Reflexión a las lecturas del Domingo de Ramos - B, ofrecida por el sacerdote Don Juan Manuel Pérez Piñero bajo el epígrafe "ECOS DEL DÍA DEL SEÑOR".
Domingo de Ramos B
Queridos amigos y amigas:
El Domingo de Ramos, de tanto arraigo entre nosotros, es el pórtico de la Semana Santa. Cuántas gracias debemos dar al Señor que nos concede el don inmenso de celebrar un año más, los días de su Pasión, Muerte y Resurrección, que culminan en la Pascua. No sé si habrá en el mundo una fiesta que se celebre tanto: 40 días de preparación - la Cuaresma – y 50 de celebración– La Pascua y el Tiempo Pascual -. Así es la Fiesta principal de los cristianos. Y ya sabemos que una fiesta que no se prepara, o no se celebra o sale mal.
Habrá personas en esta Semana Santa que lamenten que el clima espiritual no es muy grande, que debería haber más gente en las celebraciones, que el compromiso de vida y el testimonio cristiano son un tanto débiles… Es normal, porque mucha gente no ha celebrado la Cuaresma o no la ha celebrado bien. Con todo, hemos de pedir a Dios, nuestro Padre, el gran don de aprovechar al máximo estos días santos. Y, como decimos alguna vez, las fiestas religiosas tienen su centro en las celebraciones de la Iglesia y en el corazón de los fieles. ¿Quién no valora tantas manifestaciones externas de estos días, especialmente, “las procesiones de Semana Santa”? Estos actos en la calle tienen mucha importancia y están llamados a hacer mucho bien a la hora de expresar y alimentar lo que tiene lugar en nuestros templos y en nuestros corazones, pero tampoco podemos reducirlo todo a ver esta o aquella procesión o, incluso, la Procesión Magna donde exista. Da pena ver a tanta y tanta gente significada, que toma parte en las procesiones pero no en las celebraciones de la Iglesia… Qué necesidad tenemos de que poco a poco vayan comprendiendo el significado de las procesiones que no tienen sentido sin conexión con los actos de culto de los cuales proceden…
Una de las procesiones más hermosas es la del Domingo de Ramos que forma parte de la Liturgia del día… No se trata sólo de recordar la Entrada de Jesús en Jerusalén. Se trata, más bien, de actualizarla, revivirla…, y de dar testimonio de que Jesús de Nazaret es el Mesías – Rey, descendiente de David, el Hijo del Altísimo que viene “en nombre del Señor” y al que aclamamos: “¡Hosanna en el Cielo!” Este día, los judíos llevaban a casa el cordero que se tenía que sacrificar en la Pascua. Y este es el día en que entra en Jerusalén “el Cordero de la Pascua Nueva”, “el Sacerdote de la Nueva Alianza”.
En todas las celebraciones de este Domingo se recuerda y se celebra, de algún modo, la Entrada de Jesús en Jerusalén: con la Procesión, en torno a la Misa principal, o con la “Entrada Solemne”, o con la “Entrada Simple”, según convenga al mejor servicio de la comunidad que se reúne. A continuación, tiene lugar “la Misa de Pasión”, cuya lectura más importante es la Pasión del Señor según el evangelista de cada año o ciclo; este año, la de S. Marcos, y que puede leerse también en su forma breve… De esta forma, el Domingo de Ramos nos centra en la Semana Santa: La Entrada triunfal de Cristo en Jerusalén prefigura su Resurrección gloriosa que celebramos, llenos de júbilo, el Domingo de Pascua.
La Misa de Pasión nos centra en la Cruz o, mejor, en la Pasión del Señor, que es el centro de la semana… El Santo Hermano Pedro recordaba que su madre lloraba cuando se leía estos días en casa, la Pasión del Señor. Y así sucedía a mucha gente en los siglos pasados… ¡Y no deberíamos olvidarlo!
Y continúa la Cuaresma…, que va a concluir en la tarde del Jueves Santo con el comienzo de Triduo Pascual.
Termino con el deseo ferviente de que ante el don de Dios que constituye la Semana Santa para todos y cada uno de nosotros, sepamos corresponder acogiendo al Señor en nuestro corazón, especialmente, por la recepción de los sacramentos, y transmitiendo, de algún modo, su mensaje, con un testimonio de palabra y de vida cada vez más convincente.
¡FELIZ DOMINGO! ¡BUENA SEMANA SANTA! ¡FELICES PASCUAS!
DOMINGO DE RAMOS
MONICIONES
PRIMERA LECTURA
En la Pasión Jesús se nos presenta como el Siervo doliente del Padre, como se había profetizado en la Lectura que vamos a escuchar.
SALMO RESPONSORIAL
El sufrimiento se considera muchas veces como un aban-dono de Dios. Sin embargo el cristiano le invoca desde lo profundo de su alma, sabiendo que Él le escucha y le ama y, después de la dificultad, llegará de nuevo la dicha y la alegría.
SEGUNDA LECTURA
Escuchemos ahora con atención y con fe una síntesis preciosa de la vida de Cristo, que solemos recordar con frecuencia. Él no hizo alarde de su categoría de Dios, sino que se anonadó en la forma de Siervo hasta la muerte. Por lo cual fue exaltado y glorificado por su Resurrección.
TERCERA LECTURA
En el centro de nuestra asamblea de hoy, escucharemos ahora un fragmento del relato estremecedor de la Pasión de Jesús. El muere en un acto supremo de amor y de fidelidad. De su cruz nos viene la salvación y la vida. Por eso le aclamamos ahora, de pie, disponiéndonos a contemplar su entrega.
COMUNIÓN
En la Comunión recibimos a Jesucristo, aclamado hoy en la Ciudad santa de Jerusalén. Abramos las puertas de nuestro corazón al Redentor, pobre, despreciado, crucificado un día, pero resucitado y glorioso ahora.
Pidámosle que nos ayude a aprovechar al máximo estos días santos.
ZENIT nos ofrece un artículo de un testigo de excepción de la visita de Benedicto XVI a México, el del obispo de San Cristóbal de las Casas, monseñor Felipe Arizmendi Esquivel.
Retos de la visita papal
+Felipe Arizmendi Esquivel
Este sábado fue de pausa y respiro para el Papa, para recobrar fuerzas por el agotador viaje y afinar detalles de los siguientes eventos. A los obispos del país y representantes de todos los países latinoamericanos, nos ofrecieron por la mañana un recorrido turístico y un concierto de música clásica religiosa.
Los fieles por todas partes siguen expresando su complacencia por esta visita. Algunos acumulan energías parala Misamultitudinaria del domingo. Otros, como lo vimos en su visita a Guanajuato, esperan horas y horas porque quieren ver al Papa, aunque sea por momentos instantáneos. No se limitan ni se dejan impresionar por quienes han hecho su profesión sistemática descalificar al Papa y a la jerarquía católica. Ven al Vicario de Cristo y no hacen comparaciones mediáticas con Juan Pablo II. Su fe, aunque no siempre sea sólida y coherente, les mueve a salir a las calles, gritar, aplaudir, caminar, peregrinar, esperar, sacrificarse, orar y confiar enla Iglesia. Sabenque los casos de pederastia clerical entre nosotros son escasos y tienen plena confianza en sus sacerdotes. Por lo mismo, no es un asunto prioritario para el episcopado mexicano, y se le está atendiendo como lo debemos hacer. En la reciente aprobación de las Normas Básicas para la formación sacerdotal, se indica que deben ser excluidos definitivamente de los Seminarios quienes den indicios de una inadecuada madurez sexual y afectiva.
Resalto algunos de los retos que su presencia entre nosotros nos está planteando:
--Durante el vuelo de venida, dijo que viene a nuestro país a compartir las alegrías y esperanzas de este gran país, también ante las dificultades que vive. Dijo que viene para alentar y para aprender, para confirmar en la fe, en la esperanza y en la caridad y para confortar en el compromiso en favor del bien y de la lucha contra el mal. Esto nos reta a los pastores a compartir de cerca la vida de nuestro pueblo, animarle, escucharle, aprender de él, acompañarle para que su fe se exprese en un compromiso por el bien social.
--Se refirió al grave problema del narcotráfico y de la violencia. Dijo que es una gran responsabilidad de la Iglesia católica hacer lo posible contra este mal, destructivo para la humanidad y para nuestra juventud. En particular, dijo que nos corresponde educar las conciencias, educar a la responsabilidad moral y desenmascarar el mal; desenmascarar esta idolatría del dinero que esclaviza a los hombres; desenmascarar estas falsas promesas. Es un reto no sólo para los obispos, sino para todos cuantos somos esta Iglesia: padres de familia, educadores, comunicadores, políticos, líderes y muchos de los mismos narcotraficantes y violentos.
--Hizo una grave y muy preocupante afirmación: Tal vez hay en muchos católicos una cierta esquizofrenia entre la moral individual y la moral pública: individualmente, son creyentes católicos, pero en la vida pública siguen otros caminos que no responden a los grandes valores del Evangelio que son necesarios para el establecimiento de una sociedad justa. Es bueno educar para superar esta esquizofrenia, y tratar de hacer esto con la doctrina social dela Iglesia.
--En Guanajuato, en un acto simbólico y muy expresivo con los niños, nos urgió a protegerlos y cuidarlos, para que nunca se apague su sonrisa. No aludió explícitamente a los crímenes de pederastia clerical, pero en el fondo están estos y otros casos de sufrimiento de los niños. Por ello, nos urgió a todos no sólo evitar abusos, sino respetar y atender a todos los niños. Nos exigió ala Iglesiaestar cerca de los niños y hacer cuanto debemos para que no se les apague su sonrisa. En el corazón del papa está una justa preocupación por la niñez, que debemos compartir.
Valoro y resalto también el gran servicio informativo que ha brindado sobre todo la televisión mexicana. Aunque no faltan comentarios ácidos de algunos de sus comunicadores, en general han colaborado con todo respeto a sentir más de cerca al papa y valorar sus reacciones y sus mensajes. Nuestro agradecimiento a todos.
Lectio divina para el sábado de la quinta semana de Cuaresma 2012, ofrecida por la Delegación Diocesana de Liturgia de la diócesis de Tenerife.
Lectura:
“Juan 11, 4557”
En aquel tiempo, muchos judíos que habían venido a casa de María, al ver lo que había hecho Jesús, creyeron en él.
Pero algunos acudieron a los fariseos y les contaron lo que había hecho Jesús.
Los sumos sacerdotes y los fariseos convocaron el Sanedrín y dijeron: «¿Qué hacemos? Este hombre hace muchos signos. Si lo dejamos seguir, todos creerán en él, y vendrán los romanos y nos destruirán el lugar santo y la nación.»
Uno de ellos, Caifás, que era sumo sacerdote aquel año, les dijo: «Vosotros no entendéis ni palabra; no comprendéis que os conviene que uno muera por el pueblo, y que no perezca la nación entera.»
Esto no lo dijo por propio impulso, sino que, por ser sumo sacerdote aquel año, habló proféticamente, anunciando que Jesús iba a morir por la nación; y no sólo por la nación, sino también para reunir a los hijos de Dios dispersos.
Y aquel día decidieron darle muerte. Por eso Jesús ya no andaba públicamente con los judíos, sino que se retiró a la región vecina al desierto, a una ciudad llamada Efraín, y pasaba allí el tiempo con los discípulos.
Se acercabala Pascuade los judíos, y muchos de aquella región subían a Jerusalén, antes dela Pascua, para purificarse. Buscaban a Jesús y, estando en el templo, se preguntaban: «¿Qué os parece? ¿No vendrá a la fiesta?»
Los sumos sacerdotes y fariseos habían mandado que el que se enterase de dónde estaba les avisaran para prenderlo.
Meditación:
“Decidieron darle muerte”
Intereses. Cuantos intereses nos llevan a actuar injustamente a los hombres y cuantas actuaciones negativas justificamos para salvar nuestros proyectos.
Tú habías devuelto la vida a un hombre, siempre tu opción por la vida, y eso no gustaba a los que veían peligrar su poder. Es la misma historia de siempre. Recibimos el poder para servir y terminamos sirviéndonos del poder. Y esto a gran escala y a pequeña escala; en los importantes foros de decisión o en los sencillos ámbitos de nuestra vida.
Hay en todo hombre un afán de dominar, de acaparar. Terminamos convirtiendo nuestros espacios en pequeños reinos donde somos dueños y señores, donde no permitimos que nadie entre, donde tratamos de dejar claro quién manda. Tú liberando, nosotros atando. Tú abriendo, nosotros cerrando. Tú aclarando, nosotros difuminando, ocultando.
Y así me das tu lección: hay que trabajar por la vida aunque cueste la vida. Muchos que lo han entendido así han pagado igual que tú. Han perdido su vida, sus puestos, su imagen. A veces siento miedo, pero los hombres necesitamos de otros hombres que den la vida por dar vida. Y lo vamos a vivir con toda su fuerza, su tragedia y su gloria, a lo largo de la semana que se nos abre.
Oración:
“Levantar los ojos”
Te pido que me des la valentía necesaria para aprender de ti, para imitarte, como otros muchos. Hay demasiada muerte en el mundo, demasiados intereses oscuros, y yo amo la vida. Ayúdame a tener la fuerza necesaria para que mi vida contribuya a la vida, no solamente en su aspecto material sino en su dignidad.
Gracias, porque en estos momentos de oscuridad, de confusión sobre el sentido del hombre, del mundo, de la historia, tu vida y tu palabra siguen siendo una llamada a levantar los ojos y el corazón para descubrir la grandeza de la dignidad humana, y a poner la vida en juego, como tú, para dar pasos en ello.
Contemplación:
“Gestos de vida”
En mi oscuridad
brilla tu luz.
En mi silencio
tu palabra.
En mi vida
tu Vida
que lo llena todo,
lo invade todo,
lo dignifica todo,
lo plenifica todo.
En ella me llamas
a ser contigo,
portador
de gestos de vida,
hacedor
de un mundo mejor.
El DEPARTAMENTO DE COMUNICACIÓN del obispado de Tenerife nos participa de las noticias generadas en la última semana en la diócesis.
38201. La Laguna. Tenerife.
tfno. 922-25 86 40 / Extensión 8
e-mail: departamentodecomunicació[email protected]
Boletín 475
LAS NOTICIAS AMPLIADAS PUEDEN VERLAS ENTRANDO EN NUESTRO BLOG. Textos, sonidos, e imágenes los tienen en: http://www.comunicacionobispadodetenerife.blogspot.com/
Ante la cercanía de la Semana Santa, el Obispo ha escrito una carta titulada "Los días santos de su pasión salvadora y de su resurrección gloriosa", en la que señala: “Después de dos mil años, Cristo sigue vivo, es contemporáneo nuestro. Fiel a su promesa sigue presente entre nosotros, entregándose a sí mismo por la Iglesia, para purificarla y santificarla. Él no cesa de animarnos y renovarnos por su Espíritu hasta que cada uno alcancemos la victoria final. Por Cristo, con Él y en Él, pidamos a Dios Padre poder celebrar de tal modo esta Semana Santa que experimentemos constantemente en nosotros los frutos de la Redención.
El Domingo de Ramos (1 de abril), el prelado nivariense celebrará la Eucaristía en la parroquia de Nuestra Señora de La Concepción, en La Laguna. A las 10:00 horas, será la bendición de palmos y olivos en el exterior de la iglesia de Nuestra Señora de Los Dolores (C/San Agustín) y posteriormente, se iniciará la procesión litúrgica hasta la sede catedralicia.
Asimismo, el Martes Santo, Bernardo Álvarez presidirá la Misa Crismal a las 11:00 horas, en la iglesia de Nuestra Señora de La Concepción. En dicha celebración, los presbíteros de nuestra diócesis renovarán las Promesas Sacerdotales.
El jueves 29 de marzo, falleció en la isla de La Palma, el sacerdote Marino Sicilia González, natural de Mazo, a los 84 años de edad. La Misa Exequial, se celebrará el viernes 30 de marzo, en la parroquia de Los Remedios, a las 13:30 horas, presidida por el Obispo. Sicilia fue ordenado sacerdote el 4 de marzo de 1950. Durante su vida desempeñó el ministerio de párroco en San Antonio de Fuencaliente y en San Nicolás de Bari, en Las Manchas. Entre 1958 y 1999, fue párroco de Ntra Señora de Los Remedios, en Los Llanos. Asimismo, era Hijo Predilecto de Mazo e Hijo Adoptivo de Fuencaliente y de Los Llanos. En la actualidad, era párroco emérito de Los Remedios.
El Obispo, Bernardo Álvarez, ha invitado a quien lo desee a participar en el acto de reapertura del templo parroquial de San Marcos Evangelista, en Agulo, La Gomera. Dicho acto tendrá lugar el 31 de marzo, a las 18:00 horas, dentro de la celebración de la Eucaristía en la que estarán presentes, entre otras autoridades, el Presidente del Gobierno de Canarias, Paulino Rivero y el Presidente del Cabildo Insular de La Gomera, Casimiro Curbelo.
Diferentes enclaves de nuestra diócesis ponen en escena durante estas fechas, representaciones de la Pasión de Cristo. Apuntamos algunos: Breña Alta, sábado 31 de marzo, a las 21:30 horas; Adeje, viernes, 6 de abril, a las 12:00 horas; Santa Úrsula, domingo 1 de abril, a las 18:00 horas, en el Cine-Teatro; Tacoronte, el sábado, 31 de marzo, a las 20:30 horas, en el Barranco de San Juan, junto a la iglesia y Güímar, también el sábado 31 de marzo, a las 21:00 horas, en la plaza de San Pedro Apóstol.
Por otro lado, “Cosas de Locos”, representación teatral a cargo de los seminaristas de nuestra diócesis, se podrá disfrutar en las siguientes fechas: 26 de Abril: Estreno dentro de los actos de la tarde del Congreso Diálogo Fe-Cultura; 27 de Abril: Durante la mañana para jóvenes de institutos previa reserva de plazas. Y el 30 de abril, a las 20.00 horas, en el Seminario Diocesano.
La parroquia de Santo Domingo en la capital tinerfeña acogió un original pregón de la Semana Santa de dicha ciudad. Eduardo Rodríguez, Delegado Diocesano para la Nueva evangelización y formador del seminario, fue el autor del mismo, aunque su proclamación fue más coral, a modo del teatro hablado. En el acto estuvieron presentes el Obispo, Bernardo Álvarez y el Alcalde de Santa Cruz, José Manuel Bermúdez.
El viernes, 20 de abril se celebrarán diversas vigilias de Pascua con los jóvenes de nuestra Diócesis Nivariense. Estos son los lugares: Zona metropolitana, en la iglesia de San Jorge en S/C. (Misioneras eucarísticas de Nazaret). A las 20:30 horas; Zona norte, en la parroquia de San Pedro Apóstol, en San Pedro de Daute, Garachico. A las 20:00 horas. Y zona sur, en la parroquia de San Miguel Arcángel, en San Miguel. A las 20:00 horas.
Asimismo, el 27 de abril, en La Gomera y en La Palma se celebrarán sendas vigilias de Pascua. En la isla colombina será en la parroquia de San Juan Evangelista, en Valle Hermoso, a las 20:00 horas. Y en la isla bonita, en las parroquias de S/C, a las 23:30 horas.
La Casa Principal de Salazar de la capital palmera acoge hasta el próximo 7 de abril una muestra en la que se recoge parte de la historia de la Cofradía de Nuestro Señor del Huerto, que conmemora este año su 25 aniversario desde su fundación en 1987. La Cofradía de la parroquia capitalina de San Francisco de Asís, El Pilar y Santiago, fue la primera en la Isla creada para el fin de soportar el peso de los pasos procesionales de la Semana Santa y es una defensora de esta tradición tan arraigada en el pueblo palmero.
La parroquia nuestra Señora de Los Remedios, S.I. Catedral, a la que se unen otras parroquias del arciprestazgo de La Laguna, organiza para los días 29 y 30 de marzo, un curso de 7 horas para posibles monitores o animadores de cursos Alpha. Alpha es una oportunidad de explorar la fe cristiana, de manera relajada y abierta, durante diez semanas, que invitan a la reflexión, con la opción de un retiro de fin de semana. Es discreto, cordial y divertido, y cuenta con el apoyo de las principales denominaciones cristianas.
En la Casa Manresa, en Tacoronte se desarrollarán ejercicios espirituales ignacianos guiados por el jesuita Lucas López. Comenzarán el domingo 1 de abril (domingo de ramos), a partir de las 18 horas y finalizarán el sábado 7 de Abril (sábado santo), sobre las 19:00 horas. Más información: 677.911.017
Andrés Brito Galindo, Doctor en Ciencias de la Información y gran divulgador de los descubrimientos realizados en la Sábana Santa llevará a cabo, próximamente, diversas conferencias sobre la Síndone. Apuntamos las fechas: Viernes, 30 – Parroquia Santa Bárbara; Sábado, 31 – Parroquia del Santo Hermano Pedro (Edificio Cajasiete, Cabo Llanos); Sábado, 14 de abril – Centro Cultural Valle Gran Rey (La Gomera); 28, 29, 30 de abril: I Congreso Sindónico Internacional de España (Valencia).
Recientemente, hizo su entrada como párroco en la parroquia de San Cristóbal, en La Higuerita, La Laguna, el sacerdote Hernán Ramos Aguilar. El vicario general, Domingo Navarro fue el encargado de darle entrada.
Los jóvenes de La Esperanza y Taco interpretarán el musical “El Príncipe de Egipto” en la parroquia de La Esperanza, el Martes Santo, 3 de Abril, a las 21:00h.
Los días 2, 3 y 4 de abril (lunes, martes y miércoles santo), la Comisión Justicia y Paz Tenerife organiza un campamento para niños/as. entre 5 y 13 años. Todos aquellos interesados serán aceptados por orden de inscripción, que pueden realizar escribiendo un correo a [email protected] o llamando al 922.88.29.17.
La Coordinadora Arciprestal de Pastoral Juvenil del Valle de La Orotava, ha invitado a quien lo desee, a participar en las “PJ WEEKEND 2012”, unas jornadas de pastoral juvenil que se celebrarán entre los días 27 a 29 de abril. Las actividades previstas son las siguientes: Viernes 27 de abril, a las 20.15 h. Vigilia de Oración para Agentes de Pastoral Juvenil en la Capilla de las Hermanas de la Cruz; Sábado 28 de abril, de 10.00h a 14.00 h. Formación para Agentes de Pastoral Juvenil en el Colegio Salesiano de La Orotava.
Y a partir de las 17.00 h. Fiesta Joven con la participación de diferentes grupos de música, danza, teatro...y la actuación esperada de Güicho. Posteriormente, a las 20:30 horas, será el gran concierto de Nico Montero, cantautor cristiano. El domingo 29 de abril, a las 13.00h se celebrará la Eucaristía final de acción de gracias en la Ermita de Nuestra Señora de las Nieves, en Las Cañadas del Teide, a las 14.30 horas. Posteriormente, almuerzo compartido en el parque recreativo "El Caminero".
Cáritas Diocesana de Tenerife celebrará el 14 de abril, su VIII Asamblea Ordinaria en el Seminario Diocesano. La jornada se iniciará a las 8:30 horas con la acogida. Posteriormente, se celebrará la Eucaristía. A las 10:30 horas se desarrollará la ponencia “La Comunicación Cristiana de Bienes”, a cargo de Paco Aperador, Técnico de Cáritas Española. Asimismo, durante la asamblea se presentará el informe de gestión 2008-2009 y el informe económico 2007-2009. Además, habrá tiempo para el trabajo en grupos en base a: “Líneas de actuación prioritarias para los próximos dos años.”
Bajo el lema “Discípulos y Misioneros”, la Vicaría de Santa Cruz ha programado las V Jornadas de formación para agentes de pastoral, que se celebrarán del 16 al 19 de abril, en el colegio Pureza de María de la capital tinerfeña.
Un grupo de voluntarios presentará el 21 de abril en la plaza de la Basílica una campaña para recolectar alimentos destinados a los más necesitados. El evento, denominado “Un abrazo solidario”, consiste en en intercambiar un abrazo por un kilo de alimentos. “Estos abrazos serán repartidos por aquellas personas que quieran colaborar con una causa necesaria”, dijo a Diario de Avisos Loli Melián, responsable de publicidad de esta campaña. Lo recaudado será entregado a Caritas Interparroquial.
El Festival de Música Sacra de La Laguna se inicia este jueves en el templo de La Concepción. Este ciclo de conciertos, a uno por mes, comenzará a las 21:00 horas con la actuación de la Coral Reyes Bartlet y la Capilla Cayrasco. El sábado, 21 de abril, a las 20:30 horas, el Santuario del Santísimo Cristo de La Laguna acogerá al Cuarteto Áurea. El siguiente concierto será el sábado 26 de mayo, a la misma hora, en el Convento de las Claras, en donde cantará el Coro de Cámara de Tenerife. El ciclo finalizará con un nuevo concierto en La Concepción, el sábado 23 de junio.
El Cabildo de La Palma ha puesto a disposición de los investigadores y de toda la sociedad insular un trabajo de indexación en el que se recogen los asientos de bautismos de casi todas las parroquias de la Isla. Se trata de un disco compacto en el que se compilan los datos de bautismos de cerca de 30.000 palmeros nacidos entre 1875 y 1900.
La empresa mixta Teidagua, en La Laguna, ha hecho efectiva una donación de 18.000 euros a tres colectivos solidarios cuya labor social se desarrolla en el municipio. En el acto han estado presentes los representantes de estos tres colectivos, así como el alcalde de La Laguna, Fernando Clavijo, y el primer teniente de alcalde, Javier Abreu, que han entregado sendas aportaciones a Apanate, a la Asociación Benéfica Comedor Interparroquial y a la Asociación de Caridad San Vicente de Paúl.
La exposición de Julio Padrón titulada ‘Tradición de Luz’, dedicada a la Semana Santa de San Cristóbal de La Laguna podrá visitarse hasta el próximo 7 de abril en la sala de exposiciones de La Caixa ubicada en la calle Obispo Rey Redondo.
ZENIT nos ofrece el texto de la homilía pronunciada por Benedicto XVI enla Santa Misa celebrada a las 10 de la mañana, hora local, del domingo 25 de Marzo de 2012, en el Parque Expo Bicentenario de León, México, ante medio millón de personas en su mayoría jóvenes.
Queridos hermanos y hermanas:
Me complace estar entre ustedes, y deseo agradecer vivamente a monseñor José Guadalupe Martín Rábago, arzobispo de León, sus amables palabras de bienvenida. Saludo al episcopado mexicano, así como a los señores cardenales y demás obispos aquí presentes, en particular a los procedentes de Latinoamérica y el Caribe. Vaya también mi saludo caluroso a las autoridades que nos acompañan, así como a todos los que se han congregado para participar en esta Santa Misa presidida por el Sucesor de Pedro.
«Crea en mí, Señor, un corazón puro» (Sal 50,12), hemos invocado en el salmo responsorial. Esta exclamación muestra la profundidad con la que hemos de prepararnos para celebrar la próxima semana el gran misterio de la pasión, muerte y resurrección del Señor. Nos ayuda asimismo a mirar muy dentro del corazón humano, especialmente en los momentos de dolor y de esperanza a la vez, como los que atraviesa en la actualidad el pueblo mexicano y también otros de Latinoamérica.
El anhelo de un corazón puro, sincero, humilde, aceptable a Dios, era muy sentido ya por Israel, a medida que tomaba conciencia de la persistencia del mal y del pecado en su seno, como un poder prácticamente implacable e imposible de superar. Quedaba sólo confiar en la misericordia de Dios omnipotente y la esperanza de que él cambiara desde dentro, desde el corazón, una situación insoportable, oscura y sin futuro. Así fue abriéndose paso el recurso a la misericordia infinita del Señor, que no quiere la muerte del pecador, sino que se convierta y viva (cf. Ez 33,11). Un corazón puro, un corazón nuevo, es el que se reconoce impotente por sí mismo, y se pone en manos de Dios para seguir esperando en sus promesas. De este modo, el salmista puede decir convencido al Señor: «Volverán a ti los pecadores» (Sal 50,15). Y, hacia el final del salmo, dará una explicación que es al mismo tiempo una firme confesión de fe: «Un corazón quebrantado y humillado, tú no lo desprecias» (v. 19).
La historia de Israel narra también grandes proezas y batallas, pero a la hora de afrontar su existencia más auténtica, su destino más decisivo, la salvación, más que en sus propias fuerzas, pone su esperanza en Dios, que puede recrear un corazón nuevo, no insensible y engreído. Esto nos puede recordar hoy a cada uno de nosotros y a nuestros pueblos que, cuando se trata de la vida personal y comunitaria, en su dimensión más profunda, no bastarán las estrategias humanas para salvarnos. Se ha de recurrir también al único que puede dar vida en plenitud, porque él mismo es la esencia de la vida y su autor, y nos ha hecho partícipes de ella por su Hijo Jesucristo.
El Evangelio de hoy prosigue haciéndonos ver cómo este antiguo anhelo de vida plena se ha cumplido realmente en Cristo. Lo explica san Juan en un pasaje en el que se cruza el deseo de unos griegos de ver a Jesús y el momento en que el Señor está por ser glorificado. A la pregunta de los griegos, representantes del mundo pagano, Jesús responde diciendo: «Ha llegado la hora de que el Hijo del hombre sea glorificado» (Jn 12,23). Respuesta extraña, que parece incoherente con la pregunta de los griegos. ¿Qué tiene que ver la glorificación de Jesús con la petición de encontrarse con él? Pero sí que hay una relación. Alguien podría pensar –observa san Agustín– que Jesús se sentía glorificado porque venían a él los gentiles. Algo parecido al aplauso de la multitud que da «gloria» a los grandes del mundo, diríamos hoy. Pero no es así. «Convenía que a la excelsitud de su glorificación precediese la humildad de su pasión» (In Joannis Ev., 51,9: PL 35, 1766).
La respuesta de Jesús, anunciando su pasión inminente, viene a decir que un encuentro ocasional en aquellos momentos sería superfluo y tal vez engañoso. Al que los griegos quieren ver en realidad, lo verán levantado en la cruz, desde la cual atraerá a todos hacia sí (cf. Jn 12,32). Allí comenzará su «gloria», a causa de su sacrificio de expiación por todos, como el grano de trigo caído en tierra que muriendo, germina y da fruto abundante. Encontrarán a quien seguramente sin saberlo andaban buscando en su corazón, al verdadero Dios que se hace reconocible para todos los pueblos. Este es también el modo en que Nuestra Señora de Guadalupe mostró su divino Hijo a san Juan Diego. No como a un héroe portentoso de leyenda, sino como al verdaderísimo Dios, por quien se vive, al Creador de las personas, de la cercanía y de la inmediación, del Cielo y dela Tierra(cf. Nican Mopohua, v. 33). Ella hizo en aquel momento lo que ya había ensayado en las Bodas de Caná. Ante el apuro de la falta de vino, indicó claramente a los sirvientes que la vía a seguir era su Hijo: «Hagan lo que él les diga» (Jn 2,5).
Queridos hermanos, al venir aquí he podido acercarme al monumento a Cristo Rey, en lo alto del Cubilete. Mi venerado predecesor, el beato papa Juan Pablo II, aunque lo deseó ardientemente, no pudo visitar este lugar emblemático de la fe del pueblo mexicano en sus viajes a esta querida tierra. Seguramente se alegrará hoy desde el cielo de que el Señor me haya concedido la gracia de poder estar ahora con ustedes, como también habrá bendecido a tantos millones de mexicanos que han querido venerar sus reliquias recientemente en todos los rincones del país. Pues bien, en este monumento se representa a Cristo Rey. Pero las coronas que le acompañan, una de soberano y otra de espinas, indican que su realeza no es como muchos la entendieron y la entienden. Su reinado no consiste en el poder de sus ejércitos para someter a los demás por la fuerza o la violencia. Se funda en un poder más grande que gana los corazones: el amor de Dios que él ha traído al mundo con su sacrificio y la verdad de la que ha dado testimonio. Éste es su señorío, que nadie le podrá quitar ni nadie debe olvidar. Por eso es justo que, por encima de todo, este santuario sea un lugar de peregrinación, de oración ferviente, de conversión, de reconciliación, de búsqueda de la verdad y acogida de la gracia. A él, a Cristo, le pedimos que reine en nuestros corazones haciéndolos puros, dóciles, esperanzados y valientes en la propia humildad.
También hoy, desde este parque con el que se quiere dejar constancia del bicentenario del nacimiento de la nación mexicana, aunando en ella muchas diferencias, pero con un destino y un afán común, pidamos a Cristo un corazón puro, donde él pueda habitar como príncipe de la paz, gracias al poder de Dios, que es el poder del bien, el poder del amor. Y, para que Dios habite en nosotros, hay que escucharlo, hay que dejarse interpelar por su Palabra cada día, meditándola en el propio corazón, a ejemplo de María (cf. Lc 2,51). Así crece nuestra amistad personal con él, se aprende lo que espera de nosotros y se recibe aliento para darlo a conocer a los demás.
En Aparecida, los obispos de Latinoamérica y el Caribe sintieron con clarividencia la necesidad de confirmar, renovar y revitalizar la novedad del Evangelio arraigada en la historia de estas tierras «desde el encuentro personal y comunitario con Jesucristo, que suscite discípulos y misioneros» (Documento conclusivo, 11). La Misión Continental, que ahora se está llevando a cabo diócesis por diócesis en este Continente, tiene precisamente el cometido de hacer llegar esta convicción a todos los cristianos y comunidades eclesiales, para que resistan a la tentación de una fe superficial y rutinaria, a veces fragmentaria e incoherente. También aquí se ha de superar el cansancio de la fe y recuperar «la alegría de ser cristianos, de estar sostenidos por la felicidad interior de conocer a Cristo y de pertenecer a su Iglesia. De esta alegría nacen también las energías para servir a Cristo en las situaciones agobiantes de sufrimiento humano, para ponerse a su disposición, sin replegarse en el propio bienestar» (Discurso ala Curia Romana, 22 de diciembre de 2011). Lo vemos muy bien en los santos, que se entregaron de lleno a la causa del evangelio con entusiasmo y con gozo, sin reparar en sacrificios, incluso el de la propia vida. Su corazón era una apuesta incondicional por Cristo, de quien habían aprendido lo que significa verdaderamente amar hasta el final.
En este sentido, el Año de la fe, al que he convocado a todala Iglesia, «es una invitación a una auténtica y renovada conversión al Señor, único Salvador del mundo [...]. La fe, en efecto, crece cuando se vive como experiencia de un amor que se recibe y se comunica como experiencia de gracia y gozo» (Porta fidei, 11 octubre 2011, 6.7).
Pidamos ala Virgen Maríaque nos ayude a purificar nuestro corazón, especialmente ante la cercana celebración de las fiestas de Pascua, para que lleguemos a participar mejor en el misterio salvador de su Hijo, tal como ella lo dio a conocer en estas tierras. Y pidámosle también que siga acompañando y amparando a sus queridos hijos mexicanos y latinoamericanos, para que Cristo reine en sus vidas y les ayude a promover audazmente la paz, la concordia, la justicia y la solidaridad. Amén.
©Librería Editorial Vaticana
ZENIT nos ofrece el texto de las palabras del papa al introducir la oración mariana del Angelus en el Parque Bicentenario de León, México, el domingo 25 de Marzo de 2012.
Queridos hermanos y hermanas:
En el Evangelio de este domingo, Jesús habla del grano de trigo que cae en tierra, muere y se multiplica, respondiendo a algunos griegos que se acercan al apóstol Felipe para pedirle: «Quisiéramos ver a Jesús» (Jn 12,21). Nosotros hoy invocamos a María Santísima y le suplicamos: «Muéstranos a Jesús».
Al rezar ahora el Ángelus, recordandola Anunciacióndel Señor, nuestros ojos también se dirigen espiritualmente hacia el cerro del Tepeyac, al lugar dondela Madrede Dios, bajo el título de «la siempre virgen santa María de Guadalupe», es honrada con fervor desde hace siglos, como signo de reconciliación y de la infinita bondad de Dios para con el mundo.
Mis predecesores enla Cátedrade san Pedro la honraron con títulos tan entrañables como Señora de México, celestial Patrona de Latinoamérica, Madre y Emperatriz de este Continente. Sus fieles hijos, a su vez, que experimentan sus auxilios, la invocan llenos de confianza con nombres tan afectuosos y familiares como Rosa de México, Señora del Cielo, Virgen Morena, Madre del Tepeyac, Noble Indita.
Queridos hermanos, no olviden que la verdadera devoción ala Virgen Maríanos acerca siempre a Jesús, y «no consiste ni en un estéril y transitorio sentimentalismo, ni en una vana credulidad, sino que procede de la fe verdadera, que nos lleva a reconocer la excelencia dela Madrede Dios y nos inclina a un amor filial hacia nuestra Madre y a la imitación de sus virtudes» (Lumen Gentium, 67). Amarla es comprometerse a escuchar a su Hijo, venerar ala Guadalupanaes vivir según las palabras del fruto bendito de su vientre.
En estos momentos en que tantas familias se encuentran divididas o forzadas a la migración, cuando muchas padecen a causa de la pobreza, la corrupción, la violencia doméstica, el narcotráfico, la crisis de valores o la criminalidad, acudimos a María en busca de consuelo, fortaleza y esperanza. Esla Madredel verdadero Dios, que invita a estar con la fe y la caridad bajo su sombra, para superar así todo mal e instaurar una sociedad más justa y solidaria.
Con estos sentimientos, deseo poner nuevamente bajo la dulce mirada de Nuestra Señora de Guadalupe a este País y a toda Latinoamérica y el Caribe. Confío a cada uno de sus hijos ala Estrellade la primera y de la nueva evangelización, que ha animado con su amor materno su historia cristiana, dando expresión propia a sus gestas patrias, a sus iniciativas comunitarias y sociales, a la vida familiar, a la devoción personal y a la Misión continental que ahora se está desarrollando en estas nobles tierras. En tiempos de prueba y dolor, ella ha sido invocada por tantos mártires que, a la voz de «viva Cristo Rey y María de Guadalupe», han dado testimonio inquebrantable de fidelidad al Evangelio y entrega ala Iglesia. Lesuplico ahora que su presencia en esta querida Nación continúe llamando al respeto, defensa y promoción de la vida humana y al fomento de la fraternidad, evitando la inútil venganza y desterrando el odio que divide. Santa María de Guadalupe nos bendiga y nos alcance por su intercesión abundantes gracias del Cielo.
©Librería Editorial Vaticana
Lectio divina para el viernes de la quinta semana de Cuaresma 2012, ofrecida por la Delegación Diocesana de Liturgia de la diócesis de Tenerife.
Lectura:
“Juan 10, 31 42”
En aquel tiempo, los judíos agarraron piedras para apedrear a Jesús.
Él les replicó: «Os he hecho ver muchas obras buenas por encargo de mi Padre: ¿por cuál de ellas me apedreáis?»
Los judíos le contestaron: «No te apedreamos por una obra buena, sino por una blasfemia: porque tú, siendo un hombre, te haces Dios.»
Jesús les replicó: «¿No está escrito en vuestra ley: "Yo os digo: Sois dioses"? Si la Escritura llama dioses a aquellos a quienes vino la palabra de Dios (y no puede fallar la Escritura), a quien el Padre consagró y envió al mundo, ¿decís vosotros que blasfema porque dice que es hijo de Dios?
Si no hago las obras de mi Padre, no me creáis, pero si las hago, aunque no me creáis a mí, creed a las obras, para que comprendáis y sepáis que el Padre está en mí, y yo en el Padre.»
Intentaron de nuevo detenerlo, pero se les escabulló de las manos. Se marchó de
nuevo al otro lado del Jordán, al lugar donde antes había bautizado Juan, y se quedó allí.
Muchos acudieron a él y decían: «Juan no hizo ningún signo; pero todo lo que Juan dijo de éste era verdad.»
Y muchos creyeron en él allí.
Meditación:
“Creed a las obras”
No es fácil convencernos, Señor. Dice el refrán que “no hay más ciego que el que no quiere ver”, y podemos estar viendo las cosas más maravillosas, y ser capaces de condenarlas como las más perversas, o hasta llamar justicia a la más flagrante injusticia. Todo depende dónde coloquemos el corazón, o peor, las intenciones. Cuando el corazón está abierto y limpio es capaz de ver la mano de Dios construyendo el bien a través de quien sea, cuando no hay limpieza todo es susceptible de ser tergiversado u ocultado y negado.
Tus actos hablan de la cercanía, de la presencia del Dios amor en tu vida, hablan de identificación con él, y es que vives desde la intimidad profunda. Y ése es mi reto. Todavía vivo muy desde fuera, aunque piense lo contrario. Todavía vivo desde la norma, el mandato, no desde la identificación, desde la intimidad que me puede hacer uno contigo. Por eso tu palabra no es carne de mi carne, por eso no me brota, ni termina de transformarme.
Todavía acumulo miedos. Sí, muchos miedos. No los llamo así ante los demás, por supuesto. Eso nunca se dice. Aunque todos arrastremos muchos miedos. Miedos al qué dirán, miedo al no ser como todos. Miedo a que me llamen tonto cuando digo lo que siento porque no comparto en el fondo lo que parece ser la norma. Miedo a decir que creo, que tengo fe, que en mí hay unos valores que he descubierto, y que trato de convertirlos en referencia porque siento y sé que me humanizan. Porque está casi mejor visto hacer mal que bien. Y por eso claudico y me meto en la rueda, en la corriente, es más fácil. Para qué complicarme la vida. Pero, Señor, te aseguro que lo deseo, lo anhelo, deseo y anhelo saltar esas barreras de mi miedo, tú lo sabes, y entre miles de justificaciones y de limitaciones, lo busco.
Oración:
“Optar por todo lo bueno”
Perdona mis cobardías, mis miedos, mi búsqueda de seguridades. Y gracias, gracias porque sé que de tu parte no queda. Que sigues empeñado en salir a mi paso continuamente, que sigues llamando a mi puerta. Me sigues llamando e invitando a optar por todo lo bueno y lo bello, por todo lo que hace bien, por todo lo que me implica en valores que me dignifican a mí a los otros.
Ahora que estamos llegando al final de esta cuaresma, que me vas a abrir al culmen de tu respuesta, de tu compromiso de amor, de tu opción por la verdad y el bien, permíteme sentirme más cerca de ti. Que tu opción por el hombre impulse mi opción, me abra al sentido profundo y auténtico de mi vida, de mi ser y de mi hacer.
Contemplación:
“Te acercas a mí”
Te acercas a mí,
Dios mío,
como para fundirme en ti.
Mantienes vivo tu deseo
de entrar en mí
para hacernos los dos
uno.
Y te siento cercano,
profundo,
despertando tus ansias
de ti en mí,
y quiero rendirme
a tu búsqueda
y dejarme sorprender,
contagiar y aprender
de ti y en ti.
VIGILIA DE PASCUA
Diócesis Nivariense Delegación Diocesana de Juventud Pascua 2012
Lema:
¡Creo!
Objetivos:
Celebrar juntosla Resurrección
Vivir un encuentro conla Comunidady afianzar el sentido de pertenencia a ella
Valorar nuestra fe, perder lo miedos a profesarla y anunciarla en este tiempo de Pascua.
Materiales:
- Música ambiental para todala Vigilia
- Equipo de sonido
- Canciones:
o Poema de Salvación (Esperanza de Vida)
o Roca Eterna (Esperanza de Vida)
- Plantillas con Huevos de Pascua Anexo 1
- Plantillas de Ser Cristiano Hoy en tiras (Recomendación: imprimir tantas como participantes a ser posible en folios de colores) Anexo 2
- Rotuladores y/o creyones
- Huevos de chocolate (para la salida)
Desarrollo:
Ambientación:
Recomendamos crear un clima cercano, invitar a los participantes a sentarse alrededor del altar, entre los bancos y el suelo, haciendo grupo, pues se trata de celebrar en comunidadla Resurrecciónde nuestro Señor. Que sea una vigilia festiva de celebración. Podemos ambientar el lugar con todo aquello que lleve a los jóvenes a sentirse de fiesta (Globos, serpentinas, velas de colores,…).
En el centro del altar pondremos el ambón con un cubre ambón blanco junto al Cirio Pascual encendido, podemos darle más realce enfocándolo con un foco. (No hemos incluido video para evitar distracción y propiciar que los jóvenes se centren en lo importante)
Esta vigilia se va a reproducir en distintos lugares de manera simultánea, por tanto se recomienda también ser fiel a la misma e introducir únicamente las adaptaciones que sean necesarias.
Monición de entrada
(Como de la nada, y sin ser visible, un/a joven o entre varios, leen la Palabra de Dios como si de una historia se tratase, a modo de cuento)
“Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino el Señor. Y los otros discípulos le decían:
- Hemos visto al Señor.
Tomás les contestó:
- Si no veo en sus manos las heridas de los clavos, y si no meto mi dedo en ellas y mi mano en su costado, no lo creeré.
Ocho días después se hallaban los discípulos reunidos de nuevo en una casa, y esta vez también estaba Tomás. Tenían las puertas cerradas, pero Jesús entró, y poniéndose en medio de ellos los saludó diciendo:
- ¡Paz a vosotros!
Luego dijo a Tomás:
- Mete aquí tu dedo y mira mis manos, y trae tu mano y métela en mi costado. ¡No seas incrédulo, sino creyente!
Tomás exclamó entonces:
- ¡Señor mío y Dios mío!
Jesús le dijo:
- ¿Crees porque me has visto? ¡Dichosos los que creen sin haber visto!” (Jn 20, 24 – 29)
(Tras la lectura se propone que esta pequeña introducción sea leída por un/a joven, a ser posible a modo de monólogo dramatizado)
Es más fácil cantar el misterio de la Pascua que entrar en el misterio pascual. Es más fácil hablar de la resurrección que creer en la resurrección.
Tomás representa hoy todas las dudas de los creyentes y de los no creyentes ante el hecho del Cristo victorioso. La comunidad cerrada, con las puertas cerradas, sobre sí misma es imagen de los miedos que habitan y que viven muchos creyentes hoy. Los jóvenes hoy tenemos miedo a muchas cosas, entre otras, a nuestro mismo mundo, a la sociedad que nos rodea. No estamos muy convencidos de que lo nuestro, nuestro credo, sea fuente de vida y de alegría. Parece que están más alegres los que no creen y sólo se preocupan de “pasarlo bien” que los que nos llamamos bautizados.
Es el mismo Resucitado el que tiene que venir en ayuda de los miedosos y dejarles el regalo de su Espíritu. Solo así logran salir de su escondite.
No creemos suficientemente en el Señor cuando tenemos miedo, cuando los miedos nos paralizan, cuando por miedo dejamos de anunciar lo que creemos, cuando el miedo nos hace dudar. Hoy, como a Tomás, el Señor nos hace una invitación a creer en Él, a reconocer los signos de su presencia en el mundo. Hoy, también a nosotros, se nos dan señales suficientes como para decir: “Señor mío y Dios mío”.
Oración personal
(Dejamos unos segundos de oración personal, que sirva para que cada joven se sitúe enla Vigiliacon la ayuda de la canción “Poema de Salvación” de Esperanza de Vida)
Reflexión dirigida
(Lectura pausada, con calma, con ternura y con una sonrisa, dejando que llegue bien a los corazones de los participantes)
En la resurrección encontramos la clave de la esperanza cristiana: si Jesús está vivo y está junto a nosotros, ¿qué podemos temer?, ¿qué nos puede preocupar?
San Pablo nos dice: “Si Cristo no hubiera resucitado, vana seria nuestra fe” (I Corintios 15,14). Si Jesús no hubiera resucitado, sus palabras hubieran quedado en el aire, sus promesas hubieran quedado sin cumplirse y dudaríamos que fuera realmente Dios. Pero, como Jesús sí resucitó, entonces sabemos que venció a la muerte y al pecado; sabemos que Jesús es Dios, sabemos que nosotros resucitaremos también, sabemos que ganó para nosotros la vida eterna y de esta manera, toda nuestra vida adquiere sentido.
La Resurrecciónes fuente de profunda alegría. A partir de ella, los cristianos no podemos vivir más con caras tristes. Debemos tener cara de resucitados, demostrar al mundo nuestra alegría porque Jesús ha vencido a la muerte.
Debemos estar verdaderamente alegres porla Resurrecciónde Jesucristo, nuestro Señor. En este tiempo de Pascua, debemos aprovechar todas las gracias que Dios nos da para crecer en nuestra fe y ser mejores cristianos. Vivamos con profundidad y con mucha alegría este tiempo.
Palabra de Dios
(Leída por un sacerdote)
Lectura del Evangelio de San Juan:
“Al llegar la noche de aquel mismo día, primero de la semana, los discípulos estaban reunidos y tenían las puertas cerradas por miedo a los judíos. Jesús entró y, poniéndose en medio de los discípulos, los saludó diciendo:
- ¡Paz a vosotros!
Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Y ellos se alegraron de ver al Señor. Luego Jesús dijo de nuevo:
- ¡Paz a vosotros! Como el Padre me envió a mí, también yo os envío a vosotros.” (Jn 20, 19 – 21)
Breve comentario del Sacerdote
Orientaciones:
El Resucitado nos deja su paz, con la que se presenta ante los suyos para que le reconozcan. No hay otra contraseña para reconocer al Señor que la paz.
El Resucitado nos deja también un envío, una misión.
Tiempo de alegría, de fiesta, de abandono de los miedos y de llenarnos de valentía.
Gesto
(Lectura enérgica, alegre e interrogante)
Y llegados hasta aquí, no te preguntas ¿qué querrá Dios de ti? ¿Qué misión te espera para tu vida?
En este tiempo de Pascua, de alegría, de celebración puedes encontrar la respuesta o parte de ella. Este tiempo es para festejar, y festejar en comunidad, con tu familia, la iglesia; por eso vamos a sumarnos a una larga tradición, la de los huevos de pascua, pero esta vez conociendo su verdadero significado, escucha con atención:
“El origen de esta costumbre viene de los antiguos egipcios, quienes acostumbraban regalarse en ocasiones especiales, huevos decorados por ellos mismos. Los decoraban con pinturas que sacaban de las plantas y el mejor regalo era el huevo que estuviera mejor pintado. Ellos los ponían como adornos en sus casas.
Cuando Jesús se fue al cielo después de resucitar, los primeros cristianos fijaron una época del año,la Cuaresma, cuarenta días antes de la fiesta de Pascua, en la que todos los cristianos debían hacer sacrificios para limpiar su alma. Uno de estos sacrificios era no comer huevo durantela Cuaresma. Entonces, el día de Pascua, salían de sus casas con canastas de huevos para regalar a los demás cristianos. Todos se ponían muy contentos, pues con los huevos recordaban que estaban festejandola Pascua,la Resurrecciónde Jesús.
Uno de estos primeros cristianos, se acordó un día de Pascua, de lo que hacían los egipcios y se le ocurrió pintar los huevos que iba a regalar. A los demás cristianos les encantó la idea y la imitaron. Desde entonces, se regalan huevos de colores en Pascua para recordar que Jesús resucitó. Poco a poco, otros cristianos tuvieron nuevas ideas, como hacer huevos de chocolate y de dulce para regalar en Pascua. Son esos los que regalamos hoy en día.”
Esa es la historia, nosotros, podemos ver en el huevo de Pascua, el germen de una nueva vida, la nueva vida que nos da Jesucristo resucitado, todos lo que en esta Pascua nos hemos sentidos resucitados con él, convertidos desde dentro, nos sentiremos como hombres y mujeres nuevos/as dispuesto a cumplir nuestra misión así que ahora te invitamos a que cojas tú, un huevo de pascua, lo decores con colores y mensajes de resurrección y mientras lo haces pienses en alguien con quien quieras compartir tu alegría por la resurrección de nuestro Señor y tu fe, para que cuando termine esta vigilia puedas dárselo.
(Habrá distintas plantillas de Huevos de Pascua para colorear, rotuladores y creyones que se repartirán entre los participantes. Podremos música ambiental pero alegre de fondo)
Cierre
Decíamos al principio que muchos eran los miedos que tenemos que nos llevan muchas veces a ocultar nuestra fe y lo que somos, pero hemos visto que no tenemos nada que temer, que Dios está con nosotros y nos desea la paz, que tiene una misión para cada uno/a y nos ha puesto en una gran familia, la iglesia, para apoyarnos y ayudarnos, que tenemos nuestras pequeñas comunidades y grupos para vivir con libertad nuestra fe y crecer en ella sin miedos.
Acércate ahora al altar y recoge esa pequeña misión que hoy Dios te lanza, tómala, reflexiónala y hazla vida en tu vida.
(En el centro, estará desglosado en tiras el texto de Ser Cristiano Hoy)
Oración final y despedida
Unamos nuestras manos y demos Gracias al Señor por salvarnos y darnos la fe y la esperanza. Por regalarnos una misión con la que construir su Reino de Paz enla Tierra.
(Escuchamos “Roca Eterna” de Esperanza de Vida)
(Sugerencia: Se puede dar a la salida huevos de chocolate)
Lectio divina para el jueves de la quinta semana de Cuaresma 2012, ofrecida por la Delegación Diocesana de Liturgia de la diócesis de Tenerife
Lectura:
“Juan 8, 5159”
En aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos: «Os aseguro: quien guarda mi palabra no sabrá lo que es morir para siempre.»
Los judíos le dijeron: «Ahora vemos claro que estás endemoniado; Abrahán murió, los profetas también, ¿y tú dices:"Quien guarde mi palabra no conocerá lo que es morir para siempre"? ¿Eres tú más que nuestro padre Abrahán, que murió? También los profetas murieron, ¿por quién te tienes?»
