Jueves, 31 de mayo de 2012

Reflexión de José Antonio Pagola al evangelio del domingo de la SAntísima Trinidad - B, ofrecido por la Delegación de Enseñanza de la diócesis de Tenerife.

EL MEJOR AMIGO 

         En el núcleo de la fe cristiana en un Dios trinitario hay una afirmación esencial. Dios no es un ser tenebroso e impenetrable, encerrado egoístamente en sí mismo. Dios es Amor y solo Amor. Los cristianos creemos que en el misterio último de la realidad, dando sentido y consistencia a todo, no hay sino Amor.

         Jesús no ha escrito ningún tratado acerca de Dios. En ningún momento lo encontramos exponiendo a los campesinos de Galilea doctrina sobre él. Para Jesús, Dios no es un concepto, una bella teoría, una definición sublime. Dios es el mejor Amigo del ser humano.

         Los investigadores no dudan de un dato que recogen los evangelios. La gente que escuchaba a Jesús hablar de Dios y le veía actuar en su nombre, experimentaba a Dios como una Buena Noticia. Lo que Jesús dice de Dios les resulta algo nuevo y bueno. La experiencia que comunica y contagia les parece la mejor noticia que pueden escuchar de Dios. ¿Por qué?

         Tal vez lo primero que captan es que Dios es de todos, no solo de los que se sienten dignos para presentarse ante él en el templo. Dios no está atado a un lugar sagrado. No pertenece a una religión. No es propiedad de los piadosos que peregrinan a Jerusalén. Según Jesús, "hace salir su sol sobre buenos y malos". Dios no excluye ni discrimina a nadie. Jesús invita a todos a confiar en él: "Cuando oréis decid: ¡Padre!".

         Con Jesús van descubriendo que Dios no es solo de los que se acercan a él cargados de méritos. Antes que a ellos, escucha a quienes le piden compasión porque se sienten pecadores sin remedio. Según Jesús, Dios anda siempre buscando a los que viven perdidos. Por eso se siente tan amigo de pecadores. Por eso les dice que él "ha venido a buscar y salvar lo que estaba perdido".

         También se dan cuenta de que Dios no es solo de los sabios y entendidos. Jesús le da gracias al Padre porque le gusta revelar a los pequeños cosas que les quedan ocultas a los ilustrados. Dios tiene menos problemas para entenderse con el pueblo sencillo que con los doctos que creen saberlo todo.

         Pero fue, sin duda, la vida de Jesús, dedicado en nombre de Dios a aliviar el sufrimiento de los enfermos, liberar a  poseídos por espíritus malignos, rescatar a leprosos de la marginación, ofrecer el perdón a pecadores y prostitutas..., lo que les convenció que Jesús experimentaba a Dios como el mejor Amigo del ser humano, que solo busca nuestro bien y solo se opone a lo que nos hace daño. Los seguidores de Jesús nunca pusieron en duda que el Dios encarnado y revelado en Jesús es Amor y solo Amor hacia todos. 

José Antonio Pagola 

Red evangelizadora BUENAS NOTICIAS
3 de junio de 2012
Santísima Trinidad (B)
Mateo 28, 16-20


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ZENIT nos participa del discurso que el Santo Padre Benedicto XV dirigió al consejo superior de los directores nacionales de las Obras Misionales Pontificias de todo el mundo, reunido en roma y al que recibió en audiencia el viernes 11 de Mayo de 2012.  

Señor cardenal,
venerados hermanos en el episcopado y en el sacerdocio,
estimados hermanos y hermanas.

Me dirijo a todos ustedes dándoles un cordial saludo, iniciando por el señor cardenal Fernando Filoni, prefecto dela Congregaciónparala Evangelizaciónde los Pueblos, a quien agradezco por su gentiles palabras y por las informaciones sobre la actividad de las Obras Misionales Pontificias. Extiendo mi pensamiento al secretario Monseñor Savio Hon Tai-Fai; al secretario adjunto Mons. Pergiuseppe Vacchelli, presidente de las Obras Misionales Pontificias; a los directores nacionales y a todos los colaboradores, así como a quienes prestan su generoso servicio en el dicasterio. Mi pensamiento como el suyo en este momento se dirige al padre Massimo Cenci, subsecretario, fallecido improvisamente. El Señor lo recompense por todo el trabajo que cumplió en misión y al servicio dela Santa Sede.

El encuentro de hoy se realiza en el contexto dela Asamblea anual del Consejo Superior de las Obras Misioneras Pontificias, a quien está confiada la cooperación misionera de todas las iglesias del mundo.

La evangelización, que siempre tiene un carácter de urgencia, en estos tiempos empuja ala Iglesiaa obrar con paso aún más expedito por las vías del mundo, para llevar a cada hombre a conocer a Cristo. Solamente en la verdad, de hecho, que es Cristo mismo, la humanidad puede descubrir el sentido de su existencia, encontrar la salvación y crecer en la justicia y en la paz.

Cada hombre y cada pueblo tienen derecho a recibir el evangelio de la verdad. En esta perspectiva asume un particular significado su empeño para celebrar el Año dela Fe, a esta altura ya cercano; para reforzar el empeño de difusión del reino de Dios y del conocimiento de la fe cristiana. Esto exige de parte de quienes ya encontraron a Jesucristo “una auténtica y renovada conversión al Señor, el único salvador del mundo”. (Carta ap. Porta Fidei, 6). Las comunidades cristianas “de hecho tienen necesidad de volver a escuchar la voz del Esposo, que invita a la conversión, que los incita al ardor de cosas nuevas y los llama a empeñarse en la gran obra de la nueva evangelización”. (Juan Pablo II, Ex. ap. Postsin. Ecclesia in Europa, 23).

Jesús, el Verbo encarnado es siempre el centro del anuncio, el punto de referencia para la consecución y para la misma metodología de la misión evangelizadora, porque Él es el rostro humano que Dios quiere encontrar en cada hombre y en cada mujer para hacerlos entrar en comunión con Él, en su amor. Recorrer las calles del mundo para proclamar el evangelio a todos los pueblos de la tierra y guiarlos al encuentro con el Señor (cfr. Cart. ap. Porta Fidei,7), exige entonces que el anunciador tenga una relación personal y cotidiana con Cristo, lo conozca y lo ame profundamente.

La misión hoy tiene necesidad de renovar su confianza en la acción de Dios; tiene necesidad de una oración más intensa para que venga su reino, para que sea hecha su voluntad así en el Cielo como enla Tierra. Esnecesario invocar luz y fuerza del Espíritu Santo, y empeñarse con decisión y generosidad para inaugurar en un cierto sentido, “una nueva época de anuncio del evangelio... porque después de dos mil años una gran parte de la familia humana aún no reconoce a Cristo, pero también porque la situación en la quela Iglesiay el mundo se encuentran, presenta particulares desafíos a la fe religiosa” (Juan Pablo II, Exort. ap. postsin. Ecclesia in Asia, 29).

Estoy por lo tanto muy contento de poder alentar el proyecto dela Congregaciónparala Evangelizaciónde los Pueblos y de las Obras Pontificas Misioneras, en apoyo al Año dela Fe. Talproyecto prevé una campaña mundial que a través de la oración del santo rosario, acompañe la obra de evangelización en el mundo y sea para tantos bautizados, el redescubrir y profundizar la fe.

Queridos amigos, saben bien que el anuncio del evangelio comporta no pocas veces dificultad y sufrimiento; el crecimiento del reino de Dios en el mundo, de hecho no raramente tiene como costo la sangre de sus fieles.

En esta fase de cambios económicos, culturales y políticos, donde frecuentemente el ser humano se siente solo, atrapado por la angustia y la desesperación, los mensajeros del evangelio, también como anunciadores de esperanza y de paz, siguen siendo perseguidos como su Maestro y Señor. No obstante esto, los problemas y la trágica realidad de la persecución,la Iglesiano se desanima, permanece fiel al mandato de su Señor, con la conciencia que “como siempre en la historia cristiana, los mártires, o sea los testimonios son numerosos e indispensables al camino del evangelio”. (Juan Pablo II, Redemptoris missio, 45). El mensaje de Cristo, hoy como ayer, no puede adecuarse a la lógica de este mundo, porque es profecía y liberación, es semilla de una humanidad nueva que crece y solamente al final de los tiempos tendrá su plena realización.

A ustedes se les confía en manera particular, la tarea de sostener a los ministros del evangelio, ayudándoles a “conservar la alegría de evangelizar aún cuando sea necesario sembrar entre las lágrimas”. (Pablo VI, Exort. ap. Evangeli nuntiandi, 80). Su peculiar empeño contempla también mantener viva la vocación misionera de todos los discípulos de Cristo, de manera que cada uno, según el carisma recibido por el Espíritu Santo, pueda tomar parte de la misión universal que el Resucitado entregó a su Iglesia. Su obra de animación y formación misionera hace parte del alma del cuidado pastoral, porque la 'missio ad gentes' constituye el paradigma de toda la acción apostólica dela Iglesia. Seancada vez más la expresión visible y concreta de la comunión de personas y de medios entre las iglesias, que como vasos comunicantes viven la misma vocación y tensión misionera, y en cada rincón dela Tierratrabaja para sembrar el Verbo de Verdad en todos los pueblos y culturas. Estoy seguro que continuarán a empeñarse para que las iglesias locales asuman, siempre más generosamente, su parte de responsabilidad en la misión universal de la iglesia.

La Virgen Santísima, Reina de las Misiones, les acompañe en este servicio y sostenga cada una de sus fatigas para promover la conciencia y la colaboración misionera. Con este deseo, que tengo siempre presente en mi oración, les agradezco a todos ustedes y a los que cooperan en la causa de la evangelización, y de corazón imparto a cada uno la bendición apostólica.

Traducido del italiano por Sergio H. Mora
© Librería Editorial Vaticana


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ZENIT nos participa el discurso que el papa dirigió a los miembros de la Comunidad del Colegio Pontificio Español San José en Roma el jueves, 10 de Mayo de 2012, en la Sala Clementina del Palacio Apostólico vaticano.

Señores cardenales,
Venerados hermanos en el episcopado,
Querido señor rector, superiores, religiosas, alumnos del Pontificio Colegio Español de San José de Roma.

Es para mí un motivo de alegría recibiros en la conmemoración de los cincuenta años de la sede actual del Pontificio Colegio Español de San José, y precisamente en la memoria litúrgica de san Juan de Ávila, patrono del clero secular español, y al que próximamente declararé Doctor de la Iglesia universal. Saludo al señor cardenal Antonio María Rouco Varela, arzobispo de Madrid y presidente de la Conferencia Episcopal Española, al que agradezco sus amables palabras, así como a los señores arzobispos miembros del Patronato, al señor rector, a los formadores, religiosas y a vosotros, queridos alumnos.

Esta efeméride marca una relevante etapa del ya dilatado itinerario de este convictorio, que comenzó a finales del siglo diecinueve, cuando el beato Manuel Domingo y Sol, fundador de la Hermandad de Sacerdotes Operarios Diocesanos, se lanzó a la aventura de crear un colegio en Roma, con la bendición de mi venerado predecesor, León XIII, y el interés del episcopado español.

Por vuestro colegio han pasado miles de seminaristas y sacerdotes que han servido a la Iglesia en España con amor entrañable y fidelidad a su misión. La formación específica de los sacerdotes es siempre una de las mayores prioridades de la Iglesia. Al ser enviados a Roma para profundizar en vuestros estudios sacerdotales debéis pensar sobre todo, no tanto en vuestro bien particular, cuanto en el servicio al pueblo santo de Dios, que necesita pastores que se entreguen al hermoso servicio de la santificación de los fieles con alta preparación y competencia.

Pero recordad que el sacerdote renueva su vida y saca fuerzas para su ministerio de la contemplación de la divina Palabra y del diálogo intenso con el Señor. Es consciente de que no podrá llevar a Cristo a sus hermanos ni encontrarlo en los pobres y en los enfermos, si no lo descubre antes en la oración ferviente y constante. Es necesario fomentar el trato personal con Aquel al que después se anuncia, celebra y comunica. Aquí está el fundamento de la espiritualidad sacerdotal, hasta llegar a ser signo transparente y testimonio vivo del Buen Pastor. El itinerario de la formación sacerdotal es, también, una escuela de comunión misionera: con el Sucesor de Pedro, con el propio obispo, en el propio presbiterio, y siempre al servicio de la Iglesia particular y universal.

Queridos sacerdotes, que la vida y doctrina del Santo Maestro Juan de Ávila iluminen y sostengan vuestra estancia en el Pontificio Colegio Español de San José. Su profundo conocimiento de la Sagrada Escritura, de los santos padres, de los concilios, de las fuentes litúrgicas y de la sana teología, junto con su amor fiel y filial a la Iglesia, hizo de él un auténtico renovador, en una época difícil de la historia de la Iglesia. Precisamente por ello, fue «un espíritu clarividente y ardiente, que a la denuncia de los males, a la sugerencia de remedios canónicos, ha añadido una escuela de intensa espiritualidad» (Pablo VI, Homilía durante la canonización de san Juan de Ávila, 31 mayo 1970).

La enseñanza central del Apóstol de Andalucía es el misterio de Cristo, Sacerdote y Buen Pastor, vivido en sintonía con los sentimientos del Señor, a imitación de san Pablo (cf. Flp 2,5). «En este espejo sacerdotal se ha de mirar el sacerdote para conformarse en los deseos y oración con Él» (Tratado sobre el sacerdocio,10). El sacerdocio requiere esencialmente su ayuda y amistad: «Esta comunicación del Señor con el sacerdote… es trato de amigos», dice el Santo (ibíd., 9).

Animados por las virtudes y el ejemplo de san Juan de Ávila, os invito, pues, a ejercer vuestro ministerio presbiteral con el mismo celo apostólico que lo caracterizaba, con su misma austeridad de vida, así como con el mismo afecto filial que tenía a la santísima Virgen María, Madre de los sacerdotes.

Bajo la entrañable advocación de «Mater clementissima», han sido innumerables los alumnos que han confiado a ella su vocación, sus estudios, sus afanes y proyectos más nobles, como también sus tristezas y preocupaciones. No dejéis de invocarla cada día, ni os canséis de repetir su nombre con devoción. Escuchad a san Juan de Ávila, cuando exhortaba a los sacerdotes a imitarla: «Mirémonos, padres, de pies a cabeza, alma y cuerpo, y nos veremos hechos semejables a la sacratísima Virgen María, que con sus palabras trujo a Dios a su vientre... Y el sacerdote le trae con las palabras de la consagración» (Plática 1ª a los sacerdotes). La Madre de Cristo es modelo de aquel amor que lleva a dar la vida por el Reino de Dios, sin esperar nada a cambio.

Que, bajo el amparo de Nuestra Señora, la comunidad del Pontificio Colegio Español de Roma pueda seguir cumpliendo sus objetivos de profundización y actualización de los estudios eclesiásticos, en el clima de honda comunión presbiteral y alto rigor científico que lo distingue, con vistas a realizar, ya desde ahora, la íntima fraternidad pedida por el concilio Vaticano II «en virtud de la común ordenación sagrada y de la común misión» (Lumen gentium, 28). Así se formarán pastores que, como reflejo de la vida de Dios Amor, uno y trino, sirvan a sus hermanos con rectitud de intención y total dedicación, promoviendo la unidad de la Iglesia y el bien de toda la sociedad humana.

Con estos sentimientos, os imparto una especial Bendición Apostólica, que complacido hago extensiva a vuestros familiares, comunidades de origen y a cuantos colaboran en vuestro itinerario formativo durante vuestra estancia en Roma. Muchas gracias.

©Librería Editorial Vaticana


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Mi?rcoles, 30 de mayo de 2012

Carta de Monseñor Juan Rubén Martínez, obispo de Posadas, para el quinto domingo de Pascua (6 de mayo de 2012) (AICA)

PLURALIDAD Y COMUNIÓN            

En muchas oportunidades los cristianos nos referimos a la palabra “Comunión”. Desde distintos ángulos y por diversas razones tratamos que sea el fundamento de nuestro obrar. Es cierto que no siempre entendemos su significación y por lo tanto su importancia. En algunas oportunidades leemos o escuchamos que se unen empresas, sectores o bien países para determinados fines. En general son formas de unidad pero con fundamentos estratégicos. La comunión será más profunda si los lazos de unidad se fundamentan en relaciones históricas, culturales o bien religiosas. Pero todo esto aún es diferente a lo que los cristianos entendemos por comunión. El Papa Juan Pablo II cuando iniciaba nuestro siglo XXI señalaba en la encíclica “Novo Millennio Ineunte” que debemos hacer de la Iglesia la casa y la escuela de la comunión: “éste es el gran desafío que tenemos ante nosotros en el milenio que comienza, si queremos ser fieles al designio de Dios y responder también a las profundas esperanzas del mundo... Antes de programar iniciativas concretas hace falta promover una espiritualidad de comunión” (43).

La comunión para los cristianos tiene su fundamento en el amor y comunión trinitaria. En el amor de Dios al hombre y en la necesidad de asumir el mandamiento del amor. El Evangelio de este domingo (Jn. 15,1-8), nos señala la necesidad de estar en comunión con Jesucristo, como la vid y los sarmientos: “Permanezcan en mí, como yo permanezco en ustedes. Así como el sarmiento no puede dar fruto si no permanece en la vid, tampoco ustedes, si no permaneces en mí” (4)

El fundamento de toda comunión para los cristianos se da en esta comunión con Aquel a quien seguimos. Quizá señalar esto en el contexto cultural que vivimos parezca un tanto exigente o rigorista, pero creo conveniente decirlo, porque las experiencias de fracaso ligados a la “comunión fraterna”, en nuestras familias, comunidades, movimientos o bien el mismo compromiso de los cristianos como ciudadanos, tienen en general como causa esta ruptura básica; nos decimos cristianos pero de hecho no nos sentimos comprometidos con Jesucristo ni con sus enseñanzas. Llamarnos cristianos a veces es solo una denominación que puede llegar a implicar algunas devociones religiosas, sin terminar de integrar nuestra fe con nuestra manera y estilo de vida. En realidad esto sucede porque no permanecemos en Él, como “la vid y los sarmientos” y dejamos de ser fecundos en la construcción del Reino.

En la Diócesis hemos querido acentuar este tema de la comunión que nos señala el texto del Evangelio de este domingo. La eclesiología de comunión no es una opción posible como si fuese una pastoral más. La comunión es un reclamo que nos realiza el Señor y que si no nos interesa contradecimos el camino de discipulado que implica el ser cristianos. Por esta razón y fundamento, enla Diócesisvenimos acentuando la necesidad de asumir la comunión desde nuestra conversión a Dios y desde la búsqueda de mejorar nuestra pastoral para que sea más orgánica. El primer Sínodo Diocesano ha sido una oportunidad que nos regaló el año jubilar, para que durante estos años asumamos las temáticas y “Orientaciones pastorales” del Sínodo. Durante este año fundamentalmente enla Asamblea Diocesanadel próximo 20 de Junio y en el revisar las estructuras de pastoral, evaluándolas desde si son aptas para la misión, buscaremos seguir profundizando en este tema de la comunión. Es cierto que asumir esta exigencia que surge de este reclamo de unirnos como “la vid y los sarmientos”, es exigente, y la tentación es quedarnos cómodos “en lo de siempre”, pero nuestra vida solo se plenifica si no nos conformamos con lo mínimo. En el amor donado y pascual, en desacomodar y desarmar lo que no sirve a la misión, encontraremos dolores y sufrimientos, pero también el gozo que implica vivir una vida cargada de sentido.

Tanto para la vida dela Iglesia, como para la sociedad, nuestra Provincia y País el valor de la comunión y no la uniformidad; la pluralidad y lo diverso, sin rupturas, aquello que busque construir el bien común, será la respuesta adecuada para construir en este tiempo globalizado una cultura solidaria y de la vida. El texto de este domingo de “la vid y los sarmientos”, nos permiten captar la vigencia de la propuesta de Jesucristo, el Señor, en este inicio del siglo XXI.

¡Un saludo cercano y hasta el próximo domingo! 

Mons. Juan Rubén Martínez, obispo de Posadas 


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ZENIT nos ofrece el discurso el santo padre dirigió, en la Audiencia General del miércoles, 9 de Mayo de 2012, en la plaza de San Pedro, a los grupos de peregrinos y fieles llegados de Italia y del mundo.

Queridos hermanos y hermanas:
Hoy quisiera detenerme en el último episodio en la vida de san Pedro narrado en los Hechos de los Apóstoles: su encarcelamiento por orden de Herodes Agripa y su puesta en libertad por la intervención milagrosa del Ángel del Señor, en la víspera de su juicio en Jerusalén (cf. Hch. 12,1-17).

La historia está una vez más marcada por la oración dela Iglesia. SanLucas, en efecto, escribe: "Mientras Pedro estaba bajo custodia en la prisión,la Iglesiano cesaba de orar a Dios por él" (Hch. 12,5). Y, después de que salió milagrosamente de la cárcel, con motivo de su visita a la casa de María, la madre de Juan llamado Marcos, se dice que "un grupo numeroso se hallaba reunido en oración" (Hch. 12,12). Entre estas dos notas importantes de la actitud de la comunidad cristiana de cara al peligro y a la persecución, viene contada la detención y la liberación de Pedro, que abarca toda la noche. La fuerza de la oración incesante dela Iglesiase eleva a Dios y el Señor escucha y realiza una impensable e inesperada liberación, mediante el envío de su ángel.

La historia recuerda los grandes elementos de la liberación de Israel de la esclavitud en Egipto, la Pascuahebrea. Como sucede en aquel evento fundamental, también en este caso la acción principal se lleva a cabo por el Ángel del Señor que libera a Pedro. Y las mismas acciones del Apóstol --que se le pide que se ponga de pie rápidamente, ponerse el cinturón y ceñirse las caderas-- reflejan a aquel pueblo elegido en la noche de la liberación por la intervención de Dios, cuando fue invitado a comer a toda prisa el cordero, con las caderas ceñidos, las sandalias en los pies, el bastón en mano, listo para salir del país (cf. Ex. 12,11). Así, Pedro pudo exclamar: "¡Ahora sé que realmente el Señor envió a su ángel y me libró de las manos de Herodes" (Hch.12,11). Pero el ángel recuerda no sólo la liberación de Israel de Egipto, sino también la Resurrecciónde Cristo. Nos dicen, en efecto, los Hechos de los Apóstoles: "De pronto apareció el ángel del Señor y una luz resplandeció en el calabozo. El ángel sacudió a Pedro y lo hizo levantar" (Hch. 12,7). La luz que llena la habitación
de la cárcel, el acto mismo de despertar al Apóstol, nos refieren a la luz liberadora dela Pascua del Señor, que vence a las tinieblas de la noche y del mal. La invitación, por último, "Pónte el cinturón y sígueme» (Hch. 12,8), se hace eco en nuestros corazones las palabras de la primera llamada de Jesús (cf. Mc. 1,17), que se repite después de la resurrección en el lago de Tiberíades, donde el Señor dice dos veces a Pedro: "Sígueme" (Jn. 21,19.22). Es una apremiante invitación a seguirlo: solo saliendo de sí mismo para entrar en el camino del Señor y hacer su voluntad, se vive la verdadera libertad.

Me gustaría hacer hincapié en otro aspecto de la actitud de Pedro en la cárcel; se observa, en efecto, que mientras la comunidad cristiana ora fervientemente por él, Pedro, "dormía" (Hch. 12,6). En una situación así crítica y de serio peligro, es una actitud que puede parecer extraña, pero que denota tranquilidad y confianza; él se fía en Dios, sabe que está rodeado por la solidaridad y la oración de los suyos y se abandona totalmente en las manos de Señor. Así debe ser nuestra oración: asidua, en solidaridad con los demás, confiando plenamente en que Dios nos conoce en el fondo y cuida de nosotros al punto que --dice Jesús-- "hasta los cabellos de sus cabezas están todos contados. Así que no teman..." (Mt. 10, 30-31). Pedro vive la noche del cautiverio y de la liberación de la cárcel como un tiempo de su seguimiento al Señor, que vence las tinieblas de la noche y libera de la esclavitud de las cadenas y del peligro de la muerte. Su liberación es prodigiosa, marcada por varios momentos descritos cuidadosamente: guiado por el ángel, a pesar de la vigilancia de los guardias, atraviesa el primero y el segundo puesto de guardia hasta la puerta de hierro que conduce a la ciudad: y la puerta se abre sola frente a ellos (cf. Hch. 12,10). Pedro y el ángel del Señor realizan juntos un largo trecho de camino, hasta que, entrado en sí mismo, el Apóstol es consciente de que el Señor verdaderamente lo ha liberado y, tras haberlo pensado, va a la casa de María, la madre de Marcos, donde muchos de los discípulos están reunidos en oración; una vez más, la respuesta de la comunidad a la dificultad y al peligro es confiar en Dios, fortalecer su relación con Él. Aquí me parece útil recordar otra situación difícil que ha vivido la comunidad cristiana de los orígenes. Santiago habla de ello en su Carta.

Es una comunidad en crisis, en dificultad, no a causa de la persecución, sino porque en su interior hay celos y contiendas (cf. St. 3,14-16). Y el Apóstol se pregunta la razón de esta situación. Se encuentra con dos razones principales: la primera es el dejarse dominar por las pasiones, por la dictadura de sus propios deseos, del egoísmo (cf. St. 4,1-2a); el segundo es la falta de oración: "no piden" (St. 4, 2b) --o la presencia de una oración que no se puede definir como tal-- "Piden y no reciben, porque piden mal, con el único fin de satisfacer sus pasiones" (St. 4,3). Esta situación cambiaría, según Santiago, si toda la comunidad hablase con Dios, rezando asiduamente y unánime de verdad. Incluso el discurso sobre Dios, de hecho, puede perder su fuerza interior y hasta el testimonio se seca si no están animadas, apoyadas y acompañadas por la oración, por la continuidad de un diálogo vivo con el Señor. Un recordatorio importante para nosotros y nuestras comunidades, tanto las pequeñas como la familia, así como las más amplias como la parroquia, la diócesis,la Iglesiaentera. Me hace pensar que han orado en esta comunidad de Santiago, pero han orado mal, sólo para sus propias pasiones. Continuamente debemos aprender a orar bien, realmente orar, orientarla hacia Dios y no hacia el propio bien.

La comunidad, en cambio, que acompaña la prisión de Pedro es realmente una comunidad que ora toda la noche, unida. Y es una alegría que llena los corazones de todos, cuando el apóstol llama a la puerta inesperadamente. Es la alegría y el asombro ante la acción de Dios que escucha. Así que dela Iglesiasale la oración por Pedro y ala Iglesiaél regresa para contar "cómo el Señor lo había sacado de la cárcel" (Hch. 12,17). En aquella iglesia, donde él es colocado como roca (cf. Mt 16:18), Pedro cuenta su "Pascua" de liberación: él experimenta que en el seguir a Jesús está la verdadera libertad, está rodeado por la luz radiante de la resurrección, y por esto puede testimoniar hasta el martirio que el Señor es el Resucitado y que "realmente envió a su ángel y me libró de las manos de Herodes" (Hch. 12,11). El martirio que sufrirá después en Roma, lo unirá definitivamente a Cristo, quien le había dicho: Cuando seas viejo, otro te llevará donde no quieras, para indicar de con qué muerte había de glorificar a Dios (cf. Jn. 21,18-19).

Queridos hermanos y hermanas, el episodio de la liberación de Pedro contado por Lucas nos dice quela Iglesia, cualquiera de nosotros, atraviesa la noche de la prueba, pero es la incesante vigilancia de la oración la que nos sostiene. Yo también, desde el primer momento de mi elección como Sucesor de San Pedro, me he sentido siempre sostenido por las oraciones de ustedes, la oración dela Iglesia, especialmente en los momentos más difíciles. Gracias. Con la oración constante y confiada, el Señor nos libera de las cadenas, nos guía para atravesar cualquier noche de prisión que pueda atenazar nuestro corazón, nos da la paz del corazón para hacer frente a las dificultades de la vida, incluso el rechazo, la oposición, la persecución. El episodio de Pedro muestra el poder de la oración.

Y el Apóstol, aunque en cadenas, se siente confiado, en la certeza de no estar nunca solo: la comunidad está orando por él, el Señor está cerca; él sabe que "el poder de Cristo triunfa en la debilidad" (2 Cor. 12,9). La oración unánime y constante es una valiosa herramienta para superar las pruebas que puedan surgir en el camino de la vida, porque es el estar profundamente unidos con Dios, lo que nos permite también estar profundamente unidos a los demás.

Traducido del italiano por José Antonio Varela V.
©Librería Editorial Vaticana


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Martes, 29 de mayo de 2012

 

Reflexión de monseñor Rubén Oscar Frassia, obispo de Avellaneda-Lanús, en el programa radial Compartiendo el Evangelio (5º domingo de Pascua, 6 de mayo de 2012) . (AICA)

COMPARTIENDO EL EVANGELIO              

San Juan 15, 1-8

Durante la última cena, Jesús dijo a sus discípulos. “Yo soy la verdadera vid y mi Padre es el viñador. El corta todos mis sarmientos que no dan fruto; al que da fruto, lo poda para que dé más todavía. Ustedes ya están limpios por la palabra que yo les anuncié. Permanezcan en mí, como yo permanezco en ustedes. Así como el sarmiento no puede dar fruto si no permanece en la vid, tampoco ustedes, si no permanecen en mí. Yo soy la vid, ustedes los sarmientos. El que permanece en mí, y yo en él, da mucho fruto, porque separados de mí, nada pueden hacer. Pero el que no permanece en mí, es como el sarmiento que se tira y se seca; después se recoge, se arroja al fuego y arde. Si ustedes permanecen en mí y mis palabras permanecen en ustedes, pidan lo que quieran y lo obtendrán. La gloria de mi Padre consiste en que ustedes den fruto abundante, y así sean mis discípulos.” 

 

Unidos a Cristo para dar frutos en abundancia

Estamos en plena Pascua, en la victoria y presencia de Cristo, el resucitado, el Señor que ha definido la historia de la humanidad y la historia de nuestros pueblos. Por Él y en Él nosotros vivimos unidos a Él. Por medio de Él nos conectamos y relacionamos con el Padre. Es importante que permanezcamos en Él, porque sin Él nada podemos hacer.

Esto no es un mero deseo retórico de decir “yo quiero estar unido a Cristo, quiero ser su discípulo, quiero ser importante porque estoy al lado de Él”; no es suficiente. Lo que el Señor quiere es que estemos unidos en una común-unión con Él y con el Pueblo de Dios. De allí que nuestra permanencia y pertenencia a Él se torna fecunda si estamos unidos a Él.

Enla Iglesia, el Pueblo Santo de Dios, ninguno puede trabajar aisladamente, individualmente o ser como un francotirador; tenemos que saber estar en comunión con Cristo, con nuestros hermanos y con la comunidad. Ala Iglesiapertenecemos todos y sobre todos está Cristo. Hay algo que nos aproxima a Él: estamos limpios porque hemos recibido el anuncio dela Palabra. LaPalabra de Dios nos ilumina, nos purifica, nos poda, nos limpia; por eso tenemos que permanecer en Él.

Si estamos unidos a Él en esta comunión conla Iglesia, entre los sacerdotes, con el Obispo, con los laicos, con los religiosos, con las religiosas, con los creyentes, con los que están cerca, con los que están lejos, con todo el Pueblo de Dios, vamos a dar muchos frutos “y frutos en abundancia.” Pero hay que tener una voluntad, ¿y cuál es esa voluntad? La voluntad de permanecer, de pertenecer. Es ahí donde tenemos que poner la voluntad de nuestra propia vida para ser fieles a Él. Si nosotros no pertenecemos, no permanecemos, no guardamos sus mandamientos, sus Palabras, no seremos verdaderos discípulos. Llevamos el nombre, estamos bautizados, somos católicos, somos cristianos, pero no somos verdaderos discípulos.

El que permanece en Él da frutos, pero si nos alejamos, nos desenganchamos de Él, es como el sarmiento que se seca y hay que tirarlo porque no sirve. Nosotros tenemos que estar unidos a Él para que podamos dar frutos y frutos en abundancia.

Y si damos frutos, porque esa es nuestra consigna, nuestra misión, nuestra tarea, vamos a ser constituidos verdaderos discípulos. Pero si nos damos frutos, seremos malos discípulos. Esta es una decisión que cada uno de nosotros tiene que tomar.

Pidamos al Señor Resucitado que nos haga tomar conciencia de nuestra pertenencia y de nuestra participación, ya que Él nos invitó, y que seamos capaces de vivir, alimentar, mantener y hacer crecer la comunión con el Señor y la comunión con todos nuestros hermanos enla Iglesia

Les dejo  mi bendición: en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén 

Mons. Rubén Oscar Frassia, obispo de Avellaneda-Lanús


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Subsidio litúrgico para el monitor Een la SOLEMNIDAD DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD, JORNADA “PRO ORANTIBUS” 2012, publicado por Comisión de Vida Consagrada de la CEE.

 ANTÍFONA DE ENTRADA

Reunido el pueblo, el sacerdote con los ministros va al altar, mientras se entona el canto de entrada. Si no hay canto de entrada, los fieles, o algunos de ellos, o un lector, recitarán la antífona de entrada: endito sea Dios Padre, y su Hijo unigénito, y el Espíritu Santo, porque ha tenido misericordia de nosotr 

MONICIÓN DE ENTRADA

Tras el saludo inicial del sacerdote, el diácono, u otro ministro idóneo, hace la siguiente monición sobre el sentido dela Jornada: 

Celebramos hoy la solemnidad dela Santísima Trinidad, el misterio de Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo que se nos ha revelado enla Iglesia. Eneste marco litúrgico, tenemos hoy un recuerdo particular por quienes han sido llamados a la vida consagrada contemplativa. Los monjes, las monjas y la vida eremítica ofrecen a la comunidad cristiana y a nuestro mundo actual, tan necesitado de auténticos valores espirituales, un anuncio silencioso y elocuente del amor de Dios, testimonio humilde del misterio trinitario. El ritmo tantas veces acelerado de nuestra vida diaria, reclama espacios y tiempos de calma y silencio, oración y contemplación. Los monasterios son estos lugares dondela Palabradel Señor acontece en la liturgia, el canto, el trabajo, la vida fraterna y la contemplación, y donde cada comunidad se entrega a la oración de intercesión por todos los hombres. «Contempladlo y quedaréis radiantes» (Sal 34, 6) es el lema dela Jornada“Pro Orantibus” que dedicamos hoy para agradecer y rezar por los que rezan a diario por nosotros. «La vida contemplativa es luz para la nueva evangelización» en esta hora dela Iglesia. Dispongámonos a celebrar con fruto la santa Misa, convocados por el Padre del Cielo, al banquete del Hijo amado, en la gracia del Espíritu Santo. 

ORACIÓN UNIVERSAL

Las intenciones son propuestas por un diácono o, en su defecto, por un lector u otra persona idónea. 

 Por la santa Iglesia: para que testimonie ante el mundo su realidad de pueblo de Dios, convocado por el amor del Padre, por medio de Cristo, en la comunión del Espíritu Santo. Roguemos al Señor. R. Te rogamos, óyenos.

 Oremos hoy especialmente por los hermanos y hermanas que han recibido enla Iglesiala vocación contemplativa: para que en su silencio y entrega adoren sin cesar a la santa Trinidad y, por la contemplación, ellos mismos se conviertan en luz de la nueva evangelización. Roguemos al Señor. R. Te rogamos, óyenos.

 Por todos los pueblos de la tierra: para que, iluminados por la sabiduría del Espíritu, reconozcan en Jesucristo al enviado del Padre y se reúnan en la única Iglesia. Roguemos al Señor. R. Te rogamos, óyenos.

 Por todos los que están en el sufrimiento o en la prueba: para que experimenten el amor del Padre y la presencia consoladora del Espíritu de Cristo. Roguemos al Señor. R. Te rogamos, óyenos.

 Por los hombres preocupados y afligidos por la violencia y la guerra: para que, a través de la acción del Espíritu, se sientan hijos del único Padre y hermanos en Cristo, que por su sangre hizo paz entre el cielo y la tierra. Roguemos al Señor. R. Te rogamos, óyenos.

 Por nosotros, reunidos en esta asamblea: para que seamos fieles adoradores de Dios en espíritu y en verdad, testigos de la fe en esta hora de la nueva evangelización. Roguemos al Señor. R. Te rogamos, óyenos.


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Lunes, 28 de mayo de 2012

Homilía de monseñor Marcelo Raúl Martorell, obispo de Puerto Iguazú, para el V domingo de Pascua (6 de mayo de 2012). (AICA)

HAZ SEÑOR QUE SEAMOS CONSTANTEMENTE ILUMINADOS POR TU GRACIA              

La liturgia de hoy nos sumerge en el itinerario de la vida cristiana: conversión, inserción en el misterio de Cristo y vivencia de la fe en la esperanza y el amor o caridad cristiana.

La primera lectura (Hech. 9, 26-31), nos cuenta la historia de la llegada de Pablo a Jerusalén donde todos le temían porque no creían que fuese discípulo del Señor quien había sido un feroz perseguidor de los cristianos. Pero Pablo “llamado por el Señor” e “iluminado fervientemente por la gracia”, de ser un terrible enemigo se había convertido en ardiente apóstol del Señor. Para comenzar a vivir como un cristiano es necesario que todos nos convirtamos, aunque no todos nos convertimos de una forma tan “particular” como sucedió con Pablo. Para muchos la conversión es fruto de un largo proceso. El conocimiento, y más aún el amor a Cristo, es fruto de un largo y costoso trabajo. Convertirse a Cristo es amarlo, conocerlo, pero sobre todas las cosas “imitarlo en nuestras vidas”, como nos enseña el mismo apóstol: “sed imitadores de Cristo”.

Los mismos apóstoles, cuando encontraron al Señor, le preguntaron de alguna manera “quien era” y “donde vivía. Y la respuesta de Jesús fue: “Vengan y vean”, y estuvieron con Él largo tiempo. Cristo nos llama y en su llamado nos muestra nuestro propio corazón, con sus pasiones y costumbres no siempre buenas y nuestra conducta tan enraizada tantas veces en nosotros mismos y en nuestros propios deseos y egoísmos. El cambio de mentalidad y conducta requiere un largo proceso y es posible para todos y el primer paso de la conversión es el de pasar de “la incredulidad a la vida de fe”, del pecado a la vida de la gracia, pero también implica el ejercicio en las virtudes, el desarrollo de la caridad y la ascesis hacia la santidad.

Cuando la conversión -iluminada por la fe primaria- es confirmada por el sacramento nos inserta en Cristo, para que viviendo en Él vivamos su misma vida. Este será el tema del evangelio de hoy en Jn.15,1-8: “permaneced en mi y yo en vosotros. Así como el sarmiento no puede dar fruto de si mismo, si no permanece en la vid, tampoco vosotros si no permaneciereis en mí”. Solamente unido a Cristo, como el sarmiento a la vid, puede el cristiano, vivir en la gracia de Dios, el amor y el ejercicio de la santidad en todos los órdenes de la vida. Será ciertamente imposible para el hombre por si mismo alcanzar el orden de la gracia; pero el Señor nos muestra su disposición de hacer al hombre vivir de su misma vida. Y es por esto que el cristiano tiene que vivir siempre en la esperanza de un Cristo que viene a su encuentro ya que el Señor declara: “sin mi nada podéis hacer”, y sería tremendo sabernos solos o luchando solos para encontrarlo.

El vendrá siempre al encuentro de aquel por quien dio su vida –el hombre- y le dará, si encuentra apertura en su corazón, los elementos necesarios para construir una vida cristiana en si  mismo. La inserción en Cristo por el sacramento representa para el cristiano un camino de luz y esperanza en la vida. Deberá ser fiel en la fe y en la vivencia de la vida sacramental y obtendrá los dones necesarios para crecer y creciendo llegar a la plenitud. La conversión es un encuentro personal con Cristo en el amor y en la gracia, que se alimenta con los sacramentos dela Iglesiay que le permite al hombre caminar con una certeza que le confiere equilibrio y serenidad en la vida. Especialmente frente a las pruebas que la vida le presenta al hombre.

Entre los elementos importantes de la liturgia de hoy hay una frase del Señor que tiene gran importancia, tanto para la vida de la gracia personal, como para la construcción de un mundo diferente, que sólo puede provocar en el hombre el ánimo la certeza de que tiene una obra por delante: “que nos amemos los unos a los otros” (1 Jn.3,18). El ejercicio de la caridad fraterna es el distintivo de la vida del cristiano, pues atestigua su comunión vital con Cristo. Es imposible decirse cristiano si no vivimos en el amor y es imposible amar sin estar unido a Cristo. Quien ama a su prójimo –amigo o enemigo- no tiene nada que temer ante Dios, no porque “no tenga pecado”, sino que Dios en su gran misericordia, le perdonará y lo sostendrá en el amor, en vista de la caridad para con sus hermanos que demuestra el cristiano.

Que María Santísima, Madre de todo Consuelo, nos lleve al consuelo del amor de Cristo. 

Mons. Marcelo Raúl Martorell, obispo de Puerto Iguazú 


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Homilía de monseñor Rubén Oscar Frassia, obispo de Avellaneda-Lanús, en la misa de niños (5 de mayo 2012). (AICA)

MISA DE NIÑOS EN CLUB EL PORVENIR             

Queridos sacerdotes; queridas religiosas
Queridos religiosos; querido pueblo fiel
Queridos chicos:

¡Hoy es un día hermoso! Dios nos bendice con una tarde donde no hace calor, no hace frio, el sol nos ilumina y podemos celebrar, podemos festejar nuestra fe. ¡Esto es lo más importante que podemos hacer juntos!, ¡en familia!

Sabemos que por la fe Dios es nuestro Padre, sabemos que tenemos a una Virgen que es la Mamá de Dios y que también es nuestra Madre.La Virgen, con el nombre que le ponemos hoy, Nuestra Señora de Luján, y de tantos nombres hermosos que María como Madre tiene, siendo la misma Madre de Dios y nuestra Madre. Todos nosotros somos hermanos que caminamos, vivimos y celebramos juntos nuestra fe y el don de la vida que Dios nos regala.

Agradezco a las autoridades del Club El Porvenir, que nos presta las instalaciones, en esta cancha donde nosotros hoy podemos festejar. ¡Qué cosa hermosa! Siempre hay alguien que tiene que hacer lugar para que nos podamos reunir. Pero nos reunimos con un motivo, con un sentido y el que nos reúne es Jesús. ¡El nos elige! ¡Él nos llama! ¡Y somos llamados desde pequeños!

El Papa, Benedicto XVI declaró el Año de la Fe, a partir de octubre, donde nos habla de la “Puerta de la fe”, esa puerta es Cristo y quiere que nosotros pasemos por esa puerta, es decir que pasemos por Cristo. También quiere que caminemos, pero ¿peleados, separados, aislados, enemistados? ¡NO! El Padre quiere que caminemos juntos, como hermanos que somos todos nosotros. ¡Nadie puede despreciar al otro! Somos hermanos y caminamos juntos por la puerta, que es Cristo.

Esta fe que Dios nos da, nos da fuerzas para vivir con alegría. El mundo no tiene alegría porque no sabe recibir a Dios. ¡Nosotros queremos tener alegría y recibir a Dios! ¿Y cómo lo recibimos? Haciéndole un lugar. ¿Y qué lugar le vamos a dar a Dios? El mejor lugar, el corazón; nuestra inteligencia, la  voluntad, nuestra vida, nuestras amistades, nuestra familia.  A Jesús lo tenemos que reconocer siempre y lo tenemos que encontrar porque Él nos busca; pero quiere que también nosotros lo busquemos a Él, desde chiquitos. Ustedes, desde chiquito, pueden conocer las grandes cosas.

¿Saben también que ustedes pueden ayudarnos, a nosotros los grandes, a tener un corazón de niño? Porque hay muchos grandes que se olvidaron que alguna vez fueron niños. Por eso no tienen un corazón fresco, un corazón espontaneo, un corazón simple. ¡Y ustedes son simples, son espontáneos! Pero es importante conocer a Jesús desde pequeños.

¿Cómo conocemos a Jesús? Escuchándolo. ¿Y donde lo vamos a escuchar? Enla Palabrade Dios, que nos habla, nos alimenta, nos nutre, nos enseña y que nos ayuda a vivir en el Amor de Dios. Desde chiquitos hay que tener trato conla Palabrade Dios, conla Palabrade Jesús, porque nadie puede amar si no lo conocemos. Y hay que conocerlo para amarlo mucho y mucho más.

Desde chiquitos es importante, a través del catecismo en la parroquia, en la capilla o en casa, poder leer y escucharla Palabrade Dios. ¡Qué hermoso es volver a las cosas simples! ¿Y qué es una cosa simple? ¡Leer en familia! ¡Que en familia mamá nos lea el Evangelio! ¡O yo, chiquito que se leer y leo bien, le pueda leer a mamá el Evangelio! O cuando papá viene cansado de trabajar y, en lugar de aturdirnos con la televisión o cada uno por su lado, nos reunimos un ratito, hacemos silencio y que papá nos lea el Evangelio. ¡Qué cosa hermosa!

¿Saben por qué a veces no se hace?
¡Porque los adultos tienen miedo!
¡Porque los adultos no tienen corazón de niño!

Porque han perdido y matado la espontaneidad y tienen miedo a hacer el ridículo. “No, cómo yo voy a hacer esto”

Las cosas simples son para todos. Para los niños, para los jóvenes, para los grandes, para los sacerdotes, para el Obispo, para las religiosas; ¡para todos! Porque Dios viene para todos.

De nuevo hay que volver a otra cosa importante: a hablar con Dios, a rezar. A pedirle por alguna persona que está enferma, o por alguien que necesita, o alguien que perdió el trabajo, o alguien que está mal de salud. ¡Rezarle con toda confianza! Como quien le dice “mirá, me pasa esto, no puedo.” Comola Virgenque le dijo a aquellos hombres en la boda de Caná: “¡hagan lo que Jesús les diga!” y ellos hicieron, llenaron esas tinajas de agua que luego Jesús convirtió en vino, como recién leímos en el Evangelio.

Rezar es una de las cosas más nobles del ser humano; más dignas. Rezar es algo tan importante como respirar. Si uno no respira se muere y si uno no reza, se aleja de Dios. Seguimos avanzando y nos damos cuenta que Jesús es la persona más importante de nuestra vida. ¡Jesús es amigo nuestro y quiere estar con nosotros!

Él nos dice: “mira yo te elegí, yo te llamo, yo estoy al lado tuyo, no temas, estoy dentro de ti, camino contigo” Y Jesús está a nuestro lado porque es lo más importante que nos puede pasar. Cuando uno lo descubre, le da todo, lo sigue, lo ama y quiere parecerse a Jesús. ¿Y qué nos dice Jesús? ¡Que tenemos que amar! ¡Que tenemos que perdonar! ¡Que tenemos que decir la verdad! ¡Que tenemos que ser justos! ¡Que tenemos que ayudar al que está mal! ¡Que tenemos que ayudar sin ningún interés! ¡Que tenemos que hacer el bien a todos! ¡Esa es la alegría más grande del ser humano! ¡Porque la tristeza más grande de toda persona es que no sepa amar! O que se olvide de lo que significa el amor.

Porque fuimos creados por Dios para amar. Porque fuimos redimidos por Cristo para amar. Y  porque fuimos santificados por el Espíritu Santo para amar. ¡Esa es nuestra vocación humana y cristiana! Nosotros tenemos que vivir así y no queremos vivir de otra manera; no podemos vivir de otra manera; no podemos renunciar a aquello que es lo más profundo de nuestra vida.

Pero ¿cuándo voy a empezar?, ¿cuándo voy a retomar?, ¿cuándo voy a seguir caminando?, ¿lo podré dejar para más adelante?, o podré decir: “ahora tengo tiempo, no me tomo las cosas en serio, pero cuando sea más grande entonces sí voy a cambiar y voy a hacer las cosas en serio” ¡NO! No hay que dejarlas cosas para más adelante porque el “más adelante” puede ser NUNCA.

Hay que tomar decisiones cuando uno ve la luz y no dejar para más adelante; porque si no es un engaño, es una excusa, como cuando en la cancha tiramos la pelota afuera para que pase el tiempo y el partido termine. No es así entre los cristianos. Nosotros, desde chiquitos, tenemos que tomar decisiones que competen a nuestra edad.

¡Los jóvenes tendrán que tomar decisiones según competencia de su edad!
¡Los adultos tendrán que tomar decisiones según su edad y su responsabilidad!
¡Los mayores tendrán que tomar decisiones de acuerdo a su edad!
¡Los sacerdotes tendrán que tomar decisiones de acuerdo a su misión!

¡El Obispo tendrá que tomar decisiones de acuerdo a la tarea que Dios le ha encargado enla Iglesia!

Porque cada uno de nosotros tiene una vocación y tiene una misión que cumplir.

Hoy es un día de fiesta.

Nuestra Iglesia diocesana está de fiesta.

El año pasado celebramos el jubileo dando gracias a Dios por los cincuenta años de nuestra diócesis Avellaneda Lanús.

Hoy damos gracias a Dios por estar reunidos en familia y porque queremos seguir a Jesús.

También este año vamos a festejar los cincuenta años del Concilio Vaticano II y veinte años del Catecismo Católico. ¡Y lo vamos a celebrar en familia!

Ahora todos vamos a repetir lo quela Virgendijo a aquellos servidores en el Evangelio: “hagamos todos juntos lo que Jesús nos diga.” Todo esto es así porque somos su familia, somos sus discípulos y también queremos ser sus testigos, sus misioneros.

Que Dios los bendiga yla Virgennos proteja y nos ayude a hacer la voluntad de Jesús.

Que así sea. 

Mons. Rubén Oscar Frassia, obispo de Avellaneda-Lanús


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Domingo, 27 de mayo de 2012

Reproducimos artículo de Fernando Giménez Barriocanal, vicesecretario para Asuntos Económicos de la Conferencia Episcopal Española, sobre lo concerniente al régimen fiscal de la Iglesia Católica Española.

El régimen fiscal de la iglesia

Mucho se viene escribiendo en las últimas semanas acerca de los supuestos privilegios fiscales que disfruta la Iglesia Católica en España. Se llega a afirmar que vive en un “paraíso fiscal”, que no paga impuestos y que en estos momentos de recortes y de incremento de la presión tributaria, es la única entidad que no se aprieta el cinturón. ¿Qué hay de verdad en todo esto?

1. El origen del régimen fiscal de la Iglesia

El régimen fiscal de las Instituciones de la Iglesia Católica en España deriva, en primera instancia, del Acuerdo entre la Santa Sede y el Estado Español para Asuntos Económicos suscrito el 3 de enero de 1979.  Un acuerdo en el marco de la Constitución Española, con rango de tratado internacional y refrendado por una inmensa mayoría del Congreso y del Senado. Por cierto, la Santa Sede mantiene acuerdos de esta naturaleza con más de 100 países. Dicho acuerdo prevé una serie de beneficios fiscales  en sus artículos 3º y 4º para una lista cerrada de entidades de la Iglesia (fundamentalmente Conferencia Episcopal, Diócesis, Parroquias y Órdenes y Congregaciones religiosas). Para el resto, remite a la legislación general de entidades no lucrativas. Desde 1979 hasta hoy, este  régimen fiscal ha tenido variaciones motivadas por las distintas modificaciones tributarias de nuestro país como la introducción del IVA, la  Ley de reforma de las haciendas Locales, etc.  Estas modificaciones dieron lugar a Órdenes Ministeriales, Reales Decretos y Disposiciones adicionales en las normas principales, que en su gran mayoría, fueron consultadas o notificadas previamente a la Conferencia Episcopal, tal y como prevé el protocolo adicional del mencionado acuerdo.

En el campo de las entidades no lucrativas, en 1994 se aprueba La ley 30/1994 de fundaciones y de participación  privada en actividades de interés general, una norma que en sintonía con las tendencia tributarias europeas, establecía estímulos fiscales para favorecer la participación de la iniciativa privada en aquellas actividades que benefician a  colectividades genéricas de ciudadanos y que, en consecuencia, ahorran esfuerzos económicos a la administración. Las entidades de la Iglesia quedaron aquí incluidas  por asimilación.

No obstante, la modificación más importante se produce en diciembre de 2002 cuando se aprobó en España  la denominada Ley de mecenazgo (ley 49/2002, de 23 de diciembre de régimen fiscal de las entidades sin fines lucrativos y de los incentivos fiscales al mecenazgo). Esta norma, en su Título II, establece el régimen fiscal de las entidades sin fines lucrativos, régimen al que se incorpora no solo la Iglesia Católica sino también el conjunto de Iglesias, confesiones y comunidades religiosas que tienen suscritos convenios de colaboración con el Estado Español (es decir, Iglesias Evangélicas, comunidades  Israelitas  y Comisión Islámica). Así figura en la disposición adicional novena.

Por tanto, a día de hoy, nos encontramos con un régimen fiscal que  supera ampliamente  el ámbito de las exenciones previstas en el Acuerdo de 1979 y que en absoluto puede catalogarse como  un privilegio único de la Iglesia sino que su Régimen Fiscal se aplica, de idéntica manera  a Fundaciones, Asociaciones de utilidad Pública, ONG´s  de ayuda al desarrollo y Federaciones Deportivas, entre otros, así como al resto de confesiones religiosas.

¿Cuál ese régimen fiscal? Veamos los aspectos más significativos

2. El impuesto sobre sociedades

Las  instituciones de la Iglesia están obligadas a declarar por el impuesto de Sociedades como cualquier otra entidad, aunque se les permite hacer consolidación fiscal por diócesis o provincia religiosa. En relación con este impuesto, el artículo 4.1.b. del Acuerdo establece una exención general de este impuesto, que no alcanza “a los rendimientos que pudieran obtener por el ejercicio de explotaciones económicas, ni a los derivados de su patrimonio, cuando su uso se halle cedido, ni a las ganancias de capital, ni tampoco a los rendimientos sometidos a retención en la fuente”

Esto ha sido así, substancialmente, hasta 2002 con la aprobación de  la ley de mecenazgo. Esta ley  ha establecido, en su artículo 6º, para el conjunto de entidades mencionadas ,   las siguientes:

a) Donativos, cuotas de afiliados y subvenciones. Todas estas estaban ya amparadas en el Acuerdo de 1979 para la Iglesia.

b) “Las procedentes del patrimonio mobiliario e inmobiliario de la entidad, como son los dividendos y participaciones en beneficios de sociedades, intereses, cánones y alquileres”.

c) “Las derivadas de adquisiciones o de transmisiones, por cualquier título, de bienes o derechos, incluidas las obtenidas con ocasión de la disolución y liquidación de la entidad”, es decir cualquier incremento de patrimonio.

d) “Las obtenidas en el ejercicio de las explotaciones económicas exentas a que se refiere el artículo siguiente”,  y  que son:

Centros de asistencia social

Hospitales

Investigación científica.

Gestión de bienes declarados de interés cultural

Representaciones teatrales, musicales, cinematográficas y circenses

Gestión de parques y espacios naturales protegidos

Centros de enseñanza regular

Realización de exposiciones, conferencias y cursos.

Elaboración, edición, publicación y venta de libros, revistas y material multimedia.

Prestación de servicios de carácter deportivo (salvo para profesionales)

Actividades económicas complementarias a la actividad principal de la entidad.

Actividades de pequeña cuantía (inferior a 20.000 € al año)

Aunque se establecen algunos requisitos para el acceso a la exención, en la  práctica,  este artículo supone que  la mayoría de las fuentes de financiación de las entidades no lucrativas, han quedado exentas de tributación.

3. Tributos locales. El caso del I.B.I.

Los Acuerdos de 1979 establecen, para las  instituciones de  la Iglesia en sentido estricto, una lista cerrada de bienes inmuebles con exención de Contribución Urbana, hoy IBI. Se trata de las parroquias, sus locales y la curia Diocesana, Seminarios y Universidades de disciplinas eclesiásticas, así como las casas parroquiales, residencia del Obispo y los edificios destinados a residencia de Órdenes y Congregaciones religiosas. Por supuesto, estas exenciones cerradas están vinculadas a que los bienes sean propiedad de estas instituciones, es decir, las viviendas particulares de los sacerdotes no  están exentas.

Por su parte, la actual ley de mecenazgo establece explícitamente, en su artículo 15.1. que “estarán exentos del Impuesto sobre Bienes Inmuebles los bienes de los que sean titulares, en los términos previstos en la normativa reguladora de las Haciendas Locales, las entidades sin fines lucrativos, excepto los afectos a explotaciones económicas no exentas del Impuesto sobre Sociedades”

Por tanto, al amparo de este artículo, las entidades no lucrativas y también la Iglesia están exentas de pago de IBI de aquellos bienes donde se realizan las actividades enunciadas anteriormente.

Por su parte, siguen sin estar exentos de IBI aquellos bienes en los que se realiza un explotación económica que no esta exenta, es decir, que no figura en la lista anteriormente mencionada. Por eso, afirmar que la Iglesia esta exenta de IBI es falso y confuso; primero, porque tiene el mismo régimen que cualquier fundación y segundo porque sí paga IBI por los bienes que no están amparados por la ley de mecenazgo (parkings, explotaciones agrarias, repostería, restauración, etc.).

4. Otros beneficios fiscales

Existen otro conjunto de  beneficios fiscales que son compartidos con las entidades no lucrativas. Entre ellos destacan:

La exención del Impuesto sobre el incremento del valor de los terrenos (“la plusvalía”), cuando surge por bienes exentos de IBI.

La exención del Impuesto sobre Sucesiones.

La exención del Impuesto sobre Trasmisiones Patrimoniales.

Por otra parte, conviene destacar que en 2007 la Iglesia renunció, en el marco del acuerdo de financiación, a la exención que disponía de IVA en la entrega de bienes inmuebles. Tributa por IVA como cualquier  entidad. Cabe señalar, por último, que la única peculiaridad relevante de la regulación fiscal de la Iglesia y que la diferencia de las entidades no lucrativas es la exención en el I.C.I.O. para los bienes citados los acuerdos. A día de hoy es una exención propia de la Iglesia, derivada de la redacción de los acuerdos, aunque hay que destacar que en la propuesta de reforma de la ley de mecenazgo que se encuentra en el parlamento  se incluye generalizar la exención a todas las entidades no lucrativas y a todos los bienes que tienen exención por I.B.I.

5. A modo de conclusión

En resumen, se puede afirmar que, a día de hoy, la Iglesia dispone del mismo régimen fiscal que se aplica a otras instituciones no lucrativas del país, el mismo que tienen otras confesiones religiosas. No hay privilegios. Gracias a estos beneficios, nuestras instituciones realizan y seguirán realizando  una importantísima labor a favor de la sociedad, atendiendo demandas  de los ciudadanos y con ellos devolviendo con mucho  el esfuerzo fiscal realizado. Es sin, duda una inversión social muy rentable. 

Fernando Giménez Barriocanal
Vicesecretario para Asuntos Económicos de la Conferencia Episcopal Española


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S?bado, 26 de mayo de 2012

ZENIT nos ofrece el artículo de nuestro colaborador habitual el obispo de San Cristóbal de las Casas, México, monseñor Felipe Arizmendi Esquivel que se centra esta vez en la protección a los niños.

Proteger a los niños
Un regalo de Dios para el mundo

+ Felipe Arizmendi Esquivel

HECHOS

Algunos comentaristas, incapaces de asimilar el éxito de la reciente visita del papa a nuestro país, a cuyo paso el pueblo se volcó entusiasta, intentaron restarle méritos sólo porque no abordó el tema de la pederastia clerical, no pidió perdón, no se reunió con esas víctimas. No resaltaron el profundo contenido de sus mensajes. Quizá carcomidos por la envidia, por su persistente sadismo de seguir recordando heridas difíciles de sanar, por su obstinación de contrarrestar la autoridad moral de nuestra Iglesia, quisieran que a todas horas se tratara el asunto. Como si no hubiera cuestiones más trascendentes, como la pobreza y la violencia. Salvo dos vergonzosos casos que los medios han ventilado, aquí no abundan esos abominables crímenes como en otros países, donde el Papa ha enfrentado valientemente la situación.

Por otra parte, en estos días se cumplen cinco años de quela Asamblea Legislativadel Distrito Federal legalizó el aborto, y ya son casi ochenta mil los registrados oficialmente. Son niños inocentes e indefensos, asesinados impunemente. Esos mismos comentaristas celebran y aplauden estos crímenes, como si fuera el logro de un gobierno moderno. ¡Cuánta contradicción!

CRITERIOS

El papa, con gran sabiduría y prudencia, hizo una referencia indirecta al asunto, cuando, frente a los incontables niños en Guanajuato, que no cesaban de aclamarle confiadamente, dijo: “He venido para que sientan mi afecto. Cada uno de ustedes es un regalo de Dios para México y para el mundo. Su familia,la Iglesia, la escuela y quienes tienen responsabilidad en la sociedad han de trabajar unidos para que ustedes puedan recibir como herencia un mundo mejor, sin envidias ni divisiones. Por ello, deseo elevar mi voz invitando a todos a proteger y cuidar a los niños, para que nunca se apague su sonrisa, puedan vivir en paz y mirar al futuro con confianza. Ustedes, mis pequeños amigos, no están solos”.

A los obispos nos dijo en la catedral de León: “En el horizonte pastoral y evangelizador que se abre ante nosotros, es de capital relevancia cuidar con gran esmero de los seminaristas, animándolos a que no se precien «de saber cosa alguna, sino a Jesucristo, y éste crucificado» (1 Co 2,2). No menos fundamental es la cercanía a los presbíteros, a los que nunca debe faltar la comprensión y el aliento de su obispo y, si fuera necesario, también su paterna admonición sobre actitudes improcedentes. Son sus primeros colaboradores en la comunión sacramental del sacerdocio, a los que han de mostrar una constante y privilegiada cercanía”.

