Martes, 31 de agosto de 2010

ZENIT??publica la intervenci?n que pronunci? Benedicto XVI?el domingo 22 de Agosto de 2010 al rezar a mediod?a la oraci?n mariana del ?ngelus junto a los peregrinos congregados en el patio del Palacio Apost?lico de Castel Gandolfo.

Queridos hermanos y hermanas:

Ocho d?as despu?s de la solemnidad de la Asunci?n al Cielo, la liturgia nos invita a venerar a la bienaventurada Virgen Mar?a con el t?tulo de "Reina". Contemplamos a la Madre de Cristo coronada por su Hijo, es decir, asociada a su realeza universal, tal y como la representan muchos mosaicos y pinturas. Esta memoria tambi?n cae este a?o en domingo, alcanzando una luz mayor gracias a la Palabra de Dios y la celebraci?n de la Pascua semanal. En particular, el icono de la Virgen Mar?a Reina encuentra una confirmaci?n significativa en el Evangelio del d?a, donde Jes?s afirma: "Hay algunos que son los ?ltimos y ser?n los primeros, y hay otros que son los primeros y ser?n los ?ltimos" (Lucas?13, 30). Se trata de una t?pica expresi?n de Cristo, referida varias veces por los Evangelios, con f?rmulas parecidas, pues evidentemente refleja un tema muy sentido por su predicaci?n prof?tica. La Virgen es el ejemplo perfecto de esta verdad evang?lica, es decir, que Dios humilla a los soberbios y poderosos de este mundo y eleva a los humildes (Cf.?Lucas?1, 52).

?La peque?a y sencilla muchacha de Nazaret se ha convertido en la Reina del mundo! Esta es una de las maravillas reveladas por el coraz?n de Dios. Naturalmente la realeza de Mar?a depende totalmente de la de Cristo: ?l es el Se?or, a quien, despu?s de la humillaci?n de la muerte en la cruz, el Padre ha exaltado por encima de toda criatura en los cielos, en la tierra y bajo la tierra (Cf. Filipenses?2, 9-11). Por un designio de la gracia, la Madre Inmaculada ha quedado plenamente asociada al misterio del Hijo: a su Encarnaci?n; a su vida terrena, primero escondida en Nazaret y despu?s manifestada en el ministerio mesi?nico; a su Pasi?n y Muerte; y por ?ltimo a la gloria de la Resurrecci?n y Ascensi?n al Cielo. La Madre comparti? con el Hijo no s?lo los aspectos humanos de este ministerio, sino tambi?n, por obra del Esp?ritu Santo en ella, su intenci?n profunda, su voluntad divina, de manera que toda su existencia, pobre y humilde, fue elevada, transformada, glorificada, pasando a trav?s de la "puerta estrecha" que es el mismo Jes?s (Cf. Lucas 13, 24). S?, Mar?a es la primera que atraves? el "camino" abierto por Cristo para entrar en el Reino de Dios, un camino accesible para los humildes, para quienes conf?an en la Palabra de Dios y se comprometen para llevarla a la pr?ctica.

En la historia de las ciudades y de los pueblos evangelizados por el mensaje cristiano, se dan innumerables testimonios de veneraci?n p?blica, en algunos casos incluso institucional de la realeza de la Virgen Mar?a. Pero hoy queremos sobre todo renovar, como hijos de la Iglesia, nuestra devoci?n a quien Jes?s nos dej? como Madre y Reina. Encomendamos a su intercesi?n la oraci?n diaria por la paz, especialmente all? donde m?s golpea la absurda l?gica de la violencia para que todos los hombres se persuadan de que en este mundo debemos ayudarnos los unos a los otros como hermanos para construir la civilizaci?n del amor?Maria, Regina pacis, ora pro nobis!

[Tras rezar el ?ngelus, el Papa salud? a los peregrinos en varios idiomas. En espa?ol, dijo:]

Saludo a los peregrinos de lengua espa?ola y los invito a pedir por la Iglesia, extendida de oriente a occidente, para que sea fiel al mandato que el Se?or le encomend? de llevar la luz del Evangelio a todas las naciones. Por intercesi?n de la Virgen Mar?a, a quien invocamos como Reina y Se?ora nuestra, supliquemos a Cristo Jes?s, su divino Hijo, que sean cada vez m?s los que dediquen su vida a esta hermosa misi?n, siendo testigos de su amor, de palabra y con el propio ejemplo. Muchas gracias.?

[Traducci?n del original italiano realizada por Jes?s Colina
? Libreria Editrice Vaticana]


Publicado por verdenaranja @ 23:36  | Habla el Papa
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ZENIT? En el centenario del decreto "Quam singulari Christus amore" (8 de agosto de 1910) de san P?o X --el Papa beatificado en 1951 y canonizado en 1954--, publicamos la reflexi?n del prefecto de la Congregaci?n para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, el cardenal Antonio Ca?izares, presentada en "L'Osservatore Romano". Benedicto XVI afront? este argumento en la audiencia del mi?rcoles pasado (Cf. "San P?o X, modelo de pastor").

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Se cumplen ahora cien a?os de la promulgaci?n del decreto "Quam singulari", del Papa san P?o X, por el que, siguiendo fielmente las ense?anzas del concilio IV de Letr?n y las de Trento, estableci? la primera comuni?n y primera confesi?n de los ni?os a la edad del uso de raz?n, es decir, en torno a los siete a?os.


Esta disposici?n del santo Papa supon?a un cambio muy importante en la pr?ctica pastoral y en la concepci?n habitual de entonces, que por diversas razones, hab?an retrasado a edades posteriores este acontecimiento tan trascendental para el hombre.


Con este decreto, san P?o X, el gran Papa de la piedad y de la participaci?n eucar?stica, con el deseo de renovaci?n eclesial que inspir? su pontificado, ense?? a toda la Iglesia el sentido, lugar, valor y centralidad de la sagrada comuni?n para la vida de todos los bautizados, incluidos los ni?os.


Con este gesto al mismo tiempo, destacaba y recordaba a todos el amor y la predilecci?n de Jes?s por los ni?os, que adem?s de hacerse ni?o, manifest? su amor hacia ellos con gestos y palabras hasta el punto de decir: "Si no sois como ni?os no entrar?is en el reino de los cielos"; "Dejad que los ni?os se acerquen a m?, no se lo impid?is, porque de ellos es el reino de los cielos". Ellos son siempre amigos muy especiales del Se?or.
Con la misma predilecci?n, con la misma mirada amorosa y con la misma atenci?n y solicitud singular, mira, atiende, cuida y se preocupa la Iglesia de los ni?os. Por esto, ella, como madre amorosa, quiere para sus hijos peque?os, los primeros en el reino de Dios, que, con las debidas disposiciones participen pronto en lo mejor y m?s grande que Jes?s nos ha dejado en memoria suya: su Cuerpo y su Sangre, el Pan de la vida. Por la sagrada comuni?n, Jes?s en persona, Hijo de Dios, entra dentro de la vida de quien lo recibe y pone su morada en ?l. No cabe mayor amor, ni mayor regalo. Esto es un don de amor que vale m?s que todo el resto que pueda darse a la vida de cada hombre. Estar con el Se?or; que el Se?or est? en nosotros, dentro de nosotros; que nos alimente y sacie; que nos tome de la mano y nos gu?e; que nos vivifique y permanezcamos fielmente en comuni?n y amistad con ?l: es sin duda lo m?s grande, lo m?s gratificante, lo m?s gozoso que le puede suceder a uno.

?C?mo retrasar, pues, a los ni?os, este encuentro con Jes?s, que son sus mejores amigos, los especialmente queridos por Dios, el Padre, objeto de especial cuidado de la Iglesia, madre santa?

La primera comuni?n de los ni?os es como el inicio de un camino junto a Jes?s, en comuni?n con ?l: el inicio de una amistad destinada a durar y fortalecerse toda la vida con ?l; comienzo de un camino, porque con Jes?s, unidos sin separarnos, procedemos bien y la vida se hace buena y dichosa; con ?l dentro de nosotros podemos ser sin duda personas mejores. Su presencia entre nosotros y con nosotros es luz, vida y pan en el camino. El encuentro con Jes?s es la fuerza que necesitamos para vivir con alegr?a y esperanza. No podemos, retrasando la primera comuni?n, privar a los ni?os -al alma y al esp?ritu de los ni?os- de esta gracia, obra y presencia de Jes?s, de este encuentro de amistad con ?l, de esta participaci?n singular de Jes?s mismo y de este alimento del cielo para poder madurar y llegar as? a la plenitud.

Todos, especialmente los ni?os, tenemos necesidad del Pan bajado del cielo, porque tambi?n el alma debe nutrirse y no bastan nuestras conquistas, la ciencia, las cosas t?cnicas, por muy importantes que sean. Necesitamos a Cristo para crecer y madurar en nuestras vidas. Esto es m?s importante todav?a en los momentos que vivimos y lo es de modo especial para los ni?os, frecuentemente objeto, por desgracia, de manipulaci?n y de destrucci?n de su grandeza, pureza, simplicidad, "santidad", capacidad de Dios y de amor que les constituye. Los ni?os viven inmersos en mil dificultades, envueltos en un ambiente dif?cil que no les favorece ser lo que Dios quiere de ellos, muchos, v?ctimas de la crisis de la familia. En ese clima a?n les es m?s necesario el encuentro, la amistad, la uni?n con Jes?s, su presencia y su fuerza. Son, por su alma limpia y abierta, los mejor dispuestos, sin duda, para ello.

El centenario del decreto "Quam singulari" es una ocasi?n providencial para recordar e insistir en el tomar la primera comuni?n cuando los ni?os tengan la edad del uso de raz?n, que hoy, incluso, parece anticiparse. No es recomendable, por ello, la pr?ctica que se est? introduciendo cada d?a m?s de alargar la edad de la primera comuni?n. Al contrario, es a?n m?s necesario el adelantarla.

Ante tantas cosas que est?n acaeciendo con los ni?os, y el ambiente tan adverso en el que crecen, no los privemos del don de Dios: puede ser, es la garant?a de su desarrollo como hijos de Dios, engendrados por los sacramentos de la iniciaci?n cristiana en el seno de la santa madre Iglesia. La gracia del don de Dios es m?s poderosa que nuestras obras y que nuestros planes y programas. Cuando san P?o X adelant? la edad de la primera comuni?n, tambi?n insisti? en la necesidad de una buena formaci?n, de una buena catequesis. Hoy debemos acompa?ar este mismo adelanto en la edad con una nueva y vigorosa pastoral de iniciaci?n cristiana. Las l?neas marcadas por el Catecismo de la Iglesia cat?lica y el Directorio general para la catequesis son gu?a imprescindible en esta pastoral nueva o renovada de la iniciaci?n cristiana tan fundamental para el futuro de la Iglesia, la madre que, con el auxilio de la gracia del esp?ritu, engendra y madura a sus hijos por los sacramentos de la iniciaci?n, por la catequesis, y por toda la acci?n pastoral que acompa?a. As? pues, no cerremos hoy nuestros o?dos a las palabras de Jes?s: "Dejad que los ni?os se acerquen a m?, no se lo impid?is". ?l quiere estar en ellos y con ellos, porque "de los ni?os y de los que son como ellos es el reino de Dios".


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Reflexi?n de Jos? Antonio Pagola al evangelio del domingo veintitr?s del Tiempo Ordinario - C, ofrecida por la Delegaci?n Diocesanade Ense?anza de la Di?cesis de Tenerife.

REALISMO RESPONSABLE?

???????? Los ejemplos que emplea Jes?s son muy diferentes, pero su ense?anza es la misma: el que emprende un proyecto importante de manera temeraria, sin examinar antes si tiene medios y fuerzas para lograr lo que pretende, corre el riesgo de terminar fracasando.

???????? Ning?n labrador se pone a construir una torre para proteger sus vi?as, sin tomarse antes un tiempo para calcular si podr? concluirla con ?xito, no sea que la obra quede inacabada, provocando las burlas de los vecinos. Ning?n rey se decide a entrar en combate con un adversario poderoso, sin antes analizar si aquella batalla puede terminar en victoria o ser? un suicidio.

???????? A primera vista, puede parecer que Jes?s est? invitando a un comportamiento prudente y precavido, muy alejado de la audacia con que habla de ordinario a los suyos. Nada m?s lejos de la realidad. La misi?n que quiere encomendar a los suyos es tan importante que nadie ha de comprometerse en ella de forma inconsciente, temeraria o presuntuosa.

???????? Su advertencia cobra gran actualidad en estos momentos cr?ticos y decisivos para el futuro de nuestra fe. Jes?s llama, antes que nada, a la reflexi?n madura: los dos protagonistas de las par?bolas ?se sientan? a reflexionar. Ser?a una grave irresponsabilidad vivir hoy como disc?pulos de Jes?s, que no saben lo que quieren, ni a d?nde pretenden llegar, ni con qu? medios han de trabajar

???????? ?Cu?ndo nos vamos a sentar para aunar fuerzas, reflexionar juntos y buscar entre todos el camino que hemos de seguir? ?No necesitamos dedicar m?s tiempo, m?s escucha del evangelio y m?s meditaci?n para descubrir llamadas, despertar carismas y cultivar un estilo renovado de seguimiento a Jes?s?

???????? Jes?s llama tambi?n al realismo. Estamos viviendo un cambio sociocultural sin precedentes. ?Es posible contagiar la fe en este mundo nuevo que est? naciendo, sin conocerlo bien y sin comprenderlo desde dentro? ?Es posible facilitar el acceso al Evangelio ignorando el pensamiento, los sentimientos y el lenguaje de los hombres y mujeres de nuestro tiempo? ?No es un error responder a los retos de hoy con estrategias de ayer?

???????? Ser?a una temeridad en estos momentos actuar de manera inconsciente y ciega. Nos expondr?amos al fracaso, la frustraci?n y hasta el rid?culo. Seg?n la par?bola, la? "torre inacabada" no hace sino provocar las burlas de la gente hacia su constructor. No hemos de olvidar el lenguaje realista y humilde de Jes?s que invita a sus disc?pulos a ser "fermento" en medio del pueblo o pu?ado de "sal" que pone sabor nuevo a la vida de las gentes.?

Jos? Antonio Pagola?

Red evangelizadora BUENAS NOTICIAS
?5 de septiembre de 2010
23 Tiempo ordinario (C)
Lucas 14, 25-33


Publicado por verdenaranja @ 23:21  | Espiritualidad
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Desde Cueva de SAn Ignacio en Mnresa nos env?an propuestas de actividades que se llevar?n a cabo en los meses de Octubr y <noviembre de 2010

"Querido/a amigo/a
Al recomenzar el curso le enviamos las propuestas para octubre y noviembre de la Cueva de S. Ignacio, agradeci?ndole, nuevamente, si las puede dar a conocer a personas interesadas, especialmente el MES DE EJERCICIOS y el SEMINARIO DE EJERCICIOS (n. 1 y 2). Muchas gracias por su colaboraci?n.?Francesc Riera i Figueras, sj. Director"
www.covamanresa.cat

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1. MES DE EJERCICIOS??

Se ofrece la experiencia completa de los Ejercicios tal como la propone S. Ignacio. Mucho silencio y oraci?n, jornada relajada, entrevista diaria con el acompa?ante que personaliza la experiencia seg?n las necesidades de cada uno.??

■ Josep M. Bullich, sj.: 1 a 30 nov.


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2. SEMINARIO INTENSIVO DE EJERCICIOS: INICIACI?N??

EIDES (Cristianismo y Justicia) y la Cueva de S. Ignacio ofrecen cada tres a?os un "seminario de iniciaci?n" en tres periodos, dirigido a personas que quieren prepararse a acompa?ar las diversas modalidades de Ejercicios y/o estudiar el libro de los Ejercicios para profundizar su propia experiencia de la espiritualidad ignaciana. Adem?s de los tres per?odos presenciales incluye trabajo en casa en los per?odos intermedios.??

■ Coordinan: Pere Borr?s, Xavier Melloni, Anna Pitarch, Josep Rambla, Francesc Riera, Santi Torres.

08-12 oct.? / 26-31 dic.? / 15-20 abr. (Imprescindible asistir a las tres etapas)


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3. EJERCICIOS EN LA VIDA ORDINARIA??

Seis meses de Ejercicios en la "vida ordinaria", con acompa?amiento personal y el apoyo semanal de fichas de trabajo. Al principio, a la mitad y al final habr? un encuentro de fin de semana en Manresa: viernes. 22 octubre noche a dom.24 / viernes 7 enero a dom. 9 / viernes. 6 de mayo a dom. 8.??

■ Coordina: Carlos Marcet, sj.


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4. RETIRO MULTIGENERACIONAL??

La Escuela Ignaciana de Espiritualidad (EIDES) ofrece un retiro de fin de semana de oraci?n y reflexi?n en clave ignaciana para familias: parejas con o sin hijos (adolescentes, ni?os...), personas mayores, con propuestas de trabajo individualizadas y en grupo, desde los Ejercicios Espirituales ignacianos.??

■ Coordina: Equipo EIDES: Dos posibilidades: 13-14 nov.? / 26-27 marzo?


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5. ORACI?N PROFUNDA?

INICIACI?N: grupo A: 01-03 oct. / 21-23 ene. / 01-03 abril | grupo B: 15-17 oct. / 04-06 feb. / 06-08 mayo

PROFUNDIZACI?N: grupo A: 22-24 oct. / 18-20 mar | grupo B: 05-07 nov. / 13-15 mayo?

■ Coordinan: Javier Melloni, sj. Montserrat Pons y equipo


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6. ENEAGRAMA: HERRAMIENTA PARA EL DESCUBRIMIENTO Y CRECIMIENTO PERSONAL??

Tres fines de semana dedicados al descubrimiento y profundizaci?n de la teor?a eneagr?mica, siguiendo la tradici?n de los padres jesuitas iniciada en la Universidad Loyola de Chicago. El Eneagrama es un puente entre la psicolog?a y las plataformas psico-espirituales de las tradiciones m?s antiguas del desarrollo humano. El objetivo es trabajar nuestra personalidad, descubrir caminos de autocomprensi?n y de conocimiento de los dem?s y de la realidad que nos rodea. La metodolog?a escogida nos adentra en la comprensi?n as? como en la experiencia de los temas propuestos.?

■ Jos? Luis Iriberri, sj. y Francesc Vilahur: 15-17 oct. / 5-7 nov. / 26-28 nov.


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7. EL TRABAJO CORPORAL EN LA EDUCACI?N DE LA INTERIORIDAD??

Taller dirigido a profesores, pastoralistes y catequistas que quieran aplicar la Educaci?n de la Interioridad en su labor docente. Se dar? una visi?n te?rica de lo que entendemos por Educaci?n de la Interioridad fij?ndonos en uno de sus contenidos, el trabajo corporal. Practicaremos las t?cnicas de la conciencia corporal, respiraci?n y relajaci?n. Imprescindible llevar ropa c?moda.??

■ Elena Andr?s: 19 -21 nov.


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8. PERDONAR A LOS DEM?S COMO TE PERDONAS A TI MISMO

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Perdonar es fundamental para una buena convivencia, para entender realmente qu? quiere decir amar y para no vivir desde el odio. Nos cuesta perdonar porque tambi?n se nos hace dif?cil vivir con naturalidad los propios errores y malas intenciones. Hablaremos de c?mo perdonar y perdonarse y propondremos ejercicios personales que nos ayuden a vivir con mayor alegr?a y confianza.??

■ Eduard Fonts (psic?logo): 22-24 oct.


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9. ESCUELA DE PADRES "LLU?S ARMENGOL"??

Se trata de un fin de semana dedicado a la pareja, donde en un clima de tranquilidad se pueda reflexionar sobre los temas cotidianos que afectan a la convivencia matrimonial. Se seguir? la metodolog?a del P. Llu?s Armengol, y ser? conducido por un grupo de matrimonios. No hay trabajo de grupo, todo es exclusivamente a nivel de pareja.

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■ Monitores Escuela Padres: 12-14 nov.


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10. EL SUE?O COMO LIBRO Y MAESTRO??

La naturaleza no nos hubiera dotado con la capacidad de so?ar mientras dormimos si no tuviera ninguna utilidad. Estos mensajes extra?os y a veces atormentadores son el libro donde podemos descubrir qui?nes somos y en qu? punto de nuestra evoluci?n individual estamos. Cada participante podr? exponer alg?n sue?o que quiera trabajar. Nos basaremos en la psicolog?a de C.G. Jung.??

■ Mar?a Generosa Quintas (psic?loga): s?bado 27 nov. / o bien: 18-20 feb. en colaboraci?n con J. Melloni, sj.

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Informaci?n y matr?culas: Cueva S. Ignacio - 08242 Manresa ? 93 872 04 22

[email protected]


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Si desea ser baja env?e un e-mail a: [email protected]


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DOMINGO ?23 DEL TIEMPO ORDINARIO / C??
5 de septiembre de 2010

La gracia de nuestro Se?or Jesucristo, el amor del Padre y la comuni?n del Esp?ritu Santo est?n con todos vosotros.

Hermanas y hermanos. Empezamos el mes de septiembre. Es tiempo de iniciar de nuevo muchas actividades, en nuestra sociedad, en las parroquias y en nuestra di?cesis. Todos los cristianos que par?ticipamos en estas actividades tenemos un lugar y un momento que es punto de encuentro con Dios y con los hermanos: la Eucarist?a del domingo. En ella podemos renovar nuestras energ?as con el alimento de la Palabra y del Cuerpo y la Sangre de Cristo.

Conviene que, especialmente estos d?as, seamos conscientes de nuestras limitaciones y no queramos que todo dependa ?nicamente de nuestro esfuerzo, como si Dios no tuviera nada que ver. Pongamos en ?l toda nuestra confianza. Por su Esp?ritu, nos har? descubrir en todas nuestras actividades rastros del cielo.

A. penitencial: Al inicio de esta celebraci?n, reconoz?camos que somos pecadores:

T?, que has dado la vida en rescate por todos. SE?OR,TEN PIEDAD.

T?, que perdonas a todo aquel que conf?a en tu misericordia. CRISTO, TEN PIEDAD.

T?, que re?nes a tus hijos dispersos. SE?OR,TEN PIEDAD.

1. lectura (Sabidur?a 9,13-18): Sent?monos tranquilamente y dispong?monos a escuchar la palabra de Dios. Hoyempe?zamos por un fragmento del libro de la Sabidur?a, un texto que, de forma po?tica, nos dir? que, sin el Esp?ritu, nuestros esfuerzos conseguir?an m?s bien poco.

2. lectura (Filem?n 9b-10.12-17): Filem?n era un cristiano de Colosas, una antigua ciudad del Asia Menor, en la actual Turqu?a. Desde la prisi?n, Pablo le escribi? una breve carta pidi?ndole que aceptase de nuevo a un esclavo que se hab?a escapado y que le tratase como a un hermano. Hoy leeremos un fragmento significativo de esta carta..

Oraci?n universal: Invoquemos, hermanos y hermanas, a Dios Padre y pid?mosle que escuche nuestra oraci?n. Oremos diciendo: TE LO PEDIMOS, SE?OR.

Por la Iglesia. Por todos sus pastores. Que el Se?or les d? coraje en el servicio a las comunidades que les ha confiado. OREMOS AL SE?OR.

Por las parroquias. Por los grupos y movimientos cristia?nos. Que seamos siempre testigos del amor de Cristo. OREMOS AL SE?OR.

Por los pol?ticos y los gobernantes. Que sirvan con ho?nestidad y eficacia a nuestra sociedad. OREMOS AL SE?OR.

Por quienes no tienen trabajo. Por los que no reciben ninguna ayuda econ?mica. Que aumente la solidari?dad de las comunidades cristianas con ellos. OREMOS AL SE?OR.

Por todos los difuntos. Que el Se?or les reciba en la paz definitiva de SU Reino. OREMOS AL SE?OR.

Por todos nosotros. Que acojamos a Jesucristo que nos dirige su palabra y nos alimenta con su Cuerpo y su Sangre. OREMOS AL SE?OR.

Dios todopoderoso y eterno, conc?denos lo que con toda confianza te pedimos y haz pr?speras las obras de nuestras manos. Por Jesucristo, nuestro Se?or.

Padrenuestro: Confiando plenamente en Dios, que es nuestra vida y nuestra alegr?a, nos atrevemos a decir:

CPL


Publicado por verdenaranja @ 18:54  | Liturgia
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Lunes, 30 de agosto de 2010

ZENIT? publica el mensaje que ha escrito monse?or Francisco Gil Hell?n, arzobispo de Burgos, con el t?tulo "Un bien p?blico llamado hijo".


Un bien p?blico llamado hijo?

Desde hace a?os se han disparado las alarmas de la natalidad en Europa. No en el sentido de que se nos acabe el suelo para acoger los nuevos nacimientos, sino porque ?stos han decrecido de forma alarmante. Y como esto tiene repercusiones seguras y negativas sobre las pensiones, nada m?s l?gico que la Comisi?n Europea se muestre cada vez m?s preocupada por el envejecimiento demogr?fico y su repercusi?n en el estado del bienestar. Hasta el punto de que en su reciente Libro verde no dude en afirmar que "con las tendencias actuales, la situaci?n es insostenible".

Una de las propuestas que ofrece es conseguir que la salida efectiva de la vida laboral se acerque a la edad legal de la jubilaci?n y alargar ?sta hasta los setenta a?os. En Espa?a la edad efectiva est? en 62,6 a?os y el gobierno ya ha anunciado prolongar la edad legar de la jubilaci?n.

Especialistas y dem?grafos han dado tambi?n la se?al de alarma sobre el desequilibrio entre la baja natalidad y la larga esperanza de vida, por una parte, y el estado del bienestar, por otra. Si no se invierte la pir?mide fatalista, las pensiones, la atenci?n a las personas dependientes, y el gasto sanitario y educativo est?n amenazados.

Los programas electorales o gubernamentales pueden prometer cualquier cosa. Pero los datos demogr?ficos son los que son: contundentes y nada flexibles. Y estos datos se?alan que para apuntalar el estado del bienestar se necesita una tasa de fecundidad en torno al 1,9 de hijos por mujer, como ocurre, por ejemplo, en Francia y los pa?ses n?rdicos. En Espa?a tenemos 1,46.

Ciertamente, la inmigraci?n es un factor positivo para la natalidad, pues el 20 por ciento de los nacimientos son de madre extranjera. Pero los dem?grafos saben muy bien que las mujeres emigrantes no son tan numerosas como para variar el ?ndice y, adem?s, que con el paso del tiempo tienden a adoptar nuestros patrones de natalidad m?s reducida.

Seg?n esto, parece que el ?nico remedio es aumentar la natalidad. Es alentador que todas las encuestas coincidan en que las espa?olas dicen que desear?an tener m?s hijos. Toca ahora a los sectores implicados comprometerse con la promoci?n de la natalidad. El Estado dando m?s prestaciones familiares y plazas para la educaci?n infantil; los empleadores, con medidas de conciliaci?n entre trabajo y familia; y las propias familias, con una responsabilidad compartida entre el marido y la mujer para la crianza de los hijos. Como alguien ha dicho, el hijo se ha convertido en "bien p?blico".

En este horizonte, y sin entrar en consideraciones ?ticas, resulta incomprensible la promoci?n del aborto. Porque los ciento quince mil ochocientos doce abortos de 2008 suponen uno de cada cinco embarazos. Dicho en t?rminos m?s cremat?sticos, uno de cada cinco espa?oles que podr?an apuntalar el estado del bienestar no aportar?n sus brazos y su inteligencia para hacer progresar al pa?s.

Es verdad que tambi?n habr?an supuesto un mayor gasto en su infancia y juventud, pero a nadie se le oculta que el aumento de la poblaci?n joven en un pa?s envejecido es siempre un factor positivo. Por lo dem?s, las mujeres que abortan no son las que m?s hijos suelen tener, pues el sesenta y seis por ciento no tienen ninguno y el veintid?s s?lo tiene uno.

En definitiva, se trata, como insisten los dem?grafos, de favorecer que las mujeres tengan hijos m?s j?venes. Para ello es necesario invertir la actual sensibilidad de algunos sectores, muy ideologizados y politizados, que no cesa de bombardear la opini?n p?blica en contra del aumento de la natalidad y a favor del aborto. Todos deber?amos ser m?s conscientes de que tal postura, m?s all? de consideraciones ?ticas, es un atentado contra el estado de bienestar.


Publicado por verdenaranja @ 22:18  | Hablan los obispos
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ZENIT? publica el art?culo que ha escrito monse?or Felipe Arizmendi Esquivel, obispo de San Crist?bal de Las Casas, con el t?tulo "Droga, peor que alcohol".?

?Droga, peor que alcohol?

VER

Se ha abierto en el pa?s la discusi?n sobre una posible liberalizaci?n de las drogas. Se esgrime el argumento de que, as?, se evitar?an violencia, corrupci?n, muertes entre c?rteles y de civiles, tanto desgaste del ej?rcito y de las polic?as en su represi?n.

Una parroquia de nuestra di?cesis, San Bartolom?, ha hecho una denuncia muy documentada sobre el abuso del alcohol y sus estragos en la familia y en la comunidad, el sufrimiento de esposas e hijos, los accidentes carreteros, la violencia multifac?tica, las muertes por congesti?n alcoh?lica, los homicidios en grado de tentativa y calificados, los suicidios, las violaciones e incestos, los pleitos callejeros, los robos, el machismo, etc. Piden a la autoridad que regularice la venta de alcohol, sobre todo la clandestina, y eviten la corrupci?n que genera. Dicen: "Durante las fiestas patronales, los atrios de las iglesias se ven invadidos por cantinas callejeras, aprobadas por las autoridades municipales". A veces, incluso esto se hace de acuerdo con los inmediatos responsables de esas fiestas, con el pretexto de tener recursos para celebrarlas, con lo cual se pierde todo el sentido cat?lico de una celebraci?n. Si esto sucede con el alcohol, ?qu? no pasar? con las drogas?

Describen el caso de un pap? alcoh?lico, quien "maltrataba, golpeaba y violaba a su mujer y a su hija, a quien tuvo por mujer y engendr? dos hijos con ?l; por esta causa, la hija lo denunci? varias veces y, como nadie le hac?a caso, mat? a su pap?; ahora est? en la c?rcel, condenada a varios a?os de prisi?n". ?Y todo esto s?lo por el alcohol! Si se tolera el consumo de drogas, ?qu? pasar??

JUZGAR

Conozco a muchas familias que sufren lo indecible por el consumo inadecuado de bebidas embriagantes por uno de sus miembros. Mucho mayor es la pena cuando uno de los hijos es adicto a alguna droga. Todo el hogar se consume en tristeza, preocupaci?n, angustia, ansiedad, temor y verg?enza.

El control legal del alcohol no ha solucionado los problemas que viven estas familias. Hay cantinas y bares disfrazados de restaurantes. Se vende "trago" tambi?n a menores de edad. Hay corrupci?n para conseguir licencias de venta. Hay empresas que ofrecen enormes cantidades de dinero a las autoridades locales para que su marca sea la ?nica que se consuma all?. Son trist?simos los espect?culos de hombres tirados en el suelo, perdidos por el alcohol, expuestos a todo peligro, incluso mujeres con sus ni?os peque?os llorando a su lado, abandonados a su suerte. Si esto sucede con el alcohol, ?qu? no pasar? con las drogas? ?No se dan cuenta los que est?n a favor, del da?o que esto puede generar?

Son imitables las mujeres que se organizan y logran que se proh?ba la venta y el consumo de bebidas embriagantes. Todo cambia en la familia y en la poblaci?n. Hasta la econom?a mejora. Sin embargo, deben sostener su lucha, porque el clandestinaje y la corrupci?n echan a perder los mejores esfuerzos. Las fiestas religiosas se disfrutan m?s cuando se logra eliminar las cantinas populares.

Cuando visito centros de atenci?n a adictos, todos narran sus historias con un profundo dolor por el pantano en que cayeron, arrepentidos por el da?o que se causaron a s? mismos y a los suyos, anhelando liberarse definitivamente de esas cadenas. Deciden no probar ni una gota de alcohol, renovando su compromiso cada veinticuatro horas.

ACTUAR

Hemos de aprender a escucharnos, con humildad, con apertura de mente y de coraz?n, para comprender y valorar los diversos puntos de vista, diferentes al propio.

La violencia y la confrontaci?n entre c?rteles y con las polic?as no se eliminan dando libertad para la siembra, cultivo, consumo y tr?fico de drogas; aunque el negocio disminuya, la destrucci?n de j?venes, de adultos y de la sociedad se agravar?a. No se ha podido controlar el uso del alcohol, ni hemos logrado una educaci?n en auto-control; con libertad tambi?n para las drogas, se destruir?n m?s familias y se derrumbar? la sociedad. As? ha pasado en pa?ses donde se dio esa permisividad; se disminuy? la violencia, pero se destruy? la familia. ?Eso queremos para nuestro pa?s?


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Mensaje de saludo a los Musulmanes, enviado por el Pontificio Consejo para el Di?logo Interreligioso con ocasi?n del final del mes del Ramad?n y firmado por el Presidente del Pontificio Consejo, el Card. Jean-Louis Tauran y por el Secretario, el Arzobispo Mons. Pier Luigi Celata.? El mensaje tiene como tema ?Cristianos y Musulmanes: juntos para vencer la violencia entre fieles de religiones diferentes. (Fides)

Cristianos y musilmanes:
Juntos para vencer la violencia entre los seguidores de las diferentes religiones

Queridos amigos musulmanes,


1. 'Id Al-Fitr, que concluye el Ramad?n, presenta, una vez m?s, una ocasi?n propicia para expresaros los deseos sinceros de serenidad y alegr?a en nombre del Consejo Pontificio para el Di?logo Interreligioso.
A lo largo de este mes, os hab?is dedicado a la oraci?n, el ayuno, a ayudar a los m?s necesitados y a? fortalecer las relaciones de? familia y ?amistad. ?Dios no dejar? de recompensar esos esfuerzos!

2. Me complace observar que los creyentes de otras religiones, especialmente los cristianos, est?n espiritualmente cerca de vosotros durante estos d?as, como atestiguan las diversas reuniones amistosas que a menudo llevan a los intercambios de car?cter religioso. Es un placer para m? tambi?n pensar que este mensaje podr?a ser una contribuci?n positiva a vuestras reflexiones.

3. El tema propuesto este a?o por el Consejo Pontificio, "Cristianos y Musulmanes: juntos para superar la violencia entre los seguidores de diferentes religiones", es, por desgracia, un tema apremiante, al menos en determinadas zonas del mundo. La Comisi?n Mixta para el Di?logo creada por el Consejo Pontificio y el Comit? Permanente al-Azhar para el Di?logo entre las religiones monote?stas tambi?n hab?an elegido este tema como un tema de estudio, reflexi?n e intercambio durante su ?ltima reuni?n anual, (El Cairo, 23 - 24 de febrero 2010 ). Perm?tanme compartir con vosotros algunas de las conclusiones publicadas al final de esta reuni?n.

4. Hay muchas causas de ?violencia entre los creyentes de diferentes tradiciones religiosas, que incluyen: la manipulaci?n de la religi?n con fines pol?ticos o de otro tipo; la discriminaci?n basada en el origen ?tnico o religioso; ?divisiones y tensiones sociales. La ignorancia, la pobreza, el subdesarrollo son tambi?n directa o indirectamente ?fuentes de la violencia entre y dentro de las comunidades religiosas. ?Que las autoridades civiles y religiosas ofrezcan su contribuci?n para poner remedio a tantas situaciones en aras del bien com?n de toda la sociedad! ?Que las autoridades civiles salvaguarden la primac?a de la ley, garantizando una verdadera justicia para parar a los autores y promotores de la violencia!

5. Hay tambi?n importantes recomendaciones que figuran en el texto mencionado arriba: abrir nuestros corazones al perd?n mutuo y la reconciliaci?n, para una convivencia pac?fica y fruct?fera; reconocer lo que tenemos en com?n y ?respetar las diferencias, como base para una cultura de di?logo; ?reconocer y respetar la dignidad y los derechos de cada ser humano sin ning?n sesgo relacionado con el origen ?tnico o afiliaci?n religiosa; necesidad de promulgar leyes justas que garanticen la igualdad fundamental de todos; recordar la importancia de la educaci?n hacia el respeto, el di?logo y la fraternidad en los diferentes ?mbitos educativos: en casa, en la escuela, en las iglesias y las mezquitas. As? seremos capaces de oponernos a la violencia entre los seguidores de diferentes religiones y promover la paz y la armon?a entre las diversas comunidades religiosas. La ense?anza de los dirigentes religiosos, as? como los libros de texto que presentan las religiones en una forma objetiva, tengan, junto con la ense?anza en general, un impacto decisivo en la educaci?n y la formaci?n de las generaciones m?s j?venes.

6. ?Espero que estas consideraciones, as? como las respuestas que provoquen en vuestras comunidades, y con vuestros amigos cristianos, contribuyan a la continuaci?n de un di?logo, que crezca en respeto y serenidad, para el que pido las bendiciones de Dios!

El Cardenal Jean-Louis Tauran
Presidente

El arzobispo Pier Luigi Celata
Secretario

(Traducci?n particular no oficial desde el ingl?s)

Texto en ingl?s


Publicado por verdenaranja @ 20:37  | Hablan los obispos
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Comunicado de ?los Obispos de Guatemala publicado por la Conferencia Episcopal al final de la II Asamblea Plenaria Extraordinaria, que se concluy? el 26 de agosto de 2010. texto, enviado a la Agencia Fides.

COMUNICADO DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL DE GUATEMALA, en ocasi?n de la II Reuni?n Plenaria Extraordinaria.?

?Nosotros sabemos en Qui?n hemos puesto nuestra confianza? (2?. Tim. 1,12)

1. Los Obispos de la Conferencia Episcopal de Guatemala, reunidos en Asamblea Plenaria Extraordinaria, hemos analizado la situaci?n en que actualmente se encuentra nuestra querida Patria. Lo hemos hecho desde nuestro coraz?n de pastores, con la mirada iluminada por la luz del Evangelio y desde el contacto que tenemos con la realidad de las comunidades.

Hemos constatado varias situaciones que nos preocupan profundamente:

a. La tormenta Agatha: Esta tormenta y otros fen?menos naturales han causado gran destrucci?n debido a la enorme vulnerabilidad de nuestro pa?s, fruto del descuido del medio ambiente. Gran parte de la infraestructura vial y numerosos puentes fueron destru?dos. Esto puso en evidencia c?mo muchas de estas obras fueron realizadas sin cumplir con los requerimientos establecidos.

En distintos lugares las cosechas de ma?z y frijol se perdieron, lo cual hace prever que en los pr?ximos meses habr? carest?a de comida. M?s lamentable ha sido, como lo informaron algunos medios de comunicaci?n, que no todos los recursos donados llegaron a manos de quienes enfrentaban mayor necesidad. A?n en el momento actual hay comunidades que siguen esperando la ayuda que necesitan. Es verdad que hubo numerosas acciones de solidaridad pero tambi?n debemos decir que falt? una respuesta m?s comprometida de quienes hubieran podido ayudar m?s.

b. El incremento de la violencia: Nos duele constatar que la violencia ha crecido. En el primer semestre de este a?o hubo aproximadamente dos mil asesinatos, la mayor?a de los cuales han quedado impunes. Hay una relaci?n estrecha entre la delincuencia com?n, la pobreza y el crimen organizado. En las zonas urbanas marginales se encuentran las ?maras?, grupos de j?venes fuertemente armados, jer?rquicamente organizados y sin ning?n l?mite moral o amor por la vida de sus semejantes, dispuestos a ejercer una violencia salvaje. Aproximadamente se estima en cinco mil el n?mero de miembros de estas maras organizados en 300 bandas.

Apoyados en la corrupci?n de algunos miembros de la PNC, jefes, oficiales y efectivos, acuerdan y respetan ?zonas libres? en la que act?an impunemente. Es tambi?n cierto que en muchos casos los polic?as honestos y responsables son muy vulnerables pues los delincuentes los conocen y los amenazan con matar a su familia si se les oponen.

Seg?n un estudio de inteligencia civil existe una estructura delincuencial bien organizada en la cual es dif?cil distinguir entre funcionarios de alto nivel, grandes empresarios, jefes de mafias, y ex-militares que para garantizar un estilo de vida c?modo se han involucrado en actividades il?citas.

Ante esta situaci?n de violencia se oyen muchas voces que gritan que la aplicaci?n de la pena de muerte es la ?nica soluci?n. Nos oponemos absolutamente a este planteamiento desde nuestra fe en el evangelio y el conocimiento de la historia. Las maras son el resultado, entre otras causas, de una profunda desintegraci?n familiar, de la pobreza y la miseria, de la falta de amor. A estos j?venes hay que ofrecerles todo el apoyo necesario de modo que descubran que el sentido de la vida es el amor y no la violencia.

Adem?s exigimos al Estado guatemalteco poner en pr?ctica las recomendaciones presentadas hace ya tiempo en el Acuerdo Nacional para la Seguridad presentado por el Grupo Garante.

c. Una d?bil aplicaci?n de la justicia: La falta de aplicaci?n de una justicia real e imparcial contribuye a aumentar la descomposici?n social y a crear una inestabilidad pol?tica. La ausencia de justicia o la tardanza en su aplicaci?n fomentan el que muchos, buscando su propia conveniencia o sus intereses muy personales, act?en con una total carencia de principios y valores, alcanzando niveles de corrupci?n insufribles. Es innegable la utilidad y necesidad de la ayuda internacional para impulsar procesos de fortalecimiento de la justicia.

Hasta el momento, casos ejemplares como el asesinato de los diputados salvadore?os, el desv?o millonario en el Congreso de la Rep?blica, la no-restituci?n de los millones robados por funcionarios y los procesos judiciales en su contra, que no avanzan, demuestran lo que decimos.

d. la falta de apego a la verdad: la ausencia de la verdad es cada d?a m?s notoria. Impera el arte de mentir en todos los ?mbitos de la sociedad. Triunfa el que es capaz de mentir de manera m?s convincente. Diversos medios de comunicaci?n social no transmiten sus mensajes apegados a la verdad objetiva. Una muestra fehaciente del poder de la mentira lo constituye el que en la actualidad se ofrezca una ense?anza sobre la sexualidad humana por parte de empresas privadas y organizaciones no gubernamentales que falsean el sentido verdadero de este tesoro por el cual se transmite la vida humana.

e. Un profundo y progresivo da?o ecol?gico y la eliminaci?n de la biodiversidad en muchas ?reas de Guatemala:

Somos testigos del deterioro imparable del medio ambiente. Falta una verdadera cultura ecol?gica en el guatemalteco. Existen malas costumbres, hondamente arraigadas, que ensucian, contaminan y da?an el medio ambiente. Manifestamos nuestra comuni?n y nuestro apoyo al obispo Alvaro Ramazzini y a su eminencia, el cardenal Rodolfo Quezada, en sus repetidas intervenciones advirtiendo del da?o que produce el que se contin?e con la miner?a a cielo abierto as? como la explotaci?n del petr?leo en el ?rea protegida conocida como la Laguna del Tigre. Ahora tambi?n se pretende la miner?a de hierro en la costa sur. Ellos, junto con numerosos sectores de la sociedad civil y de las comunidades afectadas, han dado la se?al de alerta de los da?os que las industrias extractivas de metales pueden producir, inclu?da la conflictividad social y los efectos nocivos sobre la salud.

A pesar de estos planteamientos, existe una campa?a medi?tica, astutamente impulsada, que hace que parezca como bueno y deseable lo que no puede justificarse de ninguna manera. El pretexto es demostrar que lo m?s importante es atraer la inversi?n extranjera no importa si se destruye o se respeta la riqueza natural de nuestro pa?s.

Esos bienes no renovables con los que cuenta nuestra patria, fueron dados por Dios para beneficio de todos y no como mercanc?as negociables por parte del Estado y de empresas sin demasiados escr?pulos.

f. Una democracia d?bil con instituciones tambi?n d?biles: es una realidad, proclamada a todas voces, que nuestra democracia es muy d?bil. Sabemos que no existe un sistema pol?tico perfecto, pero ello no justifica pretender mantener un sistema que margina a la mayor?a de la poblaci?n del derecho a una vida digna y privilegia el beneficio de las minor?as que tradicionalmente han detentado el poder econ?mico. Todo sistema pol?tico y econ?mico debe promover el

Bien Com?n y favorecer el desarrollo integral de la persona, imagen viva de Dios.

Desgraciadamente la clase pol?tica en nuestro pa?s ha perdido credibilidad y la poblaci?n desconf?a de ella pues las acciones que realizan demuestran que les interesan m?s sus juegos pol?ticos de poder que el bien de la naci?n.

El Poder Ejecutivo desoye las demandas de los sectores organizados ind?genas y campesinos, empuj?ndolos a medidas de hecho que no favorecen la gobernabilidad. Las mesas de di?logo convocadas han quedado en di?logos in?tiles por culpa del Ejecutivo que ha sido incapaz de cumplir sus promesas.

Igualmente mientras se invierten millones de quetzales en los programas de Cohesi?n Social, muchos centros de salud y hospitales no tienen los recursos necesarios para dar los servicios requeridos.

El poder legislativo se enfrasca y gasta sus energ?as en satisfacer sus ansias de poder y su ego?smo, poniendo trabas y caminando muy lentamente en la elaboraci?n de leyes necesarias para asegurar la paz en Guatemala, vgr. La ley de Desarrollo Rural, la Ley sobre la Miner?a, la Ley sobre la extinci?n de dominio, la aprobaci?n del delito de enriquecimiento il?cito.

El poder judicial, con la querella presentada contra el presidente de la Corte Suprema de Justicia, en la que se le acusa de ?falsedad ideol?gica? es una muestra significativa en la consideraci?n de qui?n tiene en sus manos la aplicaci?n de la justicia.

2. Testigos de esperanza:

En medio de este panorama dif?cil y desafiante, nosotros, sucesores de los ap?stoles, queremos testimoniar con el Ap?stol Pablo:

?vivimos siempre apretados pero no aplastados, apurados pero no desesperados; perseguidos pero no abandonados; derribados pero no rematados (2 Cor. 4,8.12). Decimos esto con toda convicci?n porque el Se?or Jesucristo vive y est? presente en nuestras comunidades. Proclamamos con firmeza que el amor de Dios es fiel y no muere. stamos seguros que la idolatr?a del dinero que ha corrompido nuestro pa?s generando tantos males y acabado con tantas vidas humanas, no es m?s fuerte ni m?s poderoso que el amor de Dios ?derramado en nuestros corazones?. (Rom. 5,5)

Por ello, los exhortamos a todos y todas, creyentes y no creyentes, para hacer de nuestra historia, personal y comunitaria, desde la fe en la Palabra de Dios y la Vida nueva que ha sido puesta en nosotros, una historia de salvaci?n. Debemos esforzarnos para ofrecer a los j?venes, que son mayor?a en nuestro pa?s, un futuro mejor.

Pr?ximamente, el primer domingo de Septiembre, celebraremos la jornada nacional de oraci?n y ayuda por los hermanos migrantes.

Ante la desgracia del aumento de deportaciones, los migrantes necesitan nuestro apoyo y ayuda. Los exhortamos a vivir en cada di?cesis y vicariato y en la prelatura de Esquipulas esa jornada de oraci?n. Seamos generosos y ayudemos materialmente a los esfuerzos que la Conferencia Episcopal de Guatemala hace en favor de ellos y ellas.

Terminamos este comunicado invocando a Mar?a Sant?sima en su advocaci?n de Nuestra Se?ora del Rosario para que ella interceda por este pueblo sufriente y sea Ella quien calme el dolor y la pena de quienes sufren la p?rdida de sus seres queridos como resultado de la

violencia que el pa?s experimenta y anime los esfuerzos de todos aquellos que buscan construir un pa?s lleno de paz y bienestar.

Pedimos que este comunicado sea le?do en todas las parroquias.

Guatemala, 26 de Agosto del a?o 2010.?

+ Obispo Pablo Vizca?no Prado

Presidente Conferencia Episcopal de Guatemala?

?+ Obispo Bernab? Sagastume

Secretario General Conferencia Episcopal de Guatemala?

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Comentario al evangelio del domingo veintid?s del Tiempo Ordinario ? C, publicado en Diario de Avisos el domingo 29 de Agosto de 2010 bajo el ep?grafe ?DOMINGO CRISTIANO?.

Los verdaderos l?deres

Daniel Padilla

?Cuando escribo estas letras, me vienen a la mente nuestros Indu?rain, Pedrito, Rafa Nadal..., que han dejado muy claro con la fuerza y la sabidur?a de su buen hacer que son el n?mero uno, el as del deporte del que han sido o son l?deres. Y as?, con tales haza?as, se han constituido en ?dolos de multitudes. Pero de ah? lo mejor: tanto la hinchada como la prensa especializada han destacado de ellos otra virtud m?s rara: su sencillez, su no-arrogancia, su humildad. ?Dios se la conserve siempre! Y han dicho de ellos una cosa tan bella y extra?a como ?sta: que "ganan y dejan gana?' y que "pierden y saben perder". No te desilusiones, lector. Aunque este?mos todav?a deslumbrados por sus haza??as, aunque pod?a extenderme a otras satisfacciones en lo deportivo, la m?a no quiere ser una cr?nica deportiva. Es sim?plemente el pr?logo para entrar en el evangelio de hoy, que versa "sobre los pri?meros y los ?ltimos puestos". Escuchen lo que dice el juez ?nico de la gran com?petici?n de la vida: "Cuando te conviden a una boda, no te sientes en el puesto principal, no sea que haya otro convidado de m?s categor?a. Al rev?s, cuando te con?viden, si?ntate en el ?ltimo puesto". La verdad es que hoy resultan extra?as, y seguramente desfasadas, estas recomen?daciones. Vivimos en una sociedad en la que el principal objetivo es triunfar, triun?far en todo: en la pol?tica, en la profesi?n elegida, en el dinero, en la belleza, en el deporte. Toda la propaganda que nos inunda y circunda no tiene otra finalidad que ?sa. Nadie puede salirse de la gran maquinaria de la competitividad. Si alguien se saliera, se convertir?a en un cero a la izquierda. Nada. Y sin embargo, ah? quedan las palabras de Jes?s: "En los banquetes, no busquen los primeros puestos...". ?Qu? quer?a decir? No tra?taba, por supuesto, de reglas referentes al protocolo y la buena educaci?n. A nadie se le oculta, en efecto, que es bueno y saludable, es nuestro deber y obligaci?n, guardar los principios y las normas de convivencia social. Pero ya comprenden que el Jes?s, que, en cierta ocasi?n excus? a sus disc?pulos -"que no se lavaron las manos antes de come?'-, no hab?a venido al mundo para eso. Tampoco trat? de amaestrarnos en una sofisticada estrate?gia diplom?tica con la que, bajo la apa?riencia de perdedores, result?ramos ganadores. Como si nos invitara a ser lobos rapaces vestidos con piel de oveja. Lo cual ser?a entrar en el mundo de la competitividad de una manera mucho m?s taimada. No. Se trata de algo mucho m?s serio, profundo y fundamental: de proceder con verdad ante los ojos de Dios. Es decir: que en ning?n momento pierda el cristiano de vista su menguada esta?tura, las dimensiones microsc?picas de su peque?ez frente al poder infinito de Dios, frente a su inmensa grandeza, frente a su insondable majestad. Ese es el sentido de sus recomendaciones. "Andar en verdad", como defin?a la humilde Santa Teresa. Y rogando a Dios lo que ped?a San Agust?n: "Que te conozca, Se?or y que me conozca". Ese estudio comparativo entre Dios y yo producir? necesariamente en m? la humildad.


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Domingo, 29 de agosto de 2010

Homil?a de monse?or Carmelo Juan Giaquinta, arzobispo em?rito de Resistencia, para la la fiesta de la Asunci?n de la Virgen Mar?a (15 de agosto de 2010). (AICA)

LA VIRGEN INMACULADA ASUNTA EN CUERPO Y ALMA AL CIELO??
1 Co 15,20-27?

I. ?TODOS REVIVIR?N EN CRISTO, CADA UNO SEG?N EL ORDEN QUE LE CORRESPONDE??

1. El ap?stol San Pablo, ante algunos cristianos que negaban la resurrecci?n, se refiere ampliamente al tema en la carta a los corintios. Trata de la resurrecci?n de Cristo, en un pasaje que le?mos durante dos domingos en el pasado mes de febrero. La solemnidad de la Asunci?n de Mar?a, que celebramos hoy, nos trae un complemento, que nos permite vislumbrar prof?ticamente qu? sucede con la resurrecci?n de los que creen en Cristo. Dice: ?En efecto, as? como todos mueren en Ad?n, as? tambi?n todos revivir?n en Cristo, cada uno seg?n el orden que le corresponde: Cristo, el primero de todos; luego, aquellos que est?n unidos a ?l en el momento de su Venida? (1 Co 15,22-23).??

II. MAR?A, PRIMICIA DE LOS RESUCITADOS??

2. Siguiendo el razonamiento del ap?stol Pablo, ?qui?n m?s unida a Cristo que Mar?a, su madre? ?No conven?a, entonces, que ella fuese la primicia de los destinados a participar de la resurrecci?n de Cristo? Es lo que pens? aquella hermosa ma?ana del 1 de noviembre de 1950, en Roma, cuando el Papa P?o XII, para consuelo y alegr?a de todos los cristianos, declar?: "La Virgen Inmaculada, preservada inmune de toda mancha de pecado original, terminado el curso de su vida en la tierra, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria del cielo y enaltecida por Dios como Reina del universo, para ser conformada m?s plenamente a su Hijo, Se?or de los se?ores y vencedor del pecado y de la muerte?.??

III. MAR?A ESTUVO SIEMPRE EN VELA, Y AHORA, GLORIOSA, VIGILA POR SUS HIJOS?

3. El domingo pasado le?mos la par?bola del se?or que se fue a una fiesta de bodas, y, al regresar entrada la noche, encuentra a sus servidores en vela. Y, en recompensa, ?l mismo los hace sentar a la mesa y se pone a servirlos. ?Maravillosa par?bola! Mar?a se mantuvo toda la vida con la l?mpara encendida aguardando la venida del Se?or. ?ste la encontr? en vela cuando le envi? al ?ngel a anunciarle que ser?a la madre del Salvador: ?Yo soy la servidora del Se?or, que se cumpla en m? lo que has dicho? (Lc 1,38). La encontr? en vela en el nacimiento de Jes?s: ?Mar?a conservaba estas cosas y las meditaba en su coraz?n (Lc 2,19). La encontr? en vela cuando el anciano Sime?n le predijo: ?Este ni?o ser? causa de ca?da y de elevaci?n para muchos en Israel; ser? signo de contradicci?n, y a ti misma una espada te atravesar? el coraz?n? (Lc 2,34-35). La encontr? en vela en las bodas de Can?, y al advertir que faltaba el vino, dijo a los sirvientes: ?Hagan lo que ?l les diga? (Jn 2,5). La encontr? en vela al pie de la cruz: Y all? recibi? el ?ltimo encargo de su Hijo: ?Mujer, aqu? tienes a tu hijo? (Jn 19,26). Mar?a es el prototipo de la mujer enamorada, que aunque duerma, est? siempre en vela. Como dice la enamorada del Cantar de los Cantares: ?Yo duermo, pero mi coraz?n vela: oigo a mi amado que golpea? (Cant 5,2).?

4. No es el caso de demostrar c?mo el se?or de la par?bola, que es su Hijo, la hizo sentar a su mesa, y la revisti? con una gloria que no podemos imaginar. La primera lectura, tomada del Apocalipsis, nos habla de ?una Mujer revestida del sol, con la luna bajo sus pues y una corona de doce estrellas en su cabeza? (Ap 12,1). S?mbolo ciertamente de la Iglesia, que tiene su primera concreci?n en Mar?a, madre de Cristo, origen y meta de la Iglesia.?

5. Ahora gloriosa en los cielos, la Virgen Mar?a sigue en vela, intercediendo en favor de todos los hombres, a quienes en cierto modo dio a luz al momento de su aceptaci?n de ser madre de Cristo. Como dice el Concilio: ?Esta maternidad de Mar?a en la econom?a de gracia perdura sin cesar desde el momento del asentimiento que prest? fielmente en la Anunciaci?n, y que mantuvo sin vacilar al pie de la cruz hasta la consumaci?n perpetua de todos los elegidos. Pues, asunta a los cielos, no ha dejado esta misi?n salvadora, sino que con su m?ltiple intercesi?n contin?a obteni?ndonos los dones de la salvaci?n eterna. Con su amor materno se cuida de los hermanos de su Hijo, que todav?a peregrinan y hallan en peligros y ansiedad hasta que sean conducidos a la patria bienaventurada. Por este motivo, la Sant?sima Virgen es invocada en la Iglesia con los t?tulos de Abogada, Auxiliadora, Socorro, Mediadora. Lo cual, embargo, ha de entenderse de tal manera que no reste ni a?ada a la dignidad y eficacia de Cristo, ?nico Mediador? (Lumen Gentium 62).?

IV. ?DIOS TE SALVE, REINA Y MADRE DE MISERICORDIA??

6. La asunci?n de Mar?a, como los dem?s t?tulos que le atribuye la devoci?n cristiana, son fruto del poder salvador de Jesucristo que obra en los creyentes. Ella es la primera de todos: ?Feliz de ti, por haber cre?do que se cumplir? lo que te fue anunciado de parte del Se?or? (Lc 1,45). Al venerar hoy a Mar?a asunta al cielo, adoramos la gloria de la resurrecci?n de Jesucristo, que ya opera plenamente en ella, y que confiamos un d?a obre en nosotros. Por ello hoy le suplicamos con amor: ?Abogada nuestra, vuelva a nosotros esos tus ojos misericordiosos, y despu?s de este destierro, mu?stranos a Jes?s, fruto bendito de tu vientre. ?Oh clement?sima! ?Oh piadosa! Oh dulce Virgen Mar?a!?.?

Mons. Carmelo Juan Giaquinta, arzobispo em?rito de Resistencia?


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Homil?a de monse?or Miguel Esteban Hesayne, obispo em?rito de Viedma para el domingo 15 de agosto de 2010. (AICA)

EL VALOR DE LA POBREZA?????????????

La palabra ?pobreza? hace ya varias d?cadas que est? en boca de la pol?tica-social argentina. Desde los gobiernos se la viene usando como bandera de conquista electoral; la oposici?n la usa para denunciar errores gubernamentales y muchos empresarios encaran el tema de la pobreza en resguardo sus posesiones. En todos los casos los pobres padecen la pobreza-miseria porque son usados de una u otra manera y no son atendidos en su dignidad de personas humanas. Frente a esta ideologizaci?n pol?tica de la pobreza para recuperar la dignidad de los sumidos en la pobreza-miseria se impone una reflexi?n sobre la pobreza-virtud evang?lica.

El tema de la pobreza tratado, con pensamiento cristiano, toca el fondo de la vida cristiana. A tal punto que, qui?n pretenda ser cristiano, ha de practicar la virtud de la pobreza; de lo contrario, se hace merecedor a lo que el profeta Isa?as en nombre de Dios sentencia: ?me honran con los labios pero su coraz?n est? lejos de mi? Is. 29,13

La pobreza, en el cristiano, es una condici?n para su Fe en Jesucristo y su Evangelio. Es la opci?n por su causa, que es el reinado de Dios en la sociedad humana. Dios reina seg?n Jes?s cuando es reconocido como Padre de todos los seres humanos. Y esto acontece cuando los seres humanos se tratan fraternalmente en igualdad de familia de Dios. Por eso,que la pobreza que exige el Evangelio de Jes?s va m?s all? de una liberaci?n espiritual, o moral o asc?tica o pol?tica. Se trata de algo mucho m?s profundo y de opci?n definitiva para alcanzar vida eterna. Es decir de entrar o no entrar en el Reino de los Cielos. El que da sus bienes a los pobres, en fraternidad cristiana, hace una inversi?n de felicidad eterna. Por eso, la llamada de atenci?n de Jes?s a los ricos.Lc.6,24/12,21/16,19/18,23 Los alerta sobre la riqueza que poseen como un peligro de salvaci?n eterna. Puede ser un grav?simo obst?culo para alcanzar la Vida en plenitud, si se aferran a sus bienes en acumulaci?n sin l?mites o sin compartirlos con generosidad fraterna repartiendo en equidad de familia. Ayudar con lo que a uno le sobra?no es todav?a virtud cristiana de la pobreza. Tambi?n lo hacen por l?stima o por alg?n propio inter?s qui?nes acumulan bienes para s? con mentalidad capitalista u otros intereses ideol?gicos de poder pol?tico La pobreza cristiana, por el contrario, es signo de corazones motivados por el reinado de Dios y da la capacidad de amar con autenticidad a Dios y al pr?jimo. Les trascribo la ense?anza de S.Pablo sobre este tema que supera, a?n, cualquier tipo de beneficencia solidaria. ?No les estoy dando una orden. Solo quiero que sepan c?mo ofrendan los hermanos en otras iglesias, para que Uds. puedan demostrar que su amor es sincero. Ustedes saben que nuestro Se?or Jesucristo era rico, pero tanto los am? que vino al mundo y se hizo pobre, para que con su pobreza ustedes llegaran a ser ricos. Por el bien de ustedes, les doy mi consejo acerca de esto. El a?o pasado ustedes fueron los primeros en dar y, adem?s , lo hicieron con mucho entusiasmo. Terminen lo que empezaron a hacer, y h?ganlo con el mismo entusiasmo que ten?an cuando comenzaron, dando lo que cada uno pueda dar. Si realmente desean contribuir, Dios aceptar? con agrado sus ofrendas, pues no espera que demos lo que no tenemos. Pero, no queremos que, por ayudar a otros, les falte a Uds. lo necesario. Lo que deseamos es que haya igualdad. Ahora ustedes tienen mucho, y deben ayudar a los que tienen poco. Puede ser que, en otro momento, ellos tengan mucho y los ayuden a ustedes, De esta manera habr? igualdad. Como dice la Biblia ? Ni le sobr? al que recogi? mucho, ni le falt? al que recogi? poco?[1] En conclusi?n, la virtud cristiana de la pobreza es uno de los primeros signos de aut?ntico seguimiento a Jes?s, porque capacita para amar con sinceridad, demostrado en el fraterno compartir cu?nto se posee con qui?nes se sepa necesitados. Donde reina la virtud cristiana de la pobreza, desaparecen las desigualdades sociales y la dignidad humana es mutuamente respetada. Solamente as? se logra la igualdad ciudadana.?

Miguel Esteban Hesayne, obispo em?rito de Viedma


Nota:

[1]?2 Corintios 8, 8-14

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Publicado por verdenaranja @ 19:49  | Homil?as
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?Homil?a de monse?or Juan Rub?n Mart?nez, obispo de Posadas, para el domingo 20? durante el a?o (15 de agosto de 2010). (AICA)

PAN Y TRABAJO

El 7 de agosto hemos celebrado a San Cayetano. En la Argentina, es la oportunidad que tiene el pueblo para pedir su intercesi?n a Dios, por un tema central en la vida de cada persona y familia, que es el trabajo. Tambi?n en nuestra Di?cesis, en distintas comunidades hubo celebraciones. He tenido el gozo de compartir una multitudinaria procesi?n y Misa en la Parroquia San Cayetano, de Posadas. Debo se?alar que siempre quedo impresionado por la religiosidad y a la vez por la claridad del mensaje que nos da nuestra gente sobre la importancia que tiene ?el trabajo?, en la vida de una sociedad. Estos mensajes profundos son enviados desde el sentido com?n y sensatez que tiene la sabidur?a del pueblo. Lamentablemente a veces se toman aspectos superficiales de las movilizaciones masivas que genera la devoci?n a San Cayetano y no se hace una lectura profunda de la fe de nuestro pueblo, ni se tiene en cuenta que pueden ser indicadores, quiz? las mejores encuestas para evaluar, corregir y encaminar el rumbo de toda proyecci?n econ?mica, social, cultural? Quiero se?alar en esta reflexi?n que desde hace algunas d?cadas se fueron instalando propuestas econ?micas donde el trabajo no es ?la clave? del crecimiento. Es casi habitual que los mismos ministerios que encaran el problema econ?mico en general no incluyen como esencial el tema del trabajo. Se generan otros ministerios o secretar?as que se refieren al trabajo, ubicando esta problem?tica m?s en un ?mbito social, que en el econ?mico. Sobre todo el neoliberalismo de la d?cada del 90 acentu? esta ruptura que no sit?a la persona, ni el trabajo en el centro del problema econ?mico. No es casual que en nuestra Am?rica Latina se da por un lado un cierto crecimiento econ?mico y por otro siga acentu?ndose la inequidad social. En esto la multiplicaci?n del asistencialismo da?? la cultura del trabajo. Es importante recordar el documento ?Laborem excercen? del Papa Juan Pablo II, en donde subraya la ense?anza que habitualmente nos da la doctrina social de la Iglesia, acentuando la prioridad del trabajo sobre el capital. En s? debemos afirmar la importancia del capital para el crecimiento, pero dicho crecimiento es genuino, consistente y justo, cuando est? ligado al trabajo.

Ser? una clave en nuestra Patria y Provincia profundizar en el eje de ?la cultura del trabajo?, que tanto tiene que ver con nuestra identidad heredada de nuestros antepasados, que por generaciones consideraron ?su trabajo? como clave para crecer. Aunque nuestra realidad va cambiando y la globalizaci?n y la tecnolog?a generan nuevos escenarios, deberemos tener en claro que si nos sometemos ?solo? a ?lo virtual? seguiremos generando rupturas con la realidad en donde el proceso de concentraci?n y exclusi?n seguir?n profundiz?ndose.

En el Documento de Aparecida cuando se refiere al trabajo se?ala: ?Alabamos a Dios porque en la belleza de la creaci?n, que es obra de sus manos resplandece el sentido del trabajo como participaci?n de su tarea creadora y como servicio a los hermanos y hermanas. Jes?s, el carpintero (Mc. 6,3), dignific? el trabajo y al trabajador y recuerda que el trabajo no es un mero ap?ndice de la vida, sino que ?constituye una dimensi?n fundamental de la existencia del hombre en la tierra?, por la cual el hombre y la mujer se realizan a si mismos como seres humanos. El trabajo, garantiza la dignidad y la libertad del hombre, es probablemente ?la clave esencial de toda la cuesti?n social?.

El pasado 7 de agosto, hemos pedido y manifestado a San Cayetano que en cada hogar de los argentinos y misioneros haya ?pan y trabajo?. Pedimos la intercesi?n de San Cayetano a nuestro padre Dios, para que podamos revalorizar ?la cultura del trabajo? en todos los ?mbitos con la certeza que esto nos hace m?s dignos, porque nos ayuda a plenificar el haber sido hecho a imagen y semejanza de Dios.

?Un saludo cercano y hasta el pr?ximo domingo!?

Mons. Juan Rub?n Mart?nez, obispo de Posadas?


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Carta de monse?or Jorge Mario Bergoglio, arzobispo de Buenos Aires a los catequistas de la arquidi?cesis (21 de agosto de 2010). (AICA)

A LOS CATEQUISTAS

?

?Cuando entr? en Jerusal?n, toda la ciudad se conmovi?
y preguntaban: ??Qui?n es ?ste??. Y la gente respond?a:
?Es Jes?s, el profeta de Nazaret en Galilea?.
(Mt 21,10-11)??

Querido catequista:

La festividad de San P?o X y la celebraci?n del d?a del Catequista son una ocasi?n propicia para hacerte llegar mi sentimiento de gratitud por tu entrega silenciosa y comprometida en el ministerio de la Catequesis.

La Catequesis en la Argentina atraviesa un momento muy especial ya que, como sabr?s, en el a?o 2013 tendr? lugar en Mor?n el IIIer. Congreso Nacional de Catequesis. Su lema ?Anticipar la aurora, construir la esperanza? nos pone en? sinton?a con aquello que tan hermosamente nos dice Aparecida: ?La Iglesia est? llamada a repensar profundamente y relanzar con fidelidad y audacia su misi?n en las nuevas circunstancias?. No puede replegarse frente a quienes s?lo ven confusi?n, peligros y amenazas o de quienes pretender cubrir la variedad y complejidad de situaciones con una capa de ideologismos gastados o de agresiones irresponsables. Se trata de confirmar, renovar y revitalizar la novedad del Evangelio arraigada en nuestra historia, desde un encuentro personal y comunitario con Jesucristo, que suscite disc?pulos y misioneros?? (DA 11)

Al agradecerte todo lo que hac?s por la Catequesis, le pido de coraz?n al Se?or que te rejuvenezca con su gracia, ya que la renovaci?n de la pastoral y de la catequesis no depender? ?de grandes programas y estructuras, sino de hombres y mujeres nuevos que encarnen dicha tradici?n y novedad, como disc?pulos de Jesucristo y misioneros de su Reino.? (DA 11)

En nuestra tarea evangelizadora Dios nos pide que acompa?emos a un pueblo que camina en la fe. Por eso el Se?or nos regala rostros, historias y b?squedas... Y siempre nos hace bien recordar que ese ni?o, joven o adulto que Dios pone en nuestro camino, no son vasijas que demos llenar de contenidos o personas que? debemos conquistar. El Se?or ya habita en sus corazones, ya que El siempre nos precede, nos ?primerea?.

Nuestra tarea ser? simplemente ?y nada menos! ayudar a develar, a explicitar la Presencia de Aqu?l que ya est? y tiene el poder de hacer plena toda vida. Misi?n hermosa, ministerio de la Palabra que los catequistas realizan ininterrumpidamente desde hace casi dos mil a?os. Servicio eclesial que reconoce muchas formas y diversos lugares. Por todo esto, ?gracias y ?nimo! Y no dejen de estar al servicio del santo pueblo fiel de Dios?

Un pueblo que necesita de testigos antes que maestros. Hagan que la catequesis sea transversalmente kerygm?tica, para que el proceso y maduraci?n de la fe tengan la frescura del encuentro con Aqu?l que, a trav?s de la Iniciaci?n Cristiana, te consolida como disc?pulo misionero.

Un pueblo del cual ustedes y yo formamos parte y con el cual, gracias al Bautismo, nos reconocemos familia y nos descubrimos hermanados en Jes?s y sanados de toda herida de orfandad.

Un pueblo cuya vida transcurre en esta querida ciudad que habitamos, cuyo r?o muchas veces no supimos cuidar pero nos da identidad de ?porte?os?. Ciudad de Buenos Aires, aut?noma y dependiente al mismo tiempo, con mucho de Corinto en sus luces y en sus sombras.

Un pueblo y una ciudad que tienen fe y se palpa en su diario caminar. Rica en sus numerosos santuarios y en esos altarcitos familiares que, parad?jicamente, son m?s frecuentes en los barrios para algunos mirados simplonamente como marginales o descartables.

Un pueblo y una ciudad necesitados de cercan?a, para que ?lo macro? y el anonimato no maten la historia m?nima que, por ser humana y cristiana, se hace historia y tierra sagrada.

Un pueblo y una ciudad amenazados como nunca por una cultura cada vez m?s pagana, que se enorgullece de su amnesia y nos pretende imponer a un Dios destilado, trascendente pero dentro de los l?mites de la inmanencia? siempre a nuestra mano para ser usado como un instrumento m?s del consumismo que nos agobia.?

Un pueblo y una ciudad que te necesitan m?s que nunca para que en Buenos Aires la trasmisi?n de la fe siga provocando encuentro y fiesta.

Para que la frescura del ni?o rezando a la noche y el tesoro de sabidur?a de nuestros mayores le den a nuestra ciudad ?buenos aires?, aires de trascendencia que provienen del cielo pero hacen habitable la tierra. Porque sin trascendencia, seremos dominados por lo intrascendente. No ha de extra?arnos que, contaminados los aires, tambi?n la naturaleza humana se torne biodegradable en nuestra ciudad.

Justamente por esto tu pueblo y tu ciudad te necesitan m?s que nunca catequista.

Alegre, comprometido, renovado en tu fervor? Haciendo presente ese estilo de Iglesia misionera que sabe de fragilidades -propias y ajenas- y por eso sale, escucha, abraza, acompa?a.

?No te canses de sembrar! Y en este a?o del Bicentenario, me animo a proponerte que te acerques como peregrino a la Parroquia de Nuestra Se?ora de la Piedad. Y ante la tumba de la Madre Antula, pedile para vos, para m? y para cada uno de los catequistas de esta bendita ciudad, su grandeza y su fortaleza. Suplicale la gracia de poder acompa?ar y cuidar la fe de nuestro pueblo fiel como ella lo supo hacer tres siglos atr?s, en circunstancias tambi?n dif?ciles como las actuales.?

Ser? una manera de ?anticipar la aurora, y construir la esperanza?.

Que Jes?s te bendiga y la Virgen Santa te cuide. Afectuosamente.?

Card. Jorge Mario Bergoglio SJ, arzobispo de Buenos Aires
Buenos Aires, 21 de agosto de 2010?


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S?bado, 28 de agosto de 2010

?La Santa Sede dio a conocer el programa del viaje apost?lico del Santo Padre al Reino Unido, con motivo de la beatificaci?n del cardenal John Henry Newman. Ciudad del Vaticano, 19 Ago. 10 (AICA)??

Benedicto XVI partir? de Roma el 16 de septiembre rumbo a Edimburgo, donde aterrizar? alrededor de las 10.30. Tras la ceremonia de bienvenida en el Palacio Real de Holyroodhouse, el Papa realizar? una visita de cortes?a a la Reina Isabel II. Posteriormente el Pont?fice se reunir? con las autoridades locales, ante las que pronunciar? un discurso.

???? Por la tarde de este primer d?a de su viaje apost?lico al Reino Unido, el Papa se trasladar? a Glagow, donde celebrar? la Santa Misa en el parque de Bellahouston, para viajar despu?s a Londres, donde le espera una apretada agenda.

El viernes 17 de septiembre Benedicto XVI se reunir? con el mundo de la educaci?n cat?lica, con los l?deres de otras religiones, con el arzobispo de Caterbury, con los exponentes de la sociedad civil, del mundo acad?mico, cultural y empresarial. A las 18.15 est? prevista una celebraci?n ecum?nica en la Abad?a de Westminster donde el Papa pronunciar? un discurso.

???? El s?bado 18 de septiembre Benedicto XVI se reunir? con el primer ministro brit?nico, con el vice primer ministro y con los l?deres de la oposici?n. A las 10 celebrar? la Santa Misa en la catedral de la Precios?sima Sangre de Nuestro Se?or Jesucristo en Westminster. Esa misma tarde el Papa realizar? una visita a la casa de reposo de San Pedro, y una vigilia de oraci?n por la beatificaci?n del cardenal Newman en Hyde Park.

???? El domingo 19 de septiembre el Papa viajar? a Birmingham, donde celebrar? a las 10 la Santa Misa de beatificaci?n del venerable cardenal John Henry Newman, en el parque de Cofton. A las 13 el Pont?fice tiene prevista una visita privada al oratorio de San Felipe Neri. Ya por la tarde, Benedicto XVI se reunir? con los obispos de Inglaterra, Gales y Escocia, a quienes dirigir? un discurso. En torno a las 18 se celebrar? la ceremonia de despedida del Papa en el aeropuerto internacional de Birmingham, para llegar a las 22.30 al aeropuerto Ciampino, de Roma.+


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Carta de monse?or monse?or Adolfo A. Uriona fdp, obispo de A?atuya, con motivo del A?o Jubilar 2010-2011 (31 de julio de 2010). (AICA)

A?O JUBILAR 2010-2011

?INTRODUCCI?N:

Queridos hermanos:

Desde el a?o 2008 venimos transitando el triduo de preparaci?n para la celebraci?n del JUBILEO DE LA DI?CESIS que realizaremos, Dios mediante, el 1? de octubre de 2011, a 50 a?os de la llegada del primer Obispo, Mons. Jorge Gottau, de feliz memoria.

Cada a?o nos propusimos un lema a fin de que orientara toda la actividad pastoral. En este 2010 dec?a as?:

?De habitantes a ciudadanos y de bautizados a disc?pulos-misioneros?

Como se puede ver, el lema tiene dos partes. La primera: ?De habitantes a ciudadanos?, la hemos desarrollado en la Carta Pastoral de Cuaresma, en coincidencia con el inicio de las celebraciones del Bicentenario de nuestra patria y tomando del documento de los Obispos Argentinos, ?Hacia un bicentenario en justicia y solidaridad?.

Tal como les hab?a prometido, en esta Carta pastoral reflexionaremos acerca de la segunda parte: ?de bautizados a disc?pulos-misioneros?, en consonancia con el ?A?o Jubilar? que iniciaremos el pr?ximo 1? de octubre de 2010.?

I. ?UN A?O JUBILAR??

Ahora bien, nos preguntamos ?en qu? consiste un a?o jubilar?, ?qu? es un Jubileo?...

La celebraci?n del Jubileo tiene su origen en un mandato de Dios a Mois?s que deb?a transmitir, como mediador, al pueblo de Israel. As? leemos en el libro del Lev?tico:

?El Se?or dijo a Mois?s sobre la monta?a del Sina?: Habla en estos t?rminos a los israelitas:

Deber?s contar siete semanas de a?os -siete veces siete a?os- de manera que el per?odo de las siete semanas de a?os sume un total de cuarenta y nueve a?os.

Entonces har?s resonar un fuerte toque de trompeta: el d?a diez del s?ptimo mes -el d?a de la Expiaci?n- ustedes har?n sonar la trompeta en todo el pa?s.

As? santificar?n el quincuag?simo a?o, y proclamar?n una liberaci?n para todos los habitantes del pa?s. Este ser? para ustedes un jubileo: casa uno recobrar? su propiedad y regresar? a su familia.

Este quincuag?simo a?o ser? para ustedes un jubile: no sembrar?n ni segar?n lo que vuelva a brotar de la ?ltima cosecha, ni vendimiar?n la vi?a que haya quedado sin podar; porque es un jubileo, ser? sagrado para ustedes. S?lo podr?n comer lo que el campo produzca por s? mismo.

En este a?o jubilar cada uno de ustedes regresar? a su propiedad?

No se defrauden unos a otros, y teman a su Dios, porque yo soy el Se?or, su Dios.

Observen mis preceptos y cumplan fielmente mis leyes; as? vivir?n seguros en esta tierra?? (Cf. 25, 1-18)

Como podemos comprobar en este texto b?blico, el ?a?o jubilar? era un a?o de Gracia para todos los habitantes del pa?s, en particular para los m?s despose?dos.

La Iglesia, el nuevo Pueblo de Dios, tomando este pasaje del Antiguo Testamento? ha celebrado jubileos en determinados per?odos de su historia. As? por ejemplo el Jubileo del a?o 2000.

Nosotros, como di?cesis de A?atuya, queremos aprovechar estos 50 a?os de vida como Iglesia particular, para celebrarlo con una GRAN MISI?N DIOCESANA, que iniciaremos el 1? de octubre de 2010 y que concluiremos, Dios mediante, el 1? de octubre de 2011.

Esta carta tiene la finalidad, entonces, de invitar a todos los bautizados de la di?cesis a fin de que, como gracia particular del a?o jubilar, descubran su condici?n de ?disc?pulos?, es decir,? seguidores de Jes?s y ?misioneros?, anunciadores de su Palabra a todos los hombres.?

II. ?LA GRAN MISI?N DIOCESANA?

Dec?a el Mensaje Final de Aparecida:

?Desde el cen?culo de Aparecida nos disponemos a emprender una nueva etapa de nuestro caminar pastoral declar?ndonos en misi?n permanente. Con el fuego del Esp?ritu vamos a inflamar de amor nuestro Continente: ?Recibir?n la fuerza del Esp?ritu Santo que vendr? sobre Ustedes, y ser?n mis testigos? hasta los confines de la tierra? (Hch 1,8).

Siguiendo esta exhortaci?n de los obispos de Am?rica Latina y el Caribe queremos encarar nuestra misi?n jubilar.?

A. ?OBJETIVOS DE LA GRAN MISI?N DIOCESANA

Desde el EDAP (Equipo de animaci?n diocesana) nos venimos, reuniendo desde diciembre del a?o pasado todos los meses, a fin de reflexionar y preparar este gran acontecimiento diocesano.

Con los numerosos aportes que nos brindaron los participantes del Encuentro de pastoral (marzo de 2010)? hemos elaborado los siguientes objetivos generales:

1?. Llegar a todos con el anuncio del kerigma a fin de que nuestros fieles tengan un encuentro personal con Jesucristo.

2?. Lograr la renovaci?n de nuestras parroquias a fin que las mismas contin?en en ?estado de misi?n permanente?.

3?. Formar peque?as comunidades en torno a la lectura de la Palabra de Dios.?

Para la primera etapa de la misi?n nos proponemos: sensibilizar, convocar y formar a los distintos agentes pastorales que trabajar?n en la misma.

A) A trav?s de la ?sensibilizaci?n? buscamos: ?poner en conocimiento e invitar a todos los fieles de la di?cesis a celebrar el A?o Jubilar a trav?s de la Gran Misi?n Diocesana?.

Los medios que sugerimos utilizar son los siguientes:

Difundir este importante acontecimiento diocesano utilizando todos los medios a nuestro alcance (afiches, volantes, medios de comunicaci?n social, etc?)

Divulgando esta Carta pastoral del Obispo que convoca a la celebraci?n del Jubileo a trav?s de la Gran Misi?n Diocesana

Rezando la oraci?n de la misi?n.

