Viernes, 28 de agosto de 2020

Reflexión al evangelio del domingo veintidos del Tiempo Ordinario A ofrecida por el sacerdote Don Juan Manuel Pérez Piñero bajo el epígrafe "ECOS DEL DÍA DEL SEÑOR".

Domingo 22º del T. Ordinario A

 

¡Pensar como los hombres! ¡Pensar como Dios!

La diferencia es muy grande, a veces, radical, total.

En el Evangelio de este domingo, contemplamos como Jesucristo le dice a Pedro: “Quítate de mi vista, Satanás, que me haces tropezar; tú piensas como los hombres, no como Dios”.

¡Son, tal vez, las palabras más duras y más graves que salen de los labios del Señor!

¡Qué diferencia tan grande con lo que escuchábamos el domingo pasado!:  “Bienaventurado tú, Simón…” Eso te lo ha revelado “mi Padre que está en el Cielo…” Y también: “Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia…”

¿Qué ha pasado?

Está claro. ¡Jesucristo alaba y felicita a Pedro cuando piensa como Dios, y le corrige duramente cuando su pensamiento se desvía, y piensa como los hombres!

¿Pero quién podría aceptar ni siquiera imaginar en todo Israel que el Mesías tuviera que padecer? Ellos pensaban en un Mesías vencedor, un Mesías Rey… Si él era el libertador que tenía que venir, ¿cómo iba a terminar humillado, vencido, y, sobre todo, condenado en una cruz? ¡Ellos no entendían nada! Por eso, Jesús tendrá que llevar enseguida a los tres predilectos a una montaña alta, para transfigurarse y enseñarles “que, de acuerdo con la Ley y los Profetas (Moisés y Elías), la Pasión no el término de todo, no es el fracaso absoluto, sino el camino de la Resurrección”. ¡Y este acontecimiento dejará en sus corazones una huella muy profunda! (1 Pe 1, 16-18).

Las palabras de Pedro hacen que Jesús se sienta tentado: “me haces tropezar…” También a Él le gusta más el otro camino, pero reacciona con energía como siempre que se pone en cuestión la voluntad del Padre.

Algo parecido le sucede al profeta Jeremías (1ª lect.). Tampoco a él le gusta la manera de ser profeta que le ha tocado, y piensa, en un primer momento, como los hombres, y decide dejarlo todo. ¡Pero no puede!, la Palabra de Dios no se lo permite, no le deja tranquilo… Y tiene que pensar como Dios, y seguir adelante.

¡Y lo mismo nos puede pasar a nosotros muchas veces!

La cuestión que se nos plantea a todos este domingo, es, pues, muy clara: ¿Tú piensas como los hombres o piensas como Dios?

Y pensar como Dios supone para cada uno negarse a sí mismo, tomar la cruz y seguir a Jesucristo. ¡Es lo que nos dice a continuación el Evangelio de hoy!

Entonces, ¿qué hacer?

S. Pablo, en la segunda lectura, nos da la respuesta: “Y no os ajustéis a este mundo, sino transformaos por la renovación de la mente, para que sepáis discernir lo que es la voluntad de Dios, lo bueno, lo que le agrada, lo perfecto”. Y eso exige conversión, abrirse a la conversión. Nos explican que la “metanoia”, la conversión bíblica, supone, en primer lugar, un cambio de mente, de manera de pensar y, después, un cambio de conducta. ¡Y eso no se consigue solamente con el esfuerzo humano, sino que es, además, don de Dios! Por eso, La Sagrada Escritura nos enseña a decir: “Conviértenos, Señor y nos convertiremos a ti” (Lam 5, 21).

El trato con Dios, la meditación de su Palabra, la participación en la Eucaristía, el testimonio de los santos, la recepción frecuente del Sacramento de la Penitencia y la práctica de la dirección o acompañamiento espiritual, irán transformando nuestra mente y nuestro corazón  hasta llegar a “pensar como Dios”; hasta que podamos decir como S. Pablo: “Y nosotros tenemos la mente (la forma de pensar) de Cristo”. (1 Co, 2, 16).

                                                                                                 ¡FELIZ DÍA DEL SEÑOR!


Publicado por verdenaranja @ 13:20  | Espiritualidad
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  DOMINGO 22º DEL  T.  ORDINARIO A

  MONICIONES 

 

PRIMERA LECTURA

                El profeta Jeremías se encuentra en una situación angustiosa. Abrumado por las dificultades, que lleva consigo su misión,  se siente tentado a dejarlo todo. Veamos cómo reacciona ante estas dificultades.

 

SEGUNDA LECTURA

                El Apóstol S. Pablo nos invita a presentarnos a Dios como una ofrenda agradable, y a no ajustarnos a este mundo. Escuchemos. 

 

TERCERA LECTURA

                En el Evangelio, escucharemos unas palabras muy duras, que el Señor dirige a Pedro, y la invitación que nos hace a todos a seguirle por el camino de la cruz.

                Pero antes de escuchar el Evangelio, aclamemos al Señor con el canto del aleluya. 

COMUNIÓN

                En la Comunión recibimos a Cristo, que, a pesar de su condición divina, conoció la tentación y soportó la cruz. Que Él nos ayude a seguir sus pasos. 


Publicado por verdenaranja @ 13:08  | Liturgia
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“¿El mundo vs Dios?” es la reflexión del Evangelio del próximo 30 de agosto de 2020, Domingo XXII del Tiempo Ordinario, escrita por monseñor Enrique Díaz Díaz. En esta ocasión, el prelado se refiere a la contraposición entre los valores de Dios frente a los valores del mundo y sobre la importancia y el sentido de “tomar la cruz”. AGOSTO 27, 2020 (ZENIT)

“¿El mundo vs Dios?”

Jeremías 20, 7-9: “Soy objeto de burla por anunciar la palabra del Señor”

Salmo 62: “Señor, mi alma tiene sed de ti”.

Romanos 12, 1-12: “No se dejen transformar por los criterios de este mundo”

San Mateo 16, 21-27: “El que quiera venir conmigo, que renuncie a sí mismo”

 ¿Dios vs. el mundo?

 Hay en las lecturas de este día una especie de contraposición entre los valores de Dios, los valores de Jesús, frente a los valores del mundo. La gran reprimenda que se lleva Pedro al recomendar a Jesús que no asuma la cruz, la muerte y la resurrección, se basa en “tu modo de pensar no es el de Dios, sino el de los hombres”. San Pablo también exhorta a los Romanos para que “no se dejen transformar por los criterios de este mundo, sino dejen que una nueva manera de pensar los transforme internamente, para que sepan distinguir cuál es la voluntad de Dios, es decir, lo que es bueno, lo que le agrada, lo perfecto”. Y Jeremías exclama entre gritos de dolor y desesperación que se ha dejado seducir por el Señor y que proclama un mensaje que no aceptan los hombres. Se muestran sorprendidos, pues, los hombres de Dios, Pedro, Jeremías y Pablo, porque la forma de actuar de Dios se aleja del mundo de ilusiones y de ambiciones de los hombres. Una de las características de Jesús es este estilo de vida que trastoca los planes del mundo, que actúa desde lo pequeño y que construye desde lo despreciable.

 Sin entender la cruz

Pedro había encontrado la alabanza al confesar que Jesús era el Mesías, y se muestra orgulloso y seguro al proclamarlo como Hijo de Dios vivo. Y tiene toda la verdad, pero nunca se imagina que el camino del Mesías será a través de un enfrentamiento a muerte con los poderes de este mundo hasta verse excluido, marginado y condenado. El camino de Jesús no es el camino de los éxitos y los triunfos, del poder y de la fama. El camino de Jesús es el camino de la verdad, del servicio, del encuentro. A muchos de nosotros nos encanta vitorear a Jesús, pero, al igual que a Pedro, nos cuesta entender que la tarea de Jesús y su proyecto de salvación se tengan que realizar mediante el sufrimiento, la exclusión, el fracaso y la muerte. Igual que a Jeremías, nos fascina y nos seduce la misión de Jesús, pero después, cuando encontramos las consecuencias, tenemos miedo, nos angustiamos y quisiéramos volver a los criterios del mundo pues anunciar la palabra del Señor nos convierte en objeto de burlas.

En el centro de la cruz

Algunos han querido dar un significado de “tomar la cruz”, como una aceptación masoquista del sufrimiento y la miseria, o una actitud conformista ante la pobreza y la injusticia. No es éste el sentido que le da Jesús. Jesús no ama ni busca arbitrariamente el sufrimiento ni para Él ni para los demás, como si éste encerrara algo especialmente grato a Dios. Una de las características de su misión fue precisamente aliviar el sufrimiento, buscar la verdadera justicia, saciar el hambre y sanar los dolores. Simbólicamente la cruz de Jesús manifiesta la plenitud de las relaciones del hombre: relación con Dios expresada en la parte superior; encarnada en la naturaleza y en el cosmos como lo manifiesta la parte inferior; y abierta y comprometida con todos los hombres como lo indican sus brazos. En el centro encontramos el cruce de los caminos de Dios y del hombre hecho carne en Jesús mismo. No es pues ninguna negación del universo, ni una vida de angelismo; no agrada a Dios el sufrimiento y la pobreza, sino el verdadero equilibrio en las relaciones interiores y exteriores de cada persona. Cuando se asumen los criterios que el mundo nos propone como la ambición, el egoísmo, la fuerza, el placer, acaba destruyéndose el hombre a sí mismo, a la naturaleza y a sus hermanos. En el centro de la cruz encuentra el hombre su propia realización.

 ¿De qué le sirve al hombre?

Cristo viene a darnos la verdadera dimensión de cada persona que no está limitada ni encuadrada en las barreras que le ponen los intereses mundanos del utilitarismo, del comercio y triunfalismo. La propuesta de Jesús es construir un mundo de hermanos, un mundo de dignidad, un mundo que se reconozca amado por Dios Padre. Y por querer construir este mundo, Jesús se encontró con el sufrimiento y el rechazo. Sus discípulos asumirán también esas cruces que nacen del seguimiento fiel a Cristo. Es posible ese otro mundo, pero para lograrlo hay sufrimientos, rechazos, conflictos y cruces que el cristiano ha de asumir siempre, pero sólo así será posible una vida plena. Parecerían contradictorias las palabras de Jesús: “¿De qué le sirve a uno ganar el mundo entero, si pierde su vida?”  Pero es la realidad, cuando rechazamos vivir la dinámica de la cruz todo se vuelve en nuestra contra. Al haber roto con Dios, la vida pierde el sentido y vagamos sin rumbo; al haber destrozado la naturaleza, nos sentimos agredidos y como extraños en nuestro propio mundo; y al haber roto con los hermanos nos perdemos en nuestra soledad y egoísmo. Perdemos el centro y el equilibrio de nosotros mismos. ¿De qué ha servido nuestro esfuerzo si nos encontramos en la peor de las infelicidades? El hombre sólo puede ser feliz cuando se encuentra en armonía con Dios, con la naturaleza y con los hermanos. Parecería una pesada cruz, pero es una cruz que da vida y más si lo hacemos al estilo de Jesús: por amor, con amor y en el amor. ¿Cómo cargamos nuestra cruz? También para nosotros son las palabras de Jesús: “Toma tu cruz y sígueme”, entonces encontraremos la verdadera felicidad. Sólo la cruz de Jesús da vida.

