Jueves, 30 de septiembre de 2010

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) ? Los grupos que dan de comer con segundas intenciones, ?no hacen caridad, no act?an de acuerdo a Dios. Eso no es caridad ni misericordia, es toda otra cosa?: dice en una entrevista a la Agencia Fides S. Exc. Mons. Rufin Anthony, Obispo de Islamabad-Rawalpindi.


?Cu?l es la situaci?n de los cristianos despu?s de las inundaciones?
Muchos cristianos son acogidos por otras familias cristianas. Muchos est?n en campamentos de refugiados. Las ayudas, por lo que he podido constatar en mi di?cesis, est?n siendo distribuidas a trav?s del ej?rcito: las organizaciones de asistencia, incluida Caritas, pasan a trav?s de los militares, que loas distribuyen sin discriminaci?n. En otras ?reas, donde el gobierno no llega, a menudo trabajan las ONG locales que est?n vinculadas a grupos isl?micos. Estos piden limosnas para las ayudas y, como he o?do decir, se ocupan solamente de los refugiados musulmanes.


?Qu? decir a las asociaciones de caridad relacionadas con los grupos islamistas radicales?
Estos grupos no hacen caridad. Si la ayuda no es desinteresada, no es caridad, no es misericordia. Hay otras razones detr?s: crearse una buena imagen, adquirir consenso y popularidad entre la gente; recibir ayudas del extranjero, reclutar voluntarios.


?Le resulta que hagan proselitismo?
No tengo noticias. Pero si hacen proselitismo, si piden a la gente de otras religiones que se conviertan, su trabajo no llegar? a buen fin. Los cristianos paquistan?es, aunque se encuentren en situaciones de extrema necesidad, no aceptar?n la conversi?n, el abandonar su fe. La fe de los cristianos es fuerte: prefieren rechazar dicha ayuda condicionada. Y entonces me pregunto: ?qu? valor tendr?a la conversi?n de un hombre que lo hace s?lo porque est? muriendo?


?C?mo viven su fe los cristianos de Pakist?n?
Los cristianos viven entre la gente, testimoniando su fe con convicci?n, incluso en medio de la persecuci?n. De hecho, puedo decir que entre las dificultades y la persecuci?n, la fe florece: nuestras iglesias est?n llenas. Los cristianos se sienten aut?nticos paquistan?es. Pakist?n es nuestra tierra, es la tierra que Dios nos ha dado. Aunque se les niegan sus derechos, estos derechos siguen siendo tales, son inalienables y nadie podr? quit?rselos.


?Existe un rayo de esperanza incluso ante esta tragedia de las inundaciones?
La esperanza existe porque Dios es el Se?or de la historia, incluso en los dolorosos acontecimientos que la humanidad no entiende. Cada evento, aunque tr?gico, sirve para nuestra salvaci?n y redenci?n. Esta tragedia le dice a cada hombre que debe volver a Dios y poner en practicar su misericordia, como ya he dicho a los fieles de la di?cesis.
(PA) (Agencia Fides 16/9/2010)


Publicado por verdenaranja @ 23:01  | Entrevistas
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Subsidio lit?rgico para?la celebraci?n del ENV?O DE LOS CATEQUISTAS que tendr? lugar el 10 de Octubre de 2010, ofrecido por la Delegaci?n Diocesana de Catequesis de la di?cesis de Tenerife.

MONICI?N DE ENTRADA?

Hoy es domingo, vamos a celebrar una Eucarist?a muy especial.?

Daremos inicio a la catequesis parroquial. Pondremos en manos de Dios todas nuestras ilusiones, todos nuestros trabajos, todas nuestras dificultades, para que ?l nos ayude con su fuerza a desempe?ar con alegr?a y acierto nuestra labor. Por lo tanto hoy vamos a asistir al Env?o de los Catequistas. Ellos son los llamados por el Se?or para transmitir la fe en nuestra Comunidad. Ellos hacen posible que nuestra Parroquia siga creciendo en profundidad y en vida cristiana. Por eso, pediremos el Don del Esp?ritu Santo para que les acompa?e a lo largo de todo este curso que ahora estamos comenzando.?

Nuestra Comunidad Diocesana celebra el D?a de la Catequesis bajo el lema "ADULTOS EN LA FE". Es nuestro objetivo preferente para este a?o, el cuarto de nuestro Plan Diocesano de Pastoral, centr?ndonos en los adultos. Comencemos cantando?

ORACI?N COLECTA?

Dios Padre, que has confiado a tu Iglesia la misi?n de anunciar el evangelio de Jesucristo a todos los hombres de todos los tiempos, env?a tu Esp?ritu sobre estos catequistas, a fin de que todos ellos sean fieles dispensadores de la Palabra de la verdad, desempe?ando a la perfecci?n su ministerio.?

Infunde en sus corazones el amor y el celo de tu reino, pon en sus labios tu Palabra de salvaci?n y conc?deles la alegr?a de poder colaborar al crecimiento de tu Iglesia. Por Jesucristo nuestro Se?or. AM?N.

MONICI?N LECTURAS

Dios a lo largo de toda la historia siempre ha salido al encuentro del hombre. Hoy sale a tu encuentro, quiere comunicarte su Palabra de amor como Padre que ama a sus hijos. Por eso, preparemos el coraz?n para escucharle.?

PRESENTACI?N DE CATEQUISTAS

Sacerdote:?

Queridos hermanos: En primer lugar, me dirijo a ustedes, madres y padres, que tienen a sus hijos en catequesis. Son muchas las dificultades que lleva consigo esta labor. Y mucho m?s cuando nos olvidamos de nuestras responsabilidades. Por eso, les pido que acompa?en a los catequistas en la formaci?n cristiana de sus hijos y ayuden a sus hijos a dar los primeros pasos en la vida de la fe.

En segundo lugar, ustedes, catequistas, al?grense de la tarea que les ha encomendado la Iglesia. Los catequizandos les necesitan, pero nosotros tambi?n. Por eso, les agradecemos vuestra generosidad y vuestro trabajo.

Somos conscientes de las dificultades que van a tener, pero saben que Dios no les abandona y que la parroquia pone a su disposici?n todo lo que necesitan para realizar lo mejor posible vuestra labor.?

(Despu?s se le entrega al catequista una vela encendida del cirio pascual y el sacerdote hace esta oraci?n de env?o.)?

MIRA CON BONDAD, OH PADRE, A ESTOS TUS HIJOS QUE SE OFRECEN PARA EL SERVICIO DE LA CATEQUESIS; CONF?RMALOS EN SU PROP?SITO CON TU * BENDICI?N, PARA EN LA ESCUCHA ASIDUA DE TU PALABRA, Y D?CILES A LA ENSE?ANZA DE LA IGLESIA, SE COMPROMETAN A INSTRUIR A LOS HERMANOS, Y TODOS JUNTOS TE SIRVAN CON GENEROSA DEDICACI?N, PARA ALABANZA Y GLORIA DE TU NOMBRE. POR CRISTO NUESTRO SE?OR.

R/. AM?N.?

*Les pregunto a todos??????

?Creen en Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra???

--Si, creo?

?Creen en Jesucristo, su ?nico Hijo, nuestro Se?or, que naci? de Santa Mar?a Virgen, muri?, fue sepultado, resucit? de entre los muertos y est? sentado a la derecha del Padre?

--S?, creo?

?Creen en el Esp?ritu Santo, en la Santa Iglesia Cat?lica, en la comuni?n de los Santos, en el perd?n de los pecados, en la resurrecci?n de los muertos y en la vida eterna?

--S?. creo?

Esta es nuestra fe, esta es la fe de la Iglesia que nos gloriamos de profesar en Cristo Jes?s, Se?or nuestro.

--Am?n?

*Les prequnto a los catequistas?

?Quieren, por tanto, ser testigos de esta fe de la Iglesia que todos han recibido?

--S?, quiero?

?Se comprometen a transmitir la fe de la Iglesia, que hemos proclamado juntos, y a educarla en los miembros de nuestra comunidad?

--Si, me comprometo?

Que el Esp?ritu de Dios Padre y de Jesucristo, el Se?or, les fortalezca y les gu?e en el ejercicio de esta tarea y de esta responsabilidad que han contra?do ante la Iglesia.

--Am?n?

(Se acercan de uno en uno y le entrega el material, mientras le dice:)?

Sacerdote:?

Recibe el material de la formaci?n, profundiza lo que en ?l se ense?e, para que puedas vivir aquello que luego inicies con tus catequizandos.?

ORACI?N DE LOS FIELES?

Oremos a Dios para que todos los hombres puedan descubrir su proyecto de amor y colaboren en la salvaci?n del mundo, gracias al compromiso evangelizador de la Iglesia. ROGUEMOS AL SE?OR.?????

Por el Papa Benedicto XVI y por nuestro Obispo Bernardo, pastor, gu?a y primer catequista de nuestra Iglesia Nivariense, para que anuncien con fuerza y sin des?nimo el amor de Dios para con todos los hombres. ROGUEMOS AL SE?OR

Por los padres, para que asuman con responsabilidad e ilusi?n la tarea de educar a sus hijos en la fe de la Iglesia. ROGUEMOS AL SE?OR

Por los catequistas que en este a?o se disponen a servir eficazmente a la parroquia, para que descubran la importancia de su formaci?n y la grandeza de la tarea que se les encomienda. ROGUEMOS AL SE?OR

Por todos los ni?os, adolescentes, j?venes y adultos, para que participen en la catequesis con motivaci?n. ROGUEMOS AL SE?OR

Por nuestra parroquia, para que-viva intensamente y en fidelidad al Evangelio el amor hacia los pobres y los inmigrantes. ROGUEMOS AL SE?OR

OREMOS: Padre nuestro, escucha nuestra necesidades y conc?denos la alegr?a de vivir en tu servicio. Por Jesucristo nuestro Se?or. Am?n?

PRESENTACI?N DEL PAN Y VINO

(Dos catequistas acercan el pan y el vino al altar)

Ofrecemos ante el altar el pan y vino. Es el alimento del ser humano, sacado de la tierra, con su trabajo y con su sudor. Pero tambi?n es el alimento que el mismo Jes?s les dio a sus disc?pulos, convertido en su Cuerpo y en su Sangre la v?spera de su muerte. Que este pan y este vino se conviertan para nosotros en vida y en salvaci?n.?

ORACI?N FINAL DE LOS CATEQUISTAS?

Se?or Jes?s, hemos sentido la llamada que nos has dirigido para ser catequistas en esta comunidad cristiana de..................?

No eleg? ser catequista por un gran sueldo. No eleg? ser catequista por un viaje. No eleg? ser catequista por un status. No eleg? ser catequista para recibir felicitaciones. No eleg?...No eleg?...No eleg?.... Y ni siquiera eleg? ser catequista.
Porque esto es una llamada. El me eligi? y s?lo dije: "Si. Aqu? estoy". Y trato de tener presente esto todos los d?as mientras entro a un sal?n. Y trato de ser fiel a esa elecci?n, a pesar de mis limitaciones. Y trato de no olvidar que si fui llamado y elegido fue por pura misericordia. Y trato de que el "Si, Aqu? estoy" lo escriba con palabras y lo firme con la vida.
Maestro. Dar y Darme, pero ic?mo cuesta!

Maestro. Dar y Darte, pero icu?ntos miedos!
Se?or, Me llamaste a ser Catequista. Me llamaste a ser Testigo.
Me llamaste a ser Hermano en la Fe de tantos. Me diste, me das y me dar?s la oportunidad de conocer la vida de esos hijos tuyos que son tesoros para descubrir, contemplar y acompa?ar.
A veces mi "Si, aqu? estoy" se escucha d?bil pero siempre aparece un amigo inesperado, una frase impensada, un gesto sorprendente, que me ayuda a gritar, es que dos voces pueden m?s que una. Que me ayuda a ver, es que cuatro ojos pueden m?s que dos. Suena una voz: "No temas, Yo te eleg? y te consagr?" Y suena y resuena al comp?s del coraz?n que late fuerte. Fluye por las venas. Arde como herida. Quema como fuego. Maestro, Catequista de Catequistas, Vuelvo, luego de esta charla. Voy en tu nombre.?

SUGERENCIAS DE CANTOS?

ENTRADA:

"Iglesia Peregrina" (C. Gabar?in); "Vamos cantando al Se?or" (Espinosa); "Juntos como hermanos" (C. Gabar?in); "Somos un pueblo que camina" (Vicente Mateu); "En el nombre del Se?or, nos hemos reunidos" (Salmo de la Comunidad).?

SALMO RESPONSORIAL:

"Anunciaremos tu Reino, Se?or" (Halffter); "Tu palabra me da vida" (Espinosa); "Siempre conf?o en mi Dios" (Espinosa).?

CANCI?N DEL ENV?O:

"Id y ense?ad" ("Sois la semilla...": Gabar?in); "Canci?n del Testigo" (Espinosa).?

OFERTORIO:

"Este pan y vino" (Erdorzain). "Te presentamos el vino y el pan" (Espinosa); "Te ofrecemos, Se?or" (Espinosa);?

COMUNI?N:

"Te conocimos, Se?or, al partir el pan" (Madurga); "Qu?date con nosotros" (Taul?); "Arri?sgate" (Erdozain); "?Le conoc?is?" (Olivar-Manzano); "Cerca est? el Se?or" (Erdozain).?

DESPEDIDA:

"Demos gracias" (Pentecostales"; Gracias, Se?or" (Gabar?in);"Himno de la alegr?a" (M. R?os- Beethoven).?

CANTO A MAR?A:

"Madre de nuestra alegr?a", "Madre de los j?venes" (Gabar?in).


Publicado por verdenaranja @ 22:53  | Catequesis
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Exhortaci?n Pastoral de la CCXVII Comisi?n Permanente de la Conferencia Episcopal Espa?ola ante la pr?xima Visita de Benedicto XVI a Espa?a. Madrid, 30 de septiembre de 2010

??Bienvenido, Santo Padre!?

Se acercan ya las fechas en las que el Papa Benedicto XVI volver? a visitar Espa?a. En la ma?ana del 6 de noviembre llegar? a Santiago de Compostela, para salir ese mismo d?a por la tarde hacia Barcelona, desde donde regresar? a Roma al atardecer del d?a 7. Ser? una visita, con motivos bien precisos, a dos Iglesias diocesanas, cuyos obispos ya se han dirigido a sus fieles explic?ndoles la importancia de este acontecimiento providencial y exhort?ndolos a acoger al Sucesor de Pedro, de modo que su presencia y su palabra puedan dar frutos abundantes de vida cristiana.

Los obispos miembros de la Comisi?n Permanente de la Conferencia Episcopal nos unimos a nuestros hermanos de Santiago y de Barcelona para hacer extensivo el llamamiento a los fieles de toda la Iglesia que peregrina en Espa?a.? Todos hemos de aprovechar espiritualmente la visita del Santo Padre, al que damos ya desde ahora la m?s cordial bienvenida. Esperamos con fe y con ilusi?n su Visita. Sabemos bien que donde est? Pedro, all? est? la Iglesia cat?lica, con toda su belleza y su fuerza de salvaci?n divina. Santiago y Barcelona podr?n experimentarlo de manera m?s viva y directa. Pero todas las di?cesis de Espa?a? est?n llamadas a beneficiarse tambi?n del impulso de catolicidad que significar? la visita del Santo Padre. Muchos peregrinar?n a Santiago o a Barcelona. Otros podr?n ver y escuchar al Papa por los medios de comunicaci?n[01]. Todos podr?n unirse espiritualmente por medio de la oraci?n, ya desde ahora, a las intenciones del Santo Padre. Recordamos brevemente los motivos y los fines de su visita pastoral.

El 6 de noviembre, en pleno A?o Santo Compostelano, el Papa visitar? como peregrino Santiago de Compostela, donde se guarda el sepulcro y la memoria del ap?stol Santiago, el primero que derram? su sangre por amor a Cristo, despu?s de haber evangelizado nuestras tierras de Espa?a. Desde aqu? la fe cristiana se extender?a luego por Am?rica, en una de las mayores empresas evangelizadoras de la historia de la Iglesia. Antes, Santiago hab?a actuado como polo de atracci?n para innumerables peregrinos, a cuyo paso se hab?a ido forjando la unidad espiritual de Europa, de la que Benedicto XVI ha hablado de nuevo en su reciente viaje al Reino Unido. A Santiago, pues, el Papa llega como peregrino a uno de los lugares apost?licos m?s emblem?ticos de las ra?ces cristianas de Espa?a, de Europa y de Am?rica.

El 7 de noviembre, el Santo Padre consagrar? en Barcelona el templo expiatorio de la Sagrada Familia. El bell?simo espacio, concebido e iniciado por el genial arquitecto y siervo de Dios Antonio Gaud? (1852-1926), se halla ya en condiciones para acoger la celebraci?n del culto divino. All? se dan la mano la aut?ntica inspiraci?n art?stica y la verdadera devoci?n religiosa. La impresionante arquitectura es expresi?n de un amor divino; del amor, en concreto, a la familia de Nazaret, donde Jes?s, Mar?a y Jos? ponen ante los ojos del mundo el hondo significado de toda familia humana como cauce y expresi?n del amor de Dios por cada persona. A finales del siglo XIX, cuando se proyecta el templo, la Iglesia advert?a ya que la familia natural y cristiana, basada en el matrimonio, constituye una c?lula b?sica de la sociedad, a la que el Estado y la Iglesia han de prestar una atenci?n prioritaria, poni?ndose a su servicio, sin preterirla ni suplantarla.

Invitamos a todos a escuchar con atenci?n el mensaje del Papa y a acompa?arle con el cari?o, con la oraci?n y, si puede ser, con la participaci?n en las celebraciones que presidir? y en los recorridos que har? en Santiago y Barcelona.

Que la Virgen Sant?sima prepare los corazones y gu?e al Santo Padre en la visita que con tanta generosidad y sacrificio nos ha querido hacer. ?Bienvenido, Santo Padre!?

NOTA FINAL

1 Una p?gina oficial de la Visita ‐ www.visitadelpapa2010.org ‐ ofrecer? en directo todos los actos del Papa y los mantendr? archivados, a disposici?n de quienes no hayan podido verlos en su momento o de quienes deseen verlos de nuevo posteriormente.


Publicado por verdenaranja @ 19:27  | Hablan los obispos
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REDACCI?N DE "IGLESIA NIVARIENSE"
C. San Agust?n, n? 28
38201. La Laguna. Tenerife.
Tfno. 922-25 86 40 / Extensi?n 8
e-mail: [email protected]

Bolet?n 402?

LAS NOTICIAS AMPLIADAS PUEDEN VERLAS ENTRANDO EN NUESTRO NUEVO BLOG. Textos, sonidos, e im?genes los tienen en:
http://www.comunicacionobispadodetenerife.blogspot.com/?

El pr?ximo 1 de octubre, a partir de las 19:00 horas,? tendr? lugar la apertura de curso del Instituto Superior de Teolog?a de Tenerife, en el Seminario Diocesano. Tras la Eucarist?a en la capilla del centro, presidida por el Obispo, Bernardo ?lvarez, se desarrollar? la sesi?n acad?mica. La lecci?n inaugural titulada: ?Adultos en la fe?una fe adulta?, que correr? a cargo del profesor Francisco Gonz?lez Izquierdo.

En diversos lugares de la di?cesis se ofertan estos d?as iniciativas para la formaci?n continua de los catequistas. As? ocurre con los tradicionales cursos organizados por el arciprestazgo de Tacoronte entre el 27 y el 30 de septiembre. Igualmente en el sur de Tenerife, concretamente en el M?dano, del 4 al 7 de octubre, los catequistas est?n invitados a formarse en relaci?n al objetivo preferente de este curso pastoral.

Por otro lado, tras la reuni?n de los catequistas de La Laguna, la delegaci?n de catequesis se va a hacer presente en los distintos arciprestazgos para presentar el curso que se ha iniciado bajo el lema: ?adultos en la fe...fe adulta?. A estas reuniones est?n invitados todos los catequistas de cada zona. Algunas de estas citas ser?n:

Lunes 4 de Octubre (19:30) TACORONTE
Martes 5 de Octubre (20:00) SANTA CRUZ
Jueves 7 de Octubre (20:00) GRANADILLA
S?bado 25 de Octubre (20:00) ICOD?

El s?bado, 2 de Octubre, los profesores de religi?n tendr?n una Jornada para compartir el proyecto de trabajo en la escuela, de cara a este a?o escolar. Comenzar? el d?a situando esta tarea dentro del marco del Plan Diocesano de Pastoral. El Vicario General, Antonio P?rez, expondr? las l?neas fundamentales del mismo para el curso 2010-2011.

Adem?s, el Delegado de Ense?anza, Jos? Herm?genes Mart?n, desarrollar? las grandes l?neas de lo que ser? la formaci?n teol?gica del profesorado, y Rosa Andr?s, Asesora Pedag?gica de la Delegaci?n, explicar? c?mo se va a realizar la formaci?n pedag?gico-did?ctica. La Jornada concluir? con la celebraci?n de la Eucarist?a con nuestro Obispo. El realizar? el env?o de los profesores y les animar? a trabajar en esta "tierra", donde la mies es abundante.

Estos d?as se desarrollan las ?ltimas reuniones por vicar?as de comienzo de curso. As? ocurri? en el Puerto de la Cruz, y el s?bado con la vicar?a de Santa Cruz de Tenerife.

Jaime Salmoreno ha dado un concierto en Tazacorte, organizado por la parroquia de S. Miguel en el marco de las fiestas en honor del patr?n de La Palma. Salmoreno present? su disco ?Confidencias, contradicciones y conversi?n? con motivo de una jornada de testimonio vocacional que le llev? tambi?n por el centro educativo del municipio. Arquitecto, viajero, canta,toca la guitarra... y acaba de publicar su primer disco. Hace dos a?os ingres? en el Seminario.

Tazacorte concentr? las principales celebraciones al patr?n de la isla de La Palma, S. Miguel. El d?a 29 la Eucarist?a principal estuvo presida por Juan Pedro Rivero. En el transcurso de la misma, la presidenta insular, Guadalupe Gonz?lez, realiz? la tradicional ofrenda al arc?ngel, al que pidi?, entre otras cosas, que e este dif?cil momento que nos ha tocado vivir, haz "que afrontemos las carencias con imaginaci?n y talento, danos ganas de luchar, danos claridad de mente y alma, danos valor para anteponer prioridades, para acercarnos con comprensi?n al que sufre, para acertar en el esfuerzo". Te ofrecemos - finaliz? la presidenta- "Santo Patr?n nuestro trabajo colectivo, el cari?o y la bondad de este tu pueblo, que, pese a las dificultades, sigue adelante".

Todas las parroquias del arciprestazgo de Taco, re?nen este domingo a los agentes de pastoral en una jornada de encuentro a fin de presentar el objetivo preferente del curso pastoral.

El Cabildo Insular y el Obispado han suscrito un acuerdo para llevar a cabo las obras de mejora en la iglesia de Santo Domingo de Guzm?n, en el t?rmino municipal de Santa Cruz, que tienen un presupuesto en la primera fase que supera los 317.000 euros, cantidad que aportar?n en un 50 por ciento cada una de las instituciones.

Ha tomado posesi?n el pasado domingo, el De?n de la Catedral de La Laguna, Juli?n de Armas. Adem?s, el nuevo vicepresidente del mismo es Domingo Navarro, el tesorero Prudencio Redondo y el secretario, Luis P?rez.

El pr?ximo 13 de octubre, a las 13 horas, ser?n recibidos en Madrid, por la directora general de Bellas Artes y Bienes Culturales, ?ngeles Albert, departamento del ministerio de cultura, representantes del Cabildo Catedral y de las instituciones p?blicas canarias implicadas en las obras de la Catedral. En la citada reuni?n se espera ir avanzando en la firma del convenio para que prosigan las obras en el primer templo de la di?cesis.

Siguiendo en La Laguna, la ruta tur?stica de iglesias y conventos modifica algunas de sus propuestas, ya que permanecen en la misma la iglesia del convento de Santa Catalina y del monasterio de las Claras, la iglesia y torre de la Concepci?n y la Sede del Obispado.

Este domingo y el pr?ximo lunes, se concentran las principales celebraciones en Arona en del Cristo de la Salud y la Virgen del Rosario.

La Virgen de la Encarnaci?n, patrona de Adeje, sigue su peregrinaci?n estos d?as por los barrios del municipio dentro del programa de actos de las Fiestas Lustrales. Tras pasar una semana en los barrios de La Postura, Taucho, El Gale?n, Las Torres, y La Quinta, en estos momentos se encuentra en la parroquia de Fa?ab? desde donde se desplazar? hacia La Caleta, Miraverde y Costa Adeje. El s?bado ser? uno de los momentos grandes de esta peregrinaci?n ya que la sagrada imagen se embarcar? desde Puerto Col?n y desembarcar? en La Enramada en un acto que se espera multitudinario.

La imagen de la Virgen del Socorro ya descansa de nuevo en su templo. Tras catorce d?as de peregrinaci?n por todas las zonas de este barrio de Tegueste, la sagrada imagen regres? a su iglesia el pasado s?bado por la noche, d?a 25 de septiembre, seguida por cientos de fieles. De esta manera, se cumpli? por cuarta vez en siglos que la Virgen del Socorro realiza este especial recorrido por varias zonas de la Villa.

La delegaci?n diocesana de pastoral con j?venes viene trabajando en el pr?ximo encuentro diocesano a celebrar el 20 de noviembre de 11 a 21 horas. Adem?s, este a?o viene marcado por el Encuentro Mundial de los J?venes con el Papa, en agosto de 2011. Sin embargo, no quieren olvidar en esta delegaci?n que el mismo debe ser el culmen de nuestro quehacer diario, bajo el objetivo de ?Acompa?ar a los j?venes en su madurez socio-familiar?, se?alan.

En solidaridad con los trabajadores y trabajadoras que hoy sufren condiciones de trabajo, precariedad, paro y exclusi?n, la Hermandad Obrera de Acci?n Cat?lica (HOAC) ofrece a todas las parroquias y grupos que lo deseen la realizaci?n de unas jornadas de informaci?n en un clima de oraci?n, celebraci?n y denuncia.? Proponen desde esta organizaci?n que estas jornadas podr?an ser a partir de 8 a 9,30 de la noche y hasta las 11. Con momentos para compartir experiencias concretas de v?ctimas de la crisis, de oraci?n y de cantos.

La familia vicenciana en la di?cesis clausura las celebraciones del 350 aniversario de la muerte de S. Vicente y Santa Luisa, este lunes, 27 de septiembre, fiesta de S. Vicente Pa?l, con una solemne eucarist?a que presidir? a las 19 horas en la iglesia lagunera de la Concepci?n (sede Catedralicia) el Obispo.

El pleno del Cabildo de Tenerife aprob? por unanimidad la concesi?n de la Medalla de Oro de la isla de Tenerife al colegio La Salle-San Ildefonso de la capital tinerfe?a. El colegio est? cumpliendo, precisamente, su centenario.

El Pleno del Cabildo de La Palma ha acordado el inicio de expediente para la concesi?n del t?tulo de Hija Adoptiva, de forma p?stuma, por los servicios relevantes prestados a la Isla en su labor solidaria en el Norte de La Palma, a la religiosa Sor Mar?a Josefa Argote Argote.

Con gran devoci?n se vivi? en Icod la celebraci?n de la Octava del Cristo del Calvario. Otro tanto aconteci? en Tacoronte. La semana que comienza tambi?n tiene una celebraci?n de gran popularidad, la de S. Francisco de As?s.

El Eres del santo Hermano Pedro recibi? el s?bado la visita de alrededor de 400 personas, con motivo de la VI Ruta Nocturna.

La cuevita del Hermano Pedro recibi? el pasado s?bado 25 de septiembre la visita del cronista oficial de la ciudad Antigua de Guatemala, Carlos Enrique Berd?o Samayoa.

El departamento de pastoral con j?venes ha organizado un concierto sobre la vida de San Pablo en la sala Teobaldo Power de La Orotava para el 16 de octubre. Se trata de una iniciativa que servir? como introducci?n para el Encuentro Diocesano con J?venes en Noviembre. El concierto comenzar? a las 20:30 horas y el precio de las entradas es de 10 Euros.

Los pr?ximos d?as 1 y 2 de octubre, los responsables nacionales de Radio Mar?a estar?n en Tenerife para llevar a cabo un encuentro con los oyentes. El sacerdote y director de contenidos de la cadena, Esteban Munilla y el coordinador de la emisora, Rafael Lozano estar?n el 1 de octubre, a las 20:15 horas, en el sal?n de actos del colegio salesiano ?San Isidro?, en La Orotava. Un d?a m?s tarde, se desplazar?n a Santa Cruz de Tenerife. En la capital tinerfe?a realizar?n un programa en directo, a las 16:00 horas desde el sal?n de actos de la parroquia de San Francisco de As?s, presentando la nueva programaci?n de Radio Mar?a. Posteriormente, a las 18:00 horas, tendr? lugar otro encuentro con los oyentes de Radio Mar?a.

Entre el ocho y el diez de octubre, en la Sala Teobaldo Power de la Orotava, la Renovaci?n Carism?tica Cat?lica Canaria, celebrar? su XVII Asamblea Regional bajo el lema: Velad, pues, porque no sab?is qu? d?a vendr? vuestro Se?or (Mt. 24,42)

Ya est? disponible, en las librer?as diocesanas el plan de formaci?n continua para los catequistas. Durante los dos pr?ximos a?os, estos agentes de pastoral son invitados a capacitarse en relaci?n a los contenidos de la catequesis. Para ello, el material formativo repasa el contenido del Credo.


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Para que la celebraci?n de la Jornada Misionera Mundial sea ocasi?n para comprender que la tarea de anunciar a Cristo es un servicio necesario e irrenunciable que la Iglesia est? llamada a desempe?ar en favor de la humanidad? - Comentario a la Intenci?n Misionera de octubre de 2010

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) ? En ciertos ambientes actuales, se ha pretendido presentar la acci?n misionera de la Iglesia como una actividad innecesaria, como algo que vendr?a a coartar la libertad de conciencia de otros hombres. Si cada uno puede salvarse siendo fiel a su conciencia, a la religi?n del entorno donde ha nacido, ?para qu? anunciar el Evangelio?

El Santo Padre nos recuerda que la tarea de anunciar a Cristo es un servicio necesario e irrenunciable que la Iglesia est? llamada a desempe?ar en servicio de la humanidad. Jesucristo es la plenitud de la revelaci?n de Dios, el camino, la verdad y la vida, y todos los hombres tienen derecho a escuchar este anuncio. A trav?s de la actividad misionera, la Iglesia propone la luz de Dios que ha recibido, sin imponerla a nadie. Proponer no es imponer. El mandato del Se?or permanece para siempre: ?Id al mundo entero y proclamad el Evangelio?.

Es parte esencial de la naturaleza de la Iglesia su dimensi?n misionera. La Iglesia dejar?a de ser lo que Cristo quiso que fuera si dejara de anunciar la salvaci?n de Dios a los hombres.

Pero, al mismo tiempo, este anuncio es una exigencia profunda de conversi?n para la misma Iglesia. Afirma Benedicto XVI que el mandato misionero ?no puede realizarse de manera cre?ble sin una profunda conversi?n personal, comunitaria y pastoral? (Mensaje para la Jornada Mundial de las Misiones 2010).

Anunciar el Evangelio se convierte en una gran responsabilidad, porque los cristianos no pueden abordar ese anuncio como ?due?os?, como ?propietarios? de la verdad que anuncian, sino como servidores de la misma, a la que rinden su vida, puesto que descubren en ella el amor de Dios. ?Como los peregrinos griegos de hace dos mil a?os, tambi?n los hombres de nuestro tiempo, quiz?s no siempre de modo consciente, piden a los creyentes no s?lo que ?hablen? de Jes?s, sino que tambi?n ?hagan ver? a Jes?s, que hagan resplandecer el rostro del Redentor en todos los rincones de la tierra ante las generaciones del nuevo milenio y, especialmente, ante los j?venes de todos los continentes, destinatarios privilegiados y sujetos del anuncio evang?lico. Estos deben percibir que los cristianos llevan la palabra de Cristo porque ?l es la Verdad, porque han encontrado en ?l el sentido, la verdad para su vida? (Benedicto XVI, Mensaje para la Jornada Mundial de las Misiones 2010).

No podemos ser anunciadores sin ser previamente creyentes que viven con coherencia el mensaje que anuncian. El cristianismo no es una ideolog?a, sino un encuentro vital con Cristo, el Hijo de Dios vivo. ?S?lo a partir de este encuentro con el Amor de Dios, que cambia la existencia, podemos vivir en comuni?n con ?l y entre nosotros, y ofrecer a los hermanos un testimonio cre?ble, dando raz?n de nuestra esperanza (cf. 1 P 3, 15)? (Benedicto XVI, Ibid).

Mar?a, la madre de Dios, sostenga con su cari?o materno el impulso misionero de los disc?pulos de Cristo, para que todos los hombres puedan conocer el amor de Dios manifestado en Cristo Jes?s. (Agencia Fides 29/9/2010)


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Mi?rcoles, 29 de septiembre de 2010

Homenajear?n al Siervo de Dios Padre Luis M. Etcheverry Boneo. Buenos Aires, 16 Set. 10 (AICA)

Padre Luis Mar?a Etcheverry Boneo

La Asociaci?n Argentina de Cultura ha organizado un homenaje al Siervo de Dios Padre Luis Mar?a Etcheverry Boneo, mediante un concierto que ofrecer?n el Coro Santa Cecilia y la Orquesta de C?mara de la Asociaci?n. El concierto se llevar? a cabo el pr?ximo s?bado 18 de septiembre a las 20, y tendr? lugar en el Auditorio de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires (UBA), sito en Figueroa Alcorta 2263 de la ciudad de Buenos Aires.

???? Con la direcci?n de Mar?a Sara (Sarita) Cafferata, se ofrecer? el siguiente repertorio: Concierto n. 19 para piano y orquesta KV 459, de Wolfgang Amadeus Mozart, con la actuaci?n del maestro pianista Claudio Santoro; y la Misa en Sol Mayor para solistas, coro y orquesta, D 167 de Franz Schubert, con la participaci?n de las voces solistas de Laura Delogu (soprano), Santiago B?rgi (tenor) y Lucas Debevec Mayer (bajo).

???? Los comentarios musicales estar?n a cargo del profesor Carlos A. Alonso.

???? La entrada ser? libre y gratuita, pero se invita a los asistentes colaborar con alimentos no perecederos los cuales ser?n donados al hogar M.A.M.A.(Mis alumnos m?s antiguos).?

Siervo de Dios Luis Mar?a Etcheverry Boneo

???? El presb?tero Luis Mar?a Etcheverry Boneo naci? en Buenos Aires el 18 de septiembre de 1917 y fue ordenado sacerdote el 12 de abril de 1941.

???? Profundamente identificado con el ideal paulino de instaurar todo en Cristo, organiz? instituciones para la formaci?n de la juventud: Colegios Universitarios, los Colegios San Pablo, la agrupaci?n "Misi?n". Fue director de los Cursos de Cultura Cat?lica desde los cuales impuls? la creaci?n de la Universidad Cat?lica.

??? ?Intuy? la necesidad de una nueva forma de vida consagrada femenina al servicio de la Iglesia y en 1952 fund? las "Servidoras", una asociaci?n de v?rgenes consagradas, que luego de su muerte, fue fuente inspiradora de un nuevo canon del C?digo de Derecho Can?nico de 1983. Su gran colaboradora, Lila Archideo, es la presidenta de las ?Servidoras?.

???? Tambi?n en el ?mbito de la evangelizaci?n de la cultura, cre? en 1961 la Fundaci?n Cultural Argentina en Santa Mar?a de la Armon?a, en la localidad de Cobo, pr?xima a Mar del Plata.

???? En viaje a Roma fue sorprendido por una grave enfermedad en Madrid y all? muri? el 18 de marzo de 1971, a los 54 a?os de edad, tras ocho d?as de gran sufrimiento. M?dicos, sacerdotes y religiosas que lo atendieron y visitaron calificaron su muerte como la de un santo.

???? En 1997 se inici? en el arzobispado de Buenos Aires el proceso diocesano de beatificaci?n del Siervo de Dios Luis Mar?a Etcheverry Boneo.+


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Homil?a de monse?or Miguel Esteban Hesayne, obispo em?rito de Viedma para el 24? domingo durante el a?o (12 de septiembre de 2010). (AICA)

EL SERVICIO Y DIMENSI?N POL?TICA EN CLAVE CRISTIANA

Oyendo, leyendo y mirando lo que acontece a diario en nuestra sociedad, recuerdo lo que oramos con el salmista (84): ?Dejemos de hacer locuras y obedezcamos a Dios. Recordemos que somos suyos, y que El nos ha prometido la Paz?.

? La Argentina necesita de dirigentes pol?ticos que antes de meterse en la pol?tica partidaria se hayan formado para servir y no servirse. Hablemos claro. Los ciudadanos merecen un m?nimo de respeto. Que los proyectos no sean una t?ctica-pantalla de otros intereses y por eso han de tener un solo objetivo, el bienestar de la sociedad?

Me dir?n que soy un iluso. Lo ser?a si no tuviera Fe Cristiana y no me dirigiera a quienes creen en aqu?l que se present? como enviado por Dios para ?dar buenas noticias a los pobres, para anunciar libertad a los prisioneros, para devolverles la vista a los ciegos, para rescatar a los que son maltratados y para anunciar a todos que este es el tiempo que Dios eligi? para darnos la Salvaci?n? Lc.4.18

? El paso de pol?ticos que usan la dirigencia pol?tica para provecho propio a quienes la usan para servir a su pueblo, lo pueden dar los que, a ciencia y conciencia o sin saberlo, se dejan quemar con el fuego preanunciado por Isa?as cuando preguntaba y respond?a prof?ticamente: ??Qui?n de nosotros habitar? en fuego devorador, qui?n de nosotros habitar? en una hoguera perpetua??- ?El que procede con justicia, habla con rectitud y reh?sa cualquier ganancia con la opresi?n, el que sacude la mano rechazando las coimas y el que no se presta a cometer un crimen, el que cierra los ojos para no complacerse en el mal?? Isa?as 33,13.16

? El paso de una pol?tica dominadora a una pol?tica servidora comenz? a darse, en nuestra historia, con Jes?s seg?n el texto lucano citado. Y se sigue dando, aqu? y ahora, toda vez que ?un hombre o una mujer ?metido en pol?tica? se deja quemar por el fuego del amor de Dios poni?ndose al servicio de quien se encuentre en situaci?n de necesidad. Ese hombre, esa mujer est? haciendo realidad hist?rica las palabras de Jes?s al anunciar el reinado de Dios en la historia de la humanidad: ?Fuego vine a traer sobre la tierra y que quiero sino que arda? (Lc. 12,49) Porque al decir estas palabras, Jes?s anunciaba el reinado de Dios en las acciones de hombres y mujeres de todas la ?pocas. En las acciones de sus seguidores expl?citos y en las de todo hombre o mujer de buena voluntad que sirve con sincera honestidad al pueblo. El proyecto de Jes?s sobre sus seguidores es que vivan ?impregnados de su Evangelio hasta sus ?ltimas consecuencias y fortalecidos con su propia vida de Resucitado en la participaci?n de la Eucarist?a. A tal punto que tengan el ?poder de Dios? para recrearse hombres y mujeres ?nuevos?, capaces de? reconstruir una sociedad ?nueva?. Y en el caso que nos ocupa, una ?pol?tica nueva? que se da cuando los pol?ticos ?hacen pol?tica? con los criterios del ?mism?simo Jes?s. Jes?s en su Evangelio no dej? un manual de pol?tica. Pero s? dej? un c?mulo de valores para recrear los corazones y proyectarlos en las dimensiones y estructuras de la Historia Humana. La Iglesia fiel a Jes?s a trav?s de los siglos fue confeccionando a la Luz del Evangelio una doctrina social-pol?tica, eco fiel de los valores evang?licos que sirve para iluminar y animar una vida genuinamente humana logrando a trav?s de los cambios de ?poca una sociedad arm?nica en convivencia ciudadana fraterna, signo y anticipo del Reinado de Dios. Cuando se habla de una pol?tica iluminada por el Evangelio o la aplicaci?n de la Doctrina social de la Iglesia se est? lejos de pensar en una Iglesia influyendo en las decisiones pol?ticas y menos a?n pensar en un partido de la Iglesia. Se trata de formar una ciudadan?a con mentalidad cristiana. Es decir que piense y obre como obrar?a el mismo Jes?s seg?n lo manifiestan los Evangelios y lo explicita la Doctrina de la Iglesia. Esto supone una seria catequesis social pol?tica. Para vivir la Fe Cristiana en todas las dimensiones de la vida humana, es preciso pasar de encuentros as? sean grandes eventos a un ?ntimo, profundo, proceso de conversi?n personal. Porque la vida cristiana exige el proceso de conversi?n a Jes?s y su Evangelio tambi?n referido al servicio del quehacer pol?tico y a la dimensi?n pol?tica de la vida humana.

Miguel Esteban Hesayne, obispo em?rito de Viedma?


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Renovaci?n del pacto de fidelidad del pueblo salte?o con sus patronos. Solemnidad del Se?or del Milagro - 15 de setiembre de 2010. (AICA)

PACTO DE FIDELIDAD 2010
Eclesi?stico 2,7-17 / Sal 1,1-2.3.4.6 / Lc 6,43-49?

I monse?or Mario Antonio Cargnello

Jesucristo, Se?or del Milagro, Se?or de la historia, aqu? estamos, te necesitamos.

La fascinaci?n que ejerces sobre nosotros atray?ndonos hacia Ti es la que nos ha tra?do esta tarde hasta este lugar para celebrar la alegr?a de ser tuyos con Mar?a del Milagro, tu madre.

Esa fuerza nos convoca a todos como miembros de una multitud creyente que crece y se congrega. Y para estar m?s cerca de tu imagen y de la imagen de Mar?a hemos caminado hasta este hist?rico lugar de Salta y al llegar aqu? nos parece escuchar desde tu coraz?n, la voz de nuestra historia que fue testigo de entregas generosas, de gestos honorables, de enfrentamientos y de perdones, de vencedores capaces de tender la mano a los vencidos hasta abrazarlos, como lo hizo el General Manuel Belgrano con P?o Trist?n al aceptar el rendimiento de las tropas haciendo prevalecer la amistad por sobre el fr?o protocolo de un doloroso final de batalla.

La cruz que remata el monumento nos recuerda aquella cruz que cubri? con su sombra los restos de todos, de los vencedores y de los vencidos y que hoy se encuentra en la Iglesia de San Juan Bautista de la Merced. El mensaje del monumento que nuestros mayores quisieron ofrecer para perpetuar la memoria de la historia nos advierte que la Naci?n se construye sobre la virtud de sus ciudadanos. La solemnidad del momento que vivimos nos se?ala, andando el tercer siglo de nuestra historia nacional y en el desarrollo del bicentenario, que todos somos herederos y responsables de un momento importante de la vida argentina.

Hace tres a?os contempl?ndote te pregunt?bamos: ?qui?n eres, Se?or? Hoy, inmersos con muchas naciones de Am?rica Latina en el esp?ritu del bicentenario queremos pedirte que nos ayudes a descubrir qui?nes somos para poder dar cada d?a el paso de habitantes a ciudadanos responsables y para asumir en lo hondo de nuestra conciencia el desaf?o de aceptar la Patria como don y de construir la Naci?n como una tarea. Queremos escucharte como Iglesia, para aceptar el don de ser una comunidad experta en humanidad convocada a preanunciar la civilizaci?n del amor por ser en el coraz?n del mundo el sacramento de la unidad del hombre con Dios y de los hombres entre s?. Queremos escucharte como sociedad, para enfrentar nuestra responsabilidad de tejer lazos que la hagan capaz de inclusi?n, de equidad, de fraternidad. ?Se?or, h?blanos!?

II

Los que temen al Se?or, esperen su misericordia
Y no se desv?en para no caer.
Los que temen al Se?or, esperen sus beneficios.
F?jense en las generaciones pasadas?

Hermanos: La Patria es un don. En efecto, hemos nacido en ella o nos ha adoptado con su coraz?n de madre. La tierra, su geograf?a, la riqueza de su suelo, de sus r?os y monta?as, la vastedad de extensi?n, la multiplicidad de posibilidades que ofrece, todo es regalo que tiene a Dios por autor. Pero tambi?n la historia, con su legado de ejemplos, de valores vividos, de dolores y defectos superados o a superar, de ilusiones y de proyectos, es un don que debemos aceptar, reconocer, cultivar, recrear. Si perdemos la conciencia del don recibido o la oscurecemos con miradas sesgadas o interesadas que terminan siendo injustas no podremos enfrentar el presente con libertad. S?lo la verdad nos har? libres. S?lo la gratitud nos har? capaces de proyectar tiempos nuevos. Reconocer humildemente la realidad de nuestra tierra y de nuestra historia es comenzar cada d?a a proyectar un pueblo, una naci?n m?s fraterna, m?s digna del hombre, m?s abierta a todos.

Fundamentalmente, ?la naci?n es la comunidad de hombres congregados por diversos aspectos, pero, sobre todo, por el v?nculo de una misma cultura?, nos recordaba Juan Pablo II ya en 1.980 hablando en la UNESCO. ?Qu? nos re?ne? Una misma concepci?n del hombre y del mundo y una escala de valores que se traducen en actitudes, costumbres e instituciones comunes.

Los valores cristianos impregnaron la vida p?blica desde los inicios de nuestra comunidad nacional. Son valores que se enriquecieron con la sabidur?a de los pueblos originarios y con las inmigraciones posteriores dando lugar a la compleja cultura que nos caracteriza. Si queremos valorar el presente y construir el futuro tengamos en cuenta el camino recorrido y honremos lo bueno de nuestra historia disponi?ndonos a enmendar errores y a potenciar virtudes.

Los obispos argentinos advert?amos que prevalecen en la cultura nacional ?valores fundamentales como la fe, la amistad, el amor por la vida, la b?squeda del respeto a la dignidad del var?n y la mujer, el esp?ritu de libertad, la solidaridad, el inter?s por los pertinentes reclamos ante la justicia, la educaci?n de los hijos, el aprecio por la familia, el amor a la tierra, la sensibilidad hacia el medio ambiente, y ese ingenio popular que no baja los brazos para resolver solidariamente las situaciones duras de la vida cotidiana?

Estos valores, que tienen su origen en Dios, nos deben ayudar a enfrentar los desaf?os del presente, a superar la violencia verbal y f?sica, la falta de respeto a las personas y a las instituciones, la crueldad y el desprecio por la vida en la violencia delicitiva, frecuentemente vinculada al consumo de drogas, la situaci?n de pobreza que alcanza niveles dram?ticos en muchos hermanos. Estos valores deben fortalecernos para enfrentar la cultura relativista que corroe el sentido de la verdad, que acent?a el individualismo y nos hace indolentes, resignados, capaces de excluir al otro. La fe, valor fundante en el tejido de nuestra patria, nos ha de ayudar a volver a Dios, ?creador y Padre, fundamento de verdadera fraternidad y de toda raz?n y justicia. Sin Dios estamos como hu?rfanos y la sombra del desamparo se expande sobre los que est?n a la intemperie social?.?

III

Feliz el hombre? que se complace en la ley del Se?or
Y la medita de d?a y de noche?
Es como un ?rbol plantado al borde de las aguas
(Sal 1, 1.3)
T? eres nuestro, nosotros somos tuyos.

Al comprobar la grandeza del don de nuestra patria, hermanos, se alimenta en nosotros la percepci?n de nuestra responsabilidad. ?C?mo responder desde nuestro presente marcado por las fiestas del bicentenario a los desaf?os que el Se?or nos ofrece desde el coraz?n de nuestra naci?n? ?C?mo enfrentar la tarea que nos permita alcanzar matas que respondan a la dignidad inviolable de cada ser humano y respete integralmente a la persona?

La experiencia secular de fe de nuestro pueblo de Salta ha madurado su vida cristiana a partir de la celebraci?n del pacto, de la alianza.

En la Sagrada Escritura la alianza es el proceso mediante el cual personas que no son familiares entre s? se convierten en tales, en consangu?neas. As? nos lo indica la escena de las tribus de Israel que le dicen a David ?Nos consideramos de tu sangre? aunque no lo era y por ello, para serlo realmente, establecen una alianza con el rey profeta (2 Sam 5,1.3) La alianza con Dios es una declaraci?n y constituci?n de consanguinidad. Por eso ense?a la primera carta de Juan: ??Miren c?mo nos am? el Padre! Quiso que nos llam?ramos hijos de Dios, y nosotros lo somos realmente? (1Jn 3,1).

Estableciendo esta consanguinidad Dios dice al hombre: ?T? eres de mi propia sangre?; y el hombre le puede decir a Dios: ?T? eres de mi propia sangre?. Somos el uno para el otro, y esto no se puede rescindir, debemos solidarizarnos en todo y ni t? me abandonar?s ni yo podr? abandonarte jam?s.

Este misterio de alianza lo reclama Jes?s cuando dirigiendo su mirada sobre los que estaban sentados alrededor de ?l, dijo: ?Estos son mi madre y mis hermanos. Porque el que hace la voluntad de Dios, ese es mi hermano, mi hermana y mi madre? (Mc 3,34-35).

M?s fuerte que la consanguinidad familiar es la consanguinidad de la voluntad de Dios. ?Qu? honor, queridos hermanos, nos ofrece el Se?or al invitarnos a renovar la alianza con ?l, alianza que nace en el bautismo, se ratifica en cada Eucarist?a y que hoy, este pueblo de Salta y todos los devotos del Se?or, hemos de reiterar una vez m?s concientes del regalo que esta alianza nos da y de las responsabilidades que la misma comporta!

Porque la alianza es un don de Dios a favor nuestro, es una fuente de libertad y de fraternidad: Somos hijos de Dios, somos hermanos entre nosotros. A nadie podemos excluir de esta llamada. Al mismo tiempo crea entre Dios y nosotros un v?nculo de reciprocidad que se expresa en la necesidad de vivir en coherencia en todas las dimensiones de nuestra existencia. ?Qu? responsabilidad nos cabe asumir ya que somos hijos, somos responsables de la tierra, de la patria, de los hermanos! Somos familia, somos el Pueblo de Dios. He aqu? la clave de una respuesta a la pregunta por nuestra identidad: somos consangu?neos de Dios en Cristo Jes?s, somos familia de Dios.?

IV

?El hombre bueno saca el bien del tesoro de bondad que tiene en su coraz?n?
Porque de la abundancia del coraz?n habla la boca?

Conscientes de nuestra dignidad asumimos el presente para proyectarnos hacia el futuro. Desde la alianza aprendamos cada d?a a vencer miedos que paralizan y no nos dejan construir un mundo mejor. Porque la alianza es roca firme sobre la que podemos construir una casa com?n para todos.

Como sociedad hemos de vencer el miedo a aceptar la presencia de Dios en medio de los hombres. Dios no nos abstrae de la realidad. Al contrario. Como nos ense?aba el Papa Benito XVI en Aparecida ?Quien excluye a Dios de su horizonte falsifica el concepto de realidad y, en consecuencia, s?lo puede terminar en caminos equivocados y con recetas destructivas. La primera afirmaci?n fundamental es, pues, la siguiente: S?lo quien reconoce a Dios, conoce la realidad y puede responder a ella de modo adecuado y realmente humano. La verdad de esta tesis resulta evidente ante el fracaso de todos los sistemas que ponen a Dios entre par?ntesis?. Por ello, y pregunto con el coraz?n en la mano: ?Por qu? temer a la educaci?n religiosa en las escuelas? Estamos convencidos que es a los padres y madres de familia a quienes corresponde el derecho de una educaci?n integral para sus hijos, es al Estado quien ha de asumir el deber de procurarlo respetando el derecho de los padres y es a las diversas confesiones religiosas a quienes toca la responsabilidad y la tarea de proveer con personas capacitadas. Si hay un espacio en el que aprendemos a tolerar y aceptar la diversidad es el espacio religioso en el que la caridad nos impulsa a aceptar la diversidad. La Iglesia no busca poder, s?lo quiere servir a nuestro pueblo ofreciendo la luz del Evangelio que llama al hombre a ser m?s hombre.

Como Iglesia que camina en nuestra arquidi?cesis nos proponemos renovar el entusiasmo misionero en el que est? comprometida en todo nuestro continente. Desde el compromiso evangelizador hemos de encarar la pastoral de la fe. La experiencia bautismal es el punto de partida de toda espiritualidad cristiana que se funda en la Trinidad. La conciencia de la alianza, del pacto es una provocaci?n a crecer en la fe que ilumina la caridad y transforma las personas y las comunidades. Queremos renovar el compromiso de toda la arquidi?cesis con la catequesis en todas sus formas, con la animaci?n b?blica de la pastoral y con el cuidado diligente y constante de la piedad popular. Queremos ser una Iglesia que no se canse de percibirse a s? misma y modelarse seg?n el llamado a ser casa y escuela de comuni?n y de misericordia, faro de inclusi?n y de servicio, taller de trabajo para erradicar las pobrezas, queremos alentar el coraz?n misionero de nuestras comunidades tanto en el anuncio del Evangelio a todos, a?n m?s all? de las fronteras como en el servicio a la sociedad proponiendo el paso de todos desde nuestra condici?n de habitantes al compromiso de ciudadanos.?

V

Celebremos el Pacto. Este marca la espiritualidad del pueblo de Salta y orienta la vida de todos, la de nosotros sacerdotes, de nuestros religiosos y de nuestros laicos. Es una espiritualidad profundamente b?blica que nace del coraz?n mismo de la Sant?sima Trinidad y marca la vida de la Iglesia toda ofreci?ndole a Salta un llamado permanente a crecer personal y comunitariamente hacia lo alto.

En el pacto reconoceremos al Se?or como camino, verdad y vida, as? de los individuos como de las familias, pueblos y naciones.

El Se?or es camino que nos conduce al Padre y por ello es la roca firme en la que se asienta la fraternidad de los pueblos. El Se?or es la Verdad que nos hace libres y por ello es garant?a de dignidad que nada puede destruir. El Se?or es la Vida que nos colma de alegr?a porque nos hace ser familia que promueve y custodia la vida humana.

Mar?a es la mujer del pacto. Ella es Madre que madur? su maternidad en un camino de disc?pula fiel hasta la cruz. En su Coraz?n de Madre nos cobija a todos, entre sus manos nos sostiene y cuida como en su imagen cuida la bella flor.

Se?ora, cuida a tu pueblo, Madre, cob?janos a todos.

Se?or del Milagro, extiende tus brazos sobre este pueblo y la Naci?n Argentina. Prot?genos, defi?ndenos. Am?n.?

Mons. Mario Cargnello, arzobispo de Salta?


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ZENIT ? nos ofrece la catequesis que el Papa Benedicto XVI dirigi?el mi?rcoles 15 de Septiembre de 2010?a los peregrinos reunidos en el Aula Pablo VI del Vaticano para la audiencia general, tras la cual el Pont?fice regres? a Castel Gandolfo.

Queridos hermanos y hermanas,

una de las santas m?s amadas es sin duda santa Clara de As?s, vivida en el siglo XIII, contempor?nea de san Francisco. Su testimonio nos muestra c?mo toda la Iglesia es deudora a mujeres valientes y ricas de fe como ella, capaces de dar un decisivo impulso para la renovaci?n de la Iglesia.

?Qui?n era por tanto Clara de As?s? Para responder a esta pregunta poseemos fuentes seguras: no s?lo las antiguas biograf?as, como la de Tom?s de Celano, sino tambi?n las Actas del proceso de canonizaci?n promovido por el Papa s?lo pocos meses despu?s de la muerte de Clara, y que contiene los testimonios de aquellos que vivieron junto a ella durante mucho tiempo.

Nacida en 1193, Clara pertenec?a a una familia aristocr?tica y rica. Renunci? a la nobleza y a la riqueza para vivir pobre y humilde, adoptando la forma de vida que Francisco de As?s propon?a. Aunque sus parientes, como suced?a entonces, estaban proyectando un matrimonio con alg?n personaje de importancia, Clara, a los 18 a?os, con un gesto audaz inspirado por el profundo dese de seguir a Cristo y por la admiraci?n por Francisco, dej? la casa paterna y, en compa??a de una amiga suya, Bona di Guelfuccio, alcanz? secretamente a los frailes menores en la peque?a iglesia de la Porci?ncula. Era la tarde del Domingo de Ramos de 1211. Ante la conmoci?n general, se realiz? un gesto altamente simb?lico: mientras sus compa?eros ten?an en la mano antorchas encendidas, Francisco le cort? el cabello y Clara visti? un basto h?bito penitencial. Desde aquel momento se hab?a convertido en la virgen esposa de Cristo, humilde y pobre, y se consagraba a ?l totalmente. Como Clara y sus compa?eras, innumerables mujeres en el transcurso de la historia han sido fascinadas por el amor por Cristo que, en la belleza de su Divina Persona, llena sus corazones. Y la Iglesia entera, por medio de la vocaci?n nupcial m?stica de las v?rgenes consagradas, muestra lo que ser? para siempre: la Esposa bella y pura de Cristo.

En una de las cuatro cartas que Clara envi? a santa In?s de Praga, la hija del rey de Bohemia, que quiso seguir sus huellas, habla de Cristo, su amado Esposo, con expresiones nupciales, que pueden sorprender, pero que conmueven: ?Am?ndolo, sois casta, toc?ndolo, ser?is m?s pura, dej?ndoos poseer por ?l sois virgen. Su poder es m?s fuerte, su generosidad m?s elevada, su aspecto m?s bello, el amor m?s suave y toda gracia m?s fina. Ahora est?is estrechada entre sus brazos por ?l, que ha adornado vuestro pecho de piedras preciosas... y os ha coronado con una corona de oro marcada con el signo de la santidad? (Carta primera: FF, 2862).

Sobre todo al principio de su experiencia religiosa, Clara tuvo en Francisco de As?s no s?lo un maestro cuyas ense?anzas seguir, sino tambi?n un amigo fraterno. La amistad entre estos dos santos constituye un aspecto muy bello e importante. De hecho, cuando dos almas puras e inflamadas por el mismo amor por Dios se encuentran, sacan de su amistad rec?proca un est?mulo fort?simo para recorrer la v?a de la perfecci?n. La amistad es uno de los sentimientos humanos nobles y elevados que la Gracia divina purifica y transfigura. Como san Francisco y santa Clara, tambi?n otros santos vivieron una profunda amistad en el camino hacia la perfecci?n cristiana, como san Francisco de Sales y santa Juana Francisca de Chantal. Y es precisamente san Francisco de Sales quien escribe: ?Es hermoso poder amar en la tierra como se ama en el cielo, y aprender a quererse en este mundo como haremos eternamente en el otro. No hablo aqu? del simple amor de caridad, porque ?ste debemos tenerlo por todos los hombres; hablo de la amistad espiritual, en el ?mbito de la cual, dos, tres o m?s personas se intercambian la devoci?n, los afectos espirituales, y llegan a ser realmente un solo esp?ritu? (Introducci?n a la vida devota III, 19).

Tras haber transcurrido un periodo de algunos meses en otras comunidades mon?sticas, resistiendo a las presiones de sus familiares que al principio no aprobaban su elecci?n, Clara se estableci? con sus primeras compa?eras en la iglesia de san Dami?n, donde los frailes menores hab?an preparado un peque?o convento para ellas. En ese monasterio vivi? durante m?s de cuarenta a?os hasta su muerte, que tuvo lugar en 1253. Nos ha llegado una descripci?n de primera mano de c?mo viv?an estas mujeres en aquellos a?os, en los inicios del movimiento franciscano. Se trata del informe lleno de admiraci?n de un obispo flamenco de visita en Italia, Santiago de Vitry, el cual afirma haber encontrado un gran n?mero de hombres y mujeres, de toda clase social, que ?dejando todo por Cristo, hu?an del mundo. Se llamaban frailes menores y hermanas menores y son tenidos en gran consideraci?n por el se?or Papa y por los cardenales? Las mujeres... moran juntas en diversos hospicios no lejanos de las ciudades. No reciben nada, sino que viven del trabajo de sus propias manos. Y les duele y les turba profundamente porque son honradas m?s de lo que quisieran, por cl?rigos y laicos? (Carta de octubre de 1216: FF, 2205.2207).

Santiago de Vitry hab?a captado con perspicacia un rasgo caracter?stico de la espiritualidad franciscana a la que Clara fue muy sensible: la radicalidad de la pobreza asociada a la confianza total en la Providencia divina. Por este motivo, ella actu? con gran determinaci?n, obteniendo del papa Gregorio IX o, probablemente, ya del papa Inocencio III, el llamado Privilegium Paupertatis (cfr FF, 3279). En base a ?ste, Clara y sus compa?eras de san Dami?n no pod?an poseer ninguna propiedad material. Se trataba de una excepci?n verdaderamente extraordinaria respecto al derecho can?nico vigente y las autoridades eclesi?sticas de aquel tiempo lo concedieron apreciando los frutos de santidad evang?lica que reconoc?an en la forma de vivir de Clara y de sus hermanas. Esto demuestra tambi?n que en los siglos medievales, el papel de las mujeres no era secundario, sino considerable. A prop?sito de esto, es oportuno recordar que Clara fue la primera mujer en la historia de la Iglesia que compuso una Regla escrita, sometida a la aprobaci?n del Papa, para que el carisma de Francisco de As?s se conservara en todas las comunidades femeninas que se iban estableciendo en gran n?mero ya en sus tiempos, y que deseaban inspirarse en el ejemplo de Francisco y de Clara.

En el convento de san Dami?n Clara practic? de modo heroico las virtudes que deber?an distinguir a cada cristiano: la humildad, el esp?ritu de piedad y de penitencia, la caridad. A?n siendo la superiora, ella quer?a servir en primera persona a las hermanas enfermas, someti?ndose tambi?n a tareas humild?simas: la caridad, de hecho, supera toda resistencia y el que ama realiza todo sacrificio con alegr?a. Su fe en la presencia real de la Eucarist?a era tan grande que en dos ocasiones se comprob? un hecho prodigioso. Solo con la ostensi?n del Sant?simo Sacramento, alej? a los soldados mercenarios sarracenos, que estaban a punto de agredir el convento de san Dami?n y de devastar la ciudad de As?s.

Tambi?n estos episodios, como otros milagros, de los que se conservaba memorial, empujaron al papa Alejandro IV a canonizarla s?lo dos a?os despu?s de su muerte, en 1255, trazando un elogio de ella en la Bula de canonizaci?n en la que leemos: ?Cu?n v?vida es la fuerza de esta luz y cu?n fuerte es la claridad de esta fuente luminosa. En verdad, esta luz estaba encerrada en el escondite de la vida claustral, y fuera irradiaba resplandores luminosos; se recog?a en un peque?o monasterio, y fuera se expand?a por todo el vasto mundo. Se custodiaba dentro y se difund?a fuera. Clara de hecho se escond?a; pero su vida se revelaba a todos. Clara callaba, pero su fama gritaba? (FF, 3284). Y es precisamente as?, queridos amigos: son los santos los que cambian el mundo a mejor, lo transforman de forma duradera, inyect?ndole las energ?as que s?lo el amor inspirado por el Evangelio puede suscitar. ?Los santos son los grandes benefactores de la humanidad!

La espiritualidad de santa Clara, la s?ntesis de su propuesta de santidad est? recogida en la cuarta carta a santa In?s de Praga. Santa Clara utiliza una imagen muy difundida en la Edad Media, de ascendencias patr?sticas, el espejo. E invita a su amiga de Praga a mirarse en ese espejo de perfecci?n de toda virtud que es el mismo Se?or. Escribe: ?Feliz ciertamente aquella a la que se le concede gozar de esta sagrada uni?n, para adherirse con lo profundo del coraz?n [a Cristo], a aquel cuya belleza admiran incesantemente todas las beatas multitudes de los cielos, cuyo afecto apasiona, cuya contemplaci?n restaura, cuya benignidad sacia, cuya suavidad colma, cuyo recuerdo resplandece suavemente, a cuyo perfume los muertos volver?n a la vida y cuya visi?n gloriosa har? bienaventurados a todos los ciudadanos de la Jerusal?n celeste. Y dado que ?l es esplendor de la gloria, candor de la luz eterna y espejo sin mancha, mira cada d?a este espejo, oh reina esposa de Jesucristo, y escruta en ?l continuamente tu rostro, para que puedas adornarte as? toda por dentro y por fuera... en este espejo resplandecen la bienaventurada pobreza, la santa humildad y la inefable caridad? (Carta cuarta: FF, 2901-2903).

Agradecidos a Dios que nos da a los santos que hablan a nuestro coraz?n y nos ofrecen un ejemplo de vida cristiana a imitar, quisiera concluir con las mismas palabras de bendici?n que santa Clara compuso para sus hermanas y que a?n hoy las Clarisas, que llevan a cabo un precioso papel en la Iglesia con su oraci?n y con su obra, custodian con gran devoci?n. Son expresiones de las que surge toda la ternura de su maternidad espiritual: ?Os bendigo en mi vida y despu?s de mi muerte, como puedo y m?s de cuanto puedo, con todas las bendiciones con las que el Padre de las misericordias bendice y bendecir? en el cielo y en la tierra a sus hijos e hijas, y con las cuales un padre y una espiritual bendice y bendecir? a sus hijos y a sus hijas espirituales. Amen? (FF, 2856).

[Tras los saludos]

Deseo ahora saludar con particular afecto a los j?venes, a los enfermos y a los reci?n casados. Hagamos hoy memoria de la Beata Virgen Mar?a de los Dolores, que con fe permaneci? junto a la cruz de su Hijo. Queridos j?venes, no teng?is miedo de permanecer tambi?n vosotros como Mar?a junto a la Cruz. El Se?or os infundir? el valor para superar todo obst?culo en vuestra existencia cotidiana. Y que vosotros, queridos enfermos, pod?is encontrar en Mar?a consuelo y apoyo para aprender del Se?or Crucificado el valor salv?fico del sufrimiento. Vosotros, queridos reci?n casados, dirig?os con confianza en los momentos de dificultad a la Virgen de los Dolores, que os ayudar? a afrontarlos con su intercesi?n maternal.

[Llamamiento]

Sigo con preocupaci?n los acontecimientos que han tenido lugar en estos d?as en varias regiones de Asia meridional, especialmente en India, en Paquist?n y en Afganist?n. Rezo por las v?ctimas y pido que el respeto de la libertad religiosa y la l?gica de la reconciliaci?n y de la paz prevalezcan sobre el odio y sobre la violencia.

[Traducci?n del original en italiano por Inma ?lvarez
?Libreria Editrice Vaticana]


Publicado por verdenaranja @ 23:02  | Habla el Papa
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Reflexi?n? de Jos? Antonio Pagola para el evangelio del domingo veintisiete del Tiempo Ordenario - C, ofrecida por la Delegaci?n Diocesana de Ense?anza de la di?csis de Tenerife.

AUM?NTANOS LA FE

??????????????? De manera abrupta, los disc?pulos le hacen a Jes?s una petici?n vital: ?Aum?ntanos la fe?. En otra ocasi?n le hab?an pedido: ?Ens??anos a orar?. A medida que Jes?s les descubre el proyecto de Dios y la tarea que les quiere encomendar, los disc?pulos sienten que no les basta la fe que viven desde ni?os para responder a su llamada. Necesitan una fe m?s robusta y vigorosa.

???????? Han pasado m?s de veinte siglos. A lo largo de la historia, los seguidores de Jes?s han vivido a?os de fidelidad al Evangelio y horas oscuras de deslealtad. Tiempos de fe recia y tambi?n de crisis e incertidumbre. ?No necesitamos pedir de nuevo al Se?or que aumente nuestra fe?

???????? Se?or, aum?ntanos la fe. Ens??anos que la fe no consiste en creer algo sino en creer en ti, Hijo encarnado de Dios, para abrirnos a tu Esp?ritu, dejarnos alcanzar por tu Palabra, aprender a vivir con tu estilo de vida y seguir de cerca tus pasos. S?lo t? eres quien "inicia y consuma nuestra fe".

???????? Aum?ntanos la fe. Danos una fe centrada en lo esencial, purificada de adherencias y a?adidos postizos, que nos alejan del n?cleo de tu Evangelio. Ens??anos a vivir en estos tiempos una fe, no fundada en apoyos externos, sino en tu presencia viva en nuestros corazones? y en nuestras comunidades creyentes.

???????? Aum?ntanos la fe. Haznos vivir una relaci?n m?s vital contigo, sabiendo que t?, nuestro Maestro y Se?or, eres lo primero, lo mejor, lo m?s valioso y atractivo que tenemos en la Iglesia. Danos una fe contagiosa que nos oriente hacia una fase nueva de cristianismo, m?s fiel a tu Esp?ritu y tu trayectoria.

???????? Aum?ntanos la fe. Haznos vivir identificados con tu proyecto del reino de Dios, colaborando con realismo y convicci?n en hacer la vida m?s humana, como quiere el Padre. Ay?danos a vivir humildemente nuestra fe con pasi?n por Dios y compasi?n por el ser humano.

???????? Aum?ntanos la fe. Ens??anos a vivir convirti?ndonos a una vida m?s evang?lica, sin resignarnos a un cristianismo rebajado donde la sal se va volviendo sosa y donde la Iglesia va perdiendo extra?amente su cualidad de fermento. Despierta entre nosotros la fe de los testigos y los profetas.

???????? Aum?ntanos la fe. No nos dejes caer en un cristianismo sin cruz. Ens??anos a descubrir que la fe no consiste en creer en el Dios que nos conviene sino en aquel que fortalece nuestra responsabilidad y desarrolla nuestra capacidad de amar. Ens??anos a seguirte tomando nuestra cruz cada d?a.

???????? Aum?ntanos la fe. Que te experimentemos resucitado en medio de nosotros? renovando nuestras vidas? y alentando nuestras comunidades.?

Jos? Antonio Pagola?

Red evangelizadora BUENAS NOTICIAS
3 de Octubre de 2010
27 Tiempo ordinario (C)
Lucas 17, 5-10


Publicado por verdenaranja @ 22:55  | Espiritualidad
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Martes, 28 de septiembre de 2010

Reflexi?n de monse?or Rub?n Oscar Frassia, obispo de Avellaneda-Lan?s para el programa radial "Compartiendo el Evangelio", para el 24? domingo durante el a?o (12 de septiembre de 2010). (AICA)

PAR?BOLAS DE LA MISERICORDIA DE DIOS

Para recordar: este domingo se realiza la Colecta ?M?s por Menos?; seamos generosos con nuestra contribuci?n para que podamos ayudar a nuestros hermanos m?s pobres. Esta colecta nacional es muy importante ya que sabemos que lo que recauda llega directamente a las comunidades m?s necesitadas de todo el pa?s. ?Seamos generosos y Dios lo ser? mucho m?s con cada uno de nosotros!?

Evangelio seg?n San Lucas 15, 1-10 (ciclo C)

Estamos hablando de la ternura de Dios, la Misericordia de Dios, la piedad que Dios nos tiene a cada uno de nosotros.

Yo quiero dejar asentado que s?lo hay dos personas que no tienen pecado: Cristo, por ser el Hijo de Dios, y la Virgen Mar?a, la Inmaculada, por ser la Madre de Cristo. Ellos dos no tienen pecados, despu?s todos los dem?s hombres somos pecadores; hemos tenido y tenemos pecados y siempre necesitamos el perd?n, la misericordia, la benevolencia y la ternura de Dios.

Ahora bien, frente a una realidad, frente a la fragilidad humana, tenemos dos elementos que no podemos olvidar: miseria nuestra y Misericordia de Dios. Y es m?s importante la Misericordia de Dios que nuestras propias miserias, que tenemos que reconocerlas, entregarlas, ofrecerlas para recibir a cambio la Misericordia de Dios y que desaparezcan nuestras miserias.

Es importante que uno reconozca esto y se de cuenta lo que significa haber pecado, haber cometido faltas y luego haber cambiado, tener rectitud de conciencia de no quedar en el pecado o en la fragilidad humana.

La Misericordia de Dios act?a sobre la debilidad humana, pero no act?a sobre la obstinaci?n o rechazo de la voluntad. En la debilidad humana Dios como que se conmueve, en la obstinaci?n uno opone resistencia. Es as? que Dios respeta nuestra libertad y nos va a invitar, nos va a persuadir, nos va a convocar, pero nunca nos va a imponer. ?Dios no impone sino propone y nos deja en nuestra libertad, que tambi?n est? sostenida por la Gracia, para poder aceptar y seguir en el bien produciendo el bien!

Por lo tanto, tenemos que reconocer que somos d?biles, que somos pecadores, pero que tambi?n tenemos que rezar, pedir perd?n y arrepentirnos.

Hay algo que nos hemos olvidado muchas veces en la Iglesia: la voluntad de la restituci?n.

Las faltas ofenden a Dios indirectamente porque ofenden al hombre y tambi?n ofenden a nuestros hermanos. Nosotros tenemos que restituir esa integralidad que tambi?n es parte de la justicia, que a su vez es parte de la misericordia; pero lo propio de la misericordia es que supera a la justicia. Pero es evidente que la misericordia no agravia jam?s la justicia. La misericordia siempre tiene algo superior.

Queridos hermanos, Dios nos llama a confiar en ?l y en su Misericordia. Pero tambi?n nos llama a restituir, a tener prop?sitos de correcci?n, a enmendar nuestra vida, a producir el bien y a evitar todo mal que aqueje a nosotros o que aqueje y lastime a los dem?s, en lo personal y en lo p?blico. Por lo tanto la Gracia de Dios, en su Misericordia, crea en nosotros una respuesta y una debida responsabilidad.

Les dejo mi bendici?n: en el Nombre del Padre, del Hijo y del Esp?ritu Santo. Am?n?

Mons. Rub?n Oscar Frassia, obispo de Avellaneda-Lan?s?


Publicado por verdenaranja @ 23:11  | Hablan los obispos
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Homil?a de monse?or Agust?n Radrizzani, arzobispo de Mercedes-Luj?n (Iglesia catedral, 10 de septiembre de 2010). (AICA)

COLACI?N DE GRADOS DEL INSTITUTO DE PROFESORADO CIUDAD DE MERCEDES

Queridos amigos, hermanas y hermanos todos en el Se?or:

Nos encontramos dando gracias a Jes?s por esta etapa finalizada, como lo es este egreso de alumnos de nuestro Instituto de Profesorado. Tambi?n, sabiendo que comienza ahora una tarea de compromiso desde lo profesional con la sociedad en la que estamos insertos, nos queremos encomendar una vez a la gu?a y sostenimiento de Jes?s nuestro Se?or y de su Santa Madre y Madre nuestra, la Virgen Mar?a.

Nosotros nos preocupamos, como bautizados, como disc?pulos de Jes?s concretamente en un Profesorado cat?lico, de mirar la realidad a luz de la fe. En di?logo con la cultura, entendida no como mera adquisici?n de conocimientos intelectuales, sino como el modo de vida de un pueblo, con sus valores y desvalores, queremos impregnar del Evangelio ese modo de relaci?n de las personas con lo trascendente, consigo mismas, con los dem?s y con la naturaleza. Nos dec?a, a prop?sito el recordado Papa Pablo VI en su carta se?era sobre la evangelizaci?n: ?Lo que importa es evangelizar -no de una manera decorativa, como un barniz superficial, sino de manera vital en profundidad- y hasta las mismas ra?ces de la cultura y las culturas del hombre?.

Faltar?a a la verdad si no comparto una preocupaci?n, un dolor m?s bien y es que tanto en los lugares donde anteriormente he servido como pastor como aqu? mismo, noto que despu?s de tantos a?os en una instituci?n cristiana, en algunos de ustedes existe una indiferencia a lo religioso e incluso hasta ate?smo expreso.

Muchas veces se imparte la educaci?n como algo centrado en la adquisici?n de conocimientos y habilidades, parcializando y reduciendo la integralidad de la persona humana, guiados preponderantemente por criterios materialistas que privilegian la producci?n, la competitividad y el mercado. Tambi?n, por otra parte, se propician inclusiones de actitudes contrarias a los valores de la vida, de la familia y de una sana sexualidad.

Verdaderamente me siento responsable ante Dios de esto.

Se suman adem?s, nuestras propias desorientaciones como educadores, nuestro poco claro compromiso cristiano expresado vitalmente en una comunidad donde vive Cristo Resucitado y vivimos por lo tanto en el amor rec?proco, testimoniando as? que hemos encontrado el tesoro y entusiasmando con ese estilo de vida a otros. La tibieza o la prescindencia de Dios llevan muchas veces a considerar la tarea educativa como un mero medio de sustento, como fuente laboral, o bien un lugar que me prestigia.

Ante esta realidad, aparece el desaf?o de conocer nuestra identidad como disc?pulos misioneros de Jesucristo en su Iglesia para llevar la Buena Noticia al mundo.

Es imprescindible partir de la conciencia de nuestra propia vocaci?n como evangelizadores. ?M?s que un t?tulo, el egresado de un Instituto Cat?lico adquiere una misi?n! As? lo expresa San Pablo en la primera lectura de hoy: ??Ay de mi si no predicara el Evangelio!?.

Sabiendo que el aut?ntico fin de la escuela cat?lica est? en el llamado a ?transformarse, ante todo en lugar privilegiado de formaci?n y promoci?n integral, mediante la asimilaci?n sistem?tica y cr?tica de la cultura, cosa que se logra mediante un encuentro vivo y vital con el patrimonio cultural5 , hemos de desarrollar dicho sentido cr?tico desde la fe.

Tenemos la irrenunciable responsabilidad de poner de relieve la dimensi?n ?tica y religiosa de la cultura, para desarrollar aquello que es constitutivo de nuestra condici?n humana y la destaca como tal, como lo es la espiritualidad.

Esto permite escapar de las trampas relativistas que dan lugar a una libertad mal entendida: solo confrontando con los valores absolutos logra el hombre la plena libertad ?tica, dando sentido y valor a la vida de la persona.

Tambi?n el subjetivismo, el endiosamiento de lo que me parece, lo que siento, lo que me produce bienestar, es un desaf?o que debemos saber discernir y vencer con el esp?ritu de comuni?n que brota de la dignidad de hijos de Dios, que nos hace hermanos y nos compromete a abrirnos a los dem?s, no solo para realizarnos plenamente como personas, sino para compartir el don que hemos recibido y no nos podemos guardar ego?stamente. ?Hay m?s alegr?a en el dar que en recibir?

Pidamos con humildad a la Virgen que nos consiga de Jes?s la fortaleza para ser coherentes con los valores del Evangelio, capaces de comprometernos con la sociedad actual, para instaurar el Reino de Dios en el mundo, haci?ndolo m?s justo, m?s solidario, m?s pac?fico, en s?ntesis, m?s plenamente humano.??

Mons. Agust?n Radrizzani, arzobispo de Mercedes-Luj?n?


Publicado por verdenaranja @ 23:07  | Hablan los obispos
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Declaraci?n a los Presidentes de Iberoam?rica en camino a la XX Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno (Diciembre 2010 - Mar del Plata, Argentina), sobre Educaci?n para la Inclusi?n Social (13 de septiembre de 2010). (AICA)

APORTES EN FAVOR DE UNA EDUCACION PARA LA INCLUSION SOCIAL

El Consejo Episcopal Latinoamericano ?CELAM?
y los representantes religiosos de Am?rica Latina y El Caribe firmantes manifiestan:


Se?ores y se?oras Ministros de Educaci?n de Iberoam?rica, a trav?s de ustedes saludamos a los Jefes de Estado y de Gobierno a quienes representan:

Cordiales saludos en el Se?or.

Como obispos, pastores y l?deres religiosos de Am?rica Latina y El Caribe, comprometidos hist?ricamente con la vida digna de nuestros pueblos y con una aut?ntica democracia, consideramos de suma importancia la realizaci?n de la XX Cumbre de Jefes de Estado de Iberoam?rica, en la que han de darse pasos sustanciales para profundizar la cooperaci?n entre los pa?ses en favor de la educaci?n para la inclusi?n social.

La verdadera democracia supone la participaci?n real del conjunto de los ciudadanos en la toma de decisiones que afectan a todos y para ello, es fundamental la educaci?n, entendida no solamente como instrucci?n, sino como formaci?n en valores y en responsabilidad, en lo que hoy se llama el empoderamiento de los ciudadanos para que lleguen a ser sujetos gestores de su propio destino. El recordado Papa Juan Pablo II nos dice en su Enc?clica Centessimus Annus (1991) ?La Iglesia aprecia el sistema de la democracia, en la medida en que asegura la participaci?n de los ciudadanos en las opciones pol?ticas y garantiza a los gobernados la posibilidad de elegir y controlar a sus propios gobernantes? Una aut?ntica democracia es posible solamente en un Estado de derecho y sobre la base de una recta concepci?n de la persona humana. Requiere que se den las condiciones necesarias para la promoci?n de las personas concretas, mediante la educaci?n y la formaci?n en los verdaderos ideales, as? como de la ?subjetividad? de la sociedad mediante la creaci?n de estructuras de participaci?n y de corresponsabilidad? Una democracia sin valores se convierte con facilidad en un totalitarismo visible o encubierto, como demuestra la historia.? (n.46)

En el marco de las reflexiones introductorias precedentes, queremos aportar, a partir del acompa?amiento que venimos haciendo en comunidades postergadas y excluidas de nuestros pueblos, y con la experiencia de trabajo de las comunidades religiosas dedicadas a la promoci?n humana a trav?s de la educaci?n. Por ello manifestamos lo siguiente:

I. La realidad de la educaci?n en Am?rica Latina y El Caribe, nos interpela:

1. En el escenario social actual de Am?rica Latina y El Caribe, la pobreza y la exclusi?n social son situaciones estructurales alarmantes. Los pobres son? explotados, oprimidos y marginados de la din?mica social; son ignorados y a quienes se les niega una vida digna; Se les considera sobrantes y desechables (Cfr. DA <!--[if !supportFootnotes]-->[1]<!--[endif]--> n. 65).

2. Es notorio que las tasas de mortalidad infantil en hogares con madres que s?lo cuentan con primaria incompleta en la Regi?n, duplican a las de hogares con madres con secundaria. Ello demuestra que existe una relaci?n estrecha entre esperanza de vida y niveles de educaci?n. As? mismo, las situaciones de mala nutrici?n infantil, que alcanza al 16% en la Regi?n, ?tienen consecuencias en? el? desarrollo cognitivo,? generando, antecedentes potenciales de exclusi?n social y escolar que deben ser atendidos.

3. Pese a los avances que se vienen logrando, los d?ficits en escolaridad son considerables. Seis millones de j?venes entre 15 y 19 a?os no terminan la escuela primaria. S?lo el 43% de los ni?os la terminan a tiempo, en la edad y n?mero de a?os previstos. No finalizan la secundaria el 70% en Guatemala, Honduras y Nicaragua, y el 50 % en Bolivia, Brasil, Colombia, Panam? y Paraguay (Informaci?n de SERCE-UNESCO 2002/8).

4. En la Regi?n, de acuerdo con la fuente SERCE-UNESCO, el 20% de las escuelas no tienen agua potable, un 33% no tienen servicios higi?nicos suficientes, un 47% carecen de bibliotecas, un 63% no cuentan con sala de computaci?n y hay, en promedio, s?lo, 16 computadoras por escuela. Un 66% de los adolescentes y j?venes nunca usaron Internet, constituyendo una verdadera brecha tecnol?gica, limitando sustancialmente el acceso a la sociedad del conocimiento. Su Santidad Benedicto XVI nos recuerda que ?La t?cnica ?conviene subrayarlo? es un hecho profundamente humano, vinculado a la autonom?a y libertad del hombre. Responde a la misma vocaci?n del trabajo humano: en la t?cnica, vista como una obra del propio talento, el hombre se reconoce a s? mismo y realiza su propia humanidad? (CIV<!--[if !supportFootnotes]-->[2]<!--[endif]--> 69).

5. La cultura vigente, que con frecuencia desconoce muchos de los valores humanos y trascendentes, entre ellos la libertad, la responsabilidad ?tica y la solidaridad, no colabora, como se requerir?a, en el respeto por la vida, la dignidad de la persona y la familia, dada la prioridad del Bien Com?n en la sociedad.

6. Hay que reconocer que se han dado significativos avances en la Regi?n en cuanto al acceso al sistema escolar, aunque no as? en la calidad que estos sistemas de educaci?n formal ofrecen. El s?lo acceso y permanencia en el sistema no garantiza la calidad del aprendizaje. Es necesario renovar la Escuela desde los principios, valores y procedimientos pedag?gicos que garanticen un desarrollo humano personal y comunitario. La escuela, como est? hoy, resulta ser productora de mano de obra sin posibilidad de inserci?n laboral, generando una inmensa muchedumbre de desocupados. El modelo educativo muchas veces viene impuesto desde fuera sin tener en cuenta una de las grandes riquezas del Continente que es la diversidad cultural. En algunos pa?ses la escuela en las zonas rurales desarraiga a los j?venes con un proceso urbanizante que favorece el ?xodo hacia las grandes ciudades.

II. El valor de la educaci?n, hoy

7. La educaci?n, vinculada al desarrollo integral de las personas, ofrece oportunidades de reafirmar su dignidad a quienes? han sido excluidos en la sociedad. Para ello es necesario pasar de la ret?rica de los discursos a la acci?n programada, ordenada? y sostenida en el respeto y cuidado de la familia. La educaci?n es necesaria en el proceso de socializaci?n de las personas, como complemento a la familia, que es la que desempe?a el papel principal e importante en mencionado proceso, entendido como la transmisi?n de la cultura de una generaci?n a otra y permite a la persona hacerse miembro de su propio grupo. La Educaci?n debe ser considerada como resultante y causal, inmersa en la din?mica social como? promotora y receptora de todas las acciones humanas.

8. Si bien no todos los problemas de la exclusi?n social pueden resolverse s?lo desde el sistema escolar, en el entendido que las acciones correspondientes de esta mejoran? el Sistema Educativo y la ?relaci?n con su entorno social. La Educaci?n deber?a ser un factor de cambio social muy significativo.

9. La exclusi?n se acent?a cuando se dejan de lado los principios educativos generales en nombre de pol?ticas meramente compensatorias, as? como cuando se evidencia la ineficiente interacci?n entre ambas. La educaci?n, como derecho humano fundamental, demanda un Estado que asuma su responsabilidad de promover la participaci?n protag?nica de? la sociedad civil y de las familias. El sistema educativo requiere un verdadero cambio de estructuras orientadas a la inclusi?n social. La tendencia del mismo a alejar los sectores sociales y ahondar las desigualdades, debe combatirse con una cobertura universal de vivienda, salud y? educaci?n, dando oportunidad de servicios de calidad para todos.

10. La Educaci?n de la persona se realiza en diferentes espacios donde sea posible su formaci?n integral (intelectual, ?tica, est?tica, espiritual, afectiva y corporal) y en ?mbitos como los de la familia, la escuela, las comunidades de fe, los medios de comunicaci?n y otros. Es muy importante reconocer las capacidades de aprendizaje que toda persona posee y tener en cuenta las condiciones educativas del entorno en el que viven.

11. Las Pol?ticas Educativas deben estar acompa?adas coherentemente? por otras Pol?ticas P?blicas que permitan la eficiencia y eficacia de otras acciones que consideren la necesidad de educar para el compromiso , para la justicia y la solidaridad; que tiendan a unir educaci?n con h?bito de trabajo, tal como es el caso del desarrollo de capacidades de adolescentes y j?venes.

12. Considerar a la educaci?n meramente como un ?gasto? para la econom?a de los? pa?ses es no reconocer que es una inversi?n necesaria para sustentar el desarrollo de las naciones? y que en el siglo XXI resulta imprescindible.

13. En esta tarea debe evidenciarse un di?logo democr?tico entre el Estado y las organizaciones de la sociedad civil que garantice una verdadera participaci?n ciudadana. La participaci?n de la sociedad en la Educaci?n debe asumir un rol comprometido. En la articulaci?n de acciones entre el Estado (Poder Ejecutivo, Legislativo y Judicial) y la sociedad civil, es importante lograr una positiva complementaci?n, que contemple? las caracter?sticas propias que definen? las propias identidades culturales. Al respecto nos dice el Papa Benedicto XVI en la reciente Enc?clica Caritas in Veritate, ?(?) es preciso escuchar la voz de las poblaciones interesadas y tener en cuenta su situaci?n para poder interpretar de manera adecuada sus expectativas? (CIV 71).

III. En consideraci?n de lo anterior, proponemos:

14. Favorecer una renovaci?n de la escuela, donde ?sta se acerque m?s a la realidad y se convierta en un lugar de encuentro de personas, familias e instituciones. Que en ella se revalorice la presencia activa y proactiva de los agentes (docentes, directivos, alumnos, padres de familia, etc.) como protagonistas del proceso de transformaci?n social y desarrollo humano integral.

15. Orientar la cultura escolar no s?lo hacia la instrucci?n y el aprendizaje. Hay que promover dicha cultura escolar entendi?ndola como forma de integrar criterios de ense?anza, de evaluaci?n, formas de convivencia, v?nculos con la familia y la comunidad, desarrollo de acciones deportivas, festivas y recreativas, expresiones art?sticas. Se ha de favorecer el acceso a las nuevas tecnolog?as que requiere la sociedad del conocimiento. La delicada situaci?n en la que se encuentra la educaci?n hoy requiere una adecuada adaptaci?n a las exigencias del cambio.

16. Incrementar la universalizaci?n del acceso a la educaci?n a todos los niveles, especialmente en el nivel Inicial y Secundario, teniendo especial atenci?n a la primera infancia.

17. Promover la educaci?n permanente en tanto derecho de todos y para toda la vida. La interacci?n social debe dar cabida creativamente a nuevos espacios de aprendizajes diversos, teniendo en especial consideraci?n la alfabetizaci?n en las diferentes edades. Asimismo,? en tiempos de incertidumbre creciente, son necesarios los esfuerzos orientados a descubrir el? sentido de la? vida y la calidad de la misma. Se debe reconocer y valorar? la madurez de la persona y la transmisi?n de la cultura de? generaci?n en generaci?n destacando el valor de la comunidad con equidad y justicia,? a la que pueden aportar los adultos mayores.?

18. Implementar acciones de calidad para la formaci?n? de personas que promuevan la transformaci?n de la sociedad, el cuidado de la ecolog?a y el ambiente as? como la inclusi?n social. La educaci?n ?debe insertarse en los problemas del tiempo en el que se desarrolla la vida del joven. De esta manera, las distintas disciplinas han de presentar no s?lo un saber por adquirir, sino tambi?n valores por asimilar y verdades por descubrir? (DA 329).

19. Cualificar la formaci?n de docentes, para que respondan eficazmente al desarrollo de la educaci?n intercultural e intracultural, en un proceso de di?logo e integraci?n, que exige la complejidad del escenario latinoamericano y caribe?o.

20. Llevar a cabo pol?ticas p?blicas eficaces para la redistribuci?n de la riqueza y de los ingresos, que permitan a las familias obtener empleos dignos y muy especialmente el acceso a la seguridad social y la jubilaci?n. Ello ayudar? sustancialmente a lograr un entorno favorable a la? educaci?n.

21. Realizar un planeamiento estrat?gico a mediano y largo plazo que establezca prioridades educativas b?sicas, seg?n la situaci?n de cada pueblo.

22. Establecer un Presupuesto P?blico m?nimo, no menor del 6% del PBI, destinado a la educaci?n como pol?tica de Estado, as? como una gesti?n eficiente y transparente del mismo, con adecuada rendici?n de cuentas a la sociedad.

Muy apreciados se?ores y se?oras Ministros de Educaci?n de los Estados y Gobiernos de Iberoam?rica, nos comprometemos a continuar con los esfuerzos educativos que venimos realizando desde nuestro rol y ofrecemos nuestra colaboraci?n con los Estados para lograr las propuestas que estamos formulando y otras que sean de consenso y se sustenten en una cooperaci?n democr?tica con la sociedad civil, expresi?n invalorable de la participaci?n ciudadana a favor de la educaci?n para la inclusi?n, en la perspectiva del desarrollo humano integral de nuestros pueblos.


Suscriben:
Consejo Episcopal Latinoamericano
Consejo Latinoamericano de Iglesias
Comit? Latinoamericano de la Conferencia Mundial de religiones por la Paz
Congreso Jud?o Latinoamericano
Organizaci?n Isl?mica para Am?rica Latina y El Caribe

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[1]???? DA: Documento final de la Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, Aparecida, Brasil, 2007

[2]???? CIV: Caritas in Veritate, Carta Enc?clica de SS Benedicto XVI

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DOMINGO 27 DEL TIEMPO ORDINARIO/ C
3 de Octubre de 2010

La gracia y la paz de parte de Dios, nuestro Padre, y de Jesucristo, el Se?or, est?n con todos vosotros.

Bienvenidos a celebrar la Eucarist?a en esta iglesia. Con el mes de octubre la vida se vuelve ya defini?tivamente normal, con todas las actividades ya en marcha. Es una ocasi?n propicia para escuchar la voz del Se?or, para avivar el calor de la vida cristiana, para pedir a Dios que aumente nuestra fe y generosidad. A eso nos invita la Palabra de Dios que hoy escucha?remos.

A. penitencial: Reunidos para celebrar la Eucarist?a, pidamos a Dios que purifique nuestro coraz?n con su misericordia. (Silencio).

T?, que eres benigno y humilde de coraz?n. SE?OR, TEN PIEDAD.

T?, que has venido a Salvarnos. CRISTO, TEN PIEDAD.

T?, que con el perd?n nos das la paz. SE?OR, TEN PIEDAD.

1. lectura (Habacuc 1,2-3; 2,2-4): En las palabras del profeta escucharemos una pregunta que muchos se hacen: ?Por qu? Dios permite los males? Pero escucharemos igualmente la respuesta de Dios: debemos tener fe y esperar el cumplimiento de sus promesas.

2. lectura (2 Timoteo 1,6-8; 13-14): El ap?stol san Pablo se dirige a su disc?pulo Timoteo exhort?ndole a vivir a fondo el don recibido y a llevar a todos la Buena Noticia del Evangelio. Un mensaje v?lido para todos nosotros.

Oraci?n universal: Con la seguridad de que Dios escucha las plegarias hechas con fe, present?mosle nuestras s?plicas y peticiones. Pod?is responder: ESC?CHANOS, PADRE

Por el papa, los obispos, los sacerdotes y los di?conos. Que mantengan vivo el don de Dios que recibieron en la ordenaci?n y se vean acompa?ados del afecto de todos los cristianos. OREMOS AL SE?OR.

Por las comunidades cristianas. Que la oraci?n y la confianza en Dios iluminen todos los compromisos y tareas pastorales de este nuevo curso que estamos empezando. OREMOS AL SE?OR.

Por los gobernantes de las naciones. Que fomenten la concordia y las buenas relaciones entre los pueblos. OREMOS AL SE?OR.

Por los que, en cualquier lugar del mundo, son someti?dos a la pr?ctica inhumana de la tortura. Que los tortu?radores y los que ordenan las torturas, se conviertan y respeten la dignidad de toda persona. OREMOS AL SE?OR.

Por nosotros. Que en este nuevo curso nos sintamos impulsados a trabajar para que el evangelio sea cono?cido, amado y vivido como un tesoro valioso. OREMOS AL SE?OR.

Dios y Padre nuestro, escucha la oraci?n del pueblo fiel y conc?dele lo que te pide con fe. Por Jesucristo, nuestro Se?or.

Padrenuestro: Con la oraci?n que hemos aprendido del Se?orJesucristo, oremos confiadamente al Padre de todos diciendo:

?

CPL


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Lunes, 27 de septiembre de 2010

ZENIT? nos ofrece el primer discurso que el Papa Benedicto XVI dirigi?, el? s?bado 11 de septiembre DE 2010, a los obispos recientemente nombrados, que se encuentran estos d?as en Roma, al comienzo de su ministerio, participando en varios seminarios de formaci?n y simposios.

Queridos hermanos en el Episcopado,

Estoy contento de acogeros y os saludo con gran afecto, con ocasi?n de vuestro curso de actualizaci?n que la Congregaci?n para la Evangelizaci?n de los Pueblos ha promovido para vosotros, obispos recientemente nombrados. Estas jornadas de reflexi?n en Roma, para profundizar en los deberes de vuestro ministerio y para renovar la profesi?n de vuestra fe sobre la tumba de san Pedro, son tambi?n una experiencia singular de colegialidad, fundada en la ordenaci?n episcopal y en la comuni?n jer?rquica. Que esta experiencia de fraternidad, de oraci?n y de estudio en la Sede Apost?lica acreciente en cada uno de vosotros la comuni?n con el Sucesor de Pedro y con vuestros Hermanos, con los que compart?s la solicitud por toda la Iglesia. Doy las gracias al cardenal Ivan Dias por sus cordiales palabras, como tambi?n al monse?or secretario y al monse?or secretario adjunto que, junto con los colaboradores del dicasterio, han organizado este simposio.

Sobre vosotros, queridos Hermanos, llamados desde hace poco al ministerio episcopal, la Iglesia pone no pocas esperanzas, y os sigue con la oraci?n y con el afecto. Yo tambi?n quiero aseguraros mi cercan?a espiritual en vuestro servicio cotidiano al Evangelio. Conozco los desaf?os que ten?is que afrontar, especialmente en las comunidades cristianas que viven su propia fe en contextos dif?ciles, donde, adem?s de las diversas formas de pobreza, se comprueban a veces formas de persecuci?n a causa de la propia fe cristiana. A vosotros toca el deber de alimentar su esperanza, de compartir sus dificultades, inspir?ndoos en la caridad de Cristo que consiste en la atenci?n, ternura, compasi?n, acogida, disponibilidad e inter?s en los problemas de la gente, por la cual se est? dispuesto a empe?ar la vida (cfr Benedicto XVI, Mensaje para la Jornada Misionera Mundial 2008, n. 2).

En cada una de vuestras tareas sois sostenidos por el Esp?ritu Santo, que en la Ordenaci?n os ha configurado a Cristo, sumo y eterno Sacerdote. De hecho, el ministerio episcopal se comprende s?lo a partir de Cristo, la fuente del Sacerdocio ?nico y supremo, del cual el Obispo es hecho part?cipe. Por tanto, ?se esforzar? en adoptar un estilo de vida que imite la k?nosis de Cristo siervo, pobre y humilde, de manera que el ejercicio de su ministerio pastoral sea un reflejo coherente de Jes?s, Siervo de Dios, y lo lleve a ser, como ?l, cercano a todos, desde el m?s grande al m?s peque?o? (Juan Pablo II, Exhort. ap. Pastores gregis, 11). Pero, para imitar a Cristo, es necesario dedicar un tiempo adecuado a "estar con ?l" y contemplarlo en la intimidad orante del coloquio coraz?n a coraz?n. Estar frecuentemente en presencia de Dios, ser hombre de oraci?n y de adoraci?n: a esto sobre todo est? llamado el Pastor. A trav?s de la oraci?n ?l, como dice la Carta a los Hebreos (cfr 9,11-14), se convierte en v?ctima y altar, para la salvaci?n del mundo. La vida del Obispo debe ser oblaci?n continua a Dios por la salvaci?n de su Iglesia, y especialmente para la salvaci?n de las almas que le han sido confiadas.

Esta oblatividad pastoral constituye tambi?n la verdadera dignidad del Obispo: ?sta le viene del hacerse siervo de todos, hasta dar la propia vida. El episcopado, de hecho ? como el presbiterado ? nunca debe ser mal entendido seg?n categor?as mundanas. ?ste es servicio de amor. El Obispo est? llamado a servir a la Iglesia con el estilo del Dios hecho hombre, siendo cada vez m?s plenamente siervo del Se?or y siervo de la humanidad. ?l es sobre todo servidor y ministro de la Palabra de Dios, la cual es su verdadera fuerza. El deber primero del anuncio, acompa?ado por la celebraci?n de los sacramentos, especialmente de la Eucarist?a, brota de la misi?n recibida, como subraya la Exhortaci?n Apost?lica Pastores gregis: "Aunque el deber de anunciar el Evangelio es propio de toda la Iglesia y de cada uno de sus hijos, lo es por un t?tulo especial de los Obispos que, en el d?a de la sagrada Ordenaci?n, la cual los introduce en la sucesi?n apost?lica, asumen como compromiso principal predicar el Evangelio a los hombres y hacerlo 'invit?ndoles a creer por la fuerza del Esp?ritu o confirm?ndolos en la fe viva'? (n. 26). De esta Palabra de salvaci?n, el Obispo debe nutrirse abundantemente, poni?ndose en continua escucha de ella, como dice san Agust?n: ?Aunque somos pastores, el pastor escucha con temblor no s?lo lo que se dirige a los pastores, sino tambi?n lo que se dirige al reba?o" (Discurso 47, 2). Al mismo tiempo, la acogida y el fruto de la proclamaci?n de la Buena Noticia est?n estrechamente ligados a la calidad de la fe y de la oraci?n. Cuantos son llamados al ministerio de la predicaci?n deben creer en la fuerza de Dios que brota de los Sacramentos y que les acompa?a en la tarea de santificar, gobernar y anunciar; deben creer y vivir cuanto anuncian y celebran. Al respecto, resultan actuales las palabras del Siervo de Dios Pablo VI: "Hoy m?s que nunca el testimonio de vida se ha convertido en una condici?n esencial con vistas a una eficacia real de la predicaci?n" (Exhort. ap. Evangelii nuntiandi, 76).

S? que las comunidades a vosotros confiadas se encuentran, por as? decirlo, en las ?fronteras? religiosas, antropol?gicas y sociales y, en muchos casos, son presencia minoritaria. En estos contextos, la misi?n de un Obispo es particularmente comprometida. Pero es precisamente en estas circunstancias en las que, a trav?s de vuestro ministerio, el Evangelio puede mostrar toda su potencia salv?fica. No deb?is ceder al pesimismo y al des?nimo, porque es el Esp?ritu Santo el que gu?a a la Iglesia y le da, con su soplo poderoso, el valor de perseverar y tambi?n de buscar nuevos m?todos de evangelizaci?n, para alcanzar ?mbitos hasta ahora inexplorados. La verdad cristiana es atrayente y persuasiva precisamente porque responde a la necesidad profunda de la existencia humana, anunciando de forma convincente que Cristo es el ?nico Salvador de todo el hombre y de todos los hombres. Este anuncio permanece v?lido hoy como lo fue al principio del cristianismo, cuando se llev? a cabo la primera gran expansi?n misionera del Evangelio.

?Queridos Hermanos en el Episcopado! Es en el poder del Esp?ritu Santo donde vosotros ten?is la sabidur?a y la fuerza de hacer de vuestras Iglesias testigos de salvaci?n y de paz. ?l os guiar? en los caminos de vuestro ministerio episcopal, que conf?o a la intercesi?n maternal de Mar?a Sant?sima, Reina de los Ap?stoles. Por mi parte, os acompa?o con la oraci?n y con una afectuosa Bendici?n Apost?lica, que imparto a cada uno de vosotros y a todos los fieles de vuestras comunidades.

[Traducci?n del original italiano por Inma ?lvarez
?Libreria Editrice Vaticana]


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Homil?a de monse?or Carmelo Juan Giaquinta, arzobispo em?rito de Resistencia, para el 24? domingo durante el a?o (12 septiembre 2010). (AICA)

BUSCAR A LA OVEJA PERDIDA: MISI?N DE LA IGLESIA
Lc 15,1-10)?

I. ?RECIBE A LOS PECADORES Y COME CON ELLOS??

1. Motivo de queja contra Jes?s era su actitud cordial para con los pecadores. La cr?tica estall? cuando eligi? a Lev?, el recaudador de impuestos: ?Los fariseos y los escribas murmuraban y dec?an a los disc?pulos de Jes?s: ??Por qu? ustedes comen y beben con publicanos y pecadores??? (Lc 5,30). El gesto de Jes?s se repiti? varias veces. Y la cr?tica creci? hasta etiquetarlo como ?un glot?n y un borracho, amigo de publicanos y pecadores? (Lc 7,34). Un d?a la cr?tica fue m?s dura que de costumbre, porque mayor era el eco que Jes?s encontraba entre la gente considerada de mala vida: ?Todos los publicanos y pecadores se acercaban a Jes?s para escucharlo. Los fariseos y los escribas murmuraban, diciendo: ?Este hombre recibe a los pecadores y come con ellos?? (Lc 15,1-32).??

