo II, ha instituido la Jornada Mundial de Oración por la Santificación de los Sacerdotes precisamente en la solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús. Que el Señor siga sosteniendo la entrega de nuestros sacerdotes como fue la entrega en santidad del Santo Cura de Ars, San Juan María Vianney, modelo para todos los sacerdotes del mundo, de San Juan de Ávila, patrono del clero español, del joven sacerdote Beato Bernardo de Hoyos, primer apóstol de Corazón de Jesús en España, y de tantos sacerdotes anónimos que viven su entrega generosa cada día. Que Santa Teresita de Lisieux, que ofreció su vida por los sacerdotes y sobre todo la Virgen María, Madre Sacerdotal guarde a nuestros sacerdotes junto al Corazón de Cristo, al cual, ahora sobre el Altar, nos disponemos a adorar. 

Canto de adoración 

Oración 

Señor Jesús, presente en el Santísimo Sacramento, que quisiste perpetuarte entre nosotros por medio de tus Sacerdotes, haz que sus palabras sean sólo las tuyas, que sus gestos sean los tuyos, que su vida sea fiel reflejo de la tuya.
Que ellos sean los hombres que hablen a Dios de los hombres y hablen a los hombres de Dios.
Que no tengan miedo al servicio, sirviendo a la Iglesia como Ella quiere ser servida.
Que sean hombres, testigos del eterno en nuestro tiempo, caminando por las sendas de la historia con tu mismo paso y haciendo el bien a todos.
Que sean fieles a sus compromisos, celosos de su vocación y de su entrega, claros espejos de la propia identidad y que vivan con la alegría del don recibido.

Te lo pedimos por tu Madre Santa María: Ella que estuvo presente en tu vida estará siempre presente en la vida de tus sacerdotes. Amen 

PRIMER TESTIGO: Santo Cura de Ars 

a)    Reseña biográfica Lector 1:

b)    San Juan Maria Vianney, el Santo Cura de Ars, nació en Lyon, Francia, en 1786. Descubrió pronto su vocación para el sacerdocio, pero fue excluido del seminario varias veces por su falta de aptitud para los estudios. Su párroco le ayudó y con cerca de treinta años fue ordenado y destinado a la parroquia de Ars donde permaneció 42 años. La transformo con su bondad, su celo pastoral y santidad de vida. Miles y miles de personas de toda condición y de toda Francia acudían hasta él para buscar consejo o reconciliarse con Dios. Murió el 4 de agosto de 1859, el papa Benedicto XVI lo ha declarado patrono de todos los sacerdotes el mundo. 

Lector 1º: Encendemos la luz de Santo Cura de Ars 

c)     Frases del testigo: 

Lector 1: San Juan María Vianney nos dice: “El sacerdocio es el amor del Corazón de Jesús. Cuando veas al sacerdote, piensa en Nuestro Señor.”

Lector 2º:

“Cuando se quiere destruir la religión, se comienza por atacar al sacerdote, porque allá donde no hay sacerdote, no hay sacrificio, y donde no hay sacrificio, no hay religión”. 

Lector 2º:

“El sacerdote no es sacerdote para sí mismo. Él no se da la absolución. No se administra los sacramentos. No es para sí mismo, lo es para vosotros”. 

Lector 2º:

"Fuera del Buen Dios, nada es sólido, ¡nada!, ¡nada! La vida, pasa; la fortuna, se viene abajo; la salud, se destruye; la reputación , es atacada. Vamos como el viento. Todo va rápido, todo se precipita”. 

c) Silencio orante 

d) Canto 

SEGUNDO TESTIGO: San Juan de Ávila 

a) Reseña biográfica-Lector 1:

San Juan de Ávila es una de las figuras más importante del clero español. Cuando mueren sus padres se ordena sacerdote y raparte todos sus bienes a los pobres. Quiere ir de misionero a America, pero su Obispo le dice que su “America está en Andalucía”. Se convierte el gran Apóstol de Andalucía recorriendo la región, predicando a Cristo, hasta que se retira a Montilla y se dedica al acompañamiento espiritual. Muchos santos acuden a buscar su consejo, su sabiduría. Sus escritos influyen en la creación de los seminarios promovido por el Concilio de Trento, en la renovación de la santidad de los sacerdotes. El papa Pío XII lo declara patrono de los sacerdotes de España. 

Lector 2: encendemos la luz de San Juan de Ávila 

b) Frases del testigo 

Lector 1. San Juan de Ávila nos dice:

"¡Cuánto se enternece el corazón de un buen sacerdote cuando, teniendo al Hijo de Dios en sus manos, considera en cuán indignas manos está, comparándose con las manos de Nuestra Señora!” 

Lector 2:

“¿Donde más alto se puede subir que amar a Jesucristo, que me amó y me lavó con su sangre?” 

c) Breve silencio orante

d) Canto 

TERCER TESTIGO: Beato Bernardo Francisco de Hoyos 

a) Reseña biográfica: Lector 1:

Desde niño siente la llamada a ser sacerdote. A los 15 años Bernardo Francisco de Hoyos ingresó en la Compañía de Jesús.

Siendo estudiante en el Colegio de San Ambrosio en Valladolid recibió del Señor la “misión” de extender por España el culto y la devoción al Corazón de Jesús, totalmente desconocido hasta entonces. A pesar de su pobre  salud, de ser un simple novicio, desde ese momento, 4 de mayo de 1733, se entregará por completo a esta tarea. Publica “Tesoro escondido” el primer libro en España sobre el Corazón de Jesús. Con gran originalidad y esfuerzo da a conocer esta espiritualidad. Ordenado sacerdote a los 24 años muere nueve meses después con la fama de santo, sacerdote joven entregado y enamorado del Corazón de Jesús. Es reconocido como el primer y gran apóstol de la devoción al Corazón de Jesús en España. Beatificado el 18 de abril de esta año sacerdotal 2010. 

Lector 2: Encendemos la Luz del Beato Bernardo Francisco Hoyos 

b) Frases del testigo: 

Lector 1: Bernardo Hoyos nos dice: 

Lector 2: “Al tiempo que recibir la potestad sacerdotal, sentí el cambio que se obraba en mi alma cuando dijo el Obispo `Recibe el Espíritu Santo ´ comunicándome sus gracias y dones”. 

Lector 1: "También me declaró el Señor como esté sacramento del Orden mana de su Corazón, el cual me comunica la potestad de comunicar sus tesoros” 

c) Breve silencio orante 

d) Canto 

CUARTO TESTIGO: Santa Teresita de Lisieux 

a) Reseña biográfica -Lector 1:

Santa Teresita de Lisieux, desde muy pequeña siente la llamada del Señor, manifestando a su hermana mayor que se iría de monja a un desierto para vivir en oración. Cuando contaba 14 años sintió el deseo de convertirse en religiosa. Tres hermanas ya estaban en el convento. Tuvo muchos inconvenientes para su entrada al convento, pues, era una niña que constantemente estaba enferma, su corta edad no ayudaba, pero su mayor felicidad fue el permiso de su confesor para comulgar cuatro veces por semana y hasta cinco si caía una fiesta. Ya en ese entonces no aceptaban jovencitas de 15 años en el Carmelo. Esto llevo a sus padres a conversar con el Padre superior quien se negó, de ahí con el Sr. Obispo que tampoco aceptó y deciden ir a hablar incluso con el Papa a Roma. Gracias a la intervención de la madre superiora, la insistencia de Teresa y la oración del convento entero, es recibida por fin en el Monasterio del Carmelo.