Jesús contestó: «Si yo me glorificara a mí mismo, mi gloria no valdría nada. El que me glorifica es mi Padre, de quien vosotros decís: "Es nuestro Dios", aunque no lo conocéis. Yo sí lo conozco, y si dijera: "No lo conozco" seria, como vosotros, un embustero; pero yo lo conozco y guardo su palabra. Abrahán, vuestro padre, saltaba de gozo pensando ver mi día; lo vio, y se llenó de alegría.»
Los judíos le dijeron: «No tienes todavía cincuenta años, ¿y has visto a Abrahán?»
Jesús les dijo: «Os aseguro que antes que naciera Abrahán, existo yo.»
Entonces cogieron piedras para tirárselas, pero Jesús se escondió y salió del templo.
Meditación:
“Guarda mi palabra”
Nos acercamos a la semana santa y voy sintiendo con más fuerza los motivos que llevaron a aquellos hombres a llevarte a la muerte. Eres atrevido, molesto, arrogante, Te arrogas la autoridad de Dios para desacreditar a los especialistas en religión, a quienes te atreves a decir que no conocen a Dios. Me gustaría tener el mismo valor para decir las cosas como tú, pero sobre todo, me gustaría vivirlas.
Yo soy de los que digo que te creo y te sigo. Creo conocer tus palabras pero tengo que reconocer que muchas veces mi vida no se mueve desde ellas. Pero, al menos reconozco que sí, que es verdad. Tus palabras saben a vida. Tus palabras expanden el corazón, Desatan los deseos más ricos y nobles que laten en mí. Mi pobreza humana, mis incoherencias, las difuminan, pero cuando te escucho tengo la convicción de que si yo y todos los hombres te acogiésemos, el mundo sería otro, el hombre sería otro, el dolor inútil, la miseria, la violencia, las injusticias no tendrían cabida.
La fuerza y el dramatismo que tienen tus afirmaciones en este momento hacen prender como una llama nueva en mi interior. Me urgen a una especie de renovación, de reformulación de mis actitudes. El mundo necesita vida, no tanta muerte. Yo necesito vida, y deseo aportarla en la medida de mis fuerzas. Creo en la vida de ahora, y en la de luego a la que tú me asomas, y eso me impulsa porque despierta mi esperanza.
Oración:
“Descubrir la vida”
Gracias, Señor, por tu valor, por tu coraje, porque no te frena el temor a las consecuencias de lo que dices y de lo que haces en tu enfrentamiento con aquellos que viven aferrados a “su verdad”, sobre todo cuando esa verdad la tratad de apoyar en Dios. Gracias porque tu Espíritu sigue siendo libre y se empeña en dirigirnos a ti y sale a mi encuentro como fuerza para hacer frente a los obstáculos de mi interior y del exterior. Y perdona, Señor, perdona mis miedos, mis comodidades, mis gestos que no generan vida, que ofrecen tristeza, dolor, indiferencia, negación, rechazo, muerte.
Ayúdame a descubrir la vida que has puesto en mí. Ayúdame a descubrir todos los signos de vida que puedo aportar, y que ningún miedo me frene para realizarlos.
Contemplación:
“Pensar en ti”
Pensar en ti
acelera mi pulso,
descubre mis sombras,
y despierta mis ansias
de vida.
Renuevas así
lo más íntimo
de mi intimidad,
y una fuerza,
intensa y misteriosa
me atraviesa,
y me impulsa
a romper mis nudos
y salir a tu paso,
a nuestro encuentro.
Lectio divina para el miércoles de la quinta semana de Cuaresma 20112, ofrecida por la Delegación Diocesana de Liturgia de la diócesis de Tenerife.
Lectura:
“Juan 8, 3142”
En aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos que habían creído en él: «Si os mantenéis en mi palabra, seréis de verdad discípulos míos; conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.» Le replicaron: «Somos linaje de Abrahán y nunca hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo dices tú: "Seréis libres"?»
Jesús les contestó: «Os aseguro que quien comete pecado es esclavo. El esclavo no se queda en la casa para siempre, el hijo se queda para siempre. Y si el Hijo os hace libres, seréis realmente libres. Ya sé que sois linaje de Abrahán; sin embargo, tratáis de matarme, porque no dais cabida a mis palabras. Yo hablo de lo que he visto junto a mi Padre, pero vosotros hacéis lo que le habéis oído a vuestro padre.»
Ellos replicaron: «Nuestro padre es Abrahán.» Jesús les dijo: «Si fuerais hijos de Abrahán, haríais lo que hizo Abrahán. Sin embargo, tratáis de matarme a mí, que os he hablado de la verdad que le escuché a Dios, y eso no lo hizo Abrahán. Vosotros hacéis lo que hace vuestro padre.»
Le replicaron: «Nosotros no somos hijos de prostitutas; tenemos un solo padre: Dios.» Jesús les contestó: «Si Dios fuera vuestro padre, me amaríais, porque yo salí de Dios, y aquí estoy. Pues no he venido por mi cuenta, sino que él me envió.»
Meditación:
“La verdad os hará libres”
Este diálogo fuerte me hace comprender la fuerza que llenaba tu interior y el valor que hace falta, sean cuales sean las consecuencias, para manifestar lo que uno lleva en el corazón. Tocas temas vitales a los que casi nos da miedo asomarnos. Hablas de la verdad, cuando cada uno, y yo mismo, nos encerramos en nuestra verdad a medias, que siempre queremos imponer, y la verdad que se impone por la fuerza no sirve, pierde su fuerza de verdad.
Pero la verdad de la que hablas no es la de los saberes. Es la que afecta a la existencia más profunda y auténtica, la que construye nuestra realidad humana, y ahí hay una señal que la autentifica, la libertad. Porque la verdad auténtica libera. La verdad genera corazones enteros, nobles, constructores de justicia, de paz, de humanidad. Lo que me condiciona, me ata, lo que no me deja ser yo mismo y sacar lo más noble que hay en mí, no puede estar apoyado en ninguna verdad.
Y tu palabra, la que nos trasmites de tu Padre, de nuestro Padre Dios, es una palabra que siempre construye vida, se abre al hombre, a sus necesidades y carencias, a su dignidad.
Tanto dolor en nuestro mundo, en nuestras casas, en mi corazón, es porque seguimos asentados, atados a “nuestras” verdades, que no traen vida, la reducen y la quitan. Y a mí me interpelas con la misma fuerza que aquellos interlocutores tuyos para que tome postura. Me invitas a ponerme a tu lado, a sentirme enviado también por él, como tú, para ser portador de vida, portador y hacedor de bien.
Oración:
“Un corazón abierto”
Señor, abre mi corazón a tu verdad, que es la verdad cargada y propagadora de vida. Que ella me ayude a tener siempre una mente y un corazón abierto, disponible, dispuesto a escuchar, a aceptar, a cambiar.
Enséñame el rostro de la verdadera libertad, que no es el hacer lo que me da la gana y cuando quiera, sino la que pone continuamente delante la posibilidad de optar por todo lo bueno, lo verdadero, lo bello, lo que construye y me construye.
Contemplación:
“Tu mirada”
Siento un poco de miedo,
tu verdad me sobrepasa,
me conmueve y me inquieta,
porque sé que me llama
a salir de mí,
de mis esquemas reducidos,
cómodos e interesados.
Pero la fuerza de tu palabra
me quema por dentro
y despierta la fuerza
de mis mejores deseos.
Y tu mirada cargada de amor
me atrae,
con una fuerza irresistible,
que me introduce
en un sentimiento profundo
de paz
que me libera.
ZENIT nos ofrece el artículo de monseñor Juan del Río Martín, arzobispo castrense de España, con motivo de la Jornada por la Vida 2012.
Amar y respetar la vida
Antela Jornada por la Vida 2012+Juan del Río Martín
La Iglesia en España celebra la Jornada por la Vida 2012 bajo el lema "Amar y cuidar toda la vida humana", en el marco litúrgico de la solemnidad de la Encarnación del Verbo (25-26 de marzo). La luz salvadora de este acontecimiento ha elevado al nivel más sublime la dignidad del hombre.
Pero ¿Qué es la vida humana? Es la eterna pregunta que cada uno tenemos que responder si queremos encontrar el camino de la felicidad. Para la filosofía de moda es simplemente: “un frenesí, una ilusión, un sueño”, sin embargo, esta respuesta nos deja insatisfecho y descubrimos que no es más que una evasiva para no ir al fondo de la cuestión. En cambio otros, movidos por el sentir de todas las culturas y por la experiencia acumulada de la humanidad responderán que la vida humana es el don por excelencia que nos posibilita a existir como “espíritus encarnado”, que nos diferencia de los animales y de la naturaleza, y que da sentido a toda realidad.
Nos encontramos, por tanto, en un debate crucial donde se quiere imponer una nueva concepción de la vida humana, carente de su valor sagrado, entendida como mera propiedad inmanente de ciertos seres y prevaleciendo la libertad y el bienestar de los adultos sobre ella misma. Digamos que el valor de la vida se ha cosificado, se ha separado del amor y la entrega que constituyen el eje esencial del hombre y de la mujer. Ante esta realidad, es imperioso que no olvidemos o infravaloremos los componentes esenciales del gran misterio del don de la vida. Recordemos, por una parte, que la vida humana, a diferencia de las máquinas, no se puede domesticar ni programar ya que la vida es la biografía de cada persona que cuenta con los elementos irrenunciables de sus sentimientos y emociones, de su responsabilidad y sobre todo de la libertad. Ello hace que cada ser humano sea único e irrepetible.
Por otra parte, es necesario tener presente que nadie se da la vida a sí mismo, nadie es dueño de ella. No es el resultado de ningún ordenamiento político, sino que en toda vida humana resplandece la realidad de la alteridad del ser humano, de ahí que el derecho a la vida sea el primer derecho del hombre y debe ser tutelado eficazmente en las costumbres y en las leyes como valor fundamental para que la convivencia sea justa, democrática y pacífica. Todo el mundo tiene derecho a vivir y a vivir con plena dignidad.
No caigamos en la trampa y en el engaño. La mentalidad anti-vida revela la crisis moral que padece la modernidad. Lo verdaderamente progresista no es ir contra la vida fomentando la cultura de la muerte mediante el aborto, la eutanasia y otras prácticas, sino en acoger, proteger y respetar la vida humana desde el primer instante hasta su final natural, porque ello construye un mañana mucho más esperanzador para el hombre y la sociedad. Por eso, no es razonable, ni humano, que en estos tiempos en que las ciencias médicas han logrado una mayor capacidad de velar por la salud y la vida se atente contra los no nacidos y contra aquellos que están al final de sus días. Como tan poco es coherente, que mientras se lucha por el respeto de la naturaleza animal y vegetal, no se propugne con el mismo vigor el respeto a todos los estadios de la existencia de la persona. Como dice Benedicto XVI: "respetar la naturaleza supone respetar la inviolabilidad de la vida humana”. ¡Esto es un valor no negociable!
Por todo ello y mucho más, se entenderá cómo la defensa de la vida se ha convertido parala Iglesiaen la primera preocupación de su acción misionera en el actual siglo XXI y no deja de invitar a todos a amar la vida apasionadamente, no sólo en la flor de la juventud, sino también cuando llega el otoño de la existencia y afloran las flaquezas y enfermedades. Porque no amar y valorar el tesoro más genuino de nuestro ser “imagen y semejanza del Creador” (Gn 1,26), es haber sucumbido a la muerte antes que ésta haya llamado a nuestras puertas. ¡Sólo el amor es más fuerte que la muerte y únicamente se tiene vida en abundancia cuando la donamos a los demás! (cf. Cant 8,6; Mc 8,34-38).
Los cristianos y todos los hombres y mujeres de buena voluntad somos convocados a: “ser promotores de una civilización que ame la vida, la respete y la proteja según la voluntad del Creador” (Benedicto XVI).
Lectio divina para el martes de la quinta semana de Cuaresma 2012, ofrecida por la Delegación Diocesana de Liturgia de la diócesis de Tenerife.
Lectura:
“Juan 8, 2130”
En aquel tiempo, dijo Jesús a los fariseos: «Yo me voy y me buscaréis, y moriréis por vuestro pecado. Donde yo voy no podéis venir vosotros.»
Y los judíos comentaban: «¿Será que va a suicidarse, y por eso dice: "Donde yo voy no podéis venir vosotros"?»
Y él continuaba: «Vosotros sois de aquí abajo, yo soy de allá arriba: vosotros sois de este mundo, yo no soy de este mundo. Con razón os he dicho que moriréis por vuestros pecados: pues, si no creéis que yo soy, moriréis por vuestros pecados.»
Ellos le decían: «¿Quién eres tú?»
Jesús les contestó: «Ante todo, eso mismo que os estoy diciendo. Podría decir y condenar muchas cosas en vosotros; pero el que me envió es veraz, y yo comunico al mundo lo que he aprendido de él.»
Ellos no comprendieron que les hablaba del Padre. Y entonces dijo Jesús: «Cuando levantéis al Hijo del hombre, sabréis que yo soy, y que no hago nada por mi cuenta, sino que hablo como el Padre me ha enseñado. El que me envió está conmigo, no me ha dejado solo; porque yo hago siempre lo que le agrada.»
Cuando les exponía esto, muchos creyeron en él.
Meditación:
“No hago nada por mi cuenta”
Necesito tener el horizonte abierto. Necesito saber que todo es mucho más rico y profundo que lo que veo y que lo que tratan de enseñarme muchos, que como yo tienen la vista y el corazón encogido. Necesito y quiero abrirme a toda esa riqueza, a toda esa verdad escrita en el corazón de todo hombre, porque tú la has puesto en él, y que has venido a manifestarnos, a enseñarnos con los gestos de tu vida.
Tú te has manifestado como el hombre más libre de todos, al mismo tiempo que te manifestabas no haciendo nada por tu cuenta, sino aquello que el Padre te enseñaba. Y así nos enseñas que la referencia, la “dependencia” de Dios no hace esclavos, no hace alienados ni seres dependientes, sino auténticos hombres libres, capaces de poner su vida al servicio de los otros, en una actitud liberadora que lleva hasta las últimas consecuencias.
Y en esas consecuencias, que parecen ser duras, eres capaz de seguir afirmando, plenamente convencido, que este Dios nunca te deja solo, porque Dios nunca abandona a sus hijos. Tu seguridad y tu afirmación me dan fuerzas. Sabes que me quejo con facilidad, que me cuesta poco afirmar que no te siento, que haces silencio, que oigo más fuerte otras voces que la tuya y otras cercanías. Tal vez porque no hay más palabras que las que nos has dejado en Jesús, tal vez porque tu silencio no es sino manifestación de que estás muy dentro de mí, sosteniéndome, amándome, gozando y sufriendo conmigo, empujando con delicadeza, con firmeza y con respeto la bondad que has depositado en mí.
Oración:
“Romper las amarras”
Señor, levántame de mi suelo. Enséñame a ver el tesoro escondido en mi corazón que me habla de tu verdad, de tu amor, del amor limpio y transparente a todos.
Dame ojos profundos y limpios para ver la grandeza y dignidad de todo ser humano, de la mía propia, y que sea capaz de contribuir a defenderla siempre.
Ábreme a ti y a tu palabra. Que descubra en ella toda la fuerza liberadora que posee, para mí y para los demás. Que ella me permite romper las amarras de todo lo que me aprisiona y no me deja ser yo mismo, todo lo que anula el señorío de mis opciones.
Contemplación:
“Eres mío”
Te veo levantado ante mí,
tu mirada noble
que me habla de perdón.
Tus brazos abiertos,
dispuestos a acogerme,
tus labios entreabiertos
que me dicen:
Eres mío.
Y yo en mi desconcierto,
e inmerso en mis ataduras,
elevo temblorosa mi mirada,
envuelto en mi propia duda.
Y siento el deseo
de arrojarme a ti,
con todas mis fuerzas,
para fundirme contigo,
y dejar que mi corazón,
lata , un instante,
al ritmo de la locura del tuyo.
Reflexión de José Antonio Pagola al evangelio del Domingo de Ramos- B, ofrecida por la Delegación Diocesana de Enseñanza de la diócesis de Tenerife.
IDENTIFICADO CON LAS VÍCTIMAS
Ni el poder de Roma ni las autoridades del Templo pudieron soportar la novedad de Jesús. Su manera de entender y de vivir a Dios era peligrosa. No defendía el imperio de Tiberio, llamaba a todos a buscar el reino de Dios y su justicia. No le importaba romper la ley del sábado ni las tradiciones religiosas, solo le preocupaba aliviar el sufrimiento de las gentes enfermas y desnutridas de Galilea.
No se lo perdonaron. Se identificaba demasiado con las víctimas inocentes del imperio y con los olvidados por la religión del templo. Ejecutado sin piedad en una cruz, en él se nos revela ahora Dios, identificado para siempre con todas las víctimas inocentes de la historia. Al grito de todos ellos se une ahora el grito de dolor del mismo Dios.
En ese rostro desfigurado del Crucificado se nos revela un Dios sorprendente, que rompe nuestras imágenes convencionales de Dios y pone en cuestión toda práctica religiosa que pretenda dar culto a Dios olvidando el drama de un mundo donde se sigue crucificando a los más débiles e indefensos.
Si Dios ha muerto identificado con las víctimas, su crucifixión se convierte en un desafío inquietante para los seguidores de Jesús. No podemos separar a Dios del sufrimiento de los inocentes. No podemos adorar al Crucificado y vivir de espaldas al sufrimiento de tantos seres humanos destruidos por el hambre, las guerras o la miseria.
Dios nos sigue interpelando desde los crucificados de nuestros días. No nos está permitido seguir viviendo como espectadores de ese sufrimiento inmenso alimentando una ingenua ilusión de inocencia. Nos hemos de rebelar contra esa cultura del olvido, que nos permite aislarnos de los crucificados desplazando el sufrimiento injusto que hay en el mundo hacia una "lejanía" donde desaparece todo clamor, gemido o llanto.
No nos podemos encerrar en nuestra "sociedad del bienestar", ignorando a esa otra "sociedad del malestar" en la que millones de seres humanos nacen solo para extinguirse a los pocos años de una vida que solo ha sido muerte. No es humano ni cristiano instalarnos en la seguridad olvidando a quienes solo conocen una vida insegura y amenazada.
Cuando los cristianos levantamos nuestros ojos hasta el rostro del Crucificado, contemplamos el amor insondable de Dios, entregado hasta la muerte por nuestra salvación. Si lo miramos más detenidamente, pronto descubrimos en ese rostro el de tantos otros crucificados que, lejos o cerca de nosotros, están reclamando nuestro amor solidario y compasivo.
José Antonio Pagola
Red evangelizadora BUENAS NOTICIAS
1 de abril de 2012
Domingo de Ramos (B)
Marcos 14, 1¬15,47
Lectio divina para el lunes de la quinta semana de Cuaresma 2012, ofrecida por la Delegación Diocesana de Liturgia de la diócesis de Tenerife.
Lectura:
“Juan 8, 1 11”
En aquel tiempo, Jesús se retiró al monte de los Olivos. Al amanecer se presentó de nuevo en el templo, y todo el pueblo acudía a él, y, sentándose, les enseñaba.
Los escribas y los fariseos le traen una mujer sorprendida en adulterio y, colocándola en medio, le dijeron: «Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio. La ley de Moisés nos manda apedrear a las adulteras; tú, ¿qué dices?»
Le preguntaban esto para comprometerlo y poder acusarlo. Pero Jesús, inclinándose, escribía con el dedo en el suelo.
Como insistían en preguntarle, se incorporó y les dijo: «El que esté sin pecado, que le tire la primera piedra.» E inclinándose otra vez, siguió escribiendo.
Ellos, al oírlo, se fueron escabullendo uno a uno, empezando por los más viejos. Y quedó solo Jesús, con la mujer, que seguía allí delante Jesús se incorporó y le preguntó: «Mujer, ¿dónde están tus acusadores?; ¿ninguno te ha condenado?» Ella contestó: «Ninguno, Señor.»
Jesús dijo: «Tampoco yo te condeno. Anda, y en adelante no peques más.»
Meditación:
“Tampoco yo te condeno”
Los errores que los demás cometen son siempre por mala voluntad, los míos por limitaciones. Es así como funcionamos casi todos. Y así creamos muros entre los hombres, y así nos ponemos por encima de los demás, colocando etiquetas y condenando con una facilidad pasmosa. No nos importa ni el dolor que pueda haber detrás, ni los condicionamientos, ni la historia.
Y, ante esta realidad, de nuevo me das una lección de misericordia, de coherencia y de comprensión, de perdón y de sinceridad. Me haces descubrir las innumerables oportunidades continuas que me has ido dando a lo largo de mi vida, aunque me cueste reconocerlas, porque no me paro a pensarlas. Y experimento en lo más profundo de mí las continuas ocasiones en las que tienes que escribir en el suelo, como aquel que no se entera, para seguir ofreciéndome continuas oportunidades para retomar mis interesadas y superficiales actitudes.
Así me permites y me enseñas, con tu infinita paciencia y misericordia, a indagar en mi intimidad para descubrir lo que de verdad me mueve, lo que de verdad late en lo profundo de mis deseos, los motivos turbios que aún siguen empañando la claridad y la limpieza de mis opciones. Ahí descubro tu amor y tu ausencia de condenas. No para justificarme y seguir inmerso en mi oscuridad, sino para descubrirme en mis posibilidades abiertas, y construirme desde lo mejor, desde lo más noble, desde la verdad que has impreso en mí corazón.
Oración:
“Misericordia”
Perdóname, Señor, por todas las veces que no mido por el mismo rasero a mí y a los demás. Perdona mi visión cerrada y egoísta, que ponen de manifiesto mi pobreza humana. Perdona la facilidad con la que condeno. Las veces que rechazo en otros lo que yo mismo porto en mi interior.
Ven en mi ayuda, para que al experimentar tu comprensión, tu misericordia, tu perdón, tu amor, aprenda a tratar igual a mis hermanos los hombres, con limpieza de mente y de corazón, con misericordia y con amor.
Contemplación:
“Tu ternura”
Me conmueve tu fuerza
y tu ternura.
Me fascina tu capacidad
de amar y perdonar.
Me duele ponerme ante ti
desde mi realidad pecadora;
pero siento tu mirada acogedora
y tu palabra suave
que me atrae, me consuela
y me estimula.
Así abres las puertas
de mi desvanecida esperanza
y dejas que un rayo de luz
atraviese el espesor
de mis nubes oscuras,
me permita vislumbrar
el azul de mi cielo
y el sol que quiere
derretir mi hielo.
Lectio divina para el domingo quinto de Cuaresma - B, ofrecida por la Delegación Diocesana de Liturgia de la Diócesis de Tenerife.
Lectura:
“Juan 12, 20 33”
En aquel tiempo entre los que habían venido a celebrar la Fiesta había algunos gentiles; éstos, acercándose a Felipe, el de Betsaida de Galilea, le rogaban: Señor, quisiéramos ver a Jesús. Felipe fue a decírselo a Andrés; y Andrés y Felipe fueron a decírselo a Jesús.
Jesús les contestó: Ha llegado la hora de que sea glorificado el Hijo del Hombre.
Os aseguro, que si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda infecundo; pero si muere, da mucho fruto. El que se ama a sí mismo, se pierde, y el que se aborrece a sí mismo en este mundo, se guardará para la vida eterna. El que quiera servirme, que me siga y donde esté yo, allí también estará mi servidor; a quien me sirva, el Padre le premiará.
Ahora mi alma está agitada y, ¿qué diré?: Padre, líbrame de esta hora. Pero si por esto he venido, para esta hora. Padre, glorifica tu nombre.
Entonces vino una voz del cielo: Lo he glorificado y volveré a glorificarlo.
La gente que estaba allí y lo oyó decía que había sido un trueno; otros decían que le había hablado un ángel.
Jesús tomó la palabra y dijo: Esta voz no ha venido por mí, sino por vosotros. Ahora va a ser juzgado el mundo; ahora el Príncipe de este mundo va a ser echado fuera. Y cuando yo sea elevado sobre la tierra, atraeré a todos hacia mí.
Esto lo decía dando a entender la muerte de que iba a morir.
Meditación:
“Donde esté yo”
Estamos a las puertas de la semana santa y este texto nos mete de lleno en el clima externo y en el clima del corazón de Cristo y, también, a punto de finalizar esta andadura, nos debía ayudar a tantear el clima de nuestro corazón para ver si ha ido creciendo al ritmo de su paso por nosotros.
Para el evangelista no se acerca sólo el momento de la muerte, aunque el mismo Jesús esté sintiendo la angustia del momento tremendo por el que tiene que atravesar; lo tiene claro, no es el momento del fracaso humano, es el momento de la glorificación de Dios, de la donación del mismo Dios en Jesús, de la manifestación del amor hasta las últimas consecuencias, y que pone de manifiesto cómo, por amor, Dios mismo está dispuesto a aceptar el rechazo humano y morir. Pero, al final, con el gran mensaje salvador, ni el mal ni la muerte vencerán. Habrá que pasar por asumir el rechazo humano, inconsciente de sus consecuencias, pero Dios y su amor, seguirán siendo la primera y última palabra definitiva de la historia.
Desde ahí, Señor, me invitas a unirme a ti, a servirte, a estar donde tú estás y como tú estás, en todo, con todos, y amando. No has tenido ni tienes otra palabra que el amor. Pero no el amor simplón que se apoya en una falsa o superficial afectividad, por mucha fuerza con que la experimentemos en nuestros sentimientos siempre condicionados; sino el amor que hace que la vida se convierta en donación sin exclusiones; el amor que se acerca, toca, acaricia y sana con la humildad, la misericordia y la ternura; pero, también, desde la corrección, el rechazo y la denuncia de todo aquello que impide al hombre ser hombre y crecer en su dignidad humana, como tú lo hiciste.
Desde ahí, desde ti y contigo, en esta llamada que ha resonado y sigue resonando con fuerza a la conversión, a la vuelta continua de mi vida hacia ti, a los pies del Calvario, donde se va a consumar tu amor, y Dios va a ser glorificado por tu entrega total, vuelves tu mirada y con claridad me tiendes tu mano. Me invitas a ir contigo hasta el final, a subir contigo a Jerusalén, que es también el final de mi camino de cruz y de luz, aprendiendo a pasar y estar donde tú estás, para mi bien, el bien de la historia y para gloria del Padre
Oración:
“Agarra con fuerza mi mano”
Señor, me conmueve y me asusta este final. Sí, ya sé cuál es el resultado, pero es un momento tremendo en tu vida y una nueva interpelación en la mía. Deseo seguirte con todas mis fuerza; y, al mismo tiempo, palpo mi miedo, mis deseos de no complicarme la vida, de mantener mi tibieza, de jugar con todas las cartas que me permitan, ingenuo de mí, contentarte a ti, al ambiente en el que vivo y a mí mismo. Y, Señor, sé que todo esto es mucho más serio que mis cobardías y mi seguimiento light. A veces siento que juego con mi vida, y la vida es hermosa, pero es seria; no se juega con ella, aunque tengamos que jugar muchos momentos en ella. No fue broma tu donación total, no te diste a medias, no llegaste al final por placer, sino por amor, por amor a Dios, por amor al hombre, por amor a mí. Y, Señor, consciente de todo lo que me condiciona, de todo lo que todavía me distancia de ti, quiero caminar contigo, estar a tu lado, servirte y servir como tú. Pero sabes que solo no puedo. Agarra con fuerza mi mano, la mano de mi corazón, y camina siempre conmigo.
Contemplación:
“Contigo y desde ti”
No, no se juega con la vida;
no se puede jugar con el amor;
no se puede jugar con el hombre
ni se puede jugar contigo, Señor.
Es todo demasiado grande,
demasiado hermoso y serio.
La vida, el amor, el hombre, tú,
son las arcas que guardan
el secreto de la felicidad,
el secreto de la plenitud.
En ti lo descubro y lo siento,
y contigo y desde ti
quiero y deseo alcanzarlas.
Homilía de monseñor Héctor Aguer, arzobispo de La Plata, en la misa de la solemnidad patronal del Seminario Arquidiocesano (19 de marzo de 2012) (AICA)
La devoción a San José tiene sede privilegiada en nuestro Seminario. No podía ser de otra manera, ya que esta casa lleva el nombre del esposo de María y se ha cobijado, desde el comienzo, bajo su patrocinio. El hecho es motivo suficiente para que la celebración de hoy, en el año nonagésimo de existencia del Seminario Mayor “San José”, sobresalga no tanto por la solemnidad exterior cuanto por el fervor, la gratitud y la alegría espiritual. Compartimos el patrocinio de San José con numerosas comunidades parroquiales, capillas, colegios, congregaciones religiosas, ciudades y pueblos en nuestro país y en el mundo entero, y con la Iglesia toda, que ha sido puesta formalmente bajo su amparo por el beato Pío IX en 1870. Esta relación de los fieles con el esposo de la Madre de Dios no se ha establecido en virtud de una inclinación meramente devocional, como un dato arbitrario del sentimiento religioso, sino por razones doctrinales e históricas bien fundadas, a través de un largo proceso de desarrollo teológico, litúrgico e iconográfico. Ha sido una de las consecuencias de la continua meditación de la Iglesia sobre el misterio de la encarnación. La identidad de San José se define por su relación con el misterio de Cristo, el Hijo eterno de Dios hecho hombre en el seno de la Virgen María: él es el esposo y el padre a quien se le ha confiado la custodia de los comienzos de la salvación humana. De allí su múltiple y universal patrocinio.
El valioso libro de monseñor Juan Carlos Ruta sobre San José, trae la reproducción de una pintura de Gaspar Miguel de Berrio titulada, precisamente, “Patrocinio de San José”. La describo, para que ustedes puedan imaginarla. El santo ocupa, de pie, la posición central; lleva vestidos riquísimos, corona y cetro, y junto a esa vara de oro una vara florecida de azucenas. Llama la atención el manto, que se extiende horizontalmente hasta los extremos del cuadro, sostenido por ángeles, de modo que pueda cubrir como un toldo que ampara de las inclemencias a dieciocho santos, nueve de cada lado, que representan todos los órdenes de la Iglesia; algunas de esas figuras son fácilmente identificables y varias dirigen su mirada hacia el protector. En la mitad superior del conjunto se ve a la Santísima Trinidad –tres efigies humanas idénticas–, a un lado la Santísima Virgen, San Juan Bautista y el arcángel Miguel; al otro Santa Ana, San Joaquín y el arcángel Gabriel. El Dios Trino parece ordenar, según reza una inscripción dorada: Ite ad Joseph. La frase está tomada del Génesis y se refería al José veterotestamentario que llegó a ser primer ministro de Egipto: vayan a ver a José y hagan lo que él les diga (Gén. 41, 55); la tradición católica la aplica a nuestro José, antitipo neotestamentario del antiguo patriarca de Israel. Hay otra referencia bíblica, también para nosotros muy conocida, impresa igualmente en latín en una cinta larga y angosta: lo nombró señor de su casa y administrador de todos sus bienes (Sal. 104, 21). Quiero destacar especialmente un detalle, pero que tiene un significado fundamental: San José levanta su mano derecha y muestra un anillo que sostiene con el pulgar y el índice; este anillo está unido, mediante una cinta blanca con otro igual que María sostiene en su mano izquierda. En esta cinta otra inscripción latina expresa la unión matrimonial entre el Santo y la Virgen: annulo suo subarravit me. El cuadro comentado, que se conserva en Bolivia, en el Museo de la Casa Nacional de la Moneda, es un verdadero ícono en el cual se resume la josefología, es decir la teología de San José.
El principio fundamental en una contemplación teológica de la persona y la misión de José es su matrimonio con la Madre de Dios; matrimonio verdadero y perfecto, aunque singularísimo, virginal. San Agustín explicaba que María y José fueron verdaderos cónyuges, aunque hicieron mutuo voto de continencia, y que esa ofrenda virginal otorgaba al vínculo matrimonial una firmeza mayor, porque se fundamentaba en un amor y un gozo superior al nexo de los cuerpos. Encontraba en el matrimonio de los padres de Cristo todo el bien que corresponde a las nupcias: la prole, que es mismo Señor Jesús, la plena fidelidad y la indisolubilidad propia del sacramento.
La tradición católica continuó explorando con admiración la participación de José, en cuanto esposo virginal de María, en el misterio de la encarnación del Verbo; él fue un protagonista silencioso, obediente, eficaz de ese misterio al recibir, criar y educar al Hijo de Dios, engendrado por la acción del Espíritu Santo, pero efecto del matrimonio en el cual nació según la condición humana. Citemos otra vez a San Agustín, que afirma de José: como fue marido castamente, así castamente fue padre… el Espíritu Santo reposó en la justicia de ambos, a ambos le dio un hijo. No es fácil expresar con exactitud la paternidad de San José. Se lo ha llamado padre adoptivo, nutricio, virginal, legal, legítimo, putativo (es decir, que aparecía como padre ante los demás). De acuerdo a la naturaleza del matrimonio de María y José, éste fue padre en virtud de los derechos que le confería tal vínculo: todo lo de su esposa era suyo, aun cuando el niño no fue engendrado por él. San Francisco de Sales, que profesaba una particular devoción a San José, en una plática dirigida a las religiosas de la Visitación destaca la unión del santo patriarca con María como fuente de su paternidad sobre Jesús: esa unión hacía que el Bien de los bienes eternos, que es Nuestro Señor, fuera de San José y perteneciera a él como pertenecía a Nuestra Señora; no según la naturaleza que había asumido en las entrañas de nuestra gloriosa Reina, naturaleza que había sido formada por el Espíritu Santo de la purísima sangre de Nuestra Señora, sino según la gracia, la cual lo volvía partícipe de todos los bienes de su querida Esposa y hacía que él fuera creciendo maravillosamente en perfección. Por la comunicación continua que tenía con Nuestra Señora poseía todas las virtudes en un grado tan alto que ninguna otra pura criatura sabría alcanzar. Explica además que María era como un espejo que recibía inmediatamente la santidad de Cristo, pero esas perfecciones y virtudes las recibía San José por reverberación; según ese dichoso juego especular parecía casi que él fuese tan perfecto como su Esposa. Cumplió José con Jesús todas las funciones propias de la paternidad, excluyendo la generación. San Bernardo decía hermosamente que Dios le encomendó con seguridad el secretísimo y sacratísimo arcano de su corazón, le manifestó los desconocidos misterios de su sabiduría; le concedió que no ignorara aquel misterio que ninguno de los príncipes de este mundo conoció; se le otorgó ver a aquel a quien muchos reyes y profetas quisieron ver y no lo vieron, quisieron oír y no lo oyeron; a San José se le dio no sólo verlo y oírlo, sino también tenerlo en sus brazos, llevarlo de la mano, abrazarlo, besarlo, alimentarlo y cuidarlo. Estas palabras finales han sido asumidas y musicalizadas en una expresiva antífona: O felicem virum.
La paternidad, el patriarcado de San José tienen su símbolo en la vara florecida que según la iconografía casi siempre lleva consigo; es vara, báculo y cetro. Hay una lejana referencia bíblica: la vara de Aarón que produjo brotes, flores y almendros (Núm. 17, 23) como signo de la preeminencia de su familia y de la tribu de Leví, a la que estaba reservada la dignidad sacerdotal. En los evangelios apócrifos la vara de José florece como señal divina de su elección para desposar a María. En cuanto bastón de peregrino alude a sus viajes y trajines entre Nazaret y Belén, entre la tierra de Israel y Egipto. Pero la vara es también cetro, con un significado davídico y mesiánico; simboliza, en efecto, la autoridad del jefe de la tribu de Judá, depositario de la descendencia dinástica: por San José la genealogía de Jesús adquiere garantía de legitimidad. La iconografía cristiana antigua reconoce en la vara florecida de José el báculo del sumo sacerdote y lo presenta como modelo del obispo. El entonces cardenal Ratzinger veía en este dato la designación del esposo de María como administrador de los misterios de Dios, padre de familia y custodio del santuario que es la Virgen Madre con el Verbo en su seno, imagen de la Iglesia viviente.
Estas asonancias sacerdotales en la figura de San José nos invitan a meditar con especial interés en su silenciosa entrega y a interpretar en sentido eclesial y sacerdotal su amor, su humildad, el espíritu de adoración, la laboriosidad, la pobreza, la paciencia, la constancia, su prudencia para gobernar a la familia de Dios. Tendríamos que ejercitarnos asiduamente en esta contemplación para comprender mejor el ministerio apostólico al que hemos sido llamados como servidores de Cristo y administradores de los misterios de Dios (1 Cor. 4, 1). La tradición católica ha ido descubriendo progresivamente la grandeza de la misión de San José en el orden de la encarnación redentora. El Papa Pío XI recordaba al respecto que esa misión callada, recogida, casi inadvertida y desconocida sólo debía esclarecerse algunos siglos más tarde; un silencio al que sin duda alguna habría de suceder, pero muchísimo tiempo después, un resonante cántico de gloria. De hecho, cuanto más profundo es el misterio, más espesa la noche que lo encierra, cuanto mayor es el silencio, allí está precisamente la misión más encumbrada, el cortejo más brillante de las virtudes y de los méritos requeridos para hacerle eco, por una feliz necesidad. Misión única y altísima, ésta de custodiar al Hijo de Dios, al Rey del mundo, esta misión de guardar la virginidad y la santidad de María. ¡Misión única la de poder participar en el gran misterio oculto a los ojos de los siglos y poder cooperar de este modo en la encarnación y en la redención!
Queridos seminaristas: Les sugiero que traten de incorporar esta referencia josefina a los elementos de formación de que disponen en esta casa que lleva el nombre de San José; ojalá se interesen en conocerlo mejor según el desarrollo de la tradición católica, y que cultiven la devoción consiguiente, que consiste en entablar un vínculo espiritual. Consideren como una indicación providencial, dirigida a ustedes, el bíblico ite ad Joseph. Vayan, entonces, a ver a José y hagan lo que él les diga (Gén. 41, 55).
Mons. Héctor Aguer, arzobispo deLa Plata
El Papa en vuelo hacia México: “Voy para alentar y aprender” Roma (Italia) , 23 Mar. 12 (AICA)
El papa Benedicto XVI partió esta mañana del aeropuerto romano de Fiumicino rumbo a la ciudad de Guanajuato, México, donde permanecerá hasta el lunes 26 y luego partirá a Cuba.
Durante el vuelo, en el que viajan 70 periodistas, el Santo Padre respondió a algunas preguntas que le formularon los representantes de la prensa.
La primera pregunta fue: México y Cuba son tierras en las que los viajes de Juan Pablo II hicieron historia ¿con qué ánimo y esperanzas sigue las huellas de su predecesor?
“Queridos amigos: ante todo –afirmó Benedicto XVI- bienvenidos y gracias por acompañarme en este viaje que esperamos sea bendecido por el Señor. Y que realizo en continuidad con Juan Pablo II, recuerdo muy bien su primer viaje a México, verdaderamente histórico en una situación política confusa. Así como recuerdo el también histórico viaje a Cuba.
Mi deseo es proseguir su camino y sus huellas. Siendo cardenal estuve en México y tengo óptimos recuerdos de los mexicanos, así como cada miércoles veo la alegría de los mexicanos, percibo su cariño escucho sus aplausos.
Para mí es una gran alegría realizar este viaje que deseaba desde hace tanto tiempo. Como enseña el Concilio Vaticano II con la Constitución pastoral Gaudium et Spes - comparto las alegrías y esperanzas de este gran país, también ante las dificultades que vive. Voy para alentar y para aprender. Para confirmar en la fe, en la esperanza y en la caridad. Y para confortar en el compromiso en favor del bien y de la lucha contra el mal ¡Esperamos en la ayuda de Dios!”
La segunda pregunta a Benedicto XVI comenzó recordando que México es un país con posibilidades maravillosas, pero que en estos años es también tierra de violencias, por el problema del narcotráfico, se habla de 50 mil muertos en los últimos cinco años
¿Cómo afronta la Iglesia católica esta situación, usted tendrá palabras para los responsables, para los traficantes que a veces se profesan católicos o incluso benefactores de la Iglesia?
“México –respondió el Papa- además de todas sus grandes bellezas tiene el grave problema del narcotráfico y de la violencia. Ciertamente es una gran responsabilidad de la Iglesia católica en un país con el 80 % de católicos.
Tenemos que hacer lo posible contra este mal, destructivo para la humanidad y para nuestra juventud. Ante todo hay que anunciar a Dios. Dios que es juez y nos ama. Pero nos ama para llamarnos al bien y a la verdad contra el mal. Por lo tanto, es una gran responsabilidad dela Iglesia la de educar las conciencias y de educar a la responsabilidad moral y desenmascarar el mal”. +
Homilía de monseñor Héctor Aguer, arzobispo de La Plata, en la misa de ordenaciones sacerdotales (Iglesia Catedral, 17 de marzo de 2012) (AICA)
Todos ustedes, queridos hermanos, han sido testigos de que acabo de elegir a estos seis diáconos para el ministerio de los presbíteros. Al comienzo de la misa hemos rogado por ellos, en la oración llamada colecta; lo hemos hecho en estos términos: Señor y Dios nuestro, que guías a tu pueblo mediante el ministerio de los sacerdotes, concede a estos diáconos de tu Iglesia, que hoy has elegido para el orden presbiteral, perseverar en tu servicio, para que, por su vida y su ministerio, busquen solamente tu gloria en Cristo. Según el rito indicado por el pontifical, es el obispo quien los elige, con la ayuda de Dios y de nuestro Salvador Jesucristo, y es a la vez Dios quien los elige hoy. No existe contradicción alguna; la elección del obispo, que es la elección dela Iglesia, hace presente y visible la elección de Dios. Ésta, la elección divina, es eterna; a nuestros seis diáconos podríamos aplicarles las palabras que el Señor dirigió al profeta Jeremías como llamado o vocación: antes de formarte en el vientre materno, yo te conocía; antes de que salieras del seno, te consagré (Jer. 1, 5). Hoy esa elección se torna actual, y sobre todo, cierta, segura, en virtud del poder que Dios ha depositado en su Iglesia, de la facultad que Cristo transmitió a los apóstoles. En la coincidencia de la elección eclesial y la elección divina se manifiesta el misterio de la vocación.
¿Qué es, en efecto, la vocación sacerdotal? ¿Cómo llega a ser reconocido el llamado de Dios? Normalmente, los elegidos no escuchan una voz interior que les dice: quiero que seas sacerdote. La vocación consiste en el conjunto de aptitudes y disposiciones, de dotes físicas y espirituales, psicológicas, morales y religiosas que a lo largo del tiempo configuran un designio providencial y van preparando al candidato para alcanzar la idoneidad requerida por el modo de vida y el servicio propios del sacerdote. La naturaleza, la educación y la gracia se asocian y actúan sinérgicamente desde que se perciben los primeros indicios del llamamiento, y especialmente en el extenso período de la formación en el seminario. Importa sobremanera, asimismo, la inclinación a las cosas de Dios, la intención, que se va precisando, purificando y robusteciendo hasta la plena rectitud. Es éste un proceso de amor; el deseo se fija progresivamente en este único objetivo: ser sacerdote para procurar mayor gloria de Dios colaborando con Cristo en la salvación de los hombres.
La vocación es objeto de discernimiento, los signos en los cuales se insinúa deben ser interpretados. Enla Sagrada Escriturafiguran numerosos relatos de vocación. Un caso paradigmático es el del joven Samuel, que había sido preparado para la misión desde su nacimiento; tres veces fue llamado por su nombre, pero él no reconoció la voz del Señor hasta que, la cuarta vez, advertido por el sacerdote Helí, que comprendió lo que sucedía, pudo decir: habla, porque tu servidor escucha (1 Sam. 3, 1-10). Fue llamado por Dios, pero necesitó que alguien interpretara ese llamado. No hay que esperar manifestaciones extraordinarias, una especial revelación que otorgue certeza sobre la existencia de una vocación auténtica; el discernimiento sigue las reglas de la prudencia cristiana, supuesta una actitud fundamental de sinceridad y humildad y la disposición generosa a abrazar la voluntad de Dios. En el discernimiento y la elección que hacela Iglesiamediante el ministerio del obispo se concreta la vocación.
Antes de recibir la gracia y el carácter sacerdotal por la imposición de mis manos y la plegaria de la ordenación, los elegidos tienen que manifestar su voluntad de asumir el ministerio de los presbíteros. En el sí, quiero que han de pronunciar expresarán su respuesta definitiva al llamado de Dios, esa respuesta preparada y cultivada durante años en lo íntimo del corazón que ahora profesan antela Iglesiacomo un compromiso solemne. En el interrogatorio que yo les propondré queda claro en qué consiste el grado del sacerdocio que se les confiere. La ordenación sacerdotal es una consagración: Dios los consagra, haciéndolos partícipes del sacerdocio de Cristo y habilitándolos para actuar representando personalmente a Cristo. En el Evangelio que se ha proclamado hace unos minutos escuchamos la oración que Jesús elevó al Padre por sus apóstoles: conságralos en la verdad… por ellos me consagro, para que también ellos sean consagrados en la verdad (Jn. 17, 17.19). Es la plegaria del Gran Sacerdote en la que se unen la alabanza, la súplica y la ofrenda. Conságralos equivale a santifícalos: es la dedicación de una persona a Dios como propiedad y pertenencia suya, lo cual la habilita para ejercer la misión que el mismo Dios le encomienda. Se dice conságralos en la verdad en alusión al Espíritu Santo, a quien invocaremos en la plegaria de ordenación. Los elegidos son objetivamente consagrados por la gracia del sacramento, pero ellos mismos se consagran con Cristo al Padre por la salvación de los hombres.
Además, ratificarán con el sí quiero el propósito de colaborar con el obispo en la misión de apacentar el rebaño del Señor. Estos términos evocan imágenes bíblicas, especialmente la figura evangélica de Jesús reuniendo a sus discípulos, cuidando de ellos, alimentándolos con sus enseñanzas. En la primera lectura escuchamos al apóstol San Pedro que exhortaba a los presbíteros de la primitiva comunidad cristiana a ser abnegados, vigilantes, humildes y ejemplares en el ejercicio de la función pastoral mirando únicamente a imitar al Jefe de los pastores, del cual solo deben esperar la recompensa (cf. 1 Pe. 5, 1-4). Esas palabras cobran hoy nueva actualidad y van dirigidas como argumento, incitación y advertencia a estos seis queridos hijos a los que incorporo, como colaboradores míos, al presbiterio dela Iglesia Platense.
El interrogatorio detalla también las dimensiones del ministerio pastoral. Se menciona en primer lugar el servicio rendido ala Palabrade Dios mediante la predicación del Evangelio y la enseñanza de la fe católica. Desde los orígenesla Iglesiaha puesto una atención especial, una aplicación diligente en la misión de transmitir la verdad, la plenitud de la revelación que se nos ha dado en Cristo, como un depósito sagrado, como un tesoro de precio incomparable. San Pablo conjuraba solemnemente a su discípulo Timoteo: proclamala Palabrade Dios, insiste con ocasión o sin ella, arguye, reprende, exhorta, con paciencia incansable y con afán de enseñar (2 Tim. 4, 2). El Apóstol añade a su advertencia una razón inquietante: porque llegará el tiempo en que los hombres no soportarán más la sana doctrina; por el contrario, llevados por sus inclinaciones se procurarán una multitud de maestros que les halaguen los oídos, y se apartarán de la verdad para escuchar cosas fantasiosas (ib. 3-4). Ese tiempo futuro se ha hecho presente muchas veces en la ya larga historia dela Iglesia, y la descripción que nos ofrece ese pasaje bíblico se ajusta perfectamente a la realidad que vivimos en el mundo y enla Argentinade hoy. El sacerdote tiene que asumir con sabiduría y coraje el ministerio de la verdad. Hablando de la importancia de la homilía, una de ls formas más comunes de transmisión de la verdad, Benedicto XVI, en la exhortación Vebum Domini, nos recuerda que es preciso prepararse con la meditación y la oración y mediante familiaridad y trato asiduo con el texto sagrado, para predicar con convicción y pasión.
En el centro del ministerio pastoral del sacerdote se encuentra la celebración de los misterios del Señor, especialmentela Santísima Eucaristíay el sacramento dela Reconciliación, fuentes principales para la santificación del pueblo cristiano. En la ordenación se recibe el poder sagrado de consagrar y ofrecer el verdadero cuerpo y la verdadera sangre de Cristo y de perdonar o retener los pecados. El sacerdote puede empeñarse en otras diversas actividades, pero nadie puede suplirle en su función litúrgica por la cualla Iglesia–y la creación entera a través de ella- da gloria a Dios y abre camino en el mundo a la gracia de la redención. La misa diaria es para el sacerdote fuente y cima, síntesis de su vida, necesidad y gozo, su trabajo mejor e indudablemente eficaz; al ofrecerse así con Jesús alcanza libertad y gracia, iluminación interior y fortaleza para el resto de su ministerio. Cito un bello pasaje dela Imitaciónde Cristo (IV, 8) en el que el autor hace hablar al Señor: Así como yo me ofrecí a mí mismo espontáneamente por tus pecados a Dios Padre, con las manos extendidas en la cruz y el cuerpo desnudo, sin que quedara nada sin convertirse en el sacrificio de la reconciliación con Dios, así debes tú cuanto más entrañablemente puedas, ofrecerte a ti mismo con plena voluntad a mí en sacrificio puro y santo cada día en la misa, con todas tus fuerzas y deseos. No me interesa lo que puedas darme que no seas tú mismo, porque no quiero tus dones, sino a ti. En el altar se cumple, día tras día, y de modo creciente según el dinamismo de la gracia y la ardiente determinación de la libertad personal, la identificación del sacerdote con el Sumo y Eterno Sacerdote.
Los elegidos se comprometerán también a compartir con el obispo un ministerio de intercesión, es decir, de invocar la misericordia divina en favor del pueblo que les será encomendado. En realidad, la intercesión no conoce fronteras y se extiende a todos los hombres, aun a los que rechazan el Evangelio. En el Antiguo Testamento encontramos los modelos de Abraham regateando con Dios sobre la suerte de Sodoma, y de Moisés perseverando durante toda una jornada con los brazos en alto para asegurar la victoria del pueblo de Dios. Esos y otros numerosos ejemplos eran sólo esbozos del arquetipo, del que es el único intercesor ante el Padre a favor de todos los hombres, de los pecadores en particular. Así se expresa el Catecismo dela Iglesia Católica(2634), que describe la intercesión como una oración de petición que nos conforma muy de cerca con la oración de Jesús. En efecto, el sacerdocio de Cristo se ejerce en el cielo en orden a la salvación definitiva de los que se acercan a Dios por su intermedio, ya que vive eternamente para interceder por ellos (Hebr. 7,25).
La oración de Cristo, su alabanza al Padre y su intercesión en favor de los hombres, se continúa en la oración dela Iglesia, especialmente cuando ella celebrala Liturgiade las Horas. En esta celebración, que no es una acción privada, se unen la voz de Cristo y dela Iglesia. Auncuando el sacerdote recita solo la oración de las horas cumple una función sacerdotal, representa a toda la comunidad cristiana y contribuye de modo misterioso y profundo al crecimiento del pueblo de Dios. Recibe para ello un verdadero mandato y al cumplirlo debe esmerarse en que la mente concuerde con la voz, de manera que esa oración litúrgica sea para él manantial de piedad y nutra su oración personal y todo su apostolado.
Queridos hijos que van a ser ordenados: ustedes se comprometerán ahora a desempeñar siempre el ministerio presbiteral. El para siempre tiene un valor singular en este tiempo en que la fe empeñada y la palabra dada no parecen ser respetadas como valores inconmovibles y timbres de honor; todos los vínculos parecen provisorios y todos los juramentos retractables. Ustedes se ligan para siempre con el yugo de Cristo, el amor y la cruz. ¿Cómo podrá sostenerse, inalterable, la fidelidad? Durante el período de formación les he hablado muchas veces, en las conferencias semanales, en las homilías y en los frecuentes encuentros personales, sobre las condiciones de la vida sacerdotal y los medios para vivirla en plenitud. Una sola cosa quiero añadir en este momento solemne: manténganse en el fuego del amor de Dios. San Lucas recogió unas palabras de Jesús que no se encuentran en los otros evangelios: Yo he venido a traer fuego sobre la tierra, ¡y cómo desearía que ya estuviera ardiendo! (Lc. 12, 49). Dos escritores de la antigüedad, Orígenes y Dídimo, han transmitido un agraphon, una palabra del Señor que no fue escrita y que se acompasa con la cita precedente: el que está cerca de mí está cerca del fuego. El fuego, según el simbolismo bíblico, es el ámbito en que Dios se revela, purifica y juzga. Lucas pensaría probablemente en el Evangelio y en el Espíritu Santo. Los Padres dela Iglesiaexpresan variadamente esa interpretación. San Ambrosio en su comentario recuerda que el Señor mismo es fuego devorador y aplica el dicho de Jesús a los sacerdotes: Él ha venido a traer fuego a la tierra para que el celo de los pastores no sea forzado sino libre, asociado al amor y no al deber, para inflamar sus corazones en el deseo de Dios. Es preciso permanecer dentro de esa hoguera, en el fuego que arde en el corazón de los santos apóstoles, y sobre todo en el corazón dela Madredel Señor.
Mons. Héctor Aguer, arzobispo deLa Plata
DOMINGO V DE CUARESMA B
MONICIONES
PRIMERA LECTURA
Durante los domingos de Cuaresma, la primera lectura nos ha venido presentando distintas alianzas de Dios con los hombres a través de Noé, Abrahán y Moisés. Vamos a escuchar ahora el anuncio de una alianza nueva que nos hace el Profeta y que tendrá su cumplimiento en la Cruz del Señor.
SEGUNDA LECTURA
Jesucristo es obediente a la voluntad del Padre hasta la muerte. De esta manera se ha convertido para todos en “autor de salvación eterna”.