2. Jes?s ya hab?a justificado su actitud, diciendo: ?No son los sanos los que tienen necesidad del m?dico, sino los enfermos. Yo no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores, para que se conviertan? (Lc 5,31-32). Pero esta vez aprovech? para darnos una clase magistral, que ocupa todo el cap?tulo 15 de San Lucas, con tres par?bolas, una m?s sabrosa que otra: a) el pastor que deja las noventa y nueve ovejas y sale a buscar la perdida; b) la mujer que barre la casa hasta encontrar la moneda perdida: c) el padre que sale al encuentro del hijo perdido.??

II. ?VA A BUSCAR LA QUE SE HAB?A PERDIDO??

3. Las tres par?bolas est?n orientadas a explicar la actitud de Jes?s de buscar al hombre perdido. E igualmente, la alegr?a que produce su hallazgo. En el caso del pastor: ?Y cuando la encuentra, la carga sobre sus hombros, lleno de alegr?a, y al llegar a su casa llama a sus amigos y vecinos, y les dice: ?Al?grense conmigo, porque encontr? la oveja que se me hab?a perdido?. Les aseguro que, de la misma manera, habr? m?s alegr?a en el cielo por un solo pecador que se convierta, que por noventa y nueve justos que no necesitan convertirse? (vv. 5-7). Lo mismo vale de la mujer que barre la casa, y del padre que va al encuentro del hijo.?

4. Los comentarios habituales a estas par?bolas insisten en la confianza que el pecador ha de tener en Dios infinitamente misericordioso. Y subrayan el proceso de arrepentimiento del hijo perdido. Ello no est? mal. Pero no hace directamente al objetivo de las par?bolas. Lo que ellas pretenden es destacar la b?squeda que hace Jes?s del pecador, y censurar la actitud de los fariseos y escribas que, en vez de buscarlo, lo rechazan e impiden su regreso.?

5. Por ello, llama la atenci?n que, mientras en la Iglesia rescatamos el amor preferencial de Jes?s por los pobres, callemos su amor preferencial por el pecador. ?No residir? aqu? una de las razones de por qu? mucha gente abandona la Iglesia, como lamenta Aparecida??

III. LA PRAXIS PENITENCIAL DE LA IGLESIA EN CRISIS?

6. Como nada de lo que est? en los Evangelios es pura an?cdota del pasado, sino profec?a para el presente, las tres par?bolas hemos de entenderlas como la propuesta de Jes?s a la Iglesia de todos los tiempos, tambi?n a la contempor?nea, de ir al encuentro del hermano pecador. En cuanto a la cr?tica de Jes?s a los escribas y fariseos, hemos de entenderla como una amonestaci?n a la Iglesia para que no se deje atrapar por actitudes extra?as al Evangelio.?

7. La Iglesia conoci? ?pocas de un rigorismo extremo, en el que sobresalieron grandes te?logos, algunos de ellos papables: Tertuliano, Hip?lito, Novaciano. Unos afirmaban que hab?a tres pecados que la Iglesia no pod?a perdonar: el homicidio, el adulterio y la apostas?a. Muchos otros sosten?an que, despu?s del bautismo, se pod?a conceder la penitencia por los pecados una sola vez en la vida. Ello, en vez de suscitar el fervor de la vida cristiana, produjo el efecto contrario: un gran relajamiento. Dado que la penitencia se conced?a una sola vez, muchos catec?menos postergaban el bautismo hasta edad avanzada, pues se dec?an: ?as? vivo mi vida, despu?s me bautizo, se me perdonan los pecados, puedo seguir viviendo mi vida pues tengo una posibilidad de penitencia, - ?y qui?n me quita lo bailado?-, hago la penitencia, me muero y me voy al cielo?.

En su evoluci?n, a trav?s de los siglos, la celebraci?n de de la penitencia cay? tambi?n en el vicio contrario: el laxismo, una falsa benignidad, que promovi? un tipo de confesi?n ultra-frecuente, que no tomaba en serio ni el pecado ni el arrepentimiento. Y siempre con el mismo efecto pernicioso: el relajamiento de la vida cristiana.?

IV. ?UNA ASAMBLEA SINODAL SOBRE LA PENITENCIA??

8. La pr?ctica penitencial de la Iglesia pareciera oscilar entre el rigorismo y el laxismo. ?Ojala que la misma sea materia de una Asamblea del S?nodo de los Obispos, como ya lo fue en la d?cada del 80, o de un Concilio Ecum?nico! Sin embargo, poco podr?a hacer una Asamblea episcopal, si los pastores, y todos los que comparten la tarea pastoral (padres cristianos, catequistas, docentes cat?licos) no tuvi?semos un coraz?n misericordioso como el de Jes?s, que ama con amor preferencial al pecador y sale buscarlo.?

Mons. Carmelo Juan Giaquinta, arzobispo em?rito de Resistencia?


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Homil?a de monse?or Juan Rub?n Mart?nez, obispo de Posadas, para el 25? domingo durante el a?o (19 de septiembre de 2010). (AICA)

HACIA LOS QUE NO EST?N

Este domingo el Evangelio que leemos (Lc. 15,1-32), nos presenta las llamadas ?par?bolas de la misericordia de Dios?. En realidad son las respuestas en par?bolas que el Se?or da a los fariseos y los escribas que se escandalizaban y murmuraban contra ?l: ?Este hombre recibe a los pecadores y come con ellos? (Lc. 15,2). El Se?or les responde con la par?bola de ?la oveja perdida?, de ?la moneda perdida y encontrada? y del ?padre misericordioso?. Les dice: ?Les aseguro que de la misma manera, habr? m?s alegr?a en el cielo por un solo pecador que se convierta, que por noventa y nueve justos que no necesitan convertirse? (Lc. 15,7).

Desde ya que esta Palabra de Dios que leemos nos ayuda a profundizar sobre la necesaria conversi?n que tenemos que realizar los cristianos, tanto a nivel personal, como eclesial. En nuestra Di?cesis nos hemos planteado en nuestro primer S?nodo la necesidad de asumir Aparecida, sobre todo en los desaf?os de ser ?Misioneros de Jesucristo, buscando nuevas estrategias de evangelizaci?n, y de ser m?s disc?pulos profundizando la formaci?n como camino al discipulado?.

El desaf?o de nuestro tiempo ser? ?salir?, o bien buscar a aquellos que no lo conocen a Dios, a los que no est?n. Es interesante la referencia espec?fica que realiza Aparecida a los nuevos problemas que presenta la pastoral urbana y que tambi?n nos debe hacer reflexionar a nosotros: ?La ciudad se ha convertido en el lugar propio de nuevas culturas que se est?n gestando e imponiendo con un nuevo lenguaje y una nueva simbolog?a. Esta mentalidad urbana se extiende tambi?n al mismo mundo rural. En definitiva, la ciudad trata de armonizar la necesidad del desarrollo con el desarrollo de las necesidades fracasando frecuentemente en este prop?sito? La Iglesia en sus inicios se form? en las grandes ciudades de su tiempo y se sirvi? de ellas para extenderse. Por eso, podemos realizar con alegr?a y valent?a la evangelizaci?n de la ciudad actual. Ante la nueva realidad de la ciudad se realizan en la Iglesia nuevas experiencias, tales como la renovaci?n de las parroquias, sectorizaci?n, nuevos ministerios, nuevas asociaciones, grupos, comunidades y movimientos. Pero se notan actitudes de miedo a la pastoral urbana; tendencias a encerrarse en los m?todos antiguos y de tomar una actitud de defensa ante la nueva cultura, de sentimientos de impotencia ante las grandes dificultades de las ciudades? (511-513).

En la Di?cesis venimos buscando caminos que nos movilicen a vivir esta dimensi?n discipular y misionera, sabiendo que no podemos evangelizar si no amamos. Si no vemos al mundo y al hombre, var?n y mujer concretos de hoy, con cierto optimismo, positivamente,? si no tratamos de ver tambi?n que la semilla del Verbo est? en nuestra realidad. Si no tenemos esta actitud, de amor y di?logo, no podemos captar los c?digos desde los cuales tendremos que evangelizar. Tendremos que tener esta actitud de salir, un salir misionero, ?ir a todos?, a los m?s alejados y a los que est?n m?s excluidos.

Me alegr? en estos d?as el haber participado en el 3er. Congreso latinoamericano de movimientos y nuevas comunidades, organizado por el CELAM, en Asunci?n. Participaron 32 movimientos y comunidades con diversos carismas que Dios ha suscitado en nuestras tierras. La b?squeda de fidelidad a dichos carismas y a la vez el deseo profundo de vivir la comuni?n en las Iglesias diocesanas, y con sus obispos y p?rrocos? El tener conciencia de la necesidad de conocerse, amarse y articularse org?nicamente para la misi?n y llegar al mundo concreto de este inicio del siglo XXI, fue un motivo de agradecimiento a Dios y de esperanza.

Finalmente quiero unirme a un acontecimiento importante que se est? viviendo en nuestra Di?cesis, en la Parroquia Sagrado Coraz?n de Jes?s de Miguel Lan?s, el encuentro diocesano que organiza la Pastoral de la Salud. Los agentes pastorales, sobre todo laicos estar?n en dicho encuentro orando y reflexionando la necesidad de tener ni?os sanos, para tener esperanza. Tambi?n en todo el pa?s este fin de semana se est? realizando la colecta ?M?s por menos?. La generosidad de muchos que participen de la misma con su aporte solidario, tambi?n ser? un signo de esperanza y de inclusi?n en nuestro tiempo que necesita hechos concretos y no solo buenos deseos.

?Un saludo cercano y hasta el pr?ximo domingo!?

Mons. Juan Rub?n Mart?nez, obispo de Posadas?


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La sala Teobaldo Power de La Orotava acoger? durante los d?as 8, 9 y 10 de Octubre la XVIII ASAMBLEA REGIONAL de la Renovaci?n Carism?tica Cat?lica Canaria. El lema que estar? presente ser? ?Velad, pues, porque no sab?is qu? d?a vendr? vuestro Se?or? (Mt 24, 42). La Asamblea dar? comienzo el viernes 8 a las 16,30 con la Acogida y terminar? el domingo 10 con la celebraci?n de la Eucarist?a a las 12,30. Las ense?anzas las llevar? Fray Nelson, dominico, nacido en Bogot?.?
Santa Cruz De Tenerife Octubre De 2010. El equipo regional ev?a la siguiente carta? alos sacerdotes:?

?

??????????????????????????????????? ?Estimados Hermanos-as en Cristo: Paz y Bien?

Los d?as, 8, 9, y 10 Octubre 2010, En el Teobaldo Power de la Orotava, Tenerife. Bajo el lema ?Velad, pues, porque no sab?is qu? d?a vendr? vuestro Se?or? (Mt. 24,42) ??????????????????????

La Renovaci?n Carism?tica Cat?lica Canaria celebrar? su XVIII Asamblea Regional.

Nos gustar?a mucho contar con se presencia? y su oraci?n en este encuentro.

???????? Como cada a?o nos? reuniremos ?todos los hermanos ?de nuestras islas, as? como todos aquellos? que nos quieran acompa?ar en esta Fiesta de Dios y para Dios.

En esta ocasi?n vamos a contar D.M. con la presencia y ense?anzas de Fray Nelson, sacerdote de Bogot?, Colombia.

Nos llevar? a profundizar y hacer vida la palabra que Dios nos ha dado para este encuentro, y nos ayudara a entender c?mo debe ser nuestro velar y como prepararnos para la espera.

Empezaremos esta gran fiesta con la seguridad de la intercesi?n de nuestra Madre Mar?a, ??que siempre esta donde se alaba y bendice a su Hijo.

Damos gracias a Nuestro Se?or Jesucristo por todo lo que seguro nos regalara en este encuentro.

Confiamos y agradecemos su asistencia y colaboraci?n.?

Un cordial saludo:
El Equipo Regional y el Asesor Espiritual.

Horario

VIERNES-8

16,30 ? Acogida?
17,00 ? Alabanza
17,45 ? Presentaci?n de la Asamblea
18,00 ? 1? Ense?anza
19,00 ? Eucarist?a

S?BADO ? 9

9,30 ? Acogida
10,00 ? Alabanza
11,00 ? 2? Ense?anza
12,00 ? Descanso
12,30 ? Eucarist?a?

16,00 ? Alabanza
16,45 ? 3? Ense?anza
17,45 ? Descanso
18,45 ? Oraci?n por las Islas
18,45 ? Adoraci?n

DOMINGO ? 10

9,00 ? Acogida
9,15 ? Alabanza-La?des
10,00 ? 4? Ense?anza
11,00 ? Descanso
11,30 ? Exposici?n Procesi?n del Sant?simo
12,30 ? Eucarist?a

Fray Nelson hizo su noviciado con los Dominicos en 1985 y su primera profesi?n fue el 2 de Febrero de 1986.????????

?Obtuvo su Licenciatura en Filosof?a y Ciencias Religiosas por la Universidad Santo Tom?s, en 1990, y no mucho despu?s recibi? la ordenaci?n sacerdotal de manos de Mons. Leonardo G?mez, el 21 de Marzo de 1992.

En paralelo con la actividad acad?mica, como estudiante, docente, Secretario y luego Moderador del Studium Generale de los Dominicos en Colombia, Nelson ha sido miembro del Consejo de Provincia y del Consejo de Fundadores de la Universidad Santo Tom?s, y tambi?n Director de la Secci?n de Vida Consagrada y del Departamento de Diaconado Permanente del Secretariado Permanente del Episcopado Colombiano (SPEC). Tambi?n ha desarrollado un extenso ministerio de predicaci?n a monjas, sacerdotes diocesanos y muy diversos grupos de laicos. A trav?s de congresos, simposios, retiros y encuentros,? ha recorrido diversos lugares y aun continentes, desde Canad? hasta Paraguay; desde Portugal, Espa?a e Irlanda hasta Estados Unidos y Taiw?n.

Como un medio de extensi?n del ministerio de evangelizaci?n, Nelson inici? hacia 1998 un instrumento de comunicaci?n en Internet, FRAYNELSON.COM


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Mensaje de los obispos del Per? en vistas a las elecciones regionales y municipales que se realizar?n el Domingo 3 de octubre. El mensaje intitulado ?La pol?tica debe buscar el bien com?n y no el beneficio grupal ni personal?” fue le?do durante una conferencia de prensa por Mons. Miguel Cabrejos Vidarte, OFM, Arzobispo de Trujillo y Presidente de la Conferencia Episcopal Peruana.

LA POL?TICA DEBE BUSCAR EL BIEN COM?N Y NO EL BENEFICIO GRUPAL NI PERSONAL

Ante la proximidad de las elecciones en las que los peruanos elegiremos a las autoridades que dirigir?n los Gobiernos Regionales y los Municipios Provinciales y Distritales, en nuestra condici?n de Pastores del Pueblo de Dios en el Per?, conscientes de que, a trav?s del voto ciudadano cada uno se compromete con el futuro de nuestro pa?s y que la democracia es responsabilidad de todos, queremos compartir la siguiente reflexi?n a fin de colaborar con los elementos ?ticos b?sicos que nos permitan emitir un voto responsable, meditado, y libre.

1.- En su enc?clica social ?Caritas in veritate?, el Papa Benedicto XVI nos recuerda dos criterios b?sicos para actuar en la vida social: la justicia y el bien com?n. La ?justicia es la primera v?a de la caridad?. El futuro del Per? debe anclarse en la justicia social, incluyendo y promoviendo a los m?s d?biles en su proyecci?n del desarrollo integral. El bien com?n ?No es un bien que se busca para s? mismo, sino para las personas que forman parte de la comunidad?. La pol?tica debe buscar siempre formas eficientes de convivencia; pero nunca tiene como criterio los intereses particulares de personas o grupos interesados. Desear el bien com?n y esforzarse por ?l es exigencia de justicia y caridad.

2.- La doctrina social de la Iglesia ense?a que para discernir lo que es m?s justo y adecuado para conseguir el bien com?n, debe tenerse en cuenta la primac?a de la dignidad de la persona humana; se deben garantizar y promover los derechos fundamentales de la familia, se debe incluir y promover a los m?s d?biles de la sociedad en los proyectos de desarrollo y considerar que el ejercicio de la autoridad es un servicio y no un dominio.

3.- La democracia no se limita al voto sino que deber? ser participaci?n activa y responsable de todos los ciudadanos a trav?s de la colaboraci?n y vigilancia atenta de la gesti?n de las autoridades elegidas. Por ello es importante conocer a los candidatos, as? como evaluar su compromiso con los valores democr?ticos.

4.- Se debe analizar sus programas, la viabilidad de lo que ofrecen, si son realistas y adecuados para solucionar los problemas de cada ciudad o Regi?n; si son propuestas integrales (no s?lo socioecon?micas y pol?ticas, sino tambi?n morales, culturales, de seguridad ciudadana, etc.) y conformes al bien com?n.

5.- Debe tenerse en cuenta adem?s la visi?n ?tica y moral de los candidatos ante los valores fundamentales como la defensa de la vida humana, de la familia, del matrimonio, de la dignidad de la mujer, y de los derechos humanos ya que el futuro del pa?s exige de todos los peruanos, pero de manera particular de sus autoridades, rectitud ?tica en el desarrollo de sus responsabilidades para realizar y apoyar los cambios que nuestra sociedad necesita.

6.- Ni candidatos ni electores deben participar en el proceso electoral buscando votos exclusivos a favor de grupos pol?ticos, ?tnicos, religiosos y de cualquier tipo que excluyan y marginen el ejercicio de los verdaderos valores que, en forma objetiva, deben primar en la elecci?n de autoridades que deben conducir el ejercicio del bien com?n en la sociedad.

7.- Puesto que durante el proceso electoral los medios de comunicaci?n social juegan un papel important?simo, les invocamos a que ejerzan la libertad de expresi?n buscando no s?lo la verdad sino tambi?n la justicia y el bien com?n, de tal forma que los lleve a informar de manera objetiva, imparcial y con apertura a todos los candidatos, a fin de que las propuestas sean conocidas de manera integral.

8.- Invocamos a los candidatos a seguir desarrollando esta campa?a electoral de manera transparente y respetuosa, para hacer de este nuevo momento de la vida democr?tica una escuela de civismo y de renovado amor a nuestra patria y su progreso.

9.- Lamentamos y rechazamos decididamente que la interceptaci?n telef?nica siga practic?ndose en nuestro pa?s, en perjuicio del derecho constitucional a la intimidad y la privacidad de las comunicaciones. Como ya se ha manifestado, los medios de comunicaci?n deben ejercer su actividad respetando en todo momento los derechos fundamentales de las personas, particularmente los relacionados con el honor, la buena reputaci?n y la intimidad.

10.- Exhortamos finalmente al pueblo peruano a desarrollar este proceso eleccionario en un clima de responsabilidad, unidad y b?squeda de la paz y la justicia, a la vez que elevamos nuestras oraciones para que Dios bendiga a los que resulten elegidos y les conceda fortaleza para trabajar con fidelidad y honestidad por el bien del Per? y de todos los peruanos.

Lima, 22 de Septiembre de 2010.

LOS OBISPOS DEL PERڠ


Publicado por verdenaranja @ 20:59  | Hablan los obispos
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Domingo, 26 de septiembre de 2010

ZENIT? nos ofrece el discurso que el Papa Benedicto XVI dirigi?el lunes?13 de Septiembre de 2010?al nuevo embajador alem?n ante la Santa Sede, Walter J?rgen Schmid, a quien recibi? en audiencia con motivo de la presentaci?n de sus Cartas Credenciales.

Se?or Embajador,

aprovecho con agrado la ocasi?n de la solemne entrega de las Cartas Credenciales que le acreditan como embajador extraordinario y plenipotenciario de la Rep?blica Federal de Alemania ante la Santa Sede, para darle la bienvenida y para expresar mis mejores deseos para su alta misi?n. Le agradezco de coraz?n por las amables palabras que me ha dirigido, tambi?n en nombre del se?or Presidente Federal Christian Wulff y del Gobierno Federal. Extiendo de buen grado mi saludo de bendici?n al Jefe del Estado, a los miembros del Gobierno y a todos los ciudadanos de Alemania, con la esperanza de que las buenas relaciones entre la Santa Sede y la Rep?blica Federal de Alemania perduren en el futuro y puedan desarrollarse ulteriormente.

Muchos cristianos en Alemania se vuelven, con gran atenci?n, a las inminentes celebraciones de las beatificaciones de diversos sacerdotes m?rtires del tiempo del r?gimen nazi. Este domingo, 19 de septiembre, ser? beatificado Gerhard Hirschfelder en M?nster. Durante el a?o pr?ximo seguir?n las ceremonias por Georg H?fner en W?rzburg adem?s de por Johannes Prassek, Hermann Lange y Eduard M?ller en L?beck. Con los capellanes de L?beck se conmemorar? tambi?n al pastor evang?lico Karl Friedrich Stellbrink. La comprobada amistad de los cuatro eclesi?sticos es un testimonio impresionante del ecumenismo de la oraci?n y del sufrimiento, florecido en varios lugares durante el oscuro periodo del terror nazi. Para nuestro camino ecum?nico com?n podemos ver estos testimonios como indicaciones luminosas.

Contemplando estas figuras de m?rtires aparece cada vez m?s claro y ejemplar, c?mo ciertos hombres, a partir de su convicci?n cristiana, est?n dispuestos a dar su propia vida por la fe, por el derecho a ejercer libremente su propio credo y libertad de palabra, por la paz y la dignidad humana. Hoy, por fortuna, vivimos en una sociedad libre y democr?tica. Al mismo tiempo, sin embargo, observamos c?mo entre nuestros contempor?neos, no se da un fuerte apego a la religi?n, como en el caso de estos testigos de la fe. Uno se podr?a preguntar si hay hoy cristianos que, sin compromisos, se hagan garantes de su propia fe. Al contrario, muchos hombres muestran mayormente una inclinaci?n hacia concepciones religiosas m?s permisivas tambi?n para s? mismos. En el lugar del Dios personal del cristianismo, que se revela en la Biblia, se trata de un ser supremo, misterioso e indeterminado, que tiene solo una vaga relaci?n con la vida personal del ser humano.

Tales concepciones animan cada vez m?s la discusi?n dentro de la sociedad, sobre todo respecto al ?mbito de la justicia y de la legislaci?n. Pero si uno abandona la fe hacia un Dios personal, surge la alternativa de un "dios" que no conoce, no escucha y no habla. Y, m?s que nunca, no tiene una voluntad. Si Dios no tiene una voluntad propia, el bien y el mal al final ya no se distinguen; el bien y el mal ya no est?n en contradicci?n entre s?, sino que est?n en una oposici?n en la que uno ser?a complementario del otro. El hombre pierde as? su fuerza moral y espiritual, necesaria para un desarrollo completo de la persona. La actuaci?n social es dominada cada vez m?s por el inter?s privado o por el c?lculo del poder, a costa de la sociedad. Si en cambio Dios es una Persona ? y el orden de la creaci?n, como tambi?n la presencia de cristianos convencidos en la sociedad es un indicio de ello ? se desprende que est? legitimado un orden de valores. Hay se?ales, que pueden encontrarse tambi?n en los tiempos recientes, que dan fe del desarrollo de nuevas relaciones entre Estado y religi?n, tambi?n m?s all? de las grandes Iglesias cristianas hasta ahora determinantes. En esta situaci?n los cristianos tienen por ello la tarea de seguir este desarrollo de modo positivo y cr?tico adem?s de afinar los sentidos para la importancia fundamental y permanente del cristianismo al poner las bases y formar las estructuras de nuestra cultura.

La Iglesia ve sin embargo con preocupaci?n el creciente intento de eliminar el concepto cristiano de matrimonio y familia de la conciencia de la sociedad. El matrimonio se manifiesta como uni?n duradera de amor entre un hombre y una mujer, que se dirige tambi?n a la transmisi?n de la vida humana. Una condici?n suya es la disposici?n de los c?nyuges de relacionarse uno con otro para siempre. Por esto es necesaria una cierta madurez de la persona y una actitud fundamental existencial y social: una "cultura de la persona" como dijo una vez mi predecesor Juan Pablo II. La existencia de esta cultura de la persona depende tambi?n de desarrollos sociales. Puede comprobarse que en una sociedad la cultura de la persona se abaje; a menudo esto deriva parad?jicamente del crecimiento del est?ndar de vida. En la preparaci?n y en el acompa?amiento de los c?nyuges es necesario crear las condiciones b?sicas para levantar y desarrollar esta cultura. Al mismo tiempo debemos ser consciente de que el ?xito de los matrimonios depende de todos nosotros y de la cultura personal de cada ciudadano. En este sentido, la Iglesia no puede aprobar las iniciativas legislativas que impliquen una revaloraci?n de modelos alternativos de la vida de pareja y de la familia. Estas contribuyen al debilitamiento de los principios del derecho natural y as? a la relativizaci?n de toda la legislaci?n y tambi?n a la confusi?n sobre los valores en la sociedad.

Es un principio de la fe cristiana, anclado en el derecho natural, que la persona humana sea protegida precisamente en la situaci?n de debilidad. El ser humano siempre tiene prioridad respecto a otros objetivos. Las nuevas posibilidades de la biotecnolog?a y de la medicina nos ponen a menudo en situaciones dif?ciles que se parecen a un caminar sobre el filo de la navaja. Tenemos el deber de estudiar diligentemente hasta donde estos m?todos pueden ser de ayuda para el hombre y d?nde en cambio se trata de manipulaci?n del hombre, de violaci?n de su integridad y dignidad. No podemos rechazar estos avances, pero debemos ser muy vigilantes. Una vez que se empieza a distinguir ? y esto sucede ya a menudo en el seno materno ? entre vida digna e indigna de vivir, no estar? a salvo ninguna otra fase de la vida, y a?n menos la ancianidad y la enfermedad.

La construcci?n de una sociedad humana requiere la fidelidad a la verdad. En este contexto, ?ltimamente, hacen reflexionar ciertos fen?menos que est?n operando en el ?mbito de los medios de comunicaci?n p?blicos: estando en una competencia cada vez m?s fuerte, los medios de comunicaci?n se creen empujados a suscitar la m?xima atenci?n posible. Adem?s, est? el contraste que hace la noticia en general, aunque vaya contra la veracidad del relato. El tema se hace particularmente problem?tico cuando personajes autorizados toman p?blicamente postura al respecto, sin haber podido comprobar todos los aspectos de forma adecuada. Se acoge con favor el intento del Gobierno Federal de comprometerse en estos casos, en lo posible, de forma ponderada y pacificadora.

Se?or Embajador, le acompa?an mis mejores augurios para su trabajo y para los contactos que mantendr? con los representantes de la Curia Romana, con el Cuerpo Diplom?tico y tambi?n con los sacerdotes, religiosos y fieles laicos comprometidos en las actividades eclesiales que viven aqu? en Roma. De coraz?n imploro para usted, para su distinguida consorte, para sus colaboradores y colaboradoras en la Embajada la abundante bendici?n divina.

[Traducci?n de la versi?n oficial italiana por Inma ?lvarez
?Libreria Editrice Vaticana]


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ZENIT? nos? ofrece el discurso que el Papa Benedicto XVI dirigi?el lunes 13 de Septiembre de 2010?a los obispos nombrados durante este a?o, con motivo de su participaci?n en un encuentro promovido por la Congregaci?n para los obispos.

Querid?simos hermanos en el Episcopado:

Estoy muy contento de encontrarme con vosotros, obispos recientemente nombrados, procedentes de varios pa?ses del mundo y reunidos en Roma para el congreso anual promovido por la Congregaci?n para los Obispos. Doy las gracias al cardenal Marc Ouellet por las corteses palabras que me ha dirigido, tambi?n en nombre de todos vosotros; y a ?l deseo dirigirle un augurio especial al inicio de su servicio como Prefecto de este Dicasterio: estoy contento, venerado Hermano, de que usted comience con esta bella experiencia de comuni?n eclesial entre los nuevos Pastores de varias Iglesias particulares. Saludo cordialmente tambi?n al cardenal Leonardo Sandri, Prefecto de la Congregaci?n para las Iglesias Orientales, y expreso mi reconocimiento a cuantos colaboran en la organizaci?n de este encuentro.

Seg?n una costumbre muy significativa, hab?is realizado ante todo una peregrinaci?n a la tumba del Ap?stol Pedro, el cual se conform? a Cristo Maestro y Pastor, hasta la muerte y la muerte de cruz. Al respecto, son iluminadoras algunas expresiones de santo Tom?s de Aquino, que pueden constituir un verdadero y aut?ntico programa de vida para todo Obispo. Comentando la expresi?n de Jes?s en el Evangelio de Juan: ?El Buen Pastor da la vida por sus ovejas?, santo Tom?s observa: ??l consagra a ellos su persona en el ejercicio de la autoridad y de la caridad. Se exigen ambas cosas: que le obedezcan y que las ame. De hecho la primera sin la segunda no es suficiente" (Esp. su Giovanni, 10, 3). La Constituci?n dogm?tica sobre la Iglesia Lumen gentium, especifica: "El Obispo, enviado por el Padre de familias a gobernar su familia, tenga siempre ante los ojos el ejemplo del Buen Pastor, que vino no a ser servido, sino a servir (cf. Mt 20,28; Mc 10,45) y a dar la vida por sus ovejas (cf. Jn 10,11). Tomado de entre los hombres y rodeado ?l mismo de flaquezas, puede apiadarse de los ignorantes y equivocados (Hb 5,1-2). No se niegue a o?r a sus s?bditos, a los que, como a verdaderos hijos suyos, alimenta y a quienes exhorta a cooperar animosamente con ?l. Consciente de que ha de dar cuenta a Dios de sus almas (cf. Hb 13,17), trabaje con la oraci?n, con la predicaci?n y con todas las obras de caridad tanto por ellos como por los que todav?a no son de la ?nica grey, a los cuales tenga como encomendados en el Se?or. El mismo, como San Pablo, es deudor para con todos? (n. 27).

La misi?n del obispo no debe entenderse con la mentalidad de la eficiencia y de la eficacia, por la que se pone la atenci?n ante todo en lo que hay que hacer, sino que es necesario tener siempre en cuenta la dimensi?n ontol?gica, que est? a la base de la funcional. De hecho, el obispo, por la autoridad de Cristo de la que esta revestido, cuando se sienta en la C?tedra est? puesto ?por encima? y ?ante? la comunidad, en cuanto que ?l es ?para? la comunidad hacia la que dirige su solicitud pastoral (Juan Pablo II, Exhort. ap. post-sinodal Pastores gregis, n. 29). La Regla Pastoral del Papa san Gregorio Magno, que podr?a ser considerada el primer ?directorio? para los obispos de la historia de la Iglesia, define el gobierno pastoral como "el arte de las artes" (I, 1.4), y precisa que la potestad de gobierno "la detenta bien quien sabe con ella erigirse contra las culpas y con ella saber ser igual a los dem?s ... y domina sus vicios antes que a sus hermanos" (II, 6).

Hacen reflexionar las palabras explicativas del rito de la entrega del anillo en la liturgia de la Ordenaci?n episcopal: "Recibe el anillo, signo de fidelidad, y custodia a la Santa Iglesia, esposa de Cristo, en la integridad de la fe y en la pureza de la vida". La Iglesia es "esposa de Cristo" y el Obispo es el ?custodio? (episkopos) de este misterio. El anillo es por tanto un signo de fidelidad: de trata de la fidelidad a la Iglesia y a la pureza de la fe de ella. Al obispo, por tanto, se le conf?a una alianza nupcial: la de la Iglesia con Cristo. Son significativas las palabras que leemos en el Evangelio de Juan: ?El esposo es aquel al que pertenece la esposa; pero el amigo del esposo, que est? presente y le escucha, exulta de alegr?a a la voz del esposo" (3,29). El concepto del "custodiar" no quiere decir solo conservar lo que ya ha sido establecido ? aunque este elemento no deba faltar nunca ? sino que incluye, en su esencia, tambi?n el aspecto din?mico, es decir una perpetua y concreta tendencia al perfeccionamiento, en plena armon?a y continua adecuaci?n a las exigencias nuevas surgidas del desarrollo y del progreso de ese organismo viviente que es la comunidad.

Grandes son las responsabilidades de un Obispos para el bien de la di?cesis, pero tambi?n de la sociedad. Est? llamado a ser ?fuerte y decidido, justo y sereno" (Congregaci?n para los Obispos, Directorio para el ministerio pastoral de los Obispos "Apostolorum successores", n. 44), para un discernimiento sapiencial de las personas, de la realidad y de los acontecimientos, requerido por su tarea de ser ?padre, hermano y amigo? (Ibid., nn. 76-77) en el camino cristiano y humano. Se trata de una profunda perspectiva de fe y no sencillamente humana, administrativa o de cu?o sociol?gico en la que se coloca el ministerio del Obispo, el cual no es un mero gobernante o un bur?crata, o un simple moderador y organizador de la vida diocesana. Son la paternidad y la fraternidad en Cristo la que dan al Superior la capacidad de crear un clima de confianza, de acogida, de afecto, pero tambi?n de franqueza y de justicia. Particularmente iluminadoras son, al respecto, las palabras de una antigua oraci?n de san Elredo de Rievaulx, abad: ?T?, dulce Se?or, has puesto a uno como yo como cabeza de tu familia, de las ovejas de tu redil (...) para que se pudiera manifestar tu misericordia y revelar tu sabidur?a. Plugo a tu benevolencia gobernar bien tu familia mediante un hombre as?, de forma que se viese lo sublime de tu fuerza, no la del hombre, para que no tenga que gloriarse el sabio en su sabidur?a, ni el justo en su justicia, ni el fuerte en su fuerza: ya que cuando estos gobiernan bien tu pueblo, eres tu quien lo rige, y no ellos. Y por ello no a nosotros, Se?or, no a nosotros, sino a tu nombre la gloria? (Speculum caritatis, PL CXCV).

Confi?ndoos, queridos Hermanos, estas breves reflexiones, invoco la protecci?n maternal de Mar?a Sant?sima, Regina Apostolorum, e imparto de coraz?n a cada uno de vosotros, a vuestros sacerdotes, a los religiosos y a las religiosas, a los seminaristas y a los fieles de vuestras di?cesis una especial Bendici?n Apost?lica.

[Traducci?n del original italiano por Inma ?lvarez
?Libreria Editrice Vaticana]


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Mensaje de monse?or Luis Urbanc, obispo de Catamarca, por el D?a del Maestro (11 de septiembre de 2010). (AICA)

11 DE SEPTIEMBRE - D?A DEL MAESTRO

?Ustedes son la sal del mundo? Ustedes son la luz del mundo? procuren que su luz brille delante de la gente, para que viendo el bien que Ustedes hacen, todos alaben a su Padre que est? en el cielo? (Cfr. Mt 5, 13-16)?

En este A?o Jubilar por el Centenario de nuestra Iglesia de Catamarca, deseo llegar con un cordial saludo y entra?able afecto a todos los educadores que cumplen su labor a lo largo y ancho de esta tierra bendecida por la Morena Virgen del Valle.

Esta es una ocasi?n especial para revalorizar la sagrada misi?n del docente de forjar las mentes y los corazones de tantos ni?os y j?venes catamarque?os, a trav?s de la transmisi?n de conocimientos y de valores esenciales para la edificaci?n de la persona y la construcci?n de un mundo mejor.

Dice el Vaticano II: ?Entre todos los medios de educaci?n, el de mayor importancia es la escuela, que, en virtud de su misi?n, a la vez que cultiva con asiduo cuidado las facultades intelectuales, desarrolla la capacidad del recto juicio, introduce en el patrimonio de la cultura conquistado por las generaciones pasadas, promueve el sentido de los valores, prepara a la vida profesional, fomenta el trato amistoso entre los alumnos de diversa ?ndole y condici?n, contribuyendo a la mutua comprensi?n; adem?s, constituye como un centro de cuya laboriosidad y de cuyos beneficios deben participar a un tiempo las familias, los maestros, las diversas asociaciones que promueven la vida cultural, c?vica y religiosa, la sociedad civil y toda la comunidad humana?.

?Hermosa es, por tanto, y de suma importancia la vocaci?n de todos los que, ayudando a los padres en el cumplimiento de su deber y en nombre de la comunidad humana, desempe?an la funci?n de educar en las escuelas. Esta vocaci?n requiere dotes especiales de alma y de coraz?n, una preparaci?n diligent?sima y una facilidad constante para renovarse y adaptarse?.

En este tiempo hist?rico de nuestra Patria Bicentenaria, en que debemos trabajar en la reconstrucci?n de una sociedad m?s justa, fraterna y solidaria, la labor perseverante y empe?osa de los maestros sigue siendo una luz de esperanza en este Pa?s.

Imploro bendiciones al Todopoderoso, para que sea El quien los anime y premie el esfuerzo y entusiasmo que ponen cada d?a frente a los Alumnos, a las Familias y a la Sociedad.

Y que Mar?a, Madre y Maestra, en su advocaci?n del Valle, en compa??a de los Santos Educadores, los ampare bajo su manto protector.?

Mons. Luis Urbanc, obispo de Catamarca?


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Lectio divina para el domingo veintis?is del tiempo ordinario - C, ofrecida por la Delegaci?n Diocesana de Liturgia de la Di?cesis de Tenerife.

LECTURA:??????????? ?Lucas 16, 19‑31?

En aquel tiempo, dijo Jes?s a los fariseos: ?Hab?a un hombre rico que se vest?a de p?rpura y de lino y banqueteaba espl?ndidamente cada d?a. Y un mendigo llamado L?zaro estaba echado en su portal, cubierto de llagas, y con ganas de saciarse de lo que tiraban de la mesa del rico.? Y hasta los perros se le acercaban a lamerle las llagas.?

Sucedi? que se muri? el mendigo, y los ?ngeles lo llevaron al seno de Abrah?n. Se muri? tambi?n el rico, y lo enterraron. Y, estando en el infierno, en medio de los tormentos, levantando los ojos, vio de lejos a Abrah?n, y a L?zaro en su seno, y grit?: "Padre Abrah?n, ten piedad de m? y manda a L?zaro que moje en agua la punta del dedo y me refresque la lengua, porque me torturan estas llamas."?

Pero Abrah?n le contest?: "Hijo, recuerda que recibiste tus bienes en vida, y L?zaro, a su vez, males: por eso encuentra aqu? consuelo, mientras que t? padeces. Y adem?s, entre nosotros y vosotros se abre un abismo inmenso, para que no puedan cruzar, aunque quieran, desde aqu? hacia vosotros, ni puedan pasar de ah? hasta nosotros."?

El rico insisti?: "Te ruego, entonces, padre, que mandes a L?zaro a casa de mi padre, porque tengo cinco hermanos, para que, con su testimonio, evites que vengan tambi?n ellos a este lugar de tormento."?

Abrah?n le dice: "Tienen a Mois?s y a los profetas; que los escuchen."?

El rico contest?: "No, padre Abrah?n. Pero si un muerto va a verlos, se arrepentir?n."

Abrah?n le dijo: "Si no escuchan a Mois?s y a los profetas, no har?n caso ni aunque resucite un muerto."??

MEDITACI?N:????????????? ?Si no escuchan????????

??????????? Nos preciamos de ser inteligentes pero hay momentos en los que manifestamos y manifiesto una ingenuidad supina. Me mantengo en actitudes que s? que son negativas, que no me hacen bien ni a m? ni a los que est?n conmigo, que no me proyectan, que me cierran en ?mi? mundo, y cuando tengo la lucidez de sentirme encerrado, aprisionado por mis propias redes, estoy esperando el milagro, que salte alg?n resorte, no s? de donde, que pase algo que me haga cambiar de actitud. Y, claro est?, eso no sucede nunca por muchos acontecimientos maravillosos o sencillos pero claros, si quiero verlos, que vengan de fuera.

Hay momentos, Se?or, en los que no s? d?nde est?n mis frenos, o mejor, d?nde est?n mis resortes para responderte con esa fuerza e ilusi?n que digo anhelar tener. Tengo la Ley y los profetas, te tengo, sobre todo, a ti. Escucho emocionado tu palabra que termina pareciendo chocar contra un muro invisible, pero que es tan real como son reales las actitudes que se distancian de mi amor a ti y a mis hermanos, o que me encierran en el yo de mis condicionamientos y ego?smos.

??????????? Hoy tu palabra, todav?a sigue siendo una gota de agua que sacia mi sed de amor aut?ntico, que mantiene mi coraz?n anhelante, que me invita a vivir y a ponerme en camino de ruptura de mis cadenas, y de despertar y poner en acci?n mis signos de vida. S?, t? sigues estando ah? ofreci?ndome tu sanaci?n, tus gestos y tu llamada de vida, tu esperanza. Pero todos ellos pasan por mi acogida, y por mi deseo de plasmarlos en mi realidad diaria.??????

ORACI?N:??????????????? ?Humano y humanizador?

??????????? Se?or, tu palabra me asoma hoy a muchas realidades de insensibilidad. A muchas situaciones de injusticia flagrante, donde unos hombres viven indiferentes al dolor a la angustia de los otros. Se?or, yo no s? si puedes mover sus corazones pero s? te pido que muevas el m?o, para que nunca me conforme con esas realidades, que me duelan siempre, que no comulgue nunca con el dolor y la injusticia que se ceba en los m?s pobres, y que sea en la medida de mis posibilidades, humano y humanizador.

CONTEMPLACI?N:????????????? ?La mano de tu palabra?

No eres t?
el que pasas insensible
ante las heridas laceradas
de mi vida.

Soy yo el que no dejo
que el aceite
de la mesa de tu amor,
y las migajas abundantes
de tu misericordia
sanen y colmen
los vac?os de mi existencia
y sostengan el caminar firme
de mi peregrinaci?n.

Pero t? sigues,
con tu brazo extendido,
ofreci?ndome, incansable,
la mano de tu palabra,
para alzarme
de mi postraci?n f?cil,
e invitarme a caminar contigo,
infatigable,
al banquete abundante
de la fraternidad.


Publicado por verdenaranja @ 9:40  | Liturgia
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Comentario al evangelio del domingo veintis?is del Tiempo Ordinario - C, publicado en Diario de Avisos el domingo 26 de Septiembre de 2010 bajo el ep?grafe DOMINGO CRISTIANO.

?Unos nacen con estrella...!

Daniel Padilla

Lo malo no es ser rico. (Ah? andamos todos, rellenando el boleto de la primitiva, a ver si por casualidad...). Lo malo no es ser rico. Como tampoco es malo ser guapo, o listo, o habilidoso. Lo malo consiste en no saber utilizar la riqueza como un talento, que hay que hacer fructificar como es debido. Lo malo no es ser rico. Lo malo es epulonear; verbo intransitivo, que significa "dejarse llevar por la mec?nica taimada del dinero". Y que consiste: primero, en idolatrarlo; despu?s, en multiplicarlo sin medida; m?s tarde, en construir con ?l una torre de marfil para aislarnos en ella y all? "vestirnos de p?rpura y banquetear espl?ndidamente"; y, al fin, en insonorizarla de tal modo, que no podamos o?r los gemidos de innumerables L?zaros, que, llenos de ?lceras, mueren bajo nuestras almenas. De la misma manera, lo bueno tampoco consiste, sin m?s, en ser pobre. (Ya saben que "unos nacen con estrella", sin m?rito propio, y, "otros, estrellados", tambi?n sin culpa propia). Lo bueno consiste en saber ser pobre. Es decir, no necesariamente los pobres son santos. Pueden tener el alma llena de avaricia, o de envidia. Pueden ser dados al odio y al resentimiento. Pueden, por tanto, ser malos, como los dem?s. Lo que pasa es que tienen una gran ventaja. Al no tener nada, al verse con las manos vac?as, al no contar con nadie en quien apoyarse, est?n m?s capacitados para recibir todo lo que les pueda llenar. Pueden decir, mejor que nadie: "El Se?or es mi fuerza y mi salvaci?n".

En su inmenso vac?o, en su gran hueco interior, tienen m?s sitio para recibir la Buena Noticia del Reino. Por eso proclam? Jes?s: "Dichosos los pobres, porque de ellos es el Reino de los Cielos". El rico tiende a cerrarse, a encastillarse, a ignorar que el pobre existe. El pobre, en cambio, est? tan hambriento, que se abre para recibir no s?lo "el pan del que vive el hombre, sino toda palabra que venga de la boca de Dios". ?Quieren un ejemplo? Otra par?bola de Jes?s: la del banquete. El organizador del banquete invit? a muchos, hizo una gran lista. Pero los primeros invitados ten?an posesiones: uno, una finca; otro, cinco yuntas de bueyes; el otro, mujer, ya que se hab?a casado. Y fueron esas posesiones las que les impidieron acudir a la cita. No ten?an necesidades. Los segundos invitados, en cambio, al no tener nada que les distrajera, acudieron a la llamada. Estaban hechos de vac?o. Todo lo ten?an por llenar. Eran, ya lo saben, "tullidos, ciegos, lisiados, pobres…". Abarrotaron la sala. Es natural. No es que estos segundos tuvieran m?s m?ritos. Simplemente estaban m?s hambrientos, m?s receptivos a cualquier don. El due?o, en el fondo, lo que les hizo fue justicia. Dice el Evangelio que "les oblig? a entrar". Porque nunca habr? derecho, aunque ocurra a cada paso, a que est?n tan distanciados Epul?n y L?zaro. Hay otra cosa. Si Epul?n hubiera sentado a L?zaro en su mesa, no hubiera perdido. Habr?a ganado: se habr?a purificado de sus pecados y habr?a ido "al seno de Abraham". Sol?a decir Bossuet que "los pobres son los ciudadanos natos en el Reino, mientras que los ricos adquieren esa ciudadan?a en la proporci?n en que hayan servido a los pobres". ?Me parece que Epul?n no sab?a estas cosas!?


Publicado por verdenaranja @ 9:35  | Espiritualidad
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S?bado, 25 de septiembre de 2010

Columna de monse?or Jorge Casaretto, obispo de San Isidro (Septiembre ?de 2010). (AICA)

ESCUELA, CAMINO PARA LA VIDA

?Queridos amigos, una vez m?s comparto con ustedes algunas reflexiones en el marco del Bicentenario de nuestra Patria, que nos anima y estimula a hacer memoria, reflexionar y proyectar un futuro en el cual los argentinos podamos seguir creciendo como Naci?n en el respeto, la justicia y la verdad.

Frente al desaf?o de seguir creciendo, un aspecto que no podemos olvidar y descuidar es la escuela.

La escuela desarrolla en la sociedad contempor?nea funciones diversas. Todas ellas importantes para la vida en sociedad y para la formaci?n de las personas. Sin embargo, quisiera reflexionar en particular sobre tres de estas funciones: la educaci?n, la socializaci?n y la formaci?n para la profesi?n y el trabajo.

No cabe duda que la primera funci?n de la escuela es educar. Los objetivos de la educaci?n se centran particularmente en la persona y se orientan a su autorrealizaci?n y desarrollo. La educaci?n debe mirar a la formaci?n del hombre como tal, suscitar actitudes de fondo frente a la vida, estimular y guiar la b?squeda y el desarrollo de los valores en el individuo. La educaci?n debe excluir todo proceso de autoritarismo y de adoctrinamiento. Debe desarrollarse en un ?mbito de respeto y di?logo, en donde tenga lugar el disenso y la diversidad.

En segundo lugar, tenemos la socializaci?n. Este proceso implica estimular en el educando las actitudes interiores y de comportamiento conformes a lo social. Es ayudar a desarrollar en la persona su capacidad de ser miembro de la sociedad, part?cipe y respetuoso de las instituciones, responsable de su actuar y capaz de responder a los desaf?os propios de su tiempo. La socializaci?n se presenta como un espacio en el cual se manifiestan los problemas ?ticos, las virtudes sociales, el consenso, la transformaci?n, la capacidad cr?tica y el bien com?n. Este proceso debe llevar a los educandos a superar el individualismo, generando personas m?s humanas, sensibles con las necesidades de los otros y atentos a los que tienen en la vida menos oportunidades. La escuela debe educar en la solidaridad y en el compromiso que generan la verdadera transformaci?n social.

En tercer lugar, la escuela es formadora para la profesi?n y el trabajo. Si bien es m?s com?n mencionar esta funci?n al referirnos a lo universitario, no podemos negar que el valor de la profesionalidad y el trabajo se deben comenzar a desarrollar desde la escuela.? Una Naci?n que quiere crecer necesita de hombres y mujeres que valoren el trabajo que los dignifica como personas, que sean capaces y puedan acceder a la formaci?n profesional para servir al bien com?n desde las diferentes profesiones.

El sentido profesional y del trabajo estimulan el desarrollo de la responsabilidad individual y favorecen la maduraci?n del educando. Desde la escuela se debe ayudar a descubrir que se es parte de un todo llamado sociedad, en donde con el esfuerzo de cada d?a, todos contribuimos a su? crecimiento a la vez que nos vamos desarrollando como ciudadanos.

Cuando pensamos en crecer como Naci?n, no podemos dejar de lado las escuelas con las funciones elementales de educar, socializar y formar para el trabajo.

La educaci?n nos ayuda a desarrollar el conocimiento, la socializaci?n nos permite descubrir que caminamos junto a otros y con otros, y el sentido de la profesi?n y del trabajo nos permiten encontrar la raz?n del esfuerzo de cada d?a y el lugar desde el cual cada uno es protagonista.

En este mes de septiembre, en el cual se celebra el D?a del Maestro, del Profesor y del Estudiante, no puedo dejar de saludarlos y encomendarlos al cuidado y la protecci?n de nuestra Madre la Virgen de Luj?n, para que puedan desarrollar en plenitud la vocaci?n que han recibido y sigan haciendo de la escuela un verdadero ?mbito de fraternidad, coherencia y testimonio, que es la mejor manera de ense?ar.

Con mi bendici?n,?

Mons. Jorge Casaretto, obispo de San Isidro?


Publicado por verdenaranja @ 23:05  | Hablan los obispos
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Alocuci?n televisiva de monse?or H?ctor Aguer, arzobispo de La Plata en el programa ?Claves para un mundo mejor? (11 de septiembre de 2010). (AICA)

EL DESAFIO DEL MAESTRO ES FORMAR DISC?PULOS

?

Hoy es el D?a del Maestro; por tanto, esta breve reflexi?n quiero dedicarla a aquellos que tienen la empe?osa y delicad?sima tarea de ense?ar.

Y digo ense?ar en un sentido fuerte, profundo, plenario: no solamente en su significado de transmitir los saberes elementales, sino en cuanto que los maestros contribuyen, de un modo quiz?s decisivo, a la formaci?n de la personalidad de los educandos.

All? est? la cuesti?n fundamental. Cuando hablamos de un proceso educativo, de los problemas del sistema educativo en la Argentina de hoy, de los resultados tan decepcionantes establecidos por encuestas, tenemos que poner el ojo de la atenci?n en la figura del maestro.

Lo fundamental es que el maestro o la maestra sea efectivamente una figura de referencia para los chicos. Sobre todo digamos la maestra porque sabemos muy bien que, en el nivel primario especialmente, el docente es por lo general una maestra.

De alg?n modo la figura de la maestra o del maestro permanece en el interior de la personalidad del educando a lo largo de toda la vida. Para lo bueno o para lo malo. No solamente se trata, en el nivel primario, de trasmitir los saberes elementales sino de contribuir a la orientaci?n de la personalidad de los chicos en muchos aspectos, como un complemento de la formaci?n que se recibe en el hogar.

Mas adelante, en el ciclo secundario o en la universidad, se imposta diversamente la figura del docente, porque en ese caso se trata de comprender la funci?n de ense?ar como una transmisi?n que se verifica en un contexto de di?logo de generaciones. Es fundamental que efectivamente se establezca un di?logo de generaciones y que el di?logo sea suscitado por el maestro. En eso reside principalmente el arte de ense?ar: en despertar en los alumnos el amor a la verdad, a la b?squeda de la verdad.

Recuerdo ahora una frase de Heidegger, que se refer?a al pensamiento, a la filosof?a, pero dec?a muy bien que la funci?n primordial del docente es ense?ar a aprender. Uno en realidad est? aprendiendo toda la vida.

Por eso el nombre del maestro, la figura del maestro, no se reduce a la figura elemental de los primeros a?os, del ciclo primario, sino que incluso solemos dar el calificativo de maestro a una persona que se ha destacado extraordinariamente en su disciplina y que adem?s ha sabido formar disc?pulos o que por lo menos constituye un punto de referencia para muchos.

Esto se ve, quiz?s, cada vez menos en el mundo de hoy porque hay una especie de fragmentaci?n del saber y porque el estudiante ?pensemos en el estudiante universitario- est? muy preocupado en ver como se va a insertar en el mercado laboral, etc. Ya no se da ese seguimiento intelectual de una figura clave o por lo menos se da de una manera muy reducida.

Por eso maestro en el sentido plenario ?pensemos en aquellos que durante largos a?os se hacen disc?pulos de aquella persona que para ellos es una fuente de sabidur?a- es aquel que deja una impronta fundamental en la vida de un disc?pulo porque lo introduce en un mundo.

Hace poco le? el reportaje a un gran director de cine italiano, Ermanno Olmi, que es el realizador de una pel?cula bell?sima titulada ?El ?rbol de los zuecos?. En ese reportaje le preguntaban qui?n hab?a sido su maestro y ?l respondi? que en cine su maestro hab?a sido Roberto Rossellini, el iniciador del neorrealismo italiano, pero agregaba que en realidad su maestra hab?a sido su abuela materna, porque ella lo introdujo en el interior del mundo campesino. Dec?a que gracias a ella hab?a aprendido el valor de la civilizaci?n campesina, que es la ?nica ?seg?n ?l- que en sentido absoluto puede ser llamada civilizaci?n porque no se trata de algo ef?mero, de civilizaciones que pasan de acuerdo a la moda o la ?poca, sino de algo que permanece para siempre.

All? encontramos una definici?n muy bella de lo que es el maestro. A?n, entonces, en cualquiera circunstancia que un docente ejerza su funci?n, en la medida en que va m?s all? de la transmisi?n de su saber particular y que procura contribuir a la formaci?n de la personalidad del alumno, orient?ndolo hacia la verdad, hacia el bien, hacia la belleza, en esa medida merece el t?tulo sagrado de maestro.

Digo que es un t?tulo sagrado porque es el t?tulo que le atribuyen, seg?n los Evangelios, a Jes?s sus mismos disc?pulos.

En gran parte, la renovaci?n aut?ntica de la escuela, el ?xito de un proceso educativo depende de que se establezca correctamente esa relaci?n natural e imborrable entre el maestro y el disc?pulo. Depende de la presencia y la acci?n de buenos maestros.?

Mons. H?ctor Aguer, arzobispo de La Plata?


Publicado por verdenaranja @ 23:02  | Hablan los obispos
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ZENIT? publica las palabras que dirigi? Benedicto XVI?el domingo 12 de Septiembre de 2010 a mediod?a al dirigir la oraci?n mariana del ?ngelus junto a varios miles de peregrinos congregados en el patio de la residencia pontificia de Castel Gandolfo.

Queridos hermanos y hermanas:

En el Evangelio de este domingo, el cap?tulo XV de san Lucas, Jes?s narra las tres "par?bolas de la misericordia". Cuando "habla del pastor que va tras la oveja descarriada, de la mujer que busca el dracma, del padre que sale al encuentro del hijo pr?digo y lo abraza, no se trata s?lo de meras palabras, sino que es la explicaci?n de su propio ser y actuar" (enc?clica Deus caritas est, 12). De hecho, el pastor que vuelve a encontrar la oveja perdida es el mismo Se?or que carga a hombros, con la Cruz, a la humanidad pecadora para redimirla. El hijo pr?digo, en la tercera par?bola, es un joven que, recibida la herencia del padre, "se fue a un pa?s lejano, donde malgast? sus bienes en una vida licenciosa" (Lucas?15, 13). Al caer en la miseria, se vio obligado a trabajar como un esclavo, aceptando incluso matar el hambre con comida destinada a los animales. "Entonces --dice el Evangelio-- recapacit?" (Lucas 15, 17). Las palabras que prepara para el regreso nos permiten conocer el alcance de su peregrinaci?n interior: regresa 'a casa', a s? mismo, al padre" (Benedicto XVI,?Jes?s de Nazaret, 2007). "Ahora mismo ir? a la casa de mi padre y le dir?: 'Padre, pequ? contra el Cielo y contra ti; ya no merezco ser llamado hijo tuyo'" (Lucas 15, 18-19). San Agust?n escribe: "Es el mismo Verbo quien te grita para que vuelvas; el lugar de la tranquilidad imperturbable se encuentra donde el amor no experimenta el abandono" (Confesiones, IV, 11.16). "Cuando todav?a estaba lejos, su padre lo vio y se conmovi? profundamente, corri? a su encuentro, lo abraz? y lo bes?", (Lucas?15, 20) y lleno de alegr?a pidi? que hicieran una fiesta.

Queridos amigos, ?c?mo no abrir nuestro coraz?n a la certeza de que, aunque seamos pecadores, somos amados por Dios? No se cansa nunca de salir a nuestro paso, de ser el primero en recorrer el camino que nos separa de ?l. El libro del ?xodo nos muestra c?mo Mois?s, con una s?plica confiada y audaz, logr?, por as? decir, cambiar a Dios del trono del juicio al trono de la misericordia (Cf. 32,7-11.13-14). El arrepentimiento es la medida de la fe y gracias a ?l se regresa a la Verdad. Escribe el ap?stol Pablo: "Fui tratado con misericordia, porque cuando no ten?a fe, actuaba as? por ignorancia" (1 Timoteo?1, 13). Volviendo a la par?bola del hijo que regresa "a casa", experimentamos que cuando aparece el hijo mayor indignado por la cogida festiva ofrecida al hermano, el padre tambi?n le sale al paso para suplicarle: ""Hijo m?o, t? est?s siempre conmigo, y todo lo m?o es tuyo" (Lucas?15, 31). S?lo la fe puede transformar el ego?smo en alegr?a y volver a entretejer las relaciones adecuadas con el pr?jimo y con Dios. "Es justo que haya fiesta y alegr?a --dice el padre--, porque tu hermano [...] estaba perdido y ha sido encontrado" (Lucas?15, 32).

Queridos hermanos, el jueves pr?ximo viajar? al Reino Unido, donde proclamar? beato al cardenal John Henry Newman. Pido a todos que me acompa?en con la oraci?n en este viaje apost?lico. A la Virgen Mar?a, cuyo nombre sant?simo se celebra hoy en la Iglesia, encomendamos nuestro camino de conversi?n a Dios.

[Tras rezar el ?ngelus, el Papa salud? a los peregrinos en varios idiomas. En espa?ol, dijo:]

Saludo con afecto a los peregrinos de lengua espa?ola presentes en esta oraci?n mariana, en particular al coro infantil de la Parroquia Nuestra Se?ora del Milagro de Valdestillas, Valladolid. Hoy deseo unirme especialmente a la alegr?a de los fieles de la Archidi?cesis de Granada, y de otras partes de Espa?a, que, esta misma ma?ana, est?n celebrando con gozo la inscripci?n del nombre de Fray Leopoldo de Alpandeire entre el n?mero de los Beatos. La vida de este sencillo y austero Religioso Capuchino es un canto a la humildad y a la confianza en Dios y un modelo luminoso de devoci?n a la Sant?sima Virgen Mar?a. Invito a todos, siguiendo el ejemplo del nuevo Beato, a servir al Se?or con sincero coraz?n, para que podamos experimentar el inmenso amor que ?l nos tiene y que hace posible amar a todos los hombres sin excepci?n. Muchas gracias y feliz domingo.


[Traducci?n del original italiano realizada por Jes?s Colina
?Libreria Editrice Vaticana]


Publicado por verdenaranja @ 22:57  | Habla el Papa
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Comentario al Evangelio del pr?ximo domingo, 26 de septiembre de 2010, XXVI del tiempo ordinario (Lucas??16,1-13), redactado por monse?or Jes?s Sanz Montes, ofm, arzobispo de Oviedo, administrador apost?lico de Huesca y de Jaca.?

Evangelio del domingo: El m?s rico del cementerio

???????De qu? sirve ser el m?s rico del cementerio? Jes?s propone esta par?bola a unos fariseos celosos de la Ley y los profetas, amigos de Mois?s y de Abrah?n, pero que viv?an con una cierta esquizofrenia moral y espiritual.

??????Jes?s en primer lugar relativiza el valor del dinero apelando a su poder?o fugaz y a su gloria caduca. El dinero y todo lo que lo rodea, no tiene la ?ltima palabra en esta vida, porque esa palabra postrera la pronunciamos todos por igual, con la misma indigencia y fragilidad con la que igualmente nacimos: Epul?n y L?zaro eran iguales ante su origen y ante su destino. El dinero y sus adl?teres, no son la moneda para comprar el acceso en la vida perdurable, sino que m?s bien ser? una gracia de Dios al alcance de cualquiera que haya tenido coraz?n de pobre (hayan sido cuales hayan sido sus arcas monetarias).

??????Lo segundo que destaca Jes?s es la infinita diferencia entre el modo de valorar que tiene Dios y aquellos fariseos burlones. S?lo quien entra en la mirada de Dios puede descubrir su secreto, y s?lo quien se adentra en su Coraz?n comprende su riqueza, como el mismo Pablo descu?bri? (Filp 3,7-8).

??????No bastaba saberse al dedillo los consejos de la Ley y los Profetas. Hay un modo de ser creyente que es in?til: saber cosas de Dios y no vivir conforme a lo que sabemos, encender una vela a Dios en su d?a, reserv?ndonos para nosotros y nues?tros diablos el resto de la semana. Epul?n comprendi? ya tarde la inutili?dad de la basura de su vida, y quiso enviar a un muerto a los suyos para hacerles ver la enga?ifa en la que viv?an. Pero nadie escarmienta en cabeza ajena. A lo m?s, queda uno asustado una breve temporada. Curiosamente, Dios desde ?sus valores?, lejos de ser un rival de los nuestros, es su mejor exponente. Tenemos la experiencia cotidiana de c?mo cuando nos alejamos de la visi?n que Dios tiene de la vida, ?sta se deshumaniza.

??????Por eso no es extra?o que quienes aman el dinero y se bur?lan de los enviados de Dios, no entiendan nada, se irriten e indignen, y hasta decidan matar al mensajero. No, nuestro mundo no necesita que vengan los muertos para darnos un susto incontestable, sino m?s bien est? necesitado de vivos, de cristianos vivos que desde la trama diaria de su existir ense?an a ver las cosas desde los Ojos de Dios, y amar la vida desde y como ?l, ritmando nuestros latires con los de su Coraz?n, valorando aquello que tiene valor para ?l, lo que enajena y enfrenta, lo que adormece e in?hibe, y relativizando lo que corrompe y deshumaniza.

?


Publicado por verdenaranja @ 13:15  | Espiritualidad
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El equipo de Caritas Arciprestal de  Icod de los Vinos de Tenerife comenzó reunión parroquial con la siguiente oración. 

Es hora de ser tus testigos

 

Es hora de ser tu Testigo, Señor del alba.
Es hora de construir todos juntos la Civilización del amor.
Es hora de salir a las plazas y ciudades como hermanos.
Es hora de hacer del mundo un arco iris de unidad y de color.
Es hora de anunciar la vida desde la vida hecha fiesta.
Es hora de gritar al mundo de los hombres tu salvación.
Es hora de gritar como voceros del alba a los hombres que el Crucificado ha resucitado, y el mundo sabe a Redención.
Es hora de vivir en la luz y abrir caminos sin fronteras.
Es hora de darse la mano y hacer un corro grande al sol.
Es hora de decir a los miedos: no temáis, tened ánimo, que el mundo, el corazón del mundo, vive en Resurrección.
Es hora de juntarnos como amigos en un solo pueblo.
Es hora de marchar unidos sembrando la paz y el amor.
Es hora de llamar al hombre hermano, hermano mío.
Es hora de vivir en armonía, en lazos de hermandad, de comunión.
Es hora de convidar a las gentes a la mesa del pan vivo que ha bajado del cielo.

Es hora de ser tu Testigo donde tu amor está ausente.
Es hora de ser tu Testigo donde la verdad no cuajó.
Es hora de ser tu Testigo donde la libertad está atada.
Es hora de ser tu Testigo donde se necesita el perdón.
Es hora de ser tu Testigo donde el barrote oprime al hombre.
Es hora de ser tu Testigo donde al hombre se le amordazó.
Es hora de ser tu Testigo donde los ojos están vendados.
Es hora de ser tu Testigo donde se mata al hombre y al niño.
Es hora de ser tu Testigo donde la mentira mata la razón.
Es hora de ser tu Testigo donde las injusticias claman al cielo.

Es hora de ser tu Testigo donde impera la ley del más fuerte.
Es hora de ser tu Testigo donde el hombre se convierte en opresor.
Es hora de ser tu Testigo donde la vida se ha hecho muerte.
Es hora de ser tu Testigo donde las personas son explotadas.
Es hora de ser tu Testigo donde el dinero es la ley del que manda.
Es hora de ser tu Testigo donde el hambre acampa a sus anchas.

Es hora de ser tu Testigo unidos como un solo Pueblo, en Iglesia.
Es hora de ser tu Testigo sirviendo al humilde y no al dominador.
Es hora de ser tu Testigo de tu Cruz salvadora en el mundo.
Es hora de ser tu Testigo de tu luz del alba, de tu Resurrección.

Cristo, Señor de la Historia, Señor del hombre, de todo hombre.
Cristo, Testigo del amor del Padre, corazón de su corazón.
Cristo, amigo y hermano del hombre, del hombre oprimido,
Cristo, danos la fuerza de tu Espíritu Santo, tu Espíritu de Amor, para que él anime nuestro compromiso de cambio en el mundo, de una civilización de muerte, en Civilización del amor.

Es hora de hacer posible otro mundo.

 


Publicado por verdenaranja @ 13:00  | Oraciones
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Viernes, 24 de septiembre de 2010

ZENIT?? A pocos d?as de la beatificaci?n del cardenal John Henry Newman, presentamos nuestra traducci?n del discurso pronunciado por el cardenal Joseph Ratzinger el 28 de abril de 1990 con ocasi?n del centenario de la muerte del gran cardenal ingl?s, a quien el actual Papa defini? entonces como "un gran doctor de la Iglesia".?

John Henry Newman, ?gran doctor de la Iglesia?

Yo no me siento competente para hablar de la figura o la obra de John Henry Newman, pero tal vez puede ser interesante que me detenga un poco sobre mi acercamiento personal a Newman, en el que se refleja tambi?n algo de la actualidad de este gran te?logo ingl?s en las controversias espirituales de nuestro tiempo.

Cuando en enero de 1946 pude comenzar mi estudio de la teolog?a en el seminario de la di?cesis de Freising, que finalmente hab?a vuelto a abrir sus puertas despu?s de los desastres de la guerra, se decidi? que nuestro grupo tuviera como prefecto a un estudiante m?s veterano, que ya antes de empezar la guerra hab?a comenzado a trabajar en una disertaci?n sobre la teolog?a de la conciencia de Newman. Durante los a?os de su ocupaci?n en la guerra no hab?a abandonado este tema, que ahora volv?a a retomar con nuevo entusiasmo y nuevas energ?as. Desde el primer momento nos uni? una amistad personal, que se concentraba completamente alrededor de los grandes problemas de la filosof?a y la teolog?a. No hace falta decir que Newman estaba siempre presente en este intercambio. Alfred L?pple, ?l era el prefecto antes mencionado, public? luego en 1952 su disertaci?n, con el t?tulo?"El individuo en la Iglesia".

La doctrina de Newman sobre la conciencia se convirti? entonces para nosotros en el fundamento de aquel personalismo teol?gico que nos atrajo a todos con su encanto. Nuestra imagen del hombre, as? como nuestra concepci?n de la Iglesia, se vieron marcadas por este punto de partida. Hab?amos experimentado la pretensi?n de un partido totalitario que se consideraba la plenitud de la historia y que negaba la conciencia del individuo. Hermann Goering hab?a dicho de su jefe: "?Yo no tengo ninguna conciencia! Mi conciencia es Adolf Hitler". La inmensa ruina del hombre que deriv? de esto, estaba ante nuestros ojos.

Por eso, para nosotros era un hecho liberador y esencial saber que el "nosotros" de la Iglesia no se basaba en la eliminaci?n de la conciencia sino que s?lo pod?a desarrollarse a partir de la conciencia. Precisamente porque Newman explicaba la existencia del hombre a partir de la conciencia, es decir, en la relaci?n entre Dios y el alma, era tambi?n claro que este personalismo no representaba ninguna concesi?n al individualismo y que el v?nculo con la conciencia no significaba ninguna concesi?n a la arbitrariedad - m?s a?n, que se trataba precisamente de lo contrario.

De Newman aprendimos a comprender el primado del Papa: la libertad de conciencia - as? nos ense?aba Newman con la Carta al Duque de Norfolk - no se identifica, de hecho, con el de derecho de "dispensarse de la conciencia, de ignorar al Legislador y Juez, y de ser independientes de los deberes invisibles". De este modo, la conciencia, en su significado aut?ntico, es el verdadero fundamento de la autoridad del Papa. De hecho, su fuerza viene de la Revelaci?n, que completa la conciencia natural iluminada de manera s?lo incompleta, y "su?raison d'?tre?es la de ser el campe?n de la ley moral y de la conciencia".

Esta doctrina sobre la conciencia se ha vuelto para m? cada vez m?s importante en el desarrollo sucesivo de la Iglesia y del mundo. Me doy cuenta, cada vez m?s, de que s?lo se manifiesta de modo completo haciendo referencia a la biograf?a del Cardenal, la cual supone todo el drama espiritual de su siglo.

Newman, como hombre de la conciencia, se transforma en un converso; fue su conciencia que lo condujo desde los antiguos v?nculos y las antiguas certezas dentro del mundo para ?l dif?cil e inusual del catolicismo. Pero precisamente esta v?a de la conciencia es algo distinto a una v?a de la subjetividad que se afirma a s? misma: es, en cambio, una v?a de la obediencia a la verdad objetiva.

El segundo paso del camino de conversi?n que dur? toda la vida de Newman fue, de hecho, la superaci?n de la posici?n del subjetivismo evang?lico en favor de una concepci?n del cristianismo basada en la objetividad del dogma. Al respecto, siempre encuentro muy significativa, pero particularmente hoy, una formulaci?n tomada de una de sus pr?dicas de la ?poca anglicana:

"El verdadero cristianismo se demuestra en la obediencia, y no en un estado de conciencia. As?, todo el deber y el trabajo de un cristiano se organiza en torno a estos dos elementos: la fe y la obediencia; ?mira a Jes?s? (Heb. 2, 9)... y act?a seg?n su voluntad. Me parece que hoy corremos el peligro de no dar el peso que deber?amos a ninguno de los dos elementos. Consideramos cualquier verdadera y cuidadosa reflexi?n sobre el contenido de la fe como est?ril ortodoxia, como sutileza t?cnica. En consecuencia, hacemos consistir el criterio de nuestra piedad en la posesi?n de una as? llamada disposici?n de ?nimo espiritual".

En este contexto, se han vuelto para m? importantes algunas frases del libro "Los arrianos del siglo IV", que a primera vista me han parecido m?s bien sorprendentes: "el principio puesto por la Escritura como fundamento de la paz es reconocer que la verdad en cuanto tal debe guiar tanto la conducta pol?tica como la privada... y que el celo, en la escala de las gracias cristianas, tiene la prioridad por sobre la benevolencia".

Para m? es siempre fascinante darme cuenta y reflexionar c?mo precisamente as?, y s?lo as?, a trav?s del v?nculo a la verdad, a Dios, la conciencia recibe valor, dignidad y fuerza. En este contexto, quisiera a?adir s?lo otra expresi?n tomada de la "Apolog?a pro vita sua", que demuestra el realismo de esta concepci?n de la persona y de la Iglesia: "Los movimientos vivos no nacen de comit?s".

Quisiera volver una vez m?s brevemente al hilo autobiogr?fico. Cuando en 1947 prosegu? mis estudios en Munich, encontr? en el profesor de teolog?a fundamental, Gottlieb S?hngen, mi verdadero maestro en teolog?a, un culto y apasionado seguidor de Newman. ?l nos inici? en la "Gram?tica del Asentimiento"?y, con ella, en la modalidad espec?fica y la forma de certeza propia del conocimiento religioso.

A?n m?s profundamente actu? sobre m? la contribuci?n que Heinrich Fries public? con ocasi?n del Jubileo de Calcedonia: all? encontr? el acceso a la doctrina de Newman sobre el desarrollo del dogma, que considero, junto a su doctrina sobre la conciencia, su contribuci?n decisiva a la renovaci?n de la teolog?a. Con esto, puso en nuestras manos la clave para insertar en la teolog?a un pensamiento hist?rico, o m?s bien, nos ense?? a pensar hist?ricamente la teolog?a y, precisamente de ese modo, a reconocer la identidad de la fe en todos los cambios. Debo abstenerme de profundizar, en este contexto, tal idea. Me parece que la contribuci?n de Newman no ha sido todav?a aprovechada del todo en las teolog?as modernas. Ella a?n contiene en s? posibilidades fruct?feras que esperan ser desarrolladas.

En este momento, s?lo quisiera volver una vez m?s al trasfondo biogr?fico de esta concepci?n. Es sabido c?mo la concepci?n de Newman sobre la idea del desarrollo ha marcado su camino hacia el catolicismo. Sin embargo, no se trata aqu? s?lo de un desarrollo carente de ideas. En el concepto de desarrollo est? en juego la misma vida personal de Newman. Pienso que esto se hace evidente en su conocida afirmaci?n, contenida en el famoso ensayo sobre "El desarrollo de la doctrina cristiana": "aqu? sobre la tierra vivir es cambiar, y la perfecci?n es el resultado de muchas transformaciones". Newman ha sido, a lo largo de toda su vida, alguien que se ha convertido, alguien que se ha transformado, y de este modo ha seguido siendo siempre ?l mismo y ha llegado a ser cada vez m?s ?l mismo.

Aqu? me viene a la mente la figura de san Agust?n, tan cercana a la figura de Newman. Cuando se convirti? en el jard?n de?Casiciacum, Agust?n hab?a comprendido la conversi?n seg?n el esquema del venerado maestro Plotino y de los fil?sofos neoplat?nicos. Pensaba que la vida pasada de pecado estaba ahora definitivamente superada; el convertido ser?a de ahora en m?s una persona completamente nueva y diversa, y su camino sucesivo habr?a consistido en un continuo ascenso hacia las alturas cada vez m?s puras de la cercan?a de Dios, algo parecido a lo que describi? Gregorio de Nisa en?De vita Moysis: "As? como los cuerpos, apenas han recibido el primer impulso hacia abajo, se hunden por s? mismos sin ulteriores impulsos... as?, pero en sentido contrario, el alma que se ha liberado de las pasiones terrenas, se eleva constantemente con un veloz movimiento de ascenso... en un vuelo que apunta siempre hacia lo alto".

Pero la experiencia real de Agust?n era otra: tuvo que aprender que ser cristiano significa, m?s bien, recorrer un camino cada vez m?s fatigoso, con todos sus altibajos. La imagen de la ascensi?n es sustituida por la de un camino, en cuyas fatigosas asperezas nos consuelan y sostienen los momentos de luz que de vez en cuando podemos recibir. La conversi?n es un camino, un camino que dura toda una vida. Por eso, la fe es siempre desarrollo y, precisamente de este modo, maduraci?n del alma hacia la Verdad, que "es m?s ?ntima a nosotros que nosotros mismos".

Newman expuso en la idea del desarrollo la propia experiencia personal de una conversi?n nunca dada por concluida, y as? nos ha ofrecido la interpretaci?n no s?lo del camino de la doctrina cristiana sino tambi?n de la vida cristiana. El signo caracter?stico del gran doctor de la Iglesia es, en mi opini?n, que ?l no ense?a s?lo con su pensamiento y sus discursos sino tambi?n con su vida, ya que en ?l pensamiento y vida se compenetran y se determinan rec?procamente. Si esto es cierto, entonces realmente Newman pertenece a los grandes doctores de la Iglesia porque, al mismo tiempo, ?l toca nuestro coraz?n e ilumina nuestro pensamiento.

[Fuente:?Sitio de La Santa Sede?

Traducci?n:?La Buhardilla de Jer?nimo]


Publicado por verdenaranja @ 22:57  | Hablan los obispos
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ZENIT?? publica el mensaje que ha escrito el cardenal ?Llu?s Mart?nez Sistach, arzobispo de Barcelona, en preparaci?n de la visita de Benedicto XVI a Barcelona.

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Cuando llegamos a mediados de setiembre todo vuelve a la normalidad, despu?s del par?ntesis estival.? La vuelta de los ni?os al colegio, marca tambi?n la vuelta a la normalidad en la vida de las familias. Y otro tanto sucede en la vida de las parroquias, de los movimientos, de las escuelas cristianas y de las otras instituciones de la Iglesia.

Empieza un nuevo curso, y empieza cuando faltan menos de dos meses para acoger, los pr?ximos 6 y 7 de noviembre, la visita apost?lica que el Santo Padre har? a Barcelona para la dedicaci?n del templo de la Sagrada Familia. En estos dos meses hemos de intensificar nuestra preparaci?n.

Me parece que la visita apost?lica del Papa es lo suficientemente importante, como acontecimiento espiritual, para que marque el tono del reemprender las actividades religiosas y pastorales de toda la di?cesis. ?C?mo debemos prepararnos para la venida del Santo Padre?

En primer lugar, con una actitud de agradecimiento a Benedicto XVI y con una plegaria constante para que esta visita del Papa d? muchos frutos espirituales y pastorales. La visita del Santo Padre a una di?cesis y? a una ciudad es algo extraordinario, ya que ?l no puede viajar a todas las di?cesis del mundo.

No podemos dejar pasar la visita del Santo Padre como si fuera un acontecimiento ciudadano m?s. Por ello, la di?cesis ha preparado unas catequesis o unos temas de reflexi?n de los que se ha hecho amplia divulgaci?n, y que han de ser una ayuda para esta preparaci?n espiritual de la visita. Se ha dicho que la visita del Papa es un desaf?o para la Iglesia de Barcelona. Y todos hemos de disponernos para responder bien a este desaf?o.

Por ello debemos prepararnos intensamente y hemos de enmarcar esta santa visita con toda la pastoral ordinaria que estamos realizando d?a tras d?a en nuestra di?cesis, en las parroquias y en las instituciones eclesiales. Y deseamos que todo Catalu?a y Espa?a entera se sientan implicadas en esta visita del Papa para la dedicaci?n del templo de la Sagrada Familia.

El d?a 7 del pr?ximo mes de noviembre se cumplir?n los veintiocho a?os de la visita del Papa Juan Pablo II a Barcelona y a Montserrat, y concretamente tambi?n al templo de la Sagrada Familia. Fue el mismo d?a y el mismo mes del a?o 1982. Ahora recibiremos con gozo a su sucesor.

Pienso que el Santo Padre nos dar? lo que es propio de su ministerio como sucesor del ap?stol Pedro: nos confirmar? en la fe. ?l tiene una misi?n muy especial al servicio de toda la Iglesia y, por tanto, contribuir? a enriquecernos con l catolicidad que ha de vivir siempre la Iglesia diocesana entera.

Por otra parte, la solicitud del Papa hacia todas las Iglesias debiera hacer crecer en nosotros el esp?ritu misionero dentro de casa y cara a los pa?ses de misi?n. La visita del Papa puede suscitar nuevas vocaciones misioneras entre los sacerdotes y los laicos. Y sin duda reafirmar? la romanidad de nuestra archidi?cesis y de Catalu?a, que ha de ser una caracter?stica nuestra para ser fieles a nuestra identidad. No podemos olvidar que en la versi?n catalana del Credo proclamamos que creemos en la Iglesia, cat?lica, apost?lica y "romana".


Publicado por verdenaranja @ 22:50  | Hablan los obispos
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ZENIT??publica un art?culo del cardenal Keith?O'Brien, arzobispo de San Andr?s y Edimburgo y presidente de la Conferencia Episcopal de Escocia.

La tierra de san Nini?n espera a Benedicto XVI

Benedicto XVI llegar? a Edimburgo el 16 de septiembre para una visita de cuatro d?as en el Reino Unido. La capital de Escocia es tambi?n la sede del arzobispo de San Andr?s y Edimburgo, que recibir? al Papa. Inmediatamente despu?s de la llegada, el Pont?fice ser? llevado al palacio real de Holyrood House, donde tendr? un hist?rico encuentro con Su Majestad la Reina Isabel, algunos miembros del Gobierno, parlamentarios y otras autoridades provenientes de Escocia, Inglaterra, Gales e Irlanda del Norte.

Los cat?licos de Escocia est?n orgullosos de poder dar la bienvenida al Pont?fice al comienzo de su visita, en el d?a de la fiesta de San Nini?n de Galloway, ap?stol de Escocia. La tradici?n narra c?mo Nini?n viaj? desde Roma, donde hab?a sido ordenado obispo, y lleg? a Escocia m?s de mil quinientos a?os atr?s, en el 397. ?l fund? una peque?a comunidad cristiana en el extremo sur de Escocia, que denomin? White House y hoy es conocida con el nombre de Withorn, seg?n la corrupci?n dialectal. Hoy reivindica ser la primera ciudad escocesa y una de las primeras colonias del pa?s.

Si bien la falta del tiempo, en un programa de visita muy apretado, no permitir? a Benedicto XVI visitar Whirthorn, san Nini?n estar? igualmente presente durante la jornada. Mientras el Papa se encuentre en el Holyrood Palace, se realizar? un desfile en el centro de Edimburgo para recordar la fiesta del santo, con la participaci?n de los ni?os provenientes de las escuelas de toda Escocia. Habr? un espect?culo teatral hist?rico al aire libre, que har? revivir importantes momentos del desarrollo del territorio hoy conocido con el nombre de Escocia; el patrimonio cultural escoc?s ser? celebrado con la tradicional m?sica de las cornamusas.

Despu?s de despedirse de la Reina Isabel, Benedicto XVI atravesar? con el papam?vil el centro de Edimburgo, donde ser? celebrado por ni?os y por otras personas reunidas para asistir a un evento hist?rico. Despu?s de la pausa de la tarde, Benedicto XVI se dirigir? a Glasgow. Tambi?n aqu? pasar? de nuevo entre la multitud a bordo del papam?vil, dirigi?ndose al Bellahouston Park, donde celebrar? la Misa frente a m?s de cien mil personas, a las cuales se unir?n otras millones en todo el mundo, que asistir?n al evento a trav?s de la televisi?n o por medio de Internet.

Los coros reunidos de varios centenares de cantantes, junto a los m?sicos de acompa?amiento, contribuir?n con la celebraci?n de la Misa para la fiesta de san Nini?n. Esperamos con ansia las palabras que el Papa nos dirigir? en su homil?a.

En vista de su reciente decisi?n de instituir un Pontificio Consejo para la Promoci?n de la Nueva Evangelizaci?n, las palabras que ?l dirigir? al pueblo escoc?s asumir?n un valor particular. Vivimos en una tierra donde m?s de mil quinientos atr?s fueron sembradas las primeras semillas del Evangelio. Hicieron de ella una tierra de santos y de estudiosos, conocida por haber dado a luz a misioneros como Columba, a santos hombres y mujeres como Margarita, reina de Escocia, a estudiosos como Juan Duns Scoto, y por ser la sede de renombradas comunidades mon?sticas, como las Border Abbeys, y de famosos centros de instrucci?n desarrollados gracias a la fundaci?n por parte de la Iglesia de grandes universales en la ?poca medieval.

Una gran ruptura con el pasado se verific? en el siglo XVI a causa de la reforma protestante, cuando casi toda la poblaci?n de Escocia continental y de muchas de las islas abandon? gradualmente la fe cat?lica de los propios antepasados para abrazar el presbiterianismo. La celebraci?n de la Misa fue prohibida y los sacerdotes fueron perseguidos y expulsados. Un caso famoso fue el del sacerdote jesuita John Ogilvie, arrestado mientras celebraba para la min?scula comunidad cat?lica de Glasgow. Fue encarcelado y ejecutado en 1615. Y en 1976 fue canonizado por Pablo VI.

Desde la muerte de John Ogilvie hasta la llegada de los inmigrantes cat?licos de Irlanda al comienzo del siglo XIX, pr?cticamente no quedaron cat?licos en las ciudades y en los pueblos principales de Escocia. Gradualmente, sin embargo, comenz? a establecerse una poblaci?n cat?lica. La mayor parte de estas personas era pobre e inculta. La necesidad de instrucci?n de los hijos de los inmigrantes cat?licos era muy sentida y a medida que la poblaci?n cat?lica crec?a, aumentaba tambi?n el n?mero de sacerdotes, religiosos y religiosas que llegaban para ocuparse de ellos. La educaci?n cat?lica era brindada junto a la impartida en las escuelas e inspirada en una ?tica presbiteriana. A pesar de la calidad de la instrucci?n recibida, para los j?venes cat?licos era pr?cticamente imposible tener acceso a la educaci?n universitaria y a las profesiones. Animada y sostenida por la perseverancia de sacerdotes, hermanos y, en medida muy significativa, congregaciones religiosas femeninas, la peque?a pero creciente comunidad continu? creyendo en el valor de la educaci?n. De este modo, con clarividencia y muchos sacrificios, se realiz? todo esfuerzo para hacer que los ni?os pudieran frecuentar la escuela cat?lica. Un peque?o n?mero de miembros ilustrados de la sociedad m?s amplia apoy? tales esfuerzos desde el comienzo, al punto que el sistema escolar cat?lico pudo crecer y desarrollarse en forma paralela al brindado por el Gobierno, hasta que en 1918 el Estado accedi? a asumir la responsabilidad financiera y administrativa de las escuelas cat?licas, permitiendo al mismo tiempo a la Iglesia mantener la responsabilidad directiva, asegurando de este modo, dentro del sector estatal, la gesti?n cat?lica y la identidad de las escuelas cat?licas, que contin?a hasta hoy.

La poblaci?n cat?lica de Escocia continu? creciendo durante la segunda mitad del siglo XIX y la primera mitad del siglo XX. A los que hab?an llegado desde Irlanda, se sumaron otros provenientes de Italia y de Europa central y oriental. En el siglo XX los cat?licos dieron una contribuci?n cada vez m?s grande a toda la sociedad escocesa, en los lugares de trabajo y en las profesiones. Continuaron los fuertes v?nculos con las otras comunidades cat?licas, especialmente con Irlanda, donde todav?a hoy tienen sus ra?ces muchos de los sacerdotes que sirven a la Iglesia en Escocia. V?nculos con los cat?licos escoceses pueden encontrarse en Canad? donde, en la di?cesis de Antigonish (cuyo patrono es san Nini?n), los descendientes cat?licos de los inmigrantes escoceses todav?a hablan ga?lico.

Otros v?nculos pueden llevarnos a Australia y es con gran alegr?a y orgullo que los cat?licos escoceses, especialmente los de la di?cesis de Argyll and The Isles, esperan con ansia la canonizaci?n, en octubre de este a?o, de la beata Mary MacKillop, cuyos padres emigraron desde Escocia a Australia en el siglo XIX.

En 1982 Juan Pablo II visit? Escocia y dej? un recuerdo duradero no s?lo entre los cat?licos sino tambi?n en la m?s vasta comunidad cristiana y en la entera sociedad. Anim? a la Iglesia cat?lica de Escocia a tener un rol decisivo en la vida del pa?s y especialmente a ir adelante en el di?logo ecum?nico con los hermanos y hermanas cristianos.

En este 2010 esperamos con ansia la visita de Benedicto XVI mientras miramos hacia el futuro con confianza. En a?os recientes, la comunidad cat?lica se ha hecho m?s rica, gracias a una nueva ola de inmigraci?n desde Europa central y oriental, especialmente de Polonia y de la India meridional. La necesidad de un di?logo entre las religiones se ha vuelto mucho m?s apremiante de lo que era treinta a?os atr?s. Confiamos en que la voz del Papa ser? escuchada por nuestros hermanos y hermanas en Cristo, por la gente de otras religiones y por todas las personas de buena voluntad.

Por nuestra parte, como cat?licos podemos estar seguros de que ?l nos confirmar? en la fe y nos dar? el ?nimo y el apoyo que necesitamos para afrontar los desaf?os del presente y seguir dando testimonio de Cristo, que es camino, verdad y vida.?

[Publicado en L'Osservatore Romano
Traducci?n:?La Buhardilla de Jer?nimo]

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Publicado por verdenaranja @ 22:47  | Habla el Papa
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Declaraci?n que se ha le?do durante una conferencia de prensa de Mons. Oscar Aparicio, Obispo auxiliar de La Paz y Secretario general de la Conferencia Episcopal de Bolivia (CEB). (Fides)

La vida, don sagrado de Dios.?

La Conferencia Episcopal Boliviana sigue con honda preocupaci?n las noticias de frecuentes casos de linchamientos en diferentes puntos del pa?s. Todos ellos, indistintamente, desprecian el valor sagrado de la vida como don de Dios, y vulneran profundamente la dignidad humana y, por tanto, las bases fundamentales de la construcci?n de nuestra sociedad.

Desde hace tiempo se producen estos cr?menes, sin embargo en estos ?ltimos a?os han recrudecido en n?mero y con caracter?sticas de una violencia brutal e inhumana, justificados con argumentaciones insostenibles y que, en ciertos casos, rayan en la apolog?a del delito. Lo que causa a?n m?s inquietud es el hecho que las autoridades responsables del orden y de la defensa de los derechos de los ciudadanos, no logran prevenir ni sancionar adecuadamente a los responsables de semejantes hechos. La violencia y la muerte no son soluci?n a los problemas del hombre. Es necesario considerar que s?lo la racionalidad en las acciones humanas permitir? una sociedad en paz y amor.

Se podr?an identificar distintas causas de orden social, cultural y econ?mico de estos hechos, sin embargo, la ra?z de este mal est? en que hemos desterrado de nuestra vida personal y de nuestra sociedad a Dios,? lo que induce la falta de referencia moral? en el actuar y el desprecio a la vida en el coraz?n de las personas.

Es importante advertir que estos casos resultan tambi?n como consecuencia de una malentendida ?justicia comunitaria?, agravada por las ambig?edades contenidas en la actual legislaci?n, que no reglamenta sus alcances y responsabilidades, y en la que pretenden ampararse muchos de los responsables de estos cr?menes.

Una verdadera democracia no se edifica sobre la muerte, hay que tener la capacidad para encontrar alternativas de rehabilitaci?n para las personas que cometen faltas graves, pero jam?s eliminarlos, eso no es ?tico, ni humano, ni mucho menos cristiano.

En nombre de Dios condenamos vehementemente estos hechos y reafirmamos que ?s?lo Dios es Se?or de la vida y de la muerte. El respeto debido a la inviolabilidad y a la integridad de la vida f?sica tiene su culmen en el mandamiento positivo: Amar?s a tu pr?jimo como a ti mismo, con el cual Jesucristo obliga a hacerse cargo del pr?jimo?. (Compendio de la DSI N? 112).

Como Iglesia Cat?lica pedimos a todos los bolivianos que desterremos de una vez para siempre de nuestro pa?s estas pr?cticas inhumanas, que redescubramos los aut?nticos valores humanos y cristianos que nacen de la fe en el Dios de la Vida y del Amor.? A las instancias responsables civiles y policiales pedimos que extremen esfuerzos y tomen urgentemente todas las medidas necesarias para desterrar este grave flagelo, esclareciendo con prontitud estos hechos y sancionando a los culpables, puesto que ning?n argumento, social, cultural o moral puede justificar estos asesinatos.

Apostar por una cultura de vida es tener la capacidad de organizar la sociedad para que personas diferentes puedan vivir en un ambiente de complementariedad y mutuo beneficio. Que Nuestro Se?or nos ayude a todos a comprometernos decididamente a favor del respeto y la promoci?n de la dignidad de todo ser humano.

Secretar?a General de la
Conferencia Episcopal Boliviana
La Paz, 22 de septiembre de 2010


Publicado por verdenaranja @ 17:41  | Hablan los obispos
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Roma (Agencia Fides) - La situaci?n ocho a?os despu?s de la guerra, la difusi?n de creencias como la brujer?a, la brecha existente entre ricos y pobres, la necesidad de re-evangelizar parte del pa?s despu?s de 20 a?os de marxismo, son algunas de las cuestiones tratadas por Su Excelencia Mons. Antonio Jaca, Obispo de Caxito en la siguiente entrevista a la Agencia Fides.

Excelencia ?nos puede presentar su di?cesis y en particular los problemas de la evangelizaci?n?

Caxito es una di?cesis fundada por la divisi?n de la Archidi?cesis de Luanda, de la que surgieron dos nuevas di?cesis. Caxito tiene algo menos de un mill?n de habitantes de los cuales 400 mil son cat?licos. Existen diferentes sectas, principalmente de origen congole?o, y algunos fieles musulmanes, pero la mayor?a de los habitantes son cristianos, especialmente cat?licos.
Angola en 1991 celebr? sus 500 a?os de evangelizaci?n. Por lo tanto, no somos una nueva comunidad y llevamos sobre los hombros una larga historia de evangelizaci?n. Sin embargo hemos tenido m?s de 20 a?os de marxismo que ha dejado diversos da?os, especialmente entre las generaciones m?s j?venes. Hemos comenzado a re-evangelizar el pa?s. No es tarea f?cil, ya que se ha constatado que, a pesar de que las iglesias est?n llenas los domingos, la poblaci?n no est? suficientemente cristianizada. La fe no es lo suficientemente fuerte para combatir contra fen?menos como las sectas o contra viejas creencias como la brujer?a. Hace falta puntar en al formaci?n para asegurar que los nuevos bautizados est?n bien formados, hacer hincapi? en la formaci?n b?blica de nuestros fieles. Para estas tareas contamos con los catequistas. El reto es formarles para que sean una valiosa ayuda para los sacerdotes.

El Santo Padre durante su visita a Angola, advirti? a los fieles contra la brujer?a. ?Puede describirnos el fen?meno?

Las creencias relacionadas con la brujer?a son un problema muy grave, sobre todo porque hay ni?os y ancianos acusados de brujer?a. Es un problema que preocupa a la Iglesia, pero tambi?n el Estado ha comenzado a tomar nota del peligro que representan estas creencias. Desde la perspectiva de la Iglesia qui?n cree en la brujer?a es una persona que ha sido suficientemente evangelizada, cuya fe no es lo suficientemente fuerte para hacer que Cristo sea la ?nica respuesta de su vida. Intentamos formar a estas personas, dici?ndoles que el mal existe, el diablo trabaja, pero Cristo ha vencido el mal con la Resurrecci?n. As? que la fe nos dice que no hay nada m?s poderoso que Jes?s. As? que no hay raz?n para creer en los esp?ritus malignos que nos hacen da?o, porque la fe es nuestra mayor seguridad contra el mal. Estas creencias est?n arraigadas en la cultura popular. Tenemos que trabajar sobre todo con las nuevas generaciones para superar estas supersticiones, aumentando su fe. Porque cuanto m?s fuerte es la fe, m?s se es capaz de superar este tipo de creencias.

La brujer?a ?es un s?ntoma de la propagaci?n, tambi?n en Angola, de la cultura materialista?

No, tiene m?s que ver con la pobreza, la miseria, las dificultades de la vida y la cultura local. En la cultura Bantu hay que tener respuestas para todo: si alguien muere hay que saber por qu? ha muerto... Esto significa entender c?mo muri?, qui?n lo mat?. A esto se a?ade la pobreza, la falta de servicios sanitarios, la desnutrici?n, la alta mortalidad infantil que todav?a existe. Las personas se enfrentan a estas dificultades tratando de salir a trav?s de la brujer?a o entrando en las sectas, que refuerzan esas creencias.

La guerra civil termin? en 2002 ?ha dejado consecuencias en su di?cesis?

La mayor parte de mi di?cesis se ha visto afectada por la guerra. En el territorio se han establecido poblaciones originarias del sur de Angola. Existe el problema de hacerles regresar a su zona de origen, pero no es f?cil, porque la guerra ha causado heridas muy graves. Es cierto que el pueblo angole?o ha optado por olvidar el pasado, pero las heridas a?n no han sido sanadas, la gente encuentra dificultades para perdonar. Por tanto, debemos continuar la obra de la reconciliaci?n. Hemos creado la Comisi?n “Justicia, Paz y Reconciliaci?n” que trabaja para la poblaci?n no s?lo se olvide, sino que tambi?n perdone.
La guerra ha causado da?os sociales muy graves, pero esto se ven agravado por el hecho de que no existe suficiente atenci?n a nivel pol?tico para estos problemas. Hace falta invertir en la educaci?n y en el sistema sanitario. Durante mis tour por la di?cesis he visto misiones completamente destruidas a la espera de ser reconstruidas, me he dado cuenta de que las carreteras son insuficientes y he encontrado personas desplazadas sin papeles que tienen problemas para registrar a sus hijos.

?Se ha avanzado en la redistribuci?n de los ingresos del petr?leo de Angola?

Se ha avanzado en t?rminos econ?micos. En particular, se han reconstruido las principales carreteras que unen las ciudades m?s importantes, se han construido hospitales y escuelas, han aumentado las inversiones extranjera en el pa?s. El problema es que estos beneficios econ?micos tardan en traducirse en una mejora de la vida de la poblaci?n. Hay mucho dinero que circula en el pa?s, pero que no se distribuye. La brecha entre ricos y pobres est? creciendo y esto puede llevar a tensiones sociales. Se requieren mayores esfuerzos para mejorar la vida de las personas. Como parte de la Comisi?n Episcopal “Justicia y Paz” participo en un programa de supervisi?n de los presupuestos del Estado para controlar c?mo se gasta el dinero p?blico. En el pa?s crece la conciencia de hacer que la pol?tica rinda cuentas de su responsabilidad con respecto al bienestar de la poblaci?n. (L.M.) (Agencia Fides 23/9/2010)


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Jueves, 23 de septiembre de 2010

Art?culo de monse?or Felipe Arizmendi Esquivel, obispo de San Crist?bal de Las Casas, en el bicentenario de M?xico, sobre las "Excomuniones de Hidalgo y Morelos".

VER

Al celebrar el bicentenario de nuestra independencia, recordamos que fueron sacerdotes quienes la encabezaron, pues al estar muy cerca del sufrimiento del pueblo oprimido, sintieron en carne propia la necesidad de justicia y libertad.

Sin embargo, los no cat?licos no toleran que aduzcamos su sacerdocio como elemento inspirador de su lucha libertaria, y nos echan en cara que se les excomulg?, se les degrad?, se les conden? y se les fusil?. Al sacerdote Miguel Hidalgo, en vez de darle el t?tulo que la gente le daba de "Padre Hidalgo", le llaman con menosprecio "el Cura Hidalgo".

?Qu? decimos los obispos, en nuestra carta pastoral "Conmemorar nuestra historia desde la fe, para comprometernos hoy con nuestra patria"?

JUZGAR

"La reacci?n contraria (al movimiento de independencia) de miembros de la Jerarqu?a eclesi?stica se debi?, primero, a que todos ellos hab?an obtenido su nombramiento por el regalismo imperante, que por principio exclu?a la independencia de estos reinos; en segundo lugar, a que algunos, aun cuando estimaban necesarias varias reformas ben?ficas al pa?s, consideraban que la v?a de una insurrecci?n violenta traer?a mayores males; finalmente los excesos en que cayeron algunos insurrectos confirmaron esta idea.

En el caso de Hidalgo, desde 1800 se hab?an hecho denuncias por proposiciones supuestamente heterodoxas y por vida disipada en San Felipe. Sin embargo, ante la falta de pruebas y m?s bien gracias a testimonios muy favorables de la ortodoxia de Hidalgo, as? como de un cambio de vida, se archiv? el caso y los propios inquisidores reconocieron que la fama de Hidalgo era de "sabio, celoso p?rroco y lleno de caridad". Sin embargo, luego del Grito de Dolores, el fiscal de la Inquisici?n lo acus? de hereje e Hidalgo fue citado a comparecer. Respondi? algunos cargos desde Valladolid, y a todos puntualmente ya prisionero en Chihuahua, confesando su ?ntegra fe cat?lica.

Manuel Abad y Queipo, Obispo Electo de Valladolid, fue el primer prelado que reprob? la Insurrecci?n y adem?s declar? que Hidalgo y todos sus seguidores y favorecedores hab?an incurrido en excomuni?n por aprehender a personas consagradas. Esta reprobaci?n y declaraci?n fue refrendada luego por otros obispos. Los posteriores deg?ellos ocultos, sin juicio, de centenares de peninsulares civiles extra?dos de sus hogares, autorizados por Hidalgo, pusieron en entredicho la justicia del levantamiento y ciertamente, al incluirse dos personas consagradas en esos cr?menes, acarrearon la excomuni?n sobre sus autores. Hidalgo, durante los m?s de cuatro meses de su prisi?n, reconoci? este exceso de su movimiento, se doli? de ello, lo confes? sacramentalmente y le fue levantada, desde entonces, tal excomuni?n.

En cuanto a Morelos y otros, se les acus? de herejes. La ceremonia de degradaci?n impuesta a Hidalgo, Morelos y otros sacerdotes insurgentes, no fue sino una formalidad para despojarlos del fuero eclesi?stico y as? poder ejecutarlos.

Jos? Mar?a Morelos e Ignacio L?pez Ray?n, principales caudillos continuadores de Hidalgo, se apartaron de tales cr?menes. No obstante, el mismo Abad y Queipo los declar? nominalmente excomulgados, as? como a otros insurgentes, porque supuestamente no reconocieron la potestad de los obispos. Morelos, en manos de sus verdugos, tambi?n se reconcili? sacramentalmente varias veces, y aun cuando tuviera por inv?lida aquella excomuni?n, le fue levantada.

La Iglesia particip? en el homenaje de los caudillos insurgentes, recibiendo solemnemente los restos mortales de Miguel Hidalgo, de Jos? Mar?a Morelos, y otros, en la Catedral Metropolitana de la Arquidi?cesis de M?xico (1823)".

ACTUAR

Reconozcamos virtudes y errores de nuestros h?roes, y aprendamos a luchar pac?ficamente contra la injusticia, la exclusi?n de los pobres, la corrupci?n, la inseguridad, la violencia, el narcotr?fico y todos los males que limitan nuestra independencia y libertad.

Puede leerse el texto completo de la Carta Pastoral con motivo del bicentenario del M?xico en la p?gina de la Conferencia del Episcopado Mexicano: http://www.cem.org.mx


Publicado por verdenaranja @ 22:56  | Hablan los obispos
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ZENIT?? publica el mensaje que ha escrito monse?or Francisco Gil Hell?n, arzobispo de Burgos, en preparaci?n de la beatificaci?n de John Henry Newman durante el viaje que Benedicto XVI realizar? del 16 al 19 de setiembre a Gran Breta?a.?

John Henry Newman, intelectual, sacerdote y santo

El?pr?ximo 19 de septiembre, el Papa Benedicto XVI beatificar? a John Henry Newman, m?s conocido como "el Cardenal Newman", en el aeropuerto de Londres. Se trata de un acto de enorme calado y proyecci?n, porque as? hay que calificar tanto el hecho de que sea el Papa de Roma quien acuda a beatificar a un ex miembro de la Iglesia anglicana, precisamente en el coraz?n de esa misma Iglesia, como el que pueda hacerlo sin que se conmuevan los cimientos de la Iglesia de Inglaterra, en la que la Reina es su Jefe Supremo. No es, pues, de extra?ar que el acto haya suscitado un inusitado inter?s y sea cubierto por una nube de periodistas.

?Qui?n era Newman? Newman fue un ingl?s nacido en Londres, cuyo padre era banquero y su madre pertenec?a a una familia de fabricantes de papel. A los siete a?os fue enviado a una escuela privada, donde se distingui? por su inteligencia y buena conducta. Pronto comenz? a leer la Biblia, por la que se sinti? no s?lo atra?do sino subyugado. M?s adelante realiz? los estudios universitarios, en los cuales volvi? a sobresalir. Pero no se encerr? en lo estrictamente acad?mico, pues represent? obras de teatro en lat?n, tocaba el viol?n, gan? premios de oratoria y edit? publicaciones peri?dicas.

El a?o 1816 tuvo una influencia decisiva en su vida. El banco de su padre dio en quiebra, como consecuencia de las guerras napole?nicas, y ?l mismo contrajo una grave enfermedad, que, a la larga, ser?a una de las tres enfermedades que ?l calificar?a luego como ?providenciales'. Adem?s, tuvo una conversi?n religiosa, en cuanto que su fe deriv? hacia posiciones evang?licas y calvinistas, llegando a sostener que el Papa era el Anticristo. A?os m?s tarde, en 1824, fue ordenado presb?tero de la Iglesia de Inglaterra. Por esa ?poca se convirti? en p?rroco de St. Clement, en Oxford, donde permaneci? dos a?os, aunque sacando tiempo para publicar importantes y densos art?culos.