Padre lleno de ternura, de quien procede todo lo bueno, inflámanos con tu amor y acércanos más a ti, a fin de que descubriendo la vida que nos trae la cruz de Jesús, la llevemos con alegría y fidelidad para construir su Reino de Amor. Amén


Publicado por verdenaranja @ 13:05  | Espiritualidad
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Jueves, 27 de agosto de 2020

“Misas online” por la pandemia de COVID-19 por Monseñor Felipe Arizmendi Esquivel,  obispo emérito de San Cristóbal de Las Casas, y responsable de la Doctrina de la Fe en la Conferencia del Episcopado Mexicano, exhorta este miércoles, 26 de agosto de 2020, a participar, siempre que sea posible, en forma presencial en la Misa, sobre todo en domingo. Pero si no es posible, explica, “disfruta tu participación virtual, pero que sea a tiempo completo, en forma plena, activa, consciente y respetuosa”. AGOSTO 26, 2020 (zenit)

En forma plena, activa, consciente y respetuosa

VER

Con motivo de la pandemia por la COVID-19, se multiplicaron las misas transmitidas por diversos medios electrónicos. Miles y millones de fieles se han alimentado en ellas. Varios me han preguntado si esas misas valen. Desde hace años se transmiten, sobre todo para enfermos y ancianos, y nadie duda que les valgan, aún para cumplir el precepto dominical de participar en Misa. Para ellos, si las siguen con fe, les valen y les ayudan mucho, les alientan en la esperanza, les fortalecen en sus sufrimientos y son un gran alimento. La duda es para quienes no son ancianos ni enfermos, que valoran mucho la transmisión de estas celebraciones y no quieren que se terminen, ahora que se empiezan a abrir los templos.

Los obispos de todo el mundo eximieron a los fieles del precepto dominical, mientras durara la pandemia. Por tanto, nadie tenía obligación de participar en la Misa en forma presencial. Como alternativa válida, casi todas las diócesis y parroquias se han servido de los medios digitales para transmitirlas. Por tanto, durante lo más grave de la pandemia, participar en forma virtual de estas misas, vale, aún en el sentido jurídico, y alimenta mucho la fe. Pero ahora, con el paso a la nueva normalidad litúrgica, cuando ya es posible participar presencialmente en la Misa, aunque todavía con ciertas restricciones en cuanto al número de fieles, según la capacidad de cada templo, ¿vale una Misa on line? ¿Valen estas misas en domingo? ¿Se cumple el precepto dominical?

Para enfermos y ancianos, que ya no pueden ir al templo, les valen plenamente. Para personas mayores y vulnerables en su salud, expuestas a contagios, mientras dure la pandemia, les valen ciertamente y no han de angustiarse. Aún más, se les recomienda no ir a la celebración comunitaria. Para personas sanas, ciertamente les ayudan, si participan con fe, dedicándole todo el tiempo, pero no cumplen el precepto dominical, porque tienen la posibilidad de participar presencialmente. Esto no es por una simple norma canónica, sino por el sentido profundo de la celebración eucarística.

PENSAR

Jesús instituyó la Eucaristía y participaron en ella los que estaban físicamente presentes. Es obvio que, en aquellos tiempos, no había los medios electrónicos de ahora. Pero su forma de actuar es la que norma nuestros criterios y comportamientos. El habla explícitamente de comer su Cuerpo y beber su Sangre, no en forma virtual, sino presencial. Por tanto, esta es la forma normal de vivir este Sacramento.

Cuando se describe, en Hechos de los Apóstoles 2,42 y en la Carta a los Corintios 11,17-34, la práctica de las primeras comunidades cristianas, la participación es física, porque, como dice el Concilio Vaticano II, “fue voluntad de Dios el santificar y salvar a los hombres, no aisladamente, sin conexión alguna de unos con otros, sino constituyendo un pueblo que le confesara en verdad y le sirviera santamente” (LG 9).

Por ello, el mismo Concilio insiste en la necesidad de una “plena y activa participación de todo el pueblo, porque es la fuente primaria y necesaria en la que han de beber los fieles el espíritu verdaderamente cristiano” (SC 14). Esta participación ha de ser “activa, interna y externa” (SC 19), “plena, activa y comunitaria” (SC 21). Por ello, “siempre que los ritos, cada cual según su naturaleza propia, admitan una celebración comunitaria, con asistencia y participación activa de los fieles, incúlquese que hay que preferirla, en cuanto sea posible, a una celebración individual y casi privada. Esto vale sobre todo para la celebración de la Misa, quedando siempre a salvo la naturaleza pública y social de toda Misa” (SC 27).

Por tanto, tan pronto vaya siendo posible participar físicamente en la Misa, sobre todo en domingo, hay que dejar la pereza y la comodidad del hogar, para ir al templo y participar en forma plena en la celebración, formando una comunidad ya no sólo virtual, sino presencial. Eso es ser Iglesia; eso es ser Cuerpo de Cristo, asamblea santa, pueblo de Dios.

Sin embargo, no menospreciemos la participación virtual en las Misas, sobre todo entre semana. Muchas personas, si no es por este medio, no tendrían oportunidad de alimentarse de la Eucaristía, por sus ocupaciones normales. La comodidad de los fieles es también un criterio pastoral y canónico. Por ejemplo, cuando es complicado para los creyentes acudir al templo parroquial para un bautismo, la comodidad de los fieles puede ser razón para que el bautismo de sus hijos se haga en otra comunidad de la parroquia. Todavía hay párrocos que sólo permiten los bautismos en el templo parroquial, y no toman en cuenta lo prescrito en el Código de Derecho Canónico: “Fuera del caso de necesidad, el lugar propio para el bautismo es una iglesia u oratorio. Como norma general, el adulto debe bautizarse en la iglesia parroquial propia, y el niño en la iglesia parroquial de sus padres, a no ser que una causa justa aconseje otra cosa” (CIC 857). Sin embargo, el obispo diocesano, “habiendo oído al párroco del lugar, puede permitir o mandar que, para comodidad de los fieles, haya también pila bautismal en otra iglesia u oratorio dentro de los límites de la parroquia” (CIC 858,2). Se pueden hacer los bautismos también en colonias urbanas o poblaciones rurales, por ejemplo en sus fiestas patronales, y hasta tener allí pila bautismal. Obsérvese la razón: por la comodidad de los fieles. También la comodidad cuenta. No la pereza y la desidia; sino la razonable comodidad de los fieles: ad fidelium commoditatem, dice el original latino. Esto vale también para las Misas. Participar, desde la comodidad del hogar, entre semana, en una Misa en forma virtual, es válido y aconsejable, si hacerlo en forma física es complicado. Eso entre semana; en domingo, hay que hacer todo lo posible por participar en forma presencial, junto con la comunidad local. Sin embargo, aun en domingo, si alguien no puede participar en forma presencial en la Misa, sígala por algún medio electrónico, incluso en forma diferida. Si lo hace con fe, le sirve, pues a Dios no lo limita el tiempo; lo que él ve es el corazón.

ACTUAR

Siempre que te sea posible, participa en forma presencial en las Misas, sobre todo en domingo. Pero si no te es posible, disfruta tu participación virtual, pero que sea a tiempo completo, en forma plena, activa, consciente y respetuosa. “Dios es espíritu, y por eso sus adoradores deberán adorarlo en espíritu y en verdad” (Jn 4,24) 


Publicado por verdenaranja @ 18:01  | Hablan los obispos
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Martes, 25 de agosto de 2020

Comentario del Evangelio del domingo, 30 de agosto de 2020, Domingo XXII del Tiempo Ordinario, escrito por el padre Antonio Rivero L.C. 

DOMINGO XXII DEL TIEMPO ORDINARIO

Ciclo A

Textos: Jr 20, 7-9; Rm 12, 1-2; Mt 16, 21-27

Idea principal:  O pensamos como Dios o pensamos como el mundo y los hombres. No hay otra opción.

Resumen del mensaje: Cuando Jesús anuncia por primera vez que va a Jerusalén a padecer y que allí será entregado a muerte, y resucitará al tercer día, se encuentra con la reacción, de buena fe, pero exagerada, de Pedro que quiere impedir ese fracaso a Cristo. La respuesta de Jesús hoy no es ciertamente de alabanza, como en el domingo pasado, sino una de las más duras palabras que salieron de su boca: “Apártate de mí, Satanás”. Cristo le invita –nos invita- a pensar como Dios y no como los hombres.

Puntos de la idea principal:

En primer lugar, los hombres pensamos de ordinario en clave de éxito, y no de fracaso. Y cuando no viene ese éxito, nos invade la depresión, el desaliento y la tristeza. Preguntemos, si no, al profeta Jeremías en la primera lectura. Profeta del tiempo final del destierro y figura de Jesús en su camino de pasión, y de todo cristiano que quiera ser consecuente con su fe. Era joven y el ministerio que le tocó no era nada fácil: anunciar desgracias, si no cambiaban de conducta y de planes incluso políticos de alianzas. Nadie le hizo caso. Le persiguieron, le ridiculizaron. Ni en su familia ni en la sociedad encontró apoyo. Jeremías sufrió angustia, crisis personal y pensó en abandonar su misión profética. ¡Qué fácil es acomodarse a las palabras de los gobernantes y del pueblo para granjearnos el éxito y el aplauso! Los profetas verdaderos, los cristianos verdaderos, no suelen ser populares y a menudo acaban mal por denunciar injusticias. En esos momentos, miremos a Cristo en Getsemaní.

En segundo lugar, los hombres pensamos de ordinario en clave de poder y ambición, y no de humildad y desprendimiento. A Pedro no le cabe en la cabeza la idea de la humillación, del despojo, del último lugar. No había entendido que toda autoridad se debe ejercerla como servicio, y no como dominio. ¡Le quedaba tanto por madurar! Nos queda tanto por madurar. Pensamos como los hombres y no como Dios. A esto lo llama el Papa Francisco “mundanidad” (Evangelii gaudium, nn. 93-97).  Y cuando Pedro entendió, afrontó todo tipo de persecuciones, hasta la muerte final en Roma, en tiempos de Nerón, como testigo de Cristo. Los proyectos humanos van por otros caminos, de ventajas materiales y manipulaciones para poder prosperar y ser más que los demás y dominar a cuantos más mejor. Pero los proyectos de Dios son otros.