Confeccionando un logo que identifique la misi?n.

Elaborando un himno de la misi?n.

Y cualquier otro medio que la creatividad de ustedes les inspire?

B) Mediante la ?convocaci?n? buscamos: ?motivar a que todos los bautizados se sientan misioneros y se involucren activamente con la misi?n?.

Los Obispos en el Mensaje final de Aparecida se expresaban as?:

?Jes?s invita a todos a participar de su misi?n. ?Que nadie se quede de brazos cruzados! Ser misionero es ser anunciador de Jesucristo con creatividad y audacia en todos los lugares donde el Evangelio no ha sido suficientemente anunciado o acogido, en especial, en los ambientes dif?ciles y olvidados y m?s all? de nuestras fronteras?

Algunos medios sugeridos:?

Carta personal del p?rroco para invitar a los agentes pastorales a participar de la Gran Misi?n Diocesana.

Promover la IAM (Infancia y adolescencia misionera) y la UEAM (Uni?n de enfermos y ancianos misioneros)

Convocar y comprometer formalmente a todas las comunidades educativas.

Pensar encuentros motivadores y un plan de formaci?n sistem?tica.??

C) Y, en tercer lugar, ?queremos brindar a los bautizados, que se ofrezcan para ser misioneros, una formaci?n integral?.

Considero fundamental este tiempo de formaci?n. Los que salgan a llevar la Buena Noticia deben imbuirse de un verdadero esp?ritu misionero a trav?s de de una seria preparaci?n doctrinal, pastoral y espiritual. No podemos ni debemos ?improvisar?. Por eso motivo a todos los sacerdotes, religiosos /as y laicos consagrados a abocarse a esta tarea de una manera creativa y sistem?tica.

Algunos medios posibles:

Elaborar una catequesis en base al tr?ptico (Junta de catequesis)

Elaborar un plan de formaci?n que tenga en cuenta lo siguiente:

El itinerario formativo que propone el Documento de Aparecida, Cap. VI?.

Una espiritualidad del misionero

M?todo de la ?lectio divina?

Un esquema de la visita a las familias y a los diversos sectores

Campa?a de difusi?n de la Biblia y/o el N.T.

Aprovechar el material de formaci?n brindado por el CELAM??

Hasta aqu? la etapa preparatoria?

Tendremos que seguir reflexionando y orando a lo largo de este tiempo para buscar juntos c?mo implementar ?la misi?n propiamente dicha? (el Encuentro pastoral de 2011 estar? todo centrado en esta b?squeda), la cual tendr? sus ?tiempos fuertes?. Es mi deseo que los mismos se vayan gestando desde la experiencia comunitaria, a la luz de la lectura de la Palabra de Dios, en el silencio orante y en la fortaleza que nos brinda la Eucarist?a.

Ahora, tomando como base la Enc?clica ?Redemptoris Missio? de Juan Pablo II en su Cap?tulo 8, les propongo algunos elementos esenciales a la hora de ir cultivando una ?espiritualidad misionera?, que d? sentido y contenido a esta experiencia de llevar la Buena Noticia a los hombres.

?B. VIVIR UNA AUT?NTICA ?ESPIRITUALIDAD MISIONERA?

Seg?n el venerado Papa, la actividad misionera exige una espiritualidad espec?fica. Si bien se refiere a la misi?n ?ad gentes?, es decir a los misioneros que se van a otro pa?s, las l?neas fundamentales, por analog?a, tambi?n pueden aplicarse a nuestra experiencia de misi?n. Sigo la misma estructura que nos presenta el santo Padre en el mencionado cap?tulo.?

1?. Dejarse conducir por el Esp?ritu

?Todos los que son conducidos por el Esp?ritu de Dios son hijos de Dios? (Rm 8,14)?

Es el Esp?ritu Santo quien forma a Cristo en nuestro interior y esto es fundamental, porque no se puede dar testimonio de Cristo sin reflejar su imagen, la cual se hace viva en nosotros por la gracia y por obra del Esp?ritu.

Es el mismo Esp?ritu quien, al infundirse en Pentecost?s sobre los disc?pulos, los transform? de ignorantes y cobardes en testigos valientes y preclaros anunciadores de su palabra.

Hoy tambi?n, como en aquellos primeros tiempos de la Iglesia, la misi?n, en este mundo ?posmoderno y laicista? es compleja y dif?cil; exige la valent?a y la luz del Esp?ritu para enfrentarla. As? nos lo expresaba Aparecida:

?El Se?or nos dice: ?No tengan miedo? (Mt 28, 5). Como a las mujeres en la ma?ana de la Resurrecci?n, nos repite: ??Por qu? buscan entre los muertos al que est? vivo?? (Lc 24, 5). Nos alientan los signos de la victoria de Cristo resucitado, mientras suplicamos la gracia de la conversi?n y mantenemos viva la esperanza que no defrauda. Lo que nos define no son las circunstancias dram?ticas? de la vida, ni los desaf?os de la sociedad, ni las tareas que debemos emprender, sino ante todo el amor recibido del Padre gracias a Jesucristo por la unci?n del Esp?ritu Santo???

2?. Vivir el misterio de Cristo ?enviado?

?Tengan los mismos sentimientos de Cristo Jes?s? (Fil 2,6)?

No se puede comprender y vivir la misi?n si no es con referencia a Cristo en cuanto enviado a evangelizar.

?l ha sido enviado por el Padre a fin de que se encarnara entre los hombres, anunciara la Buena Noticia del Reino y diera su vida en la Cruz para salvar a la humanidad.

El misionero debe tener los mismos sentimientos de Cristo quien, sin dejar de ser Dios, se despoj? de s? mismo para hacerse uno de nosotros y recorri?, desde el amor, el camino que conduce a la cruz. Tambi?n al misionero se le pide que se despoje de s? mismo para hacerse todo de todos y as? anunciar a los hombres la Buena Noticia de la salvaci?n.

Se necesita ?aprender a morir a s? mismo? para transmitir el mensaje con fruto a los dem?s, sabiendo que cuando ?el grano de trigo que cae en la tierra no muere, queda solo; pero si muere, da mucho fruto. El que tiene apego a su vida la perder?; y el que no est? apegado a su vida en este mundo, la conservar? para la Vida eterna? (Jn 12, 24-25)

Por otra parte, esta exigencia no nos debe desanimar, porque ?al ser ?enviado?, el misionero experimenta la presencia consoladora de Cristo, que lo acompa?a en todo momento de su vida. ?No tengas miedo... porque yo estoy contigo? (Hech 18, 9-10). Cristo lo espera en el coraz?n de cada hombre?.?

3?. Amar a la Iglesia y a los hombres como Jes?s los ha amado

?Este es mi mandamiento: ?mense los unos a los otros, como yo los he amado. No hay amor m?s grande que dar la vida por los amigos? (Jn 15,12-13)?

La espiritualidad misionera se caracteriza por la caridad apost?lica? El misionero se mueve a impulsos del ?celo por las almas?, que se inspira en la caridad misma de Cristo y que est? hecha de atenci?n, ternura, compasi?n, acogida, disponibilidad, inter?s por los problemas de la gente:

?Jes?s recorr?a todas las ciudades y los pueblos, ense?ando en las sinagogas, proclamando la Buena Noticia del Reino y curando todas las enfermedades y dolencias.

Al ver a la multitud, tuvo compasi?n, porque estaban fatigados y abatidos, como ovejas que no tienen pastor? (Mt 9, 35-36)

El misionero debe estar impulsado por la caridad: para poder anunciar a todo hombre que es amado por Dios y que ?l mismo puede amar, debe dar testimonio de caridad para con todos, gastando la vida por el pr?jimo, particularmente por los m?s peque?os y pobres.

Por ?ltimo, lo mismo que Cristo, ?l debe amar a la Iglesia: ?Cristo am? a la Iglesia y se entreg? a s? mismo por ella? (Ef 5, 25). S?lo un amor profundo por la Iglesia puede sostener el celo del misionero para seguir anunciando, sin desalentarse, el Reino de los cielos.?

4?. El verdadero misionero es el santo

?As? como aquel que los llam? es santo, tambi?n ustedes sean santos en toda su conducta, de acuerdo con lo que est? escrito: Sean santos, porque yo soy santo? (1 Pe 1,15-16)?

La llamada a la misi?n deriva de por s? de la llamada a la santidad. Cada misionero, lo es aut?nticamente si se esfuerza en el camino de la santidad? La vocaci?n universal a la santidad est? estrechamente unida a la vocaci?n universal a la misi?n, nos dec?a Juan Pablo II.

No basta con renovar los m?todos pastorales, ni organizarnos mejor en la Iglesia, es necesario un nuevo ?anhelo de santidad? entre todos los bautizados, que los impulse a comprometerse en serio por sus hermanos, tal como nos lo dice el Documento de Aparecida:

?Se trata de confirmar, renovar y revitalizar la novedad del Evangelio arraigada en nuestra historia, desde un encuentro personal y comunitario con Jesucristo, que suscite disc?pulos y misioneros. Ello no depende tanto de grandes programas y estructuras, sino de hombres y mujeres nuevos que encarnen dicha tradici?n y novedad, como disc?pulos de Jesucristo y misioneros de su Reino, protagonistas de vida nueva para una Am?rica Latina que quiere reconocerse con la luz y la fuerza del Esp?ritu?

Contin?a diciendo Juan Pablo II: Pensemos, queridos hermanos y hermanas, en el empuje misionero de las primeras comunidades cristianas. A pesar de la escasez de medios de transporte y de comunicaci?n de entonces, el anuncio evang?lico lleg? en breve tiempo a los confines del mundo. Y se trataba de la religi?n de un hombre muerto en cruz, ?esc?ndalo para los jud?os, necedad para los gentiles? (1Cor 1, 23). En la base de este dinamismo misionero estaba la santidad de los primeros cristianos y de las primeras comunidades.

Debemos centrar todo nuestro esfuerzo para buscar y alcanzar la santidad. El misionero ha de ser un ?contemplativo en acci?n?. El halla respuesta a los problemas a la luz de la Palabra de Dios y con la oraci?n personal y comunitaria? El misionero, sino es contemplativo, no puede anunciar a Cristo de modo cre?ble. El misionero es un testigo de la experiencia de Dios y debe poder decir como los Ap?stoles: ?Lo que contemplamos... acerca de la Palabra de vida..., se lo anunciamos? (1 Jn 1, 1-3).

El Santo Padre destaca la importancia de ?la contemplaci?n? que es un encuentro con el Dios viviente que se manifiesta en la historia. La oraci?n, la lectura de la Palabra de Dios y la Eucarist?a van modelando el coraz?n del misionero seg?n Dios y as? se hace m?s apto para la transmisi?n del mensaje de salvaci?n, puesto que, como dec?a Benedicto XVI, ?la evangelizaci?n se realiza, no por proselitismo, sino por irradiaci?n y por contagio? y s?lo puede contagiar a Jesucristo quien lo lleva en su coraz?n.

Finalmente, podemos decir que la caracter?stica de toda vida misionera aut?ntica es la alegr?a interior, que viene de la fe. Una alegr?a que no es algarab?a externa sino que es un don del Esp?ritu y se funda en la certeza de que el Padre me ama y que el Hijo me ha salvado a trav?s de su entrega en la cruz.

En un mundo angustiado y oprimido por tantos problemas, que tiende al pesimismo, el anunciador de la ? Buena Nueva? ha de ser un hombre que ha encontrado en Cristo la verdadera esperanza y la quiere irradiar a los dem?s.?

CONCLUSI?N:?

?Una tarea desafiante nos espera como di?cesis!

No solamente a los sacerdotes, a los religiosos, a las religiosas, a los laicos consagrados y a los laicos comprometidos? ?sino a TODOS!

El bautizado ha de ser un aut?ntico disc?pulo-misionero de Jesucristo, si no lo vivimos de esta manera, mal nos llamamos cristianos. No somos dignos de lo que ese nombre significa.

Por lo tanto, como dec?an los obispos en Aparecida: ?Que nadie se quede de brazos cruzados!

Como los disc?pulos despu?s de la Ascensi?n de Cristo, la Iglesia debe reunirse en el Cen?culo con ?Mar?a, la madre de Jes?s? (Act 1, 14), para implorar el Esp?ritu y obtener fuerza y valor para cumplir el mandato misionero. Tambi?n nosotros, mucho m?s que los Ap?stoles, tenemos necesidad de ser transformados y guiados por el Esp?ritu. Por ello, le pedimos a ELLA, a la Madre de Dios y de la Iglesia, que bendiga y sostenga nuestra Gran Misi?n Diocesana.

Con mi paternal bendici?n.?

Mons. Adolfo A. Uriona fdp, obispo de A?atuya
A?atuya, 31 de julio de 2010, fiesta de la Virgen de Huachana?

Notas:?

?Cf. Juan Pablo II, ?Redemptoris Missio?, Nos. 87-91

?Documento de Aparecida, N? 14

?Documento de Aparecida, N? 11


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ZENIT? nos ofrece la catequesis que el Papa Benedicto XVI pronunci?el mi?rcoles 18 de Agosto de 2010?durante la Audiencia General celebrada en el patio del Palacio Apost?lico de Castel Gandolfo, con peregrinos procedentes de todo el mundo.

?Queridos hermanos y hermanas!

Hoy quisiera detenerme en la figura de mi Predecesor san P?o X, cuya memoria lit?rgica se celebra el s?bado pr?ximo, subrayando algunos de sus rasgos que pueden ser ?tiles tambi?n para los Pastores y los fieles de nuestra ?poca.

Giuseppe Sarto, as? se llamaba, nacido en Riese (Treviso) en 1835 de familia campesina, tras los estudios en el Seminario de Padua fue ordenado sacerdote a los 23 a?os. Primero fue vicep?rroco en Tombolo, luego p?rroco en Salzano, despu?s can?nico de la catedral de Treviso con el cargo de canciller episcopal y director espiritual del Seminario diocesano. En estos a?os de rica y generosa experiencia pastoral, el futuro Pont?fice mostr? ese profundo amor a Cristo y a la Iglesia, esa humildad y sencillez y esa gran caridad hacia los m?s necesitados, que fueron caractr?sticas de toda su vida. En 1884 fue nombrado obispo de Mantua y en 1893 Patriarca de Venecia. El 4 de agosto de 1903, fue elegido Papa, ministerio que acept? con vacilaci?n, porque no se consideraba a la altura de una tarea tan elevada.

El Pontificado de san P?o X ha dejado un signo indeleble en la historia de la Iglesia, y se caracteriz? por un notable esfuerzo de reforma, sintetizada en el lema Instaurare omnia in Christo, ?Renovar todas las cosas en Cristo?. Sus intervenciones, de hecho, abarcaron los diversos ?mbitos eclesiales. Desde el principio se dedic? a la reorganizaci?n de la Curia Romana; despu?s dio luz verde a los trabajos de la redacci?n del C?digo de Derecho Can?nico, promulgado por su sucesor Benedicto XV. Promovi?, adem?s, la revisi?n de los estudios y del iter de formaci?n de los futuros sacerdotes, fundando tambi?n varios Seminarios regionales, equipados con buenas bibliotecas y profesores preparados. Otro sector importante fue el de la formaci?n doctrinal del Pueblo de Dios. Desde los a?os en que era p?rroco hab?a redactado ?l mismo un catecismo, y durante el episcopado en Mantua hab?a trabajado para que se llegase a un catecismo ?nico, si no universal, al menos italiano. Como aut?ntico pastor, hab?a comprendido que la situaci?n de la ?poca, tambi?n por el fen?meno de la emigraci?n, hac?a necesario un catecismo al que todo fiel pudiera referirse independientemente del lugar y de las circunstancias de la vida. Como Pont?fice prepar? un texto de doctrina cristiana para la di?cesis de Roma, que se difundi? despu?s en toda Italia y en el mundo. El Catecismo llamado ?de P?o X? fue para muchos una gu?a segura en el aprendizaje de las verdades de la fe por su lenguaje sencillo, claro y preciso y por su eficacia expositiva.

Notable atenci?n dedic? a la reforma de la Liturgia, en particular de la m?sica sacra, para llevar a los fieles a una vida de oraci?n m?s profunda y a una participaci?n en los Sacramentos m?s plena. En el Motu Proprio Tra le sollecitudini (1903), afirma que el verdadero esp?ritu cristiano tiene su primera e indispensable fuente en la participaci?n activa en los sacrosantos misterios y en la oraci?n p?blica y solemne de la Iglesia (cfr ASS 36[1903], 531). Por esto recomend? acercarse a menudo a los Sacramentos, favoreciendo la frecuencia cotidiana a la Santa Comuni?n, bien preparados, y anticipando oportunamente la Primera Comuni?n de los ni?os hacia los siete a?os de edad, ?cuando el ni?o comienza a razonar?: dice as?. (cfr S. Congr. de Sacramentis, Decretum Quam singulari : AAS 2[1910], 582).

Fiel a la tarea de confirmar a los hermanos en la fe, san P?o X, frente a algunas tendencias que se manifestaron en el ?mbito teol?gico a finales del siglo XIX y a principios del XX, intervino con decisi?n, condenando el Modernismo, para defender a los fieles de las concepciones err?neas y promover una profundizaci?n cient?fica de la Revelaci?n en consonancia con la Tradici?n de la Iglesia. El 7 de mayo de 1909, con la Carta apost?lica Vinea electa, fund? el Pontificio Instituto B?blico. Los ?ltimos meses de su vida fueron amargados por el estallido de la guerra. El llamamiento a los cat?licos del mundo, lanzado el 2 de agosto de 1914 para expresar ?el acerbo dolor? de aquella hora, era el grito sufriente del padre que ve a los hijos enfrentarse uno contra el otro. Muri? poco despu?s, el 20 de agosto, y su fama de santidad empez? a difundirse pronto entre en pueblo cristiano.

Queridos hermanos y hermanas, san P?o X nos ense?a a todos que en la base de nuestra acci?n apost?lica, en los diversos campos en que trabajamos, debe haber siempre una ?ntima uni?n personal con Cristo, que hay que cultivar y acrecentar d?a tras d?a. ?ste es el n?cleo de toda su ense?anza, de todo su compromiso pastoral. S?lo si estamos enamorados del Se?or, seremos capaces de llevar a los hombres a Dios y abrirles a Su amor misericordioso, y abrir as? el mundo a la misericordia de Dios.

[En espa?ol dijo]

Saludo a los grupos de lengua espa?ola, en particular a los peregrinos de la Di?cesis de Orihuela-Alicante, de Las Palmas de Gran Canaria, de Rosario, en Argentina, y de otros pa?ses latinoamericanos. Os aliento a poner vuestros ojos en el Papa san P?o D?cimo. Acogiendo sus ense?anzas, cultivad intensamente la amistad con Cristo y sed testigos de su amor. Que Dios os bendiga.

[Llamamiento final]

Mi pensamiento va en este momento a las queridas poblaciones de Paquist?n, afectadas recientemente por una gran inundaci?n, que ha provocado numeros?simas v?ctimas y ha dejado a muchas familias sin casa.

Mientras conf?o a la bondad misericordiosa de Dios a cuantos han desapaecido tr?gicamente, expreso mi cercan?a espiritual a sus familiares y a todos aquellos que sufren a causa de esta calamidad. Que no falte a estos hermanos nuestros, tan duramente probados, nuestra solidaridad y la ayuda concreta de la solidaridad internacional.

[Traducci?n del original italiano por Inma ?lvarez
?Libreria Editrice Vaticana]


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Homil?a de monse?or Luis T. St?ckler, obispo de Quilmes, para la fiesta de la Asunci?n de la Virgen Mar?a (15 de agosto de 2010). (AICA)

ASUNCI?N DE LA VIRGEN MAR?A?????????????

Veamos qu? importancia tiene el mensaje de esta fiesta para nosotros como personas, como Iglesia y como cristianos en el mundo.

Como personas

La Asunci?n de la Virgen en cuerpo y alma al cielo nos se?ala que todo lo que tiene que ver con el cuerpo y la corporalidad del hombre, no es algo marginal, sino es parte integral de nuestra persona. El alma no la podemos entender como independiente de nuestro cuerpo, sino como el principio animador que se manifiesta y realiza a trav?s de nuestra condici?n f?sica. Y tambi?n la gracia que Dios infunde en nosotros, abarca todo nuestro ser. Cuando la Llena de Gracia contest? al ?ngel: ?Que se haga en m? seg?n tu palabra?, sinti? el efecto no solamente en su esp?ritu, sino permiti? la encarnaci?n del Verbo eterno en su seno. Por eso, la Iglesia compara a la Virgen con la Carpa del Encuentro, que albergaba el Arca de la Alianza, donde Dios garantizaba su presencia. El invisible manifiesta en ella su gloria. De ah? el cuidado que nosotros debemos a nuestro cuerpo, que es templo del Esp?ritu Santo. La dignidad de la persona no es solamente cuesti?n de buenas intenciones, sino tambi?n de conductas respetuosas para con nosotros mismos. La transformaci?n del cristiano es un proceso continuo que deja sus huellas en nosotros. ?Reflejamos?, dice el ap?stol, ?como en un espejo, la gloria del Se?or, y somos transfigurados a su propia imagen con un esplendor cada vez m?s glorioso, por la acci?n del Se?or, que es Esp?ritu? (2 Cor 3, 18). El hecho que el cuerpo de no pocos santos no haya sufrido la corrupci?n, podemos entender como una se?al con que Dios los distingue como ejemplos, en los cuales el Esp?ritu Santo pudo hacer su obra.

Como Iglesia

Mar?a no es solamente ejemplo que nos orienta sino, asunta al cielo, ?con su m?ltiple intercesi?n contin?a obteni?ndonos los dones de la salvaci?n eterna? (LG 62). Unida indisolublemente a la Iglesia, su invocaci?n reafirma la misi?n mediadora de la misma. Lo que afirmamos de la Virgen, lo entendemos a la vez como propio de la Iglesia. La que es la Madre de Cristo, cabeza de la Iglesia, es tambi?n Madre de su Cuerpo m?stico que somos los bautizados. Como ella lo dio al mundo y los hombres pod?an acercarse a ?l, as? la? Iglesia como sacramento del Resucitado,? es el signo visible que lo hace presente ante los hombres. La que ha ?sido inmaculada desde el inicio de su vida hasta el final, y quedado incorrupta despu?s de su muerte,?? ahora ya participa en la resurrecci?n, como su Hijo. En ella se confirma como anticipo la promesa? de la transformaci?n que aguarda a todos los miembros de la Iglesia, cuando el Se?or vuelva. Santa y siempre necesitada de conversi?n, la Iglesia est? en el mundo para transformarlo. Sin ella, el mundo estar?a perdido. Esto, a pesar de nuestros defectos,? el pueblo lo siente y lo expresa, cuando peregrina a los santuarios de la Virgen, donde busca y encuentra? la Iglesia Madre.

Como cristianos en el mundo

Finalmente, la Asunci?n con cuerpo y alma de la Virgen, evoca la exhortaci?n del Concilio Vaticano II ?a los cristianos, ciudadanos de la ciudad temporal y de la ciudad eterna, a cumplir con fidelidad sus deberes temporales, guiados siempre por el esp?ritu evang?lico. Se equivocan los cristianos que, pretextando que no tenemos aqu? ciudad permanente, pues buscamos la futura, consideran que pueden descuidar las tareas temporales, sin darse cuenta que la propia fe es un motivo que les obliga al m?s perfecto cumplimiento de todas ellas seg?n la vocaci?n personal de cada uno. Pero no es menos grave el error de quienes, por el contrario, piensan que pueden entregarse totalmente a los asuntos temporales, como se ?stos fuesen ajenos del todo a la vida religiosa, pensando que ?sta se reduce meramente a ciertos actos de culto y al cumplimiento de determinadas obligaciones morales. El divorcio entre la fe y la vida diaria de muchos debe ser considerado como uno de los m?s graves errores de nuestra ?poca? (GS 43).

Pidamos a ?nuestra Madre, que nos alcance un coraz?n atento a lo que su Hijo nos pide, y la fortaleza de ponerlo por obra aqu?, con la mirada puesta en el cielo.?

Mons. Luis T. St?ckler, obispo de Quilmes?


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Homil?a de monse?or Rub?n Oscar Frassia, obispo de Avellaneda-Lan?s, en las Fiestas patronales de Avellaneda-Lan?s (Catedral diocesana, 15 de agosto). (AICA)

NUESTRA SE?ORA DE LA ASUNCI?N ?????

?Queridos hermanos y hermanas:

En este d?a tan especial para todos nosotros, donde celebramos la solemnidad y la fiesta de la Virgen Mar?a en su Asunci?n, sean todos bienvenidos; se?or intendente de Avellaneda ?ya que hoy rezamos especialmente porque la Virgen de la Asunci?n es la patrona del partido de Avellaneda- y a los que representan a Lan?s, dado que juntos formamos, como Iglesia, la di?cesis de Avellaneda Lan?s.

A los sacerdotes, a los di?conos, di?conos permanentes, a las religiosas, religiosos, a los seminaristas, al querido pueblo fiel, a cada uno de ustedes, que todos tengamos el gozo de poder participar plenamente del misterio que hoy estamos celebrando.

Hoy iniciamos tambi?n, p?blicamente, el A?o Jubilar que finalizar? el 15 de octubre del a?o que viene. Cincuenta a?os de la creaci?n de nuestra di?cesis, en aquel entonces Avellaneda y despu?s Avellaneda Lan?s. Damos gracias a Dios porque? nos ha cre?do capaces, por medio de la Iglesia, de formar y conformar una Iglesia particular, una Iglesia que sepa vivir de su fe, que sepa escuchar la Palabra de Dios con atenci?n, que sepa vivir con intensidad la caridad y el servicio y que pueda anunciar a los dem?s hermanos que Jesucristo es el Se?or. P?blicamente iniciamos este A?o Jubilar que, a lo largo de este tiempo, se va comunicar a nuestras respectivas comunidades los distintos motivos de celebraci?n.

Hoy la persona central es el misterio de Cristo Resucitado; todo concluye en ?l y todo se dirige a ?l. Cristo, el Verbo que se hizo carne en el seno virginal de Mar?a, que habit? en el seno de Mar?a, que se nutri? de Mar?a, se nos expresa, se nos da, a trav?s de Jesucristo, verdadero Dios y verdadero Hombre. El misterio central de nuestra fe es Jesucristo.

El Padre ha querido elegir para su Hijo a esta mujer de nuestra raza, d?ndole un privilegio particular y singular de la Inmaculada Concepci?n, donde Dios elige a Mar?a en atenci?n a su Maternidad Divina, para que sea la Madre de su Hijo. Mar?a es elegida y acepta la propuesta de parte de Dios.

Y as? como Mar?a est? en el inicio, tambi?n Mar?a est? en el final; Ella est? en el inicio de la salvaci?n porque ?el Verbo se hace carne en el seno de Mar?a?, pero tambi?n Mar?a est? al final que es la Resurrecci?n, que es la Vida y la superaci?n del pecado y de la muerte. Hemos sido extra?dos del pecado y de la muerte para ser constituidos en Cristo como verdaderos hijos y vivir como resucitados.

Mar?a es la garant?a, por s? decirlo, porque al privilegio que Dios le concedi?, tambi?n le concede el segundo privilegio: vivir el estado de perfecci?n, sin corrupci?n; y, como dice la liturgia oriental ?la dormici?n de la Virgen?, Mar?a es asumida al cielo en cuerpo y alma. Ella es testigo de este misterio; Ella es testigo de este cielo, ?y Ella como Madre nos muestra el camino para ir al cielo!

?Quiero afirmar, rotundamente, que todos nosotros pensemos que nuestro destino no est? ac? sino que est? all?! ?Que no venimos de la nada y no terminamos en la nada, sino que venimos de Dios, caminamos con Dios y regresamos a Dios! Por lo tanto Mar?a es la garant?a del cielo cuando nos dice ?Hijito m?o, te mostrar? el camino para llegar al cielo? El cielo est? all?, pero se gana ac?. Y ac? se amasa lo que all? se consume. Ac? se vive lo que Dios nos regala; por eso tenemos que pedirle mucho a la Virgen para que vivamos como resucitados ac?, que trabajemos laboriosamente ac?,? para poder vivir gozosamente all?.

Y la Virgen lo experimenta: donde est? la Madre tambi?n nosotros, con esperanza, queremos estar porque somos sus hijos. Pero Ella, como poderos?sima intercesora que es, tiene que ayudarnos a vivir como resucitados, a vivir como personas nuevas, llenas de esperanza, a vivir superando, reconcili?ndonos, fraternizando, viviendo libremente y no vivir derrotados, vencidos, amargados, aplastados, vencidos.

A veces uno puede pensar que las cosas humanas son tan pesadas, que son imposibles de revertir. Yo le pido a la Virgen que nos ayude a saber que, si nosotros confiamos, aquello que parece imposible se va a hacer posible. ?Todo es posible con la gracia de Dios! ?Todo es posible con la presencia de Dios! ?Todo es posible con el auxilio y la intercesi?n de nuestra Madre!

La fe no nos aleja de las realidades de este mundo.

La fe no nos aleja de los compromisos de este mundo.

La fe no nos aleja, ni nos extra?a, de los compromisos responsables e interpersonales de nosotros, entre las familias, entre las instituciones, en la sociedad, en la educaci?n, en la econom?a, en el trabajo, en la pol?tica, ni en todo ?mbito, porque nada es extra?o.

Pero lo que uno tiene que aprender es la sabidur?a de saber mirar, de saber ver, y ver m?s all?. Cuando uno tiene fe, ve m?s all?. No es que cuando uno tiene fe se desentiende. Al contrario, cuando uno tiene fe se compromete m?s, se mete m?s en las cosas, se integra m?s, se hace m?s responsable; pero tambi?n se va humanizando cada vez m?s.

Hoy quiero pedirle a la Virgen que Ella sea la garant?a de nuestra vida; y que en nosotros, como Iglesia diocesana, vuelva a surgir del interior del coraz?n de nuestra Iglesia, la fuerza, el ?mpetu y el entusiasmo para vivir con alegr?a el mensaje del cual no tenemos derecho a callar; ni siquiera a enmudecer, ni por las palabras ni por las obras; es m?s, que se exprese en las obras que por medio de las palabras; aunque las palabras siguen siendo muy importantes. Obras.

Que nuestras comunidades sean realmente vivas, abiertas, creativas; ?que salgamos a buscar a nuestros hermanos donde ellos est?n y donde ellos nos necesiten! ?Que aprendamos a vivir en esta vida con mayor profundidad!

?Que aprendamos a vivir en serio a trav?s de lo que significa la recuperaci?n del silencio!

?Es necesario volver a hacer silencio para responder mejor, para escuchar m?s!

?No advierten tambi?n la hipersensibilidad de la gente?

?La gente est? como exacerbada!

?Por cualquier cosa salta! ?Por cualquier cosa grita! ?Por cualquier cosa pelea! ?Por cualquier cosa dice que no! No s?, pero dice que no

Eso significa que la gente est? fuera de s? y lo que necesitamos es ?volver a ponernos en caja!, ?a estar dentro, no fuera!, ?a estar contenidos!, ?a ser m?s profundos!, ?y no ser superficiales ni consumidores de turno de lo que el mundo nos quiera vender! ?Tenemos que tener una actitud cr?tica!, ?no criticona, cr?tica!, ?para que la realidad no nos trague!, ?para que tengamos una actitud clara!, porque si somos claros no nos vamos a confundir y no vamos a confundir a los dem?s.

Hay algo que es terrible: la p?rdida de la objetividad. Significa tambi?n, como contrapartida, lo relativo, ?todo es relativo!, ?todo es lo mismo!, una cosa, la otra, la otra y la otra, ?total no hay cosas ?objetivas?!, total no hay cosas ?para siempre?, total no hay familia para siempre, total no hay matrimonio para siempre, ya ni siquiera hay matrimonio, y ya saben bien a qu? me estoy refiriendo. Realmente todo es relativo.

Pero nosotros, en una visi?n cristiana, una visi?n sobrenatural, estamos mirando al cielo pero con los pies en la tierra, tenemos la obligaci?n y la responsabilidad de vivir responsablemente nuestra fe y los valores. ?Y tenemos que pedirle a la Virgen que los cuide!, ?y pedirle que nos ayude a cuidarlos!, porque si no los cuidamos y no vivimos responsablemente los valores vamos a terminar pensando c?mo vivimos.

Por lo tanto, le pido a la Virgen que nos aleje del relativismo, que nos aleje del individualismo y que nos aleje de algo que es muy grave pero que a veces se instala, voy a usar una palabra fuerte para que quede bien grabada, el cinismo.

?El cinismo de pensar que las cosas no van a cambiar!

?El cinismo de pensar que no hay que pensar en las cosas grandes!

?El cinismo que no hay que pensar en las cosas importantes y esenciales!

?El cinismo de vivir derrotados!

Yo digo ?NO!, Dios dio todo; la Virgen dio todo, entonces ?c?mo nosotros no vamos a tener fuerza y entusiasmo para vivir en serio una vida de fe, una vida cristiana, una vida humana y comprometida?

Sabemos a d?nde vamos, pero ac? en la tierra lo amasamos. Hoy le pido a la Virgen que todos nosotros, Pueblo de Dios, conscientes del don que Dios nos regala, que lo vivamos en actitud de agradecimiento, ?pero que tambi?n nos demos cuenta que la fe, la esperanza y el amor, son las cosas m?s importantes que nos pueden suceder en nuestra vida! ?Y lo que amasamos ac? lo vamos a vivir all?; y para vivir all? hay que amasarlo ac?!

Que Nuestra Se?ora de la Asunci?n agrande nuestro coraz?n, agrande nuestra alma, que nos de fuerza y esp?ritu ?para seguir enamorados de Dios!, ?para seguir enamorados de Cristo!, ?para seguir enamorados de la Virgen!, ?para seguir enamorados de la Iglesia!, ?para seguir enamorados de la familia! y para vivir respetando a todo hombre, ya que cada uno de ellos son nuestros hermanos. ?Para nosotros ser? dif?cil, pero contando con Dios y la Virgen, todo es posible!

Que as? sea.?

Mons. Rub?n Oscar Frassia, obispo de Avellaneda-Lan?s?


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Viernes, 27 de agosto de 2010

ZENIT? nos ofrece la catequesis pronunciada el? mi?rcoles, 11 de agosto?de 2010, por el Papa Benedicto XVI durante la Audiencia General celebrada en el patio interior del palacio apost?lico de Castel Gandolfo.

Queridos hermanos y hermanas,

hoy, en la Liturgia recordamos a santa Clara de As?s, fundadora de las Clarisas, luminosa figura de la cual hablar? en una de las pr?ximas Catequesis. Pero esta semana -como ya hab?a indicado en el ?ngelus del domingo pasado- hacemos memoria tambi?n de algunos Santos m?rtires, tanto de los primeros siglos de la Iglesia, como san Lorenzo, Di?cono, san Ponciano, Papa, y san Hip?lito, Sacerdote; como de un tiempo m?s cercano a nosotros, como santa Teresa Benedicta de la Cruz, Edith Stein, patrona de Europa, y san Maximiliano Mar?a Kolbe. Querr?a entonces hablar brevemente sobre el martirio, forma de amor total a Dios.

?En qu? se basa el martirio? La respuesta es simple: en la muerte de Jes?s, en su sacrificio supremo de amor, consumado en la Cruz para que pudi?ramos tener la vida (cf Jn 10,10). Cristo es el siervo sufridor del que habla el profeta Isa?as (cf Is 52, 13-15), que se ha dado a s? mismo en rescate por muchos (cf Mt 20,28). ?l exhorta a sus disc?pulos, a cada uno de nosotros, a tomar cada d?a la propia cruz y seguirle en el camino del amor total a Dios Padre y a la humanidad: ?el que no toma su cruz y me sigue detr?s no es digno de m?. El que encuentre su vida, la perder?; y el que pierda su vida por m?, la encontrar? (Mt 10,38-39). Es la l?gica del grano de trigo que muere para germinar y llevar vida (cf Jn 12,24). Jes?s mismo ?es el grano de trigo venido de Dios, el grano de trigo divino, que se deja caer en la tierra, que se deja quebrar, romper en la muerte y, precisamente a trav?s de ello, se abre y puede llevar fruto a la inmensidad del mundo? (Benedicto XVI, Visita a la Iglesia luterana de Roma [14 de marzo de 2010]. El m?rtir sigue al Se?or hasta el fondo, aceptando libremente morir por la salvaci?n del mundo, en una prueba suprema de fe y de amor (cf Lumen Gentium, 42).

Una vez m?s, ?de d?nde nace la fuerza para afrontar el martirio? De la profunda e ?ntima uni?n con Cristo, porque el martirio y la vocaci?n al martirio no son el resultado de un esfuerzo humano, sino la respuesta a una iniciativa y a una llamada de Dios, son un don de Su gracia, que hace capaces de ofrecer la propia vida por amor a Cristo y a la Iglesia, y as? al mundo. Si leemos las vidas de los m?rtires, quedamos estupefactos por la serenidad y el coraje al afrontar el sufrimiento y la muerte: el poder de Dios se manifiesta plenamente en la debilidad, en la pobreza de quien se conf?a a ?l y pone s?lo en ?l la propia esperanza (cf 2Cor 12,9). Pero es importante destacar que la gracia de Dios no suprime o sofoca la libertad de quien afronta el martirio, sino que al contrario la mejora y la exalta: el m?rtir es una persona sumamente libre, libre frente al poder, al mundo; una persona libre, que en un ?nico acto definitivo da a Dios toda su vida, y en un supremo acto de fe, de esperanza y de caridad, se abandona en las manos de su Creador y Redentor; sacrifica su propia vida para ser asociado totalmente al Sacrificio de Cristo en la Cruz. En una palabra, el martirio es un gran acto de amor en respuesta al inmenso amor de Dios.

Queridos hermanos y hermanas, como dec?a el mi?rcoles pasado, probablemente nosotros no estamos llamados al martirio, pero ninguno de nosotros est? excluido de la llamada divina a la santidad, a vivir de una manera elevada la existencia cristiana y esto implica tomar la cruz de cada d?a sobre uno mismo. Todos, sobre todo en nuestro tiempo en que parecen prevalecer ego?smo e individualismo, debemos asumir como primer y fundamental compromiso el de crecer cada d?a en un amor m?s grande a Dios y a los hermanos para transformar nuestra vida y transformar as? tambi?n nuestro mundo. Por intercesi?n de los Santos y de los M?rtires pidamos al Se?or que inflame nuestro coraz?n para ser capaces de amar como ?l nos ha amado a cada uno de nosotros.

[A continuaci?n, el Papa salud? a los peregrinos en diversas lenguas. En espa?ol, dijo:]

Saludo a los peregrinos de lengua espa?ola. En particular a los grupos de fieles venidos de Espa?a, M?xico y otros Pa?ses Latinoamericanos. Queridos hermanos: Dios nos llama a todos a la santidad. Nos llama a seguir m?s de cerca de Cristo, esforz?ndonos en transformar este mundo con la fuerza del amor a Dios y a los hermanos. Fij?ndonos en el ejemplo de los santos y los m?rtires, pidamos al Se?or que inflame nuestros corazones, para que seamos capaces de amar como ?l nos ha amado. Que Dios os bendiga.?

[Traducci?n del italiano por Patricia Navas
?Libreria Editrice Vaticana]


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Homil?a de monse?or Agust?n Radrizzani, arzobispo de Mercedes-Luj?n, en la misa de acci?n de gracias por el D?a del Seminario arquidiocesano (12 de agosto de 2010). (AICA)

DIA DEL SEMINARIO SANTO CURA DE ARS?? ?????

Queridos hermanos:

En esta jornada,? nos reunimos para celebrar el d?a del Seminario. Y es una ocasi?n propicia para meditar en nuestro ser sacerdotal. El momento hist?rico y eclesial que vivimos nos hace ver uno de los m?s grandes dolores de la Iglesia de los ?ltimos tiempos: la acusaci?n existente hacia sacerdotes y religiosos por las faltas contra la pureza.

Al menos dos causas han favorecido esta situaci?n: una, dentro de nosotros mismos, que no hemos internalizado un estilo de vida propio del consagrado o lo que antiguamente era un valor, hoy ha dejado de serlo. Otra, fuera de nosotros mismos: El contexto hedonista del mundo actual en el cual estamos insertos.

Cuando analizamos este dolor de la Iglesia que pide de nosotros un acto de profunda humildad, creo que no es necesario incurrir en actos graves para arruinar la luminosidad de nuestro ser consagrados, basta que nos tomemos determinadas licencias para que empa?ar nuestra vida de testimonio. La forma de hablar, las palabras, los chistes de doble sentido, las sospechas hacia los hermanos, los comentarios negativos, todo sirve para engangrenar el cuerpo.

Ante esta penosa situaci?n ?Qu? podemos hacer?. Creo que la primera cosa es pedir perd?n a Dios y a los hermanos por no vivir con plenitud aquello a lo cual Dios nos ha llamado. Pedir perd?n tambi?n por las faltas de nuestros hermanos sacerdotes.

Se puede deducir de este pedido de perd?n el deseo de cuidar la propia vocaci?n. Recuerdo la experiencia de un sacerdote compa?ero y amigo dotado de buena inteligencia y que hab?a desempe?ado diversos cargos de responsabilidad, cuando en el ?ltimo encuentro que tuve con ?l en v?speras de abandonar el ministerio hizo esta dolorosa confesi?n: ?Yo he perdido la fe?. Qued? sorprendido pero desde entonces le pido al Se?or que me ayude para no perder la fe.

Pero m?s que el temor del peligro, lo m?s importante de nuestra vida, sobre todo cuando llevamos vividos algunos a?os de ministerio, es volver al primer amor. Siempre nos han impactado los textos del Apocalipsis del cap?tulo 2. Al ?ngel de la Iglesia de Efeso escribe: ?tengo contra ti que has perdido el primer amor? (Ap. 2,4) y al ?ngel de la Laodicea ?Dices que no te falta nada pero no te das cuenta de que eres un desgraciado, digno de compasi?n, pobre, ciego y desnudo? (Ap. 2,17)

Viene a mi memoria lo aprendido hace a?os en un acto ecum?nico en el que participaba el prior de Taize Roger Shutz. Le preguntaron qui?n era para ?l Jesucristo y respondi? en modo simple y vital: ?Para mi Jes?s es mi primer amor y mi alegr?a sustancial?

Y si queremos ir m?s en profundidad para saber ?Por qu? hago lo que hago como seminarista o c?mo sacerdote? Escuchamos al Maestro que nos dice: ?No son ustedes los que me eligieron a mi sino yo que los eleg? a ustedes? (Jn. 15,16) y en esto difiere mucho Jes?s de los maestros de su tiempo que eran elegidos por los disc?pulos. Y ?para qu? nos ha elegido? Para que estuvi?ramos con ?l y para enviarnos a predicar ( Cf. Mc 3,13).

Esta ha sido la motivaci?n de fondo de la vida de los santos. As? llega a decir el Papa en el di?logo con los sacerdotes en la vigilia de oraci?n: ?El sacerdote es un hombre apasionado por Cristo, que lleva dentro el fuego del amor de Cristo. El p?rroco se siente una persona llamada por el Se?or, est? lleno de amor por el Se?or y por los suyos? Por tanto, la primera condici?n es estar lleno de la alegr?a del Evangelio con todo nuestro ser..? (L?Osservatore Romano edici?n en lengua espa?ola, 20 de junio de 2010, p?g. 8).

Este es nuestro ideal de vida: Dios. Cu?nto m?s vivamos este ideal: El amor a Jes?s y a Mar?a Sant?sima, mayor ser? el amor a los dem?s, a la iglesia y a todos nuestros hermanos. Y esa felicidad que Dios nos regala la deseamos transmitir a quienes nos rodean. M?s vivimos esta vida sobrenatural y m?s disminuyen los apegos a las personas, a las cosas, al dinero, a nuestras cosas, a los cargos, etc. Pero tambi?n disminuyen los celos y las envidias hacia los dem?s.

Hay un pasaje en la vida de san Francisco de As?s en el que se ve claro lo que deseo transmitirles. Est? el santo caminando con el hermano Le?n y ve que Le?n se detiene observando una cascada, Francisco le pregunta que le sucede y Le?n responde: ?Francisco si pudi?ramos tener la pureza de esta agua cristalina?. Francisco le pregunta y ?Qu? es la pureza?, a lo que Le?n le dice: ?No tener nada de que reprocharnos?. Francisco, a su vez, le comenta: ?Ahora comprendo tu tristeza, porque siempre hay algo que reprocharse. Hermano Le?n, cr?eme ? le contest? Francisco- no te preocupes tanto de la pureza de tu alma. Vuelve tu mirada hacia Dios. Adm?rale. Al?grate de lo que El es, El, todo santidad. Dale gracias por El mismo. Es eso mismo, hermanito, tener puro el coraz?n. Y cuando te hayas vuelto as? hacia Dios, no vuelvas m?s sobre ti mismo. El coraz?n puro es el que no cesa de adorar al Se?or vivo y verdadero. Toma un inter?s profundo en la vida misma de Dios y es capaz, en medio a todas sus miserias, de vibrar con la eterna inocencia y la eterna alegr?a de Dios. Un coraz?n as? est? a la vez despojado y colmado. Le basta que Dios sea Dios. En eso mismo encuentra toda su paz, toda su alegr?a y Dios mismo es entonces su santidad? Descubrir que Dios es Dios, eternamente Dios, m?s all? de lo que somos o podemos llegar a ser, gozarse totalmente de lo que El es? darle gracias por s? mismo, a causa de su gran misericordia? ? (La sabidur?a de un pobre, p?g. 113 y ss.)

En el di?logo ya citado, a un sacerdote australiano, el Papa le dice: ?Pienso que ninguno de nosotros se hubiera hecho sacerdote, si ni hubiera conocido sacerdotes convencidos en los cuales ard?a el fuego del amor de Cristo? (L?Osservatore Romano?, p?g. 11).

Por eso creo que esta todo unido: la vida superficial en nuestro modo de pensar, juzgar y hablar genera hast?o, frustraci?n y tristeza y terminamos siendo funcionarios de la religi?n. M?s que mostrar plenitud, mostramos desgano y es muy dif?cil que surjan vocaciones. Por el contario, si vivimos para Dios, estamos vac?os de nosotros mismos y despu?s de haber amado durante todo el d?a experimentamos al final de la jornada, su presencia en nosotros que se manifiesta en una paz permanente y una felicidad contagiosa.

La Sant?sima Virgen que cuid? a Jes?s y a los ap?stoles, nos ayude a volver a entusiasmarnos por Cristo que es, tambi?n para nosotros, nuestro primer amor y nuestra alegr?a sustancial. Que as? sea. "?

Mons. Agust?n Radrizzani, obispo de Mercedes-Luj?n?


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ZENIT? publica el comentario al Evangelio del pr?ximo domingo, 29 de agosto, XXII del tiempo ordinario (Lucas?14, 1.7-14), redactado por monse?or Jes?s Sanz Montes, ofm, arzobispo de Oviedo, administrador apost?lico de Huesca y de Jaca.

Evangelio del domingo: Observador de apariencias?

??No s?lo se fijaba en los lirios del campo, en los p?jaros del cielo, sino que tambi?n Jes?s era un profundo observador de la conducta humana: los ni?os sencillos y sin doblez, las viudas que dan todo lo que tienen, los pecadores que en el fondo tienen un coraz?n abierto al perd?n y al arrepentimiento... y tambi?n se fijar? el Se?or en los aparentes, en los que van por la vida de reclamo y de etiqueta.

???????????Estaba invitado en casa de uno de los fariseos un s?bado. Tanto ?l como los dem?s, todos se observaban mutuamente en aqu?l convite. ?Qu? vio Jes?s? Que la gente se apuntaba a los primeros puestos, para salir en la foto de sociedad del lugar, para estar en la boca de los otros y sentirse en la pasarela del influjo y del renombre.

???????????Jes?s hablar? siempre de la verdad, y por la verdad morir?, y de la verdad se autodefinir?. Jam?s de la apariencia. Porque la apariencia es siempre una mentira, m?s o menos camuflada, m?s o menos fomentada y querida. Ser lo que en el fondo no se es, dar el pego y el camelo, aparecer tras el truco y la careta, jugar al eterno carnaval. Una persona as?, que vive la vida desde su disfraz particular (importa poco que tal disfraz sea ideol?gico, cultural, econ?mico... o incluso religioso), es una persona vendida a s? mismo, a sus pretensiones; una persona esclava de sus propias cadenas, y por eso inh?bil para la libertad y para la sencillez.

????????????Cuando os inviten a una boda -dec?a el Maestro-, no busques el primer puesto? (Lc 14,8). No s?lo por el soponcio que puede suponer despu?s el que el acomodador te saque de tu podium, y te devuelva a tu cruda realidad, sino porque quien tiene pretensiones indebidas, quien va de "trepa" y de capta-portadas, es dif?cil que comprenda su dignidad, y la de los dem?s, cuando tan ocupado anda en su apariencia.

??????????? San Francisco lo dir? con su proverbial sencillez: ?Somos lo que somos ante Dios, y nada m?s? (Admonici?n 19). S?lo quien ha experimentado la libertad de ser y de querer ser lo que somos ante los ojos de Dios, s?lo ?se puede entender a Jes?s. Son los ojos del Se?or los que nos gu?an en la senda verdadera, los que nos mueven a reemprender el camino siempre que nos cansamos de andar, los que nos desv?an cuando se tuercen nuestros pasos, los que se hacen luz y gracia para caminar. Los ojos de los dem?s tantas veces ven poco, o ven mal, turbiamente quiz?s. Los ojos de Dios, no enga?an nunca, no humillan nunca, alumbran sin deslumbrar. Feliz el que vive as?, sencillamente, porque experimentar? lo que es vivir en la paz, en la libertad, sin ansias devoradoras, sin poses hip?critas, sin trucos ficticios... siendo ante uno mismo y ante los otros, lo que somos ante Dios.


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Jueves, 26 de agosto de 2010

Homil?a de monse?or Jos? Luis Mollaghan, arzobispo de Rosario en el D?a de la Asuci?n (15 de agosto de 2010). (AICA)

LA ASUNCI?N DE LA SANT?SIMA VIRGEN?

Queridos hermanos

Celebramos la? solemnidad de la Asunci?n de la Sant?sima Virgen Mar?a al cielo. En la liturgia de hoy, la contemplamos? llena de alegr?a, unida a Cristo en la gloria. Es que la creatura que Dios eligi? como Madre de su Hijo, y que ?l?? nos dio como Madre en la cruz,? est? gloriosa? junto a Dios. Por esto, la Virgen "brilla ante el pueblo de Dios en marcha como se?al de esperanza cierta y de consuelo" (Lumen gentium, 68).?

Tambi?n nos re?ne esta tarde la culminaci?n de la Asamblea del Movimiento arquidiocesano Evangelio de Can?, para renovar sus autoridades, y para reflexionar sobre nuestra fidelidad al llamado del Se?or para ser sus seguidores, particularmente en la vida de laicos. Desde ya deseo que renueven su compromiso de seguir trabajando con entusiasmo, tanto en la formaci?n, como en la vida de familia, y en los diferentes apostolados que asumen con los j?venes.

Volviendo a la Asunci?n de la Virgen, podemos decir que en el transcurso del tiempo, esta certeza se fue manifestando de diversas maneras,? muy queridas para el? pueblo cristiano, hasta que el dogma de la Iglesia la proclam?"en cuerpo y alma en los cielos?, ?y la liturgia la celebr? un?nimemente. De este modo, la devoci?n a Mar?a, en su gloriosa Asunci?n, se hizo m?s honda por medio de esta celebraci?n, expresi?n de nuestra fe, enriquecida con el gozo, la belleza, y las s?plicas que nos permiten descubrir en Ella, una verdadera fuente de esperanza.

Esperanza porque nos acerca y nos abre las puertas de una realidad humanamente desconocida, que es el cielo. Mar?a en su gloriosa Asunci?n entr? al cielo, y el cielo es Dios. Ella nos permite tener presente que el cristiano camina hacia el cielo, y es su destino definitivo, de? gloria y de luz.?

El excluir a Dios de nuestro horizonte, nos lleva a tomar caminos equivocados

Mientras estamos en la tierra experimentamos las tendencias?de excluir a Dios de nuestro horizonte, que nos llevan a tomar caminos equivocados; as? como la confrontaci?n entre el bien y el mal, entre el trigo y la ciza?a, la gracia y el pecado. La Asunci?n de la Virgen, en cambio, es imagen luminosa de esperanza y de victoria contra el? drag?n del Apocalipsis (Ap. 12,3); y es figura de la humanidad que todav?a espera?alcanzar su plenitud.

Por Ella, la esperanza es un futuro que se hace para nosotros creyentes, cierto y verdadero.? En este caso, el futuro? aparece como un elemento muy distintivo: no porque? conozcamos los detalles de lo que nos espera, sino porque podemos saber que nuestra vida no termina en un vac?o, ni en la nada, y que Dios est? con nosotros.

Por este motivo,? dado que el futuro es una certeza en nuestra vida, tambi?n se hace m?s llevadero el presente. Como nos dice el Santo Padre Benedicto XVI ?La puerta oscura del tiempo, del futuro, ha sido abierta de par en par. Quien tiene esperanza vive de otra manera; se le ha dado una vida nueva? (cfr. Spes salvi, 2) y cree en la vida eterna.??

La Virgen vivi? sin temor a la espada que iba a atravesar su coraz?n? ?????

La Sant?sima Virgen tambi?n es motivo de esperanza porque su triunfo refleja la entrega generosa de su vida, que vivi? sin temor a la espada que iba a traspasar su coraz?n, y nos ayuda a superar las pruebas que debemos? afrontar cada d?a; el subjetivismo individual y el ego?smo.???????????????

A veces se vive como si no tuvi?ramos que morir nunca, o como si todo, al fin, se acabara con la muerte; la vida aparece para algunos como si el hombre fuera el ?nico art?fice de su propio destino, o como si Dios no existiera, llegando inclusive? en algunas ocasiones? a negar que haya un lugar? para ?l en el mundo que cre?.?

En una ?poca como la nuestra, la Asunci?n?de la Virgen nos interpela y nos ayuda.

En este sentido, en una ?poca como la nuestra,? la Asunci?n?de la Virgen nos interpela y nos ayuda, m?s a?n nos mueve a verificar si la vida, que cada uno lleva, est? dirigida hacia? Dios, ?y por esto nos invita a cambiarla en caso que no sea as?. Pensemos que la invitaci?n no es solo personal, sino que tambi?n se extiende a la familia, a nuestras comunidades y parroquias,? y a la sociedad en la que vivimos.?

Pidamos a Mar?a que nos ayude a ser fieles a la? esperanza,? buscando en todas las cosas el reino de Dios; que nos ayude? a abrirnos? a la acci?n del Esp?ritu Santo, que? transforme nuestras vidas y? corazones; y que nos ilumine sobre el camino a seguir, teniendo presente el bien, la dignidad de toda persona creada por Dios, y la naturaleza que nos regal?. No olvidemos la caridad, que brota ante todo del amor de Dios, y es un signo de nuestra vida en Cristo.

Sabemos que su elevaci?n al cielo no la aleja nuestra vida y de las necesidades del mundo; por el contrario, Ella puede mirarnos e interceder por nosotros, con la misma solicitud y amor con que movi? suplicante el Coraz?n de Jes?s, para realizar su primer milagro en las bodas de Can?, que le da el nombre a su Movimiento.

Ofrezcamos tambi?n en este d?a el Rosario para que por medio del misterio glorioso de su Asunci?n, crezca en nuestra Arquidi?cesis la piedad mariana y el amor a la Madre de Dios, lejos de todo mal y pecado. Que el Magnificat que proclamamos? en el Evangelio, salido de la fe profunda de Mar?a, encuentre un profundo eco en nuestra vida de disc?pulos, para seguir a Jesucristo y resucitar con ?l; ?y as?? compartir? su gloria.?

Mons. Jos? Luis Mollagan, arzobispo de Rosario?


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Alocuci?n televisiva de monse?or H?ctor Aguer, arzobispo de La Plata en el programa ?Claves para un mundo mejor? (14 de agosto de 2010). (AICA)

EL ABORTO: DE DELITO A DERECHO ???????

El mes pasado se produjo un episodio muy confuso: la publicaci?n de una gu?a t?cnica del Ministerio de Salud de la Naci?n para la atenci?n integral de los abortos no punibles.

Digo que fue un episodio confuso porque el mencionado instrumento apareci? como una resoluci?n del Ministerio de Salud, pero luego el Sr. Ministro aclar? que de ninguna manera ?l hab?a autorizado esa publicaci?n y que no era su intenci?n, por lo tanto, promover la implementaci?n del aborto, que se propon?a en esa funesta gu?a.

Lo curioso es que el texto ha sido preparado por t?cnicos expertos del Ministerio de Salud. Creo que durante la gesti?n anterior. Este documento se permite interpretar el C?digo Penal de la Naci?n, porque pretende extender las dos excusas absolutorias que se encuentran en el art?culo 86.

Ese art?culo del C?digo Penal considera al aborto un delito, pero afirma que ese delito no se castiga cuando el embarazo, y el consiguiente aborto, ha ocurrido a causa de la violaci?n? de una mujer deficiente mental, o cuando ha habido peligro para la vida de la mujer embarazada.

?Ahora esta Gu?a extiende esas dos excusas absolutorias proponiendo el aborto como un derecho. Dice claramente que este es un derecho humano de la mujer. Tal es as? que el t?tulo mismo de esta Gu?a la presenta como: ?Cumplimiento efectivo de los Derechos Sexuales y Reproductivos.

Hace tiempo que se quiere inducir en la sociedad argentina esta mentalidad abortista presentando la eliminaci?n de un ser humano en gestaci?n como un derecho de la mujer.

Es notable que en esta Gu?a, donde se describen pormenorizadamente los crueles m?todos que se pueden emplear para asesinar hasta ni?os de 12 y m?s semanas de gestaci?n, no se menciona nunca al ni?o por nacer, como si fuera un mero objeto biol?gico, un bicho pre-humano o una cosa rara que le sali? a la mujer adentro, para decirlo groseramente.

?Adem?s se est? queriendo promover esta mentalidad entre los j?venes porque precisamente esta Gu?a apunta a la posibilidad de que una chica menor de edad pueda presentarse para hacer un aborto sin que sus padres se enteren.

Ahora bien: este desliz ocurrido en el Ministerio de Salud no es casualidad. Felizmente, el Sr. Ministro sali? a aclarar que no era su intenci?n promover esto. Pero, el documento, con todo, ha sido publicado. Por otra parte la iniciativa responde a un plan que se viene desarrollando progresivamente. Hay un Decreto, que lleva el N? 1086 del a?o 2005, que aprueba el Plan Nacional contra la Discriminaci?n , all? el aborto es incluido entre esos hechos que no deben ser objeto de discriminaci?n. Se estar?a discriminando a la mujer si uno ?la obliga? a tener su hijo.

En esa decisi?n presidencial de 2005 se manifiesta un plan que no es un invento argentino, sino la versi?n servil de un proyecto global de imposici?n de nuevos paradigmas, que se propone afianzar en el mundo la dictadura del relativismo. Esto es que todo vale igual, que no hay distinci?n del bien y del mal por referencia a la naturaleza humana. Y en nombre de una especie de religi?n secular de los derechos humanos se niega el derecho fundamental a la vida, sin el cual todos los otros derechos se derrumban. Lo que hasta ahora constitu?a un delito pasa a ser un derecho.

Insisto: se trata de un ni?o, porque seg?n la interpretaci?n que nuestro pa?s ha hecho de la declaraci?n sobre los derechos del ni?o, se considera tal al ser humano desde el momento de la concepci?n. A pesar de lo cual, una diputada se ha descolgado recientemente con un incre?ble desprop?sito; seg?n ella s?lo se es ni?o desde el nacimiento. Esta afirmaci?n contradice las certezas incontrastables de la biolog?a. El ni?o posee una identidad propia, personal, desde la concepci?n.

Hay que estar alertas ante estos intentos, porque adem?s, en el Congreso de la Naci?n , como es sabido, se renuevan peri?dicamente varios proyectos que est?n en la misma l?nea, para introducir el aborto, que terminar? siendo generalizado, a partir de esta extensi?n de las excusas absolutorias del C?digo Penal.

Mons. H?ctor Aguer, arzobispo de La Plata

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Publicado por verdenaranja @ 22:43  | Hablan los obispos
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Tras un intenso debate, el pasado 28 de julio el parlamento de Catalu?a prohibi? las corridas de toros en todo el territorio de la Comunidad Aut?noma de Catalu?a. Con este motivo el corresponsal de AICA en Madrid, Armando Rub?n Puente, envi? el siguiente e interesante trabajo sobre la historia y los antecedentes de las corridas de toros y los conflictos relacionados con su pr?ctica a lo largo de los siglos. Madrid (Espa?a), 16 Ago. 10 (AICA)


Desde Cicer?n, S?neca y San Agust?n
???? ?Existe el mismo peligro al exponerse a las astas de un toro que a las u?as o los dientes de un le?n?, sentenciaron los concilios de Basilea y de Florencia en el siglo XV. Detr?s de esta reflexi?n estaban las p?ginas inflamadas escritas por los te?logos cristianos del siglo III y IV encabezados por San Agust?n, censurando las fiestas paganas en el circo, del mismo modo que lo hab?an hecho Cicer?n y S?neca.

???? En los reinos de la Espa?a de los Reyes Cat?licos, las corridas de toros eran populares espect?culos celebrados en determinados d?as de fiesta, en los que se lanceaban toros, tarea reservada a los caballeros y, solo en ciertos casos, a diestros jinetes dedicados a cuidar el ganado.

???? En 1513 un te?logo escribi? en Alcal? de Henares, mezclando razones sociales, religiosas y sentimentales: ??Cuantos peligros, muertos, heridos, males y esc?ndalos nacen en esos juegos en que se atormentan y matan los toros con lanzas y garrochas, y lo que es m?s grave hacerlo en fiestas en honor de santos?.

Condenas de los Papas
???? Pero fue a mediados del siglo XVI cuando los Papas las condenaron.

???? En 1567 san P?o V decret? en la bula ?De salutis gregis dominici? que quienes participaran o presenciaran las corridas de toros incurr?an autom?ticamente (?latae sententiae?) en la pena de excomuni?n.

???? Pocos a?os despu?s, en 1575, ante la reacci?n de las autoridades en los reinos dependientes de la poderosa corona espa?ola? ?Castilla, Le?n, N?poles y Portugal?? que interpretan que el documento pontificio era un ataque a Espa?a y una muestra de la ?incomprensi?n? de su ?historia y su cultura?, Gregorio XIII moder? el riguroso decreto de su antecesor en el breve ?Exponis nobis super?, excluyendo de la excomuni?n a los laicos que presenciaran el espect?culo, y reservando la sanci?n solo a los sacerdotes y religiosos.

???? Ocho a?os m?s tarde, Sixto V volvi? a poner en pleno vigor la bula de san P?o V, haci?ndose eco de las denuncias de obispos y te?logos espa?oles acerca de los abusos interpretativos con los que se aplicaba la bula de Gregorio XIII.

???? En 1596 Clemente VIII en un nuevo documento, ?Suspectus numerus?, levant? todos los anatemas y censuras, reserv?ndolas exclusivamente a los frailes de las ?rdenes mendicantes.

???? Tantos documentos contradictorios originaron durante medio siglo un enorme revuelo, crearon un ambiente apasionado y causaron la desorientaci?n entre los cat?licos. En ese per?odo Santo Tom?s de Villanueva y San Juan de ?vila escribieron conden?ndolas por ?el riesgo de muerte al que se exponen voluntariamente los caballeros que intervienen en ella y los peones que los ayudan? y ?la crueldad in?til? y ?brutalidad? con que tratan a los animales. Son ?restos de antiguas barbaries de siglos pasados, que siguen causando muchas muertes?.

???? En 1590 un can?nigo de la catedral de Toledo dec?a: ?Es el m?s peligroso de los espect?culos, donde mueren y se ve morir hombres y se cometen m?s excesos y pecados?. Y sin embargo, ?a pesar de las prohibiciones papales, se siguen corriendo los toros como antes?.

Moralistas, juristas y reyes
???? Los moralistas que se opon?an a las corridas empleaban un argumento que sus enemigos prefer?an ignorar: las corridas son motivo de ?numerosos pecados porque a diferencia de los espect?culos teatrales, a los que asisten los hombres y las mujeres desde lugares perfectamente diferenciados? ?por lo general los hombres en la planta baja de los teatros y las mujeres en la superior?,? en las corridas estaban juntos en las plazas y cotos cerrados.

???? Compart?an estas opiniones eminentes juristas que consideraban las corridas ?da?inas y criminales?.

???? Los miembros de las Cortes de Castilla reunidas en Valladolid, en 1555 pidieron al rey ?mandar que no se corran los toros?, solicitud reiterada en Madrid en 1567, pidiendo que se aplicara en Espa?a el motu proprio de san P?o V por el que ?en las tierras de la Iglesia? ?los Estados Pontificios-? no se consienta correr los toros bajo pena de pecado mortal?.

????? En 1587 volvieron a record?rselo al monarca, pero Felipe II, como sus sucesores de la dinast?a de los Austria y luego de los Borbones, incluido el actual, don Juan Carlos I, fueron todos ellos aficionados a las corridas. No as? sus esposas, como por ejemplo la inglesa Victoria Eugenia o la griega do?a Sof?a, que no han compartido las arraigadas aficiones taurinas de sus regios maridos.

Interminable pol?mica
???? Las corridas de toros fueron motivo de una interminable pol?mica que dura m?s de cuatro siglos? -hasta hoy-,? en la que participaron novelistas, poetas, autores de teatro, religiosos jesuitas, dominicos y franciscanos, sacerdotes, miembros de las Cortes de Castilla, jueces, ministros, parlamentarios y periodistas. Se pueden distinguir tres grupos: quienes las criticaban y condenaban, quienes las defend?an y aquellos que adoptaban una actitud ecl?ctica.

???? Durante el siglo XVI y XVII los te?logos, moralistas y legisladores de las Cortes se ocupan m?s de interpretar los documentos de los Papas que del fondo literal que ellos encierran y en los que todos los pont?fices coinciden en condenar las corridas de toros. Y obs?rvese que, no habiendo nunca anulado esa condena la m?s alta autoridad de la Iglesia cat?lica, hay que concluir que sigue por tanto en vigor.

???? A fines del siglo XVI los franciscanos hab?an empezado a hacer distingos y matizar los documentos de los Papas. Era nada m?s que el principio de lo que vendr?a m?s tarde:

???? No se pueden correr los toros en d?as laborables, pero ?se puede los domingos y d?as festivos? Y en tal caso ?las corridas deben celebrarse solo en cotos y plazas cerradas o tambi?n en los campos y otros lugares? ?Pueden verlos los sacerdotes? ?D?nde, c?mo y en qu? ocasiones? ?Y los religiosos? ?Incurren en excomuni?n los soldados de caballer?a? ?Y los de infanter?a?

???? Hab?a minuciosos can?nigos y curas, bachilleres y barberos capaces de ver un mosquito, e ignorar un elefante, y otros que se inflamaban de ira y gritaban: ?Excomuni?n latae sententiae!, que implicaba adem?s la prohibici?n de dar sepultura a los que murieran corriendo los toros.

???? Los cl?rigos no pueden asistir a las corridas si se dan en d?as laborables, dec?an los primeros. Incurren en pecado pero no son por ello autom?ticamente excomulgados; es preciso que el obispo lo haga en cada caso y de forma expresa, puntualizaban los ecl?cticos. ?Y qu? pasa si ven correr los toros desde una ?ventana secreta?? Entonces no pecan, dec?an los ?aperturistas?. No, la prohibici?n tambi?n les afecta, respond?an otros recordando que as? sucedi? con cuatro jesuitas extranjeros que en visita a Madrid fueron llevados a una habitaci?n de la Plaza Mayor, desde donde tras los visillos, vieron la corrida, pero denunciados por alguien fueron reprendidos por el general de la Compa??a.

???? ?Incluye la prohibici?n a los que solo han recibido las ?rdenes menores, como por ejemplo los ostiarios? ?Se pueden correr los toros por las calles o el campo si llevan ?las patas atadas con fuertes cuerdas?? Cuestiones de este tipo se discut?an largamente.

???? Estos puntos dan una idea de los subterfugios y evasivas, los detalles y minucias de los que se serv?an sacerdotes, religiosos y moralistas para obviar las disposiciones pontificias.

???? Los reyes y gobernantes y en general gran parte de los espa?oles, aplicaban para la prohibici?n de las corridas de toros la misma formula que para otras normas: ?La ley se acata pero no se cumple?, dec?an entonces. No muy lejos de lo que siguen haciendo tantos espa?oles hoy: ?Yo respeto la sentencia o el acuerdo adoptado, pero...?. Como si fuera posible legalmente no respetar, acatar y cumplir la sentencia de un tribunal, sea supremo o constitucional, local o internacional.

Aparecen las razones econ?micas
???? A partir del siglo XVIII los defensores de las corridas empiezan a argumentar razones econ?micas: contribuyen a perfeccionar la doma de los caballos, el manejo y pr?ctica de las lanzas a los integrantes de los cuerpos de Caballer?a, mejoran las razas de los toros, expanden la ganader?a y son fuentes de trabajo.

???? Todav?a hay personalidades importantes e ilustradas? ?el conde de Aranda, Jovellanos, Cadalso-,? que se oponen a las corridas. El primero redacta un proyecto que eleva al rey Carlos IV dici?ndole que ?no hay ninguna raz?n particular para que subsistan las corridas y s? muchas para su prohibici?n. Son espect?culos b?rbaros, que distraen a los trabajadores y les hacen perder muchos d?as y horas laborables?.

???? Aranda propuso que la ley de prohibici?n entrara en vigor en el plazo de cuatro a?os. Para entonces hab?a perdido el cargo. Los Borbones siguieron siendo unos apasionados de las corridas, que a partir de Fernando VII se convirtieron en ?fiesta nacional? con la entusiasta aprobaci?n de aquel pueblo que lo segu?a al grito de ?viva las cadenas?. Su hija Isabel II lo mismo que sus sucesores compartieron la afici?n de los toros y la amistad con toreros.

???? A fines del siglo XVIII se reglament? y organiz? la fiesta y se permiti? el toreo a pie, dejando de ser una diversi?n solo practicada por caballeros de las clases superiores.

???? Paralelamente la Iglesia fue perdiendo su fuerza y prestigio.

???? En el siglo XIX la creaci?n de las Sociedades Protectoras de Animales devolvieron fuerza y razones a los contrarios a las corridas y el asunto fue tratado en m?s de una ocasi?n en el Parlamento desde mediados del siglo.

???? En Am?rica la independencia y nacimiento de las nuevas rep?blicas fue acompa?ado de la prohibici?n de las corridas en aquellas naciones donde la implantaci?n del poder colonial y virreinal espa?ol hab?a sido menor, pero sigue siendo un espect?culo que llena las plazas en Per?, Ecuador, Colombia, Venezuela y M?xico.

???? En Europa, aparte de la tradici?n taurina en Portugal y Espa?a, en Francia son muchos los que se apasionan por las corridas y en los ?ltimos tiempos se han abierto nuevas plazas.

???? El reciente acuerdo del parlamento de Catalu?a prohibiendo las corridas no obedece a las razones que movieron durante siglos a los moralistas cat?licos y a los Papas, sino a motivos pol?ticos: el deseo de diferenciarse como naci?n de Espa?a. Una corriente que encuentra eco en los sectores independentistas gallegos y baleares.+?


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Viena (Agencia Fides) ? El 26 de agosto de 2010 se celebra el cent?simo cumplea?os de la Madre Teresa de Calcuta, fundadora de las Misioneras de la Caridad. Mons. Leo M. Maasburg, actual Director Nacional de las Obras Misionales Pontificias en Austria (www.missio.at), por muchos a?os fue acompa?ante de viajes, consejero, confesor e int?rprete de la Madre Teresa. Los momentos vividos por ?l al lado de Madre Teresa han sido plasmados en el libro ?Mutter Teresa: Die wunderbaren Geschichten? (Patloch Verlag, M?nchen 2010), que en el a?o jubilar ser? publicado en 10 lenguas.

Mons. Maasburg ha hecho llegar a la Agencia Fides su contribuci?n sobre los aspectos misioneros de la obra de la Madre Teresa:

Madre Teresa de Calcuta es venerada por personas de todas las naciones y religiones como ejemplo a seguir, santa y s?mbolo luminoso del servicio gratuito al pr?jimo. Era una misionera de un amor sin confines: sin confines en su extensi?n geogr?fica, como los ap?stoles enviados por el Se?or; sin confines en su profundidad espiritual, seg?n el mandamiento ?nico y nuevo de Jes?s ?amaos los unos a los otros como yo os he amado?. Madre Teresa vivi? este mandamiento de Jes?s en un modo extraordinariamente aut?ntico y completo haciendo resplandecer la luz de Cristo dondequiera que se encontraba. A trav?s de su ser y su actuar demostr? al mundo qu? significa la misi?n hoy: no predicaba el amor con su palabra sino con su modo de vivir.


Cuando la Madre Teresa envi? a sus monjas a Etiop?a, el r?gimen dictatorial le propuso la delicada pregunta acerca de c?mo pensaba realizar su labor. Su respuesta fue: ?El tierno amor y el cuidado que dedicaremos a los m?s pobres entre los pobres de vuestro pa?s ser?n una prueba del amor de Dios mismo hacia ellos?. La Madre Teresa jam?s criticaba la fe de los dem?s, sino que a trav?s de su ejemplo los atra?a a la suya.
Cualquier cosa que Ella hac?a era ?obra de ?l?, no consideraba ninguna de sus obras un m?rito propio. Ella era ?el l?piz en la mano de Dios. En la mano de un Dios que estaba escribiendo una carta de amor al mundo?.

Su disponibilidad la condujo a una nueva, desconocida, profundidad m?stica y espiritual. En la revelaci?n de Su sed, de Su necesidad de amor (?tengo sed?, Jn 19,28) Jes?s le pide el consenso a Su designio.


El camino hacia la profundidad espiritual para Madre Teresa asumi? un giro inesperado y dram?tico. En una ?noche del alma? que duraba desde hac?a d?cadas, Jes?s le hizo participar en modo m?stico, pero al mismo tiempo muy real, a Su sufrimiento y al abandono de Dios en la cruz (?Dios m?o por qu? me has abandonado?, Mc 15,34). Mientras el orden nuevo fundado por ella se extend?a a todo el mundo, ella, a trav?s de una lejan?a de Dios vivida en modo muy angustioso, experimentaba el dolor de la sed de amor y de un amor que no sent?a correspondido.


Madre Teresa se confi? completamente a la gu?a divina con la fundaci?n en 1948 de las ?Misioneras de la Caridad?, cuyo objetivo era llevar la luz de Jes?s a los m?s pobres entre los pobres en los slums de Calcuta y seguidamente a todos aquellos que sufren por la pobreza material, social y espiritual en todo el mundo.


Se dio cuenta de que el lugar, donde la sed de amor de Jes?s puede ser placada, son los hambrientos, los sedientos, los desnudo y los desamparados ? en una palabra: ?Jes?s vestido como el m?s pobre entre los pobres?, en los slums del mundo y en los slums espirituales en el coraz?n de las personas. As? ella se hizo Misionera de la Caridad, con un compromiso social sin l?mites y con una profundidad espiritual inigualable. Anticipando la globalidad de la igualdad entre pobres y ricos, en esta mujer min?scula se demuestra la misi?n de toda la Iglesia y la vocaci?n de cada hombre, independientemente de la raza y de la religi?n, del color y de la ideolog?a: ?a ser hijos de Dios, creados para amar y para ser amados?. (MS/LM) (Agencia Fides, 24/08/2010)


Publicado por verdenaranja @ 16:23  | Misiones
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REDACCI?N DE "IGLESIA NIVARIENSE"
C. San Agust?n, n? 28
38201. La Laguna. Tenerife.
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Bolet?n 398?

LAS NOTICIAS AMPLIADAS PUEDEN VERLAS ENTRANDO EN NUESTRO NUEVO BLOG. Textos, sonidos, e im?genes los tienen en:
http://www.comunicacionobispadodetenerife.blogspot.com/

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??????Oscar Luis Guerra, actual p?rroco de Santa ?rsula ha sido nombrado por el Obispo, nuevo Vicario Episcopal de la Vicar?a Tenerife-Norte.
Oscar es natural de Santa Cruz de La Palma y fue ordenado presb?tero el 10 de septiembre de 1995. Hasta la fecha, Oscar ha desempe?ado diversos cargos y ministerios tales como: vicerrector en el Seminario Menor, p?rroco en el arciprestazgo de Taco, capell?n del hospital Nuestra Se?ora de Candelaria, p?rroco de Valle San Lorenzo y Buzanada, delegado episcopal de Migraciones, secretario particular del Obispo, vicearcipreste de Granadilla, etc.
El nuevo Vicario Episcopal de la zona Norte ha indicado que esta nueva responsabilidad la asume "desde la entrega, la disponibilidad y el servicio pero no sin temor y temblor. Mi labor se concretar? en ser nexo de uni?n entre los arciprestazgos y el Obispo, ayudando en la labor pastoral y queriendo contribuir al buen desarrollo de la vida de la Iglesia."?

????? El d?a 18 de septiembre, a las 12,30 horas, en el Templo Parroquial de La Asunci?n en San Sebasti?n, el Vicario General, Antonio Manuel P?rez Morales presidir? la celebraci?n de la Eucarist?a previa a la procesi?n con la imagen de Nuestra Se?ora de Guadalupe hasta el Puerto de la capital gomera, donde ser? embarcada para continuar en procesi?n mar?tima hasta su Ermita de Puntallana. Al d?a siguiente, 19 de septiembre, a las 12,30 horas, en Puntallana, ser? el Obispo quien presida la Eucarist?a, dentro de la cual ser?n bendecidas las obras de restauraci?n llevadas a cabo en la Ermita de la Patrona de La Gomera, Nuestra Se?ora de Guadalupe.

????? Despu?s de las graves inundaciones en el sur del Punjab, que asolan en esta zona de Pakist?n, el hogar, las vidas y el futuro de muchas personas, Caritas Pakist?n ha puesto de inmediato su mecanismo de gesti?n de desastres y ayuda inmediata de emergencia para acudir en socorro de las victimas , suministrando agua , alimentos, utensilios de cocina, kits de higiene y salud. Caritas Espa?ola, presente en la zona desde hace algunos a?os colaborar? con contribuciones sucesivas a la puesta en marcha y ejecuci?n del programa general de emergencia y desarrollo elaborado por la Caritas Pakist?n y el resto de Caritas presentes en la zona.

?????? El tel?fono de informaci?n y donaciones es el 902.33.99.99. Asimismo, se pueden ingresar los donativos en las siguientes cuentas bancarias: SANTANDER 0049-1892-69-2710216626; LA CAIXA 2100-2208-30-0200263083; BANESTO 0030-1001-37-0007654271; CAJA MADRID 2038-1028-19-6001027255; POPULAR 0075-0001-85-0607033893; SABADELL-ATLANTICO 0081-0216-71-0001307435; C.E.C.A 2000-0002-24-9100382601; BBVA 0182-2000-21-0201508699. Tambi?n se pueden ingresar donativos en las cuentas de las C?ritas Diocesanas.

?????? El presidente de C?ritas Espa?ola, Rafael del R?o, ha escrito una carta en donde intenta llamar la atenci?n de la poblaci?n sobre esta emergencia, y animar a la misma a que se solidarice con el pueblo pakistan?.?

????? El? martes d?a 31 de agosto tendr? lugar a las 11:00 horas, en el Sal?n de Juntas de la Esclavitud ?la presentaci?n oficial del cartel y programa de actos religiosos en honor al Sant?simo Cristo, organizados por la? Pontificia, Real y Venerable Esclavitud del Sant?simo ?Cristo de La Laguna para el mes de septiembre, con motivo de la celebraci?n de la ?exaltaci?n de la santa cruz. El d?a 9 de septiembre, el Real Santuario acoger? el acto de Descendimiento del Cristo. El 14 de septiembre, se celebrar? la Exaltaci?n de la Santa Cruz en la que se celebra la festividad del Sant?simo Cristo de La Laguna.?

????? Desde el pasado 15 de Agosto, la comunidad parroquial de Ntra. Sra. de la Concepci?n, en Los Realejos se encuentra celebrando distintos actos religiosos en honor a Mar?a en su advocaci?n de "Madre de los Afligidos".??

????? El alcalde de La Laguna, Fernando Clavijo, ha suscrito la pr?rroga para 2010 del convenio existente entre el Ayuntamiento de La Laguna y los Hermanos Franciscanos de Cruz Blanca para financiar con 12.720 euros un programa cuyo fin es ayudar a desarrollar las habilidades psicomotrices de personas con discapacidad y que lleva a cabo esta orden en la Casa ?Manolo Torras?.El Programa de Psicomotricidad tiene como objetivo ayudar a los beneficiarios a encontrar el bienestar que les proporcione una mejor calidad de vida a trav?s del desarrollo de sus capacidades motrices, expresivas y creativas a partir del cuerpo, con una correcta elaboraci?n del esquema corporal con los siguientes elementos: actividad t?nica, equilibrio y conciencia corporal.