A finales de 1827, Newman sufre una especie de colapso nervioso, provocado por el exceso de trabajo y los problemas financieros de la familia, a lo que se uni? la muerte repentina de su hermana menor. Poco despu?s, en las vacaciones de 1928, comenz? a leer sistem?ticamente las obras de los Padres de la Iglesia.

Entr? en el llamado Movimiento de Oxford, el cual trataba de demostrar que la Iglesia de Inglaterra era la descendiente directa de la Iglesia de los Ap?stoles. Esto le llev? m?s tarde a reconsiderar la relaci?n de la Iglesia de Inglaterra con la Iglesia Cat?lica Romana. Los puntos de vista de Newman fueron asumiendo progresivamente un mayor tono cat?lico. En 1842 se retir? a Littlemore y vivi? como monje con un peque?o grupo de seguidores y en condiciones de gran austeridad f?sica. A sus disc?pulos les asign? la tarea de escribir sobre la vida de los santos ingleses, mientras ?l escrib?a ?Ensayos sobre el desarrollo de la doctrina cristiana?. Poco a poco se fue reconciliando con el dogma y la liturgia de la Iglesia Cat?lica. En 1843 hizo una retractaci?n formal de todas las afirmaciones pronunciadas contra la Iglesia Romana y en septiembre de ese mismo a?o predic? su ?ltimo serm?n como anglicano. Dos a?os m?s tarde se convirti? al catolicismo, siendo ordenado sacerdote cat?lico en junio de 1847.

En 1889 a los 88 a?os de edad, fue nombrado por Le?n XIII cardenal de la Iglesia Cat?lica. Muri? el 11 de agosto del a?o siguiente. En 1991 fue declarado Venerable y el 3 de junio de 2009 la Santa Sede promulg? el decreto que le atribuye un milagro. El pr?ximo 19 de septiembre ser? beatificado por Benedicto XVI.

El nuevo beato nos ha dejado en herencia tres grandes amores: a la verdad, a la Sagrada Escritura y a los Padres de la Iglesia. Los tres son de suma actualidad e importancia.


Publicado por verdenaranja @ 22:51  | Hablan los obispos
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Desde la Oficina de Prensa del Obispado de Tenerife nos env?an el siguiente gui?n lit?rgico para la celebraci?n del "D?a de la Merced".

?24 de Septiembre:Dia de la Merced??
A tener en cuenta el mismo dia 24 viernes o este fin de semana. Se podr?an usar las oraciones del Misal ?misa por los encarcelados??

1. MONICI?N DE ENTRADA????????

???????? Nos reunimos en el nombre del Se?or Jes?s para celebrar la eucarist?a, memorial de su muerte y resurrecci?n. Como cada a?o al comienzo del curso pastoral, celebramos la Campa?a de la Merced, patrona de las prisiones, que nos llama a solidarizarnos con todos los privad@s de libertad. No podemos olvidar que siguen habiendo miles de personas en situaci?n de exclusi?n y marginaci?n social.

???????? En esta campa?a de sensibilizaci?n se nos invita de una manera especial a reflexionar sobre la situaci?n de tantos hermanos nuestros a los que al dolor de la reclusi?n se les une el de la enfermedad f?sica o ps?quica.

Comenzamos la eucarist?a.?

2. ORACI?N DE LOS FIELES?

Unidos y con confianza filial, oramos a Dios, Padre de todos los hombres.?

1.- Para que en nuestro mundo tan dividido entre ricos y pobres haya una mayor solidaridad y se combata la desigualdad y la injusticia defendiendo el derecho a vivir con dignidad que tienen los pobres de la tierra. Roguemos al Se?or.?

2.- Por las personas que buscan una salida digna a sus vidas. Por aquellos que sufren la marginaci?n y el olvido por causa de su enfermedad. Para que las instituciones p?blicas y nuestra propia Iglesia pongan en marcha todos los recursos posibles para impulsar de manera eficaz procesos de inserci?n social para los m?s pobres y excluidos. Roguemos al Se?or.?

3.- Por los voluntarios de la Pastoral Penitenciaria de nuestra Di?cesis. Para que conscientes de la gran tarea que realizan ayuden al conjunto de la comunidad cristiana a? sentirse m?s cerca de todos los privados de libertad y a trabajar por conseguir su reinserci?n social.Roguemos al Se?or?

4.- Por cuantos nos hemos reunido en esta eucarist?a. Para que el Se?or mueva nuestros corazones y nos lleve a estar m?s cerca de las personas m?s excluidas. Roguemos al Se?or.?

Se?or, que el amor con el que t? nos amas despierte en nosotros una mayorsensibilidad hacia todos nuestros hermanos. Por Cristo nuestro Se?or


Publicado por verdenaranja @ 17:30  | Liturgia
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REDACCI?N DE "IGLESIA NIVARIENSE"
C. San Agust?n, n? 28
38201. La Laguna. Tenerife.
Tfno. 922-25 86 40 / Extensi?n 8
e-mail: [email protected]

Bolet?n 402?

LAS NOTICIAS AMPLIADAS EN EL BLOG: http://www.comunicacionobispadodetenerife.blogspot.com/?

??? La tradicional festividad de Los Reyes volver? a reunir a los herre?os con la Patrona el 24 de septiembre. Durante la noche, los devotos de la Madre Amada ir?n acerc?ndose al santuario de La Dehesa en la tradicional peregrinaci?n de los Faroles. A primera horas de la ma?ana del viernes, 24, se celebrar? una misa para peregrinos. Posteriormente, a las once de la ma?ana, el Vicario General, Antonio P?rez, presidir? una Misa en el Santuario, en la cual se bendecir? el nuevo retablo de la Virgen. Tras la Eucarist?a la Imagen ser? sacada en procesi?n.

??????????????? Ese mismo d?a, se celebra a la patrona de las personas que est?n presas y de los trabajadores de los centros penitenciarios, Nuestra Se?ora de la Merced.? Con tal motivo, el obispo presidir? una Eucarist?a en la c?rcel de Tenerife. Tras la Eucarist?a, se desarrollar? un acto institucional en donde la Pastoral Penitenciaria de la di?cesis recibir? la Medalla de Plata al M?rito Social, premio que otorga la Secretaria General de Instituciones Penitenciarias

????? El Obispo, Bernardo ?lvarez, se ha reunido con los sacerdotes de servicio en las islas de La Gomera, El Hierro y la Palma a los que ha impartido el retiro de comienzo de curso. Igualmente esta cita, ha servido para exponer el objetivo preferente del vigente Curso y la pr?xima evaluaci?n del Plan Diocesano de Pastoral. Adem?s, los participantes pudieron compartir las distintas realidades pastorales de cada isla.

????? El pr?ximo s?bado, 25 de septiembre, quienes se reunir?n para programar el presente curso ser?n los miembros de la Vicar?a de La Laguna y los coordinadores arciprestales de catequesis.

?El rotativo Diario de Avisos se ocupa en una amplia informaci?n publicada este jueves de la situaci?n de dificultad por la que pasa el Archivo Hist?rico Diocesano. El peri?dico recoge unas declaraciones de su director, Miguel ?ngel Navarro, en la que expone que se recibe un millar de solicitudes de certificados de nacimiento de antepasados canarios, una situaci?n que no puede sostener sin el apoyo de las administraciones.

Este s?bado, en la parroquia de El Paso se celebrar? una Misa de acci?n de gracias en el momento de la despedida del ?instituto secular catequistas de la Virgen del Pino?.

???? Francisco Ruiz P?rez, S.J., tom? posesi?n de su cargo de provincial de Espa?a de la Compa??a de Jes?s, en la parroquia jesuita de San Francisco de Borja (Madrid). Con un sencillo acto de lectura del nombramiento del cargo y una eucarist?a posterior, el jesuita palmero Francisco Ruiz P?rez, S.J., se convirti? oficialmente en el nuevo provincial de Espa?a. Entre sus retos estar? impulsar la integraci?n de las provincias jesuitas, un proceso que est? previsto finalice en 2016.

????? La Bas?lica de Candelaria acogi? la profesi?n como dominico de ?ngel Luis Fari?a P?rez. La celebraci?n estuvo presidida por el prior de la Bas?lica Fray Alexis. Fari?a ha indicado que "mi profesi?n en la Orden de Predicadores se ha llevado a cabo en Tenerife, porque as? lo deseaba yo y as? lo ha tenido a bien el Prior Provincial. Yo no olvido, ni puedo olvidar, ni quiero, que esta es mi tierra; que aqu? comenz? mi formaci?n y que gracias a esta Di?cesis he llegado a donde me encuentro hoy. Estoy infinitamente agradecido a esta Iglesia Diocesana, la cual me tiene a su entera disposici?n".

Ya est? disponible, en las librer?as diocesanas el plan de formaci?n continua para los catequistas. Durante los dos pr?ximos a?os, estos agentes de pastoral son invitados a capacitarse en relaci?n a los contenidos de la catequesis. Para ello, el material formativo repasa el contenido del Credo.

????? El pr?ximo 1 de octubre, a partir de las 19:00 horas,? tendr? lugar la apertura de curso del Instituto Superior de Teolog?a de Tenerife y del Seminario. Tras la Eucarist?a en la capilla del centro, presidida por el Obispo, Bernardo ?lvarez, se desarrollar? la sesi?n acad?mica.

???? Con una notable participaci?n se desarroll? en el colegio de La Milagrosa, en la Orotava un curso formativo titulado: "los j?venes y los sacramentos". Distintos miembros del departamento de pastoral con j?venes y de catequesis, est?n llevando adelante esta iniciativa dirigida, fundamentalmente, a catequistas y j?venes de esta zona norte de Tenerife.

??? Asimismo, el departamento de pastoral con j?venes ha organizado un concierto sobre la vida de San Pablo en la sala Teobaldo Power de La Orotava para el 16 de octubre. Se trata de una iniciativa que servir? como introducci?n para el Encuentro Diocesano con J?venes en Noviembre. El concierto comenzar? a las 20:30 horas y el precio de las entradas es de 10 Euros.

?? El Obispo bendijo las obras de restauraci?n en el Santuario de Puntallana agradeciendo a las distintas administraciones p?blicas el esfuerzo realizado en la recuperaci?n de este espacio. La patrona gomera, Nuestra Se?ora de Guadalupe, se encuentra ya en este remozado santuario, tras permanecer casi dos a?os en el templo de la Asunci?n, a donde fue trasladada, en el marco de su lustral ?Bajada?, en octubre de 2008.

?? Los pr?ximos d?as 1 y 2 de octubre, los responsables nacionales de Radio Mar?a estar?n en Tenerife para llevar a cabo un encuentro con los oyentes. El sacerdote y director de contenidos de la cadena, Esteban Munilla y el coordinador de la emisora, Rafael Lozano estar?n el 1 de octubre, a las 20:15 horas, en el sal?n de actos del colegio salesiano ?San Isidro?, en La Orotava. Un d?a m?s tarde, se desplazar?n a Santa Cruz de Tenerife. En la capital tinerfe?a realizar?n un programa en directo, a las 16:00 horas desde el sal?n de actos de la parroquia de San Francisco de As?s, presentando la nueva programaci?n de Radio Mar?a. Posteriormente, a las 18:00 horas, tendr? lugar otro encuentro con los oyentes de Radio Mar?a.

?? A las 21:00 horas del jueves 23, se llevar? a cabo el tercer y ?ltimo acto del programa de conciertos de Luna, que se celebra en Chinguaro. Organizado por C?ritas Interparroquial de G??mar y la Mayordom?a de Chinguaro, en esta ocasi?n la actuaci?n prevista ser? la del grupo ?Insomnia?, que ofrecer? un repertorio de jazz, blues y pop.

? Esta semana el barrio de Redondo se engalan? de nuevo para celebrar que hace 50 a?os se bendijo la ermita dedicada a San Pedro y la Virgen de la Piedad. Dicha ermita fue construida por los mismos vecinos.

? El Ayuntamiento de La Laguna sufragar? el alojamiento y atenci?n especializada de 25 mayores del municipio en la casa de acogida Madre del Redentor. Ello ser? posible a ra?z de la pr?rroga del convenio de colaboraci?n con esta fundaci?n que ha suscrito el alcalde, Fernando Clavijo, por un importe anual de 33.549 euros con destino a sufragar los gastos de este servicio.

? En Adeje, dentro de la II Visita Lustral, la Virgen de la Encarnaci?n tras acudir a la parroquia de Arme?ime, se encamin? hacia Los Olivos donde estuvo acompa?ada por m?s de 1.000 personas entre las que se encontr? un numeroso grupo procedente de La Gomera, concretamente de Valle Gran Rey que, junto a su alcalde le rindieron honores con su tradicional Ramo de Frutas y el acompa?amiento del Grupo de Ch?caras y Tambores, y del Grupo de Folclore. Posteriormente, se inici? la procesi?n hasta el barrio de Las Nieves.

? El Ayuntamiento de La Laguna destinar? una ayuda de 25.440 euros para financiar un proyecto de C?ritas Diocesana de Tenerife para la promoci?n de las personas en situaci?n de exclusi?n social.

?? La Virgen del Socorro contin?a su visita a todas las zonas de este barrio de Tegueste con motivo de sus fiestas. La devoci?n hacia la Virgen Nuestra Se?ora del Socorro se ha venido manifestando en diversas formas desde la primera fundaci?n de la ermita en el siglo XVI, convirti?ndola en uno de los puntos importantes de fervor mariano de Tenerife. La procesi?n de retorno a la iglesia de El Socorro ser? el s?bado d?a 25 de septiembre.

? El pasado domingo 19 de septiembre tuvo lugar el sexto encuentro de la ?poca moderna entre isoranos y romeros de Garachico, que desde 1995 visitan cada 5 a?os Gu?a de Isora con la primitiva imagen de la Virgen de Gu?a. Los romeros garachiquenses vienen a Gu?a casco, seg?n marcaba la tradici?n, en procesi?n con la primitiva imagen de la Virgen de Gu?a que custodian en el convento de Garachico las monjas franciscanas concepcionistas. Adem?s, se celebr? una solemne funci?n religiosa presidida por el vicario general de la Di?cesis, Domingo Navarro Mederos.

? Ya se ha empezado a distribuir el programa de actos religiosos con motivo del 25 Aniversario de la Hermandad Lagunera de Nuestra Se?ora de Las Mercedes. Jes?s Manuel Gil Ag??n, p?rroco de Las Mercedes ha invitado a vivir estas fiestas entra?ables con esp?ritu de fe. "Adornemos nuestras casas y hagamos fiesta, porque celebramos a nuestra Madre, aquella que siempre, a trav?s de los siglos, ha estado con nosotros y ha intercedido ante Dios" - indica Ag??n en la salutaci?n del programa.

? El pleno del Cabildo insular de La Palma ha aprobado la propuesta de iniciar el expediente necesario para la concesi?n, a t?tulo p?stumo, de Hija Adoptiva de La Palma a Sor Josefa Argote, en reconocimiento a sus a?os de trabajo y dedicaci?n en la Villa de Garaf?a a favor de los m?s desfavorecidos.?

?? ?La vida es la m?s bella escuela? es el t?tulo del libro escrito por el sacerdote Crist?bal P?rez Vega que se presentar? en el templo de Santiago Ap?stol, en G?ldar, el 12 de octubre, a las 19:30 horas. Dicha obra comprende 130 poemas, divididos en siete cap?tulos, que realizan un viaje por las diferentes etapas de la vida de una persona. ?La imagen de la portada refleja lo que pretendo transmitir con este libro? ?indic? P?rez Vega. ?Se trata de un viejo olivo que siempre da aceite fresca. Todos debemos pensar que una persona por vieja que sea y por oto?os que viva, siempre puede dar lo mejor de s? mismo.?


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Reflexi?n de Jos? Antonio Pagola para el evangelio del domingo veintis?is del Tiempo Ordinario - C, ofrecida por la Delegaci?n Diocesana de Ense?anza de la Di?cesis de Tenerife.

NO IGNORAR AL QUE SUFRE?????????????

???????? El contraste entre los dos protagonistas de la par?bola es tr?gico. El rico se viste de p?rpura y de lino. Toda su vida es lujo y ostentaci?n. S?lo piensa en ?banquetear espl?ndidamente cada d?a?. Este rico no tiene nombre pues no tiene identidad. No es nadie. Su vida vac?a de compasi?n es un fracaso. No se puede vivir s?lo para banquetear.

???????? Echado en el portal de su mansi?n yace un mendigo hambriento, cubierto de llagas. Nadie le ayuda. S?lo unos perros se le acercan a lamer sus heridas. No posee nada, pero tiene un nombre portador de esperanza. Se llama ?L?zaro? o ?Eliezer?, que significa ?Mi Dios es ayuda?.

???????? Su suerte cambia radicalmente en el momento de la muerte. El rico es enterrado, seguramente con toda solemnidad, pero es llevado al ?Hades? o ?reino de los muertos?. Tambi?n muere L?zaro. Nada se dice de rito funerario alguno, pero ?los ?ngeles lo llevan al seno de Abrah?n?. Con im?genes populares de su tiempo, Jes?s recuerda que Dios tiene la ?ltima palabra sobre ricos y pobres.

???????? Al rico no se le juzga por explotador. No se dice que es un imp?o alejado de la Alianza. Simplemente, ha disfrutado de su riqueza ignorando al pobre. Lo ten?a all? mismo, pero no lo ha visto. Estaba en el portal de su mansi?n, pero no se ha acercado a ?l. Lo ha excluido de su vida. Su pecado es la indiferencia.

???????? Seg?n los observadores, est? creciendo en nuestra sociedad la apat?a o falta de sensibilidad ante el sufrimiento ajeno. Evitamos de mil formas el contacto directo con las personas que sufren. Poco a poco, nos vamos haciendo cada vez m?s incapaces para percibir su aflicci?n.

???????? La presencia de un ni?o mendigo en nuestro camino nos molesta. El encuentro con un amigo, enfermo terminal, nos turba. No sabemos qu? hacer ni qu? decir. Es mejor tomar distancia. Volver cuanto antes a nuestras ocupaciones. No dejarnos afectar.

???????? Si el sufrimiento se produce lejos es m?s f?cil. Hemos aprendido a reducir el hambre, la miseria o la enfermedad a datos, n?meros y estad?sticas que nos informan de la realidad sin apenas tocar nuestro coraz?n. Tambi?n sabemos contemplar sufrimientos horribles en el televisor, pero, trav?s de la pantalla, el sufrimiento siempre es m?s irreal y menos terrible. Cuando el sufrimiento afecta a alguien m?s pr?ximo a nosotros, no esforzamos de mil maneras por anestesiar nuestro coraz?n.

???????? ?Quien sigue a Jes?s se va haciendo m?s sensible al sufrimiento de quienes encuentra en su camino. Se acerca al necesitado y, si est? en sus manos, trata de aliviar su situaci?n.?

Jos? Antonio Pagola?

Red evangelizadora BUENAS NOTICIAS
?26 de septiembre de 2010
26 Tiempo ordinario (C)


Publicado por verdenaranja @ 17:13  | Espiritualidad
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Mi?rcoles, 22 de septiembre de 2010

ZENIT? nos ofrece el ?ltimo discurso del Papa Benedicto XVI en tierras brit?nicas, al despedirse del Primer Ministro David Cameron y de las autoridades que le acompa?aron al aeropuerto internacional de Birmingham, el domingo 19 de Septiembre de 2010.

Se?or Primer Ministro

Le agradezco sus cordiales palabras de despedida en nombre del Gobierno de Su Majestad y del pueblo del Reino Unido. Estoy muy agradecido por el intenso trabajo de preparaci?n, tanto del Gobierno actual como del precedente, del servicio civil, de las autoridades locales y la polic?a, y de los numerosos voluntarios que pacientemente han ayudado a preparar los eventos de estos cuatro d?as. Gracias por vuestra calurosa acogida y por la hospitalidad que me hab?is dispensado.

En el tiempo que he estado con vosotros, he encontrado a representantes de muchas comunidades, culturas, lenguas y religiones que componen la sociedad Brit?nica. La gran diversidad de la moderna Gran Breta?a es un desaf?o para su Gobierno y su pueblo, pero tambi?n representa una gran oportunidad de mayor di?logo intercultural e interreligioso que enriquecer? a toda la comunidad.

En estos d?as, he agradecido la oportunidad de encontrarme con Su Majestad la Reina, as? como con usted y otros l?deres pol?ticos, y hablar sobre cuestiones de mutuo inter?s, tanto internas como externas. Me he sentido particularmente honrado al recibir la invitaci?n para dirigirme a las dos C?maras del Parlamento en el hist?rico recinto de Westminster Hall. Deseo sinceramente que estos encuentros contribuyan a confirmar y fortalecer las excelentes relaciones entre la Santa Sede y el Reino Unido, especialmente en la cooperaci?n para el desarrollo internacional, el cuidado del medio ambiente y la construcci?n de una sociedad civil con un renovado sentido de valores compartidos y metas comunes.

Fue asimismo una satisfacci?n visitar a Su Gracia, el Arzobispo de Canterbury, y a los Obispos de la Iglesia de Inglaterra, orando posteriormente con ellos y nuestros hermanos cristianos en los sugerentes alrededores de la Abad?a de Westminster, un lugar que habla con mucha elocuencia de las tradiciones y cultura que compartimos. Puesto que Gran Breta?a acoge a muchas tradiciones religiosas, he agradecido la oportunidad de encontrar a sus representantes y compartir con ellos algunas ideas acerca de la contribuci?n que las religiones pueden ofrecer al desarrollo de una sana sociedad plural.

Naturalmente, mi visita ha estado dirigida de un modo especial a los cat?licos del Reino Unido. Aprecio much?simo el tiempo que he pasado con los Obispos, sacerdotes, religiosos y laicos, y con los profesores, alumnos y personas mayores. Ha sido especialmente conmovedor celebrar con ellos, aqu? en Birmingham, la beatificaci?n de un gran hijo de Inglaterra, el Cardenal John Henry Newman. Estoy convencido de que, con su vasto legado de escritos acad?micos y espirituales, tiene todav?a mucho que ense?arnos sobre la vida y el testimonio cristiano en medio de los desaf?os del mundo actual, desaf?os que ?l previ? con sorprendente claridad.

Al despedirme de vosotros, os aseguro una vez m?s mis mejores deseos y oraciones por la paz y prosperidad de Gran Breta?a. Much?simas gracias y que Dios os bendiga a todos.

* * * * *

Telegrama a la Reina en el momento de dejar Gran Breta?a?

SU MAJESTAD LA REINA ISABEL II
Al salir de Reino Unido a la conclusi?n de mi visita apost?lica renuevo mi profunda gratitud a Su Majestad por la acogida amable y las m?ltiples atenciones que usted, su Gobierno y el pueblo brit?nico me han brindado durante mi estancia (.) Pido al Dios Alt?simo que gu?e a la naci?n de acuerdo con su voluntad y que la confirme siempre en los caminos de la justicia, la libertad y la paz (.) Sobre todos invoco de coraz?n las abundantes bendiciones del Se?or.?

BENEDICTUS PP. XVI

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Publicado por verdenaranja @ 22:36  | Habla el Papa
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ZENIT? nos ofrece el discurso que el Papa Benedicto XVI dirigi?el domingo 19 de? Septiembre de 2010?a los obispos de Inglaterra y Gales, en la capilla de la Francis Martin House, en el Seminario de Oscott (Birmingham), antes de dirigirse al aeropuerto.

Mis queridos Hermanos en el Episcopado

?ste ha sido un d?a de gran alegr?a para la comunidad cat?lica en estas islas. El Beato John Henry Newman, como ya podemos llamarle, ha sido elevado a los altares como un ejemplo de fidelidad heroica al Evangelio y un intercesor para la Iglesia en esta tierra a la que tanto am? y sirvi?. Aqu?, en esta misma capilla, en 1852, dio su voz a la nueva confianza y vitalidad de la comunidad cat?lica en Inglaterra y Gales despu?s de la restauraci?n de la jerarqu?a, y sus palabras podr?an aplicarse por igual a Escocia un cuarto de siglo m?s tarde. Su beatificaci?n nos recuerda hoy la acci?n permanente del Esp?ritu Santo, convocando con sus dones al pueblo de Gran Breta?a a la santidad, para que, de este a oeste y de norte a sur, se ofrezca un sacrificio perfecto de alabanza y acci?n de gracias para gloria del nombre de Dios.

Agradezco al Cardenal O'Brien y al Arzobispo Nichols sus palabras, y al hacerlo as?, recuerdo c?mo hace poco tuve la oportunidad de saludaros a todos en Roma, con motivo de las visitas ad Limina de vuestras respectivas Conferencias Episcopales. Hablamos entonces de algunos de los retos que afront?is al apacentar a vuestros fieles, en particular la necesidad urgente de anunciar nuevamente el Evangelio en un ambiente muy secularizado. Durante mi visita, he percibido con claridad la sed profunda que el pueblo brit?nico tiene de la Buena Noticia de Jesucristo. Dios os ha escogido para ofrecerle el agua viva del Evangelio, anim?ndolo a poner su esperanza, no en las vanas seducciones de este mundo, sino en las firmes promesas del mundo venidero. Al anunciar la venida del Reino, con su promesa de esperanza para los pobres y necesitados, los enfermos y ancianos, los no nacidos y los desamparados, aseguraos de presentar en su plenitud el mensaje del Evangelio que da vida, incluso aquellos elementos que ponen en tela de juicio las opiniones corrientes de la cultura actual. Como sab?is, he creado recientemente el Consejo Pontificio para la Nueva Evangelizaci?n de los pa?ses de antigua tradici?n cristiana, y os animo a hacer uso de sus servicios al acometer vuestras tareas. Adem?s, muchos de los nuevos movimientos eclesiales tienen un carisma especial para la evangelizaci?n, y s? que continuar?is estudiando los medios apropiados y eficaces para que participen en la misi?n de la Iglesia.

Desde vuestra visita a Roma, los cambios pol?ticos en el Reino Unido han centrado la atenci?n en las consecuencias de la crisis financiera, que ha causado tantas dificultades a innumerables personas y familias. El espectro del desempleo proyecta su sombra sobre las vidas de muchas personas, y el coste a largo plazo de las pr?cticas de inversi?n imprudente de los ?ltimos tiempos est? siendo muy evidente. En estas circunstancias, ser? necesario apelar nuevamente a la caracter?stica generosidad de los cat?licos brit?nicos, y s? que vais a tomar la iniciativa de urgir la solidaridad con los menesterosos. La voz prof?tica de los cristianos ha jugado un papel importante al poner de relieve las necesidades de los pobres e indigentes, a quienes muy f?cilmente se descuida en la asignaci?n de unos recursos limitados. En su instrucci?n Elegir el bien com?n, los Obispos de Inglaterra y Gales han subrayado la importancia de practicar la virtud en la vida p?blica. Las actuales circunstancias ofrecen una buena oportunidad para reforzar ese mensaje, y tambi?n para alentar a todos a aspirar a unos valores morales superiores en todos los ?mbitos de sus vidas, en oposici?n a un contexto de creciente escepticismo incluso sobre la posibilidad misma de una vida virtuosa.

Otro asunto que ha llamado mucho la atenci?n en los ?ltimos meses, y que socava gravemente la credibilidad moral de los Pastores de la Iglesia, es el vergonzoso abuso de ni?os y j?venes por parte de sacerdotes y religiosos. He hablado en muchas ocasiones de las profundas heridas que causa dicho comportamiento, en primer lugar en las v?ctimas, pero tambi?n en las relaciones de confianza que deben existir entre los sacerdotes y el pueblo, entre los sacerdotes y sus obispos, y entre las autoridades de la Iglesia y la gente en general. S? que hab?is adoptado serias medidas para poner remedio a esta situaci?n, para asegurar que los ni?os est?n eficazmente protegidos contra los da?os y para hacer frente de forma adecuada y transparente a las denuncias que se presenten. Hab?is reconocido p?blicamente vuestro profundo pesar por lo ocurrido, y las formas, a menudo insuficientes, con que esto se abord? en el pasado. Vuestra creciente toma de conciencia del alcance del abuso de menores en la sociedad, sus efectos devastadores, y la necesidad de proporcionar un correcto apoyo a las v?ctimas deber?a servir de incentivo para compartir las lecciones que hab?is aprendido con la comunidad en general. En efecto, ?qu? mejor manera podr?a haber de reparar estos pecados que acercarse, con un esp?ritu humilde de compasi?n, a los ni?os que siguen sufriendo abusos en otros lugares? Nuestro deber de cuidar a los j?venes no exige menos.

Al reflexionar sobre la fragilidad humana que estos tr?gicos sucesos tan crudamente han puesto de manifiesto, hemos de recordar que, si queremos ser Pastores cristianos eficaces, debemos llevar una vida con la mayor integridad, humildad y santidad. Como escribi? el Beato John Henry Newman en cierta ocasi?n: ??Oh Dios, concede a los sacerdotes sentir su debilidad como hombres pecadores, y al pueblo compadecerse de ellos, y amarles y orar por el aumento en ellos de los dones de la gracia? (Serm?n, 22 de marzo de 1829). Rezo para que, entre las gracias de esta visita, se d? una renovada dedicaci?n en los Pastores cristianos a la vocaci?n prof?tica que han recibido, y para que haya un nuevo aprecio en el pueblo del gran don del ministerio ordenado. La oraci?n por las vocaciones brotar? entonces de manera espont?nea, y podemos estar seguros de que el Se?or responder? con el env?o de obreros a recoger la cosecha abundante que ha preparado en todo el Reino Unido (cf. Mt 9,37-38). A este respecto, me alegro del encuentro que tendr? pr?ximamente con los seminaristas de Inglaterra, Escocia y Gales. Les aseguro mis oraciones mientras se preparan para tomar parte en esta cosecha.

Por ?ltimo, me gustar?a hablar con vosotros acerca de dos cuestiones espec?ficas que afectan a vuestro ministerio episcopal en este momento. Una de ellas es la inminente publicaci?n de la nueva traducci?n del Misal Romano. Quiero aprovechar esta oportunidad para agradeceros a todos la contribuci?n que hab?is realizado, con mucho esmero, revisando y aprobando colegialmente los textos. Esto servir? de gran ayuda a los cat?licos de todo el mundo de habla inglesa. Os animo ahora a aprovechar la oportunidad que ofrece la nueva traducci?n para una catequesis m?s profunda sobre la Eucarist?a y una renovada devoci?n en la forma de su celebraci?n. ?Cuanto m?s viva es la fe eucar?stica en el Pueblo de Dios, tanto m?s profunda es su participaci?n en la vida eclesial a trav?s de la adhesi?n consciente a la misi?n que Cristo ha confiado a sus disc?pulos? (Sacramentum caritatis, 6). El otro asunto lo abord? en febrero con los Obispos de Inglaterra y Gales, cuando los invit? a ser generosos en la aplicaci?n de la Constituci?n Apost?lica Anglicanorum Coetibus. Esto deber?a contemplarse como un gesto prof?tico que puede contribuir positivamente al desarrollo de las relaciones entre anglicanos y cat?licos. Nos ayuda a fijar nuestra atenci?n en el objetivo ?ltimo de toda actividad ecum?nica: la restauraci?n de la plena comuni?n eclesial en un contexto en el que el intercambio rec?proco de dones de nuestros respectivos patrimonios espirituales nos enriquezca a todos. Sigamos rezando y trabajando sin cesar con el fin de acelerar el gozoso d?a en que ese objetivo se pueda lograr.

Con estos sentimientos, os doy las gracias de coraz?n por vuestra hospitalidad durante los ?ltimos cuatro d?as. A la vez que os conf?o a vosotros y al pueblo que serv?s a la intercesi?n de San Andr?s, San David y San Jorge, os imparto complacido mi Bendici?n Apost?lica, que extiendo al clero, a los religiosos y fieles de Inglaterra, Escocia y Gales.

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Publicado por verdenaranja @ 22:32  | Habla el Papa
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ZENIT? publica las palabras que dirigi? Benedicto XVI?el domingo, 19 de Septiembre e 2010,?tras rezar la oraci?n mariana del ?ngelus al concluir la celebraci?n eucar?stica de beatificaci?n del cardenal John Henry Newman (1801-1890), en el Cofton Park de Rednal, Birmingham.

Hermanos y hermanas en Jesucristo:

Deseo enviar mi saludo al pueblo de Sevilla, donde ayer fue beatificada la Madre Mar?a de la Pur?sima de la Cruz. Que la Beata Mar?a inspire a las j?venes a seguir su ejemplo de amor incondicional a Dios y al pr?jimo.

Cuando el Beato John Henry Newman vino a vivir a Birmingham, dio el nombre de "Maryvale" a su primera casa en este lugar. El Oratorio que fund? est? dedicado a la Inmaculada Concepci?n de la Sant?sima Virgen. Y puso bajo el patrocinio de Mar?a,?Sedes Sapientiae, la Universidad Cat?lica de Irlanda. De muchas maneras, vivi? su ministerio sacerdotal con un esp?ritu de devoci?n filial a la Madre de Dios. Meditando acerca de su papel en el desarrollo del plan de Dios para nuestra salvaci?n, lleg? a exclamar: ??Qui?n puede apreciar la santidad y la perfecci?n de Aquella que fue elegida para ser la Madre de Cristo? ?Qu? dones debi? tener, quien fue elegida para ser el ?nico familiar m?s cercano en la tierra al Hijo de Dios, la ?nica a quien ?l estaba obligado por naturaleza a venerar y admirar; la escogida para guiarle y educarle, para instruirle d?a a d?a, a medida que crec?a en sabidur?a y en estatura?? (Parochial and Plain Sermons, II, 131-2). Porque fue agraciada copiosamente, la veneramos y, por la intimidad con su divino Hijo, buscamos l?gicamente su intercesi?n en nuestras propias necesidades y las del mundo entero. Ahora, nos dirigimos a nuestra Madre Sant?sima con las palabras del ?ngel y le confiamos las intenciones que llevamos en nuestro coraz?n.

[Traducci?n distribuida por la Santa Sede

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Publicado por verdenaranja @ 22:28  | Habla el Papa
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ZENIT? publica la homil?a que pronunci? Benedicto XVI?el domingo, 19 de Septiembre de 2010,?al presidir en el?Cofton Park de Rednal,?Birmingham, la celebraci?n eucar?stica de beatificaci?n de John Henry Newman (1801-1890), cardenal y fundador de los Oratorios de San Filipino Neri, en Inglaterra.

Queridos hermanos y hermanas en Cristo:

Nos encontramos aqu? en Birmingham en un d?a realmente feliz. En primer lugar, porque es el d?a del Se?or, el Domingo, el d?a en que el Se?or Jesucristo resucit? de entre los muertos y cambi? para siempre el curso de la historia humana, ofreciendo nueva vida y esperanza a todos los que viven en la oscuridad y en sombras de muerte. Es la raz?n por la que los cristianos de todo el mundo se re?nen en este d?a para alabar y dar gracias a Dios por las maravillas que ha hecho por nosotros. Este domingo en particular representa tambi?n un momento significativo en la vida de la naci?n brit?nica, al ser el d?a elegido para conmemorar el setenta aniversario de la Batalla de Inglaterra. Para m?, que estuve entre quienes vivieron y sufrieron los oscuros d?as del r?gimen nazi en Alemania, es profundamente conmovedor estar con vosotros en esta ocasi?n, y poder recordar a tantos conciudadanos vuestros que sacrificaron sus vidas, resistiendo con tes?n a las fuerzas de esta ideolog?a demon?aca. Pienso en particular en la vecina Coventry, que sufri? dur?simos bombardeos, con numerosas v?ctimas en noviembre de 1940. Setenta a?os despu?s recordamos con verg?enza y horror el espantoso precio de muerte y destrucci?n que la guerra trae consigo, y renovamos nuestra determinaci?n de trabajar por la paz y la reconciliaci?n, donde quiera que amenace un conflicto. Pero existe otra raz?n, m?s alegre, por la cual este d?a es especial para Gran Breta?a, para el centro de Inglaterra, para Birmingham. ?ste es el d?a en que formalmente el Cardenal John Henry Newman ha sido elevado a los altares y declarado beato.

Agradezco al Arzobispo Bernard Longley su amable acogida al comenzar la Misa en esta ma?ana. Agradezco a cuantos hab?is trabajado tan duramente durante tantos a?os en la promoci?n de la causa del Cardenal Newman, incluyendo a los Padres del Oratorio de Birminghan y a los miembros de la Familia Espiritual?Das Werk.?Y os saludo a todos los que hab?is venido desde diversas partes de Gran Breta?a, Irlanda y otros puntos m?s lejanos; gracias por vuestra presencia en esta celebraci?n, en la que alabamos y damos gloria a Dios por las virtudes heroicas de este santo ingl?s.

Inglaterra tiene un larga tradici?n de santos m?rtires, cuyo valiente testimonio ha sostenido e inspirado a la comunidad cat?lica local durante siglos. Es justo y conveniente reconocer hoy la santidad de un confesor, un hijo de esta naci?n que, si bien no fue llamado a derramar la sangre por el Se?or, jam?s se cans? de dar un testimonio elocuente de ?l a lo largo de una vida entregada al ministerio sacerdotal, y especialmente a predicar, ense?ar y escribir. Es digno de formar parte de la larga hilera de santos y eruditos de estas islas, San Beda, Santa Hilda, San Aelred, el Beato Duns Scoto, por nombrar s?lo a algunos. En el Beato John Newman, esta tradici?n de delicada erudici?n, profunda sabidur?a humana y amor intenso por el Se?or ha dado grandes frutos, como signo de la presencia constante del Esp?ritu Santo en el coraz?n del Pueblo de Dios, suscitando copiosos dones de santidad.

El lema del Cardenal Newman,?cor ad cor loquitur, "el coraz?n habla al coraz?n", nos da la perspectiva de su comprensi?n de la vida cristiana como una llamada a la santidad, experimentada como el deseo profundo del coraz?n humano de entrar en comuni?n ?ntima con el Coraz?n de Dios. Nos recuerda que la fidelidad a la oraci?n nos va transformando gradualmente a semejanza de Dios. Como escribi? en uno de sus muchos hermosos sermones, ?el h?bito de oraci?n, la pr?ctica de buscar a Dios y el mundo invisible en cada momento, en cada lugar, en cada emergencia -os digo que la oraci?n tiene lo que se puede llamar un efecto natural en el alma, espiritualiz?ndola y elev?ndola. Un hombre ya no es lo que era antes; gradualmente... se ve imbuido de una serie de ideas nuevas, y se ve impregnado de principios diferentes? (Sermones Parroquiales y Comunes, IV, 230-231). El Evangelio de hoy afirma que nadie puede servir a dos se?ores (cf.?Lc?16,13), y el Beato John Henry, en sus ense?anzas sobre la oraci?n, aclara c?mo el fiel cristiano toma partido por servir a su ?nico y verdadero Maestro, que pide s?lo para s? nuestra devoci?n incondicional (cf.?Mt?23,10). Newman nos ayuda a entender en qu? consiste esto para nuestra vida cotidiana: nos dice que nuestro divino Maestro nos ha asignado una tarea espec?fica a cada uno de nosotros, un "servicio concreto", confiado de manera ?nica a cada persona concreta: ?Tengo mi misi?n?, escribe, ?soy un eslab?n en una cadena, un v?nculo de uni?n entre personas. No me ha creado para la nada. Har? el bien, har? su trabajo; ser? un ?ngel de paz, un predicador de la verdad en el lugar que me es propio... si lo hago, me mantendr? en sus mandamientos y le servir? a ?l en mis quehaceres? (Meditaci?n y Devoci?n, 301-2).

El servicio concreto al que fue llamado el Beato John Henry inclu?a la aplicaci?n entusiasta de su inteligencia y su prol?fica pluma a muchas de las m?s urgentes "cuestiones del d?a". Sus intuiciones sobre la relaci?n entre fe y raz?n, sobre el lugar vital de la religi?n revelada en la sociedad civilizada, y sobre la necesidad de un educaci?n esmerada y amplia fueron de gran importancia, no s?lo para la Inglaterra victoriana. Hoy tambi?n siguen inspirando e iluminando a muchos en todo el mundo. Me gustar?a rendir especial homenaje a su visi?n de la educaci?n, que ha hecho tanto por formar el ethos que es la fuerza motriz de las escuelas y facultades cat?licas actuales. Firmemente contrario a cualquier enfoque reductivo o utilitarista, busc? lograr unas condiciones educativas en las que se unificara el esfuerzo intelectual, la disciplina moral y el compromiso religioso. El proyecto de fundar una Universidad Cat?lica en Irlanda le brind? la oportunidad de desarrollar sus ideas al respecto, y la colecci?n de discursos que public? con el t?tulo?La Idea de una Universidad?sostiene un ideal mediante el cual todos los que est?n inmersos en la formaci?n acad?mica pueden seguir aprendiendo. M?s a?n, qu? mejor meta pueden fijarse los profesores de religi?n que la famosa llamada del Beato John Henry por unos laicos inteligentes y bien formados: ?Quiero un laicado que no sea arrogante ni imprudente a la hora de hablar, ni alborotador, sino hombres que conozcan bien su religi?n, que profundicen en ella, que sepan bien d?nde est?n, que sepan qu? tienen y qu? no tienen, que conozcan su credo a tal punto que puedan dar cuentas de ?l, que conozcan tan bien la historia que puedan defenderla? (La Posici?n Actual de los Cat?licos en Inglaterra,?IX, 390). Hoy, cuando el autor de estas palabras ha sido elevado a los altares, pido para que, a trav?s de su intercesi?n y ejemplo, todos los que trabajan en el campo de la ense?anza y de la catequesis se inspiren con mayor ardor en la visi?n tan clara que el nos dej?.

Aunque la extensa producci?n literaria sobre su vida y obras ha prestado comprensiblemente mayor atenci?n al legado intelectual de John Henry Newman, en esta ocasi?n prefiero concluir con una breve reflexi?n sobre su vida sacerdotal, como pastor de almas. Su visi?n del ministerio pastoral bajo el prisma de la calidez y la humanidad est? expresado de manera maravillosa en otro de sus famosos sermones: ?Si vuestros sacerdotes fueran ?ngeles, hermanos m?os, ellos no podr?an compartir con vosotros el dolor, sintonizar con vosotros, no podr?an haber tenido compasi?n de vosotros, sentir ternura por vosotros y ser indulgentes con vosotros, como nosotros podemos; ellos no podr?an ser ni modelos ni gu?as, y no te habr?an llevado de tu hombre viejo a la vida nueva, como ellos, que vienen de entre nosotros ("Hombres, no ?ngeles: los Sacerdotes del evangelio",?Discursos a las Congregaciones Mixtas,?3). ?l vivi? profundamente esta visi?n tan humana del ministerio sacerdotal en sus desvelos pastoral por el pueblo de Birmingham, durante los a?os dedicados al Oratorio que ?l mismo fund?, visitando a los enfermos y a los pobres, consolando al triste, o atendiendo a los encarcelados. No sorprende que a su muerte, tantos miles de personas se agolparan en las calles mientras su cuerpo era trasladado al lugar de su sepultura, a no m?s de media milla de aqu?. Ciento veinte a?os despu?s, una gran multitud se ha congregado de nuevo para celebrar el solemne reconocimiento eclesial de la excepcional santidad de este padre de almas tan amado. Qu? mejor que expresar nuestra alegr?a de este momento que dirigi?ndonos a nuestro Padre del cielo con sincera gratitud, rezando con las mismas palabras que el Beato John Henry Newman puso en labios del coro celestial de los ?ngeles:

"Sea alabado el Sant?simo en el cielo,
sea alabado en el abismo;
en todas sus palabras el m?s maravilloso,
el m?s seguro en todos sus caminos".
(El Sue?o de Gerontius)

[Traducci?n distribuida por la Santa Sede
? Libreria Editrice Vaticana]


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DOMINGO 26 DEL TIEMPO ORDINARIO / C??????
26 de septiembre de 2010

Jes?s, el Se?or, que nos re?ne en torno a su mesa, est? con todos vosotros.

?Nuestra reuni?n dominical tiene su origen -lo sabe?mos muy bien- en aquel d?a en que Jes?s reuni? a sus ap?stoles en el cen?culo, antes de su muerte en cruz. ?l quiso que repiti?ramos sus gestos y sus palabras de aquella noche"en memoria suya".

Muchos p?rrafos de la Biblia describen el trato de Dios con la humanidad en forma de banquete. Porque compartir una mesa festiva es una de las mejores experiencias de buena relaci?n entre las personas.

A. penitencial: Ahora, antes de participar de la mesa del Se?or, pidamos su perd?n.

T?, que haces justicia a los oprimidos. SE?OR,TEN PIEDAD.

T?, que das pan a los hambrientos. CRISTO,TEN PIEDAD.

T?, que libertas a los cautivos. SE?OR,TEN PIEDAD.

Dios Padre, rico en misericordia, perdone nuestros pecados...

1. lectura (Am?s 6,1a.4-7): Como el domingo pasado, tambi?n hoy la primera lectura es del profeta Am?s. Son palabras duras, fuertes, claras. Que nos dicen sin rodeos lo que piensa nuestro Dios sobre los pobres y los ricos.

Salmo (145): Cantemos ahora a nuestro Dios, que est? a favor de los pobres y quiere salvarlos.

2. lectura (1 Timoteo 6,11-16): Al t?rmino de su vida, Pablo escribe a su querido disc?pulo Timoteo. Escuchemos su exhortaci?n como una llamada dirigida tambi?n a nosotros.

Oraci?n universal: Oremos con fe a Dios nuestro Padre, antes de participar de la mesa que ?l nos prepara. Oremos diciendo: PADRE, ESC?CHANOS.

Por la iglesia entera, por el papa y nuestro obispo, por los sacerdotes y di?conos, y por todos los responsables de nuestras comunidades. OREMOS:

Por los misioneros y misioneras,y portodos los que han dejado su tierra para trabajar al servicio del Evangelio. OREMOS:

Por nuestro ayuntamiento, por el alcalde y los conce?jales, y por todos los trabajadores de la administraci?n municipal. OREMOS:

Por los j?venes que viven en la inseguridad de no encontrar trabajo estable, por las parejas que no pueden casarse por problemas econ?micos. OREMOS:

Por nosotros, por nuestras familias, por nuestros amigos, y por toda la gente que conocemos. OREMOS:

Escucha, Padre, la oraci?n de tus hijos. Haznos ge?nerosos en el compartir nuestros bienes, para que as? seamos dignos del banquete del cielo. PorJesucristo, nuestro Se?or.

Prefacio: La mesa de aquel hombre rico del evangelio de hoy era una mesa de mal y de pecado. Ahora, como todos los domingos, Jes?s nos invita a una mesa muy distinta: la mesa de su amor, la mesa de los pobres, la mesa de la vida. Participemos con fe y acci?n de gracias.

Padrenuestro: Pidamos ahora, a Dios nuestro Padre, que a nadie le falte el pan de cada d?a, tanto este pan de la Eucarist?a que alimenta el esp?ritu, como el pan material que alimenta el cuerpo. Juntos, nos atre?vemos a decir:

CPL


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Martes, 21 de septiembre de 2010

ZENIT? nos ofrece la homil?a que el Papa pronunci?el s?bado 18 de Septiembre de 2010?durante la Misa en la catedral cat?lica de Westminster, dedicada a la Precios?sima Sangre de Cristo.

Queridos amigos en Cristo

Os saludo a todos con alegr?a en el Se?or y os doy las gracias por vuestra calurosa acogida. Agradezco al Arzobispo Nichols sus palabras de bienvenida de vuestra parte. Verdaderamente, en este encuentro entre el Sucesor de Pedro y los fieles de Gran Breta?a, "el coraz?n habla al coraz?n", goz?ndonos en el amor de Cristo y en la com?n profesi?n de la fe cat?lica que nos viene de los Ap?stoles. Me alegra especialmente que nuestro encuentro tenga lugar en esta catedral dedicada a la Precios?sima Sangre, que es el signo de la misericordia redentora de Dios derramada en el mundo por la pasi?n, muerte y resurrecci?n de su Hijo, nuestro Se?or Jesucristo. De manera particular, saludo al Arzobispo de Canterbury, quien nos honra con su presencia.

Quien visita esta Catedral no puede dejar de sorprenderse por el gran crucifijo que domina la nave, que reproduce el cuerpo de Cristo, triturado por el sufrimiento, abrumado por la tristeza, v?ctima inocente cuya muerte nos ha reconciliado con el Padre y nos ha hecho part?cipes en la vida misma de Dios. Los brazos extendidos del Se?or parecen abrazar toda esta iglesia, elevando al Padre a todos los fieles que se re?nen en torno al altar del sacrificio eucar?stico y que participan de sus frutos. El Se?or crucificado est? por encima y delante de nosotros como la fuente de nuestra vida y salvaci?n, "sumo sacerdote de los bienes definitivos", como lo designa el autor de la Carta a los Hebreos en la primera lectura de hoy (Hb 9,11).

A la sombra, por decirlo as?, de esta impactante imagen, deseo reflexionar sobre la palabra de Dios que se acaba de proclamar y profundizar en el misterio de la Preciosa Sangre. Porque ese misterio nos lleva a ver la unidad entre el sacrificio de Cristo en la cruz, el sacrificio eucar?stico que ha entregado a su Iglesia y su sacerdocio eterno. ?l, sentado a la derecha del Padre, intercede incesantemente por nosotros, los miembros de su cuerpo m?stico.

Comencemos con el sacrificio de la Cruz. La efusi?n de la sangre de Cristo es la fuente de la vida de la Iglesia. San Juan, como sabemos, ve en el agua y la sangre que manaba del cuerpo de nuestro Se?or la fuente de esa vida divina, que otorga el Esp?ritu Santo y se nos comunica en los sacramentos (Jn 19,34; cf. 1 Jn 1,7; 5,6-7). La Carta a los Hebreos extrae, podr?amos decir, las implicaciones lit?rgicas de este misterio. Jes?s, por su sufrimiento y muerte, con su entrega en virtud del Esp?ritu eterno, se ha convertido en nuestro sumo sacerdote y "mediador de una alianza nueva" (Hb 9,15). Estas palabras evocan las palabras de nuestro Se?or en la ?ltima Cena, cuando instituy? la Eucarist?a como el sacramento de su cuerpo, entregado por nosotros, y su sangre, la sangre de la alianza nueva y eterna, derramada para el perd?n de los pecados (cf. Mc 14,24; Mt 26,28; Lc 22,20).

Fiel al mandato de Cristo de "hacer esto en memoria m?a" (Lc 22,19), la Iglesia en todo tiempo y lugar celebra la Eucarist?a hasta que el Se?or vuelva en la gloria, alegr?ndose de su presencia sacramental y aprovechando el poder de su sacrificio salvador para la redenci?n del mundo. La realidad del sacrificio eucar?stico ha estado siempre en el coraz?n de la fe cat?lica; cuestionada en el siglo XVI, fue solemnemente reafirmada en el Concilio de Trento en el contexto de nuestra justificaci?n en Cristo. Aqu? en Inglaterra, como sabemos, hubo muchos que defendieron incondicionalmente la Misa, a menudo a un precio costoso, incrementando la devoci?n a la Sant?sima Eucarist?a, que ha sido un sello distintivo del catolicismo en estas tierras.

El sacrificio eucar?stico del Cuerpo y la Sangre de Cristo abraza a su vez el misterio de la pasi?n de nuestro Se?or, que contin?a en los miembros de su Cuerpo m?stico, en la Iglesia en cada ?poca. El gran crucifijo que aqu? se yergue sobre nosotros, nos recuerda que Cristo, nuestro sumo y eterno sacerdote, une cada d?a a los m?ritos infinitos de su sacrificio nuestros proprios sacrificios, sufrimientos, necesidades, esperanzas y aspiraciones. Por Cristo, con ?l y en ?l, presentamos nuestros cuerpos como sacrificio santo y agradable a Dios (cf. Rm 12,1). En este sentido, nos asociamos a su ofrenda eterna, completando, como dice San Pablo, en nuestra carne lo que falta a los dolores de Cristo en favor de su cuerpo, que es la Iglesia (cf. Col 1,24). En la vida de la Iglesia, en sus pruebas y tribulaciones, Cristo contin?a, seg?n la expresi?n genial de Pascal, estando en agon?a hasta el fin del mundo (Pens?es, 553, ed. Brunschvicg).

Vemos este aspecto del misterio de la Sangre Preciosa de Cristo actualizado de forma elocuente por los m?rtires de todos los tiempos, que bebieron el c?liz que Cristo mismo bebi?, y cuya propia sangre, derramada en uni?n con su sacrificio, da nueva vida a la Iglesia. Tambi?n se refleja en nuestros hermanos y hermanas de todo el mundo que aun hoy sufren discriminaci?n y persecuci?n por su fe cristiana. Tambi?n est? presente, con frecuencia de forma oculta, en el sufrimiento de cada cristiano que diariamente une sus sacrificios a los del Se?or para la santificaci?n de la Iglesia y la redenci?n del mundo. Pienso ahora de manera especial en todos los que se unen espiritualmente a esta celebraci?n eucar?stica y, en particular, en los enfermos, los ancianos, los discapacitados y los que sufren mental y espiritualmente.

Pienso tambi?n en el inmenso sufrimiento causado por el abuso de menores, especialmente por los ministros de la Iglesia. Por encima de todo, quiero manifestar mi profundo pesar a las v?ctimas inocentes de estos cr?menes atroces, junto con mi esperanza de que el poder de la gracia de Cristo, su sacrificio de reconciliaci?n, traer? la curaci?n profunda y la paz a sus vidas. Asimismo, reconozco con vosotros la verg?enza y la humillaci?n que todos hemos sufrido a causa de estos pecados; y os invito a presentarlas al Se?or, confiando que este castigo contribuir? a la sanaci?n de las v?ctimas, a la purificaci?n de la Iglesia y a la renovaci?n de su inveterado compromiso con la educaci?n y la atenci?n de los j?venes. Agradezco los esfuerzos realizados para afrontar este problema de manera responsable, y os pido a todos que os preocup?is de las v?ctimas y os compadezc?is de vuestros sacerdotes.

Queridos amigos, volvamos a la contemplaci?n del gran crucifijo que se alza por encima de nosotros. Las manos de Nuestro Se?or, extendidas en la Cruz, nos invitan tambi?n a contemplar nuestra participaci?n en su sacerdocio eterno y por lo tanto nuestra responsabilidad, como miembros de su cuerpo, para que la fuerza reconciliadora de su sacrificio llegue al mundo en que vivimos. El Concilio Vaticano II habl? elocuentemente sobre el papel indispensable que los laicos deben desempe?ar en la misi?n de la Iglesia, esforz?ndose por ser fermento del Evangelio en la sociedad y trabajar por el progreso del Reino de Dios en el mundo (cf. Lumen gentium, 31; Apostolicam actuositatem, 7). La exhortaci?n conciliar a los laicos, para que, en virtud de su bautismo, participen en la misi?n de Cristo, se hizo eco de las intuiciones y ense?anzas de John Henry Newman. Que las profundas ideas de este gran ingl?s sigan inspirando a todos los seguidores de Cristo en esta tierra, para que configuren su pensamiento, palabra y obras con Cristo, y trabajen decididamente en la defensa de las verdades morales inmutables que, asumidas, iluminadas y confirmadas por el Evangelio, fundamentan una sociedad verdaderamente humana, justa y libre.

Cu?nto necesita la sociedad contempor?nea este testimonio. Cu?nto necesitamos, en la Iglesia y en la sociedad, testigos de la belleza de la santidad, testigos del esplendor de la verdad, testigos de la alegr?a y libertad que nace de una relaci?n viva con Cristo. Uno de los mayores desaf?os a los que nos enfrentamos hoy es c?mo hablar de manera convincente de la sabidur?a y del poder liberador de la Palabra de Dios a un mundo que, con demasiada frecuencia, considera el Evangelio como una constricci?n de la libertad humana, en lugar de la verdad que libera nuestra mente e ilumina nuestros esfuerzos para vivir correcta y sabiamente, como individuos y como miembros de la sociedad.

Oremos, pues, para que los cat?licos de esta tierra sean cada vez m?s conscientes de su dignidad como pueblo sacerdotal, llamados a consagrar el mundo a Dios a trav?s de la vida de fe y de santidad. Y que este aumento de celo apost?lico se vea acompa?ado de una oraci?n m?s intensa por las vocaciones al orden sacerdotal, porque cuanto m?s crece el apostolado seglar, con mayor urgencia se percibe la necesidad de sacerdotes; y cuanto m?s profundizan los laicos en la propia vocaci?n, m?s se subraya lo que es propio del sacerdote. Que muchos j?venes en esta tierra encuentren la fuerza para responder a la llamada del Maestro al sacerdocio ministerial, dedicando sus vidas, sus energ?as y sus talentos a Dios, construyendo as? un pueblo en unidad y fidelidad al Evangelio, especialmente a trav?s de la celebraci?n del sacrificio eucar?stico.

Queridos amigos, en esta catedral de la Precios?sima Sangre, os invito una vez m?s a mirar a Cristo, que inicia y completa nuestra fe (cf. Hb 12,2). Os pido que os un?is cada vez m?s plenamente al Se?or, participando en su sacrificio en la cruz y ofreci?ndole un "culto espiritual" (Rm 12,1) que abrace todos los aspectos de nuestra vida y que se manifieste en nuestros esfuerzos por contribuir a la venida de su Reino. Ruego para que, al actuar as?, os un?is a la hilera de los creyentes fieles que a lo largo de la historia del cristianismo en esta tierra han edificado una sociedad verdaderamente digna del hombre, digna de las m?s nobles tradiciones de vuestra naci?n.

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ZENIT? nos ofrece el breve discurso que el Papa Benedicto XVI dirigi? a los j?venes cat?licos ingleses, en el atrio de la catedral de Wesrminster, desde donde miles de ellos siguieron a trav?s de pantallas la celebraci?n eucar?stica, el s?bado 18 de Septiembre de 2010.

Se?or Uche, Queridos j?venes amigos

Gracias por vuestra calurosa bienvenida. "El coraz?n habla al coraz?n" ?cor ad cor loquitur-. Como sab?is, he elegido estas palabras tan queridas para el cardenal Newman como el lema de mi visita. En estos momentos en que estamos juntos, deseo hablar con vosotros desde mi propio coraz?n, y os ruego que abr?is los vuestros a lo que tengo que decir.

Pido a cada uno, en primer lugar, que mire en el interior de su propio coraz?n. Que piense en todo el amor que su coraz?n es capaz de recibir, y en todo el amor que es capaz de ofrecer. Al fin y al cabo, hemos sido creados para amar. Esto es lo que la Biblia quiere decir cuando afirma que hemos sido creados a imagen y semejanza de Dios: Hemos sido creados para conocer al Dios del amor, a Dios que es Padre, Hijo y Esp?ritu Santo, y para encontrar nuestra plena realizaci?n en ese amor divino que no conoce principio ni fin.

Hemos sido creados para recibir amor, y as? ha sido. Todos los d?as debemos agradecer a Dios el amor que ya hemos conocido, el amor que nos ha hecho quienes somos, el amor que nos ha mostrado lo que es verdaderamente importante en la vida. Necesitamos dar gracias al Se?or por el amor que hemos recibido de nuestras familias, nuestros amigos, nuestros maestros, y todas las personas que en nuestras vidas nos han ayudado a darnos cuenta de lo valiosos que somos a sus ojos y a los ojos de Dios.

Hemos sido creados tambi?n para dar amor, para hacer de ?l la fuente de cuanto realizamos y lo m?s perdurable de nuestras vidas. A veces esto parece lo m?s natural, especialmente cuando sentimos la alegr?a del amor, cuando nuestros corazones rebosan de generosidad, idealismo, deseo de ayudar a los dem?s y construir un mundo mejor. Pero otras veces constatamos que es dif?cil amar; nuestro coraz?n puede endurecerse f?cilmente endurecido por el ego?smo, la envidia y el orgullo. La Beata Teresa de Calcuta, la gran misionera de la Caridad, nos record? que dar amor, amor puro y generoso, es el fruto de una decisi?n diaria. Cada d?a hemos de optar por amar, y esto requiere ayuda, la ayuda que viene de Cristo, de la oraci?n y de la sabidur?a que se encuentra en su palabra, y de la gracia que ?l nos otorga en los sacramentos de su Iglesia.

?ste es el mensaje que hoy quiero compartir con vosotros. Os pido que mir?is vuestros corazones cada d?a para encontrar la fuente del verdadero amor. Jes?s est? siempre all?, esperando serenamente que permanezcamos junto a ?l y escuchemos su voz. En lo profundo de vuestro coraz?n, os llama a dedicarle tiempo en la oraci?n. Pero este tipo de oraci?n, la verdadera oraci?n, requiere disciplina; requiere buscar momentos de silencio cada d?a. A menudo significa esperar a que el Se?or hable. Incluso en medio del "ajetreo" y las presiones de nuestra vida cotidiana, necesitamos espacios de silencio, porque en el silencio encontramos a Dios, y en el silencio descubrimos nuestro verdadero ser. Y al descubrir nuestro verdadero yo, descubrimos la vocaci?n particular a la cual Dios nos llama para la edificaci?n de su Iglesia y la redenci?n de nuestro mundo.

El coraz?n que habla al coraz?n. Con estas palabras de mi coraz?n, queridos j?venes, os aseguro mi oraci?n por vosotros, para que vuestra vida d? frutos abundantes para la construcci?n de la civilizaci?n del amor. Os ruego tambi?n que rec?is por m?, por mi ministerio como Sucesor de Pedro, y por las necesidades de la Iglesia en todo el mundo. Sobre vosotros, vuestras familias y amigos, invoco las bendiciones divinas de sabidur?a, alegr?a y paz.

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Publicado por verdenaranja @ 22:25  | Habla el Papa
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ZENIT? nos ofrece las palabras del Papa Benedicto XVI a los cat?licos de Gales, ?nica regi?n que no ha podido visitar durante este viaje apost?lico, el s?bado 18 de Septiembre de 2010, tras bendecir, en la catedral de Westminster, un mosaico que representa a san David, patr?n de los galeses.

Querido Se?or Obispo Regan

Le agradezco su saludo tan caluroso de parte de los fieles de Gales. Con la bendici?n del mosaico de San David, el santo patr?n del pueblo gal?s, y el encendido de la l?mpara de la imagen de Nuestra Se?ora de Cardigan, me alegra tener esta oportunidad de honrar la Naci?n y sus antiguas tradiciones cristianas.

San David, uno de los grandes santos del siglo sexto, edad dorada para estas islas por los santos y misioneros, fue fundador de la cultura cristiana que est? en el origen de la Europa moderna. La predicaci?n de David fue sencilla, pero profunda. Al morir, sus ?ltimas palabras a sus monjes, fueron: ?Estad alegres, mantened la fe y cumplid las cosas peque?as?. Son las cosas peque?as las que manifiestan nuestro amor por aquel que nos am? primero (cf. 1 Jn 4, 19) y las que unen a las personas en una comunidad de fe, amor y servicio. Que el mensaje de san David, en toda su sencillez y riqueza, siga resonando hoy en Gales, atrayendo los corazones de sus gentes hacia un renovado amor por Cristo y su Iglesia.

A lo largo de la historia, el pueblo gal?s se ha distinguido por su devoci?n a la Madre de Dios; as? se evidencia por los numerosos lugares que en Gales se llaman ?Llanfair?, Iglesia de Mar?a. Al disponerme a encender la vela que lleva Nuestra Se?ora, le suplico que siga intercediendo ante su Hijo por todos los hombres y mujeres de Gales. Que la luz de Cristo siga guiando sus pasos y conforme la vida y la cultura de la Naci?n.

Lamentablemente, no me ha sido posible ir a Gales durante esta visita. Pero conf?o que esta bella imagen, que ahora volver? al Santuario Nacional de Nuestra Se?ora en Cardigan, sea un recuerdo perdurable del profundo amor del Papa por el pueblo gal?s, y de su constante cercan?a en la oraci?n y comuni?n de la Iglesia.

Bendith Duw ar bobol Cymru! Que Dios bendiga al pueblo gal?s.

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Publicado por verdenaranja @ 22:22  | Habla el Papa
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ZENIT??nos ofrece el discurso que el Papa Benedicto XVI dirigi?el s?bado 18 de Septiembre de 2010?a los hu?spedes del asilo para ancianos St. Peter?s Residence, dirigida por las Hermanitas de los Pobres, en el barrio londinense de Lambeth.

Mis queridos hermanos y hermanas

Me alegra mucho estar entre vosotros, los residentes de San Pedro, y agradezco a la Hermana Marie Claire y a la Se?ora Fasky sus amables palabras de bienvenida de parte vuestra. Me complace saludar tambi?n al Arzobispo Smith de Southwark, as? como a las Hermanitas de los Pobres y al personal y voluntarios que os atienden.

Puesto que los avances m?dicos y otros factores permiten una mayor longevidad, es importante reconocer la presencia de un n?mero creciente de ancianos como una bendici?n para la sociedad. Cada generaci?n puede aprender de la experiencia y la sabidur?a de la generaci?n que la precedi?. En efecto, la prestaci?n de asistencia a los ancianos se deber?a considerar no tanto un acto de generosidad, cuanto la satisfacci?n de una deuda de gratitud.

Por su parte, la Iglesia ha tenido siempre un gran respeto por los ancianos. El cuarto mandamiento: ?Honra a tu padre y a tu madre, como el Se?or tu Dios te ha mandado? (Deut 5,16), est? unido a la promesa, ?que se prolonguen tus d?as y seas feliz en la tierra que el Se?or tu Dios te da? (Ibid). Esta obra de la Iglesia por los ancianos y enfermos no s?lo les brinda amor y cuidado, sino que tambi?n Dios la recompensa con las bendiciones que promete a la tierra donde se observa este mandamiento. Dios quiere un verdadero respeto por la dignidad y el valor, la salud y el bienestar de las personas mayores y, a trav?s de sus instituciones caritativas en el Reino Unido y otras partes, la Iglesia desea cumplir el mandato del Se?or de respetar la vida, independientemente de su edad o circunstancias.

Como dije al inicio de mi pontificado: ?Cada uno de nosotros es querido, cada uno es amado, cada uno es necesario? (Homil?a en el solemne inicio del Ministerio Petrino del Obispo de Roma, 24 de abril 2005). La vida es un don ?nico, en todas sus etapas, desde la concepci?n hasta la muerte natural, y Dios es el ?nico para darla y exigirla. Puede que se disfrute de buena salud en la vejez; aun as?, los cristianos no deben tener miedo de compartir el sufrimiento de Cristo, si Dios quiere que luchemos con la enfermedad. Mi predecesor, el Papa Juan Pablo II, sufri? de forma muy notoria en los ?ltimos a?os de su vida. Todos ten?amos claro que lo hizo en uni?n con los sufrimientos de nuestro Salvador. Su buen humor y paciencia cuando afront? sus ?ltimos d?as fueron un ejemplo extraordinario y conmovedor para todos los que debemos cargar con el peso de la avanzada edad.

En este sentido, estoy entre vosotros no s?lo como un padre, sino tambi?n como un hermano que conoce bien las alegr?as y fatigas que llegan con la edad. Nuestros largos a?os de vida nos ofrecen la oportunidad de apreciar, tanto la belleza del mayor don que Dios nos ha dado, el don de la vida, como la fragilidad del esp?ritu humano. A quienes tenemos muchos a?os se nos ha dado la maravillosa oportunidad de profundizar en nuestro conocimiento del misterio de Cristo, que se humill? para compartir nuestra humanidad.

A medida que el curso normal de nuestra vida crece, con frecuencia nuestra capacidad f?sica disminuye; con todo, estos momentos bien pueden contarse entre los a?os espiritualmente m?s fruct?feros de nuestras vidas. Estos a?os constituyen una oportunidad de recordar en la oraci?n afectuosa a cuantos hemos querido en esta vida, y de poner lo que hemos sido y hecho ante la misericordia y la ternura de Dios. Ciertamente esto ser? un gran consuelo espiritual y nos permitir? descubrir nuevamente su amor y bondad en todos los d?as de nuestra vida.

Con estos sentimientos, queridos hermanos y hermanas, me complace aseguraros mi oraci?n por todos vosotros, y pido vuestras oraciones por m?. Que Nuestra Se?ora y su esposo San Jos? intercedan por nuestra felicidad en esta vida y nos obtengan la bendici?n de un tr?nsito tranquilo a la venidera.

?Que Dios os bendiga a todos!

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El Vicario General de la Di?cesis de Tenerife aprob? los estatutos de la Cofrad?a ?La Santa Pasi?n? de la parroquia El Dulce Nombre de Jes?s de la Guancha con fecha tres de Marzo de 2009.

ESTATUTOS DE LA COFRAD?A DE LA SANTA PASI?N (Parroquia El Dulce Nombre de Jes?s de La Guancha)

INTRODUCCI?N:

Desde el 8 de Marzo de 2005, conforme al punto 1.4 del Estatuto Marco de Asociaciones de la Di?cesis , se constituye una comisi?n organizadora de esta Cofrad?a, a la que se incorporan 50 miembros que reciben simb?licamente una medalla y que el 23 de Marzo del mismo a?o, mi?rcoles santo, participan acompa?ando a la imagen del Ecce Homo de la parroquia. Nace aqu?lla con la pretensi?n de ayudar en la coordinaci?n y vivencia de las celebraciones y actos de la Semana Santa relacionados con el Triduo Pascual: pasi?n, muerte y resurrecci?n de Nuestro Se?or Jesucristo. Meditando los misterios buscan recoger como fruto la alegre transformaci?n en Jesucristo Resucitado.

CAP?TULO I: T?TULO, NATURALEZA, FINES Y CARACTER?STICAS.

Art?culo 1. T?tulo de la Cofrad?a. El t?tulo o nombre de esta Cofrad?a es el de ?Cofrad?a de la Santa Pasi?n ?.

Art?culo 2. Constituci?n de la Cofrad?a. Esta Cofrad?a se constituye como asociaci?n p?blica de fieles, en virtud del decreto de reconocimiento y erecci?n del Obispo Diocesano que acompa?a a estos Estatutos.

Art?culo 3. Naturaleza de la Cofrad?a. La Cofrad?a es una asociaci?n p?blica de fieles , nacida de la comunidad parroquial de El Dulce Nombre de Jes?s en La Guancha con personalidad jur?dica can?nica propia y se rige por estos Estatutos y Reglamentos debidamente aprobados por la autoridad eclesi?stica competente, por las normas del Derecho Universal de la Iglesia , por las normas del Derecho particular al respecto (cc. 298, 1, 301, 1, 3, 312, 313, 314 del CIC).

Art?culo 4. Fines de la Cofrad?a.

El fin primordial de esta Cofrad?a es vivir m?s intensamente la Semana Santa , en la celebraci?n lit?rgica y manifestaci?n p?blica de los misterios del Se?or, en su entrega por amor hasta la muerte y resurrecci?n, es decir, la celebraci?n y meditaci?n de los misterios del Se?or acompa?ando a Jesucristo en su entrada en Jerusal?n en el Domingo de Ramos, en la instituci?n de la Eucarist?a , memorial de su muerte y resurrecci?n el Jueves Santo, de manera especial acompa?ando a Jesucristo en su misterio de dolor como Ecce Homo, en su muerte el Viernes de Pasi?n, en su sepultura el S?bado Santo y en su resurrecci?n el Domingo de Pascua de Resurrecci?n, buscando con ello, los frutos de la transformaci?n en Cristo y la alegr?a de la Resurrecci?n.

Para ello La Cofrad?a promover?, colaborando y en comuni?n con el p?rroco, el Consejo Pastoral de la Parroquia , y dem?s fieles y grupos de la misma, el culto p?blico de los Misterios del Se?or en la Semana Santa , especialmente, en el acompa?amiento procesional de la imagen de Jesucristo como el Se?or Preso (Ecce Homo).

Cuidar la devoci?n y el culto p?blico a nuestra Sant?sima Madre, especialmente, en la advocaci?n de Ntra. Sra. de los Dolores.

Tiene como fines generales los de toda la acci?n evangelizadora de la iglesia por medio de sus tres mediaciones: acogida y anuncio prof?tico de la Palabra de Dios, celebraci?n de la vida de fe y de la gracia por la Liturgia y el testimonio de la Caridad verificada como comuni?n fraterna y como diacon?a. ?sta, tanto en el testimonio p?blico de la fe operante por el amor servicial en todos los ?mbitos de la vida social, como, por el servicio eclesial a los m?s necesitados. Los hermanos son conscientes que el culto divino nace en la experiencia de fe, que engendra la Palabra y tiende e impulsa a la caridad.

La formaci?n cristiana permanente de sus miembros ser? una tarea al servicio de una m?s madura personalizaci?n y experiencia viva de la fe de aquellos.

El encuentro verdadero con Dios por Cristo en el Esp?ritu Santo siempre se convierte en experiencia fraterna de los que se sienten hijos y hermanos y se expresa en el servicio a los hermanos, especialmente a los m?s pobres. El cuidado de la comuni?n fraterna y de la acci?n caritativa y social, con los m?s necesitados, especialmente por medio de C?ritas u otras instituciones, ser? concreci?n del amor de Cristo que rebosa y se hace efectivo en el coraz?n de los Cofrades.

Art?culo 5. Sede. Esta Cofrad?a tiene su sede y domicilio en la Parroquia de El dulce nombre de Jes?s en La Guancha. Tenerife.

Art?culo 6. Emblema, insignia o distintivo: La insignia o distintivo o emblema de pertenencia a la Cofrad?a consiste en una combinaci?n de los signos de la Santa Pasi?n de Ntro. Sr. Jesucristo (Cruz, C?liz y Corona de Espinas) y de su Sant?sima Madre Dolorosa (Coraz?n atravesado por la espada del dolor), y los s?mbolos de Jes?s-Hombre-Salvador (JHS) y de la virgen Mar?a, dispuestos sobre un simb?lico haz de la luz Salvadora del Mundo.

Art?culo 7. H?bito: consiste en traje negro (pantal?n y chaqueta), camisa blanca y corbata negra, para el hombre, y traje negro (falda y chaqueta), y blusa blanca, para la mujer; zapatos y guantes negros, y medalla de plata con el emblema de la Cofrad?a y cord?n morado, al cuello, para ambos.

Art?culo 8. Lema: Santa Pasi?n, redenci?n del mundo.

CAP?TULO II: VIDA ECLESIAL, DIOCESANA Y PARROQUIAL DE LA COFRAD?A.

Art?culo 9: Integraci?n en la Iglesia Diocesana. Los miembros de la Cofrad?a vivir?n, como todos los fieles, en estrecha comuni?n con el Obispo Diocesano, del que reciben su misi?n (cc. 312, 1 y 315). Sus relaciones directas con la Curia Diocesana se encauzan a trav?s del Vicario General (c. 305) y la Delegaci?n Diocesana de Hermandades y Cofrad?as, participando y secundando las actividades de ?mbito diocesano que organice: encuentros, formaci?n, jornadas diocesanas etc.

Art?culo 10. Integraci?n en la Parroquia. La Cofrad?a, formada por un grupo de fieles de la parroquia, estar? integrada en el Plan Pastoral de la Parroquia , participando en el Consejo pastoral, seg?n indiquen sus Estatutos. El Presidente de la Cofrad?a y su Junta, a la que pertenece el P?rroco-Consiliario, habr? de actuar en todo, en comuni?n con ?ste. El Cofrade Mayor informar? asiduamente sobre la marcha de la Cofrad?a al Consiliario.

CAP?TULO III: ESPIRITUALIDAD DE LA COFRAD?A.

Art?culo 11. Vocaci?n cristiana. Todo Cofrade debe sentirse llamado a vivir m?s plenamente las exigencias que emanan de la Fe en Cristo, selladas por el sacramento del Bautismo, por el que fuimos incorporados a la Iglesia. Han de concluir el proceso de la iniciaci?n cristiana con los sacramentos de la Confirmaci?n y la Eucarist?a.

Ser cofrade debe significar un nuevo t?tulo o motivo por el que sentirse impulsado a la pr?ctica fiel y constante de los deberes de un cristiano consciente y adulto, miembro vivo de la Iglesia.

Art?culo 12. Compromisos espirituales de los Cofrades. Medios fundamentales de la espiritualidad de la Cofrad?a son el culto o celebraci?n lit?rgica en cuanto es demostraci?n de la vivencia de Cristo en su Iglesia, renovando el misterio de nuestra salvaci?n, sobre todo, en el sacrificio de la Eucarist?a , en el que debemos actuar y participar consciente, activa y fructuosamente. Los cofrades celebrar?n la Eucarist?a dominical y festiva, como miembros activos de la comunidad parroquial. Buscar?n la conversi?n permanente de sus vidas mediante la frecuente celebraci?n del sacramento de la Reconciliaci?n Penitencial. Mostrar?n un especial respeto al nombre de Dios, de la Virgen Mar?a y los santos. Cuidar?n su experiencia de encuentro con el Se?or en la oraci?n personal y comunitaria, as? como la devoci?n a Mar?a y los santos.

En su modo de vida nada aparecer? como escandaloso, su comportamiento p?blico ser? ejemplar.

La pr?ctica o no de estos compromisos ser? motivo suficiente para la no admisi?n o exclusi?n de la Cofrad?a.

CAPITULO IV: ACTIVIDADES ESPEC?FICAS DE LA COFRAD?A.

Art?culo 13. Actividades de culto p?blico y procesiones . Los cofrades se comprometen a asistir -aparte de la participaci?n dominical en la Eucarist?a signo fehaciente de la acogida del sacramento que es fuente y culmen de nuestra vida cristiana- a las siguientes celebraciones religiosas corporativamente, como profesi?n p?blica de la fe nacida de la singular devoci?n a los misterios de Semana Santa:

a. El D?a de la Cofrad?a se celebrar? anualmente, cada Mi?rcoles Santo, con Solemne Eucarist?a y acompa?amiento de la imagen del ?Se?or Preso? (Ecce Homo) en su desfile procesional.

b. Otros oficios y procesiones de la parroquia, en especial los propios de la celebraci?n de la Semana Santa , siempre que as? lo acuerde la Junta General.

c. En caso de actividades p?blicas no estatutarias se debe contar con la autorizaci?n eclesi?stica correspondiente.

Los cofrades evitar?n en las celebraciones y procesiones todo aquello que desdiga de su car?cter de manifestaci?n p?blica de la fe. La presidencia de las procesiones corresponde a la autoridad eclesi?stica y al cofrade mayor que la organiza. Por razones de cortes?a o de tradici?n, dentro de la normativa de la Iglesia , podr?n ser invitadas las autoridades civiles.

Art. 14. Actividades de formaci?n. La cofrad?a ha de organizar anualmente aquellas actividades formativas mediante charlas, cursillos, retiros, etc., que conduzcan, de acuerdo a sus fines, a una mejor formaci?n de los cofrades o/y deber? igualmente invitar a los cofrades a participar en las actividades formativas que se organicen en o fuera de la parroquia. Para ello, los cofrades se comprometen a asistir a las reuniones de formaci?n que se establezcan de acuerdo con el p?rroco-consiliario.

Art. 15. Actividades de apostolado. El apostolado, como testimonio de Jesucristo lo realizamos en todos los ?mbitos donde desarrollamos nuestra vida cotidiana: familia, trabajo, relaciones sociales, todos los ?mbitos p?blicos donde nos movemos. Por el compromiso apost?lico los laicos participamos en la acci?n salv?fica de Cristo y de su Iglesia, iluminando y transformando las realidades temporales desde los valores del evangelio. Cada Cofrade ser?, as?, testimonio de Cristo en medio del mundo anunci?ndole con su palabra y su vida. Tendr? una sensibilidad preferente por la acci?n caritativa con los m?s pobres.

Art. 16. Actividades Fraternas: Se fomentar? todo aquello que pueda favorecer el mejor conocimiento y la mutua amistad de los cofrades; convivencias, excursiones, etc., y en general todo lo que pueda ser signo y expresi?n de la fraternidad que debe reinar entre los miembros de la Cofrad?a.

CAP?TULO V: LOS COFRADES MIEMBROS.

Art?culo 17. Admisi?n y condiciones. Para ser miembro de pleno derecho, gozando de voz y voto, dentro de la Cofrad?a se requiere:

1. Estar bautizado y tener la mayor?a de edad, es decir, 18 a?os cumplidos. Todo nuevo candidato debe venir presentado por uno o varios miembros de la Cofrad?a.

2. Haber solicitado la inscripci?n con no m?s de un a?o de antelaci?n y no menos de dos meses, durante el cual ser? considerado aspirante. Para ello el solicitante debe dirigirse al Hermano/a Mayor, exponiendo los motivos que le animan a ingresar en la Cofrad?a , rellenando la respectiva solicitud, en la que har? constar nombre y apellidos, fecha de nacimiento, estado y profesi?n, domicilio y tel?fono. El Hermano/a Mayor o aquel en quien delegue -en nombre de la Junta de Gobierno- le explicar?, mediante un cursillo de formaci?n, los fines de la Cofrad?a , le formar? en el esp?ritu de la Cofrad?a , le informar? de sus derechos y obligaciones, cuyo cumplimiento deber? prometer antes de ser admitido.

3. Haber sido admitido por la Junta de Gobierno con el parecer positivo -en todo caso- del Consiliario o P?rroco. La Junta considerar? el cap?tulo III sobre la Espiritualidad y los art?culos 11 y 12 en orden a discernir la admisi?n del candidato. La admisi?n se le notificar? por escrito al solicitante y ser? recibido oficialmente como nuevo miembro cofrade en una Asamblea General donde prometer? el cumplimiento de los Estatutos.

4. No estar impedido por el Derecho y no estar incurso en ninguno de los casos previstos en el canon 316 del C?digo de Derecho Can?nico, y en las situaciones irregulares consignadas en la Exhortaci?n Familiaris Consortio nn. 79-84.

Art?culo 18. Libro de Registro de los Cofrades Habr? de llevarse un Libro de Registro de los Cofrades, haciendo constar nombre y apellidos, lugar y fecha de nacimiento, estado civil, domicilio, fecha de admisi?n y, en su caso, la fecha de baja con indicaci?n de la causa.

Art?culo 19. Deberes generales de los Cofrades . Todo cofrade, por el hecho de serlo, se compromete a:

a. Vivir cristianamente en su vida privada y p?blica, de acuerdo con el cap?tulo III: Espiritualidad, aceptando expresamente las leyes y normas de la Iglesia.

b. Asumir el m?s fiel y exacto cumplimiento de estos Estatutos.

c. Asistir y participar en los actos generales de la Cofrad?a colaborando con la misma: actos de culto, actividades indicadas en los Estatutos, Asambleas y otras que la Junta de Gobierno acuerde.

d. Cumplir los acuerdos de las Asambleas Generales y desempe?ar con el mayor celo los cargos de responsabilidad que se le puedan confiar.

e. Abonar la cuota anual estipulada para el sostenimiento de la Cofrad?a , cuant?a cuya modificaci?n requerir? la aprobaci?n de la Asamblea General. Igualmente, aquellas aportaciones extraordinarias que aprueben la Junta de Gobierno o la Asamblea General.

f. Guardar en los actos de culto y actividades la compostura adecuada, portar la correspondiente medalla o insignia en el lugar que se indique seg?n el Reglamento de r?gimen interno

Art?culo 20. Derechos generales de los Cofrades . Todo cofrade de pleno derecho podr?:

1. Asistir a la Asamblea General con voz y voto. Para ello ser? citado conforme a estos Estatutos.

2. Usar el distintivo y traje propio en los actos determinados en estos Estatutos.

3. Ser elector y elegible para desempe?ar cargos directivos en la Junta Directiva o de Gobierno.

4. Disfrutar de todos los beneficios espirituales y materiales si los hubiere. En caso de necesidad manifiesta podr? solicitar ayuda para proveerse de los elementos propios de Cofrade (medalla, farol etc..). En su fallecimiento la Cofrad?a ofrecer? una misa en sufragio por su alma. Se celebrar? una misa anual por todos los Cofrades fallecidos.

5. Disfrutar de aquellos otros derechos que dimanen del articulado de estos Estatutos, siempre que, en cada caso, re?na los requisitos exigidos.

Art?culo 21. Sanciones del Cofrade . Quien estando leg?timamente adscrito a la Cofrad?a , cayera en el caso del canon 316, 1 (rechazo p?blico de la fe cat?lica, apartamiento de la comuni?n eclesi?stica, incurso en una excomuni?n) o en las situaciones irregulares se?aladas en la Familiares Consortio (nn. 79-84), deben ser expulsados de la Cofrad?a previa amonestaci?n (c. 316, 2), quedando a salvo el derecho a recurrir a la Autoridad Eclesi?stica de la que se trata en el canon 312, 1.

Art?culo 22. Baja o cese del Cofrade. Cuando un cofrade incumpla gravemente, con hechos probados, alguno de los deberes generales o los espec?ficos del cargo, en su caso, despu?s de ser o?do y amonestado fraternalmente, seg?n el canon 316, 2, por el Hermano Mayor, puede ser expulsado, temporal o definitivamente de la Cofrad?a , o separado de su cargo a juicio de la Junta Directiva , dentro de las prescripciones de estos Estatutos y del Derecho (c. 308).

El cofrade puede causar baja por solicitud voluntaria.

Para dar de baja por atraso de cuotas se requiere que la misma se prolongue durante un a?o, la amonestaci?n de la Junta de Gobierno y la constancia de no tener motivo suficiente para ser dispensado de esta obligaci?n.

Contra el acuerdo de separaci?n cabr? recurso ante la Asamblea General.

La baja o cese har? que el cofrade pierda los derechos de propiedad de los objetos obtenidos o donados por/a la Cofrad?a , entrando a formar parte del inventario de la misma.

CAP?TULO VI: ?RGANOS DE GOBIERNO. Colegiales: Asamblea General. Junta de Gobierno. Personales: Consiliario o Director espiritual. Cofrade Mayor. Teniente-cofrade. Secretario. Tesorero. Vocales.

Art?culo 23: LA ASAMBLEA GENERAL. La Asamblea General est? compuesta por el conjunto de todos los hermanos/as, miembros de pleno derecho, siendo el m?ximo ?rgano decisorio de la Cofrad?a.

Art?culo 24: Constituci?n. La Asamblea General , m?ximo ?rgano de gobierno de la Cofrad?a , se considera constituida como tal si cuenta con la asistencia de la mitad m?s uno de sus miembros cofrades de pleno derecho en primera convocatoria. En segunda convocatoria, media hora despu?s, de al menos un 25 % de los cofrades.

Art?culo 25: Periodicidad de las reuniones. La Asamblea General ha de ser convocada por escrito, al menos con 48 horas de antelaci?n y con un orden del d?a, que especifique los asuntos a tratar.

a. Con car?cter ordinario: una vez al a?o, quince d?as despu?s de Semana Santa, el segundo s?bado posterior al de Gloria de Resurrecci?n, a las 19,30 horas.

b. Con car?cter extraordinario:

?? Por convocatoria del Cofrade Mayor o de la Junta de Gobierno.

?? A petici?n del 25 % de los cofrades y en el plazo de 15 d?as a partir de su presentaci?n por escrito ante la Junta de Gobierno. En este caso se requerir? un qu?rum del 80% de los firmantes.

?? En el supuesto de modificaci?n de Estatutos, seg?n derecho (c. 314). Por acuerdo de la Junta de Gobierno.

Art?culo 26. Funciones de la Asamblea General : Son competencias de la misma:

a. Conocer los planes de actuaci?n de la Cofrad?a , a propuesta de la Junta de Gobierno y hacer propuestas sobre ellos.

b. La elecci?n del Cofrade Mayor y de la Junta de Gobierno, sin perjuicio de su confirmaci?n por el Obispo como determina el c. 317, 1.

c. La aprobaci?n del estado de cuentas, presupuestos y balances, que presente la Junta de Gobierno.

d. La aprobaci?n o modificaci?n de los Estatutos y del Reglamento de R?gimen Interior, a propuesta de la Junta Directiva , seg?n las normas del Derecho y sin perjuicio de la confirmaci?n y aprobaci?n posterior del Obispo Diocesano.

Art?culo 27. Acuerdos de la Asamblea General. Supuesta la asistencia exigida en el Art?culo 24, podr?n tomarse acuerdos con el voto favorable de la mayor?a absoluta (mitad m?s uno) de los presentes. Si despu?s de dos escrutinios persistiera la igualdad de votos, el Presidente puede resolver el empate con su voto (c. 119, 2?). Cuando se trata de elecciones, tiene valor jur?dico aquello que, hall?ndose presentes la mayor?a de los que deben ser convocados, se aprueba por mayor?a absoluta (mitad mas uno) de los presentes; despu?s de dos escrutinios ineficaces, h?gase la votaci?n sobre los dos candidatos que hayan obtenido mayor n?mero de votos, o si son m?s, sobre los dos de m?s edad; despu?s del tercer escrutinio, si persiste el empate queda elegido el de m?s edad (c. 119, 1?).

En el supuesto de modificaci?n de Estatutos, ser? necesario el voto favorable de los dos tercios.

Art?culo 28. LA JUNTA DE GOBIERNO. Composici?n. La cofrad?a se regir? por una Junta de Gobierno que estar? integrada por el Consiliario o P?rroco, el/ la Cofrade Mayor , el/ la Teniente-cofrade , el Secretario/a, el/ la Tesorero /a, y cuatro vocales, de los cuales uno/a es censor/a de cuentas y otro/a vicesecretario/a. Todos con voz y voto, excepto el Consiliario que no tiene voto. Todos los cargos se han de ejercer de forma gratuita.

Las condiciones requeridas para formar parte de la Junta de Gobierno son las siguientes:

a. Residir en lugar donde le sea posible atender las obligaciones del cargo.

b. Tener la antig?edad m?nima de dos a?os como cofrade de pleno derecho.

c. Gozar de la capacidad suficiente, con un adecuado nivel de formaci?n religiosa y de vivencia cristiana.

d. No ejercer cargo de direcci?n en partido pol?tico (c. 317, 4). Tampoco podr? serlo quien ejerza cargos de autoridad o gesti?n administrativa p?blica a nivel local, provincial, auton?mico o regional.

Art?culo 29. Constituci?n y acuerdos. Se considerar? v?lidamente constituida cuando est? presente la mitad m?s uno de los miembros con derecho a voto. Para la validez de sus acuerdos, ser? necesaria la mayor?a absoluta de los votos de los presentes v?lidamente convocados, con tal de que haya qu?rum (c. 119, 2?)

Art?culo 30. Funciones de la Junta de Gobierno. Pertenecen a la Junta de Gobierno las siguientes atribuciones:

?? Concretar los planes aprobados por la Asamblea General y programar las actividades de la Cofrad?a.

?? Programar los actos de culto, de formaci?n doctrinal, obras de apostolado, de comuni?n fraterna y caridad, con el visto bueno del Consiliario o Director Espiritual.

?? Revisar la marcha general de la Cofrad?a , estudiando el modo de corregir posibles deficiencias, fomentando en todos los miembros esp?ritu de uni?n y la observancia de los Estatutos, y sugerir temas para la Asamblea General.

?? Resolver los recursos que se presenten por los Cofrades.

?? Convocar la Asamblea General.

?? Admitir o cesar ?dado el caso y procediendo con la debida caridad, objetividad, discreci?n, guiados por las pautas que fijan estos Estatutos- a un miembro de la Cofrad?a.

?? Administrar los bienes de la Cofrad?a y presentar para su aprobaci?n por la Asamblea General el estado de cuentas de la Cofrad?a.

?? Presentar los presupuestos y balance econ?mico anual al Ec?nomo Diocesano para su aprobaci?n.

?? Imponer las sanciones correspondientes por incumplimiento de las normas.

?? La direcci?n y organizaci?n de todos los actos de la Cofrad?a

?? Velar por el cumplimiento de todo lo referente a las elecciones y, muy especialmente, porque los candidatos y electores re?nan las condiciones exigidas.

?? Al respecto y con tiempo suficiente confeccionar? el censo de electores y lo dar? a conocer para posibles reclamaciones, abriendo un plazo razonable para la presentaci?n de candidatos, que deber?n ser acreditados por la Junta.

?? Verificada la elecci?n, la mesa electoral proclamar? a los elegidos, que s?lo ser?n tales cuando la Autoridad Eclesi?stica haya confirmado la elecci?n del Cofrade Mayor y dem?s miembros de la Junta. Al efecto, el Secretario/a la debe solicitar en el plazo m?ximo de ocho d?as, acompa?ando el acta electoral, con el visto bueno del P?rroco o Consiliario.

?? Proponer a la Asamblea General la posible modificaci?n de Estatutos.

Art?culo 31. Tiempo de mandato. Los miembros de la Junta Directiva -excepto el Consiliario- ser?n elegidos por cuatro a?os, pudiendo ser reelegidos por un segundo mandato y en subsiguientes per?odos de gobierno, no continuados, salvo por expresa autorizaci?n escrita del Obispo Diocesano.

Art?culo 32. Periodicidad de sus reuniones. La junta de Gobierno se reunir? ordinariamente cada tres meses, y en sesi?n extraordinaria cuantas veces sea necesario, por petici?n de tres de sus miembros y/o por convocatoria, en cualquier caso, por el/ la Cofrade Mayor. Deber? ser convocada con, al menos 48 horas de antelaci?n, por escrito y especificando los asuntos a tratar.

Art?culo 33. CONSILIARIO o DIRECTOR ESPIRITUAL . Normalmente ser? el p?rroco de EL Dulce nombre de Jes?s, La Guancha , salvo que el Ordinario provea de otro modo (C. 317, 1). Maestro y pastor ha de acompa?ar la vida espiritual y el esp?ritu apost?lico de los cofrades, promoviendo la comuni?n en la Cofrad?a , con la parroquia a la que pertenece y con la Iglesia en general. Son atribuciones suyas:

?? Ostentar la representaci?n y autoridad moral suprema de la Cofrad?a.

?? Se necesitar? su visto bueno en todo lo referente a los actos de culto y a la doctrina, debiendo ser escuchado en lo concerniente a obras de apostolado y caridad.

?? Asistir?, salvo imposibilidad, a todas las reuniones de la Junta de Gobierno con voz, pero sin voto.

?? Estar? presente en la Asamblea General , ordinaria o extraordinaria, con voz pero sin voto.

Art?culo 34. EL/ LA COFRADE MAYOR O PRESIDENTE. Elecciones. Salvo el/la primer/a Cofrade Mayor, tras la aprobaci?n de estos Estatutos, para acceder al cargo ser? requisito indispensable llevar m?s de cinco a?os como miembro de la Cofrad?a y que re?na unas cualidades de prudencia, vida moral y cristiana, pr?ctica religiosa y estar en plena comuni?n con la iglesia cat?lica.

Se proceder? para su elecci?n as?:

1. La Junta Directiva propondr? a la Asamblea General las candidaturas que se presenten integradas cada una por un/a Cofrade Mayor, el/ la Teniente-cofrade , el Secretario/a, el/ la Tesorero /a, y cuatro vocales, escogidos entre los cofrades elegibles.
2. La elecci?n, que se har? con voto secreto, ser? v?lida si, cumplido los art?culos 17 y 27.
3. En caso de no presentarse ning?n candidato a Cofrade Mayor o Presidente/a, pasar? a votaci?n el cofrade m?s antiguo, y sucesivamente por orden de antig?edad los restantes, hasta que alguno obtenga la mayor?a de votos, en todo caso con su propio consentimiento.
4. En caso de que la elecci?n del/ la Cofrade Mayor fuese seg?n el art?culo anterior, ?l mismo podr? elegir su junta de Gobierno en ese momento, siendo presentada a la Asamblea General para su ratificaci?n.
5. La Junta de Gobierno velar? por el cumplimiento de todas las disposiciones referentes a las elecciones y muy especialmente porque los candidatos y electores re?nan las condiciones exigidas.
6. Sesenta d?as antes de la Asamblea General obligatoria, la Junta de Gobierno confeccionar? el censo de electores y lo dar? a conocer para posibles reclamaciones. Los candidatos han de presentar sus candidaturas anta la Junta de Gobierno, la quincena anterior a la Asamblea General obligatoria.

Art?culo 35. Confirmaci?n y toma de posesi?n . Cuando se produzca la elecci?n, la mesa electoral proclamar? a los elegidos, pero la elecci?n no surtir? efecto hasta que la autoridad eclesi?stica haya confirmado la elecci?n del/la cofrade mayor (c. 317. 1) y de su Junta Directiva. El/ la Secretario /a debe solicitar la confirmaci?n de la Junta elegida, con el visto bueno del Consiliario, en el plazo m?ximo de ocho d?as, acompa?ando el acta de la elecci?n. El Cofrade ha de realizar juramento

Art?culo 36. Funciones del/ la Cofrade Mayor :

  1. Ostentar la representaci?n oficial de la Cofrad?a a todos los efectos.
  2. Cuidar el estricto cumplimiento de los fines de la Cofrad?a y de estos Estatutos.
  3. Animar a todos, especialmente quienes integran la Junta Directiva , al fiel cumplimiento de sus compromisos. Cuando resuelva casos urgentes de su competencia dar? cuenta inmediata a la Junta Directiva.
  4. Convocar, moderar y presidir las reuniones de la Asamblea General y de la Junta de Gobierno.
  5. Velar por el cumplimiento de todo tipo de acuerdos tomados.
  6. Preocuparse especialmente de la formaci?n integral humana y cristiana (c. 329; cf. c. 217) de los cofrades;
  7. La coordinaci?n de la Cofrad?a con las otras realidades de la Parroquia y con la Delegaci?n Diocesana de Hermandades y Cofrad?as.
  8. Cuidar debidamente la correcta administraci?n de los bienes de la Cofrad?a (c. 1279).
  9. Autorizar con su firma los escritos de la Cofrad?a y la disposici?n de fondos estimada conveniente por la Junta Directiva para la ejecuci?n de los presupuestos.
  10. Rendir cuentas todos los a?os a la Autoridad eclesi?stica.
  11. Remover de los cargos directivos, previa notificaci?n a la Junta Directiva , al miembro o miembros que, por su actitud negativa, considere oportuno, designando interinamente a quien ha de suplirle hasta las elecciones pr?ximas.
  12. Decidir con su voto en caso de empate y en la toma de decisiones, salvo en caso de elecciones.
  13. Colaborar con el Consiliario para el cumplimiento de las tareas del mismo y advirti?ndole de las deficiencias de la Cofrad?a.
  14. En las procesiones y actos de culto, estar permanentemente en contacto con el respectivo vocal encargado, para que se desarrollen ordenada y correctamente.

Art?culo 37. EL/ LA TENIENTE COFRADE. Funciones. Las funciones del mismo son:

  1. Sustituir al/ la Cofrade Mayor en los casos de enfermedad, necesidad o ausencia.
  2. Ayudar al/ la Cofrade Mayor en el desempe?o de sus funciones ordinarias.
  3. Otras que le delegue el/ la Cofrade Mayor.

Art?culo 38. EL/ LA SECRETARIO /A. Funciones . Son funciones del Secretario/a las siguientes:

?? Levantar las actas de las reuniones y hacer las comunicaciones pertinentes. Convocatorias que ordene el Hermano/a Mayor, despachar correspondencia, custodiar la documentaci?n de la Cofrad?a.

?? Llevar al dia el Libro de Registro de Cofrades, en el que constar? la fecha de altas y bajas.

?? Redactar la Memoria anual que ha de leer en la Asamblea General.

?? Informar a la Asamblea General y a la Junta de Gobierno acerca de la legalidad de los acuerdos a tomar.

?? Certificar cualquier acuerdo que se adopte.

?? Solicitar del Ordinario la confirmaci?n de la elecci?n del Hermano/a Mayor y de su Junta directiva, y enviar el acta de su toma de posesi?n.

Art?culo 39. EL/ LA TESORERO /A. Funciones. Son funciones del mismo las siguientes:

  1. Rendir cuentas de su gesti?n a la Junta de Gobierno cada vez que esta lo requiera y, anualmente, a la Asamblea General.
  2. Elaborar los presupuestos y balances anuales que la Junta Directiva presentar? para la supervisi?n por la Administraci?n Diocesana
  3. Realizar los gastos ordinarios por s? mismo/a; y los extraordinarios con el visto bueno del Cofrade Mayor.
  4. Llevar los libros de contabilidad, con los ingresos y egresos debidamente actualizados.
  5. Extender los correspondientes recibos de cuotas.
  6. Pedir la autorizaci?n de la Junta de Gobierno para todos los gastos extraordinarios.

Art?culo 40. VOCALES. Habr? cuatro vocales, de los cuales uno/a es censor/a de cuentas y otro/a vicesecretario/a. El/ la Censor /a de cuentas colabora con el/la tesorero/a y supervisa junto con el/la mismo/a las cuentas antes de ser presentadas a la Junta de Gobierno o Asamblea General. El Vicesecretario/a colabora con el/ la Secretario /a en las labores propias del cargo.

Los otros dos vocales al ser componentes de la Junta de Gobierno sin funci?n espec?fica, auxiliar?n a los cargos: sustituir por orden al/ la Secretario /a, Tesorero/a, cuando estos/as no puedan concurrir a las sesiones o actos, con todas las atribuciones de ?stos/as. Organizar cultos o cooperar con el Director espiritual o Consiliario en la organizaci?n de los mismos, elaboraci?n de cartas, confecci?n de programas, etc.

Art?culo 41. La Junta de Gobierno podr? encargar a otros cofrades el desempe?o de alg?n oficio, sin pertenecer por ello a la Junta.

CAP?TULO VII. DE LOS BIENES Y SU ADMINISTRACI?N.

Art?culo 42. Fuentes de ingresos. Recursos. Esta Cofrad?a para llevar a cabo los objetivos propuestos, est? facultada para utilizar los siguientes recursos:

  1. El cobro de cuotas a los Cofrades.
  2. La aceptaci?n de donativos, legados y herencias.
  3. Las rentas del propio patrimonio de la Cofrad?a.
  4. Cualquier otro recurso permitido en Derecho.

La aceptaci?n de donaciones, legados y herencias, que lleven parejo el cumplimiento de alguna carga o condici?n, requiere autorizaci?n expresa del Obispo de la Di?cesis (c. 1304).

Art?culo 43. Presupuestos y balances. La Junta de Gobierno administrar? leg?timamente los bienes de la Cofrad?a , a tenor de las normas emanadas de la Autoridad Diocesana (cc. 319 y 1276). Se consideran actos de administraci?n ordinaria los referidos a la ejecuci?n del presupuesto de gastos ordinarios, debidamente aprobados.

Art?culo 44. La Junta de Gobierno confeccionar? actualmente el presupuesto ordinario de Ingresos y Gastos que deber? ser aprobado por la Asamblea General (c. 1284, 3), la cual aprobar? igualmente los presupuestos extraordinarios y los balances de situaci?n y gesti?n. Presupuesto y balance anual habr?n de ser supervisados anualmente por el Ec?nomo Diocesano y aprobadas por el Ordinario (c. 319, 1). El/ La Cofrade Mayor ordenar? igualmente dar a las cuentas suficiente publicidad para conocimiento de todos (c. 1287, 2).

Art?culo 45. El presupuesto ordinario de gastos no podr? rebasar la cantidad m?xima establecida por la autoridad eclesi?stica (9000 Euros), sin permiso de la misma. Los presupuestos extraordinarios, cuando excedan de la cantidad m?xima establecida (3000 Euros), requieren la misma autorizaci?n.

Art?culo 46. El presupuesto ordinario de gastos ser? tal, que el posible d?ficit resultante pueda ser cubierto en el tiempo que dure el mandato de la Junta de Gobierno que lo contrae. Los presupuestos extraordinarios que no puedan liquidarse durante el referido mandato, precisan especial licencia de la autoridad eclesi?stica.

Art?culo 47. La Junta debe responder de todas las obligaciones fiscales de la cofrad?a. En caso de actividades que generen beneficios, se solicitar? el c?digo de identificaci?n fiscal, a efectos del pago de impuestos.

Art?culo 48. En los contratos de arrendamientos de un bien r?stico o urbano, adem?s de cumplir la legislaci?n civil (c. 1.290), deber? ser consultado el Ordinario.

Art?culo 49. Sin licencia escrita del Ordinario ning?n administrador puede incoar un litigio o contestar a la demanda del Juez Civil (c. 1.288).

Art?culo 50. Actos de disposici?n. La enajenaci?n. En toda enajenaci?n, salvo que el bien tenga poco valor, se requiere previamente una tasaci?n escrita, hecha por peritos (c. 1293, 1, 2), no debiendo enajenarse por un valor inferior a tal tasaci?n (c. 1294, 1). La enajenaci?n de un bien, adem?s de requerir causas justas, si la tasaci?n supera la cantidad de 3000 Euros, requiere licencia del Obispo. Igualmente si se tratase de un bien precioso por su valor hist?rico-art?stico, para la validez de la enajenaci?n, se requiere tambi?n licencia de la Santa Sede (cc. 639, 3 y 1292, 2).