TERCERA LECTURA
Jesús sabe que la entrega y sólo la entrega hasta la muerte da siempre fruto. Con esta certeza subirá a la Cruz, una Cruz que será fuente de vida.
OFRENDAS
La entrega del Señor hasta la muerte es siempre el ejemplo y el reto para los cristianos a la hora de compartir los bienes con los más necesitados, como nos recuerda Cáritas en este primer domingo de mes.
COMUNIÓN
Decir amén al Cuerpo de Cristo en la Comunión es el punto culminante de la renovación de la Nueva Alianza con Dios, en la Sangre de Cristo, que se actualiza entre nosotros cada vez que celebramos la Eucaristía…
Pidámosle que nos ayude a ser fieles, en la vida de cada día, a la alianza, al pacto sagrado que hemos renovado en el altar.
Reflexión a las lecturas del domingo quinto de Cuaresma - B, ofrecida por el sacerdote Don Juan Manuel Pérez Piñero bajo el epígrafe
"ECOS DEL DÍA DEL SEÑOR"
Domingo 5º de Cuaresma B
No conocemos la identidad de aquellos griegos que quieren ver a Jesús. En tiempos de Jesús existían griegos, gentiles, que practica-ban la religión de Israel. S. Juan nos presenta a algunos de ellos que vienen a la Fiesta de la Pascua. Y se acercan a un discípulo de nombre griego, Felipe, y Felipe y Andrés - que también tiene nombre griego - van a decírselo a Jesús. Es posible que aquellos gentiles hubieran visto ya al Señor. La expresión de S. Juan apunta a algo más que una “simple mirada física”. Da la impresión de que se trata más bien de un encuentro con Él, encuentro que lleva a la fe y fe que mueve a la misión… Parece como si S. Juan quisiera señalar, en estos días previos a la Pascua, la universalidad de la salvación que Cristo nos trae. Cuando Felipe y Andrés se lo dicen a Jesús, no nos narra el evangelista qué pasó con los griegos, sino que nos presenta como una señal de la “Hora” de Jesús. Hasta ahora, todos los intentos de detener a Jesucristo habían fracasado “porque no había llegado su hora” (Jn 7, 30). De este modo, manifiesta que a Él nadie le quita la vida, sino que Él la entrega libremente (Jn 10, 18). Y cuando llega la hora del Señor ya no hay vuelta atrás… Y Jesús habla del significado profundo de su hora con siete imágenes o pequeñas enseñanzas, que nos presenta el Evangelio de este Domingo
La hora de Jesús es la llegada a su pasión, muerte y resurrección. Y ese es el momento preciso de su glorificación, porque la muerte de Cristo no es el final de todo, un fracaso total del que se ha presentado como el Mesías esperado, sino que es sólo camino, tránsito, pascua… “para entrar en su gloria” como dirá a los discípulos de Emaús (Lc 24, 26). Su condición humana “se agita” ante un sufrimiento tan terrible, pero su voluntad se inclina ante la voluntad del Padre porque para eso ha venido. Y se pone en manos del Padre que lo glorifica… Por eso, dice: “Y cuando yo sea levantado sobre la tierra, atraeré a todos hacia mí…” La cruz pertenece también al misterio de la glorificación de Cristo… “Porque ahora va a ser juzgado el mundo, ahora el Príncipe de este mundo va a ser echado fuera”.
De esta forma, se establece la nueva alianza de Dios con su pueblo de la que habla la primera Lectura. Y cada vez que celebramos la Eucaristía, se actualiza nuestra alianza con el Padre en la sangre de Cristo. Por eso nuestra participación en la Eucaristía tiene que hacernos mejores… Por todo ello, Jesús compara su entrega hasta la muerte, al grano de trigo que, si quiere convertirse en una preciosa espiga, tiene que morir, ser transformado en el surco. Al mismo tiempo, nos enseña que recibimos el don de la vida para entregarla de un modo o de otro, por un camino o por otro… No para “quemarla” en la hoguera de nuestro egoísmo. El Vaticano II nos advierte que el hombre “no conseguirá su plenitud mientras no haga de su vida un don para los demás” (Const. Igles. – Mundo, 24).
Qué fuerza tiene la expresión: “Donde esté yo, allí estará también mi servidor; a quien me sirva, el Padre le premiará”. A la victoria, a la glorificación de Cristo, por su misterio pascual, alude también la segunda lectura cuando dice que Cristo, “a gritos y con lágrimas, presentó oraciones y súplicas al que podía salvarlo de la muerte… Y llevado a la consumación se ha convertido para los que le obedecen en autor de salvación eterna”. En esta semana –llamada durante mucho tiempo “de Pasión”- y en la Semana Santa, se nos invita, se nos urge “mirar” la Cruz del Señor. Ojalá que esta mirada nos “atraiga” al encuentro con el Cristo vivo de los sacramentos…, porque, como nos enseña el Papa S. León Magno, “es propio de la festividad pascual que toda la Iglesia goce del perdón de los pecados…”
En el salmo responsorial constatamos nuestra radical necesidad de los sacramentos, porque decimos al Señor: “Oh Dios, crea en mí un corazón puro”. Y no podemos olvidar que, en nuestros días, siguen existiendo muchos “griegos” que quieren ver a Jesús.
¡FELIZ DOMINGO! ¡FELIZ DÍA DEL SEÑOR!
Lectio divina para el sábado de la cuarta semana de Cuaresm,a 2012, ofrecida por la Delegación Diocesana de Liturgia de la diócesis de Tenerife.
Lectura:
“Juan 7, 40 53”
En aquel tiempo, algunos de entre la gente, que hablan oído los discursos de Jesús, decían: «Éste es de verdad el profeta.»
Otros decían: «Éste es el Mesías.»
Pero otros decían: «¿Es que de Galilea va a venir el Mesías? ¿No dice la Escritura que el Mesías vendrá del linaje de David, y de Belén, el pueblo de David?»
Y así surgió entre la gente una discordia por su causa. Algunos querían prenderlo, pero nadie le puso la mano encima.
Los guardias del templo acudieron a los sumos sacerdotes y fariseos, y éstos les dijeron: «¿Por qué no lo habéis traído?»
Los guardias respondieron: «Jamás ha hablado nadie como ese hombre.»
Los fariseos les replicaron: «¿También vosotros os habéis dejado embaucar? ¿Hay algún jefe o fariseo que haya creído en él? Esa gente que no entiende de la Ley son unos malditos.»
Nicodemo, el que había ido en otro tiempo a visitarlo y que era fariseo, les dijo: «¿Acaso nuestra ley permite juzgar a nadie sin escucharlo primero y averiguar lo que ha hecho?»
Ellos le replicaron: «¿También tú eres galileo? Estudia y verás que de Galilea no salen profetas.»
Y se volvieron cada uno a su casa.
Meditación:
“De Galilea no salen profetas”
¿Por qué vivimos tan cerrados en nosotros mismos, en nuestros criterios? ¿Por qué ponemos coto a nuestra capacidad de descubrir nuevas dimensiones de la realidad, nuevas posibilidades de la historia y, sobre todo, de Dios? Y la respuesta pienso que siempre es el miedo a desestabilizarnos, a quitarnos las seguridades que necesitamos para mantenernos aferrados a algo, y así, encerramos en un cuadrado ridículo, incluso a ti, Señor.
¿Si nunca ha sido una cosa de una manera, por qué va a ser ahora? O si una experiencia negativa me hizo abandonar ciertas opciones ¿por qué han de cambiar después? Es el convencimiento de muchos, y así se cierran todas las posibilidades de avanzar, de descubrir nuevas realidades, de ahondar más en tu conocimiento.
Tú, Señor, nos trajiste una palabra nueva, una visión nueva, nos descubriste un nuevo rostro de Dios, que no encajaba con muchas expectativas, como ahora sigue sin encajar en la de muchos, tal vez también en mí, y me alegra que sea así. Me alegra que no podamos meterte en nuestros esquemas, que no podamos manejarte, que nos desconciertes de mil maneras.
Así, nos vas enseñando la necesidad de estar abiertos, atentos a lo que el Espíritu dice cuando quiere y desde donde quiere. Y aunque me desconcierte me gusta, porque me manifiestas tu libertad, tu grandeza, tu presencia en todo lo bueno y lo bello, allí donde hay amor, como dijo el apóstol, y me invitas a estar con ojos y oídos abiertos, sin prejuicios, para encontrarte donde menos me lo espero, tal vez donde menos me gusta, pero seguro que es para enseñarme por dónde tienen que caminar mis pasos.
Oración:
“Vuélvete hacia mí”
Quiero darte las gracias al recordarme tu libertad, tu grandeza, tus opciones, que me retan porque me abren a dimensiones nuevas. Porque ponen a prueba la verdad de mi seguimiento, la autenticidad de mi fe en ti, mi capacidad de entusiasmo, de lucha, de esfuerzo, que me hacen crecer, que me llevan a salir de mi pequeño yo encerrado y salir a tu encuentro y al encuentro de mis hermanos, especialmente los más frágiles.
Necesito pedirte tu fuerza, tu luz. Creo en la fuerza del amor, aunque pueda parecer a veces debilidad. Creo que sólo él puede cambiar el corazón del hombre, del mundo, y mi pobre corazón cobarde. Vuélvete hacia mí, escucha mis anhelos, y ayúdame a caminar a tu lado.
Contemplación:
“Penetrar en ti”
Reconozco mis miedos, Señor,
y cómo ellos me cierran
el paso decidido hacia ti
y hacia todos los que esperan
algo de mí.
Rompe las barreras que me frenan,
levanta mi corazón,
que parece cejar en su latir;
abre mis ojos a tu presencia,
déjame penetrar en ti,
y haz que llegue a descubrir
tu inmenso amor por mí
DEPARTAMENTO DE COMUNICACIÓN
38201.La Laguna. Tenerife.
Tfno. 922-25 86 40 / Extensión 8
-mail: departamentodecomunicació[email protected]
Boletín 474
LAS NOTICIAS AMPLIADAS PUEDEN VERLAS ENTRANDO EN NUESTRO BLOG. Textos, sonidos, e imágenes los tienen en: http://www.comunicacionobispadodetenerife.blogspot.com/
Las XIII Jornadas Regionales de Pastoral Penitenciaria se celebrarán este año en Tenerife los días 23, 24 25 de marzo. Tendrán como lema “liberados para liberar”, y pretenden descubrir las causas y comportamientos que producen exclusión, profundizar en cómo nos hemos de situar ante los pobres y excluidos y concretar los medios que llevarían a conseguir una sociedad más integradora. En el blog de comunicación del Obispado se encuentra el programa de las Jornadas.
El área de pastoral social organiza este domingo el X Encuentro de Agentes de Pastoral Socio-caritativa. Una jornada que tendrá lugar en el Seminario Diocesano, de 9:30 a 14:30 horas, bajo el lema “Discípulos y Misioneros Sirviendo”.La Eucaristía, presidida por el obispo se celebrará a las 9:45 horas.
Este 25 de marzo se celebrala Jornadapor la vida bajo el lema “Ama la vida. Toda la vida”. Desde el blog de comunicación del Obispado se puede acceder a los materiales para celebrar este día.
“El dinamismo dela Caridad: la respuesta dela Iglesiaante la actual situación socio-económica”. Este ha sido el tema que abordó el Consejo Presbiteral. Tras la oración que guió el propio Obispo, centrada en la parábola del Buen Samaritano, como una llamada a tener entrañas de misericordia; un corazón que ve, el cual genera la acción caritativo-social, en una exposición coral distintos responsables de Cáritas realizaron la reflexión central del día
Las jornadas "La labor social dela Iglesiaen Canarias", se cerraron en la sede de Gran Canaria con la intervención de Bernardo Álvarez, Obispo dela Diócesis Nivariensey en la sede tinerfeña con la del Obispo Cases. La ponencia de ambos giró en torno al tema: "Iglesia y caridad". La misma se puede escuchar en el blog del Obispado.
El pregón dela Semana Santade Aguere se celebrará este jueves, a las 20.30 horas y tendrá lugar en el templo de Nuestra Señora dela Concepción. Elpregonero, en esta ocasión, será el Obispo Canariense, Francisco Cases.r otro lado, el abogado, periodista e investigador palmero, Juan José Rodríguez-Lewis, será el encargado de leer el Pregón dela Semana Santade Santa Cruz deLa Palma, también este jueves, 22 de marzo, a partir de las 20:15 horas, en el templo de San Francisco de Asís.
La Casa Principalde Salazar de la capital palmera acoge hasta el próximo 7 de abril una muestra en la que se recoge parte de la historia dela Cofradíade Nuestro Señor del Huerto, que conmemora este año su 25 aniversario desde su fundación en 1987.La Cofradíade la parroquia capitalina de San Francisco de Asís, El Pilar y Santiago, fue la primera enla Islacreada para el fin de soportar el peso de los pasos procesionales dela Semana Santay es una defensora de esta tradición tan arraigada en el pueblo palmero.
Este jueves, en rueda de prensa, será explicado el proceso ya finalizado de restauración de la imagen del Cristo deLa Laguna. Estacuidada y profesional operación que acaba de culminar es la consecuencia del estudio previo realizado en 2009, donde se analizaron tanto la técnica, como el contexto cultural y religioso, y las principales alteraciones dela Sagrada Imagendel Stmo. Cristo deLa Laguna. Laapertura del Santuario al público tendrá lugar a las 11:30 horas.
El presidente del Cabildo de Tenerife, Ricardo Melchior y la directora regional dela Cadena Ser, Lourdes Santana, hicieron entrega este miércoles de la recaudación obtenida con la venta de entradas de la gala de los Premios Cadena Dial2011 alos proyectos sociales de Cáritas Diocesana yla Fundación TutelarCanaria Sonsoles Soriano. Así, recogieron los talones por un importe de más de 15.000 euros cada uno los responsables de ambas instituciones, Leonardo Ruiz y Geogette Bugnion, respectivamente.
Ángel Moreno Sancho, capellán-párroco de Buenafuente de Sistal y Vicario parala Vida Consagradadela Diócesisde Siguenza-Guadalajara, ha venido dirigiendo esta semana el taller: "La Sorpresadel Evangelio de San Juan", enla Casade Oración Domus Mariae, en San Pedro Daute, Garachico. Asimismo, Moreno guiará un retiro, el 24 de marzo, de 9:30 a 13:30 horas. Para más información, se han facilitado los números de teléfono: 922 83 02 44 y 674 668 990.
Por otro lado, aprovechando la presencia de Ángel Moreno, de Buenafuente del Sistal, en Garachico, también se ha querido ofrecer a los sacerdotes, un retiro para el viernes, 23 de marzo, de10 a13:30 horas, incluido el almuerzo. Será en la parroquia de San Pedro Daute.
La Coordinadora Arciprestalde Liturgia de Icod ha organizado para esta Cuaresma 2012 una Vigilia de Cuaresma a la que están invitadas todas las parroquias del Arciprestazgo. Tendrá lugar en el Monasterio de las Monjas Concepcionistas de Garachico el 26 de marzo dando comienzo a las 21 horas.
La parroquia nuestra Señora de Los Remedios, S.I. Catedral, a la que se unen otras parroquias del arciprestazgo deLa Laguna, organiza para los días 29 y 30 de marzo, un curso de 7 horas para posibles monitores o animadores de cursos Alpha. Alpha es una oportunidad de explorar la fe cristiana, de manera relajada y abierta, durante diez semanas, que invitan a la reflexión, con la opción de un retiro de fin de semana. Es discreto, cordial y divertido, y cuenta con el apoyo de las principales denominaciones cristianas.
El arciprestazgo de Taco promueve la mañana de este sábado un viacrucis de sus comunidades parroquiales. El mismo se desarrollará entre Chinguaro y el Santuario de Candelaria.
En la Casa Manresa, en Tacoronte se desarrollarán ejercicios espirituales ignacianos guiados por el jesuita Lucas López. Comenzarán el domingo 1 de abril (domingo de ramos), a partir de las 18 horas y finalizarán el sábado 7 de Abril (sábado santo), sobre las 19:00 horas. Más información: 677.911.017
Se presentaron este martes en el ISTIC el cartel y programa del XXI Congreso Diálogo Fe-Cultura, a celebrar desde el 23 hasta el 27 de abril, y que se centrará en esta edición en el tema de la “CRISIS”, nombre con el que los organizadores han denominado este Congreso. El cartel es obra de Jorge Davó.
Andrés Brito Galindo, Doctor en Ciencias de la Información y gran divulgador de los descubrimientos realizados en la Sábana Santa llevará a cabo, próximamente, diversas conferencias sobre la Síndone. Apuntamos las fechas: Viernes, 23 – 19:00 horas, Club Militar PASO ALTO; Viernes, 30 – Parroquia Santa Bárbara; Sábado, 31 – Parroquia del Santo Hermano Pedro (Edificio Cajasiete, Cabo Llanos); Sábado, 14 de abril – Centro Cultural Valle Gran Rey (La Gomera); 28, 29, 30 de abril: I Congreso Sindónico Internacional de España (Valencia)
Los jóvenes de La Esperanza y Taco interpretarán el musical “El Príncipe de Egipto” en la parroquia deLa Esperanza, el Martes Santo, 3 de Abril, a las 21:00h.
El Cabildo de La Palma ha organizado el VIII Encuentro Insular de Corales, que en esta ocasión se celebrará con dos sedes distintas. la iglesia de Nuestra Señora de Bonanza, de El Paso, y la de El Salvador, de Santa Cruz deLa Palma, los días 23 y 24 de marzo respectivamente, ambas a las 20:30 horas.
Los grupos juveniles parroquiales de "Savia Nueva" han organizado para los días 23, 24 y 25 de marzo, ejercicios espirituales para jóvenes, pertenezcan o no a este movimiento. Tendrá lugar en el edificio del Seminario Diocesano y estarán dirigidos por Eduardo Rodríguez Rodríguez,
Los días 2, 3 y 4 de abril (lunes, martes y miércoles santo), la Comisión Justiciay Paz Tenerife organiza un campamento para niños/as. entre 5 y 13 años. Todos aquellos interesados serán aceptados por orden de inscripción, que pueden realizar escribiendo un correo a [email protected] o llamando al 922.88.29.17.
Los salones parroquiales de La Concepción, en Valverde (El Hierro) acogieron estos días un cursillo arciprestal de liturgia. Concretamente los participantes profundizaron en los aspectos litúrgicos de la ya próxima Semana Santa.
El sábado, 28 de abril, el cantautor católico Nico Montero estará en concierto enLa Orotava, dentro del marco del PJ WEEKEND organizado porla Coordinadora Arciprestalde Pastoral Juvenil del Arciprestazgo deLa Orotava. Seráen las canchas del Colegio Salesiano, a partir de las 20.30h.
El viernes 23 de marzo, se estrenará la obra teatral "Las princesas no son tontas" a cargo del grupo de niños y niñas de 5º y 6º de EP, que forman parte del ámbito de arte y evangelización "OrAr-T", del Centro Juvenil Salesiano deLa Orotava. Setrata de una obra cómica en la que las princesas de los cuentos, cansadas de sus estereotipos, nos dan su propia versión de la historia. La representación tendrá lugar el Teatro del Colegio Salesiano deLa Orotava, en dos sesiones: la primera a las 19.30h y, la segunda, a las 20.30h. El coste de la entrada será solo de 3€.
Bajo el lema “Discípulos y Misioneros”,la Vicaríade Santa Cruz ha programado las V Jornadas de formación para agentes de pastoral, que se celebrarán del 16 al 19 de abril, en el colegio Pureza de María de la capital tinerfeña. Las fichas para la inscripción las pueden solicitar a los párrocos dela Vicariade Santa Cruz y entregarlas antes del 16 de marzo.
Tradición de Luz" es el título de la exposición de pintura que se inaugurará el próximo 24 de marzo, a las 13:00 horas, enla Salade Exposiciones deLa Caixa, enLa Laguna. Setrata de una muestra del pintor Julio Padrón que aborda el recogimiento, la tradición y el sentimiento dela Semana Santa.Dicha exposición se podrá contemplar hasta el 7 de abril.
El próximo 24 de marzo, a las 20:30 horas, en la parroquia del Apóstol Santiago, en Los Realejos, tendrá lugar el acto de lectura del Pregón dela Semana Santade este municipio. El mismo correrá a cargo del profesor e investigador Álvaro Hernández.
También el 24 de marzo, a las 18:00 horas, en la iglesia de San Agustín, se inaugurará la exposición "Semana Santa 2011", una muestra fotográfica cuyo autor es Rubén Marichal Delgado, cofrade deLa Orotava.
El pasado sábado 17 de marzo, la parroquia de El Rosario, en Barranco Las Lajas, desarrolló la tradicional "Cena del hambre" a favor de Manos Unidas. En la misma, participaron más de 400 personas y se recaudaron alrededor de 1500 Euros. La cena fue amenizada por varias rondallas y por los niños de catequesis.
El club rotario Tenerife Ramblas celebró, en el Club Oliver, la entrega de distinciones de su II Certamen de Premios Solidarios. Entre los galardonados se encontraba el sacerdote Antonio Hernández.
Por segundo curso consecutivo, los seminaristas de 3º EE.EE. con su profesor de Patrología, Macario Manuel López García, han asistido a un Congreso Teológico en Cataluña bajo el título “Constantinus, ¿el primer emperador cristiano? Religión y política en el siglo IV”.
El Monasterio de Las Clarisas de La Laguna, dentro del VII Encuentro de Música Religiosa de Canarias, acogió el concierto “Tonos a lo divino” interpretado por la soprano Marta Almajano.
El profesor de Antropología Teológica en el Instituto Superior de Teología de las Islas Canarias y licenciado en teología dogmática, Juan Francisco Comendador, ofreció en el Monasterio Santa Catalina de Siena deLa Laguna, la conferencia titulada:'La música o el lenguaje de lo sagrado'.
El Cabildo deLa Palmay la propia parroquia de El Salvador, está trabajando en las tareas de restauración del retablo principal de la iglesia Matriz de El Salvador, en Santa Cruz deLa Palma.
Lectio divina para el jueves de la cuarta semana de Cuaresma 2012, ofrecida por la Delegación Diocesana de Liturgia de la diócesis de Tenerife.
Lectura: “Juan 7, 1 2. 10. 2530”
En aquel tiempo, recorría Jesúsla Galilea, pues no quería andar por Judea porque los judíos trataban de matarlo. Se acercaba la fiesta judía de las tiendas.
Después que sus parientes se marcharon a la fiesta, entonces subió él también, no abiertamente, sino a escondidas.
Entonces algunos que eran de Jerusalén dijeron: «¿No es éste el que intentan matar? Pues mirad cómo habla abiertamente, y no le dicen nada. ¿Será que los jefes se han convencido de que éste es el Mesías? Pero éste sabemos de dónde viene, mientras que el Mesías, cuando llegue, nadie sabrá de dónde viene.»
Entonces Jesús, mientras enseñaba en el templo, gritó: «A mí me conocéis, y conocéis de dónde vengo. Sin embargo, yo no vengo por mi cuenta, sino enviado por el que es veraz; a ése vosotros no lo conocéis; yo lo conozco, porque procedo de él, y él me ha enviado.»
Entonces intentaban agarrarlo; pero nadie le pudo echar mano, porque todavía no había llegado su hora.
Meditación:
“El que es veraz”
Me gusta tu sinceridad y tu prudencia. Ya habías dicho en alguna ocasión que había que combinar la sencillez con la sagacidad. Y cuando se trata de ponerse ante un opositor, en el que el único argumento es la fuerza, hay que saber utilizar esa sagacidad o esa prudencia, y tú sabes hacerlo. No se trata de ir de “echado para adelante” en la vida, sin más. Puede chocarnos verte intentando esconderte, o escabulléndote con prisa, pero en casos extremos hay que recurrir también a actitudes más drásticas, sobre todo si uno tiene claro que hay que conseguir un objetivo, como tú lo tenías.
Y me confunde siempre la fuerza de tu palabra, que produce la atracción o el rechazo. Siempre es así cuando uno no se anda con medias tintas. También lo dijiste: “Ay, si todo el mundo habla bien de vosotros”, porque eso suele ser sospechoso. Tengo que reconocer que no me gusta el conflicto y, a veces, trato de acomodarme para quedar bien con todos, por lo que lo más normal es terminar quedando mal con todos.
Afirmas que vienes enviado “por el que es veraz”, y eso es un atrevimiento, entonces y ahora. Hablar de verdad provoca casi rechazo de antemano. La verdad no es más que la de uno mismo, por eso nos es tan difícil el diálogo. Es más fácil y más seguro cerrarme en mis principios que reconocer la verdad o la parte de verdad que hay en el otro, porque eso me obligaría a cambiar, a modificar actitudes, y eso hiere mi orgullo, o me puede poner en contra de muchos que rechazarían mi opción. En resumen, el miedo me frena a abrirme a la verdad, a tu verdad, a caminar gozosamente en su búsqueda. Me digo libre, pero lo cierto es que estoy más condicionado de lo que quisiera, desde dentro de mí mismo y desde fuera.
Oración:
“Sinceridad”
Señor, dame la lucidez suficiente para saber cómo debo actuar en cada momento. Sé que no se trata de ir de héroe por la vida, aunque sea por ti. Se trata de ser capaz de responder en cada momento a la luz de la prudencia y del sentido común puestos a tu servicio. Sé que siempre puede existir el riesgo de evadirme, pero dame capacidad y sinceridad para discernir. Deseo responder a los acontecimientos desde ti y ser testigo de tu verdad. Necesito valentía para ser así de libre en medio de tantos condicionamientos y de tantas presiones a las que me enfrento, pero sé que contigo puedo. Acompáñame, Señor.
Contemplación:
“Palabras de paz”
Señor,
me pongo ante ti.
Reconozco los miedos
que me atenazan;
las contradicciones
que brotan en mi interior,
que me acercan a ti
y al mismo tiempo
me distancian.
Entra en mi corazón
confuso;
susúrrale palabras de paz;
serena esa inquietud
que le turba,
llénalo todo de Ti.
Reflexión de José Antonio Pagola al evangelio del domingo quinto de Cuaresma - B, ofrecida por la Delegación Diocesana de Enseñanza de Tenerife.
EL ATRACTIVO DE JESÚS
Unos peregrinos griegos que han venido a celebrar la Pascuad e los judíos se acercan a Felipe con una petición: «Queremos ver a Jesús». No es curiosidad. Es un deseo profundo de conocer el misterio que se encierra en aquel hombre de Dios. También a ellos les puede hacer bien.
A Jesús se le ve preocupado. Dentro de unos días será crucificado. Cuando le comunican el deseo de los peregrinos griegos, pronuncia unas palabras desconcertantes: «Llega la hora de que sea glorificado el Hijo del Hombre». Cuando sea crucificado, todos podrán ver con claridad dónde está su verdadera grandeza y su gloria.
Probablemente nadie le ha entendido nada. Pero Jesús, pensando en la forma de muerte que le espera, insiste: «Cuando yo sea elevado sobre la tierra, atraeré a todos hacia mí». ¿Qué es lo que se esconde en el crucificado para que tenga ese poder de atracción? Sólo una cosa: su amor increíble a todos.
El amor es invisible. Sólo lo podemos ver en los gestos, los signos y la entrega de quien nos quiere bien. Por eso, en Jesús crucificado, en su vida entregada hasta la muerte, podemos percibir el amor insondable de Dios. En realidad, sólo empezamos a ser cristianos cuando nos sentimos atraídos por Jesús. Sólo empezamos a entender algo de la fe cuando nos sentimos amados por Dios.
Para explicar la fuerza que se encierra en su muerte en la cruz, Jesús emplea una imagen sencilla que todos podemos entender: «Si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda infecundo; pero si muere, da mucho fruto». Si el grano muere, germina y hace brotar la vida, pero si se encierra en su pequeña envoltura y guarda para sí su energía vital, permanece estéril.
Esta bella imagen nos descubre una ley que atraviesa misteriosamente la vida entera. No es una norma moral. No es una ley impuesta por la religión. Es la dinámica que hace fecunda la vida de quien sufre movido por el amor. Es una idea repetida por Jesús en diversas ocasiones: Quien se agarra egoístamente a su vida, la echa a perder; quien sabe entregarla con generosidad genera más vida.
No es difícil comprobarlo. Quien vive exclusivamente para su bienestar, su dinero, su éxito o seguridad, termina viviendo una vida mediocre y estéril: su paso por este mundo no hace la vida más humana. Quien se arriesga a vivir en actitud abierta y generosa, difunde vida, irradia alegría, ayuda a vivir. No hay una manera más apasionante de vivir que hacer la vida de los demás más humana y llevadera. ¿Cómo podremos seguir a Jesús si no nos sentimos atraídos por su estilo de vida?
José Antonio Pagola
Red evangelizadora BUENAS NOTICIAS
25 de Marzo de 2012
5 Cuaresma (B)
Juan 12, 20-33
Lectio divina para el jueves e la cuarta semana de Cuaresma 2012, ofrecida por la Delegación Diocesana de Liturgia de la diócesis de Tenerife.
Lectura: “Juan 5, 3147”
En aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos: «Si yo doy testimonio de mi mismo, mi testimonio no es válido. Hay otro que da testimonio de mí, y sé que es válido el testimonio que da de mí.
Vosotros enviasteis mensajeros a Juan, y él ha dado testimonio de la verdad. No es que yo dependa del testimonio de un hombre; si digo esto es para que vosotros os salvéis. Juan era la lámpara que ardía y brillaba, y vosotros quisisteis gozar un instante de su luz.
Pero el testimonio que yo tengo es mayor que el de Juan: las obras que el Padre me ha concedido realizar; esas obras que hago dan testimonio de mí: que el Padre me ha enviado.
Y el Padre que me envió, él mismo ha dado testimonio de mí. Nunca habéis escuchado su voz, ni visto su semblante, y su palabra no habita en vosotros, porque al que él envió no le creéis.
Estudiáis las Escrituras pensando encontrar en ellas vida eterna; pues ellas están dando testimonio de mí, ¡y no queréis venir a mí para tener vida! No recibo gloria de los hombres; además, os conozco y sé que el amor de Dios no está en vosotros.
Yo he venido en nombre de mi Padre, y no me recibisteis; si otro viene en nombre propio, a ése si lo recibiréis.
¿Cómo podréis creer vosotros, que aceptáis gloria unos de otros y no buscáis la gloria que viene del único Dios? No penséis que yo os voy a acusar ante el Padre, hay uno que os acusa: Moisés, en quien tenéis vuestra esperanza. Si creyerais a Moisés, me creeríais a mí, porque de mí escribió él. Pero, si no dais fe a sus escritos, ¿cómo daréis fe a mis palabras?»
Meditación:
“Tener vida”
Es como una obsesión, como si no te lo creyeses, Señor. Has venido a traer vida pero rechazamos la vida, es como si fuese increíble para ti. Vienes a ofrecernos el sentido de nuestro horizonte, a abrirnos la puerta que nos abre el misterio de la existencia, y parece que no encontramos valor a eso.
Pienso a veces, Señor, que no es cuestión del futuro que nos ofreces. El problema está en que ese futuro pasa por el presente, y que el futuro que nos ofreces de plenitud de vida conlleva optar por la vida desde el aquí y ahora, y en ese punto tropezamos. No cabe duda de que eso complica mi vida. Es más fácil creer sin más y ya está, lo demás, los comportamientos, las actitudes, no importan, es una cosa entre tú y yo.
Tu vida ha sido el testimonio de que a la vida se llega construyendo vida. Que creer en Dios y en nuestra plenificación no es cuestión de evasión, sino de dar un sentido y un giro a nuestra forma de ser, de actuar, de responder con coherencia de vida. No se puede optar por la vida desde signos de muerte. No se puede hablar de plenitud en el amor, si construyo individualismo.
Me hablas constantemente de que Dios es tu Padre y mi Padre. Con ello me abres la dimensión de la fraternidad, del servicio, y ahí, aunque lo entiendo y lo deseo, tropiezo.
Pero, Señor, tú lo sabes, quiero ser contigo y desde ti constructor de vida.
Oración:
“Que sepa entender”
Tengo que acudir cada día a ti, Señor, para pedirte tu fuerza, para pedirte que no me falte la cercanía de tu palabra. Acompaña mi caminar, ayúdame a reconocer continuamente cuando me aparto de este deseo tuyo y mío. Que sepa entender que casi siempre optar por la vida supone darla, ponerla al servicio de los otros, porque la vida ante todo es un don que nos regalas para que redunde en vida para todos. Que lo entienda cada vez con más fuerza y que lo realice, Señor.
Contemplación:
“Tu aliento”
Mi aliento es tu aliento.
Mi mirada es la tuya.
Mis latidos son un milagro
diario de tu amor.
Siento que tu vida
alimenta la mía,
y sólo deseo
que también mi vida
alimente la de mis hermanos,
Señor.
ZENIT nos ofrece la intervención del cardenal Timothy Michael Dolan, arzobispo de Nueva York, el viernes 17 de febrero de 2012, en el inicio de la Jornada de oración y reflexión, convocada por Benedicto XVI para los miembros del Colegio Cardenalicio y los nuevos cardenales, con motivo del Consistorio. El tema de la Jornada fue “La proclamación del Evangelio hoy: Entre la missio ad gentes y la nueva evangelización”.
Reevangelizar allí donde la sal del Evangelio ha perdido su sabor
Ponencia del cardenal Timothy Dolan, en el Día de reflexión y oración del Colegio de Cardenales
Santísimo Padre, señor cardenal Sodano, queridos hermanos:
¡Alabado sea Jesucristo!
Se remonta al último mandato de Jesús: "¡Vayan, y hagan discípulos en todas las naciones!", es tan actual como la Palabra de Dios que hemos escuchado en la liturgia de esta mañana…
Me refiero al deber sagrado de la nueva evangelización. Es "siempre antigua, siempre nueva". El cómo, el cuándo y el dónde pueden cambiar, pero el mandato sigue siendo el mismo, así como el mensaje y la inspiración: "Jesucristo... el mismo ayer, hoy y siempre".
Estamos reunidos en el caput mundi, evangelizada por los apóstoles Pedro y Pablo; en la ciudad de la que el sucesor de Pedro "ha enviado" evangelizadores a ofrecerla Persona, el mensaje y la invitación que están en el corazón de la evangelización, para todala Europa, hasta el “nuevo mundo”, en la era de los “descubrimientos geográficos”, así como en África y Asia en tiempos más recientes.
Estamos reunidos frente a la basílica, donde el celo evangélico de la Iglesia se expandió durante el Concilio Vaticano II; cerca de la tumba del sumo pontífice que ha creado el término "Nueva Evangelización", familiar para todos.
Nos reunimos agradecidos por la compañía fraternal de un pastor que nos hace recordar todos los días, el desafío de la nueva evangelización.
Sí, estamos aquí juntos como misioneros, como evangelizadores.
Acogemos la enseñanza del Concilio Vaticano II, especialmente en lo que está expresado en los documentos Lumen Gentium, Gaudium et Spesy Ad Gentes, que especifican con precisión cómo entiendela Iglesiasu propio deber evangélico, llamando a todala Iglesiamisionera; es decir, que todos los cristianos, en virtud del bautismo, la confirmación y la eucaristía, son evangelizadores.
Sí, el Concilio ha reiterado, sobre todo en Ad Gentes, que si bien son misioneros explícitos aquellos enviados a los lugares donde las personas nunca han oído el nombre mediante el cual todos los hombres han sido salvados, sin embargo, no hay cristiano que esté excluido de la tarea de dar testimonio de Jesús, transmitiendo a los demás el llamado del Señor en la vida cotidiana.
Por lo tanto, la misión se ha convertido en el punto central de la vida de cada Iglesia local, de cada creyente. La naturaleza misionera se renueva no sólo en un sentido geográfico, sino en el sentido teológico, en tanto el destinatario de la 'misión' no es sólo el no creyente, sino el creyente. Algunos se preguntaban si esta ampliación del concepto de la evangelización hubiese debilitado involuntariamente el significado de la misión 'ad gentes'.
El beato Juan Pablo II ha desarrollado esta nueva comprensión del término, haciendo hincapié en la evangelización de la cultura, en cuanto el parangón entre fe y cultura sustituyó la relación entre la Iglesia y el Estado que prevaleció hasta el Concilio, y en este cambio de acento consiste la tarea de reevangelizar culturas que alguna vez fueron el verdadero motor de los valores evangélicos. Así, la nueva evangelización se convierte en el reto de aplicar la llamada de Jesús a la conversión del corazón, no sólo ad extrasino también ad intra; a los creyentes y culturas en las que la sal del evangelio ha perdido su sabor. Por lo tanto, la misión se dirige no sólo a Nueva Guinea, sino también a Nueva York.
Enla Redemptoris Missio, número 33, el beato Juan Pablo II presentó este planteamiento, haciendo una distinción entre la evangelización primaria --el anuncio de Jesús a los pueblos y contextos socioculturales donde Cristo y su Evangelio no son conocidos--, y la nueva evangelización --el reavivar la fe en la gente y las culturas en las que se ha apagado--, y la atención pastoral de las iglesias que viven la fe y han reconocido su compromiso universal.
Está claro que no hay oposición entre la misión ad gentes y la nueva evangelización: no se trata de un aut-aut sino de un et-et. La Nueva Evangelización genera misioneros entusiastas, y aquellos que están comprometidos en la misión ad gentes deben dejarse evangelizar continuamente.
Desde el Nuevo Testamento, la misma generación que recibió la misión ad gentes del Maestro en el momento de la Ascensión necesitaba que san Pablo la exhortase a "reavivar el carisma de Dios", reavivando la llama de la fe depositada en ellos. Esto es sin duda, uno de los primeros ejemplos de la nueva evangelización.
Y más recientemente, durante el alentador Sínodo sobre África, hemos escuchado las voces de nuestros hermanos que están ejerciendo su ministerio en los lugares donde la cosecha de la misión ad gentesera rica, pero ahora que han pasado dos o tres generaciones, también ellos sienten la necesidad de una nueva evangelización.
El reconocido misionero televisivo, arzobispo Fulton J. Sheen, dijo: "La primera palabra de Jesús a sus discípulos fue 'vengan', y la última fue 'vayan'. Uno no puede 'ir' a menos que primero no haya 'venido' a él".
Un gran reto, tanto para la misión ad gentes como a la nueva evangelización, es el llamado secularismo. Escuchemos cómo lo describe el Santo Padre: "La secularización, que se presenta en las culturas como una configuración del mundo y de la humanidad sin referencia ala Trascendencia, invade todos los aspectos de la vida diaria y desarrolla una mentalidad en la que Dios de hecho está ausente, total o parcialmente, de la existencia y de la conciencia humanas. Esta secularización no es sólo una amenaza exterior para los creyentes, sino que ya desde hace tiempo se manifiesta en el seno dela Iglesiamisma. Desnaturaliza desde dentro y en profundidad la fe cristiana y, como consecuencia, el estilo de vida y el comportamiento diario de los creyentes. Estos viven en el mundo y a menudo están marcados, cuando no condicionados, por la cultura de la imagen, que impone modelos e impulsos contradictorios, negando en la práctica a Dios: ya no hay necesidad de Dios, de pensar en él y de volver a él. Además, la mentalidad hedonista y consumista predominante favorece, tanto en los fieles como en los pastores, una tendencia hacia la superficialidad y un egocentrismo que daña la vida eclesial." (Discurso de Su Santidad Benedicto XVI ala Asamblea Plenariadel Consejo Pontificio parala Cultura, 8.III.2008).
Esta secularización nos llama a una estrategia eficaz de evangelización.
Permítanme exponerla en siete puntos:
1. Adecir verdad, al invitarme a hablar sobre este tema "El anuncio del Evangelio hoy: entre misión ad gentes y la nueva evangelización", el eminentísimo secretario de Estado, me pidió contextualizar el secularismo, sugiriendo que mi archidiócesis de Nueva York es quizá "la capital de la cultura secularizada".
Pero, --y creo que mi amigo y colega, el cardenal Edwin O'Brien, que creció en Nueva York, estará de acuerdo--, yo diría que Nueva York, a pesar de dar la impresión de ser secularizada, es sin embargo una ciudad muy religiosa.
Incluso en los lugares que suelen ser clasificados como "materialistas", tales como los medios de comunicación, el entretenimiento, las finanzas, la política, el arte, la literatura, hay una innegable apertura a la trascendencia, ¡a lo divino!
Los cardenales que sirven a Jesús y a su Iglesia en la Curia Romana pueden recordar el discurso de Su Santidad por la Navidad hace dos años, en el que se celebraba esta apertura natural a lo divino, incluso en aquellos que dicen adherirse al secularismo:
“…Considero importante sobre todo el hecho de que también las personas que se declaran agnósticas y ateas deben interesarnos a nosotros como creyentes. Cuando hablamos de una nueva evangelización, estas personas tal vez se asustan. No quieren verse a sí mismas como objeto de misión, ni renunciar a su libertad de pensamiento y de voluntad. Pero la cuestión sobre Dios sigue estando también en ellos… Como primer paso de la evangelización debemos tratar de mantener viva esta búsqueda; debemos preocuparnos de que el hombre no descarte la cuestión sobre Dios como cuestión esencial de su existencia; preocuparnos de que acepte esa cuestión y la nostalgia que en ella se esconde… Creo quela Iglesia debería abrir también hoy una especie de "atrio de los gentiles" donde los hombres puedan entrar en contacto de alguna manera con Dios sin conocerlo y antes de que hayan encontrado el acceso a su misterio, a cuyo servicio está la vida interna dela Iglesia”.
Este es mi primer punto: Compartimos la convicción de los filósofos y poetas del pasado, los cuales no tenían la ventaja de haber recibido la revelación. Y, por eso, incluso una persona que dice adherirse al secularismo y despreciar las religiones, tiene dentro de sí una chispa de interés en el más allá, y reconoce que la humanidad y la creación serían un enigma absurdo sin un concepto de 'creador'.
En el cine hay ahora una película llamada The Way (El Camino), en la que uno de los protagonistas es un conocido actor, Martin Sheen. Quizás la hayan visto. Hace el papel de un padre cuyo hijo distanciado muere mientras recorre el Camino de Santiago de Compostela en España. El angustiado padre decide completar la peregrinación en lugar del hijo perdido. Es el icono del hombre secular: satisfecho de sí mismo, despectivo hacia Dios y la religión, que se definía "excatólico", cínico frente a a la fe... pero, sin embargo, es incapaz de negar que dentro de sí hay un interés irresistible de conocer más allá, una sed de algo más –o alguien más--, que crece en él a lo largo del camino.
Sí, podríamos tomar prestado lo que los apóstoles le dijeron a Jesús en el evangelio del domingo: ¡"todos te buscan"! Y te están buscando incluso hoy…
2. Esto me lleva al segundo punto: este hecho nos da una inmensa confianza y el coraje decisivo para cumplir con el sagrado deber de la misión y la nueva evangelización. "No tengan miedo", como suele decirse, es la exhortación más repetida en la Biblia.
Después del Concilio, la buena noticia era que el triunfalismo enla Iglesia había muerto. Pero, por desgracia, ¡también la confianza!
Estamos convencidos, confiados y valientes con la nueva evangelización gracias al poder dela Personaque nos ha confiado esta misión --da la casualidad de que esla Segunda Personadela Santísima Trinidad--, y gracias a la verdad de su mensaje y la profunda apertura a lo divino, incluso entre las personas más secularizadas de nuestra sociedad actual.
¡Seguros, sí!
Triunfalistas, ¡nunca más!
Lo que nos mantiene lejos de la arrogancia y de la soberbia del triunfalismo es el reconocimiento de lo que nos enseñó el papa Pablo VI enla Evangelii Nuntiandi: ¡la Iglesiamisma tiene siempre la necesidad de ser evangelizada!
Esto nos da la humildad de admitir que nemo dat quod non habet, quela Iglesiatiene una profunda necesidad de conversión interior, algo medular en la llamada a la evangelización.
3. Un tercer elemento para una misión eficaz es la conciencia de que Dios no sacia la sed del corazón humano con un concepto, sino a través de una persona que se llama Jesús. La invitación implícita en la misión ad gentesy la nueva evangelización no es una doctrina, sino un llamado a conocer, amar y servir --no a algo--, sino a alguien.
Santo Padre, cuando comenzó su pontificado, nos invitó a una amistad con Jesús, expresión con la que Usted ha definido la santidad. Es el amor de una Persona, una relación personal que está en el origen de nuestra fe.
Como escribe san Agustín: “Ex una sane doctrina impressam fidem credentium cordibus ingulorum qui hoc idem credunt verissime dicimus, sed aliud sunt ea quae creduntur, aliud fides qua reduntur” (De Trinitate, XIII, 2.5).
4. Y aquí está el cuarto punto: esta persona, este Jesús de Nazaret, nos dice que Él es la verdad. Por lo tanto, nuestra misión tiene una sustancia, un contenido. A veinte años de la publicación del Catecismo dela Iglesia Católica, en el quincuagésimo aniversario de la apertura del Concilio Vaticano II y al umbral de este Año de la fe, nos encontramos con el reto de combatir el analfabetismo catequético.
Es verdad que la nueva evangelización es urgente, porque a veces el secularismo ha ahogado el grano de la fe; pero esto fue posible porque muchos creyentes no tienen la mínima idea de la sabiduría, la belleza y la coherenciadela Verdad.
Su eminencia el cardenal George Pell, dijo que "no es tan cierto que las personas han perdido la fe, sino que no la tuvieron desde el inicio; y si la había de algún modo, era tan insignificante que podía ser fácilmente arrancada".
Por eso el cardenal Avery Dulles nos ha llamado a una neoapologética, no radicada en discusiones vacías, sino enla Verdadque tiene un nombre, Jesús.
Del mismo modo, cuando el beato John Henry Newman recibió la tarjeta para la nominación al Colegio de Cardenales, advirtió sobre los peligros del liberalismo en la religión, es decir, "la doctrina según la cual no hay ninguna verdad positiva en la religión, en que un credo vale tanto como otro. La religión revelada no es una verdad, sino un sentimiento y una preferencia personal".
Cuando Jesús nos dice "Yo soyla Verdad", dijo también que es "el Camino yla Vida." El camino de Jesús es al interior y a través de su Iglesia, que como una madre santa nos dala Vidadel Señor.
"¿Cómo lo habrías conocido a Él si no a través de Ella?”, preguntaba De Lubac, haciendo referencia a la relación inseparable entre Jesús y su Iglesia.
Por lo tanto, nuestra misión, esta nueva evangelización, tiene unas dimensiones catequéticas y eclesiales.
Esto nos lleva a pensar enla Iglesiade una manera renovada: a pensar en ella como una Misión en sí misma. Como nos enseñó el beato Juan Pablo II en la encíclica Redemptoris Missio,la Iglesiano tiene una misión, como si la "misión" fuera una cosa entre las muchas que Iglesia hace. No,la Iglesiaes una misión, y cada uno de nosotros que confiesa a Jesús como Señor y Salvador debería interrogarse sobre su propia eficacia en la misión.
En los últimos cincuenta años desde la apertura del Concilio, hemos visto ala Iglesiapasar por las últimas etapas dela Contrarreformay volver a descubrirse como una obra misionera. En algunos lugares esto ha significado un nuevo descubrimiento del Evangelio. En los países cristianos ya ha dado lugar a una reevangelización que abandona las aguas estancadas de la conservación institucionaly, como Juan Pablo II ha enseñado enla Novo MillennioIneunte, nos invita a despegar en pos de una pesca eficaz.
En muchos de los países aquí representados, alguna vez la cultura y el entorno social transmitían el evangelio, pero hoy en día no es así. Ahora, por lo tanto, el anuncio del evangelio --la invitación explícita a entrar en la amistad con el Señor Jesús--, debe estar en el centro de la vida católica y de todos los católicos. Pero en todo momento, el Concilio Vaticano II y los grandes papas que le han dado una interpretación autorizada, nos impulsan a llamar a nuestra gente a pensarse como un desplieguede misioneros y evangelizadores.
5. Cuando era seminarista en el Colegio Norteamericano, todos los estudiantes de teología del primer año de todos los ateneos de Roma fueron invitados a una misa en San Pedro celebrada por el prefecto dela Congregación para el Clero, el cardenal John Wright.
Esperábamos una homilía densa. Pero él empezó pidiéndonos: "Seminaristas, háganme un favor a mí y ala Iglesia: cuando vayan por las calles de Roma, ¡sonrían!".
Por lo tanto, el punto cinco: el misionero, el evangelizador, debe ser una persona alegre. “La alegría es el signo infalible de la presencia de Dios”, afirma Leon Bloy. Cuando asumí como arzobispo de Nueva York un sacerdote me dijo “sería mejor si deja de sonreir cuando va por las calles de Manhattan o ¡terminará por hacerse arrestar!”
Un enfermo terminal de sida en la casa Don dela Pazllevada por las Misioneras dela Caridaden la archidiócesis de Washington del cardenal Donald Wuerl, pidió ser bautizado. Cuando el sacerdote le pidió una expresión de fe, murmuró: "lo que sé es que soy un infeliz, y las hermanas en cambio son muy felices, incluso cuando las insulto y les escupo. Ayer finalmente les pregunté la razón de su felicidad y ellas me contestaron "Jesús". Yo quiero a este Jesús para que así yo también pueda ser feliz.
Un verdadero acto de fe, ¿no?
La nueva evangelización se realiza con una sonrisa, no con el ceño fruncido.
La misión ad genteses, básicamente, un sí a todo aquello que hay de decente, bueno, verdadero, bello y noble en la persona humana.
¡La Iglesiaes básicamente un sí, ¡no un no!
6. Y, penúltimo punto, la Nueva Evangelización, es un acto de amor.
Recientemente le preguntaron a nuestro hermano John Thomas Kattrukudiyil, obispo de Itanagar, en el noreste dela India, el motivo del enorme crecimiento dela Iglesia en su diócesis, que registra más de diez mil conversiones de adultos al año.
"Porque presentamos a Dios como un Padre amoroso, y porque la gente ve quela Iglesialos ama", respondió. No es un amor etéreo, añadió, sino un amor encarnado en maravillosas escuelas para los niños, clínicas para los enfermos, casas para los ancianos, orfanatos, alimentos para los hambrientos.
En Nueva York, hasta el corazón del más convencido secularizado se enternece cuando visita una de nuestras escuelas católicas de la ciudad. Cuando uno de nuestros benefactores, que se definía como agnóstico, le preguntó a la hermana Michelle, por qué a su edad y con dolores de artritis en las rodillas, seguía trabajando en una escuela hermosa, pero muy exigente, ella respondió: "Porque Dios me ama y yo lo amo y quiero que estos niños descubran este amor."
7. Alegría, amor y... último punto… siento decirlo, la sangre.
Mañana, veintidós de nosotros oirán lo que la mayoría de ustedes ya han oído: "Para la gloria de Dios y en honor dela Sede Apostólicarecibe esta birreta, signo de la dignidad cardenalicia, sabiendo que tendrás que actuar con fortaleza hasta el derramamiento de tu sangre: para la difusión de la fe cristiana, la paz y la tranquilidad del pueblo de Dios, la libertad y el crecimiento dela Santa IglesiaRomana."
Santísimo Padre, ¿podría, por favor, saltar lo del "derramamiento de tu sangre" cuando me entregue la birreta?
¡Por supuesto que no! Pero nosotros somos audiovisuales escarlatapara todos nuestros hermanos y hermanas que también están llamados a sufrir y morir por Jesús.
Fue Pablo VI quien observó sabiamente que el hombre moderno aprende más de los testigos que de los maestros, y el supremo testimonio es el martirio.
Hoy en día, lamentablemente, tenemos mártires en abundancia.
Gracias, Santo Padre, porque nos recuerda a menudo a aquellos que hoy en día sufren la persecución a causa de su fe en todo el mundo.
Gracias al cardenal Koch, porque cada año llama ala Iglesiaa un "día de solidaridad" con los perseguidos por causa del evangelio, y por la invitación a nuestros interlocutores en el ecumenismo y en el diálogo interreligioso a un "ecumenismo en el martirio".
Mientras lloramos a los mártires cristianos; mientras los amamos, oremos con y por ellos; mientras actuamos enérgicamente en su defensa, estamos también muy orgullosos de ellos, nos sentimos orgullosos de ellos y proclamamos su testimonio supremo al mundo.
Ellos encienden la chispa de la misión ad gentesdela Nueva Evangelización.
Un joven de Nueva York me dijo que volvió a la fe católica, abandonada en la adolescencia, después de haber leído ‘Los monjes de Tibhirine’, sobre los trapenses martirizados en Argelia quince años atrás, y al haber visto su historia en el film francés ‘De dioses y hombres’.
Tertuliano no se sorprendería.
Gracias a ustedes, santo padre y hermanos, por soportar mi italiano básico. Cuando el cardenal Bertone me pidió que hablara en italiano, estuve preocupado porque yo hablo italiano como un niño.
Pero entonces me acordé de que cuando era un joven sacerdote, recién ordenado, mi primer párroco me dijo mientras iba a enseñar el catecismo a los niños de seis años: "¡Ahora vamos a ver que hará toda tu teología, y si podrás hablar de la fe como un niño!".
Y quizás conviene concluir simplemente con este pensamiento: tenemos necesidad de decir de nuevo, como un niño, la verdad eterna, la belleza y la sencillez de Jesús y de su Iglesia.
¡Alabado sea Jesucristo!
Traducido del italiano por José Antonio Varela V.
ZENIT nos frece la colaboración habitual en el espacio Foro del obispo de San Cristóbal de las Casas, México, monseñor Felipe Arizmendi. Esta vez analiza el significado de la visita de Benedicto XVI a México, más allá de interpretaciones torcidas.
