ZENIT? publica el mensaje que Benedicto XVI ha enviado a los delegados en la asamblea capitular de los Rogacionistas del Coraz?n de Jes?s, que se inaugur? el? lunes 5 de julio de 2010 en el centro de espiritualidad Rogate di Morlupo (Roma).
A los Delegados de la Asamblea capitular de los Rogacionistas del Coraz?n de Jes?s
Con ocasi?n de vuestro XI Cap?tulo General, deseo unirme espiritualmente a vosotros, que est?is viviendo un acontecimiento de gracia: ?ste es una llamada v?lida a volver cada vez m?s a las ra?ces de vuestra Congregaci?n, a profundizar en el carisma para poder despu?s encarnarlo en el actual contexto socio-cultural, en las formas m?s id?neas.
En estos d?as intensos, quer?is centrar vuestra atenci?n en el tema ?La Regla de vida, expresi?n de la consagraci?n, garant?a de la identidad carism?tica, apoyo de la comuni?n fraterna, proyecto de misi?n?. Pretend?is revisar y aprobar las Constituciones y las Normas de vuestro Instituto para adecuarlas especialmente a la nueva sensibilidad eclesial surgida del Concilio Vaticano II y codificada en el vigente C?digo de Derecho Can?nico. Este empe?o reviste particular importancia, ya que se trata de presentar a toda la Familia religiosa los textos de referencia sobre los cuales cada uno deber? conformar su propia experiencia de vida fraterna y apost?lica, para ser signo elocuente del amor de Dios e instrumento de salvaci?n en todo ambiente. ?Que Dios bendiga estos prop?sitos vuestros! Para que esto sea fruct?fero es necesario que conserv?is fielmente el patrimonio espiritual transmitido por vuestro fundador, san An?bal Mar?a De Francia, que am? con intensidad a Cristo, y se inspir? siempre en ?l en la realizaci?n de un providente apostolado vocacional, como tambi?n de una valiente obra en favor del pr?jimo necesitado. Seguid su ejemplo y proseguid con alegr?a su misi?n, v?lida tambi?n hoy, aunque hayan cambiado las condiciones sociales en que vivimos. En particular, difundid cada vez m?s el esp?ritu de oraci?n y de solicitud por todas las vocaciones en la Iglesia; sed obreros diligentes para la llegada del Reino de Dios, dedic?ndoos con toda energ?a a la evangelizaci?n y a la promoci?n humana.
El gran desaf?o de la inculturaci?n os pide hoy anunciar la Buena Noticia con lenguajes y formas comprensibles a los hombres de nuestro tiempo, implicados en procesos sociales y culturales en r?pida transformaci?n. ?Por tanto, es vasto el campo de apostolado que se abre ante vosotros! Como vuestro Fundados, dad vuestra experiencia a cuantos tienen ?sed? de esperanza, cultivad una aut?ntica pasi?n educativa sobre todo por los j?venes, empe?aos con una generosa actividad pastoral entre la gente, especialmente a favor de cuantos sufren en el cuerpo y en el esp?ritu. Con este prop?sito, quiero repetiros cuanto dije recientemente, casi en conclusi?n del A?o Sacerdotal: ?Cada pastor es el tr?mite a trav?s del cual Cristo mismo ama a los hombres: es mediante nuestro ministerio ? queridos sacerdotes ? es a trav?s de nosotros que el Se?or llega a las almas, las instruye, las custodia, las gu?a? (Audiencia General: L'Osservatore Romano, 27 de mayo de 2010, p. 1).
Vuestra Congregaci?n se enorgullece de una larga historia, escrita por valientes testigos de Cristo y del Evangelio. En esta estela sois llamados hoy a caminar con renovado celo para empujaros, con libertad prof?tica y sabio discernimiento, a caminos evang?licos y fronteras evang?licas arriesgados, cultivando una estrecha colaboraci?n con los obispos y los dem?s componentes de la comunidad eclesial. Los vastos horizontes de la evangelizaci?n y la urgente necesidad de dar testimonio del mensaje evang?lico a todos, sin distinciones, constituyen el campo de vuestro apostolado. Muchos esperan a?n para conocer a Jes?s, el ?nico Redentor del hombre, y no pocas situaciones de injusticia y de malestar moral y material interpelan a los creyentes.
Una misi?n tan urgente requiere una incesante conversi?n personal y comunitaria. S?lo corazones totalmente abiertos a la acci?n de la Gracia est?n capacitados para interpretar los signos de los tiempos y captar los llamamientos de la humanidad necesitada de esperanza y de paz.
Que resplandezca en los diversos campos de vuestro servicio eclesial la adhesi?n fiel a Cristo y a su Evangelio. Que la Virgen Santa, Reina de las vocaciones y Madre de los sacerdotes, os proteja, os ayude y sea la gu?a segura en el camino de vuestra Familia religiosa, para que pueda llevar a cumplimiento todo proyecto suyo de bien. Con estos augurios, mientras aseguro mi afectuoso recuerdo en la oraci?n por cada uno de vosotros y para vuestros capitulares, os imparto de coraz?n mi Bendici?n, que de buen grado ?extiendo? a todos los Rogacionistas, a las Hijas del Divino Celo y a cuantos encontr?is en vuestro apostolado cotidiano.
[Traducci?n del original italiano por Inma ?lvarez
?Libreria Editrice Vaticana]