Art?culo 51. Otras obligaciones. La Cofrad?a contribuir? al sostenimiento de la Econom?a Diocesana (Fondo Com?n Diocesano) con una cuota anual del 8 % sobre el total del cap?tulo de ingresos anuales, sin contar el superavit de a?os anteriores, ni subvenciones espec?ficas si las hubiere (Normas de Cooperaci?n de los fieles para el sostenimiento de la Iglesia. Bolet?n Oficial Obispado Tenerife. (nn. 11-12 Nbre-dbre 2006). Colaborar? con la parroquia con una cuota del 5% sobre los ingresos netos anuales, como aportaci?n corresponsable a la comunidad a la que pertenece.

Art?culo 52. Inventario. El Tesorero-Administrador de la Cofrad?a , al tomar posesi?n de sus cargo, actualizar? y confeccionar? un inventario exacto y detallado de cuantos bienes muebles inmuebles y preciosos, posea la Cofrad?a (c. 1283, 2. 3). El/ La Cofrade Mayor lo firmar? y ordenar? enviar una copia a la Delegaci?n Diocesana de Hermandades y Cofrad?as.

Es tambi?n de su competencia el mantener actualizada la documentaci?n suficiente sobre la titulaci?n de los bienes (c. 1.284, 2, 9). Los fondos deben estar depositados en entidades bancarias y para su disposici?n ser requerida la firma de, al menos, dos personas.

CAP?TULO VIII: EXTINCI?N Y SUPRESI?N DE LA COFRAD?A.

Art?culo 53. La Cofrad?a , por su condici?n de persona jur?dica, es perpetua. Sin embargo, se extingue si es leg?timamente suprimida por la autoridad competente (c. 320) o si cesa su actividad por espacio de cien a?os (c. 120). Caso de que esto ocurriese, los bienes de la Cofrad?a pasar?n a la Parroquia del Dulce Nombre de Jes?s de La Guancha.

DISPOSICI?N FINAL

La Cofrad?a queda sometida en todo a cuanto se dispone en estos Estatutos, a la Autoridad Diocesana y a cuanto est? legislado seg?n Derecho o se legisle en lo sucesivo. Entrar?n en vigor en la fecha en que sean aprobados oficialmente por el Ordinario Diocesano.

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Lunes, 20 de septiembre de 2010

ZENIT?? nos?ofrece el discurso que pronunci?el Papa Benedicto XVI, el s?bado 18 de Septiembre de 2010, durante la celebraci?n de la Vigilia de oraci?n por la beatificaci?n del cardenal John Henry Newman, en el Hyde Park de Londres.

Hermanos y hermanas en Cristo:

?sta es una noche de alegr?a, de gozo espiritual inmenso para todos nosotros. Nos hemos reunido aqu? en esta vigilia de oraci?n para preparar la Misa de ma?ana, durante la que un gran hijo de esta naci?n, el cardenal John Henry Newman, ser? declarado beato. Cu?ntas personas han anhelado este momento, en Inglaterra y en todo el mundo. Tambi?n es una gran alegr?a para m?, personalmente, compartir con vosotros esta experiencia. Como sab?is, durante mucho tiempo, Newman ha ejercido una importante influencia en mi vida y pensamiento, como tambi?n en otras muchas personas m?s all? de estas islas. El drama de la vida de Newman nos invita a examinar nuestras vidas, para verlas en el amplio horizonte del plan de Dios y crecer en comuni?n con la Iglesia de todo tiempo y lugar: la Iglesia de los ap?stoles, la Iglesia de los m?rtires, la Iglesia de los santos, la Iglesia que Newman amaba y a cuya misi?n dedic? toda su vida.

Agradezco al Arzobispo Peter Smith sus amables palabras de bienvenida en vuestro nombre, y me complace vivamente ver a tantos j?venes presentes en esta vigilia. Esta tarde, en el contexto de nuestra oraci?n com?n, me gustar?a reflexionar con vosotros sobre algunos aspectos de la vida de Newman, que considero muy relevantes para nuestra vida como creyentes y para la vida de la Iglesia de hoy.

Permitidme empezar recordando que Newman, por su propia cuenta, traz? el curso de toda su vida a la luz de una poderosa experiencia de conversi?n que tuvo siendo joven. Fue una experiencia inmediata de la verdad de la Palabra de Dios, de la realidad objetiva de la revelaci?n cristiana tal y como se recibi? en la Iglesia. Esta experiencia, a la vez religiosa e intelectual, inspirar?a su vocaci?n a ser ministro del Evangelio, su discernimiento de la fuente de la ense?anza autorizada en la Iglesia de Dios y su celo por la renovaci?n de la vida eclesial en fidelidad a la tradici?n apost?lica. Al final de su vida, Newman describe el trabajo de su vida como una lucha contra la creciente tendencia a percibir la religi?n como un asunto puramente privado y subjetivo, una cuesti?n de opini?n personal. He aqu? la primera lecci?n que podemos aprender de su vida: en nuestros d?as, cuando un relativismo intelectual y moral amenaza con minar la base misma de nuestra sociedad, Newman nos recuerda que, como hombres y mujeres a imagen y semejanza de Dios, fuimos creados para conocer la verdad, y encontrar en esta verdad nuestra libertad ?ltima y el cumplimiento de nuestras aspiraciones humanas m?s profundas. En una palabra, estamos destinados a conocer a Cristo, que es "el camino, y la verdad, y la vida" (Jn 14,6).

La vida de Newman nos ense?a tambi?n que la pasi?n por la verdad, la honestidad intelectual y la aut?ntica conversi?n son costosas. No podemos guardar para nosotros mismos la verdad que nos hace libres; hay que dar testimonio de ella, que pide ser escuchada, y al final su poder de convicci?n proviene de s? misma y no de la elocuencia humana o de los argumentos que la expongan. No lejos de aqu?, en Tyburn, un gran n?mero de hermanos y hermanas nuestros murieron por la fe. Su testimonio de fidelidad hasta el final fue m?s poderoso que las palabras inspiradas que muchos de ellos pronunciaron antes de entregar todo al Se?or. En nuestro tiempo, el precio que hay que pagar por la fidelidad al Evangelio ya no es ser ahorcado, descoyuntado y descuartizado, pero a menudo implica ser excluido, ridiculizado o parodiado. Y, sin embargo, la Iglesia no puede sustraerse a la misi?n de anunciar a Cristo y su Evangelio como verdad salvadora, fuente de nuestra felicidad definitiva como individuos y fundamento de una sociedad justa y humana.

Por ?ltimo, Newman nos ense?a que si hemos aceptado la verdad de Cristo y nos hemos comprometido con ?l, no puede haber separaci?n entre lo que creemos y lo que vivimos. Cada uno de nuestros pensamientos, palabras y obras deben buscar la gloria de Dios y la extensi?n de su Reino. Newman comprendi? esto, y fue el gran valedor de la misi?n prof?tica de los laicos cristianos. Vio claramente que lo que hacemos no es tanto aceptar la verdad en un acto puramente intelectual, sino abrazarla en una din?mica espiritual que penetra hasta la esencia de nuestro ser. Verdad que se transmite no s?lo por la ense?anza formal, por importante que ?sta sea, sino tambi?n por el testimonio de una vida ?ntegra, fiel y santa; y los que viven en y por la verdad instintivamente reconocen lo que es falso y, precisamente como falso, perjudicial para la belleza y la bondad que acompa?an el esplendor de la verdad, veritatis splendor.

La primera lectura de esta noche es la magn?fica oraci?n en la que San Pablo pide que comprendamos "lo que trasciende toda filosof?a: el amor cristiano" (Ef 3,14-21). El ap?stol desea que Cristo habite en nuestros corazones por la fe (cf. Ef 3,17) y que podamos comprender con todos los santos "lo ancho, lo largo, lo alto y lo profundo" de ese amor. Por la fe, llegamos a ver la palabra de Dios como l?mpara para nuestros pasos y luz en nuestro sendero (cf. Sal 119,105). Newman, igual que innumerables santos que le precedieron en el camino del discipulado cristiano, ense?? que la "bondadosa luz" de la fe nos lleva a comprender la verdad sobre nosotros mismos, nuestra dignidad como hijos de Dios y el destino sublime que nos espera en el cielo. Al permitir que brille la luz de la fe en nuestros corazones, y permaneciendo en esa luz a trav?s de nuestra uni?n cotidiana con el Se?or en la oraci?n y la participaci?n en la vida que brota de los sacramentos de la Iglesia, llegamos a ser luz para los que nos rodean; ejercemos nuestra "misi?n prof?tica"; con frecuencia, sin saberlo si quiera, atraemos a la gente un poco m?s cerca del Se?or y su verdad. Sin la vida de oraci?n, sin la transformaci?n interior que se lleva a cabo a trav?s de la gracia de los sacramentos, no podemos, en palabras de Newman, "irradiar a Cristo"; nos convertimos en otros "platillos que aturden" (1 Co 13,1) en un mundo lleno de creciente ruido y confusi?n, lleno de falsos caminos que s?lo conducen a angustias y espejismos.

En una de las meditaciones m?s queridas del Cardenal se dice: "Dios me ha creado para una misi?n concreta. Me ha confiado una tarea que no ha encomendado a otro" (Meditaciones sobre la doctrina cristiana). Aqu? vemos el agudo realismo cristiano de Newman, el punto en que fe y vida inevitablemente se cruzan. La fe busca dar frutos en la transformaci?n de nuestro mundo a trav?s del poder del Esp?ritu Santo, que act?a en la vida y obra de los creyentes. Nadie que contemple con realismo nuestro mundo de hoy podr?a pensar que los cristianos pueden permitirse el lujo de continuar como si no pasara nada, haciendo caso omiso de la profunda crisis de fe que impregna nuestra sociedad, o confiando sencillamente en que el patrimonio de valores transmitido durante siglos de cristianismo seguir? inspirando y configurando el futuro de nuestra sociedad. Sabemos que en tiempos de crisis y turbaci?n Dios ha suscitado grandes santos y profetas para la renovaci?n de la Iglesia y la sociedad cristiana; confiamos en su providencia y pedimos que nos gu?e constantemente. Pero cada uno de nosotros, de acuerdo con su estado de vida, est? llamado a trabajar por el progreso del Reino de Dios, infundiendo en la vida temporal los valores del Evangelio. Cada uno de nosotros tiene una misi?n, cada uno de nosotros est? llamado a cambiar el mundo, a trabajar por una cultura de la vida, una cultura forjada por el amor y el respeto a la dignidad de cada persona humana. Como el Se?or nos dice en el Evangelio que acabamos de escuchar, nuestra luz debe alumbrar a todos, para que, viendo nuestras buenas obras, den gloria a nuestro Padre, que est? en el cielo (cf. Mt 5,16).

Deseo ahora dirigir una palabra especial a los numerosos j?venes presentes. Queridos j?venes amigos: s?lo Jes?s conoce la "misi?n concreta" que piensa para vosotros. Dejad que su voz resuene en lo m?s profundo de vuestro coraz?n: incluso ahora mismo, su coraz?n est? hablando a vuestro coraz?n. Cristo necesita familias para recordar al mundo la dignidad del amor humano y la belleza de la vida familiar. Necesita hombres y mujeres que dediquen su vida a la noble labor de educar, atendiendo a los j?venes y form?ndolos en el camino del Evangelio. Necesita a quienes consagrar?n su vida a la b?squeda de la caridad perfecta, sigui?ndole en castidad, pobreza y obediencia y sirvi?ndole en sus hermanos y hermanas m?s peque?os. Necesita el gran amor de la vida religiosa contemplativa, que sostiene el testimonio y la actividad de la Iglesia con su oraci?n constante. Y necesita sacerdotes, buenos y santos sacerdotes, hombres dispuestos a dar su vida por sus ovejas. Preguntadle al Se?or lo que desea de vosotros. Pedidle la generosidad de decir s?. No teng?is miedo a entregaros completamente a Jes?s. ?l os dar? la gracia que necesit?is para acoger su llamada. Permitidme terminar estas pocas palabras invit?ndoos vivamente a acompa?arme el pr?ximo a?o en Madrid en la Jornada Mundial de la Juventud. Siempre es una magn?fica ocasi?n para crecer en el amor a Cristo y animaros a una gozosa vida de fe junto a miles de j?venes. Espero ver a muchos de vosotros all?.

Y ahora, queridos amigos, sigamos con nuestra vigilia de oraci?n para preparar nuestro encuentro con Cristo, presente entre nosotros en el Sant?simo Sacramento del Altar. Juntos, en el silencio de nuestra adoraci?n en com?n, abramos nuestras mentes y corazones a su presencia, a su amor y al poder convincente de su verdad. D?mosle gracias especialmente por el testimonio perenne de la verdad, ofrecido por el Cardenal John Henry Newman. Confiando en sus oraciones, pidamos al Se?or que ilumine nuestro camino y el camino de toda la sociedad brit?nica, con la luz amable de su verdad, su amor y su paz. Am?n.

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Publicado por verdenaranja @ 22:48  | Habla el Papa
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ZENIT? nos ofrece el texto del discurso que el Papa Benedicto XVI dirigi? el viernes 17 de Septiembre de 2010 a los religiosos y profesores que se dedican a la ense?anza en escuelas cat?licas, durante su visita al St. Mary's University College de Twickenham.

Excelent?simo Secretario de Estado de Educaci?n,
Se?or Obispo Stack,
Doctor Naylor,
Reverendos Padres, Hermanos y Hermanas en Cristo:

Me complace tener esta oportunidad para rendir homenaje a la destacada contribuci?n, brindada por religiosos y religiosas en esta tierra, a la noble tarea de la educaci?n. Doy las gracias a los j?venes por sus magn?ficas canciones, y agradezco a la Hermana Teresa sus palabras. A ella y a todos los hombres y mujeres que dedican sus vidas a ense?ar a los j?venes, deseo manifestarles mis sentimientos de profundo agradecimiento. Form?is a las nuevas generaciones no s?lo en el conocimiento de la fe, sino en cada aspecto de lo que significa vivir como ciudadanos maduros y responsables en el mundo actual.

Como sab?is, la tarea de un maestro no es sencillamente comunicar informaci?n o proporcionar capacitaci?n en unas habilidades orientadas al beneficio econ?mico de la sociedad; la educaci?n no es y nunca debe considerarse como algo meramente utilitario. Se trata de la formaci?n de la persona humana, prepar?ndola para vivir en plenitud. En una palabra, se trata de impartir sabidur?a. Y la verdadera sabidur?a es inseparable del conocimiento del Creador, porque ?en sus manos estamos nosotros y nuestras palabras y toda la prudencia y destreza de nuestras obras? (Sab 7,16).

Los monjes percibieron con claridad esta dimensi?n trascendente del estudio y la ense?anza, que tanto contribuy? a la evangelizaci?n de estas islas. Me refiero a los benedictinos que acompa?aron a San Agust?n en su misi?n a Inglaterra; a los disc?pulos de San Columbano, que propagaron la fe por Escocia y el norte de Inglaterra; a San David y sus compa?eros en Gales. Ya que la b?squeda de Dios, que est? en el coraz?n de la vocaci?n mon?stica, requiere un compromiso activo con los medios por los que ?l se da a conocer -su creaci?n y su Palabra revelada-, era natural que el monasterio tuviera una biblioteca y una escuela (cf. Discurso a los representantes del mundo de la cultura en el "Colegio de los Bernardinos" en Par?s, el 12 de septiembre de 2008). La dedicaci?n monacal al aprendizaje como senda de encuentro con la Palabra de Dios encarnada sent? las bases de nuestra cultura y civilizaci?n occidentales.

Al mirar a mi alrededor hoy en d?a, veo a muchos religiosos de vida activa cuyo carisma incluye la educaci?n de los j?venes. Ello me ofrece la oportunidad de dar gracias a Dios por la vida y obra de la Venerable Mar?a Ward, originaria de esta tierra, cuya visi?n de la vida religiosa apost?lica femenina ha dado tantos frutos. Yo mismo, siendo ni?o, fui educado por las "Damas Inglesas", y tengo hacia ellas una profunda deuda de gratitud. Muchos pertenec?is a congregaciones dedicadas a la ense?anza, que han llevado la luz del Evangelio a tierras lejanas, como parte de la gran obra misionera de la Iglesia. Tambi?n doy gracias a Dios por esto y le alabo. A menudo, pusisteis las bases de la previsi?n educativa mucho antes de que el Estado asumiera la responsabilidad de este servicio vital tanto para el individuo como para la sociedad. Como los papeles respectivos de la Iglesia y el Estado en el ?mbito de la educaci?n siguen evolucionando, nunca olvid?is que los religiosos tienen una ?nica contribuci?n que ofrecer a este apostolado, sobre todo a trav?s de sus vidas consagradas a Dios y por medio de su fidelidad: el testimonio de amor a Cristo, el Maestro por excelencia.

En efecto, la presencia de los religiosos en las escuelas cat?licas es un signo que recuerda intensamente el tan discutido ethos cat?lico que debe permear todos los aspectos de la vida escolar. Esto va m?s all? de la evidente exigencia de que el contenido de la ense?anza concuerde siempre con la doctrina de la Iglesia. Se trata de que la vida de fe sea la fuerza impulsora de toda actividad escolar, para que la misi?n de la Iglesia se desarrolle con eficacia, y los j?venes puedan descubrir la alegr?a de participar en "el ser para los dem?s", propio de Cristo (cf. Spe Salvi, 28).

Antes de concluir, deseo a?adir una palabra especial de aprecio hacia quienes tienen la tarea de garantizar que nuestras escuelas ofrezcan un entorno seguro para ni?os y j?venes. Nuestra responsabilidad hacia aquellos que nos han confiado su formaci?n cristiana no puede exigir menos. De hecho, la vida de fe se puede cultivar con eficacia cuando prevalece un clima de confianza respetuosa y afectuosa. Rezo para que ello siga siendo un sello distintivo de las escuelas cat?licas en este pa?s.

Con estos sentimientos, queridos hermanos y hermanas, os invito ahora a poneros en pie y orar.

* * *

Se?or Obispo Stack, le ruego, como Presidente de la Junta de Gobierno de la Universidad de Santa Mar?a, que reciba, en nombre del Colegio, este mosaico de la Sant?sima Virgen Mar?a, que obsequio.?

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Publicado por verdenaranja @ 22:43  | Habla el Papa
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ZENIT??nos ofrece el discurso que el Papa dirigi? a los m?s de 4.000 estudiantes de escuelas cat?licas inglesas, galesas y escocesas, a quienes se dirigi? durante su visita al St. Mary's University College de Twickenham, tras saludar a los religiosos y profesores, el viernes 17 de Septiembre de 2010.

Queridos hermanos y hermanas en Cristo,
Queridos j?venes

Quiero manifestaros ante todo mi alegr?a por estar con vosotros hoy aqu?. Os saludo con cari?o a todos los que hab?is venido a la Universidad de Saint Mary desde las diversas escuelas y facultades cat?licas de todo el Reino Unido, y a los que segu?s este encuentro a trav?s de la televisi?n o internet. Agradezco al Obispo McMahon su amable bienvenida. Doy las gracias tambi?n al coro y a la orquesta por la preciosa m?sica que ha dado comienzo a nuestra celebraci?n, e igualmente deseo expresar mi gratitud a la Se?orita Bellot por las amables palabras que me ha dirigido en nombre de todos los j?venes aqu? presentes. Con vistas a los pr?ximos Juegos Ol?mpicos en Londres, me ha sido grato inaugurar esta fundaci?n deportiva, llamada as? en honor del Papa Juan Pablo II, y rezo para que cuantos vengan aqu? den gloria a Dios con sus actividades deportivas y disfruten ellos mismos y los dem?s.

No es frecuente que un Papa u otra persona tenga la posibilidad de hablar a la vez a los alumnos de todas las escuelas cat?licas de Inglaterra, Gales y Escocia. Y como tengo esta oportunidad, hay algo que deseo enormemente deciros. Espero que, entre quienes me escuch?is hoy, est? alguno de los futuros santos del siglo XXI. Lo que Dios desea m?s de cada uno de vosotros es que se?is santos. ?l os ama mucho m?s de lo jam?s podr?ais imaginar y quiere lo mejor para vosotros. Y, sin duda, lo mejor para vosotros es que crezc?is en santidad.

Quiz?s alguno de vosotros nunca antes pens? esto. Quiz?s, alguno opina que la santidad no es para ?l. Dejad que me explique. Cuando somos j?venes, solemos pensar en personas a las que respetamos, admiramos y como las que nos gustar?a ser. Puede que sea alguien que encontramos en nuestra vida diaria y a quien tenemos una gran estima. O puede que sea alguien famoso. Vivimos en una cultura de la fama, y a menudo se alienta a los j?venes a modelarse seg?n las figuras del mundo del deporte o del entretenimiento. Os pregunto: ?Cu?les son las cualidades que veis en otros y que m?s os gustar?an para vosotros? ?Qu? tipo de persona os gustar?a ser de verdad?

Cuando os invito a ser santos, os pido que no os conform?is con ser de segunda fila. Os pido que no persig?is una meta limitada y que ignor?is las dem?s. Tener dinero posibilita ser generoso y hacer el bien en el mundo, pero, por s? mismo, no es suficiente para haceros felices. Estar altamente cualificado en determinada actividad o profesi?n es bueno, pero esto no os llenar? de satisfacci?n a menos que aspiremos a algo m?s grande a?n. Llegar a la fama, no nos hace felices. La felicidad es algo que todos quieren, pero una de las mayores tragedias de este mundo es que much?sima gente jam?s la encuentra, porque la busca en los lugares equivocados. La clave para esto es muy sencilla: la verdadera felicidad se encuentra en Dios. Necesitamos tener el valor de poner nuestras esperanzas m?s profundas solamente en Dios, no en el dinero, la carrera, el ?xito mundano o en nuestras relaciones personales, sino en Dios. S?lo ?l puede satisfacer las necesidades m?s profundas de nuestro coraz?n.

Dios no solamente nos ama con una profundidad e intensidad que dif?cilmente podremos llegar a comprender, sino que, adem?s, nos invita a responder a su amor. Todos sab?is lo que sucede cuando encontr?is a alguien interesante y atractivo, y quer?is ser amigo suyo. Siempre esper?is resultar interesantes y atractivos, y que deseen ser vuestros amigos. Dios quiere vuestra amistad. Y cuando comenz?is a ser amigos de Dios, todo en la vida empieza a cambiar. A medida que lo vais conociendo mejor, percib?s el deseo de reflejar algo de su infinita bondad en vuestra propia vida. Os atrae la pr?ctica de las virtudes. Comenz?is a ver la avaricia y el ego?smo y tantos otros pecados como lo que realmente son, tendencias destructivas y peligrosas que causan profundo sufrimiento y un gran da?o, y dese?is evitar caer en esas trampas. Empez?is a sentir compasi?n por la gente con dificultades y ansi?is hacer algo por ayudarles. Quer?is prestar ayuda a los pobres y hambrientos, consolar a los tristes, dese?is ser amables y generosos. Cuando todo esto comience a sucederos, est?is en camino hacia la santidad.

En vuestras escuelas cat?licas, hay cada vez m?s iniciativas, adem?s de las materias concretas que estudi?is y de las diferentes habilidades que aprend?is. Todo el trabajo que realiz?is se sit?a en un contexto de crecimiento en la amistad con Dios y todo ello debe surgir de esta amistad. Aprend?is a ser no s?lo buenos estudiantes, sino buenos ciudadanos, buenas personas. A medida que avanz?is en los diferentes cursos escolares, deb?is ir tomando decisiones sobre las materias que vais a estudiar, comenzando a especializaros de cara a lo que m?s tarde vais a hacer en la vida. Esto es justo y conveniente. Pero recordad siempre que cuando estudi?is una materia, es parte de un horizonte mayor. No os content?is con ser mediocres. El mundo necesita buenos cient?ficos, pero una perspectiva cient?fica se vuelve peligrosa si ignora la dimensi?n religiosa y ?tica de la vida, de la misma manera que la religi?n se convierte en limitada si rechaza la leg?tima contribuci?n de la ciencia en nuestra comprensi?n del mundo. Necesitamos buenos historiadores, fil?sofos y economistas, pero si su aportaci?n a la vida humana, dentro de su ?mbito particular, se enfoca de manera demasiado reducida, pueden llevarnos por mal camino.

Una buena escuela educa integralmente a la persona en su totalidad. Y una buena escuela cat?lica, adem?s de este aspecto, deber?a ayudar a todos sus alumnos a ser santos. S? que hay muchos no-cat?licos estudiando en las escuelas cat?licas de Gran Breta?a, y deseo incluiros a todos vosotros en mi mensaje de hoy. Rezo para que tambi?n vosotros os sint?is movidos a la pr?ctica de la virtud y crezc?is en el conocimiento y en la amistad con Dios junto a vuestros compa?eros cat?licos. Sois para ellos un signo que les recuerda ese horizonte mayor, que est? fuera de la escuela, y de hecho, es bueno que el respeto y la amistad entre miembros de diversas tradiciones religiosas forme parte de las virtudes que se aprenden en una escuela cat?lica. Igualmente, conf?o en que quer?is compartir con otros los valores e ideas aprendidos gracias a la educaci?n cristiana que hab?is recibido.

Queridos amigos, os agradezco vuestra atenci?n; os prometo que rezar? por vosotros, y os pido que rec?is por m?. Espero veros a muchos de vosotros el pr?ximo agosto, en la Jornada Mundial de la Juventud, en Madrid. Mientras tanto, que Dios os bendiga.

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Publicado por verdenaranja @ 22:39  | Habla el Papa
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ZENIT ?nos ofrece el discurso que el Papa Benedicto XVI dirigi? el viernes 17 de Septiembre de 2010 a los l?deres de las comunidades jud?a, musulmana, hind? y sikh en la Waldegrave Drawing Room del St Mary?s University College, en Twickenham (Londres).

Distinguidos invitados, queridos amigos

Me alegra mucho tener la oportunidad de encontrarme con vosotros, representantes de las diversas comunidades religiosas presentes en Gran Breta?a. Quisiera saludar tanto a los ministros religiosos como a las personas que trabajan en la pol?tica, los negocios o la industria. Agradezco al Dr. Azzam y al Rabino Jefe Lord Sacks los saludos que me han dirigido en vuestro nombre. En este saludo, permitidme igualmente desear a la comunidad jud?a en Gran Breta?a y en todo el mundo una feliz y santa celebraci?n del Yom Kippur.

Me gustar?a comenzar se?alando el aprecio que la Iglesia Cat?lica tiene por el importante testimonio de todos vosotros, hombres y mujeres de esp?ritu, en un momento donde las convicciones religiosas no siempre son bien entendidas o apreciadas. La presencia de creyentes comprometidos en diversos ?mbitos de la vida social y econ?mica habla por s? misma de que la dimensi?n espiritual de nuestras vidas es fundamental en nuestra identidad como seres humanos o, en otras palabras, que el hombre no s?lo vive de pan (cf. Dt 8, 3). Como seguidores de tradiciones religiosas diferentes que trabajamos juntos por el bien de toda la comunidad, ponemos de relieve la gran importancia de nuestra cooperaci?n en com?n, que complementa el aspecto personal de nuestro continuo di?logo.

En el plano espiritual, todos nosotros, por caminos diferentes, estamos personalmente comprometidos en un recorrido que da una respuesta al interrogante m?s importante: el relativo al sentido ?ltimo de nuestra existencia humana. El anhelo por lo sagrado es la b?squeda de la cosa necesaria y la ?nica que puede satisfacer las aspiraciones del coraz?n humano. En el siglo quinto, San Agust?n describi? esta b?squeda con las siguientes palabras: "Nos hiciste Se?or para ti, y nuestro coraz?n est? inquieto hasta que descanse en ti" (Confesiones, libro I, 1). Cuando nos embarcamos en esta aventura, nos damos cuenta cada vez m?s de que la iniciativa no depende de nosotros, sino del Se?or: no se trata tanto de que le buscamos a ?l, sino que es ?l quien nos busca a nosotros; m?s a?n es quien ha puesto en nuestros corazones ese anhelo de ?l.

Vuestra presencia y testimonio en el mundo recuerdan la importancia fundamental que tiene para la vida de cada hombre esta b?squeda espiritual en la que estamos comprometidos. Desde su propio ?mbito, las ciencias humanas y naturales nos proporcionan unos conocimientos asombrosos sobre algunos aspectos de nuestra existencia y enriquecen nuestra comprensi?n sobre el funcionamiento del universo f?sico, y de esta manera se pueden aprovechar para el mayor beneficio de la familia humana. Aun as?, estas disciplinas no dan, ni pueden, una respuesta a la pregunta fundamental, porque su campo de acci?n es otro. No pueden satisfacer los deseos m?s profundos del coraz?n del hombre; no pueden explicar plenamente nuestro origen y nuestro destino, por qu? y para qu? existimos; ni siquiera pueden darnos una respuesta exhaustiva a la pregunta: "?Por qu? existe algo en vez de nada?".

La b?squeda de lo sagrado no deval?a otros campos de investigaci?n humana. Al contrario, los sit?a en un contexto que acrecienta su importancia como medios del ejercicio responsable de nuestro dominio sobre la creaci?n. En la Biblia, leemos que, concluido el trabajo de la creaci?n, Dios bendijo a nuestros primeros padres y les dijo: "Creced, multiplicaos, llenad la tierra y sometedla" (Gn 1, 28). Nos confi? la tarea de explorar y aprovechar los misterios de la naturaleza al servicio de un bien superior. ?Cu?l es este bien superior? En la fe cristiana se expresa como amor a Dios y amor al pr?jimo. De este modo, nos comprometemos con el mundo con entusiasmo y de coraz?n, pero siempre con la vista puesta en servir a ese bien superior, a fin de no desdibujar la belleza de la creaci?n explot?ndola por motivos ego?stas.

Es as? como, la genuina creencia religiosa nos sit?a m?s all? de la utilidad presente, hacia la trascendencia. Nos recuerda la posibilidad y el imperativo de la conversi?n moral, el deber de vivir en paz con nuestro pr?jimo y la importancia de llevar una vida ?ntegra. Entendida de forma adecuada, nos ilumina, purifica nuestros corazones e inspira acciones nobles y generosas, en beneficio de toda la familia humana. Nos mueve a la pr?ctica de la virtud y nos lleva al amor de los unos para con los otros, con el mayor respeto a las tradiciones religiosas distintas de las nuestras.

Desde el Concilio Vaticano II, la Iglesia Cat?lica ha dado especial relieve a la importancia del di?logo y la colaboraci?n con los miembros de otras religiones. Y para que sea fecundo, es necesario que haya reciprocidad en cuantos dialogan y en los seguidores de otras religiones. En concreto, pienso en la situaci?n de algunas partes del mundo donde la colaboraci?n y el di?logo interreligioso necesita del respeto rec?proco, la libertad para poder practicar la propia religi?n y participar en actos p?blicos de culto, as? como la libertad de seguir la propia conciencia sin sufrir ostracismo o persecuci?n, incluso despu?s de la conversi?n de una religi?n a otra. Establecido dicho respeto y apertura, la gente de todas las religiones trabajar?n juntos de manera efectiva por la paz y el entendimiento mutuo, y ser?n as? un testimonio convincente ante el mundo.

Este tipo de di?logo necesita llevarse a cabo en distintos niveles y no se deber?a limitar a discusiones formales. El di?logo de vida implica sencillamente vivir uno junto al otro y aprender el uno del otro de tal forma que se crezca en el conocimiento y el respeto rec?proco. El di?logo de acci?n nos re?ne en formas concretas de colaboraci?n, y aplicamos nuestra dimensi?n religiosa a la tarea de la promoci?n del desarrollo humano integral, trabajando por la paz, la justicia y la utilizaci?n de la creaci?n. Este tipo de di?logo puede incluir la b?squeda conjunta de maneras de defender la vida humana en todas sus etapas y tambi?n la manera de asegurar que no se excluya de la vida social la dimensi?n religiosa de individuos y comunidades. Despu?s, en el ?mbito de las conversaciones formales, existe no s?lo la necesidad de coloquios teol?gicos, sino tambi?n la de compartir nuestra riqueza espiritual, hablando sobre nuestra experiencia de oraci?n y contemplaci?n y expresando la alegr?a mutua del encuentro con el amor divino. En este contexto, me alegra ver tantas iniciativas positivas emprendidas en este pa?s para promover este di?logo en distintos niveles. Como los Obispos cat?licos de Inglaterra y Gales han subrayado en su reciente documento: "Encontrar a Dios en el amigo y en el desconocido", el esfuerzo por reunir de manera amistosa a los miembros de otras religiones se est? convirtiendo en parte natural de la misi?n de la Iglesia local (cf. n. 228), un aspecto caracter?stico del panorama religioso de esta naci?n.

Queridos amigos, al concluir mi reflexi?n, deseo aseguraros que la Iglesia cat?lica sigue por este camino de compromiso y di?logo en el genuino respeto hacia vosotros y vuestras creencias. Los cat?licos, en Inglaterra y en todo el mundo, seguir?n trabajando para construir puentes de amistad con otras religiones, para sanar los errores del pasado y promover la confianza entre individuos y comunidades. Deseo reiteraros mi gratitud por vuestra acogida y por haber tenido la oportunidad de animaros a continuar con el di?logo con vuestros hermanos y hermanas cristianos. Invoco sobre todos la abundancia de las bendiciones divinas. Much?simas gracias.

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ZENIT nos?ofrece el discurso que el Papa Benedicto XVI dirigi? el viernes 17 de Septiembre, durante su visita a Lambeth Palace, al reverendo Rowan Williams, arzobispo de Canterbury, y a los obispos anglicanos y cat?lico-romanos presentes.

Vuestra Gracia:

Me complace poder corresponder a la cortes?a de las visitas que me ha hecho en Roma con una visita fraterna aqu?, en su residencia oficial. Le doy las gracias por su invitaci?n y por la hospitalidad que tan generosamente me ha brindado. Saludo tambi?n a los Obispos anglicanos llegados de diferentes partes del Reino Unido, a mis hermanos Obispos de las Di?cesis Cat?licas de Inglaterra, Gales y Escocia, y a los asesores ecum?nicos presentes.

Vuestra Gracias se ha referido al hist?rico encuentro que tuvo lugar en la catedral de Canterbury, hace casi treinta a?os, entre dos de nuestros predecesores, el Papa Juan Pablo II y el arzobispo Robert Runcie. All?, en el mismo lugar donde Santo Tom?s de Canterbury dio testimonio de Cristo con el derramamiento de su sangre, rezaron juntos por el don de la unidad entre los seguidores de Cristo. Continuamos hoy orando por este don, conscientes de que la unidad que Cristo dese? fervientemente para sus disc?pulos s?lo llegar? en respuesta a la oraci?n, a trav?s de la acci?n del Esp?ritu Santo, que renueva sin cesar a la Iglesia y la conduce a la plenitud de la verdad.

No es mi intenci?n hablar hoy de las dificultades que el camino ecum?nico ha encontrado y sigue encontrando. Dichas dificultades son bien conocidas por todos los presentes. M?s bien, quiero unirme a ustedes en acci?n de gracias por la profunda amistad que ha crecido entre nosotros y por el notable progreso llevado a cabo en muchos ?mbitos del di?logo durante los cuarenta a?os transcurridos desde que la Comisi?n Internacional Anglicano-Cat?lica comenz? su labor. Encomendemos los frutos de ese trabajo al Se?or de la mies, confiando en que bendiga nuestra amistad con un crecimiento significativo adicional.

El contexto del di?logo entre la Comuni?n Anglicana y la Iglesia Cat?lica ha evolucionado de forma espectacular desde la reuni?n privada entre el Papa Juan XXIII y el Arzobispo Geoffrey Fisher en 1960. Por un lado, la cultura que nos rodea se distancia cada vez m?s de sus ra?ces cristianas, a pesar de una profunda e intensa hambre de espiritualidad. Por otro lado, la creciente dimensi?n multicultural de la sociedad, especialmente marcada en este pa?s, trae consigo la oportunidad de encontrar otras religiones. Para los cristianos, esto nos abre la posibilidad de explorar, junto a los miembros de otras tradiciones religiosas, formas de dar testimonio de la dimensi?n trascendente de la persona humana y de la vocaci?n universal a la santidad, poniendo en pr?ctica la virtud en nuestra vida personal y social. La cooperaci?n ecum?nica en esta tarea sigue siendo esencial, y ciertamente dar? frutos en la promoci?n de la paz y la armon?a en un mundo que, con tanta frecuencia, corre el riesgo de fragmentarse.

Al mismo tiempo, los cristianos nunca debemos vacilar en proclamar nuestra fe en la unicidad de la salvaci?n que nos ha ganado Cristo, y en explorar juntos una comprensi?n m?s profunda de los medios que ?l nos ha dado para alcanzar dicha salvaci?n. Dios ?quiere que todos se salven y lleguen al conocimiento de la verdad? (1 Tim 2,4), y la verdad no es otra que Jesucristo, Hijo eterno del Padre, quien reconcili? consigo todas las cosas con la fuerza de su Cruz. Fieles a la voluntad del Se?or, tal como se expresa en este pasaje de la Primera Carta de San Pablo a Timoteo, reconocemos que la Iglesia est? llamada a ser inclusiva, pero nunca a expensas de la verdad cristiana. En esto radica el dilema que afrontan cuantos est?n sinceramente comprometidos con el camino ecum?nico.

En la figura de John Henry Newman, que ser? beatificado el domingo, celebramos a un pastor, cuya visi?n eclesial creci? con su formaci?n anglicana y madur? durante sus muchos a?os como ministro ordenado en la Iglesia de Inglaterra. ?l nos ense?a las virtudes que exige el ecumenismo: por un lado, segu?a su conciencia, aun con gran sacrificio personal; y por otro, el calor de su constante amistad con sus antiguos compa?eros le condujo a investigar con ellos, con un esp?ritu verdaderamente conciliador, las cuestiones sobre las que difer?an, impulsado por un profundo anhelo de unidad en la fe.

Vuestra Gracia, con ese mismo esp?ritu de amistad, renovemos nuestra determinaci?n de buscar la unidad en la fe, la esperanza y la caridad, de acuerdo con la voluntad de Jesucristo, nuestro ?nico Se?or y Salvador.

Con estos sentimientos, me despido de vosotros. Que la gracia del Se?or Jesucristo, el amor de Dios y la comuni?n del Esp?ritu Santo est?n con todos vosotros (cf. 2 Co 13,13).

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Domingo, 19 de septiembre de 2010

ZENIT nos ofrece el discurso que el Papa Benedicto XVI dirigi?el viernes 17 de? Septiembre de 2010?a los representantes del mundo pol?tico, social, acad?mico, cultural y empresarial brit?nico, as? como a los miembros del Cuerpo Diplom?tico y los l?deres religiosos.

Se?or Orador

Gracias por sus palabras de bienvenida en nombre de esta distinguida asamblea. Al dirigirme a ustedes, soy consciente del gran privilegio que se me ha concedido de poder hablar al pueblo brit?nico y a sus representantes en Westminster Hall, un edificio de significaci?n ?nica en la historia civil y pol?tica del pueblo de estas islas. Perm?tanme expresar igualmente mi estima por el Parlamento, presente en este lugar desde hace siglos y que ha tenido una profunda influencia en el desarrollo de los gobiernos democr?ticos entre las naciones, especialmente en la Commonwealth y en el mundo de habla inglesa en general. Vuestra tradici?n jur?dica ?"common law"- sirve de base a los sistemas legales de muchos lugares del mundo, y vuestra visi?n particular de los respectivos derechos y deberes del Estado y de las personas, as? como de la separaci?n de poderes, siguen inspirando a muchos en todo el mundo.

Al hablarles en este hist?rico lugar, pienso en los innumerables hombres y mujeres que durante siglos han participado en los memorables acontecimientos vividos entre estos muros y que han determinado las vidas de muchas generaciones de brit?nicos y de otras muchas personas. En particular, quisiera recordar la figura de Santo Tom?s Moro, el gran erudito ingl?s y hombre de Estado, quien es admirado por creyentes y no creyentes por la integridad con la que fue fiel a su conciencia, incluso a costa de contrariar al soberano de quien era un "buen servidor", pues eligi? servir primero a Dios. El dilema que afront? Moro en aquellos tiempos dif?ciles, la perenne cuesti?n de la relaci?n entre lo que se debe al C?sar y lo que se debe a Dios, me ofrece la oportunidad de reflexionar brevemente con ustedes sobre el lugar apropiado de las creencias religiosas en el proceso pol?tico.

La tradici?n parlamentaria de este pa?s debe mucho al instinto nacional de moderaci?n, al deseo de alcanzar un genuino equilibrio entre las leg?timas reivindicaciones del gobierno y los derechos de quienes est?n sujetos a ?l. Mientras se han dado pasos decisivos en muchos momentos de vuestra historia para delimitar el ejercicio del poder, las instituciones pol?ticas de la naci?n se han podido desarrollar con un notable grado de estabilidad. En este proceso, Gran Breta?a se ha configurado como una democracia pluralista que valora enormemente la libertad de expresi?n, la libertad de afiliaci?n pol?tica y el respeto por el papel de la ley, con un profundo sentido de los derechos y deberes individuales, y de la igualdad de todos los ciudadanos ante la ley. Si bien con otro lenguaje, la Doctrina Social de la Iglesia tiene mucho en com?n con dicha perspectiva, en su preocupaci?n primordial por la protecci?n de la dignidad ?nica de toda persona humana, creada a imagen y semejanza de Dios, y en su ?nfasis en los deberes de la autoridad civil para la promoci?n del bien com?n.

Con todo, las cuestiones fundamentales en juego en la causa de Tom?s Moro contin?an present?ndose hoy en t?rminos que var?an seg?n las nuevas condiciones sociales. Cada generaci?n, al tratar de progresar en el bien com?n, debe replantearse: ?Qu? exigencias pueden imponer los gobiernos a los ciudadanos de manera razonable? Y ?qu? alcance pueden tener? ?En nombre de qu? autoridad pueden resolverse los dilemas morales? Estas cuestiones nos conducen directamente a la fundamentaci?n ?tica de la vida civil. Si los principios ?ticos que sostienen el proceso democr?tico no se rigen por nada m?s s?lido que el mero consenso social, entonces este proceso se presenta evidentemente fr?gil. Aqu? reside el verdadero desaf?o para la democracia.

La reciente crisis financiera global ha mostrado claramente la inadecuaci?n de soluciones pragm?ticas y a corto plazo relativas a complejos problemas sociales y ?ticos. Es opini?n ampliamente compartida que la falta de una base ?tica s?lida en la actividad econ?mica ha contribuido a agravar las dificultades que ahora est?n padeciendo millones de personas en todo el mundo. Ya que "toda decisi?n econ?mica tiene consecuencias de car?cter moral" (Caritas in veritate, 37), igualmente en el campo pol?tico, la dimensi?n ?tica de la pol?tica tiene consecuencias de tal alcance que ning?n gobierno puede permitirse ignorar. Un buen ejemplo de ello lo encontramos en uno de los logros particularmente notables del Parlamento Brit?nico: la abolici?n del tr?fico de esclavos. La campa?a que condujo a promulgar este hito legislativo estaba edificada sobre firmes principios ?ticos, enraizados en la ley natural, y brind? una contribuci?n a la civilizaci?n de la cual esta naci?n puede estar orgullosa.

As? que, el punto central de esta cuesti?n es el siguiente: ?D?nde se encuentra la fundamentaci?n ?tica de las deliberaciones pol?ticas? La tradici?n cat?lica mantiene que las normas objetivas para una acci?n justa de gobierno son accesibles a la raz?n, prescindiendo del contenido de la revelaci?n. En este sentido, el papel de la religi?n en el debate pol?tico no es tanto proporcionar dichas normas, como si no pudieran conocerlas los no creyentes. Menos a?n proponer soluciones pol?ticas concretas, algo que est? totalmente fuera de la competencia de la religi?n. Su papel consiste m?s bien en ayudar a purificar e iluminar la aplicaci?n de la raz?n al descubrimiento de principios morales objetivos. Este papel "corrector" de la religi?n respecto a la raz?n no siempre ha sido bienvenido, en parte debido a expresiones deformadas de la religi?n, tales como el sectarismo y el fundamentalismo, que pueden ser percibidas como generadoras de serios problemas sociales. Y a su vez, dichas distorsiones de la religi?n surgen cuando se presta una atenci?n insuficiente al papel purificador y vertebrador de la raz?n respecto a la religi?n. Se trata de un proceso en doble sentido. Sin la ayuda correctora de la religi?n, la raz?n puede ser tambi?n presa de distorsiones, como cuando es manipulada por las ideolog?as o se aplica de forma parcial en detrimento de la consideraci?n plena de la dignidad de la persona humana. Despu?s de todo, dicho abuso de la raz?n fue lo que provoc? la trata de esclavos en primer lugar y otros muchos males sociales, en particular la difusi?n de las ideolog?as totalitarias del siglo XX. Por eso deseo indicar que el mundo de la raz?n y el mundo de la fe -el mundo de la racionalidad secular y el mundo de las creencias religiosas- necesitan uno de otro y no deber?an tener miedo de entablar un di?logo profundo y continuo, por el bien de nuestra civilizaci?n.

En otras palabras, la religi?n no es un problema que los legisladores deban solucionar, sino una contribuci?n vital al debate nacional. Desde este punto de vista, no puedo menos que manifestar mi preocupaci?n por la creciente marginaci?n de la religi?n, especialmente del cristianismo, en algunas partes, incluso en naciones que otorgan un gran ?nfasis a la tolerancia. Hay algunos que desean que la voz de la religi?n se silencie, o al menos que se relegue a la esfera meramente privada. Hay quienes esgrimen que la celebraci?n p?blica de fiestas como la Navidad deber?an suprimirse seg?n la discutible convicci?n de que ?sta ofende a los miembros de otras religiones o de ninguna. Y hay otros que sostienen -parad?jicamente con la intenci?n de suprimir la discriminaci?n- que a los cristianos que desempe?an un papel p?blico se les deber?a pedir a veces que actuaran contra su conciencia. ?stos son signos preocupantes de un fracaso en el aprecio no s?lo de los derechos de los creyentes a la libertad de conciencia y a la libertad religiosa, sino tambi?n del leg?timo papel de la religi?n en la vida p?blica. Quisiera invitar a todos ustedes, por tanto, en sus respectivos campos de influencia, a buscar medios de promoci?n y fomento del di?logo entre fe y raz?n en todos los ?mbitos de la vida nacional.

Vuestra disposici?n a actuar as? ya est? impl?cita en la invitaci?n sin precedentes que se me ha brindado hoy. Y se ve reflejada en la preocupaci?n en diversos ?mbitos en los que vuestro gobierno trabaja con la Santa Sede. En el ?mbito de la paz, ha habido conversaciones para la elaboraci?n de un tratado internacional sobre el comercio de armas; respecto a los derechos humanos, la Santa Sede y el Reino Unido se han congratulado por la difusi?n de la democracia, especialmente en los ?ltimos sesenta y cinco a?os; en el campo del desarrollo, se ha colaborado en la reducci?n de la deuda, en el comercio justo y en la ayuda al desarrollo, especialmente a trav?s del International Finance Facility, del International Immunization Bond, y del Advanced Market Commitment. Igualmente, la Santa Sede tiene inter?s en colaborar con el Reino Unido en la b?squeda de nuevas v?as de promoci?n de la responsabilidad medioambiental, en beneficio de todos.

Observo asimismo que el Gobierno actual compromete al Reino Unido a asignar el 0,7% de la renta nacional a la ayuda al desarrollo hasta el a?o 2013. En los ?ltimos a?os, ha sido alentador percibir signos positivos de un crecimiento mundial de la solidaridad hacia los pobres. Sin embargo, para concretar esta solidaridad en acciones eficaces se requieren nuevas ideas que mejoren las condiciones de vida en muchas ?reas importantes, tales como la producci?n de alimentos, el agua potable, la creaci?n de empleo, la educaci?n, el apoyo a las familias, sobre todo emigrantes, y la atenci?n sanitaria b?sica. Donde hay vidas humanas de por medio, el tiempo es siempre limitado: el mundo ha sido tambi?n testigo de los ingentes recursos que los gobiernos pueden emplear en el rescate de instituciones financieras consideradas "demasiado grandes para que fracasen". Desde luego, el desarrollo humano integral de los pueblos del mundo no es menos importante. He aqu? una empresa digna de la atenci?n mundial, que es en verdad "demasiado grande para que fracase".

Esta visi?n general de la cooperaci?n reciente entre el Reino Unido y la Santa Sede muestra cu?nto progreso se ha realizado en los a?os transcurridos desde el establecimiento de relaciones diplom?ticas bilaterales, promoviendo en todo el mundo los muchos valores fundamentales que compartimos. Conf?o y rezo para que esta relaci?n contin?e dando frutos y que se refleje en una creciente aceptaci?n de la necesidad de di?logo y de respeto en todos los niveles de la sociedad entre el mundo de la raz?n y el mundo de la fe. Estoy convencido de que, tambi?n dentro de este pa?s, hay muchas ?reas en las que la Iglesia y las autoridades p?blicas pueden trabajar conjuntamente por el bien de los ciudadanos, en consonancia con la hist?rica costumbre de este Parlamento de invocar la asistencia del Esp?ritu sobre quienes buscan mejorar las condiciones de toda la humanidad. Para que dicha cooperaci?n sea posible, las entidades religiosas -incluidas las instituciones vinculadas a la Iglesia cat?lica- necesitan tener libertad de actuaci?n conforme a sus propios principios y convicciones espec?ficas basadas en la fe y el magisterio oficial de la Iglesia. As? se garantizar?n derechos fundamentales como la libertad religiosa, la libertad de conciencia y la libertad de asociaci?n. Los ?ngeles que nos contemplan desde el espl?ndido cielo de este antiguo sal?n nos recuerdan la larga tradici?n en la que la democracia parlamentaria brit?nica se ha desarrollado. Nos recuerdan que Dios vela constantemente para guiarnos y protegernos; y, a su vez, nos invitan a reconocer la contribuci?n vital que la religi?n ha brindado y puede seguir brindando a la vida de la naci?n.

Se?or Orador, le agradezco una vez m?s la oportunidad que me ha brindado de poder dirigirme brevemente a esta distinguida asamblea. Les aseguro mis mejores deseos y mis oraciones por ustedes y por los fructuosos trabajos de las dos C?maras de este antiguo Parlamento. Gracias y que les Dios bendiga a todos ustedes.

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Publicado por verdenaranja @ 21:00  | Habla el Papa
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ZENIT? nos? ofrece el discurso que el Papa Benedicto XVI pronunci?el viernes 17 de Septiembre de 2010?en la Abad?a de Westminster, durante una celebraci?n ecum?nica de V?speras junto con el arzobispo de Canterbury, el arzobispo cat?lico de Westminster y otros l?deres cristianos.

[Al entrar]

Vuestra Gracia, Se?or De?n,
Queridos amigos en Cristo

Os agradezco vuestra amable acogida. Este noble edificio evoca la larga historia de Inglaterra, tan profundamente impregnada de la predicaci?n del Evangelio y la cultura cristiana que este alumbr?. Vengo hoy aqu? desde Roma como peregrino, para rezar ante la tumba de San Eduardo, Confesor, y unirme a vosotros para implorar el don de la unidad de los cristianos. Que estos momentos de oraci?n y amistad nos confirmen en el amor a Jesucristo, nuestro Se?or y Salvador, y en el testimonio com?n de la constante capacidad del Evangelio para iluminar el futuro de esta gran Naci?n.

[Tras el rezo de los himnos]

Queridos amigos en Cristo

Doy gracias al Se?or por esta oportunidad de unirme a vosotros, representantes de las confesiones cristianas presentes en Gran Breta?a, en esta magn?fica iglesia de la abad?a de San Pedro, cuya arquitectura e historia hablan de manera tan elocuente de nuestra herencia com?n de fe. No podemos dejar de recordar aqu? en qu? gran medida la fe cristiana configur? la unidad y la cultura de Europa y el coraz?n y el esp?ritu del pueblo ingl?s. Aqu? tambi?n se nos recuerda necesariamente que lo que nos une a Cristo es m?s que lo que a?n nos separa.

Agradezco a Su Gracia el Arzobispo de Canterbury su amable saludo, y al De?n y al Cabildo de esta venerable Abad?a su cordial bienvenida. Doy gracias al Se?or por permitirme, como Sucesor de San Pedro en la Sede de Roma, realizar esta peregrinaci?n a la tumba de San Eduardo, el Confesor. Eduardo, rey de Inglaterra, sigue siendo un modelo de testimonio cristiano y un ejemplo de la verdadera grandeza a la que el Se?or llama a sus disc?pulos, tal y como acabamos de escuchar en la Escritura: la grandeza de una humildad y obediencia fundadas en el propio ejemplo de Cristo (cf. Flp 2,6-8), la grandeza de una fidelidad que no duda en abrazar el misterio de la cruz por amor eterno al divino Maestro y la inquebrantable esperanza en sus promesas (cf. Mc 10,43-44).

Como sab?is, este a?o se cumple el centenario del movimiento ecum?nico moderno, que comenz? con el llamamiento de la Conferencia de Edimburgo a la unidad cristiana como condici?n previa para un testimonio cre?ble y convincente del Evangelio en nuestro tiempo. Al conmemorar este aniversario, debemos dar gracias por los notables progresos realizados en este noble objetivo a trav?s de los esfuerzos de cristianos comprometidos de todas las confesiones. Al mismo tiempo, sin embargo, somos conscientes de lo mucho que todav?a queda por hacer. En un mundo caracterizado por una creciente interdependencia y solidaridad, tenemos el desaf?o de proclamar con renovada convicci?n la realidad de nuestra reconciliaci?n y liberaci?n en Cristo, y proponer la verdad del Evangelio como la clave de un desarrollo humano aut?ntico e integral. En una sociedad cada vez m?s indiferente o incluso hostil al mensaje cristiano, todos estamos obligados a dar una explicaci?n convincente de la alegr?a y la esperanza que hay en nosotros (cf. 1 P 3,15), y a presentar al Se?or Resucitado como respuesta a los interrogantes m?s profundos y las aspiraciones espirituales de los hombres y las mujeres de nuestro tiempo.

En la procesi?n al presbiterio, al comienzo de esta celebraci?n, el coro ha cantado que Cristo es nuestro "seguro fundamento". ?l es el Hijo eterno de Dios, de la misma naturaleza del Padre, que se encarn?, como dice el Credo, "por nosotros, los hombres, y por nuestra salvaci?n". S?lo ?l tiene palabras de vida eterna. Como ense?a el Ap?stol, ?todo se mantiene en ?l? ... ?porque en ?l quiso Dios que residiera toda la plenitud? (Col 1,17.19).

Nuestro compromiso por la unidad de los cristianos nace nada menos que de nuestra fe en Cristo, en este Cristo, resucitado de entre los muertos y sentado a la derecha del Padre, que de nuevo vendr? con gloria para juzgar a vivos y muertos. Es la realidad de la persona de Cristo, su obra de salvaci?n y sobre todo el hecho hist?rico de su resurrecci?n, lo que configura el contenido del kerigma apost?lico y las f?rmulas del credo que, a partir del Nuevo Testamento mismo, han garantizado la integridad de su transmisi?n. En una palabra, la unidad de la Iglesia jam?s puede ser otra cosa que la unidad en la fe apost?lica, en la fe confiada a cada nuevo miembro del Cuerpo de Cristo durante el rito del Bautismo. ?sta es la fe que nos une al Se?or, que nos hace part?cipes de su Esp?ritu Santo, y por lo tanto, incluso ahora, part?cipes de la vida de la Sant?sima Trinidad, el modelo de la koinon?a de la Iglesia en este mundo.

Queridos amigos, todos somos conscientes de los retos, las bendiciones, las decepciones y los signos de esperanza que han marcado nuestro camino ecum?nico. Esta noche, encomendamos todo esto al Se?or, confiando en su providencia y el poder de su gracia. Sabemos que la amistad que hemos forjado, el di?logo que hemos iniciado y la esperanza que nos gu?a nos dar? fuerza y orientaci?n, para que perseveramos en nuestro camino com?n. Al mismo tiempo, con realismo evang?lico, tambi?n debemos reconocer los retos a que nos enfrentamos, no s?lo en el camino de la unidad de los cristianos, sino tambi?n en nuestra tarea de anunciar a Cristo en nuestros d?as. La fidelidad a la palabra de Dios, precisamente porque es una palabra verdadera, nos exige una obediencia que nos lleve juntos a una comprensi?n m?s profunda de la voluntad del Se?or, una obediencia que debe estar libre de conformismo intelectual o acomodaci?n f?cil a las modas del momento. ?sta es la palabra de aliento que deseo dejaros esta noche, y lo hago con fidelidad a mi ministerio de Obispo de Roma y Sucesor de San Pedro, encargado de cuidar especialmente de la unidad del reba?o de Cristo.

Reunidos en esta antigua iglesia mon?stica, recordamos el ejemplo de un gran ingl?s y hombre de Iglesia, a quien honramos en com?n: San Beda el Venerable. En los albores de una nueva era para la sociedad y la Iglesia, Beda comprendi? tanto la importancia de ser fiel a la palabra de Dios transmitida por la tradici?n apost?lica, como la necesidad de apertura creativa a los nuevos desarrollos y exigencias de una adecuaci?n correcta del Evangelio al lenguaje contempor?neo y a la cultura.

Esta naci?n, y la Europa que Beda y sus contempor?neos ayudaron a construir, una vez m?s se sit?a en el umbral de una nueva etapa. Que el ejemplo de San Beda inspire a los cristianos de estas tierras a redescubrir su herencia com?n, a reforzar lo que tienen en com?n y a proseguir en el esfuerzo de crecer en la amistad. Que el Se?or Resucitado d? vigor a nuestros esfuerzos para reparar las rupturas del pasado y afrontar los retos del presente con esperanza en el futuro que, en su providencia, depara a nosotros y nuestro mundo. Am?n.

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zenit nos ofrece la homil?a pronunciada?el?jueves 16 de Spteimebre de 2010?por el Papa Benedicto XVI durante la celebraci?n de la Misa en el Bellahouston Park de Glasgow, d?a en que se celebra la memoria lit?rgica de san Ninian de Galloway, obispo itinerante y evangelizador de los celtas, y ap?stol de Escocia.

Queridos hermanos y hermanas en Cristo

"Est? cerca de vosotros el Reino de Dios" (Lc 10, 9). Con estas palabras del Evangelio que acabamos de escuchar, os saludo a todos con gran afecto en el Se?or. En verdad, el Reino de Dios est? ya entre nosotros. En esta celebraci?n de la Eucarist?a, en la que la Iglesia en Escocia se congrega en torno al altar en uni?n con el Sucesor de Pedro, reafirmemos nuestra fe en la Palabra de Cristo y nuestra esperanza en sus promesas, una esperanza que nunca defrauda. Saludo cordialmente al Cardenal O?Brien y a los Obispos escoceses. Agradezco particularmente al Arzobispo Conti sus amables palabras de bienvenida de vuestra parte y expreso mi profunda gratitud por el trabajo que el Gobierno brit?nico y escoc?s y las autoridades municipales de Glasgow han llevado a cabo para que fuera posible este encuentro.

El Evangelio de hoy nos recuerda que Cristo contin?a enviando a sus disc?pulos a todo el mundo para proclamar la venida de su Reino y llevar su paz al mundo, empezando casa por casa, familia por familia, ciudad por ciudad. Vengo a vosotros, hijos espirituales de San Andr?s, como heraldo de la paz y a confirmaros en la fe de Pedro (cf. Lc 22, 32). Me dirijo a vosotros con emoci?n, no muy lejos del lugar donde mi amado predecesor el Papa Juan Pablo II celebr? la Misa con vosotros, hace casi treinta a?os, recibido por la multitud m?s numerosa que jam?s se haya visto en la historia de Escocia.

Muchas cosas han ocurrido en Escocia y en la Iglesia en este pa?s desde aquella hist?rica visita. Compruebo con gran satisfacci?n que la invitaci?n que el Papa Juan Pablo II os hizo para caminar unidos con vuestros hermanos cristianos, ha producido mayor confianza y amistad con los miembros de la Iglesia de Escocia, la Iglesia Episcopal Escocesa y otros. Os animo a continuar rezando y trabajando con ellos en la construcci?n de un futuro m?s luminoso para Escocia, basado en nuestra com?n herencia cristiana. En la primera lectura de hoy, hemos escuchado el llamamiento de San Pablo a los romanos a que reconozcan que, como miembros del Cuerpo de Cristo, nos pertenecemos los unos a los otros (cf. Rm 12, 5) y debemos convivir respet?ndonos y am?ndonos mutuamente. En este esp?ritu, saludo a los representantes ecum?nicos que nos honran con su presencia. Este a?o se conmemora el cuatrocientos cincuenta aniversario de la Asamblea de la Reforma, y tambi?n el centenario de la Conferencia Misionera Mundial en Edimburgo, que es considerada por muchos como el origen del movimiento ecum?nico moderno. Demos gracias a Dios por la promesa que representa el entendimiento y la cooperaci?n ecum?nica para un testimonio com?n de la verdad salvadora de la Palabra de Dios, en medio de los r?pidos cambios de la sociedad actual.

Entre los diferentes dones que San Pablo enumera para la edificaci?n de la Iglesia est? el de ense?ar (cf. Rm 12, 7). La predicaci?n del Evangelio siempre ha estado acompa?ada por el inter?s por la palabra: la palabra inspirada por Dios y la cultura en la que esta palabra echa ra?ces y florece. Aqu?, en Escocia, pienso por ejemplo en las tres universidades fundadas por los papas durante la edad media, incluyendo la de San Andr?s, a punto de celebrar el sexto centenario de su fundaci?n. En los ?ltimos treinta a?os, con la ayuda de las autoridades civiles, las escuelas cat?licas en Escocia han asumido el desaf?o de brindar una educaci?n integral a un mayor n?mero de estudiantes, y esto ha ayudado a los j?venes no s?lo en su camino de crecimiento espiritual y humano, sino tambi?n en su incorporaci?n a la vida profesional y p?blica. Se trata de un signo de gran esperanza para la Iglesia, y animo a los profesionales cat?licos, a los pol?ticos y profesores de Escocia a no perder nunca de vista que est?n llamados a poner sus talentos y su experiencia al servicio de la fe, trabajando por la cultura escocesa actual en todos sus ?mbitos.

La evangelizaci?n de la cultura es de especial importancia en nuestro tiempo, cuando la "dictadura del relativismo" amenaza con oscurecer la verdad inmutable sobre la naturaleza del hombre, sobre su destino y su bien ?ltimo. Hoy en d?a, algunos buscan excluir de la esfera p?blica las creencias religiosas, relegarlas a lo privado, objetando que son una amenaza para la igualdad y la libertad. Sin embargo, la religi?n es en realidad garant?a de aut?ntica libertad y respeto, que nos mueve a ver a cada persona como un hermano o hermana. Por este motivo, os invito particularmente a vosotros, fieles laicos, en virtud de vuestra vocaci?n y misi?n bautismal, a ser no s?lo ejemplo de fe en p?blico, sino tambi?n a plantear en el foro p?blico los argumentos promovidos por la sabidur?a y la visi?n de la fe. La sociedad actual necesita voces claras que propongan nuestro derecho a vivir, no en una selva de libertades autodestructivas y arbitrarias, sino en una sociedad que trabaje por el verdadero bienestar de sus ciudadanos y les ofrezca gu?a y protecci?n en su debilidad y fragilidad. No teng?is miedo de ofrecer este servicio a vuestros hermanos y hermanas, y al futuro de vuestra amada naci?n.

San Ninian, cuya fiesta celebramos hoy, no tuvo miedo de elevar su voz en solitario. Siguiendo las huellas de los disc?pulos que nuestro Se?or envi? antes que ?l, Ninian fue uno de los primeros misioneros cat?licos en traer la buena noticia de Jesucristo a sus hermanos brit?nicos. Su Iglesia de su misi?n en Galloway se convirti? en centro de la primera evangelizaci?n de este pa?s. Este trabajo fue retomado m?s tarde por San Mungo, patr?n de Glasgow, y por otros santos, entre los que debemos destacar San Columba y Santa Margarita. Inspirados en ellos, muchos hombres y mujeres han trabajado durante siglos para transmitiros la fe. ?Esforzaos en ser dignos de esta gran tradici?n! Que la exhortaci?n de San Pablo, en la primera lectura, sea para vosotros una constante inspiraci?n: "En la actividad no se?is descuidados, en el esp?ritu manteneos ardientes. Servid constantemente al Se?or. Que la esperanza os tenga alegres: estad firmes en la tribulaci?n, sed asiduos a la oraci?n" (Rm 12, 11-12).

Me gustar?a ahora dirigirme especialmente a los Obispos de Escocia. Queridos hermanos, quiero animaros en vuestra dedicaci?n pastoral a los cat?licos escoceses. Como sab?is, uno de vuestros primeros deberes pastorales est? en relaci?n a vuestros sacerdotes (cf. Presbyterorum Ordinis, 7) y su santificaci?n. Igual que ellos son un alter Christus para la comunidad cat?lica, vosotros lo sois para ellos. En vuestro ministerio fraterno con vuestros sacerdotes, vivid en plenitud la caridad que brota de Cristo, colaborando con todos ellos, en particular con quienes tienen escaso contacto con sus hermanos en el sacerdocio. Rezad con ellos por las vocaciones, para que el Se?or de la mies env?e trabajadores a su mies (cf. Lc 10, 2). Ya que la Eucarist?a hace la Iglesia, el sacerdocio es algo central para la vida de la Iglesia. Ocupaos personalmente de formar a vuestros sacerdotes como un cuerpo de hombres que alientan a otros a dedicarse totalmente al servicio de Dios Todopoderoso. Cuidad tambi?n de vuestros di?conos, cuyo ministerio de servicio est? asociado de manera especial con el orden de los obispos. Sed padres y ejemplo de santidad para ellos, anim?ndolos a crecer en conocimiento y sabidur?a en el ejercicio de la misi?n de predicar a la que han sido llamados.

Queridos sacerdotes de Escocia, est?is llamados a la santidad y al servicio del pueblo de Dios conformando vuestras vidas con el misterio de la cruz del Se?or. Predicad el evangelio con un coraz?n puro y con recta conciencia. Dedicaos s?lo a Dios y ser?is ejemplo luminoso de santidad, de vida sencilla y alegre para los j?venes: ellos, por su parte, desear?n seguramente unirse a vosotros en vuestro sol?cito servicio al pueblo de Dios. Que el ejemplo de San Juan Ogilvie, hombre abnegado, desinteresado y valiente, os inspire a todos. Igualmente, os animo a vosotros, monjes, monjas y religiosos de Escocia, a ser una luz puesta en lo alto de un monte, llevando una aut?ntica vida cristiana de oraci?n y acci?n que sea testimonio luminoso del poder del Evangelio.

Finalmente, deseo dirigirme a vosotros, mis queridos j?venes cat?licos de Escocia. Os apremio a llevar una vida digna de nuestro Se?or (cf. Ef 4,1) y de vosotros mismos. Hay muchas tentaciones que deb?is afrontar cada d?a -droga, dinero, sexo, pornograf?a, alcohol- y que el mundo os dice que os dar?n felicidad, cuando, en verdad, estas cosas son destructivas y crean divisi?n. S?lo una cosa permanece: el amor personal de Jes?s por cada uno de vosotros. Buscadlo, conocedlo y amadlo, y ?l os liberar? de la esclavitud de la existencia deslumbrante, pero superficial, que propone frecuentemente la sociedad actual. Dejad de lado todo lo que es indigno y descubrid vuestra propia dignidad como hijos de Dios. En el evangelio de hoy, Jes?s nos pide que oremos por las vocaciones: elevo mi s?plica para que muchos de vosotros conozc?is y am?is a Jes?s y, a trav?s de este encuentro, os dediqu?is por completo a Dios, especialmente aquellos de vosotros que hab?is sido llamados al sacerdocio o a la vida religiosa. ?ste es el desaf?o que el Se?or os dirige hoy: la Iglesia ahora os pertenece a vosotros.

Queridos amigos, una vez m?s expreso mi alegr?a de poder celebrar la misa con vosotros. Y me siento feliz de poder aseguraros mis oraciones en la antigua lengua de vuestro pa?s: S?th agus beannachd Dhe dhuib uile; Dia bhi timcheall oirbh; agus gum beannaicheadh Dia Alba. La paz y la bendici?n de Dios sea con todos vosotros; que Dios os proteja; y que Dios bendiga el pueblo de Escocia.


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Despu?s del discurso de Su Majestad Isabel II el Papa, en su viaje apost?lico al Reino Unido con ocasi?n de la beatificaci?n del cardenal John Henry Newman (16-19 de Septiembre de 2010), ?pronuncia el siguiente discurso.

Majestad,

Gracias por su gentil invitaci?n a visitar oficialmente el Reino Unido y por sus atentas palabras de saludo en nombre del pueblo brit?nico. Al dar las gracias a Vuestra Majestad, me sea permitido extender mi saludo a todas las gentes del Reino Unido y ofrecerles mi amistad a todos y cada uno.

Me complace comenzar mi viaje saludando a los miembros de la Familia Real, agradeciendo en particular a Su Alteza Real el Duque de Edimburgo la amable acogida que me ha dispensado en el aeropuerto de Edimburgo. Expreso mi agradecimiento igualmente a los actuales Gobiernos de Vuestra Majestad, y tambi?n a los anteriores, y a cuantos han trabajado con ellos para hacer posible esta ocasi?n, incluyendo a Lord Patten y al ex Secretario de Estado Murphy. Tambi?n agradezco vivamente la labor del grupo parlamentario de todos los partidos concerniente a la Santa Sede, el cual ha contribuido enormemente al fortalecimiento de las relaciones amistosas entre la Santa Sede y el Reino Unido.

Al comenzar mi visita al Reino Unido en la capital hist?rica de Escocia, saludo en particular al Primer Ministro Salmond y a los representantes del Parlamento escoc?s. Como las Asambleas galesa y norirlandesa, que el Parlamento escoc?s crezca para ser una expresi?n de las buenas tradiciones y la cultura propia de los escoceses, y se esfuerce en servir a sus mejores intereses con un esp?ritu de solidaridad y preocupaci?n por el bien com?n.

El nombre de Holyroodhouse, la residencia oficial de Vuestra Majestad en Escocia, recuerda la "Santa Cruz" y evoca las profundas ra?ces cristianas que a?n est?n presentes en todos los ?mbitos de la vida brit?nica. Los reyes de Inglaterra y Escocia han sido cristianos desde tiempos muy antiguos y cuentan con destacados santos, como Eduardo el Confesor y Margarita de Escocia. Como Usted sabe, muchos de ellos ejercieron conscientemente sus tareas de gobierno a la luz del Evangelio, y de esta manera modelaron profundamente la naci?n en torno al bien. Result? as? que el mensaje cristiano ha sido una parte integral de la lengua, el pensamiento y la cultura de los pueblos de estas islas durante m?s de mil a?os. El respeto de sus antepasados por la verdad y la justicia, la misericordia y la caridad, os llegan desde una fe que sigue siendo una fuerza poderosa para el bien de vuestro reino y el mayor beneficio de cristianos y no cristianos por igual.

Muchos ejemplos de esta fuerza del bien los encontramos en la larga historia de Gran Breta?a. Incluso en tiempos relativamente recientes, debido a figuras como William Wilberforce y David Livingstone, Gran Breta?a intervino directamente para detener la trata internacional de esclavos. Inspiradas por la fe, mujeres como Florence Nightingale sirvieron a los pobres y a los enfermos y establecieron nuevos m?todos en la asistencia sanitaria que posteriormente se difundieron por doquier. John Henry Newman, cuya beatificaci?n celebrar? pr?ximamente, fue uno de los muchos cristianos brit?nicos de su tiempo, cuya bondad, elocuencia y quehacer honraron a sus compatriotas. Todos ellos, y como ?stos muchos m?s, se inspiraron en una recia fe, que germin? y se aliment? en estas islas.

Tambi?n ahora, podemos recordar c?mo Gran Breta?a y sus dirigentes se enfrentaron a la tiran?a nazi que deseaba erradicar a Dios de la sociedad y negaba nuestra com?n humanidad a muchos, especialmente a los jud?os, a quienes no consideraban dignos de vivir. Recuerdo tambi?n la actitud del r?gimen hacia los pastores cristianos o los religiosos que proclamaron la verdad en el amor, se opusieron a los nazis y pagaron con sus vidas esta oposici?n. Al reflexionar sobre las ense?anzas aleccionadoras del extremismo ateo del siglo XX, jam?s olvidemos c?mo la exclusi?n de Dios, la religi?n y la virtud de la vida p?blica conduce finalmente a una visi?n sesgada del hombre y de la sociedad y por lo tanto a una visi?n "restringida de la persona y su destino" (Caritas in veritate, 29).

Hace sesenta y cinco a?os, Gran Breta?a jug? un papel esencial en la forja del consenso internacional de posguerra, que favoreci? la creaci?n de las Naciones Unidas y marc? el comienzo de un per?odo de paz y prosperidad en Europa hasta entonces desconocido. En los ?ltimos a?os, la comunidad internacional ha seguido de cerca los acontecimientos en Irlanda del Norte, que condujeron a la firma del Acuerdo de Viernes Santo y a la restituci?n de competencias a la Asamblea de Irlanda del Norte. El Gobierno de Vuestra Majestad y el Gobierno de Irlanda, junto a los dirigentes pol?ticos, religiosos y civiles de Irlanda del Norte, ayudaron al alumbramiento de una soluci?n pac?fica del conflicto. Animo a todos a seguir recorriendo juntos con valent?a el camino trazado hacia una paz justa y duradera.

Al mirar al exterior, el Reino Unido sigue siendo, pol?tica y econ?micamente, una figura clave en el ?mbito internacional. Vuestro Gobierno y vuestro pueblo son los forjadores de ideas que influyen mucho m?s all? de las Islas brit?nicas. Esto les impone una especial obligaci?n de actuar con sabidur?a en aras del bien com?n. Del mismo modo, dado que sus opiniones tienen una audiencia tan amplia, los medios de comunicaci?n brit?nicos tienen una responsabilidad m?s grave que la mayor?a y una mayor oportunidad para promover la paz de las naciones, el desarrollo integral de los pueblos y la difusi?n de los aut?nticos derechos humanos. Que todos los brit?nicos sigan viviendo en consonancia con los valores de honestidad, respeto e imparcialidad que les han merecido la estima y admiraci?n de muchos.

En la actualidad, el Reino Unido se esfuerza por ser una sociedad moderna y multicultural. Que en esta exigente empresa mantenga siempre su respeto por esos valores tradicionales y expresiones culturales que formas m?s agresivas de secularismo ya no aprecian o siquiera toleran. Que esto no debilite la ra?z cristiana que sustenta sus libertades; y que este patrimonio, que siempre ha buscado el bien de la naci?n, sirva constantemente de ejemplo a vuestro Gobierno y a vuestro pueblo de cara a los dos mil millones de miembros de la Commonwealth y a la gran familia de naciones de habla inglesa de todo el mundo.

Que Dios bendiga a Vuestra Majestad y a todos los habitantes de vuestro reino. Gracias.

[01213-04.01] [Texto original: Ingl?s]


Publicado por verdenaranja @ 20:39  | Habla el Papa
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Comentario al evangelio del domingo veinticinco del Tiempo Ordinario, publicado en Diario de Avisos el domingo 19 de Septiembre de 2010 bajo el ep?grafe DOMINGO CRISTIANO.

Poderoso caballero

Daniel Padilla

"No pueden servir a Dios y al dinero". As? termina el Evangelio hoy. Es verdad. Y lo comprobamos a cada paso. El dinero divide a las familias, rompe las amistades y hace que el hombre traicione hasta lo m?s sagrado. Aqu? y en la Conchinchina. Hoy y en tiempo de Am?s. Am?s era un profeta que vivi? ocho siglos antes de Jes?s. Era una ?poca de prosperidad econ?mica y comercial, en la que todos, m?s o menos, cantaban lo de "poderoso caballero es don dinero". Tanto se convirti? Palestina en una sociedad de consumo, que s?lo pensaba en eso: negociar. Ni siquiera respetaban ya las festividades, en las cuales, recordando la liberaci?n de Egipto, deb?an interrumpir todo movimiento de compraventa. Pero Am?s no se callaba; Am?s, en?rgica y valientemente, denunciaba su avaricia: "Disminuyen las medidas, aumentan los precios, usan balanzas con trampa, y compren con dinero del pobre". Y ?sa ha sido la eterna canci?n. El fraude, el enga?o, la estafa, hasta la compra de la libertad de los indigentes que, por subsistir, caen en la zarpa de los poderosos, han sido la constante de todos los tiempos. Lo mismo en la ?poca de Jes?s. Por eso, nos cont? la historia de aquel administrador tramposo, que hizo de todo: derrochar, malversar fondos, falsificar recibos y forrarse para el d?a de ma?ana. Para invitarnos a continuaci?n a "ser fieles en lo peque?o, porque el que es fiel en lo poco, tambi?n ser? fiel en lo mucho". Y porque "no se puede servir a Dios y al dinero". Pues, en eso estamos, amigos. A veintinueve siglos de Am?s, a veinti?n siglos de Jes?s, en eso estamos. El mundo sigue igual. Las palabras de Am?s -"disminuyen las medidas, aumentan los precios"- parecen presidir, en grandes pancartas, la vida de nuestras ciudades. Se multiplican cada d?a los casos de corrupci?n, de especulaci?n en los negocios, de falta de calidad en las mercanc?as, de trampas y adulteraciones en el alimento, de asombrosos narcotr?ficos, caiga quien caiga. Y no s?lo en las altas esferas. Lo mismo a nivel de la calle. Ya el kilo no pesa mil gramos, ni el pollo sabe a pollo, y, al menor descuido, nos dan gato por liebre. Las revistas nos describen con detalle las grandes mansiones, a lo Falcon Crest, que se construyen los famosos. Peor los novios se quedan contando ceros en las cifras astron?micas que marcan las viviendas m?s sencillas. Es decir, Am?s sigue siendo Am?s y la historia del administrador infiel no termina nunca. Pero hay m?s todav?a. Y es que, en todo, hasta en nuestras actitudes m?s sagradas, por ejemplo, en nuestra entrega al deber, en nuestra capacidad de sacrificio, en nuestra profesionalidad, vamos tambi?n disminuyendo las medidas y subiendo los precios. Nada hacemos ya gratis y por amor. Y, cuando no hay m?s remedio que hacer, hacemos, s?, pero muchas veces para ir tirando. Nos educaron en la teolog?a de lo peque?o. Nos pusieron como modelos a Teresita de Lisieux, a Fray Mart?n de Porres, al Santo Hermano Pedro, a San Juan Mar?a Vianney, porque encontraron a Dios en los servicios m?s humildes. Pero al hombre de hoy, abrumado por las modernas t?cnicas mastod?nticas, deben parecerle estas cosas p?rdidas de tiempo. ?Qu? importancia pueden tener las minucias del detalle? Y, sin embargo, el Evangelio va m?s por la calidad que por cantidad. Por la excelencia antes que por la mediocridad. Para Dios nada hay peque?o. A quien Dios presta un talego, le exige, por lo menos, otro.


Publicado por verdenaranja @ 9:40  | Espiritualidad
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S?bado, 18 de septiembre de 2010

ZENIT? nos ofrece el discurso que Benedicto XVI dirigi? a los obispos de la Conferencia Episcopal de Brasil (Regi?n Nordeste III), recibidos estos d?as de Septeimbre de 2010, en audiencias separadas, con motivo de la Visita ad Limina Apostolorum.

Se?or cardenal,
amados arzobispos y obispos de Brasil:

Os saludo cordialmente a todos vosotros, con motivo de vuestra visita ad Limina a Roma, donde hab?is venido a reforzar vuestros v?nculos de comuni?n fraterna con el Sucesor de Pedro y a ser animados por ?l en la conducci?n del reba?o de Cristo. Agradezco las amables palabras que Don Ceslau Stanula, Obispo de Itabuna, me ha dirigido en vuestro nombre, y os aseguro mis oraciones por vuestras intenciones y por el amado pueblo del nordeste, de vuestro regional Nordeste 3.

Hace m?s de cinco siglos, justamente en vuestra regi?n, se celebraba la primera Misa en Brasil, haciendo realmente presente el Cuerpo y la Sangre de Cristo para la santificaci?n de los hombres y de las mujeres de esta bendita naci?n que naci? bajo los auspicios de la Santa Cruz. Era la primera vez que el Evangelio de Cristo estaba siendo proclamado a este pueblo, iluminando su vida diaria. Esta acci?n evangelizadora de la Iglesia Cat?lica fue y contin?a siendo fundamental en la constituci?n de la identidad del pueblo brasile?o caracterizada por la convivencia arm?nica entre personas venidas de diferentes regiones y culturas. Pero, mientras los valores de la fe cat?lica han moldeado los corazones y el esp?ritu brasile?os, hoy se observa una creciente influencia de nuevos elementos en la sociedad, que hace algunas d?cadas eran pr?cticamente ajenos. Esto provoca un consistente abandono por parte de muchos cat?licos de la vida eclesial o incluso de la Iglesia, mientras en el panorama religioso de Brasil, se asiste a la r?pida expansi?n de comunidades evang?licas y neopentecostales.

En cierto sentido, las razones que est?n en la ra?z del ?xito de estos grupos son una se?al de la difundida sed de Dios entre vuestro pueblo. Es tambi?n un indicio de una evangelizaci?n, a nivel personal, a veces superficial; de hecho, los bautizados no suficientemente evangelizados son f?cilmente influenciables, pues poseen una fe fr?gil y muchas veces basada en una ingenua devoci?n, aunque, como he dicho, conservan una religiosidad innata. En este contexto emerge, por un lado, la clara necesidad de que la Iglesia cat?lica en Brasil se comprometa en una nueva evangelizaci?n que no escatime esfuerzos en la b?squeda de cat?licos apartados, as? como en la de aquellas personas que conocen poco o nada del mensaje evang?lico, conduci?ndolos a un encuentro personal con Jesucristo, vivo y activo en su Iglesia. Por otro lado, con el crecimiento de nuevos grupos que se dicen seguidores de Cristo, aunque divididos en diversas comunidades y confesiones, se hace m?s necesario, por parte de los pastores cat?licos, el compromiso de establecer puentes de contacto a trav?s de un saludable di?logo ecum?nico en la verdad.

Ese esfuerzo es necesario, antes que nada, porque la divisi?n entre los cristianos est? en contraposici?n con la voluntad del Se?or de que "todos sean uno" (Jn 17,21). Por otra parte, la falta de unidad es causa de esc?ndalo que acaba por socavar la credibilidad del mensaje cristiano proclamado en la sociedad. Y hoy, su proclamaci?n es quiz?s a?n m?s necesaria que hace algunos a?os, pues, como demuestran vuestros relatos, incluso en las peque?as ciudades del interior de Brasil, se observa una creciente influencia negativa del relativismo intelectual y moral en la vida de las personas.

No son pocos los obst?culos que la b?squeda de la unidad de los cristianos tiene por delante. En primer lugar, debe rechazarse una visi?n err?nea del ecumenismo, que induce a una cierta indiferencia doctrinal que procura nivelar, en un irenismo acr?tico, todas las "opiniones" en una especie de relativismo eclesiol?gico. Junto a esto est? el desaf?o de la multiplicaci?n incesante de nuevos grupos cristianos, algunos de ellos utilizando un proselitismo agresivo, que muestra c?mo el paisaje del ecumenismo sigue siendo muy diferenciado y confuso. En ese contexto -como afirm? en 2007, en la Catedral de S? en S?o Paulo, en el inolvidable encuentro que tuve con vosotros, obispos brasile?os- "es indispensable una buena formaci?n hist?rica y doctrinal, que permita el necesario discernimiento y ayude a entender la identidad espec?fica de cada una de las comunidades, los elementos que dividen y los que ayudan en el camino de la construcci?n de la unidad. El gran ?mbito com?n de colaboraci?n deber?a ser la defensa de los valores morales fundamentales, transmitidos por la tradici?n b?blica, contra su destrucci?n en una cultura relativista y consumista; m?s a?n, la fe en Dios creador y en Jesucristo, su Hijo encarnado" (n. 6). Por esa raz?n, os animo a proseguir dando pasos positivos en esta direcci?n, como es el caso del di?logo con las iglesias y comunidades eclesiales pertenecientes al Consejo Nacional de las Iglesias Cristianas, que con iniciativas como la Campa?a de Fraternidad Ecum?nica ayudan a promover los valores del Evangelio en la sociedad brasile?a.

Apreciados hermanos, el di?logo entre los cristianos es un imperativo del tiempo presente y una opci?n irreversible de la Iglesia. Sin embargo, como recuerda el Concilio Vaticano II, el coraz?n de todos los esfuerzos por la unidad debe ser la oraci?n, la conversi?n y la santificaci?n de vida (cf. Unitatis redintegratio, 8). Es el Se?or quien da la unidad, ?sta no es una creaci?n de los hombres, a los pastores les corresponde obediencia a la voluntad del Se?or, promoviendo iniciativas concretas, libres de cualquier reduccionismo conformista, pero realizadas con sinceridad y realismo, con paciencia y perseverancia que brotan de la fe en la acci?n providencial del Esp?ritu Santo.

Queridos y venerados hermanos, he intentado evidenciar brevemente en este encuentro nuestro algunos aspectos del gran desaf?o del ecumenismo confiado a vuestra solicitud apost?lica. Al despedirme de vosotros, reafirmo una vez m?s mi estima y la certeza de mis oraciones por todos vosotros y por vuestras di?cesis. De manera particular, quiero aqu? renovar la expresi?n de mi solidaridad paterna con los fieles de la di?cesis de Barreiras, recientemente privados de la gu?a de su primer y diligente pastor monse?or Ricardo Jos? Weberberger, que parti? a la casa del Padre, meta de los pasos de todos nosotros. ?Descanse en paz! Invocando la intercesi?n de Nuestra Se?ora Aparecida, os concedo a cada uno de vosotros, a los sacerdotes, a los religiosos, las religiosas, a los seminaristas, a los catequistas y a todo el pueblo confiado a vosotros una afectuosa Bendici?n Apost?lica.?

[Traducci?n del original portugu?s realizada por Patricia Navas
? Librer?a Editrice Vaticana]


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Homil?a de monse?or Baldomero Carlos Martini, obispo de San Justo, en la misa de ordenaci?n sacerdotal (8 de septiembre de 2010). (AICA)

ORDENACI?N DE PRESBITEROS

Queridos hermanos y hermanas: Es muy grande mi alegr?a por lo que estamos viviendo, los invito a todos a compartirla .Celebramos la Natividad de Mar?a y estos hijos nuestros, Hern?n y Mario van a ser Ordenados sacerdotes y ser?n agregados a nuestro Presbiterio. ?Demos gracias a Dios! porque el Esp?ritu hizo maravillas en Mar?a y lo hace en nosotros. Oremos:

?Unge el coraz?n y la mente, Dios todopoderoso, para que podamos proclamar y recibir tu Palabra, con la dulzura y la fuerza del Esp?ritu! Si ?Ven Esp?ritu Santo, en ayuda de nuestra debilidad!

El Pan de vida de la Palabra ha sido repartido para despertar nuestra fe y nuestra docilidad como pueblo, prof?tico, sacerdotal y real. ?Cu?nto amor que se derrama sobre nosotros!

Jes?s nos acaba de decir: ?Como el Padre me am?, tambi?n yo lo he amado a ustedes: ?Permanezcan en mi amor!? y esto nos lo dice durante la ?ltima Cena. Jes?s antes de su Pasi?n, y sus disc?pulos con ?l, participando en lo ?ntimo de su condici?n de Hijo, se les concede ver lo que otros no ven. ?Ustedes son mis amigos si hacen lo que Yo les mando? Yo los llamo amigos porque les he dado a conocer todo lo que o? de mi Padre?.?

1. El Santo Padre Benedicto nos ayuda a profundizar el Don y Misterio que hoy se derrama sobre estos queridos hijos Hern?n y Mario: A ellos, pide entrar en la oraci?n.

?En la oraci?n est?n llamados a redescubrir el Rostro siempre nuevo del Se?or y el contenido m?s aut?ntico de su misi?n. El Padre los predestin? a reproducir la Imagen de se Hijo?. Solamente quien tiene una relaci?n ?ntima con el Se?or es aferrado por ?l, puede llevarlo a los dem?s, puede ser enviado. Se trata de un permanecer con ?l, que debe acompa?ar siempre el ejercicio del ministerio sacerdotal; debe ser su centro, su fuente, tambi?n y sobre todo en los tiempos dif?ciles, en los momentos cuando parece que las cosas que hay que hacer deben tener prioridad. Donde estemos, en cualquier tarea que hagamos, debemos permanecer siempre con ?l. ?El que permanece en mi, y Yo en ?l, da mucho fruto?. ?No son ustedes los que me eligieron a m?, sino Yo el que los eleg? a ustedes y los destin? para que vayan y den fruto y ese fruto sea duradero?. ?As? todo lo que pidan al Padre en mi Nombre, ?l se lo conceder? Lo que yo les mando es que se amen??

2. ?No hay amor m?s grande que dar la vida?. Jes?s anuncia su amor hasta el extremo en el marco de su Pascua. Hago m?as las palabras del Papa en una ordenaci?n reciente; les habla del seguimiento de Jes?s; y que el camino de los disc?pulos, consiste en seguirlo a ?l, el Crucificado, seguirlo por la senda de la Cruz. El amor madura en la Cruz. La m?stica de la cruz, pide perderse a si mismo para volverse a encontrar plenamente a s? mismo. ?Qu? significa esto para cada cristiano, pero sobre todo qu? significa para un sacerdote? El seguimiento, el sacerdocio jam?s puede representar un modo para alcanzar la seguridad en la vida o para conquistar una posici?n social. El que aspira al sacerdocio para aumentar su prestigio personal y su poder, entiende mal en su ra?z el sentido de este maravilloso ministerio.

Quien quiere sobre todo realizar una ambici?n propia, alcanzar el ?xito personal, siempre ser? esclavo de si mismo y de la opini?n p?blica. Madre Teresa viviendo la oscuridad de la Cruz nos dej? como testimonio, que Dios no la llam? a ser exitosa, sino fiel y as? irradi? al Cristo que le pidi? en una locuci?n: ?S? t? mi luz? entre los pobres m?s pobres de Calcuta.

El sacerdocio se funda en la valent?a de decir s?, a otra voluntad, con la conciencia, que debe crecer cada d?a , de que precisamente conform?ndose a la voluntad de Dios, inmersos en esta Voluntad, no solo no ser? cancelada nuestra originalidad , sino que, al contrario entraremos cada vez m?s en la verdad de nuestro ser y de nuestro ministerio. Don y Misterio .Amor que se entrega hasta el fin. Amar sin cansarse del peso del camino y las exigencias de tantos rostros y manos tendidas.?

3. Queridos Hern?n y Mario: ?No hay amor m?s grande que dar la vida?, perderse a s? mismo, para encontrarse en el Coraz?n que tanto amo y muri? por amor. Desde el Evangelio el Papa nos ense?a a ser Eucarist?a. ?Hoy con el sacramento del Orden se les concede presidir la Eucarist?a. Se les conf?a el Sacrificio redentor de Cristo; se les conf?a su Cuerpo entregado y su Sangre derramada.. Ciertamente, Jes?s ofrece su sacrificio, su entrega de amor humilde y completo a la Iglesia, su Esposa, en la Cruz. Es en ese le?o donde el grano de trigo que el Padre dej? caer sobre el campo del mundo, muere para convertirse en fruto maduro. dador de vida. Pero en el Plan de Dios, esta entrega de Cristo se hace presente en la Eucarist?a, gracias a la potestad sagrada, que el Sacramento del Orden les confiera a ustedes, los presb?teros. Cuando celebramos tenemos en nuestras manos el Pan del cielo, el Pan de Dios, que es Cristo, grano partido para multiplicarse y convertirse en el verdadero alimento de vida para el mundo.?

Que sea una experiencia siempre nueva de asombro y de inmensa gratitud: El amor y el Don de Cristo Crucificado y glorioso, pasan a trav?s de sus manos, de sus voces y de sus corazones. Ver que en sus manos, en sus palabras, tan esperadas por el Padre, el Se?or realiza este misterio de su maravillosa y humilde presencia.

Juan Pablo II nos dec?a: ?No se pueden repetir las palabras de la Consagraci?n, sin sentirse implicados en este movimiento espiritual. Aprender cada d?a a decir de si mismo, con verdad y generosidad: tomen y coman, mi cuerpo entregado, y as? hacerse don y total disponibilidad.?

La gracia del Presbiterado que dentro de poco se les dar?, los unir? ?ntimamente, m?s a?n estructuralmente a la Eucarist?a., para que tengan siempre los mismos sentimientos de Cristo Jes?s y est?n metidos en el coraz?n del Padre y nunca se averg?encen de que les digan padre.

Vivan la alegr?a de ser padres, al Bautizar, al Absolver los pecados, al predicar la Palabra, al Ungir a los enfermos, al gastarse y regastarse por la causa de Cristo y por la realizaci?n plena de los dem?s especialmente por los m?s necesitados, pobres y menos amados.

Configurados y revestidos de Cristo, tengan pasi?n por la Comuni?n eclesial tan necesaria para ser cre?bles y aut?nticos disc?pulos y misioneros de Cristo, el Buen Pastor, que da la vida. No se averg?encen del Evangelio y dejen que el Esp?ritu de Santidad que hoy los hace sacerdotes para siempre, sea el Maestro interior y qui?n los empuje a gritar ?Ay de mi, si no predicara y viviera el Evangelio!

La Virgen en su nacimiento alcanzada por todo el Amor del Padre, la Redenci?n del Hijo y la Unci?n del Esp?ritu Santo, como Madre y Reina, cuide sus vidas sacerdotales de seguidores del Cristo Obediente , casto y pobre y los aliente y ayude, con su ternura maternal, a ser santos.

Que esta Gracia, que colma como unci?n del Esp?ritu, toque el coraz?n de los j?venes y los atraiga a Cristo que los mira con amor y les dice en lo profundo: ?Ven y S?gueme!?

?DIOS ES AMOR!?

Mons. Baldomero Carlos Martini, obispo de San Justo??


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Homil?a de monse?or Luis T. St?ckler, obispo de Quilmes, para el 23? domingo durante el a?o (5 de septiembre de 2010). (AICA)

CRISTO EN PRIMER LUGAR

Uno podr?a pensar que el evangelio de hoy es para algunos selectos; para religiosas, monjes? y sacerdotes; y que los laicos no est?n en condiciones de poner en pr?ctica lo que Jes?s exige. Posponer la familia y renunciar a todo lo que uno posee, parece imposible para alguien que se ha comprometido en el matrimonio y aceptado la responsabilidad de tener y mantener los hijos.

Seguramente Jes?s no quiso crear dos categor?as de cristianos. M?s bien quiere alertarnos de tomar conciencia que el seguir a ?l trae consecuencias para ?cualquiera que venga a m?. S?lo ?l tiene la autoridad de hablar as?, porque ?l es m?s que un profeta. En ?l habla Dios mismo. Cuando pensamos en el mandamiento principal en su doble dimensi?n: ?amar a Dios por encima de todo, y al pr?jimo como a nosotros mismos?, Jes?s no entra simplemente en la categor?a del pr?jimo, sino en el primer lugar, reservado para Dios. S?lo al amarlo a ?l con todo el coraz?n, con toda el alma y con todas ?las fuerzas, encuentra el hombre la plenitud. Porque nos ha creado orientados hacia ?l, y? nuestro coraz?n est? inquieto hasta que descanse en ?l, como dice San Agust?n.

Los consejos evang?licos de pobreza, castidad y obediencia, que los religiosos aceptan en la profesi?n para su vida, hay que entenderlos como un signo prof?tico para recordarnos, que todo lo que poseemos y somos, es don de Dios, que no debe transformarse en un ?dolo en su reemplazo. Los padres de familia trasmiten esta verdad, cuando rezan con sus? hijos y agradecen a Dios la salud, el trabajo; cuando bendicen la mesa, y cuando llevan una vida austera y comparten con generosidad con los pobres. Y sobre todo, cuando no pierden la confianza en la providencia de Dios en momentos dif?ciles, transformando la cruz en una herramienta de amor. La fidelidad de los esposos en el transcurso del tiempo, la delicadeza de aceptar las limitaciones del otro y de descubrir siempre de nuevo el amor que Dios manifiesta en la entrega mutua, es un modo de reconocer que uno no es propietario de la familia. Es en la familia tambi?n, donde se aprende a no reservarse ni la vida propia, sino a estar humildemente a disposici?n de los dem?s.

La actualidad del esta ense?anza de Jes?s est? a la vista, cuando vemos la merma de los casamientos? y el aumento de las separaciones, con la consecuencia de ?hijos desorientados y abandonados, que no descubren para qu? han venido al mundo.? Sin la contenci?n del hogar, la violencia se traslada al ambiente p?blico, y la pol?tica se practica como lucha por el poder y el dinero. El sentido de la solidaridad, la sensibilidad por los derechos humanos, el respeto por la autoridad, que son fruto de una cultura cristiana, se va perdiendo cuando no se sostienen en la fe en un Dios que nos anima y que un d?a nos pedir? cuentas de nuestra conducta.

Vivir el evangelio en serio, no es cuesti?n solamente de religiosos, sino de todo cristiano. Para poder hacerlo, debemos ayudarnos mutuamente. De ah?, la importancia de las peque?as comunidades, donde se comparte la Palabra de Dios y la experiencia de su vivencia, y donde se despierta tambi?n el compromiso de entrar en los diversos ?mbitos de la sociedad que necesita de la audacia de los que realmente quieren ser fieles a la ense?anza de Jesucristo.

Cuando Jes?s mismo en su momento dej? su familia y la seguridad del trabajo para comenzar una vida de misionero itinerante, su Madre se transform? en su disc?pula y lo sigui? hasta la cruz. Pidamos a Mar?a, a la cual nos dej? como Madre nuestra, que sea ?nuestra Maestra en el seguimiento de su Hijo.?

Mons. Luis T. St?ckler, obispo de Quilmes?


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Homil?a de monse?or Miguel Esteban Hesayne, obispo em?rito de Viedma, para el domingo 5 de septiembre de 2010. (AICA)

COMPROMISO CRISTIANO EN POL?TICA

El Concilio Vaticano II denunci? un solo pecado: el dualismo de la Fe y la vida. Es la incoherencia de llamarse cristiano y hasta de participar en ceremonias religiosas y concurrir a la Misa Dominical y luego pensar y obrar sin tener en cuenta el proyecto de Dios sobe la vida de cada persona. Esto acontece, principalmente, cuando se trata de la Pol?tica. M?s de uno pensar? que es un tema reiterativo.

Ciertamente lo es. Sin embargo, sigue vigente? la urgencia de tratarlo.

Si el Papa P?o XI, hace casi cien a?os, ha afirmado que el quehacer pol?tico, en el cristiano, es un supremo acto de caridad cristiana, ?c?mo es que sigue, todav?a, en los bautizados cat?licos la indiferencia al compromiso pol?tico? M?s a?n, existe una mayor?a cat?lica que piensa que la pol?tica es sucia. Y no pocos que entienden que ?hacer pol?tica? significa buscar su propio inter?s o el ?acomodo? o tener la suficiente habilidad para ganarse votos a su favor.?

Es preciso, entonces, proseguir una constante mentalizaci?n en las comunidades cristianas sobre el valor humano- cristiano del quehacer pol?tico como lo viene haciendo el Magisterio ?de la Iglesia Cat?lica.

Por eso, P?o XII adem?s de numerosas recomendaciones sobre el compromiso pol?tico en sus alocuciones, trata el tema nada menos que en una Enc?clica sobre la Democracia. Y Paulo VI sorprende con la admirable Enc?clica Populorum Progresio y otros l?cidos documentos de su pontificado cuya motivaci?n abierta al compromiso del laicado cristiano a la actividad pol?tica queda expl?cita para ?la evangelizaci?n del mundo moderno. As? es claro y terminante el n? 70 E.N. citado, m?s de una vez, en estas Homil?as:? Su tarea primera e inmediata- refiri?ndose al laicado cristiano- no es la instituci?n y desarrollo de la comunidad eclesial-esa es funci?n espec?fica de los Pastores- sino el poner en pr?ctica todas las posibilidades cristianas y evang?licas, escondidas pero activas en las cosas del mundo. El campo propio de su actividad evangelizadora, es el mundo vasto y complejo? de la pol?tica??

Juan Pablo II ha dedicado al tema social pol?tico tres Enc?clicas y numerosas referencias al compromiso pol?tico en sus Discursos y Catequesis.

Actualmente y en forma reiterativa Bendicto XVI recuerda la misi?n cristiana de laicas y laicos coherentes con la Fe Cristiana en siguientes t?rminos:

"Corresponde a los fieles laicos -dijo- mostrar concretamente en la vida personal y familiar, en la vida social, cultural y pol?tica, que la fe permite leer en modo nuevo y profundo la realidad y transformarla".

"Los fieles laicos deben participar activamente en la vida pol?tica, de manera siempre coherente con las ense?anzas de la Iglesia, compartiendo razones bien fundadas y grandes ideales en el proceso democr?tico y en la b?squeda de un consenso amplio con todos los que se preocupan de la defensa de la vida y de la libertad, la custodia de la verdad y del bien de la familia, la solidaridad con los necesitados y la b?squeda necesaria del bien com?n. Se necesitan pol?ticos aut?nticamente cristianos, pero sobre todo fieles laicos que sean testigos de Cristo y del Evangelio en la comunidad civil y pol?tica. Esta exigencia debe estar claramente presente en los programas educativos de las comunidades eclesiales y requiere nuevas formas de acompa?amiento y apoyo por parte de los pastores. La pertenencia de los cristianos a las asociaciones de fieles, a los movimientos eclesiales y nuevas comunidades, puede ser una buena escuela para estos disc?pulos y testigos, sostenidos por la riqueza carism?tica, comunitaria, educativa y misionera de estas realidades".[1]

Seg?n el Magisterio de la Iglesia Cat?lica, los Pastores han de formar al laicado en los valores pol?ticos humanos-cristianos? y los laicos los han de poner? en pr?ctica desde ?saber votar? de acuerdo al Evangelio de Jes?s? hasta ejercer la funci?n pol?tica como servicio de?Caridad Cristiana?. Es decir ser testigos del Amor.?

Mons. Miguel Esteban Hesayne, obispo em?rito de Viedma


Nota:
[1] Discurso de Benedicto XVI al Pontificio Consejo para los Laicos? Roma 21.05.2010?


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ZENIT?? publica el comentario al Evangelio del pr?ximo domingo, 19 de septiembre, XXVdel tiempo ordinario (Lucas??16,1-13), redactado por monse?or Jes?s Sanz Montes, ofm, arzobispo de Oviedo, administrador apost?lico de Huesca y de Jaca.??

Evangelio del domingo: La fidelidad de lo peque?o

Aparentemente Jes?s ensalza la habilidad de un administrador infiel. Pero hay que ser cautos y afinar en aquello que viene ensalzado: no es la infidelidad, la corrupci?n, sino la habilidad, la astucia de aquel administrador avispado. El que es fiel en lo poco, lo ser? tambi?n en lo mucho. Que viene a decir: todo aquello que te gustar?a cambiar de un mundo demasiado cruel, empieza por cambiarlo en tu propia casa, en tu coraz?n.

Y en verdad, ?qui?n no se ha quejado alguna vez de c?mo va nuestro mundo a tantos niveles? La pol?tica, la econom?a, la paz, la justicia, la familia, los ancianos, los j?venes, y un largo etc?tera en donde ponemos contra las cuerdas a nuestra sociedad bastante inmoralizada y desmoralizada. En todo lo cual no falta raz?n: se ha perdido el rumbo de muchas cosas, se han abandonado impunemente muchos principios b?sicos, se han destruido tantos valores que no eran negociables, se ha deshumanizado tanto nuestra humanidad.