Benedicto XVI y proceso electoral
Ante el viaje del papa, abrir la mente y el corazón
+ Felipe Arizmendi Esquivel
HECHOS
El papa Benedicto XVI estará en nuestro país del 23 al 26 de marzo. ¿A qué viene? ¿Qué esperamos de su visita? No faltan quienes, presumiendo de saber mucho de cosas de Iglesia, pero con un claro dejo de anticlericalismo, aventuran hipótesis de que todo se planeó para que viniera en tiempos preelectorales, y así influir a favor de un partido político. ¡Cuánta imaginación, y al mismo tiempo cuánta irresponsabilidad al emitir juicios totalmente ajenos a la verdad!
El mismo papa, el 12 de diciembre de 2011, en la basílica de San Pedro, declaró su objetivo: “Tengo la intención de emprender un viaje apostólico antes de la santa Pascua a México y Cuba, para proclamar allíla Palabrade Cristo y se afiance la convicción de que éste es un tiempo precioso para evangelizar con una fe recia, una esperanza viva y una caridad ardiente”.
Su visita es netamente pastoral: proclamar el Evangelio, para que nuestra fe católica sea recia y no tambaleante; para que nuestra esperanza no sea pasiva sino viva y nos comprometamos con los cambios que el país requiere; para que nos inflamemos en amor de unos hacia otros, sobre todo hacia los que sufren por cualquier motivo, en vez de que siga la destrucción de unos por otros, como lo estamos sufriendo con el narcotráfico y las descalificaciones entre candidatos a puestos públicos. Al predicarnosla Palabrade Cristo, esperamos que influya en nuestra realidad desde el corazón, desde la conversión personal, comunitaria y eclesial, no desde un partido político. Que éstos quieran aprovecharse de su visita para sus propios fines electorales, es algo que se debe evitar a como dé lugar.
El papa no es ajeno a la situación que vive el país y sabe que estamos en plena campaña electoral. Su palabra no anda por las nubes, no es aséptica ni atemporal, sino que ilumina nuestra realidad desde el Evangelio. No interfiere en preferencias partidistas, pero da luz para que todos vivamos estos momentos con madurez democrática, como Dios quiere.
CRITERIOS
La Iglesiano puede estar ajena a la realidad. Así nos lo dijo en Aparecida: “La Iglesia, que participa de los gozos y esperanzas, de las penas y alegrías de sus hijos, quiere caminar a su lado en este período de tantos desafíos, para infundirles siempre esperanza y consuelo. El discípulo sabe que sin Cristo no hay luz, no hay esperanza, no hay amor, no hay futuro” (13-V-2007).
El 23 de septiembre de 2005, en tiempos también preelectorales anteriores al presente sexenio, al recibir las cartas credenciales del nuevo embajador de México antela Santa Sede, dijo: “Es de esperar que el proceso electoral contribuya a seguir fortaleciendo el orden democrático, orientándolo decididamente hacia el desarrollo de políticas inspiradas en el bien común y en la promoción integral de todos los ciudadanos, atendiendo especialmente a los más débiles y desprotegidos. La actividad política en México ha de continuar ejerciéndose como un servicio efectivo a la nación, con el fin de promover y garantizar las condiciones necesarias para que los ciudadanos puedan desarrollar su vida en las mejores condiciones posibles. Se ha de fomentar el respeto a la verdad, la voluntad de favorecer el bien general, la defensa de la libertad, la justicia y la convivencia, en el marco del Estado de Derecho. Es largo el proceso a través del cual los pueblos se ejercitan en la corresponsabilidad propia de la democracia”.
PROPUESTAS
En vez de enrarecer el ambiente previo a la visita del papa a nuestro país con una serie de suposiciones sin sentido, les invito a conocer en profundidad su pensamiento. La Comisión Episcopalde Pastoral Profética, cumpliendo un encargo de la asamblea pasada del episcopado mexicano, elaboró un folleto con algunas de las muchas intervenciones del papa sobre diversos temas de actualidad. Lo pueden consultar en la página de la CEM: www.cem.org.mx o en la de nuestra diócesis: www.diocesisdesancristobal.com.mx.
Analice usted tantas opiniones que se vierten sobre esta visita, pero no se quede en lo anecdótico, sino que abra su mente y su corazón al verdadero mensaje que nos trae.
Lectio divina para el miércoles de la cuarta semana de Cuaresma 2012, ofrecida por la Delegación Diocesana de Liturgia de la diócesis de Tenerife.
Lectura: “Juan 5, 1730”
En aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos: «Mi Padre sigue actuando, y yo también actúo.»
Por eso los judíos tenían más ganas de matarlo: porque no sólo abolía el sábado, sino también llamaba a Dios Padre suyo, haciéndose igual a Dios.
Jesús tomó la palabra y les dijo: «Os lo aseguro: El Hijo no puede hacer por su cuenta nada que no vea hacer al Padre.
Lo que hace éste, eso mismo hace también el Hijo, pues el Padre ama al Hijo y le muestra todo lo que él hace, y le mostrará obras mayores que ésta, para vuestro asombro.
Lo mismo que el Padre resucita a los muertos y les da vida, así también el Hijo da vida a los que quiere.
Porque el Padre no juzga a nadie, sino que ha confiado al Hijo el juicio de todos, para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo no honra al Padre que le envió.
Os lo aseguro: Quien escucha mi palabra y cree al que me envió posee la vida eterna y no se le llamará a juicio, porque ha pasado ya de la muerte a la vida.
Os aseguro que llega la hora, y ya está aquí, en que los muertos oirán la voz del Hijo de Dios, y los que hayan oído vivirán.
Porque, igual que el Padre dispone de la vida, así ha dado también al Hijo el disponer de la vida. Y le ha dado potestad de juzgar, porque es el Hijo del hombre.
No os sorprenda, porque viene la hora en que los que están en el sepulcro oirán su voz: los que hayan hecho el bien saldrán a una resurrección de vida; los que hayan hecho el mal, a una resurrección de juicio.
Yo no puedo hacer nada por mí mismo; según le oigo, juzgo, y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió.»
Meditación:
“Da vida”
Me hablas de vida, Señor. Algo que todos añoramos. Pero en ti la palabra vida adquiere un significado mucho más rico y profundo que el que tiene para nosotros. En ti la palabra vida habla de dignidad, habla de plenitud, habla de eternidad, y esas dimensiones sólo las podemos encontrar en ti. Tu presencia entre nosotros no pretende ser sino el comunicarnos que Dios nos ha creado para la vida. Nuestra peregrinación aquí no es sino el espacio para tomar fuerza y arrancar hacia la eternidad.
Es el tiempo de aprender lo que significa la palabra vida, y de construirla con los mil gestos y posibilidades que se abren en nuestra andadura. Escuchar este mensaje es tremendamente hermoso, pero se nos hace muy difícil, y aportamos más gestos de dolor y de muerte que de alegría y vida.
Deseo aprender de ti, Señor. Me llamas a romper las ataduras de mi yo para salir constantemente a tu encuentro, Dios de la vida. A hacer todo desde ti. Esto a veces no se puede decir fuerte. Muchos, en cortedad de miras o de intereses, afirman que tú condicionas y limitas, pero no es verdad, yo lo experimento cada mañana, cuando en medio de mis limitaciones y condicionamientos me sigues dando una palabra de estímulo y de ánimo. Una palabra de ternura. Me abres los ojos y el corazón para que recorra con ellos mi entorno y ponga en él mi vida en actitud constructiva, solidaria, comprometida.
He descubierto que abrirme a tu voluntad no es caer en ninguna alienación que me distancia de todo, sino que me abre a ti, a mis hermanos los hombres, sin condicionamientos, y a todas las posibilidades que has puesto en mí. Me descubres la fuerza que hay en ti y que se prolonga en mí para ser, en medio de tantos signos de indiferencia y de muerte, un generador y portador, como tú, de vida
Oración:
“Portador de vida”
Gracias de nuevo, Señor, porque me llamas a la vida. Gracias porque me abres el horizonte y despliegas ante mí la riqueza de tu don y de mis posibilidades. Gracias porque me has mostrado en tu actuar lo que significa ser portador de vida.
No es fácil, lo sabes. Son muchos los frenos que surgen de mi propio interior que me sugieren no complicarme la vida; o de otras voces externas que me invitan a pasar de todo o, incluso, me fuerzan a comulgar con ruedas de molino, y llamar vida a lo que no son sino signos de interés propio, de superficialidad, de comodidad, de egoísmo, cuando no de mal encubierto bajo capa de bien.
Dame valor y capacidad de discernir y de responder desde ti, porque tú, sólo tú, tienes palabras de vida eterna, sin ningún tipo de interés, sólo el de que el hombre viva.
Contemplación:
“Dios de la vida”
Padre Dios,
sales a mi encuentro,
extiendes tu mano
y me invitas a tomarla
para caminar contigo.
Tú eres el Dios de la vida.
Nos has creado por amor
y para amar;
para que nuestra vida
sea plena
y llegue a plenitud.
Y yo, Señor, quiero darla,
como tú.
Lectio divina para el martes de la cuarta semana de Cuaresma 2012, ofrecida por la Delegación Diocesana de Liturgia de la diócesis de Tenerife.
Lectura: “Juan 5, 1 3. 516”
En aquel tiempo, se celebraba una fiesta de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén.
Hay en Jerusalén, junto a la puerta de las ovejas, una piscina que llaman en hebreo Betesda. Ésta tiene cinco soportales, y allí estaban echados muchos enfermos, ciegos, cojos, paralíticos. Estaba también allí un hombre que llevaba treinta y ocho años enfermo.
Jesús, al verlo echado, y sabiendo que ya llevaba mucho tiempo, le dice:«¿Quieres quedar sano?»
El enfermo le contestó: «Señor, no tengo a nadie que me meta en la piscina cuando se remueve el agua; para cuando llego yo, otro se me ha adelantado.»
Jesús le dice: «Levántate, toma tu camilla y echa a andar.» Y al momento el hombre quedó sano, tomó su camilla y echó a andar.
Aquel día era sábado, y los judíos dijeron al hombre que había quedado sano:«Hoy es sábado, y no se puede llevar la camilla.»
Él les contestó: «El que me ha curado es quien me ha dicho: Toma tu camilla y echa a andar.»
Ellos le preguntaron: «¿Quién es el que te ha dicho que tomes la camilla y eches a andar?»
Pero el que habla quedado sano no sabía quién era, porque Jesús, aprovechando el barullo de aquel sitio, se había alejado.
Más tarde lo encuentra Jesús en el templo y le dice: «Mira, has quedado sano; no peques más, no sea que te ocurra algo peor.» Se marchó aquel hombre y dijo a los judíos que era Jesús quien lo había sanado.
Por esto los judíos acosaban a Jesús, porque hacia tales cosas en sábado.
Meditación:
“Echa a andar”
Tengo la experiencia suficiente para reconocer que mis parálisis son más duraderas de lo que yo mismo quisiera, y también para saber que soy yo o los otros quienes las facilitan. Tú sigues empeñado, como una obsesión, en sacarme de ellas, en invitarme y ayudarme a andar. Continuamente me estimulas para que no me deje aplastar por ningún peso o frenar por la dificultad o por la comodidad de las circunstancias. No quieres verme postrado en mi humanidad.
Sé que no haces alusión a nada físico. Se puede estar paralítico y ser un gran caminante de humanidad; y se puede ser un gran corredor y estar cómodamente tumbado en la indiferencia de lo que ocurre dentro de uno mismo o en el mundo que me rodea.
Tú quieres que camine, que crezca, que nada paralice el camino hacia mi plenitud y la de mis hermanos. Por eso no me aplastas bajo el peso abrumador de mis pobrezas, y podrías hacerlo. Tú me quieres siempre levantado, en marcha, no idílicamente, sino desde la realidad dura e incómoda. Capaz de llevar sobre mis hombros el peso de mis limitaciones, el peso de la vida. Ahí late la esperanza de mi milagro de cada día. Porque tú vuelves a salir a mi encuentro, a mi realidad herida, para decirme: “Levántate, coge tu camilla, y echa a andar.
Oración:
“Estimular”
Señor, que no me falte el aliento de tu estímulo, para que no pare, para que no me deje llevar por la indiferencia, por la comodidad, por el egoísmo, que no me pare, Señor.
Gracias, porque sigues saliendo a mi encuentro, porque sigues empeñado en acercarte a mí y deseando que me acerque a ti. No por el bien que te beneficie sino porque deseas mi felicidad. Sigue empeñado en que encuentre en ti el sentido de lo que mueve mi existencia. Para que esa alegría profunda estimule mi camino y ayude a estimular a los que están conmigo.
Contemplación:
“Te necesito”
Necesito tu palabra cercana,
para no pararme, Señor.
Necesito tu confianza
que me levante cada mañana.
Necesito tu fuerza
para llevar adelante mi historia
Te necesito, Dios mío,
porque me amas;
te necesito,
porque,
a pesar de mis bloqueos,
te amo.
(ZENIT.org) Barbara Cope nació el 23 de enero de 1838 en Heppenheim, Hessen-Darmstadt, en Alemania, en una familia de agricultores. Sus padres emigraron a Estados Unidos y se establecieron en Utica, estado de Nueva York, cuando ella tenía tres años.
Desde los quince años, deseaba entrar en un convento pero tuvo que ocuparse de sus hermanos más pequeños, haciendo caído sus padres gravemente enfermos. Por tanto, postergó su proyecto algunos años.
En 1860, una rama de las Hermanas de San Francisco de Filadelfia se estableció en Utica y en Syracuse, cerca de Nueva York y, a los 24 años, entró en esta congregación e hizo sus votos, tomando el nombre de Maria Anna.
El apostolado de esta congregación consistía sobre todo en la educación de los hijos de los inmigrantes alemanes. Fue encargada de abrir y dirigir nuevas escuelas.
Más tarde, la comunidad fundó los primeros hospitales generales en Estados Unidos que alcanzaron un gran renombre. Fundaron cincuenta.
En ellos, las hermanas ofrecían asistencia a los enfermos sin distinciones. La madre Cope se ocupaba especialmente de los alcohólicos y las madres solteras, pues deseaba servir entre “los más pobres de entre los pobres”.
En 1877, fue elegida provincial de su congregación y reelegida en 1881.
En 1883, fue la única en aceptar trasladarse a las islas Hawai para asistir a los leprosos, dado que otras cincuenta comunidades contactadas habían rehusado.
Su obra en favor de los enfermos y sin techo de las Hawai fue muy importante, mientras que en 1884 el gobierno le pidió crear el primer hospital general en la isla de Maui.
En 1889, tras la muerte de san Damián de Veuster, aceptó encargarse del hogar para los muchachos, además de su trabajo con mujeres y niñas.
Vivió así durante treinta años en un lugar aislado de la isla Molokai, exiliada voluntaria con sus pacientes. Gracias a ella, el gobierno promulgó leyes para proteger a los niños, y los enfermos de lepra recuperaron su dignidad y la alegría de vivir.
Los historiadores de su tiempo hablan de ella como de una “religiosa ejemplar, de corazón extraordinario”. Sólo buscaba cumplir la voluntad de Dios, no deseaba obtener reconocimientos; su divisa era: “Únicamente por Dios”.
Por Anita Bourdin
Homilía de monseñor Héctor Aguer, arzobispo deLa Plata, en la fiesta de la presentación del Señor (Capilla San Ramón, Tandil, 2 de febrero de 2012) (AICA)
HISTORIA Y MISTERIO DE LA PRESENTACIÓN DEL SEÑOR
La fiesta que hoy celebramos manifiesta el cumplimiento de la antigua ley, de las profecías mesiánicas y del misterio del templo en el acontecimiento de la presentación del Señor. La breve procesión con las candelas ha expresado, en el dinamismo de su significado simbólico, nuestro deseo de participación en aquel episodio que, más allá de su realidad histórica, guarda una eficacia supratemporal y se actualiza por la acción del Espíritu en la liturgia dela Iglesiay en nuestra fe. Ingresamos al templo para encontrarnos con Cristo, luz de las naciones y gloria de su pueblo, para identificarnos con él, recibir su iluminación y guiados por él adentrarnos en los caminos en los cuales se concreta la vocación cristiana: ir hacia el Padre y alcanzar el esplendor de su gloria.
El evangelista Lucas, que para componer su relato se ha informado cuidadosamente de todo, como él mismo declara (cf. Lc. 1, 3), se ha valido de los recuerdos de María, de lo que ella conservaba y meditaba en su corazón (Lc. 2,19.51).La Madrede Jesús debía cumplir exteriormente con el rito de la purificación, para lo cual era necesario que se presentara en el templo ante el sacerdote. No se requería que fuera llevado el hijo. Sin embargo, a San Lucas le importa destacar lo que ha ocurrido insólitamente, la presencia del Hijo en Jerusalén: Jesús es conducido allá por María y José. El hecho tradicional de la purificación de la madre pasa a un segundo plano y es mencionado como una mera circunstancia, como la ocasión propicia para que el hijo sea presentado al Señor. El texto, en su original griego, habla en plural de la purificación de ellos, sin precisar a quiénes se refiere; en cambio, se expresa como finalidad del viaje la presentación del Hijo. Asimismo, el evangelista menciona el deber de consagrar al primogénito; no se refiere directamente a su rescate –que podía cumplirse en otra circunstancia- sino a la pertenencia a Dios de las primicias de la vida. Se identifica la consagración con la presentación. En el caso de Jesús se daba algo singular, ya que él es el santo por excelencia desde el instante de la encarnación; así lo anunció el ángel a María: el Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el niño será Santo y será llamado Hijo de Dios (Lc. 1, 354). Jesús es todo de Dios, desde su preexistencia eterna: él es personalmente el Verbo que está junto a Dios; mejor dicho, volviéndose eternamente hacia Dios (pros ton theón, Jn. 1, 1-2), es el Dios unigénito que está en el seno del Padre (eis ton kólpon toû patrós, Jn. 1, 18) como mirándolo cara a cara y estrechándose a él. Desde el momento de su concepción el hombre Jesucristo está dedicado a Dios en una consagración perpetua; es el Santo sobre el cual ha reposado para siempre el Espíritu. María y José conocían la santidad del Niño y su pertenencia a Dios, pero esa condición de consagrado tenía que manifestarse pública, oficialmente a Israel mediante el ingreso en el templo, y ser reconocida por los ancianos Simeón y Ana. Ellos representaban al resto fiel del pueblo de Dios por su obediencia de fe y por la ardiente expectación del Mesías; vivían bajo el régimen del Espíritu, y en ese sentido son, a través de los siglos, ejemplos para los fieles de todos los tiempos.
En Jesús se cumple el misterio del templo, lugar de la presencia de Dios, ámbito del encuentro y de la alianza; él es, en efecto, quien hace posible, en sí mismo, para quienes se unen a él por la fe, la adoración que el Padre quiere, en espíritu y en verdad (Jn. 4, 23 ss.). Al entrar en el templo toma posesión de él y comienza a reemplazarlo. Más adelante, cuando vuelva con sus padres a Jerusalén doce años después, ante el asombro de ellos se demorará en la casa de su Padre, porque es allí donde debe estar (cf. Lc. 2, 49). Como signo de su pascua y de la nueva alianza podrá decir, refiriéndose al templo de su propio cuerpo: destruyan este templo y en tres días lo volveré a levantar (Jn. 2, 19). Jesús es el templo verdadero, en quien habita corporalmente toda la plenitud de la divinidad (Col. 2, 9).
Pero es también el sumo sacerdote. Dios había elegido al sacerdote levítico para que estuviera siempre en su presencia y oficiara en nombre del Señor (Dt. 18, 5); el Niño presentado en el templo está destinado a entrar de una vez por todas en el santuario celestial con su propia sangre para obtener la redención eterna de los hombres (cf. Hebr. 9, 11 ss.). Según Jean Daniélou, el evangelista elaboró de tal manera el relato de la presentación, con términos intencionalmente elegidos y detalles litúrgicos, para mostrar ya en Jesús Niño al sumo sacerdote de la nueva alianza.
El mismo autor hace notar también que san Lucas asocia la presentación de Jesús a la ofrenda de un sacrificio, representado por el par de tórtolas o de pichones de paloma que correspondía al rito de la purificación de la madre. El Niño que Simeón toma en sus brazos es el sacrificio ofrecido, la única oblación eficaz para alcanzar el perdón de los pecados, para santificar y llevar a los hombres a la perfección (cf. Hebr. 10, 12-14).
La presentación de Jesús, como todos los misterios de su vida, es para nosotros objeto de contemplación, de adoración, de amor. Al escuchar el relato del Evangelio, o mejor aún, al leerlo detenidamente al modo de una rumia espiritual, podemos imaginar la escena, interpelar a los protagonistas, meditar sobre el sentido de las palabras y de los hechos para que surjan los sentimientos y se ejercite la devoción. La participación en la acción litúrgica puede ser un punto de llegada si nos hemos preparado adecuadamente, pero aun entonces, y siempre, es la fuente de una progresiva asimilación al misterio celebrado. Nosotros intentamos asimilarlo, aunque en realidad el misterio mismo, en su objetividad trascendente se nos aplica y nos envuelve.
Los misterios de la vida de Cristo no son realidades extinguidas en el pasado, sino vivas y presentes; en cuanto hechos que han acaecido a la persona divina del Verbo en su santísima humanidad, más allá de su condición histórica poseen una dimensión eterna que despliega en todo tiempo, y en nosotros, su eficacia. En Navidad solemos decir: hoy nace Cristo, está naciendo en ese misterio de ofrenda y adoración en el que Dios recibe gloria y nosotros una gracia propia y particular. Del mismo modo su cruz es un misterio de expiación y de amor redentor que en cada Viernes Santo, y con mayor razón en cada celebración eucarística, desciende al tiempo desde la eternidad para ser aplicado a los creyentes. Del misterio de la resurrección mana el torrente de la vida sobrenatural, el don del Espíritu.
Así también ocurre con el misterio de la presentación en sus múltiples aspectos Jesús es el templo verdadero; nosotros que hemos sido hechos templos del Espíritu Santo en el bautismo, ratificamos ahora esta condición. Jesús es el consagrado y está siempre en actitud de presentarse al Padre, nosotros participamos de su consagración, pertenecemos a Dios y buscamos incesantemente su rostro. Jesús es el verdadero sacerdote y la perfecta ofrenda del sacrificio, que nos asocia a su entrega, al culto espiritual, para que nos ofrezcamos como una victima viva, santa y agradable a Dios (Rom. 12, 1). Podemos referir a nuestra participación en este misterio de la presentación lo que proponía el Cardenal de Bérulle: Como Dios en su gloria es nuestra herencia, también Jesús en sus estados y en sus misterios es la parte que nos toca en suerte, y al darnos una participación universal en él, quiere que tengamos una parte singular en sus diversos estados, según la diversidad de su elección sobre nosotros y de nuestra piedad para con él. Así él se reparte a sí mismo dándose a sus hijos, haciéndolos participantes del espíritu y de la gracia de sus misterios, apropiando a unos su vida y a otros su muerte; a unos su infancia, a otros su poder; a unos su vida oculta, a otros su vida pública; a unos su vida interior, a otros su vida exterior… A él corresponde apropiarnos a los estados y misterios que él quiera de su persona divina, y a nosotros vincularnos a ellos y de ellos depender.
El horizonte vastísimo de una participación cada vez más profunda en los misterios de Cristo queda siempre abierto a nuestra inquietud, a nuestra disponibilidad, al arranque generoso y sostenido de nuestro corazón, para ir descubriendo a qué nos llama el Señor en el camino de nuestra identificación con él. Esa apertura no indica un ideal inalcanzable. Exige, claro está, un ejercicio ascético imprescindible, pero que debe hundir sus raíces y sostenerse permanentemente en la adoración. Hace poco más de un mes decía Benedicto XVI: la adoración es ante todo un acto de fe: el acto de fe como tal. Dios no es una hipótesis cualquiera, posible e imposible, sobre el origen del universo. Él está allí. Y si él está presente, yo me inclino ante él. Entonces, razón, voluntad y corazón se abren hacia él, a partir de él. En Cristo resucitado está presente el Dios que se hizo hombre, que sufrió por nosotros porque nos ama. Entramos en esta certeza del amor corpóreo de Dios por nosotros, y lo hacemos amando con él. Esto es adoración, y esto marcará después mi vida. Es, podemos agregar a modo de glosa, un acto de fe, esperanza y caridad. La marca en la vida es el laborioso pero también gozoso cumplimiento de la voluntad de Dios, especialmente en las obras del amor, en el servicio, la misericordia y la compasión.
Es María quien ha sabido asimilar, como nadie ha sabido hacerlo, el misterio de Cristo en cada una de sus manifestaciones; vive de él, por él, para él. Es el modelo eximio de la identificación con él. Es también ella quien como madre y maestra espiritual nos allana el acceso a la intimidad y la imitación del Señor. El misterio de la presentación concierne inseparablemente a Cristo y a su Madre; ella ha llevado al Niño a Jerusalén y de sus brazos pasó a los brazos de Simeón. Ella está siempre a su lado, desde Belén hasta el Calvario; aún en los años de la vida pública no se separaba espiritualmente de él, le estaba adherida corazón a corazón. Que ella nos consiga la gracia de ser apropiados al misterio que hoy celebramos, de recibir su aplicación a nuestra vida. Este deseo estaba representado, objetivamente, en nuestra breve marcha llevando las candelas; así fue, aunque no hayamos pensado en ello.
Mons. Héctor Aguer, arzobispo deLa Plata
ZENIT publica íntegro el discurso dirigido, el jueves 16 de Febrero de 2012, por el papa a los participantes del simposio del Consejo de las Conferencias Episcopales de Europa (CCEE) y de las Conferencias Episcopales de África y Madagascar (SECAM/SCEAM).
Señores cardenales,
Queridos hermanos en el episcopado,
¡Queridos hermanos y hermanas!
Me complace darles la bienvenida al final del Simposio de los Obispos de África y Europa, y los saludo a todos con gran afecto, en particular al cardenal Péter Erdő, presidente del Consejo de las Conferencias Episcopales de Europa, y al cardenal Polycarp Pengo, presidente del Simposio de las Conferencias Episcopales de África y Madagascar, dándoles las gracias por sus amables palabras con las que han introducido nuestro encuentro. Quiero expresar mi profundo agradecimiento a aquellos que han promovido las jornadas de estudio, durante el cual se han confrontado con el tema de la evangelización actual en sus territorios, a la luz de la comunión recíproca y la colaboración pastoral que se ha establecido durante el primer Congreso del año 2004.
Con ustedes doy gracias a Dios por los frutos espirituales resultantes de las relaciones de amistad y cooperación entre las comunidades eclesiales de sus continentes durante estos años. Desde diferentes contextos culturales, sociales y económicos, han puesto de relieve la común tensión apostólica para anunciar a su gente a Jesucristo y su evangelio, en un estilo de "intercambio de dones". Continúen en este camino fructífero de fraternidad en el trabajo y en la unidad de propósitos, ampliando cada vez más los horizontes de la evangelización. Para la iglesia en Europa, de hecho, el encuentro con la Iglesia en África es siempre un momento de gracia en virtud de la esperanza y la alegría con la que las comunidades eclesiales de África viven y comunican la fe, como lo he visto en mis viajes apostólicos. Por otro lado, es bueno ver cómo la Iglesia en África, a pesar de vivir en medio de muchas dificultades y la necesidad de la paz y la reconciliación, está dispuesta a compartir su fe.
En las relaciones entre la Iglesia en África y en Europa, es su responsabilidad tener en cuenta el vínculo esencial entre la fe y la caridad, porque se iluminan uno al otro en su propia verdad. La caridad favorece la apertura y el encuentro con el hombre de hoy, en su realidad concreta, para llevarle a Cristo y su amor a cada persona y a cada familia, especialmente para aquellos más pobres y solos. "Caritas Christi urget nos" (2 Cor. 5,14): es el amor de Cristo que llena los corazones y nos mueve a evangelizar. El divino Maestro, ahora como entonces, envía a sus discípulos por los caminos del mundo para proclamar su mensaje de salvación a todos los pueblos de la tierra (cf. Carta ap. Porta fidei, 7).
Los desafíos actuales que tienen delante, queridos hermanos, son exigentes. Pienso, en primer lugar, en la indiferencia religiosa, que lleva a muchas personas a vivir como si Dios no existiese, o a conformarse con una religión vaga, incapaz de enfrentarse a la cuestión de la verdad y el deber de la coherencia. Hoy en día, especialmente en Europa, aunque también en algunas partes del África, se siente el peso del ambiente secularizado y a menudo hostil a la fe cristiana. Otro desafío para la proclamación del Evangelio es el hedonismo, que ha ayudado a penetrar la crisis de valores en la vida cotidiana, en la estructura familiar, de la misma manera que interpreta el significado de la existencia. Síntoma de un grave malestar social es también la propagación de cosas tales como la pornografía y la prostitución.
Ustedes son muy conscientes de estos desafíos, que desafían a su conciencia pastoral y su sentido de responsabilidad. Esto no debe desalentarles, sino más bien que sea una ocasión para renovar el compromiso y la esperanza, la esperanza que proviene de saber que la noche está avanzada, el día está cerca (cf. Rm. 13,12), porque Cristo resucitado está siempre con nosotros. En las sociedades de África y de Europa no son pocas las fuerzas del bien, muchas de las cuales son parte de las parroquias y se distinguen por un compromiso a la santificación personal y al apostolado. Espero que, con su ayuda, puedan convertirse en células más vivas y vitales de la nueva evangelización.
Que la familia esté al centro de su atención como pastores: ella, la iglesia doméstica, es también la garantía más sólida para la renovación de la sociedad. En la familia, que conserva usos, tradiciones, costumbres, ritosimbuidos de fe, se encuentra el terreno más adecuado para el florecimiento de vocaciones. La mentalidad actual de consumo puede tener repercusiones negativas en el surgimiento y el cuidado de las vocaciones; de ahí la necesidad de prestar especial atención a la promoción de las vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada. La familia es también el fulcroformativo de la juventud. Europa y África tienen necesidad de jóvenes generosos, que sepan hacerse cargo de manera responsable de su futuro, y todas las instituciones deben tener en cuenta que en estos jóvenes se encuentra el futuro y que es importante hacer todo lo posible para garantizar que su camino no esté marcado por la incertidumbre y la oscuridad. Queridos hermanos, sigan con especial atención su crecimiento humano y espiritual, alentando también las iniciativas de voluntariado que puedan tener un valor educativo.
En la formación de las nuevas generaciones asume un rol importante la dimensión cultural. Ustedes saben muy bien lo mucho que la Iglesia estima y promueve toda forma auténtica de la cultura, a la que ofrece la riqueza de la palabra de Dios y la gracia que emana del misterio pascual de Cristo. La Iglesia respeta cada descubrimiento de la verdad, porque toda verdad viene de Dios, pero sabe que la mirada de la fe puesta en Jesús abre la mente y el corazón a la Verdad primera, que es Dios. Así, la cultura alimentada por la fe lleva a la verdadera humanización, mientras que las falsas culturas terminan por conducir a la deshumanización: en Europa y en África hemos tenido tristes ejemplos. Esto de la cultura, debe ser por lo tanto una preocupación constante que cae bajo su acción pastoral, teniendo siempre en cuenta que la luz del Evangelio forma parte del tejido cultural, elevándolo y haciendo fecundar las riquezas.
Queridos amigos, el Simposio les ha dado la oportunidad para reflexionar sobre los problemas de la Iglesia en los dos continentes. Claro, estos no faltan, y son a veces relevantes; pero, por otro lado, también son prueba de que la Iglesia está viva, creciendo, y no tiene miedo de llevar a cabo su misión evangelizadora. Para ello necesita de la oración y del compromiso de todos los fieles; porque la evangelización es parte de la vocación de todos los bautizados, que es una vocación a la santidad. Los cristianos que tienen una fe viva y están abiertos al Espíritu Santo, se convierten en testigos con la palabra y la vida del evangelio de Cristo. A los pastores, sin embargo, se les confía una responsabilidad especial. Por lo tanto, “su santidad personal debe repercutir en beneficio de los que han sido confiados a vuestro cuidado pastoral, y a los que debéis servir. La vida de oración fecundará desde dentro su apostolado. Un obispo debe ser amante de Cristo. Su distinción y autoridad moral que sustentan el ejercicio de su potestad jurídica, sólo pueden venir de su santidad de vida.” (Ex. ap. postsin. Africae munus, 100).
Encomiendo sus propósitos espirituales y sus proyectos pastorales a la intercesión de María, Estrella de la Evangelización, a la vez que les imparto de corazón una especial bendición apostólica a ustedes, a las conferencias episcopales de África y Europa y a todos sus sacerdotes y fieles.
Traducido del italiano por José Antonio Varela V.
ZENIT nos ofrece el texto íntegro del discurso del papa en la audiencia general del miércoles, 12 de Febrero de 2012, en el Aula Pablo VI, donde se encontró con grupos de fieles y peregrinos procedentes de Italia y del mundo.
Queridos hermanos y hermanas:
En nuestra escuela de oración, el miércoles pasado, hablé sobre la oración de Jesús en la cruz tomada del Salmo 22: “Dios, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?”. Ahora quisiera seguir meditando sobre la oración de Jesús en la cruz, en la inminencia de la muerte y me gustaría centrarme hoy en la narración que encontramos en el evangelio de san Lucas. El evangelista nos ha transmitido tres palabras de Jesús en la cruz, dos de las cuales --la primera y la tercera--, son oraciones dirigidas explícitamente al Padre. La segunda, por el contrario, consiste en la promesa hecha al llamado buen ladrón crucificado con él; respondiendo a la oración del ladrón, Jesús le asegura: “Yo te aseguro: hoy estarás conmigo en el Paraíso.” (Lc. 23, 43). En Lucas están entrelazadas sugestivamente las dos oraciones que Jesús agonizante dirige al Padre y la acogida de la súplica que le dirige el pecador arrepentido. Jesús invoca al Padre y al mismo tiempo escucha la oración de este hombre que a menudo es llamado latro poenitens, "el ladrón arrepentido."
Detengámonos en estas tres oraciones de Jesús. La primera la pronuncia inmediatamente después de ser clavado en la cruz, mientras los soldados se están dividiendo sus vestidos como triste recompensa de su servicio. En cierto modo, con este gesto se cierra el proceso de la crucifixión. San Lucas escribe: “Llegados al lugar llamado Calvario, le crucificaron allí a él y a los malhechores, uno a la derecha y otro a la izquierda. Jesús decía «Padre, perdónales, porque no saben lo que hacen» Se repartieron sus vestidos, echando a suertes.” (23,33-34). La primera oración que Jesús dirige al Padre es de intercesión, pide perdón por sus verdugos. Con esto, Jesús cumple en primera personalo que había enseñado en el Sermón dela Montañacuando dijo: “Pero yo les digo a los que me escuchan: Amen a sus enemigos, hagan el bien a los que los odien.” (Lc. 6,27) y también había prometido a los que supieran perdonar: “su recompensa será grande, y serán hijos del Altísimo” (v.35). Ahora, desde la cruz, no solo perdona a sus verdugos, sino que se dirige directamente al Padre intercediendo en su favor.
Esta actitud de Jesús encuentra una “imitación” conmovedora en el relato de la lapidación de san Esteban, el primer mártir. Esteban, llegando a su fin, “dobló las rodillas y dijo con fuerte voz: 'Señor, no les tengas en cuenta este pecado'. Y diciendo esto, murió”. (Hch 7,60): esta fue su última palabra. La comparación de la oración de perdón de Jesús con la del protomártir es significativa. Esteban se dirige al Señor resucitado y le pide que su muerte --un gesto claramente definido por la expresión “este pecado”--, no se la impute a sus asesinos. Jesús en la cruz se dirige al Padre y no solo pide perdón por sus verdugos, sino que también ofrece una lectura de lo que está sucediendo. En sus palabras, de hecho, los hombres que lo crucifican "no saben lo que hacen" (Lc. 23,34). Él sitúa la ignorancia, el "no saber", como la razón para la petición de perdón al Padre, porque esta ignorancia deja abierto el camino a la conversión, como es el caso de las palabras que dijo el centurión ante la muerte de Jesús: “Ciertamente este hombre era justo" (v. 47), era el Hijo de Dios. “Sigue siendo un consuelo para todos los tiempos y para todos los hombres el hecho de que el Señor, tanto sobre aquellos que realmente no sabían --los verdugos--, como los que sabían y lo condenaron, pone la ignorancia como la razón para pedir perdón, la ve como una puerta que se nos puede abrir hacia la conversión.” (Gesù di Nazaret, II, 233).
La segunda palabra de Jesús en la cruz reportada por san Lucas es una palabra de esperanza, es la respuesta a la oración de uno de los dos hombres crucificados con Él. El buen ladrón frente a Jesús volvió en sí y se arrepiente, se da cuenta que está frente al Hijo de Dios, que revela el rostro mismo de Dios, y le pide: “Jesús, acuérdate de mí cuando vengas con tu Reino” (v. 42). La respuesta del Señor a esta oración va mucho más allá de la petición y le dice: “Yo te aseguro: hoy estarás conmigo en el Paraíso” (v. 43). Jesús es consciente de entrar directamente en la comunión con el Padre y de volver a abrir el camino al hombre hacia el paraíso de Dios. Así, a través de esta respuesta da la firme esperanza de que la bondad de Dios puede tocarnos incluso en el último momento de la vida, y que la oración sincera, incluso después de una vida equivocada, encuentra los brazos abiertos del Padre bueno que espera el regreso del hijo.
Pero detengámonos en las últimas palabras de Jesús agonizante. El evangelista dice: “Era ya cerca de la hora sexta cuando, al eclipsarse el sol, hubo oscuridad sobre toda la tierra hasta la hora nona. El velo del Santuario se rasgó por medio y Jesús, dando un fuerte grito, dijo: «Padre, en tus manos pongo mi espíritu» y, dicho esto, expiró” (vv. 44-46). Algunos aspectos de esta narración son diferentes a la imagen ofrecida en Marcos y en Mateo. Las tres horas de oscuridad no se describen, mientras que en Mateo se relacionan con una serie de eventos apocalípticos, como el terremoto, la apertura de los sepulcros, los muertos que resucitan (cf. Mt 27,51-53). En Lucas, las horas de oscuridad tienen su causa en el eclipsarse del sol, pero en ese momento se da el desgarramiento del velo del templo. De este modo, el relato de Lucas presenta dos signos, con cierto paralelismo con el cielo y el templo. El cielo pierde su luz, se hunde la tierra, mientras que en el templo, el lugar de la presencia de Dios, se rasga el velo que protege el santuario. La muerte de Jesús está explícitamente caracterizada como un evento cósmico y litúrgico; en particular, marca el inicio de un nuevo culto, en un templo no construido por hombres, porque es el mismo cuerpo de Jesús muerto y resucitado, el que reúne a los pueblos y los une en el sacramento de su cuerpo y de su sangre.
La oración de Jesús, en este momento de sufrimiento, “Padre, en tus manos pongo mi espíritu”, es un fuerte grito de extrema y total confianza en Dios. Esta oración expresa el pleno conocimiento de no ser abandonado. La invocación inicial “Padre”, recuerda su primera declaración de niño de doce años. Entonces había permanecido tres días en el templo de Jerusalén, cuyo velo ahora está rasgado. Y cuando sus padres le habían expresado su preocupación, él respondió: “Y ¿por qué me buscaban? ¿No saben que yo debía estar en la casa de mi Padre?” (Lc. 2,49). De principio a fin, lo que determina por completo el sentir de Jesús, su palabra y su acción, es su relación única con el Padre. En la cruz Él vive plenamente, en el amor, esta relación filial con Dios, que anima su oración.
Las palabras pronunciadas por Jesús, después de la invocación “Padre”, retoman una expresión del salmo 31: “En tus manos mi espíritu encomiendo” (Sal. 31,6). Estas palabras, sin embargo, no son una simple cita, sino más bien muestran una firme decisión: Jesús se “entrega” al Padre en un acto de total abandono. Estas palabras son una oración de “entrega”, llena de confianza en el amor de Dios. La oración de Jesús antes de su muerte es trágica, como lo es para cada hombre, pero al mismo tiempo, está impregnada por aquella profunda calma que viene de la confianza en el Padre y del deseo de entregarse totalmente a Él. En Getsemaní, cuando entró en la lucha final y en la oración más intensa y estaba a punto de ser “entregado en manos de los hombres” (Lc. 9,44), su sudor se hizo “como gotas espesas de sangre que caían en tierra” (Lc. 22,44). Pero su corazón era totalmente obediente a la voluntad del Padre, y por eso “un ángel venido del cielo” había venido a confortarlo (cf. Lc. 22,42-43). Ahora, en sus últimos momentos, Jesús se dirige al Padre, diciendo cuáles son realmente las manos a las que él entrega toda su existencia. Antes de partir para el viaje a Jerusalén, Jesús había insistido a sus discípulos: “Escuchen estas palabras: el Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres” (Lc. 9,44). Ahora, que la vida está por dejarlo, sella en la oración su decisión final: Jesús permitió ser entregado “en manos de los hombres”, pero es en las manos del Padre donde ponesu espíritu; así, --como dice el evangelista Juan--, todo se ha cumplido, el supremo acto de amor ha llegado a su fin, al límite que va más allá del límite.
Queridos hermanos y hermanas, las palabras de Jesús en la cruz en los últimos momentos de su vida terrena ofrecen indicaciones exigentes a nuestra oración, pero abren también a una confianza serena y a una esperanza firme. Jesús que pide al Padre que perdone a aquellos que lo están crucificando, nos invita al difícil gesto de orar también por aquellos que nos hacen mal, que nos han dañado, sabiendo perdonar siempre, a fin de que la luz de Dios ilumine sus corazones; y nos invita a tener, en nuestra oración, la misma actitud de misericordia y de amor que Dios tiene hacia nosotros: “perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden”, decimos todos los días en el Padre Nuestro. Al mismo tiempo, Jesús, en el momento extremo de la muerte se entrega totalmente en las manos de Dios Padre, nos da la certeza de que, mientras más duras sean las pruebas, difíciles los problemas y pesado el sufrimiento, no caeremos nunca fuera de las manos de Dios, esas manos que nos crearon, nos sostienen y nos acompañan en el camino de la vida, porque están conducidas por un amor infinito y fiel. Gracias.
Traducido del original italiano por José Antonio Varela Vidal
©Librería Editorial Vaticana
Lectio divina para el lunes de la cuarta semana de Cuaresma 2012, ofrecida por la Delegación Diocesana de Liturgia de la Diócesis de Tenerife.
Lectura: “Juan 4, 4354”
En aquel tiempo, salió Jesús de Samaria para Galilea. Jesús mismo habla hecho esta afirmación: «Un profeta no es estimado en su propia patria.»
Cuando llegó a Galilea, los galileos lo recibieron bien, porque hablan visto todo lo que había hecho en Jerusalén durante la fiesta, pues también ellos hablan ido a la fiesta.
Fue Jesús otra vez a Cana de Galilea, donde habla convertido el agua en vino. Habla un funcionario real que tenía un hijo enfermo en Cafarnaún. Oyendo que Jesús había llegado de Judea a Galilea, fue a verle, y le pedía que bajase a curar a su hijo que estaba muriéndose.
Jesús le dijo: «Como no veáis signos y prodigios, no creéis.»
El funcionario insiste: «Señor, baja antes de que se muera mi niño.»
Jesús le contesta: «Anda, tu hijo está curado.»
El hombre creyó en la palabra de Jesús y se puso en camino. Iba ya bajando, cuando sus criados vinieron a su encuentro diciéndole que su hijo estaba curado. Él les preguntó a qué hora había empezado la mejoría. Y le contestaron: «Hoy a la una lo dejó la fiebre.» El padre cayó en la cuenta de que ésa era la hora cuando Jesús le había dicho: «Tu hijo está curado.» Y creyó él con toda su familia.
Este segundo signo lo hizo Jesús al llegar de Judea a Galilea.
Meditación:
“No creéis”
No se le puede reprochar nada a aquellas personas. Yo también busco muchas veces no a ti, sino tus signos. De alguna forma, tal vez muy sutil, trato de utilizarte para mis intereses, para que no se me tuerzan las cosas, para que todo vaya bien: la salud, los problemas, que todo se solucione fácil, y por eso me cuesta poco quejarme de todo, incluso me atrevo a decir que no te importo si la cosas no van bien, si las dificultades y las contrariedades y el dolor se cruzan en el camino de mi existencia.
Y así, al final, tengo que reconocer con tristeza que no te quiero a ti, si no tus productos, te quiero para utilizarte como poción mágica de mi caminar y, claro, tú no quieres eso.
Me señalas con el dedo para que mire al cielo y me quedo mirando el dedo. Tú te empeñas en mostrarme toda la dimensión profunda de mi vida llamada a abrirse a ti, a mis hermanos, a mí mismo, a potenciar mi humanidad, a ser capaz de moverme y de pasar por encima y más allá de los contratiempos dolorosos de esta vida, pero yo sigo aferrado a la espera del milagro.
Y tú, con voz un tanto lastimera, me sigues invitando a abrirme al abismo profundo de la fe, que me llama a introducirme en tu misterio de amor, en mi propio misterio, en el misterio del corazón humano, para descubrir su fuerza de vida, y poner mi vida, como tú, al servicio de potenciar cualquier signo de vida.
Oración:
“Generador de vida”
Me pongo de nuevo ante ti, Señor, necesitado de tu fuerza. Te necesito, pero no te pido ningún signo, te tengo a ti y eso me vale. Sólo quiero pedirte que no me falte tu fuerza para seguir aferrado a ti, para que nunca deje de buscarte a ti, para que sepa descubrir que en todas las circunstancias de mi vida no dejas de estar a mi lado.
Que no pierda nunca la certeza de que me sostienes, de que caminas conmigo, de que me sigues ofreciendo tu vida, para que no deje nunca de ser, como tú, generador de vida.
Contemplación:
“Caminas conmigo”
Cada día salgo
en tu busca, Señor,
pero antes de que te encuentre
ya me has encontrado tú.
Y sé que en las continuas noches
que se ciernen sobre mí,
Tú caminas conmigo,
me sostienes con tu amor callado,
me acaricias,
y me llevas de la mano.
Lectio divina para el domingo cuarto de Cuaresma - B, ofrecida por la Delegación Diocesana de Liturgia de la diócesis de Tenerife.
Lectura: “Juan 3, 1421”
En aquel tiempo dijo Jesús a Nicodemo: Lo mismo que Moisés elevó la serpiente en el desiertos así tiene que ser elevado el Hijo del Hombre, para que todo el que cree en él tenga vida eterna.
Tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Hijo único, para que no perezca ninguno de los que creen en él, sino que tengan vida eterna.
Porque Dios no mandó su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo se salve por él.
El que cree en él, no será condenado; el que no cree, ya está condenado, porque no ha creído en el nombre del Hijo único de Dios.
Esta es la causa de la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres prefirieron la tiniebla a la luz, porque sus obras eran malas.
Pues todo el que obra perversamente detesta la luz, y no se acerca a la luz, para no verse acusado por sus obras.
En cambio, el que realiza la verdad se acerca a la luz, para que se vea que sus obras están hechas según Dios.
Meditación:
“Que tengan vida eterna”
Es una palabra que no tiene desperdicio y que nos asoma a todo el proyecto de amor de Dios para con la humanidad. Hemos convertido o queremos convertir a Dios en un enemigo del hombre. Todavía no hemos descubierto que somos nosotros los que hemos creado la enemistad, los que hacemos proliferar enemigos por todas partes, los que nos distanciamos, los que nos ponemos barreras, los que mantenemos la fuerza del poder y de la violencia, los que rompemos el amor y la vida, y los trivializamos hasta despojarlos de todo su sentido y toda su riqueza. No, Dios no es enemigo del hombre, es nuestro creador, nuestro Padre, nuestro amigo, y su proyecto sobre la humanidad es un proyecto de amor, un proyecto de vida en el que se implica hasta los límites insospechados de lo que podemos pensar de un Dios, hasta dar la vida para que tengamos vida.
Releer esta lectura es asomarnos y asombrarnos al escuchar ese “tanto amó Dios al mundo”(¿dónde está el enemigo?), que entregó a su Hijo y pasó por el mundo convertido en don, comunicando amor de Dios, al lado del hombre para dignificarlo, incluso frente a leyes religiosas que los hombres inventamos, no para agradar a Dios, sino a nosotros mismos. Metido de lleno en el proyecto de aportar vida allí donde pasa, y abriendo las puertas de la vida hasta esa plenitud en la que nosotros no podemos entrar si no es por el milagro de su bondad, de su proyecto de amor con la obra salida de sus manos, mejor, de su corazón, de su Espíritu.
Y en ese proyecto de generar vida, de construir vida, en el sentido más pleno y total de la palabra, me invitas a adentrarme a mí. En esta cuaresma que avanza me sitúas ante mí mismo, antes mis actitudes, ante la orientación de mis sentidos y de mis opciones profundas de humanidad, ante la firmeza de mi fe, la certeza de mi esperanza, y la fuerza y radicalidad de mi amor. Me ayudas a situarme ante tu verdad y la mía, y desde ahí a seguir dirigiendo mi mirada, la mirada de mi existencia hacia ti.
Señor, en el camino de mi vida me voy acercando, entre fracasos y caídas, entre deseos e ilusiones, a la meta de mi peregrinación, y deseo culminar mi andadura contigo. Sabes que llegaré muy herido, tal vez desfigurado mi rostro de hijo, pero ayúdame a seguir hasta el final, manteniendo mi mirada y mi esperanza en ti para alcanzar la meta a la que me llamas: Tú.
Oración:
“Conviérteme”
Dios mío, gracias por tanto amor al que no soy capaz de responder con la fuerza que debía. Perdona mi poco esfuerzo, mi superficialidad, mis fracasos; pero no dejes de mirar mis anhelos, mis deseos, mis ilusiones, mis esfuerzos tenues, y empújalos. En este camino cuaresmal trato de encauzar mi corazón hacia ti. Siento el deseo y la necesidad de rehacerme contigo y desde ti. Me quiero implicado más de lleno en tu historia de amor, en tu seguimiento, en mi ser testigo de toda la experiencia de amor que a lo largo de mi vida me has permitido experimentar. Permíteme, Señor, adentrarme en la aventura de mi crecimiento humano, de mi ser de hijo tuyo, de hacer de mi vida un don para quienes se han cruzado y se cruzan en el camino de mi vida. Conviérteme, Señor, en ti y a ti.
Contemplación:
“Sólo tú”
Asomado a la ventana de mi vida
veo pasar corrientes de sueños
que ansían hacerse realidad.
Brazos levantados a lo alto
anhelando vida que negamos,
cerrando los círculos de grandeza
para la que hemos sido creados.
Así descubro que sólo tú puedes
desbordar las orillas cerradas,
con la corriente inmensa de tu amor,
y hacer fecunda la tierra fértil
con la que has modelado mi corazón.
FIESTA DE SAN JOSÉ
19 de Marzo de 2012
La gracia y la paz de nuestro Señor Jesucristo, el hijo de María y José, el Hijo de Dios, esté con todos vosotros.
- Celebramos hoy la fiesta de un hombre fiel y leal. Es José, el carpintero de Nazaret. Él amó, con un amor total, con una confianza total, al Dios que le había elegido para acompañar el camino del Salvador del mundo. Y amó igualmente, de todo corazón, a su mujer María y a su hijo Jesús. José fue un hombre de fe que mantuvo su amor en todas las circunstancias, pasase lo que pasase. Hoy lo recordamos con alegría y lo sentimos como un buen modelo para nuestras vidas y para nuestro camino haciala Pascua.
A. penitencial: En silencio, preparémonos para celebrar esta Eucaristía.
Tú, hijo de David. SEÑOR,TEN PIEDAD.
Tú, hermano nuestro. CRISTO,TEN PIEDAD.
Tú, luz de las naciones. SEÑOR,TEN PIEDAD.
Gloria: Allí en Belén, en honor de aquel niño recién nacido y para acrecentar la alegría de sus padres María yJosé, los ángeles cantaron la gloria de Dios que es paz para la humanidad entera. Unámonos nosotros ahora a este cántico de alegría.
Antes de las lecturas: Escucharemos ahora las lecturas de esta fiesta, que nos ayudarán a entender el papel que jugó José en los planes de Dios. Nos hablarán de las promesas de Dios a David, y de la fe de Abrahán, el padre del pueblo. Y nos conducirán, a través de estos recuerdos, hasta la figura del carpintero de Nazaret. Por medio de él, se realizan las esperanzas de Israel y de la humanidad.
Oración universal: Con la fe y la confianza de José de Nazaret, oremos a Dios, nuestro Padre, por nosotros, porla Iglesiay por toda la humanidad. Oremos diciendo: ESCÚCHANOS, PADRE.
Por toda la Iglesia. Para que, como san José, sea fiel ala Buena Noticiaque le ha sido confiada. OREMOS:
Por los que se preparan para el sacerdocio. Para que Dios los bendiga y les llene de amor a Jesucristo y de profundo espíritu de servicio a la comunidad. OREMOS:
Por los jóvenes de nuestras comunidades cristianas. Para que muchos oigan la llamada de Jesús a seguirle en el ministerio sacerdotal, y le sepan responder con decisión y confianza. OREMOS:
Por los padres de familia. Para que pongan mucho amor en sus hogares, y puedan vivir confiadamente todas las situaciones de la vida. OREMOS:
Por los carpinteros y por todos los que, como san José, viven del trabajo manual. Para que Dios los bendiga, y puedan tener paz y bienestar. OREMOS:
Por todos nosotros. Para que esta fiesta de san José nos llene de alegría y nos haga más cristianos. OREMOS:
Escucha, Padre, las oraciones que te dirigimos en esta fiesta, y llénanos con los dones de tu bondad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Padrenuestro: Como hijos de Dios, hermanos de Jesucristo, nos atrevemos a decir:
Despedida: Con el deseo de llevar a todos nuestros hermanos, en nuestra vida de cada día, la alegría y la esperanza que Jesús nos da, podéis ir en paz.
