S?bado, 22 de enero de 2011

Mensaje de monse?or Rub?n Oscar Frassia, obispo de Avellaneda-Lan?s para la Navidad 2010. (AICA)

HOY NACE EL REDENTOR, SURGE LA ESPERANZA??????

A los queridos fieles y a todas las personas de buena voluntad de Avellaneda-Lan?s:

Estamos hoy invitados a contemplar el misterio m?s grande que compromete la historia de la humanidad. Este es el acontecimiento m?s original, in?dito y ?nico. El nacimiento del Redentor, es la manifestaci?n m?s expresa de que la voluntad de Dios ha querido plantar su presencia en medio de nosotros. El Verbo se hace carne. Lo divino y lo humano vienen a nosotros para caminar definitivamente en y con nosotros.

La contemplaci?n de este misterio comporta un compromiso; nos lleva como peregrinos a? buscarlo, reconocerlo, seguirlo y adorarlo. Las cosas de Dios son para los hombres. Lo infinito y lo trascendente toca y enaltece todo lo humano. A partir de esta manifestaci?n la realidad de las personas se integran en estas dos realidades que son distintas pero que no deben ser separadas jam?s. Lo divino, lo trascendente y lo humano deben encarnarse en cada uno de nosotros simult?neamente, para obtener su pleno significado.

En la situaci?n actual,? tanto en lo? personal, como familiar, en lo p?blico y en lo social, en nuestro pa?s, como en el mundo entero,? la vida se est? desarrollando como una p?rdida de equilibrios, de ra?ces, de valores, de v?nculos interpersonales muy deteriorados y con una? acentuada p?rdida de sentido a todo. Realmente estamos ante un cambio de ?poca y ante una? profunda crisis de la civilizaci?n.

La exacerbaci?n del individualismo. El relativismo que sostiene que no hay nada objetivo, sino que todo se reduce a lo emp?rico, a la sensaci?n y a las ganas, es moneda corriente hoy tanto en el campo del pensamiento como en el de la acci?n. Debemos recuperar la capacidad de vivir de acuerdo a la conciencia, es decir la capacidad de reconocer en los ?mbitos decisivos de la existencia humana, el valor supremo de la verdad incluida la dimensi?n moral y religiosa. Reconocer la capacidad del hombre para descubrir la verdad, implica al mismo tiempo el deber de encaminarse hacia? la verdad, de buscarla y subordinarse a ella donde se la encuentre. Esto quiere decir que no debemos olvidar de seguir los dict?menes de nuestra conciencia. (Cfr. Discurso del Santo Padre, a la Curia Romana, 20-12-10).

Santo Padre, nos ense?a, citando a Alexis Tocqueville, que ?ste? en su tiempo observ? que en Am?rica la democracia fue posible y hab?a funcionado porque exist?a un consenso moral de base que un?a a todos. S?lo si existe un consenso semejante sobre lo esencial, las constituciones y el derecho pueden funcionar. Este consenso de fondo, est? en peligro donde en su lugar, en vez de la raz?n moral, se pone la mera racionalidad finalista?Donde se da el primer? lugar a lo medi?tico, a la pura conveniencia independientemente de la verdad, de la objetividad y de aquello que es, realmente esta consideraci?n ?pone en juego el futuro del mundo?.

Celebrar entonces la Navidad, es contemplar, recibir y comprometerse a seguir la luz, la verdad y el amor. Cualquier tipo de violencia, no produce ning?n progreso. S?lo con el compromiso y la comprensi?n mutua se podr? restablecer la verdadera unidad y procurar as? la paz. Es necesario reconocer la luz y seguirla. Hay que definirse y comprometerse en la realizaci?n? del proyecto que hemos recibido, y que queremos para nosotros y para el futuro de nuestra sociedad.

El misterio de la Navidad no puede agotarse en un saludo superficial ni menos expresarse en un consumismo exacerbado que no llega al alma, a la profundidad de nuestro ser.

Les deseo, a todos, el fortalecimiento de lo divino y lo humano que est?n presentes en cada uno de nosotros. No s?lo en lo que decimos, o hacemos, sino empezando por lo que somos. Me gustar?a que resuene en la conciencia y en el coraz?n de cada uno, la palabra del Se?or: ?No teman, yo estoy con ustedes? y? ??mense los unos a los otros como yo los he amado?, ya que vivir es amar y si no amamos no sabemos vivir.

Feliz Nochebuena y Feliz Navidad para cada uno de ustedes, para sus familias y para todos los hombres y mujeres que, sin lugar a dudas, son amados? por Dios.?

Mons. Rub?n Oscar Frassia, obispo de Avellaneda-Lan?s
Avellaneda, 23 de diciembre de 2010?


Publicado por verdenaranja @ 22:30  | Hablan los obispos
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