Su vida fue un testimonio de amor sencillo y humilde apostando por el valor de la oración y de los pequeños actos y por los sacerdotes. Sufrió la prueba de la fe, hasta su muerte, tras unos meses de terribles padecimientos. El centro de su espiritualidad es la misericordia o amor de Dios. 

Lector 2: Encendemos la luz de Santa Teresita de Lisieux. 

b) Frases del testigo: 

Lector 1: Santa Teresita de Lisieux nos dice: 

Lector 2: “He venido al Carmelo para salvar almas, y sobre todo para orar por los sacerdotes” 

Lector 1: "Lo he dado todo al corazón de Dios, rebosante de ternura... Corro ligera. Nada me queda ya, es mi única riqueza. ¡Vivir de amor!”

Lector 2: "La confianza, y nada más que la confianza, es la que debe conducirnos al amor de Dios” 

Lector 1: “La santidad no consiste en ésta o la otra práctica, sino en una disposición del corazón que nos hace humildes y pequeños entre los brazos de Dios, conscientes de nuestra flaqueza y confiados hasta la audacia en su bondad de Padre”.

 c) Silencio orante 

d) Canto 

QUINTO TESTIGO: sacerdotes anónimos 

a) Reseña biográfica: 

Lector 1:

¡Cuantos sacerdotes anónimos gastan su vida en fidelidad y alegría al Buen Pastor! Hacemos memoria agradecida por todos ellos. En la pastoral parroquial, con los enfermos, los matrimonios, los jóvenes, en la enseñanza, con los ancianos, en la promoción social de los excluidos, en misionera, infancia… reconciliando, celebrando los sacramentos, predicando la Palabra de Dios… en pueblos y ciudades, en barrios marginales o aldeas…Siendo el rostro de Cristo Buen Pastor 

Lector 2: Encendemos la luz de tantos buenos y santos sacerdotes anónimos. 

b) Frases del testigo 

Lector 1: Invitamos en este momento a nuestro sacerdote, que comparta con nosotros su llamada vocacional.
(Testimonio: Si preside un sacerdote que comparta brevemente como surgió su vocación hará mucho bien a la comunidad) 

c) Breve silencio orante 

d) Canto 

SEXTO TESTIGO: tú 

a) Reseña biográfica 

Lector 1: El sexto testigo del Corazón Sacerdotal de Jesús eres tú. ¡Cuantos sacerdotes han intervenido en nuestro caminar en la fe!
Desde el sacerdote que nos bautizó haciéndonos hijos de Dios, los que nos han reconciliado tantas veces con la Misericordia de Dios, nos alimentaron por primera vez con la Comunión y tantas otras veces. Cuantos nos han alentado con su palabra… Hacemos memoria agradecida por todos los  sacerdotes que han presidido nuestras comunidades…Sabemos que cada sacerdote lleva un tesoro en vasijas de barro. 

Lector 2: Encendemos tu luz de gratitud por los sacerdotes que te han hecho tanto bien en tu caminar de fe. 

b) Frases del testigo 

Lector 1: Invitamos ha hacer de manera espontánea peticiones o acción de gracias por los sacerdotes. 

c) Breve silencio orante 

d) Canto 

SEPTIMO TESTIGO: María Virgen y Madre Sacerdotal 

a) Reseña biográfica Lector 1:
Junto a la cruz de Jesús estaban su madre y la hermana de su madre, María, mujer de Cleofás, y María Magdalena. Jesús, viendo a su madre y junto a ella al discípulo a quien amaba, dice a su madre: «Mujer, ahí tienes a tu hijo.»

Luego dice al discípulo: «Ahí tienes a tu madre.» Y desde aquella hora el discípulo la acogió en su casa. 

Lector 2: Encendemos la Luz de la Virgen María, Madre Sacerdotal, al pie de la Cruz se ofrece con Jesucristo al Padre, y nos recibe en Juan a todos como sus nuevos hijos, entre ellos de manera especial a los sacerdotes. 

b) Frases del testigo 

Lector 1: La Virgen María nos dice:

“He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra” 

Lector 2: “Y María guardaba todo en su corazón” 

Lector 1: “Haced lo que él os diga” 

c) Breve silencio orante 

d) Canto 

LETANÍA AL CORAZÓN SACERDOTAL DE JESÚS 

Señor, ten misericordia de nosotros. Señor, ten…
Cristo, ten misericordia de nosotros. Cristo, ten…
Señor, ten misericordia de nosotros. Señor, ten…
Cristo, óyenos. Cristo, óyenos
Cristo, escúchanos. Cristo, escúchanos
Dios Padre Celestial, ten misericordia de nosotros
Dios Hijo, Redentor del mundo,
Dios Espíritu Santo,
Trinidad Santa que eres un solo Dios,

(a todas las invocaciones que siguen se responde "Guarda a tus sacerdotes”)

Corazón de Jesús, Hijo del Padre Eterno,
Corazón de Jesús, formado en el seno de la Virgen Madre por el Espíritu Santo,
Corazón de Jesús, al Verbo de Dios sustancialmente unido,
Corazón de Jesús, templo santo de Dios,
Corazón de Jesús, tabernáculo del Altísimo,
Corazón de Jesús, casa de Dios y Puerta del cielo,
Corazón de Jesús, horno ardiente de caridad,
Corazón de Jesús, Santuario de justicia y de amor,
Corazón de Jesús, lleno de bondad y de amor,
Corazón de Jesús, abismo de todas las virtudes,
Corazón de Jesús, digno de toda alabanza,
Corazón de Jesús, rey y centro de todos los corazones,
Corazón de Jesús, en que están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y de la ciencia,
Corazón de Jesús, en que mora toda la plenitud de la divinidad,
Corazón de Jesús, en que el Padre se agradó,
Corazón de Jesús, de cuya plenitud todos hemos recibido,
Corazón de Jesús, deseo de los eternos collados,
Corazón de Jesús, paciente y muy misericordioso,
Corazón de Jesús, liberal con todos los que te invocan,
Corazón de Jesús, fuente de vida y de santidad,
Corazón de Jesús, propiciación por nuestros pecados,
Corazón de Jesús, hecho obediente hasta la muerte,
Corazón de Jesús, con lanza traspasado,
Corazón de Jesús, fuente de todo consuelo,
Corazón de Jesús, vida y resurrección nuestra,
Corazón de Jesús, paz y reconciliación nuestra,
Corazón de Jesús, víctima por nuestros pecados,
Corazón de Jesús, salvación de los que en ti esperan,
Corazón de Jesús, esperanza de los que en ti mueren,
Corazón de Jesús, delicias de todos los Santos,

Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo, perdónanos, Señor.
Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo, escúchanos, Señor.
Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo, ten misericordia de nosotros.

Jesús, manso y humilde de corazón, haz nuestro corazón semejante al tuyo. 

Oremos:

¡Oh Dios todopoderoso y eterno! mira el Corazón Sacerdotal de tu Hijo y escucha nuestra oración que por medio de Él te presentamos.
Tu que nos prometiste darnos “Pastores según tu Corazón” mira a tu Iglesia que te suplica por su ministerio y santidad para el bien del mundo y del anuncio del Evangelio. Te lo pedimos fiados en tu misericordia y en el nombre de tu mismo Hijo Jesucristo quien contigo vive y reina por los siglos de los siglos. Amén. 

Canto de Adoración 

Bendición con el Santísimo de la forma acostumbrada.


