El Departamento de Comunicación - Obispado de Tenerife nos participa del SubsidioLitúgico para la elebración del Día de la Iglesia Diocesana 2020 el Domingo, 8 de noviembre de 2020
«Somos lo que tú nos ayudas a ser.
Somos una gran familia contigo».
MONICIÓN DE ENTRADA
Hermanos: bienvenidos todos a nuestra celebración eucarística. En este trigésimo segundo domingo del tiempo ordinario celebramos el Día de la Iglesia Diocesana bajo el lema: «Somos lo que tú nos ayudas a ser. Somos una gran familia contigo». En el seno de nuestra comunidad es donde recibimos los sacramentos, compartimos y vivimos nuestra fe. Cuidemos y fortalezcamos nuestro compromiso con la Iglesia y ahora, en la eucaristía, salgamos al encuentro del Señor, que llega, para que se fortalezca en nosotros la comunión con Él y con los hermanos.
MONICIÓN A LA LITURGIA DE LA PALABRA
La Liturgia de la Palabra nos invita a buscar, encontrar y a poseer la auténtica sabiduría. Hoy, con la parábola de las doncellas, se nos invita a prepararnos para entrar en el banquete eterno. Jesús nos dice: «velad, porque no sabéis el día ni la hora». Que nosotros sepamos estar preparados siempre y ser aceite para los demás.
ORACIÓN DE LOS FIELES
S. En comunión con toda la Iglesia nos dirigimos al Padre:
— Por el Papa y los pastores de nuestra Iglesia: para que sean reflejo del amor misericordioso de Dios en cada acto. Roguemos al Señor.
—Por la Iglesia: para que sea imagen de Dios en todos los rincones, ambientes y realidades. Roguemos al Señor.
— Por nuestra diócesis, nuestra gran familia de la fe: para que transmita la alegría del evangelio a toda la sociedad. Roguemos al Señor.
—Por todas las comunidades parroquiales que pasan por dificultades o problemas en su caminar diario: para que sepan ser fieles al amor de Dios. Roguemos al Señor.
— Por los enfermos y los que sufren, especialmente en este tiempo difícil de la pandemia: para que sean centro y prioridad de nuestras parroquias y sepamos acogerlos y acompañarlos con sabiduría. Roguemos al Señor.
S. Escucha, Padre Santo, la oración que tu Iglesia te dirige con fe, y renuévanos a todos a imagen de tu Hijo para ser, en medio del mundo, testigos fieles de tu amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
MONICIÓN A LAS OFRENDAS
En este Día de la Iglesia Diocesana, en el que se nos invita a ser una gran familia, junto con el pan y el vino, presentamos ante el altar los proyectos e ilusiones de nuestra comunidad. Como Cristo se ofrece en el altar, también nosotros entregamos nuestra vida para que él nos transforme con la fuerza del Espíritu.
DESPEDIDA DE LA CELEBRACIÓN (sacerdote).
Hemos compartido la mesa en comunidad, sintiéndonos parte de la Iglesia diocesana y universal. Lo que hemos celebrado en esta eucaristía es signo de lo que un día será el banquete definitivo. Que nuestras lámparas ardan alimentadas con el aceite de las buenas obras. Podéis ir en paz.