??? En las fiestas en honor a Nuestra Se?ora de Candelaria se lograron recoger 21.000 kilos de alimentos, 3.000 kilos m?s que en 2009. As?, los Padres Dominicos en colaboraci?n con el Ayuntamiento repartir?n 12.000 litros de leche, 45.000 huevos, adem?s de papas, calabazas, y pl?tanos entre otros comestibles, entre las personas y los colectivos m?s necesitados de la Isla.?

????? Despu?s del ?xito del primer concierto de la Luna celebrado en julio en el Sitio Hist?rico de Chinguaro, en G??mar, esta semana ha tenido lugar la segunda entrega. En esta ocasi?n fue la Camerata Lacunensis de la Universidad de La Laguna la encargada de ?poner banda sonora de fondo a tan evocador marco. Los objetivos siguen siendo los mismos: dar a conocer Chinguaro, antigua corte de los menceyes de G??mar y santuario mariano durante cinco siglos, entre quienes a?n no saben de su existencia y por otro, a trav?s del donativo voluntario de los asistentes, apoyar al proyecto Caf? y ?Calor de C?ritas Interparroquial.?

???? El pueblo de Tejina vive como cada a?o las fiestas en honor a San Bartolom?, con un amplio programa en el que tienen cabida todo tipo de actos. Durante la Eucarist?a celebrada el d?a del santo, se llev? a cabo una ofrenda que ser? repartida entre los m?s necesitados. Por otro lado,? el s?bado 28, a las 23:00 horas, procesionar? la imagen de San Bartolom? por el recorrido de costumbre. Un d?a m?s tarde, el domingo 29, ser? el d?a m?s esperado ya que se llevar? a cabo la ofrenda de los Corazones. Comenzar? a las 6:00 horas con la diana floreada, y tendr? como punto ?lgido, a las 11.30 horas, la entrada de los corazones acompa?ados de sus respectivas parrandas en la Plaza, la lectura de la ofrenda a San Bartolom?, y la Santa Misa.?

????? La Concejal?a de Promoci?n de la Educaci?n, la Cultura y el Patrimonio Hist?rico Art?stico de Adeje ultima los detalles para iniciar la II Visita Lustral de la Virgen de la Encarnaci?n a los pueblos y barrios del municipio,? dando respuesta as? a una promesa realizada por los adejeros y adejeras en el siglo XVIII en agradecimiento a los continuos milagros y favores de la que consideran su patrona devocional y que se recogen en el Libro de Milagros de la Virgen que se encuentra en la Iglesia Matriz de Santa ?rsula. EstaII Visita Lustral arranca el 27 de agosto con la izada de bandera de la Virgen en la fuente de Las Torres (18.30 horas). Dos d?as m?s tarde se llevar? a cabo el recorrido de la antorcha de la Virgen y el encendido del pebetero instalado tambi?n en la urbanizaci?n Las Torres (19.00 horas).??

???? Otro acto muy emotivo ser? la Rogativa nocturna, que se celebra el 4 de septiembre, que parte desde la? Iglesia Matriz de Santa Ursula y sigue por la Cruz del Llano, el cementerio, Tosca Colorada hasta el encuentro de la venerada imagen con los guanches, El Humilladero y la llegada a San Sebasti?n.?

????? En el pueblo de Chiguergue, en el municipio de Gu?a de Isora ?tambi?n han estado de celebraciones con motivo de cincuenta aniversario de la imagen de San Roque.

?????? Las Carboneras y Chinamada de Santa Cruz de Tenerife celebraron, d?as atr?s, su tradicional romer?a lustral en honor de San Ram?n Nonato, con su singular tipismo al m?s puro estilo aborigen. La imagen del santo fue trasladada muy temprano desde su ermita en Chinamada hasta la parroquia de San Isidro Labrador en Las Carboneras.

?????? Tegueste se prepara para vivir durante la primera quincena de septiembre una de sus celebraciones m?s importantes: las fiestas en honor de Nuestra Se?ora de Los Remedios, copatrona y alcaldesa honoraria de la Villa. Los festejos comenzar?n el jueves, d?a 2 con el tradicional traslado de la Bandera de la Virgen en la plaza de San Marcos.

?????? El pr?ximo 4 de septiembre, el obispo Bernardo ?lvarez cumplir? su quinto aniversario de Ordenaci?n Episcopal.

?????? El CD Tenerife cumpli? con la tradici?n y la plantilla, el cuerpo t?cnico y la directiva acudieron a la Bas?lica de Candelaria para realizar la ofrenda a la Patrona de Canarias.


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Mi?rcoles, 25 de agosto de 2010

ZENIT? nos ofrece la homil?a pronunciada?el domingo 15 de Agosto de 2010?por el Papa Benedicto XVI, al presidir la Misa en la parroquia pontificia de Santo Tom?s de Villanueva en Castel Gandolfo, en la Solemnidad de la Asunci?n de la Virgen.

Eminencia, Excelencia, Autoridades,
Queridos hermanos y hermanas,

hoy la Iglesia celebra una de las m?s importantes fiestas del a?o lit?rgico dedicadas a Mar?a Sant?sima: la Asunci?n. Al t?rmino de su vida terrena, Mar?a fue llevada en alma y cuerpo al Cielo, es decir, a la gloria de la vida eterna, en la comuni?n plena y perfecta con Dios.

Este a?o se celebra el sexag?simo aniversario desde cuando el Venerable papa P?o XII, el 1 de noviembre de 1950, defini? solemnemente este dogma, y quisiera leer ? aunque es un poco complicada ? la forma de la dogmatizaci?n. Dice el papa: ?de tal modo la augusta Madre de Dios, arcanamente unida a Jesucristo desde toda la eternidad con un mismo decreto de predestinaci?n, Inmaculada en su Concepci?n, Virgen sin mancha en su divina maternidad, generosa Socia del Divino Redentor, que ha tra?do un triunfo pleno sobre el pecado y sobre sus consecuencias, al final, como suprema coronaci?n de sus privilegios, obtuvo el ser preservada de la corrupci?n del sepulcro y, vencida la muerte, como antes su Hijo, el ser elevada en cuerpo y alma a la gloria del Cielo, donde resplandece como Reina a la derecha de su Hijo, Rey inmortal por los siglos? (Const. ap. Munificentissimus Deus, AAS 42 (1950), 768-769).

?ste es, por tanto, el n?cleo de nuestra fe en la Asunci?n: nosotros creemos que Mar?a, como Cristo su Hijo, ya ha vencido la muerte y triunfa ya en la gloria celestial en la totalidad de su ser, ?en alma y cuerpo?.

San Pablo, en la segunda lectura de hoy, nos ayuda a arrojar un poco de luz sobre este misterio partiendo del hecho central de la historia humana y de nuestra fe: es decir, el hecho de la resurrecci?n de Cristo, que es ?la primicia de los que han muerto?. Inmersos en Su Misterio pascual, hemos sido hechos part?cipes de su victoria sobre el pecado y sobre la muerte. Aqu? est? el secreto sorprendente y la realidad clave de toda la historia humana. San Pablo nos dice que todos fuimos ?incorporados? en Ad?n, el hombre primero y viejo, todos tenemos la misma herencia humana a la que pertenece: el sufrimiento, la muerte, el pecado. Pero a esta realidad que todos nosotros podemos ver y vivir cada d?a a?ade una cosa nueva: nosotros estamos no solo en esta herencia del ?nico ser humano, comenzado con Ad?n, sino que somos ?incorporados? tambi?n en el hombre nuevo, en Cristo resucitado, y as? la vida de la Resurrecci?n est? ya presente en nosotros. Por tanto, esta primera ?incorporaci?n? biol?gica es incorporaci?n en la muerte, incorporaci?n que genera la muerte. La segunda, nueva, que se nos da en el Bautismo, es ?incorporaci?n? que da la vida. Cito de nuevo la segunda Lectura de hoy; dice San Pablo: ?Porque la muerte vino al mundo por medio de un hombre, y tambi?n por medio de un hombre viene la resurrecci?n. En efecto, as? como todos mueren en Ad?n, as? tambi?n todos revivir?n en Cristo, cada uno seg?n el orden que le corresponde: Cristo, el primero de todos, luego, aquellos que est?n unidos a ?l en el momento de su Venida (1Cor 15, 21-24)?.

Ahora, lo que san Pablo afirma de todos los hombres, la Iglesia, en su Magisterio infalible, lo dice de Mar?a, en un modo y sentido precisos: la Madre de Dios se inserta hasta tal punto en el Misterio de Cristo que es part?cipe de la Resurrecci?n de su Hijo con toda ella misma ya al final de su vida terrena; vive lo que nosotros esperamos al final de los tiempos cuando ser? aniquilado ?el ?ltimo enemigo?, la muerte (cfr 1Cor 15, 26); vive ya lo que proclamamos en el Credo ?Espero en la resurrecci?n de los muertos y en la vida del mundo futuro?.

Por tanto nos podemos preguntar: ?cu?les son las ra?ces de esta victoria sobre la muerte anticipada prodigiosamente en Mar?a? Las ra?ces est?n en la fe de la Virgen de Nazaret, como atestigua el pasaje del Evangelio que hemos escuchado (Lc 1,39-56): una fe que es obediencia a la Palabra de Dios y abandono total a la iniciativa y a la acci?n divina, seg?n cuanto le anuncia el arc?ngel. La fe, por tanto, es la grandeza de Mar?a, como proclama gozosamente Isabel: Mar?a es ?bendita entre las mujeres?, ?bendito es el fruto de su vientre? porque es ?la madre del Se?or?, porque cree y vive de forma ?nica la ?primera? de las bienaventuranzas, la bienaventuranza de la fe. Isabel lo confiesa en su alegr?a y en la del ni?o que salta en su seno: ?Feliz de ti por haber cre?do que se cumplir? lo que te fue anunciado de parte del Se?or? (v. 45). ?Queridos amigos! No nos limitemos a admirar a Mar?a en su destino de gloria, como una persona muy alejada de nosotros: ?no! Somos llamados a mirar lo que el Se?or, en su amor, ha querido tambi?n para nosotros, para nuestro destino final: vivir a trav?s de la fe en la comuni?n perfecta de amor con ?l y vivir as? verdaderamente.

Al respecto quisiera detenerme en un aspecto de la afirmaci?n dogm?tica, all? donde se habla de asunci?n a la gloria celestial. Todos nosotros hoy somos bien conscientes de que con el t?rmino ?cielo? no nos referimos a un lugar cualquiera del universo, a una estrella o a algo parecido: no. Nos referimos a algo mucho m?s grande y dif?cil de definir con nuestros limitados conceptos humanos. Con este t?rmino ?cielo? queremos afirmar que Dios, el Dios que se ha hecho cercano a nosotros no nos abandona ni siquiera en la muerte y m?s all? de ella, sino que tiene un lugar para nosotros y nos da la eternidad; queremos afirmar que en Dios hay un lugar para nosotros. Para comprender un poco m?s esta realidad miremos a nuestra propia vida: todos nosotros experimentamos que una persona, cuando muere, sigue subsistiendo de alguna forma en la memoria y en el coraz?n de aquellos que la conocieron y amaron. Podr?amos decir que en ellos sigue viviendo una parte de esa persona, pero es como una ?sombra? porque tambi?n esta supervivencia en el coraz?n de los propios seres queridos est? destinada a terminar. Dios en cambio no pasa nunca y todos nosotros existimos por raz?n de Su amor. Existimos porque ?l nos ama, porque ?l nos ha pensado y nos ha llamado a la vida. Existimos en los pensamientos y en el amor de Dios. Existimos en toda nuestra realidad, no s?lo en nuestra ?sombra?. Nuestra serenidad, nuestra esperanza, nuestra paz se fundan precisamente en esto: en Dios, en Su pensamiento y en Su amor, no sobrevive s?lo una ?sombra? de nosotros mismos, sino que en ?l, en su amor creador, somos guardados e introducidos con toda nuestra vida, con todo nuestro ser en la eternidad.

Es su Amor que vence la muerte y nos da la eternidad, y es este amor lo que llamamos ?cielo?: Dios es tan grande que tiene tambi?n sitio para nosotros. Y el hombre Jes?s, que es al mismo tiempo Dios, es para nosotros la garant?a de que ser-hombre y ser-Dios pueden existir y vivir eternamente uno en el otro. Esto quiere decir que de cada uno de nosotros no seguir? existiendo s?lo una parte que nos viene, por as? decirlo, arrancada, mientras las dem?s se arruinan; quiere decir m?s bien que Dios conoce y ama a todo el hombre, lo que somos. Y Dios acoge en su eternidad lo que ahora, en nuestra vida, hecha de sufrimiento y amor, de esperanza, de alegr?a y de tristeza, crece y llega a ser. Todo el hombre, toda su vida es tomada por Dios y, purificada en ?l, recibe la eternidad. ?Queridos Amigos! Yo creo que esta es una verdad que nos debe llenar de profunda alegr?a. El Cristianismo no anuncia solo una cierta salvaci?n del alma en un impreciso m?s all?, en el que todo lo que en este mundo nos fue precioso y querido ser?a borrado, sino que promete la vida eterna, ?la vida del mundo futuro?: nada de lo que es precioso y querido se arruinar?, sino que encontrar? plenitud en Dios. Todos los cabellos de nuestra cabeza est?n contados, dijo un d?a Jes?s (cfr Mt 10,30). El mundo definitivo ser? el cumplimiento tambi?n de esta tierra, como afirma san Pablo: ?la creaci?n misma ser? liberada de la esclavitud de la corrupci?n para entrar en la libertad gloriosa de los hijos de Dios? (Rm 8,21). Por tanto se comprende que el cristianismo de una esperanza fuerte en un futuro luminoso y abra el camino hacia la realizaci?n de este futuro. Nosotros somos llamados, precisamente como cristianos, a edificar este mundo nuevo, a trabajar para que se convierta un d?a en el ?mundo de Dios?, un mundo que sobrepasar? todo lo que nosotros mismos podr?amos construir. En Mar?a Asunta al cielo, plenamente part?cipe de la Resurrecci?n de su Hijo, contemplamos la realizaci?n de la criatura humana seg?n el ?mundo de Dios?.

Oremos al Se?or para que nos haga comprender cu?n preciosa es a Sus ojos toda nuestra vida; refuerce nuestra fe en la vida eterna; nos haga hombres de la esperanza, que trabajan para construir un mundo abierto a Dios, hombres llenos de alegr?a que saben entrever la belleza del mundo futuro en medio de los afanes de la vida cotidiana y con esta certeza viven, creen y esperan.

?Amen!

[Traducci?n del original italiano por Inma ?lvarez
?Libreria Editrice Vaticana]


Publicado por verdenaranja @ 23:11  | Habla el Papa
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ZENIT? Nos ofrece?las palabras que el Papa Benedicto XVI pronunci? el domingo, 15 de Agosto de 2010, Solemnidad de la Asunci?n de la Virgen, durante el rezo del ?ngelus, con los peregrinos reunidos en el patio del Palacio Apost?lico de Castel Gandolfo.

Queridos hermanos y hermanas,

hoy, en la solemnidad de la Asunci?n al Cielo de la Madre de Dios, celebramos el paso de la condici?n terrena a la bienaventuranza celeste de Aquella que engendr? en la carne y acogi? en la fe al Se?or de la Vida. La veneraci?n hacia la Virgen Mar?a acompa?a desde los inicios el camino de la Iglesia y ya a partir del siglo IV aparecen fiestas marianas: en algunas se exalta el papel de la Virgen en la historia de la salvaci?n, en otras se celebran los momentos principales de su existencia terrena. El significado de la fiesta de hoy est? contenido en las palabras finales de la definici?n dogm?tica, proclamada por el Venerable P?o XII el 1 de noviembre de 1950 y del que este a?o se celebra el 60? aniversario: ?La Inmaculada siempre Virgen Mar?a, Madre de Dios, terminado el curso de su vida terrena, fue llevada a la gloria celeste el alma y cuerpo? (Const. ap. Munificentissimus Deus, AAS 42 [1950], 770).

Artistas de toda ?poca han pintado y esculpido la santidad de la Madre del Se?or adornando iglesias y santuarios. Poetas, escritores y m?sicos han tributado honor a la Virgen con himnos y cantos lit?rgicos. De Oriente a Occidente la Toda Santa es invocada como Madre celeste, que sostiene al Hijo de Dios entre los brazos y bajo cuya protecci?n encuentra refugio toda la humanidad, con la antiqu?sima oraci?n: ?Bajo tu amparo nos acogemos, santa Madre de Dios: no desprecies nuestras s?plicas en las necesidades, antes bien, l?branos de todo peligro, oh Virgen gloriosa y bendita".

Y en el Evangelio de la solemnidad de hoy, san Lucas describe la realizaci?n de la salvaci?n a trav?s de la Virgen Mar?a. Ella, en cuyo seno se hizo peque?o el Omnipotente, tras el anuncio del ?ngel, sin vacilaci?n alguna, se dirige de prisa donde su pariente Isabel para llevarle al Salvador del mundo. Y, de hecho, ?apenas Isabel oy? el saludo de Mar?a, el ni?o salt? de alegr?a en su seno... [y] se llen? del Esp?ritu Santo? (Lc 1,41); reconoci? a la Madre de Dios en ?aquella que ha cre?do que se cumplir? lo que le fue anunciado de parte del Se?or? (Lc 1,45). Las dos mujeres, que esperaban el cumplimiento de las promesas divinas, pregustan ya el gozo de la venida del Reino de Dios, la alegr?a de la salvaci?n.

Queridos hermanos y hermanas, confiemos en Aquella que ? como afirma el Siervo de Dios Pablo XVI ? ?asunta al cielo, no ha dejado su misi?n de intercesi?n y de salvaci?n? (Ex. ap. Marialis Cultus, 18, AAS 66 [1974], 130). A Ella, gu?a de los Ap?stoles, apoyo de los M?rtires, luz de los Santos, dirigimos nuestra oraci?n, suplic?ndola que nos acompa?e en esta vida terrena, que nos ayude a mirar al Cielo y que nos acoja un d?a junto a su Hijo Jes?s.

[Despu?s del ?ngelus, dijo en espa?ol]

Saludo con afecto a los fieles de lengua espa?ola, en particular al grupo de pastoral juvenil de Pamplona y Zizur Mayor. Que la celebraci?n de la Asunci?n de la Virgen Mar?a a los cielos, en la que podemos contemplar la plenitud de vida a la que estamos todos llamados, fortalezca nuestra esperanza con la certeza de que la Madre de Dios sigue velando con amor sobre cada uno de nosotros. Que Dios os bendiga.

[Traducci?n del original italiano por Inma ?lvarez
?Libreria Editrice Vaticana]


Publicado por verdenaranja @ 23:07  | Habla el Papa
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Texto del micro radial de monse?or Jos? Mar?a Arancedo, arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz, emitido por LT 9 (14 de agosto de 2010). (AICA)

ASUNCI?N DE LA VIRGEN MAR?A

La devoci?n a la Virgen Mar?a forma parte de la fe cat?lica. ?Qu? significa esto? La fe cristiana en un sentido se refiere s?lo a Dios, pero, y esto es lo importante, tambi?n a su obra. El Dios de la fe cristiana no es un principio creador del mundo, que permanece ajeno a la vida de los hombres. No, es un Dios que, adem?s de ser creador, es un Padre providente que acompa?a al hombre. Esta es la certeza y confianza de la fe que nos ense?a la Biblia, y que se hace oraci?n al decir: ?Se?or, no abandones la obra de tus manos? (Sal. 138). Este obrar providente de Dios se hizo historia de salvaci?n en Jesucristo. ?l ha venido para ser, dentro del plan de Dios, la palabra y presencia definitiva que acompa?a al hombre como: ?Camino, Verdad y Vida? (Jn, 14,6). S?lo desde esta perspectiva del proyecto de Dios, cumplido en Jesucristo, es posible comprender el sentido y la devoci?n a la Virgen Mar?a.

Qui?n es, entonces, la Virgen vista desde este plan providente de Dios? La mujer elegida para ser la madre de Nuestro Se?or Jesucristo. Esto es lo que hace de ella una mujer ?nica y que ocupa, por ello, un lugar propio en la devoci?n del pueblo cristiano. A ella la vemos como hija predilecta de Dios Padre y la madre de Jesucristo. En ella reconocemos el camino de Dios hacia nosotros. Toda su vida ser? un referirse a Jesucristo. El relato de las bodas de Can? nos muestra c?mo es esta misi?n de Mar?a dentro del plan de Dios: ?Hagan todo lo que ?l les diga?, les dice a los disc?pulos (Jn. 2, 5). Es madre, pero tambi?n la primera disc?pula de su Hijo. Luego, a los pies de la Cruz, recibe de su Hijo un encargo que marca su vida: ?Mujer, aqu? tienes a tu hijo. Luego dijo al disc?pulo: Aqu? tienes a tu madre? (Jn. 19, 26-27). En esta palabra de Jesucristo podemos ver el comienzo de esa devoci?n de los primeros cristianos a la Sant?sima Virgen; luego de su muerte, recordar?n en ellas la misi?n que Jesucristo le hab?a encomendado. Por ello podemos decir, que la devoci?n a Mar?a es fidelidad a la Palabra de Jesucristo.

En la Fiesta de la Asunci?n recordamos, precisamente, la presencia de Mar?a junto a Dios desde el d?a de su muerte o tr?nsito a la vida eterna. Aquel encargo de su Hijo, ella lo sigue cumpliendo con nosotros, nos acompa?a, es nuestra Madre; pero tambi?n debemos saber escuchar aquella otra que les dijo a los disc?pulos, y que hoy nos la sigue diciendo a nosotros, ?hagan todo lo que ?l les diga?. Por ello una aut?ntica devoci?n a la Virgen es signo y garant?a de fidelidad a Jesucristo. No tenemos que estar a la espera de nuevos mensajes, si ella algo nos dice es que escuchemos y vivamos el Evangelio que su Hijo nos ha dejado. El criterio para discernir cualquier mensaje atribuido a Ella es Jesucristo. El encuentro con ?l es principio de conversi?n y de vida nueva. Este es el mejor regalo que le podemos hacer a ella, y que da solidez evang?lica a nuestra devoci?n mariana. Que en esta Fiesta de la Virgen se cumpla, a trav?s de la gratitud y testimonio de cada uno de nosotros, aquellas palabras prof?ticas que ella dijo en su Canto de alabanza a Dios: ?En adelante todas las generaciones me llamar?n feliz? (Lc. 1, 48). Si, hoy te llamamos feliz y te agradecemos.

Que la confianza de sabernos protegidos por el amor de Nuestra Madre, nos lleve al encuentro de Jesucristo para seguir su camino y las ense?anzas de su Evangelio. Reciban de su Obispo mi bendici?n en el Se?or Jes?s y Mar?a Sant?sima.?

Mons. Jos? Mar?a Arancedo, arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz?


Publicado por verdenaranja @ 22:52  | Hablan los obispos
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Homil?a de monse?or Marcelo Ra?l Martorell, obispo de puerto Iguaz?, en la Festividad de Santa Mar?a del Iguaz? (15 de agosto de 2010). (AICA)

FIESTA PATRONAL DIOCESANA: SANTA MAR?A DEL IGUAZU???????????

Queridos hermanos, hemos venido en peregrinaci?n hasta este Santuario para celebrar la fiesta de nuestra Madre, Santa Mar?a del Iguaz?. Hemos caminado, peregrinando para pedir perd?n por nuestros pecados y para dar gracias a Dios por tantos bienes y tantos dones concedidos por intercesi?n de nuestra Madre. Pedimos perd?n y damos gracias con el deseo de que a trav?s de la Virgen podamos identificarnos m?s y m?s con Cristo Nuestro Se?or. Hemos venido a encontrarnos en la intimidad de nuestro coraz?n con el Se?or Nuestro Dios, festejando a Mar?a, su madre y nuestra madre.

Son ?stos d?as dif?ciles para nosotros como Iglesia, pues estamos viviendo tiempos en que la sociedad se ve quebrada y la Iglesia de Dios acosada y denunciada; tiempos en el que muchos no quieren mirar el bien espiritual y social que a lo largo de los siglos la Iglesia ha ido esparciendo en medio de la sociedad con la predicaci?n del Evangelio, la entrega de Jes?s Sacramentado, la atenci?n de las conciencias en el perd?n de los pecados, la atenci?n de los m?s pobres como el ejercicio propio de la caridad y de su fidelidad al Evangelio de nuestro Se?or Jesucristo, muy diferente de otros servicios a los pobres que solamente son acciones moment?neas y pasajeras que tienen como fin la b?squeda de votos y los triunfos electorales. La Iglesia sirve a los pobres con el desinter?s del amor de Jesucristo, muy lejos de la utilizaci?n y manipulaci?n de los pobres por medio de ideolog?as que solamente son pantallas para conseguir sus fines pol?ticos.

Asistimos a circunstancias sociales que expresan un gran odio a Jesucristo y a su Iglesia. Hoy se ataca a la Iglesia tratando de restarle credibilidad. Y se lo hace de tal manera que pareciera que un delito o esc?ndalo es delito y esc?ndalo solamente cuando lo comete un sacerdote, el cual es divulgado una y otra vez por los medios de comunicaci?n hasta convertirse en una obvia ridiculez. Pero que no por rid?culo deja de hacer da?o a la fe de sus hijos. No se trata de negar la existencia de pecado en la Iglesia, lo cual lamentablemente es verdad debido a la pobreza y fragilidad humana de algunos sacerdotes y por lo cual debemos pedir perd?n con sinceridad. El pecado ha existido y existir? debido a nuestra naturaleza proclive al pecado, pero si bien la Iglesia conoce el pecado, tambi?n conoce la gracia de la conversi?n que la lleva a expresar como Mar?a en el Magnificat que Dios? ha obrado y obra maravillas en el mundo y en su historia, pero sobre todo en el coraz?n de los hombres, transform?ndolo y haci?ndolo capaz de santidad, locura y ?xtasis al entrar en contacto con El y capaz de sobriedad en la forma de ver al mundo, tal como lo dice San Pablo en su Carta a los Corintios: ?si hemos perdido el juicio lo hicimos por Dios y si somos sensatos es por vosotros? (2 Cor. 5,13).

Mar?a alaba a Dios por las maravillas que obr? entre nosotros, especialmente por la venida del Salvador. Pero si prestamos atenci?n al c?ntico, veremos que hay un giro rotundo en el accionar de Dios frente a este mundo: derrib? de sus tronos a los poderosos, exalt? a los humildes y pobres que reconocen al Se?or de la Vida, despidi? sin nada a los que ten?an por dios a las riquezas de este mundo y los dej? con las ?manos vac?as. De un lado est?n los soberbios, llenos de s? mismos, saciados con sus propias manos y del otro est?n los humildes y pobres, hijos solamente de Dios y necesitados de El en medio de sus impotencias y necesidades humanas. El magn?ficat expresa la gran verdad de que la justicia de Dios es y ser? -ayer, hoy y ma?ana- la que da saciedad a las almas, pues dice que aquellos que aman y temen a Dios, ?ellos ver?n a su Se?or!

Pero, es necesario leer bien este c?ntico para no caer en el error porque Mar?a ni vivi? un cambio social radical, ni una revoluci?n social. El rey sigui? en su trono, los ricos siguieron con sus riquezas, los pobres con su pobreza y Mar?a y Jos? incluso tuvieron que huir a Egipto. Y entonces nos preguntamos: ?d?nde ha ocurrido este cambio? Este cambio ocurri? en el silencio del interior del coraz?n del hombre. Se trata de un cambio que tiene lugar en la persona que tiene fe y que por su fe recibe los dones del amor de Dios, con los que confortar? su alma y saciar? la sed de su coraz?n. Se trata de un cambio que llevar? decirse a si mismo y al mundo que ?s?lo Dios basta? y en ese grito de amor, pregonar que todo poder y toda gloria ser?n dados a Dios, que se vivir? el mundo bajo el mandato divino de la caridad como mandato del Evangelio, que la participaci?n de los bienes ser? como la imagen m?s perfecta de la Eucarist?a y que se vivir? un mundo m?s justo como expresi?n de la ?justicia de Dios?.

El Magn?ficat afronta de un modo simple el problema tan nuevo y tan viejo de la pobreza y la riqueza. Y lo afronta desde la ?fe?. Existen ciertamente otros modos pol?ticos y sociales de enfrentar el problema, a los cuales la Iglesia prest? siempre su colaboraci?n desde el aporte riqu?simo de su fe, una fe que debemos predicar y vivir en el ?mbito de la conversi?n y de la fidelidad a Dios y a la Iglesia misma. Solamente desde esta mirada de fe seremos capaces de apoyar todo bien social y construir los valores c?vicos y el ?Bien Com?n? en un servicio desinteresado a los hombres y en especial a los m?s pobres y humildes, que -como lo canta el Magnificat- son los preferidos de Dios Nuestro Se?or y de Mar?a, la Virgen Madre.

?Como desear?amos que no hubiesen m?s pobres y que todos estuvi?ramos saciados! Pero aun entonces proclamar?amos con m?s fuerza junto a Mar?a el c?ntico del Magnificat, pues vemos que en los lugares m?s ricos de la tierra ?y sobre todo en estos lugares- la fe y el amor a Dios van despareciendo, porque desaparecen del coraz?n de estos hombres el sentido humilde de la necesidad de Dios y de su Providencia. Hoy contemplamos con dolor la descristianizaci?n de un occidente que va detr?s de la opulencia y el dinero, sin darse cuenta, que todo bien viene de Dios y que el mismo Dios y Se?or es el que da y el que quita.

Nuestra misma Patria corre el peligro de endiosar las cosas materiales y de perder a Dios de su horizonte. En el orden moral y social hemos visto la injusticia de leyes recientes que la sociedad no desea, y m?s, hemos visto a los mismos hijos de la Iglesia ?imponernos? estas ?leyes. Debemos orar por ellos para que redescubran que la ?verdad? debe ser el objetivo de su vida y de su misi?n. Por otra parte, los cristianos no olvidemos al momento de votar, qui?nes fueron los que de verdad se jugaron por el Evangelio y el Bien Com?n, especialmente por el bien de las familias y del futuro de nuestros j?venes y ni?os.

El Magn?ficat no agradece a Dios solamente la venida del Redentor, sino que es un c?ntico de agradecimiento por toda verdad y toda justicia, por todo el amor y todo el bien que llega al coraz?n del hombre con la venida del Salvador. Por esta raz?n el Magn?ficat puede ser tan actual hoy tanto para los pa?ses ricos como para los m?s pobres y en especial para ?nosotros, hijos de esta Patria golpeada e inveraz.

Pidamos perd?n -yo y ustedes- a Dios, Nuestro Se?or, por nuestros pecados e infidelidades, por nuestros silencios y omisiones. Demos gracias por el don del perd?n y tambi?n por el don de la inteligencia que nos hace ver la gracia del amor a la verdad y que nos hace descubrir la presencia de Dios en la historia y en la vida. ??Locura frente al Evangelio y sobriedad para juzgar al mundo!, como dec?a San Pablo.

Que Santa Mar?a del Iguaz? nos proteja de todo mal, nos d? el pan y el trabajo de cada d?a y nos haga pobres y humildes de coraz?n para reconocer a Dios como Padre y Se?or de la vida y de la historia. Am?n.??

Mons. Marcelo Ra?l Martorell, obispo de Puerto Iguaz??


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Reflexi?n de Jos? Antonio Pogola al Evangelio del domingo veintid?s del Tiempo Ordinario - C, ofrecida por la Delegaci?n Diocesana de Ense?anza de la di?cesis de Tenerife.

SIN ESPERAR NADA A CAMBIO?

???????? ?Jes?s est? comiendo invitado por uno de los principales fariseos de la regi?n. Lucas nos indica que los fariseos no dejan de espiarlo. Jes?s, sin embargo, se siente libre para criticar a los invitados que buscan los primeros puestos e, incluso, para sugerir al que lo ha convidado a qui?nes ha de invitar en adelante.

???????? Es esta interpelaci?n al anfitri?n la que nos deja desconcertados. Con palabras claras y sencillas, Jes?s le indica c?mo ha de actuar: ?No invites a tus amigos ni a tus hermanos ni a tus parientes ni a los vecinos ricos?. Pero, ?hay algo m?s leg?timo y natural que estrechar lazos con las personas que nos quieren bien? ?No ha hecho Jes?s lo mismo con L?zaro, Marta y Mar?a, sus amigos de Betania?

???????? Al mismo tiempo, Jes?s le se?ala en qui?nes ha de pensar: ?Invita a los pobres, lisiados, cojos y ciegos?. Los pobres no tienen medios para corresponder a la invitaci?n. De los lisiados, cojos y ciegos, nada se puede esperar. Por eso, no los invita nadie. ?No es esto algo normal e inevitable?

???????? Jes?s no rechaza el amor familiar ni las relaciones amistosas. Lo que no acepta es que ellas sean siempre las relaciones prioritarias, privilegiadas y exclusivas. A los que entran en la din?mica del reino de Dios buscando un mundo m?s humano y fraterno, Jes?s les recuerda que la acogida a los pobres y desamparados ha de ser anterior a las relaciones interesadas y los convencionalismos sociales.

???????? ?Es posible vivir de manera desinteresada? ?Se puede amar sin esperar nada a cambio? Estamos tan lejos del Esp?ritu de Jes?s que, a veces, hasta la amistad y el amor familiar est?n mediatizados por el inter?s. No hemos de enga?arnos. El camino de la gratuidad es casi siempre duro y dif?cil. Es necesario aprender cosas como ?stas: dar sin esperar mucho, perdonar sin apenas exigir, ser m?s pacientes con las personas poco agradables, ayudar pensando s?lo en el bien del otro.

???????? Siempre es posible recortar un poco nuestros intereses, renunciar de vez en cuando a peque?as ventajas, poner alegr?a en la vida del que vive necesitado, regalar algo de nuestro tiempo sin reservarlo siempre para nosotros, colaborar en peque?os servicios gratuitos.

???????? Jes?s se atreve a decir al fariseo que lo ha invitado: ?Dichoso t? si no pueden pagarte?. Esta bienaventuranza ha quedado tan olvidada que muchos cristianos no han o?do hablar nunca de ella. Sin embargo, contiene un mensaje muy querido para Jes?s: "Dichosos los que viven para los dem?s sin recibir recompensa. El Padre del cielo los recompensar?".?

Jos? Antonio Pagola?

Red evangelizadora BUENAS NOTICIAS
29 de agosto de 2010
22 Tiempo ordinario (C)
Lucas 14, 1.7-14


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Martes, 24 de agosto de 2010

Homil?a de monse?or Luis T. St?ckler, obispo de Quilmes, para el 19? domingo durante el a?os (8 de agosto de 2010). (AICA)

UN COM?N ACUERDO

Para comprender el evangelio de hoy, la liturgia nos remite al libro de la Sabidur?a donde habla de ?un com?n acuerdo como ley divina?, que los hebreos establecieron cuando sal?an de la esclavitud de Egipto: el acuerdo de compartir igualmente los mismos bienes y los mismos peligros. El pueblo elegido de Dios, pobre e indefenso entre las naciones poderosas, ten?a este designio: iniciar un orden nuevo en la convivencia de los hombres. Un orden que Jes?s llamar?a Reino de Dios. ?l, el Mes?as esperado, iba a dar continuidad y cumplimiento a esta misi?n. Y el peque?o reba?o de sus disc?pulos era su comienzo. Junto a Jes?s, ellos estaban llamados a renovar aquel acuerdo del ?xodo: de compartir los mismos bienes y los mismos peligros.? Por eso, Jes?s los exhorta a no acumular bienes sino venderlos y darlos a los pobres; y que los responsables de la comunidad no exploten a nadie, sino se preocupen de distribuir con justicia lo que la gente necesita. Los Hechos de los Ap?stoles son un testimonio de este orden nuevo de las primeras comunidades que pon?an en pr?ctica la ense?anza de Jes?s. En cada ?poca de la historia esta praxis ha sido modelo y est?mulo para la renovaci?n de la Iglesia. Es el espejo en el cual tambi?n nosotros hemos de mirarnos.

Con la par?bola de los servidores, que est?n a cargo de la casa mientras su due?o se ha ido a la fiesta de una boda, el evangelio nos se?ala que es en los momentos en que no se siente la cercan?a del Se?or, cuando los disc?pulos tienen que dar la prueba de su fidelidad. Cuando Jes?s dice: ?Est?n preparados, ce?idas las vestiduras?, alude a aquella noche de Pascua, cuando los hebreos establecieron el acuerdo de compartirlo todo. Porque en cada instante debemos estar listos para partir. ?El Se?or no tarda en cumplir lo que ha prometido, como algunos se imaginan? nos advierte la segunda carta de San Pedro, ?sino que tiene paciencia con ustedes porque no quiere que nadie perezca, sino que todos se conviertan. El D?a del Se?or llegar? como un ladr?n? (2 P 3, 9-10).

De todos modos, aunque este D?a no llegue durante los pocos a?os de nuestra estad?a en la tierra, conociendo la voluntad del Se?or, debemos procurar de tener las cosas preparadas y obrar conforme a lo que ?l ha dispuesto. Los que creen realmente en el Reino saben que el mismo no se limita a esta nuestra corta vida. ?Todo lo que compartimos ahora con generosidad, se acumula como un tesoro y nos aguarda en el cielo. Como los patriarcas de nuestra fe que murieron sin alcanzar el cumplimiento de las promesas, nosotros tambi?n, ahora ya, las saludamos de lejos, y reconocemos que somos extranjeros y peregrinos en la tierra.

A veces, gracias a Dios, podemos ver de cerca, ya aqu?,? algo de este cielo prometido, donde hay cristianos que buscan en serio la comuni?n y comparten las alegr?as y las penurias de la vida: En comunidades religiosas, en la bondad de los enfermeros en los Cotolengos, en la dedicaci?n amorosa a los ni?os en los campamentos de Cura Brochero, en las convivencias alegres de nuestros hermanos discapacitados, en la atenci?n delicada a los pobres en muchas comunidades. Estos ambientes son verdaderas escuelas de comuni?n. Busquemos multiplicarlos y tratemos de llegar a tales acuerdos comunes tambi?n en los lugares donde se desenvuelve nuestra vida de todos los d?as.?

Luis T. St?ckler, obispo de Quilmes?


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Homil?a de monse?or Miguel Esteban Hesayne, obispo em?rito de Viedma, para el 19? domingo durante el a?o (8 de agosto de 2010). (AICA)

LA MISI?N DE LA IGLESIA??????????????

En Argentina de hoy, en qu? se ha de ocupar la Iglesia? Como en toda ?poca de la historia y en todo lugar de esta tierra, la tarea de la Iglesia por medio de sus m?ltiples y diversas comunidades es anunciar el Evangelio de Jes?s. ?Ella existe para evangelizar?, es su dicha, su vocaci?n, su identidad prosigue Paulo VI en E.N. 1

Fortalecer la democracia por razones de convivencia que es el objetivo de la Iglesia porque el Evangelio de la Paz no puede lograrse sin una sana convivencia. Jes?s muri? para reunir lo disperso, para lograr un tejido social roto por el pecado. (Juan 11,55)

Las Comunidades cristianas no pueden reunirse para honrar a Dios solamente, en el Templo, sin honrar al mismo tiempo, a sus conciudadanos, ofreci?ndoles el servicio de la VERDAD que los har? LIBRES. Para esto, han de tomar conciencia de su vocaci?n de comunidades disc?pulas convocadas para la misi?n de testigos de una convivencia en Paz. Con la Paz que el Se?or Jes?s trajo a la tierra y no con la que pretenden dar quienes buscan sus propios intereses individuales o de sector no respetando la Verdad, la Libertad, la Justicia, el Amor. Y esto en los hechos y no tan solo de palabra. Lamentablemente este doble discurso viene reinando desde hace d?cadas en nuestra sociedad argentina. Por eso, vamos pasando de la ?Argentina secreta? a la ?Argentina del todo vale? a causa del ?mismo nefasto principio de que el fin justifica los medios. Principio que corrompe la m?s elemental convivencia. Como agua de cascada que viene de lo alto y va arrastrando lo que encuentra sac?ndolo de su lugar y creando el caos por donde va la corriente. As? en la sociedad argentina ya no es la Verdad y la Justicia lo que rige el dictamen de las leyes, sino lo que impone el af?n de poder o la ?impunidad o el venderse al mejor postor. Y as? hemos llegado hasta el caos jur?dico social? de la falacia de la igualdad de lo que por naturaleza es diferente.

La Libertad ciudadana ha sido prostituida en una pseudo democracia al resurgir un nuevo caudillaje no de comit?, sino de punteros de una red de clientelismo. La extrema pobreza de millones de argentinos ha sido y es caldo de cultivo de una enmascarada tiran?a de los dirigentes poderosos y temibles, con la criminalidad y drogadicci?n del pobre como consecuencia social.

Cuando una sociedad llega a este punto de decadencia como hemos llegado en la Argentina de hoy, el Amor se transforma en odio tras r?pido proceso de broncas y rebeld?as ante situaciones inhumanas de hombres y mujeres, ancianos, adultos, j?venes y ni?os, sin pan y sin techo, sin educaci?n y salud.

Es posible que dirigentes gubernamentales me reprochen dici?ndome que no me meta en pol?tica y que me encierre en el templo a rezar? Este mismo reproche recibi? nuestro obispo m?rtir Angelelli y hace 34 a?os que fue martirizado por quienes se sintieron molestos por el reclamo de justicia social que les hiciera entonces, y hoy ?seguimos reclam?ndola. Los pobres en la pol?tica de entonces no eran tenidos en cuenta? hoy tan solo son recordados en promesas electorales? Parecer?a exagerado, pero vamos a los ?ltimos eventos populares: en los festejos del Bicentenario en los que los pobres fueron convidados de piedra? Para el Mundial hubo derroche de dinero y para los pobres jubilados no hay dinero. La justicia social para el pobre no se resuelve con medidas de ayuda sino con leyes creando genuinas ?fuentes de trabajo. Es el ?nico camino para erradicar el hambre, el crimen y la droga en cualquier parte del mundo. Se podr?a hacer un elenco de injusticia social en la Argentina; pero, mi intenci?n no es denunciar sino motivar a las comunidades cristianas para que asuman su misi?n de pueblo de Dios al servicio de los dem?s, en forma preferencial para con los m?s necesitados. Para este nuevo ciclo de Homil?as seguir? a S.Pablo en su Carta a los Romanos donde despu?s de exponer las situaciones aberrantes de Roma decadente, ense?a el comportamiento de la Iglesia en un mundo no cristiano ? pagano.-

Miguel Esteban Hesayne, Obispo em?rito de Viedma.?


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DOMINGO 22 DEL TIEMPO ORDINARIO
29 de agosto de 2010

Que el Se?or est? con vosotros.

- Todo lo recibimos de Dios. ?l nos ha llamado a la fe, nos ha llenado de su amor, nos invita todos los domingos a la mesa de la Eucarist?a.Todo lo recibimos de Dios y nosotros queremos responder con agradecimiento, y con ganas de vivir como ?l espera de nosotros.

- Hoy hemos recibido de nuevo su invitaci?n y aqu? estamos, reunidos en torno a su mesa. Que ?l sea, hoy y siempre, nuestra fortaleza.

A. penitencial: Reconozcamos ahora, en silencio, nuestra debilidad, y pid?mosle a Dios perd?n por nuestros pecados. (Silencio)

T?, que amas a los pobres. SE?OR,TEN PIEDAD.
T?, que fortaleces a los d?biles. CRISTO, TEN PIEDAD.
T?, que eres nuestra vida. SE?OR, TEN PIEDAD. Gloria

1. lectura (Eclesi?stico 3, 19-21.30-31): La primera lectura de hoy nos ofrece unas reflexiones en torno a la humildad. Nos ambientan ya para el mensaje que escucharemos despu?s en el evangelio.

Salmo (67): Con las palabras del salmista aclamamos a Dios que ama a que ama a pobres y a todos lo que siguen su camino.

2. lectura (Hebreos 12,18-19.22-24a): El autor de la carta a los Hebreos reflexiona sobre la experiencia del pueblo de Israel al pie del Sina?, compar?ndola con la situaci?n actual de la Iglesia, el nuevo pueblo de Dios, para se?alar la novedad y la esperanza gozosa de nuestra fe.

Oraci?n universal: Dios nos ha invitado a la mesa de su banquete, y nosotros hemos respondido con fe y agradecimiento. Por eso ahora podemos presentarle confiadamente nuestras plegarias, por nosotros y por el mundo entero. Oremos diciendo: PADRE, ESC?CHANOS.

Por nuestra parroquia, y por todos los que en ella dedi?can tiempo y esfuerzo al servicio de la comunidad. OREMOS:

Por los campesinos y por todos los que han pasado el verano trabajando. OREMOS:

Por los que no han podido hacer vacaciones por falta de salud o de dinero. OREMOS:

Por las personas que hemos tenido ocasi?n de conocer durante este verano. OREMOS:

Por los que nos hemos reunido hoy en esta iglesia para celebrar el d?a del Se?or OREMOS:

Escucha, Padre, nuestra oraci?n, y env?a tu Esp?ritu Santo sobre todos los hombres y mujeres del mundo entero. Por Jesucristo, nuestro Se?or.

Padrenuestro: Antes de acercarnos a comer el pan de vida eterna, oremos como Jes?s nos ense??:

CPL


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Faisalabad (Agencia Fides) – En esta fase de grandes movilizaciones de ayudas humanitarias, “es fundamental estar muy atentos a las instituciones que se escogen para enviar fondos: ciertamente existen falsas Ong, creadas para especular y apropiarse de fondos, as? como asociaciones ligadas a grupos extremistas isl?micos. Tambi?n en el mundo cristiano se multiplican las organizaciones de caridad, especialmente en ?reas protestantes: s?lo en Faisalabad hay m?s de 50. Mi invitaci?n es a escoger Caritas, instituci?n cre?ble y transparente, organismo oficial de la Iglesia cat?lica”: es cuanto afirm? en una entrevista a la Agencia Fides, Mons. Joseph Coutts, Obispo de Faisalabad y Presidente de Caritas en Paquist?n, comprometida en primera l?nea con la ayuda a las v?ctimas de las inundaciones. Mons. Coutts anunci? que ma?ana, 24 de agosto, la Iglesia paquistan? realizar? una oraci?n especial por la v?ctimas de las inundaciones y por los refugiados.


?C?mo est? trabajando Caritas en la ayuda humanitaria?


La Iglesia paquistan?, a trav?s de Caritas, ha movilizado sus recursos a todos los niveles. Estamos en contacto con las redes de Caritas internationalis y contamos con el gran aporte de las oficinas de Caritas de otros pa?ses, en un esfuerzo com?n muy importante. Pero tambi?n a nivel local, las escuelas, parroquias y peque?as instituciones cristianas de todo el pa?s est?n haciendo lo mejor que pueden, poniendo a disposici?n lugares de acogida as? como centros de recolecci?n de alimentos y donaciones en general. Nuestro empe?o se realiza junto a las instituciones civiles, con las cuales buscamos coordinar nuestros esfuerzos.


?Ha tenido noticias sobre la discriminaci?n contra los refugiados cristianos, excluidos de la ayuda humanitaria?

Si bien, en ocasiones dolorosas como esta, en primer plano est? siempre la solidaridad, es posible que tal discriminaci?n se d? en algunas ?reas, donde desde antes las minor?as cristianas son perseguidas y excluidas. Se pronostica para ellas un gran sufrimiento, que buscaremos menguar de todas las formas posibles. En todo caso, la respuesta de Caritas es la del amor sin condiciones: prestamos asistencia y socorro a todos los refugiados, sin ning?n tipo de discriminaci?n, siendo el 99% musulm?n. Nuestro esp?ritu es el del Buen Samaritano, que no se pregunta la nacionalidad del hombre necesitado para socorrerlo.


?Tiene informaci?n sobre la trata de personas, especialmente de ni?os, entre los desplazados?


La etapa que vivimos es muy delicada: en el ?xodo que contin?a, mientras se organiza la ayuda, es posible que se infiltren organizaciones criminales dedicadas a la trata de menores. Pedimos al gobierno y a la polic?a vigilar con gran atenci?n este fen?meno que podr?a a?adir a las cat?strofes naturales otra calamidad a los m?s peque?os.


?Qu? podr?a decirle a los donantes que est?n surgiendo en todo el mundo ante la cat?strofe en Paquist?n?


Quisiera que est?n al tanto de algunos riesgos: es fundamental estar muy atentos a las instituciones que se escogen para enviar fondos. Ciertamente existen falsas Ong, creadas para especular y apropiarse de fondos, as? como asociaciones ligadas a grupos extremistas isl?micos. Tambi?n en el mundo cristiano se multiplican las organizaciones de caridad, especialmente en ?reas protestantes: s?lo en Faisalabad hay m?s de 50. Mi invitaci?n es a escoger Caritas, instituci?n cre?ble y transparente, organismo oficial de la Iglesia cat?lica.


?La comunidad cristiana est? comprometida tambi?n a nivel espiritual?


La oraci?n es para nosotros muy importante, en cuanto reconduce incluso los eventos dolorosos a la relaci?n con Dios: ma?ana, 24 de agosto, como Conferencia Episcopal de Paquist?n, tenemos establecida en todas las iglesias de la naci?n una vigilia especial de oraci?n por las v?ctimas de las inundaciones, por los muertos y por sobrevivientes que han quedado sin hogar. Pedimos a todos los cristianos del mundo que se unan a esta oraci?n, que oren tambi?n para sostener a cuantos se est?n dedicando por entero a ayudar a los desplazados. Aprovechamos a agradecer al Santo Padre por sus oraciones e intenciones para la poblaci?n paquistan?.


?Qu? problemas se tendr?n que enfrentar los pr?ximos meses?


El problema principal ser? el de la inseguridad alimenticia: toda una cosecha fue destruida por las inundaciones y muchas familias de agricultores han perdido sus provisiones para los pr?ximos meses. Pero si las inundaciones no bajan r?pidamente, se perder?a incluso la pr?xima cosecha, la de oto?o, y eso significar?a una cat?strofe alimenticia, con grandes sufrimientos, hambre y miseria para miles de familias. Adem?s miles de cabezas de ganado han muerto: tambi?n estos constitu?an el ?nico recurso de supervivencia para muchas familias. Si se considera, adem?s, que el agua que a?n inunda las llanuras, ciudades y pueblos no es potable y es fuente de infecciones, se comprenden los grandes riesgos a los cuales millones de personas est?n expuestos. Urge una movilizaci?n internacional para impedir que todo esto suceda. (PA) (Agencia Fides 23/8/2010)


Publicado por verdenaranja @ 17:49  | Entrevistas
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Calcuta (Agencia Fides) – Es Jes?s quien conduce los pasos de las Misioneras de la Caridad, a quienes gu?a el Esp?ritu Santo y el compromiso misionero: a 100 a?os del nacimiento de Madre Teresa (aniversario que se celebra el 26 de agosto de 2010), es aquel “confiarse a la Providencia” uno de las caracter?sticas principales que la Congregaci?n de las hermanas del “sari blanco” viven en el respeto y en recuerdo de su fundadora, definida “un milagro para la historia de la humanidad”. Es lo que afirm? la Madre Mary Prema, alemana de nacimiento, hoy Superiora General de la Orden, en una entrevista realizada por Agencia Fides a trav?s de “Missio Austria”, las Obras Misionales Pontificias en Austria.

Entrevista a la Madre Mary Prema, Superiora General de las Misioneras de la Caridad”


Madre Teresa, un milagro para el mundo

La Madre Prema es la responsable de una orden religiosa que en todo el mundo se ocupa de los pobres y enfermos. ?Porqu?, a su modo de ver, Dios permite el sufrimiento?
El sufrimiento no puede ser un castigo. Sin embargo, Dios lo permite. Nosotros podemos sacar provecho del sufrimiento para acercarnos a ?l y pedirle la gracia de soportar y saber vivir ese sufrimiento. El sufrimiento no pocas veces es consecuencia de nuestras decisiones. Pero es tambi?n una consecuencia de la naturaleza ca?da y fr?gil del ser humano. Naturalmente el sufrimiento puede ser provocado tambi?n por cosas que est?n fuera de nuestro alcance. Cat?strofes naturales como el terremoto de Hait? y los aluviones de Pakist?n son un claro ejemplo. Pero estoy convencida de que Dios permite el sufrimiento porque ?ste tiene la capacidad de convertirnos en hombres y mujeres mejores y m?s profundos. As? nos volvemos capaces de entender que este mundo y esta vida no son la meta suprema, sino que existe algo m?s: la vida del alma que –cuando acepta verdaderamente el sufrimiento– es purificada.

La Madre Teresa distingu?a entre sufrimiento f?sico y sufrimiento espiritual: ?podr?a explicarnos mejor c?mo en su trabajo hoy en d?a esta doble realidad?
El sufrimiento m?s grande es el sufrimiento espiritual, el del alma. Aqu?, en Calcuta, vemos que para nosotros es mucho m?s simple cumplir con el servicio f?sico de las “obras de misericordia corporales”: lavar a las personas moribundas, la asistencia m?dica a los enfermos y la ayuda a los despojados en nuestras casas. Los servicios espirituales de la caridad exigen un compromiso mucho m?s grande. Al sufrimiento del alma podemos reaccionar sobre todo con nuestra oraci?n. Es importante que la gracia divina toque a las personas que viven en el sufrimiento. Y es tambi?n importante para nosotras rezar por ello: cada d?a nos detenemos en una hora de oraci?n frente a la Eucarist?a. Para nuestro trabajo esto es fundamental: en efecto, no se trata de un compromiso social, sino de un verdadero compromiso misionero.

?Qu? entiende por misi?n? ?Para la Madre Teresa se trataba de una “conversi?n” a la fe cat?lica?
La Madre Teresa deseaba que todos conociesen y amasen a Jes?s. Estaba convencida de que cada alma desea la salvaci?n de Jes?s, independientemente de que fuese consciente o no. La obra de la conversi?n, sin embargo, es siempre una obra de Dios. No es nuestra tarea. S?lo Dios convertir un alma. La Madre Teresa entendi? su propia vida como la tarea de amar a Jes?s y transmitir ese amor a todas las personas en torno a ella. Este era su ?nico objetivo. Buscaba en consciencia de hacer s?lo aquello que Dios esperaba de ella. Madre Teresa pensaba que Dios la hab?a llamado a cumplir un servicio aut?ntico y desinteresado al hombre, y a tener una atenci?n absoluta frente a la persona que sufre. Estaba siempre presente al 100% y con el coraz?n abierto frente a cualquier persona que se cruzase en su camino. No estuvo jam?s interesada en las cosas grandes, no se ocupaba de hacer publicidad o cosas semejantes. En el primer plano estaba siempre el encuentro directo con la persona individual. Ello, naturalmente, era expresi?n de una gran sabidur?a.

?Podr?a decirnos c?mo dirig?a la Madre Teresa y c?mo viv?a en su ambiente? ?Cu?l era la imagen que Usted, Madre Prema, ten?a de Madre Teresa?
Ella misma probablemente dir?a que su objetivo era el de transmitir siempre a las personas en torno a ella la experiencia de Jes?s. Esta es la herencia que nos ha dejado. A trav?s de su vida, su trabajo, su fuerza atractiva, acercaba a las personas a Dios. Ella no predicaba pero con su vida daba testimonio. A?n hoy en d?a muchos me cuentan de su primer encuentro con Madre Teresa. Tal vez hab?an estado con ella no m?s de 5 minutos en la Terraza de nuestra casa madre. Pero ese ?nico momento cambi? sus vidas para siempre. Con frecuencia bastaba una frase, una buena palabra. Muchas de estas personas son hind?es y no se convirtieron al cristianismo luego del encuentro con Madre Teresa. Pero han comenzado a ver la vida y su trabajo con otros ojos y se han vuelto otras personas, que viven de una manera distinta, seg?n el amor y la misericordia, al interior de sus familias. Hay much?simos ejemplos.

A 100 a?os del nacimiento de Madre Teresa, ?cu?les son seg?n Usted los grandes desaf?os para la congregaci?n en los pr?ximos a?os?
Las misioneras de la caridad parecen una gran organizaci?n, pero nosotros no hacemos programas para los pr?ximos 10 a?os. Buscamos seguir abiertas a lo que Dios nos pida. S?lo Jes?s nos dir? cu?l es el pr?ximo paso. Por ello, siguiendo el esp?ritu de la Madre, no soy yo quien ejerce el control: es Dios quien toma las decisiones.

?La Madre Teresa dej? indicaciones sobre orientaciones futuras de la orden?
Una vez alguien le pregunt? lo que suceder?a cuando ella no estuviera m?s presente. Su respuesta fue muy seca: “?Antes d?jeme morir tranquila!” Nunca nos dio indicaciones sobre los programas futuros. Adem?s del hecho que habr?amos tenido que empe?arnos siempre en ser cada vez m?s santas. Este era su continua exhortaci?n. Hoy en la direcci?n de la orden trabajamos en grupo: Otras tres religiosas comparten esta tarea conmigo. Pero en el fondo, como Superiora General, la responsabilidad por la Orden es m?a. Para tal tarea he tenido que aprender mucho de nuestra fundadora. El proceso decisional se realizaba en dos fases: la primera era la de deliberar y conocer todas las posibilidades y las consecuencias (decision making); luego tocaba decidir (decision taking). Madre Teresa se hac?a aconsejar muy cuidadosamente, seguidamente se retiraba y luego tomaba la decisi?n. Era muy capaz en esto.

?C?mo enfrentar?is los desaf?os del nuevo milenio?
Madre Teresa se dispon?a a escuchar a Jes?s y estaba siempre abierta a nuevos desaf?os y problem?ticas que se encuentran en la sociedad. En los a?os ochenta era por ejemplo el VIH/Sida. Abri? en New York una casa para las v?ctimas de esta enfermedad. Era central el acompa?amiento a los enfermos en la fase terminal. Entonces no exist?an a?n medicinas para tener bajo control el virus. ?Qu? sufrimiento! Madre Teresa a su tiempo escuch? a Jes?s y manten?a siempre un o?do abierto a los problemas del mundo. De este modo tambi?n nosotros debemos escuchar a Jes?s y ser generosas. Ella era muy generosa con Dios y con quien sufr?a. En esto queremos imitarla.

?Con qu? formaci?n las religiosas se preparan para esta tarea?
Desde el inicio de su camino, las novicias tienen la posibilidad de trabajar con pobres en los slum. Reciben nociones para el cuidado de enfermos y naturalmente una formaci?n de base en teolog?a, historia de la Iglesia, catequesis y Sagrada Escritura.

Seg?n usted, ?cu?ndo ser? canonizada la Madre Teresa?
Todos hablan de una aceleraci?n, en el camino hacia la canonizaci?n, en ocasi?n del 100? aniversario del nacimiento (26 de agosto 2010). Pero yo no creo que esto sea tan importante. Todos saben que es santa. Tanto para hind?es como para cristianos, aqu? en Calcuta y en la mayor parte de lugares en los que estamos presentes esto no se pone en duda. Todos esperan un milagro … pero la misma Madre Teresa era el milagro para el mundo y para la humanidad. (MS-PA) (Agencia Fides 23/8/2010)


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Lunes, 23 de agosto de 2010

Homil?a de Monse?or Jos? Luis Mollaghan, Arzobispo de Rosario, en la celebraci?n del d?a del ni?o (8 de agosto de 2010). (AICA)

LA PRIMERA COMUNI?N DE LOS NI?OS

A los se?ores p?rrocos, sacerdotes,
religiosos, religiosas y fieles laicos

Con ocasi?n de la preparaci?n del Congreso arquidiocesano de Catequesis, a celebrarse el pr?ximo mes de octubre, deseo recordar un acontecimiento eclesial ocurrido hace cien a?os, que tienen una gran significado e importancia para los ni?os.

San Pio X: 8 de agosto de 1810

Hace cien a?os, el 8 de agosto de 1910, San Pio X, durante su pontificado, hizo un gran regalo pastoral a toda la Iglesia en favor de los ni?os, y que hoy coincidentemente podemos festejar al celebrar el d?a del ni?o.?El Sumo Pont?fice, por medio del Decreto "Quam Singulari", estableci? para la Iglesia que los ni?os pudieran acercarse a la primera confesi?n y a la Primera Comuni?n cuando tuvieran la edad del uso de raz?n. En aquella oportunidad se estim?, en general, que esa edad para los ni?os eran los siete a?os, por lo cual? desde entonces comenzaron a hacer su Primera Comuni?n tempranamente.

Dec?a el Papa que, inclusive bajo el pretexto de mirar por el decoro del Sant?simo Sacramento, se hab?a alejado a los fieles de ?l, y fue causa de no pocos males. Suced?a, pues, que la ni?ez, en los primeros a?os, "se ve?a apartada de abrazarse con Cristo, se ve?a privada de todo jugo de vida interior". Y agregaba "aunque a la primera Comuni?n preceda una preparaci?n diligente y una confesi?n bien hecha, lo cual no en todas partes ocurre, siempre resulta trist?sima la p?rdida de la inocencia bautismal, que, recibiendo en edad m?s temprana la Santa Eucarist?a, acaso pudiera haberse evitado" (cfr. Quam Singulari, n? 5). Y agregaba: " Ni merece menos reprobaci?n la costumbre existente en muchos lugares de prohibir la confesi?n a los ni?os no admitidos a la Sagrada Mesa, o de no darles la absoluci?n" (ibidem).

De este modo la Eucarist?a ser?a para los ni?os la manifestaci?n del amor de Jes?s por ellos, haciendo realidad las palabras del Evangelio: "Dejen que los ni?os vengan a mi" (Marcos 10, 13); y marcar?a en la vida de la Iglesia no solo para los ni?os, sino tambi?n para los adultos, la centralidad de la Eucarist?a en la vida de los fieles, como pan de vida y alimento de salvaci?n para todos.

Un poco de historia

Conviene tener presente, haciendo un poco de historia, que con el paso de los a?os se hab?a disuadido a los fieles creyentes el poder recibir frecuentemente la Sagrada Comuni?n, ya que se conceb?a que recibir a Jes?s deb?a ser m?s bien la coronaci?n de una profunda vida cristiana, en lugar de un camino para hacerla realidad,? acerc?ndose m?s y m?s a?Ella.

San Pio X, en cambio, con una visi?n superior teol?gica y pastoral, repuso una nueva pr?ctica en la Iglesia, opuesta a la mencionada; fomentando la comuni?n frecuente, inclusive pudi?ndose recibir cada d?a con fervor como ya se hab?a expresado anteriormente y contradecido despu?s (cfr. Tridentina Synodus, 16.VII.1905).

Posteriormente, en 1910, con el Decreto "Quam Singulari", cuya fecha deseo evocar, ?el Papa promovi? con entusiasmo la anticipaci?n de la Primera Comuni?n de los ni?os, que podr?an realizarla hacia los siete a?os de edad, cuando el ni?o comenzaba a razonar. De este modo, gracias a Dios, volvi? a la Iglesia una pr?ctica muy antigua (ver por ejemplo Concilio Lateranense IV y Decretos del Concilio de Trento), que se hab?a perdido? en los ?ltimos siglos.

La Primera Comuni?n desde peque?os

Quienes recibimos la Primera Comuni?n siendo peque?os, sin haber percibido este cambio fundamental promovido por San P?o X, hoy podemos agradecer a Dios que tuvimos la gracia de recibir desde muy temprano al mismo Jes?s en nuestras vidas, lo cual tambi?n debemos extender a nuestros padres, a nuestros catequistas, y a nuestro p?rroco, que entonces nos prepararon para recibir al Se?or.

Dios quiera que este don, el m?s grande que tenemos, el Cuerpo y la Sangre de Jes?s en la Eucarist?a, pueda ser siempre recibido en nuestra Arquidi?cesis por todos los ni?os, renovando la dedicaci?n y el ardor por la catequesis en todas nuestras parroquias. Para ello, necesitamos contar tambi?n con una Catequesis de iniciaci?n solida y atractiva, donde los ni?os gusten la catequesis y tambi?n sus padres participen de alguna manera, a fin de que los ni?os al recibir a Jes?s, puedan empezar a conocerlo y amarlo.

Recordemos que en la Eucarist?a Dios se hace presente con su acci?n salvadora. En efecto, la Eucarist?a es el mismo Jes?s, acci?n de gracias y alabanza al Padre; memorial del sacrificio de Cristo y de su Cuerpo; presencia real de Cristo, por el poder de su Palabra y de su Esp?ritu. La Eucarist?a establece tambi?n la comuni?n con el Se?or, muerto y resucitado; y lo abre a la fuente de la vida divina. Es la actualizaci?n del misterio de salvaci?n mediante la acci?n del Esp?ritu Santo.

Orientaciones pastorales y Congreso arquidiocesano de Catequesis

Como pedimos en las Orientaciones Pastorales arquidiocesanas, debemos revitalizar en nuestras Parroquias la Catequesis de iniciaci?n, y pienso tambi?n que el Congreso arquidiocesano de Catequesis ser? una verdadera ocasi?n para ello, as? como un impulso para unificar los criterios pastorales, diocesanos y especialmente a nivel de Decanato, afianzar los contenidos catequ?ticos, a la luz del Catecismo de la Iglesia, tener presente la importancia del tiempo de preparaci?n y dem?s exigencias para vivir la iniciaci?n cristiana, y acercarse felizmente a la Primera Comuni?n y a los Sacramentos. Esta es la meta que les confi? a quienes preparan este Congreso; particularmemnte a los dos sacerdotes responsables del mismo, el Pbro. Walter Kuhry y el Pbro. Lic. Osvaldo Macerola, conjuntamente con los laicos de la Junta de catequesis y los delegados del Consejo Presbiteral.

Pido oraciones, y conf?o que el Congreso de Catequesis arquidiocesano sea una ocasi?n para lograr este crecimiento de la Catequesis de iniciaci?n; sperando que se acreciente su preparaci?n y participaci?n en las Parroquias y comunidades, tanto por parte de nuestros sacerdotes, religiosos y religiosas, y de un gran n?mero de catequistas; a fin de que nuestros chicos y chicas, siguiendo a ense?anza de San Pio X, se preparen para una vida cristiana m?s honda, y a la vez reciban a Jes?s, como el verdadero Salvador y amigo de los ni?os que los invita a seguirlo.

Me encomiendo a sus oraciones y los saludo con afecto en Cristo y Nuestra Madre del Rosario.

Mons. Jos? Luis Mollaghan, arzobispo de Rosario?


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Homil?a de Monse?or Jos? Luis Mollaghan, Arzobispo de Rosario, en la celebraci?n del d?a del ni?o (8 de agosto de 2010). (AICA)

LA PRIMERA COMUNI?N DE LOS NI?OS

A los se?ores p?rrocos, sacerdotes,
religiosos, religiosas y fieles laicos

Con ocasi?n de la preparaci?n del Congreso arquidiocesano de Catequesis, a celebrarse el pr?ximo mes de octubre, deseo recordar un acontecimiento eclesial ocurrido hace cien a?os, que tienen una gran significado e importancia para los ni?os.

San Pio X: 8 de agosto de 1810

Hace cien a?os, el 8 de agosto de 1910, San Pio X, durante su pontificado, hizo un gran regalo pastoral a toda la Iglesia en favor de los ni?os, y que hoy coincidentemente podemos festejar al celebrar el d?a del ni?o.?El Sumo Pont?fice, por medio del Decreto "Quam Singulari", estableci? para la Iglesia que los ni?os pudieran acercarse a la primera confesi?n y a la Primera Comuni?n cuando tuvieran la edad del uso de raz?n. En aquella oportunidad se estim?, en general, que esa edad para los ni?os eran los siete a?os, por lo cual? desde entonces comenzaron a hacer su Primera Comuni?n tempranamente.

Dec?a el Papa que, inclusive bajo el pretexto de mirar por el decoro del Sant?simo Sacramento, se hab?a alejado a los fieles de ?l, y fue causa de no pocos males. Suced?a, pues, que la ni?ez, en los primeros a?os, "se ve?a apartada de abrazarse con Cristo, se ve?a privada de todo jugo de vida interior". Y agregaba "aunque a la primera Comuni?n preceda una preparaci?n diligente y una confesi?n bien hecha, lo cual no en todas partes ocurre, siempre resulta trist?sima la p?rdida de la inocencia bautismal, que, recibiendo en edad m?s temprana la Santa Eucarist?a, acaso pudiera haberse evitado" (cfr. Quam Singulari, n? 5). Y agregaba: " Ni merece menos reprobaci?n la costumbre existente en muchos lugares de prohibir la confesi?n a los ni?os no admitidos a la Sagrada Mesa, o de no darles la absoluci?n" (ibidem).

De este modo la Eucarist?a ser?a para los ni?os la manifestaci?n del amor de Jes?s por ellos, haciendo realidad las palabras del Evangelio: "Dejen que los ni?os vengan a mi" (Marcos 10, 13); y marcar?a en la vida de la Iglesia no solo para los ni?os, sino tambi?n para los adultos, la centralidad de la Eucarist?a en la vida de los fieles, como pan de vida y alimento de salvaci?n para todos.

Un poco de historia

Conviene tener presente, haciendo un poco de historia, que con el paso de los a?os se hab?a disuadido a los fieles creyentes el poder recibir frecuentemente la Sagrada Comuni?n, ya que se conceb?a que recibir a Jes?s deb?a ser m?s bien la coronaci?n de una profunda vida cristiana, en lugar de un camino para hacerla realidad,? acerc?ndose m?s y m?s a?Ella.

San Pio X, en cambio, con una visi?n superior teol?gica y pastoral, repuso una nueva pr?ctica en la Iglesia, opuesta a la mencionada; fomentando la comuni?n frecuente, inclusive pudi?ndose recibir cada d?a con fervor como ya se hab?a expresado anteriormente y contradecido despu?s (cfr. Tridentina Synodus, 16.VII.1905).

Posteriormente, en 1910, con el Decreto "Quam Singulari", cuya fecha deseo evocar, ?el Papa promovi? con entusiasmo la anticipaci?n de la Primera Comuni?n de los ni?os, que podr?an realizarla hacia los siete a?os de edad, cuando el ni?o comenzaba a razonar. De este modo, gracias a Dios, volvi? a la Iglesia una pr?ctica muy antigua (ver por ejemplo Concilio Lateranense IV y Decretos del Concilio de Trento), que se hab?a perdido? en los ?ltimos siglos.

La Primera Comuni?n desde peque?os

Quienes recibimos la Primera Comuni?n siendo peque?os, sin haber percibido este cambio fundamental promovido por San P?o X, hoy podemos agradecer a Dios que tuvimos la gracia de recibir desde muy temprano al mismo Jes?s en nuestras vidas, lo cual tambi?n debemos extender a nuestros padres, a nuestros catequistas, y a nuestro p?rroco, que entonces nos prepararon para recibir al Se?or.

Dios quiera que este don, el m?s grande que tenemos, el Cuerpo y la Sangre de Jes?s en la Eucarist?a, pueda ser siempre recibido en nuestra Arquidi?cesis por todos los ni?os, renovando la dedicaci?n y el ardor por la catequesis en todas nuestras parroquias. Para ello, necesitamos contar tambi?n con una Catequesis de iniciaci?n solida y atractiva, donde los ni?os gusten la catequesis y tambi?n sus padres participen de alguna manera, a fin de que los ni?os al recibir a Jes?s, puedan empezar a conocerlo y amarlo.

Recordemos que en la Eucarist?a Dios se hace presente con su acci?n salvadora. En efecto, la Eucarist?a es el mismo Jes?s, acci?n de gracias y alabanza al Padre; memorial del sacrificio de Cristo y de su Cuerpo; presencia real de Cristo, por el poder de su Palabra y de su Esp?ritu. La Eucarist?a establece tambi?n la comuni?n con el Se?or, muerto y resucitado; y lo abre a la fuente de la vida divina. Es la actualizaci?n del misterio de salvaci?n mediante la acci?n del Esp?ritu Santo.

Orientaciones pastorales y Congreso arquidiocesano de Catequesis

Como pedimos en las Orientaciones Pastorales arquidiocesanas, debemos revitalizar en nuestras Parroquias la Catequesis de iniciaci?n, y pienso tambi?n que el Congreso arquidiocesano de Catequesis ser? una verdadera ocasi?n para ello, as? como un impulso para unificar los criterios pastorales, diocesanos y especialmente a nivel de Decanato, afianzar los contenidos catequ?ticos, a la luz del Catecismo de la Iglesia, tener presente la importancia del tiempo de preparaci?n y dem?s exigencias para vivir la iniciaci?n cristiana, y acercarse felizmente a la Primera Comuni?n y a los Sacramentos. Esta es la meta que les confi? a quienes preparan este Congreso; particularmemnte a los dos sacerdotes responsables del mismo, el Pbro. Walter Kuhry y el Pbro. Lic. Osvaldo Macerola, conjuntamente con los laicos de la Junta de catequesis y los delegados del Consejo Presbiteral.

Pido oraciones, y conf?o que el Congreso de Catequesis arquidiocesano sea una ocasi?n para lograr este crecimiento de la Catequesis de iniciaci?n; sperando que se acreciente su preparaci?n y participaci?n en las Parroquias y comunidades, tanto por parte de nuestros sacerdotes, religiosos y religiosas, y de un gran n?mero de catequistas; a fin de que nuestros chicos y chicas, siguiendo a ense?anza de San Pio X, se preparen para una vida cristiana m?s honda, y a la vez reciban a Jes?s, como el verdadero Salvador y amigo de los ni?os que los invita a seguirlo.

Me encomiendo a sus oraciones y los saludo con afecto en Cristo y Nuestra Madre del Rosario.

Mons. Jos? Luis Mollaghan, arzobispo de Rosario?


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Homil?a de monse?or Juan Rub?n Mart?nez, obispo de Posadas, para el domingo 19? durante el a?o (8 de agosto de 2010). (AICA)

?NUESTRO SEMINARIO? ?????

?El 4 de agosto pasado celebramos al Santo Cura de Ars. En esa oportunidad rezamos por las vocaciones, ya que nuestro Seminario lo tiene como patrono. Tambi?n rezamos por los p?rrocos y sacerdotes. Fue muy gozoso celebrar la Misa en la capilla del Seminario, con todos ellos. Por esa raz?n este mes de agosto acentuamos la oraci?n por las vocaciones consagradas y sacerdotales. En varias oportunidades me he referido espec?ficamente a las graves necesidades de contar con m?s sacerdotes, porque la misma gente experimenta que ?la cosecha es mucha y los operarios son pocos?.

En esta reflexi?n quiero que profundicemos especialmente sobre el tema de la vocaci?n sacerdotal y consagrada. El Concilio Vaticano II, que se realiz? hace varias d?cadas nos dej? mucho m?s clara las ideas sobre ?quien es quien? en la Iglesia Cat?lica. Que lugar ocupa el laico, los consagrados, los di?conos, el sacerdote en esa Iglesia a la que el Concilio le gusta comparar con el Pueblo de Dios en marcha hacia el Cielo, y los ?curas y monjas? son indispensables para esa marcha y la vida del pueblo de Dios? y nosotros en nuestra Di?cesis de Posadas, no los tenemos en una cantidad ni remotamente suficiente.

Con la creaci?n de la nueva Di?cesis de Ober?, nuestra Di?cesis cuenta con el 50% de la poblaci?n de Misiones, alrededor de 600.000 habitantes, y estos n?meros van en ascenso por el r?pido crecimiento demogr?fico. La Di?cesis cuenta con unos 70 sacerdotes, muchos de ellos de edad muy avanzada. Contando con unos 40 sacerdotes religiosos y 30 del clero diocesano que est?n incardinados. La atenci?n pastoral tiene una proporci?n pr?xima a los 10.000 habitantes por sacerdote. Esto revela la necesidad de acompa?amiento pastoral que experimenta nuestra gente. De hecho necesitar?amos armar nuevas Parroquias sobre todo en Posadas donde se multiplican r?pidamente nuevos barrios.

No dudamos en que Dios sigue llamando entre nuestros j?venes, a algunos de ellos a la vida sacerdotal o consagrada, pero tambi?n es cierto que a?n mucha gente desconoce que significa ser sacerdote o religiosos? Para colmo la televisi?n y otros medios escritos y orales con una especie de militancia anticat?lica o simplemente sensacionalista, no se agotan de distorsionar y confundir, con personajes inventados, o situaciones de incoherencias puntuales de alg?n cura o religiosa, acentuando la incomprensi?n sobre la vida y vocaci?n sacerdotal y consagrada.

Mons. Iriarte que fue el primer Obispo de Reconquista, en una carta pastoral explicaba sencillamente a la gene que era un sacerdote: ??Qu? es un sacerdote? Un hombre cualquiera, un chico, un muchacho, un adulto, a quien en un momento determinado de su vida Dios lo llam? para el sacerdocio. Es decir, para que siguiera la l?nea de Cristo y los Ap?stoles, realizando su tarea de mediador entre Dios y los hombres. Un hombre que se decide totalmente a hacer de puente entre esas dos puntas y para eso conduce al pueblo cristiano, les ense?a y les da los Sacramentos. A menudo o?mos decir que Pedro o Mar?a ?ayudan al cura?. Y no es tan as?. Es el cura quien debe ayudar a todos los pedros y mar?as, a todos los laicos, a vivir su cristianismo y a salvarse. Para eso jug? su vida a tal punto que renuncia a uno de los aspectos m?s ?ntimos y totalizantes del hombre que es el matrimonio y la familia?.

En nuestra Di?cesis damos gracias a Dios por nuestro Seminario ?Santo Cura de Ars? en donde se est?n formando 29 seminaristas, 10 de ellos en la teolog?a. Este a?o en el contexto del ?a?o sacerdotal?, hemos celebrado la ordenaci?n de tres sacerdotes, como los ?primeros exalumnos? de nuestro Seminario. Tambi?n damos gracias a Dios por el cari?o y cercan?a del Pueblo de Dios que quiere y reza por las vocaciones y por el Seminario. Debo confesar que como Obispo me llena de esperanza nuestro Seminario Santo Cura de Ars. Pero debemos seguir acompa?ando todos el tema de las vocaciones porque la cosecha, las capillas, escuelas, hospitales, movimientos, sectores, son muchos y los sacerdotes y consagrados pocos.

?Un saludo cercano y hasta el pr?ximo domingo!

Mons. Juan Rub?n Mart?nez, obispo de Posadas.?


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Homil?a de monse?or Carmelo Juan Giaquinta, arzobispo em?rito de Resistencia, para la homil?a del domingo 19? durante el a?o (8 agosto 2010). (AICA)

?EST?N PREPARADOS, CON LAS L?MPARAS ENCENDIDAS?????

Lc 12,32-48

?1. El Evangelio le?do el domingo pasado, sobre el rico insensato, que no supo atesorar para el cielo, se contin?a en San Lucas con la ense?anza de Jes?s sobre la confianza en la Providencia. Este a?o se omite su lectura, pues la haremos el pr?ximo en la versi?n de San Mateo. As? llegamos al pasaje de hoy: Lc 12,32-48, cuyo primer p?rrafo (vv. 32-34) engancha con la ense?anza mencionada.

Jes?s expone a continuaci?n tres par?bolas sobre la vigilancia para esperar su vuelta definitiva: a) el due?o de casa que se fue a una fiesta de bodas; b) el ladr?n; c) el se?or que tarda en llegar. Las tres constituyen el mensaje central de hoy: ?Est?n preparados, ce?idos y con las l?mparas encendidas? (Lc 12,35). Tienen como elemento com?n que el Se?or llega de improviso. Y pueden resumirse en la moraleja de la par?bola del ladr?n: ?Ustedes tambi?n est?n preparados, porque el Hijo del hombre llegar? a la hora menos pensada? (v. 40).??

I. ?El administrador fiel y previsor?
Vigilar es cuidar al pr?jimo y procurar su bien

2. Comencemos por la par?bola tercera. Al contrario de lo que algunos podr?an pensar, ?vigilar? no es para Jes?s estar insomne o desvelado. ?Vigilar? es cumplir el propio deber, realizando a conciencia el servicio que nos corresponde prestarle al pr?jimo. En la par?bola aparece un administrador fiel y previsor que cuida bien a los peones que trabajan en el campo de su se?or, y cuando llega la hora de la comida, tiene preparada la raci?n de trigo que le corresponde a cada uno.

La par?bola se completa con una anti-par?bola: el administrador abusador que, en ausencia de su se?or, ?se dedica a golpear a los servidores y a las sirvientas, y se pone a comer, a beber y a emborracharse? (v. 45).

3. La verificaci?n de esta par?bola en la vida cotidiana no es dif?cil. Basta abrir los ojos para ver cu?nta gente alrededor nuestro cumple a conciencia su propio deber y lo hace con competencia y amor. Son legi?n, que hacen el bien calladamente. Gracias a ellos subsiste la Rep?blica. Es bueno que cada uno lo verifique. En mi caso: el personal del Seminario y de la Facultad de Teolog?a, el de la Parroquia San Juan Mar?a Vianney, el de los pocos comercios que frecuento, el de la Cl?nica San Camilo. No dudo que el Se?or est? satisfecho, y ellos pueden sentirse felices, pues, adem?s de la alegr?a de hacer el bien, ?l los premiar? m?s all? de toda medida: ??Feliz aqu?l a quien su se?or, al llegar, encuentra ocupado en este trabajo! Les aseguro que lo har? administrador de todos sus bienes? (v.43-44).

