Viernes, 16 de septiembre de 2011

Saludo de monseñor José Luis Mollaghan, arzobispo de Rosario, enla Fiesta dela Natividad dela Virgen y Día dela Vida Consagrada (8 de septiembre de 2011). (AICA)

NATIVIDAD DE LA VIRGEN MARÍA- DÍA DE LA VIDA CONSAGRADA          

Queridos consagrados y consagradas

Deseo felicitarlos en su día. Al contemplar la vida de nuestra Iglesia diocesana, debemos dar gracias a Dios por la presencia de quienes contando con la gracia quieren seguir totalmente a Cristo y a su Reino, siguiendo un estilo de vida, y un carisma propio que enriquece la consagración a Dios y al Evangelio.

La vida religiosa es una necesidad y un signo de esperanza. Una necesidad, porque , como nos dice Benedicto XVI en el Mensaje de Aparecida: "... en un mundo que busca ante todo el bienestar, la riqueza, y el placer como objetivo de la vida  y que exalta la libertad prescindiendo de la verdad sobre el hombre creado por Dios, ustedes son testigos de que hay una manera diferente de vivir con sentido; recuerden a sus hermanos y hermanas que el reino de Dios ya ha llegado; que la justicia y la verdad son posibles si nos abrimos a la presencia amorosa de Dios..." (13.V.2007, N º 5).

Una esperanza, porque su oración y su presencia evangelizadora en nuestros barrios, en las escuelas, en las capillas y parroquias, nos permiten vislumbrar entre nosotros el Reino de Dios, ya iniciado por la venida de Jesús, y que esperamos con confianza su plenitud  pidiendo cada día  "que venga tu Reino".

Por ello quisiera pedir a todos los religiosos y religiosas a renovar la esperanza  en Cristo, escuchando la Palabrade Dios, y mediante una estrecha unión enla Eucaristía, sabiendo que “Cristo en medio de nosotros es la esperanza de gloria”. La Eucaristía, manifestación viva de nuestra esperanza,  es el centro de la vida consagrada, personal y comunitaria, en la que el Señor se entrega como Pan "partido" y Sangre "derramada" para que todos tengan puesta en Él, la verdadera esperanza.

Hoy más que nunca, el llamado a la vida religiosa y a la fidelidad a los consejos evangélicos es motivo de una gran esperanza parala Iglesiay también para nuestra Arquidiócesis. Por ello deseo saludarlos en este día por su consagración, y por ello concelebraré la Misade esta tarde por sus intenciones enla Parroquia Maríade Nazaret, para que esta comunidad parroquial, en uno de los barrios de la periferia dela Iglesiaarquidiocesana, que celebra el día dela Virgen, también pueda sentirse enriquecida con la participación de muchos de ustedes, como un signo de su presencia en esta Iglesia arquidiocesana y de la obra que realizan. 

Mons. José Luis Mollaghan, arzobispo de Rosario 


Publicado por verdenaranja @ 22:43  | Hablan los obispos
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