Finalmente, los hombres pensamos de ordinario en clave de comodidad, y no de cruz. Ni a Pedro ni a nosotros nos gusta la cruz, ya sea física –enfermedades-, moral –abandono, calumnia, incomprensión- o espiritual –noches oscuras del alma que nada ve ni siente; sólo hay un túnel oscuro. ¿A quién le gusta la cruz? Ya nos avisó Jesús. No nos prometió que su seguimiento sería fácil y cómodo. “Carga con la cruz y sígueme”. Preferimos un cristianismo “a la carta”, aceptando algunas cosas del evangelio y omitiendo otras. Queremos Tabor, no Calvario. Queremos consuelo y euforia, no renuncia ni sacrificio. La cruz la tenemos, tal vez, como adorno en las paredes o colgada del cuello. Pero que esa cruz se hunda en nuestras carnes y en nuestro corazón, de ninguna manera. La clave para cuando nos visita la cruz de Cristo nos la da san Pablo en la segunda lectura de hoy a los romanos: ofrecernos a Dios como ofrenda viva, santa y agradable a Dios. Sólo así pensaremos como Dios.

Para reflexionar: ¿Pensamos como Dios en materia de negocios, de moral sexual, de política, de relaciones humanas? Dice el papa Francisco: “La mundanidad espiritual, que se esconde detrás de apariencias de religiosidad e incluso de amor a la Iglesia, es buscar, en lugar de la gloria del Señor, la gloria humana y el bienestar personal…Si invadiera la Iglesia (esta mundanidad) sería infinitamente más desastrosa que cualquier otra mundanidad simplemente moral” (Evangelio gaudium, n. 93).

Para rezar: Señor, aquí tienes mi mente. Sabes que a veces pienso como el mundo, con las categorías del mundo. Hoy quiero convertir mi mente a Ti, para que piense como Tú, tenga tus mismos criterios. No quiero escuchar de tus labios lo que dijiste a Pedro: “Aléjate de mí, Satanás; piensas como los hombres, no como Dios”. Me encantaría poder decir como san Pablo: “Con Cristo he sido crucificado, y ya no soy yo el que vive, sino que Cristo vive en mí” (Gál 2, 20), quien piensa en mí, quien ama en mí, quien decide en mí”. Amén.

AGOSTO 25, 2020 10:13ESPIRITUALIDAD



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S?bado, 22 de agosto de 2020

Información enviada por Carlos Peinó Agrelo, Peregrino. Cursillista. Ex-Notario Adjunto Tribunal Eclesiástico (Archidiócesis de Madrid, España) Causa de Canonización de Manuel Aparici, Colaborador en la redacción de la Positio super virtutibus, Ex-Vice Postulador de la Causa, etc.

MCC

LITERATURA APOLOGÉTICA 

 

El Doctor en Historia por la Universidad de las Ills Balears (UIB 2003), Joan Josep Matas Pastor, Grupo de Estudios de la Cultura, la Sociedad y la Política en el Mundo Contemporáneo. Universidad de las Islas Baleares, ha publicado un trabajo de sobre el “Origen y Desarrollo de los Cursillos de Cristiandad (1949-1975), muy distinto de los habituales a la par de interesante. Actas del I Congreso de Historia de la Iglesia y el Mundo Hispánico. Hispania Sacra, Vol. 52 Núm. 106 2000). Consejo Superior de Investigaciones Científicas.

 

«Tampoco podemos descartar un intento de periodización y análisis histórico al mismo tiempo descriptivo y analítico; aunque somos conscientes de la enorme dificultad para conseguirlo, dada la abundancia de fuentes y memorias personales muchas veces contradictorias y polémicas entre sí. Una circunstancia histórica explica este hecho: el surgimiento de una literatura apologética, es decir, defensora del método y la filosofía del movimiento, poco objetiva y que se divide en dos tipos, seglarista e institucionalista, como consecuencia de la crisis de los cursillos acaecida en la diócesis de Mallorca a mediados de los cincuenta; la mecha que hizo estallarla fue la publicación de la Carta Pastoral del entonces obispo de Mallorca, Jesús Enciso Viana».

 

«La bibliografía producida por los diversos secretariados de Cursillos de Cristiandad tanto diocesanos como nacionales resulta muy abundante y, por consiguiente, no podemos describir con exhaustividad en este espacio. No obstante, debemos hacer referencia a aquellas obras realizadas por los denominados ideólogos de los Cursillos y que constituyen un intento, aunque sea subjetivo, de aproximamos a su historia. Por otra parte, los trabajos de elaboración histórica del Movimiento de Cursillos de Cristiandad son prácticamente inexistentes; solamente destacar el estudio que el sacerdote mallorquín, Pere Llabrés Martorell, realizó en 1975 para la revista Questions de Vida Cristiana.

»Volviendo a los escritos realizados por los creadores de los Cursillos apuntar que son aportaciones documentales y testimonios personales con una finalidad reivindicativa de validez histórica del método y, por tanto, para defenderse delos ataques de aquellos sectores que niegan su autenticidad.

»A su vez, se trata de una bibliografía contradictoria y apologética en el sentido de que representan a las dos tendencias que han presidido la evolución histórica de los Cursillos: una línea jerárquica o institucionalista muy rígida y otra seglarista defensora de la autonomía seglar dentro de la Iglesia.

»Finalmente cabe mencionar a la editorial Euramérica como empresa que ejercerá de vehículo de expresión del Secretariado Nacional de Cursillos de Cristiandad y como plataforma de lanzamiento del pensamiento que se generaba entorno al MCC».

 

Sin más, recibe un cordial saludo hermano peregrino de un eterno camino de santidad … y siempre unidos en oración ante el Sagrario.

De Colores!!


Publicado por verdenaranja @ 16:48  | Movimientos
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Información enviada por Carlos Peinó Agrelo, Peregrino. Cursillista. Ex-Notario Adjunto Tribunal Eclesiástico (Archidiócesis de Madrid, España) Causa de Canonización de Manuel Aparici, Colaborador en la redacción de la Positio super virtutibus, Ex-Vice Postulador de la Causa, etc.

CONGRESO PEREGRINACIÓN A SANTIAGO EN 1937

 

            El éxito de la Peregrinación a Roma en 1934; es decir “los frutos obtenidos movieron al Consejo Central a considerar las ventajas de la idea peregrinante e insistir en ella” hizo pensar ya en el III Congreso Nacional a celebrar en Santiago de Compostela en 1937, Año Santo Jacobeo, con el propósito de movilizar a la juventud española e hispanoamericana en torno a la figura del Apóstol y darles un fuerte impulso apostólico, en una empresa común de reconquista del mundo para Cristo. 

            El Congreso de 1937 en Santiago fue el tema fundamental de la VII Asamblea Nacional de la Juventud de Acción Católica Española (los planes de organización, las dificultades que era necesario vencer, los estímulos que proponer, etc.). Se celebró los días 26 al 29 de agosto de 1936 en el Seminario de verano de Madrid-Alcalá, sito en Puerto Real 

            Se quería prepararlo con tiempo. Manuel Aparici inspiró el proyecto, cuya realización encomendó al joven Maximino Romero de Lema (más tarde Arzobispo Arzobispo) y a Armando Durán, que iniciaron los trabajos con gran entusiasmo. 

Del Congreso y de la Peregrinación ya te he hablado en textos anteriores, A ellos, pues, me(te) remito. Te ofrezco, sin embargo, tres testimonios no facilitados antes de gran interés.

 

         I.-      MANUEL MARTÍNEZ PEREIRO.   Testigo (Copia Pública pp. 52/81)

 

Trató a Manuel Aparici desde 1932 hasta el fallecimiento del Siervo de Dios en Agosto de 1964y fue colaborador muy próximo a él en la Acción Católica. Asistió a la Peregrinación a Roma en 1934

            Cuando cesé en la Secretaría del Consejo Central no se había creado aún la rama de los Hombres de Acción Católica, por lo cual el Siervo de Dios me pidió que siguiese colaborando en la Juventud para ayudar al Tesorero y sobre todo para iniciar el estudio de la publicación de un periódico quincenal dirigido a la Juventud. El momento era especialmente propicio porque se había asegurado plenamente la vida de LA FLECHA

            A partir de la Asamblea de 1931 se pudo dar entrada en el Consejo Central a nuevos Vocales con su situación profesional despejada y, por tanto, capaces de dedicar a la Obra su tiempo libre, entre ellos el Siervo de Dios y otros compañeros del Centro de San Jerónimo el Real a quienes había formado.

            El Congreso de Santander nombró nuevo presidente a Alfredo López Martínez, que había trabajado intensamente en la Confederación de Estudiantes Católicos cuya Presidencia ocupó a fines de los años 20. Y designó vicepresidente a Manuel Aparici Navarro. El primero, sin embargo, hubo de delegar muy pronto en el segundo las tareas pre­sidenciales por haber sido llamado para un cargo profesional de gran importancia.

            El año 1932, con el broche de oro del II Congreso Nacional, separó dos etapas de la Juventud Católica: la fundacional de primeros, aunque generalmente seguros pasos, y la de consolidación o profundización cuya característica fundamental habría de ser un importante incremento en la vida del Consejo impulsada por Aparici primero como Presidente en funciones y después como Presidente de derecho.

Entre tanto, no se podía descuidar la celebración de la IV Asamblea Nacional que debía celebrarse en octubre de 1933.

Los frutos obtenidos en aquella peregrinación movieron al Consejo Central a considerar las ventajas de la idea peregrinante e insistir en ella. El III Congreso que, conforme a lo acordado en el II de Santander, había de celebrarse en Santiago de Compostela era la gran oportunidad para poner en práctica aquella decisión del Consejo, entre otras razones porque teníamos tres años por delante para prepararlo sobre todo en el orden espiritual.

Entretanto, la Ponencia [de la que formaba parte el Siervo de Dios] iba avanzando en sus estudios de los que informaba regularmente al Consejo. Como es lógico, la constante preocupación de todos era la espiritual, porque se aspiraba a que ante todo y sobre todo la marcha hacia Santiago significara un cambio profundo en los corazones, las almas y las conductas, primero de los jóvenes y luego de la Juventud. Por otra parte, iba ganando terreno la idea de avanzar tanto en intensidad como en extensión: y así se pensó primero en ampliar nuestro esfuerzo a la juventud hispanoamericana a la que sin duda había apuntado el Apóstol al querer que sus restos mortales fuesen desde el Oriente al Finisterre del mundo entonces conocido, y después a los jóvenes europeos para que no olvidasen los viejos caminos jacobeos y preparasen la nueva Europa que no acaba de encontrar su brújula. Nuestro único afán era servir seriamente de sal, fermento y luz para reconstruir desde sus cimientos un mundo que cada día está más necesitado de esta reconstrucción y asentar una «Cristiandad Ejemplo y Guía del Mundo», que fuese poderoso acicate para nosotros mismos.

