Homil?a de monse?or Jorge Lugones, obispo de Lomas de Zamora en la solemnidad del Domingo de Ramos (17 de abril de 2011). (AICA)
?Bendito el que viene en el nombre del Se?or?, dice este breve canto, con el que el pueblo cortaba las ramas para alabar a Jes?s, porque entraba a Jerusal?n con gloria; se lo reconoc?a como el Mes?as, que quiere decir el Cristo. Y por eso hemos le?do el evangelio al inicio de esta celebraci?n.
Y trajimos el ramito que vamos a colocar en la entrada de nuestras casas o donde est? una cruz, porque la cruz es un signo de vida.
(..) Empezamos con esta fiesta la semana de la pasi?n; haremos la memoria de la Pasi?n de Jes?s, como le?mos en el evangelio, y desde esta memoria de muerte queremos recordar a Jes?s resucitado como Se?or de la vida.
Es importante que cada d?a tengamos esta memoria de vida que nos trae Cristo resucitado, porque padecemos muchas veces la memoria de la muerte; a veces nos resulta m?s f?cil meditar la Pasi?n y Muerte de Jes?s, que la Resurrecci?n y la Vida; parece que es m?s f?cil entristecerse el Viernes Santo que alegrarse el d?a de Pascua.
Tenemos que tener esta memoria de que Jes?s va a la pasi?n, y como las mujeres que lo acompa?aron con la cruz ya ten?an la memoria de su muerte, por eso van al sepulcro a ungirlo con perfumes, y sin embargo Jes?s les va a mostrar que vive: al que hab?an crucificado y sepultado, ahora vive.
(..) Por eso traemos el ramo, que es un signo de esperanza del resucitado; un signo de que Jes?s va a la pasi?n por nosotros, pero va a resucitar, o sea, vuelve a vivir. Entonces, Jes?s tiene que pasar por la cruz para resucitar y darnos vida.
El nos tiene que curar de esa herida que al principio de los tiempos el maligno nos hab?a provocado, y nos tiene que dar la gracia que nos sane y nos eleve a la categor?a de hijos, categor?a que perdimos con el pecado original; pero en ?l vamos a ser hijos. ?Somos hijos en el Hijo?, como dec?a San Pablo.
El Se?or es un Mes?as Rey que vienen en un animalito de carga, humilde; Jes?s viene en esta humildad; la memoria de vida es humilde, la muerte en cambio es soberbia; pero la memoria humilde respeta la dignidad, respeta a los mayores.
(..) Jes?s entra manso y paciente en un burrito; nosotros ?tenemos paciencia?
(..) Pidamos la paz para nuestras familias, para nuestro pueblo. En esta memoria de vida, hay un pueblo que quiere vivir en justicia, y a trav?s de ella, en la paz.?
Mons. Jorge Lugones, obispo de Lomas de Zamora?