4. Lamentablemente, tambi?n es realidad la antipar?bola. ?Cu?ntos se dedican a maltratar al pr?jimo! Lo hacen de manera sutil, enga?ando. Suelen tener mucho poder: programadores de la TV que, con el pretexto de que a la gente le gusta, le van lavando la cabeza y el coraz?n de todo principio de honestidad (cuanto m?s chabacano es el programa, mejor); sindicalistas que, esgrimiendo el derecho de sus afiliados, luchan con cualquier medio para acumular un poder desmesurado para defender sus privilegios, sin importarles nada de la desigualdad que sufren los dem?s trabajadores; pol?ticos que practican la pol?tica neroniana del pan y circo, para que ?no se avive la gilada?, como llaman con desprecio al pueblo. Todos ellos no tienen idea del bien com?n. S?lo buscan su inter?s personal o sectorial. Frente a ellos, conviene abrir los ojos, pero no irritarse, ni perder la paz del esp?ritu: ?Ellos son como paja que se lleva el viento. Por eso no triunfar?n los malvados en el juicio? (Sal 1,4-5).??

II. Dios mismo es el premio de los justos
??l los har? sentar a la mesa y se pondr? a servirlos?

5. La primera par?bola se parece a la tercera, pues los protagonistas son semejantes. En ambas el se?or est? ausente y hay servidores que esperan su regreso. Pero difieren en el premio; o, tal vez, la primera lo explicita mejor. Mientras que en la par?bola tercera el premio es promover al administrador fiel y ?hacerlo administrador de todos sus bienes? (v. 44), en la primera, el se?or ?los hace sentar a su mesa y se pone a servirlos? (v. 37).

6. ?sta es una de las par?bolas de Jes?s m?s bellas y consoladoras. Y no porque me crea muy fiel en su espera. Sino porque s? que ?l es de infinita misericordia. Y estoy seguro que, si persevero en su servicio, no me negar? un puesto a su mesa. Y que ?l mismo me servir?. ?Algo m?s bello que ser servido por el mismo Se?or del universo?

7. Esto no es pura alegor?a. Ni cosa a cumplirse s?lo ma?ana. Desde ya ?l mismo nos sirve a su mesa. ?Qui?n nos da la existencia? ?Qui?n nos anuncia el Evangelio, y nos da las ganas de descubrir cada d?a una nueva veta del mismo, e intentar vivirlo? ?Qui?n nos da el Esp?ritu Santo, gracias al cual llamamos Padre a Dios, y consideramos a los dem?s como hermanos, incluso a los que nos hacen da?o?

8. Es maravilloso ser servido por tal Se?or. Y ma?ana lo har? a cara descubierta. A servirlo, entonces, ahora con fidelidad, reconoci?ndolo en nuestros hermanos los hombres.?

Mons. Carmelo Juan Giaquinta, obispo em?rito de Resistencia?


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Reflexi?n de monse?or Fernando Mar?a Bargall?, obispo de Merlo-Moreno y presidente de la Comisi?n episcopal de C?ritas, en el bolet?n mensual ?Huellas de Esperanza?, organismo de difusi?n de C?ritas (Agosto de 2010). (AICA)

JESUCRISTO: REALIZADOR DEL PROCESO INCLUSIVO Y SUSTENTABLE M?S GRANDE DE TODA LA HISTORIA ????????

?Como cada a?o, el 7 de agosto recordamos a San Cayetano, entra?able patrono del Pan y del Trabajo, a cuyos santuarios, parroquias y capillas se acercan miles y miles de peregrinos, tanto para pedir como para agradecer los favores recibidos por su intercesi?n. En este marco, quiero invitarlos, con estas pocas l?neas, a profundizar algunos puntos de la reflexi?n compartida recientemente en el Encuentro nacional de Vicepresidentes y Directores/as de C?ritas Argentina.

Junto a ellos analizamos, a la luz de la realidad actual, cu?les son las claves necesarias para llevar adelante procesos verdaderamente inclusivos y sustentables, capaces de favorecer la construcci?n de la Patria justa y fraterna que tanto anhelamos.

Porque en cada instancia que se vive en C?ritas, m?s all? de nuestro rol o funci?n, Dios nos llama permanentemente a generar proyectos que se sostengan en el tiempo, iniciativas en las que todos y todas puedan saberse y sentirse incluidos, verdaderos hermanos y hermanas y corresponsables del bien com?n.

Ahora bien, ?de qu? manera podemos hacer realidad este enorme desaf?o que Dios nos propone? ?C?mo ganarle al desaliento y a la impotencia que tan a menudo amenazan nuestra esperanza y debilitan nuestros esfuerzos? Tenemos un maestro, un gu?a que marc? el camino con huellas tan contundentes que permanecen inalterables despu?s de dos milenios: Jesucristo. ?l ha sido y es el realizador del proceso inclusivo y sustentable m?s grande de toda la historia. ?l llega a nosotros para incluirnos a todos bajo su amor infinito. ?l nos constituye en la m?s honda y verdadera dignidad de hijos e hijas de su mismo Padre. As?, nuestra existencia, que recibimos como don y tarea, se plenifica y toma verdadera consistencia y sentido en el compartir con los dem?s.

Jes?s incluye a todos, desde una universalidad o ?catolicidad? jam?s comparable, porque ?l viene por todos y para todos. ?l es quien va derribando todas las barreras y divisiones entre puros e impuros, entre hombres libres y esclavos, entre jud?os y paganos, para que la humanidad vuelva a ser verdadera familia.

No es una utop?a. En C?ritas lo sabemos y constatamos a diario en nuestro caminar junto a las comunidades m?s desprotegidas que, con enorme dignidad y una firme esperanza, comparten sue?os y dificultades, se organizan comunitariamente y ese reconocerse los pone interiormente de pie, los hace comunidad de hermanos que asumen la vida desde una perspectiva nueva, cimentada en la comuni?n, en la fraternidad, en la reconciliaci?n, en la solidaridad, en el avanzar juntos haci?ndonos cargo unos de otros.

El desaf?o es enorme y hermoso. Fortalecer el amor al hermano, concreto, transformador, perseverante, comprometido, es la tarea que tenemos como C?ritas, para que la Buena Noticia toque, golpee el coraz?n de quien todav?a anda ensimismado, perdido o encerrado en sus limitados horizontes. Hemos de utilizar para ello toda la inteligencia que Dios nos ha dado. Presentemos, sobre todo, el coraz?n para que nuestro amor entre cada vez m?s en sinton?a con el amor tierno y comprometido de Jes?s. Si bien no vamos a poder transformar cuanto quisi?ramos, e incluso seguramente mucho menos que eso, algunas de nuestras acciones son y ser?n un signo que invite a otros a transformar la mirada y sumar sus manos y su coraz?n, ante tantas situaciones de pobreza y exclusi?n que a?n persisten.

Que San Cayetano ilumine nuestros pasos y nuestras decisiones como pa?s, para bregar juntos por una Patria en la que nadie quede fuera del Banquete de la Vida Digna.?

Mons. Fernando Mar?a Bargall?, obispo de Merlo-Moreno y presidente de la Comisi?n episcopal de C?ritas,?


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Domingo, 22 de agosto de 2010

Columna de monse?or Jorge Casaretto, obispo de San Isidro (Agosto de 2010). (AICA)

TRABAJO: DIGNIDAD Y PLENITUD

Queridos amigos, estamos en el mes de agosto, y para los que tenemos fe es casi imposible no acordarnos de que el 7 se celebra la Fiesta de San Cayetano, patrono del pan y del trabajo.

Todos los a?os me conmuevo frente a la manifestaci?n popular de fe que, en el Santuario de Liniers, se re?ne para agradecer y pedir por el pan y el trabajo. D?as de espera, fr?o, lluvia y gran alegr?a que culminan con la visita a la imagen de San Cayetano, en el interior de la Iglesia. Personas que renuevan en sus corazones la esperanza y el deseo de vivir una vida mejor, con un trabajo digno que les permita llevar el pan a sus casas para alimentar a sus familias.

En todas las culturas, el trabajo y el pan han sido signo de dignidad, plenitud y prosperidad. El hombre que no tiene trabajo est? como incompleto, una parte de su ser no se puede desarrollar, una parte de su vida queda vac?a y no se plenifica.

Desde el punto de vista de la espiritualidad, el trabajo humano contribuye con la obra creadora de Dios, permitiendo al hombre auto realizarse y sociabilizarse, esto quiere decir, descubrir el valor del otro y el compromiso del amor y de la justicia respecto a la comunidad, a cuyo servicio est? tambi?n orientado el trabajo.

El trabajo, desde esta perspectiva, es mucho m?s que un medio para satisfacer las necesidades materiales. Es un elemento necesario en la vida del hombre para que ?ste desarrolle todo su potencial creativo, constructivo y de servicio en favor de la comunidad y el bien com?n. El trabajo est? llamado a ser un factor de humanizaci?n, promoci?n y liberaci?n del individuo y la comunidad. Para que esto suceda es necesario que se produzcan cambios profundos en la estructura productiva, pol?tica y sindical.

Cualquier buena intenci?n de descubrir en el propio trabajo una fuente de autorrealizaci?n y de servicio a los hermanos est? destinada a quedarse en simplemente buenos deseos,? si no son acompa?ados de compromisos pol?ticos y econ?micos que permitan dignificar el mundo del trabajo y crear posibilidades de acceso, al mismo, para todos.

Ciertamente, la falta de trabajo se transforma en una herida abierta en los corazones de nuestros hermanos que esperan ser curados. Cada uno de nosotros somos, en parte, responsables de generar los cambios necesarios para que la sociedad sea cada d?a m?s justa y equitativa, en donde todos tengamos las mismas oportunidades de autorrealizaci?n y plenitud. En donde la dignidad no sea un concepto escrito en un papel, sino una realidad en la vida de todos, especialmente los pobres y marginados del sistema.

Queridos hermanos, renovemos una vez m?s nuestros deseos de construir una Patria de hermanos justa, solidaria y fraterna, en la cual cada vez sean menos los hombres excluidos. Pongamos en manos de San Cayetano nuestras intenciones, para que ?l las presente a nuestro Se?or, y que Mar?a nuestra Madre de Luj?n nos siga acompa?ando.?

Mons. Jorge Casaretto, obispo de San Isidro?


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Homil?a de monse?or Jos? Mar?a Arancibia, arzobispo de Mendoza, en la Fiesta de San Cayetano (Santuario de Orfila, Jun?n de Mendoza, 7 de agosto de 2010). (AICA)

SAN CAYETANO ?????????

1. Cayetano, sacerdote santo, nos acompa?a en nuestro camino

San Cayetano vivi? y muri? en Italia hace mucho m?s de cuatrocientos a?os (+1547). Es un don de Dios encontrarlo en nuestro camino. Regalos como ?ste traspasan fronteras y largos tiempos. Los santos se nos ofrecen como: ?amigos de Dios?. Son compa?eros de camino, y huellas vivas del Evangelio de Jesucristo.

Su tiempo no fue nada f?cil. Sobre el pueblo pesaban entonces, no s?lo: ignorancia, pobreza y enfermedades, sino tambi?n miserias morales y peleas sangrientas. La misma Iglesia estaba necesitada de reforma y conversi?n. Cayetano gast? su vida entera atendiendo a enfermos del cuerpo y del alma; trabajando por la reconciliaci?n y la paz. A su alrededor brind? un amor sincero y abnegado, ense?ando ante todo a descubrir y seguir el camino del Evangelio.

Hoy el pueblo cat?lico sabe que puede confiar sus necesidades materiales y espirituales a este sacerdote santo. Aun los pastores del pueblo de Dios, encontramos en Cayetano ejemplo y est?mulo, porque ?l mismo vel? por una vida m?s santa y entregada de sus hermanos sacerdotes.??

2. La s?plica confiada estimula la propia responsabilidad

No recurrimos a Dios y a los santos, para evitar el propio esfuerzo. Al pedir por las necesidades que m?s nos afligen, sentimos comprometida nuestra propia responsabilidad. As? ense?a y aconseja Cayetano, en una carta suya.???

"Yo soy pecador y me tengo en muy poca cosa, pero me acojo a los que han servido al Se?or con perfecci?n, para que rueguen por ti a Cristo bendito y a su Madre; pero no olvides una cosa: todo lo que los santos hagan por ti, de poco servir?a sin tu cooperaci?n; antes que nada es asunto tuyo, y si quieres que Cristo te ame y te ayude, ?malo tu a El y procura someter tu voluntad a la suya, y no tengas la menor duda de que, aunque todos los santos te abandonasen, El siempre estar? atento a tus necesidades".

Por lo tanto, al suplicar a los santos aprendemos de ellos a poner de nuestra parte todo el esfuerzo que requiere los cambios deseados y las gracias anheladas.?

3. El Evangelio es fuente inagotable de esperanza

Mucha gente pasa por este santuario y por otros lugares, tanto para pedir como para agradecer. As? se expresa la nobleza del ser humano. En esta Eucarist?a me dispongo a recoger tantos ruegos tra?dos aqu? con dolor y con alegr?a. Quisiera alentar a todos con motivos de serena y firme esperanza. Apoyado en el gozo de creer y de confiar en Dios. Los disc?pulos de Jes?s anunciamos la Buena Noticia de la fe, con la intenci?n de hacerla vida cristiana animosa y alabanza sincera. Con ayuda pues del santo aqu? venerado, los invito a confesar de coraz?n la Buena Nueva de la vida, la familia y el trabajo:

- Bendigamos a Dios, ante todo, por la dignidad de la persona humana, creada a su imagen y semejanza. ?l nos ha creado libres, y nos ha hecho sujetos de derechos y deberes, en medio de su creaci?n. Nos ha dado una dignidad inviolable que no se puede negociar a ning?n precio. Y si el pecado ha deteriorado y herido esa imagen de Dios, la buena nueva que es Cristo la ha sanado y redimido con su propia sangre. Con gratitud decimos: Benditos los que trabajan para que la vida humana sea respetada como un valor sagrado, desde el comienzo hasta su t?rmino natural. Benditos quienes ofrecen su servicio por la salud, la educaci?n y la promoci?n integral de toda vida humana, sobre todo en condiciones de abandono y pobreza. (cf DA 104-108).

- Bendigamos a Dios por haber creado al ser humano var?n y mujer, tambi?n a su propia imagen. Pertenece a su naturaleza, que as? busquen su reciprocidad y complementariedad en el amor. Bendito sea el amor humano, que encuentra su plenitud en Jes?s, que se entreg? por nosotros en un amor hasta el fin. Bendito sea el amor conyugal fiel y rec?proco. Bendito sea en el fruto gozoso de los hijos e hijas que Dios les regale. Jes?s, que es maestro y esposo, no les har? faltar las gracias que necesiten, a?n en situaciones muy dif?ciles y dolorosas. Gracias sean dadas a tantos matrimonios y familias que son testigos del amor de Dios en un mundo, tan necesitado de respeto, afecto y solidaridad. Gracias a cuantos se esfuerzan por ayudar a las familias en sus necesidades materiales y espirituales. (cf DA 114-119).?

Alabemos a Dios, que en la belleza de la creaci?n ha llamado a los hombres al trabajo, para cuidar y transformar la tierra en hogar un acogedor. Jes?s mismo dignific? el trabajo en el taller de Nazaret. Por el trabajo el hombre y la mujer se realizan como seres humanos, y su actividad propia garantiza su dignidad y libertad. Aunque desgasta y fatiga, el trabajo humano expresa la entrega generosa de la vida, por el bien personal de cada uno, y para sustento de la propia familia. Los cristianos encuentran en ?l la ocasi?n de santificarse y de construir el Reino de Dios. Gracias sean dadas a cuantos promueven la dignidad del trabajo y del trabajador; a quienes luchan por justo reconocimiento de sus derechos. Gracias a quienes desarrollan la cultura del trabajo y se atreven a denunciar las injusticias. Alabemos a Dios por quienes tienen proyectos para generar el trabajo y la producci?n, que elevan la condici?n humana y el bienestar de toda la sociedad. (cf DA 120-122)

Que tantos nuestros ruegos y gratitudes, como asimismo estos compromisos en favor de vida, la familia y el trabajo, tengan como fuente inspiradora esta convicci?n cristiana, esta Buena Noticia, de la cual los santos son testigos privilegiados.??

Mons. Jos? Mar?a Arancibia, arzobispo de Mendoza?


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Art?culo de monse?or H?ctor Aguer, arzobispo de La Plata, en el diario ?El D?a? (6 de agosto de 2010). (AICA)

DESPU?S DEL MAL PASO

El Senado de la Naci?n, entre el 14 y el 15 de julio ?es decir, entre gallos y media noche? consum? la alteraci?n del orden familiar que hab?a obtenido ya la sanci?n de los diputados y dio cabida en la instituci?n matrimonial a la convivencia de personas del mismo sexo. De ese modo, de un plumazo, se ha cambiado la esencia misma del matrimonio. La etimolog?a de esta palabra alude a la matriz, a la madre, a la maternidad, a su custodia y fortalecimiento; el nombre y el concepto se refieren a una realidad a la vez f?sica y espiritual en la que confluyen naturaleza y cultura para constituir un valor propio de la condici?n humana que est? al servicio de la continuidad de la especie. Corresponde al derecho reconocer y tutelar ese valor, no subvertirlo.

La ley sancionada practica una escisi?n entre el derecho y la moral. Las leyes establecidas por los hombres ?el derecho positivo? no deben contrariar valores morales objetivos y universales que se basan en la naturaleza humana y, en definitiva, en el orden establecido por el Creador. En el acto de promulgar una disposici?n contraria a ese orden la autoridad deja de ser tal y el resultado es una ley inicua, que no tiene car?cter de ley sino m?s bien de violencia. As? lo ense?a la tradici?n cat?lica, expresada con toda claridad por el Beato Juan XXIII en su enc?clica ?Pacem in terris?. Conviene recordar a este prop?sito que legitimidad y legalidad no se identifican. Es posible que se introduzca en el cuerpo legal de una naci?n una disposici?n injusta, pero ese acto formal no le otorga legitimidad.

En el caso que nos ocupa puede decirse que la misma legalidad ha sido afeada por las circunstancias en las que se ha llegado a la sanci?n. Pasar?n a la historia de esa ruinosa modificaci?n del C?digo Civil los aprietes, los telefonazos amenazantes y el oportuno regalo de viajes a China. Han llamado la atenci?n los sospechosos cambios de posici?n, abstenciones o ausencias de diez senadores. El proyecto que ten?a media sanci?n de la C?mara de Diputados mereci? serias objeciones jur?dicas, fundadas en el orden natural, el derecho positivo argentino y los tratados internacionales que amparan el inter?s superior de los ni?os, pero tales reparos no fueron tomados en cuenta. ?El debate ?fue ?tan mediocre ?que hizo ?a?orar ???pocas ???mejores de la cultura pol?tica nacional. Sobresali? por su groser?a, su odio a la Iglesia y el agravio al Sumo Pont?fice el discurso del jefe de la bancada oficialista, una pat?tica expresi?n de obediencia debida. En cambio, merecen un reconocimiento la coherencia y el coraje de quienes votaron por el rechazo de la alteraci?n del matrimonio.

Tres cuestiones fundamentales quedan abiertas a partir de aquel mal paso. En primer lugar, la libertad de la Iglesia. ?Podremos, en adelante, predicar libremente lo que la Biblia, la tradici?n y el magisterio eclesial ense?an acerca de la sexualidad humana y el matrimonio? ?Se nos obligar?, acaso, a formar a los alumnos de nuestros colegios seg?n la nueva valoraci?n de esas realidades esenciales implicada en la modificaci?n establecida por el Congreso, en contra de la doctrina cat?lica y del sentido com?n? Es indudable que la libertad de la Iglesia est? protegida por la Constituci?n Nacional y por instrumentos de Derecho P?blico Internacional, pero ?no pesar? m?s en los hechos el Plan Nacional contra la Discriminaci?n, promovido por un decreto presidencial de 2005, y el ensa?amiento inquisitorial que all? se esboza? Todo puede temerse en un pa?s en el cual no son raras las anomal?as jur?dicas y judiciales.

Una segunda cuesti?n es la libertad de los padres para educar a sus hijos seg?n sus convicciones morales y religiosas. Pienso especialmente en los alumnos que concurren a escuelas de gesti?n estatal. Los contenidos curriculares, en los temas referidos a la concepci?n del hombre, la funci?n sexual y la estructura de la familia, van quedando plasmados en textos oficiales en los que campea el constructivismo gnoseol?gico y ?tico y la ideolog?a de g?nero. Es evidente que se procura inducir un cambio cultural modelando la conciencia de las futuras generaciones argentinas. ?Se requerir? el consentimiento de los padres y se respetar? su decisi?n respecto de la intervenci?n del Estado en un aspecto tan ?ntimo de la formaci?n de sus hijos?

La tercera cuesti?n que queda abierta es la objeci?n de conciencia que con toda raz?n podr?an oponer funcionarios del Registro Civil, jueces y educadores obligados a aplicar la ley en sus respectivos ?mbitos. No existe todav?a un reconocimiento amplio y un marco regulatorio general de este aspecto important?simo de la libertad. Por otra parte, los activistas que han fomentado la alteraci?n del matrimonio, los ide?logos que desde hace tiempo la han planeado y algunos pol?ticos con clara inclinaci?n totalitaria hacen temer la imposici?n de la dictadura del relativismo. Es ?se el posible destino de una democracia que renuncia a valores fundamentales, que son pilares del orden social. Existen memorables experiencias hist?ricas de liberticidio consumado en nombre de la libertad. De una idea perversa de libertad.?

Mons. H?ctor Aguer, arzobispo de La Plata

Publicado en El D?a, 6 de agosto de 2010?


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Comentario al evangelio del domingo veintiuno del Tiempo Ordinario - c, publicado en Diario de Avisos el domingo 22 de Agosto de 2010 bajo el ep?grafe "DOMINGO CRISTIANO"

Las estad?sticas de la salvaci?n

Daniel Padilla

Quienes se dedican a la docencia, saben que, por encima de las disertaciones magisteriales de los grandes principios generales, o m?s aqu? de estos principios, lo que de verdad suele interesar a los alumnos son las soluciones concretas. Anda, por ejemplo, el profesor tratando de definir en qu? consiste la "actitud" del pecado.

Pues bien, el alumno quiere enseguida saber si "lo que hace Fulano" es pecado. Aspira el alumno a tener una sabidur?a tan puntual y minuciosa, que quiere quedarse con tan s?lo "lo imprescindible". Por eso, los alumnos, a cada paso, aterrizan de esta manera: "Profesor, ?basta con leer la letra grande o es necesaria tambi?n la peque?a?".

Resulta que "Jes?s, de camino hacia Jerusal?n, recorr?a ciudades y aldeas ense?ando". Era, por tanto, como un fil?sofo peripat?tico que dejaba sus ense?anzas mientras iba caminando. Pues, bien, bien pronto le sali? al paso un alumno con una cuesti?n concreta e interesada: "Se?or, ?son pocos los que se salvan?".

Y es ah? justamente donde el Se?or, sin caer en la trampa de dar una contestaci?n categ?rica y matem?tica, prefiri? llevar al alumno al terreno de su "propia vida": "ustedes hagan el esfuerzo de entrar por la puerta angosta". Para que ?l mismo, en el an?lisis personal e intransferible de su propio comportamiento, encontrara la respuesta. Ya que "cada cual lleva su alma en su almario" y la salvaci?n en "su" itinerario. Por eso en la lecci?n de Jes?s sobre la salvaci?n hay que hacer varias reflexiones.

La salvaci?n, en primer lugar, no es un tema meramente escatol?gico. Es decir: ?me salvar? cuando haya atravesado el umbral de la muerte! No, amigos. Me estoy salvando, o condenando, ya aqu? y ahora. Mi labor de cada d?a, la verdad o mentira sobre la que voy desarrollando mi actividad y mi actitud, la entrega que pongo en todo lo que hago es ya salvaci?n o condenaci?n. "El tiempo es oro", solemos decir. Y se trata de una verdad rotunda. Porque "el tiempo" –?vean la paradoja!- es el que produce la "eternidad". Por eso Jes?s, a aquel alumno de preguntas concretas, le respondi? con una concreta invitaci?n a un determinado modo de vivir: "Hagan el esfuerzo en entrar por la puerta angosta". "Entrar"…, "esforzarse"…, "puerta estrecha"…, son de verdad acciones y s?mbolos bien concretos.

Asimismo, no hay que imaginar la salvaci?n como cosa de "loter?a" y de "magia". ?No podemos entender al pie de la letra los n?mero simb?licos de la escritura: "?ciento cuarenta y cuatro mil!". ?Ni debemos crear un Dios sujeto a nuestras matem?ticas! ?Son muy peligrosas y endebles todas esas concepciones de la salvaci?n condicionada al rezo de tal o cual jaculatoria, a la pr?ctica de tal o cual devoci?n, al hecho de haber llevado tal medalla. Lo que Jes?s dice hoy en el evangelio es esto: "Cuando el amo de la casa cierre la puerta, de nada servir? que los de fuera llamen y digan: ?brenos, Se?or, ya que hemos comido y bebido contigo". Lo cual vuelve a querer decir lo mismo: "Hagan el esfuerzo por entrar por la puerta estrecha".

Y, por fin, la salvaci?n no es cuesti?n de "nacionalismos". Aunque Dios, desde el principio, dej? bien claro que quer?a formar un pueblo –"su pueblo"-, no caigamos en el error de los exclusivismos y de los derechos ante los "m?ritos contra?dos por algunos". El Ap?stol de las gentes, Pablo, no tuvo otro af?n que aclarar esta idea: "Dios quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad". Todos.

As? que, cantemos una y otra vez: "Somos un pueblo que camina y, juntos caminando, podremos alcanzar otra ciudad que no se acaba, sin penas ni tristezas, ciudad de eternidad". Pero ?ojo!, no perdamos de vista lo que advirti? Jes?s: "Vendr?n de Oriente y Occidente, del Norte y del Sur, y se sentar?n a la mesa del Reino". Por lo tanto: "?Ser?n pocos los que se salvan?". ?Pregunta vana! La salvaci?n no es cosa prevista por las estad?sticas, sino adquirida con "el esfuerzo". ?Y con la gracia de Dios que se le da al hombre sobreabundantemente!.

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S?bado, 21 de agosto de 2010

Alocuci?n televisiva de monse?or H?ctor Aguer, arzobispo de La Plata en el programa ?Claves para un mundo mejor? (7 de agosto de 2010). (AICA)

SAN CAYETANO Y EL PROBLEMA DEL DESEMPLEO JUVENIL????????????

???Desde hace ya unos cuantos a?os el 7 de Agosto se ha convertido en el D?a del Trabajo. Es que San Cayetano nos invita, en esta jornada, a meditar sobre los problemas laborales de la actualidad y a levantar nuestro coraz?n a Dios confiando en su Providencia y a invocar la intercesi?n del santo que recibe la devoci?n y las s?plicas de nuestro pueblo?.

?Adem?s es de destacar que en las notas que se han hecho a prop?sito de este festejo se se?ala la necesidad de conseguir trabajo para los j?venes y quisiera referirme brevemente a este punto?.

?El problema es que, en la Argentina, la proporci?n de j?venes que no estudian ni trabajan es muy alta. Y, a la vez, es muy baja la calidad del empleo de aquellos que consiguen trabajo?.

?Este no es un problema de f?cil resoluci?n porque en la coyuntura coinciden causas diversas de car?cter econ?mico, de organizaci?n laboral, por tanto de decisiones pol?ticas que est?n detr?s, y tambi?n problemas de ?ndole cultural y educativo?.

?Una de las fallas principales que podemos se?alar es la dificultad de los j?venes profesionales que acaban la carrera universitaria para conseguir empleo. Pensemos adem?s en la cantidad de j?venes que quedan en el camino porque no completan el ciclo universitario y no consiguen el ansiado t?tulo?.

?Adem?s, las reformas educativas de los ?ltimos a?os han intentado mejorar el problema de la salida laboral de los estudios secundarios y sin embargo eso no se ha logrado. De hecho, los estudios secundarios no preparan para conseguir empleo. Quiz?s est?n pensados exclusivamente en orden a seguir estudios de nivel terciario o universitario. Habr?a que preguntarse entonces la utilidad de este nivel educativo tal como est? concebido, aunque ahora ha sido repropuesto con una nueva estructura y nuevos planes?.

?En el a?o 1940, el gran economista Alejandro Bunge public? un libro extraordinario que se llamaba ?Una Nueva Argentina?. All? ya se planteaba el problema educativo y el de la educaci?n para el trabajo. Bunge propon?a una especie de escuela intermedia, de tres a?os, al terminar los estudios primarios, pero que estuviera destinada a formar para la vida y para una vida en la cual el trabajo ocupa un lugar central, important?simo?.

?Entonces la problem?tica educativa es fundamental para enfocar el problema del empleo juvenil. Por otra parte, todos sabemos que un cierto aumento en la inserci?n escolar no ha sido acompa?ado de un aumento de la calidad de la educaci?n. La mayor parte de los chicos que sale de la escuela secundaria est?n muy mal preparados para la universidad y para el trabajo. Por no hablar de la deficiente transmisi?n de los saberes b?sicos en el ciclo primario?.

?Si vamos a otro plano, enfocando el problema, tenemos que decir que ha habido en la Argentina un deterioro de la cultura del trabajo. ?Cu?ntos chicos hay hoy en el pa?s que no han visto a su padre trabajar, que no han aprendido vitalmente, en la casa, y viendo al padre trabajar ?la valoraci?n de aquello que constituye un elemento fundamental de la realizaci?n personal y de la vida social??

?Se habla con frecuencia de la cultura del trabajo, pero no va a haber cultura del trabajo si no hay para los chicos una cultura del estudio y si no se promueve el esfuerzo, si no les habilita, se les ayuda, se les educa para que ellos desplieguen todas sus potencialidades y sepan que sin esfuerzo no se consigue nada?.

?En ese sentido hay que tener mucho cuidado con la proliferaci?n de planes de distinto tipo que son como subsidios encubiertos de desempleo. Es cierto que tienen un valor importante en los momentos ?lgidos de crisis social pero habr?a que lograr lo m?s pronto posible la inserci?n laboral de quienes est?n amparados por esos planes?.

??ste un problema de toda la sociedad argentina. Evidentemente, ante todo de aquellos que tienen la responsabilidad pol?tica pero incumbe tambi?n a toda la sociedad argentina, porque se trata de poner otra vez en nuestra mentalidad, en nuestro ?nimo, en nuestras decisiones, la valoraci?n aut?ntica del trabajo. No se consigue todo gratis. No cae todo del cielo, sin nuestro empe?o. Las cosas hay que procurarlas con el esfuerzo, con el trabajo honrado?.

?Pues bien, que San Cayetano interceda para que podamos encontrar los caminos adecuados para fortalecer en nuestra sociedad la cultura del trabajo?.

Mons. H?ctor Aguer, arzobispo de La Plata?


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Homilía de Monseñor José Luis Mollaghan, arzobispo de Rosario, en la Festividad de San Cayetano (7 de agosto de 2010). (AICA)

SAN CAYETANO         

Estamos aquí porque Dios nos escucha. Y San Cayetano intercede y escucha nuestras súplicas. Hace un momento leímos  en la primera lectura: ¿Quién confió en el Señor, y quedó confundido?;¿Quién lo invocó y no fue tenido en cuenta?; ¿Quién perseveró y fue abandonado?

Sabemos que Dios nos escucha y no nos abandona. Él oye las súplicas que le hacemos, y nos salva en el momento de la aflicción. Y por eso también dice el salmo: en la casa de quien lo invoca habrá abundancia, porque su generosidad permanecerá para siempre. Para los buenos brilla una luz en las tinieblas: el es bondadoso, el es compasivo y el justo” (salmo 111)

Esto mismo lo aprendieron los santos; y de un modo especial lo vivió San Cayetano. Él en su tiempo invocó a Dios, y pidió por los demás; se compadeció y dio prestado, su corazón estuvo firme y confiado en el Señor (cfr. ibídem).  Él fue escuchado por Dios; y también escuchó a sus hermanos.

Por ello, como nos enseña el Papa Benedicto XVI : si bien " por un lado, de nuestro obrar brota esperanza para nosotros y para los demás; al mismo tiempo, lo que nos da ánimos y orienta nuestra actividad, tanto en los momentos buenos como en los malos, es la gran esperanza fundada en las promesas de Dios" ( Spes salvbi, nº 35).

En cambio entre nosotros, sobre todo en el mundo de hoy, necesitamos escuchar y que nos escuchen. Cada uno podría contar cuántas experiencias tiene de no haber sido  escuchado, a veces en casa, en la calle. Mucha gente sencilla necesita y espera una respuesta de consuelo, o de justicia; y no la recibe. Hoy no nos escuchamos; y menos aún se escucha a los pobres, a los pequeños y a los que más necesitan. 

¿Cómo puede ser también que  no nos escuchen cuando  hablamos?. ¿Que no nos escuchemos entre nosotros?. La respuesta que recibimos muchas veces es como la de los ídolos de barro”… tienen ojos y no ven, tienen oídos y no escuchan”.

Los Santos en cambio nos escuchan; y San Cayetano, lo sabemos todos, también  nos escucha, con un oído atento, y con su mano pródiga para ayudarnos conforme a la voluntad de Dios. La prueba de que nos escucha es que hoy ustedes están aquí. Esto es lo que experimentamos,  lo que nos dicen, lo que se repite de boca en boca entre los fieles: San Cayetano nos escucha para interceder ante Dios, San Cayetano me ayudó, él me  alivió en las pruebas, me dió lo que más  necesitaba, y además nos bendice y nos invita a buscar  el Reino de los Dios.

Para pedir necesitamos la fe. La fe en Dios, la fe Jesucristo y en la Iglesia, una y santa,  que Él  vino a fundar.  Una fe como una de semilla, que es capaz de mover montañas. La fe que ustedes tuvieron para pedir; hoy avala que ustedes estén aquí para agradecer.

Pero nuestra esperanza, nos dice el Papa " es siempre y esencialmente también esperanza para los otros; sólo así es realmente esperanza también para mí. Como cristianos, nunca deberíamos preguntarnos solamente: ¿Cómo puedo salvarme yo mismo? Deberíamos preguntarnos también: ¿Qué puedo hacer para que otros se salven y para que surja también para ellos la estrella de la esperanza? Entonces habré hecho el máximo también por mi salvación personal" (cfr ibidem, nº 48).

San Cayetano fue escuchado por Dios y experimentó de muchas maneras la misericordia; y por eso también la vivió y ejerció, escuchando a sus hermanos. Y desde el cielo intercede por esa misericordia, que se manifiesta en múltiples gracias de parte de Dios.

Ustedes también experimentaron de muchas maneras la misericordia de Dios y deben vivirla con sus hermanos. Cada acto de amor hacia los demás hace crecer  la misericordia que recibimos.

Por esto es una obra de misericordia  “dar un buen consejo al que lo necesita” y  “corregir al que se equivoca y perdonar las ofensas”, no solo siete veces, sino setenta veces siete (Mateo 18, 21-22).

Y también, recordando una de las bienaventuranzas del sermón de la Montaña, podemos decir: “Dichosos los que lloran porque ellos serán consolados” (Mt 5, 5), por lo cual también es un acto de misericordia " escuchar al hermano que sufre, consolarlo y sufrir con paciencia”.

“Dios - dice San Pablo - nos consuela en todas nuestras tribulaciones para que nosotros mismos podamos consolar a  los atribulados y afligidos" (2Cor 1, 4). Todo ello con mansedumbre, paciencia, humildad y caridad (cf. Ef 4, 2).

De este modo, en estos días de tanto frío,  pensamos particularmente y recordamos a  nuestros ancianos. La ancianidad y la enfermedad deben mover nuestros corazones a escuchar y a ser solidarios; que cada uno debe ejercer adecuadamente según le corresponde.

Qué difícil es ser anciano y estar enfermo. Pero aún más difícil cuando  deben esperar, cuando no reciben atención, cuando no tienen para comprar un medicamento, cuando parece que padecen más frío que nunca.

Si cada uno no escucha y ayuda adecuadamente, como nos enseña silenciosamente San Cayetano, se desmorona uno de los derechos fundamentales de los enfermos y de los abuelos; uno de los derechos que se pierde en el presente con la cultura de la muerte.

Pero también pensamos  en la vida humana. En esta cultura, percibimos que la llamada a la vida está en riesgo, la vida preciamente , que es un don de  Dios, y que nos ha regalado en Jesucristo.  Tener un hijo, por ejemplo,   siempre  es una fuente de vida; y como cristianos queremos defender la vida.

Tal vez nos preguntemos qué podemos hacer para valorar y defender la vida? Seguramente   podemos rezar, y pedir; como esta tarde, lo hacemos por la intercesión de un querido Santo;  pero también podemos defender la vida con nuestra participación, hablando y actuando  como ciudadanos; ¿O acaso pensamos que por ser católicos ya estamos anticipadamente excluidos de hablar, de difundir  nuestra visión cristiana, de formar conciencias, de transmitir la verdad?

Como cristianos debemos  profundizar  la fe y conocer la Doctrina Social de la Iglesia, para que la formación de la  conciencia nos permita  descubrir y reconocer  el atractivo de la Vida desde la concepción, y nos pongamos al servicio de esa Vida; pero también necesitamos transmitir estas verdades a los demás.

Como ciudadanos, ustedes queridos laicos, están llamados a participar en primera persona en la vida pública. Y por tanto no pueden eximirse de actuar, ni pueden ser discriminados por ser cristianos (cfr. Benedicto XVI, “Dios es caridad”, n º 29). Al respecto, también Juan Pablo II nos señalaba como una urgencia y una  responsabilidad que los fieles laicos den testimonio de los valores humanos y evangélicos que están íntimamente relacionados con la  actividad social,  y política, como son la vida, libertad y la justicia,  la solidaridad, la dedicación leal y desinteresada al bien de todos ( cfr. Ch. laici, nº 42); y los invitaba al mismo tiempo a llevar adelante  la misión de animar cristianamente la vida en la sociedad.

Para ello debemos formarnos, y no aceptar sin más que se pueda arremeter contra los valores de la conciencia. Ustedes queridos laicos tienen como misión promover el bien en la sociedad temporal; sin temor a mostrar  públicamente la defensa de los valores que sostienen y que viven.

Lo que más nos cuesta entender es que una sociedad que quiere crecer en el respeto por  los derechos del otro, no tenga en cuenta y sea insensible ante la existencia de estos valores, como por ejemplo que “el niño por nacer es un ser vivo”, que se gesta en el seno de su madre, y que nunca es “un injusto agresor”.

Ojala podemos valorar y profundizar la vida de todos los niños, los nacidos y los que están por nacer, en esta víspera del día del niño, cuando los queremos honrar y felicitar.

Como nos dijo Jesús “Pidan y se les dará, busquen y encontrarán, llamen y se les abrirá” (Mt 7, 7-9); hoy le pedimos por nuestros abuelos, y por la vida del niño por nacer; y lo hacemos con la intercesión de nuestro querido Santo. Queremos renovar este camino de solidaridad y misericordia que brota del Evangelio; y queremos pasar como Jesús en medio nuestro, haciendo el bien.

Que la amistad con San Cayetano revitalice nuestra fe en Dios, y también  la sensibilidad por el “otro” ser humano, en la indefensión de la vejez, o del que va a nacer, al comenzar su vida en el vientre materno.

Se lo pedimos también a la Santísima Virgen, Madre y Reina del Rosario, que siempre nos acompaña, que Ella nos indique el camino que conduce al Reino de su Hijo Jesucristo.

Mons. José Luis Mollaghan, arzobispo de Rosario 


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Homil?a de Mons. Stanovnik, arzobispo de Corrientes, durante la Misa de San Cayetano (Santuario de San Cayetano, 7 de agosto de 2010). (AICA)

MISA DE SAN CAYETANO

Hoy la Iglesia se alegra al recordar a san Cayetano ?el santo del pan y del trabajo?. Es un santo que sentimos muy amigo de Dios y, al mismo tiempo, muy amigo y cercano a nosotros, sus peregrinos y devotos. Hoy, en todo el pa?s, una multitud de creyentes peregrina a los lugares sagrados, donde se venera a este hombre de Dios que hizo tanto bien a la sociedad de su tiempo, a la Iglesia y a mucha gente necesitada. Hoy nos hemos acercado a ?l nosotros, para confiarle nuestras necesidades, principalmente esas que son tan b?sicas para la vida ?como son el pan y el trabajo? para vivir con la dignidad como hijos de Dios y hermanos en Jes?s, y como ciudadanos con nuestros deberes y derechos. ?Cu?ntas cosas le confiamos a san Cayetano! Ante su imagen, a veces despu?s de una prolongada y sacrificada espera, y cumpliendo la promesa que le hab?amos hecho, aliviamos nuestra alma agradeci?ndole tantas cosas buenas que nos vienen por su intermedio, y a la vez, le suplicamos que nos ayude en tantas emergencias que agobian nuestra vida.

Ma?ana haremos la tradicional Peregrinaci?n de los Trabajadores, que se realizamos todos los a?os el domingo m?s pr?ximo que le sigue a fiesta de san Cayetano. Pero, como podemos observar, este a?o el 7 cay? en d?a s?bado y el domingo m?s pr?ximo es ma?ana. Sin embargo, esta proximidad no es un obst?culo, sino una ocasi?n para pensar hoy en nuestro santo, destacando en ?l sobre todo su amor a Dios y, ma?ana, detenernos para ver c?mo ese amor lo llev? a comprometerse con sus semejantes, sobre todo con los m?s necesitados y los pobres.

Recordemos algunos datos de su biograf?a. Cayetano naci? doce a?os antes de la llegada de los europeos a este continente y falleci? unos 40 a?os antes de la fundaci?n de la ciudad de Corrientes. Eso sucedi? entre los siglos XV y XVI. Su familia era noble y rica, lo que le permiti? estudiar derecho. A nuestro santo le toc? vivir una sociedad en crisis. Al darse cuenta de la enorme tarea que supon?a comprometerse en cambiar algo, opt? por el camino del sacerdocio y se integr? a un grupo de sacerdotes austeros y con grandes ideales, pero al poco tiempo ?l mismo fund? un nuevo grupo de cl?rigos, llamados teatinos, que existen todav?a hoy y entre nosotros atienden la parroquia de Empedrado. Cayetano conoci? y sufri? la crisis de la sociedad y de la Iglesia de su tiempo. Ante la realidad de una sociedad corrupta, no opt? ni por el anarquismo social, ni tampoco se refugi? en los bienes de su familia para asegurar su futuro y pasarla bien. Por otra parte, frente a muchos eclesi?sticos que viv?an desordenadamente su vida, no se escandaliz? desgarr?ndose hip?critamente sus vestiduras, ni tampoco se apart? de ellos.

Veamos c?mo reaccion? Cayetano ante una sociedad corrupta y en una Iglesia, que en muchos aspectos, era infiel a su misi?n. Para verlo, lo mejor es recurrir a una confesi?n suya, brev?sima, que ?l coloca al comienzo de una carta dirigida a su amiga. Dice as?: ?Yo soy pecador y me tengo en muy poca cosa?. ?Qu? vemos en esta confesi?n de Cayetano? Ante todo, descubrimos a una persona humilde que empieza juzg?ndose a s? misma. Pero esa conciencia no lo lleva a cerrarse en s? mismo ni a desesperarse, sino a confiar en la entra?able misericordia de Dios. Por eso, sintiendo la amistad de los santos, escribe a continuaci?n as?: ?me conf?o a los que han servido al Se?or con perfecci?n, para que rueguen por ti a Cristo bendito y a su Madre?. Esta conciencia de ser pecador y su confianza en el amor de Dios, no lo abandon? nunca. En realidad, esa consideraci?n humilde de su persona le permiti? acercarse a sus semejantes y realizar grandes obras en bien de la sociedad y de la Iglesia. Con una persona as?, Dios puede realizar una profunda transformaci?n y as? lo hizo. En cambio, una persona soberbia, incapaz de juzgarse a s? misma, se a?sla de los dem?s y de Dios. Frente a esto, nuestro santo nos ense?a algo muy b?sico y esencial: hay que pedir la gracia de reconocerse pecador y necesitado de perd?n. ?l mismo sol?a repetir a sus compa?eros: ?Lo primero que hay que hacer para reformar a la Iglesia es reformarse uno a s? mismo?. Esta m?xima vale tambi?n para la sociedad, porque nadie puede dar lo que no tiene. Si se quiere reformar la sociedad, hay que empezar por las personas y, sobre todo, por aquellos a los que se les ha confiado alguna autoridad. La palabra de Dios nos invita a confiar en ella, como lo hizo san Cayetano. ?l crey? en la Palabra de Dios, ?como lo escuchamos hoy en la primera lectura? donde dice tengan confianza en el Se?or, ?l les dar? el gozo duradero y la misericordia, porque es compasivo, perdona los pecados y nos consuela cuando estamos afligidos (cf. Eclo 2,8-9). Dios nos convierte a ?l y a los otros si realmente lo deseamos y le permitimos que lo haga.

Nosotros, devotos de san Cayetano, nos equivocar?amos mucho si peregrin?ramos s?lo para acercarnos a ?l y pedirle por nuestras necesidades sin estar sinceramente dispuestos a reconocernos pecadores y suplicar a Dios el perd?n de nuestros pecados. Un principio b?sico para sanarse y recuperar la salud es reconocer la enfermedad. Esto tambi?n es un acto de humildad que nos acerca a la verdad, nos cura y nos hace libres para amar y servir. El pan y el trabajo son un don de Dios que se hace realidad en aquellas personas y comunidades que est?n dispuestas a reconciliarse con Dios y a compartir sus capacidades y recursos con sus hermanos. Son personas, como san Cayetano, que superaron la adicci?n de acumular bienes y poder s?lo para s? mismos, y descubrieron que hay una felicidad muy superior en la invitaci?n de Jes?s, que hoy escuchamos en el Evangelio: ?H?ganse bolsas que no se desgasten y acumulen un tesoro inagotable en el cielo, donde no se acerca el ladr?n ni destruye la polilla?. San Cayetano nos ense?a que lo primero es reconocer humildemente ante Dios nuestro pecado, para que su perd?n nos devuelva la amistad con ?l. Esa comuni?n nos da fortaleza para cumplir la voluntad de Dios, que est? siempre a favor de la vida del ser humano y de su plena realizaci?n.

Hay otra ense?anza que nos deja Cayetano y que encontramos en esa carta que le escribe a su amiga. All?, en tono de advertencia, le dice: ?no olvides una cosa: todo lo que los santos hagan por ti de poco servir?a sin tu cooperaci?n; antes que nada es asunto tuyo?? Cayetano le dice a su amiga que la ayuda de los santos de poco servir?a si uno no se hace cargo de la propia vida, es decir, si no asume las responsabilidades y obligaciones que tiene. En otras palabras, Cayetano advierte que Dios no ayuda al perezoso o al pertinaz que no quiere cambiar de vida. Por eso, en esa carta prosigue su reflexi?n as?: ?si quieres que Cristo te ame y te ayude, ?malo t? a ?l y procura someter siempre tu voluntad a la suya, y no tengas la menor duda de que, aunque todos los santos y criaturas te abandonasen, ?l siempre estar? atento a tus necesidades?. Es decir, coloca a los santos en segundo lugar y pone a Cristo y su voluntad en el centro. Por eso, la mayor?a de las im?genes que se conservan de san Cayetano lo muestran con Jes?s en sus brazos y algunas con el crucifijo. En todos los casos, la imagen del santo nos ense?a que debemos colocar a Cristo en el centro de nuestra vida. ?l es la m?xima revelaci?n del entra?able amor que Dios nos tiene. Por eso: ?feliz el hombre que teme al Se?or?, como respond?amos hoy a las estrofas del salmo. De verdad, dichoso aquel que se siente amado por Jes?s, porque su amor le ayudar? a poner su coraz?n all? donde est? el verdadero tesoro.

En conclusi?n, manifestar nuestra devoci?n a san Cayetano peregrinando hasta su santuario es una gran oportunidad que Dios nos brinda para convertirnos a su amor y prometerle que vamos a cambiar de vida, sobre todo, decirle que estamos sinceramente dispuestos a asumir nuestras responsabilidades y obligaciones cristianas con Dios y con la Iglesia, y cumplir con honestidad aquellas que corresponden a nuestra condici?n de ciudadanos. Imitemos a San Cayetano que am? intensamente a Cristo, a la Iglesia y a los pobres. Que su poderosa intercesi?n nos alcance, sobre todo, la gracia de un progreso constante en el amor a Cristo y su ejemplo nos estimule a amar m?s a la Iglesia y a comprometernos en el servicio a los pobres y m?s necesitados. S?lo as? podemos so?ar con un bicentenario en justicia y solidaridad, y con nuestra Iglesia centenaria y jubilosa m?s parecida a Jes?s, m?s testimonial, m?s alegre y m?s misionera. As? sea.

Mons. Andr?s Stanovnik, arzobispo de Corrientes?


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Texto del micro radial de monse?or Jos? Mar?a Arancedo, arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz, emitido por LT 9 (7 de agosto de 2010). (AICA)

SAN CAYETANO??????????

Hoy celebramos la Fiesta de San Cayetano. Una celebraci?n religiosa que ha impulsado el tema del trabajo, como un valor que hace a la dignidad del hombre. En esta jornada de oraci?n coincide la justa aspiraci?n del hombre a trabajar, con la doctrina de la Iglesia sobre el trabajo. Esta coincidencia tiene su ra?z en el significado que tiene el trabajo dentro del designio creador de Dios. Por ello podemos hablar del trabajo como una dimensi?n querida por Dios y que hace a la realizaci?n del hombre. Esta doble consideraci?n del trabajo, desde Dios y desde el hombre, es la que nos permite descubrir su grandeza y responsabilidad social.

Es importante comenzar se?alando que es el hombre, como hijo de Dios, qui?n dignifica el trabajo, pero tambi?n, que es el trabajo el que posibilita su realizaci?n. Esto nos habla no s?lo de su importancia, sino de las condiciones en que se debe desarrollar. Un trabajo que embrutece o esclaviza no est? en la l?nea de su realizaci?n ni, por supuesto, del plan de Dios. Esta concepci?n es la que hace del trabajo la cuesti?n central de la Doctrina Social de la Iglesia. No se trata de un elemento m?s dentro de una cadena productiva, sino que es expresi?n de la vocaci?n del hombre. Al trabajo no se lo puede, por lo mismo, suplir con la d?diva o un seguro por generoso que sea. Es la misma vocaci?n del hombre la que lo reclama con su justa remuneraci?n.

Al presentar el trabajo aspectos sociales y econ?micos, tiene sentido tratarlo como un tema religioso? Es correcto acercarnos a san Cayetano para interceder ante Dios para conseguir o conservar el trabajo? La respuesta es, ciertamente afirmativa, porque es el hombre el sujeto del trabajo. Lo religioso, no es algo ajeno a la vida del hombre, sino que existe como realidad inherente a su condici?n humana y espiritual. Toda la vida y circunstancias del hombre, sea el amor, la familia, la pol?tica, en este caso el trabajo, participan desde el hombre de una dimensi?n religiosa. Cuando la familia reza, eleva su vida a una dimensi?n de di?logo con Dios que la enriquece, es m?s, recobra desde Dios su dignidad y sentido. No hay nada en la vida del hombre que est? fuera de la mirada de Dios, pero ser? el hombre con su libertad qui?n la orienta y da su sentido.

Como vemos la oraci?n, en la que expresamos nuestra relaci?n con Dios, no es un agregado superfluo sino reconocer nuestra condici?n de seres creados y espirituales; la oraci?n nos introduce en la verdad profunda de lo que somos. El valor de esta dimensi?n religiosa se convierte, en una sociedad libre y respetuosa de los derechos del hombre, en una exigencia pol?tica que hace al bien com?n. Valorar estos espacios de oraci?n hace a la calidad de vida del hombre y la ciudad. Aprovecho este mensaje para comunicar que la vivencia de fe y de oraci?n que he percibido en la Parroquia de San Cayetano de nuestra ciudad de Santa Fe, me ha llevado a conferirle en este d?a el t?tulo de Santuario Diocesano por su importancia religiosa y social.

Pidiendo a Dios, por intercesi?n de San Cayetano, por todos nuestros trabajadores y, en especial, por aquellos que viven el dolor y la injustita de no tener un trabajo digno, les hago llegar junto a mi afecto y oraciones mi bendici?n en el Se?or.?

Mons. Jos? Mar?a Arancedo, arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz?


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ZENIT? Publica el comentario al Evangelio del? domingo XXI del tiempo ordinario (Lucas 13, 22-30), 22 de agosto, redactado por monse?or Jes?s Sanz Montes, ofm, arzobispo de Oviedo, administrador apost?lico de Huesca y de Jaca.?

Evangelio del domingo: La lista de Cristo

Recuerdo una vi?eta ya hace unos a?os del genial Antonio Mingote: se presen?taba a dos se?oras muy peripuestas que comentaban: "al final nos salvaremos... las de siempre". Pero ?qui?nes son los de siempre? Y ?son ellos realmente los que se salvar?n? ?Por qu? causa y raz?n? Son las preguntas que laten en el Evangelio de este domingo, cuando un espont?neo seguidor de Jes?s le pregunte al Maestro: "Se?or, ?ser?n pocos los que se salven?" (Lucas 13,23). Jes?s pone un ejemplo, y con notable iron?a se presenta al t?pico creyente "de siempre", al "de toda la vida", que vuelve a casa despu?s de su ?ltima correr?a, dando por descon?tado que todo vale para entrar por la puerta grande..., con tal que no te vean.

Pero, hete aqu?, que la tal puerta grande, la de la religi?n a la carta, no coincide con el acceso ofrecido por Jes?s. ?l habla m?s bien de una puerta estre?cha, en la que para entrar hace falta dar con ella y luego caber por ella dejando que Otro te adentre por pura gracia, por regalo inesperado e inmerecido.

Ciertamente, no basta ser paisano del Se?or, colega suyo, ser del barrio, como parece desprenderse de la par?bola de este Evangelio, que es en el fondo una aguda cr?tica a la actitud de algunos jud?os, los cuales pensaban que la sal?vaci?n era algo relacionado no con la vida de cada uno sino con el pasaporte o la nacionalidad: como eran jud?os, como ten?an el pasaporte del pueblo escogido... entonces val?a todo.

"Se?or, ?brenos, somos los de tu barrio, los de tu pueblo, los de tu grupo..."; y ?l respondi?: "no os conozco". Y ellos volver?n a la carga: "pero ?si hemos comido contigo, si hemos paseado por las mismas plazas, si somos tus paisanos!". Y ?l insistir?: "no s? de d?nde ven?s, ni a d?nde ibais, porque podemos pasar por la misma plaza, pero venir de lugares muy distintos y, sobre todo, encaminarnos a sitios muy diferentes... no os conozco". ?Tremenda frase en labios de Jes?s!

Esta reflexi?n no es s?lo v?lida para aquel entonces para los jud?os, sino que tambi?n hoy para nosotros los cristianos, este Evangelio es un alda?bonazo: nos salvamos si entramos en el camino de Jes?s, si pisamos sus huellas, si amamos lo que ?l am? y como ?l lo hizo, si tenemos al Padre y a los hermanos muy dentro de nuestro coraz?n, si nuestra vida tiene sabor a bienaventuranza. Solamente entonces, nos sentaremos a la mesa del Reino de Dios, aunque hayamos venido m?s pronto o m?s tarde, aunque seamos de oriente u occidente. El nuevo pueblo de Dios, la Santa Madre Iglesia, no tiene pasaporte aunque tiene identidad, no vive de rentas aunque tiene historia. La gracia del Se?or, nos hace ligero el equipaje, ?gil el andar, y sobre todo ?l mismo se hace para no?sotros el camino y el compa?ero caminante. Entremos?por su puerta, pues la hizo para nuestra peque?ez, seg?n la medida de su misericordia.


Publicado por verdenaranja @ 11:24  | Espiritualidad
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Viernes, 20 de agosto de 2010

Bolivia conmemor? ayer, 6 de agosto, el 185 aniversario de la fundaci?n de la Rep?blica, mientras el pa?s vive una compleja fase de transici?n y de transformaci?n en un estado plurinacional. En esta ocasi?n, los Obispos de Bolivia enviaron un mensaje de aliento, de solidaridad y de esperanza a los ciudadanos de todas las regiones y culturas. (Fides)

?Comunicado de la CEB: La Patria, Casa de Todos?

Desde los inicios de la independencia nacional se ha recorrido mucho camino, con esfuerzos y sacrificios, hacia una patria libre en la que los principios democr?ticos nos han permitido entendernos, superar momentos de conflicto y avanzar hacia la construcci?n de un ideal com?n.
La Iglesia part?cipe de la construcci?n del pa?s
Como Iglesia, desde nuestra fe en Jesucristo, hemos participado activamente en este proceso. Hemos contribuido a superar momentos de confrontaci?n, hemos alzado nuestra voz cuando las injusticias han tra?do sufrimiento y dolor a los m?s desfavorecidos y, sobre todo, cuando reg?menes dictatoriales y represivos, que tampoco han faltado en este camino, han conculcado los derechos humanos civiles, sociales y pol?ticos.
Debemos aprender del pasado, para seguir con los logros y los avances y para evitar errores y retrocesos, con miras a construir un futuro de esperanza y comuni?n para todos los bolivianos.


Avances y esperanzas
Sin duda el presente momento hist?rico est? cargado de proyectos y deseos de construir una sociedad m?s equitativa, con signos alentadores, como el reconocimiento de la diversidad y la riqueza cultural de nuestros pueblos y el justo proceso de inclusi?n de los hermanos ind?genas.
El avance de la igualdad? en la construcci?n de la sociedad, sin marginaciones ni exclusiones, ni antiguas ni nuevas, es un verdadero signo del crecimiento constante del Reino de Dios en la justicia y la verdad.
Amenazas en el momento actual
Sin embargo, sobre este proceso se ciernen amenazas, que pueden dejar sin efecto todo lo positivo que este momento peculiar puede traernos.
El reconocimiento de las diferencias culturales no nos debe hacer perder de vista la igualdad fundamental de todos los bolivianos en cuanto seres humanos, ?creados a imagen y semejanza de Dios? Cfr. G?n 1,26; ni tampoco los valores comunes, construidos a lo largo de nuestra historia,? que nos identifican y unen.
Ambiente de confrontaci?n social
El ambiente de tensi?n y confrontaci?n social que se vive casi constantemente ha hecho que en varias ocasiones se haya violado el respeto a la persona humana y sus derechos fundamentales.
La primac?a de la persona humana y el bien com?n son los principios b?sicos que tienen que guiar el accionar p?blico y privado, y est?n por encima de las ideolog?as. Nada puede justificar la violaci?n del derecho a la vida y a la libertad de las personas. El fin, por noble que sea, no justifica los medios; si estos son injustos, todo lo que se pueda lograr estar? viciado de ra?z por la injusticia.

Clima de miedo y desconfianza
La verdad y la justicia se imponen por su misma fuerza interna. No hay que temer a las ideas diferentes. No podemos caer en la tentaci?n del pensamiento ?nico, excluyente del di?logo, que impone, amedrenta, criminaliza y? reh?ye la riqueza de la confrontaci?n de ideas diferentes, base de toda democracia madura. Esta actitud siembra un clima de desconfianza y miedo, que impide la libre expresi?n de las personas, la construcci?n de un modelo de sociedad consensuado y la convivencia justa y pac?fica.
La justicia que, en muchas ocasiones, ha sido en nuestra patria un instrumento al servicio del? poder econ?mico y por eso est? tan desacreditada en especial entre los m?s pobres, actualmente est? cayendo en el peligro de supeditarse a intereses pol?ticos, de forma que sigue creando? desconfianza.
Los flagelos del narcotr?fico y la corrupci?n
Constatamos con honda preocupaci?n que los flagelos de la corrupci?n y del narcotr?fico, actividades radicalmente insolidarias y criminales, en las que est?n involucrados tambi?n c?rteles internacionales, contin?an creciendo en el pa?s y est? creando una cultura de muerte. Aumenta el n?mero de nuestros j?venes y adolescentes bolivianos? que son v?ctimas de esta lacra social que es la droga. Ante la envergadura e implicaci?n de este fen?meno hace falta una reacci?n de toda la sociedad y particularmente de las autoridades, para contrarrestar su expansi?n e impulsar la cultura de la vida.
Valores cristianos para la convivencia fraterna
Las fiestas? patrias deben ser ocasi?n propicia para examinar sobre qu? fundamento estamos construyendo el Estado Plurinacional.
?Dios es amor, y quien permanece en el amor permanece en Dios y Dios en ?l.?, nos recuerda el ap?stol Juan (Jn 4,16). Estas palabras evang?licas expresan con claridad meridiana el coraz?n de la fe cristiana y tambi?n la consiguiente imagen del hombre y de su camino donde quiera que se encuentre y en el momento hist?rico que le toque vivir.
Nos parece oportuno tambi?n proponer a los creyentes y a toda persona recta que crea en el di?logo y el entendimiento, como medios para la construcci?n de una patria para todos, estas palabras de San Pablo: ?Nada hagan por rivalidad, ni por vanagloria, sino con humildad, considerando cada cual a los dem?s como superiores a s? mismos, buscando cada cual no su propio inter?s, sino el de los dem?s?? Fil 2, 3-4
Que sepamos situarnos por encima de los intereses partidistas e ideol?gicos para buscar juntos los caminos de esperanza, progreso, convivencia, igualdad, libertad y justicia por los que clama nuestro pueblo.
Que la Virgen del Carmen, venerada como Patrona de nuestra tierra, nos acompa?e y oriente en la construcci?n de una Patria, casa para todos los bolivianos.
DIOS BENDIGA A NUESTRA PATRIA.


Los Obispos de Bolivia

La Paz, 4 de agosto de 2010.?


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Homil?a de monse?or H?ctor Aguer, arzobispo de La Plata, en la celebraci?n del D?a del Ex Alumno en el Seminario Arquidiocesano (4 de agosto de 2010). (AICA)

PREDICAR A CRISTO

A m? no me cuesta nada escribir las mismas cosas, y para ustedes es una seguridad (Fil. 3, 1). As? encabezaba San Pablo una ardiente exhortaci?n a la comunidad de Filipos, a la que estaba ligado con v?nculos de un singular afecto. Me apropio de estas palabras del Ap?stol y las aplico a la circunstancia de una nueva celebraci?n del D?a del Ex Alumno en nuestro Seminario. Cada a?o nos congregamos en la fiesta del Santo Cura de Ars para dar gracias a Dios por nuestro sacerdocio y para felicitar especialmente a quienes cumplen 25, 50 o m?s a?os de ejercicio fiel del ministerio. Es l?gico que nuestra gratitud y nuestro gozo se apoyen en la contemplaci?n de lo que somos, en la com?n afirmaci?n de nuestro ser sacerdotal, sobre todo recordando la figura ejemplar de San Juan Mar?a Vianney. A m? no me cuesta nada decir, todos los a?os, aproximadamente las mismas cosas, que se refieren siempre a nuestra identidad; no es enojoso volver sobre ellas y ese retorno frecuente del esp?ritu a lo esencial confirma nuestra certeza, nos inspira confianza, nos asegura para no vacilar. San Pablo, en su carta, estaba invitando a los filipenses a alegrarse en el Se?or. Nosotros, al hacer memoria de nuestra condici?n, del sacerdocio de Cristo hecho carne en nuestra realidad personal, no podemos sino dejarnos invadir por la serena alegr?a que viene del Se?or.

Como sabemos, se trata de una realidad del orden de la fe. Benedicto XVI lo ha recordado repetidamente durante el A?o Sacerdotal, per?odo en el cual ha brindado un continuo apoyo a los sacerdotes, que son presencias preciosas en la vida de los hombres. Todo pastor ?ha dicho? es el medio a trav?s del cual Cristo mismo ama a los hombres: mediante nuestro ministerio, a trav?s de nosotros, el Se?or llega a las almas, las instruye, las custodia, las gu?a. Esta situaci?n en la que hemos sido colocados, para la cual hemos sido llamados y consagrados, conlleva la exigencia de permanecer anclados, enraizados en el orden de la fe, fuera del cual no podemos siquiera comprender cabalmente lo que somos. M?s a?n, s?lo viviendo en la fe y de la fe nuestra acci?n, el cumplimiento de nuestras funciones, del munus que nos ha sido encomendado, ser? veraz y eficazmente sacerdotal. Somos y debemos ser hombres de fe, los hombres de la fe, y en cuanto tales destinados a vivir en una vecindad creciente con el misterio de Dios, que es un fuego devorador (Hebr. 12, 29). Ese centro incandescente constituye el alma de nuestro ministerio; de all? surge la inspiraci?n que hace de la palabra sacerdotal la actualizaci?n de la Palabra divina y el fervor por el cual en la Eucarist?a cotidiana nos inmolamos con Cristo; es ?sa la fuente de la caridad pastoral en la que puede reflejarse la misericordiosa ternura de nuestro Dios (Lc. 1, 78). El centro incandescente se verifica en la comuni?n con Jes?s. Como ha dicho recientemente el Papa, se trata de un ?permanecer con ?l? que debe acompa?ar siempre el ejercicio del ministerio sacerdotal; debe ser su parte central, tambi?n y sobre todo en los momentos dif?ciles, cuando parece que las ?cosas que hay que hacer? deben tener la prioridad. Donde estemos, en cualquier cosa que hagamos, debemos ?permanecer siempre con ?l?. El activismo es un equ?voco clerical bastante frecuente, y tambi?n a menudo infructuoso, tan da?ino para la obra de la evangelizaci?n como podr?a serlo la falta de contracci?n al trabajo, la inacci?n y una p?rdida de tiempo ?llam?mosla as? que no se consume precisamente en la oraci?n contemplativa sino en ocupaciones privadas, peque?os gustos o man?as personales. El t?rmino medio virtuoso supera ambos extremos por elevaci?n, es la cima de una existencia unificada por la fe viva. Es un desliz com?n hoy d?a preocuparse por las consecuencias sociales, culturales y pol?ticas de la fe, sin interrogarse sobre la verdad y la credibilidad de la misma fe, que se da ligeramente por supuesta. Los hombres de la fe estamos en la tierra para predicar la fe, cuyo centro es la muerte y resurrecci?n de Cristo, para esclarecer sus fundamentos y hacer descubrir su armoniosa belleza; nuestra misi?n, que es una misi?n prof?tica, consiste en propagar la alegr?a de la fe.

En el Evangelio que hemos escuchado (Mt. 9, 35 ? 10, 1) se manifiesta la compasi?n del Redentor que ense?a y sana, que orienta a las muchedumbres desconcertadas que no tienen norte ni gu?a. En la primera lectura (Ez. 3, 16-21) se ubica al profeta en la arriesgada posici?n del centinela; su funci?n es advertir: al justo, para que no tropiece y se aparte del bien, al malvado para que se convierta de su conducta descarriada. Dos acentos complementarios que ilustran la figura del pastor: el pasaje del Antiguo Testamento destaca la delicada responsabilidad de quien debe aconsejar, prevenir, amonestar, avisar de parte de Dios; en la Nueva Alianza brilla m?s bien la bondadosa inclinaci?n del Coraz?n de Cristo. La liturgia de este d?a sugiere referir ambos textos al Santo Cura de Ars y a su sensibilidad pastoral en la que, no sin un trabajoso progreso, se articularon de manera excelente la seriedad y la misericordia.

Pero me gustar?a recomendar ahora otro modelo del arte pastoral que es la famosa Regla de San Gregorio Magno. La tercera parte de esta obra, que ocupa dos tercios del total, describe el ministerio del pastor como un ejercicio de la exhortaci?n. Sorprende gratamente al lector actual la sutil penetraci?n psicol?gica que se aplica a la caracterizaci?n de treinta y seis figuras distintas, que constituyen setenta y dos casos pastorales, ya que cada modelo de discurso es binario, pues enfoca dos tipos humanos opuestos entre s?. Se consigna una larga serie de situaciones espirituales, cada una de las cuales requiere una forma propia de amonestaci?n. El principio que asienta Gregorio implica consideraci?n y respeto por la dignidad de la persona, discreci?n de juicio y magnanimidad: cualquier maestro ?dice? a fin de edificar a todos en una misma virtud de caridad, debe tocar los corazones de los oyentes con la misma doctrina, pero no con la misma y ?nica exhortaci?n. Seg?n este criterio, es distinta la exhortaci?n que se ha de dirigir a pobres y a ricos, a tristes y a alegres, a sabios y a incultos, a los fieles seglares y al clero, a los humildes y a los orgullosos, y as? contin?a distinguiendo seg?n la condici?n natural o sociol?gica, el car?cter, las relaciones con el pr?jimo, las vocaciones espec?ficas, las diversidades pasionales, de virtud o de salud espiritual. Llama la atenci?n la actualidad de un planteo pastoral que tiene m?s de mil cuatrocientos a?os; su valor perenne reside en la concepci?n teol?gica que la sustenta: la Regla gregoriana se refiere a la figura mod?lica de Cristo, el Buen Pastor y fue recibida como un c?digo de santidad sacerdotal que representaba para el clero secular lo que era para los monjes la Regla de San Benito. Tambi?n nosotros podemos aprender de ella.

He citado este monumento de la patr?stica pensando en las dificultades que debe afrontar hoy la predicaci?n cristiana. M?s a?n, porque me parece que es preciso subrayar actualmente la necesidad de la predicaci?n y de una predicaci?n integral del misterio de la fe, no s?lo en orden a la salvaci?n eterna, sino tambi?n para rescatar la aut?ntica humanidad del hombre. Seg?n la tradici?n cat?lica el hombre no puede observar de forma permanente todos los preceptos de la ley natural sin la ayuda de la gracia; es decir que el contacto redentor con Jesucristo constituye el ?nico medio posible para la plena realizaci?n de la existencia humana. Desde los or?genes, la predicaci?n cristiana anunci? el mensaje de Cristo como respuesta a las esperanzas de los hombres; pon?a as? de relieve el valor humano de la gracia, que el Se?or ofrece como liberaci?n del pecado y del consiguiente menoscabo de aquella plenitud a la que estamos llamados seg?n el plan de Dios. El mismo razonamiento puede aplicarse a las posibilidades cognoscitivas del hombre. El entendimiento humano posee la capacidad de conocer cada una de las verdades religiosas y morales necesarias para vivir seg?n las exigencias de su naturaleza, pero no puede conocer todas esas verdades sin la ayuda de la gracia. Necesita que la revelaci?n le muestre la econom?a sobrenatural por la que Dios ha decidido conducir al hombre a su fin; tampoco puede, dadas las condiciones actuales, descubrir sin la luz de la fe el aut?ntico ideal moral de su vida. El influjo que la afectividad, desordenada por el pecado, ejerce sobre el entendimiento ofusca la capacidad natural de la raz?n; sin la fe, sin la gracia de la redenci?n, el hombre no alcanza su plena humanidad. Podemos aplicar a esta situaci?n hist?rica lo que Ignacio de Antioquia dec?a de s? atisbando, a trav?s de su pr?ximo martirio, la meta de la eternidad: cuando haya llegado all?, ser? hombre. Cuando llega a Cristo, cuando entra en contacto con su verdad y su gracia, el hombre es verdaderamente ?nthropos. An?logo sentido tiene la conocida afirmaci?n de la constituci?n Gaudium et spes: en realidad, el misterio del hombre s?lo se esclarece en el misterio del Verbo encarnado? Cristo, el nuevo Ad?n, en la misma revelaci?n del misterio del Padre y de su amor, manifiesta plenamente el hombre al propio hombre y le descubre la sublimidad de su vocaci?n (GS 22).

Es preciso, pues, anunciar siempre e incansablemente a Cristo, la integridad de la fe cat?lica y su proyecci?n axiol?gica en la cultura humana como expresi?n del car?cter sanante del don de la gracia. Hace poco se?alaba Benedicto XVI: la fe corre el riesgo de extinguirse como una llama que no encuentra m?s alimento. El alimento de la fe se encuentra en una buena teolog?a, que sea genuina inteligencia del misterio y no cuestionamiento problematicista o disecci?n de los datos b?blicos e hist?ricos; en un sustancioso catecismo dispensado a los fieles, ni?os, j?venes y adultos, seg?n corresponda, no en un cent?n de vaguedades sentimentales o de consignas sociol?gicas; en una recia espiritualidad que conduzca a la contemplaci?n y no en pseudom?stica quietista o en prospecciones psicologistas de autoayuda. Algo m?s hace falta, descuidado desde hace d?cadas: una nueva apolog?tica, para poner de manifiesto la credibilidad de la fe a trav?s de una rigurosa investigaci?n, que asuma los datos seguros de las ciencias de la naturaleza y del hombre y se apoye en una sana metaf?sica.

Los reciente lances legislativos, y los que vendr?n -seg?n est? programado por los que se proponen afianzar la dictadura global del relativismo-, dejan al desnudo la pat?tica descristianizaci?n de la Argentina, y sobre todo el vac?o intelectual y moral de sus dirigencias. La falta de fe de tanta gente bautizada, la profundidad de su ignorancia religiosa y su indiferencia ante el misterio de la salvaci?n, explican que esa gente no pueda percibir el orden natural de la creaci?n y su reflejo en la conciencia; se le escapa, se le oculta la verdadera humanidad del hombre, de la que ?nicamente resta una caricatura en la religi?n secular de los derechos humanos. Es una especie de paganismo postcristiano, practicado fervorosamente por gente que se dice cristiana.

La laboriosa tarea de remontar este escollo es una misi?n espec?ficamente sacerdotal, confiada a la ciencia, el amor y la palabra del sacerdote. El sacerdote le debe la verdad y la gracia de Cristo al diputado y al cartonero, al funcionario corrupto y al hombre y la mujer honrados que trabajan y sufren con paciencia y esperanza; a los ni?os y adolescentes de nuestros colegios y de los estatales; a los nuevos ricos y a los presidiarios; al argentino medio y com?n que carga con defectos y virtudes ancestrales de nuestro pueblo; a una lista de binarios que puede emular a la de San Gregorio. Se las debe, en primer?simo lugar, a los fieles de su propia parroquia, capilla o capellan?a, a los m?s cercanos y a los reacios; a la buena gente que queda en nuestros barrios y que aunque no se d? plena cuenta de ello espera su plenitud en Cristo.

No es trabajo menor. Requiere empe?ar estudio, oraci?n, penitencia, un gran amor comprensivo y paciente, y quiz? el testimonio de un martirio moral: la incomprensi?n, la indiferencia, el repudio y la marginaci?n. Pero a todo eso nos comprometimos y nos expusimos de antemano cuando abrazamos la gloria y la cruz del sacerdocio, y si somos fieles ?lo sabemos muy bien- no seremos defraudados en nuestra esperanza.?

Mons. H?ctor Aguer, arzobispo de La Plata?


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Homil?a de monse?or Juan Rub?n Mart?nez, obispo de Posadas, para el domingo 18? durante el a?o (1 de agosto de 2010). (AICA)?

AVARICIA DE PODER Y TENER????????

El Evangelio de este domingo (Lc. 12,13-21), nos propone que reflexionemos sobre la avaricia. Jes?s hace una advertencia: ?Cu?dense de toda avaricia, porque a?n en medio de la abundancia, la vida de un hombre no est? asegurada por su riqueza?. En seguida nos va a proponer la par?bola del rico insensato. En el pensamiento b?blico, la riqueza, lo material y corporal no es algo malo en s? mismo como en otras visiones filos?ficas o religiosas. Pero en todos sus textos encontramos una clara advertencia del peligro que pueden ocasionar la riqueza y el poder, cuando estos caen ante el pecado de avaricia.

El pecado de avaricia designa la sed de poseer cada vez m?s, sin ocuparse de los otros, incluso a sus expensas. Esto ofende a Dios y constituye una verdadera idolatr?a: ?Por lo tanto hagan morir en sus miembros todo lo que es terrenal: ? y tambi?n la avaricia, que es una forma de idolatr?a? (1 Col. 3,5).

El Profeta Amos denunciada a quienes extorsionaban a los pobres:?falseando las balanzas, especulando o haciendo dinero de todo? (Amos 8,5). Isa?as lo hac?a con aquellos que acaparaban las propiedades (Is. 5,5). El texto del Eclesiast?s de este domingo cuestiona: ?por qu? un hombre que ha trabajado con sabidur?a y eficacia tiene que dejar su parte a otro que no hizo ning?n esfuerzo? y concluye diciendo: ?Esto tambi?n es vanidad? (Eclesiast?s 2, 21-23). En el Nuevo Testamento, Jes?s nos ense?a que quienes son ?amigos del dinero? (con avaricia)? (Lc. 16,14), ponen su coraz?n en los bienes creados, tomando estos bienes por se?ores y despreciando al ?nico verdadero Se?or, que es Dios? (Mt. 6,24).

Estos textos b?blicos tienen mucha actualidad, como todos los temas importantes que tienen que ver con el coraz?n humano. Esta avaricia tambi?n puede ser extensiva no solo al tener, sino al poder. ?Avaricia de poder?. Seguramente la avaricia, es una de las causas principales de la concentraci?n de riquezas y poder en manos de unos pocos, y la creciente marginalidad de muchos hermanos nuestros que padecen distintos tipos de pobreza.

En la V Conferencia de Aparecida hemos reflexionado sobre el flagelo de la avaricia en nuestra Am?rica Latina, llev?ndonos a graves situaciones de inequidad social. Creo conveniente la lectura y reflexi?n de un texto que puede ayudarnos en nuestra realidad nacional y provincial: ?Conducida por una tendencia que privilegia el lucro y estimula la competencia, la globalizaci?n sigue una din?mica de concentraci?n de poder y de riquezas en manos de pocos, no solo de los recursos f?sicos y monetarios, sino sobre todo de la informaci?n, y de los recursos humanos, lo que produce la exclusi?n de todos aquellos no suficientemente capacitados e informados, aumentando las desigualdades que marcan tristemente nuestro continente y mantiene en la pobreza a una multitud de personas. La pobreza hoy es de conocimiento y del uso y acceso a nuevas tecnolog?as, por eso es necesario que los empresarios asuman su responsabilidad de crear fuentes de trabajo y de invertir en las regiones m?s pobres para contribuir al desarrollo? (62).

En realidad todos debemos evaluarnos y realizar un examen de conciencia sobre el ?pecado de avaricia? que nos plantea la Palabra de Dios este domingo. Tanto de la avaricia del tener, como la avaricia del poder. Especialmente este examen de conciencia debe instalarse en la dirigencia social y pol?tica, para medir cuales son las motivaciones que est?n en nuestro coraz?n. Si realmente nos mueve el servir al bien com?n; si estamos dispuestos a darnos y a perder beneficios personales por este servicio. Quiz? el cuestionamiento sobre las motivaciones implique evaluar si tenemos vocaci?n de servir. Esto es importante porque pasa demasiado habitualmente en nuestra dirigencia el exceso de una b?squeda de aprovechar el momento para sacar r?dito personal con m?s ego?smo, que servicio. La avaricia lleva a que en algunos dirigentes se note que con los favores del poder tengan un excesivo enriquecimiento personal sin ninguna medida ?tica, perjudicando en ?ltima instancia a la gente que se transforma en v?ctima de tal avaricia.

En este domingo podemos reflexionar sobre la desorientaci?n espiritual que implica cargarnos de tantas cosas innecesarias y preguntarnos donde est? nuestro tesoro. El Evangelio de este domingo termina diciendo: ?Insensato, hoy vas a morir, ?y para qui?n ser? lo que has amontonado? (Lc. 12,20). Al final seremos evaluados por el Amor.

?Les env?o un saludo cercano y hasta el pr?ximo domingo!

Mons. Juan Rub?n Mart?nez, obispo de Posadas

?


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Mons. Enrique Mart?nez S?nchez, Obispo auxiliar de Durango ha publicado una carta a la comunidad para reaccionar?la cada vez m?s dif?cil situaci?n de violencia e inseguridad. (Fides)

La pobreza, el desempleo, la desigualdad, favorecen la violencia y la inseguridad?

La violencia y la inseguridad que se vive en el Estado de Durango, tiene como causa principal la delincuencia organizada, ?sta es una realidad compleja y dif?cil de analizar. Existen adem?s, otros factores que contribuyen a su existencia y estos, s? se pueden detectar e intervenir, sobre todo para prevenir, o por lo menos para disminuir sus efectos.? Los obispos de M?xico hemos se?alado varios factores: en los campos de la actividad econ?mica, en la vida pol?tica, en la vida social y en la cultura. Revisemos algunos aspectos de la actividad econ?mica. ?La desigualdad y la exclusi?n social, la pobreza, el desempleo, los bajos salarios, la discriminaci?n, la migraci?n forzada y los niveles inhumanos de vida, exponen a la violencia a muchas personas: por la irritaci?n social que implican; por hacerlas vulnerables ante las propuestas de actividades il?citas y porque favorecen, en quienes tienen dinero, la corrupci?n y el abuso de poder?.??

El modelo econ?mico actual ha entrado en crisis, desde hace tiempo y ha sido incapaz de resolver los problemas de la poblaci?n. Lo ?nico que ha generado es aumentar los signos negativos de la actividad econ?mica. Sobre todo ha aumentado la desigualdad y se ha incrementado la pobreza en nuestro Estado, golpeando sobre todo a los m?s vulnerables. Son insuficientes los empleos que se han generado. Se necesita un cambio estructural, un nuevo modelo econ?mico, que llevar? a nuevas formas de administraci?n p?blica.??