Pero caben dos salidas: caer tanto en pesimismos deprimentes (todo es malo, "y cualquier tiempo pasado fue mejor" que dec?a el poeta en su eleg?a) como en optimismos irresponsables (lo importante es cambiar, arrasar, que no quede nada de lo anterior), o m?s bien, tener una mirada serena sobre el mundo, sobre la vida, sobre el dolor, sobre el amor, sobre tantas cosas que no van, y empezar a arreglarlas en uno mismo. El mundo nuevo, la tierra nueva, empieza por mi casa, por mi propio coraz?n. Empecemos por lo poco, por lo peque?o, por lo cotidiano, por lo nuestro. No es el gobierno de turno, ni los organismos mundiales de vanguardia, ni el vaticano, ni los banqueros, ni los periodistas, ni los sindicatos... quienes tienen que dar el pistoletazo de salida. El mundo nuevo empieza m?s cerca de m?, en mis actitudes, en mis opciones, en mi modo de escuchar, de atender, de proponer, de vivir.

La llamada de Jes?s es clara: no podemos tener dos patrones, dos amos. O nos adherimos al dise?o de Dios, a su proyecto de humanidad, de civilizaci?n del Amor, o nos apuntamos a la barbarie en la que termina siempre toda pretensi?n que censura alg?n aspecto del coraz?n del hombre. Sin Dios, sin este "amo" tan especial que nos hace libres, es muy dif?cil hacer un mundo que sepa a justicia, a limpieza, a paz, a respeto, a libertad, a felicidad. Metamos al Se?or en nuestras cosas y en nuestras casas, sin fanatismos pero sin complejos. Porque s?lo quien ama de verdad a Dios llega a no despreciar al hombre hermano.


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Viernes, 17 de septiembre de 2010

Con ocasi?n de la Solemnidad de Nuestra Se?ora de Coromoto, Patrona de Venezuela el 11 de Septiembre la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) ha elaborado un?comunicado.

RENUEVA LA FE EN TODA LA EXTENSI?N DE NUESTRA PATRIA?

El pr?ximo 11 de Septiembre la Iglesia en nuestro pa?s celebra la Solemnidad de Nuestra Se?ora de Coromoto, Patrona de Venezuela. Con motivo de esta festividad, los Obispos de la Presidencia de la Conferencia Episcopal, queremos hacer llegar un mensaje de fe, de uni?n y esperanza a todos los fieles cat?licos de Venezuela, y a todas las personas de buena voluntad.?

La Madre de Jesucristo, nuestro Se?or, ha acompa?ado la vida y el quehacer de los venezolanos y las venezolanas a lo largo de su historia. Con diversos t?tulos y bajo diferentes im?genes, -pero siempre con el mismo cari?o y devoci?n-, es invocada por nuestro pueblo como madre y protectora, tanto en los momentos alegres como en los momentos dif?ciles de la vida. Particularmente, la Imagen de nuestra Se?ora de Coromoto, cuya reliquia ha sido recientemente restaurada, y que re?ne a todos los venezolanos en la ?nica y siempre sentida devoci?n a la Virgen Mar?a, nos recuerda nuestras ra?ces como naci?n, y nuestra vocaci?n a ser familia y pueblo de Dios por el Bautismo.?

Por tal motivo, invitamos a todas las Iglesia Particulares, parroquias y comunidades cristianas de Venezuela a dar un gran realce a esta celebraci?n lit?rgica y hacer de ella un momento importante de reafirmaci?n de fe cristiana y de compromiso eclesial. Como lo hacemos siempre, le pedimos que renueve la fe en toda la extensi?n de nuestra Patria, para que todos los venezolanos y venezolanas, nos esforcemos por construir una Patria cada vez m?s justa, solidaria, incluyente y participativa, en la cual todos, superando nuestras diferencias, podamos reconocernos como hermanos, y vivamos en paz.?

Aprovechemos esta ocasi?n para pedir insistentemente a Dios que nos ayude para construir una sociedad fundamentada en el amor a Dios y al pr?jimo, aplicando los principios y valores contenidos en los diez mandamientos de la ley de Dios, y que nos ayude con su gracia a la superaci?n de la violencia que enluta tantos hogares venezolanos, en la lucha contra la corrupci?n, el narcotr?fico, el hedonismo y otros tantos males que contrar?an el designio de Dios.?

Recemos particularmente a Dios, por intercesi?n de la Virgen de Coromoto, para que las elecciones parlamentarias del pr?ximo 26 de septiembre sean una oportunidad para renovar y consolidar la vocaci?n democr?tica del pueblo venezolano, y contemos con diputados que trabajen por el bien de las regiones y por la soluci?n de los grandes problemas nacionales.?

Caracas, 1 de Septiembre de 2.010?

Ubaldo Ram?n Santana Sequera
Arzobispo de Maracaibo
Presidente de la CEV?

Baltazar E. Porras Cardozo
Arzobispo de M?rida
1? Vicepresidente de la CEV?

Roberto L?ckert Le?n
Arzobispo de Coro
2? Vicepresidente de la CEV?

Jes?s Gonz?lez de Z?rate
Obispo Auxiliar de Caracas
Secretario General de la CEV


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?Homil?a de monse?or Agust?n Radrizzani, arzobispo de Mercedes-Luj?n en la misa de cierre del Encuentro de Agentes de Pastoral de la Arquidi?cesis (Iglesia catedral, 4 de septiembre de 2010). (AICA)

ENCUENTRO DE AGENTES DE PASTORAL

Queridos hermanos:

Nos encontramos en la iglesia Catedral, celebrando los 75 a?os de vida de nuestra arquidi?cesis de Mercedes-Luj?n. Es significativo estar en este templo como familia de Dios, ya que es la iglesia madre en la arquidi?cesis; desde ella se derrama el Esp?ritu santificador a todo el pueblo de Dios que peregrina en el territorio encomendado al Obispo como pastor, sucesor leg?timo de los ap?stoles; se ense?a la Palabra de vida y se va conduciendo, con la colaboraci?n de los sacerdotes, di?conos, religiosos/as, laicos, para formar juntos el reba?o del Se?or: ?nico Pastor de su pueblo.

El recordado y querido papa Pablo VI dec?a ?por la majestad de su construcci?n, es signo de aquel templo espiritual, que se edifica en las almas y que resplandece por la magnificencia de la gracia divina, seg?n dice el Ap?stol Pablo: ?Ustedes son templo de Dios vivo? (2 Co 6, 16). Adem?s debe ser manifestaci?n de la imagen expresa y visible de la Iglesia de Cristo que predica, canta y adora en toda la extensi?n de la tierra. Debe ser considerada ciertamente como imagen del Cuerpo m?stico de Cristo, cuyos miembros se unen mediante un ?nico v?nculo de caridad, alimentados por los dones que descienden como el roc?o del cielo?.[1]?

Un trabajo juntos

Nuestra arquidi?cesis est? signada por la presencia de la Madre de Dios, las Sant?sima Virgen. De su mano, los que nos han precedido en la fe han hecho historia. Ustedes han trabajado durante estos ?ltimos meses en las comunidades parroquiales, en las zonas pastorales y rescataron el camino andado, atesorando los signos de vida y perdonando y pidiendo perd?n por tantos errores u omisiones de bien que encontramos. Tambi?n han mirado el momento presente y se han planteado desaf?os que hoy han trabajo para concretar en acciones que muestren a Jesucristo vivo en cada una de las comunidades. S? que me har?n llegar las conclusiones de este trabajo - compromiso en el momento de las ofrendas de esta santa misa. No tengan dudas que ser?n luminosos aportes para ponernos juntos a trabajar, tambi?n de la mano de Mar?a y en sinton?a con toda la Iglesia de Am?rica Latina y del Caribe, lanz?ndonos a la misi?n continental, que pide Aparecida [2]?

Construyendo Iglesia: casa y escuela de comuni?n

Cada encuentro ha significado construir la Iglesia, es decir la casa y escuela de comuni?n, donde ayud?ndonos y fundamentalmente am?ndonos unos a otros fuimos haciendo el ?templo vivo?. Hemos experimentado la presencia de Jes?s y sabemos con claridad que queremos ser disc?pulos fieles. No es tarea f?cil, ni depende de nuestras capacidades o fuerza de voluntad, m?s bien se trata de una muerte a uno mismo, una especie de vaciamiento, para que sea ?l quien lo? llene todo. Es ?l quien da la fuerza, es ?l quien da Vida Nueva, es El qui?n enciende en nosotros el deseo de su rostro, es ?l quien nos hace hermanos y nos une.

Si el Se?or no construye la casa en vano trabaja el obrero, dice el salmo 126. Por eso pedimos al Se?or que nos regale ser casa y escuela de comuni?n. Casa para cobijar a todos, para recibir, para dar lugar, para entusiasmar. Escuela para que, acerc?ndonos a la Palabra, ella forme en nosotros el rostro de Cristo y nos infunda sus sentimientos ?Tengan los mismos sentimientos de Cristo Jes?s? (Flp. 2, 5). Escuela que nos haga humildes oyentes y fieles operadores de la Voluntad del Padre. La comuni?n es el fruto de la presencia de Jes?s. Es el restablecimiento de la relaci?n con Dios, nuestro Padre y la vivencia efectiva y afectiva de la fraternidad entre nosotros. No podemos pretender ser disc?pulos solos, no podemos ser cristianos sin Iglesia [3].

Quiz? este esfuerzo por mirar hacia atr?s y proyectarnos hacia delante nos ha hecho tomar conciencia de estar insertos en una historia de Salvaci?n, que no comienza con nosotros, ni se acaba con nosotros. Hemos de ser humildes y dejar que brille la luz de Cristo, siendo nosotros simples obreros de su vi?a, aunque tambi?n tenemos que ser responsables y poner a producir los talentos que el Se?or nos encomienda, para que crezca su Reino en el mundo.?

Disc?pulos misioneros.

El empe?o misionero es algo que nos debe ocupar en los pr?ximos a?os. La misi?n nace de una experiencia del Resucitado. Nos hemos encontrado con Cristo y El nos ha cambiado la vida. Y es tal la felicidad que experimentamos que no podemos callar lo que hemos visto y o?do. Desde esta perspectiva queremos ubicarnos.

Si somos comunidad, si somos familia, si somos hermanos estamos creando el clima para acercar a otros a la fe. Pero ?a qui?nes? A todos, y solo amando en serio, como Jes?s, d?ndonos, podremos asumir los desaf?os del tiempo presente, sintetizados en el imperio de la subjetividad: cada cual atiende su juego y, el relativismo: todo depende en orden a mi bienestar.

La atenci?n particular tendr? que dirigirse a los rostros sufrientes que nos duelen [4]: los que viven en la calle, los migrantes, los enfermos, los adictos dependientes, los presos, teniendo en cuenta que los m?s sufrientes son los que no tienen a Dios [5].

Esta es nuestra Iglesia, una Iglesia aut?ntica, evang?lica, fraterna y misionera, que vive la comuni?n entre los hermanos y anuncia que el Se?or resucit?.

Que la Virgen, disc?pula misionera nos gu?e para dar a Jes?s a todos. Am?n.?

Notas:

[1] Pablo VI Const Apost Mirificus eventos 7 de diciembre de 1965
[2] V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe en Aparecida n? 551
[3] Aparecida n? 156
[4] Aparecida n? 407-430
[5] Aparecida n? 405

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Saludo y reflexi?n del monse?or Jos? Luis Mollaghan, arzobispo de Rosario, con ocasi?n de la colaci?n de grados de los nuevos abogados de la Universidad Cat?lica Argentina (Catedral de Rosario, 2 de septiembre de 2010). (AICA)

LA UNIVERSIDAD CAT?LICA EN LA VIDA DE LA ARQUIDI?CESIS

La colaci?n de grados de la Facultad de Derecho de la Universidad Cat?lica Argentina en Rosario es para mi, como Obispo diocesano, una ocasi?n para felicitar a los nuevos graduados por los estudios realizados y por la feliz coronaci?n de sus esfuerzos; y al mismo tiempo para hacerlo extensivo a sus padres y a sus familias que los acompa?aron durante estos a?os, con perseverancia e inclusive con sacrificios. Tambi?n tengo el gusto de dirigirles un cordial saludo a las autoridades acad?micas e invitadas presentes, al se?or Arzobispo em?rito Monse?or Eduardo Mir?s, al Dr. Ricardo Par?s, en representaci?n del Decano de la Facultad, a los profesores de la Universidad Cat?lica y los colaboradores, a los sacerdotes presentes e invitados a este acto.??

La misi?n evangelizadora de la Universidad Cat?lica

Al mismo tiempo, este encuentro es para mi una vez m?s una oportunidad para estar cerca de la Universidad y de sus graduados, conocer sus aspiraciones y comprobar la realizaci?n de sus frutos; ya que la Universidad tambi?n forma parte de la vida de una di?cesis, la que a la vez que le ofrece el territorio para el desarrollo de su tarea espec?fica de investigaci?n y estudio en cada carrera, al mismo tiempo conf?a en la formaci?n y la reflexi?n teol?gica y moral, a un nivel universitario, para el bien espiritual de sus miembros; y de la misi?n evangelizadora de la Universidad Cat?lica (Ex corde Ecclesiae. II, art. 5, par.1). De este modo, se espera de ella un testimonio vital de orden institucional de Jesucristo vivo y de su mensaje, tan necesario para las hoy culturas, impregnadas por el secularismo (cfr. Ap. n? 341).

Lo expresado acerca de la Universidad en esta oportunidad, se encuadra tambi?n en el marco del vig?simo aniversario de la Exhortaci?n apost?lica ?Ex Corde Ecclesiae? sobre las Universidades Cat?licas, que es un documento del magisterio que nos ofrece el verdadero esp?ritu que la Iglesia espera que tenga la Universidad Cat?lica y que a la vez regula jur?dicamente estos centros de estudios en el mundo.

En este sentido, a la luz de este documento, podemos decir con las palabras expresadas en este aniversario por el cardenal Zenon Grocholewski, Prefecto de la Congregaci?n para la Educaci?n Cat?lica, s?lo "la Universidad Cat?lica que conserve su identidad tendr? un futuro y contribuir? al bien de la sociedad" (1.IX.2010); ya que si perdiera esa identidad perder?a aquello que la debe caracterizar.

Cuando Juan Pablo II escribi? y present? este documento el 15 de agosto de 1990, quiso manifestar la importancia que ten?a la Universidad Cat?lica en la vida de la Iglesia; y por eso consideraba necesario que tuviera una legislaci?n propia que estableciera su misi?n, as? como el marco jur?dico para su creaci?n.

Por ello, es tan importante que el Obispo y Pastor del lugar aprecie y valore a la Universidad Cat?lica; ya que de hecho es quien la promueve o la recibe en su propia di?cesis de acuerdo a las necesidades pastorales y acad?micas (cfr. Ex Corde Ecclesiar, I, n ? 28); y por ello, si bien la Universidad tiene sus autoridades propias, su?autonom?a y disciplina para cada materia y cada carrera respectivamente; sin embargo debe ser considerado?"part?cipe" de la misma (cfr. Ex Corde Ecclesiae,?I, n? 28), y quiere para ella una profunda ense?anza teol?gica y moral a trav?s de sus profesores. En este sentido, la sagrada teolog?a, la moral y la doctrina social de la Iglesia no son un a?adido o un plus, sino que deben influir sobre todas las actividades d edla UNiversidad (cfr. ibidem II, art. 2 par.4).?

Las actividades fundamentales de una Universidad Cat?lica deber?n vincularse y armonizarse con la misi?n evangelizadora de la Iglesia

Las actividades fundamentales de una Universidad Cat?lica deber?n vincularse y armonizarse con la misi?n evangelizadora de la Iglesia y se llevan a cabo a trav?s de una investigaci?n realizada a la luz del mensaje cristiano. Por eso la Iglesia, quiere sentir estos centros cercanos a si misma, y operantes en la difusi?n del mensaje aut?ntico de Cristo (cfr. ECE 49). M?s a?n, la investigaci?n universitaria se debe orientar a estudiar en profundidad las ra?ces y las causas de los problemas de nuestro tiempo, prestando especial atenci?n a sus dimensiones ?ticas y religiosas (cfr. Ex Corde, n? 32).

Por ello, si fuera necesario, la Universidad Cat?lica deber? tener inclusive la valent?a de expresar las verdades aunque sean inc?modas, verdades que no halagan a la opini?n p?blica, pero que son tambi?n necesarias para salvaguardar el bien aut?ntico de la sociedad (cfr. ib).

Es evidente entonces, el lugar importante que deben ocupar las asignaturas teol?gicas y cada uno de los profesores de teolog?a y moral en la Universidad; ya que a trav?s suyo llega la Palabra de Dios al aula, y se hace visible la unidad de su ense?anza con el Magisterio de la Iglesia; para que esta doctrina ilumine adecuadamente los otros temas de estudio y reflexi?n. Porque en el contexto en que vivimos, de gran relativismo cultural y moral es fundamental la ense?anza de la verdad, el di?logo fe y raz?n, fe y cultura, y la formaci?n de profesores, alumnos y personal a trav?s de la Doctrina social y moral de la Iglesia.?

Que nuestros estudiantes y profesores puedan encontrarse con el Se?or resucitado, como los disc?pulos de Emaus

A la luz de lo expresado, y contando inclusive con la ayuda de la Pastoral universitaria (Ex corde Eccsiae II, art. 6), es muy necesario que nuestros estudiantes y profesores de la Universidad Cat?lica, tambi?n puedan encontrarse en su propia vida con el Se?or resucitado, como los disc?pulos de Emaus; y este encuentro a la vez sea alimentado sobre todo con la presencia de Jes?s en la Eucarist?a. (cfr. Benedicto XVI, 13.VII 2009).

La Universidad debe requerir un compromiso que sea misionero que consiste, en testimoniar el encuentro personal con Jesucristo, Verdad que ilumina el camino de cada hombre. De este encuentro con ?l vendr? esa "novedad del coraz?n" capaz de dar una orientaci?n nueva a la existencia personal; que se convierte en fermento y levadura de una sociedad vivificada por el amor evang?lico (cfr. ib?dem).

Precisamente, en el a?o del bicentenario, en el que ustedes abrazan la profesi?n de abogados, pedimos por todos ustedes que hoy se grad?an; para que con la protecci?n de la Virgen del Rosario; con el aporte de su conocimiento y ciencia jur?dica, y enriquecidos por la fe, contribuyan a mirar al futuro con esperanza.?

Mons. Jos? Luis Mollaghan, arzobispo de Rosario?


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Homil?a de monse?or Juan Rub?n Mart?nez, obispo de Posadas, para el 23 domingo durante el a?o (5 de septiembre de 2010). (AICA)

IDENTIDAD Y DI?LOGO

En este principio de siglo no dudamos en afirmar que somos protagonistas de profundas transformaciones de todo tipo. A veces nos quedamos perplejos ante el rapid?simo avance tecnol?gico, bio-gen?tico, inform?tico? todo esto tiene estrecha relaci?n con ?mbitos fundamentales para la existencia humana, como la ?tica, la econom?a o la misma cuesti?n social.

En medio de tantas novedades, los cristianos necesitamos profundizar y formarnos en la fe que creemos. Esto nos permite madurar nuestra identidad cristiana, para que en medio de las luces y sombras de nuestro tiempo, podamos ser constructores de los valores que profesamos. Servir? para nuestra reflexi?n la lectura de una parte del texto ?Jesucristo, Se?or de la historia?, documento escrito por los obispos argentinos con motivo del a?o jubilar. En el mismo hay una referencia expl?cita a la necesidad de afirmar nuestra identidad en una ?poca de cambios: ?El comienzo del siglo encuentra a la humanidad en un momento muy significativo. Algunas d?cadas atr?s la Iglesia hablaba del amanecer de una ?poca de la historia humana caracterizada, sobre todo, por profundas transformaciones. Pero este amanecer no ha concluido. M?s a?n, aquellas situaciones nuevas se han vuelto m?s complejas todav?a. Por eso podemos percibir qu? es lo que termina, pero no descubrimos con la misma claridad aquello que est? comenzando. Frente a esta novedad se entrecruzan la perplejidad y la fascinaci?n, la desorientaci?n y el deseo de futuro. En este contexto se plantea, a veces de un modo oculto y desordenado, preguntas urgentes: ?qui?n soy en realidad? ?cu?l es nuestro origen y cu?l nuestro destino? ?qu? sentido tiene el esfuerzo y el trabajo, el dolor y el fracaso, el mal y la muerte?? Tenemos necesidad de volver sobre estos interrogantes fundamentales. En una ?poca de profundas transformaciones, la cuesti?n de la identidad aparece como uno de los grandes desaf?os. Y esta problem?tica afecta de modo decisivo al crecimiento, a la maduraci?n y a la felicidad de todos. En este marco, queremos anunciar lo que creemos, porque el Evangelio es una luz para planteos que nos inquietan? (N? 3).

En el centro de nuestra identidad como cristianos, est? la persona de Jesucristo. Dios hecho hombre. Es la piedra angular de la creaci?n y de la historia de Salvaci?n. Es tarea de cada cristiano comprender la centralidad de Jesucristo en su vida y asociarse libremente a ?l. Desde esta reflexi?n podemos entender la afirmaci?n del texto de este domingo (Lc. 14, 25-33). ?Junto con Jes?s iba un gran gent?o, y ?l, d?ndose vuelta, les dijo: cualquiera que venga a m? y no me ama m?s que a su padre y a su madre, a su mujer y a sus hijos, a sus hermanos y hermanas, y hasta a su propia vida, no puede ser mi disc?pulo? (Lc. 14, 25-26).

Si realmente como cristianos, queremos ser disc?pulos de Jes?s, trataremos de abrir nuestro coraz?n a sus ense?anzas. En la Palabra de Dios, en el Magisterio y la comuni?n de la Iglesia, nosotros alimentamos nuestra identidad y discipulado. Cuando entendemos que este discipulado debemos vivirlo en el mundo, en la familia, trabajo, pol?tica, escuela? comprendemos que la identidad cristiana realmente es un desaf?o necesario, para que nuestro aporte sea fecundo en medio de tantas situaciones nuevas y complejas. El intentar vivir con identidad y coherencia de vida nos permiten entender la exigencia del discipulado que nos pone el Se?or. ?El que no carga con su cruz y me sigue no puede ser mi disc?pulo? (Lc. 14,27).

?Un saludo cercano y hasta el pr?ximo domingo!?

Mons. Juan Rub?n Mart?nez, obispo de Posadas?


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Buenos Aires, 7 Ago. 10 (AICA): El arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina, cardenal Jorge Mario Bergoglio, pidi? hoy a San Cayetano que proteja la fe, el amor y la esperanza de los argentinos, advirti? sobre una cultura “cada vez m?s pagana” que pretende excluir a Dios de la vida p?blica y relegarlo a la sacrist?a, y exhort? a no perder la esperanza a pesar de las dificultades.

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???? "San Cayetano: caminamos con fe pidiendo tu protecci?n”. El lema de este a?o es muy especial. Como siempre, fue el m?s elegido por los peregrinos. Es bien directo y con un pedido concreto. Le pedimos a nuestro querido San Cayetano que nos proteja: es que somos peregrinos, gente que va de camino, y ya sabemos que el que sale a la calle necesita protecci?n.

Por eso le decimos: “San Cayetano, caminamos con fe pidiendo tu protecci?n”.?

???? Es linda la primera afirmaci?n: San Cayetano, caminamos con fe. Lo nombramos primero al santo para que nos mire, como diciendo “San Cayetano mir? que caminamos con fe”. Nos alegra y enorgullece que nos veas aqu?, haciendo la fila, caminando en la fe de la Iglesia.?

???? La fe la tenemos. Nuestro pueblo tiene fe. Creemos en Dios nuestro Padre. Creemos en Jesucristo su ?nico Hijo, nuestro Se?or. Creemos en Dios Esp?ritu Santo, Se?or y dador de Vida. Creemos en nuestra Madre la Iglesia, creemos en la Comuni?n de los Santos, que nos hace venir a vos, junto con todos nuestros hermanos y hermanas, a pedirte que, junto con la Virgen y todos los santos del cielo, intercedan por nosotros que necesitamos protecci?n.?

???? La protecci?n que pedimos es para todas las necesidades de nuestra vida: la salud, el pan, el trabajo… Tambi?n pedimos protecci?n ante la inseguridad que produce tanta violencia desatada en nuestra sociedad. Pero junto con estas cosas pedimos de manera especial protecci?n para nuestra fe. Te pedimos que protejas, conserves y aumentes nuestra fe.?

???? ?Porque vivimos en medio de una cultura cada vez m?s pagana. Una cosa es ser pagano si uno naci? en una cultura que no conoce a?n ?la verdad del Evangelio y la bondad de Jesucristo. Pero para nosotros, hacer como si Jesucristo no hubiera venido a salvarnos, es dar un paso muy atr?s. Es como negar a nuestros padres y a nuestros abuelos. Es como querer no tener historia. Es como si eligi?ramos ser hu?rfanos, gente desamparada, que tiene que empezar de cero sin contar con el tesoro de la sabidur?a de nuestros mayores. Al hacer como si Jesucristo no existiera, al relegarlo a la sacrist?a y no querer que se meta en la vida p?blica, negamos tantas cosas buenas que el cristianismo aport? a nuestra cultura, haci?ndola m?s sabia y justa; a nuestras costumbres, haci?ndolas m?s alegres y dignas…?

???? Si somos personas de bien no debemos desconocer tantas gracias recibidas. Nosotros hemos escuchado el anuncio del Evangelio, somos gente bautizada en el Nombre del Padre y del Hijo y del Esp?ritu Santo, gente que ha vivido cuidada con el amor infinito de la providencia de nuestro Padre Dios y amparada bajo el manto de ternura de la Virgen Mar?a. Nosotros hemos sido marcados con el signo de la cruz y le pertenecemos a Jes?s que nos compr? con su Sangre. Si en algo fallan nuestros valores es porque no los vivimos a fondo. No es que tengamos que remplazarlos por otros sino que tenemos que arrepentirnos de no haberlos guardado bien y comenzar a vivirlos en toda su plenitud.?

???? Y mientras caminamos con fe pedimos tu protecci?n para nuestro amor. Te pedimos que cuides, conserves y acrecientes nuestro amor. Creemos con todo el coraz?n que es verdad lo que dice el Evangelio: que el que recibe los mandamientos de Jes?s y los cumple, ?se lo ama y el que ama a Jes?s es amado por el Padre, que lo cuida y lo protege como a su hijo querido.Te pedimos San Cayetano que cuides este amor en el coraz?n de nuestro pueblo, en cada familia, en cada instituci?n. Que nos cuides el amor misericordioso para compadecernos de los que sufren y ayudarlos como hizo el buen Samaritano. Te pedimos San Cayetano que nos cuides nuestro amor de caridad, ese amor gratuito que nos hace alegres en todo lo que sea positivo y creativo, en busca de un bien siempre mayor. Te pedimos San Cayetano que cuides nuestro amor familiar: el amor con que se aman los esposos, el amor que hace que los hijos honren a sus padres y que los padres tengan paciencia con sus hijos y los alienten. Te pedimos San Cayetano que protejas en nosotros nuestro amor de amistad, que establece v?nculos de igualdad entre las personas de toda condici?n y es la base de las relaciones sociales.?

???? Y mientras caminamos con fe y amor, te pedimos tambi?n que protejas nuestra esperanza. Nosotros somos conscientes de que hemos recibido una bendici?n y que esa bendici?n es al mismo tiempo una promesa. Queremos transmitir esta bendici?n-promesa a nuestros hijos. Decirles: “Que el Se?or te bendiga y te proteja…” –como dice tan lindo la primera lectura-. “Que el Se?or haga brillar su rostro sobre vos y te muestre su gracia. Que el Se?or te descubra su rostro de Padre bueno y te conceda la paz”. San Cayetano, cuid? nuestra esperanza. Protegela de los males que la amenazan: el bajar los brazos, el tirar la toalla, el apagar la mirada pensando que no vale la pena, que en este pa?s no se puede… ?Nada de eso! Con tu ayuda levantamos los brazos, para bendecir al Cielo y para trabajar la tierra. Con tu ayuda nos ce?imos la toalla, como hizo Jes?s en la ?ltima cena y le lavamos los pies a nuestros hermanos. Con tu ayuda encendemos la mirada y contemplamos el futuro con esperanza: ?cu?nto nos ha dado el Se?or! ?C?mo no so?ar con todo lo que tiene para darle a nuestros hijos! “San Cayetano: caminamos con fe pidiendo tu protecci?n”.+?


Publicado por verdenaranja @ 16:33  | Hablan los obispos
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Jueves, 16 de septiembre de 2010

ZENIT?? publica el discurso que dirigi? Benedicto XVI el martes 7 de Septiembre de 2010?por la tarde, Benedicto XVI, al final del concierto en el que se interpret? el R?quiem de Wolfgang Amadeus Mozart (Misa de R?quiem en re menor K 626) en el patio de la residencia pontificia de Castel Gandolfo.

El concierto fue interpretado por la Orquesta de Padua y del V?neto, dirigida por el maestro Claudio Desderi, y por el coro "Academia de la voz" de Tur?n, dirigida por la maestra Sonia Franzese.

Queridos amigos:

Doy las gracias de coraz?n a la Orquesta de Padua y del V?neto y al coro "Academia de la voz" de Tur?n, dirigidos por el maestro Claudio Desderi, y a los cuatro solistas por habernos ofrecido este momento de alegr?a interior y de reflexi?n espiritual con una intensa interpretaci?n del R?quiem de Wolfgang Amadeus Mozart. Junto a ellos, doy las gracias a monse?or Marcelo S?nchez Sorondo, secretario de la Academia Pontificia de las Ciencias, por las palabras que me ha dirigido, as? como a las instituciones que han contribuido a la organizaci?n de este acontecimiento. Sabemos bien que Mozart, cuando era muy joven, en sus viajes por Italia con su padre, se detuvo en varias regiones, entre las cuales se encontraban tambi?n el Piamonte y el V?neto, pero sobre todo sabemos que pudo aprender de la viva actividad musical italiana, caracterizada por compositores como Hasse, Sammartini, Padre Martini, Piccinni, Jommelli, Paisiello, Cimarosa, por citar a algunos de ellos.

Permitidme, sin embargo, que exprese una vez m?s el afecto particular que me une, podr?a decir desde siempre, a este sumo m?sico. Cada vez que escucho su m?sica no puedo dejar de volver con la memoria a mi iglesia parroquial, donde cuando era un muchacho, en los d?as de fiesta, resonaba una de sus "misas": en el coraz?n sent?a que me alcanzaba un rayo de la belleza del Cielo , y esta sensaci?n sigo experiment?ndola tambi?n hoy cada vez, escuchando esta gran meditaci?n, dram?tica y serena, sobre la muerte. En Mozart, todo est? en perfecta armon?a, cada nota, cada frase musical; es as? y no podr?a ser de otra manera; incluso los opuestos quedan reconciliados es la?mozart'sche Heiterkeit, la "serenidad mozartiana" todo lo envuelve, en cada momento. Es un don de la Gracia de Dios, pero es tambi?n el fruto de la fe viva de Mozart que, especialmente en la m?sica sacra, logra reflejar la respuesta luminosa del Amor divino, que da esperanza, incluso cuando la vida humana es lacerada por el sufrimiento y la muerte.

En su ?ltima carta escrita al padre moribundo, fechada el 4 de abril de 1787, escribe hablando precisamente de la etapa final de la vida sobre la tierra: "...?desde hace alg?n a?o he alcanzado tanta familiaridad con esta amiga sincera y sumamente querida del hombre, [la muerte], que su imagen ya no s?lo no tiene nada de aterrador, sino que me parece incluso muy tranquilizante y consoladora! Y doy gracias a mi Dios por haberme concedido la suerte de tener la oportunidad de reconocer en ella la clave de nuestra felicidad. No me acuesto nunca sin pensar que al d?a siguiente quiz? ya no estar?. Y sin embargo nadie que me conozca podr? decir que en compa??a yo sea triste o de mal humor. Y por esta suerte doy las gracias cada d?a a mi Creador y lo deseo de todo coraz?n a cada uno de mis semejantes".

Este escrito manifiesta una fe profunda y sencilla, que aparece tambi?n en la gran oraci?n del R?quiem, y nos lleva, al mismo tiempo, a amar intensamente las vicisitudes de la vida terrena como dones de Dios y a elevarnos por encima de ellas, contemplando serenamente la muerte como una "llave" para atravesar la puerta hacia la felicidad.

El R?quiem de Mozart es una elevada expresi?n de fe, que reconoce el car?cter tr?gico de la existencia humana y que no oculta sus aspectos dram?ticos, y por este motivo es una expresi?n de fe propiamente cristiana, consciente de que toda la vida del hombre est? iluminada por el amor de Dios. Gracias una vez m?s a todos.?

[Traducci?n del original italiano realizada por Jes?s Colina
? Libreria Editrice Vaticana]


Publicado por verdenaranja @ 22:33  | Habla el Papa
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ZENIT? nos ofrece el discurso que Benedicto XVI dirigi? a los miembros de la Mesa de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa al recibirles?el mi?rcoles 8 de Septiembre de 2010?en audiencia en la salita del Aula Pablo VI tras la Audiencia General.

Se?or Presidente,
Queridos miembros de la Mesa de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa:

Estoy muy agradecido al Honorable Sr. ?avu?o?lu por las amables palabras que me ha dirigido en nombre de la Mesa y extiendo a todos vosotros una cordial bienvenida. Estoy contento de recibiros en el sexag?simo aniversario de la Convenci?n Europea de Derechos Humanos que, como se sabe, compromete a los Estados Miembros del Consejo de Europa a promocionar y defender la dignidad inviolable de la persona humana.

S? que la Asamblea Parlamentaria tiene en su agenda temas importantes relacionados sobre todo con personas que viven en situaciones especialmente dif?ciles o est?n sujetas a graves violaciones de su dignidad. Pienso en las personas afectadas por discapacidades, los ni?os que sufren violencia, los inmigrantes, los refugiados, los que m?s pagan por la actual crisis econ?mica y financiera, los que son v?ctimas del extremismo o de nuevas formas de esclavitud como el tr?fico de personas, el tr?fico ilegal de drogas y la prostituci?n. Vuestro trabajo tambi?n est? relacionado con las v?ctimas de la guerra y con las personas que viven en democracias fr?giles. Tambi?n he sido informado de vuestros esfuerzos para defender la libertad religiosa y oponeros a la violencia y la intolerancia hacia los creyentes en Europa y en todo el mundo.

Teniendo presente el contexto de la sociedad actual en la que diferentes poblaciones y culturas se unen, es un imperativo desarrollar la validez universal de esos derechos, as? como su inviolabilidad, inalienabilidad e indivisibilidad.

En distintas ocasiones, he se?alado los riesgos asociados al relativismo en el ?mbito de los valores, los derechos y los deberes. Si ?stos carecieran de un fundamento objetivo racional, com?n a todos los pueblos, y se basaran exclusivamente en culturas particulares, decisiones legislativas o sentencias judiciales, ?c?mo podr?an ofrecer una base s?lida y duradera para instituciones supranacionales como el Consejo de Europa, y para vuestra propia tarea en esta prestigiosa instituci?n? ?C?mo podr?a llevarse a cabo un di?logo fruct?fero entre culturas sin valores comunes, derechos y principios estables, universales, entendidos de la misma manera por todos los Estados Miembros del Consejo de Europa? Esos valores, derechos y deberes tienen su origen en la dignidad natural de toda persona, algo accesible al razonamiento humano. La fe cristiana no impide, sino que favorece, esta b?squeda y es una invitaci?n a buscar una base sobrenatural para esa dignidad.

Estoy convencido de que esos principios, mantenidos fielmente, sobre todo cuando se trata de la vida humana, desde la concepci?n hasta la muerte natural, del matrimonio -basado en la entrega mutua exclusiva e indisoluble entre un hombre y una mujer- y la libertad de religi?n y educaci?n, son condiciones necesarias si queremos responder adecuadamente a los decisivos y urgentes desaf?os que la historia os presenta a cada uno de vosotros.

Queridos amigos, s? que vosotros tambi?n dese?is llegar a los que sufren. Esto me alegra y os animo a cumplir vuestra delicada e importante misi?n con moderaci?n, prudencia y valent?a al servicio del bien com?n de Europa. Os doy las gracias por venir y os garantizo mis oraciones. ?Que Dios os bendiga!?

[Traducci?n del original ingl?s realizada por Patricia Navas
? Libreria Editrice Vaticana]


Publicado por verdenaranja @ 22:28  | Habla el Papa
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Roma (Agencia Fides) – Un Obispo misionero de Argentina a Sud?frica. Es S. E. Mons. Jos? G. Ponce de Le?n, Vicario Apost?lico de Ingwavuma, que se encuentra en Roma para el Seminario de nuevos Obispos, organizado por la Congregaci?n para la Evangelizaci?n de los Pueblos (ver Fides 6/9/2010).
Mons. Ponce de Le?n concedi? la siguiente entrevista a Fides

?Cu?l ha sido su recorrido misionero?

Soy misionero de la Consolata. Nuestra formaci?n es internacional. Hice el noviciado y la teolog?a en Colombia. Estuve en ese pa?s cuatro a?os y medio, de 1982 a 1986. Al terminar los estudios tenemos la posibilidad de elegir tres lugares de misi?n. Yo hab?a indicado Etiop?a, Mozambique y Sud?frica, y me hice disponible tambi?n para ir al Asia. Sin embargo mis superiores me pidieron regresar a Argentina. Me qued? all? 7 a?os para ocuparme de la animaci?n misionera, de la revista y de la formaci?n. En 1993 fui destinado a Sud?frica, a la provincia de KwaZulu, donde trabaj? de 1994 al 2005. Luego fue enviado a Roma con el encargo de responsable de las misiones y luego de Secretario General.

?Podr?a describirnos el Vicariato de Ingwavuma?

El Vicariato fue constituido en 1990 y hab?a sido confiado a los Siervos de Mar?a. El Obispo era un Siervo de Mar?a irland?s, Michael Mary O’Shea, muerto en el 2006. El Vicariato est? localizado al noreste de la Provincia de KwaZulu, en la frontera con Mozambique y Suazilandia. Aparte de alguna celebraci?n en ingl?s, toda nuestra actividad pastoral se realiza en Zulu. Tambi?n yo celebro en Zulu. ?Aprenderlo nos ha costado una vida! A 15 a?os del nacimiento de la nueva Sud?frica, ver a uno que se esfuerza por aprender la lengua del otro provoca alegr?a, sobre todo en aquellos que fueron obligados a aprender la lengua de los extranjeros, de los colonizadores.
Actualmente tenemos 6 sacerdotes diocesanos y 6 sacerdotes religiosos, este a?o ordenar? a otros dos di?conos, de manera que pronto ser?n 8 los sacerdotes diocesanos. De esta manera el n?mero de sacerdotes diocesanos ser? superior al de los religiosos, cosa extra?a para un Vicariato. Estos sacerdotes son j?venes, ya que todos han sido ordenados en los ?ltimos 5 a?os, y son un signo de esperanza; sobre ellos recae el futuro del Vicariato.

?Cu?les son los problemas m?s graves que afligen a su Vicariato?

El Sida es la principal plaga de KwaZulu. Seg?n las estad?sticas al menos el 30% de la poblaci?n es v?ctima del VIH, es decir un habitante de tres o est? enfermo o es portador del virus. Ello significa que no existe una familia que no haya sufrido a causa del VIH. El n?mero de hu?rfanos es muy alto. No tenemos orfanatos porque preferimos que los ni?os contin?en viviendo en las comunidades de origen, o con sus vecinos o parientes. Sucede tambi?n que el primog?nito se vuelve como el padre de sus hermanos. La SACBC (Southern African Catholic’s Bishops Conference) ha tenido una bell?sima intuici?n con la creaci?n de la oficina del Sida, que recoge los fondos que distribuye a las di?cesis. Yo, como Obispo, no habr?a podido reunir los fondos necesarios para atender a los enfermos de mi Vicariato. Cada di?cesis presenta sus propios proyectos de ayuda a los enfermos de Sida a esta oficina de la SACBC para su aprobaci?n y para la erogaci?n de los fondos. Ello se traduce en el env?o de grupos de voluntarios que visitan a los enfermos, en proyectos a favor de los hu?rfanos y sobre todo en el suministro de f?rmacos antirretrovirales. Tenemos tambi?n un laboratorio de an?lisis de sangre. Por ello no necesitamos enviar a Johannesburgo las muestras de sangre para analizarlas. He quedado sorprendido de algo que dijo un m?dico que trabaja con nosotros, quien no es cat?lico, y afirm?: “No hay otra Iglesia que haga lo que hace la Iglesia cat?lica por nuestra gente”. Tenemos un ambulatorio cerca de la Catedral, que recibe todos los martes a unos ochenta pacientes. En los dem?s d?as los m?dicos y enfermeros se trasladan a las ?reas rurales del Vicariato o a las peque?as comunidades. Estas actividades son un signo de esperanza, ya que hemos logrado realizarlas no s?lo gracias al dinero, sino sobre todo con la participaci?n de las personas. Son las personas del lugar, no los extranjeros que vienen de fuera, las que ofrecen su propio tiempo para dedicarlo a los enfermos. (L.M.) (Agencia Fides 15/9/2010)


Publicado por verdenaranja @ 15:39  | Entrevistas
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REDACCI?N DE "IGLESIA NIVARIENSE"
C. San Agust?n, n? 28
38201. La Laguna. Tenerife.
Tfno. 922-25 86 40 / Extensi?n 8
e-mail: [email protected]

Bolet?n 401?

LAS NOTICIAS AMPLIADAS PUEDEN VERLAS ENTRANDO EN NUESTRO NUEVO BLOG. Textos, sonidos, e im?genes los tienen en: http://www.comunicacionobispadodetenerife.blogspot.com/?

Este fin de semana se celebrar? la Jornada a favor del Instituto de Teolog?a. Se trata de una actividad de colaboraci?n con esta labor acad?mica y formativa que viene siendo muy importante en nuestra Iglesia Particular. Seg?n el director de este centro, Juan Pedro Rivero ?no s?lo es importante animar la colecta de este fin de semana en las parroquias, sino invitar a todos los fieles a formarse usando los diferentes medios que ofrece la Iglesia Diocesana, a trav?s de nuestro Centro?.

Este jueves se iniciaron las reuniones del obispo y sus vicarios generales con los sacerdotes de servicio en las distintas vicar?as. Estos encuentros comenzaron con el tenido en Llano del Camello, en cuyos salones se congregaron los presb?teros de la Vicar?a Sur. El obispo les dirigi? un retiro y, a continuaci?n, fue presentado el objetivo del curso, el calendario pastoral, un documento sobre la pr?xima evaluaci?n del vigente PDP, adem?s de tratar diversos asuntos pastorales. Estos encuentros continuar?n ahora en La Gomera, El Hierro y La Palma.

Manos Unidas ha recibido el Premio Pr?ncipe de Asturias de la Concordia 2010, en el 50? aniversario de esta Organizaci?n cat?lica de voluntarios, que lleva medio siglo ?declar?ndole la guerra al hambre de pan, de cultura y de Dios?, como afirmaba su manifiesto fundacional. La noticia fue comunicada por la Directora de la Fundaci?n Pr?ncipe de Asturias, Teresa Sanjurjo Gonz?lez, al Secretario General de la CEE, Mons. Mart?nez Camino ya que la candidatura hab?a sido presentada por el Comit? Ejecutivo de la CEE.

Las comunidades parroquiales de San Joaqu?n y Santa Ana, Nuestra Se?ora del Carmen y Nuestra Se?ora de la Concepci?n, en Los Realejos, ya cuentan con un nuevo p?rroco, Marcos A. Garc?a. La Eucarist?a de "entrada" fue presidida por el Vicario General, Domingo Navarro, el cual en la homil?a pidi? una triple conversi?n: a la propia vocaci?n, al pueblo de Dios que se nos encomienda, y a las prioridades pastorales de la Iglesia. Una feligresa, en nombre de la comunidad, le dio la bienvenida expresando, entre otras cosas: "Si?ntase heredero de unas comunidades de profunda religiosidad, de arraigado amor por Cristo y de una infinita devoci?n por Mar?a Sant?sima?.

?Ya est? disponible, en las librer?as diocesanas el plan de formaci?n continua para los catequistas. Durante los dos pr?ximos a?os, estos agentes de pastoral son invitados a capacitarse en relaci?n a los contenidos de la catequesis. Para ello, el material formativo repasa el contenido del Credo. La portada del primer libro de esta formaci?n se puede ver en nuestro blog: comunicacionobispadodetenerife.blogspot.com.

?La imagen de Nuestra Se?ora de Guadalupe ser? trasladada a su ermita de Puntallana el? s?bado. A las 12,30 horas se celebrar? la Eucarist?a en el Templo Parroquial de La Asunci?n, presidida por el Vicario General, Antonio Manuel P?rez Morales. Seguidamente, tendr? lugar la procesi?n hasta el Puerto de San Sebasti?n donde ser? embarcada para el traslado a Puntallana. Al d?a siguiente, a las 12,30 horas se celebrar? la Eucarist?a en la Ermita de Puntallana, presidida por el Obispo, Bernardo ?lvarez Afonso. En el transcurso de la misma, se bendecir?n las obras de restauraci?n llevadas a cabo.

?Por otro lado, los herre?os celebrar?n el pr?ximo viernes d?a 24 la fiesta insular de Nuestra Se?ora de los Reyes. En el transcurso de la Misa en la ermita de la Dehesa, el Vicario General, Antonio P?rez, bendecir? el nuevo retablo que alberga la imagen de la Madre Amada.

?Ese mismo d?a se celebra a la patrona de los presos. Con tal motivo, el obispo presidir? una Eucarist?a en el centro penitenciario Tenerife II.

?"La alegr?a de creer y el gozo de anunciarlo?, es el t?tulo del taller de animaci?n misionera que se ha venido llevando a cabo estos d?as en el ISTIC. El objetivo del mismo est? siendo ofrecer en un ambiente fraterno las claves misioneras de todo cristiano acentuando la misi?n ?ad gentes?. Est? destinado a profesores de religi?n, catequistas, agentes de pastoral y toda persona interesada en el tema.

?Tras realizar cada uno de los arciprestazgos las distintas propuestas al Obispo, ?ste ha nombrado arciprestes y vicearciprestes a: Francisco Javier Fuente, arcipreste de S/C de Tenerife, y Agust?n Sanabria, vicearcipreste; V?ctor ?lvarez, arcipreste de G??mar, e Isodoro Hern?ndez, vicearcipreste; Diego Carmelo Rodr?guez, arcipreste de La Laguna, y Jos? Domingo Morales, vicearcipreste; Domingo Gonz?lez Ruiz, arcipreste de El Hierro, y Federico Armas, vicearcipreste; Eduardo Rodr?guez, arcipreste de Granadilla y Jes?s P?rez B?ez, vicearcipreste. Por otro lado Jos? Domingo Gonz?lez es vicearcipreste en Isora.

?El 19 de septiembre, a las 12 horas, en la Bas?lica de Candelaria, tendr? lugar la profesi?n religiosa de Fray ?ngel Luis Fari?a P?rez.

?Ya han comenzado los actos en honor a nuestra Se?ora de los Remedios, en los Realejos. As?, el preg?n fue pronunciado por Concepci?n Fuentes, la cual record? que se cumplen 800 a?os de esta devoci?n universal y 36 del traslado de la imagen en visita a la calle del agua.

?La delegaci?n de Misiones de la Di?cesis Nivariense ya cuenta con su propio blog. El nombre del mismo es: misionestenerife.blogspot.com.

?Cada domingo, a las 8.45, en COPE La Palma y COPE Tenerife, repasamos con todos, y durante quince minutos, la semana en la vida de la iglesia diocesana y adelantamos las principales citas de la semana que se inicia. Se trata de un informativo diocesano que se llama "Iglesia Nivariense Noticias".

?Con motivo de la visita de Benedicto XVI al Reino Unido, Popular TV, la televisi?n del Grupo COPE, ofrece una programaci?n especial en directo con los actos de este nuevo viaje apost?lico del Pont?fice. Los espectadores de Popular TV podr?n seguir en directo la llegada del Santo Padre al Aeropuerto Internacional de Edimburgo, el jueves 16 de septiembre a las 11.30 horas. A continuaci?n se emitir? la Ceremonia de Bienvenida -12.00h- en el Palacio Real de Holyroodhouse, en Edimburgo y el Encuentro con las autoridades en el Parque del Palacio Real de Holyroodhouse -12.40h-, en Edimburgo. Y esa misma tarde, a las 18.15h, la celebraci?n de la Santa Misa en el Bellahouston Park de Glasgow.

?El viernes 17 de septiembre a las 11 horas, se emitir? el Encuentro con el mundo de la educaci?n cat?lica, en la capilla y en el campo de deportes del St Mary?s University College, en Twichenham; a las 12.30h el encuentro con los l?deres de otras religiones, en el Waldegrave Drawing Room del St Mary?s University College, en Twichenham. Esa misma tarde, a las 17h, tendr? lugar la visita de cortes?a al Arzobispo de Canterbury en el Lambeth Palace y la Celebraci?n Ecum?nica en la Abad?a de Westminster, a las 19.15.

?El s?bado 18 de septiembre, a las 11.00 horas, la celebraci?n de la Santa Misa en la Catedral de la Precios?sima Sangre de Nuestro Se?or Jesucristo. Asimismo, a las 19.15 horas, se ofrecer? la vigilia de oraci?n por la beatificaci?n del cardenal John Henry Newman en el Hyde Park.

Y para concluir esta programaci?n especial, el domingo 19 de septiembre a las 11.00 horas, Popular TV emitir? la celebraci?n de la Santa Misa de beatificaci?n del Venerable cardenal John Henry Newman, en el Cofton Park de Rendal, en Birmingham.

Los pr?ximos d?as 1 y 2 de octubre, los responsables nacionales de Radio Mar?a estar?n en Tenerife para llevar a cabo un encuentro con los oyentes. El sacerdote y director de contenidos de la cadena, Esteban Munilla y el coordinador de la emisora, Rafael Lozano estar?n el 1 de octubre, a las 20:15 horas, en el sal?n de actos del colegio salesiano ?San Isidro?, en La Orotava. Un d?a m?s tarde, se desplazar?n a Santa Cruz de Tenerife. En la capital tinerfe?a realizar?n un programa en directo, a las 16:00 horas desde el sal?n de actos de la parroquia de San Francisco de As?s, presentando la nueva programaci?n de Radio Mar?a. Posteriormente, a las 18:00 horas, tendr? lugar otro encuentro con los oyentes de Radio Mar?a.

La exhibici?n pirot?cnica en honor del Sant?simo Cristo de La Laguna con motivo de su festividad, que hubo de aplazarse debido al mal tiempo, se trasladar? al d?a de la Octava, el pr?ximo martes, 21 de septiembre, sobre las 22:00 horas, tras la Eucarist?a de las 20:00 horas en el Real Santuario del Cristo y su posterior procesi?n.?????????

A las 21:00 horas del d?a 23 se llevar? a cabo el tercer y ?ltimo acto del programa de conciertos de Luna, que se celebra en Chinguaro. Organizado por C?ritas Interparroquial de G??mar y la Mayordom?a de Chinguaro, en esta ocasi?n la actuaci?n prevista ser? la del grupo ?Insomnia?, que ofrecer? un repertorio de jazz, blues y pop.

El pr?ximo d?a 21 de Septiembre, el barrio de Redondo se engalana de nuevo para celebrar que hace 50 a?os se bendijo la ermita dedicada a San Pedro y la Virgen de la Piedad. Fue construida por los mismos vecinos. La celebraci?n de la Eucarist?a tendr? lugar el mismo d?a a las 19:30 horas.

La red internacional de C?ritas acaba de lanzar un llamamiento actualizado de emergencia para hacer frente a los cuantiosos da?os humanos y materiales originados por las inundaciones en Pakist?n con el que espera garantizar la ayuda b?sica para 357.500 personas durante seis meses.


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Mi?rcoles, 15 de septiembre de 2010

ZENIT? nos ofrece el mensaje en v?deo en ingl?s que Benedicto XVI grab? al final de la audiencia general?del mi?rcoles,?8 de Sptiembre de 20101,en el Aula Pablo VI,?con motivo de la inminente visita al Reino Unido.

Estoy muy ilusionado con mi visita al Reino Unido dentro de una semana y env?o saludos cordiales a todo el pueblo de Gran Breta?a. Soy consciente de que una gran cantidad de trabajo ha ido a los preparativos de la visita, no s?lo por parte de la comunidad cat?lica sino tambi?n por el Gobierno, las autoridades locales de Escocia, Londres y Birmingham, los medios de comunicaci?n y los servicios de seguridad, y quiero decir lo mucho que aprecio los esfuerzos que se han hecho para garantizar que los diversos eventos previstos sean verdaderamente celebraciones gozosas. Sobre todo agradezco a las innumerables personas que han estado rezando por el ?xito de la visita y por un gran derramamiento de la gracia de Dios sobre la Iglesia y las personas de vuestra naci?n.

Ser? una especial alegr?a para m? beatificar al Venerable John Henry Newman en Birmingham el domingo 19 de septiembre. Este verdaderamente gran hombre ingl?s vivi? una vida sacerdotal ejemplar y a trav?s de sus extensos escritos realiz? una contribuci?n perdurable a la Iglesia y a la sociedad, tanto en su tierra natal como en muchas otras partes del mundo. Es mi esperanza y mi oraci?n que cada vez m?s personas se beneficien de su suave sabidur?a y sean inspiradas por su ejemplo de integridad y santidad de vida.

Estoy deseando encontrarme con representantes de las distintas tradiciones religiosas y culturales que conforman la poblaci?n brit?nica, as? como con l?deres civiles y pol?ticos. Estoy muy agradecido a Su Majestad la Reina y a Su Gracia el Arzobispo de Canterbury por recibirme, y estoy deseando encontrarme con ellos. Lamentando que hay muchos lugares y personas que no tendr? la oportunidad de visitar, quiero que sep?is que todos vosotros sois recordados en mis oraciones. ?Dios bendiga al pueblo del Reino Unido!

[Traducci?n del original ingl?s realizada por Patricia Navas
? Libreria Editrice Vaticana]


Publicado por verdenaranja @ 22:52  | Habla el Papa
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ZENIT? publica la intervenci?n de Benedicto XVI en la audiencia general del mi?rcoles, 8 de Septiembre de 2010,?celebrada en el Aula Pablo VI del Vaticano, en la que continu? con la presentaci?n de la figura de santa Hildegarda de Bingen que hab?a comenzado la semana anterior (Cf. Benedicto XVI: santa Hildegarda de Bingen, poetisa y m?stica).

Queridos hermanos y hermanas:

Quisiera retomar y continuar la reflexi?n sobre santa Hildegarda de Bingen, importante figura femenina de la Edad Media, que se caracteriz? por su sabidur?a espiritual y santidad de vida. Las visiones m?sticas de Hildegarda se parecen a las de los profetas del Antiguo Testamento: al expresarse con las categor?as culturales y religiosas de su tiempo, interpretaba a la luz de Dios las Sagradas Escrituras, aplic?ndolas a las circunstancias de la vida. De este modo, todo los que la escuchaban se sent?an invitados a vivir un estilo de existencia cristiana coherente y comprometido. En una carta a san Bernardo, la m?stica del Palatinado Renano?confiesa: "La visi?n atrae todo mi ser: no s?lo veo con los ojos del cuerpo, sino que se me aparece en el esp?ritu de los misterios... Conozco el significado profundo de lo que se expone en el Salterio, en los Evangelios, en los dem?s libros, que se me han mostrado en esta visi?n. ?sta quema como una llama en mi pecho y en mi alma, y me ense?a a comprender profundamente el texto (Epistolarium pars prima I-XC:?CCCM 91).

Las visiones de Hildegarda est?n llenas de contenido teol?gico. Hacen referencia a los principales acontecimientos de la historia de la salvaci?n, y usan un lenguaje principalmente po?tico y simb?lico. Por ejemplo, en su obra m?s famosa, titulada "Scivias", es decir, "Conoce los caminos", resume en treinta y cinco visiones los eventos de la historia de la salvaci?n, desde la creaci?n del mundo al fin de los tiempos. Con los rasgos caracter?sticos de la sensibilidad femenina, Hildegarda, en la parte central de su obra, desarrolla el tema del matrimonio m?stico entre Dios y la humanidad realizado en la Encarnaci?n. En el ?rbol de la Cruz se realizan las bodas del Hijo de Dios con la Iglesia, su esposa, llena de gracias y que ha recibido la gracia de ser capaz de dar a Dios nuevos hijos, en el amor del Esp?ritu Santo (Cf.Visio tertia:?PL?197, 453c).

A partir de estas breves referencias vemos ya c?mo tambi?n la teolog?a puede recibir una contribuci?n peculiar de las mujeres, porque son capaces de hablar de Dios y de los misterios de la fe con su inteligencia y sensibilidad propias. Aliento por este motivo a todas aquellas que desempe?an este servicio a realizarlo con profundo esp?ritu eclesial, alimentando la propia reflexi?n con la oraci?n y teniendo en cuenta la gran riqueza, a?n en parte inexplorada, de la tradici?n m?stica medieval, sobre todo la representada por modelos luminosos, como Hildegarda de Bingen.

La m?stica renana es autora tambi?n de otros escritos, dos de ellos particularmente importantes, porque muestran, como en "Scivias", sus visiones m?sticas: el "Liber vitae meritorum" (Libro de los m?ritos de la vida) y el "Liber divinorum operum" (Libro de las obras divinas), tambi?n llamado "De operatione Dei". En el primero, se describe una visi?n ?nica y poderosa de Dios que vivifica el cosmos con su fuerza y con su luz. Hildegarda subraya la profunda relaci?n entre el hombre y Dios y nos recuerda que toda la creaci?n, de la que el ser humano es la cumbre, recibe la vida de la Trinidad. El texto est? centrado en la relaci?n entre virtud y vicios, de manera que el ser humano debe afrontar diariamente el desaf?o de los vicios, que le alejan en el camino hacia Dios y las virtudes que le favorecen. Es una invitaci?n a alejarse del mal para glorificar a Dios y entrar, despu?s de una existencia virtuosa, en la vida "llena de alegr?a".

En el segundo libro, considerado por muchos su obra maestra, describe la creaci?n en su relaci?n con Dios y la centralidad del hombre, expresando un fuerte cristocentrismo de sabor b?blico-patr?stico. La santa, que presenta cinco visiones inspiradas en el Pr?logo del Evangelio de san Juan, refiere las palabras que el Hijo dirige al Padre: "Toda la obra que has querido y que me has encomendado, la he cumplido, y yo estoy en ti y t? en mi, y que somos una sola cosa" (Pars III, Visio X:?PL?197, 1025a).

En otros escritos, por ?ltimo, Hildegarda manifiesta una variedad de intereses y el dinamismo cultural de los monasterios femeninos de la Edad Media, a diferencia de los prejuicios que todav?a hoy siguen extendi?ndose sobre esa ?poca. Hildegarda se dedic? a la medicina y a las ciencias naturales, as? como a la m?sica, pues ten?a talento art?stico. Compuso tambi?n himnos, ant?fonas y cantos, recogidos con el t?tulo Symphonia Harmoniae Caelestium Revelationum?(Sinfon?a de la Armon?a de las Revelaciones Celestes), que eran gozosamente interpretados en los monasterios, difundiendo una atm?sfera de serenidad, y que han llegado hasta nosotros. Para ella, toda la creaci?n es una sinfon?a del Esp?ritu Santo, que es en s? mismo alegr?a y j?bilo.

La popularidad que rodeaba a Hildegarda llevaba a muchas personas hacerle consultas. Por este motivo, disponemos de muchas de sus cartas. A ella se dirig?an comunidades mon?sticas de hombres y mujeres, obispos y abades. Muchas de las respuestas siguen siendo v?lidas para nosotros. Por ejemplo, a una comunidad religiosa femenina Hildegarda le escrib?a: "La vida espiritual debe ser atendida con mucha dedicaci?n. Al inicio el cansancio es amargo. Dado que exige la renuncia a los caprichos, al placer de la carne y a cosas semejantes. Pero, si se deja fascinar por la santidad, un alma santa experimentar? como algo dulce y agradable el mismo desprecio del mundo. S?lo es necesario prestar atenci?n inteligentemente a que el alma no se marchite" (E. Gronau,Hildegard. Vita di una donna profetica alle origini dell'et? moderna, Milano 1996, p. 402). Y cuando el emperador Federico Barbarroja provoc? un cisma eclesial oponiendo tres antipapas al Papa leg?timo, Alejando III, Hildegarda, inspirada en sus visiones, no dud? en recordarle que tambi?n ?l, el emperador, estaba sometido al juicio de Dios. Con la audacia que caracteriza a todo profeta, escribi? al emperador estas palabras de parte de Dios: "?Atento, atento a esta malvada conducta de los imp?os que me desprecian! ?Escucha, rey, si quieres vivir! ?De lo contrario mi espada te traspasar?!" (Ib?dem, p. 412).

Con la autoridad espiritual de la que estaba dotada, Hildegarda viaj? en los ?ltimos a?os de su vida, a pesar de la edad avanzada y de las penosas condiciones de los desplazamientos. Todos la escuchaban con gusto, incluso cuando utilizaba un tono severo: la consideraban una mensajera enviada por Dios. Exhortaba sobre todo a las comunidades mon?sticas y al clero a vivir en conformidad con su vocaci?n. En particular, Hildegarda se opuso al movimiento de los c?taros alemanes. Los c?taros, literalmente "puros", propugnaban una reforma radical de la Iglesia, sobre todo para combatir los abusos del clero. Ella les reprendi? con fuerza por querer subvertir la naturaleza misma de la Iglesia, record?ndoles que una verdadera renovaci?n de la comunidad eclesial no se consigue tanto con el cambio de las estructuras, como con un sincero esp?ritu de penitencia y un camino de conversi?n. Este es un mensaje que nunca debemos olvidar.

Invoquemos siempre al Esp?ritu Santo para que suscite en la Iglesia mujeres santas y valientes, como santa Hildegarda de Bingen, que apreciando los dones recibidos de Dios, aporten su preciosa y peculiar contribuci?n para el crecimiento espiritual de nuestras comunidades y de la Iglesia en nuestro tiempo.

[Al final de la audiencia, el Papa salud? a los peregrinos en varios idiomas. En espa?ol, dijo:]

Queridos hermanos y hermanas:

Quisiera continuar en el d?a de hoy hablando de Santa Hildegarda de Bingen, religiosa benedictina de origen alem?n que, en el siglo XII, se distingui? por su santidad y sabidur?a espiritual.

Esta santa goz? durante toda su vida de continuas visiones m?sticas, que una vez reconocidas por la autoridad de la Iglesia, se pusieron por escrito en diversos libros. ?stos rezuman un amplio conocimiento de las Sagradas Escrituras y de los Padres de la Iglesia. Las obras de Santa Hildegarda se centran en la exposici?n de los principales misterios de la historia de la salvaci?n, presentados con una notable profundidad teol?gica, y con su peculiar inteligencia y sensibilidad femenina. Adem?s de su producci?n teol?gica y moral, Hildegarda abord? temas relativos a la medicina, las ciencias naturales o la m?sica.

Goz? de gran popularidad en su ?poca, por lo que numerosos obispos y abades manten?an correspondencia con ella, consult?ndole muchos de los problemas que se les planteaban. En los ?ltimos a?os de su vida, se dedic? tambi?n a hablar de Dios a la gente, subrayando especialmente la necesidad de una continua conversi?n en la vida mon?stica y sacerdotal.

Saludo a los peregrinos de lengua espa?ola, en particular a los fieles de la Di?cesis de Tula, en M?xico, que est?n celebrando el cincuenta aniversario de la creaci?n de esa di?cesis; a los m?dicos y administrativos de la Arquidi?cesis de Salta, en Argentina; as? como a los dem?s fieles provenientes de Espa?a, M?xico, Panam?, El Salvador, Honduras y otros pa?ses latinoamericanos. Invoquemos al Esp?ritu Santo, para que suscite siempre en la Iglesia mujeres santas que, contribuyan al crecimiento espiritual de nuestras comunidades. Muchas gracias.

[Traducci?n del original italiano realizada por Jes?s Colina
?Libreria Editrice Vaticana]


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Homil?a de monse?or Rub?n Oscar Frassia, obispo de Avellaneda-Lan?s, en la peregrinaci?n diocesana bas?lica Nuestra Se?ora de Luj?n (4 de septiembre de 2010). (AICA)

PEREGRINACI?N DIOCESANA A LA BAS?LICA DE LUJ?N

Queridos hermanos, queridos sacerdotes, queridos di?conos, di?conos permanentes seminaristas religiosas y querido pueblo fiel; todos los que est? aqu? presentes de la di?cesis de Avellaneda-Lan?s y todos los dem?s peregrinos que vienen de distintos lugares que nos reunimos como Iglesia a honrar ya venerar a la Virgen que es la Madre de Dios.

Venimos aqu?, una vez m?s, para agradecerle a Dios por la presencia de Su Madre que es nuestra Madre, la Virgen; vemos en Ella la iniciativa de Dios y esa concreci?n de aquello que es imposible para los hombres, es posible por la intervenci?n de Dios; como Iglesia recurrimos a Mar?a para que nos vuelva a reverdecer y a fortalecer ese sentimiento profundo e ?ntimo de saber que Dios conduce la historia de la humanidad, la historia de los pueblos y gu?a, a trav?s del Esp?ritu Santo, a nuestra querida y amada iglesia. Por eso nos ubicamos y ponemos bajo su protecci?n, la protecci?n de la Virgen, para que Ella nos recuerde, nos sople, nos suscite y nos ense?e a escuchar como disc?pulos a Cristo, y mirando a Cristo cumplamos con la voluntad de Dios; para el creyente nada es imposible, para nosotros nada es imposible.

Estamos recorriendo inicialmente estos primeros cincuenta a?os de di?cesis, el a?o jubilar, d?ndole gracias a Dios porque nos ha bendecido, como Pueblo de Dios, en nuestra porci?n de Avellaneda ? Lan?s. Estamos recorriendo un camino que Dios va tejiendo con su dedo, con el dedo del Esp?ritu Santo, la historia de santidad en nuestro querido pueblo y en nuestras queridas ciudades de Avellaneda Lan?s.

Y hoy venimos a dar gracias queremos reconocer una vez m?s que nosotros fuimos invitados, que tenemos una vocaci?n, que somos llamados, no lo merec?amos, pero Dios irrumpi? en nuestra vida, hizo el misterio del misterio de su presencia, nos llam?, nos abri? el coraz?n, nos ilumin? la mente, nos ense?? a vivir como personas y como cristianos; cada uno tenemos una vocaci?n que escuchar, desarrollar, cumplir y vivir. Como Iglesia diocesana hay distintas vocaciones, distintas pero que todas pertenecen al Pueblo de Dios, que todo pertenece al cuerpo de Cristo y cada uno de nosotros tiene tareas que desarrollar.

Nosotros, los sacerdotes, en primer lugar hemos terminado, con toda la Iglesia en este junio de 2010, el a?o internacional del sacerdocio ministerial; la Iglesia nos ha convocado a trav?s del papa Benedicto XVI y toda la Iglesia ha rezado, ha reconocido y ha pedido por nosotros, por los sacerdotes, para que realmente reconozcamos, desde nuestra fragilidad, que Dios ha querido confiar el misterio mas santo, el misterio m?s sagrado: la Eucarist?a y el perd?n de los pecados, el perd?n de los pecados y la eucarist?a.

El sacerdote, hombre fr?gil, es representante de Dios y tambi?n ?l nos da a Dios misteriosamente. Por eso tenemos que honrar, amar y estimar a nuestros sacerdotes con sus caracter?sticas particulares, con su forma de ser, pero reconocer -como creyentes en la Iglesia- el misterio de Dios a trav?s del sacerdote y pedimos por ellos. Le pedimos a la Virgen por su perseverancia por su salud f?sica, espiritual, intelectual, moral, social y por todas las cosas que cada uno de ellos pueda necesitar. Que la Virgen recuerde -y nos recuerde- que para Dios nada es imposible, por lo tanto, en su nombre, que la Virgen interceda por cada uno de ellos.

Y pidiendo por los sacerdotes ?c?mo nos vamos a pedir por los seminaristas!, ?como no vamos a pedir por su perseverancia para que recuerden siempre el don que han recibido y aquello a que son llamados y que realmente se entreguen confiando en el Se?or!; si el Se?or lo pide es porque el Se?or lo da; tambi?n le pedimos que, en el seno de nuestras familias y de nuestras comunidades, Dios siga suscitando el llamado interior al sacerdocio ministerial, o a la vida religiosa, o a la vida de consagraci?n especial.

Pedimos tambi?n especialmente por las religiosas y los religiosos, ellos, en su vida son una parte importante de la Iglesia. As? como dec?amos que la Iglesia tiene dos pulmones, oriente y occidente, as? tambi?n la vida religiosa es parte important?sima de la Iglesia, porque la vida consagrada es el anticipo de la escatolog?a, es el anticipo del Reino de nuestra Iglesia. Que Dios bendiga la generosidad de cada uno de ellas y de ellos y que tambi?n suscite vocaciones, no por un tiempito nom?s, o por una parte, sino una consagraci?n total al Se?or a trav?s de los votos y de los consejos evang?licos: pobreza, castidad y obediencia.

Como Iglesia, le pedimos tambi?n a la Virgen por nuestra familias, por nuestras comunidades para que cada una de ellas no se encierre en s? misma, que sean capaces de superar las dificultades que vienen de afuera y que vienen de adentro. ?Tantas cosas golpean el seno de nuestras familias incluso hasta leyes que debilitan aquello que es anterior al Estado, que es la familia. Le pedimos al Se?or por nuestras familias, por medio de la Virgen.

Que nuestras comunidades sean abiertas, que nuestras comunidades sirvan, que nuestra comunidades recen, que nuestras comunidades vivan el misterio de Dios, el evangelio.

El mundo est? cambiando vertiginosamente y muchas veces las leyes del mundo son desp?ticas, y el despotismo del que nos habla el Papa fundamentalmente es relativismo; todo es relativo y todo est? reducido a una experiencia, privada e individual, que el derecho positivo no debe hacer referencia al derecho natural, ya que este le da sustento, y as? tantas otras cosas m?s.

Hoy la Iglesia Cat?lica est? como despreciada y desconocida, fundamentalmente porque sostiene un argumento antropol?gico humano-creyente y eso no se tolera; una de las cosas que m?s se le critica a la Iglesia -hay otras que son de excusa-, es que defiende la vida desde su concepci?n; porque la Iglesia defiende la familia integralmente; porque la Iglesia no quiere -por derecho natural y no s?lo por derecho religioso- no acepta el aborto; y en tantos otros campos la Iglesia en su humanismo y en su cristianismo est? viviendo algo que ciertas veces el mundo no tolera, le molesta y le es adverso.

Entonces ?qu? hacemos?, ?nos callamos la boca, nos encerramos en la sacrist?a, nos quedamos en nuestro individualismo, perdemos el don que Dios nos da? Hoy m?s que nunca, el servicio que nosotros prestamos a la Iglesia y al mundo, es saber que ?Dios es el principio de toda vida y que todos nosotros formamos la familia humana!, ?que todos nosotros somos hijos de Dios!, ?que tenemos que respetarnos!, ?amarnos!, ?cuidarnos!, ?protegernos!, ?y ayudarnos!

Por eso le pedimos hoy a la Virgen que mantenga vivo en nosotros el fuego del esp?ritu y de la esperanza, porque si nosotros tambi?n nos alejamos de Dios perdemos el equilibrio y se empobrecen las vinculaciones humanas entre los hombres. Dice el Papa que si Dios se eclipsa, el hombre pierde su equilibrio y se debilita.

Por eso quiero pedirle hoy a la Virgen, a nuestra Madre, que nos ayude a darnos cuenta que tenemos que vivir de la esperanza, que Dios no es ni una idea, ni un nombre, ni una hip?tesis, ?es la realidad!, ?y es Dios quien hace la realidad de toda vida humana!, ?de toda existencia! El mejor servicio que podemos presentar al hombre es creyendo en Dios, viviendo en Dios, confiando en Dios, siendo fiel a Dios y dando a Dios a los dem?s. La Virgen, en su silencio, nos lo ense?a; que tambi?n nosotros, en nuestro silencio interior, hoy tomemos la decisi?n de vivirlo as? y de entregarlo a los dem?s.

Y para terminar, en la iglesia, le pedimos a la virgen que nos ayude a tres cosas; la primera obrar, la segunda pensar y la tercera rezar, si rezamos, si pensamos y si obramos, es lo mejor que le entregamos a la iglesia y al mundo.

Que as? sea.?

Mons. Rub?n Oscar Frassia, obispo de Avellaneda-Lan?s?


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Homil?a de monse?or Mart?n de Elizalde OSB, obispo de Nueve de Julio en la peregrinaci?n diocesana a la bas?lica de Luj?n (5 de septiembre de 2010). (AICA)

PEREGRINACI?N A LA BAS?LICA DE LUJ?N

Queridos sacerdotes, di?conos, religiosos y religiosas,
seminaristas, ministros y colaboradores de nuestras comunidades parroquiales y capillas,
queridos hermanos y hermanas de la di?cesis de Nueve de Julio:?

En la casa de Dios, donde veneramos de manera especial a la Sant?sima Virgen Mar?a, Nuestra Se?ora de Luj?n, casa que es tambi?n suya, y hasta donde hemos venido desde lejos con todo nuestro amor y el m?s intenso deseo, nos encontramos hoy, Pueblo de Dios, para celebrar la Eucarist?a, participar de la mesa del Se?or, escuchar su Palabra, ofrecer nuestra oraci?n y recogernos en plegaria silenciosa. Traemos nuestras necesidades y nuestro agradecimiento, y entre tantas peticiones y anhelos, con el reconocimiento que debe acompa?ar siempre nuestras plegarias, junto a lo que es personal, queremos incluir lo que pertenece a nuestra Iglesia diocesana: la santidad y el ministerio de nuestros sacerdotes, la vida de las comunidades, los ni?os, los ancianos y enfermos, las familias, los j?venes, y tambi?n las necesidades de nuestra Patria, para que ella encuentre el sendero de la paz y de la amistad social en la justicia y el amor del bien.?

Hemos venido hasta aqu? para celebrar la Eucarist?a. Es el misterio de nuestra fe, el sacrificio del Hijo de Dios y la comuni?n con su Pasi?n y Muerte, que nos libera del pecado y nos abre las puertas de la vida. El cristiano vive de la Eucarist?a, la Iglesia vive de la Eucarist?a, y si nuestra celebraci?n de hoy tiene un? relieve especial ? el lugar, la ocasi?n, la asamblea -, cada celebraci?n en nuestros templos y capillas nos alcanza las mismas gracias, nos introduce en la misma comuni?n, nos concede id?ntica experiencia. ?C?mo participamos en la Eucarist?a? Lo hacemos en primer lugar con fe en la presencia del Se?or Resucitado, ciertos de la verdad de su promesa, atentos a la Palabra que escuchamos y al alimento espiritual que recibimos. Lo hacemos en esp?ritu de comuni?n profunda y sincera, con Dios y con los hermanos. La vida cristiana se sostiene con la participaci?n en este sacramento, y su efecto perdura, en nuestra oraci?n y en nuestra acci?n de gracias, y nos inspira y orienta para mantenernos fieles al Evangelio. Lo hacemos con la certeza de sabernos enviados para la Misi?n, como nos lo dicen nuestros obispos de Am?rica; la misi?n tiene su gran cita y encuentro en la celebraci?n eucar?stica. Los disc?pulos nos encontramos en la Eucarist?a, en ella nos reconocemos, formamos y fortalecemos, de ella tomamos la fuerza y la direcci?n. Hacia ella, tambi?n, nos esforzamos por llevar a todos nuestros hermanos, los invitamos a participar y les alcanzamos la ocasi?n de hacerlo con m?s fruto, con mayor frecuencia. Y la Eucarist?a es el momento y el lugar donde se manifiesta la Iglesia. Lo hace por la caridad, por el testimonio, por la misi?n, pero sobre todo en la celebraci?n misma del Misterio que le ha sido confiado.?

Es a Mar?a, Madre y modelo de la Iglesia a quien venimos a encontrar hoy en este santuario. Templo del Esp?ritu Santo, llev? en su seno al Salvador, y lo acerc? a su pueblo. As? acompa?? a su propio Hijo con su servicio fiel y lleno de amor, como madre expectante en la gestaci?n, como madre sol?cita y previsora en su infancia, como madre discreta y cercana, pero silenciosa, en su vida p?blica, como madre dolorosa al pie de la Cruz. De la misma manera nos acompa?a a nosotros, que tambi?n somos hijos suyos. De ella debemos aprender nosotros, que reconocemos en ella el modelo del verdadero disc?pulo, y formados en su escuela, escuchemos su palabra: ?Hagan lo que ?l les diga?, cumplamos el Evangelio de su Hijo, hagamos su voluntad, continuemos la misi?n a la que envi? a sus ap?stoles y disc?pulos.???

Disc?pulos y misioneros, nos quiere la Iglesia. Mar?a Sant?sima fue la primera disc?pula, perfecta, generosa. A nosotros nos toca ahora prolongar la Misi?n, iluminados por su ejemplo, asistidos por su intercesi?n. Y me parece que en este hermoso camino que ya comenzamos, el itinerario y programa de la Misi?n, tiene que ser muy sencillo, siempre, pero esforzado y comprometido. Es as? que podr?amos esbozar la tarea que nos espera, situ?ndola en tres ?mbitos muy simples, muy cercanos, muy accesibles, sin los cuales no habr? progreso ni resultados. Ellos son la observancia y celebraci?n del D?a del Se?or; un renovado impulso catequ?stico, que alcance tambi?n a las familias de los que son instru?dos en la fe y se preparan para los sacramentos; y la oraci?n por las vocaciones sacerdotales y a la vida consagrada, y su promoci?n.??

El D?a del Se?or

El tan recordado Juan Pablo II dedic? una Carta apost?lica al D?a del Se?or, es decir al domingo, el primer d?a de la semana, que es memoria de la Resurrecci?n de Jes?s nuestro Salvador. Es el d?a de la Eucarist?a, en el que el Pueblo de Dios se re?ne para escuchar la Palabra solemnemente anunciada y explicada, para participar en la Mesa del Cuerpo y Sangre de Jes?s y en el que experimenta y expresa la maravillosa realidad de formar con ?l un solo Cuerpo y encontrarse en comuni?n con los hermanos que comparten la fe por el Bautismo.?

Es el domingo, por la celebraci?n de la Eucarist?a, que la comunidad de disc?pulos se nutre y fortalece, y se dispone a lanzar a sus hermanos la llamada que los invita a incorporarse al Pueblo de Dios con la pr?ctica de las buenas obras, a renovarse en la comuni?n, a alimentarse con la esperanza de la vida eterna. Nuestra Misi?n parte de la Eucarist?a, con el env?o que concluye cada celebraci?n lit?rgica, y nos muestra que las riquezas espirituales que hemos recibido tienen que ser manifestadas a los hermanos. La Eucarist?a, anticipo del banquete eterno, es el signo visible de nuestra pr?ctica y de nuestra pertenencia. Se trata entonces de un punto fort?simo, de un aspecto ineludible e insoslayable de la vida de cada cristiano, que la Misi?n tiene que poner de relieve con mucho ?nfasis.?

La catequesis y las familias

En nuestro reciente Encuentro Catequ?stico Diocesano insistimos en la catequesis inicial, desde los comienzos de la vida consciente de los ni?os, y que debe abarcar e integrar activamente a los padres y madres de esos mismos ni?os. La catequesis es una tarea important?sima, es la primera acci?n misionera, y sus responsables son, para comenzar, los mismos padres, a quienes ofrece su ayuda la Iglesia con el ministerio de los catequistas. Por eso, son estos ?ltimos quienes tienen el delicad?simo encargo de despertar en los padres el sentido de su responsabilidad catequ?stica y evangelizadora para con sus hijos y para quienes forman su familia y habitan en el hogar.??

Aqu?, a los pies de Mar?a, que dirigi? y acompa?? los principios de la vida de piedad de su Hijo y fue testigo de su encuentro filial con el Padre celestial, invito insistentemente a los padres a preocuparse por la formaci?n religiosa de sus ni?os, a asistirlos en su desarrollo, a aconsejarlos y defenderlos en las dificultades y en las tentaciones. Y encargo, tambi?n de manera muy especial, a los catequistas a que se dispongan y preparen para encontrar el acceso a los padres de los ni?os que catequizan, y los incorporen a la tarea de hacerlos disc?pulos del Evangelio. Este es un campo privilegiado para la Misi?n, y no podemos descuidarlo.?

Las vocaciones sacerdotales y a la vida consagrada

El tercer aspecto que quer?a se?alarles es el de las vocaciones sacerdotales y a la vida consagrada. Todo bautizado es testigo y es misionero, pero el pueblo de Dios necesita que los sucesores de los Ap?stoles, a quienes el Se?or confi? el pastoreo de su Iglesia, tengan aquellos colaboradores que har?n presente entre los fieles los sacramentos que dan la Vida y la Palabra que ense?a e ilumina. Los religiosos son los que eligieron seguir m?s de cerca de Jesucristo, imitando su ejemplo y aplicando sus ense?anzas, con generosidad y entrega, y se convierten por ello en los jalones del camino que conduce al Reino, por su ejemplo y por su acci?n, por su intercesi?n y por su presencia.? La Misi?n, que no es exclusiva responsabilidad de los ministros ordenados, se estructura a partir de la vida eclesial, que es sacramental y por ello jer?rquica, y los fieles precisan de la renovada y cercana asistencia de la gracia.?

Por eso, la catequesis y la pastoral familiar, el servicio ordinario en las parroquias y comunidades, la formaci?n cristiana de los j?venes en los grupos apost?licos y misioneros y en las escuelas cat?licas, tiene que poner en su horizonte la trasmisi?n de la invitaci?n que Dios dirige a las almas generosas con la vocaci?n sacerdotal y religiosa. Y la Misi?n no es solamente una ocasi?n para ello, tiene en la vocaci?n su perfecci?n y cumplimiento, donde el misionado se vuelve, no solo misionero, sino sost?n y causa de la acci?n misionera. La Obra de las Vocaciones, que est? surgiendo en muchas parroquias y comunidades por el celo de los mismos sacerdotes y de muchos fieles comprometidos, tiene que ser extendida y profundizada, especialmente con la oraci?n y el ofrecimiento de la Eucarist?a.?

Con esta perspectiva leemos el precioso pasaje evang?lico de la Misa de hoy, domingo XXIII del tiempo ordinario (Lc 14, 25-33). Seguir a Cristo, es dejar todo lo que, sin ser algo malo ? y no lo es de ninguna manera, puesto que es tambi?n don de Dios -, padre, madre, mujer, hijos, hermanos y hermanas, y hasta a s? mismo, y tomar la Cruz para seguir a Cristo. Y este esfuerzo, grande y exigente, requiere la mayor generosidad y se basa en la prudencia y la confianza, pues ser disc?pulo es no apoyarse m?s que en Dios. Ser misionero es justamente partir de ah? mismo: saberse portador de un tesoro, maravilloso, valios?simo, y por eso desprenderse de lo accesorio, para poder alcanzar el t?rmino deseado junto a nuestro amado Se?or. Esta es la convicci?n del cristiano, este su grito y anuncio, esta su conducta y testimonio, y pedimos a la Virgen Sant?sima, Nuestra Se?ora de Luj?n, que con su ejemplo nos ense?e y con su intercesi?n nos acompa?e para llevar a buen t?rmino lo que con nuestro bautismo y vocaci?n hemos comenzado.??

Mons. Mart?n de Elizalde OSB, obispo de Nueve de Julio?


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Martes, 14 de septiembre de 2010

Homil?a de Carmelo Juan Giaquinta, arzobispo em?rito de Resistencia, para la homil?a del domingo 23? durante el a?o (5 setiembre 2010). (AICA)

DISC?PULOS Y MISIONEROS DE JESUCRISTO

Lc 14,25-33?

I. PARA SER DISC?PULO DE JES?S HAY QUE SEGUIR SUS PASOS?

1. El Evangelio de hoy nos cuenta que, ?junto con Jes?s, iba un gran gent?o? (Lc 14,25). Es una situaci?n que San Lucas constata con frecuencia. Pero esta vez agrega un gesto elocuente de Jes?s, con el que diferencia entre los que caminan con ?l por simpat?a o alg?n inter?s, y los que siguen sus pasos como disc?pulos: ?Y ?l d?ndose vuelta, les dijo: ?Cualquiera que venga a m? y no me ame m?s que a su padre y a su madre, a su mujer y a sus hijos, a sus hermanos y hermanas, y hasta a su propia vida, no puede ser mi disc?pulo? (Lc 14,25-26). Para ser disc?pulo de Jes?s es preciso identificarse con ?l. Por eso repite: ?El que no carga con su cruz y me sigue, no puede ser mi disc?pulo? Cualquiera de ustedes que no renuncie a todo lo que posee, no puede ser mi disc?pulo? (vv. 27.33).??

2. No se trata, como algunos piensan, de la vocaci?n al sacerdocio. A los ap?stoles Jes?s los elige entre sus disc?pulos: ?Llam? a sus disc?pulos y eligi? a doce de ellos, a los que dio el nombre de Ap?stoles? (Lc 6,13). Tampoco se trata de la vocaci?n a la vida religiosa como la conocemos hoy, con los tres votos de pobreza, castidad y obediencia, pues ?sta surge en los inicios del siglo IV. Se trata, simplemente, de ser disc?pulos de Jes?s. O, dicho en el lenguaje corriente, de ser cristianos. ?Disc?pulo? es el que imita al Maestro y se identifica con ?l. Igualmente, ?cristiano? es el que se identifica con Cristo.??

II. DECIDIRSE SERIAMENTE A SER CRISTIANO??

3. Para ser disc?pulo, ?ste ha de ordenar todos sus sentimientos, pensamientos y afectos seg?n un criterio fundamental, que es el mismo Jesucristo, cre?do y amado por sobre todas las cosas. De all?, que el disc?pulo no teme asumir la misma suerte del Maestro y dejar todo por ?l. Esto no se traduce necesariamente en el martirio cruento, o en la opci?n por vivir en una comunidad religiosa. Pero cualquiera sea el estilo de vida que adopte, siempre conlleva una opci?n clara por imitar a Cristo.?

4. Para ilustrar la decisi?n de ser disc?pulo, Jes?s propone dos par?bolas. Una, la del arquitecto que, antes de empezar a construir una torre, calcula si cuenta con los medios para ello, ?no sea que una vez puestos los cimientos, no pueda acabar y todos los que lo vean se r?an de ?l? (Lc 14,29). La segunda es la par?bola del rey que se prepara para una batalla, pero antes de iniciarla ?se sienta a considerar si con diez mil hombres puede enfrentar al que viene contra ?l con veinte mil? (v. 31).?

III. LA OPCI?N FUNDAMENTAL POR CRISTO?

5. Los Ap?stoles de Jes?s, que usan diversas palabras para designar a los disc?pulos (santos, hermanos), afirman con claridad la necesidad de la opci?n fundamental por Cristo. El ap?stol Pablo la ense?a cuando catequiza sobre el Bautismo. Escribiendo a los romanos, les dice: ??C?mo es posible que los que hemos muerto al pecado sigamos viviendo en ?l? ?No saben ustedes que todos los que fuimos bautizados en Cristo Jes?s, nos hemos sumergido en su muerte? Por el bautismo fuimos sepultados con ?l en la muerte, para que as? como Cristo resucit? por la gloria del Padre, tambi?n nosotros llevemos una Vida nueva? (Rom 6,2-4). La primera carta del ap?stol Pedro es una exhortaci?n a los reci?n bautizados a mantenerse firmes en la opci?n fundamental por Cristo: ?Queridos m?os, yo los exhorto, como a gente de paso y extranjeros: no cedan a los deseos carnales que combaten contra el alma. Observen una buena conducta en medio de los paganos y as?, los mismos que ahora los calumnian como a malhechores, al ver sus buenas obras, tendr?n que glorificar a Dios el d?a de su Visita? Procedan como hombres verdaderamente libres, obedeciendo a Dios, y no como quienes hacen de la libertad una excusa para su malicia? A esto han sido llamados, porque tambi?n Cristo padeci? por ustedes, y les dej? un ejemplo a fin de que sigan sus huellas? Porque antes andaban como ovejas perdidas, pero ahora han vuelto al Pastor y Guardi?n de ustedes? (1 Pe 2,11-12.16.21-25).?

EL FIN DE ?LA MISI?N CONTINENTAL? ES HACER ?DISC?PULOS??

6. Todav?a perdura la frescura de la reuni?n de los Obispos latinoamericanos realizada en Aparecida (Brasil), bajo el lema ?Disc?pulos y misioneros de Jesucristo, para que nuestros pueblos, en ?l, tengan vida?. Como era de esperar, ha puesto sobre el tapete el tema del disc?pulo de Cristo. Y, en consecuencia, el de la comunidad cristiana, y el de la acci?n la pastoral de la Iglesia. E igualmente, el de la misi?n continental.?

7. No capto c?mo se est? realizando dicha ?misi?n? propiciada por Aparecida. A veces temo que no se capte que el fin de la misma es ?hacer disc?pulos de Cristo?. Y que, por tanto, realizarla bien supone que el misionero renueve la propia opci?n fundamental por Cristo. Sin su testimonio de vida, su accionar ser?a vano, m?s propio de un ?manager? pastoral que no de un misionero del Se?or. ?l, que nos env?a a ?hacer que todos los pueblos sean mis disc?pulos? (Mt 28,19), nos manda tambi?n que seamos sus testigos viviendo como disc?pulos suyos.?

Mons. Carmelo Juan Giaquinta, arzobispo em?rito de Resistencia?


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Reflexi?n de monse?or Rub?n Oscar Frassia, obispo de Avellaneda-Lan?s para el programa radial "Compartiendo el Evangelio", para el 23? domingo durante el a?o (5 de septiembre de 2010). (AICA)

?EL QUE NO RENUNCIA A TODOS SUS BIENES, NO PUEDE SER MI DISC?PULO?

Para recordar: el mi?rcoles 8, Natividad de la Virgen Mar?a; celebramos la Jornada de la Vida Consagrada. Desde este espacio rezamos por todas las religiosas y religiosos, por toda la vida consagrada para que, siguiendo el ejemplo de la Virgen, todos puedan seguir diciendo SI al Se?or.

El pr?ximo domingo, 12 de septiembre, se realizar? la Colecta Nacional ?M?s por menos?; que nuestros aportes a la misma sean significativos ya que contribuir?n a las necesidades de los hermanos a?n m?s pobres que nosotros.?

Evangelio seg?n San Lucas 14, 25-33 (ciclo C)

Es un texto simple pero que nos dice algo muy importante: el disc?pulo tiene que seguir al maestro. Nosotros tenemos que seguir a Cristo por fe, por lo que nos dice el Evangelio y por lo que nos dice la Iglesia.

Este seguimiento, que es realizar la voluntad de Dios, se tiene que hacer por convencimiento, por persuasi?n, no por obligaci?n ni imposici?n; es la suavidad con la que Dios se nos comunica para poder entender el Amor de Dios y lo que significa seguirlo a ?l.

Cuanto uno m?s ame a Dios, va amar m?s a su padre, a su madre, a su mujer, a sus hijos, a sus hermanos. El Amor de Dios no es competitivo con otros amores, pero es el centro de lo que significa el verdadero amor que nos humaniza y nos ubica ante todas las realidades.

En segundo lugar, el disc?pulo debe cargar la cruz, como la llev? el Maestro, y renunciar a muchas cosas.

A veces algunos acusan a la Iglesia, al cristianismo, de vivir siempre ?haciendo gala? de renunciar. Es importante la renuncia, porque ella significa poder ser m?s, poder seguirlo y educarnos en lo que ello significa.

Doy un ejemplo: hoy en d?a la sociedad no nos ayuda a pensar; muchas de las cosas que nos transmiten, o se nos comunican por televisi?n, o por el medio que sea, no tienen sentido para nada, o sea sentido cero; ?y la gente a veces se conforma con eso y consume el no tener sentido de nada!, ?consume ?para re?rse? o ?para pasarla bien?!, ?pero pierde el sentido!

Una de las grandes tragedias de este tiempo, es perder el sentido de las cosas: el sentido de la vida, de la familia, de lo personal, de los otros, del amor, de la belleza, de la pol?tica, de lo social, del bien com?n, ?el sentido de las responsabilidades!

Tenemos que seguir buscando, seguir pensando y seguir haciendo d?cilmente la voluntad de Dios. ?Tenemos que volver a educarnos! ?Nos falta el sentido de la educaci?n! ?Nos falta encausar nuestra vida, de nuevo, en aquello que es fundamental!

Tenemos que ser disc?pulos y fieles al Maestro. Lo propio del Maestro es su paciencia; lo propio del disc?pulo es su apertura, fidelidad y docilidad.

Hoy es necesario volver a aprender en lo propio, en lo personal, en lo humano, en lo fraternal, en lo social, en lo eclesial, que busquemos y cumplamos la voluntad de Dios para ser m?s libres y producir mucho m?s. Que podamos amar a Dios amando a cada uno de nuestros hermanos

Les dejo mi bendici?n: en el Nombre del Padre, del Hijo y del Esp?ritu Santo. Am?n.?

Mons. Rub?n Oscar Frassia, obispo de Avellaneda-Lan?s?


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Reflexi?n de Jos? Antonio Pagola sobre el Evangelio del domingo veinticinco del Tiempo Ordinario - C, ofrecida por la Delegaci?n Diocesana de Ense?anza de la di?cesis deTenrife.

DINERO??????????

???????? La sociedad que conoci? Jes?s era muy diferente a la nuestra. S?lo las familias poderosas de Jerusal?n y los grandes terratenientes de Tiber?ades pod?an acumular monedas de oro y plata. Los campesinos apenas pod?an hacerse con alguna moneda de bronce o cobre, de escaso valor. Muchos viv?an sin dinero, intercambi?ndose productos en un r?gimen de pura subsistencia.

???????? En esta sociedad, Jes?s habla del dinero con una frecuencia sorprendente. Sin tierras ni trabajo fijo, su vida itinerante de Profeta dedicado a la causa de Dios le permite hablar con total libertad. Por otra parte, su amor a los pobres y su pasi?n por la justicia de Dios lo urgen a defender siempre a los m?s excluidos.

???????? Habla del dinero con un lenguaje muy personal. Lo llama espont?neamente ?dinero injusto? o ?riquezas injustas?. Al parecer, no conoce "dinero limpio". La riqueza de aquellos poderosos es injusta porque ha sido amasada de manera injusta y porque la disfrutan sin compartirla con los pobres y hambrientos.

???????? ?Qu? pueden hacer quienes poseen estas riquezas injustas? Lucas ha conservado unas palabras curiosas de Jes?s. Aunque la frase puede resultar algo oscura por su concisi?n, su contenido no ha de caer en el olvido. ?Yo os digo: Ganaos amigos con el dinero injusto para que cuando os falte, os reciban en las moradas eternas?.

???????? Jes?s viene a decir as? a los ricos: "Emplead vuestra riqueza injusta en ayudar a los pobres; ganaos su amistad compartiendo con ellos vuestros bienes. Ellos ser?n vuestros amigos y, cuando en la hora de la muerte el dinero no os sirva ya de nada, ellos os acoger?n en la casa del Padre". Dicho con otras palabras: la mejor forma de "blanquear" el dinero injusto ante Dios es compartirlo con sus hijos m?s pobres.

???????? Sus palabras no fueron bien acogidas. Lucas nos dice que ?estaban oyendo estas cosas unos fariseos, amantes de las riquezas, y se burlaban de ?l?. No entienden el mensaje de Jes?s. No les interesa o?rle hablar de dinero. A ellos s?lo les preocupa conocer y cumplir fielmente la ley. La riqueza la consideran como un signo de que Dios bendice su vida.

???????? Aunque venga reforzada por una larga tradici?n b?blica, esta visi?n de la riqueza como signo de bendici?n no es evang?lica. Hay que decirlo en voz alta porque hay personas ricas que de manera casi espont?nea? piensan que su ?xito econ?mico y su prosperidad es el mejor signo de que Dios aprueba su vida.

???????? Un seguidor de Jes?s no puede hacer cualquier cosa con el dinero: hay un modo de ganar dinero, de gastarlo y de disfrutarlo que es injusto pues olvida a los m?s pobres.

Jos? Antonio Pagola?

Red evangelizadora BUENAS NOTICIAS

?19 de septiembre de 2010


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DOMINGO 25 DEL TIEMPO ORDINARIO / C
19 de septiembre de 2010

La paz y la bondad de Dios, nuestro Padre, y de Jesucristo, el Se?or, est?n con todos vosotros.

- Hoy, en este d?a de m?s tranquilidad y descanso, los cristianos nos reunimos para celebrar lo que es el fun?damento de nuestra fe: que Jes?s est? en medio de nosotros, que ?l acompa?a -uestras vidas, que vale la pena seguirle, porque su camino nos conduce a la vida m?s plena.

- Con alegr?a, unidos con todos los hermanos y ler?manas del mundo entero, comencemos esta Euca?rist?a.

A. penitencial: En silencio, pidamos perd?n por nuestras infidelidades al camino de Jes?s (Silencio)

T?, que levantas del polvo al desvalido. SE?OR, TEN PIEDAD.

T?, que siendo rico te hiciste pobre por nosotros, CRISTO, TEN PIEDAD.

T?, que eres nuestro camino y nuestra vida, SE?OR, TEN PIEDAD.

1. lectura (Am?s 8,4-7): Dios no soporta a los que se apro?vechan de los pobres. El profeta, en esta primera lectura, amenaza a los ricos y les dice que Dios no olvidar? la injusticia que cometen.

Salmo (112): Un?monos ahora en la alabanza a nuestro Dios, porque ?l est? a favor de los pobres.

2. lectura (1 Timoteo 2, 1-8):Continuamos hoy la lectura de la primera carta de san Pablo a Timoteo,que empezamos el domingo pasado. Escuchemos las exhortaciones que hoy nos hace el ap?stol.

Antes del aleluya (Ev.: Lucas 16,1-13): Hay gente que en la vida s?lo busca su propio inter?s, y para conseguirlo es capaz de hacer lo que sea, como el administrador del que nos hablar? hoy el evangelio. Nosotros, que seguimos a Jes?s y buscamos el Reino de Dios, debe?mos hacer tambi?n todo lo que sea necesario para conseguirlo. Escuchemos ahora esta palabra de vida. Pong?monos de pie.

Oraci?n universal: Nosotros no buscamos nuestro propio inter?s por encima de todo sino que queremos estar atentos al bien de toda persona. Por eso en nuestra oraci?n nos abrimos a toda la humanidad, diciendo: PADRE, ESC?CHANOS:

Por la humanidad entera: que Dios infunda en los corazones de todos un firme deseo de justicia y de fraternidad. OREMOS:

Por la Iglesia, por todos los cristianos: que seamos en el mundo un testimonio de servicio a los pobres; que nos alejemos siempre del ?dolo de la riqueza. OREMOS:

Por los pa?ses que viven sometidos a la pobreza y al hambre: que su dolor conmueva los corazones de nuestros pa?ses ricos. OREMOS:

Por los queest?n en la c?rcel:que encuentren ayuda para iniciar una vida m?s humana y m?s digna. OREMOS:

Por los ni?os y los j?venes que han empezado el curso: que puedan crecer sanos de cuerpo y de esp?ritu. OREMOS:

Por los maestros y profesores: que quieran mucho a los chicos y chicas que quieren educar. OREMOS:

Por nosotros: que esta Eucarist?a nos lleve a seguir m?s de cerca el Evangelio de Jes?s. OREMOS:

Escucha, Padre, las oraciones que te presenta tu pueblo, y conc?denos los dones de tu amor. Por...

Padrenuestro: Como Jes?s nos ense??, ahora, antes de participar de su mesa, nos atrevemos a decir:

?

CPL


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Carta Pastoral del Arzobispo de Coro: “Con gran dolor vemos co?mo Venezuela se convierte a pasos agigantados en una sociedad violenta (Fides)?

A los Sacerdotes, Religiosos y Religiosas, a los Grupos de Apostolado Seglar, a los cat?licos de esta Arquidi?cesis, y a los falconianos en general?

Pr?ximos como estamos a la conmemoraci?n del bicentenario de nuestra independencia y de los cuatrocientos ochenta a?os de la creaci?n del Obispado de Coro, erigido por Bula del Papa Clemente VII en 1531, y ante el proceso electoral del pr?ximo 26 de septiembre, en mi condici?n de Arzobispo de esta ciudad, ra?z de Venezuela, Patrimonio Cultural de la Humanidad, me dirijo al pueblo de Dios que peregrina en esta Arquidi?cesis para presentarles algunas reflexiones en momentos en que la amada patria debe decidir su destino ante la encrucijada en que se encuentra. La Iglesia, como la llamara el Papa Juan XXIII, ?Mater et Magistra?, Madre y Maestra de los pueblos (15 de mayo de 1961), no puede permanecer indiferente ante los dilemas hist?ricos de las naciones, cuando algunos valores y principios del ser humano y de la sociedad, se encuentran seriamente amenazados. ?La Iglesia, que por raz?n de su misi?n y su competencia no se confunde en modo alguno con la comunidad pol?tica ni est? atada a sistema pol?tico alguno, es a la vez signo y salvaguarda del car?cter trascendente de la persona humana? (GS 76), por lo que ?no impulsa a la Iglesia ambici?n terrena alguna. S?lo desea una cosa: continuar, bajo la gu?a del Esp?ritu, la misma obra de Cristo?? (GS 3).

En mi condici?n de Pastor de esta porci?n del pueblo de Dios, no podr?a perdonarme si reh?yo la obligaci?n de expresarme claramente sobre algunos aspectos de la situaci?n pol?tico-social del pa?s y de nuestra regi?n. Esta decisi?n est? alentada por el mandato de la Iglesia a los Obispos donde se nos pide que ante situaciones de injusticia, ?y muchas veces sumidos en ellas, que abren inevitablemente la puerta a conflictos y a la muerte, el Obispo es defensor de los derechos del hombre, creado a imagen y semejanza de Dios. Predica la doctrina moral de la Iglesia, defiende el derecho a la vida desde la concepci?n hasta su muerte natural...asume la defensa de los d?biles, haci?ndose la voz de los que no tienen voz para hacer valer sus derechos...?. (Pastores Gregis, n.67).

Una realidad inquietante

Cuando hace menos de doce a?os, Prelados venezolanos, denunciaron el robo de los dineros p?blicos, el endeudamiento del pa?s por la v?a de un d?ficit acumulado, los procesos burocr?ticos que padec?a la provincia que imped?an su desarrollo a la par de Caracas, el acaparamiento de la democracia por los partidos pol?ticos, los obst?culos puestos por los altos dirigentes de esas organizaciones al relevo de la dirigencia de nuestra sociedad, el crecimiento de la pobreza y de la injusticia social, la p?rdida de fe ante tantas promesas incumplidas, especialmente hechas en tiempo de elecciones y tantas otras calamidades, incomprensibles en un pa?s inmensamente rico, jam?s imaginamos que el remedio al que aspir?bamos no estar?a a la altura de las exigencias de cambio hacia una mejor calidad de vida y la consolidaci?n de una democracia vivida en libertades.

Si damos un vistazo a algunos elementos del panorama nacional constatamos que nuestro pa?s se encuentra hoy ensangrentado de extremo a extremo. Los Obispos hicimos esta constataci?n en Enero pasado:

?Con gran dolor vemos c?mo Venezuela se convierte a pasos agigantados en una sociedad violenta. Cada d?a se incrementa dram?ticamente el ?ndice de homicidios, que coloca a Venezuela entre los pa?ses del mundo con mayor n?mero de muertes por asesinato. Esta violencia criminal se nos est? haciendo cada vez m?s cercana. Hoy se asesina hasta por cuestiones banales: para robar cualquier objeto; se asesina por venganza o por encargo, a trav?s del oscuro mundo del sicariato; se asesina bajo los efectos del alcohol o las drogas; igualmente ha habido asesinatos por cuestiones pol?ticas. Estos asesinatos son realizados casi siempre con armas de fuego que circulan sin control alguno? (CEV. Carta pastoral sobre la violencia y la inseguridad. 12-1-2010).

Lamentablemente, esta realidad que describ?amos los Obispos hace nueve meses se ha incrementado sin ver soluciones estructurales por parte de los responsables de las pol?ticas p?blicas de seguridad a nivel nacional y regional.