A buen entendedor, pocas palabras… Sin embargo, para no dejar dudas de nuestra actitud ante estos casos,la Comisión Episcopalparala Familiaemitió un comunicado por el “Día del Niño”, en que expresa en nombre de todos los obispos: “Estamos conscientes de todas las flaquezas existentes en nuestra Madrela Iglesiay en quienes la formamos. Nos sentimos profundamente apenados y pedimos perdón a Dios y a ustedes, por las ocasiones en que nuestras debilidades los han herido y han dado motivo de escándalo en la sociedad. Como responsables dela Iglesiaen México queremos seguir comprometidos a velar por toda la niñez”.

PROPUESTAS

La pederastia no es un crimen exclusivo de algunos clérigos; lamentablemente acontece en muchos ambientes, empezando por la propia familia. Por tanto, además de medidas legislativas y de adecuados procesos penales para combatirla, es de primera importancia formar moralmente las conciencias de padres de familia, hermanos mayores, maestros, sociedad en general, para que todos protejamos y defendamos la integridad de niñas y niños, y nunca se apague su sonrisa.

En cuanto a nuestra responsabilidad como obispos, para cuando se llegaran a presentar estos deplorables casos, en la pasada asamblea aprobamos el protocolo a seguir: cero tolerancia, atención prioritaria y justa a las víctimas, colaboración con las autoridades civiles, suspensión del ministerio presbiteral, proceso de curación y atención pastoral a todos los implicados, también al sacerdote culpable, para su salvación.


Publicado por verdenaranja @ 23:28  | Hablan los obispos
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ZENIT  nos ofrece la carta pastoral del obispo de Córdoba, monseñor Demetrio Fernández, explicando el significado de la declaración de san Juan de Ávila como doctor dela Iglesia, próxima ya su fiesta el 10 de mayo.

San Juan de Ávila, doctor dela Iglesiauniversal
El significado de este reconocimiento eclesial

+ Demetrio Fernández

En nuestro lenguaje coloquial, doctor significa médico, aunque éste no haya alcanzado el doctorado. Sin embargo, puede alcanzarse el doctorado en cualquier campo del saber humano: doctor en filosofía, doctor en medicina, doctor en ciencias, etc. En este lenguaje culto, doctor significa el grado máximo de titulación en una materia. Doctor en este contexto significa especialista, experto en su tema.

Cuandola Iglesiadeclara doctor a un santo está significando otra cosa. Nos está proponiendo a una persona que ha destacado por su santidad, que ha sabido explicar y proponer el misterio cristiano con sabiduría y que ha influido con su doctrina enla Iglesiauniversal. Santidad de vida, doctrina eminente e influjo universal son las tres condiciones para ser declarado doctor dela Iglesia. Enla Iglesiahay, hasta el momento, 33 doctores. Es decir, el Sumo Pontífice ha declarado a lo largo de la historia a 33 santos como maestros de la vida cristiana para todos los fieles de todos los tiempos. Entre ellos, tres mujeres: Santa Teresa de Jesús, Santa Catalina de Siena y Santa Teresita del Niño Jesús.

El papa Benedicto XVI ha anunciado que próximamente proclamará doctor dela Iglesiaa nuestro san Juan de Ávila, que nació en Almodóvar del Campo (Ciudad Real) en 1500 y murió en Montilla en 1569. Después de estudiar en Salamanca y Alcalá, quiso partir para México como misionero, pero fue retenido por el Arzobispo de Sevilla cuando iba a embarcar allí, y se quedó por estas tierras ejerciendo su ministerio sacerdotal. Fue presbítero de la diócesis de Córdoba durante más de treinta y cinco años. Desde aquí viajó a lugares cercanos: Granada, Zafra, Baeza, etc. Predicaciones, catequesis, confesiones, dirección espiritual, muchos escritos y cartas, etc. Y mucha oración y mortificación.

Se asentó en Montilla durante los últimos diecisiete años de su vida, desde donde escribió sus principales escritos y cartas, recibió visitas de muchos santos que buscaban su consejo, y allí murió el 10 de mayo de 1569. Por eso, Montilla se ha convertido en epicentro de la geografía y la historia de san Juan de Ávila. A Montilla peregrinan ahora parroquias, sacerdotes, seminarios enteros, obispos y personalidades, para venerar su sepulcro y acogerse a la intercesión del Santo Maestro de Santos.

El santuario San Juan de Ávila, donde se guarda su sepulcro, iglesia de los padres jesuitas, cedida ahora al obispado de Córdoba, será muy pronto basílica pontificia. Es la casa donde vivió el Maestro, con su patio y su pozo bajo la parra grande, que cobijaba a los discípulos para tertuliar con el Maestro; la capilla de la que un día salió tanto fuego, que alarmó a los vecinos pensando que era un incendio, y sin embargo, era fuego de amor a Cristo sacramentado por parte de san Juan de Ávila; la estancia de su escritorio y la habitación desde donde partió de este mundo al Padre. Toda esa casa, antigua trasera de la casa señorial de los Marqueses de Priego, es un relicario precioso, en la que se percibe como presente el espíritu de Juan de Ávila. Hasta allí han acudido San Francisco de Borja, san Juan de Dios y tantos otros discípulos. El monasterio de Santa Clara, donde fue capellán y confesor.

A la proclamación de su doctorado en Roma estamos llamados todos.La Conferencia EpiscopalEspañola nos ha exhortado a unirnos a estos actos cuando el papa determine y anuncie las fechas exactas. Nosotros, a prepararnos lo mejor posible a este magno acontecimiento. Para eso, conocer su vida, leer su doctrina, imitar su ejemplo, acudir a su intercesión, difundir su devoción. El próximo 10 de mayo es su fiesta, y la celebraremos con toda solemnidad en Montilla, con todos los sacerdotes del presbiterio, felicitando especialmente a los sacerdotes que cumplen bodas de oro y de plata de su sacerdocio.

San Juan de Ávila nos anima hoy especialmente a afrontar la nueva evangelización, para que el Evangelio de Jesucristo llegue a todos los hombres. Nos anima con su celo apostólico a superar barreras, a buscar nuevos métodos, a renovar el ardor misionero con que él predicó por estas tierras, que le han merecido el título de Apóstol de Andalucía. Acerquémonos a este gran santo, que tanto ha influido en los santos de su época y de siglos posteriores, para que descubramos en él la belleza de la vida


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Viernes, 25 de mayo de 2012

Reflexión a las lecturas del domingo de Pentecostés - B, ofrecida por el sacerdote Don Juan Manuel Pérez Piñero bajo el epígrafe "ECOS DEL DÍA DEL SEÑOR"

Domingo de Pentecostés B 

En el Evangelio dela Vigiliade Pentecostés, leemos que el día más solemne de las fiestas, Jesús en pie, en el templo, gritaba: “El que tenga sed, que venga a mi; el que cree en mi, que beba. Como dicela Escritura: De sus entrañas manarán torrentes de agua viva”. Y S. Juan aclara: “Decía esto refiriéndose al Espíritu que habían de recibir los que creyeran en Él. Todavía no se había dado el Espíritu, porque Jesús no había sido glorificado”. (Jn 7,37-40). En efecto, Jesucristo por su Muerte y Resurrección, realiza la salvación del mundo, nos obtiene del Padre el don de su Espíritu y purifica al mundo entero para que el Espíritu de la santificación pueda entrar en el mundo a realizar su obra. Por eso dijo Jesús a sus discípulos: “Os conviene que yo me vaya; porque si no me voy, no vendrá a vosotros el Defensor. En cambio, si me voy, os lo enviaré”. (Jn 16, 7).

         El Espíritu Santo es el Don más grande que Jesús nos ha obtenido por su Misterio Pascual. Y, resucitado de entre los muertos, se ha convertido en el dador del Espíritu. El Evangelio de este Domingo nos dice que el mismo día dela Resurrección, al atardecer, Jesús entra en el Cenáculo y, exhalando su aliento sobre los discípulos, les dice: “Recibid el Espíritu Santo”. Es como si tuviera prisa por dar a los suyos el Espíritu de Dios.  Y antes de subir al Cielo, les advierte: “No os alejéis de Jerusalén; aguardad la promesa del Padre, de la que os he hablado…” Hch1,4)  Y también “Cuando el Espíritu Santo venga sobre vosotros, recibiréis fuerza para ser mis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaría y hasta los confines del mundo”. (Hch 1,8).  Son las últimas palabras de Jesucristo en la tierra… Dicen que el Libro de los Hechos se estructura como el cumplimiento de estas palabras del Señor.

         La primera lectura de esta gran Solemnidad, nos narra el acontecimiento de Pentecostés y la transformación de los apóstoles, por la acción del Espíritu Santo,  que S. Pedro interpreta como el cumplimiento dela Profecíade Joel: “… Derramaré mi espíritu sobre toda carne: profetizarán vuestros hijos e hijas, vuestros ancianos soñarán sueños y vuestros jóvenes verán visiones…” (Hch. 2,17).  Y los apóstoles, no sólo recibieron el Don del Espíritu Santo, sino también la misión de darlo a todos los discípulos de Cristo. Y cuánto interés mostraban en hacerlo, como constatamos en el mismo Libro de Los Hechos de los Apóstoles. De esta forma, el Espíritu del Señor desciende sobre nosotros en los sacramentos, especialmente, en el Bautismo, de un modo inicial, y enla Confirmaciónde un modo pleno.También recibimos el Espíritu del Cielo cuando lo invocamos. Y es importante también renovar y revivir el Don del Espíritu que, un día recibimos y que habita en nosotros.

El Obispo dice al que se confirma: “(Nombre), recibe por esta señal el don del Espíritu Santo”. Y el que se confirma responde: “Amén”, es decir, así lo creo, así quiero que sea, así lo acepto, así es.  Una celebración de las Confirmaciónes un acontecimiento eclesial de primer orden. Y es especialmente necesario decirlo ahora en que tantos cristianos no se confirman. En el futuro, ¿tendremos unas comunidades cristianas en las que un número considerable de sus miembros carece del Don del Espíritu Divino que se recibe enla Confirmación?

Recibir el Espíritu Santo es algo muy importante y necesario. Sin su ayuda, los apóstoles no hubieran podido llevar a cabo la misión que Cristo les confió. Y, como dice la segunda lectura, sin el Espíritu Santo no podemos decir ni hacer nada. Ni siquiera podemos decir “Jesús es Señor”. ¿Y qué es un ser humano sin espíritu? Un cadáver… Y se dice: “expiró”, es decir exhaló su espíritu, su último aliento de vida…

En la Secuencia de Pentecostés decimos al Espíritu Santo:

“Mira el vacío del hombre

si tú le faltas por dentro;

mira el poder del pecado

cuando no envías tu aliento.

Por eso, el día dela Ascensiónoramos y nos preparamos para Pentecostés… Y hoy pedimos al Santo Espíritu que descienda sobre nosotros, sobrela Iglesia, sobre el mundo entero, porque también en nuestro tiempo, necesitamos el Don de su Espíritu… Por eso decimos al Señor en la oración colecta de esta gran Solemnidad: “Y no dejes de realizar hoy, en el corazón de tus fieles, aquellas mismas maravillas que obraste en los comienzos de la predicación evangélica”.

¡FELIZ DOMINGO!  ¡FELIZ DÍA DEL SEÑOR!


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Lectio divina para el sábado de la séptima semana de Pascua 2012, ofrecida por la Delegación Diocesana de Liturgia de la diócesis de Tenerife.

Lectura: 

“Juan 21, 2025”

En aquel tiempo, Pedro, volviéndose, vio que los seguía el discípulo a quien Jesús tanto amaba, el mismo que en la cena se habla apoyado en su pecho y le habla preguntado: «Señor, ¿quién es el que te va a entregar?» Al verlo, Pedro dice a Jesús: «Señor, y éste ¿qué?»

Jesús le contesta: «Si quiero que se quede hasta que yo venga, ¿a ti qué? Tú sígueme.»

Entonces se empezó a correr entre los hermanos el rumor de que ese discípulo no moriría. Pero no le dijo Jesús que no moriría, sino: «Si quiero que se quede hasta que yo venga, ¿a ti qué?»

Este es el discípulo que da testimonio de todo esto y lo ha escrito; y nosotros sabemos que su testimonio es verdadero.

Muchas otras cosas hizo Jesús. Si se escribieran una por una, pienso que los libros no cabrían ni en todo el mundo.

Meditación: 

“¿A ti qué?”

A veces nos invade la comodidad, o la envidia, como a Pedro preguntando a Jesús “¿y éste qué?”. Tu respuesta, Señor, es contundente, “qué te importa lo que vaya a hacer el otro, lo importante es tu respuesta personal e intransferible, tú sígueme”.

El ambiente fácilmente nos arrastra. Lo que se lleva de la mayoría nos mete en su corriente y no nos sentimos capaces de pasar por encima de ella, desde lo que sentimos realmente,  porque eso es situarse en un estrato de extraños.

Pero tu llamada sigue resonando en cada uno de nuestros corazones. Hay muchas formas de llamada y muchas formas de respuesta, y cada una para cada uno, y eso exige atención, disponibilidad, coraje y valentía, y parece que no se da con mucha amplitud.

Pero resuena tu palabra de nuevo a interpelación, a responsabilidad, a capacidad de ser uno mismo. No sé si está muy de moda, pero es muy importante. Está en juego mi vida, que siempre estará en dependencia por nuestra realidad social y solidaria, pero que partirá siempre de mí y que, además, tiene forma de respuesta a una invitación, a una llamada concreta, a ti.

Oración: 

“Sigue ahí”

Yo sé, Señor, en el fondo de mí, que te presentas en mi vida, de mil maneras, como llamada, como interpelación, lo sé y sé, por eso, cuándo me evado, cuándo doy largas, cuándo realizo rodeos, o prefiero hacerme el sordo. Desde ahí tengo que reconocer mi tendencia a huir de ti y, por eso, te pido perdón.

Al mismo tiempo, como cada vez que me abro a tu palabra, te tengo que dar gracias, porque sigues firme, empeñado, repitiendo incansablemente tu llamada, tu interpelación. Tu empeño es para mí la palabra que me mantiene sabedor y consciente de que si no respondo no es por ti sino por mí. Gracias y sigue ahí, Señor, sigue firme en tu empeño, porque así vas calando y haciendo eco en mi corazón.

Contemplación: 

“Me tiendes tu mano”

Te acercas a mí
para acompañar mis pasos.
Me llamas con palabra
suave y firme.

Me miras a los ojos,
para volver a decirme
que te siga,
que suelte las amarras
que me atan
a mi mundo de seguridades,
de intereses y comodidades
de miedos disimulados.

Me tiendes tu mano
para compartir juntos
la aventura dolorosa
y gozosa
de transformar la historia.

Y un gozo cálido y profundo
me recorre como una suave brisa
y me arrastra contigo.

 


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El DEPARTAMENTO DE COMUNICACIÓN del obispado de Tenerife nos participa de las noticias originadas durante la última semana en la diócesis.

38201. La Laguna. Tenerife.
Tfno. 922-25 86 40 / Extensión 8
e-mail: [email protected]

Boletín 483 

LAS NOTICIAS AMPLIADAS PUEDEN VERLAS ENTRANDO EN NUESTRO BLOG. Textos, sonidos, e imágenes los tienen en: http://www.comunicacionobispadodetenerife.blogspot.com/ 

La delegación de Apostolado Seglar ha invitado a quienes deseen preparar Pentecostés a acudir el jueves 24 y el viernes 25 de mayo, a la Casa de la Iglesia, que se encuentra en la trasera del Seminario Diocesano. El jueves se reflexionará sobre aspectos vinculados al tema: “Discípulos y misioneros” y el viernes 25, a partir de las 19:00 h., se desarrollará una mesa redonda sobre el tema: “La nueva evangelización se hará por los laicos o no se hará” en la que participarán varios seglares. Seguidamente a las 20:15 h., se celebrará una vigilia y una Eucaristía en la Capilla de la Casa de la Iglesia. 

La Coordinadora de Pastoral Juvenil del Arciprestazgo de La Orotava ha invitado a participar en la Vigilia de Pentecostés, que se celebrará el próximo sábado 26 de mayo, a las 20.15h, en la parroquia de Nuestra Señora del Carmen de Los Realejos (San Agustín, Realejo Bajo). En ella, se contará con la presencia de Marcelo Olima, cantautor de la Renovación Carismática Católica. Es una vigilia pensada para los jóvenes y para todos aquellos agentes de pastoral que deseen unirse. 

También el 26 de mayo, en Güímar y San Miguel de Abona se celebrarán sendas Vigilias de Pentecostés. En la parroquia matriz de San Miguel Arcángel será a las 21:00 horas y en la parroquia de San Pedro Apóstol será  a las 20:30 horas. 

Ha tenido lugar en Córdoba, el 22 y el 23 de mayo, la CXXII Asamblea Ordinaria de los Obispos del Sur de España. Entre otros temas, la Asamblea ha dado su aprobación para la apertura de la Causa de Canonización del Siervo de Dios: José Torres Padilla, natural de La Gomera, canónigo de Sevilla y cofundador, con Santa Ángela de la Cruz, del Instituto de la Compañía de la Cruz. 

El Paraninfo de la Universidad de La Laguna  acogió el nombramiento de Manuel Segura Morales como nuevo doctor honoris causa del centro académico. En la "laudatio" que presentó sus méritos, la doctora María Dolores García destacó del Padre Segura su generoso magisterio, su humanismo y compromiso social. Segura vivió y ejerció su ministerio en Tenerife durante 24 años. 

El Año de la Fe comenzará el 11 de octubre de 2012, en el 50 aniversario de la inauguración del Concilio Vaticano II y concluirá el 24 de noviembre de 2013, en la Solemnidad de Cristo Rey del Universo. Con tal motivo, ha comenzado la preparación de una apertura diocesana de este acontecimiento. La misma será en un gran "Encuentro Diocesano" a celebrar el próximo 12 de octubre en Garachico. 

Otro cambio del calendario pastoral del venidero curso afectará al Día de la Catequesis. El mismo pasa a celebrarse el último domingo de septiembre, que este año será el 30 del citado mes. 

La 42ª edición de la "Fiesta de las Madres" en el Real Santuario Insular de Nuestra Señora de Las Nieves, en La Palma, se celebrará el 27 de mayo, a las 11:30 horas. La Eucaristía estará presidida por Eduardo Rodríguez, delegado para la Nueva Evangelización y formador del Seminario Diocesano. 

La imagen del Cristo de las Tribulaciones ha sido reconocida en un acto oficial como 'Señor de Santa Cruz'. Dicho acto tuvo lugar en el Salón de Plenos del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife. El alcalde de la capital tinerfeña, José Manuel Bermúdez, fue el encargado de otorgar esta distinción, la primera que se da con este título en el municipio. La imagen del Cristo de las Tribulaciones se encuentra en el templo de S. Francisco. 

El Instituto Superior de Teología de las Islas Canarias, ISTIC, sede de Tenerife, dentro de su Colección Fe-Cultura, presentará el próximo día 24 un nuevo texto, “La Decisión de Pilato: Un caso difícil para un prefecto romano del Siglo I”, obra de Juan Ignacio Moreno, Magistrado Juez del Tribunal Superior de Justicia de Canarias. Este acto tendrá lugar dicho día 24 a partir de las 19,00 horas en el Salón de Actos del Exconvento de Santo Domingo, San Cristóbal de La Laguna.  

El martes 29 de mayo, a las 19’00 h., en el Salón de Actos del Seminario Diocesano de Tenerife, se celebrará una Asamblea de Alumnos de Ciencias Religiosas, en la que, entre otros temas, se informará sobre el Real Decreto de por el que se establece el nuevo régimen de equivalencia de los estudios y titulaciones de Ciencias Eclesiásticas de nivel universitario. 

El domingo, 3 de junio, celebramos la «solemnidad de la santísima e indivisa Trinidad, en la que confesamos y veneramos al único Dios en la Trinidad de personas, y la Trinidad de personas en la unidad de Dios». En esa solemnidad celebramos también la Jornada Pro Orantibus. Es un día para que valoremos y agradezcamos la vida de los monjes y monjas, que se consagran enteramente a Dios por la oración, el trabajo, la penitencia y el silencio. 

Usuarios, voluntarios y personal de Cáritas Diocesana tuvieron la oportunidad de entrevistarse con Bruce Springsteen justo antes de que el “boss” subiese al escenario del Estadio de Gran Canaria el pasado martes. Durante el encuentro, Springsteen conoció de primera mano el trabajo que la institución realiza, así como diferentes acciones y campañas que se están llevando a cabo.  

El Obispo de la Diócesis Nivariense y el Cabildo Catedral han visitado las obras de la Catedral de La Laguna. Una visita guiada por el arquitecto responsable de los trabajos, José Miguel Márquez Zárate. 

El rector del Seminario Diocesano, Juan Pedro Rivero, ha enviado una misiva informando del próximo Cursillo de Discernimiento Vocacional. Esta oferta de pastoral vocacional se desarrollará en el seminario entre el 1 y el 8 de julio. A este curso están invitados todos aquellos jóvenes o adultos inquietos vocacionalmente con el ministerio sacerdotal de manera explícita y que estén cursando 4º de ESO. Bachiller o similar, universitarios o adultos. 

El pasado sábado terminó el curso matrimonial impartido por integrantes del Movimiento Talleres de Oración y Vida del P. Ignacio Larrañaga en el salón parroquial de Santa Bárbara (Arciprestazgo de Icod de los Vinos).  El curso consta de 6 sesiones intensivas de 2 horas de duración. Los participantes pudieron retomar y profundizar distintos temas de la vida matrimonial y familiar. 

El taller de oración “Para en tu camino” está teniendo lugar este  trimestre en Icod de los Vinos, destinado a jóvenes de 14 a 30 años. La próxima cita será el 8 de junio, de 18:30 a 20:00 horas, en la iglesia de San Agustín.  Para asistir al mismo hay que avisar con unos días de antelación. Contacto: [email protected]

Una conferencia impartida por las responsables del Taller de Conservación y Restauración del Cabildo de La Palma, Isabel Santos e Isabel Concepción, dará a conocer las principales características del trabajo de restauración llevado a cabo en el retablo mayor de la Iglesia Matriz de El Salvador, en Santa Cruz de La Palma. 

El Parque Etnográfico Pirámides de Güímar acoge el día 2 de Junio a las 21:30 una Noche Solidaria de Arte y Moda. Un evento que tiene por objetivo recaudar fondos para Cáritas Interparroquial de Güímar y la Asociación de Familias y Mujeres del Medio Rural. 

El obispo ha permanecido varios días en la isla deLa Gomeraimpartiendo la confirmación en varias parroquias de la isla. Además, junto al vicario general Antonio Pérez participó en una reunión del equipo de sacerdotes de la isla colombina dedicada, fundamentalmente, a programar el Año dela Fedesde la sintonía con el PDP


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Jueves, 24 de mayo de 2012

Lectio divina para el viernes de la séptima semana e Pascua 2012, ofrecida por la Delegación Diocesana de Liturgia de la diócesis de Tenerife.

Lectura: 

“Juan 21 ,1519”

Habiéndose aparecido Jesús a sus discípulos, después de comer con ellos, dice a Simón Pedro: «Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos?» Él le contestó: «Sí, Señor, tú sabes que te quiero.» Jesús le dice: «Apacienta mis corderos.»

Por segunda vez le pregunta: «Simón, hijo de Juan, ¿me amas?» Él le contesta: «Sí, Señor, tú sabes que te quiero.» Él le dice: «Pastorea mis ovejas.»

Por tercera vez le pregunta: «Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?» Se entristeció Pedro de que le preguntara por tercera vez si lo quería y le contestó: «Señor, tú conoces todo, tú sabes que te quiero.» Jesús le dice: «Apacienta mis ovejas. Te lo aseguro: cuando eras joven, tú mismo te ceñías e ibas adonde querías; pero, cuando seas viejo, extenderás las manos, otro te ceñirá y te llevará adonde no quieras.» Esto dijo aludiendo a la muerte con que iba a dar gloria a Dios.

Dicho esto, añadió: «Sígueme.»

Meditación: 

“Sígueme”

Es un texto cargado de emoción. Un texto vital que tuvo que conmover las entrañas de Pedro y que me conmueve a mí. Querías que tu pregunta y su respuesta se quedase clavada en el corazón  para poder asumir todo lo que estaba por venir, la responsabilidad de continuar tu misión como cabeza de tus discípulos, y los retos de las dificultades que lo terminarían llevando, como tú, al martirio.

Me resuena a escena cargada de humanidad, de ternura, de un sí humilde cargado de deseos que tú acoges en esa afirmación final: “Sígueme”. Y que aquel discípulo asumió hasta las últimas consecuencias.

El tono del relato se me hace diálogo en mi corazón y hace que sienta esa pregunta como dirigida a mí. Una pregunta que me lanzas también, como a Pedro, continuamente, cada día: “me amas”. Porque tu seguimiento puede empezar por una atracción causada por mil experiencias, pero sólo se puede mantener cuando se asienta en el corazón, no como mera emotividad, no como atracción exaltada e irracional, sino como respuesta nacida desde lo más hondo del ser y que me invita a poner en juego todo lo que soy.

De esta manera me resuena tu “sígueme”, y desde la realidad de mis condicionamientos y mis limitaciones quiero decirte que sí. Tú sabes, Señor, que te quiero. Es un querer siempre precario, lo sé y lo sabes. Supeditado a un sin fin de condicionamientos externos e internos que obstaculizan mi libertad y mi voluntad. Pero tú sabes que quiero y que te quiero. Y en ese deseo acojo tu fuerza, apoyado y confiado en tu amor.

Oración: 

“Lo mejor de mí”

Señor, me suena tu palabra a expresión de enamorado que busca el sí de su amada. Pero no se trata sólo de un juego de intimidades, sino de una llamada a la fecundidad de ese amor. Entrar en intimidad contigo es el paso previo y necesario para hacer posible que ese amor se derrame y se expanda a todos aquellos que implica mi existencia. No es un amor cerrado, como no lo es ningún amor cuando es auténtico.

Señor, dame fuerza para acoger tu pregunta y, sobre todo, para ofrecerte mi respuesta, que quede marcada por el sello de mi donación, de mi deseo de poner en juego lo mejor de mí mismo, que, al fin y al cabo, no es otra cosa que Tú.

Contemplación: 

“Me amas”

Resuena el eco
de una pregunta
y de una afirmación
que se hace tuya
antes que mía.

Tú me amas,
me amas
antes de que yo balbucee
tu nombre,
y mi tímido te quiero
te basta
para decirme
que te siga.


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Reflexión de José Antonio Pagola al evangelio del domingo de Pentecostés - B, ofrecido por la Delegación Diocesana de Liturgia de la diócesis de Tenerife.

RECIBID EL ESPÍRITU

         Poco a poco, vamos aprendiendo a vivir sin interioridad. Ya no necesitamos estar en contacto con lo mejor que hay dentro de nosotros. Nos basta con vivir entretenidos. Nos contentamos con funcionar sin alma y alimentarnos solo de pan. No queremos exponernos a buscar la verdad. Ven Espíritu Santo y libéranos del vacío interior.

         Ya sabemos vivir sin raíces y sin metas. Nos basta con dejarnos programar desde fuera. Nos movemos y agitamos sin cesar, pero no sabemos qué queremos ni hacia dónde vamos. Estamos cada vez mejor informados, pero nos sentimos más perdidos que nunca. Ven Espíritu Santo y libéranos de la desorientación.

         Apenas nos interesan ya las grandes cuestiones de la existencia. No nos preocupa quedarnos sin luz para enfrentarnos a la vida. Nos hemos hecho más escépticos pero también más frágiles e inseguros. Queremos ser inteligentes y lúcidos. ¿Por qué no encontramos sosiego y paz? ¿Por qué nos visita tanto la tristeza? Ven Espíritu Santo y libéranos de la oscuridad interior.

         Queremos vivir más, vivir mejor, vivir más tiempo, pero ¿vivir qué? Queremos sentirnos bien, sentirnos mejor, pero ¿sentir qué? Buscamos disfrutar intensamente de la vida, sacarle el máximo jugo, pero no nos contentamos solo con pasarlo bien. Hacemos lo que nos apetece. Apenas hay prohibiciones ni terrenos vedados. ¿Por qué queremos algo diferente? Ven Espíritu Santo y enséñanos a vivir.

         Queremos ser libres e independientes, y nos encontramos cada vez más solos. Necesitamos vivir y nos encerramos en nuestro pequeño mundo, a veces tan aburrido. Necesitamos sentirnos queridos y no sabemos crear contactos vivos y amistosos. Al sexo le llamamos "amor" y al placer "felicidad", pero ¿quién saciará nuestra sed? Ven Espíritu Santo y enséñanos a amar.

         En nuestra vida ya no hay sitio para Dios. Su presencia ha quedado reprimida o atrofiada dentro de nosotros. Llenos de ruidos por dentro, ya no podemos escuchar su voz. Volcados en mil deseos y sensaciones, no acertamos a percibir su cercanía. Sabemos hablar con todos menos con él. Hemos aprendido a vivir de espaldas al Misterio. Ven Espíritu Santo y enséñanos a creer.

         Creyentes y no creyentes, poco creyentes y malos creyentes, así peregrinamos todos muchas veces por la vida. En la fiesta cristiana del Espíritu Santo a todos nos dice Jesús lo que un día dijo a sus discípulos exhalando sobre ellos su aliento: "Recibid el Espíritu Santo". Ese Espíritu que sostiene nuestras pobres vidas y alienta nuestra débil fe puede penetrar en nosotros por caminos que solo él conoce.                  

José Antonio Pagola 

Red evangelizadora BUENAS NOTICIAS
27 de mayo de 2012
Pentecostés (B)
Juan, 20, 19-23


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DOMINGO DE PENTECOSTÉS

MONICIONES

PRIMERA LECTURA

Escuchemos ahora, con espíritu de fe y devoción, la narración de la venida del Espíritu Santo y el impacto que produce en Jerusalén… Y pidamos al Señor que “no deje de realizar hoy, en el corazón de sus fieles, aquellas mismas maravillas que obró el los comienzos de la predicación evangélica”.

 

SALMO

         Uniéndonos a las palabras del salmo, pidamos al Señor que envíe sobre nosotros, sobre la Iglesia y sobre el mundo el don de su Espíritu.

 

SEGUNDA LECTURA

La segunda Lectura nos presenta unas enseñanzas de S. Pablo sobre la acción del Espíritu Santo en nosotros y en la Iglesia, Cuerpo de Cristo.  

 

SECUENCIA

         Leeremos hoy, antes de escuchar el Evangelio, una antigua plegaria al Espíritu Santo -la Secuencia-. Unámonos a ella desde el fondo de nuestro corazón, pidiéndole al Espíritu Santo que venga a nosotros, nos renueve y nos acompañe.

 

EVANGELIO

         En el Evangelio se nos narra la primera aparición de Je-sucristo Resucitado a los discípulos, su envío al mundo y la donación del Espíritu Santo.

(Aclamemos al Señor con el canto del aleluya). 

COMUNION

"Nadie puede decir Jesús es Señor si no es bajo la acción del Espíritu Santo", hemos escuchado en la segunda Lectura. Sin Él no podemos ser ni hacer nada.

         Pidamos a Jesucristo que renueve en nuestro interior el don de su Espíritu para que sostenga y acreciente nuestra fe en su presencia en la Eucaristía, nos impulse a recibirle con frecuencia y debidamente preparados en la Comunión y a dar el fruto que exige la recepción de este Sacramento.


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Mi?rcoles, 23 de mayo de 2012

Lectio divina para el jueves de la séptima semana de Pascua 2012, ofrecida por la Delegación Dicoesana de Liturgia de la diócesis de Tenerife.

Lectura: 

“Juan 17, 2026”

En aquel tiempo, Jesús, levantando los ojos al cielo, oró, diciendo: «Padre santo, no sólo por ellos ruego, sino también por los que crean en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno, como tú, Padre, en mi, y yo en ti, que ellos también lo sean en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado.

También les di a ellos la gloria que me diste, para que sean uno, como nosotros somos uno; yo en ellos, y tú en mí, para que sean completamente uno, de modo que el mundo sepa que tú me has enviado y los has amado como me has amado a mí.

Padre, éste es mi deseo: que los que me confiaste estén conmigo donde yo estoy y contemplen mi gloria, la que me diste, porque me amabas, antes de la fundación del mundo.

Padre justo, si el mundo no te ha conocido, yo te he conocido, y éstos han conocido que tú me enviaste. Les he dado a conocer y les daré a conocer tu nombre, para que el amor que me tenías esté con ellos, como también yo estoy con ellos.» 

Meditación: 

“Que sean uno”

          Tu oración es un anhelo al que me llamas a colaborar. Muchas veces me puedo quejar de que siento que no atiendes mis peticiones, en este caso puedes experimentar tú que nosotros no escuchamos la tuya. Tu petición es el anhelo de vernos unidos entre nosotros y contigo, para que los que nos vean puedan creer en la verdad de nuestra palabra y, sin embargo, la unión contigo está supeditada a las limitaciones de nuestra voluntad y de nuestra naturaleza; la unión entre nosotros, los que decimos creer en ti, está condicionada y limitada  por las percepciones y visiones que tenemos de la realidad y hasta de ti, y lejos de considerarlo como una riqueza lo sentimos como diferencia negativa que nos separa. Y así, quienes nos ven, desconfían. Y de esta manera, tu deseo, tu anhelo, tu oración lanzada al corazón del Padre está marcada por el ritmo lento de nuestro proceso humano que el Padre quiere respetar, aunque también anhele el final.

          En medio de todo esto un gozo profundo se asienta en mí al sentir tu opción por nosotros, tu opción por el hombre, tu empeño en dar a conocer a los hombres tu proyecto de amor que quiere extenderse a todos para conseguir una humanidad que pueda gozar de la felicidad para la que ha sido hecha, pero fraguada en su búsqueda como anhelo y búsqueda, y no como imposición.

          Gozo porque para cuando pienso que no te encuentro resulta que tú has salido ya al paso de mi existencia desde el principio de la historia, proyectando sobre mí tu deseo de bien. Y, en ese empeño, me abres a la fuerza de tu Espíritu, que quieres que resuene como a presencia íntima y cercana que me introduce en esta corriente de amor.

Oración: 

“Quiero seguir”

          Hoy,  Señor, brota de nuevo mi acción de gracias desbordada por saberme inserto en tu corazón. Por saberme inserto en tu deseo de felicidad, en tu proyecto de amor. Gracias, Señor, por tu oración, porque aunque no te sienta tú estás, mi presencia se hace realidad en tu corazón y en tus anhelos, y cuentas conmigo.

          Precisamente porque soy consciente de mi fragilidad, de lo mucho que soy capaz de distanciarme de ti, de la incoherencia de mis anhelos, mi gratitud se vuelve mayor y tu palabra me sabe más a consuelo y estímulo. Desearía no defraudarte, pero conoces mi corazón. Por eso con él y desde él, sólo puedo decirte que quiero seguir en esa corriente de vida a la que me llamas, y aunque siga supeditado a la realidad de mi verdad confusa, sólo tú y tu proyecto sobre mí mueve el sentido de mi caminar.

Contemplación: 

“Tu amor por mí”

Sólo deseo dejar resonar tu palabra,
escuchar de tus labios tu oración,
cercana, íntima y enamorada,
que me inserta en tu corazón.

Y casi siento el susurro de tus labios,
que elevan al Padre tu plegaria,
anhelante y esperanzada,
que habla de tu amor por mí.

Y en ese amor que desborda
tu voz y tu deseo,
quiero dejarme penetrar por ti,
para descubrir que en el vacío
de mis distancias,
nunca dejas de pensar en mí.


Publicado por verdenaranja @ 23:38  | Liturgia
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ZENIT nos ofrece las palabras del papa en la Audiencia General del miércoles, 2 de Mayo de 2012, en la que se encontró con grupos de peregrinos y fieles llegados de Italia y de otros países.

Queridos hermanos y hermanas:

En la última catequesis hemos visto cómo, en la oración personal y comunitaria, la lectura y la meditación de la sagrada escritura nos abren a la escucha de Dios, que nos habla e infunde luz para entender el presente. Hoy me gustaría hablar sobre el testimonio y la oración del primer mártir dela Iglesia, san Esteban, uno de los siete elegidos para el servicio de la caridad hacia los necesitados. En el momento de su martirio, narrado en los Hechos de los Apóstoles, se manifiesta, nuevamente, la fructífera relación entre la palabra de Dios y la oración.

Esteban es llevado a juicio ante el Sanedrín, donde se le acusa de haber declarado que "Jesús... destruiría este Lugar [el templo], y cambiaría las costumbres que Moisés nos transmitió" (Hch. 6,14). Durante su vida pública, Jesús había predicho efectivamente la destrucción del Templo de Jerusalén: "Destruyan este santuario y en tres días lo levantaré" (Jn. 2,19). Sin embargo, como señala el evangelista Juan, "hablaba del santuario de su cuerpo. Cuando, fue levantado, pues de entre los muertos, se acordaron sus discípulos de que había dicho eso, y creyeron enla Escrituray en las palabras que había dicho Jesús" (Jn. 2,21-22).

El discurso de Esteban ante el tribunal, el más largo de los Hechos de los Apóstoles, se desarrolla justamente sobre esta profecía de Jesús, el cual es el nuevo templo, inaugura el nuevo culto, y reemplaza con la ofrenda de sí mismo en la cruz, los sacrificios antiguos. Esteban quiere demostrar lo infundado de la acusación de que está subvertiendo la ley de Moisés y presenta su visión de la historia de la salvación, la alianza entre Dios y el hombre. Relee así todo el relato bíblico, itinerario contenido enla Sagrada Escritura, para mostrar que aquel conduce al "lugar" de la presencia definitiva de Dios, que es Jesucristo, especialmente en su Pasión, Muerte y Resurrección. En esta perspectiva, Esteban también lee su condición de discípulo de Jesús, siguiéndolo hasta el martirio. La meditación sobrela Sagrada Escriturale permite entender así su misión, su vida, su presente. En esto está guiado por la luz del Espíritu Santo, por su relación íntima con el Señor, tanto que los miembros del Sanedrín vieron su rostro "como el de un ángel" (Hch. 6,15). Este signo de la asistencia divina, refiere al rostro radiante de Moisés bajado del Monte Sinaí después de haberse encontrado con Dios (cf. Ex. 34,29-35, 2 Cor. 3,7-8).

En su discurso, Esteban comienza a partir de la llamada de Abraham, un peregrino en la tierra dada por Dios y que tenía sólo una promesa; después va a José, vendido por sus hermanos, pero asistido y liberado por Dios; para llegar a Moisés, que se convierte en un instrumento de Dios para liberar a su pueblo, pero que encuentra muchas veces el rechazo de su propio pueblo. En estos acontecimientos narrados enla Sagrada Escritura, los que Esteban demuestra estar en escucha religiosa, surge siempre Dios, que no se cansa de ir al encuentro del hombre, a pesar de encontrar a menudo una oposición obstinada. Y esto en el pasado, en el presente y en el futuro. Por lo tanto, en todo el Antiguo Testamento él ve una prefiguración del acontecimiento de Jesús mismo, el Hijo de Dios hecho carne, que como los antiguos padres, encuentra obstáculos, rechazo, muerte. Esteban se refiere luego a Josué, a David y a Salomón, puestos en relación con la construcción del templo de Jerusalén, y concluye con las palabras del profeta Isaías (66,1-2): "Los cielos son mi trono y la tierra la alfombra de mis pies. Pues ¿qué casa me van a edificar, o qué lugar de reposo, si el universo lo hizo mi mano y todo vino al ser? –oráculo del Señor--?" (Hch. 7,49-50). En su reflexión sobre la acción de Dios en la historia de la salvación, poniendo de relieve la perenne tentación de rechazar a Dios y su acción, él dice que Jesús es el Justo anunciado por los profetas; en Él, Dios mismo se ha hecho presente de una manera única y definitiva: Jesús es el "lugar" del verdadero culto. Esteban no niega la importancia del templo, pero hace hincapié en que "Dios no habita en casas prefabricadas por manos humanas" (Hch. 7,48). El nuevo templo verdadero en el cual habita Dios es su Hijo, que tomó forma humana, es la humanidad de Cristo, el Resucitado, que reúne a los pueblos y los une en el Sacramento de su Cuerpo y de su Sangre. La expresión acerca del templo "no prefabricado por manos humanas", se encuentra también en la teología de san Pablo y enla Cartaa los Hebreos: el cuerpo de Jesús, que Él ha asumido para ofrecerse a sí mismo como sacrificio para expiar los pecados, es el nuevo templo de Dios, el lugar de la presencia del Dios vivo; en Él, Dios y hombre, Dios y el mundo están realmente en contacto: Jesús carga sobre sí todo el pecado de la humanidad para llevarlo al amor de Dios y "quemarlo" con ese amor. Aproximarse a la cruz, entrar en comunión con Cristo, es entrar en esta transformación. Y esto es entrar en contacto con Dios, entrar en el templo real.

La vida y el discurso de Esteban se interrumpen repentinamente por la lapidación, pero justamente su martirio es el cumplimiento de su vida y de su mensaje: se hace uno con Cristo. Así, su reflexión sobre la acción de Dios en la historia, sobre la palabra de Dios que en Jesús ha encontrado su realización, se convierte en una participación en la oración dela Cruz. Antesde morir, dice: "Señor Jesús, recibe mi espíritu" (Hch. 7,59), apropiándose de las palabras del Salmo 31, 6, y haciéndose eco de las últimas palabras de Jesús en el Calvario: "Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu" (Lc. 23,46); y, por último, al igual que Jesús, grita a gran voz frente a los que lo apedreaban: "Señor, no les tengas en cuenta este pecado" (Hch. 7,60). Notamos que, mientras que la oración de Esteban retoma la de Jesús, el destinatario es diferente, porque la invocación se dirige al mismo Señor, es decir a Jesús que contempla glorificado a la derecha del Padre: "Estoy viendo los cielos abiertos y al Hijo del hombre de pie a la diestra de Dios" (v. 55).

Queridos hermanos y hermanas, el testimonio de san Esteban nos da algunas pistas para nuestra oración y nuestra vida. Nos podemos preguntar: ¿De dónde este primer mártir cristiano sacó la fuerza para hacer frente a sus perseguidores y llegar hasta la entrega de sí mismo? La respuesta es simple: de su relación con Dios, de su comunión con Cristo, por la meditación sobre la historia de la salvación, de ver la acción de Dios, que en Jesucristo llegó al culmen. También nuestra oración debe ser alimentada por la escucha de la palabra de Dios, en la comunión con Jesús y con su iglesia.

Un segundo elemento: san Esteban ve prefigurada, en la historia de la relación de amor entre Dios y el hombre, la figura y la misión de Jesús, Él --el Hijo de Dios--, es el templo "no prefabricado por manos humanas" en donde la presencia de Dios Padre se hizo así de cercana, como para entrar en nuestra carne humana y llevarnos a Dios, para abrirnos las puertas del Cielo. Nuestra oración, entonces, debe ser la contemplación de Jesús a la diestra de Dios, de Jesús como Señor de la nuestra, de mi existencia diaria. En él, bajo la guía del Espíritu Santo, nosotros también podemos dirigirnos a Dios, entrar en contacto real con Dios con la confianza y el abandono de los hijos que acuden a un Padre que los ama infinitamente. Gracias.

Traducido del original italiano por José Antonio Varela V.
©Librería Editorial Vaticana


Publicado por verdenaranja @ 23:31  | Habla el Papa
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Martes, 22 de mayo de 2012

ZENIT nos ofrece el texto dela Declaración final del VII Congreso Mundial dela Pastoral del Turismo, celebrado en Cancún, México, del 23 al 27 de abril, organizado conjuntamente por el Consejo Pontificio dela Pastoral de los Emigrantes e Itinerantes y porla Prelatura de Cancún-Chetumal, con la colaboración dela Conferencia Episcopal Mexicana, sobre el tema “El turismo que marca la diferencia”.

'El turismo que marca la diferencia'
Declaración final del VII Congreso Mundial de la Pastoral del Turismo

Desde Cancún, México, donde del 23 al 27 de abril de 2012 se ha desarrollado el VII Congreso mundial de pastoral del turismo, nosotros participantes, provenientes de 40 países de 4 continentes --eclesiásticos y laicos comprometidos en este ámbito pastoral y profesional–, ofrecemos una primera valoración de los trabajos del Congreso, dirigiéndonos a cuantos enla Iglesiatienen responsabilidad en la evangelización, y a cuantos en el mundo se ocupan del fenómeno del turismo.

Convocados por el Pontificio Consejo para la Pastoral de los Emigrantes e Itinerantes y por la Prelaturade Cancún-Chetumal, con la colaboración de la Conferencia del Episcopado Mexicano, hemos podido contar con la participación, entre otros, de su beatitud Béchara Boutros RaÏ, patriarca maronita de Antioquía y de todo el Oriente, de monseñor Christophe Pierre, nuncio apostólico en México, de la ministra Gloria Rebeca Guevara Manzo, secretaria de Turismo del Gobierno Federal, y del licenciado Roberto Borge Angulo, gobernador constitucional del Estado de Quintana Roo. Hemos sido acompañados en nuestros trabajos por el Mensaje del Santo Padre Benedicto XVI, profundizado en el discurso inaugural del presidente del Pontificio Consejo, el cardenal Antonio Maria Vegliò.

Interpretando tanto las indicaciones del santo padre como las aportaciones de los expertos y agentes del sector, hemos dedicado una atención especial al turismo religioso, al turismo de los cristianos y al turismo en general, con aportaciones fundamentales sobre argumentos concretos, tales como la situación presente, perspectivas y desafíos del turismo internacional, el patrimonio cultural dela Iglesiaal servicio del turismo, la atención pastoral del turismo en el contexto de la nueva evangelización,la Jornadamundial del turismo como una oportunidad pastoral, las nuevas tecnologías y las redes sociales en el ámbito de la pastoral del turismo, y el Código Ético Mundial para el Turismo. Por último, algunas mesas redondas temáticamente conectadas con estas ponencias principales – mesas en las que han participado 28 expertos en los respectivos campos, con numerosas intervenciones por parte de los congresistas –, han enriquecido los conocimientos de todos, sugiriendo nuevas estrategias de compromiso por la afirmación de la centralidad y de la dignidad de cada ser humano, también en el ámbito variado del turismo.

Iluminados por las palabras del santo padre, hemos recordado el desarrollo en el ámbito civil internacional del derecho al tiempo libre (Declaración universal de derechos humanos, 1948) y la utilidad del turismo como vehículo de positivas relaciones humanas: contactos políticos, económicos y culturales más allá de los confines nacionales (Declaración deLa Hayasobre turismo, 1989), definiendo como una “piedra angular” el Código Ético Mundial para el Turismo, adoptado porla Organización Mundialdel Turismo en 1999, y ratificado por las Naciones Unidas.

La Iglesia contempla al hombre de modo integral. Estamos convencidos tanto de la importancia que el turismo tiene en el momento presente, como del hecho de que “al igual que toda realidad humana, debe ser iluminado y transformado porla Palabrade Dios”. De este presupuesto nace nuestra solicitud pastoral por el turismo.

Para poderlo acompañar, queremos conocerlo en profundidad, individuando tanto sus numerosos elementos positivos como aquellos ambivalentes o negativos, de modo que se puedan valorizar los primeros, denunciar e intentar corregir los últimos, así como promover sus potencialidades.

Hemos constatado con satisfacción la creciente atención dela Iglesiahacia este fenómeno, de la que son ejemplo las Orientaciones para la pastoral del turismo publicadas en 2001 por el Pontificio Consejo parala Pastoralde los Emigrantes e Itinerantes.

Queremos hacernos presentes en el sector del turismo para intentar que hacerlo una realidad humana y humanizadora. Acogemos como tarea la invitación del Santo Padre a “iluminar este fenómeno con la doctrina social dela Iglesia”.

El papa, reelaborando un concepto ya mencionado en la encíclica Caritas in Veritate, nos ha invitado a abordar el tema del turismo en el contexto del desarrollo humano integral, para así poder llegar a proponer de modo creíble “un turismo distinto”, que, al tiempo que manifiesta nuestro común “ser homines viatores”, refleje claramente “ese otro itinerario, más profundo y significativo, que estamos llamados a recorrer: el que nos conduce al encuentro con Dios”. Poniéndonos en guardia contra los abusos del fenómeno turístico, sobre todo esos que a menudo implican la trata de personas, la explotación sexual, el abuso de menores e incluso la tortura, el Santo Padre nos ha pedido articular las coordenadas de un turismo “ético y responsable, de modo que llegue a ser respetuoso con la dignidad de las personas y de los pueblos, accesible a todos, justo, sostenible y ecológico”. Al tiempo, ha confirmado el compromiso dela Iglesiaa colaborar, en el ámbito que le es propio, con el fin de que dicho turismo bueno llegue a ser una realidad para todos, especialmente para los más desfavorecidos.

En referencia a quienes visitan las diversas expresiones artísticas nacidas de la experiencia religiosa cristiana, en el “turismo religioso”, consideramos importante poner nuestro patrimonio religioso histórico-cultural al servicio de la nueva evangelización.

El santo padre nos ha señalado como área privilegiada para la contribución dela Iglesiala via pulchritudinis, es decir, la presentación del inmenso patrimonio artístico y cultural cristiano como ocasión para anunciar a Cristo e ilustrar el misterio tanto a los cristianos como a los no cristianos.

Por último, queremos acompañar a los cristianos en el disfrute de sus vacaciones y tiempo libre, de modo que sean de provecho para su crecimiento humano y espiritual, convencidos que ni siquiera en este tiempo podemos olvidarnos de Dios, quien nunca se olvida de nosotros.

La nueva evangelización, a la que todos estamos convocados, nos exige aprovechar las numerosas ocasiones que el fenómeno del turismo nos ofrece para presentar a Cristo como respuesta suprema a los interrogantes del hombre de hoy

Frente a este desafío, nos marcamos como objetivos la acogida como estilo pastoral y la colaboración con todos los sectores implicados.

Será importante contar con adecuadas estructuras pastorales a nivel nacional, diocesano y parroquial, y, de acuerdo con las indicaciones del santo padre, que “la pastoral del turismo forme parte, con pleno derecho, de la pastoral orgánica y ordinaria dela Iglesia, de modo que coordinando los proyectos y esfuerzos, respondamos con mayor fidelidad al mandato misionero del Señor”. Esta exhortación se debe traducir tanto en la creación de estructuras nacionales y diocesanas donde todavía no existan, como en la potenciación de las existentes.

Al concluir esta valiosa serie de intercambios, dirigidos a lograr los importantes objetivos señalados por el santo padre, y en espera del documento final que será redactado por una comisión específica, queremos mostrar nuestro agradecimiento a los organizadores. Junto al Pontificio Consejo, estamos agradecidos ala Prelaturade Cancún-Chetumal, en la persona de su obispo, monseñor Pedro Pablo Elizondo Cárdenas, por esta ocasión de reflexionar juntos en un clima de amistad, apoyados por momentos de celebración litúrgica y de oración, sobre cuestiones de gran importancia y actualidad en el ámbito de un fenómeno que ya implica a mil millones de personas y que está destinado, en los próximos decenios, a crecer y desarrollarse.

Nos comprometemos –cada uno en el propio ámbito y todos juntos al servicio dela Iglesia– a profundizar las conclusiones del Congreso, haciéndonos intérpretes en las diversas situaciones y promotores a nivel global. Esperamos que el trabajo desarrollado en estos días pueda estimular una reflexión más profunda dentro y fuera dela Iglesia, en torno a una realidad que concierne no sólo al tiempo libre del hombre, sino a su misma libertad, junto al sentido profundo de su vida en el mundo.

Cancún, 28 de abril de 2012


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Lectio divina para el miércoles de la séptima semana de Pascua 2012, ofrecida por la Delegación Diocesana de Liturgia de la diócesis de Tenerife.

Lectura: 

“Juan 17, 11b19”

En aquel tiempo, Jesús, levantando los ojos al cielo, oró, diciendo: «Padre santo, guárdalos en tu nombre, a los que me has dado, para que sean uno, como nosotros.

Cuando estaba con ellos, yo guardaba en tu nombre a los que me diste, y los custodiaba, y ninguno se perdió, sino el hijo de la perdición, para que se cumplierala Escritura. Ahoravoy a ti, y digo esto en el mundo para que ellos mismos tengan mi alegría cumplida.

Yo les he dado tu palabra, y el mundo los ha odiado porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. No ruego que los retires del mundo, sino que los guardes del mal. No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. Conságralos en la verdad; tu palabra es verdad.

Como tú me enviaste al mundo, así los envío yo también al mundo. Y por ellos me consagro yo, para que también se consagren ellos en la verdad.»

Meditación: 

“Los envío”

          Desde la seguridad de sentirnos apoyados, sostenidos por ti, nos invitas, Señor, a ser testigos, a sentirnos enviados. Es decir, a descubrir que estamos inmersos en algo más que en una opción que hemos elegido, sino en una realidad a la que hemos sido invitados, cada uno de una manera concreta, según la realidad de nuestra vida, y a la que hemos dicho que sí, y queremos seguir diciendo que sí cada día.

          Y en tu invitación a ser testigos de ti, experimentamos como el espacio, el ámbito, la realidad, en la que hemos sentido que se encuentra la respuesta más profunda y auténtica a toda la dimensión profunda y a todas las ansias que se desvelan en nuestro corazón. Tú como la respuesta a las ansias de humanidad, tú como respuesta a todo lo que supone dignificar todo el universo en su dimensión más profunda y sagrada, en su dimensión de obra creada llamada a encontrar el sentido de su culminación total y plena de sentido. Porque eso nada ni nadie nos lo puede brindar.

          Frente a tantas ansias de vida, frente a tantas experiencias de fracaso de una humanidad que quiere apoyarse solamente en sí misma, que ha experimentado cientos de veces el fracaso cuando se empeña en encerrarse en sí, en la finitud de su caducidad, y en el poder de su fuerza, tú nos quieres inmersos en este mundo para ser desde sus entrañas una llamada a vislumbrar tu luz. Y a tomar conciencia de que no nos llamas a hacerlo aislados, sino juntos. No cabe duda de que es una fuerza añadida de sabernos inmersos en una tarea compartida, donde cada uno, desde nuestra propia peculiaridad estamos llamados a aportar nuestro don.

Oración: 

“Ante ti”

          No sé si decir que mi oración se hace insignificante o carente de sentido o que precisamente adquiere todo su sentido al encontrarse con la tuya. Si tú pides al Padre por nosotros, por mí, tengo la seguridad de que me has colocado ya en la presencia del amor de Dios. Desde ahí mi oración brota emocionada y agradecida, y hoy sólo me atrevo a pedirte que me ayudes a responder a tus deseos, a estar a la altura de la confianza que has depositado en mí, a asumir con gozo, con empeño y con fuerza la tarea que me encomiendas.

          Sabes de sobra a dónde llega mi fragilidad pero también los deseos más nobles y profundos que se asoman a lo más profundo de mi ser, desde ahí me pongo ante ti para ofrecerte lo que soy y lo que tengo.

Contemplación: 

“Tesoro escondido”

Tus palabras desbordan
mis sentidos
y me hacen descubrir
el tesoro escondido
que has querido encerrar
en mi interior.

Desvelas la riqueza
de mi humanidad
aposentada en la roca
de tu presencia
que me llama, me invita
y me conduce
a dar razón de tu verdad
inserta en mí,
apoyada en ti.


Publicado por verdenaranja @ 22:51  | Liturgia
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Lunes, 21 de mayo de 2012

Lectio divina para el martes de la séprima semana de Pascua 2012, ofrecida por la Delegación Diocesana de Liturgia de ladiócesis de Tenerife.

Lectura: 

“Juan 17, 1 11ª”

En aquel tiempo, Jesús, levantando los ojos al cielo, dijo: «Padre, ha llegado la hora, glorifica a tu Hijo, para que tu Hijo te glorifique y, por el poder que tú le has dado sobre toda carne, dé la vida eterna a los que le confiaste.

Ésta es la vida eterna: que te conozcan a ti, único Dios verdadero, y a tu enviado, Jesucristo. Yo te he glorificado sobre la tierra, he coronado la obra que me encomendaste.

Y ahora, Padre, glorifícame cerca de ti, con la gloria que yo tenía cerca de ti, antes que el mundo existiese. He manifestado tu nombre a los hombres que me diste de en medio del mundo. Tuyos eran, y tú me los diste, y ellos han guardado tu palabra.

Ahora han conocido que todo lo que me diste procede de ti, porque yo les he comunicado las palabras que tú me diste, y ellos las han recibido, y han conocido verdaderamente que yo salí de ti, y han creído que tú me has enviado.

Te ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por éstos que tú me diste, y son tuyos. Sí, todo lo mío es tuyo, y lo tuyo mío; y en ellos he sido glorificado. Ya no voy a estar en el mundo, pero ellos están en el mundo, mientras yo voy a ti.»

Meditación: 

“Dé la vida eterna”

En esto consiste la vida eterna, en conocerte a ti. Así de sencillo y así de complicado. Conocer a alguien no es sólo cuestión de saber cosas del otro, sino de adentrarse en el otro, intentar hacerse uno con el otro para llegar a penetrar en lo íntimo de su persona e identificarse con él. Por eso el conocimiento exige, de alguna manera, una tarea, un trabajo, una búsqueda, que en el caso del ser humano es inacabable ya que nunca terminamos de adentrarnos en el misterio profundo del otro, siempre se abre una dimensión nueva en la que penetrar. Si así es en el hombre mucho más en ti, Señor.

Por eso tu conocimiento no es algo puntual que comienza y se acaba en un momento dado. Asomarse al abismo inmenso de tu misterio de amor es comenzar la andadura de una aventura que no tiene fin. Iniciamos aquí el viaje pero su prolongación es ya algo llamado a extenderse en la eternidad. No como un interrogante que se desvela sino en una profundización que nunca toca fondo, porque el amor nunca puede tocar fondo.

Tal vez los hombres no estemos para tantas sutilezas y nos conformemos con menos, pero descubrir que el paso por nuestra historia está llamado a lo que podemos llamar plenificación, abre un horizonte más humano que el de verse abocado al absurdo de la nada.  Y puesto que podemos elegir, entre el todo y la nada, prefiero en este campo ser ingenuo y egoísta y apostar por el todo que me ofreces en ti.

Oración: 

“Tu plegaria por mí”

Te doy gracias porque abres el horizonte de mi vida. Te doy gracias porque cuando nadie apuesta por mí, tú sí, y eres capaz de elevar al Padre tu plegaria por mí. Gracias, Señor.

Gracias porque me abres al sentido de lo sagrado, de lo profundo. Porque me descubres algo más que materialidad. Porque aportas valor añadido a mi vida, ya de por sí limitada, pero ansiosa siempre de más.

Cuando tantos se empeñan en cerrar horizontes, en apagar luces de esperanza, cuando tantos gustan de quedarse encerrados entre las paredes estrechas de un presente que se nos escapa entre las manos, y que muchas veces no sabemos ni construir, tu palabra es un resquicio, mejor, es un grito de confianza.  Gracias, Señor.

Contemplación: 

“Tú abres”

Cuando las puertas
se cierran,
Tú abres las ventanas
de la esperanza.

Cuando los horizontes
se cortan,
Tú prolongas sus líneas
hasta el infinito.

Cuando mi vida
parece desdibujarse,
Tú llegas con tu palabra,
firme y vibrante,
a despertar mis sueños de plenitud,
mi sed de eternidad.


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Homilía de monseñor Juan Rubén Martínez, obispo de Posadas, para el 4º Domingo de Pascua (29 de Abril 2012) (AICA) 

EL HUMANISMO Y LA CASTIDAD             

En este cuarto Domingo de Pascua, la Iglesia celebra la Jornada mundial por las Vocaciones. En especial por las vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada. Por eso este domingo es llamado el domingo del Buen Pastor. El Evangelio que leemos (Jn. 10,11-18), nos dice: “Yo soy el buen pastor, y conozco mis ovejas y las mías me conocen a mí”. Desde ya, antes como ahora, estas palabras eran bien recibidas por unos que se convertían a Jesús, y a otros los escandalizaba y generaba polémicas…, el texto termina diciendo: “Se produjo otra vez una división entre los judíos por estas palabras…” (Jn. 10,19).

El Papa como es habitual nos envía un mensaje para esta jornada en donde nos habla sobre: “La confianza en la iniciativa de Dios y la respuesta humana”.

En varias oportunidades en este tiempo pascual hice referencia a la necesidad de tener una experiencia de encuentro con Cristo Resucitado para poder captar que nuestra vida está cargada de sentido. Quizá esta expresión nos sirva para entender que solo desde la fe podemos tener una comprensión profunda de temas como la vida, la familia y el matrimonio,la Iglesiay su misión, el sacerdocio y el celibato. Desde una visión materialista que “solo” comprende al hombre desde lo fisiológico e instintivamente, difícilmente se puedan entender estos valores como un “don de Dios”, como un regalo e instrumento de servicio a la humanidad y al bien común. Desde una antropología materialista por supuesto el matrimonio monogámico, el amor humano profundo, comprometido y para siempre, y el celibato serán considerados como algo antinatural.

Reducir el celibato a una mera imposición dela Iglesiaes de hecho una falta de respeto a la inteligencia y al mismo Cristo que era el “sumo y eterno Sacerdote”, “célibe”, que dio su vida por todos nosotros y que Él mismo recomendó, a los textos bíblicos que tienen una profunda valoración al celibato y a la castidad por el Reino de los cielos, así como los Padres dela Iglesia, doctores y pastores desde el inicio apostólico y hasta el presente.