Seg?n la CEPAL (Comisi?n Econ?mica para Am?rica Latina), ?casi el 40 por ciento de la poblaci?n en condiciones de miseria de toda Latinoam?rica, considerada la regi?n m?s desigual del mundo, sobrevive en M?xico. Este pa?s ?en donde 27 millones de personas no tienen acceso a la alimentaci?n, salud, vivienda ni educaci?n?? es el ?nico que registr? un ?empeoramiento? de la pobreza. La ONU se?ala que la vida en los pueblos ind?genas mexicanos se compara con la de ?frica del Sur?.??

La Secretar?a de Desarrollo Social considera que ?54% de los mexicanos (57.8 millones) vive en pobreza de patrimonio, lo que indica que vive con menos de 4 d?lares diarios, ($53.00) mientras que el 32% (34.3 millones) lo hace con menos de 2.5 d?lares ($33.00), y 24% (25.7 millones) con menos de 2 d?lares ($27.00). Bajo esta perspectiva, los Estados de mayor pobreza en el pa?s son Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Tabasco y Durango, y en ellos se concentran altos porcentajes de poblaci?n ind?gena?.??

Durango est? en ?el noveno lugar nacional en pobreza, seg?n datos del Consejo Nacional de Evaluaci?n de la Pol?tica Social; de seis mil localidades que tenemos, m?s de cinco mil comunidades cuentan con menos de 100 habitantes, en el rengl?n de rezago social que considera los servicios de vivienda, acceso a salud, a la educaci?n, estamos en el lugar n?mero 18 en el ?mbito nacional?.??

?Muchas veces se piensa que los estados del Norte son los que tienen m?s capacidad econ?mica. Durango es un estado que tiene ampl?simas regiones de pobreza, creo que tenemos mucho que hacer para romper esta paradoja. Riqueza natural abundante de nuestro pa?s y pobreza inaceptable de nuestra gente?, dijo el Presidente de la Rep?blica en una visita al Estado de Durango.??

La distribuci?n desigual de la riqueza favorece a la delincuencia organizada. Hay quienes se dedican a negocios il?citos, con graves riesgos, pero con jugosas utilidades en breve plazo. Es una tentaci?n para los m?s pobres, pero tambi?n para quienes ambicionan riqueza sin importar su procedencia, ni los riesgos y costos humanos que implican. La desigualdad provoca insatisfacci?n y sensaci?n de injusticia, que es la puerta de entrada de la violencia y por consiguiente, de un clima de inseguridad. ?La formaci?n profesional ha quedado fuera del alcance de una gran mayor?a de mexicanos. Crece constantemente el n?mero de j?venes que no estudian ni trabajan, con lo que se incrementa la migraci?n y la econom?a informal.???

Las pol?ticas econ?micas en general no promueven el desarrollo agr?cola ni apoyan a los productores del campo, no son suficientes las ayudas. Ha sido mucho m?s rentable para muchos campesinos, por decisi?n propia u obligados, recurrir a la siembra de estupefacientes. Estos cultivos il?citos son puerta abierta a la inseguridad y violencia.??

Ha crecido el porcentaje de j?venes que tienen alguna profesi?n, y no tienen empleos estables y remunerados. Esto hace que muchos de ellos, ante la falta de alternativas, sean oferta laboral para quienes se dedican al narcomenudeo o a la delincuencia organizada. La precariedad del trabajo y el subempleo tambi?n est?n entre los factores que explican la violencia urbana.??

Es el momento de pensar en un modelo econ?mico con un sentido m?s humano, en el marco la justicia social, m?s a?n de la caridad y de un desarrollo integral. Es el momento de pensar en el ?bien com?n?, como nos lo propone el Papa Benedicto XVI, ?Junto al bien individual, hay un bien relacionado con el vivir social de las personas: el bien com?n. Es el bien de ese ?todos nosotros?, formado por individuos, familias y grupos intermedios que se unen en comunidad social. No es un bien que se busca por s? mismo, sino para las personas que forman parte de la comunidad social, y que s?lo en ella pueden conseguir su bien realmente y de modo m?s eficaz. Desear el bien com?n y esforzarse por ?l es exigencia de justicia y caridad. Trabajar por el bien com?n es cuidar, por un lado, y utilizar, por otro, ese conjunto de instituciones que estructuran jur?dica, civil, pol?tica y culturalmente la vida social, que se configura as? como p?lis, como ciudad. Se ama al pr?jimo tanto m?s eficazmente, cuanto m?s se trabaja por un bien com?n que responda tambi?n a sus necesidades reales. Todo cristiano est? llamado a esta caridad, seg?n su vocaci?n y sus posibilidades de incidir en la p?lis?. Nuestro Estado es nuestro ?bien com?n?.??

+ Enrique S?nchez Mart?nez

Obispo Auxiliar de Durango??

Escrito por Mons. Enrique S?nchez Mart?nez??? Lunes, 02 de Agosto de 2010


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Jueves, 19 de agosto de 2010

Homil?a de monse?or Carmelo Juan Giaquinta, arzobispo em?rito de Resistencia, para la homil?a del domingo 18? durante el a?o (1 agosto 2010). (AICA)

?LA VIDA DEL HOMBRE NO EST? ASEGURADA POR SUS RIQUEZAS? ????????

Lc 12,13-21?

I. ??QUI?N ME HA CONSTITUIDO JUEZ???

1. El Evangelio de hoy se abre con el requerimiento que alguien le hace a Jes?s para que intervenga en la repartici?n de la herencia: ?Maestro, dile a mi hermano que comparta conmigo? (Lc 12,13). Jes?s le respondi?: ?Amigo, ?qui?n me ha constituido juez o ?rbitro entre ustedes?? (v. 14). Si bien el centro del mensaje radica en la ense?anza sobre la avaricia, conviene detenernos un instante en este primer interrogante que propone Jes?s.?

II. LA IGLESIA NO ES UN ENTE MEDIADOR DE LA SOCIEDAD CIVIL?

2. Cuando existe un conflicto social, se ha hecho habitual en la Argentina que una de las partes, en especial la m?s d?bil, pida la mediaci?n de la Iglesia, muchas veces sin entender debidamente lo que ella significa. Seg?n mis recuerdos, ello habr?a comenzado a comienzos de los 60, cuando el Cardenal Caggiano medi? para que se solucionase un largo conflicto ferroviario que ten?a paralizada a la Rep?blica. Desde entonces se cre? la fantas?a popular de que lo que nadie puede lo puede la Iglesia. Varios episodios provinciales potenciaron luego esta creencia. Y, finalmente, dos muy relevantes: a) uno, a nivel internacional, la mediaci?n de Juan Pablo II en el diferendo entre Argentina y Chile por el Beagle; b) la Mesa del Di?logo Argentino, despu?s del derrumbe de diciembre de 2001. Dos situaciones desesperadas. ?Pod?a la Iglesia negarse a hacer de buen samaritano?

???????? Pero situaciones excepcionales no constituyen a la Iglesia como un ente mediador ordinario de la sociedad civil. Ni significa que ella sea siempre capaz de jugar ese papel. De all?, la prudencia de los episcopados argentino y uruguayo en el conflicto por la Pastera Botnia. Una cosa fue poner gestos de paz, para que no se exacerbasen los ?nimos y ayudasen a crear el clima para encontrar caminos de entendimiento. Otra hubiese sido que la Iglesia asumiese un papel que no le es propio. Las sociedades pol?ticas tienen sus entes mediadores. Y la Iglesia debe alentarlos.?

III. ?SER RICO A LOS OJOS DE DIOS??

3. Vengamos ahora al mensaje central del Evangelio de hoy: ?Despu?s Jes?s dijo: ?Cu?dense de toda avaricia, porque en medio de la abundancia, la vida del hombre no est? asegurada por sus riquezas?? (Lc 12,15). Jes?s expone su doctrina con una par?bola: la del hombre rico que tuvo una gran cosecha, y no teniendo lugar, destruy? los graneros y construy? unos m?s grandes para almacenarla, pensando darse luego la buena vida: ?Alma m?a, tienes bienes almacenados para muchos a?os; descansa, come, bebe y date la buena vida? (v. 19). Pero lo sorprende la muerte: ?Dios le dijo: ?Insensato, esta misma noche vas a morir. ?Y para qui?n ser? lo que has amontonado???. Y Jes?s concluye: ?Esto es lo que sucede al que acumula riquezas para s?, y no es rico a los ojos de Dios? (v. 21).??

4. Aprovechar la vida para hacerse ricos a los ojos de Dios, es un tema muy evang?lico. San Lucas lo recalca especialmente. El pr?ximo domingo leeremos un pasaje semejante: ?Vendan sus bienes y denlos como limosna. H?ganse bolsas que no se desgasten y acumulen un tesoro inagotable en el cielo, donde no se acerca el ladr?n ni destruye la polilla? (Lc 12,33). En otra ocasi?n, cuando un hombre importante se acerc? a Jes?s, al manifestarle que hab?a cumplido todos los mandamientos desde su juventud, ?l le respondi?: ?Una cosa te falta todav?a: vende todo lo que tienes y distrib?yelo entre los pobres, y tendr?s un tesoro en el cielo? (Lc 18,22).??

5. Si tomamos en cuenta todo el Evangelio de San Lucas, especialmente las par?bolas en las que aparece la figura de un administrador, para Jes?s no est? mal atesorar. Lo que est? mal es atesorar mal. Se atesora mal cuando se administra mal. Se administra mal cuando se junta plata por juntar plata, quit?ndole su sentido y d?ndole uno que no tiene, convirti?ndolo en un ?dolo al que se le sacrifica la vida. Por esto Jes?s dice que ?la vida del hombre no est? asegurada por sus riquezas? (Lc 12,15).?

6. El dinero es trabajo acumulado. Con ?l puedo adquirir los bienes necesarios para mi vida y para compartirlos con mis seres queridos y con los m?s pobres. Y, eventualmente, para crear una fuente de trabajo, de modo que otros tambi?n puedan adquirir los bienes necesarios para la vida y compartirlos con sus seres queridos y con los pobres. Esto es ?ser rico a los ojos de Dios?, ?atesorar en el cielo?.?

IV. ?INSENSATO, ESTA MISMA NOCHE VAS A MORIR??

7. Dios le anuncia la muerte al avaro. ?sta es un hecho natural en la vida del hombre. Y, a la vez, decisivo. Porque es entonces cuando comienza la vida definitiva. ?sta ser? de acuerdo a c?mo hayamos administrado los bienes durante nuestra vida terrena. Sin embargo, en un hecho en el que modernamente no queremos pensar. Tal vez, en otra ?poca, se abus? de ?l, especialmente en la predicaci?n de las misiones y de los ejercicios espirituales. Pero ?hoy no est? demasiado ausente de la predicaci?n y de la catequesis? Para Jes?s la muerte no es nada truculento. Es simplemente el momento decisivo. Y hemos de tenerlo muy presente si queremos ser felices y ricos de verdad.?

Mons. Carmelo Juan Giaquinta, arzobispo em?rito de Resistencia?


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Homil?a de monse?or Marcelo Ra?l Martorell, obispo de Puerto Iguaz?, para el domingo XVIII durante el a?o (1 de agosto de 2010). (AICA)

?VENGAN Y ACLAMEN AL SE?OR, QUE ES LA ROCA QUE NOS SALVA?

Hoy la liturgia nos sit?a en el tema de las realidades terrenas: vida, trabajo, dolor, alegr?as, pobreza, riquezas y otras y frente al comportamiento del cristiano frente a ellas. En la primera lectura (Eclo.1,2; 2,21-23) el Se?or declara que las realidades terrenas son ?vanidad?. Estas ?son inconsistentes y pasan con la fugacidad del viento: ?vanidad de vanidades y todo es vanidad?. La vida es breve, su trabajo y sabidur?a pueden a lo m?s procurarle un buen pasar, especialmente si se trata de gozos y riquezas, pero un d?a todo esto pasar? ya que la vida del hombre es breve y est? destinada a la muerte. Nadie puede quedarse en la tierra eternamente y por eso los bienes terrenos deben ser considerados como pasajeros, como pasajera es nuestra vida.

El hombre est? destinado a trabajar, a esforzarse por crecer y hacer de su vida una vida m?s digna. Su trabajo y su patrimonio pueden a lo m?s procurarle un buen pasar en la tierra; pero un d?a se ver? obligado a abandonarlo todo. Cabe preguntarnos entonces ?Para qu? sirven el agobio, las preocupaciones y el dolor, que conlleva el trabajo? El libro del Eclesi?stico nos hace observar que la vida terrena vivida sin Dios? y sin estar dirigida a un fin superior es totalmente vana e in?til. Tengamos presente que el Antiguo Testamento nos habla de la inmortalidad del hombre. Sobre todo el Libro de la Sabidur?a nos da una respuesta a este problema. Pero s?lo el Nuevo Testamento nos da la respuesta definitiva: todas las realidades terrenas ?tienen un valor en relaci?n a Dios y por lo tanto deben ser empleadas seg?n el orden querido por ?l.

San Pablo nos dice: ?ya que hab?is resucitado con Cristo, buscad los bienes de all? arriba?aspirad a los bienes de arriba, no a los de la tierra? (Col 3,1-2). El cristiano sabe que su destino no est? solamente en esta tierra, que todas las cosas de la tierra tienen un valor en relaci?n a Dios y que a?n atendiendo a los deberes de la vida presente, su coraz?n debe estar dirigido al fin ?ltimo: la vida eterna en la eterna comuni?n con Dios. Los bienes terrenos no pueden darle al hombre la felicidad eterna y que s?lo en Dios puede hallar. Por consiguiente en el uso de los bienes terrenos deber? ser moderado, caritativo y sabr? mortificarse en sus pasiones, en sus deseos desordenados, en su codicia, (Ib. 5). Esto ciertamente es necesario para morir al pecado que lo aparta de Dios y para vivir ?con Cristo en Dios.

El Evangelio (Lc.12,13-21) nos aclara el sentido de la vida cristiana, cuando Cristo rechaza intervenir en la partici?n de una herencia. El ha venido a dar la Vida Eterna y no a ocuparse de bienes transitorios que no pueden dar el sentido definitivo a la existencia del hombre. ?Mirad, dice Jes?s, guardaos de toda clase de codicia, porque aun en medio de la abundancia, la vida de un hombre no est? asegurada por sus riquezas? (Ib. 15). Y propone la par?bola acerca de un hombre necio que tuvo tan buena cosecha que ya no ten?a silos para almacenarla y se propuso construir nuevos graneros y gozar de sus bienes. En ese momento es llamado por Dios y oye que le dice: ??lo que has almacenado, para quien ser??. El hombre se hab?a dicho a s? mismo: ?hombre t?mbate, come bebe, y date buena vida?. Se puede apreciar claramente que Dios est? ausente completamente de su vida y de sus planes y lejos de depender de ?l pone toda su seguridad en sus bienes. El pecado de este hombre est? en haber acumulado riquezas con el objeto ?nico de gozarlas ego?stamente, sin pensar en las necesidades del pr?jimo, ni en sus deberes para con Dios. Se dec?a a si mismo: ?tienes bienes acumulados para muchos a?os? (Ib. 19), pero aquella misma noche le fue quitada la vida y se encontr? ante Dios con las manos vac?as, carente de obras buenas, v?lidas para la eternidad. Y la par?bola concluye: ?as? suceder? con el que amasa riquezas para s? y no es rico ante los ojos de Dios? (Ib. 21).

La vida cristiana nos ense?a que todo lo que tenemos le pertenece en alguna medida a Dios, pues por su intermedio se consiguen los bienes tanto de la tierra como los del cielo. Pero todo lo que se consigue en esta tierra est? destinado al servicio de la caridad y del bien com?n. La codicia de bienes terrenos y el ego?smo en su utilizaci?n no entran en los planes de Dios. Dios da y Dios quita seg?n sus planes. Pero no olvidemos que cuando Dios da lo hace para que tengamos siempre presente la caridad en nuestra relaci?n con el pr?jimo y el amor desinteresado frente a las necesidades del hermano.

Mar?a, Madre de la Iglesia y Madre nuestra, danos sabidur?a para saber utilizar bien los bienes de la tierra y as? poder gozar de los bienes del cielo.?

Mons. Marcelo Ra?l Martorell, obispo de Puerto Iguaz??


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Texto del micro radial de monse?or Jos? Mar?a Arancedo, arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz, emitido por LT 9 (31 de julio de 2010). (AICA)

D?A DEL P?RROCO???????????????

El pr?ximo 4 de Agosto celebramos la Fiesta del Santo Cura de Ars, Patrono de los P?rrocos. Si bien la figura del p?rroco es primariamente religiosa y hace a la vida de la Iglesia, sin embargo su presencia en el ?mbito de su parroquia o pueblo, lo convierte en alguien que tiene una relaci?n m?s amplia con toda la comunidad. Hoy, al tiempo que los saludo y les agradezco su trabajo, quiero reflexionar sobre el sentido que tiene en la Iglesia su vida como colaborador del obispo y pastor de una comunidad. No es alguien que se ha postulado para un cargo, sino un sacerdote que asume una misi?n que el Obispo, en el ?mbito de la di?cesis, le ha encomendado. Marcar?a tres aspectos a tener en cuenta: es un sacerdote, que recibe una misi?n del Obispo, para estar al frente de una parroquia.

En primer lugar es un sacerdote, es decir, alguien que ha recibido el sacramento del orden sagrado. Este aspecto es el m?s importante, porque nos habla de su participaci?n en el sacerdocio de Jesucristo de un modo ?nico y personal. Esto significa que es el mismo Cristo qui?n act?a a trav?s de su persona; cuando el sacerdote dice: ?Esto es mi Cuerpo? en la celebraci?n de la Misa, es el Cuerpo de Jesucristo el que se hace presente para nosotros como alimento espiritual. Comprender la verdad de este ministerio que Jesucristo ha dejado en la Iglesia, nos sorprende en primer lugar a nosotros mismos. El sacerdote es, ante todo, un hombre de fe que sabe que lo que es lo ha recibido como gracia al servicio de sus hermanos. Solo desde la fe, que se apoya en la Palabra de Jesucristo, podemos comprender la identidad y el ministerio del sacerdote.

En segundo lugar es un sacerdote que recibe una misi?n del Obispo. As? como al sacerdocio lo recibi? por manos del Obispo en su ordenaci?n sacerdotal, as? tambi?n su ejercicio lo realiza en relaci?n con ?l. Es el Obispo, como sucesor de los Ap?stoles, qui?n le confiere la ordenaci?n y la misi?n. No puede haber un sacerdote al margen de esta relaci?n con el Obispo, de quien es el colaborar m?s inmediato en su misi?n pastoral. Con ellos forma el presbiterio de la di?cesis que es el conjunto de sacerdotes, diocesanos y religiosos, bajo la presidencia del Obispo. El participar del sacerdocio de Cristo es signo de plenitud en su vida. Ejercer su ministerio como colaborador del Obispo, es v?nculo de comuni?n eclesial y fecundidad pastoral.

Finalmente recibe una misi?n para estar al frente de una parroquia. En ella tiene que hacer presente tanto su participaci?n en el sacerdocio de Jesucristo, como la de ser colaborador del Obispo en su ministerio sacerdotal. Ambas forman una unidad. Partiendo de esta doble fuente, el p?rroco es un sacerdote que asume, adem?s, una relaci?n personal y directa con una comunidad para la cual est? llamado a ser la presencia viva de Cristo, el Buen Pastor. Como ?l tiene que conocer, amar y acompa?ar a sus fieles. Con ellos forma la Iglesia local. Su vida queda en un sentido como atada a la vida de sus fieles y comunidad; esta entrega es para ?l fuente de madurez sacerdotal y para la comunidad signo del amor paternal de Dios. El ser p?rroco no es para el sacerdote una etapa dentro de una carrera eclesi?stica, sino una misi?n que es fuente de realizaci?n personal, pastoral y espiritual. La figura de Jes?s, el Buen Pastor, es su imagen ideal.

Queridos amigos, los invito a acercarse este 4 de Agosto a su parroquia para saludarlo. Reciban junto a mis oraciones, mi bendici?n.

Mons. Jos? Mar?a Arancedo, arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz?


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Del departamento de Comunicaciones y Prensa del CELAM lleg? a la Agencia Fides el documento final del Encuentro que se realiz? en Cochabamba del 28 al 30 de Julio. El objetivo de la reuni?n era compartir experiencias de comunicaci?n, evaluar los progresos logrados, los problemas, los resultados obtenidos y las perspectivas de la pastoral de la comunicaci?n y al mismo tiempo, reforzar los lazos de fraternidad y de compromiso misionera en la regi?n de los pa?ses Bolivarianos.

Cochabamba, 30 julio 2010?

POR UNA IGLESIA COMUNICADA Y COMUNICADORA

Evangelizada y evangelizadora

Del 28 al 30 de julio del 2010 nos hemos reunido en Cochabamba Bolivia un grupo de laicos, sacerdotes y Obispos delegados de comunicaci?n de las Conferencias Episcopales de Ecuador, Colombia, Venezuela y Bolivia convocados y animados por el Departamento de Comunicaci?n y Prensa del Consejo Episcopal Latinoamericano ? CELAM.

El objetivo de este encuentro ha sido compartir experiencias de comunicaci?n, revisar avances, retrocesos, logros y perspectivas de la pastoral de la comunicaci?n y fortalecer los lazos de fraternidad y compromiso misionero en la regi?n bolivariana.

Iluminados por Jesucristo, comunicador por excelencia en quien convergen el mensaje y el mensajero e inspirados en Aparecida y el gran desaf?o de la Misi?n Continental, hemos analizado las exigencias de la pastoral de comunicaci?n en nuestra regi?n y la realidad de Am?rica Latina desde los escenarios pol?tico, econ?mico, religioso y comunicacional .

En nuestras jornadas de reflexi?n compartimos algunas preocupaciones y propuestas que deseamos socializar con las Iglesias hermanas de Am?rica Latina y del Caribe.

1.?En consonancia con la misi?n de facilitar el encuentro personal con Jesucristo vivo y actual para la sociedad de hoy , asumimos el principio de comuni?n como sello distintivo de la comunicaci?n. Todos nuestros programas y proyectos adquieren pleno sentido cuando facilitan experiencias vitales de encuentro y di?logo entre las personas, las comunidades y de ?stas con Dios.

2.?En sinton?a con la Misi?n Permanente, gran desaf?o de Aparecida, reafirmamos el compromiso de seguir impulsando el proceso de renovaci?n eclesial y su tarea evangelizadora, a trav?s? de estrategias de comunicaci?n que favorezcan una mayor difusi?n y conocimiento de la Buena Noticia. Nos comprometemos a vivir la misi?n en nuestros hogares, parroquias, medios de comunicaci?n y desde nuestro testimonio motivar a los hermanos comunicadores y periodistas a responder con ardor y esperanza al llamado de Jes?s.

3.?La realidad de nuestros pa?ses nos interpela y nos exige ser part?cipes de la misi?n prof?tica de la Iglesia, a la luz de la Doctrina Social y? el Evangelio. Acogemos el desaf?o de ser fieles a la verdad? y hacer patentes los valores del Evangelio: libertad, justicia, reconciliaci?n y perd?n para incidir positivamente en la generaci?n de opini?n p?blica.

4.?El Documento de Aparecida y los Mensajes del Papa Benedicto XVI a los comunicadores sociales insisten en hacer visible el rostro de Jesucristo en la cultura digital . A tal fin nos comprometemos a promover un mayor acceso y participaci?n de la comunidad eclesial en los medios, impulsando iniciativas de alfabetizaci?n digital y educaci?n para el uso ?tico de estos recursos.

5.?Conscientes de la vocaci?n comunicadora de nuestros Obispos y sacerdotes y de la importancia de su presencia y testimonio en la sociedad, comprometemos nuestros esfuerzos para apoyar su formaci?n en una comunicaci?n integral que abarque los ?mbitos humano, t?cnico, ?tico, pastoral y espiritual.

6.?Como comunicadores al servicio de la comuni?n, nos unimos al llamado de nuestros Pastores para pedir a las autoridades de Colombia y Venezuela, preservar la paz y las buenas relaciones que han caracterizado a estos pueblos.

Junto a nuestras oraciones encomendamos estos prop?sitos al amparo de Nuestra Madre, la Virgen de Urcupi?a, venerada en Bolivia como Patrona de la Integraci?n.

Delegados de comunicaci?n de la Regi?n Bolivariana
Cochabamba ? Bolivia, 30 de julio de 2010

Comisiones de Comunicaci?n y Prensa de
Conferencia Episcopal de Bolivia
Conferencia Episcopal de Colombia
Conferencia Episcopal de Ecuador
Conferencia Episcopal de Venezuela
Arzobispado de Cochabamba
Departamento de Comunicaci?n y Prensa del Consejo Episcopal Latinoamericano

Jos? H. Rivera
Carmen Boc?ngel
R?mulo Soliz
Juan Carlos Dorado
P. Fernando Carrillo
Olivia Olivera
Richard Romero
Ra?l Guzm?n
Ignacia Alba
Mirian Amagua
Juan Carlos Hinojosa
P. Hugo Ara
Gliderbys Su?rez
Luz Marina Medina
P. Carlos Arturo Quintero
Mons. Sergio Gualberti

Informe del Departamento de Comunicaci?n y Prensa del CELAM?


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Alocuci?n televisiva de monse?or H?ctor Aguer, arzobispo de La Plata en el programa ?Claves para un mundo mejor? (31 de julio de 2010).(AICA)?

UNA LEY ILEG?TIMA Y DE DUDOSA LEGALIDAD????????????

?"Como todos saben, el Senado de la Naci?n, hace algunas semanas, ha completado la sanci?n que ya hab?a otorgado la C?mara de Diputados a la proyectada alteraci?n del orden familiar, extendiendo la realidad institucional del matrimonio a la convivencia de personas del mismo sexo".

"Esta ley ha practicado una escisi?n entre la moral y el derecho, porque la ley sancionada por un cuerpo legislativo no puede contradecir valores morales objetivos y universales que se apoyan en la naturaleza humana y en definitiva en la Ley de Dios, que ha dejado su marca en la Creaci?n".

"Por otra parte, a prop?sito de leyes como ?sta hay que tener en cuenta que no es lo mismo legitimidad que legalidad. Esta ley ha entrado a formar parte del cuerpo legal de la Naci?n, pero no es leg?tima. Y no es leg?tima porque es una ley injusta".

"Esto no lo afirmo simplemente yo,? sino que lo afirma toda la tradici?n de la Iglesia, expuesta de una manera admirable por el Beato Juan XXIII en su conocid?sima Enc?clica "Pacem in terris". Ah? dice el Papa que la autoridad humana, cuando legisla en contra de la ley de Dios, es decir cuando produce una ley que est? en discordancia con el orden moral, en ese acto, decae de su autoridad, y lo que se origina no es una ley sino una iniquidad espantosa. Esas son las palabras de Juan XXIII. Vemos entonces que esta ley de la que hablamos es legal pero no es leg?tima".

?En cuanto a la legalidad de esta ley tambi?n se podr?a decir que ha quedado seriamente mancillada porque son bien conocidas las condiciones que favorecieron la sanci?n. Se han comentado abundantemente los ?aprietes?, los sospechosos cambios de posici?n de varios senadores y el regalo de viajes a oriente. Adem?s, conviene recordar que se ha sancionado una ley en contra de la manifiesta convicci?n de la mayor?a del pueblo argentino.?

"Lo que ahora importa es considerar qu? puede ocurrir en adelante.? Con el tiempo se ir? viendo el estrago que el paso dado por el Congreso significa en el orden institucional y jur?dico. Pero me preocupan tres cuestiones fundamentales".

??En primer lugar, la libertad de la Iglesia, que est? asegurada por la Constituci?n Nacional y por instrumentos de Derecho P?blico Internacional. ?Podremos predicar libremente lo que la Biblia, la tradici?n y el magisterio eclesial ense?an acerca de la sexualidad humana y del matrimonio? ?Se nos obligar?, acaso, a ense?ar a los ni?os que es tan l?cito y v?lido casarse con una persona del mismo sexo, contra la naturaleza, como hacerlo con una del sexo opuesto, es decir, seg?n el orden de la naturaleza??

??Una segunda cuesti?n es la libertad de los padres que env?an a sus hijos a escuelas de gesti?n estatal. ?Por qu? un padre de familia tiene que soportar que a su hijo se le ense?e en contra de sus convicciones fundamentales?. Y esto lo digo porque los ?ltimos textos que ha producido el Ministerio de Educaci?n de la Naci?n parece que proponen preparar a los ni?itos desde el jard?n de infantes para que con el tiempo ellos elijan con plena libertad su orientaci?n sexual, como si todo valiera igual. Es evidente que se procura inducir un cambio cultural arruinando el sentido moral de las pr?ximas generaciones de argentinos.?

??El tercer tema que queda abierto es la objeci?n de conciencia que podr?an con toda raz?n plantear funcionarios del Registro Civil, jueces y educadores, que se ver?n obligados a aplicar una ley que violenta sus convicciones. No existe un marco regulatorio bien claro de este aspecto important?simo del ejercicio de la libertad. Por otra parte, los activistas que han fomentado la alteraci?n del orden familiar, los ide?logos que desde hace tiempo la han planeado y algunos pol?ticos con clara inclinaci?n totalitaria, hacen temer la imposici?n de la dictadura del relativismo, como llam? a este hecho novedoso y fatal el Papa Benedicto XVI.?

Mons. H?ctor Aguer, arzobispo de La Plata?


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Homil?a de monse?or Marcelo Ra?l Martorell, obispo de Puerto Iguaz?, para el domingo XVII durante el a?o (25 de julio de 2010). (AICA)

?SE?OR, ME RESPONDISTE CADA VEZ QUE TE INVOQUɔ

La liturgia de este domingo nos adentra en el tema de la oraci?n. En primer lugar se presenta en el libro del G?nesis la conmovedora oraci?n de Abrah?n en favor de dos ciudades pecadoras, magnifica expresi?n de su confianza en Dios y de su af?n de interceder en favor de los hombres. Dios le ha revelado a Abrah?n la decisi?n de destruir a Sodoma y Gomorra pervertidas por el pecado. El Patriarca busca detener el castigo de Dios pidi?ndole tenga en consideraci?n los justos que podr?an habitar en esas ciudades. Pero desde la propuesta de cincuenta justos se ve obligado a bajar gradualmente hasta el exiguo n?mero de diez justos en esa s?plica de oraci?n de intercesi?n que el Patriarca hace a Dios: ?Que no se enoje mi Se?or si hablo una vez m?s. ?Y si s?lo se encuentran diez justos?? Ni la condescendencia de Dios, llena de bondad que va aceptando la reducci?n del n?mero de los justos ni la cordial s?plica de Abrah?n, logran salvar las ciudades de la ira de Dios a causa de la corrupci?n reinante. Pero la oraci?n de intercesi?n de Abrah?n y la misericordia divina -que desciende a causa de esa oraci?n- logran salvar a una familia, la de Lot. Esta escena del libro del G?nesis queda como testimonio de las terribles consecuencias de la permanencia del mal de los hombres y la fuerza reparadora del bien, en donde si hubieran habido diez justos solamente, habr?an podido impedir la ira del Se?or. Abrah?n ora y el Se?or escucha y en ese di?logo se van desarrollando los acontecimientos, como sucede siempre en la oraci?n. Es el di?logo entre el hombre y Dios frente a un acontecimiento cualquiera de real importancia. Es en la oraci?n donde se muestra la humildad del hombre que ora y la misericordia de Dios que escucha.

El Nuevo Testamento es una maravillosa p?gina de la misericordia de Dios que nos muestra que un solo justo, ?el Siervo de Yav? ya anunciado por los profetas, basta para salvar no solamente a dos ciudades ni una naci?n, sino a la humanidad entera. A trav?s de la Pasi?n de Cristo y su muerte en la Cruz, Dios perdon? a toda la? humanidad, como nos asegura el Ap?stol Pablo en su carta a los Colosenses (Col. 2, 14).

El evangelio nos muestra a los disc?pulos pidi?ndole a Jes?s que les ense?e a orar. Jes?s les responde ense??ndoles el Padrenuestro: ?cuando or?is, decid Padre santificado sea tu nombre, venga tu reino ??. ?Es de notar que Abrah?n el ?amigo del Se?or? le llama a Dios ?Se?or?. Jes?s, en cambio, nos ense?a que Dios es nuestro ?Padre?. Esta es la diferencia entre el Antiguo y Nuevo Testamento. La oraci?n aqu? es filial, ya no de servidor, sino del hijo que le abre el coraz?n a su Padre, exponi?ndole sus necesidades en forma sencilla y espont?nea. As? nos lo muestra la oraci?n del Padrenuestro, oraci?n que es el di?logo m?s profundo y completo que puede darse entre Dios y el hombre. Quien reza el Padrenuestro, glorifica a Dios, pide que la esperanza cristiana del encuentro pleno con Dios se cumpla, que se haga en nuestros corazones su voluntad y rompa todo ego?smo, que nos d? el pan que ganamos con el sudor de nuestra frente, que perdone nuestra debilidades y ca?das y nos haga generosos en el perd?n hacia nuestro pr?jimo y que la fuerza de su gracia no nos deje caer en las tentaciones de la vida y que el mal no nos despoje de su gracia y amor.

Por otra parte la par?bola del amigo inoportuno, que sigue inmediatamente al texto de hoy, nos ense?a a orar con perseverancia e insistencia ?como lo hizo Abrah?n- sin miedo a ser indiscretos frente a Dios que es nuestro Padre y Amigo: ?pedid, buscad, llamad?. Dios no tiene horarios frente a la oraci?n de un humilde hijo que le pide ayuda. ?Quien pide recibe, quien busca halla y al que llama se le abre?, dice la Palabra de Dios. Pero no siempre encontramos lo que pedimos, pero es seguro que Dios escuch? y que por caminos misteriosos y de alguna manera -de cualquier otra forma- estar? en su amor respondiendo a nuestro pedido. Frente a nuestras s?plicas tenemos que saber leer d?nde y de qu? forma est? respondiendo Dios a nuestras s?plicas, tal vez ser? de un modo oculto y diferente al que esperamos. Tenemos que saber descubrir -en la misma oraci?n- la respuesta oculta de Dios. No debe faltarnos la gracia de ser fieles a Dios cada d?a. Esta gracia est? asegurada al que ora sin cansarse. ?Si vosotros que sois malos sab?is dar cosas buenas a vuestros hijos ?cu?nto m?s vuestro Padre Celestial dar? el Esp?ritu Santo a los que se lo pidan??. En el don del Esp?ritu Santo se incluyen todos los bienes sobrenaturales que Dios quiere dar a sus hijos. Los cristianos tenemos que tener la certeza de que el que pide recibe siempre, Dios nunca deja de dar a sus hijos lo que necesitan. Oremos por nuestra Patria. Debemos rezar mucho, con confianza y perseverancia para que el Se?or cuide a sus hijos y para que seamos fieles a su camino y a su divina Voluntad.

Que la Virgen, la gran orante, nos haga crecer en la certeza de que Dios siempre nos escucha.?

Mons. Marcelo Ra?l Martorell, obispo de Puerto Iguaz??


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Mi?rcoles, 18 de agosto de 2010

Reflexi?n de Jos? Antonio Pagola al Evangelio del domingo veintiuno del Tiempo Ordinario - C , ofrecida por la Delegaci?n Diocesana de Ense?anza de la di?cesis de Tenerife.

NO TODO VALE?

???????? ?Jes?s va caminando hacia Jerusal?n. Su marcha no es la de un peregrino que sube al templo para cumplir sus deberes religiosos. Seg?n Lucas, Jes?s recorre ciudades y aldeas ?ense?ando?. Hay algo que necesita comunicar a aquellas gentes: Dios es un Padre bueno que ofrece a todos su salvaci?n. Todos son invitados a acoger su perd?n.

???????? Su mensaje sorprende a todos. Los pecadores se llenan de alegr?a al o?rle hablar de la bondad insondable de Dios: tambi?n ellos pueden esperar la salvaci?n. En los sectores fariseos, sin embargo, critican su mensaje y tambi?n su acogida a recaudadores, prostitutas y pecadores: ?no est? Jes?s abriendo el camino hacia una relajaci?n religiosa y moral inaceptable?

???????? Seg?n Lucas, un desconocido interrumpe su marcha y le pregunta por el n?mero de los que se salvar?n: ?ser?n pocos?, ?ser?n muchos?, ?se salvar?n todos?, ?s?lo los justos? Jes?s no responde directamente a su pregunta. Lo importante no es saber cu?ntos se salvar?n. Lo decisivo es vivir con actitud l?cida y responsable para acoger la salvaci?n de ese Dios Bueno. Jes?s se lo recuerda a todos: ?Esforzaos por entrar por la puerta estrecha?.

???????? De esta manera, corta de ra?z la reacci?n de quienes entienden su mensaje como una invitaci?n al laxismo. Ser?a burlarse del Padre. La salvaci?n no es algo que se recibe de manera irresponsable de un Dios permisivo. No es tampoco el privilegio de algunos elegidos. No basta ser hijos de Abrah?n. No es suficiente haber conocido al Mes?as.

???????? Para acoger la salvaci?n de Dios es necesario esforzarnos, luchar, imitar al Padre, confiar en su perd?n. Jes?s no rebaja sus exigencias: ?Sed misericordiosos como vuestro Padre es misericordioso?; ?No juzgu?is y no ser?is juzgados?; ?Perdonad setenta veces siete? como vuestro Padre; ?Buscad el reino de Dios y su justicia?.

???????? Para entender correctamente la invitaci?n a ?entrar por la puerta estrecha?, hemos de recordar las palabras de Jes?s que podemos leer en el evangelio de Juan: ?Yo soy la puerta; si uno entra por m? ser? salvo? (Juan 10,9). Entrar por la puerta estrecha es ?seguir a Jes?s?; aprender a vivir como ?l; tomar su cruz y confiar en el Padre que lo ha resucitado.

???????? En este seguimiento a Jes?s, no todo vale, no todo da igual; hemos de responder al amor de Padre con fidelidad. Lo que Jes?s pide no es rigorismo legalista, sino amor radical a Dios y al hermano. Por eso, su llamada es fuente de exigencia, pero no de angustia. Jesucristo es una puerta siempre abierta. Nadie la puede cerrar. S?lo nosotros si nos cerramos a su perd?n.??

Jos? Antonio Pagola

?

Red evangelizadora BUENAS NOTICIAS
22 de agosto de 2010
21 Tiempo ordinario (C)
?Lucas 13, 22-30


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Martes, 17 de agosto de 2010

Homil?a de monse?or Juan Rub?n Mart?nez, obispo de Posadas, para el domingo 17? durante el a?o (25 de julio de 2010). (AICA)

SOBRE LA ORACI?N

En este domingo el Evangelio de San Lucas (11, 1-13), sigue proponi?ndonos el tema de la oraci?n. Uno de los disc?pulos le pide a Jes?s, su maestro: ?Se?or ens??anos a orar?. En realidad ellos quer?an aprender aquello que hac?a su Maestro: ?Un d?a Jes?s estaba orando en cierto lugar?. Muchos textos b?blicos y sobre todo San Lucas nos hablan de la oraci?n de Jes?s. El Se?or, sub?a a la monta?a para orar (Mt. 14,23), incluso cuando todo el mundo le busca (Mr. 1,37). En general su oraci?n estaba ligada a su misi?n. San Lucas nos presenta a Jes?s en oraci?n antes de cada acontecimiento importante, como en este domingo que Jes?s estaba en oraci?n, antes de ense?ar a rezar el Padre Nuestro a sus disc?pulos.

Todos los bautizados estamos llamados a ser hombres y mujeres de oraci?n. Pero cada uno tenemos que ligar nuestra espiritualidad, devoci?n y oraci?n a la vocaci?n y misi?n que tenemos.

En nuestra Di?cesis, en Posadas, tenemos la gracia de tener el Monasterio contemplativo de las Hermanas de la Sagrada Familia. Ellas tienen una vocaci?n y misi?n ligadas ?ntimamente a la oraci?n personal y lit?rgico-comunitaria. Los consagrados y sacerdotes tenemos que vivir la comuni?n con Dios, para ser instrumentos de la comuni?n con los hermanos, ser pastores y para esto es necesario orar como Jes?s, el buen Pastor. Pero en esta reflexi?n quiero referirme especialmente a la oraci?n de los laicos, que son la mayor?a del pueblo de Dios. Su oraci?n no puede ser igual a la de los monjes o a la de los sacerdotes. Quiero que reflexionemos sobre un texto de San Francisco de Sales en su gran libro ?Introducci?n a la vida devota?, que aunque fue escrito a principios del siglo XVII, tiene mucha actualidad: ?La devoci?n se ha de practicar de un modo acomodado a las fuerzas, negocios y ocupaciones particulares de cada uno. Dime, si ser?a l?gico que los obispo quisi?ramos vivir entregados a la soledad, al modo de los monjes; que los casados no se preocuparan de aumentar su peculio m?s que los religiosos capuchinos; que un obrero se pasara el d?a en la Iglesia, como un religioso; o que un religioso, por el contrario, estuviera continuamente absorbido, a la manera de un obispo, por todas las circunstancias que ata?en a las necesidades del pr?jimo. Una tal devoci?n ?no ser?a algo rid?culo, desordenado e inadmisible? Y, con todo, esta equivocaci?n absurda es de lo m?s frecuente? La devoci?n ?la oraci?n- mientras sea aut?ntica nada destruye, sino que todo lo perfecciona y completa?. La verdadera oraci?n no complica, sino que nos permite hacer bien las ocupaciones propias de nuestra vocaci?n y misi?n.

Esto puede ayudarnos a reflexionar sobre la necesidad de oraci?n en los laicos que por su propia vocaci?n est?n ligados a tantas situaciones que muchas veces parecen contraponerse a las cosas de Dios. Es err?neo pensar que la espiritualidad y la oraci?n est?n ligadas solamente a los momentos en que estamos en el templo. Si creemos esto corremos el riesgo de estar generando una ruptura entre la fe y la vida cotidiana.

Quiz?s tengamos que aprender a orar las situaciones como lo hace tanta gente con sencillez y espontaneidad. Con una jaculatoria o bien tocando una imagen, invocando a nuestro Padre Dios, como en el ?Padre Nuestro? o bien elevando una petici?n, como los pobres que piden, porque se saben necesitados.

Si bien es necesario que los laicos tengan alg?n rato de oraci?n personal, o bien, de adoraci?n eucar?stica, retiro espiritual o participaci?n en los momentos comunitarios y lit?rgicos, es indispensable que oren desde las situaciones que les toca vivir a diario. Siempre nos encontramos con alegr?as, tristezas, desenga?os, sufrimientos propios y ajenos, todo esto podemos elevarlos a Dios como agradecimiento, alabanza o petici?n. Por eso en el Evangelio de este domingo, el Se?or nos propone la par?bola ?del amigo insistente?, en el contexto del tema de la oraci?n. Nos promete que quien pide con insistencia ?Le dar? todo lo necesario? (Lc. 11,8).

Es cierto que no es f?cil reflexionar sobre la oraci?n, en un tiempo que se olvida a Dios. Quiz? por eso mismo tenemos que recordar que el hombre o la mujer que oran no solo alimentan su vida espiritual, sino que sobre todo se humanizan.

?Un saludo cercano y hasta el pr?ximo domingo!?

Mons. Juan Rub?n Mart?nez, obispo de Posadas?


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Discurso inaugural de la XXII Exposici?n de Libro Cat?lico, pronunciado por monse?or H?ctor Aguer, arzobispo de La Plata (Buenos Aires, 26 de julio de 2010). (AICA)

NECESIDAD Y URGENCIA DE LA BUENA LECTURA

La cita anual que nos congrega al inaugurar la Exposici?n del Libro Cat?lico nos invita a recordar el valor de la buena lectura para la formaci?n personal del cristiano. Valor significa, en esta afirmaci?n, aptitud, utilidad, eficacia; para ser exactos y actuales, habr?a que a?adir, junto al valor la necesidad y aun la urgencia.

Hay una raz?n esencial para ponderar el recurso a los buenos libros: el lugar que corresponde a la vida de la inteligencia en el interior de la vida de la fe. Conviene recordar que la fe tiene un contenido teor?tico, intelectual: es conocimiento, contemplaci?n de la verdad divina en las verdades que nos ha revelado Dios, a quien adherimos con plena convicci?n porque la gracia mueve nuestra voluntad a prestar ese obsequio. La repercusi?n afectiva de semejante adhesi?n viene despu?s, como tambi?n la coherente proyecci?n de la fe en la conducta. Cada disc?pulo de Cristo ha de empe?arse, seg?n su condici?n y sus posibilidades lo permitan, en conocer cada vez mejor el contenido de la revelaci?n tal como la Iglesia lo interpreta, expone y transmite. En sus Reflexiones sobre La condici?n de la inteligencia en el catolicismo escrib?a Tom?s D. Casares acerca de las verdades de la fe: lo que importa es poseer vitalmente sus ense?anzas y hacer que nos posean en todo nuestro ser, desde la disciplina de los sentidos hasta el ordenamiento de la voluntad y la iluminaci?n de la inteligencia. Se trata de que el cat?lico asiente toda la vida de su inteligencia en el conocimiento de los misterios revelados que nos descubren el orden sobrenatural al cual estamos ordenados.

Otra raz?n, si se quiere circunstancial, indica la urgencia de alimentar el conocimiento de la fe: es la situaci?n religiosa y cultural en la que se encuentra hoy el creyente en cualquier lugar del mundo. Es sabido ?aunque no figure habitualmente en los noticieros ni se hable de ello en los peri?dicos? que el cristianismo es perseguido implacablemente en algunas regiones. Pero existe otro tipo de persecuci?n, m?s insidiosa que aquella que enfrenta a los fieles con la posibilidad del martirio de sangre. Es la difusi?n de una cultura anticristiana que va horadando las convicciones de fe, sobre todo en la gente sencilla, y que incluye actitudes de desprecio y ataques que intentan desacreditar a la Iglesia y desplazar su influjo en la vida de la sociedad. Lo que est? ocurriendo actualmente en la Argentina ilustra claramente esta situaci?n. Entre nosotros se est? desarrollando un nuevo kulturkampf, una guerra cultural an?loga a la que se vivi? en la d?cada de 1880: cen?culos pseudointelectuales, c?rculos pol?ticos y el ambiente oficial mismo parecen comprometidos en un programa sistem?tico para liquidar lo que resta de cultura cristiana en la sociedad argentina. No son los citados los ?nicos agentes de ese proceso: para aludir s?lo a dos fuentes digamos que las universidades lo alimentan desde hace d?cadas y los medios de comunicaci?n, en su mayor?a, lo aceleran hasta l?mites in?ditos de degradaci?n, arremetiendo impunemente contra el sentido com?n, la decencia elemental y el buen gusto. La confusi?n es la nota de la ?poca: confusi?n intelectual y moral; amparados en ese brumoso clima los ejecutores de la guerra cultural contra las verdades, sentimientos y realidades cat?licas se dicen cat?licos y probablemente se creen tales, y se atreven a dar lecciones a la Iglesia y a su magisterio.

Sin embargo, existe un peligro m?s grave para el catolicismo. Recientemente, en la solemnidad de los santos Ap?stoles Pedro y Pablo, lo ha se?alado el Papa Benedicto XVI: El da?o mayor, de hecho, lo sufre? [la Iglesia] por lo que contamina la fe y la vida cristiana de sus miembros y de sus comunidades, corrompiendo la integridad del Cuerpo m?stico, debilitando su capacidad de profec?a y de testimonio, empe?ando la belleza de su rostro. Digamos de paso que este fen?meno de corrupci?n interior resulta letal cuando se verifica en el clero, en los centros acad?micos y en otros ?mbitos eclesiales de formaci?n, en las publicaciones eruditas o en las que llegan a los fieles, producidas por editoriales cat?licas.

La necesidad y la urgencia de formarse mediante buenas lecturas ha de referirse al ampl?simo espectro de disciplinas y temas que cubre el libro cat?lico. Para comenzar, corresponde aludir a las publicaciones que exponen la doctrina sagrada: comentarios b?blicos, tratados teol?gicos, s?ntesis catequ?sticas, exposiciones sobre diversos temas que reflejan las verdades de la fe. La sinton?a con la gran tradici?n eclesial y con la ense?anza del magisterio es un punto clave para identificar al libro cat?lico. Porque hay que cuidarse de una cierta teolog?a que no es genuina inteligencia de la fe, sino cr?tica que mina la certeza de las verdades fundamentales, siembra la duda y vac?a al misterio cristiano de su contenido sobrenatural tanto en el campo dogm?tico como en el moral. Lo mismo se puede decir de una corriente de interpretaci?n b?blica que, aplicando sin discernimiento el m?todo hist?rico-cr?tico, practica una disecci?n de la Sagrada Escritura como si fuera un mero documento literario del pasado. ?D?nde encontrar entonces la Palabra de Dios?

Otro cap?tulo importante de la formaci?n es el de la espiritualidad. Contamos con una inmensa biblioteca asc?tico-m?stica integrada por obras de los Padres de la Iglesia, de los grandes doctores, de los santos y maestros del esp?ritu, muchas de ellas verdaderos cl?sicos de la espiritualidad cat?lica, tanto de oriente cuanto de occidente. No podemos conformarnos con las aguas turbias de un pietismo sentimental, de la autoayuda psicologista o los devaneos gn?sticos tipo ?New Age? cuando podemos saciar nuestra sed de Dios en los limpios y refrescantes manantiales que brotan incesantemente de la Roca de la tradici?n bajo el influjo del Esp?ritu Santo, que hace nuevas todas las cosas. No habr?a que olvidar la vida de los santos, sobre todo de los m?s recientes y por eso m?s cercanos a nosotros, modelos de seguimiento de Cristo y de aut?ntica humanidad.

Hace falta, adem?s, una nueva apolog?tica que devuelva serenidad y firmeza a la fe de los creyentes, que muchas veces trastabilla ante el embate de objeciones pseudocient?ficas, de prejuicios racionalistas y de leyendas negras. Ese arsenal anticat?lico se difunde en una especie de vulgata period?stica que corre a los cristianos poco preparados con la vaina de falsos supuestos y medias verdades. La vieja apolog?tica ten?a limitaciones y defectos, pero cumpli? su servicio; ahora necesitamos una nueva que asuma los m?todos que compete utilizar y los datos seguros de las ciencias de la naturaleza y del hombre. Este trabajo est? todav?a por hacerse, pero en algunos campos quiz? haya adelantados que ?como dice Vittorio Messori, que probablemente es uno de ellos? sean respetuosos de todos y al mismo tiempo s?lidos en el mostrar las razones por las cuales el creyente no es un cr?dulo, porque el Evangelio es verdadero.

En la actualidad, la Iglesia es el ?nico reaseguro del futuro del hombre, porque s?lo en la visi?n cristiana del mundo queda salvaguarda la aut?ntica concepci?n de la persona humana y de su dignidad. La cuesti?n antropol?gica es la clave para resolver los problemas m?s inquietantes de la bio?tica, para orientar el orden familiar, econ?mico, pol?tico y social, los procesos educativos y las consecuencias del desarrollo tecnol?gico. El cat?lico debe formarse hoy una idea clara de la naturaleza humana y de los valores objetivos y universales fundados en ella y en definitiva en la sabidur?a y el poder de su Autor. En realidad, el misterio del hombre s?lo se esclarece en el misterio del Verbo encarnado (Gaudium et spes, 22). Nos acusan de retr?grados cuando nos oponemos a las leyes inicuas que pretenden una reingenier?a de la sociedad contrariando al orden natural. Al sostener el respeto de este orden estamos preparando el futuro, la reconstrucci?n de lo que destruyen los ide?logos, utopistas y pol?ticos aprovechados. Estamos defendiendo la integridad del hombre y su futuro. Un cat?lico no puede ignorar este lance crucial, ni eludir el compromiso imprescindible que se le impone. Tambi?n para estos temas apasionantes debemos apelar a la ayuda de los buenos libros.

Algo de todo esto, bastante, se podr? hallar en los anaqueles de esta Exposici?n.?

Mons. ?H?ctor Aguer, arzobispo de La Plata?


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Desgrabaci?n de la homil?a del cardenal Jorge Mario Bergoglio SJ, Sr. arzobispo de Buenos Aires, en el Santuario de San Pantale?n con motivo de su Fiesta Patronal (27 de julio de 2010). (AICA)

SAN PANTALE?N

En este pasaje del Evangelio se nos cuenta la par?bola del Buen Samaritano, que empieza con un asalto y termina en una posada, en una pensi?n, donde el hombre que recogi? al apaleado lo deja para que se cure, para que se restablezca. Cada uno de nosotros sabe que en el camino de la vida ha tenido problemas, enfermedades, heridas que las puede recordar ahora. Pero tambi?n sabe que aqu? est? esa posada, esa pensi?n, ese lugar donde se nos curan las heridas. Y ustedes vienen todos los 27 a pedir ser sanados en su coraz?n, en su cuerpo por las enfermedades, sanados en sus familias? cu?ntas veces ustedes les muestran a los padres las fotos de sus pap?s, mam?s, hijos, t?os dici?ndoles ?bend?galos Padre?? porque aqu? se busca la salud, la salud de Jes?s.

Por eso vinimos a la posada del Santuario. Aqu? hay alguien que nos mira, que nos cuida, que nos cura y nos quiere: Jes?s y su siervo San Pantale?n. Venimos con confianza porque venimos a buscar la salud y la fuerza. Est? el coraz?n de Jes?s, el coraz?n de Dios que nos espera; y Dios tiene una peculiaridad: f?jense que El no se qued? en el cielo solo y a nosotros nos dej? que camin?ramos en la tierra sino que quiso venir a caminar con nosotros y esto desde hace siglos. Empez? a caminar con Abraham y el Pueblo elegido y despu?s El mismo vino y camin? en la persona de Jes?s con nosotros porque Jes?s es Dios y sigue caminando a lo largo de la historia junto a nosotros como Pueblo. Pero eso porque nos quiere, porque nos mira, porque el coraz?n de Dios es un coraz?n que ve: se interesa en cada uno de nosotros, ve lo que nos pasa.

Es curioso lo que le dice Jes?s al hombre que le hab?a preguntado qui?n era su pr?jimo: And? y proced? de la misma manera. Es decir, ten? un coraz?n y v?! Y esa es la invitaci?n que Jes?s nos hace con esta par?bola: tener un coraz?n que vea, que vea lo que le pasa a nuestros hermanos, que vea las necesidades de nuestros hermanos.

Hay tres tipos de personajes en esta par?bola: los salteadores (los que le roban todo, lo molieron palos y dejaron tirado al pobre hombre); el sacerdote y el levita que pasaron (vieron pero hicieron como si no hubieran visto porque vieron con los ojos y no con el coraz?n), y el samaritano que tiene un coraz?n que ve (Vi?! Se conmovi?! Se le conmovieron las entra?as y se acerc?) Teng?mola clara: Si yo como cristiano no tengo un coraz?n que vea no tengo otra alternativa que estar en el grupo de los salteadores o en el grupo de los que se hicieron los pavos y miraron para otro lado. No hay otra alternativa! Nuestra vida nos invita a tener un coraz?n que vea, como Jes?s ve nuestro coraz?n, entr? dentro de ?l y san? ?tantas heridas y nos cur? de tantas dolencias. Un coraz?n que vea, no uno malo que haga mal a los otros, que haga da?o, como el de los salteadores. Alguno me puede decir: ?Padre, yo nunca sal? con un palo a pegarle a la vecina?? Pero con la lengua le pegaste?? Cu?ntas veces apaleamos al pr?jimo con la lengua? Y eso porque no miramos al pr?jimo con el coraz?n?

Entonces: integramos el grupo de los salteadores o el de aquellos que viven para s? mismos, que como el sacerdote dio un mont?n de excusas para despu?s dar la vuelta y no hacerse cargo? No vi? con los ojos del coraz?n! Y no se conmovi?! O como el levita, que era abogado, que al ver eso dijo:?Que l?o! Porque si lo llevo a la comisar?a a este hombre ma?ana me llaman y tengo que salir de testigo y?? Y no se hizo cargo! Se hizo el disimulado y mir? para otro lado.

Recordemos estas tres posibilidades que tenemos en la vida. O tenemos un coraz?n que ve, se conmueve y se acerca y se hace cargo del problema de nuestros hermanos; o formamos parte del grupo de los salteadores, de los que miran para otro lado. Por ah? eran porte?os porque dijeron:?No te metas?? Cuantas veces nosotros recurrimos a ese ?No te met?s??? Hoy, en este d?a, Jes?s nos invita a mirar la fragilidad de los hombres y mujeres de nuestro pueblo; cada uno tiene sus propias fragilidades y a nosotros, que vinimos a esta posada de Dios, nos invita a mirar las fragilidades producidas por historias tristes, dolorosas, de saqueos del coraz?n, y nos dice:?Acerc?te. Hac?te cargo de la fragilidad de tu hermano?. Y cuando yo tenga ganas de apalear a otro con la lengua o cuando tengas malos pensamientos, acordate que ese otro es fr?gil, est? herido y que vos pod?s estar en su lugar. Por eso trat?lo como quisieras que te trataran a vos.

A cada uno de nosotros nos gustar?a que nos dejaran tirados en el camino? Trat? entonces como te gustar?a que te trataran a vos para que no te dejen tirado en el camino. Que Jes?s nos agrande nuestro coraz?n para que sea un coraz?n que vea la fragilidad de los hermanos y no d? una vuelta sino tenga la valent?a de acercarse.

Y vamos a pedir esta gracia tres veces:

Jes?s danos un coraz?n que vea?
Jes?s danos un coraz?n que vea?
Jes?s danos un coraz?n que vea??

Que as? sea.??

Cardenal Jorge M. Bergoglio SJ, arzobispo de Buenos Aires?


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Homil?a de monse?or Carmelo Juan Giaquinta, arzobispo em?rito de Resistencia, para la homil?a del domingo 17? durante el a?o (25 julio de 2010). (AICA)

?SE?OR, ENS??ANOS A ORAR?????

?Lc 11,1-13

?I. ?JES?S ESTABA ORANDO EN CIERTO LUGAR?

?1. El Evangelio de San Lucas, que describe a Jes?s participando de la oraci?n comunitaria los s?bados en la sinagoga, lo describe tambi?n orando a solas: ?Un d?a, Jes?s estaba orando en cierto lugar?? (Lc 11,1). Lo hace con m?s frecuencia que los otros evangelistas: en su bautismo, cuando comienza a cundir su fama, en la elecci?n de los doce Ap?stoles, antes de anunciar su pasi?n, antes de la transfiguraci?n, en la agon?a, en la cruz. Lucas no separa la jornada pastoral de Jes?s de su oraci?n personal como si fuesen dos cosas distintas. La oraci?n integra su jornada, es su coraz?n. Jes?s, el Buen Pastor, es un hombre de oraci?n que se va a la monta?a a orar.?

II. ?TE ALABO, PADRE, SE?OR DEL CIELO Y DE LA TIERRA?

?2. Hojeando el evangelio de Lucas, apreciamos que la oraci?n de Jes?s se expresa pr?cticamente en una sola palabra: ??Padre!?. La pronuncia siempre. En los momentos de alegr?a: ?En aquel momento Jes?s se estremeci? de gozo, movido por el Esp?ritu Santo, y dijo: ?Te alabo, Padre, Se?or del cielo y de la tierra, por haber ocultado estas cosas a los sabios y a los prudentes y haberlas revelado a los peque?os. S?, Padre, porque as? lo has querido? (Lc 10,21). Y la pronuncia en los momentos de intenso dolor: ?Padre, si quieres, aleja de m? este c?liz. Pero no se haga mi voluntad, sino la tuya? (Lc 22,42). Con esta oraci?n tan simple, Jes?s se despide de este mundo perdonando a los que lo crucifican: ?Padre, perd?nalos, porque no saben lo que hacen? (Lc 23,34). Y entregando su alma a Dios ?Padre, en tus manos encomiendo mi esp?ritu? (Lc 23,45).??

3. Vale la pena detenernos a contemplar a Jes?s que ora, pero haci?ndolo con fe y amor. Como lo hizo el disc?pulo. Era tan bello contemplarlo orar, que le entr? un santo deseo: ?Un d?a Jes?s estaba orando a solas en cierto lugar, y cuando termin?, uno de sus disc?pulos le dijo: ?Se?or, ens??anos a orar?? (Lc 11,1). La contemplaci?n de Jes?s orando nos revela la dimensi?n m?s profunda de su humanidad. Y, consecuentemente, nos revela el misterio m?s hondo del hombre. ?ste ha sido creado para tratar familiarmente con Dios, como un hijo peque?o con su padre. Y, por tanto, est? llamado a descubrir a los dem?s hombres como hermanos.

III. ?CUANDO OREN DIGAN: PADRE??

?4. Por ello Jes?s nos ense?a a orar como lo hace ?l: ?Cuando oren, digan: Padre?? (v. 2). La comunidad cristiana primitiva qued? impresionada por este nuevo modo de orar ense?ado por Jes?s, al punto que, aun en las comunidades de origen griego, se utilizaba la palabra aramea - ??Abba!? - usada por Jes?s para decir ?Padre?: ?Y dec?a: ?Abba (Padre) todo te es posible: aleja de mi este c?liz, pero no se haga mi voluntad, sino la tuya? (Mc 14,36). Por ello el ap?stol Pablo les recuerda a los cristianos de Galacia: ?La prueba de que ustedes son hijos, es que Dios infundi? en nuestros corazones el Esp?ritu de su Hijo, que clama a Dios llam?ndolo ??Abba!? (es decir, Padre)? (Ga 4,6).

?5. Las dos par?bolas que siguen a la ense?anza del Padre Nuestro, la del amigo inoportuno y la del hijo que le pide pan a su padre (cf. Lc 11,5-13), subrayan la confianza total en Dios y el esp?ritu filial con que hemos de hacer la oraci?n al Padre.??

IV. EL PADRE NUESTRO, S?NTESIS DE LA FE CRISTIANA

?6. Jes?s sab?a muy bien lo complicada que se hab?a vuelto la religi?n, que ni los mismos letrados sab?an cu?l era el mandamiento m?s importante de todos. De all? que nos dej? una s?ntesis maravillosa de toda la Biblia condens?ndola en el amor a Dios y en el amor al pr?jimo. Pero nos dej? una s?ntesis aun m?s profunda y bella de todo su Evangelio en el Padre Nuestro. ?Qu? m?s se puede decir de Dios sino que es nuestro Padre? ?Qu? m?s se puede decir del hombre sino que es su hijo? ?Y que, consecuentemente, los dem?s son hermanos nuestros?

?7. Una pastoral popular que se precie de tal tiene en el Padre Nuestro su arma m?s poderosa. Arma sencilla, casi rid?cula a los ojos humanos, pero muy eficaz. Es preciso que los pastores, pap?s y catequistas ense?emos a rezarlo con fe y amor. Gustando la palabra ?Padre? y cada una de las palabras que lo componen. Perdonando de coraz?n a los que nos ofenden o hacen da?o. E incluso orando por ellos, seg?n nos ense?? Jes?s: ?Amen a sus enemigos, hagan el bien a los que los odian. Bendigan a los que los maldicen, rueguen por los que los difaman? (Lc 6,27-28).

?8. Yo bendigo la memoria de mi padre, aparentemente inculto de la religi?n, pero que me ense?? a rezar el Padre Nuestro, y lo rezaba conmigo cuando volv?a tarde del trabajo.

Los cristianos antiguos acostumbraban rezar el Padre Nuestro tres veces por d?a. Costumbre que pervive en la liturgia diaria: en el rezo de las laudes matutinas, de las v?speras y de la Misa cotidiana.

?No ser?a oportuno recomendar a los fieles rezarlo al menos una vez al d?a: por ejemplo: en la mesa, o al acostarse, o al levantarse??

Mons. Carmelo Juan Giaquinta, arzobispo em?rito de Resistencia?


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DOMINGO 21 DEL TIEMPO ORDINARIO / C
22 de agosto de 2010

Que el Se?or, que nos llena de alegr?a y de paz, est? con todos vosotros.

Los que nos reunimos cada domingo para celebrar la Eucarist?a tenemos cada uno nuestra propia vida, nuestra propia historia, nuestra forma de pensar, nuestras ilusiones y problemas. Somos distintos. Y m?s all? de esta iglesia, hoy mismo, en todo el mundo, gente a?n mucho m?s distinta se re?ne como nosotros para celebrar lo mismo que nosotros celebramos.
Dios, nuestro Padre, ha querido llamar a la mesa de su Reino a una multitud de todas las naciones, de todas las culturas, de todas las ideolog?as. Porque ?l es el Padre de todos, y nos quiere llenar a todos con su vida.
Con esp?ritu de acci?n de gracias, con fe, con alegr?a, comencemos nuestra celebraci?n.

A. penitencial: Pong?monos ante Dios, y pid?mosle que nos d? su misericordia y su perd?n.

T?,que has venidoa buscar al que estaba perdido. SE?OR, TEN PIEDAD
T?, que has dado la vida en rescate por todos. CRISTO,TEN PIEDAD
T?, que re?nes a tus hijos dispersos. SE?OR,TEN PIEDAD.

1. lectura (Isa?as 66,18-21): Cuando el pueblo de Israel hab?a regresado del destierro en Babilonia y viv?a las dificultades de reconstruir el pa?s devastado, el profeta Isa?as les proclama el anuncio gozoso que ahora vamos a escuchar. Para que abran los ojos y miren m?s all? de sus fronteras.

2. lectura (Hebreos 12,5-7.11-13): La carta a los Hebreos nos invita hoy a despertar, a caminar, a no dejar que se duerma nuestra vida cristiana.

Oraci?n universal: Con fe y esperanza, presentemos nuestras plegarias al Padre del amor diciendo: ESC?CHANOS, PADRE

Por la unidad de todas las Iglesias cristianas. OREMOS:

Por los extranjeros que en estos d?as nos visitan, y por cada uno de sus pa?ses. OREMOS:

Por la paz y la concordia en todas las naciones. OREMOS:

Por los enfermos de nuestra parroquia. OREMOS:

Por nosotros, y por nuestros familiares y amigos. OREMOS:

Escucha, Padre, nuestra oraci?n, y danos tu amor. Por Jesucristo, nuestro Se?or.

Padrenuestro: Unidos con Jesucristo, unidos con nues?tros hermanos cristianos en el mundo entero, nos atrevemos a decir:

CPL


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Lunes, 16 de agosto de 2010

Homil?a de monse?or Luis H. Villalba, arzobispo de Tucum?n, ?en la misa exequial de Mons. Ra?l Arcenio Casado (Salta, 22 de julio de 2010). (AICA)

MISA EXEQUIAL DE MONS. RA?L ARCENIO CASADO ????????????

Queridos hermanos:?

1. En virtud de la ?comuni?n de los santos?, la Iglesia encomienda los difuntos a la misericordia de Dios y ofrece sufragios en su favor, en particular el santo sacrificio de la Misa.

Hoy nos hemos reunido para rezar y ofrecer la Santa Misa por el eterno descanso de Monse?or Casado.

La fe nos ilumina sobre el sentido de la muerte. La muerte se nos presenta, desde la fe, no como una ruptura o disoluci?n, sino m?s bien como premio y corona de la existencia terrena cuando ha estado sellada por la gracia de Dios.

Hoy quiero decir una palabra de esperanza.

En la muerte, el Se?or viene a nuestro encuentro.

Para la tradici?n cristiana la muerte es el dies natalis, el d?a del verdadero nacimiento. El d?a del? nacimiento a Dios, para contemplar el rostro del? Padre en uni?n con el Hijo en el v?nculo del Esp?ritu Santo.

Santa Teresita dec?a: ?Yo no muero, entro en la vida?. La liturgia lo expresa espl?ndidamente: ?La vida de los que en t? creemos Se?or, no termina, se transforma; y al deshacerse nuestra morada terrenal adquirimos una mansi?n eterna en el cielo? (Prefacio de difuntos).

2. Monse?or Casado naci? en Salta el 27 de julio de 1929. Ingres? al Seminario en 1940 y curs? sus estudios de filosof?a y teolog?a en el Seminario Regional de Catamarca. Fue ordenado sacerdote en esta Catedral el 20 de diciembre de 1952 por Monse?or Roberto Tavella. Al d?a siguiente celebr? su primera Misa en el Iglesia de la Candelaria.

Fue Vicario Parroquial de varias parroquias y, adem?s, entre otros cargos: asesor de los j?venes de la Acci?n Cat?lica, de la Junta Arquidiocesana de Religiosas, de los Cursillos de Cristiandad y del Movimiento Familiar Cristiano. Tambi?n fue Secretario Canciller y Vicario Episcopal.

En 1975, el Papa Pablo VI lo nombr? Obispo Auxiliar de Salta, siendo Arzobispo Mons. Carlos Mariano P?rez.

El 1983 fue designado Obispo de Jujuy. El 15 de junio de 1994 el Papa Juan Pablo II lo nombr? Arzobispo de Tucum?n.

Poco tiempo despu?s, aquejado por una seria enfermedad que le imped?a ejercer el ministerio episcopal, se traslad? a Salta.

Dada la persistencia de su enfermedad el Papa Juan Pablo II, en julio de 1999, le acept? su renuncia como Arzobispo de Tucum?n y le confiri? el t?tulo de Arzobispo Em?rito de Tucum?n.

Mons. Casado respondiendo a mi invitaci?n, regres? a Tucum?n para presidir la Fiesta Patronal de Nuestra Se?ora de la Merced, el 24 de septiembre de 2001. Recuerdo sus emotivas palabras durante la homil?a de la Misa, que fueron de mucho consuelo para los sacerdotes y fieles. Al d?a siguiente celebr? la Eucarist?a en la Capilla del Seminario y predic? a los seminaristas.

3. La primera lectura, del libro de la Sabidur?a (Sab. 3,1-6.9), nos trae una palabra de consuelo: ?Las almas de los justos est?n en las manos de Dios?.

La muerte, seg?n el libro de la Sabidur?a, no es una desgracia irreparable. Es un acontecimiento que debemos iluminar desde la cruz y la resurrecci?n de Cristo.

Si vivimos en el amor y en la fe, aprenderemos a morir progresivamente cada d?a: a morir al mundo, al pecado, a los deseos terrenos y a crecer en la luz de Dios.

Entonces la muerte es un itinerario hacia el Padre.

En esta p?gina de la Escritura se da un contraste entre los sufrimientos visibles de los justos: tormentos, desgracias, ruinas, castigos y su situaci?n real: ?est?n en las manos de Dios, est?n en paz, su esperanza est? colmada de inmortalidad, gozan de grandes beneficios, son dignos de Dios, permanecen junto a ?l en el amor?.

Todos los que se conf?an en el Se?or y se abandonan en sus manos, aun viviendo pruebas y oscuridades y aunque su suerte parezca una desgracia, no tienen nada de que temer.

Sin duda el camino de Monse?or Casado estuvo atravesado de pruebas, oscuridades, sufrimientos. Por lo mismo confiamos que est? en las manos de Dios, que permanece junto a ?l en el amor, que su esperanza est? colmada de inmortalidad.

4. El Evangelio de las Bienaventuranzas (Mt. 5, 1-12a), es tambi?n el Evangelio de la esperanza.

A la luz de la p?gina de las bienaventuranzas, nuestro encuentro con Dios en la muerte ser? un confesar nuestra pobreza, confesar nuestra incapacidad a vivir en esta tierra las bienaventuranzas, ser? un confiarnos a la misericordia del Se?or que nos dir?: ?No temas, yo estoy contigo?.

Esta es nuestra gran esperanza para nosotros y para el querido Monse?or Casado.

El Se?or recibir? en su Reino a aquellos que fueron detr?s de ?l con humildad y con amor, que creyeron en su amor y en su Palabra. ?l nos purificar? de toda mancha y de todo pecado.

Recemos con la confiada certeza de las bienaventuranzas, junto a la Virgen, por Monse?or Casado para que goce cuanto antes del esplendor luminoso del Reino y sea recibido en los brazos misericordiosos del Padre.?

Mons. Luis H. Villalba, arzobispo de Tucum?n??


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Homil?a de monse?or Sergio Osvaldo Buenanueva, obispo auxiliar de Mendoza, en la solemnidad de Santiago Ap?stol, Patrono de Mendoza (25 de julio de 2010). (AICA)

CAMINEMOS CON SANTIAGO, DISC?PULO Y MISIONERO DE FORTALEZA Y ESPERANZA

?

1. La primera lectura alude fugazmente el martirio del Ap?stol Santiago: el rey Herodes lo manda decapitar para calmar la ira que despierta la predicaci?n del nombre de Jes?s.

La comunidad apost?lica vive su fe en medio de una situaci?n de confrontaci?n, de rechazo y de persecuci?n. El poder trata de acallar el anuncio de la fe. La respuesta apost?lica es clara y contundente: ?Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres? (Hch 5,29).

Caminar con Santiago, como expresa el lema elegido para este a?o, significa seguirlo por este camino de testimonio y de valent?a apost?lica. Tambi?n lo hemos destacado en el lema, al se?alar dos virtudes que son t?picas del que asume el anuncio misionero como vocaci?n propia: la fortaleza y la esperanza. Fuertes, con la fortaleza de Cristo crucificado. Pose?dos por la gran esperanza que sostiene el caminar del hombre, incluso en medio del fracaso: la esperanza que es Cristo.

2. En la segunda lectura, es el Ap?stol San Pablo el que confirma este mensaje: la vocaci?n apost?lica acredita su verdad y su validez precisamente cuando el ap?stol se configura con Jes?s, pobre, humillado y perseguido.

Releamos sus palabras: ?Porque nosotros llevamos ese tesoro en recipientes de barro, para que se vea bien que este poder extraordinario no procede de nosotros, sino de Dios. Estamos atribulados por todas partes, pero no abatidos; perplejos, pero no desesperados; perseguidos, pero no abandonados; derribados, pero no aniquilados. Siempre y a todas partes, llevamos en nuestro cuerpo los sufrimientos de la muerte de Jes?s, para que tambi?n la vida de Jes?s se manifieste en nuestro cuerpo.? (2 Co 4,7-10).

3. Santiago, junto con su hermano Juan, escuch? en un momento clave de su vida, una pregunta de labios de Jes?s, que conten?a un desaf?o formidable, pero que tambi?n encerraba en ella el misterio de su propia vocaci?n y misi?n, en definitiva el misterio de su verdad como persona.

La pregunta tambi?n la hemos escuchado nosotros, al proclamarse el santo Evangelio: ??Pueden beber el c?liz que yo beber??? (Mt 20,22). Est? dirigida tambi?n a nosotros.

En la tradici?n b?blica, la expresi?n: ?beber el c?liz?, significa: compartir el mismo destino, la misma suerte, comulgar en el camino de la vida.

En realidad, esta invitaci?n a unirse tan ?ntimamente a Jes?s hasta compartir con ?l su suerte final, estaba ya encerrada en aquella palabra perentoria, que el joven Santiago escuch? a orillas del lago, cuando con su hermano, su padre Zebedeo, y otros trabajadores, estaban echando mano a las redes, porque eran pescadores. Jes?s les dijo sencillamente: ?S?ganme? (Mc 1,17).

Esto significa ser disc?pulo de Jes?s: caminar con ?l, vivir en la amistad y comuni?n de vida con ?l, guiados por su Esp?ritu que infunde en nuestros corazones sus mismos sentimientos.

4. Los cat?licos veneramos a los santos como modelos e intercesores. Nos acercamos a ellos como a maestros de vida, que nos ense?an a vivir el Evangelio. Hermanos mayores que nos tienden una mano para ser fieles al estilo de vida de Jes?s en las circunstancias concretas de hoy.

Cada 25 de julio, los cat?licos mendocinos veneramos al Patr?n Santiago, reconociendo en ?l, a un amigo de Jes?s, un maestro de vida seg?n el Evangelio, y a un compa?ero de camino, que ha acreditado la autenticidad de su mensaje con el testimonio de su sangre derramada por Cristo.

Al reunirnos para la procesi?n y la Misa, volvemos a tomar conciencia que la fe en Cristo nos une en una familia. Nos hace Iglesia. Volvemos a tomar conciencia de la misi?n nunca acabada de la Iglesia que es, como los ap?stoles y con ellos, la de anunciar el Evangelio que despierta la fe: ?Dios ama al hombre! ?Cristo nos ha redimido con su Sangre! ?El amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones con el Esp?ritu Santo que nos ha sido dado!

Como Iglesia Diocesana de Mendoza, damos gracias a Dios por los frutos de vida que la predicaci?n del Evangelio ha producido en esta hermosa tierra cuyana. Damos gracias por tantos hombres y mujeres de fe que han ofrecido a sus hermanos el testimonio luminoso de la cercan?a de Dios que transforma y humaniza la vida.

Suplicamos tambi?n, unidos al Ap?stol Santiago, la gracia de permanecer fieles a la fe que nos legaron los ap?stoles y que nosotros hemos recibido de nuestros padres; fieles a la fe como norma y estilo de vida, especialmente cuando la cultura dominante se aleja del Evangelio, o intenta domesticarlo adapt?ndolo a los dict?menes del esp?ritu del tiempo.

5. Para concluir, quisiera referirme a la reciente reforma del C?digo Civil que equipara la uni?n de personas del mismo sexo al verdadero matrimonio.

Ante todo, un enorme ?gracias? a todas las personas que, en estas semanas tan intensas, se movilizaron para expresar p?blicamente la riqueza inigualable del amor conyugal del hombre y la mujer. Fueron, en su mayor?a, laicos: padres y madres de familia, pero tambi?n muchos j?venes.

En segundo lugar, quisiera expresar la tristeza y desaz?n que signific?, para un n?mero considerable de ciudadanos, el resultado final en el Senado. Muchos interrogantes quedan abiertos. Tambi?n muchos aprendizajes para el futuro, sobre todo para el ejercicio c?vico del voto.

Por ?ltimo, una valoraci?n de la mencionada ley. Para la conciencia cristiana, se trata de una ley injusta que contrar?a gravemente el orden moral. El fin leg?timo de buscar la igualdad de las personas, ha echado mano de un medio il?cito: borrar la distinci?n y complementariedad de los sexos como rasgo m?s propio y espec?fico del matrimonio. La ley deb?a tutelar, no diluir, este bien.

Los cristianos nos dejamos guiar por las palabras de Jes?s y el criterio apost?lico: ?Den al C?sar lo que es del C?sar, y a Dios lo que es de Dios? (Mt 22,21); ?Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres? (Hch 5,29).

Cuando el Estado traspasa sus l?mites y sanciona una ley injusta, re?ida con el bien com?n y basada en fr?giles consensos, urge escuchar con mayor atenci?n la voz de Dios que sigue testimoniando, en la conciencia y en la misma condici?n humana, la verdad perenne del hombre.

En este contexto, anunciar y vivir la verdad luminosa del matrimonio, obra maestra de la sabidur?a del Creador y elevado por Cristo a la dignidad de sacramento, constituir?, especialmente para los j?venes, un enorme y tambi?n hermoso desaf?o de fortaleza y esperanza.

Contamos con el auxilio de Dios, que es Amor y Verdad, el testimonio de los santos que se santificaron en la vida conyugal, y la intercesi?n poderosa de Mar?a y de nuestro querido Santo Patrono Santiago. As? sea.?

Mons. Sergio Osvaldo Buenanueva, obispo auxiliar de Mendoza?


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Oraci?n de Benedicto XV por los abuelos con motivo del d?a de San Joaqu?n y Santa Ana.

Oraci?n por los abuelos


???? Se?or Jes?s, t? naciste de la Virgen Mar?a, hija de San Joaqu?n y Santa Ana.


???? Mira con amor a los abuelos de todo el mundo.
?Prot?gelos! Son una fuente de enriquecimiento para las familias,
para la Iglesia y para toda la sociedad.


???? ?Sost?nlos! Que cuando envejezcan sigan siendo
para sus familias pilares fuertes de la fe evang?lica,
custodios de los nobles ideales, hogare?os,
tesoros vivos de s?lidas tradiciones religiosas.


???? Haz que sean maestros de sabidur?a y valent?a,
que transmitan a las generaciones futuras
los frutos de su madura experiencia humana y espiritual.


???? Se?or Jes?s, ayuda a las familias y a la sociedad a valorar la presencia y el papel de los abuelos.
Que jam?s sean ignorados o excluidos,
sino que siempre encuentren respeto y amor.


???? Ay?dales a vivir serenamente
y a sentirse acogidos durante todos los a?os de vida que les concedas.
Am?n.

(Benedicto XVI).


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Gui?n para la celebraci?n de San Joaqu?n y Santa Ana, d?a de? los abuelos. Julio 2010?(AICA)


???? -Preparaci?n: Hermanos, nuestros abuelos est?n de fiesta. Hoy nos reunimos en esta Eucarist?a para pedir la intercesi?n de San Joaqu?n y Santa Ana. Que ellos bendigan a quienes con su presencia en sus familias, brindan sost?n y experiencia llena de sabidur?a.????

-Recibimos al celebrante cantando?????

-Escuchamos la Palabra de Dios.