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REDACCIÓN DE "IGLESIA NIVARIENSE"
C. San Agustín, nº 28
38201. La Laguna. Tenerife.
Tfno. 922-25 86 40 / Extensión 8
e-mail: [email protected]

Boletín 389 

LAS NOTICIAS AMPLIADAS PUEDEN VERLAS ENTRANDO EN NUESTRO NUEVO BLOG. Textos, sonidos, e imágenes los tienen en:
http://www.comunicacionobispadodetenerife.blogspot.com/ 

Responsables de Cáritas Diocesana han presentado la Memoria Institucional de esta organización. Leonardo Ruiz, director de Cáritas indicó que el pasado año se atendieron 30.471 personas por parte de los servicios de esta organización católica, un dato que representan aproximadamente 11.946 familias. El Obispo en el acto llamó a los católicos a colaborar más con Cáritas para que esta organización pueda ayudar a más personas.  

Asimismo, durante esta presentación también se dio a conocer  la campaña institucional para el Día Nacional de Caridad que se celebra este domingo coincidiendo con el Día de Corpus. Su lema es: "si no te convence esta sociedad mercantil ofrece sin pedir nada a cambio". Con el mismo, dentro del plan bianual titulado: "Una sociedad con valores es una sociedad con futuro", se pretende invitar a vivir las relaciones con los demás desde la gratuidad, con el objetivo de promover un estilo de vida más comprometido y evangélico.  

La villa palmera de Mazo  celebró con toda solemnidad el JUEVES DE CORPUS CHRISTI. Un monumento a la fe. Una fiesta que, por sus arcos espectaculares, es un verdadero Corpus vertical. La celebración de la Eucaristía la presidió Eduardo Rodríguez, Delegado Diocesano de Pastoral Misionera.  

Además, este domingo diferentes puntos de la geografía de nuestra Diócesis Nivariense lucirán sus alfombras y otras expresiones artísticas para celebrar el Corpus Christi. Asimismo, el próximo jueves 10 de junio, se celebrará en La Orotava la Infraoctava del Corpus. A las 18:30 horas tendrá lugar la celebración de la Eucaristía presidida por el Obispo Emérito de la Diócesis Damián Iguacen Borau.  

Este viernes falta un mes para el comienzo oficial de los actos de la Bajada de la Virgen de Las Nieves, en La Palma. El izado de la Bandera en el Castillo de la Virgen y la Romería de la Bajada del Trono, marcan el inicio de quince días en los que la ciudad hace fiesta y se prepara para recibir la imagen de la Señora de Las Nieves. Este viernes, en COPE La Palma, el programa el Espejo de la Diócesis, dedicará buena parte de su emisión a este asunto.  

Con ocasión de la próxima clausura del Año Sacerdotal, las delegaciones de liturgia y pastoral vocacional, han “colgado” en la web del obispado, una celebración parroquial, una hora santa y otras herramientas, para celebrar, el próximo día del sagrado corazón o el domingo siguiente.  

Sor María Pilar de la Santísima Trinidad, monja clarisa, realizó su profesión solemne el pasado 30 de mayo, en el Monasterio de Santa Clara, en La Laguna. Sor María, natural de San Miguel de Geneto, ha señalado que se trató de un día de gozo. “No sé como expresar tanta gratitud a Dios. Yo me siento en sus manos. Él es quien llama, quien elige y como decimos en la liturgia de las horas, él es el que lo hace todo. Ha sido un día lleno de gracia y gratitud a Dios y a mi familia. Aunque mis padres estén ya con Dios en el cielo, sé que desde allí han intercedido por mí.” 

Del 27 al 30 de mayo, en Toledo, se desarrolló el X Congreso Eucarístico Nacional con el lema “Me acercaré al altar de Dios, la alegría de mi juventud”. En el mismo participó el Obispo, Bernardo Álvarez, acompañado de siete miembros de la Adoración Nocturna pertenecientes a nuestra diócesis, los cuales se mostraron muy satisfechos de lo experimentado junto a católicos de todas las iglesias diocesanas de España.  

En la capilla de la Sede del Obispado, el prelado nivariense, Bernardo Álvarez, presidió la Eucaristía y la toma de posesión de la nueva presidenta de la Junta de Hermandades y Cofradías, María del Mar Cabrera, y del Comité Ejecutivo. En el acto estuvieron presentes los vicarios episcopales de La Laguna y Santa Cruz de Tenerife, el vicario castrense, el delegado de Hermandades y Cofradías, y miembros de estas asociaciones. También participó en la celebración el alcalde de Aguere, Fernando Clavijo. 

Del 2 al 4 de junio, se desarrollarán diferentes actos en la parroquia de San Antonio Abad de Arona, en memoria del sacerdote Sebastián Hernández Cabeza. Durante los tres días habrán celebraciones eucarísticas a las 18:00 horas. 

Por su parte, con ocasión de las bodas de oro sacerdotales de Carlos Quintero, durante estos días se desarrollan distintas acciones pastorales en las comunidades de S. Marcos de Icod y S. José de la capital tinerfeña. Bajo el lema “Me ha tocado un lote hermoso, me encanta mi heredad”, la sociedad Centro Icodense acoge una exposición con momentos de la vida de don Carlos, así como algunas conferencias sobre el sacerdocio. El día 5, a las 18 horas, el templo de S. Marcos acogerá una Eucaristía especial para dar gracias a Dios por el ministerio de este sacerdote. Otro tanto ocurrirá el día 12 a las 12:00 horas en la parroquia Gomera de la Encarnación, en Hermigua.  

Por otro lado, la parroquia de San José, en Santa Cruz de Tenerife se desarrollarán diferentes actos para celebrar las Bodas de Oro sacerdotales de Juan Fernando Pérez, del 2 al 5 de junio. La celebración de la Eucaristía será a las 19:00 horas, salvo el sábado, 5 de junio que será a las 12:30 horas, presidida por el propio Juan Fernando. 

Por otro lado, Cáritas Diocesana  ha invitado a quien desea asistir al Encuentro Festivo que tendrá lugar en la Plaza de la Patrona de Canarias, en la Villa Mariana, el próximo 12 de junio, a partir de las 11:00 horas. Se trata de una jornada para disfrutar con toda la familia y amigos. Además, Cáritas ha recibido este miércoles el premio de Mirame TV por su labor solidaria.  

Este próximo verano, del 15 al 20 de agosto, va tener lugar en el Colegio Pureza de María de Los Realejos, un Encuentro de Experiencia de Dios, impartido según el método del Padre Ignacio Larrañaga, fundador de los Talleres de Oración y Vida (TOV). El Padre Ignacio viene impartiendo estos Encuentros por todo el mundo desde hace más de 35 años. Para reservas contactar con Ramón de la Cruz Rodríguez en el 922 22 63 64. 

En el Cabildo Insular de La Palma se desarrolló la reunión de la plenaria de la Comisión mixta de patrimonio, entre el ejecutivo canario y las dos diócesis del archipiélago. Dicha reunión sirvió para abordar, entre otros asuntos, el estado de la torre de la iglesia de San Pedro, en Breña Alta. Miguel Ángel Navarro, delegado de Patrimonio, indicó que, después de mucha discusión sobre la conveniencia de desmontar la actual torre, se optó por mantenerla tal como está ya que la iglesia sufrió en los años 50-60 una transformación importante con la construcción de las naves laterales y la torre actual. Asimismo, se hizo hincapié en la rehabilitación de la espadaña antigua. Por otro lado, se trató la recuperación del antiguo camerín de la virgen y el baptisterio de la antigua parroquia de San José en Breña Baja. Además, se informó sobre las condiciones del archivo parroquial de la iglesia de El Salvador, en Santa Cruz de La Palma. 

