SOLEMNIDAD DE TODOS LOS SANTOS
MONICIONES
PRIMERA LECTURA
El libro del Apocalipsis nos presenta, en medio de su lenguaje simbólico, una visión de la asamblea gloriosa de todos los santos, procedentes de todas las naciones, razas, pueblos y lenguas.
SEGUNDA LECTURA
S. Juan nos habla, en la segunda lectura, de nuestra condición de hijos de Dios, que es el fundamento de la santidad, y una llamada permanente a ser santos: “Todo el que tiene esta esperanza en Él se purifica a sí mismo como Él es puro”, nos dice el apóstol.
TERCERA LECTURA
El Evangelio nos señala el camino para ser santos: la práctica de las bienaventuranzas.
Pero antes de escucharlo, aclamemos al Señor con el canto del aleluya.
COMUNIÓN
En la Comunión el Señor nos ofrece su Cuerpo y su Sangre como alimento y fuerza para avanzar en el camino de la santidad. “Una sola Comunión basta para ser santo”, decía Santa Teresa
Y los que comulgamos con frecuencia, ¿no tendríamos que ser, por lo menos, un poco mejores, un poco más santos?
Es para pensarlo.