???? -Oraci?n de los fieles


???? *Para que cada familia sea signo de la Iglesia fundada por Cristo. Oremos.
???? *Para que, unidos a la intenci?n de nuestro Papa Benedicto XVI, pidamos para que las familias sean garante de un patrimonio de tradiciones. Oremos.
???? *Para que los abuelos encuentren en sus familias el espacio de contenci?n que necesitan. Oremos.
???? *Para que los abuelos sean reconocidos como una cadena de transmisi?n de la fe a las nuevas generaciones. Oremos.
???? *Para que los responsables de cubrir sus necesidades y respetar sus derechos cumplan con sus obligaciones. Oremos.
????

-Presentaci?n de las Ofrendas: Los abuelos presentan las ofrendas de pan y vino y se acercan al altar con sus hijos y nietos entregando la dicha de ser familia.
????

?-Comuni?n: Recibamos su Cuerpo y su Sangre para ser fortalecidos en las adversidades.????

?Los nietos expresan a sus abuelos su cari?o y gratitud. (Se sugiere que escriban una carta para los abuelos).

?-El sacerdote invita a los abuelos y a las abuelas a reunirse cerca del altar para impartirles la bendici?n.
????

?-Se pudo haber repartido la oraci?n del Papa Benedicto XVI por los abuelos para rezarla juntos.

Oraci?n por los abuelos


???? Se?or Jes?s, t? naciste de la Virgen Mar?a, hija de San Joaqu?n y Santa Ana.
???? Mira con amor a los abuelos de todo el mundo. ?Prot?gelos! Son una fuente de enriquecimiento para las familias, para la Iglesia y para toda la sociedad.
???? ?Sost?nlos! Que cuando envejezcan sigan siendo para sus familias pilares fuertes de la fe evang?lica, custodios de los nobles ideales, hogare?os, tesoros vivos de s?lidas tradiciones religiosas.
???? Haz que sean maestros de sabidur?a y valent?a, que transmitan a las generaciones futuras los frutos de su madura experiencia humana y espiritual.
???? Se?or Jes?s, ayuda a las familias y a la sociedad a valorar la presencia y el papel de los abuelos. Que jam?s sean ignorados o excluidos, sino que siempre encuentren respeto y amor.
???? Ay?dales a vivir serenamente y a sentirse acogidos durante todos los a?os de vida que les concedas. Am?n. (Benedicto XVI).+


Publicado por verdenaranja @ 22:32  | Liturgia
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Homil?a de monse?or Francisco Polti, obispo de Santiago del Estero en la Solemnidad de Santiago Ap?stol (Catedral-Bas?lica Nuestra Se?ora del Carmen, 25 de julio de 2010). (AICA)

SOLEMNIDAD DE SANTIAGO AP?STOL??????????????

Queridos hermanos y hermanas en Jesucristo,

? D?as atr?s nos reun?amos alrededor de este Altar de la Catedral Bas?lica para celebrar a Nuestra Se?ora del Carmen, titular de esta parroquia. Hoy el Se?or nos llama a participar del pan ?nico y partido para recordar el ejemplo de fe, esperanza y caridad, del Ap?stol Santiago, patrono de esta querida di?cesis y de esta provincia civil.

? En aquella festividad de Nuestra Se?ora les habl? de la fe grande de Mar?a y los invitaba a cultivarnos en la fe y testimoniarla en todos nuestros lugares cotidianos, evitando la doble vida -la esquizofrenia- entre la vida espiritual y social-cultural.

? A trav?s del testimonio de Santiago ap?stol, el Mayor, me quer?a detener en otra virtud teologal, como es la esperanza. Una tradici?n, que se remonta a san Isidoro de Sevilla, nos transmite el anuncio de la Buena Noticia en las actuales tierras de Espa?a, las grandes dificultades para implantar la semilla del Reino, y la consolaci?n de Nuestra Madre, la Virgen Mar?a, que se le aparece para fortalecer su esperanza.

? Se puede palpar entre nosotros aquellas palabras que tantas veces repetimos en la oraci?n por la Patria: ?nos sentimos heridos y agobiados? ante las situaciones dif?ciles que atraviesa nuestra naci?n. Al mismo tiempo podemos advertir una necesidad dolorosa y, en cierto sentido, prof?tica de esperanza, como respiro para vivir. Sin esperanza no se vive. La actividad del hombre est? m?s condicionada por la espera del futuro, que por la posesi?n del presente.

? A pesar de las leyes como las votadas la semana pasada, la causa del hombre no s?lo no est? perdida, sino que se encuentra en clara ventaja. Las grandes ideas, que son faros del mundo moderno, no se apagar?n, siempre habr? voces que har?n resonar, como lo pudimos ver en nuestras plazas, que defender?n la dignidad de la persona humana. S?, la dignidad de la persona humana ser? reconocida no s?lo formalmente, sino realmente.

Queridos hermanos y hermanas, cuando llegu? a esta querida di?cesis de Santiago del Estero, hace ya cuatro a?os, les propon?a unos desaf?os pastorales, que algunos de ellos coinciden con los valores no negociables que propuso m?s tarde el Santo Padre Benedicto XVI. No se trat? de inventar un nuevo programa. El programa existe; es el de siempre, recogido por el Evangelio y la tradici?n viva. Hoy, m?s que nunca, me parece bueno recordarlos, ya que no han perdido vigencia; todo lo contrario, necesitan mucho m?s de nuestro empe?o para defenderlos. Necesitamos de la esperanza, de esa esperanza que no defrauda (Rm. 5,5) para afrontar con fortaleza los siguientes desaf?os:

a) La Iglesia como ?casa y escuela de comuni?n?

Recordemos que la tarea de construir la comunidad eclesial, de hacer de Santiago ?casa y escuela de comuni?n? es tarea de todos los cristianos, coordinados y conducidos por los pastores unidos al obispo.

En esta vida de comuni?n con el Se?or y la Iglesia, el presb?tero significa en el seno de su comunidad la presencia de Jes?s que congrega a su pueblo.

Por su parte la vida consagrada tiene una misi?n insustituible, tiene una especial vocaci?n a la comuni?n a trav?s de los carismas de sus institutos religiosos.

En nuestra Iglesia particular todos tienen que tener un lugar. Como padre, pastor y hermano, ?quiero que quepan todos! Que nuestros corazones puedan contemplar el Misterio de la Trinidad y reconocerlo en cada hermano que est? a nuestro lado. ?Qu? sepamos ?dar espacio? a todos nuestros hermanos!

b) La promoci?n de la familia

Otro desaf?o son nuestras familias que se encuentran -como dec?a Juan Pablo II y lo coment? la semana pasada- amenazadas, cada vez m?s, por fuerzas disgregadoras.

La familia, peque?a Iglesia dom?stica tiene que llegar a ser el lugar donde los padres transmitan los valores de la fe y aut?ntica escuela de humanidad.

Mi anhelo es que el Se?or bendiga los hogares,? donde las j?venes generaciones encuentren un fuerte apoyo para su humanidad y su crecimiento en la verdad y en el amor, y que ?stos sean un ?mbito donde Dios pueda llamar a los hijos a la vida sacerdotal o religiosa; y que los hijos, a su vez, puedan dar una respuesta de entrega generosa.

c) La defensa de la vida, desde el primer momento hasta el ?ltimo instante

Tambi?n la defensa de la vida nos compromete: El ?Evangelio de la vida est? en el centro del mensaje de Jes?s?. Frente a una cultura de la muerte que se quiere imponer en nuestra sociedad, los cristianos no nos podemos quedar de brazos cruzados; tenemos la responsabilidad de elegir a favor de la vida, y de anunciar que la vida es un don de Dios, y que El es su fuente y su meta.

d) Los pobres, enfermos y ancianos como destinatarios privilegiados de la Evangelizaci?n

En la defensa de la vida, los m?s necesitados nos interpelan de modo especial. Como repetimos tantas veces en la liturgia: ?El Se?or manifiesta su amor para con los pobres y los enfermos, para con los peque?os y los pecadores. El nunca permaneci? indiferente ante el sufrimiento humano; su vida y su palabra son para nosotros la prueba de tu amor??.

Los animo a que nos preguntemos: ?cu?l es nuestra actitud? ?C?mo deber?a ser?

El Santo Padre Benedicto XVI nos responde: ?La actividad caritativa cristiana ha de ser independiente de partidos e ideolog?as. No es un medio para transformar el mundo de manera ideol?gica y no est? al servicio de estrategias mundanas, sino que es la actualizaci?n aqu? y ahora del amor que el hombre siempre necesita?.

Por eso, debemos apostar por el amor. Por un amor activo y concreto hacia cada hombre y cada mujer. Un amor que no excluya a nadie, que tenga la capacidad de hacernos cercanos y solidarios con todos, que sea un compartir fraterno.

e) La participaci?n activa en la construcci?n del bien com?n

Por ?ltimo, me quiero referir a otro desaf?o que tenemos entre nuestras manos. Es el esfuerzo que debemos poner para interpretar la realidad social a la luz del Evangelio y seguir trabajando para ofrecer nuestra contribuci?n a dar soluciones a diversos temas en la sociedad actual.

? Santiago Ap?stol asumi? con todas sus consecuencias y con gran entusiasmo el seguir a Cristo por los caminos que ?l le se?al?. Puso todas sus fuerzas y su disponibilidad para dar testimonio de Jes?s Resucitado con valent?a, si fuera necesario hasta el sacrificio supremo de la vida. Ese Jesucristo que Santiago anunci? no es sue?o, no es utop?a, no es mito; es realismo evang?lico. Y sobre este realismo evang?lico, nosotros, sus disc?pulos-misioneros, fundamos nuestra concepci?n de la vida, de la historia, de la misma civilizaci?n terrena, que nuestra esperanza transciende, pero al mismo tiempo estimula en sus intr?pidas y confiadas conquistas.

? Mar?a, Madre del Consuelo, como hizo en aquel momento con Santiago, el Mayor, se hace eco de la voz de Cristo vencedor y nos susurra sus palabras en nuestros o?dos: ?tengan confianza, Yo he vencido al mundo? (Jn 16, 33); y la del int?rprete evangelista: ?Esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe? (Jn 5, 4); entendiendo aqu? por mundo, todo lo que la escena natural de la existencia humana tiene de caduco y de malo.

El ?reino? de Jes?s era distinto de c?mo lo hab?an podido imaginar los hombres. Este ?reino? comenz? en aquella hora y ya nunca tendr?a fin. Por eso t? -Mar?a- permaneces con los disc?pulos como madre suya, como Madre de esperanza. Junto a Santiago ap?stol te decimos ?Santa Mar?a, Madre de Dios, Madre nuestra, ens??anos a creer, esperar y amar contigo. Ind?canos el camino hacia su reino. Estrella del mar, brilla sobre nosotros y gu?anos en nuestro camino? As? sea.?

Mons. Francisco Polti, obispo de Santiago del Estero

Notas:

CEA, Navega Mar Adentro, 83.
JUAN PABLO II, Ecclesia in America, 39
Cfr. JUAN PABLO II, El Rosario de la Virgen Mar?a, 6
Cfr. CEA, Navega Mar Adentro, 97.
JUAN PABLO II, Enc?clica Evangelium Vitae, 1.
Plegaria Eucar?stica V/c.
BENEDICTO XVI, Enc?clica Dios es amor, 31.
Cfr. PABLO VI, Un grito prof?tico de esperanza para el mundo, Radiomensaje pascual, 11-IV-1971.
Cfr. BENEDICTO XVI, Enc?clica Salvados en la esperanza, 50.

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Publicado por verdenaranja @ 22:25  | Homil?as
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Ideas centrales de la homil?a del obispo nivariense en la celebraci?n de la misa crismal, Marte Santo 2010, publicada en Bolet?n Oficial del Obispado de Tenerife, n 4-5, ABRIL-MAYO 2010.

IDEAS CENTRALES DE LA HOMIL?A DEL OBISPO NIVARIENSE EN LA CELEBRACI?N DE LA MISA CRISMAL

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"Fidelidad de Cristo, fidelidad del sacerdote"

1.- SALUDO:

PDV 82: En comuni?n con los Padres sinodales y en nombre de todos los Obispos del mundo y de toda la comunidad eclesial, os expreso todo el reconocimiento que vuestra fidelidad y vuestro servicio se merecen.

DE LA CARTA DE LOS OBISPOS A LOS SACERDOTES

Damos gracias a Dios por todos vosotros: por el don de vuestra vocaci?n, que es regalo del Se?or, y por vuestra tarea, respuesta en fideli?dad. Una fidelidad que manifest?is a diario con el testimonio de vuestra vida y con la dedicaci?n de cada uno a la edificaci?n de la Iglesia y al ser?vicio permanente de los hombres y mujeres de nuestro tiempo. Damos gra?cias al Se?or, porque segu?s con la mano puesta en el arado, a pesar de la dureza de la tierra y de la inclemencia del tiempo.

Objetivos PARA EL A?O SACERDOTAL. Benedicto XVI:

1. "Promover el compromiso de renovaci?n interior de todos los sacerdotes, para que su testimonio evang?lico en el mundo de hoy sea m?s intenso e incisivo";
2."Favorecer la tensi?n de los sacerdotes hacia la perfecci?n Espiritual, de la cual depende sobre todo la eficacia de su ministerio";
3. "Hacer que se perciba cada vez m?s la importancia del papel y de la misi?n del sacerdote en la Iglesia y en la sociedad contempor?nea".

2.- LO QUE SOMOS

Aunque seamos como vasijas de barro, "nuestro ministrio es un tesoro"- dice San Pablo.

PDV 18: La vida y el ministerio del sacerdote son continuaci?n de la vida y de la acci?n del mismo Cristo. ?sta es nuestra identidad, nuestra verdadera dignidad, la fuente de nuestra alegr?a, la certeza de nuestra vida.

PDV 12 El presb?tero encuentra la plena verdad de su identidad en ser una derivaci?n, una participaci?n espec?fica y una continuaci?n del mismo Cristo, sumo y eterno sacerdote de la nueva y eterna Alianza: es una imagen viva y transparente de Cristo sacerdote. El sacerdocio de Cristo, expresi?n de su absoluta "novedad" en la historia de la salvaci?n, constitu?ye la ?nica fuente y el paradigma insustituible del sacerdocio del cristiano y, en particular, del presb?tero.

LA REFERENCIA A CRISTO ES, PUES, LA CLAVE ABSOLU?TAMENTE NECESARIA PARA LA COMPRENSI?N DE LAS REALI?DADES SACERDOTALES.

TAMBIEN PARA COMPRENDER Y FUNDAMENTAR SU FIDELIDAD: "Fidelidad de Cristo, fidelidad del Sacerdote"

La primera es fundamento y posibilidad de la segunda. Nuestra fidelidad se nutre de la de Cristo y es transparencia de la suya.

ESTO ES POSIBLE POR LA UNCI?N DEL ESPIRITU SANTO QUE RECIBIMOS EN LA ORDENACI?N.

LA UNCI?N DEL ESP?RITU ES LO QUE HACE QUE NUES?TRA VIDA SEA TRANSPERENCIA DE CRISTO Y QUE NUESTRAS ACCIONES TENGAN EFICACIA SALV?FICA PARA LOS FIELES.

PDV 14: Jes?s establece as? un estrecho paralelismo entre el minis?terio confiado a los ap?stoles y su propia misi?n: "quien a vosotros recibe, a m? me recibe, y quien me recibe a m?, recibe a Aquel que me ha enviado" (Mt 10,40); "quien a vosotros os escucha, a m? me escucha; y quien a vos?otros os rechaza, a m? me rechaza; y quien me rechaza a m?, rechaza al que me ha enviado" (Lc 10, 16). Es m?s, el cuarto evangelio, a la luz del acon?tecimiento pascual de la muerte y resurrecci?n, afirma con gran fuerza y claridad: "Como el Padre me envi?, tambi?n yo os env?o"

PDV 15: Los presb?teros son llamados a prolongar la presencia de ?nico y supremo Pastor, siguiendo su estilo de vida y siendo como una transparencia suya en medio del reba?o que les ha sido confiado. Como escribe de manera clara y precisa la primera carta de san Pedro: "A los presb?teros que est?n entre vosotros les exhorto yo, como copresb?tero, testigo de los sufrimientos de Cristo y part?cipe de la gloria que est? para manifestarse. Apacentad la grey de Dios que os est? encomendada, vigilando, no forzados sino voluntariamente, seg?n Dios; no por mezquino af?n de ganancia,???? de coraz?n; no tiranizando a los que os ha tocado guiar, sino siendo modelos de la grey. Y cuando aparezca el Supremo Pastor, recibir?is la corona de gloria que no se marchita" (1 Pe 5, 1-4).

3.- LA FIDELIDAD DISTINTIVO DEL CRISTIANO Y DEL SACERDOTE = SE NOS LLAMA "FIELES".

PDV 75 "Lo que es m?s esencial y decisivo para el ministerio sacerdotal es la fidelidad".

La fiedelidad: medida de nuestro amor y amistad con jesus

La fidelidad siempre supone referencia a otro. Se es fiel a algui?n. Incluso cuando soy fiel a mi mismo.

Cuando en Corinto los fieles se arriman a los ministros: Pablo dice: Qu? es Apolo, qu? es Cefas, qu? es Pablo: siemples servidores (ministros).

"Por tanto que nos tengan por servidores de Cristo y administrado?res de los bienes de Dios.

Ahora bien, lo que en fin de cuentas se exige de los administrado?res es que sean fieles" (1 Cor 4, 2).

TEXTO DE BENEDICTO XVI (Homil?a: ordenaci?n de obispos) - La primera caracter?stica, que el Se?or requiere del sier?vo, es la fidelidad.

- Se le ha confiado un gran bien, que no le pertenece.
- La Iglesia no es nuestra Iglesia, sino su Iglesia, la Iglesia de Dios. - El siervo debe dar cuenta de c?mo ha gestionado el bien que se le ha confiado.
- No vinculamos a los hombres a nosotros; no buscamos poder prestigio, estima para nosotros mismos.
- Conducimos a los hombres hacia Jesucristo y as? hacia el Dios vivo.
- Con ello le introducimos en la verdad y en la libertad, que deriva de la verdad.
- La fidelidad es altruismo, y precisamente as? es liberadora para el propio ministro y para cuantos se le han confiado.
- Sabemos que las cosas en la sociedad civil, y no pocas veces en la Iglesia sufren por el hecho de que muchos de aquellos a quienes se les ha conferido una responsabilidad, trabajan para s? mismos y no para la comunidad, para el bien com?n.
- El Se?or traza con pocas l?neas una imagen del siervo malvado, que se pone a festejar y a pegar a sus dependientes, traicionando as? la esen cia de su encargo.
- En griego, la palabra que indica "fidelidad" coincide co la que indica "fe".
- La fidelidad del siervo de Jesucristo consiste precisamente tam?bi?n en el hecho de que no intenta adecuar la fe a las modas del tiempo.
- Solo Cristo tiene palabras de vida eterna, y estas palabras debe?mos llevar a la gente. Son el bien m?s precioso que se nos ha confiado.
- Una fidelidad semejante no tiene nada de est?ril ni d est?tico; es creativa.
- El amo reprende a su siervo, que hab?a escondido bajo tierra el bien que se le hab?a entregado para evitar riesgos.
- Con esta aparente fidelidad el siervo en realidad hab?a dejado de lado el bien del amo para poderse dedicar exclusivamente a sus propios asuntos.
- Fidelidad no es miedo, sino que est? inspirada por el amor y po su dinamismo. El amo alaba al siervo que hizo fructificar sus bienes.
- La fe requiere ser transmitida: no se nos ha entregado para nos?otros mismos, para la salvaci?n personal de nuestra alma, sino para los dem?s, para este mundo y para nuestro tiempo.
- Debemos colocarla en este mundo, para que se convierta en ella en fuerza viva; para hacer aumentar en ?l la presencia de Dios.

4.- CAMINOS DE FIDELIDAD

ACTITUDES: (Homil?a de Juan Pablo II en Mexico)

Como Mar?a, la Virgen Fiel:

-????? b?squeda,
-????? acogida,
-????? coherencia,
-????? constancia

LA FIEDELIDAD: MEDIDA DE NUESTRO AMOR Y AMIS?TAD CON JESUS

LA FIDELIDAD IMPLICA PERMANECER EN CRISTO Y GUARDAR SUS MANDAMIENTOS.

A pesar de las diversas dificultades que encuentra, el sacerdote ha de ser fiel -incluso en las condiciones m?s adversas o de comprensible cansancio?, poniendo en ello todas las energ?as disponibles; fiel hasta el final de su vida.

El testimonio de Pablo debe ser ejemplo y est?mulo para todo sacerdote:

"A nadie damos ocasi?n alguna de tropiezo -escribe a los cristianos de Corinto-, para que no se haga mofa del ministerio, antes bien, nos reco?mendamos en todo como ministros de Dios:

C?MO:

-????? con mucha constancia en tribulaciones, necesidades y angustias;

-????? en azotes, c?rceles, sediciones;
-????? en fatigas, desvelos, ayunos;
-????? en pureza, ciencia, paciencia, bondad;
-????? en el Esp?ritu Santo, en caridad sincera, en la palabra de verdad, en el poder de Dios;
-????? mediante las armas de la justicia, a diestro y siniestro;
-????? en gloria e ignominia, en calumnia y en buena fama;
-????? tenidos por impostores, siendo veraces;
-????? como desconocidos, aunque bien conocidos;
-????? como quienes est?n a la muerte, pero vivos;
-????? como castigados, aunque no condenados a muerte;
-????? como tristes, pero siempre alegres;
-????? como pobres, aunque enriquecemos a muchos;
-????? como quienes nada tienen, aunque todo lo poseemos" (2Cor6,3-10).

SER FIELES:

-????? POR COHERENCIA DE VIDA Y TESTIMONIO
-????? POR NO DAR A NADIE MOTIVO DE ESC?NDALO

5.- FRUTOS DE LA FIDELIDAD

Tema de la Jornada Mundial de Oraci?n por las Vocaciones:

"El testimonio suscita vocaciones"

  1. LA FIDELIDAD ES LA MEJOR PROFEC?A (Benedicto XVI)
  2. INCREMENTA EL AMOR Y LA AMISTAD CON JESUS
  3. INCREMENTA EL AMOR A LAS PERSONAS.
  4. LA FIDELIDAD PRODUCE PAZ Y ALEGR?A.
  5. HACE M?S EFICAZ NUESTRO MINISTERIO

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Domingo, 15 de agosto de 2010

Estatutos de la Acci?n Cat?lica en la Di?cesis de San Crist?bal de Laguna, publicados en el Bolet?n Oficial del Obispado de Tenerife n. 4-5, ABRIL-MAYO 2010.

ESTATUTOS DE ACCI?N CAT?LICA GENERAL EN LA DI?CESIS DE SAN CRIST?BAL DE LA LAGUNA

PRE?MBULO

Del 6 al 9 de diciembre de 2007, y bajo el lema "A vino nuevo, odres nuevos" se celebraron en la ciudad de Huesca, la IV Asamblea General del Movimiento de J?venes de Acci?n Cat?lica y la Asamblea General Extraordinaria del movimiento Acci?n Cat?lica General de Adultos.

Estas Asambleas Generales fueron el punto culminante del trabajo y reflexi?n llevado a cabo durante los ?ltimos a?os por los movimientos de Acci?n Cat?lica General en torno al documento "La Acci?n Cat?lica General. Proyecto de nueva configuraci?n". En el mismo, una vez exami?nada la coincidencia de misi?n, espiritualidad, formaci?n metodolog?a de trabajo y sentido de la organizaci?n de los movimientos, y estimando ser?vir mejor a la pastoral general de la Iglesia, se recoge la idea de una reali?dad organizativa de nueva creaci?n, que facilite el itinerario formativo cris?tiano de las personas, desde la infancia a la juventud y de ?sta a la edad adulta, dentro de un marco ?nico. As?, se pretende facilitar a la Iglesia una propuesta integrada para la configuraci?n de un laicado formado y militan?te capaz de encarnar la Nueva Evangelizaci?n desde las parroquias y com?prometido en el mundo desde el entorno social de estas.

La Asamblea del Movimiento de J?venes de Acci?n Cat?lica y la de Acci?n Cat?lica General de Adultos aprobaron con mayor?as amplias y suficientes el nuevo "Proyecto de Acci?n Cat?lica General. Nueva confi?guraci?n". A esta decisi?n tambi?n se han sumando di?cesis provenientes del Movimiento Junior de Acci?n Cat?lica y que dejaron de estar vincula?das al nivel general de dicho movimiento.

Con esta realidad, se asume una nueva configuraci?n, y, para ello, se solicita a la Conferencia Episcopal Espa?ola una fusi?n de los dos movimientos y se acuerda elaborar unos nuevos Estatutos para hacerlo posible jur?dicamente.

El movimiento Acci?n Cat?lica General, a partir del momento de la aprobaci?n de estos estatutos, recoger? a todos los efectos (eclesiales, civiles, jur?dicos y econ?micos) la misi?n, espiritualidad, tradici?n, forma de comprender la formaci?n cristiana y sentido de la organizaci?n de los dos movimientos: Movimiento de J?venes de Acci?n Cat?lica y Acci?n Cat?lica General de Adultos, y la inspiraci?n del trabajo de los ni?os desde la Acci?n Cat?lica.

En la Di?cesis de San Crist?bal de La Laguna han estado presen?tes los movimientos de J?venes de Acci?n Cat?lica, Acci?n Cat?lica General de Adultos y Junior. Los militantes de estos movimientos han par?ticipado en la reflexi?n y en el proceso de trabajo y aprobaci?n del citado "Proyecto de Acci?n Cat?lica General. Nueva configuraci?n" y contando con el apoyo del Obispo Diocesano han apostado por la fusi?n de dichos movimientos para constituir la nueva realidad del movimiento Acci?n Cat?lica General a -nivel diocesano a la que jur?dicamente pretenden dar respuesta los presentes estatutos.

T?TULO I. Denominaci?n, fines y domicilio
CAP?TULO I. De la denominaci?n

Art?culo 1.

Acci?n Cat?lica General en la Di?cesis de San Crist?bal de La Laguna Tenerife es un Movimiento de ?mbito diocesano, integrado en el movimiento de ?mbito estatal Acci?n Cat?lica General. Tiene personalidad jur?dica propia, como asociaci?n p?blica de fieles y se rige por los presen?tes Estatutos, por los Estatutos del movimiento de ?mbito estatal Acci?n Cat?lica General, por las Bases Generales de la Acci?n Cat?lica Espa?ola, por los Estatutos de la Federaci?n de Movimientos de Acci?n Cat?lica y por las disposiciones del Derecho Can?nico que le sean de aplicaci?n.

CAP?TULO II. De los fines

Art?culo 2.

De acuerdo con la finalidad y caracter?sticas de la Acci?n Cat?lica Espa?ola, el fin del movimiento Acci?n Cat?lica General es la evangelizaci?n de las personas y de los propios ?mbitos en que est? inmersa la parroquia.

Esto implica que son tambi?n fines de la entidad:

Impulsar un laicado maduro y consciente, evangelizador, misionero y militante.

Impulsar la evangelizaci?n de los ?mbitos en los que est? inmersa la parroquia.

Contribuir a la unidad de la comunidad parroquial en la misi?n y a la corresponsabilidad de todos sus miembros.

Art?culo 3.

Como Movimiento de Acci?n Cat?lica, y siguiendo la doctrina del Concilio Vaticano II, se rige por los siguientes principios:

1) Fin apost?lico: Acci?n Cat?lica General asume como propio "el fin apost?lico de la Iglesia, es decir, la evangelizaci?n y santificaci?n de todos los hombres y la formaci?n cristiana de sus conciencias de tal manera que puedan imbuir del esp?ritu del evangelio las diversas comuni?dades y los diversos ambientes" (AA 20 a).

2) Direcci?n seglar: los seglares de Acci?n Cat?lica General "aportan su experiencia y asumen responsabilidad en la direcci?n de esta organizaci?n, en el examen diligente de las condiciones en que ha de ejer?cerse la acci?n pastoral de la Iglesia y en la elaboraci?n y desarrollo del m?todo de acci?n" (AA 20 b).

3) Organizaci?n: en el Movimiento Acci?n Cat?lica General "los seglares trabajan unidos a la manera de un cuerpo org?nico de forma que se manifieste mejor la comunidad de la Iglesia y resulte m?s eficaz el apostolado" (AA 20 c).

4) Vinculaci?n con la jerarqu?a: Acci?n Cat?lica General des?arrolla su misi?n en "directa cooperaci?n con el apostolado jer?rquico", y act?an "bajo la direcci?n superior de la misma jerarqu?a" (AA 20 d).

Art?culo 4.

Respetando siempre su naturaleza y finalidades esenciales, descri?tas en el art?culo anterior, la Acci?n Cat?lica General:

Actuar? como Entidad Prestadora de Servicios a la Juventud.

Actuar? como Entidad Prestadora de Servicios y promoci?n de la Infancia y su asociacionismo.

Actuar? como Entidad Prestadora de Servicios a las perso?nas Mayores.

Actuar? como Entidad Agente de promoci?n socio-cultural y de la Mujer.

CAP?TULO III. Del domicilio

Art?culo 5.

El domicilio del movimiento Acci?n Cat?lica General en la Di?cesis de San Cristobal de La Laguna - Tenerife se fija en Casa de la Iglesia, 4' planta La Verdellada (trasera del Seminario Diocesano) en San Crist?bal de La Laguna. Puede ser trasladado a otro lugar por decisi?n de la Asamblea Diocesana, ratificada por el Obispo Diocesano.

?T?TULO II. Los miembros, su admisi?n, derechos y obligaciones
CAP?TULO I. De los miembros

?Art?culo 6.

Es miembro del movimiento Acci?n Cat?lica General el cristiano/a laico/a (ni?o, joven o adulto) que, tras realizar un proceso de formaci?n ini?cial en el que ha tomado conciencia de su vocaci?n bautismal, se propone

vivir su fe formando parte de un equipo de militantes de Acci?n Cat?lica General en el que lleva a cabo su proceso de formaci?n, comparte su Proyecto de Vida y celebra su fe en la comunidad parroquial.

Tendr? como campo preferente de evangelizaci?n la vida social del ?mbito de la parroquia y aquellas tareas evangelizadoras que la parroquia desarrolle. Debe saberse unido a una organizaci?n de ?mbito parroquial, diocesano y general, y ser corresponsable con su sostenimiento.

Art?culo 7.

El miembro del Movimiento se compromete a:

Vivir, como disc?pulo de Jes?s y en proceso permanente de forma?ci?n y conversi?n personal, los valores del Evangelio por la profundizaci?n en la fe de la Iglesia a partir de la vida y de la Palabra; la celebraci?n de los Sacramentos, especialmente de la Eucarist?a y la Reconciliaci?n, la pr?cti?ca de la oraci?n personal y comunitaria y el crecimiento constante en la comuni?n eclesial.

Testimoniar personal y comunitariamente la fe en Jesucristo Resucitado, trabajando en solidaridad con todas las personas de buena voluntad en favor de un "hombre nuevo" y una sociedad nueva seg?n Dios, en la que reinen la Verdad, la Justicia, la Libertad, el Amor y la Paz.

Anunciar el mensaje evang?lico al mundo invitando a todas las personas a adherirse a Jesucristo, a incorporarse a la comunidad de quienes creen en ?l y a trabajar por su Reino, a fin de que todas las personas alcan?cen en Cristo la salvaci?n eterna.

Asociarse con este fin de modo estable.

Art?culo 8.

Dentro del Movimiento existir?n los siguientes tipos de miembros: Adultos, que ser?n los miembros mayores de 30 a?os de edad. J?venes, que ser?n los miembros que tengan entre 15 y 30 a?os. Ni?os, que ser?n los miembros de 7 a 14 a?os.

Art?culo 9.

Cada uno de los sectores, Ni?os, J?venes y Adultos, se rige por los presentes Estatutos, y contar? con sus propios ?rganos decisorios de forma que quede asegurada su autonom?a en las materias que le son propias.

El Movimiento, a trav?s de su Asamblea Diocesana, podr? estable?cer un Reglamento de R?gimen Interno que regule la participaci?n, sin dere?cho a voto, de ni?os y j?venes menores de edad en los ?rganos de direcci?n.

a su sostenimiento y trabajar para que se cumplan sus objetivos. Asimismo, gozan de todos los derechos derivados de los presentes Estatutos.

CAP?TULO II. De la admission

Art?culo 10.

Antes de asumir la condici?n de miembro del Movimiento, se esta?blece un per?odo de "formaci?n inicial", que permita descubrir las exigen?cias del compromiso que la incorporaci?n al Movimiento representa. Las personas que est?n en esta situaci?n no tienen derecho a voto, pero pueden participar en las actividades que se fijen por el Movimiento.

Art?culo 11.

La admisi?n de miembros de pleno derecho en el Movimiento se hace a trav?s de la Comisi?n Diocesana, a propuesta de las representacio?nes parroquiales. La Comisi?n Diocesana est? obligada a dar cuenta de la admisi?n de los miembros a la Comisi?n Permanente del Movimiento a efectos del Libro de Registro de Miembros, en orden a asegurar los dere?chos y deberes de los mismos derivados de los presentes Estatutos.

Art?culo 12.

La admisi?n en el Movimiento de los ni?os y de los j?venes que sean menores de edad debe contar con el consentimiento de quien ejerza su representaci?n legal, seg?n la legislaci?n vigente.

CAP?TULO III. De los deberes y derechos

Art?culo 13.

Los miembros del Movimiento tienen el deber de cumplir los acuer?dos adoptados por los ?rganos del Movimiento, contribuir econ?micamente

?

CAP?TULO IV. De la p?rdida de condici?n de miembro

?Art?culo 14.

La condici?n de miembro del Movimiento se pierde a petici?n pro?pia, o de quien ejerza la representaci?n legal si es un menor, o por decisi?n de la Comisi?n Diocesana cuando un militante haya dejado de participar durante un tiempo prolongado o haya actuado en contradicci?n con los objetivos y fines del Movimiento, tras haber sido amonestado sobre su comportamiento sin resultado positivo.

Contra la decisi?n de la Comisi?n Diocesana, el miembro expulsa?do puede recurrir a la mediaci?n de los ?rganos superiores contemplados en los presentes Estatutos y, en ?ltimo t?rmino, al Obispo Diocesano.

CAP?TULO V De la exclusi?n del nivel general del Movimiento

Art?culo 15.

Cualquier grupo del movimiento Acci?n Cat?lica General que no acepte los presentes Estatutos o se constituya en grupo independiente de los ?rganos representativos del Movimiento quedar? excluido del mismo y no podr? seguir utilizando las mismas siglas.?

T?TULO III. Estructura interna y ?rganos de direcci?n y gobierno
CAP?TULO I. Estructura b?sica

Art?culo 16.

Acci?n Cat?lica General es un movimiento con:

Tres Sectores: Ni?os, J?venes y Adultos.

Tres niveles organizativos: Parroquial, Diocesano y General. Art?culo 17.

La di?cesis es el ?mbito b?sico de la estructura organizativa del Movimiento.

CAP?TULO II. Del nivel Diocesano

Art?culo 18.

En el nivel Diocesano los ?rganos del movimiento Acci?n Cat?lica General son:

La Asamblea Diocesana.

Las Asambleas Diocesanas Sectoriales.

La Comisi?n Diocesana.

Las Coordinadoras Diocesanas Sectoriales.

a)?? De la Asamblea Diocesana?

Art?culo 19.

La Asamblea Diocesana es el m?ximo ?rgano de di?logo y deci?si?n del movimiento Acci?n Cat?lica General en la di?cesis. Tiene las siguientes funciones:

Formular las l?neas maestras de las actividades del Movimiento para que ?ste cumpla sus fines en sinton?a con el Plan Pastoral de la di?ce?sis y con el nivel General de Movimiento.

Delegar en las Asambleas Diocesanas Sectoriales la facultad de examinar y decidir en las materias que les sean propias.

Revisar, y en su caso ratificar, las decisiones que tomen las Asambleas Diocesanas Sectoriales y la Comisi?n Diocesana.

Elegir al Presidente Diocesano.

Tomar, como m?ximo ?rgano del Movimiento en la di?cesis, cual?quier tipo de decisi?n, dentro de la finalidad del Movimiento, incluida la propuesta al Obispo Diocesano de modificaci?n de los Estatutos que la pru?dencia aconseje.

Elegir a los representantes de la di?cesis en la Asamblea General.??

De la periodicidad

Art?culo 20.

La Asamblea Diocesana tendr? lugar con car?cter ordinario una vez al a?o, cuando haya Asamblea General y con car?cter extraordinario cuando as? lo decida la Comisi?n Diocesana o lo soliciten por escrito un tercio de los miembros de pleno derecho del Movimiento.

De la convocatoria, constituci?n y torna de decisiones

Art?culo 21.

La convocatoria de la Asamblea Diocesana, tanto ordinaria como extraordinaria, corresponde al Presidente y deber? realizarse por escrito, al menos con diez d?as de antelaci?n, consign?ndose el d?a, hora y lugar de la reuni?n junto con el orden del d?a.

Cuando se produzca una solicitud de Asamblea Diocesana extraor?dinaria por un tercio de los miembros de pleno derecho del Movimiento, el Presidente la convocar? lo antes posible y siempre antes de tres meses a contar desde el d?a de la solicitud.

Art?culo 22.

La Presidencia de la Asamblea corresponde al Presidente Diocesano del Movimiento. Act?a de Secretario quien ocupa el cargo de Secretario en la Comisi?n Diocesana.?

La Asamblea queda v?lidamente constituida cuando concurra, en primera convocatoria, la mayor?a absoluta de los miembros de pleno dere?cho, y con los que hubiere en segunda convocatoria.

Art?culo 23.

La Asamblea Diocesana est? formada por todos los miembros ni?os, j?venes y adultos, del Movimiento en la di?cesis. Son, en ella, miembros de pleno derecho los miembros mayores de edad.

Art?culo 24.

Son miembros de la Asamblea con voz, pero sin voto:

Los miembros del Movimiento menores de edad.

Las personas que se encuentren en la etapa de formaci?n inicial. Los Consiliarios.

Art?culo 25.

Para la toma de decisiones en los ?rganos de decisi?n, coordina?ci?n y ejecutivos se tender? en lo posible al consenso. Cuando este no fuera posible se har? por votaci?n, siendo preceptivo lo que acuerden los presen?tes Estatutos.

Art?culo 26.

En la Asamblea cada miembro de pleno derecho tiene un voto. Los acuerdos se tomar?n por mayor?a de los dos tercios de los votos emitidos y, caso de que no la hubiese, en segunda votaci?n por mayor?a absoluta. La elecci?n de Presidente se har? en primera votaci?n por mayor?a de dos ter?cios, en segunda votaci?n por mayor?a absoluta y en tercera votaci?n por mayor?a simple. En el caso de modificaci?n de Estatutos se requerir? expre?samente la mayor?a de dos tercios.

De la constancia de acuerdos

Art?culo 27.

Los acuerdos deber?n consignarse en la correspondiente Acta, que contendr? la relaci?n de asistentes, los asuntos tratados, los acuerdos adop?tados y el resultado de las votaciones, que ir? suscrita por el Secretario con el visto bueno del Presidente Diocesano, y transcrita al Libro de Actas.

b) De las Asambleas Diocesanas Sectoriales Art?culo 28.

Las Asambleas Diocesanas Sectoriales son el ?rgano de di?logo y decisi?n de cada uno de los sectores (Ni?os, J?venes y Adultos) del movi?miento Acci?n Cat?lica General en las di?cesis.

Es competencia de la Asamblea Diocesana Sectorial examinar y deci?dir en las materias propias de cada sector, seg?n marque la Asamblea Diocesana.

De la convocatoria, constituci?n y toma de decisiones

Art?culo 29.

La convocatoria de la Asamblea Diocesana Sectorial, corresponde al Presidente y deber? realizarse por escrito, al menos con diez d?as de ante?laci?n, consign?ndose el d?a, hora y lugar de la reuni?n junto con el orden del d?a, pudi?ndose celebrar de forma aislada o integrada dentro de la Asamblea Diocesana.

Art?culo 30.

La Asamblea queda v?lidamente constituida cuando concurra, en primera convocatoria, la mayor?a absoluta de los miembros de pleno dere?cho, y con los que hubiere en segunda convocatoria.

Art?culo 31.

Las Asambleas Diocesanas Sectoriales est?n formadas por todos los miembros ni?os, j?venes y adultos, de cada uno de los sectores del Movimiento en la di?cesis. La Asamblea Diocesana Sectorial de Ni?os est? formada, adem?s, por los acompa?antes de cada uno de los equipos de militantes de ni?os. Son miembros de pleno derecho los miembros mayo?res de edad de cada una de ellas.

Art?culo 32.

Son miembros de las Asambleas Diocesanas Sectoriales con voz, pero sin voto:

Los miembros de los sectores del Movimiento en la di?ce?sis, menores de edad.

Las personas que se encuentren en la etapa de formaci?n inicial. Los Consiliarios.

Art?culo 33.

En la Asamblea Diocesana Sectorial cada miembro de pleno dere?cho tiene un voto. Los acuerdos se tomar?n por mayor?a de los dos tercios de los votos emitidos y, caso de que no la hubiese, en segunda votaci?n por mayor?a absoluta.

De la constancia de acuerdos

Art?culo 34.

Los acuerdos deber?n consignarse en la correspondiente Acta, que contendr? la relaci?n de asistentes, los asuntos tratados, los acuerdos adoptados y el resultado de las votaciones, para su ratificaci?n en la Asamblea General.

c) De las Coordinadoras Diocesanas Sectoriales?

Art?culo 35.

Las Coordinadoras Diocesanas Sectoriales son los ?rganos dinamizadores de las tareas de cada sector. Se encargar?n del trabajo que marca la Asamblea Diocesana y las Asamblea Diocesanas Sectoriales.

Las Coordinadoras Diocesanas Sectoriales est?n formadas por una representaci?n de los equipos de cada sector seg?n la realidad de la di?ce?sis, acompa?adas por el responsable del sector correspondiente.

e) De la Comisi?n Diocesana

De la naturaleza y funciones

Art?culo 36.

La Comisi?n Diocesana es el ?rgano ejecutivo y m?ximo respon?sable de todas las tareas del Movimiento en la di?cesis. Mantiene la comu?nicaci?n habitual con el Obispo.

Sus funciones son las siguientes:

Ejecutar los acuerdos tomados en la Asamblea Diocesana. Coordinar la vida de la Acci?n Cat?lica General.

Hacer un seguimiento de la marcha del Movimiento en las distin?tas parroquias donde est? implantado.

Coordinar y dinamizar los equipos de trabajo a nivel diocesano. Ser responsable directo de las publicaciones del Movimiento. Realizar las tareas de difusi?n del Movimiento.

Le corresponde la b?squeda de recursos, as? como la direcci?n eco?n?mica y patrimonial del Movimiento.

Informar a la Comisi?n Permanente del Movimiento puntualmen?te acerca de la composici?n de los ?rganos responsables, el censo de miem?bros y el resultado de la actividad econ?mica.

Art?culo 37.

La Comisi?n Diocesana est? compuesta, al menos, por los siguien?tes miembros:

Presidente/a.

Consiliario Diocesano, con voz pero sin voto. Responsable del Sector de Ni?os.

Responsable del Sector de J?venes.

Responsable del Sector de Adultos.

Podr?n ser elegidos adem?s hasta un m?ximo de tres vocales para la realizaci?n de aquellas tareas que el Movimiento considere necesarias.

La Vicepresidencia, Responsabilidad de Secretar?a y la Responsabilidad de Tesorer?a ser?n asumidas por los Responsables de Sector.

Para esta composici?n debe cuidarse el equilibrio entre j?venes y adultos y la representatividad de todos los sectores.

Art?culo 38.

La Comisi?n Diocesana se re?ne como m?nimo una vez al mes y cuando el Presidente Diocesano estime necesario convocarla. El Orden del D?a lo establece la propia Comisi?n Diocesana. Para la validez de las reu?niones se requiere la asistencia de la mayor?a de sus miembros. Los acuer?dos se toman por mayor?a de los presentes. Las actas de las reuniones son firmadas por el Secretario y Presidente, o por quienes actuaron como tales en ausencia de alguno de estos.

De los miembros de la Comisi?n Diocesana

Art?culo 39.

El Presidente del movimiento Acci?n Cat?lica General en la Di?cesis de San Crist?bal de La Laguna - Tenerife preside la Comisi?n Diocesana. Tambi?n le corresponde representar al movimiento en aquellos organismos de los que ?ste forme parte, pudiendo delegar esta representa?ci?n en alg?n miembro de la Comisi?n Diocesana.

Compete tambi?n al Presidente Diocesano convocar y presidir las reuniones de los ?rganos de gobierno del Movimiento en su ?mbito Diocesano y llevar la firma social con el Secretario y el Tesorero en los asuntos de competencia de ?stos y participar en los Plenos Generales del Movimiento y en aquellos ?mbitos organizativos a los que se le convoque.

El Presidente nombrar? a un Vicepresidente de entre los Responsables de Sector que lo suplir? en caso de dimisi?n, ausencia o incapacidad.

Art?culo 40.

Corresponde al Secretario/a:

La redacci?n de las actas de las Asambleas y Coordinadoras Diocesanas.

La custodia de los libros, documentos y sellos del Movimiento.

La actualizaci?n del Registro de miembros y comunicaci?n a la Comisi?n Permanente del Movimiento.

Librar las certificaciones con relaci?n a los libros y documentos del Movimiento.

Art?culo 41.

Corresponde al Tesorero/a:

La gesti?n econ?mica ordinaria seg?n presupuestos aprobados en Asamblea Diocesana bajo dependencia y vigilancia de la Comisi?n Diocesana.

La custodia de los fondos del Movimiento y los libros de contabi?lidad, as? como tener al d?a el inventario de los bienes propiedad del Movimiento.

Llevar al d?a el registro de las aportaciones econ?micas de los miembros y enviar puntualmente al nivel general la aportaci?n diocesana.

Art?culo 42.

Para los actos que exceden el presupuesto econ?mico ordinario es com?petente el Presidente Diocesano, con el consentimiento de la Comisi?n Diocesana.

Art?culo 43.

Corresponde a los Responsables de Sector:

Animar el desarrollo de la tarea evangelizadora en el sector corres?pondiente (ni?os, j?venes y adultos).

Impulsar y asegurar los procesos formativos en el sector, con los medios que sean necesarios.

Coordinar todos los equipos del nivel diocesano correspondientes al sector.

Recopilar, ordenar y archivar todos los materiales y documentos correspondientes a su sector.

Mantener las relaciones institucionales, delegadas por el Presidente, y que correspondan a su sector.

Participar en las Coordinadoras Generales y en los espacios orga?nizativos a los que se les convoque.

Art?culo 44.

El Consiliario Diocesano es un sacerdote que ejerce su ministerio en el seno del movimiento Acci?n Cat?lica General, en orden a la repre?sentaci?n del ministerio pastoral, la comuni?n eclesial del Movimiento, la fidelidad a la tarea encomendada al Movimiento por la Iglesia, as? como el acompa?amiento en la fe de los miembros de la Comisi?n Diocesana.

El Consiliario Diocesano promover? un espacio de encuentro, for?maci?n y di?logo entre los consiliarios de los equipos de militantes de Acci?n Cat?lica General. Asimismo, a trav?s de este equipo, se promove?r?n encuentros diocesanos de consiliarios en orden a procurar una ayuda a los mismos en su tarea de animaci?n en la fe en los equipos de militantes de Acci?n Cat?lica General.

Participar? en el Equipo General de Consiliarios y en aquellos ?mbitos organizativos a los que se le convoque.

CAP?TULO III Del nivel Parroquial

Art?culo 45.

El nivel parroquial es el nivel elemental de concreci?n de la Iglesia particular y, por tanto, el nivel en torno al cual se asienta la organizaci?n del movimiento Acci?n Cat?lica General. El ?rgano b?sico de funciona?miento del Movimiento en la Parroquia es el Equipo de militantes: es el equipo formado por los miembros del Movimiento con una edad y/o momento de su etapa formativa similar. Los equipos parroquiales de ni?os, de j?venes y de adultos, son el primer ?mbito comunitario y el lugar b?si?co de encuentro, formaci?n, revisi?n de vida, oraci?n, reflexi?n, toma de decisiones...

Art?culo 46.

Dependiendo de las circunstancias particulares, adem?s del ?rgano b?sico se podr? establecer una Coordinadora Parroquial, compuesta por representantes de los equipos que haya en la parroquia y el p?rroco por ser el consiliario natural del Movimiento. Juntos programar?n desde las nece?sidades y prioridades de la parroquia.

CAP?TULO IV. De la elecci?n de cargos y nombramientos

Art?culo 47.

Todos los miembros del Movimiento mayores de edad podr?n ser elegidos para desempe?ar los diversos cargos si est?n al corriente de sus cuotas y obligaciones. El Presidente/a es elegido por la Asamblea Diocesana, por un per?odo de tres a?os, pudiendo desarrollar un m?ximo de dos mandatos consecutivos.

Art?culo 48.

El nombramiento de Presidente, es competencia del Obispo Diocesano, seg?n el modo siguiente:

El Movimiento, seg?n el procedimiento propio que tiene estableci?do, elabora una terna de candidatos que presenta al Obispo, en orden a obtener la aprobaci?n correspondiente. De entre aquellos nombres que hayan obtenido el visto bueno, el Movimiento proceder? a la elecci?n de quien considere m?s id?neo y lo presentar? al Obispo Diocesano para su nombramiento.

Art?culo 49.

El nombramiento de Consiliario corresponde al Obispo Diocesano, despu?s de o?r a los miembros de la Comisi?n Diocesana.

T?TULO IV. R?gimen econ?mico

Art?culo 50.

El movimiento Acci?n Cat?lica General puede adquirir, poseer, gravar y enajenar y, en general, administrar los bienes necesarios para el cumplimiento de sus fines.

Art?culo 51.

En la administraci?n de los bienes propiedad del Movimiento tie?nen aplicaci?n las normas can?nicas sobre los bienes de las personas jur??dicas p?blicas de la Iglesia. Por consiguiente, en las enajenaciones y arren?damientos de bienes, cuyo valor supere la cantidad establecida por el Derecho, adem?s de los requisitos previos del Art?culo 42, se requiere la licencia de la autoridad eclesi?stica competente, dada por escrito.

Art?culo 52.

El movimiento Acci?n Cat?lica General cuenta con los recursos siguientes:

Todos los bienes patrimoniales, muebles e inmuebles, procedentes de los Movimientos que se han integrado en ?l as? como los de todos aque?llos Movimientos que se integren en el futuro.

Los bienes muebles e inmuebles a ?l entregados para el cumpli?miento de sus fines.

Las aportaciones ordinarias y extraordinarias de los miembros.

Donativos, herencias, legados, as? como subvenciones que puedan ser concedidas por entidades p?blicas o privadas y por particulares.

Los frutos e intereses que produzcan los bienes del Movimiento.

Cualquier otro ingreso que pueda obtenerse a trav?s de las activi?dades que realiza el Movimiento.

Art?culo 53.

El Movimiento tiene responsabilidad propia ante la Ley y debe res?ponder ante la misma de los actos civilmente ejecutados a trav?s de sus representantes, de acuerdo con los art?culos precedentes.

Si el Movimiento comisiona o autoriza a alguno de sus miembros para que realice determinados actos de orden econ?mico, el Movimiento responde por entero de la suerte de estos actos, dentro de los l?mites de la comisi?n o autorizaci?n.

T?TULO V. Disoluci?n y liquidaci?n

Art?culo 54.

La disoluci?n del movimiento Acci?n Cat?lica General es competencia del Obispo, el cual podr? tomar su decisi?n por propia iniciativa, despu?s de o?r a la Comisi?n Diocesana del Movimiento. o previo acuerdo de disoluci?n tomado por la Asamblea Diocesana, expresamente convocada para este fin en sesi?n extraordinaria, por mayor?a de dos tercios de los asistentes, constatada la presencia de dos tercios de los miembros de pleno derecho.

Art?culo 55.

Verificada la disoluci?n del movimiento Acci?n Cat?lica General, los bienes remanentes pasan a la Coordinadora, Junta o Consejo Diocesano de Acci?n Cat?lica, o a los fines que determi?ne la Asamblea Diocesana de acuerdo con los objetivos del Movimiento y salva siempre la voluntad de los donantes.

DISPOSICIONES TRANSITORIAS

Primera.

Desde que estos Estatutos sean aprobados por el Obispo Diocesano, hasta que tenga lugar la Asamblea de Constituci?n del Movimiento Acci?n Cat?lica General en la di?cesis se funcionar? seg?n los Estatutos del Movimiento de J?venes de Acci?n Cat?lica, de Acci?n Cat?lica General de Adultos y del Movimiento Junior de Acci?n Cat?lica.

Segunda.

Se nombrar? una Comisi?n Gestora paritaria, elegida por los movi?mientos fusionados en la di?cesis, a fin de llevar a cabo las actuaciones necesarias para poner en funcionamiento el Movimiento Acci?n Cat?lica General, incluida la convocatoria de la primera Asamblea Diocesana.


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Reflexi?n de Jos? Antonio Pagola al evangelio de la Fiesta de la Asunci?n de la Virgen Mar?a 2010, ofrecida por la Delegaci?n Diocesana de Ense?anza de la di?cesis de Tenerife.

SEGUIDORA FIEL DE JES?S?

???????? Los evangelistas presentan a la Virgen con rasgos que pueden reavivar nuestra devoci?n a Mar?a, la Madre de Jes?s. Su visi?n nos ayuda a amarla, meditarla, imitarla, rezarla y confiar en ella con esp?ritu nuevo y m?s evang?lico.

???????? Mar?a es la gran creyente. La primera seguidora de Jes?s. La mujer que sabe meditar en su coraz?n los hechos y las palabras de su Hijo. La profetisa que canta al Dios, salvador de los pobres, anunciado por ?l. La madre fiel que permanece junto a su Hijo perseguido, condenado y ejecutado en la cruz. Testigo de Cristo resucitado, que acoge junto a los disc?pulos al Esp?ritu que acompa?ar? siempre a la Iglesia de Jes?s.

???????? Lucas, por su parte, nos invita a hacer nuestro el canto de Mar?a, para dejarnos guiar por su esp?ritu hacia Jes?s, pues en el "Magn?ficat"? brilla en todo su esplendor la fe de Mar?a y su identificaci?n maternal con su Hijo Jes?s.

???????? Mar?a comienza proclamando la grandeza de Dios: ?mi esp?ritu se alegra en Dios, mi salvador, porque ha mirado la humillaci?n de su esclava?. Mar?a es feliz porque Dios ha puesto su mirada en su peque?ez. As? es Dios con los sencillos. Mar?a lo canta con el mismo gozo con que bendice Jes?s al Padre, porque se oculta a ?sabios y entendidos? y se revela a ?los sencillos?. La fe de Mar?a en el Dios de los peque?os nos hace sintonizar con Jes?s.

???????? Mar?a proclama al Dios ?Poderoso? porque ?su misericordia llega a sus fieles de generaci?n en generaci?n?. Dios pone su poder al servicio de la compasi?n. Su misericordia acompa?a a todas las generaciones. Lo mismo predica Jes?s: Dios es misericordioso con todos. Por eso dice a sus disc?pulos de todos los tiempos: ?sed misericordiosos como vuestro Padre es misericordioso?. Desde su coraz?n de madre, Mar?a capta como nadie la ternura de Dios Padre y Madre, y nos introduce en el n?cleo del mensaje de Jes?s: Dios es amor compasivo.

???????? Mar?a proclama tambi?n al Dios de los pobres porque ?derriba del trono a los poderosos? y los deja sin poder para seguir oprimiendo; por el contrario, ?enaltece a los humildes? para que recobren su dignidad. A los ricos les reclama lo robado a los pobres y ?los despide vac?os?; por el contrario, a los hambrientos ?los colma de bienes? para que disfruten de una vida m?s humana. Lo mismo gritaba Jes?s: ?los ?ltimos ser?n los primeros?. Mar?a nos lleva a acoger la Buena Noticia de Jes?s: Dios es de los pobres.

???????? Mar?a nos ense?a como nadie a seguir a Jes?s, anunciando al Dios de la compasi?n, trabajando por un mundo m?s fraterno y confiando en el Padre de los peque?os.

Jos? Antonio Pagola?

Red evangelizadora BUENAS NOTICIAS
? 15 de agosto de 2010
Asunci?n de Mar?a (C)
Lucas 1, 39-56


Publicado por verdenaranja @ 17:52  | Espiritualidad
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Comentario al evangelio de la Fiesta de la Asunci?n de Mar?a publicado en el Diario de Avisos el domingo 15 de Agosto de 2010 bajo el ep?grafe ?DOMINGO CRISTIANO?

Busquen a la mujer

Daniel Padilla

Fue Alejandro Dumas el que, en "Los mohicanos de Par?s", escribi? esta frase: "Busquen a la mujer". Encerraba tanta filosof?a que, con el tiempo, se ha convertido en un refr?n de sagaz psicolog?a. Efectivamente, la mujer suele aparecer como inspiradora, impulsora o causante de much?simas acciones varoniles, grandes o peque?as, positivas o negativas. Detr?s de grandes ?xitos masculinos suele andar agazapada la figura de una mujer. Y detr?s de sus fracasos, tambi?n.

Juan Pablo II, en su documento sobre "La Dignidad de la mujer" escribe: "La mujer es una "provocaci?n para el hombre". S?, es la que va delante llamando, animando, recorriendo previamente un camino, que otros despu?s recorrer?n.

Pues bien. Al analizar ese acontecimiento supremo de la venida de Dios al mundo, se me antoja que tambi?n hay que "buscar a la mujer". Y resulta que "la mujer" est?: "La Virgen se llamaba Mar?a". Eso es justamente lo que trata de ense?arnos la liturgia de este domingo con Mar?a como protagonista. Y si hoy cantamos "alabanzas a Mar?a" y gozarnos cada domingo que el Se?or viene, est? y vendr?, es decir, podemos llamarle "Emmanuel", "busquen a la mujer", ya que ser? ella la que, desde el temblor y el amor de su fiat, de su s?, de su h?gase, hizo posible la maravilla.

Pero hay m?s, amigos. No piensen ni por un momento que el "fiat" de Mar?a fue un "h?gase" coyuntural y para el caso, como si fuera el primer y ?ltimo cap?tulo en la aventura del Dios humano. No piensen que luego ella se retir?, como esos personajes del teatro que dicen unas frases en el primer acto y luego se van, desaparecen. No. "Sigan buscando a la mujer". Y la encontrar?n siempre en todo el itinerario de Dios a los hombres.

Ya en la misma Palabra de Dios la encontramos en Ain-karin, en actitud de presencia y servicio hacia su prima. No se qued?, no, como figura decorativa en su casa. Pronto tradujo su "fiat" en acciones concretas: ayudar a la madre del precursor, para que el precursor llegara, a allanar el camino de aqu?l que iba a venir "para allanar los caminos del Se?or".

Hubo un momento, despu?s, en que las fuerzas del mal quisieron matar al "reci?n nacido Rey". Pues, "busquen a la mujer". Y all? la encontrar?n, comprometida y eficiente, salvando al Salvador, haciendo un camino, por desiertos y soledades, para aqu?l, que "era el Camino".

Luego vendr? el largo par?ntesis de Nazaret. Treinta a?os Dios escondido. Pues, "busquen a la mujer". Y ver?n que aquel Verbo de Dios, Sabidur?a increada, fue aliment?ndose en aquella escuela maternal "creciendo en edad, en sabidur?a y en gracia".

Tuvo que marcharse, claro est?, un d?a, por entre monta?as y valles, al lago y a las ciudades. Pareci? entonces que llegaba su independencia plena, "su hora", como ?l dec?a. Pero, no; "busquen otra vez a la mujer". Y all? estar?. O como intercesora sol?cita –"no tienen vino"- en las bodas de Can?. O como madre emocionada, escuchando la predicaci?n de su hijo: "Ah? est?n tu madre y tus hermanos…"

Suban, en fin, a la monta?a. "De una vez por todas va a ofrecer, como sacerdote ?nico, el sacrificio de la nueva y eterna alianza". Ya no hace falta que busquen a la mujer, porque el mismo Jes?s, desde la verdad de su holocausto, nos la muestra y ofrece: "Ah? tienen a la mujer. Ah? tienen a vuestra madre".

Yo tengo que terminar estas l?neas. No se puede entender la historia de nuestro pueblo canario sin ella, sin Mar?a de Candelaria. Pero la historia de la mujer no termina. S?panlo: en todos los entresijos blancos de la Historia de nuestras gentes o de nuestra particular andadura hacia Dios, ha estado, est? y estar? ella: la Mujer, la "dulce Virgen Mar?a" de Candelaria. Busquen a la Mujer desde la cumbre hasta la playa.


Publicado por verdenaranja @ 9:40  | Espiritualidad
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S?bado, 14 de agosto de 2010

ZENIT? publica la carta que ha dirigido a los Legionarios de Cristo el arzobispo Velasio De Paolis, C.S., delegado pontificio para la?Legi?n de Cristo.

Roma, 10 de julio de 2010?

?

Queridos hermanos en el Se?or:?


Con carta del 16 de junio de 2010, el Santo Padre Benedicto XVI me ha nombrado su "delegado para la Congregaci?n de los Legionarios de Cristo" [Cf. Carta del Papa a su delegado para los Legionarios de Cristo,ZENIT 23 de julio de 2010, nde.] y me ha conferido el encargo de gobernar en su nombre vuestro Instituto Religioso "durante el tiempo que sea necesario para completar el camino de renovaci?n y conducirlo a la celebraci?n de un Capitulo General Extraordinario, que tendr? como fin principal llevar a t?rmino la revisi?n de las Constituciones. El Santo Padre, mientras subraya "la necesidad y urgencia de un camino de profunda revisi?n del carisma del Instituto", expresa "el deseo de seguir de cerca, sostener y orientar tal camino". Para el Papa, el delegado pontificio es su delegado personal. Este al cumplir su tarea, debe obrar "como testigo tangible de mi (su) cercan?a, para que act?e en mi (su) nombre ante esa familia religiosa". En esa familia, o sea, vuestra congregaci?n, el Papa reconoce la presencia "de un gran numero de miembros" que demuestran "celo sincero " y una "fervorosa vida religiosa". El Papa no baja a mas detalles sobre c?mo el delegado cumplir? su tarea, sino que remite para las necesarias concreciones a un decreto posterior, que tendr? que establecer "algunas modalidades adicionales para el cumplimiento de tal Oficio". En espera de tales modalidades, podemos ya comenzar nuestro camino, sostenidos por la confianza y la oraci?n, y por la bendici?n del Santo Padre y de tantas almas buenas que os estiman y aprecian vuestro trabajo en la Iglesia [Nde: el decreto publicado posteriormente puede leerse en ZENIT, 23 de julio de 2010, Decreto sobre el delegado pontificio para los Legionarios de Cristo].?


En este momento me es grato subrayar que la Iglesia, despu?s de haber prestado la necesaria e indispensable atenci?n a los hechos, sucesos y personas --que habr?an amenazado de ra?z la misma congregaci?n si la misma Iglesia, con su amor lleno de sabidur?a, inspirada no en criterios de la carne sino del Esp?ritu, hubiera omitido su intervenci?n--, ahora la Iglesia, movida por ese mismo amor, contempla la hermosa realidad que sois vosotros, vuestra congregaci?n. El Papa, a trav?s de m?, quiere ahora acompa?aros en vuestro camino, para que, sin dejaros descorazonar por los tristes sucesos que quedan a vuestras espaldas, pod?is alegraros de vuestro presente, del don de la vocaci?n religiosa, sacerdotal y misionera que hab?is recibido. Tal vocaci?n viene del Coraz?n de Jes?s, de su amor. Quien ha comenzado su obra en el coraz?n de cada uno de vosotros, quien os ha preservado de los peligros que os han amenazado, la quiere llevar a cumplimiento. Por tanto, se trata en primer lugar de dar gracias al Se?or por la obra que ?l ha realizado de tantas maneras. Ciertamente, ha sido decisiva la intervenci?n del Se?or en vosotros a trav?s del ministerio de la Iglesia y que el mismo Se?or quiere continuar ahora por medio de su Iglesia. Os invito por tanto a agradecer al Se?or por su bondad, su misericordia y su fidelidad.?


Del agradecimiento pasamos a poner en marcha el camino de renovaci?n al que el Santo Padre nos invita. Esto implica tomar claramente conciencia de la situaci?n en que nos encontramos e individuar con nitidez las causas que nos han conducido al malestar y al sufrimiento interior de hoy. El Papa nos indica tambi?n el camino: principalmente un retomar en consideraci?n el carisma del instituto, y mas concretamente las normas constitucionales que son su expresi?n y protecci?n. La meta que el Santo Padre nos indica es la celebraci?n de un Capitulo Extraordinario de la Congregaci?n, en el que ser? aprobado el nuevo texto de las Constituciones. Ser? un camino individual y comunitario, sostenido por una postura de humildad, de intenso compromiso espiritual y de fortalecimiento de la vocaci?n. Deseamos que el camino se concluya con un renovado compromiso de fidelidad al Se?or en la vida religiosa y sacerdotal, con un pacto que renueve la alianza de amor entre vosotros y el Se?or, de modo que a la fidelidad eterna del Se?or corresponda en cada uno de vosotros la propia fidelidad, con un nuevo compromiso con El para siempre, para toda la vida, al servicio de su reino. Quiero pensar que os encontr?is entre los que el Santo Padre llama "el gran numero de miembros" llenos de celo y fervor.?


El camino de renovaci?n no es para poner en entredicho la propia vocaci?n, sino para volverla a considerar a fondo y renovar con un nuevo esp?ritu y una mas intensa participaci?n la propia adhesi?n a ella.?


Se puede entender que algunos est?n pasando por momentos dif?ciles, que algunos hayan pensado ya en otros caminos, y otros quiz? los est?n considerando. La vocaci?n es algo demasiado serio para que se pueda tomar una decisi?n sobre ella en un momento de desorientaci?n. Es preciso reencontrar la serenidad del esp?ritu y del alma, porque la decisi?n hay que tomarla delante de Dios, en la fidelidad a Jesucristo, que vosotros hab?is escogido como rey de vuestra vida. Tengamos paciencia. Recorramos con humildad y fe el camino de renovaci?n; consideremos juntos de nuevo la consagraci?n religiosa a la luz del carisma de la congregaci?n; releamos las constituciones sobre las que hab?is comprometido vuestra vida. Se trata, estoy seguro, de liberarlas de elementos que puedan ofuscar vuestro carisma, de modo que la vocaci?n en la profesi?n de los consejos evang?licos resplandezca plenamente en toda su belleza, para reforzar en vuestra vida la realeza de Cristo, que se ha manifestado en plenitud en el misterio de su Pascua. Siguiendo a Jes?s que, en su camino de amor, se ofrece libremente al Padre y a los hermanos para crear en su cuerpo de Resucitado la nueva criatura. Vuestra vocaci?n, como vuestra congregaci?n, se encuentra en vuestras manos, se conf?a a vuestra responsabilidad. La Iglesia os acompa?a; el Se?or es misericordioso y generoso: dona su Esp?ritu sin medida! Su gracia os precede, os acompa?a y os lleva a la meta.?


En este camino ayud?monos mutuamente en la oraci?n, sobre todo ante el altar del Se?or, y anim?monos unos a otros para sostenernos en la fidelidad a Jes?s, Rey de Reyes, Se?or de Se?ores: el Todo de nuestra vida.

?
Me complace confiaros a todos vosotros al coraz?n de la Sant?sima Madre de Dios y de la Iglesia, de cada uno de vosotros personalmente y de toda la Congregaci?n. Ella, que fue constituida por el Se?or custodia de su Hijo y de la Iglesia, os proteja y custodie en su amor a todos vosotros y a vuestra congregaci?n. El Se?or os bendiga y haga resplandecer sobre vosotros su rostro de paz y amor.??

+ Velasio De Paolis, C.S.

[Traducci?n del original en italiano]?


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ZENIT? publica las palabras que dirigi? Benedicto XVI el domingo 25 de Julio de 2010?a mediod?a al rezar la oraci?n mariana del ?ngelus junto a los peregrinos congregados en el patio de la residencia pontificia de Castel Gandolfo.

Queridos hermanos y hermanas:

El Evangelio de este domingo nos presenta a Jes?s recogido en oraci?n, algo apartado de sus disc?pulos. Cuando termin?, uno de ellos le dijo: "Se?or, ens??anos a orar" (Lucas?11, 1). Jes?s no puso objeciones, no habl? de f?rmulas extra?as o esot?ricas, sino que con mucha sencillez dijo: "Cuando or?is, decid: Padre...", y les ense?? el Padrenuestro (Cf. Lucas?11, 2-4), tom?ndolo de su misma oraci?n, con la que se dirig?a a Dios, su Padre. San Lucas nos refiere el Padrenuestro de una forma m?s breve que en el Evangelio de san Mateo, que ha pasado a formar parte del uso com?n. Nos encontramos ante las primeras palabras de la Sagrada Escritura que aprendemos desde ni?os. Se imprimen en la memoria, plasmando nuestra vida, nos acompa?an hasta la ?ltima respiraci?n. Revelan que "no somos todav?a de manera plena hijos de Dios, pero tenemos que llegar a serlo cada vez m?s a trav?s de nuestra comuni?n m?s profunda con Jes?s. Ser hijos es equivalente a seguir a Cristo" (Benedicto XVI,?"Ges? di Nazaret", Mil?n 2007, p. 168, "Jes?s de Nazaret", La esfera de los libros).

Esta oraci?n acoge y expresa tambi?n las necesidades materiales y espirituales: "Danos hoy nuestro pan de cada d?a, perdona nuestras ofensas" (Lucas 11, 3-4). Precisamente a causa de las necesidades y dificultades de cada d?a, Jes?s exhorta con fuerza: "Os aseguro: pedid y se os dar?, busca y encontrar?is, llamad y se os abrir?. Porque el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y al que llama, se le abre" (Lucas?11, 9-10). No es pedir para satisfacer los propios gustos, sino m?s bien para mantener la amistad con Dios, quien, como dice el Evangelio, "dar? el Esp?ritu Santo a aquellos que se lo pidan" (Lucas?11, 13). Lo han experimentado los antiguos "padres del desierto" y los contemplativos de todos los tiempos, convertidos, por la oraci?n, en amigos de Dios, como Abraham, que pidi? al Se?or que salvara a los pocos justos del exterminio de la ciudad de Sodoma (Cf.?G?nesis?18, 23-32). Santa Teresa de ?vila invitaba a sus hermanas, diciendo: tenemos que suplicar a Dios que nos libere de todo peligro para siempre y que nos aleje de todo mal. Y por m?s imperfecto que sea nuestro deseo, esforc?monos por insistir en nuestra petici?n. ?Qu? nos cuesta pedir mucho, dado que nos dirigimos al Todopoderoso?"?(Cf. Cammino, 60 (34), 4, in?Opere complete, Milano 1998, p. 846). Cada vez que rezamos el Padrenuestro, nuestra voz se entrecruza con la de la Iglesia, pues quien reza nunca reza solo. "Todo fiel tendr? que buscar y podr? encontrar en la verdad y riqueza de la oraci?n cristiana, ense?ada por la Iglesia, su propio camino, su propia manera de oraci?n... se dejar? por tanto conducir... por el Esp?ritu Santo, que le gu?a, a trav?s de Cristo al Padre" (Congregaci?n para la Doctrina de la Fe, Carta sobre algunos aspectos de la meditaci?n cristiana?-?Orationis formas, 15 de octubre de 1989, 29).

Hoy se celebra la fiesta del ap?stol Santiago, llamado "el Mayor", que dej? a su padre y el trabajo de pescador para seguir a Jes?s y por ?l fue el primer ap?stol en dar la vida. ?De coraz?n dirijo un saludo especial a los peregrinos que en gran n?mero se han congregado en Santiago de Compostela! Que la Virgen Mar?a nos ayude a redescubrir la belleza y la profundidad de la oraci?n cristiana.

[Tras rezar el ?ngelus, el Papa salud? a los peregrinos en varios idiomas. En italiano, dijo:]

Queridos hermanos y hermanas: he recibido, con dolor, la noticia de la tragedia acaecida en Duisburg, Alemania, en la que han fallecido numerosos j?venes. Encomiendo al Se?or en la oraci?n a los difuntos, a los heridos, y a sus familiares.

[En espa?ol, dijo:]

Saludo con afecto a los peregrinos de lengua espa?ola. Queridos hermanos, el Evangelio de hoy nos invita a ser constantes en la plegaria, dirigi?ndonos a Dios con la oraci?n que Jes?s nos ense?? y los ap?stoles nos transmitieron. Precisamente en este domingo, se celebra tambi?n la fiesta del Ap?stol Santiago, tan venerado desde tiempo inmemorial en Compostela, y de tanto arraigo en vuestros pa?ses. En este A?o Santo Compostelano, tambi?n yo espero unirme all? a los numerosos peregrinos en el pr?ximo mes de noviembre, en un viaje en el que visitar? tambi?n Barcelona. Que siguiendo las huellas del Ap?stol, recorramos el camino de nuestra vida dando testimonio constante de fe, esperanza y caridad. Feliz domingo a todos.

[Traducci?n del original italiano realizada por Jes?s Colina

?Libreria Editrice Vaticana]


Publicado por verdenaranja @ 23:00  | Habla el Papa
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ZENIT?? publica la carta de Benedicto XVI, dirigida al arzobispo Velasio De Paolis, S.C., en la que le comunica su nombramiento como como delegado pontificio para los Legionarios de Cristo.

Al Venerable Hermano
Velasio De Paolis, C.S.
Arzobispo titular de Telepte:

La reciente Visita Apost?lica a la Congregaci?n de los Legionarios de Cristo ha puesto de relieve, adem?s del celo sincero y de la fervorosa vida religiosa de un gran n?mero de miembros de la Congregaci?n, la necesidad y urgencia de un camino de profunda revisi?n del carisma del Instituto. Con el deseo de seguir de cerca, sostener y orientar tal camino, he considerado oportuno proceder al nombramiento de un delegado personal m?o, como testigo tangible de mi cercan?a, para que act?e en mi nombre ante esa Familia Religiosa.

Conociendo, venerable y querido hermano, su preparaci?n y experiencia en el ?mbito jur?dico y eclesial, enriquecidos por un esp?ritu de servicio, solicitud pastoral y sentido de la vida religiosa, deseo confiarle a usted tal compromiso. As? pues, con la presente carta, lo nombro delegado m?o para la Congregaci?n de los Legionarios de Cristo, confiri?ndole el encargo de gobernar en mi nombre tal Instituto Religioso durante el tiempo que sea necesario para completar el camino de renovaci?n y conducirlo a la celebraci?n de un Cap?tulo General Extraordinario, que tendr? como fin principal llevar a t?rmino la revisi?n de las Constituciones. Algunas modalidades adicionales para el cumplimiento de tal Oficio se indicar?n mediante un espec?fico Decreto.

Bien consciente de la importancia de la misi?n que hoy le conf?o, como tambi?n de la carga de responsabilidad que comporta, le agradezco desde ahora la disponibilidad y la generosidad que sin duda manifestar? en este nuevo servicio a la Santa Sede, el cual no dejar? de producir abundantes frutos positivos.

Mientras conf?o su persona, a los queridos religiosos de la Congregaci?n de los Legionarios de Cristo y a los miembros del Movimiento "Regnum Christi" a la celestial protecci?n de la Santa Virgen, Madre de la Iglesia, aseguro a todos mi cercan?a espiritual en el afecto y la oraci?n, y les mando de coraz?n mi especial Bendici?n Apost?lica.

Del Vaticano, 16 de junio de 2010

Benedicto XVI?

[Traducci?n del original italiano distribuida por la p?gina web de los Legionarios de Cristo]


Publicado por verdenaranja @ 22:55  | Habla el Papa
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ZENIT? publica el decreto emitido con el que el cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado, comunica las atribuciones de la misi?n del arzobispo Velasio De Paolis, S.C. como delegado del Papa para la congregaci?n de los Legionarios de Cristo.

?DECRETO
MODALIDADES DE CUMPLIMIENTO?
DEL OFICIO DEL DELEGADO PONTIFICIO?
PARA LA CONGREGACI?N DE LOS LEGIONARIOS DE CRISTO

I. Vista la carta del 16 de junio de 2010, con la que el Santo Padre Benedicto XVI:

- ha nombrado Delegado para la Congregaci?n de los Legionarios de Cristo a Su Excelencia Reverend?sima Mons. Velasio De Paolis, C.S., Arzobispo titular de Telepte, Presidente de la Prefectura para los Asuntos Econ?micos de la Santa Sede;

- le ha conferido el encargo de gobernar, en su nombre, tal Instituto Religioso "durante el tiempo que sea necesario para completar el camino de renovaci?n y conducirlo a la celebraci?n de un Cap?tulo General Extraordinario, que tendr? como fin principal llevar a t?rmino la revisi?n de las Constituciones",

- ha considerado "la necesidad y urgencia de un camino de profunda revisi?n del carisma del Instituto" y ha expresado el "deseo de seguir de cerca, sostener y orientar tal camino", a trav?s de un Delegado personal suyo que atestig?e concretamente su cercan?a y act?e en su nombre ante aquella Familia Religiosa;

- ha confiado a un Decreto espec?fico la indicaci?n de "algunas ulteriores modalidades de cumplimiento de tal Oficio",

II. El Cardenal Tarcisio Bertone, Secretario de Estado, con el presente Decreto emana las siguientes precisiones y disposiciones aprobadas por el Sumo Pont?fice, acerca de las modalidades de cumplimiento del Oficio del Delegado Pontificio para la Congregaci?n de los Legionarios de Cristo:

1. La autoridad concedida por el Santo Padre al Delegado Pontificio, muy amplia y que se ha de ejercer en nombre del mismo Sumo Pont?fice, se extiende a todo el Instituto: a todos los Superiores, a los diversos niveles (direcci?n general, provincial y local) y a todas las comunidades y a cada religioso. Tal autoridad implica todos los problemas propios del Instituto religioso y puede ser ejercitada siempre que el Delegado lo considere necesario para el bien del Instituto mismo, incluso derogando las Constituciones.

2. Los Superiores del Instituto en todos los niveles ejercitan su autoridad de acuerdo con las Constituciones y bajo la autoridad del mismo Delegado Pontificio. Por tanto, permanecen en sus oficios,?ad nutum Sanctae Sedis, mientras no sea necesario proveer de otro modo.

3. Los Superiores del Instituto deben actuar en comuni?n con el Delegado Pontificio. No solo debe estar ?l informado de la vida del Instituto, particularmente de los asuntos m?s importantes, sino que a ?l est? reservada la aprobaci?n de las decisiones del mismo gobierno general: sea para cuanto tenga relaci?n con las personas (admisi?n al noviciado, a la profesi?n, al sacerdocio, nombramientos y traslados de personal) como de las elecciones apost?licas y formativas (seminarios, institutos acad?micos, escuelas) y las cuestiones de administraci?n extraordinaria o los actos de enajenaci?n de bienes.

4. Si es necesario, el Delegado mismo puede actuar o indicar la decisi?n a realizar en determinados casos.

5. Todos tienen libre acceso al Delegado y todos pueden tratar personalmente con ?l; a su vez, el Delegado tiene el poder de intervenir en todo lugar donde estime oportuno, incluso en el mismo gobierno interno del Instituto, a todos los niveles.

6. El Delegado, en el cumplimiento de su misi?n, est? acompa?ado por cuatro consejeros personales, que lo asisten en la realizaci?n de su trabajo, seg?n las circunstancias y las posibilidades y que pueden ser encargados para tareas espec?ficas, particularmente para visitas?ad referendum. Con su ayuda, el Delegado Pontificio individua los temas principales, los discute, los aclara a medida que se presentan en el camino que ?l ha sido llamado a conducir.

7. Si en alguna ocasi?n se revelase la necesidad de estudiar y profundizar determinados temas, sea de personas o de cosas, el Delegado Pontificio podr? constituir comisiones de estudio con personal interno de la Congregaci?n de los Legionarios o con personas competentes externas.

8. A su juicio, donde se muestre oportuno o necesario, podr? individuar alguna persona, fuera de sus consejeros, para el estudio o para la visita?ad referendum.

9. La tarea principal del Delegado Pontificio es la de encaminar, acompa?ar y realizar la revisi?n de las Constituciones. Esto implica un conocimiento profundo de la Congregaci?n de los Legionarios, de su historia y de su desarrollo. A la revisi?n de las Constituciones deben colaborar todos los miembros del Instituto, sea a nivel individual como comunitario, seg?n un proyecto que desde el inicio se tendr? que elaborar y poner en acto. Por tanto, se ha de constituir lo m?s pronto posible una Comisi?n para la revisi?n de las Constituciones, en los diversos niveles del Instituto, con la participaci?n sobre todo de los miembros del mismo Instituto, que se han de sentir responsables de la revisi?n y reelaboraci?n del propio proyecto de vida evang?lica, siempre en armon?a con la ense?anza de la Iglesia. De la Comisi?n central para la revisi?n de las Constituciones ser? presidente el mismo Delegado Pontificio.

10. El Delegado Pontificio coordina la Visita Apost?lica del Movimiento "Regnum Christi", seg?n las indicaciones de la Santa Sede.

11. Posibles recursos contra los actos de los Superiores del Instituto ser?n presentados al Delegado Pontificio mismo; contra los actos del Delegado Pontificio ser? posible recurrir al Santo Padre.

