Homil?a de monse?or Mario Mauli?n, arzobispo de Paran?, en la Fiesta Virgen del Rosario (7 de octubre de 2010). (AICA)
VIRGEN DEL ROSARIO
Hermanos:
1. Es la fiesta de la Virgen del Rosario junto a cuya imagen fue naciendo y creciendo esta ciudad de Paran?, que la tiene como Madre y como Patrona. Estamos celebrando su fiesta en el A?o Arquidiocesano de la Familia. Acabamos de recorrer calles de nuestra ciudad con el rezo del Santo Rosario, recordando los hechos (los llamamos ?misterios? porque son los acontecimientos de Jes?s que lo manifiestan como Dios). Fuimos pronunciando la oraci?n que Jes?s nos ense??, el saludo del ?ngel a Mar?a, las palabras de su prima Isabel concluyendo con la antiqu?sima oraci?n popular que el pueblo cristiano viene dirigiendo a la Virgen desde el siglo IV, por lo menos?
2. La Palabra del Se?or que acabamos de proclamar nos refieren el primero de esos ?misterios?, de esos hechos de Jes?s: es la Anunciaci?n con el comienza la historia de Jes?s, al encarnarse en el seno de la Virgen Mar?a. El otro es el momento en que se manifiesta la Iglesia ante el mundo, el acontecimiento de Pentecost?s.
En la Anunciaci?n asistimos al di?logo, ocurrido en la intimidad de la Virgen, oculto a todo ojo humano. Es el di?logo entre el enviado de Dios y Ella. Es un di?logo que lo conocemos seguramente por el testimonio de Ella. Comienza con la invitaci?n a la alegr?a que le hace el ?ngel y con el desconcierto que vive Mar?a pues no entend?a qu? significaba este saludo.
El ?ngel la exhorta a no tener miedo y le anuncia: concebir?s, dar?s a luz y pondr?s el nombre: los tres momentos del inicio de la vida de su Hijo. Su nombre, ?Jes?s?, se?ala lo que ser?: ?Salvador?, Hijo del Alt?simo, Hijo de Dios, es decir ?Dios con nosotros?. El Ni?o que nacer? de ella ser?s quien salve al mundo.
La Virgen, en el di?logo pregunta c?mo puede ser eso y ella no tiene relaci?n con ning?n hombre. El ?ngel le se?ala que ?el Esp?ritu Santo descender? sobre ti y el Poder del Alt?simo te cubrir? con su sombra?: es por una clara y definida acci?n de Dios que Ella concebir?. Como signo de Dios le manifiesta que su anciana prima, Isabel, que adem?s era est?ril est? embarazada.
La respuesta de Mar?a fue: Soy la esclava del Se?or. Que se haga en m? seg?n tu palabra?. As? fue como el Verbo eterno de Dios se hizo hombre.?
3. En la 1? Lectura, Pentecost?s, Mar?a Madre ya de su Hijo, que vivi?, creci?, fue hombre pleno, perseguido, sufriente, muerto, resucitado, sentado a la Derecha del Padre aparece en ese peque?o grupo de creyentes, rezando, esperando el cumplimiento de la promesa de su Hijo que enviar?a el Esp?ritu Santo.?
4. En la Virgen aparece la acci?n salvadora de Dios al hombre. Destinada por Dios para Madre de su Hijo, Ella muestra el camino que Dios, recorri? para salvarnos. Es un camino de Vida, el Dios viviente se hace hombre en una mujer, fuerte expresi?n de la vida que se trasmite y se desarrolla para que ?el hombre tenga vida y la tenga en abundancia?. La historia de cada hombre y la de todos los hombres es historia de vida. El espl?ndido y misterioso don de la vida que se desarrolla y se comunica a otros es realmente un don y un regalo: nadie puede elegir venir a la vida y nacer. La vida que tenemos la tenemos recibida de nuestros padres y, principalmente, de Dios. Y al mismo tiempo que es regalo, es tambi?n tarea de cuidarla, cultivarla, acrecentarla: La vida que recibimos es porque otros se han amado se han querido, los padres, y., Dios lo ha querido. Es el Padre Dios que es Viviente nos abre a la vida para que vivi?ndola la trasmitamos, par4a hacer crecer el n?mero de quienes participen de la alegr?a de la vida.?