As? como el espectro de la violencia genera muerte, la precariedad de los servicios p?blicos a nivel nacional y en nuestra regi?n, son causas de desesperanza y hasta muerte. Las carencias de infraestructura y de personal bien remunerado en el sector educativo, y principalmente en el sector de la salud, provocan reiteradas violencias a los derechos humanos de los venezolanos. Algunos de ellos lamentablemente fallecen y van a los dep?sitos de las morgues. Las numerosas protestas del personal que labora en los centros asistenciales, dan testimonio de una situaci?n que clama al cielo, al verse ellos mismos afectados en su pr?ctica profesional por las carencias de infraestructura, de personal y de insumos; m?s lamentable es que el gobierno nacional le de un tratamiento pol?tico a estos centros, antes que un tratamiento humanitario y constitucional.?

En los ?ltimos dos lustros, el pa?s ha recibido inmensos recursos econ?micos que lamentablemente no han servido del todo para mejorar permanentemente la calidad de vida del venezolano, as? como para obtener una mejor educaci?n, salud y vivienda digna; s?lo han servido como paliativos moment?neos en tiempos de bonanza por los altos precios del petr?leo. Pero tambi?n, y algo muy grave, sin llamarnos a consulta a todos los venezolanos, que somos los verdaderos propietarios del erario p?blico, de manera unilateral y sin presentar cuentas, gran parte de estos recursos econ?micos se han repartido en d?divas de todo g?nero a otras naciones, con un esp?ritu de nuevos ricos, que van desde ayudas para pagar la deuda externa de alg?n pa?s, hasta ayudas en algunos casos en forma de pr?stamo, para comprar armas, centrales el?ctricas, construcci?n de puentes y carreteras, refiner?as de petr?leo y lo que es m?s inquietante a?n, el principal recurso de ingreso del pa?s que es el comercio de los hidrocarburos, ha sido vendido a futuro por d?cadas a determinadas potencias, hipotecando en cierto sentido el futuro de las generaciones j?venes de venezolanos. No es que el pueblo venezolano se oponga a la solidaridad con otros pa?ses hermanos, sino que pide se le atienda primero en sus necesidades b?sicas.

En el ?mbito internacional, el pa?s cada d?a tiene m?s inconvenientes. Quienes ostentan el poder nacional han ofendido en diversas ocasiones a los gobiernos e instituciones de los Estados Unidos, Holanda, Colombia, Chile, Per?, El Vaticano, Alemania, Espa?a, el Reino Unido de la Gran Breta?a, Canad?, M?xico, Honduras, Israel, Costa Rica, Rep?blica Dominicana, Francia, a los Congresos del Brasil y Paraguay, a la Organizaci?n de Estados Americanos, a otros credos religiosos y mantenemos una uni?n desventajosa con Cuba, Nicaragua e Ir?n.

Con inmenso dolor constatamos tambi?n como un n?mero considerable de j?venes venezolanos que durante a?os se han esforzado en preparase intelectual y t?cnicamente, tienen que abandonar el pa?s en busca de oportunidades laborales en otros naciones, producto del sectarismo y la intolerancia ante las diversas posturas y convicciones de los que no piensan ni aceptan las propuestas pol?ticas del gobierno nacional. Hay que recordar que Venezuela es diversa en sus paisajes, en el color de su gente, en sus culturas, porque hemos sido una mezcla de razas. No podemos aceptar, por tanto, que se nos pretenda uniformar con un solo color y un pensamiento ?nico. En la esencia del ser venezolano encontramos la diversidad y la pluralidad, y doscientos a?os despu?s deber?amos tener claro que fue el respeto a esa diversidad por la que derramaron su sangre nuestros libertadores.?

No sin asombro, los venezolanos hemos observado en d?as pasados, el doloroso espect?culo que se ha ofrecido al mundo, al haberse puesto al descubierto una gigantesca adquisici?n de alimentos con fecha de consumo vencida o muy cerca de su vencimiento, por los cuales se pagaron inmensas cantidades de dinero, y que ha puesto en peligro la salud de la poblaci?n m?s pobre, sin que los poderes p?blicos encargados de investigar y enjuiciar a los responsables hayan ofrecido una explicaci?n satisfactoria a los venezolanos. En esto, como en diversos actos irregulares que involucran a miembros del gobierno, la impunidad est? presente.

Con todo este calvario a cuestas, la Iglesia, que debo recordar con todo derecho, es elemento constitutivo de la nacionalidad venezolana, ha sido atacada, descalificando e irrespetando a su Episcopado y muy especialmente a la persona del Cardenal Jorge Urosa , Arzobispo de Caracas, a quien se le convoc? casi coercitivamente a la Asamblea Nacional, por haber calificado el socialismo marxista del cual se ufana el gobierno, como verdadero comunismo, que la Iglesia condena, porque fue el responsable del atraso y del ate?smo de algunos pa?ses que fueron sometidos durante d?cadas a reg?menes autoritarios, en los que se negaron todas las libertades y que felizmente con las consecuencias de la ca?da del Muro de Berl?n esos Estados de Europa, pudieron abrirse a la esperanza de la libertad y la pluralidad democr?tica.

No es llamando a demoler a los adversarios como se construye una naci?n sino con oportunidades para todos. Si no prevalece el di?logo y la armon?a, el respeto a la Constituci?n Nacional, si se coloca en entredicho la propiedad privada y prevalece la arrogancia, nos estamos encaminando a una confrontaci?n mayor, que pondr? de frente venezolanos contra venezolanos. Es mi deber entonces hacer un llamado para corregir el rumbo del pa?s y luchar contra las permanentes enfermedades de la democracia venezolana: ?la corrupci?n, los privilegios, la falta de continuidad administrativa, el clientelismo pol?tico, el exagerado gasto fiscal, el deterioro moral de estructuras e instituciones p?blicas? (CEV. Declaraci?n con motivo de los cuarenta a?os de la democracia venezolana. 20.1.1998). Como venezolano me duele el pa?s.

Un pa?s construido por todos.

La construcci?n de un pa?s es una labor tesonera de todos los ciudadanos. El sistema democr?tico permite la alternancia de responsabilidades en el poder pol?tico de una naci?n, en vista de hacer que el bien com?n se haga presente en toda la colectividad, y no en un sector solamente. Tambi?n permite que sean muchas las personas que en distintas comunidades ejerzan liderazgos para lograr el bien com?n y una mejor calidad de vida. Estos liderazgos no pueden surgir de una designaci?n o de una mano en el hombro, mucho menos de pasearse unos d?as en una carroza; surgen de actitudes y carismas fehacientes, testimoniales, de servicio y entrega a la comunidad desde una ?tica personal, el respeto a la diversidad, la honradez en su actuaci?n, una vida consagrada a la verdad y una pr?dica edificante y conciliadora. Nuestras comunidades est?n cansadas de personas improvisadas que no conocen la realidad social comunitaria y carecen de cualidades para gobernar con decencia ?tica.

Humana y cristianamente sabemos que la dignidad de toda persona humana y el desarrollo integral de la familia, la sociedad, el trabajo, las relaciones humanas, la convivencia, la educaci?n, la salud, la participaci?n ciudadana y otros, son y deben ser la base de preocupaci?n y de inter?s de todo servidor p?blico. Los reg?menes pol?ticos, que de diversas maneras son cambiantes en la historia, son simples medios que deben estar al servicio de la persona y la comunidad humana. No entiendo, entonces, por qu? en nuestro pa?s se invierten los t?rminos, pidiendo que las personas y la sociedad entera se pongan al servicio de un proyecto pol?tico que en el trascurso de estos ?ltimos once a?os se le ha denominado: bolivariano, revolucionario, socialista del siglo XXI, marxista y comunista. Considero que este enfoque est? desfasado y es esclavizante.

Debemos ser conscientes que todo sistema pol?tico debe ser un medio para servir a los m?s altos y nobles intereses de la persona y la sociedad; pero, a la vez, cabe decir que los sistemas pol?ticos no son iguales. En nuestro pa?s hemos optado por la democracia y queremos mantenernos en ella, por ser ?una opci?n fundamentalmente ?tica a favor de la dignidad de la persona, con sus derechos y libertades, sus deberes y responsabilidades, en el cual encuentra sustento y legitimidad toda forma de convivencia humana y de estructuraci?n social? (JUAN PABLO II, Mensaje a la VII Cumbre Iberoamericana, 28.10.1997).

Todos los venezolanos y particularmente los falconianos, tendremos la oportunidad de evaluar las propuestas y las actitudes personales de quienes aspiran a un cargo parlamentario el 26 de septiembre pr?ximo. No se trata de un juego de poderes para ver quien mete m?s diputados en la Asamblea Nacional, sino lo que est? en juego es el futuro del pueblo y de su convivencia ciudadana, puesto que el primer servicio de la Asamblea Nacional es el dise?o, elaboraci?n y aprobaci?n de leyes que ser?n aplicadas a cada uno de los venezolanos como persona y como sociedad. Por eso, la funci?n directa de este cargo est? en relaci?n con la vida de los ciudadanos, all? se coartan o se promueven libertades. Pero tambi?n ejerce un ?control? de las acciones de los gobernantes; esto permite buscar los intereses del pueblo y no de una persona o de un partido determinado. Un Poder Legislativo unicolor, silencioso, sumiso y temeroso no tiene cabida en un sistema democr?tico.

Para los ciudadanos y m?s a?n para los cristianos el voto es un derecho y un deber, es un derecho irrecusable y un deber ineludible. Tiene que ver con la dignidad humana puesto que a trav?s de ?l hacemos uso de nuestra libertad, nuestra solidaridad y nos comprometemos a trabajar por el bien com?n. Hace algunos a?os los Obispos declar?bamos que ?el voto que demos los venezolanos ser? el que enrumbe los destinos de la naci?n. Por eso debemos estar guiados no por una emotividad irracional, sino por la conciencia y la responsabilidad personal que nos lleva a elegir a quienes sean capaces de ejercer una aut?ntica representaci?n, de prestar un servicio para el bien com?n y de buscar armon?a y colaboraci?n en el respeto al pluralismo? (CEV-Declaraci?n ante las elecciones. 23-10-1998)

Como venezolanos y amantes de la Democracia, el voto es nuestra ?nica arma valedera para transformar el pa?s.

Venezuela nos exige cumplir con el sagrado deber de votar. No olvidar que por los pecados de omisi?n tambi?n seremos juzgados. Elevamos una plegaria a Dios y a la Virgen de Coromoto, Patrona de Venezuela, para que encontremos el camino m?s expedito que permita el desarrollo arm?nico de todos los venezolanos. Ya que anhelamos ser un pueblo identificado con el respeto a la dignidad humana la verdad, la libertad, la justicia y el compromiso por el bien com?n. Ay?danos Se?or a construir la convivencia fraterna, amando a todos sin excluir a nadie, solidariz?ndonos con los pobres y trabajando por la reconciliaci?n y la paz.

Agradezco a los Sacerdotes la lectura a los fieles de este documento en las Misas del domingo venidero.

Coro, 11 de septiembre del 2010,??

Solemnidad de Nuestra Se?ora de Coromoto PATRONA DE VENEZUELA.


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Lunes, 13 de septiembre de 2010

Texto del micro radial de monse?or Jos? Mar?a Arancedo, arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz, emitido por LT 9 (4 de septiembre de 2010). (AICA)

M?S POR MENOS

El pr?ximo fin de semana se realiza en todo el pa?s la tradicional Colecta M?s por Menos. Esta colecta surge como una respuesta de comuni?n hacia las zonas de mayores desniveles sociales y econ?micos del pa?s. Hoy, desgraciadamente, contin?an aquellos desniveles, con el agravante, en algunos casos, del paso de la pobreza a la marginalidad. No nos toca como Iglesia dar soluciones t?cnicas, aunque si al cristiano comprometido desde su fe, a trav?s de estructuras sociales y pol?ticas, buscar caminos que permitan dar respuestas a estas necesidades. Pero, como Iglesia, no podemos dejar de acompa?ar con la palabra, la presencia y la ayuda esta realidad. La Colecta M?s por Menos, en cuanto es un llamado a todos los hombres y mujeres de buena voluntad, quiere ser un testimonio de solidaridad. Su base doctrinal es el principio de la moral social cristiana que dice: todo hombre es mi hermano; su marco espiritual, un gesto de comuni?n fraterna con quienes menos tienen.

El lema propuesto nos presenta un camino que, por su necesidad y urgencia, no admite ausencias: ?Construyamos una historia sin excluidos?. Hay un aspecto de denuncia, pero tambi?n de propuesta y docencia en este lema; ?l nos invita a revertir una actitud de individualismo e indiferencia que quiebra el sentido de pertenencia y de solidaridad. Pensar en el otro, aunque estemos padeciendo alguna necesidad, es signo de grandeza moral y espiritual. La denuncia se refiere al tema de la exclusi?n como realidad de injusticia que nos interpela; la propuesta, en cambio, nos habla de construir, de sentirnos protagonistas, desde el lugar social en que nos encontremos. Pensar en estos t?rminos requiere ser coherentes con el principio de la dignidad de todo hombre y de asumir, adem?s, la exigencia de valores morales y sociales que no lleve a privilegiar el bien del otro y el sentido de la justicia. Si nos abrimos a esta realidad es posible pensar y construir una sociedad sin excluidos.

Qu? nos pide M?s por Menos? En primer lugar quiere provocar en la sociedad una actitud nueva, que nos ayude a crear las condiciones de una cultura de la solidaridad. A este aspecto fundamental se le agrega un pedido concreto de ayuda econ?mica, que permita acompa?ar a nuestros hermanos de zonas m?s necesitadas. Con cu?nta gratitud es recibido este aporte que nace en el coraz?n de un donante an?nimo, que s?lo es reconocido por su generosidad. Por ello, qu? importante es darle a este gesto el valor de un acto de amor hacia el hermano que sufre. San Pablo nos dice que en nuestras relaciones: ?la ?nica deuda con los dem?s sea la caridad? (Rom. 13, 8). Qu? linda imagen, la caridad como una deuda permanente con el otro. En esta l?nea creo que debemos vivir el sentido de esta Colecta, no es una d?diva ni dar algo, sino compartir algo con alguien. Al dar a mi gesto de ayuda el sentido de un acto de amor personal elevo a mi hermano, pasa a ser alguien. Esto, tambi?n nos hace bien a nosotros.

Esperando que la Colecta de este a?o encuentre corazones bien dispuestos y generosos para compartir con quienes menos tienen, les hago llegar junto a mi afecto y oraciones, mi bendici?n de Padre y amigo en el Se?or.?

Mons. Jos? Mar?a Arancedo, arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz?


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Alocuci?n televisiva de monse?or H?ctor Aguer, arzobispo de La Plata en el programa ?Claves para un mundo mejor? (4 de septiembre de 2010). (AICA)

SER CAT?LICO ES SER DISC?PULO MISIONERO

Hoy quiero retomar dos l?neas del Documento de Aparecida. Recuerden ustedes que se trata de aquel texto que recoge las conclusiones de la V? Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe que se celebr? en Brasil, hace poco m?s de dos a?os.

Me parece que son las dos l?neas esenciales, que es bueno retomar peri?dicamente para que no caigan en el olvido.

La primera es que en ese Documento se perfila la identidad de los cat?licos con esta f?rmula tan bella: cada uno es, y debe ser, un disc?pulo misionero de Jesucristo.

La segunda es el impulso misional que esa Conferencia quiso dar a la Iglesia y que se registra en el Documento con la propuesta final de una misi?n continental.

Estas dos tem?ticas est?n fuertemente ligadas entre s?. Tomemos el tema de la misi?n. No se trata solamente de organizar misiones, como se realizan en parroquias o en capillas, en distintas regiones de una di?cesis, sino que se trata, ante todo, de otorgar a la actividad pastoral ordinaria de la Iglesia un estilo y un aliento misionero.

Todo tendr?a que ser enfocado desde all?, sin perjuicio de que en determinados momentos y en determinados lugares se realicen misiones espec?ficas. Existe una pedagog?a y una metodolog?a tradicional de misiones populares que es preciso retomar siempre como se viene haciendo.

Es importante destacar que la Iglesia se reconoce como misionera. No es una novedad. Lo ha sido siempre. En el fondo, el impulso misionero que queremos dar hoy a las comunidades cristianas entronca con el env?o primero, originario, ?de Jes?s.

La idea del cristiano como disc?pulo misionero viene de aquel env?o de los Ap?stoles, antes de la Ascensi?n, cuando el Se?or les dice: vayan por todo el mundo y hagan que todos los pueblos sean disc?pulos m?os. Eso no lo puede hacer un misionero si no es, ante todo, un disc?pulo.

Vayamos entonces al otro tema. El Documento de Aparecida no ha separado disc?pulo por un lado y misionero por el otro. Uno puede ser un disc?pulo pero no tener conciencia de que el discipulado exige compartir el don recibido y el don recibido es la persona de Jes?s, la gracia de la Salvaci?n, el pertenecer a la Iglesia, el vivir como hijos de Dios. El Documento ha querido unir esos dos t?rminos. Todo disc?pulo es misionero. Tampoco nadie puede ser misionero sino es un seguidor de Jes?s. El disc?pulo es el que va detr?s del Maestro, el que lo ha tomado a Jes?s como Maestro, aprende de ?l y vive en comuni?n con ?l.

No es posible que la Iglesia actualice continuamente su vocaci?n misionera si cada uno de sus miembros no se reconoce a s? mismo como disc?pulo misionero, si no profundiza lo que significa el discipulado y si no se prepara para la misi?n.

Esta participaci?n en la misi?n total de la Iglesia puede tener caracter?sticas muy distintas. Muchos, a partir de su car?cter de miembros de un movimiento de formaci?n o de apostolado o de su participaci?n en un grupo misionero en la parroquia; otros con su permanencia en la vida de la Iglesia a trav?s del culto dominical u otra participaci?n, pero tiene que saber que en su familia, en su barrio, en las distintas actividades que lo implican en el orden temporal, tiene que compartir el don de la fe que ha recibido y debe hacerse, de alg?n modo, misionero.

Ahora, desde el punto de vista sistem?tico, si queremos hablar de una organizaci?n pastoral, no es posible que la Iglesia, hoy d?a, relance fuertemente la misi?n, en el contexto cultural tan complicado del mundo actual, si no forma disc?pulos misioneros. Y esta idea de que cada cristiano es un disc?pulo misionero es algo que va a costar mucho encarnar en la realidad concreta de la vida de la gente.

En muchas parroquias y comunidades cristianas existe todav?a un dinamismo que retiene a sus miembros en la propia vida interna, en la que reciben la atenci?n religiosa que necesitan; mucha gente se refiere centr?petamente al centro parroquial. Hay que ir complementando ese movimiento con un impulso centr?fugo; la comunidad cristiana no espera que la gente se acerque para solicitar un servicio religioso, sacramental, sino que sale en busca de los alejados, de los indiferentes. Cada parroquia, cada comunidad cristiana debe comprenderse a s? misma como un centro misionero.

?Pero qu? es lo que va a misionar? ?De d?nde va a misionar? Lo har? de la abundancia de vida, de la abundancia de su discipulado.

Estas son nociones catequ?sticas y espirituales b?sicas, si ustedes quieren, pero es preciso recordarlas siempre y pensar mucho en ellas.?

Mons. H?ctor Aguer, arzobispo de La Plata?


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Roma (Agencia Fides) ? El martes 14 de septiembre se celebran veinticinco a?os de la fundaci?n de la Fraternidad Sacerdotal de los Misioneros de San Carlos Borromeo. Para esta circunstancia, a las 19 horas, en la parroquia de Santa Maria in Domnica alla Navicella, en Roma, el fundador de la Fraternidad, Mons. Massimo Camisasca, presidir? la celebraci?n eucar?stica.

Fundada en 1985, la Fraternidad es una Sociedad de Vida Apost?lica de derecho pontificio, reconocida por Juan Pablo II en 1999. Hoy, cuenta con 104 miembros definitivos que llevan una vida en com?n, constituyendo casas de al menos tres personas.

Tiene sus or?genes en el carisma de Mons. Luigi Giussani, fundador del movimiento eclesial Comuni?n y Liberaci?n. Tiene como fin la evangelizaci?n y la educaci?n en la fe a trav?s del ejercicio del ministerio sacerdotal.

Est? presente con m?s de veinte misiones en los cuatro continentes, desde Taipei (Taiw?n) a Asunci?n (Paraguay); de Nairobi (Kenia) a Praga, pero tambi?n en diversas regiones italianas. Cuentan con dos casas de formaci?n, una en Roma y otra en Santiago de Chile, que albergan a unos cuarenta seminaristas.


?Veinticinco a?os son muchos y son pocos al mismo tiempo ? declar? Mons. Camisasca ?. Son muchos si pienso en las responsabilidades vividas d?a a d?a, brev?simos si pienso en la facilidad con la que el Esp?ritu de Dios nos conduce a trav?s de la historia, o en la ligereza con la que nos conduce, o en los consuelos con los que llena nuestros corazones. En el fondo ?qu? es lo importante? Lo importante es la respuesta que, con nuestros pobres esfuerzos, m?s a?n, a trav?s de nuestra debilidad, damos a la voz de Cristo que nos llama y nos solicita entrar en el grande y sencillo misterio de caridad que constituye su vida. Estos veinticinco a?os han coincidido simplemente con un mayor conocimiento de Cristo y de nosotros mismos. El misterio del hombre se abre frente a nuestros ojos, y con ?l el misterio de Dios, de su continua voluntad de buscarnos y de hacernos suyos?. (S.L.) (Agencia Fides 11/9/2010)


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Palabras del Santo Padre Benedicto XVI hablando a los Obispos de la regi?n nordeste 3 de la Conferencia Episcopal de Brasil, en Visita Ad Limina, recibidos el 10 de septiembre de 2010 en el Palacio apost?lico de Castel Gandolfo.?(Fides)

Senhor Cardeal,
Amados Arcebispos e Bispos do Brasil,

Sa?do calorosamente a todos v?s, por ocasi?o da vossa visita ad Limina a Roma, aonde viestes refor?ar os vossos v?nculos de comunh?o fraterna com o Sucessor de Pedro e por ele serdes animados na condu??o do rebanho de Cristo. Agrade?o as am?veis palavras que Dom Ceslau Stanula, Bispo de Itabuna, dirigiu-me em vosso nome, e vos asseguro as minhas ora??es pelas vossas inten??es e pelo amado povo nordestino, do vosso regional Nordeste 3.

H? mais de cinco s?culos, justamente na vossa regi?o, se celebrava a primeira Missa no Brasil, tornando realmente presente o Corpo e o Sangue de Cristo para a santifica??o dos homens e das mulheres desta bendita na??o que nasceu sob os ausp?cios da Santa Cruz. Era a primeira vez que o Evangelho de Cristo vinha a ser proclamado a este povo, iluminando a sua vida di?ria. Esta a??o evangelizadora da Igreja Cat?lica foi e continua sendo fundamental na constitui??o da identidade do povo brasileiro caracterizada pela conviv?ncia harm?nica entre pessoas vindas de diferentes regi?es e culturas. Por?m, ainda que os valores da f? cat?lica tenham moldado o cora??o e o esp?rito brasileiros, hoje se observa uma crescente influ?ncia de novos elementos na sociedade, que h? algumas d?cadas eram-lhe praticamente alheios. Isso provoca um consistente abandono de muitos cat?licos da vida eclesial ou mesmo da Igreja, enquanto no panorama religioso do Brasil, se assiste ? r?pida expans?o de comunidades evang?licas e neo-pentecostais.

Em certo sentido, as raz?es que est?o na raiz do ?xito destes grupos s?o um sinal da difundida sede de Deus entre o vosso povo. ? tamb?m um ind?cio de uma evangeliza??o, a n?vel pessoal, ?s vezes superficial; de fato, os batizados n?o suficientemente evangelizados s?o facilmente influenci?veis, pois possuem uma f? fragilizada e muitas vezes baseada num devocionismo ing?nuo, embora, como disse, conservem uma religiosidade inata. Diante deste quadro emerge, por um lado, a clara necessidade que a Igreja cat?lica no Brasil se empenhe numa nova evangeliza??o que n?o poupe esfor?os na busca de cat?licos afastados bem como daquelas pessoas que pouco ou nada conhecem sobre a mensagem evang?lica, conduzindo-os a um encontro pessoal com Jesus Cristo, vivo e operante na sua Igreja. Por outro lado, com o crescimento de novos grupos que se dizem seguidores de Cristo, ainda que divididos em diversas comunidades e confiss?es, faz-se mais imperioso, da parte dos pastores cat?licos, o compromisso de estabelecer pontes de contato atrav?s de um sadio di?logo ecum?nico na verdade.

Tal esfor?o ? necess?rio, antes de qualquer coisa, porque a divis?o entre os crist?os est? em contraste com a vontade do Senhor de que ?todos sejam um? (Jo 17,21). Al?m disso, a falta de unidade ? causa de esc?ndalo que acaba por minar a credibilidade da mensagem crist? proclamada na sociedade. E hoje, a sua proclama??o ? talvez ainda mais necess?ria do que h? alguns anos atr?s, pois, como bem demonstram os vossos relat?rios, mesmo nas pequenas cidades do interior do Brasil, observa-se uma crescente influ?ncia negativa do relativismo intelectual e moral na vida das pessoas.

N?o s?o poucos os obst?culos que a busca da unidade dos crist?os tem por diante. Primeiramente, deve-se rejeitar uma vis?o err?nea do ecumenismo, que induz a um certo indiferentismo doutrinal que procura nivelar, num irenismo acr?tico, todas as "opini?es" numa esp?cie de relativismo eclesiol?gico. Paralelamente a isto est? o desafio da multiplica??o incessante de novos grupos crist?os, alguns deles fazendo uso de um proselitismo agressivo, o que mostra como a paisagem do ecumenismo seja ainda muito diferenciada e confusa. Em tal contexto - como afirmei em 2007, na Catedral da S? em S?o Paulo, no inesquec?vel encontro que tive convosco, bispos brasileiros - ?? indispens?vel uma boa forma??o hist?rica e doutrinal, que habilite ao necess?rio discernimento e ajude a entender a identidade espec?fica de cada uma das comunidades, os elementos que dividem e aqueles que ajudam no caminho da constru??o da unidade. O grande campo comum de colabora??o devia ser a defesa dos fundamentais valores morais, transmitidos pela tradi??o b?blica, contra a sua destrui??o numa cultura relativista e consumista; mais ainda, a f? em Deus criador e em Jesus Cristo, seu Filho encarnado? (n. 6). Por essa raz?o, vos incentivo a prosseguir dando passos positivos nesta dire??o, como ? o caso do di?logo com as igrejas e comunidades eclesiais pertencentes ao Conselho Nacional das Igrejas Crist?s, que com iniciativas como a Campanha da Fraternidade Ecum?nica ajudam a promover os valores do Evangelho na sociedade brasileira.

Prezados irm?os, o di?logo entre os crist?os ? um imperativo do tempo presente e uma op??o irrevers?vel da Igreja. Entretanto, como lembra o Conc?lio Vaticano II, o cora??o de todos os esfor?os em prol da unidade h? de ser a ora??o, a convers?o e a santifica??o da vida (cf. Unitatis redintegratio, 8). ? o Senhor quem doa a unidade, esta n?o ? uma cria??o dos homens; aos pastores lhes corresponde a obedi?ncia ? vontade do Senhor, promovendo iniciativas concretas, livres de qualquer reducionismo conformista, mas realizadas com sinceridade e realismo, com paci?ncia e perseveran?a que brotam da f? na a??o providencial do Esp?rito Santo.

Queridos e venerados irm?os, procurei evidenciar brevemente neste nosso encontro alguns aspectos do grande desafio do ecumenismo confiado ? vossa solicitude apost?lica. Ao despedir-me de v?s, reafirmo uma vez mais a minha estima e a certeza das minhas ora??es por todos v?s e pelas vossas dioceses. De modo particular, quero aqui renovar a express?o da minha solidariedade paterna aos fi?is da diocese de Barreiras, recentemente privados da guia do seu primeiro e zeloso pastor Dom Ricardo Jos? Weberberger, que partiu para a casa do Pai, meta dos passos de todos n?s. Que repouse em paz! Invocando a intercess?o de Nossa Senhora Aparecida, concedo a cada um de v?s, aos sacerdotes, aos religiosos, ?s religiosas, aos seminaristas, aos catequistas e a todo povo a v?s confiado uma afetuosa B?n??o Apost?lica.

[01180-06.01] [Texto original: Portugu?s]


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Castel Gandolfo (Agencia Fides) – Esta ma?ana, en la Sala de los Suizos del Palacio Apost?lico de Castel Gandolfo, el Santo Padre Benedicto XVI recibi? en audiencia a los Obispos de reciente nombramiento que participan en el Seminario de actualizaci?n promovido por la Congregaci?n para la Evangelizaci?n de los Pueblos (ver Fides 6/9/2010), y les dirigi? un discurso que reportamos aqu? de modo integral.

Queridos hermanos en el Episcopado,


Me alegra acogeros y os saludo con grande afecto, con ocasi?n del curso de actualizaci?n que la Congregaci?n para la Evangelizaci?n de los Pueblos ha promovido para vosotros, Obispos de reciente nombramiento. Estas jornadas de reflexi?n en Roma, para profundizar las tareas de vuestro ministerio y para renovar la profesi?n de vuestra fe sobre la tumba de san Pedro, son tambi?n una singular experiencia de la colegialidad, fundada en la ordenaci?n episcopal y la comuni?n jer?rquica. Esta experiencia de fraternidad, de oraci?n y de estudio junto a la Sede Apost?lica haga crecer en cada uno de vosotros la comuni?n con el Sucesor de Pedro y con vuestros Hermanos, con los que compart?s la solicitud por toda la Iglesia. Agradezco al Cardenal Ivan Dias por sus cordiales palabras, como tambi?n al Mons. Secretario y al Mons. Secretario Adjunto que, junto con los colaboradores del Dicasterio, han organizado este simposio.


En vosotros, queridos Hermanos, llamados desde hace poco al ministerio episcopal, la Iglesia pone no pocas esperanzas, y os acompa?a con la oraci?n y el afecto. Yo tambi?n os quiero asegurar mi espiritual cercan?a en vuestro cotidiano servicio al Evangelio. Conozco los desaf?os que deb?is afrontar, especialmente en las comunidades cristianas que viven la propia fe en contextos no f?ciles, donde, adem?s de diversas formas de pobreza, se verifican a veces formas de persecuci?n por la propia fe cristiana. A vosotros corresponde la tarea de alimentar su esperanza, compartir sus dificultades, inspir?ndoos en la caridad de Cristo que consiste en la atenci?n, ternura, compasi?n, acogida, disponibilidad e inter?s por los problemas de la gente, por quienes estamos dispuestos a dar la vida (cf Benedicto XVI, Mensaje para la Jornada Misionera Mundial 2008, n. 2).


En toda vuestra tarea os sostiene el Esp?ritu Santo, que en la Ordenaci?n os ha configurado con Cristo, sumo y eterno Sacerdote. En efecto, el ministerio episcopal s?lo se comprende a partir de Cristo, fuente del ?nico y supremo Sacerdocio, del que el Obispo es hecho part?cipe. ?l, por lo tanto, “se esforzar? en adoptar un estilo de vida que imite la k?nosis de Cristo siervo, pobre y humilde, de manera que el ejercicio de su ministerio pastoral sea un reflejo coherente de Jes?s, Siervo de Dios, y lo lleve a ser, como ?l, cercano a todos, desde el m?s grande al m?s peque?o” (Juan Pablo II, Exhort. ap. Pastores gregis, 11). Pero para imitar a Cristo es necesario dedicar un tiempo adecuado para “estar con ?l” y contemplarlo en la intimidad orante del coloquio de coraz?n a coraz?n. Estar frecuentemente en la presencia de Dios, ser hombre de oraci?n y de adoraci?n: a esto est? llamado el Pastor en primer lugar. A trav?s de la oraci?n, ?l, como dice la Carta a los Hebreos (cf 9,11-14), se hace v?ctima y altar, para la salvaci?n del mundo. La vida del Obispo debe ser una oblaci?n continua a Dios por la salvaci?n de su Iglesia y, en especial, por la salvaci?n de las almas que le han sido confiadas.


Esta oblaci?n pastoral constituye tambi?n la verdadera dignidad del Obispo: que deriva del ser siervo de todos, hasta dar la propia vida. El episcopado, en efecto – al igual que el presbiterado – nunca se debe malinterpretar siguiendo categor?as mundanas. Es servicio de amor. El Obispo est? llamado a servir a la Iglesia con el estilo de Dios hecho hombre, siendo cada vez m?s plenamente siervo del Se?or y siervo de la humanidad. Es sobre todo servidor y ministro de la Palabra de Dios, que es tambi?n su verdadera fuerza. El deber primario del anuncio, acompa?ado de la celebraci?n de los sacramentos, especialmente de la Eucarist?a, brota de la misi?n recibida, como subraya la Exhortaci?n apost?lica Pastores gregis: “Aunque el deber de anunciar el Evangelio es propio de toda la Iglesia y de cada uno de sus hijos, lo es por un t?tulo especial de los Obispos que, en el d?a de la sagrada Ordenaci?n, la cual los introduce en la sucesi?n apost?lica, asumen como compromiso principal predicar el Evangelio a los hombres y hacerlo invit?ndoles a creer por la fuerza del Esp?ritu o confirm?ndolos en la fe viva” (n. 26). De esta Palabra de salvaci?n, el Obispo debe nutrirse abundantemente, poni?ndose en escucha continua de ella, como dice San Agust?n: “Aunque somos pastores, el pastor escucha con temor no s?lo cuanto es dirigido a los pastores, sino tambi?n lo que es dirigido al grey” (Discurso 47, 2). Al mismo tiempo, la acogida y el fruto de la proclamaci?n de la Buena Nueva est?n estrechamente vinculados a la cualidad de la fe y de la oraci?n. Los que est?n llamados al ministerio de la predicaci?n deben creer en la fuerza de Dios que brota de los Sacramentos y que los acompa?a en la tarea de santificar, gobernar y anunciar; deben creer y vivir lo que anuncian y celebran. Al respecto, resultan actuales las palabras del Siervo de Dios Pablo VI: “Hoy m?s que nunca el testimonio de vida se ha convertido en una condici?n esencial con vistas a una eficacia real de la predicaci?n” (Exhort. ap. Evangelii nuntiandi, 76).


Se que las Comunidades a vosotros confiadas se encuentran, por as? decir, en las “fronteras” religiosas, antropol?gicas y sociales, y, en muchos casos, son una presencia minoritaria. En estos contextos la misi?n de un Obispo es particularmente dif?cil. Pero es justamente en dichas circunstancias que, a trav?s de vuestro ministerio, el Evangelio puede mostrar toda su fuerza salvadora. No deb?is ceder al pesimismo y desaliento, porque es el Esp?ritu Santo el que gu?a a la Iglesia y le da – con su soplo poderoso – la valent?a de perseverar y de buscar nuevos m?todos de evangelizaci?n, para alcanzar ?mbitos hasta ahora inexplorados. La verdad cristiana es atrayente y persuasiva precisamente porque responde a la necesidad profunda de la existencia humana, anunciando de forma convincente que Cristo es el ?nico Salvador de todo el hombre y de todos los hombres. Este anuncio sigue siendo v?lido hoy as? como lo fue al comienzo del cristianismo, cuando se obr? la primera gran expansi?n misionera del Evangelio.

Queridos Hermanos en el Episcopado, es en la potencia del Esp?ritu Santo que ten?is la sabidur?a y la fortaleza para lograr que vuestras Iglesias testimonien la salvaci?n y la paz. ?l os guiar? por los caminos de vuestro ministerio episcopal, que conf?o a la maternal intercesi?n de Mar?a Sant?sima, Reina de los Ap?stoles. Por mi parte, os acompa?o con la oraci?n y con una afectuosa Bendici?n Apost?lica, que imparto a cada uno de vosotros y a todos los fieles de vuestras Comunidades. (Agencia Fides 11/9/2010)


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Domingo, 12 de septiembre de 2010

ZENIT? nos ofrece la homil?a pronunciada?el domingo 5 de Septiembre de 2010?por el Papa en la Misa celebrada en el pueblo natal de Le?n XIII, Carpineto Romano, que hoy visit? con motivo del bicentenario del nacimiento de este papa.

?Queridos hermanos y hermanas!

Primero de todo, ?permitidme expresar la alegr?a de encontrarme entre vosotros en Carpineto Romano, tras las huellas de mis amados predecesores Pablo VI y Juan Pablo II! Y feliz es tambi?n la circunstancia que me ha llamado aqu?: el bicentenario del nacimiento del Papa Le?n XIII, Vincenzo Gioacchino Pecci, acaecido el 2 de marzo de 1810 en este bello pa?s. ?Os doy las gracias a todos por vuestra acogida! En particular, saludo con reconocimiento al Obispo de Anagni-Alatri, Mons. Lorenzo Loppa, y el Alcalde de Carpineto, que me han dado la bienvenida al inicio de la celebraci?n, as? como a las dem?s Autoridades presentes. Un pensamiento especial dirijo a los j?venes, en particular a los que han completado la peregrinaci?n diocesana. Mi visita, por desgracia, es muy breve y concentrada exclusivamente en esta celebraci?n eucar?stica; pero aqu? nosotros encontramos todo: la Palabra y el Pan de vida, que alimentan la fe, la esperanza y la caridad; y renovamos el v?nculo de comuni?n que hace de nosotros la ?nica Iglesia del Se?or Jesucristo.

Hemos escuchado la Palabra de Dios, y es espont?neo acogerla, en esta circunstancia, volviendo a pensar en la figura del Papa Le?n XIII y en la herencia que nos ha dejado. El tema principal que emerge de la lectura b?blica es el del primado de Dios y de Cristo. En el pasaje evang?lico, extra?do de san Lucas, Jes?s mismo declara con franqueza tres condiciones necesarias para ser sus disc?pulos: Amarle m?s que a nadie y m?s que a la misma vida; llevar la propia cruz y seguirlo; y renunciar a todas las posesiones. Jes?s ve una gran multitud que lo sigue junto a sus disc?pulos, y con todos quiere ser claro: seguirlo es comprometido, no puede depender de entusiasmos ni de oportunismos; debe ser una decisi?n ponderada, tomada despu?s de preguntarse en conciencia: ?qui?n es Jes?s para m?? ?Es verdaderamente ?el Se?or?, ocupa el primer lugar, como el Sol en torno al cual giran todos los planetas? Y la primera lectura, del Libro de la Sabidur?a, nos sugiere indirectamente el primer motivo de este primado absoluto de Jesucristo: en ?l encuentran respuesta las preguntas del hombre de toda ?poca que busca la verdad sobre Dios y sobre s? mismo. Dios est? m?s all? de nuestro alcance, y sus designios son inescrutables. Pero ?l mismo ha querido revelarse, en la creaci?n y sobre todo en la historia de la salvaci?n, hasta que en Cristo se ha manifestado plenamente a s? mismo y su voluntad. Aun permaneciendo siempre verdadero que ?a Dios nadie le ha visto jam?s? (Jn 1,18), ahora nosotros conocemos su ?nombre?, su ?rostro?, y tambi?n su querer, porque nos lo ha revelado Jes?s, que es la Sabidur?a de Dios hecha hombre. ?As? -escribe el Autor sagrado de la primera Lectura- aprendieron los hombres lo que a ti te agrada y gracias a la Sabidur?a se salvaron? (Sb, 9,18).

Este punto fundamental de la Palabra de Dios hace pensar en dos aspectos de la vida y del ministerio de vuestro venerado Conciudadano que hoy conmemoramos, el Sumo Pont?fice Le?n XIII. En primer lugar, cabe se?alar que ?l fue hombre de gran fe y de profunda devoci?n. Esto sigue siendo siempre la base de todo, para todo cristiano, incluido el Papa. Sin la oraci?n, es decir, sin la uni?n interior con Dios, no podemos hacer nada, como dice claramente Jes?s a sus disc?pulos durante la ?ltima Cena (cfr Jn 15,5). Las palabras y los actos del Papa Pecci transparentaban su ?ntima religiosidad; y esto ha encontrado correspondencia tambi?n en su Magisterio: entre sus muy numerosas Enc?clicas y Cartas Apost?licas, como el hilo en una serie, est?n las de car?cter propiamente espiritual, dedicadas sobre todo al incremento de la devoci?n mariana, especialmente mediante el santo Rosario. Se trata de una verdadera y propia ?catequesis?, que marca desde el principio hasta el final los 25 a?os de su Pontificado. Pero encontramos tambi?n los Documentos sobre Cristo Redentor, sobre el Esp?ritu Santo, sobre la consagraci?n al Sagrado Coraz?n, sobre la devoci?n a san Jos?, sobre san Francisco de As?s. A la Familia franciscana Le?n XIII estuvo particularmente ligado, y ?l mismo pertenec?a a la Tercera Orden. Todos estos diversos elementos me gusta considerarlos como facetas de una ?nica realidad: el amor de Dios y de Cristo, al que no se antepone absolutamente nada. Y esta primera y principal cualidad de Vincenzo Gioacchino Pecci la asimil? aqu?, en su Pa?s natal, de sus padres, de su parroquia.

Pero hay tambi?n un segundo aspecto, que se deriva siempre del primado de Dios y de Cristo y se encuentra en la acci?n p?blica de todo Pastor de la Iglesia, en particular de todo Sumo Pont?fice, con las caracter?sticas propias de la personalidad de cada uno. Dir?a que precisamente el concepto de ?sabidur?a cristiana?, que ya ha surgido a partir de la primera lectura y del Evangelio, nos ofrece la s?ntesis de esta configuraci?n seg?n Le?n XIII -no es casualidad que sea tambi?n el incipit de una Enc?clica suya. Todo Pastor est? llamado a transmitir al Pueblo de Dios no verdades abstractas, sino una ?sabidur?a?, es decir un mensaje que conjuga fe y vida, verdad y realidad concreta. El Papa Le?n XIII, con la asistencia del Esp?ritu Santo, es capaz de hacer esto en un uno de los periodos hist?ricos m?s dif?ciles para la Iglesia, permaneciendo fiel a la tradici?n y, al mismo tiempo, midi?ndose con las grandes cuestiones abiertas. Y lo logr? precisamente sobre la base de la ?sabidur?a cristiana?, basada en las Sagradas Escrituras, en el inmenso patrimonio teol?gico y espiritual de la Iglesia Cat?lica y tambi?n en la s?lida y l?mpida filosof?a de santo Tom?s de Aquino, que ?l apreci? en sumo grado y promovi? en toda la Iglesia.

En este punto, tras haber considerado el fundamento, es decir, la fe y la vida espiritual, y por tanto el marco general del mensaje de Le?n XIII, puedo mencionar su magisterio social, hecho famoso e imperecedero por la Enc?clica Rerum novarum, pero rico en otras muchas intervenciones que constituyen un cuerpo org?nico, el primer n?cleo de la doctrina social de la Iglesia. Tomemos el ejemplo de la Carta a Filem?n de san Pablo, que felizmente la Liturgia nos hace leer precisamente hoy. Es el texto m?s breve de todo el epistolario paulino. Durante un periodo de encarcelamiento, el Ap?stol ha transmitido la fe a On?simo, un esclavo originario de Colosas huido del patr?n Filem?n, rico habitante de esa ciudad, convertido en cristiano junto a sus familiares gracias a la predicaci?n de Pablo. Ahora el Ap?stol escribe a Filem?n invit?ndole a acoger a On?simo ya no como esclavo, sino como hermano en Cristo. La nueva fraternidad cristiana supera la separaci?n entre esclavos y libres, y desencadena en la historia un principio de promoci?n de la persona que llevar? a la abolici?n de la esclavitud, pero tambi?n a sobrepasar otras barreras que todav?a existen. El Papa Le?n XIII dedic? precisamente al tema de la esclavitud la Enc?clica Catholicae Ecclesiae, del 1890.

De esta particular experiencia de san Pablo con On?simo, puede partir una amplia reflexi?n sobre el impulso de promoci?n humana aportado por el Cristianismo en el camino de la civilizaci?n, y tambi?n sobre el m?todo y el estilo de esa aportaci?n, conforme a las im?genes evang?licas de la semilla y la levadura: en el interior de la realidad hist?rica los cristianos, actuando como ciudadanos individuales, o de manera asociada, constituyen una fuerza beneficiosa y pac?fica de cambio profundo, favoreciendo el desarrollo de las capacidades internas en la realidad misma. Es ?sta la forma de presencia y de acci?n en el mundo propuesta por la doctrina social de la Iglesia, que apunta siempre a la madurez de las conciencias como condici?n de v?lidas y duraderas transformaciones.

Debemos ahora preguntarnos: ?en qu? contexto naci?, hace dos siglos, quien se convertir?a, 68 a?os despu?s, en el Papa Le?n XIII? Europa sufr?a entonces la gran tormenta Napole?nica, seguida de la Revoluci?n Francesa. La Iglesia y numerosas expresiones de la cultura cristiana se pon?an radicalmente en discusi?n (pi?nsese, por ejemplo, en el hecho de contar los a?os ya no desde el nacimiento de Cristo, sino desde el inicio de la nueva era revolucionaria, o de quitar los nombres de los Santos del calendario, de las calles, de los pueblos...). Las poblaciones del campo no eran ciertamente favorables a estos trastornos, y permanec?an ligadas a las tradiciones religiosas. La vida cotidiana era dura y dif?cil: las condiciones sanitarias y alimentarias muy pobres. Mientras tanto, se iba desarrollando la industria y con ella el movimiento obrero, cada vez m?s organizado pol?ticamente. El magisterio de la Iglesia, en su m?s alto nivel, fue empujado y ayudado por las reflexiones y por las experiencias locales a elaborar una interpretaci?n global y con perspectiva de la nueva sociedad y de su bien com?n. As?, cuando, en 1878, fue elegido al solio pontificio, Le?n XIII se sinti? llamado a llevarla a cabo, a la luz de su extenso conocimiento de alcance internacional, pero tambi?n de tantas iniciativas realizadas ?sobre el terreno? por parte de comunidades cristianas y de hombres y mujeres de la Iglesia.

Fueron de hecho docenas y docenas los Santos y Beatos que, desde finales del siglo XVIII hasta principios del XX, buscaron y experimentaron, con la creatividad de la caridad, m?ltiples caminos para llevar el mensaje evang?lico al interior de las nuevas realidades sociales. Fueron sin duda estas iniciativas, con los sacrificios y las reflexiones de estos hombres y mujeres las que prepararon el terreno de la Rerum novarum y de los dem?s Documentos sociales del Papa Pecci. Ya desde el tiempo en el que era Nuncio Apost?lico en B?lgica, ?l hab?a comprendido que la cuesti?n social se pod?a afrontar de manera positiva y eficaz con el di?logo y la mediaci?n. En una ?poca de ?spero anticlericalismo y de encendidas manifestaciones contra el Papa, Le?n XIII supo guiar y sostener a los cat?licos en el camino de una participaci?n constructiva, rica de contenidos, firme en los principios y con capacidad de apertura. Inmediatamente despu?s de la Rerum novarum se verific? en Italia y en otros Pa?ses una aut?ntica explosi?n de iniciativas: asociaciones, cajas rurales y artesanas, peri?dicos,... un vasto ?movimiento? que ten?a en el siervo de Dios Giuseppe Toniolo el luminoso animador. Un Papa muy anciano, pero sabio y con visi?n de futuro, podr?a as? introducir en el siglo XX a una Iglesia rejuvenecida, con la actitud correcta para afrontar los nuevos desaf?os. Era un Papa todav?a pol?tica y f?sicamente ?prisionero? en el Vaticano, pero en realidad, con su Magisterio, representaba a una Iglesia capaz de afrontar sin complejos las grandes cuestiones de la contemporaneidad.

Queridos amigos de Carpineto Romano, no tenemos tiempo para profundizar en estas cuestiones. La Eucarist?a que estamos celebrando, el Sacramento del Amor, nos atrae a lo esencial: la caridad, el amor de Cristo que renueva a los hombres y al mundo; esto es lo esencial, y lo vemos bien, casi lo percibimos en las expresiones de san Pablo en la Carta a Filem?n. En esta breve nota, de hecho, se siente toda la dulzura y al mismo tiempo el poder revolucionario del Evangelio; se advierte el estilo discreto y a la vez irresistible de la caridad, que, como he escrito en mi Enc?clica social, Caritas in veritate, ?es la principal fuerza impulsora del aut?ntico desarrollo de cada persona y de toda la humanidad? (n. 1). Con alegr?a y con afecto, os dejo por tanto el mandamiento antiguo y siempre nuevo: amaos como Cristo nos ha amado, y con este amor sed sal y luz del mundo. As? ser?is fieles a la herencia de vuestro gran y venerado Conciudadano, el Papa Le?n XIII. ?Y as? sea en toda la Iglesia! Am?n. ?Queridos hermanos y hermanas!

[Traducci?n del original italiano por Patricia Navas
?Libreria Editrice Vaticana]


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ZENIT? publica las palabras que dirigi? Benedicto XVI?el domingo 5 de Septiembre de 2010 a mediod?a al rezar la oraci?n mariana del ?ngelus junto a los peregrinos congregados en el patio de la residencia pontificia de Castel Gandolfo, despu?s de su visita apost?lica a Carpineto Romano.

?Queridos hermanos y hermanas!

?Pido en primer lugar perd?n por el retraso! He vuelto en este momento de Carpineto Romano, donde, hace 200 a?os, naci? el Papa Le?n XIII, Vincenzo Gioacchino Pecci. Agradezco al Se?or haber podido, en este importante aniversario, celebrar la Eucarist?a entre sus conciudadanos. Ahora deseo en cambio presentar brevemente mi Mensaje -publicado en los pasados d?as- dirigido a los j?venes del mundo para la XXVI Jornada Mundial de la Juventud, que tendr? lugar en Madrid dentro de poco menos de un a?o.

El tema que he escogido para este Mensaje retoma una expresi?n de la Carta a los Colosenses del ap?stol Pablo: ?Arraigados y edificados en Cristo, firmes en la fe? (2,7). ?Es decididamente una propuesta a contra corriente! ?Qui?n, de hecho, propone hoy a los j?venes estar ?arraigados? y ?edificados?? M?s bien se exalta la incertidumbre, la movilidad, la volatilidad... aspectos todos ellos que reflejan una cultura indecisa en lo que se refiere a los valores de fondo, a los principios en base a los cuales orientar y regular la propia vida. En realidad, yo mismo, por mi experiencia y por los contactos que tengo con los j?venes, s? bien que toda generaci?n, m?s a?n, toda persona individual est? llamada a realizar de nuevo el recorrido de descubrimiento del sentido de la vida. Y es precisamente por esto que he querido volver a proponer un mensaje que, seg?n el estilo b?blico, evoca las im?genes del ?rbol y de la casa. El joven, de hecho, es como un ?rbol en crecimiento: para desarrollarse bien necesita ra?ces profundas, que, en caso de tormentas de viento, lo tengan bien plantado en el suelo. As? tambi?n la imagen del edificio en construcci?n recuerda la exigencia de fundamentos v?lidos, para que la casa sea s?lida y segura.

Y aqu? est? el coraz?n del Mensaje: en las expresiones ?en Cristo? y ?en la fe?. La plena madurez de la persona, su estabilidad interior, se basan en la relaci?n con Dios, relaci?n que pasa a trav?s del encuentro con Jesucristo. Una relaci?n de profunda confianza, de aut?ntica amistad con Jes?s puede dar a un joven lo que necesita para afrontar bien la vida: serenidad y luz interior, capacidad para pensar de manera positiva, gran ?nimo hacia los dem?s, disponibilidad para pagar personalmente por el bien, la justicia y la verdad. Un ?ltimo aspecto, muy importante: para convertirse en creyente, el joven se nutre de la fe de la Iglesia: si ning?n hombre es una isla, tanto menos lo es el cristiano, que descubre en la Iglesia la belleza de la fe compartida y testimoniada junto a los dem?s en la fraternidad y en el servicio de la caridad.

Este Mensaje m?o a los j?venes lleva la fecha del 6 de agosto, Fiesta de la Transfiguraci?n del Se?or. ?Que la luz del Rostro de Cristo pueda resplandecer en el coraz?n de todo joven! Y que la Virgen Mar?a acompa?e con su protecci?n el camino de las comunidades y de los grupos juveniles hacia el gran Encuentro de Madrid 2011.

[Despu?s del ?ngelus, el Papa salud? a los peregrinos en varias lenguas. En franc?s, dijo:]

Queridos hermanos y queridas hermanas,

Acojo con alegr?a a los peregrinos franc?fonos venidos para la oraci?n del Angelus. ?ste es el tiempo de la vuelta al colegio, as? como de la vuelta a la universidad. Queridos alumnos, estudiantes y profesores, os invito a invocar cada d?a al Esp?ritu Santo, el Maestro de la inteligencia y del verdadero saber. ?l abrir? entonces vuestros corazones al conocimiento de Dios. Os arraigar? tambi?n en su Hijo Jesucristo y os guardar? firmes en la fe. Que la Virgen Mar?a, Trono de la Sabidur?a, interceda por vosotros. ?Feliz peregrinaci?n y feliz domingo a todos!

[En ingl?s, dijo:]

Acabando de llegar de Carpineto Romano, el lugar de nacimiento de mi Predecesor, el Papa Le?n XII, agradezco a todos los peregrinos de habla inglesa y a los visitantes presentes en esta oraci?n del Angelus prayer. Que el magisterio social del Papa Le?n contin?e inspirando los esfuerzos de los fieles para construir una sociedad justa arraigada en las ense?anzas de Cristo. Sobre vosotros y vuestros seres queridos, invoco abundantes bendiciones del Dios Todopoderoso.

[En espa?ol, dijo:]

Al saludar con afecto a los peregrinos de lengua espa?ola presentes en esta oraci?n mariana, quisiera invitar a todos a leer el Mensaje que he firmado en estos d?as con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud, que se celebrar? en Madrid, en el mes de agosto del pr?ximo a?o. Pido a Dios que, animados por las palabras del Ap?stol Pablo: "Arraigados y edificados en Cristo, firmes en la fe" (cf. Col 2,7), muchos j?venes puedan encontrarse en la capital de Espa?a, para acoger en sus corazones a Cristo, que los llama a confiar en ?l y a amar cada vez m?s a la Iglesia. Suplico a la Sant?sima Virgen Mar?a, Madre y Reina de los j?venes, que acompa?e el camino de preparaci?n a este gran evento. Feliz domingo.


[Traducci?n del original italiano por Patricia Navas
?Libreria Editrice Vaticana]


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Art?culo que ha escrito monse?or Felipe Arizmendi Esquivel, obispo de San Crist?bal de Las Casas, con motivo del bicentenario de la independencia de M?xico.

La Iglesia y la independencia de M?xico

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M?xico celebra el bicentenario de su independencia. Los obispos no podemos ser ajenos a este acontecimiento, y hemos analizado cu?l fue la participaci?n de la Iglesia Cat?lica en el proceso libertario, con sus luces y sus sombras. Amamos profundamente nuestra patria y queremos colaborar a su bienestar.

Elaboramos una carta pastoral titulada "Conmemorar nuestra historia desde la fe, para comprometernos hoy con nuestra patria", en que reconocemos los errores del pasado, ubic?ndolos en su contexto hist?rico, e invitamos a no quedarnos s?lo en fiestas conmemorativas, sino seguir luchando por la justicia y la libertad. Se puede consultar en la p?gina de la CEM: www.cem.org.mx

JUZGAR

Entre otras cosas, decimos: "No podemos dejar de reconocer que en los anhelos m?s profundos del coraz?n humano est?n el ideal de la justicia y de la libertad para todos los hombres. Muchos miembros de la Iglesia acogieron y alimentaron con entrega generosa estos anhelos, aunque con los excesos que toda lucha armada suele llevar consigo. Tampoco faltaron resistencias de eclesi?sticos y laicos, convencidos de la importancia de conservar lo que ellos consideraban leg?timo, incluidos los privilegios que la Corona propiciaba, y que pensaban eran indispensables para su misi?n. Hoy, lo que la Iglesia celebra es el don de la libertad, lo agradece y se esfuerza por preservarlo y enriquecerlo.

La Iglesia en M?xico particip? activamente en todos esos hechos de manera protag?nica, ya que los m?s notables iniciadores y actores fueron miembros del clero y el pueblo era mayoritariamente cat?lico.

Numerosos cat?licos, como fieles disc?pulos de Jesucristo, empe?aron su vida en la conquista de esta libertad. Miguel Hidalgo, Jos? Mar?a Morelos y muchos otros fueron sacerdotes, quienes, m?s all? de sus cualidades y limitaciones humanas sirvieron de instrumento a la Providencia para iniciar la Independencia Nacional y favorecer as? la constituci?n de la nueva Patria Mexicana. Como creyentes, en aquellas circunstancias espec?ficas, lucharon por los valores de la libertad y la igualdad, y dieron voz al reclamo de justicia de un pueblo sumido en la pobreza y la opresi?n, largamente padecida. Su ministerio sacerdotal, del cual nunca renegaron, los acerc? a los dolores de este pueblo y los movi? a promover sus derechos, incluso tomando las armas, camino que no siempre se justifica, menos en nuestros tiempos en los que contamos con m?ltiples instituciones e instrumentos jur?dicos para resolver los conflictos en di?logo y caminos de paz.

No fue fortuito el que el s?mbolo escogido por el movimiento libertario fuera el estandarte de Santa Mar?a de Guadalupe que, a?os m?s tarde, ser?a proclamada por Morelos como "La Patrona de Nuestra Libertad". Ciertamente, sin el ingrediente religioso, este movimiento o no se hubiera producido o habr?a tomado otro rumbo.

Somos conscientes de que el Episcopado de entonces reprob? el movimiento libertario como sedici?n, usando incluso del anatema. La Inquisici?n por su parte lo declar? como herej?a. La raz?n ?ltima de esto estribaba en la sujeci?n de la Iglesia a la Corona espa?ola. A pesar de ello, el proceso de Independencia fue un movimiento pol?tico y social con profunda raigambre religiosa cat?lica que, dentro del dramatismo de los hechos y sus excesos, es una herencia noble y rescatable que debemos agradecer".

En otros art?culos, retomar? lo de las excomuniones a Hidalgo y Morelos.

ACTUAR

"La fe cat?lica no puede desentenderse de la vida cotidiana de los fieles y de su contexto hist?rico. Para un creyente la historia humana es y ser? siempre una historia de salvaci?n. Recogemos los hechos m?s significativos del pasado que queremos conmemorar, e invitamos al di?logo sereno y objetivo con el fin de alcanzar un mayor esclarecimiento de estos sucesos que nos ata?en a todos, y de los cuales somos de una u otra manera herederos. Los acontecimientos hist?ricos est?n ah? y nadie debe negarlos o desvirtuarlos. Es preciso reconocerlos, esclarecerlos, juzgarlos con criterios objetivos, para comprendernos mejor".


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Comentario al evangelio del domingo veinticuatro del Tiempo Ordinario ? C, publicado en Diario de Avisos el domingo 12 de Septiembre de 2010 bajo el ep?grafe DOMINGO CRISTIANO.

Comer con los pecadores

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Daniel Padilla

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?Hace muchos a?os vi Monsieur Vincent. Era una pel?cula sobre San Vicente de Pa?l. Una escena me impresion? sobre todas. Presentaba a Monsieur Vincent en su confesionario, escuchando con paciencia la retah?la pietista de un grupo de damas de post?n. Ya su actitud de chismorreo mientras hac?an cola denotaba que, m?s que una reforma de su propia vida, lo que buscaban era presumir de director espiritual: ?la moda de la ?poca! Pues bien; llegaba un momento en el que el santo, decidida y ostensiblemente, abandonaba a las beatas, para correr tras los desheredados y miserables, que pululaban como moscas por los barrios de Par?s. Me he acordado de esta escena ante el Jes?s del evangelio de hoy, a quien los fariseos acusaban de "sentarse a comer con publicanos y pecadores". Fue entonces cuando Jes?s cont? la historia del "pastor que dej? noventa y nueve para ir tras la oveja perdida". Y ?se es el tema. No cabe duda que resulta reconfortante atender a los fervores espirituales de los elegidos y cultivados. El mismo Jes?s vivi? horas muy placenteras en Betania, oasis de paz. Todos hemos disfrutado alimentando grupos, m?s o menos selectos, en los que no exist?a el rechazo, sino que vibraban a un mismo comp?s.

Pero se imponen nuevos campos. El pastor ha visto que, por una larga cadena de razones, no una, sino muchas ovejas, se han ido del reba?o, se han alejado, como el pr?digo, de la casa paterna. De una ?poca triunfal, en la que la voz del Papa y los pastores, al menos externamente, era seguida por la mayor?a y las vocaciones proliferaban y los j?venes quer?an ser formados en cristiano, hemos pasado a una sociedad desacralizada en la que la increencia y los alejados no son rara avis, sino el pan de cada d?a. El Concilio Vaticano II nos advirti? -hace ya m?s de cuarenta a?os-, en su documento Gaudium et spes, de forma clara que el ate?smo no es ya un fen?meno aislado, sino que ha invadido el campo del arte, la literatura, la ciencia y las legislaciones. Los libros se han multiplicado desde entonces. Ah? est?n los exhaustivos planes pastorales en muchas di?cesis ante el reto de la increencia. Y nuestros ojos, por otra parte, lo constatan cada d?a, ya que la increencia ha tocado de ala a todos: a nuestras familias, a nuestros amigos, quiz? a nosotros mismos.

?Qu? hacer? Hay tres tentaciones, en todo caso, que convendr?a evitar: Atrincherarnos y aislarnos: si ellos se han ido, all? ellos, ?es su problema!. ?Eso hac?a el hermano mayor, neg?ndose a aceptar la vuelta del pr?digo! Jugar a escandalizarnos de la Iglesia, cuando nos invita a sentarnos con los pecadores y comer con ellos. Y subirnos a las almenas de nuestros castillos, para lanzar dardos de anatema contra todos los que se han alejado. No podemos subirnos al podio de una pretendida perfecci?n y desde all?, juzgar, condenar o reprobar a los extra?os, al menos este era el esp?ritu de nuestro S?nodo. Al contrario, ante esta innegable realidad, habr? que ir asimilando la doctrina del Concilio, cuando dice que "los gozos y esperanzas, tristezas y angustias de los hombres, lo son tambi?n de los disc?pulos de Cristo". Ese es igualmente el claro mensaje de la Ecclesiam suma, cuando nos invita a entrar en di?logo con todos: los cercanos y los alejados, es decir, con esos que solemos llamar las ovejas descarriadas.


Publicado por verdenaranja @ 9:42  | Espiritualidad
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S?bado, 11 de septiembre de 2010

ZENIT? publica el mensaje que ha escrito el cardenal Llu?s Mart?nez Sistach, arzobispo de Barcelona, con el t?tulo "Nuestros santuarios marianos".

En nuestra archidi?cesis tenemos santuarios marianos dedicados a im?genes de la Virgen Mar?a que fueron halladas en un momento hist?rico determinado. El d?a 8 de setiembre se celebra la fiesta de la Natividad de la Virgen Mar?a, popularmente conocida como la Virgen de setiembre o tambi?n como la fiesta de las V?rgenes encontradas, aludiendo al hecho de que muchos santuarios marianos celebran el 8 de setiembre su fiesta patronal.

Estos santuarios marianos no son tan s?lo vestigios del pasado. Tienen mucha vida. La gente acude a ellos, porque los sienten como una realidad espiritual muy propia, muy suya, como lo fue de sus antepasados, de sus abuelos y de sus padres. Nuestros cristianos visitan aquellos lugares sagrados y gustan de celebrar en ellos su fe y los acontecimientos m?s importantes de su vida cristiana.

En los santuarios marianos, la Virgen Mar?a est? atenta a las peticiones de los peregrinos, los acoge e intercede eficazmente por ellos. Es muy normal encontrar all? exvotos que manifiestan muy bien esta actitud maternal de Mar?a hacia todos sus hijos.

Estos templos, como presencia de la Iglesia, contribuyen a la evangelizaci?n. Los visitan, tambi?n, personas no creyentes o bien alejadas de la Iglesia. Por ello, desde los santuarios, se debe intensificar todo aquello que pueda ayudar a ser m?s conscientes de la motivaci?n religiosa y evang?lica de las visitas.

En las bodas de Can?, Mar?a pidi? la intervenci?n eficaz de Jes?s ante el problema de aquellos nuevos esposos: "No tienen vino". En Can? de Galilea tan s?lo aparece un aspecto concreto de la indigencia humana, aparentemente peque?o y de poca importancia: faltaba el vino en el banquete. Pero esto tiene un valor simb?lico. En los santuarios se presentan a Mar?a otras necesidades materiales y espirituales. Mar?a se sit?a entre su Hijo y las personas en la realidad de sus privaciones, indigencias y sufrimientos. Se sit?a en medio, o sea, hace de mediadora. Mar?a intercede por nosotros.

Como en las bodas de Can?, Mar?a, de una u otra manera, dice a todos los peregrinos y visitantes: "Haced todo lo que Jes?s os diga". Mar?a nos trae a Jes?s y nos acerca a ?l. Por ello, conviene redescubrir el sentido humano y cristiano de los santuarios marianos de nuestra tierra para poder visitarlos, buscando en ellos momentos de silencio, de reflexi?n y de oraci?n, todo eso que el hombre de hoy no encuentra f?cilmente en medio del ritmo estresado de la vida que lleva.

La fiesta del nacimiento de Mar?a se sit?a en el inicio de la presencia m?s plena de Dios en el camino humano. La Natividad de Mar?a nos anuncia ya el nacimiento del Salvador, la alegr?a de la Navidad. El nacimiento de la Madre, anuncia ya - como la aurora anuncia el d?a- el nacimiento del Hijo. El coraz?n y la mirada amorosa de Mar?a, el coraz?n y la mirada amorosa que acogieron al Hijo de Dios en este mundo, se dirige tambi?n hacia nosotros.

Una de las oraciones de la misa del 8 de setiembre, con la magn?fica sobriedad de la liturgia romana, pide que "se alegre tu Iglesia y se goce en el Nacimiento de la Virgen Mar?a, que fue para el mundo esperanza y aurora de salvaci?n".


Publicado por verdenaranja @ 23:05  | Hablan los obispos
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ZENIT??publica la carta que ha escrito monse?or Jes?s Sanz Montes, ofm, arzobispo de Oviedo, y administrador apost?lico de Huesca y de Jaca en el centenario del nacimiento de la Madre Teresa de Calcuta.?

?Cien a?os de gratitud: Teresa de Calcuta


???????????Queridos hermanos y amigos: paz y bien.
Era peque?ita en su estatura f?sica, y descomunal en su estatura espiritual y moral. Dios esperaba en los arrabales m?s incre?bles de Calcuta a esta albanesa, esos por los que transitaba la muerte con todos sus rostros. La pobreza con sus nombres m?s variopintos se hac?a presente en los despojos humanos que mal mor?an en el camino an?nimo de un callej?n cualquiera. Los ni?os sin padre, sin madre, sin nadie. Los leprosos de todas las lepras. Los sidosos de todos los sidas. Un horizonte terminal para tantos que sin saber por qu? no hab?an podido dar comienzo a su dignidad primera.

???????????Asomada a esta realidad, la Madre Teresa de Calcuta de pronto se sinti? llamada, o por mejor decir, sinti? que la volv?an a llamar. Dios no se contradec?a, sino que hac?a una historia con esta su hija, en la que poco a poco y de tantos modos, la fue preparando para la misi?n que ?l la propon?a.

???????????Estamos celebrando los cien a?os de su nacimiento. Tuve la gracia inmensa de poderla conocer y hablar con ella, en Madrid cuando comenzaron sus hermanas en Legan?s, y en mis a?os de estudios en Roma. Me quedaron dos an?cdotas muy grabadas. La primera cuando mi ordenaci?n sacerdotal. Por mediaci?n de un querido amigo, me escribi? una preciosa dedicatoria en ingl?s que conservo: "s? santo, Fr. Jes?s, porque quien te ha llamado es Santo". Nunca lo he olvidado, y m?ximo cuando es el deseo orante de alguien que te invita a eso para lo que has nacido, y eso que ella vive tambi?n.

???????????La segunda an?cdota es una petici?n al Papa Juan Pablo II: "Santo Padre, d?me un rinc?n en el Vaticano, y yo se lo llenar? de pobres por amor a Jesucristo". Y as? fue. Soy testigo, cuando ella me recibi? en Roma para contarme con evang?lico orgullo esa realidad. Su casa all?, en el coraz?n del Vaticano, se llam? "Dono di Maria", don de Mar?a. Tienen cobijo los transe?ntes de la vida: pobres de solemnidad, desahuciados de la sociedad, j?venes confundidos, madres solteras, y hambrientos de todo pan. La Madre Teresa y sus hermanas Misioneras de la Caridad, se afanan como Marta y Mar?a a la vez, para acoger a tantos mendigos sin dejar ni un momento su adoraci?n al Se?or y su plegaria a Santa Mar?a.

???????????El Papa Benedicto XVI ha escrito a las Misioneras de la Caridad con motivo del centenario del nacimiento de la Madre Teresa de Calcuta: ?Conf?o en el hecho de que este a?o ser? para la Iglesia y para el mundo una ocasi?n de gratitud ferviente hacia Dios por el don inestimable que Madre Teresa ha sido en el transcurso de su vida y que sigue siendo a trav?s de la obra amorosa e incansable que llev?is a cabo vosotras, sus hijas espirituales. Para prepararos a este a?o, hab?is buscado acercaros a?n m?s a la persona de Jes?s, cuya sed de almas se extingue gracias a vuestro ministerio por ?l en los m?s pobres de entre los pobres. Que este amor siga inspir?ndoos, Misioneras de la Caridad, para donaros generosamente a Jes?s, a quien veis y serv?s, o lo que es lo mismo, a los pobres, a los marginados y a los abandonados?.

???????????La Madre Teresa ha tenido un secreto: la Caridad con may?sculas, esa que se nutre en el Amor de Dios y que abraza a cada ser humano con un amor s?lo digno de ese nombre. El amor a todo hombre, y en cada tramo: desde el no nacido hasta el anciano terminal, desde una princesa confusa hasta el paria sin patria ni hogar, desde el creyente que sigue su fe hasta el perdido que la busca a tientas. Que la Beata Teresa de Calcuta interceda por nosotros y nos haga testigos del Amor de Dios en el amor a los hermanos.


Publicado por verdenaranja @ 23:02  | Hablan los obispos
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Texto del micro radial de monse?or Jos? Mar?a Arancedo, arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz, emitido por LT 9 (28 de agosto de 2010). (AICA)

MES DE LA BIBLIA

En honor a San Jer?nimo al mes de Septiembre se lo llama el Mes de la Biblia. Recordemos que San Jer?nimo, que muri? el 30 de septiembre del a?o 420, fue el primer traductor de la Biblia de los textos originales, en hebreo y griego, a la lengua popular de entonces que era el lat?n, a este texto de lo conoce con el nombre de la Vulgata. Este a?o el lema que la Campa?a B?blica Nacional nos propone es: ?Tu Palabra nos da Vida. La esperanza del Pueblo amado por Dios?. Este lema presenta una riqueza que nos ayuda a reflexionar. La Biblia es un libro de Vida y de Esperanza porque da sentido, sana e ilumina la vida y el futuro del hombre. Ella nos pone contacto con la Palabra de Dios, que es la expresi?n permanente del amor de Dios que no abandona a sus hijos. Esta certeza, que se hace oraci?n en la voz del salmista, es fuente de confianza para el creyente al decir: ?Se?or, no abandones la obra de tus manos? (Sal. 138). La oraci?n b?blica nos pone en contacto con Dios como creador y providente.

La Biblia, por ser el testimonio de la obra de Dios, no es un libro m?s. Creo que es importante para comprenderla y vivir su mensaje, descubrirnos como parte y destinatarios de este camino de Dios. No somos espectadores de una historia que leemos y que nos puede edificar, sino parte integrante de esa misma obra de Dios. Este es el comienzo de una lectura de fe. La mejor interpretaci?n de la Palabra de Dios, por otra parte, la encontramos en la misma Biblia sobretodo, como vimos, en los textos de oraci?n. Es un libro, dec?a el lema, de Vida y de Esperanza. Escuchamos, a veces, que lo religioso es algo que limita o impone cargas, parecer?a, seg?n estas opiniones, que la alegr?a y la libertad est?n al margen de una vida religiosa. Todo lo contrario. Es precisamente el encuentro con la verdad de lo que somos, lo que nos hace libres y nos permite dar un sentido personal a nuestra vida. Esta es la primera certeza que nos da la Biblia, no somos algo sino alguien, y tenemos la posibilidad de un encuentro personal con Dios. Esto es motivo de gozo para el salmista, que lo hace oraci?n: ?Tu Palabra, Se?or, es la verdad y la luz de mis ojos? (Sal. 18).

Jesucristo, en qui?n alcanza su plenitud este plan creador y providente de Dios, se nos presenta como Vida Plena que da sentido y transforma la vida del hombre: ?Para esto he venido, nos dice, para que tengan vida y la tengan en abundancia? (Jn. 10, 10). El ansia de vida, felicidad y plenitud es propia de la condici?n humana, dir?a que es un derecho que tiene todo hombre en cuanto ser espiritual. Qu? importante para el hombre es saber que esto es posible, que no es una utop?a sino una realidad. Aqu? aparece la fuerza de la esperanza cristiana, que tiene en Jesucristo su camino, contenido y garant?a. Aquella Palabra de Vida es la que se convierte en Jesucristo en Esperanza del Pueblo, que se sabe amado por Dios. Espero que este Mes de la Biblia nos sirva para descubrir e involucrarnos en esta historia de amor que tiene su origen en Dios y en nosotros sus destinatarios. Los invito a acercarse a sus parroquias donde podr?n encontrar el material necesario para vivir este Mes de la Biblia.

Reciban de su Obispo, junto a mi afecto y oraci?n, mi bendici?n en el Se?or Jes?s y Mar?a Sant?sima, Nuestra Madre de Guadalupe.?

Mons. Jos? Mar?a Arancedo, arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz?


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Homil?a del cardenal Leonardo Sandri, prefecto de la Congregaci?n Pontificia para las Iglesias Orientales, en honor del Beato Esteph?n Nehm?
(Catedral Maronita, Buenos Aires, 2 de septiembre de 2010). (AICA)

BEATO ESTEPH?N NEHM?

Excelencia Reverend?sima, querido Monse?or Merhi,
Queridos sacerdotes, religiosos y religiosas,
Hermanos y hermanas.

He aceptado con much?simo gusto la invitaci?n de su Excelencia Monse?or Merhi, obispo de la Eparqu?a de San Charbel de los Maronitas, para celebrar con representantes de la comunidad maronita de la Argentina, la Santa Eucarist?a en honor de Esteph?n Nehm?, beatificado en Kfif?ne en el L?bano el domingo 27 de junio de 2010.

Doy gracias a Dios, junto con ustedes renovando los sentimientos de orante gratitud y las felicitaciones que he transmitido para esa hist?rica celebraci?n a vuestro venerado Patriarca, su Beatitud Eminent?sima el Cardenal Nasrallah Butros Sfeir.

Y doy gracias al querido Santo Padre Benedicto XVI que dispuso la beatificaci?n, ofreciendo as? a todos los maronitas del mundo un nuevo signo del amor de Dios y de su amor por la Iglesia Maronita animando su testimonio cristiano en el L?bano, en Oriente y en el mundo entero.

Todas las Iglesias del L?bano y el Estado, estaban representados en la ceremonia de beatificaci?n por las m?s altas autoridades religiosas y civiles. Y los fieles libaneses han confirmado con una extraordinaria celebraci?n la fama de santidad del nuevo beato.

Estamos hablando del hermano profeso de la Orden Libanesa Maronita que vivi? desde 1889 a 1938 y que suscita, a?n hoy d?a, admiraci?n, respeto y devoci?n. Son los buenos frutos visibles de su fidelidad a la llamada de Dios.

Naci? en Lehfed, regi?n de Jbeil y fue bautizado con el nombre de Youssef. El ambiente familiar dej? en su alma una fuerte impronta religiosa. Creci? respetuoso y obediente, intuyendo r?pido su vocaci?n a la vida religiosa. Pas? per?odos de su formaci?n en Notre-Dame de Mayfouq, en Saint-Art?me en Kattara y en Houb. Pero a partir de 1930 se estableci? en Notre-Dame du Secour en Jbeil hasta su traslado en febrero de 1938 a Kfifane. La noche del 30 de agosto de 1938 un malestar quebr? su fuerte fibra; hab?a cumplido apenas 49 a?os.

Nos preguntamos, atra?dos como estamos por su vida santa ?cu?l fue el centro de su vida?.

La respuesta es evidente: ?Cristo! El fue el centro, el coraz?n y el verdadero tesoro del nuevo Beato. Cristo fue su ?elecci?n? vivida en la perseverancia de la fe, que se tradujo en la soledad y en la huida del mundo, en la penitencia, en la lectura sapiencial de la Sagrada Escritura y en tantos trabajos humildes que ejercit? para bien de sus hermanos, de la iglesia y del mundo.

Dej?monos encantar decididamente por su fe.

Ella se transparentaba fuertemente no s?lo en las oraciones de su congregaci?n, que recitaba cotidianamente sin excepci?n; en la Santa Misa con la cual desde ni?o iniciaba su jornada; en el rosario a la Sant?sima Virgen, o en la recitaci?n devota, siempre de rodillas en cualquier lugar se encontrase, del ?ngelus; sino tambi?n en la oraci?n interior que era incesante, en su estar siempre con Dios y en Dios sin descuidar su trabajo cotidiano o para las personas que depend?an de ?l.

Dej?monos encantar por su esperanza, de la que eran prueba la libertad y desapego de las ambiciones terrenas y la exclusiva b?squeda de la gloria de Dios. Viv?a como si no tuviese cuerpo, como si no se perteneciera m?s a s? mismo, sino a aquel Padre al que dirig?a todo respiro y toda palpitaci?n de su coraz?n. Esto no significaba que no fuera tambi?n un hermano din?mico y trabajador, siempre comprometido en sus tareas.

Dej?monos encantar en fin por su caridad. Una puntual disponibilidad caracterizaba todo su comportamiento y con su modo de actuar lleno de persuasi?n y de comprensi?n era capaz de hacerse mediador de paz en las circunstancias m?s diversas. Sent?a profundamente su pertenencia a la comunidad de los hermanos.

Y en las situaciones de mayor dificultad, como durante la primera guerra mundial, ?l no solamente iba en ayuda de los pobres que se acercaban al convento, sino que llevaba personalmente ayuda a las familias necesitadas.

Fue un religioso pobre, casto y obediente.

?Un ?ngel del rostro humano? como subray? el legado papal para la beatificaci?n, Su Excelencia Monse?or Angelo Amato, Prefecto de la Congregaci?n para las Causas de los Santos. Un ?ngel ?cuya santidad se elev? hacia el cielo m?s alta a?n que los cedros del L?bano?.

Queridos hermanos y hermanas, de estos ?ngeles tiene necesidad el mundo de hoy. Estos seres ang?licos mueven los corazones a abrirse a la conversi?n y a la fidelidad perseverante en la vida cristiana. Nos conmueven en lo ?ntimo y mueven nuestros pasos hacia el mismo Cristo y la misma iglesia que fueron su grande e insuperable amor.

Es cuanto pedimos a Dios nuestro Padre, por la potente intercesi?n del Beato Esteph?n. La renovaci?n de todos en docilidad al Esp?ritu Santo se vuelve levadura evang?lica que produce frutos de conversi?n en la iglesia a beneficio de la sociedad.

Es cuanto el Se?or querr? concedemos por la plegaria de este humilde cristiano liban?s: en estrecho contacto con Dios y con la naturaleza, tom? conciencia de sus l?mites; creciendo en la humildad se convenci? que el silencio habr?a favorecido la mejor escucha de la voz de Dios; permaneciendo plenamente disponible a la gracia divina, supo mantenerse en la presencia de Dios siempre y en todas partes.

As? un humilde hermano lego, por efecto de su conducta ejemplar, goza ahora de un lugar privilegiado junto al Se?or y en el coraz?n de la Iglesia.

Es una perla preciosa que enriquece el patrimonio espiritual del cristianismo oriental y de la Iglesia Maronita. Es motivo de consolaci?n para su amada patria libanesa en las graves pruebas de los ?ltimos a?os y para todos los libaneses dispersos por el mundo.

Junto con los santos Charbel, Nimatuliah, Rafica y el Beato Yacooub, hijo de la Iglesia Latina, el nuevo Beato aporta una riqueza mayor a la celebraci?n del jubileo por los 1600 a?os de la muerte de vuestro grande padre espiritual San Mar?n.

A estos santos hermanos y amigos y a la gloriosa y toda santa Madre de Dios, Nuestra Se?ora del L?bano, encomendamos el pr?ximo s?nodo especial convocado en Roma por el Papa Benedicto XVI para los obispos del Medio Oriente, a fin de que esa asamblea transmita una palabra de paz para todos y de consolaci?n para los orientales cat?licos de modo que en todas las partes del mundo sean cristianos ?no s?lo de palabra sino en los hechos y en la verdad?. Am?n.

?Cardenal Leonardo Sandri, prefecto de la Congregaci?n Pontificia para las Iglesias Orientales?


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Viernes, 10 de septiembre de 2010

Homil?a de monse?or H?ctor Aguer, arzobispo de La Plata, en la misa de ordenaci?n de di?conos (Iglesia del Seminario, 28 de agosto de 2010). (AICA)

SERVICIO DE LA VERDAD Y LA CARIDAD

Celebramos hoy la memoria lit?rgica de nuestro padre San Agust?n. Esta expresi?n puede resultar sorprendente, pero se la puede sostener sin incurrir en una arbitraria exageraci?n. Entre los Padres de la Iglesia ?l sobresale como el maestro por excelencia de Occidente, con una universalidad que no ha sido igualada: maestro de la teolog?a, la espiritualidad, la filosof?a, la cultura cristiana. Su aporte se ha difundido capilarmente en la Iglesia latina y ha impregnado el pensamiento de los siglos sucesivos, aun el pensamiento secular de la modernidad. Su disc?pulo y amigo Posidio dec?a que a Agust?n lo encontramos siempre vivo en sus escritos; sin embargo, uno puede ser, uno es, de alg?n modo agustiniano sin haberlo le?do nunca, ya que su obra y su influjo han configurado la tradici?n cultural en la cual hemos nacido. Esto puede afirmarse todav?a, aunque Occidente se haya desviado tanto de su origen y haya sufrido una mudanza tan profunda que permita dudar de su identidad y de su porvenir.?

Nosotros podemos llamarlo nuestro padre porque ?l se nos presenta como modelo eximio, siempre v?lido, de la sapientia christiana, de la vocaci?n a la santidad y a la vita beata que se alcanza en ella y por ella. Un gran estudioso de la vida y la obra agustiniana, el Padre Agostino Trap?, nos ofrece este precioso retrato: San Agust?n fue un sediento de Dios y nos ayuda a buscarlo, conocerlo, amarlo; fue un enamorado de Cristo, y nos ayuda a escrutar los tesoros de ciencia y de sabidur?a escondidos en ?l; fue un amante de la Iglesia, y nos ense?a a servirla con generosidad, sacrificio, inteligencia; fue un gran m?stico, y nos ense?a a subir a lo alto, muy alto, en la ascensi?n interior; am?, estudi?, medit? sin pausa la Escritura, y nos ayuda a entenderla, a amarla, a nutrirnos de ella. Fue un enamorado de la sabidur?a. Para ?l, la sabidur?a no es s?lo una verdad a conocer, sino un bien a poseer, el bien supremo; es una luz que es amor, amor que es bien, bien que es alegr?a m?s grande que la m?s grande dulzura.?

La actualidad de San Agust?n, del testimonio que nos ha dejado en la aventura de su vida y en su magisterio intelectual y espiritual, se manifiesta de modo singular y en contraste con el desquicio posmoderno, en la significaci?n cabal y en la vivencia de la verdad y del amor que ?l nos ha transmitido. El obispo de Hipona nos recuerda que la verdad es accesible al hombre, m?s todav?a, que el alma est? hecha para la verdad, pero que la verdad no es una creaci?n de la mente sino un don que nos supera: se la percibe como un horizonte que se eleva sobre la actividad normal de la raz?n y que precede a su empe?o reflexivo; no se la construye, se la encuentra, se la acoge, se la acepta. Ella se yergue como algo aut?nomo, objetivo, universal, absoluto por lo cual se hace verdadero el pensamiento. Entrando en su interior, volvi?ndose a s? mismo, Agust?n advirti? que el hombre est? ?normado? por la presencia de Dios, que su realidad es teon?mica. En las Confesiones reconoce: all? donde hall? la verdad, all? encontr? a mi Dios, que es la verdad misma, y no la he olvidado desde que la aprend?. El constructivismo que se impone actualmente en las ciencias del hombre niega la verdad, la rebaja al nivel de un mosaico de parcialidades relativas, fabricado por consenso, a contrapelo de la realidad y de la naturaleza del alma; impl?cita o expl?citamente, niega a Dios. Agust?n, en cambio, nos cuenta con fervorosa admiraci?n que en su proceso interior contempl?, con el ojo de su alma y sobre ?l, una luz inconmutable que brillaba poderosamente y lo llenaba todo con su magnitud. Quien conoce la verdad ?a?ade? conoce esta luz, y quien la conoce, conoce la eternidad; la caridad conoce esta luz. Dios, que es luz, es la fuente de la verdad y del amor, por eso puede exclamar: ?Oh, eterna verdad, y verdadera caridad, y cara eternidad!: t? eres mi Dios, por ti suspiro d?a y noche??

San Agust?n ha sido llamado ?el doctor de la gracia?, y tambi?n ?el doctor de la caridad?. Muchas veces, en la iconograf?a del barroco se lo ha representado con el coraz?n traspasado por una flecha. Para ?l, la vida cristiana es sobre todo gracia de la caridad. ?l ha comentado admirablemente la primera Carta de San Juan, de la que en la lectura lit?rgica de hoy hemos escuchado un pasaje fundamental. Se detiene en la revelaci?n culminante del Nuevo Testamento: Dios es amor (1 Jn. 4, 8.16). ?Qu? m?s pudo decir, hermanos? Si nada se dijese en alabanza del amor en todas las p?ginas de esta ep?stola, si nada en absoluto se dijese en las dem?s p?ginas de la Escritura, y solamente oy?semos de la voz del Esp?ritu de Dios que Dios es amor, nada m?s deber?amos buscar. Tanto vale el amor que ?l solo permite discernir las acciones de los hombres y juzgar su bondad. Dice, al respecto Agust?n: Pueden hacerse muchas cosas que en apariencia son buenas, pero no proceden de la ra?z del amor. Las flores tienen tambi?n espinas: hay cosas que parecen ?speras, atroces, pero sirven para instruir cuando las dicta el amor. Un breve precepto se te impone de una vez: ama y haz lo que quieras: si callas, que calles por amor; si clamas, que clames por amor; si corriges, que corrijas por amor; si perdonas, que perdones por amor: que est? en el interior la ra?z de la caridad; de esta ra?z s?lo puede brotar el bien.?

Nosotros empleamos el sustantivo amor para designar el ejercicio de la caridad. Agust?n utiliza en lat?n el verbo amare, pero al amor, a la caridad en acto, la llama dilectio; de este modo traduce el nombre ag?pe que figura en la Carta de San Juan y que expresa la originalidad cristiana del amor. Dilecci?n significa en castellano voluntad honesta, amor reflexivo, con una clara alusi?n a la libertad. Es el amor, la gracia de la caridad, la que purifica y transforma nuestra libertad, la hace libertad liberada del pecado, libertad seg?n Dios; entonces, con esa libertad el hombre s?lo puede querer lo que quiere Dios. ?Ama y haz lo que quieras!?

Otro aspecto destacado de la doctrina agustiniana de la caridad es la inclusi?n del amor al pr?jimo en el ?mbito del amor de Dios. El doble precepto de la caridad se refiere a un solo amor: el que recibimos de Dios como un don y que a trav?s del pr?jimo, de nuestro amor al pr?jimo, vuelve a Dios. El amor al pr?jimo es aut?ntico cuando le ayuda a alcanzar su fin, cuando es servicio rendido a aquel de quien nos hacemos hermanos, compa?eros, amigos en la b?squeda de la felicidad verdadera que est? en el gozo de la Trinidad. En una de sus cartas escribe Agust?n: En realidad, nosotros nos amamos a nosotros mismos si amamos a Dios, y cumpliendo el segundo precepto amaremos en verdad a nuestros pr?jimos como a nosotros mismos si los guiamos al mismo amor de Dios que hay en nosotros. Se puede pensar as? si se considera que, en realidad, existe un ?nico sujeto de la caridad: la Iglesia; la caridad es caridad eclesial. La Iglesia es Cristo y nosotros, la Cabeza y los miembros, el Cristo ?ntegro y completo, el Cristo total.?

Vamos a celebrar ahora el antiqu?simo rito de la ordenaci?n de los di?conos, que procede de los Ap?stoles del Se?or y que manifiesta la estructura sacramental de la Iglesia. Por la imposici?n de las manos del obispo, sucesor de los Ap?stoles, se transmite un don espiritual de consagraci?n y se atribuye a los elegidos un ministerio en la comuni?n jer?rquica del Cuerpo m?stico de Cristo. El Pontifical Romano enumera las m?ltiples funciones que pueden encomendarse a los di?conos: administrar solemnemente el Bautismo, reservar y distribuir la Eucarist?a, asistir al Matrimonio y bendecirlo en nombre de la Iglesia, llevar el Vi?tico a los moribundos, leer la sagrada Escritura a los fieles, instruir y exhortar al pueblo, presidir el culto y la oraci?n de los fieles, administrar los sacramentales, presidir el rito de los funerales y de la sepultura. Junto a estos oficios lit?rgicos se destaca su ocupaci?n primigenia: el servicio de asistencia a los pobres en sus variadas formas, como signo del amor de Cristo y de la Iglesia. Se les encomienda esta misi?n en virtud de una gracia de elecci?n ratificada por el Esp?ritu Santo; por la gracia de los siete dones que se derrama sobre ellos quedar?n habilitados para desempe?ar con fidelidad el ministerio.?

La tradici?n apost?lica nos ha legado una f?rmula que expresa el esp?ritu de la funci?n diaconal: que conserven el misterio de la fe con una conciencia pura (1 Tim. 3, 9). Dicho de otro modo, en t?rminos agustinianos: que sirvan a Cristo y a su Iglesia rindiendo testimonio de la verdad y de la caridad, que se encuentran precisamente en Cristo y en la Iglesia. El ejercicio del ministerio de los di?conos, cualquiera sea la actividad que les toque desarrollar, es iluminado y animado por el principio de la verdad en la caridad, de la caridad en la verdad. El mundo de hoy necesita de este doble y ?nico testimonio. Sin la verdad, la que se alcanza por la luz de la raz?n y de la fe, el amor ?como ense?a Benedicto XVI? se convierte en un envoltorio vac?o que se rellena arbitrariamente? es presa f?cil de las emociones y las opiniones contingentes de los sujetos, una palabra de la que se abusa y que se distorsiona? Sin verdad, la caridad cae en mero sentimentalismo (Caritas in veritate, 3). Por otra parte, es la caridad, el amor divino, la fuerza que nos permite mantenernos en la verdad, instruir y aceptar la naturaleza de las cosas y el orden que las religa, comprender que no bastan las meras relaciones de justicia entre los hombres, sino que es preciso establecer v?nculos fundados en la gratuidad, la misericordia, la comuni?n.?

Queridos hijos que van a ser ordenados di?conos: en la inteligencia y el coraz?n de ustedes deben reinar la verdad y la caridad. Debe reinar Cristo, que es la fuente de la verdad y de la caridad. ?l es el misterio de la fe que ustedes deben conservar, vivir y transmitir con alma limpia; por eso ahora, el elegir libremente este dichoso destino, se comprometer?n a observar la castidad perfecta y a entregarse asiduamente a la oraci?n. As? estar?n mejor dispuestos para la uni?n ?ntima con el Se?or y para recibir de ?l, en el contacto sacramental y en el servicio a la comunidad cristiana, la comunicaci?n constante de la verdad y la caridad.?

San Agust?n nos muestra otro camino, el de la imitaci?n; ?l reconoce a Cristo tambi?n como pedagogo, como el maestro de la humildad. Lo llama el Dios humilde, y le complace contemplar con veneraci?n su debilidad, su paciencia en el sufrimiento, su pobreza, sus tentaciones, su oraci?n, rasgos todos ?stos de su perfecta humanidad. Dice, comentando un salmo: El doctor de la humildad, part?cipe de nuestra debilidad, el que nos otorga una participaci?n de su divinidad, que descendi? para ense?arnos el camino y para ser ?l nuestro camino, nos ha recomendado sobre todo imitar su humildad.?

El ?cono m?s bello del diaconado lo pinta San Juan en su Evangelio al describir el lavatorio de los pies en la ?ltima Cena; all? se manifest? en Cristo la verdad de Dios y del hombre y el amor hasta el fin (cf. Jn. 13, 1-15). Les he dado el ejemplo ?dice el Se?or? para que hagan lo mismo que yo hice con ustedes. La humildad nos torna conscientes de nuestra propia flaqueza, nos impulsa a trabajar con ?nimo servicial, sin aspavientos ni ambiciones, buscando descubrir y cumplir en las circunstancias cotidianas del ministerio la voluntad del Padre. Gracias a la humildad podemos vivir en la obediencia eclesial, aceptando y ejecutando con esp?ritu de fe lo que se nos manda, lo que ordena la Iglesia nuestra Madre y Maestra; gracias a la humildad que disipa los humos de nuestro rid?culo apetito de superioridad es posible la caridad fraterna y la edificaci?n de la comunidad. No hagan nada por esp?ritu de discordia o de vanidad, y que la humildad los lleve a estimar a los otros como superiores a ustedes mismos. As? lo aconseja el Ap?stol, que al evocar la humillaci?n de Cristo, causa de su glorificaci?n, remata su exhortaci?n diciendo: tengan los mismos sentimientos de Cristo Jes?s (Fil. 2, 3.5).?

Tengan ustedes, queridos hijos, los mismos sentimientos de Cristo Jes?s, y vivan con sencillez y alegr?a, en la verdad y en la caridad, el per?odo del diaconado en el cual hoy son iniciados. Que los asista la intercesi?n de San Agust?n y de la Virgen Sant?sima, diaconisa eximia, humilde Servidora del Se?or.?

Mons. H?ctor Aguer, arzobispo de La Plata?


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Homil?a de monse?or H?ctor Aguer, arzobispo de La Plata, en la misa de ordenaci?n de di?conos (Iglesia del Seminario, 28 de agosto de 2010). (AICA)

SERVICIO DE LA VERDAD Y LA CARIDAD

Celebramos hoy la memoria lit?rgica de nuestro padre San Agust?n. Esta expresi?n puede resultar sorprendente, pero se la puede sostener sin incurrir en una arbitraria exageraci?n. Entre los Padres de la Iglesia ?l sobresale como el maestro por excelencia de Occidente, con una universalidad que no ha sido igualada: maestro de la teolog?a, la espiritualidad, la filosof?a, la cultura cristiana. Su aporte se ha difundido capilarmente en la Iglesia latina y ha impregnado el pensamiento de los siglos sucesivos, aun el pensamiento secular de la modernidad. Su disc?pulo y amigo Posidio dec?a que a Agust?n lo encontramos siempre vivo en sus escritos; sin embargo, uno puede ser, uno es, de alg?n modo agustiniano sin haberlo le?do nunca, ya que su obra y su influjo han configurado la tradici?n cultural en la cual hemos nacido. Esto puede afirmarse todav?a, aunque Occidente se haya desviado tanto de su origen y haya sufrido una mudanza tan profunda que permita dudar de su identidad y de su porvenir.?

Nosotros podemos llamarlo nuestro padre porque ?l se nos presenta como modelo eximio, siempre v?lido, de la sapientia christiana, de la vocaci?n a la santidad y a la vita beata que se alcanza en ella y por ella. Un gran estudioso de la vida y la obra agustiniana, el Padre Agostino Trap?, nos ofrece este precioso retrato: San Agust?n fue un sediento de Dios y nos ayuda a buscarlo, conocerlo, amarlo; fue un enamorado de Cristo, y nos ayuda a escrutar los tesoros de ciencia y de sabidur?a escondidos en ?l; fue un amante de la Iglesia, y nos ense?a a servirla con generosidad, sacrificio, inteligencia; fue un gran m?stico, y nos ense?a a subir a lo alto, muy alto, en la ascensi?n interior; am?, estudi?, medit? sin pausa la Escritura, y nos ayuda a entenderla, a amarla, a nutrirnos de ella. Fue un enamorado de la sabidur?a. Para ?l, la sabidur?a no es s?lo una verdad a conocer, sino un bien a poseer, el bien supremo; es una luz que es amor, amor que es bien, bien que es alegr?a m?s grande que la m?s grande dulzura.?

La actualidad de San Agust?n, del testimonio que nos ha dejado en la aventura de su vida y en su magisterio intelectual y espiritual, se manifiesta de modo singular y en contraste con el desquicio posmoderno, en la significaci?n cabal y en la vivencia de la verdad y del amor que ?l nos ha transmitido. El obispo de Hipona nos recuerda que la verdad es accesible al hombre, m?s todav?a, que el alma est? hecha para la verdad, pero que la verdad no es una creaci?n de la mente sino un don que nos supera: se la percibe como un horizonte que se eleva sobre la actividad normal de la raz?n y que precede a su empe?o reflexivo; no se la construye, se la encuentra, se la acoge, se la acepta. Ella se yergue como algo aut?nomo, objetivo, universal, absoluto por lo cual se hace verdadero el pensamiento. Entrando en su interior, volvi?ndose a s? mismo, Agust?n advirti? que el hombre est? ?normado? por la presencia de Dios, que su realidad es teon?mica. En las Confesiones reconoce: all? donde hall? la verdad, all? encontr? a mi Dios, que es la verdad misma, y no la he olvidado desde que la aprend?. El constructivismo que se impone actualmente en las ciencias del hombre niega la verdad, la rebaja al nivel de un mosaico de parcialidades relativas, fabricado por consenso, a contrapelo de la realidad y de la naturaleza del alma; impl?cita o expl?citamente, niega a Dios. Agust?n, en cambio, nos cuenta con fervorosa admiraci?n que en su proceso interior contempl?, con el ojo de su alma y sobre ?l, una luz inconmutable que brillaba poderosamente y lo llenaba todo con su magnitud. Quien conoce la verdad ?a?ade? conoce esta luz, y quien la conoce, conoce la eternidad; la caridad conoce esta luz. Dios, que es luz, es la fuente de la verdad y del amor, por eso puede exclamar: ?Oh, eterna verdad, y verdadera caridad, y cara eternidad!: t? eres mi Dios, por ti suspiro d?a y noche??

San Agust?n ha sido llamado ?el doctor de la gracia?, y tambi?n ?el doctor de la caridad?. Muchas veces, en la iconograf?a del barroco se lo ha representado con el coraz?n traspasado por una flecha. Para ?l, la vida cristiana es sobre todo gracia de la caridad. ?l ha comentado admirablemente la primera Carta de San Juan, de la que en la lectura lit?rgica de hoy hemos escuchado un pasaje fundamental. Se detiene en la revelaci?n culminante del Nuevo Testamento: Dios es amor (1 Jn. 4, 8.16). ?Qu? m?s pudo decir, hermanos? Si nada se dijese en alabanza del amor en todas las p?ginas de esta ep?stola, si nada en absoluto se dijese en las dem?s p?ginas de la Escritura, y solamente oy?semos de la voz del Esp?ritu de Dios que Dios es amor, nada m?s deber?amos buscar. Tanto vale el amor que ?l solo permite discernir las acciones de los hombres y juzgar su bondad. Dice, al respecto Agust?n: Pueden hacerse muchas cosas que en apariencia son buenas, pero no proceden de la ra?z del amor. Las flores tienen tambi?n espinas: hay cosas que parecen ?speras, atroces, pero sirven para instruir cuando las dicta el amor. Un breve precepto se te impone de una vez: ama y haz lo que quieras: si callas, que calles por amor; si clamas, que clames por amor; si corriges, que corrijas por amor; si perdonas, que perdones por amor: que est? en el interior la ra?z de la caridad; de esta ra?z s?lo puede brotar el bien.?

Nosotros empleamos el sustantivo amor para designar el ejercicio de la caridad. Agust?n utiliza en lat?n el verbo amare, pero al amor, a la caridad en acto, la llama dilectio; de este modo traduce el nombre ag?pe que figura en la Carta de San Juan y que expresa la originalidad cristiana del amor. Dilecci?n significa en castellano voluntad honesta, amor reflexivo, con una clara alusi?n a la libertad. Es el amor, la gracia de la caridad, la que purifica y transforma nuestra libertad, la hace libertad liberada del pecado, libertad seg?n Dios; entonces, con esa libertad el hombre s?lo puede querer lo que quiere Dios. ?Ama y haz lo que quieras!?

Otro aspecto destacado de la doctrina agustiniana de la caridad es la inclusi?n del amor al pr?jimo en el ?mbito del amor de Dios. El doble precepto de la caridad se refiere a un solo amor: el que recibimos de Dios como un don y que a trav?s del pr?jimo, de nuestro amor al pr?jimo, vuelve a Dios. El amor al pr?jimo es aut?ntico cuando le ayuda a alcanzar su fin, cuando es servicio rendido a aquel de quien nos hacemos hermanos, compa?eros, amigos en la b?squeda de la felicidad verdadera que est? en el gozo de la Trinidad. En una de sus cartas escribe Agust?n: En realidad, nosotros nos amamos a nosotros mismos si amamos a Dios, y cumpliendo el segundo precepto amaremos en verdad a nuestros pr?jimos como a nosotros mismos si los guiamos al mismo amor de Dios que hay en nosotros. Se puede pensar as? si se considera que, en realidad, existe un ?nico sujeto de la caridad: la Iglesia; la caridad es caridad eclesial. La Iglesia es Cristo y nosotros, la Cabeza y los miembros, el Cristo ?ntegro y completo, el Cristo total.?

Vamos a celebrar ahora el antiqu?simo rito de la ordenaci?n de los di?conos, que procede de los Ap?stoles del Se?or y que manifiesta la estructura sacramental de la Iglesia. Por la imposici?n de las manos del obispo, sucesor de los Ap?stoles, se transmite un don espiritual de consagraci?n y se atribuye a los elegidos un ministerio en la comuni?n jer?rquica del Cuerpo m?stico de Cristo. El Pontifical Romano enumera las m?ltiples funciones que pueden encomendarse a los di?conos: administrar solemnemente el Bautismo, reservar y distribuir la Eucarist?a, asistir al Matrimonio y bendecirlo en nombre de la Iglesia, llevar el Vi?tico a los moribundos, leer la sagrada Escritura a los fieles, instruir y exhortar al pueblo, presidir el culto y la oraci?n de los fieles, administrar los sacramentales, presidir el rito de los funerales y de la sepultura. Junto a estos oficios lit?rgicos se destaca su ocupaci?n primigenia: el servicio de asistencia a los pobres en sus variadas formas, como signo del amor de Cristo y de la Iglesia. Se les encomienda esta misi?n en virtud de una gracia de elecci?n ratificada por el Esp?ritu Santo; por la gracia de los siete dones que se derrama sobre ellos quedar?n habilitados para desempe?ar con fidelidad el ministerio.?

La tradici?n apost?lica nos ha legado una f?rmula que expresa el esp?ritu de la funci?n diaconal: que conserven el misterio de la fe con una conciencia pura (1 Tim. 3, 9). Dicho de otro modo, en t?rminos agustinianos: que sirvan a Cristo y a su Iglesia rindiendo testimonio de la verdad y de la caridad, que se encuentran precisamente en Cristo y en la Iglesia. El ejercicio del ministerio de los di?conos, cualquiera sea la actividad que les toque desarrollar, es iluminado y animado por el principio de la verdad en la caridad, de la caridad en la verdad. El mundo de hoy necesita de este doble y ?nico testimonio. Sin la verdad, la que se alcanza por la luz de la raz?n y de la fe, el amor ?como ense?a Benedicto XVI? se convierte en un envoltorio vac?o que se rellena arbitrariamente? es presa f?cil de las emociones y las opiniones contingentes de los sujetos, una palabra de la que se abusa y que se distorsiona? Sin verdad, la caridad cae en mero sentimentalismo (Caritas in veritate, 3). Por otra parte, es la caridad, el amor divino, la fuerza que nos permite mantenernos en la verdad, instruir y aceptar la naturaleza de las cosas y el orden que las religa, comprender que no bastan las meras relaciones de justicia entre los hombres, sino que es preciso establecer v?nculos fundados en la gratuidad, la misericordia, la comuni?n.?

