Por gentileza de Alice Ollivier. Asociación Hozana
¡A retomar la bores de la mano de Dios!
El mes de septiembre comienza, simbolizando para muchos, ¡el fin de las vacaciones y la hora de retomar labores!... estudios, trabajo, tareas del hogar, y un sinfín de actividades más están a la orden del día, exigiendo de nosotros una buena dosis de energía y mucha motivación para poderlas realizar…
Entonces, ¿qué tal si empezamos septiembre cargando las pilas con el Señor?
A continuación, tres ideas para comenzar este mes cómo se debe:
● Confiando nuestras diversas actividades a Dios, pues, como nos recuerda el Salmo 127, de nada sirve trabajar sin Él: “Si el Señor no edifica la casa, en vano trabajan los albañiles; si el Señor no custodia la ciudad en vano vigila el centinela” (Salmo 127:1). Por eso, es importante ofrecer nuestra vida a Dios cada mañana, con una breve oración en la cual se entreguen cada una de las actividades que vamos a realizar.
● Pidiendo al Señor que bendiga a las personas de nuestro entorno: profesores, compañeros de estudio o trabajo, clientes, etc. Recordemos que, incluso en entornos laborales difíciles y competitivos, su Espíritu Santo puede ayudarnos, no solo a establecer relaciones sanas y respetuosas, sino también a mantenernos en el camino correcto, a pesar de las circunstancias. ¿Qué tal si lo invocamos antes de tener conversaciones importantes o tomar decisiones delicadas?
● Entregando a Dios cada una de nuestras dificultades para que no se conviertan en motivo de dolor y desánimo, sino en fuente de abundantes frutos. Al respecto, la Biblia nos recuerda muchas veces que, cuando realizamos el trabajo con amor y para la gloria de Dios, este se convierte en un camino de santificación y nos capacita para trabajar por el Reino.
¡Confiémonos al Señor y dejemos que este mes de septiembre esté lleno de entusiasmo y motivación!
Escrito por: Alice Ollivier.- Traducido y adaptado del francés por: Sharael Sánchez
Artículo en colaboración con Hozana.org
Por gentileza de Alice Ollivier. Asociación Hozana
¡Deja que los ángeles entren a tu vida!
El mes de septiembre es muy especial, pues ha sido dedicado a los Ángeles: esas criaturas celestiales enviadas por Dios para el servicio de la humanidad. A propósito, el 29 de septiembre, la Iglesia celebra la fiesta de San Miguel y de los Santos Arcángeles, y tan solo unos días después, el 2 de octubre, se la honra a los santos Ángeles Custodios, lo cual es una gran oportunidad para cuestionarnos sobre el lugar que ocupan los Ángeles en nuestras vidas: ¿Acudimos a ellos? ¿Les confiamos nuestras oraciones? ¿Nos dejamos guiar por ellos?
A continuación, queremos compartir contigo 4 citas inspiradoras sobre los Santos Ángeles, para ayudarnos a comprender mejor su actuar en nuestras vidas:
“En el momento de la Santa Misa, los Ángeles rodean al sacerdote, y todo el altar y todo el lugar del sacrificio se llena de potestades celestes para honrar a Dios, que allí está” (San Juan Crisóstomo).
“Ten confianza con tu Ángel Custodio. —Trátalo como un entrañable amigo —lo es— y él sabrá hacerte mil servicios en los asuntos ordinarios de cada día” (San Josemaría Escrivá).
“Los ángeles son nuestros pastores; no solo llevan nuestros mensajes a Dios, sino que también llevan los mensajes de Dios a nosotros”(San Juan de la Cruz).
“Hay ángeles de niños pequeños que miran el rostro de Dios todos los días. Estos espíritus han sido enviados para ayudar a la raza humana. Nuestra debilidad es tal que, si los ángeles de la guarda no nos hubieran sido dados, no podríamos resistir los muchos y poderosos ataques de los espíritus malignos. Por eso necesitamos una naturaleza superior (que nos proteja). Lo sabemos por las palabras con las que el Señor fortaleció a Moisés temblando de miedo: «Mi ángel irá delante de ti»” (San Hilario).
Queridos amigos, ¡aprovechemos estas fiestas para conocer mejor a estos hermosos seres de luz!: de hecho, es un buen momento para confiarles nuestras oraciones, por ejemplo, a través de una novena a San Miguel y a los nueve coros de ángeles, de una oración matutina a nuestro ángel de la guarda, o de una oración espontánea que permita dar un espacio a los ángeles en nuestras vidas.
Escrito por: Alice Ollivier.- Traducido y adaptado del francés por: Sharael Sánchez
Artículo en colaboración con Hozana.org