Se ha reunido en la sede lagunera del archivo histórico diocesano, la Comisión de colaboración para la protección y conservación de los bienes de titularidad eclesiástica integrantes del Patrimonio Histórico de la isla de Tenerife. A la misma asisten, entre otros, el Coordinador General del Cultura, Patrimonio y Museos del Cabildo insular de Tenerife, el Vicario de Asuntos Económicos y el Delegado de Patrimonio de la diócesis.  

El periódico "La Opinión de Tenerife, con ocasión del Día de Canarias, ha editado un especial suplemento que incluye "27 maneras de ver y sentir Canarias". Una breve entrevista a distintas personas de nuestras islas, entre ellas, nuestro obispo, Bernardo Álvarez, el director de Caritas Diocesana o el prior de la Basílica de Candelaria.  

El Obispo bendijo el servicio de Rehabilitación en el nuevo Edificio de Actividades Ambulatorias del Hospital Universitario de Canarias. En el acto se encontraban responsables del citado centro hospitalario, así como del servicio de rehabilitación y el capellán del hospital. El prelado nivariense agradeció los servicios que en este lugar se prestan a tantos ciudadanos para mejorar la calidad de sus vidas y dio gracias a Dios por todas las personas que hacen posible su funcionamiento cotidiano. 

El próximo día 20 de junio, a las 10:30 horas, siete miembros de Acción Católica de La Vera, darán el paso de la “militancia” durante la celebración de la Eucaristía en la parroquia de Nuestra Señora de la Candelaria, en La Vera. 

También Acción Católica prepara un taller-encuentro sobre el acompañamiento de grupos a celebrar en la casa de ejercicios de la capital tinerfeña el 26 y 27 de junio.  

La situación del comedor social de La Milagrosa, de la calle La Noria, ha cambiado de forma sustancial en el último mes, puesto que, después de que las Hermanas de la Caridad, a través de su superiora, sor Josefina León, realizaran un llamamiento a la sociedad tinerfeña para obtener ayuda ante la escasez de alimentos que estaban experimentando a principios de mayo, "se han volcado con nosotras hasta el punto de que esta muestra de solidaridad ha generado que no tengamos espacio donde guardar los alimentos", señaló sor Josefina.  

El periódico “El Día”, en su edición del 30 de mayo recoge un reportaje titulado “El pequeño oasis de San Pío”, en el cual se aborda la labor del Grupo San Pío de San Vicente de Paúl que lleva 25 años trabajando en el entorno de los barrios de Las Cabritas y San Pío con las personas más desfavorecidas. Son catorce voluntarios que de forma altruista se pasan los días laborables trabajando para ayudar a los que menos tienen sin esperar nada a cambio. 

El Delegado Episcopal de Cáritas, Aurelio Feliciano y la técnico de Cáritas Diocesana, Carmen Dolores Fariña, se han reunido con los sacerdotes de servicio en la isla de El Hierro, a fin de intercambiar información sobre la realidad de la acción socio-caritativa en la isla, así como en el resto de la diócesis. En este sentido, les fue presentado el documento de reflexión "el ministerio sacerdotal en Cáritas", así como el modelo de acción social y el plan de formación para las personas que trabajan en esta organización católica. Igualmente, se dialogó sobre la campaña del Día de Caridad, la banca ética, el próximo Consejo Diocesano, así como el acto institucional a celebrar el doce de junio en el municipio de Candelaria. 

10.762.000 espectadores han seguido la programación de Popular María+Visión durante el pasado mes de mayo. Esto se traduce en una media de 1.333.000 personas diarias, lo que supone un éxito de audiencia sin precedentes en la historia de nuestra televisión. Esta mejora, en espera de confirmar los datos definitivos de mayo, se ha visto reflejado también POPULAR TELEVISIÓN en Canarias, donde la audiencia de marzo a abril se triplicó, pasando de 21.000 a 64. 000 

PROGRAMACIÓN EN POPULAR MARÍA VISIÓN DE CANARIAS: Ante el día de Corpus y Jornada de Caridad. 

Viernes 4 de junio

Varias redifusiones sobre presentación de memoria de Cáritas 2009
19.00. Reconociendo nuestra historia (Cáritas diocesana de Canarias)
20.00.- El muro de la esperanza
21.10. Palabras de mujer
21.50. Programas sociales en Canarias de la Fundación MAPFRE Guanarteme 

Sábado 5 de Junio

14.00. Programas sociales en Canarias de la Fundación Mapfre Guanarteme
14.50. El Muro de la esperanza
15.00. Reconociendo nuestra historia (Cáritas diocesana de Canarias) 

Domingo 6 de Junio

15.00 y 21.55.  Fe, naturaleza y arte. El Corpus en Canarias
15.15. Palabras de mujer
16.00. Programas sociales en Canarias de la Fundación Mapfre Guanarteme.
16.50. El muro de la esperanza
21.30. Cáritas
22.10. En tu calle. 

* Seguimiento, en directo, del viaje del Papa a Chipre.


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Jueves, 03 de junio de 2010

Comunicado de la Conferencia Episcopal del Perú, enviado a la Agencia Fides, sobre la situación que vive el país en estos momentos.

 

RECUPEREMOS LA ÉTICA PÚBLICA

LA CORRUPCIÓN AFECTA A LOS MÁS NECESITADOS

1. En las últimas semanas todos hemos sido testigos de escándalos de corrupción que atañen a diversas instancias de la administración pública y privada. La sociedad civil ha exigido ponerle fin a este grave problema que nos afecta como sociedad; sin embargo, el discurso, muchas veces, no se convierte en realidad. Por eso, desde la Conferencia Episcopal reafirmamos nuestro llamado e invocamos a una ética pública y a recuperar los valores ancestrales que deben regir el destino de todas las instituciones del país.

2. El uso ilegal de los recursos del Estado y la utilización de los poderes públicos en beneficio de quienes ejercen autoridad o influencia política en lugar de estar al servicio de las personas, perjudican al pueblo en su conjunto, pero principalmente a los más pobres. A través de la corrupción los sectores más necesitados pierden o disminuyen su acceso a los servicios de salud, vivienda, educación, entre otros. La corrupción, además, menoscaba la legitimidad de las instituciones e incentiva el abuso de poder, con lo cual se atenta contra la dignidad humana y se debilita la gobernabilidad democrática del país.

3. La lucha contra la corrupción constituye una necesidad nacional y un mandato urgente que los sectores más altos del gobierno deben asumir institucionalmente. En esa línea, nos preguntamos qué organismo estatal asumió el plan de lucha contra la corrupción luego de la desactivación de la Oficina Nacional Anticorrupción; y de qué forma se está fortaleciendo el rol fiscalizador de la Contraloría General de la República.

4. La corrupción es difícil de contrarrestar porque adopta múltiples formas, disminuida en un área, revive a veces en otra. El hecho mismo de denunciarla requiere valor. Para erradicarla se necesita, junto con la voluntad tenaz de las autoridades, la colaboración generosa de todos los peruanos, sostenidos por una fuerte conciencia moral que nunca debe de perderse para el bien de todos, especialmente de los más necesitados.         

          

         + Hector Miguel Cabrejos Vidarte, OFM
Arzobispo Metropolitano de Trujillo
Presidente de la Conferencia Episcopal Peruana

 


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ZENIT nos ofrece el mensaje, hecho público el sábado 15 de Mayo de 2010, que el Papa Benedicto XVI hizo llegar a los participantes del segundo Kirchentag ecuménico, que reúne a cristianos de distintas denominaciones y creyentes de otras confesiones sobre el tema de la esperanza.