El unir el celibato y el sacerdocio ministerial es una opción por una mayor radicalidad evangélica hecha porla Iglesiadesde su potestad y respaldada porla Palabrade Dios y el testimonio de los santos y tantos hombres y mujeres que a lo largo de la historia desde este don, y aún desde sus fragilidades trataron y tratan de donarlo todo en exclusividad a Dios y a su pueblo. Los malos ejemplos y aún nuestras propias limitaciones no invalidan el aporte de tantos que antes y actualmente dan su vida por los demás.

El Papa en su mensaje para esta jornada señala: Estas dos expresiones del único amor divino han de ser vividas con especial intensidad y pureza de corazón por quienes se han decidido a emprender un camino de discernimiento vocacional en el ministerio sacerdotal y la vida consagrada; constituyen su elemento determinante. En efecto, el amor a Dios, del que los presbíteros y los religiosos se convierten en imágenes visibles –aunque siempre imperfectas– es la motivación de la respuesta a la llamada de especial consagración al Señor a través de la ordenación presbiteral o la profesión de los consejos evangélicos. La fuerza de la respuesta de san Pedro al divino Maestro: «Tú sabes que te quiero» (Jn 21,15), es el secreto de una existencia entregada y vivida en plenitud y, por esto, llena de profunda alegría.

La otra expresión concreta del amor, el amor al prójimo, sobre todo hacia los más necesitados y los que sufren, es el impulso decisivo que hace del sacerdote y de la persona consagrada alguien que suscita comunión entre la gente y un sembrador de esperanza. La relación de los consagrados, especialmente del sacerdote, con la comunidad cristiana es vital y llega a ser parte fundamental de su horizonte afectivo. A este respecto, al Santo Cura de Ars le gustaba repetir: «El sacerdote no es sacerdote para sí mismo; lo es para vosotros».

Este fin de semana rezamos enla Iglesiapor las vocaciones sacerdotales y religiosas, con “la confianza en la iniciativa de Dios y la respuesta humana”. El mismo Señor nos dijo que imploremos porque la mies o el trabajo es mucho y los operarios son pocos. Desde ya damos gracias a Dios porque Él sigue obrando el llamado y la respuesta de muchos jóvenes a consagrase a Dios y a sus hermanos. Responden al llamado porque creen en el Amor.

¡Un saludo cercano y hasta el próximo Domingo! 

Mons. Juan Rubén Martínez, obispo de Posadas 


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Texto del micro radial de monseñor José María Arancedo, arzobispo de Santa Fe dela Vera Cruz, emitido por LT 9 (29 de abril de 2012) (AICA)

DOMINGO DEL BUEN PASTOR        

En este 4° domingo de Pascuala Iglesianos invita a celebrarla Jornada Mundialde Oración por las Vocaciones. Es el domingo en el que leemos el evangelio de Jesucristo, el Buen Pastor. La raíz de la vocación consagrada y sacerdotal se manifiesta como un vínculo entre Dios y los hombres, en el que la iniciativa la tiene Dios. El Santo Padre ha puesto como lema dela Jornadade este año: Las vocaciones don de la caridad de Dios, para expresar que la fuente de la vocación sacerdotal es un llamado personal del amor de Dios.

La finalidad de este llamado es hacer presente y continuar enla Iglesiala obra de Jesucristo, el Buen Pastor, al servicio de su pueblo. Nos recuerda una frase del santo Cura de Ars en la que les decía sus fieles: “el sacerdote no es sacerdote para sí mismo, sino para ustedes”. Este es el marco en el que debemos contemplar la vocación y la misión del sacerdote. No estamos hablando de una profesión que elegimos, sino de la respuesta a un llamado y una misión que recibimos.

Dado que la fuente de este llamado está en Dios, la oración es nuestra primera y más importante tarea. Sabemos que Dios nunca va a dejar huérfano a su pueblo, por eso le pedimos e insistimos en la oración, pero sabemos, también, que al ser un llamado tiene que encontrar el suelo o el oído preparado para escucharlo. Hay una preparación, una disposición a la escucha, que nos corresponde a todos, diría que es una responsabilidad de todala Iglesia, no sólo de los sacerdotes sino de las familias y comunidades cristianas que deben crear las circunstancias que permitan descubrir el significado y el valor de la vocación.

No podemos quedarnos tranquilos porque pedimos más sacerdotes, sino preguntarnos si creamos esas condiciones, si valoramos para nuestros hijos y en nuestras comunidades el llamado al sacerdocio como un don de Dios, como camino de plenitud para ellos y de servicio a sus hermanos. El contenido de esta vocación siempre va a ser Jesucristo, el Buen Pastor. Es importante, por ello, detenernos a leer pausadamente este pasaje del cap.10 del evangelio de san Juan.

En este sentido y conscientes de esta necesidad,la Iglesiaenla Argentinanos propone el tema de la pastoral vocacional como un ámbito prioritario. Si bien se reclama de los jóvenes un corazón abierto a esta llamada que el Señor hoy les está haciendo, insiste que este tema debe estar presente en toda la vida dela Iglesia.

Así lo plantea y nos dice: “las familias, las escuelas, las comunidades juveniles, las parroquias y movimientos han de ser ámbitos propicios para que los jóvenes puedan descubrir y responder al llamado del Señor…. para que reconociendo la mirada tierna y comprometedora de Jesús estén dispuestos a consagrarles totalmente sus vidas” (Orientaciones Pastorales dela CEA, 2012). Nuestros jóvenes necesitan ver en nuestra palabra y testimonio el valor oblativo de la vida y la apertura generosa al amor de Dios.

Reciban de su Obispo en este día del Buen Pastor la seguridad de mi afecto y oraciones, junto a mi bendición. 

Mons. José María Arancedo, arzobispo de Santa Fe dela Vera Cruz 


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Reflexión semanal de monseñor Héctor Aguer, arzobispo deLa Plata, en el programa «Claves para un mundo mejor» (28 de abril de 2012) (AICA)

EL ROL DEL ESTADO Y EL PRINCIPIO DE SUBSIDIARIEDAD              

La intervención del Estado en la actividad económica de un país es uno de los temas clásicos de estudio o de discusión cuando se habla de la política económica o de un régimen político en una sociedad determinada.

Y sobre estola Doctrina Socialdela Iglesiatiene una posición muy clara enunciada desde los orígenes de la formulación moderna -pienso enla Encíclica“Rerum Novarum”, de León XIII, en 1891- y que se ha ido desarrollando a lo largo de los años por obra de los Pontífices posteriores.

La Doctrina Socialdela Iglesiareconoce el derecho del Estado a intervenir en la actividad económica, por ejemplo, cuando situaciones monopólicas ponen obstáculos al desarrollo o bien en circunstancias extraordinarias en las que al Estado le corresponde tener una función de suplencia precisamente en orden al bien común.

Así mismola Doctrina Socialdela Iglesiareconoce que estas intervenciones deben ser limitadas en su extensión y en su profundidad, para no cohibir la libertad de asociación y la libertad de actividad económica de los particulares, de las empresas o de los distintos grupos que integran la sociedad.

Esto se ilumina por el principio que se llama de subsidiariedad, que significa que el Estado no debe intervenir cuando las organizaciones intermedias y las personas, es decir las instancias menores o inferiores en el orden social, pueden realizar su cometido por su cuenta y cumplir con sus obligaciones en orden al bien común. En cambio sí debe intervenir cuando esto falla.

Aquí se observa la cuestión clásica de evitar dos extremos: por un lado el extremo de una libertad absoluta, en que el Estado no tiene ningún papel o  resulta absolutamente raquítico y no puede tutelar ya el bien común, y por otro lado, un Estado que se entromete cuando no corresponde, donde no debe y que asfixia la actividad de las instancias inferiores, de las personas y de las organizaciones.

Es decir, estamos entre un liberalismo absoluto y, lo que podríamos decir, un intervencionismo que ya es el colectivismo o el totalitarismo.

Ahora bien, Juan Pablo II ha hecho indicaciones muy precisas, más de detalle, acerca de que características, que circunstancias, que ambientación debe tener la intervención del Estado en la actividad económica. A ese propósito quiero leerles un párrafo dela Encíclica“Centesimus Annus” que el Papa publicó en 1991, precisamente para conmemorar el centenario de la “Rerum Novarum” de León XIII. El texto se refiere al modo de aplicación del principio de subsidiariedad y habla acerca de la actividad económica, en particular de la economía de mercado, que no puede desenvolverse en medio de un vacío institucional, jurídico y político sino que supone una seguridad que garantiza –dice- la libertad individual y la propiedad, además de un sistema monetario estable y servicios públicos eficientes. “La primera incumbencia del Estado es, pues, la de garantizar esa seguridad de manera que quien trabaja y produce pueda gozar de los frutos de su trabajo y, por tanto, se sienta estimulado a realizarlo eficiente y honestamente. La falta de seguridad junto con la corrupción de los poderes públicos y la proliferación de fuentes impropias de enriquecimiento y de beneficios fáciles basados en actividades ilegales o puramente especulativas es uno de los obstáculos principales para el desarrollo y para el orden económico”.

Quiere decir que la intervención del Estado se justifica en muchas circunstancias pero tiene que haber un contexto jurídico serio, firme, seguro, reglas claras de juego y además tiene que aventarse esa posibilidad siempre latente de la corrupción, del enriquecimiento ilícito o de la búsqueda fácil de beneficios. En suma aquello que no solo significa un obstáculo concreto al desarrollo sino, en definitiva, significa la burla del bien común.

Entonces, el problema es cuando el Estado pierde su jerarquía, cuando el estado queda como colonizado por algunos particulares. Tampoco se debe confundir el Estado con el Gobierno. El Estado es en todo caso la representación pública, jurídica, política de una comunidad y tiene que cumplir con seriedad, con solemnidad –diría yo- su función. Por eso también se requiere un respeto de esa instancia cuando ese respeto es merecido. Es decir, cuando hay una continuidad de seguridad jurídica, de intervención limitada, siempre buscando el bien común y cuando, además, la actividad del Estado tiende a suscitar una intensa participación de toda la sociedad.

Se comprende esto en una concepción orgánica de la sociedad en la que el individuo no queda aislado frente a un Estado poderoso sino que tiene instancias de participación, se inserta en la familia, en distintas agrupaciones profesionales de distinta índole de tal manera que el conjunto asegura la libertad y, al mismo tiempo, la búsqueda sincera y concorde del bien común. 

Mons. Héctor Aguer, arzobispo deLa Plata 


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Domingo, 20 de mayo de 2012

Lectio divina para el domingo de la Ascensión del Señor - B, ofrecida por la Delegación Diocesana de Liturgia de la diócesis de Tenerife.

Lectura: 

“Conclusión del evangelio según san Marcos 16, 1520”

En aquel tiempo, se apareció Jesús a los Once y les dijo: «Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación. 

El que crea y se bautice se salvará; el que se resista a creer será condenado. 

A los que crean, les acampanarán estos signos: echarán demonios en mi nombre, hablarán lenguas nuevas, cogerán serpientes en sus manos y, si beben un veneno mortal, no les hará daño. Impondrán las manos a los enfermos, y quedarán sanos.» 

Después de hablarles, el Señor Jesús subió al cielo y se sentó a la derecha de Dios.

Ellos se fueron a pregonar el Evangelio por todas partes, y el Señor cooperaba confirmando la palabra con las señales que los acompañaban.

Meditación: 

“El Señor cooperaba”

Te has marchado pero te quedas. Viniste a ser “Dios con nosotros” y lo seguirás siendo siempre, hasta que pase la imagen de este mundo y se haga realidad el cielo nuevo y la tierra nueva. Cumpliste tu misión en esta tierra, volviste al Padre, pero has hecho morada también en nuestro corazón, pobre, es verdad, limitado, sucio a veces, pero te van las cuadras, naciste en una de ellas, y entregaste el aliento colgado en una cruz; y, ahí, te empeñas en iluminar, en ofrecer esperanza donde parece que no la hay o nadie es capaz de verla. Y ahí late para mí tu palabra de vida, muy por encima de mis posibilidades. Y así, muy lejos de mí y, al mismo tiempo, en lo más íntimo de mí, alientas mi caminar, me abres las puertas, que otros, y yo mismo, tiendo a cerrar.

Te marchaste, pero seguías cooperando en la tarea evangelizadora de aquellos pobres hombres. Tú eras la fuerza de su actuar allí donde ellos no podían ser capaces de más. Igual que ahora, igual que conmigo. Igual que con todos aquellos que son capaces de reconocer que por sí mismos no pueden casi nada si tú no empujas desde dentro, si tú no pones aquello que se escapa a nuestras posibilidades. Y cuando uno acepta esa realidad tu presencia y tu fuerza desconciertan.

Por eso hoy tu palabra sigue resonando en medio de nuestros miedos y debilidades con la misma fuerza y claridad: “Id por todo el mundo”, “llevad el evangelio”, llevad una palabra de esperanza, anunciad la buena noticia de la vida, de nuestra dignidad humana, de nuestro haber sido hecho hijos, de nuestro ser hermanos. Anunciad que es posible un hombre nuevo y un mundo nuevo, porque tú lo has iniciado y, sobre todo, porque tú, el Dios del amor y de la vida, el Dios compasivo y misericordioso, el Dios de la paz y de la ternura, simplemente, sigues con nosotros, estás en nosotros.

Oración: 

“Instrumento de tu amor”

Muchas veces no te siento, pero eso no significa que no estés. Tú me has garantizado tu presencia y sé que estás y que has hecho casa en mi ser más íntimo, que me hace sentirme sustentado en ti, sustentado por ti. Gracias, Señor, por el milagro de tu amor, por el regalo de tu presencia. Gracias porque confías en mí tu tarea y, sobre todo, gracias porque tú la sostienes, la empujas y la haces posible. Ayúdame a seguir siendo instrumento de tu amor.

Contemplación: 

“Estás en mí”

No, no te has ido
y te siento latiendo
en las ansias de mis vacíos,
en los anhelos de mis sueños,
esperando lo que suena
a imposible,
pendiente de la ternura
de tu mirada
que me habla de compasión.

Y acostumbrado a palabras cortas
y a sentimientos mezquinos,
y a corazones divididos,
un escalofrío de esperanza
recorre mis entrañas,
y me hace sentir
que estás muy cerca,
que aunque parezca imposible,
estás en mí.


Publicado por verdenaranja @ 21:52  | Liturgia
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ZENIT nos participa de la conferencia que el cardenal Robert Sarah, presidente del Consejo Pontificio Cor Unum, pronunció el martes 24 de abril bajo el título "La Palabra de Dios en la vida del sacerdote: oración y homilía". Esta intervención tuvo lugar enla Facultad de Teología clausurando el ciclo Diálogos de Teología de Almudí en torno a la exhortación Verbum Domini.

La palabra de Dios en la vida del sacerdote: oración y homilía

El tema que me ha sido propuesto en este encuentro de «Diálogos de Teología» contiene, en su precisa unidad, tres conceptos de notable importancia que conviene examinar sucesivamente, sin perder, como es natural, la perspectiva de conjunto. Estos conceptos son: «palabra de Dios», «vida sacerdotal» y «oración». Cada una de esas nociones podría ser objeto de una amplia ponencia, pero debido al tiempo reservado a nuestra exposición y a la unidad de perspectiva que exige nuestro tema, hemos de examinarlas de modo esencial. Tratándose por otra parte de un diálogo en torno a la exhortación apostólica postsinodal Verbum Domini (=VD) , documento cuya extraordinaria importancia es de todos conocida, asumiremos este texto como principal punto de referencia. Lógicamente, VD es ampliamente deudora dela Asamblea GeneralOrdinaria del Sínodo de Obispos que se celebró en el Vaticano del 5 al 26 de octubre de 2008 teniendo por temaLa Palabrade Dios en la vida y en la misión dela Iglesia; a su vez, como es sabido, VD asumió como especial punto de referencia la constitución dogmática Dei Verbum sobre la divina Revelación del Concilio Vaticano II (=DV). A este texto también acudiremos especialmente.

1. Palabra de Dios

La exhortación apostólica Verbum Domini cuenta entre sus grandes méritos haber querido dedicar una primera amplia parte de sus reflexiones a tratar de la «Palabra de Dios»; lo hace en modo articulado, en tres apartados, dedicados respectivamente al «Dios que habla», a «la respuesta del hombre» a ese Dios que habla, y al problema hermenéutico del texto bíblico, es decir, a su interpretación enla Iglesia.

Seguirán después las otras dos partes programáticas del documento: la «Palabra en la vida dela Iglesia» (segundo apartado) y la «Palabra en el mundo» (tercer apartado). En la primera parte se afirma una idea de especial relieve en la que queremos centrar la atención: «la novedad de la revelación bíblica consiste en que Dios se da a conocer en el diálogo que desea tener con nosotros» (VD 6). Dios se ha querido dar a conocer, se ha dirigido a nosotros para hablarnos de su vida íntima y de sus designios de salvación –de su amor, en definitiva–, y ese coloquio lo ha actuado especialmente por medio «del Verbo de Dios, por quien “se hizo todo” (Jn 1,3) y que se “hizo carne” (Jn 1,14)».La Segunda Personadela Santísima Trinidad, asumiendo nuestra naturaleza humana en todo a excepción del pecado, nos ha revelado «al mismo Dios en el diálogo de amor de las Personas divinas y nos invita a participar en él» (VD 6). Todo es fruto del infinito amor de Dios, gracias al cual su «Palabra» se ha acercado a nosotros para desvelarnos el enigma de la condición humana y el camino de acceso hacia sus moradas, para decirnos qué es el hombre y cuál es su pequeñez y su grandeza. Vienen a la mente las palabras de reconocimiento y acción de gracias del autor del Salmo 8: «¡Dios y Señor nuestro, qué admirable es tu Nombre en toda la tierra! […]. ¿qué es el hombre, para que de él te acuerdes, y el hijo de Adán, para que te cuides de él? Y lo has hecho poco menor que los ángeles, le has coronado de gloria y honor. Le das el mando sobre las obras de tus manos. Todo lo has puesto bajo sus pies» (Sal 8,2.5-7).

Conviene señalar que, en el contexto en el que nos encontramos, VD ha querido subrayar de un modo claro y articulado que la locución «Palabra de Dios» expresa una realidad multiforme; una realidad que no se puede restringir a un fenómeno solo de índole textual, aunque éste sea el texto dela Sagrada Escritura, que manifiesta de modo excelsola Sabiduríadivina. El hablar de Dios se ha expresado en modo variado, con diversas tonalidades y coloridos, existiendo una verdadera «sinfonía dela Palabra», como se expresa con una bella imagen VD 7. Dios nos ha hablado y nos habla, en efecto, digamos en primer lugar, por medio de la creación, que el Documento llama “liber naturae”, como bien lo comprendía el autor del salmo 19 cuando afirma: «Los cielos pregonan la gloria de Dios y el firmamento anuncia la obra de sus manos. Un día le anuncia el mensaje al otro día y una noche le da la noticia a la otra noche. Sin discurso, sin palabras, sin que se oiga su voz, se esparce su rumor por toda la tierra» (Sal 19,2-5). Sucesivamente, Dios se ha manifestado –nos ha hablado– a través de los eventos y las narraciones de la historia de la salvación, por boca de los profetas y de los Apóstoles, por medio dela Tradiciónviva dela Iglesia, especialmente a través del lenguaje de la liturgia y de la predicación.

Pero por encima de todo esto, Dios nos ha hablado –y nos habla– por medio del Verbo eterno encarnado, Jesucristo,la Palabrade Dios hecha realmente consustancial a nosotros en el seno de María Virgen, como nos recuerda el inicio de la carta a los Hebreos: «En diversos momentos y de muchos modos habló Dios en el pasado a nuestros padres por medio de los profetas. En estos últimos días nos ha hablado por medio de su Hijo, a quien instituyó heredero de todas las cosas y por quien hizo también el universo» (Hb 1,1-2). Es por esto que la expresión «Palabra de Dios» hay que referirla principalmente a la persona de Jesucristo, Hijo eterno del Padre, hecho hombre por nosotros. De ahí que convenga señalar –lo hacemos con palabras de VD 7–, que es «necesario educar a los fieles para que capten mejor los diversos significados [dela Palabrade Dios] y comprendan su sentido unitario. Es preciso también que, desde el punto de vista teológico, se profundice en la articulación de los diferentes significados de esta expresión, para que resplandezca mejor la unidad del plan divino y el puesto central que ocupa en él la persona de Cristo».

Ciertamente, no se nos oculta quela Sagrada Escritura–unida inseparablemente ala Tradiciónviva dela Iglesiaformando una sola realidad salvífica–, es una manifestación privilegiada de la «Palabra de Dios», porque escrita «bajo la inspiración del Espíritu Santo, tiene a Dios como autor» (DV 11): todo enla Escrituraha caído bajo la mirada providencial extraordinaria de Dios, pues en su composición Dios «eligió a hombres, que utilizó usando de sus propias facultades y medios, de forma que obrando Él en ellos y por ellos, escribieron, como verdaderos autores, todo y sólo lo que Él quería» (ibidem). Los libros sagrados no solo contienen por esola Palabrade Dios, sino que, por ser inspirados, «son en verdad palabra de Dios» (DV 24). Pero en todo esto no hay que olvidar que el mismo Espíritu que inspiró a los autores de las Sagradas Escrituras para que enseñaran «firmemente, con fidelidad y sin error la verdad», y que la quiso consignar «para nuestra de salvación» (DV 11), es Aquel que actuó en la encarnación del Verbo, que guió a Jesús a lo largo de su misión y que sostiene e inspira ala Iglesiaen la tarea de anunciarla Palabrade Dios a los hombres.

2.La Palabrade Dios en la vida del sacerdote

Al Dios que habla, el hombre está llamado a dar una respuesta de fe, prestando el homenaje de su entendimiento y de su voluntad con todas las fuerzas del corazón y de la mente. En ese diálogo, «nos comprendemos a nosotros mismos y encontramos respuesta a las cuestiones más profundas que anidan en nuestro corazón» (VD 23).

Conocemos bien el coloquio que tuvo Jesús con aquel doctor de la ley sobre el principal mandamiento. «Maestro –le dice–, ¿cuál es el mandamiento mayor dela Ley? Él le respondió: “Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. Este es el mayor y el primer mandamiento. El segundo es semejante a éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos penden todala Leyy los Profetas» (Mt 22,36-40). Las palabras de Jesús hacían eco a dos conocidos textos bíblicos, Dt 6,5 y Lv 19, 18, parte de la célebre oración shema Israel («escucha Israel») que todo buen Israelita recitaba con devoción, como también ahora, al menos dos veces al día.La Palabrade Dios, en efecto, hay que acogerla con plena apertura de corazón, con todas las fuerzas del ánimo, pues lejos de acallar los deseos más auténticos del hombre los ilumina, purifica y perfecciona. Llamados a una identificación con Cristo –«Palabra de Dios entre nosotros» (VD 77)– hemos de crecer constantemente en nuestra relación personal con Él, siendo como es «camino, verdad y vida» (Jn 14,6). En esta perspectiva se puede situar la llamada que hace VD a todos los cristianos para que profundicen su relación conla Palabrade Dios, a cada uno según su situación enla Iglesiay en el mundo.

Por cuanto se refiere a los sacerdotes, que por su ministerio son –como afirma la exhortación apostólica postsinodal Pastores dabo vobis de Juan Pablo II citada en VD 80 – «[ungidos por Dios y enviados] para anunciar a todos el Evangelio del Reino, llamando a cada hombre a la obediencia de la fe y conduciendo a los creyentes a un conocimiento y comunión cada vez más profundos del misterio de Dios, revelado y comunicado a nosotros en Cristo». Por esto, el sacerdote «debe ser el primero en cultivar una gran familiaridad personal conla Palabrade Dios: no le basta conocer su aspecto lingüístico o exegético, que es también necesario; necesita acercarse ala Palabracon un corazón dócil y orante, para que ella penetre a fondo en sus pensamientos y sentimientos y engendre dentro de sí una mentalidad nueva: “la mente de Cristo” (1Co 2,16)». Por esto, concluye VD 80, las palabras, decisiones y actitudes del sacerdote «han de ser cada vez más una transparencia, un anuncio y un testimonio del Evangelio; “solamente ‘permaneciendo’ enla Palabra, el sacerdote será perfecto discípulo del Señor; conocerá la verdad y será verdaderamente libre” ». Es necesario por tanto quela Palabrade Dios se encarne en la vida del sacerdote. Solo siendo verdaderamente de Cristo, estando continuamente a su escucha, tratándole con familiaridad especialmente enla Eucaristía, podrá también trasmitir Cristo a los demás hombres.

A los 34 años, fui consagrado Arzobispo de Conakry. Teniendo en cuenta esta nueva responsabilidad y viviendo, además, en un contexto socio-político especialmente difícil, quise desarrollar, ante el mucho trabajo y la actividad pastoral, la oración diaria y la profundización de mi relación con Jesús. Después de la experiencia de un año, en el que vivía un día de retiro al mes, decidí dedicar cada dos meses tres días al ayuno, a la oración y a la reflexión, en los que tenía como únicos acompañantes al Santísimo Sacramento yla Sagrada Escritura.Como tenemos todos bien experimentado, en los días dedicados más específicamente a la oración, aumenta nuestra humildad y nuestro afán de santidad, se fortalece nuestra amistad con el Señor y el deseo de servir más ala Iglesia. Bibliay Eucaristía son el alimento indispensable para el sacerdote, y la fuente de su inspiración para su enseñanza y sus homilías.

Es ilustrativo notar que, en un parágrafo precedente, VD se dirige análogamente a los Obispos –esta vez en referencia a la exhortación apostólica postsinodal Pastores Gregis de Juan Pablo II – exhortándoles a que, como los más autorizados anunciadores dela Palabra, pusieran siempre «en primer lugar, la lectura y meditación dela Palabrade Dios» (VD 79). Y precisa el documento: «Todo Obispo debe encomendarse siempre y sentirse encomendado “a Dios y ala Palabrade su gracia, que tiene poder para construir el edificio y daros la herencia con todos los santificados” (Hch 20,32). Por tanto, antes de ser transmisor dela Palabra, el Obispo, al igual que sus sacerdotes y los fieles, e incluso comola Iglesiamisma, tiene que ser oyente dela Palabra. Hade estar como “dentro de”la Palabra, para dejarse proteger y alimentar como en un regazo materno» (VD 79).

Quisiera añadir a estas enseñanzas magisteriales unas elevadas consideraciones que el Beato Juan Pablo II formuló en una numerosa ordenación en Brasil sobre la actuación de Cristo en el sacerdote, en sus palabras y gestos, destacando la íntima e inseparable unión que entonces se realiza entre el sacerdocio de Cristo y el sacerdocio ministerial: «Jesús –decía el Beato Pontífice– nos identifica de tal modo consigo en el ejercicio de los poderes que nos confirió, que nuestra personalidad es como si desapareciese delante de la suya, ya que es Él quien actúa por medio de nosotros. “Por el sacramento del orden —dijo alguien acertadamente (el Papa cita a san Josemaría)—, el sacerdote se capacita efectivamente para prestar a Nuestro Señor la voz, las manos, todo su ser. Es Jesucristo quien, enla Santa Misa, con las palabras dela Consagración, cambia la sustancia del pan y del vino en su Cuerpo y en su Sangre” . Y podemos añadir: Es el propio Jesús quien, en el sacramento de la penitencia, pronuncia la palabra autorizada y paterna: “Tus pecados te son perdonados” (Mt 9,2; Lc 5,20; 7,48; cf. Jn 20,23). Y es Él quien habla, cuando el sacerdote, ejerciendo su ministerio en nombre y en el espíritu dela Iglesia, anunciala Palabrade Dios. Es el propio Cristo quien cuida a los enfermos, los niños y los pecadores, cuando les envuelve el amor y la solicitud pastoral de los ministros sagrados» .

Una síntesis admirable de toda esta enseñanza de la que venimos hablando me parece encontrarla en la exhortación que hace la constitución dogmática Dei Verbum a todos los clérigos a que vivan dela Palabra, concretamente, «se sumerjan en las Escrituras con asidua lectura y con estudio diligente, para que ninguno resulte “predicador vacío y superfluo de la palabra de Dios que no la escucha en su interior”, puesto que deben comunicar a los fieles que se le han confiado, sobre todo enla Sagrada Liturgia, las inmensas riquezas de la palabra divina» (DV 25). Ciertamente, tal lectura y estudio diligente dela Palabrade Dios incumbe, según sus posibilidades, a todos los cristianos, como refiere a continuación DV 25 con expresión en cierto modo lapidaria: «El Santo Concilio exhorta con vehemencia a todos los cristianos en particular a los religiosos, a que aprendan “el sublime conocimiento de Jesucristo” (Flp 3,8), con la lectura frecuente de las divinas Escrituras. “Porque el desconocimiento de las Escrituras es desconocimiento de Cristo” . Lléguense, pues, gustosamente, al mismo sagrado texto, ya porla Sagrada Liturgia, llena del lenguaje de Dios, ya por la lectura espiritual, ya por instituciones aptas para ello, y por otros medios, que con la aprobación o el cuidado de los Pastores dela Iglesiase difunden ahora laudablemente por todas partes. Pero no olviden que debe acompañar la oración a la lectura dela Sagrada Escriturapara que se entable diálogo entre Dios y el hombre; porque “a Él hablamos cuando oramos, y a Él oímos cuando leemos las palabras divinas”» . Me parece especialmente digno de mención el énfasis que hace el documento respecto a la unión entre la lectura de la palabra de Dios y la oración, pues la una sin la otra conduciría, o bien a una fraseología sin alma, o bien a un espiritualismo sin contenido.

3. La meditación dela Sagrada Escritura

El clérigo, y todo cristiano, debe centrar su vida enla Palabrade Dios, poniendo a Cristo en el centro de su existencia, y para esto, una vía necesaria que se ha de recorrer es la lectura asidua dela Sagrada Escritura, parte esencial, como hemos señalado, de ese conjunto de realidades a las que corresponde ser llamadas «Palabra de Dios» y que se relacionan con el Verbo eterno del Padre como reflejos de la imagen perfecta del Padre. El Catecismo dela Iglesia Católica(=CEC) expresa esa relación dela Escrituraconla Palabrade Dios afirmando que «a través de todas las palabras de la sagrada Escritura, Dios dice sólo una palabra, su Verbo único, en quien él se da a conocer en plenitud (cf. Hb 1,1-3)» (CEC 102); afirmación a la que sigue como autorizado complemento el encomiable comentario de san Agustín: «Recordad que es una misma Palabra de Dios la que se extiende en todas las Escrituras, que es un mismo Verbo que resuena en la boca de todos los escritores sagrados, el que, siendo al comienzo Dios junto a Dios, no necesita sílabas porque no está sometido al tiempo» .

Es esta relación intrínseca con el Verbo del Padre, y por tanto con el Verbo Encarnado, lo que da a las Sagradas Escrituras su más alta definición teológica y las convierte en objeto de máxima veneración (cf. DV 21). No es extraño por eso, como indica VD 72, que los santos enla Iglesiahayan hablado siempre de la importancia de conocerla Escriturapara crecer en el amor a Cristo; de modo ejemplar el documento menciona a san Jerónimo, llamado el «gran enamorado dela Palabrade Dios», que se preguntaba: «¿Cómo se podría vivir sin la ciencia de las Escrituras, mediante las cuales se aprende a conocer a Cristo mismo, que es la vida de los creyentes?» . San Jerónimo era plenamente consciente de quela Bibliaes el gran instrumento «con el que Dios habla cada día a los creyentes» . Por eso daba el siguiente consejo a la matrona romana Leta para la educación de su hija: «Asegúrate de que estudie cada día algún paso dela Escritura[...]. Que la oración siga a la lectura, y la lectura a la oración [...]. Que, en lugar de las joyas y los vestidos de seda, ame los

Libros divinos» . Y al sacerdote Nepociano: «Lee con mucha frecuencia las divinas Escrituras; más aún, que nunca dejes de tener el Libro santo en tus manos. Aprende aquí lo que tú tienes que enseñar» . Por eso, se puede afirmar con las palabras del Catecismo dela Iglesia Católica, que «enla Sagrada Escritura,la Iglesiaencuentra sin cesar su alimento y su fuerza (cf. DV 24) porque, en ella, no recibe solamente una palabra humana, sino lo que es realmente:la Palabrade Dios (cf. 1Ts

2,13). “En los libros sagrados, el Padre que está en el cielo sale amorosamente al encuentro de sus hijos para conversar con ellos” (DV 21)» (CEC 104). Pienso que unas palabras de san Josemaría Escrivá de Balaguer, Fundador del Opus Dei, de profundo contenido pastoral, pueden ser muy provechosas en este contexto: «Al abrir el Santo Evangelio, piensa que lo que allí se narra –obras y dichos de Cristo– no sólo has de saberlo, sino que has de vivirlo. Todo, cada punto relatado, se ha recogido, detalle a detalle, para que lo encarnes en las circunstancias concretas de tu existencia. –El Señor nos ha llamado a los católicos para que le sigamos de cerca y, en ese Texto Santo, encuentrasla Vidade Jesús; pero, además, debes encontrar tu propia vida. Aprenderás a preguntar tú también, con el Apóstol, lleno de amor: “Señor, ¿qué quieres que yo haga?...”. –¡La Voluntadde Dios!, oyes en tu alma de modo terminante. Pues, toma el Evangelio a diario y vívelo como norma concreta. –Así han procedido los santos» . «No solo has de saberlo, sino que has de vivirlo»: es el mensaje que quiero yo también dirigiros.

Con la misma fuerza, Johannes Albrecht Bengel, un teólogo protestante (1687-1752) exhorta a los cristianos con estas palabras: «Te totum applica ad textum, rem totam applica ad te»; lo que podríamos traducir así: Aplícate enteramente al texto, con todo tu ser; todo lo que el texto dice, aplícatelo a ti mismo.

La lectura bíblica tiene que estar finalizada a modelar la vida del que lee, a transformar sus sentimientos e inteligencia, a identificar al hombre con Cristo, hasta que pueda pronunciar con sinceridad de corazón, como san Pablo, «y no vivo yo, sino que es Cristo quien vive en mí; la vida que vivo al presente en la carne, la vivo en la fe del Hijo de Dios que me amó y se entregó a sí mismo por mí» (Ga 2,20).

Para nutrir la vida de los jóvenes cristianos de Guinea, mi país, y para ayudarles a conocer, amar y tratar a Jesús como a un amigo, he tenido la alegría de organizar, durante más de veinte años, unas clases de formación humana y cristiana. Cada año, durante dos semanas, participaban en estas sesiones entre quinientos y seiscientos chicos y chicas. Estas dos semanas eran momentos de gracia para mí y para los jóvenes, que querían empaparse dela Palabrade Dios y vivir una experiencia personal con Jesús; no sólo a través del estudio dela Sagrada Escritura, sino también a través de la adoración del Santísimo Sacramento yla Misadiaria. El estudio dela Palabrade Dios y la contemplación de Jesús-Eucaristía van siempre unidos.

4. Oración, liturgia y homilía

La Palabrade Dios debe ser, en consecuencia, el continuo afán del alma del cristiano, del sacerdote en particular; alimento constante de su oración, que ha de ser ininterrumpida, como afirma el Apóstol: «Orad sin cesar. Dad gracias por todo, porque eso es lo que Dios quiere de vosotros en Cristo Jesús. No extingáis el Espíritu» (1 Ts 5,17-19; cf. Ef 6,18-20). Una oración constante, pues, y llena de deseos de avanzar en el camino hacia Dios, ha de ser la vida del cristiano.

Admirables son las palabras de VD 24 que, en relación a los Salmos –parte esencial dela Liturgiade las Horas, joya selecta y magnífica de la vida dela Iglesia–, afirma: «La Palabradivina nos introduce a cada uno en el coloquio con el Señor: el Dios que habla nos enseña cómo podemos hablar con Él. Pensamos espontáneamente en el Libro de los Salmos, donde se nos ofrecen las palabras con que podemos dirigirnos a Dios, presentarle nuestra vida en coloquio ante él y transformar así la vida misma en un movimiento hacia Él . En los Salmos, en efecto, encontramos toda la articulada gama de sentimientos que el hombre experimenta en su propia existencia y que son presentados con sabiduría ante Dios; aquí se encuentran expresiones de gozo y dolor, angustia y esperanza, temor y ansiedad. Además de los Salmos, hay también muchos otros textos dela Sagrada Escrituraque hablan del hombre que se dirige a Dios mediante la oración de intercesión (cf. Ex 33,12-16), del canto de júbilo por la victoria (cf. Ex 15), o de lamento en el cumplimiento de la propia misión (cf. Jr 20,7-18). Así, la palabra que el hombre dirige a Dios se hace también Palabra de Dios, confirmando el carácter dialogal de toda la revelación cristiana y toda la existencia del hombre se convierte en un diálogo con Dios que habla y escucha, que llama y mueve nuestra vida.La Palabrade Dios revela aquí que toda la existencia del hombre está bajo la llamada divina ». Solo en la medida en que por la fe y la devociónla Palabrade Dios penetra en el alma del hombre –del sacerdote–, haciendo que éste se oriente a Dios como algo exclusivo de su vida, con todo su entendimiento y voluntad (cf. DV 5), se es capaz de comunicar esa Palabra a los demás hombres come ella realmente es, con todo el atractivo que encierra. No es posible de otro modo, porquela Palabrade Dios no se deja manipular: ella «es viva y eficaz y más cortante que espada de doble filo; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón. Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuentas» (Hb 4,12).

Por este motivola Iglesiaha insistido constantemente en la lectura orante dela Sagrada Escritura, en el acercamiento meditado al texto sagrado, en cualquiera de las formas que han llegado a ser tradicionales enla Iglesia, como elemento fundamental de la vida espiritual de todo creyente. Con especial fuerza lo declaran las siguientes palabras de VD 86: «Los Padres sinodales han seguido la línea de lo que afirmala Constitucióndogmática Dei Verbum: “Todos los fieles […] acudan de buena gana al texto mismo: en la liturgia, tan llena del lenguaje de Dios; en la lectura espiritual, o bien en otras instituciones u otros medios, que para dicho fin se organizan hoy por todas partes con aprobación o por iniciativa de los Pastores dela Iglesia. Recuerdenque a la lectura dela Sagrada Escrituradebe acompañar la oración” (DV 25). La reflexión conciliar pretendía retomar la gran tradición patrística, que ha recomendado siempre acercarse ala Escrituraen el diálogo con Dios. Como dice san Agustín: “Tu oración es un coloquio con Dios. Cuando lees, Dios te habla; cuando oras, hablas tú a Dios” . Orígenes, uno de los maestros en este modo de leerla Biblia, sostiene que entender las Escrituras requiere, más incluso que el estudio, la intimidad con Cristo y la oración. En efecto, está convencido de que la vía privilegiada para conocer a Dios es el amor, y que no se da una auténtica scientia Christi sin enamorarse de Él» (VD 86).

Esta lectura orante adquiere un especial relieve en la liturgia, la «acción» del «Cristo total» (Christus totus), que llevando al hombre más allá de los signos le hace participar de la liturgia del cielo, «donde la celebración es enteramente Comunión y Fiesta» (CEC 1136). Y esto porque, si bien es verdad quela Palabrade Dios se dirige personalmente a cada hombre, no es menos cierto que se trata de una Palabra que ha sido dada ala Iglesiapara construir la comunidad de los fieles. «En la lectura orante dela Sagrada Escritura, el lugar privilegiado esla Liturgia, especialmentela Eucaristía, en la cual, celebrando el Cuerpo yla Sangrede Cristo en el Sacramento, se actualiza en nosotrosla Palabramisma. En cierto sentido, la lectura orante, personal y comunitaria, se ha de vivir siempre en relación a la celebración eucarística. Así como la adoración eucarística prepara, acompaña y prolonga la liturgia eucarística , así también la lectura orante personal y comunitaria prepara, acompaña y profundiza lo quela Iglesiacelebra con la proclamación dela Palabraen el ámbito litúrgico» (VD 86). Esta relación entre lectura orante y liturgia permite entender los criterios quela Iglesiaha dado para orientar precisamente la lectura orante en el contexto de la pastoral y de la vida espiritual del Pueblo de Dios.

En este contexto, tiene especial importancia la homilía, que haciéndose eco de los textos litúrgicos, explicita a los fieles el mensaje evangélico. Recurro particularmente en este caso a un número de VD, el 59, texto que considero que vale la pena leer con especial detenimiento; un número cuyas fuentes explícitas se encuentran en el Misal Romano, y a la vez que se hace eco de la constitución dogmática Sacrosanctum Concilium. Leamos el pasaje en cuestión: «La homilía constituye una actualización del mensaje bíblico, de modo que se lleve a los fieles a descubrir la presencia y la eficacia dela Palabrade Dios en el hoy de la propia vida. Debe apuntar a la comprensión del misterio que se celebra, invitar a la misión, disponiendo la asamblea a la profesión de fe, a la oración universal y a la liturgia eucarística. Por consiguiente, quienes por ministerio específico están encargados de la predicación han de tomarse muy en serio esta tarea». Actualización del texto bíblico, descubrimiento de la eficacia actual dela Palabrade Dios, mayor comprensión del misterio eucarístico, profundización de la fe e invitación a difundir el mensaje evangélico, son pues las coordenadas constitutivas y la esencia de la homilía. Por eso «se han de evitar homilías genéricas y abstractas, que oculten la sencillez dela Palabrade Dios, así como inútiles divagaciones que corren el riesgo de atraer la atención más sobre el predicador que sobre el corazón del mensaje evangélico».

En consecuencia, «debe quedar claro a los fieles que lo que interesa al predicador es mostrar a Cristo, que tiene que ser el centro de toda homilía» (VD 59). El sacerdote buscará con sus palabras que los fieles puedan descubrir el rostro amable de Jesucristo que se encuentra en los cuatro Evangelios, que oigan y metan en práctica las inspiraciones que el Espíritu Santo suscita en sus corazones por la proclamación dela Palabrade Dios. La centralidad de Cristo en la homilía se refleja no solo en las palabras, sino en todas las actitudes del predicador: «Los fieles perciben el amor del celebrante a Cristo en el tono, en las expresiones, en la alegría, la sencillez, el entusiasmo. De ahí deriva el tipo peculiar de preparación requerida por la homilía: un estudio meditativo, íntimamente unido a la oración personal».

El texto de VD citado concluye diciendo: «Por eso se requiere que los predicadores tengan familiaridad y trato asiduo con el texto sagrado […]. El predicador tiene que “ser el primero en dejarse interpelar porla Palabrade Dios que anuncia” , porque, como dice san Agustín: “Pierde tiempo predicando exteriormentela Palabrade Dios quien no es oyente de ella en su interior” . Cuídese con especial atención la homilía dominical y la de las solemnidades; pero no se deje de ofrecer también, cuando sea posible, breves reflexiones apropiadas a la situación durante la semana en las misas cum populo, para ayudar a los fieles a acoger y hacer fructíferala Palabraescuchada» (VD 59).

Unas últimas palabras

Para concluir, quiero volver a insistir en algo que es esencial para nuestra fe: que la «Palabra de Dios», siendo por excelencia el Verbo eterno del Padre,la Personadel Hijo Eterno, que el Padre pronunció antes de todos los siglos, que se hizo carne, entró en el tiempo y en la historia de los hombres para llevar a cabo nuestra salvación, esa Palabra debe llenar toda la vida del cristiano y especialmente del sacerdote. «Yla Palabrase hizo carne, y puso su Morada entre nosotros» (Jn 1,14).

La Palabrade Dios es por tanto una Persona, que vino a este mundo para hacernos descubrir el significado de nuestra existencia y mostrarnos los caminos que conducen hacia la plena felicidad, hacia Dios. Por eso, como enseña CEC 108, no hemos de perder de vista que «la fe cristiana no es una “religión del Libro”. El cristianismo es la religión de la “Palabra” de Dios, “no de un verbo escrito y mudo, sino del Verbo encarnado y vivo”. Para que las Escrituras no queden en letra muerta, es preciso que Cristo, Palabra eterna del Dios vivo, por el Espíritu Santo, nos abra el espíritu a la inteligencia de las mismas (cf. Lc 24,45)». No está centrada nuestra fe, por tanto, en un texto, aunque en el caso de la religión cristiana se trate del más excelente de los textos y ocupe ese lugar excelso de hacernos asequible el conocimiento de Aquel que es «camino, verdad y vida». En esto el cristianismo mantiene, respecto a los escritos en los cuales se inspira, una relación única, que ninguna otra tradición religiosa puede tener. Pero no hemos de perder de vista que es hacia Cristo a donde vamos; hacia una Persona, que debe ser el punto referencial de nuestra existencia y al que aclaman también las realidades creadas, la vida de los santos y toda la realidad dela Esposade Cristo. Y ese Cristo «vive para siempre», poseyendo «un sacerdocio perpetuo», por eso «puede salvar perfectamente a los que se acercan a Dios a través de él, ya que vive siempre para interceder por nos otros» (Hb 7,24-25). Ese Cristo es el que el sacerdote ha de hacer vida de su vida hasta identificarse con El, a través de una oración continua que sabe encontrarle en todas las realidades creadas, humanas y divinas.

Pero el cristiano está llamado a proclamar la verdad. Lo que es vida suya lo ha de trasmitir a otros; a todos: «Id al mundo entero y predicad el Evangelio a toda criatura» (Mc 16,15), nos ha dicho el Señor. El sacerdote, en particular, sabe que por el Sacramento del Orden, está configurado a Cristo Sacerdote, Maestro, Santificador y Pastor de su Pueblo. Esta es la identidad de los sacerdotes que siendo «representación sacramental de Jesucristo, Cabeza y Pastor, proclaman con autoridad su palabra; renuevan sus gestos de perdón y de ofrecimiento de la salvación, principalmente con el Bautismo,la Penitenciayla Eucaristía; ejercen, hasta el don total de sí mismos, el cuidado amoroso del rebaño, al que congregan en la unidad y conducen al Padre por medio de Cristo en el Espíritu» . De ahí que junto a su oración personal, que debe ser a la vez litúrgica, el sacerdote se sienta llamado a proclamar la verdad sobre Cristo desde esa misma liturgia. La homilía adquiere así un significado del todo especial. Es la expresión de una verdad que ha llenado la vida del que habla.


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S?bado, 19 de mayo de 2012

ZENIT nos ofrece el texto de la Declaración de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana titulada "Cuidemos nuestro planeta".

Los Obispos de la Iglesia Católicaen Ecuador, movidos por nuestra misión pastoral de animar, acompañar y orientar al Pueblo de Dios desde el Evangelio, queremos contribuir a la reflexión sobre las relaciones de los seres humanos entre sí y con el resto de la creación; tarea en la que también están empeñadas varias instituciones y organizaciones civiles, sociales, educativas y religiosas, así como muchos hombres y mujeres de buena voluntad.

De una manera muy especial, nos proponemos ofrecer algunas orientaciones pastorales que permitan continuar con el diálogo sobre la minería en nuestro país, un tema tan delicado, complejo y controvertido.

Para una mejor claridad, indicaremos algunas realidades de nuestro planeta, una síntesis de la visión cristiana de la naturaleza y los compromisos que debemos asumir en el cuidado de la misma.

1. REALIDAD EN LA QUE VIVIMOS

El planeta tierra es la única “casa” (oikos) grande en donde habitamos más de siete mil millones de seres humanos. De su naturaleza tomamos, tanto los seres humanos como las plantas y los animales, lo necesario para poder vivir, como el alimento, el agua y el aire.

Las distintas culturas, a lo largo de la historia, han aprendido no sólo a convivir con la naturaleza, sino también a transformarla en medios para su subsistencia e instrumentos para su desarrollo humano, científico y técnico.

América Latina posee “una de las mayores biodiversidades del planeta y una rica socio diversidad, representada por sus pueblos y culturas. Estos poseen un gran acervo de conocimientos tradicionales sobre la utilización sostenible de los recursos naturales, así como sobre el valor medicinal de plantas y otros organismos vivos, muchos de los cuales forman la base de su economía”. (V Conferencia general del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, Aparecida 83).

En este proceso, sin embargo, no siempre se ha respetado la naturaleza. Muchas veces, de una manera violenta y hasta sistemática se la ha ido destruyendo, por intereses económicos, políticos o tecnológicos. Esta acción depredadora ha producido, en muchas regiones del Planeta, la desertificación, la contaminación irreversible del suelo, del agua y del aire, el calentamiento global, la destrucción de la capa de ozono, el desplazamiento forzado de poblaciones, ignorando su forma de vida y sus derechos fundamentales. (Cfr. Aparecida 84-85.87. 473).

En este contexto socio-económico y cultural, la historia de la minería metálica (cobre, bronce, hierro, oro, plata…) y no metálica (arcilla, yeso, caliza…) es tan antigua como el ser humano. El uso de los minerales es una constante, basta observar los más diversos instrumentos o productos derivados de ellos que se usan en la vida cotidiana y en las actividades científicas y tecnológicas, tanto es así que hoy sería casi imposible vivir sin su ayuda.

La minería artesanal y la pequeña minería, promovidas por personas naturales, familias o asociaciones, y la minería a gran escala, impulsada y sostenida por los gobiernos y las empresas multinacionales respectivamente, en su mayoría, se encuentran en regiones naturales cerca de los ríos y lagunas, donde residen las comunidades indígenas y campesinas, las cuales presentan un alto índice de pobreza y marginación. Con la explotación indiscriminada del petróleo y la minería, no siempre han mejorado sus condiciones de vida; todo lo contrario, gran parte de la población tiende a empeorar su situación social, moral y económica.

Los conflictos sociales, cada día, son más agudos y numerosos. Muchos de ellos son causados por la insuficiencia o el incumplimiento de las leyes, por el irrespeto a los derechos colectivos, por la división estratégica implantada en las comunidades, por la criminalización de la resistencia de los pueblos, por la promulgación de leyes sin la consulta legislativa previa, por la inexistencia de consultas ambientales o la deficiencia de una consulta libre, informada y oportuna, por procedimientos forzados sin los estudios necesarios, por el desconocimiento de las competencias ambientales de los gobiernos locales, entre otros factores disociadores.

2. VISIÓN CRISTIANA DE LA NATURALEZA

La revelación nos presenta este mundo en el que vivimos como la obra de Dios. En él se manifiesta su sabiduría, bondad, belleza y poder (cfr. Aparecida 470). “Contemplar la belleza de la creación es un estímulo para reconocer el amor del Creador, ese amor que mueve el sol y las demás estrellas” (Benedicto XVI, Si quieres cultivar la paz, custodia la creación, 2). Dios “creó el universo como espacio para la vida y la convivencia de todos sus hijos e hijas y nos lo dejó como signo de su bondad y de su belleza. También la creación es manifestación del amor providente de Dios; nos ha sido entregada para que la cuidemos y la transformemos en fuente de vida digna para todos… Nuestra hermana la madre tierra es nuestra casa común y el lugar de la alianza de Dios con los seres humanos y con toda la creación”. (Aparecida 125).

Esta concepción teológica deja sin fundamento a la idea de que el universo es sólo un objeto de estudio, una mercancía de compra o venta o un espacio sacralizado e intocable.

Desde esta perspectiva, miramos con honda preocupación cómo la creación es tratada como un objeto de comercio o un botín de guerra. De esta realidad nos dan cuenta las innumerables luchas fratricidas que se producen, con el fin de apropiarse los territorios que encierran grandes riquezas mineras o agrícolas y explotarlos de una manera irresponsable y egoísta.

Con esta actitud se pone en peligro tanto la naturaleza como el presente y el futuro del ser humano y la convivencia pacífica de los pueblos. Pablo VI señalaba que “debido a una explotación inconsiderada de la naturaleza, [el hombre] corre el riesgo de destruirla y de ser a su vez víctima de esta degradación” (Benedicto XVI, "Si quieres cultivar la paz, custodia la creación", 3).

Juan Pablo II, en su mensaje dela Jornadamundial de la paz, en 1990, decía: “En nuestros días aumenta cada vez más la convicción de que la paz mundial está amenazada, también… por la falta del debido respeto a la naturaleza”. El Papa Benedicto XVI, igualmente, afirma: “… aunque es cierto que, a causa de la crueldad del hombre con el hombre, hay muchas amenazas a la paz y al auténtico desarrollo humano integral…, no son menos preocupantes los peligros causados por el descuido, e incluso por el abuso que se hace de la tierra y de los bienes naturales que Dios nos ha dado” (Benedicto XVI, Si quieres cultivar la paz, custodia la creación, 1. 3).

El Beato Juan Pablo II, en 1990, habló de «crisis ecológica». Una crisis que tiene un carácter predominantemente ético y que, por lo mismo, hace necesario un nuevo orden nacional e internacional para hacerla frente. Este llamamiento sigue siendo apremiante. El Papa Benedicto XVI se pregunta: “¿Cómo permanecer indiferentes ante los problemas que se derivan de fenómenos como el cambio climático, la desertificación, el deterioro y la pérdida de productividad de amplias zonas agrícolas, la contaminación de los ríos y de las capas acuíferas, la pérdida de la biodiversidad, el aumento de sucesos naturales extremos, la deforestación de las áreas ecuatoriales y tropicales?... ¿Cómo no reaccionar ante los conflictos actuales, y ante otros potenciales, relacionados con el acceso a los recursos naturales?” (Benedicto XVI, ibídem, 4). Los Obispos de Latinoamérica y el Caribe, en consonancia con el pensamiento anterior, también afirman: “desatender las mutuas relaciones y el equilibrio que Dios mismo estableció entre las realidades creadas, es una ofensa al Creador, un atentado contra la biodiversidad y, en definitiva, contra la vida”. (Aparecida, 125).

De la constatación de estos hechos dolorosos surge la necesidad ineludible de proteger la naturaleza de toda forma de abuso y contaminación doméstica o industrial que se dan en todos los campos, especialmente en donde se llevan a cabo las explotaciones del petróleo y de la minería metálica.

3. COMPROMISO CRISTIANO

Nuestro compromiso cristiano brota desde la práctica de Jesús (cfr. Mt 6, 24-34) quien, “ante la naturaleza amenazada… nos convoca a cuidar la tierra para que brinde abrigo y sustento a todos los hombres” (Aparecida 113). Igualmente, “el discípulo misionero, a quien Dios le encargó la creación, debe contemplarla, cuidarla y utilizarla, respetando siempre el orden que le dio el Creador”. (Aparecida, 125).

A la luz de estas exigencias,la Iglesia Católica(comunidad y pastores), tiene una responsabilidad ética, espiritual y pastoral que nos lleva a considerar la vida humana como el valor supremo y, concomitantemente, a buscar nuevos modelos económicos, sociales y culturales. De hecho, la moral y la espiritualidad cristiana ponen la vida del ser humano y su dignidad, tanto en su dimensión personal como social, en el centro de los proyectos sociales y ecológicos.

Un modelo económico que se base en la dignidad de la persona, en la justicia y en la solidaridad de los seres humanos entre sí y con la naturaleza. Un modelo productivo, innovador e integral que esté al servicio del desarrollo humano en todas sus dimensiones; y que distribuya, de una manera equitativa, los bienes entre todos los habitantes de la “madre tierra”.

Un nuevo sistema social y cultural que privilegie las relaciones fraternas, en un marco de reconocimiento y valoración de las diversas culturas y de los ecosistemas, capaz de oponerse a toda forma de discriminación y dominación entre los seres humanos.

La construcción del sumak kawsay o buen vivir, planteada por nuestra Constitución, y que la entendemos mejor desde el Evangelio, debemos enfocarla desde un real desvelo por crear las mejores condiciones de vida materiales y espirituales para que todas las personas y sociedades intermedias puedan gozar de sus derechos personales y cumplir sus deberes. Sin una política específica de Estado en este campo, se corre el riesgo de que las economías de los grandes consorcios terminen por imponerse como la única forma del dinamismo económico.

A la luz de estas consideraciones, queremos exhortar, de la manera más cordial y fraterna, a las instituciones públicas y privadas, a los peritos y a los técnicos:

—Que respeten la vida y la salud de las comunidades, especialmente de los sectores más vulnerables (niños y adultos mayores), como también la de los trabajadores de las minas.

—Que, tanto en las concesiones como en las fases de exploración y explotación del petróleo y las minas, se ciñan a los procesos legales y técnicos establecidos, como la consulta previa a las comunidades, prevista enla Constitución.

—Que busquen las medidas apropiadas de protección del ecosistema, a partir de los estudios sobre el impacto humano y ambiental y de acuerdo con los requisitos exigidos por el Estado, sin dejarse condicionar por las empresas petroleras y mineras (cfr. Ley de Minería, Art. 78. 84).

—Que informen a la ciudadanía, de una manera clara, sencilla y completa, tanto los beneficios como los perjuicios económicos, sociales y ambientales de la minería, libres de toda presión económica o política, sino únicamente buscando el bienestar de las comunidades cercanas a las minas y de toda la nación.

—Que busquen los modos concretos para contrarrestar los impactos negativos de la explotación petrolera y minera, tales como el deterioro de la salud, el aumento de enfermedades y las afecciones a la flora y la fauna, producidas por los metales pesados, como el arsénico, el plomo, el mercurio…, que se encuentran en el agua y en el aire contaminados.

—Que señalen los modos efectivos para prevenir o afrontar los problemas sociales que, por lo general, se originan en torno a las minas, como la violencia, el alcoholismo, la drogadicción y la prostitución.

—Que tengan en cuenta las experiencias mineras a gran escala de otros países, como Chile, Perú, Costa Rica y Guatemala, con el fin de evitar los grandes errores y tomar sus aciertos, especialmente en lo que se refiere a la prevención de riesgos y al cumplimiento de las exigencias asumidas por las empresas mineras con el Estado, los trabajadores y las comunidades.

CONCLUSIONES

Si bien toda actividad doméstica, artesanal e industrial, de una u otra manera, es contaminante, es indudable que en la minería y en la explotación del petróleo existen mayores riesgos de ser afectados por estas intervenciones, por lo cual las medidas preventivas tienen que ser de máxima seguridad. Por esta razón, el gran desafío para los gobiernos y las empresas mineras y petroleras sigue siendo la extracción de los metales de la tierra sin afectar negativamente la vida del ser humano y de la naturaleza.

El compromiso de cuidar nuestro planeta Tierra nos invita a buscar todos los medios posibles para mitigar los impactos sociales y ambientales de la contaminación de toda actividad humana y, particularmente, de las explotaciones petroleras y mineras, si se realizan sin cumplir con los debidos requisitos legales y técnicos, situación que casi siempre desemboca en tensiones y conflictos sociales.

No se trata entonces de decir un SI o un NO rotundo y acrítico a la minería y a la explotación petrolera, sino de informarse amplia y detalladamente sobre sus beneficios y perjuicios y, luego, tomar decisiones inteligentes, oportunas y valientes, teniendo presente que la vida y la salud de los seres humanos y el equilibrio del medio ambiente son más importantes que todos los metales. Uno de los bienes más preciosos que debemos cuidar, por ejemplo, son las fuentes hídricas; pues, podemos vivir sin oro, pero sin agua, jamás.

Como pastores dela Iglesia Católica, Madre y Maestra de todos los hijos de Dios, queremos ratificar nuestro compromiso de seguir acompañando a las hermanas y hermanos que se ven afectados por los problemas sociales y por los peligros del petróleo y de la minería para su vida y su dignidad, mediante la formación de una conciencia ecológica.

Asumimos, igualmente, la responsabilidad de ofrecer orientaciones éticas claras, planteamientos razonables y la asistencia espiritual, de tal manera que la explotación de los ricos y numerosos recursos naturales que posee nuestro país redunden en un positivo beneficio y en el mejoramiento de las condiciones de vida de las familias y pueblos y del medio ambiente donde vivimos.

Quito, 20 de abril de 2012

+ Antonio Arregui Yarza 
Arzobispo de Guayaquil 
Presidente de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana 

+ Ángel Sánchez Loaiza
Obispo de Guaranda
Secretario General dela Conferencia Episcopal Ecuatoriana


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ZENIT nos ofrece las palabras del papa al introducir la oración mariana del tiempo pascual, el domingo 29 de Abril de 2012,  desde la ventana de su estudio en el Palacio Apostólico vaticano a los fieles y los peregrinos reunidos en la plaza de San Pedro para al acostumbrado encuentro dominical, al término de la santa Misa celebrada en la basílica vaticana para la ordenación presbiteral de nueve diáconos.

¡Queridos hermanos y hermanas!

Acaba de terminar, en la basílica de San Pedro, la celebración eucarística en la que he ordenado a nueve presbíteros nuevos para la diócesis de Roma. Demos gracias a Dios por este regalo, ¡un signo de su amor providente y fiel a la iglesia! Estrechémonos espiritualmente en torno a estos nuevos sacerdotes y recemos para que acojan plenamente la gracia del sacramento que los ha conformado con Cristo Sacerdote y Pastor. Y recemos para que todos los jóvenes estén atentos a la voz de Dios que habla interiomente a su corazón y los llama a desprenderse de todo para que le sirvan. A este objetivo está dedicadala Jornada Mundialde Oración por las Vocaciones de hoy. En efecto, el Señor llama siempre, pero muchas veces no lo escuchamos. Estamos distraídos por muchas cosas, por otras voces más superficiales; y después tenemos miedo de escuchar la voz del Señor, porque pensamos que puede cortarnos la libertad. En realidad, cada uno de nosotros es fruto del amor: ciertamente, del amor de los padres, pero, más profundamente, del amor de Dios. La biblia dice: si aunque tu madre no te quisiera, yo te quiero, porque te conozco y te amo (cf. Is. 49,15). En el momento que me doy cuenta de este amor, mi vida cambia: se convierte en una respuesta a este amor, más grande que cualquier otro, y así se realiza plenamente mi libertad.

