Domingo, 04 de julio de 2010

Comentario al evangelio del domingo d?cimo cuarto del Tiempo Ordinario, publicado en Diario de Avisos el domingo 4 de?Julio de 2010 bajo en ep?grafe DOMINGO CRISTIANO.

Contemporizar

Daniel Padilla

?Acomodarse uno al gusto ajeno por alg?n respeto o alg?n fin particular". As? define el diccio?nario la palabra "contemporizar". Pues esa es la palabra que, hoy, mientras reflexionaba sobre el evangelio de este domingo, me ven?a una vez y otra vez: contemporizar. Unas veces la ve?a en su vertiente radical y de compromiso: la postura de alguien que act?a evitando toda claudicaci?n, sin contemplaciones, tal y como se desprende de las palabras de Jes?s: "Les mando como ovejas entre lobos. No saluden a nadie por el camino". Como diciendo: no contempo?ricen con nadie. Otras veces, al rev?s, la palabra me llega mansa e inofensiva, comprensiva al m?ximo: "Qu?dense en la misma casa. Coman y beban de lo que tengan". Es decir: pueden contempori?zar con la buena gente. ?En qu? queda?mos, Se?or? ?Cu?l es la consigna para quienes tienen, tenemos, que salir a evangelizar? Vivimos una ?poca incre??ble de subjetivismo doctrinal y moral. Mucho me temo que, en ella, hay que poner mucho esmero a la hora de sentir?nos enviados, como aquellos setenta y dos. El embajador de Cristo no puede hacer maleable el mensaje del que es portador. "Llevamos tesoros infinitos en vasijas muy fr?giles", dec?a Pablo. Y no podemos claudicar "ante cualquier viento de doctrina", dec?a tambi?n. El cristiano no puede ir condescendiendo ante los dem?s, al son que toquen, en la transmisi?n de la fe de la cual es testigo. Ni puede abandonarse a un modus vivendi que contradiga esa fe. Acomodar su credo y su moral a lo que rezaba aquel t?tulo de Pirandello -As? ser? si as? os parece- ser?a peligrosa equivocaci?n. El cristiano, como Pedro y los Ap?stoles, tiene que estar dispuesto a decir: "No podemos menas de proclamar lo que hemos visto y o?do". ?Por qu?? Entre otras razones, "porque es necesario obe?decer a Dios antes que a los hombres". Pero tambi?n habr? que tener en cuenta la otra vertiente. En el ejercicio de trans?mitir la fe, con tal de llevar ?ntegramente esos tesoros infinitos, no importa que se quebranten nuestros fr?giles vasos, nuestras personales estructuras, nues?tros modos de actuar. Es m?s, puede ser algo necesario. Y eso, amigos, puede hacernos sufrir: somos animales de cos?tumbres. Nos aferramos a nuestras vie?jas metodolog?as. Pensamos que cual?quier tiempo pasado fue mejor. Y esa tentaci?n es muy peligrosa. Ya que los modos de actuar, como los vestidos, como las modas, envejecen. Por eso San Pablo, ci??ndose exclusivamente a lo principal -ser portador del Mensaje-, dec?a: "Gastar? y me desgastar? a m? mismo", dejando claro que ?l sabr?a con?temporizar con lo cambiante, no con lo sustancial. Eso es lo que creo que quiere decir hoy ese pasaje en el que parece Jes?s un intransigente por una parte, y un acomodaticio por la otra. Algo que los antiguos resumieron muy bien en una breve sentencia: Suaviter in modo, fortiter in re (suave en el modo y fuerte en el contenido). Pedagog?a que tendre?mos que aprender todos en la Iglesia, ocupemos el lugar que ocupemos.


Publicado por verdenaranja @ 9:38  | Espiritualidad
 | Enviar