Queridos hermanos y hermanas en Cristo,

desde Roma saludo a todos aquellos que se han reunido en la Theresienwiese en Munich para la celebración litúrgica en la apertura del segundo Kirchentag ecuménico. Recuerdo con agrado los años en que viví en la bella capital de Baviera, como arzobispo de Munich y Frisinga. Dirijo, por tanto, un saludo especial al arzobispo de Munich y Frisinga, Reinhard Marx, y al obispo regional luterano Johannes Friedrich. Saludo a todos los obispos alemanes y de muchos países del mundo y, de modo especial, también a los representantes de las demás iglesias y comunidades eclesiales y a todos los cristianos que participan en este acontecimiento ecuménico. Saludo además a los representantes de la vida pública y a todos aquellos que están presentes a través de la radio y de la televisión. ¡La paz del Señor resucitado esté con todos vosotros!

“Para que tengáis esperanza”: con este lema os habéis reunido en Munich. En un momento difícil, queréis enviar un signo de esperanza a la Iglesia y a la sociedad. Por esto os lo agradezco mucho. De hecho, nuestro mundo necesita esperanza, nuestro tiempo necesita esperanza. ¿Pero la Iglesia es lugar de esperanza? En los últimos meses nos hemos tenido que confrontar repetidamente con noticias que nos quieren quitar la alegría en la Iglesia, que la oscurecen como lugar de esperanza. Como los siervos del amo de la casa en la parábola evangélica del Reino de Dios, también nosotros queremos preguntar al Señor: “Señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿De donde viene la cizaña?” (Mt 13, 27). Sí, con su Palabra y con el sacrificio de su vida, el Señor sembró verdaderamente buena semilla en el campo de la tierra. Ha germinado y germina. No debemos pensar sólo en las grandes figuras luminosas de la historia, a las que la Iglesia ha reconocido con el título de “santos”, o más bien, completamente permeados por Dios, resplandecientes a partir de Él. Cada uno de nosotros conoce también a personas corrientes, que no se mencionan en ningún periódico y que no cita ninguna crónica, que a partir de la fe han madurado alcanzando una gran humanidad y bondad. Abraham, en su apasionada disputa con Dios para salvar a la ciudad de Sodoma obtuvo del Señor del Universo la seguridad de que si hay diez justos no destruirá la ciudad (cfr. Gn 18, 22-33). ¡Gracias a Dios, en nuestras ciudades hay mucho más de diez justos! Si hoy estamos un poco atentos, si no percibimos sólo la oscuridad, sino también lo que es claro y bueno en nuestro tiempo, vemos como la fe hace a los hombres puros y generosos y les educa en el amor. De nuevo: La cizaña existe también dentro d la Iglesia y entre aquellos que Dios ha acogido a su servicio de modo particular. Pero la luz de Dios no ha declinado, el grano bueno no ha sido sofocado por la siembra del mal.

“Para que tengáis esperanza”: Esta frase quiere ante todo invitarnos a no perder de vista al bien y a los buenos. Quiere invitarnos a ser nosotros mismos buenos y a volvernos buenos siempre, quiere invitarnos a discutir con Dios por el mundo, como Abraham, intentando nosotros mismos, con pasión, vivir de la justicia de Dios.

¿La Iglesia es por tanto un lugar de esperanza? Sí, porque de ella nos llega siempre de nuevo la Palabra de Dios, que nos purifica y nos muestra el camino de la fe. Lo es, porque en ella el Señor sigue donándonos a sí mismo, en la gracia de los sacramentos, en la palabra de la reconciliación, en los múltiples dones de su consolación. Nada puede oscurecer o destruir todo esto. De esto deberíamos estar contentos en medio de todas las tribulaciones. Si hablamos de la Iglesia como lugar d la esperanza que viene de Dios, entonces esto comporta, al mismo tiempo, un examen de conciencia: ¿Qué hago yo con la esperanza que el Señor nos ha dado? ¿Verdaderamente me dejo modelar por su Palabra? ¿Me dejo cambiar y curar por Él? ¿Cuanta cizaña en realidad crece dentro de mí? ¿Estoy dispuesto a desarraigarla? ¿Estoy agradecido por el don del perdón y dispuesto a perdonar y a curar a mi vez en lugar de condenar?

Preguntémonos una vez más: ¿Qué es verdaderamente la “esperanza”? Las cosas que podemos hacer por nosotros mismos no son objeto de la esperanza, sino más bien una tarea que debemos llevar a cabo con la fuerza de nuestra razón, de nuestra voluntad y de nuestro corazón. Pero si reflexionamos sobre todo lo que podemos y debemos hacer, nos damos cuenta de que no podemos hacer las cosas más grandes, las cuales nos llegan como don: la amistad, el amor, la alegría, la felicidad. Quisiera observar también una cosa: todos nosotros queremos vivir, y tampoco la vida nos la podemos dar por nosotros mismos. Casi nadie, sin embargo, habla hoy de la vida eterna, que en el pasado era el verdadero objeto de la esperanza. Dado que uno no se atreve a creer en ella, es necesario esperare obtener todo de la vida presente. Arrinconar la esperanza en la vida eterna lleva a la avidez por una vida aquí y ahora, que se convierte casi inevitablemente en egoísta y que, al final, permanece irrealizable. Precisamente cuando queremos apoderarnos de la vida como de una especie de bien, ésta se nos escapa. Pero volvamos atrás. Las cosas grandes de la vida no podemos realizarlas nosotros, podemos sólo esperarlas. La buena noticia de la fe consiste precisamente en esto: existe Aquel que puede dárnoslas. No hemos sido dejados solos. Dios vive. Dios nos ama. En Jesucristo se ha convertido en uno de nosotros. Me puedo dirigir a él y él me escucha. Por esto, como Pedro, en la confusión de nuestros tiempos, que nos persuaden en creer en tantos otros caminos, le decimos: “Señor, ¿a dónde iremos? Tu tienes palabras de vida eterna y nosotros hemos creído y sabemos que eres el Santo de Dios” (Jn 6, 68s).

Queridos amigos, os auguro a todos vosotros, que os habéis reunido en la Theresienwiese en Munich, que seáis de nuevo desbordados de la alegría de poder conocer a Dios, de conocer a Cristo y de que Él nos conoce, Esta es nuestra esperanza y nuestra alegría en medio de las confusiones del tiempo presente.

En el Vaticano, 10 de mayo de 2010

[Traducción de la versión italiana por Inma Álvarez
©Libreria Editrice Vaticana


Publicado por verdenaranja @ 22:58  | Habla el Papa
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ZENIT nos ofrece el mensaje conjunto que el Consejo Pontificio para la Pastoral con Migrantes e Itinerantes y el Consejo Pontificio para la Familia han hecho público con ocasión, el sábado 15 de mayode 2010, de la Jornada internacional de las Familias auspiciada por la ONU, que este año lleva por lema “El impacto de las migraciones sobre las familias del mundo”.

La Declaración Universal de los Derechos Humanos reconoce que la familia es “el elemento natural y fundamental de la sociedad” (artículo 16) y el Papa Benedicto XVI afirmó que ésta es “lugar y recurso de la cultura de la vida y factor de integración de valores” (Mensaje para la Jornada mundial del migrante y del refugiado 2007), por lo que debe ser objeto de la “más amplia protección y asistencia posibles” (Pacto de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales, artículo 10).

Esta tiene un papel insustituible para la felicidad de sus miembros, para la paz y la cohesión social, para el desarrollo educativo y el bienestar general, para el crecimiento económico y la integración social. La solidez de los vínculos familiares, de hecho, garantiza la estabilidad, tutela el equilibrio social y promueve el desarrollo. La cohesión familiar constituye el medio vital para preservar y transmitir los valores, actúa como garante de la identidad cultural y de la continuidad histórica, asegura un ambiente favorable para el aprendizaje y ofrece remedios eficaces para la prevención del crimen y de la delincuencia.