Los jóvenes que hoy he consagrado sacerdotes no son diferentes de otros jóvenes, pero han sido profundamente tocados por la belleza del amor de Dios, y no podían dejar de responder con toda su vida. ¿Cómo han conocido el amor de Dios? Lo han encontrado en Jesucristo, en su evangelio, en la eucaristía y en la comunidad eclesial. Enla Iglesiase descubre que la vida de cada hombre es una historia de amor. Lo muestra claramente la sagrada escritura, y lo confirma el testimonio de los santos. Un ejemplo es la expresión de san Agustín en sus Confesiones, que se vuelve a Dios y le dice: «¡Tarde te amé, belleza tan antigua y tan nueva, tarde te amé! Tú estabas dentro de mí, y yo fuera ... Tú estabas conmigo, y yo no estaba contigo ... Pero me has llamado, y tu grito le ha ganado a mi sordera" (X, 27.38).

Queridos amigos, recemos por la iglesia, por cada comunidad local, para que sea como un jardín regado, donde pueden germinar y crecer todas las semillas de la vocación que Dios siembra en abundancia. Oremos para que todos cultiven este jardín, en la alegría de sentirse todos llamados, en la variedad de los dones. En particular, que las familias sean el primer lugar en el que se "respire" el amor de Dios, que da la fuerza interior, incluso en medio de las dificultades y las pruebas de la vida. Quien vive en familia la experiencia del amor de Dios, recibe un don inestimable, que da fruto a su tiempo. Que nos conceda todo estola Santísima VirgenMaría, modelo de acogida libre y obediente a la llamada divina, Madre de toda vocación en la iglesia.

Traducido del original italiano por José Antonio Varela V.
©Librería Editorial Vaticana


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ZENIT nos ofrece un artículo del obispo de San Cristóbal de las Casas, México, monseñor Felipe Arizmendi Esquivel, en el que aborda las implicaciones de la libertad religiosa y lo que falta por hacer en este terreno.

Implicaciones de la libertad religiosa
Lo que falta por lograr

+ Felipe Arizmendi Esquivel

HECHOS

En la comparecencia de los cuatro candidatos presidenciales con los obispos del país, durante nuestra asamblea pasada, dijeron que promoverán la libertad religiosa, en beneficio de todas las opciones. Algunos, sin embargo, la reducen a libertad de culto y de creencia, sin advertir que tiene muchas otras implicaciones. Parecen desconocer los tratados internacionales firmados por México sobre este asunto.

Durante la visita del papa a nuestra patria, sólo en dos momentos enunció este derecho, pero con suma prudencia evitó describir en detalle lo que implica. Sabía que este asunto estaba en fase de discusión en el Senado, y no quiso intervenir en este proceso. En la bienvenida, señaló “la inigualable dignidad de toda persona humana, creada por Dios, y que ningún poder tiene derecho a olvidar o despreciar. Esta dignidad se expresa de manera eminente en el derecho fundamental a la libertad religiosa, en su genuino sentido y en su plena integridad”. No dijo cuál es su genuino sentido, ni explicó su plena integridad. A los obispos nos dijo: “Tampoco faltan preocupaciones por la carencia de medios y recursos humanos, o las trabas impuestas a la libertad dela Iglesiaen el cumplimiento de su misión”. No se explayó sobre estas trabas.

Fue el cardenal Bertone quien abordó así el asunto: Entre los “derechos fundamentales de las personas, destaca la libertad del hombre para buscar la verdad y profesar las propias convicciones religiosas, tanto en privado como en público, lo cual ha de ser reconocido y garantizado por el ordenamiento jurídico. Y es de desear que en México este derecho fundamental se afiance cada vez más, conscientes de que este derecho va mucho más allá de la mera libertad de culto. En efecto, impregna todas las dimensiones de la persona humana, llamada a dar razón de su propia fe y anunciarla y compartirla con otros, sin imponerla, como el don más preciado recibido de Dios”.

CRITERIOS

En Cuba, el papa fue más explícito: “La Iglesiavive para hacer partícipes a los demás de lo único que ella tiene, y que no es sino Cristo, esperanza de la gloria (cf. Col 1,27). Para poder ejercer esta tarea, ha de contar con la esencial libertad religiosa, que consiste en poder proclamar y celebrar la fe también públicamente, llevando el mensaje de amor, reconciliación y paz que Jesús trajo al mundo. Es de reconocer con alegría que en Cuba se han ido dando pasos para quela Iglesialleve a cabo su misión insoslayable de expresar pública y abiertamente su fe. Sin embargo, es preciso seguir adelante, y deseo animar a las instancias gubernamentales de la nación a reforzar lo ya alcanzado y a avanzar por este camino de genuino servicio al bien común de toda la sociedad cubana.

Cuandola Iglesiapone de relieve este derecho, no está reclamando privilegio alguno. Pretende sólo ser fiel al mandato de su divino fundador, consciente de que donde Cristo se hace presente, el hombre crece en humanidad y encuentra su consistencia. Por eso, ella busca dar este testimonio en su predicación y enseñanza, tanto en la catequesis como en ámbitos escolares y universitarios. Es de esperar que pronto llegue aquí también el momento de quela Iglesiapueda llevar a los campos del saber los beneficios de la misión que su Señor le encomendó y que nunca puede descuidar”.

PROPUESTAS

Legisladores y quienes critican la limitada y reciente reforma al artículo 24 dela Constitución: Comparen nuestra legislación con el No. 12 del Pacto de San José, suscrito y obligatorio para nuestro país; verán que los padres de familia tienen el derecho a decidir qué tipo de educación debe dar el Estado a sus hijos; no se excluye la religión. No pretendemos imponer el catolicismo en las escuelas oficiales, sino que los padres de familia decidan. Es su derecho.

Estudien el número 18 dela Declaración Universalde los Derechos Humanos; verán cuánto nos falta para que en verdad tengamos libertad religiosa en su genuino sentido y en su plena integridad, sin trabas. Se deberían quitar las trabas para divulgar la fe en los medios de comunicación. Todas las religiones se beneficiarían.


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Viernes, 18 de mayo de 2012

Reflexión  a las lecturas del domingo séptimo de Pascua - B - La Ascensión, ofrecida por el sacerdote Don Juan Manuel Pérez Piñero bajo el epígrafe "ECOS DEL DÍA DEL SEÑOR"

Domingo 7º de Pascua B  LA ASCENSIÓN 

Queridos amigos y amigas:

Ya hace tiempo que venimos escuchando textos de la Última Cena.

Esta es la verdadera despedida del Señor, a la hora de volver al Padre. Porque Jesús se va a entregar a su Pasión… Y, después de su Resurrección, ya no está con los discípulos como antes. Ahora pertenece al Cielo… Y se les va apareciendo durante cuarenta días para hablarles del Reino de Dios, nos dice el Libro de los Hechos. Lo escuchamos en la primera lectura de este hoy. Hemos venido comentando distintas cosas de aquella Cena de Despedida… De todas formas, Jesús quiso tener otra despedida en el momento en que se va “visible” y definitivamente al Cielo. El libro de los Hechos nos dice que “lo vieron levantarse hasta que una nube se lo quitó de la vista”.

¡Qué hermosa es esta solemnidad de la Ascensión! Cuántas cosas nos dice, nos grita, a  nosotros, que vivimos tantas veces como “encandilados” por las cosas de la tierra y un tanto olvidados de las realidades del Cielo que deben iluminar y guiar nuestra peregrinación terrena. Modernamente, se habla de la necesidad de cuidar en nuestras Islas la iluminación de las ciudades de noche, no sea que se impida observar el cielo con esos potentes instrumentos que tienen en  el Astrofísico de Tenerife y La Palma. ¡De eso se trata también aquí!

La segunda lectura es una oración de S. Pablo, en la que pide al Señor que ilumine los ojos de nuestro corazón para que comprendamos cuál es la esperanza a la que nos llama, cuál la riqueza de gloria que da en herencia a los santos y cuál es la extraordinaria grandeza de su poder para nosotros, los que creemos… Pero Jesús, antes de subir al Cielo, les dice a los discípulos: “Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación. El que crea y se bautice se salvará; el que se resista a creer será condenado…” Y un poco más adelante dice: “Ellos fueron por todas partes, y el Señor actuaba con ellos y confirmaban la Palabra con los signos que les acompañaban”.

Y de esta forma, termina el Evangelio de S. Marcos. “Ellos fueron…” nos dice el Evangelio. Así, muy pronto, se entiende la Buena Noticia de la salvación hasta los confines del mundo, entonces conocido. Todavía se conserva en España el término “Finisterre”, fin de la tierra. “Ellos fueron…” ¡He ahí la cuestión fundamental! Porque el Señor no deja de “actuar y confirmar la Palabra”, pero hace falta dar el primer paso: “ir”. Y si no a los confines de la tierra, por lo menos, a la habitación del niño, antes de descansar, para ayudarle a rezar y  hablarle algo de Dios, o a la vecina, que no va sino a las misas de difuntos o al otro, que no se ha confirmado… ¡Es que queda tanto por hacer! Si hay algo claro, es que necesitamos de una “Nueva Evangelización”.

Y por eso y para eso, imploramos estos días el Don del Espíritu Santo… En efecto, es costumbre de la piedad cristiana, que los días que van de la Ascensión a Pentecostés se conviertan en un tiempo de oración y de preparación para celebrar Pentecostés, la Venida del Espíritu Santo.

Él es el agente principal e imprescindible de la Nueva Evangelización. 

¡FELIZ DOMINGO! ¡FELIZ DÍA DEL SEÑOR! 


Publicado por verdenaranja @ 23:44  | Espiritualidad
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Subsidio litúrgico para la Solemnidad de Pentecostés 2012, día del Apostolado Seglar y de la Acción Católica, publicado por la Comisión de Apostolado Seglar de la CEE y recibido en laparroquia con los materiales para su celebración.

SOLEMNIDAD DE PENTECOSTÉS
DÍA DEL APOSTOLADO SEGLAR Y DELA ACCIÓN CATÓLICA

Subsidio litúrgico para el monitor 

ANTÍFONA DE ENTRADA

Reunido el pueblo, el sacerdote con los ministros va al altar, mientras se entona el canto de entrada. Si no hay canto de entrada, los fieles, o algunos de ellos, o un lector, recitarán la antífona de entrada:

* Misa vespertina de la vigilia

El amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que habita en nosotros. Aleluya. (Rm 5, 5; 8, 11) 

* Misa del día

El Espíritu del Señor llena la tierra y, como da consistencia al universo, no ignora ningún sonido. Aleluya. (Sb 1, 7) 

MONICIÓN DE ENTRADA

Tras el saludo inicial del sacerdote, el diácono, u otro ministro idóneo, hace la siguiente monición sobre el sentido dela Jornada: 

Celebramos la gran fiesta de Pentecostés, culmen santificador de la obra salvadora de Cristo. Si el Espíritu Santo no hubiese sido comunicado a los primeros cristianos, no sabríamos nada del misterio de Jesús, de su Evangelio, de su Pascua. Gracias al Espíritu estamos aquí reunidos para actualizar la presencia del Señor que llega a nosotros en la reunión de los hermanos, enla Palabra, en el pan y vino dela Eucaristía.

Y el foco irradiador de todas estas realidades es el grupo apostólico que, con la donación del Espíritu, recibe fuerza de lo alto para testimoniar a Cristo hasta los confines del mundo.La Iglesiatiene su origen en el Espíritu y en el poder del Señor, pero la actividad apostólica resulta imprescindible para que la riqueza de gracia de la que ella es portadora, llegue a ser una realidad viva y actual a través de los tiempos.

En consonancia con esta doble dimensión, ser y misión de la Iglesia, hoy tiene lugar el día del a Acción Católica y del Apostolado Seglar. Igual que en los principios, también hoy se necesitan nuevos y decididos apóstoles que, impulsados por el único y mismo Espíritu, continúen la labor que Cristo sigue encomendándonos en estos tiempos de nueva evangelización. 

ORACIÓN UNIVERSAL

Las intenciones son propuestas por un diácono o, en su defecto, por un lector u otra persona idónea.

 Por la Iglesia, para que en nuestro tiempo viva con valentía su vocación primera: evangelizar. Oremos.

R. Envía, Señor, tu Espíritu.

 Para que los movimientos y asociaciones de apostolado seglar, en especialla Acción Católica, acierten a transmitir a los hombres y mujeres de hoy el tesoro del Evangelio. Oremos.

R. Envía, Señor, tu Espíritu.

 Para que en estos momentos de crisis económica seamos generosos y compartamos nuestros bienes con los más necesitados. Oremos.

R. Envía, Señor, tu Espíritu.

 Por los que entregan su vida al anuncio del Evangelio, para que se sientan sostenidos por el Espíritu y respaldados por la comunidad cristiana. Oremos.

R. Envía, Señor, tu Espíritu.

 Para que el Espíritu Santo, siempre atento a las necesidades de su Iglesia, suscite nuevas vocaciones que hagan posible una nueva evangelización.

Oremos.

R. Envía, Señor, tu Espíritu.

 Por nuestra comunidad (parroquial), para que acreciente su dimensión evangelizadora y nos sintamos llamados a ser testigos del Resucitado.

Oremos.

R. Envía, Señor, tu Espíritu.


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El DEPARTAMENTO DE COMUNICACIÓN del obispado de Tenerife nos participa las noticias generadas durante la última semana en la diócesis.

38201. La Laguna. Tenerife.
tfno. 922-25 86 40 / Extensión 8
e-mail: [email protected]

Boletín 482 

LAS NOTICIAS AMPLIADAS PUEDEN VERLAS ENTRANDO EN NUESTRO BLOG. Textos, sonidos, e imágenes los tienen en: http://www.comunicacionobispadodetenerife.blogspot.com/ 

 Como cada año, la fiesta de la Ascensión del Señor, 20 de mayo, trae a nuestra consideración el papel de las comunicaciones sociales y su relación con la evangelización. En este día, muchos son los que reflexionan sobre el papel de las comunicaciones. El lema de este año para celebrar la XLVI Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales es: “Silencio y Palabra: camino de evangelización”, una jornada que pretende poner en relación dos elementos indispensables para una comunicación efectiva: reflexión y acción. Desde el blog del Obispado se puede acceder a los materiales de esta jornada. 

La delegación de Apostolado Seglar ha invitado a quienes deseen preparar Pentecostés a acudir el jueves 24 y el viernes 25 de mayo, a la Casa de la Iglesia, que se encuentra en la trasera del Seminario Diocesano. El jueves se reflexionará sobre aspectos vinculados al tema: “Discípulos y misioneros” y el viernes 25, a partir de las 19:00 h., se desarrollará una mesa redonda sobre el tema: “La nueva evangelización se hará por los laicos o no se hará” en la que participarán varios seglares. Seguidamente a las 20:15 h., se celebrará una vigilia y una Eucaristía en la Capilla de la Casa de la Iglesia. 

La Coordinadora de Pastoral Juvenil del Arciprestazgo de La Orotava ha invitado a participar en la Vigilia de Pentecostés, que se celebrará el próximo sábado 26 de mayo, a las 20.15h, en la parroquia de Nuestra Señora del Carmen de Los Realejos (San Agustín, Realejo Bajo). En ella, se contará con la presencia de Marcelo Olima, cantautor de la Renovación Carismática Católica. Es una vigilia pensada para los jóvenes y para todos aquellos agentes de pastoral que deseen unirse. 

También el 26 de mayo, en Güímar y San Miguel de Abona se celebrarán sendas Vigilias de Pentecostés. En la parroquia matriz de San Miguel Arcángel será a las 21:00 horas y en la parroquia de San Pedro Apóstol será  a las 20:30 horas. 

El Año de la Fe comenzará el 11 de octubre de 2012, en el 50 aniversario de la inauguración del Concilio Vaticano II y concluirá el 24 de noviembre de 2013, en la Solemnidad de Cristo Rey del Universo. Con tal motivo, ha comenzado la preparación de una apertura diocesana de este acontecimiento. La misma será en un gran "Encuentro Diocesano" a celebrar el próximo 12 de octubre en Garachico. 

Otro cambio del calendario pastoral del venidero curso afectará al Día de la Catequesis. El mismo pasa a celebrarse el último domingo de septiembre, que este año será el 30 del citado mes. 

El 20 de mayo, en la capilla del Seminario Diocesano, a las 20:00 horas habrá una vigila de oración por las vocaciones. 

La 42ª edición de la "Fiesta de las Madres" en el Real Santuario Insular de Nuestra Señora de Las Nieves, en La Palma, se celebrará el 27 de mayo, a las 11:30 horas. La Eucaristía estará presidida por Eduardo Rodríguez, delegado para la Nueva Evangelización y formador del Seminario Diocesano. 

El Instituto Superior de Teología de las Islas Canarias, ISTIC, sede de Tenerife, dentro de su Colección Fe-Cultura, presentará el próximo día 24 un nuevo texto, “La Decisión de Pilato: Un caso difícil para un prefecto romano del Siglo I”, obra de Juan Ignacio Moreno, Magistrado Juez del Tribunal Superior de Justicia de Canarias. Este acto tendrá lugar dicho día 24 a partir de las 19,00 horas en el Salón de Actos del Exconvento de Santo Domingo, San Cristóbal de La Laguna.  

Se han inaugurado las nuevas instalaciones del Hospital San Juan de Dios de Tenerife, ejecutadas con el objetivo de ampliar y modernizar su asistencia. El proyecto ha contado con una inversión de más de 3 millones de euros para renovar y mejorar áreas clave para sus usuarios: consultas externas, planta de hospitalización, sala de diagnóstico por la imagen y área de aparcamientos. El acto de inauguración comenzó tras la bendición de las nuevas infraestructuras por parte del Obispo de la Diócesis de Tenerife, Bernardo Álvarez.  

El martes 29 de mayo, a las 19’00 h., en el Salón de Actos del Seminario Diocesano de Tenerife, se celebrará una Asamblea de Alumnos de Ciencias Religiosas, en la que, entre otros temas, se informará sobre el Real Decreto de por el que se establece el nuevo régimen de equivalencia de los estudios y titulaciones de Ciencias Eclesiásticas de nivel universitario. 

El domingo, 3 de junio, celebramos la «solemnidad de la santísima e indivisa Trinidad, en la que confesamos y veneramos al único Dios en la Trinidad de personas, y la Trinidad de personas en la unidad de Dios». En esa solemnidad celebramos también la Jornada Pro Orantibus. Es un día para que valoremos y agradezcamos la vida de los monjes y monjas, que se consagran enteramente a Dios por la oración, el trabajo, la penitencia y el silencio.

El rector del Seminario Diocesano, Juan Pedro Rivero, ha enviado una misiva informando del próximo Cursillo de Discernimiento Vocacional. Esta oferta de pastoral vocacional se desarrollará en el seminario entre el 1 y el 8 de julio. A este curso están invitados todos aquellos jóvenes o adultos inquietos vocacionalmente con el ministerio sacerdotal de manera explícita y que estén cursando 4º de ESO. Bachiller o similar, universitarios o adultos. 

Una vez más, las misioneras eucarísticas de Nazaret proponen un rato de oración especialmente dirigido a los jóvenes. El punto de ´ENcuenTRO´ será -como siempre- la Capilla de San Jorge, en la Plaza de los Patos (Santa Cruz de Tenerife) y tendrá lugar el viernes 18 de mayo, a partir de las 20 horas.  

Manuel Segura Morales será investido doctor Honoris Causa de la Universidad de La Laguna el próximo día 21 de mayo, a las 18:00 horas, en el Paraninfo. Manuel Segura es Doctor en Filosofía y Ciencias de la Educación, y Jesuita. Ha sido durante muchos años, profesor de Psicología Educativa en la Universidad de La Laguna (ULL). Asimismo, ha publicado multitud de trabajos en diferentes ambientes y edades, y hoy, ya jubilado de la docencia, se dedica a impartir cursos a profesores de colegios e institutos y conferencias por varias universidades de todo el mundo. 

La iglesia de Candelaria del Lomo, cerrada hace cinco años debido al deterioro del techo y por lo tanto a la falta de seguridad para los feligreses, reabrió sus puertas el 13 de mayo. La celebración de la Eucaristía estuvo presidida por el Obispo y la misma se bendijeron el nuevo altar y el nuevo ambón. 

El taller de oración “Para en tu camino” está teniendo lugar este  trimestre en Icod de los Vinos, destinado a jóvenes de 14 a 30 años. La próxima cita será el 8 de junio, de 18:30 a 20:00 horas, en la iglesia de San Agustín.  Para asistir al mismo hay que avisar con unos días de antelación. Contacto: [email protected]

El Parque Etnográfico Pirámides de Güímar acoge el día 2 de Junio a las 21:30 una Noche Solidaria de Arte y Moda. Un evento que tiene por objetivo recaudar fondos para Cáritas Interparroquial de Güímar y la Asociación de Familias y Mujeres del Medio Rural. 

El Taller de Restauración y Conservación del Cabildo, después de recibir el visto bueno de la Comisión Mixta Obispado-Gobierno de Canarias, va a restaurar la talla de Nuestra Señora de Candelaria, imagen flamenca del siglo XVI, una de las más importantes que existen en la Isla, y que se venera en la iglesia principal de Tijarafe. 

Este domingo fue presentado tras una Eucaristía, el cartel oficial de la peregrinación extraordinaria de la imagen de Nuestra Señora de Guadalupe, a las parroquias de Roque Negro y Taganana, con ocasión del treinta aniversario de su llegada a 'Casas de la Cumbre'. Esta iniciativa tendrá lugar del uno al nueve de septiembre. El lema de esta peregrinación extraordinaria es: "Ven con nosotros a caminar". 

Cáritas Europa y otras 34 organizaciones de la sociedad civil han suscrito una declaración conjunta sobre el acceso a los servicios de salud por parte de los inmigrantes indocumentados en España, en la que recuerdan que “el acceso a la asistencia sanitaria es un derecho humano básico. Cáritas Española es miembro activo de Cáritas Europa y de otras dos de las redes europeas que suscriben el manifiesto, como EAPN y FEATNSA.  

El colectivo Asociación de Amigos de La Catedral de La Laguna ha ofrecido una conferencia impartida por la doctora en Ciencias Religiosas e Historia del Arte, Guillermina Casanova, en la sede de las Casas Capitulares. 

Recientemente, el Club de Leones de Icod de los Vinos concedió el drago de oro a Cáritas Arciprestal de la zona. Con la presencia del Director de Cáritas Diocesana, Leonardo Ruiz del Castillo. El sacerdote delegado de la Cáritas de la zona, Jorge Concepción, recogió el galardón. 

Ya se ha  publicado el boceto de la alfombra para el Corpus de La Orotava. El mismo se puede visualizar en el blog de Comunicación del Obispado. 

Recientemente, tuvo lugar en la Casa Tabor, la Convivencia de Pascua para los jóvenes del Arciprestazgo de Tacoronte, bajo el lema “Enchufados a la Palabra” y en línea con el vigente PDP. 

El barrio de Los Canarios en San Juan de la Rambla atrajo la atención durante todo el 12 de Mayo por los diversos actos que desde la mañana se organizaron con motivo de la fiesta litúrgica de San Pancracio. El párroco Sebastián García presidió la Eucaristía y en su homilía presentó al mártir Pancracio como modelo de fortaleza que surge de la fe. 

El próximo día 27 de mayo, saldrá hacia Israel la peregrinación de los caballeros y damas del Santo Sepulcro de Jerusalén, a Tierra Santa. Setenta personas forman esta peregrinación que dirige el Prior de la Orden en Canarias, Julián de Armas, entre miembros de la Orden y familiares y amigos.  

Cáritas Diocesana de Tenerife ha desarrollado esta semana un curso básico de formación al voluntariado en la tienda de comercio justo “El Surco”. 

Según informa el Secretariado Diocesano de Peregrinaciones, ya se ha abierto la inscripción para participar en la 46ª Peregrinación Diocesana a Tierra Santa, del 23 al 31 de Octubre de 2012, organizada por el Obispado de Tenerife. Todos los interesados podrán solicitar información en la propia Oficina, todos los martes y viernes, de 10:00 a 13:00 horas, llamando al teléfono 922.263.120. 

La contraportada del periódico “Diario de Avisos” del 15 de mayo, señala que el tema para el próximo Congreso Diálogo Fe-Cultura será la ciencia. Una iniciativa que nace como respuesta a la propuesta de Benedicto XVI para este año en la que invita a que se desarrolle el tema de la fe y la ciencia en los centros docentes o de formación vinculados a la Iglesia. 


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Jueves, 17 de mayo de 2012

Lectio divina para el viernes de la sexta semana de Pascua 2012, ofrecida por la Delegación Diocesana de Liturgia de la diócesis de Tenerife.

Lectura: 

“Juan 16, 20 23ª”

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Os aseguro que lloraréis y os lamentaréis vosotros, mientras el mundo estará alegre; vosotros estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en alegría.

La mujer, cuando va a dar a luz, siente tristeza, porque ha llegado su hora; pero, en cuanto da a luz al niño, ni se acuerda del apuro, por la alegría de que al mundo le ha nacido un hombre. También vosotros ahora sentís tristeza; pero volveré a veros, y se alegrará vuestro corazón, y nadie os quitará vuestra alegría. Ese día no me preguntaréis nada.»

Meditación: 

“Se alegrará”

Nuestra realidad viene cargada de ansias de vida y, al mismo tiempo, de realidades sombrías, que oscurecen y cierran los horizontes, y que hace que vivamos con el temor a cuestas. Parece ser como el signo de la historia que no logramos elevar por encima de nuestros deseos, y da la sensación de que vencen los signos de muerte, de violencias, de injusticias…, que no somos capaces de superar, y que parecen cernirse como una gran tela de araña que nos va envolviendo lenta pero implacablemente.

Pero tú, Señor, abogas por la humanidad. Estás seguro porque has introducido en ella la semilla de tu amor, la presencia de tu Espíritu, que desde lo profundo de la libertad humana va guiando con paciencia divina el rumbo de la humanidad hacia su sentido auténtico.

Tu seguridad habla de alegría por lo que se cumplirá, pero que no podemos esperar con brazos cruzados sino insertos en esa tarea, trabajadores incansables de esa meta, pregustando en muchos signos y gestos la verdad de tu palabra que se hace guiño y certeza en muchos gestos de amor, en muchos anhelos de corazones y mentes nobles.

Así la esperanza no es un sueño que adormece sino una batalla que se entabla desde ahora, con la seguridad de que el triunfo llegará, aunque la lucha sea dura, pero sabedores de que merece la pena, porque tú estás implicado en ella.

Oración: 

“Vislumbrar el camino”

Gracias, Señor, por la esperanza que abres en mi caminar. Gracias porque frente a tantas oscuridades, tu palabra llega como aliento fresco, como estímulo y caricia que nos hace sentirnos inmersos en tu historia de amor.          

Gracias, Señor, por ese rayo que ilumina nuestras confusiones, porque me ayuda a vislumbrar el camino y a construirlo contigo y desde ti.

Contemplación: 

“Sueños de vida”

Se encoje mi corazón
al vislumbrar el horizonte,
sombrío,
de una humanidad
que se cierra en sí;
de un hombre que apaga
las luces de su grandeza
y de su bondad innata.

Mientras, tú llegas
con una palabra de vida,
con una mano tendida,
con un gesto de amor
y una palabra de esperanza.

Siembras así una sonrisa
para hacerla brotar en mí
como una alegría inmensa
que viene cargada
de sueños de vida,
porque se apoya en ti.


Publicado por verdenaranja @ 23:12  | Liturgia
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Reflexión al evangelio del domingo de la Ascensión - B, ofrecido por la Delegación de Enseñanza de la diócesis de Tenerife.

NUEVO COMIENZO

         Los evangelistas describen con diferentes lenguajes la misión que Jesús confía a sus seguidores. Según Mateo, han de "hacer discípulos" que aprendan a vivir como él les ha enseñado. Según Lucas, han de ser "testigos" de lo que han vivido junto él. Marcos lo resume todo diciendo que han de "proclamar el Evangelio a toda la creación".

         Quienes se acercan hoy a una comunidad cristiana no se encuentran directamente con el Evangelio. Lo que perciben es el funcionamiento de una religión envejecida, con graves signos de crisis. No pueden identificar con claridad en el interior de esa religiónla Buena Noticiaproveniente del impacto provocado por Jesús hace veinte siglos.

         Por otra parte, muchos cristianos no conocen directamente el Evangelio. Todo lo que saben de Jesús y su mensaje es lo que pueden reconstruir de manera parcial y fragmentaria escuchando a catequistas y predicadores. Viven su religión privados del contacto personal con el Evangelio.

         ¿Cómo podrán proclamarlo si no lo conocen en sus propias comunidades? El Concilio Vaticano II ha recordado algo demasiado olvidado en estos momentos: "El Evangelio es, en todos los tiempos, el principio de toda su vida parala Iglesia". Ha llegado el momento de entender y configurar la comunidad cristiana como un lugar donde lo primero es acoger el Evangelio de Jesús.

         Nada puede regenerar el tejido en crisis de nuestras comunidades  como la fuerza del Evangelio. Solo la experiencia directa e inmediata del Evangelio puede revitalizar ala Iglesia. Dentrode unos años, cuando la crisis nos obligue a centrarnos solo en lo esencial, veremos con claridad que nada es más importante hoy para los cristianos que reunirnos a leer, escuchar y compartir juntos los relatos evangélicos.

         Lo primero es creer en la fuerza regeneradora del Evangelio. Los relatos evangélicos enseñan a vivir la fe, no por obligación sino por atracción. Hacen vivir la vida cristiana, no como deber sino como irradiación y contagio. Es posible introducir ya en las parroquias una dinámica nueva. Reunidos en pequeños grupos, en contacto con el Evangelio, iremos recuperando nuestra verdadera identidad de seguidores de Jesús.

         Hemos de volver al Evangelio como nuevo comienzo. Ya no sirve cualquier programa o estrategia pastoral. Dentro de unos años, escuchar juntos el Evangelio de Jesús no será una actividad más entre otras, sino la matriz desde la que comenzará la regeneración de la fe cristiana en las pequeñas comunidades dispersas en medio de una sociedad secularizada. 

José Antonio Pagola 

Red evangelizadora BUENAS NOTICIAS
20 de mayo de 2012
Ascensión del Señor (B)
Marcos 16, 15-20


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SOLEMNIDAD DE LA ASCENSIÓN
MONICIONES

PRIMERA LECTURA

La Ascensión del Señor y la venida del Espíritu Santo suponen el comienzo de la misión que se confía a los apóstoles y a todos los cristianos. Es también el comienzo de una esperanza: "El Señor volverá". Escuchemos con atención. 

SEGUNDA LECTURA

He aquí en la segunda Lectura  una oración de San Pablo. El Apóstol pide que tengamos una comprensión de la grandeza maravillosa que nos aguarda en el Cielo. 

EVANGELIO

         En el Evangelio Jesús, antes de subir al Cielo, envía solemnemente a los apóstoles a anunciar el Evangelio por toda la tierra y les asegura su presencia y su ayuda constante. 

COMUNIÓN

         En la Comunión recibimos al mismo Cristo que está en el Cielo, a la derecha del Padre. Por eso la Eucaristía es como un cielo anticipado. En ella tomamos parte de los bienes de allá arriba, de nuestra patria definitiva, y recibimos el alimento y la fuerza que necesitamos para no desfallecer por el camino. 


Publicado por verdenaranja @ 23:02  | Liturgia
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ZENIT nos ofrece la carta pastoral del obispo de Córdoba, monseñor Demetrio Fernández, con motivo de la celebración del domingo del Buen Pastor, jornada quela Iglesia dedica ala Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones.

Domingo del Buen Pastor: 'Tú sabes que te quiero'
Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones

El domingo IV de Pascua es el domingo del Buen Pastor. Aparece Jesús como el pastor que da la vida por sus ovejas, por cada uno de nosotros. El pastor que conoce a cada uno por su nombre, que nos cuida. En contraposición a los malos pastores que se aprovechan de las ovejas, que huyen cuando viene el lobo, que no les importan las ovejas.

Coincidiendo con este domingo celebramosla Jornada Mundialde Oración por las Vocaciones con el lema: “Las vocaciones, don dela Caridadde Dios”. La oración por las vocaciones de especial consagración es una intención que hemos de tener constantemente presente, porque se trata de una necesidad primaria dela Iglesia, pero enla Jornadaanual tenemos ocasión de reflexionar detenidamente sobre este aspecto de la vida dela Iglesia.

Necesitamos muchas vocaciones de especial consagración: en la vida contemplativa, monjes y monjas; en la vida apostólica del trabajo parroquial, de la atención a los necesitados de tantas carencias, de la tarea educativa, de la beneficencia; en la vida consagrada dentro del mundo, como son los institutos seculares y las vírgenes consagradas. Las vocaciones de especial consagración son el buen olor de Cristo, un perfume de alta calidad, que transparenta la belleza del Evangelio y de la vida cristiana.

La vocación es un don de Dios, porque es Dios el que llama, tocando el corazón y atrayendo suavemente como El sabe hacerlo. No violenta la libertad, sino que la sana para que pueda ser más libre en su respuesta. La vocación se cuece en el santuario de la conciencia donde Dios hace sentir su llamada y produce el atractivo de seguirle. La vocación es también respuesta de la libertad humana, es mérito de la persona humana que arriesga su vida, entregándola a Dios para el servicio de los hermanos.

Pero al mismo tiempo, la vocación es un don que se gesta enla Comunidad, enla Iglesia. Probablemente, los llamados hoy no percibirían la llamada, si no conocieran otras llamadas y respuestas en personas que han respondido anteriormente. En esto, como en todos los misterios de la fe, la transmisión se realiza por vía de testimonio. La vocación también se contagia, y Dios se sirve para llamar a nuevas vocaciones por la mediación de otros que han sido llamados y han respondido generosamente.

Esla Iglesiala que engendra y alimenta estas vocaciones, y dentro de ella las comunidades cristianas en las que se vive el Evangelio. Allí donde hay una comunidad viva, en el propio hogar, en la parroquia, en los grupos, movimientos y nuevas realidades eclesiales, allí brotan vocaciones. En nuestro viejo continente europeo, también. Hay vocaciones, Dios sigue llamando, aunque notamos la escasez en muchos ámbitos.La Jornadamundial de oración por las vocaciones nos lleva a esperar que se produzca un nuevo pentecostés y muchos jóvenes se sientan atraídos por esta manera de vivir el Evangelio en su más pura esencia.La JMJdel pasado agosto en Madrid fue una ocasión propicia para sentir esta llamada, que debe ser acompañada por la oración de todala Iglesia

La vocación es fruto del amor de Dios, dela Caridadde Dios para con los hombres. El amor de Dios suscita amor y provoca respuestas de amor. En el diálogo de Jesús con Pedro, cuando le llama para ponerle al frente de su Iglesia, Jesús le examina de amor: “Simón, ¿me quieres?” Pedro responde afirmativamente, y al ser preguntado reiteradamente, se abandona en las manos de Jesús para decirle: “Señor, tú lo sabes todo, tú sabes que te quiero” (Jn 21,17). El lema de este año nos sitúa ante ese amor de Dios, que va delante y que busca la correspondencia de una respuesta de amor, nos recuerda que sólo en la tensión del amor puede haber réplica vocacional, nos invita a pedir al Señor que por su Caridad infinita nos envíe nuevas vocaciones en todos los campos para afrontar con esperanza la tarea dela Nueva Evangelización.


Publicado por verdenaranja @ 22:54  | Hablan los obispos
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Mi?rcoles, 16 de mayo de 2012

ZENIT nos ofrece el texto del mensaje que los obispos españoles han dirigido a todo el pueblo de Dios, con motivo de la próxima proclamación de san Juan de Ávila como Doctor dela Iglesia Universal.

“Sepan todos que nuestro Dios es Amor”

Queridos hermanos:

El papa Benedicto XVI proclamará próximamente a san Juan de Ávila Doctor dela Iglesia Universal.Así lo anunció en la memorable Jornada Mundial dela Juventud, celebrada en Madrid, donde nos invitó a “volver la mirada” hacia el Santo y a perseverar en la misma fe de la que él fue Maestro.

Pero, ¿quién es san Juan de Ávila?, ¿cuál es la actualidad de su vida y de su mensaje?, ¿qué significa que vaya a ser proclamado Doctor dela Iglesia?

Rasgos biográficos

Messor eram (Fui segador). El epitafio que aparece en su sepulcro refleja a la perfección quién fue san Juan de Ávila: un predicador que siempre ponía en el centro de su mensaje a Cristo Crucificado y que buscaba con sus palabras, sencillas y profundas, tocar el corazón y mover a la conversión de quien le estaba escuchando.

Juan de Ávila nació en 1499 ó 1500 en Almodóvar del Campo (Ciudad Real), donde creció y se formó en un ambiente cristiano. Estudió Leyes enla Universidadde Salamanca y Artes y Teología en la de Alcalá. Fue ordenado sacerdote en 1526. Celebró su primera misa solemne en su pueblo natal y lo festejó invitando a los pobres a su mesa y repartiendo entre ellos su cuantiosa herencia.

Cuando estaba a punto de embarcar para irse a América, el Arzobispo de Sevilla cambió sus planes. Éste quedó encantando con su actividad evangelizadora y le pidió que se quedase a ejercer el ministerio en España. Juan de Ávila recorrió pueblos y ciudades de Andalucía,La Manchay Extremadura. Residió en Granada, donde ya figura con el título de Maestro; y permaneció durante los últimos quince años de su vida en Córdoba, diócesis de la que fue presbítero. Murió en Montilla, el 10 de mayo de 1959. Allí se veneran sus reliquias en el Santuario que lleva su nombre.

San Juan de Ávila fue un gran conocedor dela Sagrada Escritura.Sobre él se decía que si, por desgracia,la Bibliase llegara a perder, él solo la restituiría ala Iglesia, porque se la sabía de memoria. Y fue también un gran escritor. Entre sus libros principales se encuentra el tratado de vida espiritual Audi, filia, que comenzó a escribir cuando estuvo recluido en la cárcel inquisitorial de Sevilla, debido a acusaciones infundadas de las que salió completamente absuelto. Además, entre otras obras, escribió el Tratado del amor de Dios, el Tratado sobre el Sacerdocio, la Doctrina Cristiana (un Catecismo que podría ser recitado y cantado), dos importantes Memoriales que tuvieron notoria influencia en el Concilio de Trento, las Advertencias al Concilio de Toledo, numerosos Sermones, Pláticas espirituales y un espléndido Epistolario.

Originalidad y actualidad de un Maestro

La originalidad del Maestro Ávila se halla en su constante referencia ala Palabrade Dios; en su consistente y actualizado saber teológico; en la seguridad de su enseñanza y en el cabal conocimiento de los Padres, de los santos y de los grandes teólogos.

Gozó del particular carisma de sabiduría, fruto del Espíritu Santo, y convencido de la llamada a la santidad de todos los fieles del pueblo de Dios, promovió las distintas vocaciones enla Iglesia: laicales, a la vida consagrada y al sacerdocio.

Desprendido, generoso y, sobre todo, enamorado de Dios, vivió desposeído de los bienes materiales, pero con el corazón lleno de fe y de entusiasmo evangelizador, dedicado por entero a la oración, al estudio, a la predicación y a la formación de los pastores del pueblo de Dios. Para ello fundó una quincena de colegios, precedentes de los actuales Seminarios, y la universidad de Baeza (Jaén).

En sus discípulos dejó una profunda huella por su amor al sacerdocio y su entrega total y desinteresada al servicio dela Iglesia. Centradoen el que el llamaba “el beneficio de Cristo”, podemos calificarlo como el Doctor del amor de Dios a los hombres en Cristo Jesús; el maestro y el místico del beneficio de la redención. Estas son sus palabras: “Grande misericordia y grande favor fue sacarnos de las miserias y del captiverio en que estábamos, y sacarnos para hacernos no siervos, sino hijos”.

Fue Maestro y testigo de vida cristiana; contemporáneo de un buen número de santos que encontraron en él amistad, consejo y acompañamiento espiritual como, por ejemplo, San Ignacio de Loyola, San Juan de Dios, San Francisco de Borja, San Pedro de Ribera, San Juan dela Cruz, San Pedro de Alcántara, Santo Tomás de Villanueva, o la misma Santa Teresa de Jesús.

Otro español, Doctor dela Iglesia

Un Doctor dela Iglesiaes quien ha estudiado y contemplado con singular clarividencia los misterios de la fe, es capaz de exponerlos a los fieles de tal modo que les sirvan de guía en su formación y en su vida espiritual, y ha vivido de forma coherente con su enseñanza.

Hasta el momento, los Doctores dela Iglesiason 33. Entre ellos, se encuentran otros tres españoles: San Isidoro de Sevilla, San Juan dela Cruzy Santa Teresa de Jesús.

San Juan de Ávila fue declarado patrono del clero secular de España en 1946 por Pío XII y canonizado en 1970 por Pablo VI.

Peregrinación a Roma y celebraciones en España

Invitamos a todo el pueblo de Dios a participar en los actos que tendrán lugar en Roma, con motivo del gran acontecimiento que supondrá la proclamación de San Juan de Ávila como Doctor dela Iglesia Universal.Se anunciará cómo hacerlo cuando el Papa decida la fecha de los actos. También en España se organizarán celebraciones oportunamente.

En http://sanjuandeavila.conferenciaepiscopal.es se puede obtener información sobre su figura y sobre las actividades previstas con motivo de su doctorado.

El testimonio de fe del Santo Maestro sigue vivo y su voz se alza potente, humilde y actualísima ahora, en este momento crucial en que nos apremia la urgencia de una nueva evangelización. Porque pasan los tiempos, pero los verdaderos creyentes como él son siempre contemporáneos.

Concluimos haciendo nuestra la súplica del San Juan de Ávila en una de sus cartas (n.21) y pidiendo al Señor que el Doctor del amor de Dios nos ayude a acrecentar este amor y a fortalecer nuestra fe:

“La fe es sosiego del corazón.
No hay cosa que tanto os conviene tener
para llegar al fin de la jornada en que Dios os puso
como de corazón confiar en Él”.

Madrid, 27 de abril de 2012


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Documento de la 103ª Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Argentina (27 de abril de 2012) (AICA)

REFLEXIONES Y APORTES SOBRE ALGUNOS TEMAS VINCULADOS A LA REFORMA DEL CÓDIGO CIVIL

PRESENTACIÓN 

1. Nuestro país vive momentos de particular relevancia política que hacen a su vida y cultura como nación. Son momentos de trascendencia histórica que debemos asumir con responsabilidad por su significado actual y futuro. En este contexto debemos ubicar la reforma del Código Civil, como marco jurídico básico que regula la vida del hombre y sus relaciones en la sociedad desde el inicio de su vida. Su reforma nos compromete, no podemos, por ello, permanecer indiferentes ni ser espectadores de decisiones que nos involucran y que requieren de una madura reflexión y de una amplia participación federal. No caben urgencias en temas de tanta trascendencia.

2. El Código Civil por su carácter estable y modélico, al definir obligaciones y derechos de las personas e instituciones no es algo neutro, sino que a través de él se expresan doctrinas o corrientes de pensamiento que van a incidir en la vida de los argentinos. Junto a las necesarias actualizaciones que la reforma busca realizar, creemos que el nuevo Código debe tener en cuenta la riqueza de nuestras tradiciones jurídicas y constitucionales, como los principios y valores que hacen a nuestra vida e identidad. Necesariamente en un Código Civil se presentan opciones que definen materias e institutos que rigen y orientan la vida de una comunidad. Entre ellas queremos señalar, en primer lugar, la necesidad del reconocimiento del comienzo de la vida humana desde la concepción y su necesaria protección jurídica. Debilitar este principio liminar es disminuir la base jurídica de un sistema y orientar, por su misma autoridad, el alcance de futuras leyes sobre la entidad de los embriones congelados.

3. En segundo lugar, la valoración de la familia fundada sobre el matrimonio, como relación estable del varón y la mujer y ámbito primero en la educación de los niños. La familia es una realidad con profundas raíces en el pueblo argentino y a lo largo de todo el país. Ella es una institución que por su riqueza e historia es un bien que es garantía para la sociedad. Finalmente, adquieren un lugar destacado y de grave responsabilidad jurídica los derechos del niño, sea respecto de su vida e identidad, como el justo conocimiento de sus derechos de filiación, paternidad y maternidad. Cuando se privilegian en estos temas los deseos o voluntad de los adultos, se descuidan los derechos esenciales del niño. Cuando se parte, en cambio, del valor único e irrepetible de la vida concebida, el adulto tiene más obligaciones que derechos. No todo lo que es técnicamente posible y deseado en el manejo de la vida es necesariamente ético y respeta su dignidad. El límite, en estos casos, es tanto un acto de sabiduría política como de ejemplaridad jurídica. 

1. NUESTRA RESPONSABILIDAD SOCIAL 

4. Las autoridades nacionales han puesto en marcha el proceso legislativo para la sustitución de los actuales códigos Civil y de Comercio, por un nuevo Código Civil unificado. Se trata sin duda de una de las reformas legislativas de mayor trascendencia, por tratarse de normas que afectarán en forma directa la vida cotidiana de todos los argentinos.

5.La Iglesia, que es parte integrante de la sociedad, siente la obligación moral de hacer oír su voz. Somos portadores de una herencia y responsables de hacernos eco de las voces de millones de hermanos que a diario nos confían sus preocupaciones, alegrías, dificultades y esperanzas.La Iglesia Católicasiente que tiene el derecho y el deber de hacer conocer a toda la sociedad su pensamiento en estas delicadas materias, proponiéndolo a través de una argumentación razonada y fundada. 

2. EL VALOR DELA LEY

6. Las leyes son necesarias para la buena vida social. Su contenido no es indiferente, porque las leyes son indicativas de las conductas que la sociedad considera valiosas, para alentarlas y protegerlas, o disvaliosas, para prohibirlas o castigarlas. En ese sentido, la ley, sin identificarse con la moral, tiene un indudable contenido moral. No hay leyes moralmente neutras.

7. El Código Civil en particular regula las relaciones jurídicas de las personas en cuanto tales, desde el comienzo de su existencia hasta después de que ella ha finalizado, las relaciones de familia, y también las relaciones de orden patrimonial, tales como las obligaciones y los contratos, las relaciones de las personas entre sí y con las cosas de las que se sirven. Lo que diga y cómo lo diga no es indiferente. La ley no es una mera fotografía de lo que ocurre, sino una orientación de lo que se espera y desea que ocurra en esas relaciones interpersonales: tiene una función docente y modélica.

8. Por lo tanto, el legislador no puede limitarse a constatar que algo existe en la realidad, o puede existir, para darle valor legal -es decir, de norma, o regla de conducta-, sin un previo juicio de valor. En la vida cotidiana se verifican conductas perjudiciales al bien común, que deben ser reprobadas y no convalidadas por el sólo hecho de que algunas personas las lleven a cabo. En este sentido, si bien es cierto que toda persona es digna del mayor respeto, no toda opinión o proposición lo es en el mismo grado. Es necesario tamizar las distintas opiniones y propuestas, en orden a ese bien común, que es “el bien de ese «todos nosotros», formado por individuos, familias y grupos intermedios que se unen en comunidad social. No es un bien que se busca por sí mismo, sino para las personas que forman parte de la comunidad social, y que sólo en ella pueden conseguir su bien realmente y de modo más eficaz”[1].

9. Como ha dicho Benedicto XVI, “¿Dónde se encuentra la fundamentación ética de las deliberaciones políticas? La tradición católica mantiene que las normas objetivas para una acción justa de gobierno son accesibles a la razón, prescindiendo del contenido de la revelación. En este sentido, el papel de la religión en el debate político no es tanto proporcionar dichas normas, como si no pudieran conocerlas los no creyentes. Menos aún proporcionar soluciones políticas concretas, algo que está totalmente fuera de la competencia de la religión. Su papel consiste más bien en ayudar a purificar e iluminar la aplicación de la razón al descubrimiento de principios morales objetivos”[2]. Lo que queremos proponer a nuestros conciudadanos en general, y a quienes tienen responsabilidad en el proceso legislativo en particular, no es una imposición religiosa, sino que en la Argentina la ley respete simplemente la verdad de la persona, de la familia y de la sociedad[3]. 

3. EL CÓDIGO CIVIL PROYECTADO 

10. El Anteproyecto de Código Civil que se ha conocido, es sin duda el fruto del encomiable esfuerzo de muchas personas, que han aportado su sabiduría y experiencia en distintos temas. Ha sido presentado, como el fruto de muchos años de debates y trabajos jurídicos, y de la reflexión de los juristas y las decisiones de los jueces en el marco de la legislación hoy vigente. Eso es cierto en buena medida, pero no en algunos temas vinculados a la vida humana y a la familia. Por otra parte, el Código es un delicado entramado de soluciones técnicas para situaciones y problemas muy diversos, sobre las que no nos pronunciamos.

11. Vemos en la obra codificadora un esfuerzo de actualización y de atención a las nuevas posibilidades que abre el desarrollo científico y tecnológico. Con la cautela que implica reconocer que no todo lo que es técnica o científicamente posible es moralmente aceptable -y por lo tanto, digno de ser aprobado por la ley-, hay en esto un hecho positivo. Valoramos especialmente la atención puesta al desarrollo creciente de los derechos humanos y su protección jurídica, expresada por ejemplo en el reconocimiento de algunos de los derechos personalísimos, o la preocupación por proteger la vivienda familiar.

12. Valoramos que se hayan tenido en cuenta distintas situaciones que hacen a los derechos de las comunidades indígenas. En otro orden de cosas, nos preocupa cierto reglamentarismo que propone el Anteproyecto en relación a las asociaciones civiles, e incluso a las simples asociaciones. Esas formas asociativas son parte esencial de la sociedad civil y, por ello, debería evitarse sobrecargarlas de exigencias e interferencias del Estado en su vida interna.

13. Hay sin embargo algunas cuestiones, que tanto a nuestro juicio de pastores, como en la opinión de muchos juristas y expertos, merecen una mayor reflexión. Es necesaria en el Código una formulación de ciertos principios, más respetuosa de la dignidad propia de toda vida humana desde su comienzo en el momento de la concepción y hasta su fin natural, de los derechos de la familia fundada en el matrimonio, y de los derechos de los más débiles, en particular los niños ya nacidos, y todavía por nacer. Es en estas materias, el estatuto de la persona humana y de la familia, en las que quisiéramos detenernos particularmente. Notamos que en las soluciones propuestas en este campo, ha influido una ideología individualista y una concepción de familia ajena a las tradiciones nacionales y al sentir y vivir de la gran mayoría de nuestro pueblo. 

4.LA PERSONA EXISTE DESDE LA CONCEPCIÓN. 

14. Afirmamos sin lugar a dudas, que todo ser humano merece el reconocimiento de su personalidad jurídica en todas partes y sin distinción de condición alguna (en consonancia con el Art. 6 dela Declaración Universalde Derechos Humanos). Y sabemos, porque la ciencia así lo demuestra, que la vida humana comienza desde el momento de la concepción, en la que se configura un ser humano nuevo, único e irrepetible. Hoy día, por la técnica algunos seres humanos son concebidos fuera del seno materno, en laboratorios. Pero no existe ninguna diferencia ontológica entre un ser humano concebido dentro o fuera del seno materno. El hecho de que por decisiones de los padres o de los laboratorios, el desarrollo del embrión en algunos casos se detenga artificialmente, no altera en nada su condición de ser humano.

15. La tradición jurídica nacional y el contexto constitucional a partir de 1994 obligan al reconocimiento pleno de la dignidad humana y la personalidad jurídica de todo ser humano sin distinción. Cuando con proverbial sabiduría, el Código Civil argentino proclamó que la persona existe “desde la concepción en el seno materno”, no excluyó la concepción extrauterina -en esa época imposible de imaginar-, sino que afirmó el principio esencial de que toda vida humana, desde el momento inicial, y sin distinción de cualidades o accidentes (art. 51 CC) es digna del respeto debido a una persona humana. Normas posteriores y de elevada jerarquía, como la ley aprobatoria dela Convenciónde los Derechos del Niño, confirmaron sin duda que la persona es tal desde la concepción, sin distinguir según ella ocurra dentro o fuera del seno materno.

16. No reconocer esta igual dignidad, tal como ocurre en el Anteproyecto, significa introducir una discriminación injusta pues algunos seres humanos en estado embrionario son considerados personas -los concebidos en el seno materno, o los implantados en él-, mientras que a otros se les niega ese status básico -los concebidos fuera del seno materno, antes de su implantación-. En este último caso no queda claro cuál es el status o situación jurídica de estos embriones, que por tanto quedan en un estado de absoluta desprotección, abriendo la posibilidad de atentados contra la vida de seres humanos inocentes e indefensos.

17. Comprendemos la dificultad jurídica que implica, por ejemplo, reconocer derechos patrimoniales y sucesorios a los embriones no implantados, pero la solución no es desconocer la dignidad y los derechos personalísimos que se derivan de su condición humana, sino en todo caso impedir -y no promover- su producción mediante una moratoria en la utilización de estas técnicas. Remitir la protección del embrión no implantado a una ley especial aun no existente, si bien abre alguna esperanza, resulta insuficiente para evitar atentados presentes o futuros contra la vida o dignidad de esos seres humanos, expuestos a la comercialización, industrialización o destrucción. Es inadmisible también la posibilidad de experimentación con los embriones no implantados. 

5. LA FAMILIA Y EL MATRIMONIO 

18. La familia fundada en el matrimonio entre un varón y una mujer, perdurable y estable, es el modo óptimo de crianza de los niños y de organización familiar y social. Recordando que la familia es anterior al Estado, éste debe apoyar y acompañar los modelos exigentes de vida en los que los esposos se comprometen a la fidelidad, la cohabitación, la asistencia recíproca y el bien de los hijos. Si el Código Civil dejase de prever tales deberes del matrimonio, la institución se vaciaría de contenido en desmedro de los propios esposos y del bien superior de los niños y su derecho a crecer y ser educados en el ámbito de una familia estable. Consideramos que toda reforma tiene que recoger y valorar la tradición jurídica y cultural de nuestro país que valora y respeta esos rasgos en el matrimonio.

19. Se afirma que actualmente hay muchas formas de organización familiar, y que todas ellas deben ser igualmente admitidas y protegidas por la ley. Pero no cualquier forma de convivencia es igualmente valiosa, respetuosa de la verdad de la naturaleza humana, y de los derechos de la mujer y de los hijos. La ley debe proponer –como hizo siempre y en la perspectiva del bien común- un modelo de familia, y apoyarlo, más allá de que haya personas que en ejercicio de su libertad opten por otras formas de vida. Debería fomentar y no desalentar los proyectos de vida más estables y comprometidos.

20. En ese sentido, la equiparación casi absoluta entre el matrimonio y la llamada “unión convivencial”, no contribuye a dignificar a aquél. Es cierto que en ocasiones la ruptura de uniones prolongadas perjudica a la parte más débil, generalmente la mujer, y también que eventualmente a ella pudo haberle faltado algún grado de libertad para vincularse de ese modo en lugar de celebrar un matrimonio. Pero la solución a esto es una educación adecuada de la responsabilidad, que prepare para asumir el compromiso público que el matrimonio significa. La falta de formalización del vínculo, que puede obedecer a distintas razones, no justifica que se desvalorice la realidad del matrimonio.

21. La falacia del argumento según el cual se procura dar reconocimiento legal a las “diversas formas de familia", queda de manifiesto cuando se advierte que el Anteproyecto no reconoce en absoluto al matrimonio indisoluble caracterizado por el compromiso de fidelidad y de apertura al bien de los hijos, tal comola Iglesiapropone a sus fieles, lo mismo que otras confesiones religiosas, y la ley natural lo expresa. Sólo formas débiles e inestables de familia son propuestas y reguladas por el Anteproyecto. 

6.LA PROTECCIÓN DE LOS NIÑOS 

22. El régimen de la paternidad, la maternidad y la filiación, así como otras instituciones proyectadas, generan incertidumbre en torno a la protección de los derechos de los niños. Una sociedad que no privilegie los derechos e intereses de los niños por sobre los de los adultos, se empobrece socialmente.

23. La regulación de los efectos de las técnicas de fecundación artificial, lamentablemente legitimadas ignorando las objeciones ético-jurídicas de fondo que merecen, y sin un marco de control previo, privilegia un supuesto “derecho al hijo”, por sobre los derechos del hijo a la vida y al respeto de su intrínseca dignidad y el principio de originalidad en la transmisión de la vida humana. Las técnicas de fecundación artificial suponen con frecuencia mecanismos de selección de los embriones más aptos, con descarte de los demás. Los embriones sobrantes podrían ser objeto de compra y venta para experimentación o utilización en productos industriales. No hay mecanismos que eviten estas derivaciones injustas en el anteproyecto de Código Civil.

24. El Anteproyecto, además, niega a los niños concebidos mediante las técnicas de fecundación artificial el acceso al establecimiento del vínculo filiatorio biológico, mientras que sí se lo permite en otras filiaciones. Se discrimina así entre categorías de hijos con más o menos derechos según el modo en que fueron concebidos y se conculca el derecho a la identidad de los niños, que no puede quedar sujeta a la voluntad de los adultos. Todos los niños tienen derecho a conocer a sus padres y en la medida de lo posible ser criados por ellos (Art. 7, inciso 1, Convención Sobre los Derechos del Niño).

25. En materia de adopción, no se privilegia el interés superior de los niños, que consiste en tener un padre y una madre unidos en matrimonio. La adopción debe tener en mira ese interés integral de los niños, y no el deseo de los adultos. 

7. LOS PROBLEMAS DE LA PROCREACIÓN ARTIFICIAL 

26.La Iglesia considera que la fecundación artificial debería ser prohibida por las objeciones éticas y jurídicas que merece. Sin perjuicio de ello, en caso que se lleve adelante la fecundación extracorpórea, el ser humano concebido de esta manera tiene, como ya hemos dicho, el mismo estatuto, dignidad y derechos que cualquier otro. En el derecho comparado podemos ver que existen países que han limitado los daños provocados por el uso de estas técnicas, restringiendo el acceso a ellas a los matrimonios formados por varón y mujer, y prohibiendo la crioconservación de embriones, entre otras restricciones.

27. El Anteproyecto ha optado por regular sólo algunas consecuencias de la reproducción artificial, lo que deja abiertas múltiples cuestiones. Pareciera que cualquier cosa es lícita en esta materia, librada al novedoso concepto de la “voluntad procreacional” de pretensos progenitores, por la que no es padre o madre quien realmente lo es, sino quien quiere serlo para satisfacer un deseo propio.

28. En ese marco, es particularmente grave la posibilidad de fecundación post mortem -admitida en el Anteproyecto-, que no respeta el derecho de los niños a ser criados por sus padres en la medida de lo posible. A diferencia del caso en que una madre esté encinta y enviude antes de dar a luz, en el que la orfandad surge de un imponderable de la naturaleza,la Iglesiaconsidera que no es aceptable crear deliberadamente orfandades amparadas por la ley. Como tampoco lo es atribuir la filiación de un niño a dos personas del mismo sexo, privándolo del bien de un padre y una madre.

29. En cambio, resulta loable la disposición que prohíbe la manipulación genética en los embriones. 

8. PROTEGER Y DIGNIFICAR A LA MUJER 

30. Reconocemos con satisfacción que hay un esfuerzo en el Anteproyecto por atender con delicadeza a la protección de los derechos de la mujer. Pero al mismo tiempo, resulta agraviante a la dignidad de las mujeres y de los niños la posibilidad de la existencia del alquiler de vientres, denominado eufemísticamente maternidad subrogada o gestación por sustitución.

31. La regulación de la maternidad subrogada no ha surgido de un reclamo social ni es consistente con las tradiciones jurídicas, principios, valores y costumbres del pueblo argentino, que hasta hoy considera nulo a este tipo de contrato por la inmoralidad de su objeto. El “alquiler de vientres” degrada a la mujer gestante, arriesga crear más desigualdad por la explotación para estos fines de mujeres pobres, y desconoce el profundo vínculo psicológico que se establece entre ella y el niño al que da a luz. 

9. LOS DERECHOS PERSONALÍSIMOS 

32. Más allá de las particularidades de su regulación, que pueden ser en algunos casos opinables, resulta encomiable que el Anteproyecto se ocupe de la protección de los derechos personalísimos.

33. Es imprescindible que al prever en ese marco la posibilidad de dar directivas anticipadas respecto de la propia salud, la prohibición de la eutanasia quede suficientemente clara en la ley.

34. Es positiva la previsión contenida en el Anteproyecto acerca de las exequias de las personas, que da cuenta del respeto debido al cuerpo humano aún después de la muerte. Sin embargo, sería oportuno que se prevea en forma expresa la necesidad de respetar las creencias y principios religiosos del fallecido, tal como se hacía en proyectos anteriores que sin duda han sido fuente del actual en ésta y otras materias. 

10. NECESIDAD DE UN AMPLIO DEBATE 

35. Como ciudadanos y pastores, nos congratulamos del anuncio realizado porla Señora Presidentadela Naciónde que el proyecto de Código Civil será sometido a un amplio debate antes de su aprobación.

36. Sabemos bien que una obra legislativa de esta magnitud tiene una arquitectura compleja y delicada, que no admite recortes, adiciones o cambios inopinados. Esa dificultad, más que desalentar el debate, debería ser motivo de estudios profundos y de propuestas meditadas y serias, que cuenten con el tiempo necesario para su formulación y estudio.

37. En ese sentido, exhortamos a los juristas, los colegios profesionales y las facultades de Derecho –en primer lugar, por nuestra directa responsabilidad, a aquellas pertenecientes a las universidades católicas– a comprometerse en esta tarea noble y ardua, que hace a la vida y cultura dela Nación.