La amplia proyección de este plan movió al presidente a someterlo al Cardenal Primado en primera instancia, para elevarlo en definitiva a Roma. Con tal fin se trasladó el Siervo de Dios a la Ciudad Eterna para presentarlo a la Secretaría de Estado dirigida entonces por el Cardenal Pacelli y luego al Santo Padre; ambos lo aprobaron y bendijeron, al mismo tiempo que alentaban a su puesta en marcha.

Un apremiante S.O.S. de ayuda [del Siervo de Dios] en el mes de junio de 1937 me obligó a trasladarme de La Coruña a Burgos para asistirle en dos preocupaciones que tenía.

El más urgente de aquellos dos proyectos era organizar, a falta de la que se había proyectado para 1937, una peregrinación al menos simbólica a Santiago de estudiantes de toda Europa. Sentía muy de veras que no se celebrara algún acto en Compostela que mantuviese vivas las esperanzas que se habían despertado con la larga y cuidada peregrinación prevista; una bien fundada oferta de ayuda económica le hizo concebir el proyecto, que no pudo realizarse cuando yo ya había llevado a cabo con éxito las primeras gestiones, porque no se mantuvo la oferta de ayuda.

El Siervo de Dios no se desalentó y montamos para el 25 de Julio un viaje a Santiago con los mutilados y heridos que estaban en condiciones y con los jóvenes que descansaban en la retaguardia.

El otro problema que agobiaba al presidente era asegurar la salida periódica de SIGNO como medio de mantener el espíritu de nuestros Jóvenes que no dejaban de contagiar a sus compañeros; creía que tal reforzamiento espiritual era su mejor aportación a la defensa de la esencia de España que el marxismo pretendía destruir.

Lo había intentado dos o tres veces sin conseguirlo porque, no se encontraron en Burgos los medios materiales y personales para tirar y distribuir los números con la rapidez necesaria, lo cual influía de modo importante en el aspecto económico que en aquellos momentos sobre todo era fundamental.

 

         II.-     HISTORIA DEL DESARROLLO DEL PENSAMIENTO DEL CONSEJO SUPERIOR DE LA JACE SOBRE LA PEREGRINACIÓN Y EL CONGRESO A SANTIAGO Y EL IDEAL DE HACER DE ESPAÑA Y LO HISPÁNICO VANGUARDIA DE CRISTIANDAD

 

Se trata de un escrito mecanografiado, sin fecha, ni firma, que forma parte de la documentación del Siervo de Dios que por su contenido y estilo puede afirmarse que está escrito por él (carpeta 4 de la documentación). 

AÑO 1932

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            «Con ocasión del II Congreso Nacional, celebrado en Santander, en diciembre de 1932, al deliberar los congresistas sobre el punto donde había de celebrarse el próximo Congreso, que según el Reglamento entonces vigente se celebraban cada cinco años, el Vocal Archidiocesano de Santiago [Romero de Lema] propuso que fuera en Compostela, ya que el año 1937 era Jubilar en Santiago. Tomado este acuerdo, el Congreso Superior lo dejó dormir hasta que más próxima la fecha de su celebración, se viera que tema debía tratarse en el mismo.

            »Así los cosas, la descomposición cada día más creciente de la sociedad española, a partir del 14 de Abril de 1931, les hacía ver con gran claridad a todos los que quisieran pensar un poco sobre la causa de aquella precipitada y tumultuosa disolución de la sociedad española, que era debida a que los españoles carecían de un gran ideal nacional que trascendiera a la propia nación española. Pues siendo la causa fundamentadle toda sociedad la causa final, o el fin que ella se propone conseguir, es lógico que cuando una agrupación humana carece de empresa que realizar, sienten sus componentes el deseo de apartarse de ella para huir de la bancarrota y salvar sus personas y sus bienes de la quiebra. Y así, en la sociedad española, cada una de las regiones quería apartarse del vínculo nacional, puesto que, como claramente señalaron Balmes y Menéndez Pelayo, el único ideal capaz de unir en plan de igualdad a todas las fuertes personalidades regionales de nuestra Patria era el ideal católico. Pero un ideal católico auténtico que tuviera ante sus ojos a toda la humanidad y que tratara de llevarle al supremo bien de la fe de Cristo.

            »Tanto en la Junta Central de Acción Católica como en el Consejo Superior de la Juventud, empezó a pensarse que era menester reavivar todo el contenido subconsciente del alma española. A este fin se enderezaron, por parte de la Junta Central, las semanas pro-Ecclesia et Patria, conducentes a hacer patente a los ojos de los españoles que en el transcurso de la Historia habían ido unidos los grandes valores religiosos y patrióticos. Por parte de la Juventud, desarrollando todo el contenido del Congreso de 1932, que había versado sobre la Piedad, se trató de avivar la vida sobrenatural, única que puede sentir como propio el ideal misionero de la Iglesia de Cristo.

            »Pero ya en 1934, ante la relativa proximidad de la fecha en que había de celebrarse el Congreso de Santiago, empezó a pensarse en los fines del mismo. En un principio, algunos de los miembros del Consejo opinaron que había de llamarse a las Juventudes de Acción Católica de Hispano América para mostrarles el entusiasmo con que la Juventud española había acogido el llamamiento del Pontífice. Pero enseguida el propio Consejo vio que esta finalidad era propia de una Obra católica que debe fundamentarse en la humildad, y, al propio tiempo, que ese afán un poco narcisista más a contribuiría a separar a los católicos de Hispano América que a aproximarlos. Y entonces se cayó en la cuenta de que sólo el proponer a la Juventud de Acción Católica de la Hispanidad un gran ideal apostólico y misionero de recristianización de lo que un tiempo fue cristiandad europea y de la evangelización del mundo, sería capaz de vincular en caridad a España con sus veinte hijas. Puesto que este Ideal era superior a las fuerzas de todos y cada uno de los pueblos representados en Santiago a través de sus Juventudes de Acción Católica, y lo que resultaba dificilísimo, por no decir imposible, para cada uno de los miembros de la familia hispánica, resultaba hacedero para la Hispanidad.

            »Se expusieron estos proyectos, en primer lugar, al Eminentísimo Cardenal Gomá, quien los recibió con entusiasmo, haciéndoles sentir a los miembros de aquel Consejo la enorme responsabilidad que se iban a echar encima si avanzaban por este camino, que él bendecía y aprobaba como Príncipe de la Iglesia. Pero, al mismo tiempo, hizo ver al Consejo Superior que empresa de tal envergadura, que transcendía a las facultades de la Jerarquía de la Iglesia española, requería la aprobación y bendición de Roma. Nos aconsejó que nos pusiéramos al habla con Mons. Tedeschini, Nuncio de Su Santidad en España, y que en contacto con ambos purpurados fuéramos tomando acuerdos. Mons. Tedeschini opinó, como el Cardenal Primado, que debían destacarse a Roma el Presidente de la Juventud y otro miembro del Consejo para exponer a Su Santidad el Papa las aspiraciones, deseos y proyectos de la Juventud de Acción Católica.

            »En virtud de este consejo, el Presidente Nacional [Manuel Aparici], acompañado del Vocal de la Peregrinación a Santiago, D. Javier Aznar, llegaron a Roma el 28 de Enero de 1936. Tuvieron una larga audiencia con el Eminentísimo Cardenal Secretario de Estado Eugenio Paceli, hoy Papa Pío XII. Le expusieron la embajada que los llevaba a Roma y la recibió con ardiente entusiasmo; es más, nos hizo ver que España tenía olvidados sus deberes de madre con los pueblos de América y Filipinas que había engendrado la fe de Cristo, diciéndonos que las madres nunca tienen cumplida su misión; que no basta engendrar a los hijos y educarlos, sino que siempre tienen que preocuparse de que lleguen a la máxima perfección. Les prometió la más calurosa ayuda de la Santa Sede y que al día siguiente serían recibidos en audiencia por Su Santidad el Papa, que les mostraría la profunda complacencia con que veía los proyectos de la Juventud de Acción Católica de España.

            »Además de esta visita, se entrevistaron con el Cardenal Copello, Primado de Argentina, que se encontraba accidentalmente en Roma. Le expusieron el proyecto, le pidieron que les concediera poner su nombre en el Comité de honor organizador del Congreso, y también acogió con ferviente entusiasmo la petición de los Jóvenes de Acción Católica, terminando sus frases de aliento con estas palabras: “¿Cómo no voy a interesarme por su Peregrinación y Congreso si yo me llamo Santiago, Santiago Mayor el de Compostela?”. También con el P. Vladimiro Leuwkoski, General de la Compañía de Jesús, quien les hizo notar que para el peligro del comunismo moral que se avecinaba sobre la Iglesia, el más grave de todos los siglos de su Historia, las esperanzas, humanamente hablando, había que ponerlas en el espiritualismo español e hispanoamericano. Y desde luego, les prometió que toda la Compañía de Jesús, pero especialmente en España y América, colaboraría con todo entusiasmo al éxito del Congreso. Parecida acogida el Presidente Nacional y el Sr. Aznar por parte del Rvdmo. P. Silet, General de la Orden de Predicadores. El 1 de febrero de 1936 fueron recibidos, en audiencia especial, por Su Santidad el Papa Pío XI, actuando de intérprete el Rvdmo. Carmelo Blay. Tan pronto como el Presidente Nacional y D. Carmelo expusieron al Papa el objeto de la audiencia especial solicitada, Su Santidad, que ya había recibido informe del Eminentísimo Cardenal Secretario de Estado, acogió el proyecto con gran satisfacción, dándoles su bendición más paternal, amplia y generosa para la Peregrinación y el Congreso de Santiago.

            »También durante aquella estancia en Roma, visitaron el Colegio Español y el Pío Latino Americano, comunicando a los seminaristas de ambos Colegios las aspiraciones de la Juventud de Acción Católica de España. Unos y otros las recibieron con emocionado entusiasmo, especialmente los del Pío Latino Americano, que se gloriaban de que la Juventud de Acción Católica de la madre Patria hubiera correspondido a la gracia que así les llamaba a levantar otra vez ante la juventud del mundo la gran bandera de la cruz de Cristo.

            »Pocos días después del regreso de la embajada juvenil, ocurren las elecciones del 16 de Febrero de 1936, y con ellas el comienzo de la era de los mártires. La Juventud de Acción Católica no desiste del empeño. Ante el Vicario de Jesucristo se había comprometido a cargar sobre sus hombros la cruz de los pecados del siglo XX para subir hasta Compostela y allí ofrecerse, en ardiente caridad, como víctima expiatoria a fin de atraer al Corazón del Señor a las juventudes hispánicas y de toda la tierra.