Por tanto, la sociedad civil y las comunidades cristianas son interpeladas por los problemas y por las dificultades, pero también por los valores y los recursos de los que cada familia es portadora.

Constatamos, sin embargo, que los movimientos migratorios trazan profundos surcos en el presente histórico de los pueblos y de las ciudades, de los Estados y de los continentes. Esto afecta a los individuos, a los ciudadanos autóctonos y a los ciudadanos inmigrantes. Sobre todo, afecta a las familias. En el contexto migratorio, por tanto, la familia se coloca como desafío y posibilidad, no sólo para el migrante y para sus seres queridos, sino también para los colectivos de los países de partida y de llegada.

En efecto, junto a la tradicional migración masculina, está aumentando exponencialmente el número de mujeres que deja el país de origen para buscar una vida más digna, cultivando el sueño de atraer consigo al cónyuge, a los hijos, y quizás a los parientes más cercanos. También los menores de edad y los ancianos entran en la vorágine de los flujos migratorios, llevando consigo el triste bagaje de la pérdida, la soledad y del desarraigo, a veces intensificado por la explotación y el abuso.

Por tanto, la unidad familiar, disgregada por el proyecto migratorio, ambiciona recomponerse, también para un mayor éxito en el proceso de inserción en las sociedades de acogida.

Por estas razones, auguramos que las Instituciones competentes elaboren políticas familiares responsables, que faciliten la reagrupación, que permitan a los irregulares salir de situaciones de anonimato y de precariedad mediante vías realmente practicables y que garanticen el derecho de todos a la participación y a la corresponsabilidad, social y civil, también a través del reconocimiento del derecho de ciudadanía.

Animo, finalmente, a la adopción de medidas adecuadas que faciliten, por una parte, la inserción en el tejido social que acoge a los inmigrantes y a sus familias y, por la otra, las ocasiones de crecimiento – personal, social y eclesial – basadas en el respeto de las minorías, de las diferentes culturas y religiones, además del intercambio recíproco d valores.

La educación a la interculturalidad puede contribuir a crear una nueva sensibilidad, dirigida a instaurar relaciones más amistosas entre los individuos y entre las familias, en el ámbito de la escuela y en los de vida y trabajo, con atención prioritaria a la infancia, a los adolescentes y a los jóvenes, en un mundo de rápidos cambios.

Solidaridad y reciprocidad, en el respeto de las diferencias legítimas, son condiciones indispensables ara asegurar una interacción pacífica y un futuro sereno a nuestras sociedades civiles y a las comunidades eclesiales. 

 

Ennio cardenal Antonelli   
Presidente del Consejo Pontificio   
de la Familia                                                     

 monseñor Antonio Maria Vegliò
Presidente del Consejo Pontificio
de la Pastoral de Migrantes e Itinerantes


Ciudad del Vaticano, 14 de mayo de 2010 

[Traducción del original italiano por Inma Álvarez]


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ZENIT nos ofrece el Mensaje que la Santa Sede ha hecho público el lunes 17 de Mayo de 2010, en el que el Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso felicita a los budistas por la Fiesta del Vesakh.

Cristianos y Budistas honran la vida humana como base del respeto por todos los seres humanos 

Queridos amigos budistas,

1. Con ocasión de vuestra fiesta del Vesakh, el Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso dirige sus felicitaciones y deseos cordiales de paz y alegría a todos vosotros desperdigados por el mundo. Que este mensaje pueda contribuir a reforzar los vínculos de amistad y colaboración ya existentes entre nosotros al servicio de la humanidad.

2. Aprovechamos esta ocasión para reflexionar juntos sobre un tema de particular importancia hoy, es decir, la crisis medioambiental que ya ha suscitado notables problemas y sufrimientos en todo el mundo. Los esfuerzos de nuestras dos comunidades por el compromiso en el diálogo interreligioso han contribuido a crear una nueva conciencia de la importancia social y espiritual de nuestras respectivas tradiciones religiosas en este campo. Reconocemos tener un común una manera de considerar valores como el respeto por la naturaleza de todas las cosas, la contemplación, la humildad, la compasión y la generosidad. Estos valores contribuyen a una vida de no violencia, equilibrio, y sobriedad.

3. El Papa Benedicto XVI ha señalado que “los diferentes fenómenos de degradación ambiental y las calamidades naturales... nos reclaman la urgencia del respeto debido a la naturaleza, recuperando y valorando, en la vida de cada día, una correcta relación con el medio ambiente" (Audiencia General, 26 de agosto de 2009). La Iglesia católica considera la tutela del medio ambiente como íntimamente ligada al tema del desarrollo integral de la persona humana y, por su parte, no se compromete sólo en la defensa del destino universal de los dones de la tierra, del agua y del aire, sino que anima a los demás a unir sus esfuerzos para proteger a la humanidad de la autodestrucción. Nuestra responsabilidad en proteger la naturaleza brota, de hecho, de nuestro respeto recíproco y proviene de la ley escrita en los corazones de cada hombre y mujer. En consecuencia, cuando en la sociedad se respeta la ecología humana, saca beneficio de ello también el medio ambiente (cf. Encíclica Caritas in Veritate, n. 51).

4. Cristianos y budistas nutren un profundo respeto por la vida humana. Y por ello es crucial para nosotros animar los esfuerzos dirigidos a crear un sentido de responsabilidad ecológica, y reafirmar al mismo tiempo nuestras convicciones compartidas sobre la inviolabilidad de la vida humana en cada estadio y condición, la dignidad de la persona y la misión única de la familia, en la que se aprende a amar al prójimo y a respetar la naturaleza.

5. ¡Promovamos juntos una correcta relación entre los seres humanos y el medio ambiente! Aumentando nuestros esfuerzos para la creación de una conciencia ecológica para una coexistencia serena y pacífica, podemos dar testimonio de un estilo de vida respetuoso, que encuentra sentido no en tener más, sino en ser más. Que compartiendo las perspectivas y los compromisos de nuestras respectivas tradiciones religiosas, podamos contribuir al bienestar de nuestro mundo.

Queridos amigos Budistas, os renovamos la expresión de nuestros sinceros saludos, augurándoos a todos una feliz Fiesta del Vesakh.

Cardenal Jean-Louis Tauran
Presidente

Arzobispo Pier Luigi Celata
Secretario

[Traducción del original en inglés por Inma Álvarez]


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Reflexión de José Antonio Pagola al evangelio del domingo de la Solemnidad del Corpus Christi - C, ofrecida por la Delegación de Enseñanza de la diócesis de Tenerife.


HACER MEMORIA DE JESÚS        

         Al narrar la última Cena de Jesús con sus discípulos, las primeras generaciones cristianas recordaban el deseo expresado de manera solemne por su Maestro: «Haced esto en memoria mía». Así lo recogen el evangelista Lucas y Pablo, el evangelizador de los gentiles.

         Desde su origen, la Cena del Señor ha sido celebrada por los cristianos para hacer memoria de Jesús, actualizar su presencia viva en medio de nosotros y alimentar nuestra fe en él, en su mensaje y en su vida entregada por nosotros hasta la muerte. Recordemos cuatro momentos significativos en la estructura actual de la misa. Los hemos de vivir desde dentro y en comunidad.

         La escucha del Evangelio. Hacemos memoria de Jesús cuando escuchamos en los evangelios el relato de su vida y su mensaje. Los evangelios han sido escritos, precisamente, para guardar el recuerdo de Jesús alimentando así la fe y el seguimiento de sus discípulos.