5. En este Vida, magn?fica y espl?ndida, por desgracia -as? nos dice la Escritura- por la envidia del diablo se introdujo la muerte en el mundo. La misma Escritura muestra que desde el mismo comienzo de la historia humana, con frecuencia la muerte de un ser humano es provocada por otro ser humano. Desde el comienzo, junto a lo maravilloso de la vida, est? lo terrible de la destrucci?n de la vida. En nuestra historia personal y en lo que vivimos vemos que la muerte es un acontecimiento natural. Todo ser viviente tiene su historia desde el nacimiento hasta la muerte natural. Pero en el caso del hombre, en el ser humano no siempre la muerte es un hecho natural (es decir, debido a causas naturales) sino que tambi?n es un hecho provocado o causado por otro hombre o por el mismo sujeto que muere. ?Por qu? estas muertes provocadas? Por descuido, por negligencia, por odio, por encargo, por maldad. Las muertes provocadas por el hombre son un ataque al hombre: quitar la vida es privar al otro del don sagrado de la vida, fruto del amor. Es privarlo de un derecho fundamental: el derecho a la vida. Son las muertes provocadas por la droga, por loa violencia barata e irracional, por el alcohol, por loa deshonestidad en sus variadas formas.?
6. Sentimos que la muerte violenta provocada por el hombre, por la causa que sea (odio, descuido, negligencia, inter?s mezquino y criminal) va creciendo. Son muertes que son razonablemente inexplicables y que muestran una falta de cuidado y respeto por la vida del otro.
En ese cat?logo de atentados contra la vida provocados por el hombre, est? tambi?n el atentado contra la vida del inocente que est? viviendo su proceso vital en el seno de su madre. El aborto y tambi?n la destrucci?n del ni?o son otros tantos cr?menes que atentan contra la vida de inocentes.
Nuestra condici?n de hombres y nuestra condici?n de cristianos necesitamos comprometernos por la vida y por el cuidado y el cultivo de la vida, de toda vida humana. Es obligatorio cuidar, defender, promover animar la vida humana. Esto implica que de ning?n modo es l?cito destruir o quitar a un inocente, m?xime si es indefenso y fr5?gil. Como hombre y como creyente estoy llamado a no realizar acciones que, por las razones que fuere (descuido, negligencia, odio, desinter?s, premeditaci?n, venganza, etc.) produzcan la muerte. S?u estoy llamado a todo lo positivo en orden a la vida: en lo personal, en el ?mbito de la propia familia, ?mbito privilegiado del amor, en la responsabilidad profesional que tenga en la sociedad.?
7. Buscar la defensa de la vida es una manera eminente de promover la dignidad de cada hombre. Es el camino para consolidar la fuerza y el vigor de nuestra familia. Es el camino para alcanzar una Patria de hermanos, sin excluidos de ning?n tipo. Es el camino para que nuestra sociedad supere los desencuentros provocados por la violencia de cualquier tipo que sea y se avance por una sociedad que se vaya reconciliando.
Quiero poner en manos del Se?or todas estas intenciones: el compromiso por la defensa de toda vida, el compromiso para no ceder a la tentaci?n de la violencia, de todas las causas de muerte. El aborto es una de ellas: tambi?n lo son las otras causas de muerte injusta, que se manifiestan de tan variadas formas.
Queremos pedirle al Se?or que seamos promotores de la vida humana, de toda la vida humana, de la que est? en el seno materno, fuera de ?l, porque la vida de cada hermano.
?AVE MAR?A PUR?SIMA!?
Mons. Mario Mauli?n, arzobispo de Paran?