            »En Abril de 1936 se reúne el Pleno del Consejo Superior, integrado entonces por diez miembros de la Comisión Permanente, con residencia en Madrid, y nueve Vocales por cada una de las Archidiócesis españolas, para tratar de la preparación de la Peregrinación y el Congreso y se acordó:

 

PRIMERO: Celebrar una Semana de Estudios de dirigentes diocesanos en el mes de agosto en el Seminario de verano en Madrid, para estudiar todo el plan de la Peregrinación.

 

SEGUNDO: En un plazo de quince días serán visitados todos los Consejos Diocesanos por miembros del Superior, para advertirles de que era probabilísima una persecución sangrienta y que por lo tanto habían de preparar la organización para subsistir si menester fuera como organización de catacumbas.

 

TERCERO: Que en caso de quedar aislada la sede del Consejo Superior del resto de la Juventud Acción Católica de España, los Vocales Archidiocesanos asumirían donde quiera que se encontraran, las facultades del Consejo Superior, reorganizarían y dirigirían a la Juventud de Acción Católica que pudiera estar en contacto con ellos, en su labor de formación como peregrino de Santiago.

 

            »En Mayo de 1936 aparece publicada en LA FLECHA, revista de Dirigentes, la primera circular del Consejo Superior a los Presidentes Diocesanos relativa a la Peregrinación. El 6 de junio, en el primer número de SIGNO, órgano de masas del Consejo Superior, el editorial lo constituye el primer llamamiento del Presidente Nacional que convoca a todos los jóvenes a peregrinar a Santiago, De él son las siguientes frases: “No os intimide la persecución. Le ofrecimos al Señor caminar por sendas de penitencia, de sacrificio y austeridad para merecer el don colectivo del apostolado y el Señor ha oído nuestra petición. Forzosamente habremos de avanzar en ambiente de contradicción y de odio, de malquerencia y de calumnia. Mas no importa, el Señor va delante de nosotros para prepararnos el gran día en Compostela. Amando a los que nos aborrecen, orando por los que nos persiguen, haciendo el bien a quien nos dañe, avanzaremos; y con nuestras buenas obras tenderemos nuevos caminos de luz por los que descienda Santiago hasta los hijos de su estirpe para armarles caballeros de Cristo con la espada invencible del amor y temor de Dios”.

            También en Junio de 1936 aparece el folleto UTREYA, “Voz de marcha y aviso de romería a las generaciones nuevas de las España … ” en el que figuraban, como Presidencia del Comité de Honor organizador de la Peregrinación y el Congreso, los Eminentísimos Cardenales Gomá, Tedeschini, Vidal y Barraquer, Irundain, el Excmo. y Rvdmo. Arzobispo de Santiago y el Excmo. y Rvdmo. Sr. Obispo de Tortosa, Consiliario de la Acción Católica, y como miembros del Comité de Honor, todos los miembros del Episcopado español y los Arzobispos de Hispano América».

 

            Así las cosas, el 18 de Julio de 1936 empieza la guerra.

 

De la etapa de la guerra y de los años posteriores a ésta hasta que tuvo lugar la Peregrinación a Santiago de Compostela en agosto de 1948, del Ideal Peregrinante del Siervo de Dios, de sus Cursillos de Adelantados, Jefes y Guías para preparar la Peregrinación, etc. me(te) remito a los textos que te envié y a la Biografía del Siervo de Dios que tiene puesta la Asociación de Peregrinos de la Iglesia en su Página Web. Sólo te facilitaré parte del Informe de los Peritos Archivista que forma parte de la Positio super virtutibus del Siervo. 

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         III.-    NFORME DE LOS PERITOS ARCHIVISTAS

                   Positio super virtutibus, Copia Pública pp. 9504/9638

 

            El 18 de diciembre de 1932 en el II Congreso Nacional de la Juventud, donde se cantó por vez primera el Himno de la Juventud (encontró una gran aceptación y fue entonado con fervor y emoción en todos los actos), se realiza un «alzamiento espiritual», lo que un observador extranjero de entonces llamó «la locura de Santander».

 

Hacia mediados de 1932, Aparici se enteró de que dos jóvenes de Madrid estaban trabajando en la letra y música de un himno para la Juventud Católica; se puso en contacto con ellos, examinó el proyecto, que estimó correcto en principio, y propuso algunas modificaciones que le fueron aceptadas y que no se conocen; pero conociendo el espíritu de Aparici parece que su aportación fuese principalmente en la tercera cuarteta que dice: «Llevar almas de joven a Cristo/inyectar en los pechos la fe/ ser apóstol o mártir acaso/mis banderas mi enseñan a ser».

 

            Uno de los acuerdos adoptados en dicho Congreso fue el de celebrar en Santiago de Compostela el III Congreso Nacional en 1937, por ser Año Santo Jacobeo, y pedir a la Santa Sede que sean declarados dogmas de fe la Asunción gloriosa de la Santísima Virgen a los cielos en cuerpo y alma y que María es Mediadora Universal de todas las gracias.

            Este año de 1932, con el broche de oro del Congreso, separó dos etapas de la Juventud de Acción Católica: la fundacional y la de consolidación o profundización, cuya característica fundamental habría de ser un importante incremento de la vida del Consejo Central impulsada por Aparici, como presidente en funciones, primero, y después como presidente de derecho.

            Un año después, en la sesión de clausura de la VI Asamblea Regional de la Juventud de Acción Católica, de Galicia, celebrada en 1933, Aparici impresionó y movió los elogios de las personalidades que asistían, por la profunda formación que revelaba su oratoria clara y sencilla, pero con un espíritu que entusiasmó grandemente a todos. (Otro de los oradores era D. Ángel Herrera Oria, más tarde Cardenal).

            Dio la consigna de Piedad, Estudio y Acción; poniendo ante todo la «piedad» sólida con base en la Eucaristía, como fundamento; luego el «estudio» del Evangelio y de los Reglamentos, organización y consignas de la Juventud de Acción Católica Española, para estar así preparados para la «acción».

            En marzo de 1934, Año Santo Extraordinario de la Redención, la Juventud de Acción Católica Española peregrina a Roma. Acude casi un millar de jóvenes y con ellos Aparici, que, aunque todavía vicepresidente, actuaba como presidente en funciones. El titular no pudo asistir. (En la práctica ejerció las funciones de presidente, dado que el presidente debió de ocuparse de otros trabajos). Era la primera vez que Aparici peregrinaba a Roma.

            Con los peregrinos tuvo la Santa Sede la deferencia de invitarles, como cosa excepcional, al acto litúrgico que en San Pedro se celebraba los jueves para sacerdotes y religiosos exclusivamente.

            La audiencia del Papa fue una manifestación clamorosa y ardiente de devoción y fidelidad a su persona y a la Iglesia. Después de la recepción general en la Sala de las Bendiciones, el Santo Padre, Pío XI (el Papa de la Acción Católica) accedió a saludar a todo el Consejo y a que le acompañara hacia el interior del Palacio Apostólico. Todos le besaron la mano, y a Aparici, con paternal cariño y en castellano le dirigió unas palabras, y le puso complacido sus manos sobre su cabeza. Son momentos de intensa emoción. Para Aparici aquello fue un «signo» para su sacerdocio. Y para los presentes también.

            «La escena vivida -escribe LA FLECHA- trae a la memoria aquella del Cenáculo en que Jesús, después de la Resurrección, se aparece a sus Apóstoles y les impone sus divinas manos sobre sus cabezas (...). A la salida de la audiencia -termina el redactor- “se organizó un solemne besa-cabezas”».

            La peregrinación da conciencia a la Juventud de Acción Católica de su unidad y fortaleza, ya que aquellos Centros Parroquiales primitivos aparecen, en el Coliseo de Roma, como una juventud peregrina que el Cardenal Gomá ve desde la cruz central como «algo excepcional, una manifestación de espíritu cristiano verdadero», con un estilo seglar y joven, auténtico y sobrenatural.

            Aparici evoca esta peregrinación en su Diario, a lo largo de varias páginas; peregrinación que marca un rumbo firme en su vida.

            El éxito de la peregrinación a Roma en marzo de 1934 movió al Consejo Superior a considerar las ventajas de la idea peregrinante e insistir en ella e hizo pensar ya en el III Congreso Nacional a celebrar en Santiago de Compostela en 1937, Año Santo Jacobeo, con el propósito de movilizar a la juventud española e hispanoamericana en torno a la figura del Apóstol y darla un fuerte impulso apostólico, en una empresa común de reconquista del mundo para Cristo.

            Se quería prepararlo con tiempo. Aparici inspiró el proyecto, cuya realización encomendó al entonces joven Maximino Romero de Lema, luego arzobispo, y a Armando Durán, que iniciaron el trabajo con gran entusiasmo.

            El sólo hecho de proponer a los jóvenes de Acción Católica de la Hispanidad un gran ideal de recristianización sería capaz de vincular en caridad a España con sus veinte hijas. Pues este Ideal era superior a las fuerzas de todos y cada uno de los pueblos por separado, pero lo que resultaba dificilísimo para cada uno de los miembros de la familia hispana, resultaba hacedero para la Hispanidad en su conjunto.

            Expuesto el proyecto en 1936 a la Jerarquía española en la persona del Cardenal Arzobispo de Toledo, Primado de España, Mons. Gomá, lo recibió con entusiasmo y lo bendijo, pero hizo ver que empresa de tal envergadura, que trascendía a las facultades de la Jerarquía de la Iglesia española, requería la aprobación y bendición del Santo Padre. Aconsejó ponerse al habla con Mons. Tedeschini, Nuncio de Su Santidad en España, quien, a su vez, aconsejó exponerlo al Santo Padre.

            Así, el 28 de enero de 1936, Aparici, Presidente Nacional, se traslada a Roma acompañado del Vocal del Consejo, Javier Aznar. Les recibe el Cardenal Pacelli, entonces Secretario de Estado, (y luego Papa Pío XII) que aprueba y bendice el proyecto y les alienta en su labor en España y de la misión de la Juventud de Acción Católica Española en la tarea de la Hispanidad.

            Es más, les hizo ver que España tenía olvidados sus deberes de madre para con los pueblos de América y Filipinas que habían engendrado a la fe de Cristo, diciéndoles que las madres nunca tienen cumplida su misión, que no basta engendrar a los hijos y educarlos, sino que siempre tienen que preocuparse de que lleguen a la máxima perfección. Les prometió la más calurosa ayuda de la Santa Sede y que al día siguiente serían recibidos en audiencia por Su Santidad el Papa, que les mostraría la profunda complacencia con que veía los proyectos de la Juventud de Acción Católica Española.