         Del relato evangélico no aprendemos doctrina sino, sobre todo, la manera de ser y de actuar de Jesús, que ha de inspirar y modelar nuestra vida. Por eso, lo hemos de escuchar en actitud de discípulos que quieren aprender a pensar, sentir, amar y vivir como él.

         La memoria de la Cena. Hacemos memoria de la acción salvadora de Jesús escuchando con fe sus palabras: "Esto es mi cuerpo. Vedme en estos trozos de pan entregándome por vosotros hasta la muerte... Éste es el cáliz de mi sangre. La he derramado para el perdón de vuestros pecados. Así me recordaréis siempre. Os he amado hasta el extremo".

         En este momento confesamos nuestra fe en Jesucristo haciendo una síntesis del misterio de nuestra salvación: "Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección. Ven, Señor Jesús". Nos sentimos salvados por Cristo nuestro Señor.

         La oración de Jesús. Antes de comulgar, pronunciamos la oración que nos enseñó Jesús. Primero, nos identificamos con los tres grandes deseos que llevaba en su corazón: el respeto absoluto a Dios, la venida de su reino de justicia y el cumplimiento de su voluntad de Padre. Luego, con sus cuatro peticiones al Padre: pan para todos, perdón y misericordia, superación de la tentación y liberación de todo mal.

         La comunión con Jesús. Nos acercamos como pobres, con la mano tendida; tomamos el Pan de la vida; comulgamos haciendo un acto de fe; acogemos en silencio a Jesús en nuestro corazón y en nuestra vida: "Señor, quiero comulgar contigo, seguir tus pasos, vivir animado con tu espíritu y colaborar en tu proyecto de hacer un mundo más humano".

         José Antonio Pagola 

Red evangelizadora BUENAS NOTICIAS
6 de junio de 2010
Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo (C)
1 Corintios 11, 23-26


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Mi?rcoles, 02 de junio de 2010

Mensaje de monseñor Oscar Sarlinga, oibspo de Zárate-Campana (16 de mayo de 2010). (AICA)


Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales 2010    

          Celebramos la Ascensión del Señor.Como los apóstoles y discípulos, nos admiramos hoy también nosotros: "Lo vieron levantarse, hasta que una nube se lo quitó de la vista"(Hechos 1,10). 

          Tenemos la ocasión una vez más de celebrar la Jornadamundial de las Comunicaciones sociales, instituida por el Concilio Ecuménico Vaticano II (1) y que tantos beneficios ha traído en la toma de conciencia y actualización sobre este campo tan vasto de la pastoral. Este año el Santo Padre Benedicto XVI nos ha propuesto el tema – “El sacerdote y la pastoral en el mundo digital: los nuevos medios al servicio de la Palabra” –, lo cual se inserta felizmente en el camino del Año Sacerdotal, y “pone en primer plano la reflexión sobre un ámbito pastoral vasto y delicado como el de la comunicación y del mundo digital, en el cual son ofrecidos al sacerdote nuevas posibilidades de ejercitar el propio servicio a la Palabra y de la Palabra” (2) 

          ¿En qué estado del mundo nos toca ejercitar ese servicio?. Todos los fieles, sacerdotes, religiosos, religiosas, laicos, familias, nos movemos en un mundo concreto, “maravilloso y dramático”. Por las maravillas que vivimos, demos gracias al Señor y sepamos aprovecharlas para bien de todos. En nuestros ámbitos se dan, sin embargo, muchas modernas “esclavitudes”; esclavitudes que pueden serlo de la mentira, la ambición desmedida, la celotipia –no pocas veces cuasi enfermiza y ocasionadora de rencor-, el egoísmo, el arribismo (aunque aparezca de modo camuflado) y de una anclada actitud excluyente respecto de los demás, y esto dicho por no hablar aquí de otras “esclavitudes”, porque no se trata de agotar dicho género en estas letras. Es verdad, nadie está exento “de por sí” de todo lo anterior: el que está de pie, que cuide de no caer. Y dado que de las actitudes de fondo que tenga el corazón humano ante los valores trascendentes, dependerá cómo sean signadas sus acciones, no menos lo será todo lo que respecta a nuestra actitud, humana, valorativa, pastoral, frente a los medios de comunicación, en tanto son éstos, oportunidad de “servicio a la Palabra”. 

          En el orden diocesano, la mayor o menor pobreza comparativa de nuestros medios materiales en el orden comunicacional y tecnológico, por lo menos en el caso de tantos católicos (entre quienes nos encontramos) no nos ha de arredrar, echar atrás, en el uso bienhechor de lo poco con lo que contamos, y tampoco nos ha de arredrar en valorar a medios que en sí no son católicos pero que tienen recta intención, dentro de sus reales posibilidades transmiten muchos valores y virtudes, y hacen un esfuerzo por dar participación. 

          En síntesis: ¿con qué contamos? (en la diócesis). Si de daciones o contribuciones a tales fines hablamos, prácticamente con un número insignificativo, a no ser que se trate de contribuciones específicas para tal o cual difusión o publicación. Tampoco disponemos de una acción muy coordinada, y esto  pese a los grandes esfuerzos puestos, y sobre todo, pese a la gran potencialidad que la diócesis tendría, por sus características sociales. Mucho se ha hecho, es cierto, y eso es “mucho”. 

          Contamos, sí, con un voluntariado extraordinario (entre los cuales jóvenes, por ejemplo, entre otros), y en lo que a instrumentos mediáticos se refiere, con algunas radios (dentro de cuya programación se encuentran estupendas reflexiones, humanísticas y de auténtica espiritualidad, y espacios de grupos de jóvenes, de misioneros, de personas dedicadas a la caridad social), la página-web diocesana (de alentadora consulta diaria, sin publicidad paga alguna), el boletín diocesano digital o infodiócesis (el cual tiene mayor participación de parte de las delegaciones, las parroquias, los grupos apostólicos, asociaciones y movimientos, y al que leen algunos miles de personas), algunos otros medios digitales (como el ámbito de la “bloguística” de orientación católica, o páginas parroquiales), algunos boletines parroquiales (impresos y digitalizados), las comunicaciones de Caritas u otros grupos, como los de un par de fundaciones católicas, de algunas asociaciones y movimientos, más alguna participación que nos ofrecen en medios privados, estos sí, más masivos (televisivos, radiales, impresos y digitales) que por buena voluntad de quienes los dirigen o programan, o, juntamente, por real interés en nuestros temas y su irradiación social, nos abren un espacio para que se manifieste allí nuestra misión, por lo menos hasta donde alcanzamos con nuestro esfuerzo y voluntariado. Gracias también a ellos, el Señor sabe bien quiénes son, en este día, en esta Jornada de las comunicaciones. 

          Ésos, hermanos y hermanas de esta querida diócesis, son los medios de los que disponemos; de “masivos” propiamente no tienen demasiado, pero sí de entrega generosa al pueblo fiel. En la humildad, vivida bien, hay siempre una fortaleza. Pues, fijémonos: la irradiación es “mayor”, mucho mayor, proporcionalmente hablando, respecto de nuestras posibilidades materiales. 