Queridos hijos que van a ser ordenados di?conos: en la inteligencia y el coraz?n de ustedes deben reinar la verdad y la caridad. Debe reinar Cristo, que es la fuente de la verdad y de la caridad. ?l es el misterio de la fe que ustedes deben conservar, vivir y transmitir con alma limpia; por eso ahora, el elegir libremente este dichoso destino, se comprometer?n a observar la castidad perfecta y a entregarse asiduamente a la oraci?n. As? estar?n mejor dispuestos para la uni?n ?ntima con el Se?or y para recibir de ?l, en el contacto sacramental y en el servicio a la comunidad cristiana, la comunicaci?n constante de la verdad y la caridad.?

San Agust?n nos muestra otro camino, el de la imitaci?n; ?l reconoce a Cristo tambi?n como pedagogo, como el maestro de la humildad. Lo llama el Dios humilde, y le complace contemplar con veneraci?n su debilidad, su paciencia en el sufrimiento, su pobreza, sus tentaciones, su oraci?n, rasgos todos ?stos de su perfecta humanidad. Dice, comentando un salmo: El doctor de la humildad, part?cipe de nuestra debilidad, el que nos otorga una participaci?n de su divinidad, que descendi? para ense?arnos el camino y para ser ?l nuestro camino, nos ha recomendado sobre todo imitar su humildad.?

El ?cono m?s bello del diaconado lo pinta San Juan en su Evangelio al describir el lavatorio de los pies en la ?ltima Cena; all? se manifest? en Cristo la verdad de Dios y del hombre y el amor hasta el fin (cf. Jn. 13, 1-15). Les he dado el ejemplo ?dice el Se?or? para que hagan lo mismo que yo hice con ustedes. La humildad nos torna conscientes de nuestra propia flaqueza, nos impulsa a trabajar con ?nimo servicial, sin aspavientos ni ambiciones, buscando descubrir y cumplir en las circunstancias cotidianas del ministerio la voluntad del Padre. Gracias a la humildad podemos vivir en la obediencia eclesial, aceptando y ejecutando con esp?ritu de fe lo que se nos manda, lo que ordena la Iglesia nuestra Madre y Maestra; gracias a la humildad que disipa los humos de nuestro rid?culo apetito de superioridad es posible la caridad fraterna y la edificaci?n de la comunidad. No hagan nada por esp?ritu de discordia o de vanidad, y que la humildad los lleve a estimar a los otros como superiores a ustedes mismos. As? lo aconseja el Ap?stol, que al evocar la humillaci?n de Cristo, causa de su glorificaci?n, remata su exhortaci?n diciendo: tengan los mismos sentimientos de Cristo Jes?s (Fil. 2, 3.5).?

Tengan ustedes, queridos hijos, los mismos sentimientos de Cristo Jes?s, y vivan con sencillez y alegr?a, en la verdad y en la caridad, el per?odo del diaconado en el cual hoy son iniciados. Que los asista la intercesi?n de San Agust?n y de la Virgen Sant?sima, diaconisa eximia, humilde Servidora del Se?or.?

Mons. H?ctor Aguer, arzobispo de La Plata?


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Homil?a de monse?or Carmelo Juan Giaquinta, arzobispo em?rito de Resistencia, para la homil?a del 22? domingo durante el a?o (29 de agosto de 2010). (AICA)

LA HUMILDAD, ACTITUD CRISTIANA FUNDAMENTAL?
?Lc 14,1.7-14?

I. ?EL QUE SE ELEVA SER? HUMILLADO, Y EL QUE SE HUMILLA SER? ELEVADO??

1. Jes?s, que no desde?a sentarse a la mesa de los publicanos y pecadores, tampoco reh?ye de la mesa de los fariseos. Lucas lo pinta varias veces comiendo con ellos. ?l vino para todos. Y todo le es una oportunidad para anunciar el Reino de Dios. Incluso, el peque?o desorden de los comensales por estar cerca de la cabecera, donde est? el invitado principal, que es ?l: ?Y al notar c?mo los invitados buscaban los primeros puestos, les dijo esta par?bola: ?Si te invitan a un banquete de bodas, no te coloques en el primer lugar, porque puede suceder que haya sido invitada otra persona m?s importante que t?, y cuando llegue el que los invit? a los dos, tenga que decirte: ?D?jale el sitio?, y as? lleno de verg?enza, tengas que ponerte en el ?ltimo lugar. Al contrario, cuando te inviten, ve a colocarte en el ?ltimo sitio, de manera que cuando llegue el que te invit?, te diga: ?Amigo, ac?rcate m?s?, y as? quedar?s bien delante de todos los invitados. Porque todo el que ensalza ser? humillado, y el que se humilla ser? ensalzado? (Lc 14,7-11).?

2. La ense?anza de Jes?s va m?s all? de la urbanidad. Para entender la escena, compar?mosla con otra sucedida en la ?ltima cena, cuando entre los ap?stoles ?surgi? una discusi?n sobre qui?n deb?a ser considerado como el m?s grande?. Recordemos la ense?anza que de ello sac? Jes?s: ?Los reyes de las naciones dominan sobre ellas, y los que ejercen el poder sobre el pueblo se hacen llamar bienhechores. Pero entre ustedes no debe ser as?. Al contrario, el que es m?s grande, que se comporte como el menor, y el que gobierna, como un servidor? (Lc 22,24-27).?

II. La yerba mala de la prepotencia?

3. Seg?n podemos apreciar, existe en el hombre, tambi?n en el religioso, una ra?z mala que, si no le presta atenci?n y la deja desarrollar, lo lleva a ser prepotente y a atropellar a los dem?s, para establecerse a s? mismo en el primer lugar. Todo ello con notable da?o de su madurez personal y de la amistad social.??

4. Para matar esa ra?z mala, Jes?s recomienda un herbicida eficaz: la humildad. ?sta de ning?n modo es un esp?ritu apocado. Es conciencia de la propia dignidad, respeto del otro, esp?ritu de servicio. El humilde, dondequiera que est?, siempre es un se?or. No importa que trabaje de sirviente. Como Jes?s: ??Qui?n es m?s grande, el que est? a la mesa o el que sirve? ?No es acaso el que est? a la mesa? Y sin embargo, yo estoy entre ustedes como el que sirve? (Lc 22,27).?

III. ?No tomen como modelo a este mundo??

5. Puede ser leg?timo luchar por llegar primero en una sana competencia. As? en el deporte, en un concurso de obras, en la pol?tica. Lo cual supone medios leg?timos, que tambi?n sean ?ticos. Sin embargo, la experiencia dice que, con harta frecuencia, el ansia por llegar primero se convierte en una patolog?a. Entonces todos los medios valen, no importa que sean deshonestos y est?n re?idos con la verdad, la justicia y el bien com?n. Ejemplos patol?gicos sobran. Los m?s escandalosos, por la repercusi?n que tienen en los medios, son los que suceden en el mundo del deporte por el uso de estimulantes. Pero los m?s perniciosos, son los que suceden a diario en el mundo de la pol?tica, pues tienden a mal formar la conducta de los ciudadanos.??

6. El ap?stol Pablo observ? esta patolog?a en el mundo de su tiempo y que la misma pod?a contagiarse a la comunidad cristiana. Por ello exhorta: ?No tomen como modelo a este mundo. Por el contrario, transf?rmense interiormente renovando su mentalidad, a fin de que puedan discernir cu?l es la voluntad de Dios: lo que es bueno, lo que le agrada, lo perfecto? No se estimen m?s de lo que conviene; pero tengan por ustedes una estima razonable, seg?n la medida de la fe que Dios reparti? a cada uno? (Rom 12,2-3).?

IV. ?TENGAN LOS MISMOS SENTIMIENTOS DE CRISTO JES?S??

7. Para poner las bases de la humildad cristiana, el ap?stol apunta hondo. El ejemplo a imitar es Cristo: ?No hagan nada por esp?ritu de discordia o de vanidad, y que la humildad los lleve a estimar a los otros como superiores a ustedes mismos. Que cada uno busque no solamente su propio inter?s, sino tambi?n el de los dem?s. Tengan los mismos sentimientos de Cristo Jes?s? (Flp 2,2-5).??

8. Conviene contemplar a Jesucristo, ejemplo de humildad, y a la vez de se?or?o. Contempl?ndolo, el genio cristiano compuso un bell?simo himno cristol?gico: ?El, que era de condici?n divina, no consider? esta igualdad con Dios como algo que deb?a guardar celosamente: al contrario, se anonad? a s? mismo, tomando la condici?n de servidor y haci?ndose semejante a los hombres. Y present?ndose con aspecto humano, se humill? hasta aceptar por obediencia la muerte y muerte de cruz. Por eso, Dios lo exalt? y le dio el Nombre que est? sobre todo nombre, para que al nombre de Jes?s, se doble toda rodilla en el cielo, en la tierra y en los abismos, y toda lengua proclame para gloria de Dios Padre: ?Jesucristo es el Se?or? (Flp 2,3-11).??

Mons. Carmelo Juan Giaquinta, arzobispo em?rito de Resistencia?


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ZENIT? Publica al Evangelio del pr?ximo domingo, 12 de septiembre, XXIV del tiempo ordinario (Lucas??15, 1-32), redactado por monse?or Jes?s Sanz Montes, ofm, arzobispo de Oviedo, administrador apost?lico de Huesca y de Jaca.?

Evangelio del domingo: ?Es usted un pr?digo?

Estamos ante una de las p?ginas evang?licas m?s sobrecogedoras, en las que como dec?a Charles P?guy, Dios parece que ha perdido la verg?enza. Ante la pregunta sobre la misericordia, Jes?s describe una par?bola, que simb?licamente representa a los dos tipos de personas que estar?n en torno a su vida: los publicanos y pecadores por un lado, y los fariseos y letrados por otro. Pero el protagonismo no re cae en los hijos ni en sus representados, sino en el padre y en su misericordia.

Publicanos y pecadores (el hijo menor): Este hijo siempre hab?a sido medidor de su destino: decidir? marcharse y regresar, haciendo para ambos momentos un discurso ante su padre. Sorprende la actitud del padre descrita con intensidad por una lista de verbos que desarman los discursos de su hijo, y que indican la tensi?n de su coraz?n entra?able: "cuando estaba lejos, su padre lo vio; y echando a correr, se le ech? al cuello y se puso a besarlo" (Lc 15,20). Es el proceso-relato de la misericordia. Y el error de aquel hijo menor, que le condujo a la fuga hacia los espejismos de una falsa felicidad y de una esclavizante independencia, ser? transformado por el padre en gozo y encuentro, en alegr?a inesperada e inmerecida. La ?ltima palabra dicha por ese padre, que es la que queda sobre todas las pen?ltimas dichas por el hijo, es el triunfo de la misericordia y la gracia.

Fariseos y letrados (el hijo mayor). Triste es la actitud de este otro hijo, aparentemente cumplidor, sin esc?ndalos... pero resentido y vac?o. No pec? como su hermano, pero no fue por amor al padre, sino a s? mismo, a su imagen, a su fama. Cuando la fidelidad no produce felicidad, es se?al de que no se es fiel por amor sino por inter?s. El se hab?a quedado con su padre, pero hab?a puesto un precio a su gesto, que le imped?a quedarse como hijo. Teni?ndolo todo, se quejaba de la falta de un cabrito. Quien vive calculando, no puede entender, ni siquiera ver, lo que se le ofrece gratuitamente, en una cantidad y calidad infinitamente mayor de cuanto se puede esperar.

Acaso cada uno de nosotros seamos una variante de esta par?bola, y tengamos parte de la actitud del hijo menor y parte de la del mayor. Lo importante es que en la andanza de nuestra vida podamos tener un encuentro con la misericordia. Hay muchas maneras de vivir lejos del Padre Dios, y muchos modos de des preciar su amor estando junto a ?l, porque podemos ser un hijo perdido o un hijo hu?rfano. La trama de esta par?bola es la de nuestra posibilidad de ser perdona dos. El sacramento de la Penitencia es siempre el abrazo de este Padre que vi?ndonos en todas nuestras lejan?as, se nos acerca, nos abraza, nos besa y nos invita a su fiesta. Esta es la revoluci?n de Dios, que de modo desproporcionado y gratuito, con su propia medida, no quiere resignarse a que se pierda uno solo de sus hijos queridos.


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Jueves, 09 de septiembre de 2010

ZENIT? nos ofrece el mensaje que el Papa Benedicto XVI ha hecho llegar, a trav?s del cardenal Stanisław Ryłko, al Congreso de Laicos Cat?licos de Asia, que se celebra desde ayer 31 de Agosto de 2010 en la catedral de Se?l (Corea del Sur). El mensaje fue le?do durante la inauguraci?n de los trabajos de este Congreso.

A mi Venerable Hermano
Cardenal Stanisław Ryłko
Presidente del Consejo Pontificio para los Laicos

Me complace saber que el Congreso de Laicos Cat?licos de Asia se celebrar? en Se?l del 31 de agosto al 5 de septiembre de 2010. Le pido amablemente que transmita mis saludos cordiales y buenos deseos en la oraci?n a los obispos, sacerdotes, religiosos y fieles laicos de Asia reunidos para esta importante iniciativa pastoral promovida por el Consejo Pontificio para los Laicos. El tema elegido para el Congreso ? ?Proclamar a Jesucristo en Asia hoy? ? es muy oportuno, y estoy seguro de que va a alentar y orientar a los fieles laicos del continente en un gozoso testimonio del Se?or Resucitado y de la verdad de su santa palabra que da la vida.

Asia, hogar de dos tercios de la poblaci?n mundial, cuna de las grandes religiones y tradiciones espirituales, y lugar de nacimiento de diversas culturas, se encuentra actualmente en un proceso sin precedentes de crecimiento econ?mico y transformaci?n social. Los cat?licos de Asia est?n llamados a ser signo y promesa de esa unidad y comuni?n ? la comuni?n con Dios y entre los hombres ? que toda la familia humana pretende disfrutar y que solo Cristo hace posible. Como parte del mosaico de diferentes pueblos, culturas y religiones del continente, se les ha confiado una gran misi?n: la de dar testimonio de Jesucristo, el Salvador universal de la humanidad. Este es el servicio supremo y el regalo m?s grande que la Iglesia puede ofrecer a los pueblos de Asia, y es mi esperanza de que la presente Conferencia sirva de aliento y direcci?n renovadas en la asunci?n de este sagrado mandato.

"Los pueblos de Asia necesitan a Jesucristo y su Evangelio. Asia tiene sed de agua viva que s?lo Jes?s puede dar" (Ecclesia in Asia, 50). Estas palabras prof?ticas del Siervo de Dios Juan Pablo II a?n resuenan como una convocatoria dirigida a cada miembro de la Iglesia en Asia. Si los fieles laicos han de asumir esta misi?n, tienen que ser cada vez m?s conscientes de la gracia del bautismo y de la dignidad que les pertenece como hijos e hijas de Dios Padre, part?cipes de la muerte y resurrecci?n de su Hijo Jes?s, y ungido por el Esp?ritu Santo como miembros del Cuerpo m?stico de Cristo que es la Iglesia. En uni?n de mente y coraz?n con sus pastores, y acompa?ados en cada paso de su camino de fe por una sana formaci?n espiritual y catequ?tica, necesitan ser animados a cooperar activamente no s?lo en la construcci?n de sus comunidades cristianas locales, sino tambi?n en la elaboraci?n de nuevos caminos para el Evangelio en todos los sectores de la sociedad. Vastos horizontes de misi?n se est?n abriendo ya ante los laicos y las mujeres de Asia en sus esfuerzos por dar testimonio de la verdad del Evangelio; pienso en particular en las oportunidades ofrecidas por su ejemplo de amor cristiano la vida conyugal y familiar, su defensa del don divino de la vida desde la concepci?n hasta la muerte natural, su amorosa preocupaci?n por los pobres y los oprimidos, su disposici?n a perdonar a sus enemigos y perseguidores, su ejemplo de justicia, honradez y solidaridad en sus lugares de trabajo, y su presencia en la vida p?blica.

El creciente n?mero de laicos comprometidos, formados y entusiastas es, por tanto, un signo de gran esperanza para el futuro de la Iglesia en Asia. Aqu? quiero destacar y agradecer el excelente trabajo de los catequistas, muchos de los cuales llevan las riquezas de la fe cat?lica a ni?os y mayores, ayudando a los individuos, las familias y las comunidades parroquiales a un encuentro cada vez m?s profundo con el Se?or Resucitado. Los movimientos apost?licos y carism?ticos son tambi?n un don especial del Esp?ritu, ya que aportan una nueva vida y vigor a la formaci?n de los laicos, sobre todo a las familias y a la gente joven. Las asociaciones y movimientos eclesiales dedicadas a la promoci?n de la dignidad humana y la justicia demuestran de forma concreta la universalidad del mensaje evang?lico de nuestra adopci?n como hijos de Dios. Junto con los muchos individuos y grupos comprometidos con la oraci?n y las obras de caridad, as? como la contribuci?n de los consejos pastorales y parroquiales, estos grupos juegan un papel importante para ayudar a que las Iglesias particulares de Asia se construyan en la fe y el amor, se fortalezcan en la comuni?n con la Iglesia universal y renueven su celo por la propagaci?n del Evangelio.

Por este motivo, ruego para que el actual Congreso ponga de relieve el papel indispensable de los fieles laicos en la misi?n de la Iglesia, y desarrolle programas e iniciativas espec?ficas para ayudarles en su tarea de anunciar a Jesucristo en Asia hoy. Estoy seguro de que las deliberaciones del Congreso har?n hincapi? en que la vocaci?n y la vida cristianas deben ser vistas ante todo como una fuente de felicidad sublime y un don para ser compartido con otros. Todo cat?lico debe ser capaz de decir con el ap?stol Pablo: "Para m? el vivir es Cristo" (Fil 1:21). Aquellos que han encontrado en Jes?s la verdad, la alegr?a y la belleza que dan sentido y direcci?n a sus vidas, naturalmente, desean llevar esta gracia a otros. Sin dejarse intimidar por la presencia de dificultades, o por la enormidad de la tarea en cuesti?n, confiar?n en la presencia misteriosa del Esp?ritu Santo que siempre est? operando en los corazones de los individuos, en sus tradiciones y culturas, abriendo misteriosamente las puertas a Cristo como "el Camino, la Verdad y la Vida" (Jn 14:6), y el cumplimiento de toda aspiraci?n humana.

Con estos sentimientos, invoco sobre todos los que participan en el Congreso una nueva efusi?n del Esp?ritu Santo, y de buen grado participo en la oraci?n que acompa?a estos d?as de estudio y discernimiento. Que la Iglesia en Asia pueda dar cada vez un testimonio m?s ferviente de la incomparable belleza de ser cristiano, y proclame a Jesucristo como el ?nico Salvador del mundo. Encomendando a los presentes a la intercesi?n amorosa de Mar?a, Madre de la Iglesia, os imparto de coraz?n mi bendici?n apost?lica como prenda de alegr?a y paz en el Se?or.?

Desde el Vaticano, 10 de agosto de 2010

BENEDICTUS PP. XVI

[Traducci?n del original en ingl?s por Inma ?lvarez
?Libreria Editrice Vaticana]


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Homil?a de monse?or Juan Rub?n Mart?nez, obispo de Posadas, para el 22? domingo durante el a?o (29 de agosto de 2010). (AICA)

BANQUETE DE ALEJADOS Y POBRES

En el contexto del camino que estamos realizando en nuestra Di?cesis, despu?s de haber vivido la gracia de nuestro primer S?nodo Diocesano y el de haber asumido el documento de Aparecida, junto a las Asambleas Diocesanas para evaluar la aplicaci?n del camino sinodal, la Palabra de Dios de este domingo nos plantea el tema de c?mo debe ser ?el banquete del Reino de Dios?, o bien nuestras Misas ? eucarist?as, como el momento culminante de las comunidades que quieren vivir la conversi?n, la comuni?n y la misi?n. El domingo pasado el Evangelio nos dec?a: ?Y vendr?n muchos de oriente y de occidente, del norte y del sur, a ocupar su lugar en el banquete del Reino de Dios. Hay algunos que son los ?ltimos y ser?n los primeros, y hay primeros que ser?n los ?ltimos? (Lc. 13,29-30). En este domingo tambi?n los textos b?blicos toman el tema del banquete: ?Cuando des un almuerzo o una cena, no invites a tus amigos, ni a tus hermanos? ni a los vecinos ricos, no sea que ellos te inviten a su vez y as? tengas tu recompensa. Al contrario cuando des un banquete, invita a los pobres, a los lisiados, a los paral?ticos, a los ciegos. ?Feliz de ti porque ellos no tienen como retribuirte, y as? tendr?s tu recompensa en la resurrecci?n de los justos!? (Lc. 14, 12-14).

El banquete eucar?stico, la Misa, est? ligada ?ntimamente a la vida de todo bautizado en una necesaria espiritualidad misionera. ?La Misa?, lejos de llevarnos a una actitud intimista de la fe, nos exige que estemos animados para abrirnos y llegar a los que est?n m?s alejados de Dios. Este es el camino que queremos ir asumiendo en nuestra Di?cesis y que venimos recorriendo orientados por nuestro S?nodo Diocesano, y el prop?sito renovado en nuestra ?ltima Asamblea de junio, donde buscamos implementar la tem?tica sobre juventud, familia y laicos en nuestras comunidades.

La Iglesia desde sus inicios realiz? una apertura misionera a los pueblos paganos y el mismo Ap?stol San Pablo se llamaba a si mismo ?Ap?stol de los paganos (Rom. 11,13). Creo conveniente se?alar que la Palabra de Dios y la tradici?n de la Iglesia, nos permiten profundizar en este rasgo esencial para nuestra ?poca, la de ser una Iglesia que teniendo clara su identidad, ?sea abierta?, y a nosotros como cristianos que integremos este rasgo tanto en la espiritualidad, como en nuestro estilo evangelizador.

Cuando hablamos de una Iglesia abierta que quiere comunicar los tesoros de la revelaci?n, no debemos confundirnos con algunos males de la ?poca, que creen que ser abiertos es ser relativista. Ser abiertos es amar, dialogar, escuchar, cambiar, aportar, aprender y recuperar, sin perder la propia identidad. Ser abiertos no es mezclar todo, como una especie de sincretismo o de mezcla del bien y del mal, de valores y antivalores. ?Cu?les son los tesoros de la Iglesia? Los tesoros son los que la Iglesia debe cuidar a trav?s de la historia, lo revelado por el Se?or, lo que ?l nos comunic? y el Magisterio (o bien las ense?anzas de la Iglesia), que van acompa?ando con el Esp?ritu Santo la historia, para que ?sta sea nuestra historia de Salvaci?n. Los tesoros de la Iglesia son los pobres y excluidos que en nuestras opciones son la garant?a que estamos en la b?squeda de practicar el Evangelio.

Alimentados en el banquete eucar?stico, en la Misa, como nos se?ala el Evangelio de este domingo, debemos salir al encuentro como disc?pulos y misioneros de ?muchos que vendr?n de oriente y de occidente, del norte y del sur?? invitando especialmente ?a los pobres, a los lisiados, a los paral?ticos, a los ciegos??.

En el texto de conclusi?n de Aparecida nos se?ala: ?Esta V Conferencia, recordando el mandato de ir y hacer disc?pulos (Mt. 28,20), desea despertar la Iglesia en Am?rica Latina y el Caribe para un gran impulso misionero. No podemos desaprovechar esta hora de gracia. ?Necesitamos un nuevo Pentecost?s! ?Necesitamos salir al encuentro de las personas, las familias, las comunidades y los pueblos para comunicarles y compartir el don del encuentro con Cristo, que ha llenado nuestras vidas de ?sentido?, de verdad y de amor, de alegr?a y de esperanza! No podemos quedarnos tranquilos en la espera pasiva en nuestros templos, sino urge acudir en todas las direcciones para proclamar que el mal y la muerte no tienen la ?ltima palabra, que el amor es m?s fuerte?? (548). Que la Palabra de este domingo, y cada Misa en donde Cristo se dona por amor, nos permita tener una espiritualidad misionera.

?Les env?o un saludo cercano y hasta el pr?ximo domingo!?

Mons. Juan Rub?n Mart?nez, obispo de Posadas?


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Homil?a de monse?or Jos? Luis Mollaghan, arzobispo de Rosario, en la fiesta de San Ram?n Nonato (31 de agosto de 2010). (AICA)

SAN RAM?N NONATO

Cada ni?o que nace nos trae la sonrisa de Dios y nos invita a reconocer que la vida es don suyo, un don que debemos? recibir siempre con amor y conservar con esmero en todo momento.?

Hoy celebramos la Fiesta de San Ram?n Nonato, Patrono de esta comunidad parroquial. Su fiesta siempre la vinculamos a las futuras mam?s, que vienen a pedir su intercesi?n a favor de sus hijos que van a nacer y de ellas mismas y de sus familia; y? esta celebraci?n patronal, como ha querido el p?rroco y la comunidad parroquial durante la novena de preparaci?n, nos recuerda el imponderable don de la vida, y que este don proviene de Dios.

Cada ni?o que nace nos trae la sonrisa de Dios

En realidad, cada ni?o que nace nos trae la sonrisa de Dios y nos invita a reconocer que la vida es un don suyo, un don que debemos ?recibir y conservar siempre con amor (cfr. Benedicto XVI, 7 I.2007). Estas palabras del Papa le dan un profundo sentido y fundamento al motivo de esta fiesta de la vida, al celebrar el d?a de San Ram?n Nonato.

Es el mismo Dios, como leemos en el profeta Jerem?as,? quien? nos revela que este don de la vida es suyo, ya que nos dice: ?Antes de haberte formado en el seno materno, te conoc?a, y antes que nacieses te hab?a consagrado? (Jr 1, 5). Como nos recuerda el Evangelio de la vida, estas palabras se cumplieron ante todo en forma grandiosa en la encarnaci?n del Se?or, en el seno de la Sant?sima ?Virgen, que aguard? su nacimiento con amor y esperanza.

Pero todos estamos verdaderamente en el proyecto de Dios. Ninguno de nosotros? ha venido a este mundo porque s?.? Todos somos queridos ?por Dios, desde el seno materno. Y cada de uno de nosotros? tambi?n necesita un d?a ser recibido y acogido en forma humana, y con amor, tanto por? nuestros padres, por nuestra familia, y por los que nos rodean.

Esta verdad que valoramos en nuestra visi?n cristiana de la vida, sin embargo no es solamente un tema de la fe. Tambi?n la ciencia aporta el resultado de su investigaci?n; de tal manera que gracias a los avances de la medicina, se puede establecer con precisi?n el comienzo de la existencia de una persona; y como dice un c?lebre genetista,? ? cada uno de nosotros tiene un momento de iniciaci?n preciso, ? y este momento es el momento de la fecundaci?n No existe la m?s m?nima duda sobre esto? (Jerome Lejeune 7.VI.90; Rev. All About Issues V, 91, pp.17-20)

Por esto "aceptar el hecho de que una vez producida la fertilizaci?n ha surgido un nuevo ser humano ya no constituye una cuesti?n de gustos u opiniones. La naturaleza humana del ser humano, desde la concepci?n hasta la vejez, no es una hip?tesis metaf?sica, sino una evidencia experimental" (J?rome Lejeune, cfr. La Naci?n, 29.IX.2009).

La vida es sagrada desde el primer instante de su concepci?n

Volviendo a la Palabra de Dios, cuando leemos en el G?nesis que ?el hombre ha sido creado a imagen y semejanza de Dios?, significa que nos ha dado la vida en su sentido pleno, natural y sobrenatural. Esta ?vida ?que abarca toda clase de perfecciones posibles, desde la complejidad maravillosa de nuestro organismo psicobiol?gico hasta la grandeza de la espiritualidad de nuestra alma (cfr. D. Basso, Nacer y Morir con dignidad, pg. 47).

De este modo la defensa de la vida est? en nuestra conciencia, y si se hubiera olvidado, es necesario que se vuelva recordar? como una verdad que debe ser querida y defendida sin interpretaciones reductivas: la vida es un don de Dios; hasta la muerte.

Por ello, as? como nos horrorizamos ante la violencia, y las agresiones humanas por los homicidios, las guerras y los genocidios; las violaciones ?y la falta de seguridad, as? como la miseria; tambi?n debemos hacerlo ante la violencia contra la vida naciente y terminal; ya que corremos? el riesgo de perder la conciencia colectiva de este verdadero mal, y asumirlo parad?jicamente como un derecho, sin tener en cuenta que hay un ni?o por nacer, o alguien que verdaderamente vive, aunque se encuentre en la fase ?ltima de su existencia (cfr. Juan Pablo II, As? piensa el Papa, pag. 139).

El ni?o por nacer, que vive, nunca ser? un intruso o un ?transgresor.

De este modo, ?no se puede suprimir la vida en el seno de la madre; y por muy inesperada que sea su llegada, el ni?o por nacer, que vive, nunca ser? un intruso o un transgresor.? M?s a?n considerando que esta vida naciente se nos conf?a nosotros, y est? privada de toda capacidad de defensa. Pero al mismo tiempo, ?siempre debemos valorar y estar cerca de la futura mam?, con una profunda solidaridad con la mujer que espera un hijo en el santuario de la vida. De all?, que debe ser acompa?ada, contenida, sin permitir nunca que la dejen sola. (cfr. ibidem, pag.144).

Esto no quiere decir que dejemos de defender la vida de los ni?os ya nacidos y de los j?venes. Por ellos tambi?n pedimos, cuando lamentablemente est?n forzados a mendigar, o est?n desnutridos; cuando pasan hambre y no reciben la protecci?n del hogar; cuando sufren la explotaci?n sexual, o son tentados y padecen el flagelo del alcohol y de la droga. Todas estas situaciones son amenazas contra la vida, y una verg?enza para la comunidad humana.

Por esto invocamos a los santos, como a San Ram?n, que interceda y proteja a las futuras mam?s y la vida de sus hijos; pidiendo que esta comunidad parroquial sea siempre defensora de la vida, e incluya estas ense?anzas en la misi?n parroquial. Tambi?n encomendamos estas intenciones a la Sant?sima Virgen del Rosario.

Mons. Jos? Luis Mollaghan, arzobispo de Rosario?


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?? Ya se han reunido los responsables de las distintas delegaciones de la di?cesis con el Obispo, a fin de coordinar e impulsar la tarea pastoral de este A?o. Por otro lado, la permanente del Consejo Diocesano de Pastoral, ha establecido que el tema de reflexi?n de la plenaria del venidero 23 de octubre ser? la misma que el objetivo preferente de este curso pastoral, esto es; "adultos en la fe-fe adulta". El responsable de guiar la reflexi?n ser? el di?cono permanente, V?ctor Gonz?lez Torres. La pr?xima semana ser? la reuni?n con arciprestes y vice-arciprestes, adem?s de comenzar el encuentro del obispo y sus vicarios con los sacerdotes de las distintas vicar?as.

?????? Los d?as 18 y 19 de septiembre, se celebrar? la Jornada a favor del Instituto de Teolog?a. Se trata de una actividad de colaboraci?n con esta labor acad?mica y formativa que viene siendo muy importante en nuestra Iglesia Particular. Seg?n el director de este centro, Juan Pedro Rivero ?no s?lo es importante animar la colecta de este fin de semana en las parroquias, sino invitar a todos los fieles a formarse usando los diferentes medios que ofrece la Iglesia Diocesana, a trav?s de nuestro Centro?.

?????? "La alegr?a de creer y el gozo de anunciarlo?, es el t?tulo del taller de animaci?n misionera que se llevar? a cabo durante los d?as 15, 16 y 17 de este mes, de 18:00 a 21:30 horas, en el ISTIC. El objetivo del mismo ser? ofrecer en un ambiente fraterno las claves misioneras de todo cristiano acentuando la misi?n ?ad gentes?. Est? destinado a profesores de religi?n, catequistas, agentes de pastoral y toda persona interesada en el tema.

A partir de la pr?xima semana, en las librer?as diocesanas estar? disponible el plan de formaci?n continua para los catequistas. Durante los dos pr?ximos a?os, estos agentes de pastoral son invitados a capacitarse en relaci?n a los contenidos de la catequesis. Para ello, el material formativo repasa el contenido del Credo.

Caritas Diocesana? comunica, en relaci?n al art?culo publicado en el peri?dico El D?a a fecha 7 de septiembre de 2010 relativo a la Asociaci?n Sonrisas Canarias, en el que se afirma que ?La organizaci?n de Valleseco est? atendiendo a personas remitidas desde C?ritas?, que C?ritas no ha derivado a dicha asociaci?n a ninguna persona que haya acudido a nuestros servicios, lo cual no quiere decir que ellas no acudan a la misma por voluntad propia. Esto podr?a suponer una duplicaci?n de las ayudas prestadas en algunos casos y puede conllevar adem?s que otras personas queden sin atender por falta de control.

La red internacional de C?ritas acaba de lanzar un llamamiento actualizado de emergencia para hacer frente a los cuantiosos da?os humanos y materiales originados por las inundaciones en Pakist?n con el que espera garantizar la ayuda b?sica para 357.500 personas durante seis meses.

Estos d?as han realizado ejercicios espirituales de comienzo de curso los seminaristas mayores de la di?cesis, los cuales se incorporaron al centro a comienzos de septiembre.

La imagen de Nuestra Se?ora de Guadalupe ser? trasladada a su ermita de Puntallana el pr?ximo s?bado 18 de este mes. A las 12,30 horas se celebrar? la Eucarist?a en el Templo Parroquial de La Asunci?n, presidida por el Vicario General, Antonio Manuel P?rez Morales. Seguidamente, tendr? lugar la procesi?n hasta el Puerto de San Sebasti?n donde ser? embarcada para el traslado a Puntallana. Al d?a siguiente, a las 12,30 horas se celebrar? la Eucarist?a en la Ermita de Puntallana, presidida por el Obispo, Bernardo ?lvarez Afonso. En el transcurso de la misma, se bendecir?n las obras de restauraci?n llevadas a cabo.

Durante estos d?as se est? procediendo al montaje del nuevo retablo del Santuario herre?o de la Dehesa, donde se encuentra la patrona insular, Nuestra Se?ora de Los Reyes. El mismo se espera sea bendecido e inaugurado con ocasi?n de la pr?xima fiesta de la patrona, el 24 de septiembre.

?????? Con ocasi?n del 350 aniversario de la creaci?n de la Esclavitud del Cristo de La Laguna, se ha inaugurado en la Sala de exposiciones del Archivo Hist?rico Diocesano, la muestra "el Cristo, Santuario de una fiesta". Con esta muestra, el Archivo pretende dar a conocer una visi?n, lo mas general posible, de lo qu? es la fiesta del Cristo por medio del patrimonio documental y art?stico que se ha ido generando a lo largo del tiempo.

?????? El 19 de septiembre, a las 12 horas, en la Bas?lica de Candelaria, tendr? lugar la profesi?n religiosa de Fray ?ngel Luis Fari?a P?rez.

?????? Ya ha comenzado su servicio pastoral como p?rroco de Nuestra Se?ora de los Remedios, Catedral de La Laguna, Juli?n de Armas Rodr?guez. La Eucarist?a en la que tom? posesi?n estuvo presidida por el Obispo diocesano. Este acto se desarroll? en la jornada en que se cumpli? el aniversario de la Consagraci?n de la Catedral lagunera.

?????? El Por cierto, De Armas, ha se?alado en relaci?n a las informaciones relativas al lugar donde hab?an sido depositados los capitales retirados de la Catedral que los mismos no fueron tirados a un barranco, sino ubicados en un solar de El Codeza, para luego poder ser reutilizados en algunos templos o lugares significativos, como testimonio de la historia.

El panorama festivo de estas semanas es muy intenso. As? La Laguna est? inmersa en las fiestas del crucificado moreno. Otro tanto ocurrir? en Tacoronte e Icod. Igualmente, Tijarafe, Gu?a de Isora, Los Sauces, El Pinar, Alajer?, Hermigua, etc. viven jornadas festivas en sus respectivas comunidades.

? Adem?s, unas 4.000 personas participaron, en Adeje, en la rogativa nocturna de la Virgen de la Encarnaci?n que llev? la imagen sagrada desde la parroquia de Santa ?rsula hasta San Sebasti?n, en La Caleta. Durante la procesi?n se realizaron varias paradas en las que se leyeron textos escritos por Luis Ortega, explicando la historia de la imagen de la Virgen.

?? Miles de personas acompa?aron a la imagen de la Virgen del Socorro, en G??mar, tanto en su Bajada a la ermita como en su retorno a la parroquia de S. Pedro.

Por otro lado, en la capital tinerfe?a, los vecinos vivieron con intensidad la fiesta de la Virgen de Regla. Por primera vez, la imagen fue trasladada hasta el mercado de Nuestra Se?ora de ?frica donde se realiz? una ofrenda de alimentos que se donar? al comedor social de las Hijas de la Caridad de la calle La Noria.

?? La plantilla y la junta directiva del UB La Palma cumplieron, un a?o m?s, con la tradici?n de hacer una ofrenda floral a la Virgen de Las Nieves en el comienzo de la temporada. El acto estuvo presidido por el p?rroco de El Salvador. Durante el mismo el presidente de la entidad, Toni Acosta, pidi? a la patrona palmera protecci?n y ayuda para cumplir los objetivos marcados.

? D?as atr?s se ha realizado un encuentro de trabajo entre responsables del Consistorio orotavense y representantes de Di?cesis Nivariense para analizar el estado de conservaci?n y la situaci?n del patrimonio religioso en la Villa de La Orotava, desde un punto de vista arquitect?nico. En dicha reuni?n participaron el delegado diocesano de Patrimonio Hist?rico, Miguel ?ngel Navarro; el Arcipreste de La Orotava, Antonio Hern?ndez Hern?ndez, y el concejal de Ordenaci?n del Territorio y Patrimonio Hist?rico, Narciso P?rez Hern?ndez, adem?s del arquitecto del obispado y t?cnicos municipales.


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Mi?rcoles, 08 de septiembre de 2010

ZENIT? no ofrece la catequesis pronunciada?el mi?rcoles 1 de Septiembre de 2010 ?por el Papa Benedicto XVI durante la Audiencia General celebrada hoy en la plaza frente al Palacio Apost?lico de Castel Gandolfo, con peregrinos venidos de todas partes del mundo.

Queridos hermanos y hermanas,

en 1988, con ocasi?n del A?o Mariano, el Venerable Juan Pablo II escribi? una Carta Apost?lica titulada Mulieris dignitatem, tratando sobre el papel precioso que las mujeres han desempe?ado y desempe?an en la vida de la Iglesia. ?La Iglesia ? se lee en la Carta ? da las gracias por todas las manifestaciones del genio femenino que han tenido lugar a lo largo de la historia, en medio de todos los pueblos y en todas las naciones; da las gracias por todos los carismas que el Esp?ritu Santo ha dado a las mujeres en la historia del pueblo de Dios, por todas las victorias que ?sta debe a su fe, esperanza y caridad; da las gracias por todos los frutos de santidad femenina" (n. 31).

Tambi?n en esos siglos de historia que nosotros habitualmente llamamos Edad Media, diversas figuras femeninas destacan por la santidad de su vida y la riqueza de sus ense?anzas. Hoy quisiera comenzar a presentaros a una de ellas: santa Hildegarda de Bingen, que vivi? en Alemania en el siglo XII. Naci? en 1098 en Renania, en Bermersheim, en los alrededores de Alzey, y muri? en 1179, a la edad de 81 a?os, a pesar de la permanente fragilidad de su salud. Hildegarda pertenec?a a una familia noble y numerosa y, desde su nacimiento, fue entregada por sus padres en voto al servicio de Dios. A los ocho a?os, para recibir una adecuada formaci?n humana y cristiana, fue confiada a los cuidados de la maestra Jutta de Spanheim, que se hab?a retirado en clausura en el monasterio benedictino de san Disibodo. Se fue formando un peque?o monasterio femenino de clausura, que segu?a la Regla de san Benito. Hildegarda recibi? el velo del obispo Otto de Bamberg y, en 1136, a la muerte de la madre Jutta, convertida en Superiora de la comunidad, las hermanas la llamaron a sucederla. Llev? a cabo esta tarea haciendo fructificar sus dotes de mujer culta, espiritualmente elevada y capaz de afrontar con competencia los aspectos organizativos de la vida claustral. Alg?n a?o despu?s, tambi?n con con motivo del creciente n?mero de mujeres j?venes que llamaban a las puertas del monasterio, Hildegarda fund? otra comunidad en Bingen, dedicada a san Ruperto, donde transcurri? el resto de su vida. El estilo con el que ejerc?a el ministerio de la autoridad es ejemplar para toda comunidad religiosa: ?ste suscitaba una sana emulaci?n en la pr?ctica del bien, tanto que, seg?n los testimonios de la ?poca, la madre y las hijas compet?an en amarse y en servirse mutuamente.

Ya en los a?os en los que era superiora del monasterio de san Disibodo, Hildegarda hab?a empezado a dictar sus visiones m?sticas, que recib?a desde hac?a tiempo, a su consejero espiritual, el monje Volmar, y a su secretaria, una hermana a la que ten?a mucha estima, Richardis de Strade. Como siempre sucede en la vida de los aut?nticos m?sticos, tambi?n Hildegarda quiso someterse a la autoridad de personas sabias para discernir el origen de sus visiones, temiendo que ?stas fuesen fruto de ilusiones y que no viniesen de Dios. Se dirigi? por ello a la persona que en sus tiempos gozaba de la m?xima estima en la Iglesia: san Bernardo de Claraval, del que ya he hablado en algunas catequesis. Este tranquiliz? y anim? a Hildegarda. Pero en 1147 ella recibi? otra aprobaci?n important?sima. El papa Eugenio III, que presid?a un s?nodo en Tr?veris, ley? un texto dictado por Hildegarda, que le hab?a sido presentado por el arzobispo Enrique de Maguncia. El Papa autoriz? a la m?stica a escribir sus visiones y a hablar en p?blico. Desde aquel momento, el prestigio espiritual de Hildegarda creci? cada vez m?s, tanto que sus contempor?neos le atribuyeron el t?tulo de "profetisa teut?nica". Y esto, queridos amigos, es el sello de una experiencia aut?ntica del Esp?ritu Santo, fuente de todo carisma: la persona depositaria de dones sobrenaturales nunca presume de ello, no los ostenta, y sobre todo, muestra total obediencia a la autoridad eclesial. Todo don distribuido por el Esp?ritu Santo, de hecho, est? destinado a la edificaci?n de la Iglesia, y la Iglesia, a trav?s de sus pastores, reconoce su autenticidad.

Hablar? de nuevo el pr?ximo mi?rcoles sobre esta gran mujer ?profetisa?, que nos habla con gran actualidad tambi?n hoy a nosotros, con su valerosa capacidad de discernir los signos de los tiempos, con su amor por la creaci?n, su medicina, su poes?a, su m?sica, que hoy est? siendo reconstruida, su amor por Cristo y por su Iglesia, sufriente tambi?n en aquel tiempo, herida tambi?n en aquel tiempo por los pecados de los sacerdotes y de los laicos, y tanto m?s amada como cuerpo de Cristo. As? santa Hildegarda nos habla a nosotros; hablaremos a?n el pr?ximo mi?rcoles. Gracias por vuestra atenci?n.

[En espa?ol dijo]

?Saludo a los peregrinos de lengua espa?ola, en particular al grupo de la Di?cesis de Bilbao, acompa?ado por el Obispo electo, Monse?or Mario Iceta, as? como a los dem?s fieles provenientes de Espa?a, Chile, Argentina, M?xico y otros pa?ses latinoamericanos.

Saludo, igualmente, a los participantes en el Tercer Congreso Latinoamericano de J?venes, que se celebrar? pr?ximamente en la ciudad de Los Teques, Venezuela. El encuentro, organizado por la Secci?n de Juventud del Consejo Episcopal Latinoamericano, se desarrollar? bajo el lema: "Caminemos con Jes?s para dar Vida a nuestros pueblos".

A todos los presentes en esa significativa iniciativa, los invito a poner sus ojos en Jesucristo, el Hijo de Dios vivo. Con su gracia, hallar?is la fuerza que impulsa a comprometerse con las causas que dignifican al hombre y hacen grandes a los pueblos.

Queridos j?venes, que estos d?as de convivencia, oraci?n y estudio os sirvan para encontraros personalmente con el Se?or y escuchar su Palabra. No quedar?is defraudados, pues ?l tiene para todos designios de amor y salvaci?n. El Papa est? a vuestro lado y os reitera su confianza, a la vez que pide a Dios que os asista para que, siendo aut?nticos disc?pulos de Jesucristo, viv?is los valores del Evangelio, los transmit?is con valent?a a los que os rodean y os inspir?is en ellos para construir un mundo m?s justo y reconciliado. Vale la pena entregarse a esta hermosa misi?n.

Que la Virgen Mar?a os acompa?e en vuestro caminar y os recuerde siempre que no hay mayor felicidad que ser amigo de Cristo. Que os sea tambi?n de ayuda la Bendici?n Apost?lica que os imparto con afecto. Muchas gracias?.

[Traducci?n del original italiano por Inma ?lvarez
?Libreria Editrice Vaticana]


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ZENIT? publica las palabras que el Papa Benedicto XVI pronunci? el domingo 29 de Agosto de 2010, al inicio de la Misa conclusiva del encuentro mantenido con los Ratzinger Sch?lerkreis (sus ex alumnos), en Castel Gandolfo, del 27 al 30 de agosto.

Queridos amigos, al final del Evangelio de hoy, el Se?or observa c?mo, en realidad seguimos viviendo a la manera de los paganos; c?mo invitamos, por reciprocidad, s?lo a quien nos devolver? la invitaci?n; c?mo donamos s?lo al que nos lo restiruir?. Pero el estilo de Dios es distinto: lo experiementamos en la Santa Eucarist?a. ?l nos invita a su mesa a nosotros, que ante el somos cojos, ciegos y sordos; ?l nos invita a nosotros, que no tenemos nada que darle. Durante este acontecimiento de la Eucarist?a, dej?monos tocar sobre todo por la gratitud por el hecho de que Dios existe, de que Dios es tal como es, de que ?l es tal como Jesucristo, de que ?l ? a pesar de que no tenemos nada que darle y de que estamos llenos de culpas ? nos invita a su mesa y quiere estar a la mesa con nosotros. Pero queramos tambi?n ser tocados al sentir la culpa de habernos alejado tan poco del estilo pagano, de vivir tan poco la novedad, el estilo de Dios. Y por esto comenzamos la Santa Misa pidiendo perd?n: un perd?n que nos cambie, que nos haga ser verdaderamente similiares a Dios, a su imagen y semejanza.

[Traducci?n del italiano por Inma ?lvarez
? Copyright 2010 - Libreria Editrice Vaticana]


Publicado por verdenaranja @ 22:34  | Habla el Papa
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Alocuci?n televisiva de monse?or H?ctor Aguer, arzobispo de La Plata en el programa ?Claves para un mundo mejor? (28 de agosto de 2010). (AICA)

LA FAMILIA EN LA EDUCACION

Cuando se piensa en educaci?n, se habla o se discute sobre este tema, se suele soslayar el papel de la familia.

La atenci?n va dirigida al sistema educativo, a la escuela, y se piensa entonces en su funcionamiento, en sus exigencias, en sus defectos; sin embargo, si hablamos de educaci?n, y no simplemente de instrucci?n, el papel de la familia es fundamental.

Por empezar: hay todo un tramo de la vida del ni?o que queda a responsabilidad de la familia en cuanto a la educaci?n en los saberes y valores elementales, en su primer contacto con el mundo, en su primer ensayo de curso por la vida, antes de que vaya al colegio.

Algo an?logo podr?amos decir acerca de la educaci?n religiosa, de la formaci?n religiosa: antes que el ni?o o la ni?a entren en el sistema catequ?stico para completar la iniciaci?n cristiana, si son bautizados han tenido que recibir apoyo y alimento de su fe, que es un don de la gracia, para que se vaya haciendo consciente y personal. Es en el hogar donde el ni?o debe aprender a rezar.

Con mayor raz?n, podr?amos decir, cuando un ni?o o una ni?a inician el ciclo lectivo en una escuela, sobre todo en los primeros a?os, se requiere la atenci?n, el acompa?amiento, el compromiso permanente de la familia, la afectuosa vigilancia de la mam? o del pap?. Es fundamental el acompa?amiento del proceso educativo por parte de los padres.

Hoy d?a se puede registrar un defecto, una falla, en este punto. Suele haber padres aband?nicos. No s? si se debe decir padres aband?nicos o hijos aband?nicos. Pero, en fin, de abandono se trata. Los chicos son depositados en la puerta de la escuela y los padres se desentienden de ellos. Sigamos con la analog?a. Pasa lo mismo en la parroquia o en el colegio cat?lico. En este campo hay un defecto a enmendar.

Por supuesto que la atenci?n de los padres sobre el proceso educativo de sus hijos tiene que ir variando progresivamente a medida que crecen. En realidad todo camino educativo se convierte, en definitiva, en un camino de autoeducaci?n, a medida que va despuntando la libertad del chico, que tiene que participar de un modo mucho m?s consciente, m?s personal, m?s activo. No es simplemente un sujeto paciente de la educaci?n; tiene que ser siempre un protagonista y ese protagonismo va creciendo con los a?os.

Pero el papel de la familia no se puede soslayar nunca, y aqu? hay algo que en la cultura actual ?y no solamente en la Argentina, sino que pasa en muchos pa?ses del mundo- es necesario volver a atender con mucha diligencia porque sin el papel de la familia no hay educaci?n plena.

Hay algunos ?mbitos en los que esta presencia familiar, la presencia de los padres, es mucho m?s importante. Es absolutamente imprescindible. Pienso, por ejemplo, en nuevas asignaturas que han entrado en la curr?cula oficial, como Construcci?n de Ciudadan?a o Educaci?n Sexual. En estos temas, cuyos contenidos han sido formulados de una manera que no respeta siempre la convicci?n moral, religiosa, filos?fica de las familias, hace falta una especial atenci?n y cercan?a de los padres.

Sobre todo pensemos en la escuela de gesti?n estatal, donde los chicos son instruidos en estas materias sin que sus padres sepan qu? se les ense?a. Esto no es posible. Los padres no pueden abdicar el derecho y el deber que tienen de ser los primeros responsables de la educaci?n de sus hijos.

Aqu? se ha producido en la opini?n general una especie de corrimiento de responsabilidades. El papel del Estado es siempre subsidiario y sin embargo aqu? pareciera que la subsidiariedad ha ca?do al rev?s y lo subsidiario es el papel de la familia. No es as?. La familia es la primera encargada de la educaci?n de los hijos y en estos casos, como he dicho, en temas en los cuales se juega la formaci?n de la inteligencia, de la voluntad, la plasmaci?n de una manera de ver el mundo, es imprescindible que los padres hagan valer su derecho y ejerciten su deber. Tengan en cuenta que se trata de la libertad fundamental, que no se puede renunciar.

El Papa Benedicto XVI dice que la libertad de los padres respecto de la educaci?n de sus hijos para que sean formados de acuerdo a sus propias convicciones es un dato irrenunciable. Es uno de esos principios a los cuales no se puede renunciar. La Iglesia siempre ha defendido esto y lo seguir? defendiendo y est? dispuesta, entonces, a asistir a los padres de familia para que puedan prepararse ellos mismos a ejercer con responsabilidad este papel imprescindible.?

Mons. H?ctor Aguer, arzobispo de La Plata?


Publicado por verdenaranja @ 22:27  | Hablan los obispos
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Homil?a de monse?or Mario Poli, obispo de Santa Rosa, en la solemnidad de Santa Rosa de Lima, patrona de la di?cesis (30 de agosto de 2010). (AICA)

SOLEMNIDAD DE SANTA ROSA??????

?El Libro del Cantar de los Cantares nos acerca al di?logo amoroso entre Dios (el Esposo) y el alma de Rosa (su esposa). El amor que procede de Dios nos lleva a Dios que es Amor (cfr. 1? Jn 4,8). El lenguaje cari?oso y enamorado de este Libro de la Sabidur?a de Israel, nos parece el m?s apropiado para entender algo m?s de la vida y el aut?ntico itinerario m?stico entre Jes?s Amado y la Rosa enamorada. Es un himno al Amor de Dios que transforma a la criatura atray?ndola por la v?a de la gracia y la hace exclamar: ?Yo soy para mi Amado y mi Amado es para m? (Cant. Cant. 6,3).

?Era la bendita Rosa un volc?n siempre encendido del Amor de Dios?-dice uno de sus primeros hagi?grafos-, y consinti? que ese fuego prendiera en ella para dispensarlo durante su vida en las obras de misericordia para con su familia y los pobres, en quienes cre?a obedecer y servir al mismo Jes?s. La esposa fiel perpetu? en una alianza lo que una vez hab?a presenciado en un arrobamiento de su Amado: ?Rosa de mi coraz?n, s? t? mi esposa?. Y la Virgen del Rimac no cesaba de alabar a Dios con el salmo que proclamamos: ?Porque s?lo su Nombre es sublime; su majestad est? sobre el cielo y la tierra, y ?l exalta la fuerza de su pueblo? el pueblo de sus amigos? (Salmo 148).

As?, Rosa, viviendo en su presencia, aliment?ndose de su Palabra, ofreciendo el don de s? en ayunos, sacrificios y privaciones, practicando el amor al pr?jimo y ocult?ndose al mundo para ser vista s?lo por el Amado, respondi? a la elecci?n divina, sin dejar de considerar que era la m?s despreciable del mundo, de tal modo que pensaba que jam?s podr?a corresponder a tanto amor recibido. Tambi?n nosotros le preguntamos a Rosa: ?Ad?nde se dirigi? tu Amado, para que lo busquemos contigo? (Cant. Cant. 6, 1).

Las hermosas palabras de San Pablo a la comunidad de Corinto, nos hacen pensar en Rosa como la mujer discreta, que no se recomendaba a s? misma, sino que glori?ndose s?lo en ?l, su estilo era desaparecer, recorriendo un camino interior de mortificaciones y aceptando toda tribulaci?n como venida de la mano de su Amado, pues entend?a que ?fuera de la Cruz no hay camino por donde se pueda subir al cielo?. La Rosa de Lima, al ofrecerse como una virgen pura -al decir del Ap?stol de las gentes-, su vida se elevaba a semejanza de un incienso agradable, y extend?a por todas partes el suave aroma del conocimiento de Jesucristo: ?No le aman -dec?a nuestra Patrona- porque no saben lo mucho que merece ser amado?.

Como maestra autorizada de la vida espiritual, Rosa nos ha iniciado en el camino de intimidad con Jesucristo crucificado, y nos anima a sumarnos a sus padecimientos para que seamos encontrados servidores fieles, disc?pulos y misioneros de su causa. En su ascenso por el camino de la virtud, experiment? que ?no se adquiere gracia sin padecer aflicciones?, pero tambi?n, confiando en el Dios cercano y familiar, se convirti? en un testigo veraz de la Providencia divina, convencida de que ?la gracia siempre sigue a las tribulaciones?.

Deseosa de comunicar el tesoro que hab?a encontrado nos compart?a: ??Ojal? todos los mortales conocieran el gran valor de la divina gracia, su belleza, su nobleza, su infinito precio, lo inmenso de los tesoros que alberga, cu?ntas riquezas, gozos y deleites!?

Desde que Rosa sinti? de labios de su Amado: ?busquen el Reino de Dios y su justicia? (Mt. 6, 33), puso esa causa en el centro de sus ideales y no baj? los brazos hasta alcanzarla, aunque debemos decir que ?l la alcanz? primero. La alegr?a que contagiaba Rosa por haber encontrado una perla fina en su vocaci?n cristiana, la ?impulsaba impetuosamente a predicar la hermosura de la divina gracia?. Desde la ermita que levant? con sus propias manos, se sum? para trabajar incansablemente en la misi?n salv?fica de Jes?s: ?instaurar el Reino de su Padre?. Desde su ermita y su humilde y precario hospitalito dom?stico, comprometi? su entrega -sin declamarlo- por una sociedad m?s justa y m?s fraterna.

De ese modo vemos c?mo Rosa se acerc? a su hora pascual, humilde y confiada en quien ?no defrauda?; que no nos abandona ni siquiera en la muerte y m?s all? de ella. En Rosa vemos el cumplimiento de las promesas que esconde la vocaci?n bautismal, porque en el cielo de Dios, en quien la virgen peruana crey? y esper?, hay un lugar para nosotros.

Contemplando la vida de Rosa, nos queda la ense?anza que la vida se acrecienta d?ndola y se debilita en el aislamiento y la comodidad. De hecho, los que m?s disfrutan de la vida son los que dejan la seguridad de la orilla y se apasionan en la misi?n de comunicar vida a los dem?s. Ella, por el caminito de la obediencia, el silencio y el sacrificio, nos demostr? que el Evangelio nos ayuda a descubrir que un cuidado enfermizo de la propia vida atenta contra la calidad humana y cristiana de esa misma vida. Se vive mucho mejor cuando tenemos libertad interior para darlo todo: ?Quien aprecie su vida terrena, la perder? (Jn 12, 25). Aqu? descubrimos otra ley profunda de la realidad: que la vida se alcanza y madura a medida que se la entrega para dar vida a los otros. Eso es en definitiva la misi?n, y en esto Rosa fue disc?pula y maestra a la vez. (Cfr. Aparecida).

Sabemos de su fe eucar?stica, porque ella tomaba de cada Sacramento del Amor lo que necesitaba para su entrega sin reservas. Y sin moverse de su peque?a celda, Dios le dio la gracia de estar presente en cada Misa celebrada en los templos de Lima.

Conocemos que imitando a su Amado, que no vino a ser servido, sino a servir, lav? los pies de indios, mulatos y negros, hombres y mujeres, y cultiv? una delicada caridad sin excluir a nadie.

No s? si lo merecemos, pero a?oramos humildemente tener la febril pasi?n por la misi?n que alberg? en su coraz?n, pues ella se inmolaba para que la predicaci?n de los misioneros de su tiempo llegara a los lugares m?s remotos de Am?rica del Sur.

Es as?, que entre todas las gracias materiales y espirituales que pedimos en estos d?as, junto a muchas comunidades de La Pampa que rezaron la Novena, nos hemos unido en una sola consigna para rogar que ?Mirando a Santa Rosa nuestra Iglesia -que la tiene por Patrona- sea cada vez m?s Eucar?stica, Servidora y Misionera.?

Santa Rosa de Lima, ruega por nosotros.?

Mons. Mario Poli, obispo de Santa Rosa?


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Martes, 07 de septiembre de 2010

El Consejo Episcopal Permanente de la Conferencia Episcopal Paraguaya (CEP) dio a conocer una carta-declaraci?n sobre la vida como don de Dios, y la familia, patrimonio de la humanidad. . (AICA)
Asunci?n (Paraguay), 30 Ago. 10 (AICA)?

???? El documento consta de cuatro breves cap?tulos: ?La sexualidad humana?, ?Var?n y mujer, dos sexos irrenunciables?, ?La familia?, y ?Los ni?os y los j?venes?, concluye se?alando que ante el avance de modelos, perspectivas e ideolog?as que atacan directamente a la familia como fundamento de la sociedad, es necesario reafirmar la defensa de la instituci?n de la Familia y del Matrimonio. Esta defensa es responsabilidad de todos, en especial de los que ejercen el poder pol?tico de la Rep?blica, Ejecutivo, Legislativo y Judicial, as? como de las organizaciones de la sociedad civil, que incluye a la Iglesia cat?lica y a todas las confesiones cristianas, particularmente de los medios de comunicaci?n social y de todas las personas de buena voluntad.

???? El siguiente es el texto completo de la declaraci?n:

La sexualidad humana
???? En la gestaci?n de una nueva vida, la naturaleza nos presenta al mundo al nuevo ser, var?n o mujer. Dios es el creador y el due?o de la vida, conforme a nuestra fe cristiana. All? se determina el sexo diferenciado de cada cual. En cada uno de ellos est? en germen la potencia de una nueva vida. Por eso llamamos a la sexualidad humana un fen?meno positivo y un don de Dios.

???? La uni?n de la sexualidad con el amor es fundamental. Desvincularlos deriva f?cilmente en abusos y tergiversaciones sobre el verdadero sentido de la sexualidad humana. "El amor humano abraza tambi?n el cuerpo y el cuerpo expresa igualmente el amor espiritual. La sexualidad no es algo puramente biol?gico, sino que mira a la vez al n?cleo ?ntimo de la persona."(Sexualidad Humana: verdad y significado, N? 3, Pontificio Consejo para la Familia).

Var?n y Mujer, dos sexos irrenunciables
???? El var?n y la mujer est?n orientados a dar una nueva vida, en la responsabilidad compartida de sus actos maritales. Es la expresi?n plena del compartir humano, expresi?n del amor?-eros-?como experiencia matrimonial. Desde la fe consideramos el matrimonio como un don de Dios para la humanidad porque prolonga la ininterrumpida corriente de la transmisi?n de la vida para la continuidad de las generaciones.

???? El Se?or los cre? var?n y mujer, para que, unidos, expresen la estabilidad del matrimonio. Solamente en ese fundamento s?lido se puede construir una sociedad; solamente ah? hay fecundidad y las condiciones fundamentales para el desarrollo de una sociedad.

???? En fin, Dios ha querido donar a la uni?n del hombre y la mujer una participaci?n especial en su obra creadora. Por eso ha bendecido al hombre y la mujer con las palabras: "Sed fecundos y multiplicaos" (Gen 1, 28). En el designio del Creador, complementariedad de los sexos y fecundidad pertenecen, por lo tanto, a la naturaleza misma de la instituci?n del matrimonio. Adem?s, la uni?n matrimonial entre el hombre y la mujer ha sido elevada por Cristo a la dignidad de sacramento. La Iglesia ense?a que el matrimonio cristiano es signo eficaz de la alianza entre Cristo y la Iglesia (cf. Ef 5,32). Este significado cristiano del matrimonio, lejos de disminuir el valor profundamente humano de la uni?n matrimonial entre el hombre y la mujer, lo confirma y refuerza (cf. Mt 19, 3-12).

La familia
???? ?sta comienza con el nacimiento del primer hijo. La relaci?n var?n-mujer se transforma en una relaci?n var?n-mujer-hijo, d?ndole al amor una dimensi?n de paternidad-maternidad-filiaci?n. Esta triple manifestaci?n del amor humano es tan sagrada como el matrimonio mismo y debe ser protegida con sus propios derechos y tambi?n sus obligaciones.

???? La familia es una instituci?n fundamental, con un valor humano y cristiano, que contribuye a la estabilidad de la convivencia social. En ella, el matrimonio est? llamado a cumplir una misi?n espec?fica en la sociedad y ocupa un lugar esencial, por lo que se lo debe promover, apreciar y vivir.

???? En el documento de los Obispos Latinoamericanos reunidos en Aparecida, Brasil, N? 432 y 433, leemos: "La familia es uno de los tesoros m?s importantes de los pueblos y es patrimonio de la humanidad. La familia cristiana est? fundada en el sacramento del matrimonio entre un var?n y una mujer, signo del amor de Dios por la humanidad y de la entrega de Cristo por su esposa, la Iglesia. Desde esta alianza de amor, se despliegan la paternidad y la maternidad, la filiaci?n y la fraternidad, y el compromiso de los dos por una sociedad mejor."

Los ni?os y los j?venes
???? Desde el comienzo de la vida hasta la juventud se necesita de la familia bien constituida, donde var?n y mujer ejercen responsablemente su rol de pap? y mam?. Ella es el soporte afectivo fundamental y es la primera escuela de aprendizaje del valor de la propia identidad y del sentido de la vida.

???? La familia no siempre puede dar el hogar seguro que buscan los hijos, as? como el acompa?amiento, afecto y contenci?n que necesitan. La carencia de esos valores, en no pocas ocasiones, es un motivo de escape y refugio en los vicios y en las adicciones desde una edad cada vez m?s temprana.

???? Un n?mero cada vez mayor de ni?os y j?venes son afectados por problemas muy graves, a saber: el suicidio, la violencia en los distintos ?mbitos de la sociedad, los embarazos precoces, las enfermedades de transmisi?n sexual, como la pandemia del VIH (SIDA), las amistades malsanas, el limitado e inadecuado acceso a los beneficios de la cultura y de la recreaci?n, entre otros.

Conclusi?n
???? Ante el avance de modelos, perspectivas e ideolog?as que atacan directamente a la familia como fundamento de la sociedad, es necesario reafirmar la defensa de la instituci?n de la Familia y del Matrimonio. Esta defensa es responsabilidad de todos, en especial de los que ejercen el poder pol?tico de la Rep?blica, Ejecutivo, Legislativo y Judicial, as? como las organizaciones de la sociedad civil, que incluye a la Iglesia cat?lica y a todas las confesiones cristianas, particularmente de los medios de comunicaci?n social y de todas las personas de buena voluntad.

???? La consideraci?n de estos temas vitales para la humanidad y para toda sociedad en concreto obliga a elaborar un plan educativo que construya personalidades fuertes y firmes. De esta manera, el ni?o y el joven tendr?n la capacidad de afrontar los problemas que derivan de conceptos equivocados sobre el matrimonio y la familia y que desvirt?an la edificaci?n s?lida de una personalidad integrada y equilibrada. Insistimos en la participaci?n de los padres de familia, sobre todo en la elaboraci?n del Plan Educativo Nacional, con el fin de salvaguardar la educaci?n de sus hijos. El contenido de dicho Plan Educativo debe fundamentarse en los valores humanos y cristianos, acordes a la tradici?n de un pa?s como el nuestro, si queremos construir una sociedad armoniosa y coparticipativa en los bienes temporales y espirituales de la naci?n.

???? Asunci?n, 20 de agosto de 2010, fiesta de San Bernardo, abad.+


Publicado por verdenaranja @ 22:39  | Hablan los obispos
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ZENIT? publica la declaraci?n final del simposio latinoamericano y caribe?o: "Espiritualidad cristiana de la ecolog?a" organizado por el Departamento de Justicia y Solidaridad del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) del 21 al 24 de agosto en Buenos Aires.

Nosotros, como disc?pulos misioneros de Jesucristo nuestro Se?or, convocados por el Departamento de Justicia y Solidaridad del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), provenientes de 16 pa?ses de Am?rica Latina y El Caribe, Alemania e Indonesia, reunidos en la ciudad de Buenos Aires, Argentina, los d?as 21 al 24 de agosto de 2010, en estudio y oraci?n, hacemos llegar nuestra preocupaci?n y reflexi?n a quienes tienen en sus manos el poder de decisi?n, organismos multinacionales, acad?micos, empresarios, comunicadores, l?deres de diversas organizaciones sociales, a nuestras comunidades cristianas y a nuestros pueblos:

1. Nos interpela el proceso creciente de concentraci?n de la propiedad de la tierra en pocas manos, amenazando los territorios de los pueblos. Parte de esta amenaza se debe al avance del uso por industrias extractivas y de producci?n de agrocombustibles, entre otras, porque prevalece una l?gica econ?mica del mero inter?s o beneficio, en desmedro del vivir bien de los pueblos. Nos preocupa la ocurrencia frecuente de actos corruptos en el proceso de concesi?n de territorios y sin la consulta debida a los pueblos que los habitan.

2. La enorme biodiversidad de Am?rica Latina y El Caribe ofrece servicios ambientales para todo el planeta, hecho que trasciende la significaci?n mercantilista actual y que brinda verdaderos beneficios. Esta biodiversidad est? siendo aniquilada irreversiblemente: solamente en Amazon?a, poco m?s del 17% de la selva ha desaparecido y la tasa de extinci?n de especies llega a ser mil veces superior a la hist?rica [1]. Asistimos a una creciente destrucci?n ambiental por deforestaci?n, contaminaci?n debido a residuos industriales y urbanos, miner?a a cielo abierto, monocultivo extensivo, el avance de la desertificaci?n, extracci?n de hidrocarburos, entre otros, que afectan asimismo recursos vitales para los pueblos, como son el agua dulce y provisi?n natural de alimentos, especialmente entre los m?s pobres.

3. ?Los estilos de vida predominantes en una parcela de la humanidad, de consumo desmedido, conllevan a un desequilibrio entre la creciente demanda de recursos naturales, renovables y no renovables, y la disponibilidad de la tierra -junto al riesgo de aniquilaci?n de la biodiversidad- as? como tambi?n, el agotamiento de energ?as de bajo costo que amenazan el desenvolvimiento de las sociedades en el mediano plazo. Diversas cat?strofes ambientales sobre el planeta, tanto naturales como antropog?nicas, en las ?ltimas d?cadas dan prueba de ello. Asimismo estas cat?strofes -tal como el calentamiento global y sus efectos de fen?menos meteorol?gicos severos en el contexto de cambio clim?tico (sequ?as, inundaciones, tormentas, etc.) [2] y la contaminaci?n de aguas y suelos, debido a la producci?n irresponsable, entre otras- y el despojo forzado de territorio provocan la ocurrencia de numerosos desplazados y refugiados ambientales que genera a?n m?s pobreza.

4. ?Unido a ello, la actividad econ?mica predominante en las culturas tecnol?gicamente desarrolladas, bajo la l?gica de la eficiencia, maximizaci?n de la ganancia en pocas manos y socializaci?n de la p?rdida, se caracteriza por el olvido de la dimensi?n sagrada y espiritual de la naturaleza -como parte de la creaci?n amorosa de Dios fuente de Vida- y de la gratuidad de los bienes y servicios ofrecidos por ella (Cf. CIV 37). Se evidencia la falta de responsabilidad en el manejo de las fuentes de energ?a y recursos naturales que se van agotando bajo patrones de producci?n y consumo insustentables que no asumen los costos ambientales presentes que terminan siendo pagados por los pobres y ponen en peligro la supervivencia de generaciones presentes y futuras [3].

5. Frente a esta realidad, reafirmamos nuestra fe en un Dios Creador amoroso de todo lo existente, que es el ?nico Se?or de la tierra (Cf. Sal. 23, 1-2). ?l ha encomendado esta creaci?n a los seres humanos, semblantes de las cualidades de su Creador, para su guarda y su cultivo (Cf. Gn. 2,15). En esto se sustenta el principio del destino universal de los bienes. De ello se deriva la l?gica del don y la gratuidad que ha de regir las relaciones y actividades humanas, entre ellas, la econ?mica, bajo la forma de un uso responsable de los ambientes con el fin de promover y garantizar el bien com?n para todos los seres humanos as? como la Belleza, la Bondad y la Verdad presentes por doquier en el don de la Creaci?n (CIV 50, 51).

6. ?Como seguidores creyentes de Jesucristo, que en su camino por la historia uni? el Cielo y la Tierra restaurando la sacralidad de lo creado, aprendemos que la creaci?n es camino hacia Dios a trav?s de los consejos evang?licos de justicia, paz y reverencia. Aunque hoy por hoy es evidente que ella est? afectada por el pecado que la introdujo en un proceso de sufrimiento comparable a los dolores de un parto, sin embargo la creaci?n conserva la esperanza de participar de la gloriosa libertad de los hijos e hijas de Dios. Esta esperanza nos anima y se fundamenta en la fuerza activa del Esp?ritu Santo presente en cada ser humano que espera la redenci?n (Cf. Rom. 8, 18-25). Para ello es necesario tomar conciencia de la singularidad de la persona humana en relaci?n arm?nica con la creaci?n y su Creador, encauzando una nueva espiritualidad c?smica que recupere una sana convivencia con la naturaleza. Promover la conversi?n ecol?gica nos permitir? caer en la cuenta del valor intr?nseco de la creaci?n en la econom?a global de salvaci?n obrada por Dios Padre creador en Jesucristo (Cf. DA).

7. Ante estos desaf?os de la realidad en nuestro continente, necesitamos recuperar la actitud contemplativa. Es nuestra tarea ayudar a despertar en las personas y comunidades una conciencia sensible al cuidado responsable de la naturaleza, como lugar sagrado que provoca sensiblemente el descubrimiento de Dios para nosotros y las generaciones futuras. Junto a los hombres y mujeres de la tierra, el territorio, los ambientes naturales en ellos ubicados y la respectiva biodiversidad, son todos aspectos intr?nsecamente unidos al don de la creaci?n que Dios posibilita y sustenta para el desarrollo integral de la persona humana y de los pueblos de todos los tiempos.

8. Esto nos impele a la preservaci?n de las cualidades que garantizan la prolongaci?n vital y la riqueza de la biodiversidad en la tierra. Para ello todas nuestras tareas eclesiales, catequesis, predicaci?n, celebraciones y dem?s actividades pastorales, t?cnicas, acad?micas y profesionales, deben orientarse a privilegiar la conversi?n ecol?gica como dimensi?n integral de la fe. Asimismo se deben favorecer experiencias de la fraternidad c?smica en contacto con Dios Creador, en la din?mica que anim? a San Francisco de As?s, patrono de la ecolog?a. La espiritualidad popular, la oraci?n personal y comunitaria, las celebraciones lit?rgicas inculturadas, y la profunda vivencia de los sacramentos en clave ecol?gica, son lugares privilegiados para experimentar la acci?n del Esp?ritu de Dios y la iniciativa gratuita de su Amor (Cf. DA 263).

9. En este sentido, constatamos la necesidad de conocer mejor y acoger la sabidur?a milenaria de los pueblos ind?genas de nuestro continente; sobre todo de su experiencia de fe que nos permite aprender de su relaci?n de armon?a y comuni?n con Dios, los seres humanos, la naturaleza y los dem?s seres de la creaci?n. Esto supone cultivar la actitud contemplativa frente a los bienes de la creaci?n como don de Dios.

10. Como Iglesia prof?tica, consideramos que es urgente priorizar una econom?a de las necesidades humanas que sea justa, solidaria y rec?proca (Cf. CIV 35), y de pol?ticas de desarrollo humano integral que respeten el derecho de los pueblos y preserven las cualidades vitales de los ambientes naturales. Para ello es necesario denunciar el impacto negativo de los megaproyectos econ?micos y de infraestructura, as? como promover y exigir el monitoreo empresarial, estatal y civil, esclareciendo las situaciones ilegales e inmorales. Nos urge encontrar mecanismos de incidencia en los poderes p?blicos nacionales e internacionales en defensa de los derechos humanos.

11. Tanto en nuestras comunidades locales, dentro del marco de la misi?n continental de la Iglesia en Am?rica Latina y El Caribe, y especialmente en la familia, iglesia dom?stica, es tarea promover una cultura de la austeridad/sobriedad, sencillez y alegr?a como alternativa saludable, ecol?gica, tanto individual como colectiva, a trav?s de la producci?n org?nica, eco-amigable, y el consumo responsable, el reciclado, el uso adecuadamente aprovechado de bienes, y la educaci?n por el respeto de la naturaleza que posibilite condiciones presentes de justicia social y la vida de las generaciones futuras (Cf. CIV 51).

12. Finalmente reconocemos que el cultivo de la actitud contemplativa, como camino de conversi?n personal que descubre a Dios presente en cada creatura, no es tarea f?cil pero es esencial para una aut?ntica sanidad personal y ecol?gica. Este proceso de cambio de mentalidad de la cultura dominante requiere que se favorezcan experiencias de Dios como ?nico Bien, irresistible, supremo, frente a otras ofertas superfluas de la econom?a consumista. Por tanto, debemos crear o facilitar espacios eclesiales dentro de nuestras grandes urbes que nos permitan redescubrir el paso de Dios en la creaci?n, a trav?s del contacto directo con la naturaleza y el sufrimiento humano, lo cual ser? piedra de toque de nuestra peque?ez y vulnerabilidad.

A la Virgen Mar?a, Nuestra Se?ora de Guadalupe, fiel disc?pula del Se?or y guardiana de los dones de Dios, encomendamos el cuidado maternal de los bienes de la creaci?n. Con ella y como ella nos hacemos testigos portadores del Amor de Dios que se manifiesta en la entera creaci?n, para la vida de toda la humanidad, especialmente los m?s peque?os amados de Dios.

Buenos Aires, 24 de agosto de 2010

Fiesta de San Bartolom?, Ap?stol

NOTAS

[1] Cf. The International Union for Conservation of Nature (IUCN), Global Biodiversity Outlook 3, Montreal (2010), 93p. (http://www.iucn.org).

[2] Cf. IPCC, 2007: Intergovernmental Panel on Climate, Climate Change 2007: The Physical Science Basis. Third assessment report: Contribution of Working Group I. Solomon, S., D. Qin, M. Manning, Z. Chen, M. Marquis, K.B. Averyt, M. Tignor and H.L. Miller (eds.): Cambridge University Press, Cambridge, United Kingdom and New York, NY, USA, 996 pp.

[3] Cf. Cf. World Watch Institute, Green Economy Program, (http://www.worldwatch.org/programs/global_economy)?


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Lectio divina para el domingo 23? del Tiempo Ordinario - C, ofrecida por la Delegaci?n Diocesana de Liturgia de la Di?cesis de Tenerife.

?

LECTURA:?????????? ?Lucas 14, 25‑33?

??????????? En aquel tiempo, mucha gente acompa?aba a Jes?s; ?l se volvi? y les dijo: ?Si alguno se viene conmigo y no pospone a su padre y a su madre, y a su mujer y a sus hijos, y a sus hermanos y a sus hermanas, e incluso a s? mismo, no puede ser disc?pulo m?o. Quien no lleve su cruz detr?s de m? no puede ser disc?pulo m?o.?

??????????? As?, ?qui?n de vosotros, si quiere construir una torre, no se sienta primero a calcular los gastos, a ver si tiene para terminarla? No sea que, si echa los cimientos y no puede acabarla, se pongan a burlarse de ?l los que miran, diciendo:"Este hombre empez? a construir y no ha sido capaz de acabar." ?O qu? rey, si va a dar la batalla a otro rey, no se sienta primero a deliberar si con diez mil hombres podr? salir al paso del que le ataca con veinte mil? Y si no, cuando el otro est? todav?a lejos, env?a legados para pedir condiciones de paz.?

??????????? Lo mismo vosotros: el que no renuncia a todos sus bienes no puede ser disc?pulo m?o.??

MEDITACI?N:??????????? ?El que no renuncia????

??????????? No s?, Se?or, si pretendes demasiado. Tu lenguaje es tan rotundo que puede confundir. Ponerte por delante de lo que es humanamente m?s querido para nosotros, relegar nuestro propio yo, puede sonar como a hacer dejaci?n de nuestra identidad, de nuestra libertad, de nuestra autonom?a.

??????????? Y no es as?. No es as?, cuando somos capaces de comprender, a la luz de tu vida y de tu evangelio, que tu primac?a no es para relegar a los dem?s, o para anularnos a nosotros. Tu primac?a es la garant?a de nuestra entrega y fidelidad a lo m?s fuerte de nuestras relaciones humanas. Tu primac?a es garant?a de que nuestro yo no se encierra ah?, en nuestro yo, sino que se abre al don de los otros y para los otros. Tu primac?a no anula nuestra libertad sino que la potencia frente a todo lo que puede pretender esclavizarnos, desde dentro y desde fuera. Tu primac?a es garant?a de inmersi?n en toda la fuerza y las consecuencias del amor que se desborda hasta l?mites insospechados, es inmersi?n en todo lo que de m?s humano existe en nosotros, en nuestro ser.

??????????? S?, me puede resultar impactante, pero s? que cuando miro a mi interior y a mi alrededor, descubro la realidad de lo que los hombres somos capaces de dar desde nosotros mismos. Cuando te miro a ti vislumbro las posibilidades que se me abren, inimaginables desde mi realidad limitada y condicionada. Y entiendo la necesidad de renunciar con urgencia a todos esos ?bienes? que no me dejan volar.

ORACI?N:??????????? ?Sincero conmigo mismo?

??????????? Se?or, seguirte a ti no es un juego, como no lo es la vida. Una vida que a veces parece que nos empe?amos en convertir en tragedia. No es dif?cil ver la diferencia que existe entre ponerte a ti como referente o ponernos a nosotros mismos. Por eso agradezco la fuerza y la radicalidad de tu llamada, casi de tu grito.

??????????? Ay?dame, se?or, a tener el coraje de descubrir d?nde tengo puesta la fuerza, d?nde he situado el norte que me gu?a, porque aunque diga que es en ti, a veces no es verdad. S? que tengo que arrancar muchos lazos que me atan a mi yo, sutilmente disfrazado. Ay?dame a ser capaz de ser sincero conmigo mismo, Ay?dame a ponerme frente a ti, y perm?teme descubrir el verdadero valor de todo lo dem?s.

CONTEMPLACI?N:???????????? ?Me esperas?

T? has hecho de m?
lo primero para ti,
por eso no te reservaste nada,
ni tu seguridad,
ni tu vida,
as? me ense?as
lo que significa
amar.

Ahora vuelvo la mirada
y el coraz?n
hacia ti,
que me esperas
con ansias infinitas,
para convertirme,
en hacedor de vida,
en portador de amor.


Publicado por verdenaranja @ 16:16  | Liturgia
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Lectio divina para el domingo 22? del Tiempo Ordinario - C, ofrecida por la Delegaci?n Diocesana de Liturgia de la Di?cesis de Tenerife.

?

LECTURA:??????????? ?Lucas 14, 1. 7‑14?

Un s?bado, entr? Jes?s en casa de uno de los principales fariseos para comer, y ellos le estaban espiando.?

Notando que los convidados escog?an los primeros puestos, les propuso esta par?bola: ?Cuando te conviden a una boda, no te sientes en el puesto principal, no sea que hayan convidado a otro de m?s categor?a que t?; y vendr? el que os convid? a ti y al otro y te dir?: "C?dele el puesto a ?ste." Entonces, avergonzado, ir?s a ocupar el ?ltimo puesto.?

Al rev?s, cuando te conviden, vete a sentarte en el ?ltimo puesto, para que, cuando venga el que te convid?, te diga: "Amigo, sube m?s arriba." Entonces quedar?s muy bien ante todos los comensales. Porque todo el que se enaltece ser? humillado, y el que se humilla ser? enaltecido.??

Y dijo al que lo hab?a invitado: ?Cuando des una comida o una cena, no invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a los vecinos ricos; porque corresponder?n invit?ndote, y quedar?s pagado.?

Cuando des un banquete, invita a pobres, lisiados, cojos y ciegos; dichoso t?, porque no pueden pagarte; te pagar?n cuando resuciten los justos.??

MEDITACI?N:????????????? ?Te pagar?n?

??????????? No me quiero detener en la primera parte de este texto porque parece tan l?gico que sobra casi el comentario, aunque es tremendamente actual. Casi todos, y en casi todos los niveles en los que nos movemos, vamos buscando el destacar, el sobresalir, el que nos vean, podemos decir que no, pero hasta en los niveles m?s sencillos, vamos buscando el ser considerados. En este sentido, la humildad, como base del sentido com?n, es una buena actitud que pod?amos intentar desarrollar y poner en pr?ctica, porque nos puede pasar algo parecido al buen hombre de la par?bola.

Y del sentido com?n pasas al desbordamiento, a la gratuidad, algo muy tuyo. Y quiero entender que, detr?s de ese desbordamiento de ejemplo, est? tu llamada a desbloquear nuestros intereses, a ser capaces de dar, de poner en juego lo mejor de nosotros, sin esperar nada a cambio, y adem?s hacerlo sin reproche y gozosamente, o goz?ndonos ya de lo positivo y del bien que podamos hacer, de la alegr?a que podamos aportar, de la vida que podamos generar.

??????????? No, no es cosa de h?roes, ni cuesti?n de realizar acciones llamativas, aunque a veces tus ejemplos sean fuertes para llamarnos la atenci?n. Es tu invitaci?n a ser capaces de darnos en lo m?s cotidiano, por pura gratuidad; eso, de entrada, nos deb?a hacer ya felices, independientemente de la respuesta. Que es buena ?miel sobre hojuelas!; que no lo es, mejor para nosotros y peor para los otros. Es una delicada lecci?n que me ofreces y que est? llamada a poner a prueba lo mejor de m?, seguro de que habr? respuesta.

ORACI?N:????????????? ?Amor gratuito?

??????????? ?Gracias, Se?or, porque me ense?as que ser humilde no es ser tonto, sino inteligente. Que la humildad forma parte del sentido com?n, de la sensatez, de la prudencia, del saber estar, de lo que termina atrayendo a los otros de nosotros mismos. Y es que no hay nada m?s repelente que un engre?do, un orgulloso o un pedante.

??????????? Gracias, Se?or, porque aunque me desborde la realidad, me permites descubrir y comprender la belleza del ser capaz de hacerme don para todos los que de alguna manera o de otra me necesitan. Ay?dame a entrar en esa din?mica valiente y gozosa del amor gratuito.

CONTEMPLACI?N:????????????? ?Tu gracia?

T? sab?as que no pod?a
ofrecerte nada.

Que en mis deseos ardientes
s?lo hab?a fragilidad.

Que detr?s de afirmaciones
contundentes,
se escond?an
mis inseguridades,
mis indiferencias
y mi pobreza.

Pero sigues desbordando
tu gracia.

Sigues volcando la fuerza
y la suavidad de tu palabra,
que como caricia
y torrente
me penetra y me interroga,
me serena y me env?a.


Publicado por verdenaranja @ 16:12  | Liturgia
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DOMINGO 24 DEL TIEMPO ORDINARIO / C
12 de septiembre de 2010

La gracia y la paz de nuestro Se?or Jesucristo est?n con todos vosotros.

- Hoy escucharemos unas palabras de Jes?s que nos hablan de c?mo Dios viene siempre a bus?carnos y nunca nos abandona, aunque nosotros a veces nos olvidemos de ?l. Y no s?lo a nosotros: Dios busca a todos, Dios no quiere que nadie se pierda.

- Gozosamente, en esta Eucarist?a, celebremos y agra?dezcamos el gran amor de nuestro Dios, y celebremos y demos gracias tambi?n a Jes?s, que nos ha ense??ado c?mo era Dios y c?mo actuaba.

A. penitencial: En silencio, pong?monos ante el Padre que nos acoge y est? siempre cerca de nosotros. (Silencio).

T?, que siempre nos perdonas. SE?OR, TEN PIEDAD.

T?, que nunca dejas de ofrecernos tu amor. CRISTO, TEN PIEDAD.

- T?, que tienes siempre abiertas las puertas de tu casa. SE?OR, TEN PIEDAD.

1. lectura (?xodo 32,7-11.13-14): Como preparaci?n para el evangelio, escuchemos ahora, en esta primera lectura, una historia del Antiguo Testamento en la que Dios perdona a su pueblo.

2.1ectura (1Timoteo1,12-17):Escuchemos ahora el principio de la carta que san Pablo escribe a su disc?puloTimoteo, recordando la misericordia con la que Dios ha actuado en su vida.

Oraci?n universal: Present?mosle al Padre nuestras ple?garias, convencidos de que ?l acompa?a nuestra vida con su amor. Oremos diciendo: ESC?CHANOS, PADRE.

Por la Iglesia. Para que d? siempre un buen testimonio de la misericordia de Dios para con todos. OREMOS:

Por cada uno de los cristianos. Para que, siguiendo el ejemplo de Dios nuestro Padre, estemos siempre dis?puestos a acoger y perdonar. OREMOS:

Por los chicos y chicas que ahora comienzan el curso escolar, y por sus maestros y profesores. Para que Dios los bendiga en la labor que van a llevara cabo a lo largo de este a?o. OREMOS:

Por los que se ganan la vida como conductores de camiones, autobuses, taxis, o cualquier otro veh?culo. Para que puedan hacer su trabajo en condiciones dignas, y para que sean respetuosos con la seguridad de todos. OREMOS:

Por los enfermos. Para que puedan recuperar la salud. OREMOS:

Por todos nosotros. Para que mantengamos siempre vivo el deseo de amar cada d?a m?s a Dios y a los hermanos. OREMOS:

Escucha, Padre, nuestra oraci?n, t? que eres bueno y misericordioso. Por Jesucristo, nuestro Se?or.

Padrenuestro: Como hijos de Dios, como Jes?s nos ense??, nos atrevemos a decir:

?

CPL


Publicado por verdenaranja @ 16:06
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Lunes, 06 de septiembre de 2010

Lectio divina para el domingo 21 del Tiempo Ordinario? - C, ofrecida por la Delgaci?n Diocesana de Liturgia de la Di?cesis de Tenerife.?

LECTURA:??????????? ?Lucas 13, 22‑30?

En aquel tiempo, Jes?s, de camino hacia Jerusal?n, recorr?a ciudades y aldeas ense?ando.? Uno le pregunt?: ?Se?or, ?ser?n pocos los que se salven?? Jes?s les dijo: ?Esforzaos en entrar por la puerta estrecha. Os digo que muchos intentar?n entrar y no podr?n. Cuando el amo de la casa se levante y cierre la puerta, os quedar?is fuera y llamar?is a la puerta, diciendo: "Se?or, ?brenos"; y ?l os replicar?: "No s? qui?nes sois."?

Entonces comenzar?is a decir. "Hemos comido y bebido contigo, y t? has ense?ado en nuestras plazas."? Pero ?l os replicar?: "No s? qui?nes sois. Alejaos de m?, malvados."?

Entonces ser? el llanto y el rechinar de dientes, cuando ve?is a Abrah?n, Isaac y Jacob y a todos los profetas en el reino de Dios, y vosotros os ve?is echados fuera. Y vendr?n de oriente y occidente, del norte y del sur, y se sentar?n a la mesa en el reino de Dios.?

Mirad: hay ?ltimos que ser?n primeros, y primeros que ser?n ?ltimos.?

MEDITACI?N:???????????? ?La puerta estrecha?

??????????? No nos suena bien eso de la puerta estrecha, como si tuviese que ser especialmente complicado dar contigo, y no es eso. Pero como de lo que se trata es de poner ejemplos que den a entender algo, es un buen ejemplo, pero hay que tener cuidado. La puerta estrecha no significa que haya que pasar apreturas, que haya que estrujarse la vida y los sentimientos para dar con esa meta feliz, ni mucho menos. Y si por puerta ancha entendemos lo f?cil, lo c?modo, lo superficial, lo banal, la negaci?n de todo esfuerzo, la incapacidad para el compromiso serio, para la solidaridad, para la convivencia, para generar paz, vida, alegr?a, para salir de uno mismo y pensar en algo que no sea ?yo?, ciertamente la puerta del amor, de la paz, de la vida, del gozo compartido? encajar? en el ejemplo de la puerta estrecha; pero, bendita puerta por la que, si queremos, cabemos todos, podemos pasar todos, con toda la comodidad del mundo, hasta a lo ancho si vamos de la mano.

??????????? Y as? nos invitas a tener cuidado porque por esa puerta, aparentemente estrecha, entran m?s de los que no pensamos, y por la ancha igual, por eso nos podemos llevar sorpresas y descubrir al final, que muchos que no cre?amos que pudiesen pasar, resulta que est?n en los primeros puestos, y quienes m?s l?gico nos parec?a que lo hiciesen, ni les veamos aparecer.

??????????? En fin, todo es un lenguaje simb?lico para llamarme a tomar en serio la respuesta de mi vida. Para saber que ni contigo, ni con el hombre, se juega, en el sentido peyorativo de la palabra. Que las puertas y los caminos est?n en mi coraz?n, pero marcan con claridad mis opciones y mis respuestas. Y que la vida, mi vida, no es producto de la inercia, sino de una realidad esencial que me llamas a construir, con esfuerzo y con ilusi?n.

ORACI?N:??????????????? ?La riqueza de tu opci?n?

??????????? Se?or, dame valor para descubrir la riqueza de tu opci?n y de tu llamada. Perm?teme descubrir la riqueza del horizonte humano que me abres, de las posibilidades de vida y de dignidad que aportas en toda la existencia, que requiere, eso s?, mi colaboraci?n, mi entrega y donaci?n, y con ella mi esfuerzo, a veces, mi sacrificio, para bien m?o y de muchos.

??????????? Da luz al coraz?n humano para que descubra su grandeza y no tenga miedo de superar la barrera de lo f?cil y de lo c?modo. El ser humano es capaz de m?s y parece que lo queremos inutilizar. Est? desarrollando su cerebro y sus manos, pero no, tal vez, su coraz?n, y ?se, a la hora de la verdad es el m?s importante. Ay?danos, Se?or.

CONTEMPLACI?N:??????????????? ?Infinitos dinteles?

Eres mi eterno hu?sped
desconocido,
paseando continuamente
entre los entresijos
de mis deseos
y mis fracasos.

Presencia callada
que me ofrece su calor,
su gozo y su paz
y que a duras penas
s? escuchar y acoger.

Mientras ans?o tu presencia
que late clavada en m?,
ni siquiera soy capaz
de saber que te he encontrado,
que eres t? quien me susurra
las pocas palabras de amor
que fluyen de mi interior
dislocado e inquieto.

Y as? me abres tu puerta
de infinitos dinteles,
como la vida misma
que por ella pasa,
hasta hacerse inmensa
y luminosa
porque la atraviesas
primero t?.


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Lectio divina para el? Domingo 19 del Tiempo Ordinario - C, ofrecida por la Delegaci?n Diocesana de Liturgia de la Di?cesis deTenerife.

?

LECTURA:??????????? ?Lucas 12, 32‑48?

En aquel tiempo, dijo Jes?s a sus disc?pulos: ?No temas, peque?o reba?o, porque vuestro Padre ha tenido a bien daros el reino. Vended vuestros bienes y dad limosna; haceos talegas que no se echen a perder, y un tesoro inagotable en el cielo, adonde no se acercan los ladrones ni roe la polilla. Porque donde est? vuestro tesoro all? estar? tambi?n vuestro coraz?n.?

Tened ce?ida la cintura y encendidas las l?mparas. Vosotros estad como los que aguardan a que su se?or vuelva de la boda, para abrirle apenas venga y llame.?

Dichosos los criados a quienes el se?or, al llegar, los encuentre en vela; os aseguro que se ce?ir?, los har? sentar a la mesa y los ir? sirviendo.?

Y, si llega entrada la noche o de madrugada y los encuentra as?, dichosos ellos.? Comprended que si supiera el due?o de casa a qu? hora viene el ladr?n, no le dejar?a abrir un boquete.?

Lo mismo vosotros, estad preparados, porque a la hora que menos pens?is viene el Hijo del hombre.??

Pedro le pregunt?: ?Se?or, ?has dicho esa par?bola por nosotros o por todos???

El Se?or le respondi?: ??Qui?n es el administrador fiel y sol?cito a quien el amo ha puesto al frente de su servidumbre para que les reparta la raci?n a sus horas??

Dichoso el criado a quien su amo, al llegar, lo encuentre port?ndose as?. Os aseguro que lo pondr? al frente de todos sus bienes.?

Pero si el empleado piensa: "Mi amo tarda en llegar", y empieza a pegarles a los mozos y a las muchachas, a comer y beber y emborracharse, llegar? el amo de ese criado el d?a y a la hora que menos lo espera y lo despedir?, conden?ndolo a la pena de los que no son fieles.?

El criado que sabe lo que su amo quiere y no est? dispuesto a ponerlo por obra recibir? muchos azotes; el que no lo sabe, pero hace algo digno de castigo, recibir? pocos.?

Al que mucho se le dio, mucho se le exigir?; al que mucho se le confi? m?s se le exigir?.??

MEDITACI?N:????????????? ?Se le exigir?

??????????? Me invitas a preguntarme d?nde est? mi coraz?n. Mis palabras pueden hacer muchas afirmaciones, de hecho las hago y me siento identificado con ellas, pero los momentos especiales de la vida, tal vez me han puesto m?s de una vez en evidencia. Y qu? importante es que me deje interrogar, que nos dejemos interrogar, no pasa nada con descubrir la realidad de nuestras incoherencias, es m?s, es muy importante que las descubramos, que nos dejemos doler por ellas y que nos volvamos a resituar.

??????????? El coraz?n lo has hecho t?, lo m?s profundo e ?ntimo de nuestra humanidad lleva el sello de marca, estamos modelados a tu imagen, no somos copias, y s?lo t? puedes saciar y dar sentido. S?lo la fuerza del amor que llevamos inscrito, que es el n?cleo de donde venimos y la meta a la que estamos llamados, termina llenando y dando sentido a lo que somos. Y de ?l has colmado mi interior.

??????????? Y as? me urges, Se?or, con todo ese lenguaje intenso, a poner la fuerza de mi vida en el lugar adecuado. A tomarme en serio. Porque estamos para ser felices, pero no para tomarnos a broma, porque las consecuencias nos alcanzan a todos. No es dramatismo, todo lo contrario, es una invitaci?n, una llamada urgente, a hacer de lo m?s noble, de lo que no es perecedero, y el amor est? en el n?cleo, la fuerza de nuestro ser. Porque el cofre de nuestro tesoro se va llenando desde ahora, aunque tal vez los efectos de su belleza no los descubramos plenamente hasta el final de nuestra andadura, que dejar? el rastro, intenso o no,? de nuestro bien. Me has dado mucho para hacerlo posible y tienes razones, m?s que suficientes, para pedirme cuentas.

ORACI?N:?????????????? ?Estar en vela?

??????????? Quiero aprovechar para pedirte, ante esta palabra que me diriges, que no pierda nunca la referencia de tu ser en m?. Que me atraigas con toda tu fuerza hacia ti, para que pueda desde ti aprender a amar cada d?a con m?s fuerza, con m?s intensidad, con m?s verdad, con m?s eficacia, s? eficacia, porque el amor, si es aut?ntico tiene que ser eficaz.

??????????? Ay?dame a estar en vela, en esa actitud que me permita no dormirme ante el aturdimiento de tantas cosas que me llegan y me confunden, y hasta me ofuscan los sentimientos. Ay?dame a no dejar entrar en m? aquello que me impida acoger lo mejor y m?s noble y bello que hay en m? y en los otros. Ay?dame a descubrirte en todo gesto de bien y de amor que soy capaz de dar y de recibir.

CONTEMPLACI?N:????????????? ?Un tesoro?

Miro hacia dentro
y no encuentro sino el susurro
de mi vac?o,
el lamento de lo que pudo ser
y no fue,
y el deseo ardiente
de encontrarme contigo
en lo m?s noble
y aut?ntico de m?.

Y en medio de un vac?o luminoso
algo me dice
que no estoy solo,
que no es un sue?o vago,
que hay un tesoro escondido
y visible.

Un tesoro que recoge
todo lo que es capaz
de llenar el espacio
de mi existencia,
el sentido de mi camino,
la esperanza
de mi humanidad herida.

Un tesoro en cuyo centro
lates t?.


Publicado por verdenaranja @ 22:29  | Liturgia
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ZENIT? nos ofrece las palabras pronunciadas?el domingo 29de Agosto de 2010?por el Papa Benedicto XVI hoy durante el rezo del ?ngelus, con los peregrinos reunidos en el patio interior del Palacio Apost?lico de Castel Gandolfo.

Queridos hermanos y hermanas,

en el Evangelio de este domingo (Lc 14,1.7-14), encontramos a Jes?s como comensal en la casa de un jefe de los fariseos. D?ndose cuenta de que los invitados eleg?an los primeros puestos en la mesa, ?l cont? una par?bola, ambientada en un banquete nupcial. ?Si te invitan a un banquete de bodas, no te coloques en el primer lugar, porque puede suceder que haya sido invitada otra persona m?s importante que t?, y cuando llegue el que los invit? a los dos, tenga que decirte: 'D?jale el sitio' ... Al contrario, cuando te inviten, ve a colocarte en el ?ltimo sitio? (Lc 14,8-10). El Se?or no pretende dar una lecci?n sobre etiqueta, ni sobre la jerarqu?a entre las distintas autoridades. ?l insiste m?s bien en un punto decisivo, que es el de la humildad: ?el que ensalza ser? humillado, y el que se humilla ser? ensalzado? (Lc 14,11). Esta par?bola, en un significado m?s profundo, hace pensar tambi?n en la posici?n del hombre en relaci?n con Dios. El ??ltimo lugar? puede representar de hecho la condici?n de la humanidad degradada por el pecado, condici?n por la cual s?lo la encarnaci?n del Hijo Unig?nito puede ensalzarla. Por esto el propio Cristo ?tom? el ?ltimo lugar en el mundo ? la cruz ? y precisamente con esta humildad radical nos ha redimido y nos ayuda constantemente? (Enc. Deus caritas est, 35).

Al final de la par?bola, Jes?s sugiere al jefe de los fariseos que invite a su mesa no a sus amigos o parientes o vecinos ricos, sino a las personas m?s pobres y marginadas, que no tienen modo de devolv?rselo (cfr Lc 14,13-14), para que el don sea gratuito. La verdadera recompensa, de hecho, al final, la dar? Dios, ?que gobierna el mundo... Nosotros le prestamos nuestro servicio en lo que podamos y hasta que Dios nos d? la fuerza para ello? (Enc. Deus caritas est, 35). Una vez m?s, por tanto, vemos a Cristo como modelo de humildad y de gratuidad: de ?l aprendemos la paciencia en las tentaciones, la mansedumbre en las ofensas, la obediencia a Dios en el dolor, a la espera de que Aqu?l que nos ha invitado nos diga: ?Amigo, sube m?s arriba? (cfr Lc 14,10); el verdadero bien, de hecho, es estar cerca de ?l. San Luis IX, rey de Francia ? cuya memoria se celebraba el pasado mi?rcoles ? puso en pr?ctica lo que est? escrito en el Libro del Eclesi?stico: ?Cuanto m?s grande seas, m?s humilde debes ser, y as? obtendr?s el favor del Se?or" (3,18). As? lo escrib?a en su ?Testamento espiritual al hijo": "Si el Se?or te concede prosperidad, debes darle gracias con humildad y vigilar que no sea en detrimento tuyo, por vanagloria o por cualquier otro motivo, porque los dones de Dios no han de ser causa de que le ofendas" (Acta Sanctorum Augusti 5 [1868], 546).

Queridos amigos, hoy recordamos tambi?n el martirio de san Juan Bautista, el m?s grande entre los profetas de Cristo, que supo negarse a s? mismo para dejar espacio al Salvador y que muri? por la verdad. Pid?mosle a ?l y a la Virgen Mar?a que nos gu?en por el camino de la humildad, para poder ser dignos de la recompensa divina.

[Despu?s del ?ngelus, dijo]

El pr?ximo 1 de septiembre se celebra en Italia la Jornada por la salvaguarda de la Creaci?n, promovida por la Conferencia Episcopal Italiana. Se trata de una cita ya habitual, importante tambi?n en el plano ecum?nico. Este a?o nos recuerda que no puede haber paz sin respeto del medio ambiente. Tenemos, de hecho, el deber de entregar la tierra a las nuevas generaciones en un estado tal que tambi?n ellas puedan habitarla dignamente y conservarla ulteriormente. ?Que el Se?or nos ayude en esta tarea!

[En espa?ol dijo]

Al saludar cordialmente a los peregrinos de lengua espa?ola que participan en esta oraci?n mariana, quisiera recordar con particular afecto a los mineros que se encuentran atrapados en el yacimiento de san Jos?, en la regi?n chilena de Atacama. A ellos y a sus familiares los encomiendo a la intercesi?n de San Lorenzo, asegur?ndoles mi cercan?a espiritual y mis continuas oraciones, para que mantengan la serenidad en la espera de una feliz conclusi?n de los trabajos que se est?n llevando a cabo para su rescate. Y a todos os invito a acoger hoy la Palabra de Cristo, para crecer en fe, humildad y generosidad. Feliz domingo.

[Traducci?n del italiano por Inma ?lvarez
?Libreria Editrice Vaticana]


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En la solemnidad de San Luis Rey, los obispos puntanos, en Argentina, han emitido una declaraci?n en la que denuncian la injusta discriminaci?n de la que son objeto los ni?os y reclaman la urgente defensa de sus derechos.

?MENSAJE A TODO EL PUEBLO DE SAN LUIS Y DE LA PATRIA?

Por el camino de la injusta discriminaci?n contra el ni?o,
se propone el asesinato del ni?o?

?Dirigimos este mensaje a todos los fieles cat?licos, y a todo el pueblo de San Luis y de la Patria. Nos dirigimos as? a los fieles de los cultos evang?licos, con quienes nos hemos unido ante los mismos desaf?os. Nos dirigimos a los fieles de los restantes cultos, y tambi?n a quienes sin profesar ning?n culto, creen en la realidad de la naturaleza humana y en la defensa de sus derechos.?

I).?Hoy, es urgente defender los derechos de los ni?os. Ellos, por su naturaleza humana, tienen como derecho primero y fundamental?el derecho a nacer, el derecho a la vida. Si eso se les niega, pierden todos los dem?s derechos. Si un ni?o indefenso e inocente es asesinado antes de nacer,?sufre la m?s terrible e injusta de las discriminaciones. Se le niega todo.?

