Palabras pronunciadas por el párroco antes de la bendición e inauguración de la recuperación de una campanario del siglo XVIII en la iglesia de La Guancha, diócesis de Tenerife.
PALABRAS INTRODUCTORIAS A LA BENDICIÓN DEL CAMPANARIO DEL SIGLO XVIII
DEMOLIDO EN LA DÉCADA DE LOS CUARENTA DEL SIGLO XX Y RECUPERADO EN 2012
20 de Agosto de 2012
Lunes de las Fiestas Patronales
Sr. Obispo, Don Bernardo, gracias por estar aquí hoy con nosotros en este día de San Bernardo. Felicidades.
Señora Alcaldesa Doña Elena y Corporación municipal
Compañeros sacerdotes
Señoras y señores
Hace doce años, en el 2002, al inaugurar la torre campanario que actualmente se ubica en el lado Norte y junto a la sacristía de esta iglesia nos hacíamos las siguientes preguntas: ¿Cuántas torres ha tenido el templo? ¿Se hizo una torre a la vez que el cuerpo de la iglesia? ¿Dónde estaban ubicadas? No vamos a repetir de nuevo hoy la historia de nuestros campanarios que la pueden encontrar en el programa de Fiestas de este año. Este que hoy vamos a bendecir fue el segundo campanario. El primero se situó en la trasera de la iglesia junto al camarín que fue mandado demoler en el año 1771 porque peligraba el camarín y la Capilla Mayor retrasándose su demolición al año 1776. Es a partir de este año y hasta 1792 cuando encontramos en los libros de cuentas de las distintas cofradías asientos que dan fe de la iniciativa de construir una nueva torre y de la evolución de su construcción. Probablemente sea la fecha de 1792 en la que se da por terminado el “torrejón” (como así le denominaban) puesto que no se realizan asientos posteriores.
¿Por qué se demolió éste? No hay documentos. Sólo nos encontramos en el año 1949 una reseña del Párroco Don Segundo Cantero Vivas, refiriéndose a la torre que lo sustituyó, que dice así: "Habiendo tenido que sufragar los gastos presentes con los fondos propios de la obra en construcción de la Torre Parroquial por cuenta de las limosnas de los feligreses". No obstante testigos de ello aún viven entre nosotros. El fallecido escritor e hijo distinguido de este pueblo Don Cristóbal Barrios en un crítico artículo publicado en el Día Dominical en Abril de 1979, titulado “Triste Historia del Patrimonio artístico de La Guancha”, se expresa de la siguiente manera: “En los años cuarenta una devota de esta iglesia donó treinta mil pesetas para mejoras de la misma, que en aquellos años aún era una cantidad considerable; se formó una comisión de hombres seleccionados del casco… para invertir dicho dinero, y después de muchas y laboriosas deliberaciones acordaron y llevaron a efecto el derribo del antiguo campanario que se erguía elegante y austero en el ángulo derecho de su fachada principal… para construir una torre con pretensiones catedralicias”. El que habla ha sido testigo de que aquella torre-campanario, con dos columnas dentro del cuerpo de la iglesia y con dos fuera, no era del agrado de todos. Aunque de torres, de su estilo y de su ubicación no se ha escrito la última palabra. Las hemos contemplado formando parte del edificio, del mismo estilo, de diferente estilo, en el naciente, en el poniente, a un lado y a otro. Las hemos visto fuera del cuerpo del edificio, de la misma época, de distinta época. Con ventanas y sin ellas... Los campanarios son interminables. Así me expresaba en 2002.
La aluminosis hace que se decida demolerlo y construir otro. Las obras comienzan el 10 de Septiembre de 2001, víspera del atentado contra las torres gemelas de Nueva York. Pero he aquí que en los trabajos de demolición del muro añadido para enmarcar esa torre se descubren tres columnas del antiguo torrejón, que el arquitecto con muy buen criterio, mandó conservar como testigo del pasado.
Pero un servidor siempre tuvo in mente recuperarlo ya que se contaba con el testimonio de varias fotos de los años cuarenta del siglo pasado. Y, habiendo sido apoyado incondicionalmente por la Señora Alcaldesa de este municipio, Doña Elena Luis Domínguez, que encargó la redacción del proyecto a la oficina técnica del Ayuntamiento, después de varios años pasando por el filtro de los distintos permisos, aquí nos encontramos en este Lunes de las Fiestas Patronales con la presencia del Sr. Obispo, varios sacerdotes, autoridades locales y fieles de la parroquia para inaugurarlo y bendecirlo.
