DOMINGO 27º DEL T. ORDINARIO A
MONICIONES
PRIMERA LECTURA
En el canto de la viña de Isaías, que vamos a escuchar, el profeta nos recuerda, bajo la alegoría de un viñedo, los intensos cuidados de Dios por su pueblo escogido y su amarga queja por su respuesta.
SEGUNDA LECTURA
Escuchemos con atención los sabios consejos que da el apóstol Pablo, desde la cárcel, a los cristianos de Filipo.
TERCERA LECTURA
Escuchamos este domingo otra parábola, la segunda, en la que Jesús trata de explicar a los sumos sacerdotes y ancianos del pueblo, porque el Padre tiene que prescindir del antiguo pueblo de Dios, de Israel, y formar otro pueblo, la Iglesia, que dé al “Dueño de la Viña” los frutos a su tiempo.
Pero antes de escuchar el Evangelio, cantemos de pie, el aleluya.
COMUNIÓN
La Comunión es un gran don de Dios, que nos recuerda nuestra gran responsabilidad: dar fruto, dar más fruto, dar mucho fruto; por eso, después de la Comunión, después de la Santa Misa, hemos de demostrar “con obras de caridad, piedad y apostolado, lo que hemos recibido por la fe y el sacramento”.