ZENIT? nos ofrece el ?ltimo discurso del Papa Benedicto XVI en tierras brit?nicas, al despedirse del Primer Ministro David Cameron y de las autoridades que le acompa?aron al aeropuerto internacional de Birmingham, el domingo 19 de Septiembre de 2010.
Se?or Primer Ministro
Le agradezco sus cordiales palabras de despedida en nombre del Gobierno de Su Majestad y del pueblo del Reino Unido. Estoy muy agradecido por el intenso trabajo de preparaci?n, tanto del Gobierno actual como del precedente, del servicio civil, de las autoridades locales y la polic?a, y de los numerosos voluntarios que pacientemente han ayudado a preparar los eventos de estos cuatro d?as. Gracias por vuestra calurosa acogida y por la hospitalidad que me hab?is dispensado.
En el tiempo que he estado con vosotros, he encontrado a representantes de muchas comunidades, culturas, lenguas y religiones que componen la sociedad Brit?nica. La gran diversidad de la moderna Gran Breta?a es un desaf?o para su Gobierno y su pueblo, pero tambi?n representa una gran oportunidad de mayor di?logo intercultural e interreligioso que enriquecer? a toda la comunidad.
En estos d?as, he agradecido la oportunidad de encontrarme con Su Majestad la Reina, as? como con usted y otros l?deres pol?ticos, y hablar sobre cuestiones de mutuo inter?s, tanto internas como externas. Me he sentido particularmente honrado al recibir la invitaci?n para dirigirme a las dos C?maras del Parlamento en el hist?rico recinto de Westminster Hall. Deseo sinceramente que estos encuentros contribuyan a confirmar y fortalecer las excelentes relaciones entre la Santa Sede y el Reino Unido, especialmente en la cooperaci?n para el desarrollo internacional, el cuidado del medio ambiente y la construcci?n de una sociedad civil con un renovado sentido de valores compartidos y metas comunes.
Fue asimismo una satisfacci?n visitar a Su Gracia, el Arzobispo de Canterbury, y a los Obispos de la Iglesia de Inglaterra, orando posteriormente con ellos y nuestros hermanos cristianos en los sugerentes alrededores de la Abad?a de Westminster, un lugar que habla con mucha elocuencia de las tradiciones y cultura que compartimos. Puesto que Gran Breta?a acoge a muchas tradiciones religiosas, he agradecido la oportunidad de encontrar a sus representantes y compartir con ellos algunas ideas acerca de la contribuci?n que las religiones pueden ofrecer al desarrollo de una sana sociedad plural.
Naturalmente, mi visita ha estado dirigida de un modo especial a los cat?licos del Reino Unido. Aprecio much?simo el tiempo que he pasado con los Obispos, sacerdotes, religiosos y laicos, y con los profesores, alumnos y personas mayores. Ha sido especialmente conmovedor celebrar con ellos, aqu? en Birmingham, la beatificaci?n de un gran hijo de Inglaterra, el Cardenal John Henry Newman. Estoy convencido de que, con su vasto legado de escritos acad?micos y espirituales, tiene todav?a mucho que ense?arnos sobre la vida y el testimonio cristiano en medio de los desaf?os del mundo actual, desaf?os que ?l previ? con sorprendente claridad.
Al despedirme de vosotros, os aseguro una vez m?s mis mejores deseos y oraciones por la paz y prosperidad de Gran Breta?a. Much?simas gracias y que Dios os bendiga a todos.
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Telegrama a la Reina en el momento de dejar Gran Breta?a?
SU MAJESTAD LA REINA ISABEL II
Al salir de Reino Unido a la conclusi?n de mi visita apost?lica renuevo mi profunda gratitud a Su Majestad por la acogida amable y las m?ltiples atenciones que usted, su Gobierno y el pueblo brit?nico me han brindado durante mi estancia (.) Pido al Dios Alt?simo que gu?e a la naci?n de acuerdo con su voluntad y que la confirme siempre en los caminos de la justicia, la libertad y la paz (.) Sobre todos invoco de coraz?n las abundantes bendiciones del Se?or.?
BENEDICTUS PP. XVI
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