38. En el marco de la 103ª Asamblea Plenaria dela Conferencia EpiscopalArgentina, hemos querido proponer como Iglesia, comprometidos con la vida de nuestra Patria y el bien de nuestros hermanos, estas reflexiones que están orientadas a contribuir a la mejor reforma del Código Civil, en temas que consideramos de mayor importancia en orden a garantizar la dignidad de la vida concebida, el valor del matrimonio y la familia, y la protección de todos los derechos del niño. En este momento que consideramos de trascendencia histórica para la vida de nuestra Patria, invocamos la protección dela Virgen María, Nuestra Madre de Luján, Patrona dela Argentina. 

103ª Asamblea Plenaria de la Conferencia EpiscopalArgentina
27 de abril de 2012

 

[1]          Benedicto XVI, Caritas in veritate, 7.

[2]          Benedicto XVI, discurso en Westminster Hall, 17 de septiembre de 2010.

[3]          Como ejemplifica el Papa en el discurso al Parlamento Alemán, 22 de septiembre de 2011: “La importancia de la ecología es hoy indiscutible. Debemos escuchar el lenguaje de la naturaleza y responder a él coherentemente. Sin embargo, […] hay también una ecología del hombre. También el hombre posee una naturaleza que él debe respetar y que no puede manipular a su antojo. El hombre no es solamente una libertad que él se crea por sí solo. El hombre no se crea a sí mismo. Es espíritu y voluntad, pero también naturaleza, y su voluntad es justa cuando él respeta la naturaleza, la escucha, y cuando se acepta como lo que es, y admite que no se ha creado a sí mismo. Así, y sólo de esta manera, se realiza la verdadera libertad humana”.


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"Para que María, Reina del mundo y Estrella de la evangelización, acompañe a todos los misioneros en el anuncio de su Hijo Jesús" - Comentario a la Intención Misionera de mayo 2012

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - Por voluntad de Dios, María, como Madre del Verbo Encarnado está unida indisolublemente a la persona y a la obra de su Hijo. Con su sí, dado de una vez para siempre y renovado cada día, Ella se puso completamente a disposición del Señor. Ella es modelo y tipo de la Iglesia.


En el pasaje lucano de la Visitación, vemos a María ponerse en camino hacia Ain Karim, para asistir a su prima Isabel. Acaba de recibir en su seno a Jesús, concebido virginalmente por obra del Espíritu Santo. Inundada por la alegría, se pone en camino con prisas. El amor la urge a llevar a Isabel la Buena Noticia: el Salvador, Jesús, está entre los hombres. María no puede guardar para sí misma esta gracia. Como dice el Papa Benedicto XVI: "El viaje de María es un auténtico viaje misionero. Es un viaje que la lleva lejos de casa, la impulsa al mundo, a lugares extraños, a sus costumbres diarias; en cierto sentido, la hace llegar hasta confines inalcanzables para ella. Está precisamente aquí, también para todos nosotros, el secreto de nuestra vida de hombres y de cristianos. Nuestra existencia, como personas y como Iglesia, está proyectada hacia fuera de nosotros. Como ya había sucedido con Abraham, se nos pide salir de nosotros mismos, de los lugares de nuestras seguridades, para ir h acia los demás, a lugares y ámbitos distintos. Es el Señor quien nos lo pide: «Recibiréis la fuerza del Espíritu Santo, que vendrá sobre vosotros, y seréis mis testigos... hasta los confines de la tierra» (Hch 1, 8). (Discorso per la conclusione del mese mariano, 31 maggio 2010).

Por una parte, María nos precede en la peregrinación de la fe. Ella misma se ha fiado de Dios, y dejando atrás sus seguridades se ha puesto en camino. Ha seguido a su Hijo hasta el final, y le acompaña manteniéndose al pie de la cruz. Se ha convertido así en Madre de la Iglesia. Ella nos acompaña con amor materno, y nos recuerda que su Hijo está siempre con nosotros, como nos lo prometió: "Yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo (Mt 28, 20)".

Benedicto XVI señala que María se quedó con Isabel tres meses y durante ese tiempo se dedicó a ayudarla, a prodigarla los cuidados y las atenciones que necesitaba en su estado delicado, dada su maternidad en edad avanzada. María, que se había proclamado esclava del Señor, se dedicó a servir a los hombres, en quienes descubrió la presencia de Dios.

Pero la misión principal de su viaje no era simplemente el servicio de caridad, sino llevar a Isabel el Hijo que había concebido en su seno. María quiere, por encima de todo, ayudar a otros a encontrar a Jesús. "Nos encontramos así en el corazón y en el culmen de la misión evangelizadora. Este es el significado más verdadero y el objetivo más genuino de todo camino misionero: dar a los hombres el Evangelio vivo y personal, que es el propio Señor Jesús. Y comunicar y dar a Jesús --como atestigua Isabel-- llena el corazón de alegría: «En cuanto llegó a mis oídos la voz de tu saludo, saltó de gozo el niño en mi seno» (Lc 1, 44). Jesús es el verdadero y único tesoro que nosotros tenemos para dar a la humanidad. De él sienten profunda nostalgia los hombres y las mujeres de nuestro tiempo, incluso cuando parecen ignorarlo o rechazarlo" (Benedicto XVI, Discurso por la conclusión del mes mariano, 31 mayo 2010).
Que la Madre de Dios acompañe a nuestros misioneros en sus dificultades, que les acompañe con su amor materno, que les haga sentir el gozo y la alegría de llevar a Cristo a los hombres. (Agencia Fides 27/04/2012)


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Martes, 15 de mayo de 2012

ZENIT  ns  ofrece la carta pastoral firmada por monseñor Pedro Daniel Martínez, Obispo de San Luis en la Argentina, ante los acontecimientos que vienen ocurriendo en dicho país sudamericano.

 

El hombre: ‘imagen y semejanza de Dios’

Con la presente Carta Pastoral me dirijo a Ustedes, mis queridos fieles de San Luis, y a todos los hombres de buena voluntad con ocasión de los presentes debates suscitados a raíz de posibles promulgaciones de leyes contrarias a la vida del ser humano. Ante la duda y confusión que podrían tener al respecto, es mi deber como Obispo trasmitirles la enseñanza tradicional de la Iglesia acerca de la vida del hombre, como don de Dios. Les escribo esta Carta Pastoral movido por la caridad de Cristo, la caridad de la verdad y la verdad de la caridad. Veritas in caritate, es el lema de mi Escudo episcopal.

La vida es algo sumamente delicado, importante y fundamental, para todos los hombres y especialmente para los cristianos. Pues la Revelación divina afirma que el hombre ‘es creado a imagen y semejanza de Dios’ para un destino de vida plena y perfecta, de allí su dignidad (cfr. Gn 1, 26-28; 9. 5-6). La vida tiene un valor sagrado, incluso cuando se viva en circunstancias difíciles. Importante y fundamental también porque se refiere al primero de los derechos de cada ser humano: a la vida. Finalmente, importante y fundamental para nosotros en San Luis porque esta realidad se encuentra hondamente enraizada en nuestras convicciones y modo de vida.

I. La vida del hombre

1.Dios forma, plasma y conoce a cada hombre desde el seno materno (cfr. Jr 1, 5;Job 10, 8-12; Sal 22, 10-11). Incluso “lo ve mientras es todavía un pequeño embrión informe y que en él entrevé el adulto de mañana, cuyos días están contados y cuya vocación está ya escrita en el «libro de la vida» (cfr. Sal 139 / 138, 1. 13-16)” (Beato Juan Pablo II, Encíclica, Evangelium vitae (25.III.1995), n. 61). La Iglesia afirma que la vida humana es sagrada y permanece siempre en una radical relación con su Creador y Redentor, su fin último. Sólo Dios es Señor de la vida desde su comienzo y es Él mismo quien la volverá a tomar (Cfr. Gn 2, 7; Sab 15, 11). Hemos sido creados para la felicidad y vivir en comunión con Dios eternamente: “Esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a tu enviado,Jesucristo” (Jn 17, 3). Hemos sido creados para ‘ver a Dios’!

2. La Iglesia y también la biología humana, al afirmar la vida humana desde su inicio, reconocen que “en el cigoto resultante de la fecundación está ya constituida la identidad biológica” de un nuevo ser humano, irrepetible y por ello “debe ser respetado y tratado como persona [...] y [...] se le deben reconocer los derechos de la persona, principalmente el derecho inviolable a la vida de todo ser humano inocente” (Congregación para la Doctrina de la Fe, Instrucción, Donum vitae(22.II.1987), I, 1).

Es decir, que el ser humano desde sus primeros instantes de vida, no se puede reducir a un simple conjunto de células. Precisamente porque el “cuerpo embrionario se desarrolla progresivamente según un “programa” bien definido y con un fin propio, que se manifiesta con el nacimiento de cada niño” (Congregación para la Doctrina de la Fe, Instrucción, Dignitas personae (8.IX.2008), n. 4). Se trata ya de una vida nueva que es distinta de la vida de la madre y del padre. Es un ser humano que se desarrolla por sí mismo (Cfr. Congregación para la Doctrina de la Fe, Declaración sobre el aborto provocado (18.XI.1974), n. 12).

En esta verdad de carácter metafísico y fundante del ser humano se está afirmando que a través de toda su vida (antes y después del nacimiento) no experimenta “ni un cambio de naturaleza ni una gradación de valor moral [...]. El embrión humano, por lo tanto, tiene desde el principio la dignidad de la persona humana” (Dignitas personae, n. 5). Por ello, el Magisterio de la Iglesia Católica siempre ha intervenido en “defensa del carácter sagrado e inviolable de la vida humana”, en todos los momentos: desde su inicio que precede al nacimiento hasta su término natural. El embrión humano no es un ser humano en potencia sino que ya lo es realmente.

Las consideraciones que a continuación desarrollo en torno de la vida y del aborto expresan las enseñanzas de la Iglesia. Éstas manifiestan también tanto la consonancia con el orden y ley naturales como con las más serias investigaciones científicas. Al respecto, la Iglesia, como sostiene la Congregación para la Doctrina Fe, ha tenido siempre presente “los aspectos científicos correspondientes,aprovechando los estudios llevados a cabo por la Pontificia Academia para la Vida y las aportaciones de un gran número de expertos, para con¬frontarlos con los principios de la antropología cristiana” (Dignitas personae, n. 3).

II. El aborto y la enseñanza de la Iglesia católica

3. El aborto, contrario a la vida del hombre, “es la eliminación deliberada y directa, como quiera que se realice, de un ser humano en la fase inicial de su existencia, que va de la concepción al nacimiento” (Evangelium vitae, n. 58).

Asimismo, el aborto directo, intentado como fin o como medio, es un desorden moral particularmente grave, porque elimina deliberadamente un ser humano inocente. El origen de la violencia contra la vida, lo leemos en los primeros momentos de la creación cuando “Caín se lanzó contra su hermano Abel y lo mató” (Gn 4, 8). La muerte entró en el mundo por la envidia del diablo (cfr. Gn 3, 1. 4-5), que es homicida y mentiroso desde el principio (Jn 8, 44), y por el pecado de Adán y Eva (cfr. Gn 2, 17; 3, 17-19). La propagación del pecado, de la violencia y rebeldía contra Dios, fueron la causa del castigo purificador del diluvio. Sin embargo Dios hizo Alianza con toda la humanidad ‘recreándola’, en los mismos términos del inicio de la historia de la creación, y condenando a quien “vertiere sangre de hombre [...], porque a imagen de Dios hizo El al hombre” (Cfr. Gn 9, 5-10).

La Ley de Dios, relativa a la inviolabilidad de la vida humana y a no quitar la vida del inocente, se manifiesta explícitamente en los diez mandamientos en el monte Sinaí al prohibir el homicidio: “no matarás” (Ex 20, 13) y “no quites la vida del inocente y justo” (Ex 23, 7). Confirmada por el mismo Jesucristo en el Nuevo Testamento (Mt 5, 21-22; 19, 18).

La violencia homicida es contraria al mandamiento nuevo de Jesucristo. Quien nos enseñó a amarnos los unos a los otros como Él nos amó (cfr. Jn 15, 12). Y san Juan nos lo reafirma: “Pues este es el mensaje que habéis oído desde el principio: que nos amemos unos a otros. No como Caín, que siendo del maligno, mató a su hermano” (1 Jn 3, 11-12). “Así, esta muerte del hermano al comienzo de la historia es el triste testimonio de cómo el mal avanza con rapidez impresionante: a la rebelión del hombre contra Dios en el paraíso terrenal se añade la lucha mortal del hombre contra el hombre” (Evangelium vitae, n. 8).

4. Observamos ya en el Antiguo Testamento cómo las parteras de Israel se opusieron a las órdenes injustas del Faraón, quien había ordenado matar a todo varón recién nacido: “si es niño hacedlo morir” (Ex 1, 16). “Pero las parteras temían a Dios, y no hicieron lo que les había mandado el rey de Egipto, sino que dejaban con vida a los niños” (Ex 1, 17). Es decir, porque “temían a Dios” se opusieron a las amenazas contra la vida.

Los primeros cristianos, tuvieron que afrontar las mismas dificultades que nosotros hoy. En efecto, cuando entraron en contacto con el mundo greco-romano, en donde era difundida la práctica del aborto y del infanticidio, se opusieron radicalmente a esa costumbre con su doctrina y costumbres cristianas. Así nos lo trasmite el primer documento después de la Sagrada Escritura: La Doctrina de los Doce Apóstoles [Didaché]. El que haya sido escrito en la segunda mitad del s. I tiene un enorme valor, pues nos muestra la vida interna de la Iglesia naciente. Allí leemos “no matarás al hijo en el seno de su madre, ni quitarás la vida al recién nacido [...]”. Por su parte Atenágoras (s. II), en su Defensa de los cristianos, nos refiere que los cristianos consideraban homicidas a las mujeres que tomaban medicinas para abortar. La Carta a Diogneto (s. II) nos tramite que los cristianos “procrean niños, pero no abandonan fetos”.

Varios Concilios anteriores al año 1000 determinaron que la eliminación del niño por nacer es un gravísimo pecado y el Papa Esteban V (885-891) afirmaba que “es homicida quien hace perecer, por medio del aborto, lo que había sido concebido”. Santo Tomás de Aquino (+1274) (Doctor común de la Iglesia) sostiene que el aborto es contrario a la ley natural y es un pecado grave (cfr. In IV Sent., dist. 31, q. 2, art. 3, expositio textus; cfr. Super 1 Thim., cap. 5, lect., 2). El 24 de julio de 1895 el Santo Oficio decretó la ilicitud del aborto.

Esta doctrina ha sido sostenida y reafirmada también por el Magisterio pontificio más reciente. Las pretendidas justificaciones del aborto fueron rechazadas por Pío XI (1922-1939) (cfr. Encíclica, Casti connubii, 31.XII.1930). En el mismo sentido se pronunció Pío XII (1939-1958) al excluir todo aborto directo, es decir, todo acto que tienda directamente a destruir la vida naciente o vida embrionaria. Tanto “si tal destrucción se entiende como fin o sólo como medio para el fin” (Discurso a la Unión médica italiana, 12.IX.1944). La sacralidad de la vida fue reafirmada por el beato Juan XXIII (1958-1963), pues “desde que aflora ella implica directamente la acción creadora de Dios” (Encíclica, Mater et Magistra, (15.V.1961), cap. III).

El Concilio Vaticano II (1962-1965) condenó ‘con gran severidad’ el aborto, ya que “se ha de proteger la vida con el máximo cuidado desde la concepción; tanto el aborto como el infanticidio son crímenes abominables” (Gaudium et spes, n. 51).
Pablo VI (1963-1978), refiriéndose a esta enseñanza de la Iglesia acerca del aborto, sostuvo en diversas ocasiones que la doctrina moral acerca del aborto “no ha cambiado, ya que es inmutable”. Considerando, por lo demás, a la llamada‘liberación del aborto’ como una “plaga social” (Alocución, Salutiamo con paterna effusione, 9.XII.1972).

El actual Catecismo de la Iglesia Católica claramente manifiesta que “desde el siglo primero, la Iglesia ha afirmado la malicia moral de todo aborto provocado.Esta enseñanza no ha cambiado; permanece invariable. El aborto directo, es decir,querido como un fin o como un medio, es gravemente contrario a la ley moral” (n.2271).

5. Estas afirmaciones de la Iglesia se fundan tanto en la ley impresa en el corazón de cada hombre (cfr. Rom 2, 14-15), en la misma ley natural, en la Palabra de Dios escrita y trasmitida por la Tradición de la Iglesia, como en las enseñanzas de su Magisterio ordinario y universal (Cfr. Evangelium vitae, n. 57). La enseñanza de la Iglesia, al respecto, es inmutable y no ha cambiado.

Por eso, en ninguna circunstancia, nadie tiene el derecho a eliminar de modo directo a un ser humano inocente. Este es el contenido central de la Revelación divina y del Magisterio de la Iglesia católica sobre el ‘carácter sagrado e inviolable de la vida humana’.

III. La normativa canónica de la Iglesia en relación con el aborto

6. La Iglesia Católica, por ello, desde los primeros tiempos ha reafirmado esta doctrina también a través de sanciones disciplinares, manifestando la gravedad del aborto directamente intentado, tanto como fin o como medio (‘crimen abominable’), ya que es contrario a la ley de Dios y al derecho a la vida del ser más indefenso, como lo es el ser humano en el seno de su madre. El aborto es para la Iglesia uno de los pecados más graves. Matar “un ser humano, en el que está presente la imagen de Dios, es un pecado particularmente grave” (Evangelium vitae, n. 55).

La ley de la Iglesia católica actualmente vigente, y vinculante para todos los fieles católicos, sostiene que “incurre en excomunión latae sententiae quien procura el aborto, si éste se produce” (c. 1398). La excomunión afecta a todos los que cometen ese delito siempre que conozcan esta pena y tengan más de 16 años de edad, al momento de realizarlo. Se incluyen también aquellos cómplices sin cuya cooperación el delito no se hubiera producido. El fiel cristiano que incurre en la pena de excomunión, hasta que no se le levante tal pena, se encuentra en una situación que no es compatible para recibir la comunión sacramental.

Esta pena de la excomunión, en su aspecto medicinal, tiende a la conversión y no a la condena de quien ha incurrido en el delito del aborto. Pues tiene como fin hacer consciente al fiel cristiano de la gravedad del pecado cometido y arrepentirse bajo la mirada y el perdón misericordioso de Nuestro Señor Jesucristo quien padeció, murió y resucitó por nosotros.

El amor de Dios inclina el corazón del fiel para que se convierta de su mala conducta y viva (cfr. Ez 18, 23; 33, 11) y, acordándose de la misericordia del Señor (cfr. Eclo 51,8), ore como el profeta Nehemías: “acuérdate de mí, Dios mío, y ten piedad de mí según tu gran misericordia!” (Neh 13, 22; cfr. Bar 2, 27). O como el Rey David: “Rocíame con el hisopo, y seré limpio, lávame, y quedaré más blanco que la nieve” (Sal 50, 9), porque “Si tienes en cuenta nuestra culpas, Señor ¿quién podrá resistir?” (Sal 129, 3). Tú, Señor, no desprecias un corazón contrito y humillado (cfr. Sal 50, 19).

Dios no nos trata según nuestros pecados sino según su gran misericordia (cfr. 1 Mac 13, 46). Él es siempre fiel y nunca aparta su misericordia de nosotros (Cfr.Gn 39, 21; 2 Mac 6, 16; Dn 3, 35). Por ello, “habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta que por 99 justos que no tengan necesidad de conversión (Lc 15, 7).

7. En este contexto, el beato Juan Pablo II se dirigía a las mujeres con las siguientes palabras consoladoras: “Una reflexión especial quisiera tener para vosotras, mujeres que habéis recurrido al aborto. La Iglesia sabe cuántos condicionamientos pueden haber influido en vuestra decisión, y no duda de que en muchos casos se ha tratado de una decisión dolorosa e incluso dramática.

Probablemente la herida aún no ha cicatrizado en vuestro interior. Es verdad que lo sucedido fue y sigue siendo profundamente injusto. Sin embargo, no os dejéis vencer por el desánimo y no abandonéis la esperanza. Antes bien, comprended lo ocurrido e interpretadlo en su verdad. Si aún no lo habéis hecho, abríos con humildad y confianza al arrepentimiento: el Padre de toda misericordia os espera para ofreceros su perdón y su paz en el sacramento de la Reconciliación. Os daréis cuenta de que nada está perdido y podréis pedir perdón también a vuestro hijo que ahora vive en el Señor. Ayudadas por el consejo y la cercanía de personas amigas y competentes, podréis estar con vuestro doloroso testimonio entre los defensores más elocuentes del derecho de todos a la vida. Por medio de vuestro compromiso por la vida, coronado eventualmente con el nacimiento de nuevas criaturas y expresado con la acogida y la atención hacia quien está más necesitado de cercanía, seréis artífices de un nuevo modo de mirar la vida del hombre” (Evangelium vitae, n. 99).

Otro argumento quedaría por considerar aún: los niños por nacer que han muerto sin el bautismo. Al respecto “la Iglesia -leemos en el Catecismo de la Iglesia Católica- sólo puede confiarlos a la misericordia divina, como hace en el rito de las exequias por ellos. En efecto, la gran misericordia de Dios, que quiere que todos los hombres se salven (cfr. 1 Tim 2, 4) y la ternura de Jesús con los niños,que le hizo decir: “Dejad que los niños se acerquen a mí, no se lo impidáis” (Mc. 10, 14), nos permiten confiar en que haya un camino de salvación para los niños que mueren sin Bautismo. Por esto es más apremiante aún la llamada de la Iglesia a no impedir que los niños pequeños vengan a Cristo por el don del santo bautismo” (n. 1261).

IV. Dios pedirá cuentas de la vida del hombre al hombre

8. Toda ley que reivindicara el ‘derecho’ al aborto y pretendiera reconocerlo legalmente, sería concederle inicuamente a la libertad humana un poder absoluto sobre los demás y contra los demás hombres. Y esto sería posible cuando todo, incluso la ley, es fruto de consensos sin referencia al ser, a la verdad y al bien. En la actual cultura relativista todo es negociable, hasta el primero de los derechos fundamentales: el de la vida. La falsa tesis relativista rechaza la existencia de una norma moral que tenga sus raíces en la naturaleza del ser humano a la cual tenga que hacer referencia la misma concepción del hombre, del Bien Común y del Estado.

La pérdida del sentido de Dios y del temor de Dios harían posible una ley del aborto. Sería el olvido (muchas veces voluntario) de la visión cristiana del hombre, de la sociedad y del mundo. Nunca será un ‘logro social’ o un fruto de vida la sanción de una ley semejante.

¿Cómo se podría hablar de la dignidad del hombre, cuando los mismos hombres con sus leyes permiten matar al más débil e inocente? ¿Amparado y en nombre de cuál justicia se realiza la más injusta de las discriminaciones entre las personas, al legislar que algunos son dignos de ser defendidos y de vivir, mientras a otros se les niega tal derecho?

“Ninguna circunstancia, ninguna finalidad, ninguna ley del mundo -nos enseña el beato Juan Pablo II- podrá jamás hacer lícito un acto que es intrínsecamente ilícito, por ser contrario a la Ley de Dios, escrita en el corazón de cada hombre,reconocible por la misma razón, y proclamada por la Iglesia” (Evangelium vitae, n.62).

9. La posible promulgación de una ley por la que se intentara el aborto directo,como fin o como medio, de ninguna manera podría ser avalada por los católicos. Al respecto, es necesario recordar que la Iglesia siempre, desde sus orígenes, vivió en sus fieles el deber de obedecer a las autoridades públicas legítimamente constituidas (cfr. Rom 13, 1-7, 1 Pe 2, 13-14). Sin embargo enseñó también firmemente que “hay que obedecer a Dios antes que a los hombres” (Hech 5, 29).

“En el caso pues de una ley intrínsecamente injusta, como es la que admite el aborto o la eutanasia, nunca es lícito someterse a ella, «ni participar en una campaña de opinión a favor de una ley semejante, ni darle el sufragio del propio voto»”(Evangelium vitae, n. 73).

Debemos estar dispuestos a dar la vida si fuera necesario. Porque si la vida del inocente es sagrada, mucho más sagrado es el principio moral que la custodia. Precisamente para no repetir la triste y trágica respuesta de Caín a Dios, quien le preguntó “Caín: «¿Dónde está tu hermano Abel?», «no lo sé: ¿soy yo acaso el guardián de mi hermano?», respondió Caín. Y el Señor le replicó: «¿Qué has hecho? La sangre de tu hermano clama a mi desde el suelo»” (Gn 4, 9-10).

Por estas razones, “Dios se hace juez severo de toda violación del mandamiento «no matarás», que está en la base de la convivencia social. Dios es el defensor del inocente (cfr. Gn 4, 9-15; Is 41, 14; Jr 50, 34; Sal 19 / 18, 15). También de este modo, Dios demuestra que «no se recrea en la destrucción de los vivientes» (Sab 1,13). Sólo Satanás puede gozar con ella: por su envidia la muerte entró en el mundo (cfr. Sab 2, 24). Satanás, que es «homicida desde el principio», y también
«mentiroso y padre de la mentira» (Jn 8, 44), engañando al hombre, lo conduce a los confines del pecado y de la muerte, presentados como logros o frutos de vida” (Evangelium vitae, n. 53). “Dios no hizo la muerte” (Sab 1, 13).

V. Magisterio de la Iglesia y Parlamentarios católicos

10. La Iglesia católica al referirse concretamente a los fieles laicos que se encuentran comprometidos directamente en la vida legislativa de una Nación, afirma cuanto sigue:

a). “tienen la «precisa obligación de oponerse» a toda ley que atente contra la vida humana. Para ellos, como para todo católico, vale la imposibilidad de participar en campañas de opinión a favor de semejantes leyes, y a ninguno de ellos les está permitido apoyarlas con el propio voto”.

b). “Esto no impide, como enseña Juan Pablo II en la Encíclica Evangelium vitae a propósito del caso en que no fuera posible evitar o abrogar completamente una ley abortista en vigor o que está por ser sometida a votación, que «un parlamentario, cuya absoluta oposición personal al aborto sea clara y notoria a todos, pueda lícitamente ofrecer su apoyo a propuestas encaminadas a limitar los daños de esa ley y disminuir así los efectos negativos en el ámbito de la cultura y de la moralidad pública»”.

c). “En tal contexto, hay que añadir que la conciencia cristiana bien formada no permite a nadie favorecer con el propio voto la realización de un programa político o la aprobación de una ley particular que contengan propuestas alternativas o contrarias a los contenidos fundamentales de la fe y la moral” (Congregación para la Doctrina de la Fe, Nota doctrinal sobre algunas cuestiones relativas al compromiso y la conducta de los católicos en la vida política (24.XI.2002), n. 4).

El punto b). no es aplicable al caso del Fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación acerca del aborto no punible, del pasado mes de marzo, porque no tiene rango de ley para la Nación Argentina y no obliga a promulgar una ley provincial.

El punto b). sí sería aplicable si ya existiera una ley promulgada al respecto y no fuera posible abrogarla o que está por ser sometida a votación. Tales situaciones no se han verificado aún. Y, aún este caso, siempre tendrá que quedar clara la posición del parlamentario contraria al aborto y a favor de la vida del niño por nacer.

La ley civil podría renunciar a la aplicación del castigo debido por un delito. Es el caso del llamado ‘aborto no punible”. Esta afirmación suscita dos consideraciones, a saber: 1ª Que para la ley civil el aborto ‘es’, aún hoy, un delito; 2ª Que, si bien es un delito, no será castigado o no será punible. Pero aquello que no podría la ley civil es “declarar honesto lo que sea contrario al derecho natural, pues una tal posición basta para que una ley no sea ya ley” (Declaración sobre el aborto provocado, n. 21).

VI. Algunos interrogantes y reflexiones

Ante los temas expuestos y debatidos actualmente en la sociedad surgen algunos interrogantes que parecen más bien contradicciones. Las siguientes reflexiones quieren poner en evidencias las mismas.

11.Un aspecto de fecundación artificial consiste en tener separadamente en un lugar apropiado al embrión humano. Precisamente porque a partir de él se intenta implantarlo para que se desarrolle y pueda tener un hijo la persona que se somete a tal tratamiento. Es decir, se reconoce que el embrión posee todas las cualidades para que de su normal desarrollo vea la luz ese ser humano. Si esto es así, ¿cómo se podría justificar la destrucción (aborto, directamente intentado como fin o como medio) de un embrión humano?

En muchas oportunidades se pretende justificar el aborto como ‘un derecho’ de la mujer embaraza para tomar decisiones sobre su propio cuerpo. Al respecto, es necesario tener presente que se está ante una nueva vida, que es un don de Dios. Por lo que esa nueva vida humana es distinta de la madre y, por ello, ‘ya no es su cuerpo’ y no puede disponer de ella como si no fuera una vida humana. La mujer embaraza ‘no tiene derecho’ para realizar un aborto directamente intentado, como fin o como medio.

La persona, el hombre, no lo es porque otro hombre (o una ley humana) así lo acepte. La existencia de un ser humano (niño o anciano) en cuanto tal no depende del reconocimiento o no de los demás hombres. La existencia ontológica de la vida humana es independiente de una determinación legal. Es inadmisible afirmar que el embrión o el feto sería un ser humano siempre y cuando la madre o la ley, por ejemplo, acepten que lo fuera, de lo contrario, si no lo reconocieran como tal, no lo sería. “El derecho a la vida permanece íntegro en un anciano, por muy reducido de capacidad que esté; un enfermo incurable no lo ha perdido” (Declaración sobre el aborto provocado, n. 12).

El embrión desde sus primeros momentos posee ya su propio, único e irrepetible ADN. El cual será el mismo a lo largo de toda la vida de la persona, tenga cinco años como 80. Incluso después de muerto se puede obtener las características del ADN e identificar a quién pertenecen esos restos óseos, por ejemplo. Esto quiere decir, que, como sostiene la ciencia genética moderna, en el embrión desde su primer instante “queda fijado el programa de lo que será este ser viviente: un hombre, individual, con sus notas características ya bien determinadas” (Declaración sobre el aborto provocado, n. 13).

Es loable que un Gobierno ayude económicamente a las madres que se encuentran ya con un embarazo de tres meses. Lo cual significa que tal Gobierno reconoce que, al menos desde los tres meses de embarazo, una mamá lleva en sí un ser humano y, por ello, la ayuda en su gestación para que pueda desarrollarse normalmente. Si esto es así, ¿cómo se podría justificar el asesinato (aborto, directamente intentado como fin o como medio) de un ser humano de tres meses de vida, amparándose en una posible ley promulgada por ese mismo Gobierno?

Somos testigos del crecimiento positivo de importantes manifestaciones en el mundo que expresan su apoyo para la salvación de especies animales en vías de extinción o para cuidar el medio ambiente, como así también su disconformidad contra la pena de muerte y las guerras. Y, por otra parte, también somos testigos de la contradicción de legislar para la protección de los animales en espera de su cría y, simultáneamente, legislar para destruir (legalmente) la vida humana en el seno materno.

Conclusión

12. He querido, en esta Carta Pastoral, expresarles de manera muy breve la concepción católica del hombre y de la vida. Católica, porque se trata de un argumento considerado desde la luz de la Revelación Divina, de la fe sobrenatural y según el Magisterio de la Iglesia. Asimismo, y por ello mismo, he manifestado aquellos aspectos y motivos que surgen de una interpretación objetiva de los datos de la naturaleza del hombre alcanzados con la luz de la razón. Las conclusiones a las que llega la fe y a las que llega la recta razón del hombre no se excluyen entre sí. Fe y razón son como las dos alas por las cuales nuestra inteligencia se eleva para alcanzar la verdad de las cosas.

La Revelación divina nos muestra al hombre como creado a ‘imagen y semejanza de Dios’ y puesto en el ‘centro de la creación visible’. En otras palabras, todo el mundo visible está al servicio del hombre y para su bien. En el libro del Génesis leemos que Dios le dio al hombre la responsabilidad de usar (y no abusar) de la creación, custodiándola y velando por ella (Gn 1, 21. 28). Y el rey David expresa esto mismo afirmando que Dios hizo al hombre señor de la creación, poniendo todas las cosas bajo su dominio (Sal 8, 7). Por su parte san Pablo confiesa solemnemente que todo es de nosotros los hombres, nosotros de Cristo y Cristo de Dios (1 Cor 3,22-23).

Tal es la centralidad del hombre en la creación que ella misma “está aguardando con ardiente anhelo la manifestación de los hijos de Dios. [...] porque también ella misma será liberada de la servidumbre de la corrupción para participar de la libertad de la gloria de los hijos de Dios. Pues sabemos que la creación entera gime hasta el presente y sufre dolores de parto” (Rom 8, 19. 21-22). Porque por el pecado, el hombre usa (abusa) de ella en contra del fin para el cual fue creada y por eso ‘gime’ aguardando la manifestación del hombre regenerado por y en la gracia, hasta que todo sea recapitulado en Cristo y la creación de los cielos nuevos y la tierra nueva (cfr. Is 65, 17; 2 Pe 3, 13; Apoc 21, 1). En algunas ocasiones, este aspecto de la relación entre el ser humano y el resto de la creación no ha sido considerado suficientemente ni puesto en evidencia.

La dignidad del ser humano tiene su fundamento no sólo por ser ‘imagen y semejanza de Dios’ y ser el centro de la creación visible sino también porque el Verbo de Dios asumió una naturaleza humana y se hizo hombre para redimir al hombre. Haciéndose en todo igual a nosotros, excepto en el pecado (Hebr 4, 15).

13. Invito a todos los sacerdotes de la Diócesis que organicen, en sus Parroquias, especialmente durante los meses de mayo y junio turnos de adoración al Santísimo Sacramento y rezo del Santo Rosario para pedir a Dios que tenga misericordia de nosotros y bendiga nuestra Diócesis concediéndonos el don de la fidelidad.

De modo particular, que los niños que harán la primera comunión este año en la adoración al Santísimo Sacramento y en el rezo del Santo Rosario pidan a Dios que ilumine y fortalezca a nuestros legisladores para que, invocando a “Dios fuente de toda razón y justicia”, legislen según el orden natural y para el Bien Común de nuestra Patria.

Supliquemos a Dios que nos de la gracia a todos de perseverar en la fidelidad a sus mandamientos y que estemos dispuestos a dar la vida por ellos, como lo han hecho siempre los cristianos en la historia de la Iglesia. Convencidos con san Pablo que “los sufrimientos del tiempo presente no guardan proporción con la gloria que se debe manifestar en nosotros” (Rom 8, 18).

Sabiendo que “nuestras tribulaciones, leves y pasajeras, nos producen eterno caudal de gloria, de una medida que sobrepasa toda medida” (2 Cor 17).

El tiempo de Pascua nos invita a tener como horizonte la vida y no la muerte. Favorecer la vida desde su inicio. Defenderla, darle un sentido nuevo, ya que en Cristo tenemos la Vida verdadera: “Yo soy la resurrección y la vida: el que cree en Mí, aunque muera, vivirá” (Jn 11, 25). Porque Él vino “para que los hombres tengan vida y la tengan en abundancia” (Jn 10, 10).

Que Dios me los bendiga a todos en Cristo y María Santísima,

+ Pedro Daniel Martínez P. Obispo de San Luis


Publicado por verdenaranja @ 22:56  | Hablan los obispos
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Lunes, 14 de mayo de 2012

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - El Santo Padre Benedicto XVI ha recibido en audiencia, la mañana del viernes 11 de mayo a los Directores Nacionales de las Obras Misionales Pontificias (OMP) con motivo de la Asamblea anual del Consejo Superior, celebrada en Roma. A continuación publicamos el texto completo del discurso del Santo Padre.


"¡Señor Cardenal, venerados hermanos en el Episcopado y en el sacerdocio, queridos hermanos y hermanas! Dirijo un cordial saludo a todos, iniciando por el Señor Cardenal Fernando Filoni, Prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, al que agradezco de corazón sus palabras y la información sobre la actividad de las Obras Misionales Pontificias. Extiendo mi saludo al Secretario Mons. Savio Hon Tai-Fai, al Vicesecretario Mons. Piergiuseppe Vacchelli, Presidente de las Obras Misionales Pontificias, a los Directores Nacionales y a todos los colaboradores, como a todos aquellos que prestan servicio en el Dicasterio. Mi pensamiento y el todos ustedes en este momento se dirige al Padre Massimo Cenci, Vicesecretario, fallecido improvisamente. Que el Señor lo premie por todo el trabajo que ha realizado en la misión y al servicio de la Santa Sede.


El encuentro de hoy se realiza en el contexto de la Asamblea anual del Consejo Superior de las Obras Misioneras Pontificias, a quien está confiada la cooperación misionera de todas las iglesias del mundo.


La evangelización, que tiene siempre un carácter de urgencia, en estos momentos impulsa a la Iglesia a recorrer, con paso todavía más rápido, los caminos del mundo, para que todos los seres humanos conozcan a Cristo. Sólo en la Verdad, que es Cristo, la humanidad puede descubrir el significado de la existencia, encontrar la salvación y crecer en la justicia y la paz. Cada hombre y cada pueblo tienen el derecho de recibir el evangelio de la verdad. En esta perspectiva asume un particular significado su empeño para celebrar el Año de la Fe, a esta altura ya cercano; para reforzar el empeño de difusión del reino de Dios y del conocimiento de la fe cristiana. Esto exige de parte de quienes ya encontraron a Jesucristo «una auténtica y renovada conversión al Señor, el único salvador del mundo». (Carta ap. Porta Fidei, 6). Las comunidades cristianas «de hecho tienen necesidad de volver a escuchar la voz del Esposo, que invita a la conversión, que los incita al ardor de cosas nuevas y los ll ama a empeñarse en la gran obra de la nueva evangelización». (Juan Pablo II, Ex. ap. Postsin. Ecclesia in Europa, 23).


Jesús, el Verbo Encarnado, sigue siendo el centro del anuncio, el punto de referencia para la continuación y para la misma metodología de la misión evangelizadora, porque es el rostro humano de Dios, que quiere encontrar a cada hombre y mujer para hacerlos entrar en comunión con Él, en su amor. Recorrer las calles del mundo para proclamar el evangelio a todos los pueblos de la tierra y guiarlos al encuentro con el Señor (cfr. Cart. ap. Porta Fidei,7), exige entonces que el anunciador tenga una relación personal y cotidiana con Cristo, lo conozca y lo ame profundamente.


En nuestros días la misión necesita renovar la confianza en la acción de Dios y una oración más intensa para que venga su Reino, para que se cumpla su voluntad en el cielo como en la tierra.


Es necesario invocar del Espíritu Santo luz y fuerza, y comprometerse con decisión y generosidad para inaugurar, en cierto sentido, «una nueva época de anuncio del Evangelio... porque, después de dos mil años, una gran parte de la familia humana sigue sin conocer a Cristo, y también porque la situación en que se encuentran la Iglesia y el mundo presenta particulares desafíos a la fe religiosa» (Juan Pablo II, Exhort. ap. postsin. Ecclesia in Asia, 29). Por lo tanto me alegra poder animar el proyecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos y de las Obras Misionales Pontificias que promueven el Año de la Fe. Este proyecto prevé una campaña mundial que, a través de la oración del Santo Rosario, acompañe la tarea de evangelización en el mundo y ayude a muchos bautizados a redescubrir y profundizar la fe.


Queridos amigos, ustedes sabéis bien que el anuncio del Evangelio conlleva, no pocas veces, dificultades y sufrimientos; a menudo el Reino de Dios se difunde en el mundo al precio de la sangre de sus siervos. En esta fase de cambios económicos, culturales y políticos, cuando el ser humano puede sentirse sólo, presa de la angustia y la desesperación, los mensajeros del Evangelio, a pesar de ser anunciadores de esperanza y de paz, siguen siendo perseguidos como lo fue su Maestro y Señor. Pero, no obstante los problemas y la realidad trágica de la persecución, la Iglesia no se desanima: sigue siendo fiel al mandato de su Señor, consciente de que «como siempre en la historia cristiana, los mártires, es decir, los testigos son numerosos e indispensables para el camino del Evangelio»(Juan Pablo II, Redemptoris missio, 45). Hoy como ayer, el mensaje de Cristo, no puede ajustarse a la lógica de este mundo, porque es profecía y liberación; es semilla de una nueva humanidad que está creciendo , y sólo al final de los tiempos llegará a su plena realización.


A ustedes se os confía de manera particular, la tarea de sostener a los ministros del evangelio, ayudándoles a «conservar la alegría de evangelizar aún cuando sea necesario sembrar entre las lágrimas» (Pablo VI, Exort. ap. Evangeli nuntiandi, 80). Vuestro peculiar empeño comprende también mantener viva la vocación misionera de todos los discípulos de Cristo, de manera que cada uno, según el carisma recibido por el Espíritu Santo, pueda tomar parte en la misión universal que el Resucitado entregó a su Iglesia.


Vuestra obra de animación y formación misionera forma parte del alma del cuidado pastoral, porque la misión 'ad gentes' es el paradigma de toda la acción de la Iglesia Apostólica. Sed, cada más vez, expresión visible y concreta de la comunión de personas y medios entre las Iglesias, que, como vasos comunicantes, viven la misma vocación y tensión misionera, y en cada rincón de la tierra trabajan para sembrar el Verbo de Verdad en todos los pueblos y culturas. Estoy seguro que continuareis a empeñaros para que las iglesias locales asuman, siempre más generosamente, su parte de responsabilidad en la misión universal de la iglesia.


La Virgen Santísima, Reina de las Misiones, os acompañe en este servicio y sostenga vuestras fatigas para promover la conciencia y la colaboración misionera. Con este deseo, que tengo siempre presente en mi oración, os doy las gracias a ustedes y a todos los que cooperan en la causa de la evangelización, y de corazón imparto a cada uno la Bendición Apostólica". (SL) (Agencia Fides 12/05/2012)


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Domingo, 13 de mayo de 2012

Lectio divina para el lunes de la sexta semana de Pascua 2012, ofrecida por la Delegación Diocesana de Liturgia de la diócesis de Tenerife.

Lectura: 

“Juan 15, 26 16, 4ª”

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Cuando venga el Defensor, que os enviaré desde el Padre, el Espíritu de la verdad, que procede del Padre, él dará testimonio de mí; y también vosotros daréis testimonio, porque desde el principio estáis conmigo.

Os he hablado de esto, para que no tambaleéis. Os excomulgarán de la sinagoga; más aún, llegará incluso una hora cuando el que os dé muerte pensará que da culto a Dios. Y esto lo harán porque no han conocido ni al Padre ni a mí.

Os he hablado de esto para que, cuando llegue la hora, os acordéis de que yo os lo había dicho.»

Meditación: 

“El Espíritu de la verdad”

          En medio de la realidad me llamas a estrechar mi vínculo contigo para experimentarme en ti. Para vibrar a tu lado, para dejarme cautivar por ti. Abrirme cada vez un poco más a tu persona y a tu mensaje, para sentirte no como a algo fuera de mí, sino como a alguien que me conmociona desde lo más profundo de mi existencia y me invita a ser proyección de ti y de tu obra, descubriendo que ahí me juego el sentido de toda mi vida, de mi existencia.

          Porque sé que cuando me hablas de la verdad, no te estás refiriendo a conceptos, a ideas nuevas que prevalecen sobre otras, me hablas del sentido profundo, del misterio profundo que subyace en el hombre, en la historia y en Dios mismo, y que pide un corazón y una mente abierta, dispuesta a dejarse sorprender y modelar, atenta a todo y a todos, porque hablas desde lo profundo de todo y de todos.

          Me invitas a asumir mi vida como búsqueda de esa verdad que tú abriste, siempre inacabable e indefinible, capaz siempre de descubrirme aspectos y riquezas nuevas, a no quedarme en lo ya sabido o descubierto, porque detrás de cada realidad hay una nueva esperando para adentrarme de nuevo. Y todo ello, no para descubrir lo intrincado y complicado de la realidad, sino para llegar a experimentar la sencillez, la suma simplicidad de  todo, de ti. Tal vez eso es lo difícil y lo que nos cuesta, desmontar nuestras capas complicadas, ir quitando complicaciones, ir desmontando barreras, para llegar a descubrir que sólo con corazón sencillo, se puede descubrir el misterio insondable de tu amor que me invitas a experimentar y a proyectar.

Oración: 

“Un corazón sencillo”

Me hablas de la verdad, una realidad que muchos quieran negar que existe o, que se quiere monopolizar en el servicio personal porque nos queremos hacer dueños de ella, como si la verdad se pudiese poseer, en lugar de estar siempre en búsqueda sencilla y abierta.

Señor, siempre me ha interpelado el que dijeses que sólo los sencillos podían entender esto, y por eso quiero pedirte un corazón sencillo, no ingenuo, sino limpio, transparente y abierto, capaz de dejarse sorprender cada día por tu Espíritu de amor y fiarse plenamente de él

Contemplación: 

“Tú me conoces”

Tú me conoces
en lo más profundo de mí.

Sabes lo que esconde mi corazón,
sus grandezas y sus miserias,
sus miedos y sus esperanzas,
sus ilusiones y anhelos,
lo que puede hacer
y lo que, tal vez,
nunca pueda superar.

Tú conoces la verdad
de mis mentiras,
y las mentiras que hay
detrás de mis verdades.

Mis manos suplicantes
se elevan hacia ti
mientras siento que estás cerca.
Y en las sombras de mi caminar
un rayo impertinente de tu luz
me habla incansablemente
de tu verdad, de tu amor
y de tu fuerza.


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Texto del micro radial de monseñor José María Arancedo, arzobispo de Santa Fe dela Vera Cruz, emitido por LT 9 (22 de abril de 2012)  (AICA)

NUESTRA SEÑORA DE GUADALUPE          

Nuevamente nos preparamos para celebrarla Fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe. Es un acontecimiento religioso que ha marcado profundamente la vida de nuestra historia santafesina. Ante todo celebramos a la madre de Jesucristo. Este hecho es el que hace de ella una mujer única en el plan de Dios, podríamos decir que nos pertenece, porque pertenece a nuestra condición humana. María es una mujer elegida por Dios para ser la madre de su Hijo, Nuestro Señor Jesucristo.

A esta realidad ella la vivió con una conciencia de fe y una actitud de humildad: “Yo soy la servidora del Señor, que se cumpla en mí lo que has dicho” (Lc. 1, 38), es la respuesta simple de María. Apertura a la palabra de Dios por un lado, y entrega confiada a lo que el Señor le pide. El mayor halago que se le hizo a María fueron las palabras de su prima cuando fue a visitarla: “Feliz de ti porque has creído que se cumplirá lo que te fue anunciado de parte del Señor” (Lc. 1, 45). ¿Se podrá decir de nosotros, feliz porque has creído?

Este Año el Santo Padre nos convoca, al celebrar los 50 años de la inauguración del Concilio Vaticano II, a iniciar el Año dela Fecomo una gracia de renovación enla Iglesia. Lafe cristiana no es un sentimiento vacío, sino respuesta a una Palabra que se hace Vida en el encuentro con Jesucristo. Aquí aparece en toda su fuerza la figura dela Virgen Maríacomo un ejemplo, como lo fue a lo largo de toda la historia, y que ella lo había anunciado proféticamente: “En adelante todas las generaciones me llamarán feliz” (Lc. 1, 48), nos dice en su hermoso canto de Alabanza.

Acercarnos a ella siempre debe ser camino de encuentro con Jesucristo, diría que este es el signo de una verdadera devoción ala Virgen, como lo dijo en el relato de las bodas de Caná: “Hagan todo lo que Él les diga” (Jn. 2, 5). ¿Dónde hoy me puedo encontrar con Jesucristo? La respuesta es simple, dónde él ha querido quedarse y me espera. La devoción ala Virgendebe provocar en nosotros la necesidad de este encuentro con Jesucristo, en primer lugar a través de su Palabra, en el Evangelio; en el sacramento dela Eucaristíacomo don de su amor y alimento espiritual que celebramos enla Santa Misa, y en la vida de Caridad como testimonio de su entrega y servicio, especialmente en los pobres y sufrientes.

La devoción ala Virgen Maríaen la advocación de Nuestra Señora de Guadalupe ha manifestado, a lo largo de todos los años en Santa Fe, la vivencia profunda de estas notas que definen ese encuentro con Jesucristo a través dela Palabrade Dios,la Eucaristíay el testimonio dela Caridad. ElSeñor nos ha dejado en María una madre que nos acompaña y nos recuerda la alegría y el compromiso de esta verdad que es el fundamento de la fe cristiana y que es: “el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orientación decisiva” (PF 10).

En la mirada y el encuentro con Cristo está el centro de la devoción ala Virgen María.Santa Fe tiene en Guadalupe un lugar y una referencia de esta presencia de nuestra Madre que nunca abandona a sus hijos.

A la espera de encontrarnos en Guadalupe para renovar juntos nuestra fe en Dios y el amor a nuestra María Santísima les hago llegar mis oraciones y bendición en Nuestro Señor Jesucristo. 

Mons. José María Arancedo, arzobispo de Santa Fe dela Vera Cruz 


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ZENIT nos ofrece las palabras del santo padre en la Audiencia General del  miércoles, 25 de ABril de 2012,  en la plaza de San Pedro, dirigida a los grupos de peregrinos y fieles llegados de Italia y de otros países.

Queridos hermanos y hermanas:

En la última catequesis, mostré quela Iglesiadesde el inicio de su recorrido, ha debido afrontar situaciones imprevistas, cuestiones nuevas y situaciones de emergencia a las que ha tratado de responder a la luz de la fe, dejándose guiar por el Espíritu Santo. Hoy quisiera detenerme a reflexionar sobre otra de estas situaciones, un problema serio que la primera comunidad cristiana de Jerusalén tuvo que enfrentar y resolver, como san Lucas narra en el sexto capítulo de los Hechos de los Apóstoles, referido al ministerio de la caridad ante las personas solas y necesitadas de asistencia y ayuda. La cuestión no es secundaria parala Iglesiay amenazó en ese momento con crear divisiones dentro de la misma; el número de discípulos, de hecho, fue en aumento, pero los de lengua griega comenzaron a quejarse contra los de lengua hebrea, porque sus viudas eran desatendidas en la distribución diaria (cf. Hch. 6,1). Frente a esta emergencia relacionada con un aspecto esencial en la vida de la comunidad, es decir, la caridad con los débiles, los pobres, los indefensos y la justicia, los apóstoles convocaron a todo el grupo de discípulos. En este tiempo de emergencia pastoral sobresale el discernimiento hecho por los apóstoles. Ellos se enfrentan a la exigencia primordial de proclamar la palabra de Dios de acuerdo con el mandato del Señor, pero aún siendo esta la primera exigencia dela Iglesia, consideran igualmente en serio el deber de la caridad y la justicia, es decir, el deber de ayudar a las viudas, a los pobres, de proveer con amor a las necesidades en que se encuentran los hermanos y hermanas, para responder al mandato de Jesús: ámense unos a otros como yo os los he amado (cf. Jn. 15,12.17 ).

Así, las dos realidades que se deben vivir enla Iglesia: la predicación de la palabra, la primacía de Dios, y la caridad práctica, la justicia, están creando dificultades y se debe encontrar una solución, para que ambas puedan tener su lugar, su relación justa. La reflexión de los apóstoles es muy clara, dicen, como hemos escuchado: "No está bien que nosotros abandonemos la palabra de Dios por servir a las mesas. Por tanto, hermanos, busquen de entre ustedes a siete hombres, de buena fama, llenos de Espíritu y de saber, y los pondremos al frente de esta tarea; mientras que nosotros nos dedicaremos a la oración y al ministerio de la palabra" (Hch. 6, 2-4).

Hay dos cosas que aparecen: en primer lugar, existe desde aquel momento en la iglesia, un ministerio de la caridad.La Iglesiano solo debe proclamar la palabra, sino también cumplir la palabra, que es amor y verdad. Y, en segundo lugar, estos hombres no solo deben gozar de buena reputación, sino que deben ser hombres llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, es decir, que no pueden ser solo organizadores que saben cómo "hacer" sino que deben "hacer" según el espíritu de la fe con la la luz de Dios, en la sabiduría del corazón; y por lo tanto su función --si bien es sobretodo práctica--, es sin embargo una función espiritual. La caridad y la justicia no son solo acciones sociales, sino son acciones espirituales realizadas a la luz del Espíritu Santo. Así que podemos decir que esta situación se enfrenta con una gran responsabilidad por parte de los apóstoles que toman esta decisión: son elegidos siete hombres; los apóstoles oran para pedir la fuerza del Espíritu Santo; y luego les imponen las manos para que se dediquen de manera particular a este servicio de la caridad. Por lo tanto, en la vida de la iglesia, en los primeros pasos que realiza, se refleja en un cierto modo lo que sucedió durante la vida pública de Jesús, en casa de Marta y María en Betania. Marta estaba abrumada con el servicio de ofrecer hospitalidad a Jesús y a sus discípulos; María, sin embargo, se dedica a la escucha de la palabra del Señor (cf. Lc. 10,38-42). En ambos casos, no se oponen los momentos de oración y escucha de Dios, con la actividad diaria, con el ejercicio de la caridad. El llamado de Jesús: "Marta, Marta, te preocupas y te agitas por muchas cosas; y hay necesidad de pocas, o mejor, de una sola. María ha elegido la mejor parte, que no le será quitada" (Lc. 10,41-42), así como la reflexión de los apóstoles: "Nosotros nos dedicaremos a la oración y al ministerio dela Palabra" (Hch. 6,4), muestran la prioridad que debemos darle a Dios; yo no entraría ahora en la interpretación de esta perícopa Marta-María. En cualquier caso, no se condena la actividad por el prójimo, por el otro, pero se subraya que debe ser penetrada interiormente también por el espíritu de la contemplación. Por otro lado, san Agustín dice que esta realidad de María es una visión de nuestra situación en el cielo, por lo que en la tierra nunca podremos tenerlo toda, pero un poco de la anticipación sí debe estar presente en toda nuestra actividad. Debe estar presente también la contemplación de Dios. No debemos perdernos en el activismo puro, sino siempre dejarnos penetrar en nuestras actividades de la luz de la palabra de Dios y así aprender la verdadera caridad, el verdadero servicio a los demás, que no necesita de tantas cosas --necesita sin duda de las cosas necesarias--, pero sobre todo tiene necesidad del afecto de nuestro corazón, de la luz de Dios.

San Ambrosio, comentando el episodio de Marta y María, exhorta de este modo a sus fieles y también a nosotros: "Buscamos tener también nosotros, aquello que no se nos puede quitar, dándole a la palabra del Señor una diligente atención, no distraída: ocurre también con las semillas de la palabra divina, que se pierden si se plantan a lo largo del camino. Te estimule también a ti, como a María, el deseo de saber: este es la más grande, la obra más perfecta" Y añade también que: "el cuidado por el ministerio no distraiga la atención de la palabra divina", por la oración (Expositio Evangelii secundum Lucam, VII, 85: PL 15, 1720). Los santos, por lo tanto, han experimentado una profunda unidad de vida entre la oración y la acción, entre el amor total a Dios y el amor a los hermanos. San Bernardo, que es un modelo de armonía entre la contemplación y la actividad, en su libro De consideratione, dirigido al papa Inocencio II para ofrecerle algunas reflexiones sobre su ministerio, insiste precisamente en la importancia del recogimiento interior, de la oración para defenderse de los peligros de una actividad excesiva, cualquiera que sea la condición en la que se encuentra y la tarea que se esté llevando a cabo. San Bernardo dice que las muchas ocupaciones, una vida frenética, a menudo terminan endureciendo el corazón y hacen sufrir el espíritu (cf. II, 3).

Es un valioso recordatorio para nosotros hoy, acostumbrados a evaluar todo con el criterio de la productividad y de la eficiencia. El pasaje de los Hechos de los Apóstoles nos recuerda la importancia del trabajo --sin duda se crea un verdadero ministerio--, del compromiso en la actividad diaria que se lleva a cabo con responsabilidad y dedicación, pero también nuestra necesidad de Dios, de su orientación, de su luz que nos da fortaleza y esperanza. Sin la oración diaria fielmente vivida, nuestra acción se vacía, pierde su alma profunda, se reduce a un simple activismo sencillo que con el tiempo nos deja insatisfechos. Hay una hermosa invocación de la tradición cristiana para ser recitada antes de una actividad, que dice: «Actiones nostras, quæsumus, Domine, aspirando præveni et adiuvando prosequere, ut cuncta nostra oratio et operatio a te semper incipiat, et per te coepta finiatur», es decir, "Inspira nuestras acciones, Señor, y acompáñalas con tu ayuda, para que todo nuestro hablar y actuar, tenga siempre en ti su principio y en ti su cumplimiento". Cada paso de nuestra vida, cada acción, incluso en la iglesia, debe estar realizada ante Dios, a la luz de su palabra.

En la catequesis del pasado miércoles, había subrayado la oración unánime de la primera comunidad cristiana frente a la prueba y cómo, justamente en la oración, en la meditación de la sagrada escritura, ha podido entender los acontecimientos que estaban ocurriendo. Cuando la oración se nutre de la palabra de Dios, podemos ver la realidad con nuevos ojos, con los ojos de la fe y el Señor, que habla a la mente y al corazón, da una nueva luz al camino en todo momento y en cualquier situación. Creemos en el poder de la palabra de Dios y en la oración. Incluso la dificultad que estaba experimentandola Iglesiafrente al problema del servicio a los pobres, a la cuestión de la caridad, viene superada a través de la oración, a la luz de Dios, del Espíritu Santo. Los apóstoles no se limitan a ratificar la elección de Esteban y de los demás hombres. Sino "habiendo hecho oración, les impusieron las manos" (Hch. 6,6). El evangelista recordará estos gestos de nuevo en la elección de Pablo y Bernabé, donde leemos: "Después de haber ayunado y orado, les impusieron las manos y los enviaron" (Hch. 13,3). Confirma una vez más que el servicio práctico de la caridad es un servicio espiritual. Ambas realidades deben ir juntas.

Con el gesto de la imposición de las manos, los apóstoles confieren un ministerio particular a siete hombres, para que se les diera la correspondiente gracia. El énfasis de la oración, "después de haber rezado", es importante porque pone de relieve la dimensión espiritual del gesto; no se trata simplemente de asignar un encargo como en una organización social, sino que es un acontecimiento eclesial en que el Espíritu Santo toma posesión de siete hombres escogidos por la iglesia, consagrándolos enla Verdadque es Jesucristo: Él es el protagonista silencioso, presente en la imposición de las manos para que los elegidos sean transformados por su poder y santificados para hacer frente a los desafíos prácticos, los desafíos pastorales. Y el énfasis en la oración nos recuerda también que solo por la relación íntima con Dios, cultivada todos los días, nace la respuesta a la elección del Señor y se le confían todos los ministerios en la iglesia.

Queridos hermanos y hermanas, el problema pastoral que llevó a los apóstoles a elegir y a imponer las manos sobre siete varones encargados del servicio de la caridad, para dedicarse ellos a la oración y a la proclamación dela Palabra, nos señala también a nosotros, la primacía de la oración y de la palabra de Dios, que, sin embargo, produce luego también la acción pastoral. Para los pastores esta es la primera y más valiosa forma de servicio a la grey a ellos confiada. Si los pulmones de la oración y la palabra de Dios no alimentan la respiración de nuestra vida espiritual, corremos el riesgo de asfixiarnos en medio de miles de cosas todos los días: la oración es la respiración del alma y de la vida. Y hay otro valioso llamado que me gustaría destacar: en la relación con Dios, en la escucha de su Palabra, en el diálogo con Dios, incluso cuando estamos en el silencio de una Iglesia o en nuestra habitación, estamos unidos en el Señor con muchos hermanos y hermanas en la fe, como un conjunto de instrumentos que, a pesar de su individualidad, elevan una única y gran sinfonía de intercesiones a Dios, de acción de gracias y de alabanzas.

Traducido del original italiano por José Antonio Varela V.
©Librería Editorial Vaticana


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S?bado, 12 de mayo de 2012

 

Lectio divina para el sábado de la quinta semana de Pascua 2012, ofrecida por la Delegación Diocesana de Liturgia de la diócesis de Tenerife.

Lectura: 

“Juan 15, 1821”

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Si el mundo os odia, sabed que me ha odiado a mi antes que a vosotros.

Si fuerais del mundo, el mundo os amaría como cosa suya, pero como no sois del mundo, sino que yo os he escogido sacándoos del mundo, por eso el mundo os odia.

Recordad lo que os dije: "No es el siervo más que su amo. Si a mí me han perseguido, también a vosotros os perseguirán; si han guardado mi palabra, también guardarán la vuestra."

Y todo eso lo harán con vosotros a causa de mi nombre, porque no conocen al que me envió.»

Meditación: 

“También a vosotros”

No podemos pretender ser más que tú y pasar por una situación más cómoda que la tuya, si asumimos tu mensaje con la misma radicalidad que tú. No es que tú te presentases en contra de todo, te situaste simplemente en una opción a favor del hombre y en contra de todo lo que le impedía vivir como tal. Pusiste a Dios como referente y, junto a él, la dignidad del hombre como hijo y, por eso, su relación de igualdad y de hermano. Pero eso rompe las estructuras de poder, de cualquier poder y no lo podían consentir, y así quisieron acallar tu palabra, y así pueden seguir queriendo acallarla mientras sigas levantando esa voz.

Sin embargo, entramos con facilidad en la corriente de la mayoría. Vamos perdiendo la significatividad de nuestra voz profética, y no desde situaciones o gestos espectaculares, que eso será siempre cosa de muy poquitos, sino la voz sencilla, pero firme, de nuestro ámbito de relación, donde podemos manifestar y ser portadores de los valores que nos has dejado. Pero no es fácil situarnos frente a la voz de la mayoría que por ser eso, mayoría, parece que están llamados a tener razón.