            Y el l de febrero de 1936, eran recibidos, en audiencia especial, por Su Santidad el Papa Pío XI (era la segunda vez que el Santo Padre recibía a Manuel Aparici en audiencia especial) a quien le expusieron el proyecto de la gran peregrinación juvenil (100.000 jóvenes a Santiago de Compostela). El Santo Padre acogió el proyecto con gran satisfacción, dándoles su bendición más paternal, amplia y generosa para la Peregrinación y para el Congreso.

            Así lo resumía Aparici: «El Ideal de la Asociación de la Juventud de Acción Católica (Ganar a todo el mundo para Cristo, por el impulso y la fe del alma hispana), el instrumento para ganar el mundo (La Hispanidad: Comunión de Pueblos al servicio de la misión apostólica y evangelizadora de la Cristiandad ejemplo y guía para el mundo profundamente enfermo); las etapas necesarias para su consecución u objetivos parciales y el modo de realizar este Ideal (Peregrinar: Que los jóvenes caminen sobre las huellas de Cristo y de la mano de María hacia la Casa del Padre por la acción del Espíritu Santo y abran camino a las almas hermanas)». 

            Dos meses después, el 22 de marzo de 1936, Aparici anotaba en su Diario: «Hay que trabajar deprisa, pues ya empieza el enemigo a sembrar la cizaña». 

            Es en esta primavera, casi en verano de 1936, cuando Aparici, cuatro meses después de haber presentado el proyecto al Santo Padre, hace realidad uno de sus más fervientes deseos: contar con un periódico para la juventud. Así, el 6 de junio de 1936, fundado por él, nace SIGNO con carácter quincenal. 

Desde el Número 1 Aparici ha estado vinculado a SIGNO y ha permanecido a su lado. Era el inspirador en sus líneas doctrinales, pero dejaba una gran libertad a sus directores. También fue un buen periodista que puso muchas veces su pluma al servicio de su ardor apostólico. 

            En su primera plana, con el título «Campaña de Santiago», el llamamiento de Aparici. Había en él una meta decidida, la de preparar espiritual y emocionalmente la peregrinación a Santiago de Compostela prevista para 1937. Así, desde el primer número adoptó, a modo de auspicio, el lema jacobeo medieval: «Y será. Porque Dios ayuda y Sant-Yago». Año más tarde SIGNO se encargaría de recordar el compromiso de la Juventud con el Apóstol. Casi al mismo tiempo se convoca a la Juventud de Acción Católica al III Congreso Nacional a celebrar en la misma fecha y lugar. 

            «No os intimide la persecución -decía Aparici-; (la proximidad de momentos difíciles se advertía ya en los distintos editoriales de primera plana) el Señor va delante de nosotros para prepararnos el gran día de Compostela». Pero cuando se disponían los primeros preparativos, comienza la Guerra Civil (18 de julio de 1936 que divide a España en dos zonas incomunicadas entre sí) y la peregrinación no puede realizarse hasta 1948; pero, entretanto, se peregrina en espíritu en una y otra zona. 

Excepcionalmente, por concesión especial de la Santa Sede, el Año Santo de 1937 se extiende a 1938; pero la paz sigue sin llegar. 

Sin otro particular, recibe un cordial saludo hermano peregrino de un eterno camino de santidad … y siempre unidos en oración ante el Sagrario.

¡¡De Colores!!


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Información enviada por Carlos Peinó Agrelo, Peregrino. Cursillista. Ex-Notario Adjunto Tribunal Eclesiástico (Archidiócesis de Madrid, España) Causa de Canonización de Manuel Aparici, Colaborador en la redacción de la Positio super virtutibus, Ex-Vice Postulador de la Causa, etc.


MARCO EN EL CUAL HAY QUE COLOCAR AL MOVIMIENTO DE CURSILLOS DE CRISTIANDAD SEGÚN EL PADRE GABRIEL SEGUÍ

Se trata de unas cortas y breves REFLEXIONES sobre esta afirmación que hace el Padre Seguí en su trabajo “Orígenes de los Cursillos de Cristiandad 1941-1949”. Roma. febrero de 1969, sin entrar en las polémicas de otros sobre su trabajo. (ÉSTAS SON LAS PRIMERAS REFLEXIONES SOBRE SU TRABAJO). 

A modo de INTRODUCCIÓN te ofrezco solamente lo que dicen del Padre Seguí, Doctor en Teología e Historia Eclesiástica, Eduardo Bonnín, Fundación Eduardo Bonnín (FEBA), el P. Ricard Janer Bonafé, MSSCC, Prior del Santuario de Lluc y Francisco Forteza. 

EDUARDO BONNÍN en “Historia de un Carisma” ESCRIBE

«No podemos olvidar que, por decir la verdad sobre los hechos históricos del Movimiento de Cursillos, el Padre Gabriel Seguí fue ridiculizado en público de manera despiadada y con una falta absoluta de caridad» (p. 28) … «El Padre Seguí por decir la verdad histórica de los Cursillos fue “crucificado”» (p. 33). 

Luego para Eduardo, todo lo que dice el Padre Seguí en su trabajo es la “verdad histórica”. 

            En "El Padre Gabriel Seguí. Misionero de los Sagrados Corazones. Biografía y Orígenes de los Cursillos de Cristiandad", 2019, ESCRIBE FEBA en el PRÓLOGO

          «Historiador y testigo directo ... testigo de excepción desde el principio del principio» (pp. 9, 11 y 13) ... «Fue director espiritual de Eduardo Bonnín. La confianza mutua de la relación humana entre ambos era una realidad (p.11)» ... «Creemos oportuno y necesario rendir homenaje y dar a conocer la persona del Padre Gabriel Seguí Vidal, que siempre alentó, animó y apoyó en todo momento a Eduardo Bonnín a seguir con la obra de cursillos» (que reitera en la CONTRAPORTADA. 

          Por su parte el P. RICARD en su CARTA DE PRESENTACIÓN (p. 15) ESCRIBE

          «Creemos que la confianza que Eduardo Bonnín tenía con él era ilimitada. Soy testigo de las numerosas ocasiones que encontré a Eduardo en la sala de visitas de nuestra Casa de Palma. NO DUDO QUE ERA SU DIRECTOR ESPIRITUAL, confidente, alentador en los momentos difíciles por los cuales tuvo que pasar Eduardo».

FRANCISCO FORTEZA, por su parte, ESCRIBE en “Historia y Memoria de Cursillos” (destaco): 

«Hubo quienes pensaron que el Padre Seguí escribió aquel trabajo histórico inducido por el propio Bonnín, pero puedo asegurar que no sucedió así, y que a Eduardo le sorprendió ese trabajo tanto como a los demás, aparte de que le CONFORTARA SU CONTENIDO» (p. 89).                       

            Sin embargo, el P. Ricard en la CARTA DE PRESENTACIÓN SOSTIENE que el Padre Seguí ESCRIBIÓ LA HISTORIA «CON EL APLAUSO                DE EDUARDO Y EL GRUPO FUNDADOR». 

                        Y SIN MÁS, empiezo mis cortas y breves reflexiones. 

El trabajo del Padre Seguí abarca el periodo 1941-1949, si bien en los Puntos 25 y 26 nos traslada a diciembre de 1932, para decirnos después en el Punto 31 que «durante los cinco primeros años de la historia de los Cursillos (1941-1947)». 

Para el Padre Seguí el II CONGRESO NACIONAL que celebró la Juventud de Acción Católica en diciembre de 1932 VIENE A SER COMO (es decir, POCO MÁS O MENOS) EL MARCO (AMBIENTE, ENTORNO, ÁMBITO, ESCENARIO) en el cual hay que COLOCAR (SITUAR, PONER) al Movimiento de Cursillos de Cristiandad.  Ejerció -dice- un INFLUJO (una INFLUENCIA) importante en los Cursillos de Cristiandad.  En dicho Congreso se decidió celebrar el III Congreso en Santiago de Compostela en 1937 por ser Año Compostelano. Para este Congreso -añade- la Dirección Nacional de la Juventud había concebido un importante proyecto en 1934. Se quería reunir dicho año en el Congreso y la Peregrinación las juventudes españolas y de América Latina. (Puntos 25 y 26).  

HABRÁS OBSERVADO que para el Padre Seguí el II Congreso Nacional que celebró la Juventud de Acción Católica en diciembre de 1932 viene a ser como el "escensario" en el que hay que "situar" al Movimiento de Cursillos de Cristiandad. 

PERO NO DICE QUIÉN INSPIRÓ EL PROYECTO. 

QUIÉN LO INSPIRÓ FUE MANUEL APARICI AL QUE EL PADRE SEGUÍ NO CITA NI UNA SOLA VEZ EN SU TRABAJO. 

Y ESO QUE DECIR MANUEL APARICI ERA DECIR ACCIÓN CATÓLICA. 

Su realización se la encomendó al joven Maximino Romero de Lema (más tarde arzobispo) y a Armando Durán, que iniciaron los trabajos con gran entusiasmo. 

En 1932 Manuel Aparici tenía 30 años y ya era presidente en funciones del Consejo Superior de los Jóvenes de Acción Católica y después como Presidente de derecho. Eduardo Bonnín tenía sólo 15 años. 

Seguidamente, el Padre Seguí  habla de la situación de España en aquellos años, de lo que se propuso el Consejo Superior, de la exposición del magno proyecto al Cardenal Primado y Nuncio de su Santidad. Del viaje de algunos miembros del Consejo Superior a Roma (Manuel Aparici y el Vocal de Propaganda, Javier Aznar), por indicación de aquellos. Su entrevista con el Cardenal Secretario de Estado, luego Pío, XII, de su aprobación al proyecto, etc. que terminó con la bendición del proyecto por parte de Su Santidad, Pío XI. 

La “letra”, aunque incompleta” es buena, pero no cita al alma de todo el proyecto: MANUEL APARICI; letra que amplío en otro de los textos adjuntos (III E 2) dado que el Padre Seguí no ha tenido la oportunidad de trabajar con la documentación de Manuel Aparici, como la ha he tenido yo. 

Durante 16 años, desde 1932 a 1948 -nos dirá en los Punto 82 y 30- la Juventud de Acción Católica de Mallorca, al par que la de toda España, tuvo como ideal y estímulo de sus actividades y entusiasmos el Congreso y la Peregrinación a Santiago de Compostela; Peregrinación que tuvo que aplazarse por la guerra llevándose a cabo finalmente en agosto de 1948. Hasta su celebración las actividades de esa Juventud de Acción Católica se centraron casi exclusivamente en la preparación espiritual de la misma (Punto 82). 

Para llevarla a cabo -añade-, la Juventud de Acción Católica se sirvió de los Cursillos de formación de dirigentes, pues el Papa Pío XI les había dicho, al aprobar el plan, que había que “comenzar la empresa por la preparación más diligente posible de grupos de dirigentes”. Para lo cual se propusieron formar dirigentes en plan diocesano y parroquial mediante Cursillos de Adelantados de Peregrinos para los primeros, y de Jefes de Peregrinos para los segundos (además, añado yo, de Guías de Peregrinos, todos ellos creados por Manuel Aparici en 1940, como tantas veces te he dicho, para dar base honda a los peregrinos camino de Santiago) (Punto 30). 