CPL
Reflexión a las lecturas del domingo cuarto de Cuaresma - B, ofrecida por el sacerdote Don Juan Manuel Pérez Piñero bajo el epígrafe "ECOS DEL DÍA DEL SEÑOR"
Domingo IV de Cuaresma B
El Beato Juan XXIII llamó a la Iglesia “Madre y Maestra” en un documento memorable. En este tiempo de Cuaresma lo constatamos paso a paso. ¡Con cuánta preocupación, con cuánto cuidado…, nos prepara, día a día, para la celebrar la Pascua, la Fiesta más importante de los cristianos!
Hoy la Liturgia nos invita a la alegría porque se acerca la Pascua. Es el Domingo que, desde antiguo, se llama “Laetare”. La Antífona de Entrada comienza diciendo: “Festejad a Jerusalén, gozad con ella, todos los que la amáis…” Y “Jerusalén” ahora es la Iglesia, a la que se le invita a hacer fiesta, porque de eso se trata, de preparar una Fiesta. Y la alegría se multiplica este Domingo a la luz de la Palabra de Dios, que trata de poner delante de nuestros ojos, el amor inmenso, infinito…, que Dios nos ha tenido. Cuando uno lee despacio estos textos, siente verdadero asombro al contemplar el afán, el interés tan grande de Dios por salvar a los hombres, porque nos vaya bien, porque seamos felices… Y culmina en la Venida del Hijo no “para condenar al mundo, sino para que el mundo se salve por Él”.
Este es el último eslabón y el más importante, de esa preciosa cadena de amor con la que el Señor nos “ata a su lado”. S. Alfonso pone en labios de Dios esta expresión: “Desde que existo, te amo”. Se nos presenta hoy a Jesucristo, como aquel que ha venido a liberarnos del pecado y de todo mal y para que tengamos vida y la tengamos en abundancia (Jn 10, 10).
En la primera lectura contemplamos cómo Dios envía a su pueblo elegido que multiplicaba sus infidelidades, avisos por medio de sus mensajeros “porque tenía compasión de su pueblo y de su Morada”. Hasta que no hubo remedio… Y llega la dura experiencia del destierro de Babilonia. Y cómo se vale de un rey pagano, Ciro, para liberarlo del destierro y animarle a reconstruir el templo de Jerusalén…
S. Pablo resume esta historia de amor diciendo: “Dios, rico en misericordia, por el gran amor con que nos amó, estando nosotros muertos por los pecados, nos ha hecho vivir con Cristo –por pura gracia estáis salvados-, nos ha resucitado con Cristo Jesús y nos ha sentado en el Cielo con Él”. ¡Impresionante! ¡Asombroso! En otro lugar el mismo Apóstol nos dice: “La prueba de que Dios nos ama es que Cristo, siendo nosotros todavía pecadores, murió por nosotros” (Rom 5, 8).
Y ese es el tema de aquella conversación memorable de Jesús con Nicodemo que nos presenta el Evangelio: “Lo mismo que Moisés elevó la serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado el Hijo del Hombre, para que todo el que cree en Él tenga vida eterna”. Se trata de acoger “la vida eterna” que, iniciada en el tiempo, no terminará jamás. A esa grandeza, a esa dicha inmensa nos ha llamado el Señor. Pero esto no se impone a nadie por la fuerza. Ya decía S. Agustín: “El que te creó sin ti no te salvará sin ti”.
En concreto, se trata de hacer opción por la luz y no por las tinieblas, como nos advierte el Señor en el Evangelio. Y la historia de la Humanidad y de la Iglesia es una lucha constante entre la luz y las tinieblas, que tiene repercusiones eternas…
El Señor nos advierte que no se trata sólo de pensar rectamente, sino que la propia conducta influye en nuestro modo de pensar y actuar: “Todo el que obra mal detesta la luz y no se acerca a la luz, para no verse acusado por sus obras. En cambio, el que obra la verdad se acerca a la luz, para que se vea que sus obras están hechas según Dios”.
Hasta hace algún tiempo, los párrocos teníamos el deber de visitar las escuelas de la parroquia. A mi me encantaba hacerlo… Recuerdo que, entre los parvulitos, había algunos niños que se acercaban contentos a enseñarme algún dibujo. Es que pensaban que lo habían hecho bien. Si hubieran pensado que estaba mal, no me lo hubieran enseñado. Y eso es lo que nos acaba de decir el Señor. Por eso cuando leo este texto del Evangelio, me acuerdo de aquellos parvulitos.
¡¡FELIZ DOMINGO!! ¡Feliz Día del Señor!
DOMINGO CUARTO DE CUARESMA B
MONICIONES
PRIMERA LECTURA
En estos domingos de Cuaresma seguimos recordando las etapas principales del Antiguo Testamento. Hoy se nos recuerda las circunstancias que rodearon el destierro de los israelitas a Babilonia y el retorno a la tierra de Israel en tiempos de Ciro, rey de Persia.
SALMO RESPONSORIAL
El salmo es un bello cántico de lamentación por el destierro, lleno de añoranza por la patria que se ha dejado.
SEGUNDA LECTURA
S. Pablo nos expone una de sus páginas-síntesis del cristianismo: Dios nos ama y nos salva por Jesucristo no por nuestros méritos sino por su gran misericordia. Es necesario que practiquemos las buenas obras que nos ha enseñado.
TERCERA LECTURA
En la conversación con Nicodemo Jesús nos habla del amor inmenso del Padre que nos ha dado a su Hijo para que el mundo se salve por medio de El.
COMUNIÓN
Nos acercamos a comulgar con la conciencia viva de que Dios nos ama: Él nos ha dado a su Hijo para que el mundo se salve por El.
Los que participamos ahora en la santa Misa en el misterio de su muerte y resurrección hemos de sentirnos especialmente lla-mados a intensificar nuestra preparación para la Pascua.
Lectio divina para el sábado de la tercera semana de Cuaresma 2012, ofrecida por la Delegación Diocesana de Liturgia de la diócesis de Tenerife.
Lectura: “Lucas 18, 914”
En aquel tiempo, a algunos que, teniéndose por justos, se sentían seguros de sí mismos y despreciaban a los demás, dijo Jesús esta parábola: «Dos hombres subieron al templo a orar. Uno era fariseo; el otro, un publicano. El fariseo, erguido, oraba así en su interior: "¡Oh Dios!, te doy gracias, porque no soy como los demás: ladrones, injustos, adúlteros; ni como ese publicano. Ayuno dos veces por semana y pago el diezmo de todo lo que tengo."
El publicano, en cambio, se quedó atrás y no se atrevía ni a levantar los ojos al cielo; sólo se golpeaba el pecho, diciendo: "¡Oh Dios!, ten compasión de este pecador."
Os digo que este bajo a su casa justificado, y aquél no. Porque todo el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.»
Meditación:
“El que se humilla”
Hay momentos en los que puedo situarme en los dos puestos. Creo que en mí hay una parte de fariseo y otra de publicano, de cual más no lo sé. Pero lo que me preocupa un poco es que en mi corazón siga habiendo todavía tanto de fariseo. Y es que es tan fácil, casi sin querer, ponerse por encima de los otros. Es tan fácil empezar a recordar todas las cosas que haces bien y regodearte en ellas, muchas veces, con cierta ingenuidad, que seguro tienes que reírte de mí, aunque lo más fácil es que te dé pena.
Y no sólo eso, lo peor es lo fácil que me resulta ver lo negativo de los demás, y aunque no me atreva a hacer la comparación explícita, sí que implícitamente estoy poniendo de manifiesto que si yo hago el mal es por debilidad, mientras que el de los otros es por mala voluntad. Y soy tan torpe que no soy capaz de darme cuenta, aunque me lo digas una y otra vez, que mientras el otro queda justificado de sus errores, yo quedo condenado en mis supuestas virtudes.
Me da no sé qué hablar a veces de humildad, porque no es una palabra que se lleve, la tenemos como característica de los débiles, de los flojos, cuando en realidad es virtud de los fuertes. Sólo un corazón humilde puede ser capaz de reconocer la propia verdad y la de los otros. Ella es la que me puede abrir a la sinceridad, la honestidad, la cercanía y el respeto a los otros, al perdón y a la misericordia. Y si de algo estoy seguro es que para eso se necesita mucha fuerza, mucha valentía, mucho coraje, mucha sinceridad, mucho amor auténtico, mucha capacidad de salir de uno mismo, mucha libertad. Siento que me sobrepasa, pero es algo que me gustaría conseguir cada día un poco más y mejor.
Oración:
“Bajar al fondo”
Gracias, Señor, porque me sitúas ante ti, y en ti me asomo al abismo de mi pobreza humana, y también a la altura de mis posibilidades. Descubro un corazón limitado, corto de miras, pero capaz de crecer y descubrir mundos nuevos que están escondidos en mí y que pugnan por manifestarse.
Que tu mano me ayude a sacar de mi fondo la belleza y la bondad que has colocado en él. Ayúdame a bajar al fondo de mi ser, para que pueda subir hasta la profundidad del tuyo.
Contemplación:
“Escrutas mi corazón”
Tu escrutas mi corazón,
ves su pequeñez
y su grandeza.
Y entras en él
para descubrirme
el abismo insondable
del amor que bulle
en él.
DEPARTAMENTO DE COMUNICACIÓN
38201.La Laguna. Tenerife.
Tfno. 922-25 86 40 / Extensión 8
e-mail: departamentodecomunicació[email protected]
Boletín 473
LAS NOTICIAS AMPLIADAS PUEDEN VERLAS ENTRANDO EN NUESTRO BLOG. Textos, sonidos, e imágenes los tienen en: http://www.comunicacionobispadodetenerife.blogspot.com/
Con ocasión de la fiesta de S. José, este fin de semana celebramos el Día del Seminario. Desde hace varias semanas los seminaristas se están haciendo presentes en todos los rincones de la diócesis. Además, el Obispo ha escrito un amplio artículo en el que, entre otras cosas, afirma: "En efecto, los seminaristas son la prueba de que Dios sigue llamando a jóvenes cristianos para que sigan a Cristo por el camino de la vocación sacerdotal. Es Dios quien pone en sus corazones la 'Pasión por el Evangelio', una pasión que es amor, 'enamoramiento', de la persona de Cristo. A través de la web del Obispado puede leer la carta y acceder a todos los materiales de esta importante jornada.
Para el próximo domingo 18 de marzo, a las 20:00 horas, está previstala Vigiliade Oración Vocacional que tendrá lugar en la capilla del Seminario Diocesano. Previamente, como viene siendo habitual cada mes de marzo, el Seminario organiza un almuerzo para recaudar fondos y colaborar así en el sostenimiento de esta institución diocesana.
El curso “La labor social de la Iglesia en Canarias (ss. XVIII - XX)”, que organiza el ISTIC en colaboración conla UIMP, se ha venido desarrollando esta semana. Los organizadores de esta iniciativa formativa han considerado como objetivo para su celebración el analizar la acción social en Canarias y hacerlo a través de las instituciones de inspiración cristiana durante la época contemporánea, ofreciendo así una reflexión de los diferentes niveles de colaboración tanto del ámbito regular como secular.
Este sábado se reúne el Consejo Diocesano de Pastoral. Tras la oración que dirige el propio Obispo, Macario López introducirá el trabajo principal de la jornada que girará en torno a la “Nueva evangelización y la piedad popular”.
El miércoles 21 será el turno para el Consejo Presbiteral. El tema a abordar será: ‘El dinamismo de la caridad: la respuesta dela Iglesiaante la actual situación socio-económica’
El Coordinador del Área de Pastoral Social, Aurelio Feliciano ha invitado a todos los sacerdotes, diáconos, personas consagradas y agentes de pastoral social que lo deseen, a participar en el X Encuentro de Agentes de Pastoral Socio-caritativa. Una jornada que tendrá lugar el 24 de marzo, en el Seminario Diocesano, de 9:30 a 14:30 horas, bajo el lema “Discípulos y Misioneros Sirviendo”.La Eucaristía, presidida por el obispo se celebrará a las 9:45 horas.
La Vicaría Generalha difundido una Nota en la que se pide a los sacerdotes que: “considerando la situación de sequía generalizada que padecemos, por mandato de nuestro Obispo, rogamos se introduzca, enla Oraciónde los Fieles, una petición para pedir la lluvia. La misma, puede ser conforme a las indicadas para misas y oraciones por diversas circunstancias o necesidades del LibroLa Oraciónde los Fieles dela Conferencia Episcopal.
El delegado de la Pastoral Penitenciaria, Agustín Domingo Marrero, ha escrito una carta para informar sobre los actos que tendrán lugar en el marco de las XIII Jornadas Regionales de Pastoral Penitenciaria. Este año se van a celebrar en Tenerife los días 23, 24 25 de marzo. Tendrán como lema “liberados para liberar”, y pretenden descubrir las causas y comportamientos que producen exclusión, profundizar en cómo nos hemos de situar ante los pobres y excluidos y concretar los medios que llevarían a conseguir una sociedad más integradora. En el blog de comunicación del Obispado se encuentra el programa de las Jornadas.
Estos días se desarrollóla Semanade Formación Arciprestal de S/C deLa Palma, en el colegio deLa Palmitacon más de 150 personas repartidas en los tres cursos que se ofrecen. Discípulos y misioneros en un contexto de Nueva Evangelización; el Reino de Dios en los evangelios sinópticos; y herramientas para la intervención social: la acogida, son los títulos de los cursillos que se están impartiendo en el colegio de Santo Domingo de la capital palmera, más conocido comoLa Palmita.
Ángel Moreno Sancho, capellán-párroco de Buenafuente de Sistal y Vicario parala Vida Consagradadela Diócesisde Siguenza-Guadalajara, dirigirá el taller: "La Sorpresadel Evangelio de San Juan", los próximos días 21, 22 y 23 de marzo, enla Casade Oración Domus Mariae, en San Pedro Daute, Garachico. El horario del mismo será de 16:30 a 20:00 horas. Asimismo, Moreno guiará un retiro, el día 24 de marzo, de 9:30 a 13:30 horas. Para más información, se han facilitado los números de teléfono: 922 83 02 44 y 674 668 990.
Por otro lado, aprovechando la presencia de Ángel Moreno, de Buenafuente del Sistal, en Garachico para impartir un taller (21,22 y 23 de marzo) y un retiro (24 de marzo) bajo el título “Vivir en forma Eucarística”, también se ha querido ofrecer a los sacerdotes, un retiro para el viernes, 23 de marzo, de10 a13:30 horas, incluido el almuerzo. Será en la parroquia de San Pedro Daute.
Continuando con las gestiones que se vienen realizando en relación ala CatedraldeLa Laguna, el Obispo se reúne con el secretario de estado de Cultura, José María Lasalle.
Los grupos juveniles parroquiales de "Savia Nueva" han organizado para los días 23, 24 y 25 de marzo, ejercicios espirituales para jóvenes, pertenezcan o no a este movimiento. Tendrá lugar en el edificio del Seminario Diocesano y estarán dirigidos por Eduardo Rodríguez Rodríguez,
Los días 2, 3 y 4 de abril (lunes, martes y miércoles santo), la Comisión Justiciay Paz Tenerife organiza un campamento para niños/as. entre 5 y 13 años. Todos aquellos interesados serán aceptados por orden de inscripción, que pueden realizar escribiendo un correo a [email protected] o llamando al 922.88.29.17.
Después de las Vigilias de Cuaresma, los jóvenes de la diócesis están invitados a seguir adentrándose en el desierto cuaresmal, con el Punto de ENcuenTRO que se tiene programado para el viernes, 16 de marzo, a las 20:30 h., enla Parroquiade María Auxiliadora, en Santa Cruz. Será una vigilia vocacional.
El equipo de liturgia arciprestal de Icod de los Vinos ha organizado una celebración dela Penitenciadentro dela Cuaresma2012, que tendrá lugar en la parroquia de Los Silos, el domingo 18 de marzo, en horas de5 a7 de la tarde. Estarán presentes los sacerdotes del equipo arciprestal, es decir, los párrocos deLa Guancha, San Juan dela Rambla, Icod de los Vinos, Garachico, Buenavista del Norte y Los Silos).
La Casa Manresa acogerá el curso de Formación en Biblia "El Antiguo Testamento en la vida del cristiano", impartido por Junkal Guevar, el sábado 17 de marzo, de 10:00 a 17:00 horas. Asimismo, se ha invitado a cada participante a traer algo de comida para compartir.
El sábado, 17 de marzo, a las 20:00 horas, en la parroquia de Santo Domingo de Guzmán, enLa Laguna, tendrá lugar la representación de la obra literario musical “Las Mujeres dela Pasión”, cuyo autor es Saturnino González.
La Parroquiade Nuestra Señora del Rosario de Valle de Guerra celebrará el sábado día 18 de marzola Bendición Solemnede las imágenes de Nuestra Señora del Dulce Nombre y Pasión y la del Santísimo Cristo del Valle y dela Misericordia. Ambasobras son del imaginero sevillano Juan Antonio González García,
Por otro lado, el sábado, 28 de abril, el cantautor católico Nico Montero estará en concierto enLa Orotava, dentro del marco del PJ WEEKEND organizado porla Coordinadora Arciprestalde Pastoral Juvenil del Arciprestazgo deLa Orotava. Seráen las canchas del Colegio Salesiano, a partir de las 20.30h.
El viernes 23 de marzo, se estrenará la obra teatral "Las princesas no son tontas" a cargo del grupo de niños y niñas de 5º y 6º de EP, que forman parte del ámbito de arte y evangelización "OrAr-T", del Centro Juvenil Salesiano deLa Orotava. Setrata de una obra cómica en la que las princesas de los cuentos, cansadas de sus estereotipos, nos dan su propia versión de la historia. La representación tendrá lugar el Teatro del Colegio Salesiano deLa Orotava, en dos sesiones: la primera a las 19.30h y, la segunda, a las 20.30h. El coste de la entrada será solo de 3€.
Cáritas Diocesana ha sido la beneficiaria de la iniciativa emprendida por el Consulado de Italia en S/C de Tenerife yla Asociaciónde Lengua y Cultura Italiana “Leonardo Da Vinci” en las pasadas fechas navideñas, equivalente a la donación del importe del gasto en tarjetas y sellos postales.
Bajo el lema “Discípulos y Misioneros”,la Vicaríade Santa Cruz ha programado las V Jornadas de formación para agentes de pastoral, que se celebrarán del 16 al 19 de abril, en el colegio Pureza de María de la capital tinerfeña. Las fichas para la inscripción las pueden solicitar a los párrocos dela Vicariade Santa Cruz y entregarlas antes del 16 de marzo.
Diez iglesias del Archipiélago acogerán este año los ocho conciertos y dos conferencias programados con motivo de la celebración del VII Encuentro de Música Religiosa de Canarias que, bajo la dirección artística del maestro Gregorio Gutiérrez y la coordinación de Rubén Pérez, se celebrará entre los días 17 y 25 de marzo.
El pasado sábado 10 de marzo, la parroquia de Aguagarcía celebró la tradicional "Cena del Hambre", a favor de Manos Unidas, la cual se lleva desarrollando más de 20 años. El menú fue un bocadillo y un refresco y el dinero recaudado estuvo en torno a los 1800 Euros. Esta iniciativa se volverá a desarrollar este fin de semana en la parroquia de El Rosario, en Barranco Las Lajas.
El pasado fin de semana, tuvo lugar el Encuentro Insular de Matrimonios. En él participaron 9 parejas de distintos lugares de la isla deLa Palma. Entrelos monitores se encontraba el párroco de Tazacorte, Juan Ramos Concepción y varios matrimonios del Movimiento de Familias Cristianas, tanto de la isla como de Tenerife.
"Tradición de Luz" es el título de la exposición de pintura que se inaugurará el próximo 24 de marzo, a las 13:00 horas, enla Salade Exposiciones deLa Caixa, enLa Laguna. Setrata de una muestra del pintor Julio Padrón que aborda el recogimiento, la tradición y el sentimiento dela Semana Santa.Dicha exposición se podrá contemplar hasta el 7 de abril.
El próximo 24 de marzo, a las 20:30 horas, en la parroquia del Apóstol Santiago, en Los Realejos, tendrá lugar el acto de lectura del Pregón dela Semana Santade este municipio. El mismo correrá a cargo del profesor e investigador Álvaro Hernández.
La Delegación Diocesanade Misiones está organizando el camino de Santiago desde una dimensión misionera para el próximo mes agosto con el lema "Discípulos y misioneros como el Apóstol Santiago". Esta actividad se llevará a cabo del 13 al 23 de agosto de 2012. Los interesados se pueden poner en contacto con la delegación a través del correo electrónico: [email protected] o por teléfono: 922.25.86.40.
Palabras introductorias en el Programa de Semana Santa de la parroquia El Dulce Nombre de Jesús de La Guanchh y Horario de cultos en laS parroquias de El Dulce Nombre de Jesús y de San José de San Juan de la Rambla.
EL MISTERIO DE LA SALVACIÓN SE REALIZA PARA NOSOTROS Y EN NOSOTROS
Estimados feligreses
Una vez más el Domingo de Ramos nos introducirá en la Semana Mayor del año cristiano, la Semana Santa, y con la ayuda de los ritos sagrados del Jueves Santo, Viernes Santo y de la solemne Vigilia Pascual, reviviremos en nuestra parroquia el misterio de la pasión, muerte y resurrección del Señor Jesús. Serán días santos que pondrán de manifiesto el insondable amor de Dios por nosotros. Serán días en que el Señor Jesús nos dará la prueba suprema de su amor, entregando su vida por nuestra reconciliación.
Pero, ¡no nos engañemos! Los relatos de la Pasión, de la Muerte y de la Resurrección de nuestro Señor Jesús no relatan solamente acontecimientos históricos, de los cuales hacemos memoria cada año pero permaneciendo nosotros como meros espectadores que asisten a unas celebraciones y procesiones. ¡No! El misterio de la Salvación se realiza para nosotros y en nosotros. Os invito a introducirnos todos en este acontecimiento pascual contemplándonos a nosotros mismos en cada personaje:
. En Jesús y sus sufrimientos que se repiten en cada uno de nosotros a lo largo de toda nuestra vida: traición, cansancio, injusticia...
. En Pedro, impulsivo, generoso, pero muy vulnerable; en Judas y los Apóstoles.
. En Pilatos y los jefes de los sacerdotes, que juzgan y golpean sin misericordia.
. En la muchedumbre que a veces aclama y a veces ruge.
. Enla Virgen María, cuyo corazón es traspasado por una espada, pero que acompaña a Jesús en su Camino haciala Cruzy permanece a su lado en los momentos más dramáticos, en silencio pero en un abandono confiado y total.
. En los soldados que se burlan, golpean o son indiferentes a los sufrimientos de Cristo.
. En la Verónica y las santas mujeres que lloran y tratan de aliviar los sufrimientos del Maestro; en Simón de Cirene y José de Arimatea; en el Buen Ladrón que invoca a Jesús y logra, en los últimos momentos de su vida, robar el paraíso mismo...
Por eso la Semana Santa es un tiempo que el mismo Señor nos concede para realizar un alto en nuestro caminar y reflexionar sobre nuestra relación con Dios, con los demás y con nosotros mismos.
Aprovechemos estos días santos buscando la misericordia y el perdón del Señor con una sincera confesión de los pecados, alimentando nuestra alma con la Eucaristía, viviendo intensamente el Mandamiento Nuevo del Amor y resucitando con Cristo, a una vida nueva, más cerca de Dios.
A María, Madre de los dolores, confiamos nuestra vida y nuestra “Semana Santa” de La Guancha. Que ella no se aparte de nuestro lado porque también nosotros somos sus hijos en su Hijo.
PARROQUIA DE EL DULCE NOMBRE DE JESÚS
HORARIO DE CULTOS DE SEMANA SANTA
Días 27, 29 y 30 de Marzo
Charlas Cuaresmales ..........................07,00 de la tarde
VIERNES DE DOLORES 7,30 de Marzo
Función a Ntra. Sra. de los Dolores ..... 07,30 de la tarde
DOMINGO DE RAMOS 1 DE ABRIL
Bendición de los Palmos en el Calvario y
Procesión hasta el templo parroquial .10,30 de la mañana
Misa del Domingo de Ramos............. 11,00 de la mañana
MARTES SANTO 3 DE ABRIL
Confesiones. A partir de las...................05,00 de la tarde
MIÉRCORLES SANTO 4 DE ABRIL
Misa dela Cofradía“La Santa Pasión”.. 07,00 de la tarde
Procesión del Señor Preso ....................08,00 de la tarde
JUEVES SANTO 5 DE ABRIL
Misa in Coena Domini ..........................06,00 de la tarde
Procesión del Señor dela Columna....... 07,30 de la tarde
Hora Santa......................................... 10,00 de la noche
VIERNES SANTO 6 DE ABRIL
Vía Crucis hasta el Calvario y regreso.06,30 de la mañana
Celebración dela Pasión.................... 06,00 de la tarde Procesión del Santo Entierro............... 07,30 de la tarde Procesión del Retiro ...........................09,00 de la noche
SÁBADO SANTO 7 DE ABRIL
Solemne Vigilia Pascual........................ 10,00 de la noche
DOMINGO DE RESURRECCIÓN 8 DE ABRIL
Santa Misa con Procesión del Santísimo Sacramento y Bautismos .......................................10,45 de la mañana
DOMINGO 15 DE ABRIL
Misa de la Misericordia y Renovación de la promesas bautismales para niños de Primera Comunión..... 10,45 de la mañana
Las charlas cuaresmales serán impartidas por el Las charlas cuaresmales serán impartidas por el Rvdo. Sr. Don Javier José Jiménez Juste.
PARROQUIA DE SAN JOSÉ SAN JUAN DE LA RAMBLA
HORARIO DE CULTOS DE SEMANA SANTA
DOMINGO DE RAMOS – 1 de Abril
Bendición de los Palmos en la Ermita de las Rosas. . . . . .. . . . . . . 9,00 h
Bendición de los Palmos y Santa Misa. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12,15 h
LUNES SANTO - 2 de Abril
Misa y Viacrucis en la Ermita de La Vera. . . . . . . . . .. . . . . . . . . 19,30 h
MARTES SANTO – 3 de Abril
Confesiones . . . . .. . . .. . .. ……………………………………………………..... 17,00 h
MIÉRCOLES SANTO – 4 de Abril
Misa y Viacrucis en Las Rosas ………………………………………………....... 18,00 h
JUEVES SANTO – 5 de Abril
Misa in Coena Domini …………………………………………………………......... 17,00 h
Hora Santa …………………………………………………………………………........ 20,00 h
VIERNES SANTO – 6 de Abril
Viacrucis desde el templo parroquial hasta la cruz de los Quevedos 10.00h
Rosario de la Divina Misericordia …………………………………………............ 15,00 h
Celebración de la Pasión y Adoración de la Cruz ………………....... 15,30 h
Procesión Virgen de Dolores y el Cristo Crucificado………………......... 16,30h
SOLEMNE VIGILIA PASCUAL – 7 de Abril
Vigilia Pascual ………………………………………………………………………............ 20,00 h
PASCUA DE RESURRECCIÓN - 8 de Abril
Misa Solemne y Bendición del Santísimo Sacramento…………........ 12,15h
DOMINGO DE LA DIVINA MISERICORDIA
Misa y Renovación de las Promesas del Bautismo ………………....... 12,00h
Lectio divina para el viernes de la tercera semana de Cuaresma 2012, ofrecida por la Delegación Diocesana de Liturgia de la diócesis de Tenerife.
Lectura: “Marcos 12, 28b 34”
En aquel tiempo, un escriba se acercó a Jesús y le preguntó: «¿Qué mandamiento es el primero de todos?»
Respondió Jesús: «El primero es: "Escucha, Israel, el Señor, nuestro Dios, es el único Señor: amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente, con todo tu ser." El segundo es éste: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo." No hay mandamiento mayor que éstos.»
El escriba replicó: «Muy bien, Maestro, tienes razón cuando dices que el Señor es uno solo y no hay otro fuera de él; y que amarlo con todo el corazón, con todo el entendimiento y con todo el ser, y amar al prójimo como a uno mismo vale más que todos los holocaustos y sacrificios.» Jesús, viendo que habla respondido sensatamente, le dijo: «No estás lejos del reino de Dios.» Y nadie se atrevió a hacerle más preguntas.
Meditación:
“Amarás”
En mi camino cuaresmal hoy me dejas el mensaje central. Todo lo que puedas decirme en cualquier otra circunstancia será una consecuencia de este único mandamiento, que se desdobla en dos, como las dos caras de una misma moneda, no se pueda dar el uno sin el otro, juntos conforman el sentido de la vida de todo el que quiere identificarse como tu discípulo, de mi vida.
Pero no me los dejas sin más, en cada uno me dejas como un modo o una referencia. El amor a ti no es sin más un amarte mucho, es amarte con toda la totalidad de mi ser, de mi esencia, de mi existencia, y eso dicho así suena muy bonito, es una totalidad que habla de culmen, y eso me interpela, porque me vuelve a recordar que es un amor que tengo que hacer consciente en cada momento, y pasando por encima de todas las circunstancias, de todas las situaciones y de todas las personas. No es una exclusividad que ponga a los otros en inferioridad de condiciones, en un segundo plano, la segunda parte del mandamiento me lo aclara.
Cuanto más pleno sea mi amor a ti más garantizado está mi amor al prójimo, que se hará más incondicional, más sin condiciones. Y me gusta también el matiz, el modo, o la comparación, un amor que tiene que estar a la altura del amor a mí mismo. No, no significa un amor egoísta, sino un amor que me permite apreciarme y amarme como tú lo haces, desde mi verdad, rica y limitada, sabedora de que siempre hay un más. Entender eso en mí es camino para entenderlo en los demás y volcar, sobre todos, sobre ellos y sobre mí, que soy el primer prójimo de mí mismo, tu amor incondicional.
Oración:
“Amor sin límites”
Conozco muchas de mis limitaciones, no te puedo decir que todas, porque a veces me sorprendo a mí mismo en mi capacidad de cometer torpezas, en mi capacidad de herir incluso cuando no lo había pretendido. Te doy las gracias por recordarme, una y otra vez, que el amor cuanto más divino es más humano, y cuando más humano más divino. Adéntrame en la experiencia gozosa del amor sin límites.
Contemplación:
“Me amas”
Me amas, Señor,
me gusta escucharlo
y necesito decirlo.
Porque así te siento
más cercano,
y, sin darme cuenta,
me haces sentirme
también hermano.
La gracia y la paz de nuestro Señor Jesucristo, que nos ama y nos llama a la conversión, estén con todos vosotros.
- Hemos pasado ya la mitad de la Cuaresma. La Pascua está cerca. A lo largo de estas semanas, con buena voluntad, nos hemos esforzado por renovar nuestra vida, acercándonos más al Evangelio y uniéndonos más a Jesús. Y lo seguiremos haciendo, convencidos
de que merece la pena llenamos del amor, de la luz, de la vida que él nos ofrece.
A. penitencial: Con el anhelo de intensificar nuestra renovación personal, iniciemos esta celebración pidiendo perdón por todo aquello que nos separa de Dios, nuestro Padre. (Silencio, sin prisas).
Confesemos juntos nuestros pecados: Yo confieso, ante Dios todopoderoso ...
Dios, rico en misericordia, se apiade de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna.
Y ahora, desde nuestra pequeñez, invoquemos a Aquel que nos ama y tiene piedad de nosotros: SEÑOR, TEN PIEDAD - CRISTO, TEN PIEDAD - SEÑOR, TEN PIEDAD (cantado).
1. lectura (2 Crónicas 36,74-76.79-23): En estos domingos de Cuaresma, seguimos recordando las etapas principales de la historia del Antiguo Testamento. Hoy se nos recuerda un momento triste, un momento de ruptura. Es el final de los años en los que Israel había sido gobernado por los reyes descendientes de David.
2. lectura (Efesios 2,4-70): Preparándonos para la Pascua, escuchemos el anuncio de salvación que nos hace san Pablo. Es la obra de Dios, es la vida nueva que Jesucristo nos invita a vivir.
Oración universal: En este tiempo de conversión y de renovación de nuestra fe y nuestra esperanza, oremos cantando: KYRIE, ELEISON.
Por la Iglesia. Que sea siempre signo del amor de Dios para toda la humanidad. KYRIE, ELEISON.
Hoy, de un modo especial, oremos por el Seminario, donde se preparan los futuros sacerdotes de nuestra diócesis, y por sus responsables y formadores. KYRIE, ELEISON.
Por las vocaciones sacerdotales. Que no falten jóvenes que se sientan llamados y estén dispuestos a seguir al Señor en este camino de servicio. KYRIE, ELEISON.
Por los niños y jóvenes que recibirán el sacramento del bautismo, o de la confirmación, o que comulgarán por primera vez, en el próximo tiempo de Pascua. KYRIE, ELEISON.
Por todos nosotros. Que vivamos con intensidad este tiempo de conversión y de renovación que es la Cuaresma. KYRIE, ELEISON.
Escúchanos, Señor Jesús, y ten piedad de nosotros y del mundo entero. Tú que vives y reinas ...
Padrenuestro: Confiando en el amor de Dios, y como Jesucristo nos enseñó, nos atrevemos a decir:
Oración sobre el pueblo: Defiende, Señor, a los que te suplican, fortalece a los débiles, con tu luz de vida eterna a los mortales que caminan entre sombras, y, liberados de todo mal por tu clemencia, concédeles llegar a los bienes definitivos. Por ...
CPL
Reflexión de José Antonio Pagola al evangelio del domingo cuarto de Cuaresma - B, ofrecida por la Delegación Diocesana de Enseñanza de la diócesis de Tenerife.
MIRAR AL CRUCIFICADO
El evangelista Juan nos habla de un extraño encuentro de Jesús con un importante fariseo, llamado Nicodemo. Según el relato, es Nicodemo quien toma la iniciativa y va a donde Jesús «de noche». Intuye que Jesús es «un hombre venido de Dios», pero se mueve entre tinieblas. Jesús lo irá conduciendo hacia la luz.
Nicodemo representa en el relato a todo aquel que busca sinceramente encontrarse con Jesús. Por eso, en cierto momento, Nicodemo desaparece de escena y Jesús prosigue su discurso para terminar con una invitación general a no vivir en tinieblas, sino a buscar la luz.
Según Jesús, la luz que lo puede iluminar todo está en el Crucificado. La afirmación es atrevida: «Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único para que no perezca ninguno de los que creen en él, sino que tengan vida eterna». ¿Podemos ver y sentir el amor de Dios en ese hombre torturado en la cruz?
Acostumbrados desde niños a ver la cruz por todas partes, no hemos aprendido a mirar el rostro del Crucificado con fe y con amor. Nuestra mirada distraída no es capaz de descubrir en ese rostro la luz que podría iluminar nuestra vida en los momentos más duros y difíciles.
Sin embargo, Jesús nos está mandando desde la cruz señales de vida y de amor.
En esos brazos extendidos que no pueden ya abrazar a los niños, y en esa manos clavadas que no pueden acariciar a los leprosos ni bendecir a los enfermos, está Dios con sus brazos abiertos para acoger, abrazar y sostener nuestras pobres vidas, rotas por tantos sufrimientos.
Desde ese rostro apagado por la muerte, desde esos ojos que ya no pueden mirar con ternura a pecadores y prostitutas, desde esa boca que no puede gritar su indignación por las víctimas de tantos abusos e injusticias, Dios nos está revelando su "amor loco" ala Humanidad.
«Dios no mandó su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él». Podemos acoger a ese Dios y lo podemos rechazar. Nadie nos fuerza. Somos nosotros los que hemos de decidir. Pero «la Luzya ha venido al mundo». ¿Por qué tantas veces rechazamos la luz que nos viene del Crucificado?
Él podría poner luz en la vida más desgraciada y fracasada, pero «el que obra mal... no se acerca a la luz para no verse acusado por sus obras». Cuando vivimos de manera poco digna, evitamos la luz porque nos sentimos mal ante Dios. No queremos mirar al Crucificado. Por el contrario, «el que realiza la verdad, se acerca a la luz». No huye a la oscuridad. No tiene nada que ocultar. Busca con su mirada al Crucificado. Él lo hace vivir en la luz.
José Antonio Pagola
Red evangelizadora BUENAS NOTICIAS
18 de marzo de 2012
4 Cuaresma (B)
Juan 3, 14-21
Lectio divina para el jueves de la tercera semana de Cuaresma 2012, ofrecida por la Delegación Diocesana de Liturgia de la diócesis de Tenerife.
Lectura: “Lucas 11, 1423”
En aquel tiempo, Jesús estaba echando un demonio que era mudo y, apenas salió el demonio, habló el mudo. La multitud se quedó admirada, pero algunos de ellos dijeron: «Si echa los demonios es por arte de Belzebú, el príncipe de los demonios.»
Otros, para ponerlo a prueba, le pedían un signo en el cielo. Él, leyendo sus pensamientos, les dijo: «Todo reino en guerra civil va a la ruina y se derrumba casa tras casa. Si también Satanás está en guerra civil, ¿cómo mantendrá su reino? Vosotros decís que yo echo los demonios con el poder de Belzebú; y, si yo echo los demonios con el poder de Belzebú, vuestros hijos, ¿por arte de quién los echan? Por eso, ellos mismos serán vuestros jueces. Pero, si yo echo los demonios con el dedo de Dios, entonces es que el reino de Dios ha llegado a vosotros.
Cuando un hombre fuerte y bien armado guarda su palacio, sus bienes están seguros. Pero, si otro más fuerte lo asalta y lo vence, le quita las armas de que se fiaba y reparte el botín.
El que no está conmigo está contra mí; el que no recoge conmigo desparrama.»
Meditación:
“Contra mí”
No hay forma de mantener contento a alguien cuando ese alguien no está por la labor. Hagas lo que hagas siempre hay alguien que busca la forma de buscarle el lado negativo, la mala intención, las segundas intenciones. Y es doloroso sentir que cuando tratas de hacer las cosas lo mejor posible y de buscar el bien, haya quien diga que detrás hay una mala intención.
Es un riesgo que tenemos todos, ya que proyectamos en los demás aquello que ante una situación nosotros sentimos. He experimentado las dos situaciones para conmigo y de mi para los demás, y si es doloroso sentir las dos formas, es más comprobar que, en ocasiones, no es que haya una mala voluntad previa, sino que es algo que brota con espontaneidad, lo que hace descubrir hasta qué punto late dentro de nuestro corazón una realidad de mal de la que parece que nos cuesta ser dueños.
Descubrir y sentir que no podemos ser dueños de nosotros en todas las circunstancias es triste, pero lo es más saberlo y no estar como muy alertas sobre uno mismo, y esto es lo que en este momento siento que me urges.
Oración:
“Limpia mi corazón”
Señor, dame la luz necesaria para estar alerta sobre todos los sentimientos que brotan en mi corazón. Quiero ser dueño de mis reacciones, y deseo que vayan siempre en la dirección del bien, de la comprensión, de descubrir y pensar siempre en positivo, porque eso sé que me da otra perspectiva de los otros.
Ayúdame, Señor, a fortalecer no sólo mi cuerpo, sino me mente, mi corazón, mi espíritu. Ayúdame a introducirme cada día un poco más en el ámbito de tu amor. Levanta mis deseos, hazlos nobles, sinceros. Limpia mi corazón de todas esas adherencias que me llevan siempre por lo más oscuro, que nubla mi pensamiento, que tiende a asomarme a lo negativo de todo y de todos. Ábrelo a lo bueno y a lo bello.
Contemplación:
“Parte de ti”
Limpia mi mente
y mi corazón;
que la fuerza y la dulzura
de tu amor
penetre en mis entrañas,
para que nunca
deje de experimentar
que formas parte de mí,
que formo parte de ti.
Carta pastoral de Monseñor Don Bernardo Álvarez Afonso, obispo de Tenerife, ante el día del Seminario 2012 bajo el título "Apasionados por el Evangelio".
"Apasionados por el Evangelio"
Queridos Diocesanos:
Como cada año, el fin de semana más próximo al día de San José celebramos en nuestra Diócesis el Día del Seminario. La jornada se desarrolla, en esta ocasión, el 17 y 18 de marzo, 4º domingo de Cuaresma. El lema de la misma, "Pasión por el Evangelio", es una clara referencia a la vocación sacerdotal entendida como una energía interior, un movimiento del corazón, una realidad arraigada en los más profundo del alma.
Al celebrar el Día del Seminario, ante todo, damos gracias a Dios por todos los beneficios que ha concedido a nuestra Diócesis desde su fundación, hace 135 años, hasta hoy. En una gran mayoría, los sacerdotes que hemos tenido, y los que hoy tenemos, se han formado en el Seminario. Son miles de sacerdotes, "Apasionados por el Evangelio", que por Cristo, con Él y Él, prolongan su misión en el mundo, entregando su vida para que todos conozcan y experimenten la salvación que Dios le ofrece.
También, con la celebración Día del Seminario, tomamos conciencia de la importancia y necesidad de los sacerdotes en la vida dela Iglesia. Ellosson ministros de Cristo. Él mismo los ha elegido y consagrado para que, en su nombre, prediquen el Evangelio, celebren los sacramentos y guíen a los fieles hacia la madurez cristiana. Como decía el Beato Juan Pablo II: "Los sacerdotes existen y actúan para el anuncio del Evangelio al mundo y para la edificación dela Iglesia, personificando a Cristo, Cabeza y Pastor, y en su nombre" (PDV 15). Este "personificar a Cristo" y "actuar en su nombre", exige al sacerdote vivir conforme a su vocación para no crear una contradicción entre lo que es su vida real y lo que representa. En este empeño, el sacerdote sabe que la gracia de Dios nunca le falta, pero también necesita de la comunidad cristiana que siempre debe velar por la santidad de los sacerdotes.
Por eso, les pido a todos que, valorando a los sacerdotes por lo que son y representan, les apoyen y ayuden en su ministerio. No dejemos de aprovechar lo que Cristo nos ofrece por medio de ellos. Les recomiendo encarecidamente que oren por los sacerdotes para que perseveren en su vocación, sirviendo con fidelidad y entrega generosa a las personas que tienen a su cargo. Como dice una oración de la liturgia: "Señor, dirige los corazones de sacerdotes y de fieles de tal manera que al pastor no le falte la obediencia de los fieles, y a los fieles no les falte el cuidado del pastor". Les invito a cuidar de los sacerdotes; son un gran bien para todala Iglesiay para cada uno de los fieles cristianos.
El Día del Seminario lo celebramos, también, dando gracias a Dios por nuestros actuales seminaristas del Seminario Mayor y Menor. Un buen grupo de adolescentes y jóvenes que sienten la llamada de Dios al sacerdocio y le han dado un "primer sí" yendo al Seminario. Allí, en un ambiente de fraternidad, estudio y oración crecen como personas y como cristianos, a la vez que, con la ayuda de los formadores, van verificando la certeza de su vocación y se preparan para responder consciente, libre y responsablemente a lo que Dios les pide. Todos enla Diócesisdebemos rezar constantemente por ellos y cuidarlos. Tenemos que ayudar al Seminario material y espiritualmente para que pueda realizar su misión de preparar los sacerdotes santos que hoy, con tanta urgencia, nuestra Diócesis necesita.
Al pensar en los seminaristas, nos sentimos como el Papa Benedicto XVI en la celebración con los seminaristas enla Jornada Mundialdela Juventud, el pasado agosto en Madrid: "Al veros, compruebo de nuevo cómo Cristo sigue llamando a jóvenes discípulos para hacerlos apóstoles suyos, permaneciendo así viva la misión dela Iglesiay la oferta del evangelio al mundo".
En efecto, los seminaristas son la prueba de que Dios sigue llamando a jóvenes cristianos para que sigan a Cristo por el camino de la vocación sacerdotal. Es Dios quien pone en sus corazones la "Pasión por el Evangelio", una pasión que es amor, "enamoramiento", de la persona de Cristo. Una pasión que es seducción. Como decía el profeta Jeremías: "Me sedujiste, Señor, y yo me dejé seducir" (Jer. 20,7).
Así se explica que el sacerdocio no sea una iniciativa o elección personal, sino "una vocación", es decir la respuesta a una llamada que viene de Dios. Una llamada que está cargada de "atracción", que arrastra y desinstala a quien la siente. Dios llama atrayendo a la persona hacía Él y sembrando en su corazón sus mismos sentimientos de amor apasionado todos los hombres y mujeres que habitan un mismo mundo. La vocación al sacerdocio es una llamada de Dios a amar al mundo como Él lo ama.
La historia de cualquier vocación es siempre la historia que se resume en la frase: "Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único para que no perezca ninguno de los que creen en él, sino que tengan vida eterna" (Juan 3, 14). Este es el Evangelio (la Buena Noticia) que apasiona al sacerdote y determina su vida y su misión. Esta "buena noticia" no es una información ajena a su vida, sino que su persona está "preñada" del mismo amor que Dios tiene al mundo. Toda vocación y especialmente la vocación sacerdotal, por su peculiar participación en el sacerdocio de Cristo, forma parte de la historia del amor de Dios al mundo. Impregnado de los mismos sentimientos de Cristo, el sacerdote prolonga con su vida y ministerio la entrega de Cristo para que el mundo se salve. O, mejor dicho, Cristo en persona prolonga su entrega por la salvación del mundo a través de la vida y ministerio del sacerdote. El sacerdocio es un sacramento del amor de Dios, es decir, un signo e instrumento del amor Dios al mundo.
Los seminaristas son la prueba de que Dios sigue llamando y le damos gracias por ello. Sin embargo, hay que decir que la situación actual de las vocaciones al sacerdocio es bastante precaria. El número de los que llegan al sacerdocio no es suficiente para hacer frente a las, cada vez mayores, necesidades dela Diócesis. Laspalabras de Jesús siguen siendo muy actuales: "La mies es mucha, y los obreros pocos. Rogad, pues, al Dueño de la mies que envíe obreros a su mies" (Lc. 10,2). La oración confiada por las vocaciones se hace imprescindible. ¿Queremos sacerdotes? Tenemos que pedírselos al Señor. Sólo Él puede seducir el corazón de los jóvenes. Doy gracias a Dios por todas las personas, parroquias, comunidades de clausura, movimientos y asociaciones que tienen el compromiso de rezar habitualmente por el Seminario, por las vocaciones y por los sacerdotes. Les aliento a seguir en su compromiso e invito a todos los diocesanos a unirse a las iniciativas ya existentes o a promover otras en favor del Seminario y las vocaciones.
Pero, junto con la oración debemos ayudar a los jóvenes a escuchar a Dios. Tenemos que abrir su mente y su corazón a la posibilidad de que Dios cuente con ellos y les llame. Tenemos que ser "voz de Dios" para ellos, proponiéndoles abiertamente la llamada al sacerdocio. El testimonio y la palabra de los sacerdotes, el trabajo apostólico en los grupos y movimientos juveniles, la educación en la fe en la familia, la escuela y la catequesis, especialmente en la catequesis para la confirmación, son los ámbitos en los que mejor se puede despertar y desarrollar la vocación al sacerdocio. La vocación tiene su origen en Dios, que es quien elige y llama, pero sólo encuentra realización en la respuesta libre, consciente y responsable de quién es llamado. La confianza en la fidelidad de Dios debe ser el principal estímulo que nos impulse a alentar y sostener a los que muestran indicios de la llamada a la vida sacerdotal.
Al celebrar un año más el Día del Seminario les invito a todos a promover las vocaciones al sacerdocio y a prestar un mayor a apoyo a la formación de los futuros sacerdotes. Junto con la oración, la colaboración económica es necesaria para que el Seminario pueda realizar su cometido. Con mi agradecimiento por lo que ya hacen por el Seminario, le bendice en el Señor.
† Bernardo Álvarez Afonso
Obispo Nivariense
Carta de monseñor Bernardo Álvarez Afonso, obispo de Tenerife, para colocar en los programas de Semana Santa 2012 de las diversas parroquias de la diócesis.
SEMANA SANTA
“Los días santos de su pasión salvadora y de su resurrección gloriosa”
El verdadero sentido de la Semana Santalo encontramos expresado en una oración del Misal Romano, concretamente en el Prefacio 2º dela Pasióndel Señor: “Son los días santos de su pasión salvadora y de su resurrección gloriosa; en ellos celebramos su triunfo sobre el poder de nuestro enemigo y renovamos el misterio de nuestra redención”.
Son unos “días santos” porque en el centro está Aquél de quien decimos: “sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre”. Sí, todala Semana Santaestá centrada en la persona de Cristo muerto y resucitado.
Son “días santos” porque en ellos somos santificados. Enla Semana Santa, “por toda la tierra, los que confiesan su fe en Cristo son arrancados de los vicios del mundo y de la oscuridad del pecado, son restituidos a la gracia y son agregados a los santos” (Pregón Pascual). En efecto, estos días, los fieles que así lo desean, mediante la oración y el sacramento de la penitencia son purificados de sus pecados y participando en la eucaristía con un corazón limpio son renovados y rejuvenecidos por el Espíritu Santo. Esto que es una posibilidad para todos, es también un deber de todo cristiano que en ningún momento debe permanecer en pecado y mucho menos acercarse a la comunión sin estar en gracia de Dios.
Son los días de “su pasión salvadora”. Esta es la dimensión dramática y más estremecedora dela Semana Santa.Es la parte más visible, la que más nos entra por los ojos. Gracias a los pasos procesionales y a las representaciones dela Pasióny Muerte del Señor, cada vez más extendidas en distintos lugares de nuestra Diócesis, los fieles cristianos, y también quienes no lo son, pueden conocer y rememorar la historia de los últimos días de la vida histórica de Jesucristo. La historia de Aquel que siendo Dios se rebajó a sí mismo sometiéndose a la muerte y muerte de cruz. Una historia llena de amor, mansedumbre y perdón para quienes les despreciaron y torturaron.
Decimos “su pasión salvadora”, porque en la pasión de Cristo se manifiesta el amor y el perdón de Dios a cada uno de nosotros. Como dijo el propio Jesús: “Dios no ha enviado a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo se salve por él”. Y san Pablo proclama en la carta a los Romanos: “La prueba de que Dios nos ama es que Cristo, siendo nosotros todavía pecadores, murió por nosotros” (Rom. 5,8). Por eso hacía esta afirmación que puede hacer suya cualquier cristiano: “Cristo me amó y se entregó por mí” (Gal. 2,20).
Los pasos procesionales y las representaciones dela Pasióndel Señor son un anuncio del evangelio y deben servir a todos, creyentes o no, para dejarse penetrar interiormente por los hechos y actitudes que las imágenes representan. Más allá de las imágenes y escenas, debemos ver la historia real que ocurrió entonces y que sigue repitiéndose hoy en millones de personas que en todo el mundo son víctimas de la injusticia, el odio y la violencia, como lo fue Jesús. No podemos olvidar las palabras del propio Cristo: “los que hacéis a uno de estos, mis humildes hermanos, a mi me lo hacéis” (Mt. 25, 40).
Antela Pasiónde Cristo, contemplada y meditada, no se puede permanecer neutral, como tampoco se puede uno quedar indiferente ante la debilidad y el dolor humano. Ni entonces, ni ahora,la Pasióny Muerte de Jesucristo es un espectáculo para representar y ver. Su pasión nos interpela y pone al descubierto nuestra parte de culpa en el sufrimiento ajeno, así como la mezquindad de las pasiones que anidan en nuestro corazón. Si no queremos ser meros espectadores, fijándonos en Cristo y en los que le rodean en su pasión, tenemos que hacernos estas preguntas: ¿De parte de quién estoy yo? En relación a Cristo, ¿con qué personajes de la pasión me identifico yo en este momento de mi vida?
La Semana Santaincluye, también, los días de “su resurrección gloriosa”. Cristo, el Hijo de Dios hecho hombre, padeció, murió, fue sepultado y al tercer día resucitó. Cuando las mujeres fueron al sepulcro y lo encontraron vacío, se les apareció un ángel y les dijo: «Vosotras no temáis, pues sé que buscáis a Jesús, el Crucificado; no está aquí, ha resucitado, como lo había dicho» (Mt. 28,5-6). La resurrección de Cristo no sólo es el culmen dela Semana Santa, sino la verdad culminante de nuestra fe en Él.
Cuando San Pablo dice que “si no resucitó Cristo, vana es nuestra predicación, vana también nuestra fe” (1Cor. 15,14), está llamando la atención de aquellos cristianos que no le dan importancia a la resurrección de Jesucristo. Así comola Semana Santahistórica que vivió Cristo no terminó el viernes con su sepultura, sino con su resurrección gloriosa el primer día de la semana judía (nuestro domingo actual). Así, tampoco, nuestra Semana Santa actual, que rememora y celebra aquella que vivió Jesús, puede concluir el Viernes Santo. Quienes se quedan ahí, celebran una Semana Santa mutilada y son personas que tienen una fe “vana”, insuficiente o inmadura.
Cuesta comprender cómo puede haber cristianos que después de celebrar con recogimiento y devoción el Jueves y Viernes Santo, ignoren la importancia de la resurrección del Señor y no participen en las celebraciones dela Vigilia Pascualy del Domingo de Pascua. La resurrección constituye la acreditación de que todo lo que Cristo hizo y dijo es verdadero. Es la confirmación de que su pasión y muerte no son una tragedia sin sentido, un fracaso y el final de todo. El mismo se entregó a la muerte y resucitando destruyó la muerte y nos dio nueva vida. Esta es la verdad central de nuestra fe cristiana y tenemos que vivirla, proclamarla y celebrarla.