Vivimos, al menos los que nos ha tocado, ¿en suerte?,  en lo que denominamos el primer mundo, donde la economía prima y termina comprándonos a todos de una manera o de otra. Lo demás termina siendo muy relativo. Los valores se diluyen, y vamos entrando por lo cómodo, por las no complicaciones, por no desentonar. Y, es verdad, es más fácil, pero ciertamente nos va alejando de ti, dejamos de ser levadura en la masa, sal de la tierra, luz de nadie. Pero mientras seguirá resonando tu voz y tu invitación firme, clara, serena, para todo aquél que quiera unirse a ti y a tu proyecto de amor y de vida.

Oración: 

“Vivir con coherencia”

Tengo que pedir que tu Espíritu me ayude a entender de manera gozosa esta invitación, y me haga sentir que me llamas a algo muy importante. No me llamas a oponerme a todo porque sí y a cerrarme en posturas defensivas.

Me invitas a tener claro la dignidad del ser humano, de todo ser humano. Que no todo vale en esta vida. Que no es lo mismo una cosa que otra. Que hay valores que dignifican y otros que degradan. Que hay principios que no se pueden saltar. Que el esfuerzo y la fidelidad siguen siendo vitales para crecer humanamente y que no podemos eludir, sin más, aquello que de alguna manera nos pueda hacer sufrir, cuando va en juego todo ello.

Por eso, ayúdame, Señor, a vivir con coherencia y con valor lo que me enseñas, lo que viviste, lo que me pides. 

Contemplación: 

“Tu voz firme”

Suena tu voz firme como la roca;
Tu llamada se hace eco
que resuena repetida,
incansablemente,
en el silencio de mi interior.

Quiero hacerla rebotar
en las paredes de mi indiferencia,
pero vuelve a mi,
con insistencia,
hasta clavarse con fuerza amorosa
en el fondo de mis entrañas,
hasta hacerse mía,
hasta hacerse Tú.


Publicado por verdenaranja @ 23:56  | Liturgia
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ZENIT  nos  ofrece el texto del dicurso inaugural, en el VII Congreso Mundial de Pastoral del Turismo, que tiene lugar en Cancún, México, del presidente del Consejo Pontificio parala Pastoral de los Emigrantes e Itinerantes, cardenal Antonio Maria Vegliò.

Discurso inaugural

1. Introducción

Saludo con gran gozo y gratitud a todos vosotros que estáis aquí reunidos, venerables hermanos en el Episcopado, sacerdotes y diáconos, religiosos y laicos. A todos vosotros que, de una forma o de otra, dedicáis gran parte de vuestros mejores esfuerzos y de vuestras preocupaciones a favor del turismo y de su atención pastoral. Vuestra presencia es expresión de la universalidad dela Iglesia, atenta al ser humano en todas sus dimensiones, al cual desea acompañar iluminándolo con la luz del Evangelio.

Deseo saludar de modo particular a Su Excelencia Carlos Aguiar, presidente dela Conferenciadel Episcopado Mexicano y del CELAM, a Su Excelencia Christophe Pierre, nuncio apostólico, a Su Excelencia Rafael Romo, responsable dela Dimensión“Pastoral dela Movilidad Humana”, y a Su Excelencia Emilio Carlos Berlie, metropolita de esta provincia eclesiástica y miembro de nuestro Pontificio Consejo.

Saludo con afecto y agradecimiento a Su Excelencia Pedro Pablo Elizondo, prelado de Cancún-Chetumal y responsable del área pastoral del turismo, aviación civil y tiempo libre dela Conferenciadel Episcopado Mexicano, que hoy nos acoge con generosidad en su casa y a cuyos desvelos y los de su equipo debemos que podamos inaugurar solemnemente este evento.

El Santo Padre Benedicto XVI ha querido hacerse presente en nuestro Congreso por medio del extenso y profundo mensaje que se ha dignado dirigir a quienes en él participamos. Reflexionemos sobre este documento. Su misiva deberá necesariamente acompañar e iluminar los trabajos que hoy iniciamos. Será empeño nuestro el dejarnos guiar por sus palabras, y así responder de modo más adecuado a lo quela Iglesianos pide en este momento histórico concreto.

2. El turismo es un signo de los tiempos

El Santo Padre nos recuerda que “el turismo es ciertamente un fenómeno característico de nuestra época, tanto por las significativas dimensiones que ha alcanzado como por las perspectivas de crecimiento que se prevén”.

Al acercarnos a él, debemos evitar toda concepción reductiva del mismo, identificándolo con una simple actividad económica o con grupos minoritarios y privilegiados de nuestras sociedades.

El turismo es ciertamente deudor dela Declaraciónuniversal de derechos humanos, aprobada el 10 de diciembre de 1948, que en su artículo 24 reconoce el derecho de toda persona “al descanso, al disfrute del tiempo libre, a una limitación razonable de la duración del trabajo y a vacaciones periódicas pagadas”. Nos encontramos en un momento histórico en el que una parte importante de la población goza cada vez más de tiempo libre y tiene la posibilidad de disfrutar del turismo.La DeclaracióndeLa Hayasobre turismo, aprobada en 1989, afirma precisamente en su principio I que éste “se ha convertido en un fenómeno cotidiano para cientos de millones de individuos”, al tiempo que reconoce que “constituye una actividad esencial en la vida de los hombres y de las sociedades modernas al convertirse en una forma importante de emplear el tiempo libre y también en el principal vehículo de las relaciones humanas y de los contactos políticos, económicos y culturales exigidos por la internacionalización de todos los sectores de la vida de las naciones”.

Estas palabras son corroboradas por las estadísticas que ofrecela Organización Mundialdel Turismo, cuyo último Barómetro cifra en 980 millones las llegadas de turistas internacionales durante el año 2011, y que alcanzarán el hito de los mil millones en el presente año. Con este ritmo de crecimiento, las llegadas de turistas internacionales serán dos mil millones en el año2030. Aéstas hay que añadir las cifras aún más elevadas que supone el turismo local.

A pesar de todo lo afirmado, creo necesario en este momento constatar que por desgracia son muchas las personas que siguen estando excluidas de este derecho. En muchos países en vías de desarrollo y para una parte importante de la humanidad, donde no están garantizadas las necesidades básicas, este derecho se presenta ciertamente como algo lejano y hablar de él puede incluso aparecer como una frivolidad.

3. El turismo, acompañado por la solicitud pastoral dela Iglesia

El Santo Padre continúa su mensaje invitando a desarrollar una pastoral del turismo, desde el convencimiento que “al igual que toda realidad humana, debe ser iluminado y transformado porla Palabrade Dios. Desde esta convicción,la Iglesia, con su solicitud pastoral, y siendo consciente del importante influjo que este fenómeno tiene sobre el ser humano, lo acompaña desde sus primeros pasos, alienta y promueve sus potencialidades, al mismo tiempo que señala y trabaja por corregir sus riesgos y desviaciones”.

Fue el Papa Pío XII el primer pontífice que de modo sistemático abordó la pastoral del turismo, y esto como respuesta a su preocupación por establecer un diálogo entre la fe cristiana y la sociedad contemporánea.

Desde ese momento, la atención pastoral dela Iglesiaha experimentado un continuo crecimiento en sus iniciativas, al tiempo que ha ampliado los ámbitos de su acción. A inicios de los años 60 del siglo pasado, y debido al importante incremento del fenómeno,la Santa Sedeconfió la pastoral del turismo al “Centro para la preservación de la fe”, en el seno de la así llamada Sacra Congregación del Concilio.

Con las diversas reformas de la curia romana, la pastoral del turismo fue asumida sucesivamente porla Congregaciónpara el Clero (1967) y porla Pontificia Comisiónparala Pastoraldela Emigracióny del Turismo (1970), elevada posteriormente al rango de Pontificio Consejo parala Pastoralde los Emigrantes e Itinerantes (1988), y en cuyo seno se encuentra el sector de pastoral del turismo, peregrinaciones y santuarios.

Fruto de la preocupación eclesial por este ámbito, en el año 1969 se publicó el Directorio General parala Pastoraldel Turismo Peregrinans in terra, primer documento sistemático referido a esta pastoral específica, y que, junto a una valoración positiva del fenómeno, contenía una invitación a evangelizarlo y acompañarlo espiritualmente. Sus reflexiones fueron posteriormente retomadas y actualizadas en las Orientaciones para la pastoral del turismo, publicadas por nuestro Pontificio Consejo en el año 2001.

4. Elementos positivos y negativos

Con el fin de poder acompañar adecuadamente esta importante realidad humana, es fundamental reconocer en ella tanto sus numerosos elementos positivos como aquellos ambiguos o negativos, y así poder potenciar los primeros y denunciar e intentar corregir los segundos.

Queremos, en primer lugar, subrayar sus virtudes y potencialidades. Estamos convencidos de que el turismo humaniza, ya que es: ocasión para la restauración física y espiritual; camino para el recíproco conocimiento de personas, pueblos y culturas; instrumento de desarrollo económico y de lucha contra la pobreza; promotor de paz, de tolerancia, de fraternidad y de diálogo entre civilizaciones; oportunidad de encuentro con la naturaleza; factor de autoeducación y ocasión de crecimiento humano; y ámbito de contemplación y de crecimiento espiritual.

Éste es precisamente uno de los puntos que subraya el Santo Padre, cuando afirma que “el viaje es manifestación de nuestro ser homo viator, al mismo tiempo que refleja ese otro itinerario, más profundo y significativo, que estamos llamados a recorrer: el que nos conduce al encuentro con Dios. La posibilidad que nos brindan los viajes de admirar la belleza de los pueblos, de las culturas y de la naturaleza, nos puede conducir a Dios, favoreciendo la experiencia de fe, «pues por la grandeza y hermosura de las criaturas se llega por analogía a contemplar a su creador» (Sb 13,5)”.

Pero esta valoración positiva del turismo no nos impide reconocer que, al igual que toda realidad humana, no está exento de riesgos ni de rasgos negativos, y que puede promover peligrosos cambios urbanísticos y medioambientales, el deterioro del patrimonio cultural, la merma de valores y, lo que es mucho peor, un menoscabo de la dignidad humana. En ello insiste el Código Ético Mundial para el Turismo, al afirmar que “la explotación de seres humanos, en cualquiera de sus formas, especialmente la sexual, y en particular cuando afecta a los niños, vulnera los objetivos fundamentales del turismo y constituye una negación de su esencia”.1

La Iglesia quiere acompañar este fenómeno, desde una acción pastoral adecuada, centrada especialmente en los tres ámbitos que el Santo Padre señala en su mensaje dirigido a nuestro Congreso: el turismo en general, el turismo religioso y el turismo de los cristianos.

5. El turismo en general

Así pues, y siguiendo esta invitación, nuestra preocupación pastoral ha de dirigirse, en primer lugar, al turismo en sí, colaborando con todos los esfuerzos que buscan hacer de ésta una realidad verdaderamente humana y humanizadora. Será competencia de esta pastoral específica, según palabras del Santo Padre, “iluminar este fenómeno con la doctrina social dela Iglesia, promoviendo una cultura del turismo ético y responsable, de modo que llegue a ser respetuoso con la dignidad de las personas y de los pueblos, accesible a todos, justo, sostenible y ecológico”.

En este esfuerzo por alcanzar un turismo ético y responsable, el Código Ético Mundial para el Turismo, adoptado porla OMTy ratificado porla Asamblea Generalde las Naciones Unidas, representa sin lugar a dudas un importante hito. Al tiempo que debemos secundar toda iniciativa que lleve a difundirlo y aplicarlo, mostramos nuestro apoyo a que este Código adquiera la condición jurídica de “Convención”, de modo que sea revestido de una fuerza legal de la que en este momento carece.

Partiendo de la valoración positiva que precedentemente hemos ofrecido, debemos concluir, avalados por el Magisterio eclesial,2 que el turismo no es sólo una oportunidad sino también ha de ser un derecho para todos, que no puede ser restringido a unas determinadas franjas sociales ni a unas zonas geográficas concretas. Pero la constatación de la realidad nos muestra que no está al alcance de todos y que son todavía muchos los que no pueden disfrutarlo ni aprovecharse de sus beneficios.3 Por ello, han de promoverse las condiciones que favorezcan la existencia de un turismo social, al que todos tengan acceso, y de modo especial las familias, los jóvenes, los estudiantes, las personas mayores y las que padecen minusvalías.4

En la consecución de este turismo social puede ser de gran ayuda la encíclica Caritas in veritate del Papa Benedicto XVI. En este documento de doctrina social dedicado al desarrollo humano integral, hay un parágrafo, concretamente el número 61, que aborda el complejo y rico fenómeno del turismo. Es más, todo el texto en su conjunto ofrece numerosas pistas acertadas para la reflexión y pautas útiles para nuestra acción.

Una de las propuestas importantes que ofrece el Santo Padre es la invitación a superar una obsoleta dicotomía entre la esfera de lo económico y la esfera de lo social, que ha llevado a identificar erróneamente la economía con la producción de riqueza y lo social con el lugar de la solidaridad.5 La encíclica en cuestión aboga por abandonar esta identificación, indicando que una actuación económica que no incorpore en sí la dimensión social no sería éticamente aceptable, al tiempo que cualquier acción social que no tenga cuenta de los recursos resultaría a largo plazo insostenible.6

En este camino de consecución de un auténtico turismo social,la Iglesiaha contribuido tanto con su reflexión teórica como con las numerosas iniciativas que, promovidas por diócesis, parroquias o asociaciones eclesiales, se han desarrollado en favor de los grupos sociales más desfavorecidos, y por medio de las cuales se ha esforzado en extender este derecho.

“La Iglesia- afirma el Santo Padre - desea seguir ofreciendo su sincera colaboración, desde el ámbito que le es propio, para hacer que este derecho sea una realidad para todos los seres humanos, especialmente para los colectivos más desfavorecidos”.

6. El turismo religioso

El segundo ámbito en el que el Santo Padre nos invita a trabajar es el del así llamado “turismo religioso”, es decir, aquel que tiene como destino las diversas manifestaciones artísticas nacidas de la experiencia religiosa cristiana. Entre estos destinos se encuentran los templos, los monasterios, los museos de arte religioso, las celebraciones cristianas o las manifestaciones festivas y populares de nuestra fe.

Las estadísticas revelan que el turismo religioso está en fase de crecimiento. Son cada vez más numerosas las personas que durante sus vacaciones visitan destinos turísticos religiosos, dedican parte de ellas a la peregrinación o, incluso, a pasar unos días de descanso en alguna hospedería monástica, compartiendo la experiencia de silencio con la comunidad religiosa que los acoge.

Por su parte, las autoridades civiles son conscientes del potencial que este tipo de turismo supone, y son numerosos los que contemplan estos destinos religiosos entre las propuestas turísticas de sus países, promocionando los mismos.

Ciertamente, el patrimonio histórico-cultural religioso puede y debe estar al servicio de la nueva evangelización, singularmente cuando habla el lenguaje que le es propio, el de la “via pulchritudinis”, la “vía de la belleza”, un tema muy querido a Benedicto XVI. Él mismo afirmó que estas manifestaciones artísticas “son auténticos caminos hacia Dios, la Bellezasuprema; más aún, son una ayuda para crecer en la relación con él, en la oración. Se trata de las obras que nacen de la fe y que expresan la fe”.7 En la visita a estos destinos turísticos religiosos, el visitante debería poder experimentar esta “via pulchritudinis” en tres ámbitos concretos: la belleza del espacio, la belleza de la liturgia y la belleza de la caridad y de las relaciones humanas, que se expresa, entre otras cosas, en la acogida que debemos ofrecerle. Al respecto, el mensaje pontificio nos recuerda que “es importante cuidar la acogida y organizar las visitas turísticas siempre desde el respeto al lugar sagrado y a la función litúrgica para la que nacieron muchas de estas obras y que sigue siendo su destino primordial”.

También en este ámbito es necesaria una estrecha colaboración. Invitamos a las instituciones civiles nacionales e internacionales a que contemplen entre sus ámbitos de trabajo este turismo religioso, respetando sus especificidades y exigencias propias. Es importante subrayar la necesaria cooperación que también debe existir entre la Iglesiay los diferentes profesionales implicados en el sector del turismo, entre los que se encuentran los hoteleros, las agencias y operadores turísticos, las guías o los gestores de medios de transporte. A ellos invitamos a que promuevan el respeto tanto del lugar religioso visitado como de las creencias de los turistas, permitiendo y facilitando sus prácticas religiosas.8 Así mismo,la Iglesia debe mostrar su colaboración con el fin de que las guías turísticas adquieran una suficiente preparación religiosa que les permita mostrar el auténtico rostro de los lugares religiosos visitados. Ciertamente, tal cooperación traerá consigo beneficios para todos estos sectores implicados.

7. El turismo de los cristianos

El Santo Padre indica como tercera tarea de la pastoral del turismo el “acompañar a los cristianos en el disfrute de sus vacaciones y tiempo libre, de modo que sean de provecho para su crecimiento humano y espiritual”. Así pues,la Iglesiadebe acompañar al cristiano también durante su tiempo de descanso, promoviendo las iniciativas litúrgicas, formativas, sociales oportunas, desde una actitud de acogida y servicio.

Pero esta acción pastoral no puede centrarse únicamente en quienes participan ordinariamente de la vida eclesial. Por ello, Benedicto XVI afirma con rotundidad que “la nueva evangelización, a la que todos estamos convocados, nos exige tener presente y aprovechar las numerosas ocasiones que el fenómeno del turismo nos ofrece para presentar a Cristo como respuesta suprema a los interrogantes del hombre de hoy”. En la misma línea se manifestó la Conferencia Generaldel Episcopado Latinoamericano y del Caribe celebrada en Aparecida.9

La Iglesia, que “tiene cuenta del tiempo y de la cultura para un verdadero diálogo y una comunicación eficaz”,10 está llamada a evangelizar “a tiempo y a destiempo” (2 Tim 4,2), y se sabe invitada a actuar en el ámbito del turismo con una nueva creatividad, y especialmente desde una dinámica fuertemente misionera, que parte de los interrogantes humanos para presentar el mensaje evangélico.

8. La necesidad de una pastoral del turismo

Por todo cuanto se ha afirmado hasta el momento, y siguiendo la petición del Santo Padre, invitamos a que “la pastoral del turismo forme parte, con pleno derecho, de la pastoral orgánica y ordinaria dela Iglesia, de modo que coordinando los proyectos y esfuerzos, respondamos con mayor fidelidad al mandato misionero del Señor”.

Observamos con preocupación el hecho de que esta pastoral específica no ha entrado todavía en numerosas diócesis y Conferencias episcopales, o bien es considerada como algo accesorio de lo que se puede prescindir. En algunos casos, ciertamente, existen ámbitos más graves a los que dedicarse. Pero en otras situaciones tal ausencia es debida a una concepción restrictiva del turismo, que lo identifica erróneamente con clases económicamente acomodadas, y que dificulta ciertamente una aceptación de esta atención eclesial, cuestionando su necesidad e importancia.

La exhortación del Santo Padre se debe traducir tanto en la creación de estructuras nacionales y diocesanas donde todavía no existan, como en la potenciación de las existentes. Para ello serán útiles las indicaciones que al respecto ofrecen el Directorio Peregrinans in terra11 y las Orientaciones para la pastoral del turismo.12 Así mismo, se nos invita a que, más allá de propuestas puntuales y esporádicas, se conforme una pastoral del turismo integrada en aquella ordinaria, insertándola de modo orgánico y articulado en sus planes pastorales.

Esta acción eclesial deberá ser dirigida a todas las personas que están implicadas: los turistas, los que trabajan en este sector, la comunidad que acoge, quienes sufren sus consecuencias...

Concluyo reiterando la invitación del Santo Padre a que este Congreso, “reunido precisamente bajo el lema El turismo que marca la diferencia, colabore a desplegar esa pastoral que nos conduzca paulatinamente hacia este «turismo distinto»”.

NOTAS

1 Organización Mundial del Turismo, Código Ético Mundial para el Turismo, 1 octubre 1999, art. 2 § 3.
2 Cfr. Concilio Ecuménico Vaticano II, Constitución pastoral Gaudium et spes, 7 diciembre 1965, nn. 61 y 67; Pontificio Consejo parala Pastoral de los Emigrantes e Itinerantes, Orientaciones parala Pastoral del Turismo, 29 junio 2001, n. 6.
3 Cfr. Pontificio Consejo parala Pastoral de los Emigrantes e Itinerantes, Orientaciones parala Pastoral del Turismo, 29 junio 2001, n. 24.
4 Cfr. Organización Mundial del Turismo, Código Ético Mundial para el Turismo, 1 octubre 1999, art. 7 § 4.
5 Cfr. Benedicto XVI, Carta encíclica Caritas in veritate, 29 junio 2009, nn. 35-42.
6 Cfr. Antonio Maria Vegliò, Mensaje a los participantes en el V Foro Europeo de Turismo Social, Málaga (España), 15-17 octubre 2009.
7 Benedicto XVI, Audiencia general, 31 agosto 2011.
8 Cfr. Organización Mundial del Turismo, Código Ético Mundial para el Turismo, 1 octubre 1999, art. 6 § 3.
9 Cfr. V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, Documento conclusivo, Aparecida (Brasil), mayo 2007, nn.
93 y 518.
10 Juan Pablo II, Carta apostólica Novo Millennio Ineunte, 6 enero 2001, n. 29.
11 Cfr. Congregación para el Clero, Directorio General Peregrinans in terra para la pastoral del turismo, 30 abril 1969, nn. 13-29.
12 Cfr. Pontificio Consejo parala Pastoral de los Emigrantes e Itinerantes, Orientaciones parala Pastoral del Turismo, 29 junio 2001,
n. 31-35.


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Viernes, 11 de mayo de 2012

 Reflexión  a las lecturas del domingo sexto de Pascua - B, ofrecida por el sacerdote Don Juan Manuel Pérez Piñero bajo el epígrafe "ECOS DEL DÍA DEL SEÑOR"

Domingo 6º de Pascua B 

Queridos amigos y amigas:

“Permaneced en mi amor”. Es el encargo del Señor, en su despedida. Y el amor tiene sus normas, sus leyes… Por eso continúa diciendo: “Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; lo mismo que yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor”. Nos ha puesto “el listón” muy alto el Señor: “Como yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor”. ¡Cuánto se habla de amor! ¡Pero se entiende de modo tan diverso por unos y otros! Dicen que los primeros cristianos, cuando tuvieron que buscar una palabra que tradujera lo que es el amor cristiano, escogieron una, que se usaba muy poco en el lenguaje común: “ágape”: amor de donación…

Recuerdo que en los libros en latín que usábamos en el Seminario Mayor, había al principio de cada tema, esta expresión: “Explicatio terminorum”.  De esta forma, se precisaba el sentido de cada concepto, de cada expresión… Me parece que en nuestra época, sería también necesario hacer algo parecido. De hecho, el Papa Benedicto, hizo algo de eso, al comienzo de su primera Encíclica: “Deus Charitas est”. Me parece que el Apóstol S. Juan nos da la clave cuando escribe: “En esto hemos conocido el amor: En que Él dio su vida por nosotros”. Y añade: “También nosotros debemos dar nuestra vida por los hermanos”. (1Jn 3, 16). Y también: “Quien no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor” como leemos en la segunda lectura de hoy. Y esto no es cosa sólo para los cristianos o, incluso, para algunos cristianos un poco más “cultivados”, sino que vale también para toda persona que busque el verdadero amor.

Y por eso nos recuerda también S. Pablo: “Si no tengo amor, no soy nada” (1 Co, 13,2). Por eso cada cristiano, más aún, todo hombre o mujer, puede decir o gritar: “¡Lo hemos encontrado! Si, ¡Hemos encontrado el verdadero amor! ¡Es el amor que consiste en dar la vida!” Y la vida se puede entregar, de una vez, en el martirio, o poco a poco, en el lento martirio de cada día. Y si tenemos que dar la vida, qué importa dar esto ahora y aquello, después.

Todo esto puede llevarnos a planteamientos muy exigentes. ¡Es el camino que conduce a las “virtudes heroicas” que practicaron los santos! Es lógico que continúe diciendo S. Juan: “Si alguno tiene bienes de este mundo y, viendo a su hermano en necesidad, le cierra sus entrañas, ¿como va a estar en él el amor de Dios? Hijos míos, no amemos de palabra y de boca, sino de verdad y con obras”. (1Jn 3,17-19)

En este tiempo de Pascua contemplamos a Cristo  Resucitado como el prototipo  del verdadero amor, el camino del amor auténtico: Él ha entregado su vida por amor y ha resucitado para ayudarnos a comprender que “el amor siempre triunfa” No es, por tanto, cuestión de palabras, sentimientos, vivencias…, que también valen. Se trata de algo mucho más grande: el amor de donación, el amor que busca el bien del otro..., el amor de Dios que “ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que se nos ha dado”. (Rom, 5, 5). ¡El amor, es por tanto, algo que viene de Dios, algo divino! Ahora comprendemos mejor por qué el Señor nos llama amigos: “Porque todo lo que he oído a mi Padre, os lo he dado a conocer…” escuchamos en el Evangelio de hoy.  En efecto, los secretos se confían a los amigos de confianza… Y Jesucristo revela “los secretos del Reino” a sus amigos.

Y este es el amor que da fruto. A eso nos ha destinado el Señor como contemplamos en el Evangelio de hoy: “Soy yo el que os he elegido; y os he destinado para que vayáis y deis fruto y vuestro fruto dure.” No hay alegría más grande que la de amar y sentirse amado. Nos dice el Señor que nos ha hablado de esto “para que mi alegría esté en vosotros y vuestra alegría llegue a plenitud”. Es la verdadera alegría, que se vuelve intensa y desbordante, especialmente, en este Tiempo de Pascua.

Me gusta repetir lo que decía S. Ignacio de Loyola en el Libro de Los Ejercicios: “No el mucho saber es lo que harta y satisface el alma, sino el sentir y gustar de las cosas internamente”. (E. E. Anotación 2ª)

¡Y de eso se trata: “De sentir un gustar de estas cosas internamente!”. 

¡FELIZ PASCUA! ¡FELIZ DOMINGO! ¡FELIZ DÍA DEL SEÑOR!


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Reflexión de monseñor Rubén Oscar Frassia, obispo de Avellaneda-Lanús, en el programa radial Compartiendo el Evangelio (Tercer domingo de Pascua, 22 de abril de 2012) (AICA)    

CERTEZA QUE ALIENTA LA ESPERANZA         

San Lucas 24, 35-48

Los discípulos que retornaron de Emaús a Jerusalén, contaron lo que les había pasado en el camino y cómo lo habían reconocido al partir el pan. Todavía estaban hablando de esto, cuando Jesús se apareció en medio de ellos y les dijo: "La paz esté con ustedes". Atónitos y llenos de temor, creían ver un espíritu, pero Jesús les preguntó: "¿Por qué están turbados y se les presentan esas dudas? Miren mis manos y mis pies, soy yo mismo. Tóquenme y vean. Un espíritu no tiene carne ni huesos, como ven que yo tengo". Y diciendo esto, les mostró sus manos y sus pies. Era tal la alegría y la admiración de los discípulos, que se resistían a creer. Pero Jesús les preguntó: "¿Tienen aquí algo para comer?". Ellos le presentaron un trozo de pescado asado; él lo tomó y lo comió delante de todos. Después les dijo: "Cuando todavía estaba con ustedes, yo les decía: Es necesario que se cumpla todo lo que está escrito de mí enla Leyde Moisés, en los Profetas y en los Salmos". Entonces les abrió la inteligencia para que pudieran comprender las Escrituras, y añadió: "Así estaba escrito: el Mesías debía sufrir y resucitar de entre los muertos al tercer día, y comenzando por Jerusalén, en su Nombre debía predicarse a todas las naciones la conversión para el perdón de los pecados. Ustedes son testigos de todo esto. 

Certeza que alienta la esperanza

Es el relato de los Peregrinos de Emaús, cuando estos ya han regresado a Jerusalén. Jesús resucitado está en nosotros. Jesús resucitado, vivo, está siempre enla Iglesiay se hace presente de distintas maneras. Nos da, como a los discípulos, el don de la paz y la alegría, nos da el envío en la misión, el anuncio del perdón. El encuentro con Cristo, con su presencia, aviva, suscita y confirma a sus discípulos, a los apóstoles.

Cristo muriendo ha destruido la muerte y resucitando ha dado de nuevo la vida. El Cristo pascual es la encarnación definitiva dela Misericordia. Nosotrossomos liberados en Él por medio de su crucifixión, de su muerte y de su resurrección gloriosa, y también entramos a participar así en la resurrección futura porque, creyendo en Él, también moriremos y resucitaremos. La certeza de que el Señor está en medio de nosotros, alienta la esperanza de nuestra resurrección futura.

En el texto vemos que Jesús no es “un fantasma”, no; está presente y nosotros tenemos que vivir como resucitados, intensificando el don y el misterio de la gracia del bautismo; con la celebración dela Pascua, Cristo está presente enla Iglesiay en nosotros. Y nosotros, por su pertenencia, por su identidad, por el don y por la gracia que nos ha regalado, también hemos de vivir de un modo resucitado. Por eso es entender y obrar, entender y actuar.

Es aquí donde cada uno de nosotros tiene que sacar fuerza y alimento de escucharla Palabra, de celebrarla Eucaristía, de recibir el perdón -sacramento que administra el sacerdote- y de todo lo que significa la oración personal, para que también nosotros resurjamos y tengamos una vida nueva. Lo he dicho en otra oportunidad: Cristo perdona, no como un restaurador que restaura un jarro roto, sino que hace un jarro nuevo.

Y así es de importante: “¡Cristo hace nuevas todas las cosas!”; y sobre todo con su amor de misericordia y con su misericordia llena de amor.

Les dejo mi bendición: en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén 

Mons. Rubén Oscar Frassia, obispo de Avellaneda-Lanús 


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Homilía de monseñor Juan Rubén Martínez, obispo de Posadas,  para el 3er. Domingo de Pascua (22 de abril de 2012) (AICA)

HUMANISMO SOLIDARIO               

El texto del Evangelio de este domingo (Lc. 24,35-48), nos relata la aparición de Jesús Resucitado a los Apóstoles. Ellos necesitaban tener este encuentro Pascual para llevar adelante la misión de anunciar el Reino. Habían convivido con el Señor, sabían de su muerte y resurrección, pero aún estaban turbados y con temor. Por eso el texto señala: “Entonces les abrió la inteligencia, para que pudieran comprender las Escrituras, y añadió: “Así estaba escrito; el Mesías, debía sufrir y resucitar de entre los muertos al tercer día, y comenzando en Jerusalén, en su nombre debía predicarse a todas las naciones la conversión para el perdón de los pecados. Ustedes son testigos de todo esto” (Lc.24,45-48).

Al reflexionar sobre la necesidad de centrar nuestra fe en Jesucristo Resucitado y sus enseñanzas, llegamos a una conclusión que aunque obvia, es bueno recordar: no podemos llamarnos cristianos, si no buscamos y deseamos tener un encuentro con Jesucristo, el Señor, el que murió y Resucitó. Para los Apóstoles fue fundamental este encuentro personal y pascual con el Señor. Esto les cambió  la vida y permitió ser sus “testigos”.

En realidad esto que vivieron los Apóstoles no fue una experiencia exclusiva de ellos, todos estamos llamados a tener esa experiencia pascual, con Jesucristo vivo y resucitado, para ser testigos. ¿Esto es solo algo teórico? ¿Una abstracción distanciada de la realidad? Considero conveniente acentuar que hay muchos hombres y mujeres que nos dan testimonio y responden con sus vidas ejemplares a estos interrogantes.

En este tiempo, y con la gracia del acontecimiento y el documento de Aparecida, vamos acentuando la necesidad de asumir como cristianos un camino discipular para la misión. Es cierto que esto es difícil en un contexto que a veces es hasta agresivo con las propuestas del Evangelio, e incluso con los valores y la visión del hombre que la revelación cristiana nos propone. Hay que señalar que los malos ejemplos que puedan dar quienes se apartan de la fe cristiana, así como nuestras propias fragilidades, no invalidan el “Don de Dios” del encuentro con Jesucristo y su revelación, ratificado en el testimonio de tantísimos hombres y mujeres que viven con fidelidad y entrega este regalo maravilloso de ser cristianos.

Por esta misma razón en este tiempo deberemos acentuar este discipulado y misión, en todos pero especialmente en nuestro laicos que son la mayoría del pueblo de Dios, para humanizar y evangelizar nuestra cultura habitualmente bombardeada por ideologías materialistas que consideran a la persona como objeto de consumo, potenciando solo sus instintos, y eliminando su espiritualidad que implican la inteligencia, voluntad, libertad y la capacidad de trascendencia.

En relación a la necesidad de humanizar y evangelizar la cultura, Aparecida señala: “Son los laicos de nuestro continente, conscientes de su llamados a la santidad en virtud de su vocación bautismal, los que tienen que actuar a manera de fermento en la masa para construir una ciudad temporal que esté de acuerdo con el proyecto de Dios. La coherencia entre fe y vida en el ámbito político, económico y social exige la formación de la conciencia, que se traduce en un conocimiento dela Doctrina Socialdela Iglesia. Parauna adecuada formación de la misma, será de mucha utilidad el compendio dela Doctrina Socialdela Iglesia. LaV Conferencia se compromete a llevar a cabo una catequesis social incisiva, porque “la vida cristiana no se expresa solamente en las virtudes personales, sino también en las virtudes sociales y políticas.

El discípulo y misionero de Cristo que se desempeña en los ámbitos de la política, de la economía y en los centros de decisiones sufre el influjo de una cultura frecuentemente dominada por el materialismo, los intereses egoístas y una concepción del hombre contraria a la visión cristiana. Por eso, es imprescindible que el discípulo se cimiente en su seguimiento del Señor, que le dé  la fuerza necesaria no solo para no sucumbir ante las insidias del materialismo y del egoísmo, sino para construir en torno a él un consenso moral sobre valores fundamentales que hacen posible la construcción de una sociedad justa” (505-506).

Convocados por tantos testigos dela Pascuanuestro tiempo necesita de discípulos y discípulas portadores de esperanza.

¡Un saludo cercano y hasta el próximo domingo! 

Mons. Juan Rubén Martínez, obispo de Posadas 


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Jueves, 10 de mayo de 2012

Homilía de monseñor José María Arancedo, arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina en la misa de apertura de la 103ª Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Argentina (23 de abril de 2012) (AICA)

APERTURA DE LA 103° ASAMBLEA PLENARIA DEL EPISCOPADO ARGENTINO

Iniciamos en esta Eucaristía la 103° Asamblea  Plenaria del Episcopado Argentino. Este hecho es, ante todo, un motivo de gratitud a Dios. Venimos para expresar nuestro afecto colegial, guiar la acción evangelizadora de la Iglesia y afianzar nuestros lazos de comunión. Es un encuentro de pastores llamados a iluminar y a servir desde la Palabra de Dios el camino de la Iglesia en la Argentina. Necesitamos abrirnos con docilidad al Espíritu de Dios para ser discípulos del Señor en nuestro servicio. La imagen de Esteban, que acabamos de escuchar, es elocuente cuando se nos dice de él que, como hombre invadido por el Espíritu de Dios, todos: “quedaban admirados frente a la sabiduría y al espíritu que se manifestaba en su palabra” (Hech. 6, 10). La primacía de Dios era su fuente, su fortaleza y confianza.

Ante la pregunta de sus discípulos sobre qué debían hacer para realizar las obras de Dios, Jesús les responde: “La obra de Dios es que ustedes crean en aquel que él ha enviado” (Jn. 6, 28). Este evangelio nos invita a renovar nuestra fe en el encuentro con Jesucristo, que es el bien más precioso de la Iglesia. Ella existe por la fe y vive para trasmitirla. En el marco del Año de la Fe , al que el Santo Padre nos convoca, nuestra Asamblea Plenaria adquiere un significado particular. Los obispos somos, ante todo, hombres de fe; somos creyentes llamados a servir la fe de nuestros hermanos. Es  tiempo de gracia y purificación, tiempo de oración y fortalecimiento en la misión que se nos ha confiado. La finalidad del Año de la Fe es hacer de nosotros y de toda la Iglesia : “testigos creíbles y gozosos del Señor resucitado, capaces de indicar la puerta de la fe a tantas personas que buscan la verdad”. Poner a alguien en contacto con Jesucristo es el primer acto de amor que humaniza y da sentido a su vida. Esta invitación refuerza el camino de la Misión Continental que nos señaló Aparecida y que venimos realizando.

La fe no es sólo algo interior, sino que implica un modo de vivir, debe hacerse cultura. “Una fe que no se hace cultura, nos recordaba el beato Juan Pablo II, es una fe no plenamente vivida ni totalmente asumida”. La sabiduría del evangelio debe iluminar toda la vida del hombre. Frente a las dificultades que nos puede presentar un mundo alejado de Dios, no cabe la nostalgia del pasado sino el testimonio de una esperanza que se apoya en la certeza de nuestra fe en Jesucristo, que es el mismo: “ayer, hoy lo será siempre” (Heb. 13, 8). Cristo, que es lo más actual para el hombre y la medida de todo lo humano lo es, también,  de la cultura. La fe no se impone, se ofrece como un don que busca la libertad del hombre. Su fuerza no es el proselitismo sino la atracción de la presencia y la belleza de su mensaje, que es la Persona misma de Jesucristo.

La cultura, como realidad dinámica que abarca la totalidad de los ámbitos en los cuales el hombre desarrolla  sus “cualidades espirituales y corporales” es, además, el medio necesario para que el hombre y la sociedad alcancen “un nivel verdadera y plenamente humano” (cfr. GS 53). Hay definiciones y opciones llamadas a convertirse en leyes que, por su significado modélico en el ordenamiento jurídico de la sociedad, orientan el nivel de una comunidad y configuran una cultura. Esto no es ajeno a la fe en Jesucristo ni a la presencia de la Iglesia en el mundo. Elevar nuestra palabra en temas que hacen a la dignidad del hombre en la defensa de la vida en todo su desarrollo, como el valor de la familia fundada sobre el matrimonio junto a los derechos del niño, es un deber que nos compromete como hombres de fe en el ejercicio de nuestra responsabilidad pastoral. 

En esta línea hemos destacado, en nuestras recientes Orientaciones Pastorales, la importancia de la relación entre Fe y cultura como un desafío y un servicio de la Iglesia en el mundo. En este ámbito adquiere toda su importancia el valor de la Catequesis como camino de la Iniciación Cristiana y de la Educación en todos sus niveles. No podemos hablar de evangelización y diálogo con la cultura si no partimos de la necesidad de ahondar el contenido de la fe por el camino de la formación. La primacía y la centralidad de su Palabra, como acontecimiento siempre nuevo que da vida y solidez a la fe, es nuestro primer servicio al hombre y la cultura. En este sentido la próxima celebración del III° Congreso Catequístico Nacional en Morón es una gracia que nos habla de la importancia de un sólido Itinerario Catequístico Permanente, que permita descubrir la vocación cristiana desde la vivencia de la fe en la inserción de la vida en cada comunidad eucarística dominical.

En la convocatoria al Año de la Fe el Santo Padre nos recuerda, además, que: “La fe sin la caridad no da fruto, y la caridad sin fe sería un sentimiento constantemente a merced de la duda. La fe y el amor se necesitan mutuamente” (PF 14). No cabe hablar, por ello, de una cultura cristiana que no tenga en la caridad su expresión mayor y comprobación. Cuando la Iglesia nos habla de “la solidaridad particular con los débiles y la opción preferencial por los pobres” (LPNE 32), no lo hace desde una postura ideológica sino desde un compromiso de fidelidad al evangelio. Nuestra cercanía al pobre, al que sufre, nace de una profunda actitud de fe, “que nos descubre el rostro del Señor en aquellos hermanos nuestros con quienes él se ha identificado y desde quienes nos interpela” (LPNE 27). Fe y Caridad, Verdad y Amor, es la fuente donde abreva la cultura cristiana.

En este marco las metas que nos propusimos en el camino hacia un: “Bicentenario en justicia y solidaridad”, mantiene toda su actualidad. En ellas, el estudio y la docencia de la Doctrina Social de la Iglesia , como reflexión que nace del encuentro del evangelio con la realidad, adquiere un lugar relevante. Ella nos presenta una riqueza doctrinal orientada al desarrollo integral del hombre, a la vida de las instituciones en el marco del Bien Común,  como a la equidad en las relaciones sociales. El reciente Congreso de Doctrina Social en Rosario, fue expresión de esa presencia y servicio de la Iglesia.

En esta rápida mirada a algunas opciones de nuestra Iglesia en Argentina, no puedo dejar de mencionar un tema más íntimo, tal vez más doméstico, pero no menos importante en la preocupación de nuestro ministerio episcopal. Me refiero al valor y necesidad de las vocaciones consagradas y sacerdotales. Es sugerente, al respecto, el lema que el Santo Padre ha elegido este año para la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones: “Las vocaciones don de la caridad de Dios”. La vocación tiene su fuente en Dios y se concreta en un llamado al servicio de su pueblo. A este tema lo hemos propuesto como un ámbito pastoral prioritario. En cuanto don reclama nuestra oración, pero como respuesta necesita crear las condiciones que permitan que el llamado sea reconocido, valorado y escuchado. Se abre aquí todo un camino creativo y estable de trabajo vocacional a nivel de toda la vida de la Iglesia.  

Queridos hermanos, iniciamos con gozo una nueva Asamblea Plenaria. Venimos con nuestras preocupaciones pastorales, traemos las inquietudes de nuestras comunidades y agentes de pastoral, sacerdotes, diáconos, religiosos y laicos; conocemos la realidad con las urgencias, necesidades y esperanzas de nuestra gente. Pidamos al Señor la asistencia de su Espíritu, para que sea él quien oriente nuestras reflexiones y decisiones. Que María Santísima, Nuestra Madre de Luján, nos acompañe y enseñe a ser discípulos y misioneros de su Hijo, Nuestros Señor Jesucristo. Amén. 

Mons. José María Arancedo, arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina 


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El DEPARTAMENTO DE COMUNICACIÓN del obispado de Tenerife nos participa de las noticias que ha tenido origen en la última semana de la diócesis.

38201. La Laguna. Tenerife.
Tfno. 922-25 86 40 / Extensión 8
e-mail: [email protected]

Boletín 481 

LAS NOTICIAS AMPLIADAS PUEDEN VERLAS ENTRANDO EN NUESTRO BLOG. Textos, sonidos, e imágenes los tienen en: http://www.comunicacionobispadodetenerife.blogspot.com/

 

El domingo 13 de mayo, VI de Pascua, se celebra la culminación de la Campaña Nacional de la Pastoral de la Salud. La de este año ha tenido como lema “El poder curativo de la fe”, en sintonía con el tema de la Jornada Mundial del Enfermo del pasado 11 de febrero, que el Papa Benedicto XVI dedicó a “La gracia especial de los sacramentos de sanación”. Desde el blog de comunicación del Obispado se puede acceder a los materiales para celebrar esta jornada. 

También, el próximo 13 de mayo celebramos en nuestra Diócesis la Jornada de Vocaciones Nativas, bajo el lema: "María alienta las vocaciones en la misión". Un día en el que se invita a los católicos a colaborar con esta Obra Pontificia que atiende las vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada en territorios de misión. En torno a esta jornada, el viernes 11 de mayo, a las 20.30 horas, en el Monasterio Las Claras, La Laguna, se celebrará una vigilia de oración por las Vocaciones Nativas.  

Por otro lado, el 20 de mayo, en la capilla del Seminario Diocesano, a las 20:00 horas habrá una vigila de oración por las vocaciones. 

Como cada año, la fiesta de la Ascensión del Señor, 20 de mayo, trae a nuestra consideración el papel de las comunicaciones sociales y su relación con la evangelización. En este día, muchos son los que reflexionan sobre el papel de las comunicaciones. El lema de este año para celebrar la XLVI Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales es: “Silencio y Palabra: camino de evangelización”, una jornada que pretende poner en relación dos elementos indispensables para una comunicación efectiva: reflexión y acción.  

Esta semana, el clero de la Diócesis Nivariense celebró la fiesta de su santo patrón, San Juan de Ávila. Una jornada anual eminentemente sacerdotal que este año tuvo lugar en el Arciprestazgo de Tegueste y que homenajeó a los sacerdotes que cumplen sus 25 y 50 años de ministerio (Bodas de Plata: Carmelo González García, Miguel Ángel Navarro Mederos y Bernabé González Lorenzo. Bodas de Oro: Ismael Rodríguez Hernández, Cristóbal Pérez Vega, Gonzalo Morales Hernández, José Antonio Regalado Delgado y Manuel Herrera) 

El Obispo, Bernardo Álvarez, ha admitido a las Sagradas Órdenes del Diaconado y Presbiterado al seminarista de 3º de EE.EE. Borja García Llarena. Asimismo, ha instituido en los ministerios laicales a David Rodríguez Martín, de 4º de EE.EE. (Lector), a Flavio de Armas Hernández, David Socas Díaz y Luis David Pérez Martín, estos tres últimos de 6º Curso Pastoral y en el ministerio del Acolitado.  

Cáritas Arciprestal de La Laguna ha decidido continuar con su II Rastrillo Leonor un fin de semana más, concretamente del 11 al 13 de mayo. El mismo se encuentra en la primera planta de la tienda Wehbe (C/Herradores), y lo que pretende es recaudar fondos para los más necesitados. De esta forma, Cáritas trata de despertar la solidaridad con la ayuda de cientos de voluntarios. Entre otros objetos, se pueden adquirir libros, objetos de decoración, cocina, bisutería, plata, antigüedades, pinturas, enseres para el hogar, accesorios de moda, textiles y otros muchos objetos. 

El 12 de mayo, a las 18:00 horas, en el salón de actos del Seminario Diocesano, el periodista Andrés Brito impartirá una conferencia sobre la Sábana Santa. En la misma, Brito aportará las novedades presentadas recientemente en Valencia, en el I Congreso Internacional sobre la Síndone de Turín. Esta nueva conferencia es una iniciativa del movimiento de Familias Cristianas. 

Ya está disponible la revista “Iglesia Nivariense” correspondiente al mes de mayo. Una publicación que hace balance del episcopado de Felipe Fernández, a través de los testimonios de diversas personas que fueron significativas en su vida. Entre ellas, el Obispo Bernardo Álvarez, el sacerdote José Manuel García Matos, la delegada de Apostolado Seglar, María José Cabrera y el vicario judicial, Daniel José Padilla. 

El Instituto Superior de Teología de las Islas Canarias, ISTIC, sede de Tenerife, dentro de su Colección Fe-Cultura, presentará el próximo día 24 un nuevo texto, “La Decisión de Pilato: Un caso difícil para un prefecto romano del Siglo I”, obra de Juan Ignacio Moreno, Magistrado Juez del Tribunal Superior de Justicia de Canarias. Este acto tendrá lugar dicho día 24 a partir de las 19,00 horas en el Salón de Actos del Exconvento de Santo Domingo, San Cristóbal de La Laguna.  

Entreculturas ha organizado el concierto “Tres Orillas” para el 11 de mayo, a las 20:00 horas, en el IES La Laboral. La entrada-donativo es de 3 €. “Tres Orillas” nació fruto de la ilusión que ha puesto un grupo de personas, por querer acercar otras realidades, sobre todo, al público joven. Este año se contará con la presencia de: “El Supositorio” (grupo humorístico), “Marina Gil con música del Camino”, “Rarezas” y “Ni 1 pelo de tonto”. Presentará el acto el humorista Juanka. 

Cáritas Diocesana de Tenerife ha organizado para el lunes 14, martes 15 y miércoles 16 de mayo un curso básico de formación al voluntariado. Las jornadas del curso tendrán lugar en la tienda de comercio justo “El Surco”, calle Juan Pablo II, nº 27 (Santa Cruz de Tenerife), de 17 a 19:30 horas. Para inscribirse solo hay que llamar al teléfono de cáritas 922.64.66.87 o mandar un email con los datos (nombre, edad, DNI y teléfono) al correo [email protected] 

La Coordinadora Arciprestal de Jóvenes de Tacoronte ha invitado a quien lo desee a disfrutar de una Convivencia de Pascua. Se celebrará durante los días 11 y 12 de Mayo en la Casa Tabor de Las Mercedes. (El coste de inscripción, alojamiento y manutención será de 10€). Será un tiempo para compartir experiencias y vivencias, cargadas de ese aire de alegría que trae la Pascua. Para cualquier información, enviar un correo a: [email protected] 

El pasado mes de abril tuvo lugar uno de los momentos fuertes para los grupos del Movimiento Scout Católico, celebrándose una acampada de las diversas ramas (Castores, Lobatos, Rangers, Pioneros y Rutas) repartidos en tres campamentos. También el grupo benjamín de la asociación scouts católicos de Tenerife, Tafát-Guayre en el Fraile, han celebrado sus cinco años caminando en el escultismo. Por cierto que este movimiento ha creado un sugerente video donde se presenta la esencia de los Scouts. El mismo se puede visionar en el blog del Obispado o entrando directamente en el canal de Youtube: obispadodetenerife. 

El taller de oración “Para en tu camino” tendrá lugar el próximo trimestre en Icod de los Vinos, destinado a jóvenes de 14 a 30 años. Concretamente, los días 11 de mayo y 8 de junio, de 18:30 a 20:00 horas, en la iglesia de San Agustín.  Para asistir al mismo hay que avisar con unos días de antelación. Contacto: [email protected] 

Según informa el Secretariado Diocesano de Peregrinaciones, ya se ha abierto la inscripción para participar en la 46ª Peregrinación Diocesana a Tierra Santa, del 23 al 31 de Octubre de 2012, organizada por el Obispado de Tenerife. Todos los interesados podrán solicitar información en la propia Oficina, todos los martes y viernes, de 10:00 a 13:00 horas, llamando al teléfono 922.263.120. 

La Fundación Proyecto Don Bosco ha presentado el balance sobre la actividad asistencial que desarrolla con los jóvenes tinerfeños más desfavorecidos. Miguel Ángel Rojas, director territorial de la organización en Canarias, explicó que el pasado año se atendió en la Isla "a un total de 487 jóvenes en riesgo de exclusión social, gracias a los proyectos que forman parte de los programas de atención residencial, de sensibilización y promoción del voluntariado y de inserción sociolaboral, siendo este último el que cuenta con mayor beneficiarios". 

Los actos programados con ocasión de la apertura de la iglesia de La Candelaria, de El Lomo son: Viernes día 11 de mayo: A las 19.30 hora misa en el templo parroquial de San Juan Bautista  en La Orotava y, a continuación, procesión de retorno al barrio por la zona de La Estopa y La Fariña. Sábado 12, a las 18.00 horas procesión de la Virgen hasta El Paso y calles cercanas a la iglesia. Domingo 13 de mayo, a las 17.00 horas traslado de la imagen al templo. Acto oficial de reapertura en la plaza de la iglesia. Celebración de la Eucaristía presidida por el Sr. Obispo con la bendición del nuevo altar y el nuevo ambón. 

Discípulos y Misioneros que evangelizan en la acción caritativa y social, fue el título de la ponencia realizada por el vicario general, Domingo Navarro en el X Encuentro de Agentes de Pastoral Caritativa y social desarrollado en el Seminario Diocesano de Tenerife. La misma se puede escuchar íntegra en el blog de comunicación del Obispado. 

Ya se está distribuyendo por todas las parroquias de la Diócesis Nivariense el periódico "Xtantos" corresponiente al mes de mayo. Una publicación que recoge diversos reportajes sobre la labor de la Iglesia en sus diferentes campos y que muestra, en datos y cifras, a dónde van destinados los fondos recaudados a través de la declaración de la renta. En este sentido, en la última declaración de la renta, de 2011, correspondiente al IRPF de 2010, el número de declaraciones con asignación a favor de la Iglesia católica se ha incrementado en 194.685. 

Manos Unidas ha sido galardonada con el “Premio FAO 2012 a la labor de una ONG” como reconocimiento a su labor “durante sus 52 años de actividad, así como su vinculación, desde sus orígenes, al llamamiento de la FAO para realizar una Campaña contra el Hambre en el mundo”.  


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DOMINGO VI DE PASCUA B     

MONICIONES

 

PRIMERA LECTURA

         Hermanos: Es necesario que subrayemos bien que para Dios, no hay distinciones. Ama a todos. A todos llama a su Iglesia. A todos da el don del Espíritu Santo. Escuchemos con atención y con fe.

 

SALMO

         Como respuesta a la Palabra de Dios que hemos es-cuchado, proclamemos ahora en el salmo el maravilloso designio de Dios de que  su salvación llegue a todos los hombres, a todos los pueblos.

 

SEGUNDA LECTURA

         La segunda Lectura es breve pero densa en contenido. No se pueden decir más cosas con menos palabras: Dios es amor, el Padre ha llegado al extremo de darnos a su Hijo, debemos amarnos unos a otros.

 

TERCERA LECTURA

En sus palabras de despedida Jesús nos invita a permanecer en su amor.

(Pero antes de escuchar el Evangelio, cantemos con alegría el aleluya).

 

COMUNIÓN

         Al acercarnos a Jesucristo en la Comunión, recordemos su recomendación de despedida: “Amaos los unos a los otros como yo os he amado”. “Permaneced en mi amor”.

         Que este amor se traduzca en la atención a nuestros hermanos, especialmente, a los enfermos y a todos los que sufren por cualquier causa.

 

 

 

 

 

 

 

 


Publicado por verdenaranja @ 19:02  | Liturgia
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Mi?rcoles, 09 de mayo de 2012

Reflexión de José Antonio Pagola al evangelio del sexto domingo de Pascua - B, ofrecido por la Delegación Diocesana de Enseñanza de la diócesis deTenerife.

AL ESTILO DE JESÚS 

         Jesús se está despidiendo de sus discípulos. Los ha querido apasionadamente. Los ha amado con el mismo amor con que lo ha amado el Padre. Ahora los tiene que dejar. Conoce su egoísmo. No saben quererse. Los ve discutiendo entre sí por obtener los primeros puestos. ¿Qué será de ellos?

         Las palabras de Jesús adquieren un tono solemne. Han de quedar bien grabadas en todos: "Éste es mi mandato: que os améis unos a otros como yo os he amado". Jesús no quiere que su estilo de amar se pierda entre los suyos. Si un día lo olvidan, nadie los podrá reconocer como discípulos suyos.

         De Jesús quedó un recuerdo imborrable. Las primeras generaciones resumían así su vida: "Pasó por todas partes haciendo el bien". Era bueno encontrarse con él. Buscaba siempre el bien de las personas. Ayudaba a vivir. Su vida fue una Buena Noticia. Se podía descubrir en él la cercanía buena de Dios.

         Jesús tiene un estilo de amar inconfundible. Es muy sensible al sufrimiento de la gente. No puede pasar de largo ante quien está sufriendo. Al entrar un día en la pequeña aldea de Naín, se encuentra con un entierro: una viuda se dirige a dar tierra a su hijo único. A Jesús le sale desde dentro su amor hacia aquella desconocida: "Mujer, no llores". Quien ama como Jesús, vive aliviando el sufrimiento y secando lágrimas.

         Los evangelios recuerdan en diversas ocasiones cómo Jesús captaba con su mirada el sufrimiento de la gente. Los miraba y se conmovía: los veía sufriendo, o abatidos o como ovejas sin pastor. Rápidamente, se ponía a curar a los más enfermos o a alimentarlos con sus palabras. Quien ama como Jesús, aprende a mirar los rostros de las personas con compasión.

         Es admirable la disponibilidad de Jesús para hacer el bien. No piensa en sí mismo. Está atento a cualquier llamada, dispuesto siempre a hacer lo que pueda. A un mendigo ciego que le pide compasión mientras va de camino, lo acoge con estas palabras: "¿Qué quieres que haga por ti?". Con esta actitud anda por la vida quien ama como Jesús.

         Jesús sabe estar junto a los más desvalidos. No hace falta que se lo pidan. Hace lo que puede por curar sus dolencias, liberar sus conciencias o contagiar confianza en Dios. Pero no puede resolver todos los problemas de aquellas gentes.

         Entonces se dedica a hacer gestos de bondad: abraza a los niños de la calle: no quiere que nadie se sienta huérfano; bendice a los enfermos: no quiere que se sientan olvidados por Dios; acaricia la piel de los leprosos: no quiere que se vean excluidos. Así son los gestos de quien ama como Jesús. 

José Antonio Pagola 

Red evangelizadora BUENAS NOTICIAS
13 de mayo de 2012
6 Pascua (B)
Juan 15,9-17


Publicado por verdenaranja @ 22:54  | Espiritualidad
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ZENIT  nos ofrece el texto del discurso pronunciado por el cardenal Antonio María Rouco Varela en la apertura de la Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española. (Abril 2012)

España: Prosiguiendo el programa de la nueva evangelización
Discurso del cardenal Rouco en la apertura dela Asamblea Plenaria

Queridos Hermanos Cardenales, Arzobispos y Obispos,
Señor Nuncio,
colaboradores de esta Casa,
señoras y señores:

Reciente todavía la fiesta de la Pascua, comenzamos la nonagésimo novena Asamblea Plenaria de nuestra Conferencia Episcopal con el ánimo agradecido al Señor resucitado, que nos permite a los obispos dela Iglesiaque peregrina en España encontrarnos de nuevo para su servicio y el de nuestras Iglesias diocesanas. ¡Bienvenidos todos los Hermanos!

Damos de modo especial la bienvenida al nuevo obispo de Orense, Mons. D. José Leonardo Lemos Montanet, consagrado el pasado 11 de febrero, y que nos honra con su presencia por primera vez en esta Asamblea.

Encomendamos a la misericordia de Dios a nuestros hermanos el obispo emérito de Tenerife, Mons. D. Felipe Fernández García, fallecido el pasado Viernes Santo, 6 de abril, el obispo emérito de Tuy-Vigo, Mons. D. José Cerviño Cerviño, fallecido el pasado miércoles, 18 de abril y el obispo emérito de Calahorra yLa Calzada-Logroño, Mons. D. Ramón Búa Otero, fallecido el sábado día 21. ¡Descansen en paz!

I. El plan pastoral, la nueva evangelización y la crisis actual

1. El octavo plan pastoral dela Conferencia Episcopal

Traemos a esta Plenaria un plan pastoral para los años2011 a2015.  Cuando termine este período de tiempo, en 2016, nuestra Conferencia Episcopal llegará, Dios mediante, a sus cincuenta años de existencia, coincidiendo más o menos con los cincuenta años de la clausura del Concilio Vaticano II, una de cuyas decisiones fue la creación de las conferencias episcopales. Sin embargo, durante los primeros casi veinte años de su vidala Conferencia Episcopalno se dio a sí misma ningún plan pastoral, en el sentido en el que ahora entendemos normalmente esta expresión. No fue hasta 1983, cuando, con ocasión de la primera visita del beato Juan Pablo II a España, se elaboró y publicó el primero de esos planes, bajo el título de La Visitadel Papa y el servicio a la fe de nuestro pueblo. Desde entonces hemos contado con siete planes pastorales y ahora nos proponemos darnos el octavo [1].

No perdemos, pues, de vista quela Conferenciaha funcionado y podría funcionar sin estos instrumentos de trabajo. Tampoco olvidamos que los planes pastorales dela Conferenciano son algo así como un gran plan de acción para todala Iglesiaen España, ni tampoco un esbozo de plan para cada una de las diócesis. Su pretensión -como era obligado y bueno- ha sido siempre más modesta, aunque su eficacia concreta en el cumplimiento de sus objetivos propios nos haya movido una y otra vez a decidir valernos de estas útiles ayudas para el trabajo. Son ayudas, ante todo y sobre todo, para el trabajo de esta Casa, es decir, de la propia Conferencia Episcopal en sus diversos organismos. Naturalmente, lo que se hace enla Conferenciaviene determinado y orientado porla Asamblea Plenaria, en la que nos juntamos todos los obispos de las Iglesias particulares de España con la finalidad de ayudarnos en el gobierno coordinado y en el mayor impulso de la acción pastoral de nuestras diócesis. Por eso, los planes pastorales han contribuido también de algún modo a que nuestras comunidades diocesanas hayan podido caminar mejor en comunión entre ellas y hayan podido tratar de responder de manera más adecuada a los diversos desafíos que los tiempos nos han ido planteando.

Teniendo bien presente el aludido sentido de los planes pastorales dela Conferencia, venimos estudiando un nuevo plan para el quinquenio 2011-2015 que desearíamos centrar en La Nueva Evangelizacióndesdela Palabrade Dios: Por tu palabra, echaré las redes (Lc 5, 5).

En realidad, todos nuestros planes pastorales han estado orientados de uno u otro modo por el programa de la nueva evangelización, como se echa de ver ya en los mismos títulos que llevan: Anunciar a Jesucristo en nuestro mundo con obras y palabras, Impulsar una nueva evangelización, Para que el mundo crea, Proclamar el año de gracia del Señor, Una Iglesia esperanzada: ¡Mar adentro! o Yo soy el Pan de Vida: Vivir dela Eucaristía. Pero, en cada caso, se ha procurado poner un acento especial que venía determinado por algunas circunstancias más inmediatas de la vida dela Iglesiao de nuestra sociedad. Algo semejante sucede también ahora con el nuevo plan que estudiamos. ¿Por qué, pues, la nueva evangelización? Y, ¿con qué acento especial para estos años?

2. Prosiguiendo el programa de la nueva evangelización

Parece obvio que sigamos centrados en el programa de la nueva evangelización. Los motivos de su lanzamiento por el beato Juan Pablo II siguen vivos y, además, Benedicto XVI acaba de ponerlo de relieve con mucha fuerza, tanto al crear un nuevo dicasterio, al que ha confiado de modo especial la nueva evangelización, como al convocar para el próximo mes de octubre el Sínodo de los Obispos con el propósito de ahondar en el significado y en los caminos de la nueva evangelización en orden a la transmisión de la fe.

