DOMINGO 24 DEL TIEMPO ORDINARIO - A
11 de Septiembre de 2011
El Dios del amor, de la paz y del perdón esté con todos vosotros.
- Las lecturas de este domingo son muy claras: Si nosotros no perdonamos a los que nos han ofendido o nos han hecho daño, ¿cómo podremos pedirle a Dios que nos perdone? Y desde luego que lo necesitamos, el perdón de Dios. Nosotros no somos grandes pecadores, e intentamos ser buenos cristianos. Pero aunque sea así, estamos realmente muy lejos de la forma de
vivir que Dios espera de nosotros.
A. penitencial: Comencemos, pues, nuestra celebración pidiendo el perdón de Dios. Y pidiéndole también a Dios que nos enseñe a perdonar a nuestros hermanos.
- Tú, que eres compasivo y misericordioso. SEÑOR, TEN PIEDAD.
- Tú, que perdonas nuestras culpas. CRISTO,TEN PIEDAD.
- Tú, que nos colmas de gracia y de ternura. SEÑOR, TEN PIEDAD.
1. lectura (Eclesiástico 27,30-28,7): Jesús, en el evangelio, nos hablará de cómo tenemos que perdonar a los demás. Ahora, en esta primera lectura, un sabio del Antiguo Testamento también nos habla del perdón.
2. lectura (Romanos 74,7-9): Escuchemos ahora el último fragmento de la carta de san Pablo a los Romanos, que hemos ido leyendo durante un buen número de domingos. El apóstol nos invita, en este breve texto, a reafirmar nuestra unión con Jesús.
Oración universal: Nosotros somos la familia de Dios y, cada vez que nos reunimos para celebrar la Eucaristía, presentamos ante él las necesidades y los anhelos de nuestros hermanos los hombres y mujeres del mundo entero. Respondamos a cada petición diciendo: ESCÚCHANOS, PADRE.
Por la Iglesia, portadas los que estamos llamados a dar testimonio del amor y el perdón de Dios. OREMOS:
Por nuestro país, por nuestros gobernantes, y portadas nuestros conciudadanos. OREMOS:
Por los chicos y chicas que ahora comienzan el curso escolar, y por sus maestros y profesores. OREMOS:
Por los enfermos, por los ancianos, por todos los que viven en el dolor y la debilidad. OREMOS:
Por los que nos han ofendido o nos han hecho daño. OREMOS:
Por los que estamos aquí reunidos celebrando la Eucaristía del domingo. OREMOS:
Escúchanos, Padre, y mira con amor a esta familia tuya por la que tu Hijo Jesucristo entregó la vida. Él que vive y reina por los siglos de los siglos.
Padrenuestro: Digamos ahora la oración que Jesucristo nos enseñó. Y que resuenen hoy muy dentro de nosotros aquellas palabras con las que le pedimos a Dios su perdón y le manifestamos nuestra voluntad de perdonar a nuestros hermanos. Así pues, unidos en la misma fe, nos atrevemos a decir:
Gesto de paz: Como un signo de reconciliación y de perdón, hermanos y hermanas, daos fraternalmente la paz.
CPL