Por eso, en los días de Semana Santa, “celebramos su triunfo sobre el poder de nuestro enemigo y renovamos el misterio de nuestra redención”. Los cristianos no celebramosla Semana Santacomo algo distante y del pasado, sino como un acontecimiento que tiene que ver con nuestra vida actual, pues creemos que Cristo, con su muerte, destruyó nuestro pecado y, al resucitar, nos dio nueva vida. Esa es la raíz de toda la fe, esperanza y dinamismo de la comunidad cristiana que estamos llamados a renovar y celebrar cada Semana Santa.
Después de dos mil años, Cristo sigue vivo, es contemporáneo nuestro. Fiel a su promesa sigue presente entre nosotros, entregándose a sí mismo porla Iglesia, para purificarla y santificarla. Él no cesa de animarnos y renovarnos por su Espíritu hasta que cada uno alcancemos la victoria final. Por Cristo, con Él y en Él, pidamos a Dios Padre poder celebrar de tal modo esta Semana Santa que experimentemos constantemente en nosotros los frutos dela Redención.
† Bernardo Álvarez Afonso
Obispo Nivariense
Lectio divina para el miércoles de la tercera semana de Cuaresma 2012, ofrecida por la Delegación Diocesana de Liturgia de la diócesis de Tenerife.
Lectura: “Mateo 5, 1719”
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «No creáis que he venido a abolir la Ley y los profetas: no he venido a abolir, sino a dar plenitud.
Os aseguro que antes pasarán el cielo y la tierra que deje de cumplirse hasta la última letra o tilde dela Ley.
El que se salte uno solo de los preceptos menos importantes, y se lo enseñe así a los hombres será el menos importante en el reino de los cielos. Pero quien los cumpla y enseñe será grande en el reino de los cielos.»
Meditación:
“Dar plenitud”
Tú no eres un legalista, lo demostraste de sobra. Pero podemos tener el peligro de pensar que eso supone pasar por encima de todo, y dejar de dar importancia a las cosas. No, no se trata de eso. Lo que quieres dejar claro es que no quieres que cumplamos las cosas porque sí, porque son normas dadas, sino descubrir la riqueza, la autenticidad, su estar al servicio del hombre, de su crecimiento de su humanización. Ése fue el riesgo de algunos sectores religiosos de entonces, que utilizaban los principios más santos en su provecho, pasando por encima de la persona, fuese cual fuese la situación. Y tú quisiste insistir en que en el núcleo de la ley y de los profetas está en el amor, él les da sentido, los explica, los traduce, y los plenifica.
De todas maneras seguimos sin aprender la lección, y las normas y las leyes, sean del signo que sean, se aplican caiga quien caiga, sin que entre por medio, no ya el amor, sino siquiera el sentido común.
Reconozco que no hay que caer en nimiedades, pero no cabe duda de que el detalle de las cosas pequeñas, aparentemente no significativas y sin importancia, expresan una gran sensibilidad humana y espiritual, y manifiesta el detalle y el cariño, el aprecio de aquello que decimos valorar. La grandeza de una persona está en su capacidad de sensibilidad en los pequeños detalles, al fin y al cabo, son los que dan calor a la vida.
Oración:
“Crecer en amor”
Quiero aprender sensibilidad, Señor. Seriedad y responsabilidad ante las cosas importantes, y delicadeza con las cosas pequeñas, que manifiesten la delicadeza de mi alma. Quiero aprender a tratar a los demás con la misma medida que lo deseo para conmigo, y quiero aprender, sobre todo, a tener presente, que en el núcleo de todo aquello que debo hacer, debe estar el amor.
Ayúdame a crecer en sencillez, en humildad, en verdad. Ayúdame a crecer en amor. Dame capacidad para aprender de tu sensibilidad ante todo lo que es bueno, para desarrollarlo y, también, ante todo lo que no es justo, y genera dolor, para que no caiga en ello, Señor.
Contemplación:
“A mi pequeñez”
Tú eres el Dios
de las cosas grandes,
pero en las pequeñas
manifiestas tu predilección.
Por eso te siento capaz
de asomarte a mi pequeñez,
de no asustarte ante ella,
y de colmarla con tu amor.
Lectio divina para el martes de lña tercera de Cuaresma 2012, ofrecida por la Delegación Diocesana de Liturgia de la diócesis de Tenerife.
Lectura: “Mateo 18, 2135”
En aquel tiempo, se adelantó Pedro y preguntó a Jesús: «Señor, si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces le tengo que perdonar? ¿Hasta siete veces?»
Jesús le contesta: «No te digo hasta siete voces, sino hasta setenta veces siete.
Y a propósito de esto, el reino de los cielos se parece a un rey que quiso ajustar las cuentas con sus empleados. Al empezar a ajustarlas, le presentaron uno que debía diez mil talentos. Como no tenía con qué pagar, el señor mandó que lo vendieran a él con su mujer y sus hijos y todas sus posesiones, y que pagara así.
El empleado, arrojándose a sus pies, le suplicaba diciendo: "Ten paciencia conmigo, y te lo pagaré todo."
El señor tuvo lástima de aquel empleado y lo dejó marchar, perdonándole la deuda. Pero, al salir, el empleado aquel encontró a uno de sus compañeros que le debía cien denarios y, agarrándolo, lo estrangulaba, diciendo: Págame lo que me debes."
El compañero, arrojándose a sus pies, le rogaba, diciendo: "Ten paciencia conmigo, y te lo pagaré."
Pero él se negó y fue y lo metió en la cárcel hasta que pagara lo que debía.
Sus compañeros, al ver lo ocurrido, quedaron consternados y fueron a contarle a su señor todo lo sucedido. Entonces el señor lo llamó y le dijo: "¡Siervo malvado! Toda aquella deuda te la perdoné porque me lo pediste. ¿No debías tú también tener compasión de tu compañero, como yo tuve compasión de ti?"
Y el señor, indignado, lo entregó a los verdugos hasta que pagara toda la deuda.
Lo mismo hará con vosotros mi Padre del cielo, si cada cual no perdona de corazón a su hermano.»
Meditación:
“Ten paciencia conmigo”
Me llama la atención tu claridad en el tema: perdonar siempre, y no de cualquier forma sino de corazón, es decir, con autenticidad, sin resquemor, sin rescoldo, sin esperar a que surja la oportunidad especial para…
Reconozco que en ciertas situaciones no es fácil. Somos capaces de tantas brutalidades que nuestro corazón a veces no puede reaccionar con la fuerza que uno mismo quisiera, al menos al instante, necesita tiempo.
De todas formas, te me presentas como modelo. Si eres capaz de hacer esa afirmación es porque tú perdonas siempre, y lo haces plenamente, una y otra vez, setenta veces siete, millones de veces. Y tu perdón, Señor, es mi salvación. Porque sé que perdonas mis debilidades inconscientes, y hasta mis actitudes negativas conscientes, y eso hace que me sienta con fuerza para seguir intentando caminar. Porque sé que no me aplastas, sino que siempre esperas y confías, me siento con capacidad de no tirar la toalla.
A veces me cuesta perdonarme a mí mismo, y me hundo ante tantas miserias que no consigo superar y, saber de tu perdón, de que me sigues mirando con ojos de misericordia, me mantiene en pie. Tu amor tiene forma de perdón, y ese amor así, firme y fiel, es sanador y liberador para mí
Oración:
“Acoger y perdonar”
A lo largo de mi existencia voy experimentando con más fuerza y realidad mis condicionamientos y al final, tengo que aprender a caminar con ellos, lo cual no significa justificarlos. Por eso la experiencia de tu comprensión, de tu perdón constante, incansable, auténtico, es para mi sanador.
Señor, que en medio de mis limitaciones no me falte nunca la experiencia profunda de tu perdón, que me sostenga, como hasta ahora, en el anhelo de tu seguimiento, y me permita aprender cada día con más generosidad a comprender, acoger y perdonar a los demás, como tú lo haces conmigo.
Contemplación:
“Sólo tú”
Me presento ante Ti, Señor,
como siempre,
herido,
necesitado una vez más
de tu perdón,
de tu mano tendida.
No tengo mucho que ofrecerte,
tan sólo mi vacío
y mis deseos,
esperando que tú los llenes
de vida y de sentido.
Porque sé que tú,
sólo tú,
eres capaz de abrir
el horizonte de mis sueños.
Reflexión de monseñor Rubén Oscar Frassia, obispo de Avellaneda-Lanús, en el programa radial Compartiendo el Evangelio (12 de febrero de 2012) (AICA)
Entonces se acercó a Jesús un leproso para pedirle ayuda y, cayendo de rodillas, le dijo: "Si quieres, puedes purificarme". Jesús, conmovido, extendió la mano y lo tocó, diciendo: "Lo quiero, queda purificado". En seguida la lepra desapareció y quedó purificado. Jesús lo despidió, advirtiéndole severamente: "No le digas nada a nadie, pero ve a presentarte al sacerdote y entrega por tu purificación la ofrenda que ordenó Moisés, para que les sirva de testimonio". Sin embargo, apenas se fue, empezó a proclamarlo a todo el mundo, divulgando lo sucedido, de tal manera que Jesús ya no podía entrar públicamente en ninguna ciudad, sino que debía quedarse afuera, en lugares desiertos. Y acudían a él de todas partes.
Acercarnos con misericordia
Las actitudes de Jesús son docentes, nos enseñan. Ustedes saben que en Israel de aquella época, la lepra era una enfermedad social y al enfermo se lo apartaba, se lo aislaba, porque era “un impuro” y además podía “contaminar”, según las creencias de aquellos tiempos; era un separado, un excomulgado de la comunidad.
Pero Jesús permite que este leproso se acerque y, con fe, le pida por su vida, por su salud: “si quieres puedes purificarme y Jesús extendió la mano y lo tocó.” Veamos esto: tocar, tocar con cariño, tocar con amor, tocar con bondad. ¡Cuántas veces un médico, en un hospital, en un sanatorio, en una clínica, o en una casa, se acerca a un enfermo y lo toca!, ¡y qué bien hacen! Porque no es solamente la parte científica o medicinal, porque el enfermo no es un número de cama o un protocolo, es una persona; y que la toque con autoridad ¡hace un gran bien al alma!
Creo que los médicos están recuperando algo que, hace tanto tiempo, se ha ido perdiendo.
Jesús lo toca al leproso y al tocarlo le dice “lo quiero, quedas purificado”. Ahora bien, ¿cuántas enfermedades, tipo lepra, hay en nuestra sociedad? ¡Cuántos marginados, cuántos drogadictos, cuántos enfermos de sida, cuántos presos, cuántos separados y aislados, cuántos que no entran en el sistema, cuántos excluidos! Estas realidades son dolores que a veces la sociedad permite, pero muchas otras veces nosotros las generamos y las consentimos. Al que tiene mal aspecto, no lo tratamos igual que a la persona que tiene un buen aspecto y enseguida le desconfiamos, lo tratamos como un excluido. Es importante superar las dificultades viendo el ejemplo de Jesús, que lo escuchó y lo tocó. También nosotros deberíamos imitar ese ejemplo del Señor.
Realmente nuestra sociedad está enferma, no le aumentemos cargas negativas a estas enfermedades. Sé que siempre hay razones, por ejemplo: cuando uno va con su auto y tiene que preguntar por una calle que no encuentra, la persona que es consultada inmediatamente tiene miedo porque piensa que puede ser un robo; en otro caso, si alguien se acerca a otra persona, esta inmediatamente piensa “¿con qué me va a salir?” o “¿de qué manera me va a complicar la vida?”, y uno tiene miedo. Estas cosas son reales, pero me parece que tenemos que superarlas con el bien y la bondad todo intento de mal.
Pidamos al Señor que cure nuestras enfermedades, nuestras lepras, porque al Señor no le da “asco” nuestra vida; El nos mira con misericordia, ¡si pudiéramos aprender de Él, al mirar con misericordia a los demás, yo les aseguro que el mundo sería distinto!
Aprendamos de Él, acerquémonos y acerquemos a los demás. Les dejo mi bendición: en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.Mons.
Rubén Oscar Frassia, obispo de Avellaneda-Lanús
Mensaje de monseñor José María Arancedo, arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz, para la Cuaresma 2012. (AICA)
VIVIR LA FE EN LA COMUNIDAD ECLESIAL
Cuaresma es tiempo de ahondar el sentido de la fe para vivir más plenamente nuestra vocación cristiana. Es tiempo de escucha dela Palabra, de oración y conversión, de privaciones y caridad, como de una espera confiada en la alegría dela Pascuaque da certeza a nuestro caminar. No somos peregrinos hacia algo incierto, somos testigos de una Vida Nueva que se nos ha dado en Cristo. La meta siempre será llegar: “al estado de hombre perfecto y a la madurez que corresponde a la plenitud de Cristo” (Ef. 4, 13). Esta tarea supone tomar conciencia de nuestra fragilidad, pero sobre todo de la gratuidad del don de esa Vida Nueva que se nos ha dado en Jesucristo. Reconocernos en el marco de esta realidad dada es el principio que da sentido y fuerza a nuestra vocación cristiana. Desde la fe nos abrimos a este amor creador y redentor de Dios. Nuestra tarea siempre deberá partir de la certeza del don recibido, sea en el orden de la creación como de la redención. No partir de lo dado es desconocer la verdad y las posibilidades de lo que somos.
La tarea de nuestro crecimiento espiritual necesita de esta referencia a Jesucristo como don de Dios, pero también de la obra y el esfuerzo de nuestro trabajo. Ni voluntarismos ni espiritualismos, sino compromiso desde la fe con la presencia viva de Jesucristo que nos transforma por la fuerza del Espíritu Santo. Comprender esta relación entre el don recibido y nuestra tarea, nos aleja de toda utopía constructivista que nos hace pequeños dioses, como de toda actitud que no valora la obra del hombre. Dios no ocupa el lugar del hombre, lo ilumina y lo eleva con su gracia. La fe, que nos descubre en esa relación filial y personal con Dios, nos muestra nuestra grandeza y posibilidades. Por ello, un verdadero humanismo al hablarnos de la dimensión espiritual del hombre nos debe hablar, también, de la importancia del esfuerzo personal como de las necesarias condiciones que permitan su realización. En este marco se comprende el significado del bien común que es: “el conjunto de condiciones de la vida social que hacen posible a las asociaciones y a cada uno de sus miembros el logro más pleno y más fácil de la propia perfección” (G.S. 26). Desde esta perspectiva podemos hablar de la correcta relación de lo religioso con lo político o social. Lo religioso, como parte de la dimensión espiritual del hombre, necesita del ámbito de lo público para su realización. No hablamos de un privilegio sino de un derecho.
Este año la Iglesia se prepara a vivir la convocatoria del Santo Padre para celebrar el Año dela Fe, que comenzará el próximo 11 de octubre y concluirá el 24 de noviembre de 2013, Solemnidad de Cristo Rey. Enla Notaque el Santo Padre encargara ala Congregacióndela Doctrinaparala Fese nos recuerda que su objetivo es: “contribuir a una renovada conversión al Señor Jesús y al redescubrimiento de la fe, para que todos los miembros dela Iglesiasean testigos creíbles y gozosos del Señor resucitado, capaces de indicar la puerta de la fe a tantas personas que buscan la verdad”. Como vemos su finalidad tiene un profundo sentido personal de conversión pero es, además, un fuerte llamado a vivir esa misma fe en su apertura misionera: ser puertas creíbles de la fe. Esto me lleva a plantear el tema de la vivencia de la fe en lo concreto de cada comunidad.
La fe es un don que debemos agradecer y cuidar. Ella le da un sentido profundo a nuestra existencia; desde la fe somos alguien dentro del plan providente de Dios. La fe nos hace partícipes de esa sabiduría, que es un don del Espíritu Santo, que nos permite conocernos como seres amados por Dios con un destino personal y trascendente. Mi origen es el amor creador de Dios, mi vida se desarrolla bajo su mirada providente que se hizo Vida Nueva en Jesucristo y se prolonga enla Iglesia, mi término será el gozo pleno ante su presencia. La mayor riqueza y sabiduría del hombre es el don de la fe. ¡Qué triste cuando ella se debilita en nosotros! Me empobrezco y dejo de ser testigo y luz para mis hermanos. Si bien es un don personal, la fe tiene una dimensión misionera y social que nos compromete.
¿Cómo cuidar y acrecentar este don de la fe? Considero que prestar atención a este tema es el primer acto de responsabilidad cristiana. No niego que sea importante cuidar nuestra salud e imagen física, pero también debe ser una preocupación nuestra vida de fe. Ambas merecen nuestra atención. Lo primero que les diría es algo simple, pero que hace a nuestra condición de seres creados: a la vida espiritual hay que darle tiempo durante el día, la semana, el mes, incluso el año…. ¿Cómo hacerlo? Aquí comienza un camino personal que debe jerarquizar nuestro tiempo espiritual y eclesial, pero que nunca deberá disminuir sino iluminar los compromisos propios de mi deber de estado. El primer lugar le corresponde ala Palabrade Dios, ella necesita tiempo y estudio. No es un objeto mágico para nuestra sensibilidad, es una Palabra que llega a nuestro corazón por el camino de la inteligencia. La respuesta a ella es un acto de fe que lleva a la conversión y nos introduce en ese diálogo fecundo con Dios que es la oración. El segundo lugar le corresponde a la vida de oración, que también necesita su tiempo. Finalmente les hablaría de la vida sacramental, como momento único y objetivo de gracia en nuestras vidas. En la participación de la eucaristía y en la frecuencia del sacramento de la reconciliación, la vida de fe se actualiza, se mantiene viva y crece.
La vida de fe también crece y se cuida, en el ejercicio de la caridad. Si la fe nos pone en contacto con Dios, el Padre de Nuestro Señor Jesucristo, la caridad, el amor al prójimo, es su signo mayor: “En esto reconocerán, nos dice el Señor, que ustedes son mis discípulos” (Jn. 25, 35). Cuandola Iglesianos habla de cercanía con los débiles y los pobres, lo hace desde su fidelidad a la vida, la doctrina y los sentimientos de Cristo Jesús. El Año de la fe, nos recuerda el Santo Padre, “será también una buena oportunidad para intensificar el testimonio de la caridad” (PF. 14). Es la fe la que da un sentido pleno a la caridad, porque le permite reconocer a Jesucristo en el hermano que sufre (cfr. Mt. 25, 40). En este sentido agrega que: “La fe sin caridad no da fruto, y la caridad sin fe sería un sentimiento constantemente a merced de la duda”. Ambas se necesitan mutuamente. ¡Cuánta vida de fe se marchita por ausencia de la caridad, y cuánto ejercicio de la caridad se vuelve hueco e infecundo por falta de fe!
Estas reflexiones son las que me llevaron a poner como título a este Mensaje de Cuaresma: Vivir la fe en la comunidad eclesial. La fe católica sólo se puede vivir en la comunión dela Iglesia. LaIglesia no es un agregado a la fe, sino su expresión propia querida por Jesucristo. Somos piedras vivas de un templo del que Él es la piedra fundamental (cfr. 1 Ped. 2, 4-5). Ser piedras vivas de este templo es el desafío permanente del cristiano. Jesucristo no nos dejó una idea, nos dejóla Iglesia, es decir, una comunidad concreta asistida por el Espíritu Santo y a la que estamos llamados a participar. Enla Carta ApostólicaPorta Fidei, el Santo Padre nos dice: “Por eso, también hoy es necesario un compromiso eclesial más convencido a favor de una nueva evangelización para descubrir la alegría de creer y volver a encontrar el entusiasmo de comunicar la fe” (PF. 7). Por ello, una fe que no se haga presencia y compromiso en la vida de la comunidad termina debilitándose, porque no responde al designio de templo vivo del que nos habla Jesucristo. A este aspecto eclesial de la fe siempre lo debemos examinar. Cuántos cristianos profesan su fe y la viven en sus prácticas religiosas, pero cuánta debilidad presentan sus comunidades. ¡Qué distancia con la letra y el espíritu de la carta que nos enviara el Santo Padre!
Queridos hermanos, estas reflexiones han nacido de la mirada y el corazón del pastor que preside esta Iglesia, y que los quiere acompañar en el camino de la fe. Ella necesita de intimidad con el Señor y de una profunda vivencia eclesial, pero esla Iglesia, también, la que necesita de nuestra generosa y comprometida presencia. Nuestro desafío será siempre, ser “piedras vivas” en lo concreto de mi comunidad eclesial. Confío que la lectura de este Mensaje nos ayude a vivir las exigencias eclesiales de la fe y a disponernos, como Iglesia diocesana, para celebrar este Año de Gracia al que nos convoca el Santo Padre. Reciban junto a mi afecto y oraciones, mi bendición en el Señor Jesús y María Santísima, Nuestra Madre de Guadalupe.
Mons. José María Arancedo, arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz
Los Algarrobos, Cuaresma 2012
Lectio divina para el lunes de la tercera semana de Cuaresma 2012, ofrecida por la Delegación Diocesana de Liturgia de la diócesis e Tenerife.
Lectura: “Lucas 4, 2430”
En aquel tiempo, dijo Jesús al pueblo en la sinagoga de Nazaret: «Os aseguro que ningún profeta es bien mirado en su tierra. Os garantizo que en Israel había muchas viudas en tiempos de Elías, cuando estuvo cerrado el cielo tres años y seis meses, y hubo una gran hambre en todo el país; sin embargo, a ninguna de ellas fue enviado Elías, más que a una viuda de Sarepta, en el territorio de Sidón. Y muchos leprosos había en Israel en tiempos del profeta Eliseo; sin embargo, ninguno de ellos fue curado, más que Naamán, el sirio.»
Al oír esto, todos en la sinagoga se pusieron furiosos y, levantándose, lo empujaron fuera del pueblo hasta un barranco del monte en donde se alzaba su pueblo, con intención de despeñarlo.
Pero Jesús se abrió paso entre ellos y se alejaba.
Meditación:
“Se alejaba”
Hay expresiones tuyas, Señor, que me conmueven profundamente, me inquietan. Tal vez no están en un contexto en el que me sienta implicado pero la sensación que deja en mí pone de manifiesto que algo hay en ella que me toca vitalmente.
Releyendo este texto me pregunto de qué manera sutil puedo intentar apartarte de mi camino, porque muchas veces tu palabra me interpela con fuerza. A base de tratar contigo, o de creer que trato, porque en ocasiones en vez de estar contigo puedo hacerlo con una proyección mía, me aprovecho de ti, y así me resulta fácil acomodarte y justificarme, y esquivar mi entrega total, radical, generosa y gozosa.
Y me tengo que preguntar si no te obligo al final a alejarte de mí, no porque tú quieras, sino porque yo me empeño, porque a fuerza de evadirme, de justificarme, de no tomar en serio, plenamente en serio, gozosamente en serio, tu llamada, tienes que terminar dejándome a mi aire.
Cuando a veces te siento distante o creo no sentirte, me es fácil echarte la culpa, siempre tendemos a echar la culpa de lo que nos pasa a los otros, cuando soy yo el que me alejo de ti. Tú en realidad, no te alejas nunca, siempre estás, y tu silencio, tu aparente distancia, no es sino mi distancia o, en el mejor de lo casos, la forma que tienes de hacer que te hambree, de provocar mi búsqueda ansiosa de ti, de despertar el anhelo por serte fiel, por responder a tu llamada.
Al final, siempre me permites volver a sentir que estás, porque tu amor es así y, de esa manera, estimulas mi seguimiento, me haces capaz de ir descubriendo mi propia verdad, me ayudas a crecer en coherencia como persona y como discípulo.
Oración:
“Confiando”
Te doy gracias, Señor, porque no te cansas de mí. Porque a pesar de muchos rechazos, de muchas evasiones, de muchas irresponsabilidades, más de las que yo mismo quisiera, sigues a mi lado. Tienes motivos para alejarte, para abandonarme a mi suerte, pero me amas, y eso te pierde y a mí me salva.
Gracias porque ese empeño tuyo me permite descubrir mis posibilidades. Gracias porque, aunque yo a veces te cierre el camino a mí, tú nunca me cierras el camino a ti. Porque tus continuas oportunidades son la causa de que pueda seguir esperando y confiando.
Contemplación:
“Velando por mí”
En tu silencio
no te siento,
pero sé que estás aquí.
Intuyo tu presencia,
callada,
velando por mí,
con el amor de siempre.
Y un profundo sentimiento
de saberte cerca,
me ayuda a buscar,
anhelante,
tu vuelta.
Mensaje de Benedicto XVI para la XLIX Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones. (IV Domingo de Pascua, 29 de abril 2012) (AICA)
LAS VOCACIONES DON DE LA CARIDAD DE DIOS
Queridos hermanos y hermanas
La XLIX Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones, que se celebrará el 29 de abril de 2012, cuarto domingo de Pascua, nos invita a reflexionar sobre el tema: Las vocaciones don de la caridad de Dios.
La fuente de todo don perfecto es Dios Amor -Deus caritas est-: «quien permanece en el amor permanece en Dios y Dios en él» (1 Jn 4,16).La Sagrada Escrituranarra la historia de este vínculo originario entre Dios y la humanidad, que precede a la misma creación. San Pablo, escribiendo a los cristianos de la ciudad de Éfeso, eleva un himno de gratitud y alabanza al Padre, el cual con infinita benevolencia dispone a lo largo de los siglos la realización de su plan universal de salvación, que es un designio de amor. En el Hijo Jesús –afirma el Apóstol– «nos eligió antes de la fundación del mundo para que fuésemos santos e irreprochables ante Él por el amor» (Ef 1,4). Somos amados por Dios incluso “antes” de venir a la existencia. Movido exclusivamente por su amor incondicional, él nos “creó de la nada” (cf. 2M 7,28) para llevarnos a la plena comunión con Él.
Lleno de gran estupor ante la obra de la providencia de Dios, el Salmista exclama: «Cuando contemplo el cielo, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que has creado, ¿qué es el hombre para que te acuerdes de él, el ser humano, para que te cuides de él?» (Sal 8,4-5). La verdad profunda de nuestra existencia está, pues, encerrada en ese sorprendente misterio: toda criatura, en particular toda persona humana, es fruto de un pensamiento y de un acto de amor de Dios, amor inmenso, fiel, eterno (cf. Jr 31,3). El descubrimiento de esta realidad es lo que cambia verdaderamente nuestra vida en lo más hondo. En una célebre página de las Confesiones, san Agustín expresa con gran intensidad su descubrimiento de Dios, suma belleza y amor, un Dios que había estado siempre cerca de él, y al que al final le abrió la mente y el corazón para ser transformado: «¡Tarde te amé, Hermosura tan antigua y tan nueva, tarde te amé! Y tú estabas dentro de mí y yo afuera, y así por fuera te buscaba; y, deforme como era, me lanzaba sobre estas cosas hermosas que tú creaste. Tú estabas conmigo, más yo no estaba contigo. Reteníanme lejos de ti aquellas cosas que, si no estuviesen en ti, no existirían. Me llamaste y clamaste, y quebrantaste mi sordera; brillaste y resplandeciste, y curaste mi ceguera; exhalaste tu perfume, y lo aspiré, y ahora te anhelo; gusté de ti, y ahora siento hambre y sed de ti; me tocaste, y deseé con ansia la paz que procede de ti» (X, 27,38). Con estas imágenes, el Santo de Hipona intentaba describir el misterio inefable del encuentro con Dios, con su amor que transforma toda la existencia.
Se trata de un amor sin reservas que nos precede, nos sostiene y nos llama durante el camino de la vida y tiene su raíz en la absoluta gratuidad de Dios. Refiriéndose en concreto al ministerio sacerdotal, mi predecesor, el beato Juan Pablo II, afirmaba que «todo gesto ministerial, a la vez que lleva a amar y servir a la Iglesia, ayuda a madurar cada vez más en el amor y en el servicio a Jesucristo, Cabeza, Pastor y Esposo de la Iglesia; en un amor que se configura siempre como respuesta al amor precedente, libre y gratuito, de Dios en Cristo» (Exhort. ap. Pastores dabo vobis, 25). En efecto, toda vocación específica nace de la iniciativa de Dios; es don de la caridad de Dios. Él es quien da el “primer paso” y no como consecuencia de una bondad particular que encuentra en nosotros, sino en virtud de la presencia de su mismo amor «derramado en nuestros corazones por el Espíritu» (Rm 5,5).
En todo momento, en el origen de la llamada divina está la iniciativa del amor infinito de Dios, que se manifiesta plenamente en Jesucristo. Como escribí en mi primera encíclica Deus caritas est, «de hecho, Dios es visible de muchas maneras. En la historia de amor que nos narrala Biblia, Él sale a nuestro encuentro, trata de atraernos, llegando hasta la Última Cena, hasta el Corazón traspasado en la cruz, hasta las apariciones del Resucitado y las grandes obras mediante las que Él, por la acción de los Apóstoles, ha guiado el caminar dela Iglesia naciente. El Señor tampoco ha estado ausente en la historia sucesiva dela Iglesia: siempre viene a nuestro encuentro a través de los hombres en los que Él se refleja; mediante su Palabra, en los Sacramentos, especialmentela Eucaristía» (n. 17).
El amor de Dios permanece para siempre, es fiel a sí mismo, a la «palabra dada por mil generaciones» (Sal 105,8). Es preciso por tanto volver a anunciar, especialmente a las nuevas generaciones, la belleza cautivadora de ese amor divino, que precede y acompaña: es el resorte secreto, es la motivación que nunca falla, ni siquiera en las circunstancias más difíciles.
Queridos hermanos y hermanas, tenemos que abrir nuestra vida a este amor; cada día Jesucristo nos llama a la perfección del amor del Padre (cf. Mt 5,48). La grandeza de la vida cristiana consiste en efecto en amar “como” lo hace Dios; se trata de un amor que se manifiesta en el don total de sí mismo fiel y fecundo. San Juan dela Cruz, respondiendo a la priora del monasterio de Segovia, apenada por la dramática situación de suspensión en la que se encontraba el santo en aquellos años, la invita a actuar de acuerdo con Dios: «No piense otra cosa sino que todo lo ordena Dios. Y donde no hay amor, ponga amor, y sacará amor» (Epistolario, 26).
En este terreno oblativo, en la apertura al amor de Dios y como fruto de este amor, nacen y crecen todas las vocaciones. Y bebiendo de este manantial mediante la oración, con el trato frecuente conla Palabray los Sacramentos, especialmentela Eucaristía, será posible vivir el amor al prójimo en el que se aprende a descubrir el rostro de Cristo Señor (cf. Mt 25,31-46). Para expresar el vínculo indisoluble que media entre estos “dos amores” –el amor a Dios y el amor al prójimo– que brotan de la misma fuente divina y a ella se orientan, el Papa san Gregorio Magno se sirve del ejemplo de la planta pequeña: «En el terreno de nuestro corazón, [Dios] ha plantado primero la raíz del amor a él y luego se ha desarrollado, como copa, el amor fraterno» (Moralium Libri, sive expositio in Librum B. Job, Lib. VII, cap. 24, 28; PL 75, 780D).
Estas dos expresiones del único amor divino han de ser vividas con especial intensidad y pureza de corazón por quienes se han decidido a emprender un camino de discernimiento vocacional en el ministerio sacerdotal y la vida consagrada; constituyen su elemento determinante. En efecto, el amor a Dios, del que los presbíteros y los religiosos se convierten en imágenes visibles –aunque siempre imperfectas– es la motivación de la respuesta a la llamada de especial consagración al Señor a través de la ordenación presbiteral o la profesión de los consejos evangélicos. La fuerza de la respuesta de san Pedro al divino Maestro: «Tú sabes que te quiero» (Jn 21,15), es el secreto de una existencia entregada y vivida en plenitud y, por esto, llena de profunda alegría.
La otra expresión concreta del amor, el amor al prójimo, sobre todo hacia los más necesitados y los que sufren, es el impulso decisivo que hace del sacerdote y de la persona consagrada alguien que suscita comunión entre la gente y un sembrador de esperanza. La relación de los consagrados, especialmente del sacerdote, con la comunidad cristiana es vital y llega a ser parte fundamental de su horizonte afectivo. A este respecto, al Santo Cura de Ars le gustaba repetir: «El sacerdote no es sacerdote para sí mismo; lo es para vosotros»(Le curé d’Ars. Sa pensée – Son cœur, Foi Vivante, 1966, p. 100).
Queridos Hermanos en el episcopado, queridos presbíteros, diáconos, consagrados y consagradas, catequistas, agentes de pastoral y todos los que os dedicáis a la educación de las nuevas generaciones, os exhorto con viva solicitud a prestar atención a todos los que en las comunidades parroquiales, las asociaciones y los movimientos advierten la manifestación de los signos de una llamada al sacerdocio o a una especial consagración. Es importante que se creen enla Iglesialas condiciones favorables para que puedan aflorar tantos “sí”, en respuesta generosa a la llamada del amor de Dios.
Será tarea de la pastoral vocacional ofrecer puntos de orientación para un camino fructífero. Un elemento central debe ser el amor ala Palabrade Dios, a través de una creciente familiaridad conla Sagrada Escrituray una oración personal y comunitaria atenta y constante, para ser capaces de sentir la llamada divina en medio de tantas voces que llenan la vida diaria. Pero, sobre todo, quela Eucaristíasea el “centro vital” de todo camino vocacional: es aquí donde el amor de Dios nos toca en el sacrificio de Cristo, expresión perfecta del amor, y es aquí donde aprendemos una y otra vez a vivir la «gran medida» del amor de Dios. Palabra, oración y Eucaristía son el tesoro precioso para comprender la belleza de una vida totalmente gastada por el Reino.
Deseo que las Iglesias locales, en todos sus estamentos, sean un “lugar” de discernimiento atento y de profunda verificación vocacional, ofreciendo a los jóvenes un sabio y vigoroso acompañamiento espiritual. De esta manera, la comunidad cristiana se convierte ella misma en manifestación de la caridad de Dios que custodia en sí toda llamada. Esa dinámica, que responde a las instancias del mandamiento nuevo de Jesús, se puede llevar a cabo de manera elocuente y singular en las familias cristianas, cuyo amor es expresión del amor de Cristo que se entregó a sí mismo por su Iglesia (cf. Ef 5,32). En las familias, «comunidad de vida y de amor» (Gaudium et spes, 48), las nuevas generaciones pueden tener una admirable experiencia de este amor oblativo. Ellas, efectivamente, no sólo son el lugar privilegiado de la formación humana y cristiana, sino que pueden convertirse en «el primer y mejor seminario de la vocación a la vida de consagración al Reino de Dios» (Exhort. ap. Familiaris consortio,53), haciendo descubrir, precisamente en el seno del hogar, la belleza e importancia del sacerdocio y de la vida consagrada. Los pastores y todos los fieles laicos han de colaborar siempre para que enla Iglesia se multipliquen esas «casas y escuelas de comunión» siguiendo el modelo dela Sagrada Familia de Nazaret, reflejo armonioso en la tierra de la vida dela Santísima Trinidad.
Con estos deseos, imparto de corazónla Bendición Apostólicaa vosotros, Venerables Hermanos en el episcopado, a los sacerdotes, a los diáconos, a los religiosos, a las religiosas y a todos los fieles laicos, en particular a los jóvenes que con corazón dócil se ponen a la escucha de la voz de Dios, dispuestos a acogerla con adhesión generosa y fiel.
Vaticano, 18 de octubre de 2011
Benedicto XVI
ZENIT nos ofrece las palabras del papa antes de recitar la oración mariana el domingo, 12 de Febrero de 2012, a los fieles y peregrinos llegados a la plaza de San Pedro.
¡Queridos hermanos y hermanas!
El domingo pasado vimos que Jesús, en su vida pública sanó a muchos enfermos, revelando que Dios quiere para el hombre la vida y la vida en abundancia. El evangelio de este domingo (Mc. 1,40-45) nos muestra a Jesús en contacto con una forma de enfermedad considerada en ese momento como la más seria, tanto que volvía a la persona "impura" y la excluía de las relaciones sociales: hablamos de la lepra. Una ley especial (cf. Lv 13-14) reservaba a los sacerdotes la tarea de declarar a la persona leprosa, es decir impura; y también correspondía al sacerdote declarar la curación y readmitir al enfermo sanado a la vida normal.
Mientras Jesús estaba predicando en las aldeas de Galilea, un leproso se le acercó y le dijo: "Si quieres, puedes limpiarme". Jesús no evade el contacto con este hombre, sino, impulsado por una íntima participación de su condición, extiende su mano y le toca --superando la prohibición legal--, y le dice: "Quiero, queda limpio." En ese gesto y en esas palabras de Cristo está toda la historia de la salvación, donde está incorporada la voluntad de Dios de sanarnos y purificarnos del mal que nos desfigura y que arruina nuestras relaciones. En aquel contacto entre la mano de Jesús y el leproso, fue derribada toda barrera entre Dios y la impureza humana, entre lo sagrado y su opuesto, no para negar el mal y su fuerza negativa, sino para demostrar que el amor de Dios es más fuerte que cualquier mal, incluso de lo más contagioso y horrible. Jesús tomó sobre sí nuestras enfermedades, se convirtió en "leproso" para que nosotros fuésemos purificados.
Un maravilloso comentario existencial a este Evangelio es la famosa experiencia de san Francisco de Asís, que lo resume al principio de su Testamento:“El Señor me dio de esta manera a mí, hermano Francisco, el comenzar a hacer penitencia: cuando estaba en el pecado, me parecía algo demasiadoe amargo ver a los leprosos.Y el Señor mismo me condujo entre ellos, y practiqué la misericordia con ellos.Y al apartarme de los mismos, aquello que me parecía amargo, se me convirtió en dulzura del alma y del cuerpo; y después me quedé un poco, y salí del mundo”.(FF 110). En los leprosos, que Francisco encontró cuando todavía estaba "en el pecado” --como él dice--, Jesús estaba presente, y cuando Francisco se acercó a uno de ellos, y, venciendo la repugnancia que sentía lo abrazó, Jesús lo sanó de su lepra, es decir de su orgullo, y lo convirtió al amor de Dios. ¡Esta es la victoria de Cristo, que es nuestra sanación profunda y nuestra resurrección a una vida nueva!
Queridos amigos, dirijámonos en oración ala Virgen María, a quien hemos celebrado ayer por el recuerdo de sus apariciones en Lourdes. A santa Bernardita,la Virgenle dio un mensaje siempre actual: la llamada a la oración y a la penitencia. A través de su Madre, está siempre Jesús que viene a nuestro encuentro para liberarnos de toda enfermedad del cuerpo y del alma. ¡Dejémonos tocar y purificar por Él, y seamos misericordiosos con nuestros hermanos!
Traducido del italiano por José Antonio Varela V.
©Librería Editorial Vaticana
ZENIT nos ofrece un artículo de Monseñor Juan del Río Martín, arzobispo castrense de España, en el que se centra en la Jornada Mundial del Enfermo, que la Iglesia celebra este 11 de febrero, día de Nuestra Señora de Lourdes.
La fe sanadora
Ante la Jornada Mundial del Enfermo
+ Juan del Río Martín
El Mensaje de Benedicto XVI para la celebración de la XX Jornada Mundial del Enfermo tiene como lema: “¡Levántate, vete; tu fe te ha salvado” (Lc 17,19). Su objetivo es animar a los enfermos y menesterosos a encontrar en la fe en Dios el soporte seguro que da sentido a toda dolencia humana.
La lucha contra la enfermedad y la prevención de ésta, es algo característico de las sociedades modernas desarrolladas. En cambio, los países pobres no gozan de los medios científicos y técnicos para hacer frente a la mínima asistencia sanitaria. Para uno y otro mundo la enfermedad sigue suponiendo una incógnita inabarcable. Es un perpetuo recordatorio de que la vida es lucha, que tiene fecha de caducidad y que el paraíso de la salud permanente no existe. Esto, para el hombre posmoderno y secularizado es el gran fracaso humano, que elude, disfraza u oculta ante la imposibilidad de su vencimiento.
Actualmente, en los sistemas sanitarios priman los criterios economicistas, cientificistas, competitivos y de prestigio. Se margina o ignora la perspectiva trascendente de la persona que, en definitiva, es la que da significado a lo incomprensible del dolor. Esto hace que el enfermo sea un objeto experimental, un número, una cama, un coste. Por eso mismo, es inevitable plantear un sistema sanitario más ético, más humano, más justo, donde el enfermo tenga un rostro sufriente y humano.
El cristianismo no ha negado nunca la enfermedad, el dolor, la muerte, sino que ha preparado a los hombres para pasar por esos trances, enseñando siempre a ser solidarios y caritativos con los aquejados por cualquier padecimiento. El Papa nos recuerda que: “Dios, en su Hijo, no nos abandona en nuestras angustias y sufrimientos, está junto a nosotros, nos ayuda a llevarlos y desea curar nuestro corazón en lo más profundo”.
La fe en Cristo no suprime el sufrimiento, pero lo ilumina, lo eleva, lo purifica, lo sublima, lo vuelve válido para la eternidad. Esa vivencia, sitúa al enfermo en un modo de vivir y de relacionarse muy distinto de aquellos que experimentan esa misma realidad, pero sin referencia a un Dios que desea siempre nuestro bien, aunque a veces no lo veamos. La confianza y el seguimiento a ese Médico que es Jesús de Nazaret (Mt 9,12; Mc 2,17; Lc 5,31), hace que alcancemos la salud integral, ya que como diría san Agustín: “Cristo es en realidad el médico sabio y omnipotente que quiso sanar las enfermedades del cuerpo para manifestarse como salvador de las almas”. (Sermón 84,4).
El Mensaje pontificio nos recuerda que “el binomio entre salud física y renovación del alma lacerada nos ayuda a comprender mejor los sacramentos de curación”. La terapia de la fe sanadora comienza con la humilde y constante plegaria del afligido y de la comunidad que rodea al enfermo. La Iglesia, como continuadora de la obra y misión de su Señor, ofrece las “medicinas espirituales” de los sacramentos de la Penitencia y de la Unción. Son momentos privilegiados donde los enfermos se enfrentan a su propia vida, reconocen los errores y fracasos y siente el bálsamo de la reconciliación con Dios, con los hermanos y consigo mismos. No son “analgésicos mentales”, ni impiden que las ciencias médicas y sanitarias hagan su labor, sino que son realidades de la gracia sobrenatural que cura el corazón destrozado de la persona que pasa por la prueba del sufrimiento y de la proximidad de su final. Ello tiene como fruto la paz de espíritu que posibilita vivir con dignidad y humanidad en el “lecho del dolor”.
Esto no lo puede dar ni las más avanzadas ciencias médicas, ni la simple asistencia social hospitalaria, porque el que enferma es una persona, un espíritu encarnado y como tal tiende a su fin. Como dice Agustín de Hipona: “nos hiciste, Señor, para ti, y nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en ti» (Conf. 1,1).
Lectio divina para el domingo tercero de Cuaresma - B, ofrecida por la Delegación Diocesana de Liturgia de la diócesis de Tenerife.
Lectura: “Juan 2, 1325”
En aquel tiempo se acercabala Pascuade los judíos y Jesús subió a Jerusalén. Y encontró en el templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas sentados; y, haciendo un azote de cordeles, los echó a todos del templo, ovejas y bueyes; y a los cambistas les esparció las monedas y les volcó las mesas; y a los que vendían palomas les dijo: Quitad esto de aquí: no convirtáis en un mercado la casa de mi Padre.
Sus discípulos se acordaron de lo que está escrito: «el celo de tu casa me devora».
Entonces intervinieron los judíos y le preguntaron: ¿Qué signos nos muestras para obrar así? Jesús contestó: Destruid este templo, y en tres días lo levantaré. Los judíos replicaron: Cuarenta y seis años ha costado construir este templo, ¿y tú lo vas a levantar en tres días? Pero él hablaba del templo de su cuerpo. Y cuando resucitó de entre los muertos, los discípulos se acordaron de que lo había dicho, y dieron fe ala Escrituray ala Palabraque había dicho Jesús.
Mientras estaba en Jerusalén por las fiestas de Pascua, muchos creyeron en su nombre, viendo los signos que hacía; pero Jesús no se confiaba con ellos, porque los conocía a todos y no necesitaba el testimonio de nadie sobre un hombre, porque él sabía lo que hay dentro de cada hombre.
Meditación:
“No convirtáis en un mercado…”
En este camino cuaresmal el Señor nos va indicando hacia dónde tener que volver nuestra mirada, dónde está el núcleo donde apoyar nuestra conversión. Y en esta andadura, en este texto rico y denso, se me queda esta afirmación que nos recuerda de manera muy significativa, lo que tenemos que convertir y lo que no hay que convertir.
Y es que, tristemente, hemos convertido o estamos empeñados en convertir al hombre en un mercado. El hombre que es el verdadero templo de Dios, donde Dios ha querido hacer morada. Somos templo de su Espíritu, es en nuestro corazón donde él quiere morar, somos, no sólo sus criaturas, somos sus hijos. Y Dios, como Padre, ve con tristeza y, yo creo que en algún momento con rabia, como en este texto, que estamos queriendo apagar lo mejor de nosotros, estamos intentando extinguir nuestra realidad profunda, nuestra dignidad humana, nuestra grandeza, quedándonos en el ámbito de lo más animal. Ya da la sensación, por mucho que se diga lo contrario, que la vida humana no vale nada. Lo único que se le quiere ofrecer es todo aquello que se centra en el tener.
Se nos llena la boca hablando de la sociedad del bienestar, y cuando afirmamos eso sólo pensamos en el aspecto económico, del tener. Se nos educa para el consumo, y las cosas duran menos para consumir más. Y si eso no funciona, si no se consume, todo se nos viene abajo. Los valores desaparecen, da la sensación de que todo vale y reducimos al hombre a su mínima expresión, ¿exagerado?, puede ser, pero basta mirar a nuestro alrededor. Y si alguien se rebela contra esta afirmación, el Señor nos manifiesta bien plásticamente su rechazo total y el sentimiento y la reacción que le provoca.
Y así, hoy, Cristo te invita a ti, me invita a mí, a mirar no sólo hacia fuera, sino hacia dentro de nuestro corazón, para ver dónde está, en qué lo he convertido, cuáles son mis valores, mis preocupaciones, qué es lo que creo y cómo lo manifiesto en mis actitudes, porque puedo pensar algo muy concreto pero no llegar a manifestarlo, por los condicionamientos que sean, en mis actitudes.
Desde ahí, tu llamada a la conversión me toca muy directamente, Señor, me interroga, me pone desde ti ante mí, ante el centro de mis ilusiones y anhelos, ante el proyecto de mi vida, ante la respuesta que estoy dando, desde mí, desde la realidad que me envuelve y los atractivos que se me ofrecen como un cebo, y ante el reto de crecer desde lo más auténtico de mi realidad humana…, y divina. Y me suena a reto cuaresmal, me suena a llamada a convertir muchas de mis palabras, de mis actitudes, de mis silencios, de mis concesiones cómodas, de mi renuncia a crecer desde lo más profundo y auténtico. No, no es una llamada reaccionaria a oponerme a todo, sino a ser capaz de saber equilibrar mi realidad humana desde todo aquello que se convierte en bien auténtico para mí y para los que están en el ámbito de mi vida. Nos jugamos, por muy exagerado que pueda sonar, la humanidad, y de nuevo ahí me invitas a unirme a ti, para hacer juntos el camino hacia arriba, no exento de cruz, pero pleno de luz.
Oración:
“Lo más auténtico”
Señor, en esta cuaresma que avanza voy captando de nuevo tu interés, hacia dónde me quieres llevar. Y te doy gracias por seguir intentando tocar lo más auténtico de mi ser. Te doy gracias por tu empeño de descubrirme el tesoro que has depositado en nuestra realidad humana que no se satisface con mera materialidad, y eso hace tiempo que lo he sentido y experimentado. No significa que me sea fácil expresarlo y convertirlo en actitudes. Tú sabes la fuerza de todo lo que dentro de mí y fuera me impiden, en muchos momentos, vivir la coherencia de lo que siento y creo. Pero gracias, una vez más por estar ahí, por tu llamada insistente, por no dejarte vencer, por ir hasta el final con tu propia vida, porque ella es el estímulo y la fuerza y la referencia de la mía. Ayúdame para que no aparte mi mirada y mi corazón de ti.
Contemplación:
“Templo divino”
Tesoro escondido de amor
en el desdibujado ámbito
de las paredes que enmarcan
la realidad de mi cuerpo visible.
Templo divino de humanidad frágil
en el que quieres habitar
y manifestar tu gloria y la mía.
Misterio infinito de Dios
desplegado en el misterio humano,
grandeza de una pequeñez
que me descubres ante mi desconcierto.
Corazón de un Dios que me sabe suyo
y me dice insistentemente que es mío.
Lectio divina para el sábado de la segunda semana de Cuaresma 2012, ofrecida por la Delegación Diocesana de Liturgia de la diócesis de Tenerife.
Lectura: “Lucas 15, 1 3. 1132”
En aquel tiempo, solían acercarse a Jesús todos los publicanos y los pecadores a escucharle. Y los fariseos y los escribas murmuraban entre ellos: «Ése acoge a los pecadores y come con ellos.»
Jesús les dijo esta parábola: «Un hombre tenía dos hijos; el menor de ellos dijo a su padre: "Padre, dame la parte que me toca de la fortuna." El padre les repartió los bienes.
No muchos días después, el hijo menor, juntando todo lo suyo, emigró a un país lejano, y allí derrochó su fortuna viviendo perdidamente.
Cuando lo había gastado todo, vino por aquella tierra un hambre terrible, y empezó él a pasar necesidad.
Fue entonces y tanto le insistió a un habitante de aquel país que lo mandó a sus campos a guardar cerdos. Le entraban ganas de saciarse de las algarrobas que comían los cerdos; y nadie le daba de comer.
Recapacitando entonces, se dijo: "Cuántos jornaleros de mi padre tienen abundancia de pan, mientras yo aquí me muero de hambre. Me pondré en camino adonde está mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo: trátame como a uno de tus jornaleros."
Se puso en camino adonde estaba su padre; cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio y se conmovió; y, echando a correr, se le echó al cuello y se puso a besarlo.
Su hijo le dijo: "Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo."
Pero el padre dijo a sus criados: "Sacad en seguida el mejor traje y vestidlo; ponedle un anillo en la mano y sandalias en los pies; traed el ternero cebado y matadlo; celebremos un banquete, porque este hijo mío estaba muerto y ha revivido; estaba perdido, y lo hemos encontrado." Y empezaron el banquete.
Su hijo mayor estaba en el campo. Cuando al volver se acercaba a la casa, oyó la música y el baile, y llamando a uno de los mozos, le preguntó qué pasaba.
Éste le contestó: "Ha vuelto tu hermano; y tu padre ha matado el ternero cebado, porque lo ha recobrado con salud."
Él se indignó y se negaba a entrar; pero su padre salió e intentaba persuadirlo.
Y él replicó a su padre: "Mira: en tantos años como te sirvo, sin desobedecer nunca una orden tuya, a mí nunca me has dado un cabrito para tener un banquete con mis amigos; y cuando ha venido ese hijo tuyo que se ha comido tus bienes con malas mujeres, le matas el ternero cebado."
El padre le dijo: "Hijo, tu siempre estás conmigo, y todo lo mío es tuyo: deberías alegrarte, porque este hermano tuyo estaba muerto y ha revivido; estaba perdido, y lo hemos encontrado."»
Meditación:
“Hijo”
Ver al hijo pródigo es verme a mí en muchos momentos y en muchas actitudes con las que me distancio, consciente o inconscientemente de Ti, Señor. Y ver al hermano mayor es también descubrir todos esos distanciamientos, tal vez más sutiles, pero que ponen de manifiesto los orgullos que se esconden y se manifiestan de mil maneras en mi actuar.
Llevo a los dos hermanos insertos dentro de mí, los conozco demasiado bien. A veces me desconciertan porque no soy capaz de dominarlos, y me hacen experimentar las contradicciones de mi seguimiento.
Por eso me es necesario apartar la mirada de ellos para volverla hacia el padre, para volverla hacia Ti. Porque en esa imagen te descubro saliendo constantemente, pacientemente y amorosamente a mi encuentro, una y otra vez. Unas veces esperando ansioso mi vuelta mientras derrocho y malgasto los bienes que me has entregado; otras tratando de hacerme comprender tu amor e intentando abrirme a mis hermanos, a quienes tantas veces miro con recelo e incluso con envidia.
Y me emociona descubrirte amándome así, y me avergüenza, porque me cuesta aprender. Porque mi ser hijo no se corresponde con tu ser mi padre. Pero te necesito. Te necesito así, porque eso me permite confiar en mí. Y no sé cómo ni cuándo, pero sé que mientras te descubra y te sienta así, seguiré teniendo fuerza e ilusión para llegar a ser mejor hijo y a comportarme como un buen hermano.
Oración:
“Saltar las barreras”
Hoy brota en primer lugar una súplica de perdón. Como el hijo pródigo, tengo motivos para decirte que “no merezco llamarme hijo tuyo”, pero tú me sigues acogiendo como hijo Y, por eso, junto a mi súplica de perdón, brota una acción de gracias inmensa, no sólo porque te manifiestas como padre, sino porque lo eres con una ternura indescriptible, que me turba y me emociona.
Gracias, Señor, por tantas acogidas y tantos abrazos inmerecidos. Gracias por tantas palabras que me animan a la reconciliación a la cercanía de mis hermanos, que me ayudan a saltar las barreras de mi pobre corazón herido.
Contemplación:
“Padre”
Padre,
tu amor me sobrepasa,
me siento pobre
e indigno de ser tu hijo,
pero tú no me niegas tu abrazo.
Te acercas a mí con un beso
en tus labios,
me aprietas fuerte
contra tu pecho,
y yo, desconcertado,
sólo puedo romper en un llanto
de profundo gozo.