En efecto, fue el papa beato Juan Pablo II, de venerada memoria, quien lanzó de modo explícito y reiterado el programa de la nueva evangelización. Sin embargo, los precedentes del desafío que la hacían y la hacen necesaria se encontraban ya allí donde comenzaba a fraguarse lo que el siervo de Dios Pablo VI calificaría como «el drama de nuestro tiempo», es decir, «la ruptura entre el Evangelio y la cultura [2] del mundo contemporáneo. Se trata de la descristianización de amplios y, a veces, decisivos sectores de la sociedad que había tenido lugar de un modo más acelerado desde comienzos del siglo XX. A ese preocupante fenómeno respondían ya las iniciativas pontificias significadas en conocidos lemas, como el de «instaurare omnia in Christo» de San Pío X, el del «Reinado de Cristo» de Pío XI, o el de «por un mundo mejor» del siervo de Dios Pío XII.

Pero fue, sin duda ninguna, en el Concilio Vaticano II dondela Iglesiade nuestro tiempo afrontó de un modo global la renovación teológica y pastoral de todos los aspectos de su vida y de su misión, precisamente con el objetivo fundamental de capacitarse a sí misma para la evangelización de las culturas que, por desgracia, se apartaban del Evangelio. Era el conocido aggiornamento o puesta al día que inspiró la convocatoria del Concilio por el beato Juan XXIII: «un orden nuevo se está gestando -escribía el papa en el documento de convocación- yla Iglesiatiene ante sí una tarea inmensa, como en las épocas más trágicas de la historia. Hoy se exige ala Iglesiaque inyecte la fuerza perenne, vital y divina del Evangelio en las venas de la comunidad humana actual, que se gloría de los descubrimientos recientemente realizados en los campos técnico y científico, pero que sufre también los daños de un ordenamiento social que algunos han intentado restablecer prescindiendo de Dios»[3].

En los documentos conciliares no aparece la expresión «nueva evangelización», pero bien podemos decir que el Concilio fue el instrumento quela Providenciadivina dispuso para quela Iglesiaarticulara una gran propuesta doctrinal, apostólica y espiritual en orden a quela Noticiade Jesucristo, perennemente nueva, pudiera ser ofrecida plena, íntegra y actualizadamente a una familia humana tan sedienta de verdad, de bien, de paz, de amor, ¡de vida eterna!, en el momento histórico en el que el siglo XX declinaba y se abría a la perspectiva del año 2000 y de un nuevo milenio de historia cristiana.

A los diez años de haber concluido el Concilio y, habiendo sufrido ya los embates de una recepción del mismo condicionada por grandes dificultades, el papa Pablo VI trazaba en la aludida exhortación pastoral postsinodal,Evangelii nuntiandi, una magistral descripción de la misión evangelizadora dela Iglesiaponiendo a la luz de la enseñanza conciliar los nuevos problemas de la llamada liberación cultural, política, económica e incluso sexual, así como el gran problema de fondo del secularismo ateo. Afirmaba el papa que «evangelizar constituye la dicha y la vocación propia dela Iglesia, su identidad más profunda. Ella existe para evangelizar, es decir, para predicar y enseñar, ser canal del don de la gracia, reconciliar a los pecadores con Dios, perpetuar el sacrificio de Cristo en la santa misa, memorial de su muerte y resurrección gloriosa»[4].

La expresión «nueva evangelización», como incisivo nombre de la tarea propia dela Iglesiaen nuestros días, se hizo popular desde el famoso discurso pronunciado por el beato Juan Pablo II en 1983 antela XIX Asambleade los Episcopados de Latinoamérica (CELAM): «La conmemoración del medio milenio de la evangelización (de América) tendrá su significación plena -les decía el papa- si es un compromiso vuestro como obispos, junto con vuestro presbiterio y fieles; compromiso no de re-evangelización, pero sí de nueva evangelización»[5].

No habían pasado siete años desde aquella intervención del papa, cuando nuestra Conferencia Episcopal publicaba su tercer plan pastoral, que llevaba ya en el título la nueva divisa: Impulsar una nueva evangelización(1990-1993)[6].

Benedicto XVI ha retomado el programa de la nueva evangelización con un vigor especial; hasta el punto de que en 2010 crea un nuevo Pontificio Consejo al que ha dado el encargo específico de promoverla. En la carta apostólica por la que instituye el nuevo dicasterio, después de aludir a la historia que acabamos de recordar, afirma: «Haciéndonos cargo, por tanto, de la preocupación de nuestros venerados antecesores, estimamos oportuno ofrecer respuestas adecuadas para quela Iglesiaentera, dejándose regenerar por la fuerza del Espíritu Santo, se presente ante el mundo contemporáneo con un impulso misionero capaz de fomentar una nueva evangelización. Esta se dirige sobre todo a las Iglesias de antigua fundación (...). No resulta difícil vislumbrar que lo que necesitan todasla Iglesiasque viven en regiones tradicionalmente cristianas es un renovado impulso misionero, expresión de una nueva apertura generosa al don de la gracia. Y es que no podemos olvidar que el primer deber será siempre el de hacernos dóciles a la labor gratuita del Espíritu del Resucitado, que acompaña a cuantos son pregoneros del Evangelio y abre el corazón a quienes escuchan. Para proclamar de manera fecundala Palabradel Evangelio se requiere, ante todo, una experiencia profunda de Dios»[7].

3. Acentos de ahora: ocasiones eclesiales y situación social

Nuestros planes pastorales han echado siempre una mirada a la situación de la sociedad española para acertar con el destinatario de la acción evangelizadora necesaria. Pero tampoco han dejado de revisar y examinar la situación de la propia Iglesia que peregrina en España en orden a reconocer mejor cómo actuar para obtener el renovado impulso misionero, imprescindible para la nueva evangelización. Debemos continuar en esta doble tarea. Sin olvidar, con todo, que «el primer deber», del que nos habla el Papa con toda razón, es el de la buena forma apostólica de la propia comunidad eclesial; o, como esta misma Asamblea reconocía en su momento, sin olvidar que «la cuestión principal a la quela Iglesiaha de hacer frente hoy en España no se encuentra tanto en la sociedad o en la cultura ambiente como en su propio interior; es un problema de casa y no solo de fuera»[8].

En este sentido, el plan pastoral que estamos estudiando prosigue con el programa de la nueva evangelización sin perder de vista la situación por la que atraviesa nuestra sociedad, pero, ante todo, poniendo el acento en algunas oportunidades que se nos presentan en estos años como providenciales en orden a la renovación del alma dela Iglesiay, por tanto, de su vigor misionero. Son las siguientes: los frecuentes viajes del Papa que, en poco tiempo, ha estado en España tres veces; la próxima celebración del quinto centenario del nacimiento de santa Teresa de Jesús; la reciente publicación de la versión oficial dela Sagrada Escrituray la renovación de los libros litúrgicos según la nueva traducción bíblica, así como del Misal Romano, según su tercera edición típica; y la cercana proclamación de san Juan de Ávila como doctor dela Iglesia. Elquinquenio se abre con la conmemoración del quincuagésimo aniversario del comienzo del Concilio y se cerrará cuando se celebren los cincuenta años de la clausura del mismo. En torno a estos acontecimientos, cada uno de ellos ciertamente de diversa significación, podemos programar algunas acciones prioritarias con la finalidad aludida de revitalizar las fuentes de la vida cristiana en orden a la nueva evangelización. El último plan se centraba enla Eucaristía; en esta ocasión, después del Sínodo sobrela Palabrade Dios y de nuestra Instrucción pastoral La Sagrada Escrituraen la vida dela Iglesia, publicada con ocasión de la aparición de la versión oficial dela Biblia, serála Palabrade Dios la que focalice el conjunto del nuevo plan.

En cuanto a la situación general de la sociedad española, a nadie se le oculta que la crisis que nos azota desde hace ya varios años es el factor más preocupante y al que hay que prestar la más cercana atención. No es nuestra misión entrar en el análisis ni en las soluciones propiamente económicas y políticas. El Plan pastoral no lo hará. Pero sí es nuestro deber de pastores dela Iglesiaayudar al análisis cultural y moral necesario para llegar al fondo de las causas de la situación dificilísima que vivimos. Por eso se prevé continuar la reflexión sobre la crisis y sus causas. Sin olvidar que la revitalización de la vida cristiana a la que se encamina toda nuestra actividad pastoral es la que, en realidad, permitirá comprender vitalmente que «la fe sin la caridad no da fruto y la caridad sin la fe sería un sentimiento constantemente a merced de la duda... que la fe y la caridad se necesitan mutuamente, de modo que una permite a la otra seguir su camino», como recordaba el Papa al convocar el Año de la fe[9].

Si no se sigue el camino que hace posible la caridad no será posible una buena solución de la crisis. Sin la caridad, es decir, sin la generosidad sincera, movida en último término por el amor de Dios y del prójimo, será imposible introducir los cambios necesarios en el estilo de vida y en las costumbres sociales y políticas que han conducido a la crisis y que seguirán amenazantes aun cuando hayan sido solucionados los problemas más graves, Dios quiera que pronto. Porque es necesario apartarse de la codicia, que da alas a la ilusoria identificación de la felicidad con la mera acumulación de bienes, a la búsqueda irresponsable del enriquecimiento rápido, así como a la cultura del endeudamiento exagerado que amenaza el presente y lastra a las generaciones jóvenes. Y este cambio, junto con otros incluso de más relieve moral, como es la conversión al respeto y al cuidado de cada vida humana y de su ecología familiar básica, no será realmente posible más que por el camino de la sincera generosidad, el de la caridad posibilitada por la fe. Como tampoco será posible crear un verdadero espíritu de cooperación y de concordia entre los actores políticos y sociales, condición, sin duda, indispensable para afrontar con altura de miras, valentía y espíritu de sacrificio las reformas necesarias, salvaguardando la justicia y la protección de los más débiles. Fuera del camino de la fe y de la caridad, será igualmente imposible confiar en las personas y en la sociedad, estimulando la participación y la actividad de todos mediante la aplicación decidida del principio de subsidiariedad.

Nunca exhortaremos lo suficiente a ayudar a los que sufren más duramente las consecuencias de la crisis mediante el voluntariado o la aportación económica en Cáritas y otras instituciones de asistencia y prevención. Deseo hacerlo una vez más en esta ocasión: es imprescindible la cooperación con Cáritas y damos gracias a Dios porque son cada vez más los católicos que lo comprenden así. Pero igualmente necesaria para el duradero buen orden de la vida personal y social es ante todo la nueva evangelización en toda su hondura de conversión a Dios. Porque sin fe no puede haber verdadera caridad, capaz de despejar los obstáculos para esa imprescindible libertad espiritual que da frutos abundantes de justicia, solidaridad y paz.

II. El Concilio Vaticano II y el Año de la fe

1. Para la fructífera recepción del Concilio

La coincidencia del quinquenio del nuevo plan pastoral con los cincuenta años del comienzo y de la clausura del Concilio proporciona una buena ocasión para redoblar el empeño que venimos sosteniendo en la recepción cada vez más viva y fiel de sus enseñanzas. Nuestra Asamblea Plenaria, al darle gracias a Dios por los beneficios recibidos en el siglo XX, consideraba al Concilio como una «muestra extraordinaria de la cercanía de Dios para con los hombres de nuestro tiempo, el gran instrumento de renovación dela Iglesiauniversal, que hunde sus raíces en la intensa vida cristiana de las décadas precedentes, el llamado despertar dela Iglesiaen las almas(...) que culmina en la luminosa enseñanza del Concilio, en particular en las cuatro grandes Constituciones sobrela Liturgia,la Iglesia,la Revelaciónyla Misióndela Iglesiaen el mundo»[10].

Más tarde, cuando se cumplieron los cuarenta años de la clausura del Concilio, en el año 2006, también tuvimos ocasión de revisar algunos aspectos problemáticos de determinadas formas doctrinales de recepción de la enseñanza conciliar que «amparándose en un Concilio que no existió, ni en la letra ni en el espíritu, han sembrado la agitación y la zozobra en el corazón de muchos fieles»[11]. Aquella Instrucción pastoral, de hace seis años, no ha perdido ninguna vigencia; por el contrario, sigue constituyendo un servicio de discernimiento doctrinal muy valioso para una recepción fructífera del Concilio.

A dificultades semejantes en la recepción del Vaticano II ha salido al paso desde el comienzo de su pontificado el papa Benedicto XVI, también con ocasión de los cuarenta años de la conclusión del Concilio. Hablando ala Curiaromana en las primeras Navidades tras su elección, después de referirse a la descripción que hace san Basilio de la dramática situación sufrida porla Iglesiatras el Concilio de Nicea, el Papa dice que algo parecido ha sucedido de nuevo después del último Concilio. «¿Por qué -se pregunta- ha sido tan difícil hasta ahora en grandes partes dela Iglesiala recepción del Concilio? Todo depende  -responde- de que sea interpretado correctamente, o como diríamos hoy, todo depende de que se haga una hermenéutica correcta del mismo. (...) Los problemas de esta recepción han nacido del hecho de que ha habido dos hermenéuticas contrarias que se han enfrentado y han batallado entre ellas. Una ha causado confusión; la otra ha dado y da buenos frutos, silenciosamente, pero cada vez más. De una parte está la interpretación que yo denominaría hermenéutica de la discontinuidad o de la ruptura; es la que con frecuencia ha gozado de la simpatía de los mass-media, y también de una parte de la teología moderna. De la otra parte está la hermenéutica de la reforma, de la renovación en la continuidad del único sujeto que crece y se desarrolla en el tiempo, pero permaneciendo siempre el mismo, el único sujeto que es el Pueblo de Dios en camino».

«La hermenéutica de la discontinuidad -prosigue el Papa en una descripción que no tiene desperdicio- tiene el peligro de acabar estableciendo una ruptura entrela Iglesiapreconciliar yla Iglesiapostconciliar. Afirma que los textos del Concilio en cuanto tales no serían todavía la expresión verdadera del espíritu del Concilio. Serían más bien el resultado de compromisos que, en aras de la unanimidad, han obligado a dar un paso atrás volviendo a confirmar muchas cosas viejas que hoy son en realidad inútiles. En cambio, el verdadero espíritu del Concilio se hallaría allí donde, más allá de los compromisos, se han dado pasos hacia lo nuevo, pasos que quedan como por debajo de los textos: solo ellos representarían el verdadero espíritu del Concilio y sería necesario seguir hacia adelante partiendo de ellos y en conformidad con ellos (...). Sería necesario ir más allá de los textos con valentía. En una palabra: sería necesario seguir no los textos, sino el espíritu del Concilio. De este modo, obviamente, queda un vasto margen para la cuestión de cómo se defina propiamente ese espíritu y, en consecuencia, se concede espacio para todo tipo de imaginación extravagante. Con lo cual queda radicalmente malinterpretada la naturaleza misma de un concilio, ya que, de esa forma, es considerado como una especie de asamblea constituyente, que elimina una constitución antigua y crea otra nueva».

«El Concilio Vaticano II -continúa Benedicto XVI más adelante- con su nueva definición de la relación entrela Iglesiay ciertos elementos esenciales del pensamiento moderno, ha reenfocado e incluso corregido algunas decisiones históricas, pero en medio de esa aparente discontinuidad ha mantenido e incluso profundizado la naturaleza íntima y la verdadera identidad de tales decisiones.La Iglesiaes siempre la misma, tanto antes como después del Concilio: la una, santa, católica y apostólica, en camino a través del tiempo»[12].

2. Un Año de la fe, como impulso conciliar

Al convocar recientemente el Año de la fe para el próximo 11 de octubre, día del cincuenta aniversario de la apertura del Concilio Vaticano II, el Papa vuelve a decir que la ocasión ha de ser aprovechada pastoralmente para «comprender que los textos dejados en herencia por los Padres conciliares, según las palabras del beato Juan Pablo II, “no pierden su valor ni su esplendor”. Es necesario leerlos de manera apropiada y que sean conocidos y asimilados como textos normativos del Magisterio, dentro dela Tradicióndela Iglesia»[13].

Ahora bien, en orden a la consecución de este objetivo tan querido para él y para su santo predecesor, Benedicto XVI no duda en presentar una vez más a todala Iglesiaun «subsidio precioso e indispensable»: el Catecismo dela Iglesia Católica, de cuya publicación se cumplen veinte años en la misma fecha del comienzo del Año de la fe. El Papa presenta el Catecismo como «uno de los frutos más importantes del Concilio Vaticano», que, a su vez, resulta tan decisivo para la recepción adecuada del Concilio al posibilitar su lectura en el contexto de la gran Tradición dela Iglesia, es decir, según una hermenéutica de la continuidad o de la reforma. «En efecto, en él (en el Catecismo), se pone de manifiesto la riqueza de la enseñanza quela Iglesiaha recibido, custodiado y ofrecido a sus dos mil años de historia. Desdela Sagrada Escrituraa los Padres dela Iglesia, de los maestros de la teología a los santos de todos los siglos, el Catecismo ofrece la memoria permanente de los diferentes modos en quela Iglesiaha meditado sobre la fe y ha progresado en la doctrina, para dar certeza a los creyentes en su vida de fe»[14].

Justamente es eso lo que Benedicto XVI se propone y nos propone a todos para el Año de la fe: consolidar la certeza de la fe en el Pueblo de Dios. Ojalá que acertemos a dar un decidido paso adelante en este sentido durante ese Año y en todos nuestros planes apostólicos. Porque no debemos olvidar que «el núcleo de la crisis dela Iglesiaen Europa es la crisis de la fe. Si no encontramos una respuesta para ella, si la fe no adquiere nueva vitalidad, con una convicción profunda y una fuerza real, gracias al encuentro con Jesucristo, todas las demás reformas serán ineficaces»[15].

La falsa recepción del Concilio tiene también que ver con la crisis de la fe: con la fe el Dios vivo, revelado en Jesucristo y con el misterio dela Iglesia. Lavana pretensión de constituir una «nueva» Iglesia, distinta de la «preconciliar», denota una grave crisis de fe enla Iglesia. Comorecuerda Benedicto XVI, ya el siervo de Dios Pablo VI era consciente de esta grave coyuntura cuando, a los dos años de clausurado el Concilio, con motivo de la conmemoración de los mil novecientos años del martirio de los apóstoles Pedro y Pablo, convocó un Año de la fe que concluyó con la profesión de fe del Pueblo de Dios[16].

Por todo ello, Benedicto XVI propone dos objetivos principales para el Año de la fe: la confesión de la fe en la plenitud de la verdad de sus contenidos, por un lado, y la profesión de la fe públicamente, dentro y fuera dela Iglesia, por otro lado.

Las referencias a los «contenidos de la fe» son constantes en la carta Porta fidei[17]. Porque «el conocimiento de los contenidos de la fe es esencial para dar el propio asentimiento, es decir, para adherirse con la inteligencia y la voluntad a lo que proponela Iglesia»[18]. La confusión doctrinal, la desmemoria y, en definitiva, el «analfabetismo religioso»[19] tan extendido en el seno del Pueblo de Dios y, en particular, en las generaciones más jóvenes, es un serio obstáculo para la fe. Es verdad que el mero conocimiento doctrinal no es suficiente para la vida de la fe. Pero no es menos cierto que la adhesión de fe es imposible si carece de un objeto verdadero. No extraña, por eso, la urgencia de que el Papa nos pida que «el Año de la fe deberá expresar un compromiso unánime para redescubrir y estudiar los contenidos fundamentales de la fe, sintetizados sistemática y orgánicamente en el Catecismo dela Iglesia Católica»[20].

Compartiendo la preocupación del Papa por la recta confesión de la fe y, en particular, por que la iniciación cristiana sea íntegra y fructífera,la Conferencia EpiscopalEspañola espera poder ofrecer al Pueblo de Dios durante el Año de la fe un nuevo catecismo para la iniciación de los niños y adolescentes. Llevará previsiblemente por título Testigos del Señor, y se concibe como continuación del catecismo Jesús es el Señor, que tan buenos resultados está dando cuando es utilizado como referencia básica y segura de la formación doctrinal en la catequesis de los niños que se preparan para recibir la primera comunión.

Junto a la confesión de la fe, la profesión pública de la misma. «El cristiano no puede pensar nunca que creer es un hecho privado... La fe, precisamente porque es un acto de la libertad, exige también la responsabilidad social de lo que se cree... de anunciar a todos sin temor la propia fe»[21]. La expresión pública de la fe y, en particular, de su dimensión comunitaria en el seno dela Iglesia, sujeto primordial del creer, se realiza en la celebración de los sacramentos, especialmente dela Eucaristía. Perotambién se ha de dar esa expresión de la fe en el apostolado y en la misión, teniendo siempre en cuenta que quienes no creen, pero buscan con sinceridad «el sentido último y la verdad definitiva de su existencia y del mundo», se hallan ya en los preámbulos de la misma fe[22].

Quiera Dios que, con la modesta pero eficaz ayuda del nuevo plan pastoral y con el impulso del Año de la fe, que celebraremos con todo empeño en nuestras diócesis, se consolide la certeza de la fe en nuestro Pueblo y crezca en todos la alegría que ella produce. Lo necesitala Iglesia, lo reclama el servicio a la sociedad y, en especial, a los más necesitados de apoyo espiritual y material.

Deseo a todos los Hermanos unos días de encuentro y de trabajo serenos y fructíferos, bajo la mirada maternal de María, Madre dela Iglesia.

Emmo. y Rvdmo. Sr. D. Antonio María Rouco Varela

Cardenal Arzobispo de Madrid

Presidente dela Conferencia EpiscopalEspañola

NOTAS

[1] Los cinco primeros planes fueron La visita del Papa y el servicio de la fe de nuestro pueblo (1983-1986), Anunciar a Jesucristo en nuestro mundo con obras y palabras (1987-1990), Impulsar una nueva evangelización (1990-1993),Para que el mundo crea (1994-1997) y Proclamar el año de gracia del Señor (1997-2000). Esos cinco planes constituyen un ciclo de unos diecisiete años que se cierra con el Gran Jubileo del Año 2000, al que sigue un año de revisión del camino recorrido hasta ese momento. Los otros dos, Una Iglesia esperanzada, ¡Mar adentro! (2002-2005) y Yo soy el Pan de Vida, Vivir dela Eucaristía (2006-2010) cubrieron el primer decenio del nuevo siglo, coincidiendo el último prácticamente con los primeros años del pontificado de Benedicto XVI.
[2] Pablo VI, exhortación apostólica Evangelii nuntiandi, 20. Con referencia explícita más adelante, en 55, al conocido título de H. de Lubac, El drama del humanismo ateo (1945).

[3] Beato Juan XXIII, Constitución Apostólica por la que se convoca el Concilio Vaticano II (25.XII.1961), en: Concilio Ecuménico Vaticano II, Constituciones-Decretos-Declaraciones, edición bilingüe patrocinada porla Conferencia EpiscopalEspañola, BAC, Madrid 1993, 1068.
[4] Pablo VI, exhortación apostólica Evangelii nuntiandi, 14.
[5] Juan Pablo II, Discurso ala Asamblea Generaldel CELAM (Puerto Príncipe, 9.III.1983). Cf. Ecclesia 2119 (26.III.1983)  13-15, 15.
[6] En el segundo plan pastoral, Anunciar a Jesucristo con obras y palabras (1987-1990), la expresión «nueva evangelización» aparecía solo de pasada (nº 18), aunque, como queda dicho más arriba, su enfoque y su temática respondían ya a lo que la palabra indica; cf. Boletín Oficial dela Conferencia EpiscopalEspañola 14 (1987) 67-82. El término exacto habría sido empleado por primera vez en el documento dela Comisión Episcopaldel Clero tituladoSacerdotes para evangelizar. Reflexiones sobre la vida apostólica de los presbíteros (2 de febrero de 1987): «hay que impulsar una nueva evangelización» (nº 4).
[7] Benedicto XVI, carta apostólica “motu proprio@” Ubicumque et semper (21.IX.2010), cf. Ecclesia 3542 (30.X.2010) 31-33, 32s.
[8] LXXVII Asamblea Plenaria dela Conferencia EpiscopalEspañola, Una Iglesia esperanzada: «¡Mar adentro!» (Lc 5, 4). Plan Pastoral 2002-2005, nº 10. Cf. Boletín Oficial dela Conferencia EpiscopalEspañola 16 (2002) 16.
[9] Benedicto XVI, carta apostólica “motu proprio” Porta fidei (11.11.2011) 14. Cf. Ecclesia 3595 (5.XI.2011) 24-29.
[10] LXXIII Asamblea Plenaria dela Conferencia EpiscopalEspañola, La fidelidad de Dios dura siempre. Mirada de fe al siglo XX (26.XI.1999), n1 5. Cf. Boletín Oficial dela Conferencia EpiscopalEspañola 16 (1999) 100-106.
[11] LXXXVI Asamblea Plenaria dela Conferencia EpiscopalEspañola, Teología y secularización en España, a los cuarenta años de la clausura del Concilio Vaticano II (30.III.2006), n1 2. Cf. Boletín Oficial dela Conferencia EpiscopalEspañola 20 (2006) 31-51.
[12] Benedicto XVI, Discurso ala Curiaromana, del 22 de diciembre de 2005. Cf. Ecclesia 3290 (31.XII.2005) 30-36, 33 y 35.
[13] Benedicto XVI, carta apostólica “motu proprio” Porta fidei (11.X.2011), nº 5. La cita de Juan Pablo II es de la carta apostólica Novo millennio ineunte (6.01.2001).
[14] Benedicto XVI, carta apostólica “motu proprio” Porta fidei (11.X.2011), nº 10.
[15] Benedicto XVI, Discurso ala Curiaromana, el 22 de diciembre de 2011.
[16] Cf. Benedicto XVI, carta apostólica “motu proprio” Porta fidei (11.X.2011), nº 4.
[17] Cf. números 2, 4, 9, 10 (cuatro veces) y 11.
[18] Benedicto XVI, carta apostólica “motu proprio” Porta fidei (11.X.2011), nº 10.
[19] Benedicto XVI, Homilía enla Misacrismal (5.IV.2012), cf. Ecclesia 3618-19 (14/21.IV.2012), 38.
[20] Benedicto XVI, carta apostólica “motu proprio” Porta fidei (11.X.2011), nº 11.
[21] Benedicto XVI, carta apostólica “motu proprio” Porta fidei (11.X.2011), nº 10.
[22] Cf. ibíd.


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Lectio divina para el jueves de la quinta semana de Pascua 2012, ofrecida por la Delegación Diocesana de Liturgia de ladiócesis de Tenerife.

Lectura: 

“Juan 15, 911”

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Como el Padre me ha amado, así os he amado yo; permaneced en mi amor.

Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; lo mismo que yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.

Os he hablado de esto para que mi alegría esté en vosotros, y vuestra alegría llegue a plenitud.»

Meditación: 

“Mi alegría”

Nos recuerdas que nos has traído vida, la verdad que nos hace libres, y que proyecta sobre nosotros una experiencia de gozo profundo que salta hasta convertirse en alegría. Esta alegría va a ser como una repetición constante a partir de tu resurrección, porque en ella encuentra sentido.

No lo hemos percibido esto con mucha claridad. Parece que ha habido una época en que hemos deslindado, con bastante facilidad, la alegría de nuestro ser creyentes, como si fuesen cosas incompatibles. Muchos nos han achacado ese aspecto, y no les ha faltado razón en muchos momentos. Y, sin embargo, es algo elemental, algo esencial. No podemos manifestar la verdad de nuestra fe, de nuestra adhesión a ti, si no es desde la experiencia de un profundo gozo que se debe manifestar en todo el estilo de nuestra implicación en la historia. La tristeza no es consejera de nada, más que de amargura. La alegría es señal de vida y de que se está por la vida.

Ciertamente no hablas de una alegría que se queda en lo superficial, o que se apoya simplemente en la diversión. La alegría es algo más que eso; incluye la fiesta gozosa del compartir los momentos lúdicos, pero, sobre todo, es una actitud vital que da un toque ágil, sereno, profundamente positivo, estimulante y estimulador en todo lo que hacemos. Y eso sólo puede brotar de un corazón que es capaz de acoger al Dios de la vida, al Dios que ha muerto y ha resucitado para que nuestra alegría sea completa y nadie nos la pueda arrebatar.

Oración: 

“Contribuir al bien”

Tú nos ofreces la alegría como actitud vital, profunda, que brota de asumir el desde dónde hacemos las cosas y el hacia dónde las queremos dirigir, que no se realiza a costa de los otros, sino junto a los otros. En esa actitud vital, que no excluye las dificultades, pero que no se deja apagar por ellas, que permite afrontarlas y asumirlas, y descubrir en ellas y a través de ellas la verdad y la fuerza de tu presencia y de tu caminar a nuestro lado.

Deseo y busco esa alegría, Señor, la que viene de apoyarse en ti. Concédeme el abrirme y afianzarme en ella, para que con ella pueda contribuir al bien y a la felicidad de los otros.

Contemplación: 

“Dentro de mí”

Como lluvia suave y fresca
derramas tu palabra
en mi corazón.

Quieres que resuene
con aire de fiesta,
con ambiente de boda
que invita a la unión,
a permanecer contigo.

A dejar que irrumpas
dentro de mí,
como una corriente de vida
cargada de gozo profundo.

Porque siempre y sólo
me habla de amor:
de amor dado,
derramado,
compartido.


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Martes, 08 de mayo de 2012

Lectio divina para el miércoles de la quinta semana de Pascua 2012, oferecida por la Delegación Diocesana de Liturgia de la diócesis de Tenerife.

Lectura: 

“Juan 15, 18”

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:«Yo soy la verdadera vid, y mi Padre es el labrador. A todo sarmiento mío que no da fruto lo arranca, y a todo el que da fruto lo poda, para que dé más fruto.

Vosotros ya estáis limpios por las palabras que os he hablado; permaneced en mí, y yo en vosotros.

Como el sarmiento no puede dar fruto por sí, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí.

Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ése da fruto abundante; porque sin mí no podéis hacer nada.

Al que no permanece en mí lo tiran fuera, como el sarmiento, y se seca; luego los recogen y los echan al fuego, y arden.

Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que deseáis, y se realizará.

Con esto recibe gloria mi Padre, con que deis fruto abundante; así seréis discípulos míos.»

Meditación: 

“Permanece en mí”

“Permanecer”, ahí está el secreto de muchas cosas, tal vez de las más importantes. Sobre todo cuando ese permanecer hace referencia a mantenernos firmes, a seguir en pie, a no tirar la toalla a pesar de las dificultades, de las incomprensiones, de que el ambiente diga otra cosa, a pesar de los errores de dentro y de fuera, de los miedos, de las incertidumbres, a pesar de que muchos estén en otra onda…, permanecer.

Porque tú no abandonaste tu misión a pesar de todo lo que se ponía en contra. Porque nunca dejaste tu referencia continua al Padre, porque no dejaste a un lado tus principios y tu voluntad clara de hablar del amor y del perdón. Cuando no dejaste de apostar por todo lo que llevaba a la vida, a la auténtica libertad, porque no dejaste de apostar por lo mejor que puede brotar del corazón humano, porque permaneciste fiel… por eso me puedes invitar a permanecer.

Permanecer en el amor a pesar de las dificultades, permanecer en la disponibilidad, aunque te llamen tonto, permanecer fiel a unos valores, aunque te llamen pasado de moda o estrecho, permanecer…, es el modo de dar fruto y de poner de manifiesto, que hay algo y alguien que está por encima de todo y de todos, y que no limita la vida sino que la enriquece. Permanecer es una de las grandes dificultades que tenemos los hombres hoy y, por eso, es el mayor reto y la llamada más importante que nos puedes lanzar.

Oración: 

“Permanecer fiel”

Gracias, Señor, por tu llamada, por tu invitación. Quiero permanecer fiel a lo que siento. No es fácil. No puedo echar la culpa sólo al ambiente, es mi corazón el que más se resiste a veces. ¡Es tan fácil no permanecer en nada! Es tan fácil estar flotando llevado por los sentimientos de cada momento, de cada circunstancia.

Por eso, te lanzo mi grito, mí súplica, enséñame y ayúdame a descubrir el valor y el sentido de permanecer. Enséñame a descubrir y a trabajar el valor de la fidelidad, que me permite mantenerme en el bien, en la dinámica del amor, a pesar de las dificultades, que son las que ponen a prueba y permiten madurar lo mejor de mí .

Contemplación: 

“Quiero”

Quiero ser y estar
como el sarmiento
unido a la vid.

Quiero sentirte
atravesando con tu vida
mis sentidos
y aprender de ti.

Quiero experimentar
la fuerza de tu savia
que recorre mis entrañas
y las llena de fuerza
y de vida.

Quiero permanecer
unido a ti
y sentir que algo crece
en mi ser más profundo
hasta desbordarse,
como la fuerza de un torrente
o de un volcán
que ya no puede retener
su energía,
el ímpetu de su amor
y de su gozo,
para impregnarlo todo,
de tu frescura
y de tu calor.


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Lectio divina para el martes de la quinta semana de Pascua 2012, ofrecida por la Delegación Diocesana de Liturgia de la diócesis de  Tenerife.

Lectura: 

“Juan 14, 27 31ª”

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «La paz os dejo, mi paz os doy; no os la doy yo como la da el mundo. Que no tiemble vuestro corazón ni se acobarde. Me habéis oído decir: "Me voy y vuelvo a vuestro lado." Si me amarais, os alegraríais de que vaya al Padre, porque el Padre es más que yo. Os lo he dicho ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda, sigáis creyendo.

Ya no hablaré mucho con vosotros, pues se acerca el Príncipe del mundo; no es que él tenga poder sobre mí, pero es necesario que el mundo comprenda que yo amo al Padre, y que lo que el Padre me manda yo lo hago.»

Meditación: 

“Mi paz os doy”

Tú, Señor, amas la paz, te hemos titulado con el nombre de “príncipe de la paz”, pero fuiste víctima también de la violencia, de la mentira, de los intereses políticos y … religiosos. Y a ellos respondiste no desde la violencia, sino desde el amor y el perdón. Nos enseñaste que la mejor forma de luchar contra la violencia es un corazón profundamente sereno, que lleva la paz asentada en él y, por eso, es capaz de descubrir que la mejor forma de luchar contra la violencia es romper el círculo inacabable de la violencia desde la respuesta serena que sólo puede llevar un corazón cargado de paz. Eso supone, o puede suponer, ser víctima, pero cuando uno es víctima así, la paz no sólo no se rompe sino que va creciendo, porque va rompiendo círculos de odio.

No es fácil, pero tú gritaste la bienaventuranza de los pacíficos y de los pacificadores, y nos ofreciste el testimonio de tu paz. Es la que nos has dejado como muestra y como tarea a quienes queremos intentar seguirte. No es la paz que nace del equilibrio de poderes, ni de acuerdos de ningún tipo, que salta hecha añicos cuando estos se rompen fruto de tantos y tantos intereses.

Tu paz es la que brota de un corazón auténtico, sencillo, noble, sincero, honesto, de un corazón que sabe dónde está asentado, que se conoce a sí mismo y reconoce la fragilidad humana, y por eso es un corazón con capacidad de comprensión, de disculpa, de perdón. De un corazón que ha descubierto que el amor, esa palabra que tanto vejamos y maltratamos, es la única fuerza capaz de construir con autenticidad y de sustentar el crecimiento de la humanidad.

Ésa es la paz con la que tú viviste y, con la qué y por la qué, entregaste tu vida. Esa paz siempre será fecunda, aunque la maten, está llamada a la eternidad, Ése es el núcleo de tu resurrección, la invitación a meternos en esta corriente de vida con la convicción de que esta opción es fecunda e ilimitada.

Oración: 

“Transmisor de tu paz”

Cada día, en la eucaristia me ofreces, de un modo especial, el regalo de tu paz, de tu amor y de tu perdón que quieres arraigar en mí para que se proyecte por su propia fuerza allí donde me toca hacerme presente.

Permíteme, Señor, mantener vivo este anhelo. Que no pierda esa ilusión a la que me abres cada amanecer. Que ningún acontecimiento turbe esa paz profunda que está llamada a sustentar mis convicciones y mis acciones, mis palabras y mis actuaciones. Que pueda ser así trasmisor de tu paz, porque no es mía sino tuya. Sabes que yo me turbo con facilidad. Todos vivimos cierta inseguridad en todas nuestras relaciones. Que no me falte tu paz, para que sea fuente de paz, que sepa dar también así, como brotando, gratuitamente.

Contemplación: 

“Te acercas”

Te acercas a mí
como primavera
que quiere hacer florecer
el tronco muerto
de mis anhelos.

Llegas como palabra serena,
como gesto de amor,
que toca la fibra profunda
del corazón y de lo sentidos,
para colmarla de paz
e inundarla de esperanza.


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Lunes, 07 de mayo de 2012

Columna de opinión de monseñor Jorge Lozano, obispo de Gualeguaychú y miembro de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, publicada en diario Crónica el 22 de abril de 2012. (AICA)

EL DÍA EN QUE LA TIERRA DIJO¡BASTA!             

Todo tiene un límite. La Tierra también. Buena parte de la humanidad ha ido despertando de la falsa ilusión de vivir en un Planeta ilimitado, inagotable en sus recursos, que se banca cualquier trato.

La mala implementación de avances científico-tecnológicos sin regulación ética de ningún tipo, en algunos aspectos implicó un retroceso que provocó la desaparición de varias especies, siendo esto un hecho irreparable.

La avaricia o el deseo de máximas ganancias sin medir consecuencias ha promovido el desplazamiento de comunidades de pueblos originarios de su propio terruño. En algunos casos con artilugios jurídicos por títulos de propiedad que no estaban en regla; y en otros con violencia y muerte, a punta de rifle empuñados por matones a sueldo.La Tierrallora por la injusticia de la que son víctima sus hijos más pobres.

Un creciente consumismo depredador malgasta, derrocha, pisotea de modo insaciable lo que es de todos, acaparándolo para unos pocos. Se acumula de modo irresponsable basura y desperdicios no degradables. Carcasas de computadoras, celulares en desuso, pilas y baterías, aceites, bolsas y otros recipientes de plástico... estarán por siglos bajo tierra. Y aunque los hayamos tapado, seguirán inoculando sustancias nocivas para todos. Talar bosque nativo, contaminar aguas, realizar actividades que llevan a desertificación de suelos, hacer el aire irrespirable, no es tratar bien nuestra casa.La Tierrallora por el maltrato de sus hijos.

Mucho tenemos que aprender de quienes tienen una sensibilidad más desarrollada y son capaces de ver más allá de las cosas.

Los pueblos originarios, las religiones, ven en el Planeta ala Madre Tierra.

Ella cuida, alimenta, congrega a la familia humana. Acoge en su regazo y nos ayuda a dar gracias a Dios, su creador. Dios creó todo por amor, y también a nosotros a su imagen y semejanza. San Benito, San Francisco y tantos otros nos enseñan a buscar la paz y la alegría en comunión con el universo entero.

El Papa Benedicto XVI varias veces ha dicho que la humanidad necesita realizar una Alianza con la naturaleza. No un simple pacto de no-agresión, sino un diálogo que lleve a cuidar lo que es de todos.

“Unidos por naturaleza” reza el lema de la marcha ambiental del próximo Domingo en Gualeguaychú. Y es así. Estamos unidos en una misma casa, en un mismo suelo. Tenemos una naturaleza humana que también nos une con el pasado, el presente y el futuro. Nuestro estilo de vida hoy debe estar regido por los principios de la solidaridad con los pobres y la justicia intergeneracional.

Buena parte de los derechos humanos están ligados ala Tierra. Losderechos a la alimentación, al agua, al aire puro, a la vivienda, a la paz social.

Lo que es común para todos no puede ser apropiado por algunos invocando como justificación el “yo llegué primero”, y menos aún la ley del más fuerte.

Este domingo 22 de abril es el Día Mundial dela Tierra. Pensemosque al morir, nos bastará con un poco de tierra. No más. Ella nos abrazará en su regazo y nos recibirá con ternura. Tratémosla como Dios manda. 

Mons. Jorge Lozano, obispo de Gualeguaychú 


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Lectio divina para el lunes de la quinta semana de Pascua 2012, ofrecida por la Delegación Diocesana de Liturgia de la diócesis de Tenerife.

Lectura: 

“Juan 14, 2126”

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «El que acepta mis mandamientos y los guarda, ése me ama; al que me ama lo amará mi Padre, y yo también lo amaré y me revelaré a él.»

Le dijo Judas, no el Iscariote: «Señor, ¿qué ha sucedido para que te reveles a nosotros y no al mundo?»

Respondió Jesús y le dijo:«El que me ama guardará mi palabra, y mi Padre lo amara, y vendremos a él y haremos morada en él.

El que no me ama no guardará mis palabras. Y la palabra que estáis oyendo no es mía, sino del Padre que me envió.

Os he hablado de esto ahora que estoy a vuestro lado, pero el Defensor, el Espíritu Santo, que enviará el Padre en mi nombre, será quien os lo enseñe todo y os vaya recordando todo lo que os he dicho.»

Meditación: 

“Morada a él”

Señor, nos haces la revelación más incomprensible y más desbordante que los hombres podemos recibir. Podemos entender que Dios quiera y pueda acercarse a su criatura. Podemos entender que Dios quiera que los hombres intuyamos que no es un ser lejano, ajeno al mundo, indiferente al dolor o a las alegrías. Podemos entender que ese deseo y anhelo te haya llevado a la locura de manifestarte humano en Jesús y mostrarnos tu rostro en él.

La apertura a ti, el anhelo de entrar en tu dinámica transformadora del amor, nos abre la puerta, esa puerta invisible, pero que debe ser enorme, de nuestra humanidad profunda, para que pases tú por ella, en toda la fuerza de tu plenitud, y entres en nosotros para hacer de nosotros, del hombre, de cada hombre, de mí, espacio de tu morada. Nos llamas a dejarnos ser cielo, espacio de gloria, donde se asiente la fuente de la vida, de la luz, del amor.

Es tanto, tan inconcebible que me desborda y, al mismo tiempo, me estremece.

Soy consciente de mis cualidades, de mi grandeza podría decir, y de mis muchas limitaciones, incoherencias y contradicciones. Consciente del mal que me arrastra, y del dolor que causa, como lo causa los males del hombre, del mundo, que nos hace experimentar las sombras del dolor. Y tú nos invitas a abrir nuestras puertas a tu palabra para que con ella tú penetres en nosotros, nos habites, nos fecundes y nos ayudes a dejar fluir esa corriente de amor y de vida que depositas en nuestro ser más profundo.

Y yo quisiera gritar que es verdad, que aunque haya momentos que no sepa abrir mi puerta de par en par, aunque a veces mis oídos parezcan más cerrados que abiertos, tú vienes, tú estás, y tú lo transformas y lo trastocas todo. Todo lo conviertes en vida.

Oración: 

“No te vayas”

Ante tu oferta, Señor, después de abismarme ante ella, sólo puedo decirte que quiero, Señor, que entres continuamente en mi vida, y que no te vayas nunca.

Por eso, sólo quiero, junto a mi acción de gracias por tu bondad, por tu grandeza que te permite hacerte tan pequeño y tan humilde para habitar en tanto barro, que sienta siempre tu presencia, aun cuando no quiera sentirla, para que toda mi vida, se vaya haciendo siempre, y fluyendo, desde ti.

Contemplación: 

“Tú me habitas”

Cierro los ojos
y te siento dentro,
llenando el vacío
de mi interior.

Lo colmas todo de sentido,
lo invades de tu luz
y de tu calor.

Tú me habitas
en lo más profundo
e íntimo de mi existencia,
y tu presencia desborda
mis límites de humanidad
y me hace intuirme
más divino.


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Guión litúrgico para la celebración de la Pascua del Enfermo el 13 de Mayo de 2012, VI domingo de Pascua, material enviado por la Delegación Diocesana de la Salud de Tenerife.

CAMPAÑA DEL ENFERMO 2012
VI Domingo de Pascua – 13 de Mayo
Pascua del Enfermo

 

Tema: El poder curativo de la fe

Lema: “Levántate, vete; tu fe te ha salvado” (Lc 17, 19) 

Sugerencias pastorales 

La Pascua del Enfermo es el acto gozoso y festivo que clausura la Campaña del Enfermo. En todo este tiempo de la campaña hemos intentado crear en nuestras comunidades una mayor sensibilidad hacia los miembros enfermos y un compromiso por la promoción de la salud.

La Pascua del enfermo ha de ser una gran fiesta para la parroquia, el hospital o la comunidad, y se puede aprovechar para movilizar a toda la comunidad y, teniendo en cuenta siempre la realidad de cada enfermo, hacer todo lo posible para que estén presenten en las celebraciones.

Cuando no sea posible la presencia de los enfermos en la celebración, la comunidad ha de esforzarse para hacerse presente en el domicilio, con respeto y delicadeza, preparando el encuentro con el enfermo y su familia.

Al haber tenido como tema en la Jornada Mundial del Enfermo, el 11 de febrero, “la gracia especial de los sacramentos de sanación”, quizá sea conveniente la celebración comunitaria de la Unción de Enfermos. Será muy importante una buena preparación, teniendo en cuenta quiénes son los sujetos de la Unción –no se debe banalizar el sacramento por quitar los aspectos negativos que para muchos cristianos tiene el sacramento– y darle todo el sentido del Sacramento.

A tal efecto, conviene recordar algunos párrafos del Ritual de la Unción y Pastoral de Enfermos:

“La santa Unción debe ser conferida con todo cuidado y diligencia a los fieles que, por enfermedad o avanzada edad, vean en grave peligro su vida. Puede darse la santa Unción a los ancianos, cuyas fuerzas se debilitan seriamente, aun cuando no padezcan una enfermedad grave.” (RUPE 8,11)

“Es muy aconsejable, al menos alguna vez durante el año, y siempre que sea posible, la celebración comunitaria y colectiva, si hay varios enfermos capaces de trasladarse a un mismo lugar. Tales celebraciones, bien organizadas, valdrían por muchos sermones para el cambio de mentalidad que se desea.” (RUPE 66) 

Monición de entrada 

Bienvenidos a la eucaristía en este VI domingo de Pascua, en el que se nos invita a tener un recuerdo y una oración para el mundo de la salud y la enfermedad, para los enfermos, sus familias y los profesionales de la salud. Es la Pascua del enfermo y en ella recordamos a todos los que trabajan y viven junto al dolor y el sufrimiento poniendo esperanza a la vida.

Nos reunimos en torno a la mesa para fortalecer y expresar la unión con Cristo y con los hermanos. Cristo, el Señor Resucitado, nos invita a amarnos como él nos ha amado y a encontrar en la fe del Bautismo la fuerza para amar y vivir. Unidos a Él podremos amar a cada persona como él mismo nos ama.

Que la eucaristía ayude a nuestra comunidad parroquial a tener al Señor como raíz, centro y modelo de nuestra vida cristiana. Que su Espíritu nos convierta en testigos de su amor en medio del mundo.

 

Acto Penitencial

 

La misericordia de Dios se ha manifestado en Jesucristo, unidos a Él podemos vivir y amar como Él nos ha amado. Humildemente pedimos perdón al Señor por nuestras faltas de fe, de esperanza y de amor.

Por no aceptar la acción transformante de tu amor en nosotros. Señor, ten piedad.

Por separar la comunión contigo de la caridad con los demás. Cristo, ten piedad.

Por no ser testimonio de tu presencia viva y permanente en medio de este mundo. Señor, ten piedad.

 

Monición a las lecturas

 

En casa de Cornelio y movido por el Espíritu Pedro acoge en la Iglesia y pide que sean bautizados los paganos con un mínimo pero esencial requisito: aceptar a Cristo como el Señor y vivir conforme a su palabra. El salmo 97 es nuestra respuesta de alabanza y proclamar la grandeza de la salvación a todas las naciones.

La nueva vida en el Espíritu se caracteriza por la imitación del amor de Dios manifestado en Cristo. Nuestra vocación al amor tiene su origen en el mismo amor de Dios que lleva a una amistad íntima con Cristo y a una novedad del mandamiento: amarnos como Él nos ha amado, esta es la vida que hace palpable su presencia. 

 

Celebración comunitaria de la Unción de Enfermos 

(Terminada la homilía, si se juzga oportuno, tiene lugar la celebración comunitaria del sacramento de la Unción de Enfermos, que se desarrolla siguiendo el esquema propuesto a continuación) 

Queridos hermanos: En el Evangelio leemos que nuestro Señor Jesucristo curaba a los enfermos, que acudían a Él en busca de salud. Él mismo, que durante su vida sufrió tanto por los hombres, está ahora presente en medio de nosotros, reunidos en su nombre, y nos dice por medio del apóstol Santiago: “¿Está enfermo alguno de vosotros? Llame a los presbíteros de la Iglesia, y que recen sobre él, después de ungirlo con óleo, en nombre del Señor. Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo curará, y, si ha cometido pecado, lo perdonará”.

Pongamos, pues, a nuestros hermanos enfermos en manos de Cristo, que los ama y puede curarlos, para que les conceda alivio y salud. 

(En este momento el sacerdote, en silencio, impone las manos sobre la cabeza de cada uno de los enfermos. A continuación, se dice la siguiente oración de acción de gracias sobre el Óleo de los Enfermos.) 

Bendito seas, Dios, Padre todopoderoso, que por nosotros y por nuestra salvación enviaste tu Hijo al mundo.

Bendito seas por siempre, Señor. 

Bendito seas, Dios, Hijo unigénito, que te has rebajado haciéndote hombre como nosotros, para curar nuestras enfermedades.

Bendito seas por siempre, Señor. 

Bendito seas, Dios, Espíritu Santo Defensor, que con tu poder fortaleces la debilidad de nuestro cuerpo.

Bendito seas por siempre, Señor. 

Mitiga, Señor, los dolores de estos hijos tuyos, a quienes ahora, llenos de fe, vamos a ungir con el óleo santo; haz que se sientan confortados en su enfermedad y aliviados en sus sufrimientos. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

 

(El sacerdote toma el óleo y unge a los enfermos en la frente y en las manos, diciendo la siguiente oración) 

Por esta santa Unción y por su bondadosa misericordia, te ayude el Señor con la gracia del Espíritu Santo. Amén.

Para que, libre de tus pecados, te conceda la salvación y te conforte en tu enfermedad. Amén. 

(Una vez finalizada la unción, se recita la Oración de los Fieles de la manera que se indica a continuación) 

El Espíritu Santo que nos empuja a amar, ora en nosotros y nos hace llamar Padre a Dios. Le presentamos al Señor nuestras súplicas.

Para que la Iglesia, guiada por la Espíritu Santo, anuncie al mundo, a través de la caridad, la presencia vivificadora y salvífica de Jesucristo. Roguemos al Señor. 

Para que los responsables de las naciones, en instituciones políticas, económicas y sociales trabajen por la libertad y la salud de los pueblos. Roguemos al Señor. 

Para que los enfermos en sus dolores, angustias, y limitaciones, se apoyen en la fuerza de la fe y, en la comunidad cristiana, encuentren ayuda y consuelo. Roguemos al Señor. 

Para que los que sufren por causa del rechazo, la violencia, la indiferencia, la falta de amor, la presencia de los cristianos como continuación del amor de Jesucristo, les ayude a experimentar el gozo renovador del amor de Dios. Roguemos al Señor. 

Para que los que asisten a los enfermos y cuantos luchan contra la enfermedad, que sean fortalecidos en su entrega y sus servicios. Roguemos al Señor. 

Para que todos nosotros, presentes en la eucaristía, animados por el Espíritu Santo amemos a nuestro prójimo a la medida del amor de Jesucristo. Roguemos al Señor. 

Oremos. Te rogamos, Redentor nuestro, que por la gracia del Espíritu Santo, cures el dolor de estos enfermos, sanes sus heridas, perdones sus pecados, ahuyentes todo sufrimiento de su cuerpo y de su alma y les devuelvas la salud espiritual y corporal, para que, restablecidos por tu misericordia, se incorporen de nuevo a los quehaceres de su vida. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén. 

(Continúa la celebración de la Eucaristía con el Credo e inmediatamente sigue el ofertorio)

 

(Antes de finalizar la celebración se puede recitar comunitariamente la siguiente oración que se habrá repartido previamente) 

  

Oración después de la comunión

 

Nos has bendecido, Señor,

con el don de la fe que sana y salva

y en la que todo encuentra sentido.

Señor,

en momentos de duda y desconcierto,

cuando se imponen el dolor y el miedo

o domina el sufrimiento: aumenta nuestra fe,

para descubrir tu amor entrañable,

tu misericordia que sana las heridas,

tu voluntad de conducirnos a la plenitud.

Señor,

que en cada acontecimiento de la vida,

en la salud o en la enfermedad,

en la alegría o en el llanto,

pasemos haciendo el bien,

siendo testigos de tu amor que salva.

Amén.

 

 

 

 


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Domingo, 06 de mayo de 2012

ZENIT   nos ofrece las palabras previas al rezo mariano que el Santo Padre Benedicto XVI pronunció el domingo 22 de Abril de 2012 desde la ventana de su estudio en el Palacio Apostólico Vaticano a los fieles y peregrinos congregados en la plaza de San Pedro.

¡Queridos hermanos y hermanas!

Hoy, tercer domingo de Pascua, encontramos en el evangelio de Lucas a Jesús resucitado que se presenta en medio de los discípulos (cf. Lc. 24,36), los cuales, incrédulos y atemorizados, pensaban que veían un espíritu (cf. Lc. 24,37). Romano Guardini escribe: "El Señor ha cambiado. No vive ya como antes. Su existencia ... no es comprensible. Sin embargo, es corpórea, incluye... todo lo que vivió; el destino atravesado, su pasión y su muerte. Todo es real. Aunque sea cambiada, pero siempre una tangible realidad" (Il Signore. Meditazioni sulla persona e la vita di N.S. Gesù Cristo, Milano 1949, 433). Dado que la resurrección no borra los signos de la crucifixión, Jesús muestra sus manos y sus pies a los apóstoles. Y para convencerlos, les pide algo de comer. Así que los discípulos "le ofrecieron un trozo de pescado. Lo tomó y comió delante de ellos" (Lc. 24,42-43). San Gregorio Magno comenta que "el pescado asado al fuego no significa otra cosa que la pasión de Jesús, Mediador entre Dios y los hombres. De hecho, él se dignó esconderse en las aguas de la raza humana, aceptó ser atrapado por el lazo de nuestra muerte y fue como colocado en el fuego dado los dolores sufridos en el momento de la pasión" (Hom. in Evang XXIV, 5:. CCL 141 , Turnhout, 1999, 201).

Gracias a estos signos muy reales, los discípulos superaron la duda inicial y se abrieron al don de la fe; y es esta fe lo que les permite entender las cosas escritas sobre Cristo "enla Leyde Moisés, en los Profetas y en los Salmos" (Lc. 24,44). Leemos, por cierto, que Jesús «abrió sus inteligencias para que comprendieran las Escrituras y les dijo: 'Así está escrito: que el Cristo debía padecer y resucitar de entre los muertos al tercer día y que se predicaría en su nombre la conversión para perdón de los pecados ... Ustedes son testigos'» (Lc. 24, 45-48). El Salvador nos asegura su presencia real entre nosotros a través dela Palabrayla Eucaristía. Talcomo los discípulos de Emaús, que reconocieron a Jesús al partir el pan (cf. Lc. 24,35), así también nosotros encontramos al Señor en la celebración eucarística. Explica, en este sentido, santo Tomás de Aquino que "es necesario reconocer de acuerdo a la fe católica, que Cristo todo está presente en este sacramento... por qué jamás la divinidad ha abandonado el cuerpo que ha asumido" (S. Th. III q.76, a.1).

Queridos amigos, en el tiempo pascual, generalmentela Iglesiasuele administrar la primera comunión a los niños. Por lo tanto, insto a los párrocos, a los padres y catequistas, a preparar bien esta fiesta de la fe, con gran fervor, pero también con sobriedad. "Este día queda grabado en la memoria, con razón, como el primer momento en que... se percibe la importancia del encuentro personal con Jesús" (Exhort. ap. postsin. Sacramentum Caritatis, 19). Quela Madrede Dios nos ayude a participar dignamente en la mesa del sacrificio eucarístico, para convertirnos en testigos de la nueva humanidad.

Traducido del italiano por José Antonio Varela Vidal

©Librería Editorial Vaticana


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ZENIT  nos ofrece la colaboración habitual del obispo de San Cristóbal de las Casas, México, monseñor Felipe Arizmendi Esquivel, en que expone la esperanza dela Iglesia en la familia.

La familia salva al país
La esperanza dela Iglesiaen la primera célula social

+ Felipe Arizmendi Esquivel

HECHOS

Estamos reunidos los obispos en asamblea plenaria. Ante la problemática nacional, nos preguntamos qué debemos hacer, desde nuestra identidad y competencia. No podemos evadirnos, ni sumarnos acríticamente a quienes sobredimensionan los datos duros, culpan a otros sin asumir su propia responsabilidad, publicitan que todo está mal, que nada se ha hecho para resolver los problemas. Estos son inocultables, pero es injusto no reconocer los avances logrados. Llevo 21 años en Chiapas y soy testigo de que ya no hay la misma pobreza de hace unos años.

La mayoría de nuestro pueblo vive en paz y quiere la paz; es un pueblo noble, trabajador, generoso, solidario. ¿Por qué? Porque todavía hay familias bien construidas, que educan en valores trascendentes, viven su fe, aman el bien y rechazan el mal. Con buenas familias, hay esperanza para el país. Sin familia, no hay cimientos ni futuro. Por eso, el tema central de nuestra asamblea es la familia, con sus retos, cambios culturales, tentaciones y peligros.

Nos visitan los candidatos presidenciales de los diferentes partidos, para exponernos su visión del país y sus propuestas, para escucharnos y dialogar, no para hacer alianzas. Nuestros cuestionamientos no versan sólo sobre economía y política, sino también sobre su actitud ante la vida, la familia, la fe, la libertad religiosa. Lo más importante no es su discurso, sino su testimonio personal.

CRITERIOS

El papa Benedicto XVI, en su pasada visita, dijo: “Tantas familias se encuentran divididas o forzadas a la migración, muchas padecen a causa de la pobreza, la corrupción, la violencia doméstica, el narcotráfico, la crisis de valores o la criminalidad”. Y a los niños: "Su familia,la Iglesia, la escuela y quienes tienen responsabilidad en la sociedad han de trabajar unidos para que ustedes puedan recibir como herencia un mundo mejor, sin envidias ni divisiones”.

A unos obispos norteamericanos expresó: “El futuro de la humanidad se fragua en la familia. De hecho, el bien quela Iglesiay toda la sociedad esperan del matrimonio y de la familia fundada en él es demasiado grande como para no ocuparse a fondo de este ámbito pastoral específico. Matrimonio y familia son instituciones que deben ser promovidas y protegidas de cualquier equívoco posible sobre su auténtica verdad, porque el daño que se les hace provoca de hecho una herida a la convivencia humana como tal. Hay poderosas corrientes políticas y culturales que tratan de alterar la definición legal del matrimonio. Resulta cada vez más evidente que un menor aprecio de la indisolubilidad del pacto matrimonial y el rechazo generalizado de una ética sexual responsable y madura, fundada en la práctica de la castidad, han llevado a graves problemas sociales que conllevan un costo humano y económico inmenso… No podemos ignorar el grave problema pastoral constituido por la generalizada práctica de la cohabitación, a menudo por parte de parejas que parecen inconscientes de que es un pecado grave, por no decir que representa un daño para la estabilidad de la sociedad”. Aludió a “la disminución del número de jóvenes que se acercan al sacramento del matrimonio”.

PROPUESTAS

El mismo papa pidió “restituir su lugar en la predicación y en la enseñanza catequística a la doctrina católica sobre el matrimonio como institución natural elevada por Cristo a la dignidad de sacramento, la vocación de los esposos cristianos en la sociedad y enla Iglesia, y la práctica de la castidad conyugal. Los jóvenes necesitan conocer la doctrina dela Iglesiaen su integridad, aunque pueda resultar ardua y vaya a contracorriente de la cultura. Es urgentemente necesario que toda la comunidad cristiana vuelva a apreciar la virtud de la castidad”.

En cuanto a la actitud de los candidatos presidenciales ante la vida y la familia, los ciudadanos conscientes de su fe deben analizar si su vida familiar, su ejercicio de gobierno, sus propuestas, corresponden al Evangelio, y apoyarles o no con el voto según la propia conciencia. Lo definitivo del país no es sólo la economía y la política, sino sobre todo la familia.


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Lectio divina para el sábado de la cuarta semana de Pascua 2012, ofrecida por la Delegación Diocesana de Liturgia de la diócesis de Tenerife.

Lectura: 

“Juan 14, 714”

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:«Si me conocéis a mí, conoceréis también a mi Padre. Ahora ya lo conocéis y lo habéis visto.»

Felipe le dice:«Señor, muéstranos al Padre y nos basta.»

Jesús le replica:«Hace tanto que estoy con vosotros, ¿y no me conoces, Felipe? Quien me ha visto a mi ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: "Muéstranos al Padre"? ¿No crees que yo estoy en el Padre, y el Padre en mi?

Lo que yo os digo no lo hablo por cuenta propia. El Padre, que permanece en mí, hace sus obras. Creedme: yo estoy en el Padre, y el Padre en mí. Si no, creed a las obras.

Os lo aseguro: el que cree en mí, también él hará las obras que yo hago, y aún mayores. Porque yo me voy al Padre; y lo que pidáis en mi nombre, yo lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.

Si me pedís algo en mi nombre, yo lo haré.»

Meditación: 

“El Padre en mí”

Quien te ha visto a ti ha visto al Padre. Ciertamente yo no te he visto, Señor, con los ojos de la cara, pero te he llegado a conocer a través de tu palabra, a través de tu vida plasmada por los que vivieron contigo. Ellos me han dejado los rastros de tu persona, a través de ellos he experimentado tu amor que se me ha hecho presencia y cercanía, y verdad en mi propia existencia. Es un atrevimiento llegar a decir que verte a ti es ver al Padre, es ver a Dios, que él está en ti y tú en él, pero me gusta el rostro de Dios que me muestras.