          ¡Cómo se manifiesta la Gracia, incluso en la acción y llegada de nuestros medios de comunicación, de la transmisión de la imagen, la palabra, el contenido!. Y bien, ¡cuánto más lo sería si pusiéramos, cual colaboración a la Gracia, más ánimo y trabajáramos de modo todavía más armónico y con deseo auténtico de compartir, de trabajar de conjunto!. ¡Cuánto más efecto tendrían si nosotros mismos, sacerdotes, religiosos, religiosas, laicos y laicas agentes de evangelización, valoráramos más tanto esforzado trabajo y tanta dedicación de hermanos y hermanas que ponen parte de su psiquismo, de su ánimo, de su tiempo e incluso de su salud –sí, incluso de su salud y de sus horas de descanso y de sueño- en esta entrega generosa!. Claro está, para ver esto en lo profundo, hay que vivirlo desde la espiritualidad, y, no menor, desde la “obediencia”, pues "(…) no será obediente al mandato de Cristo quien no usa convenientemente de las posibilidades ofrecidas por estos instrumentos, para extender mejor y al mayor número de personas el radio de difusión del Evangelio". (3) 

          Creo que, como motivación de fondo, para utilizar en serio los instrumentos de comunicación social con un fin evangelizador (y auténticamente humanizador), más que banal, autopropalador o semi-clánico, lisa y llanamente hay abrirse a la “conversión pastoral” (a que nos llama el Documento de Aparecida), embeberse de la Palabra de Dios, dejar de lado protagonismos fatuos (“fatuos”, digo, porque personas concretas son las que tienen que protagonizar las acciones en concreto, es obvio), y dejar obrar en nosotros al Espíritu divino, “único Protagonista de la Evangelización”, como lo llamara la Evangeliinuntiandi. Todo ello con un gran amor a la Iglesia, que es el Cuerpo de Cristo, con fidelidad y espíritu de fe, sin esperar recompensas mundanas (antes bien lo contrario, preparándonos a no poca crítica), poniendo, en fin, nuestros dones (para algo Dios nos los confió) “al servicio” de “la Causa”, y esto con alegría. Con amor al género humano, con prospección esperanzadora, que incluye lo genuinamente ecuménico, y el diálogo entre las culturas, entre las religiones. Nada tenemos que no hayamos recibido. El comunicador católico ha de dejarse iluminar por la luz de la fe, la cual, ella sola, puede ofrecer la plena intelección de los acontecimientos, con la fuerza transformadora, amorosa, a la cual impulsa la verdad (4). Ésa es la Causa. 

          En la Jornada mundial, es el caso de recordar hoy que nuestra misión es entregarnos al Amor de los Amores, para conseguir la Verdad más perfecta, que consiste en seguir a Cristo, Él, que es "camino, verdad y vida" (Jn 14, 6), y lo es también, de modo misterioso, para aquellos hermanos y hermanas de nuestra humanidad que no lo conocen. Él, Cristo, es el Hijo de Dios, venido para "dar testimonio de la verdad", (Jn 18, 37) y de tal modo asegurarnos de que sólo la verdad nos liberará (cf Jn 8, 31-36) de toda esclavitud (cf Gal 5, 1). 

          Con ese espíritu, esta Jornada en la cual el Santo Padre ha querido hacer referencia al papel del sacerdote en los medios, podrá servirnos para renovar nuestro compromiso a estar en medio de las realidades humanas de cada día, convencidos testigos de las verdades en las que creemos, para cuya transmisión (habida cuenta de la metodología de cada medio) los actuales instrumentos de comunicación social son como nuevas grandes vías abiertas a los cristianos para su cometido de testimonio y de servicio, que lo es, en el fondo, a “la Palabrasubstancial”, la que Dios dice de Sí, esto es, Su Verbo, la Palabra definitiva que Dios dice sobre el ser humano, y que le ofrece salvación continuamente, a través de las mil vicisitudes de la crónica cotidiana, en la historia de los siglos. ¡Qué don que es, entonces, el comunicar!. 

          A los pastores, a los sacerdotes, a los religiosos, a los laicos que se dedican al servicio de los hermanos a través de los instrumentos de la comunicación social, contribuyendo así a guiarlos al encuentro con "la verdadera luz que ilumina a todo hombre" (Jn 1, 9), vaya nuestra oración, y toda la gratitud del corazón, por la efusión del Amor de Cristo que allí derraman. Necesitamos “efusión”. "Si de verdad la Iglesia –decía el recordado Papa Pablo VI en su primera encíclica, Ecclesiam suam- tiene conciencia de lo que el Señor quiera que ella sea, surge en ella una singular plenitud y una necesidad de efusión, con clara advertencia de una misión que la trasciende, de un anuncio para difundir" (5). Que nos mueva el Amor, y no otra cosa, el “Amor de los Amores”, el Señor. 

          La Virgen Madre, Estrella de la Evangelización, nos guíe en el comunicar.  

Mons. Oscar Sarlinga,obispo de Zárate-Campana

En la Solemnidad de la Ascensión del Señor, del año 2010.  

Notas:

(1) CONCILIO ECUMÉNICO VATICANO II, Decr. Inter mirifica, n.18.

(2) Benedicto XVI, Messaggio del Santo Padre per la XLIV Giornata mondiale delle comunicazioni sociali, “Il sacerdote e la pastorale nel mondo digitale: i nuovi media al servizio della Parola”[Domenica, 16 maggio 2010].

(3) PONTIFICIO CONSEJO DE LAS COMUNICACIONES SOCIALES, Doc. Communio et progressio, n. 126.

(4) Cf Pablo VI, Messaggio del Santo Padre per la VI Giornata mondiale delle comunicazioni sociali "Le comunicazioni sociali a servizio della verità", 1972, n. 2.

(5) Pablo VI, Enc. Ecclesiam suam, en: AAS, 56, 1964, P. 639

 


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Homilía de monseñor Juan Rubén Martínez, obispo de Posadas para el domingo de la Ascensión del Señor (16 de mayo de 2010). (AICA)


JORNADA MUNDIAL DE LAS COMUNICACIONES SOCIALES - “LA PALABRA Y EL MUNDO DIGITAL”     

          En este domingo de la Ascensión del Señor, la Iglesia celebra la “Jornada Mundial de las comunicaciones sociales”. En el texto de este domingo (Lc. 24,46-53), el Señor les dice a los Apóstoles: “Entonces les abrió la inteligencia para que pudieran comprender las Escrituras, y añadió: Así estaba escrito: El Mesías debía sufrir y resucitar de entre los muertos al tercer día, y comenzando por Jerusalén, en su nombre debía predicarse a todas las naciones la conversión para el perdón de los pecados…” (Lc. 24,46-47). En realidad este mandato se sitúa en el centro de la tarea de todo bautizado que es evangelizar y que siempre implicará, por lo tanto “comunicar” el Evangelio”. Por tal motivo en esta Jornada la Iglesia quiere celebrar con todos los comunicadores sociales, periodistas, locutores…, trabajadores en general ligados a esta tarea, orando, reflexionando y pidiendo por ellos para que puedan ser fieles a su misión y vocación. 

          Cada año el Papa Benedicto XVI envía un mensaje para esta jornada. Este año en el contexto del año sacerdotal que estamos celebrando el tema elegido es “El sacerdote y la pastoral en el mundo digital: los nuevos medios al servicio de la Palabra”. El Papa hace una referencia específica a los sacerdotes, y el uso de los nuevos medios, pero en realidad su reflexión es extensiva a todos los agentes de pastoral y laicos, así como las comunidades eclesiales. 

          De hecho Evangelizar es comunicar, y la Iglesia debe usar todos los medios existentes para anunciar la Palabra. El Papa nos dice en su carta: “Las vías de comunicación abiertas por las conquistas tecnológicas se han convertido en un instrumento indispensable para responder adecuadamente a estas preguntas, que surgen en un contexto de grandes cambios culturales, que se notan especialmente en el mundo juvenil. En verdad el mundo digital, ofreciendo medios que