Cuando se rechaza esta verdad, evidente para la inteligencia que caracteriza a nuestra naturaleza humana, se construye?una sociedad inhumana. Frente a?la cultura?de la vida, se elige?la cultura de la muerte. Se elige?la cultura de la promoci?n legal del aborto.?

Se intenta justificar esa cultura mort?fera, invocando el peligro de los abortos clandestinos. No hay cifras seguras pero se estima que podr?a llegar a morir una madre cada cuatro mil abortos clandestinos[1]. Pero la absurda "soluci?n" es asesinar a esos cuatro mil ni?os, con cuidados m?dicos seguros, legales y gratuitos a sus madres, para que no sufran peligro.

Por supuesto, no se utilizar? la chocante palabra "asesinar". Se dir? que solo se trata de una "interrupci?n del embarazo". Pero ser?n vidas definitivamente interrumpidas.?

Otro subterfugio es presentar este tema -no como una cuesti?n de vida o muerte en que podr?an llegar a alterarse b?sicos principios constitucionales- sino como un mero tr?mite burocr?tico en que por una interpretaci?n "amplia" del?C?digo Penal, se dar?a curso a una?Gu?a Ministerial?de m?ximo permisivismo abortista. Por ahora, la conciencia del principal responsable lo ha impedido.?

No es posible creer que en sociedades modernas y desarrolladas no existan posibilidades legales para un tr?mite de justa y r?pida adopci?n. Ni tampoco, que se carezca de posibilidades para brindar a esas madres el apoyo social, econ?mico, psicol?gico, moral y espiritual que necesitan, para no ser c?mplices de la muerte de sus hijos. Todo eso es posible. Pero es rechazado por el terrible?desprecio discriminatorio?hacia el ni?o por nacer.?

II).?Iniciando el camino de esa injusta discriminaci?n contra el ni?o, una escasa mayor?a de legisladores argentinos -mayor?a obtenida a trav?s de intensas presiones- ha aprobado una?injusta ley?sobre la cual nuestro pueblo no fue consultado en las plataformas electorales previas, ni tampoco despu?s. Nos referimos a la ley por la cual las uniones del mismo sexo han pasado a considerarse id?nticas a las uniones matrimoniales del var?n y la mujer. Es una ley contraria a la realidad de la naturaleza humana, que s?lo puede realizarse en una verdadera familia, a trav?s de la diferencia y la complementariedad de la uni?n entre los dos sexos. Si no hubiera sido siempre as?, habr?a dejado de existir la especie humana.?

Se pretendi? que de esa manera se superaba una discriminaci?n, cuando solo se estaba negando la realidad. Sobre esa base falsa se perpetraron entonces injustas discriminaciones.

As?, se discrimin? injustamente al ni?o, neg?ndole su derecho natural a tener un pap? y una mam?, sost?n natural indispensable para que tanto los varones como las nenas puedan desarrollarse normalmente en su propia identidad sexual.

Las consecuencias negativas de la ley alcanzar?n su mayor gravedad en todo el ciclo escolar, inicial, primario y secundario. All? se ha planificado que todos los alumnos se inicien en la llamada "perspectiva de g?nero", de un modo que inevitablemente los inducir? a cuestionarse la identidad sexual de la cual en su inmensa mayor?a se sienten naturalmente seguros. Dicha inmensa mayor?a habr? sufrido y sufrir?, entonces, una injusta discriminaci?n. No se respetar?n sus derechos a ser sostenidos en esa natural identidad sexual.

Hoy, los activistas que promueven la cultura del aborto en la Argentina, son los mismos, o est?n estrechamente coordinados, con los que promovieron el matrimonio homosexual,?y procuran extender sus efectos a toda la sociedad en lo educativo y cultural.

Se trata de un proyecto globalizado, cuyo n?cleo central se vincula indudablemente a sectores de las Naciones Unidas. En nombre de la lucha contra la discriminaci?n, despliegan la discriminaci?n m?s activa e injusta contra quienes creen que Dios es "fuente de toda raz?n y justicia", y viven sostenidos por esa?fe.?

La Iglesia conf?a en que Cristo seguir? gui?ndola e ilumin?ndola, para que comprenda en la esperanza estos signos de los tiempos, y sin desanimarse nunca transmita el testimonio de la verdad en el amor, que es su misi?n.

San Luis, 25 de agosto de 2010

Solemnidad de San Luis Rey

+Mons.?Jorge Luis Lona
Obispo Di?cesis de San Luis


+Mons. Pedro Daniel Mart?nez
Obispo Coadjutor Di?cesis de San Luis

____________________?

[1]?En un Editorial de "La Naci?n" (15/08/10), se cita una cifra de 80 muertes cada 460.000 abortos clandestinos, es decir, una muerte cada 5750 abortos


Publicado por verdenaranja @ 22:12  | Hablan los obispos
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Mensaje del Papa para la pr?xima Jornada Mundial de la Juventud, que se realizar? en Madrid, Espa?a, del 16 al 21 de agosto de 2011, sobre el tema ?Arraigados y edificados en Cristo, firmes en la fe? (cf. Col 2,7). (Fides)

"Arraigados y edificados en Cristo, firmes en la fe" (cf. Col 2, 7)

Queridos amigos

Pienso con frecuencia en la Jornada Mundial de la Juventud de Sydney, en el 2008. All? vivimos una gran fiesta de la fe, en la que el Esp?ritu de Dios actu? con fuerza, creando una intensa comuni?n entre los participantes, venidos de todas las partes del mundo. Aquel encuentro, como los precedentes, ha dado frutos abundantes en la vida de muchos j?venes y de toda la Iglesia. Nuestra mirada se dirige ahora a la pr?xima Jornada Mundial de la Juventud, que tendr? lugar en Madrid, en el mes de agosto de 2011. Ya en 1989, algunos meses antes de la hist?rica ca?da del Muro de Berl?n, la peregrinaci?n de los j?venes hizo un alto en Espa?a, en Santiago de Compostela. Ahora, en un momento en que Europa tiene que volver a encontrar sus ra?ces cristianas, hemos fijado nuestro encuentro en Madrid, con el lema: ?Arraigados y edificados en Cristo, firmes en la fe? (cf. Col 2, 7). Os invito a este evento tan importante para la Iglesia en Europa y para la Iglesia universal. Adem?s, quisiera que todos los j?venes, tanto los que comparten nuestra fe, como los que vacilan, dudan o no creen, puedan vivir esta experiencia, que puede ser decisiva para la vida: la experiencia del Se?or Jes?s resucitado y vivo, y de su amor por cada uno de nosotros.

1. En las fuentes de vuestras aspiraciones m?s grandes

En cada ?poca, tambi?n en nuestros d?as, numerosos j?venes sienten el profundo deseo de que las relaciones interpersonales se vivan en la verdad y la solidaridad. Muchos manifiestan la aspiraci?n de construir relaciones aut?nticas de amistad, de conocer el verdadero amor, de fundar una familia unida, de adquirir una estabilidad personal y una seguridad real, que puedan garantizar un futuro sereno y feliz. Al recordar mi juventud, veo que, en realidad, la estabilidad y la seguridad no son las cuestiones que m?s ocupan la mente de los j?venes. S?, la cuesti?n del lugar de trabajo, y con ello la de tener el porvenir asegurado, es un problema grande y apremiante, pero al mismo tiempo la juventud sigue siendo la edad en la que se busca una vida m?s grande. Al pensar en mis a?os de entonces, sencillamente, no quer?amos perdernos en la mediocridad de la vida aburguesada. Quer?amos lo que era grande, nuevo. Quer?amos encontrar la vida misma en su inmensidad y belleza. Ciertamente, eso depend?a tambi?n de nuestra situaci?n. Durante la dictadura nacionalsocialista y la guerra, estuvimos, por as? decir, "encerrados" por el poder dominante. Por ello, quer?amos salir afuera para entrar en la abundancia de las posibilidades del ser hombre. Pero creo que, en cierto sentido, este impulso de ir m?s all? de lo habitual est? en cada generaci?n. Desear algo m?s que la cotidianidad regular de un empleo seguro y sentir el anhelo de lo que es realmente grande forma parte del ser joven. ?Se trata s?lo de un sue?o vac?o que se desvanece cuando uno se hace adulto? No, el hombre en verdad est? creado para lo que es grande, para el infinito. Cualquier otra cosa es insuficiente. San Agust?n ten?a raz?n: nuestro coraz?n est? inquieto, hasta que no descansa en Ti. El deseo de la vida m?s grande es un signo de que ?l nos ha creado, de que llevamos su "huella". Dios es vida, y cada criatura tiende a la vida; en un modo ?nico y especial, la persona humana, hecha a imagen de Dios, aspira al amor, a la alegr?a y a la paz. Entonces comprendemos que es un contrasentido pretender eliminar a Dios para que el hombre viva. Dios es la fuente de la vida; eliminarlo equivale a separarse de esta fuente e, inevitablemente, privarse de la plenitud y la alegr?a: ?sin el Creador la criatura se diluye? (Con. Ecum. Vaticano. II, Const. Gaudium et Spes, 36). La cultura actual, en algunas partes del mundo, sobre todo en Occidente, tiende a excluir a Dios, o a considerar la fe como un hecho privado, sin ninguna relevancia en la vida social. Aunque el conjunto de los valores, que son el fundamento de la sociedad, provenga del Evangelio ? como el sentido de la dignidad de la persona, de la solidaridad, del trabajo y de la familia ?, se constata una especie de "eclipse de Dios", una cierta amnesia, m?s a?n, un verdadero rechazo del cristianismo y una negaci?n del tesoro de la fe recibida, con el riesgo de perder aquello que m?s profundamente nos caracteriza.

Por este motivo, queridos amigos, os invito a intensificar vuestro camino de fe en Dios, Padre de nuestro Se?or Jesucristo. Vosotros sois el futuro de la sociedad y de la Iglesia. Como escrib?a el ap?stol Pablo a los cristianos de la ciudad de Colosas, es vital tener ra?ces y bases s?lidas. Esto es verdad, especialmente hoy, cuando muchos no tienen puntos de referencia estables para construir su vida, sinti?ndose as? profundamente inseguros. El relativismo que se ha difundido, y para el que todo da lo mismo y no existe ninguna verdad, ni un punto de referencia absoluto, no genera verdadera libertad, sino inestabilidad, desconcierto y un conformismo con las modas del momento. Vosotros, j?venes, ten?is el derecho de recibir de las generaciones que os preceden puntos firmes para hacer vuestras opciones y construir vuestra vida, del mismo modo que una planta peque?a necesita un apoyo s?lido hasta que crezcan sus ra?ces, para convertirse en un ?rbol robusto, capaz de dar fruto.

2. Arraigados y edificados en Cristo

Para poner de relieve la importancia de la fe en la vida de los creyentes, quisiera detenerme en tres t?rminos que san Pablo utiliza en:?Arraigados y edificados en Cristo, firmes en la fe? (cf. Col 2, 7). Aqu? podemos distinguir tres im?genes: "arraigado" evoca el ?rbol y las ra?ces que lo alimentan; "edificado" se refiere a la construcci?n; "firme" alude al crecimiento de la fuerza f?sica o moral. Se trata de im?genes muy elocuentes. Antes de comentarlas, hay que se?alar que en el texto original las tres expresiones, desde el punto de vista gramatical, est?n en pasivo: quiere decir, que es Cristo mismo quien toma la iniciativa de arraigar, edificar y hacer firmes a los creyentes.

La primera imagen es la del ?rbol, firmemente plantado en el suelo por medio de las ra?ces, que le dan estabilidad y alimento. Sin las ra?ces, ser?a llevado por el viento, y morir?a. ?Cu?les son nuestras ra?ces? Naturalmente, los padres, la familia y la cultura de nuestro pa?s son un componente muy importante de nuestra identidad. La Biblia nos muestra otra m?s. El profeta Jerem?as escribe: ?Bendito quien conf?a en el Se?or y pone en el Se?or su confianza: ser? un ?rbol plantado junto al agua, que junto a la corriente echa ra?ces; cuando llegue el est?o no lo sentir?, su hoja estar? verde; en a?o de sequ?a no se inquieta, no deja de dar fruto? (Jer 17, 7-8). Echar ra?ces, para el profeta, significa volver a poner su confianza en Dios. De ?l viene nuestra vida; sin ?l no podr?amos vivir de verdad. ?Dios nos ha dado vida eterna y esta vida est? en su Hijo? (1 Jn 5,11). Jes?s mismo se presenta como nuestra vida (cf. Jn 14, 6). Por ello, la fe cristiana no es s?lo creer en la verdad, sino sobre todo una relaci?n personal con Jesucristo. El encuentro con el Hijo de Dios proporciona un dinamismo nuevo a toda la existencia. Cuando comenzamos a tener una relaci?n personal con ?l, Cristo nos revela nuestra identidad y, con su amistad, la vida crece y se realiza en plenitud. Existe un momento en la juventud en que cada uno se pregunta: ?qu? sentido tiene mi vida, qu? finalidad, qu? rumbo debo darle? Es una fase fundamental que puede turbar el ?nimo, a veces durante mucho tiempo. Se piensa cu?l ser? nuestro trabajo, las relaciones sociales que hay que establecer, qu? afectos hay que desarrollar? En este contexto, vuelvo a pensar en mi juventud. En cierto modo, muy pronto tom? conciencia de que el Se?or me quer?a sacerdote. Pero m?s adelante, despu?s de la guerra, cuando en el seminario y en la universidad me dirig?a hacia esa meta, tuve que reconquistar esa certeza. Tuve que preguntarme: ?es ?ste de verdad mi camino? ?Es de verdad la voluntad del Se?or para m?? ?Ser? capaz de permanecerle fiel y estar totalmente a disposici?n de ?l, a su servicio? Una decisi?n as? tambi?n causa sufrimiento. No puede ser de otro modo. Pero despu?s tuve la certeza: ?as? est? bien! S?, el Se?or me quiere, por ello me dar? tambi?n la fuerza. Escuch?ndole, estando con ?l, llego a ser yo mismo. No cuenta la realizaci?n de mis propios deseos, sino su voluntad. As?, la vida se vuelve aut?ntica.

Como las ra?ces del ?rbol lo mantienen plantado firmemente en la tierra, as? los cimientos dan a la casa una estabilidad perdurable. Mediante la fe, estamos arraigados en Cristo (cf. Col 2, 7), as? como una casa est? construida sobre los cimientos. En la historia sagrada tenemos numerosos ejemplos de santos que han edificado su vida sobre la Palabra de Dios. El primero Abrah?n. Nuestro padre en la fe obedeci? a Dios, que le ped?a dejar la casa paterna para encaminarse a un pa?s desconocido. ?Abrah?n crey? a Dios y se le cont? en su haber. Y en otro pasaje se le llama "amigo de Dios"? (St 2, 23). Estar arraigados en Cristo significa responder concretamente a la llamada de Dios, fi?ndose de ?l y poniendo en pr?ctica su Palabra. Jes?s mismo reprende a sus disc?pulos: ??Por qu? me llam?is: "?Se?or, Se?or!", y no hac?is lo que digo?? (Lc 6, 46). Y recurriendo a la imagen de la construcci?n de la casa, a?ade: ?El que se acerca a m?, escucha mis palabras y las pone por obra? se parece a uno que edificaba una casa: cav?, ahond? y puso los cimientos sobre roca; vino una crecida, arremeti? el r?o contra aquella casa, y no pudo tambalearla, porque estaba s?lidamente construida? (Lc 6, 47-48).

Queridos amigos, construid vuestra casa sobre roca, como el hombre que "cav? y ahond?". Intentad tambi?n vosotros acoger cada d?a la Palabra de Cristo. Escuchadle como al verdadero Amigo con quien compartir el camino de vuestra vida. Con ?l a vuestro lado ser?is capaces de afrontar con valent?a y esperanza las dificultades, los problemas, tambi?n las desilusiones y los fracasos. Continuamente se os presentar?n propuestas m?s f?ciles, pero vosotros mismos os dar?is cuenta de que se revelan como enga?osas, no dan serenidad ni alegr?a. S?lo la Palabra de Dios nos muestra la aut?ntica senda, s?lo la fe que nos ha sido transmitida es la luz que ilumina el camino. Acoged con gratitud este don espiritual que hab?is recibido de vuestras familias y esforzaos por responder con responsabilidad a la llamada de Dios, convirti?ndoos en adultos en la fe. No cre?is a los que os digan que no necesit?is a los dem?s para construir vuestra vida. Apoyaos, en cambio, en la fe de vuestros seres queridos, en la fe de la Iglesia, y agradeced al Se?or el haberla recibido y haberla hecho vuestra.

3. Firmes en la fe

Estad ?arraigados y edificados en Cristo, firmes en la fe? (cf. Col 2, 7). La carta de la cual est? tomada esta invitaci?n, fue escrita por san Pablo para responder a una necesidad concreta de los cristianos de la ciudad de Colosas. Aquella comunidad, de hecho, estaba amenazada por la influencia de ciertas tendencias culturales de la ?poca, que apartaban a los fieles del Evangelio. Nuestro contexto cultural, queridos j?venes, tiene numerosas analog?as con el de los colosenses de entonces. En efecto, hay una fuerte corriente de pensamiento laicista que quiere apartar a Dios de la vida de las personas y la sociedad, planteando e intentando crear un "para?so" sin ?l. Pero la experiencia ense?a que el mundo sin Dios se convierte en un "infierno", donde prevalece el ego?smo, las divisiones en las familias, el odio entre las personas y los pueblos, la falta de amor, alegr?a y esperanza. En cambio, cuando las personas y los pueblos acogen la presencia de Dios, le adoran en verdad y escuchan su voz, se construye concretamente la civilizaci?n del amor, donde cada uno es respetado en su dignidad y crece la comuni?n, con los frutos que esto conlleva. Hay cristianos que se dejan seducir por el modo de pensar laicista, o son atra?dos por corrientes religiosas que les alejan de la fe en Jesucristo. Otros, sin dejarse seducir por ellas, sencillamente han dejado que se enfriara su fe, con las inevitables consecuencias negativas en el plano moral.

El ap?stol Pablo recuerda a los hermanos, contagiados por las ideas contrarias al Evangelio, el poder de Cristo muerto y resucitado. Este misterio es el fundamento de nuestra vida, el centro de la fe cristiana. Todas las filosof?as que lo ignoran, consider?ndolo "necedad" (1 Co 1, 23), muestran sus l?mites ante las grandes preguntas presentes en el coraz?n del hombre. Por ello, tambi?n yo, como Sucesor del ap?stol Pedro, deseo confirmaros en la fe (cf. Lc 22, 32). Creemos firmemente que Jesucristo se entreg? en la Cruz para ofrecernos su amor; en su pasi?n, soport? nuestros sufrimientos, carg? con nuestros pecados, nos consigui? el perd?n y nos reconcili? con Dios Padre, abri?ndonos el camino de la vida eterna. De este modo, hemos sido liberados de lo que m?s atenaza nuestra vida: la esclavitud del pecado, y podemos amar a todos, incluso a los enemigos, y compartir este amor con los hermanos m?s pobres y en dificultad.

Queridos amigos, la cruz a menudo nos da miedo, porque parece ser la negaci?n de la vida. En realidad, es lo contrario. Es el "s?" de Dios al hombre, la expresi?n m?xima de su amor y la fuente de donde mana la vida eterna. De hecho, del coraz?n de Jes?s abierto en la cruz ha brotado la vida divina, siempre disponible para quien acepta mirar al Crucificado. Por eso, quiero invitaros a acoger la cruz de Jes?s, signo del amor de Dios, como fuente de vida nueva. Sin Cristo, muerto y resucitado, no hay salvaci?n. S?lo ?l puede liberar al mundo del mal y hacer crecer el Reino de la justicia, la paz y el amor, al que todos aspiramos.

4. Creer en Jesucristo sin verlo

En el Evangelio se nos describe la experiencia de fe del ap?stol Tom?s cuando acoge el misterio de la cruz y resurrecci?n de Cristo. Tom?s, uno de los doce ap?stoles, sigui? a Jes?s, fue testigo directo de sus curaciones y milagros, escuch? sus palabras, vivi? el desconcierto ante su muerte. En la tarde de Pascua, el Se?or se aparece a los disc?pulos, pero Tom?s no est? presente, y cuando le cuentan que Jes?s est? vivo y se les ha aparecido, dice: ?Si no veo en sus manos la se?al de los clavos, si no meto el dedo en el agujero de los clavos y no meto la mano en su costado, no lo creo? (Jn 20, 25).

Tambi?n nosotros quisi?ramos poder ver a Jes?s, poder hablar con ?l, sentir m?s intensamente a?n su presencia. A muchos se les hace hoy dif?cil el acceso a Jes?s. Muchas de las im?genes que circulan de Jes?s, y que se hacen pasar por cient?ficas, le quitan su grandeza y la singularidad de su persona. Por ello, a lo largo de mis a?os de estudio y meditaci?n, fui madurando la idea de transmitir en un libro algo de mi encuentro personal con Jes?s, para ayudar de alguna forma a ver, escuchar y tocar al Se?or, en quien Dios nos ha salido al encuentro para darse a conocer. De hecho, Jes?s mismo, apareci?ndose nuevamente a los disc?pulos despu?s de ocho d?as, dice a Tom?s: ?Trae tu dedo, aqu? tienes mis manos; trae tu mano y m?tela en mi costado, y no seas incr?dulo, sino creyente? (Jn 20, 27). Tambi?n para nosotros es posible tener un contacto sensible con Jes?s, meter, por as? decir, la mano en las se?ales de su Pasi?n, las se?ales de su amor. En los Sacramentos, ?l se nos acerca en modo particular, se nos entrega. Queridos j?venes, aprended a "ver", a "encontrar" a Jes?s en la Eucarist?a, donde est? presente y cercano hasta entregarse como alimento para nuestro camino; en el Sacramento de la Penitencia, donde el Se?or manifiesta su misericordia ofreci?ndonos siempre su perd?n. Reconoced y servid a Jes?s tambi?n en los pobres y enfermos, en los hermanos que est?n en dificultad y necesitan ayuda.

Entablad y cultivad un di?logo personal con Jesucristo, en la fe. Conocedle mediante la lectura de los Evangelios y del Catecismo de la Iglesia Cat?lica; hablad con ?l en la oraci?n, confiad en ?l. Nunca os traicionar?. ?La fe es ante todo una adhesi?n personal del hombre a Dios; es al mismo tiempo e inseparablemente el asentimiento libre a toda la verdad que Dios ha revelado? (Catecismo de la Iglesia Cat?lica, 150). As? podr?is adquirir una fe madura, s?lida, que no se funda ?nicamente en un sentimiento religioso o en un vago recuerdo del catecismo de vuestra infancia. Podr?is conocer a Dios y vivir aut?nticamente de ?l, como el ap?stol Tom?s, cuando profes? abiertamente su fe en Jes?s: ??Se?or m?o y Dios m?o!?.

5. Sostenidos por la fe de la Iglesia, para ser testigos

En aquel momento Jes?s exclama: ??Porque me has visto has cre?do? Dichosos los que crean sin haber visto? (Jn 20, 29). Pensaba en el camino de la Iglesia, fundada sobre la fe de los testigos oculares: los Ap?stoles. Comprendemos ahora que nuestra fe personal en Cristo, nacida del di?logo con ?l, est? vinculada a la fe de la Iglesia: no somos creyentes aislados, sino que, mediante el Bautismo, somos miembros de esta gran familia, y es la fe profesada por la Iglesia la que asegura nuestra fe personal. El Credo que proclamamos cada domingo en la Eucarist?a nos protege precisamente del peligro de creer en un Dios que no es el que Jes?s nos ha revelado: ?Cada creyente es como un eslab?n en la gran cadena de los creyentes. Yo no puedo creer sin ser sostenido por la fe de los otros, y por mi fe yo contribuyo a sostener la fe de los otros? (Catecismo de la Iglesia Cat?lica, 166). Agradezcamos siempre al Se?or el don de la Iglesia; ella nos hace progresar con seguridad en la fe, que nos da la verdadera vida (cf. Jn 20, 31).

En la historia de la Iglesia, los santos y m?rtires han sacado de la cruz gloriosa la fuerza para ser fieles a Dios hasta la entrega de s? mismos; en la fe han encontrado la fuerza para vencer las propias debilidades y superar toda adversidad. De hecho, como dice el ap?stol Juan: ??qui?n es el que vence al mundo sino el que cree que Jes?s es el Hijo de Dios?? (1 Jn 5, 5). La victoria que nace de la fe es la del amor. Cu?ntos cristianos han sido y son un testimonio vivo de la fuerza de la fe que se expresa en la caridad. Han sido art?fices de paz, promotores de justicia, animadores de un mundo m?s humano, un mundo seg?n Dios; se han comprometido en diferentes ?mbitos de la vida social, con competencia y profesionalidad, contribuyendo eficazmente al bien de todos. La caridad que brota de la fe les ha llevado a dar un testimonio muy concreto, con la palabra y las obras. Cristo no es un bien s?lo para nosotros mismos, sino que es el bien m?s precioso que tenemos que compartir con los dem?s. En la era de la globalizaci?n, sed testigos de la esperanza cristiana en el mundo entero: son muchos los que desean recibir esta esperanza. Ante la tumba del amigo L?zaro, muerto desde hac?a cuatro d?as, Jes?s, antes de volver a llamarlo a la vida, le dice a su hermana Marta: ?Si crees, ver?s la gloria de Dios? (Jn 11, 40). Tambi?n vosotros, si cre?is, si sab?is vivir y dar cada d?a testimonio de vuestra fe, ser?is un instrumento que ayudar? a otros j?venes como vosotros a encontrar el sentido y la alegr?a de la vida, que nace del encuentro con Cristo.

6. Hacia la Jornada Mundial de Madrid

Queridos amigos, os reitero la invitaci?n a asistir a la Jornada Mundial de la Juventud en Madrid. Con profunda alegr?a, os espero a cada uno personalmente. Cristo quiere afianzaros en la fe por medio de la Iglesia. La elecci?n de creer en Cristo y de seguirle no es f?cil. Se ve obstaculizada por nuestras infidelidades personales y por muchas voces que nos sugieren v?as m?s f?ciles. No os desanim?is, buscad m?s bien el apoyo de la comunidad cristiana, el apoyo de la Iglesia. A lo largo de este a?o, preparaos intensamente para la cita de Madrid con vuestros obispos, sacerdotes y responsables de la pastoral juvenil en las di?cesis, en las comunidades parroquiales, en las asociaciones y los movimientos. La calidad de nuestro encuentro depender?, sobre todo, de la preparaci?n espiritual, de la oraci?n, de la escucha en com?n de la Palabra de Dios y del apoyo rec?proco.

Queridos j?venes, la Iglesia cuenta con vosotros. Necesita vuestra fe viva, vuestra caridad creativa y el dinamismo de vuestra esperanza. Vuestra presencia renueva la Iglesia, la rejuvenece y le da un nuevo impulso. Por ello, las Jornadas Mundiales de la Juventud son una gracia no s?lo para vosotros, sino para todo el Pueblo de Dios. La Iglesia en Espa?a se est? preparando intensamente para acogeros y vivir la experiencia gozosa de la fe. Agradezco a las di?cesis, las parroquias, los santuarios, las comunidades religiosas, las asociaciones y los movimientos eclesiales, que est?n trabajando con generosidad en la preparaci?n de este evento. El Se?or no dejar? de bendecirles. Que la Virgen Mar?a acompa?e este camino de preparaci?n. Ella, al anuncio del ?ngel, acogi? con fe la Palabra de Dios; con fe consinti? que la obra de Dios se cumpliera en ella. Pronunciando su "fiat", su "s?", recibi? el don de una caridad inmensa, que la impuls? a entregarse enteramente a Dios. Que Ella interceda por todos vosotros, para que en la pr?xima Jornada Mundial pod?is crecer en la fe y en el amor. Os aseguro mi recuerdo paterno en la oraci?n y os bendigo de coraz?n.

Vaticano, 6 de agosto de 2010, Fiesta de la Transfiguraci?n del Se?or.

BENEDICTUS PP XVI

[01149-04.01] [Texto original: Italiano]


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Domingo, 05 de septiembre de 2010

ZENIT?? publica el art?culo que ha escrito Giovanni Maria Vian, director de "L'Osservatore Romano", a los setenta a?os de la llegada del hermano Roger Schutz a la Colina de Taiz?.

La colina de Taiz?


Era el 20 de agosto de 1940, hace setenta a?os, cuando Roger Schutz lleg? por primera vez a Taiz?. En aquel verano de guerra en la Francia sometida por el invasor, ciertamente el joven pastor calvinista suizo no pod?a imaginar que en un futuro no tan lejano -ya durante la d?cada de 1950- otros j?venes europeos, muchos y despu?s much?simos, iban a subir a esa colina en el coraz?n de Borgo?a, en una regi?n rural ondulada y dulce en cuyo horizonte corren a menudo grandes nubes. Al principio llegaban espont?neamente, como ?l, quiz? en autostop, luego de todo el continente en grupos organizados, sobre todo durante el verano o en Pascua.

En el calendario lit?rgico el 20 de agosto es la fiesta de san Bernardo, que vivi? en C?teaux, no muy distante de Taiz?, que a su vez se encuentra a pocos kil?metros de Cluny: bajo el signo de reformas mon?sticas que han marcado la historia de la Iglesia. Y ya en 1940 el joven Schutz comenz? a acoger a refugiados y jud?os, pensando en un proyecto de vida com?n con algunos amigos, que inici? dos a?os m?s tarde en Ginebra por la imposibilidad de quedarse en Francia. Regres? a Taiz? durante la guerra, y reanud? la acogida, esta vez de prisioneros alemanes y de ni?os hu?rfanos. Quien llega hoy encuentra un peque?o bungalow, un poco m?s all? de las antiguas casas y la peque?a iglesia rom?nica, rodeada por un min?sculo cementerio, y una acogida que encarna la antigua hospitalidad en el nombre de Cristo inscrita en la Regla de san Benito.

Precisamente la vocaci?n mon?stica hab?a atra?do siempre a Roger y a sus compa?eros, todos de origen protestante, pero sensibles a la riqueza de las distintas corrientes cristianas y que se comprometieron ya en 1949 a una forma de vida com?n en el surco de la espiritualidad benedictina y de la ignaciana, delineada algunos a?os m?s tarde en la Regla de Taiz?. En ese mismo a?o el hermano Roger fue recibido por P?o XII junto con uno de sus primeros compa?eros, Max Thurian, mientras que desde 1958 sus encuentros con el Papa -Juan XXIII, Pablo VI y Juan Pablo II, que en 1986 estuvo en la colina- se convirtieron en una costumbre anual, expresando una cercan?a que llev?, desde finales de la d?cada de 1960, a la entrada en la comunidad de un n?mero creciente de cat?licos. Y el hermano Roger, ya varios a?os antes de su asesinato a manos de una desequilibrada el 16 de agosto de 2005, design? a un joven cat?lico alem?n, Alois L?ser, como su sucesor en la gu?a de la comunidad.

En 1962 el prior, con algunos hermanos, comenz? en el m?s absoluto secreto una serie de visitas a algunos pa?ses del Este europeo, mientras que en agosto se inaugur? en Taiz? una moderna Iglesia de la Reconciliaci?n. Un espacio muy grande -pero que pronto hubo que ampliar, al principio con carpas, para hospedar a las miles de personas que acud?an en las semanas de verano- predispuesto para la oraci?n tres veces al d?a en varios idiomas. Con los largos momentos de silencio y cantos meditativos ahora muy difundidos, estas tres citas diarias eran lo que impresionaba profundamente a quienes llegaban por primera vez a la colina.

Para la apertura de un "concilio de los j?venes" en agosto de 1974 llegaron a Taiz? m?s de cuarenta mil de toda Europa, alojados en un campamento de tiendas, en una precariedad agravada por una lluvia torrencial. Entre ellos pasaba imperturbable el cardenal Johannes Willebrands, enviado por Pablo VI, hablando con amabilidad a los j?venes de poco m?s de veinte a?os que se le acercaban, manchados de barro y cansados, pero impresionados por la apuesta ecum?nica de la comunidad. A ellos, durante d?cadas, en el surco de la grande tradici?n cristiana, el hermano Roger dirig?a cada tarde una breve meditaci?n, y despu?s de la oraci?n se deten?a a acoger y escuchar a quienes quer?an hablarle o s?lo acercarse a ?l.
Esta fue, en los a?os de la contestaci?n juvenil y del alejamiento de muchos de la fe, la revoluci?n de Taiz?. Lucha y contemplaci?n hab?a decidido titular el diario de aquellos a?os el prior, mientras la comunidad comenzaba una "peregrinaci?n de confianza" en los distintos continentes. Buscando la reconciliaci?n y compartir las pobrezas del mundo, reavivando la fe casi apagada en numerosos contextos de Europa central, sosteniendo su llamita en los pa?ses sofocados por el comunismo, acostumbrando a muchos j?venes cat?licos a una apertura todav?a m?s amplia.

Taiz? nunca quiso constituir un movimiento, pero siempre impuls? a comprometerse en las parroquias y en las realidades locales: practicando la acogida, alentando a los pac?ficos de la bienaventuranza evang?lica, trabajando para la uni?n entre las Iglesias y las comunidades de los creyentes en Cristo, mostrando la vitalidad y la eficacia de un camino ecum?nico espiritual. Que sepa reconciliar en s? mismo -el hermano Roger, notre fr?re, lo hab?a aprendido de joven y lo testimoni? durante toda la vida, aut?ntico pionero de un "ecumenismo de la santidad" como ha escrito el cardenal Bertone en nombre de Benedicto XVI- las riquezas de las distintas confesiones cristianas: la atenci?n a la Biblia subrayada en el protestantismo, el esplendor de la liturgia ortodoxa, la centralidad de la Eucarist?a cat?lica. Delante de la cual en Taiz? brilla siempre una lucecita que significa la adoraci?n del ?nico Se?or.


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Art?culo? escrito por monse?or Felipe Arizmendi Esquivel, obispo de San Crist?bal de Las Casas, con el t?tulo "Rebrotes de anticlericalismo".

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Asombra, inquieta y duele tanta descalificaci?n de que hemos sido objeto los obispos, porque expresamos nuestra inconformidad cuando la Suprema Corte declar? acordes con la Constituci?n las uniones de personas de un mismo sexo equipar?ndolas a un matrimonio, con el derecho de adoptar ni?os. Han dicho que estamos violando la ley y que la autoridad deber?a sancionarnos. Uno titul? su escrito: Iglesia idiota. Otro dijo que ya no hay obispos de calidad como antes. Alguien ha hablado de las atrocidades de la religi?n. Y as? por el estilo...

Para qu? enumerar los calificativos contra el cardenal Juan Sandoval. Se puede estar en disconformidad con sus aseveraciones; se puede pensar que no tienen sustento; pero aprovechar esto para descalificarnos a todos, al Papa y a la Iglesia Cat?lica en general, rebasa lo esperado y manifiesta un renovado anticlericalismo que no se hab?a manifestado tan agresivo, ni siquiera cuando se descubrieron los delitos de sacerdotes.

En la historia de nuestra Iglesia, hay puntos muy negros que querr?amos no hubieran existido, y que, con ocasi?n o sin ella, nos restriegan en la cara. Se aducen las Cruzadas, la Inquisici?n, el caso Galileo, los per?odos oscuros del papado, la pederastia clerical, etc. Los traen a colaci?n, para descalificar todo lo que hagamos o digamos. Muchas veces es s?lo un mecanismo para defenderse y quitar fuerza a nuestra denuncia por sus infidelidades matrimoniales y por sus otras desviaciones; atac?ndonos, intentan autoprotegerse.

JUZGAR

Esta reacci?n tan virulenta nos exige analizarnos, para ver en qu? hemos fallado. ?Qu? deficiencias hemos de corregir? No podemos s?lo defendernos y declararnos inocentes, perseguidos por pura maldad de los atacantes. Hay que ser humildes y reconocer que somos limitados, pecadores e indignos de la misi?n que se nos ha confiado. No somos tan prudentes ni tan sabios como se esperar?a. Si no hubiera una historia de salvaci?n que pasa por la cruz y el sepulcro, en la que Dios acompa?a y libera a su pueblo por medio de esta Iglesia que El fund?, ser?amos s?lo una estructura de poder y de pecado.

Jes?s no descalific? a los ap?stoles que hab?a escogido, a pesar de sus fallas tan notables y dolorosas. Les confi? continuar su obra redentora, sosteni?ndoles con la fuerza de su Esp?ritu, hasta el fin de los tiempos. Esto nos alienta. No estamos solos, ni nuestro trabajo es s?lo nuestro. ?La Iglesia es obra de Cristo, y El la guiar? siempre, a pesar de tormentas y deficiencias! Nuestra fe en la Iglesia est? sostenida por la fe en Jesucristo, quien la fund? no con ?ngeles, sino con pobres hombres, que tambi?n fueron despreciados y perseguidos. Nosotros no somos los redentores, sino s?lo mediaciones humanas, que llevamos este tesoro en vasijas de barro. Lo que nos importa es que Cristo sea conocido, valorado, aceptado, amado, seguido y adorado. No somos el centro; el centro es Jes?s; El es el ?nico Redentor, el ?nico camino, la ?nica fuente de vida. Y El no ha fallado y nunca fallar?. Los que est?n decepcionados de nuestra Iglesia, ac?rquense a Jesucristo, y no los defraudar?.

La mayor?a de los iracundos anticlericales fueron bautizados, proceden de familias creyentes y han recibido otros sacramentos. ?C?mo fue su educaci?n religiosa? ?Qu? hemos de mejorar en los procesos de evangelizaci?n y catequesis, en las liturgias, en la pastoral social y la misi?n?

ACTUAR

Si en algo valiera y sirviera, reiteramos a quienes nos ofenden y rechazan, que hemos pedido perd?n, y lo haremos siempre que sea necesario, por las fallas pasadas y presentes. Pero les alentamos a no condenar en bloque a todos, ni a toda la Iglesia. Conozcan y valoren a tanta gente buena y digna que hay. Hay muchas religiosas santas y sacrificadas. Hay muchos di?conos y catequistas m?rtires en su servicio diario. Hay muchos sacerdotes ejemplares en su entrega al pueblo. Hay tambi?n obispos que desgastan su existencia en bien de la gente y trabajan calladamente en las sierras, entre los lodazales y tambi?n en las ciudades, aunque nunca aparezcan en los medios informativos y pasen desapercibidos.


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ZENIT?? publica el art?culo que ha escrito monse?or Jos? Ignacio Munilla Aguirre, obispo de San Sebasti?n, al cumplirse los cien a?os del nacimiento de la Madre Teresa de Calcuta.

??Madre Teresa, icono de la unidad

Fue un 26 de agosto de 1910... ?Se cumplen cien a?os! La que conocemos como "Madre Teresa de Calcuta", nac?a en Skopje y era bautizada con el nombre de Gonxha Agnes.

La identidad de Madre Teresa queda inequ?vocamente expresada en aquellas palabras suyas: "De sangre soy albanesa. De ciudadan?a, india. En lo referente a la fe, soy una monja cat?lica. Por mi vocaci?n, pertenezco al mundo. En lo que se refiere a mi coraz?n, pertenezco totalmente al Coraz?n de Jes?s".

Afortunadamente, el legado de la Madre Teresa hacia los m?s pobres de entre los pobres, es muy conocido. La obra por ella fundada, las Misioneras de la Caridad, contin?a su carisma. Actualmente cuentan con 4.800 religiosas y 757 casas en 145 pa?ses. Jam?s en toda la historia de la Iglesia se hab?a producido una extensi?n tan r?pida de una orden religiosa... Pero quisiera en el presente art?culo referirme exclusivamente al destacad?simo legado "ad intra" que Madre Teresa nos ha dejado en la Iglesia Cat?lica.

En los a?os posteriores al Concilio Vaticano II se confrontaron en el seno de la Iglesia dos concepciones que parec?an irreconciliables: ?La Iglesia Cat?lica deb?a de apostar por la defensa de la ortodoxia, conservando la fe y las costumbres transmitidas por la Tradici?n; o por el contrario, deb?a centrarse en la opci?n por los pobres y los marginados? ?El futuro modelo de sacerdote habr?a de cuidar respetuosamente de la liturgia y de su vida espiritual; o, m?s bien, deber?a estar en medio del mundo e implicado en los problemas terrenales?...

Quienes han accedido a leer directamente los textos del Concilio, saben de sobra que no existe tal dicotom?a en el ideal de la Iglesia Cat?lica. La "ortodoxia" (la doctrina recta) y la "ortopraxis" (la praxis recta), lejos de excluirse, se implican y se necesitan mutuamente.

Sin embargo, no podemos negar que en aquel momento concreto exist?an dos "im?genes" de Iglesia muy contrastadas, y hasta contrapuestas (por desgracia, no parece que el problema est? definitivamente superado). Adem?s de aquella doctrina conciliar ?ntegra y equilibrada, la Iglesia Cat?lica necesitaba tambi?n, como agua de mayo, un "icono" que aunase y conjugase el ideal de la "ortodoxia" y el de la "ortopraxis". Y es que, la confesi?n de la fe cat?lica y su "traducci?n" a la pr?ctica de las obras de justicia y caridad, son las dos caras de una misma moneda. S?lo as? la doctrina cat?lica muestra toda la belleza de su verdad: cuando la fe se traduce en obras, y cuando ?stas tienen en la fe su inspiraci?n y su fuerza... ??Pues he aqu? el "icono" de la Madre Teresa!! Ante su testimonio, tantas discusiones y luchas intestinas vividas en los a?os postconciliares, resultan absolutamente absurdas y superfluas; al comprobar que cuando se alcanza el ideal de la santidad, entonces, y s?lo entonces, la verdad y la caridad se conjugan a la perfecci?n.?

Ese gran servicio que Madre Teresa nos ha prestado "ad intra", se concreta tambi?n en la b?squeda del bien moral "?ntegro" del ser humano. En efecto, es frecuente que caigamos en una especie de "acotaciones" o "reducciones" del mensaje moral cristiano: ?A qu? debemos dar prioridad? ?A la reivindicaci?n de la condonaci?n de la deuda externa de los pa?ses pobres, a la campa?a del 0'7%, a la lucha contra el hambre; o, por el contrario, a la defensa de la familia, del derecho a la vida desde la concepci?n hasta la muerte natural y del derecho de los padres a la educaci?n de sus hijos?

Para Madre Teresa jam?s existieron esas dicotom?as. El bien moral es "uno", y no puede reducirse o fraccionarse. Baste recordar lo sucedido cuando en 1979 la Real

Academia Sueca la distingui? con el Premio Nobel de la Paz. Al solicitarle su consejo para promover la paz en el mundo, ella, peque?a y combativa, respondi?: "Id a casa y amad a vuestras familias". La Madre Teresa fue siempre una "apisonadora" de congruencia moral. Para ella no hubo jam?s fronteras divisorias entre los distintos campos de la ?tica.

Otra gran aportaci?n "ad intra" de Madre Teresa, ha sido la integraci?n de la m?stica cristiana y de la obra social de la Iglesia. Frente a la tentaci?n de una espiritualidad desencarnada, o de una obra social totalmente "horizontalista" y secularizada, ella part?a de la profunda experiencia m?stica, que tuvo en el a?o 1946, en la que hab?a recibido estas palabras de Cristo: "Mi peque?a, ven, ll?vame a los agujeros donde viven los pobres. Ven, s? mi luz. No puedo ir solo. Ll?vame contigo en medio de ellos...". Esa firme convicci?n ser?a el fundamento del que fue el lema de su trabajo: "Lo hacemos por Jes?s".

En resumen, no son s?lo los pobres del mundo quienes agradecen a Madre Teresa su legado, sino que todos en el seno de la Iglesia Cat?lica habremos de estarle eternamente agradecidos por su gran aportaci?n, sin ser ella consciente de ello, en pro de la sanaci?n de tantas heridas y malformaciones que ponen en peligro la unidad de la Iglesia y de la integridad de su mensaje.


Publicado por verdenaranja @ 16:46  | Hablan los obispos
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Comentario al evangelio del domingo veintitr?s del Tiempo Ordinario, publicado en Diario de Avisos el domingo 5 de Septiembre de 2010 bajo el ep?grafe ?DOMINGO CRISITANO?.

La ciencia de calcular

Daniel Padilla

Calcular es un arte. Y una ciencia. Y una profunda sabidur?a que define al hombre prudente. Cuando vimos en televisi?n, en la inauguraci?n de los ya lejanos Juegos Ol?mpicos de Barcelona, lo bien que hab?a calculado el arquero la distancia y la trayectoria de su flecha para encender la llama ol?mpica, todos nos quedamos admirados de su arte. Cuando comprendemos que detr?s de cada acci?n de cualquiera de nuestros deportistas, frente a nuestra impaciencia, existe mucho de c?lculo al detalle, nos damos cuenta, s?lo entonces, de su arte, su ciencia y su sabidur?a. Es importante, por tanto, calcular. Hay lugares en el evangelio en los que Jes?s condena al calculador. ?Se acuerdan de aquel hombre que abarrot? sus graneros de cosecha y calcul? que all? ten?a bienes suficientes para tumbarse a comer, beber y darse buena vida. Pues calcul? mal. Lo dijo Jes?s. Y lo mismo dijo de aquel administrador que calcul? que, rebajando los albaranes de los deudores, podr?a granjearse amigos para el d?a de ma?ana. Pero vean ahora la otra cara. En el evangelio de hoy nos dice Jes?s que "si uno quiere construir una torre, debe primero sentarse a calcular los gastos, no vaya a ser que no le llegue para terminarla". Y, del mismo modo, deber? proceder un rey que emprenda una batalla. "Ha de calcular si podr? enfrentarse con diez mil soldados a quien viene con veinte mil". Hay c?lculos, por lo tanto, buenos y absolutamente necesarios. Y aqu? es justamente donde Jes?s llegaba al meollo de su discurso. Ser seguidor suyo no es cosa de improvisaci?n y de hagamos un brindis al sol!. El seguidor de Cristo es alguien que tiene que construir una torre y tiene que emprender una batalla. Para ello, es menester ponerse a calcular. Y lo primero que ver? claro en ese c?lculo es que hay que arrojar mucho lastre por la borda. Es decir, tendr? que desprenderse -o, al menos, relativizar- todo aquello que, en un momento, puede entorpecer sus pasos de caminante-seguidor de Cristo. Lo dijo ?l mismo bien claramente: "Si alguno se viene conmigo y no pospone a su padre y a su madre, a su mujer y a sus hijos, no puede ser disc?pulo m?o". Y "quien no cargue con su cruz detr?s de m?, no puede ser disc?pulo m?o". El gran error, por lo tanto, que se suele colar en nuestras cuentas es ?se: que solemos empe?arnos en compaginar la cruz con el placer; que mezclamos alegre e irresponsablemente seguimiento de Cristo con seguimiento del mundo; queremos construir una torre sin privarnos de nada; so?amos en ganar todas las batallas sin bajarnos de la guagua. Y no, amigos. Ahora que estamos comenzando un nuevo curso y todos volvemos a replantearnos nuestros pasos de seguidores de Jes?s, comprobaremos la solidez de nuestra andadura cristiana recordando las palabras suyas: "El reino de los cielos padece la violencia y solamente los que saben hacerse violencia a s? mismos lo consiguen". O, si prefieren elegir las ?ltimas palabras del evangelio de hoy: "El que no renuncia a todos sus bienes, no puede ser disc?pulo m?o".


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S?bado, 04 de septiembre de 2010

Homil?a de monse?or Carmelo Juan Giaquinta, arzobispo em?rito de Resistencia, para el domingo 21? durante el a?o (22 agosto 2010). (AICA)

?EL SE?OR CORRIGE AL QUE AMA? ????????

Lc 13,22-30?

I. ?MIENTRAS SE DIRIG?A A JERUSAL?N??

1. A partir de la transfiguraci?n, San Lucas redacta su Evangelio como un largo camino de Jes?s desde Galilea a Jerusal?n, donde morir? y resucitar?: ?Se encamin? decididamente hacia Jerusal?n? (Lc 9,51). Y en ?l intercala sus ense?anzas y milagros. Este camino es un s?mbolo del largo camino espiritual que hemos de hacer en pos de ?l, para llegar a ser verdaderos disc?pulos.

?II. ?LUCHEN PARA ENTRAR POR LA PUERTA ESTRECHA?

2. En el Evangelio de hoy, se presenta un hombre religioso, pero m?s curioso de la religi?n que religioso de veras: ?Mientras se dirig?a a Jerusal?n, una persona le pregunt?: ?Se?or, ?es verdad que son pocos los que se salvan??? (Lc 13,23). Jes?s, que tiene muy claro el norte del camino, y quiere que nosotros apuntemos hacia ?l, no responde a la curiosidad. Y con su respuesta, reorienta la cuesti?n hacia la verdadera religi?n: ?Luchen para entrar por la puerta estrecha, porque les aseguro que muchos querr?n entrar y no lo conseguir?n? (v. 24).

La respuesta no es abstracta. Va dirigida al curioso de la religi?n y a todos los que son como ?l, entre los cuales podr?amos estar nosotros: ?En cuanto el due?o de casa se levante y cierre la puerta, ustedes, desde afuera, se pondr?n a golpear la puerta, diciendo: ?Se?or, ?brenos?. Y ?l les responder?: ?No s? de donde son ustedes?? (v. 25).

?3. ?Luchen para entrar?: es lo que dice el texto griego, m?s expresivo que el ?traten de entrar? de la traducci?n argentina, muy buena por lo dem?s. Es preciso luchar, esforzarse por desechar todo lo que nos distraiga de entrar por la puerta del Evangelio.

De ?sta, Jes?s dice que es ?estrecha?. La califica as? en relaci?n a la puerta del mal, que es muy ancha, pues existen innumerables maneras de realizarlo. El bien, en cambio, si bien puede ser practicado con acciones muy diversas, tiene una sola manera de ser hecho. Por ello Jes?s, en el Serm?n del Monte, dijo: ?Entren por la puerta estrecha, porque es ancha la puerta y espacioso el camino que lleva a la perdici?n, y son muchos los que van por ?l. Pero es angosta la puerta y estrecho el camino que lleva a la Vida, y son pocos los que lo encuentran? (Mt 7,13-14).

III. ?YO SOY LA PUERTA?

?4. El evangelista Juan complementa la ense?anza sobre la puerta, con la par?bola del corral de las ovejas que tiene una puerta, que es Jes?s: ?Yo soy la puerta de las ovejas? El que entra por m? se salvar?; podr? entrar y salir, y encontrar? su alimento? (Jn 10,7.9). Esta puerta es la m?s ancha y c?moda de todas. Todo el que le cree de veras a Jes?s, lo ama y pone en pr?ctica su palabra: entrar? y gozar? con ?l. En cambio, por m?s que conozca de religi?n, y participe de actos religiosos, si no le creyese de veras a Jes?s y no practicase su Evangelio, ese no entrar?: ?Entonces ustedes comenzar?n a decir: ?Hemos comido y bebido contigo, y t? ense?aste en nuestras plazas?. Pero ?l les dir?: ?No s? de d?nde son ustedes: ?ap?rtense de m? todos los que hacen el mal!?? (Lc 13,26-27).?

IV. ?HAY ALG?N HIJO QUE NO SEA CORREGIDO POR SU PADRE???

5. La segunda lectura de hoy est? tomada de la carta a los Hebreos. Un escrito a primera vista dif?cil, pero f?cil de comprender mediante la lectura atenta. Se trata de una comunidad con un pasado glorioso: ?Recuerden los primeros tiempos, apenas hab?an sido iluminados (bautizados) y ya tuvieron que soportar un rudo y doloroso combate? Ustedes compartieron los sufrimientos de los que estaban en la c?rcel y aceptaron con alegr?a que los despojaran de sus bienes? (Hb 10,32.34). Pero ahora se encuentra acobardada y se distrae en cuestiones secundarias: los ?ngeles y el culto del Templo, que la hacen olvidar de Jesucristo. Por lo mismo, algunos comienzan a abandonar la reuni?n fraterna y no celebran la Eucarist?a. A esta comunidad se dirige la exhortaci?n que leemos hoy: ?Si ustedes tienen que sufrir es para su correcci?n, porque Dios los trata como a hijos. ?Hay alg?n hijo que no sea corregido por su padre?? (12,7).?

VI. JESUCRISTO LLAMA HOY A SU IGLESIA A LA CONVERSI?N?

6. La comunidad de los Hebreos y el hombre curioso: son s?mbolos del cristiano y de la Iglesia contempor?nea. Distra?dos en miles de cosas, pero olvidados de lo esencial, que es Jesucristo y su Evangelio, la Iglesia est? sufriendo contradicciones de todo tipo. Unas provienen de adentro: la conducta anti-evang?lica de algunos de sus hijos, la rebeld?a de algunos cl?rigos, la laxitud espiritual de muchos de nosotros los consagrados, el descuido de la predicaci?n y de la catequesis. Otras provienen de afuera: los medios, que todo lo confunden; pol?ticas antihumanas, como la de haber despojado al matrimonio entre el var?n y la mujer de su caracter?stica m?s propia y exclusiva; etc. Pero en todo eso est? Dios que llama a la Iglesia a la conversi?n: ??Hijo m?o, no desprecies la correcci?n del Se?or? Porque el Se?or corrige al que ama? (vv.5-6).

7. ?Escucharemos esta voz del Se?or? ?O la desoiremos como deso?mos en gran medida el llamado a la conversi?n que Jesucristo nos dirigi? en el Concilio???

Mons. Carmelo Juan Giaquinta, arzobispo em?rito de Resistencia?


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Homil?a de monse?or H?ctor Sabatino Cardelli, obispo de San Nicol?s en el Campito de la Virgen (25 de agosto de 2010). (AICA)

MISA EN EL SANTUARIO DE LA VIRGEN

En los tiempos que corremos nosotros como Iglesia de Jesucristo, debemos encaminar seriamente nuestros pasos por la senda de la verdad y del amor.

Las actitudes farisaicas de vivir lo religioso asentado fundamentalmente en pr?cticas rituales y observancias vac?as de esp?ritu, nunca fueron caminos que nos llevaran a Dios, o expresaran nuestra uni?n viva con el Se?or y, menos ahora, donde el viento del relativismo arrastra toda hojarasca que simule fe.

Los mismos contenidos doctrinales vividos sin sobrenaturalidad y sin fe, se convierten en una ciencia religiosa que hasta pone en riesgo el verdadero mensaje revelado.

La religiosidad popular, que gracias a nuestra historia y a la primera evangelizaci?n, ha dejado en nosotros la huella de valores cristianos, no alcanza, en la medida que no nos promueva la s?ntesis entre lo que creemos y lo que luego practicamos en la vida de todos los d?as.

Estos pantallazas nos ayuden a pensar c?mo estamos viviendo nuestra relaci?n con Dios y en qu? medida iluminan y dan sentido al rumbo definitivo de nuestra existencia y nos ayuden a respondernos radicalmente a la pregunta ?para qu? vivimos? ?Qui?n es Jesucristo para nosotros?

Hoy los cristianos debemos, m?s que nunca, actuar como verdadera levadura, como sal y luz, en medio de este mundo que sufre un

proceso de des-cristianizaci?n, confundiendo el bien y el mal, trastocando las leyes de Dios y la naturaleza, descolocando la dignidad de las personas del lugar en el que Dios las constituy?, desconociendo el valor de la vida y encumbrando aquello que debiera cubrirnos de verg?enza.

?Qu? nos pide hoy, Jes?s? ?l nos dice que es el? Camino que nos conduce a la vida. Es de vital importancia conocer la verdad, para que al dejarnos conducir por ella, podamos recorrer el Camino que nos lleve a vivir plenamente ese encuentro con Jes?s, dando unidad a todo lo que vivimos y hacemos. Pero la verdad de Dios viene contenida dentro de su voluntad amorosa, que quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de esa verdad.

Cuando nos ponemos en sinton?a con el querer de Dios comenzamos a dejarnos influir por su verdad, la que a la vez, nos mueve a hacerla difusiva.

Este llamado al anuncio deber? estar movilizado por el amor que lo hace aceptable y contagioso de su misma esencia: En Dios, el Amor y la Verdad, son la misma realidad vistas desde la inteligencia y desde el coraz?n.

Pascal nos dec?a, hace tiempo, que el coraz?n tiene razones que la raz?n no tiene. Anunciar, ense?ar, transmitir con el coraz?n que hace aceptable y querible a la verdad, a la vez que esta ilumina? y discierne los sentimientos del coraz?n.

Ante un avance del relativismo, tanto la verdad como el amor son los verdaderos medios para llegar a la inteligencia y a la voluntad del hombre de hoy, tan solicitado por el error y lo emotivo en sus pensamientos y sentimientos.

Para poder ser instrumentos eficaces de la voluntad salv?fica de Dios, que quiere que todos se salven y lleguen al conocimiento de la verdad, se necesita mucha autenticidad y coherencia en nuestra vida y conducta cristianas, por la cual es necesario desechar de entre nosotros, los cat?licos, todo farise?smo para anunciar m?s que con ritualismos y pr?cticas con el testimonio vivo de nuestra conducta y sentimientos acordes a los de Jes?s.

Nos llega la hora de decir la verdad sin recortes; Jes?s habla que no hay t?rminos medios: o con ?l o en contra de ?l; S? al s? y NO al no. Pero la verdad sin amor, sin caridad, lastima, excluye, y hasta revela. El amor deber? acompa?ar siempre a la verdad para sentirla luz, maestra, madre y que la Iglesia es depositaria s?lo para darla, como Jes?s nos la dio, entreg?ndonos por ella y por aquellos a quienes va dirigida, como Jes?s lo hizo por cada uno de nosotros.

Nuestro camino pasa por decir toda la verdad, con el mayor amor que el Esp?ritu Santo nos infunda!

As? brillar? nuevamente la ley que disipar? las tinieblas de los corazones y nos haga ?uno? en el amor.

Hoy, Mar?a nos convoca nuevamente, como Madre y Maestra. Es la Madre del Amor hermoso y la sede de la Sabidur?a, es la Maestra que nos recomienda hacer lo que ?l nos diga!

?Mar?a, aqu? estamos tus hijos y disc?pulos, para misionar nuestra historia en la verdad y el amor! Am?n.?

Mons. H?ctor S. Cardelli, obispo diocesano de San Nicol?s?


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ZENIT? publica el texto que Benedicto XVI ha enviado a sor Mary Prema Pierick, superiora general de la congregaci?n de las Misioneras de la Caridad, con ocasi?n del ocasi?n del centenario del nacimiento de la Beata Teresa de Calcuta, celebrado?el jueves 26 de Agosto.

?

Le env?o cordiales saludos a usted y a todas las Misioneras de la Caridad al inicio de las celebraciones del centenario del nacimiento de la Beata Madre Teresa, fundadora de vuestra orden y modelo ejemplar de virtud cristiana. Conf?o en el hecho de que este a?os ser? para la Iglesia y para el mundo una ocasi?n de gratitud ferviente hacia Dios por el don inestimable que Madre Teresa ha sido en el transcurso de su vida y que sigue siendo a trav?s de la obra amorosa e incansable que llev?is a cabo vosotras, sus hijas espirituales.

Para prepararos a este a?o, hab?is buscado acercaros a?n m?s a la persona de Jes?s, cuya sed de almas se extingue gracias a vuestro ministerio por ?l en los m?s pobres de entre los pobres. Habiendo respondido con confianza a la llamada directa del Se?or, Madre Teresa dio ejemplo excelente ante el mundo de las palabras de san Juan: ?Queridos m?os, si Dios nos am? tanto, tambi?n nosotros debemos amarnos los unos a los otros. Si nos amamos los unos a los otros, Dios permanece en nosotros y el amor de Dios ha llegado a su plenitud en nosotros? (1 Jn 4, 11-12).

Que este amor siga inspir?ndoos, Misioneras de la Caridad, para donaros generosamente a Jes?s, quien veis y serv?s, o lo que es lo mismo, a los pobres, a los marginados y a los abandonados. Os animo a beber con constancia de la espiritualidad y del ejemplo de Madre Teresa y, siguiendo sus huellas, a acoger la invitaci?n de Cristo: ?Venid y sed mi luz?. Participando espiritualmente en las celebraciones por el centenario, con gran afecto en el Se?or, imparto de todo coraz?n a as Misioneras de la caridad y a todos aquellos que serv?s, mi paternal Bendici?n Apost?lica.

[? Copyright 2010 - Libreria Editrice Vaticana, traducci?n del italiano por Inma ?lvarez]


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Homil?a de monse?or Juan Rub?n Mart?nez, obispo de Posadas, para el domingo 21? durante el a?o (22 de agosto de 2010). (AICA)

?SOLO ATRAPAR VIENTOS?????????????

En el Evangelio de este domingo (Lc. 13,22-30), el Se?or nos presenta algunas condiciones para participar del banquete del amor, o del Reino. Desde ya, su propuesta es exigente: ?Esfu?rcense en entrar por la puerta angosta, porque les digo que muchos intentar?n entrar pero no podr?n? (Lc. 13,24). Es cierto que solo podemos asumir las exigencias o condiciones, cuando descubrimos el tesoro. En el texto Jes?s nos plantea que ese tesoro es el Reino de Dios, en definitiva este nuevo Reino es el ?Reino del Amor?.

Considero importante que intentemos profundizar sobre el sentido cristiano de la palabra amor. Muchas veces escuchamos el uso de esta palabra vaciada del significado profundo que tiene. Es comprensible que esto ocurra en el contexto de nuestra ?poca que tiende a superficializar las propuestas y presentarnos cosas que parecen ser, pero no son. Tenemos bebidas, comidas y a veces hasta relaciones humanas que son solamente ?Light? (superficiales). En este contexto la palabra amor se liga a logros sensibles, a cuestiones circunstanciales y sin compromisos.

El amor que nos propone Jes?s para ingresar a su Reino nos plantea que: ?No hay amor m?s grande que dar la vida por los amigos? (Jn. 15,13). Uno queda sorprendido como muchos luchan por acceder a otro tipo de reino, ?el reino del poder, tener y placer?. Reinos temporales que son absolutizados e idolatrizados. ?C?mo hacer entender que la idolatr?a, no llena ni plenifica el coraz?n humano? Es lamentable tener que se?alar que es muy dif?cil encontrar actitudes, que est?n realmente motivadas por el bien com?n, a?n cuando la mayor?a se denomina cristiano. A veces se habla de justicia, de los pobres, de reinvindicaciones sociales... ?Se habla!, se pelea y lucha, pero en general no tanto por solidaridad hacia el necesitado, sino para encubrir luchas de poder. El Eclesiast?s nos se?ala el absurdo de tanto desgaste, ?si todo es vanidad y solo atrapar vientos?. Despu?s de tantos sufrimientos, nuestra gente ya aprendi? a captar a los mentirosos. Es bueno recordar a nuestra dirigencia que hay ?estilos? que cayeron en desgracia y que no tienen futuro. El que apueste a trabajar de verdad por el bien com?n de la gente y tenga en cuenta el valor de la ?solidaridad?, seguramente contar? con su credibilidad y favor.

En justicia hay que se?alar que a pesar de estos males del presente, tambi?n podemos encontrar muchas expresiones de verdadero amor en nuestra sociedad, expresiones de bien com?n, que son en definitiva las acciones que sostienen y construyen la historia: El amor de una madre por sus hijos, el sacrificio de un padre de familia, amigos que dan la vida por sus amigos, los esposos que se hacen uno en el amor, pero Jes?s a los cristianos nos ense?a algo nuevo, ?l am? as? a todos, incluso a los enemigos. Por eso la caridad no es solo para un grupo, es universal. A este Reino o a este banquete est?n invitados todos: ?Pues vendr?n muchos de oriente y occidente, del norte y del sur, a sentarse a la mesa en el Reino de Dios. Hay ?ltimos que ser?n los primeros y primeros que ser?n ?ltimos? (Lc. 13,29-30).

Pero no debemos olvidar que el ingreso es por la puerta angosta. Amar exige tener en cuenta a los dem?s, dar la vida por los otros, sobre todo por los que m?s necesitan. Para que el servicio a los dem?s no sea solo sacar provecho personal necesita del respaldo de la caridad.

Este tema tiene especial vigencia, porque hoy insistimos que es indispensable ?globalizar la solidaridad?. La palabra solidaridad para un cristiano no tiene solo un componente social, sino que adem?s tiene un fundamento teol?gico o bien en la fe. La solidaridad es una expresi?n de la caridad. Jesucristo, es el maestro de la caridad, quien por amor dio su vida por nosotros.

Esta condici?n que nos plantea el Evangelio de este domingo para entrar al Reino, de amar como fundamento de la solidaridad y del bien com?n, es un tema central para que lo tengamos presente los argentinos y los misioneros y evitemos seguir perdiendo el tiempo ?atrapando vientos?. La mentira no tiene futuro.

?Un saludo cercano y hasta el pr?ximo domingo!?

Mons. Juan Rub?n Mart?nez, obispo de Posadas?


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Viernes, 03 de septiembre de 2010

ZENIT? nos ofrece la catequesis que el Papa Benedicto XVI dirigi? el mi?rcoles 25 de Agostode 2010 a los peregrinos congregados en el patio y en las afueras del Palacio Apost?lico de Castel Gandolfo, para la audiencia general.

Queridos hermanos y hermanas,

en la vida de cada uno de nosotros hay personas muy queridas, a las que nos sentimos particularmente cercanas, algunas est?n ya en los brazos de Dios, otras comparten a?n con nosotros el camino de la vida: son nuestros padres, los familiares, los educadores; son personas a las que hemos hecho el bien o de las que hemos recibido el bien; son personas con las que sabemos que podemos contar. Es importante, sin embargo, tener tambi?n ?compa?eros de viaje? en el camino de nuestra vida cristiana: pienso en el director espiritual, en el confesor, en las personas con las que se puede compartir la experiencia de fe, pero pienso tambi?n en la Virgen Mar?a y en los santos. Cada uno deber?a tener alg?n santo que le fuese familiar, para sentirle cercano con la oraci?n y la intercesi?n, pero tambi?n para imitarlo. Quisiera invitaros, por tanto, a conocer m?s a los santos, empezando por aquel cuyo nombre llev?is, leyendo su vida, sus escritos. Estad seguros de que se convertir?n en buenos gu?as para amar cada vez m?s al Se?or y ayudas v?lidas para vuestro crecimiento humano y cristiano.

Como sab?is, yo tambi?n estoy unido de modo especial a algunas figuras de Santos: entre estas, adem?s de san Jos? y san Benito, de quienes llevo el nombre, y de otros, est? san Agust?n, a quien tuve el gran don de conocer, por as? decirlo, de cerca a trav?s del estudio y la oraci?n, y que se ha convertido en un buen ?compa?ero de viaje? en mi vida y en mi ministerio. Quisiera subrayar una vez m?s un aspecto importante de su experiencia humana y cristiana, actual tambi?n en nuestra ?poca, en la que parece que el relativismo sea, parad?jicamente, la ?verdad? que debe guiar el pensamiento, las decisiones, los comportamientos.

San Agust?n fue un hombre que nunca vivi? con superficialidad; la sed, la b?squeda inquieta y constante de la Verdad es una de las caracter?sticas de fondo de su existencia; pero no la de las ?pseudo-verdades? incapaces de dar paz duradera al coraz?n, sino de esa Verdad que da sentido a la existencia y es la ?morada? en la que el coraz?n encuentra serenidad y alegr?a. El suyo, lo sabemos, no fue un camino f?cil: crey? encontrar la Verdad en el prestigio, en la carrera, en la posesi?n de las cosas, en las voces que le promet?an la felicidad inmediata; cometi? errores, atraves? tristezas, afront? fracasos, pero nunca se detuvo, nunca se content? con lo que le daba solamente buscaba un indicio de luz; supo mirar en lo ?ntimo de s? mismo y se dio cuenta, como escribe en sus Confesiones, de que esa Verdad, ese Dios que buscaba con sus fuerzas era m?s ?ntimo a ?l que el mismo, hab?a estado siempre a su lado, nunca le hab?a abandonado, estaba a la espera de poder entrar de forma definitiva en su vida (cfr III, 6, 11; X, 27, 38). Como dec?a comentando el reciente film sobre su vida, san Agust?n comprendi?, en su inquieta b?squeda, que no era ?l quien hab?a encontrado la Verdad, sino que la propia Verdad, que es Dios, le persigui? y le encontr? (cfr L?Osservatore Romano, jueves 4 de septiembre de 2009, p. 8). Romano Guardini, comentando un pasaje del cap?tulo tercero de las Confesiones, afirma: san Agust?n comprendi? que Dios es ?gloria que nos pone de rodillas, bebida que extingue la sed, tesoro que hace felices, [??l tuvo] la pacificadora certeza de quien finalmente ha comprendido, pero tambi?n la bienaventuranza del amor que sabe: esto es todo y me basta? (Pensatori religiosi, Brescia 2001, p. 177).

Siempre en las Confesiones, en el Libro noveno, nuestro santo recoge un coloquio con su madre, santa M?nica ? cuya memoria se celebra el pr?ximo viernes, pasado ma?ana. Es una escena muy hermosa: ?l y su madre est?n en Ostia, en un albergue, y desde la ventaba ven el cielo y el mar, y trascienden cielo y mar, y por un momento tocan el coraz?n de Dios en el silencio de las criaturas. Y aqu? aparece una idea fundamental en el camino hacia la Verdad: las criaturas deben callar para que se produzca el silencio en el que Dios puede hablar. Esto es verdad tambi?n en nuestro tiempo: a veces se tiene una especie de miedo al silencio, del recogimiento, de pensar en los propios actos, en el sentido profundo de la propia vida, a menudo se prefiere vivir solo el momento fugaz, esperando que traiga felicidad duradera; se prefiere vivir, porque parece m?s f?cil, con superficialidad, sin pensar; se tiene miedo de buscar la Verdad, o quiz?s se tiene miedo de que la Verdad nos encuentre, nos aferre y nos cambie la vida, como le sucedi? a san Agust?n.

Queridos hermanos y hermanas, quisiera decir a todos, tambi?n a quien est? en un momento de dificultad en su camino de fe, a quien participa poco en la vida de la Iglesia o a quien vive ?como si Dios no existiese?, que no tengan miedo de la Verdad, que no interrumpan nunca el camino hacia ella, que no cesen nunca de buscar la verdad profunda sobre s? mismos y sobre las cosas con los ojos internos del coraz?n. Dios no dejar? de dar Luz para hacer ver y Calor para hacer sentir al coraz?n que nos ama y que desea ser amado.

Que la intercesi?n de la Virgen Mar?a, de san Agust?n y de santa M?nica nos acompa?e en este camino.

[En espa?ol dijo]

Saludo a los grupos de lengua espa?ola, en particular a los fieles de la Parroquia de Santa Mar?a la Mayor, de And?jar, as? como a los dem?s peregrinos venidos de Espa?a, M?xico y otros pa?ses latinoamericanos. Os invito a que os familiaric?is con la vida y los escritos de los Santos, pues os ayudar?n a amar cada vez m?s al Se?or y a crecer como personas y como cristianos.

[Llamamiento]

Mi pensamiento se dirige a Mogadiscio, desde donde siguen llegando noticias de crueles violencias y que ayer se convirti? en escenario de una nueva masacre. Estoy junto a las familias de las v?ctimas y de todos los que, en Somalia, sufren a causa del odio y de la inestabilidad, sigui? diciendo a los fieles congregados en el patio de la residencia pontificia de Castel Gandolfo. Deseo que, con la ayuda de la comunidad internacional, no se ahorren esfuerzos para restablecer el respeto de la vida y de los derechos humanos.

[Saludo a los peregrinos que no pudieron entrar en el patio del Palacio Apost?lico]

Queridos amigos,

gracias por vuestra presencia y vuestro entusiasmo. Os auguro una buena jornada, buenas vacaciones y mucha alegr?a en estos d?as c?lidos. Que el Se?or os ayude y os acompa?e siempre. Os doy mi bendici?n.

[Traducci?n del original italiano por Inma ?lvarez
?Libreria Editrice Vaticana]


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Nota enviada a la Agencia Fides por la Southern African Catholic Bishops? Conference (SACBC), firmada por el Cardenal Wilfrid Napier OFM, Arzobispo de Durban y portavoz de la SACBC. Hace algunos d?as el Cardenal Napier expres? su contrariedad con la ley (ver 25/8/2010).?

Protecci?n de la Ley de Informaci?n: Declaraci?n del Cardenal Napier

La Conferencia de Obispos C?t?licos de Sud?frica tiene serias dudas acerca de la conveniencia y la constitucionalidad del Proyecto de Ley de Protecci?n de Datos actualmente en el Parlamento, as? como sobre la necesidad de la creaci?n de un Tribunal de Apelaci?n de los medios de comunicaci?n?

La Conferencia de Obispos Cat?licos de Sud?frica (SACBC) comparte la opini?n de numerosos grupos de la sociedad civil y de expertos de renombre constitucional, que el proyecto de ley pone en peligro algunos de nuestros derechos m?s fundamentales:

a) El derecho a recibir e impartir informaci?n;
b) El derecho a la libertad de prensa y medios de comunicaci?n;
c) El derecho de acceso a la informaci?n en poder del Estado, y
d) El derecho a la justicia administrativa.?

Por otra parte, creemos que el proyecto de ley viola el esp?ritu de apertura y de rendici?n de cuentas que es tan necesaria para apoyar las disposiciones de la Constituci?n sobre el buen gobierno, esencial para una democracia saludable.

Nuestras preocupaciones incluyen:
i) que pr?cticamente cualquier tipo de informaci?n es susceptible de ser clasificada como secreta por funcionarios que no rinden cuentas al p?blico;
ii) que la definici?n de inter?s nacional y la seguridad nacional son tan amplias que podr?an ser utilizadas para mantener en secreto los asuntos que deber?an por derecho ser accesibles al p?blico;
iii) que pr?cticamente no existe derecho de recurso, ya que cualquier apelaci?n ser?a procesada por la misma gente que hizo la sentencia original.

Desde luego, no queremos un gobierno que nos lleve de vuelta a las pr?cticas opresivas de anta?o, contra la cual se puso en marcha nuestra lucha com?n.

Aceptamos que un cierto grado de restricci?n de la informaci?n es leg?timo y necesario. Sin embargo, tenemos dudas graves sobre la forma en que se llevar? a cabo, sobre todo, ?porque corre el riesgo de fomentar o fortalecer una cultura de no rendici?n de cuentas y de falta de transparencia entre los funcionarios p?blicos en todos los niveles.

Por lo tanto, instamos en?rgicamente al gobierno a retirar el proyecto de ley para redactarlo completamente a fin de que garantice que la apertura y transparencia exigidas por la Constituci?n y demandadas por una mayor?a clara de la organizaci?n de la sociedad civil informada y de expertos legales est?n adecuadamente incluidas

Por ?ltimo, es en este contexto que la Conferencia Episcopal Cat?lica Sudafricana pide al gobierno reconocer que ya existe un Defensor del Pueblo eficiente de los medios de comunicaci?n. Hay base en las propuestas para reforzar la funci?n del Defensor del Pueblo que permitan a los medios autorregularse. Creemos que la medida propuesta le dar? a este instrumento fuerza suficiente para satisfacer las quejas.

Cardenal Wilfrid Napier OFM
Arzibispo de Durban
Portavoz para la Conferencia de Obispos Cat?licos de Sud?frica

?(Traducci?n particular no oficial desde el ingl?s)

Comunicado de la SACBC (en ingl?s)
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ZENIT? publica el comentario al Evangelio del?domingo XXIII del tiempo ordinario (Lucas? 14, 25-33), 5 de septiembre, redactado por monse?or Jes?s Sanz Montes, ofm, arzobispo de Oviedo, administrador apost?lico de Huesca y de Jaca.?

Evangelio del domingo: Seguir a Jes?s como disc?pulo?

Dice el evangelio que "mucha gente acompa?aba a Jes?s". El paso del Se?or, con sus milagros admirables, con su ense?anza sorprendente, con su persona fascinadora, iba arrancando "seguidores", con toda la carga de entusiasmo y tambi?n de ambig?edad. ?l critic? el espejismo de una euforia masiva, porque la comprensi?n de su Mensaje y la adhesi?n a su Vida no se mide por ?xitos estad?sticos, sino por la fidelidad del coraz?n que es completa mente transformado. S?, hab?a mucha gente que iba tras Jes?s, pero no todos por la misma raz?n. As?, toda una gama de pretensiones ante Jes?s: los curiosos de toda movida novedosa, los celantes de toda tradicionalista ortodoxia, los proscritos de todos los foros, los pudientes y satisfechos, los parias y empobrecidos... ?l se vuelve y pregunta: y t?, ?por qu? me sigues? El seguimiento cristiano y eclesial de Jes?s tiene unos claros identificadores:

Seguir a Jes?s posponiendo los afectos, incluso los m?s sagrados: padres, esposos, hijos, uno mismo. "Post-poner" significa precisamente "poner-despu?s". No reprimir, ni sofocar, ni ignorar, sino situarlos despu?s de Jes?s, vivirlos en ?l y desde ?l. Todo lo amable de la vida, hemos de colocarlo en el Amor que el Se?or es y que nos ha revelado. Ante Jesucristo, absolutamente todo lo dem?s ser? siempre menos importante.

Seguir a Jes?s renunciando a todos los bienes, porque nadie puede servir a dos se?ores con un coraz?n partido y dividido; all? donde est? el tesoro de una persona, all? es donde ella pone su coraz?n. Incluso en este nivel meramente humano y administrativo de nuestros asuntos, la primac?a de Dios nos humaniza, evita el que f?cilmente seamos v?ctimas, c?mplices o gestores de tanta corrupci?n campeante.

Y por ?ltimo, seguir a Jes?s por su mismo camino, incluso ir con ?l sigui?ndole hasta la cruz. Ser cireneos no es seguir a un ausente o a un inexistente, arrastrando masoquistamente todos nuestros dolores y pesares o los de los dem?s. Ser cireneos es caminar con Alguien que es al mismo tiempo camino y caminante. Con todas las consecuencias, hasta el final.

Quien se aventura a seguir a Jes?s, aceptando su compa??a de Maestro y Se?or, comprobar? que la vida no se le torna sombr?a y plomiza despu?s de tanta "post-posici?n", sino que tendr? una alegr?a que nadie le podr? quitar. Seguir a Jes?s perdi?ndolo todo, es la apasionante y parad?jica forma de encontrarlo todo, porque Jes?s no es rival m?s que de todo lo que pervierte, idolatra y deshumaniza el coraz?n. Seguimos a un Dios vivo que ama la vida y nos ense?a a vivirla.


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Mensaje de monse?or Marcelino Palentini, obispo de Jujuy en la celebraci?n del aniversario del ?xodo Juje?o (23 de agosto de 2010). (AICA)

CELEBRACI?N DEL ?XODO JUJE?O

Queridos Hermanos:

El recordado Juan Pablo II nos dec?a al comienzo del nuevo milenio:

?Hay que recordar el pasado con gratitud
Vivir con entusiasmo el presente
Y construir con ilusi?n el futuro?.

Estoy convencido que al celebrar este nuevo aniversario del ?xodo juje?o tenemos en nosotros estos mismos sentimientos que debe cobijar en su coraz?n toda persona de bien:

Estamos agradecidos por el hero?smo, la capacidad de entrega de nuestros antepasados: Han arriesgado todo en pos del bien de toda la Patria que se iba gestando. Han renunciado a sus bienes materiales porque estaban convencidos que la libertad, la unidad de la Patria val?a m?s que cualquier bien personal. Tuvieron la capacidad de obedecer a una orden del Gral. Belgrano que seguramente al comienzo les debe haber hecho dudar, pero que luego supieron valorar y que ahora todos exaltan.

Para los grandes momentos de la historia hace falta tener confianza, generosidad, coraje. En el fondo ?hay que ponerse en las manos de Dios?, como decimos habitualmente los que tenemos fe, sabiendo que Dios tiene sus tiempos y sus caminos, pero que tambi?n pide nuestro esfuerzo y generosa respuesta a sus inspiraciones.

Les hab?a sucedido lo mismo a los hebreos esclavos en Egipto: so?aban la tierra prometida, pero para eso ten?an que arriesgar dej?ndolo todo y ponerse en camino junto con Mois?s que, inspirado por Dios y d?cil a su voz, los iba guiando por el Mar Rojo y el desierto en ese primer ?xodo.

Somos conscientes que los grandes acontecimientos de la historia son constructivos cuando son fruto de una atenta escucha de Dios y de una gran generosidad como respuesta a su Palabra que nos inspira para el hero?smo.

Nuestro Jujuy, como nuestro Pa?s, la Argentina, siempre se ha destacado a lo largo de la historia por su religiosidad, su confianza en el Se?or, su devoci?n mariana. El mismo Belgrano aqu? en Jujuy confi? sus proyectos a la Virgen.? A ella se consagr?, a ella le rez? antes de cada decisi?n importante en su vida. Su fe se manifestaba en la participaci?n activa de la santa misa en el rezo diario del santo Rosario, en la invitaci?n a sus soldados a rezar para poner sus vidas en las manos del Se?or y en su Legado pide que los alumnos de las escuelas recen el rosario y participen todas las semanas de la santa misa...

Hoy tambi?n vivimos momentos decisivos en nuestra historia, tenemos que proyectar nuevos ??xodos?: salir de nuestro ego?smo, de nuestra indiferencia y apat?a, de nuestro materialismo para jugarnos por el bien com?n, para llegar a una verdadera comunidad de hermanos donde todos luchamos juntos para una Patria m?s justa, m?s equitativa, m?s solidaria, donde? no se destruyan las personas con la droga, la violencia, la indiferencia, sino donde todos nos preguntemos: ??qu? podemos hacer por los dem?s??

Necesitamos una pol?tica de estado que piense con seriedad en el futuro de todos los ciudadanos con el compromiso personal de cada uno; donde no se busca el propio inter?s por medio de arreglos ego?stas para ?sacar la propia ventajita?, sino donde el primer proyecto es el bien de cada ciudadano porque lo reconocemos nuestro hermano en Cristo.

Esto lo podemos hacer verdaderamente s?lo si reafirmamos nuestra fe en Dios Padre que nos ama a todos por igual; si lo honramos no de palabra sino con las obras; si nos dejamos encontrar por Jes?s que nos ense?a a amarnos hasta dar la vida el uno por el otro; si le rezamos a Mar?a para aprender de ella a ser humildes servidores de Dios y de los hombres.

El ?xodo nos vuelve a desafiar en el presente para que sepamos abrirnos con esperanza al futuro.

Nuestros pr?ceres nos lo han ense?ado: su fe se manifestaba en un estilo de vida: confianza, generosidad, comuni?n, entrega, capacidad de lucha para superarse.

Que el Se?or nos ilumine hoy tambi?n para? decirle un nuevo si a los gestos heroicos que nos pide para salir de la pobreza, de las divisiones, de? las rivalidades y llegar a la patria prometida del bienestar para todos, de la unidad y sobre todo de la paz social que ?l nos vuelve a ofrecer si lo ponemos en el centro de nuestra v?a personal y social.?

Mons. Marcelino Palentini, obispo de Jujuy?


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Homil?a de monse?or Miguel Esteban Hesayne, obispo em?rito de Viedma para el domingo 22 de agosto de 2010. (AICA)

EL ABORTO ES UN CRIMEN????????????

Y seguiremos repeti?ndolo?Y seguiremos orando para se abran los corazones de qui?nes de una u otra forma intentan ocultar el crimen de los inocentes no nacidos. Con feroz sagacidad, gente estudiosa no aceptan los dict?menes de la ciencia. Desde el primer instante de la concepci?n est?, cient?ficamente,<!--[if !supportFootnotes]-[1] probado que el llamado feto es un beb? en desarrollo. Por eso la mujer que aborta mata a su beb? La mujer que concibi? es ya madre de esa personalizada creatura. ?Es vida humana engendrada por esa mujer. No es un pedazo de carne intrusa como puede ser un tumor. Es persona humana. Esta es la raz?n natural del no al aborto porque es un s? a esa creaturita de esa mujer que lo ha engendrado m?s all? del modo como se haya concebido.? A?n en el hecho? de una? abominable violaci?n. El tal caso, hay que respetar el derecho del ser engendrado y reparar, con suprema ternura, el derecho de la mujer violada. Pero, nadie tiene derecho a violar el derecho a ?la vida de ninguna persona y menos la de su propio beb?. La mujer que aborta intencionalmente comete un infanticidio. Y los que propician y los que legislan y los que intervienen de una u otra manera en un aborto, cometen el abominable crimen de infanticidio y se hacen pasibles de todo el peso de la ley y sus penas correspondientes. Volvamos a la cordura de una elemental ?tica.

En la Argentina actual en la que la corrupci?n -como vengo insistiendo- llega al mismo contenido de las palabras, urge aclarar qu? significa el aborto provocado sea la raz?n que fuere. Porque consciente o inconscientemente los que defienden el aborto intencional usan una serie de subterfugios jur?dicos y eufemismos sem?nticos para paliar o encubrir o negar la criminalidad del aborto provocado.

Honestamente me aterra como ciudadano escuchar ?actualmente- expresiones similares a las que escuchaba en boca de los responsables de torturas, muerte y desapariciones de personas, en d?cadas pasadas. Hoy escucho que para defender la libertad de la mujer se pretende legitimar la ?interrupci?n del embarazo no deseado?. ?Ayer se pretendi? legitimar la tortura hasta la muerte, para descubrir un posible atentado y as? salvar centenares de vidas? Y en este caso, les respond?a que no se puede manipulear ni mediatizar a la persona humana. Otra cosa si fuera un robot? Igual respuesta es para los que invocan o la libertad o el derecho de la mujer violada a ?interrumpir el embarazo?, teniendo en cuenta que est? probado, cient?ficamente, que, desde el primer instante de la concepci?n, hay vida humana y el sujeto de esa vida es persona humana. Una persona no puede mediatizarse bajo ning?n concepto.

Me aterra ?repito- que en la Argentina actual, el genial y sabio NUNCA MAS no haya llegado ha erradicar el nefasto principio de que el fin justifica los medios. Principio que aniquil? vidas humanas. Y ahora lo aplican los promotores del aborto ?para justificar la ?muerte legalizada en el seno materno que es el aborto provocado.

Y una aclaraci?n m?s, no juzgo la intenci?n. Desde el mundo universitario se habla de un libre debate sobre el derecho a abortar en algunos casos. T?ctica?, trampa?, ignorancia? Es inconcebible a nivel de un elemental conocimiento de los Derechos Humanos ?un debate sobre la legitimidad de respetar o no respetar el ?primer derecho humano que es el derecho a ?la vida digna. En la Argentina, hace d?cadas que padecemos la lacra social de la mortalidad infantil por desnutrici?n de los nacidos de madres bajo el nivel alarmante de indigencia. ?Se pretende debatir la muerte del no-nacido con el consentimiento de su propia madre y as? sumar m?s mortalidad infantil? Se habla que hay que cumplir con la educaci?n sexual para evitar ?embarazos no deseados?. Claro que s? y es urgente una educaci?n de la sexualidad pero en clave humana y humanizante para educar que la pareja humana no es un simple acoplamiento sexual placentero sino la comuni?n de dos personas en un amor fecundo. Una aclaraci?n m?s: tampoco el tema del aborto es ?cuesti?n religiosa?. El aborto provocado es un crimen de lesa humanidad porque viola un fundamental derecho humano. La Iglesia sanciona con grav?sima pena a sus miembros que cometen? tama?o delito, porque defiende el derecho natural en toda la gama de los Derechos Humanos.??

Mons. Miguel Esteban Hesayne, obispo em?rito de Viedma

Nota:

[1] Editorial del diario? La Naci?n 09.04.2009 pag.16

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Mensaje pronunciado por monse?or Mart?n de Elizalde OSB, obispo de Nueve de Julio (Encuentro Catequ?stico Diocesano, Tres Algarrobos, 21 de agosto de 2010). (AICA)

DISC?PULOS Y MISIONEROS DE JESUCRISTO PARA QUE EN EL BICENTENARIO LA PATRIA TENGA VIDA??????

?Queridos hermanos y amigos:

La celebraci?n del ENCUENTRO CATEQU?STICO, que cada a?o nos re?ne en una localidad diferente de la di?cesis de Nueve de Julio, es una ocasi?n esperada por nuestros catequistas y por las comunidades. La hospitalidad con que somos recibidos, la alegr?a del encuentro y las experiencias compartidas, los frutos que nos llevamos de regreso, son el regalo muy apreciado de cada ENCADI. Y nos encontramos ahora nuevamente, en el marco de la Misi?n continental, acogidos por los hermanos y hermanas de Tres Algarrobos, para rezar y celebrar, disfrutar y compartir, aprender y trasmitir.

El lema que ha sido elegido encierra los grandes temas de la marcha pastoral de nuestra Iglesia diocesana: DISC?PULOS Y MISIONEROS DE JESUCRISTO, como nos lo pide la Iglesia en esta Misi?n continental y permanente, PARA QUE EN EL BICENTENARIO LA PATRIA TENGA VIDA. Es una llamada a la conversi?n, para ser de verdad disc?pulos, y en este camino llegar a asumir la condici?n de misioneros, que anuncien a los hermanos la Buena Noticia de Jes?s, y as? nuestra patria, que est? cumpliendo sus doscientos a?os de existencia civil, reciba la vida verdadera.

Esta vida es la que nos da Jesucristo Resucitado, la que ?l anunci? en su camino terreno, la que nos permiti? alcanzar con su Muerte y Resurrecci?n, la que recibimos en la Iglesia, anticipando su posesi?n en la eternidad. Nos llega por el Bautismo, se consagra y consolida por la venida del Esp?ritu Santo en la Confirmaci?n, se alimenta y desarrolla por la comuni?n del Cuerpo y la Sangre de Cristo. Para realizar esta transformaci?n en el alma, para renovar al mundo con su Presencia, la Iglesia tiene el medio excepcional que es la catequesis.

En este encuentro con todos ustedes, que son colaboradores tan estimados, tan necesarios, tan generosos, es importante reafirmar, para que lo comprendamos siempre, que la participaci?n en el Misterio de Cristo requiere que la catequesis sea aquello que debe ser, una entrada progresiva en el mensaje de Jes?s por la comuni?n de la Iglesia, donde la trasmisi?n de conocimientos acompa?a la adhesi?n interior y se muestra en las acciones que expresan la fe, la esperanza y la caridad.

La vida cristiana es piedad, conocimiento, acci?n

Hemos tenido ocasi?n de de decirlo much?simas veces, la catequesis no es solo la preparaci?n para recibir un sacramento, sino la adquisici?n de la formaci?n? necesaria para vivir cristianamente. La Misi?n continental nos recuerda una dimensi?n fundamental e inseparable de la vida cristiana, y tambi?n para ella nos tiene que preparar la catequesis. Podr?n decir que es dif?cil, que los chicos no se entusiasman, que si apenas hacen lo m?nimo, tampoco se conseguir? que hagan algo m?s. Pero ?no ser? que tenemos poca respuesta porque no les interesa lo puramente cognoscitivo, intelectual, y quieren saber y experimentar c?mo se aplica en la existencia concreta, en la vida real, lo que les trasmitimos nosotros, o en realidad, les anuncia la Iglesia, y nosotros, seguramente, no repetimos muy bien? La presentaci?n que hace la catequesis de la doctrina necesita ser acompa?ada por su aplicaci?n: la vida lit?rgica y la oraci?n, en primer lugar ?C?mo se puede trasmitir el conocimiento de Dios que es Padre, de su Hijo Jesucristo que nos ama y se entrega por nosotros, del Esp?ritu de amor que habita en nosotros, sin la experiencia del encuentro con ?l ? Dios Uno y Trino ? en la celebraci?n de la Eucarist?a y en la oraci?n? Lo mismo hay que decir de los dem?s aspectos de la vida cristiana, que en realidad son tan reveladores y catequ?sticos como la misma instrucci?n religiosa: la? misi?n, anunciando el Evangelio a los hermanos; la caridad que manifiesta el amor solidario y el servicio; la colaboraci?n en las actividades lit?rgicas y en el mantenimiento de la Iglesia; la profundizaci?n en los misterios, buscando la inteligencia de la fe, por el estudio de la doctrina.

En este a?o en que estamos lanzando la Misi?n en toda la di?cesis, la catequesis ofrece el fundamento para todo ello y tambi?n el v?nculo que relaciona esos aspectos entre s?. Pero asumamos esta segunda parte, la aplicaci?n en la pr?ctica concreta, que concretiza la primera, la formaci?n, porque sin ella estar? siempre faltando algo. Hasta que no tomemos conciencia de ello nuestra catequesis ser? como una siembra en el desierto, pues esa buena semilla no encontrar? la tierra preparada ni el acompa?amiento que la haga crecer.

Llegar a las familias

Un segundo punto, muy importante para nosotros en este momento, es que la catequesis de iniciaci?n integre a las familias. Para ello deber? primero interesarlas, y para interesarlas tiene que resultar convincente la propuesta, la llamada que hace, no la catequista, no el p?rroco, sino la Iglesia, como voz del mismo Se?or que invita a seguirlo, a conocerlo, a amarlo. Nuestros esfuerzos actuales se encuentran con una grave deficiencia, que es la falta de preparaci?n previa de los mismos ni?os a la catequesis de iniciaci?n, y esto es a?n m?s importante y m?s grave que la falta de acompa?amiento de los ni?os por sus padres durante el proceso formativo. En realidad, esta falta de acompa?amiento no es m?s que la continuaci?n de lo anterior: no haber trasmitido los padres a sus hijos el sentido de la presencia divina, el conocimiento de Dios, la oraci?n, los gestos de piedad y la veneraci?n por los signos que nos acercan a ?l. La catequesis tiene que suplir esa carencia con una b?squeda de los padres, una integraci?n de las familias, confi?ndoles pasos y momentos de el camino de iniciaci?n en la fe y en las buenas obras, recurriendo a su participaci?n en diferentes momentos y para las actividades que realizan, pero sobre todo para las m?s importantes, que hacen a los aspectos antes mencionados, y que son la realizaci?n de la vida cristiana en el seno de la comunidad eclesial.

El catequista es misionero de los ni?os que le han sido confiados, y su campo de anuncio y repropuesta cristiana incluye siempre a los padres y a la familia de esos ni?os. De ellos es tambi?n misionero. La preparaci?n que estamos ofreciendo y el material que hemos dispuesto para los agentes de pastoral con ocasi?n de la Misi?n continental, da a los catequistas un ayuda oportuna, muy necesaria, para este aspecto de su tarea apost?lica.

La familia es la primera catequista de sus miembros

Si ello es as?, la evangelizaci?n de las familias con motivo de la catequesis de sus hijos, recibir? una importante ayuda, pues lo que reciban ellos podr?n atesorarlo, enriqueciendo su propia vida religiosa y su existencia como matrimonio y como familia, acerc?ndose a la gracia generosa de Cristo, que siempre bendice, nunca defrauda. Y por eso, har? posible un tercer elemento que quiero proponer con insistencia en esta oportunidad. Se trata de recuperar lo que podr?amos llamar una formaci?n familiar en la fe, una pre-catequesis, de modo que los hermanos m?s peque?os reciban el reflejo de la experiencia cristiana creciente de sus padres, y estos se abran a la responsabilidad, que les compete a ellos en primer lugar, de abrir el alma de sus hijos a la gracia.

La ausencia que se?al?bamos m?s arriba, la falta de esp?ritu religioso y de experiencia de fe, en los ni?os que llegan a la catequesis para prepararse a los sacramentos de iniciaci?n, ser?a reemplazada por una primera preparaci?n familiar, una especie de rebalse, de sobreabundancia, que desde la educaci?n cristiana de los hermanos mayores alcanza a los menores, y a estos los vamos a recibir entonces con una mejor disposici?n.

***

Agradezco tanto, agradece la Iglesia toda, el trabajo y la dedicaci?n de nuestros catequistas. El esfuerzo que realizan a?o tras a?o tiene en el Encuentro Catequ?stico Diocesano un signo, en la comuni?n, en el esfuerzo, en la oraci?n, sobre todo, que ofrecen en esta hermosa vocaci?n, y que ahora nos toca descubrir a?n con m?s fuerza que es vocaci?n misionera.

Mons. Mart?n de Elizalde OSB, obispo de Nueve de Julio?


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Jueves, 02 de septiembre de 2010

Palabras del obispo de Tenerife Monse?or Bernardo ?lvarez Afonso para el programa de las Fiestas 2010 del Sant?simo Cristo de La Laguna, cuyo d?a principal es el 14 de Septiembre.

Mirar al Cristo, contemplar al Hijo de Dios

Con el retorno anual de las Fiestas en Honor del Sant?simo Cristo de la Laguna miles de fieles se congregan ante la venerada imagen de Cristo crucificado para expresar su fe en Aqu?l que "por nosotros y por nuestra salvaci?n" acept? morir en la cruz. En torno a esta fiesta, junto con los actos propiamente religiosos, se organiza una gran variedad de actos culturales, deportivos y l?dicos que ponen de manifiesto la gran devoci?n y proyecci?n social que se ha creado a lo largo de los siglos en torno al "Cristo lagunero".?

Sirvan estas breves palabras, que acompa?an al Programa de la "Pontificia, Real y Venerable Esclavitud del Sant?simo Cristo de La Laguna", como invitaci?n, que me hago a m? mismo y a todos, a centrarnos en el sentido genuino de esta fiesta: MIRAR A CRISTO, evitando el peligro siempre latente de quedarnos en las cosas (en lo externo) y no ir a Dios. La fiesta es en "Honor" del Cristo y a Cristo s?lo se le honra "en esp?ritu y verdad", es decir, de todo coraz?n y guardando sus mandatos: "el que me ama guarda mis mandamientos", nos ense?a el propio Jes?s.?

Al mirar la imagen del Cristo de La Laguna vemos representado a Cristo crucificado, ya muerto, coronado de espinas y con el costado atravesado por la lanza del soldado. Pero hemos de ver m?s all? de la imagen f?sica y descubrir el misterio que se nos muestra en esta bella obra de arte para que, con la fe, adoremos a Aquel a quien la imagen representa y arrepentidos de nuestros pecados nos acojamos a su amor y misericordia,? para as? alcanzar el perd?n y la paz que el ha ganado para todos con su sacrificio redentor.??

Hagamos un poco de memoria hist?rica. Ante el Cristo crucificado podemos preguntarnos: ?Cu?l fue la causa de su muerte? En el juicio previo que le hizo el Sanedr?n jud?o, Jes?s fue condenado a muerte por decir que El era el Hijo de Dios. Luego Pilato, cobardemente, aunque no encontr? en eso motivo de culpa, lo mand? crucificar para no quedar mal. En el relato del evangelio de San Marcos se nos dice que el centuri?n romano, al ver la manera como muri? Jes?s, dijo: "Verdaderamente este hombre era hijo de Dios". Podemos preguntarnos ?Cual fue esa manera de morir que llevo al centuri?n a reconocer en Jes?s al Hijo de Dios, cosa que el sanedr?n no fue capaz de aceptar? ?Qu? vio el centuri?n que no supieron captar los que condenaron a Jes?s??

El centuri?n ha sido testigo de toda la pasi?n de Jes?s, ha visto sus actitudes y reacciones con los que le torturaban y le ha o?do hablar desde la cruz. Ha visto su humildad y paciencia, le ha o?do perdonar a sus enemigos? le ha visto morir diciendo: "Padre, a tus manos encomiendo mi esp?ritu". Ha visto de primera mano, lo que m?s tarde, San Pedro, que no estaba all?, pero que otros le contaron, tal vez el propio centuri?n, dir? en su primera carta: "Cristo sufri? por nosotros, dej?ndonos ejemplo para que sigamos sus huellas.? El, que no cometi? pecado, y en cuya boca no se hall? enga?o; El que, al ser insultado, no respond?a con insultos; al padecer, no amenazaba, sino que se pon?a en manos de Aquel que juzga con justicia" (1Pe. 2,21-23).?

Quiz? el centuri?n, como a nosotros, le costaba entender c?mo era posible que siendo Jes?s el Hijo de Dios acabara de aquella forma: ?Qu? motivo puede haber para que el Hijo de Dios haya sufrido este proceso de humillaci?n y sufrimiento que acaba con su muerte en una cruz???

Antes de la pasi?n Jes?s hab?a dicho: "Yo doy mi vida, para recobrarla de nuevo. Nadie me la quita; yo la doy voluntariamente" (Jn. 17-18). Eso quiere decir que Jes?s, ante la pasi?n y muerte que le infligieron sus enemigos, en lugar de vengarse y devolver mal por mal, por amor a los que le hac?an da?o (y a todos lo que hacen mal) acept? el sufrimiento y la muerte. Amando y perdonando, destruy? el pecado, no a los pecadores. A estos lo cura de su maldad. As? lo ense?a San Pedro: "Cristo, sobre el madero, llev? nuestros pecados en su cuerpo, a fin de que, muertos a nuestros pecados, vivi?ramos para la justicia; con sus heridas hemos sido curados" (1Pe. 2,24).?

La prueba mayor del amor de Dios a los hombres ha sido y es ofrecer el don de su Hijo unig?nito. Jes?s es la revelaci?n del amor de Dios a la humanidad en su persona y en su obra. Esto alcanza su m?xima expresi?n en el abismo de la ignominia, la humillaci?n y el sufrimiento que se ve en la entrega del Se?or hasta morir en la cruz.?

Por eso, ante la pregunta, ?qu? motivo puede haber para que el Hijo de Dios haya padecido la pasi?n y muerte en la Cruz?, s?lo hay una respuesta adecuada: el infinito amor de Dios al hombre. As? nos lo hizo saber el propio Jes?s: "Tanto am? Dios al mundo que dio a su Hijo ?nico, para que todo el que crea en ?l no perezca, sino que tenga vida eterna. Porque Dios no ha enviado a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por ?l (Jn. 3,16-17). Y el propio San Juan en su? primera carta nos dice: "En esto se manifest? el amor que Dios nos tiene; en que Dios envi? al mundo a su Hijo ?nico para que vivamos por medio de ?l. En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que ?l nos am? y nos envi? a su Hijo como propiciaci?n por nuestros pecados (1Jn. 4,9-10).?

San Pablo, a su vez, nos ense?a: "La prueba de que Dios nos ama es que Cristo, siendo nosotros todav?a pecadores, muri? por nosotros (Rom.5,8) y en otro lugar de la misma carta: "El que no perdon? ni a su propio Hijo, antes bien le entreg? por todos nosotros, ?c?mo no nos dar? por gracia todas las cosas? (Rom. 8,32). El conocimiento de este amor de Dios, unido a la conciencia de nuestra debilidad, impulsa al coraz?n creyente a reconocer la necesidad de Cristo en su vida, como lo hizo el papa Pablo VI con esta oraci?n:??

Oh Cristo, nuestro ?nico mediador,
te necesitamos; t? nos eres necesario
para entrar en la comuni?n con Dios Padre,
para llegar a ser contigo,
que eres su Hijo ?nico y Se?or nuestro,
sus hijos adoptivos,
para ser regenerados en el Esp?ritu Santo.?

T? nos eres necesario, oh Redentor nuestro,
para descubrir nuestra miseria moral y para curarla;
para tener el concepto del bien y del mal
y la esperanza de la santidad;
para deplorar nuestros pecados y para obtener su perd?n.?

T? nos eres necesario,
oh hermano primog?nito del g?nero humano,
para reencontrar las verdaderas razones
de la fraternidad entre los hombres,
los fundamentos de la justicia,
los tesoros de la caridad y el bien supremo de la paz.?

T? nos eres necesario,
oh, Cristo, oh Se?or, oh Dios con nosotros,
para aprender el amor verdadero
y para recorrer en la alegr?a y en la fuerza de tu caridad,
nuestro camino fatigoso hasta el momento final,
contigo, amado Se?or,
contigo, esperado Salvador,
contigo, bendito por los siglos. Am?n?

Que Cristo muri? crucificado lo puede ver y aceptar cualquiera, pero reconocer que el Crucificado es ?el Hijo de Dios y que muri? para el perd?n de los pecados solo lo ven los que, como el centuri?n al pie de la cruz, van m?s all? de las apariencias y se dejan iluminar por la luz de la fe. Una fe en Cristo que todos estamos llamados a renovar en profundidad en estos d?as de Fiesta en honor del Sant?simo Cristo de La Laguna: Ver al Cristo, contemplar al Hijo de Dios.

? Bernardo ?lvarez Afonso

Obispo de Tenerife