Mensaje de los obispos santiague?os para la Navidad 2010. (AICA)
LA NAVIDAD DEL BICENTENARIO EN SANTIAGO??????????
?Y Mar?a dio a luz a su Hijo Primog?nito, lo envolvi? en pa?ales y lo acost? en un pesebre, porque no hab?a lugar para ellos en el albergue? (Luc. 2,7)?
En este tiempo de Navidad, donde la alegr?a y la esperanza invaden nuestros corazones; cuando los saludos, los regalos y las expresiones de cari?o se hacen presentes en las familias, estamos reactualizando un acontecimiento que tantas veces suele pasar desapercibido a nuestra conciencia: Jes?s nace en un pesebre, porque no tuvo un lugar digno para nacer.
La contemplaci?n del pesebre nos debe hacer reflexionar en la ternura de un Dios encarnado, hecho uno de nosotros, pero tambi?n nos llama a recapacitar que los hombres no supimos hacerle lugar al ?Dios con nosotros?. No hab?a espacio en este mundo para ?l, por m?s peque?o que fuera. No hab?a siquiera alguien que se compadeciera y le abriera las puertas de su hogar.
?Encontrar? el Ni?o Dios lugar donde nacer en la Argentina de hoy?
Son variadas las situaciones en nuestra patria que muestran que a?n no hemos recibido al? Divino Ni?o que nos trae la paz.
Tal como hemos afirmado reiteradamente los obispos argentinos, los acontecimientos dolorosos que estamos viviendo, muestran la evidencia de serios problemas que manifiestan signos de fragmentaci?n social. En efecto, entre ellos podemos observar: la persistencia de la pobreza e inequidad, la dificultad para el di?logo, la violencia y la agresi?n, la prepotencia y el maltrato. Esta situaci?n se presta a diversas manipulaciones que hieren en lo profundo la dignidad humana y acrecientan a?n m?s la injusticia.
?ltimamente se ha hecho patente en nuestra patria el drama de la falta de una vivienda digna.
Hoy observamos, como comunidad nacional, un espect?culo preocupante. Muchos hermanos, algunos argentinos, y otros que no nacieron en esta patria, pero que la eligieron como suya, carecen de un lugar para vivir.
Numerosos hermanos necesitan un hogar; y, como en Bel?n, tambi?n hoy se les cierran las posibilidades a las familias pobres. No hay lugar para ellos, como no lo hubo para Mar?a, Jos? y el Ni?o por nacer.
En efecto, los obispos reunidos en la ?ltima asamblea permanente, en el mensaje de esta Navidad, dec?an: ?en varias regiones del pa?s, debemos atender la preocupante situaci?n de las comunidades abor?genes y campesinas que son desplazadas de sus lugares de trabajo y subsistencia, y finalmente, terminan engrosando los cordones de pobreza de varias ciudades?.
Como pastores, recogiendo el llamado de nuestros hermanos obispos, queremos exhortar a todos los argentinos y especialmente a los santiague?os:
1. Reconozcamos a Dios, como lo hicieron nuestros Constituyentes, que es la garant?a y la base sobre la que se construye nuestra sociedad. La invocaci?n a Dios como Padre nos ayuda a respetarnos y amarnos como hermanos. En este sentido, la fe de nuestro pueblo, especialmente expresada en su religiosidad popular, es un reservorio moral que debemos acrecentar, alimentar y aportar para el bien de nuestra patria.
2. Reafirmemos el derecho primario a la vida, como a la integridad f?sica y moral de toda persona. Los santiague?os tenemos un amor especial por la vida, que nunca la veamos como una amenaza, sino como un preciado regalo de Dios. Debemos tomar la iniciativa en la promoci?n de este derecho fundamental, sobre el cual se fundan todos los dem?s derechos humanos.
3. Recuperemos la vigencia y el sentido de los valores morales como fundamento de la convivencia social. Especialmente procuremos transmitir estos ideales a nuestros ni?os y j?venes santiague?os, que a veces vemos tan desorientados y desalentados, vulnerables al alcohol y a las adicciones.
4. Trabajemos por la dignidad humana, para erradicar la pobreza y promover el desarrollo integral. Procuremos que en Santiago se den las condiciones para que haya pan, salud, educaci?n y trabajo para todos.
5. Renovemos el compromiso por el bien com?n y el fortalecimiento del Estado y las Instituciones de la Rep?blica. Como hemos afirmado tantas veces, s?lo el di?logo sincero es el camino que nos aleja del enfrentamiento y la violencia. Todas las instituciones santiague?as: la familia, la Iglesia, las escuelas y las dem?s organizaciones que tienen alguna responsabilidad en la educaci?n y el bien com?n, debemos trabajar mancomunadamente en un di?logo respetuoso para poder brindar un futuro mejor a nuestros ni?os y j?venes.
El Papa Benedicto XVI afirma que ?se podr?an enumerar muchos problemas que existen en la actualidad y que es preciso resolver, pero todos ellos s?lo se pueden resolver si se pone a Dios en el centro, si Dios resulta de nuevo visible en el mundo?.
Los invitamos, como pastores, a que le den posada a ese Ni?o envuelto en pa?ales, que es nuestro Dios, haci?ndole lugar, y apartando todo aquello que nos pueda alejar de ?l y de los dem?s
En esta Navidad del Bicentenario recemos al Ni?o Jes?s que, tal como lo hemos so?ado, seg?n canta nuestro folclore, queremos que nazca en nuestro querido Santiago.
Mons. Francisco Polti, obispo de Santiago del Estero
Mons. Ariel Torrado Mosconi, obispo auxiliar Santiago del Estero
Mons. Adolfo Uriona, obispo de A?atuya?