Reflexión a las lecturas del domingo tercero de Cuaresma - B, ofrecida por el sacerdote Don Juan Manuel Pérez Piñero bajo el epígrafe "ECOS DEL DÍA DEL SEÑOR".
Domingo 3º de Cuaresma B
Queridos amigos y amigas:
Uno de los signos de la llegada del Mesías, según esperaban los judíos, era la purificación del templo. Los responsables del templo habían permitido que los peregrinos que venían al templo de Jerusalén, tuvieran a su alcance los animales para los sacrificios y las ofrendas y la posibilidad de cambiar sus monedas por las únicas que se admitían allí. Cuando Jesús llegó a Jerusalén y se encontró con esta situación, hizo un azote de cordeles y “los echó a todos del templo: Ovejas y bueyes; y a los cambistas les esparció las monedas y les volcó las mesas; y a los que vendían palomas les dijo: Quitad esto de aquí; no convirtáis en un mercado la casa de mi Padre”.
Con frecuencia, no captamos la significación tan profunda que tiene este acontecimiento, que siempre nos impresiona y nos sobrecoge, acostumbrados como estamos a contemplar a Jesucristo, manso y paciente. Veamos: Jesús sabía que aquel culto, con todas sus circunstancias, no era agradable al Padre y estaba a punto de terminar… Va a comenzar el culto nuevo, el culto verdadero, “en espíritu y verdad”, como le había dicho a la samaritana (Jn 4, 23). Y quiere profetizarlo con este hecho. Es lógico que, enseguida, las autoridades religiosas del templo, le pidieran un signo, que le autorizara a obrar así, como un enviado de Dios, como un antiguo profeta… Y Jesús no se intimida ni se echa para atrás, sino que les señala el signo más importante de todos, el signo que lo ratifica y autentifica todo: Su misión y su vida entera…, su venida a este mundo: Su Muerte y su Resurrección. Por eso les dice: “Destruid este templo, y en tres días lo levantaré” Y el evangelista nos aclara que “Él hablaba del templo de su cuerpo”. Y cuando resucitó, los discípulos se acordaron de aquel signo profético y dieron fe a la Escritura y a la palabra de Jesús.
Los judíos esperaban que el Mesías iba a construir un templo nuevo. Helo aquí: la Humanidad santísima del Señor resucitado. El culto nuevo, por tanto, no estará centrado ya en el templo de Jerusalén, sino en el Cuerpo de Cristo, muerto y resucitado. Jesucristo es, por tanto, el lugar de acceso seguro a la Divinidad. En este culto el mismo Jesucristo es “Sacerdote, Víctima y Altar”. (Pref. Pasc. V). Con su Sangre queda ratificada la Nueva Alianza, que prefiguraba la Antigua, de la que nos habla la primera lectura. Y, en su ausencia visible, este culto será realizado a través de la Iglesia, Cuerpo Místico de Jesucristo y, por lo mismo, templo del Dios vivo. Ahora ella, “columna y fundamento de la verdad,” (1Tim 3, 23) es el único lugar de acceso al Padre, por Jesucristo, en el Espíritu Santo.
Por tanto, no se puede decir tan ligeramente: “Cristo sí, la Iglesia, no”. Ni tampoco podemos ir buscando una Iglesia casi celestial como si la Iglesia que conocemos y a la que tenemos la dicha de pertenecer, hubiera perdido su autenticidad y su capacidad de santificar… Ya el Vaticano II nos advirtió que esta Iglesia es santa y al mismo tiempo, necesitada siempre de renovación y reforma (Const. Igl. 8. Ecum. 6)), que tiene que comenzar por cada uno de nosotros… Es lo que han hecho siempre los mejores hijos de la Iglesia, que son los santos. En adelante, el culto externo, si quiere ser auténtico, tiene que ser expresión y alimento del culto interior, del culto que radica en el corazón, que sólo Cristo conoce porque Él sabe “lo que hay dentro de cada hombre”.
En este tiempo de Cuaresma nos preparamos para celebrar la Pascua, que es el grandioso acontecimiento de la “construcción del nuevo templo”.
Todo nuestro esfuerzo va orientado en estas dos direccio-nes: La primera, tratar de reparar y embellecer el interior de cada uno de nosotros, que hemos sido constituidos, por el Bautismo, templos del Espíritu Santo. Y, además, practicar el culto nuevo y verdadero, especialmente, a través de la celebración de los sacramentos que tiene que proyectarse, sobre todo, en la atención a los hermanos, especialmente, a los pobres y a los que sufren… Porque la “señal” que el Señor nos dejó de nuestra condición de discípulos suyos, es el amor que nos tengamos unos a otros (Jn 13
DOMINGO III DE CUARESMA B
MONICIONES
PRIMERA LECTURA
En el monte Sinaí, Dios hace alianza con su pueblo liberado de la esclavitud de Egipto. El cumplimiento de los diez mandamientos es la garantía de su libertad y de su bienestar. Escuchemos la promulgación solemne de los diez mandamientos de la Ley del Señor.
SALMO
Proclamemos en el salmo las grandezas de la Ley del Señor. “Sus mandatos son rectos y alegran el corazón”.
SEGUNDA LECTURA
Frente a los judíos que exigen signos y a los griegos que buscan sabiduría, San Pablo predica a Jesucristo crucificado, fuerza y sabidu-ría de Dios para los que creen en El.
TERCERA LECTURA
Después de expulsar a los mercaderes del templo, Jesucristo anuncia proféticamente su Muerte y Resurrección con la imagen de un templo reconstruido. Es el comienzo de un templo y de un culto nuevo, en espíritu y verdad. Acojamos al Señor cantando.
COMUNIÓN
En la Comunión recibimos a Jesucristo, que ha muerto y resucitado por nosotros, y en la santa Misa actualiza este Misterio de muerte y de vida, de cruz y de resurrección
Pidámosle que nos ayude a vivir siempre unidos a Él mediante el cumplimiento fiel de sus mandatos.
Pidámosle que nos conceda los sacerdotes que necesitamos y que para ello, nosotros estamos dispuestos a colaborar con Él.
DEPARTAMENTO DE COMUNICACIÓN
38201.La Laguna. Tenerife.
Tfno. 922-25 86 40 / Extensión 8
e-mail: [email protected]
Boletín 472
LAS NOTICIAS AMPLIADAS PUEDEN VERLAS ENTRANDO EN NUESTRO BLOG. Textos, sonidos, e imágenes los tienen en: http://www.comunicacionobispadodetenerife.blogspot.com/
El próximo 11 de marzo, en La Esperanza, tendrá lugar el Encuentro Diocesano de Catequistas, bajo el lema: "Peregrinamos de la mano de María. Discípula y Misionera". La hora de inicio del Encuentro será a las diez de la mañana en la ermita de Las Barreras en el monte de Las Raíces (La Esperanza). El Obispo preside la Eucaristíaa las 15.30 horas en la plaza de la Esperanza. Todala información en: http://www.delegaciondecatequesis.blogspot.com/
Por cierto, que el Encuentro de Catequistas se podrá seguir por Twitter (a través del Hashtag: #EDCATEQUISTAS12) y en Facebook (EdCatequistas12). Lo que se pretende es que, quien lo desee, publique en estas redes sociales sus acciones de gracias, fotos del encuentro, impresiones, etc. Algunas de estas acciones de gracias serán leídas durante la Eucaristía. Conposterioridad, serán colgadas en el blog de la delegación de catequesis: http://www.delegaciondecatequesis.blogspot.com/.
La Vicaría Generalha difundido una Nota en la que se pide a los sacerdotes que: “considerando la situación de sequía generalizada que padecemos, por mandato de nuestro Obispo, rogamos se introduzca, enla Oraciónde los Fieles, una petición para pedir la lluvia. La misma, puede ser conforme a las indicadas para misas y oraciones por diversas circunstancias o necesidades del LibroLa Oraciónde los Fieles dela Conferencia Episcopal.
Esta semana se ha venido desarrollando en el Seminario un “Curso de Comunicación Eficaz para Profesores y otros agentes de pastoral”, impartido por Andrés Brito Galindo, Doctor en Ciencias dela Información. Unainiciativa en consonancia con una de las líneas de acción del Plan de Pastoral que concreta el Proyecto Diocesano de Comunicación (PDC), en la que han participado alrededor de 100 personas: profesores de Religión y Moral Católica, agentes de pastoral, etc.
Concluyeron el miércoles las V Jornadas de Formación sobre el Matrimonio yla Familiaque organiza el Centro de Orientación Familiar dela Diócesis. Tresdías dedicados a reflexionar sobre la dimensión jurídica del matrimonio, dirigidas a los voluntarios y profesionales del Cof2000 (Centro de Orientación Familiar) y a cuantos se han querido aprovechar, por el interés que suscita el tema, del contenido de las Jornadas.
Estos días se encuentra de visita en nuestra diócesis Nemesio Frías, misionero del Instituto Español de Misiones Extranjeras (IEME). Frías es sacerdote diocesano y procede dela Diócesisde Mérida – Badajoz. En el IEME tiene la tarea de formación y animación misionera. Por ello, suele visitar cada diócesis para hacerse presente, sobre todo, en medio de los seminaristas y sacerdotes para recordarles la misión que tienen como cristianos llamados a un servicio ala Iglesia Universal.
El delegado dela Pastoral Penitenciaria, Agustín Domingo Marrero, ha escrito una carta para informar sobre los actos que tendrán lugar en el marco de las XIII Jornadas Regionales de Pastoral Penitenciaria. Este año se van a celebrar en Tenerife los días 23, 24 25 de marzo. Tendrán como lema “liberados para liberar”, y pretenden descubrir las causas y comportamientos que producen exclusión, profundizar en cómo nos hemos de situar ante los pobres y excluidos y concretar los medios que llevarían a conseguir una sociedad más integradora. En el blog de comunicación del Obispado se encuentra el programa de las Jornadas.
Además, Marrero ha aprovechado la ocasión para recordar que toda ayuda en esta pastoral es bien recibida. En este sentido, ha expresado que si algún sacerdote o persona comprometida en alguna comunidad conoce a personas sensibilizadas en este área socio-caritativo, no duden en contactar con la delegación.
El Deán dela CatedraldeLa Laguna, Julián de Armas se reunió en Madrid con el Director General de Bellas Artes y Bienes Culturales, Jesús Pietro de Pedro para abordar el presente y futuro de las obras del primer templo dela Diócesis. Duranteel encuentro, De Pedro indicó que el Gobierno tiene la intención decidida de cumplir con el Convenio y que, en los presupuestos de 2012, está incluida la partida de 1.450.000 Euros que no llegó a financiarse el pasado año.
Por cierto, quela Comisión Pro-Centenarioha presentado al Obispo el objetivo general y los objetivos específicos que deberán iluminar el itinerario de preparación y celebración del Primer Centenario del templo Catedral deLa Laguna. ElObjetivo General será ofrecerla Catedralcomo testigo de la fe y de la historia de un pueblo y escuela de discipulado.
Enla Sededel Obispado se reunieron: el prelado Nivariense, Bernardo Álvarez y el consejero de Obras Públicas, Transportes y Política Territorial, Domingo Berriel. En el encuentro también participaron el director general de Ordenación del Territorio, Jesús Romero, y el vicario general, Antonio Pérez. El encuentro sirvió para abordar, fundamentalmente, el estado actual del proyecto del futuro Santuario dedicado ala Patronade la isla deLa Gomera, Nuestra Señora de Guadalupe, en la zona de Puntallana.
«Llega la hora, ha llegado la hora en que la vocación de la mujer se cumple en plenitud, la hora en que la mujer adquiere en el mundo una influencia, un peso, un poder jamás alcanzados hasta ahora. Por eso, en este momento en que la humanidad conoce una mutación tan profunda, las mujeres llenas del espíritu del Evangelio pueden ayudar tanto a que la humanidad no decaiga». Con esta cita del Conciliola JOCyla HOACencabezan un comunicado con ocasión del Día Internacional dela Mujer.
Después de las Vigilias de Cuaresma, los jóvenes de la diócesis están invitados a seguir adentrándose en el desierto cuaresmal, con el Punto de ENcuenTRO que se tiene programado para el viernes, 16 de marzo, a las 20:30 h., enla Parroquiade María Auxiliadora, en Santa Cruz. Será una vigilia vocacional.
Cabe recordar que aún queda por celebrarse, este viernes, 9 de marzo, la vigilia diocesana de cuaresma con jóvenes “¡Mejor en Paz!”, enla Parroquiade Santiago Apóstol, arciprestazgo deLa Gomera, a las 20:00 horas.
También este viernes, a las 17.15 h., se desarrollará el tradicional vía crucis arciprestal de los jóvenes, enLa Montañade El Fraile (junto al Restaurante "El Monasterio"), en Los Realejos.
Un día más tarde, el sábado 10 de marzo, los jóvenes del arciprestazgo de Güímar, junto con aquellos que los quieran acompañar, “patearán”la Zarzarealizando una dinámica que ayudará a los participantes a prepararse, en medio de la cuaresma, para el sacramento de la reconciliación. Al final de la caminata se ofrecerá la posibilidad de confesar. Posteriormente, se celebrarála Eucaristíay habrá un almuerzo compartido.
Este viernes 9 de marzo, desde las 19 hasta las 21 horas, tendrá lugar enla Parroquiade Ntra. Sra. dela Merced, en el Médano, el habitual retiro del Arciprestazgo de Granadilla de Abona, que impartirá el Obispo. Los fieles de las comunidades parroquiales de Arona, San Miguel de Abona.
El Club Baloncesto Iberostar Socas Canarias se suma a la campaña de Cáritas Diocesana de Tenerife “NO HAY LÍMITES PARA SOÑAR”, que pretende buscar colaboradores activos, en la sociedad canaria, personas que con pequeños gestos, como ser voluntario, socio, o donante, consigan mejorar la vida de quienes nos rodean.
Ante la proximidad del Día del Seminario, los seminaristas se están haciendo presentes en todos los rincones de la diócesis. Además, el Obispo ha escrito un amplio artículo en el que, entre otras cosas, afirma: "En efecto, los seminaristas son la prueba de que Dios sigue llamando a jóvenes cristianos para que sigan a Cristo por el camino de la vocación sacerdotal. Es Dios quien pone en sus corazones la 'Pasión por el Evangelio', una pasión que es amor, 'enamoramiento', de la persona de Cristo. A través de la web del Obispado puede leer la carta y acceder a todos los materiales de esta importante jornada
Para el próximo domingo 18 de marzo, a las 20:00 horas, está previstala Vigiliade Oración Vocacional que tendrá lugar en la capilla del Seminario Diocesano. Previamente, como viene siendo habitual cada mes de marzo, el Seminario organiza un almuerzo para recaudar fondos y colaborar así en el sostenimiento de esta institución diocesana.
El sábado, 17 de marzo, a las 20:00 horas, en la parroquia de Santo Domingo de Guzmán, enLa Laguna, tendrá lugar la representación de la obra literario musical “Las Mujeres dela Pasión”, cuyo autor es Saturnino González.
“La labor social de la Iglesia en Canarias (ss. XVIII - XX)”, es el título del curso que organiza el ISTIC en colaboración conla UIMP, del 12 al 16 de marzo. El mismo pretende analizar la acción social en Canarias, a través de las instituciones de inspiración cristiana durante la época contemporánea, ofreciendo una reflexión de los diferentes niveles de colaboración tanto del ámbito regular como secular.
El Instituto Superior de Teología de las Islas Canarias, ISTIC, dentro de su agenda previa a la celebración del Congreso de Fe-Cultura , que en esta edición está dedicado a la "CRISIS", prevé que el 12 de marzo sea la fecha límite para la entrega de Comunicaciones. Todavía los interesados, profesionales y personas a las que preocupe este tema, del ámbito universitario o no, están a tiempo de presentar su trabajo de investigación para participar en este Congreso, que se celebrará entre el 23 y 27 de abril en el ISTIC deLa Laguna.
El 24 de marzo en el seminario se celebrará un Encuentro dela Pastoralcaritativo-social bajo el lema: 'Discípulos y misioneros sirviendo'. A las 9:30 horas, será la acogida. Posteriormente el Obispo presidirála Eucaristíaa la que seguirá el trabajo de la jornada. La cita concluirá a las 13:30 horas con el almuerzo.
Por otro lado, el sábado, 28 de abril, el cantautor católico Nico Montero estará en concierto enLa Orotava, dentro del marco del PJ WEEKEND organizado porla Coordinadora Arciprestalde Pastoral Juvenil del Arciprestazgo deLa Orotava. Seráen las canchas del Colegio Salesiano, a partir de las 20.30h.
La CVX(Comunidades de Vida Cristiana) ha invitado a quien lo desee a participar el 10 de marzo, en el taller de parejas y familia: Experiencia de Unidad, impartido por Santiago Rodríguez Martín, profesor, miembro dela Comunidadde Vida Cristiana y acompañante de Ejercicios Espirituales Ignacianos y por Soledad González Ortega, trabajadora social. El horario de esta iniciativa será de de 9:30 a 13:30 horas y de 16:00 a 18:00 horas y el precio es de 30 euros por pareja.
Por otro lado,la Casa Manresaacogerá el curso de Formación en Biblia "El Antiguo Testamento en la vida del cristiano", impartido por Junkal Guevar, el sábado 17 de marzo, de 10:00 a 17:00 horas. Asimismo, se ha invitado a cada participante a traer algo de comida para compartir. El precio del curso es de 20 euros (10 euros -estudiantes y personas en situación de desempleo-. Se paga el propio día del curso.) Las inscripciones se pueden hacer llamando al número: 626465910 (Javier) o bien al número (658.080.631 (tlf de la casa).
Bajo el lema “Discípulos y Misioneros”,la Vicaríade Santa Cruz ha programado las V Jornadas de formación para agentes de pastoral, que se celebrarán del 16 al 19 de abril, en el colegio Pureza de María de la capital tinerfeña. Las fichas para la inscripción las pueden solicitar a los párrocos dela Vicariade Santa Cruz y entregarlas antes del 16 de marzo.
Un mejor modo de vivirla Semana Santanos oferta Radio Ecca. De profeta de masas a proscrito muerto en la cruz. De la oscuridad del calvario a la luz del sepulcro vacío... El misterio de la vida, pasión, muerte y resurrección de Jesús nos vuelve a interpelar un año más. ¿Qué misterio de Vida encierra? ¿Qué Esperanza trae a nuestro mundo? Se imparte del 08/03/12 hasta el 16/04/12
Otra de las ayudas para vivir intensamentela Cuaresmacomo preparación parala Pascua, la ofrece RADIO MARÍA de ESPAÑA, con la celebración de los ejercicios espirituales. Una propuesta que se emitirá del 12 al 18 de Marzo, todos los días a las 4 horas, a las 11,30 horas, a las 17 horas y a las 22 horas.
La comunidad del Movimiento de Familias Cristianas ha invitado a los matrimonios que lo deseen a revivir su encuentro prematrimonial, en el mismo ambiente, con los mismos compañeros y con una programación alegre y distendida. Para tal fin, se ha programado una reunión para el viernes, 9 de marzo, de 20:00 a 21:30 horas, enla Casadela Iglesia. Alfinalizar, se compartirá un piscolabis con lo que cada uno aporte.
Ángel Moreno Sancho, capellán-párroco de Buenafuente de Sistal y Vicario parala Vida Consagradadela Diócesisde Siguenza-Guadalajara, dirigirá el taller: "La Sorpresadel Evangelio de San Juan", los próximos días 21, 22 y 23 de marzo, enla Casade Oración Domus Mariae, en San Pedro Daute, Garachico. El horario del mismo será de 16:30 a 20:00 horas. Asimismo, Moreno guiará un retiro, el día 24 de marzo, de 9:30 a 13:30 horas. Para más información, se han facilitado los números de teléfono: 922 83 02 44 y 674 668 990.
El Colegio Dominicas Vistabella celebró el sábado 3 de marzo, como cada año,la Fiestadela Alegría. Enesta ocasión, los miembros de este centro se han propuesto llevar a cabo los siguientes proyectos: Uno de Manos Unidas para la ampliación de una residencia mixta para estudiantes de Primaria en Pradesh (India), que facilite la escolarización de más niños y niñas. Y otro para Proysanjo, para seguir colaborando en la reconstrucción del Colegio Dominicas Misioneras dela Sagrada Familiaen Chile (colegio Carmela Ronda Romero de Espinosa), que tuvo que ser demolido tras el terremoto de 2010.
Las comunidades parroquiales de Breña Alta (San Pedro Apóstol y San Isidro Labrador), enLa Palmaorganizaron el pasado domingo un almuerzo solidario a beneficio del proyecto Arciprestal de Manos Unidas para la presente campaña de Lucha contra el Hambre en el Mundo 2012.
La película “El árbol de la vida”, de Terrence Malick, se podrá adquirir en DVD, en breve, en las librerías diocesanas. Los interesados en obtenerla pueden realizar sus reservas llamando al número de teléfono: 922 258 640/Ext.91. Por muchos críticos catalogada como obra maestra, esta película se adentra en temas filosóficos y religiosos y plantea cuestiones vitales tales como el por qué del dolor, para qué vivimos, cuál es el origen del universo, etc. Además es un precioso film sobre la paternidad, la educación, la lucha y el perdón.
La tienda de comercio justo "El Surco" de Cáritas Diocesana ha presentado la "Tarjeta Fidelidad", por la que, con cada compra que se realiza, será apuntada en dicha tarjeta la cantidad abonada y, al llegar a cinco compras, se podrá obtener un 10% de descuento de la cantidad total. Además, a través de ella, se puede acceder a noticias de la tienda como cursos, degustaciones, campañas, etc.
La Delegación Diocesanade Misiones está organizando el camino de Santiago desde una dimensión misionera para el próximo mes agosto con el lema "Discípulos y misioneros como el Apóstol Santiago". Esta actividad se llevará a cabo del 13 al 23 de agosto de 2012. Los interesados se pueden poner en contacto con la delegación a través del correo electrónico: [email protected] o por teléfono: 922.25.86.40.
Lectio divina para el viernes de la segunda semana de Cuaresma 2012, ofrecida por la Delegación Diocesana de Liturgia de la diócesis de Tenerife.
Lectura: “Mateo 21, 33 43. 45 46”
En aquel tiempo, dijo Jesús a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo: «Escuchad otra parábola: Había un propietario que plantó una viña, la rodeó con una cerca, cavó en ella un lagar, construyó la casa del guarda, la arrendó a unos labradores y se marchó de viaje.
Llegado el tiempo de la vendimia, envió sus criados a los labradores, para percibir los frutos que le correspondían. Pero los labradores, agarrando a los criados, apalearon a uno, mataron a otro, y a otro lo apedrearon.
Envió de nuevo otros criados, más que la primera vez, e hicieron con ellos lo mismo. Por último les mandó a su hijo, diciéndose: "Tendrán respeto a mi hijo."
Pero los labradores, al ver al hijo, se dijeron: “Éste es el heredero: venid, lo matamos y nos quedamos con su herencia." Y, agarrándolo, lo empujaron fuera de la viña y lo mataron.
Y ahora, cuando vuelva el dueño de la viña, ¿qué hará con aquellos labradores?»
Le contestaron: «Hará morir de mala muerte a esos malvados y arrendará la viña a otros labradores, que le entreguen los frutos a sus tiempos.»
Y Jesús les dice: «¿No habéis leído nunca en la Escritura: "La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular. Es el Señor quien lo ha hecho, ha sido un milagro patente"? Por eso os digo que se os quitará a vosotros el reino de Dios y se dará a un pueblo que produzca sus frutos.»
Los sumos sacerdotes y los fariseos, al oír sus parábolas, comprendieron que hablaba de ellos.
Y, aunque buscaban echarle mano, temieron a la gente, que lo tenía por profeta
Meditación:
“Comprendieron”
Por eso no nos gusta. Cuando escuchamos tu palabra tratamos de echar balones fuera y de aplicar tus palabras a los otros. Preferimos hacer oídos sordos, o evadirnos, o hacer como que no nos enteramos, pero sabemos perfectamente que hablas de nosotros y para nosotros.
Por eso nos es más cómodo no creer. Vivir al margen de tus enseñanzas y hacer todo a nuestro aire. Decimos que no necesitamos de nadie que venga de fuera a decirnos lo que tenemos que hacer. ¡Claro, eso es estupendo!
Pero me guste o no, lo quiera o no lo quiera, tú hablas de nosotros y de mí; para nosotros y para mí. En este tiempo cuaresmal tu palabra resuena aún con más fuerza y sigues esperando mis frutos. Unos frutos que antes que tú necesito yo mismo, necesita cada hombre y mujer, necesita nuestro mundo, y no es tópico. Y aunque quiera, no puedo decir que no lo veo.
Oración:
“Quiero dar fruto”
Señor, quiero dar fruto. Sé que tú lo esperas de mí, pero soy yo quien lo necesita. Ayúdame. Sí, necesito y quiero dar el fruto que es capaz de brotar de toda esa potencia de amor que has puesto en mi corazón. Quiero dar fruto, Señor, y poner mi grano de arena para construir contigo y desde ti un hombre y un mundo más humano.
Contemplación:
“Piedra angular”
A veces me pregunto
dónde está el suelo firme
en el que sustentarme
cuando todo se tambalea.
Y en ti encuentro la roca,
la piedra angular y firme
en la que apoyar el edificio
de mi realidad y de mis sueños.
Oración por el Día del Seminario 2012, publicada en estampa publicada por el Seminario de Tenerife para distribuir entre los fieles de las parroquias.
Oración
Señor Jesús,
que nos prometiste: «pedid y recibiréis, llamad
y se os abrirá»,
regálanos las vocaciones sacerdotales
que tanto necesita tu Iglesia
y el mundo de hoy.
Haz que las familias sean el campo fértil donde
puedan germinar.
Bendice el trabajo apostólico de
catequistas y educadores,
para que logren despertar y madurar
la vocación sacerdotal en aquellos que tú,
Señor, has elegido a tu servicio.
Ilumina la tarea educativa de los
formadores del Seminario
para que creen un
verdadero cenáculo donde el
encuentro contigo ayude
a cada seminarista a configurar su
corazón, de Buen Pastor, con el tuyo.
Que Santa María, Reina de los Apóstoles,
lleve de la mano a los seminaristas y
sacerdotes para que sean
realmente gloria de la Iglesia.
Dales, Señor, pasión por el Evangelio.
Amén
ZENIT publica el discurso del Papa en la audiencia general del miércoles, 8 de Febrero de 2012, en el Aula Pablo VI, con grupos de fieles y peregrinos provenientes de Italia y del mundo. Queridos hermanos y hermanas:
Hoy me gustaría reflexionar con ustedes sobre la oración de Jesús ante la inminencia de su muerte, reflexionando sobre lo que nos refieren san Marcos y san Mateo. Los dos evangelistas describen la oración de Jesús agonizante no solo en la lengua griega, en la que está escrita su historia, sino por la importancia de esas palabras, también en una mezcla de hebreo y arameo. De esta manera han transmitido no sólo el contenido sino incluso el sonido que esta oración ha tenido en los labios de Jesús: escuchamos realmente las palabras de Jesús tal como fueron. Al mismo tiempo, han descrito la actitud de los presentes en la crucifixión, que no entienden --o no quieren entender-- esta oración.
Escribe san Marcos, como hemos escuchado: "Llegada la hora sexta, hubo oscuridad sobre toda la tierra hasta la hora nona. A la hora nona gritó Jesús con fuerte voz: "Eloí, Eloí, ¿lemá sabactaní?", que quiere decir: "¡Dios mío, Dios mío!, ¿por qué me has abandonado?" (15,34). En la estructura de la historia, la oración, el grito de Jesús se sitúa al final de tres horas de oscuridad, que desde el mediodía hasta las tres de la tarde, cayó sobre toda la tierra. Estas tres horas de oscuridad, a su vez, son una continuación de un anterior lapso de tiempo, también de tres horas, que comenzó con la crucifixión de Jesús. El evangelista san Marcos nos informa por cierto que: "Eran las nueve de la mañana cuando le crucificaron" (cf. 15,25). De todas las indicaciones de tiempo de la historia, las seis horas de Jesús en la cruz se dividen en dos partes equivalentes cronológicamente.
En las primeras tres horas, desde las nueve hasta las doce, vienen las burlas de los diferentes grupos de personas que muestran su escepticismo, que dicen no creer. San Marcos escribe: "Los que pasaban por allí lo insultaban" (15,29), "igualmente los sumos sacerdotes se burlaban entre ellos junto con los escribas" (15,31), "también le injuriaban los que con él estaban crucificados" (15,32). En las siguientes tres horas, desde el mediodía "hasta las tres de la tarde", el evangelista habla sólo de la oscuridad que descendió sobre toda la tierra: la oscuridad ocupa sola toda la escena sin ninguna referencia a movimientos de personajes o a palabras. Cuando Jesús se acerca cada vez más a la muerte, solo está la oscuridad que cae "sobre toda la tierra." Incluso el cosmos participa en este evento: la oscuridad envuelve personas y cosas, pero incluso en esta hora oscura Dios está presente, no abandona. En la tradición bíblica, la oscuridad tiene un significado ambivalente: es un signo de la presencia y de la actividad del mal, pero también de una misteriosa presencia y acción de Dios que es capaz de vencer toda tiniebla. En el libro del Éxodo, por ejemplo, leemos: "Yahvé dijo a Moisés: ‘Yo me acercaré a ti en una densa nube’" (19,9) y otra vez: "Y la gente se mantuvo a distancia mientras Moisés se acercaba a la densa nube donde estaba Dios" (20,21). Y en los discursos del Deuteronomio, Moisés dice: "La montaña ardía en llamas hasta el mismo cielo, entre tenebrosa nube y nubarrón" (4,11); ustedes "oyeron la voz que salía de las tinieblas, mientras la montaña ardía" (5,23). En la escena de la crucifixión de Jesús las tinieblas envuelven la tierra y son tinieblas de muerte en las que el Hijo de Dios se sumerge para dar vida, con su acto de amor.
Volviendo a la narración de san Marcos, frente a los insultos de los diversos tipos de personas, en la oscuridad que se cierne sobre todo, en el momento en que está frente a la muerte, Jesús con el grito de su oración muestra que, junto al peso del sufrimiento y de la muerte, en que parece haber abandono, ausencia de Dios, Él tiene la plena certeza de la cercanía del Padre, que aprueba este acto supremo de amor, de entrega total de sí mismo, a pesar de que no se escuche, como en otras ocasiones, la voz que viene de lo alto. Leyendo los evangelios, nos damos cuenta que en otros momentos importantes de su vida terrena, Jesús había visto signos asociados con la presencia del Padre y la aprobación de su camino de amor, incluso la voz clarificadora de Dios. Así, en la historia que sigue al bautismo en el Jordán, al abrirse los cielos, había escuchado la palabra del Padre: "Tú eres mi Hijo amado, en ti me complazco" (Mc 1,11). Después en la transfiguración, al signo de la nube le acompañó la palabra: "Este es mi Hijo amado, escúchenle" (Mc 9,7). En cambio, al acercarse la muerte del Crucificado, enmudece, no se oye ninguna voz, pero la mirada del amor del Padre permanece fija en el don del amor del Hijo.
Pero, ¿qué significado tiene la oración de Jesús, aquel grito que lanza al Padre: "Dios mío, Dios mío, por qué me has abandonado", ¿la duda de su misión, de la presencia del Padre? ¿En esta oración no es quizás la propia conciencia de haber sido abandonado? Las palabras que Jesús dirige al Padre son el inicio del salmo 22, donde el salmista manifiesta a Dios la tensión entre sentirse abandonado y la conciencia cierta de la presencia de Dios entre su pueblo. El salmista reza: "Clamo de día, Dios mío, y no respondes, también de noche, sin ahorrar palabras. ¡Pero tú eres el Santo, entronizado en medio de la alabanza de Israel!" (vv. 3-4). El salmista habla de "grito" para expresar todo el sufrimiento de su oración ante Dios aparentemente ausente: en el momento de la angustia, la oración se convierte en un grito.
Y esto ocurre también en nuestra relación con el Señor: frente a las situaciones más difíciles y dolorosas, cuando parece que Dios no escucha, no temamos en confiarle todo el peso que llevamos en nuestro corazón, no debemos tener miedo de gritarle nuestro sufrimiento, debemos estar convencidos de que Dios está cerca, aunque aparentemente calla.
Al repetir desde la cruz las mismas palabras iniciales del Salmo, " Elì, Elì, lemà sabactàni?" --"¿Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?" (Mt. 27,46)--, gritando las palabras del Salmo, Jesús ora en el momento del último rechazo de los hombres, en el momento del abandono; ora, sin embargo, con el Salmo, conciente de la presencia de Dios Padre aún en esta hora, en la que se siente el drama humano de la muerte. Sin embargo surge en nosotros una pregunta: ¿cómo es posible que un Dios tan poderoso no intervenga para evitarle a su Hijo esta terrible experiencia? Es importante comprender que la oración de Jesús no es el grito de quien va al encuentro de la muerte con desesperación, ni es el grito de quien se sabe abandonado. Jesús en aquel momento hace suyo todo el Salmo 22, el salmo del pueblo de Israel que sufre, y de este modo toma sobre sí no solo el castigo de su pueblo, sino también el de todos los hombres que sufren por la opresión del mal; y al mismo tiempo, lleva todo esto al corazón de Dios mismo en la certeza de que su grito será atendido en la resurrección, "el grito en el extremo tormento es al mismo tiempo la certeza de la respuesta divina --certeza de la salvación no sólo para Jesús mismo--, sino para «muchos»" (Gesù di Nazaret II, 239-240). En esta oración de Jesús se encierra la máxima confianza y el abandono en las manos de Dios, incluso cuando parece ausente y cuando parece permanecer en silencio, siguiendo un designio para nosotros incomprensible. En el Catecismo dela Iglesia Católicase lee así: "En el amor redentor que le unía siempre al Padre (cf. Jn 8, 29), nos asumió en nuestra separación de Dios a causa del pecado hasta el punto de poder decir en nuestro nombre en la cruz: ‘¿Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?’" (n. 603). El suyo es un sufrimiento en comunión con nosotros y por nosotros, que viene del amor y lleva en sí la redención, la victoria del amor.
Las personas presentes bajo la cruz de Jesús no pueden entender y piensan que su grito es una oración dirigida a Elías. En una escena conmocionada, tratan de saciarle la sed para prolongarle la vida y ver si Elías realmente viene en su rescate, pero un fuerte grito pone fin a su deseo, y a la vida terrena de Jesús. En el momento último, Jesús dejó que su corazón expresara el dolor, pero deja salir, al mismo tiempo, el sentido de la presencia del Padre y el consentimiento de su plan de salvación para la humanidad. También nosotros nos situamos siempre y de nuevo de frente al "hoy" del sufrimiento, del silencio de Dios --lo expresamos muchas veces en nuestra oración--, pero también estamos frente al "hoy" de la resurrección, de la respuesta de Dios que ha tomado sobre sí nuestros sufrimientos, para llevarlos junto con nosotros y darnos la firme esperanza de que serán vencidos (cf. Enc. Spe salvi, 35-40).
Queridos amigos, en la oración traemos a Dios nuestras cruces diariamente, en la certeza de que Él está presente y nos escucha. El grito de Jesús nos recuerda que en la oración, debemos superar las barreras de nuestro "yo" y de nuestros problemas y abrirnos a las necesidades y sufrimientos de los demás. La oración de Jesús agonizante en la cruz nos enseña a orar con amor por tantos hermanos y hermanas que sienten el peso de la vida cotidiana, que viven momentos difíciles, que permanecen en el dolor, sin una palabra de consuelo; traigamos todo esto al corazón de Dios, para que ellos puedan sentir también el amor de Dios que nunca nos abandona. Gracias.
Traducción del original italiano por José Antonio Varela V.
Lectio divina para el jueves de la segunda semana de Cuaresma 2012, ofrecida por la Delegación Diocesana de Liturgia de la diócesis de Tenriefe.
Lectura: “Lucas 16, 1931”
En aquel tiempo, dijo Jesús a los fariseos: «Habla un hombre rico que se vestía de púrpura y de lino y banqueteaba espléndidamente cada día.
Y un mendigo llamado Lázaro estaba echado en su portal, cubierto de llagas, y con ganas de saciarse de lo que tiraban de la mesa del rico. Y hasta los perros se le acercaban a lamerle las llagas.
Sucedió que se murió el mendigo, y los ángeles lo llevaron al seno de Abrahán.
Se murió también el rico, y lo enterraron. Y, estando en el infierno, en medio de los tormentos, levantando los ojos, vio de lejos a Abrahán, y a Lázaro en su seno, y gritó: "Padre Abrahán, ten piedad de mí y manda a Lázaro que moje en agua la punta del dedo y me refresque la lengua, porque me torturan estas llamas."
Pero Abrahán le contestó: "Hijo, recuerda que recibiste tus bienes en vida, y Lázaro, a su vez, males: por eso encuentra aquí consuelo, mientras que tú padeces. Y además, entre nosotros y vosotros se abre un abismo inmenso, para que no puedan cruzar, aunque quieran, desde aquí hacia vosotros, ni puedan pasar de ahí hasta nosotros."
El rico insistió: "Te ruego, entonces, padre, que mandes a Lázaro a casa de mi padre, porque tengo cinco hermanos, para que, con su testimonio, evites que vengan también ellos a este lugar de tormento.
Abrahán le dice: "Tienen a Moisés y a los profetas; que los escuchen."
El rico contestó: "No, padre Abrahán. Pero si un muerto va a verlos, se arrepentirán."
Abrahán le dijo: "Si no escuchan a Moisés y a los profetas, no harán caso ni aunque resucite un muerto.”»
Meditación:
“Si no escuchan”
Desde que hemos comenzado este tiempo cuaresmal tu palabra me llega con insistencia para que descubra las implicaciones de la llamada que me haces a la conversión que en lo nuclear es la llamada constante a orientar, con ilusión renovada, mi rostro, mi vida hacia ti. A recordar que tú eres el centro de mi existencia y que volver a ti lejos de ser una evasión me lleva a volver la mirada a mis hermanos los hombres, porque en ti salen todos ellos a mi encuentro.
No cabe la dicotomía entre tú y todos los seres humanos que conviven conmigo en este momento de la historia en que has hecho converger nuestra existencia. El problema de Epulón, y lo que le llevó a la frustración de su existencia, no eran sus banquetes, su riqueza, sino la indiferencia ante su hermano necesitado, su insensibilidad ante el dolor de su prójimo. Con esa historia no me hablas de un caso particular, sino de algo cruelmente real hoy, y de cuya realidad yo me veo implicado en muchas ocasiones, y ante lo que siento que me interpelas con fuerza.
Reconozco que en lugar de dar pasos en la dirección correcta, también tengo la tentación de esperar signos especiales, puede ser que hasta espectaculares que me hagan reaccionar. Tengo tu palabra, a la que me asomo y en la que trato de adentrarme cada día, pero la dejó pasar por mí como parte de un momento de mayor o menor intimidad contigo, pero que luego no implica mi vida, con lo cual pongo de manifiesto que en realidad no me he encontrado contigo sino con mi propia satisfacción.
En cada oración me llamas a un encuentro inseparable contigo y con toda la humanidad inserta en tu corazón, de la que formo parte, y en la que me invitas a ser un punto de bien.
Oración:
“Hacia ti”
Señor, reconozco que has puesto en mi vida muchos bienes, no precisamente materiales, aunque sí los suficientes para vivir con dignidad, sino muchas posibilidades que desarrollar, y que no son sólo para mí. Me las has dejado como un regalo que compartir. Hazme sensible a las necesidades de mis hermanos, primero a los que tengo más cerca y que son los primeros que tienen el derecho de palpar la verdad de mi donación y, luego, a todos los que más me puedan necesitar.
Rompe mis miedos, mis comodidades, mis egoísmos empequeñecedores y limitadores de todo lo que soy capaz. Ayúdame a descubrir la riqueza y la grandeza que laten escondidas en lo profundo de mi ser, y concédeme el valor y el gozo de aprender a volver mi rostro constantemente hacia ti.
Contemplación:
“A mi puerta”
Tú te haces don
para mí.
No te has reservado nada
y has salido al encuentro
de mi pobreza.
Llamas a mi puerta,
una y otra vez,
para ayudarme a abrir
mi mente y mi corazón,
y hacerme capaz de acoger,
no las migajas,
sino la abundancia
de la mesa de tu amor,
y hacerme sentir,
con toda la fuerza,
el gozo de tu presencia.
Lectio divina para el miércoles de la segunda semana da Cuaresma 2012, ofrecida por la Delegación Diocesana de Liturgia de la diócesis de Tenerife.
Lectura: “Mateo 20, 1728”
En aquel tiempo, mientras iba subiendo Jesús a Jerusalén, tomando aparte a los Doce, les dijo por el camino: «Mirad, estamos subiendo a Jerusalén, y el Hijo del hombre va a ser entregado a los sumos sacerdotes y a los escribas, y lo condenarán a muerte y lo entregarán a los gentiles, para que se burlen de él, lo azoten y lo crucifiquen; y al tercer día resucitará.»
Entonces se le acercó la madre de los Zebedeos con sus hijos y se postró para hacerle una petición. Él le preguntó: «¿Qué deseas?»
Ella contestó: «Ordena que estos dos hijos míos se sienten en tu reino, uno a tu derecha y el otro a tu izquierda.
Pero Jesús replicó: «No sabéis lo que pedís. ¿Sois capaces de beber el cáliz que yo he de beber?»
Contestaron: «Lo somos.»
Él les dijo: «Mi cáliz lo beberéis; pero el puesto a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo, es para aquellos para quienes lo tiene reservado mi Padre.»
Los otros diez, que lo habían oído, se indignaron contra los dos hermanos. Pero Jesús, reuniéndolos, les dijo: «Sabéis que los jefes de los pueblos los tiranizan y que los grandes los oprimen. No será así entre vosotros: el que quiera ser grande entre vosotros, que sea vuestro servidor, y el que quiera ser primero entre vosotros, que sea vuestro esclavo.
Igual que el Hijo del hombre no ha venido para que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por muchos.»
Meditación:
“¿Sois capaces?”
Tu mensaje es claro y las consecuencias también, y claro está, en principio no son lógicas. ¿Es lógico que se burlen, azoten y maten a alguien que sólo hace el bien, que habla de amor y de fraternidad e igualdad; que perdona, que dice la verdad y las verdades…? pues claro que sí, que es lógico, por desgracia, hasta lo hago yo de mil maneras, sin llegar a respuestas tan flagrantes, pero igual.
Y a nosotros no nos prometes más glorias -no es el discípulo mayor que su maestro-, sino incomprensiones como contigo. ¿Lo entiendo? Sí, pero como no me gusta prefiero obviarlo. Y sigues diciéndomelo con claridad. No debo ser como los que oprimen sino como los que sirven, como tú, como los que quieren hacer y ser como tú, como los que quieren poner su vida a la causa del bien.
Yo también, en un principio, quiero meterme en esa opción. Siento anhelos de beber tu cáliz, medio inconsciente de todas sus consecuencias, medio llevado por lo mejor que late dentro de mí, impulsado por mi anhelo de aportar un poco de luz y de amor en este mundo que me ha tocado vivir.
La clave me la das una y otra vez: vivir en referencia a ti, caminar a tu lado, seguirte, como me recordabas ayer, tener constantemente vuelta mi mirada a ti que eres mi auténtico maestro, para hacer como tú. Al fin y al cabo, esa es la llamada que me haces en este tiempo a la conversión: tener mi mirada vuelta siempre a ti.
Oración:
“Un punto de luz”
Deseo continuar haciendo de mi vida un aprendizaje de amor, de servicio, de disponibilidad, de alegría, deseo ser un don para todos los que se acerquen a mí.
Sé que no me es fácil en muchos momentos, que es más lo que deseo que lo que puedo, y que el esfuerzo y la ilusión que pueda poner en muchos momentos dejan mucho que desear. Pero deseo vivir contigo y desde ti, para los otros. Dame claridad para verlo siempre, ilusión para desearlo y fuerza para irlo haciendo realidad. Que la fuerza de tu Espíritu me ayude a no frustrar tu proyecto en mí, a ser un punto de luz, de esperanza, de vida y de paz.
Contemplación:
“Quiero llenarme”
Quiero embriagarme
de tu cáliz.
Quiero beber
hasta la última gota
de tu palabra de amor.
Quiero servir
a mis hermanos.
Quiero llenarme
y llenarlos
de Ti.
Reflexión de José Antonio Pagola al evangelio del domingo tercero de Cuaresma - B, ofrecido por la Delegación Diocesana de Enseñanza de la diócesis de Tenerife.
LA INDIGNACIÓN DE JESÚS
Acompañado de sus discípulos, Jesús sube por primera vez a Jerusalén para celebrar las fiestas de Pascua. Al asomarse al recinto que rodea el Templo, se encuentra con un espectáculo inesperado. Vendedores de bueyes, ovejas y palomas ofreciendo a los peregrinos los animales que necesitan para sacrificarlos en honor a Dios. Cambistas instalados en sus mesas traficando con el cambio de monedas paganas por la única moneda oficial aceptada por los sacerdotes.
Jesús se llena de indignación. El narrador describe su reacción de manera muy gráfica: con un látigo saca del recinto sagrado a los animales, vuelca las mesas de los cambistas echando por tierra sus monedas, grita: «No convirtáis en un mercado la casa de mi Padre».
Jesús se siente como un extraño en aquel lugar. Lo que ven sus ojos nada tiene que ver con el verdadero culto a su Padre. La religión del Templo se ha convertido en un negocio donde los sacerdotes buscan buenos ingresos, y donde los peregrinos tratan de "comprar" a Dios con sus ofrendas. Jesús recuerda seguramente unas palabras del profeta Oseas que repetirá más de una vez a lo largo de su vida: «Así dice Dios: Yo quiero amor y no sacrificios».
Aquel Templo no es la casa de un Dios Padre en la que todos se acogen mutuamente como hermanos y hermanas. Jesús no puede ver allí esa "familia de Dios" que quiere ir formando con sus seguidores. Aquello no es sino un mercado donde cada uno busca su negocio.
No pensemos que Jesús está condenando una religión primitiva, poco evolucionada. Su crítica es más profunda. Dios no puede ser el protector y encubridor de una religión tejida de intereses y egoísmos. Dios es un Padre al que solo se puede dar culto trabajando por una comunidad humana más solidaria y fraterna.
Casi sin darnos cuenta, todos nos podemos convertir hoy en "vendedores y cambistas" que no saben vivir sino buscando solo su propio interés. Estamos convirtiendo el mundo en un gran mercado donde todo se compra y se vende, y corremos el riesgo de vivir incluso la relación con el Misterio de Dios de manera mercantil.
Hemos de hacer de nuestras comunidades cristianas un espacio donde todos nos podamos sentir en la «casa del Padre». Una casa acogedora y cálida donde a nadie se le cierran las puertas, donde a nadie se excluye ni discrimina. Una casa donde aprendemos a escuchar el sufrimiento de los hijos más desvalidos de Dios y no solo nuestro propio interés. Una casa donde podemos invocar a Dios como Padre porque nos sentimos sus hijos y buscamos vivir como hermanos.
José Antonio Pagola
Red evangelizadora BUENAS NOTICIAS
11 de marzo de 2012
3 Cuaresma (B)
Juan 2,13-25
Homilía de monseñor Marcelo Raúl Martorell, obispo Puerto Iguazú, para el 5º domingo durante el año (5 de febrero de 2012). (AICA)
ALABAD AL SEÑOR QUE SANA LOS CORAZONES DESTROZADOS (Sal 147)
La liturgia de este domingo nos lleva a considerar el misterio del dolor, ese mundo tan habitual en nuestras vidas: sufrimos males y enfermedades del alma, del cuerpo y de la siquis. Y ciertamente no podemos habituarnos a él. No deseamos sufrir, buscamos más bien lo contrario, queremos estar bien, no tener dolores ni enfermedades, ni padecer las miserias del alma y de la vida en general. Sin embargo el sufrimiento de cualquier tipo es parte de nuestras vidas, porque desde que el hombre pecó “entró el mal en el mundo” e hirió el corazón del hombre, inclinándolo al mal, cuando en realidad fue creado para el bien y aparecieron las enfermedades, los males morales y espirituales, y todo tipo de carencias personales y sociales. El hombre hecho para gozar de la abundancia de Dios, por el pecado se sumergió en un mundo de necesidades.
La Palabrade este domingo se mueve en ese marco. Así podemos ver a Job en el dolor de sus propias tribulaciones (Job. 7,1-3): “meses de desencanto son mi herencia y mi suerte noches de dolor”. Job es el símbolo de la humanidad sufriente y angustiada por el cúmulo de males físicos y morales. Sin embargo en su alma no ha entrado la desesperación, porque él cree en Dios y lo invoca en todo momento: “recuérdate Señor de mi, porque mi vida es un soplo”. El fiel Job gime de dolor, sufre y suplica. Y esta súplica no es en vano, porque el Señor lo escuchará, y lleno de ternura le mandará un Salvador que suavice su sufrimiento y le abra el corazón a una nueva esperanza, un Salvador que cure sus heridas y sane su alma sufriente.
Jesús, es el Salvador. Así lo presenta el evangelista San Marcos (Mc. 1, 29-39) rodeado de una multitud de sufrientes: “le trajeron todos los enfermos y endemoniados, la ciudad entera estaba agolpada a su puerta. Jesús curó a muchos que adolecían de diversas enfermedades y expulsó a muchos demonios”. Jesús, el Cristo, alivia el dolor de los enfermos y eleva el alma de los sufrientes. Predica, y con su predicación da luz a los espíritus y revela el amor de Dios por todos los hombres de la tierra y los lleva a creer en Él. Dios cura las enfermedades del alma y también las del cuerpo. Y cuando no cura la enfermedad da la luz necesaria para sobrellevar la enfermedad con esperanza y amor y enseña que el sufrimiento es capaz de producir frutos de vida eterna.
Cristo obra la salvación y ella debe perpetuarse para siempre hasta que él vuelva y para ello encomienda ala Iglesia, y en ella con sus dones a todo creyente. La predicación del evangelio y la comunicación eucarística de Cristo, alivia el corazón del hombre que busca una respuesta a su vida llena de dolor, de cualquier dolor. Cristo fue la respuesta, el alivio y la esperanza de una vida mejor para lo seres humanos de ayer -cuando caminaba en medio de ellos- y lo es para los de hoy en el corazón dela Iglesiasufriente.
San Pablo nos recuerda que llevar la palabra: “ay de mí si no predicara” (1Cor. 9,16) y celebrar los misterios es una obligación parala Iglesiay un deber para todo cristiano. Así, Cristo quiere aliviar los corazones que sufren y salvar de la iniquidad a los que llevan los males morales al mundo. Son los enfermos los que necesitan del médico y no los sanos, esa fue la propuesta de Cristo a los fariseos. La confianza en Él tiene que mover el corazón nuestro a un respuesta de fe y de amor que cambie nuestras vidas. Pues de ellas depende la salud del mundo entero. Y así como el hombre busca alivio a sus enfermedades a través de la ciencia, cuanto ésta más avanza, mayor tiene que ser su confianza en Dios, pues la ciencia humana es también un don de Dios en la inteligencia del hombre.
Que María, nos lleve a buscar en el corazón de Cristo el alivio para nuestras vidas.
Mons. Marcelo Raúl Martorell, obispo de Puerto Iguazú
Lectio divina para el martes de la segunda semana de Cuaresma 2012, ofrecida por la Delegación Diocesana de Liturgia de la diócesis de Tenerife.
Lectura: “Mateo 23, 1 12”
En aquel tiempo, Jesús habló a la gente y a sus discípulos, diciendo: «En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y los fariseos: haced y cumplid lo que os digan; pero no hagáis lo que ellos hacen, porque ellos no hacen lo que dicen.
Ellos lían fardos pesados e insoportables y se los cargan a la gente en los hombros, pero ellos no están dispuestos a mover un dedo para empujar.
Todo lo que hacen es para que los vea la gente: alargan las filacterias y ensanchan las franjas del manto; les gustan los primeros puestos en los banquetes y los asientos de honor en las sinagogas; que les hagan reverencias por la calle y que la gente los llame maestros.
Vosotros, en cambio, no os dejéis llamar maestro, porque uno solo es vuestro maestro, y todos vosotros sois hermanos. Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra, porque uno solo es vuestro Padre, el del cielo. No os dejéis llamar consejeros, porque uno solo es vuestro consejero, Cristo. El primero entre vosotros será vuestro servidor.
El que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.»
Meditación:
“Será enaltecido”
Dejas las cosas claras, y eso no gusta a muchos. Todos somos hermanos, y el que está en lugar preponderante tiene que ser para servir, no para servirse. Eso no gustó a muchísimos y sigue sin gustar. Es agradable que tengan deferencias con uno, que lo pongan en sitio especial, que cuenten contigo, que te hagan sentir lo importante que eres y lo bien que haces todo e, incluso, lo imprescindible que eres, cosa que no es verdad, pero nos gusta escucharlo y sentirlo..
Y ante todas esas tentaciones en las que es tan fácil y tan agradable, a veces puede parecer que tan lógico caer, una aclaración: el único padre, señor y maestro, Tú. Porque tu amor es el más total y el más puro, auténtico y fiel. Porque de ti viene toda la vida. Tu señorío no te pone encima para dominarnos, y lo ofreces desde la libertad plena, tanta libertad que hasta podemos eludirte totalmente (y eliminarte); y tu enseñanza no es para arrastrarnos a un mensaje cerrado y excluyente, sino para abrirnos constantemente a la búsqueda de la verdad, que no tiene fronteras, ni límites cerrados, y que nunca nos encasquilla en un “ya está” definitivo, sino en un aventura que compartir, proyectando la mente y la inteligencia al infinito, al encuentro de todo lo bueno y lo bello que has metido en el corazón del ser humano y de la creación.
