DOMINGO 34º DEL TIEMPO ORDINARIO B
MONICIONES
PRIMERA LECTURA
El profeta nos anuncia, en una visión misteriosa, cómo el Hijo del Hombre conseguirá una realeza eterna y universal.
Escuchemos con atención y con fe.
SEGUNDA LECTURA
Escuchamos ahora un himno a Cristo glorioso, que, por su Misterio Pascual, ha hecho de nosotros un pueblo de reyes y sacerdotes, y un día vendrá lleno de gloria.
TERCERA LECTURA
La afirmación de Cristo de que es rey, cuando está detenido e imposibilitado ante Pilato, es la prueba más evidente de que su Reino no es aquí, de este mundo. Pero Él es Rey. Escuchemos con atención y con fe, el Evangelio de este domingo.
Pero antes, aclamemos al Señor con el canto del aleluya.
COMUNIÓN
En la Comunión, bajo las sencillas especies de pan y de vino, recibimos a Jesucristo, Rey del Universo. Pidámosle que nos ayude a pertenecer de verdad a su Reino, a trabajar por extenderlo por toda la tierra, comenzando por nosotros mismos, y que un día, cuando Jesús, el Señor, vuelva en su gloria, contemplemos y participemos de la plena manifestación su Reinado para siempre; porque su Reino no tendrá fin.