Me gustaría más, tal vez, que fuese un Dios a mi hechura, más cómodo, que no interfiriese en mi vida, que no me invitase a mirar a mi alrededor para implicar y complicar mi vida. Pero claro, ése ya no sería Dios, sería mi muñeco, mi dios de trapo, de peluche, para abrazarme plácidamente a él, para jugar con él y pasar los ratos que me interesasen, y luego dejarlo tirado en un rincón de la habitación, o ponerlo encima de la cama o de una estantería. Sería simpático y bonito, pero no sería Dios.

El rostro que me dejas de Dios también viene marcado de cercanía y de ternura, pero con la fuerza de una ternura que me obliga a mirar así a todos, como él, con gesto de misericordia y de perdón. Con mano tendida y sonrisa abierta para generar calor y ofrecer vida. Y ese rostro al final me turba, me molesta y lo evado de mil maneras sutiles que soy capaz de justificar. Pero me gusta que seas así, porque es así como me gustaría ser.

Oración: 

“Enséñame a mirar”

Señor, me has invitado a pedirte y quiero hacerlo con fuerza. Preferiría no hacerlo, porque también me es más cómodo no pedirte nada, porque mi petición significa un deseo y, por lo tanto, me pide a mí mismo mi esfuerzo y, de verdad, preferiría no tener que hacerlo. Por eso te quiero pedir que no tenga miedo a pedirte, que no tenga miedo a desear, aunque siga tropezando, aunque siga disimulando, porque ese deseo, esa petición seguirá viva hasta que se cumpla, porque tú, siempre, cumples.

Sigue mostrándome tu rostro cercano. Enséñame a mirar el rostro de los demás, de los que tengo cerca, de los que me miran sin atreverse a pedir, porque me necesitan. Señor, que algún día quien me mire pueda verte a ti, al Dios del amor, de la vida, de la bondad, de la paz.

Contemplación: 

“Tu mirada”

Siento tu mirada profunda
que atraviesa mis sentidos,
que penetra en mi interior
e ilumina mis tinieblas.
Me descubres el despojo
de mis miserias
y los anhelos arrinconados
que esperan ser despertados
de su largo letargo.

Una música suave irrumpe
en mi recinto amurallado,
y anuncia la llegada
de una nueva aurora
que quiere fundir mi luz
con la tuya.


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S?bado, 05 de mayo de 2012

El DEPARTAMENTO DE COMUNICACIÓN del obispado de Tenerife nos participa de las noticias originadas en la última semana en la diócesis.

38201. La Laguna. Tenerife.
Tfno. 922-25 86 40 / Extensión 8
e-mail: [email protected]

Boletín 480 

LAS NOTICIAS AMPLIADAS PUEDEN VERLAS ENTRANDO EN NUESTRO BLOG. Textos, sonidos, e imágenes los tienen en: http://www.comunicacionobispadodetenerife.blogspot.com/

El jueves, 3 de mayo, diversas comunidades de la Diócesis Nivariense celebran de forma singular la Festividad de la Santa Cruz. Es el caso, por ejemplo, de la parroquia del Apóstol Santiago, en Los Realejos que celebrará la Eucaristía a las 11:30 horas, presidida por Francisco Hernández. A las 22:00 horas, tendrá lugar la procesión de la Santa Cruz acompañada de la mayor exhibición pirotécnica de Canarias. Asimismo, el barrio realejero de la Cruz Santa, tras la misa y la procesión en la tarde del miércoles, 2 de mayo, se dispone a recibir a cientos de visitantes para contemplar las cruces enramadas. 

Por su parte, en la capital tinerfeña, se celebrará la Eucaristía, presidida por el Obispo, a las 19:30 horas, en la parroquia de la Concepción. A la conclusión de la misma, en torno a las 20:30 horas, está previsto el inicio de la procesión de la Cruz fundacional, que recorrerá las calles da Santo Domingo, Calzada de La Noria y Domínguez Alfonso. 

En cuanto a la isla bonita, en Breña Alta habrá celebración de la Palabra en las Cruces del Municipio, llevando en su visita el Relicario del Lignum Crucis de la Parroquia de San Pedro. Se seguirá el orden establecido, a partir de las 9.30 hasta las 14.30 horas, y a partir de las 16:00 hasta las 21:00 horas.  

Y en Santa Cruz de La Palma, las celebraciones comenzarán desde las 6:00 horas, con la Diana Floreada desde la plaza de la Constitución hasta la plaza de La Alameda, a cargo de la Banda de Cornetas y Tambores “Gayfa”. La Eucaristía en honor a la Santa Cruz en la iglesia parroquial de San Francisco, será a las 11:30 horas. Cantará el Coro de San Francisco, dirigido por Francisco Acosta Felipe. Posteriormente se desarrollará la procesión. 

El pueblo de El Pinar, por su parte,  presentó en el centro cultural Luis Martín Arvelo, un proyecto que recoge la historia de la fiesta de La Cruz y deja patente su singularidad a través de las vivencias de mucha gente. En cuanto al 3 de mayo, a las 11:00 horas, dos cruces saldrán de su morada para encontrarse en El Granadillo, siguiendo juntas su recorrido hasta la iglesia de Taibique, donde tendrá lugar la santa misa y, a continuación, la procesión por los lugares de costumbre. Ya por la tarde, a partir de las 17:00 horas, será el tradicional baile de Las Cruces en la Plaza Matías Padrón Montero. 

El próximo 13 de mayo celebramos en nuestra Diócesis la Jornada de Vocaciones Nativas, bajo el lema: "María alienta las vocaciones en la misión". Un día en el que se invita a los católicos a colaborar con esta Obra Pontificia que atiende las vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada en territorios de misión. En torno a esta jornada, el viernes 11 de mayo, a las 20.30 horas, en el Monasterio Las Claras, La Laguna, se celebrará una vigilia de oración por las Vocaciones Nativas. 

El miércoles 9 de mayo, el clero de la Diócesis Nivariense celebrará la fiesta de su santo patrón, San Juan de Ávila. Una jornada anual eminentemente sacerdotal que este año tendrá lugar en el Arciprestazgo de Tegueste, concretamente en la Parroquia de San  Marcos Evangelista y que homenajeará a los sacerdotes que cumplen sus 25 y 50 años de ministerio. 

Los sacerdotes que cumplen 25 años son: Carmelo González García, Miguel Ángel Navarro Mederos y Bernabé González Lorenzo. Y lo sacerdotes que cumplen 50 años son: Ismael Rodríguez Hernández, Cristóbal Pérez Vega, Gonzalo Morales Hernández, José Antonio Regalado Delgado y Manuel Herrera (SDB). 

Los próximos días 4 y 5 de mayo, serán los elegidos para celebrar la inauguración de la ermita de Ntra. Sra. del Carmen, en La Gomera. El viernes 4 de mayo, a las 19,00 h. se celebrará la Eucaristía por última vez en el lugar provisional de culto, y posteriormente al son de chácaras y tambores se procederá a la procesión y entronización de la imagen de la Virgen del Carmen, patrona de Vallehermoso, en su restaurada ermita. El sábado 5 de mayo a las 12 del mediodía, se presentarán en la plaza las distintas actuaciones llevadas a cabo en el inmueble religioso y posteriormente, se celebrará la solemne Eucaristía en su interior presidida por el Obispo.  

Cáritas Arciprestal de La Laguna llevará a cabo del 4 al 6 de mayo, en la primera planta de la tienda Wehbe (C/Herradores), su II Rastrillo Leonor con el que se pretende recaudar fondos para los más necesitados. De esta forma, Cáritas tratará de despertar la solidaridad con la ayuda de cientos de voluntarios. Entre otros objetos, se podrán adquirir libros, objetos de decoración, cocina, bisutería, plata, antigüedades, pinturas, enseres para el hogar, accesorios de moda, textiles y otros muchos objetos. El rastrillo se inaugurará el viernes a las 17:00 horas. 

Por cierto que Cáritas Diocesana ha puesto un stand informativo hasta el 4 de mayo para dar a conocer lo que hace, en el Parque Bulevar de Santa Cruz de Tenerife. Además, se puede adquirir la camiseta de la campaña “No hay límite para soñar” y así recaudar fondos para continuar la labor del trabajo por los más empobrecidos de la provincia. 

La parroquia de Vilaflor acogió la celebración de la fiesta en honor del Santo Hermano Pedro. El Vicario General, Antonio Pérez presidió la Eucaristía en la que invitó a los presentes a tener una fe grande, adulta como la de Pedro de S. José Betancurt, que beba en la contemplación de los misterios de la encarnación, la eucaristía y la cruz. 

Cáritas Diocesana de Tenerife ha inaugurado en el Centro Cultural de las Madres, en el Polígono Padre Anchieta de La Laguna, un curso de formación denominado: “GESTIONANDO MIS REDES PARA EL EMPLEO”, cuya duración será de 6 sesiones formativas de 4 horas, en las que se impartirán contenidos relacionados con la motivación al empleo, crecimiento personal, comunicación y habilidades para la vida, orientación laboral e igualdad de oportunidades. 

La Coordinadora Arciprestal de Jóvenes de Tacoronte ha invitado a quien lo desee a disfrutar de una Convivencia de Pascua. Se celebrará durante los días 11 y 12 de Mayo en la Casa Tabor de Las Mercedes. (El coste de inscripción, alojamiento y manutención será de 10€). Será un tiempo para compartir experiencias y vivencias, cargadas de ese aire de alegría que trae la Pascua. Para cualquier información, enviar un correo a: [email protected] 

El taller de oración “Para en tu camino” tendrá lugar el próximo trimestre en Icod de los Vinos, destinado a jóvenes de 14 a 30 años. Concretamente, los días 11 de mayo y 8 de junio, de 18:30 a 20:00 horas, en la iglesia de San Agustín.  Para asistir al mismo hay que avisar con unos días de antelación. Contacto: [email protected] 

Los vicarios generales, Domingo Navarro y Antonio Pérez, están participando estos días en unas jornadas sobre "La Iglesia Diocesana y la Nueva Evangelización". Las mismas tienen lugar en Montserrat y Barcelona. 83 vicarios de las diócesis de nuestro país realizan esta reflexión conjunta ayudados, entre otros, por monseñor Rino Fisichella, presidente del Consejo Pontificio para la Nueva Evangelización; el cardenal Martínez Sistach, arzobispo de Barcelona; y el propio abad del monasterio de Montserrat, Josep M. Soler.  

Se ha clausurado en El Fraile el taller de empleo de ‘Mediación Intercultural Migrante’, organizado por la Fundación Don Bosco, en colaboración con el ayuntamiento de Arona. El acto de clausura se celebró en la Casa de la Juventud de El Fraile y contó con la asistencia de los profesores y directivos de la Fundación y de los alumnos del taller, que durante su formación han estado trabajando en diferentes asociaciones, entidades y recursos municipales. 

Este 1 de mayo llegó a Bilbao una reliquia de San Juan Bosco que, hasta el mes de noviembre, recorrerá las obras salesianas de España. A partir de ese día la urna con la reliquia de San Juan Bosco irá visitando las casas salesianas de la geografía española. Por lo tanto, también estará en Canarias.  

Se ha reunido en sesión ordinaria el Cabildo Catedral de La Laguna para tratar, entre otros temas, la marcha de las obras de la Santa Iglesia Catedral, que van a buen ritmo, y los actos en preparación para el Primer Centenario del edificio de la Catedral (2013), en espera de que las obras concluyan a tiempo y puedan desarrollarse los actos como están previstos.  

En el blog de comunicación del Obispado se puede leer el comunicado de los movimientos de Acción Católica ante el 1º de mayo. Entre otras cuestiones señalan: “Nuestro discernimiento nos debe ayudar a descubrir lo que en el actual contexto histórico, en las condiciones de vida y trabajo de tantas familias, existe como freno y ocultamiento del Reino de Dios, para transformar la realidad y colaborar a construir humanidad. Es la vida humana, lo más importante para Dios, lo que está en juego.” 

"Cosas de Locos", la representación teatral del Seminario Diocesano de Tenerife, colgó el cartel de "No hay entradas" la tarde del 30 de abril. La última puesta en escena prevista fue ese día, a las 20:00 horas. Seiscientas personas llenaron el aforo del Salón de Actos del Seminario en la representación benéfica para colaborar en la marcha del Seminario.  

Han crecido las demandas de ayuda a Cáritas en La Palma. En concreto, según los datos facilitados por el director de esta organización católica, Leonardo Ruiz del Castillo, que recoge elapuron.com, la demanda con respecto a 2010 de alimentos y de ropa se ha incrementado un 30% en Los Llanos de Aridane y un 20% en Santa Cruz de La Palma. 

El pasado fin de semana, los católicos de La Palma salieron a la calle a celebrar la Pascua y a anunciar a todos que Cristo vive. La noche del sábado 28 la Plaza de España y la Parroquia de El Salvador, en Santa Cruz de La Palma, fueron los escenarios de actuaciones musicales como batucada, rock, rap y cantautores. Al día siguiente, se reanudó el encuentro en el Patio del Convento y en el Templo de San Francisco. Allí fue la Hna. Glenda, la encargada de animar la mañana con música y reflexión. Tampoco faltó la magia y el humor. La celebración de la Eucaristía presidida por el Obispo puso el broche de oro a este Encuentro. 

Casi 60 chicos, desde 5º de Primaria hasta universitarios, se dieron cita en el Seminario Diocesano, para compartir un día de convivencia. Con ellos han estado, como monitores, algunos seminaristas del Seminario Mayor.
 

Según informa el Secretariado Diocesano de Peregrinaciones, ya se ha abierto la inscripción para participar en la 46ª Peregrinación Diocesana a Tierra Santa, del 23 al 31 de Octubre de 2012, organizada por el Obispado de Tenerife. Todos los interesados podrán solicitar información en la propia Oficina, todos los martes y viernes, de 10:00 a 13:00 horas, llamando al teléfono 922.263.120. 

El periódico "Diario de Avisos" en su contraportada del 2 de mayo, dedica un reportaje sobre la labor del equipo docente del Colegio de Nazaret de Los Realejos. “Queremos que nuestros alumnos sean agentes de cambio para crear un mundo de bien. Tenemos la obligación moral de hacerlo”, asegura Mónica Ferre, directora del centro para el referido periódico.


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Viernes, 04 de mayo de 2012

ZENIT  nos ofrece el texto completo del mensaje que los obispos mexicanos han dirigido  a las familias mexicanas, al término de su XCIII Asamblea Ordinaria, celebrada en Lago de Guadalupe, estado México, del 16 al 20 de abril, en el que invitan a unirse al VIII Encuentro Mundial de las Familias de Milán.

MENSAJE A LAS FAMILIAS MEXICANAS

“Y todos los días, en el templo y de casa en casa, no cesaban de enseñar y proclamar que Jesús es el Mesías” (Hch 5, 42)

1. Al concluir nuestra 93 Asamblea Plenaria, con el tema “La misión de la familia en la verdad y la esperanza en el México del tercer milenio”, los obispos de México, sucesores de los Apóstoles, como promotores y animadores de la esperanza, no cesamos de enseñar y proclamar a Cristo Resucitado a todos y ahora, de modo especial, a las familias mexicanas, llamadas por Dios a ocupar el lugar que les corresponde enla Iglesiay en la sociedad. En la alegría dela Pascua, les dirigimos nuestro saludo, así como a toda persona de buena voluntad.

2. En esta Asamblea, iluminados porla Luzdel Resucitado y guiados por su Espíritu, hemos profundizado como pastores en la realidad de la familia en México, buscando acercar esa realidad a la verdad y asumiendo una actitud pastoral de cercanía, diálogo y misericordia con todas las personas. Por una parte, constatamos que la familia es la institución más importante en la vida social de los mexicanos y, por otra, reconocemos que se está dando un proceso de cambio en las llamadas estructuras familiares, entre las cuales, la que más bienestar aporta a la población en nuestra sociedad democrática, es la estructura formada por el esposo, la esposa y sus hijos, lo cual se demuestra históricamente y en los hechos.

3. Nos alientan las luces o valores de nuestras familias, entre los que podemos señalar: su unidad y pertenencia, la solidaridad y generosidad, el sentido de la fiesta y su dedicación al trabajo, la hospitalidad y la alegría, el gran valor de su fe y confianza en Dios y el entusiasmo apostólico de muchas de ellas. Todo esto es una enorme contribución en relaciones y recursos que la familia aporta ala Iglesiay a la sociedad. Pero también observamos que estos valores han sido impactados por los cambios que se van dando y que hacen surgir sombras o circunstancias difíciles o dolorosas en la misma familia como, por ejemplo: el creciente número de uniones libres, padres solos, divorcios, abandono de los hijos, violencia intrafamiliar y social, una sexualidad vivida al margen del amor y la fecundidad, pobreza, trato injusto a la mujer que trabaja, trata de personas, el fenómeno de la migración, el alcoholismo o las drogas. Todo esto propicia la desintegración familiar, con un alto costo humano y social.

4. Como el mismo Jesús,la Iglesia anhela decir a cada familia: “Hoy ha llegado la salvación a esta casa” (Lc 19, 9). Él invita a cada familia a ser iglesia doméstica, pequeña comunidad de vida y amor, en donde se haga realidad el proyecto original de Dios para el matrimonio y la familia (Mt 19, 4-6). Él mismo, que integró una familia con San José yla Virgen María(Lc. 2, 40-52), enseña y conduce a las familias a vivir el amor y la comunión, y las envía como sus testigos en medio del mundo, nutriéndolas con los sacramentos, especialmentela Eucaristía, y con el pan dela Palabra. Todala Sagrada Escrituraes una revelación de las características del ser y la misión de la familia; es la fuente segura de su identidad. Invitamos a todos a conocerla y dejarse conducir por ella. No tengamos miedo de  abrir nuestra libertad al proyecto original de Dios, que creó al hombre y a la mujer a su imagen y semejanza, diferentes para complementarse, y les concedió la bendición de la fecundidad.

5. Ante todo esto y desde nuestra fe y esperanza en Jesucristo, estamos convencidos de que este tiempo es la ocasión propicia para esforzarnos en comprender lo que realmente está sucediendo en torno a la familia. Vivimos en medio de cambios rápidos y pareciera que éstos son los que orientan el ser y la misión de la familia. Pero, ¿No sería ahora el momento de preguntarnos si corresponde a la familia cristiana ser el factor decisivo que oriente esos cambios? El presupuesto necesario para este cambio profundo es la conversión personal y pastoral al Evangelio del matrimonio, la familia y la vida.

6. La familia está llamada a ser un reflejo del amor y de la vida trinitaria en Dios y, desde esta convicción, la reconocemos como corazón y rostro de la esperanza parala Iglesiay la sociedad en México. Ella no puede seguir siendo tan sólo un objeto de la acción dela Iglesiay de la sociedad, sino, sobre todo, ha de ser sujeto activo y protagonista de la evangelización y del desarrollo social en todas sus dimensiones. Consideramos que esto es el centro de su ser y de la misión que Dios le encomienda hoy: ¡Es el tiempo de la familia! El futuro de la evangelización, como de la humanidad misma, depende mucho de ella. Por eso, haciendo nuestros el amor y la confianza del Papa Juan Pablo II en la familia le decimos: ¡Familia, cree en lo que eres! ¡Familia, sé lo que eres!

7. En la familia es muy importante la presencia del padre y de la madre: los hijos, fruto y signo visible de su amor, necesitan a ambos para forjar sanamente su personalidad, integrando armoniosamente sus diversas áreas. Esto requiere la estabilidad y la corresponsabilidad en el matrimonio. Invitamos a los esposos a luchar por ser fieles a su amor en un sí humano que se abre al sí incondicional de Dios, para sostenerse y madurar aun en los momentos difíciles. El matrimonio del que nace la familia, asumido y elevado por Cristo a la dignidad de sacramento, es signo de su entrega amorosa por todos nosotros. Invitamos especialmente a los jóvenes a no tener miedo a la vida matrimonial y familiar, y al compromiso maduro de un amor que es capaz de entregarse en la fidelidad para toda la vida. Ahí está el camino de su verdadera felicidad, de la que Dios es custodio y garante.

8. La familia se apoya subsidiariamente en la escuela formal en donde los maestros tienen la mayor cercanía con los niños, adolescentes y jóvenes. ¿Cómo lograr que la escuela sea una verdadera extensión del hogar? Ella no puede pretender sustituir a los padres en su misión educadora y, a su vez, es necesario que los padres apoyen también a los maestros en su labor docente. La misma Iglesia tiene conciencia de su vocación de acompañar a los papás en la educación en la fe de sus hijos. En resumen, familia, escuela e Iglesia, así como el Estado y otras instituciones de carácter social, deben colaborar entre sí para la realización de la tarea educativa.

9. ¿Y cómo lograr que los medios de comunicación social ayuden a la familia a experimentar la verdad y la belleza de un amor estable, responsable y abierto a la vida? Reconocemos en estos medios la capacidad de apoyar a la familia y de fortalecer su identidad, pero también de perturbarla y hacerle dudar del ser y misión que Dios le confió. Invitamos a quienes sirven a la comunidad a través de ellos a tomar su responsabilidad ante Dios y la sociedad, respecto al matrimonio y la familia, que es santuario de la vida.

10. El papa Benedicto XVI, en su reciente Visita Pastoral a México, ha tenido palabras de reconocimiento y estímulo a la familia, comenzando por los niños, a quienes dijo: “Cada uno de ustedes es un regalo de Dios para México y para el mundo. Su familia,la Iglesia, la escuela y quienes tienen responsabilidad en la sociedad han de trabajar unidos para que ustedes puedan recibir como herencia un mundo mejor, sin envidias ni divisiones”; les aconsejó tener a Jesús como el mejor de sus amigos y a encontrarse con Él en la oración: “Los invito, pues, a rezar continuamente, también en casa; así experimentarán la alegría de hablar con Dios en familia”.

11. De la misma manera, los obispos de México dirigimos una palabra de aliento a las familias que se mantienen fieles a su amor, que viven su vocación a la luz de la fe y que van encontrando en ella el sentido de su esfuerzo y de sus sufrimientos cotidianos. Así mismo, junto con el Santo Padre, les manifestamos nuestra cercanía y solidaridad a tantas familias que se encuentran divididas o forzadas a la migración y a muchas más que padecen a causa de la pobreza, la corrupción, la violencia doméstica, el narcotráfico, la crisis de valores o la criminalidad. Nuestro compromiso pastoral nos impulsa a ir al encuentro de todos los matrimonios y familias en sus más variadas circunstancias. Con todala Iglesia, queremos mostrarles el rostro misericordioso de Dios, manifestado en Cristo Jesús, y compartir su dolor, en la fe, la esperanza y el amor.

12. ¡Familia, sé lo que eres! De tu ser mismo se desprende tu misión. Y tu primera obra misionera es ser educadora. Tú eres la primera escuela en donde la persona se abre a la vida y donde se forja el hombre y el futuro dela Iglesiay de la sociedad. Tú eres la primera que transmite a las nuevas generaciones la alegría de creer en Dios; la que enseña el abc del amor de Dios y del amor humano que se transforman en valores y virtudes para la vida cotidiana. Eres escuela de paz; tú enseñas el camino de la paz mediante la justicia basada en la reconciliación y el perdón (cfr. Exhortación Pastoral “Que en Cristo nuestra Paz México tenga Vida Digna”). ¡Familia, todala Naciónmexicana necesita de ti!

13. Admiramos la grandeza de la vocación y misión que has recibido de Dios. Queremos animarte a vivirlas, queremos impulsarte a realizarlas y queremos llamar a todas las demás instituciones, religiosas y civiles, a ayudarte a ser lo que Dios quiere que seas, y a consolidarte, promoviendo todo aquello que necesitas para cumplir tu misión, y evitando lo que pueda perturbarte, dañarte o hacerte sufrir. Te invitamos a creer en el proyecto de Dios, a madurar en tu fe, y a experimentar la alegría de educar y transmitir esa fe como discípula misionera de Cristo.

14. Como pastores, reafirmamos nuestro compromiso permanente con la familia y reasumimos el Mensaje Final de nuestra 75 Asamblea Plenaria: “¡Basta! a toda destrucción de nuestras familias. Nos comprometemos a atender esmeradamente a la familia desde nuestro ministerio. Con toda la fuerza dela Nueva Evangelización, llamamos hoy a nuestros sacerdotes, a los consagrados y a los laicos a establecer un compromiso firme y audaz por anunciar, celebrar y servir el Evangelio del matrimonio, de la familia y de la vida en un espíritu de comunión” (n. 15).

15. Finalmente, invitamos a todos a unirse espiritualmente al próximo VIII Congreso Mundial de las Familias, que tendrá lugar en Milán del 30 de mayo al 3 de junio, a recoger sus frutos y a iluminar con el Evangelio las realidades humanizadoras del trabajo y la fiesta, especialmente el Domingo, Día del Señor y día de la familia. Invitamos también a cada familia a que se disponga a vivir intensamente, a partir del próximo 11 de octubre, el Año dela Fe, al que nos ha convocado el Papa Benedicto XVI. En este tiempo de gracia, la familia, célula viva de la Iglesia y de la sociedad, se verá fortalecida en la esperanza y nutrida en su vocación al amor.

Confiamos a la maternal intercesión de la Virgen de Guadalupe el cuidado y protección de todas las familias mexicanas.

Por los Obispos de México

+ Carlos Aguiar Retes, arzobispo de Tlalnepantla, presidente dela CEM

+ Víctor René Rodríguez Gómez, obispo Auxiliar de Texcoco, secretario General dela CEM


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Reflexión a las lecturas del domingo quinto de pascua- B, ofrecida por el sacerdote Don Juan Manuel Pérez Piñero bajo el epígrafe "ECOS DEL DÍA DEL SEÑOR"

Domingo 5º de Pascua B 

Nos encontramos en la última Cena. Es el momento de la despedida. Y en las despedidas, especialmente la de la muerte, se hacen los encargos, las recomendaciones más importantes y que no se olvidan nunca. Una de las preocupaciones fundamentales de Jesucristo es que los discípulos lo dejen todo y se olviden de Él. Por eso, les dice: “Permaneced en mi y yo en vosotros…” En un texto tan breve como el Evangelio de este Domingo, Jesús emplea cinco veces esta misma idea… Es normal que ahora, en el Tiempo de Pascua recordemos y revivamos lo que se llama “el testamento espiritual de Jesús”. En éste, que es tiempo de resurrección y de vida en plenitud, en el que parece que, hasta la misma naturaleza, se asocia al espíritu de la Pascua.

Para explicarnos la necesidad de permanecer en Él, Jesucristo se vale de una imagen, de una comparación muy hermosa: la que existe entre la vid y los sarmientos: La vid -la sepa diríamos nosotros-  es Cristo, el Padre es el labrador, los sarmientos somos nosotros. Con esta comparación, se entiende todo perfectamente: el sarmiento que no está unido a la sepa ni tiene vida ni puede dar fruto. Para el agricultor lo fundamental es  que la viña dé fruto, más fruto, mejor fruto… Y el Señor nos dice: “A todo sarmiento que no da fruto en mí lo arranca, (el labrador) y a todo el que dé fruto lo poda, para que dé más fruto…” Y también: “Al que no permanece en mí lo tiran fuera como al sarmiento, y se seca; y luego los recogen y los echan al fuego y arden”. Y es que el agricultor es paciente pero, al mismo tiempo, muy exigente, especialmente, con un frutal como la viña que lleva tanta atención y tanto trabajo. Si no da fruto se abandona la viña…

El Bautismo es el sacramento que nos une a Cristo como un sarmiento a la sepa… Es el sacramento que nos da la vida de Dios, que es como la savia que da vida a la viña. Y luego vienen los demás alimentos de la vida de Dios en nosotros: la oración, la Palabra de Dios, los demás sacramentos, especialmente, la Eucaristía y el ejercicio de las buenas obras. El Señor nos lo explica todo con mucha claridad: “El que permanece en mí y yo en él, ese da fruto abundante; porque sin mí no podéis hacer nada”.

         Y termina el texto diciendo: “Con esto recibe gloria mi Padre, con que deis fruto abundante; así seréis discípulos míos”.

         Por eso la cuestión fundamental es ésta: ¿Estoy dando fruto? ¿Qué fruto? ¿Cuánto fruto? ¿Estaré como un sarmiento vivo, unido a la vid?

¿Y, en concreto, ¿Cuáles son esos frutos?

Me parece que la segunda lectura nos da la clave, cuando dice S. Juan: “Hijos míos no amemos de palabra y de boca, sino con obras y según la verdad…” Y precisa más  cuando  habla de guardar sus mandamientos y hacer lo que le agrada. Y añade: “Y éste es su mandamiento: que creamos en el nombre de su Hijo Jesucristo, y que nos amemos unos a otros tal como nos lo mandó”. También el Señor nos transmite el mismo pensamiento, cuando dice: “Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; lo mismo que yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor”.

Y todo esto, ¿Por qué? ¿Para qué? “Os he hablado de esto para que mi alegría esté en vosotros, y mi alegría llegue a plenitud”.

¡Es la alegría desbordante de la Pascua!

Es lo que sucedía en la Iglesia primera, según nos la presenta la primera lectura: “Entretanto, la Iglesia gozaba de paz en toda Judea, Galilea y Samaría. Se iba construyendo y progresaba en la fidelidad al Señor y se multiplicada animada por el Espíritu Santo”. 

¡FELIZ PASCUA! ¡FELIZ DOMINGO! ¡FELIZ DÍA DEL SEÑOR!


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Jueves, 03 de mayo de 2012

obre la causa de beatificación de Martha Pereyra Iraola   Buenos Aires, 20 Abr. 12 (AICA)


Martha Pereyra Iraola


     La Sierva de Dios Martha María Sara Clara del Sagrado Corazón Pereyra Iraola, cuya causa de beatificación se inició en el arzobispado de Buenos Aires el 18 de junio de 2004, firmada por el cardenal Jorge Mario Bergoglio SJ, nació en Buenos Aires el 26 de agosto de 1913, sexta hija de Don Martín Pereyra Iraola y Esther Ayerza, una familia “en la que se juntaban valores humanos y bendiciones divinas: el bienestar económico, una profunda vivencia de los valores religiosos, una entrañable armonía y rica sensibilidad de afectos, el dinamismo empresario en las actividades agrícolas y ganaderas, una educación responsable y progresista para sus diez hijos, ejemplos de virtud, de respeto y de sólida amistad, con puertas abiertas a las relaciones sociales”, según lo describe en su libro el padre Contardo Miglioranza OFMConv.

     Hacia los 18 años, tras la muerte de su madre en 1922, Martha sintió el llamado de la vocación religiosa y dio su respuesta positiva entrando en la Sociedad del Sagrado Corazón de Jesús, fundada por Santa Magdalena Sofía Barat. Falleció el 25 de agosto de 1998.

     Según el cardenal Bergoglio, “la hermana Martha es un rayo de luz que pasó por la vida de esta arquidiócesis predicando, con su solo vivir, la mansedumbre del mensaje evangélico”.+

 


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Lectio divina para el viernes de la cuarta semana de Pascua 2012, ofrecida por la Delegación Diocesana de Liturgia de la diócesis de Tenerife.

Lectura: 

“Juan 14, 16”

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Que no tiemble vuestro corazón; creed en Dios y creed también en mi. En la casa de mi Padre hay muchas estancias; si no fuera así, ¿os habría dicho que voy a prepararos sitio? Cuando vaya y os prepare sitio, volveré y os llevaré conmigo, para que donde estoy yo, estéis también vosotros. Y adonde yo voy, ya sabéis el camino.»

Tomás le dice:«Señor, no sabemos adonde vas, ¿cómo podemos saber el camino?»

Jesús le responde:«Yo soy el camino, y la verdad, y la vida. Nadie va al Padre, sino por mi.»

Meditación: 

“El camino, la verdad y la vida”

Me invitas a creerte, Señor, a creer en el Dios cuyo rostro me muestras en ti. Creer es lanzarte un sí, un sí a toda tu palabra, a tu mensaje, a tu vida, a tu proyecto de hombre y de historia.

No es un sí solamente a algo dicho y hecho, es un sí que supone apertura constante, atención y disponibilidad para saber responder a todos los mensajes  que me diriges a través de los acontecimientos de mi vida y de la historia, porque tú sigues hablando en ellos y a través de ellos.

Por eso te puedes definir como camino, un camino que me invitas a recorrer, porque intuyo que la meta no es un precipicio, sino una casa, tu casa y mi casa.         

Te puedes definir como la verdad, porque te abres en horizontes inabarcables e indeterminables por ninguna definición, ni palabra, ni dogma determinado de una vez para siempre, continuamente en trance de descubrir algo nuevo y bueno, que nos permite intuir nuestra grandeza y la tuya

Y te puedes definir como la vida, porque viene de ti, se sustenta en ti, y culmina y se proyecta infinitamente en ti. No en el mero sentido físico sino en el más amplio y totalizante. Porque en ti haya sentido todo lo que construye y permite que la existencia, mi existencia,  tenga sentido pleno.

Oración: 

“Me mantienes”

Te doy gracias, porque me has permitido entrar en la corriente de la fe. Una fe que descubro cada día como aventura, como proyecto. Una fe que tiene que ser alimentada con mi deseo, y que también se fortalece con los fracasos.

Te doy gracias, porque me mantienes en ella, porque desde ella vislumbro posibilidades nuevas en mí y en la humanidad, aunque gran parte de ella viva al margen aparente de ti. Porque la fe también tiene un marco más amplio y rico que el que podamos definir con palabras y sentidos siempre limitados. Gracias, Señor.

Contemplación: 

“Mano tendida”

Hay muchos caminos
que no conducen a ningún lugar.

Hay muchas verdades
que defienden mentiras.

Muchas vidas que se gastan
en gestos de muerte.

Y tú me ofreces
un camino compartido,
una verdad siempre abierta,
una meta cálida
en una vida inagotable y plena,
y una mano tendida
para hacer la travesía.


Publicado por verdenaranja @ 22:46  | Liturgia
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Lectio divina para el jueves de la cuarta semana de Pascua 2012, ofrecida por la Delegación Diocesana de Liturgia de la diócesis de Tenerife.

Lectura: 

“Juan 13, 1620”

Cuando Jesús acabó de lavar los pies a sus discípulos, les dijo: «Os aseguro, el criado no es más que su amo, ni el enviado es más que el que lo envía. Puesto que sabéis esto, dichosos vosotros si lo ponéis en práctica. No lo digo por todos vosotros; yo sé bien a quiénes he elegido, pero tiene que cumplirsela Escritura: "El que compartía mi pan me ha traicionado." Os lo digo ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda creáis que yo soy.

Os lo aseguro: El que recibe a mi enviado me recibe a mí; y el que a mí me recibe recibe al que me ha enviado.»

Meditación: 

“He elegido”

Todos de alguna manera hemos experimentado algún tipo de abandono. Alguien al que nos sentíamos vinculados y, sin saber muy bien porqué, se aleja de repente, y desaparece de tu vida sin ningún tipo de explicaciones.  Lo tuyo, Señor, fue especialmente duro. También hoy existen traiciones parecidas. Ya no sólo la de alguien cercano que se aleja, sino que, además, te vende hasta las consecuencias más nefastas y dolorosas.

Puedo intuir actitudes que me alejan de mi fidelidad a ti, que evaden mi compromiso de ser testigo de tu Buena Noticia. Hay incoherencias que rayan los límites de lo que debe ser mi actitud de creyente. Hay comodidades que ponen en tela de juicio la verdad de mi opción de solidaridad.

Y, sin embargo, sigues contando conmigo, me has elegido sabiendo la verdad que hay mí, la conocías desde el comienzo mejor que yo, así nos has elegido a todos, con nuestra verdad y con nuestras mentiras, no te asustas de ellas. Conoces los riesgos de los que somos portadores, pero aún así sabes que siempre somos capaces de una respuesta fiel; es verdad que limitada y cargada de tropiezos y caídas, pero con capacidad de levantarnos, porque sabemos que siempre tu respuesta es de acogida, que de ti nunca saldrá una palabra o un gesto de rechazo, sino una mirada compasiva, una palabra de perdón, un corazón de amigo, una mano que empuja y estimula. Y eso, Señor, es para mí lo suficiente para seguir alentando mi esperanza, para poder seguir detrás de tu proyecto de amor.

Oración: 

“Estimula el camino”

Señor, tú conoces mi realidad. Tu confianza estimula mi camino y me permite experimentar que estoy inmerso en la experiencia de un Dios que ayuda y estimula el camino de mi vida, que lo potencia.

Gracias, Señor, por descubrirte con rostro cercano. Gracias porque es así como podemos entender la presencia de un Dios que camina al paso de la humanidad para aportarle el sentido de su paso por esta historia, a veces confusa, pero que quieres dirigir a su realización.

Contemplación: 

“Me conoces”

Tú me conoces, Señor,
en lo más profundo de mi ser.

Me conoces en mis valores
y en mis miserias,
en mis cobardías
y en mis anhelos.

Te acercas a mí
con rostro de padre y de madre,
de amigo y de hermano.

Me tiendes tu mano
y me invitas,
una vez más,
a caminar contigo


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Mi?rcoles, 02 de mayo de 2012

Reflexión de José Antonio Pagola al evangelio del domingo quinto de Pascua - B, ofrecida por la Delegación Diocesana de Enseñanza de la diócesis de Tenerife.

CONTACTO PERSONAL 

         Según el relato evangélico de Juan, en vísperas de su muerte, Jesús revela a sus discípulos su deseo más profundo: "Permaneced en mí". Conoce su cobardía y mediocridad. En muchas ocasiones les ha recriminado su poca fe. Si no se mantienen vitalmente unidos a él no podrán subsistir.

         Las palabras de Jesús no pueden ser más claras y expresivas: "Como el sarmiento no puede dar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros si no permanecéis en mí". Si no se mantienen firmes en lo que han aprendido y vivido junto a él, su vida será estéril. Si no viven de su Espíritu, lo iniciado por él se extinguirá.

         Jesús emplea un lenguaje rotundo: "Yo soy la vid y vosotros los sarmientos". En los discípulos ha de correr la savia que proviene de Jesús. No lo han de olvidar nunca. "El que permanece en mí y yo en él, ese da fruto abundante, porque sin mí no podéis hacer nada". Separados de Jesús, sus discípulos no podemos nada.

         Jesús no solo les pide que permanezcan en él. Les dice también que "sus palabras permanezcan en ellos". Que no las olviden. Que vivan de su Evangelio. Esa es la fuente de la que han de beber. Ya se lo había dicho en otra ocasión: "Las palabras que os he dicho son espíritu y vida".

         El Espíritu del Resucitado permanece hoy vivo y operante en su Iglesia de múltiples formas, pero su presencia invisible y callada adquiere rasgos visibles y voz concreta gracias al recuerdo guardado en los relatos evangélicos por quienes lo conocieron de cerca y le siguieron. En los evangelios nos ponemos en contacto con su mensaje, su estilo de vida y su proyecto del reino de Dios.

         Por eso, en los evangelios se encierra la fuerza más poderosa que poseen las comunidades cristianas para regenerar su vida. La energía que necesitamos para recuperar nuestra identidad de seguidores de Jesús. El Evangelio de Jesús es el instrumento pastoral más importante para renovar hoy ala Iglesia.

         Muchos cristianos buenos de nuestras comunidades solo conocen los evangelios "de segunda mano". Todo lo que saben de Jesús y de su mensaje proviene de lo que han podido reconstruir a partir de las palabras de los predicadores y catequistas. Viven su fe sin tener un contacto personal con "las palabras de Jesús".

         Es difícil imaginar una "nueva evangelización" sin facilitar a las personas un contacto más directo e inmediato con los evangelios. Nada tiene más fuerza evangelizadora que la experiencia de escuchar juntos el Evangelio de Jesús desde las preguntas, los problemas, sufrimientos y esperanzas de nuestros tiempos. 

José Antonio Pagola 

Red evangelizadora BUENAS NOTICIAS
6 de mayo de 2012
5 Pascua (B)
Juan 15, 1-8


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ZENIT nos ofrece el texto completo de la catequesis del papa en la Audiencia General del miércoles, 18 de Abril de 2012, en la plaza de San Pedro, donde el santo padre  se encontró con grupos de peregrinos y fieles llegados de Italia y de otros lugares.

Queridos hermanos y hermanas:

Después de las grandes fiestas, reanudamos las catequesis sobre la oración. En la audiencia antes de Semana Santa, nos centramos en la figura dela Beata VirgenMaría, presente entre los Apóstoles en oración, cuando esperaban la venida del Espíritu Santo. Una atmósfera de oración acompaña los primeros pasos dela Iglesia. Pentecostésno es un episodio aislado, ya que la presencia y la acción del Espíritu Santo guían y animan de manera constante el camino de la comunidad cristiana. En los Hechos de los Apóstoles, de hecho, san Lucas, además de contar la gran efusión que tuvo lugar en el Cenáculo cincuenta días después dela Pascua(cf. Hch 2, 1-13), informa de otras irrupciones extraordinarias del Espíritu Santo, que vuelven en la historia dela Iglesia. Hoyquiero centrarme en lo que se ha llamado el "pequeño Pentecostés", que tuvo lugar en la culminación de una etapa difícil en la vida dela Iglesianaciente.

Los Hechos de los Apóstoles nos dicen que, después de la curación de un paralítico a la entrada del Templo de Jerusalén (cf. Hch 3, 1-10), Pedro y Juan fueron arrestados (Hechos 4, 1) porque anunciaban la resurrección de Jesús a todo el pueblo (cf. Hch 3, 11-26). Tras un juicio sumario, fueron puestos en libertad. Regresaron con sus hermanos y les contaron cuanto habían sufrido debido al testimonio de Jesús resucitado. En ese pasaje dice san Lucas que "todos unánimemente elevaron su voz a Dios" (Hechos 4, 24). Aquí San Lucas registra la mayor oración dela Iglesiaque encontramos en el Nuevo Testamento, al final de la cual como hemos escuchado " tembló el lugar donde estaban reunidos; todos quedaron llenos del Espíritu Santo y anunciaban decididamentela Palabrade Dios " (Hch 4, 31).

Antes de considerar esta hermosa oración, se observa una actitud subyacente importante: ante el peligro, la dificultad, la amenaza, la primera comunidad cristiana no trata de hacer un análisis sobre cómo reaccionar, encontrar estrategias de cómo defenderse a sí mismos, o qué medidas tomar, sino que ante la prueba empiezan a rezar, se ponen en contacto con Dios.

¿Qué característica tiene esta oración? Se trata de una oración unánime y que coincide con toda la comunidad, que se enfrenta a una situación de persecución por causa de Jesús. En el original griego, san Lucas utiliza el vocablo homothumadon "todos juntos" “de acuerdo ", un término que aparece en otras partes de los Hechos de los Apóstoles, para enfatizar esta oración perseverante y unida (cf. Hch 1, 14, 2, 46). Esta concordia es el elemento fundamental de la primera comunidad y debería ser siempre fundamental parala Iglesia. Nosólo es la oración de Pedro y Juan, que se encontraban en peligro, sino de toda la comunidad, porque lo que viven los dos apóstoles, no se refiere y afecta solo a ellos, sino a todala Iglesia. Frentea las persecuciones sufridas por causa de Jesús, la comunidad no sólo no tiene miedo y no se divide, sino que está profundamente unida en la oración, como una sola persona, para invocar al Señor. Esto, creo, es el primer prodigio que se produce cuando los creyentes son desafiados a causa de su fe: la unidad se refuerza, en lugar de verse comprometida, ya que está sostenida por una oración inquebrantable.La Iglesiano debe temer las persecuciones que en su historia se ve obligada a soportar, sino que debe confiar siempre, como Jesús en Getsemaní, en la presencia, en la ayuda y el poder de Dios, invocado en la oración.

Demos un paso más: ¿Qué es lo que pide la comunidad cristiana a Dios en este momento de prueba? No pide la seguridad por vida frente a la persecución, ni que el Señor castigue a los que han encarcelado a Pedro y a Juan; piden solamente que se les conceda "proclamar con toda libertad"la Palabrade Dios (cf. Hch 4:29). Pide no perder la valentía de la fe, el coraje de anunciar la fe. Pero antes trata de comprender en profundidad lo que ha sucedido, trata de leer los acontecimientos a la luz de la fe y lo hace precisamente a través dela Palabrade Dios, que nos permite descifrar la realidad del mundo.

En la oración que se eleva al Señor, la comunidad, ante todo, recuerda e invoca la grandeza y la inmensidad de Dios: "Señor, tú que creaste el cielo y la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos" (Hechos 4, 24). Enla Invocaciónal Creador, sabemos que todo viene de Él, que todo está en sus manos, este es el conocimiento que nos da confianza y el coraje de que todo viene de Él, de que todo está en sus manos. A continuación, pasa a reconocer cómo Dios ha actuado en la historia. Comienza con la creación y continúa en la historia. Cómo ha estado cerca de su pueblo, mostrándose un Dios interesado en el hombre, que no se retira, que no abandona al hombre, y aquí se menciona explícitamente el Salmo2, ala luz del cual viene leída la situación de dificultad que está viviendo en aquel momentola Iglesia.

El Salmo 2 celebra la entronización del rey de Judea, pero se refiere proféticamente a la venida del Mesías, contra el cual nada podrán hacer la rebelión, la persecución, ni las injusticias de los hombres: «¿Por qué se amotinan las naciones y los pueblos hacen vanos proyectos? Los reyes de la tierra se rebelaron y los príncipes se aliaron contra el Señor y contra su Ungido». (Hch 4, 25) Es lo que nos dice proféticamente el Salmo sobre el Mesías. Y en toda la historia vemos esta característica rebelión de los poderosos contra el poder de Dios. Justo leyendola Sagrada Escritura, que es Palabra de Dios, la comunidad puede decirle a Dios en su oración: «realmente se aliaron en esta ciudad..., contra tu santo servidor Jesús, a quien tú has ungido. Así ellos cumplieron todo lo que tu poder y tu sabiduría habían determinado de antemano». (Hch 4, 27). 

Lo que ha sucedido se lee a la luz de Cristo, que es la clave para comprender también la persecución, la cruz que es siempre la clave parala Resurrección. Laoposición contra Jesús, su Pasión y Muerte, se releen a través del Salmo 2, como actuación del proyecto de Dios Padre por la salvación del mundo. Y aquí se encuentra también el sentido de la experiencia de persecución, que la primera comunidad cristiana está viviendo; primera comunidad que no es una simple asociación, sino una comunidad que vive en Cristo; por lo tanto, lo que le sucede forma parte del diseño de Dios. Como le sucedió a Jesús, también sus discípulos encuentran oposición, incomprensión, persecución. En la oración, la meditación sobrela Sagrada Escrituraa la luz del misterio de Cristo ayuda a leer la realidad presente dentro de la historia de salvación que Dios actúa en el mundo, siempre a su modo.

Precisamente por este motivo, la solicitud que la primera comunidad cristiana de Jerusalén dirige a Dios en la oración no es la de ser defendida, ni de que se le ahorre la prueba, o la de lograr éxito, sino solamente la de poder proclamar con «parresia» es decir con franqueza, con libertad, con valentía,la Palabrade Dios (cfr Hch 4,29). 

El ruego añade luego el que este anuncio esté acompañado por la mano de Dios, para que se realicen curaciones, signos y prodigios (cfr Hch 4,30), para que sea visible la bondad de Dios, es decir, una fuerza que trasforme la realidad, que cambie el corazón, la mente, la vida de los hombres y traiga la novedad radical del Evangelio.

Cuando terminaron de orar --anota san Lucas- «tembló el lugar donde estaban reunidos; todos quedaron llenos del Espíritu Santo y anunciaban decididamentela Palabrade Dios». (Hch 4, 31). Tembló el lugar, es decir que la fe tiene la fuerza de transformar la tierra y el mundo. El mismo Espíritu que habló por medio del Salmo 2 en la oración dela Iglesia, irrumpe en la casa e inunda el corazón de todos aquellos que han invocado al Señor. Éste es el fruto de la oración coral que la comunidad cristiana eleva a Dios: la efusión del Espíritu, don del Resucitado que sostiene y guía el anuncio libre y valiente dela Palabrade Dios, que impulsa a los discípulos del Señor a salir sin miedo para llevar la buena nueva hasta los confines del mundo.

También nosotros, queridos hermanos y hermanas, debemos saber presentar los acontecimientos de nuestra vida cotidiana en nuestra oración, para buscar su significado profundo. Y así como la primera comunidad cristiana, también nosotros, dejándonos iluminar porla Palabrade Dios, a través de la meditación sobrela Sagrada Escritura, podemos aprender a ver que Dios está presente en nuestra vida, presente aun en los momentos difíciles, y que todo –también las cosas incomprensibles– forma parte de un diseño de amor superior, en el que la victoria final sobre el mal, sobre el pecado y sobre la muerte es verdaderamente la del bien, de la gracia, de la vida, de Dios.

Así como a la primera comunidad cristiana, la oración nos ayuda a leer la historia personal y colectiva en la perspectiva más justa y fiel, la de Dios. Y también nosotros queremos renovar el pedido del don del Espíritu Santo, que caliente el corazón e ilumine la mente, para reconocer cómo el Señor realiza nuestras invocaciones según su voluntad de amor y no según nuestras ideas. Guiados por el Espíritu de Jesucristo, seremos capaces de vivir con serenidad, valentía y alegría en cada situación de la vida y, con san Pablo gloriarnos «de las mismas tribulaciones, porque sabemos que la tribulación produce la constancia; la constancia, la virtud probada; la virtud probada, la esperanza. Y la esperanza no quedará defraudada, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo, que nos ha sido dado» (Rm 5, 3-5). Gracias.

Traducido del italiano por Eduardo Rubió y Cecilia de Malak, de Radio Vaticano.
©Librería Editorial Vaticana


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DOMINGO 5º DE PASCUA B 
 MONICIONES

 

PRIMERA LECTURA

         La Lectura de la Palabra de Dios que vamos a escuchar nos presenta la llegada de S. Pablo a Jerusalén, donde es presentado por Bernabé a los apóstoles y el progreso gozoso de la Iglesia naciente. 

SEGUNDA LECTURA

         Continuamos la lectura de la primera Carta de S. Juan, que venimos haciendo en estos domingos de Pascua. En ella nos exhorta a guardar los mandamientos de Dios y a hacer lo que a Él le agrada: Que creamos en su Hijo Jesucristo y que nos amemos unos a otros, como nos lo mandó. 

TERCERA LECTURA

         Los cristianos debemos estar unidos a Jesucristo como los sarmientos a la vid nos dirá el Señor en el Evangelio. De lo contrario, no podremos dar fruto. Aclamémosle ahora con gozo pascual cantando el aleluya. 

COMUNIÓN

         En la Comunión el Señor, la vid verdadera, nos alimenta con su Cuerpo para que permanezcamos unidos a Él y demos fruto. Lo nuestro es dar cada vez más fruto.


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Martes, 01 de mayo de 2012

Reflexión de monseñor Rubén Oscar Frassia, obispo de Avellaneda-Lanús, en el programa radial Compartiendo el Evangelio (Segundo Domingo de Pascua, 15 de abril de 2012) (AICA)

DIOS NOS LLEVA A LA PUREZA DE LA FE          

San Juan 20, 19-31 

Al atardecer de ese mismo día, el primero de la semana, estando cerradas las puertas del lugar donde se encontraban los discípulos, por temor a los judíos, llegó Jesús y poniéndose en medio de ellos, les dijo: "¡La paz esté con ustedes!". Mientras decía esto, les mostró sus manos y su costado. Los discípulos se llenaron de alegría cuando vieron al Señor. Jesús les dijo de nuevo: "¡La paz esté con ustedes! Como el Padre me envió a mí, yo también los envío a ustedes". Al decirles esto, sopló sobre ellos y añadió: "Reciban el Espíritu Santo. Los pecados serán perdonados a los que ustedes se los perdonen, y serán retenidos a los que ustedes se los retengan". Tomás, uno de los Doce, de sobrenombre el Mellizo, no estaba con ellos cuando llegó Jesús. Los otros discípulos le dijeron: "¡Hemos visto al Señor!". El les respondió: "Si no veo la marca de los clavos en sus manos, si no pongo el dedo en el lugar de los clavos y la mano en su costado, no lo creeré". Ocho días más tarde, estaban de nuevo los discípulos reunidos en la casa, y estaba con ellos Tomás. Entonces apareció Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio de ellos y les dijo: "¡La paz esté con ustedes!". Luego dijo a Tomás: "Trae aquí tu dedo: aquí están mis manos. Acerca tu mano: Métela en mi costado. En adelante no seas incrédulo, sino hombre de fe". Tomas respondió: "¡Señor mío y Dios mío!". Jesús le dijo: "Ahora crees, porque me has visto. ¡Felices los que creen sin haber visto!". Jesús realizó además muchos otros signos en presencia de sus discípulos, que no se encuentran relatados en este Libro. Estos han sido escritos para que ustedes crean que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y creyendo, tengan Vida en su Nombre.

 

Dios nos lleva a la pureza de la fe

La fuerza del Resucitado, del que está vivo y no está muerto, es inédita, es original, es única: es el mensaje cristiano. Como es original y únicala Encarnacióndel Verbo.La Palabrade Dios, el logos, que se encarna en el seno virginal de María, es el Hijo de Dios, verdadero Dios y verdadero Hombre; es el misterio de la unión entre lo divino y lo humano es Jesucristo, el Hijo de Dios y el Hijo de María Virgen.

Al Misterio dela Encarnaciónsiguen el Misterio del Nacimiento y el Misterio dela Pascua–crucifixión, muerte y resurrección- luegola Ascensiónal cielo yla Fiestade Pentecostés –donde el Padre con el Hijo nos envían su Espíritu de Amor- para que nazca definitivamentela Iglesia.

Esto es importante porque, como se lee en este Evangelio, los discípulos tenían miedo. Cristo viene victorioso, resucitado, a darnos la paz pero nosotros sabemos que tenemos miedo. A veces miedos que son internos; otros que son provocados por otros; ciertos miedos inducidos por las circunstancias, por las inseguridades y otros  miedos que, de alguna manera, nos paralizan, nos acobardan, nos atontan.

Para superarlo debemos escuchar de nuevo el mensaje de Cristo: ¡la paz esté contigo!, ¡la paz esté con nosotros! Esa paz que sólo Dios da y esa paz que solo nosotros podemos recibir. Él nos da la paz y nos quita todo temor, todo miedo, todo vestigio de muerte. Jesús se les aparece, no es un fantasma, porque es de carne y hueso; les pide que vean y toquen las llagas y el costado herido. ¡Es el Señor resucitado! ¡El mismo, en persona! ¡Dios está vivo! Enla Iglesianosotros seguimos a Alguien, la persona de Jesucristo, ¡que es viva!, ¡es el viviente! Por eso tenemos que seguir viviendo con Jesucristo, que es el viviente y que es el resucitado.

Leemos además que luego les da una misión a los Apóstoles: el perdón de los pecados; que vayan y que anuncien; que reciban el Espíritu Santo. Es ahí que el Señor se perpetúa a través de los Sacramentos que desde los Apóstoles se continúan con los Obispos, porque son sucesores, y los Presbíteros, que son ministros y pastores. Esto es muy importante conocer.

El Evangelio narra que Tomás no estaba presente cuando aparece Jesús. Luego al reconocerlo -y Jesús pedirle que vea y toque sus heridas- el Señor dice algo muy importante: “¡felices los que creen sin haber visto!” La fe es la certeza y la garantía de que Dios está. Pero nosotros, que tenemos fe, no lo estamos viendo con ojos humanos, sensibles o físicos, ¡lo vemos con ojos de la fe! Y la fe nos lleva a algo superior a la razón, nunca en contra de ella, que nos señala con certeza la presencia Dios quien a su vez obra y actúa.

Es en este proceso de la fe en que nosotros tenemos que madurar. A veces tenemos una fe muy “sensiblera”, muy subjetiva, que se acomoda con facilidad a los logros y a los resultados, pero Dios nos va llevando a la pureza de la fe: creer y creerle a Dios todo lo que nos dice, todo lo que Dios nos pide, todo lo que Dios nos da y todo lo que Dios nos exige.

Les dejo  mi bendición, y que Dios siga teniendo Misericordia con nosotros, ya que ella es el primer fruto del Misterio dela Pascua: en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén 

Mons. Rubén Oscar Frassia, obispo de Avellaneda-Lanús 


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Desgrabación de la Homilía del cardenal Jorge Mario Bergoglio SJ, arzobispo de Buenos Aires, pronunciada en la Catedral Metropolitana con motivo dela Misa por la Educación (18 de abril de 2012) (AICA)

MISA POR LA EDUCACIÓN

La primera lectura nos describía como era la vida de los primeros cristianos, y la pincelada del apóstol es muy sencilla: “la multitud de los creyentes tenía un solo corazón y una sola alma”, es decir, vivían en armonía. Las primeras comunidades cristianas habían comprendido que el mensaje de Jesús, vivido maduramente, los llevaba a una vida de armonía; y aunque había conflictos, los superaban para salvaguardar esta armonía. Cuando vi el texto antes de la misa me quedé pensando en este modo de vivir de aquellas primeras comunidades cristianas y la misa de hoy… Y pensé si nuestro trabajo educativo no tendría que ir por este camino de lograr la armonía: la armonía en todos los chicos y chicas que nos han confiado, la armonía interior, la de su personalidad. Es trabajando artesanalmente, imitando a Dios, `alfarereando´ la vida de esos chicos, como podremos  lograr la armonía. Y rescatarlos de las disonancias que son siempre oscuras; en cambio, la armonía es luminosa, clara, es la luz. La armonía de un corazón que crece y que nosotros acompañamos en este camino educativo es el que hay que lograr.

Una armonía que tiene dos puntos referenciales clave: se forma en la conjugación entre el límite y el horizonte; una educación solamente enfocada en un límite anula las personalidades, quita la libertad, apoca a la persona, no se puede educar a puro límite, a puro “no.. no se puede”, “no se puede”, “no se puede” o “hacelo así!”... No! Esto no deja crecer y, si crece, lo hace mal. Tampoco con una armonía que sea puro horizonte, puro disparo al futuro sin ningún punto de apoyo, eso no es armonía sino que es una educación que termina en la desorientación total del vale todo, en el relativismo existencial que es uno de los flagelos más grandes que están recibiendo los chicos como oferta. Muchas veces pienso, cuando veo este existencialismo tan relativo que se le propone a los chicos en todos lados y que no tiene punto de referencia, en nuestro profeta porteño:”Dale que va… todo es igual… total en el horno se vamo a encontrar” Entonces estos chicos, que no tienen una contención de límites y están disparados al futuro, están en el horno! Ahora! Y nos vamos a encontrar en el horno! Y en el futuro tendremos hombres y mujeres en el horno!

Las dos cosas: saber conducir a la armonía, saber alfarerear el corazón joven entre los límites y los horizontes… Un educador que sabe moverse entre estas dos puntas hace crecer, un educador que se mueve en la tensión entre estos dos puntos es un educador que hace madurar. Mas aún, moverse entre estas dos puntas es confiar en los chicos, saber que hay material humano grande! Solamente hay que incentivarlos! Y de esos somos testigos acá: ahí está el olivo plantado hace diez años después de una Carpa dela Paz, eso lo hicieron los chicos porque se los incentivó a trabajar por la paz! En el 2007 los mismos chicos trabajaron en el proyecto Ciudad Educativa que fue llevado ala Legislaturay fue aprobado… lo hicieron ellos! Son capaces de eso! Y ahora, en este trabajo de Escuela de Vecinos, con chicos de escuelas de gestión estatal y de gestión privada, todos juntos y de diferentes credos, todos juntos están mostrando la capacidad creativa que tienen nuestros chicos; y Buenos Aires está creando conciencia, nos están pidiendo el trabajo dela Escuelade Vecinos en otras localidades del país. Y menciono tres cosas nomás que hicieron nuestros chicos pero podría mencionar más! Y las hicieron porque fueron conducidos entre el límite y el horizonte. Este es nuestro desafío hoy: crear armonía entre el límite y el horizonte.

Estos chicos son los que van a recibir a nuestra generación. Y nos queda la pregunta sobre como van a estar cuando nos reciban a nosotros…Tendrán la suficiente armonía interior? Tendrán el suficiente basamento interior del límite y la suficiente esperanza en el horizonte para recibirnos como aquellos que los precedieron en la vida, que hicieron el camino de la sabiduría? O estarán en la pavada y nos dejarán en un geriátrico maloliente, más parecido a un volquete que a una casa de personas? Sabremos rescatar a esta juventud de la cultura del volquete que se está instalando? Y ahora que estamos tan sensibles, y está bien que así sea, de todo lo que sea colonización de nuestra soberanía, ¿Somos sensibles también de cualquier colonización exacerbada que aliena a nuestros de chicos de cualquier armonía y que después de usarlos los dejan tirados al borde del camino? ¿Somos sensibles a esta colonización conducida por las drogas, el alcohol, la falta de límites?

Estos chicos son los que nos recibirán a nosotros. Les vamos entregar la bandera: una pregunta, como la llevamos nosotros… ¿Bien alta? ¿Y ellos como serán capaces de recibirla? Serán hombres y mujeres que solamente tendrán mística de bandera a media asta y de ahí no suben? O serán hombres y mujeres preparados en armonía y con el horizonte certero que llevarán la bandera hasta lo más alto del mástil? Eso es lo que vamos a pedir hoy: La gracia de saber educar en la armonía. De saber amasar estos corazones jóvenes para que vivan en libertad, lejos de toda opción esclavizante, colonizante y que quita la libertad. 

Cardenal Jorge M. Bergoglio SJ, arzobispo de Buenos Aires
Miércoles 18 de abril de 2012 


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