Pero todo esto requiere humildad. Es la virtud de los fuertes, de los que no tienen miedo a reconocer que ni lo son todo, ni lo han alcanzado todo, sino que reconocen que hemos sido creados para ayudarnos unos a otros a crecer constantemente en humanidad. No es fácil, pero es la mejor aventura y el mejor proyecto que se nos puede dar, y yo quiero seguir inserto en él, aprendiendo contigo y en ti.
Oración:
“En búsqueda”
Gracias, Señor, Padre, Maestro bueno, que me abres a la grandeza de la hondura que has puesto en mi. Gracias porque me descubres la riqueza de mis posibilidades, que sin ti, ni intuiría. La verdad es que lo has inscrito todo en la lógica de nuestro ser humano, pero lo descubro como novedad constantemente, tal vez porque dentro de mí hay algo que siempre oscurece y tergiversa lo que debía ser claro y evidente.
Dame lucidez y valor, para que siempre esté en el lugar de los que quieren servir, de los que quieren vivir en búsqueda abierta, de los que reconocen su pequeñez y, por eso, su grandeza, y así pueda colaborar con mi grano de arena, con todos los constructores de una humanidad hecha a tu imagen y semejanza.
Contemplación:
“Títulos”
Me gusta llamarte
mi Padre, mi Dios y Señor.
No son nombres
que me suenen distantes,
ni te sitúan como poderoso
en mi corazón.
Son títulos
que se me hacen cercanos
y que me hablan de amor.
De un amor que me acerca
y que me cerca,
que me aprieta
y que me expande.
Lectio divina para el lunes de la segunda semana de Cuaresma 2012, ofrecida por la Delegación Diocesana de Liturgia de la diócesis de Tenerife.
Lectura: “Lucas 6, 36 38”
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Sed compasivos como vuestro Padre es compasivo; no juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados; dad, y se os dará: os verterán una medida generosa, colmada, remecida, rebosante. La medida que uséis, la usarán con vosotros.»
Meditación:
“Sed compasivos”
En estos tiempos que andamos, inmersos en tantas incertidumbres y en tantos espacios de dolor. En medio, al mismo tiempo de tanta indiferencia, de valores diluidos y de esperanzas apagadas que permiten afirmar que todo vale, me parece que esta llamada tuya, Señor, me resuene como vital.
Qué diferente podía ser todo si los hombres fuésemos compasivos. Qué diferente sería la actitud de todos aquellos para quienes el dinero es lo único que sirve y se lucran con la miseria de los demás, caiga quien caiga. Qué diferente el actuar humano si el punto de vista no estuviese en los propios intereses sino en el bien común. Antes de hablaba al menos del bien común, ahora sólo de bienestar, y no, no es lo mismo.
Y hay que pisar suelo, tenemos que caminar en esta realidad, como caminaste tú, y ahí saber que es a nosotros a quienes llega esta palabra, y en ella nos llamas a la compasión. Qué bueno sería que en esta cuaresma nuestro corazón, al mirarte a ti se hiciese más compasivo.
La compasión, no es mirar al otro con pena, es mirarlo “con pasión”, es decir, con amor, es “padecer con” el otro, “sentir con” él, especialmente en sus dificultades para hacernos solidarios, para volcarnos, para tenderles nuestras manos y nuestro corazón. Sería estupendo que esa actitud fuese recíproca entre todos los hombres, pero debe serlo entre quienes nos llamamos cristianos. No es fácil dada la realidad que vivimos, pero es ahí, en esa realidad en la que tú nos has puesto precisamente para hacerlo posible. Y en esta cuaresma me lo vuelves a recordar. Gracias.
Oración:
“Construirnos”
Señor, qué bonitas suenan tus palabras y qué complicado nos resulta incluirlas no sólo en nuestro vocabulario sino, sobre todo, en nuestras actitudes. No sé si lo que necesito es fuerza, valentía, coraje, ganas, convicción profunda…, o todo junto. Reconozco que nos mueve y me mueve, o mejor, me paraliza, la comodidad, el no complicarme, el no buscar problemas, bastante tengo con lo mío, pero así no caminamos, así no construimos, así no hacemos humanidad. Y tu llamada siempre, pero ahora, en este tiempo especial, me invita a pararme, a mirar, a mirarme y, si es posible, a cambiar. Empújame.
Contemplación:
“Cuántas veces”
Cuántas veces he sentido
tu palabra y tu mano compasiva
que ha sosegado y confortado
mi andadura lenta y torpe.
Cuántas veces has acariciado
mi cuerpo y mi corazón heridos,
y así he remontado mi camino.
Y así sigues empujando mis pasos
y me vas enseñando, poco a poco,
a tender mis manos compasivas.
Subsidio para el Día del Seminario, Eucaristía del IV Domingo de Cuaresma y/o Solemnidad de San José, recibido en la parroquia, desde el Seminario de Tenerife,con los materiales para su celebración.
Antífona de entrada
Reunido el pueblo, el sacerdote con los ministros va al altar, mientras se entona el canto de entrada. Si no hay canto de
entrada, los fieles o algunos de ellos o un lector recitarán la antífona de entrada:
* Si se celebra el IV Domingo de Cuaresma (Is 66, 10-11):
Festejad a Jerusalén, gozad con ella todos los que la amáis, alegraos de su alegría los que por ella llevasteis luto; mamaréis a sus pechos y os saciaréis de sus consuelos.
** Si se celebra la solemnidad de San José (Cf. Lc 12, 42):
Este es el criado fiel y solícito a quien el Señor ha puesto al frente de su familia.
Monición de entrada
* Si se celebra el IV Domingo de Cuaresma:
Este domingo 4º del tiempo de Cuaresma coincide con la jornada nacional del Día del Seminario. La liturgia de este domingo nos presenta la forma y el modo que Jesús tiene de aplicar la misericordia y la compasión, porque la misericordia es un atributo propio de Dios en cuya virtud perdona los pecados y miserias de sus criaturas.
El lema escogido en este año es «Pasión por el Evangelio», aludiendo a la energía interior, al movimiento del corazón, que nutre toda vocación sacerdotal tanto en su origen como en su crecimiento. Pedimos hoy que esta pasión crezca paulatinamente durante los años de formación en el seminario en aquellos jóvenes que ponen su mirada en la vocación sacerdotal.
** Si se celebra la solemnidad de San José:
Celebramos hoy la solemnidad de San José, esposo de la Virgen María. Contemplando la figura del Santo Patriarca caemos en la cuenta de cómo Dios nos habla y nos llama de muchas maneras, y siempre espera que aceptemos sus designios como lo mejor, aunque no los entendamos. El Santo Esposo de la Virgen es para nosotros un modelo de fe y confianza en la voluntad de Dios.
Es también el «Día del Seminario», tradicionalmente unido al Santo Patrono de la Iglesia, de las vocaciones y de los seminarios españoles. Hoy tenemos muy presentes a todos nuestros seminaristas que en este año se están formando para ser sacerdotes.
Monición a las lecturas
El monitor puede hacer la siguiente monición antes de la proclamación de la primera lectura:
* Si se celebra el IV Domingo de Cuaresma:
La Palabra de Dios es la historia de su amor por el hombre. El Libro de las Crónicas (1ª lectura) relata, una vez más, la historia de ese amor misericordioso de Dios. El pueblo se empecina en alejarse de Dios por el pecado. Dios se compadece, busca a su pueblo y le ofrece la reconciliación. Dios nos ama (2ª lectura) y es rico en misericordia. Nos ama con amor infinito. Por eso, nos da la vida en Cristo, estando nosotros muertos por los pecados, nos resucita con Él y nos lleva al cielo. Así se muestra en todos los tiempos la inmensa riqueza de su gracia, su bondad para con nosotros en Cristo Jesús. ¡Dios nos ama! Y nos muestra a su Hijo (Evangelio) simultáneamente elevado y exaltado en la cruz, de donde brota una luz que nos ilumina. Hay en ella una irradiación que nos revela a un tiempo la maldad de nuestro pecado y la misericordia de Dios.
Día del Seminario 2012
** Si se celebra la solemnidad de San José:
Nadie puede quedarse mudo ante la llamada de Dios, sobre todo cuando su invitación nos la hace cara a cara, mirándonos a los ojos. Cada vez que escuchamos la Palabra de Dios y la meditamos encontramos en su interior la llamada que Dios nos hace; nuestro compromiso es sentirnos inclinados a responder a esa llamada por caminos nuevos y distintos, para realizar servicios especiales y llevar el testimonio de lo que Dios ha obrado en nosotros. Puede que nos suceda como a José, pues su docilidad y obediencia puede que sea incomprensible para el mundo que nos rodea, pero nosotros sabemos que solo de esta forma podemos cumplir con la voluntad que Dios quiere de nosotros.
Intenciones para la Oración universal
− Por la Iglesia: para que llamada a anunciar la Buena Noticia a todos los hombres, sea fiel a este mandato y no decline nunca en esta su misión. Roguemos al Señor.
R. Te rogamos, óyenos.
− Por el papa y los obispos, por los sacerdotes y diáconos, por los consagrados y consagradas: para que vivan con autenticidad su vocación al servicio de todos los hombres. Roguemos al Señor.
R. Te rogamos, óyenos.
− Por los que gobiernan la tierra: para que pongan el mayor interés en el servicio desinteresado por el bien común.
Roguemos al Señor.
R. Te rogamos, óyenos.
− Por los que nos acercamos a la belleza y verdad de la Palabra de Dios: para que seamos capaces de descubrir cómo por esta Palabra acogida y vivida también podemos llegar a participar de la vida, vocación y misión a la que Jesús nos llama. Roguemos al Señor.
R. Te rogamos, óyenos.
− Por los seminaristas de nuestro seminario diocesano: para que vivan su vocación como un don de Dios que les capacita para ser testigos del amor de elección que de Él han recibido y se preparen adecuadamente para ser buenos predicadores del Evangelio con palabras y obras. Roguemos al Señor.
R. Te rogamos, óyenos.
− Por los que sufren persecución a causa de la fe, por los enfermos y por todos los que sufren por cualquier causa: para que sean sostenidos por la gracia de Dios y ayudados por nuestra oración. Roguemos al Señor.
R. Te rogamos, óyenos.
Monición a la presentación de los dones y de la colecta
Mientras se hace la colecta a favor del seminario, el que preside la celebración se sienta en la sede. A continuación, algunos fieles le acercan el pan y el vino junto con la colecta, mientras el monitor lee la siguiente monición:
Presentamos el pan y el vino para poder celebrar el sacramento de unidad y caridad, de comunión y fraternidad entre los sacerdotes y el pueblo de Dios. La Eucaristía es la mejor acción vocacional que podemos desarrollar en este Día del Seminario, pues es fuente de toda vocación y modelo de toda respuesta vocacional.
Nuestra oración y el interés que tenemos por nuestros seminarios y la labor que en ellos se realiza en favor de los futuros sacerdotes queda reflejada, además de en nuestra oración, en nuestra ayuda económica, para que con la generosidad de nuestra comunidad cristiana a los seminaristas nos les falte nada en su formación sacerdotal.
Subsidio para el Día de Hispanoamérica 2012 ofrecido por la Comisión Episcopal de Misiones y Cooperación entre las Iglesias y recibido en la parroquia con los materiales para su celebración el 4 de Marzo, que en nuestra diócesis de Tenerife se traslada al domingo siguiente 11 de Marzo.
Canto de entrada
Reunido el pueblo, el sacerdote con los ministros va al altar, mientras se entona el canto de entrada: Me invocará y lo escucharé (CLN, A 12); Haz brillar sobre nosotros (CLN, 714); Camina pueblo de Dios (CLN, 726).
Si no hay canto de entrada, los fieles o algunos de ellos o un lector recitarán la antífona de entrada (Sal 26, 8-9):
Oigo en mi corazón: «Buscad mi rostro». Tu rostro buscaré, Señor; no me escondas tu rostro.
O bien (Sal 24, 6. 3. 22):
Recuerda, Señor, que tu ternura y tu misericordia son eternas. Que no triunfen de nosotros nuestros enemigos. Sálvanos, Dios de Israel, de todos nuestros peligros.
Monición de entrada
Después del saludo inicial, se hace la siguiente monición sobre el sentido de la jornada:
Queridos hermanos y hermanas: sed bienvenidos a la celebración de la Eucaristía en este segundo domingo del tiempo de Cuaresma en el que somos invitados a prepararnos para celebrar la Pascua. El Señor, que siempre nos habla, espera de nosotros mayor atención en este tiempo. Nos lo recuerda la página evangélica de este domingo, que propone de nuevo la narración de la transfiguración de Cristo. Como Pedro, Santiago y Juan en el monte Tabor, nosotros escucharemos hoy: «Este es mi Hijo amado; escuchadlo». Escuchar a Cristo y obedecer su voz: este es el camino real, el único que conduce a la plenitud de la alegría y del amor.
Como cada primer domingo de marzo desde hace ya más de cincuenta años, hoy se celebra en las diócesis de España el Día de Hispanoamérica, con el lema «Comprometidos con América en la Nueva Evangelización». En este día en que se pretende fortalecer la cooperación espiritual, personal y económica entre las Iglesias de Latinoamérica y España, se nos invita a orar para que la Providencia divina suscite nuevas vocaciones misioneras que se comprometan con la Nueva Evangelización en aquellos países hermanos, tan necesitados como nosotros de actualizar, reformular y revitalizar la tradición católica.
Intenciones para la Oración universal
− Para que la gracia de Dios brille sobre las Iglesias desunidas y las transfigure. Roguemos al Señor.
R. Te rogamos, óyenos.
− Para que la gracia de Dios brille sobre las Iglesias de Hispanoamérica y suscite entre nosotros nuevas vocaciones misioneras para comprometerse con la Nueva Evangelización en América Latina. Roguemos al Señor.
R. Te rogamos, óyenos.
− Para que la gracia de Dios acompañe, ilumine y sostenga la labor de los misioneros españoles en Hispanoamérica. Roguemos al Señor.
R. Te rogamos, óyenos.
− Para que la gracia de Dios brille sobre los pueblos dispersos, marginados, y la esperanza los transfigure. Roguemos al Señor.
R. Te rogamos, óyenos.
− Para que la gracia de Dios brille sobre los hombres inquietos, desesperanzados, y la alegría del perdón los transfigure. Roguemos al Señor.
R. Te rogamos, óyenos.
− Para que la gracia de Dios brille sobre nosotros, que vacilamos a convertirnos, y la promesa de la Pascua nos transfigure. Roguemos al Señor.
R. Te rogamos, óyenos.
Monición a la colecta
Antes de que se inicie la colecta, el monitor puede leer la siguiente monición:
Los misioneros españoles en las Iglesias de Hispanoamérica nos agradecen nuestro compromiso solidario con su labor evangelizadora en aquellas tierras, que se concreta cada año en la colecta que tiene lugar este día, y que el pasado año 2011 recaudó en las diócesis españolas un total de 110.191 €. Hoy somos invitados de nuevo a expresar nuestra solidaridad fraterna y nuestra colaboración económica en la colecta que haremos a continuación.
"Comprometidos con América en la Nueva Evangelización" es el tema del Día de Hispanoamérica que se celebra el domingo 4 de marzo, promovido por la Comisión Episcopal para las Misiones de la Conferencia Episcopal Española y por la OCSHA (Obra de Cooperación Sacerdotal Hispanoamericana). (Mensaje recibido en la parroquia con los materiales para su celebración)
"Comprometidos con América en la Nueva Evangelización": Día de Hispanoamérica
Desde el agradecimiento
El “Día de Hispanoamérica” es una valiosísima y oportuna cita anual, tradicionalmente incorporada en el calendario de la Iglesia católica en España, desde el año 1959, para actualizar y fortalecer los vínculos de comunión y colaboración con la Iglesia en Hispanoamérica y la solidaridad entre sus pueblos y naciones.
Factor decisivo para potenciar dicha comunión y colaboración ha sido la corriente de misioneros españoles –sacerdotes y laicos enviados por sus respectivas diócesis, o religiosos y religiosas de las más diversas comunidades– que, desde hace más de un siglo hasta hoy, han revitalizado aquella vocación misionera que estuvo en los orígenes del “Nuevo Mundo” y se han incorporado al trabajo pastoral de las más diversas Iglesias locales en el “continente de la esperanza”, al servicio del Pueblo de Dios. ¡Cómo no rendir homenaje de gratitud a los actualmente 354 sacerdotes diocesanos españoles acogidos a la Obra de Cooperación Sacerdotal Hispanoamericana (OCSHA) de la Conferencia Episcopal Española, y que están repartidos en los más diversos países latinoamericanos, al servicio de las Iglesias particulares de América más necesitadas y con mayor escasez de personal eclesiástico! Y esa gratitud abraza también a otros tantos sacerdotes diocesanos misioneros, a todos los religiosos y religiosas, a los laicos misioneros y a los miembros de movimientos eclesiales y nuevas comunidades, todos ellos españoles de origen e hispanoamericanos por vocación, opción y adopción.
Precisamente con esta misma actitud misionera, el episcopado latinoamericano afirmó su compromiso, en el documento de Aparecida (n. 378), de “estimular a las Iglesias locales para que apoyen y organicen los centros misioneros nacionales y actúen en estrecha colaboración con las Obras Misionales Pontificias y otras instancias eclesiales cooperantes, cuya importancia y dinamismo reconocemos y agradecemos de corazón”. Y más concretamente, “con ocasión de los cincuenta años de la encíclica Fidei donum, damos gracias a Dios por los misioneros y misioneras que vinieron al continente y a quienes hoy están presentes en él, dando testimonio del espíritu misionero de sus Iglesias locales al ser enviados por ellas”.
Hoy día, la Iglesia en España y la Iglesia en América asumen, de algún modo, similares desafíos. Su riquísima tradición católica –que está en las raíces de sus pueblos, que ha animado secularmente la vida de sus gentes, que ha dado expresión a sus más altas creaciones culturales– corre el riesgo de una gradual erosión. La secularización avanza por doquier. No faltan hostilidades contra la presencia de la Iglesia y su mensaje. La corriente hedonista y relativista de la sociedad del consumo y del espectáculo tiende a desplazar y desarraigar la cultura cristiana de los pueblos. La traditio de la fe se ha vuelto ardua tarea. Ya no basta con apelar a las raíces cristianas y declamar retóricamente sobre su
magnífica tradición. Se necesita actualizar, reformular y revitalizar la tradición católica, arraigándola más profundamente en el corazón de las personas, en la vida de las familias y en la cultura de los pueblos, para que resplandezca como belleza de la verdad, promesa de felicidad y novedad de vida más humana para todos. ¡Se necesita, sí, una nueva evangelización! ¡Se necesita tanto en Europa como en América! Bajo esa luz, se propone con acierto el lema del próximoen la Nueva Evangelización”.
Un largo camino compartido
Hispanoamérica debe a España, ante todo, lo que es su más rico tesoro: el patrimonio de la tradición católica comunicada, inculturada y arraigada en las tierras buenas del “Nuevo Mundo”. Con razón Benedicto XVI señaló en Aparecida, el 13 de mayo de 2007, que el patrimonio más precioso de América Latina es ese don providencial que ha gestado a sus pueblos y que “ha animado su vida y cultura [...] durante más de cinco siglos”. “Este es el rico tesoro del continente americano –decía el Papa en esa oportunidad–; este es su patrimonio más valioso: la fe en Dios amor, que reveló su rostro en Jesucristo [...]. No es una ideología política, ni un movimiento social, como tampoco un sistema económico; es la fe en Dios amor, encarnado, muerto y resucitado, el auténtico fundamento de esta esperanza que produjo frutos tan magníficos desde la primera evangelización hasta hoy”.
El hecho de que aproximadamente el 80% de los latinoamericanos sean todavía hoy bautizados en la Iglesia católica, y de que esta, la Iglesia católica, continúe siendo una de las instituciones que suscita la mayor confianza y credibilidad en sus pueblos es signo y fruto de la fecundidad de aquella primera evangelización, de la profunda inculturación de la fe en la vida de aquellos pueblos, y del enraizamiento secular del cristianismo; y ello, a pesar de compromisos mundanos, descuidos y deficiencias en la evangelización, y un muchas veces insuficiente cuidado pastoral y catequético, agravado por la escasez de sacerdotes para atender a muchas comunidades cristianas.
Ese patrimonio se manifiesta en la fe de tantos fi eles y en la “rica y profunda religiosidad popular, en la cual aparece el alma de los pueblos latinoamericanos” (Benedicto XVI, discurso inaugural de la Conferencia de Aparecida). E incluso ese patrimonio –como indican los obispos en Aparecida (n. 7)– se expresa “en la caridad que anima por doquier gestos, obras y caminos de solidaridad con los más necesitados y desamparados [...], en la conciencia de la dignidad de la persona, la sabiduría ante la vida, la pasión por la justicia, la esperanza contra toda esperanza y la alegría de vivir aun en condiciones muy difíciles que mueven el corazón de nuestras gentes”. Por eso, el episcopado latinoamericano en Aparecida pudo afirmar con buenas razones que la tradición católica es un “cimiento fundamental” de la identidad, unidad y originalidad de América Latina (cf. n. 8).
La independencia de los países latinoamericanos, que legítimamente se conmemora y se celebra en su bicentenario, si bien trajo consigo algunas décadas de enfrentamientos y desencuentros, de ningún modo fue ruptura con toda la riqueza que España aportó, como lengua, cultura y religión. Ya desde mediados del siglo XIX, esos vínculos fueron reforzados por la masiva inmigración española y portuguesa a tierras americanas. Desde entonces, han ido creciendo, a ritmos desiguales según las diversas circunstancias, los lazos políticos, económicos y culturales entre España y América Latina.
Sus destinos están indisolublemente unidos. Por eso, se sigue necesitando fortalecer la cooperación espiritual, personal y económica entre las Iglesias de Latinoamérica y España. Para ello son precisos los vínculos sociales de solidaridad, los intercambios culturales y la intensificación de la comunión y colaboración entre sus Iglesias; es decir, todo aquello que sirva para propagar y apoyar la transmisión de la fe, como reto principal de la “Nueva Evangelización”.
Intensificar el compromiso misionero...
Aún resuena con vigor en Hispanoamérica la voz del beato Juan Pablo II cuando, dirigiéndose a los obispos, reunidos en Asamblea del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), el 9 de marzo de 1983, les decía: “La conmemoración del medio milenio de la evangelización tendrá su pleno significado si es un compromiso vuestro [...] por una evangelización nueva. Nueva en su ardor, en sus métodos y en sus expresiones”. Y después, el 12 de octubre de 1984, inaugurando en Santo Domingo el “novenario” de años de preparación del V centenario de la evangelización americana, llamaba a una “nueva evangelización de América Latina, que despliegue con más vigor, como la de los orígenes, un potencial de santidad, un gran impulso misionero, una vasta creatividad catequética, una manifestación fecunda de colegialidad y comunión, un combate evangélico de dignificación del hombre para generar [...] un gran futuro de esperanza”.
Los llamamientos a una “Nueva Evangelización” han sido después muy frecuentes, tanto por el mismo Juan Pablo II, como por Benedicto XVI, dirigidos especialmente a Europa y América. Es como si se quisiera concentrar, en esa expresión iluminadora, sintética y movilizadora, el mandato misionero de “Id, pues, y haced discípulos a todos los pueblos” (Mt 28,19), para emprender una nueva fase de intensificación misionera en los nuevos ámbitos de evangelización.
Esta convocatoria se ha hecho aún más urgente en la actualidad, con el lanzamiento –por parte de la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, desde Aparecida– de la “Misión Continental”, con la creación por el papa Benedicto XVI del Dicasterio para la promoción de la Nueva Evangelización, y con la próxima XIII Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los
Obispos, que se realizará en octubre de 2012, con el tema: “La nueva evangelización para la transmisión de la fe cristiana”.
“El mundo de hoy necesita personas –decía Benedicto XVI el 15 de octubre de 2011– que anuncien y testimonien que es Cristo quien nos enseña el arte de vivir, el camino de la verdadera felicidad, porque Él mismo es el camino de la vida; personas que tengan ante todo ellas mismas la mirada fija en Jesús, el Hijo de Dios [...]; personas que hablen a Dios para poder hablar de Dios”. Se necesitan personas que muestren a Dios presente en la propia vida, en todas las dimensiones de su existencia y convivencia, e inviten a compartir una vida nueva, verdadera, más humana, que remite al acontecimiento que la hace posible y que continuamente la regenera.
Esta es hoy nuestra invitación, especialmente dirigida a todos los sacerdotes, religiosos y religiosas, y laicos españoles que trabajan como misioneros en América y son manifestación fecunda de la solicitud apostólica universal de la Iglesia en España. Que no falte la oración del Pueblo de Dios en todas las diócesis españolas en esta Jornada misionera, para que la Providencia divina suscite nuevas vocaciones misioneras para comprometerse con la “Nueva Evangelización” en América Latina, en la certeza de que este compromiso es la más genuina expresión de la catolicidad y de la identidad misionera de cada Iglesia local, aunque aquí y allá las vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada escaseen.
... con las Iglesias de América Latina
A modo de sugerencia, hacemos unas recomendaciones a la Iglesia de Dios en España para fortalecer el compromiso misionero de la “Nueva evangelización”:
• Abrir el corazón a las familias y comunidades de latinoamericanos inmigrantes asentadas en España, especialmente en estos tiempos de crisis. Estas personas sencillas y sacrificadas, fieles a la tradición cristiana en la que siempre han vivido, tienen que superar el impacto del desarraigo y de la secularización, y necesitan la compañía cercana, solidaria, llena de la caridad, evangelizadora y catequética, de las comunidades cristianas.
• Agradecer el precioso servicio que están prestando (y que puede extenderse más aún) universidades y centros superiores de Teología que, en España, acogen a sacerdotes provenientes de América Latina para la ampliación de sus estudios.
• Reconocer y acoger a los sacerdotes provenientes de países latinoamericanos que, con el consentimiento de sus respectivos obispos, prestan sus servicios pastorales en diócesis españolas. También América Latina está llamada a “dar de su pobreza” y asumir la solicitud por la Iglesia universal, que le corresponde, no solo por deuda de gratitud, sino también por contar hoy con más del 40% de los católicos.
• Renovar la memoria agradecida del maravilloso espectáculo de santidad y comunión eclesial vivido durante la Jornada Mundial de la Juventud en Madrid.
Aquellos admirables dos millones de jóvenes son un signo de esperanza para la traditio cristiana y la multiplicación de nuevos discípulos, testigos y misioneros de Cristo, y a la vez, un enorme y apasionante reto. A Madrid llegaron en esa ocasión muchas decenas de miles de jóvenes latinoamericanos, que se sintieron como en casa y retornaron con una renovada implicación en la “Nueva Evangelización”. Ahora toca entregarles el testigo y seguir el camino iniciado, en peregrinación espiritual, educativa y misionera, hacia la próxima Jornada Mundial de la Juventud, que se realizará en julio de 2013 en Río de Janeiro.
Estas son también realidades que expresan esa “Nueva Evangelización” como compromiso común entre España y América.
Cardenal Marc Ouellet
Presidente de la Pontificia Comisión para América Latina
II DOMINGO DE CUARESMA B
MONICIONES
PRIMERA LECTURA
Recordamos en la primera Lectura el ejemplo de Abrahán: es el hombre de la fe y de la confianza absoluta en Dios. El está dispuesto a desprenderse de su hijo amado, del hijo de la promesa. Escuchemos la narración dramática del Génesis que culmina con el gozo desbordante de la recompensa.
SEGUNDA LECTURA
Si Abrahán estaba dispuesto a sacrificar a su Hijo, Dios Padre es el que entrega realmente a su Hijo para nuestra salvación. Esto es lo que nos recuerda S. Pablo.
TERCERA LECTURA
En el Evangelio de la Transfiguración, propio desde antiguo del segundo Domingo de Cuaresma, se proclama solemnemente que, de acuerdo con la Ley y los profetas, la Pasión es el camino de la Resu-rrección.
COMUNIÓN
Nuestra fe en la presencia real de Jesucristo en medio de nosotros también nos debería hacer exclamar como a Pedro en la cima del Tabor: “Señor, ¡qué bien se está aquí!”.
Que Él nos ayude a seguirle por el camino que nos ha señalado con la certeza de que experimentaremos ya en esta vida la felicidad que anhelamos.
Reflexión a las lecturas del domingo segundo de Cuaresma - B, ofrecida por el sacerdote Don Juan Manuel Pérez Piñero bajo el epígrafe "ECOS DEL DÍA DEL SEÑOR".
Domingo 2º de Cuaresma B
El anuncio de la Pasión y Muerte del Señor desencadenó en los discípulos una profunda crisis..., que iba a llegar a su punto culminante en aquellos días horribles en los que aquel anuncio se hace realidad… Ellos tropezaron, como nosotros tantas veces, en la cuestión del sufrimiento: ¿Por qué Jesús, el Maestro, en quien tenían puesta toda su confianza y por quien lo habían dejado todo, tenía que sufrir y morir para después resucitar? El hecho de que el Mesías tuviera que ser desechado y morir era algo impensable, inaceptable para cualquier israelita de la época… ¡Y caen en una profunda crisis…! Ellos “no entendían nada y les daba miedo preguntarle…” (Mc 9,32) Lo entenderán más tarde… Entonces Jesús lleva a los tres predilectos, Pedro, Santiago y Juan, a lo alto de una montaña, y se transfigura delante de ellos, es decir, les muestra algo de la gloria que escondía su Humanidad. Porque la condición humana de Cristo revela su grandeza divina, pero también la oculta.
S. Marcos nos dice que “sus vestidos se volvieron de un blanco deslumbrador, como no puede dejarlos ningún batanero del mundo”. Y ¿por qué aparecen en la escena Moisés y Elías conversando con Él? Y S. Lucas añade: “Hablaban de su muerte que se iba a consumar en Jerusalén” (Lc 9, 31). El Prefacio de la Misa de este Domingo, dice que Jesús “después de anunciar su muerte a los discípulos, les mostró en el monte santo, el esplendor de su gloria, para testimoniar, de acuerdo con la Ley y los profetas, que la Pasión es el camino de la Resurrección”. En efecto, Moisés representa a la Ley y Elías, a los profetas. Por eso se dice, “de acuerdo con la Ley y los profetas…” Es decir, con todo el Antiguo Testamento. Y el día de la Resurrección, por la tarde, Jesús reprocha a los dos discípulos que caminan hacia Emaús: “¿No sabíais que el Mesías tenía que padecer esto para entrar en su gloria? Y comenzando por Moisés y siguiendo por los profetas les enseñó lo que se refería a Él en toda la Escritura…” (Lc 24, 26-28).
Los discípulos descubren, en lo alto de la montaña, que aquel que va a padecer, morir y resucitar “según las Escrituras”, no es un hombre como los demás… Algo había en Él grandioso, extraordinario... Y, por si fuera poco, se oye, desde la nube, la voz del Padre que les dice: “Éste es mi Hijo amado; escuchadlo”. Los discípulos se abren al Misterio pero, entonces, no entendían nada y “discutían qué querría decir aquello de resucitar de entre los muertos…”
Pero todo esto, dejó una huella profunda, en el corazón de aquellos predilectos, que no olvidarán nunca… S. Pedro, por ejemplo, en su segunda carta, escribe: "Cuando os dimos a conocer el poder y la última Venida de nuestro Señor Jesucristo, no nos fundábamos en fábulas fantásticas, sino que habíamos sido testigos oculares de su grandeza. Él recibió de Dios Padre honra y gloria, cuando la sublime Gloria le trajo aquella voz: "Este es mi Hijo amado, mi predilecto”. Esta voz, traída del Cielo, la oímos nosotros en la montaña sagrada. Esto confirma la palabra de los profetas..."(2 Pe 1,16 -20).
¡Cuantas cosas aprendemos aquí! Pero hay más… ¿Por qué en este segundo domingo de Cuaresma se nos presentan estos textos y no otros que tal vez, pudieran parecer, a primera vista, más adecuados…? ¿Por qué cada año se pone delante de nosotros, en el segundo Domingo de Cuaresma, esta escena de la vida del Señor? Porque a nosotros, los cristianos, en el tiempo de Cuaresma se nos va presentando poco a poco, día a día, en toda su crudeza, las exigencias de la vida cristiana, que pudieran resumirse en aquellas palabras del Señor que se leen apenas comenzada la Cuaresma: "El que quiera seguirme que se niegue a sí mismo, cargue con su cruz cada día y se venga conmigo, pues el que quiera salvar su vida, la perderá, pero el que pierda su vida por mi causa, la salvará…” (Jueves después de Ceniza). Se nos recuerda, además, que nos preparamos en este tiempo de gracia, para que seamos capaces de renovar en la noche santa de la Pascua, nuestro Bautismo… Pero de verdad… Como si comenzáramos de nuevo a ser cristianos…
Y en medio de todo esto, pueden surgir la duda, la rebeldía interior, la propia fragilidad…, y también ciertos interrogantes, como éstos: ¿Y por qué todo esto? ¿Y para qué? Y ¿por qué tanta exigencia? ¿Por qué hay que tomarlo tan en serio? ¿Por qué hay que ir siempre contracorriente? ¿Y esto no podría ser de otra manera? Porque la Pascua es importante…, pero tanta preparación… Y tan en serio… Luego miramos a los que siguen otros caminos y nos resultan envidiables, porque nos engañamos pensando que son felices… Y como los discípulos, podemos entrar también nosotros, en una especie crisis espiritual. Y entonces, también nosotros necesitamos subir a lo alto de la Montaña para acoger una vez más el Mensaje de la Transfiguración: Que la Pasión y la Muerte de Cristo no terminan en sí mismas… Que son sólo camino, paso, Pascua... La Pasión, en efecto, es el camino de la Resurrección y no hay otro. Y nosotros, si queremos vida, dicha, alegría, si queremos ser felices en el tiempo y en la Eternidad…, aquí se nos revela el verdadero camino… El único camino…
Y dichosos nosotros que lo hemos encontrado…, mientras tantos y tantas lo siguen buscando, a veces de manera desesperada, en el afán desordenado de tener, de gozar, de poder.... Y no lo encuentran... Por ese camino, no lo encontrarán nunca…
Nosotros, por el contrario bajamos de la Montaña sagrada con una energía y una ilusión nuevas, para continuar el camino de la Cuaresma.
¡FELIZ DÍA DEL SEÑOR!
Homilía de monseñor Rubén Oscar Frassia, obispo de Avellaneda-Lanús, en la parroquia Nuestra Señora de Lourdes (5 de febrero 2012). (AICA)
EN LA PARROQUIA NUESTRA SEÑORA DE LOURDES
Querido Padre Daniel; querido diácono; querido Padre Horacio que vino de Corrientes a visitar nuestra diócesis; querido pueblo fiel:
El don de la vida es una gracia de Dios, un don que Dios nos da a través del amor de nuestros padres. Por lo tanto el vivir es lo propio de cada uno de nosotros. Pero esta vida uno puede descubrirla y también puede malgastarla, en especial cuando no se da cuenta de la originalidad, cuando no se da cuenta de la gratitud que tiene que tener para con Dios y para con los padres. También uno tiene que ser agradecido a la vida misma, ya que vivir es una gracia y no una desgracia.
Pero nos damos cuenta que no podemos vivir sin sentirnos amados. Tenemos que reconocer que somos amados. Y lo primero que tenemos que reconocer es que ¡somos amados por Dios! Porque si Dios no pensara en nosotros, no estaríamos aquí, en este mundo. ¡Dios piensa en nosotros! ¡Dios nos ama entrañablemente! Pero también necesitamos percibir y darnos cuenta del amor de los demás. ¡Todos necesitamos ser queridos! Es muy ingrato y equivocado el que piensa que no necesita, para vivir, el amor de Dios ni el amor de los demás. Es una mentira y una equivocación.
En esta vida que tenemos, y que Dios la corrobora, sabemos que hay muchas fragilidades y muchas enfermedades. Enfermedades físicas, mentales, espirituales, del alma, que muchas veces golpean y taladran sobre la persona. Somos una unidad, cuerpo y espíritu. ¡No somos sólo cuerpo! ¡Y no somos sólo espíritu! Hay una unidad que necesitamos vivir y experimentar
La fragilidad también se percibe, se vive. Y las enfermedades también existen en los demás y en nosotros.
¿Cómo puede hacer uno para vivir? Tiene que darse cuenta que Dios tiene siempre la primera y la última palabra: amor de Dios cuando estamos sanos y cuando estamos enfermos; Dios nos ama cuando somos buenos y cuando nos portamos mal. El amor de Dios no se modifica por la conducta humana. ¡Somos nosotros los que nos separamos o nos apartamos del amor de Dios! El amor de Dios está siempre presente, Él nos cuida, nosotros tenemos que cuidarnos y aprender a cuidar a los demás.
No es una desgracia estar enfermo. A veces, cuando uno tiene una enfermedad, se cierra, se entristece, se amarga y cree que todo está perdido, que ya no hay salida, no hay esperanza; y sin embargo la enfermedad está llamada a vivir con el bálsamo de la esperanza.
¡Cuántas veces hemos recurrido a Dios, ola Virgen, para pedirle que nos cure alguna enfermedad! ¡Cuántas veces le pedimos que nos saque de alguna fragilidad, presente en los hombres o en uno mismo! ¡Cuántas veces! Y siempre Dios nos escucha aunque a veces no veamos los resultados. Dios es infinito e incansable en su amor y en su misericordia.
La Iglesia, siguiendo como ejemplo lo que hace Dios y lo que nos enseña María, también tiene una actitud de protección de la vida. Nos ama, nos acompaña. El Papa, en su mensaje del próximo 11 de febrero, nos habla de la reconciliación, del perdón, de la oración, de la unción de los enfermos y nos habla también dela Eucaristíaque robustece el alma dándonos fuerza vital todos los días de nuestra vida. Sabemos quela Iglesiayla Virgen, cuidan nuestra vida y nosotros tenemos que cuidar la vida que Dios nos dio.
La oración, recurrir a los sacramentos,la Eucaristíay el testimonio para que la enfermedad no nos cierre, que sigamos abiertos a los demás, que el dolor no nos cierre ni arruine nuestra alma. Un cristiano no puede ser una persona resentida. Siempre hay que mirar con los ojos de Dios y seguir amando y viviendo la esperanza.
Le pedimos a Nuestra Señora de Lourdes, sabiendo que el Señor nos ama entrañablemente y que ha dado la vida por nosotros, para que nunca pensemos que vivir es una desgracia, ni que la enfermedad no tiene explicación ni salida. ¡Siempre hay explicación y siempre hay salida, porque el amor de Dios es infinito y supera cualquier enfermedad!
Se lo pedimos hoy ala Virgende Lourdes por nosotros, por nuestras familias, por nuestra sociedad, por nuestro país, para que podamos aprender que la vida es un don y que tenemos que cuidarla y cuidar a los demás.
Si el amor de Dios está presente en nosotros, también nosotros tenemos que volver a repetir ese amor para los demás. No nos olvidemos de vivirlo así ni de manifestarlo así.
Que así sea.
Mons. Rubén Oscar Frassia, obispo de Avellaneda-Lanús
Lectio divina para el viernes de la primera semana de Cuaresma 2012, ofrecida por la Delegación Diocesana de Liturgia de la diócesis deTenerife.
Lectura: “Mateo 5, 2026”
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Si no sois mejores que los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos.
Habéis oído que se dijo a los antiguos: "No matarás", y el que mate será procesado. Pero yo os digo: Todo el que esté peleado con su hermano será procesado. Y si uno llama a su hermano "imbécil", tendrá que comparecer ante el Sanedrín, y si lo llama "renegado", merece la condena del fuego.
Por tanto, si cuando vas a poner tu ofrenda sobre el altar, te acuerdas allí mismo de que tu hermano tiene quejas contra ti, deja allí tu ofrenda ante el altar y vete primero a reconciliarte con tu hermano, y entonces vuelve a presentar tu ofrenda.
Con el que te pone pleito, procura arreglarte en seguida, mientras vais todavía de camino, no sea que te entregue al juez, y el juez al alguacil, y te metan en la cárcel. Te aseguro que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último cuarto.»
Meditación:
“Primero a reconciliarte”
Muchas veces puedo justificar mis actitudes, porque no hay en ellas, aparentemente, grandes negatividades. Ciertamente no he matado a nadie, físicamente, sólo de pensarlo me estremezco. Pero hay muchas formas de “matar”, de eliminar al otro, de apartarlo de mi vida, de vivir con indiferencia y, al final, me tengo que preguntar ¿de verdad que no he eliminado a nadie, que no ha habido actitudes en mí que han entrañado algún tipo de “muerte”?
Tu sensibilidad es tan profunda que me llevas a descubrir que el menor signo de desprecio, es una forma de eliminar, porque supone dureza de corazón, rechazar el diálogo, la reconciliación, el perdón, y sentir al otro como enemigo irreconciliable, o como algo indiferente, con lo que negamos al otro la posibilidad de existir frente a mí.
Es verdad, que a veces surgen situaciones en las que me veo envuelto y tratado así, y me es difícil reaccionar positivamente. Pero tú me invitas a mirarme a mí y mis actitudes, y tener el valor y la sinceridad de descubrir si alguien tiene quejas contra mí para dar el primer paso de reconciliación. Porque lo que me distancie del otro me distancia de ti. Tú no puedes acoger un corazón cerrado al otro, porque en ti estamos todos, y negarles acogida, herirles, es hacerlo a ti. Desde ahí puedo entender que mi ofrenda, mi decirte que te quiero, mis gestos, sean vacíos y no te lleguen. Antes que cualquier gesto ritual, quieres y pides el gesto vital de mi amor, de reconciliación, de perdón.
Oración:
“Ir aprendiendo”
Señor, hay situaciones en mi que no me hacen fácil mi cercanía a los demás, pero reconozco que sólo hay una forma de hacer que los hombres vivamos como tales. Permíteme ir aprendiendo, a través de los conflictos más cotidianos. Ayúdame a querer aprender.
También quiero darte las gracias, por los momentos que he experimentado el perdonar y el ser perdonado, porque son la mejor lección para saber que merece la pena el esfuerzo.
Contemplación:
“Cercano a todos”
Tu palabra es siempre suave,
es palabra cálida
que quiere atraerme.
Es susurro
que pacifica mi corazón
que hace sentirme
cercano a todos,
y me invita
a ser como Tú.
DEPARTAMENTO DE COMUNICACIÓN
38201. La Laguna. Tenerife.
Tfno. 922-25 86 40 / Extensión 8
e-mail: [email protected]
Boletín 471
LAS NOTICIAS AMPLIADAS PUEDEN VERLAS ENTRANDO EN NUESTRO BLOG. Textos, sonidos, e imágenes los tienen en: http://www.comunicacionobispadodetenerife.blogspot.com/
La Marcha Diocesana de oración por la Paz tendrá lugar el próximo sábado 3 de marzo bajo el lema: “Educar a los jóvenes en la justicia y la paz”. La salida será desde la parroquia de Santo Domingo de Guzmán, en La Laguna, a las 6:00 horas. Asimismo, la concentración en Caletillas está prevista para las 10:30 h., para luego continuar la marcha hasta la Basílica donde el Obispo preside sobre el mediodía la Eucaristía.
Los días 5, 6, 7 y 8 de marzo, de 16,30 a 20,30 horas, en el Seminario se desarrollará un “Curso de Comunicación Eficaz para Profesores y otros agentes de pastoral”. El mismo será impartido por Andrés Brito Galindo, Doctor en Ciencias de la Información. Se trata de una iniciativa dirigida especialmente a profesores de Religión y Moral Católica y a todos los agentes de pastoral, y está en consonancia con una de las líneas de acción del Plan de Pastoral que concreta el Proyecto Diocesano de Comunicación (PDC)
El Instituto Superior de Teología de las Islas Canarias, ISTIC, ha venido desarrollando esta semana la XVII Jornadas de Ética y Política centradas en el tema: “Bióetica y cine”. Las conferencias las ha desarrollado Tomás Domingo Moratalla, profesor de Filosofía Moral de la Universidad Complutense de Madrid quien indicó que el cine es “un laboratorio de trabajo para el especialista en Bioética”.
Por otro lado, el próximo 11 de marzo, en La Esperanza, tendrá lugar el Encuentro Diocesano de Catequistas, bajo el lema: "Peregrinamos de la mano de María. Discípula y Misionera". La hora de inicio del Encuentro de Catequistas será a las diez de la mañana en la ermita de Las Barreras en el monte de Las Raíces (La Esperanza). En nuestra web tienen un enlace con todos los datos.
Las vigilias para jóvenes con motivo del tiempo litúrgico de cuaresma y organizadas por el departamento de pastoral con jóvenes, serán las siguientes: en La Palma, el viernes 2 de marzo, a las 20:30 horas y en la Parroquia de San Andrés (S. Andrés y Sauces); en la isla de La Gomera tendrá lugar el viernes 9 de marzo, a las 20:00 horas y en la parroquia de Santiago Apóstol (Playa de Santiago); en la isla de El Hierro, el viernes 2 de marzo, a las 19:30 horas, en la Parroquia de Ntra. Sra. de la Candelaria (Frontera).
Asimismo, en la isla de Tenerife: en el norte será el día 2 de marzo, a las 20:00 horas, en la parroquia del Santísimo Cristo de Tacoronte; en la zona metropolitana tendrá lugar también el viernes día 2 de marzo, a las 20:00 horas, en la Parroquia de Santiago Apóstol (La Salud); y por último, en el sur de la isla será el día 2 de marzo, a las 20:00 horas, en la parroquia de Santa Úrsula (Adeje).
A las 20:30 horas de este viernes, día 2 de marzo, el Centro Deportivo Militar de Paso Alto, acogerá la presentación oficial en Tenerife del libro Los Orígenes de la Pretensión Cristiana, una de las obras fundamentales del fundador del movimiento eclesial Comunión y Liberación, Luigi Giussani, fallecido el 2005.
Como viene siendo habitual cada mes de marzo, el Seminario organiza un almuerzo para recaudar fondos y colaborar así en el sostenimiento de esta institución diocesana. La cita será el próximo domingo 18 de marzo y se iniciará con la celebración de la Eucaristía en la capilla del centro. Además, para la sobremesa se están preparando también distintas actividades. Las entradas para el almuerzo pueden adquirirse en el mismo Seminario o bien en la red de Librerías Diocesanas que colaboran con este evento. Asimismo, hay Fila 0.
Ante la proximidad del Día del Seminario, el Obispo Bernardo Álvarez ha señalado: "En efecto, los seminaristas son la prueba de que Dios sigue llamando a jóvenes cristianos para que sigan a Cristo por el camino de la vocación sacerdotal. Es Dios quien pone en sus corazones la 'Pasión por el Evangelio', una pasión que es amor, 'enamoramiento', de la persona de Cristo. Una pasión que es seducción. Como decía el profeta Jeremías: 'Me sedujiste, Señor, y yo me dejé seducir' (Jer. 20,7). A partir del lunes, 5 de marzo, estará disponible el material diocesano para celebrar este día.
El servicio diocesano para el catecumenado ha enviado a todas las parroquias un recordatorio de las celebraciones que han de acompañar a los no bautizados en su proceso de iniciación cristiana. Esta iniciativa se realiza ahora debido a la importancia del tiempo cuaresmal y de pascua en el itinerario catecumenal.
“La labor social de la Iglesia en Canarias (ss. XVIII - XX)”, es el título del curso que organiza el ISTIC en colaboración con la UIMP, del 12 al 16 de marzo. El mismo pretende analizar la acción social en Canarias, a través de las instituciones de inspiración cristiana durante la época contemporánea, ofreciendo una reflexión de los diferentes niveles de colaboración tanto del ámbito regular como secular.
Del 5 al 7 de marzo, en el ISTIC, se llevarán a cabo las V Jornadas de Formación sobre el Matrimonio y la Familia bajo el título “Derecho matrimonial y familia”. El ponente será el catedrático y profesional voluntario del Centro de Orientación Familiar “COF2000”, José Luís Mederos. El horario de las jornadas será de 20:00 a 22:00 horas. Para más información y para realizar las inscripciones, se puede llamar al número de teléfono: 922 25 25 40.
El Cabildo Catedral ha reclamado, nuevamente, que se cumpla el convenio firmado con el Ministerio de Cultura en relación a la financiación de las obras del primer templo de la diócesis.
El cura párroco de Nuestra Señora de La Luz, San Vicente Ferrer y San Antonio de Padua, en Garafía, Omar Martín Vargas, dio inicio al ciclo de conferencias organizadas con motivo del 25 aniversario de la fundación de la Cofradía de Nuestro Señor del Huerto adscrita a la parroquia de S. Francisco de la capital palmera.
El 24 de marzo en el seminario se celebrará un Encuentro de la Pastoral caritativo-social bajo el lema: 'Discípulos y misioneros sirviendo'. A las 9:30 horas, será la acogida. Posteriormente el Obispo presidirá la Eucaristía a la que seguirá el trabajo de la jornada. La cita concluirá a las 13:30 horas con el almuerzo.
El próximo sábado 10 de marzo, los jóvenes del arciprestazgo de Güímar junto con aquellos que de otros lugares deseen participar, han organizado una pateada por la Zarza, con una dinámica que les ayudará a prepararse -en medio de la cuaresma- al sacramento de la reconciliación. Al final de la caminata se les ofrecerá la posibilidad de confesarse, celebrarán la Eucaristía y compartirán un almuerzo.
Por otro lado, el sábado, 28 de abril, el cantautor católico Nico Montero estará en concierto en La Orotava, dentro del marco del PJ WEEKEND organizado por la Coordinadora Arciprestal de Pastoral Juvenil del Arciprestazgo de La Orotava. Será en las canchas del Colegio Salesiano, a partir de las 20.30h.
Bajo el lema “Discípulos y Misioneros”, la Vicaría de Santa Cruz ha programado las V Jornadas de formación para agentes de pastoral, que se celebrarán del 16 al 19 de abril, en el colegio Pureza de María de la capital tinerfeña. Las fichas para la inscripción las pueden solicitar a los párrocos de la Vicaria de Santa Cruz y entregarlas antes del 16 de marzo.
El viernes 2 y sábado 3 de marzo, se celebrará la convivencia de jóvenes del Arciprestazgo de La Orotava que se preparan para recibir la confirmación. La convivencia comenzará a las 19.00 horas del viernes 2 de marzo, en la Plaza del Cristo de Tacoronte, para unirse después a la Vigilia Diocesana de Cuaresma que se celebra en el Santuario del Cristo. Luego, los asistentes se trasladarán hasta la Casa de las Religiosas de la Asunción de Tegueste, donde se hará noche y se pasará el sábado 3 de marzo, hasta las 19:00 horas.
“Ama la vida, toda la vida” es el lema de este año para celebrar la Jornada Por la Vida. Desde el blog de comunicación del Obispado se puede acceder a todo el material que ha publicado la Conferencia Episcopal Española en torno a esta cita.
Un mejor modo de vivir la Semana Santa nos oferta Radio Ecca. De profeta de masas a proscrito muerto en la cruz. De la oscuridad del calvario a la luz del sepulcro vacío... El misterio de la vida, pasión, muerte y resurrección de Jesús nos vuelve a interpelar un año más. ¿Qué misterio de Vida encierra? ¿Qué Esperanza trae a nuestro mundo? Se imparte del 08/03/12 hasta el 16/04/12
Ángel Moreno Sancho, capellán-párroco de Buenafuente de Sistal y Vicario para la Vida Consagrada de la Diócesis de Siguenza-Guadalajara, dirigirá el taller: "La Sorpresa del Evangelio de San Juan", los próximos días 21, 22 y 23 de marzo, en la Casa de Oración Domus Mariae, en San Pedro Daute, Garachico. El horario del mismo será de 16:30 a 20:00 horas. Asimismo, Moreno guiará un retiro, el día 24 de marzo, de 9:30 a 13:30 horas. Para más información, se han facilitado los números de teléfono: 922 83 02 44 y 674 668 990.
Cáritas Diocesana celebró su tradicional retiro de Cuaresma impartido por el sacerdote José Antonio González Luis, párroco de la Cruz del Señor del Arciprestazgo de La Salud. Por otro lado, las parroquias herreñas celebran esta cuaresma bajo el lema: "Si quieres convertirte: ama". También las Madres Dominicas de la Comunidad de La Palmita, en Santa Cruz de La Palma han celebrado su tradicional retiro.
Cáritas Arciprestal de Isora, en colaboración con el Ayuntamiento de Santiago del Teide, ofrecerá un curso de inglés e italiano dirigido a personas mayores de edad. Las inscripciones se podrán realizar a partir del viernes 2 de marzo, en las antiguas escuelas de preescolar de Puerto de Santiago, a partir de las 18:00 horas. La duración del curso será de tres meses y se impartirá los martes y viernes de 18:00 a 20:00 horas.
Otra de las ayudas para vivir intensamente la Cuaresma como preparación para la Pascua, la ofrece RADIO MARIA de ESPAÑA, con la celebración de los ejercicios espirituales. Una propuesta que se emitirá del 12 al 18 de Marzo, todos los días a las 4 horas, a las 11,30 horas, a las 17 horas y a las 22 horas.
La Delegación Diocesana de Misiones está organizando el camino de Santiago desde una dimensión misionera para el próximo mes agosto con el lema "Discípulos y misioneros como el Apóstol Santiago". Esta actividad se llevará a cabo del 13 al 23 de agosto de 2012. Los interesados se pueden poner en contacto con la delegación a través del correo electrónico: [email protected] o por teléfono: 922.25.86.40.