Martes, 21 de junio de 2011

Homil?a de monse?or Jos? Luis Mollaghan, arzobispo de Rosario, en la fiesta de Mar?a Auxiliadora (24 de mayo de 2011) (AICA)

FIESTA DE MAR?A AUXILIADORA??????????????

Seamos auxiliadores y auxiliadoras de la vida
y de los ni?os por nacer, de los j?venes y los ancianos?

Queridos hermanos:

Celebramos las fiestas patronales de esta Parroquia Mar?a Auxiliadora, con sentimientos de gratitud a nuestra Madre, en esta comunidad parroquial, donde se vive tambi?n desde hace tantos a?os la ense?anza de Don Bosco y de los padres salesianos.

Quisiera, que esta Eucarist?a expresara nuestra acci?n de gracias a Dios por la presencia de Mar?a madre y maestra, bajo cuya gu?a y cercan?a fue creciendo nuestra vida cristiana.

En esta advocaci?n tan venerada y querida, Mar?a es la Auxiliadora de los cristianos, en quien el Se?or hizo grandes cosas para ser testigo fiel del amor de su Hijo. Desde el comienzo de nuestra fe, Ella ha sido constantemente nuestro auxilio en el camino de la salvaci?n: ya San Juan Cris?stomo, arzobispo de Constantinopla, en el a?o 345 la llama ?auxilio potent?simo?; y San Sabas de Cesarea en el a?o 535 la invoca como ?auxiliadora de los que sufren?.??

Mar?a y la Lecturas de la celebraci?n

Como le?mos en el Evangelio de hoy, Mar?a sali? a nuestro encuentro y por su intercesi?n Jes?s realiz? en Can? el primer milagro en nuestro favor, haciendo que el agua se transforme en vino.

Un verdadero signo de salvaci?n, en el que anticipa su hora, que es el signo de la cruz y de su pasi?n; pero tambi?n de su resurrecci?n y de su gloria.

Su hora, dice Benedicto XVI, procede de Dios, y est? fijada en el contexto de la historia, y es el comienzo de una nueva vida, para adorar a Dios en esp?ritu y verdad. (cfr. Jes?s de Nazaret, pg.297).

En la fiesta de Can?, junto a Jes?s est? Mar?a, y sus palabras decididas ?hagan lo que ?l les diga?, tienen un valor para todos los cristianos, y tambi?n para nosotros, y nos mueven a una profunda confianza en Jesucristo y a seguir sus pasos.

De este modo, como Madre nos auxilia para ser disc?pulos de Jes?s, unida a su obra redentora. De un modo particular nos ense?a que el Se?or exalt? a los humildes de coraz?n, y por eso est? muy cerca de ellos. Ella es la mujer elegida, cuya fe ejemplar sostiene a quien perdi? el rumbo de la vida, porque nos muestra que Dios hace cosas grandes, y su misericordia se extiende sobre nosotros.?

Mar?a auxiliadora de los m?s d?biles, especialmente de los ni?os por nacer

Por ello tenemos la certeza de que quien se reconoce necesitado de consuelo, de fortaleza, o de esperanza, encuentra en Mar?a un verdadero auxilio.

En la debilidad de la fe, Ella es nuestro modelo incondicional de adhesi?n a Jesucristo, y un apoyo inquebrantable para hacer el bien y evitar el mal y el pecado.

Por esto, Ella tambi?n est? muy cerca de los que son m?s vulnerables en la prueba de la vida. Hoy quienes m?s necesitan auxilio son los ni?os por nacer, los j?venes, y los ancianos.

Todos ellos tienen su vida en juego, porque los ni?os por nacer, a?n el seno de la madre, se los pretende eliminar como injustos agresores. A los ni?os ya nacidos, se los ve en muchas periferias y barrios privados de lo necesario, y corren el riesgo de un crecimiento infeliz, sin el calor de un hogar. Los adolescentes y los j?venes necesitan mayor orientaci?n, y encuentran tempranamente en sus vidas la encrucijada de los caminos, que los alejan del bien. Finalmente los que ya son ancianos, muchas veces se los trata sin consideraci?n y frecuentemente est?n solos, por no decir abandonados.

Nosotros experimentamos en este d?a la invitaci?n a ser como Mar?a, ?auxiliadores? y ?auxiliadoras? de quien busca protecci?n y ayuda, y a poner bajo su protecci?n a quienes m?s lo necesitan. Queremos ser con Mar?a defensa de los m?s d?biles.

En el a?o de la vida, nos pide a nosotros el compromiso de brindar apoyo y auxilio a los ni?os por nacer, destinatarios de nuestra misi?n, y a las madres en todo lo que podamos brindarles ayuda. Esto mismo se los pide tambi?n a quienes gu?an a nuestros pueblos, as? como a los responsables de la salud, a los educadores y a las familias.

No obstante, a?n cuando las leyes positivas y las normas no resulten pedagogas para proteger toda vida humana, y los argumentos comunes a la raz?n no se reflejen en sus contenidos, no vamos a desalentarnos ni dejar de promover el valor de la vida. En todo caso, la Virgen nos dar? su mano, y ser? nuestro paradigma de santidad, que se realiza siempre en la uni?n con Cristo.

La invitaci?n es a confiar en Mar?a, con las palabras del salmo: ?como un ni?o en brazos de su madre?, y a ser generosos para que nuestros brazos se extiendan para defender la vida. As? su auxilio poderoso, ser? tambi?n el nuestro.

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Jes?s es el Se?or, quien hace sobreabundar la plenitud de su amor

Jes?s es el Se?or, quien nos hace encontrar el sentido m?s profundo de la vida y la plenitud de su amor. Junto a ?l est? Mar?a, la Madre del autor de la vida, y nos invita a asociarnos activamente en este llamado de auxilio, para ser protectores del ni?o por nacer. De este modo nuestra piedad filial ser? m?s cre?ble, y nuestra propia fe de misioneros invitar? a acrecentar la fe de los dem?s.

Que en esta Parroquia y en nuestra Arquidi?cesis, Mar?a Auxiliadora siga siendo nuestra madre y maestra, a fin de que podamos ser nosotros, los ?auxiliadores? y ?auxiliadoras? de la vida.?

Mons. Jos? Luis Mollaghan, arzobispado de Rosario


Publicado por verdenaranja @ 22:54  | Homil?as
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