Desde el Vaticano, 9 de julio de 2010

Cardenal Tarcisio Bertone
Secretario de Estado

[Traducci?n distribuida por la p?gina web de los Legionarios de Cristo]


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Jueves, 12 de agosto de 2010

Homil?a de monse?or Marcelo Ra?l Martorell, obispo de Puerto Iguaz?, para el domingo XVI durante el a?o (18 de julio de 2010). (AICA)

?SE?OR, ENS??ANOS A ELEGIR SIEMPRE LO MEJOR?

La liturgia de hoy pone a nuestra consideraci?n la presencia de Dios entre los hombres y la hospitalidad a ?l ofrecida por parte de ?stos. Tanto en la primera lectura como en el evangelio.

En la primera lectura (G?n.18, 1-10) tenemos la singular aparici?n de Yahv? a Abrah?n por medio de tres misteriosos personajes, portadores visibles de la invisible majestad de Dios. La premura excepcional con que Abrah?n los recibe y el generoso banquete que les prepara revelan en el Patriarca la intuici?n de un suceso extraordinario y por eso dice: ?Se?or m?o si he encontrado tu favor, no pases de largo junto a tu siervo?. Hay un ansia de hospedar al Se?or, de acogerlo? en su tienda y tenerlo junto a s?. El Patriarca se muestra aqu? como el ?amigo de Dios? (Is. 45,8) que lo trata con sumo respeto y al mismo tiempo con confianza humilde y vivo deseo de servirle.

Terminada la comida, la promesa de un hijo a pesar de la avanzada edad de Abrah?n y de Sara, descubre la naturaleza sobrenatural de los tres personajes. Uno de los cuales habla como si hablara Dios mismo. Una antigua tradici?n cristiana ha visto a estas tres figuras como la imagen de la Sant?sima Trinidad. Como fuera, lo cierto es que Dios se le apareci? a Abrah?n junto a la encina de Mambr?, le habl? y le trat? familiarmente y hasta se sent? a su mesa.

En el Evangelio Lucas muestra a Dios sentado a la mesa del hombre, pero bajo una circunstancia completamente nueva, la de su Hijo hecho carne, venido a habitar en medio de los hombres. La escena tiene lugar en Betania en la casa de Marta y Mar?a, donde Jes?s es recibido con una premura muy similar a la de Abrah?n con sus visitantes. Como ?l Marta se apresura a preparar un banquete, pero su solicitud no es compartida por su hermana, que a similitud de Abrah?n aprovecha para conversar con el Maestro sent?ndose a sus pies y escuch?ndolo.

Aunque sea loable la actitud de Marta de afanarse en la preparaci?n del banquete, hay un modo de acoger al Maestro -como ?l mismo lo declara- y es el elegido por Mar?a. En efecto cuando Dios visita al hombre, lo hace para traerle sus dones, su palabra y esto es lo m?s importante, escuchar al Se?or en sus palabras. Es por esto que Jes?s le dice a Marta, ?Marta, Marta andas inquieta y preocupada por muchas cosas, siendo una sola necesaria? (41-24). Tan necesaria es, que sin ella no hay salvaci?n, porque la palabra de Dios es palabra de vida eterna y es necesario absolutamente escucharla. Lo que salva al hombre no es la multiplicidad de las obras, sino la palabra de Dios escuchada con amor y vivida con fidelidad.

?Mar?a ha elegido lo mejor? y esto no es patrimonio exclusivo de los que eligen la vida contemplativa, sino que todo cristiano debe hacerla suya ?en cierta medida- no d?ndose a la acci?n sin antes haber profundizado la palabra de Dios en la oraci?n. S?lo as? ser? capaz de vivir el evangelio, aunque el hacerlo le resulte arduo y le exija sacrificios. San Pablo dec?a con alegr?a ?completo en mi carne los dolores de Cristo, sufriendo por su cuerpo que es la Iglesia? (Col 1,24), porque hab?a meditado a fondo el evangelio de la cruz o, habiendo penetrado el misterio de Cristo, hab?a encontrado fuerzas para revivirlo en s? mismo.

Todo cristiano debe comenzar por la oraci?n su acci?n en la vida, para que esta sea provechosa y sea obra del Esp?ritu, estas dos fases son inseparables si se quiere hacer el bien com?n, el bien a los hombres.

Que Mar?a madre de la oraci?n nos acompa?e en el trajinar de la vida.-??

Mons. Marcelo Ra?l Martorell, obispo de Puerto Iguaz??


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Reflexi?n de monse?or Rub?n Oscar Frassia, obispo de Avellaneda-Lan?s para el programa radial "Compartiendo el Evangelio" para 16? domingo durante el a?o (18 de julio de 2010). (AICA)

LA HOSPITALIDAD DE MARTA Y MAR?A

San Lucas 10, 38 - 42 (ciclo C)?

El Evangelio nos presenta este di?logo, de Jes?s con las hermanas Marta y Mar?a, que muchas veces se ha exagerado como contraponiendo la vida contemplativa con la vida activa, y creo que no es correcta esta comparaci?n.

Lo m?s importante es darnos cuenta que en la vida, nuestro comportamiento es integral, din?mico, que sabe que tiene que vivir las cosas que son esenciales, que son m?s importantes, como los valores, pero que tambi?n tiene que tener el compromiso y la expresi?n concreta de lo que es, en este caso, la hospitalidad.

Cuando uno recibe un hu?sped, ?ste tiene que ser bienvenido y uno debe tener caridad, preparando el lugar, atendiendo a la persona que llega, d?ndole, de alguna manera, su coraz?n y se sienta c?moda. La buena hospitalidad no es de ahora; en el antiguo Israel tiene mucha importancia ya que es el mismo Dios que pasa. Con la hospitalidad, la acogida, la aceptaci?n del otro, tenemos que darnos cuenta que uno tiene que ser cercano a los dem?s.

El que recibe puede decir ?no solamente a aquellos que vienen a mi casa personal, sino tambi?n a los que llegan a nuestra ciudad, a nuestra patria.? As? beneficia a los que est?n despose?dos de un lugar, a los extranjeros, a los emigrantes, a los migrantes. Muchas veces se dar? cuenta que hay gente viviendo en indigencia y es all? que uno tiene que atenderlos y recibirlos con bondad, con caridad.

?Qu? hay que vencer en esto? Dos cosas: la soledad y el anonimato. La ciudad se presta mucho para el anonimato, y la soledad es parte de ese anonimato. ?Hay mucha gente sola! A veces no se sabe qui?n vive en el departamento de al lado, cuando es un edificio. En algunos barrios uno todav?a sabe qui?nes son sus vecinos, pero en las grandes ciudades el desconocimiento y el desinter?s se hacen mucho m?s visibles.

Por lo tanto, el esp?ritu evang?lico nos lleva a quitar, a mitigar, la soledad de los dem?s y dar nombre a aquellos que son an?nimos para reconocerlos. Pero esta actitud de acogida, de hospitalidad, de aceptaci?n, ?por qu? se tiene que producir? Porque, fundamentalmente, uno tiene que ser disc?pulo, uno tiene que ser cristiano.

El disc?pulo tiene que tener una actitud de escucha, porque si no escucha no ser? un buen disc?pulo. De all? que tenemos que escuchar a Dios, y cuando as? lo hacemos, estaremos m?s atentos y seremos mejores disc?pulos.

Muchas veces la gente se fatiga, se cansa o se quiebra y deja de ser disc?pulo porque anteriormente dej? de escuchar: ??Dios ya no le dec?a nada!?, ??el Evangelio ya no le dec?a nada!?, ??la Iglesia ya no le dec?a nada!?; y como ?no le dec?a nada? se debilitan la calidad del seguimiento y la calidad del discipulado.

Pidamos, en este d?a, ahondar esa capacidad de escucha: escuchar m?s en el silencio; escuchar m?s la Palabra de Dios, ponerla en pr?ctica y poder vivir como aut?nticos disc?pulos. Ser testigos de lo que el Se?or nos ha comunicado y ha compartido con toda la familia humana, con todas las personas de distintas razas, credos, nacionalidades, clases sociales, porque todos formamos parte de la misma sociedad y de la misma familia humana.

Les dejo mi bendici?n, que Dios nos ilumine y nos ayude a escuchar mejor para responder bien: en el Nombre del Padre, del Hijo y del Esp?ritu Santo.

Am?n?

Mons. Rub?n Oscar Frassia, obispo de Avellaneda-Lan?s?


Publicado por verdenaranja @ 22:49  | Hablan los obispos
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?Por monse?or Jorge Eduardo Lozano, obispo de Gualeguaych? y miembro de la Comisi?n Episcopal de Pastoral Social:? 'Es tiempo de apuntar a la familia'. (AICA)?

Gualeguaych? (Entre R?os), 23 Jul. 10 (AICA)??

La familia es un tesoro


???? En estos ?ltimos d?as se ha hablado mucho acerca del matrimonio y la familia. En el Senado de la Naci?n se aprob? una ley que modifica la instituci?n matrimonial. Lamentablemente no hubo suficiente debate, ya que las audiencias p?blicas se realizaron solamente en nueve provincias. En las dem?s, los ciudadanos no pudieron expresarse institucionalmente ante sus representantes.

???? Es de lamentar y reprochar que nueve Senadores no hayan estado a la hora de la votaci?n. Un resultado tan ajustado junto con esas numerosas y significativas ausencias dan para pensar.

???? Es tiempo de apuntar a la familia, no para dispararle, sino para fortalecerla y afianzarla. Sabemos que la familia es la c?lula b?sica de la sociedad. En ella se aprende lo m?s hermoso de la experiencia humana: amar y ser amado. Ella es escuela de los valores m?s profundos: aprender a rezar, decir la verdad, ayudar a cuidar al m?s d?bil, participar cada uno seg?n sus posibilidades en el bienestar com?n.

???? Varias encuestas de opini?n p?blica muestran que los j?venes valoran la familia y encuentran en su casa el primer lugar para contar alg?n problema. Tambi?n entre los anhelos de los j?venes aparece en un primer t?rmino el poder formar una familia. Por eso decimos que los argentinos somos muy familieros.

???? Sin embargo, cuando miramos algunos programas de TV o escuchamos radio, parece lo contrario. ?Apuntan contra la familia.? Se burlan de la fidelidad, se promueve la transa, se festeja el enga?o. Se ?muestra? que las relaciones afectivas son superficiales, pasajeras; sin compromiso mutuo y sin apertura a la vida teniendo hijos. Al ?amor? se lo entiende como autosatisfacci?n y no como donaci?n o entrega de s?. La b?squeda de placer sin importar los dem?s no ayuda a que germinen y se fortalezcan los lazos familiares.

???? Pero eso s?, cuando hay ni?os o adolescentes implicados en alg?n delito o hecho de violencia, enseguida se escuchan voces y se ven dedos acusadores preguntando: ??Y d?nde est?n los padres de esos chicos? ?D?nde est? la familia??. Familia muchas veces llevada adelante afectivamente por hermanos mayores, abuelos, t?os u otros familiares dado que no hay pap?s o mam?s presentes ?quiz?s? haciendo visible un tipo de ausencia que podr?amos llamar ?estructural?.

???? Algunas situaciones persistentes de pobreza provocan la disoluci?n de la familia. A veces el pap? o la mam? se tienen que ir lejos a trabajar, o la falta de una vivienda digna no ayuda al crecimiento y desarrollo de todos sus miembros. Las discusiones y peleas ?fogoneadas en muchos casos por el alcoholismo u otras adicciones? van desgastando la convivencia familiar.

???? Estas incoherencias me hacen acordar a la queja expresada por el Tango ?Cambalache?: ??qu? falta de respeto, qu? atropello a la raz?n!?. Por un lado reclamamos la presencia y fortaleza de la familia, y por otro es bastardeada y burlada. Dif?cilmente podamos crecer en la amistad social si no se empieza por casa, el hogar, la familia.+


Publicado por verdenaranja @ 22:45  | Habla el Papa
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Art?culo de monse?or Rub?n Oscar Frassia, obispo de Avellaneda-Lan?s (peri?dico diocesano, 18 de julio de 2010). (AICA)

TRISTES NOTICIAS

En estos d?as, los senadores han aprobado el ?matrimonio homosexual? poni?ndolo como equivalente al matrimonio heterosexual. El clima, habi?ndose enrarecido por distintas razones, ha concluido con esta aberraci?n positivista. ?Qui?nes han ganado y qui?nes han perdido?

Pienso que, objetivamente, todos. La sociedad ha perdido. Habiendo ganado una ?batalla? se ha perdido en la verdad y en el juicio, precipit?ndose vertiginosamente en una nueva modalidad, sin precedentes, hacia una ?nueva sociedad?, hacia un camino, superficialmente se dice, de madurez democr?tica, civil, imponiendo el inter?s de una minor?a al de la mayor?a.

Ya veremos las consecuencias. No me gusta ser profeta ni agorero de calamidades, pero si fu?ramos sinceros, reconocer?amos que hemos perdido todos.

Se ha usado un lenguaje muy procaz, grosero y superficial. Se ha planteado el tema como una puja de poderes, como si eso fuera lo m?s importante. Los medios han contribuido parcialmente, con una intencionalidad muy abierta y disolvente.

Nadie se har? cargo de lo que estoy diciendo, pero la realidad lo va a mostrar.

Nadie excluye la opci?n particular de la orientaci?n sexual. Nadie juzga a ninguna persona por su opci?n. Los temas de la herencia y de los servicios sociales, pueden ser garantizados por otras v?as, nadie lo ha negado.

Se ha hipotecado el presente y el futuro de nuestras familias argentinas.

Se ha declarado y se ense?a a los j?venes a que cualquier orientaci?n sexual es lo mismo y se ha eliminado la diferenciaci?n sexual, reduciendo lo natural a la mera experiencia de lo positivo, de lo cultural, de lo relativo.

?Qu? se le va a ense?ar a los peque?os? ?C?mo se los va a educar? Se los ha llevado a una verdadera desprotecci?n. Se ha eliminado el derecho natural del ser hombre y del ser mujer. No quisiera estar en el pellejo de aquellos legisladores que se han dejado presionar y de los otros que se han retirado del recinto, vaya uno a saber las razones?

Se ignor? el derecho natural. Se asumi? como criterio el relativismo. Todo, pero todo, est? permitido democr?ticamente.

Habr? que permitir que un padre se case con su hija. Qu? un t?o se case con su sobrina o mejor a?n, que un t?o se case con su sobrino y que un padre se case con su hijo, para quitar de cuajo toda definici?n y todo impedimento, ya que estos ?discriminan?.

Pobre pa?s, hemos perdido todos.

Se ha endilgado a la Iglesia Cat?lica su responsabilidad de ser oscurantista e inquisidora. No es verdad. La verdad se vive y se ofrece, no se impone. Pero tampoco se la manipula.

Todos hemos perdido.

El buen Dios nos siga iluminando y nos haga vivir estos desaf?os, purific?ndonos y llev?ndonos a vivir de convicciones, de una formaci?n y de una educaci?n, que no deber? dar lugar a ning?n tipo de duda.

El Dios de la esperanza nos seguir? hablando a cada uno y a todos. Por m?s que haya papeles y permisos la verdad no se tapar? jam?s. Para unos, para otros y para todos. Y ning?n sector, incluido nosotros, tiene el monopolio de la verdad. Pero la verdad no es relativa y ella es lo que es. La objetividad es la garant?a del bien obrar.

El Santo Padre Benedicto XVI dice que la promoci?n de la verdad moral en la vida p?blica requiere un esfuerzo constante para fundamentar la ley positiva sobre los principios ?ticos de la ley natural. Referirse a ella fue considerado en el pasado algo evidente, pero la onda del positivismo en la doctrina jur?dica contempor?nea exige una reafirmaci?n de este axioma importante. Los individuos, las comunidades y los estados sin la gu?a de verdades morales objetivas, ser?an ego?stas y sin escr?pulos, y el mundo ser?a un lugar peligroso para vivir (a las autoridades civiles y diplom?ticas, Chipre, 5 de junio de 2010).

Finalizo diciendo con la alegr?a que nos da el Se?or: no tengan miedo, yo he vencido el mundo. Yo estoy con ustedes siempre. Que la Virgen nuestra Se?ora de la Asunci?n nos proteja y nos ayude a vivir como testigos convencidos y con entusiasmo nuestras pr?ximas fiestas patronales diocesanas.??

Mons. Rub?n O. Frassia, obispo de Avellaneda-Lan?s

Avellaneda, 18 de julio de 2010

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Mi?rcoles, 11 de agosto de 2010

Texto del micro radial de monse?or Jos? Mar?a Arancedo, arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz, emitido por LT 9 (17 de julio de 2010). (AICA)

D?A DEL AMIGO

?El pr?ximo 20 de Julio se celebra el D?a del Amigo. Una fecha que a todos nos dice algo, porque nos habla de una persona querida o el recuerdo de una ausencia, pero siempre de alguien que tiene un lugar especial en nuestras vidas. En estos d?as he recibido la noticia de la muerte de un amigo de la ?poca de mi infancia y juventud. Qui?n me lo comunic?, otro amigo de esa ?poca, me hizo recordar el valor que tuvo en nuestras vidas aquel tiempo de los primeros amigos, ?l lo llamaba: ?amigos de la primera parte de la vida?. En nuestro caso, tenemos la suerte de volver a encontrarnos, aunque ya con muchas ausencias. Con el correr de los a?os cada uno tuvo opciones de vida distintas, pero hay algo imborrable que nos une y que nos lleva a privilegiar ese tiempo como un lugar de ra?ces y pertenencia, de historias y de momentos ?nicos que siempre est?n presentes, tiene algo de fundante.

Al ponerme a redactar estas l?neas me pregunt? cu?l ser?a el motivo de aquella vivencia que a?n hoy permanece, y que forma parte de nuestra historia y riqueza? Todos hemos tenido a lo largo de nuestra vida muchas relaciones que nos han enriquecido y que valoramos, pero hay algo, sin embargo, que pertenece a los ?amigos de la primera parte de la vida?. No ser?amos lo que somos sin esa parte de nuestra historia. Noto como dos etapas en nuestra vida que debemos valorar. La primera se refiere a aquel tiempo primero de nuestra adolescencia o juventud, la otra al tiempo en que asumimos diversas opciones. Ambas etapas forman una continuidad dentro de esa normal y necesaria discontinuidad de la vida. Lo importante en ellas es la calidad de la amistad vivida. La aut?ntica amistad habla de una relaci?n libre, gratuita, que no es interesada, s?lo se contenta con la presencia del amigo sin hacer especulaciones. Dir?a que no busca tener m?s, o valerse de esa amistad para escalar u obtener alg?n beneficio, sino que, por no ser interesada, nos ayuda a ser m?s porque se alegra con poco. Al amigo lo debemos considerar, por lo mismo, en el nivel de nuestro ser y no del tener.

Otro aspecto a tener en cuenta, pienso, es no vaciar a la amistad de la persona del amigo. Nos puede gustar la amistad por el eco que ella produce en nosotros, nos hace sentir bien, la difrutamos, tal vez con algo de ego?smo. El amigo es una presencia que en un momento nos puede necesitar, tenemos que pensar en ?l y, tal vez, hacernos cargo de alguna dificultad. El gozo de la amistad puede tener algo de subjetivo y ego?sta, la presencia del amigo nos habla de donaci?n y entrega. Hay personas que se quejan de no tener amigos, tal vez s?lo buscaron una gratificaci?n. En una cultura del zaping corremos el peligro de no tener relaciones estables y, por ello, no tener amigos. Uno de los temas m?s preocupantes hoy es la soledad de quienes est?n rodeados de posibles amigos, pero que no los descubren. Espero que estas reflexiones, inspiradas en la carta de un amigo y confirmadas por mi experiencia personal, nos sirvan para agradecer y recordar a la persona del amigo, fuente de una aut?ntica amistad.

Reciban de su Obispo en este D?a del Amigo, junto a mi afecto y oraciones, mi bendici?n en el Se?or Jes?s y Mar?a Sant?sima.

Mons. Jos? Mar?a Arancedo, arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz

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Homil?a de monse?or Francisco Polti, obispo de santiago del estero, en la solemnidad de Nuestra Se?ora del Carmen, patrona de la parroquia catedral bas?lica (16 de julio de 2010). (AICA)

SOLEMNIDAD DE NUESTRA SE?ORA DEL CARMEN

Queridos hermanos y hermanas en Jesucristo, el Hijo de Dios y de la Virgen Mar?a:

Como Pueblo de Dios que peregrina en Santiago del Estero, signo de unidad, nos acercamos a la Mesa del Altar presidida por Jesucristo, el Sumo y Eterno Sacerdote, de quien recibimos el pan de la Palabra y el pan de la Eucarist?a.

En esta ocasi?n nos llegamos a la Catedral para venerar a Nuestra Se?ora del Carmen, Patrona de esta parroquia y de esta querida ciudad capital de Santiago del Estero. Ella es la Madre de Dios y nuestra Madre, que siempre camina al lado de todo hombre y mujer de buena voluntad.

Mar?a, por su maternidad divina, es la mujer privilegiada, adornada con grandes dones. Ante todo, la Virgen Madre de Dios y de la Iglesia, se destaca por la fe. ?Acaso la vida de Mar?a no est? completamente impregnada de fe? El saludo de Isabel lo confirma: ?Dichosa la que ha cre?do? (Lc. 1,45). Es el mayor elogio que se le puede hacer a Ella, cuya vida discurre totalmente en la esfera de la fe. En esta homil?a me quer?a detener en esta virtud de Nuestra Se?ora, ya que Mar?a se convierte para cada uno de nosotros, queridos hermanos, en maestra de fe.

En estos d?as hemos podido comprobar, como afirma nuestro objetivo diocesano, que nuestra fe se encuentra amenazada, debido a que se contrapone la fe a la raz?n, cuando en realidad se implican y se necesitan mutuamente.

Dios dot? al hombre y a la mujer con la capacidad de pensar, y espera que cada uno de nosotros hagamos uso de este don. Hay dos formas de abusar de la capacidad de pensar. Una, es no utilizarla. Una persona que no ha aprendido a hacer uso de su poder de raciocinio acepta, como verdad evang?lica, todo lo que lee en los diarios, revistas, televisi?n y dem?s medios de comunicaci?n social; no obstante resultar indudable la inexactitud de las noticias. En otras palabras, esta persona que no piensa prefiere que le den hechas sus propias opciones.

En el otro extremo est?n el hombre y la mujer que de la raz?n hacen un dios verdadero. Es la clase de persona que no creer? en nada que no pueda ver y comprender. Nada es cierto, a menos que ?tenga sentido? para ?l, a menos que tenga buenos resultados aqu? mismo y en este momento.

Es cierto que la virtud de la fe misma -la ?capacidad? de creer- es una gracia, un don de Dios. Pero la fe adulta est? basada en el razonamiento; no es una derrota de la raz?n,

Nuestra fe est? amenazada y hoy es tiempo de batirse en un desaf?o de afirmaci?n de la fe, una fe espiritual y doctrinal, intacta y un?voca, aparentemente anacr?nica e incomprensible, pero irradiante de verdad y expresable con una pluralidad de lenguaje siempre fresco; un desaf?o -dec?a el Papa Pablo VI- que tiene como contrincante al mundo secularizado, gigantesco y contorsionado, de nuestros d?as.

Nuestra fe en Jesucristo implica el ser consciente de que hay valores, como afirmaba el Santo Padre en su primera Enc?clica ?Dios es amor?, que no son negociables: ?el matrimonio constituido por un hombre y una mujer, la vida desde el primer instante de su concepci?n hasta su muerte natural, la educaci?n de los hijos por parte de sus padres, y el Bien com?n?.

En estas jornadas pudimos observar como la familia se encuentra amenazada por fuerzas disgregadoras, tanto de ?ndole ideol?gica como pr?ctica, que hacen temer el futuro de esta fundamental e irrenunciable instituci?n y, con ella, por el destino de toda la sociedad. Por tanto, hoy m?s que nunca, tenemos la gran necesidad de conocer nuestra fe y la gran necesidad de testimoniar nuestra fe.

Necesidad de conocer nuestra fe

Esta confusi?n de los sistemas ideol?gicos nos obligan a cada uno de nosotros, como disc?pulos-misioneros de Jesucristo, como un deber fundamental a instruirnos en todo lo tocante a las verdades de la religi?n. Es una necesidad imperiosa que conozcamos mejor nuestra fe.? La formaci?n religiosa no debe terminar con la edad infantil, ni con la catequesis de la iniciaci?n cristiana; debe progresar con la vida hasta la edad adulta, como nos recuerda el Concilio Vaticano II. Es necesario hasta la ?ltima hora la escucha atenta y sensible de la Palabra de Dios.

Necesidad de testimoniar nuestra fe

Todo seguidor de Jesucristo est? obligado a dar testimonio de su fe; profesando la propia fe con los actos, con el ejemplo, con la palabra.

Debemos estar atentos a no caer en el? peligro de la esquizofrenia de la vida de fe. Puede sucedernos que separemos nuestra vida social-familiar, de la vida de hijos de Dios, de la vida cristiana; que nos olvidemos de que somos cristianos las 24 hs. del d?a, y que todo lo que hacemos debe estar impregnado de la fe.

Asimismo, como afirmaba el Papa Benedicto XVI ante un grupo numeroso de j?venes: ?la fe y oraci?n no resuelven los problemas pero permiten afrontarlos con nueva luz y con nueva fuerza, de manera digna del hombre, y tambi?n de un modo sereno y eficaz. Si contemplamos la historia de la Iglesia, veremos que es rica en figuras de santos y beatos que, precisamente partiendo de un dialogo intenso y constante con Dios, iluminados por la fe, supieron hallar soluciones creativas, siempre nuevas, para dar respuesta a necesidades humanas concretas en todos los siglos: la salud, la educaci?n, el trabajo, etc.

Acudimos, una vez m?s, a Nuestra Se?ora del Carmen, mujer de fe, para que nos consiga de su Hijo Jesucristo, el aumento de nuestra fe, la fortaleza para conocer y vivir de la fe y nos ayude a ser valientes para testimoniar, con nuestras palabras y acciones, la ?nica y verdadera fe de Jesucristo, el Se?or de la vida y de la historia. As? sea.

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Notas:

Cfr. PABLO VI, La renovaci?n eclesial, idea clave del Concilio, 4-VIII-1971.

BENEDICTO XVI, Dios es amor.

?Cfr. JUAN PABLO II, Santo Rosario de la Virgen Mar?a, 6.

?Cfr. CONCILIO VATICANO II, Christus Dominus, 14.

?BENEDICTO XVI, Encuentro del Papa con los j?venes en Sulmona, 11-VII-2010.

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Homil?a de monse?or Carmelo Juan Giaquinta, arzobispo em?rito de Resistencia, para la homil?a del domingo 16? durante el a?o (18 julio 2010). (AICA)

ESCUCHAR LA PALABRA DE DIOS QUE VIBRA EN NUESTRO SER
Lc 10,38-42?

I. ?A LOS PIES DEL SE?OR ESCUCHABA SUS PALABRAS??

1. San Lucas, inmediatamente despu?s de la par?bola del Buen Samaritano (Lc 10,29-37), le?da el domingo pasado, ubica la escena de Jes?s hospedado en casa de Marta. Como habr?a sido l?gico esperar, Jes?s deber?a haber apoyado su reclamo de que su hermana Mar?a colaborase en la atenci?n del Se?or y los Ap?stoles, a los que hay que dar de comer: ?Se?or, ?no te importa que mi hermana me deje sola con todo el trabajo. Dile que me ayude? (Lc 10,40). Pero Jes?s pondera la actitud de Mar?a, ?que sentada a los pies del Se?or escuchaba su palabra? (v. 39). Y le dice: ?Marta, Marta, te inquietas y te agitas por muchas cosas, y sin embargo pocas son necesarias, o m?s bien, una sola es necesaria. Mar?a eligi? la mejor parte, que no le ser? quitada? (vv. 41-42).

?2. Una constante del Evangelio de San Lucas es que lo m?s importante, que decide el resto de la vida, es la palabra de Dios escuchada con el coraz?n. Lo hace con frecuencia. Por ejemplo, cuando el evangelista pondera la actitud de la Virgen Mar?a, ante el nacimiento de su hijo: ?Mar?a conservaba estas cosas y las meditaba en su coraz?n? (Lc 2,19). O mientras lo contempla crecer en Nazaret (v.51). Lo mismo, cuando una mujer expresa su emoci?n ante Jes?s: ?Feliz el seno que te llev? y los pechos que te amamantaron?. Y ?l le responde: ?Felices m?s bien los que escuchan la Palabra de Dios y la practican? (Lc 11,27-28). M?s profundos que los lazos de la sangre, son los lazos del esp?ritu que brotan de la escucha de la Palabra: ?Mi madre y mis hermanos son los escuchan la Palabra de Dios y la practican? (Lc 8,21). No es causal, por tanto, que Jes?s pondere la actitud de Mar?a, sentada a sus pies, la cual se convierte en prototipo de todo aut?ntico disc?pulo.?

3. Escuchar la palabra de Dios con el coraz?n es fundamental para el hombre, pues de otro modo no sabr?a obrar bien. Por no escuchar la voz de Dios, el primer Ad?n se equivoc? fiero. Y despu?s, todos los hombres cuando no escuchamos su Palabra. Lo cual nos acarrea grave da?o a nosotros y a la sociedad en que vivimos.?

II. LA PALABRA DE DIOS SE HACE ESCUCHAR POR LA VOZ DE LA CONCIENCIA?

4. ?D?nde y cu?ndo escuchar la Palabra de Dios? Los que no tenemos el privilegio de Mar?a se sentarnos a los pies de Jes?s, no por ello somos desdichados. Al contrario. La Palabra de Dios se hace escuchar de muchas maneras, incluso permanentemente, tambi?n de parte de los que no conocen a Cristo. La ?nica condici?n es tener el o?do del coraz?n abierto. Como dice hermosamente el Deuteronomio: ?La palabra est? muy cerca de ti, en tu boca y en tu coraz?n, para que la practiques? (Deut. 30,14). Ella se hace escuchar, por cierto, en la lectura lit?rgica de la Santa Escritura. Pero con mucha frecuencia fuera de la Liturgia. En las cosas de cada d?a consideradas con el sentido com?n, en la contemplaci?n de la naturaleza, en el sagrario de la propia conciencia. Conviene asomarnos, por un momento, a este misterioso sentido, con el cual captamos la voz de Dios. ?En lo m?s profundo de su conciencia descubre el hombre la existencia de una ley que ?l no se dicta a s? mismo, pero a la cual debe obedecer, y cuya voz resuena, cuando es necesario, en los o?dos de su coraz?n, advirti?ndole que debe amar y practicar el bien y que debe evitar el mal: haz esto, evita aquello. Porque el hombre tiene una ley escrita por Dios en su coraz?n, en cuya obediencia consiste la dignidad humana y por la cual ser? juzgado personalmente. La conciencia es el n?cleo m?s secreto y el sagrario del hombre, en el que ?ste se siente a solas con Dios, cuya voz resuena en el recinto m?s ?ntimo de aqu?lla. Es la conciencia la que de modo admirable da a conocer esa ley cuyo cumplimiento consiste en el amor de Dios y del pr?jimo. La fidelidad a esta conciencia une a los cristianos con los dem?s hombres para buscar la verdad y resolver con acierto los numerosos problemas morales que se presentan al individuo y a la sociedad. Cuanto mayor es el predominio de la recta conciencia, tanto mayor seguridad tienen las personas y las sociedades para apartarse del ciego capricho y para someterse a las normas objetivas de la moralidad. No rara vez, sin embargo, ocurre que yerra la conciencia por ignorancia invencible, sin que ello suponga la p?rdida de su dignidad. Cosa que no puede afirmarse cuando el hombre se despreocupa de buscar la verdad y el bien y la conciencia se va progresivamente entenebreciendo por el h?bito del pecado? (GS 16).?

III. LA PALABRA DE DIOS SE HACE ESCUCHAR EN EL SER SEXUADO DE CADA UNO?

5. Pero no s?lo la conciencia. Todo nuestro ser capta la voz de Dios. Sin ?l nos ser?a imposible escucharla. Es una antena maravillosa compuesta por potencias espirituales: inteligencia, voluntad, sentimientos, que animan un cuerpo, con un sexo determinado, de var?n o de mujer. Gracias a todo ello, a la vez que nos reconocemos como miembros de la misma estirpe humana, cuyos miembros somos iguales en dignidad, nos descubrimos como distintos, sin que esto comporte distancia, y, al contrario, nos impulsa a encontrarnos y reconocernos como seres rec?procos y complementarios, para respetarnos, amarnos, servirnos y trasmitir la vida. El relato b?blico de la creaci?n de la mujer, expresa po?ticamente la experiencia humana fundamental del encuentro de dos seres humanos, iguales en dignidad y distintos en su concreci?n sexual. Al ver a Eva: ?El hombre exclam?: ??Esta s? que es hueso de mis huesos y carne de mi carne! Se llamar? Mujer, porque ha sido sacada del hombre?. Y el autor b?blico comenta: ?Por eso el hombre deja a su padre y a su madre y se une a su mujer, y los dos llegan a ser una sola carne? (Gen 2,23-24).?

IV. EL MATRIMONIO NO LO FUND? EL DERECHO ROMANO?

6. En un diario que el martes pasado repartieron gratis en el avi?n, le?: ?Cristina busc? desmentir que el matrimonio sea un invento de la Iglesia, sino del derecho romano, que les recuerdo eran paganos y persiguieron a los cristianos?. Hizo muy bien la Presidenta en decir que no es un invento de la Iglesia. Nunca se le hubiese ocurrido. Pero, con todo respeto, me permito decirle que se equivoca gravemente en decir que el matrimonio sea un invento del derecho romano. Este derecho lo que hizo es crear salvaguardas jur?dicas para un hecho natural preexistente. El derecho natural a unirse en matrimonio entre var?n y mujer es previo a toda religi?n revelada y a toda jurisprudencia. Es uno de los derechos humanos fundamentales, que no los otorga ninguna autoridad, sino la misma naturaleza humana. Y la defensa de estos es la finalidad de la autoridad. Lamentablemente este gobierno, que de la defensa de los derechos humanos ha hecho su bandera, ha sido incapaz de percibir que la ley de matrimonio civil entre personas homosexuales atropella in?tilmente este derecho fundamental. Lo ha hecho con el pretexto de defender el derecho de la minor?a homosexual, de no discriminarla, y de promover la igualdad ante la ley. Muy bien podr?a hacerlo con una ley adecuada a tal efecto, como todas las dem?s leyes que defienden los derechos de las minor?as. ?Acaso no se defienden con leyes especiales los derechos de los ni?os que, aun siendo numerosos, son una minor?a? ?Y no se defienden los derechos de las mujeres, que, aunque sean la mitad de la humanidad, son una minor?a con respecto a la totalidad? ?Acaso es discriminar que a los ni?os no les reconozcamos ciertos derechos propios de los adultos, y viceversa? (14/07).?

IV. ESCUCHAR LA VOZ DE DIOS DESPU?S DE LA DERROTA DEL SENTIDO COM?N EN EL SENADO?

7. Se ha dicho, torpemente, que la discusi?n en el Senado era entre N?stor Kirchner y el Cardenal Bergoglio. Los que tal cosa dicen no conocen la habitual moderaci?n de este ?ltimo, y especialmente en esta cuesti?n. Lo que ha sucedido es, m?s bien, la derrota del sentido com?n por la torpeza de los hombres. Ya fue penoso que al Senado hubiese llegado un proyecto de ley sobre el matrimonio entre homosexuales en vez de un proyecto sobre la defensa de los derechos de los mismos, sin ofender los derechos exclusivos del matrimonio que, por naturaleza, s?lo existe entre el var?n y la mujer. Y esto, previo a todo derecho positivo y a todo dogma religioso. Las cosas que son por naturaleza, son como son. Por eso las llamamos con una determinada palabra para diferenciarlas de otras que tienen otra natura espec?fica. Aplicar una palabra que es propia de un ser a otro que no le corresponde, y reconocerle a ?ste derechos que no le corresponden y que son propios del primero, es un avasallamiento a los derechos humanos de ?ste. Y, por concomitancia, a los derechos humanos de todos, pues todos formamos una sola familia humana. De esta manera no se promueve la concordia social.??

8. A ra?z de lo ocurrido en el Senado, deseo compartir algunos interrogantes:??

1?) Fragmentaci?n cultural: ?Tenemos conciencia los cat?licos argentinos de la transformaci?n cultural del mundo en que vivimos? En ?l ya no existe un lenguaje b?sico com?n. En 1948, despu?s de la hecatombe de la segunda guerra mundial provocada por el nazismo, las naciones fueron capaces todav?a de firmar la Declaraci?n Universal de los Derechos del Hombre. Hoy ser?a imposible. La humanidad pareciera marchar cada vez m?s hacia la fragmentaci?n. A primera vista, hacia una divisi?n en dos mitades, casi iguales e irreconciliables, como lo muestran, por ejemplo, los dos grandes partidos de EE. UU. o de Espa?a, que se reparten el electorado y tienden a alternarse en el gobierno. Pero la impresi?n es enga?osa. Porque no son mitades homog?neas; por ejemplo, que una defienda principios de acuerdo a una misma tabla de valores, y que la otra, defienda otros principios de acuerdo a una tabla distinta. Cada mitad est? compuesta por elementos aluvionales. De modo que en cada una encontramos elementos propios que son contrarios a la otra, pero a la vez hallamos elementos comunes. Por lo mismo, en una elecci?n o votaci?n, ubicarse en una mitad o en otra no es tarea simple, ni definitiva. Y debe ser fruto, vez por vez, de un dif?cil discernimiento de cada ciudadano.?

2?) Endebles del catolicismo argentino: Durante el debate en el Senado, fueron varios los senadores que se profesaron ?cat?licos, apost?licos, romanos?, o aludieron a su formaci?n religiosa, que se pronunciaron totalmente en contra del magisterio de la Iglesia, sin atisbo alguno de haberse interesado por conocerlo en serio. (Olvidemos, o mejor, perdonemos de coraz?n al senador Picchetto que mencion? a los Obispos y a la ?Iglesia vaticana? con notable desprecio). El hecho es expresi?n de una realidad mucho m?s vasta. ?Qu? hacer ante el mismo? ?Declarar solemnemente que no son cat?licos? ?Tendr?a sentido? ?No es, m?s bien, un desaf?o a revisar nuestra tarea evangelizadora, en especial la catequesis? y la predicaci?n que impartimos, incluyendo la formaci?n que para ello imparten los Seminarios? ?No es tambi?n una invitaci?n a hacer una revisi?n de la piedad popular y de la consecuente pastoral popular? ??sta ?ltima considera siempre a la primera como un punto de partida, o se conforma con poco y la considera como un punto de llegada???

3?) El cristiano como ciudadano: El desarrollo de los medios de comunicaci?n, que son capaces de condicionar la mente humana, en algunos casos ?tanto o m?s que los reg?menes totalitarios, est?n exigiendo que el cristiano, adem?s de ser miembro activo de la Iglesia, crezca como ciudadano responsable de la patria terrena. Es cada vez m?s actual la exhortaci?n de Pablo VI a los fieles laicos: ?Los seglares deben asumir como propia la renovaci?n del orden temporal; si la funci?n de la jerarqu?a es la de ense?ar e interpretar aut?nticamente los principios morales que hay que seguir en este campo, pertenece a ellos, mediante sus iniciativas, y sin esperar pasivamente consignas y directrices, penetrar del esp?ritu cristiano la mentalidad , las costumbres, las leyes y las estructuras de su comunidad de vida? (Populorum progressio 81). Ser?a conveniente que cada instituci?n laical hiciese una revisi?n de vida de c?mo se ha comportado en esta circunstancia de la ley del matrimonio homosexual. Aprovecho la ocasi?n para felicitar a muchos de nuestros hermanos evang?licos que han mostrado una notable conciencia de ser ciudadanos responsables.?

4?) D?nde ha de apoyarse la Iglesia: En un mundo cada vez m?s fragmentado, y con un catolicismo harto endeble, ?en qui?n ha de apoyarse la Iglesia? La ?nica respuesta posible es: S?lo en Dios, creyendo m?s firmemente en ?l y am?ndolo de veras, y amando de coraz?n a un mundo cada vez m?s hostil a ella.

Desde 1946, cuando se trat? de elegir entre los candidatos de la Uni?n Democr?tica y el flamante Justicialismo, los cl?rigos en gran medida, incluidos muchos Obispos, hicieron

un gui?o a favor de este ?ltimo. En aquel entonces se dec?a ?Hay que subirse al tren del Justicialismo?. A pesar de los avatares de 1955, la mayor?a del clero sigui? en la misma tesitura. En la d?cada del 70, en algunos c?rculos clericales, se lleg? a formular el absurdo enunciado ?Hoy el Reino de Dios pasa por el Pe Jota?. Cuanto haya pesado este gui?o clerical, no lo s?. Pero ?no es tiempo de que cada cl?rigo, al momento de las elecciones, haga, como ciudadano, su personal opci?n partidaria, sin confundirla con una supuesta opci?n de la Iglesia, ni pretenda prender a ella a los fieles? ?Y que ?stos aprendan a hacer, vez por vez, su propia elecci?n en medio de la mara?a de circunstancias en que se han de mover?

No podemos olvidar que ?cat?lico? y ?partido? son nociones de diferentes ?rdenes. ?Cat?lico?, sem?nticamente habla de totalidad (?kat? h?lon?) y universalidad, y es una nota propia de de la Iglesia, pueblo de Dios, que por su naturaleza tiende a incluir a todos los hombres, santos y pecadores. ?Partido?, en cambio, habla de opci?n pol?tica concreta, que, si bien puede componerse con otra proveniente de otro partido, tiende casi naturalmente a excluirla.???

5?) Redescubrir el Evangelio m?s profundamente: Aunque est? impl?citamente dicho en lo anterior, vale la pena remarcarlo: la Iglesia, en esta hora, a trav?s de muchos sufrimientos, externos e internos, est? llamada por Dios a un redescubrimiento m?s profundo del Evangelio de Jesucristo. Y ello, tanto en la vivencia personal, cuanto en la vivencia de la comunidad eclesial. S?lo as? la Iglesia puede emprender la Nueva Evangelizaci?n. Ser disc?pulo de Cristo y misionero van juntos. Nos equivocar?amos los cat?licos si pens?semos que ya somos disc?pulos, y que s?lo nos falta ser m?s misioneros. Estamos en el abc del Evangelio. Y toda la vida es un caminar en pos de Cristo hasta llegar a ser sus disc?pulos.

Si somos sinceros, hemos reconfesar que hemos desaprovechado, en gran medida, la gracia excepcional que fue el Concilio Vaticano II, como se vio en la gran crisis sacerdotal y de la vida religiosa que sucedi? inmediatamente al mismo. Ser?a penoso que esta hora de la Iglesia, en el mundo y en la Argentina, pasase sin que supi?semos escuchar la voz de Dios que nos llama a una renovaci?n profunda, personal y comunitaria, conforme al Evangelio de Jes?s. (R 15/07).?

Mons. Carmelo Juan Giaquinta, arzobispo em?rito de Resistencia

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ASUNCI?N DE MAR?A
15 de agosto de 2010

La gracia de nuestro Se?orJesucristo, el amor del Padre y la comuni?n del Esp?ritu Santo est?n con todos vosotros.?

En este domingo, en el coraz?n del mes de agosto, nos reunimos para celebrar a la Virgen Mar?a, en la fiesta de su Asunci?n al cielo. Jesucristo ha hecho que su madre participase, la primera de todas, de los frutos de la salvaci?n y la vida plena que nos ha alcanzado con su resurrecci?n. Por eso hoy es un d?a de alegr?a y alabanza para todos los cristianos, un d?a para con?templar a Mar?a glorificada en el cielo, un d?a para fortalecer nuestra esperanza.

A. penitencial: Con humildad y sencillez, reconocemos nuestro pecado. (Silencio).?

T?, el hijo de Mar?a, el Hijo de Dios. SE?OR, TEN PIEDAD.

T?, el vencedor del pecado y de la muerte. CRISTO, TEN PIEDAD.

T?, que has hecho participar a Mar?a de tu victoria. SE?OR, TEN PIEDAD.

Dios todopoderoso tenga misericordia...

Oraci?n universal: Unidos a Mar?a, en la alegr?a de su fiesta, miremos hacia el mundo entero y oremos por nosotros y por toda la humanidad. Oremos diciendo: PADRE, ESC?CHANOS.

?Por la Iglesia entera, por todos los que caminamos con Jes?s hacia el Reino de Dios. OREMOS:

[Por nuestro pueblo / nuestro barrio / nuestra ciudad] de , por todos los que aqu? vivimos, por las familias, por todas las actividades, y por todos aquellos que pasan necesidad. OREMOS:

Por las parejas j?venes que comienzan el camino del amor compartido. OREMOS:

Por los j?venes que se preparan para el sacerdocio o la vida religiosa. OREMOS:

Por todas las naciones de la tierra, y especialmente por las que viven en situaciones de pobreza, de opresi?n, de violencia. OREMOS:

Por los que nos hemos reunido aqu? para celebrar la Asunci?n de la Virgen Mar?a al cielo, y por nuestros familiares y amigos. OREMOS:?

Escucha, Padre, nuestras plegarias, que te dirigimos hoyen la alegr?a de esta fiesta. T? has hecho obras gran?des en Mar?a y la has llenado con tu amor. Bend?cenos tambi?n a nosotros y a todos los hombres y mujeres del mundo, para que todos podamos experimentar la fuerza de tu bondad. Por Jesucristo, nuestro Se?or.

Padrenuestro: Porque Jesucristo ha resucitado, nosotros somos en verdad hijos de Dios. Por eso nos atrevemos a decir:

?

CPL


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Martes, 10 de agosto de 2010

ZENIT? publica las palabras que dirigi? el domingo 18 de Julio de 2010 a mediod?a Benedicto XVI al rezar la oraci?n mariana del ?ngelus junto a los peregrinos congregados en el patio de la residencia pontificia de Castel Gandolfo.

Queridos hermanos y hermanas:

Nos encontramos ya en el coraz?n del verano, al menos en el hemisferio boreal. En este tiempo, est?n cerradas las escuelas y se concentra el mayor per?odo de vacaciones. Tambi?n se reducen las actividades pastorales de las parroquias, y yo mismo he suspendido durante un per?odo las audiencias. Es, por tanto, un momento favorable para dar el primer lugar a lo que es efectivamente m?s importante en la vida, es decir, la escucha de la Palabra del Se?or. Nos lo recuerda tambi?n el Evangelio de este domingo, con el c?lebre episodio de la visita de Jes?s a la casa de Marta y Mar?a, narrado por san Lucas (10, 38-42).

Marta y Mar?a son dos hermanas; tienen tambi?n un hermano, L?zaro, que sin embargo en este caso no aparece. Jes?s pasa por su pueblo y, seg?n dice el texto, Mar?a le recibi? en su casa (Cf. 10, 38). Este detalle da a entender que, entre las dos, Marta es la m?s anciana, la que gobierna la casa. De hecho, despu?s de que Jes?s se hab?a instalado, Mar?a se sienta a sus pies y le escucha, mientras que Marta est? totalmente ocupada por los muchos servicios, debidos ciertamente al hu?sped de excepci?n. Parece que estamos viendo la escena: una hermana se mueve ajetreada, y la otra queda como arrobada por la presencia del Maestro y por sus palabras. Despu?s de un rato, Marta, evidentemente resentida, no aguanta m?s y protesta, sintiendo que adem?s tiene el derecho de criticar a Jes?s: "Se?or, ?no te importa que mi hermana me deje sola con todo el trabajo? Dile que me ayude". ?Marta querr?a incluso dar lecciones al Maestro! Sin embargo, Jes?s, con gran calma, responde: "Marta, Marta, te inquietas y te agitas por muchas cosas, y sin embargo, pocas cosas, o m?s bien, una sola es necesaria, Mar?a eligi? la mejor parte, que no le ser? quitada" (10, 41-42). La palabra de Cristo es clar?sima: no desprecia la vida activa, y mucho menos la generosa hospitalidad; pero recuerda el hecho de que la ?nica cosa verdaderamente necesaria es otra: escuchar la Palabra del Se?or; ?y el Se?or en ese momento est? all?, presente en la Persona de Jes?s! Todo lo dem?s pasar? y se nos quitar?, pero la Palabra de Dios es eterna y da sentido a nuestra acci?n cotidiana.

Queridos amigos: como dec?a, esta p?gina de Evangelio es particularmente adecuada para el tiempo de vacaciones, pues recuerda el hecho de que la persona humana ciertamente tiene que trabajar, empe?arse en las ocupaciones dom?sticas y profesionales, pero tiene necesidad ante todo de Dios, que es luz interior de Amor y de Verdad. Sin amor, incluso las actividades m?s importantes pierden su valor, y no dan alegr?a. Sin un significado profundo, todo nuestro actuar se reduce a activismo est?ril y desordenado. Y, ?qui?n nos da el Amor y la Verdad, sino es Jesucristo? Aprendamos, por tanto, hermanos, a ayudarnos los unos a los otros, a colaborar, pero antes incluso a escoger juntos la mejor parte, que es y ser? siempre nuestro bien m?s grande.

[Tras rezar el ?ngelus, el Papa salud? a los peregrinos en varios idiomas. En espa?ol, dijo:]

Saludo a los peregrinos de lengua espa?ola, as? como a los que se unen a esta oraci?n del ?ngelus a trav?s de la radio y la televisi?n. Siguiendo el Evangelio de hoy, invito a todos a ser bien conscientes de que s?lo una cosa es necesaria, Dios mismo, as? como a escuchar y practicar la palabra del Se?or, para que se fortalezca nuestra esperanza y crezca nuestro amor. Que Mar?a nos acompa?e y nos ayude en este camino de fe. Feliz Domingo.

[Traducci?n de original italiano realizada por Jes?s Colina
?Libreria Editrice Vaticana]


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ZENIT? publica la carta pastoral que han publicado los obispos de las di?cesis de la provincia eclesi?stica de Zaragoza y el obispo de Jaca a prop?sito de la entrada en vigor, el pasado 15 de julio de 2010, de la ley del aborto en Espa?a.

A todos los sacerdotes y consagrados, religiosos y seculares, y a todos los fieles cristianos de nuestras Iglesias particulares, como tambi?n a todos los hombres de buena voluntad.?

Amad?simos hijos:

Acaba de entrar en vigor la ampliaci?n de la ley del aborto con la Ley 2/2010 de 3 de marzo, llamada eufem?sticamente "Ley Org?nica de salud sexual y reproductiva y de la interrupci?n voluntaria del embarazo". Callar y no hacer nada ante este nuevo y grav?simo atentado contra la vida de los m?s inocentes nos puede convertir en c?mplices por omisi?n. Por eso, no podemos callar y debemos pararnos a pensar qu? respuesta activa en favor de la vida debemos dar cada uno: individuos, familias, comunidades, instituciones..., todos.

En primer lugar, hay que dejar bien claro que el mayor rechazo y la m?s grande repulsa que merece la nueva ley del aborto, en vigor desde el pasado 5 de julio, no significa que fuera aceptable la ley anterior. En la pr?ctica, ya exist?a el aborto libre en Espa?a bajo la presunta justificaci?n de embarazo con riesgo para la salud ps?quica de la madre. Lo prueban las cifras crecientes de aborto, por encima ya de 150.000 al a?o los oficialmente registrados. Y no contamos los no registrados, como tampoco los producidos por la as? llamada ?p?ldora del d?a despu?s', por las t?cnicas de reproducci?n asistida y por otros procedimientos. La situaci?n era ya devastadora y ahora lo va a ser m?s todav?a.

La nueva ley del aborto a?ade nuevas razones de inmoralidad e injusticia a la anterior. Entre las m?s graves est?n las siguientes: Considera el aborto como un derecho de la mujer hasta la semana 14 de gestaci?n, negando en ese tiempo el derecho fundamental a la vida del hijo concebido. De ese modo, considera el aborto como un modo m?s de ?planificaci?n de la reproducci?n' y de anticoncepci?n. Atenta contra la responsabilidad y misi?n de la familia al permitir el aborto a las j?venes desde los 16 a?os sin el conocimiento de sus padres si as? lo quieren ellas. Impone la instrucci?n pr?ctica para realizar abortos en la formaci?n de los m?dicos, cuando el aborto no es un verdadero acto m?dico, porque no corresponde al fin de la Medicina, y la Universidad debe formar m?dicos, s?lo m?dicos. Puede restringir el derecho a la libertad de conciencia y a la consiguiente objeci?n de los profesionales sanitarios. Impone un programa educativo escolar en la infancia y en la juventud que es abortista y con una idea falsa de la sexualidad humana. Con lo cual, la nueva ley se arroga desp?ticamente competencias que no le corresponden en la educaci?n moral de los escolares y atenta contra el principio de subsidiaridad respecto de los padres de familia.

El aborto ni es ejercicio del derecho a la maternidad, ni es un derecho de la mujer a su autodeterminaci?n, ni es un modo de promover la salud sexual y reproductiva. El aborto es la acci?n de matar intencionalmente al hijo concebido, ya vivo y no nacido todav?a. En modo alguno se puede afirmar que la mujer embarazada y el var?n responsable del embarazo s?lo ?ser?n' padres en el futuro, tras su aceptaci?n libre y consciente del fruto de su uni?n. No. El y ella ya son padres en el presente. El hijo no es ?algo' que se puede eliminar si interesa, sino ?alguien' a quien se debe amar dando desinteresadamente la vida por ?l.

El bien de la vida humana y el derecho correspondiente a la misma son inviolables e incondicionales. La vida humana es siempre un bien, y ha de ser reconocida como tal en cada uno por el mero hecho de existir, por el simple hecho de darse. No se necesita ning?n otro t?tulo para tener la dignidad propia de la persona humana. Este valor y esta dignidad no se tienen porque los reconozca el Estado o la ley, sino que pueden ser reconocidos porque se tienen con anterioridad, por el mero y simple hecho de su existencia, porque son a priori. Y este valor y esta dignidad los tienen todos seres humanos desde el momento de la concepci?n hasta el de su muerte natural, independientemente de sus condiciones de desarrollo, salud, calidad de vida o integridad f?sico-ps?quica.

Ninguna circunstancia puede justificar ni convertir en moralmente aceptable el hecho de causar la muerte intencionalmente a un ser humano inocente. Pues bien, dado que eso es precisamente lo que pasa con el aborto, ?ste es siempre, para todos y sin excepci?n, un acto inmoral de la m?xima gravedad.

La mujer es quien acude a abortar, pero no siempre lo hace con plena libertad. Circunstancias que pueden parecerle sin salida y el hecho de verse abandonada e incluso empujada a abortar por quienes habr?an debido apoyarla en su embarazo, pueden disminuir su responsabilidad moral. Lo sabemos y lo tenemos en cuenta. Pero eso no puede convertir en moralmente aceptable el hecho del aborto. Objetivamente el aborto es un crimen abominable, como afirma el Concilio Vaticano II.

En la ley que acaba de entrar en vigor, se afirma que el aborto es un derecho de la mujer en las primeras 14 semanas del embarazo. Se presenta aqu?lla como una ley que defiende y promueve la libertad y la dignidad de la mujer. Pero, en realidad, hace todo lo contrario. La primera v?ctima del aborto es el hijo que se elimina mat?ndolo en el propio seno materno. La segunda v?ctima, independientemente de que se tenga o no conciencia de ello, es la mujer, la madre, porque ?sta mata a su hijo y a la vez mata su maternidad, algo intr?nseco a su femineidad, un significante maravilloso y exclusivo de esa forma de presentarse y de realizarse el ser humano, que es la mujer, una forma cardinalmente distinta y complementaria a aquella en que se muestra el ser humano var?n. Huelga decir que femineidad y masculinidad constituyen las dos formas cardinales ?nicas de ofrecerse el ser humano en el mundo, dos formas id?nticas en su esencia, pero distintas y complementarias. Pues bien, el aborto deja una herida tal en la mujer, que s?lo la acci?n de la gracia divina del perd?n podr? sanar definitivamente. Y la responsabilidad de esta herida y la herida misma se extienden tambi?n al padre y a quienes deber?an haber apoyado la vida del concebido y no lo han hecho.

A veces se oye decir: ?yo no abortar?a, pero estamos en una sociedad plural y hay que aceptar que lo hagan los que tienen otro modo de pensar'. Los que as? hablan no tienen en cuenta a los hijos que son eliminados. Uno de los m?nimos ?ticos que toda sociedad ha de exigir incondicionalmente a sus miembros para poder ser comunidad humana es el contenido en el quinto mandamiento de la ley mos?ica, asumida por el evangelio de Cristo: "?No matar?s!". Abrazar este m?nimo ?tico no depende de tener una u otra mentalidad, pues constituye ?ste uno de los preceptos morales m?nimos necesariamente exigidos para convivir humanamente. Y, como tal, est? siempre presente de forma natural en el coraz?n de todo hombre y de toda mujer.

Una sociedad libre, pluralista y abierta ha de fundarse sobre la verdad y el bien, y debe afirmar, promover y custodiar efectivamente el primero de los derechos fundamentales de todos sus miembros: el derecho a la vida. Una sociedad que promulga leyes que niegan el derecho a la vida de algunos de sus ciudadanos no est? construida sobre la verdad y el bien y, por tanto, carece de futuro. Podr? tener aspectos apreciables, pero sus pies son de barro y acabar? m?s pronto o m?s tarde por derrumbarse. Adem?s: al reconocer como derecho que unos ciudadanos puedan matar impunemente a otros y negar el derecho a la vida, ya ha comenzado su destrucci?n. Hoy lo hacen los legisladores ampliando la pr?ctica del aborto; ma?ana, podr?a presumirse hagan aquellos formalmente lo mismo con la legalizaci?n de la eutanasia.

Todos hemos recibido la vida como un don. Y la vida, que hemos recibido como don, nos constituye a cada uno en don para los dem?s. El aborto nos importa a todos, porque tiene consecuencias sociales para todos. En cada aborto procurado son eliminados quienes estaban llamados a ser un don para los dem?s y el don que con ellos y en ellos se nos quer?a comunicar. En el que es abortado, ?qu? bienes nos iban a llegar a todos y hemos perdido? Cada aborto tiene inevitablemente una gran repercusi?n social para el presente y para el futuro. Este da?o deber? ser redimido.

?C?mo responder a la ampliaci?n del aborto? ?Con pasiva resignaci?n? ?Con un coraz?n fr?o y embotado? ?Afirmando que nada puede cambiar? No. Es preciso actuar renovada e incansablemente. En la sangre de Cristo muerto y resucitado para nuestra salvaci?n tenemos la certeza de que la cultura de la vida vencer?.

Es preciso establecer cauces para ayudar a las madres que se encuentran tentadas de abortar ofreci?ndoles alternativas efectivas y sosteniendo cada vez mejor las ofertas diocesanas ya existentes.

Es preciso cultivar la disposici?n a la adopci?n en los matrimonios id?neos que no pueden tener hijos y tambi?n en los que los tienen. Es preciso apoyar efectivamente la posibilidad de llevar adelante el embarazo para entregar en adopci?n al reci?n nacido cuando los padres biol?gicos no se pueden hacer cargo de ?l. Es preciso revisar los procedimientos de adopci?n nacional, para facilitarla procurando siempre el mayor bien del hijo adoptado.

Es preciso seguir ofreciendo una adecuada educaci?n afectivo-sexual seg?n la verdad del hombre y de la mujer, y seg?n la verdad de la procreaci?n humana, tal como ?sta es conocida y ense?ada por el Magisterio de la Iglesia, madre y maestra.

Es preciso ofrecer a las mujeres que han abortado o que se han visto empujadas a ello la reconciliaci?n con Dios, consigo mismas y con sus hijos por medio del encuentro con Cristo en el sacramento de la confesi?n. Cristo quiere perdonarlas, hacer que nazcan de nuevo por el don del Esp?ritu Santo y regalarles vivir en el seno de una comunidad cristiana. As?, se convertir?n en testigos y misioneras del Evangelio de la vida para el desaf?o del dif?cil tiempo presente. Esa es una misi?n que todos tenemos y que todos debemos cumplir con la ayuda de Dios, la cual no nos faltar? nunca.

Que el Se?or nos ayude con su gracia a disipar las profundas tinieblas que se ciernen sobre la conciencia de los hombres de nuestro tiempo y que no pocas veces la ciegan. Y que la luz de la verdad sobre el hombre, una luz que emerge de la raz?n no ideologizada y, de forma total y plena, de la Revelaci?n, comience a brillar en nuestro horizonte.

Dado en Zaragoza, a 16 de julio,

Memoria obligatoria de Nuestra Se?ora del Carmen,

del a?o de gracia de 2010?

+ Manuel Ure?a, Arzobispo Metropolitano de Zaragoza
+ Jes?s Sanz, Arzobispo Metropolitano de Oviedo
y Administrador Apost?lico de Huesca y de Jaca
+ Alfonso Mili?n, Obispo de Barbastro-Monz?n
+ Jos? Manuel Lorca, Obispo de Cartagena
y Administrador Apost?lico de Teruel y de Albarrac?n
+ Demetrio Fern?ndez, Obispo de C?rdoba
y Administrador Apost?lico de Tarazona


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Palabras del p?rroco de La Guancha publicadas en el PROGRAMA DE LAS FIESTAS PATRONALES 2010, dirigidas a los feligreses como preparaci?n para las fiestas.

Estimados feligreses:

En el coraz?n de los pueblos cristianos, Mar?a constituye una presencia dulce y tranquilizadora. Con su estilo discreto, da a todos la paz y la esperanza en momentos alegres y tristes. Tambi?n en nuestro pueblo de La Guancha las advocaciones de La Esperanza, el Rosario, el Carmen, los Dolores, La Milagrosa y Coromoto nos recuerdan la presencia de la Madre que vela constantemente por sus hijos.

El mes de Agosto, al celebrar las Fiestas Patronales, nos da la oportunidad de llegar nuevamente a los pies de la Virgen de Ntra. Sra. de la Esperanza. Con la piedad del pueblo al que pertenecemos, volveremos a presentarle a nuestra Madre nuestro afecto y nuestra gratitud, y tambi?n nuestras preocupaciones.

El inolvidable Papa Juan Pablo II dec?a una vez: "En el estilo de piedad que es el del pueblo al que yo pertenezco, hall? lo que hab?a descubierto al leer el Tratado sobre la excelent??sima devoci?n a la Virgen Mar?a de San Luis Mar?a Grignon de Montfort'". "Si antes me conten?a por temor a que la devoci?n mariana tomara la delantera a la de Cristo, en lugar de cederle el paso, al leer el tratado comprend? que, en realidad, ocurr?a algo muy distinto".

Es que la Virgen Maria es la que m?s que ning?n otro ha contemplado a Dios en el rostro humano de Jes?s. Lo vio reci?n nacido, mientras, envuelto en pa?ales, era acostado en un pesebre; lo contempl? apenas muerto, cuando, bajado de la cruz, lo envolvieron en una s?bana y lo llevaron al sepulcro. Dentro de ella se imprimi? la imagen de su Hijo martirizado; pero esta imagen se transfigur? despu?s por la luz de la Resurrecci?n. As?, en el coraz?n de Maria, se custodia el misterio del rostro de Cristo, misterio de muerte y de gloria.

Ella es la Madre que dice a los hombres de nuestro tiempo: no teng?is miedo, Jes?s ha vencido al mal; ha vencido su dominio desde su ra?z "Cu?nta necesidad tenemos de esta hermosa noticia", exclama Benedicto XVI (Diciembre 2009), "Cada d?a, de hecho, a trav?s de los peri?di?cos, la televisi?n, la radio, el mal es narrado, repetido, amplificado, acostumbr?ndonos a las cosas m?s horribles, haci?ndonos insensibles y, en cierto sentido, intoxic?ndonos, pues lo negativo no se digiere plenamente y d?a tras d?a se acumula. El coraz?n se endurece y los pensamientos de hacen sombr?os?.

Mar?a con su presencia nos habla de Dios, nos recuerda la victoria de la Gracia sobre el pecado, y nos lleva a esperar incluso en las situaciones humanamente m?s dif?ciles.

Escuchemos la voz de Mar?a. Escuchemos su llamamiento silencioso. Ella nos dice a cada uno de nosotros: ?Que donde ha abundado el pecado puede sobreabundar la gracia! Dej?monos tocar por su ternura durante estas fiestas de 2010 desde su traslado del Camar?n y quinario en que ser?n convo?cados a rendir homenaje los ni?os, los j?venes, las cofrad?as, los enfermos y los mayores hasta los d?as principales: el domingo, 15 de agosto y el lunes, 16, y el pueblo ser? m?s hermoso, m?s cristiano, m?s humano.

Gracias, Madre, por tu mensaje de esperan?za. Gracias por tu silenciosa pero elocuente presen?cia en el coraz?n de nuestro pueblo de La Guancha.

P?rroco


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Palabras de invitaci?n a las Fiestas Patronales 2010 de la Se?ora Alcaldesa del municipio de La Guancha, publicadas en el PROGRAMA DE FIESTAS 2010.

Bienvenidos a la fiesta?

Este 2010, no ha sido el mejor a?o para La Guancha, no al menos el que nadie desea. Una serie de acontecimientos especialmente tristes, nos han convertido en protagonistas de una actualidad, en la que nunca hubi?ramos querido estar. Pero afortunadamente, La Esperanza, nuestra patrona, nuestra madre, nuestra Se?ora,... nos ilumina el camino, cuando creemos que se nos ha apagado la luz para siempre. Por eso nos convoca cada a?o, a unos d?as de fiesta en su honor, d?as, en los que veremos reflejados en ella, a los que hoy no est?n con nosotros y a los que de forma especial en estas fiestas, dedicaremos un emotivo recuerdo, porque tambi?n ellos, rieron, bailaron, participaron y trabajaron por nuestras fiestas patronales.

Las fiestas de La Guancha, son unas fiestas llenas de tradici?n, de la que se ocupan todos nuestros vecinos, aportando su granito de arena y por eso somos capaces de convertirlas en unas fiestas ?nicas. ?Qui?nes si no, han conseguido que nuestra Bajada de las Hayas, se haya convertido en un referente en las fiestas tradicionales de nuestra tierra? Y... ?qui?nes si no, son los que se ocupan de que Nuestra Se?ora La Virgen de La Esperanza, brille de una forma especial en todos los actos religiosos? Y... ?qui?nes, si no, se preocupan porque durante estos d?as, cada detalle est? en su lugar correspondiente, para ofrecer la mejor imagen a los que nos visitan?

Y es que nuestras fiestas, reflejan lo que somos y lo que sentimos, todos los guancheros. Nos identifican los actos religiosos y tambi?n los populares: la Fiesta de la Cosecha, el Festival Abruncos, la Bajada de las Hayas o La Papada de Magos, por citar algunos.

No quiero terminar, sin felicitar a las comisiones de fiestas por la ilusi?n, el trabajo y el empe?o, que han derrochado, en la preparaci?n de todos los actos, felicitaci?n que hago extensiva a la concejal?a de Fiestas y por supuesto, a todos los vecinos, que contribuyen cada a?o, a la grandeza y el colorido de nuestras fiestas patronales.

Mis mejores deseos, para estos d?as de alegr?a, que nos brinda la fiesta en honor a Nuestra Se?ora La Virgen de La Esperanza ?Es momento de divertirse!?

?Fefices fiestas!?

MA Elena Luis Dom?nguez
?Alcaldesa de La Guancha


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La Comisi?n de Fiestas 2010 del municipio de La Guancha, Tenerife, ha distribuido el PROGRAMA DE ACTOS en la celebraci?n de las Fiestas Patronales en honor de Nuestra Se?ora de la Esperanza.?(Agosto 2010)?

S?BADO D?A 7:?

A partir de las 16:00 h., BAJADA DE LAS HAYAS. Concentraci?n en la Casa de la Pradera con servicio de trasporte desde la plaza de ?ngeles Machado a partir de las 15:00 horas. (Muy importante: Se ruega a los participantes el uso del traje t?pico canario para dar m?s vistosidad al evento).?

A las 18:00 h., salida de la comitiva acompa?ada de diversos grupos folkl?ricos y diversas parrandas locales. A la llegada al templo, y en la puerta del camar?n, se incorporar? la imagen de la Esperanza acompa?ando a la comitiva hasta el lugar que ocupara en la puerta del templo parroquial, donde se realizaran las ofrendas. (Radio La Guancha retransmitir? este acto)?

A continuaci?n, en la plaza de la iglesia, BAILE DE ROMEROS amenizada por las orquestas "Arguayo Band" y "Bah?a Band".?

DOMINGO D?A 8:?

A las 12 del mediod?a repique de campanas, lanzamiento de cohetes e izado de la bandera en la torre de la iglesia.?

LUNES D?A 9:?

Comienzo del Quinario a la Virgen de La Esperanza.?

A partir de las 17:00 h., apertura de las Exposiciones "Mujeres a pie de campo" organizada por el Excmo. Cabildo de Tenerife, permaneciendo abierta hasta el d?a 17 de Agosto. Lugar: Aula del Menor (antigua Cruz Roja, en la Calle Pedro Glez. Yanes)?

A las 18:30 h., Rezo del Santo Rosario.?

A las 19:00 h., Santa Misa y homil?a: "Mar?a, figura de la Iglesia como Madre." Ofrenda-homenaje de los ni?os a la Virgen.?

A las 20:00 h. y las 21:30 h., cuartos de final del XXVII TORNEO DE VERANO DE BALONCESTO en el nuevo pabell?n deportivo Rom?n Reyes.?

MARTES D?A 14:?

Alas 18:30 h., Rezo del Santo Rosario.?

A las 19:00 h., Santa Misa y Homil?a: "Mar?a, figura de la Iglesia como Virgen." Ofrenda-homenaje de los j?venes.?

A las 20:OO h. y las 21:30 h., cuartos de final del XXVII TORNEO DE VERANO DE BALONCESTO en el Pabell?n Rom?n Reyes.

MI?RCOLES D?A 11:?

A las 18:30 h., Rezo del Santo Rosario.?

A las 19:00 h., Santa Misa y Homil?a: "Mar?a, figura de la Iglesia peregrina." Ofrenda-homenaje de la Cofrad?a de la Santa Pasi?n a la Virgen.?

A las 20:00 h. y las 21:00 h., semifinales del TORNEO DE FUTBOL SALA DE VERANO en el polideportivo El Castillo.?

JUEVES D?A 12:?

Alas 18:30 h., rezo del Santo Rosario.?

A las 19:00 h., Santa Misa y Homil?a: "Intercesi?n de Mar?a a favor de la Iglesia." Ofrenda-homenaje de los enfermos y familiares a la Virgen.?

A las 20:00 h. y las 21:30 h., semifinales del XXVII TORNEO DE VERANO DE BALONCESTO en el Pabell?n Rom?n Reyes.?

A las 21:00 h., desde el balc?n del antiguo Ayuntamiento, Bienvenida a las fiestas y LECTURA DEL PREG?N, a cargo de D. Pedro P?rez P?rez. Seguidamente la Alcaldesa, D?a. Elena Luis Dom?nguez, proceder? el ENCENDIDO DE LA TRACA, con la que se inician oficialmente las fiestas en honor a Ntra., Sra. La Virgen de La Esperanza 2010. A continuaci?n, CONCIERTO de la Agrupaci?n Musical "La Esperanza", en la calle Pedro Gonz?lez Yanes.?

VIERNES D?A 13:?

A las 16:00 h., comienzo del Torneo de Envite y Domino.?

A las 18:30 h., rezo del Santo Rosario.?

A las 19:00 h., Santa Misa y Homil?a: Mar?a, Reina de la Iglesia. Ofrenda-homenaje de los mayores a la Virgen.?

A las 20:00 h., final del TORNEO DE VERANO DE BALONCESTO en el pabell?n Rom?n Reyes.?

A las 22:00 h., FIESTA DE LA COSECHA. (Este a?o tendr? como tema "las tradiciones de nuestro pueblo", y contar? con las actuaciones de:

-El Ballet Salseando

-Los J?venes Cantadores

-El humorista "Juanito Panch?n"

(Presenta: Bene Fuentes)?

(Radio La Guancha retransmitir? este acto)?

S?BADO D?A 14:?

A las 16:00 h., exhibici?n de Mountain-bike en el barranco de La Asomada.?

A las 16:00 h., continuaci?n del Torneo de Envite?

A las 16:30 h., FESTIVAL DE LA TERCERA EDAD, con las actuaciones de:

Club de la Tercera edad del casco de La Guancha

Club "Renacer Costero" de Santo Domingo

Club "25 de Noviembre" de Santa Catalina. (Presenta: Angel Hern?ndez)?

Alas 18:30 h., rezo del Santo Rosario.?

A las 19:00 h., Santa Misa y Homil?a: Evangelio del Domingo.?

A las 19:30 h., actuaci?n de la parranda "El Perenk?n Guanchero" en la plaza de la Iglesia.?

A las 18:00 h., partido de las Estrellas del XXVII TORNEO DE VERANO DE BALONCESTO en el Pabell?n Rom?n Reyes.?

A las 20:00 h., TORNEO DE F?TBOL SALA DE VERANO. Disputa del 3? y 4? puestos.?

A las 21:00 h., Final del TORNEO DE F?TBOL SALA DE VERANO.?

A las 22:00 h., GRAN BAILE amenizado por la orquesta "Los Concejales". DOMINGO D?A 15:?

De 8:00 h a 9:00 h., I SLALON-EXHIBICI?N "Virgen de La Esperanza". En la Calle Alh?ndiga, verificaci?n de los coches.?

A partir de las 10:00 h., I SLALON-EXHIBICI?N Virgen de La Esperanza, en el barranco de La Asomada.?

A las 9:30 h., en la plaza de la iglesia, EXPOSICI?N DE MOTOS ANTIGUAS organizada por el Moto-Club del Municipio "Chorros de El Pinalete".?

A las 12:00 h., SOLEMNE FUNCI?N RELIGIOSA. La homil?a estar? a cargo del Rvdo. Sr. D. Juan Antonio Guedes Su?rez, Director Espiritual del Seminario Menor, y ser? cantada por el grupo folkl?rico Abruncos. (Radio La Guancha retransmitir? este acto)?

A continuaci?n, PROCESI?N de la Virgen de La Esperanza por el recorrido acostumbrado, acompa?ada por la Banda de M?sica "La Esperanza" de este municipio.?

A las 14:00 h., concentraci?n de motos en la Calle La Alh?ndiga (organiza: Moto-Club Chorros de El Pinalete de La Guancha)?

A las 15:30 h., salida de las motos seg?n la ruta organizada por los distintos barrios del municipio, con posterior regreso al lugar de salida.?

A las 17:00 h., en la plaza de la Iglesia VI FESTIVALABRUNCOS, presentando la "Primera Antolog?a de Abruncos."?

A las 21:00 h., Santo Rosario y a continuaci?n PROCESI?N de la Santa Patrona por el recorrido acostumbrado, acompa?ada por la Banda de m?sica La Esperanza de nuestro municipio y exhibici?n de fuegos artificiales a cargo de la Pirotecnia Hermanos Toste.

A la llegada al Templo de la imagen, BAILE a cargo del Grupo "Malagua".?

LUNES D?A 16:

A las 11:30 h., SOLEMNE FUNCI?N RELIGIOSA. La homil?a estar? a cargo del M. I. Sr. D. Crist?bal Rafael P?rez Vega, Can?nigo Lectoral de la Santa Iglesia Catedral de La Laguna , y ser? cantada por el Coro M? Auxiliadora de Los Realejos. A continuaci?n tradicional PROCESI?N de La Asomada, acompa?ada por la Banda de M?sica La Esperanza, con las tradicionales lluvias de cohetes de La Asomada y Lomo de La Guancha.?

A las 16:00 h., En el Pabell?n Rom?n Reyes XXVII TORNEO DE VERANO DE BALONCESTO, con la siguiente programaci?n.

Campeonato de Two Ball.

Concurso de Triples.

Partido para 3? y 4? puesto.

A las 20:00 h., Gran final y a continuaci?n entrega de trofeos.

A las 16:00 h., FESTIVAL INFANTIL, con la actuaci?n de payasos y personajes de Disney.

Alas 17:30 h., castillos infantiles para el disfrute de todos los ni?os y talleres de manualidades. -Alas 18:30 h., fiesta de la espuma.

-??????? A las 22:00 h., FESTIVAL DE VARIEDADES con las actuaciones de: " ?ngeles y Yuli ", el grupo "As? Son" y "Acrobacias Rusas".

(Presenta : C?ndido Quintero)

MARTES D?A 17:

De 16:00 h. a 20:00 h., ACTIVIDADES JUVENILES: talleres y torneos de ping-pong, dardos, etc., en la plaza de la Iglesia.

A las 22:00 h., CINE AL AIRE LIBRE en la plaza de la Iglesia con la proyecci?n de la pel?cula infantil "UP"

MI?RCOLES D?A 18:

De 16:00 h. a 20:00 h., ACTIVIDADES JUVENILES: talleres y torneos de ping-pong, dardos, etc, en la plaza de la Iglesia.

A las 22:00 h., CINE ALAIRE LIBRE en la plaza de la Iglesia con la proyecci?n de la pel?cula "NO ES TAN FACIL"

JUEVES D?A 19:

De 16:00 h. a 20:00 h., ACTIVIDADES JUVENILES: talleres y torneos de ping-pong, dardos, etc, en la plaza de la Iglesia.

A las 22:00 h., CINE AL AIRE LIBRE en la plaza de la Iglesia con la proyecci?n de la pel?cula "AVATAR".

VIERNES D?A 20:

A las 22:00 h., en la plaza de la Iglesia GRAN NOCHE JOVEN con la actuaci?n de el Dj y Speaker Jonay D?az, con regalos y sorpresas.

S?BADO D?A 21:

A las 11:00 h., Carrera de caballos a distancia de 1.400 m. en la carretera de El Convento, organizada por el Club Turs Tenerife.

A partir de las 21:00 h., tradicional PAPADA Y BAILE DE MAGOS, contando con la actuaci?n de las Orquestas "Arguayo Band" y "Bah?a Band".

(Imprescindible uso de vestimenta t?pica canaria en este acto y la reserva previa de mesa a trav?s del ?rea de Cultura y Fiestas del Ayuntamiento de La Guancha, tfno: 922.82.80.02, en horario de lunes a viernes de 9:00 a 13:00 h.)


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Lunes, 09 de agosto de 2010

ZENIT? publica el art?culo que ha escrito monse?or Felipe Arizmendi Esquivel, obispo de San Crist?bal de Las Casas, con el t?tulo "Fracturas intracomunitarias".

VER

Estamos realizando las visitas pastorales a parroquias y misiones de nuestra di?cesis, con el fin de acompa?ar y fortalecer el proceso evangelizador y la vida cristiana de las comunidades y animar a los servidores eclesiales. Nos duele constatar el sufrimiento de nuestros pueblos por las divisiones internas que los desestructuran, por diferencias pol?ticas y culturales, por problemas agrarios no resueltos, por la necesidad de tierra, que no alcanza. Ya pasaron las elecciones, pero quedaron heridas y resentimientos, que no sanan f?cilmente.

Una de las divisiones m?s dolorosas y cuestionantes es la originada por las diferentes formas de vivir y expresar la fe, no s?lo por la confrontaci?n con los protestantes, sino al interior de las mismas comunidades creyentes. Unos asumen la dimensi?n social de la fe y hacen mucho an?lisis de la realidad, y a otros esto les parece pura pol?tica, ajena a la Palabra de Dios. A unos les ayuda manifestar su fe con cantos y signos de corte carism?tico, y a otros esto les parece espiritualismo y evasi?n del compromiso social y pol?tico del cristiano. Unos sostienen su creencia en tradiciones y costumbres de matriz cat?lica, pero con mezcla de ritos m?s parecidos a los del Antiguo Testamento, sin incidencia en la transformaci?n de la realidad. Unos deben su conversi?n a alg?n retiro espiritual, a uno de los nuevos movimientos eclesiales, y otros rechazan todo lo que no vaya en la l?nea de la pastoral m?s generalizada; quisieran que se cerrara la puerta a esos movimientos, siendo que a muchos les han sostenido en su fe.

JUZGAR

Dice Jes?s: "En esto conocer?n todos que ustedes son mis disc?pulos: si se tienen amor unos a otros" (Jn 13,35). Y comenta San Pablo: "Toda la ley alcanza su plenitud en este solo precepto: Amar?s a tu pr?jimo como a ti mismo. Pero si se muerden y se devoran unos a otros, miren no vayan a destruirse mutuamente" (G?l 5,14-15). Por ello, exhorta a los fieles romanos: "No se estime cada quien m?s de lo que conviene, sino m?s bien tengan una sobria estima seg?n la medida de la fe... Nosotros, siendo muchos, formamos un solo cuerpo en Cristo, pero teniendo dones diferentes, seg?n la gracia que se nos ha dado...?mense cordialmente unos a otros, cada uno estimando en m?s a los dem?s... Tengan un mismo sentir unos con otros, sin complacerse en la altivez" (Rom 12,3-16).

La vocaci?n de nuestra Iglesia es llamar a la unidad, construir la fraternidad, servir de puente y lazo de uni?n entre los diferentes. As? dice el Concilio Vaticano II: "La Iglesia es en Cristo como un sacramento, o sea signo e instrumento de la uni?n ?ntima con Dios y de la unidad de todo el g?nero humano" (LG 1).