La obra que hoy inauguramos responde al Proyecto de “Rehabilitación de la torre de la Iglesia de El Dulce Nombre de Jesús” redactado por Don Ruymán González Sicilia, arquitecto del Excmo. Ayuntamiento de La Guancha, que en la memoria descriptiva escribe “el presente proyecto contempla, la rehabilitación de uno de los campaniles que se encontraba en uno de los remates de la esquina de la iglesia y que formaban parte de la ornamentación del remate de la fachada… Una vez que las principales actuaciones tendentes a la consolidación del edificio ya se han llevado a cabo con anterioridad, a iniciativa tanto de la parroquia como el propio Ayuntamiento es el momento de realizar dicha intervención en la línea que existió a finales del siglo pasado…” Se contó en todo momento con el asesoramiento del señor arquitecto del Obispado Don Javier Álvarez Muñoz, miembro de la Delegación Diocesana de Patrimonio Cultural.
La obra ha sido ejecutada por “Construcciones Felipe Méndez, S.L. El 23 de Abril de 2012 se firma el Acta de comprobación de Replanteo con el que dan comienzo las obras y el 25 Junio de este mismo año se firma el Acta de Recepción de la obra concluida. La obra contó con el seguimiento casi diario del arquitecto municipal mencionado y del arquitecto técnico Doña Carolina Omaira González Pérez.
En la realización de la obra hubo que resolver la colocación del cuarto pilar sobre el tejado sin añadir peso. Gracias al asesoramiento del ingeniero Don Fernando Dorta Pérez y a la experiencia de la empresa Felipe Méndez se resuelve que el cuarto pilar se ve sobre el tejado, pero sin añadirle peso alguno y no obstante soporta tanto peso como los tres pilares restantes de modo que el peso está repartido entre los cuatro pilares.
Se han colocado dos campanas con sus yugos pertenecientes al campanario que se demolió frente a la iglesia. Una campana denominada chica o pequeña, restaurada en 1958 y otra llamada la campana del reloj de fecha 1962 (hace cincuenta años).
La financiación. El costo de la construcción de la obra fue de 25.600 Euros. A esto hay que añadirle 2.900 Euros del coste de dos martillos, un badajo y una nueva caja de mandos que engloba las diez campanas que actualmente posee nuestro templo y si unimos el arreglo del tejado que ascendió a 2.200 Euros nos remontamos en una cantidad de 30.700 Euros, lo que empezó por una cantidad que no iba a superar los dieciséis mil euros. ¿Cómo se está financiando? Respondo: De la misma manera que se han financiado todas las obras y restauraciones realizadas en los últimos treinta y cuatro años, exceptuando la gran actuación de 2001-2002 que la costeó el Cabildo de Tenerife.
Terminaba el citado artículo de Don Cristóbal diciendo “Últimamente unas personas del pueblo, de buena voluntad, se han reunido y salido por las casas del vecindario haciendo una recolecta para llevar a cabo una restauración en el martirizado edificio y aproximarlo en lo posible a sus antiguas estructuras donde habrá que invertir muchos millones que los hijos del municipio no pueden aportar”. Y tenía razón Don Cristóbal. Mirando hacia atrás han sido muchos millones. Aquellas personas eran Don Manuel Hernández, doña Inocente González, Don Ramón Delgado, Don Felipe Toledo y Don Orangel Lorenzo, que formaban la presidencia con nueve nombres más como vocales (de los que nueve está ya fallecidos), pero después vinieron otras y otras... de buena voluntad sí, pero con su constancia, trabajo y generosidad y con alguna ayuda puntual del Ayuntamiento, Cabildo y Obispado, se ha realizado lo que parecía imposible.
Por eso antes de proceder a la bendición de la obra seguiré dando las gracias, como en otras ocasiones, a los feligreses de esta parroquia (y a los guancheros que viven fuera) por su generosidad para con su templo parroquial, por su confianza en mi persona, por responder a distintas actividades con fines recaudatorios (en este capítulo incluyo a las personas de otros pueblos que se nos han unido). Es el día a día lo que ha hecho lo que parecía imposible. Los feligreses de esta parroquia pueden sentirse hoy día orgullosos de su templo.
Gracias a la Señora Alcaldesa por su apoyo siempre hecho realidad.
Al señor arquitecto Don Ruyman y a Doña Carolina por el exquisito cuidado en todos detalles de esta obra.
A la empresa Felipe Méndez que tiene unos excelentes profesionales y a la Delegación Diocesana de Patrimonio tan cercana en la persona de su arquitecto Don Javier.
Sebastián García Martín
Párroco- Arcipreste