Gui?n Lit?rgico para la Eucarist?a de la Jornada de la Infancia Mid?sionera, publicado en la revista ILLUMINARE, n? 381 - ENERO 2011, recibida en la parroquia con los materiales para su celebraci?n el 23 de Enero.
INTRODUCCi?N??
Los disc?pulos de Jes?s nos reunimos cada domingo para escuchar su palabra y recibirle en el sacramento de la Eucarist?a. En cada celebraci?n eucar?stica, ?l pasa por nuestras vidas para que, con la fuerza que nos da el encuentro personal con ?l, le sigamos como amigos suyos. Escuchamos en la lectura del Evangelio c?mo los ap?stoles fueron llamados a ser sus primeros amigos y disc?pulos. Tambi?n a nosotros nos ofrece el Se?or ahora la oportunidad de acoger su amistad y de seguirle.
Hoy, adem?s, la Iglesia en Espa?a dedica esta jornada a la Obra Pontificia de Infancia Misionera, que la celebra con el lema "Con los ni?os de Ocean?a ... seguimos a Jes?s". Es una oportunidad para acoger la amistad que nos ofrece Jes?s y ser sus misioneros, hasta los confines m?s lejanos de la Tierra.
ACTO PENITENCIAL
Comenzamos la celebraci?n pidiendo a Dios, nuestro Padre, que disponga nuestros corazones a la conversi?n y al seguimiento:
? T? que has sido enviado a sanar los corazones afligidos. Se?or, ten piedad.
? T? que has venido a llamar a los pecadores. Cristo, ten piedad.
? T? que est?s sentado a la derecha del Padre para interceder por nosotros. Se?or, ten piedad.
MONICI?N A LAS LECTURAS
La Palabra de Dios es luz: en medio de las tinieblas de este mundo, brilla para que podamos ver a Dios. En Jes?s, Palabra hecha carne, la luz de Dios nos ilumina y nos pide que le escuchemos y le sigamos, convirti?ndonos en sus disc?pulos y misioneros.
Muchos pensamientos, preocupaciones, inquietudes ... pueden distraemos de escuchar solamente a Aquel que es la Palabra de Vida. Nos preparamos, por eso, a escuchar la Palabra de Dios, para que con su luz despeje las tinieblas de nuestro coraz?n, nos gu?e y nos haga ser amogos del Se?or.?
SUGERENCIAS PARA LA HOMIL?A
? En la primera lectura resuenan a?n los ecos de la Navidad, con la lectura del profeta Isa?as que nos habla de la luz que va a brillar a los que viven en la oscuridad. Es la "tierra de los gentiles", de aquellos que no han tenido la oportunidad de escuchar la Palabra de Dios, de aquellos m?s alejados, en principio, de Dios; a ellos se les promete que tambi?n les llegar? la luz y, con ella, la alegr?a y el regocijo.
? La profec?a de Isa?as, por este motivo, es citada por el evangelista Mateo a prop?sito de Jes?s, que se establece en aquellas tierras, "para que se cumpla la Escritura". Cristo es la luz, y el hecho de establecerse en un lugar considerado de paganos es visto por el evangelista como la realizaci?n de las palabras de Isa?as, de que la luz de la Palabra de Dios llegar? a todos los pueblos. El Evangelio nos muestra a Jes?s, que comienza su ministerio predicando la conversi?n porque "el Reino de Dios ha llegado". En este contexto, se entiende perfectamente que el Reino es para todos aquellos que con fe se abren al anuncio de Cristo.
La llamada posterior a los disc?pulos no es m?s que la confirmaci?n de que es Dios mismo quien, por medio de su Palabra, re?ne a todas las personas, de cualquier raza y condici?n, en un ?nico pueblo, el nuevo pueblo de Dios que es la Iglesia, en la que todos tienen cabida.
? En la Iglesia no puede haber divisiones, si de verdad escuchamos la Palabra de Dios y seguimos a Cristo. San Pablo reacciona en?rgicamente contra las divisiones existentes en la comunidad cristiana de Corinto; contra ellas afirma la fuerza de la predicaci?n de la Palabra, que es eficaz no tanto por ser sabidur?a humana, sino por la sabidur?a divina que hay en ella,
la que viene de la cruz de Cristo. Seguir la llamada de Cristo es configuramos con ?l, con su muerte y su resurrecci?n, y ser de este modo sus testigos.
? La Jornada de la Infancia Misionera nos recuerda que los cristianos formamos el pueblo de Dios, que es la Iglesia, y que todos estamos llamados a ser miembros activos de ella, a conocer a Jes?s, a ser sus amigos desde ni?os y a seguirle en su misi?n.
? Este a?o nos unimos a los ni?os de Ocean?a; es un continente lejano y desconocido para nosotros. En ?l la Iglesia tiene una presencia peque?a, pero muy importante y significativa. Con la fuerza de su fe, los cristianos de Ocean?a siguen al Se?or con alegr?a siendo testigos del reino de Dios. Nos unimos a ellos para que contin?en siendo luz para ese continente, especialmente para los ni?os y j?venes.??
ORACi?N DE LOS FIELES
Jes?s ha venido para anunciar e instaurar el reino de Dios entre nosotros. Animados por esta esperanza, oramos al Padre como hijos suyos: R/ Venga a nosotros tu Reino.
Para que la Iglesia viva con esperanza renovada el seguimiento de Jes?s en el anuncio del Reino. Oremos.
Para que pastores y fieles cristianos se esfuercen en hacer presente el reino de Dios en todo el mundo. Oremos.
Para que los gobernantes de los pa?ses promuevan el bien de todos los pueblos. Oremos.
Para que los misioneros y misioneras sirvan a la Iglesia y al reino de Dios. Oremos.
Para que los ni?os de todo el mundo experimenten la llamada a ser los primeros en el reino de Dios, siendo amigos de Jes?s. Oremos.
Para que los ni?os de la Infancia Misionera vivan con alegr?a su compromiso misionero. Oremos.
Para que nosotros seamos de verdad disc?pulos de Cristo y sus testigos ante el mundo. Oremos.
Acoge, Padre, la oraci?n de tu Iglesia, que pone todo su esfuerzo en anunciar e instaurar tu Reino, y dale la fuerza de tu Esp?ritu para que no decaiga ante la dificultad. Por Jesucristo, nuestro Se?or.
MONICi?N DE OFERTORIO
En este d?a misionero, presentamos el pan y el vino; son los dones que todos nosotros, pueblo de Dios, ofrecemos para que la Palabra y el Esp?ritu de Cristo los consagren y se conviertan en su Cuerpo y su Sangre.
Tambi?n ponemos ante el altar la colecta que hemos realizado para la Infancia Misionera; as?, de manera palpable a trav?s de los proyectos de Infancia Misionera, contribuimos como comunidad cristiana a hacer presente el reino de Dios en todo el mundo, especialmente entre los ni?os m?s desfavorecidos.
ORACI?N SOBRE EL PUEBLO Y BENDICI?N FINAL
Derrama, Padre, tu amor y tu gracia
sobre aquellos que se alegran
de ser amigos y disc?pulos de tu Hijo
y quieren proclamarte con sus vidas
ante todos los pueblos del mundo,
manifestando tu Reino.
Por Jesucristo, nuestro Se?or.
Juan Mart?nez S?ez, fmvd. Colaborador de las OMP