Por otro lado, nos dice que la primera etapa de desarrollo de los Cursillos de Cristiandad comprende "desde el año 1941 hasta principios de 1949" (…)» (Punto 2). 

Eduardo, A PESAR DE QUE TODAVÍA NO PERTENECÍA A LA ACCIÓN CATÓLICA Y NO CUMPPLÍA, POR TANTO, LOS REQUISITOS PARA PODER ASISTIR AL CURSILLO, FUE INVITADO A ASISTIR, PERO NO QUISO. 

ESCRIBE en su "Mi testimonio Espiritual", p. 31, «el que era en aquel entonces Presidente Diocesano de los Jóvenes de Acción Católica de Mallorca me invitó al primero de estos cursillos, pero yo no quise ir, no me hacía ningún plan y puse algunas "razonables" excusas para librarme»

 

            REQUISITOS:    Los asistentes al Cursillo habrían de tener como mínimo 19 años de edad y como máximo 26, y habrán de ser forzosamente dirigentes diocesanos o          propagandistas del grupo diocesano y que residan precisamente en la capital. Se exceptúan de esta obligación aquellos casos en que existan Secretariados provinciales de Acción Católica. En este caso será necesario que sean directivos de este Secretariado o propagandistas y que residan en la capital de la provincia.

 

            HABRÁS ONSERVADO que para el Padre Seguí la primera etapa de desarrollo de los Cursillo empieza en el año 1941 y finaliza a principios de 1949. Este mismo año de 1941, en la Semana Santa, se imparte en Mallorca el primer Cursillo de Adelantados de Peregrinos. 

            ¿MERA COINCIDENCIA?  NO. En el Punto 38 de su trabajo el Padre Seguí ESCRIBE: «El largo proceso de GESTACIÓN [es decir, de FORMACIÓN, PREPARACIÓN, ELABORACIÓN] DE LOS CURSILLOS EMPIEZA (SE INICIA, COMIENZA) con el primer Cursillo de Adelantados de Peregrinos, organizado en abril de 1941».                       

Y finalizo el texto con las mismas palabras de Francisco Forteza con las que empezaba el mismo: 

«Hubo quienes pensaron que el Padre Seguí escribió aquel trabajo histórico inducido por el propio Bonnín, pero puedo asegurar que no sucedió así, y que a Eduardo le sorprendió ese trabajo tanto como a los demás, aparte de que le CONFORTARA SU CONTENIDO (...)» (p. 89). 

Sin embargo, el P. Ricard en la CARTA DE PRESENTACIÓN SOSTIENE que el Padre Seguí escribió la historia «CON EL APLAUSO DE EDUARDO Y EL

GRUPO FUNDADOR». 

            Lo dicho, para Eduardo, todo lo que dice el Padre Seguí en su trabajo es la “verdad histórica”. 

Sin más, recibe un cordial saludo hermano peregrino de un eterno camino de santidad … y siempre unidos en oración ante el Sagrario.

¡¡De Colores!!


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Viernes, 21 de agosto de 2020

DOMINGO 21º DEL TIEMPO ORDINARIO A         

MONICIONES

  

PRIMERA LECTURA

                               La primera lectura de hoy es una profecía de Isaías, en la que se anuncia un cambio en el gobierno del palacio real de David, significado en unos símbolos externos, entre ellos, la entrega de unas llaves. Escuchemos.               

 

SALMO

                               La Iglesia se contempla y proclama en el salmo, como obra de las manos de Dios. Nosotros, conscientes de la fragilidad de todo lo humano, pedimos al Señor su misericordia y su ayuda continua. 

 

SEGUNDA LECTURA

                                La segunda lectura nos presenta un himno de S. Pablo a los designios de Dios, siempre misteriosos y, tantas veces, desconcertantes. Escuchemos. 

 

TERCERA LECTURA 

                                Jesús le dice a Pedro, después de su confesión de fe, que le dará la responsabilidad suprema de la Iglesia, simbolizada en “las llaves del Reino de los Cielos.

                                Aclamémosle ahora con el canto del aleluya. 

 

COMUNIÓN

                                En la Comunión recibimos a Jesucristo, proclamado hoy por Pedro como el Mesías, el Hijo de Dios vivo.

                                Que Él nos ayude a reconocerle siempre así, en la unidad de la Iglesia, presidida por el Sucesor de Pedro.

 


Publicado por verdenaranja @ 11:50  | Liturgia
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Reflexión a las lecturas del domingo veintiuno del Tiempo Ordinario A ofrecida por el sacerdote Don Juan Manuel Pérez Piñero bajo el epígrafe "ECOS DEL DÍA DEL SEÑOR"

Domingo 21º del T. Ordinario A

 

      En medio de aquel paisaje rocoso de Cesarea de Filipo, se produce una doble e impresionante revelación: la que hace el Padre del Cielo a Simón Pedro, acerca de su Hijo, Jesucristo, y la  que hace Jesucristo a Pedro, con relación a la Iglesia.  

     Jesús pregunta a sus discípulos quién dice la gente que es el Hijo del Hombre, y la respuesta es variada, pero todos piensan que se trata de alguien muy importante de la Historia de Israel: Juan el Bautista o alguno de los grandes profetas, que ha resucitado. Luego les pregunta: “Y vosotros, ¿quién decís que soy yo? Y Pedro le responde: “Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo”.

     Jesús se da cuenta de que aquello no puede proceder de Pedro, sino que es revelación de lo Alto,  y se lo ayuda a comprender a todos. Entonces dirigiéndose  a Simón Pedro, le dice “Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia…”

     Ya conocemos la dificultad que la “Doctrina del Primado” entraña en la Historia de la Iglesia, en el camino ecuménico y en la misma mentalidad del hombre de hoy;  por eso, nos viene bien reflexionar este domingo sobre esta realidad, al mismo tiempo que alabamos y damos gracias al Padre por este misterio, reconociendo que “sus decisiones son insondables e irrastreables sus caminos”, como contemplamos en la segunda lectura;  y, al mismo tiempo,  oramos intensamente a Dios, por el Sucesor de Pedro (Hch 12, 5), para que le asista y le proteja siempre.

     Todos sabemos la importancia que tienen los cimientos en una casa o en cualquier edificación. Ya el Señor nos habla, en una ocasión, de aquel hombre prudente que edificó su casa sobre roca y del hombre necio, a quien se le ocurre construir una casa sin cimentación, sobre arena. (Mt 7,24-29). Y Jesús, que es el Hombre-Dios, “infinitamente prudente”, ¿cómo edificará “la Casa de Dios, que es la Iglesia del Dios vivo, columna y fundamento de la verdad?” (1Tim 3,15). ¿Sobre roca o sobre arena?

     S. Pablo nos enseña que estamos “edificados sobre el cimiento de los apóstoles y profetas y el mismo Cristo Jesús es la piedra angular”. (Ef 2, 20). Y el Vaticano II nos enseña que, con el fin de que los sucesores de los apóstoles, los obispos, fueran una sola cosa y no estuvieran divididos, “puso a Pedro al frente de los demás apóstoles,  e instituyó en él para siempre el principio y fundamento perpetuo y visible, de la unidad de la fe y de la comunión”. (L. G. 18) Y entre los signos que señalan esa misión, se subraya hoy el de las llaves.  

     Ya sabemos lo que significan unas llaves: nos convierten en  dueños o administradores de una casa u otra propiedad. Y el Señor Jesús le dice a Simón Pedro: “Te daré las llaves del Reino de los Cielos; lo que ates en la tierra, quedará atado en el Cielo, y lo que desates en la tierra, quedará desatado en el Cielo”.

     En la primera lectura escuchamos: “Colgaré de su hombro (el de Eliacín) la llave del palacio de David: lo que él abra nadie lo cerrará, lo que él cierre nadie lo abrirá”.

     Incluso el poder de atar y desatar está relacionado con la potestad de Pedro según el lenguaje de aquel pueblo semita.

     Cuando se estudia el tema del Primado se señala cómo todo esto se fue llevando a cabo, desde los mismos orígenes de la Iglesia. Se señala, por ejemplo, el puesto preeminente de Pedro en el mismo Evangelio y cómo esta doctrina se fue abriendo paso y se fue reconociendo y realizando a lo largo de los siglos, con sus luces y sombras, como nos va señalando la Historia de la Iglesia. ¡Se nos explica también la importancia y la necesidad del carisma de la autoridad en el Pueblo de Dios, y los grandes beneficios que esta realidad ha comportado siempre!

     ¡Cuánto han deseado siempre los cristianos ver al Papa, escuchar al Papa, y qué fácil lo tenemos los creyentes de hoy. ¡Como todos los dones de Dios, comporta una dicha y una gran responsabilidad! Y qué pena da ver cristianos, incluso practicantes, criticando abiertamente al Papa.

     En resumen, conscientes de la grandeza de esta doctrina, y de la fragilidad de todo lo humano, proclamamos hoy con  el salmo responsorial: “Señor, tu misericordia es eterna, no abandones la obra de tus manos”.

                                                                                                   ¡FELIZ DÍA DEL SEÑOR!


Publicado por verdenaranja @ 11:48  | Espiritualidad
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Mi?rcoles, 19 de agosto de 2020

Comentario del Evangelio del domingo, 23 de agosto de 2020, Domingo XXI del Tiempo Ordinario, escrito por el padre Antonio Rivero,  Doctor en Teología Espiritual, profesor en el Noviciado de la Legión de Cristo en Monterrey (México) y asistente del Centro Sacerdotal Logos en México y Centroamérica, para la formación de sacerdotes diocesanos.

En su columna, el sacerdote reflexiona sobre “Presidir en la caridad”, recordando que esta “es la misión de Pedro y de los Papas a lo largo de los siglos”.

DOMINGO XXI DEL TIEMPO ORDINARIO

Ciclo A

Textos: Is 22, 19-23; Rm 11, 33-36; Mt 16, 13-20

Idea principal: la misión de Pedro en la Iglesia por voluntad de Cristo es presidir en la caridad. Así también la de todos los Papas, a lo largo de los siglos.

Resumen del mensaje: A Pedro lo ha puesto el mismo Señor al frente de la Iglesia. Como respuesta a un acto de fe por parte de Pedro, Jesús le alaba y le anuncia la misión que ha pensado para él en la primera comunidad: presidir en la caridad. Y lo hace con tres imágenes: la piedra, las llaves, y el acto de atar y desatar. Y el Papa es sucesor de san Pedro.