Nuestro III S?nodo Diocesano, en su nota marginal 504, cita la Exhortaci?n Ecclesia in Am?rica del Papa Juan Pablo II: "La di?cesis, en cuanto Iglesia particular, tiene la misi?n de empezar y fomentar el encuentro de todos los miembros del Pueblo de Dios con Jesucristo, en el respeto y promoci?n de la pluralidad y la diversidad, que no obstaculizan la unidad, sino que le confieren el car?cter de comuni?n" (EAm 36). En concordancia con la sant?sima Trinidad, origen de la Iglesia y de toda pastoral, nuestro S?nodo nos invita a favorecer "la unidad en la diversidad" (465). "El Consejo Pastoral Parroquial, ejerciendo una labor de mediaci?n, ha de trabajar siempre en favor de la unidad y la reconciliaci?n de los diferentes grupos dentro de la comunidad" (567). Se nos pide reconocer "la parroquia como comunidad de comunidades y movimientos" (p?g. 125) y aprovechar "los grupos y movimientos para evangelizar" (371).

ACTUAR

El servicio de cuantos tenemos un ministerio pastoral en las comunidades es escuchar, analizar, iluminar, corregir, impulsar, animar, unir; para ello, debemos servir como un puente entre los extremos, aunque en este servicio seamos pisados por los que transitan de una a otra orilla eclesial.

Seamos un puente de mente abierta y coraz?n generoso, para unir a los que est?n partidos, divididos, confrontados, y no seamos de los que excluyen sistem?ticamente a quienes viven su fe en forma diferente a la nuestra.


Publicado por verdenaranja @ 23:01  | Hablan los obispos
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ZENIT? publica la segunda de las reflexiones que viene haciendo el obispo de Tehuac?n (M?xico), monse?or Rodrigo Aguilar Mart?nez, sobre el tiempo de vacaciones y la experiencia cristiana del descanso para mejorar la vida del esp?ritu.

??????????? Vuelvo al tema de las vacaciones, dada la vivencia que puedan estar teniendo muchas personas e incluso familias.

??????????? El ambiente ofrece la oportunidad de llenar el d?a... y la noche, de distracciones y diversiones que, a la postre, cansan en lugar de ayudar a descansar. Por el contrario, invito a usted a incluir algo que con frecuencia m?s bien se evita pero que, si se atiende, puede dar buenos frutos; conc?dase tiempo para dialogar m?s a fondo con alg?n miembro de su familia, para ello no elija la persona con quien m?s se sienta a gusto, sino la persona que usted piense que m?s lo necesite o con quien se haya comunicado menos ?ltimamente. Tambi?n los ni?os y los j?venes entren en esta decisi?n de elegir y actuar en una comunicaci?n m?s a fondo; no se imaginan la alegr?a que podr? dar a sus pap?s o hermanos mayores que ustedes, el que quieran platicar con m?s calma con ellos.

??????????? ?De qu? dialogar? Hay algunas relaciones en la familia que se han atorado, que est?n casi secas, y no se ocurre nada por decir. Si la b?squeda no da buenos resultados, no desistir, hay que seguir ofreciendo y buscando la oportunidad.

??????????? Se puede iniciar el di?logo compartiendo vivencias muy personales, con la intenci?n de darse a conocer: alg?n hecho concreto, los sentimientos experimentados, lo que signific? para uno. La persona que escucha, no necesariamente ha de estar de acuerdo con lo que escucha, m?s bien se trata de acoger en el propio coraz?n a la persona que est? entregando el suyo. Adem?s, dialogar a fondo no significa solamente decir muchas palabras. Es m?s que ser buen conversador. Es entregarse a la otra persona, acoger a la otra persona.

Tambi?n hay que tener en cuenta que se dialoga no s?lo con las palabras que se pronuncian, sino tambi?n con la mirada, con el rostro, con las manos, con todo el cuerpo. Los gestos dicen con frecuencia m?s que muchas palabras.

??????????????????????? Desgraciadamente hay personas que han crecido en atm?sfera de familia desintegrada, en que son m?s frecuentes los gritos, rechazos, insultos, desprecios que las expresiones de amor y apoyo. Si ?ste fuera el caso, de tener m?s presentes las experiencias negativas, las cuales ahogan como si no existieran las experiencias positivas, tenga usted en cuenta que hay Alguien que siempre nos ha amado: Dios Trino y Uno. Efectivamente, Dios Padre nos ha amado tanto que nos ha dado a su Hijo, el cual, agradecido con su Padre Dios, tambi?n nos ha amado, dando la vida por nosotros; y la ha dado no porque seamos buenos, sino porque somos pecadores pero para que seamos buenos y virtuosos; adem?s nos ha dicho, con su palabra y con sus obras, que no somos sus siervos, sino sus amigos; tambi?n nos ha dado su Esp?ritu, para sostenernos como amigos de Jes?s. En este Dios Trino y Uno est? la fuente de la comunicaci?n que da comuni?n, para ensayarla en la relaci?n familiar. Desde la comunicaci?n de Dios Trino y Uno, nos podemos en la familia como regalo de Dios: el otro, regalo de Dios para m?, yo regalo de Dios para los dem?s -subrayo: regalo, no carga ni fastidio-; por lo mismo, nos vemos como pertenencia mutua; el otro como alguien que me pertenece y yo en pertenencia a otros -subrayo: pertenencia, no divisi?n y antagonismo-; de modo que nos aceptemos y sobrellevemos mutuamente, y nos ayudemos en el mutuo desarrollo -subrayo: no para tener envidia sino alegr?a con el desarrollo del otro-. Si esto lo vivimos en la familia de manera consciente, libre y amplia, la relaci?n fuera de la familia ser? plenamente humana, al vernos en pertenencia mutua, en mutuo apoyo para el desarrollo; en suma, como una gran familia humana, m?s a?n como la familia de los hijos de Dios.

??????????? Cada d?a es propicio para dar el primer paso, y el segundo y los siguientes; a fin de buscar un acercamiento, una reconciliaci?n, una comunicaci?n m?s profunda. Si en las vacaciones se organizan tiempos de di?logo, ser? una magn?fica inversi?n que no dejar? de dar sus frutos.

??????????? Mar?a de Guadalupe, Madre de Jes?s y Madre nuestra, nos acompa?a en este proceso de comunicaci?n y comuni?n familiar.


Publicado por verdenaranja @ 22:58  | Hablan los obispos
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Homil?a de monse?or Marcelo Ra?l Martorell, obispo de Puerto Iguaz?, para el domingo XV durante el a?o (11 de julio de 2010). (AICA)

?SE?OR, TU PALABRA EST? EN MI BOCA Y EN MI CORAZ?N PARA PONERLA EN PR?CTICA????????????????

La liturgia de este d?a gira alrededor del tema de la Ley del Se?or: ?Escucha la voz del Se?or, tu Dios, ?guardando sus preceptos y mandatos? (Deut. 30,10). Dios ha pactado con el hombre su alianza y le ha comunicado su voluntad. Esta Ley est? escrita en el coraz?n de los hombres desde el d?a mismo de su creaci?n y por lo tanto acorde a su coraz?n. ?El precepto que yo te mando hoy no es cosa que te exceda, ni inalcanzable; est? muy cerca de ti, en tu coraz?n y en tu boca, c?mplelo? (Deut. 11,14). La Ley de Dios pide al pueblo que viva seg?n la Palabra de Dios, que lo ama e invita a amarlo. Para poner en pr?ctica esto es necesario estar disponible y abierto a su palabra y a la acci?n del Esp?ritu Santo.

Jes?s es la Palabra de Dios, su Verbo, que se hizo carne y vino a morar en medio de los hombres, revelando de un modo pleno la voluntad divina, expresada en los mandamientos. El evangelio de hoy presenta a Jes?s que habla con un doctor de la Ley el cual lo interroga acerca de cual es el mandamiento primero de la Ley. Jes?s le responde: ?el amor a Dios y al pr?jimo?. El doctor interroga al maestro, no para aprender, sino para ponerlo a prueba y termina su consulta pregunt?ndole: ??y qui?n es mi pr?jimo? Y es aqu? donde Jes?s le responde con la par?bola del buen samaritano. No nos olvidemos que los samaritanos son extranjeros y extra?os a la Ley, sin embargo Jes?s le cuenta la historia de un hombre atacado por bandoleros, que fue dejado a la orilla del camino, herido y despojado de sus bienes. Dos individuos pasan a su lado, un sacerdote y un levita, quienes lo ven tirado y herido pero siguen su camino sin preocuparse de ?l. Solamente el tercer hombre -que era samaritano- se compadece de ?l, se detiene, lo socorre y le brinda todo su auxilio, incluso gasta su dinero para que lo curen.

La conclusi?n a la pregunta de esta par?bola es f?cil: todo el que est? a tu lado es tu ?pr?jimo? sobre todo cuando est? necesitado de ayuda y ?ste debe ser amado como cada uno se ama a s? mismo. La par?bola obliga al doctor de la Ley a reconocer que quien cumple con la Ley no necesariamente es un hombre instruido en ella, como era el caso del sacerdote y del levita, ?sino que hasta puede ser un samaritano con un coraz?n tierno, aunque sea considerado por los jud?os como incr?dulo y pecador. El que tiene un coraz?n duro y ego?sta encuentra mil maneras para justificar su falta de caridad y de solidaridad con el pr?jimo. Poco importa, en efecto, conocer la moral a la perfecci?n y discutir en torno a ella, cuando no se cumple con los deberes m?s elementales como los que plantea la par?bola. El que tiene un coraz?n duro y ego?sta siempre encontrar? suficientes excusas para eximirse de ayudar al pr?jimo, sobre todo cuando el tener que hacerlo produce incomodidad, exige sacrificio, abnegaci?n y esfuerzo.

Jes?s no quiere hablar con el doctor en forma magistral, como lo hacen los doctores y los fariseos sino que emplea simples par?bolas para explicar la Palabra de Dios y m?s a?n cuando ?sta hace referencia al amor, que es la ley fundamental de la vida y de la relaci?n con Dios. El amor lleva en si mismo su justificaci?n. El evangelista Juan afirma con profundidad que ??Dios es amor? y San Juan de la Cruz nos recuerda que ?en la tarde de la vida seremos examinados en el amor?.

La segunda lectura nos deja esta ense?anza: ?Jes?s es imagen del Dios invisible y primog?nito de toda criatura? y quiere ser reconocido y amado por los hombres en la imagen humilde y visible del pr?jimo. Los hombres y mujeres de hoy tenemos que tener presente en nuestras vidas la imagen del buen samaritano para considerar a quien est? al lado como a nuestro pr?jimo y brindarle toda nuestra ayuda, especialmente cuando est? necesitado o abandonado.

El amor es el primero y m?s decisivo de los mandamientos, es el criterio para ver si estamos en la verdad. El mundo de hoy necesita que cambiemos el coraz?n, que le mostremos que es posible transformarlo por el amor y que con esta fuerza transformadora que nos da el Esp?ritu Santo podemos ser constructores de una sociedad nueva. Los grandes males del mundo de hoy son posibles porque Dios est? ausente en el coraz?n del hombre y vive indiferente, como si Dios no existiera. No se puede construir una sociedad nueva sin Dios y sin ?l es imposible la solidaridad, el amor al pr?jimo y una vida m?s humana y m?s digna.

Pidamos a la Sant?sima Virgen, nos ayude a colmar nuestro coraz?n con el amor de Dios y nos ense?e a vivir verdaderamente el amor al pr?jimo.?

Mons. Marcelo Ra?l Martorell, obispo de Puerto Iguaz??


Publicado por verdenaranja @ 22:53  | Homil?as
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Saludo de monse?or Andr?s Stanovnik, arzobispo de Corrientes a Nuestra Se?ora de Itat? (Atrio de la Bas?lica, 16 de julio de 2010). (AICA)

SALUDO A LA IMAGEN DE NUESTRA SE?ORA DE ITAT͠????????

Te saludamos Madre de Itat?, con el nombre m?s hermoso que puede darte un coraz?n que te ama: ?Tiern?sima Madre de Dios y de los hombres?. Esta noche, en medio de la oscuridad y el fr?o, vemos c?mo resplandece tu hermoso rostro, todo inundado de la entra?able misericordia de nuestro Dios. Sos tiern?sima Madre, porque Dios te quiso hacer as? y vos te dejaste modelar por la acci?n amorosa de su voluntad. Toda vos nos hablas de Dios. Mientras contemplamos tu mirada serena y tus manos suplicantes, sentimos que la inmensa ternura de nuestro Dios se derrama suave y c?lida sobre nuestra vida. Nos conmueve en lo m?s ?ntimo de nuestro ser experimentar que Dios nos ama entra?ablemente y que por tu poderosa intercesi?n ning?n peregrino, que humildemente recurre a vos, queda sin respuesta.

Hoy, al contemplarte como la Pura y Limpia Concepci?n, amada por Dios como criatura humana, nos conmueve saber que Dios se revisti? de tu carne y te respet? en tu hermosa naturaleza de mujer, como el mismo te cre?. ?Qu? inmenso y profundo es el amor y el respeto que Dios tiene por nuestra naturaleza humana! A pesar de haberla oscurecido nosotros por el pecado, ?l no se apart? de nosotros, al contrario, nos abraz? haci?ndose uno de nosotros, y tomando cuerpo de var?n. Hoy, en medio de una gran confusi?n sobre la identidad del ser humano, contemplemos serenamente la maravillosa obra que Dios hizo en Mar?a, cuando ella acept? que fuera su Madre. S?lo un amor as?, que respeta el don natural del cuerpo y que lo asume con amor, puede engendrar vida verdadera. Hoy m?s que nunca, querida Madre de Itat?, necesitamos contemplarte y pedirte que est?s cerca de nuestro pueblo, lo cuides y protejas de una dirigencia que, en su mayor?a, se revela tan escasa de sabidur?a y tan negada de grandeza.

Sin embargo, a pesar de los tiempos confusos que vivimos, tan poco favorables a los grandes valores que sustentan el matrimonio entre var?n y mujer ??nica base s?lida para construir la familia?, y ambos, fundamentos irremplazables para el progreso espiritual y material de un pueblo, vos, tierna Madre nuestra, est?s definitivamente en el centro de nuestros corazones, como un potent?simo faro que ilumina nuestra historia. Nos sentimos muy felices por eso y muy agradecidos a Dios, porque nos hizo ese maravilloso regalo de tu vida. Est?s en el centro, pero vos misma, con mucha ternura y al mismo tiempo con mucha firmeza, nos est?s diciendo que no sos el centro. Est?s junto a la cruz de tu Hijo. ?l es el centro: all? est? el amor de Dios entregado hasta el extremo de dar la vida por nosotros. Por eso, ac?rcanos, con tu mano tierna y firme, hacia la cruz de tu Hijo Jes?s, y ens??anos a abrazarla con amor y sin miedos. Ay?danos a estar de pie con vos junto a la cruz y conc?denos un gran amor a tu Divino de Jes?s. La amistad con ?l nos da un coraz?n puro, humilde y prudente, para respetar a todos, pero tambi?n para saber qu? est? bien y qu? est? mal, y aprender a rechazar lo que est? mal sin ofender ni herir la dignidad que todo ser humano se merece. El amor a tu Divino Hijo Jes?s, nos hace pueblo peregrino, que siente sus ra?ces profundamente arraigadas en Dios. Por eso, el verdadero peregrino se convierte en misionero de una cultura de la vida y del amor, se compromete a vivir fiel en el matrimonio ?constituido por una mujer y un var?n?, responsable en la familia, honesto en la funci?n p?blica y siempre dispuesto a participar activamente en todas las iniciativas que promuevan relaciones m?s justas, m?s fraternas, y m?s respetuosas entre todos.

Los invito a rezar juntos la oraci?n m?s hermosa que recibimos como regalo de nuestros padres y abuelos, con mucho fervor suplicando a Mar?a de Itat?, junto a la Cruz, que extienda su manto de ternura sobre nuestra Iglesia arquidiocesana que celebra su jubileo, sobre los peregrinos y devotos que vienen en camino hacia este santuario, y sobre todo nuestro pueblo argentino: ?Tiern?sima Madre de Dios y de los hombres??.

Mons. Andr?s Stanovnik OFMCap, arzobispo de Corrientes

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Publicado por verdenaranja @ 22:49  | Hablan los obispos
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Documento final de la 94? Asamblea Ordinaria de la Conferencia Episcopal de Venezuela, que se ha celebrado en Caracas del 7 al 12 de julio de 2010.

?Exhortaci?n de la Conferencia Episcopal Venezolana en la XCIV Asamblea Plenaria Ordinaria

DEMOCRACIA Y PARTICIPACI?N: COMPROMISO DE TODOS

1. Reunidos en la 94? Asamblea Ordinaria del Episcopado venezolano, en el marco de la aplicaci?n del Concilio Plenario de Venezuela y la realizaci?n de la Misi?n Continental, los Arzobispos y Obispos, como hermanos y pastores de la Iglesia, en fidelidad al Evangelio, compartimos las angustias y tristezas del pueblo, sus alegr?as y esperanzas, mostr?ndoles a Jesucristo, ?nico camino de salvaci?n, y contribuyendo a iluminar las conciencias ante las pr?ximas elecciones parlamentarias.

Venezuela: casa de todos

2. La gran mayor?a de nuestro pueblo aspira a que Venezuela sea una "casa com?n", como so?aron los fundadores de la Rep?blica: amplia, acogedora, tolerante, pac?fica y fraterna. Una gran familia que cultive la libertad y el respeto, con un proyecto de pa?s donde quepamos todos y sean respetados plenamente los derechos humanos. Un pa?s que se construya sobre los valores de la paz, la justicia y la verdad, para dejarlo como herencia a las nuevas generaciones. Nuestro pueblo anhela un clima de entendimiento,? y reconciliaci?n. Aspira a vivir en un ambiente de armon?a, confianza, seguridad y esperanza. Esto s?lo lo puede obtener en la medida en que todos trabajemos para alcanzarlo.

3. Necesitamos cultivar el di?logo sereno, como medio necesario para una aut?ntica convivencia ciudadana,? "fruto de la aceptaci?n convencida de los valores que inspiran los procedimientos democr?ticos: la dignidad de la persona humana, el respeto de los derechos del hombre, la asunci?n del bien com?n como fin y criterio regulador de la vida pol?tica" (Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, 407). Es preciso aprender de nuevo a compartir como ciudadanos, a preocuparnos por la entera comunidad nacional, debatiendo entre todos los sectores y resolviendo juntos los problemas en todas las instancias nacionales, regionales, municipales y vecinales.

4. Contradice estos anhelos el clima de violencia y corrupci?n que reina en muchas esferas de la vida del pa?s, que se ha puesto de manifiesto sobre todo en la inseguridad,? las muertes violentas, tanto en la calle como en las c?rceles y la escandalosa p?rdida de alimentos y medicamentos.
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5. La polarizaci?n ideol?gico-pol?tica de diversos actores no contribuye a la creaci?n de un ambiente favorable. De los altos mandatarios y de los funcionarios se espera que en sus declaraciones den ejemplo del respeto que merecen todos los ciudadanos. Rechazamos las reiteradas e injustas agresiones por parte del Presidente de la Rep?blica a personas e instituciones, hiriendo inclusive el sentimiento religioso de diversas confesiones. En tal sentido, unidos al pueblo cristiano, expresamos nuestra solidaridad con el Se?or Cardenal, Jorge Urosa Savino, Arzobispo de Caracas.

6. El pueblo desea vivir en democracia, en estado de derecho, con participaci?n real de todos, en un clima de justicia social y libertad. As? lo decidi? en el referendo del 2 de diciembre de 2007. Por eso es absolutamente inaceptable la imposici?n de un "Estado socialista" que se inspira en el r?gimen comunista cubano y se ha venido concretando a trav?s de leyes y hechos que desconocen la voluntad popular y la Constituci?n vigente. Ese proyecto "no s?lo toca el tejido material y organizativo del cuerpo social, sino tambi?n, y sobre todo, afecta el fondo ?ntimo, espiritual, del alma nacional" (Carta Pastoral del episcopado venezolano sobre el Bicentenario de la Declaraci?n de Independencia de la Rep?blica, del 15/01/2010, 20).

Ante las pr?ximas elecciones parlamentarias

7. De acuerdo a la Constituci?n (cf T?tulo V, Cap. I), la Asamblea Nacional ha de ser el ?rgano que promueva, reciba y apruebe las iniciativas legislativas a favor del bien com?n, a trav?s de procedimientos que garanticen la participaci?n de los sectores de la comunidad interesados en la materia. Debe ser tambi?n un ?rgano de ejercicio real y efectivo de control de la Administraci?n P?blica, que vele por el uso correcto de los recursos y por el desarrollo de una gesti?n que satisfaga los objetivos democr?ticamente definidos. Estas funciones? hacen de ella una instancia insustituible en una democracia.

8. La Asamblea Nacional ha de representar al pueblo, en toda su diversidad pol?tica y regional, garantizando el estado de derecho. A diferencia del Poder Ejecutivo, est? estructuralmente llamada a recibir en su seno posturas pol?ticas divergentes, siendo representativa de todos los sectores y pensamientos. Ha de reflejar y concretar el ideal expresado en el art?culo 2 de la Carta Magna: "Venezuela se constituye en un Estado Democr?tico y social de derecho y de justicia, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jur?dico y de su actuaci?n, la vida, la libertad, la responsabilidad social y en general, la preeminencia de los derechos humanos, la ?tica y el pluralismo pol?tico".

9. Ante la necesidad de garantizar el fortalecimiento de nuestra democracia, consideramos de fundamental importancia las venideras elecciones parlamentarias. Ellas son una invalorable oportunidad para ratificar nuestra fe en la aut?ntica soberan?a del pueblo, con esp?ritu de apertura a la pluralidad de pensamientos, ideas y acciones. Exhortamos a la ciudadan?a a comprometerse activamente en la elecci?n de los Representantes a la Asamblea Nacional, a trav?s? del ejercicio libre, consciente y responsable del voto el pr?ximo 26 de septiembre. Votar es un compromiso de todos, un grave deber de conciencia ciudadano y cristiano.

Conclusi?n.

10. Los venezolanos hemos de tener esperanza y confianza. Si grandes son los obst?culos que se han de vencer, mayores deben ser los esfuerzos por la reconciliaci?n, la paz y la solidaridad, especialmente con los m?s pobres. Para esto contamos con la fuerza de nuestra libertad y el auxilio del Se?or Jesucristo, quien nos invita a que todos seamos uno, como el Padre y ?l son uno (cf Jn 17, 21).

11. Confiados en la maternal protecci?n de la Sant?sima Virgen Mar?a, bajo la advocaci?n de Nuestra Se?ora de Coromoto, invitamos a todos los creyentes a orar por los destinos de nuestra patria e impartimos con especial afecto la bendici?n de Dios Todopoderoso.

Firman los Arzobispos y Obispos de Venezuela.

Caracas, 12 de julio de 2010.


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Domingo, 08 de agosto de 2010

ZENIT?publica las "Normas sobre los delitos m?s graves" (Normae de gravioribus delictis) que ha emitido el jueves 15 de julio de 2010 la Congregaci?n para la Doctrina de la Fe.??

Primera Parte

NORMAS SUSTANCIALES

Art. 1

? 1. La Congregaci?n para la Doctrina de la Fe, a tenor del art. 52 de la Constituci?n Apost?lica?Pastor Bonus, juzga los delitos contra la fe y los delitos m?s graves cometidos contra la moral o en la celebraci?n de los sacramentos y, en caso necesario, procede a declarar o imponer sanciones can?nicas a tenor del derecho, tanto com?n como propio, sin perjuicio de la competencia de la Penitenciar? Apost?lica y sin perjuicio de lo que se prescribe en la?Agendi ratio in doctrinarum examine.

? 2. En los delitos de los que se trata en el ? 1, por mandato del Romano Pont?fice, la Congregaci?n para la Doctrina de la Fe tiene el derecho de juzgar a los Padres Cardenales, a los Patriarcas, a los legados de la Sede Apost?lica, a los Obispos y, asimismo, a las otras personas f?sicas de que se trata en el can. 1405 ? 3 del C?digo de Derecho Can?nico y en el can. 1061 del C?digo de C?nones de las Iglesias Orientales.

? 3. La Congregaci?n para la Doctrina de la Fe juzga los delitos reservados de los que se trata en el ? 1 a tenor de los siguientes art?culos.

Art. 2?

? 1. Los delitos contra la fe, de los que se trata en el art. 1, son herej?a, cisma y apostas?a, a tenor de los c?nones 751 y 1364 del C?digo de Derecho Can?nico y de los c?nones 1436 y 1437 del C?digo de C?nones de las Iglesias Orientales.

? 2. En los casos de que se trata en el ? 1, a tenor del derecho, compete al Ordinario o al Jerarca remitir, en caso necesario, la excomuni?n?latae sententiae, y realizar el proceso judicial de primera instancia o actuar por decreto extra judicial sin perjuicio del derecho de apelar o de presentar recurso a la Congregaci?n para la Doctrina de la Fe.

Art. 3

? 1. Los delitos m?s graves contra la santidad del august?simo Sacrificio y sacramento de la Eucarist?a reservados al juicio de la Congregaci?n para la Doctrina de la Fe son:

1. llevarse o retener con una finalidad sacr?lega, o profanar las especies consagradas, de que se trata en el can. 1367 del C?digo de Derecho Can?nico y en el can. 1442 del C?digo de C?nones de las Iglesias Orientales;

2.?Atentar la acci?n lit?rgica del Sacrificio Eucar?stico, de que se trata en el can. 1378 ? 2 n.1 del C?digo de Derecho Can?nico;

3.?La simulaci?n de la acci?n lit?rgica del Sacrificio Eucar?stico de la que se trata en el can. 1379 del C?digo de Derecho Can?nico y en el can. 1443 del C?digo de C?nones de las Iglesias Orientales;

4.?La concelebraci?n del Sacrificio Eucar?sitico prohibida por el can. 908 del C?digo de Derecho Can?nico y por el can. 702 del C?digo de C?nones de las Iglesias Orientales, de la que se trata en el can. 1365 del C?digo de Derecho Can?nico y en el can. 1440 del C?digo de C?nones de las Iglesias Orientales, con ministros de las comunidades eclesiales que no tienen la sucesi?n apost?lica y no reconocen la dignidad sacramental de la ordenaci?n sacerdotal.

? 2. Est? reservado tambi?n a la Congregaci?n para la Doctrina de la Fe el delito que consiste en la consagraci?n con una finalidad sacr?lega de una sola materia o de ambas en la celebraci?n eucar?stica o fuera de ella. Quien cometa este delito sea castigado seg?n la gravedad del crimen, sin excluir la dimisi?n o deposici?n.

Art. 4

? 1. Los delitos m?s graves contra la santidad del Sacramento de la Penitencia reservados al juicio de la Congregaci?n para la Doctrina de la Fe son:

1.?La absoluci?n del c?mplice en un pecado contra el sexto mandamiento del Dec?logo del que se trata en el can. 1378 ? 1 del C?digo de Derecho Can?nico y en el can. 1457 del C?digo de C?nones de las Iglesias Orientales;

2.?La atentada absoluci?n sacramental o la escucha prohibida de la confesi?n de las que se trata en el can. 1378 ? 2, 2E?C?digo de Derecho Can?nico;

3.?La simulaci?n de la absoluci?n sacramental de la que se trata en el can. 1379 del C?digo de Derecho Can?nico y en el can. 1443 C?digo de C?nones de las Iglesias Orientales;

4.?La solicitaci?n a un pecado contra el sexto mandamiento del Dec?logo durante la confesi?n o con ocasi?n o con pretexto de ella, de la que se trata en el can. 1387 del C?digo de Derecho Can?nico y en el can. 1458 del C?digo de C?nones de las Iglesias Orientales, si tal solicitaci?n se dirige a pecar con el mismo confesor;

5.?La violaci?n directa e indirecta del sigilo sacramental, de la que se trata en el can. 1388 ? 1 del C?digo de Derecho Can?nico y en el 1456 ? 1 del C?digo de C?nones de las Iglesias Orientales.

? 2. Sin perjuicio de lo dispuesto en el ? 1 n.5, se reserva tambi?n a la Congregaci?n para la Doctrina de la Fe el delito m?s grave consistente en la grabaci?n hecha con cualquier medio t?cnico, o en la divulgaci?n con malicia en los medios de comunicaci?n social, de las cosas dichas por el confesor o por el penitente en la confesi?n sacramental verdadera o fingida. Quien comete este delito debe ser castigado seg?n la gravedad del crimen, sin excluir la dimisi?n o la deposici?n, si es un cl?rigo.

Art. 5

A la Congregaci?n para la Doctrina de la Fe se reserva tambi?n el delito m?s grave de la atentada ordenaci?n sagrada de una mujer:

1.?Quedando a salvo cuanto prescrito por el can. 1378 del C?digo de Derecho Can?nico, cualquiera que atente conferir el orden sagrado a una mujer, as? como la mujer que atente recibir el orden sagrado, incurre en la excomuni?n?latae sententiae?reservada a la Sede Apost?lica;

2.?Si quien atentase conferir el orden sagrado a una mujer o la mujer que atentase recibir el orden sagrado fuese un fiel cristiano sujeto al?C?digo de C?nones de las Iglesias Orientales, sin perjuicio de lo que se prescribe en el can. 1443 de dicho C?digo, sea castigado con la excomuni?n mayor, cuya remisi?n se reserva tambi?n a la Sede Apost?lica;

3.?Si el reo es un cl?rigo, puede ser castigado con la dimisi?n o la deposici?n.

Art. 6

? 1. Los delitos m?s graves contra la moral, reservados al juicio de la Congregaci?n para la Doctrina de la Fe, son:

1.?El delito contra el sexto mandamiento del Dec?logo cometido por un cl?rigo con un menor de 18 a?os. En este n?mero se equipara al menor la persona que habitualmente tiene un uso imperfecto de la raz?n;

2.?La adquisici?n, retenci?n o divulgaci?n, con un fin libidinoso, de im?genes pornogr?ficas de menores, de edad inferior a 14 a?os por parte de un cl?rigo en cualquier forma y con cualquier instrumento.

? 2. El cl?rigo que comete los delitos de los que se trata en el ? 1 debe ser castigado seg?n la gravedad del crimen, sin excluir la dimisi?n o la deposici?n.

Art. 7

? 1. Sin perjuicio del derecho de la Congregaci?n para la Doctrina de la Fe de derogar la prescripci?n para casos singulares la acci?n criminal relativa a los delitos reservados a la Congregaci?n para la Doctrina de la Fe se extingue por prescripci?n en 20 a?os.

? 2. La prescripci?n inicia a tenor del can. 1362 ? 2 del C?digo de Derecho Can?nico y del can. 1152 ? 3 del C?digo de C?nones de las Iglesias Orientales. Sin embargo, en el delito del que se trata en el art. 6 ? 1 n. 1, la prescripci?n comienza a correr desde el d?a en que el menor cumple 18 a?os.

Segunda Parte

NORMAS PROCESALES

T?tulo I

Constituci?n y competencia del tribunal

Art. 8

? 1. La Congregaci?n para la Doctrina de la Fe es el supremo tribunal apost?lico para la Iglesia latina, as? como tambi?n para las Iglesias Orientales Cat?licas, para juzgar los delitos definidos en los art?culos precedentes.

? 2. Este Supremo Tribunal juzga tambi?n otros delitos, de los cuales el reo es acusado por el Promotor de Justicia, en raz?n de la conexi?n de las personas y de la complicidad.

? 3. Las sentencias de este Supremo Tribunal, emitidas en los l?mites de su propia competencia, no son sujetas a la aprobaci?n del Sumo Pont?fice.

Art. 9

? 1. Los jueces de este supremo tribunal son, por derecho propio, los Padres de la Congregaci?n para la Doctrina de la Fe.

? 2. Preside el colegio de los Padres, como primero entre iguales, el Prefecto de la Congregaci?n y, en caso de que el cargo de Perfecto est? vacante o el mismo prefecto est? impedido, su oficio lo cumple el Secretario de la Congregaci?n.

? 3. Es competencia del Prefecto de la Congregaci?n nombrar tambi?n otros jueces estables o delegados.

Art. 10

Es necesario que los jueces nombrados sean sacerdotes de edad madura, con doctorado en derecho can?nico, de buenas costumbres y de reconocida prudencia y experiencia jur?dica, aun en el caso de que ejerciten contempor?neamente el oficio de juez o de consultor de otro dicasterio de la curia romana.

Art. 11

Para presenta y sostener la acusaci?n se constituye un promotor de justicia que debe ser sacerdote, con doctorado en derecho can?nico, de buenas costumbres y de reconocida prudencia y experiencia jur?dica, que cumpla su oficio en todos los grados del juicio.

Art. 12

Para el cargo de notario y de canciller se pueden designar tanto sacerdotes oficiales de esta Congregaci?n como externos.

Art. 13

Funge de Abogado y Procurador un sacerdote, doctorado en derecho can?nico, aprobado por el Presidente del colegio.

Art. 14

En los otros tribunales, sin embargo, para las causas de las que tratan las presentes normas, pueden desempe?ar v?lidamente los oficios de Juez, Promotor de Justicia, Notario y Patrono solamente sacerdotes.

Art. 15

Sin perjuicio de lo prescrito por el can. 1421 del C?digo de Derecho Can?nico y por el can. 1087 del C?digo de C?nones de las Iglesias Orientales, la Congregaci?n para la Doctrina de la Fe puede conceder la dispensa del requisito del sacerdocio y tambi?n del requisito del doctorado en derecho can?nico.

Art. 16

Cada vez que el Ordinario o el Jerarca reciba una noticia al menos veros?mil de un delito m?s grave hecha la investigaci?n previa, pres?ntela a la Congregaci?n de la Doctrina de la Fe, la cual, si no avoca a s? misma la causa por circunstancias particulares, ordenar? al Ordinario o al Jerarca proceder ulteriormente, sin perjuicio, en su caso, del derecho de apelar contra la sentencia de primer grado s?lo al Supremo Tribunal de la misma Congregaci?n.

Art. 17

Si el caso se lleva directamente a la Congregaci?n sin haberse realizado la investigaci?n previa, los preliminares del proceso, que por derecho com?n competen al ordinario o al Jerarca, pueden ser realizados por la misma Congregaci?n.

Art. 18

La Congregaci?n para la Doctrina de la Fe, en los casos leg?timamente presentados a ella, puede sanar los actos, salvando el derecho a la defensa, si fueron violadas leyes meramente procesales por parte de Tribunales inferiores que act?an por mandato de la misma Congregaci?n o seg?n el art. 16.

Art. 19

Sin perjuicio del derecho del Ordinario o del Jerarca de imponer cuanto se establece en el can. 1722 del C?digo de Derecho Can?nico o en el can. 1473 del C?digo de C?nones de las Iglesias Orientales, desde el inicio de la investigaci?n previa, tambi?n el Presidente de turno del Tribunal a instancia del Promotor de Justicia, posee la misma potestad bajo las mismas condiciones determinadas en dichos c?nones.

Art. 20

El Supremo Tribunal de la Congregaci?n para la Doctrina de la Fe juzga en segunda instancia:

1.?Las causas juzgadas en primera instancia por los Tribunales inferiores;

2.?Las causas definidas en primera instancia por el mismo Supremo Tribunal Apost?lico.

T?tulo II

El orden judicial

Art. 21

? 1. Los delitos m?s graves reservados a la Congregaci?n para la Doctrina de la Fe se persiguen en un proceso judicial.

? 2. No obstante, la Congregaci?n para la Doctrina de la Fe puede:

1.?en ciertos casos, de oficio o a instancia del Ordinario o del Jerarca, decidir que se proceda por decreto extrajudicial del que trata el can. 1720 del C?digo de Derecho Can?nico y el can. 1486 del C?digo de C?nones de las Iglesias Orientales; esto, sin embargo, con la mente de que las penas expiatorias perpetuas sean irrogadas solamente con mandato de la Congregaci?n para la Doctrina de la Fe.

2.?presentar directamente casos grav?simos a la decisi?n del Sumo Pont?fice en vista de la dimisi?n del estado clerical o la deposici?n junto con la dispensa de la ley del celibato, siempre que conste de modo manifiesto la comisi?n del delito y despu?s de que se haya dado al reo la facultad de defenderse.

Art. 22

?El Prefecto constituya un Turno de tres o de cinco jueces para juzgar una causa.

Art. 23

Si, en grado de apelaci?n, el Promotor de Justicia presenta una acusaci?n espec?ficamente diversa, este Supremo Tribunal puede, como en la primera instancia, admitirla y juzgarla.

Art. 24

? 1. En las causas por los delitos de los que se trata en el art. 4 ? 1, el Tribunal no puede dar a conocer el nombre del denunciante ni al acusado ni a su Patrono si el denunciante no ha dado expresamente su consentimiento.

? 2. El mismo Tribunal debe evaluar con particular atenci?n la credibilidad del denunciante.

? 3. Sin embargo es necesario advertir que debe evitarse absolutamente cualquier peligro de violaci?n del sigilo sacramental.

Art. 25

Si surge una cuesti?n incidental, defina el Colegio la cosa por decreto con la m?xima prontitud.

Art. 26

? 1. Sin perjuicio del derecho de apelar a este Supremo Tribunal, terminada de cualquier forma la instancia en otro Tribunal, todos los actos de la causa sean cuanto antes trasmitidos de oficio a la Congregaci?n para la Doctrina de la Fe.

? 2. Para el Promotor de Justicia de la Congregaci?n, el derecho de impugnar una sentencia comienza a partir del d?a en que la sentencia de primera instancia es dada a conocer al mismo Promotor.

Art. 27

Contra los actos administrativos singulares emanados o aprobados por la Congregaci?n para la Doctrina de la Fe en los casos de delitos reservados, se admite el recurso, presentado en un plazo perentorio de sesenta d?as ?tiles, a la Congregaci?n Ordinaria del mismo Dicasterio, o Feria IV, la cual juzga la sustancia y la legitimidad, eliminado cualquier recurso ulterior del que se trata en el art. 123 de la Constituci?n Apost?lica?Pastor bonus.

Art. 28

Se tiene cosa juzgada:

1.?si la sentencia ha sido emanada en segunda instancia;

2.?si la apelaci?n contra la sentencia no ha sido interpuesta dentro del plazo de un mes;

3.?si, en grado de apelaci?n, la instancia caduc? o se renunci? a ella;

4.?si fue emanada una sentencia a tenor del art. 20.

Art. 29

? 1. Las costas judiciales sean pagadas seg?n lo establezca la sentencia.

? 2. Si el reo no puede pagar las costas, ?stas sean pagadas por el Ordinario o Jerarca de la causa.

Art. 30

? 1. Las causas de este g?nero est?n sujetas al secreto pontificio.

? 2. Quien viola el secreto o, por dolo o negligencia grave, provoca otro da?o al acusado o a los testigos, a instancia de la parte afectada o de oficio, sea castigado por el Turno Superior con una pena adecuada.

Art. 31

En estas causas junto a las prescripciones de estas normas, a las cuales est?n obligados todos los tribunales de la Iglesia latina y de las Iglesias Orientales Cat?licas, se deben aplicar tambi?n los c?nones sobre los delitos y las penas, y sobre el proceso penal de uno y de otro C?digo.

[Texto original en italiano, traducci?n distribuida por la Santa Sede]


ZENIT??publica la relaci?n que ha emitido este jueves la Oficina de Informaci?n de la Santa Sede sobre los cambios introducidos por las nuevas "Normas sobre los delitos m?s graves" reservados a la Congregaci?n para la Doctrina de la Fe.

En el?nuevo texto?de las?Normae de gravioribus delictis, modificado por decisi?n del?Romano Pont?fice Benedicto XVI del 21 de mayo de 2010, se encuentran varios cambios tanto en la parte que concierne a las normas sustanciales como en la que se refiere a las normas procesales.

Las modificaciones introducidas en el texto normativo son las siguientes:

A) Siguiendo la concesi?n del Santo Padre Juan Pablo II en favor de la Congregaci?n para la Doctrina de la Fe, de algunas facultades, confirmadas despu?s por su sucesor Benedicto XVI el 6 de mayo de 2005, han sido introducidos:

1. El derecho, previo mandato del Romano Pont?fice, de juzgar a los Padres Cardenales, a los Patriarcas, a los Legados de la Sede Apost?lica, a?los Obispos y a otros personas f?sicas a las?que se refieren los cc.?1405 ?3?del CIC y 1061 del CCEO?(art. 1 ?2).

2. La ampliaci?n del plazo de la prescripci?n de la acci?n criminal, que ha sido llevado a 20 a?os, salvando siempre el derecho de la Congregaci?n par la Doctrina de la Fe de poder derogarlo?(art.7).

3. La facultad de conceder al personal del Tribunal y?a los abogados y procuradores la dispensa del requisito del sacerdocio y del requisito del doctorado?en derecho can?nico (art. 15).

4. La facultad de sanar los actos?en caso de violaci?n de leyes procesales por parte de los tribunales inferiores, salvo el derecho de defensa (art. 18).

5. La facultad de dispensar de la v?a procesal judicial, es decir, de poder proceder por decreto ?extra iudicium: en tal?caso, la Congregaci?n para la Doctrina de la Fe, evaluados?los hechos, decide caso por caso,?ex officio?o a instancia del Ordinario o del Jerarca, cu?ndo autorizar el recurso a la v?a extrajudicial (en todo?caso, para imponer una pena expiatoria perpetua es necesario el mandato de la Congregaci?n para la Doctrina de la Fe) (art. 21 ? 2 n. 1).

6. La facultad de presentar directamente al Santo Padre para la?dimissio e statu clericali?o para ladepositio, una cum dispensatione?a lege caelibatus. En tales casos, salvado?siempre el derecho de la defensa del acusado, debe resultar manifiesta la comisi?n del delito que se examina?(art. 21 ? 2 n. 2).

7. La facultad?de recurrir a la instancia superior de juicio, esto es, a?la Sesi?n Ordinaria de la Congregaci?n para la Doctrina de la Fe, en caso de recursos?contra decisiones administrativas emanadas?o aprobadas?por las instancias?inferiores de la misma Congregaci?n, concernientes a delitos reservados (art. 27).

B)?Se han introducido en el texto?otras modificaciones, a saber:

8. Se han introducido los?delicta?contra fidem, es decir, apostas?a, herej?a y cisma, en relaci?n a los cuales, a tenor?del derecho, ya estaba prevista la competencia propia del Ordinario para poder proceder judicialmente?en primera instancia o extrajudicialmente, incluido el derecho de apelar o de recurrir ante la Congregaci?n para la Doctrina de la Fe (art. 1 ? 1 e art. 2).

9. Los delitos contra la Eucarist?a de "quien atenta realizar la acci?n lit?rgica del Sacrificio Eucar?stico" (can. 1378 ? 2 n. 1 CIC) y la simulaci?n de la Eucarist?a (can. 1379?CIC y el can. 1443 CCEO) (art. 3 ? 1 nn. 2 e 3) no ser?n considerados?unitariamente bajo el mismo n?mero, sino separadamente.

10. En relaci?n a los delitos contra la Eucarist?a, se han eliminado dos incisos del texto precedentemente?en vigor: "alterius materiae sine altera", y "aut etiam utriusque extra eucharisticam celebrationem", sustituidos respectivamente, por: "unius materiae vel utriusque"?y por: "aut extra eam" (art. 3 ? 2).

11.?En los delitos contrae el sacramento de la Penitencia, se han introducido los?delitos a los que se refiere el?can 1378 ?2 n. 2?del CIC ("quien, fuera del caso de que se trata en el ?1, no pudiendo administrar v?lidamente? la absoluci?n sacramental, trata de darla, u oye una confesi?n sacramental") y los cc.?1379?CIC y 1443 CCEO ("quien simula la administraci?n de un sacramento") (art. 4 ? 1 nn. 2-3).

12. Se han introducido los delitos de la violaci?n indirecta del sigilo sacramental (art. 4 ? 1 n. 5) y de la captaci?n o divulgaci?n maliciosa de las confesi?n sacramental (Seg?n el decreto de la Congregaci?n para la Doctrina de la Fe del 23 de febrero de 1988) (art. 4 ? 2).

13. Se ha introducido como un tipo de delito penal la atentada?ordenaci?n sagrada de una mujer, seg?n qued? establecido en el decreto de la Congregaci?n para la Doctrina de la Fe del 19 de diciembre de 2007 (art. 5).

14. En los delitos contra la moral, se ha equiparado?al menor la persona adulta que habitualmente posee un uso imperfecto de la raz?n, con expresa limitaci?n al n?mero de que se trata?(art. 6 ? 1 n. 1).

15. Se han?a?adido como delitos la adquisici?n, la posesi?n y la divulgaci?n?por parte de un cl?rigo, con finalidad libidinosa, en cualquier modo y con cualquier tipo de medio, de im?genes pornogr?ficas de menores de edad inferior a los?14 a?os (art. 6 ? 1? n. 2).

16. Se ha aclarado?que las labores procesales preliminares pueden, y no necesariamente ?deben, ser efectuadas o realizadas por la Congregaci?n para la Doctrina de la Fe (art. 17).

17. Se ha introducido la?posibilidad de adoptar las medidas cautelares, a las que se refieren los cc. 1722 del CIC y el 1473 del CCEO, tambi?n durante la fase de la investigaci?n previa (art. 19).

Del Palacio del Santo Oficio, 21 de mayo de 2010?

Gulielmus Cardinalis Levada
Praefectus

+?Luis F. Ladaria, S.I.
Arzobispo tit. de Thibica
Secretario


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Las Quince Promesas de la Virgen Mar?a a quienes recen el Rosario, reveladas?a Santo Domingo y al Beato Alano.

LAS QUINCE PROMESAS

1. Aquellos que recen con enorme?fe el Rosario recibir?n gracias especiales.

2. Prometo mi protecci?n y las gracias mas grandes a aquellos que recen el Rosario.

3. El Rosario es una arma poderosa para no ir al infierno: destruye los vicios, disminuye los pecados y nos defiende de las herej?as.

4. Se otorgar? la virtud y las buenas obras abundar?n, se otorgar? la piedad de Dios para las almas, rescatar? a los corazones de la gente de su amor terrenal y vanidades, y los elevar? en su dedeo por las cosas eternas. Las mismas almas se santificar?n por este medio.

5. El alma que se encomiende a mi en el Rosario no perecer?.

6. Quien rece el Rosario devotamente, y lleve los misterios como testimonio de vida no conocer? la desdicha. Dios no lo castigar? en su justicia, no tendr? una muerte violenta, y si es justo, permanecer? en la gracia de Dios, y tendr? la recompensa de la vida eterna.

7. Aquel que sea verdadero devoto del Rosario no perecer? sin los Sagrados Sacramentos.

8. Aquellos que recen con mucha fe el Santo Rosario en vida y en la hora de su muerte encontrar?n la luz de Dios y la plenitud de su gracia, en la hora de la muerte participar?n en el para?so por los m?ritos de los Santos.

9. Librar? del purgatorio a quienes recen el Rosario devotamente.

10. Los ni?os devotos al Rosario merecer?n un alto grado de Gloria en el cielo.

11. Obtendr?n todo lo que me pidan mediante el Rosario.

12. Aquellos que propaguen mi Rosario ser?n asistidos por m? en sus necesidades.

13. Mi hijo me ha concedido que todo aquel que se encomiende a mi al rezar el Rosario tendr? como intercesores a toda la corte celestial en vida y a la hora de la muerte.

14. Son mis ni?os aquellos que recitan el Rosario, y hermanos y hermanas de mi ?nico hijo, Jesus Cristo.

15. La devoci?n a mi Rosario es una gran se?al de profec?a.


Publicado por verdenaranja @ 21:24  | Espiritualidad
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Preg?n de las Fiestas patronales 2009, pronunciado por el Rvdo Don Luis P?rez, can?nigo de la Iglesia Catedral de La Laguna y publicado en el Programa de Fiestas 2010 del municipio de La Guancha.?

Preg?n de la fiesta a?o 2009

Ilma. Sra. Alcaldesa, Sras. Sres. Concejales, guancheras, guancheros, se?oras y se?ores:?

He asistido a muchos Pregones, sobre todo en San Crist?bal de La Laguna y Santa Cruz de Tenerife, lugares, donde, por la misi?n encomendada, me ha movido siempre, mantenidos por personajes ilustres, personas preparadas y cubiertas de dotes excepciones, por lo que nunca pude imaginar, ni siquiera de lejos, que alguna vez recibir? una tal invitaci?n.

El hecho de que el Preg?n se pronuncie en un Pueblo como la Fuente de La Guancha, no merma responsabilidad ni el honor que supone ocupar esta tribuna; por eso, cuando esta Excma. Corporaci?n Municipal me pidi? hacerme cargo del Preg?n de sus Fiestas Patronales, supe no estar a la altura de lo que mi Pueblo se merece; pero quien no se lanza al agua jam?s aprende a nadar. Mi primer sentimiento es, queridos paisanos, el del agradecimiento, porque tal invitaci?n supone haber pensado en m? y elegirme, sin duda, entre otras posibilidades. Por ello: GRACIAS.?

Al querer hacer una mirada retrospectiva, se agolpan en la memoria muchos acontecimientos peque?os y grandes de la feliz ni?ez vivida entre estas calles, estos hermosos y f?rtiles campos, este dilatado y ancho mar, el cielo que nos cobija, los duros meses de invierno y tantos d?as esperando que despunte el sol, este pueblo bajo la mirada del imponente padre Teide y, a sus pies, la inmensa alfombra verde de, frondosos pinares.

Es la Fuente de La Guancha, como otros tantos viejos pueblos de nuestra geograf?a isle?a, nacida al socaire del Templo Parroquial del "Dulce Nombre de Jes?s" su Titular, y a la sombra protectora del Patronazgo de "Nuestra Se?ora de la Esperanza", punto de encuentro fraterno, y a partir del cual, van haci?ndose las calles, cual ra?ces que se incrustan en la volc?nica rugosidad norte?a. Ha sido Fe cristiana la que marc? el ritmo del devenir del tiempo. As? nacen tantos nombres cristianos, que ya pertenecen a la Historia: Barrios de "Santo Domingo " y " Santa Catalina" y numerosos lugares de nuestro entorno como "San Juan de la Rambla ", "San Jos? ", Barrios de "San Felipe", "Santa B?rbara "o "Playa de San Marcos", "Santa Cruz de Santiago de Tenerife" y " San Crist?bal de la Laguna "... y un largu?simo etc?tera, que omito, obviamente, para no resultar excesivamente pesado.

As? se ha escrito la Historia, que, desgranando las maneras del momento, descubre a las Generaciones venideras, lo que fueron las Generaciones del pasado. Un pueblo sin Historia es un pueblo sin identidad. Y la Fuente de la Guancha tiene su Historia, que comienza a forjarse desde aquella leyenda del Conquistador; que descubre en la Fuente a la bella "Guancha ", de la que queda prendado. Hermosa mujer que, adem?s de dar nombre a nuestro pueblo, tambi?n dio nombre al lugar lim?trofe para llamarse "Lomo de la Guancha", hoy "Lomo del Guanche", lamentable confusi?n, porque no fue, seg?n la leyenda, un guanche a quien encontr? el Conquistador; sino una bella y hermosa guancha. Este Pueblo, que ha ido recuperando tantos lugares, ya casi perdidos, como se perdi? su Fuente original, en el l?mite con el Municipio vecino de San Juan de la Rambla, no puedo menos de aplaudir con entusiasmo, el que el Ayuntamiento lim?trofe haya decidido estudiar un proyecto para recuperarlo. Ser?a muy de desear el que ambos Consistorios acordaran rehabilitar el lugar y dotarlo de la arboleda de entonces, am?n de sencillos y bellos jardines, que inviten a visitarlo y pasar ,felices momentos de viejos recuerdos y tranquilos paseos; las "tanquillas" bajo un inmenso zarzal y aquellos ?lamos, que, movidospor el aire, luc?an el blanco y verde de sus incontables y tiernas hojas. Y?por qu? no? conseguir hacer honor y fidelidad a la Historia para que el Lomo recupere su nombre, tomado, no del Pueblo de La Fuente de La Guancha, sino de la bella mujer que el Conquistador encontrar?.

Nunca me avergonc? de mi Pueblo, que me vio nacer. En ?l crec? junto a su viaje iglesia, hoy tan primorosa y bellamente remozada, por iniciativa e incansable esfuerzo del P?rroco, D. Sebasti?n, y el incondicional y generoso apoyo popular; admiraci?n del visitante, que me ayud? a ser lo que soy. Un Pueblo queme marc? de tal manera y que nunca puedo olvidar; al que siempre deseo volver y en el que quiero reposa; Pueblo del que me siento orgulloso.

Jam?s podr? entenderse la historia de La Fuente de La Guancha sin la referencia ancestral a la Virgen de la Esperanza, centro en torno al que gira el quehacer popular. Es su tesoro m?s valioso, al que colman de toda clase de mimos y cuidados. Todo resulta peque?o, pobre y escaso cuando se trata de la Virgen de la Esperanza. Hasta el propio paisaje proclama la profimda devoci?n a la Virgen, vestida de verde esmeralda de sus campos. El propio y espl?ndido Cerro Gordo no parece asemejarse m?s que el manto de la Se?ora, de la cabeza a los pies. Su bell?simo y sereno rostro fue el m?s admirado y querido del Obispo P?rez C?ceres. De la iconograf?a de la Madre de Dios he conocido incontables im?genes, pero la conclusi?n es la misma: Como T?, Virgen de la Esperanza, ninguna, ofreciendo a tu Hyo Redentor del mundo, como ?nica Ancla de salvaci?n; as? lo quise expresar en los versos del "Ave", dedicada a la Virgen de mis amores:?

La Guancha tiene un tesoro,
Color de verde esmeralda:
T?, que brillas m?s que el oro,
?Oh Virgen de la Esperanza!?

La Guancha es un manto verde
Desde la cumbre hasta el mar,
Como T?, "Esperanza nuestra",
En lo alto de tu Altar.

Del Cielo Dios nos env?a
A Jes?s, Ancla que salva;
Por eso T? eres, Mar?a,
La Virgen de la Esperanza.?

Las peque?as y grandes historias que nos hablan de milagros acaecidos en el pasado, siguen sucediendo en nuestros d?as. Cada devoto podemos contar lo que Ella ha significado y realizado en nuestra vidas, como la vista concedida al hijo de quien regal? la prenda m?s valiosa: su corona de oro y filigrana, ?nica en su g?nero en la Di?cesis, de valor incalculable, que ha recorrido importantes Exposiciones Sacras, a lo largo y ancho de nuestra geograf?a insular. As?, cuando se adorna para sus Fiestas, tres en el a?o, luce numerosas joyas, exvotos de quienes se sienten agradecidos, o simplemente signos del cari?o de aquellos que disfrutan viendo como Ella las luce, mejor que ninguna:

Adornada de oro y plata,
De perlas y de brillantes.
Exvotos son de tus hijos,
De propios y caminantes.

Prendas llenan tus vestidos,
Rosario de oro y corales:
Son l?grimas y suspiros,
Flores de bellos rosales.

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Me siento especialmente afortunado de haber intervenido para que una de sus Fiestas se estableciera, y que hoy veo, con verdadera satisfacci?n, que ha ido creciendo m?s y m?s. La historia ocurri? de esta manera: Corr?an ya los 60, siendo estudiante de Teolog?a, cuando, por entonces, hubo una epidemia de gripe tal aquel a?o, que los Superiores del Seminario Diocesano, ante la cantidad de seminaristas enfermos, sinti?ndose importantes para poder tratarlos debidamente, decidieron adelantar las vacaciones navide?as, por lo que llegu? al Pueblo antes del 18 de diciembre. Fue entonces cuando dije al recordado P?rroco, D. Octavio Hern?ndez: "El d?a 18 de diciembre es la Fiesta Lit?rgica de Ntra .Sra. de la Esperanza ", tambi?n llamada de Ntra. Sra. de la "O" o de la "Consolaci?n": Le anim? a tener ese d?a una Misa un tanto especial en su honor. As? comenz?, hace m?s de cuarenta a?os, la Fiesta de Diciembre, que tanto auge ha cobrado en la actualidad.?

Conocida es La Guancha por la laboriosidad de sus habitantes. Son gentes hechas al duro trabajo del campo, del que arrancan las que fueron tan famosas papas bonitas, tambi?n llamada `papa guanchera , llenando nuestras mesas a diario, acompa?adas del chame, el pescado salado o sardinas, bogas y chicharros frescos de la playa de Santo Domingo o de San Marcos, pregonados por Balbina y Domitila, a cuyas voces sal?an a recibirlas todos los gatos del pueblo, mayando a pleno pulm?n y levantando el rabo m?s derecho que una vela. Recuerdo que, siendo muy ni?os, a Balbina, la que sub?a por mi calle, siempre tan cari?osa conmigo, un d?a, que se quejaba de tanta escasez, le promet? que, cuando ganara dinero, le regalaba doscientas pesetas, mucho dinero por aquellas. fechas, pues era el equivalente a unos ocho jornales. Esta promesa nunca la olvid?. Y una vez ya ordenado sacerdote, sabiendo que hab?a fallecido, apliqu? Misas en sufragio de su alma, en lugar de las doscientas pesetas.?

Gentes dadas a cuidar frutales, a ayudar al vecino en la recolecci?n o llevar el consabido plato de sabrosas y escogida fruta "de parte de mi madre" En sus montes se puede encontrar el preciado madro?o, de exquisito, ex?tico y caracter?stico sabor.?

No puedo obviar sus abundantes y bien cuidados vi?edos, cuyos caldos han sido dignos de muchos y bien merecidos premios a nivel insular, nacional e incluso internacional. Sabido es de la fama de los vinos isle?os, reconocida allende nuestras fronteras, que hasta Shakespeare cita en algunas de sus obras y Casas Reales europeas inclu?an en sus men?s.?

Pero quiz?s, lo que m?s nombre ha dado a la Fuente de La Guancha, ha sido el incre?ble y tit?nico esfuerzo del Pueblo por exprimir de las entra?as de la tierra el m?s preciado y necesario l?quido vital: el AGUA, que el Obispo Nivariense Don Luis Franco, de feliz memoria, llamara "oro molido ", en una Celebraci?n Eucar?stica tenida en la capilla de San Antonio, reci?n alumbrada el agua en "El Pinalete ", como acci?n de gracias al Santo. Este hecho ha sido el responsable de que a La Guancha se le conociera en la Isla de Tenerife como el "Pueblo del Agua". ?Qu? familia no ten?a alguna "acci?n en cualquiera de las

numerosas galer?as, incrustadas varios kil?metros en las duras entra?as de la tierra hasta llegar cerca de las faldas del Teide? En m?s de una ocasi?n, en compa??a de mi padre, pude recorrer alguna de esas galer?as.?

?C?mo podr?a olvidar aquellas famosas Semanas Culturales del Casino de las que intentaba no perder ni un solo acto? Ellas hablaron mucho del ansia del cultura de un peque?o pueblo norte?o. Por ellas pasaron numerosos personajes, famosos incluso a nivel nacional, y en ellas me cupo el honor de poder participar en alguna ocasi?n, poniendo mi pobre y escaso granito de arena. Un pueblo que cont? con dos rondallas t?picas, formando parte de la infantil, siendo pareja de Paulina, quien, al no querer ser la m?a, provoc? mi desconsolado llanto de ni?o, porque mis ojos corr?an m?s bien tras los pasos de otra, a quien buscaba constantemente en las verbenas populares de las Fiestas, intentando que aceptara mi baile, que consegu? muchas veces. Un pueblo que siempre cont? con una Banda de m?sica y en la que pude aprender, bajo la batuta de mi querido y recordado D. Juan Luis, el Solfe suficiente para formar parte, en el seminario, de la "Schola Cantorum " y llegar finalmente a dirigirla y componer para la misma en su ?ltima etapa.Siempre recordar? aquellos equipos de m?sica, que amenizaban las Fiestas y en las que, a trav?s de sus micr?fonos, instalados en su Kiosco central, cantaba para una plaza repleta `Juan charrasqueado ", o en la Novenas de Mayo, en una Iglesia llena de fieles, cantaba, subido sobre una silla de brezo, pues no asomaba por la baranda del Coro, "Madre m?a, que est?s en los Cielos" y las "Letan?as" del Santo Rosario.?

Por todo ello, desde el coraz?n mismo de un pueblo que siempre valor? y cre? fama por sus exquisitas labores de artesan?a, quiero dirigirme a Nuestra Se?ora de la Esperanza, para decirle lo que, no tengo duda, hace favor se sus devotos hijos:?

El Cerro Gordo bendices:
Papas bonitas, frutales,
De su mar rico pescado,
Madro?os en sus pinares.

Es tu pueblo fiel y culto,
Laborioso y artesano,
Los vinos de sus vi?edos,
Aguas labor de sus manos.

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No quiero concluir, queridos paisanos, sin recordar aquella d?cima que compuse para finalizar un serm?n en las Fiestas de la Esperanza y que, debo decirlo, habla de la sinceridad de mi alma y de lo que verdaderamente siento en mi interior, no solamente agradeciendo vivamente la generosidad de la atenci?n dispensada, sino el cari?o y la benevolencia con que he sido acogido:

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Soy guanchero, de La Guancha,
pueblo culto y laborioso,
del que me siento orgulloso.

Y mi coraz?n se ensancha,
Cuando te veo sin mancha,
Mirar con dulce bonanza,
Luchar sin flecha ni lanza,
Por conservar la ternura,
De Ti la Madre m?s pura
?Oh Virgen de la Esperanza!?

Luis P?rez y P?rez

Can?nigo, maestro 1? de capilla de la Santa Iglesia Catedral de San Cristobal de La Laguna.

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Comentario al evangelio del domingo diecinueve del tiempo ordinario ? C, publicado en Diario de Avisos el domingo 8 de Agosto de 2010 bajo el ep?grafe ??DOMINGO CRISTIANO?.?

La casa por la ventana

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Daniel Padilla

?Cabodevilla, en esa larga meditaci?n que nos ha escrito sobre "la casa como m?stica del hogar y la familia", pinta una caricatura rebosando iron?a: la de un hombre que se pone a construirse su casa con los materiales m?s s?lidos, en un lugar pr?cticamente inexpugnable, con todos los m?todos m?s sofisticados –interiores y exteriores-, de seguridad.

En su obsesi?n por eliminar todo riesgo, termina por forrar toda la casa con hierro, con hierro macizo. ?Para comprobar despu?s, ay desdichado, que ha construido su casa sobre un volc?n! (Puede ser el retrato del hombre moderno, empe?ado en asegurarse con todos los seguros ante el incierto futuro).

Viene a ser un poco lo mismo que Jes?s nos cont? el domingo pasado, con tanto realismo, en el evangelio de Lucas. La insensata planificaci?n de aquel hombre ego?sta que se encerr? en sus inmensos graneros, con sus inmensas cosechas, so?ando en dedicarse a la "buena vida". Siendo as? que, aquella misma noche, lleg? la muerte desmoronando todos sus planes.

Son ap?logos crueles, no cabe duda. Nuestro pobre coraz?n se amilana como un pajarito asustado, al reflexionar seriamente sobre ellos, y escuchar encima la advertencia de Jes?s sobre la marcha –"gu?rdense de toda codicia"-, uno tiene la sensaci?n de encontrarse en el mayor de los desamparos, abandonado a todos los riesgos, perdido en la m?s negra oscuridad. Entonces, uno se pregunta: "?En eso consiste el seguimiento de Jes?s? ?No se trata, acaso, de una filosof?a inhumana, empapada en un peligroso masoquismo?".

Es necesario seguir leyendo a Lucas, amigos. Es justamente el evangelio de hoy. Escuchen lo que dice Jes?s:

"No temas, peque?o reba?o m?o, porque vuestro padre ha tenido a bien darles el Reino".

No se trata, por tanto, de un "expolio" absurdo y cruel, que nos proponga Jes?s, sumergi?ndonos en la nada. Es m?s bien un "trueque". Consiste en dejar el "reino de abajo" por el "reino de arriba", la "ciudad terrena" por la "ciudad de Dios", la bandera del "rey temporal" por la bandera del "Rey Eterno". Lo que San Pablo concret? tan claramente: "Los que han resucitado con Cristo, busquen los bienes de arriba, que es donde est? Cristo y dejen los de la tierra…". O lo que el mismo Jes?s desmenuza en el evangelio de hoy un poco m?s abajo: "H?ganse talegas que no se echen a perder y un tesoro inagotable en el cielo, adonde no llegan ni los ladrones ni la polilla".

Adem?s, cuando Jes?s dice: "Gu?rdense de toda codicia", no nos est? invitando al pasotismo o a la huida de toda responsabilidad. Al contrario, nos est? involucrando en la realizaci?n de una tarea que El comenz? y que nosotros debemos llevar a t?rmino: "Tengan ce?ida la cintura y encendidas las l?mparas. Est?n como los que aguardan a que su se?or vuelva de la boda, para abrirle apenas llegue y llame". El mundo es una "sinfon?a inacabada", amigos, y cada uno debe aportar su personal melod?a. No una melod?a para ser cantada, bailada y gozada en el sal?n cerrado de nuestro propio "yo", sino en ese gran templo de los hijos de Dios que es el Reino.

En resumen: Cuando Jes?s dice: "vendan sus bienes y den limosna", no nos est? empujando a "tirar la casa por la ventana" y nosotros con ella, sino, al rev?s, a acertar con la casa y puerta verdaderas. La que, al pasar por ella, nos haga exclamar: "Esta es la morada de Dios entre los hombres".

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Publicado por verdenaranja @ 9:40  | Espiritualidad
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S?bado, 07 de agosto de 2010

Documento final del Seminario La Pastoral del Mundo del Trabajo en una econom?a globalizada: Organizaci?n y perspectivas?, que se ha celebrado en Santiago de Chile, los d?as 26 al 30 de Julio. El Seminario, organizado por el Departamento de Justicia y Solidaridad del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM).?(FIDES)

Carta abierta a los trabajadores y agentes de la pastoral del mundo del trabajo?

Convocados por el Departamento de Justicia y Solidaridad del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), en la secci?n ?Laicos Constructores de Sociedad?, en la ciudad de Santiago de Chile, los d?as 26 al 30 de Julio del presente a?o, nos hemos encontrado agentes de pastoral procedentes de: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Honduras, M?xico, Panam?, Paraguay, Per?, Puerto Rico, Rep?blica Dominicana y Venezuela, para participar en el seminario ?La Pastoral del Mundo del Trabajo en una econom?a globalizada: Organizaci?n y perspectivas?.

El objetivo del seminario ha sido apoyar a las Conferencias Episcopales en la organizaci?n y el fortalecimiento de la Pastoral de los Trabajadores en el mundo del trabajo, para que sean los mismos trabajadores quienes vivan su vocaci?n de disc?pulos misioneros en todos los ?mbitos de la sociedad donde desarrollan su trabajo en distintas condiciones labora-les, contribuyendo de esta manera al desarrollo sostenible y sustentable de nuestros pueblos. Que sean portadores de la buena noticia del trabajo y, con los mismos sentimientos de Jesucristo el Buen Pastor, se preocupen por brindar especial atenci?n a quienes, por distintas razones, se encuentran cesantes y sufren al verse excluidos e injustamente violentados en su dignidad. Hemos tenido presentes en la oraci?n y la reflexi?n a todos los trabajadores y trabajadoras de Am?rica Latina y el Caribe, como obreros del Reino, nos unimos a sus luchas y dificultades, a sus gozos y esperanzas.

Nuestras palabras son de aliento para que continuemos estrechando las manos en torno a quien nos anima y nos une, Jesucristo, el Carpintero de Nazareth, quien camina con nosotros en este continente de la esperanza, y nos ha dado a la Virgen Mar?a como Madre y compa?era de camino, ella est? presente en las luchas diarias de sus hijos por la dignificaci?n del ser humano y la consolidaci?n de una sociedad m?s humana, fraterna, justa y solidaria.

Compartimos nuestra alegr?a y esperanza al encontrar m?ltiples experiencias de personas y organizaciones comprometidas con la evangelizaci?n del pueblo trabajador en el Continente. Experiencias que promueven la dignidad de la personas, fortalecen su espiritualidad, sus valores y su m?stica para realizar con dignidad y eficiencia su trabajo en la b?squeda de su realizaci?n personal y del desarrollo de la comunidad humana. Estas experiencias pro-mueven la formaci?n de nuevos liderazgos, el di?logo social y la concertaci?n, la promoci?n de la econom?a solidaria, la atenci?n a desempleados y desempleadas, la organizaci?n de los trabajadores y trabajadoras, la defensa de sus derechos y el apoyo a organizaciones de otra ?ndole, con finalidad de lograr el bienestar de todos.

Sentimos nuestras, las dolorosas experiencias de los excluidos y de los injustamente maltratados en el mundo del trabajo. Nos preocupan las alarmantes situaciones que claman al cielo y son causa de dolor y tristeza: las dif?ciles condiciones de vida y de trabajo de millones de hermanos y hermanas de Am?rica Latina y el Caribe, las desigualdades sociales, la expansi?n de m?ltiples formas de precarizaci?n laboral en el Continente, la gravedad del aumento sostenido del desempleo en algunos de nuestros pa?ses, el crecimiento de la informalidad en el mundo del trabajo, la persistencia de formas de explotaci?n como el trabajo forzoso, la trata de personas, el trabajo de ni?os y ni?as no acorde a su edad, las amenazas en la permanencia laboral por causas ideol?gicas, la falta de seguridad social y de garant?as laborales, como las precarias condiciones de trabajo y la persistente discriminaci?n laboral de las mujeres y los j?venes, quienes no tienen acceso a un trabajo decente, y sufren mayor desempleo.

Todo lo anterior es el resultado de la puesta en vigencia por d?cadas de sistemas sociales y econ?micos que ponen su inter?s en el capital y el mercado, explotando y violentan-do la dignidad humana y el aut?ntico sentido e importancia del trabajador en su propia realizaci?n personal, en su contribuci?n al desarrollo de los pueblos y a la gestaci?n de una econom?a con rostro humano, que tenga como centro la dignidad de cada persona; pero tambi?n es consecuencia de err?ticas pol?ticas p?blicas de algunos gobiernos de la regi?n en las ?reas econ?micas y laborales, que han privilegiado populismos y neopopulismos, que degradan a la persona al hacerla depender de las d?divas gubernamentales, antes que de la promoci?n de un trabajo decente y sostenido.

Ante a esta dolorosa situaci?n, como disc?pulos misioneros, afirmamos con nuestros obispos que ?el trabajo garantiza la dignidad y libertad del hombre, es probablemente `la clave esencial de toda la cuesti?n social?? (DA 120).

Nos identificamos plenamente con el Papa Benedicto XVI qui?n en la Enc?clica ?Caritas In Veritate?, nos exhorta a comprometernos con la promoci?n del Trabajo Decente en-tendido como: ?Expresi?n de la dignidad esencial de todo hombre y mujer, libremente elegido, que asocia efectivamente a los trabajadores, hombres y mujeres, al desarrollo de su comunidad. Que hace que los trabajadores sean respetados, evitando toda discriminaci?n, que permite satisfacer las necesidades de las familias y escolarizar a los hijos, sin que se vean obligados a trabajar. Facilita a los trabajadores organizarse libremente y hacer o?r su voz, deja espacio para reencontrarse adecuadamente con las propias ra?ces en el ?mbito personal, familiar y espiritual y asegura una condici?n digna a los trabajadores que llegan a la jubilaci?n?. (CIV. 63)

Animados por el Esp?ritu de Jes?s, el Carpintero (cf. Mc 6,3), qui?n dignific? al trabajo y al trabajador, y recuerda que el trabajo no es un mero ap?ndice de la vida sino que ?constituye una dimensi?n fundamental de la existencia del hombre en la tierra? (LE. 4), a trav?s del cual ?el hombre y la mujer se realizan a s? mismos como seres humanos?. (LE. 9),les invitamos a multiplicar los esfuerzos para continuar la tarea evangelizadora en el complejo mundo del trabajo, de esta manera la Pastoral de los Trabajadores tendr? una relevante y exigente importancia en la vida ordinaria de las Conferencias Episcopales e Iglesias particulares.

Somos conscientes que los profundos cambios sociales que est?n afectando al mundo del trabajo, permiten desde la creatividad pastoral, dise?ar y promover nuevas propuestas para hacer que todas las personas alcancen su pleno desarrollo y ayuden a consolidar un mundo donde se vivan los pertinentes derechos y deberes al servicio de toda la sociedad. Con este prop?sito consideramos oportuno compartir algunas propuestas que deben ser atendidas con prisa y sin demora, desde todas las estructuras sociales:

?Promover la cultura de la dignidad del trabajo y de los derechos laborales.
?Fortalecer los espacios de formaci?n, reflexi?n y conocimiento de:
?la realidad del mundo y sus impactos en la vida de los trabajadores,
?la Doctrina Social de la Iglesia,
?los derechos y deberes laborales.
?Impulsar eficaces procesos de di?logo social que repercutan en un cambio de las condiciones de vida y de trabajo.
?Promover nuevos liderazgos, especialmente entre los j?venes y mujeres, que susciten la solidaridad prof?tica y la renovaci?n de las organizaciones de trabajadores.
?Incentivar la espiritualidad y la m?stica en el compromiso con los trabajadores en el mundo del trabajo.
?Multiplicar los procesos y las acciones de solidaridad, acompa?amiento, asesor?a y apoyo de los trabajadores y trabajadoras, para que no sean vulnerados en sus derechos laborales o perseguidos por asociarse en la defensa de sus justas reivindicaciones.
?Promover, desde la pastoral de los Trabajadores en el mundo del trabajo, el cuidado de la creaci?n como espacio de realizaci?n y contemplaci?n de la obra de Dios.

Unidos a Jes?s, la Palabra que se hizo carne y puso su morada entre nosotros, en esta ciudad capital donde el padre Alberto Hurtado, el gran santo chileno, se santific? con su apostolado en medio de los trabajadores, asumimos el compromiso de continuar con la infatigable labor por la dignificaci?n del trabajo en todo este continente y con ella de todos los trabajadores y trabajadoras. Nos acogemos a la maternal protecci?n de Nuestra Se?ora de Guadalupe, fiel defensora de los m?s peque?os, los amados de Dios.

Santiago de Chile, julio de 2010


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Reflexi?n de Jos? Antonio Pagola para el evangelio del domingo diecinueve del Tiempo Ordinario - C , ofrecida por la Delegaci?n Diocesana de Ense?anza de la Di?cesis de Tenerife.

LOS NECESITAMOS M?S QUE NUNCA????????

???????? Las primeras generaciones cristianas se vieron muy pronto obligadas a plantearse una cuesti?n decisiva. La venida de Cristo resucitado se retrasaba m?s de lo que hab?an pensado en un comienzo. La espera se les hac?a larga. ?C?mo mantener viva la esperanza? ?C?mo no caer en la frustraci?n, el cansancio o el desaliento?

???????? En los evangelios encontramos diversas exhortaciones, par?bolas y llamadas que s?lo tienen un objetivo: mantener viva la responsabilidad de las comunidades cristianas. Una de las llamadas m?s conocidas dice as?: ?Tened ce?ida la cintura y encendidas las l?mparas?. ?Qu? sentido pueden tener estas palabras para nosotros, despu?s de veinte siglos de cristianismo?

???????? Las dos im?genes son muy expresivas. Indican la actitud que han de tener los criados que est?n esperando de noche a que regrese su se?or, para abrirle el port?n de la casa en cuanto llame. Han de estar con ?la cintura ce?ida?, es decir, con la t?nica arremangada para poder moverse y actuar con agilidad. Han de estar con ?las l?mparas encendidas? para tener la casa iluminada y mantenerse despiertos.

???????? Estas palabras de Jes?s son tambi?n hoy una llamada a vivir con lucidez y responsabilidad, sin caer en la pasividad o el letargo. En la historia de la Iglesia hay momentos en que se hace de noche. Sin embargo, no es la hora de apagar las luces y echarnos a dormir. Es la hora de reaccionar, despertar nuestra fe y seguir caminando hacia el futuro, incluso en una Iglesia vieja y cansada.

???????? Uno de los obst?culos m?s importantes para impulsar la transformaci?n que necesita hoy la Iglesia es la pasividad generalizada de los cristianos. Desgraciadamente, durante muchos siglos los hemos educado, sobre todo, para la sumisi?n y la pasividad. Todav?a hoy, a veces parece que no los necesitamos para pensar, proyectar y promover caminos nuevos de fidelidad hacia Jesucristo.

???????? Por eso, hemos de valorar, cuidar y agradecer tanto el despertar de una nueva conciencia en muchos laicos y laicas que viven hoy su adhesi?n a Cristo y su pertenencia a la Iglesia de un modo l?cido y responsable. Es, sin duda, uno de los frutos m?s valiosos del Vaticano II, primer concilio que se ha ocupado directa y expl?citamente de ellos.

???????? Estos creyentes pueden ser hoy el fermento de unas parroquias y comunidades renovadas en torno al seguimiento fiel a Jes?s. Son el mayor potencial del cristianismo. Los necesitamos m?s que nunca para construir una Iglesia abierta a los problemas del mundo actual, y cercana a los hombres y mujeres de hoy.?

???????? Jos? Antonio Pagola

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Red evangelizadora BUENAS NOTICIAS
8 de agosto de 2010
19 Tiempo ordinario (C)
Lucas 12, 32-48


Publicado por verdenaranja @ 11:07  | Espiritualidad
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Domingo, 01 de agosto de 2010

Comentario al evangelio del domingo dieciocho del Tiempo Ordinario - C, publicado en Diario de Avisos el domingo 1 de Agosto de 2010 bajo el ep?grafe "DOMINGO CRISTIANO"

La avaricia rompe el saco

Daniel Padilla

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El hombre se parapeta. ?Qui?n lo desemparapetar?? El desemparapetador que lo...". Quiero decir que el hombre, desde su m?s lejano origen, primero por instinto, despu?s por una curiosa mezcla de temor y previsi?n de cara al incierto futuro, m?s tarde por el regusto de la dolce vita, finalmente por avaricia, que es, como sab?is, la que siempre rompe el saco; el hombre, digo, tiende a atrincherarse, a construirse fortines y vallados, a suscribir p?lizas y m?s p?lizas de seguros y a dejarse abandonar blandamente en el "ande yo caliente y r?ase la gente". Por eso quiz? Jes?s, a un hombre del pueblo que se le acerc? con un asunto de reparto de bienes, le hizo una seria advertencia: "Gu?rdense de toda clase de avaricia". Porque, f?jense bien. No parece que aquel hombre estuviera proponiendo algo descabellado: "Maestro, di a mi hermano que reparta la herencia conmigo". No, no ped?a una barbaridad. Se trata de alguien que ve?a que su hermano, el primog?nito, se quer?a quedar con todo, siendo as? que el mismo Deuteronomio aclaraba que s?lo le pertenec?an dos tercios. Ped?a, pues, algo que era de justicia. Pues bien; Jes?s, sin negar ese derecho y la coherencia de su petici?n, prefiere prevenirle contra ese af?n de posesi?n que se suele enroscar en nosotros los hijos de Eva y que suele concretar en eso que sol?amos llamar las tres concupiscencias. La del tener. Los antiguos primates lo que seguramente buscaban al principio era protegerse. Contra las inclemencias del tiempo y contra los ataques de las fieras; nada m?s. Se refugiaron en cavernas.

Y hay que reconocer de entrada que uno de los m?s elementales derechos del hombre es tener una casa digna, en consonancia con el nivel de vida de cada ?poca. Pero, ?d?nde est? la frontera entre eso que adquirimos para sentir realizada nuestra dignidad de hombres y ese insaciable apetito de tener todo eso que la sociedad de consumo, -teledirigiendo- nos dogmatiza que hay que tener? S?, ?cu?l es la l?nea divisoria entre lo necesario, lo ?til, lo superfluo y lo escandaloso? Lean la par?bola, lean: "Un hombre rico tuvo una gran cosecha". La del poder. "Como no tengo donde almacenar tanta cosecha, construir? unos almacenes m?s grandes y meter? all? todo el grano y el resto de mi cosecha. Y me dir? a m? mismo: hombre, tienes almacenados bienes para muchos a?os". Es el paso del tener al poder. Es el convencimiento, como dice la canci?n: ni Dios puede contigo. Es convertir en principio existencial la lucha despiadada por el poder, ya sea econ?mico, pol?tico, administrativo o de apabullante influencia p?blica. Es la puesta en pr?ctica del refr?n: "Al que a buen ?rbol se arrima, buena sombra le cobija". La del placer. Es la consecuencia inevitable de las dos concupiscencias anteriores. "Aquel hombre dijo: t?mbate, come, bebe y date buena vida". Es la filosof?a reinante hoy del "pas?rselo guay". Sin l?mites ni fronteras. Es la puesta en escena de "el que es tonto, que espabile". Es la filosof?a de las otras bienaventuranzas, reverso completo de las de Jes?s: dichosos los ricos, los poderosos, los que r?en, los que, hagan lo que hagan, se las ingenian para no ser perseguidos por la justicia. M?s o menos, menos o m?s, a estas cosas se refer?a Jes?s cuando, a aquel hombre que acudi? a ?l para que hiciera de ?rbitro, le contest?: "Gu?rdense de toda clase de avaricia".

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Publicado por verdenaranja @ 18:58  | Espiritualidad
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