Puntos de la idea principal:

En primer lugar, Pedro será la piedra sobre la que Jesús quiere edificar su Iglesia. Para eso, Cristo le cambia de nombre: de Simón a Kefas, o sea, Piedra en arameo, que traducimos Pedro en griego, y que en el Nuevo Testamento resuena 163 veces. Sólo Jesús y este apóstol en el Nuevo Testamento reciben un tal apelativo: piedra. ¿Pedro la roca sobre la que estamos fundados, cuando sabemos que negó a Cristo? No. La Roca es Cristo. Pero Pedro, precisamente por la profesión de fe que ha sabido formular con tanta decisión, es el signo visible de ese fundamento sólido que es Cristo. El sentido está claro: Pedro tiene en la historia la misión de hacer visible la función de fundamento, de unidad, de estabilidad de Cristo respecto a su Iglesia. Los creyentes en Cristo no estarán dispersos o aislados, sino que se encontrarán juntos en torno a la piedra de Pedro, que en el nombre de Cristo reúne la Iglesia de Dios. No es una autoridad de privilegio, sino de servicio en el amor. Veintiún siglos esta Iglesia ha sido azotada por vientos, tempestades y olas inmensas: persecuciones, herejías, cismas, etc. Pero sigue firme, porque esta Iglesia es guiada por el Espíritu Santo y tiene como piedra angular a Cristo, el Hijo de Dios vivo.

En segundo lugar, además le dará las llaves de esa comunidad que Cristo quiere fundar. La llave de una casa, de un cofre precioso o de la lectura de un texto, es señal de una autoridad en sede jurídica, administrativa o cultural. Las llaves son necesarias para mantener cerradas o abrir en el momento oportuno las puertas de una casa. Pedro de ahora en adelante será aquel que dispensará los tesoros de la salvación; será el canal a través del cual la palabra de Cristo será comunicada e interpretada; será el camino a través del cual los dones del amor de Dios serán continua y visiblemente infundidos en la comunidad cristiana. Veintiún siglos algunos han pretendido sacar una copia de estas llaves que Cristo concedió a Pedro en las cerrajerías ideológicas del mundo, pero a la hora de querer introducir la llave, no entraba en el cerrojo de esta Iglesia una, santa, católica y apostólica. 

Finalmente, y a Pedro le concede la potestad de atar y desatar, que en el judaísmo indicaba el acto legal de la prohibición y del permiso. Es la definición de Pedro como guía en la moral y sobre todo en el perdón de los pecados. Es una misión de la que participan todos los apóstoles y los Papas, los obispos y sacerdotes. Misión también de consolar, de amonestar, de exhortar, de guiar al pueblo de Dios. Veintiún siglos algunos se han querido arrogar esta potestad, proclamando que tienen línea directa con Dios; otros, de corte liberal y libertino, se creen con permiso de hacer lo que desean y quieren, sin necesidad de permisos ni prohibiciones. Y así les ha ido: pasarán en las páginas de la historia de la Iglesia como herejes, cismáticos y renegados.

Para reflexionar: ¿Somos conscientes de lo que decimos en la oración eucarística de cada misa cuando pedimos a Dios que confirme en la fe y en la caridad al Papa y a los obispos, en comunión con él? ¿Nos cuesta aceptar el ministerio del Papa, sucesor de Pedro? ¿Tenemos ojos de fe para ver que su encargo es asegurar el servicio de la fe, de la caridad, de la unidad, de la misión? ¿Creemos firmemente que la Iglesia es apostólica, es decir, cimentada sobre Pedro y los demás apóstoles?

Para rezar:

Oh, Dios misericordioso y eterno, nuestro Pastor y Guía, mira con amor a Francisco tu siervo, a quien elegiste sucesor de san Pedro y pastor de tu grey. Escucha, Señor, la plegaria de tu pueblo y haz que nuestro Papa, Vicario de Cristo en la tierra, confirme en la fe a todos los hermanos, para que toda la Iglesia se mantenga en comunión con él por el vínculo de la unidad, el amor y la paz. Concédele valor, sabiduría y amor a tu pueblo, para que él sirva con fidelidad a todas aquellas personas a quienes tú le has confiado sus cuidados y lleve a tu Iglesia unida en la fe, de corazón y voluntad, mientras procuramos llevar a su pleno cumplimiento la misión de tu Hijo, Jesucristo, nuestro Señor, que vive y reina contigo y el Espíritu Santo por los siglos de los siglos. Amén

Para cualquier duda, pregunta o sugerencia, aquí tienen el email del padre Antonio, [email protected]


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Viernes, 14 de agosto de 2020

Reflexión a las lecturas del domingo veinte del Tiempo Ordinario A ofrecida por el sacerdlote Don Juan Manuel Pérez Piñero bajo el epígrafe "ECOS DEL DÍA DEL SEÑOR"  

Domingo 20º del T. Ordinario A

 

¡Jesucristo ha venido para todos! ¡Es la universalidad de la salvación! Todos tienen derecho a conocer al Señor, a amarle a seguirle y gozar de los frutos de la salvación. Ahora en el tiempo y después por toda la eternidad.

   A nosotros nos resulta algo ya sabido, porque lo hemos conocido y vivido desde niños; pero no siempre se entendió así, y,  con alguna frecuencia, la Palabra de Dios  nos lo recuerda.

   El pueblo de Israel tuvo siempre una conciencia muy viva de ser el pueblo elegido; y, por medio de él, se incorporarían los demás pueblos a la salvación, como nos recuerda la primera lectura de hoy.  

   Cuando leemos el Evangelio, constatamos que Jesús tiene una  clara conciencia de que ha sido enviado solamente al pueblo de Israel, como había sucedido con los profetas, que también habían anunciado, en algunas ocasiones, la  universalidad de la salvación, como escuchamos este domingo.

   En este contexto, las palabras del Evangelio de hoy no deben parecernos extrañas: “Sólo me han enviado a las ovejas descarriadas de Israel”. Y también: “No está bien tomar el pan de los hijos y echárselo a los perritos”. Y cuando manda a los apóstoles de dos en dos, les dice: "No vayáis a tierra de paganos ni entréis en las ciudades de Samaría, sino id  a las ovejas descarriadas de Israel". (Mt. 10, 5-7).

   Es por el Misterio Pascual, por su Muerte y Resurrección, por el que Jesucristo hace de los dos pueblos -judíos y gentiles- un pueblo nuevo, la Iglesia, a la que San Pablo llama “el Israel de Dios” (Gál 6, 16). El mismo apóstol escribe en otro lugar: “Ahora, gracias a Cristo Jesús, los que en un tiempo estabais lejos, estáis cerca, por la sangre de Cristo. Él es nuestra paz: el que de los dos pueblos ha hecho uno, derribando, en su cuerpo de carne, el muro que los separaba: La enemistad. Él ha abolido la ley con sus mandamientos y decretos, para crear de los dos, en sí mismo, un único hombre nuevo, haciendo  las paces. Reconcilió con Dios a los dos, uniéndolos en un solo cuerpo mediante la cruz, dando muerte en Él, a la enemistad”. (Ef 2, 13-16). Y en la segunda lectura de hoy contemplamos  cómo  el mismo Pablo, se presenta como “apóstol de los gentiles”, al mismo tiempo que manifiesta su intensa preocupación por la suerte del pueblo judío.

   Pero ya antes de su Muerte y Resurrección, Jesús anticipa y profetiza así, en algunas ocasiones, la universalidad de la salvación, acogiendo y  realizando curaciones de algunos paganos, que sobresalieron por su fe, como contemplamos este domingo, en aquella mujer cananea. Ella tenía una hija con “un demonio muy malo”. No sabemos exactamente de qué se trataba! Si de una posesión diabólica, que perturbaba gravemente su salud, o de una enfermedad muy grave, que se atribuía , según el sentir popular,  a un demonio. Lo cierto es que la madre, la mujer cananea, saliendo de alguno aquellos lugares no pertenecientes a la fe de Israel, comienza a llamar a gritos a Jesucristo, para que la atienda: “Ten compasión de mi, Señor Hijo de David. Mi hija tiene un demonio muy malo”. ¡Grita y vuelve a gritar, hasta “molestar” a los discípulos!  Ellos interceden ante Jesús y la mujer puede acercarse y presentarle su petición: “Señor, socórreme”. Jesús le contesta con una especie de refrán: “No está bien  tomar el pan de los hijos y echárselo a los perritos”. Y como aquella mujer posee una fe humilde y viva, “se coloca en su lugar”: Ella es una mujer pagana  y no puede venir con exigencias como si fuera una judía practicante; y entonces acierta a decirle a Jesús:  “Tienes razón, Señor; pero también los perritos se comen las migajas, que caen de la mesa de los amos”. ¡Ella se conformaba, pues,  con las migajas que caen de la mesa de Israel! El Señor quedó profundamente sorprendido de su respuesta y le dijo: “Mujer, qué grande es tu fe: Que se cumpla lo que deseas. En aquel momento quedó curada su hija”.

   ¡Cuánto valora Jesucristo el don de la  fe; una fe humilde y viva, que nos lleve a colocarnos en “nuestro propio lugar ante Él!”

   Concluyamos nuestra reflexión de hoy, proclamando con el salmo responsorial: “Oh Dios, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben”.  

                                                                                             ¡FELIZ DÍA DEL SEÑOR!


Publicado por verdenaranja @ 21:45  | Liturgia
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DOMINGO 20º DEL TIEMPO ORDINARIO A

MONICIONES 

 

PRIMERA LECTURA

            En tiempos de Jesús muchos creían que sólo estaban llamados a la salvación los que practicaban la religión del pueblo de Israel. Jesús mismo quiso anunciar el Reino de Dios, preferentemente, a los judíos. Escuchemos ahora una antigua profecía que nos habla de una salvación para todos. 

 

SALMO

            Todos los pueblos están llamados a la salvación, lograda por Jesucristo, el Señor. Proclamemos  ahora, en el salmo, nuestro deseo ardiente de todos los pueblos conozcan, amen y alaben al Señor. 

 

SEGUNDA LECTURA

            San Pablo expresa, en esta lectura, su preocupación por la suerte de su pueblo Israel; y sueña con el día en que se incorpore a la Iglesia de Jesucristo. 

 

TERCERA LECTURA 

            Contemplamos ahora a Jesucristo en su encuentro con una mujer, que no pertenecía al pueblo de Israel, la mujer cananea, y que le pide con insistencia la curación de su hija.

            Pero antes de escuchar el Evangelio, aclamémoslo con el canto del aleluya. 

 

COMUNIÓN

            En la Comunión nos encontramos con el mismo Jesús del Evangelio, que ha venido para salvarnos a todos. Ojalá que nos acerquemos ahora a Él, con la fe de la aquella mujer admirable, la cananea.

 

 


Publicado por verdenaranja @ 21:41  | Liturgia
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